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Administrativo
Técnico en Gestión de Recursos Humanos – CFT Los Lagos, sede
Coyhaique. Año 2020
Profesor: Gonzalo López Ojeda, abogado.
El presente trabajo pretende dotar al alumno de las herramientas jurídicas que le permitan
comprender la realidad propia del Estado y su funcionamiento, así como la capacidad de poder
organizar, actuar y gestionar institucionalmente e, incluso, implementar las formas de relacionarse
con el sector privado, todo en sujeción estricta al Estado de Derecho. Esta asignatura aporta al perfil
del estudiante ya que conocerá la normativa, desarrollo, ordenamiento, derechos, deberes,
responsabilidad funcionarias y la regulación del ejercicio administrativo en las organizaciones del
Estado chileno. Este documento, en ningún caso, pretende reemplazar la clase presencial, por lo
tanto, constituye un importante apoyo en el estudio de la asignatura.
GONZALO LÓPEZ OJEDA
ESTATUTO
ADMINISTRATIVO
AÑO 2020
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ÍNDICE
1. Aspectos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2. Bases Generales de la Administración del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
3. La forma política de Estado y la forma de gobierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4. Algunas normas constitucionales que se refieren a la administración del Estado . . . . . . . . . . 10
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UNIDAD II: EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
PRIMERA PARTE: EL ACTO Y EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
1. Aspectos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2. Notificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
3. Publicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
4. Ejecución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
5. Efectos del acto administrativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
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SEGUNDA PARTE: EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO
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QUINTA PARTE: LOS DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS
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UNIDAD I: EL DERECHO ADMINISTRATIVO.
La palabra Administración viene del latín "Administratione" que significa acción de administrar y
el término de administrar está compuesto por dos vocablos: ad y ministrare, que significa
conjuntamente "servir", llevando en forma implícita en su sentido que es una actividad cooperativa
que tiene el propósito de servir.
Enrique Silva Cimma lo define como “Rama del Derecho Positivo Nacional Público que tiene por
objeto la creación, organización, funcionamiento y supresión de los servicios públicos, como también la
regulación de la actividad jurídica de la Administración del Estado y a determinación de las
atribuciones y deberes de éste para con sus habitantes”.
La especialidad del Derecho Administrativo. El Derecho Administrativo es una rama especial del
Derecho, es decir, regula un aspecto del Derecho Público. No obstante, es posible aplicar normas del
Derecho Privado, sin perjuicio de que por la especialidad prevalece sobre el derecho común. Esta
especialidad no impide la aplicación de principios generales del Derecho, como las teorías del
enriquecimiento sin causa, la teoría general de las obligaciones, teoría de actos jurídicos, teoría de la
ley, y otros como el estado de necesidad como eximente de responsabilidad en ciertos casos que ha
desarrollado la jurisprudencia y la doctrina.
b) Autónomo: esta rama del Derecho posee sus propios principios generales.
d) Exorbitante: excede la órbita del derecho privado, por lo que en donde hay una
organización estatal, hay derecho administrativo.
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SEGUNDA PARTE: BASES CONSTITUCIONALES DE LA ADMINISTRACIÓN DEL
ESTADO.
La Constitución señala que existirá una Administración (artículo 3). Esta administración recibe el
nombre de Administración Pública (artículo 38). Señala también la Constitución, que la
Administración del Estado corresponde al Presidente de la República (art. 24). El Constituyente ha
distinguido dentro de la Administración Pública, diversos órganos:
1. Fisco.
2. Entidades fiscales autónomas.
3. Semifiscales.
4. Empresas del Estado.
5. Empresas en que el Fisco tiene aportes de capital. Ello en el artículo 55.
6. Municipalidades.
Cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del Estado, de sus
organismos o de las municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales que determine la ley, sin
perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño”.
La organización básica de los Ministerios, las Intendencias, las Gobernaciones y los servicios
públicos creados para el cumplimiento de la función administrativa, será la establecida en el Título
II de la Ley Orgánica constitucional Nº 18.575, de Bases Generales de la Administración del Estado.
Los Ministerios: Son los órganos superiores de colaboración del Presidente de la República en
las funciones de gobierno y administración de sus respectivos sectores, los cuales
corresponden a los campos específicos de actividades en que deben ejercer dichas funciones.
Los Ministros de Estado, en su calidad de colaboradores directos e inmediatos del Presidente
de la República, tendrán la responsabilidad de la conducción de sus respectivos Ministerios, en
conformidad con las políticas e instrucciones que aquél imparta. En cada Ministerio habrá una
o más Subsecretarías, cuyos jefes superiores serán los Subsecretarios, quienes tendrán el
carácter de colaboradores inmediatos de los Ministros. Les corresponderá coordinar la acción
de los órganos y servicios públicos del sector, actuar como ministros de fe, ejercer la
administración interna del Ministerio y cumplir las demás funciones que les señale la ley.
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El Intendente: Es la autoridad máxima de una región y representa al Presidente de la
República en el territorio de su jurisdicción. La Intendencia depende del Ministerio del Interior
y Seguridad Pública. La misión de la Intendencia es asistir en el ejercicio del gobierno y la
administración interior del Estado al Presidente de la República. Para este efecto el Servicio de
Gobierno Interior (SGI) está segmentado en 15 intendencias y 52 gobernaciones cuyos titulares
asumen la representación natural e inmediata del Presidente de la República. El servicio
provee la plataforma política, administrativa y de gestión para que intendentes y gobernadores
puedan ejercer a cabalidad dicha representación en las jurisdicciones en que se divide el
territorio nacional para efectos del ejercicio del gobierno y administración superior, y además,
proporciona a la población los bienes, las prestaciones y servicios que establece la ley o por
políticas establecidas por el Ministerio del Interior.
Las Gobernaciones: Son organismos desconcentrados territorialmente de las Intendencias,
por lo que el Gobernador es el representante del Intendente en la Provincia, pudiendo recibir
funciones delegadas de este último, para el mejor ejercicio de sus labores.
Los servicios públicos: Son órganos administrativos encargados de satisfacer necesidades
colectivas, de manera regular y continua.
La finalidad que debe cumplir la Administración del Estado es la que señala el artículo 3 inciso 1 de
la Ley Nº 18.575. “La Administración del Estado está al servicio de la persona humana; su finalidad es
promover el bien común atendiendo las necesidades públicas en forma continua y permanente y
fomentando el desarrollo del país a través del ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y la ley, y de la aprobación, ejecución y control de políticas, planes, programas y acciones
de alcance nacional, regional y comunal”.
Sistema
democrático
Forma política
Estado
de Estado o
totalitario
sistema político
Sistema
autocrático
Estado
autoritario
1.- La figura del Presidente de la República como autoridad superior del Gobierno y Administración
del Estado, y sus atribuciones en esta materia;
2.- Derechos y garantías constitucionales de las personas;
3.- Contraloría General de la República, órgano que controla la legalidad de los actos administrativo
y la adecuada inversión de los fondos públicos;
4.- Normas sobre Gobierno y Administración Interior;
5.- La figura de los Ministros de Estado, como colaboradores directos del Presidente de la República.
6.- Reconocimiento de la carrera funcionaria y de la dignidad de la función pública (art. 38);
7.- La potestad reglamentaria del Presidente de la República;
8.- La responsabilidad civil extracontractual del Estado, de sus organismos y de las municipalidades.
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TERCERA PARTE: FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.
1.- CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.
Se entiende por Fuentes del Derecho los diferentes medios, maneras o procedimientos por los
cuales se elaboran las reglas del derecho positivo. En consecuencia, por fuente entendemos y
observamos el origen de la norma de que se trata. Es el concepto clásico de fuente, esto es, de dónde
surge la norma jurídica.
Jurisprudencia Administrativa.
Fuentes
Jurisprudencia Judicial.
racionales Doctrina.
Costumbre.
El poder constituyente.
El Poder Constituyente es aquel que tiene la facultad para establecer la Constitución Política del
Estado, y se encuentra radicado en el pueblo o Nación.
El poder constituyente entra en acción cuando nace un nuevo Estado y/o en estados de grave
conmoción, cuando cae un régimen político como consecuencia de un quiebre institucional, por
ejemplo, después de una guerra civil, un proceso de independencia, un golpe de Estado, la caída de
una monarquía absoluta, una revolución, o la decisión de varios estados de constituir una
federación, etc.
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Los procedimientos democráticos para establecer una Constitución parten del principio de que el
poder constituyente se encuentra radicado en el pueblo. Los procedimientos más utilizados son:
- Asamblea Constituyente: los ciudadanos, en elecciones libres, competitivas y limpias eligen a los
miembros que conforman la Asamblea, la cual elaborará la nueva Constitución Política del
Estado.
- Referendo o plebiscito: el pueblo se pronuncia entre distintas alternativas que surgen del seno
de una comisión representativa de los distintos sectores del país.
2.2.- LA LEY.
De conformidad al artículo 1 del Código Civil, “La ley es una declaración de la voluntad soberana
que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite”.
Recordar la definición de ley que entrega Marcel Planiol “La Ley es una regla social obligatoria,
establecida con carácter permanente por la autoridad pública y sancionada por la fuerza”.
Algunos aspectos que relevan el valor de la ley como fuente:
1.- La ley entrega las formalidades de la investidura, competencia y atribuciones de las autoridades
públicas, de manera tal que éstas sólo pueden hacer válidamente aquello que la ley expresamente
les permite (arts. 6° y 7° C.P.R.), y además consagra la responsabilidad administrativa y la nulidad
por su incumplimiento;
2.- Las limitaciones de los derechos y garantías individuales sólo puede establecerse por ley, como
en el caso de la libertad individual; la propiedad; el derecho a desarrollar actividades económicas; el
derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación; el derecho a la vida privada y a la honra de
la persona y su familia; la inviolabilidad del hogar; etc.
3.- La ley crea los órganos públicos, establece sus atribuciones, los cargos y remuneraciones;
establece la organización y funcionamiento de los servicios públicos. Es decir, crea la organización
administrativa, y también puede modificarla o suprimir algunos de sus órganos y cargos públicos.
4.- La ley tiene preeminencia sobre todo acto administrativo, de cualquier clase;
5.- Los gastos o inversiones públicos deben estar previstos en la ley, como en el caso de la Ley de
Presupuesto de la Nación.
2.2.2.- La ley administrativa en el tiempo: Efecto retroactivo de las leyes. El artículo 9 del C.C.
dice: “la ley sólo puede disponer para lo futuro y no tendrá jamás efecto retroactivo”. Sin embargo, una
ley puede tener efecto retroactivo siempre que no afecte derechos de las personas, ya que, al no ser
una norma constitucional, sólo se aplica al ámbito civil. En todo caso, podría presentarse la situación
que nace bajo la vigencia de una ley, y cuyos efectos se prolongan en el tiempo, y posteriormente esa
ley es derogada. En el derecho privado, ésta sería una situación en que se constituye un derecho, el
cual se mantiene aunque se dicte una nueva ley. Esta es la teoría de los derechos adquiridos. La
Corte Suprema ha señalado que derecho adquirido “es aquel que es consecuencia de un hecho apto
para producirlo bajo el imperio de la ley vigente al momento que ese hecho se ha realizado y que ha
entrado inmediatamente a formar parte del patrimonio de la persona, sin que importe la circunstancia
de que la ocasión de hacerlo valer se presente en una época posterior en que rija una ley distinta”. Por
ejemplo, una patente comercial otorgada conforme a la normativa vigente por corresponder las
instalaciones al respectivo Plan Regulador Comunal, que dispone el respectivo uso del suelo. En este
caso, ese uso permitía la actividad comercial en ese sector de la comuna. Sin embargo, podría
cambiar el referido plan y cambiar las condiciones de uso de suelo, de manera que no podría
instalarse un establecimiento comercial en ese sector. Con todo, el derecho para el ejercicio de una
actividad comercial determinada ha sido incorporado al patrimonio del titular de la patente, por lo
cual a su respecto se congela la situación, pudiendo seguir ejerciéndola pero en las mismas
condiciones en que fue otorgada la patente. Es decir, no podría modificar la construcción, sino solo
mantenerla en las mismas condiciones, y tampoco podría ceder ese derecho a otra persona distinta.
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2.2.3. La derogación de la ley administrativa. Puede ser expresa y tácita, tal como lo señala el
Código Civil. Sin embargo, también existe la llamada derogación orgánica, que se produce al
dictarse una ley sin derogar expresamente la ley anterior ni ser totalmente incompatible en todas
sus partes con una anterior, pasa a establecer un cambio general de una institucionalidad jurídica o
de las características de un órgano público. Se entiende entonces en esta situación, que ha habido
una derogación, ya que no podrían coexistir dos regulaciones jurídicas sobre una misma materia,
simultáneamente.
2.2.4. Jerarquía de las leyes administrativas. Estas leyes pueden adoptar las diversas
modalidades que en rango jerárquico contempla la Constitución Política, conforme a sus quórum de
aprobación, como son: las leyes interpretativas de la Constitución; las leyes orgánicas
constitucionales; las leyes de quórum calificado; y las demás leyes, que son aprobadas por mayoría.
2.3.- EL REGLAMENTO.
El reglamento es una norma general, obligatoria, abstracta y dictada por parte de un órgano
distinto del Poder Legislativo. En general, los reglamentos complementan el ordenamiento jurídico
existente, especificando y detallando las normas legales. Conforme con el artículo 32 Nº 6 de la
Constitución Política, el Presidente de la República tiene la potestad dictar reglamentos en todas
aquellas materias que no son de ley. En efecto, la potestad reglamentaria corresponde al Presidente
de la República, cuya fundamentación esencial es la necesidad de administrar el Estado y servir de
ejecutor de las leyes.
La potestad reglamentaria también puede ser ejercida por otras autoridades administrativas. Por
ejemplo, las Ordenanzas en el caso de las municipalidades, sin perjuicio de que las regulaciones
internas de carácter general mantienen la denominación de Reglamentos. Por su parte, tratándose
de actos administrativos individuales, tales decisiones se denominan decretos alcaldicios, ya que
emanan exclusivamente del Alcalde, y en los casos anteriores requieren de la concurrencia
aprobatoria del Concejo Municipal.
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2.4.- DECRETOS SUPREMOS, RESOLUCIONES, INSTRUCCIONES Y ACUERDOS.
“Artículo 3º. Concepto de Acto administrativo. Las decisiones escritas que adopte la Administración se expresarán por
medio de actos administrativos.
Para efectos de esta ley se entenderá por acto administrativo las decisiones formales que emitan los órganos de la
Administración del Estado en las cuales se contienen declaraciones de voluntad, realizadas en el ejercicio de una potestad
pública.
Los actos administrativos tomarán la forma de decretos supremos y resoluciones.
El decreto supremo es la orden escrita que dicta el Presidente de la República o un Ministro "Por orden del Presidente de
la República", sobre asuntos propios de su competencia.
Las resoluciones son los actos de análoga naturaleza que dictan las autoridades administrativas dotadas de poder de
decisión.
Constituyen, también, actos administrativos los dictámenes o declaraciones de juicio, constancia o conocimiento que
realicen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus competencias.
Las decisiones de los órganos administrativos pluripersonales se denominan acuerdos y se llevan a efecto por medio de
resoluciones de la autoridad ejecutiva de la entidad correspondiente.
Los actos administrativos gozan de una presunción de legalidad, de imperio y exigibilidad frente a sus destinatarios, desde
su entrada en vigencia, autorizando su ejecución de oficio por la autoridad administrativa, salvo que mediare una orden de
suspensión dispuesta por la autoridad administrativa dentro del procedimiento impugnatorio o por el juez, conociendo por la
vía jurisdiccional”.
Definición: orden escrita que dicta el Presidente de la República o un Ministro "Por orden del
Presidente de la República", sobre asuntos propios de su competencia.
“Artículo 35.- Los reglamentos y decretos del Presidente de la República deberán firmarse por el Ministro respectivo y
no serán obedecidos sin este esencial requisito.
Los decretos e instrucciones podrán expedirse con la sola firma del Ministro respectivo, por orden del Presidente de la
República, en conformidad a las normas que al efecto establezca la ley”.
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Trámites especiales:
1.- Trámite de refrendación: En el caso de los decretos que disponen gastos, además de la toma de
razón, debe realizarse la comprobación de la factibilidad financiera del ítem del Presupuesto al cual
se carga el gasto. Este trámite se llama refrendación. Ello permite tener la certeza de que hay fondos
disponibles y suficientes para cubrir el gasto, y que éste corresponde al concepto considerado para
dicho ítem. Es decir, el trámite se orienta a comprobar la adecuada imputación del gasto, y la
suficiencia de fondos en el ítem respectivo, ya que en caso contrario debe impedirse el curso del
acto en referencia.
2.- Trámite de visación: Los decretos que deben refrendarse también están sujetos al trámite de
visación que realiza la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda.
3.- Trámite de comunicación: En los decretos supremos que haya un compromiso para el Estado, y
especialmente en el caso de adjudicación de licitaciones para la ejecución de obras, se realiza el
trámite de comunicación, tanto a la Contraloría General de la República como a la Tesorería General.
4.- Trámite de registro: se hace ante la Contraloría General de la República en aquellas materias que
se relacionan con el personal de la Administración, como es el caso de nombramientos, sumarios,
medidas disciplinarias, renuncias, desvinculaciones. El registro de los funcionarios públicos es una
hoja de vida que lleva el órgano contralor desde el ingreso hasta el cese de funciones.
Decreto de emergencia: Los decretos de emergencia son casos excepcionales, en los cuales el
Presidente de la República dispone pagos no autorizados por ley, para atender necesidades
impostergables derivadas de calamidades públicas, de agresión exterior, de conmoción interna, de
grave daño o peligro para la seguridad nacional, o del agotamiento de los recursos destinados a
mantener servicios que puedan paralizarse sin serio perjuicio para el país. (Artículo 32 N° 20 C.P.R).
La facultad del Presidente de la República para disponer los gastos no previstos en la ley, debe
cumplir con las siguientes condiciones:
- Tienen un límite anual del 2% del Presupuesto de la Nación;
- Deben ser firmados por todos los Ministros de Estado, además del Presidente;
- Deben fundamentarse en los casos específicos que señala el art. 32 N° 20 de la CP., ya
mencionados.
La responsabilidad recae sobre el Presidente de la República y los Ministros de Estado, de
manera personal y solidaria, sin perjuicio de la eventual responsabilidad penal por el delito de
malversación de caudales públicos.
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Esta modalidad no constituye una forma de eludir la legalidad de los actos administrativos.
Existe el supuesto que dicho mecanismo pudiera haber criterios distintos de interpretación. Por tal
motivo, considerando su función de autoridad máxima del Estado y jefe superior de la
Administración, prevalece en este caso de discrepancia la posición del Presidente, sin perjuicio de la
responsabilidad que compromete con esta actuación, a la cual se unen personal y solidariamente
todos sus ministros. En definitiva, el decreto de insistencia es el reflejo de un desacuerdo en la
interpretación de la ley en la procedencia de un decreto anterior. Por ello, el Contralor debe dar
curso al decreto, pero debe enviar copia de decretos respectivos a la Cámara de Diputados para que
conozca de ellos y ejerza su rol fiscalizador de la Administración, que eventualmente podría llegar a
una acusación constitucional.
Son órdenes emanadas de los jefes superiores de servicio, que tienen las mismas características y
siguen la misma tramitación de un decreto. Es decir, son escritos, deben estar firmados por la
autoridad competente, y deben cumplir las formalidades que establece la ley, a la cual deben
ajustarse. También se enumeran y fechan, y se someten al trámite de toma de razón, a excepción de
los casos que para determinados decretos y resoluciones señala la Resolución 1.600 de 2008, de la
Contraloría General.
A nuestro juicio, aun cuando es citada esta modalidad por algunos autores, no tiene las
características de un acto administrativo, ya que carece de formalidades y la ley de Bases de los
Procedimientos no las contempla expresamente.
Los acuerdos son actos administrativos formales, emanados de órganos públicos pluripersonales
o colegiados, como es el caso del Concejo Municipal y el Consejo Regional. Se llevan a efecto por la
autoridad ejecutiva de la respectiva entidad, como el caso del Alcalde respecto del Concejo
Municipal.
Es una situación en que el Estado celebra convenios administrativos, en materias de aquellas que
la Constitución Política reserva a la ley.
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3.- FUENTES RACIONALES.
3.1.- LA COSTUMBRE.
En Chile, la costumbre no constituye derecho, excepto que la ley se refiera a ella expresamente.
Puede ser tan fuerte la costumbre, a pesar de su diferencia con el derecho vigente, que puede
hacer de éste una norma obsoleta por no responder al contexto o a las necesidades del interés
general. En este caso, es imperioso el cambio legislativo, ya que en tanto esa costumbre no tenga
respaldo jurídico, a lo más será una atenuante de la responsabilidad administrativa del funcionario
que incurre en una conducta reñida con el ordenamiento jurídico. Algunos autores opinan que de
acuerdo al principio del error común, se constituye derecho la costumbre y por ende se puede
justificar una exención de responsabilidad.
3.2.- LA JURISPRUDENCIA.
En el primer caso, las sentencias judiciales en materia administrativa tienen el mismo valor que
en cualquier otra área del Derecho, ya que sólo producen efectos en las causas en que actualmente
conocen. Con todo, los razonamientos que las sentencias aplican son generalmente invocados para
sustentar planteamientos en otras causas, a fin de orientar al sentenciador a encontrar la misma
razón para decidir. Con todo en algunas materias se busca la armonía entre los fallos.
3.3.- LA DOCTRINA.
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CUARTA PARTE: EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
1.- CONCEPTO DE PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
a.- Legalidad de las competencias: significa que ninguna autoridad administrativa puede
exceder la competencia que la ley le asigna. Es la norma jurídica la que determina la competencia de
los entes estatales. La ausencia de normas de competencia que delimiten la órbita de acción de cada
servicio daría lugar a permanentes conflictos o contiendas de competencia, que en definitiva
tornarían estéril la labor del Estado. En nuestro derecho este principio encuentra consagración en el
artículo 7 de la Constitución Política, y en el artículo 2° de la ley de Bases Generales de la
Administración del Estado cuando señalan que los órganos del Estado “actúan válidamente cuando
lo hacen dentro de su competencia”. Por otra parte, el artículo 20 de la Constitución protege
explícitamente el principio de la legalidad, consagra el derecho que tiene toda persona de recurrir a
la Corte de Apelaciones respectiva cuando, por causa de actos u omisiones arbitrarias o ilegales,
sufra privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías allí
establecidas (Recurso de Protección).
b.- Responsabilidad del funcionario público que comete actos ilegítimos: El funcionario
público que no cumple con la norma legal incurre en responsabilidad, que ha de hacerse efectiva
independientemente de la responsabilidad civil que pudiera afectarle si como consecuencia de su
conducta ilegítima se produjere, además, daño a los particulares. En el Derecho Positivo Nacional
este principio se encuentra consagrado en los artículos 12, 15 y 45 de la ley de Bases Generales de la
Administración y en los artículos 114 y siguientes del Estatuto Administrativo (Ley N°18.834).
c.- Nulidad de derecho público: Se encuentra en el artículo 7 de la Constitución Política del
Estado, según el cual todo acto contrario a la ley es nulo.
d.- Acción popular: es la posibilidad o derecho que se confiere a cualquiera persona para
reclamar contra un acto ilegítimo, sea que este acto ilegítimo afecte o no al patrimonio del
reclamante.
e.- Principio de la reclamación contencioso-administrativa: otorga acción a los particulares
para reclamar ante un tribunal contencioso-administrativo de plena jurisdicción o ante la justicia
ordinaria dotada de competencia jurisdiccional específica de la ilegitimidad de los actos de un
funcionario o agente público. El recurso puede perseguir dos objetivos: la nulidad de un acto
administrativo, que sólo puede ser declarada por un tribunal, o que se reconozca la necesidad de
indemnizar perjuicios en favor del particular dañado en su patrimonio.
El control, constituye una protección importante del principio de legalidad, ya se trate del control
propiamente jerárquico; ya del control preventivo de legalidad a cargo de organismos autónomos,
como existe en nuestro país; ya en fin si se instituye el control jurisdiccional.
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UNIDAD II: EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.
La doctrina del acto administrativo, tiende a depurar la distinción entre acto administrativo y
actividad material1, ya que no todo lo que hace la administración es un acto administrativo.
Artículo 3º ley 19.880 “Concepto de Acto administrativo. Las decisiones escritas que adopte la
Administración se expresarán por medio de actos administrativos.
Para efectos de esta ley se entenderá por acto administrativo las decisiones formales que emitan
los órganos de la Administración del Estado en las cuales se contienen declaraciones de
voluntad, realizadas en el ejercicio de una potestad pública.
Los actos administrativos tomarán la forma de decretos supremos y resoluciones.
El decreto supremo es la orden escrita que dicta el Presidente de la República o un Ministro"Por
orden del Presidente de la República", sobre asuntos propios de su competencia.
Las resoluciones son los actos de análoga naturaleza que dictan las autoridades administrativas
dotadas de poder de decisión.
Constituyen, también, actos administrativos los dictámenes o declaraciones de juicio, constancia o
conocimiento que realicen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus competencias.
Las decisiones de los órganos administrativos pluripersonales se denominan acuerdos y se llevan a
efecto por medio de resoluciones de la autoridad ejecutiva de la entidad correspondiente.
Los actos administrativos gozan de una presunción de legalidad, de imperio y exigibilidad frente a
sus destinatarios, desde su entrada en vigencia, autorizando su ejecución de oficio por la autoridad
administrativa, salvo que mediare una orden de suspensión dispuesta por la autoridad administrativa
dentro del procedimiento impugnatorio o por el juez, conociendo por la vía jurisdiccional”.
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Esta forma de actividad administrativa ha recibido múltiples denominaciones: “material”, “técnica”, “real”,
“simple actuación administrativa”, “informal”.
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2.- CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.
a).- Generales
b).- Particulares, concretos y especiales.
Importancia: Para la doctrina clásica la noción de acto jurídico involucra actos tanto de efectos
particulares como generales. Para la doctrina moderna, solo se refiere a aquellos de contenido
concreto.
Los actos generales entran en vigencia al momento de su publicación en el Diario Oficial. Los
concretos desde su notificación al interesado o afectado.
a).- Acto administrativo de efectos internos: Propician el ejercicio de las potestades jerárquicas y
obligan a los funcionarios sometidos a un deber de obediencia jerárquica. Es el caso de las circulares
e instrucciones.
b).- Acto administrativo de efectos externos: Producen sus efectos directamente en los
administrados, aunque también se desencadenan internamente debiendo los funcionarios acatar el
acto. Ej: si se dicta un acto administrativo que ordena efectuar un pago a un particular, el
funcionario no puede desconocer la orden y abstenerse de hacer el pago.
a).- Actos Declarativos: Reconocen un derecho preexistente a favor del administrado con efecto
retroactivo. Existe desde la fecha del acto que es certificado, es el caso de los actos certificatorios.
b).- Actos Constitutivos: crean o constituyen un derecho que anteriormente no existía, ampliando la
esfera jurídica. Ejemplo: un decreto alcaldicio que declara la ocupación de un bien de uso público.
Las disposiciones de ley precitada serán aplicables a los ministerios, las intendencias, las
gobernaciones y los servicios públicos creados para el cumplimiento de la función administrativa.
También se aplicarán a la Contraloría General de la República, a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas
de Orden y Seguridad Pública, a los gobiernos regionales y a las municipalidades.
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SEGUNDA PARTE: CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO.
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TERCERA PARTE: PLAZOS Y ETAPAS.
Obligación de cumplimiento de los plazos: Los términos y plazos establecidos en la ley N°19.880,
de bases de los procedimientos administrativos que rigen los actos de los Órganos de la
Administración del Estado u otras leyes, obligan a las autoridades y personal al servicio de la
Administración en la tramitación de los asuntos, así como los interesados en los mismos.
El funcionario del organismo al que corresponda resolver, que reciba una solicitud, documento o
expediente, deberá hacerlo llegar a la oficina correspondiente a más tardar dentro de las 24 horas
siguientes a su recepción.
Las providencias de mero trámite deberán dictarse por quien deba hacerlo, dentro del plazo de
48 horas contado desde la recepción de la solicitud, documento o expediente.
Los informes, dictámenes u otras actuaciones similares, deberán evacuarse dentro del plazo de
10 días, contado desde la petición de la diligencia.
Las decisiones definitivas deberán expedirse dentro de los 20 días siguientes, contados desde
que, a petición del interesado, se certifique que el acto se encuentra en estado de resolverse. La
prolongación injustificada de la certificación dará origen a responsabilidad administrativa.
Cómputo de los plazos del procedimiento administrativo.
Los plazos de días establecidos en la ley N°18.880, que establece bases de los procedimientos
administrativos que rigen los actos de los órganos de la administración del Estado, son de días
hábiles, entendiéndose que son inhábiles los días sábados, los domingos y los festivos.
Los plazos se computarán desde el día siguiente a aquél en que se notifique o publique el acto de
que se trate o se produzca su estimación o su desestimación en virtud del silencio administrativo. Si
en el mes de vencimiento no hubiere equivalente al día del mes en que comienza el cómputo, se
entenderá que el plazo expira el último día de aquel mes.
Cuando el último día del plazo sea inhábil, éste se entenderá prorrogado al primer día hábil
siguiente.
Ampliación de los plazos: La Administración, salvo disposición en contrario, podrá conceder, de
oficio o a petición de los interesados, una ampliación de los plazos establecidos, que no exceda de la
mitad de los mismos, si las circunstancias lo aconsejan y con ello no se perjudican derechos de
tercero.
Tanto la petición de los interesados como la decisión sobre la ampliación, deberán producirse, en
todo caso, antes del vencimiento del plazo de que se trate.
En ningún caso podrá ser objeto de ampliación un plazo ya vencido.
Salvo caso fortuito o fuerza mayor, el procedimiento administrativo no podrá exceder de 6 meses,
desde su iniciación hasta la fecha en que se emita la decisión final.
23
B.- INSTRUCCIÓN DEL PROCEDIMIENTO.
Actos de instrucción: Los actos de instrucción son aquéllos necesarios para la determinación,
conocimiento y comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse el acto.
Se realizarán de oficio por el órgano que tramite el procedimiento, sin perjuicio del derecho de
los interesados a proponer aquellas actuaciones que requieran su intervención, o constituyan
trámites legal o reglamentariamente establecidos.
Prueba: Los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento, podrán acreditarse por
cualquier medio de prueba admisible en derecho, apreciándose en conciencia.
Cuando a la Administración no le consten los hechos alegados por los interesados o la naturaleza
del procedimiento lo exija, el instructor del mismo ordenará la apertura de un período de prueba,
por un plazo no superior a treinta días ni inferior a diez, a fin de que puedan practicarse cuantas
juzgue pertinentes.
El instructor del procedimiento sólo podrá rechazar las pruebas propuestas por los interesados
cuando sean manifiestamente improcedentes o innecesarias, mediante resolución motivada.
Informes: Para los efectos de la resolución del procedimiento, se solicitarán aquellos informes que
señalen las disposiciones legales, y los que se juzguen necesarios para resolver, citándose el
precepto que los exija o fundamentando, en su caso, la conveniencia de requerirlos.
Valor de los informes: Salvo disposición expresa en contrario, los informes serán facultativos y no
vinculantes.
Si el informe debiera ser emitido por un órgano de la Administración distinto del que tramita el
procedimiento en orden a expresar el punto de vista correspondiente a sus competencias
respectivas, y transcurriera el plazo sin que aquél se hubiera evacuado, se podrán proseguir las
actuaciones.
Para tales efectos, se anunciará en el Diario Oficial o en un diario de circulación nacional, a fin de
que cualquier persona pueda examinar el procedimiento, o la parte del mismo que se indique.
La falta de actuación en este trámite, no impedirá a los interesados interponer los recursos
procedentes contra la resolución definitiva del procedimiento.
24
C.- FINALIZACIÓN DEL PROCEDIMIENTO.
b) Contenido de la resolución final: La resolución que ponga fin al procedimiento decidirá las
cuestiones planteadas por los interesados.
Cuando en la elaboración de la resolución final se adviertan cuestiones conexas, ellas serán
puestas en conocimiento de los interesados, quienes dispondrán de un plazo de quince días para
formular las alegaciones que estimen pertinentes y aportar, en su caso, medios de prueba.
Transcurrido ese plazo el órgano competente decidirá sobre ellas en la resolución final.
En los procedimientos tramitados a solicitud del interesado, la resolución deberá ajustarse a las
peticiones formuladas por éste, sin que en ningún caso pueda agravar su situación inicial y sin
perjuicio de la potestad de la Administración de incoar de oficio un nuevo procedimiento, si fuere
procedente.
Las resoluciones contendrán la decisión, que será fundada. Expresarán, además, los recursos que
contra la misma procedan, órgano administrativo o judicial ante el que hubieran de presentarse y
plazo para interponerlos, sin perjuicio de que los interesados puedan ejercitar cualquier otro que
estimen oportuno. En ningún caso podrá la Administración abstenerse de resolver so pretexto de
silencio, oscuridad o insuficiencia de los preceptos legales aplicables al caso, aunque podrá resolver
la inadmisibilidad de las solicitudes de reconocimiento de derechos no previstos en el ordenamiento
jurídico o manifiestamente carentes de fundamento. La aceptación de informes o dictámenes servirá
de motivación a la resolución cuando se incorporen al texto de la misma.
c) Renuncia y Desistimiento: Todo interesado podrá desistirse de su solicitud o, cuando ello no esté
prohibido por el ordenamiento jurídico, renunciar a sus derechos.
Si el escrito de iniciación se hubiera formulado por dos o más interesados, el desistimiento o la
renuncia sólo afectará a aquéllos que la hubiesen formulado.
Tanto el desistimiento como la renuncia podrán hacerse por cualquier medio que permita su
constancia.
d) Abandono: Cuando por la inactividad de un interesado se produzca por más de treinta días la
paralización del procedimiento iniciado por él, la Administración le advertirá que si no efectúa las
diligencias de su cargo en el plazo de siete días, declarará el abandono de ese procedimiento.
Transcurrido el plazo señalado precedentemente, sin que el particular requerido realice las
actividades necesarias para reanudar la tramitación, la Administración declarará abandonado el
procedimiento y ordenará su archivo, notificándoselo al interesado.
El abandono no producirá por sí solo la prescripción de las acciones del particular o de la
Administración. En todo caso, los procedimientos abandonados no interrumpirán el plazo de
prescripción.
e) Excepción del abandono: La Administración podrá no declarar el abandono, cuando la cuestión
suscitada afecte al interés general o fuera conveniente continuarla para su definición y
esclarecimiento.
25
CUARTA PARTE: EL SILENCIO ADMINISTRATIVO.
La figura del Silencio Administrativo, la que supone una ficción legal que permite al particular
obtener una respuesta o contestación de la Administración del Estado ante su petición o
presentación, sin que éste necesariamente se haya pronunciado de manera expresa. Existe el
silencio positivo y negativo.
Transcurrido el plazo legal para resolver acerca de una solicitud que haya originado un
procedimiento, sin que la Administración se pronuncie sobre ella, el interesado podrá denunciar el
incumplimiento de dicho plazo ante la autoridad que debía resolver el asunto, requiriéndole una
decisión acerca de su solicitud. Dicha autoridad deberá otorgar recibo de la denuncia, con expresión
de su fecha, y elevar copia de ella a su superior jerárquico dentro del plazo de 24 horas.
Si la autoridad que debía resolver el asunto no se pronuncia en el plazo de cinco días contados
desde la recepción de la denuncia, la solicitud del interesado se entenderá aceptada.
En los casos del párrafo precedente, el interesado podrá pedir que se certifique que su solicitud
no ha sido resuelta dentro del plazo legal. Dicho certificado será expedido sin más trámite.
Se entenderá rechazada una solicitud que no sea resuelta dentro del plazo legal cuando ella
afecte el patrimonio fiscal. Lo mismo se aplicará en los casos en que la Administración actúe de
oficio, cuando deba pronunciarse sobre impugnaciones o revisiones de actos administrativos o
cuando se ejercite por parte de alguna persona el derecho de petición consagrado en el numeral 14
del artículo 19° de la Constitución Política.
En los casos del párrafo precedente, el interesado podrá pedir que se certifique que su solicitud
no ha sido resuelta dentro de plazo legal. El certificado se otorgará sin más trámite, entendiéndose
que desde la fecha en que ha sido expedido empiezan a correr los plazos para interponer los
recursos que procedan.
Los actos administrativos que concluyan por aplicación del silencio administrativo, tendrán los
mismos efectos que aquéllos que culminaren con una resolución expresa de la Administración,
desde la fecha de la certificación respectiva.
26
QUINTA PARTE: COMUNICACIÓN Y EFECTOS DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS.
Estas normas se encuentran reguladas en los artículos 45 y siguientes de la Ley N°18.880, que
establece bases de los procedimientos administrativos que rigen los actos de los órganos de la
administración del Estado.
2.- NOTIFICACIÓN.
Procedencia. Los actos administrativos de efectos individuales, deberán ser notificados a los
interesados conteniendo su texto íntegro.
Las notificaciones deberán practicarse, a más tardar, en los cinco días siguientes a aquél en que
ha quedado totalmente tramitado el acto administrativo.
No obstante lo anterior, los actos administrativos que afectaren a personas cuyo paradero fuere
ignorado, deberán publicarse en el Diario Oficial.
Procedimiento. Las notificaciones se harán por escrito, mediante carta certificada dirigida al
domicilio que el interesado hubiere designado en su primera presentación o con posterioridad.
27
Las notificaciones por carta certificada se entenderán practicadas a contar del tercer día
siguiente a su recepción en la oficina de Correos que corresponda.
Las notificaciones podrán, también, hacerse de modo personal por medio de un empleado del
órgano correspondiente, quien dejará copia íntegra del acto o resolución que se notifica en el
domicilio del interesado, dejando constancia de tal hecho.
Notificación tácita. Aun cuando no hubiere sido practicada notificación alguna, o la que existiere
fuere viciada, se entenderá el acto debidamente notificado si el interesado a quien afectare, hiciere
cualquier gestión en el procedimiento, con posterioridad al acto, que suponga necesariamente su
conocimiento, sin haber reclamado previamente de su falta o nulidad.
3.- PUBLICACIÓN.
Tratándose de los actos a que se refiere la letra c), la publicación deberá efectuarse los días 1º ó
15 de cada mes o al día siguiente, si fuese inhábil.
4.- EJECUCIÓN.
El órgano que ordene un acto de ejecución material de resoluciones estará obligado a notificar al
particular interesado la resolución que autorice la actuación administrativa.
Los efectos del acto administrativo tienen la particularidad de que gozan de ciertas prerrogativas
que tienen por finalidad asegurar su cumplimiento. Tales son:
c) IRRETROACTIVIDAD: Los actos administrativos, salvo ciertas excepciones, como los actos
declarativos de derechos, actos que aplican una ley retroactiva y los actos favorables a los
administrados.
_______________________****_________________________
29
UNIDAD III: LA FUNCIÓN PÚBLICA.
a) PRINCIPIO DE LA PARTICIPACIÓN.
El principio de participación consiste en que los funcionarios colaboren con la gestión
administrativa de los servicios del cual forman parte. Así se desprende del Art. 1° inc. final C.P.R. Es
deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia,
propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la
Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida
nacional. El Art. 35 Inc. final de la Ley N° 18.834, es un reflejo de este principio, pues dicha norma
permite a la Asociación de Funcionarios con mayor representación del respectivo Servicio o
institución designar a un delegado que sólo tendrá derecho a voz.
La Administración del Estado debe someter su actuación al ordenamiento jurídico, y que todo
abuso o exceso en el ejercicio de las potestades, otorga al administrado el Derecho de interponer las
acciones y recursos correspondientes. Art. 6 y 7 CPR.
Artículo 6º Constitución Política “Los órganos del Estado deben someter su acción a la
Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la
República.
Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a
toda persona, institución o grupo.
La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que determine la ley”.
Artículo 7º Constitución Política “Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura
regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto
de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan
conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y sanciones que
la ley señale”.
30
d) PRINCIPIO DE SERVICIALIDAD.
Este principio se encuentra en el Art. 1 inciso 4 Constitución Política. Cuando exista un conflicto
entre la Administración y los derechos de las personas, hay que elegir los derechos de las personas.
Art. 1 inciso 4 Constitución Política “El Estado está al servicio de la persona humana y su
finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que
permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización
espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución
establece”.
El artículo 8 de la Constitución Política expresa que son públicos los actos y resoluciones de los
órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo
una ley de quórum calificado podrá establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la
publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los derechos de las
personas, la seguridad de la Nación o el interés nacional.
Por otra parte, el Presidente de la República, los Ministros de Estado, los diputados y senadores,
y otras autoridades y funcionarios que señale una Ley Orgánica Constitucional, deberán efectuar
una declaración de sus intereses y patrimonio en forma pública.
f) PRINCIPIO DE CONTINUIDAD.
Significa que los órganos de la Administración deben actuar de manera continua y permanente
para satisfacer las necesidades públicas. Art.3 inciso 1° LOCBGAE en relación con el Art.28 LOCBGAE
(Los servicios públicos son órganos administrativos encargados de satisfacer necesidades
colectivas, de manera regular y continua).
Por su parte, el art. 19 N°16 inciso 6° Constitución Política dispone que los funcionarios públicos
del Estado no pueden declararse en huelga, ni tampoco los funcionarios de las Municipalidades, ni
las personas que trabajen en corporaciones o empresas, cualquiera que sea su naturaleza, finalidad
o función, que atiendan servicios de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud,
a la economía del país, al abastecimiento de la población o a la seguridad nacional.
31
SEGUNDA PARTE: EL ESTATUTO ADMINISTRATIVO.
32
propio de tales servidores” (dictamen Nº 27.438 año 1957). Además, que la Dirección del Trabajo,
no puede intervenir en los conflictos del trabajo que se planteen en el sector público por cuanto el
Código del Trabajo, aplicado a los empleados del Estado, es Estatuto Administrativo, y “los
dictámenes de la Dirección rigen exclusivamente para el sector privado” (dictamen Nºs 14 de 1973,
25.655 de 1994). El D. F. L. Nº 29 de 2005, constituye el Estatuto Administrativo que rige la función
pública administrativa. Este D.F.L., es el texto vigente que contiene el Estatuto Administrativo que
rige a los funcionarios de los organismos fiscales y descentralizados del Estado, y es el texto legal al
cual “normalmente” se le conoce con ese nombre.
La doctrina y jurisprudencia administrativa han sostenido que no existen plazos fatales para
las actuaciones de la Administración (Dictamen Contraloría General de la República N°1.775 de
1962).
Lo anterior significa que lo normal es que en observancia del principio de legalidad la
Administración actúe dentro de los plazos establecidos en la ley.
Pero si el plazo fijado por la ley ha expirado, la Administración, en virtud de los imperativos de
continuidad y permanencia, igualmente puede y debe actuar, sin que sea óbice para ello el hecho de
que la ley emplee las fórmulas propias del plazo fatal: “en” o “dentro de”. Luego, los actos que se
expidan después de fenecido el plazo fijado por la ley siempre serán válidos.
Con todo, si bien la inobservancia del plazo no resta eficacia al acto administrativo evacuado
fuera de plazo, ello sin embargo, compromete la responsabilidad administrativa de la autoridad o
funcionario por cuya culpa o negligencia no se respetó el plazo legal.
Entre las razones para justificar esta teoría, se encuentra la consideración de que en el actuar de
la Administración siempre está envuelto un interés de carácter general de la comunidad, lo que hace
que la autoridad administrativa no pueda dejar de actuar aun cuando haya vencido el plazo fijado
por ley.
Sólo una precisión final: la teoría de los plazos sólo sirve para legitimar las actuaciones de la
Administración realizadas fuera de los plazos legales. En cambio, no legitima las actuaciones de los
administrados o particulares realizadas fuera de los plazos legales, pues para ellos rigen las reglas
generales sobre los efectos de los plazos fatales y no fatales que establece el derecho común.
C. Ley Nº 18.834, Estatuto Administrativo: El artículo 1° señala: “Las relaciones entre el Estado
y el personal de los Ministerios, Intendencias, Gobernaciones y los servicios públicos centralizados y
descentralizados creados para el cumplimiento de la función administrativa, se regularán por las
normas del presente Estatuto Administrativo”.
De lo anterior debe entenderse que quedan exceptuados de las disposiciones de este estatuto la
Contraloría General de la República, Banco Central, Fuerzas Armadas, Fuerzas de Orden y Seguridad
Pública, los Gobiernos Regionales, las Municipalidades, el Consejo Nacional de Televisión, y las
empresas públicas creadas por ley. Estas instituciones se rigen por sus propias leyes especiales,
estatutos o reglamentos, dadas las funciones que realizan y sus atribuciones.
Este estatuto regula las relaciones laborales entre los órganos de la Administración y sus
funcionarios, el ingreso a la administración, su naturaleza jurídica de derecho público, la carrera
funcionaria, sus derechos y obligaciones, la responsabilidad administrativa, y la expiración de
funciones.
D. Ley Nº 19.880, Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los actos de los
Órganos de la Administración del Estado: Esta ley, de acuerdo a su artículo primero, establece y
regula las bases del procedimiento administrativo de los actos de la Administración del Estado, y
señala que en el evento que no se encuentre previsto un procedimiento especial para una materia
administrativa particular, sus disposiciones se aplicarán de manera supletoria, como por ejemplo la
toma de razón de los actos de la administración del estado, los cuales se regirán por lo dispuesto en
la Constitución y en la Ley Orgánica Constitucional de la Contraloría General de la República.
En cuanto a su ámbito de aplicación, sus disposiciones son aplicables a los ministerios,
intendencias, gobernaciones y servicios creados para el cumplimiento de la función administrativa,
como también a la CGR, las FFAA, las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, gobiernos regionales y a
las municipalidades.
34
E. Leyes especiales.
F. Código del Trabajo: El Código del Trabajo, norma de aplicación general en las relaciones
laborales, reconociendo la particular naturaleza de la relación entre los funcionarios públicos y el
Estado, señala en su artículo 1 que sus normas les son aplicables en todos aquellos aspectos no
previsto por sus estatutos, como por ejemplo la protección a la maternidad, el otorgamiento de
determinados permisos, las formas de acoso laboral, entre otros.
Art. 1° Código del Trabajo: “Las relaciones laborales entre los empleadores y los trabajadores se
regularán por este Código y por sus leyes complementarias.
Estas normas no se aplicarán, sin embargo, a los funcionarios de la Administración del Estado,
centralizada y descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial, ni a los trabajadores de las
empresas o instituciones del Estado o de aquellas en que éste tenga aportes, participación o
representación, siempre que dichos funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un
estatuto especial.
Con todo, los trabajadores de las entidades señaladas en el inciso precedente se sujetarán a las
normas de este Código en los aspectos o materias no regulados en sus respectivos estatutos,
siempre que ellas no fueren contrarias a estos últimos.
Los trabajadores que presten servicios en los oficios de notarías, archiveros o conservadores se
regirán por las normas de este Código”.
35
La acepción orgánica de funcionario público abarca, diversos tipos o categorías de empleados
públicos: Funcionarios de planta y a contrata; Funcionarios directivos, profesionales, técnicos,
administrativos o auxiliares; Funcionarios de carrera y de exclusiva confianza; Funcionarios
titulares, suplentes y subrogantes; Funcionarios de mayor o menor jerarquía; Autoridades, jefaturas
o simples funcionarios o empleados; Jefes de división, de departamento, sección y oficina, en los
Ministerios; Jefes de departamento, sección o de oficina, en los servicios públicos.
Planta de personal.
Empleo a contrata.
2.3.- ¿Qué ocurre con los funcionarios contratados en virtud del Código del Trabajo?
El funcionario sujeto al Código del Trabajo se rige íntegramente por este cuerpo legal, además de
serle aplicables las normas sobre probidad administrativa.
En relación a lo anterior, existen una serie de derechos que no resultan aplicables para este tipo
de funcionarios, siendo el más difícil de abordar el relacionado con la posibilidad de que estos
trabajadores pueden ser despedidos por necesidades de la empresa o servicio, sin que sea
indispensable un previo sumario administrativo o procedimiento de defensa alguno.
Ahora bien, quién despida al funcionario a Contrata que está regido por el Código del Trabajo es
un funcionario público, que se encuentra en la obligación legal y moral de justificar
adecuadamente la decisión. Por lo tanto, frente a un caso de despido injustificado de un trabajador
del código del trabajo debe tenerse presente que:
• Si la aplicación de la causal es injustificada (por ejemplo, porque se le despidió por necesidades del
servicio, cuando se sabe que la motivación fue distinta y se ha contratado a otra persona en
reemplazo).
37
• El funcionario público que se despide sin invocar causal o invocándola injustificadamente,
incumple con las obligaciones contenidas en el Estatuto Administrativo, en específico, en lo relativo
al deber de transparentar las decisiones y justificar cada uno de los actos de autoridad que ejerza.
• Por lo tanto, el trabajador despedido injustificadamente debe guiarse para reclamar ante la
inspección del trabajo y/o los tribunales del trabajo. Sin embargo, frente al funcionario público que
se despide injustificadamente, la solución es solicitar la instrucción de un sumario.
La otra tipología de funcionarios que existe en la Administración Pública son los trabajadores a
Honorarios, donde existe un alto porcentaje desempeñándose en el sector público. Para ello, es
necesario saber que la regulación legal se da a través de lo establecido por las partes en el
respectivo contrato (que viene a ser un tipo de contrato civil, sin constituir contrato de trabajo).
Ahora bien, justamente por tratarse de un contrato que restringe sobremanera los derechos del
trabajador (en el fondo, no puede acceder a los derechos ni del Código del Trabajo ni del Estatuto
Administrativo), la ley se encarga de precisar los requisitos para que exista un contrato de
honorarios legal.
Dichas condiciones son:
• Sólo se puede contratar por honorarios a profesionales y técnicos de educación superior o
expertos en determinadas materias, cuando deban realizarse labores accidentales y que no sean las
habituales de la institución, mediante resolución de la autoridad correspondiente.
• También se puede contratar a extranjeros que tengan título correspondiente a la
especialidad que se requiera y siempre que ejerza funciones accidentales y no habituales de la
institución.
Entonces, cada vez que se trate de un contrato que, independientemente de lo que diga el
documento, no se corresponda con los requisitos señalados, estaremos en presencia de un contrato
de trabajo, íntegramente regulado por el Código del Trabajo y no por el Estatuto Administrativo.
Para los fines del Código Penal, se estima para una parte de la doctrina, que es empleado
público no sólo quien ocupa un cargo creado por ley en la estructura de un servicio, sea de planta o a
contrata, permanente o transitorio, sino también quien ejerce una “función pública”. En efecto, si
bien para el Estatuto Administrativo no son funcionarios públicos quienes se desempeñan sobre la
base de honorarios, sí lo son para efectos penales, toda vez que la norma del art. 260 del Código
Penal extiende el concepto de “empleado público” a quienes ejercen una “función pública”, y no ya
sólo a la Administración del Estado, sino también a otros organismos creados por o dependientes
del mismo Estado. Pueden cometer delitos ministeriales no sólo quienes ocupan un cargo público
sino también quienes adscriben a una “función pública”, incluyendo a todos los que cumplen tareas
en el sector público, con el solo requisito de prestar servicios en un órgano del Estado, englobando
la función pública legislativa, administrativa y judicial, resultando irrelevante que el empleado
ocupe o no un cargo público, o que lo sirva a honorarios o, incluso, “ad honórem”.
a) Ser ciudadano.
Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido dieciocho años de edad y que no hayan sido
condenados a pena aflictiva (artículo 13 Constitución Política).
No obstante, en casos de excepción determinados por la autoridad llamada a hacer el
nombramiento, podrá designarse en empleos a contrata a extranjeros que posean conocimientos
científicos o de carácter especial.
38
Los respectivos decretos o resoluciones de la autoridad deberán ser fundados, especificándose
claramente la especialidad que se requiere para el empleo y acompañándose el certificado o título
del postulante. En todo caso, en igualdad de condiciones, se preferirá a los chilenos.
Este requisito se acreditará mediante documentos o certificados oficiales auténticos. La cédula
de identidad acredita nacionalidad y demás datos que ella contenga.
a) Nombramiento.
b) La promoción.
La legislación aplicable se encuentra en los párrafos 1° y 5°, del Título II de la ley N°18.834, en
especial, en sus artículos 53 y siguientes, y en el Reglamento sobre concursos de selección de
personal afecto a dicho cuerpo normativo, en su título III, artículos 26 a 44.
Las bases de estos concursos deberán considerar sólo los siguientes factores: capacitación
pertinente, evaluación del desempeño, experiencia calificada y aptitud para el cargo. Cada uno de
estos factores tendrá una ponderación de 25%. En cada concurso estos factores podrán evaluarse
simultánea o sucesivamente.
En los respectivos concursos internos podrán participar los funcionarios que cumplan con las
siguientes condiciones:
a) Estar en posesión de los requisitos exigidos para el desempeño del respectivo cargo;
b) Encontrarse calificado en lista Nº 1, de distinción, o en lista Nº 2, buena, y
c) Encontrarse nombrado en los tres grados inferiores al de la vacante convocada, cuando los
postulantes correspondan a la misma planta y de los tres grados inferiores, cuando lo sean de una
distinta. Sin embargo, en el evento que el número de cargos provistos ubicados en grados inferiores
de la misma planta de la vacante convocada sea menor a 20, podrán participar en el concurso los
funcionarios nombrados en ella hasta en los cuatro grados inferiores a aquel del cargo a proveer.
40
b.2. El Ascenso.
El ascenso consiste en el derecho que tiene el servidor público de las plantas administrativa o
auxiliar que se encuentra en el lugar preferente de su escalafón para acceder al cargo de grado
superior que se encuentra vacante, cumpliendo los requisitos y sin estar inhabilitado para ocuparlo.
La autoridad no tiene plazo para disponer el ascenso (carrera funcionaria).
Rige desde la fecha en que se produce la vacante, pero es necesario estar en servicio a la fecha del
acto que lo ordena.
Preferencia de funcionarios que llegan a grado inmediatamente inferior al inicio de la otra planta
en que existan cargos de ingreso vacantes.
Preferencia de funcionario de la planta auxiliar para acceder a planta administrativa cuando: a)
exista una vacante; b) se encuentra en tope de la planta; c) reúne los requisitos para ocupar el cargo;
d) tenga un mayor puntaje en el escalafón que los funcionarios de la planta a la cual accede.
3.3.- El encasillamiento.
41
4.- EXPIRACIÓN DE FUNCIONES.
El artículo 146 letra a) de la ley N°18.834, dispone que el funcionario cesará en el cargo en el
caso de “aceptación de renuncia”.
La renuncia es el acto en virtud del cual el funcionario manifiesta a la autoridad que lo nombró la
voluntad de hacer dejación de su cargo (artículo 147 inciso 1° del Estatuto Administrativo).
La renuncia deberá presentarse por escrito y no producirá efecto sino desde la fecha en que
quede totalmente tramitado el decreto o resolución que la acepte, a menos que en la renuncia se
indicare una fecha determinada y así lo disponga la autoridad (artículo 147 inciso 2° del Estatuto
Administrativo).
Retención de la renuncia: la renuncia sólo podrá ser retenida por la autoridad cuando el
funcionario se encontrare sometido a sumario administrativo del cual emanen antecedentes serios
de que pueda ser alejado de la institución por aplicación de la medida disciplinaria de destitución.
En este caso, la aceptación de la renuncia no podrá retenerse por un lapso superior a treinta días
contados desde su presentación, aun cuando no se hubiere resuelto sobre la aplicación de la medida
disciplinaria (artículo 147 inciso 3° del Estatuto Administrativo).
Cese de funciones con sumario administrativo pendiente: Si se encontrare en tramitación un
sumario administrativo en el que estuviere involucrado un funcionario, y éste cesare en sus
funciones, el procedimiento deberá continuarse hasta su normal término, anotándose en su hoja de
vida la sanción que el mérito del sumario determine (artículo 147 inciso 4° del Estatuto
Administrativo).
Retractación de la dimisión: debe cumplir con dos requisitos: a) Que el desistimiento se presente
en forma oportuna, es decir, antes de la total tramitación de la resolución que acepta la renuncia
(Dictámenes Ns. 49.679, de 2005; 25.258 y 49.447, ambos de 2012); b) Que el funcionario
renunciado no haya abandonado la repartición, en el periodo respectivo (Dictamen N°18.926, de
2007).
Cargos de exclusiva confianza: En los casos de cargos de exclusiva confianza, la remoción se hará
efectiva por medio de la petición de renuncia que formulará el Presidente de la República o la
autoridad llamada a efectuar el nombramiento.
Si la renuncia no se presenta dentro de las cuarenta y ocho horas de requerida, se declarará
vacante el cargo (artículo 148 del Estatuto Administrativo).
42
Salud irrecuperable o incompatible con el desempeño del cargo: El artículo 151 inciso 1° EA,
determina que el Jefe superior del servicio podrá considerar como salud incompatible con el
desempeño del cargo, haber hecho uso de licencia médica en un lapso continuo o discontinuo
superior a seis meses en los últimos dos años, sin mediar declaración de salud irrecuperable. Es
improcedente considerar para el cómputo, las licencias por accidentes del trabajo y de origen
laboral (artículo 151 inciso 2° EA). El artículo 152 inciso 1° del E.A., previene que si se hubiere
declarado irrecuperable la salud de un funcionario, éste deberá retirarse de la Administración
dentro del plazo de seis meses, contado desde la fecha en que se le notifique la resolución por la
cual se declare su irrecuperabilidad. Si transcurrido este plazo el empleado no se retirare,
procederá la declaración de vacancia del cargo. A contar de la fecha de la notificación y durante el
referido plazo de seis meses el funcionario no estará obligado a trabajar y gozará de todas las
remuneraciones correspondientes a su empleo, las que serán de cargo del empleador.La
declaración de irrecuperabilidad corresponde a: 1.- Las COMPIN de los Servicios de Salud
(artículos 112 Ley N°18.834 y 22 inciso 1° del decreto N°57, de 1990, del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social, reglamentario del DL N°3.500, de 1980); 2.- Las Mutuales. Respecto a los
afiliados a las Mutualidades, la declaración, evaluación, reevaluación y revisión de las
incapacidades permanentes derivadas de accidentes del trabajo corresponden a estas
instituciones (Dictamen N°13.434, de 2012). Declarada la salud irrecuperable, se produce el cese
de funciones por dos vías alternativas: 1) Por la aceptación de la renuncia voluntaria, en el
evento de retirarse del Servicio dentro del plazo de seis meses; 2) En el caso que ello no
acontezca, por la declaración de vacancia prevista en el artículo 150, letra a) de la ley N°18.834.
Pérdida sobreviniente de alguno de los requisitos de ingreso a la Administración del Estado.
Calificación del funcionario en lista de Eliminación o Condicional: El artículo 50 inciso 1° de la
Ley N°18.834, determina que el funcionario calificado por resolución ejecutoriada en lista 4 o por
dos años consecutivos en lista 3, deberá retirarse del servicio dentro de los 15 días hábiles
siguientes al término de la calificación. Si así no lo hiciere se le declarará vacante el empleo a
contar desde el día siguiente a esa fecha. Se entenderá que la resolución queda ejecutoriada
desde que venza el plazo para reclamar o desde quesea notificada la resolución de la Contraloría
General de la República que falla el reclamo.
Si un funcionario conserva la calificación en lista 3, en virtud de lo dispuesto en el artículo 40
Estatuto Administrativo (funcionarios que no son calificado porque no desempeñaron sus
funciones por un lapso inferior a seis meses, ya sea en forma continua o discontinua dentro del
respectivo período de calificaciones, caso en el cual conservarán la calificación del año anterior)
no se aplicará lo establecido en el párrafo precedente, a menos que la falta de calificación se
produzca en dos períodos consecutivos.
No presentación de la renuncia en el plazo de 48 horas en caso de Remoción del Empleo: El
artículo 148 inciso final de la ley N°18.834 regula los efectos por no presentación de renuncia
solicitada por la autoridad al precisar que “Si la renuncia no se presenta dentro de las cuarenta y
ocho horas de requerida, se declarará vacante el cargo”.
Los funcionarios de exclusiva confianza no están amparados por el “derecho a la función”,
atendido lo cual, la autoridad puede fijar una fecha anterior a la del total trámite del acto
administrativo que se declare vacante su cargo y siempre que la data sea posterior al
cumplimiento del plazo de 48 horas en que el afectado deba presentar su renuncia (Dictámenes
N°s. 27.422, de 2008 y 34.564, de 2009).
D.- Destitución.
La destitución “es la decisión de la autoridad facultada para hacer el nombramiento de poner
término a los servicios de un funcionario”(Art. 125 inciso 1° E.A.).
La medida disciplinaria de destitución procede en los siguientes casos:
a) Cuando los hechos constitutivos de la infracción vulneren gravemente el principio de
probidad administrativa.
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b) Ausentarse de la institución por más de tres días consecutivos, sin causa justificada;
c) Infringir las disposiciones de las letras i), j), k) y l) del artículo 84 del Estatuto
Administrativo. Es decir, i) Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la
Administración del Estado; dirigir, promover o participar en huelgas, interrupción o
paralización de actividades, totales o parciales, en la retención indebida de personas o
bienes, y en otros actos que perturben el normal funcionamiento de los órganos de la
Administración del Estado; j) Atentar contra los bienes de la institución, cometer actos que
produzcan la destrucción de materiales, instrumentos o productos de trabajo o disminuyan
su valor o causen su deterioro; k) Incitar a destruir, inutilizar o interrumpir instalaciones
públicas o privadas, o participar en hechos que las dañen; l) Realizar cualquier acto
atentatorio a la dignidad de los demás funcionarios. Se considerará como una acción de este
tipo el acoso sexual, entendido según los términos del artículo 2º, inciso segundo, del Código
del Trabajo, y la discriminación arbitraria, según la define el artículo 2º de la ley que
establece medidas contra la discriminación”.
d) Condena por crimen o simple delito.
e) Efectuar denuncias de irregularidades o de faltas al principio de probidad de las que haya
afirmado tener conocimiento, sin fundamento y respecto de las cuales se constatare su
falsedad o el ánimo deliberado de perjudicar al denunciado.
f) En los demás casos contemplados en el Estatuto o leyes especiales.
En los casos de supresión del empleo por procesos de reestructuración o fusión, los funcionarios
de planta que cesaren en sus cargos a consecuencia de no ser encasillados en las nuevas plantas y
que no cumplieren con los requisitos para acogerse a jubilación, tendrán derecho a gozar de una
indemnización equivalente al total de las remuneraciones devengadas en el último mes, por cada
año de servicio en la institución, con un máximo de seis. Dicha indemnización no será imponible ni
constituirá renta para ningún efecto legal.
El término del período legal por el cual es nombrado el funcionario, o el cumplimiento del plazo
por el cual es contratado, produce la inmediata cesación de sus funciones.
Con todo, el empleado continuará ejerciéndolas, con los mismos derechos y prerrogativas que los
funcionarios en servicio activo, si fuere notificado, previamente y por escrito, de encontrarse en
tramitación el decreto o resolución que renueva su nombramiento o contrato.
G.- Fallecimiento.
El artículo 146 letra g) del Estatuto Administrativo, contempla el fallecimiento como causal de
extinción de la condición de funcionario público.
La jurisprudencia ha precisado que declaración de vacancia de un cargo desempeñado por un
funcionario que ha fallecido, opera a contar del día siguiente de su deceso, ya que hasta el día de su
fallecimiento mantuvo la calidad de funcionario (Dictamen N°10.438, de 1983).
La multa cuyo pago o aplicación se encontrare pendiente a la fecha de fallecimiento del
funcionario, quedará sin efecto.
Recordemos que las causales que menciona el Estatuto Administrativo en su artículo 146, no son
taxativas, por cuanto pueden encontrarse otras adicionales, como por ejemplo, la incompatibilidad
entre dos cargos públicos, dado que al aceptar el nombramiento en una nueva plaza, por el solo
ministerio de la ley, cesa en el anterior.
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TERCERA PARTE: CARRERA FUNCIONARIA.
Es decir, consiste en la incorporación de una persona a una forma de vida, a una actividad
permanente, que le garantiza el perfeccionamiento y el acceso a cargos superiores, es decir, a una
forma de desempeño que la habilita para desarrollar la administración, actividad remunerada, por
regla general, de por vida. Por ello, el sistema se basa en la estructura de empleos permanentes
prevista en el Estatuto Administrativo. En dichos términos, quien se interesa en ingresar a la
Administración del Estado, debe postular a un cargo público, por concurso público; y luego de
ingresar al último grado vacante de la planta a que se ha postulado, pueda ascender hasta alcanzar
el grado tope del escalafón.
a.- Es un sistema integral de regulación del empleo, es decir, debe constituir un conjunto armónico
de disposiciones que se vinculan entre sí. Además debe comprender las principales etapas del
empleo, ingresos, derechos, deberes, responsabilidad y término de funciones.
b.- Sólo rige para el personal de planta. Lo anterior en virtud del Art. 6° del EA, excluyendo a los
funcionarios de exclusiva confianza que no obstante ser de planta se mantienen en su cargo hasta
que se mantiene su confianza. También se excluyen los contratados a honorarios y a contrata.
c.- Se fundamenta en principios jerárquicos, profesionales y técnicos.
d.- Sus objetivos son la igualdad de oportunidades para el ingreso, dignidad de la función pública,
capacitación, ascenso, estabilidad en el empleo y objetividad en las calificaciones.
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CUARTA PARTE: OBLIGACIONES, PROHIBICIONES E INCOMPATIBILIDADES.
1.1.- Introducción.
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que exceden la jornada ordinaria y que además se realicen a continuación de la misma y hasta antes
de las 21 horas, evento en que se tipifica la figura del trabajo extraordinario diurno, y 2) cuando se
trate de desempeños que se ejecutan de noche o en días sábado, domingo y festivos.
Se entenderá por trabajo nocturno el que se realiza entre las veintiuna horas de un día y las siete
horas del día siguiente.
Los trabajos extraordinarios se compensarán con descanso complementario. Si ello no fuere
posible por razones de buen servicio, aquéllos serán compensados con un recargo en las
remuneraciones.
El descanso complementario destinado a compensar los trabajos extraordinarios realizados a
continuación de la jornada, será igual al tiempo trabajado más un aumento del veinticinco por
ciento.
En el evento que lo anterior no fuere posible, la asignación que corresponda se determinará
recargando en un veinticinco por ciento el valor de la hora diaria de trabajo.
Los empleados que deban realizar trabajos nocturnos o en días sábado, domingo y festivos
deberán ser compensados con un descanso complementario igual al tiempo trabajado más un
aumento de cincuenta por ciento.
En caso de que el número de empleados de una institución o unidad de la misma, impida dar el
descanso complementario a que tienen derecho los funcionarios que hubieren realizado trabajos en
días sábado, domingo y festivos u horas nocturnas, se les abonará un recargo del cincuenta por
ciento sobre la hora ordinaria de trabajo
d.3) Tiempo no trabajado: El tiempo durante el cual no se hubiere efectivamente trabajado no
podrán percibirse remuneraciones, salvo que se trate de feriados, licencias, permiso postnatal
parental o permisos con goce de remuneraciones, previstos en el Estatuto Administrativo, de la
suspensión preventiva contemplada en el artículo 136 E.A., de caso fortuito o de fuerza mayor. Los
atrasos y ausencias reiterados, sin causa justificada, serán sancionados con destitución, previa
investigación sumaria.
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años. El Jefe superior del servicio sólo podrá disponer estas comisiones, siempre que los
estudios se encuentren relacionados con las funciones que deba cumplir la respectiva
institución.
Jurisprudencia: Sólo en virtud de una comisión de servicios pueden desarrollarse labores
ajenas al empleo y, además, en una entidad distinta, ya que tanto la destinación como el
cometido funcionario importan el desarrollo de tareas propias del empleo que ocupan los
servidores públicos y en la institución a la cual ellos pertenecen (Dictamen N°52.148/2014 -
CGR).
Situación especial de la comisión en el extranjero: Cuando la comisión deba efectuarse en el
extranjero, el decreto que así lo disponga deberá ser fundado, determinando la naturaleza de
ésta y las razones de interés público que la justifican, a menos de tratarse de misiones de
carácter reservado, en que será suficiente establecer que el funcionario se designa en misión de
confianza. En todo caso, el decreto especificará si el funcionario seguirá ganando en su totalidad
o en parte de ellas las remuneraciones asignadas a su cargo u otras adicionales, en moneda
nacional o extranjera, debiendo indicarse la fuente legal a que deba imputarse el gasto y el plazo
de duración de la comisión. El decreto llevará, además, la firma del Ministro de Relaciones
Exteriores.
e.3) Cometidos funcionarios: Es un mecanismo de distribución de tareas entre los funcionarios.
Es el cumplimiento de labores específicas inherentes al cargo que se ocupa, sea que se realicen
dentro o fuera de su lugar de desempeño habitual, en el mismo servicio o en otro, por un tiempo
determinado. No es necesario un acto formal, salvo que involucren gastos (pasajes, viáticos, u
otros análogos).
A este respecto, debe tenerse en cuenta que la obediencia puede ser absoluta o reflexiva. En el
primer caso, no admite representación y es propia de la administración castrense. En cambio, en la
obediencia reflexiva, admite representación por parte del subalterno, en los términos del artículo 62
del Estatuto Administrativo “… si el funcionario estimare ilegal una orden deberá representarla por
escrito, y si el superior la reitera en igual forma, aquél deberá cumplirla, quedando exento de toda
responsabilidad, la cual recaerá por entero en el superior que hubiere insistido en la orden. Tanto el
funcionario que representare la orden, como el superior que la reiterare, enviarán copia de las
comunicaciones mencionadas a la jefatura superior correspondiente, dentro de los cinco días
siguientes contados desde la fecha de la última de estas comunicaciones”.
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la observancia de dicho precepto. A su vez, el artículo 62 LOCBGAE, describe los casos que
contravienen especialmente el principio de la probidad administrativa.
h) Guardar secreto en los asuntos que revistan el carácter de reservados en virtud de la ley,
del reglamento, de su naturaleza o por instrucciones especiales.
j) Proporcionar con fidelidad y precisión los datos que la institución le requiera relativos a
situaciones personales o de familia, cuando ello sea de interés para la Administración,
debiendo ésta guardar debida reserva de los mismos.
En relación con la obligación común en examen cabe señalar que el Código Penal en su artículo
210 tipifica como delito de perjurio el falso testimonio que se otorga en materia no contenciosa.
Por otra parte, la jurisprudencia administrativa ha resuelto que la autoridad administrativa no
está facultada para requerir de los funcionarios públicos datos sobre sus ideas políticas (Dictamen
N°44.144, de 1970).
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Lo anterior, sin perjuicio del ejercicio de las facultades fiscalizadoras de la Contraloría General de la
República para velar por el estricto cumplimiento de las normas referidas, y para que se hagan
efectivas las responsabilidades consiguientes en caso de infracción”.
m) Justificarse ante el superior jerárquico de los cargos que se le formulen con publicidad,
dentro del plazo que éste le fije, atendidas las circunstancias del caso.
Si los cargos fueren de tal naturaleza que se comprometiere el prestigio de la institución, el
superior jerárquico deberá ordenar al inculpado que publique sus descargos en el mismo órgano de
comunicación en que aquellos se formularon, haciendo uso del derecho de rectificación y respuesta
que confiere la ley respectiva.
Por su parte, la Contraloría General ha declarado que el deber de defensa, en estudio, responde a
la necesidad de mantener el principio de probidad y es por ello que el funcionario criticado debe
justificarse ante su superior jerárquico de los cargos que se le formular con publicidad, dentro del
plazo que este último le fije, atendidas las circunstancias que rodeen la situación de que se trate
(Dictamen N°60.999, de 1961), y que producida la justificación, corresponde privativamente al
superior jerárquico ponderar si tales descargos deben también publicarse, por lo que al subalterno
no le asiste derecho alguno para exigir que dicha publicación se realice (Dictamen N°3.653, de
1978).
1.3.- Las obligaciones especiales que afectan de manera particular a las autoridades y
jefaturas (Artículo 64 ley N°18.834, Estatuto Administrativo).
Serán obligaciones especiales de las autoridades y jefaturas las siguientes:
a) Ejercer un control jerárquico permanente del funcionamiento de los órganos y de la actuación del
personal de su dependencia, extendiéndose dicho control tanto a la eficiencia y eficacia en el
cumplimiento de los fines establecidos, como a la legalidad y oportunidad de las actuaciones.
b) Velar permanentemente por el cumplimiento de los planes y de la aplicación de las normas
dentro del ámbito de sus atribuciones, sin perjuicio de las obligaciones propias del personal de su
dependencia.
c) Desempeñar sus funciones con ecuanimidad y de acuerdo a instrucciones claras y objetivas de
general aplicación, velando permanentemente para que las condiciones de trabajo permitan una
actuación eficiente de los funcionarios.
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e) Someter a tramitación innecesaria o dilación los asuntos entregados a su conocimiento o
resolución, o exigir para estos efectos documentos o requisitos no establecidos en las disposiciones
vigentes.
f) Solicitar, hacerse prometer o aceptar donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza
para sí o para terceros.
g) Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de trabajo o utilizar personal, material o
información reservada o confidencial del organismo para fines ajenos a los institucionales.
h) Realizar cualquier actividad política dentro de la Administración del Estado o usar su autoridad,
cargo o bienes de la institución para fines ajenos a sus funciones.
i) Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la Administración del Estado; dirigir,
promover o participar en huelgas, interrupción o paralización de actividades, totales o parciales, en
la retención indebida de personas o bienes, y en otros actos que perturben el normal
funcionamiento de los órganos de la Administración del Estado.
j) Atentar contra los bienes de la institución, cometer actos que produzcan la destrucción de
materiales, instrumentos o productos de trabajo o disminuyan su valor o causen su deterioro.
k) Incitar a destruir, inutilizar o interrumpir instalaciones públicas o privadas, o participar en
hechos que las dañen.
l) Realizar cualquier acto atentatorio a la dignidad de los demás funcionarios. Se considerará como
una acción de este tipo el acoso sexual, entendido según los términos del artículo 2º, inciso segundo,
del Código del Trabajo, y la discriminación arbitraria, según la define el artículo 2º de la ley que
establece medidas contra la discriminación.
Concepto de acoso sexual del artículo 2 del Código del Trabajo: el que una persona realice en
forma indebida, por cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien
los recibe y que amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo.
Concepto de discriminación arbitraria del artículo 2 ley N°20.609, que establece medidas contra
la discriminación: se entiende por discriminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción
que carezca de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause
privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales
establecidos en la Constitución Política de la República o en los tratados internacionales sobre
derechos humanos ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, en particular cuando se
funden en motivos tales como la raza o etnia, la nacionalidad, la situación socioeconómica, el idioma,
la ideología u opinión política, la religión o creencia, la sindicación o participación en organizaciones
gremiales o la falta de ellas, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género, el estado civil, la
edad, la filiación, la apariencia personal y la enfermedad o discapacidad.
m) Realizar todo acto calificado como acoso laboral en los términos que dispone el inciso segundo
del artículo 2º del Código del Trabajo.
Concepto de acoso laboral del artículo 2 inciso 2° del Código del Trabajo: es contrario a la
dignidad de la persona el acoso laboral, entendiéndose por tal toda conducta que constituya
agresión u hostigamiento reiterados, ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en
contra de otro u otros trabajadores, por cualquier medio, y que tenga como resultado para el o los
afectados su menoscabo, maltrato o humillación, o bien que amenace o perjudique su situación
laboral o sus oportunidades en el empleo.
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2.- LAS INCOMPATIBILIDADES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
La Constitución Política establece que “el ejercicio de las funciones públicas obliga a sus
titulares a dar estricto cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones” (artículo 8º,
inc. 1º). ¿En qué consiste este principio? El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua
identifica el término “probidad” con “honradez” y define ésta, a su vez, como “rectitud de ánimo,
integridad en el obrar”. Según la Ley, el principio de probidad administrativa consiste en “observar
una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo,
con preeminencia del interés general sobre el particular”(artículo 52 inc. 2º, de la LOCBGAE).
Elementos de la probidad administrativa:
a.- Conducta funcionaria intachable: Esto significa que las actuaciones de los servidores públicos
deben adecuarse completamente a los deberes que les fija la ley y constituir un testimonio de ética
pública ante la comunidad.
b.- Desempeñar honesta y lealmente la función o cargo:Las funciones o cargos públicos implican
prestar servicios para una entidad especial: la Administración del Estado, que está a cargo del logro
del bien común como todos los poderes públicos, asumiendo tareas que los agentes privados no
pueden desarrollar y que son las que justifican la existencia del Estado, como la lucha contra la
pobreza, la administración de justicia o la seguridad ciudadana. Quien trabaja para el Estado se hace
parte de esa tarea y, por lo tanto, debe actuar de manera recta y comprometida con ella,
desarrollando una gestión no sólo honesta, también eficiente y eficaz. No se trata de un compromiso
con el Gobierno específico que esté en funciones; consiste en un compromiso con los valores y
principios de la Constitución y las leyes y, especialmente, con los derechos esenciales de las
personas. Esa lealtad institucional es la que exige la Constitución y la que debe esperarse de todo
servidor público.
c.- Sujetos obligados. El Art. 52 inc. 2° LOCBGAE obliga a todos quienes desempeñan una función o
cargo. De acuerdo al Art. 3° Letra a) del Estatuto Administrativo, afecta a funcionarios de planta o a
contrata. Los agentes públicos son todos aquellos que ejercen una función del Estado, se trate de un
funcionario público propiamente tal, autoridad o empleado. En consecuencia, el principio de
probidad, no sólo obliga a los funcionarios públicos, sino a otros que prestan servicios en la
administración del Estado. Lo anterior lo ratifica el dictamen N° 7.266 de 2005, que incluye a
quienes se encuentran contratados a honorarios.
d.- Preeminencia del interés general por sobre el particular. Se entiende por intereses particulares a
los vinculados con los fines individuales de cada sujeto y de contenido preferentemente patrimonial.
Por su parte el interés general apunta a la satisfacción de las aspiraciones de la comunidad.
Interés general de acuerdo al artículo 53 LOCBGAE: Conforme al artículo 53 LOCBGAE, “El interés
general exige el empleo de medios idóneos de diagnóstico, decisión y control, para concretar, dentro
del orden jurídico, una gestión eficiente y eficaz. Se expresa en el recto y correcto ejercicio del poder
público por parte de las autoridades administrativas; en lo razonable e imparcial de sus decisiones; en
la rectitud de ejecución de las normas, planes, programas y acciones; en la integridad ética y
profesional de la administración de los recursos públicos que se gestionan; en la expedición en el
cumplimiento de sus funciones legales, y en el acceso ciudadano a la información administrativa, en
conformidad a la ley”.
Medidas que permiten proteger el principio de probidad: a) Se estableceninhabilidades e
incompatibilidades para los servidores públicos (artículos 54, 55 y 55 bis de la LOCBGAE); b) Se
describen conductas que “contravienen especialmente el principio de la probidad administrativa”
(artículo 62 de la LOCBGAE); y c) Se establecendeberes como la necesidad de prestar ciertas
declaraciones para acceder a cargos públicos, incluidas las declaraciones de intereses y de
patrimonio de las altas autoridades.
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3.2. DEBERES RELATIVOS A LA PROBIDAD.
El desempeño de las funciones debe ser “permanente”, dado que los órganos de la
administración del Estado, que están al servicio de la persona humana, tienen por propósito
satisfacer necesidades públicas de manera regular y continua. No pueden no actuar ni cesar sus
actividades unilateralmente, pues las tareas que deben desarrollar son permanentemente
requeridas por la comunidad.
Es en virtud de este principio que, por ejemplo, el artículo 61 d) del Estatuto Administrativo exija
cumplir la jornada de trabajo y realizar los trabajos extraordinarios que ordene el superior
jerárquico, o los artículos 19 Nº 16, inc. 5º, de la Constitución Política de la República, y 84 letra i)
del Estatuto Administrativo prohíben a los servidores públicos declararse en huelga.
c) La Eficiencia y Eficacia.
La Ley de Bases Generales de la Administración del Estado ordena observar los principios de
eficiencia y eficacia y que tanto autoridades como funcionarios velen por una adecuada e idónea
administración de los medios públicos y por el debido cumplimiento de la función pública.
La eficiencia se refiere a lograr los mismos resultados con menos recursos, o mejores resultados
manteniendo iguales medios. Eficacia, en tanto, es la capacidad de lograr el efecto que se desea o se
espera. La ineficiencia y la ineficacia atentan contra el correcto desempeño de la función pública y,
en último término, contra los derechos que tienen las personas ante los órganos de la
Administración. Por ello, contravenir “los deberes de eficiencia y eficacia (...) que rigen el
desempeño de los cargos públicos, con grave entorpecimiento del servicio o del ejercicio de los
derechos ciudadanos ante la Administración” constituye una grave infracción del principio de la
probidad administrativa.
La obligación de desarrollar un trabajo eficiente y eficaz está presente en las siguientes
exigencias legales:
a) Orientar el desarrollo de sus funciones al cumplimiento y materialización de los objetivos de la
institución y a la mejor prestación de los servicios que a ésta correspondan;
b) No dilatar innecesariamente los asuntos entregados a su conocimiento, tramitación o resolución;
c) Responder a la máxima economía de medios con eficacia, evitando trámites dilatorios en los
procedimientos administrativos.
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d) La servicialidad del Estado.
La Constitución señala que el Estado está al servicio de la persona humana (artículo 1º, inc. 4º).
Por lo mismo, la Administración Pública debe tener una especial preocupación por brindar a todas
las personas una atención adecuada y bienes públicos de buena calidad. Algunas de las exigencias
legales que se desprenden de este principio son las siguientes:
a) Tratar a las personas con respeto, cortesía y deferencia, facilitándoles el ejercicio de sus derechos
y el cumplimiento de sus obligaciones. Estas exigencias para los funcionarios son, a la vez, derechos
para las personas.
b) No someter a tramitación innecesaria o dilación los asuntos entregados a su conocimiento o
resolución (artículo 84 e) Estatuto Administrativo).
c) No exigir documentos que no correspondan al procedimiento, o que ya se encuentren en poder de
la Administración.
Como la Administración del Estado debe perseguir el bien común no puede adoptar sus
decisiones desde la óptica de los intereses particulares, sea de quienes sean. Las autoridades y
funcionarios deben ejercer sus labores con imparcialidad y objetividad frente a las personas que
concurren ante la Administración, ya sea para ejercer un derecho o para cumplir una obligación.
Dichas autoridades y funcionarios no pueden favorecer o privilegiar a algunos interesados en
desmedro de otros o del interés general. Si la persona que resolverá un asunto tiene intereses
comprometidos en él, sea directa o indirectamente, difícilmente podrá ser imparcial; por eso debe
abstenerse de intervenir.
Algunos mecanismos destinados a garantizar la imparcialidad son:
a) El deber de abstenerse de intervenir en los asuntos y participar en decisiones en que exista
cualquier circunstancia que reste imparcialidad al servidor público, comunicando la situación
al superior jerárquico para que adopte la decisión que corresponda. En caso que se trate de un
procedimiento administrativo los interesados podrán solicitar por escrito que el servidor
público se inhabilite de conocer del asunto en cualquier momento de la tramitación, ante la
misma autoridad o funcionario afectado, expresando la causa o causas en que se funda. La no
abstención generará responsabilidades administrativas en caso que efectivamente se hubiere
configurado un motivo que exigiera apartarse de la decisión.
b) La necesidad de expresar los hechos y fundamentos de derecho de aquellos actos que
pudiesen afectar los derechos de los particulares, así como de aquellos que resuelvan recursos
administrativos.
f) El principio de jerarquía.
Los funcionarios públicos están sometidos a un régimen jerarquizado y disciplinado, que se
traduce en una escala de grados. En ella, los grados superiores corresponden a los cargos de mayor
responsabilidad. Estos últimos tienen una serie de potestades sobre sus subordinados. Las
exigencias y prohibiciones legales que derivan de la relación de jerarquía son las siguientes:
a) Cumplir las destinaciones y las comisiones de servicio que disponga la autoridad competente.
b) Obedecer las órdenes impartidas por el superior jerárquico. La obediencia, en todo caso, debe
ser razonada o reflexiva. Si el funcionario estima que la orden es ilegal está obligado a representarla
al superior por escrito. Si éste la reitera en igual forma aquél deberá cumplirla, recayendo toda la
responsabilidad en el superior.
c) Realizar los trabajos extraordinarios que ordene el superior jerárquico.
d) Proporcionar con fidelidad y precisión los datos que la institución requiera relativos a
situaciones personales o de familia, cuando ellos sea de interés para la Administración, que deberá
guardar debida reserva de los mismos.
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e) Justificarse ante el superior jerárquico por cargos que sean formulados con publicidad dentro
del plazo que éste le fije.
f) Comunicar previamente al superior jerárquico la participación en algunos procesos judiciales.
Esta obligación opera cuando la persona:
• Debe intervenir ante un tribunal de justicia como parte, testigo o perito, respecto de hechos de que
hubiere tomado conocimiento en el ejercicio de sus funciones.
• Debe declarar en un juicio en que tenga interés el Estado o sus organismos.
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3.3.- CONDUCTAS QUE CONTRAVIENEN ESPECIALMENTE EL PRINCIPIO DE PROBIDAD
ADMINISTRATIVA (ART. 62 LOCBGAE).
Exceptúanse de esta prohibición los donativos oficiales y protocolares, y aquellos que autoriza la
costumbre como manifestaciones de cortesía y buena educación.
El millaje u otro beneficio similar que otorguen las líneas aéreas por vuelos nacionales o
internacionales a los que viajen como autoridades o funcionarios, y que sean financiados con
recursos públicos, no podrán ser utilizados en actividades o viajes particulares;
6.- Intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés personal o en que lo
tengan el cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo
de afinidad inclusive.
7.- Omitir o eludir la propuesta pública en los casos que la ley la disponga;
8.- Contravenir los deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen el desempeño de los cargos
públicos, con grave entorpecimiento del servicio o del ejercicio de los derechos ciudadanos ante la
Administración, y
9.- Efectuar denuncias de irregularidades o de faltas al principio de probidad de las que haya
afirmado tener conocimiento, sin fundamento y respecto de las cuales se constatare su falsedad o el
ánimo deliberado de perjudicar al denunciado.
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QUINTA PARTE: DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS.
Derechos de la Derechos de
Derechos de la
Carrera Naturaleza
Naturaleza Social
Funcionaria Económica
Los derechos de la carrera funcionaria están señalados en los arts. 89 a 92 del Estatuto
Administrativo, y son: a) El derecho a la estabilidad en el empleo; b) Al ascenso; c) A participar en
los concursos; d) A participar de las acciones de capacitación; e) A ejercer libremente cualquier
profesión, industria, comercio u oficio en la medida que no interfiera con sus deberes estatutarios.
Es la facultad que asiste al funcionario público para ejercer su empleo en tanto no medie una
causa legal de cesación.
Si bien el artículo 89 de la ley N°18.834, establece el derecho a la función de los empleados
públicos, principio que implica que estos servidores deben ejercer las labores propias del cargo para
el cual han sido nombrados, pueden modificarse las funciones inicialmente asignadas a un empleado
que sirve un cargo de denominación genérica, siempre que las nuevas labores sean propias del
estamento al que pertenece (Dictamen 80.234/2011 - CGR).
Todo funcionario tendrá derecho a: Gozar de estabilidad en el empleo. Este derecho abarca el
derecho al cargo y el derecho a la función.
a) El derecho al cargo, es la facultad que asiste a un funcionario público para ejercer legalmente
su empleo en tanto no medie una causa legal de cesación de funciones; b) El derecho a la función,
se reconoce en art. 46 inc. 3º de LOCBGAE, al señalar, que “los funcionarios públicos sólo podrán ser
destinados a funciones propias del empleo para el cual han sido designados, dentro del órgano o
servicio correspondiente”.
El ascenso consiste en el derecho que tiene el servidor público de las plantas administrativa o
auxiliar que se encuentra en el lugar preferente de su escalafón para acceder al cargo de grado
superior que se encuentra vacante, cumpliendo los requisitos y sin estar inhabilitado para ocuparlo.
Acceder a un cargo público mediante concurso interno en las plantas de directivos de carrera,
profesionales, fiscalizadores y técnicos.
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D.- Derecho a participar de las acciones de capacitación.
Es compatible con la función pública los cargos docentes de hasta un máximo de doce horas
semanales, el ejercicio de funciones a honorarios, siempre que se efectúen fuera de la jornada
ordinaria de trabajo.
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1.2.- Derechos de naturaleza Social.
Los derechos de naturaleza Social, señalados en los arts. 102 a 113, están constituidos por: Los
Feriados, Permisos y Licencias Médicas, incluida la licencia maternal.
A.- Feriado.
Se entiende por feriado el descanso a que tiene derecho el funcionario, con el goce de las
remuneraciones durante el tiempo y las condiciones previstas en elEstatuto Administrativo.
El funcionario que ingresa a la administración no tiene derecho a hacer uso de feriado hasta que
cumpla un año de servicio.
El número de días de feriado que corresponden a un empleado queda fijado por la fecha en que
éste se inicia, conforme a la resolución que lo concede, cuya duración dependerá de los años de
servicio trabajados como dependientes en el sector público o privado, que tenga al momento de
ejercer el derecho a ese beneficio (Dictamen N°27.963/2015 - CGR)
Duración del feriado:
1 15 días hábiles: funcionarios con menos de quince años de servicio
2 20 días hábiles: funcionarios con quince o más y menos de veinte
3 25 días hábiles: funcionarios con veinte o más años de servicio
No se consideran días hábiles los sábados
Feriado y reincorporación: El funcionario que se reincorpora a la administración del Estado no
“ingresa” para los efectos del feriado, porque este hecho se produjo la primera vez que entró a ella a
prestar sus servicios. En este caso, no tiene aplicación el artículo 107 de la ley N°18.834, que se
refiere al servidor “que ingrese a la Administración del Estado”, sino que la norma general del
artículo 103 del Estatuto Administrativo, en cuya virtud el beneficio “corresponderá a cada año
calendario”, haciéndose exigible desde el momento en que el funcionario reingresa, siempre que no
haya hecho uso de la franquicia del respectivo año, pues la legislación que regula esta materia no
permite disfrutar dos veces del mismo beneficio, aunque se hubiere desempeñado para distintos
empleadores (Dictamen N°53.045/2013).
No es obstáculo para computar el periodo realmente trabajado para efectos del feriado
progresivo, la circunstancia de que existan etapas en las cuales no se hubieren enterado
cotizaciones previsionales (Dictamen N°76.145/2013).
Jurisprudencia días útiles feriado: Para reconocer el aumento de feriado solo son días útiles las
labores realizadas en los sectores público o privado, efectuadas en calidad de dependiente, carácter
que no poseen los trabajos remunerados sobre la base de honorarios, aun cuando ellos se prestaron
en forma regular, con un horario fijo y se hayan efectuado imposiciones previsionales voluntarias
(Dictamen N°98.375/2015).
El funcionario solicitará su feriado indicando la fecha en que hará uso de este derecho, el cual no
podrá en ningún caso ser denegado discrecionalmente.
Cuando las necesidades del servicio así lo aconsejen el jefe superior de la institución, el
Secretario Regional Ministerial o el Director Regional de servicios nacionales desconcentrados,
según corresponda, podrá anticipar o postergar la época del feriado, a condición de que éste quede
comprendido dentro del año respectivo, salvo que el funcionario en este caso pidiere expresamente
hacer uso conjunto de su feriado con el que corresponda al año siguiente. Sin embargo, no podrán
acumularse más de dos períodos consecutivos de feriados.
Si el funcionario no hubiese hecho uso del período acumulado en los términos señalados en el
párrafo anterior, podrá autorizarse la acumulación al año siguiente, de la fracción pendiente de
dicho feriado, siempre que ello no implique exceder en conjunto de un total de 30, 40 ó 50 días
hábiles, según el caso.
60
Los funcionarios podrán solicitar hacer uso del feriado en forma fraccionada, pero una de las
fracciones no podrá ser inferior a diez días. La autoridad correspondiente autorizará dicho
fraccionamiento de acuerdo a las necesidades del servicio.Sobre el particular, según lo prescrito en
el artículo 103 de la ley N°18.834, el feriado corresponde a cada año calendario, por lo que quienes
no hagan uso de él en ese lapso, no podrán disfrutarlo en el siguiente año, salvo que se hubieren
pedido la acumulación conforme al artículo 104 del referido texto estatutario.
Por su parte, la jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la República contenida
en el dictamen N°75.786, de 2011, ha sostenido que el derecho a feriado es un beneficio que dice
relación con el año en que se devenga y que se extingue si el funcionario no hace uso de él durante
ese año, a menos que éste haya solicitado, expresamente, que le sea acumulado con el del año
siguiente y en el evento que, habiéndolo pedido oportunamente, la autoridad lo haya anticipado o
postergado, atendidas las necesidades del servicio (Dictamen N°22.927/2016 - CGR).
Enseguida, es necesario recordar que el dictamen N°94.275, de 2015, de la Contraloría General
de la República, precisó que la citada acumulación no constituye por sí misma un derecho para el
servidor, sino sólo en la medida que, habiéndose requerido el respectivo feriado durante el año en
que se devengó, éste haya sido anticipado o postergado por la superioridad.
Reglas especiales en relación a los feriados:
1.- Los funcionarios que se desempeñen en instituciones que dejen de funcionar por un lapso
superior a veinte días dentro de cada año, no gozarán del derecho a feriado, pero podrán completar
el que les correspondiere según sus años de servicios. No regirá esta disposición para los
funcionarios que, no obstante la suspensión del funcionamiento de la institución deban por
cualquier causa trabajar durante ese período.
2.- El funcionario que desempeñe sus funciones en las comunas de Isla de Pascua, de Juan
Fernández y de la Antártica, tendrá derecho a que su feriado se aumente en el tiempo que le
demande el viaje de ida al continente y regreso a sus funciones.
3.- Los funcionarios que residan en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Aisén del General
Carlos Ibáñez del Campo, y de Magallanes y de la Antártica Chilena, y en las provincias de Chiloé y
Palena de la Región de Los Lagos, tendrán derecho a gozar de su feriado aumentado en cinco días
hábiles.
B.- Permiso.
Se entiende por Permiso, la ausencia transitoria de la institución por parte de un funcionario en
los casos y condiciones que se indican en el Estatuto Administrativo. El jefe superior de la
institución, el Secretario Regional Ministerial o el Director Regional de los servicios nacionales
desconcentrados, según corresponda, podrá conceder o denegar discrecionalmente dichos
permisos. Tipos de permisos:
a) Permisos administrativos: Estos permisos serán hasta por 6 días hábiles en el año calendario,
con goce de remuneraciones y podrán fraccionarse por días y medios días.
b) Interferiados: Podrán solicitarse que los días hábiles insertos entre dos feriados, o un feriado
y un día sábado o domingo, según el caso, puedan ser de descanso, con goce de
remuneraciones, en tanto se recuperen con otra jornada u horas de trabajo, realizadas con
anterioridad o posterioridad al feriado respectivo.
c) Permisos sin goce de remuneraciones: El funcionario podrá solicitar permiso sin goce de
remuneraciones: a) por motivos particulares, hasta por seis meses en cada año calendario, y
b) para permanecer en el extranjero, hasta por dos años.
El límite de plazo señalado en el párrafo anterior, no será aplicable en el caso de funcionarios
que obtengan becas otorgadas de acuerdo a la legislación vigente. La expresión “de acuerdo a
la legislación vigente”, utilizada en el inciso segundo del artículo 110 E.A., no puede tener
otro alcance que dejar establecido que no cualquier beca concede el derecho a exceder el
límite de tiempo señalado en su inciso primero, para hacer uno de un permiso sin goce de
remuneraciones, sino que debe tratarse de una que posea, por razones de certeza y seriedad,
el respaldo o fundamento en una norma jurídica (Dictamen N°43.164/1997 - CGR).
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d) Permisos del artículo 104 bis E.A.: Todo funcionario tendrá derecho a gozar de los permisos
contemplados en el artículo 66 del Código del Trabajo. Es decir, permiso por fallecimiento
(muerte del hijo, cónyuge o conviviente civil, hijo en período de gestación, padre o de la
madre del funcionario). Todo trabajador tendrá derecho a siete días corridos de permiso
pagado. En el caso de muerte de un hijo en periodo de gestación así como en el de muerte del
padre o de la madre del trabajador, el permiso corresponde a tres días hábiles.
Los derechos de naturaleza económica son: 1.- derecho a percibir por sus servicios las
remuneraciones y demás asignaciones adicionales que establezca la ley, en forma regular y
completa (artículo 93 E.A.); 2.- derecho a ocupar la casa o habitación del servicio; 3.- derecho a
ocupar casa fiscal; 4.-asignaciones definidas en el Estatuto Administrativo; 5.- derecho a defensa; 6.-
derecho a permuta; 7.- derecho a percibir la remuneración del funcionario que fallece; 8.- derecho a
asistencia médica; 9.- derecho a afiliarse al Bienestar; 10.- derecho a asignación familiar y maternal.
A.- Derecho a percibir por sus servicios las remuneraciones y demás asignaciones
adicionales que establezca la ley, en forma regular y completa (artículo 93 E.A.).
Los funcionarios tendrán derecho a percibir por sus servicios las remuneraciones y demás
asignaciones adicionales que establezca la ley, en forma regular y completa.
La remuneración es un concepto genérico que designa a cualquier estipendio que el empleado o
funcionario tenga derecho a percibir en razón de su empleo o función, lo que no sólo incluye el
sueldo sino también asignaciones adicionales.
Jurisprudencia: sueldo beneficios irrenunciables. El derecho al sueldo y a otros beneficios
pecuniarios es irrenunciable, por cuanto se ha entendido que no solo atienden al interés individual
del renunciante sino que son de orden público. De este modo, no es posible para un funcionario
renunciar anticipadamente a las remuneraciones que les corresponda percibir en razón del cargo
que actualmente desempeña. Sin embargo, esto no obsta a que una vez devengados dichos
beneficios pueda renunciar a ellos o bien donarlos para algún fin determinado (Dictamen
N°14.556/2012 - CGR).
Devengo y pago:
Las remuneraciones se devengarán desde el día en que el funcionario asuma el cargo.
Se pagarán por mensualidades iguales y vencidas.
Las fechas efectivas de pago podrán ser distintas para cada organismo, cuando así lo
disponga el Presidente de la República.
No es posible conceder anticipos.
Características de las remuneraciones.
Son embargables: Las remuneraciones son embargables hasta en un 50%, por resolución
judicial ejecutoriada dictada en juicio de alimentos o a requerimiento del Fisco o de la
institución a que pertenezca el funcionario, para hacer efectiva la responsabilidad civil
proveniente de los actos realizados por éste en contravención a sus obligaciones
funcionarias.
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Deducciones legales: Sólo se pueden deducir el pago de impuestos, cotizaciones de
seguridad social y demás establecidas expresamente por las leyes.
Deducciones convencionales: A petición escrita del funcionario, podrá autorizar que se
deduzcan de la remuneración de este último, sumas o porcentajes determinados destinados
a efectuar pagos de cualquier naturaleza, pero que no podrán exceder en conjunto del 15 %
de la remuneración. Si existieren deducciones ordenadas por el sistema de bienestar, el
límite indicado se reducirá en el monto que representen aquéllas.
El funcionario tendrá derecho a ocupar con su familia, gratuitamente, la vivienda que exista en el
lugar en que funcione la institución, cuando la naturaleza de sus labores sea la mantención o
vigilancia permanente del recinto y esté obligado a vivir en él.
Aún en el caso de que el funcionario no esté obligado por sus funciones a habitar la casa
habitación destinada al servicio, tendrá derecho a que le sea cedida para vivir con su familia. En este
caso, pagará una renta equivalente al 10% del sueldo asignado al cargo, suma que le será
descontada mensualmente. Este derecho podrá ser exigido, sucesiva y excluyentemente, por los
funcionarios que residan en la localidad respectiva, según su orden de jerarquía funcionaria. Sin
embargo, una vez concedido no podrá ser dejado sin efecto en razón de la preferencia indicada.
El derecho a ocupar casa fiscal no corresponderá a aquel funcionario que sea, él o bien su
cónyuge, propietario de una vivienda en la localidad en que presta sus servicios.
a) Pérdida de caja: Se otorga al funcionario que, en razón de su cargo, maneje dinero en efectivo
como función principal, salvo que la institución contrate un sistema de seguro para estos efectos.
b) Movilización: Le corresponde al funcionario que, por la naturaleza de su cargo, deba realizar
visitas domiciliarias o labores inspectivas fuera de la oficina en que desempeña sus funciones
habituales, pero dentro de la misma ciudad, a menos que la institución proporcione la movilización.
c) Horas extraordinarias, que se concederá al funcionario que deba realizar trabajos nocturnos o en
días sábado, domingo y festivos o a continuación de la jornada de trabajo, siempre que no se hayan
compensado con descanso suplementario. Jurisprudencia: Es improcedente pagar horas
extraordinarias a los funcionarios que realizan cursos de capacitación fuera de la jornada ordinaria.
La compensación en estos casos consiste en un descanso complementario. Tratándose de las
actividades contempladas en el artículo 28 de la ley N°18.834 (estudios de educación básica, media
o superior y los cursos de postgrado conducentes a la obtención de un grado académico)que no se
consideran capacitación, tampoco corresponde pagar horas extraordinarias, ya que si la ley no ha
previsto a su respecto el otorgamiento de descanso complementario, menos puede estimarse que
proceda el pago de remuneraciones (Dictamen N°21.219/2014).
d) Cambio de residencia, que se concederá al funcionario que para asumir el cargo, o cumplir una
nueva destinación, se vea obligado a cambiar su residencia habitual, y al que una vez terminadas sus
funciones vuelva al lugar en que residía antes de ser nombrado. Esta asignación comprenderá una
suma equivalente a un mes de remuneraciones correspondientes al nuevo empleo; pasajes para él y
las personas que le acompañen, siempre que por éstas perciba asignación familiar, y flete para el
menaje y efectos personales hasta por un mil kilogramos de equipaje y diez mil de carga.
Las personas que deban cambiar de residencia para hacerse cargo del empleo en propiedad al
ingresar o cesar en funciones sólo tendrán derecho a los dos últimos beneficios señalados
precedentemente. Las personas que ingresen tendrán derecho a que se les conceda un anticipo
hasta por una cantidad equivalente a un mes de remuneración, la que deberán reembolsar en el
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plazo de un año, por cuotas mensuales iguales. El traslado que se decrete a solicitud expresa del
interesado no dará derecho a percibir la asignación establecida en esta norma.
e) Viático, pasajes, u otros análogos, cuando corresponda, en los casos de comisión de servicios y de
cometidos funcionarios. El viático es un beneficio económico que tiene por objeto compensar los
mayores gastos en que debe incurrir el funcionario que, por razones de servicio y en cumplimiento
de cometidos o comisiones, debe pernoctar o alimentarse fuera del lugar de su desempeño habitual
(DFL 262/1977, del Ministerio de Hacienda).
f) Otras asignaciones contempladas en leyes especiales.
Prescripción: El derecho al cobro de las asignaciones prescribirá en el plazo de seis meses
contado desde la fecha en que se hicieron exigibles.
Los funcionarios tendrán derecho, además, a ser defendidos y a exigir que la institución a que
pertenezcan persiga la responsabilidad civil y criminal de las personas que atenten contra su vida o
su integridad corporal, con motivo del desempeño de sus funciones, o que, por dicho motivo, los
injurien o calumnien en cualquier forma.
La denuncia será hecha ante el respectivo Tribunal por el jefe superior de la institución, a
solicitud escrita del funcionario, y cuando el afectado fuere dicho jefe superior, la denuncia la hará el
Ministro de Estado que corresponda.
Los funcionarios tendrán derecho a solicitar la permuta de sus cargos, siempre que no sean de
exclusiva confianza. La permuta consistirá en el cambio voluntario de sus respectivos cargos entre
dos funcionarios titulares de igual grado de la respectiva planta, siempre que posean los requisitos
legales y reglamentarios para ocupar los respectivos empleos, y la aceptación de las autoridades
facultadas para hacer los nombramientos.
Los funcionarios que permuten sus empleos pasarán a ocupar en el escalafón el último lugar del
respectivo grado, hasta que obtengan una nueva calificación (artículo 92 E.A.).
En caso de que un funcionario fallezca, el cónyuge o conviviente civil sobreviviente, los hijos o los
padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir la remuneración que a éste
correspondiere, hasta el último día del mes en que ocurriere el deceso (artículo 114 E.A.).
Los funcionarios tendrán derecho a afiliarse a los Servicios de Bienestar, en los casos y
condiciones que establezcan sus estatutos (artículo 117 E.A.).
Prescriptibles, ello en atención al dictamen Nº 30.104 de 1980 que señala que es necesario
precisar que en nuestro ordenamiento jurídico sólo son imprescriptibles los derechos que
expresamente ha sido declarados como tales. Así la prescripción está tratada en los arts. 99, 157 y
161 del E.A., y según estas reglas:
El derecho “al cobro de las asignaciones que establece el artículo anterior prescribirá en el
plazo de 6 meses contado desde la fecha en que se hicieron exigibles”.
La prescripción extintiva es una institución de orden público cuyo objeto es evitar que las
relaciones jurídicas se mantengan por largo tiempo en una situación de incertidumbre, además de
una sanción para el acreedor negligente en el ejercicio de sus derechos.
65
SEXTA PARTE: RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA.
De allí que la ley considere dos tipos de medidas para el caso de infracción a los deberes y
obligaciones funcionarias: las anotaciones de demérito y las medidas disciplinarias. La práctica
de anotaciones de demérito compete exclusivamente al jefe directo del funcionario infractor y no
implica responsabilidad administrativa. Las medidas disciplinarias, en cambio, son las sanciones
que se aplican a un funcionario que ha incurrido en responsabilidad administrativa al infringir
gravemente sus obligaciones y deberes funcionarios, no pudiendo ser aplicadas sino como
conclusión de un proceso disciplinario. De acuerdo al Dictamen N° 30.952, de 2005, de la
Contraloría General de la República, quien ha sido objeto de una anotación de demérito por
determinados hechos, puede también ser objeto de una medida disciplinaria en razón de los
mismos, siempre que ellos sean ponderados una sola vez en su evaluación, sea en la época en que
éstos acaecieron o en la que se impone el castigo disciplinario. Ello, por cuanto la anotación de
demérito tiene por finalidad servir como antecedente, entre otros, para evaluar a un funcionario en
el respectivo proceso calificatorio, en tanto el proceso administrativo persigue establecer
responsabilidades funcionarias comprometidas derivadas de faltas cometidas.
67
Desde un punto de vista lógico, la actuación de un investigador o fiscal, durante la etapa de
instrucción o investigación, debe centrarse en los siguientes aspectos: a) Determinar si los hechos
denunciados son efectivos o no; b) Determinar si en los hechos denunciados le ha cabido
participación a algún funcionario del Servicio.
En primer lugar, cabe tener presente que el Estatuto Administrativo, a través de las causales de
implicancia y recusación que establece específicamente para los sumarios administrativos, ha
procurado que las personas que van a desempeñarse como instructoras de este tipo de procesos
administrativos estén dotadas de la imparcialidad y objetividad necesarias para cumplir con su
función investigativa. De allí que los artículos 133 y 134 de dicho texto legal inhabilitan a aquel
fiscal y a su ministro de fe, que es el actuario, que tengan interés directo o indirecto en los hechos
investigados, que tengan amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de los inculpados o
alguno de los grados de parentesco que se establecen en la letra c) del artículo 133. Asimismo, el
fiscal o el actuario podrán declararse inhabilitados por cualquier otro hecho que a su juicio les reste
imparcialidad (artículo 134 inciso tercero del Estatuto Administrativo). A este respecto, la
Contraloría General de la República ha sostenido que es improcedente designar como fiscal al
funcionario que a través de una denuncia ha adelantado opiniones sobre la responsabilidad de los
presuntos inculpados, porque carecería de la objetividad e imparcialidad exigibles a un instructor
(Dictamen N° 17.769, de 1994).
La diferencia entre las implicancias y recusaciones radica en que las primeras son planteadas
por el fiscal o por su actuario, mientras que las segundas deben ser alegadas por los inculpados al
momento de ser apercibidos en su primera declaración ante la fiscalía o dentro de segundo día
(artículo 132 del Estatuto Administrativo). Las causales de implicancia o recusación están
establecidas en los artículos 133 y 134 del cuerpo estatutario y son de derecho estricto, es decir, el
inculpado no puede recusar al fiscal o al actuario, sino en base a alguna de las causales allí
establecidas, así como los funcionarios designados como fiscales o actuarios sólo pueden aducir
como causales de implicancia, hechos que se refieran exclusivamente a la carencia de la neutralidad
necesaria para conducir objetivamente la investigación a la luz de las exigencias del debido proceso.
(Dictamen N° 9.499, de 2009, de la Contraloría).
A este respecto, el Dictamen N° 14.222, de 2001, indica que no existe inhabilidad, ni razón legal
que impida designar investigador o fiscal, en un procedimiento disciplinario, a funcionarios que
tienen la calidad de dirigentes gremiales de una asociación de funcionarios.
Si bien, el Estatuto Administrativo solamente establece la posibilidad que los fiscales o los
actuarios en los sumarios administrativos se declaren implicados, ello no obsta para que si un/a
investigador/a en una investigación sumaria estima que concurren a su respecto alguna de las
causales del artículo 133 o algún otro hecho que a su juicio le reste imparcialidad, se declare
inhabilitado/a y así lo manifieste por escrito a la autoridad que ordenó la instrucción de la
investigación respectiva, quien deberá ponderar la situación expuesta por el instructor/a y decidir
si la acepta o no.
La imparcialidad con que un investigador/a o fiscal debe desempeñarse en un proceso
administrativo debe reflejarse en las actuaciones que realice durante la tramitación del proceso y en
la forma como se dirige a los inculpados y testigos.
De esta manera, las diligencias ordenadas por el instructor/a deben tender a que él/ella se forme
una visión lo más amplia posible de los hechos y de la participación de los presuntos inculpados/as,
procurando que con ellas se favorezca el éxito de la investigación en su conjunto y no a alguna de las
personas involucradas en particular.
Asimismo, los instructores/as al interrogar deben abstenerse de emitir juicios u opiniones ya sea
sobre los hechos, las personas involucradas o las posibles sanciones que puede acarrear una
determinada conducta y limitarse a efectuar sus preguntas en forma neutra. Asimismo, cualquiera
sea el grado de conocimiento que tengan respecto de los interrogados, al momento de tomar
declaraciones deben hacerlo con el respeto y la formalidad que exige un proceso administrativo,
absteniéndose de referirse a ellos u a otras personas en forma demasiado familiar y menos,
despectivamente.
68
Por otra parte, los instructores deben procurar que el lugar donde tomen sus declaraciones y
realicen otros trámites, tales como la formulación de cargos, sea lo más privado posible, con el fin de
proteger la intimidad de los involucrados.
Si el instructor, al término de sus indagaciones, estima que no hay responsabilidades
funcionarias involucradas y por tanto, no hay mérito para la formulación de cargos, se pasará de
inmediato a la etapa informativa a la autoridad, correspondiendo que el instructor proponga en su
informe el sobreseimiento.
- La determinación de los hechos:
La mera denuncia de un hecho no basta para establecer que, efectivamente, se ha cometido. Así,
la primera labor de un investigador o fiscal debiera ser el comprobar si los hechos denunciados son
efectivos, o no lo son. De allí que, junto con cumplir las formalidades de inicio del proceso,
(Aceptación del cargo, una vez notificado/a de la resolución que instruye el respectivo proceso,
nombramiento de actuario, en el caso de un sumario administrativo, formación del expediente
sumarial con la resolución y antecedentes fundantes) debe abocarse a recopilar de manera diligente
todos aquellos antecedentes, sean orales, escritos, materiales u otros, que permitan configurar
fehaciente e inequívocamente la existencia de los hechos.
Es conveniente, en este sentido, que el instructor pueda entrevistar, lo más pronto posible al o
los afectados, a fin de contar con un relato completo de los hechos y determinar la presencia de
testigos que pudieran corroborar la existencia del hecho. Del mismo modo, es conveniente recabar
copia de todo tipo de documentación que pudiera haberse producido inmediatamente después de
ocurrido el hecho y adjuntarlos al expediente sumarial. Es importante procurar determinar el día y
hora exactos en que habrían ocurrido los hechos investigados o al menos, determinar el período de
tiempo en que pudo haberse verificado. Además, debe tomarse declaración al presunto inculpado,
tanto porque de esta manera se da cumplimiento a un trámite esencial dentro del proceso, como
porque este testimonio, en conjunto con el del/de la afectado/a y otros testigos, ayudará al
instructor/a a esclarecer los hechos.
En cuanto a la declaración en un proceso administrativo de un funcionario que se encuentra
gozando de licencia médica, el Dictamen N° 19.892, de 2009, del Órgano Contralor ha resuelto que
ella puede realizarse enviándole un listado de preguntas atingentes, conminándolo, en la medida
que ello fuere posible, atendida la naturaleza del procedimiento que origina el permiso, a dar
respuesta escrita en un plazo prudencial, fijado por el fiscal respectivo, criterio aplicable también a
los servidores que se encuentran en el extranjero. Asimismo, agrega, el instructor, dentro de las
amplias facultades con que cuenta para realizar la investigación, puede concurrir al domicilio del
funcionario para tomar la declaración respectiva, en la medida que tal acto sea posible de efectuar
atendido el estado de salud del empleado convaleciente y no perturbe la recuperación de éste.
Finalmente, señala que, en el evento que la condición de la persona impida realizar las gestiones
indicadas, es del caso señalar que conforme al inciso final del artículo 135 del Estatuto
Administrativo, la autoridad administrativa competente, en casos calificados, se encuentra facultada
para prorrogar el plazo de instrucción del sumario, a efectos de realizar la diligencia pendiente
decretada oportunamente que no se hubiere podido cumplir por fuerza mayor, circunstancia que,
referida a la citación de empleados públicos que se encuentran haciendo uso de una licencia médica,
corresponde a dicha autoridad ponderar.
Como consecuencia de una investigación sumaria o de un sumario administrativo se determine
que los hechos denunciados nunca se verificaron y jamás ocurrieron, lo que debe traducirse en un
dictamen del instructor/a solicitando el sobreseimiento.
Asimismo, es posible que en el transcurso del proceso el instructor tome conocimiento de otras
irregularidades distintas de las señaladas en la resolución que ordenó el proceso sumarial, pudiendo
ampliar su competencia a todas ellas y pudiendo, incluso formular cargos a los funcionarios que
aparezcan involucrados (Dictámenes Nºs. 9.262, de 1992 y 40.308, de 1980, entre otros, de la
Contraloría General de la República).
69
- La determinación de la participación de algún funcionario en el hecho:
Paralelamente al establecimiento de los hechos, el instructor debe procurar determinar la
identidad exacta del o de los funcionarios públicos involucrados en los hechos.
Nuevamente, para este efecto, es conveniente consultar a los/as afectados/as y recabar
antecedentes acerca de la asistencia de los presuntos implicados al establecimiento el día de los
hechos, su ubicación o función asignada ese día y otros datos relevantes.
Es posible que, como consecuencia de la investigación sumaria o sumario administrativo
instruido, se concluya que no hubo participación de funcionarios en los hechos investigados o que
no es posible determinar con exactitud quien es el funcionario responsable de tales hechos (aunque
existan varios "sospechosos", a juicio del instructor), casos en que el proceso deberá concluir con
una solicitud de sobreseimiento de parte del/de la instructor/a. Asimismo, es posible que de las
indagaciones se derive la responsabilidad administrativa de funcionarios de otros servicios
públicos, caso en el cual el instructor debe poner los antecedentes en conocimiento del jefe superior
de dicho servicio, a fin que se investigue la responsabilidad administrativa en que pudieron haber
incurrido los servidores de aquel.
71
han sido materia de cargos, los que deben formularse en la etapa procesal pertinente, esto es, antes
del cierre del proceso.
Asimismo, los Dictámenes N°s. 39.118, de 2004 y 7.708, de 2007, del Órgano Contralor indican
que no procede que el investigador o fiscal manifieste en los cargos su opinión acerca de la sanción a
aplicar a un inculpado, ya que con ello se vulnera el principio de objetividad que debe imperar en
todas sus actuaciones y vicia dicha diligencia, puesto que conlleva un prejuzgamiento de las
acciones del imputado, antes que éste ejerza, si lo estima conveniente, el derecho para hacer sus
descargos.
En toda investigación sumaria o sumario administrativo, los cargos deben notificarse al
funcionario inculpado, en la forma establecida en los artículos 126 y 131 del Estatuto
Administrativo, esto es, personalmente o en su defecto, por carta certificada, quien tiene un plazo
para formular sus descargos.
En sus descargos, el inculpado puede solicitar rendir prueba y ante dicha petición el fiscal debe,
necesariamente, abrir un período de prueba que se denomina “término probatorio” y efectuar las
diligencias solicitadas por la defensa. Existe jurisprudencia de la Contraloría General de la República
en el sentido que la rendición de las pruebas y realización de las diligencias solicitadas por el
inculpado en sus descargos constituyen un derecho del funcionario imputado y no una facultad
discrecional del instructor, por ende, éste no puede omitir su realización (Dictámenes N° 25.594, de
1993; 37.683, de 1995 y 10.899, de 1999, entre otros). Sin embargo y habiendo terminado la etapa
indagatoria es de exclusiva responsabilidad del/a inculpado/a el aporte de la prueba.
El Estatuto Administrativo otorga al/a la inculpado/a la oportunidad procesal para aportar los
medios probatorios que posea, los que pueden ser de cualquier tipo, en cuyo caso debemos
entender que, a falta de norma administrativa expresa, son todos los que contempla la legislación
común.
El inculpado y su abogado podrán presentar pruebas o solicitar al instructor actuaciones para su
defensa, pudiendo acompañar documentos o puntos para interrogar testigos o requerir careos, pero
corresponde exclusivamente al fiscal realizar diligencias (Dictamen N° 10.369, de 1991).
Respecto de la prueba, el Estatuto Administrativo no contiene normas sobre la forma de
apreciación de la prueba. Se estima que se trata de un sistema de sana crítica, ya que está fundado
en que el fiscal aplique la lógica y máxima experiencia.
Cabe señalar que si se presentan documentos electrónicos éstos se anexarán al proceso y deben
incluirse en el expediente, en lo posible, en soporte papel.
Tratándose de testigos, si el inculpado ofrece prueba testimonial, debe indicar en sus descargos
el nombre de los testigos y acompañar la minuta de las preguntas que deberán responder. El
investigador o fiscal deberá fijar un día, hora y lugar para la prueba testimonial, lo que será
notificado al inculpado, quien será responsable de avisar a los testigos para que concurran a
declarar. De acuerdo a los Dictámenes N°s.10.369, de 1991 y 3.965, de 1994, de la Contraloría
General de la República, el inculpado o su representante no pueden interrogar o contrainterrogar a
los testigos, como procede en juicios civiles y penales, porque la ley estatutaria no permite tal
intervención ni fija un procedimiento para producir la prueba, sin desmedro de las observaciones a
la prueba que pueda formular el inculpado y de que la autoridad sancionadora, acorde al artículo
140 del Estatuto Administrativo, ordene realizar nuevas diligencias si lo estima pertinente. En tanto,
el fiscal debe atenerse a la minuta de preguntas y no puede pedir aclaraciones. A este respecto, el
hecho que el jefe superior del Servicio comparezca como testigo de un funcionario no es óbice para
que firme la resolución que le aplique medidas disciplinarias al mismo servidor.
Si un inculpado no formula descargos, habiendo sido válidamente notificado de los cargos,
dentro del plazo establecido por el Estatuto Administrativo para los dos tipos de procesos, se
entiende que está renunciando a su derecho a defenderse de las acusaciones que se le plantean y el
instructor al emitir su informe, vista o dictamen debe consignar este hecho.
72
C) Informativa: Informe del investigador o dictamen o vista fiscal, ya sea proponiendo medidas
disciplinarias, la absolución o el sobreseimiento a la autoridad competente.
Vencido el plazo para formular los descargos (se hayan formulado o no) o vencido el término
probatorio, en su caso, el instructor debe proceder a emitir su dictamen, con lo cual concluye su
participación en el procedimiento sumarial. Es esencial que el dictamen del instructor contemple la
fecha de su emisión, toda vez que si el inculpado no formuló descargos la indicación de la fecha de la
vista permitirá determinar si el instructor respetó el plazo que tenía el inculpado para formular sus
descargos. De acuerdo al Dictamen N° 40.517, de 2008, entre otros, la vista o informe fiscal es un
trámite esencial cuya omisión acarrea un vicio de legalidad.
En este ámbito merece destacarse que reiterada jurisprudencia de la Contraloría General de la
República señala que el fiscal debe dar cumplimiento estricto a lo preceptuado en el artículo 139
inciso segundo del Estatuto Administrativo, en cuanto a efectuar una relación de los hechos
investigados y la forma como se ha llegado a comprobarlos, a determinar la participación y grado de
culpabilidad que les hubiere correspondido a los sumariados, la anotación de las circunstancias
atenuantes o agravantes, y la proposición a la autoridad correspondiente de las sanciones que
estimare procedente aplicar o de la absolución de uno o más de los inculpados, o del
sobreseimiento, en caso de no haber formulado cargos.
Tanto los hechos investigados, como la participación de los inculpados deben establecerse
exclusivamente a partir de los antecedentes allegados al proceso y que consten en el expediente y
sobre la base de una valoración o ponderación racional de todos los antecedentes investigados.
Así, por ejemplo, ni los hechos, ni la participación de un funcionario, pueden darse por
acreditados sobre la base de la intuición del investigador o fiscal, o sobre la base de informaciones
verbales proporcionadas al instructor por personas que no han declarado en el proceso.
En lo que dice relación con circunstancias eximentes de responsabilidad, se pueden distinguir
diferentes tipos de eximentes. Entre ellas pueden citarse la representación oportuna y formal de
una orden ilegal, consagrada en el artículo 62 del Estatuto Administrativo, la no exigibilidad de otra
conducta o fuerza mayor (Dictámenes N°s. 7.401, de 1988 y 12.353, de 1989, de la Contraloría
General de la República) y la inimputabilidad por razones de salud.
Respecto de las circunstancias modificatorias de responsabilidad no existe una enumeración
legal de estas circunstancias, como ocurre en el Derecho Penal, por lo que el instructor deberá
determinarlas en conformidad a los antecedentes sumariales, pero ello no obsta a que deben ser
consideradas al momento de determinar la responsabilidad disciplinaria y las sanciones que
correspondan.
En cuanto a las atenuantes que se pueden considerar se encuentran las buenas calificaciones, las
anotaciones de mérito, no encontrarse sometido a otros procesos administrativos, la reparación con
celo del mal causado, enfermedades que no alcanzan a constituir eximentes de responsabilidad,
alteraciones graves de la situación familiar que obligan a asumir mayores responsabilidades en ese
ámbito, inexperiencia en un cargo, fuerte apremio económico, provocado por grave enfermedad o
fallecimiento de familiar o cónyuge, autodenuncia o confesión espontánea, etc. De acuerdo a los
Dictámenes N°s. 9.697, de 1967, 2.182, de 1990 y 9.042, de 1999, de la Contraloría General de la
República, no pueden considerarse como atenuantes los daños que una medida disciplinaria
provoque a la familia del inculpado, el menoscabo económico que eventualmente pueda significar la
sanción que se le imponga y las argumentaciones aducidas por éste, en el sentido que no existiría
perjuicio fiscal alguno por haber reintegrado oportunamente las sumas de dinero cuya apropiación
indebida se le imputa. Respecto a las agravantes, pueden considerarse, entre otras, el actuar con
alevosía o premeditación, hacerse valer del cargo para ocultar hechos, hacer valer su jerarquía,
calificaciones deficientes, anotaciones de demérito, encontrarse sometido a otros procesos
administrativos, falta de colaboración con la fiscalía para el esclarecimiento de los hechos materia
del procedimiento disciplinario, etc.
Cabe señalar que, si bien el artículo 121 inciso final del D.F.L. N° 29 establece que las medidas
disciplinarias se aplicarán tomando en cuenta la gravedad de la falta y las circunstancias atenuantes
o agravantes que arroje el mérito de los antecedentes, tal disposición sólo rige para las infracciones
73
que pueden ser sancionadas con cualquiera de las medidas que en dicho precepto se señalan, pero
no respecto de aquellas faltas administrativas que sólo pueden ser castigadas con una sanción
específica fijada por la ley como es el caso de una infracción grave al principio de probidad
(Dictámenes N°s. 49.465, de 2006, 2.890 y 47.412, de 2007).
D) Resolutiva: Decisión del/de la Jefe/a Superior del Servicio o del Director Regional respectivo
de sobreseer, absolver o aplicar sanciones.
E) Recursos: Presentación de recursos de reposición o apelación por el o los inculpados.
El recurso de reposición se interpone ante la autoridad que emitió la resolución que aplica la
medida disciplinaria, mientras que el recurso de apelación, ante el superior jerárquico de quien
impuso la sanción. El recurso de apelación sólo podrá interponerse con el carácter de subsidiario
del de reposición y para el caso que este último no sea acogido. Los recursos deberán ser fundados e
interponerse conjuntamente en el plazo de dos días, en el caso de las investigaciones sumarias y de
cinco días en el caso de los sumarios administrativos, contados desde la notificación de la medida
disciplinaria.
La Suspensión del empleo consiste en la privación temporal del empleo con goce de un 50 a un
70% de las remuneraciones y sin poder hacer uso de los derechos y prerrogativas inherentes al
cargo. Se deja constancia de ella en la hoja de vida del funcionario mediante una anotación de
demérito de 6 puntos en el factor de calificación correspondiente. Cabe señalar que, según el
Dictamen N° 50.967, de 2004, de la Contraloría General de la República, el plazo de 30 días a 3
meses para la suspensión del empleo, señalado en el artículo 121 letra c) del Estatuto
Administrativo, es de días corridos. Asimismo, los Dictámenes N°s. 30.012, de 2000 y 22.112, de
2003, del Órgano Contralor, indican que esta medida no impide al funcionario seguir cotizando en
su sistema de seguridad social, le permite mantener su afiliación a los respectivos fondos de
pensiones y salud y, por lo mismo, conserva su derecho a las prestaciones propias de esos
regímenes, entre ellas, los beneficios de las licencias médicas.
El Decreto Ley N° 799, de 1974, regula el uso y circulación de los vehículos estatales.
Cabe señalar que respecto de la infracción a este decreto, éste es el único caso en que la
Contraloría General de la República tiene facultades sancionatorias directas, de acuerdo al artículo
11 del mismo. Esto significa que es el Órgano Contralor a quien corresponde investigar estas
infracciones y aplicar las sanciones que procedan, inclusive la destitución. Por tanto, no se ajustan a
derecho las resoluciones que ordenan la instrucción de una investigación sumaria destinada a
establecer la responsabilidad administrativas por eventuales infracciones al D.L. N° 799, de 1974.
Excepcionalmente, el inciso final del artículo 11 de dicho texto permite, en casos calificados y
atendidas las circunstancias del hecho, delegar en el respectivo Servicio las facultades para hacer
efectiva la responsabilidad administrativa por infracción a dicha normativa. En caso de encontrarse
avanzada la investigación iniciada por un servicio público por infracción a normas sobre uso y
circulación de vehículos fiscales, éste deberá solicitar a la Contraloría la delegación de facultades
para continuar con la sustanciación de dicho procedimiento (Dictamen N° 32.719, de 2005).
a) Por muerte. Agrega este precepto que, la multa cuyo pago o aplicación se encontrare
pendiente a la fecha de fallecimiento del funcionario, quedará sin efecto.
b) Por haber cesado en sus funciones, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso final del
artículo 147;
c) Por el cumplimiento de la sanción.
d) Por la prescripción de la acción disciplinaria.
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En cuanto a la prescripción de la acción disciplinaria, el artículo 158 del Estatuto
Administrativo dispone que la acción disciplinaria de la Administración contra el funcionario,
prescribirá en cuatro años contados desde el día en que éste hubiere incurrido en la acción u
omisión que le da origen.
Agrega el citado precepto que, no obstante si hubieren hechos constitutivos de delito la acción
disciplinaria prescribirá conjuntamente con la acción penal, esto es, en quince años respecto de los
crímenes que la ley impone pena de presidio, reclusión o relegación perpetuos; en diez años,
respecto de los demás crímenes; en cinco años, respecto de los simples delitos y en seis meses,
tratándose de faltas, en conformidad al artículo 94 del Código Penal.
El artículo 159 del Estatuto Administrativo contempla los casos en que se entiende
interrumpida la prescripción, perdiéndose el tiempo computado, y cuando se entiende
suspendida.
Si el proceso administrativo se paraliza por más de dos años, o transcurren dos calificaciones
funcionarias sin que haya sido sancionado, continuará corriendo el plazo de la prescripción como si
no se hubiese interrumpido.
2.1. GENERALIDADES.
a) Formalidades del procedimiento.
De acuerdo al artículo 126 del Estatuto Administrativo, del Ministerio de Hacienda, el
procedimiento debe ser breve, concentrado, fundamentalmente verbal y de lo actuado se levantará
un acta general que firmarán los declarantes, es decir, se trata de un procedimiento bastante
informal. No obstante, para efectos de orden, resulta conveniente darle la formalidad de un sumario
administrativo.
Reiterada jurisprudencia administrativa del Órgano Contralor señala que es posible aplicar a
las investigaciones sumarias ciertas normas establecidas para los sumarios administrativos, en todo
lo que no se contraponga con el carácter breve y concentrado del primer procedimiento, toda vez
que la expresión “sumario administrativo” es genérica e incluye a la investigación sumaria, ello por
cuanto ambos procesos disciplinarios constituyen los medios idóneos con que cuenta la
administración para hacer efectiva la responsabilidad del empleado que infringe sus obligaciones y
deberes funcionarios, los que sólo difieren en cuanto a la gravedad o naturaleza de los hechos a
indagar, el plazo de sustanciación y la entidad de las sanciones susceptibles de imponerse a su
término (Dictámenes N°s. 32.776, de 1982 y 31.599, de 1990, entre otros).
77
El expediente de la investigación sumaria deberá llevarse foliado en letras y números, es
decir, ordenar cada hoja que forma parte del expediente en forma cronológica, asignándole su
anotación correspondiente en letras y números, y lo conforman todas las declaraciones, actuaciones
y diligencias. Toda actuación debe llevar la firma del investigador.
b) Quién lo sustancia.
Exige solamente la designación de un investigador que indague los hechos y proponga
sanciones, absolución o sobreseimiento.
Cualquier funcionario público, ya sea de planta o a contrata, puede ser designado como
investigador, no obstante debe siempre tener igual o mayor grado o jerarquía que el funcionario que
aparezca involucrado en los hechos. Una persona contratada a honorarios no puede ser investigador
(Dictamen N° 29.537, de 1989).
El investigador puede declararse implicado por alguna de las causales mencionadas en el
artículo 133 del Estatuto Administrativo o por algún hecho que a su juicio le reste imparcialidad,
debiendo resolver la autoridad que señala la ley. Asimismo, procede apercibir a los inculpados para
formular causales de recusación en contra del investigador/a. Si posteriormente la investigación
sumaria es elevada a sumario administrativo, basta con el primer apercibimiento (Dictamen N°
15.015, de 1997, de la Contraloría General de la República).
c) Publicidad.
El proceso es secreto hasta el cierre de la investigación, siendo reservado después, es decir,
público sólo para el/los inculpado (s) y sus abogados.
2.2. TRAMITACIÓN.
a) Etapa investigativa o indagatoria.
Esta etapa corresponde aplicar las siguientes reglas:
- Plazo: La investigación de los hechos debe realizarse en el plazo de 5 días, contados desde la
notificación al investigador, no pudiendo prorrogarse, ya que el artículo 126 del D.F.L. N° 29, de
2004, no establece dicha posibilidad, por lo tanto, si durante ese lapso no se da término a las
diligencias indagatorias, debe elevarse el proceso a sumario administrativo (Aplica Dictámenes
Nºs.4.243, de 1990, 348, de 1991, 15.477 y 2.698, de 1993).
Sin perjuicio de lo antes indicado, además, y en conformidad a lo dispuesto por el artículo
127 del Estatuto Administrativo, procede la elevación a sumario administrativo cuando se constate
en el transcurso de la investigación que los hechos revisten una mayor gravedad.
El hecho que una investigación sumaria sea elevada a sumario administrativo no le da a este
último procedimiento la calidad de un nuevo proceso (Dictamen N° 3.480, de 1991, de la Contraloría
General de la República), lo que implica que ambos procesos forman un solo expediente sumarial.
En ambos casos, el investigador deberá solicitar a la autoridad que ordenó la instrucción de
la investigación sumaria su elevación a sumario administrativo. La orden de que una investigación
sumaria se eleve a sumario administrativo debe materializarse en una resolución interna dictada
por la citada autoridad y constituye un trámite dentro del proceso, que no está sujeto al trámite de
registro en la Contraloría General de la República (Aplica Dictámenes Nºs. 3.765, de 1970, 54.135,
de 1975 y 348, de 1991).
El plazo mencionado en el párrafo primero está establecido sólo para la conclusión de esta
etapa. Agotadas las diligencias investigativas, el investigador deberá decretar el cierre de la
investigación y sobreseer o formular cargos en un plazo que no está fijado en la ley, pero que deberá
ser prudencialmente breve. Si el investigador estima que no existe responsabilidad administrativa
comprometida en los hechos, el investigador, inmediatamente después de cerrar la investigación,
deberá emitir su informe.
78
- Fijación de domicilio: Existe la obligación de fijar un domicilio dentro del radio urbano en que el
investigador ejerza sus funciones, respecto de los funcionarios citados a declarar por primera vez.
- Facultades del investigador: El investigador tiene amplias facultades para investigar, estando los
funcionarios obligados a colaborar con él.
b) Etapa acusatoria. En esta etapa corresponde aplicar las siguientes reglas:
- Cierre: Vencido el plazo para realizar la investigación, el investigador la declarará cerrada y
deberá formular los cargos o solicitar el sobreseimiento. Los Dictámenes Nºs. 26.714, de 1990 y
7.007, de 1993, de la Contraloría General de la República, establecen que si durante el periodo
indagatorio se ha comprobado la existencia de responsabilidad administrativa por parte de algún
funcionario, no procede que se le sobresea, sino que se le formule/n cargo/s y que éste/os le sea/n
notificados, con el objeto de garantizar su derecho a una legítima defensa, y posteriormente los
autos deben ser elevados a la autoridad competente para su decisión.
- Sobreseimiento: Si el investigador propone el sobreseimiento, debe remitir los antecedentes a la
autoridad que dispuso la instrucción del proceso para que lo apruebe o rechace.
- Cargos y descargos: Si el investigador formula cargos, debe notificarlos al afectado, quien dentro
del plazo de 2 días, contado desde la fecha de notificación, debe responder a ellos. Si solicitare
rendir prueba, el investigador le concederá un plazo que no exceda de 3 días, abriendo un periodo
probatorio.
- Notificaciones: Las notificaciones que se realicen en el proceso deberán hacerse personalmente,
levantando un acta de notificación que debe ser suscrita por el investigador y por el notificado,
dejando constancia, en su caso, de la negativa de éste a recibir la documentación que se le notifica o
a firmar. Si el funcionario no fuere habido por dos días consecutivos en su domicilio o lugar de
trabajo para efectuar una notificación personal, se le notificará por carta certificada, dejando
constancia en el expediente de las búsquedas fallidas y acompañando el comprobante de Correos en
que conste el despacho de la carta. En este caso, el funcionario se entenderá notificado cumplidos
tres días desde que la carta haya sido despachada, los que se cuentan desde el día siguiente del
envío de la carta. Ya sea que se notifique personalmente o por carta certificada se debe entregar o
adjuntar copia íntegra de la resolución que se desea notificar (Aplica Dictámenes Nºs. 23.352, de
1993 y 2.887, de 1993).
La negativa de un inculpado a firmar el acta de notificación de resoluciones que le daban a
conocer gestiones procesales administrativas, no afectan la legalidad del proceso, siempre que esté
debidamente establecida en el expediente tal negativa por parte del investigador (Dictamen N°
38.312, de 1998).
El Dictamen N° 6.630, de 2007, de la Contraloría General de la República, ha informado que no se
ha considerado relevante para la aplicación de este precepto si el domicilio del afectado se
encuentre situado dentro del país o en el extranjero, siendo lo esencial que se cumpla cabalmente
con el mismo. No obstante, agrega, en atención a que todo procedimiento sancionatorio debe
respetar el principio del debido proceso, no vulnerando las garantías constitucionales consagradas a
ese respecto, es que, en caso de encontrarse el afectado fuera del país, se deben agotar todas las
diligencias que sean necesarias para averiguar el domicilio o residencia que tenga en el extranjero, a
fin de remitir a éste, una carta certificada comunicándole la instrucción del proceso, así como de
cualquier otra diligencia. Finalmente, indica que según el Dictamen N° 6.448, de 1991, la ausencia
del inculpado durante la sustanciación del proceso no puede obstar a la prosecución de éste, no
impide establecer la responsabilidad correspondiente. De acuerdo al Dictamen N° 15.135, de 2007,
de la Contraloría, el hecho que un funcionario se encuentre haciendo uso de su feriado legal no es
impedimento para efectuar las notificaciones que correspondan, por cuanto el feriado legal sólo
permite al funcionario ausentarse de su jornada de trabajo, manteniendo tanto su calidad de
servidor público como el resto de sus derechos y obligaciones. Asimismo, resulta procedente la
notificación de un proceso administrativo, encontrándose el funcionario respectivo con licencia
médica (Dictamen N° 46.355, de 2006, de la Contraloría General de la República).
79
c) Etapa informativa a la autoridad. Contestados los cargos o bien vencido el plazo para
contestarlos o el período de prueba, si se hubiere solicitado éste, el investigador debe emitir, dentro
de 2 días, un informe o vista, en el cual se contendrá la relación de los hechos, los fundamentos y
conclusiones a que se hubiere llegado y propondrá la absolución o sanción que a su juicio
corresponda aplicar.
- Resolución de la autoridad. Emitido el informe del investigador, éste debe remitir los
antecedentes a la autoridad que dispuso la instrucción del proceso para que, en el plazo de 2 días,
dicte una resolución sobreseyendo, absolviendo al inculpado o aplicando la medida disciplinaria que
estime pertinente.
- Medidas disciplinarias: Entre las medidas disciplinarias a aplicar se encuentran: la censura, la
multa y la suspensión del empleo. No procede aplicar la medida de destitución en este tipo de
procedimientos, salvo en el caso del artículo 72 inciso final del Estatuto Administrativo, esto es, por
atrasos y ausencias reiteradas, sin causa justificada. Existe reiteración cuando el atraso o ausencia
se produce dos, tres o más veces, correspondiendo al Jefe Superior del Servicio calificar su
naturaleza y carácter (Aplica Dictámenes Nºs 35.991, de 1965, 3.680, de 1990 y 1.255, de 1992) , aún
cuando la ausencia no sea de días consecutivos. No obstante, si se trata de una sola ausencia
prolongada en el tiempo debe necesariamente instruirse un sumario administrativo (Aplica
Dictamen Nº29.338, de 1965), ya que en este caso la ausencia serían días consecutivos. El Dictamen
Nº 3.205, de 1998 dispone que una ausencia es justificada cuando concurren situaciones que, según
la ley, autorizan faltar al trabajo, como lo son feriados, licencias o permisos con goce de
remuneraciones, la suspensión preventiva del artículo 136 del D.F.L. N° 29, de 2004 y el caso
fortuito o fuerza mayor. A este respecto, cabe señalar que numerosa jurisprudencia del Órgano
Contralor ha informado que las licencias médicas que han sido rechazadas por el organismo de
salud competente, impiden al afectado gozar de las remuneraciones o subsidios por el periodo en
que no concurrió a trabajar, pero constituye una prueba cierta de su enfermedad y un principio de
justificación de sus ausencias laborales, por lo que no puede aplicarse en su contra la medida
expulsiva (Dictámenes N°s. 15.477, de 1993, 12.974, de 2000, entre otros). Los Dictámenes Nºs.
35.991, de 1965, 10.448, de 1993 y 5.411, de 1999 disponen que corresponde a la autoridad
sancionadora ponderar si las ausencias reiteradas deben ser castigadas con la destitución o con una
medida disciplinaria inferior a la destitución atendidas las circunstancias, pero dejando constancia
en los considerandos de la resolución que afine la investigación sumaria de las razones o
fundamentos por los cuales considera atendible aplicar una sanción simplemente correctiva y no
expulsiva.
- Situación ex funcionarios: El artículo 147 inciso final de la Ley Nº 18.834 dispone que si se
encontrare en tramitación un sumario administrativo en el que estuviere involucrado un
funcionario y éste cesare en sus funciones, el procedimiento deberá continuarse hasta su normal
término, anotándose en su hoja de vida la sanción que el mérito del sumario determine. Los
Dictámenes Nºs. 31.599, de 1990 y 6.036, de 1994 de la Contraloría General de la República
disponen que la expresión “sumario administrativo” que emplea el artículo 147 inciso final de la Ley
Nº18.834 es genérica e incluye a la investigación sumaria, porque el fin de dicha norma es evitar
que un funcionario público infractor de sus deberes funcionarios eluda las consecuencias de su
conducta mediante el alejamiento del servicio, con prescindencia de la causal que lo origine y de la
naturaleza del procedimiento ordenado sustanciar, de tal manera que si ese infractor cesó en
funciones mientras se tramitaba una investigación sumaria posteriormente elevada a sumario
administrativo por la naturaleza de los hechos, el procedimiento debe continuar hasta su normal
término, anotándose en su hoja de vida la sanción que el mérito del sumario determine.
- Término de la investigación por sobreseimiento o absolución: Si se dispone el sobreseimiento
o la absolución en una investigación sumaria, la autoridad que dispuso la instrucción de la
investigación sumaria dictará una resolución exenta, aprobando la investigación y sobreseyendo o
80
absolviendo de responsabilidad administrativa. Dicha resolución permanecerá conjuntamente con
el expediente sumarial en el Servicio, para un eventual control posterior que pudiera efectuar la
Contraloría General de la República. Cuando se trate de varios funcionarios involucrados en la
investigación y se les sobresea o absuelva a todos ellos, debe emitirse una sola resolución respecto
de todos ellos.
- Término de la investigación por medida disciplinaria y recursos: La aplicación de una medida
disciplinaria se materializa a través de la dictación de una resolución interna de la autoridad que
dispuso la instrucción de la investigación sumaria, la que debe ser notificada al o los afectado/s, en
un plazo de 2 días, contado desde la notificación, para interponer el recurso de reposición, ante la
misma autoridad que hubiere dictado la medida y el de apelación, ante el superior jerárquico de
quien la impuso. Aun cuando se trate de varios funcionarios involucrados en la investigación, debe
emitirse una sola resolución respecto de todos ellos. El recurso de apelación debe interponerse en
forma subsidiaria de la reposición y para el caso que ésta no fuere acogida. Ambos recursos deben
ser presentados en un mismo escrito y ser fundados. La autoridad correspondiente los debe
resolver dentro de los 2 días siguientes a su presentación. Si el inculpado presenta solamente el
recurso de reposición, o un solo recurso, sin identificarlo o aun identificándolo erróneamente lo
dirige a la autoridad que le aplicó la medida disciplinaria, se entiende que está renunciando al
recurso de apelación. Los recursos deben ser resueltos a través de una resolución interna emitida
por la autoridad que corresponda, la que debe ser notificada al recurrente. Acogida la reposición o,
rechazada ésta y resuelta la apelación, procede la dictación de la resolución afinatoria que apruebe
la investigación sumaria y aplique la medida correspondiente o absuelva de responsabilidad
administrativa. Si se trata de una resolución que aplica medida disciplinaria, deberá enviarse, junto
con el expediente respectivo, a la Contraloría General de la República para el trámite de toma de
razón. Si la resolución absuelve al inculpado, será una resolución exenta del trámite de toma de
razón, la que permanecerá conjuntamente con el expediente sumarial en el Servicio, para un
eventual control posterior que pudiera efectuar el Órgano Contralor. Si existen varios involucrados
en la investigación, debe emitirse una sola resolución afinatoria respecto de todos ellos.
- Vicios de procedimiento: Los vicios de procedimiento no afectarán la legalidad de la resolución
que aplique la medida disciplinaria, cuando incida en trámites que no tengan influencia decisiva en
los resultados del proceso (artículo 144 del Estatuto Administrativo).
- Toma de razón y notificación: Una vez cumplido el trámite de toma de razón por la Contraloría
General de la República, el proceso será devuelto al Servicio de origen, a fin de proceder a notificar
la medida disciplinaria totalmente tramitada al o a los funcionarios, a partir de cuya fecha producirá
todos sus efectos. Posteriormente, el expediente sumarial será archivado.
3.1. GENERALIDADES.
81
de ministro de fe y certifica todas las actuaciones del sumario. Ambos, deben tener la calidad de
planta o a contrata, no pudiendo ser contratados a honorarios (Dictamen N° 29.537, de 1989).
Cualquier funcionario público puede ser designado como fiscal, no obstante debe siempre tener
igual o mayor grado o jerarquía que el funcionario que aparezca involucrado en los hechos.
El fiscal o actuario sólo pueden declararse implicados por alguna de las causales mencionadas en
el artículo 133 del Estatuto Administrativo, o por algún hecho que a su juicio le reste imparcialidad,
debiendo resolver las autoridades que señala la ley.
De acuerdo al Dictamen N° 1.951, de 1976, de la Contraloría General de la República la facultad
de designar fiscal instructor se encuentra radicada en la jefatura del servicio por lo que se infiere
que dicha jefatura en uso de esa misma facultad privativa puede, al margen de las causales de
implicancia que contempla el Estatuto Administrativo, disponer el reemplazo del fiscal por otro
funcionario.
La Contraloría General de la República ha concluido que “No corresponde designar fiscal de un
sumario administrativo a una persona que se desempeña a honorarios, porque esta contratación sólo
constituye una prestación particular de servicios a la Administración del Estado, constitutiva de
labores accidentales y no permanentes en la institución, que no reviste la calidad de empleado público”
(Aplica Dictamen Nº 29537, de 1989).
d) Designación de Fiscal ad-hoc: De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 130 inciso segundo del
Estatuto Administrativo, si hubiere que realizar diligencias fuera de la ciudad en que se esté
instruyendo el sumario, el fiscal podrá requerir a la autoridad que ordenó la instrucción del sumario
la designación de un fiscal ad-hoc, indicando las actuaciones que éste deberá realizar. Si se trata de
la toma de una o más declaraciones, el fiscal deberá adjuntar a su solicitud una minuta con las
preguntas que debe efectuar Para este efecto, dicha autoridad deberá emitir una resolución interna
efectuando tal designación, toda vez que se trata de trámites internos dentro del sumario (Dictamen
N° 18.505, de 1968), la que será notificada al fiscal ad-hoc. Dicho fiscal deberá designar, a su vez, un
actuario ad-hoc, que le sirva de ministro de fe.
82
en un proceso administrativo está restringida al inculpado a partir de etapa acusatoria, a éste le está
prohibido revelar el contenido del proceso a otras personas y si lo hace ello podría constituir una
infracción a la obligación que le impone a todo funcionario público el artículo 61 letra h) del
Estatuto Administrativo, incurriendo en responsabilidad administrativa por este hecho e incluso, en
responsabilidad penal, en virtud de lo dispuesto por los artículos 246, 247 y 247 bis del Código
Penal.
No debe olvidarse que los funcionarios públicos están obligados a denunciar los delitos de que
tomen conocimiento en el ejercicio de sus funciones, de acuerdo a lo señalado por el artículo 61
letra k) del Estatuto Administrativo, en relación con el artículo 84 N° 3° del Código de
Procedimiento Penal y, por ende, si el hecho que motiva la instrucción del sumario configura un
delito, como por ejemplo, un abuso sexual cometido en perjuicio de un/a niño/a o joven, el fiscal
tiene la obligación de denunciarlo al Ministerio Público o a la policía, si ello no ha ocurrido, y de
colaborar con la justicia. En consecuencia, siempre existirá la alternativa que el contenido del
sumario, en algún momento, pase a formar parte del proceso criminal pertinente.
3.2. TRAMITACIÓN.
a) Etapa investigativa o indagatoria. En esta etapa corresponde aplicar las siguientes reglas:
- Plazo: La investigación de los hechos debe realizarse en el plazo de 20 días, contados desde la
notificación al fiscal, pudiendo prorrogarse hasta por 60 días. La solicitud de prórroga deberá
efectuarse a la autoridad que ordenó la instrucción del sumario, la que se pronunciará respecto de
ella a través de una resolución interna. Dicho plazo está establecido sólo para la conclusión de esta
etapa. Cerrada la etapa investigativa, el fiscal deberá sobreseer o formular cargos en el plazo de tres
días.
- Fijación de domicilio: Existe la obligación para el declarante de fijar domicilio dentro del radio
urbano en que la fiscalía ejerce sus funciones, respecto de los funcionarios citados a declarar por
primera vez.
- Apercibimiento a los inculpados: Respecto de los funcionarios citados a declarar por primera
vez, en calidad de inculpados, debe practicarse el apercibimiento para que formulen causales de
implicancia o recusación en contra del fiscal o actuario. La ley concede un plazo de dos días a los
funcionarios afectados para que hagan valer dichas causales.
Si se formulan causales de recusación en contra del fiscal, debe resolver la autoridad que ordenó
la instrucción del sumario, en cambio, si se recusa al actuario, es al fiscal a quien corresponde
pronunciarse sobre la recusación. En contra de la resolución que deniega la recusación no procede
recurso alguno (Dictamen N° 32.013, de 1992, de la Contraloría General de la República).
Las causales de recusación están taxativamente establecidas en el artículo 133 del Estatuto
Administrativo y de acuerdo al Dictamen N° 14.835, de 1993, de la Contraloría General de la
República son de derecho estricto, por lo que no cabe hacerlas extensivas a otras situaciones que las
contempladas expresamente en las disposiciones legales pertinentes.
Formulada la recusación, el fiscal o el actuario, según corresponda, dejarán de intervenir en el
proceso, salvo en lo relativo a actividades que no puedan paralizarse sin comprometer el éxito de la
investigación.
Es dable tener presente que, cada vez que se nombre un nuevo fiscal o actuario se notificará al
sumariado, a objeto que pueda formular causales de recusación.
La Contraloría General de la República ha señalado que la omisión de esta formalidad “no afecta
la validez del proceso, porque según la Ley Nº18.834, artículo 138, (hoy, artículo 144 del D.F.L. 29)
los vicios de procedimiento no afectan la legalidad de la resolución que aplique medida disciplinaria,
cuando incidan en trámites que no tengan una influencia decisiva en los resultados del sumario”
(Aplica Dictamen Nº19.986, de 1991).
83
No obstante lo anterior, debe tenerse presente que puede ser perseguida la responsabilidad
administrativa del fiscal, si actuando negligentemente omitió la realización de trámites que señala la
ley durante la sustanciación del proceso sumarial, o dilató su tramitación más allá de los plazos que
señala la ley.
- Facultades del fiscal: El fiscal tiene amplias facultades para investigar, estando los funcionarios
obligados a colaborar con él. Esto significa que, entre otras diligencias, puede citar a todos los
funcionarios del Servicio, incluyendo al jefe superior del mismo, lo cual no lo inhabilita para
pronunciarse posteriormente sobre el mérito del proceso sumarial (Dictamen N° 58.592, de 1966) y
puede requerir todos los documentos que estén en poder de la Institución.
La competencia del fiscal instructor de un sumario administrativo no queda limitada por los
términos de la resolución que ordenó iniciar el proceso disciplinario, sino que se encuentra
facultado para ampliar su actuación a todas las irregularidades que aparezcan durante el transcurso
de la investigación. Por ello, la circunstancia de haberse ordenado instruir un proceso
administrativo en contra de un determinado funcionario, no obsta a que puedan formulársele
cargos a otro que aparece implicado en los hechos. Incluso es obligación del fiscal instructor
determinar también la responsabilidad administrativa de los superiores jerárquicos del inculpado
por posible negligencia en el desempeño de sus funciones y en el debido control de sus subalternos
(Dictámenes N°s. 40.308, de 1980, 9.262, de 1992, entre otros).
Interpretando el precepto antes citado, el Ente Fiscalizador ha concluido que “el ordenamiento
jurídico ha asegurado a la persona encargada de investigar los hechos el máximo de libertad e
independencia en su acción indagatoria, de modo que puede decretar todas aquellas medidas que
estime convenientes para informarse de cuanto dato considere útil para la prosecución de la causa.
Por esta razón, los funcionarios que se nieguen a cooperar con esta labor investigadora podrán ser
objeto de las sanciones que correspondan de acuerdo a las reglas generales que establece la Ley
Administrativa” (Dictamen N° 50.202, de 1970).
- Suspensión o destinación: Es facultad exclusiva del fiscal de un sumario administrativo el
suspender de sus funciones o destinar transitoriamente al inculpado, a otro cargo dentro de la
misma institución y ciudad, como medida preventiva. A este respecto, cabe señalar que la
suspensión preventiva y la destinación transitoria son medidas cautelares de carácter excepcional
que tienen por objeto resguardar el éxito de la investigación o el prestigio de la institución, cuando
los hechos indagados comprometen al afectado o la gravedad de los mismos lo aconsejan
(Dictámenes N°s. 42.681, de 2003 y 46.314, de 2004, de la Contraloría General de la República). Sin
perjuicio que el Estatuto Administrativo establece estas medidas dentro del ámbito de los sumarios
administrativos, los Dictámenes N°s. 17.625, de 1974 y 31.599, de 1990, de la Contraloría General
de la República, las hacen aplicables también a las investigaciones sumarias.
Sobre el particular, la Contraloría General de la República ha precisado que “el fiscal sumariante
es la única autoridad competente para decretar la suspensión (o la destinación provisoria) de un
funcionario dentro de un sumario administrativo” (Dictámenes Nºs. 46.157, de 1961 y 27.606, de
1963). Sin perjuicio de lo anterior, es preciso tener presente que, de acuerdo a los Dictámenes N°s.
1.172 y 13.817, de 2005, del Órgano Contralor, en todo momento e independientemente de la
realización de un sumario, la autoridad administrativa conserva la atribución de disponer la
adecuación o reestructuración de sus dependencias cuando las circunstancias así lo exijan, más aún
cuando esta reorganización interna se fundamenta en el artículo 5° de la Ley N° 18.575, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado.
“La suspensión y la destinación preventivas deben materializarse en una resolución escrita
dictada dentro del sumario por el fiscal instructor, con indicación de la fecha desde la cual empieza a
regir. Esta resolución debe notificarse al afectado” (Dictámenes Nºs. 14.815, de 1970 y 31.439, de
1992). “No es posible ordenar una destinación transitoria mediante una simple orden verbal”
(Dictamen Nº 12.593, de 1965).
En relación a los dirigentes gremiales, es posible que ellos sean destinados transitoriamente
como medida preventiva en un sumario administrativo. A este respecto, el Dictamen N° 4.939, de
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2004, de la Contraloría General de la República, ha informado que si a través de un sumario
administrativo se comprobara que los funcionarios que tienen la calidad de dirigentes gremiales
incurrieron en las irregularidades que se les imputan, resulta factible un cambio de funciones. Ello,
porque el fuero gremial establecido en el artículo 25 inciso segundo de la Ley N° 19.296 que señala
que los dirigentes no podrán ser trasladados de localidad o de la función que desempeñaren sin su
autorización por escrito, no impide la sustanciación de procesos sumariales por infracción a sus
obligaciones estatutarias y que, a consecuencia del respectivo proceso, se les apliquen las medidas
disciplinarias que resulten procedentes, con todas las consecuencias que esto supone.
Conforme al artículo 136 del Estatuto Administrativo, la medida de suspensión o destinación
indicada, termina al dictarse el sobreseimiento, que debe ser notificado al inculpado personalmente
y por escrito por el actuario, o al emitirse el dictamen del fiscal, según corresponda. Esto no significa
que estas medidas no puedan terminarse antes de este plazo, si el fiscal así lo determina, de acuerdo
al mérito de los antecedentes. A este respecto, es imprescindible que se notifique al inculpado del
término de estas medidas, de lo contrario, sin perjuicio que el sumario administrativo se encuentre
terminado, ya que, de lo contrario, resultaría afectada su situación laboral.
Si el fiscal propone en su dictamen la destitución, puede decretar que se mantenga la suspensión
preventiva o la destinación transitoria, las que cesarán automáticamente si la resolución recaída en
el sumario o en los recursos interpuestos, absuelve al inculpado o le aplica una medida distinta de la
destitución. Cuando la medida prorrogada sea la suspensión preventiva, el inculpado quedará
privado del 50% de sus remuneraciones, que tendrá derecho a percibir retroactivamente. En todos
los demás casos, las inasistencias al trabajo por suspensión preventiva deben reputarse justificadas
por fuerza mayor y confieren derecho a percibir en su totalidad las remuneraciones del cargo, de
conformidad al artículo 72 del Estatuto Administrativo (Dictámenes N°s. 24.437 y 31.439, de 1992).
Por otra parte, el Órgano Fiscalizador, a través de su Dictamen Nº 30.741, de 1998, ha señalado
que los funcionarios suspendidos en un proceso sumarial, no tienen derecho al pago de horas
extraordinarias durante el período en que han estado suspendidos preventivamente. Es así que, en
primer término, para determinar la aplicabilidad de la regla del artículo 66 de la ley Nº18.834 (hoy,
artículo 72 del D.F.L. N° 29), que concede el derecho a percibir remuneraciones, debe distinguirse
entre aquellas de carácter permanente, es decir las fijadas en relación con el desempeño normal del
cargo, por ejemplo el sueldo, y las eventuales o accidentales, que se pagan si se cumplen ciertas
condiciones como ocurre con las horas extraordinarias. Al respecto, debe señalarse que esas últimas
sólo procede pagarlas al personal que se desempeña fuera de la jornada ordinaria de trabajo en los
servicios que funcionan permanentemente, durante los períodos de licencia, feriados y permisos
con goce de remuneraciones, pero no en el caso de la suspensión preventiva decretada en un
sumario administrativo, ya que en las situaciones descritas los empleados están ejerciendo
beneficios estatutarios que los autorizan para ausentarse de sus labores, lo que no sucede
tratándose de la suspensión, la que constituye una medida de resguardo a favor de la
Administración.
Las medidas de suspensión de funciones y destinación transitoria a otro cargo dentro de la
misma institución y ciudad pueden ser dispuestas en cualquier etapa del proceso administrativo por
el fiscal hasta la dictación de la vista fiscal, sin perjuicio, que en el caso de mantenerse más allá de
ella, le corresponderá al dictaminador disponer su cese (Dictamen N° 42.681, de 2003). No obstante,
considerando que tales medidas proceden respecto del o de los inculpados, debe definirse quién
tiene esa calidad, distinguiéndose las siguientes alternativas:
- En aquellos casos en que la resolución exenta que ordena instruir un sumario individualiza al
funcionario en contra de quien ese sumario va dirigido (Instrúyase sumario para determinar la
responsabilidad del funcionario XYZ en tales y cuales hechos), el fiscal puede suspender o destinar
provisoriamente al funcionario XYZ en cualquier momento.
- En aquellos casos en que la resolución exenta que orden instruir un sumario no individualiza a
un funcionario específico en contra de quien va dirigido (Instrúyase sumario para investigar tales y
cuales hechos y determinar la existencia de responsabilidad administrativa de funcionarios del
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Servicio) y en aquellos casos en que se pretenda suspender o destinar transitoriamente a un
funcionario que no es aquél contra quien va dirigido el sumario (se instruyó el sumario para
determinar la responsabilidad administrativa del funcionario XYZ, pero se pretender suspender o
destinar al funcionario ABC), la suspensión o destinación provisoria procederá en cualquier
momento a partir de la formulación de cargos, ya que a partir de ese momento, el funcionario
respecto de quien se han formulado cargos, se considera claramente inculpado en el sumario
administrativo.
Frente a la pregunta de si es posible suspender o destinar transitoriamente a un funcionario,
antes de la formulación de cargos, en los casos mencionados en el párrafo anterior, la respuesta es
afirmativa, siempre que existan presunciones fundadas, precisas y directas de que el funcionario
afectado ha tenido participación en los hechos que han dado origen al respectivo proceso (Dictamen
Nº19.532, de 2000). Esto debe necesariamente conciliarse con el hecho que la declaración del
inculpado, como se señaló anteriormente, constituye un trámite esencial dentro del proceso, por lo
que resulta necesario cumplir en forma prioritaria con dicho testimonio.
b) Etapa acusatoria. En esta etapa corresponde aplicar las siguientes reglas:
- Cierre: Una vez concluida la etapa de investigación, el fiscal declarará cerrado el sumario y deberá
formular los cargos, si estima que existe responsabilidad administrativa, o, si estima que no hay
responsabilidad administrativa involucrada, solicitar el sobreseimiento, disponiendo de un plazo de
tres días para ello.
- Sobreseimiento: Si el fiscal propone el sobreseimiento, inmediatamente después del cierre del
sumario, el fiscal deberá emitir su vista fiscal y remitir los antecedentes a la autoridad que dispuso
la instrucción del proceso para que lo apruebe o rechace.
- Cargos, descargos y prueba: Si el fiscal formula cargos, debe notificarlos al afectado, quien dentro
del plazo de 5 días, contado desde la fecha de notificación de ellos, debe formular sus descargos,
presentar sus defensas y solicitar o rendir pruebas. En casos calificados se puede decretar la
prórroga de dicho plazo hasta por 5 días más, siempre que la prórroga haya sido solicitada antes del
vencimiento del plazo. En caso que el inculpado solicite rendir prueba, el fiscal señalará un plazo
para ello, el cual no podrá exceder en total de 20 días.
La Contraloría General de la República, mediante su Dictamen Nº23.461, de 1991, ha señalado
que la formulación de cargos en un proceso sumarial es un trámite esencial del proceso,
configurándose un vicio de procedimiento que atenta contra el debido proceso si aquellos no se
formulan, toda vez que ningún empleado puede ser sancionado por hechos que no han sido materia
de cargos, los que deben, por lo demás, formularse en la etapa procesal pertinente, esto es, antes del
término del proceso.
Además, en sus Dictámenes Nºs.40.714, de 1999 y 10.792, de 2000, el Ente Contralor ha
manifestado que es deber de la autoridad proporcionar a los inculpados, a sus expensas y una vez
concluida la etapa indagatoria secreta, copia de las piezas pertinentes del sumario administrativo
instruido en su contra, con el objeto que puedan ejercer integralmente su derecho a defensa.
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c) Etapa informativa a la autoridad. Esta etapa se caracteriza por la existencia del siguiente
documento:
- Vista o Dictamen Fiscal: Una vez contestados los cargos o vencido el plazo del período de prueba,
el fiscal debe emitir, dentro de 5 días, un dictamen o vista fiscal, en el cual propondrá la absolución o
sanción que, a su juicio, corresponda aplicar.
Dicho dictamen debe contener la individualización del o de los inculpados, la relación de los
hechos investigados y la forma como se ha llegado a comprobarlos, la participación y grado de
culpabilidad que les hubiere correspondido a los sumariados, la anotación de las circunstancias
atenuantes o agravantes, y la proposición a la autoridad correspondiente de las sanciones que
estimare procedentes aplicar o de la absolución de uno o más inculpados o del sobreseimiento.
No existe norma alguna que establezca la obligación de entregar al sumariado copia del informe
emitido por el fiscal, de acuerdo al Dictamen N° 13.346, de 1990, de la Contraloría General de la
República. Si bien el sumario deja de ser secreto para el inculpado desde la formulación de cargos en
su contra, debe tenerse presente que el dictamen del fiscal es solamente una proposición que no
resulta vinculante para la autoridad, en quien se encuentra radicada la potestad sancionadora, la
que puede resolver conforme lo estime, sobre la base de criterios de racionalidad, en consideración
al mérito de los antecedentes que se acompañen (Dictámenes N°s. 39.447, de 1994 y 13.338, de
2000).
De acuerdo al artículo 139 inciso tercero del Estatuto Administrativo, cuando los hechos
investigados y acreditados en el sumario pudieren importar la perpetración de delitos previstos en
las leyes vigentes, el dictamen deberá contener, además, la petición de que se remitan los
antecedentes a la justicia ordinaria, sin perjuicio de la denuncia que de los delitos debió hacerse en
la oportunidad debida. A este respecto, y en conformidad a lo establecido por el artículo 61 letra k)
del mencionado cuerpo estatutario todo funcionario público tiene la obligación de denunciar al
Ministerio Público o a la Policía los crímenes o simples delitos de que tomen conocimiento en el
ejercicio de sus funciones, por tanto, si el fiscal estima que los hechos que investiga pueden
configurar un delito debe proceder de inmediato a formular la correspondiente denuncia, salvo que
le constare que ya ha sido hecha por otro funcionario o autoridad administrativa, caso en el cual
debe entenderse que ha cesado su obligación por haberse cumplido la finalidad perseguida en la ley,
debiendo el fiscal dejar constancia en el expediente sumarial de no haber hecho la denuncia
precisamente en atención a haber sido formulada con anterioridad (Dictámenes N°s. 36.324, de
1969 y 48.988, de 1971).
- Resolución autoridad: Una vez emitido el dictamen, el fiscal debe remitir los antecedentes a la
autoridad que dispuso la instrucción del proceso para que, en el plazo de 5 días, dicte una resolución
absolviendo al inculpado o aplicando la medida disciplinaria que estime pertinente. No obstante, la
autoridad correspondiente podrá, antes de resolver, disponer la reapertura del sumario para la
realización de nuevas diligencias o la corrección de vicios de procedimiento, en conformidad al
artículo 140 inciso segundo del Estatuto Administrativo. Si aplica una medida disciplinaria, deberá
emitir una resolución interna, que será notificada al inculpado para que éste pueda hacer valer su
derecho a presentar los recursos de reposición y apelación, mientras que si decide absolver al
inculpado dictará una resolución exenta que apruebe el sumario administrativo y absuelva.
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- Medidas disciplinarias: Puede aplicar todas las medidas disciplinarias contempladas en el
Estatuto Administrativo, esto es: Censura, multa, suspensión del empleo y destitución.
- Término del sumario por medida disciplinaria y recursos: La aplicación de una medida
disciplinaria se materializa a través de la dictación de una resolución interna de la autoridad que
dispuso la instrucción de la investigación sumaria, la que debe ser notificada por la Unidad de
Personal correspondiente al o los afectado/s, quien dispone de un plazo de 5 días, contado desde la
notificación, para interponer el recurso de reposición, ante la misma autoridad que hubiere dictado
la medida y el de apelación, ante el superior jerárquico de quien la impuso en forma subsidiaria de
la reposición y para el caso que ésta no fuere acogida. Los recursos deben ser fundados e
interpuestos en un mismo escrito; y serán fallados dentro de los 5 días siguientes Aún cuando se
trate de varios funcionarios involucrados en la investigación, debe emitirse una sola resolución
respecto de todos ellos. Si el inculpado presenta solamente el recurso de reposición, o un solo
recurso, sin identificarlo o aun identificándolo erróneamente lo dirige a la autoridad que le aplicó la
medida disciplinaria, se entiende que está renunciando al recurso de apelación. Los recursos deben
ser resueltos a través de una resolución interna emitida por la autoridad que corresponda, la que
debe ser notificada al recurrente.
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- Toma de razón y notificación: Una vez cumplido el trámite de toma de razón, el sumario
administrativo es devuelto al Servicio de origen, a fin de proceder a notificar la medida disciplinaria
totalmente tramitada al funcionario, a partir de cuya fecha producirá todos sus efectos, y
posteriormente se archiva el expediente.
- Reapertura del sumario administrativo: Una vez cerrado un sumario, esto es, una vez concluida
la etapa indagatoria, no procede que se realicen nuevas diligencias. Con todo, en caso que ello se
estime necesario, deben ordenarse por la autoridad correspondiente. De acuerdo al Dictamen N°
35.873, de 2003, la reapertura de un sumario administrativo puede ordenarse mientras se
encuentre en tramitación o luego de aplicada la medida disciplinaria. En el primer caso, la
reapertura puede disponerla tanto la autoridad que ordenó su sustanciación para completar
trámites, allegar antecedentes o salvar cualquier irregularidad que se haya producido durante su
tramitación y la Contraloría General de la República por las mismas razones, respecto de aquellos
procesos incoados por los servicios e instituciones sometidas a su fiscalización, como también
respecto de aquellos que instruye bajo las normas de su propia Ley Orgánica. En el segundo caso,
esto es, sólo es procedente la reapertura de un sumario administrativo afinado, cuando se acredita
fehacientemente que en él se incurrió en un error de hecho esencial al momento de aplicarse la
sanción, cuando se alegan, fundadamente, nuevos antecedentes que de haber sido conocidos en su
oportunidad pudieron haber hecho variar la medida disciplinaria aplicada, como consecuencia de
los hechos investigados y cuando se comprueba la comisión de ilegalidades que afectan la validez de
lo actuado en el sumario.
Si bien no procede hablar de cosa juzgada de los actos administrativos, dado que tal efecto es
propio de los órganos jurisdiccionales, ello no significa que pueda constantemente revisarse las
decisiones recaídas en materia disciplinaria, realizando una nueva ponderación de los mismos
hechos, dado que ello alteraría el nivel de certeza que reviste a estas decisiones y mantendría una
incertidumbre permanente tanto en la Administración como en los funcionarios comprendidos
dentro del proceso sumarial. Además, distraer recursos atendiendo sucesivas presentaciones sobre
hechos cuyo estudio está suficientemente agotado, atentaría contra la eficiencia en el cumplimiento
de los objetivos del Servicio, conforme lo exige el artículo 10 de la ley Nº18.575. Finalmente sólo
procede reabrir un proceso sumarial cuando en la tramitación no se hayan cumplido rigurosamente
las instancias del debido proceso o cuando con posterioridad hayan aparecido o se aporten nuevos
antecedentes que hagan variar, sustantivamente, los hechos que respaldaron la aplicación de una
medida disciplinaria. (Aplica Dictamen Nº34.973, de 2001).
De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 140 inciso segundo del D.F.L. N° 29, de 2004, si se
ordena la realización de nuevas diligencias o la corrección de vicios de procedimiento, la autoridad
fijará un plazo para ello, de tal manera, que el fiscal deberá sujetarse a dicho lapso y no al plazo
normal establecido por el Estatuto Administrativo para la etapa indagatoria.
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