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El Culto Cristiano PDF
El Culto Cristiano PDF
DE LA
ORACIÓN
1 Juan CALVINO Institución de la religión cristiana. III, xx, 28. 3ed. Trad. Cipriano
de VALERA. Países Bajos, Feliré. 1986, p. 696.
2 Idem.
7
LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
en donde se nos dice específicamente el tiempo histórico en que
tal manifestación de Dios ocurrió: “En el año en que murió el rey
Uzias vi yo al Señor…” (Is 6:1). A esta manifestación de Dios hay
una respuesta, un servicio, un movimiento, que les convierte en
profetas, o mensajeros. De este modo, como menciona Xabier
Pikaza:
6 Ibid, p. 28
7 Juan CALVINO, op cit., III,xx,38, p. 707.
9
LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
oración es entonces, de alguna manera, una respuesta”8 .
10 Ibid, p. 64
11
LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
pensase no tener nada que ofrecer a otros de su propia fe,
y nadie debiera ser tan presuntuoso como para pensar que
no puede recibir para su propia fe la de los otros.11
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
LA IMPORTANCIA
DE LA
ORACIÓN
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
PERO TAMBIÉN LA ORACIÓN NOS MUESTRA UN
ASPECTO CENTRAL DEL CULTO Y ES QUE ES UN
DIÁLOGO.
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
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JUSTIFICACIÓN
NECESIDAD DEL
CULTO
Hay en verdad una necesidad del culto, pero se nos muestra que el
celebrarlo es un mandato. Cuando la iglesia celebra el culto, no
inventa nada, simplemente obedece. Y obedece al mandato de Jesús:
“hagan esto en memoria de mí” (Lc 22:19). El culto es instituido por
Cristo, pero hay que observar que no es un culto de predicación
solamente, sino un culto de comunión (eucarístico); esto lo veremos más
adelante, pero cabe recalcar que el culto es un mandato del Señor en
primer lugar, así: “el culto es necesario por estar instituido por Cristo,
y ordenado por él”1 .
Por otro lado, el culto necesario por estar suscitado por el Espíritu
Santo. Negarse a celebrar el culto, es negar la obra del Espíritu Santo,
“es negar lo propio del Espíritu, que es dar a los hombres las prendas
del mundo venidero (2 Cor 1,22; 5,5), trasplantarlos al reino futuro,
que será una inagotable asamblea litúrgica”.4 El gozo y la alegría de
la salvación en Jesucristo, así como la acción de gracias de los creyentes,
es provocado por el Espíritu Santo de Dios. Además, nadie puede decir
que Cristo es el Señor sin la ayuda del Espíritu Santo (1 Cor 12:3). Y sólo
por el Espíritu podemos clamar a Dios “Padre” (Gal 4:6 y Rom 8:15).
3 Ibid, p. 28.
4 J.J. Von ALLMEN, op cit, p. 116.
5 Ibid, p. 117.
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JUSTIFICACIÓN NECESIDAD DE CULTO
PARA TESTIFIC
TESTIFICAR ANTE
TIFICAR
EL MUNDO Y QUE SEA SAL VO.
SALV
L
a evangelización no es la meta hombre de hoy en día no se parece en
del culto, pero puede ser un nada al creyente devoto del siglo XIX,
resultado. David pensaba así que pasaba aquí esperando un mundo
cuando decía que “Dios puso luego en mejor –lo que, en el fondo, no es malo-
mi boca cántico nuevo, alabanza a . Pero creyó que para ser plenamente
nuestro Dios, verán esto muchos y hombre se debía rechazar la idea de
temerán, y confiarán en Jehová” (Sal creer en Dios y que, por el contrario,
40:3). Cuando exhortaba a “cantar y se debía proclamar que no se tenía “ni
proclamar la gloria de Dios entre las Dios, ni señor”.
naciones” (Sal 96:3; cf. 98:1-2; 105:1- La consecuencia es que el hombre ha
3) con la finalidad de que lleguen al perdido el sentido de su dignidad. Si el
conocimiento de Dios. hombre ya no es una criatura a la
“La única esperanza del mundo, es la imagen de Dios, sino simplemente un
Iglesia, y la única esperanza de la Iglesia animal más evolucionado que los de-
es el retorneo a la práctica del culto” más, puede ser manipulado, utilizado
(W. Wierbe, 86, p. 160). El arzobispo o suprimido a voluntad: los 6 millones
anglicano William Temple llegó a de- de judíos aniquilados por Hitler, las
cir: “Sólo una cosa puede salvar al decenas de millones de abortos, sólo
mundo del caos político y de la ruina: son dos testimonios de la pérdida del
el culto” (citado por G. Kennedy: sentido del valor y la dignidad del
reader´s Notebook (Harper, New hombre. “Habiendo perdido en nues-
York 53, p. 324). tro tiempo el sentido del culto, hemos
Vivimos en un contexto consciente y perdido algo realmente importante: el
voluntariamente ateo. En 1828, sentido de la vida” (D. McKee 71, p.
7 Ludwing Feuerebach expresaba así el 10).
propósito de su vida y de su obra: “Mi Dag Hammarskjöld, antiguo secreta-
objetivo ha sido transformar a mis rio general de la Naciones Unidas,
lectores de amigos de Dios en amigos escribía: “Dios no muere el día que
del hombre, de creyentes en pensado- dejamos de creer en un dios personal,
res, de devotos en trabajadores, de sino que somos nosotros los que
candidatos de un mundo futuro en morimos ese día en el cual nuestras
studiantes de nuestro mundo presente, vidas dejan de estar iluminada por la
de cristianos cuyas creencias hacen de luz constante, renovada día a día, de
ellos personas simples y medio angeli- una maravilla que tiene su origen más
cales en hombres que sean plenamente allá de toda razón”.
hombres”. Su deseo se ha cumplido: el ¿Qué puede dar sentido a la vida si Dios
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
ya no existe? “No creer en Dios es él lo que nos inspirará amor hacia los
creer en uno mismo” decía K. Barth. demás; es su señorío sobre nuestras
¿Es éste el único sentido de la vida? vidas el único poder que ha podido
“Comamos y bebamos que mañana vencer al mundo y a sus dioses” (G.
moriremos” […] Kendrik, 85, p. 39).
Es también el culto donde nos prepa- La evangelización también tiene como
ramos para el testimonio. La iglesia objeto el culto: es un llamamiento a
primitiva sacaba las fuerzas para testi- dejar los cultos falsos y a volver al culto
ficas de las reuniones de culto “en el del Dios vivo y verdadero” (1 Tes 1:9).
templo y en los hogares” (Hec. 2:46).
“Un culto que es un encuentro con el
Dios vivo, amoroso, sufriente siempre
nos enviará al mundo para ser más y Alfred kÜEN, op cit, pp. 40-43.
más como él… Es nuestro amor hacia
Pero un queda una razón más para apuntar la necesidad del culto hoy,
y es que el reino de Dios no está plenamente aún con todo su poder.
Aunque ya está el reino como “levadura que leuda toda la masa”, aun
no está totalmente. La Iglesia demuestra por el culto que Dios ha
visitado el mundo en Jesucristo y aún lo sigue haciendo, que no
estamos solos, perdidos, sino que Dios tiene un lugar para que nos
entreguemos a El y El a nosotros. Pero este presentarnos delante de
6 Ibid, p. 119.
7 Cf. A. KÜEN, op cit, pp. 43-44.
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
él hace algo extraordinario, nos permite A P U N T E S
presentarnos ante El “como éramos antes
de la caída y como seremos después de la
parusía”.8
EL FRUTO DE L
FRUTO A ADORA
LA CIÓN.
ADORACIÓN.
E
n uno de los más grandes pasajes de la literatura universal, el escritor
alemán Goethe, pone las siguientes palabras en la boca de uno de sus
personajes: “Existe una cosa la cual ningún hombre trae consigo al mundo
y sin embargo, de ella depende todo para hacer de él un hombre en todo el
sentido de la palabra, esta cosa es reverencia”.
Esta reverencia que impulsa a mirar hacia arriba, es la fuente de las otras
reverencias, a saber, reverencia por lo que está alrededor de él y reverencia por
lo que está debajo de él.
Lo que quería decir el gran humanista aunque no lo expresara concretamente
era esto: El logro de la verdadera humanidad, digna de ese nombre, es fruto de
la adoración religiosa. Para ser, en el más puro sentido del término, un hombre
para el hombre, esto es, uno que siente simpatía e interés por el prójimo y está
preocupado con pasión por los menos afortunados que él, para lograr ese
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LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
sentido de los humano, el hombre debe alzar sus ojos a los montes, es decir,
debe adorar a Dios.
Empero ¿qué significa adorad a Dios en un sentido cristiano? En esa mirada hacia
arriba que caracteriza a la verdadera adoración, debe haber una conciencia
sensible acerca de Dios, un conocimiento verdadero de Dios y una sincera
aspiración hacia Dios. La verdadera adoración debe ir acompañada de un
sentido del deber expresado en obediencia a Dios. Esta obediencia debe ser
algo completamente diferente a la práctica de ejercicios religiosos, ya sean éstos
simples o complejos o bien a la observancia de una conducta moralista.
[…] El verdadero significado de la adoración cristiana ha sido expresada en la
frase “servicio divino”. Cualquiera que sean los elementos acompañantes de la
adoración, siempre deberá ser ésta una expresión reverente y obediente de
nuestro amor a Dios, junto con un servicio de amor a nuestro prójimo, a quien
debemos considerar como un hijo de Dios.
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ADORAR
Y
ALABAR
23
ADORAR Y ALABAR
Según el A.T. Israel se encontró en diversas ocasiones tentado a
seguir otros cultos paganos, y los profetas continuamente lucha-
ron contra ello. Los cultos paganos les eran atractivos al pueblo
en parte porque no demandaba mucho del adorador, simplemen-
te debía guardar ciertas “reglas rituales”, y en cuanto a su vida
cada quién podría hacer lo que le pareciera. En cambio la
adoración a Jehová implicaba que tanto los gestos externos,
actitudes y palabras debían coincidir con una obediencia a la ley
de Dios.3
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ADORAR Y ALABAR
LITURGIA
CELESTE
(4,8b – 11)
V
ivientes y Ancianos forman los La novedad está en que ahora el Venir
dos coros de una sinfonía de final se entiende como expresión de
alabanza. Representan el Omnipotencia: Dios es Todopoderoso
conjunto de la creación que acoge el en la medida en que Está Viniendo para
don de Dios y canta su grandeza. El realizar su acción en Cristo.
principio de los tiempos no es batalla Los que viven aclaman al Dios Viviente
entre dioses (teomaquía), ni generación (4,9). Las figuras cósmicas (toro, león,
cósmica (teogonía), sino creación (obra águila, humano) son seres que viven
de Dios) y liturgia de alabanza (de las (dsóa, animales) porque reconocen y
criaturas). Juan ha distinguido y cantan a Dios como único Viviente (ho
vinculado aquí a Vivientes (4,8b-9) y Dsón) haciendo vivir (irradiando vida)
ancianos (4,9-11). Los primeros alaban a los Vivientes. Por eso ellos le cantan
a Dios por lo que es, los segundos por ofreciéndole gloria y honor
lo que hace. (reconociéndole) y eucaristía
Los vivientes, signo de la naturaleza (agradeciendo lo que ha hecho).
que exalta a Dios , son espíritus del Ésta es una liturgia judía, pero en su
cosmos, ángeles excelsos que cantan fondo se expresa la novedad del
sin sueño la gloria de Dios . evangelio: el Poder de Dios que Viene
Repiten el Trisagio (= Tres veces se identifica con el Cristo, a quien
Santo) de Is 6,3, que forma la base de veremos en Ap 5 como Cordero
la Qedusa (Qados, Santo), oración degollado, en gesto que se puede llamar
fundamental de la liturgia judía, eucaristía (acción de gracias por la
adaptada por los cristianos en el acción de Dios en Cristo).
Sanctus de su eucaristía. Es muy Por ahora predomina el aspecto de la
probable que Juan utilice en 4, 8b un creación: Es una liturgia cósmica y los
modelo judío, traduciendo Sebaot (de Ancianos, representantes de la
los ejércitos) por Todopoderoso humanidad, responden con su gesto y
(Pantockator: cf. 15,3 16,7 19,6 alabanza ( 4,10-11), unidos al cosmos
21,22). Así interpreta la Santidad de en adoración (proskínesis: inclinados
Dios como Poder que culminará en la hasta el suelo ) y reverencia ( ponen sus
nueva creación. coronas ante el Trono), diciendo:
Llaman a Dios el que Era, Es, y Está ¡Digno eres...! (Axiología: 4,11ª).
Viniendo ( 4,8c), como vimos en 1,4. Reconocen justa la alabanza de los
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ADORAR Y ALABAR
Vivientes (cf. 4,9) y ofrecen a Dios gloria y honor, introduciendo poder
(dynamis), como manifestación de Dios y de su obra salvadora en vez de
eucaristía.
¡Porque has creado todas las cosas...! (Fundamentación: 4,11b). Como buen
judío, Juan ha destacado la continuidad entre el Dios creador y culminador.
Frente a toda gnosis, que comienza negando la creación, Juan la valora: allí donde
se reconoce a Dios por su acción buena en el mundo, puede hablarse de
culminación o recreación escatológica. Juan nos ha llevado al cielo para ver a
Dios. Allí se funda todo lo que sigue.
PIKAZA, Javier. Apocalipsis. Navarra, Verbo Divino, 1999, pp.81-82.
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ADORAR Y ALABAR
Dios (2:21) y en él tiene lugar el verdadero culto, así, el verdadero
adorador no es individualista, sino que es parte de la grey del
Señor. La verdad, por su parte, se refiere a la verdad revelada por
Jesús, en la cual tiene participación los creyentes.8 Podemos
mencionar entonces que:
¡
Ningún error más fatal que pensar que la adoración es un placentero
pasatiempo espiritual para el deleite sublime del alma! El Apocalipsis nos
enseña la asombrosa seriedad, las solemnidad y la peligrosidad de la
verdadera adoración. En las categorías de Soren Kierkegaard, la “adoración”
a un nivel meramente estético, por bella que sea, no es más que una blasfemia
y abominación delante del Señor. La verdadera adoración tiene que llevarnos
al nivel ético y existencial. Estar delante del Señor de la historia, que está sentado
en el trono, significa tener que comprometernos históricamente con su voluntad.
Cuando nos hallamos frente al ocupante del trono, cuando nos hemos arrodillado
delante del Señor del universo, se nos transforma nuestra visión de todas las
cosas. Es imposible adorar verdaderamente sin comprometernos en el acto
con los valores del Reino y la voluntad de aquél que está sentado en el Trono.
De lo contrario, no es adoración sino hipocresía. Nuestro Dios es el Señor del
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ADORAR Y ALABAR
universo, de la historia y de todas las naciones: adorarlo es ponernos
incondicionalmente a su disposición hasta las últimas consecuencias para ser
colaboradores con él en sus propósitos. La adoración y la oración son los actos
más revolucionarios que podemos realizar.
La adoración verdadera nunca puede ser históricamente escapista ni
políticamente neutral. En las doxologías de estos capítulos [Ap 4-5], como en
todo su libro, Juan de Patmos declara explícitamente y sin titubeos sus opciones
ideológicas. Entre alabanza y alabanza van fuertes denuncias de la idolatría del
sistema imperialista, y no por eso hay menos adoración sino todo lo contrario,
una adoración auténtica. Una adoración espiritualoide y etérea, por muy
piadosa que parezca, no tiene nada que ver con aquél que está sentado en el trono
y con su Reino de justicia.
Aunque se hallaba prisionero por su fe, Juan de Patmos no tenía miedo, en su
adoración como en todo su libro, de declarar su compromiso con el Señor de
señores y de denunciar las idolatrías, injusticias y opresiones de su época. Su
adoración era un auténtico acto de fe y compromiso a los pies del Señor de la
historia. Una adoración de este tipo siempre parecerá subversiva y será
peligrosa. En todo su libro Juan está llamando a los fieles a ser consecuentes con
su fe y su adoración, aun cuando para unos significaría una muerte segura.
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ADORAR Y ALABAR
32
CULTO
Y
LITURGIA
Debemos tener en cuenta por otro lado, que el culto tiene una
relación con la cultura, o al menos, así debería ser. “La cultura
incluye todo lo que el ser humano realiza en términos de valores
morales, espirituales, estéticos, intelectuales y políticos”.3 El
culto se dá en medio de una comunidad, la cual pertenece a una
cultura determinada y por lo tanto con una visión y un cuadro
de valores específicos hacia los cuales el culto se dirige. La cultura
es importante para el culto, ya que éste se vale de aquella para ser
entendible y coherente: la lectura de la Biblia en lengua vernácula,
la predicación en lengua vernácula también, los instrumentos y
ritmos musicales específicos de una cultura, etc. “Los vocablos
1 K. HESS, “Servicio, en L. COENEN, et al, op cit, T IV, pp 216-217.
2 Idem.
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CULTO Y LITURGIA
culto y cultura nacen de una misma raíz latina (del verbo colere)
que quiere decir, cuidar, ennoblecer, mejorar”.4
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CULTO Y LITURGIA
L
a interacción entre el culto y lo que aleja de Dios e impide acercarse
ética, cima de toda espirituali a él de la manera más convincente en el
dad culto. En este lugar se traza la lista de
Si el culto es el momento central de la los animales que se pueden comer y de
vida de Israel, no es sin embargo el los que hay que evitar, de las enferme-
único. Está además toda la vida profa- dades que se consideran infecciosas y
na, sobre todo la vida social en el por tanto contaminantes, de las enfer-
interior de la comunidad. medades venéreas. No es difícil com-
A está parte, la más extensa de la vida, prender que en muchas de estas
le ha reservado una especial atención prescripciones se guarda el recuerdo
la tradición sacerdotal. Pero a su ma- de arcaicas preocupaciones higiéni-
nera, vinculándola estrechamente con cas o de concepciones ancestrales de
la actividad cultural tipo mágico. Para el sacerdotal la ra-
Lo mismo que los seis días de la crea- zón tiene que encontrarse en exigencia
ción terminan en el día séptimo y son de santidad del pueblo de Yahvé. “Así
llevados a cumplimiento por él, reci- pues santificaos y sed santos, porque
biendo de él su sentido y su función, y yo soy santo; no contaminéis personas
lo mismo que los seis días de trabajo con ninguno de estos animales.” (Lev
del hombre encuentran en el culto, tal 12-44).
como lo concibe el sacerdotal, su ra- La segunda ley, por el contrario, pres-
zón de ser y su modalidad. Los seis días cribe todo lo que necesita para ser
de la semana prepararan para el culto idóneos en el culto, para ser puros o,
y son regulados por el culto. La emana- como se dice más ordinariamente, para
ción sacramental y ética se convierte ser “santos”. Esto quiere decir que
en propedéutica para el culto. Como “santo” en el lenguaje Bíblico no con-
tal, la tradición sacerdotal lo hace nota inmediatamente la vida moral
objeto de normas concretas de com- correcta y virtuosa, sino la relación
portamiento, que podemos encontrar con el culto; también la santidad se
en las llamadas “ley de pureza” (Lev entiende como separación de lo profa-
11-16) y “ley de santidad” (Lev 17-26). no, como sacralidad. Es santo lo que es
La primera recoge ciertas prescrip- sagrado pero también es santo lo que
ciones que atienden apartar de la vida está en conformidad con la ley del Señor.
cotidiana todo lo que hace “impuro”, En este último caso equivale a justo.
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CULTO Y LITURGIA
Para alcanzar la santidad como justicia que ésta formula en un puesto sacerdo-
se dan en el Levítico las prescripciones tal es pronunciada por Dios ante Moi-
de los capítulos 18 y 19. sés, pero se propone además como
En el primero se prohíben las prácticas fórmula que ha de repetir Moisés, a los
incestuosas y otras prácticas sexuales esclavos de Egipto (cf.Ex 6, 2-8 ), algu-
graves. La prescripción de estas prác- nos piensan que los sacerdotes la utili-
ticas procede de una época muy remo- zan en el culto a imitación de Moisés.
ta, la de los clanes nómadas israelitas. En el culto tenía un valor teofánico. En
En aquel contexto atendían a la salva- la proclamación del nombre de Yahve
guardia de la integridad de la sangre por parte de los sacerdotes, Dios se
mientras que el contexto actual se pre- revelaba a la comunidad reunida en
senta como normas impuestas por Dios. asamblea.
En el capítulo 19 es más rico desde el Pero, ¿qué sentido tenía la proclama-
punto de vista ético. Recoge práctica- ción de este nombre? a la fórmula se le
mente todos los preceptos sociales del solía añadir una continuación de este
decálogo elohísta ( Ex 20,12-17) y no tipo: “Yo soy Yahvé, vuestro Dios”,
pocos preceptos del código que os hice salir del país de Egipto” (
deuterenómico; contiene, entre otras Lev 19-36 ); “ sed santos, porqué yo,
cosas, la norma del amor al prójimo Yahvé, soy santo” (Lev 19,2b). El nom-
según la medida del amor a sí mismo bre de Yahvé expresa la identidad de
(Lev 19-18), que hay que demostrar Dios y la identidad de Yahvé se indica
no sólo con los miembros de la propia en el hecho de que él es el Dios de
comunidad “los prójimos”, sino tam- Israel, el Dios de su salvación, el Dios
bién con el forastero domiciliado (Lev de la santidad o de la trascendencia.
19-43). Se comprende ahora cuál era la moti-
Los otros capítulos se refieren a la vación profunda de las normas
idoneidad cultural de los sacerdotes sacerdotales. Han sido dadas por aquél
(Lev 23), a otras prescripciones del Dios que adquirió el derecho a impo-
culto (Lev 24 ), al año sabático y al año nerlas en virtud de la historia que él
jubilar ( Lev 25 ), a las sanciones a realizó a favor de Israel. En su calidad
través de las bendiciones y las maldi- de Dios de su liberación, Yahvé puede
ciones (Lev 26 ). exigirle a Israel que se muestre depen-
En la ley de pureza y santidad, especial- diente de su voluntad. En está perspec-
mente en los capítulos 18 y 19, aparece tiva la tradición sacerdotal vuelve a
a menudo la formula (Yo soy el Señor) copiar la línea de las otras tradiciones
“aní Yahvé “. Con ella se abre y se que fundamentan el derecho de Dios
cierra la lista de las normas ( Lev 18 ); en sus intervenciones en la historia (cf.
además, está presente después de cada Ex 19; 4;20,2,34,10).
precepto (Lev 19 3.4.10; etc.). Es cla- Pero el sacerdotal recurre más habi-
ramente una forma de autopresentación tualmente a otra dimensión de Yahvé:
de Dios a través de su nombre. Puesto su santidad o su trascendencia, tal como
38
CULTO Y LITURGIA
se revela en el culto. Dios es el distinto, se muestran atentos a sus mandamien-
aquél que abomina el pecado, de la tos y los cumplen. Es éste precisamente
injusticia o el abuso cometido contra el contexto en que aparece la fórmula
los demás del deshonor que se le ha (cf. También Lev 2, 23; 22, 2.16).
hecho al prójimo. No es posible acer- En consecuencia, un culto es auténtico
carse a él sin ser santos a su imagen e cuando se vé verificado por la vida. La
imitación (Lev 19,2 ) por consiguiente, vida puede con toda justicia llamarse
hay que vivir la vida de cada día como plena cuando del servicio a los herma-
un compromiso por reproducir la san- nos se pasa al de Dios. Dios y los demás
tidad de Dios, las relaciones con los en la propia vida: es éste el programa
demás hombres como un momento de y la espiritualidad de la tradición bíbli-
la revelación del amor con que Dios los ca más reciente del Pentateuco.
ama. De aquí las normas que se refie-
ren al prójimo: desde la prohibición de A. FANULI. “La espiritualidad de la
robar o engañar al otro hasta la de Torá”, en
jurar en falso, a la opresión del próji- BONORA, Antonio, Espiritualidad del
mo, a la retención injusta del salario, al antiguo testamento.
desprecio a los sordos, a la injusticia en Tra.A. ORTIZ G. Salamanca, Sígueme.
los juicios, etc. (Lev 19,11,16 ). De 1994, pp. 101-104.
aquí la norma que es como la cima de
toda ética del autor sacerdotal: el amor
al prójimo (Lev. 19,18). Todas las
normas precedentes son negativas,
prohíben obrar mal contra los demás
hombres. En Lev 19,17 se prohíbe el
odio, la venganza, el rencor, pero se da
a comprender enseguida que estos
sentimientos negativos tienen que ver-
se superados por el amor positivo y
práctico, tan generoso y tan amplio
como el de cada uno reserva para sí
(Lev 19,18 ).
Del culto a Dios al amor al prójimo. Tal
es el círculo esencial de la comunidad
judía, tal como la concibe y nos la
presenta el sacerdotal en el Sinaí. Si se
entra en contacto con el Dios santo no
cabe más remedio que ser santos: “ Yo
soy el Señor que os santifica” ( Ex
31,13; Lev 20,8). Y Dios santifica, es
decir, hace suyos, cuando los hombres
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CULTO Y LITURGIA
40
EL CULTO RECAPITULA LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
EL CULTO
RECAPITULA LA HISTORIA
DE LA SALVACIÓN1
Después de haber visto que Cristo ofreció el culto perfecto a Dios y que
Jesucristo está presente como Señor en el culto que celebra la iglesia,
vamos a ver que, el culto recapitula, es decir, resume, confirma o bien,
repite la historia de la salvación. Pero el culto recapitula la historia de
la salvación en dos sentidos: cronológico y teológico.
ANTIGUO TESTAMENTO.
NUEVO TESTAMENTO.
1 Las bases de esta lección se deben a J.J. Von Allmen, op cit, pp 31-40.
41
EL CULTO RECAPITULA LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
El culto cristiano es una anámnesis (memorial) de la obra realizada en
Cristo (La Santa Cena se celebra en memoria de él). Este memorial no
es sólo un “recordatorio”, sino la reactualización de la obra de la
salvación y sobre todo un compromiso con esta historia. Es actualizar
la historia bíblica donde el pasado y el presente se confunden, y al
igual que en Ex 12:14, el culto es memoria histórica de compromiso.
Pero el culto no se queda sólo en los acontecimientos del pasado, sino
que apunta al futuro también, porque la historia de la salvación es
pasado, presente y futuro. Pero es en el culto donde todo se junta. Es
la anticipación de la venida del Señor y de su reino (Mt 26:29).
Ahora bien, ¿quién hace posible esto? Es sólo obra del Espíritu Santo.
El permite que de alguna forma “comprendamos” el sentido del culto
y vivamos esa historia de la salvación en el sentido de que reactualiza
el pasado, anticipa el futuro y glorifica el presente donde Cristo está
presente.
Aquí cabe a propósito una nota. Cuando decimos que el culto debe ser
“solemne”, por lo regular pensamos que el culto debe ser frío, sin gozo,
estructurado, “serio”, etc. Sin embargo, la palabra “solemne” tiene
otro sentido, solemne es “una fiesta hecho con extraordinaria pom-
pa”2 . Lo solemne implica una celebración “bien hecha”, por otro lado,
la palabra “solemne” en la Biblia, va acompañado del término “fiesta”
(Ex 14:12; Dt 16:8).
43
EL CULTO RECAPITULA LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
(donde los que participan son “libres” por su Señor para que con gozo
le adoren).
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EN EL CULTO
SE MANIFIESTA LO QUE
LA IGLESIA ES1
Para poder conocer la iglesia hay que vivir su culto, más aún que
los credos o confesiones de fe, el culto revela a la Iglesia ya que por
el culto ella misma da testimonio de su fidelidad.
48
EL CULTO,
FIN Y FUTURO
DEL MUNDO
1 Las bases de esta lección se deben a J.J. Von Allmen, op cit, pp 41-56.
49
EL CULTO, FIN Y FUTURO DEL MUNDO
mundo muera para que tenga un sentido: sólo adquiere sentido
más allá de la muerte, en la resurrección de Cristo. Así el culto es
la peor negativa a las pretensiones de poder y gloria del mundo.
El culto es además eminentemente político: recuerda al Estado su
carácter limitado y provisional de su poder. La gloria y el poder
sólo son de Dios y no de ningún rey o gobernante.
Por otro lado el culto reúne a los que han sufrido el juicio final
en el sacramento (bautismo) y han sido transplantados al reino
de Dios (Col 1:13). Es decir, quien ha sido bautizada ya ha
“muerto con Cristo” y “ha resucitado con él” (Rom 6). De esta
forma quienes participan del culto y han sido bautizados niegan
las pretensiones del mundo de vida y gloria. Pero también para
los que participan en el culto, este es una amenaza, ya que si son
santos, han de serlo en verdad.
50
EL CULTO, FIN Y FUTURO DEL MUNDO
hace lo que el mundo no puede: adorar A P U N T E S
a Dios.
51
EL CULTO, FIN Y FUTURO DEL MUNDO
52
LAS
FORMAS
LITÚRGICAS
1 Las bases de esta lección se deben a J.J. Von Allmen, op cit, pp 41-56.
53
LAS FORMAS LITÚRGICAS
que no es de caos, sino que trasforma todo y lo ordena (2 Cor 3:8,
Gen 1:1,1Cor 14:32-40).
55
LAS FORMAS LITÚRGICAS
56
LOS ELEMENTOS
DEL
CULTO
1 Las bases de esta lección se deben a J.J. Von Allmen, op cit, pp 41-56.
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LOS ELEMENTOS DEL CULTO
hecho un orden para la lectura seriada de diversos libros de la
Biblia, en especial los salmos y los evangelio que en muchos casos
se debían leer al menos una vez al año.
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LOS ELEMENTOS DEL CULTO
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EL CULTO
EN EL
ANTIGUO TESTAMENTO
1 Esta lección esta basada en el trabajo de J. B. TAYLOR, “El Antiguo Testamento como
trasfondo” en Rodolfo G. TURNBULL (ed) Diccionario de la teología práctica. El
culto. Trad. Norberto Wolf. Grand Rapids, SLCIR. 1977, pp. 18-24.
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EL CULTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
A P U N T E S
El Pentecostés se celebraba siete sema-
nas después de la pascua (Lv 23:15) al
completarse la cosecha del trigo y la
cebada (también se le llamó la fiesta de
las semanas) y se recordaba también el
pacto de Dios con su pueblo en el
SINAB, aunque nos hay indicaciones
de esto en la Escrituras, era parte de la
tradición Judía.
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ADORAR A DIOS
CON
NUESTRO CUERPO I
Una de las cosas que más nos han hecho olvidar la importancia
del cuerpo es la introducción ajena al cristianismo de la doctrina
de la “inmortalidad del alma”, esto ha llegado a tal grado que nos
olvidamos de que precisamente, nuestra esperanza no es la
inmortalidad del alma, sino la resurrección del cuerpo, baste
1 Para un estudio sobre la espiritualidad a partir de estos dos mandamientos ver el artículo
de Mariano AVILA, “A biblical perspective on spirituality”, en Forum, Vol 9, Num 2,
spring 2002. pp.7-8
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ADORAR A DIOS CON NUESTRO CUERPO I
mencionar solo algunas cosas: “Si Cristo no resucitó, vana es
entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor
15:14), lo que confesamos en el credo de los apóstoles nada tiene
que ver con el alma, sino con el cuerpo “creo en la resurrección
de la carne”, la primera pregunta del catecismo de Heidelberg dice:
“¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?”
La primera parte de la respuesta es: “Que yo con cuerpo y alma,
tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo,
sino a mi fiel Salvador Jesucristo…”2 .
Pareja valoración del cuerpo influyó sobre las respuestas del A.T.
a muchas cuestiones de la vida. La alta estima de la vida terrena,
señaladamente la salud, el número de hijos y de la larga vida (Sal
127; Prov 3:16; Ecl 9:4) puede entenderse mejor desde este punto
de vista. De ahí que, en el fondo no se conocía lo que luego se
designó como negación propia o ascesis. El A.T. juzga positiva-
2 Sobre este tema, ver Oscar CULLMANN, “¿Inmortalidad del alma o resurrección de
los muertos?” en su Del evangelio a la formación de la teología cristiana. Trad. Rafael
SILVA C. Salamanca, Sígueme, 1872, pp. 233-268. Cf. Antonio A. HOEKEMA, La
Biblia y el futuro. Trad. Norberto E. Wolf. Grand Rapids, SLC, 1984 250 pp. Juan-José
TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la escatología cristiana. Estella, Verbo Divino.
1993, 327 pp. Entre otros.
3 Cf. Hans WALTER WOLFF, Antropología del Antiguo Testamento. Trad. Severiano
TALAVERO T. Salamanca, Sígueme. 1975, pp. 19-114.
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ADORAR A DIOS CON NUESTRO CUERPO I
mente los instintos corporales y exige A P U N T E S
que se satisfagan. De la valoración del
cuerpo recibió igualmente importan-
tes impulsos el sentimiento de solida-
ridad del individuo tonel parentesco
de la sangre, la familia, la tribu y el
pueblo. Las listas de familias aquí no
eran meras genealogías, sino que da-
ban derecho a la felicidad y la salud, o
hacían más comprensible la desgracia.
Sin la participación del cuerpo no po-
día el particular dar culto a Dios ni
existía la liturgia. También existía im-
portante conexión entre el cuerpo y el
pecado. Este no tenía, ciertamente su
asiento en el cuerpo del hombre, sino
en el corazón, pero se cometía también
con el cuerpo y dejaba en él rastro de
sus efectos. De ahí la que las enferme-
dades no tanto se explicaban
médicamente, sino teológicamente, y
el único verdadero médico era Dios
misericordioso (2 Re20:2,5)4 .
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ADORAR A DIOS CON NUESTRO CUERPO I
Ver y oír. En Sal 38:13-15. Lo que constituye al hombre es oír.
Igual que en Prov 15:32, donde por el oír se descubre el verdadero
ser del hombre (Cf. Dt 6:4 “Escucha Israel”).
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ADORAR A DIOS CON NUESTRO CUERPO I
El ruah por su parte, describe una A P U N T E S
fuerza natural, el viento (113 veces) y
se atribuye más a Dios (136) y muy
pocas veces a los hombre, animales o
ídolos (129). En Gén 1:2 “sopla el ruah
sobre la aguas”, Gen 3:6 la brisa
vivificante después de un día caluroso.
El es la “fuerza que produce cambios”.
Ex 10:13 trae langostas, Ex 14:21 seca
el Mar Rojo. En todos es un instru-
mento de Jehová. En Hab 2:19; Jer
1014, es aliento sólo cuando Jehová
mete ruah como aliento en los nervios,
huesos, carne, se vivifican los cuerpos
Sal 46:4 “sale su ruah”. En fin, el ruah se
entiende de diversas formas en el A.T.
como ya vimos es viento, es el aliento
del ser humano (Job 19:17), es fuerza
vital (Sal 33:6), es Espíritu (2 Re 19:17;
Núm 11:25-28).
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ADORAR A DIOS CON NUESTRO CUERPO I
Otro término importante para establecer la relación del ser
humano con Dios en cuanto a lo corporal es la sangre (daman):
“la vida de toda carne es su sangre” (Lev 1714; Dt 12:23) por ello
se prohibía el comer la carne junto con la sangre (Gén 9:4;
Lev3:17;Dt 12:16-23).
6 Ibid, p. 91.
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ADORAR A DIOS
CON
NUESTRO CUERPO II
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