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“UNIVESIDAD NACIONAL DE UCAYALI”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLITICAS

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ANALISIS DE LA LEY DE RESTRUCTURACION


EMPRESARIAL LEY 26116

PRESENTADO POR:

MIGUEL MARTIN GAVIRIA MEGO

ALUMNO DEL VII CICLO A

CURSO:

DERECHO CONCURSAL

DOCENTE:

DR. ESTHER PANTOGOSO MEDRANO

PUCALLPA, PERÚ
2020
BARRAGAN ARQUE, Paulino, en su artículo “Las normas del sistema
concursal los procedimientos de insolvencia de las empresas en el Perú”, señala que, las
normas del Sistema Concursal, vigentes en el Perú desde el año de 1992, son una alternativa
para que las empresas viables que enfrentan problemas económicos de diverso origen
tengan la posibilidad de seguir en el mercado, vía reestructuración. En los más de diez años
de vigencia del sistema han pasado por él más de 3000 empresas, con cerca de 500 000
trabajadores involucrados y deudas de más de 2.5 mil millones dólares; empresas de todos
los sectores económicos y de diferente tamaño, desde empresas unipersonales a sociedades
anónimas; de variados niveles de endeudamiento y de razones diversas de orden coyuntural
o estructural. Los procedimientos de insolvencia han sido diseñados para fortalecer el
patrimonio de las empresas que se encuentran frente a un difícil panorama económico,
debido a la reducción de la demanda de sus productos o servicios, o al aumento de su
cartera pesada por falta de pago de sus clientes; lo que las conduce a enfrentar problemas de
liquidez para cumplir con las obligaciones asumidas frente a sus proveedores y trabajadores.
Para estos efectos, en la actualidad, los empresarios tienen la opción de acogerse a alguno
de los procedimientos establecidos en la Ley; Procedimiento Concursal Preventivo o
Procedimiento Concursal Ordinario, según las dimensiones de la crisis por la que esté
atravesando.

La Ley Reestructuración Patrimonial N.° 26116, no sólo derogó la antigua Ley


Procesal de Quiebras N.° 756, sino que transformó la visión que hasta entonces se tenía del
Sistema Concursal en el Perú; adecuándolo a las necesidades de nuestra economía nacional
y a los cambios producidos en el contexto internacional. En ese sentido, dicha Ley no sólo
trajo consigo el concepto insolvencia, dejando de lado la institución de la quiebra, sino que,
principalmente introdujo las siguientes innovaciones:

"Desjudicializó" los procedimientos concursales. Puso la decisión sobre el


destino de la empresa en manos de una junta de Acreedores.
Incentivó la reestructuración económica y financiera de las empresas viables.
Definió que la liquidación ordenada del patrimonio insolvente es un
procedimiento extrajudicial.

De esta manera, se privilegió la acción colectiva de los acreedores frente a la


acción individual, procurando otorgar dentro de esta nueva concepción de
derecho concursal, los instrumentos legales y financieros tendientes a una
reestructuración, en tanto exista viabilidad económica del patrimonio insolvente
de la empresa.

En ese sentido, se pasa de la intervención estatal traducida en las acciones de


los jueces y síndicos de quiebras, en el procedimiento regulado por la Ley N.°
7566, a la participación privada de los agentes económicos vía las Juntas de
acreedores.

No obstante, estas nuevas orientaciones establecidas en la Ley de


Reestructuración Empresarial, en la práctica no tuvo los resultados esperados.

La ley 26116, Ley de Restructuración Empresarial, tiene como finalidad


ayudar a restablecer a las empresas, ya que es deber del Estado seguir con el desarrollo del
país, y actúa principalmente con el fin de prevalecer otros derechos fundamentales que son
esenciales para un mejor desarrollo financiero sostenible, como son las áreas de promoción
del empleo, salud, educación, seguridad pública e infraestructura.

Esta ley es aplicable solo a las empresas que así la propia ley los denomina, y
que estas son según la Ley General de Sociedades.

Esta ley hace excepción, a que no están inmersas a ella las entidades que tienen
como supervisor Superintendencias de Banca y Seguros y de Administradoras de Fondos de
Pensiones, es decir las entidades financieras como bancos y cajas municipales.

Entonces la ley es muy clara, pues señala que el acreedor o acreedores cuyos
créditos superen las 50 UIT que en la actualidad vendría hacer 215,000.00 soles, por lo que
el acreedor solicitaría a la comisión la insolvencia del deudor.

La ley prevé que la empresas que tienen prestamos con terceros, o en todo caso
el tercero que es acreedor de la empresa pueda, cobrar su deuda siempre y cuando pase de
los 50 UIT, ante la comisión de salida de mercado, pues esto es una ventaja de doble filo,
puesto que es beneficioso también para la empresa para que se declare en insolvencia
siempre y cuanto su patrimonio se vea afectado en una tercera parte.

La formalidad que nos señala la ley es simple pues tenemos que cuando el
acreedor acredite que la empresa le adeuda los 215,000.00 soles que es la sumatoria de las
50 UIT, la comisión solo tiene la potestad de requerir a la empresa deudora que demuestre
si tiene solvencia para poder pagar la deuda vencida de 30 dias hábiles, o en todo caso
declararle insolvente, aunado a ello no siempre va haber un solo acreedor, pues puede haber
varios, lo cuales ellos tiene que acreditar que son acreedores con un título justo y así
convocar la junta de acreedores, y además la comsion es la encargada de indicar la
prelación que es la orden del cobro.

Es muy importante tener en cuenta las atribuciones que tienen las juntas de
acreedores según el artículo 5°.

1) Decidir el destino de la empresa, que podrá ser:

a) La continuación de la actividad de la empresa, en cuyo caso entrará en


proceso de reestructuración económica y financiera con arreglo al Título II;

b) La disolución y liquidación de la empresa, en cuyo caso se procederá a su


liquidación extrajudicial conforme al Título III;

c) La declaración judicial de quiebra conforme al Título IV.

2) Supervisar la ejecución de los acuerdos que haya adoptado conforme al


numeral anterior.

Según el artículo 7 de la presente ley tenemos el orden de prelación del pago


adeudado.

1º Los créditos que tengan como origen el pago de remuneraciones y beneficios

sociales adeudados a los trabajadores.

2º Los créditos alimentarios en el caso contemplado en la Primera Disposición


Complementaria.

3º Los créditos que tengan como origen tributos.

4º Los créditos garantizados con hipoteca, prenda o anticresis por el deudor,


respecto de los bienes afectos a la garantía.

5º Los demás créditos, según su antigüedad; si tienen la misma antigüedad y


constan en un Registro, según el orden en que han sido inscritos en el mismo; y
si no se puede establecer de manera cierta la antigüedad, se pagarán a prorrata.

La preferencia de los créditos implica que unos excluyen a los otros según el
orden establecido en el presente artículo hasta donde alcancen los bienes de la empresa.

La "Comisión de Salida del mercado" de INDECOPI declara la insolvencia de


las personas naturales o jurídicas, independientemente que estas últimas realicen o no
actividad empresarial. Así mismo reconoce la titularidad, origen, legitimidad y cuantía de
los créditos, supervisa el desarrollo de las Juntas de Acreedores, así como la legalidad de
todos los demás asuntos relacionados con el problema de contenido patrimonial. “La
Comisión de salida de mercado” puede delegar estas funciones a las Cámaras de Comercio
como la de Lima o a instituciones profesionales representativas, como el Colegio de
Abogados y el Colegio de Contadores Públicos de Lima.

¿Cuándo una empresa o persona natural puede ser declarada en estado de


insolvencia?
Una persona natural o Jurídica se puede declarar en estado de insolvencia.
a) Cuando el deudor ha sufrido pérdida de más de las dos terceras partes de su
patrimonio.
b) Cuando el deudor tiene deudas exigibles y vencidas por más de 30 días
calendario superiores a las 50 Unidades Impositivas Tributarias vigentes a la fecha de
presentación de la solicitud del acreedor que pretende cobrar el monto adeudado con título
justo.
Tratándose de créditos que vienen por armadas o cuotas, solo se computarán
aquellas que tengan vencimiento con antigüedad mayor de 30 días calendario.

I. REESTRUCTURACION DE EMPRESAS.

El espíritu de esta ley se basa en tratar de ayudar a la restructuración de las


empresas que por motivos propios o ajenos al desarrollo financiero no han podido salir
adelante, de tal manera que esta ley da una chance neutral de poder instar a una comisión
que en primer lugar se organice formalmente y dar una salidas positivas a la empresa, con el
fin de llegar a una conclusión lo cual seria, esperar un año y que la empresa se trate de
reestructurar y posteriormente seguir con los pagos a sus deudores, o en el peor de los casos
declararse en insolvencia y pagar a los deudores según el orden de prelación que el artículo
7 de la presenta ley lo establece, y que de una u otra forma también ayuda ya que solo se
pagaría con lo que alcance del patrimonio empresarial y en el orden de prelación que la ley
establece, de tal manera que favorece, puesto que si la empresa debe a 10 personas ya sea
jurídica o natural y su capacidad patrimonial solo le alcance para 7 personas de tal manera
que como se ha declarado en estado de insolvencia ya no podrá cancelar lo adeudado a los
demás acreedores.
Acciones que debe tomar el deudor contra un pedido de insolvencia
El deudor que tiene en contra un pedido de insolvencia debe tomar las siguientes acciones
para poder defender su empresa:

a) Acreditar que tiene capacidad de pago, cancelando el total de la deuda u


ofreciendo cancelarla otorgando las debidas garantías, es decir que se comprometa a que
efectivamente va realizar el pago ya sea en un determinado tiempo.

b) Oponerse a los créditos invocados, fundamentando dicha oposición con la


documentación respectiva, es decir cuestionando si los créditos son verídicos.

c) Declarar la imposibilidad del pago de sus deudas.

d) Acreditar ante la comisión que no es insolvente, para lo cual deberá


presentar una relación de aquellos bienes susceptibles de embargo, acreditando el valor
contable o de tasación de los mismos y las cargas que pudieran afectarlos.

Efecto que produce la declaración de Insolvencia.


El principal efecto que produce la declaración de insolvencia es la protección
del patrimonio del deudor y la suspensión de la exigibilidad de todas sus obligaciones desde
la fecha en que se emita la resolución que declara su insolvencia. Dicha protección del
patrimonio se manifiesta en el hecho de que no podrán trabarse embargos sobre los bienes
del deudor y se suspenderá la ejecución de los ya existentes. La exigibilidad e inejutabilidad
de las obligaciones del insolvente no se extienden a los terceros que hayan prestado
garantías.

La Protección sobre el Patrimonio de la empresa.


Dentro de los tres días hábiles siguientes a la fecha en que la declaración de
insolvencia haya quedado consentida, el insolvente o su representante legal deberá presentar
ante la autoridad correspondiente (juez, árbitro, ejecutor coactivo etc.)que conoce del
proceso seguido contra el deudor (proceso, judicial, arbitral, coactivo etc.), copia de la
resolución de la declaración de insolvencia legalizada por un representante de la Comisión.

 Publicación del Estado de Insolvencia de la empresa.


La Comisión dispondrá la Convocatoria a Junta de Acreedores mediante
publicaciones a cargo y cuenta del solicitante, en el diario oficial El Peruano y uno de
circulación de la localidad del deudor. De no efectuarse las publicaciones correspondientes,
el estado de insolvencia quedará levantado de pleno derecho.

Reconocimiento de Acreedores frente a la empresa deudora.


Pueden ser reconocidos como acreedores aquellas personas que tengan
créditos frente al deudor declarado insolvente, se encuentren vencidos o no.

Participación del acreedor en la Primera Junta de acreedores.


El acreedor deberá solicitar ante la Comisión o entidad delegada respectiva el
reconocimiento de los créditos que mantenga frente al deudor hasta 15 días hábiles
anteriores a la fecha señalada para la Junta. Para estos efectos, deberá presentar la
documentación que sustente el crédito en copia simple, pagando por derechos
administrativos el 2% de la deuda invocada hasta un máximo de 1 UIT. Los acreedores
laborales y tributarios están exonerados de dicho pago para los fines del reconocimiento de
sus créditos.

Los requisitos de la solicitud de reconocimiento figuran en formato especial.


Los acreedores perderán el derecho a participar en la primera Junta de
Acreedores, si no presentan su solicitud en el plazo indicado. Sin embargo podrá solicitar el
reconocimiento de su crédito en cualquier momento y participar en las Junta que se realicen
con posterioridad a la fecha de reconocimiento de sus créditos.

Participación de los trabajadores en la Junta de Acreedores.


Los créditos de los trabajadores serán considerados como uno solo y estos
acreedores serán representados por quien designe el Ministerio de trabajo y Promoción
Social conforme al procedimiento establecido para tal efecto. El representante laboral
designado contará con facultades suficientes para participar en la adopción de los acuerdos
respecto del destino de la empresa según su porcentaje de participación en el total de
créditos reconocidos por la Comisión.

Orden de preferencia de los Créditos frente al deudor.


La preferencia de los créditos implica que en los procesos de liquidación, los
acreedores cobrarán sus créditos excluyéndose unos a los otros según el orden establecido
hasta donde alcancen los bienes del insolvente. En consecuencia, primero cobrarán los
trabajadores y de existir un saldo, cobrarán sucesivamente los acreedores correspondientes
al segundo lugar, tercero, cuarto y quinto según el orden.

Reconocimiento de intereses y gastos frente a la empresa deudora.


Los acreedores pueden solicitar el reconocimiento tanto de los intereses
devengados de la deuda, como de los gastos originados en ella. Para el caso de los intereses,
de haber pactado una tasa convencional deberán acompañar la documentación que la
sustente. En caso contrario, la Comisión liquidará los intereses solicitados de acuerdo a la
tasa legal correspondiente que publica el BCR.

Por otra parte los gastos deberán ser sustentados con la documentación
pertinente, tales como facturas, boletas de pago etc.

Créditos que son susceptibles de reconocimiento por la Comisión de Salida del


Mercado y qué créditos no son reconocibles.

La Comisión solo reconocerá los créditos por concepto de capital, intereses y


gastos devengados hasta la fecha de declaración de la insolvencia del deudor.
Esto quiere decir que los intereses deberán liquidarse solo hasta esa fecha.
Las deudas derivadas de actos realizados con posterioridad a la referida fecha, serán
pagados en forma regular a su vencimiento, siendo estas preferencialmente exigibles. Así
mismo, los embargos y demás medidas cautelares trabados sobre inmuebles o dinero del
deudor podrán ser ejecutados.

Los créditos Contingentes que están siendo cuestionados ante la jurisdicción.


Se denominan créditos contingentes a aquellos que están siendo cuestionados
ante la autoridad judicial y que no cuentan con sentencia alguna, o sentencia firme, motivo
por el cual la Comisión los reconoce como contingentes. El titular de estos créditos
participa en las Juntas de Acreedores solo con derecho a voz pero sin voto.

 Participación de los Acreedores en la Junta.


Los acreedores tienen iguales derechos en la Junta sin importar el monto o el
orden de preferencia de sus créditos. Sin embrago, al momento de votar, el monto de la
deuda está expresado en un porcentaje de la participación, lo que determina el poder de
decisión de cada acreedor. De esta manera. un acreedor que tiene un porcentaje de
participación de 40% tendrá mayor poder de decisión que dos acreedores que tengan 10%
cada uno, dado que el sistema no es de un voto por persona.

La Junta de Acreedores y el destino de la empresa.


El INDECOPI no toma la decisión en el destino de la empresa. Es la Junta de
Acreedores la única que tiene el poder para decidir el destino de la empresa. De esta manera
la Junta puede optar entre las siguientes: a) Reestructuración Patrimonial b) La disolución o
liquidación extrajudicial y la consiguiente salida del mercado, para optar el acuerdo sobre el
destino de la empresa se requiere el voto de acreedores que representen más del 66% del
total de los créditos reconocidos por la Comisión. Esto quiere decir que los acreedores votan
en función al porcentaje de créditos que poseen.

No es un voto por persona. Es rol del INDECOPI velar por que las decisiones
que se tomen en Junta de Acreedores sean conforme a ley.

Tiempo que dura un proceso de Reestructuración.


El plazo máximo de este proceso es un año desde la fecha en que se decide el
destino de la empresa. Este plazo es prorrogable el número de veces que los acreedores lo
estimen necesario. No obstante la Junta de Acreedores puede variar esta decisión, optando
por la disolución o liquidación en cualquier momento.

DISOLUCION Y LIQUIDACION EXTRAJUDICIAL DE EMPRESAS

HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo en su artículo “Procedimientos de


disolución y liquidación en la Ley General de Sociedades y en la Ley de Reestructuración
Empresarial”, señala que la característica que diferencia a la nueva ley de sus
predecesoras, es su tendencia a la unificación de los procesos concursales, con la finalidad
de solucionar el estado de insolvencia de las empresas, a través de su reestructuración
económica y financiera, de su liquidación extrajudicial o de la declaración de quiebra de
personas naturales o jurídicas, comerciantes o no. Se mantienen así, en esencia, los
conceptos fundamentales en materia de doctrina concursal, como son la universalidad
patrimonial, colectividad de acreedores e igualdad en su tratamiento.

Respecto a este punto, esta ley en su artículo 15º, se contempla que, en caso que
la Junta de Acreedores decidiera la disolución y la liquidación extrajudicial de la empresa,
ésta y sus acreedores procederán a celebrar el respectivo convenio de liquidación
extrajudicial de los bienes de dicha empresa, dentro de los diez días hábiles siguientes a la
celebración de la Junta.

Sin embargo, la misma norma establece como requisito que, para efectos de la
celebración del convenio, se requerirá el acuerdo de los acreedores cuyos créditos
representen un monto superior al 70% del total de los mismos, aplicándose lo dispuesto en
el último párrafo del Artículo 6º. En el caso que la empresa no cumpla con celebrar el
convenio a que se refiere el párrafo anterior en el plazo que señale el Reglamento, la Junta
de Acreedores se reunirá para optar la decisión que corresponda conforme a sus
atribuciones.
Celebrado el convenio de liquidación extrajudicial caducan las funciones del
administrador que se hubiere designado conforme al Título II y quedará automáticamente
sin efecto lo dispuesto en los artículos 10º y 12º. Corresponde a la Junta de Acreedores
comunicar este hecho al Juez competente.

El convenio de liquidación extrajudicial deberá inscribirse en el Registro


Público pertinente.

Asimismo, la norma prevé que los convenios extrajudiciales podrán versar


sobre:

1) La liquidación de los bienes del deudor.

2) La condonación de parte de sus deudas.

3) La ampliación del plazo de sus obligaciones.

4) La refinanciación del pago de sus obligaciones.

5) Cualquier otro acto que tenga relación con el pago de las obligaciones y la
liquidación de los bienes de la empresa, así

como el pago de los gastos y honorarios que ésta demande.

En ese mismo orden de ideas, la liquidación extrajudicial de los bienes de la


empresa se sujetará a las siguientes reglas:

1º El convenio de liquidación extrajudicial designará el Banco que ejercerá las


funciones de liquidador, conforme lo autoriza el inciso b) del artículo 110º y demás normas
relativas a las comisiones de confianza del Decreto Legislativo Nº 6375, Ley General de
Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros. El liquidador podrá ser o no acreedor de
la empresa.

2º El liquidador tendrá las facultades que señalan la Ley General de


Sociedades, las normas complementarias del presente Decreto Ley y las que adicionalmente
le otorgue el convenio de liquidación extrajudicial.

3º Para efectos de la titularidad, legitimidad, cuantía y preferencia de los


créditos, se observará lo acordado por la Comisión conforme al segundo párrafo del
Artículo 4º.

4º El convenio de liquidación extrajudicial aprobado por la mayoría de los


acreedores prevista en el Artículo 6º, será obligatorio para la empresa en liquidación y para
todos los acreedores, inclusive para aquellos que no hayan participado en la Junta de
Acreedores y para los que hayan votado en contra.

5º Cualquier modificación del convenio de liquidación extrajudicial requerirá la


misma mayoría exigida para su aprobación.

Respecto a la diferencia que se advierte con la Ley General de Sociedades, pues


de la simple lectura de las normas que regulan ambos procedimientos pueden advertirse sus
diferencias básicas, entre las cuales señalo las siguientes:

1.- Salvo el caso extremo previsto en el artículo 363º de la Ley General de


Sociedades, en el cual se tiene que recurrir al juez para que declare la disolución de la
sociedad y que nombre a los liquidadores, el acuerdo de disolución y liquidación lo adopta
la Junta General de Accionistas. En cambio, en el procedimiento de la Ley de
Reestructuración Empresarial es la Junta de Acreedores, convocada por la comisión del
INDECOPI, quien opta por dicha opción.

2.- En el primer procedimiento, presentada cualquier causal del artículo 35911


de la Ley General de Sociedades, la Junta General directamente adopta el acuerdo sin fase
previa. En el nuevo procedimiento, necesariamente se requiere de una previa declaración de
insolvencia por la comisión del INDECOPI o por la entidad delegada, luego que frente a
una petición específica de los acreedores se demuestre y compruebe que la empresa no tiene
capacidad de pago o que ante un pedido de la propia empresa se acredite documentalmente
la reducción de su patrimonio.

3.- En el primer procedimiento, el número de liquidadores será siempre impar,


pudiendo ser uno, tres o más personas naturales o jurídicas, inclusive la propia Ley General
de Sociedades indistintamente utiliza el singular o el plural; pero cuando son tres o más, si
en el contrato de sociedad o en la Junta General no se hubiese previsto otra cosa para las
decisiones vinculadas a la liquidación, se requiere el consentimiento de la mayoría de los
liquidadores. En el nuevo procedimiento, conforme a la Primera Disposición
Complementaria del Reglamento, el liquidador tiene que ser necesariamente un banco o una
institución financiera o de seguros u otras entidades públicas o privadas que a juicio de la
comisión cuenten con capacidad técnica para el efecto.

4.- En cuanto a los efectos que se derivan de ambos procedimientos, éstos son
de distinta naturaleza. En el primer caso si bien cesa la representación de los directores y
representantes en general, asumiendo tales funciones los liquidadores, se abre un período de
liquidación, pero las acciones y procesos iniciados por los acreedores continúan su trámite,
inclusive, según el artículo 373º de la Ley General de Sociedades, de entrar en una situación
de insolvencia, los propios liquidadores pueden solicitar la declaración judicial de quiebra.
En el nuevo procedimiento, la sola presentación del convenio en los juzgados, tiene como
efecto la inmediata finalización de las acciones judiciales, arbitrales y coactivas, y el
levantamiento definitivo de los embargos y medidas cautelares.

5.- De acuerdo con el procedimiento de la Ley General de Sociedades,


previamente a la fase final de la extinción propiamente dicha de la sociedad, debe conocerse
el resultado de la liquidación, pudiendo ser éste positivo o negativo, de lo cual se derivará o
no un remanente o activo resultante. En caso negativo, una vez vencido el plazo para la
impugnación del balance final sin que se produzcan impugnaciones, o consentida o
ejecutoriada la sentencia que las resuelva, los liquidadores procederán a solicitar la
inscripción de la extinción de la sociedad. En el nuevo procedimiento se establece
específicamente, en el último párrafo del artículo 301° del Reglamento, que si los bienes no
alcanzaren a cubrir todos los créditos, el liquidador debe solicitar la declaración judicial de
quiebra de la empresa.

QUIEBRA DE EMPRESAS

Cuando el 28 de diciembre de 1992 se promulgó la Ley Nº 26116, Ley de


Reestructuración Empresarial, no sólo se derogó la antigua y caduca Ley Nº 7566, Ley
Procesal de Quiebras. La Ley Nº 7566, denominada Ley Procesal de Quiebras, tuvo una
vigencia bastante extensa (de 1932 hasta 1992) y en ella se regulaba el tratamiento otorgado
por nuestra legislación a los problemas de crisis patrimonial. Esta norma sufrió
modificaciones por las Leyes número 7607, 15485, 16267, 16694 y por los Decretos Leyes
número 17801, 18357 y 21675., sino que se transformó la visión que hasta ese entonces se
tenía del sistema concursal, adecuándolo a las necesidades de la economía peruana y a los
cambios dados en el contexto internacional.

El decreto ley 26116 sustituye a la ley procesal de Quiebras, ley N° 7566.

SCHMERLER VAINSTEIN, Daniel, señala que, puede afirmarse luego que, si


bien con la dación del Decreto Ley N° 26116, la institución de la quiebra perdió el carácter
de exclusividad que durante muchos años le correspondió como herramienta de solución a
la crisis patrimonial en el Perú, al punto que se le incorporó como variante dentro de un
procedimiento más complejo como es la insolvencia, manteniendo su característica de
proceso liquidatorio tramitado en sede judicial. Posteriormente, se expidió el Decreto
Legislativo No 845- Ley de Reestructuración Patrimonial, a través del que se modificó
notoriamente las características de la quiebra en el Perú. Dicha ley, entre otros cambios,
redujo el número de las opciones con las que contaban las Juntas de Acreedores para decidir
en los procedimientos de insolvencia el destino del concursado de tres a dos:
reestructuración patrimonial o disolución y liquidación. Además, el trámite de cualquiera de
las citadas alternativas se seguiría necesaria e íntegramente en sede administrativa. Tal
como se advierte, la nueva norma eliminó la posibilidad de que los acreedores se inclinen
por la quiebra como mecanismo para la solución a la crisis del deudor.

Posteriormente, dentro de la regulación establecida en el Decreto Ley No


26116 - Ley de Reestructuración Empresarial, es importante acotar que dicha norma no
contempló en absoluto la figura de la inhabilitación o restricción de derechos del quebrado,
por lo que, siguió siendo de aplicación para los procesos concursales seguidos bajo su
ámbito, la previsión contemplada en el numeral 2 del artículo 13° del Código de Comercio
anteriormente acotada referida a que no podrán ejercer el comercio, ni tener cargo ni
intervención directa, administrativa o económica en compañías mercantiles o industriales
los declarados en quiebra, mientras no hayan obtenido rehabilitación. Nótese que, en este
caso, al no existir ya distinción legal alguna dentro de la normativa concursa entre la
quiebra fortuita, respecto de aquella otra de carácter culposo o fraudulento, conforme
ocurrió durante la vigencia de la Ley Procesal de Quiebras, se equiparó la situación de
inhabilitación para todo quebrado. En todo caso, lo cierto es que, se eliminó los parámetros
de orden penal que permitían discernir entre distintas situaciones de crisis y, por ende, de
diferentes límites para la restricción de derechos del fallido.

Debe indicarse que, a la fecha de entrada en vigencia de la Ley de


Reestructuración Empresarial ya regía el Código PenaI, en cuyo Título VI del Libro
Segundo se incorporó un capítulo especialmente orientado a la represión de los delitos de
«Quiebra», que es aquél que comprende desde el ·artículo 209° hasta el 213°, inclusive, del
referido cuerpo normativo. Entre las principales.

FERRERO DIEZ CANSECO, Alfredo, señala que las características


importantes de esta ley, son las siguientes: l. Como ya se ha mencionado, la decisión de
quiebra corresponde a los acreedores, que tienen además otras alternativas como la
supervivencia de la empresa. 2. La gestión es controlada por los mismos acreedores a través
de la junta de acreedores. 3. La administración, y en su caso, la liquidación de la empresa
deudora, corresponde a un banco. 4. El banco liquidador reemplaza la figura del síndico de
quiebra.
Respecto a su procedimiento en esta ley, es de señalarse que el artículo 18º,
manifiesta que, en el caso que la Junta de Acreedores decidiera la quiebra y la disolución de
la empresa, el Presidente de la Junta solicitará ante el Juez Especializado en lo Civil de
turno la declaratoria de quiebra correspondiente. La solicitud deberá adjuntar copia de los
acuerdos adoptados en Junta de Acreedores a que se refiere el Artículo 5º. Asimismo,
podrán solicitar la declaratoria de quiebra las personas a las que las normas
complementarias del presente Decreto Ley les otorgue expresamente esta facultad. El Juez
deberá expedir el auto que resuelve sobre la solicitud de declaratoria de quiebra dentro de
los tres días hábiles siguientes a su presentación. El Reglamento del presente Decreto Ley
señalará el contenido del auto.

En caso de declararse la quiebra de la empresa, el auto correspondiente deberá


ratificar la designación efectuada por la Junta de Acreedores, del Banco facultado por el
inciso b) del Artículo 110º del Decreto Legislativo Nº 6376, Ley General de Instituciones
Bancarias, Financieras y de Seguros, para desempeñar las funciones de administración,
realización y liquidación de los bienes de la fallida, conforme lo precisen las normas
complementarias del presente Decreto Ley.

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