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El reaseguro permite que una aseguradora transfiera parte o todo el riesgo de una póliza a otra compañía de reaseguro para protegerse financieramente de grandes siniestros. Contratando reaseguro, una aseguradora protege su patrimonio de posibles deudas por reclamos asegurados y busca disminuir las pérdidas y evitar problemas de solvencia al compartir riesgos con el reasegurador.
El reaseguro permite que una aseguradora transfiera parte o todo el riesgo de una póliza a otra compañía de reaseguro para protegerse financieramente de grandes siniestros. Contratando reaseguro, una aseguradora protege su patrimonio de posibles deudas por reclamos asegurados y busca disminuir las pérdidas y evitar problemas de solvencia al compartir riesgos con el reasegurador.
El reaseguro permite que una aseguradora transfiera parte o todo el riesgo de una póliza a otra compañía de reaseguro para protegerse financieramente de grandes siniestros. Contratando reaseguro, una aseguradora protege su patrimonio de posibles deudas por reclamos asegurados y busca disminuir las pérdidas y evitar problemas de solvencia al compartir riesgos con el reasegurador.
El reaseguro es el seguro del seguro. Es decir, consiste en la protección que contrata
una aseguradora con otra (que recibe el nombre de reaseguradora), para cubrir el riesgo que previamente ha asegurado con la venta de una póliza determinada. Con este contrato puede cubrir la totalidad o sólo una parte del coste al que tendría que hacer frente si se produce el siniestro. Es decir, el reaseguro consiste en asegurar doblemente un mismo riesgo por 2 tomadores distintos (el usuario que asegura un bien concreto y su aseguradora, que es, al mismo tiempo, reasegurado y asegurador).
Finalidad del reaseguro
Contratando un reaseguro, una aseguradora protege su patrimonio de una posible
deuda que pudiera contraer al hacer efectivas las obligaciones adquiridas con sus clientes en un contrato de seguro. Es el reasegurador, tal y como señala la Ley de Contrato de Seguro en su artículo 77, el que está obligado a reparar “dentro de los límites establecidos en la Ley y en el contrato” la deuda nacida en el patrimonio del reasegurado.
El objetivo del asegurador al firmar uno de estos contratos es el de disminuir el
importe de las pérdidas derivadas de la siniestralidad de sus clientes y evitar problemas de solvencia.