Sentencia 11072020

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD
REPÚBLICA DE GUATEMALA, C.A.

Expediente 4820-2017
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APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO
EXPEDIENTE 4820-2017
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, doce de febrero de dos mil
dieciocho.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de veinte
de junio de dos mil diecisiete, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara
de Amparo y Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida por el
Estado de Guatemala, por medio de los abogados de la Procuraduría General de
la Nación, Oscar Eduardo Palacios Villatoro y Romel Loarca Moreira, contra la
Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de
Huehuetenango. El postulante actuó con el patrocinio de los abogados
mencionados. Es ponente en el presente caso la Magistrada Vocal I, Dina
Josefina Ochoa Escribá, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el dieciocho de julio de dos mil
dieciséis, en el Juzgado Primero de Paz de Huehuetenango y remitido
posteriormente, a la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio.
B) Acto reclamado: sentencia de nueve de junio de dos mil dieciséis, dictada por
la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de
Huehuetenango, que confirmó la proferida por el Juzgado de Primera Instancia
de Trabajo y Previsión Social del departamento de Huehuetenango, que declaró
con lugar la demanda ordinaria laboral por despido directo e injustificado y pago
de prestaciones promovida por Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús

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Mejía López, Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva
contra el ahora postulante y como entidad nominadora la Secretaría de Obras
Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP-, consecuentemente, lo condenó
al pago de indemnización, aguinaldo, vacaciones, bonificación anual para
trabajadores del sector privado y público, salarios retenidos y daños y perjuicios a
favor de las actoras. C) Violaciones que se denuncian: al derecho de defensa
y a los principios jurídicos del debido proceso y legalidad. D) Hechos que
motivan el amparo: de lo expuesto por el postulante y del estudio de los
antecedentes, se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) en el
Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social del departamento de
Huehuetenango, Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López,
Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva promovieron juicio
ordinario laboral en su contra, reclamando el pago de indemnización y demás
prestaciones laborales por haber sido despedidas directa e injustificadamente de
los puestos que ocupaban como “madres cuidadoras” dentro del Programa de
Hogares Comunitarios, Unidad de Trabajo Social de la Secretaria de Obras
Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP-; b) contestó la demanda en
sentido negativo y planteó la excepción perentoria de “inexistencia del derecho
argumentado por la parte demandante para argumentar su pretensión”; c) el juez
de mérito, al dictar la sentencia de veintisiete de agosto de dos mil quince,
desestimó la excepción perentoria planteada y consecuentemente, declaró con
lugar la demanda ordinaria laboral promovida, condenándolo al pago de
indemnización, aguinaldo, vacaciones, bonificación anual para trabajadores del
sector privado y público, salarios retenidos y daños y perjuicios a favor de las
actoras. Al respecto consideró que en el caso concreto se evidenció la simulación

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contractual de las actoras, dado que desde el inicio de sus respectivas relaciones
hasta la finalización de las mismas, se configuraron los elementos de una
relación de trabajo -subordinación, salario, funciones, horario y dependencia
continuada-, lo que hacía factible reconocer la naturaleza jurídica del vínculo
sostenido entre las partes y en virtud de que aquellas relaciones terminaron de
forma injustificada, sin que se hubiese comprobado en la dilación procesal de
mérito el pago de las prestaciones laborales a que tenían derecho las
interesadas, resultaba procedente condenar al demandado al pago de
indemnización por el tiempo que duraron las correspondientes relaciones de
trabajo y las demás prestaciones de conformidad con la ley; y d) apeló esa
decisión y la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Huehuetenango,
al proferir la resolución que constituye el acto reclamado, confirmó el fallo que
conoció en alzada. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: el
postulante argumentó que la Sala cuestionada, al resolver, le provocó agravio
porque no tomó en cuenta que las funciones que ejercieron las interesadas
dentro del Programa de Hogares Comunitarios en la sede de la Secretaría de
Obras Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP- del departamento de
Huehuetenango eran consideradas como “voluntarias” en calidad de madres
cuidadoras, evidenciando con ello la inexistencia de un vínculo de carácter
laboral, dado que no existió una contraprestación por el servicio que brindaban,
porque el mismo era en beneficio de sus comunidades. Agregó que el documento
suscrito entre las partes se denominó “formularios”, que en ellos solamente se
incluían los parámetros en los que debían desarrollarse los servicios que
prestaban las interesadas a los miembros de su comunidad y que eran
considerados más bien como un “compromiso de madres cuidadoras” ante el

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programa de hogares comunitarios, los padres de familia y niños beneficiados; y
no como contratos de trabajo. Por ende, reiteró que no existió relación laboral
entre las partes, consecuentemente, no tenía obligación de pagar prestaciones
de esa naturaleza a favor de las actoras. D.3) Pretensión: solicitó que se otorgue
el amparo y como consecuencia, se deje en suspenso la resolución que
constituye el acto reclamado. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de
procedencia: invocó los contenidos en las literales a), b), c), d) y h) del Artículo
10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. G) Leyes
que se consideran violadas: citó los Artículos 12 y 110 de la Constitución
Política de la República de Guatemala; 3º, 18, 25, 78, 84, 86 y 321 del Código de
Trabajo; 2º y 4º de la Ley de Servicio Civil y 1º, 12 y 17 del Reglamento de la Ley
de Servicio Civil.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: se decretó y posteriormente fue revocado en sentencia
de veinte de junio de dos mil diecisiete. B) Terceros interesados: a) Lucía López
López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López, Aura Violeta López Carrillo y
Lorena Guadalupe Figueroa Alva; b) Secretaría de Obras Sociales de la Esposa
del Presidente -SOSEP-; y c) Inspección General de Trabajo. C) Remisión de
antecedentes: expedientes formados con ocasión de: a) juicio ordinario laboral
número trece mil cuatro – dos mil catorce – cero cero ciento cincuenta y seis
(13004-2014-00156) del Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión
Social del departamento de Huehuetenango; y b) apelación número trece mil
cuatro – dos mil catorce – cero cero ciento cincuenta y seis (13004-2014-00156)
de la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de
Huehuetenango. D) Medios de comprobación: se relevó del período probatorio.

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E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de
Amparo y Antejuicio, consideró: “(…) Aunado a lo anterior, es pertinente hacer
mención que los principios generales del Derecho del Trabajo son reglas
inmutables e ideas esenciales que forman las bases sobre las cuales se sustenta
todo el ordenamiento jurídico laboral, cuya finalidad es proteger la dignidad del
trabajador, que proyectan su eficacia al inicio, durante el desarrollo y al momento
de la extinción del vínculo laboral, y que también sirven como una especie de
filtro para la aplicación de normas ajenas al Derecho del Trabajo. También ha
manifestado el Tribunal, que entre los principios de más relevancia en materia
laboral se encuentra el de primacía de la realidad, principio que otorga prioridad a
los hechos sobre las formas o apariencias o lo que las partes hayan convenido
incluso de buena o mala fe. Mediante este principio, el contrato de trabajo es un
<<contrato realidad>>, que prescinde de las formas para hacer prevalecer lo que
efectivamente sucede o sucedió, por lo que en caso de discordancia entre lo que
ocurre en la práctica y lo que surge de documentos suscritos por las partes o
acuerdos celebrados entre ellos, se debe dar preferencia a los hechos. Además,
se ha considerado que lo establecido en el artículo 26 del Código de Trabajo
opera cuando se pretende simular la continuidad de las relaciones laborales, y se
refuerza esta idea con lo normado en los artículos 106 de la Constitución Política
de la República de Guatemala, 12 y 19 del Código de Trabajo que declaran nulas
ipso jure todas las estipulaciones que impliquen renuncia, disminución,
tergiversación o limitación de los derechos reconocidos a los trabajadores, que
fueran expresadas en un contrato colectivo o individual de trabajo, en un
convenio o en otro documento. Concluyendo que si se produjeran alguna de las
situaciones descritas, se causaría una simulación, al pretender eludir la

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verdadera naturaleza de la temporalidad del contrato celebrado, lo que le produce
perjuicio a la parte trabajadora porque se le niegan los beneficios que las normas
laborales establecen a su favor, en este caso prestaciones, estabilidad y
continuidad laboral; y que la sanción por tal proceder es la nulidad de lo actuado,
lo que produce la sustitución de los actos viciados por las normas desplazadas,
que para el caso concreto son las vigentes en el ordenamiento jurídico laboral del
país. Al efectuar el análisis de las constancias procesales, se establece que la
Sala, al valorar las pruebas aportadas por las partes conforme las reglas de la
valoración de la prueba y con fundamento en los principios de equidad y justicia,
determinó que en el presente caso, a pesar que lo que se firmó fueron
denominados <<formularios>>, existió una relación de carácter laboral entre las
partes, sin importar la denominación del contrato que suscribieron, debido a que
desde el inicio de las relaciones hasta su finalización, se dieron los elementos
esenciales de un contrato de trabajo de plazo indefinido, de conformidad con lo
que establecen los artículos 18 y 26 del Código de Trabajo, por lo que, al analizar
las condiciones en que se desarrolló la relación entre las actoras y la Secretaría
de Obras Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP- se denota la intención
por parte de la entidad empleadora de simular el contrato de trabajo. Por todo lo
anterior, esta Cámara estima que la conclusión emitida por la Sala resulta ser la
adecuada y de esa cuenta no se evidencia que haya existido violación a los
derechos y principios denunciados por el postulante. (…) A pesar de la forma en
la cual se resuelve, no se condena en costas al interponente, ni se impone multa
a los abogados patrocinantes por actuar en defensa de los intereses del Estado”.
Y resolvió: “(…) I) Deniega el amparo planteado por el Estado de Guatemala
contra la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de

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Huehuetenango. II) Revoca el amparo provisional decretado. III) No condena en
costas al postulante, ni impone multa a los abogados patrocinantes por lo
considerado (...)”
III) APELACIÓN
El postulante apeló y reiteró los argumentos expuestos en su escrito de amparo.
Agregó que las interesadas no ejercieron funciones públicas, no ostentaron la
calidad de servidoras públicas, dado que no prestaron servicio alguno a favor del
Estado de Guatemala y que por tal circunstancia, no existió contrato expedido de
conformidad con las leyes laborales, por ende, reiteró que no existió relación de
trabajo entre las partes, situación que hacía inviable la condena al pago de
indemnización y demás prestaciones laborales impuesta por los jueces de trabajo
y previsión social. Solicitó que se tenga por interpuesto el recurso de apelación y
por expresados los motivos de inconformidad.
IV) ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) El postulante reiteró los argumentos que expresó al promover el amparo y los
que expuso al apelar la sentencia de primer grado. Solicitó que se declare con
lugar el recurso de apelación y como consecuencia, se revoque el fallo de
primera instancia. B) El Ministerio Público señaló que comparte el criterio
sostenido por el Tribunal a quo, dado que del análisis de las constancias
procesales se advierte que la Sala denunciada, al emitir el acto reclamado, lo
hizo de conformidad con la ley, porque su decisión es congruente con lo actuado
en el juicio ordinario laboral subyacente; en atención a ello, no denota violación a
los derechos invocados por el postulante, porque en ambas instancias se
determinó la existencia de las relaciones laborales entre los sujetos en contienda.
Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y como

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consecuencia, se confirme la sentencia de primera instancia.
CONSIDERANDO
--- I ---
Esta Corte ha reconocido en reiterada jurisprudencia que no produce
agravio la decisión de las autoridades judiciales de Trabajo y Previsión Social
que declaran la existencia de simulación de contratos, en aquellos casos en que
constatan la concurrencia de elementos propios de una relación laboral
indefinida, a pesar de haberse pretendido encubrir la esencia del vínculo jurídico
subsistente entre las partes, bajo una figura contractual diferente.
--- II ---
El Estado de Guatemala acude en amparo contra la Sala Regional Mixta
de la Corte de Apelaciones del departamento de Huehuetenango y señala como
acto agraviante la sentencia de nueve de junio de dos mil dieciséis, que confirmó
la proferida por el Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Huehuetenango, que declaró con lugar la demanda ordinaria
laboral por despido directo e injustificado y pago de prestaciones promovida por
Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López, Aura Violeta López
Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva en su contra, entidad nominadora la
Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP-,
consecuentemente, lo condenó al pago de indemnización, aguinaldo, vacaciones,
bonificación anual para trabajadores del sector privado y público, salarios
retenidos y daños y perjuicios a favor de las actoras.
Denuncia el postulante que la autoridad reclamada, al proferir la resolución
que por esta vía se enjuicia, le produjo agravio, situación que fue expuesta en el
apartado de Antecedentes de este fallo.

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En primera instancia se denegó el amparo, al considerar el a quo que el
acto reclamado fue emitido con fundamento en las atribuciones que competen a
los tribunales de justicia, sin que se vislumbren los agravios que le atribuye el
postulante.
--- III ---
Esta Corte ha sostenido jurisprudencialmente que los principios generales
del Derecho del Trabajo son reglas inmutables e ideas esenciales que forman las
bases sobre las que se sustenta todo el ordenamiento jurídico laboral, cuya
finalidad es proteger la dignidad del trabajador, que proyectan su eficacia al inicio,
en el desarrollo y al momento de la extinción del vínculo laboral, y que sirven
como una especie de filtro para la aplicación de normas ajenas al Derecho del
Trabajo. Así mismo, esta Corte ha manifestado que entre los principios de mayor
relevancia en materia laboral se encuentra el de primacía de la realidad, que
otorga prioridad a los hechos sobre las formas, apariencias e incluso, lo que las
partes hayan convenido de buena o mala fe. Mediante este principio, el contrato
de trabajo es un “contrato realidad”, que prescinde de las formas para hacer
prevalecer lo que efectivamente sucede o sucedió, por lo que en caso de
discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de los documentos
suscritos por las partes o acuerdos celebrados entre ellas, se debe dar
preferencia a los hechos. Además, se ha considerado que la presunción
contenida en el Artículo 19 del Código de Trabajo opera incluso cuando se
utilicen figuras no laborales para caracterizar al vínculo jurídico y se refuerza esta
idea con lo normado en los Artículos 106 de la Constitución Política de la
República de Guatemala y 12 del Código de Trabajo, que declaran nulas ipso jure
todas las estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o

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limitación de los derechos reconocidos a los trabajadores que fueran expresadas
en un contrato colectivo o individual de trabajo, en un convenio o en otro
documento. Concluyendo en que si se produjeran alguna de las situaciones
descritas, se causaría simulación, al pretender eludir la verdadera naturaleza del
contrato celebrado, mediante el uso de figuras extra laborales, lo que le
produciría perjuicio al trabajador porque se le negarían los beneficios que las
normas laborales establecen a su favor, además, que la sanción por ese
proceder es la nulidad de lo actuado, lo que causa que los actos viciados por las
normas desplazadas, sean sustituidos por las leyes atinentes, que para el caso
concreto son las vigentes en el ordenamiento jurídico laboral del país.
Al efectuar el estudio de las constancias procesales, este Tribunal
establece que el Juez de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Huehuetenango, al dictar sentencia, analizó los autos, las leyes
aplicables, los argumentos expuestos por las partes y los medios de prueba
aportados al proceso, y con base en ello consideró: “(…) se establece que la
parte actora señoras Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía
López, Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva, sí
laboraron para la parte demandada por el tiempo indicado en la demanda de
mérito, en el puesto de madre cuidadora de niños, el cual resulta ser por más de
siete años, recibiendo mensualmente como pago de su trabajo la cantidad de un
mil cuatrocientos quetzales cada una. Aunado a ello se desvirtúa lo manifestado
por el representante de la Procuraduría General de la Nación, evidenciándose la
existencia de la relación laboral al existir múltiples funciones asignadas a las
demandantes, el hecho de estar sujetas a un horario de laborales así como la
relación de dependencia que existe. (…) en el presente caso, encuadra entre los
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principios de más relevancia laboral, el de la primacía de la realidad, se
encuentra reconocido en el inciso d) del cuarto considerando del Código de
Trabajo, principio que otorga prioridad sobre los hechos, sobre las formas o
apariencias o lo que las partes hayan convenido e incluso de buena o mala fe
(…) en la cual se sustenta el Juzgador para acoger la pretensión de la parte
actora, y habiéndose determinado en el presente caso que la relación entre los
sujetos procesales fue de índole laboral, y la continuidad de la relación laboral
entre los sujetos procesales. Además se ha considerado que la presunción
contenida en el artículo 19 del Código de Trabajo opera incluso cuando se utilizan
figuras no laborales, para caracterizar al vínculo jurídico, y se refuerza esa idea
con lo normado en los artículos 106 de la Constitución Política de la República de
Guatemala y 12 del Código de Trabajo, que declaran ipso jure, todas las
estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o limitación de
los derechos reconocidos a los trabajadores, que fueran expresados en un
contrato colectivo o individual de trabajo (…) En aplicación de este principio, el
juez debe desentrañar las verdaderas características de la relación que unió a las
partes, por sobre los aspectos formales de la misma. (…) Por lo que se tiene por
acreditado lo ya evidenciado por el juzgador en el sentido que la parte actora ha
demostrado sus respectivas proposiciones de hecho sobre la existencia de la
relación laboral, el tiempo de servicio, la forma en que se inició la relación laboral
siendo esta de orden laboral al darse los elementos siguientes: salario,
subordinación, dependencia jerárquica, las múltiples funciones, estabilidad a la
cual se encontraban sujetas las trabajadoras, que constituyen elementos del
contrato de trabajo. (…) se establece que las demandantes laboraron para la
parte demandada. Existiendo relación de dependencia con las demandantes

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Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López, a partir del uno de
noviembre del año dos mil dos, Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe
Figueroa Alva, a partir del uno de abril del año dos mil tres. (…) Además de lo
indicado con los documentos que se analizan constan las funciones a realizar por
las demandantes con lo cual se confirma lo evidenciado por la simulación de
contrato de trabajo, en virtud que se dan los requisitos necesarios para que
exista. Por lo que se concluye que la demanda ordinaria laboral por despido
directo e injustificado y pago de prestaciones laborales, debe declararse con
lugar, debiendo condenarse a la parte demandada al pago de las prestaciones
laborales reclamadas por cada una de las demandantes, y así debe resolverse…”
Por su parte, la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del
departamento de Huehuetenango, por medio de la sentencia que constituye el
acto reclamado, confirmó el criterio emitido por la Juez de primer grado,
razonando su decisión de la siguiente manera: “(…) Como se dijo, con los
documentos aportados se aprecia una simulación de contratos, siendo que los
mismos implicaron para cada una de las actoras, renuncia, disminución,
tergiversación y limitación de los derechos reconocidos a su favor en la propia
Constitución, en la ley, y en los tratados internacionales en materia de Derechos
Humanos y de derechos de la mujer, ratificados por Guatemala, considerando
que con dicho proceder se pretendió eludir la verdadera naturaleza de la relación
laboral, con figuras fuera de lo laboral, como un mero acto de trabajo ad
honorem, justificándolo de beneficio comunitario y para un grupo vulnerable, cuyo
deber por mandato constitucional es función del Estado, según lo contemplado en
el artículo 2º en cuanto a garantizarle a los habitantes entre otros, el desarrollo
integral de la persona, en el que coadyuva la Sosep, por lo que pretender que el

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cumplimiento de tales quehaceres para la población infantil, que conllevaba la
realización de jornadas de trabajo por tiempo indefinido y las correspondientes
responsabilidades, que se desempeñara con toda gratuidad, van en detrimento
de los derechos de las mujeres trabajadoras, pues les niegan los beneficios que
la legislación laboral establece a su favor, por lo que las circunstancias
contenidas en dicho documento son nulas ya que los derechos de las mismas
son irrenunciables, tal como lo establece el artículo 106 constitucional, norma que
también regula que en caso de duda o alcance de las disposiciones legales,
reglamentarias o contractuales en materia laboral, se interpretarán en el sentido
más favorable para los trabajadores, y siendo que en este sentido se resolvió el
fallo de primer grado, se estima que al a quo le asiste la razón en lo resuelto. Es
por ello, la sentencia venida en grado no ocasiona agravio alguno a la entidad
estatal demandada recurrente, debiendo declararse sin lugar el recurso de
apelación interpuesto, y confirmar el fallo apelado, y así debe resolverse (…)”.
Situados los elementos necesarios, es menester señalar que esta Corte
comparte el criterio sustentado por la Sala denunciada porque, al efectuar el
análisis de las constancias procesales, advirtió que la situación fáctica de Lucía
López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López, Aura Violeta López
Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva, terceras interesadas en el amparo, y
el Estado de Guatemala, entidad nominadora, Secretaría de Obras Sociales de la
Esposa del Presidente -SOSEP- se configuró una relación de carácter laboral por
tiempo indefinido, sin importar la denominación de los contratos o acuerdos de
compromiso que suscribieron, debido a que advirtió la existencia de los
elementos esenciales de un contrato de trabajo. Lo anterior tiene sustento en lo
normado por el Artículo 18 del Código de Trabajo, por lo que, al analizar las
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condiciones en que se desarrolló la relación entre las terceras interesadas con la
entidad nominadora, se constató que desde el inicio de la prestación de sus
servicios hasta su rescisión, estos fueron ejecutados en forma continua, porque
las relaciones laborales iniciaron para Lucía López López de Fabián y Teresa de
Jesús Mejía López, a partir del uno de noviembre del año dos mil dos; y para
Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa Alva a partir del uno de
abril del año dos mil tres y concluyeron, para las primeras dos mencionadas, el
treinta de mayo de dos mil catorce, la tercera de las citadas, el seis de junio de
dos mil catorce y para la última, el veinte de mayo de dos mil catorce, por lo que
la tarea se realizó en forma ininterrumpida. Asimismo, se demostró que la
naturaleza de la prestación y las atribuciones asignadas a las empleadas
obligaba a que las relaciones fueran de tracto sucesivo, característica elemental y
esencial en una relación de trabajo, así como lo relativo a que la prestación de los
servicios realizados por las empleadas fueron llevados a cabo bajo la
dependencia continuada, ejerciendo las mismas funciones como Madres
Cuidadoras en el Programa de Hogares Comunitarios de la Secretaría de Obras
Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP- a cambio de una retribución -
salario-.
De ahí que la entidad empleadora, al omitir la suscripción de los contratos
de trabajo respectivos y limitarse a extender documentos de compromiso (con la
intención de simular el vínculo económico-jurídico y la continuidad de
prestaciones entre las partes), vulneró la ley y siendo que la sanción por tal
proceder es la nulidad de lo actuado, se deben sustituir los actos que contienen
los vicios denunciados, por las normas desplazadas, como se indicó en el párrafo
precedente. Con ello se descarta que se esté otorgando tutela laboral a unas
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contratistas y/o voluntarias del Estado, porque dichas calidades no resultaron ser
reales, debido a que la verdadera naturaleza de las relaciones sostenidas entre el
Estado y las denunciantes era de carácter laboral, en atención de lo preceptuado
en los Artículos 18, 19 y 26 del Código de Trabajo y con base en los principios
jurídicos que inspiran el Derecho de Trabajo -tutelaridad, realismo y objetividad-,
dado que no es la voluntad de las partes la que se advierte, sino la existencia de
los elementos que la ley establece como criterios objetivos para la definición de
contrato de trabajo, por lo que resulta indispensable hacer la calificación de la
verdadera naturaleza de una relación contractual, cuando haya sospecha de que
siendo laboral, formalmente se le ha dado otra calificación, siendo competencia
de los jueces de Trabajo hacer la referida valoración.
Este Tribunal manifiesta que los principios del Derecho del Trabajo son de
absoluta aplicación en los conflictos laborales y que el conjunto de normas del
Código de Trabajo y demás normas laborales en el ordenamiento jurídico tienen
como fundamento y fin, la tutela de las situaciones reales de los individuos en su
condición de trabajadores; además debe tenerse presente que en el ámbito del
Derecho Laboral el principio de autonomía de la voluntad se encuentra limitado,
la que las leyes laborales son de orden público y como consecuencia, la voluntad
de los sujetos contratantes está sometida a la ley, además que los derechos de
los trabajadores son irrenunciables.
[Criterio similar fue sostenido por este Tribunal en sentencias de dieciséis
de mayo de dos mil dieciséis, dentro de los expedientes quinientos dieciocho –
dos mil dieciséis, ochocientos ochenta y siete – dos mil dieciséis y un mil ciento
doce – dos mil dieciséis (518-2016, 887-2016 y 1112-2016) respectivamente].
Respecto a la denuncia formulada por el accionante relativa a que la

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autoridad reprochada, al dictar la sentencia que constituye el acto reclamado, le
produjo agravio debido a que omitió considerar que el derecho de las
trabajadoras para solicitar el pago de las prestaciones laborales reclamadas
resultaba improcedente, toda vez, que estas fueron consideradas voluntarias en
calidad de madres cuidadoras, evidenciando con ello la inexistencia de un vínculo
de carácter laboral; esta Corte considera que tal agravio es insubsistente, dado
que al haber determinado tanto el juez como la Sala reprochada que las
relaciones sostenidas entre las partes eran de carácter laboral por tiempo
indefinido (por la naturaleza de la prestación) y que tales vínculos habían
finalizado de manera injustificada para Lucía López López de Fabián, Teresa de
Jesús Mejía López, Aura Violeta López Carrillo y Lorena Guadalupe Figueroa
Alva, por eso que les correspondía el derecho de percibir el pago de
indemnización y las demás prestaciones laborales por todo el tiempo que duró la
relación laboral, se evidencia que lo resuelto por la autoridad reprochada, al
haber acogido el pronunciamiento emitido por el juez de primer grado, fue
ajustado a Derecho, razón por la que no pueden aducirse los agravios
denunciados por el postulante.
Lo anteriormente señalado evidencia la inexistencia de agravio que haya
lesionado los derechos y garantías constitucionales del postulante, que deba ser
reparado por esta vía, razón por la cual el amparo deviene improcedente y siendo
que el tribunal a quo resolvió en igual sentido, se debe confirmar la sentencia
apelada, por los motivos aquí considerados.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268, 272 literal c) de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º, 5º, 6º, 8º, 49, 50, 60, 61, 62, 63, 64, 149, 163 literal
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c), 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 18, 19
y 36 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas
al resolver declara: I. Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el Estado
de Guatemala, postulante. II. Confirma la sentencia venida en grado. III.
Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.
JOSE FRANCISCO DE MATA VELA

PRESIDENTE
BONERGE AMILCAR MEJIA ORELLANA NEFTALY ALDANA HERRERA

MAGISTRADO MAGISTRADO
GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR DINA JOSEFINA OCHOA ESCRIBÁ

MAGISTRADA MAGISTRADA
HENRY PHILIP COMTE VELASQUEZ MARIA CRISTINA

FERNANDEZ
MAGISTRADO MAGISTRADA
MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ

SECRETARIO GENERAL

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APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, doce de febrero de dos mil

En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de veinte

de Amparo y Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida por el

Estado de Guatemala, por medio de los abogados de la Procuraduría General de

la Nación, Oscar Eduardo Palacios Villatoro y Romel Loarca Moreira, contra la

Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de

Huehuetenango. El postulante actuó con el patrocinio de los abogados

mencionados. Es ponente en el presente caso la Magistrada Vocal I, Dina

Josefina Ochoa Escribá, quien expresa el parecer de este Tribunal.

A) Interposición y autoridad: presentado el dieciocho de julio de dos mil

dieciséis, en el Juzgado Primero de Paz de Huehuetenango y remitido

posteriormente, a la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio.

la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones del departamento de

Huehuetenango, que confirmó la proferida por el Juzgado de Primera Instancia

de Trabajo y Previsión Social del departamento de Huehuetenango, que declaró

de prestaciones promovida por Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús

contra el ahora postulante y como entidad nominadora la Secretaría de Obras

Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP-, consecuentemente, lo condenó

al pago de indemnización, aguinaldo, vacaciones, bonificación anual para

trabajadores del sector privado y público, salarios retenidos y daños y perjuicios a

favor de las actoras. C) Violaciones que se denuncian: al derecho de defensa

y a los principios jurídicos del debido proceso y legalidad. D) Hechos que

motivan el amparo: de lo expuesto por el postulante y del estudio de los

antecedentes, se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) en el

Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social del departamento de

Huehuetenango, Lucía López López de Fabián, Teresa de Jesús Mejía López,

ordinario laboral en su contra, reclamando el pago de indemnización y demás

prestaciones laborales por haber sido despedidas directa e injustificadamente de

Hogares Comunitarios, Unidad de Trabajo Social de la Secretaria de Obras

Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP-; b) contestó la demanda en

sentido negativo y planteó la excepción perentoria de “inexistencia del derecho

argumentado por la parte demandante para argumentar su pretensión”; c) el juez

de mérito, al dictar la sentencia de veintisiete de agosto de dos mil quince,

desestimó la excepción perentoria planteada y consecuentemente, declaró con

lugar la demanda ordinaria laboral promovida, condenándolo al pago de

indemnización, aguinaldo, vacaciones, bonificación anual para trabajadores del

sector privado y público, salarios retenidos y daños y perjuicios a favor de las

actoras. Al respecto consideró que en el caso concreto se evidenció la simulación

hasta la finalización de las mismas, se configuraron los elementos de una

relación de trabajo -subordinación, salario, funciones, horario y dependencia

continuada-, lo que hacía factible reconocer la naturaleza jurídica del vínculo

sostenido entre las partes y en virtud de que aquellas relaciones terminaron de

forma injustificada, sin que se hubiese comprobado en la dilación procesal de

mérito el pago de las prestaciones laborales a que tenían derecho las

interesadas, resultaba procedente condenar al demandado al pago de

indemnización por el tiempo que duraron las correspondientes relaciones de

trabajo y las demás prestaciones de conformidad con la ley; y d) apeló esa

decisión y la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Huehuetenango,

al proferir la resolución que constituye el acto reclamado, confirmó el fallo que

conoció en alzada. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: el

postulante argumentó que la Sala cuestionada, al resolver, le provocó agravio

dentro del Programa de Hogares Comunitarios en la sede de la Secretaría de

Obras Sociales de la Esposa del Presidente -SOSEP- del departamento de

Huehuetenango eran consideradas como “voluntarias” en calidad de madres

cuidadoras, evidenciando con ello la inexistencia de un vínculo de carácter

porque el mismo era en beneficio de sus comunidades. Agregó que el documento

suscrito entre las partes se denominó “formularios”, que en ellos solamente se

prestaban las interesadas a los miembros de su comunidad y que eran

considerados más bien como un “compromiso de madres cuidadoras” ante el

programa de hogares comunitarios, los padres de familia y niños beneficiados; y