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Acción de Amparo
Acción de Amparo
«... [si] se ha dispuesto dar por concluido el encargo [de Director] otorgado al demandante,
con el objeto de designar un nuevo docente, no puede alegarse estabilidad laboral alguna
en una plaza, respecto de la cual, ni se es titular, ni mucho menos, se puede alegar duración
ilimitada...»
Exp. N° 171-95-AA/TC
Lambayeque.
En Piura, a los dos días del mes de Diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Especifica el demandante que ha venido desempeñando funciones desde el año mil novecientos
noventa mediante las Resoluciones Directorales N° 1598 y 1626 de la Sub-región de Educación de
Lambayeque de fechas nueve de noviembre de mil novecientos noventa y veinte de noviembre de
mil novecientos noventa y uno, respectivamente; habiéndose fijado el encargo hasta el treinta y
uno de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro y/o hasta que la plaza se cubra de acuerdo a
ley, conforme a la Resolución Ejecutiva Regional N° 054-94-RENOM del nueve de febrero de mil
novecientos noventa y cuatro y la posterior Resolución Directoral N° 440-94-DRE-RENOM del
veintiuno de marzo de mil novecientos noventa y cuatro.
Agrega que anteriormente, mediante la Resolución Directoral N° 1598 del veintidós de julio de mil
novecientos noventa y dos, se le apartó de la encargatura de la Dirección del Instituto "Monsefú",
en forma por demás irregular, dando origen a un reclamo en la vía administrativa, mediante un
recurso de apelación, que mediante la ya citada Resolución Ejecutiva Regional N° 054-94-RENOM,
declaró fundado su reclamo, revocando la Resolución Sub-Regional N° 1598-92, por lo que
reformando esta se le encargó nuevamente la citada dirección hasta que la plaza sea cubierta de
acuerdo a ley, es decir, por concurso público.
De fojas cuarenta y siete a cuarenta y nueve y con fecha once de abril de mil novecientos noventa
y cinco, el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, declara Improcedente la demanda
fundamentalmente por no haberse agotado las vías previas de conformidad con el artículo 27° de
la Ley N° 23506.
Interpuesto recurso de apelación por el demandante, los autos son remitidos a la Segunda Fiscalía
Superior en lo Civil de Lambayeque para efectos de la vista correspondiente y devueltos estos con
dictamen que se pronuncia porque se revoque la resolución apelada y se declare improcedente la
demanda, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque a fojas ochenta y cuatro y
con fecha trece de julio de mil novecientos noventa y cinco, confirma la resolución apelada, por
estimar que el procedimiento administrativo que invoca el actor es de fecha anterior a la resolución
administrativa que cuestiona, por lo que no puede entenderse como vía prevía.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con
el artículo 41° de la Ley N° 26435 y entendiendo dicho recurso como extraordinario, se dispuso el
envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme se desprende del petitorio contenido en la demanda de amparo interpuesta, este se
orienta fundamentalmente, al reclamo por una supuesta estabilidad en la encargatura de la
Dirección del Instituto Superior Tecnológico "Monsefú", en el entendido de que no se puede
designar a una persona distinta al demandante, sino es por concurso público.
Que a estos efectos, es de precisarse que conforme se deduce del artículo 82° del Decreto
Supremo N° 005-90-PCM o Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa "El
encargo es temporal, excepcional y fundamentado. Sólo procede en ausencia del titular para el
desempeño de funciones de responsabilidad directiva compatibles con niveles de carrera
superiores al del servidor. En ningún caso debe exceder el periodo presupuestal".
Que en consecuencia, si la naturaleza del encargo resulta excepcional al igual como temporal en
cuanto a su vigencia, tal como se señala, no puede exceder el periodo presupuestal, y conforme a
la Resolución Directoral N° 0102-95 de fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y
cinco, se ha dispuesto dar por concluido el encargo otorgado al demandante, con el objeto de
designar un nuevo docente, no puede alegarse estabilidad laboral alguna en una plaza, respecto
de la cual, ni se es titular, ni mucho menos, se puede alegar duración ilimitada, pues resulta por
demás evidente que la administración goza en este caso, no solo de plena discrecionalidad para
efectuar las designaciones que considere pertinentes,( mientras claro esta, respete el tiempo o
periodo que dure el encargo) sino que, correlativamente, tampoco puede estar obligada a
prolongarlo ante la inexistencia de concurso público, ya que es el mismo citado Decreto Supremo
N° 005-90-PCM el que en ningún momento impone éste, como obligación previa al encargo.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley modificatoria N° 26801
FALLA:
Expediente 2167-98-Lima
Sentencia
Resolución N° 590
VISTOS; con la opinión del señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas doscientos cuarentisiete
a doscientos cuarentinueve; y, por los fundamentos pertinentes de la recurrida; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, conforme lo señala el numeral segundo del Artículo doscientos
de la Constitución Política del Perú, la Acción de Amparo, procede contra el hecho u omisión por
parte de cualquier autoridad, funcionario o persona que vulnera o amenaza los demás derechos
reconocidos por la Constitución; Segundo.- Que, la Acción de Amparo es una vía procesal
expeditiva en donde los derechos cuya defensa se solicitan deben estar acreditados de manera
fehaciente, ya que conforme lo establece el Artículo 13° de la Ley N° 25398, esta vía carece de
estación probatoria; Tercero.- Que, en virtud de ello el Juzgador debe pronunciarse si
efectivamente existió violación o amenaza de violación de los derechos constitucionales alegados y
si éstos se produjeron por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio de parte del
demandado; Cuarto.- Que, en el presente caso el demandante acude al Órgano Jurisdiccional,
para que éste disponga la suspensión de los actos administrativos del Subdirector de la Clínica
demandada, don Gonzalo Garrido Lecca Alvarez Calderón, por haberlo retirado en forma abusiva e
injusta del servicio que venía prestando como médico, hasta el día diez de junio de mil novecientos
noventiocho y se le reponga en su puesto de trabajo; así como se le restituya la propiedad y
posesión de una cámara tomográfica marca "Elscint" importada, más periféricos, equipo médico de
medicina nuclear de la misma marca, modelo 3P4HR, Número de Serie 10030312507, Colimator
Serie N° 48030328503, partes y accesorios; así como de un equipo multiformato, video imagen,
Modelo 1000, Serie N° 15084-102; que, se le abonen las utilidades correspondientes al contrato de
asociación en participación suscrito con fecha primero de octubre de mil novecientos noventiséis,
respetándose los término de dicho contrato y la normatividad vigente a que se refiere el capítulo
pertinente de la Nueva Ley General de Sociedades Mercantiles; que la demandada asuma
íntegramente los pagos por el que se ve imposibilitado de efectuar respecto del Credileasing y
otros derechos conculcados que de allí emanan, considerando con ello que se han violado sus
derechos constitucionales referidos al Derecho de la Propiedad, Derecho al Libre Trabajo, Derecho
a la Libre Empresa, al Respeto y a la Validez de los términos de un contrato y el derecho a la
atención de sus necesidades económicas y la de su familia; Quinto.- Que, analizados los hechos
subexámine y las pruebas aportadas al proceso, se establece que los hechos que motivan la
presente acción de garantía, devienen de un contrato de Asociación en Participación suscrito entre
el demandante y la entidad emplazada, para la explotación de un equipo de medicina nuclear,
Sexto.- Que, fluye de dicho contrato que el demandante, tenía suscrito en su condición de titular,
un arrendamiento financiero o credileasing con Financiera de Crédito del Perú Sociedad Anónima,
por una cámara tomográfica, el mismo que es refinanciado por cuanto el mencionado titular se
había retrasado en el pago de varias cuotas, motivo por el cual interviene la Asociación Benéfica
Anglo Americana en el leasing, estipulándose en la cláusula primera, que ambas partes eran
copropietarios del equipo médico descrito, detallándose que el accionante sería el titular del
cincuenta por ciento de los equipos ya mencionados, luego de cancelar a la Clínica, sus importes
que le corresponden para acceder a ser titular del cincuenta por ciento de los derechos sobre el
equipo médico; e igualmente la Clínica será titular del cincuenta por ciento cuando cancele el
leasing respecto del credileasing; asimismo se acordó que el equipo médico quedaría en servicio
en las instalaciones de la Clínica, la misma que tendría el manejo y la operatividad a nivel
administrativo, correspondiéndole designar al personal médico asistente del médico; así como al
personal administrativo, asimismo, se precisó que las partes acordaron que en el caso de que el
médico efectúe cualquier cobro fuera de los departamentos o áreas encargadas de la Clínica, sería
separado automáticamente de la prestación del servicio en el manejo operativo del equipo médico,
materia del contrato, correspondiéndole únicamente la percepción de utilidades pactadas, fijándose
como plazo de duración de este contrato por cuatro años, luego de lo cual automáticamente sería
renovable por tiempo indefinido, luego que la Clínica haya adquirido la titularidad del equipo médico
al cancelar el leasing a Financiera de Crédito; Sétimo.- Que, resulta que la entidad emplazada
prácticamente a los dos años de suscrito el contrato, en referencia, de modo unilateral y arbitrario,
y sin que medie proceso alguno, dispuso la resolución del mismo; así como la separación
automática del demandante de la prestación de los servicios de los equipos médicos de medicina
nuclear, que venía realizando en virtud de lo señalado precedentemente, imputándole la comisión
de acciones irregulares en el desempeño de su función, vulnerando de esta manera sus derechos
constitucionales referentes a la libertad de trabajo, de contratar con fines lícitos, de la libertad de
empresa y de la propiedad emergentes del propio contrato de asociación en participación, los que
son objeto de protección constitucional, en razón de encontrarse obligada la emplazada a cumplir
con lo pactado sin adoptar decisiones fuera de este; Octavo.- Que, asimismo, en el extremo del
petitorio relacionado con el abono de utilidades acordadas; así como en el sentido que la parte
demandada asuma íntegramente los pagos por el cual el accionante se ve imposibilitado de pagar
el credileasing, por los acontecimientos sucedidos que son materia de la presente acción de
garantía, la Acción de Amparo no es la vía idónea para dilucidar dicha pretensión la misma que por
su propia naturaleza requiere de estación probatoria, situación de la que carece la presente acción,
por estos fundamentos; CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento sesenta a ciento
setentiocho su fecha veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventiocho, en el extremo que
Falla DeclarandoFUNDADA la demanda; e IMPROCEDENTE la citada demanda en los demás
aspectos contenidos en el petitorio, en la Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por:
CARLOS HERNÁN CRUZ HURTADO , contra el Subdirector de la Asociación Benéfica Anglo
Americana "Clínica Anglo Americana" don Gonzalo Garrido Lecca Alvarez Calderón; en
consecuencia ordenaron la reposición del actor en las mismas condiciones que venía prestando en
la Clínica Anglo Americana, antes del diez de junio de mil novecientos noventiocho, debiendo
cumplir con las directivas del Instituto Peruano de Energía Nuclear respecto a dicho servicio; y,
estando a que la presente resolución sienta precedente de observancia obligatoria MANDARON:
Que, consentida y/o ejecutoriada que sea ésta se publique en el Diario Oficial El Peruano por el
término de ley y los devolvieron.
MUÑOZ SARMIENTO
GONZALES CAMPOS
BARRERA GUADALUPE
Los ejecutores coactivos no pueden escudarse en el artículo 119º del Código Tributario para
obtener impunidad en sus funciones irregulares, ya que por otra parte en el artículo 103º in
fine de la Magna Ley se dispone que "La Constitución no ampara el abuso del derecho".
Expediente 2127-98
Resolución N° 119
VISTOS; de conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas
ochentitrés a ochenticinco; por los fundamentos de la recurrida; y, CONSIDERANDO Además:
Primero.- Que, si bien es cierto el demandante únicamente invoca la violación de sus derechos
constitucionales referidos a la libertad de empresa y al trabajo, ello no es óbice para que este
Tribunal en aplicación del principio jurídico consagrado en el Artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, conocido con el antiguo aforismo "Iura novit curia" , aplique el derecho que
corresponda luego de apreciar los hechos expuestos por las partes; Segundo.- Que, en el presente
caso el A-quo declaró fundada la demanda incoada debido a que la Ejecutoria Coactiva
demandada procedió a ejecutar coactivamente una deuda cuya reclamación no había sido
resuelta; Tercero.- Que, a fojas ocho y nueve se aprecian las notificaciones de multa, advirtiéndose
que éstas se efectuaron el veintisiete de diciembre de mil novecientos noventiséis y no el dieciséis
de diciembre de mil novecientos noventiséis como indica la demandada en su escrito de apelación;
siendo oportuno indicar que la reclamación está bien dirigida por cuanto se reclama una
determinación de multa, emitida por la Municipalidad, ergo, la reclamación excluye la participación
del Ejecutor Coactivo, ya que éste sólo puede actuar cuando existe una deuda exigible conforme a
lo previsto en el Artículo 115° inciso a) del Código Tributario; Cuarto.- Que, los Ejecutores
Coactivos no pueden escudarse en la disposición del Artículo 119° del Código Tributario para
obtener impunidad en sus funciones irregulares, ya que por otra parte en el Artículo 103° in fine de
la Magna Lex se dispone que " La Constitución no ampara el abuso del derecho"; y no puede ser
de otra forma porque los derechos constitucionales están en un plano superior a cualquier otra
disposición normativa, siendo que por ello mismo, los Artículos 1° y 2° de la Ley N° 23506
preceptúan que la Acción de Amparo resulta idónea para asegurar la vigencia de los derechos
constitucionales que se ven afectados porcualquier autoridad o funcionario, teniendo como objeto
reponer las cosas a su estado anterior; Quinto.- Que, de la revisión de los autos se advierte que la
emplazada realizó los actos demandados sin la observancia del debido proceso, derecho que a
pesar de no haber sido invocado en la demanda se debe restituir; fundamentos por los cuales:
CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas cincuenticinco a cincuentinueve, su fecha treinta de
julio de mil novecientos noventiocho, que declara FUNDADA la demanda de Amparo Constitucional
promovida por OTTO EDGARDO OLIVAS GUERRERO en representación de la empresa "EL
SABOR DE LA REPOSTERIA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA", contra la
Ejecutora Coactiva de la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco; con lo demás que contiene;
y estando a que la presente resolución sienta precedente de observancia obligatoria; MANDARON:
Que, consentida o ejecutoriada que sea se publique en el Diario Oficial El Peruano por el término
de ley; y los devolvieron.
Exp. N° 2127-98
«Que, el Amparo, es una acción de garantía constitucional, dirigida a restituir cualquier derecho
reconocido por la Constitución Política del Estado, que no sea el de la libertad personal, y que haya
sido vulnerado o amenazado por cualquier autoridad, funcionario o persona; con la finalidad de que
las cosas sean repuestas al estado anterior de dicha violencia o amenaza.»
Exp. N° 169-95-AA/TC
Huancayo
Asociación de Cesantes y Jubilados de la Municipalidad Provincial de Huancayo
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO :
Recurso de Nulidad, de fecha diez de agosto de mil novecientos noventicinco, que en aplicación
del artículo 41° de la Ley N° 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional, debe entenderse como
Recurso Extraordinario, interpuesto por la Asociación de Cesantes y Jubilados de la Municipalidad
Provincial de Huancayo, contra la Resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Junín, que con fecha treintiuno de julio de mil novecientos noventicinco, declaró improcedente la
Acción de Amparo incoada por la citada Asociación, contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial
de Huancayo. (fojas 159)
ANTECEDENTES :
Con fecha doce de mayo de mil novecientos noventicinco, la Asociación de Cesantes y Jubilados
de la Municipalidad Provincial de Huancayo, interpone Acción de Amparo contra el alcalde del
citado municipio, en la persona de don Pedro Antonio Morales Mansilla, con la finalidad de que se
declaren nulas e inaplicables las Resoluciones de Alcaldía N°s. 2137-94-A/MPH y 172-95-
A/MPH, por considerar que la primera infringe los términos y plazos del Texto Único Ordenado de
la Ley N° 26111, aprobado por el Decreto Supremo N° 02-94-JUS; y, la segunda, por enervar
sus derechos pensionarios nacidos de la ley, al no permitir la nivelación de sus pensiones con
arreglo al sueldo que perciben los servidores municipales en actividad. Considera la demandante,
que se han enervado los artículos 57°, 87°, e inciso 2) del artículo 2° de la Constitución
Política del Estado, en perjuicio de sus integrantes. (De fojas 2 a fojas 10)
Don Pedro Antonio Morales Mansilla, en su calidad de Alcalde Provincial demandado, contesta la
demanda, solicitando sea declarada improcedente, por las razones siguientes: Que, la
Municipalidad Provincial de Huancayo, con la finalidad de mejorar la productividad de sus
trabajadores en actividad, les otorga bonificaciones especiales, tales como, por responsabilidad y
eficiencia, por identificación institucional, por utilización óptima de recursos, por asistencia y
puntualidad, y, por desempeño de cargo directivo. Que, dichas bonificaciones especiales, no se
encuentran comprendidas dentro los alcances de la Ley N° 25048, del artículo 1° de la Ley N°
23495 concordante con el artículo 5° del Decreto Supremo N° 015-83-PCM, ni en el artículo 43° del
Decreto Legislativo N° 276, y por tal razón no son otorgadas a los pensionistas. Que, la
Municipalidad no ha transgredido disposiciones en materia de personal y mucho menos ha
vulnerado los derechos laborales de sus pensionistas. Que, las Resoluciones que son objeto de la
presente Acción de Amparo, se sustentan en la Ley N° 23495 y en el Decreto Supremo N° 015-83-
PCM y normas conexas. Que, finalmente, considera que la demandante ha incurrido en la causal
de caducidad contemplada en el artículo 37° de la Ley N° 23506, por cuanto la segunda de las
Resoluciones submateria, tiene fecha primero de febrero de mil novecientos noventicinco, y a la
fecha de la interposición de la demanda, ya habían transcurrido los 60 días hábiles establecidos
en el referido artículo 37°. (De fojas 60 a fojas 67)
El Segundo Juzgado en lo Civil de Huancayo, se pronuncia con fecha ocho de junio de mil
novecientos noventicinco, declarando improcedente la demanda; en base a lo siguiente: Que, en el
presente caso, no se cumplió con el requisito de agotar la vía previa, pues no obran en autos,
documentos que acrediten la interposición de los recursos de reconsideración y apelación, con
arreglo al Texto Único Ordenado de la Ley N° 26111, Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, y que el recurso de revisión interpuesto por la Asociación, deviene
en improcedente, por no haberse interpuesto previamente, cuando menos el referido recurso de
apelación. Que, además, la demandante ha incurrido en la causal de caducidad establecida en el
artículo 37° de la acotada Ley N° 23506, por cuanto la cuestionada Resolución N° 172-95-A/MPH
fue recibida por la actora el día ocho de febrero de mil novecientos noventicinco, y, la demanda fue
incoada con fecha doce de mayo del mismo año, vale decir, fuera del plazo de 60 días hábiles
establecido por el artículo 37° de la Ley N° 23506. (De fojas 110 a fojas 112)
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha treintiuno de julio de mil
novecientos noventicinco, confirma la apelada, y en consecuencia declara improcedente la Acción
de Amparo, por considerar que se incurrió en causal de caducidad. (fojas 149)
FUNDAMENTOS :
Que, el Amparo, es una acción de garantía constitucional, dirigida a restituir cualquier derecho
reconocido por la Constitución Política del Estado, que no sea el de la libertad personal, y que
haya sido vulnerado o amenazado por cualquier autoridad, funcionario o persona; con la finalidad
que las cosas sean repuestas al estado anterior de dicha violencia o amenaza.
Que, del anterior fundamento, se desprende, que la Asociación accionante, no agotó la vía previa
tal como lo prescribe el artículo 27° de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, por lo que la
demanda resulta improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA :
Acción de amparo contra una ley y acción de amparo contra actos o amenazas que se basan en
una norma incompatible con la Constitución (*)
Mediante Decreto Ley el gobierno pretendió continuar con la expropiación de un inmueble que el
Poder Judicial había declarado improcedente, con lo que no sólo se violaba el derecho
fundamental a la propiedad consagrado en la Constitución, sino que se perjudicaba el principio de
la cosa juzgada. En el presente caso, la Corte Suprema declara inaplicable el Decreto Ley 25960.
Resulta discutible el voto en discordia de la Magistrada Valcárcel Saldaña, pues demuestra
desconocimiento entre lo que es una acción de inconstitucionalidad de la Ley con la institución de
su inaplicabilidad a un caso concreto.
Expediente 1230-93
Lima
Sentencia
LA SECRETARIA QUE SUSCRIBE CERTIFICA: Que los fundamentos del voto del señor Calmell
Del Solar Díaz es el siguiente: De conformidad con el dictamen fiscal de fojas noventidós; y
CONSIDERANDO : Que del texto de la demanda se deduce que la accionante solicita se declare la
inaplicabilidad de lo dispuesto en los Artículos primero y segundo del Decreto Ley número
veinticinco mil novecientos sesenta, que el antes mencionado Decreto Ley, en su Artículo primero
declara nulos todos los actos Administrativos, Municipales y Judiciales que pretendan desconocer
o enervar las disposiciones y efectos de la Ley número veinticuatro mil ochocientos setentiuno, y
en su Artículo segundo, refiere que la adjudicación de la propiedad fiscal a que se refiere el mismo
constituye título suficiente para que la Universidad Particular "San Pedro" construya su local, y para
que la oficina de los Registros Públicos proceda a inscribir la propiedad a nombre de la citada
Universidad; que del análisis de los hechos se infiere que la aplicación del Decreto Ley número
veinticinco mil novecientos sesenta, significaría despojar de su propiedad a los accionantes, que
según lo previsto en el Artículo segundo inciso catorce de la Constitución Política de mil
novecientos setentinueve, toda persona tiene derecho a la propiedad y a la herencia, dentro de la
Constitución y las leyes; que el Artículo ciento veinticinco de la Constitución establece que la
propiedad es inviolable y que el Estado sólo podrá privar a los particulares de su propiedad por
causa de necesidad y utilidad pública de interés social declarada conforme a ley previo pago en
dinero de indemnización justipreciada; que según lo dispuesto por el Artículo doscientos treintitrés
de la Constitución Política de mil novecientos setentinueve aplicable al presente procedimiento,
ninguna autoridad puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada, que el Decreto Ley número veinticinco mil novecientos sesenta al pretender dejar sin
efecto la Ejecutoria Suprema del veintitrés de julio de mil novecientos noventa, sobre el Expediente
número setecientos once-ochentinueve, que declaró inaplicable para los demandantes el Artículo
cuarto de la Ley número veinticuatro mil ochocientos setentiuno, contraviene directamente el antes
citado Artículo doscientos treintitrés.
«Que, el derecho invocado por la demandante no está plenamente acreditado en autos por lo que
la acción de amparo no es la vía pertinente.»
Exp. N° 801-96-AA/TC
Iquitos
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario que interpone doña Clara Ofelia Ramírez Chota
contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, de fecha cuatro de
junio de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada declaró improcedente la
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Clara Ofelia Ramírez Chota interpone Acción de Amparo en contra de don Arquímides
Santillán Gómez, en su calidad de Alcalde del Municipio Distrital de Punchana, don Fernando
Fernández Chong, en su condición de Jefe de la División de Desarrollo Físico del Municipio Distrital
de Punchana; don Carlos Melgarejo Mendoza, asesor legal del Municipio Distrital de Punchana;
don Francisco Pérez, Director de Acondicionamiento Territorial del Municipio Distrital de Punchana;
y doña Norma Luz Viena Reátegui, como representante legal de la menor Lidia Rosalyn Rengifo
Viena, por haberse conculcado su derecho a la propiedad, a la herencia, y el derecho de petición
de los menores Jorge Manuel Rengifo Ramírez, Flor de Azalia Rengifo Cisneros y Mike Neum
Rengifo Tananta. Sostiene la demandante que los funcionarios demandados han realizado
acciones administrativas que violan su derecho a la propiedad a la herencia, derecho de petición,
derecho al debido proceso, al haber aprobado y expedido la Resolución N° 192-95-A-MDP, de
fecha seis de julio de mil novecientos noventa y cinco, que resuelve autorizar la "suscripción"
correspondiente del Título de Propiedad, otorgado a favor de la menor Lidia Rosalyn Rengifo
Viena, a doña Norma Luz Viena Reátegui, a que se refiere la Resolución de Alcaldía N° 280-94-A-
MDP, de cinco de agosto de mil novecientos noventa y cuatro.
Admitida la demanda ésta es contestada por doña Norma Luz Viena Reátegui, quien solicita que se
declare infundada por cuanto el trámite que realizó ante la Municipalidad Distrital de Punchana, fue
mediante un trámite de procedimiento regular que obtuvo el otorgamiento del Título definitivo de
propiedad sobre el antes citado terreno a favor de su menor hija Lidia Rosalyn Rengifo Viena, con
fecha dieciocho de octubre de mil novecientos noventa y cinco, el Alcalde y demás funcionarios de
la Municipalidad demandada contestan la demanda negándola en todos sus extremos y solicitando
que se declare infundada la demanda considerando que la demandante alega una supuesta
violación de su derecho constitucional de propiedad y herencia, así como el derecho de petición.
Que, asimismo, don Jorge Rengifo Portocarrero ha tenido pleno conocimiento del referido proceso
administrativo, que mediante Expediente N° 1971 de diecinueve de setiembre de mil novecientos
noventa y cuatro interpone recurso impugnativo contra la Resolución de Alcaldía N° 280-94-MAP
de cinco de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro y le es concedido el mismo, ante la
Municipalidad Provincial de Maynas, en segunda instancia, que expide la Resolución de Alcaldía
N° 2477-94-MPM, de veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, que declara
inadmisible por extemporáneo su recurso de apelación, quedando agotada la vía administrativa, si
con dicho acto administrativo la parte afectada o perjudicada no se encuentra conforme tiene
expedito su derecho para recurrir al Poder Judicial.
El Juez del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas, con fecha veintisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, expide resolución declarando improcedente la
demanda. Interpuesto el Recurso de Apelación, con fecha cuatro de junio de mil novecientos
noventa y seis, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, expide resolución
confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
3. Que, el derecho invocado por la demandante no está plenamente acreditado en autos por
lo que la Acción de Amparo no es la vía pertinente.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú, y su Ley Orgánica.
FALLA:
Causa 47.649
Sec. Nº 5
VISTO: La presente causa 47.649 del Juzgado en lo Criminal y Correccional Nº 3 tres, Secretaría
Nº 5 cinco, caratulada «M.M.A. S/ACCION DE AMPARO»;
Y CONSIDERANDO:
I.- Que a fs. 01/08 vta., se presenta Mauro Martín Abastante, con el patrocinio letrado de la Sra.
Defensora Oficial, Dra. Cecilia Margarita Boeri, promoviendo formal acción de amparo, con
sustento en el art. 43 de la Constitución Nacional, por no existir otra vía judicial más idónea, a fin
de «remediar las severas limitaciones que padece para gozar de los derechos constitucionales,
asegurados por nuestra Carta Magna a todos los habitantes de la Nación, todo ello a raíz de la falta
de concordancia entre su identidad sexual y la que surge de la partida de nacimiento, y por ende
del documento de identidad».
En prolija y fundada presentación, se refiere a que al momento del nacimiento del amparista
-ocurrido el 24 del febrero de 1974- se detectó de inmediato una malformación en los genitales
externos, cuya descripción se formula a fs. 01 vta.
Señala asimismo, que pese a que la ambigüedad de los genitales alertaba sobre la probabilidad de
encontrarse frente a un caso de hermafroditismo o seudo hermafroditismo, y debiéndose
forzosamente optar, a los fines de la inscripción en el Registro de las Personas, entre uno de los
dos géneros, fue elegido el masculino.
Se puntualiza luego que un estudio genético efectuado indicó la existencia del denominado
«síndrome de Reifenstein», debido a lo cual si bien el cariotipo cromosómico es de 46 xy y el sexo
gonadal masculino, este último no pudo trasladarse al sexo fenotípico, debido a una falla genética
en los receptores celulares especializados en recibir las hormonas masculinas que resultan
parcialmente resistentes a las mismas. Se hace mención también de la morfología básicamente
femenina que presenta la persona peticionaria, que incluye la voz generando todo ello serios
padedimientos y conflictos emocionales, en contradicción con la inscripción en el Registro Civil
como de sexo masculino y con nombre de varón (Mauro Martín).
Se sostiene más adelante que «nadie mejor que yo para saber el significado de los derechos al
reconocimiento de la propia identidad y a la salud física y mental. Para salvaguardar ambos es
imprescindible vivir acorde al sexo que de mejor modo refleje la realidad y la potencialidad de la
persona», para luego agregar (fs. 03 vta.) que «existiendo caracteres sexuales incompletos de
ambos sexos (seudo-hermafroditismo), la evidente preponderancia del sexo femenino, debe ser
reconocida judicialmente, más aún porque es ésta la única identidad sexual susceptible de
acentuarse, y que me permitirá llevar una aceptable vida de relación, ejerciendo en plenitud los
derechos constitucionales a la identidad, a la salud, al trabajo, y el estudio.»
Señala que independientemente de la incapacidad psíquica para actuar como varón, el proceso de
atrofia de los genitales masculinos es progresivo e irreversible. Acota que por lo demás que ha sido
sometido a un experimento endocrinólogo, en el cual, sin su conocimiento, se le aplicaron bombas
de testosterona, con resultados realmente negativos, hasta tal punto que le originó el desarrollo de
un hirsutismo del que carecía, al tiempo de acentuar trastornos hormonales.
II. Conjuntamento con el escrito inicial, se incorporaron a la causa diversos informes, a saber: A)
Evaluación genética. Obra a fs. 09 un informe del Dr. Justo Zanier, médico genetista (Asociación
de Genética Humana de Mar del Plata), ampliado a fs. 10. De los mismos se desprende en cuanto
al examen físico del paciente que el mismo es calificado como «Lúcido, inteligente... Caracteres
sexuales secundarios presentes. Ginecomastia bilateral. Pene con hipospadias reparado
hipoplástico. Testículos hipotróficos. Se califica al cuadro del paciente como «Síndrome de
Refeinstein, con caleotipo cromosómico 46 xy».
Se consigna en el mismo informe a fs. 10, con relación al desarrollo sexual normal y de las tres
etapas por el que atraviesa en forma ordenada e interrelacionada, lo siguiente: «La primera es la
determinación del sexo cromosómico que se establece en el momento de la fecundación. La
segunda, consiste en la determinación del sexo gonadal al sexo fenotípico, es decir lo que se ve, y
esto se produce, gracias a la acción de las hormonas masculinas o femeninas, que la gónada
correspondiente segrega. En este caso, las dos primeras etapas se cumplen normalmente, pero en
virtud de una falla génica, los receptores celulares, especializados en recibir las hormonas
masculinas son parcialmente resistentes a las mismas. Como consecuencia de ello, se produce
desde el punto de vista físico, una incompleta virilización, caracterizada por la aparición de hábitos
feminoides, desarrollo de las mamas (ginecomastia) e incompleto desarrollo de pene y testículos.
La identidad sexual del paciente, estará determinada por un conjunto de factores, endocrinológicos,
genéticos y psicológicos, que hay que evaluar, y que darán al paciente su propia identidad, que a
veces no coincide con su determinación sexual genética y gonadal, antes descrita.
II.-B) Informe psiquiátrico y psicodiagnóstico: Subscripto por la Dra. María Elena Charre (fojas 14);
profesional que atiende a la amparista. En la evaluación fundada, con precisa indicación de los
criterios y metodología observada para arribar al diagnóstico, se consigna en síntesis que el hoy
demandante presenta identificación sexual completa con una mujer. Caracteres sexuales
secundarios femeninos. Mente fantasiosa, muy inteligente... (ver fojas 13), puntualizando en el
resumen final de fs. 14 que se trata de "un joven inteligente, que está atrapado en un sexo que no
parece corresponderle; se viste de mujer para disfrutar; es rechazado por su familia y amigos por
tal motivo. Es dependiente económicamente de su familia, pues sus rasgos marcadamente
femeninos y su documentación masculina hacen que sea discriminado en sus posibilidades
laborales y sociales. Se encuentra en una encrucijada, no ve otra posibilidad que la que el paciente
plantea, que es la cirugía".
II.-C) Evaluaciones efectuadas durante el período de escolaridad: se agregan a fs. 19/52 informes y
evaluaciones psicológicos, psicodiagnósticos y de rendimiento escolar, que dan cuenta de las
dificultades de integración manifestadas desde temprana edad, y afinidad del niño con juegos
considerados como típicamente femeninos, que se corresponde asimismo con el informe clínico
pediátrico de fs. 17.
II.-D) Informes del Centro de Otorrrinolaringología y Fonoauriología de fs. 15/16,: dan cuenta de los
tratamientos efectuados con miras a la modificación de las tonalidades de la voz.
II.-E) A partir de la carta-presentación del Delegado Episcopal para la Pastoral de la Salud, del
Obispado de Mar del Plata (fs. 53), el hoy amparista fue atendido y evaluado por el Jefe del
Servicio de Urología del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, Chile, Dr. Guillermo MacMilliam
Soto, médico urólogo, especialista en el tema. Este a fs. 18 y con fecha 05/03/97 certifica que: «La
solución definitiva para este paciente se logra efectuando una genitoplastía feminisante»,
agregando que «si se logra un consentimiento legal a la cirugía y posterior arreglo de
documentación de acuerdo al sexo psicológico y fenotípico, el paciente conseguirá una
rehabilitación completa».
III. En cumplimiento de las medidas ordenadas por el Juzgado mediante resolución de fs. 54 y vta.,
e incorporados a la causa los siguientes informes periciales: a) de la Junta Interdisciplinaria del
Servicio Especial de Investigaciones Técnicas de la Policía Bonaerense, (Mar del Plata). Luego de
efectuado el examen médico-clínico, psicológico y médico legal, y habiéndose tenido a la vista los
demás informes de la causa evaluados en el apartado precedente, la Junta coincide en los
siguiente: «que se considera aceptable y conveniente para la salud psicofísica de M.M.A. la
realización de una genitoplastía feminisante». El informe (fs. 56/59) es subscrito por el Jefe y 2º
Jefe del S.E.I.T., Mar del Plata. Dres. TONELLI y LAGO, respectivamente, con la colaboración del
médico legista Dr. Rosethal, del Dr. Pablo García especialista en Obstetricia y Ginecología, y de la
psicóloga Sandra S. DELIA.
IV. La perito psicólogo oficial, licenciada Alicia B. Cendoya, presenta un exhaustivo dictamen a fs.
60/64 vta., en base al estudio efectuado empleando técnicas de exploración psicológica
consitentes en entrevista individual H.T.P. (test gráfico proyectivo) y test de psicodiagnóstico de
Rorschach.
Luego de referirse a la importancia del rostro, manos y genitales como áreas significativas en el
reconocimiento del propio cuerpo y el ajeno, observa que para el paciente en cuestión, dicho
reconocimiento resulta contradictorio e indiscriminado ante un rostro y manos netamente
femeninas, y genitales que aparecen como ambiguos.
Como resultado de la prolija evaluación efectuada por la perito de la identidad sexual como
proceso psicológico, de la relación entre las diferencias biológicas y los diversos roles sociales, y
después de referirse también a la capacidad intelectual del examinado, -que es calificada como
normal al igual que su comprensión desde que conoce perfectamente su historia médica y por
haber recibido desde hace tiempo adecuada atención psicológica-, entiende que «está preparado
para afrontar una situación crítica con información médica completa acerca de la misma, no ha sido
inducido ni manejado psicológicamente por otra u otras personas, sino por el contrario su decisión
resulta una libre convicción interna». Todo ello nos permite hablar en el caso, de la existencia de
un consentimiento informado, libre y esclarecido, de particular relevancia al momento de la toma de
decisión en definitiva.
Finalmente entiende la Lic. Cendoya, la perito que desde el punto de vista psicológico, con la
definición de su identidad sexual (como sexo femenino), se podría evitar la continuación del daño
psicológico, y permitir que M.M.A. se transforme en «una persona integrada libremente a la
sociedad, con posibilidad laboral, de estudio, proyectos de vida, libertad de elección de las mismas.
En el mismo orden de ideas entiende también que el cambio de documentación y la intervención
quirúrgica permitirán a la persona en cuestión completar su proceso de identidad y participar en
experiencias y vivencias que hasta el momento resultaron imposibles de realizar, debido a
situaciones de discriminación.
V.- A fs. 63/64 vta., se documentó la audiencia llevada a cabo en el Juzgado, con la presencia de
M.M.A., asistido por la defensora Oficial, Dra. Boeri, y con la presencia del Sr. Agente Fiscal Dr.
Pellizza. En la misma, la persona compareciente efectuó un relato sintético de su historia vital, y de
las experiencias, -signadas por la discriminación- que le tocaran vivir durante los períodos de
escolaridad, en especial a nivel universitario.
Ratifica también allí claramente la petición efectuada con la asistencia de la Defensora Oficial Dr.
Boeri en el escrito inicial, en el sentido de solicitar una autorización judicial para la intervención
quirúrgica a fin de «determinar o definir su sexo como femenino» al igual que el cambio de nombre
(solicita el de «Moira Celeste»). Expresa asimismo que lo peticionado es el fruto de una decisión
personal, adoptada con absoluta libertad y orientada por profesionales competentes.
VI.-A fs. 66 obra dictamen del Sr. Agente Fiscal, Dr. Carlos Alberto Pellizza. El nombrado, en base
a las constancias de la causa y dictámenes médicos producidos, entiende que no surge la
existencia de riesgos no ordinarios en la genitoplastía aconsejada, agregando que nada tiene que
objetar a la pretensión deducida.
VII. Para mejor proveer a fs. 67 el Juzgado solicitó, a título de colaboración, un dictamen de Comité
de Bioética de la Asociación de Genética Humana de Mar del Plata», el que corre agregado a fs.
68/70.
El Comité integrado por el Dr. Jorge Bargo, médico, Teresa Aznaris, profesora en Filosofía, Elena
Gill, licenciada en Psicología, Graciela César, terapista ocupacional, María A. Alejandra Rascio,
licenciada en Ciencias Biológicas, Horacio Salvador, abogado, y Olga O. Lavalle, profesora en
Filosofía -todos ellos especializados en Bioética-, efetúa una prolija y sintética valorización de las
constancias de la causa.
Considera apropiada la calificación del cuadro del paciente como «síndrome de Reinfeinsten,
pseudohermafrodita», remitiéndose por lo demás al informe genético de fs. 10. Entiende también el
Comité que la solicitud de M.M.A. ha sido adoptada con absoluta libertad y convicción en uso pleno
de su derecho de autonomía, después de haber aceptado todas las entrevistas necesarias.
En cuanto a los antecedentes relevantes se consigna que a partir del nacimiento con genitales
ambiguos, surge a la luz de acontecimientos posteriores, que el diagnóstico de la malformación
genética no fue preciso, ni explicitado con claridad y sencillez a los padres, (no llegó tampoco al
niño cuando ello correspondía), originando todo ello un grave conflicto familiar con honda
repercusión y daño psicológico en el menor.
Se señala además en el informe bioético, que la primera a intervención quirúrgica se cumplió a los
dos años -ya cumplido el proceso de identificación sexual-, lo que generó graves conflictos en esta
área, para añadir luego que la segunda operación, -siguiendo pautas correctivas sucesivas- fue a
los seis años, cuando el niño ya tenía conductas femeninas, agravando el cuadro.
VIII. Que la acción de amparo (art. 43 de la CN, 20 CProv., Ley 7166 to. 7261) «...como acción-
procedimiento o vías de tutela esencial que juega como alternativa principal y no subsidiaria...»
(Augusto Mario Morello «La Primera Sentencia de Amparo a la luz de la Constitución reformada...»
JA-diciembre 28-1994; y ver en mismo sentido Palacio Lino Enrique, «La pretensión de amparo en
la reforma constitucional de 1994» en La Ley 7/9/95, Carattini, Marcelo «El Amparo en la reforma...,
La Ley, 1995-A-877, Rivas, Adolfo, «Pautas para el nuevo amparo constitucional, en ED, «Temas
de Reforma Constitucional, 29/06/95, y Gordillo, Agustín «Un día en la Justicia: Los amparos de los
arts. 43 y 75 inc. 22 de la C.N.», Suplemento La Ley del 15/11/95), «...para asegurar la vigencia
cierta de los derechos constitucionales...» (Augusto Mario Morello, «Posibilidades y Límites del
Amparo en El Derecho, 22-11-95), directamente operativa, constituye la vía idónea para la
protección del derecho a la vida y su corolario el derecho a la preservación de la salud (Fernandez
Segado, Francisco «Los nuevos retos del Estado Social para la Protección Jurisdiccional de los
derechos fundamentales en ED 22-07-94), según lo resuelto reiteradamente por este Juzgado, y
con fundamento en autorizada doctrina y jurisprudencia citada en estos precedentes (Causas Nº
34.104 «Navas, Leonardo José S/ Amparo», publicada en LL 1991-D-77, con nota de Susana
Albanese «El Amparo y el derecho adquirido a una mejor calidad de vida»; ídem en revista «El
Derecho» 05/11/91, tomo 144-225, con nota de Germán Bidart Campos; causa Nº 34.732 «Aguirre,
María L. S/Presentación», publicada en El Derecho 02/03/93, tomo 145-439, con nota de Germán
Bidart Campos «La tutela médica, el estado providente y la privacidad matrimonial», ídem. en LL
06/12/91 (1991-E-5655), con nota de Susana Albanese «La Autorización Judicial para una
Intervención Quirúrgica frente a una situación límite», sentencia asimismo publicada en JA
02/12/92, y en Doctrina Penal, Editorial Ius, tomo II., mayo 1993, bajo el título «Derecho
Constitucional a la Salud», causa Nº 38.154 «Servicio de Salud Mental del Hospital Interzonal
General de Agudos S/ Amparo», JA 07/07/94, con notas de Augusto Mario Morello «Bioética y
Amparo», Miguel A. Padilla «Legitimación Activa en el Amparo»; y Néstor Pedro Sagués «En torno
al Sida, nuevas perspectivas de la Acción de Amparo». En igual sentido: ver fallo del Juez
Fernando Aníbal Perez, Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 6 de Bahía Blanca, en E.D., 03-10-94,
con nota del Dr. Germán J. Bidart Campos; Respecto del Derecho a la Salud desde la perspectiva
de las libertades fundamentales y de la Bioética véase: Augusto Mario Morello «Una visión del
Derecho a la Salud desde las perspectivas de las Libertades fundamentales», y José A. Mainetti
«Bioética y justificación del derecho a la Salud», en Boletín de la Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires. Suplemento dedicado al Tercer Seminario sobre «Calidad y Costo de la atención
Médica» 12 y 13 de junio de 1991; Gladys Mackinson «Derecho a la Salud» en la obra colectiva
«Estudios sobre la Reforma constitucional de 1994, Instituto Antonio Gioja. Facultad de Derecho
UBA, Ed. de la Facultad de Derecho. UBA. 1995 pág. 161, ver en igual sentido fallo de la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, 2, de fecha 13/02/96 en causa Nº
39.356/95, caratulada «Quirque Dapena, Encarnación Mercedes c/I.O.S. s/amparo», publicada en
Revista El Derecho, 4 de diciembre de 1996, pág. 15, sumarios 2 y 3, y fallo de fecha 12/07/96 en
autos «BALAGNA, Delia Leontina y otra c/Instituto Municipal de Obra Social s/Amparo, dictado por
la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala I, publicado en Rev. El Derecho del 16
de mayo de 1997, pág. 9 y sgtes.).- arts. 18, 33,43, 75 inc. 12 y 22 y 121 de la Constitución
Nacional; 12 inc. 1º, 20 apartado 2º, 36 inc. 8º y 56 de la Constitución Provincial.
IX. Que a la luz de normas constitucionales vigentes, muy particularmente luego de la reforma de
1994 tanto de la Constitución Nacional como de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, la
mera existencia de recursos administrativos u otros procesos judiciales que permitan obtener la
protección del derecho, no obstante por sí solos a la admisibilidad y procedencia de la acción de
amparo (Cám. Nac. Apel. Civil, Davidovski c/Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, ver
Secretaría de Jurisprudencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Boletines Nº 3 y
4/95, Revista ED 23/05/96, Sumario 300006698), atento lo expresamente normado por el art. 43
CN en cuanto declara expedita la acción de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo...», previsión que otorga aún mayor amplitud al proceso de amparo respecto de lo previsto
en el art. 20 inc. 2º de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires que se refiere a la
inviabilidad de «remedios ordinarios sin daños graves e irreparables», prevaleciendo en este caso
la norma más favorable a la protección de los derechos humanos, conforme inclusive pacífica
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y lo normado por el art. 31 de la
Constitución Nacional. Sin embargo la norma provincial al referirse a «remedios ordinarios» incluye
también los procedimientos administrativos, a los que no es el en caso necesario recurrir, habida
cuenta de los valores fundamentales en juego y la necesidad de la tutela judicial continua y efectiva
garantizada por el art. 15 de la misma Constitución Provincial, y el referido principio de supremacía
constitucional. (Augusto Mario Morello, «Justicia continua y efectiva para la Provincia de Buenos
Aires. El art. 15 de la Constitución Reformada en 1994», en El Derecho 27/02/97).
X. Por lo demás la acción de amparo (art. 43 CN), no sólo importa el ejercicio de una vía
procedimental, sino una garantía tendiente a asegurar el rápido y efectivo acceso a la jurisdicción,
a fin de tutelar la vigencia cierta de derechos que corresponden a los hombres por su condicción de
tales.
Nuestra Corte Suprema de Justicia en reiterados fallos recalcó que siempre que apareciera de un
modo claro y manifiesto el daño grave e irreparable que se causaría remitiendo el examen de una
cuestión a los procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, correspondía que los jueces
restablecieran de inmediato el derecho restringido por la vía de amparo (por ej. Fallos T. 241-291,
T267-215; T126-293; T299-417; T300-1033; T305-307; T306-400). Reiteró este Tribunal Supremo
en varios fallos, qe la exclusión del amparo por existencia de otros medios administrativos o
judiciales, si bien no está destinado a reemplazar los medios ordinarios instituidos para la solución
de controversias, no podría fundarse en una apreciación meramente ritual, ya que el amparo tiene
por objeto una efectiva protección de los derechos, más que una ordenación o resguardo de
competencias (La Ley, Tomo 1990-A, pág. 581, La Ley 1985-C-424, J.A. III-466 ver asimismo voto
del Dr. Carlos S.Fayt en LL T. 1988-C-390/1). En sentido coincidente se ha pronunciado la
Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de BsAs. (véase causa Plastina c. Dirección Gral. de
Escuelas, 27/12/91; Britos c. Municipalidad de Vicente López, 23/2/1993; Ferrara c. Sec. de
Seguridad 6/7/1993).
XI. Ha sostenido autorizada doctrina que comparto, que dada la complejidad del sexo, se torna
necesario un estudio multi e interdisciplinario (ver Carlos Fernández Sessarego, Derecho a la
Identidad Personal, Ed. Astrea, Bs. As. 1992, pág. 292 y sgtes., y Santos Sifuentes, Derechos
Personalismos, Segunda Edición actualizada, Edit. Astrea., Bs. As. 1995, pág. 115), exigencia que
queda cumplida con la incorporación al proceso de los diversos informes y dictámenes periciales y
que fueran referenciados en los apartados precedentes. Por lo demás, una buena decisión
bioética, con su correspondiente proyección jurídica, requiere de manera ineludible contar siempre
con «buenos datos», y para poder a partir de ellos, efectuar la evaluación y ponderación de los
valores y derechos en juego, en búsqueda de la solución justa del caso concreto.
XII. Estimo también que la adecuada solución de los diversos problemas éticos, sociales, bioéticos
y jurídicos vinculados con el sexo debe partir siempre de una premisa fundamental: «el respeto a la
dignidad de la persona humana (ver Matilde Zabala de González, «Resarcimiento de Daños, 2º
Daños a la persona (Integridad Espiritual y Social). Ed. Hammurabi, Bs. As., 1994, pág. 285).
Tal como sostuviera en la causa Nº 42.157, «I.B.R. y M.D.B. S/ ACCION DE AMPARO» (doctrina
reiterada en causa Nº 46.824 (ver Ed 11/12/95 con nota aprobatoria de Germán Jorge Bidart
Campos, titulada «La Salud Propia, Las Conductas Autorreferentes y el plexo de Derechos en el
Sistema Democrático»), mediante resolución de fecha 6 de junio del corriente año, «En una
democracia constitucional, en la que la dignidad y el valor de la persona humana ocupan un lugar
prioritario y central, dicha dignidad exige que se respeten las decisiones personales, el propio plan
o proyecto de vida que cada cual elige para sí, en la medida en que no perjudique a terceros, ni
afecte al bien común; la intimidad y privacidad (el right of privacy de los anglosajones) es un
aditamento de la dignidad, de manera que, nuestra filosofía constitucional, el principio de
autonomía personal se halla unido indisolublemente a la dignidad...» (Germán J. Bidart Campos-
Daniel H. Herrendorf, «Principios, Derechos Humanos y Garantías», Ediar, Bs.As., 1991, pág. 169
y ss.; Pedro Néstor Sagues «Dignidad de la Persona e Ideología Personal», JA, 30-11-94.
XIV. El llamado derecho a la identidad sexual, debe ser encuadrado en el «derecho a la identidad
personal» en sentido amplio, por cuanto existe en la persona humana un evidente e insoslayable
interés existencial, dado que la sexualidad se manifiesta en todas las actividades del ser humano e
identifica a éste socialmente, «para que se le reconozca socialmente en todo cuanto ella es, que se
respete su verdad personal, es decir que no se alteren o desnaturalicen todos y cada uno de sus
atributos y características de lo que constituye su propio perfil cultural» (Fernández Sessarego ob.
cit., pág. 231), todo ello con referencia a los principios que informan el ordenamiento jurídico en su
totalidad y que constituyen su columna vertebral, entre los cuales se haya en lugar prioritario el
principio de la libertad personal (Germán J. Bidart Campos, «Derecho a la Identidad Sexual;
Catalina Elsa Arias de Reonchietto, «Pseudoilicitud de las Intervenciones Quirúrgicas por
Pseudohermafroditismo (Inexistencia de cuestión de orden público, ambas notas en El Derecho 20
de julio de 1983). Ese derecho a la identidad personal requiere obviamente de la tutela jurídica y
jurisdiccional adecuada. Se ha dicho también que «la protección de la persona humana que deriva
de su propia dignidad de ser libre y creador, exige una tutela pronta, y eficaz, que no puede estar
siempre necesariamente vinculada a la previa existencia de derechos subjetivos típicos». En este
campo los más recientes desarrollos constitucionales y sus correspondientes explicitaciones en la
legislación, doctrina y jurisprudencia, marcan el tránsito desde los clásicos enfoques
patrimonialistas del derecho hacia, doctrinas de raíz personalista, que asumen a la persona como
centro y eje del ordenamiento (Fernández Sessarego, Ob. cit., pág. 234/5). En sentido coincidente,
en las XVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil, Buenos Aires, septiembre de 1997, en la
Comisión que tratara el tema de la Identidad Personal, se aprobaron las siguientes conclusiones
que estimo pertinentes para el tema sub exámine, a saber que: «la identidad es el resultado de la
interrelación de diversos elementos estáticos que conforman al individuo como unidad físico-
biológica, y factores dinámicos, que comprenden aspectos psicológicos, culturales, sociales,
religiosos e históricos, que integran la personalidad; creando un ser idéntico a sí mismo, único,
irrepetible y distinto a los demás, que se proyecta hacia el exterior como sujeto de recognoscible
sin confundirse a pesar de su integración social». Se sostuvo también sobre el mismo tema que
«...la identidad personal nos lleva a la necesidad de tutelarla desde lo jurídico mediante el
reconocimiento de un derecho subjetivo que la resguarde en su integridad y más allá de la
protección específica que se pueda preveer para cualquiera de los elementos que la integren, en
atención a sus particularidades...» (ver J.A. Nº 6056, 24/09/97, pág. 2).
Respecto del derecho a la identidad sexual, visto desde la Constitución, puede decirse que a partir
del reconocimiento de todo ser humano como persona (art. 2º de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, con relación al art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, texto de 1994),
surgen los derechos de la personalidad humana, entre los cuales el derecho a la identidad sexual
ocupa un lugar relevante, considerado como un importante aspecto de la identidad personal, en la
medida que la sexualidad se halla presente en todas las manifestaciones de la personalidad del
sujeto (Germán J. Bidart Campos, «El Derecho a la Identidad Sexual», Revista El Derecho, Tomo
104, pág. 1024; Fernández Sessarego, ob. cit, pág. 291; véase asimismo: la excelente
fundamentación de la Cámara Primera CC de San Nicolás, y voto del Dr. Calatayud en la sentencia
allí invocada en El Derecho 19/10/94). Por lo demás, los problemas vinculados con la identidad
sexual (incluidos los fenónemos de transexualidad e intersexualidad), ponen de manifiesto el
creciente entrelazamiento entre ética, medicina y derecho en las sociedades actuales (Jan M.
Broekman, «Interwinements fo Law and Medicine», Leuven Law Series, Leuven University Press,
Lovaina, 1996; Van Neste, F. «Recht en Ethiek ten aanzien van de Genesskunnde» -Derecho y
Etica con relación a la Medicina-, en «Ethische Perspectieven», Katholieke Universiteit Leuven, año
3 marzo de 1993), sin desmedro de la integración con otros saberes (en el caso, en particular con
la psicología, la psiquiatría y la sociología), cuya lectura inter y transdisciplinaria es de la esencia
de la bioética.
XV. Mucho más allá de las simplificaciones a las que se recurría con frecuencia hasta no hace
mucho tiempo, recordamos con Bueres (Alberto J. Bueres, «Responsabilidad Civil de los Médicos,
2, Derechos de daños en la actividad médica. Lineamientos doctrinales y jurisprudenciales, Ed.
Hammurabi, Bs.As., 1994, pág. 335 yss.), puede hablarse del sexo al menos en varias acepciones
y dimensiones a saber: a) Sexo genético (que comprende el cromosómico y cromatínico), b) sexo
gonadal (gónadas: ovarios y testículos), c) sexo conalicular constituido por genitales internos
(masculino; ureta, perineal, próstata, y femenino: vagina, útero, trompas) y por genitales externos
(masculino: pene, escroto; femenino: clítoris, vulvas, introito vaginal), d) sexo hormonal, e) sexo
psicológico, f) sexo jurídico social, g) sexo fenotípico -fenotipo masculino y femenino- (sobre este
tema y desde la perspectiva bioética ver: Encyclopedia of Bioethics, Warren Thomas Reich,
volumen 5, New York 1995, voz Sex Therapy and sex research, ethical issues, por Sharo K.
Turnbull, pág. 2352 y ss.)
Frente al cuadro expuesto, requiere particular atención lo referido a los llamados casos de
«intersexualidad».
Los «estados intersexuales» -como concepto genérico- comprenden las diversas hipótesis de falta
de homogeneidad -o concordancia- de los diversos aspectos de la sexualidad, no sólo ya en lo que
atañe a los factores biológicos y morfológicos sino en los referente a la relación entre éstos y los
aspectos psicológicos sociales. (Véase Arturo Ricardo Yungano, «Cambio de sexo», en La Ley
1975-A.479; German J. Bidart Campos, «El sexo legal y el sexo real: una sentencia ejemplar», en
El Derecho 19-10-94, nota a la excelente sentencia de la Cámara 1ª C.C. de Apelaciones de San
Nicolás, voto del Dr. Juan Carlos Maggi; comentario a la misma sentencia por Julio César Rivera,
en Jurisprudencia Argentina, 14/6/95, p. 41 y ss/). Dentro de los casos de intersexualidad la
doctrina y jurisprudencia, siguiendo estudios científicos actualizados ubica a los supuestos de
«pseudo hermafroditismo». Sobre éstos habrá de centrarse ahora el análisis, por cuanto en base a
los coincidentes informes y dictámenes periciales -debidamente fundados- individualizados supra, y
cuyas evaluaciones y conclusiones comparte el juzgador por corresponderse con las demás
constancias de la causa el caso que motiva la interposición de la acción de amparo medicamente
debe ser calificado como de «pseudo hermafroditismo» (Doctrina del art. 145 C.P.P.).
XVI. En el caso sometido a decisión, no se trata estrictamente de una petición de cambio de sexo,
sino de definición o determinación del mismo frente a una ambigüedad sexual congénita, todo lo
cual resulta de los precisos informes agregados a la causa. Manifestándose la ambigüedad en los
órganos genitales externos, en una persona que si bien inscrita como de sexo masculino -y por
ende con prenombres correspondientes al mismo género-, pero con fenotipo femenino, psicología
femenina y una autopercepción correspondiente a sí mismo al género femenino, desde la
perspectiva bioética (con particular relevancia para la decisión jurídica) resulta éticamente
aceptable la intervención médica-quirúrgica, que en el caso resulta aconsejable orientar hacia la
definición en sentido femenino, no solamente por cuanto esta corrección desde el punto de vista
técnico es más simple que la inversa, sino por cuanto debe procurarse hacer coincidir lo más
posible el sexo así determinado con los demás elementos y componentes del sexo físico y
psicológico-social (Elio Sgreccia, Manual de Bioética, Instituto de Humanismo en Ciencias de la
Salud, 1996, pág. 503).
XVII. El art. 19 inc. 4º de la Ley 17.132, que regula en el orden nacional el ejercicio de la
profesiones médicas, incluye dentro de sus prohibiciones el de realizar intervenciones quirúrgicas
que modifiquen el sexo del paciente, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una
autorización judicial. De esta manera el referido ordenamiento legal admite en principio la
posibilidad del denominado «cambio de sexo», aunque previa autorización judicial, sin establecer
los criterios o pautas a los que ésta debe ajustarse, razón por la cual resultarán aplicables
principios, valores y normas de jerarquía constitucional, desde la «prisma constitucional» (Germán
J. Bidart Campos, «Casos de Derechos Humanos», Edit. Ediar, Bs.As., 1997, pág. 33 y sgtes.).
Sin bien autorizada doctrina ha sostenido que sería innecesaria la autorización judicial previa
cuando no se tratare de modificación de sexo sino de «una determinación de un sexo ambiguo»
(como lo es el caso que nos ocupa) - ver Julio César Rivera «Ratificación del Derecho a la
Identidad Sexual en un caso de Hermafroditismo» en JA 1995-II-pág. 390-, lo cierto es que el
amparista ha solicitado expresamente la tutela judicial correspondiente en base a un previo
dictamen médico. La acción judicial adquiere en tal supuesto al menos el carácter declarativo de
certeza de reconocimiento de un derecho constitucional. Por lo demás, de todos modos la
intervención judicial sería necesaria con miras a la obtención de una rectificación de la partida de
nacimiento o eventualmente de una nueva inscripción en el Registro de las Personas. (ver, Pedro
Néstor Sagüés, «Elementos de derecho constitucional», Tomo 2, Edit, Astrea, 1993, Bs.As., pág.
47).
XVIII. Nuevos conocimientos provenientes de la medicina y de las ciencias humanas, han permitido
un conocimiento más profundo de la sexualidad humana, superador de perspectivas simplistas y
unilaterales. Tales desarrollos se han traducido, como no podía ser de otra manera, en nuevas
perspectivas jurídicas v.gr. con relación a los fenómenos de transexualidad, cambios acelerados
sobre todo a partir de sentencias de la Corte Europea de Derechos Humanos (caso Rees-17-10-
86, y más recientemente y con mayor fuerza en el caso B.c. France) que ha llevado inclusive a la
Casación francesa a modificar su tradicional jurisprudencia restrictiva respecto de pedidos de
«cambio de sexo» (ver Jan M. Broekman, «Derecho y Antropología», Edit. Civitas, Madrid 1993,
trad. de Pilar Burgos Checa, cap. III-3 «Transexualidad»: Juan César Rivera, «Transexualismo:
Europa condena a Francia y la Casación cambia su jurisprudencia, en El Derecho 151-917; acerca
del actual panorama de la bioética en Francia y sus pertinentes proyecciones jurídicas, puede
verse: ANNE FAGOT - LARGEAULT AND PAUL - ANTOINE MIQUEL, «BIOETHICS IN FRANCE:
1991 - 1993 INTRODUCTION: FROM ETHICS TO LAW», B. Andrew Lustig (Ed.) Bioethics
Yearbook; Volume 4, 183-210).
Sin embargo, más allá de ciertas analogías, debe diferenciarse la transexualidad respecto de la
intersexualidad (y en particular el hermafroditismo o pseudohermafroditismo). En el primer caso, se
trata de una discordancia o contraste insuperable entre sexo biológico y sexo psico-social,
relacionado con un «cambio de sexo», el pasaje de un sexo a otro, como consecuencia de una
evolución natural o de intervenciones externas, operaciones quirúrgicas o terapias hormonales
(Fernández Sessarego, ob. cit., pág. 315). El desarrollo de la personalidad del transexual revela
una discordancia entre la identidad vital y la jurídica en la cuestión de la diferenciación sexual, «el
transexual experimenta una ruptura en la solidaridad de su existencia, originada por la falta de
correspondencia entre su propia realidad y su realidad jurídica» (Jan M. Broekman, ob. cit., pág.
105), a causa de discordancia entre los rasgos fisiológicos externos -que determina el sexo
asentado en la partida, que expresa la mirada del otro (la partera, médico, etc.), una definición
jurídica que se establece antes de haberse desarrollado la conciencia o la personalidad del sujeto.
En cambio, en casos como el aquí abordado (pseudohermafroditismo), se está en presencia de un
supuesto de indefinición, ambigüedad o indeterminación sexual, y donde por ende -como ya se
expresara- no se trata propiamente de un «cambio de sexo» sino de determinación o definición de
un sexo ambiguo, paso necesario para poner fin a largos padecimientos, dificultades de integración
social y situaciones de discriminación, para que la persona pueda ser -y vivir- «su mismidad». Con
palabras de Werner Goldschmidt podríamos agregar que ello será conforme al principio supremo
de justicia (dimensión dikelógica del derecho), que exige que a cada individuo se le reconozca el
espacio de libertad para el desarrollo de su personalidad («personalizarse») con pleno respeto de
su unicidad e irrepetibilidad como persona (Werner Goldchsmidt, «Introducción Filosófica al
Derecho» - La teoría Trialista del mundo jurídico», Edit. Depalma, Bs.As., 1976, pág. 399 y sgtes.).
XIX. Que si bien se ha acreditado en autos en base a los dictámenes periciales premencionados en
los apartados II, III y VII del presente decisorio, la carencia en M.M.A. de homegeneidad entre los
órganos genitales externos y su sexo genético, -haciéndose ostensibles las características de los
dos sexos-, resulta sin embargo imperioso ponderar el criterio médico, en virtud del cual dichas
diferencias no se presentan en forma o proporciones equivalentes, sino que contrariamente, se ha
demostrado y existe, de acuerdo a los grados sucesivos del desarrollo de su sexualidad, una
evidente prevalencia de algunos de sus caracteres anatómicos y funcionales, predominando las
características del sexo femenino (ver en especial informes de fs. 19 suscritos por el Jefe del
Servicio de Urología del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, Chile, Dr. Guillermo MacMilliam
Soto, e informe de evaluación genética de fs. 09 realizado por el Dr. Justo Zanier, de la Asociación
de Genética Humana de Mar del Plata), circunstancia que permite en consecuencia, considerar la
existencia de un sexo dominante, de un caso de pseudohermafroditismo femenino.
Estimo aquí de plena aplicación la fundamentación que respecto de esta misma cuestión realizara
la Ca.CC de San Nicolás en fallo ya citado, en cuanto puntualizó: «El transexual parte
necesariamente de la convicción de un error de la naturaleza consistente en una ubicación sexual
suya que juzga errónea, mientras que para el seudohermafrodita el error está en la indefinición
pues vive y siente un sexo que tiene por nítido e indudable, el femenino, por lo que lo sustantivo es
la intersexualidad dada por el seudohermafroditismo congénito que motiva una específica
consideración, al margen de aquellos transexuales que, con o sin intervenciones quirúrgicas
pretenden escapar de un sexo definido y la meta de identificación tiende a remover ese sexo
impropio, mientras que el seudohermafrodita va en pos de superar la ambigüedad...» (ver LLBA,
1994-871 y El Derecho 19-10-94, pág. 5/9) sin que esta distinción entre transexualidad e
intersexualidad, implique en principio, a criterio del juzgador, un impedimento para la tutela
jurisdiccional en situaciones análogas de peticiones formuladas por un transexual en determinadas
y precisas circunstancias.
La Comisión ad hoc conformada con el fin de elaborar dictamen solicitado en los autos «J.J.I.
c/M.H.S. S/DAÑOS Y PERJUICIOS», de trámite por ante el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 4,
Secretaría Nº 7 Dptal., con relación a criterios generales y pautas directrices en cuanto al principio
de la no discriminación en materia de SIDA, presidida por el subscripto en el carácter de Director
del Instituto de Filosofía del Derecho y Estudios Interdisciplinarios del Colegio de Abogados
Departamental e integrada en orden alfabético por los siguientes profesionales miembros del
mismo, Dres. Ricardo Gutiérrez, Federico Gastón L'Homme, Marcos Roberto Pagella, Horacio
Salvador, y la Srta. Geraldina Jéssica Picardi, como secretaria administrativa, ha considerado,
siguiendo incluso una serie de lineamientos empleados habitualmente por nuestra CSNJ al definir
los alcances del principio consagrado constitucionalmente -CN 16- que un tratamiento desigual si
bien no puede tomarse en términos absolutos, en la medida en que no tenga por propósito corregir
o enderezar ciertamente, desigualdades fácticas, vale decir, situaciones y problemas que a
consideración de las diferencias que le son inherentes exigen soluciones jurídicamente distintas, o
persiga un fin legítimo en aras del interés público que lo justifique de manera razonable y objetiva,
justificación que además debe ser evaluada teniendo en cuenta una adecuada y concreta
proporción entre los medios utilizados en relación con los fines perseguidos y los efectos de la
medida bajo análisis, habida consideración de los principios que normalmente prevalecen en
sociedades democráticas, importa un elemento que puede constituir una violación del principio
aludido.
XX. Que concebida la salud -conforme a una ya clásica definición de la O.M.S.- como equilibrio
físico, psíquico y emocional-, se advierte claramente que de no brindarse una respuesta
jurisdiccional favorable al amparo promovido, se incurriría en una omisión constitucional en
detrimento de la salud del amparista (arts. 18, 33, 43, 75 inc. 12 y 22, 121 CN; 12 inc. 1º, 20-2, 36
inc. 8º, y 56 de la Const. Prov. de Buenos Aires; Germán J. Bidart Campos, «El Derecho a la Salud
y el amparo», en Suplemento de Derecho Constitucional, Rev. La Ley, 21-03-97; del mismo autor:
«El Derecho de la Constitución y su Fuerza Normativa», Edit. Ediar, Bs.As., 1995). A ello se suma
la manda Provincial cuando dispone que es deber de la Provincia «promover el desarrollo integral
de las personas garantizando la igualdad de oportunidades...» (art. 11, último párrafo, C.Prov.Bs.
As.), deber que recae sobre todos los Poderes del Estado Provincial, dentro de sus respectivos
ámbitos de compentencia. No se trata pues aquí de un derecho negativo (de abstención), sino de
un derecho positivo, que exige medidas de acción positiva y la tutela jurisdiccional correspondiente.
XXII. Que la evaluación personal por parte del juzgador a partir de la entrevista con la persona a
cuyo favor se dedujera la presente acción de amparo en la audiencia documentada en el acta de
fs. 63/4 vta., resulta absolutamente coincedente con las evaluaciones profesionales y dictámentes
periciales obrantes en la causa, muy particularmente con lo expresado en la pericia psicológica de
la licenciada Cendoya de fs. 60/2 vta. y con las consideraciones del Comité de Bioética expresados
en el informe de fs. 68/9. Ello y lo que se desprende del resto de las constancias de la causa,
incluidos los informes pertinentes sintetizados en el Considerando II de la presente resolución,
permiten dar por probado conforme a las reglas de la sana crítica las circunstancias fácticas con
extraordinaria relevancia ético-jurídica invocadas en la excelente presentación de la Defensora
Oficial, Dra. Cecilia Margarita Boeri y que diera origen a las presentes actuaciones.
Por todo ello, citas constitucionales, legales, jurisprudenciales y doctrinarias efectuadas, y dictamen
favorable del Sr. Agente Fiscal Carlos A. Pelliza, de fs. 66. definitivamente juzgando FALLO: I.-
HACIENDO LUGAR A LA ACCION DE AMPARO INTERPUESTA POR MAURO MARTIN
ABASTANTE CON EL PATROCINIO DE LA SRA. DEFENSORA OFICIAL, DRA. CECILIA
MARGARITA BOERI, DISPONIENDO EN CONSECUENCIA LAS SIGUIENTES MEDIDAS: A)
ORDENAR LA ANULACION PARCIAL Y ABSOLUTA DE LA PARTIDA CORRESPONDIENTE AL
NACIMIENTO DE MAURO MARTIN ABASTANTE, ocurrido en la ciudad de Mar del Plata el 24 de
febrero de 1974 (ver certificado de nacimiento autenticado de fs. 72), POR CONTENER LA MISMA
UN ERROR ESENCIAL RESPECTO DE LA IDENTIDAD DE LA PERSONA (en el caso su
identidad sexual que en realidad corresponde al género femenino, y no al masculino asentado en el
acta), siendo por consiguiente también erróneo el nombre asignado en dicha circunstancia, por
corresponder a una persona de sexo masculino (arts. 979 in. 2º, 986, 1046 y cctes. del Código
Civil, 14 y ccters del DL 8204/63, -ver Julio César Rivera, «Ratificación del Derecho a la Indentidad
Sexual...», en JA 5937 14/07/95, pág. 45 apartado 4-; B) ORDENAR LA NUEVA INSCRIPCION
DEL NACIMIENTO DE LA MISMA PERSONA PERO CON EL NOMBRE DE MOIRA CELESTE
ABASTANTE, COMO DE SEXO FEMENINO Y CON TODAS LAS DEMAS CIRCUNSTANCIAS
CONSIGNADAS EN LA PARTIDA ORIGINARIA; C) DECRETAR EN VISTA DE ELLO LAS
RECTIFICACIONES DOCUMENTALES PETICIONADAS CON RELACION AL TITULO
UNIVERSITARIO DE LA AMPARADA, ACTUALMENTE EN TRAMITE POR ANTE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA, Y A SU TITULO SECUNDARIO; D) DISPONER
LA EMISION DE UN NUEVO DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD A NOMBRE DE MOIRA
CELESTE ABASTANTE, COMO DE SEXO FEMENINO, Y CON LAS DEMAS CIRCUNSTANCIAS
PERSONALES QUE OBRAN ACTUALMENTE EN EL DNI Nº 23.706.405 EXPEDIDO A NOMBRE
DE MAURO MARTIN ABASTANTE; D) AUTORIZAR LA INTERVENCION QUIRURGICA Y/O
TODAS LAS DEMAS INTERVENCIONES MEDICAS QUE RESULTAREN CONVENIENTES
CONFORME A LAS REGLAS DEL ARTE DE CURAR A LOS EFECTOS DE LOGRAR CORREGIR
EL DISFORMISMO GENITAL CONGENITO Y COMPATIBILIZAR EN LA MEDIDA DE LO
POSIBLE SUS AMBIGUOS ORGANOS GENITALES CON LOS DEL SEXO FEMENINO. (arts. 1,
4, 5, 15 y cctes. de la Ley de Amparo 7166, 7261 t.o., arts. 16, 18, 19, 33, 43, y 75 inc. 22 y 23 y
121 de la Constitución Nacional, 2, 3, 7 y 8 de la DUDH 1948, 2 de la DADH; 2, 3, 12-1 inc. d, 20,
23, 24 y 26 del PIDCyP ONU, 1, 2, 3, 4-1, 5-1, 17-1, 24, 25-1, 26 Conv.Amer.DH, arts. 11, 12 inc.
1º, 20-2, 36 inc. 8º, y 56 de la Const.Prov. de Buenos Aires, art. 19 inc. 4º de la Ley 17.132, y Ley
antidiscriminatoria 23.592). Sin costas, atento la complejidad de la cuestión traída a decisión.
Regístrese. NOTIFIQUESE. Líbrese oficio al Registro Nacional del Estado Civil de las Personas
con transcripción de su parte dispositiva. Ofíciese asimismo a la Universidad Nacional de Mar del
Plata, y expídase testimonio de la parte dispositiva a los efectos de ser presentados ante los
organismos y/o instituciones que pudieren corresponder. Expídase además, copia íntegra de la
presente, que previa certificación de actuario será entregada por Secretaría a la amparista.
COMENTARIO
De otra parte, y esto es también digno de remarcarse, entendiendo el juzgador que el delicado
asunto materia de la sentencia tiene un carácter interdisciplinario, logra reunir numerosos cuanto
importantes como calificados pronunciamientos periciales sobre diversos aspectos de la cuestión
propia del juzgamiento. A ellos se suma también la opinión de entidades del más alto nivel
científico relacionados con la bioética y la biojurídica. Este cúmulo de puntos de vista permiten al
juzgador comprobar, en la práctica, que sus fundamentos doctrinarios, legales y jurisprudenciales
son todos ellos aplicables, por pertinentes, al caso que merece su atención.
Un ser humano, llamado para el caso NN, inscrito como varón en los respectivos registros del
estado civil, promueve formal acción de amparo, sustentado en el artículo 43º de la Constitución de
la Nación Argentina, a fin de «remediar las severas limitaciones que padece para gozar de los
derechos constitucionales», asegurados en dicha Carta Magna, «a todos los habitantes de la
Nación, todo ello a raíz de la falta de concordancia entre su identificación sexual y la que surge de
la partida de nacimiento y, por ende, del documento de identidad».
Las «severas limitaciones» en el goce de los derechos constitucionales a que se hace referencia
se deben, como el recurrente lo manifiesta, a que «pese a la ambigüedad de los genitales alertaba
sobre la probabilidad de encontrarse frente a un caso de hermafroditismo o seudohermafroditismo,
y debiéndose forzosamente optar, a los fines de la inscripción en el Registro de las Personas, entre
uno de los dos géneros, fue elegido el masculino».
El demandante sostiene que, luego de los exámenes genéticos efectuados, se le diagnosticó por
los especialistas la presencia del denominado «síndrome de Reifenstein». Este síndrome supone
que si bien el cariotipo cromosómico es de 46 xy y el sexo gonadal masculino, «este último no
pudo trasladarse al sexo fenotípico debido a una falla genética en los receptores celulares
especializados en recibir las hormonas masculinas que resultan parcialmente resistentes a las
mismas». De otro lado, debido a esta anormal situación, la morfología que presenta el demandante
es básicamente femenina, como es el caso de la voz o de las mamas, asi como de otros caracteres
secundarios.
3. El drama existencial
El caso de seudohermafroditismo que presenta el demandante es, como él mismo lo narra, fuente
permanente de una angustia existencial, de una indefinición en cuanto a su identidad personal y
sexual. Esta situación existencial se explica porque, no obstante haber sido inscrito como varón y
tener toda su documentación referida a este género, él se siente y vive como mujer. Es decir, su
sexo psicológico, en el caso de esta indefinición sexual, es el femenino. Sus rasgos fenotípicos así
lo acreditan. Su personalidad es la correspondiente a una persona del sexo femenino. Su
vestimenta es de mujer, lo mismo que su comportamiento, sus vivencias, sus inclinaciones, sus
hábitos y ademanes. Es decir, que en la ambigüedad sexual propia del seudohermafroditismo, sus
preferencias son definidamente femeninas. Así siente, así vive. O, mejor diríamos, pretende vivir
sin ser víctima de la angustia y la discriminación que sufre a raíz de la discordancia entre su sexo
legal y su sexo psicológico.
El drama existencial del actor se inicia en la escuela y se prolonga y acentúa en la etapa de sus
estudios universitarios. Su situación es incomprendida en el seno familiar y es materia de constante
discriminación social, lo que repercute grave y negativamente en su vida de relación y en sus
posibilidades de encontrar trabajo. Los potenciales empleadores ni comprenden ni admiten la para
ellos inexplicable discordancia entre la determinación del sexo masculino del recurrente en su
documentación oficial y su aspecto y comportamiento netamente femenino, a partir de la voz y el
vestido.
La angustia existencial del demandante se intensifica al comprobar que, al lado de su sexo oficial o
legal, en contraste con un incipiente y ambiguo desarrollo de los genitales exteriores masculinos,
posee un rostro, unas manos, una voz y unos caracteres sexuales secundarios propios del sexo
femenino. El demandante no puede solicitar un cambio o adecuación sexual a otro sexo, pues no
es un transexual, sino lo que reclama, siendo un seudohermafrodita, es la definición o
determinación de su auténtica identidad que no es otra que la de su propia vivencia, es decir, de la
femenina.
Todo ello genera una permanente discriminación que lo aisla, lo priva del goce de la vida.
4. Materia de la demanda
No existe un hermafroditismo puro, en el cual los caracteres sexuales pertenezcan por mitades a
cada uno de los dos sexos. Por ello aludimos a un seudohermafroditismo, tanto masculino como
femenino. En este estado de la sexualidad se observa la carencia, en un mismo sujeto, de
homogeneidad entre los órganos genitales externos y el sexo genético, no obstante lo cual -y esto
es lo importante para el caso bajo análisis- predominan los caracteres correspondientes a uno de
los dos sexos. Ello nos permite referirnos a un hermafroditismo masculino o a uno femenino en
tanto existe un sexo dominante. De ahí que se aluda a un seudohermafroditismo.
Determinada esta situación la sentencia, con acierto, enfoca el caso, en lo substancial, como una
demanda tendente a determinar o definir el sexo dominante que, en el caso del
seudohermafroditismo de autos, es el femenino, no obstante los datos cromosómicos y gonadales
que no logran impregnar la sexualidad del demandante. El sexo fenotípico y el psicosocial, por
efectos del «síndrome de Reifenstein», es el femenino. De ahí que las vivencias más hondas y
raigales del demandante sean enteramente femeninas.
Cabe señalar que el juzgador -hasta donde ello es posible para un hombre de derecho- domina la
temática de la sexualidad por lo que, con lucidez que debe ponderarse, tiene plena conciencia de
las radicales diferencias entre un transexual y un seudohermafrodita. Ello denota una calidad
personal y un nivel cultural poco común dentro de la magistratura del área subcontinental en la que
nos ha tocado vivir.
La precisa y bien documentada prueba aportada por el actor es pertinente y permite comprobar, a
través de informes periciales, la situación del demandante antes sintéticamente referida. Entre ella
cabe referirse a la evaluación genética practicada por un médico de la especialidad. En su informe
se califica al paciente como un ser lúcido, cuyos caracteres sexuales secundarios son:
«ginecomastia bilateral», es decir, que las mamas presentan un desarrollo propio del sexo
femenino; «pene con hipospadias reparado hipoplástico, testiculos hipotróficos». Se diagnostica el
caso del paciente como «síndrome de Reinfenstein con cariotipo cromosómico de 46 xy».
Se practicó también una exploración psicológica que dio origen a un acucioso como exhaustivo
dictamen del perito psicólogo oficial. En este informe se comprueba la situación conflictiva familiar
del amparista a la que se suman vivencias de discriminación y rechazo social. Ello ha llevado a la
víctima de este grave problema de relación a «encerrase en su casa, limitar sus contactos sociales,
e instrumentar la racionalización, mecanismo defensivo inconsciente». Su estado de ambigüedad
sexual y, por consiguiente, a la imposibilidad de poder compartir lo mejor de sí con los demás, han
conducido al recurrente a padecer un sufrimiento psíquico permanente.
Como resultado de las entrevistas realizadas y los test a que fue sometido el recurrente, así como
a constatarse que se encuentra perfectamente informado en lo que concierne a su historia médica,
en la conclusión del informe pericial se establece que el demandante está preparado para afrontar
una situación crítica y que su decisión de superar su ambigüedad sexual nace de una libre
convicción, por lo que no es sujeto de manipulación alguna ni ha sido inducido a adoptarla. De ahí
que la definición de su sexo, de conformidad con sus propias vivencias, podría evitar la
continuación del daño psicológico del cual es víctima. Es decir, lo llevaría a una situación en la cual
se podría integrar socialmente, encontrar oportunidades laborales y de estudio y proyectar
libremente su vida. Una intervención quirúrgica y un cambio de prenombres y de documentación
completaría su proceso de identidad.
Como si fuera poco lo hasta aquí acotado sobre la prueba actuada, el juez, con sentido de ejemplar
responsabilidad y a mayor abundamiento, solicitó la opinión del Comité del rubro,
interdisciplinariamente integrado, con la presencia de psicólogos, biólogos, juristas y filósofos,
todos ellos versados en Bioética. Este selecto grupo humano realizó, como se anota en el
expediente, «una prolija y sintética valoración de las constancias de la causa».
En el informe se considera apropiado el diagnóstico del caso como el de un sujeto afectado por un
«síndrome de Reifenstein, pseudohermafrodita». El Comité estima también que la decisión del
recurrente es libre, informada y que nace de una convicción, vivida y sufrida, que surge de un
estado de indefinición en cuanto a su plena identidad.
En el dictamen se anota, -y tal vez aquí aparezca el origen del agravamiento del problema del
accionante- que el diagnóstico «de la malformación genética no fue preciso ni explicitado con
claridad y sencillez a los padres» ni tampoco "llegó a conocimiento del niño en el momento
apropiado». Esta situación, como se puede apreciar de todo lo hasta aquí expuesto, generó un
grave conflicto y hondas repercusiones existenciales en el menor. De otro lado, se señala que a los
dos años, ya cumplido el proceso de identificación psicosocial del menor con el sexo femenino, se
le practicó una intervención quirúrgica de carácter correctivo, contrariando la identidad puesta de
manifiesto. Luego de esta operación, el menor fue sometido, a los seis años, cuando ya tenía
conductas femeninas, a una segunda intervención. Estas sucesivas intervenciones, como es fácil
imaginar, agravaron el conflicto de identidad y generaron hondas repercusiones psicológicas.
Desde una perspectiva bioética, luego del análisis del caso, se considera que se «apoya la
decisión del cirujano de mejorar la situación real del paciente». A través de una intervención
quirúrgica se logrará, se expresa, «el restablecimiento de un defecto, de un equilibrio alterado», lo
que beneficiará al paciente. Acceder a la petición formulada supone, en aplicación de un principio
de justicia, «asegurar el respeto a la dignidad humana y el proyecto personal de vida del paciente,
amén de asegurar la vigencia de los caracteres humanos en especial referencia a la identidad y a
la salud psicofísica». Amparar la solicitud del recurrente permitirá, así mismo, que recobre su
identidad sexual «para tratar de aliviar el imponderable sufrimiento personal-familiar que le acarreó
su compleja e infrecuente malformación congénita».
Pocos países, probablemente no más de cinco hasta donde alcanza nuestra información, tienen
leyes reguladoras, en diversa extensión y medida, de la adecuación de sexo en casos de
transexualismo y, tangencialmente, de seudohermafroditismo. Ellos son Suecia (1972), Alemania
(1980). Italia (1982) y, recientemente, Holanda y Turquía. No obstante, es en los Estados Unidos
donde se legisla precursoramente sobre la materia. Así, en 1961, en Illinois, se permite al
registrador transcribir la rectificación de sexo producida luego de que el sujeto se somete a una
intervención quirúrgica. Ello, sobre la base de una certificación médica y de un consiguiente trámite
administrativo. Similar posición se adopta en Arizona (1967). Otros Estados, tales como Louisiana
(1968) y California (1977) cuentan con legislación sobre el particular. En Nueva York, en cambio,
se practica mediante una específica reglamentación (1971). En algunas provincias canadienses,
sobre la base de una previa legislación se permite, generalmente, la adecuación sexual y el
consiguiente cambio de los prenombres. En Sudáfrica es suficiente una disposición administrativa
luego de haberse producido una intervención quirúrgica.
Otras soluciones de índole administrativa son las adoptadas por Austria y Dinamarca. En Suiza, en
cambio, se deja librada la solución al criterio jurisprudencial en prudente aplicación del artículo 1º
de su Código Civil, que faculta al juez, ante un vacío de la ley, a decidir según las reglas que él
hubiera prescrito de ser legislador. Este sería el caso de países como Argentina y Perú donde, al
no existir legislación al respecto, el juez está obligado a administrar justicia en ausencia o en
defecto de la ley. Para ello debe acudir a las otras fuentes del Derecho, especialmente a sus
principios generales, y a sus propias vivencias axiológicas actuando como si fuera legislador.
Sobre este aspecto de la función judicial Carlos Cossio ha dejado páginas muy valiosas dignas de
releerse con frecuencia.
La causa ha sido llevada de modo impecable, actuándose la prueba pertinente desde una
adecuada perspectiva multidisciplinaria, utilizando la vía procedimental idónea dados los derechos
implicados en la demanda, sustentándose en preceptos constitucionales, así como en una
autorizada doctrina constitucional y civil y en abundante jurisprudencia. El tratamiento ético-jurídico
del problema inherente al estado de intersexualidad, propio del seudohermafroditismo, es
excelente. Ello es motivo de justo encomio.
En la identidad sexual se hace muy evidente el juego de los dos ingredientes de la identidad antes
mencionados. En el caso de autos, el reclamante tiene una identidad estática, que es la
cromosómica y gonadal -aunque un ambiguo desarrollo de los genitales exteriores-, que no
coincide con su identidad dinámica de naturaleza psicosocial. En esta existencial y dramática
tensión por el logro de una coincidencia en lo que atañe a la identidad sexual, que es básica para
la salud psicofísica, debe optarse por aquélla que prevalece en el sujeto y que dimana del hontanar
de su núcleo existencial, donde mora su libre decisión. De ahí que el respeto a la dignidad de la
persona del reclamante, que se refleja en el respeto a su libertad, al derecho a una plena identidad,
hace que el juzgador, con recto y sensible criterio, haga lugar a la demanda.
Con la identidad ocurre lo mismo que sucede con el derecho a la intimidad personal y familiar,
apenas reconocido por algunas contadas Constituciones y Códigos Civiles, no obstante lo cual, por
fluir de la propia dignidad de la persona, es amparada a nivel jurisprudencial. Es revelador el caso
italiano donde la jurisprudencia, desde las primeras décadas de este siglo, protege el derecho a la
intimidad (riservatezza) no obstante que no está reconocido explícitamente ni por la Constitución
de 1947 ni por el Código civil de 1942. En Italia acontece lo mismo tratándose del derecho a la
identidad, que es tutelado por la jurisprudencia desde la década de los años setenta a pesar de no
existir norma expresa que lo contenga.
El juzgador demuestra, a través de las páginas de su fallo, encontrarse actualizado en el tema, por
lo que maneja con soltura y precisión los conceptos que permiten, a la altura de nuestro tiempo,
poseer una visión clara y precisa de los alcances de la identidad personal.
d.- El derecho a no ser discriminado- En la sentencia se precisa, con acierto, que «cualquier
prohibición o restricción encaminada a vulnerar el derecho a la identidad personal del amparado,
en el caso, limitando la intervención quirúrgica destinada a evidenciar su verdadera sexualidad,
vale decir a definir su verdad personal tal cual es, sin distorsiones ni falseamientos, con sus
auténticas proyecciones y manifestaciones externas de su personalidad, importaría independiente
y complementariamente, una ilegítima y manifiesta violación del principio de la no discriminación,
sin justificación objetiva y razonable».
La abundante prueba actuada demuestra, a plenitud, cómo la indefinición sexual del demandante
ha significado, desde su niñez, una constante marginación que se acentuó en su época de
estudiante universitario y en lo atinente a sus posibilidades de insertarse en la sociedad a través
del trabajo. Esta marginación, por lo demás, se hizo extensiva al plexo de sus relaciones sociales.
En esta situación de rechazo, a partir de su familia, la igualdad resultó siendo un mito.
e.- El derecho a la salud.- En la sentencia se precisa, así mismo, cómo la constante y grave lesión
a la salud psicofísica del recurrente produce en él una intolerable situación de angustia existencial.
Como se observa en el fallo, la pérdida de la salud, que integra el genérico concepto de bienestar,
se refleja en un insanable desequilibrio psíquico, en un permanente disturbio emocional. De ahí
que, como bien razona el juzgador, se advierte «que de no brindarse una respuesta jurisdiccional
favorable al amparo promovido, se incurriría en una omisión constitucional en detrimento de la
salud del amparista». El juez, compenetrado de lo que constituye la razón de ser del Derecho, opta
por la protección inmediata y oportuna del ser humano. Para ello ha sido creado, por ello tiene
sentido y razón de ser.
Está acreditado en autos que el juzgador, conocedor de la materia, llevó adelante una responsable
cuan minuciosa entrevista personal con el amparista en la audiencia llevada a cabo en el Juzgado.
En ella, el juez estuvo asistido por la defensora oficial y contó con la presencia del Agente Fiscal.
En este acto, el recurrente efectuó un revelador relato de su historial personal y de las experiencias
negativas vividas a consecuencia de la discordancia entre su sexo cromosómico, gonadal y oficial,
de una parte, y su sexo psicosocial, de la otra. En la audiencia se ratificó en sus peticiones
contenidas en el escrito de demanda.
El juez, mediante esta entrevista personal, que constituye un momento decisivo en esta clase de
procesos, pudo comprobar por sí mismo, en forma inmediata y directa, la situación del recurrente,
por lo demás acreditada por la abundante prueba que obra en autos. La entrevista permitió al
ilustrado juzgador verificar, en la realidad, un caso de probado seudohermafroditismo así como la
gravedad de sus consecuencias en lo que concierne a la identidad, a la salud y a al libre desarrollo
de la personalidad del recurrente. Las vivencias experimentadas por el juez a raíz de la referida
entrevista personal lo llevó a considerar la viabilidad de las peticiones planteadas.
Es por ello que el juez sostiene que su evaluación personal resulta absolutamente coincidente con
aquéllas practicadas por los profesionales y con los dictámenes periciales obrantes en la causa,
muy particularmente con lo expresado en la pericia psicológica oficial y con las consideraciones del
Comité de Bioética.
El juez de la causa, con sano criterio ético, jurídico y humano -que es imposible no compartir a
plenitud-, considera que «la prolongación de la situación de indeterminación o ambigüedad sexual
que tantos padecimientos le ha generado a la persona recurrente, importaría un agravio
constitucional manifiestamente ilegítimo». Por ello estima que, «de omitirse la tutela jurisdiccional
impetrada, se afectaría el derecho a la identidad personal del accionante, (...) al tiempo que tal
eventual omisión afectaría seriamente el derecho a la salud». Dicha absurda omisión «conllevaría,
de hecho, a prolongar la situación de injusta e ilegítima discriminación (en ámbitos laborales,
educacionales y en cuanto a la integración social en general), todo lo cual a su vez se traduce en
un impedimento exterior e ilegítimo al libre desarrollo de la personalidad». De ahí que el juzgador
concluya sus precisos, documentados y certeros considerandos, en el sentido «que resulta
evidente que se impone cumplir acabadamente con la manda constitucional referida a la tutela
judicial continua y efectiva de derechos y garantías constitucionales en crisis».
13. El fallo
De conformidad con todo lo brillantemente expuesto en los considerandos, el juez falla haciendo
lugar a la acción de amparo interpuesta. Para ello, ordena la anulación parcial y absoluta de la
partida de nacimiento del recurrente por contener un error esencial en cuanto a la identidad sexual
de la persona, siendo, por consiguiente, también erróneo el nombre (prenombres) asignados a una
persona del sexo masculino. Por estas consideraciones, ordena una nueva inscripción del
nacimiento con nuevos prenombres y constancia de pertenecer al sexo femenino. Del mismo
modo, ordena las rectificaciones con relación al título universitario en trámite y al de educación
secundaria, así como del documento nacional de identidad. Se autoriza la intervención quirúrgica y
todas las demás intervenciones médicas que resultaren convenientes al efecto de lograr corregir el
disconformismo genital congénito y compatibilizar, en la medida de lo posible, sus ambiguos
órganos genitales con los del sexo femenino.
Acción de amparo y acción de cumplimiento ¿Se pueden demandar en forma conjunta? (A) (*)
Expediente 161-96-AA/TC-Lima
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los veintiséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Admitida la acción a trámite por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, se
dispone su trámite por ante el Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, el que a
su vez corre traslado de la misma al Procurador Público encargado de los Asuntos del Poder
Judicial.
Contestada la demanda, por el citado Procurador, y posteriormente, por los directos emplazados,
ésta es negada y contradecida por estimarse que resulta de aplicación lo normado en la segunda
parte del inciso 2 del artículo 200º de la Constitución y en el inciso 2 del artículo 6º de la Ley Nº
23506(1), ya que mediante amparo se pretende enervar la validez y efectos de una resolución
dictada por un órgano jurisdiccional competente, y que por otra parte, la acción de cumplimiento no
es aplicable respecto de un acto procesal.
Remitidos los autos a la Sala Civil pertinente, se dispone su envío a la Primera Fiscalía Superior en
lo Civil, la que mediante dictamen se pronuncia por la improcedencia de la acción y devueltos
éstos, con fecha veintidós de mayo de mil novecientos noventa y cinco y a fojas setenta y uno, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara improcedente la demanda por
considerar: Que el inciso 2 del artículo 6º de la Ley Nº 23506 prohibe la interposición de garantías
contra resoluciones judiciales dictadas en procedimientos regulares y; que la pretensión
demandada se apoya en un vicio de procedimiento, ante el cual los interesados han tenido
expedito su derecho para hacerlo valer dentro del aludido procedimiento regular.
Interpuesto recurso de nulidad los autos son remitidos a la Fiscalía Suprema en lo Contencioso-
Administrativa para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con dictamen que se
pronuncia por la improcedencia de la acción, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, con fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa
y seis, declara no haber nulidad por los fundamentos pertinentes de la apelada y por considerar:
que para la reparación del acto supuestamente lesivo los actores debieron recurrir a los
mecanismos procesales que la ley les prevé y no suplir éstos recurriendo a la vía excepcional de
las acciones de garantía.
Contra esta resolución los demandantes interponen recurso extraordinario, por lo que de
conformidad con los dispositivos legales vigentes, se dispuso el envío de los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que como se aprecia de los autos, la demanda de Amparo y de Cumplimiento planteada por los
actores ha sido intentada contra una situación de omisión procesal, consistente en no haber sido
notificados de una resolución judicial expedida, dentro de un procedimiento penal regular.
Que siendo esto así, la presente demanda debe desestimarse en aplicación del artículo 10º de la
Ley Nº 25398(2),complementaria de la Ley Nº 23506, por cuanto las anomalías que pudieran
cometerse dentro del proceso regular al que se refiere el inciso 2 del artículo 6º de la Ley, deben
ventilarse y resolverse dentro de los mismos procesos mediante el ejercicio de los recursos que las
normas procesales específicas establecen y no mediante las acciones de garantía constitucional,
reservadas exclusivamente, en el caso de las autoridades jurisdiccionales, para aquellas
situaciones, en las que exista una evidente desnaturalización al debido proceso.
Que a mayor abundamiento tampoco es viable una demanda conjunta como la que se ha intentado
en el caso de autos, pues el amparo y la acción de cumplimiento poseen trámites
independientes(3), debiéndose optar por una de las dos alternativas, según la naturaleza de la
pretensión que se solicite.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Expediente 165-95-AA/TC-Lima
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los nueve días del mes de julio de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent; y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Humberto Vílchez Vera, en su calidad de Rector de la Universidad Particular San Martín de
Porres, interpone Acción de Amparo contra el sacerdote, don James Patrick Dolan Kelly, Superior
Provincial de la Orden Dominica, alegando amenaza de sus derechos constitucionales a la
autonomía universitaria y a la igualdad ante la ley, tras haberse aprobado por el Congreso de la
República una ley que dispone reorganizar la casa de estudios que representa.
Especifica que desde el año de mil novecientos noventa y dos, la Universidad Particular San Martín
de Porres ha venido siendo objeto de una reiterada campaña de desprestigio institucional. A
consecuencia de ello, y con fecha trece de octubre de mil novecientos noventa y tres, el Congreso
de la República aprueba un proyecto de ley que dispone la reorganización total de dicha casa de
estudios, en flagrante violación de la autonomía universitaria. Dicho proyecto de ley, en
cumplimiento del Artículo 193° de la Constitución fue remitido al Presidente de la República para
que lo promulgue, sin embargo, y pese a haberse vencido el término de quince días que prevé la
misma Constitución Política del Estado, el Presidente de la República no llegó a promulgarlo,
presumiblemente, por el cúmulo de violaciones constitucionales que contiene. Señala igualmente,
que anteriormente y con motivo de la Ley N° 26251(1) que también transgredía la autonomía
universitaria, interpusieron un amparo cuyo resultado en primera instancia les fue favorable y
supuso la inaplicabilidad de dicha norma. No obstante, y pese a que en todo momento tuvieron el
apoyo de la Asamblea Nacional de Rectores, del Colegio de Abogados de Lima, de congresistas
de diversas bancadas y hasta del propio Ministro de Educación se volvió a la carga, otra vez,
aprobándose el cuestionado proyecto de ley, prácticamente con el mismo texto de la Ley Nº 26251,
con el agravante de interferir el avocamiento jurisdiccional pendiente ante la Corte Superior como
consecuencia de la anterior acción de garantía, y con la única diferencia de que la responsabilidad
de aplicar los actos arbitrarios que contiene la norma recaen, esta vez, en el Superior Provincial de
la Orden Dominica, pues con la norma aprobada se pretende que en lo sucesivo, el régimen
normativo, académico y económico de la Universidad se rija por la voluntad de las personas que
este Superior Dominico designe, quedando de este modo sin efecto el Artículo 18º de la
Constitución Política del Estado, que señala que las autoridades son autónomas para gobernarse
por sus propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes. Por consiguiente, el
demandante solicita que el demandado se abstenga de realizar los actos que en aplicación de la
norma aprobada por el Congreso se propone realizar.
La demanda es contestada por la Provincia Dominica de San Juan Bautista del Perú, representada
por su Prior Provincial, don James Patrick Dolan Kelly, quien la niega y contradice,
fundamentalmente por considerar: Que su representada no ha promovido jamás campaña de
desprestigio alguno contra la Universidad de San Martín de Porres ni contra sus autoridades; Que
no se le puede atribuir actos arbitrarios a su representada en función de una ley que aún no ha sido
promulgada; Que los fines de la demandada son esencialmente religiosos y no tienen nada que ver
con el lucro; Que en el supuesto de que una ley autorice a su representada a participar en el
encausamiento de la vida institucional de la Universidad San Martín de Porres, no hará otra cosa
que cumplirla; Que en el supuesto de que la ley rigiera la acción resulta improcedente, conforme el
Artículo 200º inciso 2) de la Constitución(2).
De fojas doscientos treinta a fojas doscientos treinta y cinco, y con fecha dieciséis de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro, el Segundo Juzgado Civil de Lima declara improcedente la acción,
fundamentalmente por considerar: Que no habiéndose promulgado aún el dispositivo legal que
sirve de sustento a la presente acción preventiva, la misma que carece de viabilidad.
De fojas trescientos treinta y cinco a fojas trescientos treinta y nueve, y con fecha veintiséis de julio
de mil novecientos noventa y cuatro, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
revoca la resolución apelada y declara fundada la demanda interpuesta básicamente por estimar:
Que 1a ley aprobada en la actualidad ya ha sido promulgada, por lo que ya no sólo amenaza los
derechos sino que ahora los vulnera, reeditando, por otra parte, las mismas circunstancias de
anteriores episodios que ya fueron resueltos jurisdiccionalmente.
De fojas trescientos cincuenta y uno a fojas trescientos cincuenta y seis, y con fecha once de
noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República declara nula la sentencia de vista e insubsistente la apelada,
por no haberse emplazado con la demanda al Procurador Público encargado de los Asuntos
Judiciales del Congreso de la República, por lo que se dispuso cumplir con dicho trámite.
Devueltos los autos a primera instancia, contesta la demanda don Jorge Capella Riera, Presidente
de la Comisión Reorganizadora de la Universidad Particular San Martín de Porres, quien niega la
demanda interpuesta por estimar: Que por Ley N° 26313 publicada el veinte de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro, se declaró en reorganización la Universidad Particular San Martín de
Porres, designándose al Superior Provincial de la Orden Dominica, para que nombre a los
integrantes de la Comisión Reorganizadora; Que la situación jurídica de la demanda ha cambiado
sustancialmente a la fecha, ya que el amparo se dirige contra un proyecto de ley y el Prior de la
Orden Dominica, y en la actualidad, el citado proyecto se convirtió en la Ley Nº 26313, por lo que
es un imposible jurídico que se mantenga una demanda contra un proyecto que ya no existe,
debiendo declararse aquélla como improcedente; Que si se interpretase que el amparo va contra la
ley antes citada, también devendrá en improcedente conforme al Artículo 200º inciso 2) de la
Constitución Política del Estado.
Contestada la demanda por el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Sector
Energía y Minas, al haberse inhibido el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del
Poder Legislativo y la Presidencia del Consejo de Ministros; ésta es negada y contradicha
principalmente por entender: Que no se ha contravenido la facultad de hacer lo que la ley manda o
de no hacer lo que ella prohibe, ya que la Ley N° 26313 no contiene prohibición alguna sino que
contempla un mandato expreso, cual es el de constituir una Comisión encargada de llevar a cabo
la reorganización de la Universidad San Martín de Porres; Que el proyecto de ley que luego se
convirtiera en la Ley N° 26313 garantiza en su Artículo 1° el normal funcionamiento de las
actividades académicas de la Universidad; Que el Congreso Constituyente Democrático expide
leyes basándose en el interés general por sobre cualquier interés particular, no encontrándose la
Ley N° 26313 ajena a dicho principio; Que no se ha dispuesto reorganizar a la Universidad de San
Martín de Porres por el hecho de ser tal, sino por existir anomalías en su interior, por lo que no se
ha violado el precepto de no legislar por la diferencia de las personas sino por la naturaleza de las
cosas.
De fojas cuatrocientos sesenta y cuatro a fojas cuatrocientos sesenta y nueve, y con fecha
veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y cinco, el Segundo Juzgado en lo Civil de Lima
declara improcedente la demanda por estimar: Que originariamente la Acción de Amparo se
interpuso con la finalidad de enervar la aplicación de un proyecto de ley que habiendo sido
aprobado, no habría sido promulgado aún, por lo que no reunía requisitos de procedibilidad; Que
acoger la pretensión implicaría quebrar el principio de la separación de poderes y atentaría contra
la estabilidad democrática de nuestras instituciones; Que, por consiguiente, resulta de aplicación el
Artículo 6º inciso 4) de la Ley N° 23506 que establece la improcedencia de las garantías contra los
poderes del Estado por el ejercicio regular de sus funciones; Que al haberse cristalizado el
proyecto de ley cuestionado en la Ley N° 26313, resulta de aplicación el inciso 2) del Artículo 200°
de la Constitución Política del Estado; Que mediante el amparo se pretende impedir el
cumplimiento de la ley y no de su aplicación ya que en el presente caso la mencionada acción se
interpuso incluso desde antes de que la ley pudiera tener aplicación alguna.
De fojas seiscientos sesenta y tres a fojas seiscientos sesenta y siete, y con fecha veinticuatro de
febrero de mil novecientos noventa y cinco, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, revoca la sentencia apelada y declara fundada la Acción de Amparo, fundamentalmente por
considerar: Que si bien a la fecha en que interpone la acción, la ley aprobada por el Congreso
Constituyente Democrático sólo representaba una amenaza contra la autonomía, en el curso del
proceso se ha producido la concreción de la misma, al promulgarse la Ley N° 26313,
produciéndose la figura de un acto continuado cuyos efectos es preciso determinar si son
violatorios de la autonomía universitaria y si los actos de ejecución a cargo del sacerdote don
James Patrick Dolan Kelly y de la Comisión, constituyen una intromisión en la vida de la comunidad
universitaria; Que si bien se pueden establecer leyes especiales, dicha atribución se sustenta en
que así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no la diferencia de las personas, y en el caso de
autos la ley referida ha sido dictada específicamente para obviar la autonomía de la Universidad
demandante estableciéndose así una excepción y una discriminación contra dicho centro
universitario; Que la norma citada atenta contra la estructura estamental de la Universidad
demandante establecida en el Artículo 18° de la Constitución, ya que transfiere el poder de
decisión de sus estamentos directivos a los representantes de la promotora; Que se hace recaer
las funciones del Rector, de la Asamblea y del Consejo Universitario en un órgano totalmente
extraño a la organización universitaria, como es el Superior Provincial de la Orden Dominica; Que
también se desconoce la autonomía universitaria, al prescindirse de la autoridad de la Asamblea
Nacional de Rectores que es el órgano suprauniversitario instituido con el objeto de asegurar a las
universidades contra la injerencia de órganos extraños a su organización; Que la acción incoada no
persigue impugnar la legitimidad de una norma regularmente adoptada por el Parlamento en el
ejercicio de sus atribuciones, tanto más cuanto que al ser planteada, no había culminado su
elaboración, sino contra la implementación de acciones que invocando tal norma, tengan por objeto
conculcar el derecho reconocido en el Artículo 18° de la Constitución; Que corresponde remitirse al
Artículo 3° de la Ley N° 23506(3) ; Que la decisión legislativa infringe, además, el derecho a la
igualdad ante la ley, así como el principio, según el cual, no deben expedirse leyes especiales por
diferencia de las personas.
A fojas ciento sesenta y nueve del Cuaderno de Nulidad y con fecha catorce de setiembre de mil
novecientos noventa y cinco, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República declara haber nulidad en la sentencia de vista e improcedente la acción,
por considerar: Que la Ley Nº 26313 perdió vigencia el veintinueve de mayo de mil novecientos
noventa y cinco; Que la Ley N° 26490(4) se promulgó el dos de julio de mil novecientos noventa y
cinco y no puede aplicarse retroactivamente; Que por consiguiente es de aplicación el inciso 1) del
Artículo 6° de la Ley N° 23506(5). Contra esta resolución el demandante, interpone Recurso
Extraordinario disponiéndose la remisión de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
3. Que, por otra parte, y en lo que respecta al asunto de fondo, este Tribunal considera que aunque
inicialmente -esto es a nivel de la existencia de un proyecto de ley-, los actos objeto de
cuestionamiento no podían considerarse como lesivos a los derechos invocados, posteriormente
con la expedición de la Ley N° 26313, emitida con fecha ulterior a la interposición de la demanda,
tales actos terminaron por materializar una situación que, en efecto, transgredía la autonomía
universitaria, así como el principio de legislar por la naturaleza de las cosas y no por la diferencia
de las personas(7).
4. Que, de otro lado y aún cuando los efectos de la Ley N° 26313 pretendieron ser ampliados por la
Ley N° 26490, dicho proceder resultaba igualmente inconstitucional toda vez que si la primera de
las citadas, esto es, la Ley N° 26313 perdió su vigencia con fecha veintinueve de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, y la segunda, esto es, la Ley N° 26490 fue publicada el uno de julio
de mil novecientos noventa y cinco, no era concebible transgredir el principio de la irretroactividad
de las normas jurídicas(8) so pretexto de prolongar una situación jurídica en el tiempo.
5. Que, sin embargo, y aún cuando la Ley N° 26313 perdió su vigencia tal como se ha señalado en
el considerando precedente y la ley N° 26490 resultó inaplicable por su carácter manifiestamente
contrario al principio de irretroactividad, este Colegiado considera que las condiciones de amenaza
e inconstitucionalidad, que de hecho crearon tales normas, no han sido extinguidas de modo total,
por lo que se hace necesario dispensar tutela a la pretensión reclamada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, de conformidad con lo previsto en los artículos 1º y 2º de la Ley Nº 23506, las acciones de
garantía tienen por objeto el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho constitucional, y proceden cuando una autoridad, funcionario o persona
amenazan o violan tales derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento
obligatorio;...
Expediente 020-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Idalia Muñoz Jaime interpone Acción de Amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad
Social, representado por el Gerente General del Hospital Nacional del Sur de Arequipa, doctor
Pablo Céspedes Cruz, por violación de sus derechos constitucionales a la defensa, estabilidad
laboral, legalidad, y al debido proceso.
Ampara su pretensión en lo dispuesto, en forma genérica, por la Ley veintitrés mil quinientos seis,
modificada por la Ley veinticinco mil once, y en el artículo veintiséis de la Constitución.
Sostiene la recurrente que desde mil novecientos setenta y seis labora en el Instituto Peruano de
Seguridad Social en calidad de secretaria del Hospital Nacional del Sur de Arequipa,
encontrándose sometida al régimen previsto en el Decreto Legislativo doscientos setenta y seis.
Alega que al dictarse el Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis, se facultó al Instituto
Peruano de Seguridad Social a racionalizar sus recursos humanos, en el plazo de ciento veinte
días, a través, tanto de un proceso de retiro voluntario con incentivos, como por medio de una
prueba de selección y calificación para aquellos servidores que no se acogieran al primero de los
procesos mencionados.
A fin de cumplir con lo dispuesto en el Decreto Ley mencionado, se expidió la directiva cero treinta
y nueve-DE-IPSS-noventa y dos, por medio de la cual se facultaba a la Gerencia Departamental de
la entidad accionada designar el personal que debía de ser sometido al respectivo examen de
selección y calificación, a quienes se debería de notificar personalmente por escrito. No obstante
ello, precisa, que dicha notificación personal no se realizó con la recurrente, pues se encontraba
hospitalizada a raíz de una intervención quirúrgica, motivo por el cual no fue sometida al examen
de selección y calificación, y tampoco se le cesó en el plazo establecido por el Decreto Ley
veinticinco mil seiscientos treinta y seis.
Añade que dos años después, en el mes de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, la
Dirección del Hospital Nacional del Sur la notificó para que se someta al proceso de selección y
calificación, fijado para el día cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, al que
asistió en obediencia debida, para evitar que se le abriera un procedimiento administrativo.
Admitida la Acción de Amparo, a fojas treinta y dos, el Gerente General del Hospital Nacional del
Sur, doctor Pablo Céspedes Cruz, contesta la demanda, negándola y contradiciéndola en todos
sus extremos.
A fojas cuarenta y dos a cuarenta y cuatro, el Juez del Tercer Juzgado Civil de Arequipa expide
resolución, de fecha quince de junio de mil novecientos noventa y cinco, declarando infundada la
demanda de Amparo, en razón de que si bien se le sometió a la recurrente a un proceso de
selección y calificación en fecha posterior al plazo establecido en el artículo cuarto del Decreto Ley
veinticinco mil seiscientos treinta y ocho, por resolución de gerencia general quinientos noventa y
ocho-GG-GG-IPSS-noventa y cuatro, el Instituto Peruano de Seguridad Social dispuso que los
trabajadores que no pudieron presentarse al proceso en ciernes, tenían la opción de presentarse a
una nueva evaluación, a la cual se presentó la accionante y obtuvo calificación desaprobatoria.
Dicha resolución, de conformidad con el espíritu de la ley, le dio una vigencia ultractiva al Decreto
Ley en cuestión, por lo que, entiende, no se ha producido agravio a derecho constitucional alguno.
Impugnada dicha resolución, con fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa expide resolución revocando la apelada y
declarando improcedente la Acción de Amparo.
Interpuesto el recurso de nulidad, que debe entenderse como extraordinario, los autos son
remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con lo previsto en los artículos primero y segundo de la Ley
veintitrés mil quinientos seis, las acciones de garantía tienen por objeto el de reponer las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, y proceden
cuando una autoridad, funcionario o persona amenazan o violan tales derechos constitucionales
por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio; Que, conforme se desprende de los
artículos primero, segundo y cuarto del Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis, el
Supremo Gobierno autorizó al Instituto Peruano de Seguridad Social a realizar un proceso de
racionalización de su personal administrativo, estableciendo al efecto el doble procedimiento: de
retiro voluntario con incentivos, y el de selección y calificación de los servidores que no se hayan
acogido a las renuncias voluntarias, cuyo desarrollo y ejecución no debería de exceder los ciento
veinte días calendarios posteriores a la vigencia del referido Decreto Ley que venció el diez de
diciembre de mil novecientos noventa y dos; Que, conforme se desprende de la resolución de
gerencia general número quinientos noventa y ocho-GG-IPSS-noventa y cuatro, su fecha cinco de
julio de mil novecientos noventa y cuatro, obrante de fojas cuatro a nueve, así como de los
documentos obrantes de fojas veinticinco a treinta y uno, el proceso de selección y calificación
realizado por la entidad accionada, respecto de la actora, se efectuó con fecha cuatro de diciembre
de mil novecientos noventa y cuatro, y la resolución de gerencia general cero setenta y cuatro-GG-
HNSA-IPSS-noventa y cinco, por la cual se declaró su cese por causal de racionalización, se
expidió con fecha siete de febrero de mil novecientos noventa y cinco, ambos actos administrativos
dictados ejecutados notoriamente, fuera del plazo previsto en el segundo párrafo del artículo cuarto
del Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Exp. Nº 020-96-AA/TC
Exp. Nº 020-96-AA/TC
Vista la reconsideración planteada por el abogado de doña Idalia Muñoz Jaime, en la Acción de
Amparo, interpuesta contra el Hospital Nacional del Sur I.P.S.S., del auto de dos de los corrientes,
y,
ATENDIENDO:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Que, conforme lo precisa el artículo 1º de la Ley Nº 23506, el objeto de las acciones de garantía es
el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional.
Expediente 479-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo de Mur,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Merardo Calixto Machado, en contra de la resolución
de la Segunda Sala Mixta Superior del Cono Norte de Lima, de fecha cinco de junio de mil
novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la Acción de Amparo seguida por el aludido
recurrente, en contra de la Municipalidad del Distrito de San Martín de Porres, del Juez Coactivo y
Secretario del Juzgado, del mismo Distrito.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo, que dirigió en contra de la Municipalidad del Distrito
de San Martín de Porres, del Juez Coactivo de San Martín de Porres y del señor Manuel González
Uceda, secretario del Juzgado Coactivo del indicado Distrito, con el objeto de que se deje sin
efecto la multa que por la suma de ciento setenta nuevos soles se le impuso, y que se levantara la
medida de embargo que se trabó en un televisor de su propiedad. En cuanto a los hechos
manifestó, que el tiene un negocio dedicado a la venta de comidas, el cual está sujeto a ser
fumigado dos veces al año, lo que expresó que cumplía debidamente; no obstante lo cual se le dijo
que se le ha puesto la multa indicada, pero como quiera que el accionante había cumplido con
haber hecho la fumigación, formuló una reclamación administrativa, la que fue declarada
procedente, anulándose la multa por improcedente; sin embargo, el Secretario del Juzgado le
había exigido y presionado para que le entregase la suma de ciento setenta nuevos soles, por
concepto de costas, y como quiera que se resistió, el Secretario procedió a trabar embargo en un
televisor de su propiedad, a pesar que se le había puesto a la vista la resolución que dejo sin
efecto la multa, lo que es arbitrario, y por lo que el Secretario debía levantar toda medida cautelar
aplicada en su contra. De otro lado, expresó que, como había sido víctima de excesos y malos
manejos por parte de los emplazados, en vía de indemnización de daños y perjuicios solicitó que
los demandados en forma solidaria, cumplieran con pagarle el doble de lo que abusivamente
habían pretendido cobrarle.
Todos los hechos mencionados habían violado sus derechos constitucionales, y que incluso no era
necesario haber agotado la vía previa, ya que hacerlo pudo generar que su derecho se hubiese
convertido en irreparable.
Admitida a trámite la demanda, esta fue contestada, únicamente, por Manuel González Uceda,
Secretario del Juzgado Coactivo, quién manifestó que con fecha treinta y uno de marzo de mil
novecientos noventa y tres el departamento legal de la Municipalidad, presentó ante su secretaría
una demanda coactiva, la que notificó al demandante, que fue recepcionado por su hija; que, con
fecha trece de febrero de mil novecientos noventa y cinco, requirió al demandante para que pague
la multa levantándose un acta de la diligencia, haciendo presente que en esa diligencia ni en las
demás, el ahora demandante presentó explicación alguna de descargo, igual comportamiento
demostró el dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y cinco, fecha en que reiteró la
notificación: que el día trece de junio de mil novecientos noventa y cinco, el interventor del Juzgado
realizó un embargo preventivo , sin extracción de prenda, y de lo cual se levantó la correspondiente
acta, habiendo quedado en calidad de depositaria del bien embargado la señora Gisela Calixto, hija
del recurrente, y sin que tampoco en esa oportunidad hayan presentado explicación alguna. De
otro lado señaló, que al haber sido notificado por el Juzgado, con la presente Acción de Amparo,
había concurrido personalmente al domicilio del presunto infractor, y que había procedido a
levantar el embargo preventivo, disponiendo de inmediato el archivamiento, y el cese del acto
coactivo, por facultad expresa de la ley, y en base a las atribuciones que como Secretario Coactivo
le alcanzaban; agregó diciendo que recién en este proceso el había tomado conocimiento de la
resolución justificadora, que en todo caso bien pudo en un comienzo hacerlo llegar al Ejecutor
Coactivo, la que al decir de la propia hija del recurrente, ésta no se presentó por que estuvo
extraviada, por lo que el Ejecutor y Secretario Coactivo no pudieron prever ni actuar, en sentido
diferente, por no haberse contado con la prueba que debió ofrecer la parte infractora; abundando,
manifestó que por intermedio de la Ejecutora Coactiva no se había formalizado el embargo, no se
había cobrado costo alguno, así como que tampoco el presunto infractor había cancelado multa
alguna, diciendo que lo actuado correspondía a un procedimiento regular ajustado a ley.
A fojas cuarenta y nueve a cincuenta y dos de autos, obra la sentencia de Juzgado Especializado
en lo Civil del Cono Norte, de fecha quince de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, la que
declaró improcedente la demanda iniciada en atención, fundamentalmente, a que: ha quedado
claro que la Municipalidad demandada solicitó al Ejecutor Coactivo trabe embargo en bienes del
demandante, lo que fue admitida a trámite; que la resolución que dejó sin efecto la multa es de
fecha siete de abril de mil novecientos noventa y cinco, es decir de fecha posterior a la iniciación
del procedimiento coactivo, determinando que hubieran desaparecido los hechos motivadores de la
Acción de Amparo: y, por último, al haberse dispuesto por el Ejecutor Coactivo el archivamiento
definitivo del expediente, tras haber tomado conocimiento de la resolución, determinaba que el acto
violatorio que dio origen a la acción hubiera desaparecido.
Presentando recursos de apelación, y concedido éste, los autos fueron enviados a la Fiscalía
Superior, quien, fue de opinión por que se confirmara la resolución apelada, por considerar
fundamentalmente que al haberse cesado la violación de derechos, convertía en improcedente la
Acción.
Obrante a fojas noventa- noventa y uno, está la resolución de la Segunda Sala Mixta Superior del
Cono Norte de fecha cinco de junio de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la
apelada, declaró improcedente la demanda de Amparo planteada, por haber encontrado, que en la
acción que se ejercitó, no se dieron los supuestos previstos en Ley 23506.
No estando, el presunto agraviado, de acuerdo con el sentido del fallo, presentó recurso de
nulidad, ante la Sala , la que haciendo uso del artículo cuarenta y uno de la Ley 26435, concedió el
Recurso Extraordinario, a fojas noventa y siete de autos.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme lo precisa el artículo primero de la Ley 23506, el objeto de las
acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho constitucional; Que es de apreciarse en autos que la presunta violación
cesó en el momento en que uno de los codemandados, y Secretario del Juzgado Coactivo, levantó
el embargo preventivo disponiéndose el archivamiento y nulidad del acta practicada por el
interventor, tan pronto como el demandante acreditó haber fumigado su establecimiento; Que, el
codemandado señor Gonzáles Uceda, ha manifestado que el accionante no presentó
oportunamente la prueba del hecho indicado en el proceso de cobro coactivo, dicho que no ha sido
desmentido por el accionante, determinando que el demandado se limitó a actuar dentro de un
procedimiento regular, enmarcado por las normas legales pertinentes, aplicándose lo dispuesto por
el inciso 2, del artículo sexto, de la Ley 23506, que establece que: no proceden las acciones de
garantía contra resolución judicial emanada de un procedimiento regular»; Que el accionante pide
en su escrito de demanda ser indemnizado por los daños y perjuicios, que él afirma le ocasionaron,
solicitando le sea pagada una cantidad equivalente al doble de lo que se pretendió que le pagase
por la vía coactiva, no habiendo justificado esos cargos ni existiendo disposición legal que así lo
establezca; Que el actor no ha podido demostrar en autos el que se le haya violado algún derecho
constitucionalmente protegido.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Para el caso, no es la Acción de Amparo la resolución jurisdiccional, por cuanto, las acciones de
garantía están destinadas a cautelar las garantías constitucionales de la persona, por lo que no se
puede pretender mediante esta vía desconocer la validez y efectos legales de resoluciones
emanadas de la autoridad judicial competente en un proceso regular,...
Expediente 1042-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Carlos Merino Torres, interpone Acción de Amparo contra el doctor Víctor Prado Saldarriaga,
Presidente de la Décimo Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Lima y contra los Vocales
doctores Ramos Lorenzo y Chávez Gil, y, contra el Juez del Vigésimo Tercer Juzgado Penal de
Lima doctor José Luis Huirse Zelarayan; y, la sustenta básicamente en que los emplazados no han
cumplido con notificarle la resolución de fecha 9 de junio de mil novecientos noventicinco que
confirmaba la improcedencia del Hábeas Corpus interpuesto por el actor contra el Coronel PNP
Julio Villanueva Padilla y otros, indica que en dicha resolución no se ha observado debidamente su
petitorio y como tal alega que se ha violado sus derechos constitucionales al debido proceso y
tutela jurisdiccional, ampara su demanda en lo dispuesto por el artículo 1º, 2º, 38º, 39º y 200º de la
Carta Magna, así como en los artículos 2º y 5º de la Ley Nº 23506 y artículos 4º, 31º, 32º y 33º de
la Ley 25398; la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima con fecha quince de febrero de
mil novecientos noventiséis y de conformidad con lo opinado por el Fiscal Superior resuelve,
declarando improcedente la Acción de Amparo, por estimar, que no procede la Acción de Amparo
contra las anomalías que pudieran cometerse dentro de un proceso regular y si fuera el caso dicha
anomalía debe ventilarse y resolverse dentro del mismo proceso, tal como lo establece el artículo
10º de la Ley Nº 25398. No estando conforme con la citada resolución el actor interpone recurso de
nulidad y, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia con fecha
diecinueve de agosto de mil novecientos noventiséis, de conformidad con lo opinado por la Fiscal
Suprema, falla declarando No Haber Nulidad, por lo que el actor interpone Recurso Extraordinario,
y se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Para el caso, no es la Acción de Amparo la solución jurisdiccional; por cuanto, las acciones de
garantía están destinadas a cautelar las garantías constitucionales de la persona, por lo que no se
puede pretender mediante esta vía desconocer la validez y efectos legales de resoluciones
emanadas de la autoridad judicial competente en un proceso regular, máxime, si el actor no ha
probado anomalías y/o irregularidades que conculquen alguno de sus derechos constitucionales,
consecuentemente, al derivar la presente Acción de la secuela de un proceso regular resulta de
aplicación el inciso 2) del artículo 6º de la Ley Nº 23506.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, a tenor de lo dispuesto por el artículo 1º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación de un derecho constitucional,...
Expediente 993-96-AA/TC
Exp. Nº 12-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alegan los demandantes, que de conformidad con el artículo 19º de la Constitución y los artículos
22º, 23º y 104º de la Ley Nº 23384, Ley General de Educación, los Centros Educativos y Centros
Culturales no son sujetos del Impuesto General a las Ventas en las compras que efectúen de
bienes y servicios, señalan, además, que los proveedores de bienes y servicios no se encuentran
obligados a consignar dicho impuesto en las facturas que les extienden por dichos conceptos.
Afirman que la SUNAT viene exigiendo que las Universidades y los Centros Educativos paguen el
Impuesto General a las Ventas que les traslada el vendedor o el que presta el servicio, según sea
el caso, por considerar que este impuesto es de «naturaleza traslativa». Al disponer la SUNAT que
los vendedores cobren IGV a los compradores constituidos por las Universidades, Institutos
Superiores y demás centros educativos, está haciendo que estas entidades sean quienes paguen y
asuman dicho impuesto, porque los centros educativos no pueden trasladarlo a los consumidores
finales que son los estudiantes, por expresa disposición del Decreto Legislativo Nº 773 en su
artículo 2º inciso g).
Señalan, además, que la SUNAT, fundamenta su tesis interpretando que la inafectación prevista en
el artículo 19º de la Constitución, opera únicamente cuando las universidades, institutos superiores
y demás centros educativos actúan en calidad de sujetos del impuesto, lo cual es falso porque el
dispositivo constitucional no lo establece en ninguna parte, lo único que la Constitución prevé para
gozar de la inafectación de impuestos directos, es que las Universidades, Institutos Superiores y
demás centros educativos estén constituidos conforme a la legislación en la materia, requisito que
según refiere los mencionados institutos cumplen a cabalidad.
La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT, representada por la Dra.
Consuelo Zavala Hidalgo, contesta las demandas con fecha once de marzo de 1996, negándolas y
contradiciéndolas en todos sus extremos, por cuanto lo que los demandantes están solicitando, es
que la SUNAT «no cobre Impuesto General a las Ventas a los vendedores de bienes y servicios
que son proveedores» de estos centros educativos. Señala, que la Constitución en sus artículos
74º y 19º, establece cómo se crean, modifican o derogan los tributos, así como que las
universidades, institutos superiores y demás centros educativos gozan de inafectación de todo
impuesto directo e indirecto que afecte a bienes, actividades y servicios propios de su finalidad
cultural, respectivamente, situaciones que han sido expresamente reguladas en la Ley del
Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo, Decreto Legislativo Nº 775, así
como en sus normas modificatorias; el referido Decreto Legislativo Nº 775, establece que este
impuesto grava en el país, la venta de bienes muebles, la prestación o utilización de servicios en el
país, los contratos de construcción, la primera venta que se haga de inmuebles que realicen los
constructores de los mismos, la importación de bienes, así como las exoneraciones a las
universidades (art. 2º inciso g)), detallando además, quienes son considerados contribuyentes (art.
9º) y quienes están en obligación de aceptar el traslado del impuesto (art. 38º).
Expresan que debe tenerse en consideración que conforme a esta ley, lo que se grava son las
ventas de los sujetos que proveen de bienes y servicios afectos, y no las compras por sujetos
inafectos al impuesto, por lo que es falso lo que los demandantes expresan, respecto a que la
SUNAT les está cobrando un tributo al que está inafecto; además, con fecha veinticuatro de
noviembre de mil novecientos noventicinco, se publicó la Directiva Nº 006-95/SUNAT en la que se
precisa que «las Universidades, Centros Educativos y Centros Culturales están inafectos al IGV,
por las operaciones de venta de bienes, que efectúen exclusivamente como consecuencia de la
realización de sus propios fines. Asimismo se señala que las mencionadas entidades cuando
actúen como consumidores finales de bienes o usuarios finales de servicios, deberán aceptar la
carga económica del Impuesto General a la Ventas que les traslade el vendedor o quien preste el
servicio»; finalmente, refieren que los demandantes no han agotado la vía previa pertinente, en
razón de no existir ningún acto administrativo que la SUNAT haya efectuado referido a ellos, por lo
que sus pretensiones carecen de sustento.
El juez del vigésimo cuarto juzgado especializado en lo civil de Lima declara infundada la
demanda, por considerar que, el artículo 9º de la Ley del Impuesto General a las Ventas e
Impuesto Selectivo al Consumo, establece cuáles son los sujetos que son considerados
contribuyentes del impuesto, señalando que son las personas naturales o jurídicas que efectúen
ventas en el país de bienes afectos, preste servicios afectos, ejecuten contratos de construcción
afectos, que efectúen ventas de bienes inmuebles, importen bienes afectos; que,
consecuentemente las personas naturales o jurídicas, que le vendan a las instituciones educativas,
bienes o servicios, están obligadas al pago del tributo correspondiente ya que no existe en el
ordenamiento legal, norma que los exonere de dicho impuesto; que, a mayor abundamiento se
establece que por el mérito de los documentos obrantes a fojas tres y cuatro, la obligada al pago
del Impuesto General a las Ventas es la Empresa Control de Plantas Industriales Sociedad de
Responsabilidad Limitada, y no la accionante, en consecuencia, y no habiendo acreditado la parte
demandante, que ésta haya sido sujeta a una violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional, porque no ha sido comprobado el requerimiento de la demandada al pago de un
tributo que no le corresponde a la demandante.
En su oportunidad, la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Lima confirmó las apeladas,
y en consecuencia infundadas las acciones planteadas, por considerar, en el caso de la demanda
de COMPUTRONIC TECH, que: 1) la exoneración tributaria otorgada por la Constitución, no
comprende a los proveedores de las instituciones beneficiadas, por lo que no puede ser extendida
a ellas por extensión interpretativa; y, 2) el objeto de la demanda es la obtención indirecta de un
beneficio tributario a favor de determinado proveedor que sí se encuentra afecto al IGV. En el caso
de la Acción planteada por CESCA, dicha Sala manifestó que: 1) el artículo 38º de la Ley del
Impuesto General a las Ventas, dispone que el comprador del bien o usuario del servicio está
obligado a aceptar el traslado del impuesto; 2) si el accionante paga un mayor importe por efecto
del traslado del impuesto, esto no lo convierte en el sujeto obligado o pasivo del mismo; además, el
artículo 19º de la Constitución sólo es aplicable para quien resulte contribuyente de un impuesto,
pretendiéndose a través de la presente Acción, que se otorgue una exoneración tributaria.
FUNDAMENTOS:
Que, como resulta evidente, se pretende la inaplicación del Decreto Legislativo Nº 775 a las
Universidades, los Centros Educativos y los Centros Culturales;
Que, a tenor de los dispuesto en el artículo 1º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, situación que en caso bajo análisis
no se ha acreditado fehacientemente;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
Revocando las resoluciones de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Lima, de fechas
veinticinco de octubre y cinco de noviembre de mil novecientos noventiséis, las que confirmaron las
apeladas de fecha cinco de junio y veintisiete de mayo del mismo año, que declaran infundadas las
Acciones interpuestas; y, reformándolas declaran improcedentes las Acciones de Amparo
interpuestas por los Institutos Superiores Tecnológicos no Estatales «Computronic Tech» y
«CESCA», contra la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE /GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, de conformidad con lo previsto en los artículos 1º y 2º de la Ley Nº 23506, las acciones de
garantía tienen por objeto el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho constitucional, y proceden cuando una autoridad, funcionario o persona
amenazan o violan tales derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento
obligatorio;...
Expediente 020-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Idalia Muñoz Jaime interpone Acción de Amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad
Social, representado por el Gerente General del Hospital Nacional del Sur de Arequipa, doctor
Pablo Céspedes Cruz, por violación de sus derechos constitucionales a la defensa, estabilidad
laboral, legalidad, y al debido proceso.
Ampara su pretensión en lo dispuesto, en forma genérica, por la Ley veintitrés mil quinientos seis,
modificada por la Ley veinticinco mil once, y en el artículo veintiséis de la Constitución.
Sostiene la recurrente que desde mil novecientos setenta y seis labora en el Instituto Peruano de
Seguridad Social en calidad de secretaria del Hospital Nacional del Sur de Arequipa,
encontrándose sometida al régimen previsto en el Decreto Legislativo doscientos setenta y seis.
Alega que al dictarse el Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis, se facultó al Instituto
Peruano de Seguridad Social a racionalizar sus recursos humanos, en el plazo de ciento veinte
días, a través, tanto de un proceso de retiro voluntario con incentivos, como por medio de una
prueba de selección y calificación para aquellos servidores que no se acogieran al primero de los
procesos mencionados.
A fin de cumplir con lo dispuesto en el Decreto Ley mencionado, se expidió la directiva cero treinta
y nueve-DE-IPSS-noventa y dos, por medio de la cual se facultaba a la Gerencia Departamental de
la entidad accionada designar el personal que debía de ser sometido al respectivo examen de
selección y calificación, a quienes se debería de notificar personalmente por escrito. No obstante
ello, precisa, que dicha notificación personal no se realizó con la recurrente, pues se encontraba
hospitalizada a raíz de una intervención quirúrgica, motivo por el cual no fue sometida al examen
de selección y calificación, y tampoco se le cesó en el plazo establecido por el Decreto Ley
veinticinco mil seiscientos treinta y seis.
Añade que dos años después, en el mes de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, la
Dirección del Hospital Nacional del Sur la notificó para que se someta al proceso de selección y
calificación, fijado para el día cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, al que
asistió en obediencia debida, para evitar que se le abriera un procedimiento administrativo.
Después de ser sometida al proceso de evaluación, el nueve de febrero de mil novecientos
noventa y cinco, se le notificó la resolución cero setenta y cuatro-GG-HNS-IPSS-noventa y cinco,
por medio de la cual se resolvía cesarla, por causal de racionalización, por lo que se vio obligada a
interponer recurso de apelación, el que no ha sido resuelto hasta la fecha, por lo que da por
agotada la vía administrativa. No obstante ello, y aún antes que quede consentida la resolución en
virtud de la cual se dispuso su cese, se ejecutó ésta ya que la entidad accionada le impidió el
acceso a su centro de trabajo.
Admitida la Acción de Amparo, a fojas treinta y dos, el Gerente General del Hospital Nacional del
Sur, doctor Pablo Céspedes Cruz, contesta la demanda, negándola y contradiciéndola en todos
sus extremos.
A fojas cuarenta y dos a cuarenta y cuatro, el Juez del Tercer Juzgado Civil de Arequipa expide
resolución, de fecha quince de junio de mil novecientos noventa y cinco, declarando infundada la
demanda de Amparo, en razón de que si bien se le sometió a la recurrente a un proceso de
selección y calificación en fecha posterior al plazo establecido en el artículo cuarto del Decreto Ley
veinticinco mil seiscientos treinta y ocho, por resolución de gerencia general quinientos noventa y
ocho-GG-GG-IPSS-noventa y cuatro, el Instituto Peruano de Seguridad Social dispuso que los
trabajadores que no pudieron presentarse al proceso en ciernes, tenían la opción de presentarse a
una nueva evaluación, a la cual se presentó la accionante y obtuvo calificación desaprobatoria.
Dicha resolución, de conformidad con el espíritu de la ley, le dio una vigencia ultractiva al Decreto
Ley en cuestión, por lo que, entiende, no se ha producido agravio a derecho constitucional alguno.
Impugnada dicha resolución, con fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa expide resolución revocando la apelada y
declarando improcedente la Acción de Amparo.
Interpuesto el recurso de nulidad, que debe entenderse como extraordinario, los autos son
remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con lo previsto en los artículos primero y segundo de la Ley
veintitrés mil quinientos seis, las acciones de garantía tienen por objeto el de reponer las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, y proceden
cuando una autoridad, funcionario o persona amenazan o violan tales derechos constitucionales
por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio; Que, conforme se desprende de los
artículos primero, segundo y cuarto del Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis, el
Supremo Gobierno autorizó al Instituto Peruano de Seguridad Social a realizar un proceso de
racionalización de su personal administrativo, estableciendo al efecto el doble procedimiento: de
retiro voluntario con incentivos, y el de selección y calificación de los servidores que no se hayan
acogido a las renuncias voluntarias, cuyo desarrollo y ejecución no debería de exceder los ciento
veinte días calendarios posteriores a la vigencia del referido Decreto Ley que venció el diez de
diciembre de mil novecientos noventa y dos; Que, conforme se desprende de la resolución de
gerencia general número quinientos noventa y ocho-GG-IPSS-noventa y cuatro, su fecha cinco de
julio de mil novecientos noventa y cuatro, obrante de fojas cuatro a nueve, así como de los
documentos obrantes de fojas veinticinco a treinta y uno, el proceso de selección y calificación
realizado por la entidad accionada, respecto de la actora, se efectuó con fecha cuatro de diciembre
de mil novecientos noventa y cuatro, y la resolución de gerencia general cero setenta y cuatro-GG-
HNSA-IPSS-noventa y cinco, por la cual se declaró su cese por causal de racionalización, se
expidió con fecha siete de febrero de mil novecientos noventa y cinco, ambos actos administrativos
dictados ejecutados notoriamente, fuera del plazo previsto en el segundo párrafo del artículo cuarto
del Decreto Ley veinticinco mil seiscientos treinta y seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Exp. Nº 020-96-AA/TC
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Exp. Nº 020-96-AA/TC
Vista la reconsideración planteada por el abogado de doña Idalia Muñoz Jaime, en la Acción de
Amparo, interpuesta contra el Hospital Nacional del Sur I.P.S.S., del auto de dos de los corrientes,
y,
ATENDIENDO:
Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de un derecho constitucional;...
Expediente 221-96-AA/TC
Junín
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Floriano Ernesto Bashi Flores, contra la sentencia de la
Sala Civil de la Corte Superior de Huancayo del 06 de marzo de 1996, que revoca la apelada del
27 de noviembre de 1995, que declaró fundada la demanda y reformándola declararon infundada la
Acción de Amparo correspondiente.
ANTECEDENTES:
Miguel Carrera Montesinos, interpone Acción de Amparo, con fecha 02 de marzo de 1995, contra la
señorita Nancy Toro Solgorre, Intendente Regional - Junín de la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria; sostiene el demandante que es el representante legal de POVMIC
S.R.L., empresa que presta servicios de policía privada y que al haber adquirido una deuda
tributaria, la SUNAT - Junín, procedió al embargo preventivo de las cuentas corrientes de su
representada; ampara su demanda en lo señalado en el artículo 24º y siguientes de la Ley Nº
23506, indicando que se ha violado su derecho al trabajo.
Con fecha 05 de abril de 1995, el Juzgado Civil declara infundada la Acción de Amparo, por
considerar que para que prospere esta Acción de garantía, es necesario que se pruebe de manera
indubitable la violación o la amenaza de violación de algún derecho constitucional, situación que no
es la del caso presente.
La Sala Civil de Huancayo, en fecha 26 de mayo de 1995, confirma la sentencia apelada que
declaró infundada la Acción de Amparo, señalando que en autos no se ha probado que haya
habido el embargo al que hace alusión el demandante.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior
a la violación o amenaza de un derecho constitucional; que, en el presente caso el demandante
sostiene que existe la inminente amenaza a su derecho constitucional de libertad de trabajo, toda
vez, que como consecuencia de un procedimiento de cobranza coactiva, ejecutado contra su
representada POVMIC S.R.L., se decretó el embargo preventivo de sus cuentas corrientes; que, de
autos, se desprende que el procedimiento de cobranza coactiva fue efectuada con arreglo a la
normatividad tributaria; que, analizados los hechos, no existen elementos de convicción que
demuestren la supuesta amenaza o violación del derecho constitucional alegado por el actor, más
aún, si se considera que la petición de fraccionamiento de la deuda tributaria que hiciera con el
objeto de enervar el procedimiento de cobranza coactiva, no prosperó por no cumplir con los
requisitos exigidos por el Reglamento de Aplazamiento y/o Fraccionamiento de la Deuda Tributaria
previstos en la Resolución Nº 028-94-EF/SUNAT; por estos fundamentos, el Tribunal
Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere la Constitución Política del Estado
y su Ley Orgánica.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que las acciones de garantía tienen por objeto cautelar los derechos constitucionales de la
persona, y en tal sentido reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación
de un derecho constitucional.
Expediente 255-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación que debe entenderse como Extraordinario, interpuesto por L&M Asociados
S.R.L. contra la resolución expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de la República de fecha diecinueve de febrero de mil novecientos noventitrés, que
declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por el recurrente contra la Empresa
Administradora de Peaje de Lima S.A. - EMAPE- y otros.
ANTECEDENTES:
Los recurrentes interponen Acción de Amparo -acumuladas- contra el Presidente del Directorio y
Gerente General de la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima S.A. y Municipalidad
de Lima Metropolitana, con la finalidad de que se deje sin efecto, el ilegal y arbitrario retiro de
paneles publicitarios de la Vía Expresa - Av. Paseo de la República -, indica que dicho acto
vulnera sus derechos constitucionales de libertad de contratación; de libertad de trabajo; de libertad
de información y de libertad de propiedad; manifiestan que la entidad demandada en forma
extemporánea obtuvo de la Municipalidad de Lima Metropolitana, la Resolución de Alcaldía Nº
1337, por la cual se resolvía no ratificar el convenio que por cinco años celebró con la entidad
demandada EMAPE; ampara su demanda en lo dispuesto en los incisos 4), 5), 10) y 12) del
artículo 24º de la Ley Nº 23506 y en los incisos 12), 14) y 20) del artículo 2º de la Constitución, así
como en los artículos 87º, 124º, 125º y 131º de la Carta Magna. El Juez del Trigésimo Juzgado
Civil de Lima con fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventiuno, declaró fundada la
Acción de Amparo, por considerar que al no haber contestado la Municipalidad de Lima el recurso
impugnativo presentado contra la resolución de alcaldía que no ratificó el convenio suscrito por la
demandante con la codemandada EMAPE, dicho convenio quedó confirmado, ello en virtud de la
aplicación de los artículos 25º, 26º y 28º del D.S. Nº 070-89-PCM. Apelada la citada resolución, con
la opinión del Fiscal Superior en el sentido que se revoque la apelada, debiéndose declarar
improcedente, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha veinte de noviembre de
mil novecientos noventiuno en discordia, falla declarando nula la sentencia apelada y ordenaron
que se expida nuevo fallo, por haberse resuelto un punto no demandado, no estando conformes
con la citada resolución los demandantes, interponen recurso de nulidad. La Sala Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha diecinueve de febrero de mil
novecientos noventitrés, con la opinión del Fiscal Supremo en el sentido de que se declare haber
nulidad en la recurrida y reformándola se pronuncie sobre el fondo del asunto y se confirme la
sentencia de primera instancia; falla: declarando haber nulidad en la resolución de vista y
reformándola declararon improcedentes las demandas acumulada; no estando conformes los
demandantes interponen Recurso de Casación el mismo que debe entenderse como Extraordinario
y se dispone el envío de autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que las acciones de garantía tienen por objeto cautelar las garantías constitucionales de la
persona, y en tal sentido reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación
de un derecho constitucional. Para el caso de autos, donde la pretensión del demandante, es
establecer la vigencia del convenio celebrado con la demandada -EMAPE y, en mérito a ello se
deje sin efecto el retiro de los paneles publicitarios que la demandante vendió a terceros en virtud
al convenio antes señalado; este colegiado es de la opinión que no corresponde al ámbito
procedimental las acciones de garantía la materia en litigio, pues ésta por ser sumaria y carente de
estación probatoria, no es el camino adecuado para ventilar asuntos que por su naturaleza
requieren de mayor probanza, máxime, si existe procedimiento jurisdiccional en la vía ordinaria
donde se puede dilucidar la presente materia controvertida; por estas consideraciones es de
expresa aplicación «contrario sensu» el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, a tenor de lo dispuesto por el artículo 1º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional;...
Expediente 033-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Marco Antonio de Souza-Peixoto Dávila contra la
resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de fecha veintitrés de mayo de
mil novecientos noventicuatro, que declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta por el
recurrente contra el Presidente del Jurado Nacional de Elecciones y otros.
ANTECEDENTES:
Marco Antonio de Souza-Peixoto Dávila interpone Acción de Amparo contra del Presidente del
Jurado Nacional de Elecciones, los miembros del Pleno y el Secretario General del referido Organo
Electoral, a fin que se declare la inaplicabilidad de las Resoluciones Nºs. 778 y 780-93-JNE por
medio de las cuales se declaró la nulidad de su postulación, elección y proclamación como Alcalde
del Concejo Distrital de Pueblo Libre, Provincia de Lima; manifiesta haber sido elegido Alcalde del
referido Concejo, el veintinueve de enero de mil novecientos noventitrés, hecho que fue reconocido
por el Jurado Provincial de Elecciones mediante Resolución Nº 497-93-JELP y posteriormente por
el propio Jurado Nacional de Elecciones, habiendo asumido, la alcaldía el primero de marzo de mil
novecientos noventitrés;
Manifiesta, además, que el nueve de marzo de mil novecientos noventitrés tomó conocimiento de
una impugnación a su elección formulada por la Alianza Electoral «Lima al 2000» fundamentada en
una supuesta doble postulación: como Alcalde para el Concejo Distrital de Pueblo Libre en la lista
del Movimiento «Obras» y por la lista independiente «Movimiento Bajopontino» para el Concejo
Distrital del Rímac, refiere que el Jurado Provincial de Elecciones elevó el expediente al Jurado
Nacional el que finalmente confirma su proclamación como Alcalde electo mediante Resolución Nº
495-93-JNE, siendo esta decisión de conformidad con el artículo 13º de la Ley Nº 14250 autoridad
de cosa juzgada en materia electoral. La referida Alianza Electoral interpuso recurso de revisión
contra tal resolución recayendo sobre el mismo la Resolución 778-93-JNE que declara nula su
postulación, elección, proclamación y entrega de credenciales como Alcalde del Concejo Distrital
de Pueblo Libre.
Precisa que considera ilegal dicha Resolución, ya que de conformidad con el artículo 13º de la Ley
Nº 14250 la Resolución que confirmó su proclamación tiene la autoridad de cosa juzgada en
materia electoral, no pudiendo el mismo Jurado reconsiderar, revisar o modificar sus fallos, más
aún, cuando la impugnación se basó en una errónea publicación del diario El Peruano, la que
supuestamente se rectificó días después en la sección «fe de erratas», hecho que no podía
desvirtuar ni desnaturalizar de modo alguno, el resultado de las elecciones y ser pretexto para su
destitución.
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Poder Legislativo, Presidencia del
Consejo de Ministros y Jurado Nacional de Elecciones, contesta la demanda solicitando sea
declarada improcedente por cuanto el Jurado Nacional de Elecciones es el más alto y único
Tribunal Electoral de la República, es instancia única, sin que sus actos administrativos puedan ser
susceptibles de revisión judicial, y más bien son inmunes a cualquier ingerencia de los demás
Poderes del Estado, incluyendo al Poder Judicial; y, siendo así, de acuerdo a la Carta Magna y la
distribución competencial que se otorga a los distintos Poderes del Estado; los hechos materia de
la Acción civil incoada se hallaban fuera de la competencia y conocimiento del Poder Judicial,
constituyendo un acto no judiciable, por tener la demandada competencia exclusiva y excluyente
para el conocimiento de los procesos electorales; y, que las resoluciones impugnadas han sido
expedidas en el ejercicio de sus atribuciones.
El Vigésimo Juzgado Civil de Lima, declaró fundada la demanda, por considerar que el Jurado
Nacional de Elecciones no puede revisar ni modificar sus fallos, y al haberlo hecho, mediante la
Resolución 778-93-JNE conculcó los derechos constitucionales del recurrente consagrados en los
artículos 74º, 87º y 292º de la Constitución de 1979; y en consecuencia declara inaplicable para
Marco Antonio de Souza-Peixoto Dávila la referida Resolución, y en lo referente a la Resolución
780-93-JNE declara improcedente la Acción de Amparo, por no haber demostrado que con ella se
hubiese violado algún derecho.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima confirma, por sus propios fundamentos, la de
vista.
La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Lima, declara haber nulidad en
la de vista y reformándola declara improcedente la demanda en el extremo que declara fundada la
Acción de Amparo e insubsistente la recurrida en la parte que se pronuncia sobre la Resolución
780-93-JNE por considerar que estando a lo prescrito por la Constitución de 1979 en sus artículos
286º y 289º, concordantes con el artículo 13º de la Ley Nº 14250, que le reconocen al Jurado
Nacional de Elecciones autoridad, autonomía y soberanía en materia electoral y, que contra sus
resoluciones no procede recurso alguno.
FUNDAMENTOS:
Que, a tenor de lo dispuesto por el artículo 1º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional;
Que, en las Elecciones Municipales Generales llevadas a cabo el veintinueve de enero de mil
novecientos noventitrés se eligieron Alcaldes Provinciales y Distritales a nivel nacional para el
período 1993-1995; siendo para tal período que se eligió a don Marco Antonio de Souza-Peixoto
Dávila Alcalde del Concejo Distrital de Pueblo Libre;
Que, se han elegido nuevas autoridades municipales a nivel nacional el doce de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución, y su Ley Orgánica.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, constituyendo un remedio eficaz,
rápido y efectivo contra la arbitrariedad.
Expediente 035-96-AA/TC
La Libertad
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Arturo Jave Florián, contra la resolución de la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad de fecha veintisiete de octubre de mil
novecientos noventa y cinco que reformando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por el recurrente contra la Municipalidad Provincial de Ascope, representada por su
Alcaldesa doña Gladys Cáceres de Novoa.
ANTECEDENTES:
Arturo Jave Florián interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Ascope,
representada por su Alcaldesa doña Gladys Cáceres de Novoa, solicitando se dejen sin efecto ni
valor legal las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 365-93-CPA y 002-94-CPA de fechas veintiocho de
diciembre de mil novecientos noventa y tres, y cinco de enero de mil novecientos noventa y cuatro,
respectivamente, que resuelven destituirlo del cargo que venía desempeñando en el referido
Concejo como Agrónomo I, Categoría SP-D por supuesta comisión de faltas de orden disciplinario,
de modo tal que se le reponga en su puesto de trabajo. Afirma que con la expedición de las
acotadas resoluciones se ha vulnerado su derecho al trabajo y estabilidad laboral así como al
debido proceso.
Señala que la Resolución de Alcaldía Nº 365-93-CPA que resuelve separarlo definitivamente del
cargo de empleado que desempeñaba y ordena se le descuente del total de sus beneficios
sociales determinada cantidad de dinero que -según se argumenta dispuso indebidamente- acusa
de evidente falta de motivación. Posteriormente se expide la Resolución de Alcaldía Nº 002-94-
CPA de fecha cinco de enero de mil novecientos noventa y cuatro que precisa que «separar
definitivamente» debe entenderse como «destituir definitivamente», no obstante haber interpuesto
el tres de enero del mismo año recurso de reconsideración respecto de la primera resolución.
Afirma, que se ha violado la garantía del debido proceso dado que uno de los miembros de la
Comisión de Procesos Administrativos no fue nombrado sino hasta el veinte de setiembre de mil
novecientos noventa y tres y venía interviniendo en ésta desde el tres del mismo mes y año;
asimismo -precisa- el artículo 163º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM establece que el proceso
administrativo disciplinario no podrá exceder de treinta días hábiles improrrogables y en el presente
caso la resolución que ordena abrirle proceso administrativo es de fecha catorce de setiembre de
mil novecientos noventa y tres y la que resuelve separarlo definitivamente en sus funciones fue
expedida el veintiocho de diciembre del mismo año, cuando el término había vencido en exceso.
Precisa que con fecha tres de enero de mil novecientos noventa y cuatro interpuso recurso de
reconsideración contra la Resolución de Alcaldía Nº 365-93-CPA y estando a lo dispuesto por el
artículo 87º del Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos optó por esperar el pronunciamiento expreso de la
Administración hasta el veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y cinco fecha en la que
solicitó por escrito se resuelva su recurso impugnatorio en el término de tres días; refiere que no
habiendo obtenido respuesta alguna de la Administración, el treintiuno de marzo del mismo año
interpuso recurso de apelación el mismo que no fue resuelto, dando por agotada la vía
administrativa el veintitrés de mayo de mil novecientos noventa y cinco,
Víctor Vásquez Villalobos, Regidor encargado de la Alcaldía, contesta la demanda señalando que
si el demandante alega habérsele separado de su cargo sin que la Comisión de Procesos
Administrativos que investigó las faltas que presuntamente había cometido, haya observado el
debido proceso debió interponer la respectiva acción legal contra la referida Comisión y al no
haberlo hecho así ha dejado vencer plazos consintiendo en tal procedimiento. Este tenía, expedito
su derecho para interponer acción contencioso-administrativo o nulidad de resolución en la vía
civil.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo declara fundada la Acción de
Amparo interpuesta por considerar que el debido proceso es una garantía de la administración de
justicia; que el recurrente interpuso los recursos administrativos correspondientes habiendo dado
por agotada la vía administrativa el veintitrés de mayo de mil novecientos noventa y cinco debiendo
colegirse que no se ha producido la caducidad de la Acción; que por Resolución de Alcaldía Nº
035-93-CPC de fecha catorce de setiembre de mil novecientos noventa y tres se dispone abrir
proceso administrativo disciplinario a Arturo Jave Florián, no obstante el veinte de setiembre del
mismo año -seis días después- recién se designa oficialmente como miembro de la misma a don
Simón Quevedo, hecho que implica una violación del artículo 166º del Decreto Supremo Nº 005-90-
PCM, dado que el primero sin tener facultad para ello participó como miembro de la Comisión,
calificando las denuncias y pronunciándose por la procedencia del proceso administrativo
disciplinario contra el demandante; que resulta ostensiblemente irregular la participación del
Director Municipal, Pedro Risco Asmar como miembro de la Comisión dado que en su calidad de
funcionario municipal de mayor rango recomienda abrir proceso administrativo disciplinario contra
el actor para posteriormente participar como miembro de la Comisión de Procesos Administrativos
Disciplinarios, no resultando razonable ni legal tal situación, resultando evidente la comisión de
graves irregularidades en el proceso administrativo seguido contra el recurrente.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, constituyendo un remedio eficaz,
rápido y efectivo contra la arbitrariedad.
Que, el artículo 37º de la Ley 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, señala que el ejercicio de la
Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el
interesado en aquella fecha se hubiese hallado en la posibilidad de interponer dicha Acción.
Que, si bien es cierto el administrado puede optar entre considerar denegada su petición o reclamo
o esperar el pronunciamiento expreso de la administración a efectos de interponer los recursos
impugnatorios correspondientes y dar por agotada la vía administrativa, no es menos cierto que el
optar por esperar pronunciamiento expreso por más de un año no se condice con la naturaleza de
esta acción de garantía cuya finalidad es frenar la arbitrariedad en breve lapso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional con las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, ... la pretensión de la entidad accionante debe de desestimarse, ya que la Acción de Amparo
no tiene por objeto el que se ordene la reposición del suministro de energía eléctrica, derivada de
eventuales discrepancias sobre la lectura de medidores de consumo eléctrico, sino, como se ha
recordado, el de tutelar los derechos constitucionales,...
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Sindicato Pesquero del Perú S.A., contra la resolución de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de 09 de enero de 1996, que declara haber
nulidad en la sentencia de vista su fecha 20 de febrero de 1995, que revocando la apelada, declara
fundada la Acción de Amparo interpuesta; y, reformando la de vista, confirmaron la apelada, que
declara improcedente la referida Acción seguida contra Hidrandina S.A.
ANTECEDENTES:
La empresa demandante, al amparo del artículo 24º, incisos 10) y 13), y los artículos 28º y 29º de
la Ley Nº 23506, solicita que HIDRANDINA, le reponga el suministro de energía eléctrica, la misma
que, sostiene la entidad accionante, ha sido indebidamente cortada por una deuda inexistente.
Refiere que dicha deuda que la demandada alega como incumplida, se originó a partir de una
defectuosa lectura de diferentes medidores.
Alega, también que HIDRANDINA no le ha permitido hacer su reclamación bajo las normas del
Decreto Supremo Nº 006-SC y el D.L. Nº 26111, normas administrativas bajo las cuales debería
seguirse su reclamo.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la entidad accionada, quien solicita que la demanda
sea declarada improcedente toda vez que no se ha cumplido con agotar la vía previa como indica
la ley. Refiere, asimismo, que la demandante planteó su reclamo invocando el D.L. Nº 26111, Ley
de Normas General de Procedimientos Administrativos, la misma que no le alcanza, pues la que
corresponde es el Decreto Ley Nº 25844, su Reglamento y demás normas conexas, que
establecen claramente el procedimiento a seguir para la atención de un reclamo del usuario de
Hidrandina S.A.
Con fecha 28 de diciembre de 1994, el Juez del Segundo Juzgado Especializado de la Provincia de
Santa, declara improcedente la Acción de Amparo, tras considerar que la entidad demandante no
ha cumplido con expresar, en forma clara, el derecho constitucional violado, habiendo debido
accionar en la vía legal correspondiente a fin de que se le restituya el suministro de energía
eléctrica, que alega le ha sido cortado arbitrariamente.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha 20 de febrero de 1995, la Sala Mixta descentralizada
de Chimbote, expide resolución, reformando la sentencia apelada, para declararla fundada, tras
considerar que el reclamo planteado por la recurrente en base al Decreto Ley Nº 26111 no puede
ser cuestionado, pues son normas de orden público y de obligatorio cumplimiento cuya inaplicación
constituye violación al debido proceso, y violación a los derechos amparados por los incisos 10) y
13) del artículo 24º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto el recurso de nulidad, los autos se elevan a la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema la cual declara haber nulidad en la resolución de vista, tras no haberse agotado la vía
previa.
Interpuesto el Recurso de Casación, que debe entenderse como extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, del petitorio de la demanda se desprende que el objeto de ésta es: a) que la
entidad demandada proceda a reponer el suministro de energía eléctrica que le fuera cortada a la
actora, tras no efectuar el pago de una deuda, que los actores consideran como inexistente; y, b)
que se ordene a la entidad demandante que la reclamación efectuada se tramite bajo lo dispuesto
en el Decreto Supremo Nº 006-SC y Decreto Ley Nº 26111. Que, en ese sentido, con el objeto de
que este Colegiado pueda entrar a dilucidar las cuestiones de fondo que el recurso extraordinario
entraña, es de advertirse que si bien el inciso b) del artículo 15º del Decreto Ley Nº 25844 prevé
que en el caso de reclamaciones sobre asuntos relativos a materia de fijación tarifaria de
electricidad, ésta corresponde efectuar al Consejo Directivo de la Comisión de Tarifas Eléctricas,
en el caso de autos, el tránsito por dicha Comisión no era exigible, ya que la entidad actora si bien
ejerció su reclamación al amparo del Decreto Ley Nº 26111, que regula el procedimiento
administrativo ante las diversas entidades de la Administración Pública, obtuvo de la Gerencia
Zonal Ancash Costa, un acto administrativo en virtud del cual no sólo se le hacía conocer que
dichas normas a cuyo amparo ejercitaba su reclamación no eran las pertinentes, sino que inclusive
se pronunciaba sobre el fondo de la reclamación interpuesta, como, en efecto, es de advertirse del
documento obrante a fojas nueve. Que, en tal orden de consideraciones, este Colegiado estima
que no es exigible el agotamiento de la vía previa si, habiéndose iniciado uno de manera
incorrecta, la entidad, cuya impugnación de algún acto por ella expedida se pretende, permite
prever de manera cierta e inequívoca que, de iniciarse la vía adecuada se irá de obtener una
confirmación del acto que se considera lesivo de algún derecho constitucional. Que, no obstante
ello, la pretensión de la entidad accionante debe de desestimarse, ya que la Acción de Amparo no
tiene por objeto el que se ordene la reposición del suministro de energía eléctrica, derivada de
eventuales discrepancias sobre la lectura de medidores de consumo eléctrico, sino, como se ha
recordado, el de tutelar los derechos constitucionales, que, en el caso de autos no solamente no
acontece, sino que, adicionalmente, no se ha invocado en modo alguno su vulneración.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que,... el conocimiento del hecho o acto lesivo no sólo es válido cuando surge del acto mismo o
cuando el agredido es notificado formalmente de lo resuelto por la autoridad, sino también cuando
otra circunstancia demuestra, de manera clara, su conocimiento del acto.
Expediente 426-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Mercedes Limay Hoyos contra la resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su fecha dos de mayo de
mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas trece don Mercedes Limay Hoyos interpone acción de amparo contra don Rafael Cárdenas
Vanini, don César Jaramillo Vereau, doña Edith Ballena Becerra y don Ubaldo Saldaña
Huamanchumo, con el propósito que se declare inaplicable para el recurrente la Resolución
Ejecutiva Regional Nº 731-95-CTAR-LL, de fecha 30 de noviembre de 1995, mediante la cual se lo
cesa por causal de excedencia; así mismo que se le abonen las remuneraciones dejadas de
percibir.
A fojas ochenta y tres y ciento dos los emplazados contestan la demanda solicitando se la declare
infundada, manifestando que el demandante ha venido laborando en el cargo administrativo de
artesano I, siendo por tanto considerado como personal administrativo y no asistencial, por lo que
su inclusión en el proceso de evaluación ha estado arreglada a ley.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, con fecha trece de enero de mil
novecientos noventa y siete, declaró fundada en parte la demanda, por considerar que el proceso
de evaluación cuestionado no se ha efectuado en los plazos legalmente establecidos e
improcedente sobre pago de remuneraciones.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el petitorio de la presente acción tiene por objeto que se declare inaplicable al demandante la
Resolución Ejecutiva Regional Nº 731-95-CTAR-LL, de fecha 30 de noviembre de 1995, que lo
cesa por la causal de excedencia.
Que, afirma el demandante que recién fue notificado con la resolución cuestionada el día 24 de
octubre de 1996, mediante el Oficio Nº 326-96-CTAR-LL-PRE-ST, fecha a partir de la cual, alega,
debe computarse el plazo de caducidad; sin embargo, del tenor del referido oficio, obrante a fojas
dos, se desprende que mediante el mismo no se está verificando el acto procesal de notificación,
sino que más bien se le hace llegar al demandante, a su solicitud, copia certificada de la resolución
aludida.
Que, como lo señala el tratadista argentino Néstor Pedro Sagüés en su obra "Derecho Procesal
Constitucional" (Tomo 3, Acción de Amparo, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1995), el conocimiento del
hecho o acto lesivo no sólo es válido cuando surge del acto mismo o cuando el agredido es
notificado formalmente de lo resuelto por la autoridad, sino también cuando otra circunstancia
demuestra, de manera clara, su conocimiento del acto.
Que, en el presente caso, si bien no consta la notificación al actor con la resolución impugnada, es
evidente que éste tuvo oportuno conocimiento de su expedición, pues como él mismo lo afirma en
su demanda -para justificar el no agotamiento de la vía previa-, aquélla se ejecutó con su cese, no
obstante lo cual no interpuso contra la misma recurso impugnativo alguno, limitándose a exigir que
se le notifique formalmente, como también lo afirma en el punto 3.8. de su escrito de demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Acto administrativo
«... la Acción de Garantía de autos debió formularse, para conseguir la inaplicabilidad de aquel
Acuerdo [que dispuso el cese del demandante], y no la nulidad de la Carta [Notarial], tal cual se
pretende equivocadamente.»
Exp. N° 037-96-AA/TC
Loreto
Manuel Mosquera Peña Herrera
En Iquitos, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Manuel Mosquera Peña Herrera, con fecha catorce de
noviembre de mil novecientos noventicinco, contra la Resolución de la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, que con fecha veintiocho de agosto de mil
novecientos noventicinco, declararon no haber nulidad en la sentencia de vista; y declaró
improcedente la Acción de Amparo incoada por el citado impugnante contra la Empresa Nacional
de Puertos S.A. (ENAPU S.A.). (fojas 22 del Cuaderno de Nulidad)
ANTECEDENTES:
Don Manuel Mosquera Peña Herrera, interpuso con fecha treinta de noviembre de mil
novecientos noventitrés, Acción de Amparo contra la Empresa Nacional de Puertos S.A. en la
persona de su Gerente General don José Navarro Zúnico; con el objeto de que se declare nula y
sin efecto legal alguno, la Carta Notarial N° 512-93-ENAPUSA/GG de fojas 2, su fecha diecisiete
de noviembre de mil novecientos noventitrés, por medio de la cual, se le comunica su cese por
retiro de confianza, en el cargo que desempeñaba, cual es, Administrador del Terminal Fluvial de
Iquitos, cargo al que accedió, según manifiesta el demandante, mediante promoción o ascenso.
Considera el demandante, que con la controvertida Carta Notarial que es objeto de la presente
Acción de Garantía, se han violado derechos constitucionalmente protegidos, al no habérsele dado
oportunidad de defensa, al no haberse observado el procedimiento de la Ley N° 24514, y, al no
haberse respetado su estabilidad laboral, ya que su cargo no es de confianza. (fojas 21 a fojas
25)
De otro lado, la demandada contesta la demanda solicitando "que la misma sea declarada
inadmisible o en su defecto improcedente y/o infundada" (sic); en base a lo siguiente: Que, el cargo
de Gerente-Administrador del Terminal Fluvial de Iquitos fue calificado como de confianza, y que el
demandante no objetó oportunamente dicha calificación. Que conforme lo establecía la Ley N°
24514, los trabajadores de confianza no tienen derecho a reposición.Que, por tales razones, no
han sido vulnerados los derechos constitucionales del emplazante. (fojas 64 a fjas 88)
La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, con fecha veintiocho
de agosto de mil novecientos noventicinco, declara no haber nulidad en la de vista, e
improcedente la Acción de Amparo. (fojas 17 del Cuaderno de Nulidad)
FUNDAMENTOS :
3. Que, dicha Carta Notarial no es el acto administrativo que dispuso el cese del demandante;
por consiguiente, en el supuesto de que en el presente caso, hubieren vulneraciones
constitucionales en contra de don Manuel Mosquera Peña Herrera, ellas no tendrían su origen en
la aludida Carta, sino en el Acuerdo de Directorio N° 214/10/93/D celebrado el catorce de octubre
de mil novecientos noventitrés que corre a fojas 62 y 63; por consiguiente, la Acción de Garantía
de autos debió formularse, para conseguir la inaplicabilidad de aquel Acuerdo, y no la nulidad de la
Carta, tal cual se pretende equivocadamente.
5. Que, finalmente, mediante Carta Notarial de fojas 195, de fecha nueve de julio de mil
novecientos noventidós, se comunica al demandante, que en cumplimiento del artículo 82° y la
Tercera Disposición Transitoria del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Fomento del Empleo, se
categorizó su cargo de Administrador F-4, como "Cargo de Dirección", categorización que no fue
impugnada por el interesado, y más bien es aceptada, según se lee en el escrito de demanda; por
consiguiente, carece del derecho a reposición; y, menos puede lograrla valiéndose de una Acción
de Amparo, como pretende.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA :
...los actos administrativos dispuestos por los emplazados en contra de los actores y que se
sustentan en las resoluciones presidenciales regionales materia del amparo, resultaron
extemporáneos, con la consecuente afectación del derecho al debido proceso previsto en el
artículo 139º inciso 3 de la Constitución Política del Estado...
Expediente 802-96-AA/TC
Ayacucho
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por doña Ruth América Ochoa Roca, contra la sentencia de la
Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, su fecha 25 de junio de 1996,
que declaró sin objeto pronunciarse respecto a la demandante, al haberse dado por concluida su
designación en el cargo de confianza que venía ejerciendo; revocó la sentencia apelada, de fecha
22 de abril de 1996, que declaró fundada la acción de amparo incoada por don Pedro Gamboa
Vílchez y don Marino Saccatoma Huamaní, y reformándola, la declaró improcedente.
ANTECEDENTES:
Doña Ruth América Ochoa Roca, don Pedro Gamboa Vílchez, y don Marino Saccatoma Huamaní,
con fecha 12 de marzo de 1996, interponen acción de amparo contra don Carlos Gonzáles
Chacón, Edmundo Esquivel Vila, Rubén Alcides Quispe Bedriñana, y Ana Melva Enciso Sandoval,
Presidente, Director de Administración Regional y Oficina de Planificación y Presupuesto, y
Directora de la Oficina de Asesoría Jurídica, respectivamente, del Consejo Transitorio de
Administración Regional "Los Libertadores Wari", por violación a sus derechos constitucionales a
un debido proceso, y estabilidad en el trabajo; los actores solicitan se declare la inaplicabilidad de
las Resoluciones Presidenciales Regionales Nº 051-96-CTAR "LW"/PE, y la Nº 071,072 y 073-96-
CTAR-"LW"/PE, emitidas en ejecución de la primera; sostienen los demandantes que son
trabajadores nombrados de la Subregión de Salud de Ayacucho; que, por supuestas faltas
administrativas se les inició proceso administrativo disciplinario, recayendo sobre el mismo la
Resolución Presidencial Regional Nº 051-96-CTAR"LW"/PE, que es materia de la presente acción
de amparo.
A fojas 119, los emplazados contestan la demanda, y sostienen, principalmente, "que si los
demandantes aducen que la Resolución Presidencial Regional Nº 051-96-CTAR"LW"/PE es nula,
deben recurrir a la vía correspondiente y no a la acción de amparo; respecto, a las Resoluciones
Presidenciales Regionales Nº 071,072 y 073-96-CTAR"LW"/PE, no han interpuesto recurso alguno,
por lo tanto las Resoluciones han quedado consentidas".
A fojas 134, la sentencia de Primera Instancia, su fecha 22 de abril de 1996, declara fundada la
demanda, por considerar, principalmente, que el procedimiento administrativo seguido a los actores
debió ser instaurado por quienes pertenecen al Ministerio de Salud y no por los representantes o
funcionarios del Consejo Transitorio de Administración Regional "Los Libertadores Wari",
configurándose así la afectación del derecho al debido proceso invocado en la demanda; en
consecuencia los demandantes han sido sancionados por funcionarios incompetentes.
A fojas 250, la sentencia de vista, su fecha 25 de julio de 1996, declara sin objeto pronunciarse
respecto a la demandante Ruth América Ochoa Roca, por haberse dado por concluida su
designación en el cargo que venía ejerciendo; revocaron la sentencia apelada que declaró fundada
la acción de amparo en lo que respecta a los actores don Pedro Gamboa Vílchez y don Marino
Saccatoma Huamaní, y reformándola declararon improcedente la acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, es objeto de la pretensión constitucional de los actores, se declare la inaplicabilidad de la
Resolución Presidencial Regional Nº 051-96-CTRA "LW"/PE, por la que se resuelve contra ellos la
imposición de diversas sanciones disciplinarias, como las de destitución, cese temporal sin goce de
remuneraciones, e inhabilitación; asimismo, solicitan se declare la inaplicabilidad de las
Resoluciones Presidenciales Regionales Nº 071, Nº 072, Nº 073 CTAR-"LW"/TC, que fueron
expedidas como consecuencia de la primera; que, en lo que respecta a la actora Ruth América
Ochoa Roca, la inaplicación de la cuestionada Resolución Presidencial Regional Nº 051-96-
CTAR-"LW"/TC, por la que se le destituyó del cargo de Directora Regional de Salud, constituye un
imposible jurídico, considerando que con fecha 24 de mayo de 1996, se publicó en el Diario Oficial
"El Peruano", la Resolución Suprema Nº 021-96-SA, por la cual se da por concluida su designación
en el mencionado cargo, al cual justamente pretende se le reponga mediante esta acción de
amparo, por lo que ha acontecido la sustracción de la materia; que, en lo que respecta al
demandante Marino Saccatoma Huamaní, la afectación de sus derechos ha devenido en
irreparable al haber transcurrido a la actualidad más de los doce meses de la sanción de cese
temporal que se le impusiera, teniendo en cuenta que la sanción disciplinaria se expidió con fecha
05 de febrero de 1996, por lo que existe en su caso sustracción de la materia; que, de otro lado,
examinada en conjunto la situación expuesta por los demandantes, en relación al cumplimiento de
las normas de procedimiento administrativo disciplinario al que fueron sometidos, debe señalarse
que la Resolución Presidencial Regional Nº 346-95-CTAR "LW"/PE, por la cual se les apertura
procedimiento administrativo disciplinario, se expidió con fecha 27 de noviembre de 1995, el mismo
que culminó con la sanción de los actores mediante Resolución Presidencial Regional Nº 051-96-
CTAR "LW"/PE, expedida con fecha 05 de febrero de 1996, esto es, vencido el plazo para su
tramitación conforme lo prescribe el artículo 163º del Reglamento de la Ley de la Carrera
Administrativa, Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, que a la letra señala que "El servidor público
que incurra en falta de carácter disciplinario, cuya gravedad pudiera ser causal de cese temporal, o
destitución disciplinaria, será sometido a proceso administrativo disciplinario que no exceda de
treinta (30) días hábiles improrrogables"; en consecuencia, los actos administrativos dispuestos por
los emplazados en contra de los actores, y que se sustentan en las resoluciones presidenciales
regionales materia del amparo, resultaron extemporáneos, con la consecuente afectación del
derecho al debido proceso, previsto en el artículo 139º, inciso 3, de la Constitución Política del
Estado; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de sus atribuciones conferidas
por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 448-94
ANCASH
Señor Presidente:
David Ramón Barrera Fernández interpone a fojas 102 Recurso de Nulidad contra la sentencia de
vistos de fojas 98, su fecha 28 de febrero de 1994, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Ancash, que confirma la sentencia apelada de fojas 75, del 3 de noviembre de 1993 que declara
Fundada la Acción de Amparo presentada por Alejandro Armas Sánchez contra el Concejo
Provincial de Casma.
Que, si bien es cierto, que entre una de las funciones del Alcalde es la de disponer la Nulidad de
construcciones que son contrarias al Reglamento Nacional de Construcción, según inciso 11) del
Artículo 65º de la Ley Nº 23853(1), también lo es que, no ha tenido en cuenta lo que prescribe el
Artículo 120º parte in fine de la misma Ley(2), que demanda la autorización judicial coactiva para
ejecutar tal acto, sin que además se pruebe que exista un proceso administrativo del que derive la
resolución materia de litis; vulnerándose así derechos constitucionales de propiedad que ampara
nuestra Carta Magna, resulta Fundada la presente Acción de Garantías.
SENTENCIA
VISTOS; de conformidad con el dictamen de la señora Fiscal; por sus fundamentos: declararon NO
HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas noventiocho, su fecha veintiocho de febrero de
mil novecientos noventicuatro, que confirmando la apelada de fojas setenticinco, fechada el tres de
noviembre de mil novecientos noventitrés, declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta por
Alejandro Armas Sánchez contra el Concejo Provincial de Casma y, en consecuencia, sin efecto
para el accionante la Resolución de Alcaldía número setecientos setentiuno-noventitrés; con lo
demás que contiene; y constituyendo la presente una resolución final; MANDARON que se
publique en el Diario oficial El Peruano en aplicación del Artículo cuarentidós de la Ley número
veintitrés mil quinientos seis, y los devolvieron.
Que, el artículo 28º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM que reglamenta el Decreto Legislativo Nº
276 -Ley de Bases de la Carrera Administrativa- establece que el ingreso a la Administración
Pública se efectúa obligatoriamente mediante concurso, siendo nulo todo acto administrativo que
contraviniese la disposición.
Expediente 152-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Claudia Heraclia Salazar Obregón contra la sentencia
de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, del veintitrés de mayo de mil
novecientos noventicinco, que declara Haber Nulidad en la sentencia de vista de fecha veintiuno de
julio de mil novecientos noventicuatro, que revocando la apelada fechada el diecinueve de mayo de
mil novecientos noventitrés, declara improcedente la Acción de Amparo; reformando la de vista y
revocando la de Primera Instancia, declararon infundada la citada Acción de garantía interpuesta
contra el Ministerio de Educación.
ANTECEDENTES:
La demanda fue absuelta por el Procurador, quien manifestó que la Acción era improcedente, por
que la Ley Nº 23506 no era aplicable a la causa, dado que las resoluciones de la administración
que causan estado en materia laboral, como es el caso, le son de aplicación el procedimiento de
las acciones contencioso administrativas; agrega que el Decreto Supremo Nº 098-90-PCM fue
dictado con la finalidad de corregir las distorciones en materia de nombramientos y otros
relacionados con la Administración Pública, no violando por tanto ningún derecho de la actora.
El juzgado, falló declarando fundada la Acción, por considerar básicamente que, la recurrente
había adquirido estabilidad laboral, conforme lo dispone la Ley del Profesorado, concordante con
el artículo 34º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM porque era una persona con capacitación que
brindaba sus servicios al estado.
El dictamen del Fiscal Superior, fue de opinión por que se revocara la apelada y modificándola se
declara improcedente la demanda, por encontrar que era de aplicación al caso el Decreto Supremo
Nº 037-90-TR que regula las acciones contencioso administrativas, máxime si en el caso existe
una resolución administrativa que ha causado estado en materia laboral.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, la actora no ha demostrado en autos, que haya ingresado al sector público
previo concurso establecido conforme a ley. Que, el artículo 28º del Decreto Supremo 005-90-PCM
que reglamenta el Decreto Legislativo Nº 276 -Ley de Bases de la Carrera Administrativa-
establece que el ingreso a la Administración Pública se efectúa obligatoriamente mediante
concurso, siendo nulo todo acto administrativo que contraviene la disposición.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
Expediente 173-95-AA/TC
Huánuco
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña María Monserrath Viena Bermúdez contra la
resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco de fecha doce de julio de mil
novecientos noventicinco, que reformando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
El Segundo Juzgado en lo Civil de Huánuco, con fecha 10 de mayo de 1995, declaró fundada la
demanda, por considerar, entre otras razones, que si con la resolución de nombramiento de la
actora se transgredió el artículo 279º del D.S. Nº 19-90-DE, la misma debió anularse mediante
resolución del Superior Jerárquico y dentro del término de ley, no habiéndose realizado de esta
forma dicha resolución quedó firme y consentida, en tal virtud la resolución impugnada por la
autora vulnera sus derechos constitucionales.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Huánuco, con
fecha 12 de julio de 1997, con la opinión del Fiscal Superior en el sentido de que se revoque la
apelada y reformándola se declare infundada, falla revocando la apelada y reformándola declaró
improcedente la Acción de Amparo por considerar que la actora no ha agotado la vía previa.
Contra esta resolución la demandante interpone Recurso de Nulidad, que debe entenderse como
Extraordinario y se dispone el envío del los actuados al Tribunal Constitucional .
FUNDAMENTOS:
1. Que, si bien pareciera que la actora ha sido objeto de discriminación, pues conforme
consta de las resoluciones ejecutivas que obran de fojas 5 al 15, éstas se refieren a personal que
ha laborado exclusivamente en el área magisterial -docente-, en tanto la demandante en la
resolución RDSR 1191-92 de fecha veinte de agosto de mil novecientos noventidós donde se le
nombra internamente como Directora de la E.P. Nº 32058, también se dispone en la propia
resolución. en su artículo tercero la encargatura de la Plaza de Abogado II de la Oficina de
Asesoría Jurídica de la Sub-Región de Educación - Huánuco; es decir, en mérito a esta disposición
siempre cumplió una labor administrativa; consecuentemente, no le alcanza lo contemplado en el
artículo 271º del Reglamento de la Ley del Profesorado.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco de fecha
doce de julio de mil novecientos noventicinco, que revocando la apelada declaró improcedente la
Acción de Amparo; mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; y, los
devolvieron.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 032-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Marcelino Pacheco Cisneros, contra la resolución de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, su fecha catorce de diciembre de
mil novecientos noventitrés, que declaró haber nulidad en la recurrida, y reformándola, declaró
improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Concejo Distrital de La Victoria.
ANTECEDENTES:
Don Marcelino Pacheco Cisneros, Rosa Arce Baca y Benjamín Arturo Pacheco Alvarez interponen
acción de amparo contra el Concejo Distrital de La Victoria, representado por don Juan Navarro
Quiroz, Alcalde por haber expedido y ejecutado la Resolución de Alcaldía N° 109-AL-91 -SE, de
fecha dos de octubre de mil novecientos noventiuno, toda vez que por medio de dicha resolución,
se clausuró el taller de planchado de vehículos de propiedad de los demandantes, que funciona en
el pasaje San Lorenzo N° 327 en el distrito de La Victoria, con Licencia Municipal N° 24922,
violándose de esta manera, sus derechos fundamentales a la igualdad ante la ley, a la libre
elección y ejercicio del trabajo y actividad comercial.
Señalan los demandantes, que tanto Marcelino Pacheco Cisneros y Rosa Arce Baca son
poseedores por más de treinticuatro años, de la finca urbana ubicada en el pasaje San Lorenzo N°
327, antes 331, en el distrito de La Victoria, por entrega hecha en su favor por su difunta
propietaria, doña Aurelia Solimano Somatis, por lo que formularon las declaraciones juradas de
autoavalúo de los años mil novecientos ochenticinco y mil novecientos noventiuno; en dicho lugar,
establecieron un taller de mecánica y de confecciones y laboraron sin licencia de la municipalidad,
pese a haber solicitado una inspección de zonificación. Posteriormente, en setiembre de mil
novecientos noventiuno solicitaron nuevamente una Licencia de Funcionamiento, habiéndose
expedido el Certificado N° 24922, de Autorización de Funcionamiento de Establecimiento -Taller de
Reparación de Vehículos, a nombre de Benjamín Arturo Pacheco Alvarez, al mismo al que los
demandantes poseedores le otorgaron un contrato de alquiler.
Sostienen además, que pese a contar con la referida Licencia, tuvieron que presentar un recurso
de reclamación, contra dos papeletas de multa indebidamente impuestas por carecer de licencia de
funcionamiento y por vender licor sin licencia; posteriormente, y a pesar de no haber sido resueltas
las reclamaciones presentadas, el Alcalde del Concejo expide la resolución cuestionada,
ordenando la clausura del taller, y el cobro de las multas impuestas, la misma que es ejecutada
antes del vencimiento del plazo impugnatorio.
A fojas cincuentiséis, se apersona al proceso, doña Clotilde Reyna Silva Romero, en su calidad de
"inquilina conductora" del inmueble ubicado en el pasaje San Lorenzo N° 327 antes 331, en
sucesión de su señora madre, Elsa Corina Romero Cisneros, señalando que el demandante
Marcelino Pacheco Cisneros "es una persona que está sorprendiendo a la Justicia y a la Buena Fe
toda vez que se está valiendo de documentos ílícitos e ilegales con el fin de conseguir su propósito
de que la casa-habitación que habita sea Local de Taller de Planchado y Pintura, cambiando
totalmente el uso" y afectando su derecho de inquilina.
Esta sentencia al ser apelada, es confirmada por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, por los propios fundamentos de la de primera instancia.
FUNDAMENTOS:
Que, en los fundamentos de la Resolución de Alcaldía N° 109-AL-91-SE, del dos de octubre de mil
novecientos noventiuno, se señalan como causales de la clausura del local "la venta de Cerveza
sin contar con la Licencia correspondiente, así como el funcionamiento de un Taller de Mecánica
igualmente sin contar con Licencia alguna", por lo que se le interpusieron las multas N° 117577 y
11 75 78, respectivamente; esto es, que se les impuso indebidamente, una multa, toda vez que sí
tenían Licencia de Funcionamiento, en el caso del taller de mecánica
Que, respecto de las multas interpuestas, Marcelino Pacheco Cisneros y Rosa Arce Baca,
formularon el correspondiente recurso de Reclamación, ingresado por Mesa de Partes del Concejo
Distrital de La Victoria, el dieciocho de setiembre de mil novecientos noventiuno, como puede
observarse del documento que en copia simple, ha sido presentado a fojas catorce, por los
accionantes;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 855-96-AA/TC
Ancash
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Florencio Jesús Navarro Sánchez contra la resolución
de la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash, de fecha treinta de setiembre de mil novecientos
noventiséis, que revoca la del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Huaraz, de fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos noventiséis, y declara infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
La Acción la interpone contra el Alcalde del Concejo Provincial de Ancash, don Jorge Moreno
Quiroz, por haber atentado contra su derecho constitucional de libertad de trabajo y del debido
proceso, prescindiendo de sus servicios injustificadamente. El Primer Juzgado en lo Civil de
Huaraz declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que el actor no ha
cometido falta grave laboral y que no ha mediado proceso administrativo disciplinario para
prescindir de sus servicios. Interpuesto recurso de apelación, la Sala Especializada de la Corte
Superior de Huaraz revocó la apelada, según resolución del treinta de setiembre de mil
novecientos noventiséis, al estimar que el actor no tenía ningún vínculo laboral estable con el
Municipio demandado, pues su contrato de trabajo se ajusta al artículo 1764º del Código Civil.
Contra esta resolución el accionante interpone Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, no siendo el actor trabajador estable del Concejo Provincial demandado, sino
esporádico, sin subordinación laboral alguna, de conformidad con el artículo 1764º del Código Civil
el comitente se encontraba facultado legalmente para poner fin a dicha relación eventual, conforme
lo hizo con el Memorándum Nº 108-96-MPH-DM del 13 de junio de 1996.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, la resolución de cese que cuestiona el demandante con esta Acción de Amparo, es
consecuencia de sus mismos actos de omisión; por lo que no habiendo cumplido en su calidad de
trabajador las disposiciones que se le dieron, no puede ahora reclamar que se le ha violado su
derecho al trabajo.
Expediente 019-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Luis Guillermo Herrera Calla contra la resolución de la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de fecha once de octubre de mil
novecientos noventiséis, que declara No Haber Nulidad en la resolución de vista fechada el
dieciséis de mayo de mil novecientos noventiséis, que revocando la apelada declara infundada la
Acción de Amparo dirigida contra la Superintendencia Nacional de Aduanas, mandando entenderse
esta declaración como improcedente.
ANTECEDENTES:
Luis Guillermo Herrera Calla en su condición de Teniente del Resguardo Aduanero del Perú,
solicitó ser declarado apto para concursar a la plaza de Comandante del Resguardo Aduanero, ya
que por estar encausado en un proceso penal en el Segundo Juzgado de Instrucción de Tacna no
podía concursar a un cargo superior por estar impedido por la Ley de Reorganización de Aduanas,
por lo que la Comisión nombrada para la Evaluación del Personal lo declara apto como lo solicitó.
Al presentarse al examen médico el día doce de diciembre de mil novecientos noventiuno, no le
aceptan pasar este examen aduciendo que había sido borrado de lista, por lo que al hacer su
reclamo al Jefe de Administración de la Aduana de Mollendo-Matarani, éste le manifestó que había
sido declarado inapto, sin mayor explicación mostrándole un fax donde aparecía una relación de
los aptos pero tachado su nombre con plumón. Por lo que al día siguiente, trece de diciembre,
presenta su reclamo ante la Superintendente Nacional de Aduanas del Perú y una denuncia ante el
Fiscal Provincial de Islay, luego, a fines del mes de enero de mil novecientos noventidós le indican
que lo habían declarado excedente por haber obtenido nota desaprobatoria, al indagar el
verdadero motivo se entera que en el resultado de exámenes se le había calificado como que «no
se presentó», por este motivo presenta esta Acción de Amparo, solicitando ser repuesto en su
cargo.
Al contestar la demanda el Procurador Público encargado de los asuntos judiciales del Ministerio
de Economía y Finanzas, manifiesta que en el programa de reorganización la Superintendencia
Nacional de Aduanas fue autorizada para aprobar su nueva Estructura Orgánica, su Reglamento y
el nuevo Cuadro de Asignación de Personal que debía ser cubierto previa selección y calificación,
que el demandante a pesar de estar comprendido en Proceso Judicial por delito de contrabando, la
Comisión lo habilitó para postular considerándolo apto. Sin embargo el demandante no se presentó
a rendir los exámenes, razón por la cual mediante Resolución de Superintendencia Nº 00130 del
trece de enero de mil novecientos noventidós fue declarado excedente, según lo dispuesto por el
Decreto Legislativo Nº 680.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 056-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Inés Tello de Ñecco, con fecha 26 de octubre de 1994, interpone acción de amparo contra el
Jurado de Honor de la Magistratura y solicita se declare la invalidez de la Resolución Nº 006
publicada el 31 de mayo de 1994 en el Diario Oficial "El Peruano", por la cual se deja sin efecto su
nombramiento y se anula su título como Vocal de la Corte Superior de Justicia de Lima mediante
Resolución Nº 003, del 29 de abril de 1994.
La actora además pide se le restituya en el cargo que obtuvo mediante concurso público y se le
tome el juramento de ley; sostiene la demandante, que el Presidente de la Corte Superior de
Justicia de Lima ordenó que se suspenda su juramentación del cargo de Vocal Superior, alegando
que estaba impedida de acceder a él por estar siendo procesada por delito de prevaricato; la actora
señala, que no había sido notificada válidamente de la existencia de dicho proceso penal en la
fecha que postuló ante el Jurado de Honor de la Magistratura, pero sin embargo, dicha entidad dejó
sin efecto su nombramiento en aplicación del artículo 177º, inciso 6 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; acota la actora que no se le permitió ejercer su derecho de defensa para refutar el cargo
del que judicialmente fue sobreseída, archivándose la causa al declararse fundada una excepción
de naturaleza de acción.
A fojas 69, el Procurador Ad Hoc del Estado Peruano a cargo de los procesos judiciales seguidos
contra el Jurado de Honor de la Magistratura contesta la demanda negándola, aduciendo,
principalmente, que el Jurado de Honor de la Magistratura ha emitido la Resolución Nº 006 en
estricto cumplimiento de lo previsto en el inciso 6 del artículo 177º de la Ley Orgánica del Poder
Judicial que establece los requisitos comunes para ser Magistrado, considerando entre ellos la
circunstancia de no hallarse procesado por delito común, en consecuencia, los actos imputables al
Jurado de Honor de la Magistratura no importan violación de los derechos constitucionales de la
actora.
A fojas 124, la sentencia de Primera Instancia, del Juez Provisional del Sexto Juzgado en lo Civil
de Lima, su fecha 27 de noviembre de 1995, declara infundada la demanda considerando,
principalmente, que "existen elementos objetivos en autos que determinan que la accionante al
momento de postular al cargo de Vocal Superior se encontraba procesada y por tanto incursa en la
causal de inhabilitación prevista por la ley; por lo que la Resolución Nº 3 en virtud de la cual se le
nombró como Vocal a la demandante devenía en nula de pleno derecho por ser contraria a la
Constitución y a la ley...".
A fojas 152, la sentencia de vista, de la Quinta Sala de la Corte Superior de Justicia de Lima, su
fecha 20 de mayo de 1996, revoca la apelada por considerar, principalmente, que en el caso de
autos, el artículo 177, inciso 6º de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que uno de los
requisitos comunes para ser Magistrado, es el de no haber sido condenado ni hallarse procesado
por delito doloso común; que el citado dispositivo es tomado por el Jurado de Honor de la
Magistratura en el primer considerando de la Resolución Nº 006 de fecha 30 de mayo de 1994, que
deja sin efecto el nombramiento de la actora como Vocal de la Corte Superior de Justicia de Lima;
que sin embargo, la emplazada al expedir la resolución cuestionada desconoció el parágrafo e),
inciso 24, del artículo 2º de la Constitución Política del Estado, que señala "que toda persona es
considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabilidad; que este
último precepto constitucional se encuentra ubicado dentro del capítulo primero, título primero, que
trata sobre los "Derechos Fundamentales de la Persona"; que, siendo así cabe señalar que el
inciso 6, del artículo 177º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, colisiona con la disposición
constitucional antes referida...".
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 138, segundo párrafo, de la Carta Fundamental consagra el principio básico de la
Supremacía Constitucional, por el que cualquier norma o acto de los poderes constituidos quedan
subordinados a la Constitución; que, el artículo 3º de la Ley Nº 23506 prescribe que las acciones
de garantía proceden aun en el caso que la violación o amenaza se base en una norma
incompatible con la Constitución; que, es objeto de esta acción de amparo que se declare la
invalidez de la Resolución Nº 006 expedida por el Jurado de Honor de la Magistratura por la cual
se deja sin efecto el nombramiento de la demandante como Vocal de la Corte Superior de Justicia
de Lima, al comprobarse que se hallaba procesada por delito doloso, incumpliendo con el requisito
para ser magistrado establecido en el inciso 6, del artículo 177º de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; que, este Colegiado considera que el procesamiento por delito doloso o común como
impedimento legal al derecho de los ciudadanos para acceder a la Magistratura o función pública
constituye una forma de presunción de culpabilidad inaceptable en nuestro ordenamiento jurídico
por ser incompatible con el derecho de toda persona a ser considerada inocente mientras no se
demuestre judicialmente su responsabilidad, enunciado contenido en el artículo 2º, inciso 24, literal
"e" de la Constitución Política, que consagra el principio de presunción de inocencia, el mismo que
ha resultado transgredido; que, asimismo, fluye de autos que no se permitió a la demandante
ejercer su derecho de defensa a fin de que sus argumentos sean evaluados por el Jurado de Honor
de la Magistratura, procediéndose a defenestrarla del cargo de magistrado que obtuviera mediante
concurso público, sin atender este derecho que es propio de un debido proceso; por estos
fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución
Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 204-93-AA/TC
Ancash
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Elio A. Moreno Ríos, representante legal de la Central
Cooperativa de Ahorros y Crédito, contra la resolución de la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia, de fecha ocho de febrero de mil novecientos noventitrés, que declaró
improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Ministro de Agricultura.
ANTECEDENTES:
Don Elio A. Moreno Ríos, Gerente General de la Central Cooperativa de Ahorro y Crédito del
Departamento de Ancash - CECODEA, interpone acción de amparo contra el Ministro de
Agricultura, por haber conculcado el derecho de su representada a la propiedad y libre
contratación, al haber expedido la Resolución Ministerial N° 0327-91-AG/DGA del dieciséis de
mayo de mil novecientos noventiuno. Señala el demandante, que su representada oportunamente
había hecho un denuncio de 1,200 hectáreas de terrenos eriazos en Chimbote, apreciándose que
una vez realizados y agotados los trámites administrativos, dichos terrenos no estaban
superpuestos con otros denuncios, ni menos con los terrenos del Proyecto Especial Chinecas,
razón por la que se aprobó el denuncio efectuado por la demandante, adjudicándoseles
provisionalmente 705.6 hectáreas, sin que exista oposición de ninguna parte; no obstante todo lo
señalado, posteriormente y en forma extemporánea, el representante legal del Proyecto Especial
Chinecas, con fecha veintiséis de octubre de mil novecientos noventa, interpuso recurso
impugnativo contra la Resolución Directoral N° 262-90-DGRA/AR que dio por agotado el trámite
administrativo; el referido recurso impugnativo fue declarado improcedente mediante Resolución
Directoral N° 455-90-AG-DGA-DRAR del veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa; sin
embargo, ulteriormente se dictó la Resolución Ministerial que es materia de la presente acción,
donde el Ministro de Agricultura, a decir de los actores, se irroga facultades de casación que sólo le
competen a la Corte Suprema, pues declaró fundado el recurso impugnativo, y dispuso que las
tierras adjudicadas a la Central Cooperativa de Ahorro y Crédito pasasen a formar parte del
Proyecto Especial Chinecas, con lo que se les violentó los derechos constitucionalmente
protegidos anteriormente precisados.
Corrido traslado de la demanda, con arreglo a ley, ésta no fue absuelta por la entidad demandada.
El Segundo Juzgado Civil de Huaraz declaró fundada la demanda, por considerar que la
demandante, oportunamente propuso ante la Dirección General de Agricultura, una denuncia de
1,200 hectáreas de terrenos eriazos en la localidad de Chimbote - Pampas de Atahualpa, iniciando
de esta manera, un trámite regular en el que CECODEA ha cumplido con todas las exigencias que
le fueron requeridas, siendo obvio que ésta no habría podido avanzar con el trámite de
adjudicación, si es que previamente no hubiera tenido la aprobación del Sector Agricultura;
además, durante la secuela del trámite administrativo, se ha llegado a determinar mediante la
correspondiente diligencia de inspección ocular, que no existe superposición de terrenos entre los
que corresponden al Proyecto Especial Chinecas, tal y como lo afirma el propio Sector Agricultura;
es así, que la resolución impugnada resulta atentatoria contra los derechos de los actores, en la
medida que los despojaba de su propiedad, representada por los terrenos eriazos adjudicados
válidamente por medio de un proceso administrativo llevado y agotado en forma regular, al
suprimirse no sólo su adjudicación sino la cancelación de la ficha de inscripción. Por estas razones,
la resolución ministerial impugnada deviene en nula ipso jure, pues el Ministerio de Agricultura no
se hallaba contemplado como instancia revisora o de casación.
Posteriormente, la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash, Confirma la apelada, además de los
fundamentos pertinentes, por considerar que de autos aparece suficientemente acreditada la
violación y amenaza de violación del derecho a la propiedad con la expedición de la Resolución
Ministerial acotada, ya que no era necesario agotar vías previas, por cuanto la resolución era
atentatoria de lo dispuesto en el inciso 14º del artículo 2º de la Constitución de 1979.
En este estado del proceso, el representante legal de la Central Cooperativa de Ahorro y Crédito
demandante, interpone el correspondiente recurso extraordinario, de conformidad con el artículo
41° de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, elevándose los actuados a este Supremo
Tribunal.
FUNDAMENTOS:
Que, la tantas veces referida Resolución Ministerial N° 0327-91-AG/DGA ha sido expedida dentro
de un procedimiento administrativo regular, dentro de las atribuciones que le corresponden al
Ministerio de Agricultura;
FALLA:
Que, si bien es cierto la actora viene solicitando la adjudicación del terreno sub júdice, dicho trámite
administrativo debe ser sustanciado en primer orden por la Superintendencia de Bienes Nacionales
a quien compete pronunciarse sobre el abandono de dicho terreno...
Expediente 273-96-AA/TC
Lima
Caso: Inmobiliaria Cerro Azul S.A.
En Lima, a los once días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad que en aplicación del Artículo 41 de la Ley N° 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como Recurso Extraordinario; interpuesto el veintinueve de febrero
de mil novecientos noventitrés por Inmobiliaria Cerro Azul S.A. contra la resolución de la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Lima de fecha veintitrés de enero de mil novecientos noventiséis,
que al confirmar la resolución de primera instancia declaró improcedente la Acción de Amparo
incoada por la misma inmobiliaria.
ANTECEDENTES:
Con fecha diecinueve de mayo de mil novecientos noventicinco, Inmobiliaria Cerro Azul S.A.
interpone Acción de Amparo contra don Enrique Escardó de la Fuente, en su calidad de Director
Gerente de Constructora Maranga S.A., a fin de que la demandada se "abstenga" de continuar
ejecutando trabajos de habilitación urbana sobre un terreno ubicado en el kilómetro 99.32 de la
Panamericana Sur, Distrito de Asia, que la demandante está solicitando en adjudicación a la
Municipalidad Provincial de Cañete. Manifiesta además la actora, que Constructora Maranga S.A.
viene ofertando y vendiendo clandestinamente lotes que ha trazado sobre el terreno sub litis; y ,
que de esa manera se le están conculcando sus derechos a la libertad de empresa, de
contratación y acceso a la propiedad consagrados en los numerales 14) y 17) del Artículo 2 y
artículos 59, 63 y 88 de la Carta Magna. (folio 35 a folio 53).
Constructora Maranga S.A. , al contestar la demanda solicita sea declarada infundada, por las
siguientes razones: que, han adquirido de la Comunidad Campesina de Asia, derechos de
concesión, uso y superficie sobre el referido terreno, gracias a las escrituras públicas de once de
noviembre y catorce de diciembre de mil novecientos noventicuatro otorgadas por la citada
Comunidad, obrando la inscripción registral de ellas en el asiento 16 de Fojas 78 del Tomo 46 del
Registro de la Propiedad Inmueble de Cañete; que, aquellas escrituras le otorgan a la demandada
"derecho de disposición" sobre el terreno; que, solicitaron al referido Municipio autorización para
iniciar la habilitación urbana del terreno; y finalmente, que no están vendiendo lotes por no ser los
propietarios del terreno sub-materia. (folio 82 a folio 97).
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, mediante la resolución N° 7 de fecha doce de julio de mil
novecientos noventicinco, declara improcedente la acción de Amparo, por los siguientes
fundamentos: a) que, con la escritura de cesión en uso y constitución de derecho de superficie
(folio 64 a folio 76) que le otorgó la Comunidad Campesina de Asia, acreditó la demandada tener
derecho al uso de dicho terreno; que, declarar la nulidad de aquel título no es materia de una
acción de garantía. (folio 150 a folio 152).
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, mediante resolución de fecha veintitrés de enero
de mil novecientos noventiséis, confirma la resolución de primera instancia, en razón de que el
petitorio de la demanda no puede ser materia de una Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, la demandada viene ejecutando obras de habilitación urbana sobre el terreno sub-materia al
amparo de la escritura de "Cesión de Uso y Constitución de Derecho de Superficie" que le otorgó la
Comunidad Campesina de Asia, la misma que se inscribió a fojas 78 del tomo 46, asiento 16 del
Registro de Propiedad de Cañete; consecuentemente no atenta con ningún derecho constitucional
de la demandante.
Que, si bien es cierto la actora viene solicitando la adjudicación del terreno sub júdice, dicho
trámite administrativo debe ser sustanciado en primer orden por la Superintendencia de Bienes
Nacionales a quien compete pronunciarse sobre el abandono de dicho terreno y disponer, si
hubiere lugar a ello, al amparo de su función tuitiva, la acción judicial conducente a obtener la
cancelación del registro antes citado a efecto de lograr la reversión del terreno a favor del Estado.
Que, las acciones citadas en el fundamento precedente, no son materia de una acción de garantía.
FALLA:
Confirmando la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima su fecha veintitrés
de enero de mil novecientos noventiséis, que al confirmar la resolución de primera instancia,
declaró improcedente la Acción de Amparo; mandaron su publicación en el Diario Oficial "El
Peruano" conforme a ley, y los devolvieron.
Habiendo cobrado el actor un monto por concepto de impuestos, dicha suma no le pertenece al
actor, pues como consecuencia de tal cobranza, el demandante adquirió la condición de agente de
percepción del tributo,...
Expediente 160-95-AA/TC
Huancayo
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, interpuesto por Juan Fernando Anco Mescua contra la resolución expedida
por Sala Civil de la Corte Superior de Junín de fecha dieciocho de julio de mil novecientos
noventicinco, que declaró infundada la demanda interpuesta por el recurrente contra la
Municipalidad Provincial de Huancayo.
ANTECEDENTES:
Don Juan Fernando Anco Mescua interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial
de Huancayo, representado por su Alcalde señor Pedro Antonio Morales Mansilla, con la finalidad
de que la entidad demandada se abstenga de cobrar el impuesto a los espectáculos públicos, que
se le pretende imputar al demandado a pesar de estar expresamente exonerado, ampara su
demanda en lo dispuesto por el artículo 74º de la Constitución, la norma IV del Título Preliminar,
del Código Tributario y el artículo 1º de la Ley Nº 23506. El Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Huancayo con fecha dos de mayo de mil novecientos noventicinco,
declaró fundada la Acción de Amparo, por considerar que el artículo 74º de la Constitución
establece que los tributos se crean, modifican y establecen exclusivamente por ley o decreto
legislativo en caso de delegación de facultades, en consecuencia, sólo por norma de igual jerarquía
se podrán eliminar exoneraciones, es decir se consagra el principio de legalidad en materia
tributaria, en tal orden de ideas no se puede pretender que con una norma de menor jerarquía
como una resolución de alcaldía se cobre un impuesto al que se estaba exonerado. No estando
conformes con la citada resolución el demandado apela de ella. Apelada la citada resolución la
Sala Civil de la Corte Superior de Junín con fecha dieciocho de julio de mil novecientos
noventicinco, con la opinión del Fiscal Superior en el sentido que se confirme la apelada, falla
revocando la sentencia apelada y reformándola la declararon infundada, por estimar que el
demandante cobró los impuestos al público asistente al espectáculo, consecuentemente, en su
condición de retenedor de dicho impuesto tiene la obligación de pagar a la Administración
Tributaria el importe del impuesto cobrado. No estando conforme el demandante con la citada
resolución interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, si bien el demandante obtuvo del Instituto Nacional de Cultural, la Resolución Directoral Nº
009-INCDJ-95, donde se calificaba como espectáculo cultural el evento organizado por el actor,
denominado «I Feria Internacional de la Pachamanca», y se le exoneraba de todo impuesto; éste,
procedió a cobrar impuestos, tal como fluye del boleto que obra a fojas 35, donde se lee debajo del
valor de entrada, el término incluido impuestos.
2. Habiendo cobrado el actor un monto por concepto de impuestos, dicha suma no le pertenece al
actor, pues como consecuencia de tal cobranza, el demandante adquirió la condición de agente de
percepción del tributo, consecuentemente, responsable de entregarlo a la autoridad
correspondiente, tal como lo señala el artículo 10º del Código Tributario. No obstante la
Municipalidad demandada, nunca debió inducir a error al demandante sellando los boletos con un
valor donde se incluia impuestos y haciéndolo comprometer -vía documento que obra a fojas 43- a
pagar y/o recaudar un tributo de un espectáculo que estaba exonerado.
FALLA:
Confirmando la resolución de vista, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Junín de
fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventicinco, que a su vez revocó la apelada que
declaró fundada la Acción de Amparo reformándola declaró infundada la demanda interpuesta por
Juan Fernando Anco Mescua contra la Municipalidad Provincial de Huancayo, representada por su
Alcalde señor Pedro Morales Mansilla; mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano
conforme a ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Agresión irreparable
«... la presente acción de garantía resulta inoficiosa por haber fallecido el demandante, siendo
aplicable el inciso 1) del artículo 6° de la... [Ley N° 23506].»
Exp. N° 368-93-AA/TC
Lima
Oswaldo Corpancho O'donnell.
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde
y García Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Oswaldo Corpancho O'Donnell interpone la presente Acción de Amparo contra la Contralora
General de la República, doña Luz Aurea Sáenz Arana, solicitando que se le restituyan sus
derechos constitucionales al debido proceso y a la estabilidad laboral, violados por la aplicación de
la Resolución de Contraloría N° 204-89-CG, del cuatro de mayo de mil novecientos ochenta y
nueve; que lo sanciona con la medida disciplinaria de suspensión en el cargo sin goce de haber,
por sesenta días, por presunta responsabilidad administrativa. Solicita, asimismo, el pago de una
indemnización, no menor de cien millones de intis, por el daño moral que afecta su honorabilidad y
la de su familia. Ampara su demanda en los dispuesto en los artículos 1°, 2°, 4°, 5°, 13°, 20°
-incisos a), d), f) y l)-, 42° -segundo y tercer párrafos-, 48°, 57° 105°, 233°- incisos 1), 9) y 18)- y
295°-segundo párrafo- de la Constitución Política de mil novecientos setenta y nueve; el artículo 8°
de la Resolución Legislativa N° 13282, que aprueba la Declaración Universal de los Derechos
Humanos; y los artículos 2°, 3°, 7°, 10° y 24°-incisos 10), 16) y 22)- de la Ley N°23506, Ley de
Hábeas Corpus y Amparo.
El demandante señala que por Resolución de Contraloría N° 246-88-CG, del dos de setiembre de
mil novecientos ochenta y ocho, la Contraloría General de la República declaró la responsabilidad
administrativa y pecuniaria de algunos funcionarios del Jurado Nacional de Elecciones, entre los
que se encontraba él, como consecuencia del Proceso Administrativo de Determinación de
Responsabilidades. Agrega, que contra dicha resolución, los referidos funcionarios y él,
interpusieron Acción de Amparo ante el Vigésimo Juzgado en lo Civil de Lima. Y que, durante la
tramitación de la referida acción, la demandada dictó la Resolución de Contraloría N° 204-89-CG,
que es materia de la presente acción de garantía.
El Primer Juzgado Civil de Lima, con fecha catorce de setiembre de mil novecientos noventa,
declara infundada la demanda por considerar que el demandante ya había hecho valer los recursos
administrativos correspondientes en el proceso sobre determinación de responsabilidades y que,
por la vía del amparo no se podía contradecir una resolución de la contralora, en la medida en que
existía un procedimiento determinado para este tipo de casos. Asimismo, agrega, que en relación a
la indemnización que solicitó el demandante por el supuesto daño que le causó la sanción
administrativa de la que fue objeto, la vía del amparo no era la adecuada para tal efecto.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha veintidós de octubre de mil
novecientos noventa y uno, confirma la sentencia apelada que declaró infundada la demanda y
ordena que ésta sea entendida como improcedente.
FUNDAMENTOS:
1. Que, según aparece en autos, el demandante, don Oswaldo Corpancho O´Donnell, falleció
el dieciocho de febrero de mil novecientos noventa y uno. Es decir, dos años antes de que la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República expidiera la
sentencia de fecha veinte de setiembre de mil novecientos noventa y tres, que declaró
improcedente la demanda por haber devenido en imposible la reparación de la supuesta violación
de los derechos constitucionales del demandante al debido proceso y a la estabilidad laboral.
FALLA:
Exp. N° 368-93-AA/TC
Lima
Demandante: Oswaldo Corpancho
O' Donnell.
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete.
VISTA:
ATENDIENDO A:
1. Que, según aparece en autos, el demandante, don Oswaldo Corpancho O´Donnell, falleció
el dieciocho de febrero de mil novecientos noventa y uno. Es decir, dos años antes de que la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia expidiera la sentencia del
veinte de setiembre de mil novecientos noventa y tres, que declara improcedente la demanda por
haber devenido en imposible la reparación de la supuesta violación de los derechos
constitucionales del demandante al debido proceso y a la estabilidad laboral.
3. Que en virtud de lo dispuesto en el inciso 1) del artículo 35° del Decreto Supremo N° 017-
93-JUS, Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia
de la República, antes de la dación de la Ley N° 26435, Ley Orgánica del Tribunal Constitucional,
constituía la última instancia y por lo tanto contra la Resolución que ella expidió, el veintitrés de
setiembre de mil novecientos noventa y tres, no procedía recurso alguno.
4. Que, por lo tanto, este Colegiado no ha debido admitir los autos de esta causa ni otorgarles
el trámite que faculta su Ley Orgánica por haberse equivocado el procedimiento desde la
expedición de la Resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de folios treinta y tres vuelta, su fecha quince de octubre de mil
novecientos noventa y tres, que remite los autos al Tribunal de Garantías Constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
RESUELVE:
Declarar NULA la Resolución expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, su fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y tres,
y NULO todo lo actuado desde el folio treinta y tres vuelta, del cuadernillo de la Corte Suprema de
Justicia, debiendo devolverse los autos a dicho órgano judicial. Dispone la notificación a las partes,
su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", y la devolución de lo actuado.
Expediente 178-95-AA/TC
Chiclayo
En Lima a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Willian Tello Nole contra la sentencia de vista de fecha
catorce de junio de mil novecientos noventa y cinco, que declara improcedente la Acción seguida
contra Arturo Castillo Chirinos sobre violación de derechos laborales.
ANTECEDENTES:
Manifiesta que sí agotó la vía administrativa al presentar recurso de reconsideración ante el mismo
órgano que lo destituye.
Corrido el traslado, la Acción es contestada por Marco Polo Exebio García en representación del
demandado negándola y contradiciéndola en todas sus partes. Señala que efectivamente el
demandante fue destituido el veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y cuatro por haberse
comprobado un faltante de dinero cuando se realizó un arqueo en las operaciones asignadas a su
cargo.
Manifiesta que pese a que el dinero fue repuesto al día siguiente, esto no exime al trabajador del
delito de apropiación ilícita descubierto al momento del arqueo, esta es una falta grave prevista en
el inciso f) del artículo 28º del Decreto Legislativo Nº 276. La devolución sólo lo exime de no
denunciarlo penalmente. Agrega, que no se ha agotado la vía previa.
A fojas treinta y cinco, el juez de primera instancia declara fundada la demanda, considerando que
para la aplicación de la sanción de un servidor público debe tenerse en consideración las
circunstancias en que se comete la falta, la forma, la concurrencia de varias faltas y los efectos, y
que la falta cometida por el demandante no amerita su destitución teniendo en cuenta los siete
años de servicio prestados al Concejo.
A fojas setenta y dos la Sala de la Corte Superior revoca la sentencia apelada y la declara
improcedente por considerar que el recurrente al sentirse agraviado con la resolución que lo
destituye debió impugnarla conforme lo señala el Decreto Supremo Nº 006-SC-67, modificada por
el Decreto Ley Nº 26111, y en caso de resultarle adversa tal impugnación recurrir al Poder Judicial
en vía de procedimiento contencioso administrativo y no a la Acción de Amparo.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que en autos se ha determinado que cuando el Organo de Control Interno realiza el arqueo
sorpresivo en las Oficinas del Camal Municipal Provincial de Chiclayo, efectivamente, había un
faltante de dinero que administraba directamente el demandante.
Que al abrirse un proceso administrativo sumario al demandante, tal como consta a fojas siete, se
determinó que William Tello Nole era el responsable de este hecho. Y por versión del propio
accionante, de fojas tres y cuatro, el dinero se encontraba en su casa por seguridad.
Que el demandante ha cometido una falta de carácter disciplinario prevista en el artículo 28º, inciso
f) del Decreto Legislativo Nº 276, el cual determina que puede ser sancionado, según su gravedad
o destituido, previo proceso administrativo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de vista que declaró improcedente la Acción que revocó la apelada que la
declaró fundada, y reformándola, la declara infundada. Mandaron: Se publique en el Diario Oficial
El Peruano, dentro del plazo previsto por la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
«Que, conforme al Artículo 148° de la Constitución Política del Estado, al Artículo 27° de la Ley N°
23506 y al Artículo 11° de la Ley N° 17537, antes de interponer demanda jurisdiccional contra el
Estado debe agotarse la vía administrativa; bajo responsabilidad, no se admitirá a trámite las
pretensiones, salvo las excepciones de Ley...»
Exp. N° 716-97-AA/TC
Trujillo
Gregorio Chávez Berrocal
En Lima, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia;
ASUNTO:
Acción de Amparo. Recurso Extraordinario interpuesto por don Gregorio Chávez Roncal contra la
Sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su
fecha dieciséis de julio de mil novecientos noventa y siete, que declaró fundada la excepción de
caducidad respecto a la Resolución Directoral N° 0105-96-DIRES/LL y fundada la excepción de
falta de agotamiento de la vía administrativa respecto a la Resolución Directoral N° 081-96-AIS-
UTES N° 2-TSO e improcedente la Acción de Amparo. Argumentos: respecto a la Resolución
Directoral N° 0105-96-DIRES/LL, sostiene que, los demandantes expresaron que han tenido
conocimiento de la Resolución desde el primero de abril de mil novecientos noventa y seis, cuando
se ejecutó el descuento por planillas, a la fecha de la demanda, el primero de octubre de mil
novecientos noventa y seis, se incurre en caducidad de la Acción de Amparo. Referente a la
Resolución Directoral N° 081-96-AIS-UTES N° 2-TSO, debió agotarse la vía previa contra esta
Resolución porque no está en las excepciones previstas en el artículo 28° de la Ley N° 23506.
ANTECEDENTES:
Petitorio: Don Gregorio Chávez Roncal y Otros, interponen demanda de Acción de Amparo contra:
a) La Dirección Regional de Salud de La Libertad, Trujillo, para que se reponga los hechos al
estado anterior al veintinueve de marzo de mil novecientos noventa y seis, fecha de la expedición
de la Resolución Directoral N° 0105-96-DIRES/LL, por la que se deja sin efecto la Resolución
Directoral N° 303-92-URES/LL, que les otorgó la asignación provisional por concepto de movilidad
y refrigerio; b) Contra el Director del Hospital de Apoyo "Belén" de Trujillo para que se reponga los
hechos al estado anterior al dos de agosto de mil novecientos noventa y seis, fecha de expedición
de la Resolución Directoral N° 081-96-AIS-UTES-N° 2-TSO, por la cual se establece
responsabilidad económica por supuestas deudas al Estado por setecientos ochenta y cinco mil
cuatrocientos treinta y siete Nuevos Soles.
FUNDAMENTOS:
2. Que, es un principio jurídico que los actos que afecten el orden público, la Constitución y a
las leyes son nulos y aún de pleno derecho, como prescribe el artículo 2° inciso 14) de la
Constitución Política del Estado, el artículo V del Título Preliminar del Código Civil, el artículo 43°
inciso b) del D.S. N° 02-94-JUS, Normas Generales de Procedimientos Administrativos; todo
supuesto de hecho incurso en estos presupuestos legales no generan ningún derecho, no se
puede adquirir lo ilegítimo, lo prohibido;
3. Que, las normas que regulan los actos de disposición patrimonial de bienes del Estado,
son de orden público, tienen que estar autorizados por ley en forma expresa e indubitable en
cuanto a la forma y al fondo;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO, la sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, su fecha dieciséis de julio de mil novecientos noventa y siete, de fojas
cuatrocientos cuarenta y tres, que declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los
actuados.
«... la demandante inició la Acción de Amparo sin haber agotado la vía previa administrativa... en
consecuencia es de aplicación el Artículo 27° de la Ley N° 23506...»
Exp. N° 231-95-AA/TC
Huánuco
Daysa Rosa Justano Sánchez
En Huánuco, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta
Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
sentencia
ASUNTO:
Recurso de nulidad que debe ser entendido como Extraordinario interpuesto por doña Daysa Rosa
Justano Sánchez contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Junín, de fojas, doscientos dieciséis, su fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventa y cinco,
la que confirmando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huancayo.
ANTECEDENTES:
Con fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco, doña Daysa Rosa Justano Sánchez
interpone demanda de Acción de Amparo contra don Pedro Morales Mansilla, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huancayo, solicitando que se le otorgue licencia de funcionamiento
para la conducción legal de su establecimiento comercial, por haberse presuntamente vulnerado su
derecho a la libertad de trabajo; que, le ampara el artículo 24° de la Ley 23506, y los artículos 22° y
siguientes y inciso 14) del artículo 139° de la Constitución Política del Estado, refiriendo como
hechos la demandante que es conductora del kiosco ubicado en la primera cuadra del Paseo La
Breña N° 174, el mismo que viene conduciendo, desde el mes de noviembre de mil novecientos
noventa y cuatro; que, se le niega el otorgamiento de licencia de funcionamiento de su
establecimiento; que, la demandada mediante resoluciones de Alcaldía declara improcedente las
apelaciones interpuestas ante la negativa de otorgarles licencia de funcionamiento.
La demandada representada por su Alcalde don Pedro Antonio Morales Mansilla, contesta la
demanda precisando que el kiosco al que se refiere la demandante está ubicado en el área
destinada a los Portales del Paseo de la Breña que es vía pública y que de conformidad con lo
dispuesto por el Reglamento de Funcionamiento de Kioscos en el Distrito de Huancayo, aprobado
mediante Decreto de Alcaldía N° 067-94-A/MPH, del treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y cuatro, establece que no se otorgarán autorizaciones de funcionamiento para casetas o
kioscos en zonas destinadas a portales, que asimismo conforme a los actuados administrativos, el
conductor y propietario del kiosco es don Richard Muller Vozeler, quien ha interpuesto los recursos
impugnatorios de reconsideración y apelación respectivamente, concluyendo el procedimiento con
la Resolución de Alcaldía N° 587-95-A/MPH, de fecha siete de abril de mil novecientos noventa y
cinco, que declara improcedentes las apelaciones.
El Juez del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, con fecha doce de junio de mil
novecientos noventa y cinco, a fojas ciento noventa, declara improcedente la demanda, por
considerar principalmente que, no ha agotado la vía administrativa .
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha veintiuno de julio de mil
novecientos noventa y cinco, a fojas doscientos dieciséis, confirma la apelada, por estimar que la
demandante no figura como la titular del derecho presuntamente violado, sino don Richard Muller
Vozeler, no pudiéndose merituar el documento denominado "Contrato de Arrendamiento" de fojas
dos, por tratarse de una copia simple no autenticada ni legible.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las acciones de garantía proceden en los casos en que se violen o amenacen los
derechos constitucionales por acción o por omisión, de actos de cumplimiento obligatorio, conforme
lo establece el Artículo 2° de la Ley N° 23506, concordante con el Artículo N° 200° de la
Constitución Política del Estado.
3. Que, a fojas ciento setenta y siete, obra el recurso de apelación presentado por doña
Daysa Rosa Justano Sánchez, ante la Municipalidad Provincial de Huancayo, con fecha once de
mayo de mil novecientos noventa y cinco, habiendo interpuesto acción de Amparo con fecha nueve
de mayo del mismo año, con lo que se hace evidente que la demandante inició la Acción de
Amparo sin haber agotado la vía previa administrativa.
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín,
de fojas doscientos dieciseís, su fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventa y cinco, que
confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la demanda. Dispone la notificación a las partes,
su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los actuados.
Para considerar legalmente agotada la vía previa, no basta la simple presentación de un recurso
impugnativo administrativo, sino que deberá necesariamente obtenerse la respuesta respectiva o
acogerse al silencio administrativo negativo, además deben agotarse los recursos jerárquicos que
correspondan.
Expediente 553-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent;
Díaz Valverde;
García Marcelo;
actuando como Secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Gregoria Silva Aliaga contra la sentencia pronunciada
por la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
ciento veinte su fecha ocho de mayo de mil novecientos noventa y siete que CONFIRMO la
sentencia apelada de primera instancia de fojas cincuenta y dos, su fecha veintiuno de agosto de
mil novecientos noventa y seis que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por
doña Gregoria Silva Aliaga contra Rafael Chacón Saavedra, Alcalde del Concejo Municipal de Villa
María del Triunfo.
ANTECEDENTES:
Doña Gregoria Silva Aliaga, a fojas dieciocho, interpone Acción de Amparo contra don Rafael
Chacón Saavedra, Alcalde del distrito de Villa María del Triunfo para que se declare sin efecto la
Resolución de Alcaldía Nº 553-96-MVMT que ordena la clausura definitiva de su establecimiento
comercial sito en la Av. Pachacútec Nº 2189, Villa María del Triunfo.
Manifiesta que se agravian los derechos constitucionales del derecho a la defensa, el derecho al
trabajo y a la libertad de comercio.
Expone que la resolución se sustenta en hechos falsos. Su local cuenta con licencia municipal; sin
embargo, la resolución sostiene que no posee licencia y que no cuenta con autorización para
instalar anuncios cuando está al día en el pago de los derechos de instalación de anuncios.
El Alcalde de la Municipalidad Distrital de Villa María del Triunfo, a fojas treinta y dos, contesta la
demanda. Expone que al momento de realizarse la inspección ocular con personal de Fiscalización
Tributaria, en presencia de la Fiscal de Servicios Colectivos y Mora Pública, el Subprefecto de
Lima, el Comandante PNP, el local Proteus no contaba con la Licencia Municipal de
Funcionamiento, carecía del certificado de fumigación, dedicándose al expendio de licores sin
autorización y contraviniendo las reglas de higiene del Código Sanitario. Dice que el actor ha
ejercido su derecho de defensa al interponer su recurso de reconsideración contra la resolución de
clausura.
En primera instancia el Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a fojas cincuenta y dos,
pronuncia sentencia declarando IMPROCEDENTE la Acción de Amparo porque el demandante ha
interpuesto recurso de reconsideración contra la Resolución Municipal objeto de la pretensión y
que la Municipalidad ha actuado dentro de las facultades prescritas por el Artículo 119º de la Ley
Orgánica de Municipalidades.(1)
La Segunda Fiscalía Superior de Derecho Público, a fojas setenta y cinco, opina que se
CONFIRME el fallo recurrido porque la actora no ha agotado la vía administrativa al haber optado
por ella y está pendiente de resolverse el recurso anotado.
FUNDAMENTOS:
1. Que, existen ciertas clases de resoluciones judiciales o administrativas, que tienen un contenido
sancionador o punitivo; esta naturaleza de resoluciones para no afectar el debido proceso y el
derecho de defensa, por un principio general de derecho, la imputación respectiva previamente
debe ser puesta en conocimiento del supuesto infractor, con la finalidad de poder realizar el
descargo correspondiente; este presupuesto tiene dos finalidades: a) lograr certeza en la decisión y
b) evitar excesos; en el presente caso se aprecia que la autoridad municipal dispone la clausura del
local sin cumplir el principio anotado;
2. Que, el Municipio de Villa María del Triunfo dispone la clausura del establecimiento comercial
sito en Av. Pachacútec Nº 2189, Villa María del Triunfo, considerando, entre otros aspectos, la falta
de Licencia Municipal de Funcionamiento y autorización para instalación de anuncios; sin embargo,
la dueña del local doña Gregoria Silva Aliaga, a fojas uno, presenta autorización emitida por el
Concejo, su fecha veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y dos, que autoriza el
funcionamiento de un local para recepciones, recreaciones y bailes; a fojas dos se presenta
Resolución de Alcaldía Nº 513 del veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y dos que
evidencia que existe autorización para la instalación de un anuncio comercial en local clausurado;
estas pruebas desvirtúan en parte el contenido de la Resolución Municipal de clausura.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, ante el silencio administrativo, se agota la vía administrativa interponiendo sucesivamente los
recursos impugnativos respectivos contra las resoluciones fictas de denegación de la petición
original.
Chincha
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña René Arteaga Tornero contra la sentencia de vista de
cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis de fojas veintiséis pronunciada por la Sala
Mixta Transitoria de Justicia del Distrito Judicial de Ica - Chincha que confirma la sentencia apelada
de fojas doce y trece de veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y seis que declaró
improcedente la demanda de amparo interpuesta por doña Rene Arteaga Tornero contra el Alcalde
Provincial de Pisco.
ANTECEDENTES:
Doña René Arteaga Tornero a fojas tres interpone acción de amparo contra el Alcalde del Concejo
Provincial de Pisco señor Ramón Lozano Espinoza para que se le obligue a respetar su derecho de
petición y otorgue respuesta por escrito a su recurso ingresado el diecisiete de abril de mil
novecientos noventa y seis.
Afirma que solicitó se le notifique un decreto de alcaldía desconocido y que suspenda las acciones
de fuerza en su contra.
Sostiene que el diecisiete de abril de mil novecientos noventa y seis presentó un recurso dirigido al
Alcalde de la Provincia de Pisco para que se le notifique un seudo decreto de alcaldía cuyo
contenido ignora y el Alcalde omite dar respuesta a este petitorio. Sustenta su demanda en la Ley
Nº 25398, 23506, artículos 24º y 25º de la Convención Americana de Derechos Humanos y
artículos XVII y XVIII de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre.
El Ministerio Público a fojas veintidós manifiesta que el actor deberá agotar la vía administrativa
ante la negativa del Municipio de expedir su resolución conforme a ley. La Sala Mixta Transitoria de
la Corte Superior de Justicia de Ica el cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis a
fojas veintiséis confirma el fallo de Primera Instancia.
FUNDAMENTO:
Que, el principio de oportunidad en el tiempo para presentar la demanda de amparo está regulado
por el artículo 37º de la Ley Nº 23506 que prescribe el plazo de sesenta días para admitir a trámite
la pretensión que contiene la acción de amparo; Que, en el presente caso no se ha cumplido la
forma de oportunidad por cuanto según el cargo del escrito presentado al Concejo Provincial de
Pisco, obrante a fojas uno, fue el diecisiete de abril de mil novecientos noventa y seis; sin embargo,
la demanda se presenta al Juzgado el doce de agosto de mil novecientos noventa y seis, conforme
al cargo de fojas tres; Que, este hecho produce la extemporaneidad de la presentación de la
demanda; Que, ante el silencio administrativo, se agota la vía administrativa interponiendo
sucesivamente los recursos impugnativos respectivos contra las resoluciones fictas de denegación
de la petición original; Que, en el presente caso el actor no ha formulado la apelación respectiva;
Que, ante la circunstancia del vencimiento del plazo sin que la administración resuelva los pedidos,
los litigantes tienen la opción de: a) esperar hasta que el órgano administrador notifique la
resolución respectiva o b) apelar de la resolución ficta dándose por notificado la denegatoria de la
solicitud; Que, si el órgano administrativo continúa manteniendo silencio, vencido el plazo para
conceder la apelación, se recurre en queja ante el superior por denegatoria de apelación; este
órgano resolverá lo pertinente; Que, éste es el trámite que sucesivamente deben observar los
litigantes cuando se produce el silencio administrativo hasta agotar la vía administrativa; Que, esta
interpretación legal se desprende del análisis concordado de los artículos 51º, 87, 99 y 100º del
Decreto Supremo Nº 02-94 JUS; Que, otra causa de improcedencia, en el presente caso es que el
petitorio contiene la pretensión de un derecho no viable porque el actor afirma que solicitó al
Municipio Provincial de Pisco se le notifique un decreto de alcaldía "desconocido"; este petitorio es
un hecho imposible al cual nadie está obligado.
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista pronunciada por la Sala Mixta Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Ica, de fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis, que confirmó la
sentencia apelada del veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la demanda; dispusieron la publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial
"El Peruano", y los devolvieron.
Exp. N° 947-97-AA/TC
Lima
Industrias Automotriz Beta S.A.
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO:
Acción de Amparo. Recurso Extraordinario interpuesto por Industria Automotriz Beta S.A. en
liquidación, contra la sentencia de fojas ciento ochenta y ocho, expedida por la Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte, su fecha dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y siete que revocó la sentencia de primera instancia que declaró fundada la
Acción de Amparo; reformándola, declaró improcedente la Acción de Amparo y fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa e infundada las excepciones de
caducidad e incompetencia. La Sala expresa: conforme al artículo 23° de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y el artículo 11° de la Ley N° 17537 debe agotarse la vía previa tratándose de
impugnaciones tributarias contra el Estado.
ANTECEDENTES:
Petitorio : Industria Automotriz Beta S.A., interpone Acción de Amparo contra la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria y el Ministerio de Economía y Finanzas para que se
repongan los hechos al estado anterior de la notificación de la Orden de Pago N° 024-1-20209-
EF/SUNAT notificado el veintidós de mayo de mil novecientos noventa y siete. Pretensión: Que, se
deje sin efecto para la empresa demandante: a)Los resultados de la aplicación del artículo 118° de
la Ley N° 25751, y el Decreto Legislativo N° 774, artículo 109° del treintiuno de diciembre de mil
novecientos noventitres, Ley de Impuesto a la Renta, hoy impuesto extraordinario de los activos
fijos, Ley N° 26777; b) La Orden de Pago anotada por trescientos veintitrés mil quinientos siete
nuevos soles, más intereses, correspondiente al ejercicio fiscal gravable de mil novecientos
noventa y seis del Impuesto Mínimo a la Renta.
Expresa el demandante que dejó de pagar por imposibilidad económica y que sólo ha tenido
pérdidas. La aplicación del artículo 118° de la Ley N° 25751 viola sus derechos constitucionales de
propiedad, de trabajar libremente y el principio de no confiscatoriedad. El Ministerio de Economía y
Finanzas contesta la demanda expresando que la pretensión del demandante importa el
otorgamiento indebido de una exoneración tributaria taxativamente prohibido por el artículo 74° de
la Constitución Política del Estado. El principio de no confiscatoriedad no se puede medir
objetivamente, está sujeta a diversos criterios o factores. El impuesto introduce mecanismos que
eliminen posibles formas de elusión y generación de pérdidas ficticias, promueve la competitividad
de los agentes económicos. La capacidad contributiva no es medida objetiva de la riqueza de los
contribuyentes sino una valoración política. Se fomenta alcanzar un mínimo de eficiencia
empresarial. El principio de legalidad y del debido proceso es afectado por la pretensión del
demandante. El demandante admitió de manera implícita la obligación tributaria y se acogió al
Régimen de Fraccionamiento Especial para el pago de la deuda tributaria. Deduce excepción de
caducidad, excepción de incompetencia, excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa. Señala que no procede Acción de Amparo contra normas legales. El artículo 11 del
Decreto Legislativo N° 17537, establece la obligatoriedad del agotamiento de las vías previas
cuando se demanda al Estado. El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia del Cono Norte declara fundada la demanda. Estima que es innecesario agotar la vía
previa, de continuar con la cobranza coactiva se podría llegar a afectar el patrimonio de la
empresa. Sustenta que la empresa fue notificada con la Orden de Pago el veintidós de mayo de mil
novecientos noventa y siete, fecha del cual se computa el plazo para la caducidad. La empresa
demandante no tiene utilidad. La acotación es un acto lesivo que colisiona con el artículo 70° de la
Constitución Política del Estado. Se afecta el artículo 74° de la Carta Magna. El impuesto no debe
revestir el carácter confiscatorio. Sólo procede el impuesto cuando hay utilidades, ganancia o renta
obtenida en una determinada actividad económica.
FUNDAMENTOS:
1. Que, los artículos 139° inciso 3) y 148° de la Carta Magna de 1993 es fuente constitucional
que sustenta: a)La prescripción que ordena el respeto al procedimiento preestablecido en la ley
vigente, como es en el presente caso, lo preceptuado en el Código Tributario; b) La obligatoriedad
del agotamiento de la vía previa, antes de interponer Acción de Amparo, dispuesto por el artículo
27° de la Ley Especial N° 23506; salvo las excepciones indicadas en su artículo 28° y lo prescrito
por el Régimen Legal de Defensa del Estado legislado por la Ley N° 17537 artículo 11°, que ratifica
lo expuesto cuando regula que para demandar al Estado se debe cumplir los requisitos que la ley
vigente precisa y debe agotarse previamente la vía administrativa, bajo responsabilidad, salvo
excepción de ley.
3. Que, el derecho procesal tributario de conformidad con los artículos 119° y 136° del Código
Tributario promulgado por Decreto Legislativo N° 816 su fecha veinte de abril de mil novecientos
noventa y seis, regula que sin previo pago del impuesto, se garantiza la inafectación del patrimonio
del deudor suspendiendo la cobranza coactiva, si dentro del plazo de ley el deudor tributario
interpone reclamación contra la Orden de Pago; que, esta regla en forma expresa, adicionalmente,
regula que la suspensión coactiva deberá mantenerse hasta que la deuda sea exigible, si
tratándose de Ordenes de Pago se argumente circunstancias que evidencien que la cobranza
podrá ser improcedente, verbigracia, entre otras, como el que sostiene el demandante la falta de
utilidades, debiendo interponerse, en tal caso, la reclamación dentro del plazo de veinte días
hábiles de notificado la Orden de Pago, agrega la ley, bajo responsabilidad, el Organo Tributario
deberá admitir el reclamo y resolver dentro del plazo de ley.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO, la sentencia de fojas ciento ochenta y ocho, expedida por la Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte, su fecha dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y siete, que declaró fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa e infundada las excepciones de incompetencia y caducidad e IMPROCEDENTE la
Acción de Amparo. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial "El
Peruano"; y la devolución de los actuados.
«... resulta evidente que la accionante ha omitido cumplir con el requisito de procedibilidad previsto
en el artículo 27° de la Ley N° 23506; es decir, ha accionado antes de agotar la vía previa ...motivo
por el cual este Colegiado estima que no es pertinente pronunciarse sobre el fondo de la materia.»
Exp. N° 206-95-AA/TC
Huánuco
Asociación de Comerciantes del Campo Ferial "El Puerto"
En Lima, a los dieciséis días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto contra la resolución expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco-Pasco, de fojas quinientos ochenta, su
fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y cinco, que revocando la apelada que declaró
fundada la demanda, la reformó declarando infundada la Acción de Amparo interpuesta por la
Asociación de Comerciantes del Campo Ferial "El Puerto", representada por su presidente don Luis
William Estrella Basilio, contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Amarilis.
ANTECEDENTES:
La Asociación de Comerciantes del Campo Ferial "El Puerto", representada por su presidente don
Luis William Estrella Basilio, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad
Distrital de Amarilis, manifestando que lo hace en defensa de su derecho al trabajo y a la libre
competencia. Ampara su demanda en los incisos 15), 22) y 23) del artículo 2° y 61° de la
Constitución Política del Perú.
Refiere que por diversos medios de comunicación de la ciudad de Huánuco, se ha enterado que la
Municipalidad demandada les ha concedido un plazo de setenta y dos horas para efecto de que
desalojen el terreno ubicado en Paucarbambilla, que ocupan a mérito del Decreto de Alcaldía N°
338-90, expedido por la propia Municipalidad el diecinueve de setiembre de mil novecientos
noventa, donde funcionan sus "puestos" de vendimia. Señala que su representada ha conseguido
extraoficialmente el Acuerdo Municipal N° 019-95-MDMA/A, del diecisiete de marzo de mil
novecientos noventa y cinco, mediante el cual se dispuso el desalojo del señalado terreno,
argumentando que tienen principalmente que continuar con la obra de construcción del drenaje
pluvial y el circuito turístico, sin que para el primer caso existiera razón aparente para que se
pretenda desalojarlos y que en el segundo caso, sólo es una justificación para ejecutar dicha
disposición, toda vez que la demandada no cuenta con la partida presupuestaria correspondiente
para tal fin.
Don Luis Ursula Espinoza, alcalde de la Municipalidad Distrital de Amarilis absuelve la demanda
negándola y contradiciéndola, señalando además que ha procedido en ejercicio de sus
atribuciones y funciones conferidas por los artículos 2°, 68° inciso 3), 119° y primera parte del
artículo 120° de la Ley N° 23853 "Ley Orgánica de Municipalidades".
El Juez Suplente del Primer Juzgado Civil de Huánuco, expide sentencia de fojas quinientos trece,
su fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y cinco, declarando fundada la Acción
de Amparo, considerando principalmente que el plano de ubicación que obra en autos, el terreno
ocupado por la Asociación demandante, no forma parte de ninguna de las calles o avenidas que
puedan ser materia de actos administrativos municipales, toda vez que forman parte integrante del
Ministerio de Agricultura.
Interpuesto el recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del estudio de autos se deduce que la Asociación demandante, interpone la presente
Acción de Amparo, aduciendo que lo hace en defensa de su derecho al trabajo y a la libre
competencia, supuestamente amenazados por el Acuerdo de Alcaldía N° 019-95-MDMA/A., del
diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y cinco, el cual no les fue debidamente notificado,
y que dispone otorgarles setenta y dos horas para efectos de que desocupen el terreno que vienen
ocupando con sus puestos de vendimia;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Exp. N° 607-96-AA/TC
Chiclayo
Juan Carmelo de la Torre Martínez
En Lima, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan de la Torre Martínez, contra la resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha cinco
de junio de mil novecientos noventa y seis que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Juan Carmelo de la Torre Martínez interpone demanda de Acción de Amparo contra don
Alejandro Arrieta Elguera, Presidente Ejecutivo del IPSS; don Richard Nájar Chávez, Gerente
General del Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga Asenjo" de Chiclayo y el Procurador Público del
Ministerio de Salud, solicitando ser repuesto en su centro de labor en el cargo de Técnico en
mantenimiento-jardinero-, del cual fue cesado mediante Resolución N° 0704-DG-HNAAA-IPSS-92,
de fecha treinta de noviembre de mil novecientos noventa y dos, fundándose ilegalmente en el
Decreto Ley N° 25636, dado que éste estaba referido, según el recurrente, al proceso de
racionalización y evaluación del personal administrativo del hospital antes señalado, no siendo de
aplicación a su caso por ser personal de servicio. Ampara su demanda en lo dispuesto por los
incisos 1), 2) y 12) del artículo 2° y artículos 42°, 48° y 57° de la Constitución de 1979 vigente en la
fecha de los acontecimientos.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo con fecha cinco de junio de mil
novecientos noventa y séis, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones,
que el recurrente debió agotar la vía administrativa, a través de los medios impugnatorios que la ley
le franqueaba, apreciándose también en aplicación del artículo 37° de la Ley N° 23506, que el
ejercicio de la Acción de Amparo había caducado.
FUNDAMENTOS:
1. Que, no se aprecia de autos, que el recurrente haya accionado administrativamente, a fin
de poder tener expedito el uso de la vía del amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas doscientos doce, su fecha cinco de julio de mil novecientos noventa y
séis, que confirmó la apelada que declaró IMPROCEDENTE la acción de amparo. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" y la devolución de los
actuados.
«... incurrió en la causal de improcedencia prevista en el artículo 27° de la Ley N° 23506, que
impone como regla general el agotamiento de las vías previas antes de acudir a las garantías
constitucionales...»
Exp. N° 671-96-AA/TC
Ica
Alida Pecho Donayre de Escate
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia.
ASUNTO:
Especifica que como consecuencia de múltiples denuncias que interpuso por ante tres Fiscalias
Provinciales Penales de Ica (primera, segunda y tercera) y cuyos respectivos titulares se negaron a
dar el trámite correspondiente ante el Poder Judicial, se vió obligada a denunciar a todos ellos por
ante la Fiscalía Superior Decana del Distrito Judicial de Ica, a cargo del emplazado, solicitando por
otro lado que sus denuncias originales sean puestas en conocimiento de la Fiscalía de la Nación.
Agrega que sin embargo, el referido Fiscal Superior Decano de Ica, en lugar de cumplir con lo
solicitado, expidio la citada providencia del diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y seis,
por la que determina que aún es prematuro remitir las denuncias originales a la Fiscalía de la
Nación, que su recurso no se encuentra autorizado por un letrado, ni tampoco ha adjuntado la
Libreta Electoral suya ni la de su esposo, y que, además, a partir de dicha fecha, sólo
recepcionará, los recursos que cuenten con autorización de letrado, situaciones todas estas, que
violan su derecho de petición y le pretenden obligar a hacer algo no establecido por la ley.
Admitida la acción por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, se encarga su trámite al
Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de dicha ciudad, el que a su vez dispone su traslado al
emplazado, y al Procurador encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio Público.
De fojas doscientos trece a doscientos veinte y con fecha dos de julio de mil novecientos noventa y
seis, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, declara Improcedente la Acción de
Amparo. Interpuesto recurso de apelación por la demandante, los autos son remitidos a la Fiscalía
Suprema en lo Contencioso Administrativo y devueltos estos con dictamen que se pronuncia por
que se confirme la apelada, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de la
República, a fojas doscientos setenta y cuatro y con fecha veinticinco de septiembre de mil
novecientos noventa y seis, declara nula la sentencia apelada e insusbsistente todo lo actuado,
debiendo remitirse los autos al Juez de primera instancia en lo civil.
Interpuesto Recurso de Apelación por la demandante los autos son remitidos a la Segunda Fiscalía
Superior Penal de Ica para efectos de la vista correspondiente, y devueltos estos con dictamen que
se pronuncia porque se confirme la apelada, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, a
fojas trescientos sesenta y uno, con fecha veinticuatro de abril de mil novecientos noventa y siete,
declara nulo e insusbsistente el auto apelado, ordenando que se proceda conforme al artículo 30°
de la Ley N° 23506 con citación del Procurador Público a cargo de los Asuntos del Ministerio
Público.
Cumplidos los trámites dispuestos y contestada la demanda tanto por el emplazado como por el
Procurador de los Asuntos Judiciales del Ministerio Público, el Tercer Juzgado Especializado en lo
Civil de fojas cuatrocientos cuarenta y nueve a cuatrocientos cincuenta y tres y con fecha veintidós
de julio de mil novecientos noventa y siete, declara improcedente la demanda.
Interpuesto Recurso de Apelación por la demandante, los autos son remitidos a la Segunda
Fiscalía Superior en lo civil para efectos de la vista correspondiente y devueltos con dictamen que
se pronuncia porque se confirme la apelada, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, a
fojas quinientos nueve y quinientos diez y con fecha treinta de septiembre de mil novecientos
noventa y siete, confirma la resolución apelada.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad
con el artículo 41° de la Ley N° 26435, se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Exp. N° 1270-97-AA/TC
Ucayali
Abel Eulogio Garfias Cabada
En Lima, a los seis días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Abel Eulogio Garfias Cabada contra la resolución
expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República, su fecha primero de setiembre de mil novecientos noventa y siete, que declaró no
haber nulidad en la resolución de vista e improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Abel Eulogio Garfias Cabada interpone Acción de Amparo contra el Ministerio de Economía y
Finanzas, con el propósito que se rectifique el cálculo de la bonificación del artículo 38º de la
Resolución Jefatural Nº 470-87-INAP.J del ocho de diciembre de mil novecientos ochenta y siete,
bonificándose el monto único de su pensión con la diferencia entre el monto único de remuneración
total del cargo inmediato superior de Director de Categoría F-3 y el correspondiente al cargo de
Sub-Director Categoría F-2, con el que cesó y en consecuencia disponer la inaplicación del referido
dispositivo legal.
Señala el demandante que el día siete de octubre de mil novecientos noventa y tres solicitó la
rectificación del cálculo de la bonificación del artículo 18º del Decreto Ley Nº 20530; que dicho
cálculo lo modificó en forma arbitraria y dispuso que la bonificación que debería percibir ascendía a
la cantidad de S/ 1.98 al mes, modificándose posteriormente a S/ 2.00 al mes, que era el resultado
de la diferencia entre la remuneración principal de la Categoría Director F-3 y la remuneración
principal de la Categoría Sub-Director F-2; que este cálculo se efectuó de acuerdo al artículo 38º
de la Resolución Jefatural Nº 470-87-INAP.J, el cual inconstitucionalmente modificó lo establecido
por el artículo 18º del Decreto Ley Nº 20530. Que, el catorce de diciembre de mil novecientos
noventa y tres se emite la Resolución Directoral Nº 970-93-EF/43.40 de la Oficina General de
Administración del Ministerio de Economía y Finanzas, declarándose infundada su solicitud.
El Procurador Adjunto a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas
absuelve el trámite de contestación de la demanda, negándola y contradiciéndola; señala que el
demandante no cumplió con agotar la vía previa y que la vía pertinente para ventilar la presente
causa es la acción contencioso administrativa.
Interpuesto el recurso de apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
declaró improcedente la demanda, señalando que la Acción de Amparo no es la vía idónea para
dilucidar reclamaciones como la que es motivo de autos.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las Acciones de Amparo proceden en los casos que se violen o amenacen de
violación los derechos constitucionales, por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio,
conforme lo establece el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
4. Que, conforme lo señala el propio demandante en su escrito de fojas setenta y tres, contra
ésta última resolución interpuso recurso de apelación con fecha veintinueve de agosto de mil
novecientos noventa y cuatro; recurso impugnativo que fue declarado infundado mediante la
Resolución Directoral Nº 778-94-EF/43.40 de fecha veintiocho de setiembre del mismo año. En
consecuencia, habiéndose interpuesto la demanda el día veinticuatro de junio de mil novecientos
noventa y cuatro, esto es antes de haberse agotado la vía administrativa y no habiéndose
configurado ninguna de las excepciones prescritas en el artículo 28º de la Ley Nº 23506, la Acción
de Amparo resulta improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
de Justicia de la República de fojas doce, su fecha primero de setiembre de mil novecientos
noventa y siete, que declaró no haber nulidad en la resolución de vista e IMPROCEDENTE la
demanda. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el diario oficial El Peruano y la
devolución de los actuados.
«... resulta evidente que el demandante ha omitido cumplir con el requisito de procedibilidad
previsto en el artículo 27° de la Ley N° 23506, es decir, ha accionado antes de agotar la vía previa
de carácter administrativo...»
Exp. N° 169-97-AA/TC
Ica
Dionicio Meza Gutierrez
En Lima, a los catorce días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde
y García Marcelo, siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario, interpuesto contra la resolución expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas ochenta, su fecha treinta y uno de
enero de mil novecientos noventa y siete; que revocando la apelada de fojas cuarenta y nueve, su
fecha dos de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró fundada la demanda, y
reformándola, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por don Dionicio Meza
Gutierrez, contra don Gilver Villaverde Franco, funcionario encargado de la Unidad de Servicios
Educativos (USE) de la Provincia de Paucar del Sara Sara - Ayacucho.
ANTECEDENTES:
Don Dionicio Meza Gutiérrez, interpone Acción de Amparo dirigiéndola contra don Gilver Villaverde
Franco en su calidad de funcionario encargado de la Unidad de Servicios Educativos (USE) de la
Provincia de Paucar del Sara Sara, por haber emitido en forma arbitraria, ilegal y abusiva el
Memorándo N° 888-96-ME-CTAR"LW"-DREA-DUSEPS, del veinte de noviembre de mil
novecientos noventa y seis, mediante el cual dispone ponerlo a disposición de la Oficina de
Personal de la USE-Pauza, mientras se resuelva su situación laboral y culmine el proceso
administrativo "a aperturársele", lo cual viola sus derechos constitucionales a la estabilidad laboral
en el cargo ganado por concurso público de Director Titular del Colegio "José María Arguedas" de
San Sebastián de Sacraca, para el cual fue nombrado mediante Resolución Directoral N° 276-93,
de fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventa y tres.
Refiere que en el mes de noviembre de mil novecientos noventa y seis, cuando laboraba
normalmente, recepcionó el Oficio N° 657-96-ME-CTAR-"LW"-DREA-DSRES-DUSEPS, del once
de noviembre de mil novecientos noventa y seis, mediante el cual se disponía su pase como
Director de la Escuela Estatal N° 24387-07 M/MX-P de San Juan, sin que lo hubiera solicitado ni se
hubiera expedido Resolución Directoral que autorizara dicho desplazamiento, por lo que solicitó
reconsideración, para luego reincorporarse a la plaza de la cual era titular.
El demandado absuelve la demanda, manifestando que el demandante fue removido de su puesto
con la finalidad de garantizar su seguridad personal e integridad física, al existir rompimiento de
relaciones entre el demandante, el Centro Educativo y la APAFA. Señala que no hubo resolución
alguna para ejecutar dicho desplazamiento, en razón de que las instituciones públicas, están no
solamente para hacer cumplir y/o ejecutar las disposiciones de la superioridad, sino también para
garantizar la seguridad física y moral de sus trabajadores frente a posibles problemas, cuando el
trabajador se vea en situaciones críticas, y en el caso concreto se avisoraba una posible convulsión
y atentado contra el demandante. Refiere que el demandante está laborando en el área de
Supervisión y Proyectos Educativos de la USE, y consecuentemente no se le ha perjudicado en
nada y mucho menos en su ingreso económico.
El Juez Mixto Provisional de Paucar del Sara Sara, expide sentencia de fojas cuarenta y nueve a
fojas cincuenta y dos, su fecha dos de diciembre de mil novecientos noventa y seis, declarando
fundada la demanda, por considerar que hubo violación del derecho al trabajo del demandante, al
habérsele desconocido y rebajado su dignidad e inclusive removido de un lugar a otro,
disminuyéndole su jerarquía.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, mediante resolución de fojas ochenta a fojas
ochenta y dos, su fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y siete, revocando la
apelada, y reformándola, declaró improcedente la acción de amparo, por considerar que el
demandante no agotó las vías previas administrativas.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1) Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional;
3) Que, de todo lo actuado, resulta evidente que el demandante ha omitido cumplir con el
requisito de procedibilidad previsto en el artículo 27° de la Ley N° 23506, es decir ha accionado
antes de agotar la vía previa de carácter administrativo, tramitación que para el caso está previsto
en los artículos 98°, 99° y 100° del Decreto Supremo N° 02-94-JUS, "Texto Unico Ordenado de la
Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos".
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de
fojas ochenta, su fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y siete; que revocando la
apelada, y declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo interpuesta. Dispone la notificación a las
partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los actuados.
«... los demandantes no han acreditado haber interpuesto recurso impugnativo alguno contra el
Decreto de Alcaldía que dispuso el reordenamiento del comercio ambulatorio, en consecuencia la
acción resulta improcedente.»
Exp. N° 150-96-AA/TC
Huancayo
Valentina Román Vilcapoma y otros
En Huánuco a dos de julio de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal Constitucional en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta Sánchez,
Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia sentencia.
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Valentina Román Vilcapoma y otros contra la
resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, su fecha veintiséis
de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, don Pedro Antonio
Morales Mansilla.
ANTECEDENTES:
Con fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventa y cinco, doña Valentina Román Vilcapoma
y otros, interponen Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de
Huancayo, por considerar que se ha violado su derecho al trabajo al haber sido retirados del
Pasaje Mercaderes, lado sur del Mercado Modelo donde ejercen el comercio ambulatorio desde
hace más de veinticinco años.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Pedro Antonio Morales Mansilla, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huancayo, quien manifiesta haber actuado de acuerdo a las
atribuciones que le confiere la Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades para administrar los
bienes de dominio público y para regular el comercio ambulatorio.
Con fecha diecinueve de octubre de mil novecientos noventa y cinco, el Juez Provisional del
Segundo Juzgado en lo Civil de Huancayo expide resolución declarando improcedente la
demanda. Interpuesto recurso de apelación con fecha veintiséis de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín confirma la apelada. Contra
esta última resolución el demandante interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, los demandantes interponen la presente acción a fin que se declare inaplicable la
medida dispuesta por la demandada en virtud de la cual han sido retirados del Pasaje Mercaderes,
Mercado Modelo ubicado en la provincia de Huancayo, lugar en el que ejercían el comercio
ambulatorio, desprendiéndose de autos que tal medida se ejecutó en aplicación del Decreto de
Alcaldía Nº 024-95 A/MPH del diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco, que
dispuso el reordenamiento del comercio ambulatorio.
2. Que, antes de efectuar el análisis del fondo de la pretensión, es necesario establecer si los
demandantes han cumplido con la exigencia prevista en el artículo 27° de la Ley N° 23506 de
Hábeas Corpus y Amparo respecto al agotamiento de la vía previa.
3. Que, el Artículo 122° de la Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades, establece que los
actos administrativos municipales que den origen a reclamaciones individuales, se rigen por el
Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos.
5. Que, en el caso de autos, los demandantes no han acreditado haber interpuesto recurso
impugnativo alguno contra el Decreto de Alcaldía que dispuso el reordenamiento del comercio
ambulatorio, en consecuencia la acción resulta improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Expediente 067-93-AA/TC
Lima
Tribunal Constitucional
Sentencia
En Lima, a los doce días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido en
SESION DE PLENO JURISDICCIONAL, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente;
Acosta Sánchez, Vicepresidente;
Aguirre Roca
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo.
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del magistrado Aguirre Roca.
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por PEDRO ARNILLAS GAMIO, contra la resolución de la Corte
Suprema de fecha ocho de diciembre de mil novecientos noventa y dos, que, declarando no haber
nulidad de la sentencia de vista, de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y dos,
declara infundada la correspondiente Acción de Amparo
ANTECEDENTES
Pedro Arnillas Gamio, con fecha once de noviembre de mil novecientos noventa y uno, interpone
Acción de Amparo contra el Club de Regatas Lima, por considerar que en el curso del
procedimiento disciplinario instaurado por el Club contra su persona, y por el que se le aplicó la
sanción de expulsión, se violaron sus derechos de defensa, a la presunción de inocencia y al
honor; sostiene, principalmente, que, a fin de ejercer su derecho de defensa, solicitó al Presidente
del Club, copias de la denuncia formulada en su contra y cualquier otro documento o declaración
de terceros que hubiera sobre el particular, información que le fue negada; que, asimismo, la Junta
Calificadora y de Disciplina del Club de Regatas Lima, le impuso la sanción máxima que autoriza
su estatuto, fundado en las declaraciones vertidas por dos trabajadores de la entidad emplazada,
sin que se le permitiera un careo con sus acusadores; aduce que los derechos invocados en su
demanda tienen amparo en la Constitución Política, los Tratados Internacionales de los que es
signatario el Perú, y la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, y que en consecuencia, solicita que el
Club de Regatas Lima lo reponga en su condición de socio activo de la institución, y lo indemnice
por el gravísimo daño moral que se le ha causado; con fecha doce de diciembre de mil novecientos
noventa y seis el demandante ha presentado a este Tribunal, un escrito de fundamentación
adicional y de renuncia de derechos, en el que manifiesta expresa e irrevocablemente, su renuncia
a toda pretensión indemnizatoria por responsabilidad civil extracontractual, del Club demandado.
Admitida la demanda, es contestada por el representante legal del Club, a fojas ciento treinta y tres
a ciento treinta y siete, negándola y contradiciéndola en todos sus extremos, aduciendo, entre otras
razones, que no es válido que el actor sostenga que en el procedimiento disciplinario se omitió el
cumplimiento de normas de carácter procesal, como si se hubiese tratado de un procedimiento
judicial, sin tener en cuenta que el caso estuvo sometido estatutariamente a sus pares a propósito
de una conducta reñida con la moral y las buenas costumbres; que, las citas legales invocadas por
el actor referidas a su derecho de defensa no son valederas en el caso de autos, por cuanto atañen
a este derecho ante las autoridades judiciales, y no a entidades privadas como el Club de Regatas
Lima que ha expulsado al actor por causal prevista en sus Estatutos después de haber cumplido
con el correspondiente proceso estatutario; que, de otro lado, el actor ha dejado caducar el plazo
de sesenta días establecido por el Artículo noventa y dos del Código Civil, sin impugnar la decisión
del Club; que, asimismo, esta Acción de Amparo es improcedente por no haber agotado la vía
previa puesto que el Artículo sesenta y seis del Estatuto del Club posibilita que el sancionado pida
la reconsideración de su sanción, lo que deberá resolverse por una Junta Calificadora distinta de
aquella que admitió la reconsideración.
La sentencia del Juez Civil, de fecha catorce de enero de mil novecientos noventa y dos, a fojas
ciento ochenta y uno a ciento ochenta y dos, declara infundada la demanda, por considerar, que "el
procedimiento disciplinario seguido al demandante que concluyó con el acuerdo de su expulsión
del Club de Regatas Lima, se ha sustanciado regularmente y observándose las normas
estatutarias de la institución demandada, por lo que la demanda debe desestimarse".
La sentencia de vista, de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y dos, a fojas
doscientos treinta y cuatro a doscientos treinta y cinco, confirma la apelada, por estimar que "en el
caso de autos, el accionante ha ejercido su derecho de defensa, ha conocido los cargos y el día
veintidós de julio acude y sustenta su defensa ante la Junta Calificadora, por lo que no se infringió
este precepto constitucional".
Interpuesto recurso extraordinario, de conformidad con el Artículo cuarenta y dos de la Ley número
veintitrés mil trescientos ochenta y cinco, los autos son elevados a este Tribunal;
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que para incoar una Acción de Amparo es preciso culminar el procedimiento
administrativo que hubiere fijado para el asunto materia del reclamo y que tratándose de
agresiones provenientes de particulares, será el procedimiento previo establecido en los estatutos
de la persona jurídica; que, analizado este requisito de procedibilidad en el presente caso, del
examen del estatuto de la entidad demandada se advierte que el único procedimiento a transitar
por el actor para obtener la revisión de la decisión de expulsión dictada en su contra por la Junta
Calificadora y de Disciplina del Club, era el dispuesto en el Artículo setenta y seis de la norma
estatutaria, que es de señalar que dicho procedimiento denominado "reconsideración" según el
artículo precitado, tiene un trámite cuyo promedio de duración es de seis años, conforme se infiere
de la concordancia de los Artículos sesenta y cuatro, inciso c), ochenta y cuatro, ciento dos, y
ciento veintinueve del Estatuto, por lo que, en realidad, se trata más bien de un procedimiento de
rehabilitación, cuya prolongada tramitación como se ha señalado, busca desalentar el reingreso del
socio expulsado, apreciación que ha sido ratificada, el día catorce de enero del presente año, por el
propio Presidente del Club demandado, doctor Oscar Ortigosa; que, siendo así, este Colegiado
considera que, mientras pendiera el reclamo del actor vía el procedimiento de rehabilitación antes
mencionado, y dados los términos por sí excesivamente exigentes de su tramitación, pudiera
causársele daño irreparable a sus derechos constitucionales invocados en la demanda; que, tal
situación constituye causal de excepción al agotamiento de las vías previas, conforme lo dispone el
Artículo veintiocho inciso 2) de la Ley Nº 23506 -Ley de Hábeas Corpus y Amparo(1),
perfectamente aplicable al presente caso, por lo que la acción de garantía submateria resulta
procedente; que, atendiendo al fondo del asunto, se desprende de autos que las alegaciones del
actor referidas a la vulneración de su derecho de defensa en el procedimiento disciplinario que le
instauró el Club y que devino en su expulsión, por los hechos acaecidos el día tres de julio de mil
novecientos noventa y uno, resultan acreditadas con las instrumentales que obran a fojas ciento
veinte, ciento veintiuno, ciento veinticinco a ciento treinta y uno, y ciento noventa y uno del
expediente constitucional, las que denotan que el cargo atribuido al actor así como el sustento
probatorio del mismo no fueron puestos oportunamente en conocimiento del demandante para
efectos de que ejerciera cabalmente su derecho de defensa, garantizado por el Artículo ciento
treinta y nueve, inciso catorce de la Constitución Política del Estado,(2) habiéndose vulnerado este
derecho constitucional; que, asimismo, no es argumento válido para desestimar la presente
demanda, el empleado por el Club emplazado, que sostuvo que la "sanción adoptada por la Junta
Calificadora y de Disciplina en el caso del demandante respondió a los estatutos del Club y que es
meridianamente claro que ese proceso (disciplinario) no puede ser considerado bajo las
formalidades propias de un juicio o procedimiento judicial", lo que no parece aceptable, por cuanto
el respeto de las garantías del debido proceso, no puede soslayarse, de modo que también son de
aplicación en cualquier clase de proceso o procedimiento disciplinario privado, como el
desarrollado por el Club demandado; que si bien, en consecuencia, no se privó al demandante de
todo derecho de defensa, tampoco se le brindaron las garantías constitucionales del caso;
FALLA
Mi principal discrepancia con el fallo radica, pues, en que, dado lo expuesto, considero que resulta
prudente y equitativo, permitir que, mientras se ventile el nuevo proceso interno, permanezca
vigente la sanción que motiva estos autos.
Estimo pues, que debe declararse parcialmente fundada la demanda y disponerse que se dé al
demandante una nueva oportunidad de defensa ante el Club demandado, con la amplitud que el
caso requiere, pero sin dejar sin efecto, a lo largo del proceso, la sanción que motiva estos autos.
Que, ...al interponerse la presente acción, no fue necesario el agotamiento de la vía administrativa
previa dado que los actos de transgresión a los derechos reclamados se ejecutaron... antes de
interponerse los recursos impugnatorios.
Expediente 182-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaría la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alegan los demandantes que son trabajadores contratados por servicios personales desde el año
mil novecientos ochenta y seis dando inicio a sus labores como tales a mérito del concurso Público
Nº 002-86-MPP y conforme consta de la Resolución Nº 461-86-MPP y de los Informes de la
Comisión del Concurso Público en mención Nº 074-86-MPP/OPP y Nº 076-86-MPP/OPP, habiendo
laborado en forma ininterrumpida desde julio de mil novecientos ochenta y seis hasta el cuatro de
enero de mil novecientos noventa y seis, y en obras que, dentro del Municipio demandado, son
permanentes, por lo que el carácter de su trabajo también lo es.
Especifican además que el nueve de setiembre de mil novecientos noventa y dos, la Municipalidad
suscribió el Acta de Convenio Colectivo en cuyo punto noveno sobre "Demandas de carácter
social, sindical y otros de carácter general" se otorgó estabilidad laboral a los trabajadores de la
obra "Simón Bolívar" y "Contratados con más de cuatro años de servicios" con los mismos
derechos que los trabajadores nombrados por lo que no se les podía despedir sin previo proceso
administrativo y más aún si su contrato se tornó indeterminado al no haberse renovado, ampliado o
sustituido nuevo contrato desde mil novecientos noventa y uno.
Por otra parte la emplazada ha reconocido los derechos de los recurrentes a través de diversos
actos, como la Resolución Nº 716-95-MPP/A, que reconoce labores permanentes al personal
denominado los tigres (del cual forman parte) gozando del mismo tratamiento que los trabajadores
comprendidos en la Administración Pública regulada por el Decreto Legislativo Nº 276; el Informe
Nº 30-90-MPP/OPP del veintitrés de abril de mil novecientos noventa, emitido por la Oficina de
Presupuesto y Planificación, y a donde se precisa, que los demandantes tienen los requisitos y
condiciones para ser personal nombrado siendo sus labores de carácter permanente; y, por último,
el propio Cuadro de Asignación de Personal de 1995, a donde figuran sus plazas como obreros
permanentes existiendo un total de veintiséis vacantes.
Finalmente precisan que contra la resolución cuestionada interpusieron recurso de reconsideración
que fue resuelto negativamente motivo por el que interpusieron posteriormente recurso de
apelación, que, sin embargo, no ha sido atendido dentro del término de ley circunstancia que los ha
llevado a interponer el amparo, para que se les restituya en sus puestos de trabajo.
De fojas setenta y tres a setenta y cinco y con fecha veinticinco de marzo de mil novecientos
noventa y seis, el Juzgado Especializado en lo Civil de Puno expide resolución declarando, de
plano, improcedente la acción y ello en atención a: Que no se ha violado derecho alguno a la
libertad de trabajo porque no se está prohibiendo a los actores el realizar una actividad laboral que
hayan elegido libremente; Que en cuanto se refiere a dejar sin efecto la Resolución Municipal Nº
794-95-MPP-A, no se ha agotado la vía previa teniéndose en cuenta que los trabajadores de las
Municipalidades se encuentran dentro del ámbito de la Administración Pública y por ende la vía
previa se encuentra regulada en el Decreto Supremo Nº 002-94-JUS; Que en contra de la
Resolución materia de pronunciamiento los demandantes han ejercitado recurso de
reconsideración, el mismo que al ser resuelto en forma negativa ha dado lugar a recurso de
apelación, que a la fecha no ha sido resuelto, por no haber vencido el plazo de treinta días que
tiene la administración para pronunciarse conforme el artículo 99º del Decreto Supremo antes
citado; Que en forma simultánea se está ejerciendo una acción judicial y otra en la vía
administrativa, lo cual no es admisible; Que las pretensiones reclamadas no pueden considerarse
dentro de los alcances del artículo 28º de la Ley Nº 23506 en razón que los demandantes tuvieron
contratos no personales con la entidad demandada por un plazo determinado y para diversas
acciones laborales por lo que es lógico que al vencimiento de dicho periodo se ponga fin al
contrato; Que por disposición del artículo 23º de la Ley Nº 25398 se faculta al Juez a rechazar las
pretensiones manifiestamente improcedentes.
Interpuesto recurso de apelación por los demandantes los autos son remitidos a la Tercera Fiscalía
Superior Mixta en lo Civil de Puno para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con
dictamen que se pronuncia por la confirmación de la recurrida, la Tercera Sala Superior Mixta de la
Corte Superior de Puno, a fojas ciento diecinueve y con fecha cuatro de junio de mil novecientos
noventa y seis, revoca la resolución apelada disponiendo que el juez de la causa admita a trámite
la demanda, por considerar: Que de conformidad con el artículo 28º de la Ley Nº 23506 y su
ampliatoria Nº 25398, no es necesario agotar las vías previas si éstas pueden ocasionar grave
perjuicio al accionante cuyos derechos han sido conculcados, y; Que será en la sentencia donde
deberá determinarse la procedencia o improcedencia de la acción de amparo.
Devueltos los autos al Primer Juzgado Mixto de Puno, y admitida a trámite la demanda se dispone
su traslado a la emplazada quien se apersona al proceso contradiciéndola en todos sus extremos
por entender: Que si bien es cierto que los demandantes fueron contratados lo fue para obras
determinadas transcurridas las cuales se contrataba a otras personas por lo que no hubo labores
ininterrumpidas; Que el concurso público fue para tomar sus servicios pero ello no implica que se
hallen dentro de la carrera administrativa; Que si bien la Municipalidad suscribe el Acta del
Convenio Colectivo, no fue ello en los términos que interpretan los demandantes, ya que la
estabilidad laboral que se les reconoce sólo es en lo que les resulta aplicable no debiendo
confundirse servidor contratado con servidor de carrera; Que no es cierto que los contratos se
hayan convertido en indeterminados; Que la Resolución de Alcaldía Nº 716-95-MPP/A del
veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y cinco es nula por contravenir normas de orden
público conforme al artículo 28 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM y el artículo 2º de sus mismas
Disposiciones Complementarias, Transitorias y Conexas; Que el informe al que se refieren los
demandantes no tiene valor porque sólo se trata de un documento para justificar los gastos de las
contribuciones; Que el Cuadro de Asignación de Personal sólo señala plazas provisionales las
mismas que no se hallan presupuestadas y con la austeridad que dispone la Ley Nº 26553 no es
posible tener personal de dicha magnitud como nombrados.
De fojas ciento cincuenta y tres a ciento cincuenta y siete y con fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventa y seis, el Primer Juzgado Mixto de Puno expide sentencia declarando
improcedente la demanda principalmente por considerar: Que los demandantes se encuentran
protegidos por el artículo 1º de la Ley Nº 23506, por cuanto el Concejo Provincial de Puno ha
reconocido que aquéllos ingresaron a laborar a la Municipalidad por concurso público y como
contratados para una determinada obra, dándoseles trato igualitario con los trabajadores
nombrados en lo que respecta a sus remuneraciones, goce de vacaciones y estabilidad en el
trabajo, habiendo superado los mismos actores el plazo de un año ininterrumpido bajo la
dependencia de la demandada, gozando de todos los derechos y beneficios que corresponde al
servidor público de carrera motivo por el que incluso, se encontraban cronogramados en el rol para
hacer uso físico de sus vacaciones en el año mil novecientos ochenta y seis; Que sin embargo y de
acuerdo al Informe emitido por la Jefatura de Remuneraciones y Pensiones de la Municipalidad de
Puno adjuntado por la demandada a los autos se establece que los accionantes en su totalidad
aparecen laborando en la obra de pavimentación y asfalto de vías y dentro de las planillas de mayo
y julio de mil novecientos noventa y seis, por lo que producida la agresión inconstitucional y
reclamada la misma, durante el curso del presente proceso ha cesado la agresión que motivó el
reclamo resultando de aplicación el inciso 1 del artículo 6º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto recurso de apelación por los demandantes los autos son remitidos a la Tercera Fiscalía
Superior Mixta de Puno para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con dictamen
que se pronuncia porque se confirme la recurrida, la Tercera Sala Superior Mixta de Puno, a fojas
ciento noventa y con fecha cinco de noviembre de mil novecientos noventa y seis, confirma la
resolución apelada y declara improcedente la acción por considerar: Que se ha verificado la
inexistencia de agresión constitucional demandada o por lo menos, la desaparición de tal situación.
Contra esta resolución los demandantes interponen recurso extraordinario, por lo que de
conformidad con el artículo 41º de la Ley Nº 26435, se dispuso el envío de los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme fluye del texto de contestación de la demanda suscrita por el representante legal de
la Municipalidad Provincial de Puno y obrante de fojas ciento treinta y siete a ciento cuarenta y tres
de los autos, este último reconoce expresamente, que, los demandantes, efectivamente ingresaron
a laborar en la Municipalidad demandada a mérito de Concurso Público y en calidad de
contratados para la realización de una determinada obra, habiendo recibido tratamiento igualitario
con los trabajadores nombrados en lo que respecta a sus remuneraciones, goce de vacaciones, y
estabilidad en el trabajo, según el Acta de Convenio Colectivo también reconocida como suscrita
por parte de la emplazada.
Que el reconocimiento expreso e inequívoco de las situaciones antes descritas con relación a los
demandantes ratifica plenamente los contenidos de las instrumentales obrantes a fojas seis a siete,
ocho, nueve a once, doce a trece, catorce a catorce vuelta, veintitrés a veinticuatro, veinticinco a
veintiséis, veintisiete a veintiocho, veintinueve, treinta a treinta y dos, treinta y tres, y, treinta y
cuatro, y de los cuales se desprende, entre otras cosas; que aquéllos, al haber ingresado a laborar
entre los años mil novecientos ochenta y seis y mil novecientos ochenta y siete, han superado
ampliamente el plazo de tres años ininterrumpidos de trabajo bajo la dependencia de la emplazada
cumpliendo de este modo lo previsto en el artículo 15 del Decreto Legislativo Nº 276 o Ley de
Bases de la Carrera Administrativa; que han gozado a su vez de todos los derechos y beneficios
que corresponde al servidor público de carrera sujeto al régimen del citado Decreto Legislativo Nº
276, estando incluso cronogramados en el rol para hacer uso físico de sus vacaciones en el
periodo anual de mil novecientos noventa y seis, conforme fluye específicamente, de las
instrumentales de fojas treinta a treinta y dos, y; que por último, su calidad de servidores
contratados con carácter permanente, fue definitivamente refrendada con la Resolución de Alcaldía
Nº 716-95-MPP/A del veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y cinco, sin que pueda
invocarse en dicho caso una presunta nulidad de la misma, no sólo por haber sido expedida
respetando los requisitos de plazas vacantes y por ende presupuestadas, conforme se acredita con
el Cuadro de Asignación de Personal para el periodo de mil novecientos noventa y cinco obrante
de fojas dieciséis a veintidós, sino y porque adicionalmente, el periodo para cuestionar la
legitimidad de la mencionada Resolución Municipal, prescribió a los seis meses de haber quedado
consentida, conforme lo dispone imperativamente el artículo 110º del Texto Unico Ordenado de
Normas Generales y Procedimientos Administrativos o Decreto Supremo Nº 02-94-JUS.
Que por consiguiente, al haber resuelto la demandada el contrato de servicios de los demandantes
mediante la Resolución Administrativa Nº 794-95-MPP/A de fecha veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, no obstante encontrarse amparados aquéllos por el Decreto
Legislativo Nº 276, ha procedido de manera evidentemente arbitraria y en manifiesto
desconocimiento de lo previsto por el artículo 100º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM o
Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, que reconoce sobre los servidores
públicos el derecho a la estabilidad laboral e impone, como condición para efectuar su destitución,
el previo proceso administrativo por causa prevista en la ley.
Que, por otra parte, y aunque la demandada ha pretendido alegar sustracción de la materia
justiciable por el hecho de que los accionantes, vienen desempeñando labores dentro de una obra
específica al interior de la Municipalidad de Puno, este Colegiado no puede aceptar que las
instrumentales de fojas ciento cuarenta y siete a ciento cuarenta y ocho, acrediten que el status
constitucional reclamado sea exactamente el mismo que el que actualmente poseen los
accionantes por cuanto lo que éstos demandan es la restauración de sus derechos como
trabajadores que gozan de estabilidad laboral dentro de los beneficios reconocidos por el Decreto
Legislativo Nº 776, mientras que lo que aparece en las instrumentales referidas de autos, es
simplemente una situación de contrato por locación de obra, sin ninguna garantía de estabilidad y
obviamente dentro de condiciones totalmente distintas a las reclamadas.
Que por lo demás y concordante con lo dicho, tampoco podría este Colegiado exigir indirectamente
a los demandantes, el abstenerse de cualquier ocupación de trabajo que se les oferte al interior de
la entidad demandada, por cuanto es evidente que al privárseles de su puesto real de trabajo no
les quedó otra alternativa que aceptar las condiciones ofrecidas, sin que ello signifique, ni tenga por
qué interpretarse como desaparición de la legitimidad para reclamar por sus derechos adquiridos,
lo que sólo podría acontecer si el status recuperado fuera el mismo.
Que por último, cabe señalar, que al momento de interponerse la presente acción de garantía, no
fue necesario el agotamiento de la vía administrativa previa dado que los actos de transgresión a
los derechos reclamados, se ejecutaron con fecha cuatro de enero de mil novecientos noventa y
seis, esto es, antes de interponerse de acuerdo a ley, los recursos impugnatorios correspondientes.
Que por consiguiente habiéndose acreditado la transgresión a los derechos constitucionales de los
demandantes, resultan de aplicación, los artículos 1º, 9º, 24º incisos 10 y 22, y, 28º inciso 1 de la
Ley Nº 23506 en concordancia con los artículos 2º inciso 15, 22º y 26º inciso 2 de la Constitución
Política del Estado.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 2680,
FALLA:
Revocandola resolución de la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Puno de fecha cinco de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, que, confirmando la resolución apelada del
veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda.
reformando la resolución recurrida, declararon fundada la Acción de Amparo interpuesta y en
consecuencia, sin efecto para los actores la Resolución Municipal Nº 794-95-MPP/A del veintiséis
de Diciembre de mil novecientos noventa y cinco, ordenándose por consiguiente a la emplazada
Municipalidad Provincial de Puno disponer la inmediata reposición en su centro de labores de
Pantaleón Vílchez Quispe, Jacinto Cutimbo Oha, Vicente Anastacio Quispe Choque, Bonifacio
Turpo Oha y Lucas Coila Ccopa. Se dispuso así mismo que no resulta aplicable al caso de autos lo
previsto en el artículo 11 de la Ley Nº 23506 y se ordenó la publicación de la presente sentencia en
el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
....no era exigible el agotamiento de la vía previa, pues se trata de una violación continuada del
derecho constitucional a la seguridad social del actor, ya que... al momento de plantear su petición
en sede judicial constitucional, no venía gozando de una pensión de jubilación, cuyo recorte,
suspensión o anulación pueda haber generado..., el que tal acto lesivo se prolongue en el tiempo.
Expediente 183-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, su fecha siete de febrero de mil novecientos noventa y siete, que revoca la resolución
apelada, que declaró fundada la demanda, y reformándola, la declaró improcedente, en los
seguidos entre Sebastián Mauro Rojas Paredes contra el representante de la Oficina de
Normalización Previsional de Arequipa y otros.
ANTECEDENTES:
Sostiene el actor que la División de Pensiones del IPSS, hoy Oficina de Normalización Previsional,
no obstante haberle reconocido diez años de aportaciones al seguro social, expidió la Resolución
Nº 22579-93 por la cual le denegó su pensión de jubilación.
Refiere que contra esta resolución, interpuso su recurso de reconsideración, el mismo que,
mediante Resolución 27171-95, la entidad demandada resolvió declarar improcedente su medio
impugnatorio.
Precisa que dichas resoluciones son ilegales y le causan agravio, ya que ambas se encuentran
amparadas en el artículo 1º del Decreto Ley Nº 25967, pues se le pretende someter al régimen
previsto en dicho decreto ley, cuando lo que correspondía era incorporarlo al régimen previsto en el
Decreto Ley Nº 19990, dado que interpuso su solicitud de pensión el catorce de noviembre de mil
novecientos noventa y dos cuando aún no se encontraba en vigencia el ya aludido Decreto Ley Nº
25967.
Recuerda que en tanto sometido a un régimen especial de jubilación, tiene derecho a que se le
otorgue una pensión equivalente al cincuenta por cien de la remuneración de referencia por los
primeros cinco años completos de aportación, siendo exigible que éste se incremente en uno punto
dos por cien, por cada año completo adicional de aportación, según se está a lo dispuesto por los
artículos 38º y 47º del Decreto Ley Nº 19990.
Con fecha siete de noviembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Segundo Juzgado
Civil de la Corte Superior de Arequipa expide resolución declarando fundada la demanda, tras
considerar que no ha operado el plazo de caducidad, se ha agotado la vía previa, y estar la
resolución impugnada amparada en una norma de inferior jerarquía a la Constitución de mil
novecientos setenta y nueve. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha siete de febrero de mil
novecientos noventa y siete, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, en
discordia, expide resolución revocando la apelada, y reformándola, la declara improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se ordene a la
Oficina de Normalización Previsional el otorgamiento de una pensión de jubilación a favor del actor,
inaplicándose los efectos del Decreto Ley Nº 25967. Que, en tal virtud, y como quiera que de autos
se desprende que el actor a la fecha de interponer su demanda no ejercitaba el derecho cuyo
reconocimiento se solicita, de manera previa, se torna exigible evaluar si se cumplió la exigencia de
agotar la vía previa, dispuesta por el artículo 27º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo. Que, en tal sentido, y según se desprende de los documentos obrantes de fojas dos, tres
y de siete a diez, en el caso de autos, este Colegiado estima que la vía administrativa no se agotó,
ya que: a) desde la expedición y posterior notificación de la Resolución Nº 27171-95, por la que la
entidad demandada declaró improcedente el recurso de reconsideración interpuesta contra la
Resolución Nº 22579-93, y la fecha de interposición del recurso de apelación, transcurrió con
exceso el plazo de quince días del que se prevé en el artículo 99º del Decreto Supremo Nº 002-94-
JUS, Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos,
habiendo quedado consentida la referida resolución 27171-95. b) el hecho de que la resolución
haya quedado consentida, y que por tanto el procedimiento administrativo haya sido concluido, no
puede en modo alguno ser enervado por el hecho de que, con posterioridad, el actor, con el objeto
de subsanar la no interposición de medio impugnatorio alguno, haya interpuesto, primero, el
recurso de apelación, y posteriormente, el recurso de revisión. Que, por otro lado, tampoco puede
sostenerse que en el caso de autos no era exigible el agotamiento de la vía previa, pues se trataría
de una violación continuada del derecho constitucional a la seguridad social del actor, ya que,
como se desprende del propio tenor de su demanda, a parte de los documentos anteriormente ya
referidos, el actor al momento de plantear su petición en sede judicial-constitucional, no venía
gozando de una pensión de jubilación, cuyo recorte, suspensión o anulación pueda haberse
generado y como consecuencia de ello, el que tal acto lesivo se prolongue en el tiempo, supuesto
éste totalmente contrario que de haberse producido, hubiere llevado a este Colegiado a la
aplicación estricta del segundo párrafo del artículo 26º de la Ley Nº 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
... en el caso de autos el agotamiento de la vía previa no era exigible y existiendo vulneración del
debido proceso (procede la Acción de Amparo).
Expediente 678-96-AA/TC.
Lima
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventiséis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
El Alcalde demandado alega, como excepción, que no se agotó la vía previa; y sostiene que no ha
existido violación constitucional, habiendo actuado en ejercicio de sus funciones y dentro del marco
legal de su competencia.
La Sala Superior confirma la apelada, aduciendo, con fundamentos propios, que se han violado los
derechos constitucionales al debido proceso, y de defensa, durante el procedimiento
administrativo.
La Sala de Derecho Constitucional y Social, con lo expuesto por el dictamen fiscal, declara haber
nulidad e improcedente la acción de garantía, por no haberse agotado la vía previa.
FUNDAMENTOS:
Considerando: que, en el caso de autos el agotamiento de la vía previa no era exigible y existiendo
vulneración del debido proceso,
FALLA:
Revocando la recurrida, y confirmando, por sus fundamentos, la de vista, de tres de julio de mil
novecientos noventa y cinco, que, a su turno, confirmando la del veintidós de diciembre de mil
novecientos noventa y cuatro, declaró fundada la Acción.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Que, a tenor de lo establecido en el inciso 2) del artículo 28º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, no es exigible el agotamiento de las vías previas toda vez que pudiera convertir
en irreparable la agresión;...
Expediente 227-96-AA/TC
Huánuco-Pasco
En Lima, a los diecinueve días mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Floriano Ernesto Bashi Flores, contra la resolución de la
Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco-Pasco de fecha seis de marzo de mil novecientos
noventiséis, que revocando la apelada declaró infundada la Acción de Amparo interpuesta por el
recurrente contra la Resolución Directoral Nº 001-95-RAAC-DSRA-HCO-AALP, expedida por José
M. Lozada Correa, Jefe de la Agencia Agraria de Leoncio Prado.
ANTECEDENTES:
Floriano Ernesto Bashi Flores interpone Acción de Amparo contra la Resolución Directoral Nº 001-
95-RAAC-DSRA-HCO-AALP de fecha diez de octubre de mil novecientos noventicinco, expedida
por José M. Lozada Correa, Jefe de la Agencia Agraria de Leoncio Prado, que dispone el decomiso
y venta en subasta pública de madera de su propiedad.
Señala que adquirió la referida madera - que había sido decomisada a los extractores por
infracción a la Ley Forestal y Fauna Silvestre, Decreto Ley Nº 21147 - en subasta pública de la
Agencia Agraria «Purús»; por lo que ya no pertenece al Estado. Precisa que las especies
forestales que son materia de la presente Acción fueron adquiridas en «maderas rollizas» en la
localidad de Purús, lugar donde no existen aserraderos, por lo que comunicó por escrito al Jefe del
Area Forestal de Pucallpa que realizaría tal aserrío en cuartones con un equipo Auxiliar Mallar,
para poder transportarla a la mencionada ciudad, entiende que contó con tal autorización dado que
le extendieron una Guía de Transporte Forestal. Una vez en Pucallpa procedió a habilitar dichos
cuartones en un aserradero para transportarlos a la ciudad de Lima para lo cual se apersonó al
Distrito Forestal de Pucallpa y luego del control respectivo le entregaron la correspondiente Guía
Forestal.
Precisa que el decomiso de madera es incorrecto dado que ha cumplido con las leyes vigentes,
afirma que las limitaciones existentes para el aserrío con motosierra son para especies forestales
que van a ser extraídas en estado natural - en pie.
José María Lozada Correa, Director de la Agencia Agraria de Leoncio Prado, contesta la demanda
señalando que la demanda de Amparo es improcedente, puesto que el recurrente no ha agotado la
vía previa dado que la demanda está destinada a dejar sin efecto la Resolución Directoral Nº
00195-RAAC-DSRA-HCO-AALP, expedida por la Agencia Agraria a su cargo - órgano
desconcentrado del Ministerio de Agricultura, que en virtud de lo dispuesto en el Decreto Ley
25902 y el Decreto Supremo Nº 010-95-AG constituye primera instancia administrativa en el
procedimiento establecido por el Decreto Supremo Nº 161-77-AG. A su turno, el Procurador
Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Agricultura, contesta la demanda
señalando que en la vía del Amparo no se puede pretender la nulidad de una resolución
administrativa siendo la vía adecuada la acción contencioso administrativa, anota, además, que el
recurrente ha infringido lo establecido en las Resoluciones Ministeriales Nºs. 1225-90-AG y 0238-
91-AG, pues realizó el motoaserrado de la madera que adquirió en subasta para trasladarla a
Pucallpa y luego a Lima, cuando las acotadas resoluciones prohíben el aserrío con motosierra
El Juez del Juzgado Civil de Leoncio Prado declara fundada la Acción de Amparo interpuesta por
considerar que, ha acreditado fehacientemente y con claridad que la propiedad de los bienes
muebles decomisados irregularmente pertenecen al actor; por lo que en su calidad de tal se
encuentra facultado para exigir - ante la inminencia o amenaza de un daño porque otro se excede
o abusa en el ejercicio de sus derechos- que se restituya al estado anterior o que se adopten las
medidas del caso; que al merituarse debidamente la documentación obrante en autos no es
exigible el agotamiento de la vía previa, por tratarse de una flagrante violación constitucional y su
agotamiento podría convertir en irreparable la agresión, siendo que los bienes decomisados están
sujetos a deterioro o pérdida, teniendo en consideración que han transcurrido más de tres meses
desde el Acta de Decomiso.
La Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco revoca la de vista y declara infundada la Acción de
Amparo interpuesta por considerar que no se ha agotado la vía previa ya que, para dejar sin efecto
lo dispuesto por la Resolución Directoral Nº 001-95-RAAC-DSRA-HCO-AALP, en virtud de lo
dispuesto por el Decreto Ley 25902 y el Decreto Supremo Nº 011-95-AG, debió interponerse el
recurso ante la instancia pertinente; que la resolución impugnada da cuenta de la infracción en que
incurrió el actor y por ello se procede al decomiso .
Contra esta resolución, se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, don Floriano Ernesto Bashi Flores adquirió en subasta pública madera rolliza que fuera
decomisada por infringir la Ley Forestal y Fauna Silvestre, Decreto Ley 21147;
Que, la prohibición establecida en las precitadas resoluciones debe entenderse referidas a madera
en pie y no a madera rolliza, máxime si en el caso bajo examen, ésta es propiedad del recurrente,
quien la aserró para efectos de transportarla;
Que, a tenor de lo establecido en el inciso 2) del artículo 28º de la Ley 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, no es exigible el agotamiento de las vías previas toda vez que, pudiera convertir
en irreparable la agresión;
Que, en el presente caso se trata de madera, la misma que por el transcurso del tiempo puede
sufrir deterioro o pérdida;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco, de fecha seis de marzo
de mil novecientos noventiséis, que declara infundada la Acción de Amparo interpuesta por
Floriano Ernesto Bashi Flores contra la Resolución Directoral Nº 001-95-RAAC-DSRA-HCO-AALP,
expedida por José M. Lozada Correa, Jefe de la Agencia Agraria de Leoncio Prado y reformándola
la declaran fundada; publíquese en el Diario Oficial El Peruano y los devolvieron.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 288-88
Lima, cinco de febrero de mil novecientos noventiuno VISTOS; a fojas cincuentaitres a fojas
cincuentaisiete la Universidad Particular Ricardo Palma interpone Acción de Amparo contra el
Concejo Distrital de San Juan de Miraflores por haber violado el derecho de propiedad de don
Jorge Jelicic Cavenago, el mismo que es propietario del predio El Chilcal, con un área de once
hectáreas con cinco mil ochentidos metros cuadrados y treinta decímetros cuadrados, ubicado con
frente a la Avenida Circunvalación en Panamericana Sur, que sin embargo la Municipalidad de San
Juan de Miraflores ha expedido la resolución de alcaldía número noventaiocho-ochentaiocho y el
acuerdo de Concejo número noventa ochentaiocho y ha procedido a tomar posesión de una parte
del terreno en mención, que el Municipio demandado no sólo ha aprobado ambas resoluciones
sino llegando a las vías de hecho ha derrumbado parte del cerco fronterizo y ha introducido sus
camiones y materiales de construcción, asimismo ha colocado un letrero con la leyenda:
"Municipalidad de San Juan de Miraflores -Depósito- Maestranza Municipal RSNA mil
noventaiocho- ACUERDO: que las resoluciones en mención se han expedido y se han ejecutado
de inmediato sin notificar al legítimo propietario: que mediante la presente Acción de Amparo se
deberá declarar inaplicable dichas resoluciones y se deberá reponer las cosas al estado anterior a
la violación. Amparan su acción en la ley veintitrés mil quinientos seis. Corrido traslado de la
Demanda, la misma que absuelta por el Concejo Distrital de San Juan de Miraflores a fojas
sesentaiocho, sesentainueve y setenta, quien dedujo la excepción de falta de personería a razón
de que la parte demandante no es propietaria del inmueble sub-litis: que, contestando la demanda
la negó y contradijo en todos sus extremos manifestando que don Jorge Jelicic Cavenago no es
propietario del terreno ocupado por el Municipio, toda vez que el mismo ha sido declarado eriazo
por Resolución de Alcaldía número seiscientos ochentaiocho del veinticinco de abril de mil
novecientos ochentaiocho; que, en mérito a tal resolución el Concejo demandado expidió la
resolución número mil noventaiocho ochentaiocho que da uso a dicho terreno como depósito y
maestranza municipal y dispone que la Dirección de Desarrollo Urbano se encargue de la
regularización y adjudicación definitiva del citado inmueble; que, la resolución en mención fue
ratificada por el acuerdo de Concejo número ciento noventa ochentaiocho, su fecha dos de junio de
mil novecientos ochentaiocho. Que, abunda en mayores consideraciones según consta en el
presente escrito de contestación. Que, vencido el término legal y pedida la causa para sentencia,
este Juzgado pasa a expedirla; CONSIDERANDO: que, el objeto de las acciones de garantía es el
reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional según lo prevé el artículo uno de la ley veintitrés mil quinientos seis; que, la
Constitución Política del Estado dispone en el inciso catorce del artículo dos el derecho que tienen
todos los peruanos: a la propiedad y a la herencia dentro de la Constitución y las leyes que,
asimismo el número ciento veinticinco señala que la propiedad es inviolable. El Estado la garantiza,
a nadie puede privarse de la suya sino por causa de necesidad y utilidad pública, o de interés
social, declarada conforme a ley, y previo pago de dinero de una indemnización justipreciada, que,
la Acción de Amparo procede en defensa del derecho de propiedad, según lo establece el inciso
doce del Artículo veinticuatro(*) de la ley en mención que en el caso de autos aparece que don
Jorge Jelicic Cavenago es propietario del fundo El Chilcal, ubicado con frente a la avenida
Circunvalación o Panamericana Sur, distrito de San Juan de Miraflores con una extención
superficial de once hectáreas con cinco mil ochentaiún metros cuadrados y treinta decímetros
cuadrados, según consta de la copia literal de dominio obrante a fojas cuatro a fojas veintinueve;
que, con fecha veinticinco de abril de mil novecientos ochentiocho la Municipalidad de Lima
Metropolitana expidió la Resolución de Alcaldía número seiscientos sesentiocho mediante la cual
resolvió calificar de naturaleza eriaza el predio en mención, según consta del impreso periodístico
de fojas sesentaitrés; que, en mérito a la citada resolución la Municipalidad de San Juan de
Miraflores dictó la Resolución de Alcaldía número mil noventaiocho ochentaiocho de fecha veinte
de mayo de mil novecientos ochentaiocho mediante la cual resuelve dar uso al terreno sub-litis
como Depósito y Maestranza Municipal a cargo de la comuna de San Juan de Miraflores; que,
asimismo mediante Acuerdo de Concejo número ciento noventa - ochentaiocho su fecha dos de
junio de mil novecientos ochentaiocho acordó ratificar en todos sus extremos la Resolución de
Alcaldía número mil noventaiocho - ochentaiocho y proceder a las acciones inmediatas para dar
uso al citado inmueble; que, consecuentemente el Concejo Distrital demandado ha tomado
posesión de parte del mencionado predio; ha procedido a colocar un letrero que dice:
"Municipalidad de San Juan de Miraflores: Depósito - Maestranza Municipal - RSNA mil
noventaicho - Acuerdo", según consta de las fotografías obrantes de fojas treintaicinco a fojas
treintainueve: que, de acuerdo al análisis de lo actuado la presente acción resulta amparable toda
vez que la Resolución de Alcaldía mil noventaiocho - ochentaiocho y el Acuerdo de Concejo ciento
noventa ochentaiocho constituyen una violación del derecho de propiedad en agravio de don Jorge
Jelicic Cavenago al dar uso de Depósito y Maestranza Municipal al terreno de su propiedad; que,
de otro lado solo procede la Acción de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas según lo
prevé el artículo veintisiete de la ley veintitrés mil quinientos seis(*) que no será exigible el
agotamiento de las vías previas si una resolución que no sea la última en la vía administrativa, es
ejecutada antes de vencerse el plazo para que quede consentida, según lo dispone el inciso uno
del artículo veintiocho de la ley en mención(**) ; que, del escrito de fojas setentainueve, ochenta y
ochentaiuno en copia simple aparece que la Resolución de Alcaldía número seiscientos
sesentaiocho - ochentaiocho expedida por el Concejo Provincial de Lima metropolitana ha sido
impugnada por don Jorge Jelicic Cavenago por lo que resulta evidente que aún no se ha agotado
la vía administrativa; que sin embargo el Concejo Distrital de San Juan de Miraflores en mérito de
la Resolución de Alcaldía número mil noventaiocho - ochentaiocho ha tomado posesión del bien
materia de la presente acción, no obstante encontrarse en trámite el expediente administrativo que
dio origen a la Resolución de Alcaldía seiscientos sesentaiocho expedida por la Municipalidad de
Lima; que consecuentemente, resulta de aplicación el inciso primero del artículo veintiocho de la
ley veintitrés mil quinientos seis que dispensa del agotamiento de las vías previas; que, con
respecto a la excepción de falta de personería deducida a fojas sesentaiocho, si bien es cierto que
la Universidad Particular Ricardo Palma es la que interpone demanda de fojas cincuentaitrés y no
el propietario del inmueble sub litis y directo interesado don Jorge Jelicic Cavenago, dicha acción
de garantía ha sido incoada por la Universidad accionante de conformidad con el segundo
parágrafo del artículo veintiseis de la ley veintitrés mil quinientos seis(***) que establece que, en
casos de imposibilidad física o por hallarse ausente del lugar el afectado, podrá la acción de
amparo ser ejercitada por tercera persona, sin necesidad de poder expreso, debiendo al efecto,
una vez que se halle en posibilidad de hacerlo ratificarse en la acción, que, en el caso bajo análisis
don Jorge Jelicic Cavenago ha demostrado haberse encontrado fuera del país en la época en que
sucedieron los hechos, actos y decisiones que han dado lugar a la presente demanda, mediante
documento no impugnado de fojas ochentaicinco; y que, además la Universidad demandante ha
accionado merced a la facultad concedida por el referido propietario contenida en una Cláusula
Adicional fojas cuarentaicuatro vuelta de la Escritura Pública de Donación del inmueble que corre a
fojas cuarenta a fojas cuarentaiocho; y, que finalmente, don Jorge Jelicic Cavenago se ha
apersonado a la Instancia, ratificándose en todos los extremos de la demanda, con firma legalizada
por la Secretaría, conforme aparece de su recurso de fojas ochentaiocho por lo que, al haber dado
cumplimiento a lo que establece el acotado artículo veintiséis de la ley veintitrés mil quinientos seis
procede desestimar la referida excepción; que, las demás pruebas actuadas en autos lo enervan
los considerandos precedentes. Por tales razones y en aplicación de los artículos primero, tercero,
cuarto y veinticuatro inciso doce de la Ley veintitrés mil quinientos seis, modificada mediante ley
veinticinco mil once; FALLO; declarando: improcedente la excepción de falta de personería
deducida a fojas sesentaiocho por el Concejo demandado; y fundada la acción de amparo
interpuesta a fojas cincuentaiseis a fojas cincuentaisiete por la Universidad Particular Ricardo
Palma, declarándose inaplicable y sin efecto legal alguno la Resolución de Alcaldía número mil
veintiocho - ochentaiocho, expedidos por el Concejo Distrital de San Juan de Miraflores- en
consecuencia, se reponen las cosas al estado anterior a la expedición de tales normas legales,
debiendo el Alcalde del Concejo Distrital demandado reponer a don Jorge Jelicic Cavenago en la
posesión del inmueble materia de autos y ordeno que la presente Resolución, una vez que quede
consentida o ejecutoriada, sea publicada en el Diario Oficial "El Peruano" de conformidad con el
artículo cuarentaidos de la ley veintitrés mil quinientos seis.- Hildebrando Roca Oliveros, Juez del
6to. Juzgado Civil de Lima.- Isabel Román Miranda, Secretaria
Expediente 1179-94
Ica
Señor Presidente:
Don Vicente Magallanes Castilla en calidad de Secretario General del Sindicato de obreros
Municipales de Chincha Alta interpone a fojas 110, Recurso de Nulidad de la sentencia de vista de
fojas 106 su fecha 23 de mayo de 1993, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Ica, que
confirma la sentencia apelada de fojas 53, que declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por el recurrente contra la Municipalidad Provincial de Chincha.
De los actuados se puede establecer que es materia de la acción se deje sin efecto la Resolución
Administrativa Nº 2318-93-A-MPCH su fecha 31 de diciembre de 1993, mediante la cual se cesa
por reorganización a 15 trabajadores municipales de la Municipalidad demandada.
SENTENCIA
VISTOS; con lo expuesto por la señora Fiscal; y CONSIDERANDO: que las acciones de garantía
proceden en los casos en que se violen o amenacen los derechos constitucionales por acción o por
omisión, de actos de cumplimiento obligatorio: que según los términos de la demanda, el
accionante Sergio García Félix refiere que el quince de diciembre de mil novecientos noventitrés,
fue despedido sin justificación alguna por la Corporación emplazada, aun cuando quince días
después, esto es el treintiuno del mismo mes y año se expidió la Resolución número dos mil
trescientos dieciocho-noventitrés-A-MPCH, cuya copia obra a fojas doce, que lo cesa
conjuntamente con otros trabajadores, bajo el argumento de haberse dispuesto la reorganización
de la Municipalidad Provincial de Chincha; que, por lo que queda dicho, el cese del demandante se
verificó sin, que existiera previamente resolución susceptible de impugnación en la vía
administrativa, de modo que por esta razón como por el riesgo de convertirse en irreparable dicha
agresión, no se justificaba el agotamiento de la vía previa, resultando en consecuencia procedente
la acción promovida por este demandante; que, sin embargo, lo propio no sucede con relación a
los demandantes José Marcial Real Ramírez y Pedro Abregú Chacaliaza, puesto que si bien con la
resolución de fojas veinte han demostrado encontrarse sometidos a un proceso administrativo
disciplinario, no han probado en cambio haber sido despedidos en forma alguna, toda vez que la
demandada niega a fojas treinticinco este aserto; que el actor Gregorio Salvatierra Atúncar ha
desistido de la demanda de fojas cuarentiuno, que por lo expuesto y advirtiéndose que el agraviado
García Félix ha sido privado de su trabajo sin ser procesado por el libre ejercicio de su derecho de
defensa: declararon HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas ciento seis, su fecha
veintitrés de mayo de mil novecientos noventicuatro, en cuanto confirmando la apelada de fojas
cincuentitrés, fechada el veintisiete de enero del mismo año; declara Improcedente la Acción de
Amparo interpuesta por el Sindicato de Obreros Municipales del Concejo Provincial de Chincha y
otros contra el Concejo Provincial de Chincha, reformando la de vista y revocando la apelada:
declararon: FUNDADA en parte dicha Acción de Amparo y; en consecuencia. Inaplicable al
demandante Sergio García Félix la Resolución número dos mil trescientos dieciocho-noventitrés-A-
MPCH de treintiuno de diciembre de mil novecientos noventitrés, debiendo ser repuesto en el
mismo cargo que venía ocupando hasta antes del cese; declararon NO HABER NULIDAD en la
propia sentencia recurrida con relación a los actores José Marcial Real Ramírez y Pedro Abregú
Chacaliaza; con lo demás que al respecto contiene; MANDARON que ejecutoriada que sea la
presente resolución se publique en el Diario Oficial El Peruano dentro del término que señala el
Artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés mil quinientos seis y, los devolvieron.
Expediente 402-97-AA/TC
Callao
En Lima, a los veintiséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Don Víctor Raúl Herrera Callirgos, interpone recurso extraordinario contra la sentencia de la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de dieciocho de marzo de mil novecientos noventa
y siete, que confirma la sentencia de la Jueza Provisional Civil del Callao, del nueve de diciembre
de mil novecientos noventa y seis que declaró infundada la acción de amparo sosteniendo que ha
fenecido el plazo de cinco años para disfrutar del beneficio de prestación de salud contados desde
la fecha en que se acogió el actor al Programa de Renuncias con Incentivos. Es materia del grado
el recurso extraordinario interpuesto por el actor.
ANTECEDENTES:
Don Víctor Raúl Herrera Callirgos, a fojas seis interpone acción de amparo contra su ex empleador
el Banco de la Nación para que reincorpore a él y a su señora madre al Programa de Asistencia
Médica, P.A.M.
Expone que prestó servicio para el Banco desde el primero de julio de mil novecientos sesenta y
nueve hasta el dos de julio de mil novecientos noventa y uno fecha en que cesó para acogerse al
Programa de Retiro Voluntario con Incentivos. Afirma que el Banco de la Nación ofreció seguir
otorgando asistencia médica con las mismas reglas existentes a la fecha de acogerse al retiro
voluntario.
La Jueza Provisional Civil del Callao, a fojas sesenta y cinco del ocho de diciembre de mil
novecientos noventa y seis declara infundada la demanda porque considera que el mes de julio de
mil novecientos noventa y seis ha caducado el derecho del actor a gozar del Programa de
Asistencia Médica en atención que prestó servicios al dos de julio de mil novecientos noventa y
uno, porque los documentos de fojas sesenta y cuatro y el señalado en el exordio de la sentencia
prefijaron las condiciones de cinco años para el goce del derecho de asistencia a partir del cese
voluntario para aquellos trabajadores de más de veinte años de servicio.
El señor Fiscal Superior en lo Civil del Callao a fojas ochenta y cuatro opina que se revoque el fallo
y se declare improcedente la demanda porque sostiene que no ha agotado la vía previa al
accionante y en el presente caso no es aplicable las excepciones contempladas en el artículo 28º
de la Ley Nº 23506.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao a fojas noventa y uno el dieciocho de
marzo de mil novecientos noventa y siete confirma el fallo anotado. El actor interpone recurso
extraordinario contra el fallo citado.
FUNDAMENTOS:
Que, el certificado de trabajo de fojas dos expedido por el empleador demandado Banco de la
Nación evidencia que el actor fue empleado desde el primero de julio de mil novecientos sesenta y
nueve hasta el dos de julio de mil novecientos noventa y uno fecha en el cual se acogió al cese de
la relación laboral con incentivos propuestos por el empleador;
Que, según la oferta de incentivos para el cese obrante a fojas tres en el tercer párrafo rubro seis
ofrece que los trabajadores que se acojan al Programa de Incentivos continuarán en el Programa
de Asistencia Médica de acuerdo a las normas establecidas;
Que, el motivo para el cese del servicio médico a favor del actor y su señora madre se sustentan
en normas producidas después del cese como se aprecia del documento presentado por el Banco
de la Nación de fojas treinta y ocho a cuarenta y tres en el que se verifica que recién en sesión de
Directorio del catorce de noviembre de mil novecientos noventa y uno el Banco de la Nación, 3
meses y días después de haberse acordado la ruptura de la relación laboral para acogerse a los
incentivos, se acordó aprobar las normas especiales para el uso del Programa de Asistencia
Médica de los trabajadores que se acogieron al Programa de Renuncia Voluntaria con Incentivos;
Que, esta norma aprobada establece entre otras pautas que continuará prestándose el servicio
médico durante cinco años después del cese de aquellos trabajadores que han trabajado más de
veinte años, como es el caso del actor;
Que, esta norma es posterior a lo pactado no puede tener efecto retroactivo para actos y hechos
producidos con anterioridad,
Que, los contratos sólo pueden resolverse vía arbitral o judicial y no unilateralmente; como precisa
el artículo 62º de la Constitución Política del Perú de 1993;
Que, las normas jurídicas vinculantes entre las partes, sobre prestaciones médicas, son las que
regían al dos de julio de mil novecientos noventa y uno;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revoca la sentencia pronunciada por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de
fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y seis de fojas noventa y uno que confirmó la
sentencia de la Jueza Provisional Civil del Callao que declaró infundada la acción de amparo,
reformándola, declararon fundada la demanda de amparo interpuesta por don Víctor Raúl Herrera
Callirgos, en consecuencia, debe reponerse los hechos al estado anterior de la afectación,
ordenándose que debe continuar la prestación médica a favor del actor y su señora madre bajo la
misma relación jurídica existente al dos de julio de mil novecientos noventa y uno; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Expediente 403-97-AA/TC
Callao
Caso: Gladys Aguilar Alvarado de Cabañi
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Gladys Aguilar Alvarado de Cabañi interpone acción de amparo contra su ex empleador
Banco de la Nación para que la reincorpore al Programa de Asistencia Médica que venía siendo
beneficiario. Expresa que prestó servicio para el demandado desde el primero de julio de mil
novecientos sesenta y cinco hasta el cinco de julio de mil novecientos noventa y uno fecha de cese
voluntario para acogerse al Programa de Retiro Voluntario con Incentivos establecido por el Banco.
Dicho programa señalaba que los trabajadores que se acogiesen al Programa indicado
continuarían en el programa de Asistencia Médica de acuerdo a normas establecidas.
Manifiesta que a la fecha de su retiro no existía ninguna limitación de tiempo para el disfrute de la
asistencia familiar para las personas que se acogiesen al Programa de Retiro Voluntario.
Fundamenta su demanda en el artículo 7º de la Constitución Política del Perú. El demandado fue
declarado rebelde según resolución del ocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis de
fojas treinta y siete.
La Jueza Provisional Civil del Callao a fojas sesenta y seis declara infundada la demanda porque
se venció el plazo de cinco años pactado como tiempo de disfrute del Programa de Asistencia
Médica posterior a la fecha de acogerse al retiro voluntario.
El Fiscal Superior en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao a fojas ochenta y cuatro
opina que se revoque la sentencia y se declare improcedente la demanda porque no ha agotado la
vía previa y en el presente caso no es aplicable las excepciones del artículo 28º de la Ley 23506.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao a fojas noventa y uno confirma la sentencia
de Primera Instancia. El actor interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Que, la parte emplazada por escrito de fojas sesenta y uno admite que ha dejado de prestar
asistencia médica al demandante; este hecho configura la excepción regulado en el artículo 28º,
inciso 2º de la Ley 23506, que prescribe no es necesario agotar la vía previa cuando el acto
imputado puede hacer irreversible la prestación demandada.
Que, con el certificado de trabajo de fojas tres otorgado por el demandado Banco de la Nación se
evidencia que la accionante trabajó desde primero de julio de mil novecientos sesenta y cinco
hasta el cinco de julio de mil novecientos noventa y uno fecha en que cesó por renuncia voluntaria
con incentivos;
Que, el comunicado de fojas cuatro distribuido por el Banco de la Nación ofrece incentivos para
que los trabajadores que se acojan al retiro voluntario continúen con la asistencia médica de
acuerdo a las normas establecidas a la fecha del retiro;
Que, al cinco de julio de mil novecientos noventa y uno fecha del retiro voluntario no existía norma
que regule límite en el tiempo para el disfrute de asistencia médica;
Que, según el certificado del Banco de la Nación de fojas cuarenta y tres el catorce de noviembre
de mil novecientos noventa y uno el Directorio del Banco de la Nación recién aprobó las normas
especiales destinadas a regular el Programa anotado de los trabajadores sujetos al retiro
voluntario;
Que, al cinco de julio de mil novecientos noventa y uno fecha del cese voluntario la referidas
normas no son aplicables al actor porque no pueden tener efecto retroactivo, un acuerdo del
Directorio del Banco de la Nación no obliga a las partes;
Que, el contrato es ley entre las partes y deben cumplirse según la común intención y buena fe de
los contratantes;
Que, según el artículo 62º de la Constitución los contratos sólo pueden ser resueltos vía judicial o
arbitral, entre la actora y el demandado se configuró un contrato con reglas precisas que debe
respetarse;
Que, las relaciones jurídicas sobre prestaciones médicas vigentes a la fecha del retiro son las que
vinculan a las partes; este análisis otorgan mérito para estimar procedente la pretensión de la
actora porque el acto de disponer el cese de la prestación de salud por parte de la demandada está
afectando al artículo 7º y 62º de la Constitución Política del Estado;
Que, no es aplicable lo prescrito por el artículo 11º de a Ley Nº 23506 porque el infractor del
derecho constitucional no ha sido identificado plenamente;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de vista pronunciada por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Callao, de fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y siete que confirma la sentencia
de la Jueza Provisional Civil del Callao del nueve de diciembre de mil novecientos noventa y seis,
que declaró infundada la demanda; reformándola, declararon fundada la demanda, en
consecuencia el Banco de la Nación debe continuar prestando asistencia médica de salud a doña
Gladys Aguilar Alvarado de Cabañi bajo las normas legales vigentes a la fecha del retiro voluntario,
el cinco de julio de mil novecientos noventa y uno; dispusieron la publicación de esta sentencia en
el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Que, para obviar el tránsito de las vías previas...debe demostrase hasta qué punto el actor
quedaría privado de protección si no se le permitiese la vía rápida del amparo; correspondiendo al
juzgador apreciar esta situación con criterio objetivo, según las características del problema y en
función a las circunstancias del caso.
Expediente 915-96-AA/TC
Ica
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, que interpone don Fernando Alberto Eugenio
Guerrero Salazar contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, su
fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que revocando la sentencia apelada,
declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas tres don Fernando Alberto Eugenio Guerrero Salazar interpone acción de amparo contra el
Decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Nacional "San Luis
Gonzaga" de Ica, señor Juan Cáceres Huamán y los señores Gustavo Vela Prado, René De La
Torre Castro, Eduardo Chacaltana Herencia y Javier Sara Laffose, miembros del Tribunal de Honor
de la referida Facultad, por haber vulnerado -presuntamente- sus derechos a la libertad de trabajo
y a la libertad de cátedra.
Los codemandados Juan Cáceres Huamán, Eduardo Chacaltana Herencia De La Torre Castro
contestan la demanda solicitando se la declare improcedente; argumentan que lo que se pretende
con la presente acción de amparo es dejar sin efecto el nombramiento del Tribunal de Honor y no
la protección de algún derecho constitucional, propósito para el cual no es idónea dicha acción; así
mismo deducen la excepción de falta de agotamiento de la vía previa, en razón que el accionante
no ha hecho valer los recursos administrativos que le franquea la ley; agregan que, por otro lado, el
fallo del Tribunal de Honor no se ha ejecutado aún, por lo que el demandante continúa
desempeñándose como docente y sigue percibiendo sus haberes.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Ica, con fecha quince de julio de mil
novecientos noventa y seis, declaró infundada la excepción deducida, por considerar que, pese a
haberse demostrado que el actor no cumplió con agotar la vía previa, éste no se encontraba
obligado a hacerlo por la excepción prescrita en el inciso segundo del artículo 28º de la Ley Nº
23506, toda vez que "el daño moral o desprestigio profesional" puede convertirse en irreparable;
así mismo declara fundada la demanda por estimar que el Decano demandado asumió funciones
que no son de su competencia, transgrediendo los Estatutos y el Reglamento de la Universidad
emplazada.
Interpuesto recurso de apelación, con fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y seis,
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, revocó la apelada y reformándola declaró
improcedente la acción de amparo por no haberse agotado la vía previa.
Contra esta resolución el actor interpone recurso de nulidad, entendido como extraordinario,
elevándose los actuados al Tribunal Constitucional, en conformidad con lo establecido por el art. 41
º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, los codemandados han deducido la excepción de falta de agotamiento de la vía previa
alegando que el accionante, pese a estar prevista la vía previa no la ha empleado y menos aún la
ha agotado.
Que, el juez de primera instancia declaró infundada la referida excepción por considerar que es de
aplicación al caso de autos la excepción de agotamiento de la vía previa establecida en el inciso 2
del artículo 28º de la Ley Nº 23506, en razón que el daño moral y desprestigio profesional que se
ocasionaría al beneficiario del amparo se tornaría en irreparable.
Que, para obviar el tránsito de las vías previas ya previstas no basta argüir el riesgo de
irreparabilidad por la demora, ya que debe demostrarse hasta que punto el actor quedaría privado
de protección si no se le permitiese la vía rápida del amparo; correspondiendo al juzgador apreciar
esta situación con criterio objetivo, según las características del problema y en función de las
circunstancias del caso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, su
fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada de fecha
quince de julio de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la acción de amparo;
mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley; y los devolvieron.
Que, ... es de advertirse que la no satisfacción del principio solve et repete,previsto en el segundo
párrafo del artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 773, en virtud del cual se condiciona el
agotamiento de la vía previa al pago del íntegro de la deuda tributaria; no puede considerarse
como omisión del agotamiento de ésta que el artículo 27º de la Ley Nº 23506, exige, pues ello
hubiere comportado que la finalidad que se persigue con el proceso de Amparo quede desvirtuada,
ya que el presunto acto lesivo se habría consumado...
Expediente 646-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima,
su fecha dieciocho de junio de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada, que
declaró infundada la demanda, la reformó, declarándola improcedente.
ANTECEDENTES:
Fábrica de Hilados y Tejidos Santa Clara S.A. debidamente representada por su gerente general
Ernesto Ychikawa, interpone Acción de Amparo contra el Supremo Gobierno en la representación
del Superintendente Nacional de Administración Tributaria por la violación de sus derechos
constitucionales de seguridad jurídica, libre empresa, libertad de trabajo y no confiscatoriedad de
los tributos.
Ampara su pretensión en lo dispuesto por los artículos 2º, incisos 15) y 16); 3º, 74º y 200º de la
Constitución; y en los artículos 1º, 2º, 3º, 24º, 22º, 26º y 28º, inciso 2 de la Ley 23506.
Alega que dicho impuesto tiene una naturaleza confiscatoria, pues su representada no produce
rentas y se encuentra en estado de falencia económica. Refiere, asimismo, que no han interpuesto
recurso impugnativo alguno ante la Superintendencia de Administración Tributaria, pues de
conformidad con el artículo 129º del Código Tributario, primero tendrían que pagar para reclamar
posteriormente; y que ello es una exigencia que no se compadece con el artículo 8º del Pacto de
San José de Costa Rica.
Con fecha veinte de julio de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Décimo Tercer Juzgado
Civil de Lima emite resolución, declarando infundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha dieciocho de junio de mil novecientos noventa y seis, la Primera Sala Civil de
Lima revoca la apelada, y la declara improcedente.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, del petitorio de la demanda, se infiere que la entidad accionante no pretende
cuestionar la validez constitucional de los artículos 109º, 110º y 114º del Decreto Legislativo 774º,
que establece el impuesto mínimo a la renta, sino los actos concretos de aplicación, que, en base a
tal dispositivo legal, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ha realizado contra
la demandante, que consiste en el giro de la orden de pago número 011-1-15189, de cuatro de
mayo de mil novecientos noventa y cinco. Que, siendo ello así, el plazo de caducidad al que se
refiere el artículo 37º de la Ley 23506, no puede computarse desde que el Decreto Legislativo 771
entró en vigencia, sino desde que a su amparo se ejecutó el acto administrativo que se considera
lesivo a los derechos constitucionales incoados. Que, de otro lado, es de advertirse que la no
satisfacción del principio solve et repete, previsto en el segundo párrafo del artículo 129º del
Decreto Legislativo 773, en virtud del cual se condiciona el agotamiento de la vía previa al pago del
íntegro de la deuda tributaria; no puede considerarse como omisión del agotamiento de ésta que el
artículo 27º de la Ley 23506 exige, pues ello hubiere comportado que la finalidad que se persigue
con el proceso de Amparo quede desvirtuada, ya que el presunto acto lesivo se habría consumado,
pues el objeto de la interposición de este remedio constitucional, constituye, precisamente, el de
evitar que se haga efectivo el cobro del impuesto previsto en la orden de pago referida. Que,
adicionalmente, la exigencia dispuesta por el referido artículo 129º del Decreto Legislativo 773 del
pago del tributo que se considera lesivo, como condición al reclamo de éste, constituye una
desproporcionada restricción del derecho a la tutela jurisdiccional, en sede administrativa,
conforme lo reconoce el artículo 139º, inciso 3 de la Constitución, pues vulnera el derecho de toda
persona a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un Juez o
Tribunal competente en la determinación de sus derechos y obligaciones de orden fiscal, según se
desprende de los artículos 8º, numeral 1, y 25º del Pacto de San José de Costa Rica; por lo que
tras lo dispuesto por el artículo 28º, inciso 2, de la Ley 23506, corresponde a este intérprete
Supremo de la Constitución pronunciarse sobre el fondo. Que, según se desprende del artículo
109º y 110º del Decreto Legislativo 774, el establecimiento del impuesto mínimo a la renta, por
medio del cual se grava a la accionante con un tributo del orden del dos por cien del valor de sus
activos netos, como consecuencia de no encontrarse afecto al pago del impuesto a la renta,
supone una desnaturalización desproporcionada del propio impuesto a la renta que dicha norma
con rango de ley establece, ya que pretende gravar no el beneficio, la ganancia o la renta obtenida
por la accionante como consecuencia del ejercicio de una actividad económica, conforme se prevé
en el artículo 1º, donde se diseña el ámbito de aplicación del tributo, sino el capital o sus activos
netos. Que, en este sentido, un límite al que se encuentra sometido el ejercicio de la potestad
tributaria del estado, conforme lo enuncia el artículo 74º de la Constitución, es el respeto de los
derechos fundamentales, que en el caso de autos no se ha observado, ya que: a) en materia de
impuesto a la renta, el legislador se encuentra obligado, al establecer el hecho imponible, a
respetar y garantizar la conservación de la intangibilidad del capital, lo que no ocurre si el impuesto
absorve una parte sustancial de la renta, de la que potencialmente hubiere devengado de una
explotación racional de la fuente productora del rédito, o si se afecta la fuente productora de la
renta, en cualquier cantidad. b) el impuesto no puede tener como elemento base de la imposición
una circunstancia que no sea reveladora de capacidad económica o contributiva, que en el caso
del impuesto mínimo a la renta con el que se pretende cobrar a la actora, no se ha respetado.
Que,conforme se desprende de los documentos obrantes a fojas tres y cuatro, la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria cursó a la actora la orden de pago número 011-1-15189 así
como la notificación de ejecución coactiva, a fin de que ésta cumpla con abonar a favor del fisco la
suma de cinco mil novecientos noventa y seis, más los intereses, por concepto de pago del
impuesto mínimo a la renta. Que, conforme se desprende de los documentos obrantes de fojas
veintidós a veinticuatro, la actora ha acreditado encontrarse no afecta al pago del impuesto a la
renta por tener pérdidas en la actividad económica a la que se dedica, hecho este que no sólo no
ha sido desvirtuado ni controvertido por la accionada, sino que además lo ha reconocido, conforme
se desprende del escrito de contestación a la demanda, de fojas cuarenta y tres.
FALLA:
Revocando la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, su fecha dieciocho
de junio de mil novecientos noventa y seis, que, revocando la apelada que declaró infundada la
demanda, la reforma y la declara improcedente; Reformándola, declararon fundada la demanda;
dispusieron la inaplicación en el caso concreto del artículo 109º del Decreto Legislativo 774; la
nulidad de la Orden de Pago Nº 011-1-15189; ordenaron que la Superintendencia de
Administración Tributaria se abstenga de iniciar o continuar el procedimiento coactivo destinado a
satisfacer el importe de la orden de pago referida, y dispusieron la publicación de esta sentencia en
el Diario Oficial El Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Agotamiento de vía previa: solve et repete
..., es de advertirse que la satisfacción del principio solvet et repeteprevisto en el segundo párrafo
del artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 773, en virtud del cual el departamento de
reclamaciones de la accionada condicionó la interposición del recurso de reclamación de la actora
al previo pago del íntegro de la deuda tributaria que contiene la orden de pago referida, conforme
se desprende de la resolución que obra a fojas cincuenta y siete; no puede considerarse como
omisión de agotamiento de la vía previa que el artículo 27º de la Ley Nº 23506 exige, pues ello
hubiere comportado que la finalidad que se persigue con el proceso de Amparo quede desvirtuado,
ya que el presunto acto lesivo se habría consumado,...
Expediente 680-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Consorcio Textil del Pacífico S.A. que absorviera a TOP KNIT S.A., representada por su director
ejecutivo Olaf Heinz Cristiani, interpone Acción de Amparo contra los representantes legales de la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y el Ministerio de Economía, por violación
de sus derechos al trabajo, de propiedad y no confiscatoriedad de los tributos.
Ampara su pretensión en lo dispuesto por los artículos 2º, incisos 15 y 16; 70º, 74º y 200º, inciso 2
de la Constitución; así como en los artículos 1º, 2º, 3º, 24º, 26º y 28º, inciso 2 de la Ley 23506, y
sus modificatorias; y en lo dispuesto por el artículo 8º del Pacto de San José de Costa Rica.
Sostiene el recurrente que la empresa absorvida por su representada, TOP KNIT S.A. dejó de
pagar a la SUNAT el importe del impuesto mínimo a la renta correspondiente al mes de diciembre
de mil novecientos noventa y tres, tras haberlo efectuado durante los primeros once meses, ya que
se encontraba con pérdidas económicas.
Refiere que, frente a estas circunstancias de no pagar por aquello que no percibían, la SUNAT les
cursó la Orden de Pago Nº 93-101-115-J-26688-01, por un importe ascendente a seis mil
doscientos noventa con seis céntimos de nuevo sol, más intereses, bajo advertencia de iniciarse un
proceso de ejecución coactiva. Es por ello que, con fecha diecisiete de febrero de mil novecientos
noventa y cuatro, interpusieron el recurso de reclamación ante la entidad recaudadora del tributo; el
mismo que fuera declarado inadmisible por resolución de intendencia número 015-4-01-022, de
fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y cuatro, y notificada el veintiuno de julio del
mismo año, pues para reclamar previamente tenía que pagar el íntegro de la deuda tributaria.
Alega que la compulsión del pago de la renta que no percibe, y que efectuara la SUNAT, se
ampara en el artículo 118º del Decreto Ley 25571, cuyos actos de aplicación, concretamente,
vulneran el derecho de propiedad, a trabajar libremente y el principio de no confiscatoriedad de los
tributos.
Asimismo, contestó la demanda el Procurador de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía
y Finanzas, cuyos fundamentos son: a) El impuesto mínimo a la renta no supone violación del
principio de legalidad y tampoco es confiscatorio. b) porque el tributo que se cuestiona no
constituye un impuesto al patrimonio disfrazado ni una exacción ilegítima. c) porque la Acción de
Amparo no procede contra normas legales, y en el caso se pretende cuestionar la validez de la
norma que establece el impuesto mínimo a la renta. y, d) porque finalmente no se ha violado
ningún derecho constitucional de la demandante.
Con fecha doce de enero de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Décimo Cuarto Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, expide resolución declarando improcedente la Acción de
Amparo. Interpuesto el recurso de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima
expide resolución, con fecha diez de agosto de mil novecientos noventa y cinco, confirmando la
apelada.
Interpuesto el recurso de nulidad, con fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis, la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema expide resolución declarando no haber
nulidad en la resolución de vista, por lo que se interpone el recurso extraordinario, y los autos se
elevan al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, del petitorio de la demanda, se puede inferir que la entidad accionante no
pretende cuestionar la validez constitucional del artículo 188º de la Ley 25571, que establece el
impuesto mínimo a la renta, sino los actos concretos de aplicación, que, en base a tal dispositivo
legal, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ha realizado contra la
demandante, que consiste en el giro de la orden de pago número 93-101-15-J-26688-01, de treinta
y uno de enero de mil novecientos noventa y cuatro. Que, siendo ello así, el plazo de caducidad al
que se refiere el artículo 37º de la Ley 23506 no puede computarse desde que la Ley 25571 entró
en vigencia, sino desde que a su amparo se ejecutó el acto administrativo que se considera lesivo
a los derechos constitucionales incoados. Que, de otro lado, con el objeto de que este Colegiado
pueda entrar a dilucidar las cuestiones de fondo que el recurso extraordinario entraña, es de
advertirse que la no satisfacción del principio solve et repeteprevisto en el segundo párrafo del
artículo 129º del Decreto Legislativo 773, en virtud del cual el departamento de reclamaciones de la
accionada condicionó la interposición del recurso de reclamación de la actora al previo pago del
íntegro de la deuda tributaria que contiene la orden de pago referida, conforme se desprende de la
resolución que obra a fojas cincuenta y siete; no puede considerarse como omisión de agotamiento
de la vía previa que el artículo 27º de la Ley 23506 exige, pues ello hubiere comportado que la
finalidad que se persigue con el proceso de Amparo quede desvirtuada, ya que el presunto acto
lesivo se habría consumado, pues el objeto de la interposición de este remedio constitucional
constituye, precisamente, el de evitar que se haga efectivo el cobro previsto en la orden de pago.
Que, adicionalmente, la exigencia dispuesta por la entidad accionada del pago del tributo que se
considera lesivo, como condición al reclamo de éste, constituye una desproporcionada restricción
del derecho a la tutela jurisdiccional, en sede administrativa, conforme lo reconoce el artículo 139º,
inciso 3, de la Constitución, pues vulnera el derecho de toda persona a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un Juez o Tribunal competente en la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden fiscal, según se desprende de los artículos 8º, numeral 1,
y 25º del Pacto de San José de Costa Rica; por lo que, tras su denegatoria por la accionada,
corresponde a este Colegiado pronunciarse sobre el fondo. Que, según se desprende del artículo
118º del Decreto Ley 25571, el establecimiento del impuesto mínimo a la renta, por medio del cual
se grava a la accionante con un tributo del orden del dos por cien del valor de sus activos netos,
como consecuencia de no encontrarse afecto al pago del impuesto a la renta, supone una
desnaturalización desproporcionada del propio impuesto a la renta que dicho decreto ley establece,
ya que pretende gravar no el beneficio, la ganancia o la renta obtenida por la accionante como
consecuencia del ejercicio de una actividad económica, conforme se prevé en su artículo 1º, donde
se diseña el ámbito de aplicación del tributo, sino el capital o sus activos netos. Que, en este
sentido, un límite al que se encuentra sometido el ejercicio de la potestad tributaria del Estado,
conforme lo enuncia el artículo 74º de la Constitución, es el respeto de los derechos
fundamentales, que en el caso de autos no se ha observado, ya que: a) en materia de impuesto a
la renta, el legislador se encuentra obligado al establecer el hecho imponible, a respetar y
garantizar la conservación de la intangibilidad del capital -o los activos netos, como la denomina la
ley-, lo que no ocurre si el impuesto absorbe una parte sustancial de ellas, de la que
potencialmente hubiere devengado de una explotación racional de la fuente productora del rédito, o
si se afecta la fuente productora de la renta, en cualquier cuantum, b) el impuesto no puede tener
como elemento base de la imposición una circunstancia que no sea reveladora de capacidad
económica o contributiva, que en el caso del impuesto mínimo a la renta con el que se pretende
cobrar a la actora, no se ha respetado. Que, conforme se desprende del documento obrante a fojas
cincuenta y tres, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria cursó a la actora la
Orden de Pago Nº 93-101-115-J-26688-01, a fin de que ésta cumpla con abonar a favor del fisco la
suma de seis mil dos cientos noventa con seis céntimos de nuevo sol, más los intereses, por
concepto de pago del impuesto mínimo a la renta. Que, conforme se desprende de los documentos
obrantes de fojas sesenta y uno a sesenta y cuatro, la actora ha acreditado encontrarse no afecta
al pago del impuesto a la renta por tener pérdidas en la actividad económica a la que se dedica,
hecho este que en ningún momento ha sido desvirtuado ni controvertido por ninguna de las
entidades accionadas.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 680-96-AA/TC
SOLICITUD DE CORRECCION
Doran Talavera Vera, abogado de Consorcio Textil del Pacífico S.A. en los seguidos con la SUNAT
sobre Acción de Amparo, atentamente digo:
Nos ha sido notificada la sentencia expedida, con fecha 29.10.96, por el honorable Tribunal que
usted preside en la misma que se ha incurrido en un error material al consignar el número del
Decreto Ley que establece la normatividad aplicable al Impuesto a la Renta para el ejercicio
gravable del año de 1993. En efecto, Señor Presidente, dicho Decreto Ley es el 25751 y en la
sentencia a que hacemos referencia se ha consignado erróneamente el Nº 25571, razón por la que
solicito al honorable colegiado que se haga la corrección del caso y se consigne como número de
Decreto Ley, el que realmente le corresponde es decir, el 25751 y no el que erróneamente se ha
consignado que es el 25571.
POR TANTO:
Exp. 680-96-AA/TC
VISTA: la solicitud presentada por el Consorcio Textil del Pacífico S.A., con fecha veintinueve de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, y CONSIDERANDO: 1) Que, la solicitud formulada
por la entidad demandante ha sido presentada dentro del plazo previsto en el primer párrafo del
artículo 59º de la Ley 26435. 2) Que, en efecto, en la sentencia expedida por este Colegiado con
fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y seis, por error material, se ha
consignado el número del Decreto Ley como 25571, cuando en realidad es el 25751. 3) Que,
estando a la facultad conferida a este Supremo Tribunal Constitucional: RESUELVE: aclarar que el
número ordinal del Decreto Ley es el 25751, cuyo artículo 188º es inaplicable, en el caso concreto,
para la actora; y dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
«... aún cuando el previo procedimiento administrativo no había concluido, la entidad demandante...
optó por acudir a la vía del amparo, sin que hubiera operado alguna de las excepciones a que se
refiere el Artículo 28° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 845-96-AA/TC
Iquitos
Vicariato Apostólico de San José
del Amazonas
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, debidamente representado por su Obispo-Vicario
Monseñor Lorenzo Rodolfo Guibord Levesque interpone Acción de Amparo contra la Gerencia
Departamental del Instituto Peruano de Seguridad Social - Región Loreto por violación de su
derecho constitucional a la propiedad.
Sostiene la entidad demandante que la entidad demandada, sin reparar en el Acuerdo entre la
Santa Sede y la República del Perú, aprobado mediante Decreto Ley N° 23211, por la que se
exonera a la Iglesia Católica del pago de cualquier tributo, evacuó un acta de inspección en la que
observaba su Caja Regular, tras no contar con el Libro-Caja así como otros libros de contabilidad.
Alega que como consecuencia de ello se les pretende cobrar, coactivamente, la suma de ocho mil
trescientos cinco con cuarenta y seis centavos de nuevo sol, lo que supone una afectación de su
derecho constitucional a la propiedad.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Gerencia Departamental del Instituto Peruano de
Seguridad Social de Loreto, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) La
entidad demandante no ha agotado la vía previa, pues no obstante haber interpuesto su Recurso
de Apelación ante el Tribunal Fiscal, éste no esperó que se resolviera pese a encontrarse aún
dentro del plazo legalmente exigido; b) Están obligados a llevar el Libro Caja, ya que con ello se
registran los ingresos y egresos de la Institución; c) El IPSS no ha violado derecho constitucional
alguno, pues la Resolución de Gerencia cuestionada, por la que se dispone la cobranza coactiva,
ha sido expedida de acuerdo al artículo 79° del Decreto Supremo N° 018-78-TR; d) Si bien las
asignaciones personales de los religiosos no están sujetos al pago de impuestos, existe la
obligación de ésta de probar tal condición, pues en caso contrario, se tendría que considerar que el
personal fuera de planillas, percibe remuneraciones.
Con fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y seis, el Primer Juzgado Especializado en
lo Civil de Maynas, expide resolución declarando fundada la excepción de falta de agotamiento de
la vía previa, y nulo todo lo actuado. Interpuesto el Recurso de Apelación, con fecha diecisiete de
setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto
expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, según aparece del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje sin efecto
la Resolución de Gerencia Departamental de Loreto N° 028-IPSS-GDLO-95, tras considerarse que
ella vulnera el derecho constitucional a la propiedad.
2. Que, siendo ello así, y según se está a los documentos obrantes en autos, la pretensión de
la entidad demandante deberá de desestimarse, ya que: a) Según se está al documento obrante a
fojas veintiséis, la resolución administrativa N° 028-IPSS-GDLO-95, que se pretende cuestionar a
través de la Acción de Amparo, fue impugnada por la entidad accionante, con fecha veinte de
marzo de mil novecientos noventa y seis, con el objeto de que fuera revisada por el Tribunal Fiscal;
b) No obstante ello, y aún cuando el previo procedimiento administrativo no había concluido, la
entidad demandada, con fecha veinticuatro de abril de mil novecientos noventa y seis, optó por
acudir a la vía del Amparo, sin que hubiera operado algunas de las excepciones a que se refiere el
artículo 28° de la Ley N° 23506.
FALLA:
«De autos consta que los demandantes,... no han reclamado por escrito... a través de los recursos
de reconsideración y apelación...agotando de este modo la vía previa, como requisito sin el cual no
resulta procedente la demanda de amparo...»
Exp. N° 341-96-AA/TC
Ancash
Juan E. Maguiña Sal y Rosas y otros
En Lima, a los siete días del mes de mayo de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Juan Ernesto Maguiña Sal y Rosas y otros contra la
resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, de fecha veintitrés de abril
de mil novecientos noventiséis, que revoca la del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de
Huaraz, su fecha veintisiete de febrero de mil novecientos noventiséis, y declara improcedente la
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Contra esta resolución el demandante interpone Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- De autos consta que los demandantes, al conocer de la resolución que les instaura
proceso administrativo, y que cuestionan en esta vía constitucional, no han reclamado por escrito
en ningún instante ante las autoridades administrativas, a los efectos de su anulación y de las
impugnaciones de que son objeto todos los actos administrativos a través de los recursos de
reconsideración y apelación, que permitan a la Entidad Administrativa, en su debido momento,
rectificar o ratificar sus propias decisiones, agotando de este modo la vía previa, como requisito sin
el cual no resulta procedente la demanda de amparo, según lo dispuesto por el artículo 27° de la
Ley N° 26435, de Hábeas Corpus y Amparo.
2.- Que, el artículo 172° del Reglamento del Decreto Legislativo N° 276, de Bases de la
Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público, dispone que durante la
sustanciación del proceso administrativo disciplinario el servidor podrá ser separado de su función
y puesto a disposición de la Oficina de Personal y para realizar otros trabajos que le sean
asignados de acuerdo con su nivel de carrera y especialidad, de modo que la decisión adoptada
por la Resolución materia de su cuestionamiento es lícita.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica 23435 y la Ley Modificatoria Nº 26801;
FALLA:
«Que, el Artículo 27° de la Ley N° 23506 establece que sólo procede la Acción de Amparo cuando
se hayan agotado las vías previas.»
Exp. N° 492-96-AA/TC
Lima
Martín Palacios Marino
En Lima a los veinticinco días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El demandante interpone acción de amparo contra don Ramiro Vilchez Flores, Ex-Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión-Huamachuco y don Carlos Loyola Marquez, Alcalde
de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión-Huamachuco, a fin de que se deje sin efecto la
Resolución de Alcaldía N° 293-95-MPSCH/A, de ficha veintinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, en el extremo que desconoce y deja sin efecto el artículo 2°, de la Resolución de
Alcaldía N° 068-95-MPSCH/A, de fecha cuatro de abril de mil novecientos noventa y cinco.
Aduce el demandante que su nombramiento en la carrera administrativa durante la gestión del ex-
alcalde no se debe a favor político, se debe a que antes de que fuera nombrado, ha venido
desempeñando labores de naturaleza permanente y continuada como empleado contratado en los
cargos antes señalados; "que en la forma por demás inaudita y luego de haberse producido los
efectos de la prescripción a que se refiere el artículo 110°, del Decreto Supremo N° 002-94-JUS,
para declarar la nulidad del acto jurídico - administrativo, el mismo alcalde que lo nombró, expidió
la Resolución de Alcaldía N° 293-95-MPSCH/A, de fecha veintinueve de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, en cuyo artículo único desconoce y deja sin efecto su nombramiento
anulando su propia resolución". Que por esa razón el Alcalde en ejercicio ha procedido a
despedirlo del trabajo, dando por concluidas sus labores que han sido permanentes y continuadas
desde mil novecientos noventa y tres, en la municipalidad demandada; y que se ha hecho acreedor
al derecho de la estabilidad laboral que garantiza la Ley N° 24042, y que señala que el despido
sólo y únicamente podría proceder cuando medie justa causa, debidamente comprobada, previo el
debido procedimiento administrativo. Admitida la demanda ésta es contestada por la entidad
demandada negándola en todos sus extremos.
El Juez Provisional del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, con fecha cuatro de
marzo de mil novecientos noventa y seis, expide sentencia declarando fundada la Acción de
Amparo considerando que la cuestionada resolución a quedado consentida por lo que ha prescrito
la facultad que tenía el Alcalde para dejar sin efecto dicha resolución.
1.- Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje
sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 293-95-MPSCH/A, de fecha veintinueve de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, en el extremo que deja sin efecto el artículo 2°, de la Resolución de
Alcaldía N° 068-95-MPSCH/A, de fecha cuatro de abril de mil novecientos noventa y cinco.
3.- Que, el artículo 27° de la Ley N° 23506 establece que sólo procede la Acción de Amparo
cuando se hayan agotado las vías previas.
4.- Que, a fojas veinte se puede observar la copia certificada expedida por el Jefe de la
Delegación de la Policía Nacional del Perú de Sánchez Carrión - Huamachuco, que sostiene que
se constituyó en la Municipalidad demandada un efectivo de la Policía Nacional del Perú con el
demandante, el día veinte de enero de mil novecientos noventa y seis, entrevistándose con el Jefe
de Personal, manifestándole que las personas antes indicadas fueron cesadas de su trabajo por
término de contrato en el mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, por disposición del
Alcalde Provincial de Huamachuco.
5.- Que, el demandante a fin de acreditar que no lo dejaban ingresar al trabajo se constituyo
con un efectivo Policial el día veinte que fue sábado en que no trabajaban en el centro laboral
correspondiente, por lo que no pudo hacerse tal constatación, por lo que, dicho acto, no surtió
ningún efecto habiéndose vencido los quince días que tenía para impugnar la resolución que dejó
sin efecto su nombramiento.
6.- Que, del estudio de autos se puede apreciar que la constatación efectuada por el efectivo
de la Policía Nacional del Perú, fue realizada el día veinte de enero de mil novecientos noventa y
seis. Dicho día fue sábado, fecha que la entidad demandada la desvirtúa indicando que no laboran
los días sábados, domingos ni feriados y que su horario de trabajo es de lunes a viernes, como en
todas las entidades del Estado, presentando para ello copia de la Resolución de Alcaldía N° 002-
96-MPSCH/A, (a fojas treinta y dos del cuadernillo del Tribunal Constitucional), de fecha cinco de
enero de mil novecientos noventa y seis, mediante la cual se aprueba el horario de trabajo de la
que se desprende que, en efecto, la Municipalidad demandada no labora los días sábados. Por lo
que la Resolución de Alcaldía cuestionada ha quedado consentida, no habiendo el demandado
agotado la vía previa, establecida por ley. Por lo que se ha incurrido en la causal de improcedencia
establecida en el antes mencionado artículo 27° de la Ley N° 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, de fojas ciento setenta y uno, su fecha veinticuatro de mayo de mil novecientos
noventa y seis, que revocando la apelada, declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo. Ordena
su publicación en el Diario Oficial El Peruano; y los devolvieron.
Exp. N° 175-96-AA/TC
Lima
C.I.N.S.A.
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Petitorio : Compañía de Industrias Nacionales S.A., "CINSA" interpone Acción de Amparo contra la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, S.U.N.A.T. y el Ministerio de Economía y
Finanzas con el fin que se reponga los hechos al estado anterior del giro de dos Ordenes de Pago
N° 93-101-115-J-18666-01 por treinta y cinco mil setecientos noventa con sesenta centavos de
nuevos soles, más intereses y el N° 93-101-102-J-20637-01, por cincuenta y dos mil seiscientos
dos nuevos soles más intereses, por derechos de Impuesto Mínimo a la Renta correspondiente a
los meses de agosto y setiembre del ejercicio gravable de mil novecientos noventa y tres.
Pretensión: La empresa solicita se deje sin efecto legal los giros efectuados mediante Ordenes de
Pago anotados. Pretende se reconozca que no se les puede aplicar el Impuesto a la Renta y el
Impuesto Mínimo a la Renta porque la empresa no produce rentas hace varios años. Sostienen
que se violan los siguientes derechos constitucionales: a) A la propiedad y no confiscatoriedad de
los tributos, b) A la libre empresa; c) A la libertad de trabajo, d) A la seguridad jurídica. Afirma que
la empresa ha interpuesto recurso de reclamación contra la Orden de Pago girado por S.U.N.A.T.
por el mes de agosto de mil novecientos noventa y tres. Esta entidad ha aplicado el artículo 129°
del Código Tributario que contiene el inconstitucional sistema del "Solve et Repete", primero pagar
y reclamar después. El Ministerio de Economía y Finanzas expresa : Uno de los fundamentos del
Impuesto Mínimo a la Renta es evitar la evasión tributaria y que el Estado al constituir como crédito
la suma que resulte de aplicar el treinta por ciento sobre la pérdida del ejercicio, estaba otorgando
un beneficio que encuadraba dentro de la política económica de ese momento, pero que como la
realidad económica no es inmutable también podría por las mismas consideraciones suspender
ese crédito. La demandante al expresar que ha iniciado un reclamo ante la S.U.N.A.T. no ha
cumplido con lo establecido en el artículo 27° y 28° de la Ley N° 23506. La S.U.N.A.T. expresa: El
Impuesto Mínimo a la Renta tiene su sustento en lo que se denomina "renta potencial", grava la
renta que generarían las empresas mediante un uso adecuado de sus activos, fomentando la
eficiencia de las mismas. Es aplicable a todas las empresas, no existe tratamiento diferenciado. El
carácter confiscatorio de un tributo no se puede presumir, debe ser fruto de un análisis riguroso,
implica la existencia de un plazo probatorio, aspecto que no permite la Acción de Amparo.
Menciona que el artículo 126° del D.S. N° 868-92-EF, Reglamento del Impuesto a la Renta,
establece que adicionalmente se deberá presentar en formulario cada mes en que opere la
suspensión indicando el motivo por el que no se realiza dichos pagos. El demandante no ha
agotado la vía previa por cuanto ha interpuesto recurso de reclamación contra las Ordenes de
Pago que culmina en la Corte Suprema.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara fundada la Acción de
Amparo. Sostiene que la omisión de la empresa en dar aviso al ente recaudador no menoscaba su
derecho sustantivo a la no aplicación del referido impuesto. La creación del Impuesto Mínimo a la
Renta constituye un doble gravamen y su exigencia legal viola los principios de justicia,
proporcionalidad, no confiscatoriedad y certeza, afectan el artículo 139° de la Constitución de 1979;
en tal virtud hay incompatibilidad notoria de la aplicación de la Ley 25751, artículo 118° y la
Constitución de 1979.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el plazo de caducidad prescrito por el artículo 37° de la Ley N° 23506 para interponer
Acción de Amparo, se computa a partir de la fecha del hecho que da inicio o en el que se produce
la afectación; no en la fecha de promulgación de la Ley N° 25751, el primero de enero de mil
novecientos noventa y tres; según el escrito de demanda de fojas veintitrés e instrumentos de fojas
uno y siete, la notificación de las órdenes de pago se produjo el mes de octubre de mil novecientos
noventa y tres; por tanto, la Acción de Amparo se planteó dentro del plazo de ley.
2. Que, según el cargo del escrito, de fojas cinco y seis, su fecha veintiocho de octubre de mil
novecientos noventa y tres, el demandante formuló recurso de reclamación ante la Administración
Tributaria; contra la Orden de Pago N° 93-101-115-J-18666-01, objeto de la pretensión por el cual,
por no más de noventa días, solicita específicamente, la suspensión del procedimiento coactivo
que pueda iniciarse contra su empresa respecto al cobro de la Orden de Pago anotada; al efecto,
sustenta su reclamación administrativa en el presupuesto contemplado en los artículos 119° y 129°
del Código Tributario, regulado por el Decreto Legislativo N° 773; señala el accionante que en su
caso median otras circunstancias diferentes a las indicadas del inciso a) al f) del artículo 119°
acotado, como es el que su empresa debido a la dura recesión económica que viene afrontando el
país, ha arrojado pérdidas durante el ejercicio gravable de mil novecientos noventa y tres.
3. Que, según estas dos reglas tributarias, cuando se invoca la pretensión anotada, la
Administración Tributaria, bajo responsabilidad, deberá admitir la reclamación y resolver dentro del
plazo de noventa días la solicitud; es decir, al plantear el demandante el argumento referido tenía
conocimiento que esta regulación garantiza la inafectación de su patrimonio mientras agota la vía
administrativa; en caso de inadmisibilidad gozaba de la facultad de interponer sucesivamente los
recursos jerárquicos respectivos; en consecuencia, en el presente caso, habiendo el demandante
iniciado el reclamo administrativo y no existiendo en autos constancia de haberse agotado la vía
administrativa, no es atendible la pretensión incoada, de conformidad con el artículo 27° de la Ley
N° 23506 y artículo 11° de la Ley N° 17537;
4. Que, antes de recurrir a la vía jurisdiccional, los interesados deben agotar la vía previa
cuando se trata de demandas contra actos o resoluciones administrativas del Estado, el
incumplimiento de este precepto está sujeto a responsabilidad como preceptúa el artículo 11° de la
Ley N° 17537, salvo excepciones de leyes especiales;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
«Que, las deudas tributarias pendientes de pago por falta de determinación del acreedor tributario
competente por razón de territorio, como en el presente caso no se resuelve vía acción de garantía
en tanto no tiene categoría de derecho constitucional.»
Exp. N° 191-96-AA/TC
Lima
Leandro Baldomero Jaramillo Tolentino
En Lima, a los catorce días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO :
Acción de Amparo. Recurso Extraordinario interpuesto por don Leandro Baldomero Jaramillo
Tolentino contra la sentencia expedida por la Primera Sala Superior Mixta Descentralizada del
Distrito Judicial del Cono Norte, su fecha dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y uno,
por sus propios fundamentos confirmó la sentencia del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil
del Cono Norte que declaró infundada la Acción de Amparo. La Sala sostiene que el Municipio
Distrital de Independencia es el competente para cobrar los tributos correspondientes a la
Urbanización Naranjal.
ANTECEDENTES :
Petitorio: Don Leandro Baldomero Jaramillo Tolentino, interpone Acción de Amparo contra el
Concejo Distrital de Independencia, para que los hechos se repongan al estado anterior al día
catorce de junio de mil novecientos noventa y cinco, en que se le cursó una notificación coactiva
por supuesto pago del Impuesto Predial de los años mil novecientos noventa y tres y mil
novecientos noventa y cuatro por quinientos cincuenta y dos con treinta y tres nuevos soles.
Pretensión: Que, se declare ineficaz la notificación coactiva porque es una amenaza contra sus
bienes. Expresa que como propietario del inmueble pagaba sus impuestos al Concejo Provincial de
Lima. Nunca ha pagado al Municipio de Independencia. Está al día en sus pagos tributarios
realizados al Municipio Distrital de San Martín de Porres, por ser su jurisdicción territorial,
indebidamente la Municipalidad demandada le pretende cobrar tributos. Manifiesta que la
Urbanización Naranjal pertenece a San Martín de Porres. La Municipalidad Distrital de
Independencia contesta la demanda expresando que la Corte Suprema de Justicia de la República
por Ejecutoria del veintidós de setiembre de mil novecientos noventa y tres declaró fundada la
demanda de demarcación territorial contra el Concejo Distrital de San Martín de Porres. En tal
virtud, la Asociación Pro-Vivienda Naranjal, al cual pertenece el demandante, corresponde a la
jurisdicción de la Municipalidad de Independencia.
El Juzgado de Primera Instancia declaró infundada la Acción de Amparo porque por Acuerdo de
Concejo N° 287 la Municipalidad de Lima ratificó que el área delimitada por la Av. Naranjal,
Carretera Panamericana Norte, Prolongación Av. Tomás Valle y la Av. Gerardo Unger se encuentra
dentro de la jurisdicción de la Municipalidad Distrital de Independencia razón por la cual el cobro
corresponde a este gobierno local.
FUNDAMENTOS:
2. Que, de conformidad con el artículo 119° del Decreto Legislativo N° 816, que regula el
Código Tributario, mientras dure el proceso de reclamación, el deudor tributario tiene garantizado la
inafectación de su patrimonio si conforme a ley interpone sus recursos impugnatorios
oportunamente;
3. Que, las deudas tributarias pendientes de pago por falta de determinación del acreedor
tributario competente por razón de territorio, como en el presente caso no se resuelve vía acción de
garantía en tanto no tiene categoría de derecho constitucional.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA :
Lima
Efraín Arturo Espinal Cruzado
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventiocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por el doctor Efraín Espinal Cruzado: a) Contra la sentencia de
vista, su fecha veinticinco de abril de mil novecientos noventa y siete. (Exp. N° 456-97-AA/TC) que
declara improcedente la acción de Hábeas Data; b) Contra la sentencia de vista, (Exp. N° 491-97-
AA/TC), su fecha nueve de abril de mil novecientos noventa y siete, que declara improcedente la
acción de amparo y c) Contra la sentencia de vista, (Exp. N° 1014-97-AA/TC), su fecha veintiocho
de agosto de mil novecientos noventa y siete, que declara improcedente la acción de amparo.
Es materia del grado resolver las tres sentencias impugnadas vía recurso extraordinario.
ANTECEDENTES:
Exp. N° 456-97-HD/TC:
Don Efraín Arturo Espinal Cruzado interpone acción de Hábeas Data contra doña Dativa Beatriz
Monteagudo Angulo, Directora General de Administración del Tribunal Constitucional y contra el
Ministerio de Justicia. Manifiesta que la demandada niega la entrega de las copias de los
presupuestos analíticos basándose en el artículo 35° del Decreto Legislativo N° 757. Expone que
recibe dos pensiones, una como cesante de la Universidad Nacional Federico Villarreal y otra como
cesante del Tribunal Constitucional; sin embargo, no le han abonado el Aguinaldo de Navidad de
diciembre mil novecientos noventa y cinco, ni la Bonificación por Escolaridad de mil novecientos
noventa y seis, pese a haber estado percibiendo en años anteriores.
El mismo demandante interpone Acción de Amparo contra doña Dativa Beatriz Monteagudo y doña
María del Carmen Muro de Rodríguez, Directora General de Administración y Directora de
Personal, respectivamente, del Tribunal Constitucional y contra el Ministerio de Justicia para que se
le permita el derecho a gozar Aguinaldo de Navidad ascendente a ciento ochenta Nuevos Soles. El
veinte de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, solicitó por escrito a la Directora General
para que siga gozando el derecho anotado. Su pedido no fue resuelto hasta la fecha de su
demanda. Expresa que no agota la vía administrativa amparándose en el artículo 28° inciso 2), 3) y
4) de la Ley N° 23506.
El Procurador General de la República de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Justicia contesta
la demanda expresando que el demandante no ha agotado la vía administrativa previa
Exp. N° 1014-97-AA/TC:
El demandante, doctor Efraín Arturo Espinal Cruzado interpone Acción de Amparo contra doña
Beatriz Monteagudo Angulo y doña María del Carmen Muro de Rodríguez, Directora General de
Administración y Directora de Personal del Tribunal Constitucional, respectivamente; y contra el
Ministerio de Justicia, con el fin que le paguen la Bonificación Extraordinaria por Escolaridad de
trescientos Nuevos Soles en su condición de pensionista del Tribunal Constitucional. Se ha
suspendido tal derecho que venía percibiendo a partir del primero de abril de mil novecientos
noventa y seis.
El Procurador General de la República de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Justicia contesta
la demanda manifestando que el demandante no ha agotado la vía previa contemplada en el
artículo 27° de la Ley N° 23506.
FUNDAMENTOS:
1. Que, en el proceso sobre Hábeas Data, se aprecia que el demandante no ha cumplido con
cursar, previamente, a los emplazados el requerimiento notarial del cumplimiento de la pretensión
incoada como establece el literal a) del artículo 5° de la Ley N° 26301;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
«... el agotamiento de las vías previas que establece el artículo 27° de la Ley N° 23506, devino en
inexigible en el presente caso a tenor de lo prescrito por el artículo 28°, inciso 1), de la Ley de
Hábeas Corpus y Amparo, por cuanto la impugnada Resolución N° 1209-GZLO-IPSS-92, que
decretó el cese del demandante, no siendo la última en la vía administrativa fue ejecutada
inmediatamente.»
Exp. N° 277-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad interpuesto por don Luis Alberto Zelada Vilchez, contra la sentencia de la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 21 de enero
de 1997, que confirma la sentencia apelada, su fecha 30 de mayo de 1996, que declaró
improcedente la acción de amparo contra el Presidente Ejecutivo del Instituto Peruano de
Seguridad Social, don Luis Castañeda Lossio, el Gerente Central de Desarrollo de Personal, doña
Danitza Milosevich Caballero, el Gerente de la Gerencia Zonal Lima Oeste del IPSS, don José
Fernández Fernández, el Jefe de Personal de la Gerencia Zonal Lima Oeste del IPSS, don Walter
Benito Pacheco.
ANTECEDENTES:
Don Luis Alberto Zelada Vílchez, con fecha 28 de febrero de 1996, interpone Acción de Amparo
contra el Presidente Ejecutivo del Instituto Peruano de Seguridad Social, don Luis Castañeda
Lossio, el Gerente Central de Desarrollo de Personal, doña Danitza Milosevich Caballero, el
Gerente de la Gerencia Zonal Lima Oeste del IPSS, don José Fernández Fernández, el Jefe de
Personal de la Gerencia Zonal Lima Oeste del IPSS, don Walter Benito Pacheco, por violación de
sus derechos laborales; solicita el demandante que, se deje sin efecto la resolución N° 1209-
GZLO-IPSS-92, de fecha 23 de noviembre de 1992 por la cual se le cesa injustificadamente como
trabajador del IPSS; alega el demandante que con fecha 16 de noviembre de 1992 le fue retirada
su tarjeta de control, aduciéndose que estaba despedido al no haberse presentado al examen
convocado por el IPSS realizado el 15 de noviembre de 1992; el justiciable alega que no había
sido convocado por escrito al referido examen, tal como lo disponía la Directiva N° 032-92 del
IPSS; que, con posterioridad al retiro de su tarjeta de control fue expedida la resolución que
decretó su cese por causal de racionalización, pretendiéndose así regularizar el atropello a sus
derechos; alega el demandante que su labor estaba sujeta al Decreto Legislativo N° 276 Ley de
Bases de la Carrera Administrativa y del Sector Público, y su Reglamento el Decreto Supremo N°
005-90-PCM, que consagran como derechos de los servidores de la carrera pública a gozar de
estabilidad laboral, normándose que sólo pueden ser destituidos por causa prevista en la ley y
previo proceso administrativo, lo que no fue contemplado en su caso.
A fojas 49, los funcionarios emplazados contestan la demanda, y deducen las excepciones de
cosa juzgada y de caducidad; respecto a la primera, señalan que el reclamo del actor ya fue
atendido por el Poder Judicial mediante resolución de fecha del 15 de junio de 1993, por el Décimo
Octavo Juzgado Especializado en lo Civil, de Lima que declaró improcedente la demanda;
respecto, a la excepción de caducidad, alegan que considerando que la resolución administrativa
impugnada es de fecha 16 de noviembre de 1992, y que la fecha en que se interpone la presente
acción es el 23 de febrero de 1996, a todas luces ha transcurrido más de tres años por lo que ha
caducado el derecho del demandante para interponer esta acción de garantía.
A fojas 125, la sentencia del Vigésimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, declara
improcedente por caducidad de la demanda, en aplicación del artículo 37 de la Ley N° 23506.
Interpuesto Recurso de Nulidad que debe ser entendido como Recurso Extraordinario, los autos
son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41° de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, del examen de los actuados se aprecia que el agotamiento de las vías previas que establece
el artículo 27 de la Ley N° 23506, devino en inexigible en el presente caso a tenor de lo prescrito
por el artículo 28, inciso 1°, de la Ley de Habeas Corpus y Amparo, por cuanto la impugnada
Resolución N° 1209-GZLO-IPSS-92, que decretó el cese del demandante, no siendo la última en
la vía administrativa fue ejecutada inmediatamente,
Que, el demandante no obstante teniendo expedito su derecho para recurrir a la vía del amparo
contra la Resolución N° 1209-GZLO-IPSS-92, de fecha 23 de noviembre de 1992, y notificada al
actor el 27 de mismo mes y año, ejercitó esta acción de garantía con fecha 28 de febrero de 1996,
excediendo el plazo de caducidad previsto en el artículo 37 de la Ley N° 23506, por lo que esta
acción resulta improcedente;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política y su Ley Orgánica;
FALLA:
«Que, la diligencia policial [realizada en su centro de trabajo]... se llevó a cabo sin la presencia del
demandante, a solicitud de tercera persona... razón por la cual la mencionada certificación policial
carece de mérito probatorio para justificar la omisión del agotamiento de la vía previa...»
Exp. N° 534-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Samuel Edgardo Silva Torres contra la resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su fecha cuatro
de junio de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Samuel Edgardo Silva Torres interpone Acción de Amparo contra don Ramiro Vilchez Flores,
ex Alcalde de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión-Huamachuco y don Carlos Loyola
Márquez, actual Alcalde de dicho gobierno local, con el propósito que se declare inaplicable a su
caso la Resolución de Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A y se deje sin efecto el despido de que ha sido
objeto, se le reponga en el cargo que ocupaba y se le abonen las remuneraciones dejadas de
percibir por dicho motivo.
A fojas ciento veinte el codemandado don Ramiro Vílchez Flores contesta la demanda señalando
que el nombramiento del demandante se hizo respetando las normas legales sobre la materia.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, revoca la apelada y declara
improcedente la demanda, por estimar que no se afectó ninguno de los derechos constitucionales
invocados.
FUNDAMENTOS:
3. Que, la diligencia policial a que se contrae el documento mencionado se llevó a cabo sin la
presencia del demandante, a solicitud de tercera persona y con el objeto de que se verifique que
aquel no se encontraba dentro de las instalaciones de la Municipalidad demandada. Siendo el caso
que de lo que se trataba era acreditar que la resolución cuestionada fue ejecutada antes de quedar
consentida y que el actor fue despedido, resultaba indispensable la presencia del demandante en
dicha diligencia, a efecto de verificar que no se le permitía el ingreso a su centro de trabajo; razón
por la cual la mencionada certificación policial carece de mérito probatorio para justificar la omisión
del agotamiento de la vía previa; máxime si la información proporcionada al efectivo policial por el
encargado de la mesa de partes de la entidad emplazada, en el sentido que el demandante fue
despedido, ha sido desmentida por dicho empleado en su declaración jurada notarial de fojas
ciento cuatro; en consecuencia , la demanda resulta improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad de fojas ciento noventa y siete, su fecha cuatro de junio de mil novecientos noventa y seis,
que revocando la apelada declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; ordena se publique en
el Diario Oficial El Peruano y los devolvieron.
Expediente 135-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventiséis, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente
Acosta Sánchez, Vicepresidente
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano de Mur,
García Marcelo
Actuando como Secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Ugo Gherardi Rubio, representante Legal de Southern
Perú Copper Corporation en Lima, contra la resolución de la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicial su fecha doce de julio de mil novecientos noventicuatro, que declara
Haber Nulidad en la sentencia de fojas ciento noventa del principal, fechada el cuatro de marzo de
mil novecientos noventicuatro, que declaró fundada la Acción de Amparo interpuesta.
ANTECEDENTES:
Don Raúl Vera Rodríguez, se desempeñaba como Jefe de Guardia de la Planta Concentradora de
Cuajone, de la Empresa Southern Perú Copper Corporation, cargo que es calificado como de
confianza por dicha empresa, pero que no fue comunicado a la Autoridad Administrativa de
Trabajo; es así que el día 20 de enero de 1992, cuando se encontraba laborando conforme a sus
funciones ocurrió un accidente de trabajo que casi cuesta la vida a un obrero de la mencionada
planta, por lo que fue despedido. Para Southern Perú Copper Corporation, este despido ocurrió
antes que se cumpliera el plazo dispuesto por la Tercera Disposición Transitoria y Final del Decreto
Legislativo Nº 728(1) para recalificar a los trabajadores considerados de confianza, por lo que el
referido trabajador se desempeñaba en un cargo que tenía dicha calificación al momento de su
despedido, señalando además, que sólo podía reclamar una indemnización y no su reposición, ni
su calificación de despido. Ante este hecho, Raúl Vera Rodríguez, interpuso ante el Juez Laboral
de Ilo, una demanda de calificación de despido, solicitándose declare improcedente e injustificado
el mismo y se le reponga en su puesto de trabajo, señalando que la empresa le otorga una
condición de la que no goza que es la de ser trabajador de confianza, porque en la práctica no se
dieron los requisitos de tener nivel de dirección en la empresa, independencia de decisiones, ni
representatividad.
El Juez Laboral declaró fundada dicha demanda lo que fue confirmado en su oportunidad por la
Sala Laboral de la Corte Superior de Arequipa, por cuanto la imputación de la falta grave al
trabajador se deriva de un problema técnico atribuible a la empresa al que el trabajador buscó la
mejor solución, "descartándose de este modo el dolo o culpa por parte del demandante", por lo que
la responsabilidad del evento acaecido es atribuible a la supervisión y personal de labor y a la
empresa por no tomar las precauciones del caso y no únicamente "el actor".
Es al concluir el proceso laboral anteriormente detallado, que don Jaime Rochetti Arancibia,
representante legal de Southern Perú Copper Corporation en Arequipa, interpone Acción de
Amparo ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, contra la Sala Especializada
en lo Laboral de dicha Corte, por considerar que en el procedimiento laboral se ha violado su
derecho constitucional al debido proceso, y para que se declare Nula e inaplicable la sentencia que
confirmó la resolución expedida por el Juzgado de Trabajo de Ilo, en los seguidos contra de su
representada por don Raúl Vera Rodríguez, sobre Calificación de Despido.
Admitida la Acción de Amparo la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa la declara
fundada, basándose en una ejecutoria de la Corte Suprema de Justicia que establece que "el
amparo judicial a diferencia de lo que ocurre en otros tipos de amparo, el objeto del contradictorio
no versa sobre un derecho sustancial constitucional conculcado, sino sobre un error procesal no
susceptible de ser corregido a través de los recursos ordinarios sino sólo a través de los remedios
extraordinarios como son el Recurso de Casación, aún no regulado, y el Amparo Judicial...";
agregando finalmente que, tanto la sentencia laboral de primera instancia como la de la Sala
Laboral, incurrieron en error "in procedendo" al no aplicar el procedimiento administrativo para la
calificación de cargo de confianza en la forma prevista por la ley y considerar a un trabajador con
un status diferente al que le permite la ley, dándole acceso a una acción laboral que no le
corresponde por tratarse de personal de confianza.
Contra esta resolución, se interpone el recurso de nulidad, elevándose los actuados a la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, la cual señala que a través del amparo se
está cuestionando una resolución judicial emanada de un procedimiento regular en el cual el
accionante ha ejercitado su derecho haciendo valer los recursos que la ley franquea, por lo que
declararon Haber Nulidad en la sentencia de vista de fecha cuatro de marzo de mil novecientos
noventicuatro que declaró fundada la Acción de Amparo interpuesta y reformandola, la declararon
improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la parte accionante, resume su pretensión sosteniendo que ha habido error "in procedendo" al
haberse inaplicado, en la resolución cuestionada, el Artículo 15º de la Ley Nº 24514 y los Artículos
49º, 50º y 51º del Decreto Supremo Nº 032-91-TR(2).
Que, Southern Perú Copper Corporation calificó como funcionario de confianza a don Raúl Vera
Rodríguez, Jefe de Seguridad de la Unidad de Cuajone, sin comunicar este hecho a la Autoridad
Administrativa de Trabajo, como puede observarse de la comunicación remitida por el Presidente
de dicha empresa al Director General de Relaciones de Trabajo, obrante a fojas ocho y siguientes
del principal.
Que, al amparo del inciso 2) del Artículo 6º de la Ley Nº 23506, concordante con el Artículo 10º de
la Ley Nº 25398, no se puede enervar la validez y los efectos de resoluciones judiciales dictadas
por el Organo Jurisdiccional competente, y emanadas de un procedimiento regular, dentro del cual
el accionante debió hacer valer los recursos legales que las normas procesales establecen.
FALLA
REY TERRY;
GARCIA MARCELO
Los intereses difusos o colectivos, principalmente vinculados con la preservación del ambiente y
cuyos valores puestos en juego afectan prácticamente a todos; han hecho nacer un nuevo tipo de
amparo, denominado amparo colectivo.
Expediente 221-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado
Nugent; de la Presidencia.
Díaz Valverde;
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Salomón Linares Cornejo, contra la resolución de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha seis de febrero de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don José Salomón Linares Cornejo interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial
de Arequipa, representada por su Alcalde don Roger Cáceres Pérez con el propósito que se
disponga que este Gobierno Local suspenda todo tipo de celebración en el centro de la ciudad de
Arequipa, que entrañe causar daños a la propiedad y las personas, suspenda igualmente todo tipo
de tráfico pesado por "Arequipa cuadrada", cancele cualquier licencia de transporte por el centro de
la ciudad y erradique todos los centros nocturnos que existen en "Arequipa cuadrada" y los locales
que expenden bebidas alcohólicas adulteradas.
Manifiesta el accionante que es vecino de la calle Bolívar Nº 319 de la ciudad de Arequipa; que
cada 14 de agosto -fecha en que se celebra la verbena de la ciudad- él, sus familiares y vecinos
son víctimas de actos de inmoralidad y vandalismo, producto del alcoholismo; que, el transporte
pesado provoca graves daños al medio ambiente local, a la salud de los pobladores y está
socavando las estructuras de las antiguas casonas de la ciudad de Arequipa, con el riesgo que
desaparezcan estos monumentos arquitectónicos; agrega que la circulación de vehículos de
transporte público y de carga por las calles céntricas de esta ciudad pone en peligro la vida de
cientos de escolares que estudian en centros educativos de las calles Puente Grau, Bolívar y
Sucre.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que en el escrito de demanda el actor afirma que interpone la presente acción en defensa del
medio ambiente, del patrimonio cultural y de la seguridad ciudadana del centro de la ciudad de
Arequipa -de la cual es vecino- y de la salud e integridad física de sus habitantes, atribuyéndole a
la Municipalidad demandada una conducta lesiva omisiva, frente a los hechos que denuncia.
2.- Que, en el presente caso estamos frente a derechos de incidencia colectiva, a los que la
doctrina conoce con el nombre de intereses difusos o colectivos, principalmente vinculados con la
preservación del ambiente; cuyos valores puestos en juego afectan prácticamente a todos; interés
jurídicamente relevantes que han hecho nacer un nuevo tipo de amparo, denominado amparo
colectivo por el estudioso argentino Augusto M. Morello; y cuya admisibilidad ha sido expresamente
reconocida -para el caso de derechos constitucionales de naturaleza ambiental- por el Art. 26º
tercer párrafo(1) de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo; dispositivo legal, que por otra
parte, reconoce la legitimatio ad causam a cualquier persona, aun cuando la violación o amenaza
no lo afecte directamente.
3.- Que, no obstante ello, el demandante no ha acreditado haber ejercido previamente su derecho
de petición ante la autoridad administrativa; máxime que las Municipalidades gozan de autonomía
para establecer pautas respecto al tránsito, espectáculos y otorgamiento de licencias, por lo que el
Juez no puede suplir a dicha autoridad en el ejercicio de sus atribuciones.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Confirmando la resolución de fojas cincuenta y siete, de fecha seis de febrero de mil novecientos
noventa y siete, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que confirmando la apelada, declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial El Peruano, con arreglo a ley; y los devolvieron.
Expediente 2209-95
LIMA
Sentencia
Resolución Nº 444
VISTOS: en Discordia interviniendo como Vocal Ponente el señor Vega Maguiña; con lo expuesto
por el señor Fiscal en su dictamen de fojas ciento veintiséis; oído el informe oral; y
CONSIDERANDO: Primero: Que la limitación de no poderse ejercitar la Acción de Amparo contra
normas legales contenida en la última parte del punto segundo del artículo doscientos de la
Constitución vigente, evidentemente no debe estimarse ni como un veto absoluto que condene a la
inacción contra violaciones de derechos constitucionales so pretexto de sustentarse en normas
legales, ni desde luego como una ineficaz prohibición; Segundo: Que nuestra Carta Magna, al
determinar el contenido y alcances de las leyes, en sus artículos ciento tres y siguientes, admite
que puedan darse normas contrarias a la sistemática constitucional; Tercero: Que esa ilegitimidad
de algunas normas, en justicia, no debe prevalecer, sólo porque formalmente alcance el rango de
tales, sobre todo si su aplicación agravia derechos elementales, que la propia Carta Política
garantiza. Cuarto: Que el hecho de que la Suprema Ley del Estado autorice mecanismos
específicos para la declaración de inconstitucionalidad de las disposiciones legales y por
infracciones de la Constitución y de la Ley, obviamente no supone limitación ni impedimento alguno
para el ejercicio de la Acción de Amparo, contra un hecho u omisión que vulnere o amenace los
derechos reconocidos por la Ley fundamental, habida cuenta que su objeto viene a ser el de
reponer las cosas al estado anterior a la agresión o amenaza, mediante un procedimiento especial,
rápido, urgente, sumarísimo, simplificado y preferencial, en razón de los derechos que protege.
Quinto: Que, precisamente, en materia tributaria el numeral setenticuatro de la Ley de Leyes
especifica los requisitos y alcances de las disposiciones legales de ese tipo, sancionado: "No
surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de lo que establece el presente artículo";
Sexto: Que es entonces por autorización de esta regla constitucional que, sin necesidad de una
previa acción de inconstitucionalidad o acción popular, si se infringe el sistema tributario
constitucional, cualquier afectado puede usar la vía del amparo, para conjurar la agresión, de
acuerdo a la misma Carta Política; Sétimo: Que si no fuera todo esto así, carecería de sentido y de
eficacia la previsión del citado artículo setenticuatro de la Constitución; Octavo: Que, en todo caso,
mediante su demanda de fojas sesentiuno, Industrias Nettalco Sociedad Anónima, promueve
Acción de Amparo no contra norma legal alguna sino específicamente contra el Supremo Gobierno,
para que, en función del numeral tercero de la Ley de Garantías número veintitrés mil quinientos
seis(1), se declare que le son inaplicables los artículos ciento nueve y demás pertinentes del
Decreto Legislativo número setecientos setenticuatro, (Ley de Impuesto a la Renta), con relación al
impuesto mínimo a la renta para el año mil novecientos noventicinco y consecuentemente el giro
por la SUNAT de la Orden de Pago número cero once-uno-diecinueve cinco ochenticuatro y la
subsiguiente notificación de ejecución coactiva número cero once-cero seis-cero ocho-ocho diez;
Noveno: Que en efecto, si se tiene en cuenta que cuando una empresa en lugar de producir
ganancias genera pérdidas, el llamado impuesto mínimo a la renta "no menor al dos por ciento del
valor de sus activos netos" deviene confiscatorio, por que no incide sobre utilidad alguna sino sobre
el capital empresarial, de suerte que en tal contingencia concreta si hay infracción del glosado
artículo setenticuatro de la Constitución; Décimo: Que habiéndose cursado la orden de pago
número cero once-uno-diecinueve cinco ochenticuatro, con advertencia de ejecución coactiva
(fojas veinticuatro) y la notificación de ejecución coactiva el catorce de setiembre de mil
novecientos noventicinco y estando promovida la demanda de fojas setentiuno el veintidós de ese
mes y año, es claro que se ha planteado dentro del término previsto en el artículo treintisiete de la
acotada Ley de Garantías número veintitrés mil quinientos seis(2) y también, ante la amenaza de
cobranza coactiva, no corresponde aplicar el numeral veintisiete(3) sino el punto segundo del
artículo veintiocho(4) de esa misma Ley; y Undécimo: Que por todo lo expuesto, es del caso
amparar la acción, teniendo en cuenta además que, conforme a la declaración jurada para el
impuesto a la renta de tercera categoría, de la accionante, oficialmente presentada a la SUNAT
según es de verse de la copia de fojas veintiséis y de la auditoría de fojas veintisiete y siguientes,
dicha accionante viene arrastrando pérdidas anuales, y en atención a que, por Ejecutoria Suprema
de treinta de mayo de mil novecientos noventicinco se ha establecido que es fundada la Acción de
Amparo contra normas que transgreden el artículo setenticuatro de la nueva Constitución:
REVOCARON la sentencia apelada de fojas noventicinco a noventisiete, su fecha treintiuno de
octubre del año próximo pasado que declara improcedente la Acción de Amparo incoada a fojas
sesentiuno por Industrias Nettalco Sociedad Anónima la que declararon FUNDADA y, en
consecuencia, que le son inaplicables para el ejercicio tributario de mil novecientos noventicinco,
las disposiciones del artículo ciento nueve y conexos del Decreto Legislativo número setecientos
setenticuatro, así como la orden de pago número cero once-uno-diecinueve cinco ochenticuatro y
la notificación de ejecución coactiva número cero once-cero-seis-cero-ocho-ocho diez, de catorce
de setiembre de mil novecientos noventicinco; MANDARON se publique en el Diario Oficial El
Peruano por el término de Ley; y, los devolvieron. En los seguidos por Industrias Nettalco Sociedad
Anónima con SUNAT sobre Acción de Amparo.
Y CONSIDERANDO: Primero: Que el artículo ciento nueve del Decreto Legislativo número
setecientos setenticuatro, Ley del Impuesto a la Renta, aplicable para el ejercicio gravable,
establece que el Impuesto a la Renta de los perceptores de rentas de tercera categoría no podrá
ser menor al dos por ciento del valor de sus activos netos; Segundo: Que, el referido porcentaje
constituye el monto mínimo que debe pagar todo perceptor de rentas de tercera categoría por
concepto de Impuesto a la Renta; Tercero: Que, es evidente que el objeto de dicha norma es el de
establecer una presunción legal de rentabilidad mínima en función de la explotación normal y
racional de los activos netos de una empresa, o sea, de la capacidad de producción y de
generación de recursos; Cuarto: Que, de ello se infiere, que el sustento de la mencionada norma
es evitar que las empresas viables declaren pérdidas o rentas menores a las reales y en esta forma
evadan el pago del impuesto que les corresponde; Quinto: Que, el referido dispositivo legal ha sido
dictado al amparo de un Decreto Legislativo por facultades delegadas del Congreso de la
República, respetándose el principio de legalidad que inspira al Derecho Tributario y que está
consagrado en el artículo setenticuatro de la Constitución Política del Perú; Sexto: Que, de la
declaración jurada obrante a fojas veintiséis se puede establecer que el demandante ha declarado
el monto que le corresponde por concepto de pago a cuenta del Impuesto a la Renta y así mismo,
el monto del impuesto mínimo a la Renta a que está obligado Sétimo: Que, es deber de los
contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, más aún aquellos que han sido auto
determinados por el propio contribuyente; Octavo: A que, la cobranza que la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria -SUNAT- pueda efectuar a la Empresa accionante, no puede
ser calificada como una amenaza a sus derechos constitucionales sino el cumplimiento del
ejercicio regular de sus funciones, por cuanto la referida institución tiene como función propia la de
determinar, fiscalizar y efectuar el cobro de los tributos, los que constituyen ingresos del Tesoro
Público. Noveno: A que, según lo establecido en el Artículo Primero del Código Tributario, la
obligación tributaria es de derecho público, y tiene por objeto el cumplimiento de la prestación
tributaria; Décimo: A que, la accionante al utilizar esta vía pretende que se declare que no es de
aplicación para ella el dispositivo legal objetado; Décimo Primero: A que, la orientación dada a la
acción implicaría encontrar una forma de amparo de una resolución judicial, para exonerar al
demandante del pago de tributos, lo cual atenta contra el principio constitucional de legalidad o
reserva de la Ley y de igualdad en la tributaria. Décimo Segundo: A que, la Ejecutoria Suprema
recaída en la causa número novecientos catorce-noventicinco -Lima de fecha catorce de febrero de
mil novecientos noventiséis ha declarado no haber nulidad en una resolución expedida por la
Primera Sala Civil en un caso similar, donde el suscrito fue ponente: MI VOTO es por que se
CONFIRME la sentencia apelada de fojas noventicinco a noventisiete, su fecha treintiuno de
octubre de mil novecientos noventicinco que declara IMPROCEDENTE la Acción de Amparo
interpuesta por Industrial Nettalco Sociedad Anónima; y, se MANDE consentida y/o ejecutoriada
que sea la presente resolución se publique en el Diario Oficial El Peruano por el plazo de Ley.
El objeto del recurso de exceso de poder es impugnar normas de carácter individual, como son los
Decretos Supremos expropiatorioso de extensión de dominio. La acción de amparo tiene la
finalidad de proteger los derechos constitucionales que fueran vulnerados o amenazados.
Expediente 1855-93
Lima
Señor Presidente:
De los actuados se advierte que la Accionante demanda se declare nulo, sin efecto legal e
inaplicable el Decreto Supremo Nº 0042-91-AG de fecha 17 de octubre de 1991, que aprueba el
plano perimétrico de afectación con fines de Reforma Agraria, del predio rústico "OQUENDO", en
una extensión de 321 Hectáreas; 4,300 metros cuadrados, en la provincia del Callao, departamento
de Lima, disponiendo que se abone el justiprecio de conformidad con los Artículos 52º, 53º y 177º y
siguientes del TUC del Decreto Ley Nº 17716 y Decreto Supremo Nº 0159-74-AG, así como las
Resoluciones Directorales Nº 180-90-AG/UAD-VI-L y Nº 133-90-AG-DGA, por constituir una
violación a sus derechos constitucionales, de propiedad, contratación y trabajo, consagrados en los
Artículos 252º, 254º inciso 8) y 255º inciso 1) de la Constitución Política del Estado(1).
De las instrumentales que obran insertas en el presente expediente que, el cuestionado Decreto
Supremo Nº 0042-91-AG amenaza los derechos del actor, por cuanto pretende aplicar una norma
derogada, ordenando el justiprecio del bien inmueble, de una realidad que no corresponde, pues el
31 de agosto de 1991 entró en vigencia el Decreto Legislativo Nº 653, cuya Primera Disposición
Final derogó el Texto Unico Concordado del Decreto Ley Nº 17716 y sus disposiciones
ampliatorias y conexas, en consecuencia quedó derogado el inciso g) del Artículo 50º del referido
TUC que disponía la aprobación del plano definitivo de afectación dispuesto mediante Decreto
Supremo Nº 0042-91-AG. Que la valorización y cancelación debe efectuarse dentro de los
lineamientos que establece la Ley General de Expropiación, dictada para el efecto Decreto
Legislativo Nº 313.
Por los fundamentos expuestos, esta Fiscalía Suprema es de OPINION; se declare HABER
NULIDAD en la recurrida y reformándola se declare fundada la Acción de Amparo.
Administrativo
Sentencia
novecientos noventicuatro.
VILLAFUERTE B.
Ampliación de la demanda: improcedencia
...este Tribunal considera pertinente señalar que (las ampliaciones de la demanda) debieron ser
declaradas inadmisibles al momento de presentarse, (por no cumplir) el artículo 311º del Código de
Procedimientos Civiles (artículo 428º del Código Procesal Civil)...
Expediente 005-94-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Francisco Siviriche Angelats, contra la resolución de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, su fecha nueve de noviembre de mil
novecientos noventitrés, que declaró No Haber Nulidad en la recurrida, la que revocando la
apelada, declaró Improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Ministerio de Trabajo y
Promoción Social.
ANTECEDENTES:
Don Francisco Siviriche Angelats, interpone acción de amparo contra el Ministerio de Trabajo y
Promoción Social, para que se garanticen sus derechos constitucionales, los que han sido
premeditadamente violados por el Viceministro de Promoción Social, por la Comisión de Procesos
Administrativos Disciplinarios, y por el Director General de la Oficina de Inspectoría Interna del
Ministerio de Trabajo y Promoción Social; fundamenta su pretensión en los siguientes hechos: l)
que el Viceministro de Trabajo y Promoción Social expidió la Resolución Viceministerial N° 0306-
91-VMPS de fecha seis de noviembre de mil novecientos noventiuno en la que se le imputa la falta
grave de inasistencias a su centro de trabajo con el propósito de cesarlo en el cargo, cuando en
realidad se trataba de la no justificación del no marcado de la tarjeta de asistencia a la hora de
salida, hecho este último que fue obviado incluso cuando se expidió la Resolución Viceministerial
N° 0333-91-VMPS del dieciocho de diciembre de mil novecientos noventiuno, notificada el
veintiocho de enero de mil novecientos noventidós, por la que a pesar de absolverse al accionante
de las supuestas inasistencias, se ordena que se le sancione con amonestación escrita por
Resolución del Director de Educación; y, 2) que este hostigamiento da lugar a que el Director
General de la Oficina de Inspectoría Interna pretenda revivir el expediente concluido por
Resolución Directoral N° 277-91-AD de fecha dos de agosto de mil novecientos noventiuno,
originado a consecuencia de la solicitud del accionante para que se le agregue a su tiempo de
servicios, el tiempo que laboró como obrero en el Ministerio de Agricultura en el período
comprendido entre el nueve de agosto de mil novecientos setentitrés y el treintiuno de julio de mil
novecientos setenticinco; dicho expediente fue iniciado en su contra, porque el Ministerio de
Agricultura informó contradictoriamente que el accionante no se encontraba considerado en las
planillas de dicha entidad, correspondientes a los años mil novecientos setentitrés a mil
novecientos setenticinco. Por estas razones solicita que cesen las amenazas y hostilizaciones en
contra de su persona.
El Procurador Público adjunto a cargo de los Asuntos del Ministerio de Trabajo y Promoción Social,
al contestar la demanda, solicita que la misma sea declarada improcedente, toda vez que el actor
no ha cumplido con agotar la vía previa; y porque además los representantes del Ministerio de
Trabajo y Promoción Social se han limitado a actuar dentro de sus atribuciones conforme a lo
dispuesto por el Decreto Legislativo N° 276 y su Reglamento el Decreto Supremo N° 005-90-PCM.
Esta sentencia al ser apelada, es revocada por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, la que reformándola la declaró Improcedente, de conformidad con lo opinado por la
señora Fiscal Superior, la misma que señala a fojas ciento setentidós, que "las resoluciones de las
autoridades de trabajo que motiva la acción de amparo, se encuentran expedidas con arreglo a ley,
toda vez que éstas constituyen actos propios de la administración pública al ser dictados de
acuerdo al procedimiento previsto en el D.S. Nº 006-SC; que el D.Leg. Nº 276 y su reglamento
previsto en el D.S. Nº 005-90-PCM norman los derechos y sobre todo los deberes de los servidores
públicos, de manera que todos los empleados de este sector son pasibles de sanciones cuando se
comprueba la comisión de una falta grave, como la que incurriera el recurrente y dio lugar a su
destitución"; además, habiendo interpuesto el recurrente el correspondiente recurso de
reconsideración en la vía administrativa, éste se encuentra aún en trámite, no habiéndose agotado
la vía administrativa, como lo señala el artículo 27° de la Ley N° 23506.
En su oportunidad, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, por mayoría, declaró No
Haber Nulidad en la recurrida, por los propios fundamentos de la misma.
FUNDAMENTOS:
Que, por dichas irregularidades, el Viceministro de Promoción Social del Ministerio de Trabajo y
Promoción Social, en uso de las atribuciones que le otorga el Decreto Legislativo N° 276 y su
Reglamento el D.S. N° 005-90-PCM, expide la Resolución Vice Ministerial N° 033-92-VMPS, por la
que se instauró Proceso Administrativo Disciplinario contra el accionante, la que fue notificada a
este último, quien fue citado en el mismo y ejerció su derecho de defensa, no existiendo pues, en el
caso de autos amenaza alguna contra los derechos constitucionales del accionante, por cuanto la
administración se ha limitado a realizar funciones que le son propias, sin que se haya observado
que el procedimiento administrativo iniciado, lo haya sido de manera arbitraria.
Que, con la ampliación de la demanda, el actor está variando la pretensión inicial, al solicitar ya no
que los demandantes se abstengan de amenazar con violar sus derechos constitucionales, sino
que se declare la nulidad de la Resolución Viceministerial N° 051-92-VMPS por la que se le
destituye de su puesto de trabajo, y de la Resolución Ministerial N° 116-92-TR por la que se
autoriza al Procurador Público encargado de los Asuntos del Ministerio de Trabajo y Promoción
Social, para que formule denuncia penal contra el recurrente por presumir la supuesta comisión de
delito contra la fe pública;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, ... no se ha violado ningún derecho constitucional al demandante toda vez que la facultad de
la Administración para aperturar proceso administrativo no ha prescrito, pues no ha transcurrido el
plazo de un año contado a partir del momento en que la autoridad competente tomó conocimiento
de la comisión de la falta, conforme lo señala el artículo 173º del D.S. Nº 005-90-PCM...
Expediente 844-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Oswaldo Gallegos Chávez, contra la sentencia de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha veintiocho de agosto de
mil novecientos noventiséis, que confirmó la apelada de fecha veintitrés de abril de mil novecientos
noventiséis, que declara improcedente la acción de amparo presentada en contra del Instituto
Peruano de Seguridad Social (IPSS).
ANTECEDENTES:
La demanda es contestada por el Apoderado Judicial doctor Juan Manuel Bellido Oblitas, quien
dedujo las excepciones de incompetencia, de falta de agotamiento de la vía previa, de oscuridad o
ambigüedad en el modo de proponer la demanda. En cuanto al fondo del asunto, negó y contradijo
la demanda en todos sus extremos, manifestando que sí, en la acción de amparo se ordenó
reponerlo en su puesto a raíz del proceso instaurado en su contra por la Comisión de Alto Nivel de
Procesos Administrativos, pero no por la Comisión Permanente de Procesos Administrativos, a la
que efectivamente le competía su caso; asimismo la sentencia de vista a la que hace referencia el
demandante, no sólo dispuso se dejara sin efecto la resolución Nº 081-GG-IPSS-95, sino que
también ordenó que "sin perjuicio a que cumpla el demandado el procedimiento a que hubiera en
forma debida", lo que no significaba dos procesos por un mismo hecho, sino rehacer el único
proceso pero bajo las pautas dictadas por la resolución de vista, haciendo notar que no cabía
tampoco hablar de prescripción, porque la autoridad competente, de conformidad con el art. 173º
del D.S. Nº 005-90-PCM, en este caso es la Comisión Permanente de Procesos Administrativos
Disciplinarios que asumió su competencia recién el 01 de enero de 1996.
El Juez del Primer Juzgado en lo Civil de Arequipa, en su resolución, declaró improcedente todas
las excepciones deducidas por el demandado, y en cuanto al fondo del asunto, declaró
improcedente la demanda, substancialmente, por considerar que la vía del amparo no es la idónea
para ventilar el asunto materia de autos, ya que el asunto requiere una evaluación técnica y mayor
debate, incompatibles con la naturaleza sumarísima de la acción de garantía, siendo la correcta la
contencioso-adminstrativa.
En opinión del señor Fiscal Superior, que tuvo conocimiento de la causa cuando se apeló la
resolución del citado Juzgado, la sentencia debía ser confirmada en todos sus extremos, pues el
nuevo proceso investigatorio se aperturó por una orden judicial, en la forma debida y a fin de
rectificar el anterior proceso, el cual culminó con la dación de la resolución que se cuestiona; y,
además, por considerar que el amparo por su carácter sumario y residual no es el camino idóneo
para ventilar un proceso administrativo disciplinario.
La sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, por los
fundamentos de la apelada y en conformidad en parte con el dictamen fiscal, conformó la
resolución de primera instancia.
Presentado el recurso extraordinario, fue concedido a fojas 175, remitiéndose los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, del estudio efectuado, tenemos que al recurrente se le abrió proceso administrativo, con
fecha 30 de enero de 1996, mediante Resolución Administrativa Nº 036-GG-HNSA-IPSS-96, en
mérito a lo que disponía la Resolución Judicial de 20 de noviembre de 1995 (sentencia de vista),
emitida en otra acción de amparo que fue instaurada por el demandante contra una resolución del
IPSS que lo destituye, y que dice "...disponiéndose la reposición del demandante dejándose por lo
tanto sin efecto la resolución 081-GG-OPSS-95, por la que se resolvió el Proceso Administrativo
Disciplinario y sin perjuicio a que cumpla el demandado el procedimiento a que hubiera en forma
debida". Que, el interesado, contra la Resolución Nº 036-GG-HNSA-IPSS-96, plantea recursos
impugnativos de reconsideración y apelación, el primero declarado infundado (fs. 74 y 75), el
segundo (fs.2 y 3) declarado inadmisible mediante Resolución Nº 100-GG-HNSA-IPSS-96, la
misma que lo cesa temporalmente por 12 meses sin goce de remuneraciones a partir del 07 de
marzo de 1996, como lo señala el recurrente en su demanda. Es así que contra esta Resolución el
accionante plantea acción de amparo, solicitando la inaplicabilidad de la Resolución Nº 100-GG-
HNSA-IPSS-96. Que, teniendo en consideración la fecha desde cuando se aplicó la resolución
cuestionada, es decir el 07 de marzo de 1996, vemos que a la fecha, han transcurrido con exceso
los 12 meses de sanción impuesta al demandante por el IPSS, habiéndose convertido, en este
extremo, en irreparable la agresión según lo señalado en el inciso 1) del artículo 6º de la Ley Nº
23506, modificado por la Ley Nº 25011. Que, por otra parte, no se ha violado ningún derecho
constitucional al demandante toda vez que la facultad de la Administración para aperturar proceso
administrativo, no ha prescrito, pues no ha transcurrido el plazo de un año contado a partir del
momento en que la autoridad competente tomó conocimiento de la comisión de la falta, conforme
lo señala el artículo 173º del D.S. Nº 005-90-PCM, entendiendo que la autoridad competente era la
Comisión Permanente de Procesos Administrativos del IPSS, que según se advierte en los
documentos, tomó conocimiento oficial de la falta cometida el 30 de enero de 1996, fecha en la que
se le abre proceso administrativo al demandante (fs.71), estando probado, además, que dicha
Comisión se había inhibido anteriormente de conocer el asunto (fs.31). Que, en referencia al
recurso de apelación que el recurrente planteó contra la resolución Nº036-GG-HNSA-IPSS-96, que
le apertura el proceso administrativo disciplinario, emitida por la gerencia, y que no fuera elevado a
la Presidencia Ejecutiva del IPSS como era la obligación del Gerente, sino que fue resuelto por él
mismo, este colegiado, considera que debió plantearse en contra ese acto el recurso de queja que
franquea la ley ante los defectos de tramitación (art. 105º del D.S. Nº 02-94-JUS).
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones concedidas por la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
....este Colegiado estima que a través de una norma con rango de ley, no se puede impedir a los
justiciables el que se impugnen los efectos de aplicación de una norma jurídica...
Expediente 030-95-AA/TC
Lima
Caso: José Antonio Sandoval Peláez
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencias de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando, como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don José Antonio Sandoval Peláez, interpone Acción de Amparo contra don Alberto Fujimori
Fujimori, en su calidad de Presidente de la República, y los señores, Oscar de la Puente Raygada,
Víctor Malca Villanueva, Carlos Boloña Behr, Juan Briones Dávila, Fernando Vega Santa Gadea,
Víctor Paredes Guerra, Absalón Vásquez Villanueva, Jorge Camet Dickman, Jaime Yoshiyama
Tanaka, Augusto Antonioli Vásquez, Alfredo Ross Antezana, Jaime Sobero Taira, Augusto Blacker
Miller y Víctor Joy Way, en sus condiciones de Ministros de Estado, por haber expedido los
Decretos Leyes N° 25446 y 25454, solicitando se declare la inaplicabilidad de los mismos respecto
de su persona, toda vez que por los mismos se le cesan en el cargo de Juez del Trigésimo Cuarto
Juzgado Penal del Distrito Judicial de Lima, y le impiden por la vía de la Acción de Amparo, la
impugnación de los mismos.
Señala que los referidos Decretos Leyes, no tienen considerando alguno que los motive, habiendo
sido expedidos por un gobierno que ha usurpado funciones que no le competen violando la
Constitución y las leyes, por lo que carecen de validez jurídica y defensa legal obligatoria,
resultando de aplicación lo dispuesto por el artículo 3° de la Ley Nº 23506, y el artículo 5° de la Ley
N° 25398, toda vez que la Acción de Amparo procede aún en el caso que la violación o amenaza
se base en una norma que sea incompatible con la Constitución. Asimismo, señala que los
derechos constitucionales violados, son el de libre acceso a un debido proceso, el de defensa, el
de estabilidad en el trabajo, el de igualdad ante la ley, el de alcanzar un nivel de vida que permita
asegurar su bienestar y el de su familia, el de petición ante la autoridad competente, y el de
irretroactividad de la ley, así como que también se han violado Pactos y Tratados Internacionales,
continuando además vigente la Constitución Política de mil novecientos setentinueve, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 307° de la misma.
Al contestar la demanda, el Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Justicia, solicita que la Acción de Amparo interpuesta sea declarada improcedente, toda vez que
"el Decreto Ley N° 25446 ha sido expedido dentro del contexto de la Ley de Bases del Gobierno de
Emergencia y Reconstrucción Nacional, Ley N° 25418 en cuyo artículo 2° inc. 2 se decreta la
reorganización integral del Poder Judicial y del Ministerio Público entre otras dependencias
públicas". Y que mediante el artículo 2° del Decreto Ley N° 25454, "el Supremo Gobierno ha
prescrito que no procede la Acción de Amparo dirigida a impugnar directa o indirectamente los
efectos de la aplicación del Decreto Ley N° 25446 entre otros".
El Vigésimo Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, declaró improcedente la demanda, por los
siguientes fundamentos: 1) que, sin poner en duda que las garantías constitucionales son por su
naturaleza "normas de primer orden y jerárquicamente son de obligatorio cumplimiento", también lo
es que el juzgador tiene como obligación primigenio aplicar la ley, ya que de no hacerlo, podría
quedar incurso en el delito de prevaricato; 2) que, el derecho no interrumpe la vida de una
colectividad, "puesto que las leyes que lo conforman pese a no tener en algunos casos el mismo
origen sin embargo en cuanto a sus efectos éstos son los mismos, lo que conlleva a que el
juzgador no pueda sino, confrontada la realidad, aplicar el precepto vigente tal como lo dispone el
artículo doscientos treintitrés inciso cuarto de la Constitución Política del Estado"; 3) que, por
medio del Decreto Ley Nº 25418 el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional ha
promulgado su Ley de Bases, en cuyo artículo 8° quedan suspendidos los artículos de la Carta
Fundamental que se opongan al referido Decreto Ley; y, 4) que, a consecuencia de la
reorganización del Poder Judicial se ha promulgado el Decreto Ley Nº 25446, en cuyo artículo 3°
se cesa al accionante de la presente, y asimismo se expidió el Decreto Ley Nº 25454, cuyo artículo
2° establece la improcedencia de toda acción de amparo, "destinada a enervar los efectos de la
primera de tales normas", por lo que no queda sino, el estricto cumplimiento de las mismas, "razón
por la cual no es posible entrar a analizar el fondo del petitorio que motiva esta causa".
Esta sentencia al ser apelada es confirmada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, por sus propios fundamentos, y por considerar además, que "la Doctrina y la
legislación comparada reconocen categoría legal a los denominados Decretos Leyes, sancionados
por el Poder Ejecutivo en substitución del Poder Legislativo cuya existencia, en su conformación de
acuerdo a lo que al respecto señala la Constitución Política ha sido descartada", por lo que en
virtud a las denominadas acciones de garantía no puede pretenderse una sanción de
inconstitucionalidad de dispositivos legales que precisamente niegan ese derecho a los justiciables;
a mayor abundamiento, refiere la propia Sala que con posterioridad a los hechos que motivan el
presente proceso, se ha instalado el Congreso Constituyente Democrático que "ha asumido el
conocimiento de los casos de los Jueces cesados sin un debido proceso legal", el mismo que
anuncia "cauces, procedimientos y decisiones inexpugnables para resolver definitivamente todos
los reclamos al respecto".
Contra esta resolución, el actor interpone recurso extraordinario, elevándose los actuados al
Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41° de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, su fecha once de
marzo de mil novecientos noventa y tres, que confirmando la apelada, declaró improcedente la
demanda; Reformándola, la declararon fundada; dispusieron la inaplicación en el caso de autos,
del artículo 2° del Decreto Ley Nº 25454 y el artículo 3° del Decreto Ley Nº 25446; Ordenaron se
reincorpore a José Antonio Sandoval Peláez en el cargo de Juez del Distrito Judicial de Lima;
declararon la no aplicación del artículo 11° de la Ley Nº 23506 en el caso de autos; la publicación
de esta sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
«Que, la facultad de no aplicar una norma por no ser compatible con la Constitución en procesos
como el Amparo... no puede realizarse en forma abstracta sino como resultado de la existencia de
una situación concreta de hechos, cuya dilucidación exige la aplicación de una norma legal, que en
el caso de autos no se ha generado por no haberse acreditado los actos que se reputan a la
demandada...»
Exp. N° 149-93-AA/TC
Lima
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La Sociedad Anónima Fábrica Nacional Textil El Amazonas, representada por don Pedro Gamio
Palacios, y otros interpusieron la presente Acción de Amparo contra el Supremo Gobierno, por la
aplicación del Decreto Legislativo N° 561, que aprobó normas de ajuste integral por inflación de los
estados financieros de las empresas, y el Decreto Supremo N° 116-90-EF, que estableció normas
complementarias para la aplicación de citado Decreto Legislativo, a fin de que se repongan al
estado anterior los derechos de la recurrente, violados por la aplicación de dichas normas. La
demandante señala que:1) el Decreto Legislativo N° 561 y el Decreto Supremo N° 116-90-EF han
establecido un impuesto confiscatorio a la inflación; 2) el artículo 21° de la Ley N° 25160, del 26 de
diciembre de 1989, facultó al Poder Ejecutivo para que dictara normas de ajuste integral por
inflación de los estados financieros de las empresas con efecto tributario; 3) se creó un impuesto
de naturaleza extraordinaria, no mayor del 5%, que se aplicaría sobre el excedente que resultare
de la primera valorización, siendo el pago fraccionado y en armadas hasta diciembre de 1990; y, 4)
el Decreto Legislativo N° 561 ha excedido los alcances de la facultad delegada por la Ley N° 25160
y el Decreto Supremo N° 116-90-EF lo modifica a pesar de ser sólo un Decreto Supremo.
Los procuradores públicos encargado de los asuntos judiciales del Poder Legislativo, del Poder
Judicial, de la Oficina del Consejo de Ministros y del Jurado Nacional de Elecciones y el
Procurador General de la República, a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y
Finanzas, contestaron la demanda y solicitaron que sea declarada improcedente y/o infundada
debido a las razones siguientes: 1) los hechos y argumentos de la demanda no reflejan la violación
concreta del derecho de propiedad invocado, ni de algún otro derecho sustantivo, descartándose
los principios jurídicos en que además se apoya, por no ser materia de un proceso de garantía; 2)
de conformidad con lo dispuesto por el inciso 1) del artículo 298° de la Constitución de mil
novecientos setenta y nueve contra las leyes y decretos legislativos sólo procede la Acción de
Inconstitucionalidad y cuando contravengan la Constitución en la forma y en el fondo, y según lo
dispone la misma Carta Política sólo están facultados para interponer Acción de
Inconstitucionalidad aquellos que han sido considerados en el artículo 299° y por lo tanto la
empresa demandante no tiene derecho a contradecir judicialmente la validez, vigencia o efectos
del Decreto Legislativo N° 561; 3) al expedirse el Decreto Legislativo en cuestión no se ha violado
ni amenazado derecho constitucional alguno porque la referida norma fue dada de conformidad
con las normas y procedimientos legales entonces vigentes; y, 4) tratándose de una norma
administrativa de carácter general como el Decreto Supremo, materia de la presente acción, sólo
procede la Acción Popular, conforme a lo dispuesto en la Ley N° 24968.
El Vigésimo Primer Juzgado Civil de Lima, con fecha cuatro de diciembre de mil novecientos
noventa, declaró fundada la demanda por considerar que: 1) La presente Acción de Amparo tiene
como finalidad primordial que se repongan las cosas al estado anterior al de la violación cometida
por la aplicación del Decreto Legislativo N° 561 y del Decreto Supremo N° 116-90-EF
restableciéndose para la empresa accionante el pleno ejercicio de sus derechos constitucionales
por haberse violado el derecho constitucional consagrado en el artículo 87 de la Constitución de mil
novecientos setenta y nueve; 2) conforme lo dispuso el artículo 21° de la Ley N° 25160 se otorgó
facultades al Ejecutivo para aprobar las normas de ajuste integral por inflación de los estados
financieros establecidos, por el término de 90 días -contado desde el 1° de enero de 1990-
habiendo cumplido con dicho mandato el último día del plazo; 3) pasados 20 días de haber vencido
dicho plazo se dictó el Decreto Supremo N° 116-90-EF, que incluye como segundo párrafo del
artículo 4° del Decreto Legislativo N° 561, que "constituye excedente, la diferencia que resulte del
mayor valor imputado al activo menos el mayor valor impugnado al pasivo y ganancias diferidas ";
4) el artículo 211°, inciso 20) facultaba al Presidente de la República a administrar la hacienda
pública, negociar los empréstitos y dictar medidas extraordinarias en materia económica, cuando
así lo requiere, con cargo de dar cuenta al Congreso sin embargo dichas facultades extraordinarias
"sólo afectan el interés nacional" (sic); y, 5) el artículo 139° de la Constitución de mil novecientos
setenta y nueve establece que la tributación se rige por los principios de legalidad, uniformidad,
justicia, publicidad, obligatoriedad, certeza y economía en la recaudación.
La Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha treinta de diciembre de mil
novecientos noventa y uno, revocó la apelada que declaró fundada la Acción de Amparo y
reformándola la declaró improcedente. Argumentó su fallo en que 1) los hechos y argumentos de
la demanda no reflejan la violación concreta del derecho de propiedad invocado, ni algún otro
derecho sustantivo, descartándose los principios jurídicos en que además se apoya, por no ser
materia de un proceso de garantía; y, 2) de conformidad con lo dispuesto por el inciso 1) del
artículo 298° de la Constitución de mil novecientos setenta y nueve contra las leyes y decretos
legislativos sólo procede la Acción de Inconstitucionalidad, cuando contravengan la Constitución en
la forma y en el fondo, y según lo dispone la misma Carta Política sólo están facultados para
interponer Acción de Inconstitucionalidad aquellos que han sido considerados en el artículo 299° de
dicha Carta.
Contra esta última Resolución, el representante legal de las empresas accionantes interpone
Recurso de Casación, elevándose los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que las demandantes señalan que la violación de sus derechos constitucionales, por la
aplicación del Decreto Legislativo N° 561 y del Decreto Supremo N° 116-90-EF, se hizo efectiva el
23 de abril de 1990, con la entrada en vigencia de la Resolución de Superintendencia que aprueba
el formato de la Declaración Jurada de pago para hacer efectivo el impuesto, y sin embargo no
han cumplido con acreditar de manera cierta e inequívoca el acto administrativo realizado por la
demandada para hacer efectivo el pago del impuesto que se considera lesivo a los derechos
constitucionales invocados.
2. Que la facultad de no aplicar una norma por no ser compatible con la Constitución en
procesos como el Amparo, cuya competencia es reconocida a los jueces y magistrados del Poder
Judicial, y de este mismo Colegiado, no puede realizarse en forma abstracta sino como resultado
de la existencia de una situación concreta de hechos, cuya dilucidación exige la aplicación de una
norma legal, que en el caso de autos no se ha generado por no haberse acreditado los actos que
se reputan a la demandada y que supuestamente amenazan con violar los derechos
constitucionales de las empresas demandantes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el poder disciplinario es el medio con que cuenta la Administración para obligar a sus
agentes el cumplimiento de los deberes específicos del servicio; sin embargo, debe entenderse
que ... las sanciones de mayor gravedad sean aplicadas sobre la base del respeto a los principios
del debido proceso.
Expediente 292-97-AA/TC
Cusco
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por doña Margarita Tupayachi
Luna contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, su
fecha catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, que declaró infundada la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Margarita Tupayachi Luna interpone acción de amparo contra don Mario Escobar Moscoso,
Rector de la Universidad Andina del Cusco, por el despido del cargo de docente universitaria de
éste centro de estudios de que ha sido objeto, vulnerándose -según afirma- sus derechos
constitucionales a la igualdad ante la ley y a la libertad de trabajo.
Manifiesta que fue denunciada administrativamente por la alumna Luzgarda Frizancho Paz, por
presunto incumplimiento de sus obligaciones de docente, abuso de autoridad y exacción en la
verificación de prácticas pre-profesionales; atribuye la denuncia a animosidad de dicha alumna por
haber sido desaprobada en las referidas prácticas; agrega que mediante Resolución Nº CU-231-
96/SG-UAC de fecha 18 de mayo de 1996 se le apertura proceso disciplinario, poniéndosele desde
ese momento a disposición de la oficina de personal y se le pide hacer entrega de su carga
académica; que, el proceso se encontraba fenecido y prescrito, pues desde la fecha que interpuso
su reclamación hasta la fecha en que se le dio respuesta habían transcurrido 7 meses con 26 días;
que mediante Resolución Nº CU-310-96/SG-UAC de fecha 27 de junio de 1996 fue despedida.
Señala así mismo que el despido se sustenta en una presunta inconducta referida al hecho de
haber demorado la calificación de la práctica pre-profesional de la denunciante; que dicha
calificación no excedió de 14 días y por otro lado ni la Ley Universitaria, los Estatutos de la
universidad demandada ni el Reglamento de Prácticas Pre-Profesionales estipulan término alguno
para la calificación.
A fojas 129 la Universidad demandada contesta la demanda deduciendo las excepciones de falta
de agotamiento de la vía administrativa y de litispendencia y solicitando se declare improcedente la
acción; sostiene la emplazada que en el proceso administrativo disciplinario cuestionado se le ha
concedido a la accionante el ejercicio de su defensa; que la sanción ha sido tomada debido a las
graves irregularidades académicas cometidas por aquélla.
El Juez del Primer Juzgado Civil del Cusco emite sentencia declarando fundada la demanda, por
considerar, entre otras razones, que en el proceso administrativo disciplinario se transgredieron los
plazos establecidos por el art. 81º del Decreto Supremo Nº 002-94-JUS y se dio una total
inobservancia de las formalidades de ley, además de no habérsele permitido hacer los descargos
correspondientes.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco revoca la sentencia apelada y
declara improcedente la acción, por considerar que la sanción impuesta a la demandante fue
previo proceso de investigación disciplinaria, el mismo que se desarrolló de conformidad con las
normas establecidas por el Estatuto de la Universidad demandada.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, si bien la demandante no ha precisado el petitorio de su acción, del tenor del escrito de
demanda se desprende con meridiana claridad que el objeto de la misma es obtener la reposición
en su puesto de trabajo, para lo cual cuestiona la Resolución Nº CU-310-96/SG-UAC de fecha 27
de junio de 1996.
Que, con la carta de despido que obra a fojas 47 se acredita que la separación de la demandante
de su puesto de trabajo se ejecutó en la misma fecha en que se expidió la Resolución, esto es
antes de quedar consentida, razón por la cual la accionante no estaba obligada a agotar la vía
previa, a tenor de lo establecido por el inc. 1 del art. 28º de la Ley Nº 23506; en consecuencia la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa resulta improcedente.
Que, a fojas 162 del presente proceso obra copia de la sentencia expedida en la acción de amparo
aludida por la Universidad demandada en su escrito de contestación, de cuya lectura se aprecia
que ambos procesos no son idénticos, toda vez que los petitorios son distintos; razón por la cual la
excepción de litispendencia debe desestimarse igualmente.
Que, el art. 340º del Estatuto de la Universidad demandada (fs. 42 a 49) establece que "el Tribunal
de Honor, obligatoriamente, citará al profesor o estudiante, transcribiéndole los cargos formulados,
las pruebas aportadas y cualesquier otro documento con que hubiera recaudado la denuncia". La
demandante ha alegado en su demanda que no se le hicieron conocer los cargos, afirmación que
no ha sido desvirtuada por la emplazada.
Que, el art. 341º de dicho Estatuto estipula que el Tribunal de Honor debe especificar en su
informe: a) los cargos acreditados y las pruebas de ellos, b) la sanción a aplicar, de acuerdo al
Estatuto y c) los fundamentos de la sanción propuesta. El Informe del Tribunal de Honor, que corre
a fojas 112, que concluye señalando responsabilidad en la demandante y en base al cual se ha
emitido la resolución de separación, no ha observado escrupulosamente éste dispositivo; en efecto,
dicho informe tiene tres puntos, el primero de los cuales únicamente refiere los antecedentes; en el
segundo punto se señala que "la docente Margarita Tupayachi Luna es protagonista en gran parte
de la magnitud de los acontecimientos, sin tener en cuenta su tan importante condición de
educadora"; sin embargo no se hace la más mínima precisión, respecto a los referidos
"acontecimientos", no siendo posible establecer de la lectura del informe, cuáles son los cargos
específicos de que se acusa a la demandante; de otro lado, en el punto tercero y último, se hace
una larga enumeración de "pruebas documentales", que se limita a señalar en qué fojas corren las
mismas, sin dar el menor detalle de las mismos y menos aún efectuar un mínimo análisis, que
permita determinar su mérito probatorio; en consecuencia, este informe carece de la debida
fundamentación; por lo que la sanción que en éste se sustenta ha sido dictada sin haberse
acreditado la comisión de la falta grave señalada en la Resolución de separación, la misma que
tampoco tiene la necesaria fundamentación.
Que, el poder disciplinario es el medio con que cuenta la Administración para obligar a sus agentes
el cumplimiento de los deberes específicos del servicio; sin embargo debe entenderse que las
sanciones de mayor gravedad sean aplicadas sobre la base del respeto a los principios del debido
proceso; cosa que no se dado en el proceso disciplinario en examen.
Que, como lo señala el autor argentino Roberto Dromi: "Todo acto de la Administración debe
encontrar su justificación en preceptos legales y en hechos, conductas y circunstancias que lo
causen. Tiene que haber una relación lógica y proporcionada entre el consecuente y los
antecedentes, entre el objeto y el fin. Por ello, los agentes públicos deben valorar razonablemente
las circunstancias de hecho y el derecho aplicable y disponer medidas proporcionalmente
adecuadas al fin perseguido por el orden público." (Derecho Administrativo, pág. 766, Ediciones
Ciudad Argentina, Buenos Aires 1995). En este sentido, sin bien la autoridad administrativa tenía la
facultad de imponer una sanción mayor que aquélla que el Tribunal de Honor proponía -una simple
suspensión-, es evidente que la sanción de separación impuesta a la demandante no guarda
proporcionalidad ni razonabilidad con la falta que ésta habría cometido, esto es la presunta demora
en la evaluación e informe de las Prácticas Pre-Profesionales de doña Luzgarda Frisancho Paz,
único "cargo" más o menos explicitado.
Que, el objeto de las acciones de garantía es la de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de algún derecho constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco y
Madre de Dios, que corre a fojas ciento noventa y siete, su fecha catorce de marzo de mil
novecientos noventa y siete, en el extremo que declara improcedentes las excepciones de
agotamiento de la vía administrativa y litis pendencia; se la revoca en la parte que, revocando la
apelada, declara infundada la acción de amparo; reformándola se confirma en parte la sentencia
apelada; en consecuencia se declara fundada la acción de amparo, inaplicable a la actora la
Resolución Nº CU-310-96/SG-UAC; ordenándose que se reponga a la demandante doña Margarita
Tupayachi Luna en su puesto de trabajo; sin goce de las remuneraciones dejadas de percibir; no
siendo de aplicación el artículo 11 de la Ley Nº 23506, atendiendo a las circunstancias especiales
del proceso; mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", con arreglo a ley; y los
devolvieron.
Expediente 095-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alegan que al haber servido al Estado y encontrarse dentro del Régimen de Pensiones del Decreto
Ley Nº 20530 y la Ley Nº 23495, de conformidad con el artículo 57º y la Octava Disposición Final y
Transitoria de la Constitución de 1979, se debió reajustar sus haberes en armonía con quienes se
mantienen en actividad situación que no viene siendo cumplida por parte de la demandada.
Puntualizan además que SEDAPAL ha sido vencida en otras, acciones de amparo promovidas por
otros ex trabajadores obteniendo ejecutorias supremas favorables en el entendido de que se
habían violado los derechos comprendidos en la Ley Nº 20530 y que los mismos son
irrenunciables. Por último agregan, que al haber servido por más de treinta años, no les es
aplicable el tope que disponen las legislaciones posteriores al once de julio de mil novecientos
sesenta y dos.
Finalmente indican los demandantes que sus derechos pensionarios se han transgredido desde el
veinte de diciembre de mil novecientos noventa y cinco ya que en dicha fecha sólo se ha otorgado
los reintegros de pensión homologados, diferencia de pensión y homologación, reintegros de
gratificación de julio y diciembre de dicho período y los intereses legales, a sesenta y cinco
pensionistas, motivo por el que solicitan se les abone sus pensiones niveladas con las
remuneraciones de los trabajadores o funcionarios en actividad y se les reintegre las sumas
indebidamente retenidas.
Admitida la demanda por el Décimo Sexto Juzgado en lo Civil de Lima, se dispone el traslado de la
misma a la empresa demandada la cual deduce las excepciones de oscuridad en el modo de
proponerla y caducidad y contesta a su vez la demanda solicitando se la declare infundada en
consideración a que la acción de amparo sólo procede para la defensa de los derechos
constitucionales y no de los derechos reconocidos en la ley; que los demandantes invocan el
artículo 57º de la Constitución de 1979 cuando dicha norma ya que derogada por la actual
Constitución; que aunque la Octava Disposición Transitoria de la Carta de 1979, hacía referencia a
la actualización y renovación de pensiones, ello se cumplió oportunamente, no habiéndose repetido
dicho dispositivo por la Carta vigente, lo que ha originado la derogatoria de la Ley Nº 23495 ya que
dicha norma desarrollaba el precepto constitucional en mención, que no existe relación entre la
Octava Disposición Transitoria de la Constitución de 1979 y la Primera y Segunda Disposiciones
Finales y Transitorias de la Constitución vigente, que la Carta de 1993 no reconoce como derecho
constitucional a la pensión homologable sino el derecho al reajuste periódico que es algo diferente,
pues este último se condiciona a las previsiones presupuestarias que se destine para tales efecto.
De fojas trescientos noventa a trescientos noventa y ocho y con fecha quince de abril de mil
novecientos noventa y seis, el Juzgado expide resolución declarando fundada en parte la
demanda, principalmente por considerar; Que, la excepción de caducidad debe desestimarse toda
vez que los actos de afectación son continuados; Que, igual suerte corre la excepción de oscuridad
en el modo de proponer la demanda pues el petitorio es claro y preciso; Que, del análisis de lo
actuado se puede concluir que en lo que respecta a los recurrentes cuya resolución de cesantía
con pensión nivelable corre de fojas doscientos veinticinco a trescientos nueve, se ha conculcado
sus derechos constitucionales previstos en el artículo 57º de la Constitución Política de 1979
aplicable al presente caso en razón de haber nacido los hechos bajo su imperio y que precisa que
los derechos reconocidos a los trabajadores son irrenunciables y que en la interpretación o duda
sobre el alcance de cualquier disposición se está a lo que es más favorable al trabajador, norma
recogida por la actual Carta en su artículo 24º, así como el derecho a la nivelación en su Primera
Disposición Transitoria; Que por reiterada y uniforme jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la República se ha declarado que las pensiones otorgadas por efecto de la Ley Nº
20530 deben continuar bajo el mismo régimen por principio de irretroactividad de la ley,
jurisprudencia que a tenor del artículo 9º de la Ley Nº 23506 es de observancia obligatoria; Que en
cuanto se refiere a los recurrentes cuyas resoluciones de cese obran de fojas trescientos treinta y
siete a trescientos sesenta, trescientos sesenta y cinco a trescientos sesenta y siete y trescientos
ochenta y tres, no obrando en autos la resolución de pensión de cesantía nivelable, debe
desestimarse la acción por no existir agresión en tales casos: Que los accionantes cuyas
resoluciones de cesantía corren de fojas a trescientos sesenta y dos a trescientos sesenta y tres,
trescientos sesenta y nueve, trescientos setenta y dos a trescientos setenta y tres, trescientos
setenta y seis y trescientos setenta y nueve, así como a los que se refieren las partidas de
defunción corrientes a fojas trescientos cinco y trescientos siete, si bien han fallecido, ello ha
ocurrido con posterioridad a la interposición de la demanda, debiéndose por lo tanto declarar el
derecho de estos a efectos de que sus herederos hayan uso de su derecho.
Interpuesto recurso de apelación por la demandada y parcialmente también por los demandantes,
así como apersonada al proceso la interesada Elsa Tizón Vargas Machuca, quien se adhiere a la
demanda interpuesta, los autos son remitidos a la Fiscalía Superior en lo Contencioso
Administrativo para efectos de la vista correspondiente siendo devueltos éstos con dictamen que
se pronuncia porque se confirme la recurrida.
De fojas quinientos veintiséis a quinientos veintisiete y con fecha veinte de noviembre de mil
novecientos noventa y seis, la Sala Contencioso Administrativa de la Corte Superior de Lima
expide resolución por la que revoca la resolución recurrida y declara improcedente la acción
principalmente por considerar; Que según el artículo 2º de la Ley Nº 23506 las acciones de
garantía proceden en los casos en que se violen o amenacen los derechos constitucionales; Que
los accionantes solicitan que se les abone sus pensiones niveladas con las remuneraciones de los
cargos similares, iguales y equivalentes de los trabajadores y funcionarios en actividad, así como
se les reintegre las sumas indebidamente retenidas, lo que no constituye derechos con rango
constitucional que puedan ser reclamados mediante la acción de amparo; Que a través del amparo
pretenden los accionantes que la empresa demandada les abone lo solicitado en su demanda,
pretensión que no puede ser discutida en una acción de garantía por ser ésta de carácter
sumarísimo y que no permite la actuación de medios probatorios que se requieren para sustentar la
decisión a recaer; Que la acción de amparo no es la vía idónea para determinar los derechos razón
por la cual los accionantes debieron recurrir a una vía más lata, en la que se puedan actuar medios
probatorios y hacer valer los derechos que correspondan; Que no se puede emitir pronunciamiento
de carácter patrimonial genérico.
Contra esta resolución los accionantes interponen recurso de nulidad; por lo que de conformidad
con el artículo 41º de la Ley Nº 26435 y entendiendo el presente recurso como "Extraordinario" se
dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, del estudio de autos se ha podido acreditar que la pretensión de fondo invocada por los
demandantes, en su calidad de pensionistas de la Ley Nº 20530, y que se refiere al reajuste
periódico de las pensiones, sí se configura como un atributo constitucional por haberse previsto
expresamente en la Disposición General y Transitoria Octava de la Constitución Política de 1979,
vigente por lo demás, al momento de acontecidos los hechos cuestionados en la demanda.
Que, incluso y paralelamente la citada Carta Política establecía en su artículo 57º y como atributo
de los trabajadores, no sólo la irrenunciabilidad de los derechos reconocidos sino el principio de
interpretación más favorable en caso de duda sobre el alcance y contenido de cualquier disposición
en materia de trabajo, criterio que por otra parte, ha sido nuevamente recogido tanto por el artículo
26º inciso 2 como por la Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993.
Que de otro lado y como quiera que relacionado con el presente caso, este Colegiado ya ha
emitido un pronunciamiento general dentro del Expediente Nº 008-96-I/TC, uno de cuyos extremos
resolvió por la inconstitucionalidad de toda fórmula legal tendiente a la aplicación retroactiva de
topes sobre las pensiones niveladas, legalmente obtenidas, en la presente causa, no puede sino
ratificar semejante criterio en concordancia con el artículo 35º, primer párrafo de su Ley Orgánica
Nº 26435, que reconoce fuerza vinculante a sus sentencias en materia de acciones de
inconstitucionalidad de las leyes.
Que, resulta igualmente pertinente hacer notar que como fluye de fojas ciento sesenta y tres a
ciento ochenta y tres y de fojas quinientos treinta a quinientos treinta y uno, el Poder Judicial en
causa análoga a la de autos; ha emitido jurisprudencia uniforme en el sentido de reconocer los
derechos al reajuste periódico de las pensiones y la inaplicación retroactiva de topes sobre las
mismas, opción interpretativa que tampoco puede desconocerse en virtud de lo dispuesto por el
artículo 9º de la Ley Nº 23506.
Que, vistas las cosas del modo señalado, cabe merituar que conforme a las instrumentales de fojas
doscientos veinticinco a doscientos veintiséis, doscientos veintisiete a doscientos veintiocho,
doscientos veintinueve a doscientos treinta, doscientos treinta y uno a doscientos treinta y dos,
doscientos treinta y tres a doscientos treinta y cuatro, doscientos treinta y cinco a doscientos treinta
y seis, doscientos treinta y siete a doscientos treinta y ocho, doscientos treinta y nueve a
doscientos cuarenta, doscientos cuarenta y uno a doscientos cuarenta y uno vuelta, doscientos
cuarenta y dos, doscientos cuarenta y tres a doscientos cuarenta y cuatro, doscientos cuarenta y
cinco a doscientos cuarenta y seis, doscientos cuarenta y siete a doscientos cuarenta y ocho,
doscientos cuarenta y nueve a doscientos cincuenta, doscientos cincuenta y uno a doscientos
cincuenta y dos, doscientos cincuenta y tres a doscientos cincuenta y cuatro, doscientos cincuenta
y cinco a doscientos cincuenta y seis, doscientos cincuenta y siete a doscientos cincuenta y ocho,
doscientos cincuenta y nueve a doscientos sesenta, doscientos sesenta y uno a doscientos
sesenta y dos, doscientos sesenta y tres a doscientos sesenta y cuatro, doscientos sesenta y cinco
a doscientos sesenta y seis, doscientos sesenta y siete a doscientos sesenta y ocho, doscientos
sesenta y nueve a doscientos setenta, doscientos setenta y uno a doscientos setenta y dos,
doscientos setenta y tres a doscientos setenta y cuatro, doscientos setenta y cinco a doscientos
setenta y seis, doscientos setenta y siete a doscientos setenta y ocho, doscientos setenta y nueve
a doscientos ochenta, doscientos ochenta y uno a doscientos ochenta y dos, doscientos ochenta y
tres a doscientos ochenta y cuatro, doscientos ochenta y cinco a doscientos ochenta y seis,
doscientos ochenta y siete a doscientos ochenta y ocho, doscientos ochenta y nueve a doscientos
noventa, doscientos noventa y uno a doscientos noventa y dos, doscientos noventa y tres a
doscientos noventa y cuatro, doscientos noventa y cinco a doscientos noventa y seis, doscientos
noventa y siete a doscientos noventa y ocho, doscientos noventa y nueve a trescientos, trescientos
uno a trescientos dos, trescientos tres a trescientos cuatro, trescientos cinco a trescientos seis,
trescientos siete a trescientos ocho, trescientos nueve a trescientos diez, trescientos sesenta y dos
a trescientos sesenta y tres, trescientos sesenta y nueve a trescientos setenta, trescientos setenta
y dos a trescientos setenta y tres, y, trescientos setenta y nueve a trescientos ochenta, se
encuentra plenamente acreditado el derecho al reajuste periódico de las pensiones que poseen los
respectivos demandantes, no obstante lo cual y como ha ocurrido, la demandada Servicio de Agua
Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL), no ha venido cumpliendo con el mandato
constitucional antes referido.
Que, en lo que atañe a los demandantes a los que se refieren las instrumentales de fojas
trescientos setenta y seis a trescientos setenta y siete, y cuatrocientos treinta y cuatro a
cuatrocientos cuarenta y siete, ha quedado igualmente acreditado el derecho reclamado aunque
dentro de los límites del cincuenta por ciento en el primer caso y exclusivamente referidos a los
reintegros por nivelación de pensiones que debieron abonarse entre julio de mil novecientos
noventa y dos y enero de mil novecientos noventa y seis, en el segundo caso.
Que por último, no cabe invocar, como ha hecho la parte demandada, una presunta situación de
caducidad en el ejercicio de la acción, toda vez que las transgresiones a los derechos de los
demandantes tienen carácter continuado, de donde no resulta aplicable al caso examinado el plazo
previsto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, sino el artículo 26º segundo párrafo de la Ley Nº
25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Expediente 166-95-AA/TC
Callao
A los dieciséis días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación interpuesto por don Mario Alvarado Prada y otros, contra la sentencia de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 23 de
agosto de 1995, que declara no haber nulidad de la sentencia de Vista, su fecha 01 de febrero de
1995, que revocando la apelada, su fecha 05 de julio de 1994, declaró improcedente la acción de
amparo en contra de la empresa ENAPU S.A.
ANTECEDENTES:
Mario Alvarado Prada, Manuel Alzamora Del Castillo, Alejandro Antúnez Gaviria, Luis Esteban
Ascárate Cabezas, Francisco Asmat Núñez, Juan Asti Carballo, Luis Bedoya Herrera, Andrés Blest
Adams, Eduardo Calderón Romero, Bernardo Camogliano Oneto, Angel Campos Casusol, Raúl
Carrasco Reyes, Vitaliano Cornejo Trillo, César Cruz Tejada, Julio Cruz Tejada, Julio Chang
Juárez, Hipólito Chávez Castro, Doris Chávez Palomino, Pedro Escudero Gavidia, Justo Flores
Cazorla, Alberto Fuchs Coloma, Hugo Giordano Costa, Clemente Gonzales Sánchez, Oscar
Herrera Centy, Julio La Cotera Paredes, Carlos León Bonilla, Benito López Navarro, Carlos Lozano
Curay, Graziano Llerena Vera, Carlos Martínez Higinio, Angel Minuche Laya, Manuel Minuche
Laya, Ricardo Pacheco Tovar, Jaime Pastor Carassa, Mario Pedemonte Mariscal, Carlos Ponce
Melosevich, Bernardino Reyes Antúnez, Félix Salas Salazar, Adolfo Sarmiento Rodríguez, Antonio
Sifuentes Esquivel, Juan Slocovich Rossel, Ernesto Trigoso Alvarez, Marcos Valencia Maume,
Hernán Valente Ojeda, Claudio Valle Espinoza, Isabel Velarde de Rivas, Sergio Venegas
Cervantes, Rafael Villacorta Ríos, Víctor Villagómez Cáceres, Ricardo Villareal Risco, Zadot Zapata
Ward, Carlos Zárate Díaz, Enrique Zegarra Fonseca interponen, con fecha 19 de abril de 1994,
acción de amparo contra Jaime Texeira Giraldo y Oswaldo Molina Salazar, Gerente General y
Gerente de Recursos Humanos de ENAPU S.A, respectivamente por omisión de acto de
cumplimiento obligatorio que agravian los derechos constitucionales de los demandantes al
pagarles con topes sus pensiones sujetas al Régimen Pensionario del Decreto Ley Nº 20530 como
se señala en las Resoluciones Gerenciales que resuelven sus respectivos ceses; señalan los
actores, que la emplazada sustenta el recorte de las pensiones en el artículo 292º, de la Ley Nº
25303, artículo 21º de la Ley Nº 25334, artículo 24º de la Ley Nº 25986 y Novena Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 26268.
A fojas 254, la Empresa Nacional de Puertos S.A., contesta la demanda, alegando, principalmente,
que "el término para interponer la acción deamparo ha caducado por cuanto éste se inició en enero
de 1991 y a la fecha de la presentación de la demanda transcurrió en exceso más de tres años, por
tanto ha operado la caducidad del derecho de acción", de otro lado, señala la emplazada, que en el
presente caso no existe conflicto por cuanto "los actores tienen derecho a una pensión nivelable en
armonía con lo previsto en la Ley Nº 23495 y su Reglamento, en mérito de los cuales se les viene
pagando el íntegro de sus derechos pensionarios, pues al ser éste un derecho alimenticio su
carácter es total, derivado del régimen excepcional del Decreto Ley Nº 20530 está sujeto a los
topes establecidos por las leyes presupuestales de los años 1991, 1992, 1993 y 1994 y que en
forma expresa refieren este monto a un tope definido e indubitable".
A fojas 275, la sentencia de Primera Instancia, su fecha 05 de julio de 1994, declara infundada la
acción de amparo por considerar, que se debe tener en consideración que conforme fluye de las
resoluciones que corren de fojas dieciséis a ciento cuatro a que hace referencia el Anexo I de los
medios probatorios del escrito de demanda, los actores cesaron con posterioridad a la Ley Nº
25303, por lo que la incorporación al régimen del Decreto Ley Nº 20530, era un derecho
expectaticio cuando entró en vigencia la ley materia de la acción de garantía, derecho que se
convirtió en adquirido con la expedición de las Resoluciones Administrativas que los cesan y les
otorgan pensión de cesantía, por lo que es de aplicación para determinar sus montos la norma
vigente a dicha fecha, esto es, la Ley Nº 25303".
A fojas 386, la sentencia de vista, su fecha 01 de febrero de 1995, revoca la sentencia apelada,
que declara infundada la acción y reformándola la declara improcedente, considerando,
principalmente, que las acciones de garantía son de carácter individual por estar destinadas a
proteger los derechos esenciales de las personas; y en el caso de las personas jurídicas proceden
cuando se trata de amenaza o violación de derechos constitucionales que le sean aplicables, y no
como en el presente caso en que un grupo de personas naturales pretenden utilizar la acción de
amparo colectivamente, a fin de defender derechos individuales que emanan de resoluciones
diversas y en las que las supuestas violaciones se han cometido en distintas fechas.
Interpuesto Recurso de Casación, que debe entenderse como Recurso Extraordinario, los autos
son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad al artículo 41º de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, los actos materia de la presente acción, consisten en que la empresa demandada viene
pagando a los actores sus pensiones en forma recortada, en aplicación del artículo 292º, de la Ley
Nº 25303, artículo 24º de la Ley Nº 25986º y Novena Disposición Transitoria de la Ley Nº 26268,
omitiendo el cumplimiento obligatorio de cancelarles sus pensiones acorde con lo dispuesto por el
Decreto Ley Nº 20530, la Ley Nº 23495, y el Decreto Supremo Nº 015-83-PCM; que, contra este
acto supuestamente lesivo, los demandantes han ejercitado la acción de amparo en forma
colectiva, por lo que debe tenerse en cuenta el artículo 33º de la Ley Nº 25398, que establece la
aplicación supletoria del Código Procesal Civil, en todo lo que no esté prescrito en la Ley de
Hábeas Corpus y Amparo, en consecuencia, la forma de proposición de la presente demanda
corresponde a lo que se denomina una acumulación subjetiva de pretensiones,- o específicamente
un litisconsorcio activo, legalmente admitido por los artículos 83º, 85º, 86º y 92º del citado código
adjetivo, que, en cuanto al vencimiento del plazo de caducidad de la acción, examinadas las
pruebas aportadas por los demandantes que obran de fojas 105 a 165 del expediente, demuestran
que la supuesta vulneración de sus derechos se ejecutó en forma continua, por tanto, de
conformidad con el artículo 26º de la Ley Nº 25398, el plazo de caducidad de la acción no había
vencido al momento de la interposición de la demanda; que, en relación al aspecto sustantivo del
asunto, debe señalarse que el reconocimiento a los actores de sus pensiones de cesantía
nivelables -como se desprende de las resoluciones gerenciales que acompañan a la demanda- se
produjeron dentro de los alcances del Decreto Ley Nº 20530 y al amparo de la Ley Nº 23495 y su
Reglamento, Decreto Supremo Nº 015-85-PCM, normas que regulan la aplicación de la Octava
Disposición Transitoria de la Constitución de 1979, la misma que no establece limitación
presupuestaria alguna respecto al monto de las mismas, y, que en su calidad de norma
fundamental de conformidad con el artículo 87 prevalece sobre cualquier ley o norma con rango de
tal, como es el caso de la Ley Nº 25303, Ley Nº 25986 y Ley Nº 26268; que, en este sentido, debe
destacarse que este Colegiado ya ha emitido un pronunciamiento general dentro del expediente Nº
008-96-I/TC, publicado el 26 de abril de 1997, en uno de cuyos extremos resalta la
inconstitucionalidad de toda fórmula legal tendiente a la aplicación retroactiva de topes sobre las
pensiones nivelables, legalmente obtenidas, debiendo ratificarse en el presente caso, semejante
criterio en concordancia con el artículo 35º, primer párrafo, de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional Nº 26435, que reconoce fuerza vinculante a sus sentencias en materia de acciones
de inconstitucionalidad de las leyes, y, a fortiori, con el artículo 5º y la Quinta Disposición
Complementaria, Transitoria y Final de la Ley Nº 26835; que, asimismo, la aplicación de los topes
pensionarios a los actores y no así a los trabajadores que cesaron el año 1991, constituye un acto
discriminatorio que no sólo infringe la Octava Disposición Transitoria de la Constitución de 1979,
sino también el artículo 2, inciso o de la referida Carta Magna, y específicamente lo estipulado en la
Primera y Segunda Disposición Final de la Constitución Política de 1993, vigente a la fecha de la
interposición de la presente demanda, en la que se reconoce el respeto a los derechos legalmente
adquiridos, en particular el correspondiente a los regímenes pensionarios de los Decretos Leyes
Nºs 19990 y 20530 y sus modificatorias, determinando a la vez el pago oportuno y el reajuste
periódico de las pensiones que administra el Estado; que, de todo lo cual se colige que al dictarse
la sentencia recurrida, no se tuvo en cuenta la aplicación del el artículo 138 de la Constitución
vigente, el artículo 3º de la Ley Nº 23506 y el artículo 14º de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
que prescriben, que en el caso de que los Magistrados hallen incompatibilidad entre la Constitución
y la Ley, debe preferirse la primera sin afectar la vigencia de la segunda; por estos fundamentos, el
Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución Política del
Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
...lo previsto por el Decreto Ley Nº 26117 no puede aplicarse en forma retroactiva a los miembros
del Servicio Diplomático de la República que se encuentren sujetos al régimen jurídico establecido
en el Decreto Ley Nº 22150, pues ello importa no solo una transgresión al principio de
irretroactividad de las leyes, establecido en el segundo párrafo del artículo 103º de la Constitución
Política del Estado.
Expediente 996-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Don Oscar Aurelio José Pinto-Bazurco Rittler, interpone Acción de Amparo contra el Ministro de
Relaciones Exteriores, don Francisco Tudela Van Breugel-Douglas, por violación de sus derechos
constitucionales.
Alega el actor que por Resolución Suprema N° 453/RE-92, en pretendida aplicación del Decreto
Ley Nº 25889, se dispuso su cese en el Servicio Diplomático de la República, en la categoría de
Consejero, sin habérsele permitido ejercer su derecho a la defensa y ni haberse expresado causa
alguna. En tal virtud, prosigue, interpuso su demanda de amparo contra la referida resolución, la
misma que quedó consentida tras haber sido declarada fundada su demanda, mediante ejecutoria
expedida por la Corte Suprema de Justicia de la República, publicada el 10 de agosto de 1995, en
el diario oficial El Peruano. No obstante ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores no cumplió con
reponerlo conforme lo ordenaba el mandato de judicial.
Sostiene que con fecha 18 de agosto de 1995, mediante Resolución Ministerial N° 0528/RE, fue
nombrado Director de Integración de la Oficina Técnica de Integración, y el día 7 de setiembre de
1995, se dispuso su pase a la situación de retiro, mediante Resolución Ministerial N° 0590/RE, a
partir del 25 de agosto de 1995.
Refiere que al expedirse dicha Resolución Suprema, se aplicó lo dispuesto en el Decreto Ley Nº
26117, que es sólo aplicable a los nuevos egresado de la Academia Diplomática, y no para el caso
del actor, ya que él se encuentra sujeto al régimen del Decreto Ley Nº 22150.
Precisa que con fecha 11 de setiembre de 1995, interpuso su recurso de reconsideración, el mismo
que después de transcurrido el plazo de ley sin haberse expedido resolución, la entiende por
denegada.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público del estado encargado de los
asuntos judiciales del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien solicita se declare improcedente la
demanda, ya que: a) la Acción de Amparo no es la vía idónea para declarar la ineficacia jurídica de
una resolución cualquiera, b) el Ministerio de Relaciones Exteriores dio cumplimiento a la
Ejecutoria Suprema expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
de Justicia de la República, y después de ello aplicó el Decreto Ley, pues es una norma que se
aplicó a los funcionarios de la entidad demandada sin excepción alguna.
Con fecha veintinueve de enero de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Sexto Juzgado Civil
de Lima, expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de apelación,
con fecha veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Sala de Derecho Público
de la Corte Superior de Justicia de Lima expide resolución revocando la apelada, y reformándola,
la declara infundada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se declare
inaplicable la Resolución Ministerial N° 0590/RE, de fecha siete de setiembre de mil novecientos
noventa y cinco, y que se ordene la reposición en el cargo de Consejero del Servicio Diplomático
de la República.
2. Que, siendo ello así, y con el objeto de que este Colegiado pueda entrar a dilucidar las
cuestiones de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa se torna exigible
evaluar si el artículo 16° del Decreto Ley Nº 26117, que prevé el tránsito a la situación de retiro de
aquellos que ostentan la calidad de Consejeros del Servicio Diplomático al cumplir los cincuenta
años, le es aplicable al actor, o si, por el contrario, al actor no le es aplicable dicha norma con valor
de ley, tras haber ingresado al Servicio Diplomático de la República según el régimen del Decreto
Ley Nº 22150.
3. Que, en tal sentido, y como ya este Colegiado ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre el
asunto en el expediente 038-96-AA/TC, lo previsto por el Decreto Ley Nº 26117 no puede aplicarse
en forma retroactiva a los miembros del Servicio Diplomático de la República que se encuentren
sujetos al régimen jurídico establecido en el Decreto Ley Nº 22150, pues ello importa no sólo una
transgresión al principio de irretroactividad de las leyes, establecido en el segundo párrafo del
artículo 103° de la Constitución Política del Estado, sino además, que se desconozcan, en forma
arbitraria, el carácter de irrenunciabilidad de los derechos adquiridos previstos por la Constitución o
la ley, y que en el caso de autos se materializa con el desconocimiento de lo establecido en el
artículo 39° del Decreto Ley Nº 22150.
FALLA
«... la separación del servicio activo del demandante dispuesto, sólo era extendible a un año,...
luego del cual, previo cumplimiento de lo dispuesto por el Decreto Ley N° 18081, debió haber
pasado a la situación de actividad, lo que no aconteció... ello deviene en un acto arbitrario de parte
de las entidades administrativas de la Policía Nacional del Perú, que debe enmendarse.»
Exp. N° 604-97-AA/TC
Junin
Juan Antonio Gavino Mercado
En la ciudad de Lima, a los catorce días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Juan Antonio Gavino Mercado interpone Acción de Amparo contra el Ministerio del Interior por
violación de su derecho constitucional al trabajo. Alega el demandante que como consecuencia de
haber sido juzgado ante la jurisdicción militar por el delito de negligencia, con fecha tres de
noviembre de mil novecientos ochenta y ocho, el Consejo Supremo de Justicia Militar lo condenó a
un año de reclusión militar efectiva con la accesoria de separación del servicio durante el tiempo de
la condena.
Refiere que al ser dicha sentencia transcrita al Ministerio del Interior y al Comando de la Policía
Nacional del Perú, se expidió la Resolución Suprema N° 0404-89-IN/PNP, por las que se dispuso
su pase a la situación de disponibilidad. Alega que tras interponer su recurso extraordinario de
revisión de sentencia, logró obtener la nulidad e insubsistencia de las resoluciones expedidas por
los órganos de la jurisdicción militar, ordenándose se realice un nuevo juzgamiento. Tras la
realización de este, es absuelto de los delitos a los que fue condenado, por lo que solicitó se le
reincorpore al servicio activo, así como la nulidad de la Resolución Suprema N° 0404-89-IN/PNP;
sin embargo, precisa, con fecha veinte de abril de mil novecientos noventa y cinco, se emitió la
Resolución Suprema N° 0366-95-IN/PNP por la que se desestima su solicitud de nulidad, así como
se dispone su pase a la situación de retiro, con fecha dos de noviembre de mil novecientos noventa
y uno, tras haber permanecido tres años consecutivos en situación de disponibilidad. Recuerda que
tras la expedición de dicha Resolución Suprema, interpuso su recurso de reconsideración, el
mismo que ha sido declarado inadmisible, por lo que interpone la Acción de Amparo.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público del Ministerio del Interior, quien
solicita se declare improcedente y/o infundada la demanda, ya que a) el demandante no ha
cumplido con agotar la vía administrativa, pues no cumplió con interponer su recurso de apelación
y con posterioridad a éste, el recurso de revisión; b) haber caducado el plazo para interponer la
demanda, pues desde la última resolución suprema, de fecha veintinueve de marzo de mil
novecientos noventa y seis a la fecha de presentación de su demanda, el catorce de junio de mil
novecientos noventa y seis, ha transcurrido con exceso el plazo al que se refiere el artículo 37° de
la Ley N° 23506; c) al pasarse a la situación de disponibilidad, la entidad demandada no actúo
arbitrariamente pues se limitó a cumplir con lo dispuesto por los artículos 30° y 32° del Código de
Justicia Militar; d) el pase a la situación de retiro se produjo como consecuencia de la aplicación
estricta del artículo 27° del Decreto Ley N° 18081, pues el demandante se encontraba en la
situación de disponibilidad por más de tres años.
Con fecha ocho de enero de mil novecientos noventa y siete, el Juez del Segundo Juzgado Mixto
de Yauli-La Oroya, expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y siete, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Junín expide resolución revocando la apelada, y reformándola, la declara
improcedente.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se acredita del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se declare
inaplicables las Resoluciones Supremas N° 0404-89-IN/PNP, 0366-95-IN/PNP y 0232-96-IN/PNP,
por afectar al derecho constitucional al trabajo.
2. Que, en ese sentido, y con el objeto de que este Colegiado ingrese a evaluar los asuntos
de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa se torna necesario determinar si
del hecho que el demandante haya interpuesto medios impugnatorios contra las resoluciones
supremas cuestionadas, cuando éste no se encontraba obligado a transitarlas, se desprende que
el plazo de caducidad necesariamente debe de computarse desde la fecha de notificación de las
resoluciones consideradas como lesivas, y no desde que se resolvieron los medios impugnatorios
de orden administrativo que se interpusieran contra ellas como, en efecto, se ha sostenido en la
resolución en grado.
3. Que, siendo ello así, este Colegiado no puede menos que advertir que el único supuesto
en el que la interposición de un medio impugnatorio en sede administrativa no interrumpe el plazo
al que se contrae el artículo 37° de la Ley N° 23506, es aquel en el que no existiendo ya más vía
previa que seguir, y a pesar de conocerse ello, se pretende prolongar la discusión de lo
controvertido en forma innecesaria; lo que no sucede en el caso de autos, pues si bien los actos
considerados como lesivos al derecho constitucional del demandante se expidieron en virtud de
resoluciones supremas, las últimas en sede administrativa, sin embargo, contra ellas el
ordenamiento jurídico administrativo le facultaba al demandante, en forma alternativa, o bien
impugnar en sede judicial (ordinaria o constitucional) las resoluciones que le causaban agravio, o
bien interponer su recurso de reconsideración ante el propio órgano administrativo que expidiera la
resolución, sin que la elección de algunos de los supuestos anotados pueda significar una
conducta no diligente o que se constituya en una carga procesal que le impida cuestionar su
validez en el ámbito jurisdiccional, tras la prolongación del cómputo del plazo de caducidad.
4. Que, en ese sentido, y dado que entre la expedición de la Resolución Suprema N° 0232-
96-IN/PNP, de fecha veintinueve de marzo de mil novecientos noventa y seis, y la fecha de
presentación de la demanda, el catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, no ha
transcurrido el plazo previsto en el artículo 37° de la Ley N° 23506, corresponde a este Colegiado
pronunciarse sobre el fondo de la controversia jurídico constitucional.
5. Que, siendo ello así, la pretensión del demandante deberá de estimarse, ya que: a) Si bien
la expedición de la Resolución Suprema N° 0404-89-IN/PNP, por la que se paso de la situación de
actividad a la situación de disponibilidad al demandante, fuera expedida como consecuencia de la
resolución expedida por el Consejo Supremo de Justicia Militar, de fecha tres de noviembre de mil
novecientos ochenta y ocho, el que con posterioridad el mismo Consejo Superior de Justicia Militar
absolviera al demandante, vía recurso de revisión extraordinaria de los delitos imputados, mediante
resolución de fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y dos, obligaba a la entidad
demandada a que revirtiera el contenido de la Resolución Suprema N° 0404-89-IN/PNP, y en
consecuencia, dispusiera el pase de la situación de disponibilidad a la situación de actividad del
demandante, previo el cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 25° del Decreto Ley N° 18081,
en vigencia al expedirse la Resolución Suprema N°0404-89-IN/PNP. b) Asimismo, es de
observarse que según se está a lo expresado en la Resolución Suprema 0404-89-IN/PNP, la
separación del servicio activo del demandante dispuesto, sólo era extendible a un año, tiempo que
debió haber durado la reclusión militar dispuesta inicialmente por el Consejo Supremo de Justicia
Militar, luego del cual, previo cumplimiento de lo dispuesto por el Decreto Ley N°18081, debió
haber pasado a la situación de actividad, lo que no aconteció con el demandante, no obstante que
su status de efectivo policial en estado de disponibilidad en el servicio, no obedeció a otras razones
que no sean las que contempla el literal c) del artículo 22° del Decreto Ley N°18081; por lo que,
habiéndose procedido de conformidad con lo dispuesto por el artículo 25° del Decreto Ley N°18081
y haberse prolongado tal status más allá del término previsto inicialmente por la resolución del
Consejo Supremo de Justicia Militar, ello deviene en un acto arbitrario de parte de las entidades
administrativas de la Policía Nacional del Perú, que debe enmendarse.
6. Que, en ese sentido, este Colegiado estima oportuno advertir que en el caso de autos no
es de aplicación lo dispuesto por el Decreto Legislativo N°745, Ley de Situación Policial del
Personal de la Policía Nacional del Perú, ya que si bien dicha norma se encontraba vigente al
momento de expedirse la resolución del Consejo Supremo de Justicia Militar a través del cual se
revisó la inicial resolución condenatoria impuesta contra el demandante, por medio del cual se le
absolvió de los delitos y faltas imputadas, sin embargo, su pase a la situación de disponibilidad se
encontró regulado por el Decreto Ley N°18081, norma que inclusive fue la que se invocó en la
Resolución Suprema N° 0365-95-IN/PNP.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las facultades que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, las relaciones normativas internas de carácter militar como informes o conclusiones referente
a aspectos disciplinarios, entre miembros de la institución, por ley se presumen ciertos por estar
orientados a conservar la disciplina,...pero no tienen esta interpretación las relaciones normativas
externas al área castrense, circunstancia que no admite presunción, sino... exige la evidencia de
la imputación para que tenga relevancia jurídica.
Expediente 244-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Procurador Público del Ministerio del Interior, encargado de los asuntos de la Policía Nacional y
Sanidad, contesta negando la demanda y contradiciéndola en todos sus extremos, sosteniendo
que no ha existido violación constitucional, habiendo actuando la institución policial en ejercicio de
sus funciones y dentro del marco legal de las leyes y reglamentos que la rigen.
El Juzgado Interino de Primera Instancia en lo Civil del Distrito Judicial de Lima, declara fundada la
demanda, considerando la existencia de violación del derecho a la estabilidad laboral, dignidad
personal, desvío de jurisdicción; y, en consecuencia, deja sin efecto los alcances de la resolución
cuestionada, ordenando a la Dirección General de la Policía Nacional, reincorpore de inmediato al
actor, se le restituyan todos los derechos jerárquicos que le correspondían, sin limitación alguna.
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con lo expuesto por la Fiscalía
Superior, confirma la apelada, por los mismos fundamentos.
FUNDAMENTOS:
Que, habiéndose producido huelga de los trabajadores del Poder Judicial, desde el dos al quince
de mayo de mil novecientos ochentinueve, según las certificaciones de fojas tres y seis del
cuaderno de este Tribunal, los plazos procesales quedaron suspendidos en trece días a efecto de
computar los sesenta días hábiles para la interposición de la demanda; por tanto no ha operado la
caducidad para interponer la demanda en mérito que ha sido interpuesta dentro del término de ley;
circunstancia que no fue tomada en cuenta al expedirse la resolución materia del grado.
Que, la resolución administrativa cuestionada en el presente proceso, sanciona al actor por mala
conducta habitual, fundando su decisión en una sola queja escrita, que si bien puede contener una
pluralidad de pretensiones no configura habitualidad, pues no hace mención a hechos anteriores
que denoten tal conducta, muy por el contrario, de autos fluye que el actor no registra antecedentes
penales, policiales ni judiciales; no estando documentado, en el presente caso, que el actor haya
sido objeto de otras denuncias y la única denuncia es la que originó la resolución, ahora,
cuestionada que proviene de una relación familiar de carácter convivencial con discusiones que
carecen de connotación jurídica precisa.
Que, se sanciona al actor por presuntos hechos delictivos, cuando no existe flagrante delito, que
amerite una sanción disciplinaria; y más aún cuando la Constitución Política del Estado de 1979,
aplicable al caso, señala que formalmente toda persona es considerada inocente mientras no se
haya declarado judicialmente su responsabilidad.
Que, la administración por el principio de ejecutabilidad, regulado en el artículo 107º del Decreto
Supremo Nº 006-67-SC, Reglamento de Procedimientos Administrativos, vigente a la época de la
producción del evento no tiene excusa alguna para no haber realizado la denuncia respectiva,
máxime cuando la interposición de la acción de amparo, legalmente, no puede suspender la
ejecución de la resolución administrativa, salvo las excepciones previstas por ley, situación que
evidencia la falta de perjuicio a la institución policial.
Que, las relaciones normativas internas de carácter militar como informes o conclusiones referente
a aspectos disciplinarios, entre miembros de la institución, por ley se presumen ciertos por estar
orientados a conservar la disciplina, esencia de la función militar; pero no tienen esta interpretación
las relaciones normativas externas al área castrense circunstancia que no admite presunción sino
por el contrario exige la evidencia de la imputación para que tenga relevancia jurídica.
Que, del análisis se puede concluir que este proceder de la administración vulnera el derecho a la
estabilidad laboral invocado por el actor;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Cuando la ley establece el plazo en que los órganos de la Administración podrán dictar o efectuar
actos administrativos, el respeto al principio de legalidad al que se encuentra sometida su
actuación impone que dichos actos se tengan que dictar necesariamente dentro del plazo previsto
por aquélla, y todo exceso o extemporaneidad tenga que juzgarse necesariamente como arbitrario.
En consecuencia, en el presente caso queda acreditada la violación de derechos constitucionales
al haberse cesado al demandante fuera del plazo previsto por el Decreto Ley Nº 25636.
Expediente 671-98-AA/TC-Lima
Lima
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Edgardo Anco Dávila contra la Resolución expedida por
la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas doscientos noventa, su fecha veintiséis de mayo de mil novecientos noventa y
ocho, que declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Don Edgardo Anco Dávila interpone Acción de Amparo contra el Presidente Ejecutivo del Instituto
Peruano de Seguridad Social, ingeniero don Alejandro Arrieta Elguera, y contra el Gerente
Departamental de Cerro de Pasco del Instituto Peruano de Seguridad Social, general (r), Clemente
Acevedo Guerrero, a fin de que se deje sin efecto la Resolución de Gerencia Departamental Nº
143-GDPA-IPSS-96, de fecha nueve de julio de mil novecientos noventa y seis así como la
Resolución Nº 188-GDPA-IPSS-96, que lo cesa en su trabajo por causal de racionalización.
Alega el demandante que el Gobierno Central, mediante el Decreto Ley Nº 25636, autorizó al
Instituto Peruano de Seguridad Social a llevar a cabo un proceso de racionalización de su personal
administrativo en un plazo máximo de ciento veinte días, el que, a su juicio, debería culminar el
veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventa y dos.
Refiere que presentó su solicitud para acogerse a la Resolución de Presidencia Ejecutiva Nº 091-
PE-IPSS-92, de fecha nueve de noviembre de mil novecientos noventa y dos, en el sentido de ser
excluido del proceso de selección y calificación en atención a su discapacidad física. Recuerda que
no obstante ello, tres años después, fuera del plazo legal establecido, al amparo del Decreto Ley
Nº 25636, se le ha cesado sin respetarse su derecho al debido proceso administrativo, regulado en
el Decreto Legislativo Nº 276.
Asimismo, precisa que no fue notificado en forma personal y por escrito del sometimiento al
proceso de evaluación, conforme lo ordenaba la Resolución de Dirección Ejecutiva Nº 1761-DE-
IPSS-92, que aprobó la Directiva Nº 039-DE-IPSS-92.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el representante legal del Instituto Peruano de
Seguridad Social, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) Se pretende dejar
sin efecto legal la Resolución de Gerencia Departamental Nº 143-GDPA-IPSS-96, mediante el cual
se declara improcedente la solicitud del demandante de quedar exonerado del examen de
selección y calificación, y se dispuso su cese por causal de racionalización; b) No se exoneró del
referido proceso de evaluación al demandante, pues a dicha fecha éste podía desarrollar
normalmente sus labores de personal administrativo; c) Se le cesó al demandante, pues no se
presentó a la evaluación prevista, siendo de aplicación lo dispuesto por el artículo 4° del Decreto
Ley Nº 25636(1). d) El demandante tenía conocimiento de la realización del proceso de evaluación,
lo que se acredita con la solicitud que éste presentara para ser exonerado; e) El proceso de
racionalización del personal se realizó dentro del plazo previsto por el Decreto Ley Nº 25636; y, f)
La Acción de Amparo no es la vía idónea para solicitar el pago de remuneraciones devengadas.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se acredita del petitorio contenido en Ia demanda, el objeto de ésta es que se
deje sin efecto la Resolución de Gerencia Departamental Nº 143-GDPA-IPSS-96, de fecha nueve
de julio de mil novecientos noventa y seis así como la Resolución Nº 188-GDPA-IPSS-96 y, en
consecuencia, se ordene la reposición del demandante en su cargo, con el abono de todas las
remuneraciones dejadas de percibir
2. Que, según se está a los documentos obrantes en autos, especialmente de fojas cinco a doce, el
demandante cumplió con transitar la vía administrativa previa a la que se refiere el artículo 27° de
la Ley Nº 23506(2), e interpuso su demanda dentro del plazo previsto por el artículo 37° de la
misma Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo(3) por lo que este Tribunal se encuentra
facultado para ingresar a evaluar las razones de fondo que el Recurso Extraordinario entraña.
3. Que, siendo ello así, a juicio del Tribunal Constitucional, la dilucidación de si la entidad
demandada vulneró o no los derechos constitucionales alegados por el demandante pasa por la
previa evaluación de si la solicitud presentada por el demandante para acogerse a la exoneración
del proceso de selección y calificación por minusvalía, aprobada mediante Resolución de
Presidencia Ejecutiva Nº 091-PE-IPSS-92, al resolverse mediante Resolución de Gerencia
Departamental Nº 143-GDPA-IPSS-96, con fecha nueve de julio de mil novecientos noventa y seis,
declarando su improcedencia y, al mismo tiempo, cesar al demandante por causal de
nacionalización era legalmente Permisible, ya que, a tenor del artículo 4° del Decreto Ley Nº
25636, los exámenes de calificación y selección deberían realizarse en un plazo que no excediera
los ciento veinte días calendarios posteriores a la vigencia de la referida norma con fuerza de ley.
4. Que, en ese sentido, es de observarse que cuando el demandante solicitó ser excluido del
proceso de calificación y selección en atención a una alegada discapacidad física, que se derivaría
de la intervención quirúrgica que se le practicó con fecha veintinueve de abril de mil novecientos
noventa y dos, sobre nefrectomía, según es de verse del documento obrante a fojas cuarenta y
cuatro del Cuaderno del Tribunal Constitucional, si bien no obtuvo una resolución administrativa
que acogió o denegó su petición de manera expresa, el hecho de que con anterioridad, mediante la
Resolución Divisional Nº 061-DDP-GDP-IPSS-92, de fecha dieciocho de junio de mil novecientos
noventa y dos, la entidad demandada le concedió una Licencia por Neoplasia con goce de haber
por tres meses, hacía presumir, por la naturaleza de la intervención quirúrgica de la que fue objeto,
que se encontraba dentro de los alcances de la Resolución de Presidencia Ejecutiva Nº 091-PE-
IPSS-92, que exoneraba a los trabajadores discapacitados del mencionado proceso de calificación
y selección.
5. Que, sin embargo, tal presunción fue objeto de evaluación con posterioridad por parte de la
Comisión de Minusvalía, obrante a fojas noventa, por virtud del cual se dictaminó la improcedencia
de la solicitud del demandante, por no estar incurso dentro de los alcances de la Resolución
Ejecutiva Nº 091-PE-IPSS-92, hecho éste que, dado que no existe etapa probatoria en el proceso
de amparo, a tenor de lo dispuesto por el artículo 13° de la Ley Nº 25398(4), no puede ser juzgado
por el Tribunal Constitucional
6. Que, no obstante ello, del hecho de que la entidad demandada pudiera haber advertido en la
conducta del demandante inexactitud o intención de engañar a la Administración alegándose una
condición (de minusvalía o discapacidad) que no se tenía, no autorizaba al Instituto Peruano de
Seguridad Social a disponer el cese del demandante por la causal de racionalización, pues como
ha sido sostenido por el Tribunal Constitucional:
a) El plazo para efectuarse el proceso de calificación y selección que el Decreto Ley Nº 25636
autorizó realizar al Instituto Peruano de Seguridad Social no podía, exceder por expresa
disposición del segundo párrafo de su artículo 4°, los ciento veinte días calendarios posteriores a la
vigencia del referido precepto con fuerza de ley (Cfr. STC recaída en el Exp. Nº 020-96-AA/TC;
STC en el Exp. Nº 376-96-AA/TC, etc.), que a la fecha en que se expide la Resolución de Gerencia
Departamental Nº 143-CDPA-IPSS-96, el nueve de julio de mil novecientos noventa y seis ya había
cesado en su vigencia.
b) Cuando una ley establece el plazo en que los órganos de la Administración podrán dictar o
efectuar actos administrativos, el respeto al principio de legalidad al que se encuentra sometido su
actuación impone que dichos actos se tengan que dictar necesariamente dentro del plazo previsto
por aquélla, y todo exceso o extemporaneidad tenga que juzgarse necesariamente como arbitraria
c) El que, eventualmente, en un hecho que este Tribunal no puede juzgar por las razones
esgrimidas en el fundamento jurídico sexto de esta sentencia, el demandante hubiese sorprendido
al Instituto Peruano de Seguridad Social aduciendo una condición que no la tenía, no autorizaba a
la entidad demandada disponer su cese por causal de racionalización, pues como también se ha
tenido oportunidad de precisar en la STC recaída en el Exp 138-96-AA/TC, las normas que
regulaban el proceso de racionalización eran excepcionales y tenían un fin específico; no
quedándole más camino a la entidad demandada, de haber sido el caso, que el de abrir proceso
administrativo por falta grave.
8. Que, no obstante ello, y conforme ha sido sostenido por el Tribunal Constitucional, no cabe
amparar el extremo de la pretensión que solicita el abono de las remuneraciones dejadas de
percibir, ya que ésta, constituyen la contraprestación al trabajo efectivo efectuado, tal como tiene
establecido la uniforme jurisprudencia de este Tribunal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Institución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 132-92-AA/TC
Lima
Caso: Asociación de Comerciantes del Mercado Número Uno de la Avenida Juan Lecaros Segunda
Cuadra del Distrito de Puente Piedra
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La Asociación de Comerciantes del Mercado Número Uno de la Avenida Juan Lecaros Segunda
Cuadra del Distrito de Puente Piedra interpone acción de Amparo contra el Concejo Distrital de
Puente Piedra, para que deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 061, y las multas impuestas
por la tala de árboles y la destrucción de una glorieta por parte de la actora.
El Concejo Distrital de Puente Piedra, niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
señalando que la Asociación no cumplió con agotar las vías previas al no haber impugnado dentro
del término de ley la Resolución de Alcaldía Nº 061, de fecha 30 de abril de 1990, habiéndose
realizado el embargo con fecha 28 de mayo de 1990. Asimismo, indica que la mencionada
resolución fue expedida de conformidad a la Resolución Suprema Nº 201-VC y al Acuerdo de
Concejo Nº 207-85(sic) de la Municipalidad de Lima Metropolitana, única institución que puede
autorizar la tala de árboles, previa opinión de los Concejos Distritales.Asimismo, señala ser el
verdadero propietario del terreno, por cuanto de acuerdo al artículo 1º de la Ley 14011, se adjudicó
a la Municipalidad de Puente Piedra todos los terrenos disponibles que se encontraban dentro de
su jurisdicción, encontrándose inscrita su propiedad en el Tomo 1726, fojas 377 y 378 del Registro
de la Propiedad Inmueble de la Oficina Nacional de Registros Públicos, desde el año 1968. La
Municipalidad de Puente Piedra señala también, que el Decreto Ley Nº 17355, Decreto Supremo
Nº 020-81-JUS, y Decreto Legislativo 530, artículo 101º establecen que ninguna autoridad ni
órgano administrativo, político ni judicial podrá suspender el procedimiento coactivo.
El Vigésimo Sexto Juzgado Civil de Lima, por sentencia de fecha veintitrés de agosto de mil
novecientos noventa, declaró improcedente la presente acción, al considerar que la Asociación
demandante no cumplió con agotar las vías previas.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución de fecha diecisiete de
diciembre de mil novecientos noventa, revocó la sentencia de Primera Instancia, y reformándola la
declaró fundada, al considerar que no era necesario el agotamiento de las vías previas por haberse
ejecutado la Resolución cuestionada antes de vencerse el plazo para que quede consentida, y se
ha acreditado que la demandante es la titular del derecho de propiedad del terreno donde se
encontraban los árboles, contando con la autorización respectiva para la tala de los mismos, por lo
que la imposición de la multa por parte de la demandada constituye una violación a su derecho de
propiedad.
La Segunda Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República, por resolución de fecha
catorce de agosto de mil novecientos noventa y dos, declaró haber nulidad en la de vista, y
confirmó la de Primera Instancia, que a su vez declaró improcedente la presente acción, por existir
incertidumbre con relación a la propiedad del terreno, al tener inscrito su derecho ambas
Instituciones, por lo que la Municipalidad de Puente Piedra no ha incurrido en un acto arbitrario.
FUNDAMENTOS:
Que, de acuerdo al artículo I del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente y los Recursos
Naturales "Toda persona tiene el derecho irrenunciable de gozar de un ambiente saludable,
ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida, y asimismo, a la preservación
del paisaje y la naturaleza, teniendo todos el deber de conservar dicho ambiente".
Que, la Asociación de Comerciantes a fojas 44, presenta copia de la autorización emitida por el
Centro de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, para la tala de los árboles, autorización
que se fundamenta en el Ley Nº 21147, "Ley Forestal y Fauna Silvestre" y el artículo 104º del
Decreto Supremo Nº 161-77-AG, Reglamento de Extracción; que, la ley antes citada norma la
conservación de los recursos forestales y de la fauna silvestre, y establece el régimen de uso,
transformación y comercialización de los productos que se deriven de ellos; que, la misma Ley
señala que debe entenderse como recurso forestal "aquellas tierras cuya capacidad de uso mayor
es forestal, los bosques y todos los componentes de la flora silvestre"; que, el artículo 104º del D.S.
161-77-AG, está referido a la extracción forestal de subsistencia para consumo directo del extractor
y de su familia; supuestos que no son de aplicación al presente caso. Que, el Decreto Supremo Nº
007-85-VC, "Reglamento de Acondicionamiento Territorial, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente",
establece en el artículo 51º que corresponde a los Municipios velar por la calidad del medio
ambiente natural y transformado, tanto en los centros poblados como en el medio rural; que, en el
artículo 54º del Reglamento Nº 007-85-VC, indica que podrán imponer sanciones a quienes
deterioren la flora y fauna, y atenten contra la integridad del patrimonio histórico - monumental y
paisajístico. Que, el Acuerdo de Concejo Nº 207-80- MLM, en su artículo 7º y 8º establece el
procedimiento para la tala de árboles, siendo el Concejo Provincial de Lima, el competente para
otorgar la autorización; que, asimismo, en el artículo 10º se establece la sanción para las personas
naturales o jurídicas que incumplan lo dispuesto en el mencionado Acuerdo de Concejo; que, en
consecuencia la Asociación de Comerciantes demandante no contaba con la autorización de
institución competente para proceder a la tala de los árboles. Que, no habiéndose violado o
amenazado en el presente caso ningún derecho constitucional, es de aplicación "contrario sensu"
de lo previsto por el artículo 2º de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus y Amparo".
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 221-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Salomón Linares Cornejo, contra la resolución de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha seis de febrero de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don José Salomón Linares Cornejo interpone acción de amparo contra la Municipalidad Provincial
de Arequipa, representada por su Alcalde don Roger Cáceres Pérez, con el propósito que se
disponga que este Gobierno Local suspenda todo tipo de celebración en el centro de la ciudad de
Arequipa, que entrañe causar daños a la propiedad y las personas, suspenda igualmente todo tipo
de tráfico pesado por "Arequipa cuadrada", cancele cualquier licencia de transporte por el centro de
la ciudad y erradique todos los centros nocturnos que existen en "Arequipa cuadrada" y los locales
que expenden bebidas alcohólicas adulteradas.
Manifiesta el accionante que es vecino de la calle Bolivar Nº 319 de la ciudad de Arequipa; que
cada 14 de agosto -fecha en que se celebra la verbena de la ciudad- él, sus familiares y vecinos
son víctimas de actos de inmoralidad y vandalismo, producto del alcoholismo; que, el transporte
pesado provoca graves daños al medio ambiente local, a la salud de los pobladores y está
socavando las estructuras de las antiguas casonas de la ciudad de Arequipa, con el riesgo que
desaparezcan estos monumentos arquitectónicos; agrega que la circulación de vehículos de
transporte público y de carga por las calles céntricas de esta ciudad pone en peligro la vida de
cientos de escolares que estudian en centros educativos de las calles Puente Grau, Bolivar y
Sucre.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, en el escrito de demanda el actor afirma que interpone la presente acción en defensa del
medio ambiente, del patrimonio cultural y de la seguridad ciudadana del centro de la ciudad de
Arequipa -de la cual es vecino- y de la salud e integridad física de sus habitantes, atribuyéndole a
la Municipalidad demandada una conducta lesiva omisiva, frente a los hechos que denuncia.
Que, en el presente caso estamos frente a derechos de incidencia colectiva, a los que la doctrina
conoce con el nombre de intereses difusos o colectivos, principalmente vinculados con la
preservación del ambiente; cuyos valores puestos en juego afectan prácticamente a todos; interés
jurídicamente relevante que ha hecho nacer un nuevo tipo de amparo, denominado amparo
colectivo por el estudioso argentino Augusto M. Morello; y cuya admisibilidad ha sido expresamente
reconocida -para el caso de derechos constitucionales de naturaleza ambiental- por el art. 26º
tercer párrafo de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo; dispositivo legal, que por otra
parte, reconoce la legitimatio ad causama cualquier persona, aún cuando la violación o amenaza
no lo afecte directamente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de fojas cincuenta y siete, de fecha seis de febrero de mil novecientos
noventa y siete, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que confirmando la apelada, declaró improcedente la acción de amparo; dispusieron su publicación
en el Diario Oficial "El Peruano", con arreglo a ley; y los devolvieron.
Que, según lo previsto por el artículo 18º de la Constitución Política el Estado, cada Universidad es
autónoma en su régimen normativo de gobierno, académico, administrativo y económico, lo que en
el presente caso se materializa a través de la potestad de la Pontificia Universidad Católica para
conceder en forma excepcional la autorización para que los alumnos que hubieran incurrido en la
causal antes referida, puedan continuar sus estudios, tal como lo establece el ...artículo (31º del
Reglamento de Estudios Generales Ciencias).
Expediente 304-96-AA/TC
Lima
En Lima a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, interpuesto por Hebert Soldevilla Romero contra la sentencia, de fecha
seis de marzo de mil novecientos noventa y seis, que confirma la apelada que declara
improcedente la Acción de Amparo seguida contra la Pontificia Universidad Católica del Perú.
ANTECEDENTES:
El actor interpone Acción de Amparo para que cese la violación a su derecho a ser tratado con
igualdad ante la ley, a su derecho a no ser discriminado e impedido a seguir cursando su carrera
universitaria y solicita que se deje sin efecto la Resolución del Consejo de Facultad de Estudios
Generales Ciencias Nº 102, mediante la cual se deniega su reincorporación a la Facultad.
Señala que es alumno de la Universidad Católica del Perú, desde el año 1987, II Semestre. En el
semestre 1994-II fue eliminado de la Facultad de Estudios Generales Ciencias por haber sido
reprobado en el único curso en el que se había matriculado. Este hecho se produjo en diciembre
de 1994, tiempo en el cual se encontraba vigente la Resolución Nº 083/85, la cual fue modificada
en los meses de enero y febrero de 1995, con lo cual se varió sustancialmente el procedimiento
ante la Comisión Permanente de Matrícula, al que se podía recurrir en tercera instancia. Que el
Decano de la Facultad de Estudios Generales Ciencia, le manifestó desde el principio que su caso
sería denegado, aún sin ser evaluado, porque se trataba de una tercera carta de permanencia para
matrícula en la Universidad, sin embargo existen casos donde se ha concedido dicha tercera carta
de permanencia que los motivos que lo llevaron a dicha situación escaparon totalmente a su
control, que primero fije una enfermedad y posteriormente, un atentado que sufrió su madre, razón
por la cual le concedieron las dos cartas de permanencia anteriores; no obstante, que para esta
tercera oportunidad los motivos estaban acreditados, la universidad se negó, alegando que sus
promedios eran bajos. Ampara su Acción en los artículos 1º, 2º inciso 2), 139º inciso 3) de la
Constitución Política del Estado; asimismo, en los artículos 17º, y 24º, inciso 2) de la Ley Nº 23506.
A fojas noventa y seis, fue contestada la Acción por Carlos Lozada Legrand, representante de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, negándola y contradiciéndola en todas sus partes. Señala
que el señor Hebert Soldevilla Romero fue eliminado en una primera oportunidad de la
Universidad, al concluir el segundo semestre del año 1989, al no haber aprobado ninguno de los
cursos en los que se había matriculado en dicho semestre. La sumatoria de los dos últimos
semestres no alcanzaba a dieciocho, es decir, a tenor de lo establecido en el artículo 50º, numeral
a) del Reglamento de Estudios Generales Ciencias, por lo que perdió la calidad de alumno. Sin
embargo, como excepción el artículo citado establece, que el Consejo de Facultad podrá autorizar
a continuar estudios a pesar de no alcanzar dicha sumatoria En atención a ello, luego de
presentada la solicitud por el señor Soldevilla, se aceptó su reingreso.
A fojas ciento veinticinco, la juez del Veintitrés Juzgado Civil emite sentencia declarando
improcedente la Acción de Amparo por considerar que no se ha agotado la vía previa.
A fojas ciento setenta la Tercera Sala Civil confirma la sentencia apelada por los mismos
argumentos de la apelada.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que la Acción de Amparo sólo procede cuando se hayan agotado las vías previas tal como lo
señala el artículo 27º de la Ley Nº 23506. En el caso concreto de la presente Acción el
procedimiento aplicable es el previsto por el artículo 31º del Reglamento de Estudios Generales
Ciencias que establece que las reclamaciones de los alumnos de la Facultad serán resueltas por el
Consejo de Facultad o por el Decano, según corresponda. De los actuados se desprende que se
ha agotado la vía previa, y por lo tanto, se ha cumplido con el principio constitucional de la doble
instancia, pues la solicitud del accionante ha sido resuelta en primera instancia por el Decano y,
posteriormente, ha sido ratificada en apelación por el Consejo de Facultad. En consecuencia, no
resulta exigible el agotamiento de la vía previa ante el Consejo de Asuntos Contenciosos
Universitarios de la Asamblea Nacional de Rectores.
Que se ha determinado que el accionante ha incurrido en la causal prevista por el artículo 50º
inciso a) del Reglamento de Estudios Generales Ciencias, en consecuencia, éste ha perdido su
condición de alumno de la Universidad.
Que según lo previsto por el artículo 18º de la Constitución Política del Estado, cada Universidad
es autónoma en su régimen normativo de gobierno, académico, administrativo y económico, lo que
en el presente caso se materializa a través de la potestad de la Pontificia Universidad Católica para
conceder en forma excepcional la autorización para que los alumnos que hubieran incurrido en la
causal antes referida, puedan continuar sus estudios, tal como lo establece el mismo artículo del
citado Reglamento.
Que en ejercicio de ese derecho, la Universidad decidió, hasta en dos oportunidades, conceder la
posibilidad para que el accionante pueda reincorporarse como estudiante, luego de haber incurrido
en causales de pérdida de la condición de alumno, previstas en su ordenamiento interno.
Precisamente, los antecedentes indicados refieren, de parte de la Universidad, la ausencia de un
trato discriminatorio o violatorio del principio de la igualdad ante la ley, en perjuicio del accionado.
Que el derecho a la educación invocado por el actor se refiere, según lo dispuesto en el artículo 24,
inciso 17) de la Ley Nº 23506 a la facultad jurídica de poder escoger el tipo y centro de educación.
En el presente caso, este derecho debe entenderse como la posibilidad de ingresar a estudiar a la
Universidad, sin más restricción que los requisitos de ley, así como a permanecer en ella
cumpliendo las exigencias y normas previstas por el ordenamiento jurídico interno. No se aprecia
en el presente caso, la vulneración del ejercicio de este derecho.
FALLA:
Revocando la sentencia de vista que confirma la apelada que declara improcedente la Acción, y
reformándola, la declara infundada. Mandaron: se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro
del plazo previsto por la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Sólo se pueden hacer valer los derechos a través de las vías y procedimientos establecidos por la
ley, y ante la autoridad jurisdiccional. Nadie puede violentar y despojar de su posesión a otro sin
juicio previo argumentando un supuesto derecho, el cual tiene que ser dilucidado judicialmente y
con ejercicio del derecho de defensa de la contraparte.
Expediente 365-91
Lima
Señor Presidente:
A fojas 21, Astilleros Jorge Labarthe S.A., representado por su Gerente General Comandante
Jorge Labarthe Gonzales, interpone Acción de Amparo contra el Ministerio de Economía y
Finanzas, de Transportes y Comunicaciones, Empresa Nacional de Puertos S.A. ENAPU S.A., y
Gerente responsable Julio Gavilano Albarracín y contra la Resolución Suprema Nº 064-88-VC-
5600 de 10.5.88, por Violación del derecho constitucional de Propiedad, respecto del terreno que
ocupan los talleres de la firma actora, el que fue adquirido de la firma WR Grace £ Co., por
escritura pública de fecha 30 de marzo de 1964 ante el Notario Público don René Mejía Gonzales,
inmueble al que ingresaron gente armada derrumbando un cerco de sesenta metros lineales,
rompiendo las tuberías de agua, aire comprimido de instalaciones eléctricas, atribuidos al personal
de ENAPU S.A. basados en la Resolución Suprema mencionada.
Ampara su demanda en los Artículos 2º incisos 7) y 14), 3º, 295º y 305º de la Constitución Política
del Estado y Artículos 1º, 24º y 31º de la Ley Nº 23506, recaudada con las instrumentales de fojas
2-20.
Admitida la acción de fojas 22 vuelta se corrió traslado a los demandados, la que fue absuelta a
fojas 47 y 50, por Empresa Nacional de Puertos S.A. y por el Procurador Público del Ministerio de
Economía y Finanzas, negándola y contradiciéndola, en los términos expuestos.
Del estudio y análisis de lo actuado, se llega a la conclusión de que ambas partes se consideran
propietarias del inmueble materia de la presente acción. Así la firma demandante ampara su
derecho de dominio sobre el predio en cuestión, en el título de propiedad de fojas 5-15, mientras
que la demandada Empresa Nacional de Puertos S.A. (fojas 41), alega que mediante expediente
administrativo Nº 1833-80, ENAPU S.A. inició ante el Ministerio de Vivienda al amparo del Decreto
Ley Nº 18806, el trámite de aporte de capital de los terrenos de propiedad del Estado, entre los que
se encuentran los predios ocupados por Astilleros Jorge Labarthe S.A. ordenándose la inscripción
en primera de dominio en favor del Estado, por Resolución Directoral Nº 106-88-VC-5600-DMAR,
título que fue inscrito en los asientos IC de las fichas Nºs. 33966 y 33968 de los Registros Públicos
del Callao, no existiendo violación del derecho de propiedad por acción u omisión de actos de
cumplimiento obligatorio; no siendo la Acción de Amparo la vía idónea para discutir el derecho de
propiedad, sino la ordinaria de acuerdo al ordenamiento legal vigente sobre la materia, con la
circunstancia además, que la presente acción ha caducado de conformidad con el Artículo 37º de
la Ley Nº 23506, por estar interpuesta fuera del término de producida la afectación a fojas 32,
Resolución Suprema Nº 064-88-VC-5600), de cuya resolución tenía conocimiento la actora.
Por los fundamentos expuestos, esta Fiscalía es de opinión que se sirva declarar HABER
NULIDAD en la sentencia de vista de fojas 76 su fecha 13 de noviembre de 1990 que confirma la
apelada de fojas 54, su fecha 27 de diciembre de 1989, que declara Fundada la demanda de fojas
21; la que debe declararse Improcedente; debiendo este Dictamen ponerse en conocimiento del
señor Procurador Público encargado de los asuntos del Ministerio de Economía y Finanzas,
Ministerio de Vivienda, para los fines de Ley.
VISTOS; con lo expuesto por el señor Fiscal; por sus fundamentos; declararon: NO HABER
NULIDAD en la sentencia de vista de fojas setentiséis, su fecha trece de noviembre de mil
novecientos noventa que, confirmando de un lado y revocando de otro la apelada de fojas
cincuenticuatro, fechada el veintisiete de diciembre de mil novecientos ochentinueve, declara
FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta a fojas veintiuno por Astilleros Jorge Labarthe
Sociedad Anónima contra el Ministerio de Economía y Finanzas y otros y, en consecuencia,
inaplicable a la accionante la Resolución Suprema número cero sesenticuatro ochentiocho-VC-
cinco mil seiscientos de diez de mayo de mil novecientos ochentiocho; con lo demás que contiene;
MANDARON: que consentida o ejecutoriada que sea la presente resolución, se publique en el
Diario Oficial El Peruano dentro del término que establece el Artículo cuarentidós de la Ley número
veintitrés mil quinientos seis; y los devolvieron.
Con lo expuesto por el señor Fiscal; por sus fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: que si
bien la presente Acción de Amparo no es la vía idónea para dilucidar derechos de propiedad, sin
embargo, de autos se desprende que la demandante, al tiempo de verificarse los hechos, se
encontraba en posesión del inmueble cuya propiedad las partes afirman les corresponde; que es
en ese sentido, que más allá de la discusión sobre a quién le pertenece la propiedad del citado
bien y de la valorización por parte de esta Corte de los documentos probatorios que se presentan
con el fin de determinar este hecho, es evidente que del tenor de la Carta Notarial de fecha treinta
de octubre de mil novecientos ochentinueve enviada a la actora por la demandada Empresa
Nacional de Puertos Sociedad Anónima, se advierte que ésta lo que pretende es despojar a la
accionante de la posesión que viene ejerciendo sobre el referido inmueble; que es una garantía
esencial de la Administración de Justicia, susceptible de ser protegida en vía de amparo de
conformidad con lo establecido por el Artículo cuarto de nuestra Constitución Política, lo
consagrado por el inciso noveno del Artículo doscientos treintitrés de la misma Carta Fundamental
que reconoce a toda persona el derecho de no ser penado sin juicio, ni privado del derecho de
defensa en cualquier estado del proceso; que en virtud de la mencionada norma constitucional,
al encontrarse la actora en posesión del inmueble, la única forma como la demandada Empresa
Nacional de Puertos puede hacer valer su supuesto derecho de propiedad y, por ende, despojar a
aquella de la posesión que ejerce, es a través de los procedimientos establecidos por la ley para tal
fin; que, consiguientemente, de modo alguno puede la empresa demandada violentar a la
accionante y despojarla de su posesión haciendo valer un supuesto derecho que tiene que ser
dilucidado en la vía correspondiente y con mediación de una orden judicial que así lo permita en
auxilio de la fuerza pública; que siendo así, de ello se colige que los Ministerios igualmente
demandados resultan ser ajenos a los actos propios perpetrados por la Empresa Nacional de
Puertos; MI VOTO es por que se declare HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas
setentiséis, su fecha trece de noviembre de mil novecientos noventa que, confirmando de un lado y
revocando de otro la apelada de fojas cincuenticuatro, fechada el veintisiete de diciembre de mil
novecientos ochentinueve, declara fundada la Acción de Amparo. reformando la resolución
recurrida y revocando la de primera instancia, se declare INFUNDADA la referida acción en cuanto
se refiere a los Ministerios de Economía y Finanzas y de Transporte y Comunicaciones; y se
declare NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene.
S. BALLON-LANDA
Que, mediante Ley Nº 27204... se precisó de manera inobjetable, que el referido cargo de Auxiliar
Coactivo no es un cargo de confianza; consecuentemente, ... resulta ilegal solicitarle al auxiliar
coactivo que ponga a disposición su cargo (...)
Expediente 2152-99-Lima
Resolución Nº 1843
VISTOS; con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas cincuenticinco y
cincuentiséis; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, el objeto de las acciones de garantía es el de
reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio con el objeto de corregir
de manera inmediata un acto manifiestamente ilegal, y proveer un remedio rápido a la arbitraria
invasión de los derechos constitucionales; Segundo.- Que, la Acción de Amparo constituye un
mecanismo procesal a cuyo procedimiento especialísimo y sumarísimo, únicamente se recurre de
manera residual, esto es, que no exista otro camino procesal para acceder a la pretensión jurídica
y siempre que se trate de lograr la reposición del derecho constitucional transgredido o amenazado
de manera fáctica, evidente y sin duda alguna, pues ésta no es declarativa de derechos, sino que,
a través de ella, se pueden resarcir aquellos derechos que estando plena e indubitablemente
acreditados, son objeto de transgresión; consecuentemente, corresponde verificar en autos si se
configura o no la violación de los derechos constitucionales invocados en la demanda y si resulta o
no procedente la pretensión reclamada; Tercero.- Que, la pretensión contenida en el petitorio de la
demanda, está dirigida a que se declare inaplicable para el actor, la Resolución de Alcaldía número
076-99-ALC/MSI, expedida por la Municipalidad emplazada con fecha veinticinco de enero de mil
novecientos noventinueve, debiéndose en consecuencia, ordenar su reposición en el cargo de
Auxiliar Coactivo que venía desempeñando al veintiocho de enero presente, al haberse vulnerado
según se refiere, sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo, a la carrera administrativa y
de protección contra el despido arbitrario; asimismo solicita la aplicación del Artículo once de la Ley
Nº 23506(1) ; Cuarto.- Que, de la Resolución de Alcaldía número 330-98-ALC/MSI, de fecha
veintitrés de noviembre de mil novecientos noventiocho se advierte que el demandante accedió al
cargo de Auxiliar Coactivo, al haber obtenido una de las plazas propuestas por la emplazada,
mediante Concurso Público de Méritos, designándose dicho cargo como uno de confianza; Quinto.-
Que, al iniciarse el nuevo período municipal, en acatamiento de la comunicación de la Dirección
Municipal obrante a fojas cuatro, el demandante pone su cargo a disposición, el cual es
conceptualizado por la demandada, como acto de renuncia, como se puede verificar de la
cuestionada Resolución de Alcaldía número 076-99-ALC/MSI; Sexto.- Que, la resolución señalada
precedentemente fue impugnada por el actor, como se observa de fojas siete a once, siendo dicho
recurso resuelto por la misma autoridad municipal, mediante Resolución de Alcaldía número 136-
99-ALC/MSI, de fecha dos de marzo del presente año, contraviniéndose de esta forma, el principio
de pluralidad de instancias; Sétimo.- Que, respecto a la naturaleza del cargo de Auxiliar Coactivo,
resulta de aplicación lo señalado por la Ley Nº 26979 -Ley de Procedimiento de Ejecución
Coactiva-, que en su Artículo siete numeral 7.2), estatuye que tanto el Ejecutor como el Auxiliar
Coactivo ingresarán como funcionarios de la entidad a la cual representan, y ejercerán su cargo a
tiempo completo y dedicación exclusiva; ello en concordancia con lo preceptuado por el Artículo
doce del Decreto Legislativo número 276 -Ley de Bases de la Carrera Administrativa-; a su vez,
mediante Ley Nº 27204, publicada el veintiséis de noviembre último, se precisó de manera
inobjetable, que el referido cargo de Auxiliar Coactivo no es un cargo de confianza;
consecuentemente, no teniendo esa naturaleza, resultaba ilegal solicitarle al accionante que ponga
a disposición su cargo; asimismo, tenía que renunciar a dicho cargo expresamente, lo cual como
se evidencia no se ha suscitado; Octavo.- Que, habiendo incurrido la Municipalidad accionada en
error de interpretación respecto al cargo en referencia, así como también, no habiendo renunciado
el actor de manera expresa al mismo, la resolución objetada deviene en afectante del derecho a la
libertad de trabajo invocado; por estos fundamentos; REVOCARON la Sentencia apelada de fojas
cuarenta a cuarentidós, su fecha veintisiete de julio de mil novecientos noventinueve, que falla
declarando INFUNDADA la demanda; REFORMÁNDOLA:DECLARARON FUNDADA la referida
demanda interpuesta a fojas catorce y siguientes, en la Acción de Amparo seguida por SANTOS
FELICIANO VARAS CASTRO, contra la MUNICIPALIDAD DE SAN ISIDRO; en consecuencia,
inaplicable al actor la Resolución de Alcaldía número 076-99-ALC/MSI, expedida por la demandada
con fecha veinticinco de enero de mil novecientos noventinueve, debiendo la Corporación
accionada ordenar su reposición en el cargo de Auxiliar Coactivo que venía desempeñando al
veintiocho de enero de mil novecientos noventinueve; no siendo de aplicación lo previsto en el
Artículo once de la Ley número 23506, por las circunstancias que ha mediado en el presente
proceso; y estando a que la presente resolución sienta precedente de observancia obligatoria;
MANDARON que, consentida y/o ejecutoriada que ésta sea, se publique en el Diario Oficial El
Peruano por el término de ley, y los devolvieron.
Que los beneficios que reclaman los demandantes, no fueron instituidos originariamente para ellos,
y tampoco participaron en su financiación, y si se les abonó alrededor de dos años fue en base a
un criterio extensivo, que a partir de la vigencia de la Ley Nº 26404 resulta impracticable.
Expediente 134-96-AA/TC
Lima
Caso: Emilio Martínez Obando
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Emilio Martínez Obando, y otros, contra la resolución
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, de fecha veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventicinco, que declara Haber Nulidad en la sentencia de vista, de fecha 26 de
diciembre de 1994, que confirma la apelada dictada por el 2º Juzgado Especializado en lo Civil de
Lambayeque, con fecha quince de julio de mil novecientos noventicuatro, y declara fundada la
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
La Acción la interponen contra el Presidente de la Región Nor Oriental del Marañón, Nicolás
Takayama Sánchez, a fin de que se deje sin efecto la Resolución Ejecutiva Nº 027-94, del 28 de
enero de 1994, y se restablezca la vigencia de la Resolución Ejecutiva Nº 224-93-RENOM-P, del
22 de junio de 1993, que les permita a los cesantes y jubilados seguir percibiendo el pago del
Fondo de Estímulo del Sector Transportes y Comunicaciones de la Sub-Región II Lambayeque. El
Segundo Juzgado en lo Civil de Lambayeque declaró fundada demanda, por considerar, entre
otras razones, que a los actores les asiste el derecho a dicha percepción en su condición de
pensionistas de la administración pública sujetos a la Ley Nº 23495. Interpuesto recurso de
apelación, la Segunda Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lambayeque confirmó la
apelada, según resolución del veintiséis de diciembre de mil novecientos noventicuatro, al haberlo
percibido por más de dos años y tratarse de un derecho adquirido, conforme lo consagra el art. 26º
inciso 2) de la Constitución Política del Perú. Contra esta resolución el accionante interpone
Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han remitido los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. El Fondo de Estímulo mencionado tiene por finalidad estimular en forma permanente a los
trabajadores activos del Pliego Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para el mejor
desempeño de sus funciones y el logro de los objetivos de dicho Sector.
2. Que, según el art. 3º del Reglamento de Organización y Administración, aprobado por R.M. Nº
737-90-TC/15.0 de fecha 24 de mayo de 1990, el referido Fondo está constituido básicamente con
los ingresos propios del Pliego del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
3. Que, al haberse prohibido la administración de recursos propios en forma extrapresupuestaria,
según Ley Nº 26404, artículo 22º, dicho Fondo se encuentra comprometido en su financiación y,
por consiguiente, en el cumplimiento de sus objetivos propuestos.
4. Que los beneficios que reclaman los demandantes, no fueron instituidos originariamente para
ellos, y tampoco participaron ni participan en su financiación, y si se les abonó alrededor de dos
años, fue en base a un criterio extensivo, que a partir de la vigencia de la Ley Nº 26404 resulta
impracticable.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, los beneficios que reclaman los actores, no fueron instituidos originariamente para ellos, y
tampoco participaron ni participan en su financiación, y si se les abonó alrededor de dos años fue
en base a un criterio extensivo, que a partir de la vigencia de la Ley Nº 26404 resulta impracticable.
Expediente 167-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Leodomigio Gamarra Pérez, y otros, contra la
resolución expedida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República, de
fecha 24 de noviembre de 1995, que declaró Haber Nulidad en la sentencia de vista, de fecha 26
de diciembre de 1994, que confirmó la apelada expedida por el 2º Juzgado Especializado en lo
Civil de Lambayeque, de fecha 14 de julio de 1994,que declaró fundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Los recurrentes interponen Acción de Amparo contra el Presidente de la Región Nor Oriental del
Marañón, Nicolás Takayama Sánchez, a fin de que se deje sin efecto la Resolución Ejecutiva Nº
027-94, del 25 de enero de 1994, y se restablezca la vigencia de la Resolución Ejecutiva Nº 224-
93-RENOM-P, del 22 de julio de 1993, que les permita a los cesantes y jubilados seguir
percibiendo el pago del Fondo de Estímulo del Sector Transportes y Comunicaciones de la Sub-
Región II - Lambayeque, amparan su demanda en lo dispuesto por el numeral 2 del artículo 200º
de la Constitución así como los artículos 24º, 26º, 30º y Primera y Segunda Disposición Final y
Transitoria de la Carta Magna, concordantes con los artículos 2º y 24º de la Ley Nº 23506. El
Segundo Juzgado en lo Civil de Lambayeque con fecha 14 de julio de 1994, declaró fundada la
demanda, por considerar, entre otras razones, que a los actores les asiste el derecho a dicha
percepción en su condición de pensionistas de la Administración Pública sujetos a la Ley Nº 23495.
Interpuesto recurso de apelación, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque con
fecha 26 de diciembre de 1994 confirmó la apelada, por estimar que, al haber los actores percibido
por más de dos años el monto señalado y por tratarse de un derecho adquirido, tal como lo
consagra el art. 26º inciso 2) de la Constitución Política del Perú es amparable la Acción incoada.
Contra la citada resolución los demandados interponen recurso de nulidad y con fecha 24 de
noviembre de 1995, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema declaró haber nulidad en
la de vista y reformándola declaró improcedente la Acción de Amparo. Contra esta resolución los
actores interponen Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales
se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. El Fondo de Estímulo mencionado tiene por finalidad estimular en forma permanente a los
trabajadores activos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para el mejor desempeño de
sus funciones y el logro de los objetivos de dicho Sector.
2. Que, según el artículo 3º del Reglamento de Organización y Administración, aprobado por R.M.
Nº 737-90-TC/15.0, de fecha 24 de mayo de 1990, el referido Fondo está constituido básicamente
con los ingresos propios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
4. Que, los beneficios que reclaman los actores. no fueron instituidos originariamente para ellos y,
tampoco participaron ni participan en su financiación, y si se les abonó alrededor de dos años fue
en base a un criterio extensivo, que a partir de la vigencia de la Ley Nº 26404 resulta impracticable.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Beneficios sociales
«... conforme a los Artículos 110° inciso a) y 114° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM es un
derecho de todo trabajador perteneciente a la Administración Pública, el solicitar licencia a
consecuencia de citación expresa del órgano jurisdiccional, y tal petición fue debidamente
acreditada por el actor... no ha debido... abrirse procedimiento administrativo disciplinario [por
supuesta ausencia injustificada] contra el recurrente... por cuanto, no era su situación, pasible de
infracción alguna.»
Exp. N° 080-96-AA/TC
Lima
Caso: Luis Villavicencio Torres.
En Lima, a los tres días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, de fecha veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, que,
confirmando la resolución apelada del ocho de mayo de mil novecientos noventa y cinco, declaró
improcedente la Acción de Amparo interpuesta por don Luis Max Villavicencio Torres contra el
Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción.
ANTECEDENTES:
Por todas estas razones, solicita el demandante, se inaplique la resolución que lo destituye, se le
reincorpore en la plaza que ocupaba y se le reintegre las remuneraciones, bonificaciones y otros,
dejadas de percibir.
De fojas cuarenta y nueve a cincuenta y dos y con fecha ocho de mayo de mil novecientos noventa
y cinco, el Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil expide resolución declarando improcedente la
acción, fundamentalmente por considerar: a) que el derecho del demandante para interponer la
acción ha caducado, y b) que no es el amparo la vía que corresponde para hacer el reclamo que se
pretende, sino la vía ordinaria.
Interpuesto recurso de apelación, los autos son remitidos a la Tercera Fiscalía Superior en lo Civil
para efectos de la vista correspondiente y devueltos estos con dictamen que se pronuncia por que
se confirme la apelada, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, a fojas noventa y dos y
con fecha veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, confirma la resolución
apelada.
Contra esta resolución el demandante plantea recurso de apelación, el cual se deberá entender
con "Extraordinario", por lo que de conformidad con el artículo 41° de la Ley N° 26435 , se dispuso
el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
4. Que, por otra parte y pasando a efectuar el análisis de las cuestiones de fondo que
encierra la presente demanda, debe precisarse, que si conforme a los artículos 110° inciso a) y
114° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM es un derecho de todo trabajador perteneciente a la
Administración Pública, el solicitar licencia a consecuencia de citación expresa del órgano judicial,
y tal petición fue debidamente acreditada por el actor conforme fluye de fojas nueve, no ha debido
desde un principio, abrirse procedimiento administrativo disciplinario contra el recurrente mediante
la Resolución Viceministerial N° 03-94-TCC/15.01.VC del 07-03-94, por cuanto, no era su situación,
pasible de infracción alguna.
6. Que, a mayor abundamiento, el propio demandante, una vez superada la situación que le
impedía asistir a su centro de trabajo solicitó expresamente su reincorporación conforme fluye de
fojas diecisiete, sin que la entidad emplazada, pese a que aún se encontraba en trámite el proceso
disciplinario, se haya tomado la molestia de atender su pedido, lo que demuestra que no tenía,
desde un principio, la intención de merituar los descargos formulados por el demandante.
7. Que, en todo caso y en medio del panorama descrito, lo único que resulta inviable solicitar
por la presente vía procesal constitucional, es el extremo del petitorio referido al reintegro de
remuneraciones, bonificaciones y otros beneficios dejados de percibir como consecuencia de no
haber laborado, por cuanto es un principio recogido por éste Colegiado, que sólo puede ser de
abono el trabajo efectivamente realizado, lo que como se ha visto en el proceso examinado, no ha
sucedido.
FALLA:
Beneficios sociales
Exp. N° 116-97-AA/TC
Ucayali
Asociación de Cesantes y Jubilados de Agricultura.
En Lima, a los diecinueve días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Agregan, que lo más grave está en el hecho que para establecer sus remuneraciones pensionables
no se ha tenido en cuenta que toda remuneración afecta al descuento, permanentes en el tiempo y
regulares en su monto son pensionables.
FUNDAMENTOS:
3. Que, siendo así, teniéndose en cuenta que sólo desde la perspectiva constitucional, en
cuanto pueda producir una vulneración de un derecho fundamental, éste Colegiado puede entrar
en examen de la aplicación de la legalidad, y que en el presente caso, por falta de elementos de
juicio suficientes, llegar a dilucidar las cuestiones antes referidas demandaría la actuación de
pruebas, lo que no es posible en los procesos de garantía como el presente, que por su naturaleza
especial y sumarísima, carecen de estación probatoria, conforme lo establece el artículo 13º de la
Ley Nº 25398 complementaria de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo Nº 23506, razón por la cual
la acción de amparo no es la vía pertinente para solicitar un mejor derecho pensionario, ya que en
rigor ello es lo que se pretende, conforme lo manifiesta la propia demandante en su escrito de trece
de junio de mil novecientos noventa y tres, al sostener que "en lo referente a Refrigerio y Movilidad
perciben una suma del tesoro público como cualquier servidor, pero lo que se está reclamando es
lo proveniente por ingresos propios y pactos colectivos ..., que es mucho más".
4. Que, respecto al pago solicitado por Función Técnica Especializada, debe precisarse que
dicho beneficio estuvo regulado por el Decreto Supremo Nº 005-89-EF y su modificatoria dispuesta
por el Decreto Supremo Nº 017-89-EF, a favor de los trabajadores de la Administración Pública
comprendidos en dichos dispositivos legales, pero es el caso que a partir del primero de mayo de
mil novecientos ochenta y nueve, ha sido suprimida dicha bonificación en virtud de lo dispuesto por
el artículo 6º del Decreto Supremo Nº 028-89-PCM, disponiéndose que los montos que viniera
percibiéndose por dicho concepto se integrarán a la Remuneración Transitoria para Homologación.
5. Que, respecto del extremo del petitorio referente al pago de Reintegro de Liquidación de
Beneficios Sociales, Reintegro de Incentivos por Renuncia Voluntaria y otros conceptos que se
reclaman, la demandante deberá hacer valer el derecho que le corresponda en la vía judicial
ordinaria pertinente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Que, el artículo 73° de la Constitución Política del Estado establece que "los bienes de dominio
público son inalienables e imprescriptibles. Los bienes de uso público pueden ser concedidos a
particulares conforme a ley, para su aprovechamiento económico".
Expediente 220-97-AA/TC
Loreto
En Lima, al primer día del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega además que la Municipalidad de Maynas no ha cumplido con notificarla con la Resolución de
Alcaldía Nº 019-96-A-MPM de diecisiete de enero de mil novecientos noventiséis razón por la cual
se vio obligada a presentar solicitud de fecha diez de octubre de mil novecientos noventiséis
exigiendo se efectúe el acto administrativo de notificársele de la misma, con la finalidad de no
privársele del derecho de defensa.
Con fecha veintinueve de noviembre de mil novecientos noventiséis, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Maynas expide resolución, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha seis de diciembre de mil novecientos noventiséis, la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Maynas, expide resolución de fecha siete de febrero
de mil novecientos noventisiete, confirmando la apelada, declarándola improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, por medio de la presente demanda, se pretende que la Municipalidad Provincial de Maynas,
se abstengan de perturbar la posesión que tiene la actora de una vivienda material recuperable y
de un puesto de venta (kiosco) el cual se encuentra en la carretera Iquitos-Nauta camino a
Quistococha, sin contar con la respectiva Licencia de Funcionamiento.
Que, el artículo 73º de la Constitución Política del Estado establece que " los bienes de dominio
público son inalienables e imprescriptibles. Los bienes de uso público pueden ser concedidos a
particulares conforme a ley, para su aprovechamiento económico".
Que, de autos fluye a fojas dieciocho la firma de la actora como constancia de haber sido notificada
con la Resolución de Alcaldía Nº 019-96-A-MPM, la cual fue recepcionada el tres de junio de mil
novecientos noventiséis, con lo cual se acredita la no vulneración del debido proceso corroborado
con el expediente administrativo fedatado de fojas setentitrés a doscientos setentidós.
Que, la posesión constituye el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la propiedad
sin constituir un poder jurídico capaz de imponerse o hacer valer los atributos concernientes a la
propiedad.
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Maynas, su fecha siete
de febrero de mil novecientos noventisiete, que en su oportunidad confirmó la apelada, de fecha
veintinueve de noviembre de mil novecientos noventiséis , la que declaró improcedente la Acción
de Amparo interpuesta. Reformándola la declararon infundada; ordenaron la publicación de esta
sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Caducidad
«... ha transcurrido con exceso el plazo previsto por el Artículo 37° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 1224-97-AA/TC
Lima
Modesto Olivares Hidrogo
En Lima, a los dos días de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Modesto Olivares Hidrogo contra la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su fecha veintitrés de julio de mil
novecientos noventa y siete, que confirmó la sentencia que declara fundada la excepción de
caducidad.
ANTECEDENTES:
Don Modesto Olivares Hidrogo interpone Acción de Amparo contra don José Anticona Paredes,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Florencia de Mora - Trujillo, don Hermógenes Rubio
Cabrera y don Carlos Vasquez Boyer, con el objeto de que se declare inaplicable para el actor, la
Resolución de Alcaldía N° 150-96-C/FM, de fecha trece de setiembre de mil novecientos noventa y
seis, que en su artículo 2° se le cesa por causal de excedencia, en el cargo de Policía Municipal.
Que mediante Decreto Ley N° 26093 se dispuso que los titulares de los Ministerios y Organismos
Públicos Descentralizados, cumplan con efectuar semestralmente programas de evaluación de
rendimiento laboral de sus trabajadores, facultad que por imperio de la Octava Disposición
Transitoria y Final de la Ley del Presupuesto para el Sector Público para el año mil novecientos
noventa y seis N° 26553, también comprende a las Municipalidades.
Sostiene el actor que el Alcalde de la Municipalidad de Florencia de Mora, José Anticona Paredes,
expidió la Resolución de Alcaldía N° 130-96-MD/F, de fecha seis de agosto del mismo año,
disponiendo la realización de un Programa de Evaluación del Personal, aprobando el Reglamento
de Evaluación; y, conformando la respectiva Comisión de Evaluación del personal integrada por los
demandados.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don José Anticona Paredes, Alcalde del Concejo
Distrital Florencia de Mora - Trujillo, el que formula la excepción de caducidad y solicita que se
declare infundada la demanda.
El Juez del Segundo Juzgado Especializado Civil - Trujillo, con fecha nueve de mayo de mil
novecientos noventa y siete, expide resolución declarando fundada la excepción de caducidad
deducida por los demandados, e improcedente la Acción de Amparo. Interpuesto el recurso de
apelación, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, con fecha veintitrés
de julio de mil novecientos noventa y siete, resuelve confirmar la sentencia que declara fundada la
excepción de caducidad.
FUNDAMENTOS
2.- Que, antes de entrar a analizar el fondo del asunto, previamente debe pronunciarse sobre
la excepción de caducidad formulada por los demandados, si ésta tiene sustento legal.
3.- Que, la resolución cuestionada que cesa al actor por causal de excedencia ha sido puesta
en su conocimiento con fecha dieciocho de setiembre de mil novecientos noventa y seis, según se
puede apreciar de lo consignado por el demandante en el primer parágrafo de su escrito de
reconsideración de fojas treintidós a treintitrés y corroborado por los demandados, por lo que es a
partir de dicha fecha en que debe computarse el plazo para la interposición de la demanda; por lo
que habiéndosela interpuesto con fecha veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y siete,
ha transcurrido con exceso el plazo previsto por el artículo 37° de la Ley N° 23506.
4.- Que conforme se puede apreciar del Certificado de Salud, de fojas veintinueve presentado
por el demandante, en el período de incapacidad por enfermedad solamente comprendió del diez
al veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y seis, por lo tanto aún sin tener en cuenta ese
lapso resulta extemporánea su acción.
5.- Que contra la resolución cuestionada se ha formulado recurso de reconsideración en la vía
administrativa, no interrumpiendo el plazo señalado puesto que éste recurso también fue declarado
improcedente por evidente extemporaneidad conforme se aprecia de la Resolución de Alcaldía N°
005-97-CD-FM, de fecha quince de enero de mil novecientos noventa y siete; no existiendo
pronunciamiento sobre el fondo en la Resolución acotada, mal puede éste Colegiado considerar a
partir de dicha fecha el plazo para interponer la Acción de Amparo, pues ya la Resolución de cese
al momento de formularse el Recurso impugnatorio había quedado consentida; y siendo así la
excepción planteada debe ser amparada.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
Caducidad
«... [la] impugnación resultó extemporánea, afectando con ello la oportuna incoación de esta Acción
de Amparo al haberse excedido el plazo de caducidad establecido por la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo.»
Exp. N° 1238-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los siete días del mes de mayo de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, interpuesto por don Carlos Nicanor Lagos Serrano, contra la Resolución
expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima, su fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y siete,
que confirmó la sentencia emitida por el Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha veinte de mayo de mil novecientos noventa y siete
que declaró improcedente la Acción de Amparo contra el Ministro del Interior, General de División
Ejército Peruano César Saucedo Sánchez,y contra el General de la Policía Nacional del Perú
Fernando Dianderas Ottone, en su calidad de Director General.
ANTECEDENTES:
Don Carlos Nicanor Lagos Serrano, con fecha diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y
siete, interpone Acción de Amparo, contra el Ministro del Interior, General de División Ejército
Peruano César Saucedo Sánchez y contra el General de la Policía Nacional del Perú Fernando
Dianderas Ottone, en su calidad de Director General, a fin de que se deje sin efecto la Resolución
Directoral N° 011-AD-DININCRI, de fecha primero de agosto de mil novecientos noventa y seis,
que de forma ilegal y arbitraria le pasa de la situación de actividad a la de disponibilidad por medida
disciplinaria, al haber incurrido en delito contra el patrimonio (estafa), y por graves faltas que
atentan contra el Decoro, el Honor y los Deberes Profesionales comprometiendo el prestigio e
imagen institucional; medida arbitraria que viola sus derechos constitucionales a la estabilidad y
libertad de trabajo, con sujeción a la ley, así como al debido proceso.
A fojas treinta y seis, el Primer Juzgado en Derecho Público, resuelve, con fecha veinte de mayo
de mil novecientos noventa y siete, declarar, in limine improcedente la Acción de Amparo, por
haber caducado el plazo para su interposición, considerando, principalmente, que "no sólo al
momento de interponerse la demanda sino inclusive al momento que se interpuso el Recurso de
Revisión (tres de marzo de mil novecientos noventa y siete) ya había transcurrido en exceso el
plazo de caducidad para el ejercicio de la Acción de Amparo".
A fojas setenta, con fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y siete, la Sala
Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
confirmó la apelada que declaró improcedente la Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que, de conformidad con el artículo 37° de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo N° 23506,
el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación
constitucional;
2. Que, en el presente caso se aprecia de la demanda que el agravio constitucional que alega
el demandante se fundamenta en la Resolución Directoral número cero once-AD-DININCRI, de
fecha primero de agosto de mil novecientos noventa y seis, la que fuera apelada con fecha
catorce de agosto del mismo año;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Exp. N° 1238-97-AA/TC
Lima
Carlos Nicanor Lagos Serrano
VISTA:
La Sentencia publicada en el diario oficial El Peruano, con fecha ocho de julio de mil novecientos
noventa y ocho, correspondiente al Expediente Nº 1238-97-AA/TC.
ATENDIENDO:
2. que dicho error consiste en la mención equívoca de la fecha en que se reunió el Tribunal
Constitucional en Pleno de Sesión Jurisdiccional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su ley Orgánica;
RESUELVE:
Caducidad
«... que la demanda... fue interpuesta... vencido con exceso el plazo legal de 60 días hábiles,
establecido por el Artículo 37° de la... Ley N° 23506...»
Exp. N° 309-93-AA/TC
Lima
Southern Perú Copper Corporation
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO :
Recurso de Casación, que en aplicación del artículo 41° de la Ley N° 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional, debe entenderse como Recurso Extraordinario, interpuesto por Southern Perú
Copper Corporation con fecha trece de julio de mil novecientos noventitrés, contra la sentencia de
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, de fecha primero de
junio de mil novecientos noventitrés, que declaró improcedente la Acción de Amparo que interpuso
contra el Ministerio de Economía y Finanzas y la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria. (fojas 23 del Cuaderno de Nulidad)
ANTECEDENTES :
Southern Perú Copper Corporation interpuso Acción de Amparo, contra el Ministerio de Economía
y Finanzas y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, - SUNAT-, con la finalidad
de que se declare inaplicable para la demandante, el Decreto Supremo N° 265-90-EF publicado en
el Diario Oficial "El Peruano" el día tres de octubre de mil novecientos noventa; mediante el cual, se
modificó el marco normativo vigente al primero de enero de dicho año, con el objeto de determinar
el impuesto al patrimonio empresarial, alterando con ello, según afirma la demandante, en forma
arbitraria, los resultados reales de su balance, y , obligándola a pagar el impuesto a la renta sobre
ganancias irreales, violándose los artículos 77° y 195° de la Carta Magna de mil novecientos
setentinueve, vigente en ese entonces; implicando ello, el haberse puesto operativo el Tributo
antes de tiempo, y, falta de equidad en la aplicación de la carga contributiva. (fojas 8, 9 y 10)
El Décimo Juzgado Civil de Lima, con fecha cuatro de julio de mil novecientos noventiuno, falla
declarando fundada la demanda; en base a los fundamentos siguientes: Que, el Decreto Supremo
N° 265-90-EF materia de la acción sub-júdice, era inconstitucional, por alterar el marco normativo
tributario correspondiente al año mil novecientos noventa, a pesar de haber sido expedido ese
mismo año; contrariando el artículo 195° de la citada Carta Magna, que establecía, que las normas
tributarias de periodicidad anual regían desde el primer día del siguiente año. (fojas 18 y 19)
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de fecha,
catorce de setiembre de mil novecientos noventidós, revoca la apelada, y reformándola, declara
improcedente la demanda. Dicho fallo se sustenta en lo siguiente: Que en el momento en que se
interpone la demanda, el plazo establecido en el artículo 37° de la Ley N° 23506, ya se había
vencido. Que la demandante, no demostró ser una persona jurídica nacional, a efecto de ser objeto
de protección por la vía del Amparo. (fojas 47)
Mediante Ejecutoria Suprema de fecha primero de junio de mil novecientos noventitrés, la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, declara no haber nulidad en la
sentencia de vista, e improcedente; la Acción de Amparo; su fundamento se basa en la
caducidad de la acción. (fojas 17)
FUNDAMENTOS :
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA :
Caducidad
«... había transcurrido en exceso el plazo de caducidad de 60 días hábiles establecido por el
Artículo 37° de la Ley N° 23506, razón por la que resulta improcedente la presente acción de
garantía.»
Exp. N° 588-96-AA/TC
Lambayeque.
José Manuel Estrella Veraún.
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que formula don José Manuel Estrella Veraún, contra la Resolución de
fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, expedida por la Segunda Sala
Civil, Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirmando la
apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el señor Ministro del Interior
General de División E.P. don Juan Briones Dávila y el Director General de la Policía Nacional del
Perú, Teniente General don Víctor Alva Plascencia.
ANTECEDENTES:
Con fecha tres de mayo de mil novecientos noventa y cinco don José Manuel Estrella Veraún,
interpone acción de amparo contra el señor Ministro del Interior, General de División E.P. don Juan
Briones Dávila y el Director General de la Policía Nacional del Perú Teniente General PNP don
Víctor Alva Plascencia, para que se le declare inaplicable la Resolución Directoral Nº 645-92-DG-
PNP/DIPER de fecha catorce de febrero de mil novecientos noventa y dos, que lo pasa a la
situación de retiro; así como se disponga su reincorporación en el servicio activo de la Policía
Nacional del Perú, con restitución de todos sus derechos que por ley le corresponda; toda vez que
considera que a través de la aludida resolución se han violado sus derechos constitucionales
referidos a la defensa, al libre desenvolvimiento de su personalidad al privarlo en su desarrollo
profesional, a sus derechos adquiridos por ley y al trabajo, consagrados en la vigente Constitución
del Perú.
Corrido traslado de la demanda, ésta es contestada por el Procurador del Ministerio del Interior
encargado de los Asuntos Judiciales de la Policía Nacional del Perú, quien solicita que se declare
improcedente o infundada la misma, por considerar que la presente acción de garantía ha sido
interpuesta fuera del plazo que señala la ley, es decir había caducado; y agrega que mediante la
resolución cuestionada no se ha vulnerado derecho constitucional alguno del demandante.
El veintiocho de junio de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Chiclayo, declaró improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, la Segunda Sala Civil, Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, con fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, expide
resolución confirmando la venida en grado.
FUNDAMENTOS:
3. Que, respecto a la caducidad de la acción alegada por la demandada, cabe precisar que
conforme se advierte de la constancia de fojas tres de autos, con fecha doce de setiembre de mil
novecientos noventa y cuatro, el demandante tuvo conocimiento de la Resolución Nº 530-94-IN-
PNP de veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, que desestima el recurso de
apelación interpuesto por el demandante en la secuela del procedimiento administrativo con la que
queda agotada la vía administrativa; en consecuencia, habiendo la demanda sido presentada el
tres de mayo de mil novecientos noventa y cinco, había transcurrido en exceso el plazo de
caducidad de 60 días hábiles establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, razón por la que
resulta improcedente la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Caducidad
«... la demanda... [fue] presentada [cuando] había transcurrido en exceso el plazo de caducidad de
60 días hábiles establecido por el artículo 37° de la Ley N° 23506...»
Exp. N° 808-96-AA/TC
Huánuco
Celestino Briceño Machado
En Huánuco, al primer día del mes de julio de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los Señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Celestino Briceño Machado contra la resolución
expedida por la Sala Civil de Huánuco de la Corte Superior de Justicia de Huánuco y Pasco, su
fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada declaró
improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Don Celestino Briceño Machado, con fecha catorce de marzo de mil novecientos noventa y seis,
interpone Acción de Amparo contra la Superintendencia Nacional de Registros Públicos; solicitando
se declare respecto al demandante la inaplicabilidad del Decreto de Urgencia Nº 019-95 y de la
Resolución de Superintendencia Nacional de los Registros Públicos Nº 072-95-SUNARP,
disponiéndose su reincorporación como servidor de la Oficina de Registros Públicos de Pasco y el
pago de las remuneraciones y demás beneficios dejados de percibir, por haberse violado sus
derechos constitucionales referidos a la Igualdad de Trato, al Trabajo, a la Inaplicabilidad de las
normas que restrinjan derechos consagrados en nuestra Carta Política de 1993.
Manifiesta, que fue cesado por causal de excedencia a partir del trece de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco; que sólo se le permitió rendir la prueba sicológica, pero que se le
impidió rendir la prueba de conocimientos y la de evaluación de legajos y moralidad, sin haberle
comunicado alguna explicación, lo cual contraviene lo establecido en la Resolución del
Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nº 072-95-SUNARP, que en su artículo 4º
establece que sólo el resultado desaprobatorio en las pruebas de conocimiento y de legajos y
moralidad determinará necesariamente la desaprobación final del examinado. Agrega, que
presentó dos peticiones individuales, con fecha once de noviembre y once de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, dirigidas al Superintendente de los Registros Públicos y al Presidente
de la Comisión Calificadora de los Registros Públicos, respectivamente sin que hasta la fecha haya
obtenido respuesta alguna; por lo que interpuso recurso de apelación con fecha veintinueve de
enero de mil novecientos noventa y seis ante la primera autoridad mencionada, sin que hasta la
fecha haya sido resuelto el mismo, por lo que decidió presentar su demanda.
El Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Cerro de Pasco, con fecha quince de
mayo de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda, por considerar
principalmente que, ha operado la caducidad de la acción.
FUNDAMENTOS:
3. Que, respecto a la caducidad de la acción alegada por la demandada, cabe precisar que
conforme se ha expresado en la demanda, el cese se produjo con fecha trece de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco, y por otro lado el cuestionado Decreto de Urgencia Nº 019-95 y la
Resolución del Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nº 072-95-SUNARP, fueron
publicados en el Diario Oficial "El Peruano" con fechas dieciséis de abril y veintisiete de octubre del
mismo año, respectivamente; en consecuencia, habiendo la demanda sido presentada con fecha
catorce de marzo de mil novecientos noventa y seis, había transcurrido en exceso el plazo de
caducidad de 60 días hábiles establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, razón por la que
resulta improcedente la presente acción de garantía.
4. Que, las comunicaciones solicitando la reincorporación a su puesto de trabajo, dirigidas por
el demandante al Superintendente Nacional de los Registros Públicos y al Presidente de la
Comisión Calificadora de la misma, recepcionadas con fecha doce de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, respectivamente, aún entendiéndose como recursos impugnativos de
reconsideración, estos resultarían extemporáneos de conformidad con lo establecido en el artículo
98º del Decreto Supremo Nº 02-94-JUS; por lo que igualmente resulta improcedente el recurso de
apelación presentado con fecha treinta de enero de mil novecientos noventa y seis, por haber
quedado consentida la resolución que cesa al demandante por causal de excedencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Caducidad
«... el demandante interpone la presente acción de amparo... a los sesenta y dos días después de
haberse agotado la vía previa, en tal razón ha operado la caducidad prevista en el artículo 37° de la
Ley N° 23506.»
Exp. N° 040-97-AA/TC
La Libertad
Roberto Eustaquio Sanchez
En Lima, a los catorce días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Roberto Eustaquio Sánchez contra la resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fecha veinte
de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Roberto Eustaquio Sánchez interpone demanda de Acción de Amparo contra el Presidente del
Consejo Transitorio de Administración Regional La Libertad-CTAR, con la finalidad de que deje sin
efecto la Resolución Presidencial Regional N° 113-96-CTAR-LL del séis de febrero de mil
novecientos noventa y seis, que resuelve cesar por causal de excedencia al demandante,
solicitando ser repuesto en su cargo y nivel alcanzado de Especialista de Evaluación Industrial II,
categoría remunerativa SPB, al haber sido sometido a un proceso de evaluación en forma
extemporánea, conculcándose su derecho a la libertad de trabajo, a la dignidad de la persona y
erradamente aplicarse una norma en forma retroactiva. Ampara su demanda en lo dispuesto por
los artículos 22°; 26° inciso 2); 27°; 103°; 200° inciso 2) y 148° de la Constitución Política del
Estado; Ley N° 23506 y sus ampliatorias.
El Tercer Juzgado en lo Civil de Trujillo con fecha siete de octubre de mil novecientos noventa y
seis, declaró infundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que al haber procedido
los demandados conforme a la Directiva N° 001-95-PAM/VMDR, que regula el Programa de
Evaluación Semestral del Rendimiento Laboral a ser aplicado a los trabajadores de los Consejos
Transitorios de Administración Regional, no se ha vulnerado ningún derecho constitucional.
FUNDAMENTO:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
REVOCANDO, la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad de fojas ciento ochenta y ocho, su fecha veinte de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, que confirmando la apelada declaró infundada la demanda; reformándola declara
IMPROCEDENTE la acción de amparo; dispone la notificación a las partes, su publicación en el
diario oficial El Peruano; y la devolución de los actuados.
Caducidad
«... si el último de los recursos administrativos del demandante, esto es, el de revisión, fue
promovido con fecha diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y seis, el silencio
administrativo negativo contabilizado en días hábiles, concluyó el primero de abril de mil
novecientos noventa y seis. Y si bien es cierto que a tal período; necesariamente debe sumársele,
el término de sesenta días hábiles que prevé el artículo 37° de la Ley N° 23506, también es cierto,
que el mismo transcurrió y venció el veintisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, sin que
tampoco se haya interpuesto el amparo por parte del demandante. »
Exp. N° 1182-97-AA/TC
Lima
Víctor Cubas Villanueva
En Lima, a los ocho días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde
y García Marcelo, pronuncia sentencia.
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Especifica que por Resolución N° 1012-DE/FD-93 ingresó a laborar como Profesor Contratado en
la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
desde marzo de 1993. Posteriormente y previo concurso público de cátedras, obtuvo en diciembre
de 1994, la plaza de Docente Ordinario de Derecho Procesal Penal (tiempo parcial de 20 horas)
siendo nombrado como Profesor Titular mediante Resolución Rectoral N° 2688-CR-95 del trece de
julio de mil novecientos noventa y cinco, suscrita por el Rector demandado.
Agrega que, sin embargo, con fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, el
Presidente de la Comisión Evaluadora, don Ricardo La Hoz Lora le remitió un Oficio Circular
invitándolo a una entrevista a la que podía concurrir llevando documentación adicional a la ya
presentada en la Facultad, comunicación a la que el demandante contestó señalando que había
accedido a la docencia por concurso, que todos sus documentos estaban en su legajo personal y
que carecía de sentido lógico disponer evaluación cuando su nombramiento había sido aprobado y
ratificado días antes por la Comisión de Gobierno. Como resultado de tal proceder, con fecha
diecinueve de diciembre de mil novecientos noventa y cinco le es notificada la Resolución de
Decanato N° 0366-CG/FD-95 por la cual no se le ratifica como profesor y se dispone su cese en la
función docente, bajo el argumento de una supuesta incompatibilidad con la función de Fiscal
Superior de Lima que desempeña. Simultaneamente, los demandados, en declaraciones públicas
difundidas por los medios de comunicación sostienen que los docentes no ratificados son los no
idóneos a pesar que en el sexto considerando de la citada resolución se expresa "Que ... este
proceso se refiere única y exclusivamente al aspecto docente, dejando a salvo la capacidad e
idoneidad del indicado profesional".
Agrega que la mencionada resolución lesiona gravemente sus derechos constitucionales, por lo
que contra ella interpuso recurso de apelación que es declarado infundado mediante la Resolución
N° 0372. Por no estar conforme con ello, el demandante interpuso igualmente recurso de revisión
que no ha sido resuelto a pesar del tiempo transcurrido, por lo que en aplicación del silencio
administrativo y entendiendo su petición como denegada recurrió a la presente acción. Solicita por
tanto, el demandante, se le reponga en el cargo de profesor titular de la Facultad de Derecho y
Ciencias Políticas y se le pague el íntegro de las remuneraciones dejadas de percibir.
Admitida la acción por el Décimo Cuarto Juzgado en lo Civil de Lima, se dispone su traslado a los
emplazados, siendo absuelta por el Presidente de la Comisión de Reorganización de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, don Manuel Paredes Manrique, quien la niega y
contradice por estimar: Que, conforme a la Ley N° 26457 se declaró en reorganización a la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Que, al amparo de dicha norma y de la Resolución
Rectoral N° 3505-CR-95, se procedió a la evaluación de los profesores de la Universidad, proceso
que se llevó a cabo, en cada Facultad no habiendo concurrido el demandante, a la audiencia para
ser evaluado por la Comisión Evaluadora; Que el demandante incurrió en las incompatibilidades
previstas en los artículos 158°, 146°, y 40° de la Constitución Política del Estado, en el artículo
184° inciso 8) de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en los artículos 43° y 49° de la Ley
Universitaria, y en los artículos 143°, 163°, 164° y 165° del Estatuto de la Universidad; Que, la vía
empleada por el demandante para reclamar es la equivocada, por cuanto según el artículo 5° de la
Ley N° 26457, las decisiones adoptadas por la Comisión de Reorganización tienen carácter de
inapelables y su cuestionamiento judicial sólo puede darse por conducto de la acción contencioso
administrativa y no por el amparo; Que, no se han agotado las vías previas.
En tercer lugar, se apersona también al proceso, don Ricardo La Hoz Lora, quien puntualiza
especialmente: Que, con el fin de efectuar la evaluación de docentes el Consejo de Gobierno de la
Facultad de Derecho, designó a una Comisión Evaluadora, de la cual fue su Presidente; Que, la
comisión se encargó únicamente de emitir un dictamen pero no una resolución, ya que esta última
le correspondía a la Comisión de Gobierno de la Facultad, y en ello el demandado no tuvo ninguna
participación por haberse excusado; Que, ningún profesor de la Universidad, ni de la Facultad
podía ser excluido de la evaluación, no siendo el demandante ningún privilegiado; Que, la
Comisión cuidó que se respetará en todo momento el derecho de defensa y debido proceso de los
evaluados, remitiendoles oportunamente la documentación del caso e invitandolos formalmente,
sin embargo, el demandante fue el único que se negó a concurrir; Que, el cargo no docente del
demandante no lo pone al márgen ni por encima de la Ley Universitaria y es mas bien aquel quien
adopta una actitud de soberbia al utilizar palabras altivas e injuriosas para con los miembros de la
Comisión, pretendiendo cuestionar la autoridad de que está investida aquella; Que, es falso que el
demandante haya tenido el cargo de docente a tiempo parcial, pues por el contrario y conforme a la
Resolución Rectoral que lo nombra, fue designado a tiempo completo, incluso sus haberes eran los
de un profesor a tiempo completo, resultando ílógico que no se haya preguntado nunca porque
recibía más que un profesor a tiempo parcial.
De fojas doscientos ocho a doscientos once y con fecha treinta de octubre de mil novecientos
noventa y seis, el Décimo Cuarto Juzgado en lo Civil de Lima, expide resolución declarando
Fundada la demanda, principalmente por considerar: Que, el artículo 146° de la Constitución
Política del Estado concordado con el inciso 8) del artículo 184° de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, permite el ejercicio de la docencia universitaria en materias jurídicas a tiempo parcial a los
Magistrados, ascendientes las mismas a ocho horas semanales de dictado de clases y en horas
distintas de las que corresponden al despacho judicial, por lo que se ha violado la libertad de
trabajo.
Apelada dicha resolución por los demandados, los autos son remitidos a la Primera Fiscalía
Superior de Derecho Público para efectos de la vista correspondiente y devueltos estos con
dictamen que se pronuncia porque se confirme la resolución apelada, la Sala Corporativa
Especializada en Derecho Público, a fojas cuatrocientos treinta y nueve y con fecha siete de
octubre de mil novecientos noventa y siete, revoca la resolución apelada y reformándola, declara
improcedente la acción, principalmente por considerar: Que, la resolución cuestionada se ha
producido dentro del proceso de reorganización de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
dispuesta por la Ley N° 26457; Que, el citado dispositivo dispuso que la Comisión asumía
funciones plenas de gobierno, dirección, gestión y administración de la citada Universidad,
dictando y ejecutando las acciones correctivas que requiere el proceso para cumplir sus fines; Que,
los artículos 4° y 5° de la Ley citada determinaron que el Presidente de la Comisión
Reorganizadora asumía las funciones del Rector y la Comisión en Pleno, las que competían a la
Asamblea y Consejo Universitario, resultando las resoluciones de esta última inapelables y sólo
susceptibles de ser impugnadas en la vía judicial contencioso-administrativa; Que, en el el caso
submateria, la Resolución Rectoral N° 0372-CR-96 del doce de enero de mil novecientos noventa
y seis, que desestimó la apelación a la Resolución N° 366-CG/FD-95 del siete de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, por la que no se ratificó en sus funciones docentes al demandante,
constituye la última y agotó la instancia, procediendo únicamente la acción contencioso
administrativa, por lo que no procedía interponer la revisión a la que alude el demandante y
respecto del cual se ha producido silencio administrativo; Que, la acción es extemporánea
conforme el artículo 37° de la Ley N° 23506.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario, por lo que se dispuso el
envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se aprecia del petitorio contenido en la demanda interpuesta este se orienta
a que se reponga al demandante en el cargo de Profesor Titular de la Facultad de Derecho y
Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, consecuentemente, se
proceda al pago por el integro de las remuneraciones dejadas de percibir.
3. Que, muy por el contrario y en lo que se refiere a los plazos dentro de los cuales el
demandante promovió su demanda, debe puntualizarse, que si bien éste último, hizo valer sus
derechos en la vía administrativa previa, tanto mediante recurso de apelación, del veintiséis de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, oportunamente resuelto, como mediante recurso de
revisión, del diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y seis, que en cambio, no mereció
respuesta administrativa alguna, el hecho que el demandante haya optado por acogerse al silencio
administrativo negativo, le impuso observar escrupulosamente los términos temporales a los
efectos de interponer oportunamente su demanda.
4. Que, en tal sentido, si el último de los recursos administrativos del demandante, esto es, el
de revisión, fue promovido con fecha diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y seis, el
silencio administrativo negativo contabilizado en días hábiles, concluyó el primero de abril de mil
novecientos noventa y seis. Y si bien es cierto que a tal periodo, necesariamente debe sumársele,
el término de sesenta días hábiles que prevé el artículo 37° de la Ley N° 23506, también es cierto,
que el mismo transcurrió y venció el veintisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, sin que
tampoco se haya interpuesto el amparo por parte del demandante.
5. Que, por consiguiente, el hecho que se haya promovido el amparo con fecha dos de julio
de mil novecientos noventa y seis, conforme se corrobora a fojas veintinueve de los autos, acredita
fehacientemente que la demanda se intentó fuera de los plazos expresamente previstos por la ley,
debiendo por ende, desestimarse al haberse incurrido en causal de caducidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Caducidad
«... debió tener en cuenta que el transcurso del tiempo hace que todos los recursos legales pierdan
su oportunidad y eficacia; por esta razón el Amparo no podía quedar liberado a su particular arbitrio
para su interposición, indefinidamente.»
Exp. N° 1263-97-AA/TC
En Lima, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados;
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde; y García
Marcelo; pronuncia sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Aúrea María Alvino Martínez contra la resolución de
vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, que
confirmando la resolución apelada expedida por el Sexto Juzgado Especializado Civil del Cono
Norte de Lima, declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra la Municipalidad
Distrital de San Martín de Porres, representada por su Alcalde don Javier Kanashiro Iwamoto.
ANTECEDENTES:
Doña Aúrea María Alvino Martínez, interpone Acción de Amparo y la dirige contra la Municipalidad
Distrital de San Martín de Porres representada por su Alcalde don Javier Kanashiro Iwamoto,
manifestando que al no presentarse, por razones de enfermedad, a la evaluación que había
convocado la Municipalidad demandada para el día veintisiete de diciembre de mil novecientos
noventiséis, fue declarada excedente y cesada en su cargo que desempeñaba en el área de
Rentas de la Unidad de Registro Tributario de dicha Municipalidad. Por lo tanto, presentó recurso
de reconsideración que al no ser resuelto se vió precisada a interponer la presente Acción de
Amparo, solicitando se declare inaplicable a su persona la Resolución de Alcaldía N° 1137-96-AL-
MDSMP, que la cesa en su cargo.
El Sexto Juzgado Especializado Civil del Cono Norte de Lima, in limine, declara improcedente la
demanda por haber caducado el ejercicio del derecho de la demandante.
La Sala Especializada Civil del Cono Norte de Lima confirma el auto por el mismo fundamento,
esto es, por caducidad. Por lo que interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
2. Que, siendo así, la acción ha sido interpuesta vencido el plazo señalado por el artículo 37°
de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, estando a que su ejercicio ha caducado, ya que
el transcurso del tiempo no hace caducar el derecho constitucional sino la posibilidad de
interponerla pues si la demandante desea utilizar esta vía interponiendo la acción, debe ser
diligente con el fin de hacer respetar su derecho; si ya exigió a la autoridad pertinente y le hizo
conocer que se acogía al silencio administrativo en uso de lo que la ley le permite, debió tener en
cuenta que el transcurso del tiempo hace que todos los recursos legales pierdan su oportunidad y
eficacia; por esta razón el Amparo no podía quedar liberado a su particular arbitrio para su
interposición, indefinidamente
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO la sentencia de vista expedida por la Sala Especializada Civil de la Corte Superior
de Justicia del Cono Norte de Lima, de fojas cuarentitrés, su fecha veintinueve de octubre de mil
novecientos noventisiete, que confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la demanda.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución
de los actuados.
Que, ... el artículo 26º de la Ley N° 25398 establece que "si los actos que constituyen la afectación
son continuados, el plazo (de caducidad para interponer la presente acción de amparo) se computa
desde la última fecha en que se realizó la agresión".
Expediente 128-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
Ricardo Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Los accionantes interponen acción de amparo invocando el artículo 200º de la Constitución Política
del Estado, así como las Leyes Nºs. 23506 y 25398 y sus modificatorias; acción que la dirigen
contra la Empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima-SEDAPAL, a fin de que
judicialmente se disponga el levantamiento de los topes de sus pensiones nivelables, por cuanto la
demandada viene violando los derechos pensionarios adquiridos como pensionistas del Estado,
bajo el régimen de lo normado por el Decreto Ley Nº 20530, Ley Nº 23495 y Decreto Supremo Nº
015-83-PCM. Señalan que se han vulnerado los derechos fundamentales contenidos en los
artículos 20º, 57º, 187º y 236º de la Constitución Política del Estado de mil novecientos
setentinueve, vigente al momento en que se produjeron los actos violatorios, y en la Primera y
Segunda Disposición Final y Transitoria de la Constitución vigente, en las que se reconoce el
respeto a los derechos legalmente obtenidos, en especial el correspondiente al régimen normado
por el Decreto Ley Nº 20530 y sus modificatorias, garantizando el pago oportuno y el reajuste
periódico de las pensiones que administra el Estado.
Al contestar la demanda, don Mario Bejarano Salas, representante de la entidad demandada, niega
y contradice cada uno de los puntos de la demanda y deduce las excepciones: a) Oscuridad o
ambigüedad en el modo de proponer la demanda, por cuanto no se aprecia de qué manera se
puede reclamar la tutela jurídica frente a una supuesta afectación, cuando ésta no contiene la
precisión de los hechos por cuanto en ningún caso se indica desde qué momento se produjo la
supuesta afectación de derechos constitucionales, y no precisa qué topes se aplicaron a las
pensiones y eventualmente cuáles serían los efectos de la reclamación interpuesta; b) Caducidad,
alegando que de ser cierta la afectación de los derechos constitucionales, éstos se habrían
producido a partir de enero de mil novecientos noventiuno, fecha desde la cual han transcurrido
más de cinco años, y que el reclamo no fue hecho oportunamente.
El Juez de Primera Instancia en lo Civil, después de hacer un análisis del proceso, declara
fundadala acción de amparo interpuesta por don Ricardo Román Rivarola y otros, y ordena que
SEDAPAL proceda a levantar los topes impuestos a las pensiones nivelables de los demandantes
e improcedenteslas excepciones deducidas por la empresa demandada.
Interpuesto el recurso de apelación por la entidad demandada, el Fiscal Superior Adjunto (e) de la
Fiscalía Contencioso-Administrativa, opina porque se confirmela sentencia de primera instancia e
improcedenteslas excepciones de oscuridad y ambigüedad en el modo de proponer la demanda y
de caducidad de la acción, deducidas por la demandada.
Contra esta resolución, los accionantes interponen recurso extraordinario, elevándose los actuados
al Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica,
FUNDAMENTOS:
1) Que, los accionantes fueron trabajadores públicos, quienes al concluir el ciclo laboral,
adquirieron el derecho a percibir sus pensiones y en el marco del régimen normado por el Decreto
Ley Nº 20530, la Ley Nº 23495 y durante la vigencia de la Constitución de mil novecientos
setentinueve; 2)Que, según lo preceptuado en el artículo 20º de la Constitución de mil
novecientos setentinueve, las pensiones legalmente adquiridas durante la vigencia de aquélla, son
reajustables periódicamente, teniendo en cuenta el costo de vida y las posibilidades de la
economía nacional, de acuerdo con la ley; 3)Que, según la Primera Disposición Final y Transitoria
de la Constitución de mil novecientos noventitrés, "los nuevos regímenes sociales obligatorios, que
sobre materia de pensiones de los trabajadores públicos se establezcan, no afectan los derechos
legalmente obtenidos, en particular, el correspondiente a los regímenes de los Decretos Leyes
Nºs. 19990 y 20530 y sus modificatorias"; 4) Que, de lo actuado, resulta evidente la vulneración
continuada del derecho constitucional al reajuste periódico de las pensiones de los accionantes, lo
que se produjo desde mil novecientos noventiuno hasta diciembre de mil novecientos noventicinco,
por lo que el dieciséis de enero de mil novecientos noventiséis, interpusieron la presente acción
luego de agotar la vía previa; 5)Que, conforme el artículo 26º de la Ley 25398, establece que "los
actos que constituyen la afectación son continuados, el plazo se computa desde la última fecha en
que se realizó la agresión"; siendo computable en el presente caso, desde diciembre de mil
novecientos noventicinco, situación que conlleva a la conclusión de que el plazo de caducidad no
había operado, conforme lo prescribe el artículo 37º de la Ley Nº 23506, por lo que debe cesar
dicha vulneración y la demandada cumpla con efectuar la nivelación correspondiente; 6)Que, es
preciso señalar a mayor abundamiento, que los accionantes adquirieron el derecho a una pensión
nivelable, cumpliendo los requisitos necesarios señalados por el Decreto Ley Nº 20530 y sus
modificatorias, quienes a la fecha de su cese tenían más de veinte años de servicios oficiales
prestados al Estado, por lo que la Administración tiene la obligación de reconocer este beneficio
desde el momento en que se cumplen, de hecho, todos los requisitos.
FALLA:
...el plazo de caducidad al que se refiere el artículo 37º de la Ley Nº 23506, no puede computarse
desde que las diversas normas legales o con rango de ley que crea el Impuesto Mínimo a la Renta
entraron en vigencia sino desde que a su amparo se ejecutaron los actos administrativos que se
consideran lesivos a los derechos constitucionales invocados.
Expediente 1059-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha nueve de agosto de mil novecientos noventa y
seis, que declaró haber nulidad en la de vista, y reformándola declaró improcedente la Acción de
Amparo en los seguidos entre Industrial Papelera Atlas S.A. y Rizal S.A. contra la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria.
ANTECEDENTES:
Industrial Papelera Atlas S.A. y Rizal S.A., ambas debidamente representadas interponen Acción
de Amparo contra la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y contra el Ministerio
de Economía y Finanzas por violación de sus derechos constitucionales a la igualdad, justicia,
seguridad jurídica, el principio de no confiscatoriedad de los impuestos así como el derecho de
propiedad.
Sostienen las entidades actoras que las entidades demandadas pretenden cobrarles el impuesto
mínimo a la renta, por un monto equivalente al 2% del valor de sus activos netos, no obstante no
haber tenido durante los periodos gravables de mil novecientos noventa y dos, mil novecientos
noventa y tres y mil novecientos noventa y cuatro, renta alguna, y sí por el contrario, pérdidas en
dichos ejercicios.
Refieren que el impuesto mínimo a la renta no constituye en realidad un impuesto distinto del
impuesto a la renta, como podría ser el caso de un impuesto a los activos netos, sino más bien un
mecanismo de cobro alternativo del primero de los mencionados, que sólo se aplica a aquellas
empresas con utilidades limitadas y a las que sufren pérdidas, caso este último en el que se
encuentran las recurrentes.
Precisan que en el caso de Industrial Papelera Atlas S.A. la situación de pérdidas alcanzadas es
tan notoria, que inclusive a sido declarada insolvente por INDECOPI, mediante resolución N° 002-
94-CSA-INDECOPI/Exp. 83, de fecha veinte de abril de mil novecientos noventa y cuatro, y se
encuentra sometida al procedimiento de reestructuración empresarial, acuerdo este último que
contó con el voto de la propia Superintendencia Nacional de Administración Tributaria.
En el caso de la empresa Rizal S.A. ésta ha perdido todo su capital y tiene actualmente un
patrimonio negativo, que le impide cubrir sus obligaciones para con sus acreedores.
De otro lado, alega, que lo que en realidad se pretende con este proceso, es cuestionar la
constitucionalidad del impuesto mínimo a la renta, siendo que para ello existe un proceso especial,
así como que se encuentra prohibido que la Acción de Amparo se dirija contra normas legales. Del
mismo modo, señala que dicho impuesto no constituye una violación del principio de no
confiscatoriedad, ni tampoco vulnera el derecho de propiedad. Finalmente, alude a que las
entidades accionantes no han cumplido con agotar las vías previas, al no haber transitado ante la
Administración Tributaria interponiendo algún medio impugnatorio.
Del mismo modo, contesta la demanda el procurador a cargo de los asuntos judiciales del
Ministerio de Economía y Finanzas, quien solicita se declare improcedente y/o infundada la
demanda, ya que: a) el establecimiento del impuesto mínimo a la renta no ha violado algún
derecho constitucional, sino lo que en realidad se persigue obtener es cuestionar la
constitucionalidad de las leyes que las crean. b) el impuesto cuestionado no atenta contra el
principio de capacidad contributiva ni constituye una exacción ilegítima, c) ha caducado el plazo
para interponer la demanda, al no constituir actos continuados, ya que el cierre del ejercicio
gravable del hecho imponible se produce cada año, y, d) no se ha agotado la vía previa.
Con fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Noveno Juzgado
Civil de Lima expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima expide resolución revocando parcialmente la apelada
en lo que Industrial Papelera Atlas S.A. corresponde, y la confirmaron en cuanto declara fundada la
demanda a favor de Rizal S.A.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme fluye del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria se abstenga de aplicarle a las entidades accionantes lo
dispuesto por la Cuarta Disposición Final de la Ley Nº 25381, el Capítulo XVI de la Ley Nº 25751
y el Capítulo XIV del Decreto Legislativo N° 774, que prevén, para los ejercicios gravables
correspondientes a los años mil novecientos noventa y dos, mil novecientos noventa y tres y mil
novecientos noventa y cuatro, el pago del impuesto mínimo a la renta, en el orden del dos por cien
de sus activos netos, cuando no estuvieren afectos al pago del impuesto a la renta.
2. Que, siendo ello así, y sin perjuicio de la jurisprudencia de carácter obligatorio que este
Colegiado ha dejado sentado desde las causas 646-96-AA/TC y 680-96-AA/TC, el que una de las
entidades demandantes, Industrial Papelera Atlas S.A., pretenda a través de la presente Acción de
Amparo, se ordene a la entidad demandada que se abstenga de cobrarle órdenes de pagos, por
concepto de impuesto mínimo a la renta, de los ejercicios gravables de mil novecientos noventa y
dos, mil novecientos noventa y tres y mil novecientos noventa y cuatro, obliga a este Colegiado
precisar los justos términos conforme a los cuales deberá de computarse el plazo de caducidad, al
que se hace referencia en el artículo 37° de la Ley 23506:
b) Siendo ello así, las órdenes de pago correspondientes a los ejercicios gravables de mil
novecientos noventa y dos y mil novecientos noventa y tres, a juicio de este Colegiado, sin perjuicio
de lo que en el fundamento jurídico N° 3 y 4° se vaya a formular, debieron de ser impugnados en la
vía del Amparo dentro de los sesenta días siguientes a la fecha de su notificación, y no como se ha
pretendido realizar en el caso de autos, esto es, más allá del plazo previsto por el artículo 37° de la
Ley Nº 23506, por lo que, en dicho extremo la pretensión, deberá de declararse improcedente.
3.Que, por lo que a las órdenes de pago correspondientes al ejercicio gravable de mil novecientos
noventa y cuatro se refiere, este Supremo Intérprete de la Constitución estima que el que no se
haya transitado por la vía administrativa de manera previa, no es óbice para que se considere que
ha habido omisión de agotarse a ésta, desde que, como también se ha reiterado, en el ámbito de la
administración tributaria se encuentra vigente el principio solve et repete, previsto en el segundo
párrafo del artículo 129° del Decreto Legislativo Nº 773; ya que ello hubiere importado el que se
desvirtúe el objeto del proceso de Amparo, además de vulnerarse el inciso 3° del artículo 139° de
la Constitución y el artículo 8°, numeral 1 y 25 del Pacto de San José de Costa Rica, por lo que
corresponde a este Colegiado, en los extremos ya planteados, entrar a pronunciarse sobre el fondo
del asunto.
5. Que, en este sentido, un límite al que se encuentra sometido el ejercicio de la potestad tributaria
del Estado, conforme lo enuncia el artículo 74° de la Constitución, es el respeto de los derechos
fundamentales, que en el caso de autos no se ha observado, ya que:
b) el impuesto no puede tener como elemento base de la imposición una circunstancia que no sea
reveladora de capacidad económica o contributiva, que en el caso del impuesto mínimo a la renta
con el que se pretende cobrar a la actora, no se ha respetado.
6. Que, asimismo, el establecimiento del impuesto, cuyo cobro ha sido cuestionado, vulnera el
derecho de igualdad jurídica, ya que si en principio se pretende realizar un trato diferenciado de
manera objetiva entre sujetos de derecho que no son sustancialmente iguales, con miras a
salvaguardar los derechos de propiedad e igualdad, esto es, el respeto de dichos derechos entre
personas, como las accionantes, que no se encuentran en relaciones de paridad con aquellas otras
que sí se encuentran en capacidad de contribuir con el Impuesto a la Renta; sin embargo, el medio
empleado por el legislador ordinario (el establecimiento del impuesto mínimo a la renta) no guarda
directa e inmediata proporción con el fin que se persigue obtener, que es, en última instancia,
además de tratar desigual a los desiguales, preservar la intangibilidad de la propiedad.
7. Que, conforme se desprende de los documentos obrantes a fojas doscientos cuarenta y cinco a
doscientos cuarenta y nueve, de doscientos sesenta a doscientos sesenta y dos y de
cuatrocientos setenta y tres a cuatrocientos ochenta y uno del cuaderno principal, la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ha venido cursando a las entidades
actoras diversas órdenes de pago.
8. Que, conforme se desprende de los documentos obrantes de fojas ciento uno a ciento ochenta y
siete, las entidades actoras han acreditado encontrarse no afecta al pago del impuesto a la renta
por tener pérdidas en la actividad económica a la que se dedica.
FALLA
Revocando,parcialmente, la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, su fecha nueve de agosto de mil novecientos noventa y seis,
que declaró haber nulidad en la resolución de vista, que revocando parcialmente la apelada, que
declaró fundada la excepción de caducidad respecto de Industrial Papelera Atlas S.A. y la confirmó
en cuanto declara fundada la Acción de Amparo respecto a Rizal S.A.; la reformó y declaró
improcedente la Acción de Amparo; Reformándola, declararon fundada en parte la demanda;
dispusieron la inaplicación, en el caso concreto, de los artículos 109 al 115° del Decreto Legislativo
774; ordenaron que la Superintendencia de Administración Tributaria se abstenga de iniciar o
continuar el procedimiento coactivo destinado a satisfacer el importe de las órdenes de pago
signadas con los números 021-1-02355, 011-1-02909, 011-1-02910, 021-1-02350, 021-1-02353,
021-1-02358, 021-1-02360, 011-1-03158, 021-1-04564, 021-1-04565, 021-1-04567, 021-1-04568,
021-1-04570, 021-1-04575, 021-1-08706, 021-1-10685 y 021-1-09659; y la confirmaron en el
extremo que declara improcedente la demanda respecto de las diversas órdenes de pago cursadas
a Industrial Papelera Atlas S.A., por los ejercicios gravables correspondientes a los años de mil
novecientos noventa y dos y mil novecientos noventa y tres; dispusieron la no aplicación al caso
de autos, de lo dispuesto por el artículo 11° de la Ley Nº 23506, dada la naturaleza especial del
objeto del proceso; ordenaron la publicación de esta sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", y
los devolvieron.
Que, el accionante debió interponer su acción dentro de los 60 días que establece el artículo 37º
de la Ley Nº 23506, contados a partir de la fecha de vencimiento de los 30 días que tenía la
Administración Pública, para resolver su recurso de reconsideración.
Expediente 179-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Wilfredo Valentino Guevara Ortega, contra la sentencia
de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fecha treinta de octubre de
mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la sentencia apelada, de fecha dos de mayo de
mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo seguida por el
mencionado demandante, en contra del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la
República y del señor Procurador General de la República en el Ramo de Justicia.
ANTECEDENTES:
A fojas 38-49 don Wilfredo Valentino Guevara Ortega, interpuso demanda de acción de amparo, en
contra de la resolución administrativa dictada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de
la República el seis de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante la cual se acordó su
separación definitiva del cargo que vino desempeñando como Juez Titular del Primer Juzgado de
Instrucción de la Provincia de Puno, lo que se le hizo saber mediante oficio circular Nº 026-PJ-92
de fecha nueve de noviembre de mil novecientos noventa y dos, dirigiéndola en contra del Señor
Vocal Supremo Dr. Moisés Pantoja Rodulfo, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la
República y del Señor Procurador General de la República en el Ramo de Justicia, con el objeto de
que se ordenase su reposición en el cargo, que estuvo desempeñando hasta antes del 6 de
noviembre de mil novecientos noventa y dos. Manifestó ser magistrado de carrera, habiendo
desempeñado el cargo de Juez Titular del Primer Juzgado Penal de Puno, desde el 6 de marzo de
mil novecientos ochenta y cinco, hasta cuando se dispuso su separación definitiva, sin que
previamente se le haya sometido a una evaluación legal y justa, o sea sin un debido proceso,
privándolo del derecho de defensa, mediante una resolución inmotivada e inconstitucional.
Por esa razón es que dentro del término de ley planteó, contra la resolución indicada, recurso de
reconsideración, el que fue elevado a la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha
treinta de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante el oficio Nº 295-CSR-92, recurso
impugnativo que no fue resuelto por la Corte Suprema; por lo que dándose por notificado con la
resolución que se hubiese dictado, con lo que estaría agotándose la vía administrativa, instó la
presente acción de amparo; señaló que el acuerdo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la
República no era fruto de un debido proceso porque no se le había dado la oportunidad de formular
los descargos correspondientes, ni menos aún de usar los recursos impugnatorios que la ley le
franqueaba; que, la sanción que se le había impuesto se dictó sin un previo proceso disciplinario;
que su separación era ilegal por cuanto no se encontraba incurso en ninguno de los casos
previstos por el artículo 217º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, habiéndose conculcado el
principio de la estabilidad laboral, más aún cuando el artículo 189º de la antes anotada Ley
establece como derecho de los magistrados la estabilidad en el cargo hasta los setenta años,
mientras se observe conducta e idoneidad propia de la función; que la resolución en contra de la
cual ha interpuesto la presente acción de amparo, no sólo era inconstitucional, sino nula de puro
derecho, en aplicación de la última parte del artículo 206º de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
porque no incurrió en ninguna de las responsabilidades señaladas en la norma acotada, porque no
se ha observado el trámite establecido en la misma ley, porque se dictó por una Sala Plena
integrada solamente por Vocales Provisionales, acciones que se concretaron dictándose los
Decretos Leyes Nºs 25446 y 25454, con las que el Poder Ejecutivo quebró el Estado de Derecho
del país, cesando a los señores magistrados de Lima y Callao y disponiéndose que en el resto del
país los magistrados sean sometidos a evaluación por la Corte Suprema de Justicia de la
República, para conseguir la supuesta moralización del Poder Judicial, en cuyo supuesto se
encuentra el recurrente y que en contra de las resoluciones de separación no proceden las
acciones de garantía (amparo), conculcándose de esta suerte lo dispuesto en el artículo 295º de la
Constitución de 1979, agregando que todas estas disposiciones son incompatibles con la norma
establecida en el artículo 236º de la anterior Constitución y el artículo 138º de la actual,
concordantes con el artículo 14º de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Asimismo, el accionante
puso de relieve que en su caso se actuó sin legalidad, por que el Estado a través del Poder
Ejecutivo no acató la ley, ya que por el contrario se había actuado vulnerando la norma
constitucional, sin tener en cuenta la igualdad y la libertad, precisando que se había vulnerado el
principio de legalidad, al dictarse los Decretos Leyes números 25446 y 25454 que sustentan el
acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, objeto de esta acción de
amparo, al ordenar su separación definitiva, sin fundamento ni razón alguna, en flagrante
transgresión al derecho de defensa y del debido proceso amparados por la Constitución y nuestras
leyes así como por los tratados internacionales sobre derechos humanos, como es el artículo 25º
del Pacto de San José de Costa Rica.
Admitida a trámite la demanda y efectuado el traslado de la misma con arreglo a ley, ésta no fue
contestada por ninguno de los demandados.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Puno, mediante sentencia de fecha dos de mayo de mil
novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo interpuesta por
considerar, en esencia, que el Decreto Ley Nº 25446, fue publicado el veintiocho de abril de mil
novecientos noventidós, bajo cuyo amparo la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la
República, ha cesado al accionante y por consiguiente, la acción de garantía debió ser promovida
por el demandante antes de que precluya los sesenta días de producida la afectación de sus
derechos constitucionales y contra el señor Presidente de la República y del señor Presidente del
Consejo de Ministros, autores del Decreto Ley inconstitucional y a efecto de que se declare
inaplicable a él, de conformidad con lo previsto por el artículo 5º de la Ley Nº 25398; que si bien era
verdad que el accionante interpuso recurso de reconsideración contra el acuerdo de Sala Plena de
la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha seis de noviembre de mil novecientos
noventidós y que a la fecha no ha sido resuelto, también lo es que el accionante dando por
denegado el recurso impugnatorio de reconsideración (silencio administrativo negativo) por la Sala
Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República e inmediatamente vencido el plazo de los
treinta días que prevé el artículo 90º del Decreto Supremo 006-67-SC, modificado por el artículo
segundo del Decreto Ley Nº 26111 y al no existir otra instancia donde acudir vía recurso de queja,
no acudió al órgano jurisdiccional ni hizo uso de la facultad concedida por el inciso 13) del artículo
24º de la Ley Nº 23506, concordante con el inciso 20) del artículo 2º de la Constitución Política del
Perú de mil novecientos noventa y tres, contrario sensu, dicho accionante, ha permitido que
transcurra más de dos años, desde la fecha de interposición del recurso de reconsideración,
incurriendo también en causal de caducidad prevista por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, hecho
que ratifica que el demandante no ha estimado fundamental su derecho ni irreparable el daño que
pudiera haber ocasionado en su perjuicio el Acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de
Justicia de la República.
El Fiscal Superior Adjunto, fue de opinión que debía confirmarse la sentencia apelada, por
considerar que si bien era cierto que la Ley Nº 25446, transgredió los derechos fundamentales
consagrados por la Constitución Política de mil novecientos setenta y nueve, vigente al momento
del hecho, también lo era que el accionante, después de transcurridos casi tres años desde el
momento de la violación de su derecho, recién interpone la Acción de Amparo, no obstante
encontrarse en la posibilidad de interponer dentro del plazo que establece el artículo 37º de la Ley
Nº 23506, esto es dentro de los sesenta días de producida la afectación, que asimismo, teniendo
en cuenta que la Ley Nº 25446 aplicada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la
República, ha sido expedida por el Presidente de la República y Presidente del Consejo de
Ministros, la demanda debió dirigirse contra éstos, para que se declare inaplicable dicha ley al
accionante.
A fojas 175, obra la sentencia emitida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Puno, de fecha 31 de octubre de mil novecientos noventa y seis, la que de conformidad con el
dictamen del Fiscal Superior Adjunto, por los propios fundamentos de la recurrida, falló
confirmando la sentencia apelada que declaró improcedente la acción iniciada, considerando
además, que el amparo es una acción sumarísima que debe ejercitarse dentro del término de
caducidad señalado en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, vencido el cual ya no puede intentarse la
acción, esto es, que la caducidad no se refiere al derecho constitucional, sino a la utilización de
este instrumento procesal urgentísimo; que en el presente caso, la acción de amparo se interpuso
el 23 de octubre de mil novecientos noventa y cinco, esto es, después de transcurridos más de dos
años desde que se le notificó con el acuerdo de Sesión Extraordinaria de Sala Plena de la Corte
Suprema de Justicia de la República, de fecha 6 de noviembre de mil novecientos noventa y dos,
que acordó su separación definitiva del cargo de Juez Titular del Primer Juzgado Penal de Puno,
en uso de la atribución conferida por el Decreto Ley Nº 25446.
El demandante, a fojas 180, interpuso recurso extraordinario y se dispuso el envío de los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, con el documento de fojas 6-8 queda acreditado que el día veintisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y dos, el demandante interpuso, recurso impugnativo de
reconsideración contra la resolución administrativa de fecha seis de noviembre de mil novecientos
noventa y dos (fs.5), mediante el cual se dispuso su separación definitiva del cargo de Juez Titular
del Primer Juzgado Penal de Puno; Que, no es válido, por extemporáneo, el agotamiento de la vía
previa que hizo el demandante, al momento de iniciar la presente acción de amparo en fecha, 24
de octubre de mil novecientos noventa y cinco, (fs. 40); Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506
-Ley de Hábeas Corpus y Amparo- concordante con el artículo 26º de su Ley Complementaria Nº
25398, establece que: "El ejercicio de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación, siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la
posibilidad de interponer la acción. Si en dicha fecha esto no hubiese sido posible, el plazo se
computará desde el momento de la remoción del impedimento". Que, de autos, no se advierte que
el demandante se hubiese encontrado en imposibilidad de interponer la acción; Que, el accionante
debió interponer su acción dentro de los 60 días que establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506,
contados a partir de la fecha de vencimiento de los 30 días que tenía la Administración Pública,
para resolver su recurso de reconsideración.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia dictada por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Puno, de fecha treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la
sentencia apelada, de fecha dos de mayo de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente
la acción de amparo incoada; dispusieron asimismo la publicación de la presente en el Diario
Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
...que el término establecido para efectos de determinar la caducidad en el ejercicio del proceso
constitucional de amparo, no corre desde el momento en que se emite una resolución o se ejecuta
un acto considerado como violatorio de los derechos constitucionales, sino desde el momento en
que se da por agotada la vía previa...
Expediente 357-97-AA/TC
Huánuco
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia;
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Solicitan por consiguiente, que se deje sin efecto ni valor legal alguno el contenido de la Resolución
Suprema Nº 004-96-AG, así como su inaplicabilidad en la parte que cesa a los demandantes.
Admitida la acción a trámite por el Primer Juzgado Mixto de Huánuco, se dispone su traslado a los
demandados, siendo absuelta en primer término por el Director Sub Regional Agrario de Huánuco,
quien la niega y contradice fundamentalmente por considerar que la acción ha caducado; Que el
proceso de racionalización de personal está enmarcado dentro de la normatividad legal, la misma
que fue aceptada por los accionantes sin que jamas hayan interpuesto ninguna acción contra
dichas normas a efectos de que se les excluya de sus alcances; Que la pretendida nulidad de la
Resolución Suprema cuestionada no es apreciable en la vía especial del amparo; Que la demanda
es improcedente al encontrarse dirigida contra una norma legal como lo es la resolución
cuestionada; Que los demandantes no han acreditado que sus evaluaciones no hayan culminado,
pues sólo se limitan a presentar manifestaciones e instrumentales que no corresponden a los
resultados de la evaluación, Que la acción interpuesta esta comprendida dentro de las causales de
improcedencia previstas en el inciso 4 del artículo 6º de la Ley Nº 23506.
El Procurador Público a cargo de los Asuntos del Ministerio de Agricultura también contesta la
demanda negándola y contradiciéndola fundamentalmente por considerar: Que la Resolución
Suprema Nº 104-96-AG del dos de enero de mil novecientos noventa y seis, fue expedida dentro
del marco del Decreto Ley Nº 26109 que inicia el proceso de Reorganización Administrativa del
Sector Público, el Decreto Ley Nº 26093 que faculta a los titulares de los distintos Ministerios e
Instituciones Publicas Descentralizadas a implementar el programa de evaluación de personal, y la
Resolución Suprema Nº 104-93-AG del treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y
tres que dispone la aplicación del programa de evaluación en las Direcciones Regionales Agrarias
del Ministerio de Agricultura; Que la acción de amparo no es la vía idónea para demostrar la
legalidad o ilegalidad de la resolución cuestionada sino la acción contencioso-administrativa; Que
los demandantes intentan mediante la acción de amparo impedir los efectos de disposiciones
legales lo que no procede conforme el inciso 2 del artículo 200º de la Constitución Política; Que
existe jurisprudencia de la Corte Suprema que en casos análogos al presente ha desestimado la
pretensión de los demandantes.
De fojas doscientos siete a doscientos nueve y con fecha veinte de enero de mil novecientos
noventa y siete, el Primer Juzgado en lo Civil de Huánuco expide resolución declarando
improcedente la acción principalmente por considerar: Que los accionantes pretenden que se deje
sin efecto ni valor legal la Resolución Suprema Nº 004-96-AG y por otro lado, su inaplicabilidad;
Que respecto del primer extremo y de conformidad con el inciso 2 del artículo 200º de la
Constitución Política del Estado, la acción de amparo no resulta procedente contra normas legales
como la Resolución Suprema cuestionada, la que sólo lo puede ser, por intermedio de la acción de
inconstitucionalidad; Que sobre la inaplicabilidad de la misma resolución tampoco cabe
pronunciarse porque si dicha norma se publicó el cinco de enero de mil novecientos noventa y seis,
el plazo para ejercer la acción de amparo hay caducado teniendo en cuenta que la demanda se ha
interpuesto el nueve de setiembre de mil novecientos noventa y seis, siendo aplicable el artículo
37º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto recurso de apelación por los demandantes los autos son remitidos a la Fiscalía
Superior en lo Civil de Huánuco para efectos de la vista correspondiente y devueltos estos con
dictamen que se pronuncia por que se confirme la apelada, la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huánuco, a fojas doscientos sesenta y con fecha veinticuatro de marzo de mil
novecientos noventa y siete, confirma la sentencia apelada, fundamentalmente por considerar: Que
la vía de amparo no es el medio idóneo para que se deje sin efecto, se declare que no tiene valor,
que adolece de nulidad y es inaplicable la Resolución Suprema Nº 004-96-AG; Que la acción de
amparo es un procedimiento sumarísimo destinado a conseguir la inmediata reposición de los
derechos constitucionales violados o amenazados, lo que no se da en el caso sub-júdice, siendo
de aplicación lo dispuesto en los artículos 1º, 2º y 6º inciso 4 de la Ley Nº 23506, concordante con
el artículo 200º inciso 2 de la Constitución Política.
Contra esta resolución, los demandantes interponen recurso extraordinario, por lo que de
conformidad con el artículo 41º y la Cuarta Disposición Transitoria de la Ley Nº 26435, se dispuso
el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
Que como fluye de los autos, el proceso de evaluación semestral del Personal de las Direcciones
Regionales Agrarias del Ministerio de Agricultura, debió llevarse a efecto conforme a lo dispuesto
en el Reglamento de Evaluación de Personal aprobado por el Ministerio de Agricultura mediante
Resolución Ministerial Nº 283-94-AG de fecha tres de agosto de mil novecientos noventa y tres.
Que para la evaluación a la que fueron sometidos los demandantes, la Sub Región Agraria de
Huánuco, por intermedio de su Oficina de Personal, ha debido cumplir estrictamente con aplicar el
antes citado Reglamento de Evaluación de Personal, diligenciando, entre otras cosas, con la
debida anticipación, la distribución de los formatos o anexos de evaluación de personal.
Que en el presente caso, no se ha dado cumplimiento regular al Reglamento indicado, por cuanto
el Jefe de Personal entregó al administrador de la Sub Región Agraria de Huánuco los Formatos de
Experiencia Profesional, Tiempo de Servicios y Evaluación Curricular a las once de la mañana del
día viernes cinco de enero de mil novecientos noventa y seis, conforme se desprende del Acta de
Inspección Fiscal (fojas nueve y diez) corroborada por la manifestación del Director de
Administración José Rodríguez Cobos (fojas once y once vuelta), mientras que la Resolución Nº
004-96-AG por la que se dispone el cese de los demandantes es del dos de enero de mil
novecientos noventa y seis, hecho que acredita, que, en efecto, se había dispuesto separar a los
trabajadores demandantes, antes de que hubiese concluido el proceso de evaluación al que fueron
sometidos.
Que por consiguiente, resulta manifiesta la carencia de secuencia lógica en la realización de los
diferentes actos de evaluación, ya que si los formatos de experiencia profesional y tiempo de
servicios y el anexo de evaluación curricular fue entregado por el Jefe de Personal al Administrador
de la Sub Región Agraria de Huánuco, el día cinco de enero de mil novecientos noventa seis,
mientras que los formatos de Evaluación lo fueron el día dos de enero de mil novecientos noventa
y seis, por parte del Coordinador Sub Regional de Titulación de Tierras a la Oficina de Planificación
Agraria, no termina de entenderse, como es que se emite con antelación y se da por concluido el
proceso de evaluación de trabajadores mediante la cuestionada Resolución Nº 004-96-AG.
Que por otra parte, este Colegiado vuelve a reiterar, como lo ha hecho en anteriores casos (cfr.
entre otras, Causa Nº 721-96-AA) que el término establecido para efectos de determinar la
caducidad en el ejercicio del proceso constitucional de amparo, no corre desde el momento en que
se emite una resolución o se ejecuta un acto considerado como violatorio de los derechos
constitucionales, sino desde el momento en que se da por agotada la vía previa, criterio que
aplicado al presente caso, permite desestimar cualquier argumento sustentado en la caducidad, ya
que si la Resolución Suprema Nº 052-96-AG, que da por concluida la vía administrativa, fue
emitida con fecha dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y seis y publicada el dieciocho de
agosto del mismo mes y año, y la acción constitucional fue interpuesta con fecha cinco de
setiembre de mil novecientos noventa y seis, los demandantes se encontraban dentro del plazo
establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Que, por lo tanto, habiéndose acreditado la violación al derecho constitucional invocado por los
demandantes, resultan de aplicación, los artículos 1º, 3º, 7º, 9º y 24º inciso 10 de la Ley Nº 23506,
en concordancia con el artículo 2 inciso 15 de la Constitución Política del Estado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
...las pensiones de jubilación son vitalicias y se sirven mes a mes, esto es, en forma permanente y
continua, por ser de "tracto sucesivo", al igual que los salarios a los cuales reemplazan, por lo que
el plazo computable para la caducidad de la Acción (de Amparo) corre desde la última fecha en
que se cometió la agresión, según lo dispuesto por la parte final del artículo 26º de la Ley Nº
25398.
Expediente 506-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes setiembre de mil novecientos noventiséis en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent, Presidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Manuel Valer Palomino plantea Acción de Amparo contra don Mario Santiago Solari,
representante de la Oficina de Normalización Previsional en Arequipa y don Alejandro Arrieta
Elguera, representante de la demandada en Lima, sosteniendo que por Resolución Nº 19466-92-
IPSS, del 2-4-92, la Gerencia Departamental de Arequipa le otorgó la pensión de jubilación por I/.
169'741,950.00 a partir del 1-5-91, por contar con la edad requerida, y 23 años completos de
aportación, con sujeción a lo dispuesto por el D.L. Nº 19990, y que posteriormente, sin declarar
insubsistente dicho acto administrativo, mediante otra resolución signada con el Nº 21815-93-IPSS,
del 16-5-93, le otorga pensión de jubilación por I/. 22'495,692.38 a partir del 1-5-91, por sus 23
años de aportación, aplicando el D.L. Nº 25967 del 7-12-92, vigente desde el 20 de diciembre de
1992. El demandante interpuso recurso impugnativo de nulidad contra esta última resolución, que
fue declarado improcedente por Resolución Nº 051-SGO-CDA-IPSS-94, de fecha 19-1-94, e
interpuso recurso de apelación el 09-02-94 contra la misma resolución, y otro de revisión el 15-01-
96, los cuales no fueron resueltos en el plazo máximo de 30 días, por lo que según el art. 102º de
la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, modificado por Ley 26111, tiene
expedito su derecho para interponer esta demanda.
FUNDAMENTOS:
2. Dicho acto administrativo puso fin al proceso, conforme al art. 87º de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos, aprobado por DS. Nº 006-SC-67 del 11-11-67,
vigente también hacia aquel entonces. Por consiguiente, tanto la solicitud del actor como la
resolución del IPSS que le acuerda la pensión de jubilación por I/. 169'741,950.00, observaron su
trámite regular, con arreglo a las normas vigentes del DL. Nº 19990, que fue su estatuto legal
correspondiente.
3. La Resolución Nº 21815-93, del 16-5-93, de fs. 4, con los mismos requisitos y condiciones de
calificación establecidos en la citada Resolución Nº 19466-92-IPSS, y en forma simultánea a la
misma, le otorga al actor la pensión jubilatoria de I/. 22'495,692.38 en base a la remuneración de
referencia de I/. 34'603,422.38, calculada según las nuevas prescripciones de la Ley Nº 25967, que
entró en vigencia con posterioridad, esto es, el veinte de diciembre de mil novecientos noventidós.
6. No resulta de aplicación al actor la Disposición Transitoria Unica del DL. Nº 25967, porque entró
en vigencia con posterioridad a la resolución recaída en su expediente, y por cuanto ella se refiere
a «solicitudes en trámite», que no es el caso del actor, pues el procedimiento administrativo que
inició ya se encontraba fenecido, y porque según el art. 187º de la Constitución del Estado de 1979
y 103º de la Constitución Política vigente, ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroactivos.
7. A mayor abundamiento, las pensiones de jubilación son vitalicias y se sirven mes a mes, esto es,
en forma permanente y continua, por ser de «tracto sucesivo», al igual que los salarios a los cuales
reemplazan, por lo que el plazo computable para la caducidad de la acción corre desde la última
fecha en que se cometió la agresión, según lo dispuesto por la parte final del art. 26º de la Ley Nº
25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
Revocando la sentencia de vista, de fojas 132, su fecha 5-7-96, que confirma la apelada de fojas
85, de fecha 15-4-96, y declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta por don Manuel
Valer Palomino contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP) representada por don Mario
Santiago Solari Zerpa y don Alejandro Arrieta Elguera; reformándola, la declararon fundada y, en
consecuencia, inaplicable al demandante la Resolución Nº 21815-93, de fecha 16-5-93, dictada por
el Jefe (a) de la División Regional de Pensiones de la Gerencia Departamental de Arequipa, don
Mario Arce Muñoz; dispusieron que la Oficina de Normalización Previsional le abone de inmediato
sus pensiones de jubilación al demandante conforme a lo dispuesto en la Resolución Nº 19466-92-
IPSS, del dos de abril de mil novecientos noventidós, con los reintegros consiguientes; y
dispusieron se publique en el Diario Oficial El Peruano con arreglo a ley.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Expediente 490-94
Arequipa
Señor Presidente:
Gonzalo Bellido Loayza, con facultades otorgadas por el Procurador Público del Sector Salud
interpone a fojas 60 Recurso de Nulidad contra la Sentencia de vistos de fojas 5 su fecha 4 de
febrero de 1994, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, que Revoca
la sentencia apelada de fojas 41, que declara inadmisible la Acción de Amparo; interpuesta por
Juan José Málaga Rodríguez contra el Director Regional del Hospital Honorio Delgado;
Reformándola la declararon Fundada.
Administrativo
Sentencia
VISTOS; con el acompañado; con lo expuesto en el dictamen de la señora Fiscal; por sus
fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO, además: que el actor acredita a fojas uno que tiene
el derecho reconocido por Resolución Directoral número cero ciento veintinueve-ochentiocho-
HDSA-HA Nº IHD-UP de fecha veinticinco de mayo de mil novecientos ochentiocho, a ser restituido
en el cargo de Jefe de la Unidad de Estadística del Hospital Honorio Delgado de Arequipa; que a
fojas siete a doce acredita sus reiteradas solicitudes de restitución al cargo de Jefe de la Unidad de
Estadística; que la parte demandada no niega que ha incumplido el acto debido; que al respecto, la
omisión acusada vulnera un derecho reconocido al actor, garantizado por el Artículo cincuentisiete
de la Constitución de mil novecientos setentinueve(1) ; que dicha violación es de carácter
continuado y sólo cesará con el cumplimiento de la Resolución Directoral que sustenta la demanda,
por lo que la demanda no es extemporánea; que amparar la misma no implica cautelar un derecho
"al cargo", sino el derecho reconocido a la restitución en el cargo; que, dar cumplimiento al acto
debido no implica que el actor no pueda ser posteriormente objeto de cualquier acción de personal
de acuerdo a ley; que no es de aplicación al caso el Artículo cuarentiocho de la Constitución de mil
novecientos setentinueve(2), citado en la sentencia de vista, en tanto la litis no versa sobre el
derecho a la estabilidad laboral del actor: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de vista
de fojas cincuentinueve su fecha dieciséis de febrero de mil novecientos noventicuatro, que
revocando la apelada de fojas cuarentiuno, fechada el veintinueve de noviembre de mil
novecientos noventitrés, declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta por Juan José
Málaga Rodríguez contra el Director del Hospital Regional Honorio Delgado de Arequipa doctor
Víctor Ortega Garnica y, en consecuencia, dispusieron que el emplazado reponga al actor como
Jefe de la Unidad de Estadística del Hospital de Apoyo número uno Honorio Delgado; con lo
demás que contiene; y, constituyendo la presente una resolución final; MANDARON que se
publique en el Diario Oficial El Peruano dentro del término que dispone el Artículo cuarentidós de la
Ley número veintitrés mil quinientos seis y, los devolvieron.
ECHEVARRIA A.
Caducidad: cómputo del plazo. Actos de ejecución inmediata (A)
Expediente 659-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent;
Díaz Valverde; y,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Edgard Eustaquio Vargas Quispe, contra la resolución
de la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, su
fecha veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y siete, que declaró infundada la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Edgard Eustaquio Vargas Quispe, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Comas, para que se declaren inaplicables la Resolución de Alcaldía Nº
1180-A/MC y la Resolución de Alcaldía Nº 1562-A-96/MC; se ordene su reposición y el pago de las
remuneraciones devengadas.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima emitió sentencia declarando
fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que la demandada no acreditó haber
elaborado la reglamentación pertinente para garantizar los derechos de los trabajadores; que se
encomendó el proceso de evaluación a una empresa no especializada en la materia, lo cual resta
verosimilitud a la transparencia del proceso.
FUNDAMENTOS:
2.-Que, la Resolución de Alcaldía Nº 1180-A/MC de fecha tres de junio de mil novecientos noventa
y seis, fue publicada en el Diario Oficial El Peruano, el cinco de dicho mes y año, por lo que al
treinta de octubre de mil novecientos noventa y seis, fecha en que se presentó la demanda, había
operado la causal de caducidad respecto a esta resolución.
4.-Que, pretendiendo justificar la falta de agotamiento de la vía previa, el demandante deja entrever
en su demanda que la resolución cuestionada fue ejecutada antes de quedar consentida, por lo
que no se encontraría obligado a cumplir la exigencia prescrita por el Artículo 27º de la Ley Nº
23506(1). Como se desprende de la copia de la denuncia policial de fojas cinco, la Resolución de
Alcaldía Nº 1562-A-96/MC fue ejecutada en forma inmediata y, si bien es cierto, el demandante no
se encontraba obligado a agotar la vía administrativa, por haberse configurado la excepción
prevista en el inciso primero del Artículo 28º(2) del mencionado dispositivo legal, también lo es que,
no habiéndose agotado dicha vía, que innecesariamente inició, con la interposición del recurso de
apelación y con la correspondiente resolución, el plazo de caducidad no se interrumpió con el
recurso de reconsideración ni con la resolución que lo declaró improcedente, toda vez que, como
se tiene dicho, la resolución que dispuso el cese del demandante se ejecutó en forma inmediata,
como éste lo reitera en el recurso extraordinario, cuando afirma que el treinta de julio de mil
novecientos noventa y seis se le impidió el ingreso a su centro de trabajo, por lo que estuvo en
posibilidad de interponer la demanda desde el día hábil siguiente a la fecha de publicación de la
resolución, que tuvo lugar el veintisiete de julio de mil novecientos noventa y seis; sin embargo,
recién interpone su demanda el treinta de octubre del mismo año, cuando ya había transcurrido el
plazo de sesenta días hábiles que establece el Artículo 37º de la Ley Nº 23506;(3) en
consecuencia, la excepción de caducidad propuesta contra esta resolución también resulta
fundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Cuando se inicia una vía previa para reclamar contra la violación de un derecho constitucional, el
plazo de caducidad para ejercer luego la acción de amparo se computa a partir de la fecha de la
resolución o decisión última en la vía previa, que desconoce el derecho invocado.
Expediente 1645-95
Lima
Señor Presidente:
Es materia del Recurso de Nulidad la Resolución de Vista de fojas 143 que confirma la sentencia
apelada de fojas 99 que declara Fundada la demanda de fojas 38, y en consecuencia la Caja de
Pensión Militar Policial debe continuar pagando a la demandante la Pensión de Retiro Renovable
que le corresponde según lo establecido por Resolución Directoral número cuatrocientos
ochentinueve - noventidós - IN-SPNP-DIRPER, reintegrándole las no pagadas a partir del primero
de octubre de mil novecientos noventidós, con lo demás que contiene, en los seguidos por doña
Olga Gutiérrez Acuña con la Caja de Pensión Militar Policial, sobre Acción de Amparo.
Refiere el impugnante haber acreditado que a la fecha de interposición de la demanda de fojas 38,
el plazo para el ejercicio de la Acción de Amparo interpuesta, había caducado, pues la afectación
del derecho de la demandante se produjo cuando se le suspendió el pago de la Pensión de Retiro,
esto es, en octubre de 1992, sin embargo en la resolución impugnada se ha tomado como fecha de
referencia para efectuar el cómputo la de recepción de la carta de fojas 35, o sea el 14 de julio de
1994 confundiendo el hecho mismo de la afectación con el de la interposición de un reclamo vía
carta.
Que, conforme a lo dispuesto por el Artículo 27º de la Ley Nº 23506(1), es requisito indispensable
para la interposición de una demanda de Amparo Constitucional, haber agotado las vías previas,
cuando aquellas se encuentren reguladas.
Que en el caso de autos, dicha vía se halla regulada en el Título IV del Reglamento de la Ley Nº
19846 y aun cuando así no hubiere sido, necesariamente debía cumplirse dicho requisito,
aplicando supletoriamente el procedimiento administrativo previsto por el Decreto Supremo Nº 006-
SC-67, sus modificatorias y ampliatorias, pues es un derecho de la Administración el que se le dé
la oportunidad de encausar el trámite y la Resolución de haber existido, conforme a derecho, de allí
que el plazo de caducidad a que se refiere el Artículo 37º de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo(2)
se contabilice a partir de la Resolución o decisión última que desconoce el derecho invocado.
Que siendo así, la Resolución de vista se ha expedido con arreglo a ley, pues la carta mediante la
cual se da respuesta al reclamo de la demandante le ha sido notificada el 14 de julio de 1992 y la
demanda se ha interpuesto el 4 de octubre del mismo año, o sea dentro de los sesenta días útiles
que establece la citada norma legal.
Ahora bien, con relación al fondo del asunto ha quedado demostrado que mediante Resolución
Directoral Nº 0489-92 IN-SPNP/DIRPER del 3 de abril de 1992, se dispuso el otorgamiento de
Pensión de Retiro Renovable de la demandante retroactiva al primero de abril de 1991, la cual vino
percibiendo hasta el mes de octubre de 1992, oportunidad en la cual sin mediar resolución alguna
se suspendió su pago.
Que conforme a lo dispuesto por el Artículo 110º del Texto Unico Ordenado del Decreto Supremo
Nº 006-SC-67, una Resolución Administrativa, sólo puede ser anulada por funcionario
jerárquicamente superior, situación que no se ha dado en caso de autos, además que habiendo
transcurrido con exceso el plazo de caducidad para tal efecto, tal declaración le corresponde
únicamente al Poder Jurisdiccional del Estado.
Que teniendo las pensiones carácter alimentario, se ha afectado con tal accionar el derecho a la
vida, a la integridad física y al libre desarrollo y bienestar que la Constitución Política del Perú
reconocen y garantizan a la persona en el Artículo 2º inciso 1), por lo que la demanda resulta
PROCEDENTE.
Sentencia
VISTOS; de conformidad con lo dictaminado por el señor Fiscal: Declararon NO HABER NULIDAD
en la sentencia de vista de fojas ciento cuarentitrés, su fecha cinco de julio de mil novecientos
noventicinco, que confirmando la apelada de fojas noventinueve, fechada el doce de diciembre de
mil novecientos noventicuatro, declara FUNDADA las Acción de Amparo interpuesta por doña Olga
Gutiérrez Acuña viuda de Condori con la Caja de Pensiones Militar y Policial; en consecuencia, que
la entidad demandada cumpla con pagar a la actora la pensión de retiro renovable que le
corresponde, establecida por Resolución Directoral número cero cuatrocientos ochentinueve -
noventidós IN-SPNP/DIRPER, abonándosele además las sumas dejadas de percibir, con lo demás
que contiene; y constituyendo la presente resolución final MANDARON se publique en el Diario
Oficial El Peruano dentro del término previsto en el Artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés
mil quinientos seis; y los devolvieron.
SS. CASTILLO C.; URRELLO A.; SERPA S.; BUENDIA G.; ORTIZ B.
Expediente Nº 733-98-AA/TC
Lambayeque
En Trujillo, a los treinta días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Gilberto Ignacio Ramírez Acuña contra la Resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque de fojas
trescientos treinta y uno, su fecha seis de julio de mil novecientos noventa y ocho, que declaró
improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Gilberto Ignacio Ramírez Acuña, con fecha nueve de julio de mil novecientos noventa y siete,
interpone demanda de Acción de Amparo contra la Junta de Usuarios del Valle de Jequetepeque,
representada por don Samuel Gleiser Azcarate y por don Amberli Olano Chávez y, contra la
Administración Técnica del Distrito de Riego de Jequetepeque, representada por don Roberto
Suing Cisneros, por haber ordenado el corte definitivo del riego para su fundo denominado
Bonanza ubicado en el sector Talambo del distrito de Chepén, con un área de setenta mil
hectáreas (70,000 ha) de caña de azúcar constituyendo esto una amenaza de su derecho
constitucional a la libertad de empresa, comercio e industria. Refiere que con fecha diecisiete de
febrero del año mencionado le cursó una carta a la Junta de Usuarios del Valle de Jequetepeque
para evitar esa agresión.
Indica que el pago por el uso del agua, según lo dispone el artículo 27 del Decreto Supremo Nº
003-90-AG, Reglamento de Tarifas y Cuotas por el Uso del Agua, puede efectuarse mediante las
modalidades de pago anticipado, pago inmediato y pago diferido, habiéndose establecido para la
campaña mil novecientos noventa y cinco, mil novecientos noventa y seis, en el sector de Talambo
la modalidad de Pago inmediato o pago contra entrega, el mismo que ha cumplido oportunamente.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, a fojas doscientos sesenta y tres, con
fecha seis de marzo de mil novecientos noventa y ocho, declaró fundadas las excepciones de falta
de agotamiento de la vía administrativa y de representación defectuosa e insuficiente del
demandado e improcedente la Acción de Amparo, por considerar que el demandante no había
agotado la vía previa.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, a fojas trescientos treinta y
uno, con fecha seis de julio de mil novecientos noventa y ocho, confirmó la apelada que declaró
fundadas las excepciones de falta de agotamiento de la vía administrativa y de representación
defectuosa e insuficiente del demandado e improcedente la demanda sobre Acción de Amparo,
porque considera que el demandante antes de recurrir al órgano jurisdiccional debió agotar la vía
administrativa. Contra esta resolución, el demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la excepción de caducidad propuesta por la Junta de Usuarios del Distrito de Riego
Regulado de Jequetepeque en su escrito de contestación de la demanda, debe desestimarse en
razón de que este Tribunal Constitucional entiende que la institución de la caducidad en la Acción
de Amparo no puede alegarse respecto de supuestas amenazas de violación de derechos
constitucionales, sino únicamente de actos que hayan sido ejecutados y a los cuales se repute
como agravio.
2. Que, el artículo 58º del Decreto Legislativo Nº 653, Ley de Promoción de las Inversiones en
el Sector Agrario, concordante con el artículo 120º inciso i) del Decreto Supremo Nº 0048-91-AG,
disponen que la Administración Técnica del Distrito del Riego es el órgano competente para
resolver en primera instancia administrativa las cuestiones y reclamos derivados del uso de las
aguas, no advirtiéndose en autos que el demandante haya recurrido previamente a la autoridad
administrativa ni que se encuentre en ninguno de los casos de excepción previstas en el artículo
28º de la Ley Nº 23505,(2) máxime si no ha acreditado en autos que se haya materializado la
suspensión del suministro hídrico.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
CONFIRMANDO en parte la Resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, de fojas trescientos treinta y uno, su fecha seis de julio de mil novecientos
noventa y ocho, en el extremo que confirmando la apelada declaró fundada la excepción de falta
de agotamiento de la vía administrativa e IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; revocándola en
el extremo que declaró fundada la excepción de representación defectuosa e insuficiente del
demandado, reformándola la declara infundada; e integrando la de Vista declara infundada la
excepción de caducidad. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El
Peruano y la devolución de los actuados.
..., que la entidad agresora al haber dispuesto la disminución efectiva del monto de la pensión del
actor, sin posibilidad de que éste pueda recurrir a la instancia administrativa pertinente a fin de
enervar dicha medida, ocasionó la definitoriedad de la agresión haciendo inexigible el agotamiento
de las vías previas, de conformidad con el artículo 28º, inciso 1), de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo;...
Expediente 59-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los diecisiete días de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Juan Héctor Avila Peña, interpone Acción de Amparo, que obra a fojas diez y once, con fecha
cuatro de marzo de mil novecientos noventa y tres, contra el Gerente Regional del Instituto
Peruano de Seguridad Social (IPSS), Rafael Arrarte Congrains, por rebaja ilegal de su pensión. El
actor alega, que por resolución diecinueve-cincuenta y cinco-nueve-noventa y dos-PJ-SGP-GOA-
IPSS, se le otorgó una pensión mensual de jubilación por la suma de seiscientos cincuenta y nueve
nuevos soles y ochenta céntimos, a cobrar retroactivamente al veinte de setiembre de mil
novecientos noventa y uno, pero que no ha podido efectuar su cobro, y además, con fecha diez de
enero de mil novecientos noventa y tres se le informó verbalmente que existía una resolución por la
cual se le rebajaba su pensión, aún impaga, a la suma de doscientos setenta y cuatro nuevos
soles.
Raúl Lazarte Cárdenas, en representación del demandado, niega las pretensiones del actor,
aduciendo que no es verdad que las pensiones del actor se encuentran impagas al momento de la
presentación de esta acción, por cuanto éste viene gozando de su pensión desde el treinta de
setiembre de mil novecientos noventa y dos, fecha en que se le canceló sus devengados, y
momento desde el cual y hasta la interposición de la Acción ha transcurrido más de sesenta días,
habiendo caducado su pretensión.
A fojas cuarenta, la sentencia del Juez declara fundada la Acción, por considerar, entre otras
razones, que la documentación de autos acredita que el actor venía gozando de una pensión
mensual de jubilación que en ningún caso pudo rebajarse, y sí incrementarse por el transcurso del
tiempo de acuerdo al índice inflacionario y otros factores que le permitieran no perder el valor
adquisitivo a la pensión de jubilación, por ende, cualquier rebaja en la pensión del actor rebaja la
dignidad del pensionista; que, el IPSS no ha acreditado con pruebas legales que justifiquen el
recorte de la pensión del actor, entendiéndose, entonces, que procedió arbitrariamente.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de los actuados ha quedado acreditado que la pensión de jubilación otorgada
al actor por resolución diecinueve mil quinientos cincuenta y nueve-noventa y dos-PJ-DZP-SGP-
GDA-IPSS, fue rebajada en su monto en virtud de la Directiva cero veintidós-DE-IPSS-noventa y
dos, vulnerando este hecho el derecho constitucional a la seguridad social que el Estado reconoce
a todas las personas y que no puede ser modificada o alterada por una simple directiva de 1992
aplicada retroactivamente al momento del cese de funciones del accionante en 1991; que, la
entidad agresora al haber dispuesto la disminución efectiva del monto de la pensión del actor, sin
posibilidad de que éste pueda recurrir a la instancia administrativa pertinente a fin de enervar dicha
medida, ocasionó la definitoriedad de la agresión haciendo inexigible el agotamiento de las vías
previas, de conformidad con el artículo veintiocho, inciso primero, de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo; que, las pruebas aportadas por el actor como son las boletas de pago de setiembre de mil
novecientos noventa y dos y de marzo de mil novecientos noventa tres demuestran que la agresión
a sus derechos fue de ejecución continuada, por tanto, de conformidad con el artículo veintiséis de
la Ley veinticinco mil trescientos noventa y ocho, el plazo de caducidad de la Acción no había
vencido al momento de interponer la presente Acción; por estas consideraciones este Tribunal;
FALLA:
Revocando la resolución suprema de fecha tres de octubre de mil novecientos noventa y cuatro,
que declaró no haber nulidad de la resolución de vista, de fecha quince de noviembre de mil
novecientos noventa y tres, en cuanto califican de improcedente la Acción y reformándolas declara
fundada la Acción de Amparo; mandaron: se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del
plazo previsto en la Ley veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, conforme el artículo 21º de la Constitución, los lugares o monumentos para tener la condición
de patrimonio cultural deben ser expresamente declarados como tal; el Parque Salazar y la
denominada Concha Acústica no han sido declarados con la calidad señalada.
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Víctor Freundt Orihuela contra la sentencia de vista, de
fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y siete de fojas cuatrocientos setenta y tres
pronunciada por la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima que confirmó
la sentencia pronunciado por el Décimo Noveno Juzgado Especializado en los Civil de Lima de
fojas ciento cincuenta y cuatro su fecha diez de julio de mil novecientos noventa y seis que declaró
infundada la excepción de caducidad, y fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía
previa e improcedente la demanda de fojas treinta y cinco interpuesta por don Víctor Freundt
Orihuela.
ANTECEDENTES:
Don Víctor Freundt Orihuela interpone acción de amparo contra el Municipio Distrital de Miraflores,
con conocimiento de la Empresa Larco Mar S.A. y del señor ex Alcalde de Miraflores doctor Alberto
Andrade Carmona.
El actor expresa que la Municipalidad Distrital de Miraflores, por Resolución de Alcaldía Nº 11133-
95-RAM ha otorgado a la empresa Larco Mar S.A. un contrato de superficie por el que dispone el
uso de 44, 675 m², por 60 años, comprende el Parque Salazar y la Concha Acústica. Este contrato
dispone de un área de superficie para estacionamiento de automóviles a nivel del parque, esto
congestionará el tráfico y perjudica el atractivo turístico recreacional. El supuesto Complejo
Turístico a ejecutarse es de dudosa calidad arquitectónica y urbanística.
Manifiesta el accionante los siguientes hechos: a) sólo se presentó al concurso un postor habiendo
recabado las Bases cinco personas, b) El proyecto viola la altura máxima reglamentaria para las
edificaciones a construirse en algunos subsectores del proyecto, c) más de cien vecinos han
tachado e impugnado el proyecto, d) La zona de la Concha Acústica va ser perturbado, el proyecto
ha sido aprobado con apresuramiento y sin el debido análisis, sin cumplir los treinta días del
Reglamento, sin las rectificaciones necesarias se aprobó el proyecto, el cambio de uso de un
sector del parque se hizo en forma violenta, f) Una pared del anfiteatro proyectado viola el
reglamento de usos del suelo de la Costa Verde de Lima-Metropolitana, g) La celebración del
contrato se realizó sin la consulta previa a la comunidad, se ha omitido notificar a los vecinos del
Parque Salazar.
Expresa el demandante que el proyecto perturba un ambiente monumental y recreativo que forma
parte del área verde y del paisaje natural. El Parque Salazar, sus laderas, sus terrazas naturales
accesible y alcantarillados unidos al mar son una isla de tranquilidad y recreación paisajista natural,
forma parte del área verde y urbano monumental del distrito el mismo que se ve amenazado por el
proyecto.
Agrega el actor, que sólo se opone al proyecto en la parte de la construcción referido al subsector
de la Concha Acústica y al recinto del parque como estacionamiento de superficie a ese nivel. Por
otro lado, dice aceptar se construya un hotel de trescientas habitaciones o más.
Fundamenta su demanda en el numeral 68, 70. 73, 191, 192, 193 y artículo 2º inciso 14 16, 17, 20,
23 de la Constitución Política de Estado.
El señor Alberto Andrade Carmona a fojas cincuenta y dos contesta la demanda solicitando se
declare improcedente porque la Resolución de Alcaldía Nº 11133-95-RAM publicada en el Diario
Oficial "El Peruano" el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y cinco se emitió con
todas las formalidades de ley. El acto administrativo mencionado no puede ser impugnado vía
acción de amparo, el demandante debió interponer acción contencioso administrativa.
Larco Mar S.A., a fojas setenta y cuatro contesta la demanda expresando que el demandante debió
recurrir a vía distinta pues la nulidad o anulabilidad de un contrato o resarcimiento económico vía
pago de indemnizaciones no corresponde ventilarse en una acción de amparo. Sostiene que no se
ha agotado las vías previa y que el demandado debió previamente impugnar administrativamente
la Resolución del Consejo Distrital Nº 11133-95-RAM por el que se aprueba otorgar la buena pro
del Concurso de Proyectos Integrales Nº 2 a la Empresa Larco Mar S.A. El demandante por el
contrario se limitó junto con otros vecinos a presentar una carta abierta de fecha dos de enero de
mil novecientos noventa y seis dirigido al Municipio, al Colegio de Arquitectos, al Colegio de
Abogados de Lima, al Instituto Urbanístico del Perú por el que solicitaba se realice un referéndum
vecinal para que se pronuncien respecto a la Resolución de Alcaldía anotada.
El demandante, expresa Larco Mar S.A. no reúne las condiciones de procedibilidad para interponer
la acción de amparo toda vez que consintió que la resolución de Alcaldía quedó firme. Agrega, que
la altura del hotel que se proyecta construir y la proyectada construcción de playas de
estacionamiento debajo del sector de la Concha Acústica y el proyecto de construcción de seis
cines no constituyen una amenaza o violación a derecho constitucional alguno. Afirma que la
construcción del anfiteatro proyectado se levantará sobre lo que actualmente es el área que ocupa
la Concha Acústica la que será techado y encima de ese techo se ampliará el Parque Salazar y
áreas verdes a nivel del malecón. Dicha obra no perturbará, ni impedirá que los residentes de los
edificios cercanos a los transeúntes que circulen por el malecón contemplen la vista del mar; de
igual manera las seis salas de cine que se van a construir en el subsuelo no va a afectar las áreas
verdes. La altura máxima del hotel proyectado estará por debajo del nivel del Parque Salazar.
Expresa que el D.S. Nº 007-85-VC artículo 30º se refiere a procedimientos para la aprobación de
los planes urbanos y no a concurso de Proyectos Integrales y contrato de Derecho de Superficie.
Agrega que la R.S. Nº 230-77-VC-1100 que aprueba el Reglamento de Usos del Suelo en la Costa
Verde de Lima Metropolitana está abrogado. La Ley Nº 26306, dispone en su artículo 2º que el
desarrollo de la Costa Verde deberá efectuarse mediante un Plan Maestro de Desarrollo y el
Reglamento de esta ley que fue aprobado por D.S. Nº 01-95-MTC dispone en su artículo 2º que el
desarrollo de la Costa Verde es prioritario, precisa Larco Mar, que los Decretos Legislativos 757
Ley Marco para el crecimiento de las inversiones Privada, el Decreto Legislativo 758 Ley de
promoción de las Inversiones Privadas en Infraestructura de Servicios Públicos y su Reglamento
aprobado por el D.S. Nº 19-92-PCM. Ley de la Costa Verde Nº 26306 y su Reglamento aprobado
por D.S. Nº 01-95-MTC y las Bases del Concurso Público sustentan el proyecto. Solicita Larco Mar
S.A. que se declare improcedente la demanda y/o infundada la acción de amparo.
La Municipalidad Distrital de Miraflores, a fojas noventa y tres contesta la demanda, expresa que el
otorgamiento del derecho de superficie para la construcción y explotación de un Complejo Turístico
Comercial no amenaza ni viola derecho constitucional alguno. La Ley Nº 26306 le reconoció la
propiedad de los terrenos ubicados en el corredor ribereño denominado Costa Verde en cuanto
respecta a su sector, el artículo 3º de dicha Ley le autoriza a adjudicar derechos que le
corresponden dentro de su respectiva jurisdicción; el reglamento de la ley anotada obliga a
convocar a concurso público para otorgar el derecho de superficie para la construcción y
explotación de un Complejo Turístico Comercial que comprende la remodelación del Parque
Salazar y la construcción de una Playa de Estacionamiento. Sostiene que la decisión del Comité de
Adjudicaciones fue ratificada por Resolución de Alcaldía Nº 11133-95-RAM habiéndose suscrito el
contrato el mismo día de la publicación en el Diario Oficial "El Peruano", el veintinueve de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco; expone que el artículo 30º del D.S. Nº 077-85-VC
referido a la aprobación de planes urbanos no tienen relación con el concurso de Proyectos
Integrales para la adjudicación de un derecho de superficie. La Resolución Suprema Nº 230-77-
VC-1100 se encuentra derogada por el artículo 5º de la Ley Nº 26306. El D.S. Nº 11-95-MTC, por
el que reglamenta el Decreto Legislativo Nº 696. Ley de Promoción o la Inversión Privada en
Acciones de Renovación Urbana no es pertinente.
El Décimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima a fojas ciento cincuenta y cuatro
pronuncia sentencia que declara infundada la excepción de caducidad y fundada la excepción de
falta de agotamiento de la vía, por consiguiente declara improcedente la demanda.
El Fiscal Superior Adjunto de la Segunda Fiscalía Superior de Derecho público a fojas trescientos
cincuenta y tres opina que se confirme el fallo en cuanto declara improcedente la demanda e
infundada la excepción de caducidad y se revoque en el extremo que declara fundada la excepción
de falta de agotamiento de la vía previa; reformándola se declare infundada.
La Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas cuatrocientos setenta
y tres su fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y siete confirma la sentencia de primera
instancia.
Don Víctor Freundt Orihuela a fojas cuatrocientos ochenta y seis interpone recurso extraordinario
que es materia de grado.
FUNDAMENTOS:
Que, la Resolución Municipal objeto de la impugnación está siendo ejecutada y así mismo se está
produciendo la inmediata construcción de edificaciones por esta razón se estima que pudiera
convertirse en irreparable las consecuencias de la supuesta agresión motivo por el que se
configura la excepción contemplada en el artículo 28º inciso 2º de la Ley Nº 23506 no siendo por lo
tanto exigible la regla del agotamiento de la vía previa que prescribe el artículo 27º de la acotada
ley; Que,es necesario evitar se prolongue la incertidumbre del conflicto en tanto existe la obligación
de prestar una tutela jurisdiccional efectiva, declarando el derecho a favor o en contra, según las
pruebas actuadas; en caso contrario, puede configurarse negar acceso a la justicia oportuna;
Que,en mérito a lo expuesto es necesario pronunciarse sobre el fondo de la litis merituando la ley y
compulsando las pruebas; Que,el artículo 68 de la Constitución refiere que el Estado, está obligado
a promover la conservación de la diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas; en el
presente caso no se ha declarado, por la autoridad competente, que la superficie sobre la que se
está realizando la proyectada remodelación haya sido declarado como área natural protegida; en el
presente proceso el emplazado no es el Estado sino una entidad autónoma como es el gobierno
local del Distrito de Miraflores; Que,el artículo 70º de la Constitución faculta al Concejo Municipal a
ejercer los derechos y atributos inherentes a su propiedad, reconocido por la Ley Nº 26306; entre
otros, el celebrar contratos de superficie previo concurso público en armonía con el bien común
dentro de los límites de la ley como es el caso del contrato de superficie por el que se proyecta
edificar áreas recreacionales para el público como cines, anfiteatro y el compromiso contractual de
ampliar las áreas verdes existentes; Que,el artículo 76º de la Constitución autoriza que los bienes
de uso público pueden concederse a particulares conforme a ley para su aprovechamiento
económico; de este modo el Constituyente ha superado la limitación contemplado en la
Constitución de mil novecientos setenta y nueve en cuyo artículo 128º y la de mil novecientos
treinta y tres en su artículo 33º disponía que los bienes públicos "no son objeto de derechos
privados"; Que,los artículos 191º, 192º, 193º de la Constitución autoriza a las Municipalidades a
planificar su desarrollo urbano en forma autónoma y subraya que sus bienes forman parte de su
patrimonio; Que, los derechos contenidos en el artículo 2º incisos 14, 16, 17, 20 y 23 de la
Constitución no son materia de los hechos que motivan la pretensión, son completamente ajenos al
petitorio; Que, el actor se contradice en sus afirmaciones; por una parte, acepta se construya un
hotel de trescientas habitaciones o más; luego afirma que su objeción al proyecto sólo se refiere al
subsector de la Concha Acústica y al recinto del parqueo de estacionamiento; estas observaciones
son de carácter técnico-administrativo, tiene sus instancias correspondientes para cuestionarlos; en
vía de acciones de garantía no se debaten ni se resuelven estos extremos conforme el artículo
200º de la Constitución Política y la Ley Nº 23506; Que, del análisis de los hechos expuestos en la
demanda y de lo anteriormente glosado el derecho que supuestamente estaría siendo conculcado
es el contenido en el artículo 2º inciso 22 de la Constitución; Que, la citada norma menciona el
derecho a la paz y tranquilidad que tiene toda persona; esta regla está garantizada por la autoridad
de la Policía Nacional, la autoridad Municipal y por los propios ciudadanos; la eficacia de esa
función depende de la coordinación y estructura de programas especiales que exige las técnicas
de control en la vida moderna; Que, otro derecho contenido en la norma constitucional referida es
que toda persona tiene derecho a gozar de "un ambiente equilibrado" y adecuado para el
desarrollo de su vida; este derecho constitucional esta reglamentado por el Código del Medio
Ambiente y Recursos Naturales sancionado por el Decreto Legislativo Nº 613; en consecuencia, es
preciso examinar si el actor prueba su pretensión con los documentos presentados en autos; Que,
los documentos de fojas seis su fecha veinte de enero de mil novecientos noventa y seis
recepcionado por el Municipio como consta del sello de recepción, el instrumento de fojas diez su
fecha seis de marzo de mil novecientos noventa y seis dirigido al Alcalde del Concejo Distrital de
Miraflores con certificación notarial de entrega, el plano de fojas once, trece, y fotografía de fojas,
doce, la carta de fojas ciento sesenta y cuatro del veintiocho de junio de mil novecientos noventa y
seis del señor Armando Zamudio Figari; todos estos documentos son privados, en tanto sólo son
peticiones, carecen de eficacia jurídica para probar los hechos en debate; y el plano de fojas ciento
sesenta y seis con sellos del Instituto Geográfico Nacional suscrito por el Teniente Coronel Alberto
Sánchez Hurtado es un plano general que no aporta mérito para el caso; igual calidad tiene el
documento de fojas ciento sesenta y siete, ciento sesenta y ocho, ciento setenta y uno, ciento
setenta y dos y ciento setenta y tres; Que, el documento de fojas doscientos ochenta y uno
denominado informe "técnico legal pericial" redactado a solicitud del demandante autorizado por el
arquitecto Max Agüero Fernández es de carácter privado, no está autorizado por abogado que
fundamente la parte legal del informe; este dictamen de parte no define técnicamente que es un
"ambiente saludable ecológicamente equilibrado", si el Parque Salazar es un paisaje natural o
paisaje cultural; no precisa si el escenario denominado Concha Acústica ha sido declarado o no por
autoridad competente, monumento nacional o patrimonio cultural de la nación exigible por la ley de
la materia; Que, este informe carece de eficacia legal porque no tiene la formalidad prescrita por el
artículo 10º del Decreto Legislativo antes citado que regula sobre los estudios de impacto
ambiental sobre paisajes naturales o del medio ambiente; Que, esta norma especifica que sólo
pueden ser elaborados estos estudios por instituciones públicas o privadas debidamente
calificados o registrados ante la autoridad competente; el arquitecto antes citado no ha cumplido
esta formalidad legal; Que,conforme el artículo 21º de la Constitución, los lugares o monumentos
para tener la condición de patrimonio cultural debe ser expresamente declarados como tal; el
Parque Salazar y la denominada Concha Acústica no han sido declarados con la calidad señalada;
Que,la falta de estos elementos técnicos como recaudos legales hacen inviable la pretensión del
accionante.
FALLA:
Exp. Nº 437-97-AA/TC
Lima
VISTO:
El escrito de aclaración formulado por don Víctor Orihuela, de fecha quince de octubre de mil
novecientos noventisiete, respecto de la sentencia publicada el catorce de octubre de mil
novecientos noventisiete, pronunciada el veinticinco de setiembre de mil novecientos noventisiete
en el proceso sobre amparo interpuesto contra la Municipalidad de Miraflores, la empresa Larco
Mar S.A.
ATENDIENDO:
Que, el artículo 21º de la Constitución otorga seguridad jurídica cuando exige que un bien para
formar parte del patrimonio cultural de la Nación debe, en forma definitiva o provisional, ser
declarado como bien cultural.
Que, el pedido de don Víctor Freundt Orihuela no se configura en los presupuestos indicados en el
artículo 406º del Código Procesal Civil que supletoriamente rige para resolver casos específicos de
aclaración;
Que, el artículo 112º del Código Procesal Civil orienta a los litigantes a no retardar indebidamente
el trámite de un proceso; en caso contrario existe la responsabilidad que está precisado en los
artículos 110º y 111º del acotado Código.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Poítica del Estado y su Ley Orgánica,
RESUELVE:
2. Prescindir de la publicación oficial de esta resolución por no formar parte del fallo; y devuélvase
los autos en el día.
Expediente 320-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por el Sindicato de Obreros del Concejo Distrital de Jesús María
contra la Resolución de la Sala Especializada de Derecho Público de fecha catorce de febrero de
mil novecientos noventisiete, que reformando la de vista, declaró infundada la Acción de Amparo
interpuesta por lo recurrentes contra el Concejo Distrital de Jesús María representado por su
Alcaldesa, doña Francisca Izquierdo Negrón.
ANTECEDENTES:
El Sindicato de Obreros del Concejo Distrital de Jesús María, representado por su Junta Directiva
integrada por su Secretario General Néstor Ojeda Nieves, Juan Tapia Palma y Juan Huanca
Flores, interpone Acción de Amparo contra el Concejo Distrital de Jesús María representado por su
Alcaldesa, doña Francisca Izquierdo Negrón, a fin que este Tribunal declare que no les son
aplicables el Decreto Ley Nº 26093, la Octava Disposición Transitoria de la Ley 26553; y, en
consecuencia se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 143-96 así como el «Reglamento de
Evaluación Semestral del Personal de la Municipalidad de Jesús María», puesto que tales
dispositivos vulneran sus derechos consagrados en los artículos 1º, 2º, 22º, 23º, y 26º incisos 1), 2)
y 3) de la Constitución.
Afirman que la Octava Disposición Transitoria de la Ley 26533- Ley de Presupuesto para el año
1996- amplía los alcances del Decreto Ley 26093 a nivel de gobiernos locales y permite que se
evalúe semestralmente a los trabajadores obreros de los Concejos Municipales, lo que trae como
consecuencia que éstos puedan ser declarados excedentes si no aprueban los exámenes,
situación que atenta contra sus derechos constitucionales, dado que se les pretende aplicar una
norma que solamente alcanza a los servidores que se encuentran en la carrera administrativa, no
siendo este el caso de los obreros municipales.
Señalan que el Concejo Distrital ha procedido a dictar normas que implementen el proceso de
evaluación para los obreros municipales, sin tener en cuenta que no pertenecen a la carrera
administrativa. Afirman que la labor del obrero municipal es operativa, mecánica, manual, no
requiere conocimientos académicos, a éstos sólo se les exige cumplimiento, honradez, disciplina y
puntualidad, consideran absurdo que se les pida que demuestren conocimientos académicos o
teóricos y exhiba certificados o diplomas de capacitación técnica o superior, tal evaluación acarrea
necesariamente el posterior despido del trabajador obrero.
Al contestar la demanda la Alcaldesa del Concejo Distrital de Jesús María señala que la Resolución
de Alcaldía Nº 143-96-MJM no constituye una amenaza y/o violación de los derechos
constitucionales de los recurrentes, pues ésta ha sido expedida en estricto cumplimiento del
Decreto Ley Nº 26093 y la Ley Nº 26533, y haciendo uso de la atribución que otorga el inciso 6) del
artículo 47º de la Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades, en tal sentido afirma que el Concejo
ha cumplido con la obligación que le impone la ley, cual es la implementación de un programa de
evaluación de personal.
Precisa que es falso que los obreros municipales no se encuentren en la carrera administrativa y
que pertenezcan al Régimen de la Actividad Privada, pues es necesario tener presente lo
establecido en el artículo 52º de la Ley Nº 23583, Orgánica de Municipalidades, que establece que
los obreros municipales son servidores públicos sujetos exclusivamente al régimen laboral de la
actividad pública y tienen los mismos deberes y derechos de los del Gobierno Central de la
Categoría correspondiente; afirma que también es falso que se les requiera la presentación de
documentación como diplomas, certificados, constancias o análogos, esto se evidencia con lo
dispuesto en la resolución que dispone la ejecución del proceso de evaluación, no se trata de un
despido disimulado, lo que se pretende es conocer las aptitudes y capacidades de sus servidores.
Cabe anotar que el proceso de evaluación no consiste en una sola prueba o examen de
conocimientos sino que consiste en cuatro exámenes: calificación de legajos de personal, de
conocimientos, psicotécnico y entrevista personal, y que éstos están adecuados al nivel educativo
de los servidores, capacitación o experiencia reconocida, distinguiendo su grupo y nivel
ocupacional (profesionales, técnicos y auxiliares).
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto Ley Nº 26093 estableció que los titulares de los distintos Ministerios y de las
Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar semestralmente programas
de evaluación de personal de acuerdo con las normas que para tal efecto establezcan, permitiendo
el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido desaprobados y la Octava Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 26533, Ley de Presupuesto del Sector Público para el año 1996,
incluyó dentro de los alcances del referido Decreto Ley a los Gobiernos Locales;
Que, mediante Resolución de Alcaldía Nº 143-96/MJM de fecha doce de agosto de mil novecientos
noventiséis, se aprobó el Reglamento de Evaluación Semestral de Personal del Concejo Distrital
de Jesús María, el que obra a fojas 7 a 18, debiendo presentarse a rendir examen evaluatorio tanto
el personal obrero como el profesional, técnico y auxiliar;
Que, en la referida Resolución de Alcaldía también se prevé la posibilidad de una fecha adicional
dentro del cronograma de evaluación, para un examen de rezagados, para aquellos trabajadores
que no asistieron a las evaluaciones oportunamente programadas, lo que se hizo a través de la
Resolución de Alcaldía Nº 218-96/MJM, del veintitrés de setiembre de mil novecientos noventiséis;
Que, mediante Resolución de Alcaldía Nº 221-96/MJM se publican los resultados del proceso de
evaluación, habiendo sido cesados por causal de excedencia ciento setenticinco (175) trabajadores
obreros municipales, los que no se presentaron a rendir las correspondientes pruebas; asimismo
en la referida resolución de alcaldía se evidencia que dos (2) obreros municipales que se
presentaron a rendir el examen evaluatorio y lo aprobaron.
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Especializada de Derecho Público de fecha catorce
de febrero de mil novecientos noventisiete, que reformando la apelada declaró infundada la Acción
de Amparo interpuesta por el Sindicato de Obreros Municipales de Jesús María, contra el referido
Concejo Distrital.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 1008-96-AA/TC
Lima
Caso: Sindicato Unitario de Trabajadores Municipales del Concejo Distrital de San Luis
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Los recurrentes, representados por su Secretario General, Román Salazar Lozano interponen
Acción de Amparo contra el Concejo Distrital de San Luis, representado por su Alcalde, Oscar
Suclla Flores, a fin que este Tribunal declare se suspenda la Resolución de Alcaldía Nº 498-96, así
como el «Reglamento de Evaluación Semestral del Personal de la Municipalidad de San Luis»
puesto que tales dispositivos vulneran sus derechos consagrados en los incisos 2) y 15) de la
Constitución, e inciso 10) del artículo 24º de la Ley Nº 23506.
Al contestar la demanda el Alcalde del Concejo Distrital de San Luis señala que la resolución de
Alcaldía Nº 498-96 no constituye una amenaza y/o violación de los derechos constitucionales de
los recurrentes, pues ésta ha sido expedida en estricto cumplimiento del Decreto Ley Nº 26093 y la
Ley Nº Nº 26533, y haciendo uso de la atribución que otorga el inciso 6) del artículo 47º de la Ley
Nº 23853, Orgánica de Municipalidades, en tal sentido afirma que el Concejo ha cumplido con una
obligación que le impone la ley, cual es la implementación de un programa de evaluación de
personal.
El Trigésimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha primero de julio de mil
novecientos noventa y seis declaró infundada la Acción de Amparo interpuesta por considerar que
la Resolución de Alcaldía Nº 498-96 y el Reglamento de Evaluación Semestral del Personal de la
Municipalidad emplazada han sido expedidas dentro del marco establecido por el Decreto Ley
veintiséis mil noventitrés y la Ley veintiséis mil quinientos treintitrés -Octava Disposición
Transitoria- por lo que tales actos municipales tienen asidero legal.
Contra esta resolución, se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, el Decreto Ley Nº 26093 estableció que los titulares de los distintos Ministerios y de las
Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar semestralmente programas
de evaluación de personal de acuerdo con las normas que para tal efecto establezcan, permitiendo
el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido desaprobados, entendido éste como la
consecuencia de un examen de las necesidades de personal en función del cumplimiento de los
objetivos institucionales, no constituyendo una sanción disciplinaria, tal y como lo indica en su parte
considerativa el Decreto Supremo Nº 031-97-PCM.
2. Que, la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553, Ley de Presupuesto del
Sector Público para el año 1996, incluyó dentro de los alcances del referido Decreto Ley a los
Gobiernos Locales; que, teniendo la Ley de Presupuesto un período de vigencia anual que coincide
con el año calendario, se debe entender, que la competencia de los gobiernos locales para
disponer el cese por causal de excedencia se circunscribe solamente al año 1996.
4. Que, en cumplimiento de las normas antes glosadas la entidad demandada expide la Resolución
de Alcaldía Nº 198-96-MDSL de fecha veintiocho de marzo de mil novecientos noventiséis,
publicada el dos de abril de mil novecientos noventa y seis, donde se aprueba el Reglamento de
Evaluación Semestral de Personal del Concejo Distrital de San Luis, el mismo que obra de fojas 4
a 10. Consecuentemente, la Resolución de Alcaldía que se impugna es resultado de la observancia
estricta de la ley y de las atribuciones y facultades que le son inherentes al Alcalde emplazado.
5. Que, los demandantes no han probado la existencia de hecho cierto y de eminente realización
que vulnere alguno de sus derechos constitucionales.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 230-98-AA/TC
Trujillo
En Trujillo, a los cuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent; y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Sergio Francisco Guevara Gonzales contra la Resolución
de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad de fojas ciento veintisiete,
su fecha veintiocho de enero de mil novecientos noventa y ocho, en la Acción de Amparo seguida
contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo.
ANTECEDENTES:
Con fecha siete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, don Sergio Francisco Guevara
Gonzales interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo
don José Humberto Murgia Zannier a fin de que se le restituya el íntegro de su pensión disminuida
por la demandada según señala en forma arbitraria.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don José Humberto Murgia Zannier, Alcalde de la
Municipalidad demandada, quien la niega y contradice, solicita se la declare infundada o
improcedente, así como, propone la excepción de caducidad.
Con fecha quince de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez provisional del Tercer
Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo expide resolución, declarando improcedente la
demanda por haber operado la caducidad de la acción. Interpuesto el recurso de apelación, con
fecha veintiocho de enero de mil novecientos noventa y ocho, la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad confirmó la sentencia apelada. Contra esta resolución, el
demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, este Tribunal ha establecido en reiteradas ejecutorias, que debido a la naturaleza del
derecho pensionario, siendo el caso que los actos que constituyen la afectación son continuados,
no se produce la caducidad de la acción, toda vez que mes a mes se repite la vulneración,
resultando de aplicación el Artículo 26º segundo párrafo in fine de la Ley Nº 25398(1).
5. Que, debe tenerse en cuenta que la demandada rectifica el cálculo del monto de la pensión
después de más de tres años, sin haber tomado en cuenta que para entonces había vencido el
plazo de prescripción fijado por el Artículo 110º de la referida Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, en tanto la administración sólo podía recurrir al Poder Judicial
mediante la acción contencioso administrativa, la que tiene por finalidad revisar la adecuación al
sistema jurídico de las decisiones administrativas que versan sobre derechos subjetivos de las
personas, como lo prescribe el Artículo 148º de la Constitución Política del Estado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
...A tenor de lo establecido por la Primera Disposición General de la Ley Nº 26435, Orgánica del
Tribunal Constitucional, este Colegiado considera que el estatuto legal según el cual debe
calcularse y otorgarse la pensión del actor, es el Decreto Ley Nº 19990, toda vez que el nuevo
sistema de cálculo de la pensión jubilatoria, se aplicará sólo y únicamente a los asegurados que
con posterioridad a la dación del Decreto Ley Nº 25967, cumplan con los requisitos señalados en
el régimen previsional del Decreto Ley N° 19990, y no aquellos que los cumplieron antes de la
vigencia del Decreto Ley primero citado ( D.L. 19990).
Expediente 487-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciséis días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formula don José Jesús Huallpa Rojas, contra la resolución de fecha
catorce de abril de mil novecientos noventa y siete, expedida por la Sala Especializada de Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmando la apelada, declaró
improcedente la acción de amparo interpuesta contra la Oficina de Normalización Previsional.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintidós de abril de mil novecientos noventa y seis, don José Jesús Huallpa Rojas
interpone acción de amparo, contra la Oficina de Normalización Previsional, para que se declare la
inaplicabilidad de la Resolución 22966-DPPS-SGO-GZLCCN-IPPS-95, por la que se le otorga su
pensión de jubilación bajo el régimen establecido por el Decreto Ley Nº 25967, así como, para que
la Oficina de Normalización Previsional le otorgue su pensión conforme al Decreto Ley Nº 19990,
así como le reintegre las diferenciales correspondientes, por considerar que se ha vulnerado lo
prescrito por el artículo 187º de la Constitución Política del Estado de 1979, al aplicarse
retroactivamente las normas contenidas en el Decreto Ley Nº 25967.
Agrega el actor, que para los efectos que administrativamente se establezca una nueva
remuneración de referencia, acorde con el Decreto Ley Nº 19990, contra la resolución cuestionada,
interpuso recurso de revisión, amparándose en el artículo 77º del Decreto Supremo 011-74-TR,
Reglamento del Decreto Ley Nº 19990, el mismo que no fue resuelto, no obstante haberse vencido
los plazos fijados por ley.
Con fecha siete de noviembre mil novecientos noventa y seis, el Juez del Cuarto Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando improcedente la demanda.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior
de Justicia de Lima, con fecha catorce de abril de mil novecientos noventa y siete, expide
resolución que confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
3. Que, de fs. 3 y 4 de autos, se advierte que el demandante ha cumplido con ejercitar el recurso
de revisión contra la resolución cuestionada, en la forma y oportunidad establecida por el artículo
77º del Reglamento del Decreto Ley Nº 19990 aprobado por Decreto Supremo Nº 011-74-TR,
agotándose de esta manera la vía previa, que exige la Ley Nº 23506.
6. Que, siendo así, se encuentra acreditada la agresión al derecho pensionario del actor, por lo que
resulta amparable la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
...que el estatuto legal según el cual debe calcularse y otorgarse la pensión jubilatoria, se aplicará
sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a la dación del Decreto Ley Nº 25967,
cumplan con los requisitos señalados en el régimen previsional del Decreto Ley Nº 19990, y no a
aquellos que los cumplieron antes de la vigencia del Decreto Ley primero citado (D.L. Nº 19990).
Expediente 599-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formula don César Augusto Carlos Valdez, contra la resolución de
fecha tres de julio de mil novecientos noventa y siete, expedida por la Sala Corporativa Transitoria
Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocando la
apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra la Oficina de Normalización
Previsional.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintiséis de febrero mil novecientos noventa y seis, don César Augusto Carlos Valdez
interpone acción de amparo, contra la Oficina de Normalización Previsional, solicitando se declare
la inaplicabilidad de la Resolución Nº 2044-93 que deniega su solicitud de pensión de jubilación, asi
como que la demandada cumpla con otorgarle dicha pensión a partir del treintiuno de octubre de
mil novecientos noventa y dos, fecha en que cesó en su trabajo, en razón que se ha vulnerado su
derecho pensionario prescrito en el artículo 187º de la Constitución Política del Perú de 1979.
Sostiene el actor, que administrativamente solicitó, se le conceda su pensión de jubilación, por
reunir los requisitos legales, como es haber cesado en la actividad laboral con 17 años de
aportaciones, tener 60 años de edad, establecidos en los artículos 38º y 47º del Decreto Ley Nº
19990.
Agrega, que mediante la resolución cuestionada , se le denegó su petición, por considerarse que
por aplicación del artículo 1º del Decreto Ley Nº 25967, ningún asegurado de los distintos
regímenes pensionarios que administraba el Instituto Peruano de Seguridad Social, puede obtener
goce de jubilación si no acredita haber efectuado 20 años completos de aportaciones.
Con fecha veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y seis, el juez del Vigésimo Quinto
Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando fundada la demanda.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público
de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha tres de julio de mil novecientos noventa y siete,
expide resolución que revocó la apelada, declarando improcedente la demanda, por considerar que
no se ha agotado las vías previas que exige la Ley.
FUNDAMENTOS:
2. Que, conforme fluye de autos, el actor cesó en su actividad laboral el 31 octubre de 1992,
generando a partir del día siguiente su derecho pensionario, a tenor de lo dispuesto por el articulo
80º del Decreto Ley Nº 19990.
3. Que, de fs. 3 y 4 de autos, se advierte que el demandante ha cumplido con ejercitar el recurso
de revisión contra la resolución cuestionada, en la forma y oportunidad establecida por el artículo
77º del Reglamento del Decreto Ley Nº 19990 aprobado por Decreto Supremo Nº 011-74-TR,
agotándose de esta manera la vía previa, que exige la Ley Nº 23506.
6. Que, siendo así, se encuentra acreditada la agresión al derecho pensionario del actor, por lo que
resulta amparable la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Carta Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
«... [La] alegación de carácter subjetivo [formulada por el demandante] y que no ha sido acreditada,
no puede enervar dicho proceso de evaluación, máxime que del estudio de autos no se advierte
irregularidad alguna en el mismo; razón por la cual la demanda resulta infundada.»
Exp. N° 1194-97-AA/TC
Huancavelica
Nicanor Hilario Palomino
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sanchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Nicanor Hilario Palomino contra la Resolución
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica, su fecha doce de
agosto de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Nicanor Hilario Palomino interpone Acción de Amparo contra el Presidente del Consejo
Transitorio de Administración Regional "Los Libertadores-Wari", don Carlos Gonzáles Chacón, para
que se deje sin efecto la Resolución Presidencial Regional Nº 060-97-CTAR "LW"/PE , que dispuso
su cese por causal de excedencia, y se ordene su reposición a su centro de trabajo.
Manifiesta que se sometió al proceso de evaluación del personal del Consejo Transitorio de
Administración Regional "Los Libertadores-Wari", correspondiente al segundo semestre del año mil
novecientos noventa y seis; que fue desaprobado en dicha evaluación, no por incapacidad sino
debido a la enemistad que tiene con el Presidente de la Comisión de Evaluación; que dicha
enemistad se origina en la denuncia penal que el demandante formuló en su contra ante la Fiscalía
Provincial Penal de la localidad; que, mediante la Resolución Presidencial Regional Nº 060-97-
CTAR "LW"/PE, de fecha tres de marzo de mil novecientos noventa y siete, se dispuso su cese por
causal de excedencia.
A fojas cuarenta y cinco, el apoderado del demandado contesta la demanda, señalando que el
demandante se sometió voluntariamente al proceso de evaluación, sin antes haber solicitado la
recusación o inhabilitación de algún miembro de la Comisión de Evaluación; que fue desaprobado
por no haber alcanzado el puntaje mínimo requerido.
El Primer Juzgado Mixto de Huancavelica emite sentencia, de fecha primero de julio de mil
novecientos noventa y siete, declarando improcedente la demanda, por considerar, entre otras
razones, que la alegación del demandante referida a la supuesta enemistad que tiene con el
Presidente de la Comision Evaluadora debe ser materia de probanza, en la vía procedimental
prevista en el artículo 486º del Código Procesal Civil y no en la presente Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las acciones de garantía proceden en los casos en que se viole o amenace de
violación algún derecho constitucional, por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio,
conforme lo establece el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Expediente 120-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiún días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Diaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Gregorio Aguilar Acuña en contra de la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de justicia de Arequipa, de fecha 02 de junio de 1997, la
que revocando la apelada declaró improcedente la acción seguida por el citado recurrente, en
contra del Concejo Provincial de Arequipa.
ANTECEDENTES:
Don Gregorio Aguilar Acuña, interpuso acción de amparo en contra de la Municipalidad Provincial
de Arequipa, por flagrante violación de sus derechos fundamentales a la libertad de trabajo, a la
vida, de igualdad ante la ley, a la defensa, de irretroactividad de la ley; de legalidad y al debido
proceso; por haber sido despedido intempestivamente por medio de la Resolución Municipal Nº
279-E-96 de 28 de noviembre de 1996, la que resolvió cesarlo por causal de excedencia, y que,
afirma, no le fue notificada personalmente; solicitó la nulidad del acto administrativo de su cese
intempestivo; su reposición en el puesto que venía desempeñando; que se declarara inaplicable
para él la Resolución Ministerial 279-E-96; el pago inmediato de sus remuneraciones y beneficios
laborales dejados de percibir y que se ordenara la destitución y denuncia penal en contra del
infractor de sus derechos. Manifestó que por haber ingresado a laborar en el sector público con
fecha 08/08/73, sólo se encontraba sujeto a la Ley Nº 11377 y al D.Leg. 276; que laboró hasta el
día 03/12/96, fecha en que ya no pudo registrar su asistencia, por haber sido retirada su tarjeta de
control, hecho del cual dejó constancia policial, actos, que según el demandante, significaban la
vulneración de su derecho a la estabilidad laboral, ya que había sido separado de su trabajo sin
que hubiera mediado proceso administrativo; dijo que se había sometido a la evaluación que
practicó la demandada, amparado en el acta suscrita entre el Sindicato y el Alcalde, por el que
existía el compromiso de que los resultados de la evaluación no serían utilizados para cesar a
ningún servidor; que las Leyes Nºs 26093 y 26553, que crean la excedencia como causal de cese,
no podían aplicárselas a él, por no tener éstas carácter retroactivo ya que fueron dictadas en el año
de 1995, no alcanzándole su contenido, según el demandante.
La demanda fue contestada por la Municipalidad emplazada, la que en primer orden dedujo las
excepciones de incompetencia y de falta de agotamiento de la vía previa administrativa; señaló
también que la Ley Nº 26553 -Ley del Presupuesto del Sector Público para 1996, en su disposición
transitoria y final octava incluía dentro de los alcances del D.L. Nº 26093 a los organismos
comprendidos en el volumen 03 del artículo 4º de la ley, vale decir a los Gobiernos Locales; que el
artículo lº del D.L. Nº 26093 establece que los titulares de las Instituciones Públicas
Descentralizadas, deberían cumplir con efectuar semestralmente programas de evaluación de
personal, autorizándolos a dictar las normas necesarias para la aplicación del dispositivo mediante
resolución; que, en consecuencia el Alcalde estaba obligado a hacer la evaluación; por lo que
mediante Resolución de Alcaldía Nº 712-96 se aprobó la directiva que normó el proceso de
evaluación de los servidores; que el demandado se había sometido a la evaluación, por su
voluntad; que el referido D.L. Nº 26093 establece la nueva causal de cese por excedencia, que al
demandante así como a los otros servidores evaluados se les notificó el resultado del mismo, vía
edicto el día 01 de diciembre de 1997; hizo notar que por su carácter imperativo nadie podía pactar
contra la Ley; concluyendo en que el proceso de evaluación se desarrolló dentro de la legalidad y,
por tanto, no se le había violado al demandante ningún derecho.
Interpuesto el recurso de apelación, el Fiscal Superior en lo Civil, fue del parecer que se confirmara
la sentencia apelada, por opinar que el demandante, al haber ingresado a laborar al sector público
en fecha anterior a la promulgación de los D.L. Nºs 26093 y 26553, gozaba de la estabilidad laboral
que le conferían el D.Leg. Nº 276 y la Ley Nº 11377; no pudiendo, por tanto, ser cesado o
destituido el recurrente por la causal prevista en el artículo 2º del D.L. Nº 26093.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, en discordia, revocó y reformó
la apelada declarando improcedentes las excepciones planteadas, y también, improcedente la
acción en sí, por considerar, entre otros motivos, que la Municipalidad demandada había procedido
a la evaluación y cese del demandante conforme a las atribuciones legales vigentes; que en cuanto
al hecho que el demandante hubiese ingresado a laborar antes de la vigencia de las disposiciones
legales que ordenan la evaluación periódica, ello no importa la aplicación retroactiva de la ley a la
situación jurídica del demandante, por cuanto, la Ley se aplica a las consecuencias jurídicas de las
relaciones jurídicas existentes al momento de su entrada en vigencia, conforme lo previsto por el
artículo tercero del Título Preliminar del Código Civil vigente y que la vía del amparo por su
naturaleza excepcional, no es la vía idónea para discutir la legalidad de actos administrativos
concernientes a la evaluación.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme lo dicta el artículo l9lº de la Constitución las Municipalidades tienen autonomía
política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, siendo uno de ellos el
aspecto de la evaluación del personal a su cargo; Que,la Octava Disposición Transitoria y Final de
la Ley Nº 26553 del Presupuesto del Sector Público, para 1996, en su segundo párrafo incluye
dentro de los alcances del D.L Nº 26093 a los organismos comprendidos en el volumen tres del art.
4º, es decir los gobiernos locales; Que, el recurrente se sometió por su voluntad a la
evaluación;Que, en todo caso, existiendo hechos en debate o susceptibles de ser sustentados a
través de la actuación de prueba, tales como la materia de examen; sobre si existió efectivamente
un convenio entre el Sindicato Obrero, poniéndose de relieve que el actor tenía la calidad de
empleado, mas no de obrero; y que el Alcalde, según el convenio realizaba la evaluación, sin que
ésta, tuviera el propósito de cesar a servidores de la Municipalidad; Que, los programas de
evaluación, de conformidad con el espíritu del D.L. Nº 26093 no están orientados a lograr un
entrenamiento con fines de actualización o capacitación, sino a separar al personal que no resulte
idóneo, más aún cuando resultaría manifiestamente ilegal, celebrar pactos o convenios que
contrarien el espíritu de una Ley;Que, tampoco se le ha violentado el derecho de estabilidad y
desempeño de trabajo, por cuanto el demandante no ha sido despedido arbitrariamente, o como
resultado de un irregular proceso, lo que ha sucedido en el caso sub júdice, es que no aprobó el
examen al que se le sometió; Que, en aplicación de la primera parte del artículo 82º del D.S. Nº 02-
94-JUS, y la publicación de la Resolución Municipal Nº 279-E-96 que se impugna, en el diario "El
Correo", y que corre a fojas 04 de autos, se subsana cualquier defecto de notificación, no
deviniendo por tanto en irregular el proceso;Que, el demandante no ha logrado demostrar en autos,
el que se le haya violado algún derecho constitucionalmente protegido;
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
«... que el ejercicio de los diversos derechos constitucionales que la Constitución Política del
Estado enuncia, no tienen el carácter de absolutos, sino que, entre el orden de factores, del hecho
que su ejercicio se realice en el marco de diversas relaciones intersubjetivas... se desprenden una
serie de límites, cuya observancia, en la medida que no afectan el contenido esencial de los
derechos involucrados, no suponen per se, violaciones a los derechos constitucionales.»
Exp. N° 1060-97-AA/TC
Lima
Andrés Kuy Kau Chan Wu
En la ciudad de Lima, a los dieciséis días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario contra la resolución de la Sala Especializada en Derecho Público, su fecha
dieciséis de setiembre de mil novecientos noventa y siete, que confirma la resolución apelada, que
declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta.
ANTECEDENTES:
Don Andrés Kuy Kau Chan Wu, por derecho propio, y en representación de Comercial China S.A. y
Capon Market S.A. interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de
San Isidro y los directores municipales de desarrollo urbano y rentas, por violación de su derecho
constitucional a la propiedad, libre ejercicio de la actividad comercial.
Refiere el demandante que en el interior de la sede social de las empresas que representa, realizó
una serie de remodelaciones, solicitando previamente a la Municipalidad demandada la licencia
para uso de retiro municipal, la licencia de funcionamiento y la licencia de construcción. Precisa
que desde el año mil novecientos noventa y cuatro, funcionarios de la Dirección de Desarrollo
Urbano y de Rentas de la referida Municipalidad les han venido denegando las licencias, hechos a
los que se suman la realización de inspecciones arbitrarias que han impedido que sus
representadas desarrollen sus actividades.
Aduce que existe la amenaza de que al no contar con licencia, se ordene la demolición de los
trabajos de remodelación, por lo que, además de no venir siendo tratados en forma imparcial, dan
por agotada la vía previa. Precisa, no obstante, que frente a la resolución por la que se ordenaba la
demolición referida, interpusieron recurso de apelación, el mismo que les fue declarado
improcedente.
Con fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, el Tercer Juzgado
Especializado en Derecho Público, expidió resolución declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha dieciséis de setiembre de mil novecientos noventa y
siete, la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la apelada
en cuanto declara improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
2. Que, siendo ello así, y dado que la resolución materia del grado al precisar que no existe
cosa juzgada constitucional cuando se está al frente de resoluciones denegatorias para el
accionante, y utilizar como argumento central el que en el caso de autos no se habría agotado la
vía previa, obliga a este Colegiado que, como cuestión liminar, evalúe si, efectivamente, se habría
transitado o no por la vía administrativa.
3. Que, en ese sentido, y según se está a los documentos obrantes de fojas cuarenta y siete
a cincuenta y cuatro del cuaderno principal, es posible apreciarse que el actor cumplió con agotar
la vía administrativa a la que se refiere el artículo 27° de la Ley N° 23506°, pues frente a la
Resolución Directoral N° 088-95-DIU/MSI, que al decir del demandante le causaba agravio
constitucional, interpuso su recurso de apelación, el mismo que, mediante Resolución de Alcaldía
N° 128-96-AL/MSI, la última en instancia administrativa municipal, se declaró improcedente; por lo
que, corresponde a este Colegiado ingresar a evaluar las cuestiones de fondo que el recurso
extraordinario entraña.
4. Que, en ese sentido, la pretensión del demandante y de las personas jurídicas de derecho
privado que representa, a juicio de este Supremo Tribunal de la Constitucionalidad, deberá de
desestimarse, ya que:a) Conforme es de verse de los documentos ofrecidos como medios de
prueba por el demandante, la imposición de diversas sanciones administrativas por la entidad
demandada, fueron como consecuencia de haberse realizado las gestiones y actuaciones
administrativas correspondientes, que en ejercicio de sus competencias, se encontraban facultados
a realizar. b) Si bien la garantía institucional de la autonomía municipal tiene, como límite para el
ejercicio de las competencias que le son reconocidas, el que no se transgreda el núcleo de valores
que la Constitución reconoce, y cuya representación se encuentra en el catalogo de derechos
fundamentales; el que, en general, los jueces son los encargados de tutelar los derechos, se puede
obtener una adecuada tutela judicial-constitucional, es una cuestión que se encuentra condicionada
a que en la dilucidación de la controversia, la lesión del derecho constitucional, o la amenaza de
que ésta se produzca, sea de tal manera reconocible, que el juzgador no tenga la necesidad de
transitar por una previa estación probatoria; cuestión que no sucede en el caso de autos, pues la
arbitrariedad en la imposición de sanciones administrativas y la parcialidad para resolver en contra
de las peticiones que se solicitan, en la forma y el modo que el demandante lo ha vertido a lo largo
de la secuela del proceso, requieren que al no existir elemento contundente de prueba, que lleven
al "Juez Natural" a crear certeza, que se transite por la vedada estación probatoria en los procesos
de amparo, conforme se desprende del artículo 13° de la Ley N° 25398°.
5. En ese sentido, no puede dejar de precisar este Colegiado, que el ejercicio de los diversos
derechos constitucionales que la Constitución Política del Estado enuncia, no tienen el carácter de
absolutos, sino que, entre orden de factores, del hecho que su ejercicio se realice en el marco de
diversas relaciones intersubjetivas, como en efecto suceden con los derechos cuya violación
invoca el actor, se desprenden una serie de límites, cuya observancia, en la medida que no afectan
el contenido esencial de los derechos involucrados, no suponen per se, violaciones a los derechos
constitucionales.
6. Que, en ese orden de consideraciones, este Colegiado estima que la demanda, al haber
ingresado a evaluarse sobre el fondo de la controversia constitucional planteada, deberá
declararse infundada, y no improcedente,
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las facultadas conferidas por la
Constitución y su ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 377-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formulan don José Zapata Soto y otros, contra la resolución de fecha
veintiuno de junio de mil novecientos noventicinco, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Callao, que confirmó la sentencia apelada y declaró improcedente la acción de
amparo interpuesta contra la Empresa Nacional de Puertos S.A.
ANTECEDENTES:
Con fecha siete de febrero de mil novecientos noventicinco, don José Zapata Soto y otros
interponen acción de amparo, contra la Empresa Nacional de Puertos S.A. para que se cumpla con
realizar el cálculo del cincuenta por ciento sobre el valor de la hora ordinaria que establece para el
pago de sobretiempo, Decreto Ley Nº 26136 en su artículo 3º, incluyendo todos los conceptos
remunerativos fijos y permanentes y de libre disposición sobre la base de los rubros siguientes:
haber básico, bonificación familiar, bonificación por tiempo de servicios, Decreto Ley Nº 25981,
contaminación ambiental alimentos, bonificación por segundo y tercer turno, movilidad tercer turno,
bonificación domingos y feriados, Decreto Ley Nº 25897, alimentación tercer turno, alimentación
por sistema de trabajo y salario dominical.
Sostienen los actores que, tienen la calidad de trabajadores del área de remolcadores del Terminal
Marítimo del Callao de la Empresa Nacional de Puertos S.A., que por el sistema de trabajo de
veinticuatro horas continuadas, perciben otros beneficios que son fijos y permanentes y que para
efecto del cálculo para el pago de las horas extraordinarias trabajadas, la empresa debe tener en
cuenta lo siguiente: a) el Decreto Ley Nº 26136 en su artículo tercero establece una sobretasa
mínima por el trabajo prestado en calidad de sobretiempo que es del cincuenta por ciento sobre el
valor de la hora ordinaria. b) el Decreto Legislativo Nº 728 señala en su artículo treintinueve que
constituye remuneración para efectos de esta ley el integro de lo que el trabajador recibe por sus
servicios cualesquiera la forma o la denominación que se le dé, significando que el cálculo debe
incluir todos los conceptos fijos permanentes y de libre disposición y sobre la base de todos los
siguientes rubros como son: haber básico, bonificación familiar, bonificación por tiempo de servicio,
Decreto Ley Nº 25981, contaminación ambiental, alimentos, bonificación de segundo y tercer turno,
movilidad tercer turno, bonificación domingos y feriados, Decreto Ley Nº 25897, alimentación tercer
turno, alimentación por sistema de trabajo y salario dominical.
Asimismo, señalan que la empresa para el cálculo de las horas extraordinarias no está
considerando el total de los rubros mencionados anteriormente, no obstante que tiene el carácter
de fijos y permanentes por ser de libre disposición del trabajador, de acuerdo al Decreto Supremo
Nº 012-92-TR del tres de diciembre de mil novecientos noventidós, que reglamenta los Decretos
Legislativos Nºs 713 y 650 y se limita a realizar el cálculo sobre la base de seis rubros: haber
básico, bonificación familiar, bonificación tiempo de servicios, Decreto Ley Nº 25981,
contaminación ambiental y alimentos, sin considerar los conceptos precitados, significando dicha
actitud una transgresión a las normas vigentes.
Corrido traslado de la demanda, ésta es contestada por la empresa emplazada, quien contradice la
misma, solicitando se declare su improcedencia, por considerar que las acciones de garantía son
procedentes en los casos en que se violen o amenacen los derechos constitucionales por acción o
por omisión de actos de cumplimiento obligatorio y que en el presente caso no existe violación de
derechos constitucionales de manera inmediata o directa que es la condición para la procedencia
de la Acción de Amparo, con lo cual se desvirtuaría todos los procesos vía Acción de Amparo,
cuando los dispositivos supuestamente violados son de naturaleza laboral y por tanto la vía para
reclamar su cumplimiento y accionar es la establecida por el Decreto Supremo Nº 03-80-TR, es
decir el procedimiento laboral.
Asimismo, señala la empresa que debieron presentar reclamación en la vía administrativa, es decir
ante el jefe de Personal del Terminal Marítimo del Callao y no interponer la Acción de Amparo sin
agotar la vía previa.
Con fecha treintiuno de marzo mil novecientos noventicinco, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil del Callao, expide sentencia declarando improcedente la demanda.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, con fecha
veintiuno de junio de mil novecientos noventicinco, expide resolución confirmando la apelada,
declarando improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las acciones de garantía tienen por objeto reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de un derecho constitucional.
2. Que, el artículo veintisiete de la Ley Nº 23506 establece la obligatoriedad del agotamiento de las
vías previas para interponer la Acción de Amparo, lo cual no se ha cumplido en autos por parte de
los demandantes.
3. Que, la Acción de Amparo por su naturaleza no tiene carácter supletorio, razón por lo cual no se
puede reemplazar a las acciones de carácter laboral, por más dilatorio que pueda resultar la
reclamación.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de fojas
ciento dos su fecha veintiuno de junio de mil novecientos noventicinco, que declara improcedente
la Acción de Amparo; dejando a salvo los derechos de los demandantes para que lo hagan valer de
acuerdo a ley. Mandaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
La acción de amparo es una garantía a cuyo procedimiento se recurre cuando no existe otro
camino procesal para acceder a la pretensión jurídica y siempre que se trate de lograr la reposición
de algún derecho constitucional transgredido o amenazado, pues no es declarativa de derechos
sino restitutiva de aquéllos.
Expediente 375-97
Lima
Sentencia
Resolución Nº 519
VISTOS ; interviniendo como Vocal Ponente el doctor Infantes Mandujano; de conformidad con lo
opinado por la señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas ciento noventitrés a ciento
noventiséis; y CONSIDERANDO:Primero: Que el objeto de la presente Acción de Amparo es que
se deje sin efecto la captura y decomiso de dos vehículos automotores menores de propiedad de
los accionantes y asimismo se deje sin efecto el Decreto de Alcaldía de Surco número 992-95
expedido con posterioridad al decomiso señalado; Segundo: Que, la Acción de Amparo constituye
una garantía a cuyo procedimiento especialísimo y sumarísimo únicamente se recurre de manera
residual, esto es cuando no existe otro camino procesal para acceder a la pretensión jurídica y
siempre que se trate de lograr la reposición de algún derecho constitucional transgredido o
amenazado, pues la Acción de Amparo no es declarativa de derechos, sino restitutiva de aquéllos.
Tercero: Que el Decreto de Alcaldía número 992-95 del veintidós de agosto de mil novecientos
noventicinco fue publicado en el Diario Oficial El Peruano el veintiuno de setiembre de mil
novecientos noventicinco conforme se aprecia de fojas sesentiséis, desprendiéndose del tenor de
la Norma Municipal que se prohibe la circulación de los vehículos "mototaxis" en todo el distrito de
Santiago de Surco, procediéndose al retiro de los mismos y al depósito correspondiente; Cuarto:
Que, la referida Norma Municipal entró en vigencia el veintidós de setiembre de mil novecientos
noventicinco, y conforme lo establece el Artículo 109º de la Constitución la obligatoriedad de las
normas rige desde el día siguiente de su publicación en el Diario Oficial salvo disposición contraria
de la misma Ley que posterga su vigencia en todo o en parte; consiguientemente se produjo el
retiro de los vehículos pertenecientes a los accionantes en fecha anterior a la publicación del
acotado Decreto, concluyéndose entonces que los actos municipales de retención de los vehículos
menores e internamiento en los depósitos de la entidad emplazada carecen de sustento legal y
configuran violación al derecho constitucional de la no aplicación retroactiva de las normas
consagrado en el Artículo 109º de la Carta Fundamental, amenaza del derecho constitución (sic)
de la propiedad y al ejercicio de su atributo de uso y disfrute, por parte de sus titulares, aquí
accionantes, por tanto, estando acreditada la transgresión de los derechos constitucionales de los
afectados, corresponde amparar en este extremo su pretensión, significando esto que las cosas
deben reponerse al estado anterior, pudiendo el accionante disfrutar de la propiedad de sus
unidades vehiculares, para su libre desplazamiento, con sujeción a las normas vigentes, lo que
implica que no contando con la autorización municipal para efectuar el transporte público, tampoco
podrá usar los "mototaxis" que se le devolverán; Quinto: Que, respecto al extremo de que se deje
sin efecto el Decreto de Alcaldía número 992-95 se advierte que no existe incompatibilidad
constitucional que amerite su inaplicación por cuanto los Gobiernos Locales de conformidad con el
Artículo 192º inciso 4) de la Constitución tienen competencia para organizar, reglamentar y
administrar los servicios públicos locales de su responsabilidad, como también así lo dispone el
Artículo 69º de la Ley Orgánica de Municipalidades(1), consecuentemente, es de cumplimiento
obligatorio también para los accionantes; por estos fundamentos; CONFIRMARON la sentencia de
fojas ciento sesentinueve a ciento setentiuno, su fecha nueve de diciembre de mil novecientos
noventiséis, que declara FUNDADA la demanda interpuesta a fojas treintiocho por Sergio Machuca
Zarria, en el extremo que peticiona la entrega de los vehículos menores decomisados; la
REVOCARON en cuanto deja sin efecto el Decreto de Alcaldía número 992-95;REFORMANDOLA
en dicha parte declararonINFUNDADA ; estando a que la presente resolución sienta precedente de
observancia obligatoria; MANDARON que consentida o ejecutoriada sea se publique en el Diario
Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.
MUÑOZ SARMIENTO
INFANTES MANDUJANO
CHOCANO POLANCO
Que, de conformidad con el artículo 196° del Código Procesal Civil norma aplicable a título
supletorio, según se está a lo dispuesto por el artículo 63° de la Ley N° 26435 Orgánica del
Tribunal Constitucional, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su
pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos...
Expediente 130-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone don Pedro Pablo Martínez Obregón contra la resolución de la
Quinta Sala en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima su fecha veintisiete de noviembre
de mil novecientos noventa y cinco, que confirma la apelada y la declara improcedente la demanda
de Acción de Amparo interpuesta contra el Banco de la Nación.
ANTECEDENTES:
Don Pedro Pablo Martínez Obregón, con fecha diez de abril de mil novecientos noventa y cinco,
interpone Acción de Amparo, por amenaza y violación de sus derechos constitucionales referidos a
la igualdad ante la ley, derecho a la vida y a su libre desarrollo y bienestar, irretroactividad de la ley,
legítima defensa y formular petición ante autoridad competente.
Agrega el recurrente que ha solicitado ante el Banco de la Nación en forma verbal como escrita su
incorporación en el régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530, sin que se le haya dado
respuesta, dando por agotada la vía administrativa con fecha veintinueve de marzo de mil
novecientos noventicinco de conformidad con lo dispuesto por el Decreto Supremo Nº 002-94-JUS
que aprueba el Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos y por ende
incumpliendo con abonársele su pensión en monto igual a la remuneración que perciben los
trabajadores activos que desempeñan el cargo y categoría que ejerció el recurrente cuando se
encontraba en actividad.
Asimismo, indica que la Ley Nº 24366, al establecer los requisitos para la incorporación al Fondo
de Pensiones del Estado, lo hace sin establecer distingo ni exclusión del régimen legal alguno, de
lo que se concluye que corresponde a todos los regímenes laborales del Estado, incluyendo a los
que se desempeñan bajo la actividad privada.
Alega además que el inciso b) del artículo 14º del Decreto Ley Nº 20530, ha sido superado por lo
dispuesto en la Ley Nº 24366 y en consecuencia es acumulable su tiempo de servicio prestado al
Estado bajo el Régimen del Decreto Ley Nº 11377 con los de la Ley Nº 4916.
El recurrente señala que su pedido ha sido reiterado en diversas oportunidades ante el Banco de la
Nación, como son las misivas de fechas cuatro de setiembre de mil novecientos noventiuno, doce
de febrero de mil novecientos noventidós, veinticuatro de diciembre de mil novecientos noventitrés,
veintidós de febrero y veintinueve de marzo de mil novecientos noventicinco, sin obtener respuesta,
por lo que de acuerdo al inciso 20) del artículo 2º de la Constitución Política del Estado, se ha dado
por denegado su derecho adquirido, al vencerse el plazo que señala la Carta Magna y ante el
silencio administrativo de la entidad demandada.
La Juez Titular del Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha doce de abril de
mil novecientos noventicinco, admite a trámite la Acción de Amparo corriendo traslado de la misma
por el término de ley.
La Juez Titular del Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima declara improcedente la
demanda.
Formulado recurso de Apelación, con fecha once de julio de mil novecientos noventicinco. La
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fecha veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventicinco, expide resolución confirmando la sentencia apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, de conformidad con el artículo 196º del Código Procesal Civil norma aplicable a título
supletorio, según se está a lo dispuesto por el artículo 63º de la Ley Nº 26435 Orgánica del
Tribunal Constitucional, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su
pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos y que de autos el se puede observar
que el demandante no ha acreditado la existencia de hechos perturbatorios o violatorios que
constituyan una transgresión a su derecho constitucional de acceder a una pensión.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, entre la promoción que efectuó la demandada al otorgarles cargo de confianza de Asistentes
de Gerencia a los que eran administradores de diversos puertos, y el cargo de administrador de
puerto existe diferencia; en tal sentido dicha promoción realizada con carácter personal no alcanza
al actor.
Callao
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior del Callao, de fecha veintiocho de diciembre de mil novecientos noventicinco, que
confirmó la apelada que declaró infundada la demanda interpuesta por José Luis Egúsquiza
Rodríguez contra la Empresa Nacional de Puertos S.A.
ANTECEDENTES:
Don José Luis Egúsquiza Rodríguez, interpone Acción de Amparo contra la Empresa Nacional de
Puertos S.A., a efectos de que no se enerven sus derechos a la nivelación de la pensión que
percibe; refiere el actor, que fue incorporado al régimen previsional del Decreto Ley Nº 20530, por
Resolución Directoral Nº 0594-82-TC/PE y Resolución Nº 154-88-ENAPUSA/GG. El actor sostiene
que la demandada no ha procedido a nivelar su pensión de jubilación con los haberes e
incrementos percibidos por los activos que ocupan igual cargo que él tuvo al cesar como
administrador, señala que interpuso los recursos correspondientes en la vía administrativa, ampara
su demanda en lo dispuesto por los artículos 10º, 11º, 12º, Primera y Octava Disposición Final y
Transitoria de la Constitución; Ley Nº 23495, y Decreto Ley Nº 20530. El Juez del Primer Juzgado
Civil del Callao con fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventicinco, falla declarando
infundada la demanda, por considerar que la promoción efectuada no alcanza al actor, en tal
sentido no se ha violado ningún derecho constitucional del mismo; apelada la citada resolución la
Sala Civil de la Corte Superior del Callao con fecha cuatro de octubre de mil novecientos
noventicinco, de conformidad con la opinión del Fiscal Superior falla confirmando la apelada, no
estando conforme con la citada resolución el actor interpone recurso extraordinario y se dispone el
envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, tanto el propio actor como la demandada señalan que el demandante viene percibiendo en
forma regular su pensión jubilatoria en la categoría funcionario F5, categoría que corresponde al
cargo que desempeñaba el actor cuando estaba en actividad, tal como fluye de los documentos
que obran a fojas, 1, 2, 4 y 11.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando, la resolución de vista de fecha 28 de diciembre de 1995 expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior del Callao, que a su vez confirmó la apelada de fecha 04 de octubre de 1995 que
declaró infundada la Acción de Amparo interpuesta por José Luis Egúsquiza Rodríguez contra la
Empresa Nacional de Puertos S.A., mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano conforme
a ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 330-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
Ricardo Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El accionante interpone acción de amparo contra la Municipalidad del Rímac, a fin de que se le
reponga en el puesto de Director de Administración y se le paguen las remuneraciones insolutas a
partir del dieciocho de mayo de mil novecientos noventicinco, al haber sido separado del cargo sin
mediar resolución alguna, conculcando su derecho a no ser despedido arbitrariamente, contenido
en el artículo 27º de la Constitución.
Interpuesto el recurso de apelación por la entidad edilicia, el Fiscal Superior opina porque se
revoquela sentencia que declara fundadala demanda, y reformándolasea declarada
improcedente,por considerar que no existe resolución alguna que diera por concluida la
designación del actor en el cargo de Director de Administración en la Municipalidad Distrital del
Rímac.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, mediante resolución de fecha doce de junio de
mil novecientos noventiséis, revocala sentencia apelada, que declara fundadala demanda incoada,
y reformándola,la declara improcedente.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en aplicación de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, su fecha doce de
junio de mil novecientos noventiséis, que revoca la sentencia apelada que declarófundada la
demanda, yreformándola,la declara improcedente;dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El
Peruano"; y los devolvieron.
Que, de conformidad con el artículo 40º de la Constitución; la ley regula el ingreso a la carrera
administrativa, y los derechos, deberes y responsabilidades de los servidores públicos;...
Expediente 1056-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Nicolini Vicente Rojas Florencio contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, de fecha dos de agosto de mil
novecientos noventiséis, que declara No Haber Nulidad en la resolución de vista que confirmando
la apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra Silos M. Gonzáles del
Aguila en su calidad de Presidente del Gobierno Transitorio de Administración Regional-Región
Ucayali.
ANTECEDENTES:
Nicolini Vicente Rojas Florencio en su calidad de Director Regional de Registros Públicos y Civiles
de la Región Ucayali, interpone Acción de Amparo contra Silos M. Gonzáles del Aguila en su
condición de Presidente del Gobierno Transitorio de Administración Regional, Región Ucayali, con
conocimiento de los miembros de la Comisión Especial de Procesos Administrativos, solicitando se
deje en suspenso lo dispuesto por los artículos segundo y tercero de la Resolución de Presidencia
Nº 0161-P-CTARU de fecha quince de junio de mil novecientos noventicuatro, mediante la cual se
resuelve instaurarle proceso administrativo disciplinario, por constituir una parcializada, arbitraria,
intencional e inminente amenaza de violar su derecho constitucional al trabajo, a la protección
contra el despido arbitrario, y a la igualdad frente a la parcialidad de la autoridad.
Admitida la demanda, esta es contestada por el Procurador Público a cargo de los Asuntos
Judiciales del Ministerio de la Presidencia manifestando que la Resolución de la Presidencia Nº
0161-P-CTARU no atenta ni viola derecho constitucional alguno ya que dispone instaurar proceso
administrativo disciplinario dentro del cual, el actor, tiene todas las garantías para efectuar sus
descargos, que la resolución impugnada ha sido dictada de conformidad con las disposiciones del
Decreto Legislativo 276 -Ley de Bases de la Carrera Administrativa- que faculta a la autoridad a
mandar a instaurar procesos administrativos disciplinarios y encontrándose en trámite el proceso
no ha quedado agotada la vía administrativa por lo que la Acción deviene en inadmisible.
Con fecha treintiuno de julio de mil novecientos noventicinco, el Juez del Juzgado Civil de Coronel
Portillo expide resolución declarando improcedente la Acción de Amparo. Interpuesto el recurso de
apelación, la Sala Mixta de Ucayali expide resolución con fecha ocho de enero de mil novecientos
noventiséis, confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Marcial López Medina, contra la resolución de la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declaró
no haber nulidad en la recurrida, la declaró improcedente, la acción de amparo interpuesta contra
el Presidente del Directorio de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana.
ANTECEDENTES:
Doña Doris Amaya Elizarbe, así como doscientos noventitrés ciudadanos más, interponen acción
de amparo, y la dirigen contra el Presidente del Directorio de la Sociedad de Beneficencia Pública
de Lima Metropolitana, don Manuel de la Peña y Angulo, y contra los que resulten responsables de
conculcar su derecho fundamental contenido en el artículo 48º de la Constitución de mil
novecientos setentinueve, pues mediante Resolución de Presidencia Nº 016-91-P.SDLM, publicada
en el Diario Oficial El Peruano el cuatro de marzo de mil novecientos noventiuno, se declaró "nulo y
sin efecto legal alguno los nombramientos de trescientos cuarentiún trabajadores (341) de la
Beneficencia de Lima Metropolitana"; en consecuencia, solicitan se declare "nulo y sin efecto legal
dicha Resolución de Presidencia".
Finalmente señala que la Constitución Política de 1979, señala en su artículo 59º que la ley regula
lo relativo al ingreso, derechos y deberes que corresponde a los servidores públicos, siendo esta
ley, el Decreto Legislativo Nº 276, la misma que conjuntamente con su Reglamento, el D.S. Nº 005-
90-PCM, establecen como requisito obligatorio para el ingreso a la carrera administrativa, la
existencia de Concurso de Méritos, y en el presente caso, ni la Ley Nº 25185 ni el Decreto
Legislativo Nº 573, son normas de excepción al Decreto Legislativo Nº 276, ni a su Reglamento;
además, los accionantes desempeñaban labores permanentes bajo la modalidad de Servicios No
Personales, no siendo en consecuencia de aplicación lo dispuesto por la Ley Nº 24041; hace
presente además, que el artículo 45º del Reglamento de Normas Generales de Procedimiento
Administrativo señala las causales de nulidad de actos administrativos, y que en el presente caso
se dan por el incumplimiento de los requisitos y procedimientos establecidos, como lo informó la
Comisión de Alto Nivel, por lo que se dispuso la nulidad de los nombramientos, según lo dispuesto
por el artículo 101º del referido Reglamento. Finalmente refiere que se ha tomado conocimiento
que los doscientos noventitrés accionantes acudieron al Tribunal del Servicio Civil después de que
se produjeron las supuestas arbitrariedades que alegan.
Esta sentencia al ser apelada, es revocada por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, la que reformándola, declaró improcedente la acción, toda vez que es evidente que la Ley
Nº 25185, por excepción concedió autorización a los organismos del sector público para el
nombramiento de personal contratado, siempre que a la fecha de dación de la norma acrediten por
lo menos dos años de servicios en el desempeño de funciones de carácter permanente, plazo que
posteriormente fue limitado a un año, por disposición del artículo 18º del Decreto Legislativo Nº
573; además, las consideraciones de la Resolución de Presidencia impugnada, son válidas, sin
que aparezca la conculcación de derecho constitucional alguno, ni se haya infringido norma de
mayor jerarquía, ya que se ha dictado en aplicación del D.S. Nº 098-90-PCM, el mismo que
disponía la suspensión de todas las normas administrativas dictadas desde el primero de abril de
mil novecientos noventa en todo el sector público, referentes a acciones de personal,
constituyéndose una Comisión de Alto Nivel encargada de revisar y emitir un informe sobre las
acciones de personal; finalmente, por cuanto como puede observarse del instrumento que obra a
fojas cuarentiuno, los accionantes formularon similar reclamación en la vía administrativa, sin
acreditar que el Tribunal Nacional del Servicio Civil haya emitido pronunciamiento final, lo que
permite entrever que no se ha agotado la vía previa.
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 18º de la Ley Nº 25185, del nueve de enero de mil novecientos noventa, autorizó
"excepcionalmente y por única vez, el nombramiento del personal contratado en los Organismos
del Sector Público, sujetos al régimen de la Ley Nº 11377 y Decreto Legislativo Nº 276, que
acrediten por lo menos dos años de servicios en el desempeño de funciones de carácter
permanente, financiados con cargo a las asignaciones para gastos de funcionamiento. El
nombramiento se efectuará en el cargo y nivel remunerativo que viene desempeñando"; dicho
artículo, posteriormente, el siete de abril del mismo año, fue sustituido por el artículo 18º del
Decreto Legislativo Nº 573, el mismo que redujo el requisito a acreditar un año de servicio
ininterrumpido realizando funciones de carácter permanente, donde "El nombramiento se efectuará
en el nivel remunerativo del cargo homólogo equivalente en la respectiva estructura orgánica y
Presupuesto Analítico de Personal";
Que, no aparece en el expediente, que para nombrar el personal antes señalado, se haya cumplido
con lo dispuesto por el Decreto Legislativo Nº 276, para el ingreso a la carrera administrativa;
específicamente, el requisito establecido en el inciso d) del artículo 12º, esto es, "Presentarse y ser
aprobado en el concurso de admisión", precepto que guarda concordancia con el Artículo 28º del
Reglamento del referido Decreto Legislativo, el D.S. Nº 005-90-PCM, el mismo que dispone que "El
ingreso a la Administración Pública en la condición de servidor de carrera o de servidor contratado
para labores de naturaleza permanente se efectúa obligatoriamente mediante concurso. La
incorporación a la Carrera Administrativa será por el nivel inicial del grupo ocupacional al cual
postuló. Es nulo todo acto administrativo que contravenga la presente disposición";
Que, ni la Ley Nº 25185, ni el Decreto Legislativo Nº 573, constituyen una excepción al Decreto
Legislativo Nº 276 y su Reglamento, toda vez que las primeras debieron adecuarse al proceso
establecido por la ley para el nombramiento de personal en la administración pública, en
concordancia con lo dispuesto por el artículo 59º de la Constitución Política de 1979, que a la letra
disponía que "La ley regula el ingreso, derechos y deberes que corresponden a los servidores
públicos, así como a los recursos contra las resoluciones que los afectan";
Que, el objeto del Decreto Supremo Nº 098-90-PCM, como lo señala en su artículo 1º, al
suspender "la aplicación y todos sus efectos de las normas administrativas emitidas a partir del 1º
de abril de 1990 por los Ministerios, Instituciones Públicas Descentralizadas y Organismos
Centrales del Poder Ejecutivo que resuelvan acciones de personal prescritas en el Decreto
Legislativo Nº 276 y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 005-90-PCM; para el
personal contratado con menos de un (1) año de servicios, así como las efectuadas sin el amparo
de ley autoritativa", no es desconocer las normas legales en las que se sustenta la Resolución de
Gerencia General Nº 302-90-GG/OP, sino por el contrario, ordenar las normas legales y
administrativas vigentes en materia de acciones de personal y otorgamiento de pensiones, así
como la correspondiente concordancia entre estas y las constitucionales, toda vez que las referidas
normas de excepción, como se ha manifestado en los fundamentos anteriores, sólo lo son en
cuanto al requisito del tiempo de servicios, mas no para los otros requisitos establecidos por la
legislación de la materia, para el nombramiento de personal en la administración pública;
Que, conforme a lo dispuesto por el artículo 112º del Decreto Supremo Nº 006-67-SC, Reglamento
de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, vigente al momento de emitirse la
resolución impugnada, puede declararse la nulidad de resoluciones administrativas, cuando se den
los supuestos del artículo 45º del propio Reglamento, situación que ha ocurrido en el caso materia
de autos, al cumplirse el supuesto previsto en el inciso c) del referido artículo 45º, esto es, cuando
el acto administrativo ha sido dictado con prescindencia de las normas esenciales de
procedimiento y de la forma prevista por la ley; el único requisito para la declaratoria de nulidad, es
que la misma sea declarada "por el funcionario jerárquicamente superior al que expidió la
resolución que se anula", como lo señala el artículo 113º del mismo cuerpo legal;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica:
FALLA:
Expediente 028-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiún días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores
Magistrados:
Ricardo Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Félix Tito Gonza, interpone acción de amparo contra don Róger Luis Cáceres Pérez, en su
calidad de Alcalde del Concejo Provincial de Arequipa, en el objeto de que se deje sin efecto y/o
inaplicable para él la Resolución Municipal Nº 06-E, de fecha diecinueve de enero de mil
novecientos noventiséis, por medio de la cual se suprimió la Dirección de Asuntos Judiciales de
dicho concejo, en el cual se vino desempeñando como Director, y por consiguiente solicita la
restitución en dicho cargo pagándosele las remuneraciones dejadas de percibir, correspondiente al
cargo de mayor jerarquía. Cabe señalar que el recurrente dada su condición de servidor nombrado,
actualmente ocupa la plaza de Técnico Categoría "A", cargo que ya no es de confianza, cuya
remuneración está incluida en el Cuadro Nominal de Escalafón de la Municipalidad de Arequipa, de
conformidad con lo previsto por el Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento aprobado por
Decreto Supremo Nº 005-90-PCM; por tanto, no ha sufrido ningún despido arbitrario.
Corrido traslado de la demanda, ésta fue absuelta por don Róger Luis Cáceres Pérez, en su
calidad de Alcalde del Concejo Provincial de Arequipa, solicitando que ésta sea declarada
improcedente, por cuanto el cargo de Director de Asuntos Judiciales de la Municipalidad de
Arequipa, tiene carácter de confianza, razón por la cual no generaba derechos para mantenerse en
ese nivel, que más bien, que al concluir el plazo de designación, el recurrente, en este caso, tenía
que regresar a su condición primigenia, vale decir, al cargo de Técnico Categoría "A", más aún,
cuando de acuerdo a ley, para pertenecer a un grupo ocupacional determinado, se requiere, aparte
de contar con todos los requisitos, de ganar el nivel en concurso público o interno, que en el caso
bajo análisis no se dio.
La Primera Sala Civil, mediante resolución de fecha veinte de noviembre de mil novecientos
noventiséis, falló revocando la sentencia apelada y reformándolala declaró improcedente, por
considerar substancialmente que, el Juzgado no tomó en consideración que el cargo era de
confianza y por ende temporal; y por lo que el recurrente, de acuerdo a las leyes vigentes, para
mantener el cargo, tenía que haberse sometido a la progresión de la carrera administrativa, en
armonía con el artículo 42º del Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa,
aprobado por Decreto Supremo Nº 005-90-PCM.
FUNDAMENTOS:
Considerando: 1) Que, con el texto inequívoco de la Resolución Municipal Nº 03-E, de fecha dos
de enero de mil novecientos noventiséis, está probado que el cargo de Director de la Oficina de
Asuntos Judiciales, tenía calidad de cargo de confianza y, por tanto, era de carácter temporal;
2)Que, el demandante no realizó la progresión en la carrera administrativa en el modo y la forma
exigida por el artículo 42º y siguientes del Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera
Administrativa, aprobado por Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, para poder exigir que se le
mantenga en el nivel u otros beneficios conexos; 3) Que, lo demandado no es subsumible en
ninguno de los supuestos del artículo 24º de la Ley Nº 23506; 4)Que, para el presente caso, es de
aplicación lo dispuesto por el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 385-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Doña Eleana Beatriz Vela Ramos, en contra de la
Resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha nueve de abril de
mil novecientos noventiséis que confirma la de Primera Instancia; declara infundada la Acción de
Amparo interpuesta por la recurrente contra la Municipalidad Distrital de Paucarpata Arequipa,
representada por su Alcalde Marcio Soto Rivera, por violación de los artículos veintidós y veintitrés
de la Constitución Política del Perú.
ANTECEDENTES:
La demandante a fojas veintiuno, interpone Acción de Amparo con el objeto de que se obligue al
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Paucarpata, Sr. Marcio Soto Rivera a que la reponga en el
cargo del cual fue destituida sin observar las normas establecidas en el artículo ciento sesentitrés
del Decreto Supremo 005-90-PCM. En cuanto a los hechos sostiene que ella era servidora
contratada en el cargo de asesora legal, en plaza vacante y presupuestada, desde el veintiocho de
enero de mil novecientos noventitrés, habiendo trabajado en labores de naturaleza permanente,
cumpliendo jornada laboral diaria establecida por la entidad demandada y gozando de todos los
derechos inherentes a un servidor público, y sin que mediara previo proceso administrativo o que
hubiese documento que explicara los motivos, la destituyeron.
A fojas setentiocho, obra la sentencia del Juez en lo Civil, de fecha doce de febrero del noventiséis,
en la que se declaró infundada la Acción por estimarse que la demandante fue contratada como
funcionaria de confianza; añadiendo que el artículo segundo de la Ley veinticuatro mil cuarentiuno,
norma en que la agraviada amparó su demanda con el objeto de no ser cesada, dispone
expresamente que no están comprendidos en los beneficios de esa ley los servidores públicos
contratados para desempeñar cargos de confianza y que en consecuencia, no hubo despido
arbitrario entre otras consideraciones.
Apelada la sentencia, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa emitió su resolución,
confirmando la de Primera Instancia.
FUNDAMENTOS:
Que con los contratos y resoluciones de Alcaldía correspondientes, que en copia corren a fojas
treintinueve a cuarentiocho, se ha acreditado que la actora fue contratada por la Municipalidad
accionada y designada como funcionaria de confianza.
Que el primer contrato de trabajo que celebró la demandante tuvo vigencia desde el primero de
febrero hasta el treintiuno de diciembre del noventitrés, vale decir once meses.
Que estando a lo establecido por el artículo cuarenta de la Constitución, artículo dos numeral
cuatro de la Ley veinticuatro mil cuarentiuno, concordante con el artículo catorce del Decreto
Supremo 005-90-PCM así como por el artículo segundo del Decreto Legislativo doscientos
setentiséis, se tiene que no están comprendidos en la carrera administrativa los servidores públicos
contratados, ni los funcionarios que desempeñan cargos de confianza.
Que en congruencia con los fundamentos anteriores y habiéndose acreditado en autos que la
situación laboral de la agraviada era la de un funcionario de confianza, no le alcanza el derecho a
la estabilidad laboral establecido por el artículo cien del Decreto Supremo 005-90-PCM; razón por
la cual no puede aducirse que hubo despido arbitrario.
Que las acciones de garantía proceden en los casos que se violen o amenacen los derechos
constitucionales por Acción o por omisión, de actos de cumplimiento obligatorio; lo que no ha
sucedido en el caso de litis.
FALLA:
Confirmando la resolución de vista expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, su fecha nueve de abril de mil novecientos noventiséis, que, a su vez revoca
y modifica en parte y confirma, en lo demás, la Sentencia expedida por el señor Juez del Segundo
Juzgado Civil de Arequipa su fecha doce de febrero de mil novecientos noventiséis y que declara
infundada la Acción de Amparo interpuesta por doña Eleana Vela Ramos y dirigida contra la
Municipalidad Distrital de Paucarpata representada por su Alcalde don Marcio Soto Rivera,
mandaron que se publique en el Diario Oficial El Peruano; y los devolvieron. Entrelíneas
«totalmente falso».
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Ante la sanción impuesta por la Federación Peruana de Fútbol al Presidente del Club Universitario
de Deportes, señor Alfredo Gonzales Salazar, inhabilitándolo para realizar toda actividad relativa a
la práctica aficionada o profesional de fútbol, éste interpuso una Acción de Amparo a su favor
solicitando se declare inaplicable la referida sanción, la cual finalmente fue declarada fundada.
Debido al particular interés que suscitó el denominado "Caso Alfredo Gonzales", por tocarse temas
jurídicos que no suelen ser vistos con frecuencia ante los tribunales peruanos y que incluso
llegarían a involucrar a un organismo internacional como es la Federación Internacional de Fútbol
Asociado - FIFA, hemos considerado conveniente incluir el referido caso.
A continuación transcribimos la sentencia dictada por la Sala de Derecho Público de la Corte
Superior de Lima que declara fundada la Acción de Amparo.
Expediente 1613 - 99
VISTOS: con lo expuesto por el Señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas cuatrocientos
noventiséis y cuatrocientos noventisiete; y por los fundamentos pertinentes de la recurrida; y
CONSIDERANDO: PRIMERO : Que, la Acción de Amparo es una vía excepcional, de naturaleza
restringida, residual y sumarísima, en cuyo procedimiento no existe etapa probatoria y donde sólo
resulta procedente el razonamiento lógico jurídico del Juzgador, considerando para tal efecto los
medios probatorios aportados por las partes para tal fin; para ello, el derecho invocado por el
accionante debe estar reconocido en la Constitución Política de manera inequívoca, expresa y
clara; SEGUNDO : Que, en virtud de ello el Juzgador debe pronunciarse si efectivamente existió
violación o amenaza de violación de los derechos constitucionales alegados y si éstos se
produjeron por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio de parte de los demandados;
TERCERO : Que, del petitorio de la demanda y de los recaudos anexados a ella, fluye que en
esencia lo que pretende el demandante, es que el Organo Jurisdiccional declare inaplicable para
sus intereses las Resoluciones Nº 097-CJ-FPF, de fecha doce de noviembre de mil novecientos
noventiocho, expedida por la Sala de Conocimiento de la Comisión de Justicia de la Federación
Peruana de Fútbol; así como, de la Resolución Nº 026-CJ-PFP, de fecha veinticinco de marzo del
año en curso, expedida por la Sala de Apelaciones de la misma Comisión de Justicia de la
Federación Peruana de Fútbol, por ser ambas violatorias de sus derechos constitucionales,
referidos al derecho a la jurisdicción, el derecho a la pluralidad de instancias, el derecho al honor y
a la libre asociación, debiendo de reponerse las cosas al estado anterior a la violación de sus
derechos constitucionales antes mencionados; CUARTO : Que, en efecto mediante Resolución Nº
097-CJ-FPF-98, de fecha doce de noviembre de mil novecientos noventiocho, la Sala de
Conocimiento de la Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol, la misma que
fotocopiada obra de fojas tres a nueve, resuelve declarar copartícipe en la concertación de
confabulación para intento de soborno al accionante, imponiéndole ocho años de inhabilitación
para realizar toda actividad relativa a la práctica aficionada o profesional de fútbol; en tanto que,
mediante resolución Nº 026-CJ-FPF-99, de fecha veinticinco de marzo del presente año, que en
fotocopia obra de fojas diez a doce, la Sala de Apelaciones de la misma Comisión de Justicia de la
Federación Peruana de Fútbol, resuelve confirmar en parte la primera resolución, revocándola en
cuanto a la sanción impuesta y modificándola, se le impone la sanción de inhabilitación por el
término de cuatro años, en las mismas condiciones antes señaladas; QUINTO: Que, la sanción
impuesta al accionante mediante las resoluciones precedentemente citadas y que son objeto de la
presente acción de garantía, tienen su origen como consecuencia de un encuentro futbolístico
entre los Clubes Altético Torino de Talara y el Club Universitario de Deportes, realizado con fecha
veintinueve de setiembre de mil novecientos noventiséis, en donde se le imputó al Club
Universitario de Deportes, sobre situaciones de soborno a los jugadores del equipo rival, hechos
que han sido debidamente investigados por el Juzgado Penal de la ciudad de Talara en donde
ocurrieron los hechos, órgano judicial que con fecha veinte de mayo de mil novecientos
noventiocho declaró Sobreseída la acción penal seguida contra Pedro Maza San Martín, por delito
de Tentativa de Estafa, en agravio del Club Deportivo Profesional "Atlético Torino", disponiendo el
archivo definitivo de los autos en referencia; SEXTO : Que, no obstante ello, y aún encontrándose
en trámite el proceso a que se ha hecho referencia, en donde el accionante no tenía la condición
de procesado, la Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol, mediante Resolución
Nº 006-FPF-96, dispuso que su Comisión de Justicia realice las investigaciones sobre la tentativa
de soborno, violando así el inciso 2º del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,
respecto a la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, principio que establece que
ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en
el ejercicio de sus funciones, resultando así, que tanto la Sala de Conocimiento como la Sala de
Apelaciones de la Federación Peruana de Fútbol, en las resoluciones impugnadas, hayan
considerado cierto grado de certeza en la participación del demandante como copartícipe en la
concertación de confabulación para intento de soborno, perjudicando así al actor, por cuanto tales
hechos ya habían sido investigados por el órgano jurisdiccional competente, atentando de esta
manera contra el principio señalado en el inciso 13º del artículo 139º de la ley de leyes, que
establece que la amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los
efectos de cosa juzgada; SETIMO : Que, si bien es cierto la Comisión de Justicia tiene a su cargo
las funciones de juzgar y sancionar, en primera o segunda instancia, según sea el caso a los
dirigentes, deportistas, árbitros, técnicos y auxiliares que incurran en transgresiones disciplinarias
durante el desarrollo de las competencias y/o espectáculos deportivos organizados por la
Federación Peruana de Fútbol o sus afiliados con arreglo a los reglamentos correspondientes,
conforme lo establece el artículo 56º del Estatuto; también lo es que, en las resoluciones
cuestionadas, existen ausencia respecto a los Principios rectores de proporcionalidad y
razonabilidad, que deben ser evaluadas en consideración a la naturaleza y gravedad de la
infracción, al grado de intencionalidad y en razón a los daños y perjuicios causados, criterios éstos
que no aparecen de manera indubitable en el caso materia de autos, lo cual permite concluir que
las entidades demandadas actuaron de manera arbitraria e ilegal al expedir las resoluciones que
perjudican al accionante; y que permiten reponer las cosas al estado anterior, restableciendo los
derechos constitucionales amparados; por estos fundamentos: CONFIRMARON la sentencia
apelada de fojas doscientos quince a doscientos veintiuno, su fecha veinticinco de junio del año en
curso, que falla declarando:INFUNDADA la excepción de convenio arbitral deducida contra la
acción; y FUNDADA la demanda; en consecuencia, reponiendo las cosas al estado anterior a la
violación, DECLARARON: INAPLICABLE para el actor las Resoluciones Nº 097-CJ-FPF, de fecha
doce de noviembre de mil novecientos noventiocho, expedida por la Sala de Conocimiento de la
Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol; así como, de la Resolución Nº 026-CJ-
PFP, de fecha veinticinco de marzo del año en curso, expedida por la Sala de Apelaciones de la
misma Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol; en la Acción de Amparo
Constitucional, interpuesta por: ALFREDO GUILLERMO GONZALES SALAZAR , contra la
Federación Peruana de Fútbol y Otros; y estando a que la presente resolución sienta precedente
de observancia obligatoria; MANDARON : Que, consentida y/o ejecutoriada que sea ésta se
publique en el Diario Oficial "El Peruano" por el término de ley; y los devolvieron.-
El inicio de la construcción de una planta industrial en la zona de los Pantanos de Villa por parte de
la empresa Lucchetti S.A. generó uno de los más sonados casos judiciales de los últimos tiempos,
que polarizó la opinión pública, propiciando un arduo debate respecto a la prevalencia del derecho
colectivo al medio ambiente frente al derecho privado de propiedad; por tal motivo reproducimos
las resoluciones judiciales dictadas en este caso y los comentarios de reconocidos juristas.
Expediente 42-98
ACCION DE AMPARO
EXPEDIENTE : 42-98
VISTOS; Resulta de autos que por escrito de fojas setecientos veintisiete a ochocientos
cuarentidós la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA a través de su representante
interpone demanda constitucional de Acción de Amparo contra el CONCEJO PROVINCIAL DE LA
MUNICIPALIDAD DE LIMA, el señor ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE
LIMA, don ALBERTO ANDRADE CARMONA y el CONCEJO DISTRITAL DE LA MUNICIPALIDAD
DE CHORRILLOS de conformidad con lo previsto en los artículos 2, incisos 2, 16, 24, parágrafo a);
59, 61 ab initio, 62 ab initio, 63, 70, 71 ab initio; 139, incisos 3, 5, 10, 14 ab initio de la Constitución
Política del Estado, artículos 1, 2, 3, 7, 10, 11, 24 incisos 2; 12; 16 y 22, 26, 28 incisos 2, 29 de la
Ley 23506 modificado por la Ley 25011, y artículos 1, 2, 4, 6, 12 inciso a), 15 y 26 de la Ley 25398,
Ley Complementaria de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, a fin de que el Organo Jurisdiccional
ordene la inmediata suspensión e inaplicación de los efectos del Acuerdo número cero uno del dos
de enero de mil novecientos noventiocho, expedido por la Comisión Técnica Provincial de la
Municipalidad Metropolitana de Lima; el cese inmediato y completo de la amenaza cierta, actual y
arbitraria de violación al derecho de propiedad, que proviene de las declaraciones del veintidós de
diciembre de mil novecientos noventisiete del Señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, don Alberto Andrade Carmona, en representación de la Municipalidad que se encuentra bajo
su mandato, en el comunicado de Prensa que fue difundido por la Secretaría de Prensa de la
mencionada Municipalidad la noche del lunes veintidós de diciembre último y que se publicaron
como declaraciones espontáneas el siguiente martes veintitrés de diciembre en diferentes medios
de comunicación social, declaración que reza con el siguiente texto: «Que, se muden a otro lado y
demuelan por sus propios medios la planta, debido a que se han equivocado. Ese es mi
pensamiento como Alcalde»; el cese definitivo de la amenaza constituida por el Acuerdo adoptado
el diecinueve de diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo de la Municipalidad
Metropolitana de Lima, por el cual han admitido a trámite el recurso de reconsideración interpuesto
por el propio Señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, impugnando el acuerdo
adoptado por el mismo Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete, la
inaplicación de los efectos del artículo 4 del Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis -
noventisiete - MML, de fecha veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, publicado en el
Diario Oficial «El Peruano» el siete de noviembre de mil novecientos noventisiete, mediante la que
se suspende todos los procedimientos de Habilitaciones Urbanas, Licencias de Construcción,
Licencias de Funcionamiento de Establecimientos y demás actos administrativos de naturaleza
municipal, respecto de solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la «Zona de
Reglamentación Especial Pantano de Villa» y la suspensión e inaplicación de los efectos del Oficio
número mil setecientos once - MLM - DMDU del veintitrés de octubre de mil novecientos
noventisiete donde se requiere la paralización de las Obras de Construcción que se venían
desarrollando hasta el día de la fecha en el terreno de su propiedad, sito en Prolongación Huaylas,
Lotes Uno - A y Dos (acumulados), de la lotización rústica «Villa Baja» del distrito de Chorrillos, de
conformidad con lo resuelto en el Acuerdo de Concejo número ciento once, expedido por la
Municipalidad Metropolitana de Lima el dos de octubre de mil novecientos noventisiete; sustenta su
pretensión en que mediante los Acuerdos de Concejo números ciento once, de fecha dos de
octubre de mil novecientos noventisiete, el Acuerdo número ciento treintidós, del veinte de
noviembre del mismo año y el número ciento veintiséis del diecisiete de noviembre de mil
novecientos noventisiete, así como el de fecha dos de enero del año en curso la Municipalidad de
Lima emplazada ha afectado gravemente sus derechos constitucionales a la estabilidad jurídica, al
debido proceso, al derecho de legítima defensa, a la propiedad, a la libertad de contratación y de
igualdad, desconociendo el Convenio de Estabilidad Jurídica celebrado entre la actora y las
empresas LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA con el Estado el primero de agosto de mil
novecientos noventicinco a efecto de invertir en el Estado peruano para el desarrollo de un
proyecto fabril, cuya inversión no podía exceder del treintiuno de julio de mil novecientos
noventisiete, que pese a la legalidad y legitimidad de sus procedimientos acordes con las
exigencias normativas de ámbito municipal, de construcción y del medio ambiente, así como los
TUPA correspondientes a su campo empresarial, todo el trámite administrativo, así como la
edificación de la planta industrial fue dejado sin efecto en forma arbitraria e inconstitucional por la
emplazada Municipalidad de Lima, quien sin comprobación técnica de la zonificación permitida ni
procedimiento alguno determinó que se habían cometido gravísimas infracciones en la adquisición
de las autorizaciones y licencias obtenidas, estableciendo para el efecto requisitos y exigencias no
contempladas en dispositivo u ordenamiento alguno y que no le son aplicables; asimismo, alude al
aspecto de la irreparabilidad de la presente agresión, que se configura en la grave amenaza de
pérdida de la propiedad y la de demolición, la irrazonabilidad en la negativa del otorgamiento de la
Habilitación Urbana Definitiva y la Licencia de Construcción, la paralización de las Obras de
Construcción, etc.; sustenta jurídicamente su pretensión en los dispositivos legales y
constitucionales ahí glosados. Admitida a trámite es absuelta por los emplazados, según se
advierte de los escritos de fojas mil cuatrocientos ochenta a mil quinientos cincuentidós y de mil
quinientos sesentidós a mil quinientos sesenticuatro, que contiene la contradicción de la
Municipalidad de Lima Metropolitana y de la Municipalidad de Chorrillos, respectivamente,
mediante los que alegan que en el caso de la Municipalidad de Lima que no se ha transgredido ni
violado derecho constitucional alguno, por cuanto su accionar se ciñe a las facultades que por ley
se le ha conferido; alega que la actora ha infringido normas legales vigentes, que se ha configurado
falsedad de los documentos presentados por éstos, tipificados en el artículo 6 de la Ley de
Simplificación Administrativa como infracción de naturaleza penal, que la planta industrial que
pretende instalar tiene una gran actividad de insumos y productos terminados que no corresponden
a la categoría de Industria Liviana (I-Dos) sino de Gran Industria (I-Tres), asevera, asimismo, que
sus actos no son arbitrarios como alega la actora, en razón de que conceptualiza a la arbitrariedad
de la administración como falta de motivación del acto administrativo y como eso no ocurre con sus
resoluciones cuestionadas al estar debidamente motivados, consecuentemente, no se vulnera el
derecho fundamental al debido proceso sustantivo ni la razonabilidad de la actuación y de las
decisiones de la administración y en los demás se remite a los considerandos que sirvieron de
fundamento para el Acuerdo de Concejo número uno como parte integrante de la presente
contestación; y en lo que respecta a la Municipalidad de Chorrillos, sostiene, a través de su
representante, que no ha expedido no efectuado acto administrativo alguno que viole o amenace
los derechos constitucionales de la actora, por cuanto de las pretensiones alegadas en la presente
acción puede inferirse que no tuvo participación en ninguno de los Acuerdos de Concejo
cuestionados, limitándose ésta al acto de notificación del Oficio número mil setecientos once - MLM
- DMDU, realizado por el Jefe del Departamento de Obras de su Municipio a efecto de que proceda
a la inmediata paralización de las Obras de Construcción en el inmueble de propiedad de la actora,
actuando en cumplimiento de un acto debido, esto es, de lo ordenado por la Comisión Técnica
Provincial, acorde con la Ley Orgánica de Municipalidades. Tramitada la causa de acuerdo a su
naturaleza, y con los informes orales de los abogados de las partes, corresponde a su estado dictar
la sentencia que ponga término a la instancia; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, antes de
emitir pronunciamiento sobre la pretensión incoada, corresponde resolver la excepción de falta de
legitimidad para obrar del demandado, propuesta por la Municipalidad Metropolitana de Lima, a
través de su representante. Al respecto, debe atenderse que de los propios argumentos vertidos
que sirven de base para la excepción en referencia, éstos aluden a un error en la denominación de
la emplazada, los que son pasibles de subsanación, que en modo alguno, afectan el
emplazamiento efectuado, máxime si como se aprecia de la contradicción efectuada por el
Gobierno Edil Metropolitano el emplazamiento ha surtido sus efectos, siendo perfectamente válido,
por lo que esta excepción deviene en inamparable; SEGUNDO.- Que, del petitorio se desprende
que la pretensión de la actora consiste en que se retraiga el status de las cosas al primero de
enero de mil novecientos noventiocho en que la recurrente tenía, como tiene, la tramitación
administrativa municipal conforme a Ley, y por válidos los actos administrativos de zonificación, de
aprobación de estudio arquitectónico y licencia de construcción, la que se traduce en la
inaplicabilidad de los efectos del Acuerdo número cero uno del dos de enero de mil novecientos
noventiocho expedido por la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima; que se levante la grave amenaza sobre sus derechos constitucionales, ordenándose la
abstención del Señor Alcalde de Lima de proferir amenazas, realizar o ejecutar o hacer ejecutar por
sus subordinados, o por el Concejo Distrital de Chorrillos, cualquier acto o hecho de demolición, o
cualquier acto que implique el traslado y el abandono de su propiedad privada ubicada en la
Prolongación de la Avenida Huaylas, Lotes Uno - A y Dos Chorrillos; el cese de la referida
amenaza, aún no materializada en el acta correspondiente, retrotrayéndose las cosas al estado
anterior, esto es, al dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete, fecha en la cual
mediante sesión del Concejo de la Municipalidad Metropolitana de Lima se aprobó por mayoría
absoluta el llamado «Dictamen de la Comisión de Ruiz de Somocurcio» y se acordó la continuación
de los trámites Administrativos Municipales de Habilitación Urbana por parte de la actora; que se
declare que el trámite Municipal de naturaleza Administrativa de Habilitación Urbana tanto en la
Municipalidad Distrital de Chorrillos como en la Municipalidad de Lima y en cualquier otra entidad
pública no le es aplicable ni el supuesto de hecho ni las consecuencias jurídicas de la disposición
municipal antes reseñada, por ser derecho anterior de la actora, solicitud que se concreta en la
inaplicación de los efectos jurídicos y de hecho del artículo 4 del Acuerdo de Concejo número
ciento veintiséis - noventisiete - MML del veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, al no
poderse aplicar dicho Acuerdo con carácter retroactivo y en su perjuicio; que se autorice la
continuación de las obras del proyecto arquitectónico, construcción y funcionamiento, levantándose
la orden administrativa de paralización de obras, retrotrayendo los hechos al veintidós de octubre
de mil novecientos noventisiete en que contaba con la autorización administrativa y municipal para
realizarlas, hasta tanto se apruebe la Habilitación Urbana definitiva solicitada, extremo del petitorio
contenido en la declaración de inaplicabilidad de los efectos del Oficio número mil setecientos once
- MLM - DMDU, notificado a la actora con fecha veintitrés de octubre de mil novecientos
noventisiete; TERCERO.- Que, la Acción de Amparo es un mecanismo de protección al ciudadano
contra la arbitrariedad incurrida por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio que
resultan lesivos a la norma constitucional, bien sea por amenaza o violación, constituyendo por
ende un proceso extraordinario de efectiva tutela cuando es evidente la afectación aludida; cuya
finalidad es reponer las cosas al estado anterior al acto cuestionado; CUARTO.- Que, esta acción
de garantía tiene por finalidad resguardar y mantener el equilibrio entre el poder de la autoridad y el
derecho constitucional que le asiste al ciudadano, a fin de mantenerse la seguridad jurídica entre el
Gobernante y la Sociedad, siendo en ese entendido el Juzgado Constitucional como primera
instancia, protector de aquel, que de manera cierta es agraviado por la violación de la Constitución;
QUINTO.- Que, corresponde establecer de modo previo el marco jurídico conceptual dentro del
cual se desarrolla el proyecto fabril de la actora, indicándose que fue en virtud al Convenio de
Estabilidad Jurídica celebrado entre la actora y la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD
ANONIMA con el Estado, su fecha primero de agosto de mil novecientos noventicinco, según obra
de fojas cincuentidós a sesentiuno mediante el cual el Estado se obliga a garantizar la estabilidad
del régimen jurídico a ambas empresas, cuya intangibilidad es de orden constitucional,
contemplada en el artículo 62, por lo que adquiere fuerza de ley; régimen de garantías consistentes
en la renuncia del Estado de invocar las cláusulas típicas de un contrato administrativo como la
revocación unilateral por oportunidad o mérito o por ilegitimidad y la rescisión unilateral, así como
en la aplicación ultractiva del régimen legal que regía al momento de suscribirse el Convenio,
mientras dure su vigencia, debiendo ceñirse a lo que es materia de estabilidad; en tal sentido se
tiene al Decreto Legislativo 757, Ley Marco para el Crecimiento de la Inversión Privada, al Decreto
Legislativo 662 y el Decreto Supremo número ciento sesentidós - noventidós - PCM que los
reglamenta, normatividad base sobre la que reposa la tesis adoptada; SEXTO.- Que, asimismo, el
Estado a través de la legislación promulgada ha dado las pautas para la promoción y protección de
la actividad privada en todos los sectores económicos, siendo el pilar fundamental la estabilidad
jurídica y el mantenimiento estable de las reglas de juego, con la finalidad de brindar a los
inversionistas todos los elementos que garanticen en el tiempo su sostenimiento en el mercado
bajo la premisa fundamental de la libre y sana competencia; es por ello que habiéndose
comprometido el Estado en este orden de ideas, no es correcto que el Gobierno Local
Metropolitano, codemandado, que también forma parte del Estado, incluya requisitos y
obligaciones no contemplados, tal como se aprecia en el caso sub exámine en el hecho de crear
zonas de reglamentación especial, intangibles, de carácter ecológico establecidas por la
Municipalidad de Lima, mediante acuerdo de Concejo número ciento veintiséis, lo que implica un
tratamiento diferencial que se basa en la ubicación geográfica de la planta, situación no
contemplada en legislación vigente al momento de la celebración del Convenio; asimismo se
destaca en este tratamiento diferencial de la codemandada exigencias administrativas, tampoco
contempladas en la obtención de los permisos de construcción y de habilitación urbana del citado
proyecto industrial, llegando incluso a formarse Comisión Ad hoc, nunca antes prevista, para
proceder a determinar la comprobación técnica de la zonificación permitida y del procedimiento
administrativo adoptado por la actora, lo que en definitiva, significan una variación total de la reglas
ya determinadas para el desempeño de esa actividad, lo que genera, como se ha precisado
inestabilidad de orden jurídico y, por ende, de riesgo económico para los inversionistas en el
presente campo empresarial; SEPTIMO.- Que, atendiendo a que la parte demandada sustenta su
contradicción en la afirmación de que la actora es una empresa infractora de las normas legales
vigentes que ha empezado a construir y pretende instalar una Gran Industria (I - Tres), en una área
de cincuentinueve mil novecientos cuarentitrés punto cero cero metros cuadrados de extensión,
ubicada en la zona reservada de los Pantanos de Villa, en la cual sólo esta permitido Industrias
Livianas (I - Dos), sin reunir ni cumplir los requisitos que exigen las normas del derecho urbanístico,
poniendo en serio peligro dicho patrimonio ecológico, al transgredir claras y precisas disposiciones
sobre diversidad biológica y áreas naturales protegidas, resulta necesario resaltar la propia
naturaleza de esta vía constitucional, que por ser sumarial y residual sólo permite al Juzgador
hacer uso del más amplio sentido de razonabilidad en el análisis de todos los medios de prueba
esgrimidos por las partes y en mérito a ellos verificar si los actos de los emplazados constituyen
actos violatorios de los derechos constitucionales de la actora, lo que en suma constituye el
supuesto básico habilitador de la Acción de Amparo como garantía constitucional, de acuerdo a
ello resultan aplicables al caso el artículo 50 del Decreto Legislativo 757 que establece que las
autoridades sectoriales competentes para conocer sobre los asuntos relacionados con la aplicación
de las disposiciones del Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales son los Ministerios
de los sectores correspondientes a las actividades que desarrollan las empresas, sin perjuicio de
las atribuciones que respondan a los Gobiernos Regionales y Locales, conforme a lo dispuesto en
la Constitución Política; normatividad de la que se desprende un evidente exceso de facultades en
el accionar de la co-demandada, Municipalidad de Lima, toda vez que debido a la naturaleza del
caso sub materia sus atribuciones debieron ceñirse a las disposiciones expuestas, tanto más si el
sustento de los actos efectuados a través de sus cuestionados Acuerdos de Concejo tiene como
piedra angular el afán conservacionista y protector del medio ambiente, máxime si existe
legislación expresa que determina la actividad competente al respecto, como la constituye el
Decreto Ley 25092, «Ley Orgánica del Instituto de Recursos Naturales - INRENA» y el artículo 19
del Decreto Supremo número cero cincuenticinco - noventidós - AG que establecen que el INRENA
es el organismo encargado de la Conservación de los Recursos Naturales, así como de la
evaluación del impacto ambiental de los programas y proyectos agrícolas o agroindustriales del
sector agrario; además la Ley Orgánica de Municipalidades referidos a la intervención de los
Gobiernos Locales en el ámbito de la protección del medio ambiente plantean la posibilidad que
éstas realicen programas y propuestas a la autoridad correspondiente a fin de proteger el medio
ambiente, pero en ningún caso existe norma imperativa que los faculte para dictar regulaciones en
el ámbito medio ambiental; OCTAVO.- Que, analizada la intromisión inconstitucional de la
Municipalidad de Lima resulta indiscutible aún más la forma en la que se adopta las medidas,
materias de amparo, al advertirse la ausencia de todo criterio de razonabilidad, previsibilidad y
proporcionabilidad en ellos, principio que si bien es cierto no ha sido sancionado expresamente su
obligatoriedad en nuestra legislación, empero de acuerdo a la doctrina imperante, tanto nacional
como foránea, constituye un derecho constitucional innominado, posición confirmada por la
Jurisprudencia, tesis sirve de base a lo sostenido por el eminente constitucionalista Bidart Campos
al establecer que la Constitución al considerar la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad como el fin supremo de la Sociedad y del Estado, confirman que todos los actos de poder
necesariamente deberán estar orientados a ese objetivo, pues constituyen sus telos. Todo el
ordenamiento en su aspecto estático y dinámico, es decir, como orden y funcionamiento sólo
adquiere sentido en el cumplimiento de este fin; por consiguiente todo acto que transgreda el
derecho de cualquier ciudadano carecerá de sentido, de razonabilidad, concepto que descansa,
asimismo, en la premisa de que el Derecho es un sistema, una estructura y como tal todas sus
partes deberán estar en sintonía, en una relación de autodependencia, por lo que todo sistema
reclama una lógica, un sentido, una direccionalidad a la que se enderecen todas sus partes; pues
bien, respetar el principio de razonabilidad sugiere que no se transgrede ese sentido, esa lógica, ni
en lo formal ni en lo sustancial; siendo ello así, de autos se colige que los actos de la Municipalidad
de Lima transgreden formal y sustancialmente el principio de razonabilidad expuesto, toda vez que
no se siguió el procedimiento preestablecido para la adopción de las medidas dictadas, sobre todo
si se tiene en cuenta la drasticidad de éstos, los que van desde la suspensión hasta la nulidad de
todo acto efectuado por la actora en el desarrollo de su proyecto, desconociéndose las
autorizaciones y licencias obtenidas, la edificación realizada y el carácter de luz del Convenio
suscrito que garantizaba la inversión efectuada, tanto más, que no obra en autos la forma como los
Organos de Control Urbano proceden a determinar el alcance de las aludidas infracciones
cometidas, la comprobación técnica de la zonificación permitida, las bases de la desaprobación y
de la calificación de inidoneidad del correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y la
desaprobación de los proyectos definitivos de Habilitación Urbana; que, al respecto debió aplicarse
lo dispuesto en el artículo 52 del Decreto Legislativo 757 que contempla las medidas de seguridad
que debe disponer la autoridad sectorial competente en los casos de peligro grave o inminente al
medio ambiente, para que sean adoptados por el titular de la actividad, precisándose dentro de
éstos procedimientos que hagan desaparecer el riesgo o lo disminuyan a niveles permisibles
establecidos para el efecto de las plazas adecuadas en función a su gravedad e inminencia,
medidas que limiten el desarrollo de las actividades que generen el peligro grave e inminente; se
contempla, la suspensión de los permisos o autorizaciones otorgadas en el caso de un daño
irreversible al medio ambiente, previamente calificado como tal por la autoridad pertinente; en tal
sentido, se tiene, que el Decreto Supremo número cero veinticinco - noventicuatro - MTC,
Reglamento para el otorgamiento de Licencias de Construcción, Control y Conformidad de Obra en
su artículo 44 dispone que en el caso que los propietarios de obras las ejecuten sin la Licencia
respectiva estarán sujetos a determinadas sanciones: el pago de una multa, paralización inmediata
de la construcción hasta que se abone la multa y obtenga la licencia de construcción, la demolición
de los elementos que contravengan normas técnicas reglamentarias, según dictamen de la
Comisión Calificadora; disposiciones que la codemandada debió adoptar y no hizo, pese a que
existía por parte del INRENA, Organismo competente, disposiciones expresas a las que la actora
debía someterse atendiendo el carácter de la zona geográfica donde se establecería su planta
industrial; además que pese a haberse conformado una Comisión para la revisión integral de los
procedimientos administrativos seguidos por la actora para la obtención de sus permisos, mediante
Acuerdo número ciento once de fecha dos de octubre de mil novecientos noventisiete que
concluyera por la continuación con los trámites que permitieran la construcción del acotado
proyecto recogiendo las condicciones impuestas por el INRENA e imponiendo además otros como
la de otorgar una carta fianza que garantice la integridad ecológica de los Pantanos, se desconoció
dicho dictamen por la propia emplazada, la que impugnó interponiendo recurso de reconsideración,
dejándola, consecuentemente, sin efecto a través del Acuerdo de fecha dos de enero de mil
novecientos noventiocho que no sólo admite el mencionado recurso impugnatorio sin haber
presentado nueva prueba que la respalde, sino que declara la nulidad de todos los actos
administrativos realizados por la actora, incluyéndose la licencia de construcción y hasta la
aprobación del proyecto arquitectónico por el Municipio de Chorrillos; actos que producen
convicción en el Juzgador de la virtual violación a los derechos constitucionales de la actora, al
encontrarse desprovistas de proporcionalidad, razonabilidad y de justicia, divorciados con el
repertorio mínimo de valores que consagra la Constitución y, por ende, devienen en arbitrarios,
porque el principio de razonabilidad tiene como finalidad preservar el valor justicia en el contenido
de todo acto de poder y es precisamente labor del juez constitucional verificar el contenido de todo
acto más allá de su forma, determinando que si éste no es razonable resulta inconstitucional, como
en el presente caso; NOVENO.- Que, en este orden de ideas los actos descritos ponen de
manifiesto la violación al debido proceso invocado que responde en doctrina al debido proceso
sustantivo, el que se refiere a que los actos de poder, sean éstos sentencias, actos administrativos,
como es el caso, las normas han de ser valiosas en sí mismas, es decir, razonables o que guarden
relación con el repertorio de valores que consagra la Constitución, advirtiéndose, además, que
debido a la ausencia de acceso a la defensa plena de responsabilidad atribuible a la
codemandada, Municipalidad de Lima, también se configura la violación al derecho de legítima
defensa de la accionante, puesto que en autos no consta la instauración de proceso alguno que le
hubiere permitido hacer uso del citado derecho a fin de desvirtuar los cargos que la han merituado;
análisis que encuentra asidero legal, tanto más, por el hecho de la facultad de la Comisión Técnica
Provincial de la Municipalidad de Lima de declarar de oficio la nulidad de las resoluciones
administrativas (licencias, autorizaciones, construcción, aprobación de proyecto de la actora),
contemplado en el artículo 109 del Decreto Supremo número cero dos - noventicuatro - JUS, del
Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos se
encontraba prescrita, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 110 del citado cuerpo legal al
haber transcurrido más de seis meses de la fecha en que habían quedado consentida la expedición
de licencia de construcción (treinta de mayo de mil novecientos noventisiete) y la aprobación del
proyecto arquitectónico (doce de mayo de mil novecientos noventisiete), de modo que la
emplazada debió proceder de acuerdo con lo establecido en el artículo 540 del Código Procesal
Civil, aplicado supletoriamente en las acciones de amparo por disposición expresa del artículo 33
de la Ley 25398, que precisa el procedimiento seguido a fin de impugnar el acto o resolución
administrativa para declarar su invalidez o ineficacia, correspondiendo el contencioso -
administrativo para estos casos; DECIMO.- Que, atendiendo a la vulneración del derecho de
propiedad también invocado, se tiene que él se traduce en el hecho de que el emplazado,
Gobierno Local Metropolitano, al declarar la nulidad de todos los actos administrativos
concernientes a la expedición de licencias y autorizaciones obtenidas por la actora elimina de raíz
todos los derechos adquiridos por ésta última para gozar legítimamente de los atributos del
derecho de propiedad sobre el inmueble sito en Prolongación Huaylas, Lotes Uno - A y Dos, de la
lotización rústica Villa Baja, distrito de Chorrillos, infiriéndose del mismo la pérdida indefectible de la
inversión efectuada al haber la emplazada llegado incluso a declarar la nulidad de la aprobación
del Proyecto de la recurrente, resultando desestimable el sustento de la codemandada al pretender
un divorcio entre el contenido esencial del derecho de propiedad y las facultades del propietario
que la Ley y la Constitución le reconocen plenamente sobre el bien, por cuanto no se puede avalar
excesos del Organo Municipal argumentando que las actuaciones de ésta son adoptados en orden
a la salvaguardia del interés público, porque la valoración de sus actos se encuentran sujetos
también a normatividad que implica medios o mecanismos que se deben agotar para efectos de no
incurrir en un abuso del derecho del que es parte; en tal sentido debe entenderse la aplicación del
artículo 73, inciso 2 de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley 23853, y acreditándose en este
extremo que los actos cuestionados al ser contrarios a lo expuesto, han incurrido en abuso del
derecho que la Ley no ampara, contemplado en el artículo 2 del Título Preliminar del Código Civil;
DECIMO PRIMERO.- A que, en relación a la participación en los actos violatorios analizados
referentes a la coautoría de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, representada por su Alcalde
Pablo Gutiérrez Weselby debe precisarse que no se advierte de los actuados e instrumentales
anexados acto concreto que implique corresponsabilidad de la agresión constitucional invocada por
la actora, ya que su participación se limitó a notificar a través del Jefe de Departamento de Obras,
quien, además es Presidente de la Oficina Distrital de Licencias de Construcción, a la accionante el
tenor del Oficio número mil setecientos once - MLM - DMDU y lo hizo en cumplimiento a lo resuelto
por la segunda y última instancia administrativa, que viene a ser la Comisión Técnica Provincial,
por lo que, consecuentemente, debe desestimarse en este extremo la acción; DECIMO
SEGUNDO.- Que, situación contraria ocurre respecto a la responsabilidad que atañe a la
Municipalidad de Lima, así como al Alcalde del Concejo Provincial de Lima, Señor Alberto Andrade
Carmona, toda vez que es una consecuencia obvia de la individualización del responsable de la
agresión constitucional en el primer caso, mientras que concurre en responsabilidad independiente
del cargo en el segundo supuesto, al advertirse amenazas de vulneración de derecho
constitucional e ilimitado exceso de facultades, verdadera desviación de poder, reñidas con los
principios de razonabilidad, lógica, prudencia y justicia que debió imperar en los actos del Alcalde
Alberto Andrade Carmona, debiéndose proceder en este extremo de acuerdo al artículo 11 de la
Ley 23506, remitiendo copias pertinentes de los actuados al Ministerio Público, para los fines de
Ley; por estas consideraciones, en virtud a los fundamentos glosados de orden legal y
constitucional que han generado certeza y convicción en el Juzgador sobre la existencia de actos
violatorios de los derechos constitucionales de la empresa recurrente, se concluye que se han
acreditado los hechos alegados, por lo que con el criterio de conciencia que la ley faculta y
administrando justicia a nombre de la Nación, el Señor Juez del Primer Juzgado Corporativo
Transitorio Especializado en Derecho Público, FALLA: Declarando INFUNDADA la excepción de
falta de legitimidad para obrar del demandado promovida por la emplazada MUNICIPALIDAD
METROPOLITANA DE LIMA, e INFUNDADA la demanda en el extremo que comprende a la
MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE CHORRILLOS como coactora de la agresión constitucional
aludida y FUNDADA la demanda contra el Concejo Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima y contra don Alberto Andrade Carmona, Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima;
en consecuencia, reponiendo las cosas al estado anterior al de la amenaza y violación de lo
referidos derechos constitucionales de la accionante, declárese INAPLICABLE los efectos del
Acuerdo número cero uno de fecha dos de enero de mil novecientos noventiocho, expedido por la
Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, publicado el tres de enero
de mil novecientos noventiocho que acordó: Primero.- «Declarar la nulidad de pleno derecho del
supuesto otorgamiento de licencia de construcción definitiva, por silencio administrativo positivo, y
de cualquier otro acto administrativo expreso o presunto que autorice la ejecución de obras de
construcción de la Planta Industrial cuya edificación pretende la empresa LUCCHETTI PERU
SOCIEDAD ANONIMA en el terreno de cincuentinueve mil novecientos cuarentitrés punto cero
cero metros cuadrados de extensión, ubicado entre la Avenida Los Héroes de Villa y la antigua
Panamericana Sur (Avenida Huaylas), Lotes Uno - A y Dos. de la lotización Villa Baja del distrito de
Chorrillos, de la Provincia y Departamento de Lima; Segundo.- Declarar improcedente la ubicación
del proyecto referido en el punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de la
Industria Liviana (I - Dos) correspondiendo a una zona de Gran Industria (I - Tres), de acuerdo a los
parámetros establecidos en el Reglamento de Zonificación General de Lima Metropolitana y en el
Reglamento Nacional de Construcciones; Tercero.- Declarar nula la aprobación efectuada por la
Comisión Técnica de la Municipalidad Distrital de Chorrillos del Proyecto Arquitectónico presentado
por la firma LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA al que se contraen los puntos precedentes,
así como de los demás actos sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobación;
Cuarto.- Transcribir en la fecha el presente Acuerdo a la Municipalidad Distrital de Chorrillos para
su inmediato cumplimiento y demás fines pertinentes, bajo responsabilidad, debiéndose informar a
la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima sobre las
acciones formadas y; Quinto.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la firma LUCCHETTI
PERU SOCIEDAD ANONIMA y a la Inspectoría General de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, y los actos posteriores derivados de éste; los efectos del Acuerdo adoptado el diecinueve de
diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo Metropolitano de Lima, mediante el cual
se admite a trámite los recursos de reconsideración impugnando el Acuerdo adoptado por el mismo
Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete; los efectos jurídicos y de hecho
del artículo 4, Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis - noventisiete - MML, del veintiuno de
octubre de mil novecientos noventisiete, publicado en Diario Oficial «El Peruano» el siete de
noviembre de mil novecientos noventisiete, el que a la letra dice: «Suspender todos los
procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción, licencia de funcionamiento de
establecimiento y demás actos administrativos de naturaleza municipal, cualquiera que fuera su
estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la «Zona
de Reglamentación Especial Pantanos de Villa», descrita en los artículos 1 y 2 del presente
Acuerdo. Esta suspensión comprende a los actos de las Municipalidades que tienen jurisdicción en
la zona de amortiguamiento del área Ecológica Metropolitano Pantanos de Villa»; y de los efectos
del Oficio número mil setecientos once - MLM - DMDU, notificado por el Departamento de Obras de
la Municipalidad Distrital de Chorrillos, en cuanto corresponde al derecho de la demandante, el
veintitrés de octubre de mil noventisiete, donde se requiere la paralización de las obras de
construcción que se venían desarrollando hasta dicha fecha en el terreno de propiedad de la
demandante, sito en Prolongación Huaylas, Lotes Uno - A y Dos (acumulados) de la lotización
rústica «Villa Baja» del distrito de Chorrillos, cuyo título de propiedad corre inscrito en el asiento
uno - C, de la ficha trescientos diecisiete mil quinientos noventinueve del Registro de la Propiedad
Inmueble de la Oficina Registral de Lima y Callao, de conformidad con lo resuelto en el Acuerdo de
Concejo número ciento once, expedido por la Municipalidad Metropolitana de Lima el dos de
octubre de mil novecientos noventisiete, autorizándose la continuación de las obras de
construcción del Proyecto Arquitectónico de la Planta Industrial materia de la presente acción, las
cuales se viene llevando a cabo en Prolongación Huaylas Lotes Uno - A y Dos de la lotización
rústica «Villa Baja» del distrito de Chorrillos, así como su posterior funcionamiento; debiendo el
Concejo Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima y don Alberto Andrade Carmona,
Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima cesar en la violación y amenaza de los derechos
constitucionales invocados; consentida y/o ejecutoriada que sea la presente sentencia, publíquese
en el Diario Oficial «El Peruano», por el término de ley.- Fdo. Dr. Percy Escobar Lino. Juez.- V.
Sánchez H. Sec. Lo que notifico a Ud. conforme a ley.-
EXP. : 42-98
AUTOS Y VISTOS; y Atendiendo, que al dictarse la Resolución número veinte de fecha seis de los
corrientes en el considerando décimo segundo se precisa que se ha identificado al demandado,
Alcalde de Lima como posible responsable de la agresión constitucional invocada en la demanda,
sin que se haya consignado expresamente en la parte resolutiva de dicha Resolución, por lo que
en aplicación extensiva de lo dispuesto en los artículos 406 y 407 del Código Procesal Civil
intregrando el fallo de dicha Resolución, ORDENO que una vez consentida y ejecutoriada que sea
la Resolución número veinte se cursen los oficios respectivos al Señor Representante del
Ministerio Público para que proceda conforme a sus atribuciones, de conformidad con el artículo 11
de la Ley 23506; notificándose.- Fdo..- Dr. Percy Escobar Lino. Juez.- V. Sánchez H. Secretario.-
Lo que notifico a Ud. Lima, 09 de febrero de 1,998.
Expediente 0341-98
DICTAMEN 073-98
ACCION DE AMPARO
Señor:
Con este voluminoso expediente Nº 341-98 que consta de 1820 folios, ha sido elevado a la Sala en
apelación la sentencia de fs. 1690/1711 y su ampliatoria de fs. 1710/1720, que declara
INFUNDADA la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado, promovida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima, e INFUNDADA la demanda en el extremo que comprende a
la Municipalidad Distrital de Chorrillos y FUNDADA la demanda contra el Concejo Provincial de la
Municipalidad Metropolitana de Lima y contra Don Alberto Andrade Carmona, Alcalde de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, sobre Acción de Amparo interpuesta por la Empresa
LUCCHETI PERU S.A.
Con los recaudos obrantes en los anexos de fs. 1 a 725 y de fs. 727 a 842 LUCCHETTI PERU S.A.
interpone acción de amparo contra el Concejo Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, el señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, don Alberto Andrade Carmona y
el Concejo Distrital de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, a fin de que se disponga: a) la
inmediata suspensión e inaplicación para la accionante de los efectos del Acuerdo Nº 01 de fecha
dos de enero de mil novecientos noventiocho, expedido por la Comisión Técnica Provincial de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, publicado en el Diario Oficial «El Peruano» el tres de enero
de mil novecientos noventiocho; b) El cese inmediato y completo de la amenaza efectuada por el
señor Alcalde de la Municipalidad de Lima Metropolitana, don Alberto Andrade Carmona, según
declaraciones de fecha 22 de diciembre de 1997, contenidas en el comunicado de prensa que fue
difundido por la Secretaría de Prensa de la Municipalidad Metropolitana de Lima la noche del lunes
veintidós de diciembre de mil novecientos noventisiete, según las cuales su pensamiento como
Alcalde es que la firma Lucchetti Perú S.A. se mude a otro lado y demuela por sus propios medios
la planta, debido a que se han equivocado; c) el cese definitivo de la amenaza constituida por el
Acuerdo adoptado el diecinueve de diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, por el cual se admitió a trámite el recurso de reconsideración
interpuesto por el propio señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, impugnando el
Acuerdo adoptado por el mismo Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete;
d) la inaplicación para el caso concreto de la accionante, Lucchetti Perú S.A., de los efectos
jurídicos y de hecho del artículo 4º del Acuerdo de Concejo Nº 126-97-MML-DMDU, del veintiuno
de octubre de mil novecientos noventisiete; y e) la suspensión e inaplicación de los efectos del
Oficio Nº 1711-MMM-DMDU, notificado por el Departamento de Obras de la Municipalidad de
Chorrillos, en el que se requiere a la accionante la paralización de las obras de construcción que
venía levantando en el terreno de su propiedad ubicado en la Prolongación Huaylas Lotes 1º y 2º,
de la lotización rústica «Villa Baja», en el Distrito de Chorrillos.
La demandante fundamenta su acción, en los artículos 2º, numerales 2), 16), 24), parágrafo a); 59º,
61º ab initio; 62º ab initio; 63º; 70º; 71º ab initio; 139º, numerales 3), 5), 10), 14) ab initio, de la
Constitución Política del Estado; y los artículos 1º; 2º; 3º; 7º; 10º; 11º; 24º; incisos 2), 16) y 22), 26),
28); inciso 2); 29º de la Ley Nº 23506 - modificada por la Ley Nº 25011-; y artículos 1º; 2º; 4º; 6º,
12º, literal a); 15º y 26º de la Ley Nº 25398-Ley Complementaria de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo.
1) Con fecha primero de agosto de mil novecientos noventicinco Empresa Lucchetti S.A. y la
accionante -Lucchetti Perú S.A.- suscribieron sendos Convenios de estabilidad jurídica con el
Estado Peruano, por los cuales la primera de las nombradas se comprometió a invertir en el Perú a
través de su filial peruana, esto es, la accionante, la suma de 16'000.000 de Dólares Americanos
para el desarrollo de proyecto fabril (fs. 52/61, anexo 1F).
5) Con fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventiséis fue expedido por la
Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima el Certificado
de Compatibilidad de Uso Nº 207-96-MLM-DMDU, según el cual la actividad de elaboración de
pastas que se inicia en el proceso de molienda de trigo tiene ubicación conforme dentro del índice
de zonificación 1-2, entre otras zonificaciones (fs. 90, anexo 1i).
6) Previamente a la autorización de los permisos municipales, la accionante cumplió con
presentar un Estudio de Impacto Ambiental, preparado por la Empresa Ecofish S.A. (fs. 147-252-
anexo 1.x).
10) Cumplidos los trámites mencionados, a efectos de acatar las normas de carácter ambiental
se procedió a solicitar el registro del Estudio de Impacto Ambiental ante el Instituto Nacional de
Recursos Naturales. Como quiera que la empresa Ecofish S.A. no había cumplido con el pago de
sus cuotas de inscripción, carecía de registro vigente, por lo que la accionante solicitó la
elaboración de un segundo Estudio de Impacto Ambiental a la Societé Génerale des Survillance,
que fue presentado ante el INRENA, ( Fs. 254-521- anexo 1.z)
12) Con fecha 02 de octubre de 1997, se publicó en el Diario Oficial El Peruano el Acuerdo de
Concejo Nº 111 de la Municipalidad Metropolitana de Lima que se dispone como «conveniente y
necesario la paralización a la brevedad responsabilidad de la obras de construcción de la planta de
la recurrente».
13) Con fecha 28 de octubre de 1997 se publico en el Diario Oficial El Peruano el Acuerdo de
Consejo Nº 123, mediante el cual el Consejo Metropolitano de Lima acuerda «hacer suyas» las
recomendaciones de la Comisión Investigadora Ad hoc constituida mediante el Acuerdo de
Consejo Nº 111-97 (Fs. 118-123 anexo 1.s)
14) Con fecha 24 de octubre de 1997, la accionante es notificada con una orden de
paralización de obras expedidas por la Dirección de obras de la Municipalidad Distrital de
Chorrillos, basada expresamente en el Oficio Nº 1711-ML-DMDU de fecha 17 de octubre de 1997
expedido por la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de
Lima.
La referida orden de paralización fue acatada por la accionante ocasionando una pérdida
mensual aproximada de U.S.$500,000.00 (fs. 111-113 anexo 1.0).
16) En base a estos antecedentes, la Comisión Investigadora Ad hoc sesiona y delibera, sin
que la accionante pudiera ejercer su derecho de defensa pese a sus reiteradas solicitudes.
Terminadas las deliberaciones los integrantes de la citada Comisión no se pusieron de acuerdo y
se emitieron hasta cinco dictámenes en una Comisión integrada por siete miembros.
17) Con fecha 16 de diciembre de 1997 en sesión de Concejo Metropolitano fue aprobado el
dictamen presentado por el Regidor Jorge Ruiz de Somocurcio por 25 votos a favor, equivalentes a
dos tercios de los Regidores presentes en la sesión.
19) Con fecha 03 de enero de 1998, se publica en el Diario Oficial el Peruano el Acuerdo 01.98
de la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima adoptado el día
anterior, por el cual se descarta la nulidad de todo el procedimiento administrativo de licencia de
construcción de la planta industrial seguido ante la Municipalidad de Chorrillos.
Con la profusa documentación contenida en los anexos de fojas 865 a 1479, a fojas 1480 a 1452,
el trámite es absuelto por los apoderados judiciales de la Municipalidad Metropolitana de Lima y de
su Alcalde don Alberto Andrade Carmona, negando y contradiciendo la demanda en todos
extremos y solicitando que se declare improcedente, en base a los siguientes argumentos, que se
han extractado del extenso escrito de contestación.
5. La empresa accionante en claro abuso del derecho, viene construyendo la citada planta
industrial, sin haber obtenido antes de la iniciación de cualquier trámite un estudio previo de
impacto ambiental debidamente aprobado por el organismo público competente; sin haber obtenido
antes de iniciar la construcción la aprobación de la habilitación urbana; sin haber presentado el
expediente completo de solicitud de licencia provisional de construcción antes de iniciar las obras y
sin haber obtenido licencia de construcción definitiva válida.
11. La demandante ha invocado la supuesta violación a su derecho de igualdad ante la ley. Tal
aserto es falso porque la infracción de normas legales no genera derecho y la doctrina es unánime
en establecer que únicamente se viola el derecho a la igualdad cuando se da a unos lo que se
negó a otros en igualdad de circunstancias, o viceversa.
1º Las acciones de garantía previstas en la Constitución Política del Estado, son, sin lugar a
dudas, valiosos mecanismos para la defensa de los derechos humanos, permitiendo a sus
operadores, mediante las leyes respectivas, cumplir sus roles en la ardua tarea de la justicia
constitucional.
3º No cabe duda que en esa perspectiva, la garantía del amparo busca un efecto reparador
de las cosas del estado anterior a la amenaza o violación del derecho constitucional conculcado.
4º Que, así las cosas, no es viable por la vía del amparo el buscar la obtención de derechos
no adquiridos al momento de la presunta violación del derecho constitucional invocado, pues las
acciones de garantía tienen un carácter excepcional.
9º En este orden de ideas, debe tenerse en cuenta que el artículo 68º de la Carta
Fundamental establece, que «El Estado está obligado a promover la conservación de la diversidad
biológica y de las Areas naturales protegidas». En tal sentido con la dación del Decreto Legislativo
Nº 613-Código del Medio Ambiente de los Recursos Naturales, se ha normado la política ambiental
con una serie de disposiciones destinadas a preservar la diversidad biológica y de las áreas
naturales que conforman el patrimonio natural, razón por la que el Acuerdo Nº 126-97-MML del
veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete del Concejo Metropolitano de Lima que
establece la «Zona de Reglamentación Especial Pantano de Villa», tiene sustento constitucional y
legal y por ende no existe amenaza o violación de derechos constitucionales fundamentales, como
pretende la demandante.
12º A mayor abundamiento la acción de amparo constituye una acción de garantía a cuyo
procedimiento especialísimo y sumarísimo, únicamente se recurre de manera residual, esto es,
cuando no existe otro camino procesal para acceder a la pretensión jurídica y siempre que se trate
de lograr la reposición del derecho constitucional transgredido o amenazado, pues la acción de
amparo no es declarativa de derechos, sino que por esta vía se pueden resarcir aquellos derechos
que estando plena e indubitablemente acreditados, son objeto de transgresión. En ese sentido, el
caso sub litis versa sobre cuestiones técnicas que requieren de un amplio debate y una adecuada
probanza que no es viable sustanciar en la vía sumarísima del amparo, pues no se puede verificar
en estos autos si se configura o no la violación de los derechos constitucionales invocados y si
resulta o no procedente la pretensión.
PRIMER OTROSI DIGO. Este Ministerio de acuerdo con lo establecido en el numeral 2) del artículo
159º de la Constitución del Estado que le encarga velar por la recta administración de justicia y la
independencia de los órganos judiciales no puede dejar de señalar que resultaba pertinente el
pedido presentado por la parte demandada, que obra a folios 872/874, sin embargo de lo cual el
juez de la causa invocando argumentos inconsistentes rechazó el pedido.
TERCER OTROSI DIGO: El Fiscal Superior que suscribe, se avoca al conocimiento de la presente
causa en virtud de la Resolución Nº 136-98-MP-CEMP, emitida por la Comisión Ejecutiva del
Ministerio Público con fecha 17 de febrero del año en curso.
Expediente 341-98
ACCION DE AMPARO
Resolución Nº 438
Lima
VISTOS, con lo expuesto por el señor Fiscal de su Dictamen; de fojas mil novecientos cincuentitrés
a mil novecientos sesentidós, por los fundamentos pertinentes de la apelada y CONSIDERANDO
ADEMAS; Primero.- Que, la Acción de Amparo es una garantía constitucional excepcional, la que
sólo procede cuando se violen o amenacen derechos constitucionales por acción u omisión de
actos de cumplimiento obligatorio; Segundo.- Que, la doctrina ha establecido que la lesión o daño
debe ser cierto, inminente y actual; por lo tanto, debe ser legítimo, manifiesto, categórico y no
discutible; Tercero.- Que, siendo así, el amparo tiene por objeto reponer las cosas al estado
anterior al de su violación, a fin de proveer, un remedio inmediato a la arbitrariedad manifiesta;
Cuarto.- Que, del análisis de los autos se tiene que la pretensión de la empresa accionante está
referida a que se disponga: a) La inmediata suspensión e inaplicación para aquella los efectos del
Acuerdo número uno de fecha dos de enero de mil novecientos noventiocho, expedido por la
Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, publicación en el Diario
Oficial El Peruano el tres de enero del año en curso; b) El cese inmediato y completo de la
amenaza efectuada por el Alcalde de la Municipalidad de Lima Metropolitana, Alberto Andrade
Carmona; c) El cese definitivo de la amenaza constituida por el Acuerdo adoptado el diecinueve de
diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, por el cual se admitió a trámite el Recurso de Reconsideración interpuesto por el propio
Alcalde de la Municipalidad de Lima Metropolitana, impugnando el acuerdo adoptado por el mismo
Concejo el dieciséis de diciembre del año mil novecientos noventisiete; d) La inaplicación para el
caso concreto de la accionante de los efectos jurídicos y de hechos, del Artículo cuarto del Acuerdo
de Concejo número ciento veintiséis-noventisiete-MML-DMDU del veintiuno de octubre de mil
novecientos noventisiete; y e) La suspensión e inaplicación de los efectos del Oficio número mil
setecientos once-MMM-DMDFU, notificado por el Departamento de Obras de la Municipalidad de
Chorrillos; Quinto.- Que, de lo expuesto y actuado, es de apreciarse a criterio del Colegiado que el
aspecto objetivo de la pretensión de Lucchetti Perú Sociedad Anónima está determinado por la
amenaza cierta y actual de la violación al derecho de propiedad del accionante, derecho
plenamente reconocido por la Constitución configurado y protegido en su Artículo setenta, que se
traduce no sólo en las facultades de que está investido el propietario sobre el bien, sino además al
objeto o utilidad social que cada bien está llamado a cumplir, derecho amenazado inicialmente a
través de la suspensión de los procedimientos de habilitaciones urbanas, licencia de construcción,
licencias de funcionamiento y demás actos administrativos de licencia concernientes al inmueble
sub materia, para ulteriormente concretarse con la nulidad del otorgamiento de licencia de
construcción definitiva por silencio administrativo positivo y de cualquier otro acto administrativo
expreso o presunto que autorice la ejecución de obras de construcción de la planta industrial,
improcedencia de la ubicación del proyecto, así como la nulidad de su aprobación presentado por
la firma accionante, por la Comisión Técnica Distrital de la Municipalidad de Chorrillos; Sexto.- Que,
se llega a la convicción asimismo, de una concreta afectación a la seguridad jurídica, plasmada en
el desconocimiento tangencial del Convenio de Estabilidad Jurídica suscrito por el Estado Peruano
con la demandante, cuya intangibilidad es igualmente de orden constitucional, derechos que
meritúan ser cautelados, máxime si la protección a los derechos humanos está seriamente
comprometida a la noción de restricción al ejercicio del poder estatal al tratarse de esferas
individuales que el Estado no puede vulnerar o en los que sólo puede penetrar limitadamente,
presupuesto que es concurrente, sostenido y probado por la empresa accionante en la urgencia del
oportuno pronunciamiento del órgano de justicia, a fin de evitar que le cause un daño irreparable;
por cuanto, de continuar las afectaciones se produciría un considerable perjuicio patrimonial
producto de las cuestionadas disposiciones municipales, y como consecuencia de ello la pérdida
total de sus patrimonios, hechos medulares que conducen a formar criterio en el Colegiado sobre el
apresurado proceder del Concejo Provincial de Lima Metropolitana; Sétimo.- Que, es de advertir un
exceso de facultades que se ha arrogado de mutuo propio la Municipalidad Provincial de Lima,
rebasando las instancias y parámetros que la ley franquea, en los que resulta conveniente
mencionar la inexistencia de sustento legal que le posibilite a la citada emplazada de crear «zonas
de reglamentación especial» de carácter ecológico o conservacionista como lo ha hecho con la
propiedad de la Lotización Rústica VILLA BAJA del distrito de Chorrillos, conocido como la «Zona
de los Pantanos de Villa», tanto más, si se cumplió por parte de la empresa demandante con la
elaboración del estudio de impacto ambiental de carácter eminentemente técnico y concluyente,
conforme se desprende del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) Planta Industrial elaborado por
SGS DEL PERU SOCIEDAD ANONIMA que obra de fojas mil doscientos cuarenticuatro a mil
cuatrocientos cincuenticuatro, que fue desconocida por la autoridad edil; consecuentemente, las
controvertidas medidas dispuestas por la Municipalidad emplazada constituyen no sólo
restricciones a los derechos constitucionales invocados, sino que configuran una real e inminente
amenaza de violación constitucional ilegal y arbitraria, al no responder a las causas o
circunstancias expresamente previstas en la ley y con estricta sujeción a los procedimientos
definidos por ella e incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales, por ser dichas
medidas irrazonables, imprevisibles o faltas de proporcionalidad, es decir, que aquéllos no se
ajustan a los valores que informan y dan contenido sustancial al estado de derecho, que por el
contrario contradice su fin último que es el respeto a los derechos humanos; Octavo.- Que, el
Artículo décimo primero de la Ley número veintitrés mil quinientos seis, exige al Juzgador que
cuando se individualiza al autor de la agresión constitucional, en este caso el Alcalde del Concejo
Provincial de Lima, Alberto Andrade Carmona, debe procederse conforme lo determina dicho
numeral, por ser evidente que se ha excedido en la aplicación de sus facultades, en una verdadera
desviación de poder, reñidas con los principios de razonabilidad, lógica, prudencia y justicia que
debe imperar en los actos de toda autoridad investida con poderes, por estos fundamentos,
administrando justicia a nombre de la Nación, la Sala Corporativa Transitoria Especializada de
Derecho Público de la Corte Superior de Lima, CONFIRMA la sentencia de fojas mil seiscientos
noventa a mil setecientos once, su fecha seis de febrero de mil novecientos noventiocho y el auto
integratorio de la misma de fojas mil setecientos diecinueve y mil setecientos veinte, su fecha
nueve de febrero de mil novecientos noventiocho, que falla declarando INFUNDADA la Excepción
de Falta de Legitimidad para Obrar del Demandando, promovida por la emplazada Municipalidad
Metropolitana de Lima, e INFUNDADA la demanda en el extremo que comprende a la Municipal
Distrital de Chorrillos como coactora de la agresión constitucional aludida y, FUNDADA la demanda
contra el Concejo Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima y contra don Alberto
Andrade Carmona, Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima; en consecuencia,
reponiendo las cosas al estado anterior al de la amenaza y violación de los referidos derechos
constitucionales de la accionante, DECLARESE INAPLICABLE los efectos del Acuerdo número
cero uno de fecha dos Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, publicado el tres de
enero del año en curso que acordó: Primero.- «Declarar la nulidad de pleno derecho del supuesto
otorgamiento de licencia de construcción definitiva por silencio administrativo positivo y de
cualquier otro acto administrativo expreso o presunto que autorice la ejecución de obras de
construcción de la PLANTA INDUSTRIAL cuya edificación pretende la empresa Lucchetti Perú
Sociedad Anónima en el terreno de cincuentinueve mil novecientos cincuentitrés, cero cero metros
cuadrados de extensión, ubicado entre la avenida Los Héroes de Villa y la
Antigua Panamericana Sur (avenida Huaylas), lotes Uno-A y Dos de la Lotización VILLA BAJA del
distrito de Chorrillos, de la provincia y departamento de Lima; Segundo.- Declarar improcedente la
ubicación del proyecto referido en el punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de
la industria liviana (I-Dos) correspondiente a una zona de Gran Industria (I-Tres), de acuerdo a los
parámetros establecidos en el Reglamento de Zonificación General de Lima Metropolitana y en el
Reglamento Nacional de Construcciones; Tercero.- Declarar Nula la aprobación efectuada por la
Comisión Técnica de la Municipalidad Distrital de Chorrillos del Proyecto Arquitectónico presentado
por la firma Lucchetti Perú Sociedad Anónima al que se contraen los puntos precedentes, así como
de los demás actos sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobación; Cuarto.-
Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la Municipalidad Distrital de Chorrillos para su
inmediato cumplimiento y demás fines pertinentes, bajo responsabilidad, debiéndose informar a la
Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima sobre las
acciones tomadas; y Quinto.- Transcribir en la fecha el presente Acuerdo a la firma Lucchetti Perú
Sociedad Anónima y a la Inspectoría General de la Municipalidad de Lima Metropolitana, y los
actos posteriores derivados de éste, los efectos del Acuerdo adoptado el diecinueve de diciembre
de mil novecientos noventisiete por el Concejo Metropolitano de Lima, mediante el cual se admite a
trámite los recursos de reconsideración impugnando el Acuerdo adoptado por el mismo Concejo el
dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete; los efectos jurídicos y de hechos del
Artículo cuarto, Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis-noventisiete-MML, del veintiuno de
octubre de mil novecientos noventisiete, publicado en el Diario Oficial El Peruano el siete de
noviembre de mil novecientos noventisiete, el que la letra dice: «Suspender todos los
procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción, licencia de funcionamiento de
establecimiento y demás actos administrativos de naturaleza municipal, cualquiera que fuera su
estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la «Zona
de Reglamentación Especial Pantanos de Villa», descrita en los Artículos uno y dos del presente
Acuerdo. Esta suspensión comprende a los actos de las municipalidades que tienen jurisdicción en
la zona de amortiguamiento del Area Ecológica Metropolitana Pantanos de Villa; y de los efectos
de Oficio número mil setecientos once-MLM-DMDU, notificado por el Departamento de Obras de la
Municipalidad Distrital de Chorrillos, en cuanto corresponde al derecho de la demandante, el
veintitrés de octubre de mil novecientos noventisiete, donde se requiere la paralización de las obras
de construcción que se venían desarrollando hasta dicha fecha en el terreno de propiedad de la
demandante, sito en Prolongación Huaylas lotes Uno-A y Dos (acumulados) de la Lotización
Rústica «Villa Baja» del distrito de Chorrillos, cuyo título de propiedad corre inscrito en el asiento
uno-C, de la Ficha número trescientos diecisiete mil quinientos noventinueve del Registro de la
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y Callao, de conformidad con lo resuelto en el
Acuerdo de Concejo número ciento once, expedido por la Municipalidad Metropolitana de Lima el
dos de octubre de mil novecientos noventisiete, autorizándose la continuación de las obras de
construcción del Proyecto Arquitectónico de la Planta Industrial materia de la presente acción, las
cuales se vienen llevando a cabo en prolongación Huaylas lotes Uno-A y Dos de Lotización Rústica
«Villa Baja» del distrito de Chorrillos, así como su posterior funcionamiento, debiendo el Concejo
Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima y su Alcalde, Alberto Andrade Carmona, cesar
en la violación de amenaza de los derechos constitucionales invocados, cursándose los oficios
respectivos al señor representante del Ministerio Público para que proceda conforme a sus
atribuciones, en aplicación del Artículo décimo primero de la Ley número veintitrés mil quinientos
seis; y, estando a que la presente resolución sienta precedente de observancia obligatoria;
MANDARON: Que, consentida o ejecutoriada que sea, se publique en el Diario Oficial El Peruano
por el término de Ley; y los devolvieron.
MUÑOZ SARMIENTO
INFANTES MANDUJANO
CHOCANO POLANCO
Exp. Nº 341-98
Resolución Nº 354
AUTOS Y VISTOS; puesto en Despacho para resolver y Atendiendo; PRIMERO: A que, en virtud
del artículo 31 de la Ley 23506, modificada por Decreto Ley 25433 es pertinente suspender el acto
lesivo que vulnera o amenaza el derecho constitucional que origina la garantía del amparo
mediante el Instituto Procesal denominado «Medida Cautelar», cuya naturaleza tiene como
finalidad preservar la eficacia de la resolución que pone fin a la instancia, impidiendo que la
amenaza o daño irrogado se convierta en irreparable; SEGUNDO: A que, la pertinencia del
«incidente de suspensión del acto lesivo» depende del cumplimiento de dos aspectos en su
aplicación: el objetivo, que está determinado por la apariencia o verosimilitud del derecho invocado
y la evidencia e inminencia de la irreparabilidad del daño que pudiera producirse si se aguarda la
sentencia o peligro en la demora y, el subjetivo, que es la debida apreciación que de ellos hace el
juzgador con el debido criterio de conciencia que la ley le faculta para concederla o denegarla;
TERCERO: Que, la admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, será decidida
de acuerdo a la discrecionalidad del Juzgador, quien podrá aceptar la ofrecida, graduarla,
modificarla o, incluso cambiarla por la que considere pertinente; CUARTO: A que, en ese contexto,
es de advertir que la empresa accionante recurre al Organo Jurisdiccional acusando la existencia
de amenaza inminente contra sus derechos constitucionales invocando en vía de medida cautelar
la suspensión de los actos que le producen dañosidad, por cuanto según refiere con fecha
veintitrés de octubre de mil novecientos noventisiete es notificada con una unilateral y arbitraria
orden de paralización de obras emanada de la Dirección de Obras de la Municipalidad Distrital de
Chorrillos, en base a lo ordenado en el oficio número mil setecientos once - MLM - DMDU, de fecha
diecisiete de octubre de mil novecientos noventisiete expedido por la Dirección Municipal de
Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima, que señalaba que debía procederse
a la paralización de las obras de construcción de la planta industrial sub júdice, porque ésta se
estaba realizando con evidente transgresión de las normas y a su inmediato impacto ambiental;
acusación que respondía a una cronología de actos que la antecedieron como las publicaciones
del dos y veintiocho de octubre del año próximo pasado, de responsabilidad de la emplazada
autoridad edil de Lima Metropolitana, que hacían alusión a los Acuerdos del Concejo número ciento
once y ciento veintitrés efectuados en tal sentido; paralización, que sin embargo, acató la
recurrente LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA pese al considerable perjuicio económico
que le irrogara, asimismo, mediante Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis - noventisiete -
MML (publicado el siete de noviembre de mil novecientos noventisiete) se dispuso la suspensión
de todos los procedimientos de habilitación urbana, licencias y demás actos administrativos
municipales, hechos que motivaron que la Comisión Especial creada por el Acuerdo de Concejo
número ciento once, denominada «Comisión Ruiz de Somocursio» investigara y concluyera por la
continuación de los trámites para la ejecución de las obras, sujeto a la subsanación de
determinadas irregularidades administrativas y a las severísimas condiciones impuestas por el
Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), esta Comisión creada Ad hoc sin embargo fue
impugnada a través de dos recursos de reconsideración sin haber aportado nueva prueba exigida
por la Ley General de Procesos Administrativos, norma que por ser de orden público su
cumplimiento deviene en obligatorio, motivando que en Sesión de Concejo de fecha diecinueve de
diciembre de mil novecientos noventisiete se declare la nulidad de todos los actos administrativos
presuntamente incumplidos por la accionante LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA que
incluían a la licencia de construcción de la planta industrial sub materia y la aprobación del
proyecto arquitectónico por el Municipio de Chorrillos, hechos en los que según refiere la
accionante se concreta la afectación real y legítima de sus derechos constitucionales; ante estas
pretensiones la contradicción efectuada por la Municipalidad de Lima se ciñe a la afirmación de la
existencia de una afectación real y actual de la zona ecológica reservada que es Patrimonio
Ambiental de la Nación, la que amerita la preservación y protección del Estado, respondiendo a la
obligación de éste para con el medio ambiente y los recursos naturales, producto de la ubicación
de la gran industria que pretende instalar la actora dentro de un proyecto arquitectónico; constituye,
asimismo, otro aspecto de su contradicción el que hace referencia a las irregularidades
administrativas en que incurrió la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA al obviar los
trámites de Ley del proceso de habilitación urbana y de construcción para la edificación de la
infraestructura industrial en el área sub litis; QUINTO: A que, de lo expuesto y actuado, sin entrar
en mayor análisis que merecerá el principal, es de apreciarse a criterio del juzgador que el aspecto
objetivo de la medida incoada estaría determinado por la amenaza cierta y actual de la violación al
derecho de propiedad de la accionante, derecho plenamente reconocido por la Constitución,
configurado y protegido en su artículo 70, que se traduce no sólo en las facultades de que está
investido el propietario sobre el bien, sino además al objeto o utilidad social que cada bien está
llamado a cumplir, derecho amenazado inicialmente a través de la suspensión de los
procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción, licencias de funcionamiento y
demás actos administrativos de licencia municipal concernientes al inmueble sub júdice para
ulteriormente concretarse con la nulidad del otorgamiento de licencia de construcción definitiva por
silencio administrativo positivo y de cualquier otro acto administrativo expreso o presunto que
autorice la ejecución de obras de construcción de la planta industrial, improcedencia de la
ubicación del proyecto, así como la nulidad de su aprobación presentado por la firma LUCCHETTI
PERU SOCIEDAD ANONIMA por la Comisión Técnica Distrital de la Municipalidad de Chorrillos; se
aprecia, asimismo, una concreta afectación a la seguridad jurídica, plasmada en el
desconocimiento tangencial del Convenio de Estabilidad Jurídica efectuado por la Municipalidad de
Lima Metropolitana, cuya intangibilidad es igualmente de orden constitucional, derechos que
ameritan ser cautelados máxime si en la protección a los derechos humanos está seriamente
comprometida la noción de restricción al ejercicio del poder estatal, al tratarse de esferas
individuales que el Estado no puede vulnerar o en los que sólo puede penetrar limitadamente,
extremos con el que se pone de manifiesto el «Fumus Bonis luris» de la acción, presupuesto que
es concurrente con el requisito del «Periculum In Mora» sostenido y probado por la actora en la
urgencia que amerita el oportuno pronunciamiento del Organo de justicia a fin de evitar que se
cause un daño irreparable a la accionante, por cuanto de continuar el considerable perjuicio
patrimonial producto de las cuestionadas disposiciones podría acarrearle un indefectible e
inminente colapso y como consecuencia de ello la pérdida total de sus patrimonios, hechos
medulares que conducen a formar criterio en el Juzgador sobre el apresurado proceder del
Concejo Provincial de Lima Metropolitana, advirtiéndose en ellos exceso de facultades que se ha
irrogado de mutuo propio, rebasando las instancias y parámetros que la ley le franquea, en los que
resulta conveniente mencionar la inexistencia de base legal que le posibilite a la citada emplazada
de crear «zonas de reglamentación especial» de carácter ecológico o conservacionista como lo ha
hecho con la propiedad de la lotización rústica Villa Baja del distrito de Chorrillos conocida como la
«Zona de los Pantanos de Villa», tanto más si se cumplió por parte de la empresa demandante con
la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental, de carácter eminentemente técnico y concluyente
para la resolución de la litis en controversia, también desconocida por la citada autoridad edil, las
controvertidas medidas dispuestas constituyen no sólo restricciones a los derechos
constitucionales invocados sino que configuran una real e inminente amenaza de violación
constitucional ilegal y arbitraria, al no responder a las causas o circunstancias expresamente
previstas en la ley y con estricta sujeción a los procedimientos definidos por ella e incompatibles
con el respeto a los derechos fundamentales del individuo, por ser dichas medidas irrazonables,
imprevisibles o faltos de proporcionalidad, es decir, que aquellos que no se ajustan a los valores
que informan y dan contenido sustancial al estado de derecho, que por el contrario contradicen su
fin último, tal es el reconocimiento y respeto de los derechos humanos; SEXTO.- A que, de
conformidad con los fundamentos glosados se advierten signos evidentes y razonables para que
este despacho adopte una decisión preventiva a efectos de no hacer ilusoria la decisión final; por lo
expuesto, reuniendo la acción los requisitos previstos en el artículo 31 de la Ley de la materia,
descritos en el segundo acápite del presente auto, se DECLARA: FUNDADA la petición
cautelatoria solicitada por la actora a fojas ochocientos veintitrés y siguientes; en consecuencia,
SUSPENDASE los efectos del Acuerdo número cero uno del dos de enero de mil novecientos
noventiocho, expedido por la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, publicado en el Diario Oficial «El Peruano» el tres de enero de mil novecientos noventiocho,
en cuanto acordó: Primero.- «Declarar la nulidad de pleno derecho del supuesto otorgamiento de
licencia de construcción definitiva, por silencio administrativo positivo, y de cualquier otro acto
administrativo expreso o presunto que autorice la ejecución de obras de construcción de la Planta
Industrial cuya edificación pretende la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA en el
terreno de cincuentinueve mil novecientos cuarentitrés metros cuadrados de extensión, ubicado
entre la Avenida Los Héroes de Villa y la antigua Panamericana Sur (Avenida Huaylas), lotes
primero y segundo, de la lotización Villa Baja del distrito de Chorrillos, de la Provincia y
Departamento de Lima; Segundo.- Declarar improcedente la ubicación del proyecto referido en el
punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de la industria liviana (I - Dos)
correspondiendo a una zona de gran industria (I - Tres), de acuerdo a los parámetros establecidos
en el Reglamento de Zonificación de Lima Metropolitana y en el Reglamento Nacional de
Construcciones; Tercero.- Declarar nula la aprobación efectuada por la Comisión Técnica de la
Municipalidad Distrital de Chorrillos del Proyecto Arquitectónico presentado por la firma
LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA al que se contraen los puntos precedentes, así como
de los demás actos sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobación; Cuarto.-
Transcribir en la fecha el presente Acuerdo a la Municipalidad Distrital de Chorrillos para su
inmediato cumplimiento y demás fines pertinentes, bajo responsabilidad, debiéndose informar a la
Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima sobre las
acciones tomadas y; Quinto.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la firma LUCCHETTI
PERU SOCIEDAD ANONIMA y a la Inspectoría General de la Municipalidad Metropolitana de
Lima; la materialización de la amenaza al derecho de propiedad de la recurrente respecto del
inmueble cito en Prolongación de la Avenida Huaylas, lotes Uno - A y Dos, Chorrillos, derecho de
propiedad que tiene no sólo sobre el lote de terreno sino también sobre las edificaciones y/o
construcciones y/o maquinarias que se encuentran ubicadas en el mismo, debiéndose abstener los
demandados de realizar o ejecutar, o hacer ejecutar por sus subordinados o por el Concejo Distrital
de Chorrillos cualquier acto o hecho de demolición, o cualquier acto que implique el traslado y el
abandono por parte de la recurrente de su legítima propiedad; los efectos del Acuerdo adoptado el
diecinueve de diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo Metropolitano de Lima,
mediante el cual se admite a trámite los recursos de reconsideración impugnando el Acuerdo
adoptado por el mismo Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete; de los
efectos jurídicos y de hecho del artículo 4 del Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis -
noventisiete - MML, del veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, publicado, en el
Diario Oficial «El Peruano» el siete de noviembre de mil novecientos noventisiete, el que a la letra
dice: «Suspender todos los procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción,
licencia de funcionamiento de establecimiento y demás actos administrativos de naturaleza
municipal, cualquiera que fuera su estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para
desarrollarse dentro de la «Zona de Reglamentación Especial Pantanos de Villa», descrita en los
artículos 1 y 2 del presente Acuerdo. Esta suspensión comprende a los actos de las
Municipalidades que tienen jurisdicción en la zona de amortiguamiento del área Ecológica
Metropolitano Pantanos de Villa»; y de los efectos del Oficio número mil setecientos once - MLM -
DMDU, notificado por el Departamento de Obras de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, en
cuanto corresponde al derecho de la demandante, el veintitrés de octubre de mil novecientos
noventisiete, donde se requiere la paralización de las obras de construcción que se venían
desarrollando hasta dicha fecha en el terreno de propiedad de la demandante, sito en Prolongación
Huaylas, Lotes Uno y Dos (acumulados) de la lotización rústica «Villa Baja» del distrito de
Chorrillos, cuyo título de propiedad corre inscrito en el asiento uno - C de la ficha trescientos
diecisiete mil quinientos noventinueve del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral
de Lima y Callao, de conformidad con lo resuelto en el Acuerdo de Concejo número ciento once
expedido por la Municipalidad Metropolitana de Lima el dos de octubre de mil novecientos
noventisiete, autorizándose la continuación de las obras de construcción del Proyecto
Arquitectónico de la Planta Industrial materia de la presente acción, las cuales se viene llevando a
cabo en Prolongación Huaylas lotes Uno - A y Dos de la lotización rústica «Villa Baja» del distrito
de Chorrillos, así como su posterior funcionamiento; disponiéndose que para estos efectos el A quo
haga uso de los apremios que la ley le franquea y, en caso necesario, haga uso de la fuerza
pública; notificándose.
Expediente 238-98
AUTOS y VISTOS; Oídos los informes orales; y Atendiendo: PRIMERO.- Que, para la procedencia
de la medida cautelar es necesario que los presupuestos de fumus bonis juris -apariencia del
derecho invocado- y periculum in mora -peligro en la demora-, concurran de manera eficaz,
conjunta y determinante en relación directa con el petitorio de la acción, a fin de que aquella pueda
surtir efectos de manera concreta y directa; SEGUNDO.- Que, con respecto al primer presupuesto
referido a la apariencia del derecho invocado, debe tenerse en cuenta que para ello sólo es
necesario que jurídicamente el juez sea persuadido a la convicción de que el derecho
constitucional que se alega como vulnerado, sea verosímil; y para lo cual el Juzgador debe
efectuar un cálculo de posibilidades en relación a los sustentos básicos de la demanda que
promueve la acción y que predeterminan que en principio tal derecho existe; TERCERO.- Que, por
su parte, el otro presupuesto del peligro en la demora implica la necesidad de acceder a una
medida preventiva, ante la inminencia de un daño evidente que pueda ser originado precisamente
por la demora en resolver la acción principal y que el Organo Jurisdiccional está en la obligación
sustancial de atender a fin de cautelar el orden constitucional en relación al derecho que aparece
como vulnerado; CUARTO.- Que, de otro lado, es pertinente tener presente que, concordante con
las corrientes doctrinarias existentes, es factible la atención de acciones de amparo para casos
concretos específicos contra la aplicación de normas que lesionan derechos fundamentales,
siempre que éstas sean de ejecución inmediata o también denominadas autoaplicativas; vale decir
que no requieran de ningún acto posterior que las apliquen, como en el presente caso; QUINTO.-
Que, la medida cautelar es un acto jurídico procesal excepcional, que no resuelve en definitiva el
fondo de la controversia, puesto que conforme lo señala el artículo seiscientos doce del Código
Procesal Civil, sus características que señalan su naturaleza jurídica, consisten en ser provisoria,
instrumental y variable; SEXTO.- Que, en la justicia constitucional, la medida cautelar procede sólo
en la acción de amparo, cuya tramitación es en cuerda separada del principal, es decir, es un
procedimiento accesorio al principal, en virtud del cual se solicita la suspensión del acto reclamada
ante la evidente amenaza del agravio o violación del derecho constitucional invocado; SETIMO.-
Que, la empresa accionante recurre al Organo Jurisdiccional acusando la existencia de amenaza
inminente contra sus derechos constitucionales invocando en vía de medida cautelar la suspensión
de los actos que le producen dañosidad, por cuanto según refiere con fecha veintitrés de octubre
de mil novecientos noventisiete es notificada con una unilateral y arbitraria orden de paralización de
obras emanada de la Dirección de Obras de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, en base a lo
ordenado en el Oficio número mil setecientos once MLM - DMDU, de fecha diecisiete de octubre de
mil novecientos noventisiete, expedido por la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, que señalaba que debía procederse a la paralización de las
obras de construcción de la planta industrial sub júdice, porque ésta se estaba realizando con
evidente transgresión de las normas y a su inmediato impacto ambiental; acusación que respondía
a una cronología de actos que la antecedieron como las publicaciones del dos y veintiocho de
octubre del año pasado, de responsabilidad de la emplazada autoridad edil de Lima Metropolitana,
que hacían alusión a los Acuerdos del Concejo número ciento once y ciento veintitrés, efectuados
en tal sentido; paralización, que sin embargo, acató la recurrente LUCCHETTI PERU SOCIEDAD
ANONIMA pese al considerable perjuicio económico que le irrogara; asimismo, mediante Acuerdo
de Concejo número ciento veintiséis - noventisiete - MML (publicado el siete de noviembre de mil
novecientos noventisiete) se dispuso la suspensión de todos los procedimientos de habilitación
urbana, licencias y demás actos administrativos municipales, hechos que motivaron que la
Comisión Especial creada por el Acuerdo de Concejo número ciento once, denominada «Comisión
Ruiz de Somocursio» investigara y concluyera por la continuación de los trámites para la ejecución
de las obras, sujeto a la subsanación de determinadas irregularidades administrativas y a las
severísimas condiciones impuestas por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), esta
Comisión creada Ad hoc sin embargo fue impugnada a través de dos recursos de reconsideración
sin haber aportado nueva prueba exigida por la Ley General de Procesos Administrativos, norma
que por ser de Orden Público, su cumplimiento deviene en obligatorio, motivando que en sesión de
Concejo de fecha diecinueve de diciembre de mil novecientos noventisiete se declare la nulidad de
todos los actos administrativos presuntamente incumplidos por la accionante LUCCHETTI PERU
SOCIEDAD ANONIMA que incluían a la licencia de construcción de la planta industrial sub materia
y la aprobación del proyecto arquitectónico por el Municipio de Chorrillos, hechos en los que según
refiere la accionante se concreta la afectación real y legítima de sus derechos constitucionales;
ante estas pretensiones la contradicción efectuada por la Municipalidad de Lima, se ciñe a la
afirmación de la existencia de una afectación real y actual de la zona ecológica reservada que es
Patrimonio Ambiental de la Nación, la que amerita la preservación y protección del Estado,
respondiendo a la obligación de éste para con el medio ambiente y los recursos naturales, producto
de la ubicación de la gran industria que pretende instalar la actora dentro de un proyecto
arquitectónico; constituye, asimismo, otro aspecto de su contradicción el que hace referencia a las
irregularidades administrativas en que incurrió la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD
ANONIMA al obviar los trámites del proceso de habilitación urbana y de construcción para la
edificación de la infraestructura industrial en el área sub litis; OCTAVO.- Que, de lo expuesto y
actuado, sin entrar en mayor análisis que merecerá el principal, es de apreciarse a criterio del
Juzgador que el aspecto objetivo de la medida incoada estaría determinado por la amenaza cierta
y actual de la violación al derecho de propiedad del accionante, derecho plenamente reconocido
por la Constitución, configurado y protegido en su artículo setenta, que se traduce no sólo en las
facultades de que está investido el propietario sobre el bien, sino además al objeto o utilidad social
que cada bien está llamada a cumplir, derecho amenazado inicialmente a través de la suspensión
de los procedimientos de habilitaciones urbanas, licencia de construcción, licencias de
funcionamiento y demás actos administrativos de licencia municipal concernientes al inmueble sub
júdice, para ulteriormente concretarse con la nulidad del otorgamiento de licencia de construcción
definitiva por silencio administrativo positivo y de cualquier otro acto administrativo expreso o
presunto que autorice la ejecución de obras de construcción de la planta industrial, improcedencia
de la ubicación del proyecto, así como la nulidad de su aprobación presentado por la firma
LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA por la Comisión Técnica Distrital de la Municipalidad de
Chorrillos; se aprecia, asimismo, una concreta afectación a la seguridad jurídica, plasmada en el
desconocimiento tangencial del Convenio de Estabilidad Jurídica suscrito por el Estado Peruano
con la demandante cuyo convenio obra de fojas cincuentidós a fojas sesentiuno, cuya intangibilidad
es igualmente de orden constitucional, derechos que ameritan ser cautelados máxime si en la
protección a los derechos humanos está seriamente comprometida la noción de restricción al
ejercicio del poder estatal, al tratarse de esferas individuales que el Estado no puede vulnerar o en
los que sólo puede penetrar limitadamente, extremos con el que se pone de manifiesto el «Fumus
Bonis Juris» de la acción, presupuesto que es concurrente con el requisito del «Periculum In Mora»
sostenido y probado por la actora en la urgencia que amerita el oportuno pronunciamiento del
Organo de Justicia a fin de evitar que se cause un daño irreparable a la accionante; por cuanto, de
continuar el considerable perjuicio patrimonial producto de las cuestionadas disposiciones, podría
acarrearle un indefectible e inminente colapso y como consecuencia de ello la pérdida total de sus
patrimonios, hechos medulares que conducen a formar criterio en el Colegiado sobre el apresurado
proceder del Concejo Provincial de Lima Metropolitana, advirtiéndose en ellos exceso de facultades
que se ha irrogado de mutuo propio, rebasando las instancias y parámetros que la ley le franquea,
en los que resulta conveniente mencionar la inexistencia de base legal que le posibilite a la citada
emplazada de crear «zonas de reglamentación especial» de carácter ecológico o conservacionista
como lo ha hecho con la propiedad de la lotización rústica Villa Baja del Distrito de Chorrillos
conocida como la «Zona de los Pantanos de Villa»; tanto más, si se cumplió por parte de la
empresa demandante con la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental, de carácter
eminentemente técnico y concluyente para la resolución de la litis en controversia, también
desconocida por la citada autoridad edil; las controvertidas medidas dispuestas constituyen no sólo
restricciones a los derechos constitucionales invocados sino que configuran una real e inminente
amenaza de violación constitucional ilegal y arbitraria, al no responder a las causas o
circunstancias expresamente previstas en la ley y con estricta sujeción a los procedimientos
definidos por ella e incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales del individuo, por
ser dichas medidas irrazonables, imprevisibles o faltos de proporcionalidad, es decir, que aquéllos
que no se ajustan a los valores que informan y dan contenido sustancial al estado de derecho, que
por el contrario contradicen su fin último, tal es el reconocimiento y respeto a los Derechos
Humanos; NOVENO.- Que, mediante Resolución número trece obrante a fojas mil ciento
cuarentitrés el A quo concedió apelación sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida respecto
de la impugnación contra la Resolución número siete, su fecha veintiséis de enero de mil
novecientos noventiocho, que corre a fojas mil cincuenta y mil cincuentiuno, por el que declara
improcedente la nulidad formulada por la Municipalidad Metropolitana de Lima; consecuentemente
corresponde a esta Instancia Superior pronunciarse respecto a dicha articulación; DECIMO.- Que,
tal como se precisa en la resolución impugnada el juez al momento de resolver la causa, valora
todos los medios probatorios aportados por las partes en forma conjunta, expresando aquellos que
resulten esenciales para sustentar su decisión, tal como lo precisa el artículo ciento noventisiete del
Código Procesal Civil, por ende en la sustanciación del proceso no se ha incurrido en nulidad,
DECIMO PRIMERO.- Que, por estos fundamentos; y advirtiéndose signos evidentes y razonables
para que se adopte una decisión preventiva a efectos de no hacer ilusonia la decisión final:
CONFIRMARON El auto apelado de fojas cuatrocientos setenticuatro a fojas novecientos
ochentitrés, su fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventiocho, que declara FUNDADA
la petición cautelatoria solicitada por la actora a fojas ochocientos veintitrés y siguientes, que
SUSPENDE los efectos del Acuerdo número cero uno del dos de enero de mil novecientos
noventiocho, expedido por la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima, publicado en el Diario Oficial «El Peruano» el tres de enero de mil novecientos noventiocho,
en cuanto acordó: Primero.- «Declarar la nulidad de pleno derecho del supuesto otorgamiento de
Licencia de Construcción definitiva, por silencio administrativo positivo y de cualquier otro acto
administrativo expreso o presunto que autorice la ejecución de obras de construcción de la Planta
Industrial cuya edificación pretende la empresa LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA en el
terreno de cincuentinueve mil novecientos cuarentitrés metros cuadrados de extensión, ubicado
entre la avenida Los Héroes de Villa y la antigua Panamericana Sur (Avenida Huaylas), Lotes
Primero y Segundo, de la Lotización Villa Baja del Distrito de Chorrillos, de la Provincia y
Departamento de Lima; Segundo.- Declarar Improcedente la ubicación del proyecto referido en el
punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de la Industria Liviana (I-Dos),
correspondiendo a una zona de gran industria (I-Tres), de acuerdo a los parámetros establecidos
en el Reglamento de Zonificación de Lima Metropolitana y en el Reglamento Nacional de
Construcciones; Tercero.- Declarar Nula la aprobación efectuada por la Comisión Técnica de la
Municipalidad Distrital de Chorrillos del Proyecto Arquitectónico presentado por la firma
LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA, al que se contraen los puntos precedentes, así como
de los demás actos sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobación; Cuarto.-
Transcribir en la fecha el presente Acuerdo a la Municipalidad Distrital de Chorrillos para su
inmediato cumplimiento y demás fines pertinentes, bajo responsabilidad debiéndose informar a la
Dirección Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima sobre las
acciones tomadas; y, Quinto.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la firma LUCCHETTI
PERU SOCIEDAD ANONIMA y a la Inspectoría General de la Municipalidad Metropolitana de
Lima; la materialización de la amenaza al derecho de propiedad de la recurrente respecto del
inmueble sito en Prolongación de la Avenida Huaylas, Lotes Uno-A y Dos, Chorrillos, derecho de
propiedad que tiene no sólo sobre el Lote de terreno sino también sobre las edificaciones y/o
construcciones y/o maquinarias que se encuentran ubicadas en el mismo, debiéndose abstener los
demandados de realizar o ejecutar, o hacer ejecutar, por sus subordinados o por el Concejo
Distrital de Chorrillos, cualquier acto o hecho de demolición, o cualquier acto que implique el
traslado y el abandono por parte de la recurrente de su legítima propiedad; los efectos del Acuerdo
adoptado el diecinueve de diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo Metropolitano
de Lima, mediante el cual se admite a trámite los recursos de reconsideración interpuestos por el
propio Señor Alcalde de la Municipalidad de Lima, impugnando el acuerdo adoptado por el mismo
Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete; de los efectos jurídicos y de
hecho del artículo cuatro, Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis - noventisiete - MML, del
veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, publicado en el Diario Oficial «El Peruano» el
siete de noviembre de mil novecientos noventisiete, el que a la letra dice: «Suspender todos los
procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción, licencia de funcionamiento de
establecimiento y demás actos administrativos de naturaleza municipal, cualquiera que fuera su
estado de tramitación respecto de solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la «Zona de
Reglamentación Especial Pantanos de Villa», descrita en los artículos uno y dos del presente
Acuerdo. Esta suspensión comprende a los actos de las Municipalidades que tienen en jurisdicción
en la Zona de Amortiguamiento del área Ecológica Metropolitana Pantanos de Villa»; y de los
efectos del Oficio número mil setecientos once - MLM - DMDU, notificado por el Departamento de
Obras de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, en cuanto corresponde al derecho de la
demandante, el veintitrés de octubre de mil novecientos noventisiete, donde se requiere la
paralización de las obras de construcción que se venían desarrollando hasta dicha fecha en el
terreno de propiedad de la demandante, sito en Prolongación Huaylas, Lotes Uno y Dos
(acumulados), de la Lotización rústica «Villa Baja» del Distrito de Chorrillos, cuyo título de
propiedad corre inscrito en el Asiento Uno-C de la Ficha trescientos diecisiete mil quinientos
noventinueve del Registro de la Propiedad Inmueble, de la Oficina Registral de Lima y Callao, de
conformidad con lo resuelto en el Acuerdo de Concejo número ciento once, expedido por la
Municipalidad Metropolitana de Lima el dos de octubre de mil novecientos noventisiete y autoriza la
continuación de las obras de construcción del Proyecto Arquitectónico de la Planta industrial
materia de la presente acción, las cuales se vienen llevando a cabo en Prolongación Huaylas,
Lotes Uno-A y Dos de la Lotización rústica «Villa Baja» del Distrito de Chorrillos, así como su
posterior funcionamiento; disponiéndose que para estos efectos el A-Quo haga uso de los
apremios que la ley le franquea, y, en caso necesario, haga uso de la fuerza pública; notificándose;
y los devolvieron.
INFANTES MANDUJA
GONZALES CAMPOS
EXP. 42-98-MC
RESOLUCION
DADO CUENTA: por devueltos los actuados del Superior Jerárquico, cúmplase lo ejecutoriado; en
consecuencia, se dispone notificarse al Concejo Provincial de la Municipalidad Metropolitana de
Lima y al Señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, don Alberto Andrade Carmona,
para que en cumplimiento de lo resuelto procedan a suspender los efectos del Acuerdo Número
cero uno del dos de enero de mil novecientos noventiocho, expedido por la Comisión Técnica
Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, publicado en el Diario Oficial «El Peruano» el
tres de enero de el año en curso, en cuanto acordó: Primero.- «Declarar la nulidad de pleno
derecho del supuesto otorgamiento de la licencia de construcción definitiva, por silencio
administrativo positivo, y de cualquier otro acto administrativo expreso o presunto que autorice la
ejecución de obras de construcción de la Planta Industrial cuya edificación pretende la empresa
Luchetti Perú Sociedad Anónima, en el terreno de cincuentinueve mil novecientos cuarentitrés
metros cuadrados de extensión, ubicado entre la Avenida Los Héroes de Villa y la antigua
Panamericana Sur (Avenida Huaylas), lotes primero y segundo, de la lotización de Villa Baja del
distrito de Chorrillos, de la Provincia y Departamento de Lima; Segundo.- Declarar improcedente la
ubicación del proyecto referido en el punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de
la industria liviana (I-Dos) correspondiendo a una zona de gran industria (I - Tres), de acuerdo a los
parámetros establecidos en el Reglamento de Zonificación de Lima Metropolitana y en el
Reglamento Nacional de Construcciones; Tercero.- Declarar nula la aprobación efectuada por la
Comisión Técnica de la Municipalidad de Chorrillos del Proyecto Arquitectónico presentado por la
firma Luchetti Perú Sociedad Anónima al que se contraen los puntos precedentes, así como de los
demás actos sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobación; Cuarto.- Transcribir en
la fecha el presente Acuerdo a al Municipalidad Distrital de Chorrillos para su inmediato
cumplimiento y demás fines pertinentes, bajo responsabilidad, debiéndose informar a la Dirección
Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima sobre las acciones
tomadas y, Quinto.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la firma Luchetti Perú Sociedad
Anónima y a la Inspectoría General de la Municipalidad Metropolitana de Lima; la materialización
de la amenaza al derecho de propiedad de la recurrente respecto del inmueble sito en
Prolongación de la Avenida Huaylas, Lotes Uno - A y Dos, Chorrillos, derecho de propiedad que
tiene no sólo sobre el lote de terreno sino también sobre las edificaciones y/o construcciones y/o
maquinarias que se encuentran ubicadas en el mismo, debiéndose abstener los demandados de
realizar o ejecutar o hacer ejecutar por sus subordinados o por el Concejo Distrital de Chorrillos
cualquier acto o hecho de demolición, o cualquier acto que implique el traslado y el abandono por
parte de la recurrente de su legítima propiedad; los efectos del Acuerdo adoptado el diecinueve de
diciembre de mil novecientos noventisiete por el Concejo Metropolitano de Lima, mediante el cual
se admite a trámite los recursos de reconsideración impugnando el Acuerdo adoptado por el mismo
Concejo el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete; de los efectos jurídicos y de
hecho del artículo cuatro, Acuerdo de Concejo número ciento veintiséis - noventisiete - MML, del
veintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, publicado en el diario oficial «El Peruano» el
siete de noviembre de mil novecientos noventisiete, el que a letra dice: «Suspender todos, los
procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción, licencia de funcionamiento de
establecimiento y demás actos administrativos de naturaleza municipal, cualquiera que fuere su
estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la «Zona
de Reglamentación Especial Pantanos de Villa», descrita en los artículos uno y dos del presente
Acuerdo. Esta suspensión comprende a los actos de las Municipalidades que tienen jurisdicción en
la zona de amortiguamiento del área Ecológica Metropolitano Pantanos de Villa»; y de los efectos
del Oficio número mil setecientos once - MLM - DMDU, notificado por el Departamento de Obras de
la Municipalidad Distrital de Chorrillos, en cuanto corresponde al derecho de la demandante, el
veintitrés de octubre de mil novecientos noventisiete, donde se requiere la paralización de las obras
de construcción que se venían desarrollando hasta dicha fecha en el terreno de propiedad de la
demandante, sito en Prolongación Huaylas, Lotes Uno y Dos (Acumulados) de la lotización rústica
«Villa Baja» del distrito de Chorrillos, cuyo título de propiedad corre inscrito en el asiento uno - C de
la ficha trescientos diecisiete mil quinientos noventinueve del Registro de Propiedad Inmueble de la
Oficina Registral de Lima y Callao, de conformidad con lo resuelto en el Acuerdo de Concejo
número ciento once expedido por la Municipalidad Metropolitana de Lima el dos de octubre de mil
novecientos noventisiete, autorizándose la continuación de las obras de construcción del Proyecto
Arquitectónico de la Planta Industrial materia de la presente acción, las cuales se vienen llevando a
cabo en Prolongación Huaylas Lotes Uno - A y Dos de la Lotización Rústica «Villa Baja» del distrito
de Chorrillos, así como su posterior funcionamiento; encontrándose el juzgador facultado para
hacer los apremios que la ley de la materia le franquea y, de ser necesario, incluso utilizar la fuerza
pública, bajo apercibimiento de ley en caso de desacatarse lo resuelto y ejecutoriado por la Sala
Superior en el presente incidente; sin perjuicio de ponerse en conocimiento lo resuelto además del
Concejo Distrital de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, representada por el alcalde Pablo
Gutiérrez Welselby autorizando el Magistrado que suscribe por vacaciones del señor juez de la
causa.
COMENTARIOS
El caso Lucchetti Propiedad y parafernalia en un proceso constitucional
El recientemente concluido proceso de Lucchetti Perú S.A. en Acción de Amparo promovida contra
determinados acuerdos del Concejo Metropolitano de Lima, es, sin lugar a dudas, uno de los
grandes casos judiciales de los últimos años. Como quiera que ya ha terminado, en toda la línea,
la acción de garantía interpuesta, tenemos los elementos de juicio suficientes para hacer algunos
alcances y comentarios breves sobre este proceso.
Sobre lo primero que hay que llamar la atención, es que se trata de una inversión extranjera, con
indudable prestigio, que vino a quedarse al Perú. Aún más, estuvo premunida de todos los
informes necesarios, de un contrato con el Estado garantizando su inversión e incluso de requisitos
exagerados que se cumplieron totalmente y que al final fueron objeto de concesión entre las
partes, tanto de los directivos de la empresa, como de los representantes de la Municipalidad.
Lamentablemente, las razones jurídicas, que hubieran bastado para liquidar el problema en el mes
de diciembre de 1997, no fueron suficientes, y obligaron a la empresa a un largo proceso judicial,
que en su aspecto sustantivo, ya ha concluido. Sin embargo, el costo ha sido alto, pues no sólo se
ha demorado la obra con el costo que ello significa, sino que se ha echado innecesariamente lodo
sobre una prestigiada empresa que vino a invertir y no a pelearse con un equipo edil. Sin
embargo, aquí no ha habido únicamente intereses legales, sino también extralegales.
Los intereses en juego han sido múltiples. En primer lugar, los comúnmente llamados "verdes",
que si bien hacen ruido, tienen siempre una magra cosecha, tanto aquí como en Francia. Llevados
por un jacobinismo ecológico, prácticamente han planteado derribar media ciudad de Lima para
poder rescatar los tesoros que nos legó la naturaleza. Me hacen pensar, de continuo, en los
defensores del patrimonio arqueológico de la Nación, de tan triste recuerdo por su accionar durante
la dictadura velasquista, pues veían un robo cada vez que avistaban un huaco.
Es bueno, pues, tener presente el interés ecológico, y hay que mantener nuestras reservas. Pero
sin delirio y sobre todo con consecuencia, entre lo que se dice y lo que se hace. Una rápida visita
por los pantanos de Villa, nos permite detectar que más daño hacen al ambiente las
urbanizaciones, las chancherías, las antenas ahí colocadas y el basural que día a día ahí se
acumula, que una planta de punta como la que instaló Lucchetti.
Veamos algunas de las influencias extralegales, cuales son las consideraciones políticas.
Es indudable que, para quien observe cuidadosamente los trámites seguidos, ellos tenían todas las
trazas de regularidad, y en todo caso, de subsanación. Pero las pullas y los encontronazos
llegaron hasta el final. Lo que se buscaba era satanizar una inversión, sobre todo si era de
determinada nacionalidad y además, cobrar réditos políticos, pues de esta manera se obtenía una
permanente presencia en los medios. La Municipalidad de Lima actuó aquí como si estuviera en
campaña por la reelección, y no contenta con eso, permitió que algunos de sus abogados hicieran
claro uso de determinadas maniobras, que tenían visos de ser un bien montado fraude procesal.
La acción de Lucchetti Perú S.A. en el campo estrictamente judicial, que es el que conocimos de
cerca, fue múltiple y afrontada con sagacidad: aspectos meramente administrativos, aspectos
penales para la defensa de muchos espontáneos que fungían de ecologistas, y algunas acciones
de carácter constitucional, en especial el hábeas data, para permitir un acceso a información y
vídeos casetes que demostrarían irregularidad en las votaciones del Concejo Metropolitano de
Lima: una acción de amparo, y finalmente una acción de cumplimiento para poder completar los
títulos de la planta de construcción.
Frente a este cuadro, lo más prudente hubiera sido continuar con el agotamiento de la vía
administrativa, y luego, en su caso, recurrir a las instancias judiciales. Pero lamentablemente, los
reclamos administrativos no paralizan el accionar del ente público, el que, por lo demás, había
dado a entender que su objetivo era derribar la obra a como dé lugar. Fue así que surgió la idea
de utilizar el Amparo, como proceso expeditivo, rápido, para conjurar la amenaza que se cernía
sobre la propiedad privada y de paso contra la libertad de comercio e industria. Y ella,
conjuntamente con sus medidas cautelares, fue seguida paso a paso y en un tiempo razonable,
alcanzó los fines perseguidos.
Por cierto, lo ideal hubiera sido no utilizar esta vía y ésta no hubiera sido necesaria, si es que la
Municipalidad de Lima no hubiera actuado en forma tan intransigente y con amenazas tan
estridentes.
Por otro lado, el complejo trámite del Amparo, así como las numerosas acciones judiciales que se
interpusieron en forma paralela para detenerlo, demostró que en la actualidad, como fruto de la
reforma judicial de un nuevo Código Procesal Civil, es necesario revisar toda la legislación sobre
las garantías constitucionales, ya que debe precisarse, lo que todos saben, pero que no figura en
ninguna parte que el proceso constitucional está por encima del proceso ordinario, el proceso
común y corriente, y por tanto, en caso de conflicto entre ambos, debe primar el proceso
constitucional frente al proceso común. Que, en otras palabras, es la conclusión evidente que se
desprende de una adecuada jerarquía de fuentes; cual es que la Constitución está por encima de
los Códigos.
El amparo interpuesto por Lucchetti Perú S.A., contra el Concejo Metropolitana de Lima y en donde
logró defenderse los legítimos derechos de aquélla, por encima de matices, detalles y
contratiempos, quedará, sin lugar a dudas, como un caso líder dentro de nuestra vacilante
jurisprudencia constitucional.
Don Alberto Andrade, elegido por el pueblo limeño en 1995, es en mi opinión y en la de muchos, el
mejor Alcalde que ha tenido Lima desde la gestión de don Luis Bedoya Reyes. Eso lo convierte en
el mejor alcalde en treinta años y en uno de los dos mejores de la segunda mitad del siglo. No es
poca cosa. Y en circunstancias particularmente adversas, como la pauperización y tugurización del
centro de Lima, la invasión del comercio ambulatorio, la delincuencia callejera, el caos del
transporte, la falta de recursos económicos y la falta de sintonía con el gobierno central. Hoy
recorrer el centro de la ciudad es un placer, los antiguos claustros han recobrado su esplendor, las
casonas y balcones empiezan a mirar de nuevo la belleza ante sí y son mirados con admiración
por propios y turistas. La Plaza San Martín ya no es un antro de prostitución de ambos sexos, se
abren locales de esparcimiento de buen nivel y la gente empieza a gastar su dinero de nuevo en
reunirse en "el Centro" para beneficio de la ciudad. Quizás hasta volvamos a tener algún día un
Hotel Bolívar, o una Botica Francesa en el Jirón de la Unión. De hecho, ya tenemos hermosos
conciertos en la Plaza de Armas (me resisto a llamarla Plaza Mayor). Y hasta han decidido dejar
tranquilo al Conquistador al lado de su casa. El Alcalde nos promete ahora, y le creemos,
abocarse al tema de la circulación vial y a la construcción de anillos periféricos. Lima será otra
cuando el transporte colectivo sea por fuera y el privado por dentro. Basta inspirarse en los anillos
de Barcelona, recordar lo que era el tránsito en esa ciudad y ver lo que es ahora. ¿Por qué este
Alcalde nuestro empuña la lanza contra una empresa privada, en un caso aislado, con argumentos
que sabe falaces? No lo sé. Malos asesores hay en todas partes. Muchos dicen que el Perú de
hoy anda lleno de rojos que se han vuelto verdes, no por convicción, claro, sino porque por algún
lado hay que satanizar a la empresa privada. Después de todo, el color de la ropa lo dicta la moda.
Sin duda, alguien promovió alguna necesidad económica o política; entonces había que
satisfacerla, y surgió el tema ecológico. La necesidad, al ser satisfecha, redundó en equivocación
política. Soy un convencido de la necesidad de defender la verdadera ecología, la preservación de
la naturaleza, el ecosistema, la flora y la fauna de nuestro país, y de crear y ejecutar un marco legal
que defienda las reservas naturales, los bosques, las vicuñas y los delfines. Sí, es hermoso
sentarse en la soledad de un lago o un monte y escuchar el ruido del silencio, o ver el esbelto
cuello de una garza o una bandada de aves migratorias en busca de mejor clima. Y es maravilloso
tenerlo cerca. Y conversar solo con el viento al compás de los animales de la noche, o un
amanecer en el campo, o un atardecer en una playa de gaviotas. Gracias a los bosques tenemos
el oxígeno que necesitamos en estas ciudades llenas de monóxido de carbono, y si no nos
andamos con cuidado nuestro amigo el Sol (no el de oro sino el otro) aprovechará la falta de ozono
para convertirse en incendiario. ¿Cómo se puede ser humano y no amar la naturaleza? No es
menester arte donde basta la naturaleza, decía Gracián. Pero de allí a apuntar cañones contra una
empresa determinada para impedirle instalarse en un lugar donde no ofrece peligro alguno, sino
todo lo contrario, hay una gran distancia. Allí hay un propósito distinto.
La empresa cumplió, en su momento, con todos los requerimientos legales. Antes de adquirir el
terreno de Chorrillos (frente a y no dentro de los Pantanos de Villa) obtuvo del Municipio el
correspondiente Certificado de Zonificación, según el cual la zona era apta para una industria de
pastas. Luego obtuvo el Certificado de Compatibilidad de Uso, según el cual podía construirse allí
la fábrica. Después se le otorgó la licencia para la construcción del cerco perimétrico y, finalmente,
una licencia provisional para levantar la fábrica. Anteriormente, cumplió con presentar al Municipio
Distrital, de acuerdo con la única norma vigente al respecto en ese momento, el Estudio de Impacto
Ambiental que demostraba que la proyectada planta no era un peligro para los Pantanos de Villa.
Con todo ello en la mano, se empezó la construcción. No quiero opinar aquí sobre los Pantanos.
Son un área protegida, y hay que respetarla como tal, pero no más que tal; no son un área
intangible, y eso pone una diferencia. Están llenos de basurales por dentro y por fuera, antenas de
comunicaciones, construcciones de todo tipo, urbanizaciones que consumen agua del subsuelo y
afectan la napa freática en proporción mayor a la de cualquier industria, chancherías y hasta una
escuela de aeromodelismo con combustible y ruidos no muy amistosos para el ambiente y menos
para las aves; una avenida (o carretera) de gran tráfico (Huaylas) que separa los pantanos de la
zona industrial y, no podía faltar, otras industrias ya existentes en la zona, justamente vecinas a la
de Lucchetti, una de ellas operando con componentes químicos tóxicos. A ninguna de ellas se le
ha pedido que detenga sus actividades. Y si no han violado la ley, pues me parece bien. Lo que
no me parece bien es que se haya pretendido detener la nuestra. Eso es discriminación, y viola el
artículo 2, inciso 2), de la Constitución Política. ¿Por qué el Municipio de Lima la emprendió contra
Lucchetti en medio de todo ese contexto? ¿Y por qué esperó que todos los permisos estuvieran
dados y que la fábrica estuviera en el cuarto piso para descubrir que no podía construirse allí?
Nadie ha respondido eso, por lo menos con seriedad. Sí, los Pantanos de Villa son un área
protegida, pero nada impide construir industrias en zonas protegidas, en ningún país del mundo,
mientras cumplan estrictamente con las normas ambientales, mientras sean de tecnología limpia.
Así ocurre en Suecia, Suiza, Alemania. Cosa distinta son las áreas intangibles. No se puede
comparar los Pantanos de Villa con la reserva de Pacaya-Samiria o con el Manu, en Perú, o con
Temuco, en Chile, como pretendió hacerlo una revista local. No se puede atentar de esa manera
contra la legalidad y, sí, contra la inversión privada nacional y extranjera que tanto el Perú necesita,
en nombre de necesidades políticas y de Dios sabe qué intereses.
Llegaron los Acuerdos de Concejo y las órdenes de paralización de obras. Se nombró a una
Comisión de Regidores para evaluar la situación, prejuzgando que había irregularidades en la
obtención de la licencia, infracción a la zonificación y violación a las normas ambientales. No
obstante, Lucchetti declaró públicamente que se sometía a lo que dispusiese la Comisión
nombrada por el Concejo. Y empezó la investigación. Se solicitó audiencia al Alcalde y al
Presidente de la Comisión. No fueron recibidos los representantes de la empresa, excepción
hecha de una visita de inspección a la planta en construcción, por algunos miembros de la
Comisión. Se presentaron recursos ante el Alcalde. No sólo no fueron respondidos, no se permitió
hacer una sola exposición o presentación oral. El señor Alcalde no tuvo a bien recibir a dichos
representantes una sola vez, violándose de manera flagrante su legítimo derecho a la defensa.
¿Por qué? ¿No se acusaba acaso a la empresa de violar la ley? ¿No había contra Lucchetti un
proceso investigatorio? ¿No se pretendía la demolición de lo construido, que la planta se
"desarmara" y se mudara a otra parte? ¿No estaba en juego un monto ya invertido de casi veinte
millones de dólares? ¿No se basaba todo esto en argumentos legales que podían ser
desvirtuados? ¿No existía una mínima posibilidad de que Lucchetti tuviese la razón? ¿No tenía
Lucchetti derecho a un proceso justo en que las posiciones, ambas, se analizaran con equidad?
¿No era todo esto motivo suficiente para que se les escuchara? Aquí no se trataba ya de tener o
no la razón. Se trataba del derecho a la defensa que la Constitución consagra. Hasta los
criminales cogidos en flagrante delito son escuchados antes de ser sentenciados. ¿Por qué no una
empresa que ha confiado en el Perú y que ha venido a invertir su dinero dando trabajo a varios
cientos de peruanos y a desbrozar el selvático camino de la no inversión en el sector industrial? La
industria en el Perú es, quizás, el sector más castigado; sigue haciendo penitencia por el
proteccionismo de los años cepalianos, sin tenerse, injustamente, en cuenta que, al lado del
proteccionismo, sufrió las cargas más desmesuradas que se pueda concebir, muchas de las cuales
aún subsisten, ya sin el proteccionismo. Ser industrial en este país es más que una aventura, es
un acto de heroísmo. No digo que por ese solo hecho Lucchetti tenga la razón. Digo que tenía
derecho a exponer su razón, a ser escuchada. No lo fue. No fue recibida por la Alcaldía. Quizás
porque el fallo estaba listo antes de iniciar el proceso, quizás porque para satisfacer la necesidad
política había que enseñarles a estos extranjeros que en el Perú se respeta la ley y se aplica a
todos por igual. Aunque para ello hubiera que negar que la habían cumplido.
Con fecha 11 de abril de 1997 el Municipio de Lima aprobó la habilitación provisional, y ello
fue comunicado de inmediato, por escrito, al Municipio de Chorrillos. Sobre esa base, Chorrillos
otorgó una licencia provisional que permitía iniciar las obras, no sólo el movimiento de tierras,
aprobaba inclusive la altura del molino (31 mts.) y la totalidad de los planos que describían los seis
pisos (el sétimo no era tal sino sólo la caja de ascensores). Se daba, pues, cumplimiento al
Reglamento respectivo.
Se ha dicho que la licencia sólo aprobaba cuatro pisos y no seis. No es cierto. Lo que
ocurre es que la liquidación de derechos, que era provisional, se hizo sobre cuatro pisos porque se
estimaba que ese sería el avance hasta la licencia definitiva. Los planos tienen el sello de
"proyecto aprobado" y éste se componía de seis pisos.
Pero en definitiva, lo cierto es que, aun cuando hubiesen habido fallas u omisiones en
algún trámite, que probablemente las hubo como siempre ocurre en estos casos, ello no era
argumento para impedir la construcción de la planta. A lo sumo, podía imponerse una multa y
continuar con los trámites según su estado. Y menos servía para exigir la demolición. Según el
Reglamento, ésta sólo es posible cuando se construye en terreno ajeno, se alteran los planos
aprobados o se viola la zonificación. Como no había ocurrido lo primero ni lo segundo, el Municipio
termina sosteniendo que la zonificación no permite una planta de fideos en ese lugar, simplemente
para darle causa legal a la propuesta de demolición.
2. Que la zonificación sólo permite una industria liviana y la empresa está levantando una
industria pesada.
La zona frente a los pantanos está calificada, según los planos del Municipio, como I-2, es
decir, industria liviana. Según la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU) de las
Naciones Unidas, adoptada por nuestro país, las industrias molineras (léase fideos) están
consideradas como industria liviana. Así lo expresaban, además, los Certificados de Zonificación y
de Compatibilidad de Uso expedidos tiempo antes (1996) por los Municipios de Lima primero y
Chorrillos después. Todas las industrias de fideos del Perú, incluidas las de Lima, sin excepción,
están en zonas I-2 y se consideran industria liviana.
Se dijo que la planta de Lucchetti era pesada por la extensión del terreno (más de 50,000
m2), por la altura del edificio, el volumen de producción y por que "iba a" dedicar parte de su
producción a la exportación. La calificación de una industria como liviana o pesada no depende de
su tamaño o del volumen de producción, sino de su efecto sobre el entorno. No interesa si tiene
dos pisos o veinte. Señalar que cuando se expidió el certificado de zonificación se pensó que se
trataría de una industria artesanal, es sencillamente ridículo. Nadie instala una industria artesanal
en un terreno de más de 50,000 m2 ¿verdad? Pesada es la industria química o siderúrgica o
cementera. La industria de fideos es liviana porque los ingredientes que usa, trigo y agua, no
tienen efecto alguno sobre el entorno y porque sus estructuras son, por su propia naturaleza, de
tipo medio. No se ha explicado por qué esa discusión se centraba en la planta de Lucchetti,
cuando nadie discutía que las de la competencia, algunas de mayores dimensiones y ciertamente
destinadas a la exportación, sí se consideraban livianas y se ubican en zonas I-2. Tal es el caso
de una planta de la competencia, también en construcción, más grande que la de Lucchetti,
ubicada en zona I-2. Como esto sugería una manifiesta discriminación, los abogados del Municipio
derivan hacia el tercer argumento: la diferencia está en que la planta de Lucchetti se ubica en una
zona ecológica, las otras no.
3. Que la fábrica está ubicada en una zona reservada y no se ha cumplido con las normas
ambientales.
En primer lugar, la planta no está en una zona reservada sino frente a ella. En segundo
lugar, se cumplieron todas las normas ambientales vigentes en ese momento y aun después. En
tercer lugar, la zonificación permite la construcción de industrias. Y no se diga que se trata de una
zonificación anacrónica que no cuenta con el respaldo de la actual administración municipal. Esa
zonificación fue ratificada y prorrogada por el actual Concejo según Decreto de Alcaldía Nº 046 de
fecha 19 de mayo de 1997. Y en cuarto lugar, la planta de Lucchetti se está construyendo con
tecnología suiza de última generación, con tecnología denominada "limpia", porque está
especialmente diseñada para la protección del medio ambiente. Es o será la planta de fideos más
moderna del mundo y tendremos el orgullo de tenerla en el Perú. Quien la visite puede apreciar
una limpieza de instalación y diseño que la hace parecer la sala de cuidados intensivos de un
hospital, con todos los equipos necesarios para impedir la dispersión del trigo o la existencia de
polvo. Claro, cuando se habla de una fábrica de pastas uno puede imaginarse molinos y
almacenes del 1800, que los hay en Lima; pero antes de criticar hay que visitar y mirar lo que se
está criticando. Ciertamente no debe permitirse la construcción de cualquier industria en una zona
reservada, o frente a ella, pero no hay razón para objetar una industria especialmente diseñada
para no afectar el ambiente. Por el contrario, harían bien las autoridades en promover la
instalación de ese tipo de industrias, que sirvan de escudo a otras instalaciones y, además, ayuden
a financiar la protección y promoción de la reserva natural.
Sí se cumplió, pues, con las normas ambientales y ninguna razón hay para objetar la construcción
de industrias "limpias" frente a zonas protegidas, como ocurre en todos los países civilizados del
planeta, máxime si las normas de zonificación lo permiten. ¿Por qué entonces tanto ruido y tanto
daño? ¿Por qué tanto ensañamiento? Hasta los representantes de RAMSAR, la autoridad
ambiental internacional, opinaron que esto era, más que otra cosa, un asunto político, y que el
riesgo para los Pantanos de Villa estaba dado por otros factores.
Lo que ocurrió durante el juicio, o mejor dicho los juicios, algunos de los cuales aún siguen, es de
público conocimiento. Una publicidad desmedida que, en mi modesta opinión, nada justificaba, y
que desde luego, perseguía perjudicar a la empresa y a su imagen, y obligarla a rendirse no por la
razón sino por la fuerza de la presión pública. ¿A quién beneficiaba la campaña a través de los
medios, de un asunto que debía mantenerse en la esfera del Poder Judicial? Pero la medida
cautelar se obtuvo y fue confirmada en la Corte Superior. La acción de amparo se ganó y la acción
de cumplimiento, que persigue obtener las autorizaciones municipales (habilitación definitiva,
licencias, recepción de obras, etc.), si es preciso en rebeldía del Municipio, hasta ahora va por el
mismo camino. Mucho se hubiera ahorrado, no sólo en dinero, si el caso hubiera terminado donde
debió terminar: en la sesión de Concejo del 16 de diciembre pasado.
El asunto merece ser tratado ahora con realismo, sobriedad y seriedad. La necesidad política de
hoy, para no redundar en otra equivocación política, es volver a la normalidad. Todo esto fue un
error. Si el objetivo final es proteger los Pantanos, en buena hora, podemos hacerlo todos juntos.
No hay necesidad de erradicar industrias o impedir que se construyan otras, ni cambiar zonificación
alguna, ni aprobar ordenanzas que sólo traerán desconfianza acerca de sus verdaderos propósitos.
Hay que incorporar a las industrias a la línea de defensa de esa reserva. Nada sería mejor que
promover la instalación de nuevas fábricas, con la condición de que califiquen como industria
liviana y se diseñen con tecnología "limpia". El corredor de la avenida Huaylas sería un modelo de
limpieza, arquitectura y arborización. Y algo más, en lugar de que los Pantanos sigan
desapareciendo, no por el terrorífico accionar de industrias inexistentes, sino simplemente por falta
de recursos económicos con los cuales cuidarlos, todas esas nuevas industrias podrían colaborar
en el financiamiento no sólo de su protección, sino también de su promoción turística. Ya es hora
de que, a la empresa privada, se le vea en el Perú como fuente de recursos para la comunidad, en
el mejor sentido, y no como fuente de problemas, abuso o explotación, visión paleolítica que lo
único que ha generado en el Perú y América Latina es atraso, pobreza, subdesarrollo y corrupción.
Esa sería una saludable rectificación, y la capacidad de rectificar es propia de estadistas, producto
dramáticamente escaso en nuestro país. Georges Pompidou, quien como Presidente de Francia
reunió las cualidades de político y estadista, declaró alguna vez que los políticos suelen colocar la
nación a su servicio, mientras que un estadista es un político que se coloca al servicio de la nación.
INTRODUCCION
Haciendo un gran esfuerzo de síntesis, con este artículo buscaremos analizar las más importantes
piezas procesales del proceso de amparo iniciado por Lucchetti Perú S.A., así como las igualmente
difundidas medidas cautelares tramitadas en sede civil, mediante las cuales, la Municipalidad
Metropolitana de Lima pretendió enervar la cosa juzgada obtenida a través del proceso de amparo.
Asimismo, aprovecharemos esta oportunidad para colaborar con la difusión de la ciencia procesal,
desarrollando algunas instituciones como la medida cautelar, la competencia, la cosa juzgada, la
legitimidad en la tutela de intereses difusos, el fraude procesal, intervención de terceros en el
proceso, las formas de abuso con el proceso, etc.
No puedo terminar esta introducción sin dejar de mencionar a todos los miembros del denominado
"Comité Legal de Lucchetti", equipo al cual tuve el honor de pertenecer y que se encontraba
integrado por los siguientes ilustres abogados: Javier Valle Riestra, Domingo García Belaúnde,
Rafael Rosselló de la Puente, Alberto Bustamante Belaúnde, José Carlos Ugaz Sánchez Moreno,
Aníbal Quiroga León, Shoschana Zusman Tinman y Rosa Bueno de Lercari.
ANTECEDENTES
En fin, dada la magnitud del caso, a continuación trataremos de esbozar un esquema del problema
originado por la Municipalidad Metropolitana de Lima.
1. Con fecha 01 de agosto de 1995, Empresas Lucchetti S.A. suscribe un convenio con el
Estado Peruano, comprometiéndose a invertir en su filial peruana, Lucchetti Perú S.A., la suma de
US$ 16'000,000.00 para el desarrollo de un proyecto fabril en el Perú, en un plazo que no debía
exceder al 31 de julio de 1997. De acuerdo a los términos del mencionado contrato, el Estado
Peruano garantizó a ambas empresas -la inversionista extranjera y la receptora nacional- la
estabilidad del régimen jurídico.
10. Asimismo, y a pesar de no haber estado legalmente obligada a ello, Lucchetti Perú solicitó
la aprobación de dicho EIA a la autoridad competente INRENA, aprobación que le fue concedida
mediante Resolución Directoral Nº 001-97-INRENA-DGMAR.
11. En tanto Lucchetti Perú S.A. venía realizando todos los actos necesarios para continuar
con los trámites municipales, la Municipalidad Metropolitana de Lima desató una intensa campaña
publicitaria adversa a la instalación de su planta en la Zona de Influencia de los Pantanos de Villa.
12. En ese contexto, el 02 de octubre de 1997 se publica en el diario oficial "El Peruano" el
Acuerdo de Concejo Nº 111 de la Municipalidad Provincial de Lima, mediante el cual se crea una
comisión especial para analizar los procedimientos administrativos municipales seguidos por
Lucchetti Perú S.A. referidos en los numerales anteriores, para que a su vez, dicha comisión emita
una opinión y sugiera las medidas correctivas necesarias, toda vez que el Concejo percibía
supuestas anomalías, sobre todo en los temas siguientes:
- Zonificación.
- Licencia de construcción.
14. Con fecha 16 de diciembre de 1997 (casi dos meses y medio después de conformada la
Comisión Especial) el Concejo sometió a votación las alternativas de solución a las situaciones
presuntamente irregulares planteadas mediante el Acuerdo Nº 111. Así, efectuadas las
sustentaciones del caso, y realizada la votación correspondiente, el pleno del Concejo acordó
aprobar la propuesta formulada por el Sr. Regidor Ruiz de Somocurcio (Regidor perteneciente a la
bancada del Sr. Alcalde de Lima, Dr. Alberto Andrade Carmona), la misma que involucraba la
regularización de los trámites administrativos de Lucchetti Perú S.A. -a las que hubiera lugar- y el
cumplimiento de ciertas condiciones técnicas previstas en el EIA elaborado por SGS. Dicha
decisión consta como Acuerdo de Concejo Nº 146.
La aprobación de tal propuesta se dio por amplia mayoría, representada por 24 votos a favor y 12
votos en contra, reservándose la aprobación del acta correspondiente para la sesión siguiente,
conforme a lo establecido en el Reglamento Interior del Concejo Metropolitano de Lima.
15. No obstante la amplia mayoría con la que fue adoptado el acuerdo de normalizar los
trámites administrativos de Lucchetti Perú S.A., de la manera más extraña (sólo tres días después),
con fecha 19 de diciembre de 1997, el Concejo Metropolitano de Lima decidió admitir a debate una
reconsideración formulada por uno de los regidores contrarios al proyecto industrial de Lucchetti
Perú S.A.; ello, pese a que el acta que contenía el acuerdo adoptado el 16 de diciembre de 1997
recién fue aprobada el mismo 19 de diciembre, contrariando lo dispuesto en el Reglamento Interior
del Concejo Metropolitano, en cuanto establece el trámite específico (plazos y formas) en que debe
ser formulada la reconsideración de acuerdos.
Más aún, debe tenerse en cuenta que además de la irregularidad reseñada en el párrafo
precedente, la admisión a debate de la citada reconsideración ni siquiera contó con la mayoría
calificada requerida por ley, lo cual, de por sí, constituye una abierta violación a los derechos de
Lucchetti Perú S.A.
16. Para terminar con el círculo de arbitrariedades, con fecha 2 de enero de 1998 Lucchetti
Perú S.A. fue notificada del Acuerdo Nº 01-98 de la Comisión Técnica Provincial de la
Municipalidad Metropolitana de Lima emitido en la misma fecha (y publicado en el diario oficial "El
Peruano" el día 3 de enero de 1998), mediante el cual, el referido órgano decidió lo siguiente:
a) Declarar nulas las licencias de construcción y cualesquiera otra autorización administrativa
que hayan sido otorgadas a Lucchetti Perú S.A. con relación a la edificación de su planta industrial
en el Distrito de Chorrillos.
b) Declarar improcedente la ubicación del proyecto industrial de Lucchetti Perú S.A. en los
terrenos ubicados dentro de la denominada zona de influencia de los Pantanos de Villa, "...por no
ajustarse a los niveles operacionales de Industria liviana (I-2), correspondiendo a una zona de Gran
Industria (I-3)...".
Como cuestión previa, cabe resaltar que los acuerdos antes referidos carecen de validez jurídica,
toda vez que a la fecha de su dación, ya había prescrito la facultad de la Comisión Técnica
Provincial para declarar la nulidad de los actos administrativos.
En atención a lo antes señalado, nos permitimos efectuar algunas precisiones sobre los temas que,
según los Acuerdos de Concejo anteriormente mencionados, han motivado la investigación e
intervención por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Conforme se ha indicado en los antecedentes del caso, sólo después de comprobar que el terreno
que le interesaba resultaba compatible con la actividad que iba a realizar, Lucchetti Perú S.A.
procedió a su adquisición; la misma que, en consecuencia, tiene el sustento de un acto
administrativo plenamente válido, otorgado bajo el amparo de las normas vigentes en materia de
zonificación.
Mucho se ha hablado acerca de los conceptos "industria liviana" y "gran industria o industria
pesada", sosteniéndose -con escasa razón- que la diferencia entre uno u otro se encuentra
exclusivamente determinada por la magnitud de la industria o, dicho en otras palabras, por el
tamaño de las instalaciones de la fábrica. Lamentable error.
1.1 La zonificación industrial comprende una escala que abarca desde I-1 hasta I-4 y, tanto el
Indice para la Ubicación de Actividades Urbanas como el Cuadro de Niveles Operacionales para
fines Industriales se encuentran contenidos en el Anexo 1 del Reglamento Nacional de
Construcciones.
"Moliendas y pastos y forrajes; granos y sus derivados para obtención de harinas, granos
quebrados que se emplean como alimentos secos".
1.2 El uso del suelo debe sujetarse obligatoriamente al Cuadro de Niveles Operacionales,
siendo que la clasificación antes citada ("Productos de Molinería") tiene ubicación conforme en
zonas calificadas entre los índices I-3, I-2 y I-1.
Dentro de la denominada zonificación industrial se diferencia a la Zona de Gran Industria o
Industria Pesada (cuya denominación es I-3) de la Zona Industrial Liviana (I-2), estableciéndose
como elemento sustancial de distinción entre ambas, que la primera abarca a las industrias
molestas y peligrosas (léase contaminantes), en tanto la segunda se caracteriza por abarcar a la
industria que no es molesta ni peligrosa.
Si esto es así, ¿entonces cómo se determina si una industria no es molesta ni peligrosa?. Veamos:
1.2.1 Los ruidos permitidos en zonificación I-2 (industrial liviana) pueden alcanzar hasta 90
decibeles, siendo que en el caso particular de la planta Lucchetti Perú S.A., ésta sólo produce
ruidos de hasta 50 decibeles(3) , es decir, 40 decibeles por debajo de lo permitido.
1.2.2 Otra de las características de la zonificación I-2 es el empleo de insumos que no resulten
peligrosos para la salud o el medio ambiente. En el caso de la planta Lucchetti Perú S.A., ningún
cuestionamiento ha podido hacerse respecto del inofensivo contenido del producto final: sólo trigo y
agua.
1.2.3 Respecto de los niveles de vibración permitidos, debe precisarse que Lucchetti Perú S.A. ha
invertido en tecnología de punta que permite que éstos hayan sido reducidos al máximo, para de
esta manera no alterar el estado natural del medio ambiente. Tan es así, que el fabricante suizo de
los equipos instalados en la planta industrial de Lucchetti Perú S.A. (marca "Bülher") ostenta los
Certificados Internacionales de ISO 9,000 e ISO 14,000. Es decir, la maquinaria adquirida por
Lucchetti Perú S.A. es especial para industrias amigables o compatibles con el medio ambiente.
1.3 Sobre la base de lo anteriormente indicado, queda claro que la planta industrial de
LUCCHETTI no es una industria molesta ni peligrosa, y por ende, se adecua perfectamente a la
zona industrial liviana (I-2).
Sobre este tema, podríamos concluir haciéndonos las siguientes preguntas: ¿Por qué la
Municipalidad Metropolitana de Lima ha calificado a todas las demás industrias nacionales de
pastas y fideos como I-2 (industria ligera) y a Lucchetti Perú S.A. como industria pesada (I-3)?, ¿En
qué radica la diferencia, tratándose de industrias del mismo tipo?
Cabe señalar que según lo dispuesto por el mencionado reglamento, las entidades que intervienen
en el otorgamiento de las licencias de construcción serán las Municipalidades Provinciales y
Distritales, encontrándose dentro de las funciones de las Municipalidades Provinciales, el normar el
proceso de otorgamiento de las licencias de construcción en el ámbito provincial. Sin embargo, son
las Municipalidades Distritales -en nuestro caso, la Municipalidad de Chorrillos-, quienes ejercen
permanente control de la inalterabilidad de los planos y los usos aprobados para las construcciones
que se ejecuten en el ámbito de su jurisdicción, y mantener permanente coordinación con las
Municipalidades Provinciales en los asuntos relacionados con el Reglamento en mención.
- La segunda de ellas, la cual nos fue otorgada, supone obtener la licencia de construcción
provisional por espacio de 30 días calendario antes de la aprobación del anteproyecto. Con la
presentación del expediente se declarará que la obra a efectuarse cumple con los requisitos
mínimos arquitectónicos y de zonificación, y que los proyectos de ingeniería cumplen con las
normas reglamentarias.
La misma norma señala -en el cuarto párrafo del artículo 20º- que el interesado, al vencimiento de
la licencia provisional comunicará a la municipalidad correspondiente que su licencia provisional se
ha convertido en definitiva, no pudiendo paralizarse la obra por ningún motivo, excepto por "...no
sujetarse en la construcción a los planos presentados que expresa o tácitamente hayan quedado
aprobados".
En tal escenario, citaremos los trámites seguidos por Lucchetti Perú S.A. para obtener su licencia
de construcción definitiva, al amparo del D.S. 025-94-MTC:
Cabe señalar que a tal fecha ya se había presentado el anteproyecto de la obra para la aprobación
correspondiente, el mismo que fue aprobado el 22 de mayo de 1997. Asimismo, mediante Acuerdo
Nº 07, tomado en Sesión Nº 13-97 de la Comisión de Habilitaciones Urbanas, la Municipalidad
Metropolitana de Lima aprobó los estudios preliminares de habilitación urbana, decisión que fue
puesta en conocimiento de la Municipalidad Distrital de Chorrillos el 17 de abril de 1997 por la
propia autoridad metropolitana. Como es por todos sabido, los actos administrativos surten efectos
desde el día siguiente de su notificación y/o publicación; razón por la cual, dicha aprobación fue
válida y vinculante para la Municipalidad Metropolitana de Lima a partir del 17 de abril de 1997,
pese a que su publicación en el diario oficial ocurrió tiempo después.
Por lo anterior, y en concordancia con lo dispuesto por el literal II.XII-3.11 del Capítulo XII del Título
II del citado Reglamento, es factible la construcción simultánea de la edificación destinada a la
industria con la licencia de construcción correspondiente, siempre que el propietario se
comprometa, bajo firma legalizada, que no pondrá en funcionamiento la fábrica hasta que las obras
de habilitación aprobadas no hayan sido totalmente concluidas, aplicándose en caso contrario, las
sanciones correspondientes. El permiso de construcción simultánea fue debidamente solicitado por
Lucchetti Perú S.A.
2.4 Al cumplirse el plazo por el cual fue otorgada la licencia provisional, habiéndose cumplido
con obtener la aprobación de los planos respectivos y encontrándose lo construido conforme a los
planos aprobados, es de aplicación lo dispuesto en el cuarto párrafo del artículo 20º del Decreto
Supremo Nº 025-94-TCC, en lo que se refiere a la obtención definitiva de la licencia de
construcción (ver numeral 2).
Con relación a la exigencia prevista por el Decreto de Alcaldía 413-93-MDCH, con fecha 5
de diciembre de 1996, Lucchetti Perú S.A. cumplió con presentar a la Municipalidad de Chorrillos
un EIA elaborado por la firma ECOFISH, requerido como requisito previo al otorgamiento de
cualquier permiso municipal. Sobre este punto nos referiremos con más detalle en el numeral
siguiente.
Sobre este punto, debemos manifestar de modo preliminar que, si bien el Código del Medio
Ambiente (Decreto Legislativo Nº 613), señalaba en su artículo 8º que los EIA "deberán ser
aprobados por la Autoridad Competente", esta norma se encuentra expresamente derogada por la
Primera Disposición Final del Decreto Legislativo 757, Ley Marco para el Crecimiento de la
Inversión Privada (en adelante Ley Marco).
La norma ambiental derogada antes citada ha sido sustituida por el Artículo 51º de la Ley Marco
que establece la necesidad de que se adjunten EIA previos al desarrollo de determinadas
actividades, los mismos que deberán ser presentados ante la autoridad competente para el
registro correspondiente, sin señalar que los mismos requieren aprobación o pronunciamiento
previo de autoridad alguna.
La autoridad competente en este caso es el Instituto Nacional de Recursos Naturales (en adelante
INRENA) por ser los Pantanos de Villa un recurso natural protegido y ser la actividad desarrollada
por la empresa Lucchetti Perú S.A. una sometida al ámbito administrativo de agricultura(5) . En
efecto, el Decreto Ley 25902 "Ley Orgánica de INRENA" y el artículo 19 del Decreto Supremo 055-
92-AG establecen que INRENA es el organismo competente para la conservación de los recursos
naturales, así como para evaluar el impacto ambiental de los programas y proyectos del sector
agrario.
El proceso de adecuación a la Ley Marco seguido por INRENA tiene lógica dentro del proceso de
simplificación y racionalización de las entidades estatales seguidas por este Gobierno y encuentra
su antecedente más próximo en el caso de la Comisión de Normas Técnicas de INDECOPI, la cual
ha delegado a determinadas empresas registradas ante ella, la tarea de emitir certificados de
calidad, los cuales no requieren de aprobación posterior, por haber sido emitidos en atención a las
facultades habilitantes otorgadas por un órgano estatal.
Tan cierto es, que a la fecha de realización de los trámites de Lucchetti Perú S.A. no existía
disposición legal vigente que obligue a los administrados a solicitar la aprobación de INRENA de
los EIA elaborados por las empresas públicas habilitadas por dicho organismo a tal efecto, que
recién el 18 de mayo del presente año se incluyó en el TUPA del INRENA el respectivo trámite de
aprobación(6) . Así pues, Lucchetti Perú S.A. cumplió con el requisito previo exigido, tanto por la
Ley Marco como por el Decreto de Alcaldía 413-93-MDCH como lo demostraremos a continuación.
3.2 Dentro de los trámites desarrollados ante la Municipalidad Metropolitana de Lima, ésta
indicó a Lucchetti Perú S.A. que el EIA preparado por SGS "debía ser aprobado por el INRENA",
como requisito para obtener la aprobación de los estudios definitivos de habilitación urbana. Como
señalamos anteriormente, dicho trámite no estaba contemplado en ninguna de las disposiciones
que regulan al INRENA y menos aún, establecido como requisito en las normas municipales que
regulan el procedimiento de aprobación de habilitación urbana definitiva. Es decir, la Municipalidad
Metropolitana de Lima, pretendió crear requisitos ad hoc, sólo para Lucchetti Perú S.A.
Es del caso señalar que la Ley Marco, norma que otorga el marco de seguridad jurídica en materia
de inversión en el Perú, señala que el Texto Unico de Procedimientos Administrativos (TUPA) es el
documento unificado de cada entidad de la administración pública que contiene toda la información
relativa a la tramitación de los procedimientos administrativos que se realicen ante sus distintas
dependencias y que solamente podrá exigirse a los particulares el cumplimiento de los
procedimientos administrativos tal y como constan en el TUPA.
3.3 Pese a ello, la empresa presentó el segundo EIA -es decir, el elaborado por SGS- ante
INRENA, entidad que mediante oficio de fecha 29 de agosto de 1997 aprobó dicho estudio. Sin
embargo, por ausencia de una normatividad clara sobre este particular, la aprobación referida fue
dejada sin efecto bajo el argumento de que se requería una resolución jefatural para formalizar
dicha aprobación, la misma que posteriormente se materializó en forma de Resolución Directoral
Nº 001-97-INRENA-DGMAR.
No quisiéramos dejar de mencionar la disposición contenida en el artículo 94º del Código del Medio
Ambiente que establece que se requerirá la opinión favorable previa de la autoridad competente
para realizar proyectos en zonas naturales protegidas. Esta disposición está en directa
concordancia con el artículo 8º de dicho código que, como señaláramos anteriormente, ha quedado
derogado expresamente. Tan es así, que las autoridades involucradas en este tema, e inclusive los
especialistas en materia ambiental, equiparan dichos requisitos, señalando que el incumplimiento
de dicho artículo (94º del Código del Medio Ambiente) por parte de Lucchetti Perú S.A. se ha
verificado al no haberse obtenido la aprobación previa del EIA por parte de la autoridad
competente, tema sobre el cual ya hemos señalado nuestra opinión.
3.4 Finalmente, quisiéramos señalar que el único órgano competente para aprobar el EIA del
proyecto fabril de Lucchetti Perú S.A. es INRENA, al ser el órgano competente en materia de
recursos naturales y de proyectos de agricultura.
En efecto, pese a la existencia del D.S. Nº 019-97-ITINCI, que obliga a las empresas que
desarrollan actividades manufactureras a presentar EIA o DIA (Declaraciones de Impacto
Ambiental) antes de iniciar actividades al Ministerio de Industria, Turismo, Integración y
Negociaciones Comerciales Internacionales para su respectiva aprobación, esta obligación no es
exigible a Lucchetti Perú S.A. La no exigibilidad se refiere única y exclusivamente al órgano
competente para aprobar el EIA o DIA, dado que por D.S. Nº 068-82-ITI-IND el propio Sector
Industrias ha delegado la competencia administrativa de la actividad manufacturera de elaboración
de pastas y fideos al Ministerio de Agricultura, quien tiene su propia normativa sobre el particular.
4.1 De conformidad con lo dispuesto en el artículo 11° inciso 1 de la Ley Nº 23853 ("Ley
Orgánica de Municipalidades"), las Municipalidades Provinciales son competentes para, entre otras
cosas, regular o pronunciarse en materia de zonificación y urbanismo; tema que, obviamente, no
involucra la regulación en materia de medio ambiente.
4.2 Asimismo, según lo establecido en el artículo 65° inciso 3 de la misma ley, las funciones de
las Municipalidades en materia de acondicionamiento territorial, vivienda y seguridad colectiva son:
"...Velar por la conservación de la flora y fauna locales y promover ante las entidades respectivas
las acciones necesarias para el desarrollo, aprovechamiento racional y recuperación de los
recursos naturales ubicados en el territorio de su jurisdicción...".
Si existen "entidades respectivas" para promover las "acciones necesarias", las municipalidades no
pueden arrogarse las facultades que corresponden a éstas, sino que cualquier acción de dicha
naturaleza deberá ser canalizada a través de la autoridad competente.
Lejos de pretender legislar en materia de medio ambiente, una correcta acción municipal debió
estar orientada a dirigir una solicitud concreta a la autoridad competente, sea amparada en un
Acuerdo de Concejo o en cualquier otro acto municipal emitido con la misma finalidad.
4.3 En ese contexto, al pretender crear una "Zona de Reglamentación Especial" (Acuerdo de
Concejo Nº 126), la Municipalidad Metropolitana de Lima se excedió largamente en sus
atribuciones.
"...decisiones específicas sobre cualquier asunto de interés público, vecinal o institucional que
expresan la opinión de la Municipalidad, su voluntad de practicar un determinado acto o de
sujetarse a una conducta o norma institucional".
Así las cosas, puede entenderse con claridad que por imperio de la propia ley que regula
el accionar de las autoridades municipalidades, a la parte resolutiva de un acuerdo de concejo no
puede otorgársele la calidad de mandato, justamente porque sólo se trata de una opinión.
Ahora bien, sin que ello signifique dejar de reconocer las facultades que la ley otorga a las
autoridades municipales para actuar en salvaguarda de los intereses comunales, resulta
especialmente necesario verificar si en el caso particular de Lucchetti Perú S.A., los acuerdos
adoptados se ajustan al marco legal correspondiente, a efecto de determinar con precisión si el
Concejo Metropolitano de Lima ha actuado dentro de sus atribuciones, al emitir órdenes dirigidas a
las autoridades que tienen a su cargo el otorgamiento de los permisos respectivos y al establecer
"zonas de reglamentación especial".
5.1 Acuerdo de Concejo Nº 111.- Conforme a lo señalado en los antecedentes del caso (punto
12), el 02 de octubre de 1997 se publicó en el diario oficial "El Peruano" el Acuerdo de Concejo Nº
111 de la Municipalidad Metropolitana de Lima, mediante el cual, además de crear una comisión
especial para analizar los procedimientos administrativos municipales seguidos por Lucchetti Perú
S.A., se declaró que era "...conveniente y necesario, se proceda a disponer a la brevedad y bajo
responsabilidad, la inmediata paralización de las obras de construcción de la Planta Lucchetti Perú
S.A."
5.2 Acuerdos de Concejo números 123 y 132.- El 28 de octubre de 1997 (ya paralizadas las
obras de la planta industrial de Lucchetti Perú S.A.), se publicó en el diario oficial "El Peruano" el
Acuerdo Nº 123, en el cual, el Concejo Metropolitano de Lima "hizo suyas" las recomendaciones de
la Comisión Especial creada mediante el Acuerdo de Concejo Nº 111, referidas a la conveniencia
de ordenar la paralización de las obras de construcción de la planta industrial de Lucchetti Perú
S.A.
Sobre estos Acuerdos de Concejo debemos indicar que ambos se ciñen a su finalidad de expresar
la opinión de la municipalidad, siendo oportuno aclarar que si bien el 132 se refiere a "precisión de
disposiciones", éstas deben ser entendidas sólo como contenido del acuerdo, y no como órdenes o
mandatos, atendiendo a la ya indicada naturaleza de dicho pronunciamiento municipal.
5.3 Acuerdo de Concejo Nº 126.- Mediante Acuerdo de Concejo Nº 126 publicado en el diario
oficial "El Peruano" el 7 de noviembre de 1997, la Municipalidad Metropolitana de Lima establece la
"Zona de Reglamentación Especial Pantanos de Villa", disponiendo, además, la suspensión de
todos los procedimientos administrativos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción,
licencias de funcionamiento de establecimientos y demás actos administrativos de naturaleza
municipal, cualquiera que fuera su estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para
desarrollarse en la citada zona.
Respecto de dicho pronunciamiento, sólo nos queda reiterar lo ya indicado en puntos anteriores, en
el sentido que resulta un exceso que transgrede en forma evidente el ámbito de competencia de la
Municipalidad Metropolitana de Lima (legislación en materia ambiental) y la naturaleza misma de
los acuerdos de concejo, esto último, por contener declaraciones dispositivas y ejecutivas.
5.4 Acuerdos de Concejo emitidos el 16 y el 19 de diciembre de 1997.- Ya hemos referido que
luego de más de dos meses y medio de constituida la Comisión Especial del Concejo Metropolitano
de Lima (Acuerdo de Concejo Nº 111), destinada a -entre otras cosas- revisar los trámites
administrativos llevados a cabo por Lucchetti Perú S.A.; mediante Acuerdo adoptado en la Sesión
del 16 de diciembre de 1997 el Concejo Metropolitano de Lima decidió la continuación y
regularización de los trámites administrativos de Lucchetti Perú S.A. para, luego de la imposición
de las sanciones pecuniarias a que hubiera lugar (multas), y el cumplimiento de determinados
requisitos técnicos, permitir la culminación de las obras y la puesta en funcionamiento de la planta
industrial.
Dicho acuerdo -que consta como Acuerdo de Concejo Nº 146- fue adoptado por una amplia
mayoría de los miembros hábiles del Concejo (24 a 12), quedando así registrada la votación para
la aprobación del acta en la sesión inmediata siguiente.
Para entender bien el tema, el trámite de aprobación de las actas de las Sesiones de Concejo y
reconsideración de acuerdos es el siguiente:
Artículo 26°.- Las actas de las sesiones del Concejo se aprueban en la sesión inmediata
(siguiente), procediéndose a su lectura ante el pleno. Sin perjuicio de ello, la lectura del acta de la
sesión anterior puede ser obviada cuando así lo acuerde el Concejo.
Luego de la lectura del acta -o dispensada ésta- los Regidores pueden formular las observaciones
que estimen convenientes.
Así, en caso de no formularse observaciones, o con las que se formulen (que quedarán
consignadas en el acta de la sesión en las que se producen y no en la que es materia de
observación), el acta es aprobada.
Las Ordenanzas, Edictos y Acuerdos pueden ser objeto de reconsideración, para lo cual, ésta
deberá ser pedida mediante escrito por cualquiera de sus miembros en la sesión inmediata
(siguiente) a la que corresponda la aprobación de la disposición que se reconsidera (artículo 64°
del Reglamento Interior del Concejo Metropolitano de Lima).
Siendo esto así, para que se formule una reconsideración respecto de un Acuerdo de Concejo, era
imprescindible que éste conste como disposición ya aprobada, siendo requisito adicional, que la
citada impugnación sea presentada EN LA SESION SIGUIENTE A LA DE LA APROBACIÓN DEL
ACUERDO.
Pese a ello, en el caso que nos ocupa, la reconsideración del Acuerdo de Concejo Nº 146 del 16
de diciembre de 1997 (acuerdo por medio del cual se permite a Lucchetti Perú S.A. continuar con
sus trámites) fue presentada y votada en la misma sesión en que debió aprobarse el acta que lo
contiene, transgrediéndose en forma flagrante la disposición contenida en el artículo 64° del
Reglamento Interior del propio Concejo Metropolitano de Lima.
De otro lado, para que se admita a debate la reconsideración de un acuerdo, se requiere mayoría
del número legal de miembros del Concejo (Artículo 65° del Reglamento Interior del Concejo
Metropolitano de Lima).
Siendo esto así, y no refiriéndose la norma a "miembros hábiles", sino a "número legal" de
miembros del Concejo (el establecido por la ley), una reconsideración sólo podía ser admitida a
debate con el voto de por lo menos 21 miembros del Concejo(8) .
En consecuencia, siendo 40 el número legal de miembros del Concejo, para que una
reconsideración sea admitida a debate necesita el voto aprobatorio de por lo menos 21 miembros,
situación que no se cumplió en la sesión del 19 de diciembre de 1997.
Una primera causa de ilegalidad en la admisión a debate de las reconsideraciones formuladas está
constituida por la ya acotada transgresión del artículo 64° del Reglamento Interior del Concejo
Metropolitano de Lima, según el cual, la reconsideración sólo podía ser presentada en la sesión
siguiente a la de aprobación del acta que contiene el acuerdo a ser impugnado.
Sin embargo, la causa más saltante de ilegalidad la constituye la forma en que se llevó y registró la
votación obtenida.
Así, pese a los enérgicos pedidos de algunos regidores de que se pase a votación nominal(9) , se
dio por cerrado el tema de las reconsideraciones, admitiéndolas a debate.
Resumiendo esta arbitrariedad, podemos decir que el 16 de diciembre de 1997 el Concejo por
amplia mayoría decidió permitir que Lucchetti Perú S.A. continúe con su proyecto fabril, con lo cual,
cualquiera hubiera pensado que aquí terminó el problema. Lamentablemente, el señor Alcalde de
Lima prescindiendo de todas las normas antes citadas, presentó un "recurso de reconsideración"
en contra del Acuerdo adoptado el 16 de diciembre de 1997, para que tres días después, en una
fatídica sesión de Concejo, se admitiera a debate dicho recurso.
Dicha irregular actividad, trajo como consecuencia al Acuerdo Nº 01-98 emitido por la Comisión
Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
- Jamás constituyeron mandatos de obligatorio cumplimiento para Lucchetti Perú S.A., por
no contener disposición expresa dirigida en contra de aquélla. Sin embargo, dichos acuerdos de
concejo, lejos de expresar opiniones o decisiones de la Municipalidad, más bien establecieron
medidas ejecutivas de carácter normativo (propias de una resolución de alcaldía o una ordenanza),
entre las cuales se cuentan el establecimiento de una "zona de reglamentación especial" y la
"suspensión de los procedimientos administrativos", no sólo en el ámbito metropolitano (que es la
competencia del emisor del acuerdo) sino también en el ámbito distrital.
En fin, estos son los hechos que obligaron a Lucchetti Perú S.A. a recurrir ante el Organo
Jurisdiccional. Nótese que la empresa, pese a lo arbitrario de la paralización de las obras del
proyecto fabril, esperó pacientemente durante los meses de setiembre, octubre, noviembre y
diciembre de 1997 a que la Municipalidad Metropolitana de Lima se pronunciara sobre los
cuestionamientos.
Para no convertir el presente trabajo en algo tedioso para el amigo lector (que de por sí, ya lo es),
en primer lugar vamos a resumir las pretensiones invocadas por Lucchetti Perú S.A. en su
Demanda de Amparo, para luego mencionar los principales puntos de contradicción formulados por
la Municipalidad Metropolitana de Lima en su escrito de contestación a la demanda. Veamos pues:
"Que se muden a otro lado y demuelan por sus propios medios la planta, debido a que se
han equivocado. Ese es mi pensamiento como Alcalde".
- La inaplicación, para el caso concreto de Lucchetti Perú S.A., del artículo 4º del Acuerdo de
Concejo Nº 126, el mismo que dispuso lo siguiente:
Como se puede apreciar claramente, a pesar de tener una forma general, tal disposición
estaba destinada única y exclusivamente a Lucchetti Perú S.A.
- La inaplicación al caso concreto de los efectos del Oficio Nº 1711-MLM-DMDU, por medio
del cual la Municipalidad Metropolitana de Lima dispuso la paralización de las obras de
construcción del proyecto fabril de Lucchetti Perú S.A.
- Derecho a la propiedad.
libre competencia.
1. Derecho a la Propiedad.- El artículo 70º de la Constitución Política del Estado dispone que
el derecho de propiedad es inviolable. El Estado tiene el deber de garantizarlo a través del órgano
jurisdiccional en caso de amenaza. Por ello, la defensa del derecho de propiedad no es una mera
invocación de carácter abstracto, sino una realidad que en nuestro país hay que defender casi a
diario.
Por eso, "la cuestión no es proteger a los propietarios, considerados como clase social, sino
proteger los derechos de propiedad. Que tales derechos sean fácilmente identificables y
verificables; que no estén sujetos a excesivas incertidumbres jurídicas; que sean objeto de una
delimitación lo suficientemente precisa para que puedan ser protegidos eficazmente contra las
intromisiones de otros. Además, es absolutamente esencial que la justicia, cuando interviene como
árbitro en los conflictos, sea lo suficientemente fiable y previsible. Sólo si estas condiciones se
cumplen, si disponemos de normas de propiedad suficientemente fiables, estables y ciertas, el
régimen de propiedad podrá aportar los beneficios que le justifican ante la sociedad. Cualquier tipo
de evolución que vaya en sentido inverso, y que dé lugar a costos de transacción importantes,
puede llegar a arruinar ese edificio jurídico y económico que nos ha permitido salir del
estancamiento secular que caracteriza la vida cotidiana de nuestros no tan lejanos
antepasados"(10) .
Conforme a lo citado, y como veremos más adelante, nuestras normas constitucionales referidas al
derecho de propiedad son lo suficientemente confiables como para que el órgano jurisdiccional
pueda apreciar a primera vista si se está frente a una violación del derecho antes citado o, si más
bien, estamos frente a la invocación de un espejismo jurídico.
Pues bien, Lucchetti Perú S.A. denuncia los siguientes actos como violatorios de su derecho de
propiedad:
1.1 Amenaza inminente de demolición de lo construido en el proyecto fabril. Esta amenaza fue
formulada por el señor Alcalde de Lima, Dr. Alberto Andrade Carmona y se materializó con las
siguientes declaraciones:
"Que se muden a otro lado y demuelan por sus propios medios la planta, debido a que se han
equivocado. Ese es mi pensamiento como Alcalde".
De igual modo, con dichos actos violatorios se afectaba el compromiso de inversión de Lucchetti
Perú S.A. con el Estado; compromiso contenido en los Contratos de Estabilidad Jurídica. Ahora
bien, el amigo lector se preguntará, ¿y qué tienen que ver los contratos celebrados con el Estado y
el derecho de propiedad? La respuesta es muy sencilla: dichos contratos se encuentran
incorporados dentro del dominio o propiedad de Lucchetti Perú S.A.
En efecto, "La acepción constitucional del vocablo 'propiedad' no se refiere sólo al dominio de las
cosas materiales, sino también a todos los intereses que un hombre puede poseer fuera de sí
mismo, fuera de su vida y de su libertad"(11) . En tal sentido, debemos entender que todos
aquellos bienes materiales o inmateriales que ingresan a nuestra esfera de dominio se encuentran
amparados por el derecho de propiedad.
Ahora bien, ¿cómo enlazamos la protección de los contratos con el derecho de propiedad? Para
ello, recurriremos nuevamente a Henri Lepage quien con mucha claridad nos enseña que: "Lo que
entendemos por libertad contractual se descompone, de hecho, en dos elementos: de una parte, el
derecho que se reconoce a la persona de delegar en otros, según unas cláusulas acordadas en
común, el ejercicio temporal de ciertas prerrogativas personales unidas a su posesión legítima (por
ejemplo, el control de su fuerza de trabajo personal); y de otro lado, la protección jurídica de lo que
se denomina 'la ley de las partes' - es decir, el reconocimiento legal de que los términos de un
contrato libremente firmado obligan no solamente a las partes firmantes, sino igualmente al juez
que puede ser llamado a intervenir en caso de conflicto -. Se olvida con frecuencia que esta
concepción del derecho contractual es una invención relativamente reciente; hasta el siglo XVIII no
se extiende por Inglaterra y no aparece verdaderamente en Francia hasta el Código Civil de
1804"(12) (el resaltado es nuestro).
El mismo autor, en lo que respecta a este tema, concluye de la siguiente manera: "La propiedad
privada es, pues, una institución que no ha sido inventada por nadie en un momento dado. El
régimen de la propiedad privada es producto de un largo proceso de evolución secular, en el curso
del cual los hombres -en su lucha contra la escasez- han ido descubriendo progresivamente los
instrumentos culturales, económicos y jurídicos más eficaces para resolver sus problemas de vida
y de supervivencia"(13) .
2. Derecho a la Igualdad ante la Ley.- Como bien lo dice Francisco Eguiguren Praeli, el tema
de la igualdad desde una perspectiva constitucional debe ser analizado en base a una doble
dimensión: "De un lado, como un principio rector de todo el ordenamiento jurídico del estado
democrático de derecho, siendo un valor fundamental y una regla básica que éste debe garantizar
y preservar. Y, de otro lado, como un derecho constitucional subjetivo, individualmente exigible,
que confiere a toda persona el derecho a ser tratado con igualdad ante la ley y de no ser objeto de
forma alguna de discriminación"(14) .
Aclarados los principios rectores del derecho a la igualdad ante la ley, podemos decir que en el
caso de Lucchetti Perú S.A., la Municipalidad Metropolitana de Lima ha dado un tratamiento
desigual entre iguales. Nos explicamos.
2.2 Además de ello, debemos agregar que en la Cláusula Quinta del Contrato de Estabilidad
Jurídica celebrado entre Lucchetti y el Estado Peruano, se prohíbe cualquier tipo de discriminación
por parte del Estado, Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales (Municipios).
- Porque la doctrina más autorizada se pronuncia por considerar que las finalidades
concretas de la acción estatal, no dan lugar a derechos judicialmente exigibles (...)(17) .
En primer lugar, debemos decir que tal afirmación está totalmente divorciada de nuestra realidad,
porque la garantía a la libertad de empresa, comercio e industria, así como el velar por la libre
competencia no son preceptos que el Estado debe observar en un futuro lejano y sólo cuando
determinadas condiciones económicas y sociales se presenten. Admitir tal tesis implicaría
desconocer el actual régimen económico de mercado contemplado en la Constitución y la realidad
que todos los que residimos en el Perú palpamos. Con relación a este último punto, para demostrar
que no nos encontramos frente a normas constitucionales de carácter programático, podemos decir
que existe el INDECOPI, y que dicha institución tiene como función proteger el libre mercado
imponiendo sanciones a quienes, por ejemplo, atenten contra la libre competencia. Nada más real
que eso.
- Libertad de acceso al mercado (que tiene como presupuestos otros derechos, como el de
propiedad o la libertad contractual);
Reconocida la libertad empresarial, ésta despliega sus efectos, a su vez, en tres sublibertades:
El Estado en un régimen de mercado, tiene que tener un rol activo en lo que es el impulso y
protección de las libertades económicas. Atrás quedó el esquema liberal clásico de los siglos XVIII
y XIX, por medio del cual se pensaba que no era necesario crear, sino que bastaba sólo con
explicar el régimen de una economía de mercado, y que la mejor manera que tenía el Estado de
asegurar las libertades económicas y sociales era absteniéndose de intervenir. Hoy, en pleno siglo
XX (estando por ingresar a una nueva era), el neoliberalismo es plenamente consciente de que el
orden de la economía y de la sociedad constituye una aportación creadora de derecho, y que el
Estado tiene la obligación de mantener y trabajar por mejorar el orden de la economía de mercado
mediante actuaciones atentas y constantes.
Bajo un esquema neoliberal, se admite la intervención del Estado, pero esa intervención debe estar
limitada a la creación y protección de las libertades económicas esenciales en toda economía de
mercado.
En suma, la economía de mercado apuesta por la libertad económica, que consiste en la libertad
de los consumidores para comprar, según su libre elección, bienes del producto social (libertad de
consumo); en la libertad de los propietarios de los medios de producción para emplear, según su
propio criterio, su fuerza laboral, su dinero, sus bienes materiales y sus capacidades empresariales
(libertad de industria, libertad profesional y de puesto de trabajo, libertad de uso de la propiedad);
en la libertad de los empresarios para producir y vender sus bienes de su elección (libertad de
producción y de comercio); y, finalmente, en la libertad de todo comprador y vendedor de bienes y
servicios para esforzarse, junto con otros, en conseguir el mismo fin (libertad de competencia)(19) .
Este sistema de mercado debe contar con los siguientes elementos básicos y características:
b) Características.- Oferta, demanda, ganancia, rentabilidad, interés, libre juego de las fuerzas
de mercado y competencia.
b) Igualdad de trato;
"...El sumario administrativo, como garantía jurídica, debe respetar todas las implicancias del
debido proceso legal, en particular la audiencia; y su omisión genera la nulidad absoluta,
debiéndose dejar sin efecto (...), lo obrado con ese vicio.
Es más, el derecho a ser oído (...) tiene raigambre constitucional y su incumplimiento dibuja una
irregularidad que hace a las formas esenciales, entre las cuales no sólo están involucradas las
observancias en la emisión del acto, en la exteriorización de la voluntad de la Administración, sino,
además, el conjunto de formalidades o requisitos (razonables) que no pueden dejar de respetarse
para llegar válidamente a la mencionada emisión del acto administrativo.
(...)
Con deseada claridad - y energía - señalará el Dr. Petracchi que la garantía constitucional que nos
ocupa, aun en el caso de sanciones impuestas por los organismos administrativos (y nos parece
que con mayor razón en tal supuesto) requiere que se haya otorgado a la persona afectada la
oportunidad de ser oída y de probar de algún modo los hechos que creyere conducentes a su
descargo"(21) .
4.1 Prejuzgamiento.- Como se sabe, la persona (sea natural o jurídica) tiene derecho a que
todo pronunciamiento de la autoridad sea resultado o consecuencia de un trámite previo, en el cual
el administrado haya tenido el derecho a ser oído, a probar, a impugnar. En suma, que haya tenido
el derecho a una defensa plena (debido proceso). En tal sentido, durante el trámite administrativo,
la autoridad debe abstenerse de emitir o adelantar juicios de valor respecto de lo que sería su
pronunciamiento definitivo. Esto último está ligado al concepto de imparcialidad, por medio del cual
se debe exigir a toda autoridad (sea jurisdiccional o administrativa) que al momento de
pronunciarse haga a un lado todo aquello que lo pueda hacer desviarse de la recta aplicación de la
ley (prejuicios, sentimientos de simpatía o aversión hacia alguna de las partes, procedencia de la
persona, etc.).
"Que, la ejecución de estas obras se está realizando incumpliendo una serie de normas legales de
protección del ambiente, así como otras de carácter administrativo y municipal".
"Que, el proyecto industrial LUCCHETTI PERU S.A. constituye por sus características una gran
industria destinada al mercado nacional, correspondiendo a una zonificación I-3 y no a una
zonificación de industria liviana a la cual se ha acogido".
En lo que respecta a la última consideración citada, debemos indicar que ésta se funda en un
argumento inexistente, toda vez que Lucchetti Perú S.A. no se ha acogido a la zonificación I-2
(industria liviana), sino que esa fue la zonificación otorgada por la Municipalidad Distrital de
Chorrillos (Certificado de Zonificación) y confirmada por la propia Municipalidad Metropolitana de
Lima (Certificado de Compatibilidad de Uso).
4.2 Privación del Derecho a la Defensa.- Como bien afirma Devis Echandía, "el derecho
constitucional de defensa en los procesos es uno de los más elementales y al mismo tiempo
fundamentales del hombre, y su reconocimiento (al menos teórico) forma parte imprescindible de
todo orden jurídico y de cualquier Estado de derecho. Aun bajo las peores tiranías se suelen
formular declaraciones normativas que lo amparan; pese a que en la práctica se convierta en un
fantasma de burlas o en una figura netamente decorativa"(22) . Es el derecho a ser oído y gozar de
plena oportunidad de defensa, por el solo hecho de tener la condición de emplazado, procesado,
investigado, etc. Este derecho constitucional, a pesar de estar regulado dentro de la función
jurisdiccional, también se aplica para los procedimientos administrativos.
Lucchetti Perú S.A. fue privada de su elemental derecho a la defensa por parte de la Municipalidad
Metropolitana de Lima, a través de los siguientes actos lesivos:
- Lucchetti Perú S.A. (a través de sus representantes) fue privada de su derecho de ser
escuchada por parte de las autoridades municipales. Se presentaron una serie de escritos dirigidos
al señor Alcalde de Lima solicitando audiencia para formular los descargos respectivos, ninguno de
los cuales fue atendido.
Como el amigo lector se habrá dado cuenta, la Municipalidad Metropolitana de Lima tramitó
inaudita pars (sin escuchar a la parte) todos los actos administrativos que fueron objeto de
cuestionamiento en sede constitucional.
Por último, y en una apretada síntesis, vamos a demostrar la absoluta ilegalidad del Acuerdo Nº 01
de fecha 02 de enero de 1998 expedido por la Comisión Técnica de la Municipalidad Metropolitana
de Lima, por medio del cual se declaró la nulidad de todos los actos administrativos realizados por
Lucchetti Perú S.A.:
En suma, teniendo en cuenta que el citado Acuerdo de la Comisión Técnica data del 02 de enero
de 1998, constituye un verdadero abuso poder pretender declarar la nulidad de actos
administrativos habiendo transcurrido más de seis (06) meses desde la fecha en que quedaron
firmes(23) .
Comentarios Procesales con relación a las defensas planteadas por la Municipalidad Metropolitana
de Lima en su escrito de contestación a la demanda de amparo.
"La demanda es inoficiosa (sic) porque la pretensión de inaplicación de los efectos del Acuerdo Nº
01, del 02 de enero de 1998, adoptado por la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad
Metropolitana de Lima debe ser dirigida directamente contra esta última y no contra un supuesto
'Concejo Provincial de la Municipalidad de Lima', que no existe si se tiene en cuenta el régimen
especial para la capital de la República que regula el título VIII de la Ley Orgánica de
Municipalidades; 'Concejo Provincial' que no puede dejar sin efecto un acto que no ha generado,
por lo que una sentencia amparando la demanda no podría extender sus efectos a otro órgano
diferente del que cometió el supuesto y negado acto lesivo.
(...)
En los dos supuestos antes expuestos se aprecia que hay una inoficiosidad de la demanda en
tanto que se encuentra mal dirigida contra persona ajena a la pretensión del demandante, por lo
cual sería imposible crear una relación jurídica procesal válida entre demandante y demandados,
ya que una posible sentencia que ampare la pretensión del demandado (sic) sería de imposible
cumplimiento para el demandado, quien es ajeno a dicha relación".
En suma, la defensa de forma planteada tiene como sustento que la Comisión Técnica antes
aludida, no ha sido emplazada con la demanda, y por ello, ésta deviene en "inoficiosa".
Como puede apreciarse, la defensa postulada por la Municipalidad Metropolitana de Lima está
totalmente al margen de nuestro ordenamiento procesal vigente. Pero, interpretando la razón de
ser de dicha defensa de forma, tal vez la intención fue de proponer una excepción de falta de
legitimidad para obrar pasiva.
Como todos sabemos, la legitimidad para obrar es un concepto de relación lógica; es decir, es la
exacta adecuación entre los titulares de la relación jurídica sustantiva y los que van a ser titulares
de la relación jurídica procesal. La legitimidad para obrar es un requisito esencial para que el
órgano jurisdiccional pueda expedir un pronunciamiento válido sobre el fondo.
En este caso, resulta claro que la relación jurídica sustantiva es entre Lucchetti Perú S.A. y la
Municipalidad Metropolitana de Lima y, sólo entre ellos deberá entenderse la relación jurídica
procesal.
Ahora bien, la Municipalidad Metropolitana de Lima argumenta que la Comisión Técnica Provincial
tiene personería propia y, por ende, ha debido ser emplazada con la demanda. Sobre este tema
debemos decir que la Comisión Técnica no tiene personería jurídica propia que la legitime para
poder ser parte en un proceso. Dicha categoría debe estar expresamente regulada en la norma, y
por lo tanto, no puede presumirse.
Para tal efecto, nos remitimos al Decreto Supremo Nº 025-94-MTC (publicado en el diario oficial "El
Peruano" el 07 de diciembre de 1994), el cual, en su artículo 12º dispone lo siguiente:
(...)".
Como fluye del texto claro de la norma, la Comisión Técnica Provincial no posee personería
jurídica propia, y depende de la municipalidad a la que corresponda (en nuestro caso, la
Municipalidad Metropolitana de Lima), por lo que no puede ser parte en una relación jurídica
material, y mucho menos puede realizar actos procesales válidos al interior de un proceso.
Mediante escrito de fecha 20 de enero de 1998, los señores Alberto Giesecke Sara Lafose y Arturo
Aranda Arrieta se apersonan al proceso de amparo utilizando como sustento de dicha intervención
el artículo 25º de la Ley Nº 25398 (Ley Complementaria de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo)
(26) .
Asimismo, dicho escrito tuvo como sustento fáctico el coadyuvar en la defensa del medio ambiente,
supuestamente agraviado por Lucchetti Perú S.A.
"Segundo: A que, en tal sentido lo que debe ser materia de discusión, entiéndase el conflicto que
se ha originado entre sujetos activo y pasivo de la relación sustantiva, es un acto netamente
administrativo emanando de la Municipalidad Metropolitana; y no respecto a la preservación del
eco sistema y/o recursos naturales; por ende, el medio ambiente no puede ser objeto controvertible
en la presente acción; Tercero: A que, en ese contexto, no se advierte legitimidad e interés de los
recurrentes don Alberto Giesecke Sara Lafose y don Arturo Aranda Arrieta, para ser considerados
como terceros en el presente proceso, requisito que debe cumplirse a tenor de lo previsto por el
artículo 25º de la Ley 25398, para ser considerados como tal(...)".
Antes de analizar el instituto procesal de los terceros conviene precisar algunos conceptos.
1. Concepto de Parte.- Parte es el sujeto procesal principal que peticiona en nombre propio o
en nombre de alguien la satisfacción de una pretensión y también el sujeto procesal principal frente
al cual se reclama la satisfacción de una pretensión.
Nótese desde un principio, la diferencia entre los sujetos procesales principales (juez y partes) y los
sujetos procesales eventuales (terceros, peritos, testigos, etc.).
Por ello resulta perfectamente pensable un proceso civil en el cual no intervengan los terceros. Un
proceso civil sin sujetos procesales principales no es proceso; un proceso civil sin sujetos
procesales eventuales será plenamente válido.
2.2 Petición de Satisfacción de una Pretensión.- Esta descripción nos precisa que otra de las
características de la parte es que postula en nombre propio (o se postula en su nombre) la
"satisfacción de una pretensión". Con ello se le está negando la calidad de partes a una serie de
sujetos que en algún momento participan en el proceso.
2.3 Los sujetos procesales eventuales no tienen la potencialidad de concretar el contenido del
derecho de acción.- Es doctrina pacífica entender al derecho de acción, como el derecho del que
goza toda persona (natural o jurídica) de poder acudir al poder judicial a fin de requerir tutela
jurisdiccional efectiva. Es un derecho subjetivo, público, abstracto (carece de contenido) y
autónomo. Por ello, las partes son los únicos sujetos procesales capaces de materializar el
derecho de acción, negándose tal facultad a los sujetos procesales eventuales, ya que ellos no
postulan pretensión propia alguna.
2.4 Las partes gozan de plenitud de facultades procesales.- Las partes pueden delimitar el
tema de la litis, ofrecer y producir pruebas, deducir todo tipo de medios impugnatorios, etc. En
cambio, los verdaderos terceros procesales no disfrutan del mismo tipo de facultades.
3. Concepto de Tercero.-
Resulta un hecho evidente que no tiene ningún tipo de sustento científico la definición de tercero
como aquel que no es parte. Si aceptáramos tal visión simplista, podríamos llegar al absurdo de
tener que calificar como terceros a todos los sujetos procesales eventuales (peritos, testigos, etc.)
o de tener que admitir en el pleito a quien quiera intervenir. Entonces, existe algo más, algo
especial para que se pueda configurar la intervención de un tercero procesal. Veamos.
El tercero es el sujeto procesal eventual cuyo ingreso al proceso pendiente le es facilitado por la
norma procesal, siempre y cuando posea un interés jurídico relevante e invoque la existencia de
una relación procesal afectante, variando sus atribuciones procesales en función a la medida de
ese interés. O, si se prefiere, el tercero es el sujeto procesal eventual no necesario para la
prestación de la actividad jurisdiccional que, sin tener la calidad de parte, puede participar en la
relación jurídico procesal pendiente en la medida del interés jurídico que ostente.
Existe una relación procesal afectante cuando un proceso tiene la virtualidad de afectar o perturbar
los intereses o derechos de quienes no actúan como partes del mismo. Cabe precisar que habrá
relación procesal afectante tan sólo cuando el desenlace jurídico de ella, tenga la potencialidad
para interferir en la órbita de intereses de quien no es parte en la misma. Por último, debemos decir
que los conceptos de relación procesal afectante e interés jurídico relevante son de índole
complementario.
Ahora bien, desarrollados algunos conceptos básicos del tercero procesal, debemos decir que el
artículo 25º de la Ley Nº 25398 exige un legítimo interés en la resolución del amparo para admitir la
intervención de un tercero. Creemos que ese interés no es otro que el interés jurídico relevante, al
cual hemos hecho referencia líneas arriba.
En tal sentido, se entiende que al solicitar su ingreso al proceso, los señores Giesecke y Aranda lo
hicieron alegando un derecho ambiental y con la intención de ayudar a la Municipalidad
Metropolitana de Lima en su defensa.
Al invocar ese interés ambiental como justificación de su ingreso a la litis, perdieron la posibilidad
de ser admitidos, ya que las pretensiones invocadas por Lucchetti Perú S.A. no estaban referidas a
algún derecho ambiental, sino más bien para denunciar una serie de actos administrativos
contrarios al orden constitucional.
Por otro lado, dicho pedido de intervención pudo ser calificado como una intervención de tercero
coadyuvante subordinado. Este tipo de tercero debe ejercer sus facultades procesales de manera
armónica con el criterio y deseos de la parte a la cual pretende coadyuvar.
Como quiera que la justicia constitucional acogió todos los derechos invocados, creemos ocioso
analizar los considerandos de dichas resoluciones. Sin embargo, el órgano jurisdiccional al resolver
el conflicto de modo definitivo, estableció un nuevo principio rector en materia constitucional: EL
DERECHO A LA RAZONABILIDAD.
Teniendo en cuenta tan importante consideración, creemos conveniente citar el octavo fundamento
de la sentencia de primera instancia que desarrolla dicho instituto:
- Es la comparación y equilibrio de las ventajas que lleva a la comunidad un acto estatal, con
las cargas que le causa.
- Es la adecuación entre el medio empleado por el acto y la finalidad que éste persigue.
- Es la conformidad del acto con una serie de principios filosóficos, políticos, sociales,
religiosos, a los cuales se considera ligada la existencia de la sociedad y de la civilización.
En ese sentido, la garantía del debido proceso sustantivo con respecto a la norma jurídica formal y
formal-material es la que consiste en la exigencia constitucional de que las normas (cualquiera sea
su naturaleza) deben ser RAZONABLES, es decir, que deben contener una equivalencia entre el
hecho antecedente de la norma jurídica creada y el hecho consecuente de la prestación o sanción,
teniendo en cuenta las circunstancias sociales que motivaron el acto, los fines perseguidos con él y
el medio que como prestación o sanción establece dicho acto.
3.1 La primera como garantía a la propiedad. Nadie puede ser privado arbitrariamente de su
propiedad.
3.2 Pero, rápidamente -siguiendo la doctrina creada por la Corte Suprema de los Estados
Unidos- el tema se asentó básicamente en la exigencia del debido proceso legal.
Como se puede ver, en el estado de derecho es válido afirmar que, en principio, éste pretende ser
estado de vigencia y validez de uso de la razón como pauta de legitimidad. Todo accionar debe ser
quehacer que se sustente en su propia razonabilidad.
Puede decirse que el estado de derecho pretende que todo ejercicio del poder político y del poder
jurídico debe ejercerse razonada y razonablemente, de modo tal que lo irrazonable es, por
existencia y esencia, inconstitucional. La exigencia de razón es límite para lo arbitrario, y no pauta
genérica. Esto es, en el estado de derecho, lo arbitrario es inconstitucional por su propia condición
de transgresor que excede el mínimo de equilibrio prudente que exige la convivencia.
En suma, todas las pautas desarrolladas por la Jurisprudencia extranjera y Doctrina, son recibidas
de modo satisfactorio por nuestro Organo Jurisdiccional. Y no sólo eso, el Juzgador en el punto
OCTAVO de los considerandos de la sentencia de primera instancia realiza un juicio de valor de los
diversos actos realizados por la Municipalidad de Lima, concluyendo que éstos son arbitrarios, y
por ende, contrarios al principio de razonabilidad que debe estar inmerso en cualquier acto que
realice la autoridad.
Por último, habiendo adquirido la sentencia de amparo la calidad de cosa juzgada, además de
estar consagrada como una garantía constitucional de la función jurisdiccional, está protegida por
el derecho constitucional a la propiedad. Es decir, lo decidido a favor de Lucchetti Perú S.A. ha
pasado a formar parte de su dominio, de su propiedad.
Como consecuencia de lo indicado en el párrafo precedente, "la cosa juzgada se vincula con la
garantía de la inviolabilidad de la propiedad que consagra (...) la Constitución. La acepción
constitucional del vocablo 'propiedad' no se refiere sólo al dominio de las cosas materiales, sino
también a todos los intereses que un hombre puede poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y
de su libertad.
Consecuentemente, tal como lo han entendido numerosos fallos, el derecho que reconoce una
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada constituye un bien que se incorpora al patrimonio
del beneficiario y del que no puede ser privado sin mengua del citado precepto constitucional"(31) .
En las líneas que siguen analizaremos la "estrategia" desarrollada por la Municipalidad de Lima,
con el fin de pretender enervar la cosa juzgada a través de la obtención en sede civil de
pronunciamientos judiciales contradictorios.
En dichas medidas cuatelares -presentadas todas con idéntico texto y autorizadas por el mismo
abogado - los referidos ciudadanos solicitaron lo siguiente:
1.3 "Que la firma Lucchetti Perú S.A. y sus representantes legales, se abstengan de continuar
la construcción y puesta en funcionamiento de la planta industrial que vienen levantando en la zona
adyacente a la reserva denominada 'Los Pantanos de Villa'.
1.4 "Que se ordene la suspensión de los efectos de cualquier autorización o mandato
conducente a la aprobación del proyecto de edificación de la denominada planta industrial Lucchetti
y/o que permita la continuación de las obras de construcción que la firma Lucchetti Perú S.A. tiene
proyectado efectuar en el terreno de su propiedad ubicado en la zona adyacente a la reserva
denominada 'Los Pantanos de Villa'.
2. El tratamiento que el Poder Judicial ha dado a las medidas cautelares de no innovar fuera
de proceso fue variado, emitiéndose sendos pronunciamientos según se detalla en el siguiente
cuadro:
NOTA:
Como se puede apreciar del cuadro, sólo un juzgado (Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima) declaró fundadas dos medidas cautelares, las cuales tienen como titulares a las señoritas
Rossina Prieto Llanos y Marie Solange Hernández Blas.
3. Para que desde un principio, el amigo lector pueda darse una idea de este tema, debemos
decir que todas las medidas cautelares fueron firmadas por el mismo abogado, quien labora en el
Estudio de uno de los asesores legales de la Municipalidad Metropolitana de Lima(32) y, además
indicar que la señorita Rossina Prieto Llanos realiza prácticas preprofesionales bajo la supervisión
del mismo asesor legal de la municipalidad. Mayores comentarios sobre el grado de comnivencia
sobran, el lector sacará sus propias conclusiones.
4. Nosotros nos preguntamos: ¿qué necesidad había de presentar 21 medidas cautelares de
no innovar fuera de proceso?, ¿qué efecto se pretendía lograr?, ¿acaso se pretendía obtener en
sede civil lo que no se pudo en sede constitucional?
Ese carga montón, siguiendo la opinión de Oswaldo Gozaíni(33) , sólo puede ser calificado como
una forma de abuso con el proceso.
Con ello lo único que se logró fue congestionar el aparato judicial, haciendo que el Estado invierta
tiempo, costos y esfuerzo de modo innecesario. Por eso, este tipo de "estrategia procesal" que sólo
sirve para generar efectos temporales en perjuicio de una parte, no debe ser objeto de ejemplo en
el foro y mucho menos en la cátedra universitaria. Sobre el particular Gozaíni expresa que: "La
abogacía requiere de profesionales que eviten las actuaciones seriadas estandarizadas por
modelos de comportamientos. Antes de la demanda debe estar la reflexión. Saber que es el último
tramo de un camino de negociaciones, en el cual el diálogo, la concertación, los intereses que se
aproximan y se alejan conforme al estado de las conversaciones, son las reglas para la resolución
de conflictos por uno mismo.
El abogado sabe de esos roles y si nos los actúa por irreflexión, apresuramiento, desidia,
provocación, o cualquier actitud absurda con un raciocinio natural, no puede lograr un bill de
indemnidad argüida bajo la apariencia de la defensa en juicio. Habremos presenciado un caso más
de abuso procesal" (34) .
5. Como quiera que los 21 escritos de medidas cautelares son idénticos, y que sólo fueron
declaradas fundadas 2 ante el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a continuación
procederemos a analizar la peticionada por la señorita Rossina Prieto Llanos:
5.1 Mediante escrito presentado con fecha 29 de enero de 1998, la señorita Rossina Prieto
Llanos solicita una medida cautelar de no innovar fuera de proceso, la cual tiene como objeto
impedir que se continúe la construcción y puesta en funcionamiento de la planta de pastas y fideos
de Lucchetti Perú S.A., así como también, que la Municipalidad Metropolitana de Lima se abstenga
de otorgar a dicha empresa cualquier tipo de autorización. Todo ello, con el interés de querer
proteger el medio ambiente.
Al día siguiente, esto es el 30 de enero de 1998, la demandante Rossina Prieto presenta un escrito
subsanando algunas omisiones de carácter procesal y, ese mismo día, el Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, procede a conceder la medida solicitada.
5.2 Mediante escrito de fecha 01 de febrero de 1998, Lucchetti Perú S.A. se apersona al
proceso cautelar, formulando el respectivo recurso de apelación en base a las siguientes
consideraciones:
- INEXISTENCIA DE CONTRACAUTELA.
5.3 Posteriormente, y a raíz de un recurso de queja planteado por Lucchetti Perú S.A.(35) , el
Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima eleva el respectivo cuaderno de apelación ante la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima.
Dicha Sala, mediante resolución de fecha 16 de abril de 1998, resolvió confirmar el auto cautelar
dictado por el Juzgado Civil.
Hasta aquí los hechos. Ahora pasaremos a analizar algunos temas que en nuestra opinión fueron
erradamente interpretados por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima.
Artículo 687.- Prohibición de Innovar.- Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el Juez
dictar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho presentada al momento
de la admisión de la demanda, en relación a personas y bienes comprendidos en el proceso. Esta
medida es excepcional por lo que se concederá sólo cuando no resulte de aplicación otra prevista
en la ley".
A su vez, la Tercera Sala Civil en el Séptimo Considerando de la Resolución que conforma el auto
cautelar de primera instancia dice lo siguiente:
"SEPTIMO: Que, (...) el Tribunal llega a la conclusión que la medida cautelar de no innovar puede
ser otorgada antes o después de admitida la demanda, como se desprende de los estudios
doctrinarios de los procesalistas, Aquilio, Martínez, De Lazzari quienes al tratar sobre las medidas
cautelares arriban a dicha conclusión; y solamente Reimundín opina que es necesario que
previamente se interponga la demanda; entre nosotros, Monroy Gálvez, admite, también la primera
tesis en su obra Temas de Derecho Procesal; que en este aspecto el Tribunal no se ciñe a la
aplicación burocrática del artículo seiscientos ochentisiete del Código Procesal Civil, sino que hace
una interpretación integral de la medida cautelar de no innovar y considera aplicable el artículo
seiscientos ocho del acotado que permite otorgar medida cautelar a pedido de parte antes de
iniciado el proceso; numeral que debe concordarse con el seiscientos dieciocho del mismo texto
que faculta al Juez adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable; por
consiguiente, el parecer del Tribunal es que la doctrina mayoritaria como la citada y la
interpretación integral de la norma permiten amparar la medida solicitada por la demandante; y así
estima también cumplido el requisito de medida imprescindible y excluyente al caso sub júdice;
(...)".
- Nuestra doctrina nacional, a través del profesor Monroy Gálvez, se aúna a dicha posición.
1. En primer lugar, debemos decir que la Sala ha incurrido en un grave error doctrinario al
calificar como doctrina mayoritaria a sólo tres autores. Para tal efecto, citamos a los siguientes
autores:
Como bien puede apreciar el amigo lector, aparentemente la Sala Civil incurrió en un lamentable
desliz al pretender calificar como doctrina mayoritaria a sólo tres autores. Para adoptar una
decisión jurisdiccional, NO era necesario alterar el orden en las opiniones doctrinarias.
2. De otro lado, la Sala Civil afirma que Monroy Gálvez(41) en su libro de "Temas de Derecho
Procesal Civil", se adhiere también a la tesis de que proceden las medidas cautelares de no
innovar fuera de proceso. Bueno, para ser absolutamente objetivos, sólo nos limitaremos a citar la
opinión del mencionado autor, para que el lector pueda juzgar por sus propios medios:
"El sustento de esta medida cautelar está dado por la obligación del órgano jurisdiccional de
resolver un conflicto, pronunciándose respecto de los hechos tal como se encontraban al momento
de iniciarse el proceso.
(...)
Para que esto ocurra, es imprescindible que se preserve la situación de hecho tal como estaba al
momento que se interpuso la demanda, por tanto, es necesario que el Juez tenga facultades para
impedir que la administración de justicia sea burlada".
Como puede verse, tampoco Monroy Gálvez opina por la procedencia de la prohibición de innovar
fuera de proceso.
1. Caso Rossina Prieto LLanos e Interés difuso.- Una vez dictada la medida cautelar a que
nos estamos refiriendo, la propia Municipalidad Metropolitana de Lima fue la encargada de
publicitarla, destacando -al igual que su solicitante- que se trataba de la valiente acción de una
ciudadana en defensa del medio ambiente.
Notificada con el texto de la solicitud cautelar, Lucchetti Perú S.A. comprobó que en efecto, el
sustento esbozado era eminentemente ambiental, convenientemente presentado bajo la forma de
una pretensión de "cese de abuso de derecho y cumplimiento de normas administrativas,
constitucionales y del Código del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales". En suma, una
pretensión de protección al medio ambiente.
Sobre el medio ambiente, podemos decir de modo preliminar que el artículo 82º del Código
Procesal Civil lo encuadra dentro de la figura del interés difuso, al cual, a su vez, lo define como
"...aquel cuya titularidad corresponde a un conjunto indeterminado de personas, respecto de bienes
de inestimable valor patrimonial...".
"El interés difuso supone que no es posible identificar a las personas físicas implicadas y que no
existe un ente, sea o no persona jurídica, que pueda afirmar que agrupa a todas esas
personas"(42) .
Nadie podría negar -Lucchetti Perú S.A. tampoco lo hizo- la plena vigencia de las normas alegadas
por la señorita Prieto Llanos al solicitar su medida cautelar anticipada o fuera de proceso; empero,
lo discutido sobre este tema es: ¿estaba ella legitimada para actuar en defensa del medio
ambiente? Veamos:
1.1 La señorita Rossina Prieto Llanos recurre a la vía civil para presentar sus pretensiones de
protección al medio ambiente sometiéndose, como correspondía, a las normas que rigen el
proceso civil. Nada más lógico.
Siendo esto así, ¿acaso tal sometimiento no implicaba que ella debía ajustarse a las disposiciones
contenidas en el Código Procesal Civil?
a) Ya dijimos que el artículo 82º del Código Procesal Civil establece que la defensa del medio
ambiente constituye un interés difuso; luego, la postulación procesal de la señorita Prieto Llanos en
la vía civil correspondió, justamente, a un interés difuso.
"La ley sería poco práctica si dijera que cualquier particular podría proceder a tener legitimación
para defender los intereses de un grupo indeterminado de personas. Por eso a mí me parece bien
que el código le confiera legitimidad a las asociaciones sin ánimo de lucro, bien cuando la ley se la
confiere expresamente o bien cuando el juez estime que la asociación es representativa, que está
hecha por gente seria, que va a defender bien el interés difuso.
( ... )
El Juez no puede admitir la demanda de un particular en estos casos porque el código no confiere
lo que se podía llamar la acción popular, que es aquella en que la ley otorga la legitimidad a
cualquiera" (43) .
2. Legitimación procesal asumida por la Justicia Civil.- Para acoger la solicitud cautelar
postulada por la señorita Prieto Llanos, la Justicia Civil esbozó la tesis de que la preservación del
medio ambiente es un derecho tangible susceptible de ser ejercido por cualquier persona en
beneficio de la colectividad, reconociendo con tal aserto, que el interés de proteger el medio
ambiente corresponde a un grupo indeterminado de personas. Un reconocimiento expreso
respecto de la naturaleza de las pretensiones invocadas (patrocinio de un interés difuso).
No obstante ello, se prefirió una norma sustantiva por sobre la norma especial que rige el
desarrollo de la actividad procesal en materia civil, amparando tal decisión en lo establecido por el
artículo III del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales, norma
que, dictada antes de la vigencia del Código Procesal Civil, estableció que "toda persona tiene
derecho a exigir una acción rápida y efectiva ante la justicia en defensa del medio ambiente y de
los recursos naturales y culturales".
Así, teniendo en cuenta que la medida cautelar solicitada tuvo como sustento esencial la supuesta
agresión a una reserva natural -con presuntos autores identificados; entre ellos, Lucchetti Perú
S.A.-, a tal pretensión le resultaba aplicable el último párrafo del artículo 26º de la Ley 23506 (Ley
de Hábeas Corpus y Amparo) que a la letra establece:
Vemos pues, cómo es que la propia ley señala el camino a seguir para los casos en que un
particular desee, por sí mismo, emprender una contienda judicial destinada a la protección del
medio ambiente: la Acción de Amparo; vía que sin embargo, fue descartada por la señorita Rossina
Prieto Llanos, quizá porque la naturaleza del proceso constitucional -y sobre todo, el trámite de
impugnación de sus medidas cautelares- la convertían en el camino menos apropiado para lograr
el objetivo deseado: contrariar un mandato judicial dictado en primer término por la Justicia
Constitucional. Pero ello es otro tema, que trataremos más adelante.
INEXISTENCIA DE CONTRACAUTELA
Puede decirse que la contracautela es la garantía a través de la cual, el solicitante de una medida
cautelar asegura -ante el Organo Jurisdiccional- el resarcimiento de cualquier perjuicio indebido
que pudiera ocasionar la ejecución de una medida cautelar al afectado de la misma. Bajo tal
sustento, el artículo 613º del Código Procesal Civil la establece como requisito para el dictado de
providencias cautelares.
La contracautela que puede ofrecer una persona puede ser de naturaleza personal o real.
En el caso iniciado por la señorita Rossina Prieto Llanos, ésta ofreció en calidad de contracautela
una Carta Fianza por US$ 10,000.00 expedida por el "Instituto de Estudios de Factibilidad
Ecológica", garantía que sin embargo, nunca reunió los mínimos requisitos para cumplir con la
finalidad para la que fue otorgada. Veamos:
1. La fianza en referencia jamás reunió los requisitos esenciales que la ley civil exige:
El artículo 1870º del Código Civil dispone que "los representantes de las personas jurídicas pueden
otorgar fianza en nombre de sus representados, siempre que tengan poder suficiente" (el resaltado
es nuestro).
En el caso que nos ocupa, la fianza era inexistente, porque la representante de la entidad
afianzadora otorgó dicha garantía sin contar con las facultades que su propio Estatuto mandaba.
Conforme consta del Testimonio de Constitución de la Asociación Civil sin Fines de Lucro "Instituto
de Estudios de Factibilidad Ecológica", en su artículo 28º inciso 4) dispone lo siguiente:
"El presidente del Consejo Directivo será el presidente de la Asociación y por tanto su
representante legal (...)".
(...)
"Cuatro.- Con el acuerdo previo del Consejo Directivo podrá contratar el personal que se requiera
para el funcionamiento de la Asociación; celebrar contratos de servicios y compromisos de otra
naturaleza que estimen convenientes y necesarios para el cumplimiento de la finalidad institucional;
comprar, gravar, arrendar y enajenar bienes inmuebles; otorgar y revocar fianzas (...)" (el resaltado
es nuestro).
2. Tanto el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima como la Tercera Sala Civil de
Lima dictaron una medida cautelar sin exigir como requisito el ofrecimiento de una contracautela
válida.
En el expediente conformado con ocasión de la medida cautelar fuera de proceso promovida por la
señorita Rossina Prieto Llanos, jamás fue presentado el acuerdo previo emitido por el consejo
directivo de la asociación "Instituto de Estudios de Factibilidad Ecológica" mediante el cual se
facultara a la Presidenta de la Asociación a otorgar fianza a favor de la señorita Rossina Prieto
Llanos; en conclusión, la fianza fue otorgada por un representante que no contaba con las
facultades que exige la ley y el propio Estatuto de la Asociación. Así las cosas, la medida cautelar
fue otorgada y confirmada con una contracautela absolutamente ineficaz frente a la supuesta
afianzadora, tal como lo indica el artículo 161º del Código Civil.
Por si ello fuera poco, en la supuesta fianza jamás se determinó cuál era la obligación afianzada, ni
el plazo de la misma, ni a favor de quién había sido otorgada ni, mucho menos, las situaciones bajo
las cuales ésta podría ser ejecutada.
3. Tan cierto es que, tanto el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, como la
Tercera Sala Civil de Lima, pasaron por alto los serios cuestionamientos efectuados por Lucchetti
Perú S.A. respecto de la ausencia de contracautela en el pedido cautelar de la señorita Rossina
Prieto; ya que, en ambos pronunciamientos judiciales, se limitaron a señalar que la demandante
"ha cumplido con ofrecer contracautela". Es decir, no importó si la contracautela era eficaz o no,
sino que bastó su simple ofrecimiento.
Finalmente, y por si lo hasta aquí desarrollado dejara algún espacio de duda respecto de los
institutos tratados, nos remitimos a la autorizada opinión del maestro argentino Jorge W. Peyrano
quien, consultado respecto de las situaciones procesales presentadas con ocasión de la
controversia que nos ocupa, confirmó a Lucchetti Perú S.A. las conclusiones antes expuestas(44) .
Dicho informe fue oportunamente puesto a consideración de la Tercera Sala Civil de Lima, no
obstante lo cual, sus conclusiones fueron inobservadas al momento de resolver.
TRAMITE DE INHIBITORIA
Con las resoluciones uniformes dictadas en sede constitucional y la medida cautelar dictada en
sede civil, se produjo una situación de inaceptable incertidumbre jurídica sin precedentes
conocidos en el sistema judicial peruano. Mientras una autoridad jurisdiccional ordenaba la
continuación de las obras de construcción de la planta industrial de Lucchetti Perú S.A., había otra
que ordenaba exactamente lo contrario. Ese fue el efecto justo deseado por el talento gris que
diseñó la finalmente desenmascarada estrategia: contra una medida cautelar dictada en sede
constitucional (cuya impugnación debía ser tramitada con efecto suspensivo), oponer otra dictada
en sede civil (cuya impugnación debía ser tramitada sin efecto suspensivo). Es decir, un proceso
exprofesamente iniciado para enervar lo resuelto en otro proceso.
Al margen de los juicios de valor u otras formas de comentario que pudieran hacerse sobre el
particular, lo concreto del caso es que la utilización indebida de la Justicia Civil trajo como
consecuencia una de las situaciones menos deseadas en el ámbito de la Administración de
Justicia: el dictado de mandatos contradictorios.
1. Lucchetti Perú S.A. se encontraba frente a la situación especial e inaceptable de contar con
una autorización de continuación de obras dictada por la Justicia Constitucional y, al mismo tiempo,
con otra disposición judicial -dictada con posterioridad por la Justicia Civil- que se lo prohibía, con
el riesgo potencial de nuevos pronunciamientos igualmente contradictorios.
Surge en este estado, la necesidad imperiosa de evitar que situaciones de ese tipo generen caos e
inseguridad en los justiciables, así como de determinar en forma concreta la competencia material
para el conocimiento de las pretensiones procesales formuladas respecto de la construcción de la
planta industrial de Lucchetti Perú S.A.
2. No obstante haberse cumplido con la ejecución de las medidas cautelares dictadas por el
Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, la admisión de las demandas principales no se
producía, impidiéndose a Lucchetti Perú S.A. el empleo de las defensas de forma contempladas
por la norma procesal para el cuestionamiento de la competencia material de la Justicia Civil en el
conocimiento de las pretensiones postuladas respecto de la construcción de la planta industrial del
Distrito de Chorrillos.
3.1 En aplicación de la Vigésimo Séptima Disposición Final y Transitoria de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, se creó la competencia funcional en el ámbito de la Corte Superior de Justicia de
Lima. En tal sentido, la Sala de Derecho Público tiene su razón de ser para los efectos de conocer
los procesos relacionados con las acciones de garantía a que se contrae el artículo 200º de la
Constitución Política del Estado.
4. Dada la imposibilidad de ejercer su derecho de defensa a plenitud, Lucchetti Perú S.A. optó
por recurrir a la máxima instancia judicial en materia constitucional, con la finalidad concreta de que
sea el Supremo Tribunal (a través de la Sala de Derecho Constitucional y Social) el encargado de
decidir de modo excepcional el conflicto de competencias originado.
Como corolario de su decisión, la Sala de Derecho Constitucional y Social determinó que en caso
de producirse conflicto positivo de competencia, la autoridad encargada de decidirlo en definitiva
sería la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima; ello, por
la naturaleza constitucional de las pretensiones involucradas.
Así, se dio inicio al trámite que determinará en forma definitiva si las pretensiones postuladas en
sede civil (casos de Rossina Prieto Llanos y Marie Solange Hernández Blas) corresponden ser
resueltas por el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima o por el Primer Juzgado
Corporativo Especializado en Derecho Público; decisión que, prevemos, estará en manos de la
Sala Corporativa Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima(46) .
Mientras tanto, Lucchetti Perú S.A. cuenta con una resolución definitiva que ha pasado en
autoridad de COSA JUZGADA, la misma que, como consecuencia de un proceso en el cual ya se
han discutido todos y cada uno de los cuestionamientos efectuados al tantas veces mencionado
proyecto fabril, legitima su construcción y puesta en funcionamiento.
"La Cosa Juzgada hace precluir la proponibilidad exitosa de una nueva demanda tendiente a
plantear cuestiones que hubieran podido ser propuestas en el anterior proceso. La sentencia firme
cubre lo deducido y lo deducible y, por consiguiente, no sólo los temas sobre los cuales el tribunal
hubiera decidido expresamente sino también aquéllos que hubieran podido ser articulados y no lo
fueron"(47) .
Así, una resolución que ha pasado en autoridad de cosa juzgada material es inmutable, y por lo
mismo, no puede ser enervada por ningún otro pronunciamiento judicial posterior (medidas
cautelares incluidas). Caso cerrado.
PEYRANO, JORGE W.
Al Sr. Gerente de
Lima.-
De mi consideración :
En mi carácter de profesor titular de las cátedras de Derecho Procesal Civil de las Facultades de
Derecho de Rosario (Argentina), dependientes de la Universidad Nacional de Rosario y de la
Pontificia Universidad Católica Argentina, procederé a realizar a título de memoria técnica, el
informe que se me requiriera y que contendrá mi opinión académica sobre algunos puntos
relacionados con la substanciación de las siguientes causas: "LUCCHETTI PERU S.A. contra
CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA METROPOLITANA Y OTRO sobre ACCION DE AMPARO -
MEDIDA CAUTELAR" promovido por ante el Primer Juzgado Corporativo Transitorio especializado
en Derecho Público de Lima y "ROSSINA LUZ PRIETO LLANOS c. MUNICIPALIDAD DE LIMA
y/otros- MEDIDA CAUTELAR ANTICIPADA EN FORMA DE NO INNOVAR", iniciado
oportunamente por ante el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima. A tal efecto,
evacuaré, por separado y circunstanciadamente, los puntos sobre los cuales se pide que exprese
mi parecer. Antes de entrar de lleno a la tarea requerida, tengo el deber de insistir en que mi labor
será de tipo académico; vale decir que se circunscribirá, en la medida de lo posible, al análisis
técnico de los distintos puntos de consulta, y no a juzgar derechamente los aciertos o errores de lo
actuado por las partes en los referidos expedientes y tampoco a valorar -con independencia de lo
atinente a los puntos de consulta- las bondades o los defectos de las resoluciones jurisdiccionales
dictadas. Asimismo, aunque casi resulte obvio aclararlo, señalo que lo que consigno en relación a
la causa "ROSSINA LUZ PRIETO c. MUNICIPALIDAD DE LIMA y/otros S. Medida Cautelar
Anticipada en forma de no innovar", sería igualmente valedero para otras hipotéticas causas
análogas en trámite o de futura iniciación.
Sentado todo lo precedente paso a manifestar mi opinión técnica respecto de los puntos 1 y 4,
concebidos en los siguientes términos: "1- Aplicación del Principio de Prevención. Este punto
resulta muy importante teniendo en consideración que Lucchetti Perú S.A. tiene iniciado un
Proceso de Amparo con su respectiva Medida Cautelar en contra de la Municipalidad Metropolitana
de Lima, debido a la paralización de la construcción de su planta industrial por dicha entidad
demandada, debido a inexistentes faltas administrativas y un no probado perjuicio ambiental. En
tal sentido y con posterioridad al inicio de dicho proceso constitucional (el cual además es de
público conocimiento por su difusión en los medios) diversas personas naturales han postulado
veinte Medidas Cautelares de No Innovar Fuera de Proceso en Sede Civil en contra de Lucchetti
Perú S.A. y la Municipalidad Metropolitana de Lima, cuya pretensión cautelar radica en impedir la
construcción de la planta por un supuesto daño ambiental y faltas al proceso administrativo. Es así
que el Tercer Juzgado Civil de Lima ha declarado fundada una Medida Cautelar de No Innovar
Fuera de Proceso (la cual ha sido apelada por Lucchetti S.A.), resolución que resulta contradictoria
con la expedida por el Primer Juzgado de Derecho Público (Juzgado Constitucional),
produciéndose así la inaceptable situación de pronunciamientos jurisdiccionales contradictorios.
Es por ello, que en virtud de la aplicación del Principio de Prevención y otros institutos procesales
(Ejm: litispendencia por conexidad), resulta importante saber cuál es el juez competente para
conocer este caso y, por ende, cuál resolución es la que debe prevalecer. 4- También interesa
conocer si resulta posible que se decrete una prohibición de innovar como la dictada por el Tercer
Juzgado Civil de Lima, que incida sobre las resultas de otro proceso iniciado con anterioridad
(Demanda de Amparo)".
Todavía con mayor referencia concreta a lo que interesa en el caso, también he subrayado la
injerencia del principio de prevención en materia cautelar, destacando que "en la medida innovativa
(que es un poco el reverso de la prohibición de innovar), juega también la regla según la cual una
vez que un órgano jurisdiccional ha comenzado a entender en determinada causa, no puede, en
principio, ningún otro juez interferir, ni siquiera de manera indirecta, en el desarrollo y desenlace de
aquélla" ("La Medida Cautelar Innovativa y los procesos conexos", en "Tácticas en el proceso civil",
por Jorge W. Peyrano, Santa Fe 1983, Editorial Rubinzal Culzoni, Tomo 1, página 126). Tal tesitura
es defendida por nutrida doctrina (vide "Adventicios alcances de la medida cautelar innovativa", por
Julio O. Chiappini, en Zeus (Rosario), Tomo 29, J-45, y de Omar Barbero "Improcedencia del
congelamiento de la deuda como medida cautelar innovativa en los procesos de revisión de
cláusulas contractuales", en la Ley, boletín del 26 de mayo de 1982). Dentro de la susodicha
doctrina exalto, especialmente, el muy atinado criterio defendido por Jorge Aquilio: "Luego, y por
todo lo expuesto, sólo cabe concluir, que por el camino de la prohibición de innovar no se puede
impedir que prosiga el juicio promovido por ante otro juez, ello, habida cuenta del criterio
jurisprudencial indicado precedentemente, en el sentido de que si acepta tal postura, la misma
implicaría otorgar facultades de revisión al tribunal que la decretara, facultades éstas que no
existen en ninguna disposición legal", (conf. "Prohibición de innovar", Bs. As. 1969, Editorial
Abeledo Perrot, página 56). En el plano jurisprudencial, media igual consenso. Se pueden citar,
entre tantos otros, los siguientes precedentes: "1. No es admisible que un juez, mediante una
medida de no innovar, se atribuya jurisdicción para impedir el cumplimiento de una sentencia de
desalojo dictada por otro juez en ejercicio de su competencia... El juicio de desalojo tiene un objeto
determinado que es el de obtener la desocupación del bien y la recuperación de la tenencia del
mismo por parte del actos; si, so pretexto de mantener el statu quo, se posterga
indeterminadamente el cumplimiento de la sentencia, a las resultas de otro juicio, es obvio que el
juez que así lo dispone ejerce un acto de imperio que altera fundamentalmente los términos de la
condena. Esa alteración sustancial, en todo caso, y supuesto que fuera legalmente admisible, sólo
puede provenir de quien tiene jurisdicción originaria en el pleito y no de un magistrado ante quien
tramite otra causa, por muy vinculada que se halle a la primera, simplemente porque, en tal
hipótesis, carece de potestad para decidirlo" ("Conf. Revista El Derecho, Tomo 14, página 775);
"Carece de eficacia la orden de no innovar decretada por el juez en lo civil respecto de un juicio en
lo comercial, que tiene como consecuencia paralizar la sustanciación del segundo litigio; tanto más
si la orden afecta a quien no es parte en aquel proceso, y no concurren las circunstancias que
justifiquen aquella medida" (La Ley, Tomo 103, página 21); "La prohibición de innovar puede
decretarse en toda clase de juicios. Ahora bien, la jurisprudencia mayoritariamente ha sostenido
que la medida resulta inadmisible cuando tiende a suspender el trámite de otro proceso" (Zeus,
Rosario Tomo 63, J-64).
Habiendo trazado los límites del instituto y el estado doctrinal y jurisprudencial de la cuestión,
restaría indagar los motivos justificantes de tan importante e insoslayable principio que hace -tal
como lo puntualizan algunos de los precedentes citados- al orden público procesal. Plurales y más
que atendibles son las razones que confluyen para dar sustento y explicación a la competencia
preventiva o principio de prevención: a) la necesidad de dar finiquito a los juicios. Es que si no
funcionara adecuadamente el principio de prevención, fácil sería dar largas a los conflictos
jurisdiccionales, promoviendo "causas afines" o "conexas" ante otros tribunales distintos al que
previno, para de tal modo entorpecer la marcha normal de la causa iniciada en primer término e
impedir así la formación de la cosa juzgada correspondiente. La economía procesal, entonces, está
comprometida en la especie; b) íntimamente vinculado con lo anterior, se tiene que en el supuesto
de no respetarse celosamente el principio de prevención, se dejaría abierta la puerta a la
perpetración de conductas procesales abusivas o maliciosas realizadas en vista -como decía
antes- a trabar el desenvolvimiento de la causa primitiva. También, pues, el principio de moralidad
reclama su papel en el caso; c) De no preservarse la llamada "Competencia Preventiva", se estaría
facultando, tácitamente, a revisar lo actuado por un juez por mano de otros tribunales que no
poseen tal actitud revisora; ello con grave desmedro para la organización judicial en cuyo seno la
regla es que sólo un juez superior puede revisar lo actuado por otro juez (Devis Echandía ob. cit.
página 120); d) en la hipótesis de que no se aborte prontamente todo intento de eludir el
cumplimiento del principio de prevención se estaría de algún modo favoreciendo la posible
consumación del "escándalo jurídico" representado por el dictado de resoluciones contradictorias
respecto de una misma cuestión litigiosa.
Es menester subrayar que la seriedad de los motivos expuestos, ha hecho que en la Argentina
-pese a no contar con un texto legal general que consagre el principio de prevención-, se considere
operativa a la "competencia preventiva" en todas las jurisdicciones.
Se encuentra en mejor situación legislativa el Perú, como para considerar que su ordenamiento
jurídico asegura el imperio del principio de prevención. Es que, por ejemplo, el tenor de la
Constitución Peruana está muy próximo a proclamarlo así expresamente, en tanto y en cuanto el
inciso 2º del Artículo 139 establece que: "Son principios y derechos de la función jurisdiccional:...2.
Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en
el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en
autoridad de cosa juzgada, no cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar
su ejecución. Estas disposiciones no afectan el Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo,
interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno". Del texto de dicha
norma, fluye la preocupación del constituyente por defender la figura del "juez natural de la causa"
y la de asegurarse de que en el cumplimiento de su cometido no será interferido por nadie, ni
siquiera por otros jueces. Por añadidura, el artículo 5 del Título Preliminar del Código Procesal
Civil del Perú introduce como principio general del proceso civil a los de economía y celeridad
procesales; que sólo se respetan si paralelamente se cumple con los postulados de la competencia
preventiva. Para más, el Artículo IV del mencionado Título Preliminar, incorpora, operativamente,
al principio de moralidad procesal (conf. mi "Breve Estudio Crítico del Código Procesal Civil del
Perú" en la edición oficial del Código Procesal Civil Peruano, editada por el Ministerio de Justicia,
página 10); principio que, como se ha visto, resulta observado cuando merced a la aplicación del
principio de prevención se evita la comisión de maniobras procedimentales tendientes a enturbiar
el trámite normal de la causa mediante la argucia de incoar "a posteriori" una o varias litis afines en
miras a generar perplejidades.
Si, entonces, se tiene que muchos son los síntomas en virtud de los cuales puede afirmarse que el
ordenamiento jurídico peruano no acepta la inobservancia del principio de prevención, se sigue que
todo aquello que se haga en desmedro o violación de éste, resulta nulo. Es preciso traer a cuento
la regla correspondiente a la teoría de las nulidades procesales, de acuerdo con la cual todo
aquello prohibido pro el ordenamiento jurídico debe ser reputado nulo si es que se lleva a cabo
(conf. "Otro principio procesal: ¿La proscripción del abuso del derecho en el campo del proceso
civil?, por Jorge W.Peyrano, en "Soluciones Procesales", Rosario 1995, Editorial Juris, página 43).
Habiendo tenido ocasión de compulsar las actuaciones sobre las que se me requiere consulta y
que se rotulan "LUCCHETTI PERU S.A. c. CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA METROPOLITANA
Y OTRO s. ACCION DE AMPARO -MEDIDA CAUTELAR" y "ROSSINA LUZ PRIETO LLANOS c.
MUNICIPALIDAD DE LIMA y/otros MEDIDA CAUTELAR ANTICIPADA EN FORMA DE NO
INNOVAR", interpreto que todo lo actuado en esta última -y lo que pudiera llegar a actuarse en el
futuro- estaría afectado de nulidad por ser palmario que en ambos supuestos lo medular del asunto
reside en la paralización (o prosecución) de la construcción de una Planta Industrial de
pertenencia de LUCCHETTI PERU S.A. Es que el expediente mencionado en segundo término fue
iniciado con posterioridad al otro, por lo que la iniciación y continuación de los trámites de aquél,
viola el principio de prevención con las concomitancias correspondientes. Por tratarse de una
nulidad que hace el orden público procesal y que posee raíces constitucionales, entiendo que es de
naturaleza insubsanable y como tal invocable y declarable en cualquier grado o instancia, y aun de
manera oficiosa. Aunque, en verdad, LUCCHETTI PERU S.A. ha hecho hincapié en la influencia en
el caso del principio de prevención, durante la secuela de "ROSSINA PRIETO LLANOS c.
MUNICIPALIDAD DE LIMA y/otros -MEDIDA CAUTELAR ANTICIPADA EN FORMA DE NO
INNOVAR", tal y como surge de los contenidos de la página 23 y 26 del escrito fundante del
recurso de apelación.
En general -también en la Argentina- al legislar sobre la medida de "no innovar", los codificadores
se han dividido en dos bandos: aquellos que aceptan la viabilidad de postular y despachar
prohibiciones de innovar "preventivas" (que en Perú, se llaman "fuera del proceso"), es decir aun
con anterioridad a la presentación de la demanda principal; y los que niegan tal posibilidad,
exigiendo como recaudo innegociable para el dictado de un "no innovar", que antes -o al menos
concomitantemente- se haya presentado la demanda principal correspondiente. En la Provincia de
Santa Fe (Argentina) se ha optado, por ejemplo, por esta última solución ("Conf. Código Procesal
Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe. Análisis doctrinario y jurisprudencial", obra colectiva
dirigida por Jorge W. Peyrano, Rosario 1997, Editorial Juris, Tomo 1, página 854); interpretación
avalada por invariable jurisprudencia (Zeus 18, J-49; 11, 295). Por mi parte he definido tal
orientación al señalar que: "Resulta improcedente el dictado de una prohibición de innovar
enderezada contra las resultas de una resolución judicial emitida dentro de otro proceso"
("Compendio de Reglas Procesales en lo Civil y Comercial", por Jorge W. Peyrano, 2ª edición
actualizada. Editorial Zeus, Rosario 1997, pág. 97).
Ahora bien: ¿cuál es la solución que ha escogido el codificador peruano al regular la prohibición de
innovar en el artículo 687, que reza: "Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el juez
dictar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho presentada al momento
de la admisión de la demanda, en relación a personas y bienes comprendidos en el proceso. Esta
medida es excepcional por lo que se concederá sólo cuando no resulte de aplicación otra prevista
en la ley"?
Desde una óptica meramente literal, aparece claro que en Perú no se acepta la prohibición de
innovar "fuera de proceso", a poco que se repare que con el uso de la locución "al momento de la
presentación de la demanda" se está exigiendo que toda medida de no innovar esté acompañada o
precedida por una demanda principal. A la misma conclusión, se llega cuando se formaliza una
exégesis contextual del citado artículo 687 del Código Procesal Civil del Perú. En efecto: de la
lectura de un artículo ubicado en las inmediaciones cual es el 682 -que decreta que "ante la
inminencia de un perjuicio irreparable puede el juez dictar medidas destinadas a reponer un estado
de hecho o de derecho cuya alteración vaya a ser o sea el sustento de la demanda. Esta medida
es excepcional por lo que sólo se concederá cuando no resulte aplicable otra prevista en la ley"-,
se infiere que acepta la medida innovativa (esa contracara de la prohibición de innovar)
"preventiva". Sin embargo, en ocasión de disciplinar la prohibición de innovar (cinco artículos más
adelante), el legislador no repite la fórmula utilizada en ocasión de definir la medida innovativa ni
tampoco se remite al artículo 682, y, en cambio, echa mano a una forma expresiva que da claro
sustento a la interpretación adversa a la viabilidad de proponer prohibiciones de innovar "fuera de
proceso".
Finalmente, creo que también contribuye a consolidar igual conclusión el hecho de que uno de los
principales autores intelectuales del Código Procesal Civil del Perú vigente -me refiero al
distinguido profesor Juan Monroy Gálvez- sostenía (allá por 1987) la improcedencia de la
prohibición de innovar "preventiva" (conf. "Temas de proceso Civil", por Juan Monroy Gálvez,
Editorial Studium, Lima 1987, página 57). Me parece razonable pensar que sustentó igual postura
cuando, poco tiempo después, tuvo injerencia muy principal en la redacción del Código Procesal
del Perú actual.
Inicialmente, es preciso que hilvane algunas reflexiones con gravitación sobre el asunto.
En primer término, debo memorar que el tema de la "legitimación" es especialmente rebelde a ser
aprehendido en fórmulas con pretensión de validez universal. No puede hablarse de la
"legitimación" en abstracto, sino, en cambio, de la legitimación en tal o cual país o en tal o cual
sector del ordenamiento jurídico de determinada Nación ("Legitimaciones atípicas", por Jorge W.
Peyrano, en "La legitimación", Bs. As. 1996, Editorial Abeledo Perrot, página 80 y siguientes). Ello
es así porque los límites y las características de cada "legitimación", depende, fuertemente, de la
legislación positiva respectiva que es la que le impone la impronta correspondiente. Lo explicado
justifica que hayamos descripto -de un modo un tanto aséptico- a la legitimación como "la aptitud
de un sujeto o de una pluralidad de sujetos para postular proveimientos en determinado proceso,
procedimiento, tramos o aspectos de los mismos" (conf. "La legitimación, página 83).
En segundo lugar, concuerdo con Arazi cuando trae a cuento que la inexistencia de legitimación en
un caso dado es una cuestión de derecho que afecta al orden público procesal y que por ello
puede ser ponderada oficiosamente por el órgano jurisdiccional ("La legitimación como elemento
de la acción", por Ronald Arazi, en "La legitimación", página 33).
Fijado lo precedente, paso a verificar si conforme al estado actual de la legislación peruana, una
persona natural se encuentra legitimada para reclamar la tutela jurisdiccional en defensa del medio
ambiente. Así las cosas, compruebo que a todas luces, el artículo 82 del C.P.P. no otorga tal
aptitud para postular a "personas naturales". Por lo que ninguno de los procedimientos
instrumentados por el C.P.P., podría ser hecho valer por una persona natural que procurara la
defensa del medio ambiente. En vez, el artículo 26 de la Ley 23.506 de Hábeas Corpus y Amparo
le otorga la susodicha aptitud a cualquier persona, siempre y cuando, claro está, dicha actividad
postulatoria no venga a conculcar el principio de prevención y sus corolarios. Además, y de
acuerdo a los términos del artículo III del Código del Medio Ambiente, pareciera que las personas
naturales sólo pueden intentar "per se" la tutela del medio ambiente, mediante el resorte exclusivo
de la acción de amparo. Si optaran por otro camino, carecerían de legitimación; lo cual puede y
debe ser declarado en cualquier grado de la instancia y aun oficiosamente, por el órgano
jurisdiccional.
Por fin, se me requiere opinión acerca de si noto la posible incidencia en lo que es materia de
consulta de algún otro instituto jurídico.
La secuencia indicada deja al desnudo un abrupto cambio de actitud por parte de la Municipalidad
de Lima, que bien podría caer en las mallas de la "doctrina de los propios actos", conforme la cual
no puede aceptarse la juridicidad de comportamientos contrarios a la buena fe o a la necesaria
coherencia que debe reinar en el accionar jurídico. Reiteradamente, la Corte Suprema de Justicia
de la Nación ha hecho uso de la citada doctrina: "Resulta necesario exigir a las partes un
comportamiento coherente, ajeno a los cambios de conducta perjudiciales, y desestimar toda
actuación que implique un obrar incompatible con la confianza que se ha suscitado en el otro
contratante (La Ley 1992-A-216 y ss.); "El actuar contradictorio que trasunta deslealtad resulta
descalificado por el derecho, lo que se ha quedado plasmado en brocardos como el que expresa
venire contra factum proprium non valet, que sintetizan aspectos de densa dimensión ética del
principio de la buena fe (Fallos 312-1725)". Dicha doctrina es aplicable en todos los sectores del
mundo jurídico, inclusive en el del Derecho administrativo, por lo que también condiciona el
accionar de la Administración Pública en todos sus niveles (conf. "La doctrina de los propios actos
en la jurisprudencia", por Marcelo J. López Mesa, Bs.As. 1997, Editorial Depalma, página 95 y
siguientes, página 159 y siguientes).
No se admite jurídicamente, entonces, en la Argentina "venir contra los propios actos", es decir
"levantarse" y contradecir en los hechos, procederes anteriores.
Sobre el particular, he explicado que "el "venire contra factum" significa que un acto de ejercicio de
un derecho subjetivo o de una facultad que contradice el sentido que, conforme a la buena fe, ha
de darse a la conducta anterior del titular, constituye una extralimitación, luego esa pretensión
contradictoria con la propia conducta resulta inadmisible y debe ser desestimada por los
Tribunales, descripción afortunada a la que sólo habría que complementar con la mención de que
también concurre el "venire contra factum" cuando la conducta ulterior "incoherente" apunta no
tanto a destruir el acto anterior sino más bien a evitar sus consecuencias o eludirlas ("Derecho
Procesal Civil de acuerdo al C.P.C. Peruano", Por Jorge W. Peyrano, Ediciones Jurídicas, Lima
1995, página 347).
Cabe acotar que ni en la Argentina como tampoco en su cuna de origen (que fue España), existen
textos legales explícitos que consagren la "doctrina de los propios actos", partiendo su
reconocimiento del hecho de que ciertas normas -en especial las que aseguran la vigencia del
principio de buena fe y sus derivados (vide "Derecho Procesal Civil de acuerdo al C.P.C. Peruano",
página 354)- dejan traslucir un espíritu favorable a su adopción.
Por supuesto que la doctrina en análisis tiene aplicación tanto cuando la contradicción se produce
entre el tenor de la demanda y conductas anteriores del demandante como cuando se genera una
incoherencia entre el contenido de una contestación de demanda y comportamientos previos del
demandado. Más todavía: la invocabilidad del precitado instituto puede suscitarse en virtud de las
características de actividades procesales posteriores a la contestación de la demanda ("Derecho
Procesal Civil, de acuerdo al C.P.C. Peruano", por Jorge W. Peyrano, página 368).
Puesto que el legislador peruano (artículos 168 y 1362 del Código Civil y artículo IV del Título
Preliminar del Código Procesal Civil y 685 del mismo que) ha adoptado una actitud de repulsa
frontal de todo aquello que pueda violentar el principio de buena fe y sus aledaños, me parece
legítimo que pueda ser alegable la "doctrina de los propios actos" -que no es otra cosa, insisto, que
un derivado de los principios de buena fe y moralidad- en pleitos ventilados ante tribunales
peruanos.
Esperando haber evacuado los puntos de consulta de manera académica, objetiva y exhaustiva,
doy por concluido el cometido encomendado.
El presente ensayo contiene un resumen de las razones constitucionales y legales que llevaron a la
autoridades municipales a afrontar procesos judiciales contra una inversionista extranjera. Se
señala entre otros, el derecho a defender el patrimonio ecológico.
I. INTRODUCCION
Desde mediados de 1997 el Perú entero viene siendo testigo del denominado "Caso Lucchetti", el
cual ha trascendido las fronteras del país y ha llamado la atención de propios y extraños. Una
empresa de capitalistas chilenos, incumpliendo las normas legales vigentes y contra la opinión de
la mayoría de la población, construye y pretende instalar una gran industria en un área de casi
60,000 m2 de extensión, ubicada en terrenos adyacentes a los "Pantanos de Villa", poniendo en
peligro, según opinión de la mayoría de expertos y de organizaciones ecologistas nacionales y
extranjeras, la última reserva ecológica existente en la ciudad de Lima, la cual no sólo constituye
patrimonio común de la Nación, sino un humedal de importancia mundial reconocido como tal por
la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat
de Aves Acuáticas, celebrada en Ramsar el 02 de febrero de 1971 y ratificada por el Perú en 1991.
Por insólito que parezca, cuando la autoridad municipal (a través de sus órganos competentes)
sale al frente de tal despropósito, en defensa de la legalidad y de un patrimonio ambiental que es
de todos los peruanos, la empresa infractora promueve una acción de amparo y obtiene una
cuestionable sentencia por la que se declara fundada la demanda; sentencia que demuestra en
forma contundente la grosera desnaturalización del proceso constitucional del amparo que se está
dando en el Perú, así como hasta qué punto las fuerzas existentes logran que se abdique de la
excelsa función de administrar justicia.
Empero, como la verdad, la razón y la justicia siempre triunfan, a pesar del poder que exista de por
medio, se mantiene viva la esperanza de que, a raíz de la conciencia ecológica que,
paradójicamente, el "Caso Lucchetti" ha contribuido a crear en un país carente de ella, la ciudad de
Lima y sus vecinos lograrán salvar su última reserva ecológica.
Para que el lector comprenda que vale la pena continuar en el empeño, el presente ensayo
contiene un resumen de las razones constitucionales y legales que llevaron a la Municipalidad de
Lima y a su Alcalde, el doctor Alberto Andrade Carmona, patrocinados colegiadamente por los
letrados Natale Amprimo Pla, Ernesto Blume Fortini, Raúl Canelo Rabanal, César Ochoa Cardich,
Jorge Power Manchego Muñoz y César Valega García, a asumir el reto de enfrentarse a la
poderosa empresa Lucchetti para defender los Pantanos de Villa y que los impulsan a continuar en
aquella lucha, pues el caso no está cerrado.
II. NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES QUE OBLIGAN AL ESTADO PERUANO Y,
POR ENDE, A LAS MUNICIPALIDADES, A PROMOVER LA CONSERVACION DE LA
DIVERSIDAD BIOLOGICA Y DE LAS AREAS NATURALES PROTEGIDAS
La transgresión o violación de tales normas acarrea la nulidad ipso jure de los actos jurídicos que
las contrarían, de conformidad con el artículo V del Título Preliminar del Código Civil, que a la letra
preceptúa que "Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres."
Por lo demás, es menester tener en cuenta que el Perú ha incorporado a su legislación las normas
internacionales contenidas en la Convención Relativa a los Humedales de Importancia
Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, celebrado en Ramsar el 02 de
febrero de 1971, y el Convenio sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales
Silvestres, celebrado en Bonn el 23 de junio de 1979, ratificados mediante la Resolución Legislativa
N° 25353 y el Decreto Supremo N° 002-97-RE, respectivamente.
El legislador constituyente, a través del inciso 5) del artículo 192° de la Constitución de 1993, ha
establecido que las Municipalidades tienen competencia para "Planificar el desarrollo urbano y rural
de sus circunscripciones, y ejecutar los planes y programas correspondientes."
De otro lado, al normar sobre el derecho de propiedad en el artículo 70° de la misma Carta
Constitucional, si bien consagra su carácter de inviolable e impone al Estado el deber de
respetarlo, deja muy claramente establecido que su ejercicio no es ilimitado ni anárquico, sino que
se da "... en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley". En esa línea, el
Legislador Ordinario, al normar en el artículo 957° del Código Civil el ejercicio de la propiedad
predial, establece con meridiana claridad que "La propiedad predial queda sujeta a la zonificación,
a los procesos de habilitación y subdivisión y a los requisitos y limitaciones que establecen las
disposiciones respectivas."
Al respecto, Lucrecia Maisch von Humboldt, en la Exposición de Motivos y Comentarios del Libro
de Derechos Reales del Código Civil de 1984 (compilación elaborada por la doctora Delia
Revoredo Marsano. Lima, 1985, Tomo V, p. 190), comentando el citado artículo 957°, señala:
"El problema del sometimiento de la propiedad predial a las normas de derecho administrativo y
municipal no era en 1936 tan importante como en la actualidad, debido a las necesidades de
regular el crecimiento urbano, de preservar la salud y seguridad de la población y de conservar el
equilibrio ecológico del hábitat humano".
Sobre el mismo artículo 957° del Código Sustantivo Max Arias Schreiber, en la página 30 de su
obra "Exégesis del Código Civil de 1984", acota que:
"Por razones de interés comunitario los bienes que conforman la propiedad predial están sujetos a
normas de orden administrativo que regulan la zonificación y los procesos de habilitación y demás
reglas existentes."
En armonía con la regulación del ejercicio del derecho a la propiedad predial, el inciso 2) del
artículo 73° de la Ley Orgánica de Municipalidades N° 23853, preceptúa que las Municipalidades
pueden imponer a la propiedad privada "La obligación de no construir, reconstruir, ampliar,
modificar o reformar un inmueble sino en la forma que establezcan la ley, el Reglamento Nacional
de Construcciones, el Provincial respectivo y las ordenanzas sobre seguridad, salubridad y estética
en la edificación o por razón de conservación de zonas monumentales y de edificios declarados
monumentos históricos y artísticos de conformidad con las leyes de la materia y las ordenanzas
municipales."
Así, de acuerdo al Derecho Administrativo y a las normas transcritas, a las cuales deben sumarse
otras conexas y reglamentarias que no es del caso citar en esta parte, la propiedad tiene un
contenido urbanístico, que se integra mediante la adquisición sucesiva de las facultades
urbanísticas del derecho a urbanizar, del derecho al aprovechamiento urbanístico, del derecho a
edificar y del derecho a la edificación; contenido dentro del cual la licencia de construcción es un
acto administrativo que tiene un carácter constitutivo en relación al derecho a edificar.
En este punto, resulta pertinente citar a José Bermejo Vera, quien en su obra "Derecho
Administrativo. Parte Especial" (Cívitas, Madrid, 1994, pp. 520-521), al referirse a las limitaciones
del ejercicio del derecho de propiedad predial y a su especial naturaleza, precisa que en el
Derecho Urbanístico:
"Se produce una subjetivización del estatuto jurídico de la propiedad, convirtiéndose forzosamente
el propietario de los terrenos en un agente colaborador de la Administración, imponiéndole incluso
contra su voluntad el ejercicio de una actividad económica desnaturalizando el viejo núcleo
esencial del derecho de propiedad hasta en su último reducto, cual es la preeminencia de la
voluntad individual para el ejercicio de las facultades que, aun configuradas por la norma comporta.
El propietario acaba derivando en una especie de cuasi-concesionario, perdiéndose quizá una
oportunidad histórica para deslindar definitivamente el "servicio público" que comporta la
transformación urbanística del suelo y el derecho de propiedad sobre el mismo."
"La Sentencia de 11 de julio de 1987 confirma en apelación la dictada por la Audiencia Territorial
de Barcelona que desestimó el recurso promovido contra el Plan General de Ordenación de San
Celoní en lo referente a la regulación del suelo no urbanizable y, especialmente, en lo relativo a la
calificación del Montnegre como parque natural. El fallo desestimatorio arranca de la afirmación de
que "la función revisora de esta jurisdicción comporta que su cometido se ciña a enjuiciar la
legalidad de la actividad administrativa sometida a debate, pero no a valorar actuaciones o
decisiones de la Administración, adoptadas en uso de sus facultades, en orden a la salvaguarda
del interés público, con criterios técnicos o sociológicos, pues ello supondría sustituir el criterio de
la Administración que, en principio, ha de presumirse que se dirige al bien común, por la
apreciación subjetiva de los particulares, salvo, claro es, que se demuestre la carencia de tal
objetivo público o que su actuación se apoya en notorio error de hecho" planteamiento que es fiel
expresión del control mínimo al que el juzgado decide limitarse."
Como es de público conocimiento, la Zona Reservada de los Pantanos de Villa, cuya extensión
inicial fuera de más 1,500 hectáreas y hoy está reducida por la irresponsable actitud de diversas
autoridades y personas a 396 hectáreas, con un espejo de agua de aproximadamente 100
hectáreas, es patrimonio ambiental de la Nación y constituye el único refugio de vida silvestre en la
región central costera del Perú, para aves migratorias de otros continentes; además de albergar
importantes asociaciones de flora silvestre propias de los ecosistemas acuáticos, constituyendo
una muestra representativa de la diversidad biológica del Perú.
Sus aguas constituyen cuerpos líquidos permanentes de poca profundidad, pero de una enorme
fragilidad ante factores externos que podrían alterar su comportamiento, en los cuales se
desarrollan asociaciones vegetales de totora, junco y áreas con presencia de grama salada.
Cuenta con 67 especies de flora vascular, que requieren para su desarrollo el medio acuático típico
de los pantanos, 13 especies de peces de agua dulce, aproximadamente 40 especies de insectos
terrestres y acuáticos; constituyendo refugio de 155 especies de aves, de las cuales 72 especies
son migratorias y proceden de América del Norte, de la Antártida, de los Andes y de la Amazonia, y
83 son residentes.
Los Pantanos de Villa fueron reconocidos como Zona Reservada mediante la Resolución
Ministerial N° 00144-89-AG-DGF de fecha 28 de mayo de 1989 y forman parte del Sistema
Nacional de Areas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE).
A partir del 20 de enero de 1997, dadas su importancia como patrimonio ambiental de la Nación y
sus especiales características, la Zona Reservada de los Pantanos de Villa ha sido reconocida
como Humedal de importancia mundial por la "Convención Relativa a los Humedales de
Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas", a la que se ha hecho
referencia líneas arriba.
Por consiguiente, no debe perderse de vista en el análisis del denominado "Caso Lucchetti", que
más propiamente debió denominarse el "Caso Pantanos de Villa", que la pretensión de la
accionante, a pesar que ella lo soslayó y minimizó en todo momento, tiene que ver con la
afectación de una zona ecológica reservada, que es patrimonio ambiental de la Nación y cuya
defensa, preservación y mantenimiento es un deber del Estado y, por cierto, de los magistrados
que integran el Poder Judicial.
Por lo demás, tampoco debe perderse de vista que el artículo 97° del Código del Medio Ambiente y
los Recursos Naturales establece que "Sólo se permitirá la ubicación de cualquier tipo de
infraestructura en zonas adyacentes a las áreas naturales protegidas, en los casos que se
garanticen las máximas medidas de protección para dichas áreas a fin de preservar sus
condiciones naturales de los ámbitos geográficos declarados como áreas naturales protegidas."
Finalmente, en cuanto a este tópico es menester enfatizar que el Decreto de Alcaldía N° 413-93-
MDCH de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, vigente desde el 15 de octubre de 1993,
establece que las empresas industriales, comerciales y de servicios a instalarse dentro del área de
influencia de la zona reservada de los Pantanos de Villa (Area de 2,000 Hectáreas) "...deberán
adjuntar Estudios de Impacto Ambiental para acceder a todo tipo de autorizaciones municipales."
El desarrollo urbano es un hecho colectivo que condiciona la vida de todos los habitantes de una
ciudad, no pudiendo estar librada la utilización del suelo a la conveniencia exclusiva del propietario
de realizar cualquier obra en sus terrenos. Por ello, la licencia de construcción tiene un carácter
constitutivo en relación a la adquisición del derecho a edificar, por lo que para objetivarlo
previamente se deben adquirir las facultades urbanísticas del derecho a urbanizar y del derecho al
aprovechamiento urbanístico.
El artículo II-I-1 del Reglamento Nacional de Construcciones establece, literalmente, que "La
habilitación o subdivisión de tierras en la República, para los fines establecidos en este Título, se
regirán por las disposiciones contenidas en él, quedando obligada a su cumplimento toda persona
natural o jurídica, o institución y empresa pública que con estos fines pretenda habilitar, subdividir o
independizar terrenos para venta, traspaso, cesión, donación, partición judicial o extrajudicial,
adjudicación en pago y otras operaciones, así como para edificaciones que impliquen o posibiliten
la subdivisión o el cambio de uso de la tierra".
El artículo II-XVIII-1 del Reglamento Nacional de Construcciones establece que las habilitaciones
de tierras estarán sujetas, según los casos, a los siguientes procedimientos: "Las habilitaciones de
tierras consideradas en el presente Título estarán sujetas, según los casos, a los siguientes
procedimientos: a) Aprobación de estudios preliminares; b) Aprobación de proyectos; c)
Autorización para ejecutar obras; d) Autorización para llevar a cabo construcciones simultáneas; e)
Autorización para celebrar contratos de venta garantizada; f) Autorización para inscripción
provisional en los Registros Públicos; g) Derogado por el Decreto Ley 21980 del 25.10.77; h)
Recepción de obras; i) Autorización para la libre venta de lotes o parcelas; j) Autorización para la
inscripción definitiva de los Registros Públicos; y k) Incorporación de la habilitación, en su nueva
condición, a la jurisdicción municipal."
El artículo II-VIII-4.3 del Reglamento Nacional de Construcciones, concordante con el artículo 22°
del Decreto de Alcaldía N° 134-96-MML, establece que la resolución de aprobación de estudios
preliminares de habilitación urbana únicamente autoriza la ejecución de obras preliminares tales
como campamentos y preparación de terrenos.
El artículo II-XX-8 del Reglamento Nacional de Construcciones preceptúa literalmente que "Las
autoridades y funcionarios municipales que intervengan en el otorgamiento de licencias de
construcción sobre terrenos que no hayan sido habilitados para tal fin o que no cuenten con
autorización expresa del Organismo de Control, serán pasibles de las sanciones legales
correspondientes establecidas en la legislación vigente."
Las normas del precitado Reglamento para el Otorgamiento de Licencias de Construcción, Control
y Conformidad de Obras, están basadas en los principios de la Ley de Simplificación Administrativa
Ley N° 25035, que en sus artículos 2° y 4° establece que la presunción de veracidad de las
declaraciones del interesado admite prueba en contrario mediante la fiscalización posterior de la
Administración. De ahí, que el artículo 6° de la Ley de Simplificación Administrativa preceptúa
"Verificada la ocurrencia de fraude o falsedad en la prueba documental o en la declaración del
interesado, la exigencia respectiva será considerada como no satisfecha y sin efecto alguno,
debiendo la Administración Pública poner el hecho en conocimiento de la autoridad competente,
dentro de un plazo que no excederá de cinco días calendario, para la instauración del
correspondiente proceso penal, así como para la adopción de las medidas que conforme a Ley,
conduzcan a declarar la nulidad del acto o proceso administrativo de que se trate, sin perjuicio de
las acciones indemnizatorias a que haya lugar".
Como quiera que el terreno de 59,943.00 m2 de extensión, ubicado entre la Avenida Los Héroes
de Villa y la antigua Carretera Panamericana Sur (Avenida Huaylas), Lotes 1A y 2, de la Lotización
Villa Baja, del Distrito de Chorrillos, de la Provincia y Departamento de Lima, de propiedad de la
empresa Lucchetti Perú S.A., se encuentra calificado con el uso de Industria Liviana I-2 y es
rústico, si ésta deseaba construir una planta para industria liviana debía cumplir con los siguientes
requisitos previos a la construcción:
- Obtener antes de la iniciación de cualquier trámite un Estudio Previo de Impacto Ambiental
debidamente aprobado por el organismo público competente;
- Presentar el expediente completo de solicitud de licencia provisional (en esta etapa hubiera
podido iniciar las obras, pero por su cuenta, costo y riesgo); y
La empresa Lucchetti Perú S.A., en claro abuso del derecho y transgrediendo las normas vigentes,
viene construyendo una infraestructura industrial descomunal (I-3), en un área colindante a la Zona
Reservada de Pantanos de Villa o Area Ecológica Metropolitana, con indicios razonables y visibles
de producir impactos adversos sobre dicha área ecológica y el paisaje, que son patrimonio
ambiental de la Nación y que el Estado está obligado a defender, preservar y mantener, sin haber
obtenido antes de la iniciación de cualquier trámite un Estudio Previo de Impacto Ambiental
debidamente aprobado por el organismo público competente; sin haber obtenido antes de iniciar la
construcción la aprobación de la habilitación urbana; sin haber construido previamente las obras de
habilitación urbana; sin haber presentado el expediente completo de solicitud de licencia
provisional antes de iniciar la construcción y sin haber obtenido una licencia definitiva válida de
construcción.
En aplicación del principio del control posterior de las declaraciones del interesado, contenido en
los artículos 2° y 4° de la Ley de Simplificación Administrativa N° 25035 se verificó que se pretende
instalar en el terreno antes mencionado una planta industrial para el mercado nacional y
subregional, con una gran actividad de insumos y productos terminados que no corresponde a la
categoría de Industria Liviana (I-2), sino de Gran Industria (I-3).
De la revisión del expediente administrativo iniciado por Lucchetti Perú S.A. ante la Municipalidad
Distrital de Chorrillos, se ha constatado que esta empresa sólo contó con licencia de construcción
para un cerco perimétrico de 928.00 ml, otorgada por el Departamento de Obras Privadas de la
Municipalidad Distrital de Chorrillos, con fecha 05 de diciembre de 1996.
De la revisión del mismo expediente también se desprende que con fecha 22 de mayo de 1997 la
Municipalidad Distrital de Chorrillos expidió a Lucchetti Perú S.A., sin haber cumplido los trámites y
requisitos anteriormente detallados, una sui géneris "liquidación de pago de derechos", en cuya
parte superior central en forma irregular aparece la frase "Licencia Provisional de Construcción".
Cabe subrayar que el Decreto Legislativo N° 757, Ley Marco para el Crecimiento de la Inversión
Privada, reiteradamente invocado por Lucchetti Perú S.A., preceptúa literalmente en su artículo 24°
que "Las solicitudes presentadas ante las distintas entidades de la Administración Pública a que se
refiere el artículo 20° del presente Decreto Legislativo, se considerarán automáticamente
aprobadas el mismo día de la presentación del recurso o formato correspondientes, siempre que se
cumpla con los requisitos y se entregue la documentación completa exigida por el TUPA para cada
caso."
En consecuencia, es falso lo sostenido por Lucchetti Perú S.A. en cuanto afirmó que la supuesta
licencia provisional de construcción se convirtiese en definitiva en aplicación del silencio
administrativo positivo, puesto que como señala el maestro de Derecho Administrativo Eduardo
García Trevijano Garnica, en su obra "El silencio administrativo en el Derecho español" (Cívitas,
Madrid, 1990, p. 138):
"En este caso, la omisión de la documentación precisa da lugar a que el silencio positivo no
produzca efectos y, por tanto, a que el interesado no puede actuar de acuerdo con lo solicitado,
ante la inexistencia de acto presunto (estimatorio alguno)."
"La motivación de la decisión comienza, pues, por marcar la diferencia entre lo discrecional y lo
arbitrario, y ello, porque si no hay motivación que la sostenga, el único apoyo de la decisión será la
sola voluntad de quien la adopta, apoyo insuficiente, como es obvio, en un Estado de Derecho en
el que no hay margen, por principio, para el poder puramente personal. Lo no motivado es ya, por
este solo hecho, arbitrario...".
Con fecha 02 de octubre de 1997 se publicó en el Diario Oficial El Peruano el Acuerdo de Concejo
N° 111 de la Municipalidad Metropolitana de Lima que declaró que es conveniente y necesario se
proceda a disponer, bajo responsabilidad, la inmediata paralización de las obras de construcción
de la Planta Lucchetti Perú S.A., y asimismo conformó una Comisión Especial constituida por los
Regidores Jorge Ruiz de Somocurcio, Santiago Agurto Calvo, Ricardo Giesecke Sara Lafosse,
Luzmila Zapata García, Luis Carlos Rodríguez Martínez, Olimpia Méndez León y Martha Moyano
Delgado, encargada de revisar los expedientes administrativos seguidos por la Empresa Lucchetti
Perú S.A., y recomendar al Concejo Metropolitano los criterios y las medidas correctivas a que
hubiera lugar, formulándose entre otros, propuestas de prevención y fortalecimiento de medidas de
control urbano y ambiental del área natural y del área de influencia de los Pantanos de Villa.
Cabe subrayar que el Acuerdo de Concejo N° 111 solamente contiene una recomendación en el
sentido de que es "conveniente y necesario, se proceda a disponer a la brevedad y bajo
responsabilidad la inmediata paralización de las obras de construcción de la Planta de Lucchetti
Perú S.A.". En sí mismo el Acuerdo de Concejo N° 111 no es un acto administrativo que resuelva
un asunto de carácter subjetivo y no tiene ejecutividad y ejecutoriedad inherentes a los actos
administrativos.
Con fecha 21 de octubre de 1997 el Concejo Metropolitano de Lima adoptó el Acuerdo N° 123 que
hizo suya la recomendación de la Comisión Especial antes referida de paralizar inmediatamente la
construcción de la fábrica de pastas que venía llevando a cabo la Empresa Lucchetti Perú S.A., por
no haber cumplido con las disposiciones reglamentarias necesarias para realizar las obras de
habilitación urbana y de construcción y, asimismo, por no haber presentado oportunamente el
"Estudio de Impacto Ambiental" pertinente y no contar con la respectiva aprobación del Instituto
Nacional de Recursos Naturales, INRENA, lo que es de fundamental importancia, dado que las
referidas obras atentan seriamente contra el equilibrio ecológico de la zona. Por tanto, su
paralización es legalmente procedente y conveniente para evitar que las obras sigan dañando el
ambiente de la reserva; en tanto Lucchetti Perú S.A. propone las posibles medidas que permitirían
controlar los daños al ambiente que han sido señalados por la Mesa de Expertos y por el propio
INRENA en diversas oportunidades. Cabe precisar que por este último Acuerdo el Concejo
Metropolitano no resolvió ningún asunto de carácter subjetivo, puesto que sólo hizo suya una
recomendación de la Comisión Especial.
Con fecha 21 de octubre de 1997 el Concejo Metropolitano adoptó el Acuerdo N° 126-97-MML que
estableció la "Zona de Reglamentación Especial Pantanos de Villa", que comprende el área de
influencia o de amortiguamiento en torno al Area Ecológica Metropolitana Pantanos de Villa,
reserva marino continental que se declaró zona intangible y de interés ecológico metropolitano; y
dispuso suspender todos los procedimientos de habilitaciones urbanas, licencias de construcción,
licencias de funcionamiento de establecimientos y demás actos administrativos de naturaleza
municipal, cualquiera que fuera su estado de tramitación, respecto de solicitudes presentadas para
desarrollarse dentro de la "Zona de Reglamentación Especial Pantanos de Villa" descrita en los
artículos 1° y 2° del mismo acuerdo. Esta suspensión comprendió a los actos de las
Municipalidades Distritales que tienen jurisdicción en la zona de amortiguamiento del Area
Ecológica Metropolitana Pantanos de Villa.
El Acuerdo de Concejo N° 126 no es un acto administrativo que resuelva sobre asuntos de carácter
subjetivo. Por su contenido es manifiestamente un acuerdo de carácter normativo, al amparo de
las facultades, atribuciones y competencias asignadas a las Municipalidades en materias de
zonificación y urbanismo, de acuerdo al marco constitucional y legal precitado en el presente
artículo en el acápite referido a este tema.
Cumplidas las condiciones señaladas en los puntos anteriores, la Municipalidad procederá con
aprobar el proyecto de habilitación correspondiente."
Cabe subrayar en relación al Acuerdo de Concejo adoptado el 16 de diciembre de 1997 que éste
solamente se limita a aprobar las recomendaciones contenidas en el dictamen final de los
Regidores Ruiz de Somocurcio y Méndez. En ese sentido, el Concejo no es un órgano con
competencias administrativas para resolver asuntos de carácter subjetivo en materia de
habilitaciones urbanas. La competencia de los órganos administrativos es asignada por la ley, de
acuerdo al principio de legalidad administrativa. A mayor abundamiento el artículo 191° de la
Constitución Política del Perú establece que sólo competen al Concejo funciones normativas y
fiscalizadoras.
En consecuencia, no existe ningún derecho cierto en favor de Lucchetti Perú S.A. para continuar
con los trámites administrativos de habilitación urbana que se derive del Acuerdo de Concejo
adoptado el 16 de diciembre de 1997.
- Cese de las declaraciones del señor Alcalde de Lima, de fecha 22 de diciembre de 1997;
- Cese de los efectos del acuerdo de fecha 19 de diciembre de 1997 del Concejo
Metropolitano de Lima que admitió a trámite un recurso de reconsideración contra el acuerdo del
Concejo Metropolitano de Lima del 16 de diciembre de 1997;
- Inaplicación del artículo 4º del Acuerdo de Concejo Nº 126-97 MML del 21 de octubre de
1997, publicado el 07 de noviembre de 1997; y
La demanda es inoficiosa porque la pretensión de inaplicación de los efectos del Acuerdo N° 01,
del 02 de enero de 1998, adoptado por la Comisión Técnica Provincial de la Municipalidad
Metropolitana de Lima debe ser dirigida directamente contra esta última y no contra un supuesto
"Concejo Provincial de la Municipalidad de Lima", que no existe si se tiene en cuenta el régimen
especial para la capital de la República que regula el Título VIII de la Ley Orgánica de
Municipalidades; "Concejo Provincial" que no puede dejar sin efecto un acto que no ha generado,
por lo que una sentencia amparando la demanda no podría extender sus efectos a otro órgano
diferente del que cometió el supuesto y negado acto lesivo.
La Comisión Técnica Provincial, al igual que las Comisiones Distritales, está integrada por
representantes del Colegio de Arquitectos del Perú, del Colegio de Ingenieros del Perú y,
eventualmente, del Instituto Nacional de Cultura, así como por el Jefe de la Oficina de Licencias de
Construcción, quienes adoptan sus acuerdos con criterio eminentemente técnico, respecto de las
cuales obviamente no responden ni ante la Municipalidad Metropolitana ni ante las instituciones
que los acreditan. Al respecto, se aclara que las Comisiones Técnicas Provinciales pertenecen,
dentro de la administración pública peruana, a la clase de órganos que integran, entre otros, el
Tribunal de Licitaciones y Contratos de Obras Públicas, el Consejo Superior de Consultoría, y el
Tribunal Fiscal.
En tal sentido, los Ministerios de los que forman parte el Tribunal de Licitaciones y Contratos de
Obras Públicas, el Consejo Nacional Superior de Consultoría y el Tribunal Fiscal no pueden variar
sus acuerdos en ningún caso, ya que la autoridad administrativa sólo provee lo requerido para
satisfacer las necesidades administrativas de los Consejos o Tribunales Administrativos.
De esta forma, para obtener la revisión judicial de las decisiones de estos peculiares órganos,
conocidos en la doctrina como Tribunales Administrativos, se requiere citarlos en juicio para que
éstos sustenten sus resoluciones a través de sus apoderados o procuradores, de forma tal que, en
el supuesto que sean vencidos en el proceso judicial, estén obligados a cumplir las sentencias. En
tal sentido, la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Municipalidad Distrital de Chorrillos sólo
cumplen las decisiones de la Comisión Técnica Provincial, no estando autorizadas ni facultadas
para variar dichas decisiones.
De otro lado, la demanda se encuentra mal dirigida contra el Concejo Provincial de Lima (órgano
inexistente en nuestro ordenamiento administrativo puesto que el órgano normativo y fiscalizador
en la Municipalidad Metropolitana de Lima es, conforme con el artículo 133° de la Ley Orgánica de
Municipalidades, el Concejo Metropolitano de Lima). Cabe anotar que el Concejo Metropolitano de
Lima, a su vez, carece de personería jurídica, por tanto no es susceptible de apersonarse a
proceso judicial alguno.
En los dos supuestos antes expuestos se aprecia que hay una inoficiosidad de la demanda en
tanto que se encuentra mal dirigida contra persona ajena a la pretensión de Lucchetti Perú S.A.,
por lo cual sería imposible crear una relación jurídica procesal válida entre demandante y
demandados, ya que una posible sentencia que ampare la pretensión de la demandante sería de
imposible cumplimiento para el demandado, quien es ajeno a dicha relación.
Como cuestión previa, antes de pasar al examen concreto de si se violó o no algún derecho de
Lucchetti Perú S.A., debe subrayarse que no se configuró el requisito específico de la demanda en
un proceso de amparo, consistente en la certidumbre del derecho que se busca proteger. Sobre
esta cuestión, cabe citar a Madeleine Heredia quien, en su ensayo "Naturaleza Procesal de la
Acción de Amparo" (Cultural Cusco, Lima, 1995, pp. 63-65) afirma:
De ello se infiere que la labor del juzgador respecto a este extremo, debe limitarse a una simple
verificación o constatación de la existencia y ejercitabilidad del derecho, sea en función de un
fehaciente medio probatorio acompañado liminarmente o por inferirse indubitablemente de la
propia condición subjetiva de quien la invoca. En este sentido, resulta fuera de lugar en el Amparo
toda resolución judicial que declarando la existencia de un derecho, que no era tal con anterioridad
al proceso, declare a la vez y como raciocinio final que existe violación o amenaza inminente de
violación de dicho derecho; de suscitarse esto en el proceso de Amparo, equivaldría a su
trastocamiento de institución procesal cautelar de derechos a una de tipo cognoscitivo que no
tendría razón de ser, ante la existencia primigenia en nuestro medio de un proceso destinado al
desenvolvimiento de la función jurisdicional en su variante cognoscitiva, como sucede con los
procesos de conocimiento, abreviado y sumarísimo del Código Procesal Civil y como acaeciera con
el denominado 'Juicio Ordinario' del derogado Código de Procedimientos Civiles Peruano de 1912.
Sin embargo, como bien anota Rivas, la actividad de verificación del juzgador no niega a la parte
demandada la posibilidad de controvertir la vigencia, entidad o titularidad del derecho del
demandante, en cuyo caso, el pronunciamiento no estará dirigido a declarar la inexistencia del
derecho sino a desestimar la demanda por ausencia de este presupuesto.
Lucchetti Perú S.A. invocando el inciso 2) del artículo 2° de la Constitución sostiene erradamente
que se ha violado su derecho «a la igualdad ante la ley.» Tal aserto es falso por los siguientes
fundamentos:
- Porque en el hipotético negado supuesto que funcione una industria pesada (I-3) en una
zonificación para industria ligera (I-2) tampoco se estaría frente a la violación del derecho a la
igualdad ante la ley, dado que, la infracción de normas legales no genera derecho. Es evidente
aun para el más lego en derecho que el abuso del derecho no genera un derecho.
«...cuando los órganos del poder ejercen función administrativa, deben manejarse con la misma
regla de no dar a unos lo que se niega a otros en igualdad de circunstancias, o viceversa; y de
evitar las discriminaciones arbitrarias.»
Lucchetti Perú S.A. invocando el artículo 61 ab initio de la Constitución sostiene erradamente que
se ha violado su derecho «a libre competencia.» Tal aserto es falso por los siguientes
fundamentos:
- Porque la doctrina más autorizada se pronuncia por considerar que las finalidades
concretas de la acción estatal, no dan lugar a derechos judicialmente exigibles.
- En efecto, como bien señala Francisco Rubio Llorente, en "La Constitución Española y las
Fuentes del Derecho":
«...a la presencia en nuestra Constitución de un no escaso número de preceptos que integran otra
categoría distinta. Son aquellos que frecuentemente por la vía de la definición, incorporan
principios fundamentales del orden jurídico-político o establecen finalidades concretas (o menos
concretas) a la acción estatal. El concepto de Estado social y democrático de Derecho que recoge
el artículo primero, es ejemplo destacado de esa positivización de principios fundamentales, que si
no da lugar a derechos judicialmente exigibles...»
- Porque la acción de amparo no puede ser utilizada para discutir los alcances de un
contrato o derechos de origen contractual.
Lucchetti Perú S.A. invocando el artículo 70° de la Constitución sostiene erradamente que se ha
violado su derecho «a la propiedad.» Tal aserto es falso por los siguientes fundamentos:
Lucchetti Perú S.A. invocando el artículo 71° de la Constitución sostiene erradamente que se ha
violado el derecho «de igualdad ante la ley de los extranjeros". Tal aserto es falso por los
siguientes fundamentos:
- Porque, a la luz de la información alcanzada, la empresa Lucchetti Perú S.A. es una
empresa peruana.
- Porque en el hipotético caso que sea una empresa extranjera, no se ha violado su derecho
de igualdad ante la ley, como se ha demostrado en el punto 3 que antecede.
De otro lado, se señala que tanto la empresa Lucchetti S.A. como Lucchetti Perú S.A. habrían
suscrito "... sendos Convenios de Estabilidad Jurídica con el Estado Peruano, por los cuales la
primera se comprometió a invertir en el Perú, a través de su filial peruana, -esto es, la recurrente-,
la suma de US $ 16'000,000.00, para el desarrollo de un proyecto fabril, cuya inversión no podía
exceder del 31 de julio de 1997".
La afirmación referida en el párrafo anterior no fue probada con la demanda, pues Lucchetti Perú
S.A. sólo acompañó al respecto una fotocopia simple del Convenio de Estabilidad Jurídica
celebrado por Empresas Lucchetti S.A. (de Chile), sin adjuntar o acompañar convenio alguno
celebrado por aquélla (ésto es, por Lucchetti Perú S.A.), que resulta ser una persona jurídica
distinta a Empresas Lucchetti S.A., de Chile, a tenor de lo establecido en el artículo 78° del Código
Civil Peruano, según el cual "La persona jurídica tiene existencia distinta de sus miembros y
ninguno de éstos ni todos éllos tienen derecho al patrimonio de ella ni están obligados a satisfacer
sus deudas".
Los convenios de estabilidad jurídica que celebra el Estado Peruano al amparo del Decreto
Legislativo N° 662° (que es anterior a la Constitución de 1993, la que, en su artículo 63° establece
que "La inversión nacional y extranjera se sujetan a las mismas condiciones"), buscan garantizar a
los inversionistas extranjeros los derechos a la estabilidad del régimen tributario y al régimen de
libre disponibilidad de divisas, así como al derecho a la no discriminación, que, tal como reza el
artículo 2° del referido decreto legislativo, implica que "Los inversionistas extranjeros y las
empresas en las que éstos participen tienen los mismos derechos y obligaciones que los
inversionistas y empresas nacionales ...".
"(...) hemos dicho reiteradamente que el principio de igualdad ante la ley no significa un imposible
derecho a la igualdad en la ilegalidad, de manera que en ningún caso aquel a quien se aplica la ley
puede considerar violado el citado principio constitucional por el hecho de que la ley no se aplique
a otros que asimismo la han incumplido" (STC 21/1992, FJ 4°).
"(...) como también ha declarado ya con alguna frecuencia este Tribunal, la posible impunidad de
algunos culpables no supone que, en virtud del principio de igualdad, deba declararse la impunidad
de otros que han participado en los mismos hechos" (STC 17/1984, FJ 2°).
Lucchetti Perú S.A. pretende "el cese inmediato y completo de la amenaza cierta, actual y arbitraria
de violación al derecho de propiedad, que proviene de las declaraciones de 22 de diciembre de
1997, del señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, don Alberto Andrade
Carmona". Sobre dicho particular, cabe subrayar que las declaraciones del Alcalde de la
Municipalidad Metropolitana de Lima son una expresión de opinión y no constituyen acto
administrativo que en forma actual o inminente lesione, altere o amenace derecho constitucional
alguno.
Lucchetti Perú S.A. pretende "el cese definitivo de la amenaza constituida por el írrito 'acuerdo',
adoptado el 19 de diciembre de 1997 por el Concejo de la Municipalidad Metropolitana de Lima",
por el cual se ha admitido a trámite el recurso de reconsideración interpuesto por el señor Alcalde
de la Municipalidad Metropolitana de Lima impugnando el acuerdo adoptado por el mismo Concejo
el 16 de diciembre de 1997. Sobre dicho particular, cabe subrayar que el acuerdo de concejo del
16 de diciembre de 1997 no resuelve asunto administrativo de carácter subjetivo alguno en favor
de Lucchetti Perú S.A.
Lucchetti Perú S.A. pretende "la inaplicación para el caso concreto de la recurrente, de los efectos
jurídicos y de hecho del artículo 4° del Acuerdo de Concejo N° 126-97-MML de 21 de octubre de
1997". Sobre dicho particular, cabe reiterar que el referido acuerdo no resuelve asunto
administrativo alguno en perjuicio de la demandante puesto que se trata de un acuerdo de
contenido normativo.
Finalmente, Lucchetti Perú S.A. pretende "la suspensión e inaplicación del Oficio N° 1711-MML-
DMDU, notificado por el Departamento de Obras de la Municipalidad Distrital de Chorrillos". Sobre
dicho particular, cabe subrayar que el referido oficio contiene un requerimiento de paralización de
las obras que se vienen realizando indebidamente en el terreno de su propiedad. En consecuencia,
dicho requerimiento mantiene su presunción de legalidad y de legitimidad.
Como es de conocimiento público la empresa Lucchetti Perú S.A. interpuso demanda de amparo
constitucional en contra de la Municipalidad Metropolitana de Lima y el señor Alcalde Alberto
Andrade Carmona en el mes de enero del presente año. La pretensión principal de la demanda
era garantizar el derecho de la empresa a construir, terminar la construcción de su fábrica de
pastas, así como su posterior funcionamiento. Estos derechos están regulados fundamentalmente
por las normas legales sobre el ejercicio de la propiedad predial. El derecho a construir sobre un
predio no es en sí mismo un derecho constitucional susceptible de ser protegido mediante la vía
del amparo.
"La propiedad predial queda sujeta a la zonificación, a los procesos de habilitación y subdivisión y a
los requisitos y limitaciones que establecen las disposiciones respectivas".
Así, dentro de nuestro ordenamiento jurídico la propiedad predial tiene un contenido urbanístico
que se integra mediante la adquisición sucesiva de las facultades urbanísticas del derecho a
urbanizar, del derecho al aprovechamiento urbanístico, del derecho a edificar y del derecho a la
edificación. En consecuencia, la licencia de construcción es un acto administrativo que tiene un
carácter constitutivo en relación al derecho a edificar.
En base a estos principios, y a las facultades y competencias asignadas por el Reglamento para el
otorgamiento de Licencias de Construcción, Control y Conformidad de Obra, aprobado por Decreto
Supremo N° 25-94-MTC, la Comisión Técnica Provincial, que es un ente técnico, independiente del
Alcalde o del Concejo Metropolitano, conformado por profesionales del urbanismo que representan
a los Colegios Profesionales y a la Comuna, que actúa como segunda y última instancia
administrativa en los procedimientos de licencia de construcción, declaró mediante el Acuerdo N°
01 de 02.01.98, debidamente motivado, la nulidad del trámite seguido a nivel de la instancia distrital
de Chorrillos en relación al procedimiento de licencia de construcción. El Acuerdo de la Comisión
Técnica Provincial se basó en las flagrantes irregularidades detectadas en el expediente seguido
por la empresa Lucchetti, cuya supuesta licencia de construcción, en aplicación de las normas del
silencio administrativo positivo contenidas en el precitado Reglamento de Licencias de
Construcción, fue declarada nula de pleno derecho entre otros fundamentos por un vicio esencial
de procedimiento: no se puede iniciar un trámite de licencia de construcción sin la previa
aprobación de los estudios definitivos de habilitación urbana de acuerdo a las normas pertinentes
del Reglamento Nacional de Construcciones.
"Se llega a la convicción asimismo de una concreta afectación a la seguridad jurídica, plasmada
en el desconocimiento tangencial del Convenio de Estabilidad Jurídica suscrito por el Estado
Peruano con la demandante, cuya intangibilidad es igualmente de orden constitucional, derechos
que meritúan ser cautelados, máxime si la protección a los derechos humanos está seriamente
comprometida a la noción de restricción al ejercicio del poder estatal al tratarse de esferas
individuales que el Estado no puede vulnerar o en los que sólo puede penetrar limitadamente,...".
Así, curiosamente la sentencia de la SCTEDP conceptúa que la seguridad jurídica de una empresa
es valor cuasi absoluto al extremo de calificarlo como una cuestión de "protección a los derechos
humanos". Para ello se afirma que la seguridad jurídica está plasmada en el Convenio de
Estabilidad Jurídica suscrito por el Estado Peruano con la demandante como si los Convenios de
Estabilidad Jurídica garantizaran a las empresas ejercer sus actividades económicas al margen de
la legislación urbanística, ecológica o municipal. De este modo, de paso se ignora que la actuación
de la Municipalidad se ubica dentro de la obligación del Estado Peruano de proteger los humedales
como los Pantanos de Villa, cuya protección es de interés planetario, en cumplimiento de las
normas internacionales contenidas en la Convención Relativa a los Humedales de Importancia
Internacional como Hábitat de Aves Acuáticas, celebrado en Ramsar, y suscrita y ratificada por el
Perú en 1991.
De este modo, desconoce la sentencia de la SCTEDP que el inciso 5) del artículo 192° de la
Constitución preceptúa que las Municipalidades tienen competencia para planificar el desarrollo
urbano y rural de sus circunscripciones, y ejecutar los planes y programas correspondientes.
Asimismo, es una falacia sostener que existe una línea divisoria entre Urbanismo y Ecología. No
existe tal frontera entre ambas puesto que el Urbanismo nació en el siglo XIX por la crisis ambiental
generada por la industrialización. En esa dirección, la norma expresa contenida en el artículo 62°
de la Ley Orgánica de Municipalidades preceptúa como competencia municipal proporcionar un
medio ambiente adecuado para las necesidades de los vecinos. En esta línea, el Tribunal
Constitucional ha precisado en el citado caso de Cía. Minera Agregados Calcáreos S.A. en los
fundamentos segundo y tercero de su sentencia:
"Que la Municipalidad de Lima Metropolitana en ejercicio de las facultades que le otorgan los
Artículos 62° y 66° inciso 1) de la Ley Orgánica de Municipalidades y las normas aplicables
vigentes a la fecha de acontecidos los hechos, expidió la resolución impugnada, es decir la
demandada no ha cometido ninguna arbitrariedad.
"Que se muden a otro lado y demuelan por su propios medios la planta, debido a que se han
equivocado. Ese es mi pensamiento como alcalde".
Esta sentencia constituye una auténtica agresión a los derechos constitucionales del Alcalde de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, al cual se pretende imponer una mordaza a su libertad de
expresión del pensamiento. Se ha llegado al extremo de calificar a una declaración en un
comunicado de prensa como una "amenaza" de violación de derechos constitucionales y a su autor
como responsable de "agresión constitucional". De este modo la sentencia de la SCTEDP no sólo
ignora la definición de "amenaza" a un derecho constitucional desarrollada por la doctrina
amparista sino que también desconoce a la jurisprudencia, publicada en el Diario Oficial "El
Peruano" el 12.01.98, del Tribunal Constitucional que en el caso de la Pontificia Universidad
Católica del Perú c./ Instituto Peruano de Seguridad Social precisó:
"Que, el artículo 4° de la Ley N° 25398 señala que las acciones de garantía, en el caso de
amenaza de violación de un derecho constitucional, proceden cuando ésta es cierta y de inminente
realización. En el presente caso, la supuesta amenaza no existe, por no estar fundamentada en
acto administrativo alguno que permita así establecerlo."
Finalmente, cabe reflexionar sobre la amparización de un caso en el cual evidentemente la vía
idónea para dilucidarlo no es una acción de garantía constitucional. Se ha utilizado y conseguido
mediante la perversión del amparo sustituir el criterio de la Administración Municipal que, en
principio, ha de presumirse que se dirige al bien común, por la apreciación subjetiva de una
empresa, sin demostrar la carencia de tal objetivo público o que en su actuación la Municipalidad
haya incurrido en notorio error de hecho. La perversión del amparo ha llegado al extremo de
disponer no sólo la autorización de la continuación de las obras de construcción de una planta
industrial, cuya presencia tiene un impacto paisajístico adverso sobre los Pantanos de Villa, sino
incluso se autoriza "su posterior funcionamiento". Así, se ha transgredido el artículo 1° de la Ley
de Hábeas Corpus y Amparo que preceptúa que el objeto de la acción de amparo es "reponer las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional". De
este modo se ha utilizado y conseguido mediante el amparo crear una situación jurídica inexistente
al estado anterior de la demanda: la autorización de funcionamiento de la planta industrial, en una
manifiesta desnaturalización del proceso constitucional de amparo.
A raíz de la construcción de una planta industrial de gran envergadura que, a mediados de 1997, la
firma Lucchetti Perú S.A. empezó a levantar frente a la Zona Reservada de los "Pantanos de Villa",
se generó un gran debate nacional que abordó temas vinculados con el Derecho Constitucional, el
Derecho Municipal y Urbanístico, el Derecho Ambiental y el Derecho Procesal Civil.
Como se sabe, por ser de público conocimiento al haberse difundido ampliamente en los diversos
medios de comunicación, la Municipalidad Metropolitana de Lima dispuso a fines del año 1997 la
suspensión y paralización de las obras que venía realizando la referida firma Lucchetti Perú S.A.
frente a la Zona Reservada de los "Pantanos de Villa" y, a inicios del presente año, la Comisión
Técnica Provincial de la Municipalidad Metropolitana de Lima, por Acuerdo unánime de sus
miembros publicado en el Diario Oficial El Peruano el 03 de enero de 1998, declaró, por un lado,
no conforme el proyecto industrial Lucchetti y, por otro lado, en su condición de última instancia
administrativa en los procedimientos de otorgamiento de licencia de construcción, la nulidad de
todo lo actuado ante la Municipalidad Distrital de Chorrillos, por haberse verificado una serie de
irregularidades en la tramitación del expediente que la aludida Lucchetti Perú S.A. inició ante dicho
Municipio.
La actitud asumida por la Municipalidad Metropolitana de Lima y por la Comisión Técnica Provincial
de esta última, motivó que la firma Lucchetti Perú S.A. interpusiera una acción de amparo ante el
Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, solicitando, tanto como pretensión principal
como pedido cautelar, que se le permita continuar con la construcción y posterior puesta en
funcionamiento de su planta industrial en Chorrillos.
En el referido proceso de amparo, Lucchetti Perú S.A. obtuvo una medida cautelar en el sentido
que buscaba; sin embargo, antes de que esta última se ejecute, el Juez del Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, doctor Germán Aguirre Salinas, dictó, a pedido de una ciudadana
(la estudiante de Derecho, señorita Rossina Luz Prieto Llanos), una medida cautelar de no innovar
fuera de proceso que le prohibía a la firma Lucchetti Perú S.A. continuar con las obras y a las
Municipalidades de Lima y Chorrillos proseguir con la tramitación de cualquier expediente
administrativo iniciado o por iniciar tendiente a permitir la construcción de la planta Lucchetti frente
a la Zona Reservada de "Los Pantanos de Villa".
Lucchetti Perú S.A. apeló la referida medida cautelar dictada por el Juez Germán Aguirre, siendo
conocida su impugnación por la Sala Civil de Procesos Abreviados y de Conocimiento de la Corte
Superior de Justicia de Lima, la que, a través de la resolución que a continuación publicamos
confirmó en todos sus extremos el auto apelado.
EXP. 3947-98
AUTOS Y VISTOS: por sus fundamentos y además con los del voto del señor Alvarez Guillén; y,
ATENDIENDO: PRIMERO: Que con arreglo al inciso veintidós del artículo segundo de la
Constitución toda persona tiene derecho a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso,
así como a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado para el desarrollo de su vida y el artículo
sesentiocho de la misma Carta, manda que el Estado está obligado a promover la conservación y
diversidad biológica y de las áreas protegidas; con cuyas disposiciones concuerdan los artículos
Primero y Segundo del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente; SEGUNDO: Que los
Pantanos de Villa, constituyen un Area Natural Protegida, lo reconoce la misma empresa Lucchetti
Perú Sociedad Anónima en su escrito de apelación de fojas ciento diecisiete a ciento
cuarenticuatro, por consiguiente hay que determinar en vía de proceso cautelar si hay verosimilitud
del derecho alegado por la demandante, con la construcción y funcionamiento de la planta
industrial que la firma mencionada viene levantando en la zona adyacente a la Zona Reservada
denominada Pantanos de Villa; TERCERO: Respecto de este primer requisito, existen estudios de
importantes instituciones, que a través de sus expertos han realizado la evaluación del Estudio de
Impacto Ambiental elaborado por S.G.S. presentado por firma Lucchetti Perú Sociedad Anónima
para la instalación de su planta industrial en el área mencionada y que corre a fojas cuatro a
veintidós, donde la Mesa de Expertos, arriban a conclusiones negativas respecto de dicho estudio
por sus extemporaneidad y entre otras muchas observaciones, por no haber evaluado la
integralidad de efectos que potencialmente pueden convertirse en efectos adversos en la
conservación de la vida silvestre del área natural Pantanos de Villa. Resaltan que dicho estudio,
debe constar en documento previo al otorgamiento de cualquier licencia y al no ser aprobado
acarrea la nulidad de cualquier autorización otorgada y la ilegalidad de las obras ejecutadas en
tales condiciones: Que el estudio omite apoyarse en el artículo noventisiete del Código del Medio
Ambiente, en el sentido que "sólo se permitirá la ubicación de cualquier tipo de infraestructura en
zonas adyacentes a las áreas naturales protegidas, en los casos que se garanticen las máximas
medidas de protección para dichas áreas". Que el estudio no ha identificado ni evaluado el control
de plagas, hongos, ni la gestión de los residuos del personal administrativo, concluyendo que los
riesgos son evidentes; CUARTO: Que la evaluación de la Mesa de Expertos glosada, se halla
corroborada con el Estudio de la Sociedad de Derecho Ambiental de fojas doscientas treintidós a
doscientas ochentitrés, que coincide que la aprobación del Estudio de la Sociedad de Derecho
Ambiental por INRENA no cumple con el mandato legal de ser "previa"; QUINTO: Que el segundo
requisito del peligro en la demora, resulta evidente, por cuanto, la demanda a que se refiere la
medida cautelar de no innovar que fue presentada el veinticuatro de febrero último, como es de
verse de la fotocopia presentada el primero de abril del año en curso en esta instancia, se refiere a
un proceso de conocimiento sobre abuso de derecho y otros conceptos de tramitación lata; por
consiguiente al no otorgar la medida solicitada se convertirá en ilusorio el presente derecho
reclamado; SEXTO: Que la demandante, ha cumplido con ofrecer contracautela, como es de verse
de la fianza de fojas ochentiuno y legalización de firma de fojas ochentidós; SEPTIMO: Que se ha
cuestionado que la medida cautelar se hubiera solicitado fuera del proceso, pero este punto ha sido
debatido ampliamente durante los informes orales de más de dos horas, con ocasión del debate
convocado por el Tribunal, para evaluar los argumentos de las partes intervinientes al amparo del
cuarto parágrafo del artículo trescientos setentisiete del Código Procesal Civil y sopesando las tesis
esgrimidas sobre el tratamiento que da la doctrina al instituto, y además con el estudio del material
aportado por ambas partes, el Tribunal llega a la conclusión de que la medida cautelar de no
innovar puede ser otorgada antes o después de admitida la demanda, como se desprende de los
estudios doctrinarios de los procesalistas Aquilio, Martínez, De Lazzari quienes al tratar sobre las
medidas cautelares arriban a dicha conclusión; y solamente Reimundín opina que es necesario que
previamente se interponga la demanda, entre nosotros, Monroy Gálvez, admite, también la primera
tesis en su obra Temas de Derecho Procesal. Que en este aspecto el Tribunal no se ciñe a la
aplicación burocrática del artículo seiscientos ochentisiete del Código Procesal Civil, sino que hace
una interpretación integral de la medida cautelar de no innovar y considera aplicable el artículo
seiscientos ocho del acotado que permite otorgar la medida cautelar a pedido de parte antes de
iniciado un proceso; numeral que debe concordarse con el seiscientos dieciocho del mismo texto
que faculta al Juez adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable; por
consiguiente, el parecer del Tribunal es que la doctrina mayoritaria como la citada y la
interpretación integral de la norma permiten amparar la medida solicitada por la demandante; y así
estima también cumplido el requisito de medida imprescindible y excluyente en relación al caso sub
júdice; OCTAVO: Que la prueba presentada por la empresa codemandada no puede enervar los
considerandos precedentes, toda vez que el Tribunal no resuelve liminarmente la existencia de
fraude procesal, por posibles vínculos de un estudio jurídico con la demandante y su abogado, así
como tampoco la existencia de otros fallos, en cuyo cuestionamiento no ingresa el Tribunal, dado
que ejerce su propia jurisdicción y competencia; considerando asimismo que el Estudio de Impacto
Ambiental en que se ampara, se halla seriamente cuestionado, así como los actos administrativos
dictados, cuya nulidad aparece emitida mediante Acuerdo de la Comisión Técnica Provincial,
publicada en El Peruano, el tres de enero último, como se ve de fojas veinticuatro, veinticinco y
veintiséis y cuyo cuestionamiento por parte de la codemandada será materia de pronunciamiento
de fondo dentro del proceso respectivo; NOVENO: Que, asimismo la ejecución de la medida
cautelar, fue culminada por Resolución de Alcaldía número mil ciento uno, su fecha veintiséis de
febrero del año en curso, publicada en El Peruano el día siguiente como es de verse de la
fotocopia, presentada en esta instancia con escrito del catorce de los corrientes por la
Municipalidad de Lima, hecho que debe ameritarse en concordancia con lo expuesto en el
considerando séptimo; DECIMO: Que, asimismo se debe tener en cuenta que la presente
resolución se dicta dentro del marco doctrinario al cual se inscribe nuestro ordenamiento procesal
civil y dentro de la normatividad contenida en el mismo ordenamiento. Este, en efecto, preconiza:
a) que las medidas cautelares tienen como sustento el valor eficacia como garantía para que la
tutela jurisdiccional, cuando se emita la decisión ejecutoriada, sea realmente efectiva; b) que las
medidas cautelares importan un prejuzgamiento, son provisorias, instrumentales y variables de
conformidad con el artículo seiscientos doce del Código Procesar Civil; c) que la medida cautelar
fuera del proceso a que se refiere el artículo seiscientos treintiséis del Código Procesal Civil, no
establece ningún tipo de excepción, pues se refiere a todo tipo de medidas cautelares,
incluyéndose a las de no innovar: Sólo por ley se establecen las excepciones y no en vía
interpretativa, extensiva o por analogía (artículo cuarto Título Preliminar del Código Civil). En ese
sentido el numeral seiscientos ochentisiete del Código Procesal Civil, tiene que interpretarse en
concordancia con el artículo seiscientos treintiséis del mismo ordenamiento procesal, por lo que la
medida cautelar de no innovar, como medida específica, es viable antes del proceso, debiendo el
solicitante presentar la demanda correspondiente dentro de los diez posteriores al acto; d) que
respecto a la defensa por cualquier persona de la preservación del medio ambiente en beneficio
de la colectividad es un derecho tangible, por lo que la legitimidad para obrar de la demandante,
en el presente caso, con el fin anotado, es evidente. e) que dada la naturaleza de las medidas
cautelares, en su tramitación, no es permisible la discusión sobre el fondo mismo de la
controversia, que se ventila en el principal. Por estos fundamentos de orden legal;
CONFIRMARON: la resolución apelada de fojas ochentiséis a ochentinueve, su fecha treinta de
enero del año en curso, que declara fundada en parte la solicitud de medida cautelar; en
consecuencia: Notifíquese mediante oficio a la Municipalidad de Lima Metropolitana y a su Alcalde,
señor Alberto Andrade Carmona, y a la Municipalidad Distrital de Chorrillos y a su Alcalde, señor
Pablo Gutiérrez Weselby, para que se abstenga de continuar cualquier trámite o proceso
administrativo tendiente a permitir la continuación de la construcción y funcionamiento de la planta
industrial de la firma Lucchetti Perú Sociedad Anónima, en la zona adyacente a los "Pantanos de
Villa", asimismo notifíquese a la firma Lucchetti Perú Sociedad Anónima para se abstenga de
continuar la construcción y puesta en funcionamiento de la planta industrial que se encuentra
levantando en la zona adyacente a los "Pantanos de Villa", con lo demás que contiene; teniéndose
presente por Secretaría lo dispuesto por el artículo trescientos ochentitrés del Código Procesal
Civil; en los seguidos por Rossina Luz Prieto Llanos con la Municipalidad de Lima Metropolitana, y
otros sobre Medida cautelar de No Innovar.-
ALVAREZ GUILLEN
Y, ATENDIENDO: PRIMERO: que, el proceso cautelar está definido así por la ley adjetiva y como
tal tiene como objetivo concreto la solución del conflicto de intereses y un fin abstracto que es la
paz social en justicia; SEGUNDO: que, las características especiales del proceso cautelar como
tener una vía procedimental especial, fines propios y, sobre todo, una suerte de emplazamiento
postergado a su ejecución, no afectan su calidad de proceso ni le hacen ajena los principios que
rigen los demás reconocidos por la ley; que, dentro de los principios que lo inspiran está el de
elasticidad o formalidad, siempre empleado de acuerdo a los fines del proceso, pero sin apartarse
de su carácter de obligatoriedad en el cumplimiento de la norma; TERCERO: que, siendo así, tiene
que admitirse que, en un proceso judicial, contienden dos partes, una demandante, quien declara
ante una autoridad con poder jurídico de aplicar la ley y propone una pretensión con solución de un
conflicto y otra, demandada, quien puede demostrar un interés contradictorio o convenir con la
pretensión demandada, sin que opte necesariamente por alguna de las normas de conclusión del
proceso por impulso suyo; CUARTO: que, en este contexto, el que es emplazado en un proceso no
tiene porqué demostrar contrariedad en los términos de la demanda, la ley le concede libertad para
exteriorizar su manifestación de voluntad en la forma que mejor le parezca, incluso conviniendo y
apoyando la de su contrario, salvo que se perciba actos de inducción a error del juez en cuyo caso
podrá suspenderse el proceso civil o dejarse a salvo el derecho del burlado para hacerlo valer en la
vía que corresponda; QUINTO: que, aun en el caso que el demandado en un proceso, sea cautelar
u ordinario, convenga en los intereses del demandante, lo que no puede hacerse es trastocar los
roles que a cada parte corresponde dentro del proceso, es decir tener a una parte como la
productora de una pretensión y a la otra como eventual contradictora o conviniente de ésta, pero
siempre conservándose esa pretensión como la originaria del conflicto de intereses y bajo
prohibición expresa de sustituírsela salvo cuando se trate de aplicar el derecho que corresponda;
SEXTO: que, respecto a la cuestionada legitimada para obrar de la demandante, no existe ningún
conflicto normativo entre lo previsto en el artículo ochentidós del Código Procesal Civil y el artículo
Tercero del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, en la
seguridad que en ambos se autoriza a toda persona a hacer uso de un interés personal y colectivo
y exigir una acción rápida y efectiva en defensa del medio ambiente y los recursos naturales y
culturales, siendo que también se les concede esta prerrogativa al Ministerio Público y
asociaciones o instituciones sin fines de lucro. Interpretar de otra forma esta disposición de la ley
adjetiva sería desnaturalizar el objeto de la política ambiental y su objetivo: la protección y
conservación del medio ambiente; SEPTIMO: que, cierto es que por el principio de la prevención y,
sobre todo, por el de independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, consagrado
constitucionalmente en el inciso segundo del artículo ciento treintinueve de la Carta Fundamental,
ninguna autoridad - incluido otro juez- puede interferir ni directa ni indirectamente en el desarrollo y
desenlace de un proceso concluido o en trámite ni alterar, naturalmente, las condenas declaradas;
empero, estos principios vienen a ser aplicables en procesos nuevos dirigidos expresamente a
inmiscuirse en otros ajenos, pues cuando la medida cautelar de no innovar - en caso fuere
procedente e idónea - se plantea no contra una resolución judicial sino respecto a un suceso
determinado y tangible, el juzgador que intervenga en dicho proceso tiene la obligación de otorgar
tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio de sus derechos a quien se la pide y corresponda,
máxime si se comprueba que no se da la identidad de procesos que se requiere para la cosa
juzgada; OCTAVO: que, para el suscribiente entonces se advierte de lo actuado legitimidad para
obrar de la actora, inexistencia de prevención judicial que restrinja autoridad a esta Sala para
resolver el proceso y una debida direccionalidad a la demanda; NOVENO: que, cierto es que existe
apariencia de conflicto normativo entre lo que la disposición genérica prevé como concepto de la
medida cautelar y lo que establece como definición de la medida cautelar de no innovar o de
prohibición de innovar, empero esta deficiencia de sistemática en una y otra norma debe resolverse
dentro del contexto del objeto superior y principal del proceso civil y teniendo en cuenta que la
apariencia de restricción de derechos no puede afectar los que se apoyan en norma aplicable y
perfectamente tipificadas en la ley para el caso concreto.-
COMENTARIO
Introduccion
La construcción por parte de la firma Lucchetti Perú S.A. (en adelante: Lucchetti) de su planta
industrial frente a la Zona Reservada de los "Pantanos de Villa", y la afectación de éstos por dicha
circunstancia, motivó a una ciudadana, doña Rossina Luz Prieto Llanos (estudiante de Derecho
perteneciente a una Asociación vinculada con la defensa de la ecología y el medio ambiente) a
solicitar una medida cautelar de no innovar fuera de proceso ante el Tercer Juzgado Especializado
en lo Civil de Lima, buscando que se le prohíba a la firma Lucchetti continuar con la construcción
de su planta industrial y a las Municipalidades de Lima y Chorrillos proseguir con la tramitación de
cualquier expediente administrativo iniciado o por iniciar tendiente a permitir la construcción de la
planta Lucchetti frente a la Zona Reservada de "Los Pantanos de Villa".
La tramitación de dicho proceso cautelar, paralelo a la acción de amparo que la firma Lucchetti
había instaurado contra la Municipalidad Metropolitana de Lima y su Alcalde, don Alberto Andrade
Carmona, así como contra la Municipalidad Distrital de Chorrillos, ante el Primer Juzgado
Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público de Lima, a cargo del doctor Percy
Escobar Lino, generó un amplísimo debate judicial, en el que se cuestionaron los siguientes temas:
• ¿Tiene un ciudadano legitimidad procesal para accionar en defensa del medio ambiente, o
sólo pueden promover dichas acciones el Ministerio Público y las asociaciones o instituciones sin
fines de lucro?;
• ¿Es sólo la acción de amparo la vía pertinente para que un ciudadano pueda defender su
derecho constitucional a un medio ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, o
también se puede recurrir a la vía civil?;
¿Tiene un ciudadano legitimidad procesal para accionar en defensa del medio ambiente, o sólo
pueden promover dichas acciones el Ministerio Público y las asociaciones o instituciones sin fines
de lucro?
La firma Lucchetti señaló que la accionante, por ser una persona natural y por sustentar su
pretensión en una supuesta agresión a una Reserva Natural Protegida, "... sólo se encontraba
legitimada para interponer una acción de amparo", y que el recurrir a la vía civil resultaba a todas
luces ilegal (página 17 del Recurso de Apelación de Lucchetti, fechado el 12.02.98)
En tal sentido, la referida empresa sustentó su argumentación invocando el artículo 26° de la Ley
de Hábeas Corpus y Amparo (cuyo último párrafo fuera agregado por el artículo 140° del Código
del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, aprobado por el Decreto Legislativo N° 613) y el
numeral 82° del Código Procesal Civil, los que a la letra señalan:
"Artículo 26° de la Ley N° 23506.- Tiene derecho a ejercer la acción de Amparo el afectado, su
representante, o el representante de la entidad afectada.
Sólo en los casos de imposibilidad física para interponer la acción, sea por atentado concurrente
contra la libertad individual, por hallarse ausente del lugar, o por cualquier otra causa análoga,
podrá la acción de Amparo ser ejercida por tercera persona, sin necesidad de poder expreso,
debiendo el afectado, una vez que se halle en posibilidad de hacerlo, ratificarse en la acción.
"Artículo 82° del Código Procesal Civil.- Patrocinio de intereses difusos.- Interés difuso es aquel
cuya titularidad corresponde a un conjunto indeterminado de personas, respecto de bienes de
inestimable valor patrimonial, tales como la defensa del medio ambiente, de bienes o valores
culturales o históricos, o del consumidor.
En estos casos, una síntesis de la demanda será publicada en el diario oficial 'El Peruano' y en otro
de mayor circulación del distrito judicial. Son aplicables a los procesos sobre intereses difusos, las
normas sobre acumulación subjetiva de pretensiones en lo que sea pertinente.
En el primero de éllos, la Sala invoca dos preceptos constitucionales contemplados en los artículos
2°, inciso 22, y 68° de la Constitución Política del Estado, según los cuales "... toda persona tiene
derecho a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como a gozar de un
ambiente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida" y "... el Estado está obligado a
promover la conservación y diversidad biológica y de las áreas protegidas".
Los integrantes de la Sala han recogido en este aspecto lo que es unánime en nuestra doctrina
nacional, cual es el reconocer que cualquier ciudadano está legitimado para accionar
individualmente, pues nuestra legislación ha optado por un modelo de defensa de los intereses
difusos plural (que, conforme lo reconocen tanto Francisco Fernández Segado como Mauro
Cappelletti es el más eficaz(2) ), que consiste en una combinación e integración de los distintos
modelos existentes para la defensa de los intereses difusos, y según el cual "... la efectiva tutela
de los derechos o intereses difusos pasa por integrar procesalmente desde la acción pública del
Ministerio Fiscal hasta la creación de ciertos ámbitos de órganos administrativos especializados,
pasando por la habilitación legal para recurrir tanto de asociaciones privadas como de individuos y,
en último caso, posibilitando el recurso a la acción popular"(3) (modelo de defensa este último que
"... al suprimir cualquier límite de legitimación para recurrir, posibilita que toda persona pueda litigar
para la tutela de intereses colectivos o difusos")(4) .
Sobre dicho particular, Fernando De Trazegnies Granda señala en su trabajo titulado "Estrategias
de Derecho Privado para conservar la naturaleza y luchar contra la contaminación ambiental", que
aparece publicado en el colectivo denominado "Derecho Civil Patrimonial" (Pontificia Universidad
Católica del Perú, Fondo Editorial 1997, Facultad de Derecho, páginas 361 a 385), que:
"... la acción privada puede suscitarse ya sea para hacer que el Estado cumpla con sus funciones
propias y con la misión de velar por el medio ambiente que el orden jurídico le ha encomendado, ya
sea para movilizar directamente al Poder Judicial a fin de hacer lo que el Estado no hace" (página
375).
"Ese derecho individual al medio ambiente existe dentro del ordenamiento jurídico peruano a través
de diversas normas, e incluso se encuentra actualmente incorporado como uno de los derechos
fundamentales de la persona.
En efecto, el inciso 22 del artículo segundo de la Constitución del Estado establece que es un
derecho fundamental de la persona el de gozar de un ambiente equilibrado y adecuado para el
desarrollo de la vida. Por consiguiente, estamos ante un derecho individual de la más alta
jerarquía, ya que tiene una base constitucional. A su vez el Código del Medio Ambiente y los
Recursos Naturales precisa en su Título Preliminar que toda persona tiene el derecho
irrenunciable a gozar de un ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el
desarrollo de la vida y, asimismo, a la preservación del paisaje y la naturaleza. De esta manera,
podemos decir que los daños por contaminación se producen cuando se afecta por cualquier
medio, ya sea la existencia y conservación de un ambiente saludable, ya sea el equilibrio
ecológico, tanto en función de sí mismo como en función de la vida humana, ya sea el paisaje y la
naturaleza. Y, de acuerdo a los dos textos citados, existe un verdadero derecho individual, un
derecho de la persona, a que tal daño no se produzca.
El Código del Medio Ambiente va aún más lejos y, abriendo un camino inusitado para el
pensamiento jurídico liberal, dispone que ese derecho individual no está basado necesariamente
en un interés individual directo sino que se relaciona con un aspecto social y colectivo. Es así
como dispone en su artículo III de su Título Preliminar que toda persona tiene derecho a exigir una
acción rápida y efectiva ante la justicia en defensa del medio ambiente y de los recursos naturales
y culturales y agrega que se pueden interponer acciones aun cuando no se encuentre afectado el
interés económico del demandante o denunciante y aunque el interés moral no se refiera
directamente al agente o su familia. Esto significa que la ley reconoce la existencia de un interés
moral de orden diferente, basado en las condiciones razonables de la vida civilizada: hay pues un
interés moral en toda persona para defender el medio ambiente, aunque la situación no lo afecte
en forma inmediata, porque es legítimo que cada individuo se preocupe por la conservación del
todo" (páginas 376 y 377).
"Quisiera destacar que la nueva Constitución, al haber incorporado de manera inequívoca el goce
de un ambiente equilibrado a la categoría de derecho fundamental de la persona, abre las puertas
para la utilización privada de las acciones constitucionales, tales como el amparo, tanto contra el
Estado como contra los particulares.
El Código Civil contiene también disposiciones que permiten complementar la batería de principios
jurídicos que pueden ser utilizados como armas privadas en esta lucha por el ambiente.
Quizá la institución más interesante en tal sentido es el abuso de derecho, que ha adquirido un
relieve particular en el Código de 1984" (página 378).
"... a revisión que hemos efectuado de las armas legales para que todo ciudadano pueda participar
en esta lucha nos revela la existencia de un verdadero arsenal que se usa muy poco. En verdad,
nuestro sistema jurídico coloca en manos del individuo posibilidades muy grandes de luchar por
sus derechos, sin necesidad de ejercer ningún cargo público ni tener ningún tipo de influencias ni
de amistades políticas. Y creo que la verdadera democracia consiste en la utilización de esas
posibilidades, en la acción decidida de la sociedad civil que exige, reclama y hace respetar sus
derechos. Por eso, un país democrático supone una acción ciudadana, supone que ese llamado
'hombre de la calle', ya sea individualmente o agrupado en organizaciones representativas, exija
con energía que se respete aquello que considera su derecho. La acción privada ciudadana es un
síntoma de salud democrática y de madurez cívica." (página 384).
Con igual criterio, Juan Morales Godo en su trabajo titulado "La tutela de los intereses difusos y el
medio ambiente", que aparece publicado en el colectivo denominado "Derecho y Ambiente"
(Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial 1997, Facultad de Derecho, páginas 389
a 403), señala literalmente:
b) Al Estado, a través del Ministerio Público o de alguna Procuraduría del Estado, o del
ombudsman o Defensor del Pueblo. Se parte de la concepción de que son intereses que deben
ser defendidos por el Estado. Sin embargo, la defensa de los intereses difusos por estas entidades
del Estado no garantiza un grado de preparación técnica que se requiere, tornando la defensa en
mediocre, especialmente en el ámbito civil, donde además de los conocimientos procesales y/o
sustanciales es necesario un conocimiento técnico.
c) Asociaciones o instituciones sin fines de lucro, cuyo fin institucional consista en la defensa
de los intereses en juego. Esta parece ser la opción legislativa más aceptada, partiendo de la idea
de que se trata de entidades particulares cuya preocupación gira alrededor de los intereses
generales puestos en juego.
Nuestra legislación procesal asume las tres posibilidades. Si bien en el artículo 82 del Código
Procesal Civil se concede legitimación para obrar (activa) al Ministerio Público y a las asociaciones
o instituciones sin fines de lucro, ello no descarta la legitimación que individualmente pueda asumir
cualquier persona, aun cuando no se vea afectado directa o indirectamente por la transgresión.
Esta última posibilidad es remarcada por el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales
en el artículo III del Título Preliminar, cuando se establece que 'toda persona tiene derecho a exigir
una acción rápida y efectiva ante la justicia en defensa del medio ambiente y de los recursos
naturales y culturales'. Este mismo dispositivo agrega, en el segundo párrafo, que 'se pueden
interponer acciones, aun en los casos en que no se afecte el interés económico del demandante o
denunciante (...)." (páginas 397 y 398).
"En nuestro medio, por Decreto Legislativo 613, del 8 de setiembre de 1990, se promulgó el Código
del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, que traduce el diseño de una política ambiental
tendente a la protección de un ambiente saludable y equilibrado. Este cuerpo de leyes parte de la
concepción de que toda persona tiene el derecho irrenunciable de gozar de un ambiente saludable,
ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida, y asimismo, a la preservación
del paisaje y la naturaleza. A su vez, señala la obligación del Estado de mantener la calidad de
vida de las personas compatible con la dignidad humana.
Lo expuesto teóricamente en los puntos anteriores es válido tratándose del medio ambiente,
debiendo resaltarse que el Código antes mencionado concede legitimidad para obrar activa a
cualquier persona, aun cuando no se afecte directamente algún interés económico o moral (art. III
del Título Preliminar, en concordancia con el art. 200 de la Constitución de 1993).
Nuestro Código Procesal Civil no indica cuál es la vía procedimental que a su criterio sea la
adecuada. Es evidente que debería optarse por las vías especiales, esto es, proceso abreviado o
sumarísimo, que están diseñadas para resolver las controversias rápidamente. A ello le
agregamos que el juzgador tiene a su disposición toda una gama de medidas cautelares para
lograr eficacia al resultado del proceso, especialmente las medidas innovativas, que deben ser
creativas y expeditivas para evitar que se continúen los daños.
Finalmente, Alfredo Bullard y Yashmin Fonseca llegan a una conclusión similar. Así, en su trabajo
titulado "Alternativas para la protección legal de los derechos ambientales en el marco del
desarrollo sustentable", que aparece publicado en el colectivo denominado "Derecho y Ambiente"
(Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial 1997, Facultad de Derecho, páginas 197
a 247), señalan literalmente:
"Debe advertirse que el problema que ocasionan estos intereses no se presenta a nivel procesal,
ya que al igual que diversos ordenamientos, el peruano reconoce, tanto a dicho nivel como en la
legislación específicamente ambiental, la posibilidad del patrocinio de tales intereses a cargo de
organismos estatales, de asociaciones o, en última instancia, de cualquier particular.
En ese sentido, la acción se reconoce como colectiva porque se presume el interés de toda
persona de gozar de un ambiente saludable, aun cuando su propia salud o patrimonio no se vean
involucrados." (páginas 204 y 205).
"Cabe precisar que la nueva Constitución reconoce ya expresamente el derecho a gozar de una
ambiente equilibrado, como derecho fundamental de la persona. En consecuencia, nada impediría
en principio recurrir a la garantía constitucional del amparo a fin de preservar el medio ambiente,
solicitando además en un propio procedimiento la adopción de medidas cautelares que resulten
pertinentes.
No obstante, debemos precisar que en la actualidad el carácter de acción 'ex-ante' que podía tener
la acción de amparo por intermedio de la adopción de medidas está extremadamente mediatizado"
(páginas 211 y 212).
"Lo paradójico es que con las normas que actualmente regulan las medidas cautelares, éstas
serán más efectivas en procedimientos de naturaleza civil que en procedimientos de garantía
constitucional, a pesar de que estos últimos buscan tutelar derechos fundamentales cuya violación
debería repugnar mucho más al ordenamiento" (página 212).
Procedencia de utilizar otras vías distintas al Amparo, en la defensa que un ciudadano realice de
su derecho constitucional a un medio ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida
¿Es sólo la acción de amparo la vía pertinente para que un ciudadano pueda defender su derecho
constitucional a un medio ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, o también se
puede recurrir a la vía civil?
Aun cuando al abordar el tema anterior ya se desarrolló en cierto modo lo que es materia de
análisis en esta parte y, además, ya se adelantó la respuesta a la interrogante formulada, resulta
pertinente incidir sólo en algunos argumentos adicionales que clarifican el porqué el amparo no es
la única vía que tiene un ciudadano para defender su derecho constitucional a un medio ambiente
equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, máxime si tales razones tienen su sustento en
características propias de la naturaleza jurídica y procesal de la acción de amparo.
En efecto, en la defensa de los derechos fundamentales el agraviado puede optar entre recurrir a
la vía del amparo (respecto, obviamente, de los derechos protegidos por esta acción de garantía) o
el recurrir a la vía paralela o convergente o concurrente (según terminología, estas dos últimas, que
utilizan Rafael Bielsa(5) y Germán Bidart Campos(6) , respectivamente), prevista en el artículo 6°,
inciso 3°, de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo. Esto debido a que una de las características del
modelo peruano de amparo es, justamente, el ser alternativo u optativo.
Como señala Helio Juan Zarini, "...el amparo es siempre una acción judicial excepcional, sumaria y
eficaz, cuando previamente se ha agotado otra posibilidad de reparación por la vía administrativa y
no existen procedimientos legales paralelos o concurrentes, suficientemente efectivos como para
ventilar el agravio o la amenaza a un derecho constitucional que se pretende proteger".(7)
Al respecto, Samuel Abad Yupanqui en su artículo "Acción de Amparo y Vías Paralelas", publicado
en "Lecturas Sobre Temas Constitucionales 4", que edita la Comisión Andina de Juristas, páginas
119 a 150, señala con claridad meridiana:
"Se entiende por vías paralelas -también llamadas convergentes o concurrentes- a toda acción, a
todo procedimiento judicial (ordinario, sumario, especial, etc.) distinto al amparo, mediante el cual
se puede obtener la protección del derecho constitucional vulnerado o amenazado. Para que una
vía pueda ser calificada como paralela debe perseguir el mismo fin que el amparo, con invocación
de los mismos hechos y de las mismas partes" (página 144).
En "Nuestro país ..., la jurisprudencia ha entendido que el artículo 6° inciso 3° de la Ley 23506
reconoce al quejoso un derecho de opción para acudir o bien a la vía paralela o bien al remedio
constitucional del amparo" (página 150).
"A nuestro juicio no debería acudirse al amparo cuando exista una vía paralela que pueda proteger
en forma oportuna y eficaz los derechos afectados" (página 150).
Igual criterio esgrime Domingo García Belaúnde en su artículo llamado "La Jurisdicción
Constitucional en Perú", publicado en el colectivo llamado "La Jurisdicción Constitucional en
Iberoamérica", editado por Dykinson, en Madrid, en 1997, en el que, comentando justamente la Ley
23506, señala que esta última, "por un lado, sostuvo que el propio interesado era el que escogía la
vía, con lo cual quedaba a merced de éste. Y por otro lado, señaló que la utilización de la vía
paralela (o sea la procesal ordinaria) impedía utilizar la extraordinaria del amparo y hábeas corpus.
Esto es, agotada la vía constitucional, se podía recurrir a la vía ordinaria, pero no al revés"
(páginas 847 y 848). Es más, agrega que "en la actualidad, con un Código Procesal Civil
moderno, las acciones de amparo han tendido a disminuir, pues los interesados encuentran en el
nuevo Código algunos instrumentos rápidos (procedimientos abreviados, procesos cautelares) que
llegado el caso, son más eficaces que el amparo" (página 848).
Así, sólo quien desconoce el carácter del amparo, por más autocalificativos que invoque, puede
llegar a señalar que la garantía es una vía de acción exclusiva.
De otro lado, es pertinente aclarar que lo que hizo el artículo 140° del Código del Medio Ambiente y
los Recursos Naturales al agregar un párrafo al artículo 26° de la Ley N° 23506, fue precisar que
los derechos de naturaleza ambiental tienen el carácter de derechos fundamentales, que es posible
su defensa a través de la vía del amparo y que la defensa de los derechos constitucionales de
naturaleza ambiental puede ser ejercida por cualquier persona, aun cuando la violación o
amenaza no lo afecte directamente, pues no olvidemos que dicho Código se dictó estando vigente
la Constitución Política de 1979 que, a diferencia de la actual Carta Fundamental, no incluyó,
dentro de la lista de derechos fundamentales que plasmó en su artículo 2°, el relativo a la
protección ambiental, y, por tanto, si bien en el primer párrafo de su numeral 123° reconocía que
"todos tienen el derecho de habitar en un ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y
adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la naturaleza. Todos tienen
el deber de conservar dicho ambiente", para muchos ello no permitía la interposición de acciones
de amparo; criterio que si bien era equivocado (pues el inciso 22° del artículo 24° de la Ley N°
23506 ya indicaba que la acción de amparo procedía en defensa de "... los demás derechos
fundamentales que consagra la Constitución"), resultaba oportuno aclarar.
De esta forma, la argumentación esgrimida por Lucchetti, según la cual la acción de amparo es la
única vía pertinente para que un ciudadano pueda defender su derecho constitucional a un medio
ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida, resulta equivocada, pues, por ser el
amparo de naturaleza excepcional, no existe derecho constitucional alguno que pueda ser
defendido sólo por la vía del amparo y no por la vía ordinaria o paralela.
¿Es procedente el dictado de una medida cautelar de no innovar fuera de proceso, o constituye un
requisito para la procedencia de dicha medida la existencia de un proceso en trámite?
La firma Lucchetti cuestionó la medida cautelar de no innovar que el juez del Tercer Juzgado Civil
otorgó fuera de proceso, considerándola como un "insubsanable vicio procesal", pues según ella el
artículo 687° del Código Procesal Civil establece como condición sine qua non para su procedencia
la existencia de una demanda admitida.
En tal sentido, según Lucchetti nuestro Código Procesal Civil sólo permite el otorgamiento de
medidas cautelares de no innovar dentro del proceso; esto es, recién una vez que la demanda
haya sido presentada y admitida.
Al respecto, si bien el artículo 687° ab initio del Código Procesal Civil señala que "ante la
inminencia de un perjuicio irreparable, puede el Juez dictar medidas destinadas a conservar la
situación de hecho o de derecho presentada al momento de la admisión de la demanda, en
relación a personas y bienes comprendidos en el proceso", no hay que olvidar el principio de
prevención que rige en materia ambiental, así como los principios de dirección y economía que
reconoce nuestro ordenamiento procesal civil.
En efecto, el artículo 608° del Código Procesal Civil es categórico en señalar que "todo Juez
puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de éste,
destinada a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva". Y adicionalmente, el numeral 611°
del mismo Código Adjetivo precisa que "el Juez, siempre que de lo expuesto y prueba anexa
considere verosímil el derecho invocado y necesaria la decisión preventiva por constituir peligro la
demora del proceso, o por cualquier otra razón justificable, dictará medida cautelar en la forma
solicitada o la que considere adecuada atendiendo a la naturaleza de la pretensión principal".
Por otro lado, el artículo 616° del Código Procesal Civil establece los casos de improcedencia de la
medida cautelar, no encontrándose, dentro de ninguno de éstos, el que esgrimió Lucchetti; y el
numeral 618° del mismo Código Adjetivo preceptúa que "además de las medidas cautelares
reguladas, el Juez puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable o
asegurar provisionalmente la ejecución de la sentencia definitiva".
Finalmente, se debe recordar que el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales señala
literalmente en sus artículos primero y tercero de su Título Preliminar, que "es obligación del
Estado mantener la calidad de vida de las personas a un nivel compatible con la dignidad humana.
Le corresponde prevenir y controlar la contaminación ambiental y cualquier proceso de deterioro o
depredación de los recursos naturales que pueda interferir con el normal desarrollo de toda forma
de vida y de la sociedad", y que toda persona (es decir, cualquier ciudadano) tiene derecho a exigir
una acción rápida de la justicia en defensa del medio ambiente y de los recursos naturales. Es
más, el mismo Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, al recoger, en el inciso 5° de
su artículo 1°, el principio de prevención, señala que "... la protección ambiental no se limita a la
restauración de daños existentes ni a la defensa contra peligros inminentes, sino a la eliminación
de posibles daños ambientales".
En consecuencia: ¿cómo puede resultar improcedente que un juez pueda dictar una medida
cautelar fuera de proceso, cuando el Código Procesal Civil deja al arbitrio del Juzgador la dación
de aquélla?; ¿cómo no va a poder un juez dictar una medida cautelar fuera de proceso en materia
ambiental, cuando el artículo III del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente lo obliga a
actuar en forma rápida y efectiva en defensa del medio ambiente?; ¿cómo no va a poder un juez
dictar una medida cautelar fuera de proceso en materia ambiental, cuando el artículo 618° del
Código Procesal Civil preceptúa literalmente que "además de las medidas cautelares reguladas, el
Juez puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable o asegurar
provisionalmente la ejecución de la sentencia definitiva"?
Doña Rossina Luz Prieto Llanos solicitó la medida cautelar anticipada contra Lucchetti Perú S.A., la
Municipalidad Metropolitana de Lima y su Alcalde, don Alberto Andrade Carmona, y contra la
Municipalidad Distrital de Chorrillos y su Alcalde, don Pablo Gutiérrez Weselby.
Lucchetti denunció la actitud de la autoridad municipal, manifestando que resultaba evidente que el
proceso seguido se trataba de un fraude procesal promovido por la propia Municipalidad
Metropolitana de Lima, pues no era admisible que, siendo demandada, manifestara su conformidad
con la medida cautelar dictada "en su contra".
La respuesta a dichas interrogantes las encontramos en el propio Código Procesal Civil, que
establece, en el segundo párrafo de su artículo IV de su Título Preliminar, que "Las partes, sus
representantes, sus Abogados y, en general, todos los partícipes en el proceso, adecuan su
conducta a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe".
Además, ¿cómo se puede argumentar fraude procesal, si la presunta agraviada con dicho negado
ha sido emplazada y, por lo tanto, ha ejercido su derecho a la defensa?
El Vocal Alvarez Guillén aborda este tema en los considerandos tercero, cuarto y quinto de su voto
singular, en los que, con inmejorable nitidez, aclara que la parte emplazada o demandada "...
puede demostrar un interés contradictorio o convenir con la pretensión demandada, sin que opte
necesariamente por alguna de las formas de conclusión del proceso ... ", toda vez que "... la ley le
concede libertad para exteriorizar su manifestación de voluntad en la forma que mejor le parezca,
incluso conviniendo y apoyando la de su contrario, salvo que se perciba actos de inducción a error
del juez en cuyo caso podrá suspenderse el proceso civil o dejarse a salvo el derecho burlado para
hacerlo valer en la vía que corresponda".
CONCLUSION
Jueces así no sólo dignifican al Poder Judicial, sino que además lo reivindican.
Haciendo hincapié en que hablar de derechos fundamentales de las personas jurídicas es materia
discutible, el comentarista establece que no existen elementos de juicio que lleven a concluir que
existió amenaza al derecho de propiedad de Lucchetti.
«Anacarsis ... se rió del cuidado de Solón, y de que pudiera pensar que contendría las injusticias y
codicias de los ciudadanos con los vínculos de las leyes, que decía no se diferenciaban de las telas
de araña, sino que como éstas enredaban y detenían a los débiles y flacos que con ellas
chocaban, pero eran despedazadas por los poderosos y los ricos.»
PLUTARCO, «SOLON»
Al amparo del artículo 139 inciso 20 de la Constitución Política del Perú, que señala que es
principio de la función jurisdiccional el derecho de toda persona de formular análisis y críticas de
las resoluciones y sentencias judiciales, efectuaremos algunos comentarios a las sentencias
expedidas por el Primer Juzgado Corporativo de Derecho Público y la Sala Corporativa de Derecho
Público respectivamente, en el publicitado proceso de amparo entablado por la empresa
LUCCHETTI PERU SOCIEDAD ANONIMA contra el CONCEJO PROVINCIAL DE LA
MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE LIMA, contra el señor ALCALDE DE LA
MUNICIPALIDAD DE LIMA y contra el CONCEJO DISTRITAL DE LA MUNICIPALIDAD DE
CHORRILLOS.
El caso LUCCHETTI, desde nuestro punto de vista, pone en el debate la cuestión de si la acción de
amparo era la vía adecuada para discutir las cinco pretensiones de la demanda y si estábamos
frente a una violación de derechos constitucionales de los cuales era titular LUCCHETTI PERU
S.A.
II
Un primer punto de reflexión está determinado por el problema de los derechos constitucionales
que puede tener una persona jurídica, en este caso los derechos constitucionales vulnerados de
LUCCHETTI PERU S.A.
Nos explicamos, ¿es posible que una persona jurídica cometa un delito? Ciertamente que no y así
es reconocido por el Derecho Penal. ¿Es posible que una persona jurídica pueda interponer un
Hábeas Corpus, para proteger su libertad? A esta pregunta también se responderá negativamente.
¿Es factible que una persona jurídica pueda ser titular del derecho a la libertad personal y
seguridad personales, consagrado en el artículo 2 iniciso 24 parágrafo a) de la Constitución
vigente?; ¿o que tenga el derecho a la igualdad ante la ley y a la no discriminación consagrado en
el artículo 2 inciso 2 de la Constitución?; ¿o a todos los derechos constitucionales amparados en el
artículo 2 de la norma constitucional?
«Los derechos fundamentales rigen también para las personas jurídicas peruanas, en cuanto les
sean aplicables.»
El artículo en comentario nos daba la clave de interpretación. Había que analizar cada caso que se
presentase, dejando en libertad al juez o al intérprete constitucional determinar cuáles eran los
derechos fundamentales de la persona aplicables a las personas jurídicas. La Constitución de 1993
no dice nada al respecto, de manera que hoy tenemos un problema ante el silencio de la
Constitución.
No obstante que la Constitución de 1993 no dice nada al respecto, es bueno recordar el comentario
que hicieran sobre el artículo 3 de la Constitución de 1979, los Doctores Marcial Rubio Correa y
Enrique Bernales, al señalar que ese artículo contenía una inexactitud desde el punto de vista
jurídico:
«En principio, el Derecho moderno sujeta el actuar de las personas a tres criterios, que en verdad
pueden rastrearse desde el antiguo Derecho, pero que en aquel entonces no constituían pilares
teóricos del rango que actualmente tienen. Estos criterios son:
- Que las personas naturales rigen su accionar por el principio de la libertad, sujetas a los límites de
la ley;
- Que las personas jurídicas, sus funcionarios, y el Estado y sus funcionarios, rigen su actuación no
por el principio de la libertad, sino por el de la atribución, es decir, que sus márgenes de actuación
están determinados por las leyes (y eventualmente sus estatutos si les corresponden) sin que
puedan excederse de ellos.» (2)
Del comentario transcrito podemos concluir que hablar de derechos fundamentales de una persona
jurídica es, cuando menos, opinable. Por esta razón creemos que LUCCHETTI PERU S.A. no fue
contundente al pretender sustentar su demanda en el artículo 2 incisos 2, 16 y 24 parágrafo a) de
la Constitución de 1993, referido a los Derechos Fundamentales de la Persona.
El artículo 2 inciso 2 señala que: «Toda persona tiene derecho: 2) A la igualdad ante la ley. Nadie
puede ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, condición económica o
de cualquier otra índole.» ¿LUCCHETTI PERU S.A. puede ser discriminada por su raza, sexo,
idioma, religión, etc.? ¿Le es aplicable el artículo 2 inciso 2 de la Constitución que es un derecho
fundamental de la persona? No pretendemos sostener que LUCCHETTI podía ser discriminada,
hecho inaceptable, sino que el amparo no era la vía para discutir los planteamientos de
LUCCHETTI que en su mayoría eran asuntos de carácter legal y no constitucional.
También fueron invocados, como artículos constitucionales violados, los artículos 59, 61, 62 y 63,
ubicados en el Título III del Régimen Económico de la Constitución. Alegó también la demandante
la violación del artículo 139 incisos 3,5,10 y 14 del capítulo del Poder Judicial de la Constitución.
III
«El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien
común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente,
por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo
de indemnización justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio. Hay acción
ante el Poder judicial para contestar el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el
procedimiento expropiatorio.»
«Que se muden a otro lado y demuelan por sus propios medios la planta, debido a que se
han equivocado. Ese es mi pensamiento como Alcalde.»
La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿constituye la opinión del Alcalde de Lima o el
procedimiento administrativo sobre la Licencia de Construcción una amenaza al Derecho de
Propiedad de la firma LUCCHETTI PERU S.A. en los términos del artículo 70 de la Constitución?
Creemos que no. Sin embargo, la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público,
en su considerando quinto estableció lo contrario:
«Que, de lo expuesto y actuado, es de apreciarse a criterio del Colegiado que el aspecto objetivo
de la pretensión de Luchetti Perú Sociedad anónima está determinado por la amenaza cierta y
actual de la violación al derecho de propiedad del accionante, derecho plenamente reconocido por
la Constitución configurado y protegido en su Artículo setenta.»
Por otro lado, ¿se violaba el derecho de propiedad, en los términos del artículo 2 inciso 16 de la
Constitución cuando se ponía límites a la Construcción de una planta insdustrial? Sobre el Derecho
de propiedad el Tribunal Constitucional ha establecido en el expediente Nº 18-95-AA/TC lo
siguiente:
«Que, el derecho de propiedad cautelado por la Acción de Amparo en el inciso 12 del artículo 24
de la Ley Nº 23506, se refiere al ejercicio de la posesión directa o indirecta del bien materia, lo que
implica el derecho de usarlo y aprovechar su utilización económica así, como reinvidicarlo y
disponerlo, y que el efecto de la Acción de Amparo es proteger este derecho cuando se viole o
amenace de una manera directa o derivada pero que impida el disfrute del bien.»
El segundo fundamento para que la Sala confirme la Sentencia es aún más discutible, porque no
identifica claramente cuál es el Derecho Constitucional violado:
Según este considerando, la Sala sostiene que la seguridad jurídica es de orden constitucional, sin
identificar el artículo constitucional. ¿Habrá un «derecho constitucional a la seguridad jurídica»?
Con esa terminología no se encuentra ningún artículo en la Constitución. La Sala, en todo caso,
debió citar la norma constitucional que aquélla consideraba tenía la referencia al concepto de
seguridad jurídica.
El mismo considerando contiene una incongruencia grave cuando da a entender que el presente
proceso sería un caso de derechos humanos, haciendo una cita de una tesis conocida en doctrina
cuando dice: "... máxime si la protección a los derechos humanos está seriamente comprometida a
la noción de restricción al ejercicio del poder estatal al tratarse de esferas individuales que el
Estado no puede vulnerar o en los que sólo puede penetrar limitadamente ...". Según la sentencia,
LUCHETTI PERU S.A. tendría derechos humanos y su esfera individual impediría que el Estado le
ponga límites a su accionar. Tal posición es insostenible y constituye un gravísimo error de los tres
magistrados de la Sala.
IV
El considerando glosado es un claro ejemplo de cómo no debe fundamentarse una sentencia, pues
no se emplea un lenguaje jurídico que precise claramente los conceptos e instituciones del proceso
de amparo y en particular del caso planteado. Así, si fuera cierto que la acción de amparo es sólo
un mecanismo de protección al ciudadano contra la arbitrariedad incurrida, LUCHETTI PERU
SOCIEDAD ANONIMA no habría podido interponer una acción de amparo, porque LUCHETTI no
es un ciudadano.
La sentencia de primera instancia no es clara cuando afirma que la acción de amparo proceda
contra actos lesivos a la norma constitucional. Es decir, según la sentencia en vía de amparo se
podría cuestionar actos que vulneren la Constitución, como por ejemplo discutir la vulneración a
cualquier norma Constitucional referida a la Relación entre el Poder Legislativo y el Poder
Ejecutivo, por citar tan sólo un ejemplo.
«La Acción de Amparo,... procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución...».
También merece nuestra crítica el cuarto considerando de la sentencia del Juzgado, cuando
señala:
«Que, esta acción de garantía tiene por finalidad resguardar y mantener el equilibrio entre el poder
de la autoridad y el derecho constitucional que le asiste al ciudadano, a fin de mantenerse la
seguridad jurídica entre el Gobernante y la Sociedad, siendo en ese entendido el Juzgado
Constitucional como primera instancia, protector de aquel, que de manera cierta es agraviado por
la violación de la Constitución.»
En este considerando es necesario puntualizar que vuelve a referirse como único actor del proceso
de amparo al ciudadano sin tomar en cuenta que la accionante es una persona jurídica. También
vuelve a referirse a la violación de la Constitución sin reparar que lo que se discute en el amparo es
la amenaza o vulneración de derechos constitucionales.
Otro eje de reflexión y a su vez aspecto cuestionable que nos llama la atención en el proceso es
que no se permitió la participación de la Comisión Técnica Provincial. La sentencia del Juzgado, al
igual que la sentencia de la Sala, hicieron mal al admitir la tesis de que los únicos demandados en
el proceso, es decir, aquellos que han lesionado los derechos constitucionales de la demandante,
eran el «Consejo Provincial de Lima Metropolitana», representada por su Alcalde, el Alcalde
Metropolitano y la Municipalidad de Chorrillos, representada por su Alcalde Distrital. En efecto, de
la lectura de cada una de las pretensiones, que son cinco, se infiere claramente que existe una
relación entre el derecho constitucional violado (invocado por LUCCHETTI PERU S.A.) y el agente
que afectó ese derecho.
Así, por ejemplo, en el caso de la segunda pretensión se solicitaba: el cese inmediato y completo
de la amenaza cierta, actual y arbitraria de violación al derecho de propiedad, que provenía de las
declaraciones efectuadas por el Señor Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Dr.
Alberto Andrade Carmona, citadas anterioremente. En este caso la demandante señaló que el
agresor era el Alcalde.
La primera pretensión, que hacía referencia al acto administrativo que desencadenó la acción de
amparo, señalaba: la inmediata suspensión e inaplicación para la accionante de los efectos del
Acuerdo Nº 01 del 02 de enero de 1998, expedido por la Comisión Técnica Provincial de la
Municipalidad de Lima, mediante la cual se acordó:
«1.- Declarar la nulidad de pleno derecho del supuesto otorgamiento de licencia de construcción
definitiva, por silencio administrativo positivo, y de cualquier otro acto administrativo o presunto que
autorice la ejecución de obras de construcción de la planta industrial cuya edificación pretende la
empresa LUCCHETTI PERU S.A. en el terreno de 59,943 m2 de extensión, ubicado entre la
avenida Los Héroes de Villa y la antigua carretera Panamericana Sur (avenida Huaylas) lotes 1 y 2,
de la lotización Villa Baja, del distrito de Chorrillos, de la provincia y departamento de Lima.
2.- Declarar improcedente la ubicación del proyecto referido en el punto anterior, por no ajustarse a
los niveles operacionales de la Industria Liviana (I-2) correspondiente a una Zona de Gran Industria
(I-3), de acuerdo a los parámetros establecidos en el Reglamento de Zonificación General de Lima
Metropolitana y en el Reglamento Nacional de Construcciones.
3.- Declarar nula la aprobación efectuada por la Comisión Técnica Distrital de la Municipalidad
Distrital de Chorrilos del Proyecto Arquitectónico presentado por la firma LUCCHETTI PERU S.A. al
que se contraen los puntos precedentes así como de los demás actos sucesivos producidos al
amparo de dicha irregular aprobación.»
Creemos que en las sentencias hubo grave omisión al no considerar este hecho. Debió existir un
pronunciaminto expreso sobre la Comisión Técnica Provincial, porque si no ¿cómo se explica que
la Municipalidad de Chorrillos también haya sido demandada por haber dirigido un oficio y no haya
sido demandada la Comisión Técnica Provincial, órgano especializado en los asuntos relativos a
Licencias de Construcción, que fue el ente que declaró la nulidad de la Licencia de Construcción de
la planta industrial?
VI
Finalmente, de la lectura de las cinco pretensiones de la demanda podemos concluir que el amparo
no era la vía adecuada para resolver todas las pretensiones que involucraban un sinnúmero de
materias técnicas y de amplia probanza. Esta fue la posición del Fiscal Superior, con la que
coincidimos, quien señaló en su dictamen:
«... La acción de amparo constituye una acción de garantía a cuyo procedimiento especialísimo y
sumarísimo, únicamente se recurre de manera residual, esto es, cuando no existe otro camino
procesal para acceder a la pretensión jurídica y siempre que se trate de lograr la reposición del
derecho constitucional transgredido o amenazado, pues la acción de amparo no es declarativa de
derechos, sino que por esta vía se pueden resarcir aquellos derechos que estando plena e
indubitablemente acreditados, son objeto de transgresión. En ese sentido, el caso sub litis versa
sobre cuestiones técnicas que requieren de un amplio debate y una adecuada probanza que no es
viable sustanciar en la vía sumarísima del amparo, pues no se puede verificar en estos autos si se
configura o no la violación de los derechos constitucionales invocados o no procedente la
pretensión.»
Caso en el cual descartan que una planta agroindustrial esté causando riesgo a la salud de la
población (*)
Expediente 228-98
Lima
Sentencia
Resolución Nº 592
Lima, veinticinco de junio de mil novecientos noventiocho.
MUÑOZ SARMIENTO
INFANTES MANDUJANO
GONZALES CAMPOS
Por los fundamentos que en ella exponen, ME ADHIERO a la ponencia elaborada por los señores
MUÑOZ SARMIENTO Y GONZALES CAMPOS.
INFANTES MANDUJANO
Vocal
Por sus fundamentos; con el dictamen fiscal de fojas ciento veintidós a ciento veintiséis; y
CONSIDERANDO: además: Primero .- que, la Municipalidad demandada en uso de sus
atribuciones ha emitido la Resolución de Alcaldía de fojas siete a once disponiendo la Clausura
Transitoria de la Planta Agroindustrial Helinanthus Sociedad Anónima en tanto cumpla con
implementar las medidas correlativas para la eliminación de ruidos o vibraciones molestas al
vecindario y el aislamiento de las fuentes generadoras de malos olores de planta industrial;
Segundo. - que, en el orden expuesto, no ha afectado ningún derecho constitucional de la
demandante, la que en todo caso subsanando las deficiencias mencionadas, tienen expedito su
derecho para administrativamente gestionar el restablecimiento de la licencia de funcionamiento;
por estos fundamentos: MI VOTO es por que se CONFIRME la sentencia de fojas ochenticuatro a
ochenticinco, su fecha treinta de diciembre del año próximo pasado, por la que se declara
IMPROCEDENTE la demanda de Amparo Constitucional promovida a fojas treintiséis por don
Johann Eberhard Noltenius Waldthausen por la Empresa HELIANTHUS SOCIEDAD ANÓNIMA
contra la Municipalidad Distrital de Chorrillos.
CHOCANO POLANCO
Vocal
Las acciones de amparo devienen en improcedentes, entre otras causas, cuando resulta
irreparable la lesión, cuando se interpone contra una resolución emanada de procedimiento
regular, cuando el agraviado opta por recurrir a la vía judicial ordinaria y cuando las partes son
dependencias administrativas y litigan por actos efectuados en el ejercicio regular de sus
funciones.
Expediente 965-98-AA/TC-Huacho
Publicada el 23.08.99
Huacho
Delfina Corali De los Santos Ronceros
En Lima, a, los diecinueve días del mes de marzo de mil novecientos noventa y nueve,
reunido el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Delfina Corali De los Santos Ronceros, contra la
Sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que con fecha dos de
octubre de mil novecientos noventa y ocho, declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Delfina Corali De los Santos Ronceros interpuso con fecha treinta y uno de julio de mil
novecientos noventa y ocho Acción de Amparo contra la Comisión Reorganizadora de la
Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión en la persona de su Presidente don Leoncio
Ruiz Ríos, a fin de que se declare la nulidad o ineficacia de las resoluciones rectorales Nº 280-98-
UH y Nº 415-98-UH emitidas por la citada Comisión, mediante las cuales se le instauró proceso
administrativo disciplinario y se ordenó su destitución. Considera la demandante que las faltas
disciplinarias que se le imputan, como son el no haber sustentado egresos o haberlos sustentado
indebidamente mediante Declaración Jurada, haber suscrito contratos sin la participación del Área
de Abastecimientos en los Proyectos Productivos Pesqueros y Producción de Cultivo de
Camarones y haber efectuado anticipos de pago en forma irregular, han prescrito en aplicación del
artículo 173º del Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, aprobado por el
Decreto Supremo Nº 005-90-PCM.(1) Aduce la demandante, que con los actos administrativos que
pretende que sean declarados nulos, se violaron sus derechos a la libertad de trabajo, al debido
proceso y a la protección contra el despido arbitrario; por consiguiente, solicita que se la reponga
en el cargo de Contadora de Proyectos de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión.
(fojas 47 a 56).
El Primer Juzgado Civil de Huaura, con fecha diecisiete de agosto de mil novecientos noventa y
ocho, declara infundada la demanda, por considerar que no se produjo la prescripción, y que los
actos administrativos impugnados fueron dictados por órgano competente dentro de un proceso
administrativo regular. (fojas 80 a 82).
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, mediante Sentencia de fecha dos de
octubre de mil novecientos noventa y ocho, revoca la apelada y declara improcedente la demanda,
porque no se cumplió con agotar la vía previa, y porque solucionar el problema planteado en la
demanda requiere una actividad probatoria que resulta incompatible con la vía del amparo. (fojas
117 y 118). Contra esta resolución, la demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la Acción de Amparo procede en los casos en que se violen o amenacen los derechos
constitucionales. Deviene en improcedente esta acción sumaria cuando resulta irreparable la
lesión, cuando se interpone contra una resolución emanada de un procedimiento regular, cuando el
agraviado opta por recurrir a la vía judicial ordinaria, y cuando las partes son dependencias
administrativas y litigan por actos efectuados en el ejercicio regular de sus funciones.
3. Que, el artículo antes mencionado establece que el proceso administrativo disciplinario deberá
iniciarse en el plazo no mayor de un año contado a partir de la fecha en que la "autoridad
competente" tenga conocimiento de la falta disciplinaria. Al respecto, en el presente caso, la
autoridad competente para instaurar dicho proceso es la Comisión Reorganizadora, la que conoce
de las faltas disciplinarias el veintisiete de enero de mil novecientos noventa y ocho a través del
Oficio Nº 504-97/CG/SLI de la Contraloría General de la República, consecuentemente,
habiéndose instaurado el proceso administrativo disciplinario mediante la Resolución Rectoral Nº
280-98-UH de fecha once de mayo de mil novecientos noventa y ocho, resulta claro que no se
produjo la prescripción alegada por la demandante.
4. Que, igualmente, de autos aparece que las resoluciones impugnadas fueron dictadas por el
órgano administrativo competente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Exp. N° 1001-97-AA/TC
Lambayeque.
Eladio Segura Campos.
En Lima, a los cuatro días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión
de Pleno el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Eladio Segura Campos, en representación de la Asociación de Padres de Familia del Colegio
Secundario de Menores "Víctor Raúl Haya de la Torre" de Jaén, interpuso la presente Acción de
Amparo contra don Luis Enrique Lazo Vela, Director encargado del citado Colegio, y otros, por
impedir que la Junta Directiva que presidía se reuniera en el local de dicho colegio para la
realización de las labores propias de su cargo, violando sus derechos constitucionales de reunión y
de trabajo. El objeto de la presente Acción de Garantía es que se repongan las cosas al estado
anterior a la referida violación y que el demandado, en su calidad de Director encargado del
referido centro de estudios, designe un representante para que asesore a la Junta Directiva y
asista a sus sesiones. El demandante señaló que la Junta Directiva que presidía fue elegida el seis
de abril de mil novecientos noventa y seis y que su vigencia, por tradición, debía tener dos años. Y
agregó que, el demandado, argumentando que la referida Junta Directiva había terminado su
mandato -en virtud de lo que dispone el Reglamento de las Asociaciones de Padres de Familia-
no sólo había impedido que se reuniera en los ambientes del colegio sino que había nombrado un
Comité Electoral para la elección de una nueva Junta Directiva.
Don Luis Enrique Lazo Vela, Director encargado del Colegio Secundario de Menores "Víctor Raúl
Haya de la Torre" de Jaén, contestó la demanda y solicitó que fuera declarada improcedente
debido a que el demandante no había cumplido con agotar las vías previas. Agregó que, la
Asociación de Padres de Familia del referido colegio se reunió en Asamblea General y acordó
nombrar un Comité Electoral para elegir la nueva Junta Directiva, el doce de abril de mil
novecientos noventa y siete, luego de que la Junta Directiva, presidida por el demandante,
finalizara su mandato.
El Juez del Primer Juzgado Civil de Jaén, con fecha veintisiete de mayo de mil novecientos
noventa y siete, declaró infundada la demanda argumentando que las acciones de garantía, en
caso de amenaza de un derecho constitucional, proceden cuando ésta es cierta y de inminente
realización; y en el caso de autos, se había constatado que la decisión del Director demandado fue
tomada con la participación de los padres de familia del colegio para resguardar el orden y no
perjudicar al alumnado.
La Sala Descentralizada Mixta de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, con fecha dos de
setiembre de mil novecientos noventa y seis, confirmó la apelada que declaró infundada la
demanda por considerar que no se había violado derecho constitucional alguno.
Contra esta última resolución el demandante interpuso Recurso Extraordinario, elevándose los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, según aparece en autos, la Junta Directiva de la Asociación de Padres de Familia del
Colegio Secundario de Menores "Víctor Raúl Haya de la Torre" de Jaén, presidida por el
demandante, fue elegida de manera directa, el siete de abril de mil novecientos noventa y seis, por
haberse presentado una sola lista. Y, en aplicación del artículo 50° del Decreto Supremo N°018-88-
DE, Reglamento de las Asociaciones de Padres de Familia de los Centros y Programas Educativos
de Educación Primaria, Especial y Secundaria, Estatal y no Estatal, su mandato estuvo vigente
hasta el siete de abril de mil novecientos noventa y siete, siete días antes de interponer la
presente demanda.
2. Que el artículo 1° de la Ley N° 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, establece que el
objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional. Sin embargo, en el caso de autos no es
posible restituir al demandante sus derechos constitucionales de reunión y de trabajo vulnerados
en la medida en que las conductas que produjeron dicha vulneración han cesado. Y, por lo tanto, la
presente acción resulta inoficiosa, siendo aplicable el inciso 1) del artículo 6° de la citada norma.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
... al ser la docencia universitaria una función de características especiales como son:
investigación, capacitación permanente, transmisión de conocimientos y de alta dirección, la ley
universitaria ha establecido un régimen laboral y remunerativo peculiar para sus profesores, en el
que no se contempla el cese por límite de edad en la función docente... el solo hecho de llegar a
una edad determinada, no disminuye necesariamente las aptitudes que se requieren para el
ejercicio de las labores propias de un académico; o de desarrollar funciones administrativas que
viene cumpliendo así como las de alta dirección que por ley le corresponde en el ámbito de sus
responsabilidades académicas...
Expediente Nº 594-99-AA/TC
Lima
En Lima, a los diez días de diciembre de mil novecientos noventa y nueve reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don César Enrique Orrego Espinoza contra la Sentencia
expedida por la Sala Corporativa Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fojas ciento ochenta y uno, su fecha veintiocho de mayo de mil novecientos
noventa y nueve, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don César Enrique Orrego Espinoza interpone demanda de Acción de Amparo contra el actor de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, don Manuel Paredes Manrique, con el objeto de que
cese la amenaza de violación de los derechos constitucionales a la igualdad ante la ley, la libertad
de creación intelectual, al trabajo efectivo y a impartir educación dentro de los principios
constitucionales, que se configura en la Resolución Rectoral Nº 03821-CR-98.
Refiere que la Resolución Rectoral antes menciobada; interpreta erróneamente el inciso a) del
artículo 35º del Decreto Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa(1), en el
extremo de considerar que la facultad de cesarlo definitivamente del ejercicio de la Carrera
Administrativa por la causal de haber llegado al límite de setenta años de edad, no es imperativa
del empleador, sino, más bien, es potestativa del servidor.
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, debidamente representada por don Walter Burgos
Fernández, contesta la demanda señalando que la Resolución cuestionada ha sido expedida
conforme a ley, sin menoscabar ni amenazar derecho constitucional alguno y observando las
disposiciones establecidas en la Ley de Bases de la Carrera Administrativa y su Reglamento.
FUNDAMENTOS:
1. Que, a través de este proceso el demandante pretende que se deje sin efecto legal la
Resolución Rectoral Nº 03821-CR-98, de fecha veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y
ocho, que ratificando la Resolución de Decanato Nº 600-FM-98, resolvió diferir la fecha del cese
del demandante por limite de edad hasta el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y
ocho, por considerar que constituye una amenaza de violación de los derechos constitucionales a
la igualdad ante la ley, la libertad de creación intelectual, al trabajo efectivo y a impartir educación
dentro de los principios constitucionales.
2. Que, si bien es cierto, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 35º inciso a) del Decreto
Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa, concordante con lo señalado con el
inciso a) del artículo 186º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, Reglamento de la citada Ley, una
causa justificada para cesar definitivamente a un servidor público es cumplir los setenta años de
edad, sin embargo se debe tener presente que dicha disposición no es aplicable a los docentes
universitarios, ya que de acuerdo con lo establecido en el inciso g) del artículo 52º de la Ley Nº
23733, Ley Universitaria, sólo le es aplicable a los docentes universitarios los derechos y beneficios
de los servidores públicos sujetos al Decreto Legislativo Nº 276, por lo que no corresponde
unilateralmente a la demandada cesar de su condición de docente al demandante por el solo
hecho de haber alcanzado la edad de 70 años, además que, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 70º de la mencionada Ley, únicamente es aplicable el régimen de los servidores públicos
del Decreto Legislativo Nº 276, al personal administrativo de las universidades públicas situación
que está igualmente prevista en el artículo 227º del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos.
3. Que, en ese orden de ideas, al ser la docencia universitaria una función de características
especiales como son: investigación, capacitación permanente, transmisión de conocimientos y de
alta dirección, la ley universitaria ha establecido un régimen laboral y remunerativo peculiar para
sus profesores, en el que no se contempla el cese por límite de edad en la función docente, por lo
que no es aplicable el artículo 136º del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
por reglamentar extralegum, esto es un asunto no previsto en su Ley, así como tampoco el inciso
n) del artículo 135º del Decreto Legislativo Nº 276(2), por lo que el haberse dispuesto el cese del
demandante por cumplir los setenta años resulta arbitrario.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
«... al haber cesado la violación del derecho constitucional aludido en la demanda, es de aplicación
el inciso 1) del artículo 6° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 950-97-AA/TC
Tacna
Víctor Bonifacio Pacheco Palomino
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario, interpuesto por don Víctor Bonifacio Pacheco
Palomino contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín,
de fojas ciento veintiséis, su fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventa y siete, que
revocando la apelada que declaró fundada la demanda, reformándola, la declaró improcedente.
ANTECEDENTES:
Don Víctor Bonifacio Pacheco Palomino, en representación de su menor hijo Juan Carlos Pacheco
Remuzgo, interpone demanda de Acción de Amparo contra don Asisclo Ruffo Arana Verástegui, en
calidad de Director del Centro Educativo Estatal de Varones "Daniel Hernández" de Pampas-
Tayacaja, por haberse violado el derecho constitucional a la educación de su menor hijo. Ampara
su demanda en los artículos 24° inciso 2), 17), 22), 26) y 28) de la Ley N° 23506, así como el los
artículos 2°, 13° y 17° y demás pertinentes de la Constitución Política del Estado. Refiere que
mediante memorándo de la Secretaría del plantel aludido, se le ha negado tajantemente la
matrícula de su menor hijo, quien ingresa al quinto año de secundaria luego de haber aprobado en
la segunda semama del mes de abril de mil novecientos noventa y siete, los dos cursos que
desaprobara durante el año académico de mil novecientos noventa y seis.
El demandado contesta la demanda precisando que durante el año lectivo de mil novecientos
noventa y seis, el alumno Juan Carlos Pacheco Remuzgo, ha desaprobado los cursos de
"Lenguaje y Literatura" y "Educación Artística", los mismos que con arreglo a la legislación
educativa, los debió haber subsanado en el mes de marzo de mil novecientos noventa y siete, pero
que por tratarse del hijo de un docente del plantel, se hizo una excepción, permitiéndole que
subsanara dichas asignaturas en la segunda semana de abril de mil novecientos noventa y siete,
habiéndolas aprobado; pero en ningún momento, ni el alumno ni su padre solicitaron la matrícula
ante la oficina respectiva, siendo falsa la afirmación de que se les esté negando la matrícula en una
actitud discriminatoria.
El Juzgado Mixto de Pampas-Tayacaja, con fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y
siete, a fojas cuarenta y nueve, declara fundada la demanda, por considerar principalmente que el
demandado viene obstaculizando la ratificación de la matrícula del alumno Juan Carlos Pacheco
Remuzgo.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha veintiuno de julio de mil
novecientos noventa y siete, a fojas ciento veintiséis, revocando la apelada que declaró fundada la
demanda, y reformándola, la declaró improcedente, por estimar que la presunta violación de
derechos constitucionales, ha cesado.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad, entendido como extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1) Que, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional;
2) Que, mediante la presente acción se pretende que se ordene la matrícula del alumno Juan
Carlos Pacheco Remuzgo para el quinto año de secundaria, del Centro Educativo Estatal de
Varones "Daniel Hernández" de Pampas-Tayacaja, de donde fue separado por faltas graves
señaladas en el Decreto Directoral N° 01-DISCP-D-CE"VH"-T-97, del cuatro de abril de mil
novecientos noventa y siete, que corre en autos a fojas diecisiete;
3) Que, mediante el Oficio N° 0564-MED-USET-OAI-97 y el Memorándo N° 064-97-S.CEV.
"VH"-USET, del cinco y ocho de mayo de mil novecientos noventa y siete respectivamente, cuyas
fotocopias debidamente legalizadas, obran en autos de fojas cincuenta y cinco a cincuenta y seis;
documentos con los que ha quedado demostrada la ratificación de la matrícula del alumno Juan
Carlos Pacheco Remuzgo para el quinto año de secundaria del Centro Estatal de Varones "Daniel
Herández" de Pampas-Tayacaja;
4) Que, siendo esto así, al haber cesado la violación del derecho constitucional aludido en la
demanda, es de aplicación el inciso 1) del artículo 6° de la Ley N° 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
REVOCANDO la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, de
fojas ciento veintiséis, su fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventa y siete, que revoca la
apelada declarando improcedente la demanda, y reformándola declara que carece de objeto
pronunciarse sobre el asunto controvertido por haberse producido la sustraccion de la materia.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución
de los actuados.
«... [ha] cesado la violación o amenaza de violación a que se refiere la presente demanda...»
Exp. N° 118-92-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria - Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Hugo Ramón Chávez y otro contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, del
veinte de agosto de mil novecientos noventidós, que declaró Haber Nulidad en la de vista, de
fecha veintiuno de febrero de mil novecientos noventidós, expedida por la Cuarta Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha veintiuno de febrero de
mil novecientos noventidós, que revocó la apelada y declara fundada en parte la demanda.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores para que se deje
sin efecto la elección de Rector de la Universidad San Martín de Porres recaída en don César
Humberto Vilchez Vera y se realicen nuevas elecciones sujetas a la Ley Universitaria N° 23733, por
cuanto este último ostenta el grado de Coronel en Actividad de la Policía Nacional al momento de
la elección y carece, por lo tanto, del requisito fundamental prescrito en el inciso a) del artículo 34°
de la referida Ley Universitaria, que prescribe que para ser elegido Rector debe ser ciudadano en
ejercicio; y que, además, se les ha permitido votar indebidamente en esa elección a varios
profesores encargados de vicerrectorías y a profesores asociados como decanos de facultad y a
algunos representantes de alumnos cuyos mandatos habían fenecido.
El Décimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima declaró infundada la demanda, por
considerar, entre otras razones, que el demandante no ha demostrado ser Secretario de
Disciplina del Sindicato Unico de Profesores de la Universidad San Martín de Porres, y
tampoco ha demostrado ser representante de la Comisión de Impugnación ante la Asamblea
Nacional de Rectores, y tampoco ha probado que, en el Sindicato que dice representar, existan
profesores agraviados por la violación producida. Asimismo, don Francisco Amado Barrionuevo no
ha acreditado poseer la categoría de Profesor Principal y contar con los requisitos legales para el
cargo de Rector, como para considerarlo directamente agraviado por la omisión de abstención de
don Carlos Humberto Vilchez Vera. Interpuesto recurso de apelación, la Cuarta Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima revocó la apelada y declara fundada en parte la
demanda, según resolución de veintiuno de febrero de mil novecientos noventidós, al estimar que
con la certificación presentada en esta instancia el actor ha acreditado su calidad de Secretario de
Disciplina del Sindicato Unico de Profesores de la Universidad San Martín de Porres, y con las
instrumentales de fojas sesentiuno, sesentisiete, sesentiocho, sesentinueve y setenta ha quedado
acreditado que don Francisco Amado Barrionuevo tiene la categoría de Profesor Principal. La
Resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema declaró Haber
Nulidad en la de vista e infundada la demanda por cuanto los actores carecen de legitimación para
accionar, por no reunir las condiciones de procedibilidad exigidas por el artículo 26° de la Ley N
23506; que los impedimentos e inhabilitaciones de los candidatos se ventilan en vía de tachas en
forma previa a la elección, no constando que se haya presentado alguna en este caso; y que según
el artículo 67° de la Constitución del Estado se entiende que, en cuanto trata de los derechos
políticos, se refiere a elecciones de representantes al Congreso, Presidente de la República, etc.,
dado que la misma norma establece que no existen ni pueden haber otras incompatibilidades.
Contra esta resolución el accionante interpone Recurso de Casación, por lo que, de conformidad
con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, del instrumento privado de fojas sesentidós no consta que don Hugo Ramón Chávez,
en su calidad de Secretario de Disciplina del Sindicato Unico de Trabajadores de la Universidad
San Martín de Porres, ostente la representación legal para interponer acciones ante el fuero
jurisdiccional, así como para este caso específico de la Acción de Amparo y tampoco ha acreditado
bajo ninguna forma la calidad de representante de la Comisión de Impugnación ante la Asamblea
Nacional de Rectores, por lo que, carece de legitimación para accionar.
2.- Que, don Francisco Amado Barrionuevo, quien se adhiere a la demanda a fojas veinticinco,
si bien tenía la calidad de Profesor Principal, no demostró reunir los demás requisitos legales que
la ley requiere para ser elegido Rector y ni figuró como candidato a tal cargo en las elecciones
llevadas a cabo el veintitrés de diciembre de mil novecientos noventa, con tal propósito, según
copia del acta de sesión de fojas cincuentiuno a cincuenticinco, por lo que tampoco tiene la
legitimación suficiente para obrar.
3.- Que, finalmente, la gestión de don Carlos Humberto Vilchez Vera, como Rector de la
Universidad San Martín de Porres, concluyó el diecinueve de abril de mil novecientos noventiséis,
según es público y notorio; existe desde entonces otra administración en su reemplazo, habiendo
cesado la violación o amenaza de violación a que se refiere la presente demanda, por lo que el
juzgador debe tomar en cuenta cualquier hecho constitutivo, modificativo, impeditivo o extintivo del
derecho reclamado ocurrido con posterioridad a la interposición de la demanda, a fin de que la
decisión corresponda a la situación existente al momento de resolver.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley N° 26801;
FALLA:
Expediente 586-97-AA/TC
Ica
En Lima, a los cinco días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario que interpone doña Esther Espinoza Manzilla contra la resolución expedida
por la Sala Mixta Transitoria de Chincha de la Corte Superior de Justicia de Ica, su fecha veinte de
mayo de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada, declaró improcedente la
Acción de Amparo interpuesta contra la Municipalidad Distrital de San Clemente - Pisco.
ANTECEDENTES:
Con fecha doce de febrero de mil novecientos noventa y siete, doña Esther Espinoza Manzilla,
interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Distrital de San Clemente Pisco; por
considerar que se ha violado sus derechos constitucionales referidos a la estabilidad laboral,
debido proceso y a la pluralidad de instancias, consagrados en los Artículos 27º y 139º incisos 3) y
6) de la Carta Política del Estado;(1) solicitando la inaplicabilidad a la demandante del Artículo 16º
del Reglamento de Evaluación de Personal de San Clemente Pisco aprobado por Acuerdo de
Concejo Nº 012-96-ALC-MDSC-P de fecha 20 de noviembre de 1996 y se deje sin efecto la
Resolución de Alcaldía Nº 225-96-ALC-MDSC-P del 11 de diciembre del mismo año, mediante la
cual se le cesa a partir del 14 de diciembre de 1996, por causal de excedencia. Sostiene, que
ingresó a prestar servicios a la Municipalidad demandada mediante Resolución de Alcaldía Nº001-
88-MDSC-ALC de fecha 20 de octubre de 1988, en el cargo de servidora auxiliar; que, la
evaluación de personal fue arbitraria, ya que no se cumplió con aprobar el Cuadro Analítico de
Personal y el Presupuesto Analítico de Personal de la demandada, habiendo sido cesados
trabajadores que tenían plaza coberturada y por que no se ha tenido en cuenta los grupos
ocupacionales de los servidores, siendo los exámenes iguales para obreros y empleados.
Admitida la acción, es contestada por el representante legal de la demandada, quien solicita que la
misma sea declarada improcedente, ya que ésta se ha interpuesto contra un acto efectuado en el
ejercicio de sus funciones y porque la accionante no ha cumplido con agotar la vía administrativa,
debiendo haber ejercitado los recursos impugnativos previstos en el Decreto Supremo Nº 02-94-
JUS. Agrega, que para efectuar la evaluación de personal se contó con el asesoramiento de la
Universidad del Pacífico de Lima, habiéndose reestructurado el cuadro analítico de personal,
teniendo 22 servidores, que resultan suficientes para el normal funcionamiento de dicho municipio.
Indica, que su representada ha actuado con arreglo al Decreto Ley Nº 26093 y Ley Nº 26553.(2)
Con fecha tres de abril de mil novecientos noventa y siete, el Juez Especializado en lo Civil de
Pisco, declaró improcedente la Acción de Amparo. Formulado el recurso de apelación, la Sala
Mixta Transitoria de Chincha de la Corte Superior de Justicia de Ica, con fecha veinte de mayo de
mil novecientos noventa y siete, confirma la recurrida.
FUNDAMENTOS:
2.Que, la excepción de cosa juzgada planteada por la demandada, mediante escrito de 4 de marzo
del presente año, resulta infundada en aplicación de lo prescrito por los Artículos 452º y 453º del
Código Procesal Civil,(3) toda vez que las instrumentales de fojas 21 y 22 del Cuaderno del
Tribunal Constitucional, se advierte que mediante la Acción de Amparo interpuesta por el Sindicato
de Trabajadores Municipales del distrito de San Clemente Pisco, se pretendió la suspensión del
acto de evaluación de los trabajadores de la emplazada, materia distinta a la que motiva la
presente acción de garantía.
3.Que, la Resolución de Alcaldía cuestionada, ha sido ejecutada sin haber quedado consentida, lo
que exime a la demandante de agotar la vía administrativa, ya que opera la excepción prevista en
el inciso 1) del Artículo 28º de la Ley Nº 23506.(4)
4.Que, la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553, que aprueba el Presupuesto
del Sector Público para el año 1996, incluyó a los Gobiernos Locales dentro de los alcances del
Decreto Ley Nº 26093, autorizándolos a efectuar evaluaciones de personal, de acuerdo a las
normas que para el efecto establezcan, pudiendo cesar por causal de excedencia al personal que
en las mismas no califique.
5.Que, la adecuada protección constitucional contra el despido arbitrario, supone que el trabajador
no puede ser despedido sino por causa justa debidamente comprobada, por lo que los procesos
especiales de cese de los servidores públicos por causal de excedencia, deben realizarse con
escrupulosa observancia de las normas legales vigentes, a fin de no vulnerar derechos
fundamentales de sus servidores.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
REVOCANDO la resolución expedida por la Sala Mixta Transitoria de Chincha de la Corte Superior
de Justicia de Ica, de fojas ciento once, su fecha veinte de mayo de mil novecientos noventa y
siete, que confirmó la apelada declarando improcedente la demanda y reformándola declara
FUNDADA la Acción de Amparo. en consecuencia, inaplicable a la demandante la Resolución de
Alcaldía Nº 225-96-ALC-MDSC-P, debiendo la demandada reponerla en el puesto de trabajo que
venía desempeñando al momento de su cese o a otro de igual categoría, sin abono de las
remuneraciones devengadas. Ordenaron su publicación en el Diario Oficial El Peruano, y los
devolvieron.
«... a juicio de este Colegiado es de aplicación lo dispuesto en el inciso 1) del Artículo 6° de la Ley
N° 23506, pues la suspensión del acto que se considera que amenaza los derechos
constitucionales de los trabajadores miembros de la entidad actora, ya aconteció, tornando en
imposible el objeto de la Acción de Amparo promovida.»
Exp. N° 754-96-AA/TC
En la ciudad de Lima, a los tres días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia;
Nugent;
Díaz Valverde; y,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don José Enrique Velasco Asenjo, en su calidad de Secretario General del Sindicato de
Trabajadores del Hospital Domingo Olavera, Base Jauja-Yauli, interpone Acción de Amparo contra
el Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región Andrés Avelino Cáceres; la
Subregión de Salud de Junín y la Dirección de la Unidad Territorial de Salud N° 2 Jauja, por
amenaza de violación de sus derechos constitucionales que lo amparan como servidor público.
Con fecha diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y seis, el Juez Civil de la provincia de
Jauja, expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y seis, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Junín, expide resolución revocando la apelada, y reformándola la declara
infundada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las facultadas conferidas por la
Constitución y su ley Orgánica,
FALLA:
«... el demandante no ha acompañado ninguna prueba que sustente alguna de sus afirmaciones,
por lo que en efecto la Acción de Amparo, es notoriamente inviable para el presente caso.»
Exp. N° 065-97-AA/TC
Piura.
En Piura, al primer día del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Piura, de fecha veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis, que,
confirmando la resolución apelada del veinticinco de octubre de mil novecientos noventa y seis,
declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por Juan Manuel Lañas Esteves contra el
Director de la Dirección Regional de Salud-Piura Luis Bengolea More, el Presidente de la Región
Grau, Alberto Rios Rueda y el Procurador General de la República en el Area de Salud.
ANTECEDENTES:
Puntualiza asímismo que desconoce las razones por las cuales se le ha cesado por la causal de
excedencia, cuando se encontraba adecuadamente preparado para rendir la antes citada
evaluación. Por último especifica que no se encontraba obligado a agotar las vías previas de
conformidad con los incisos 1 y 2 del artículo 28° de la Ley N° 23506.
El Primer Juzgado en lo Civil de Piura a fojas ocho y con fecha veinticinco de octubre de mil
novecientos noventa y seis, de plano declara improcedente la demanda, por considerar: Que
tratándose de una evaluación periódica que la vienen haciendo las instituciones públicas conforme
a la ley de la materia, el recurrente debe agotar las vías previas y después recurrir a la vía judicial.
Interpuesto recurso de apelación por el demandante, los autos son elevados a la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura, la que a fojas dieciocho y diecinueve de los autos y con
fecha veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis, confirma la apelada, por
considerar igualmente que no se han agotado las vías previas.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con
el artículo 41° de la Ley N° 26435 y entendiendo dicho recurso como "Extraordinario" se dispuso el
envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que del estudio de los autos, aparece, que si bien el presente proceso no ha sido adecuadamente
diligenciado, al no haberse dispuesto la vista fiscal oportunamente a nivel de la segunda instancia,
también es cierto que el demandante no ha acompañado ninguna prueba que sustente alguna de
sus afirmaciones, por lo que en efecto la acción amparo , es notoriamente inviable para el presente
caso.
Que a mayor abundamiento, tampoco se ha cumplido con el requisito del agotamiento de las vías
previas, previsto en el artículo 27° de la Ley N° 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones, conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley modificatoria N° 26801
FALLA:
«... el actor no ha acreditado la vulneración de los derechos que invoca... ya que su excedencia es
producto de una evaluación a la que el demandado estaba facultado por ley a realizarla, y a la que
el demandante se sometió voluntariamente, ya que no impugnó el proceso de evaluación, sino
hasta después que fue desaprobado.»
Exp. N° 301-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Pablo Elio Espinoza Flores contra la resolución
expedida por la Sala Mixta Descentralizada Del Santa-Chimbote, de fecha diecisiete de enero de
mil novecientos noventisiete, que declaró infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Pablo Elio Espinoza Flores interpone demanda de Acción de Amparo contra el Presidente del
Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región Chavín Lic. Freddy Renato Moreno
Neglia, con la finalidad de que deje sin efecto para el actor la Resolución Presidencial N° 0162-96-
RCH-CTAR/PRE, que lo declara excedente como trabajador de la Dirección Regional de
Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción de la Región Chavín, violándose así sus
derechos constitucionales al trabajo, derecho a una remuneración equitativa, así como su derecho
a una carrera administrativa. Ampara su demanda en lo dispuesto por los incisos 5), 7), 15), 22),
23), 24) del artículo 2° de la Constitución, así como los artículos 22°, 23°, 24°, 26°, 27° y 40° de la
Constitución; artículos 2°, 4°, 10°, 22° y siguientes de la Ley N° 23506 y el Decreto Legislativo N°
276.
El Primer Juzgado en lo Civil Del Santa-Chimbote, con fecha veintitrés de setiembre de mil
novecientos noventiséis declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que no
se ha ejecutado el proceso en la forma que la ley y reglamento establecen puesto que se ha
evaluado fuera del plazo señalado, esto es 15 días después de cada período semestral, es decir,
resulta nulo el proceso evaluatorio realizado al accionante por la inobservancia de las normas
legales establecidas para el caso.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Mixta Descentralizada Del Santa-Chimbote, con fecha
diecisiete de enero de mil novecientos noventisiete revocando la apelada declaró infundada la
demanda, por estimar que en la Resolución Ministerial que corre en autos a fojas ciento sesentiséis
se aprueba normas complementarias para la evaluación del personal administrativo de los
Consejos Transitorios de la Administración Regional y en el se indica que en el segundo semestre
la evaluación quedará concluída en mayo de mil novecientos noventiséis, es decir la evaluación
que se impugna se realizó dentro de los plazos establecidos.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2.- Que el actor no ha acreditado la vulneración de los derechos que invoca como es al
trabajo, a una remuneración equitativa y al derecho a la carrera administrativa, ya que su
excedencia es producto de una evaluación a la que el demandado estaba facultado por ley a
realizarla, y a la que el demandante se sometió voluntariamente, ya que no impugnó el proceso de
evaluación, sino hasta después que fue desaprobado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801:
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de fojas doscientos tres, doscientos cuatro expedida por la Sala
Mixta Descentralizada Del Santa-Chimbote que revocando la apelada declaró INFUNDADA la
Acción de Amparo; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley, y
los devolvieron.
«... El cese del personal que no se presentó a rendir las pruebas de evaluación en las fechas
fijadas previamente estaba previsto en el Artículo trigésimo séptimo del... reglamento [de
evaluación de personal], no habiéndose acreditado que haya existido irregularidad que vicie el
proceso de evaluación...»
Exp. N° 814-97-AA/TC
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional de sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de Chiclayo de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y
siete, en los seguidos por el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Municipal de Agua Potable y
Alcantarillado de Lambayeque, EMAPAL contra la referida empresa representada por su gerente
general don Aníbal Cáceres Narrea; sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Expresan asimismo los demandantes, que se ha vulnerado sus derechos consignados en los
artículos 2° incisos 2), 14) y 15), artículos 22°, 23°, 24°, 26°, 27°, 28°, 40°, 57°, 62° y 138° de la
Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, esta es contestada por don Aníbal Cáceres Narrea, en representación de la
empresa EMAPAL, quien solicita que se declare improcedente o infundada en tanto que sostiene
que la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento SUNASS, organismo dependiente
del Ministerio de la Presidencia; la Corporación Nacional de Desarrollo CONADE y la Oficina de
Modernización del Estado de la Presidencia del Consejo de Ministros se han pronunciado en el
sentido que EMAPAL se encuentra bajo los alcances de la Ley N° 26553 y Decreto Ley N° 26093;
por lo que se llevó a cabo la evaluación del personal, al cual se presentaron 170 trabajadores, los
cuales han aprobado el examen. Que las resoluciones relativas al proceso de evaluación emitidas
por el Directorio y la Junta Empresarial han sido difundidas en los diarios Oficial El Peruano y la
República y el Reglamento de Evaluación entre los trabajadores. Señala asimismo la demandada
que al amparo al articulo 37° de la Ley N° 23506 deduce la excepción de caducidad por cuanto el
Sindicato pretende se declare inaplicable la Ley N° 26553 y por consiguiente el plazo para accionar
contra ella que es de 60 días a partir de su publicación, el que ha vencido en exceso.
Con fecha diecisiete de febrero de mil novecientos noventa y siete, el juez del Primer Juzgado
Transitorio Civil de Chiclayo, expide resolución declarando infundada la excepción de caducidad y
fundada la Acción de Amparo; deja sin efecto el proceso de evaluación efectuado por la
demandada con respecto a los afiliados del Sindicato. Interpuesto recurso de apelación, con fecha
dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete, la Primera Sala Civil de Chiclayo de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, expide resolución revocando la apelada y reformándola
declara improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
4. Que, fluye de autos que por Resolución de Directorio N° 067-96 EMAPAL/PD fueron
cesados 146 trabajadores; que asimismo la demanda no fue suscrita por los trabajadores a favor
de quienes acciona el Sindicato ni se adjuntó la relación de los mismos, que, es durante el
desarrollo del proceso que los trabajadores se han ido ratificando en la acción. A fojas trescientos
veintisiete corre la ratificación de 174 trabajadores, la cual se reduce luego a 66, según escrito de
veintiuno de enero de mil novecientos noventiocho, que presenta la demandante ante este Tribunal
y que corre a fojas 10.
5. Que, asimismo, se desprende de autos que el proceso de evaluación llevado a cabo por la
demandada se realizó de acuerdo a las disposiciones de la Ley N° 26553 y Decreto Ley N° 26093;
que se aprobó y difundió entre el personal el reglamento de evaluación de personal, el mismo que
corre a fojas doce y que fuera aprobado por Resolución de Directorio N° 046-96-EMAPAL/DD del
dieciocho de setiembre de mil novecientos noventiséis. El cese del personal que no se presentó a
rendir las pruebas de evaluación en las fechas previstas estaba previsto en el artículo trigésimo
séptimo del referido reglamento, no habiéndose acreditado que haya existido irregularidad que
vicie el proceso de evaluación; por lo que no habiéndose violado derechos constitucionales de los
demandantes, resulta infundada la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la resolución de la Primera Sala Civil de Chiclayo de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque de fojas quinientos ochenta, su fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y
siete, que revocando a su vez la apelada, declaró improcedente la demanda, reformándola declaró
improcedente la demanda, reformándola declara INFUNDADA la Acción de Amparo; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial El Peruano, con arreglo a Ley y los devolvieron.
Exp. N° 740-96-AA/TC
Lambayeque
Juan José Becerra López.
En Lima, a los veinte días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Juan José Becerra López contra la Resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, del
veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró Haber Nulidad en la sentencia de
vista e improcedente la demanda, en la Acción de Amparo interpuesta por don Juan José Becerra
López contra el Ministro de Agricultura, don Absalón Vásquez Villanueva.
ANTECEDENTES:
Don Juan José Becerra López interpuso la presente Acción de Amparo contra el Ministro de
Agricultura, don Absalón Vásquez Villanueva, para que deje sin efecto la Resolución Suprema No
093-94-AG, del veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, que lo cesa por causal
de excedencia, a propuesta del Director de la Región Agraria Nor-oriental del Marañón, don Julio
Mondragón Villar. El demandante señaló que la referida Resolución Suprema fue expedida sin que
se haya nombrado una Comisión Evaluadora, ni se haya cumplido con las normas sobre
evaluación dadas por el Ministerio de Agricultura, conforme lo establece el Decreto Ley Nº 26093,
que autoriza los programas de evaluación semestral de personal en los distintos ministerios e
instituciones descentralizadas. Agregó que ocupó el tercer puesto en la evaluación realizada por la
Comisión Evaluadora de la Región Nor-oriental del Marañón, en abril de mil novecientos noventa y
tres.
El Director de la Región Agraria Nor-oriental del Marañón, don Julio Mondragón Villar, contestó la
demanda y solicitó que fuera declarada improcedente debido a que el demandante no cumplió con
agotar las vías previas. Agregó que las evaluaciones a que se refiere la Resolución Suprema No
104-93-AG, en aplicación del Decreto Ley Nº 26093, son semestrales. Y que, el hecho que el
demandante hubiese obtenido puntaje aprobatorio en abril no suponía que hubiese aprobado el
examen de evaluación semestral.
El Juez Provisional del Segundo Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha veinticuatro
de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, declaró fundada la demanda por considerar que
el demandante, en su condición de servidor público, tenía derecho a estabilidad laboral
indeterminada y sólo podía ser destituido previo proceso administrativo.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, con fecha ocho de mayo
de mil novecientos noventa y cinco, confirmó la apelada que declaró fundada la demanda
argumentado que la Constitución Política del Estado, por ser la norma de mayor jerarquía, tiene
preferencia sobre todas las demás normas.
Contra esta última resolución el demandante interpuso Recurso Extraordinario, elevándose los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que mediante el Decreto Ley N° 26093, del veintinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y dos, se dispuso que los titulares de los distintos ministerios y de las instituciones
públicas descentralizadas debían cumplir con el Programa de Evaluación Semestral del Personal.
Y mediante la Resolución Suprema N° 104-93-AG, del treinta y uno de diciembre de mil
novecientos noventa y tres-publicada en el Diario Oficial "El Peruano" el cuatro de enero de mil
novecientos noventa y cuatro-, se dispuso la aplicación del Programa de Evaluación Semestral del
Personal de las Direcciones Regionales Agrarias del Ministerio de Agricultura. Estas direcciones
debían aplicar el Reglamento de Evaluación de Personal aprobado por la Resolución Ministerial N°
283-93-AG, del siete de agosto de mil novecientos noventa y tres.
3. Que la única evaluación que se ha acreditado en autos fue realizada en aplicación del
Decreto Ley N° 26109, del veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y dos, que
dispuso la reorganización y reestructuración administrativa de las regiones del país. Dicha
evaluación fue realizada por la Comisión Evaluadora de la Región Nor-oriental del Marañón, en
abril de mil novecientos noventa y tres, y en ella el demandante fue aprobado con el puntaje final
de 81/100, ocupando el tercer puesto.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
REVOCANDO la Resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República, de fojas catorce, su fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis, que
declaró Haber Nulidad en la sentencia de vista e improcedente la demanda; reformándola declara
FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta e inaplicable al demandante la Resolución Suprema
N°093-94-AG del veintiséis de agosto de mil novecientos noventicuatro. Ordena que la entidad
demandada reponga al demandante en el cargo que venía desempeñando ó en otro de igual
categoría, sin reintegro de haberes dejados de percibir. Dispone la notificación de las partes, su
publicación en Diario Oficial El Peruano y la devolución de los actuados.
...que la entidad emplazada cesó al demandante sin evaluación previa, incumpliendo... el Decreto
Ley Nº 26093...todo lo cual crea convicción en este Colegiado de la existencia de violaciones de
derechos constitucionales.
Expediente 796-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don José Amaro Mendoza Maquiavello, contra la sentencia
de vista de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad su fecha 19 de
setiembre de 1996, que confirma la sentencia apelada su fecha 25 de junio de 1996, que declaró
improcedente la acción de amparo contra el Ministerio de Agricultura, y el Director Regional de
Agricultura de la Libertad.
ANTECEDENTES:
Don José Amaro Mendoza Maquiavello, con fecha 12 de febrero de 1996 interpone acción de
amparo contra el Ministerio de Agricultura y el Director Regional de Agricultura de La Libertad, por
violación de sus derechos constitucionales al trabajo, estabilidad laboral debido proceso y
razonabilidad de las normas; demanda el actor, que se le declare inaplicable la Resolución
Suprema Nº 004-96-AG, de fecha 02 de enero de 1996, por la cual se le cesa por causal de
excedencia, como trabajador de la Dirección Regional Agraria-La Libertad, luego de haber
concluido el proceso de evaluación correspondiente al Segundo Semestre del año 1995, sostiene
el actor, que el 02 de enero de 1996 en que se inició el proceso de evaluación, en dicha fecha a la
vez se expidió la Resolución Suprema por la cual se le declaró excedente sin que fuera evaluado
previamente, trasgrediéndose el procedimiento legal establecido para el efecto, por el Decreto Ley
Nº 26093, del 29 de diciembre de 1992 y su Reglamento aprobado por Resolución Ministerial Nº
0283-93-AG.
A fojas 132, el Procurador Público Adjunto a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Agricultura, contesta la demanda negándola y contradiciéndola, argumentando, principalmente, que
la Resolución Suprema Nº 004-96-AG, fue expedida por el sector agricultura en cumplimiento de
normas de carácter obligatorio, que establecen lineamientos de la política general del Estado en
materia de racionalización de personal y reorganización del Sector Público Nacional.
A fojas 183, la sentencia de Primera Instancia del Juez del Primer Juzgado Especializado en lo
Civil de Trujillo su fecha 25 de junio de 1996, declara improcedente la acción de amparo,
considerando "que de lo actuado aparece que el actor ha sido evaluado en su sector y al no haber
alcanzado puntaje aprobatorio ha sido cesado por causal de excedencia".
A fojas 247, la sentencia de vista de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, de fecha 19 de setiembre de 1996, confirma la apelada que declara improcedente la
acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, que, la pretensión constitucional del
demandante es que se declare inaplicable en su caso, la Resolución Suprema Nº 004-96-AG, de
fecha 02 de enero de 1996 por la cual se le cesa por causal de excedencia en la plaza profesional
de la Dirección Regional Agraria de La Libertad, que, es de apreciar, que la cuestionada
Resolución Suprema consigna la relación del personal de las Direcciones Regionales Agrarias
-entre ellos el actor- cesados por causal de excedencia, en el período de evaluación
correspondiente al Segundo Semestre del año 1995, de conformidad con lo dispuesto por el
Decreto Ley Nº 26093, y que fuera reglamentado por la Resolución Ministerial Nº 283-93-AG que, a
fojas 10 del expediente, obra el Acta de Visita Fiscal a la Dirección Regional Agraria de La Libertad,
de fecha 10 de enero de 1996, que demuestra que el proceso de evaluación correspondiente al
Segundo Semestre de 1995 se inició el 02 de enero de 1996, con la recepción de las fichas de
evaluación curricular, que, la Resolución Suprema que cesa al actor fue publicada en el Diario
Oficial "El Peruano" el 05 de enero de 1996, es decir, en la misma fecha en que el actor hizo
entrega de su documentación curricular a la Dirección Regional de Agricultura, como consta del
documento que obra a fojas 05, lo cual evidencia que la entidad emplazada cesó al demandante
sin evaluación previa, incumpliendo el procedimiento establecido para dicho efecto por la
Resolución Ministerial Nº 283-93-AG, reglamentaria del Decreto Ley Nº 26093, que, asimismo, la
demandada no ha acreditado en autos que el cese del actor se hubiera producido produjo como
resultado de la evaluación trimestral correspondiente al Segundo Semestre del año 1995,
presuntamente realizada por una Comisión Especial, hecho que en todo caso resultaría
cuestionable considerando que este modo de evaluación no estaba contemplado en el Reglamento
antes señalado, todo lo cual crea convicción en este Colegiado de la existencia de las violaciones
de los derechos constitucionales invocados en la demanda; por estos fundamentos, el Tribunal
Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la Constitución Política del Estado y su
Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 227-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la Dra. María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Lionel Domínguez Agüero, contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha
dieciséis de mayo de mil novecientos noventicinco, que declaró no haber nulidad en la recurrida,
que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta, la misma que deberá entenderse como
infundada, en los seguidos contra el Instituto Peruano de Seguridad Social del Perú.
ANTECEDENTES:
Don Lionel Domínguez Agüero, conjuntamente con Julio Andía Rosas, Mercedes Escobedo
Chappa, José Herrera Uribe, Julio Luis Jaime, David Mendoza Mendoza, Germán Muñoz
Cabanillas, Juan Saavedra Sandoval, Gabriel Hurtado Beraún, Javier Cubas Saldaña, Alvariño
Mosquito Paredes, Miguel del Priego Carbajal, Luis Miguel Rivera Fernández y César Urbina
Musallón, interponen acción de amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad Social,
representado por el Gerente Central de Desarrollo de Personal, don Jaime Alva Arroyo, solicitando
se inaplique para ellos la Resolución Nº 750-GCDP-IPSS de fecha dos de diciembre de mil
novecientos noventidós, por la que se les cesa en su condición de trabajadores del IPSS, y en
consecuencia se repongan las cosas al estado anterior a la dación de dicha resolución.
Fundamentan su pretensión, en que la relación laboral que mantenían con la demandada se
encontraba regulada por la Ley Nº 11377, Reglamento y Escalafón del Servicio Civil, concordada
con la Ley Nº 24786, Ley General del Instituto Peruano de Seguridad Social, y con el Decreto
Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa, dispositivos todos éstos que
regulaban el ingreso a la carrera administrativa, así como las causales de cese y destitución, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 59º de la Constitución de mil novecientos setentinueve,
vigente al momento de interponerse la presente acción.
Señalan los accionantes que mediante la resolución impugnada, los demandantes fueron cesados
de sus puestos de trabajo, por la causal de racionalización, con el argumento de haberse negado a
participar en el ilegal examen de evaluación al que querían someterlos por disposición de la Ley Nº
25636, cuando por Resoluciones de Presidencia Ejecutiva Nº 091 y 094-PE-IPSS-92, y Carta
Circular Nº 108-GCDP-IPSS-92 de la Gerencia Central de Desarrollo de Personal, se exoneró de la
referida evaluación diversos trabajadores de la Institución, descriminándose de esta manera a los
accionantes, habiéndose lesionado sus derechos a la igualdad ante la ley, a la estabilidad laboral el
principio de jerarquía de normas.
El Décimo Noveno Juzgado en lo Civil de Lima, declaró infundada la acción por considerar que la
excepción de inoficiosidad de la demanda debe ser desestimada por considerar que lo solicitado en
el petitorio es la inaplicabilidad de la Resolución Nº 750-GCDP-IPSS y no la inaplicabilidad del D.L.
Nº 25636; además, refiere que la resolución impugnada ha sido expedida en cumplimiento de lo
dispuesto por el artículo 4º in fine de del D.L. antes citado, no existiendo amenaza a alguno de los
derechos enumerados en el artículo 24º de la Ley Nº 23506, al no probarse la violación o amenaza
de violación de derechos constitucionales, al no acatar los accionantes las resoluciones
comunicadas oportunamente, habiendo actuado la demandada, conforme a las atribuciones que le
han sido conferidas por el D.L. antes acotado.
Al ser apelada, esta sentencia fue declarada improcedente en cuanto a la excepción deducida, e
infundada por los propios fundamentos de la misma, por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de la presente acción, es que se declare inaplicable para los demandantes, la
Resolución de Gerencia Central Nº 750-GCDP-IPSS-92 del treinta de noviembre de mil
novecientos noventidós, por la que se les cesa en sus puestos de trabajo, por no presentarse a las
pruebas de selección y calificación realizadas en el proceso de racionalización de personal
desarrollado por el IPSS;
Que, el referido proceso de racionalización, fue permitido por el Decreto Ley Nº 25636, el mismo
que en su artículo 1º señalaba: "Autorízase al Instituto Peruano de Seguridad Social a llevar a cabo
un proceso de racionalización de su personal administrativo"; dicho proceso, por disposición del
artículo 4ºdel referido Decreto Ley, tendría una duración de ciento veinte (120) días calendarios
posteriores a la vigencia del mismo, el que fuera publicado el veinticuatro de julio de mil
novecientos noventidós y entró en vigencia al día siguiente;
Que, el último párrafo del citado artículo 4º del citado Decreto Ley, establecía que "Los
trabajadores que no aprueben los exámenes así como aquellos que decidan no presentarse a los
mismos, serán cesados por causal de racionalización y sólo tendrán derecho a percibir sus
beneficios sociales";
Que, conforme a lo dispuesto por el Decreto Ley Nº 25636, el Instituto Peruano de Seguridad
Social, llevó a cabo el quince de noviembre de mil novecientos noventidós, dentro del plazo de
vigencia del mismo, la correspondiente evaluación, dando las medidas administrativas para dar
cumplimiento a lo dispuesto por la última parte del artículo 4º del Decreto Ley, como puede
apreciarse de la Carta Circular Nº 049-GAP-GCDP-IPSS-92 del trece de noviembre de mil
novecientos noventidós, por la que se especifica que "Se debe elaborar una planilla Unica de
Pagos, mediante movimiento de planillas, para que todo el personal que, no habiéndose
presentado a la prueba de Selección y Calificación, haya sido cesado mediante Resolución de la
Gerencia a su cargo", disponiéndose además, que dicha planilla tendría como fecha de cierre, el
dieciséis del mismo mes y año; asimismo, mediante Carta Circular Nº 110-GCDP-IPSS-92, del
dieciséis de noviembre, se dispuso en el punto 3º, que "El personal que no se inscribió y/o no se
presentó a la prueba, ha quedado cesado, en aplicación de lo prescrito por el Decreto Ley Nº
25636. Por lo tanto, el vínculo laboral se da por concluido el día de hoy..."; es así, que la resolución
impugnada, es la consecuencia de los actos administrativos desarrollados anteriormente por el
Instituto Peruano de Seguridad Social;
Que, sin embargo, debe tenerse presente, que mediante Resolución de Dirección Ejecutiva Nº
1761-DE-IPSS-92 del treinta de octubre de mil novecientos noventidós, se aprobó la Directiva Nº
039-DE-IPSS-92, de "Implementación del Proceso de Selección y Calificación", la misma que en el
Título VII, ("Disposiciones Específicas"), Punto 1, ("Proceso de Selección y Calificación"), parágrafo
1.1, establece que "La Gerencia Central de Desarrollo de Personal a nivel general y las Gerencias
Departamentales y Hospitales Nacionales, dispondrán la convocatoria a la inscripción, mediante
comunicación escrita a cada trabajador", requisito que no ha sido observado por la administración,
violándose de esta manera, el debido proceso administrativo, en el proceso de evaluación antes
señalado;
Que, es necesario diferenciar a los accionantes entre sí, por las distintas situaciones producidas
desde que dejaron de laborar para el Instituto Peruano de Seguridad Social; así tenemos que:
a) Lionel Domínguez Agüero, Julio Luis Jaime, Alvariño Mosquito Paredes y Miguel Rivera
Fernández, cobraron los beneficios sociales que les correspondía conforme a ley, rompiendo todo
vínculo laboral con el IPSS, como puede observarse de las copias certificadas que obran a fojas 28
a 30, 31 a 33, 25 a 27 y 34 a 36 del cuadernillo de nulidad, respectivamente;
b) Germán Muñoz Cabanillas, Juan Saavedra Sandoval, Javier Cubas Saldaña y César Urbina
Musallón, posteriormente a la interposición de la presente, se sometieron a un examen de
evaluación, obteniendo nota aprobatoria y en consecuencia fueron repuestos en sus labores, como
puede apreciarse de los documentos que corren a fojas 15 y 23, 18 y 21, 16 y 19, y 17 y 20, del
cuadernillo de nulidad, respectivamente;
c) Gabriel Hurtado Beraún, se sometió al igual que los trabajadores mencionados en el punto
anterior, a la evaluación convocada posteriormente por el IPSS, siendo desaprobado, como puede
observarse de los documentos que obran a fojas 22 y 24 del cuadernillo de nulidad; y,
d) Julio Andía Rosas, Mercedes Escobedo Chappa, José Herrera Uribe, David Mendoza Mendoza
y Miguel del Priego Carbajal Luis, no se sometieron a evaluación alguna convocada por el Instituto
Peruano de Seguridad Social;
FALLA:
Que, el Decreto Ley Nº 26093...estableció que los titulares de los distintos Ministerios y de las
Instituciones Públicas Descentralizadas debían cumplir con efectuar semestralmente programas de
evaluación de personal...permitiendo el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido
desaprobados, y la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553, Ley de Presupuesto
del Sector Público para el año 1996, incluyó dentro de los alcances del referido Decreto Ley a los
Gobiernos Locales.
Expediente 557-97-AA/TC
Lima
En Lima a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Fernando Melchor Huaraca Navarro y otros interponen Acción de Amparo contra don Paul
Figueroa Lequien Alcalde de la Municipalidad Distrital de la Molina, solicitando su reposición y pago
de remuneraciones y beneficios devengados, al haber sido despedidos prescindiendo de las
normas de procedimiento que prevé el Decreto Legislativo Nº 276, violando el derecho fundamental
consagrado en el artículo 27º de la Constitución Política relativo a la protección contra el despido
arbitrario.
Señalan los demandantes, que los días 31 de agosto y 2 de setiembre de 1996, fueron impedidos
de ingresar a la Municipalidad indicándoseles verbalmente que estaban despedidos por lo que
acudieron a la Delegación PNP de la Molina para las constataciones respectivas.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Paul Figueroa Lequien Alcalde de la
Municipalidad de la Molina, quien la niega y contradice solicitando sea declarada improcedente, por
cuanto los demandantes no han agotado la vía previa y porque además fueron despedidos por
haber sido declarados excedentes en un proceso de evaluación llevado a cabo al amparo de las
disposiciones de la Ley Nº 26553 y Decreto Ley Nº 26093.
Con fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventiséis, el Juez del Tercer Juzgado
Especializado en Derecho Público del Distrito Judicial de Lima, expide resolución declarando
infundada la demanda. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha treinta de abril de mil
novecientos noventisiete, la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, de conformidad con la Ley de Hábeas Corpus y Amparo Nº 23506, las Acciones de Garantía
prosperan siempre y cuando se haya cumplido con ciertos requisitos de procedibilidad, como es
que se hayan agotado las vías previas. Las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 891-96 y 892-96 de
fecha 23 de agosto de mil novecientos noventiséis, disponen el cese a partir del primero de
setiembre de mismo año, por tanto han sido ejecutadas antes de vencerse el plazo para que
queden consentidas; por lo que en el presente caso, no es exigible el agotamiento de la vía previa,
a tenor de lo establecido en el artículo 28º inciso 1) de la Ley Nº 23506.
Que, el Decreto Ley Nº 26093 de 28 de diciembre de 1992, estableció que los titulares de los
distintos Ministerios y de las Instituciones Públicas Descentralizadas deberán cumplir con efectuar
semestralmente programas de evaluación de personal de acuerdo con las normas que para tal
efecto establezcan, permitiendo el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido
desaprobados y la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553 Ley de Presupuesto
del Sector Público para el año mil novecientos noventiséis, incluyó dentro de los alcances del
referido Decreto Ley a los Gobiernos Locales.
FALLA:
...no ha existido despido arbitrario, puesto que el despido fue consecuencia del resultado de la
evaluación a que se sometió voluntariamente la actora. (Decreto Ley 26093).
Expediente 745-97-AA/TC
Juliaca
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto contra la resolución expedida por la Sala Mixta Descentralizada
de San Román-Juliaca de la Corte Superior de Justicia de Puno, su fecha ocho de mayo de mil
novecientos noventisiete, que confirmó la apelada de fecha dieciséis de diciembre de mil
novecientos noventiséis, que declaró infundada la acción de amparo seguida por doña Victoria
Corina Olivera Madariaga, contra el Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región
de Moquegua-Tacna-Puno, representado por su Presidente Ing. Juan Carlos Málaga Arce.
ANTECEDENTES:
Doña Victoria Corina Olivera Madariaga interpone acción de amparo, contra el Consejo Transitorio
de Administración Regional de la Región de Moquegua-Tacna-Puno, representado por su
Presidente Ing. Juan Carlos Málaga Arce, con la finalidad de que: a) Se declare sin efecto y valor
legal la Resolución Ejecutiva Regional Nº 464-95-CTAR/R.MTP, de siete de noviembre de mil
novecientos noventicinco, mediante la cual la cesan por causal de excedencia en el cargo de
Técnico en Turismo II, de la Oficina Zonal ITINCI de Juliaca; b) Se deje sin efecto la Resolución
Ejecutiva Regional Nº 210-96-CTAR/R.MTP, de doce de abril de mil novecientos noventiséis, que
declara infundado el recurso impugnativo de reconsideración planteado por la actora contra la
resolución de cese antes señalada, por lo que mediante la presente acción de amparo pretende: 1)
Se repongan las cosas al estado anterior a la supuesta violación de su derecho constitucional; y 2)
Se le restituya en el cargo, funciones y nivel de remuneraciones que venía gozando en el ITINCI de
Juliaca. Señala la demandante que con las resoluciones sub-materia se han violado sus derechos
constitucionales: 1) A la adecuada protección por parte del Estado en contra del despido arbitrario;
2) A la igualdad ante la ley; y 3) Al derecho de defensa.
Ampara su demanda en lo establecido por los artículos 2º inciso 2), 27º y 139º inciso 14) de la
Constitución Política del Perú, así como en el Decreto Supremo Nº 02-94-JUS y la Directiva Nº
004-91/PRES.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por el Ing. Juan Carlos Málaga Arce, en su calidad de
Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región Moquegua-Tacna-
Puno, quien señala que la demandante, -conjuntamente con otros trabajadores-, se ha sometido
voluntariamente a la evaluación semestral correspondiente al segundo semestre de mil
novecientos noventicuatro, obteniendo un puntaje menor de sesenta puntos, motivo por el cual ha
sido cesada por causal de excedencia, no habiendo su representada vulnerado derecho
constitucional alguno de la actora.
El Fiscal Superior (p) de San Román-Juliaca, opinó porque se confirme la sentencia apelada, por
considerar que no existe violación de derechos constitucionales; destacando que la actora se ha
sometido a la evaluación y no ha alcanzado el puntaje aprobatorio respectivo.
Que, por otro lado, la Ley Nº 26093, vigente al momento de la evaluación cuestionada por la
demandante, preceptúa que el período de desempeño a evaluarse del servidor público deberá
efectuarse semestralmente de acuerdo a las normas que para tal efecto se establezcan,
disponiendo además que el personal que no califique, podrá ser cesado por causal de excedencia.
Que, la Ley Nº 26093 no es incompatible con la Constitución de mil novecientos noventitrés, por lo
que la demandada se ha concretado a aplicar la ley, en tal sentido, no ha violado derecho
constitucional alguno, máxime, si la actora ha hecho uso de los medios de defensa que la ley le
franquea, es decir ha ejercido su derecho de defensa, así mismo, está acreditado en autos que no
ha habido discriminación, ya que la demandante fue sujeta a evaluación conjuntamente con otros
trabajadores, por último, no ha existido despido arbitrario, puesto que el despido fue consecuencia
del resultado de la evaluación a que se sometió voluntariamente la actora.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, en este caso de cese colectivo por necesidades de funcionamiento, la Empresa demandada
siguió el procedimiento que se encontraba establecido en el Decreto Legislativo Nº 728...y el
Decreto Supremo Nº 04-93-TR..., al contar con la autorización del Ministerio de Industria, Turismo,
Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales y poner en conocimiento del cese al
Ministerio de Trabajo, no estableciéndose para esa causal la participación de los trabajadores en el
procedimiento administrativo. ...Que, el cese de los demandantes (dirigentes sindicales) no afectó
la negociación colectiva entre la empresa demandada y los trabajadores...
Expediente 319-97-AA/TC
Lima
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Los señores Enrique Almeida Palacios y Julio Chiroque Coveñas interponen acción de amparo
contra el Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales
Internacionales, y contra Universal Textil S.A, solicitando la inaplicación del Oficio Nº 1009-95-
Mitinci-Vmi/Dni, de fecha catorce de julio de mil novecientos noventa y cinco, mediante el cual el
Ministerio autoriza a la empresa Universal Textil S.A. el cese colectivo de 16 trabajadores
sindicalizados, entre ellos los demandantes; se declare nulo el cese respecto de los accionantes, y
se ordene su reposición.
Los señores Almeida y Chiroque, quienes se desempeñaban como Secretario General y Secretario
de Organización del Sindicato de Trabajadores de Universal Textil S.A., solicitan la tutela de los
derechos siguientes que habrían sido violados por el cese colectivo: 1) el derecho al trabajo y a la
protección contra el despido arbitrario; 2) al debido proceso, a la pluralidad de instancias y de
defensa; 3) a la libertad sindical y a la negociación colectiva, por cuanto los señores Almeida y
Chiroque fueron cesados cuando se encontraban negociando con la Empresa demandada el pliego
de reclamos correspondiente al período 1995 y 1996; en consecuencia, los demandantes sostienen
que el cese por necesidades de funcionamiento de la empresa es inconstitucional.
Universal Textil S.A., niega y contradice la demanda en todos sus extremos, fundamentándose en
que la acción de amparo no es la vía adecuada para la discusión de la pretensión de los
demandantes, toda vez que la ley ha previsto diversas acciones en el Fuero Laboral para reclamar
derechos laborales. La empresa demandada indica que procedió de acuerdo a lo establecido en el
artículo 90º del Decreto Legislativo Nº 728, "Ley de Fomento al Empleo", y el artículo 46º y 47º del
Decreto Supremo Nº 04-93-TR , "Reglamento de la Ley de Fomento del Empleo", contando con la
autorización del Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales
Internacionales; y, con conocimiento del Ministerio de Trabajo; tratándose de un cese objetivo,
basado en consideraciones técnicas ajenas a la actividad sindical de los demandantes. Asimismo,
a la fecha de la contestación de la demandada, la empresa ha cubierto las vacantes producidas por
todos los trabajadores cesados por necesidades de funcionamiento, contratando nuevos
trabajadores en el mismo número de los cesados.
La Empresa demandada, sostiene que de acuerdo al artículo 71º y 74º del Decreto Legislativo Nº
728, los accionantes debieron acudir al Fuero Laboral solicitando la nulidad del despido, dentro de
los 30 días calendario. Por lo cual, indica la demandada, es inadmisible que los demandantes
luego que dejaron transcurrir el tiempo que la ley les otorgaba para demandar la nulidad de su
cese, pretendan en forma extemporánea solicitar la reposición; a través de la acción de amparo.
Los demandados, transcurrido el plazo mencionado sólo pueden demandar el pago de la
indemnización por despido, única protección contra el despido arbitrario, según lo previsto en la
ley. Asimismo, la Empresa demandada, ha consignado a favor de los señores Almeida y Chiroque,
el importe de los beneficios sociales, la indemnización por despido de 12 sueldos, y una
remuneración por la falta de preaviso. Asimismo, Universal Textil S.A., señala que con el cese de
los demandantes no se ha frustrado la negociación colectiva con los trabajadores, la misma que se
inició el cuatro de julio de mil novecientos noventa y cinco, terminando con la firma de un Convenio
entre los trabajadores y la Empresa sobre el pliego de reclamos 1995-1996, con fecha veintinueve
de setiembre de mil novecientos noventa y cinco. Asimismo, en este Convenio se acordó el
desistimiento por parte de la Empresa del proceso judicial respecto sobre nulidad del laudo arbitral
que dio solución al pliego de reclamos 1994-1995.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Industria, Turismo,
Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, contesta la demanda y contradiciéndola
manifiesta que los accionantes no han agotado las vías previas, por lo cual esta acción es
improcedente. Asimismo, la acción de amparo no es la vía adecuada para discutir asuntos
estrictamente laborales. El Procurador Público señala que las causales del cese fueron acreditadas
por la Empresa demandada, las mismas que fueron evaluadas según se advierte del Informe Nº
276-95-MITINCI-DNI-DIA, por lo cual la Dirección Nacional de Industria, no ha violado ningún
derecho constitucional, por cuanto el cese de los trabajadores se produjo de acuerdo a lo
establecido en el Decreto Legislativo Nº 728 y su Reglamento.
La Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, en discordia, por resolución
de fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventa y seis, confirmó la resolución de Primera
Instancia, al considerar que los accionantes fueron cesados de acuerdo a un procedimiento
establecido por ley, y que los vicios en un procedimiento administrativo por sí no faculta a los
accionantes interponer una acción de amparo, considera además que no se afectó la negociación
colectiva.
FUNDAMENTOS:
Que, si bien los derechos de los trabajadores son reconocidos por la Constitución Política del
Estado, sin embargo, su regulación y desarrollo se encuentra normado en leyes laborales.
Que, en este caso de cese colectivo por necesidades de funcionamiento, la Empresa demandada
siguió el procedimiento que se encontraba establecido en el Decreto Legislativo Nº 728, "Ley de
Fomento al Empleo" y el Decreto Supremo Nº 04-93-TR, "Reglamento de la Ley de Fomento del
Empleo", al contar con la autorización del Ministerio de Industria, Turismo, Integración y
Negociaciones Comerciales Internacionales y poner en conocimiento del cese al Ministerio de
Trabajo, no estableciéndose para esa causal la participación de los trabajadores en el
procedimiento administrativo; que, la condición de dirigentes sindicales no los podía excluir del
cese colectivo por cuanto éste no obedece a causas imputables a la conducta del trabajador, sino a
causas objetivas de la empresa, previos trámites y autorizaciones administrativas; que, el cese de
los demandantes no afectó la negociación colectiva entre la empresa demandada y los
trabajadores, derecho que siguió desarrollándose en forma normal según se aprecia del Convenio
suscrito con fecha veintinueve de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, que corre a fojas
178 y 179.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de la Sala Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirmando la sentencia de Primera Instancia, declaró improcedente la acción de Amparo, y
reformándola la declaró infundada. Mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano",
conforme a ley; y, los devolvieron.
Que el artículo cincuenta y nueve de la Constitución Política del Perú, de 1979, vigente, determina
a la fecha de la presunta afectación del derecho, que los deberes y derechos de los servidores
públicos son fijados por la ley; que ésta, en el caso de autos, resulta ser el Decreto Ley Nº 25636,
norma de carácter temporal que, por excepción, crea, como causal de cese en la función pública
de los servidores administrativos del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS), la de
racionalización,...
Expediente 206-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de septiembre de mil novecientos noventiséis, reunido
en sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano de Mur,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Roberto Rojas Ramos, contra la resolución de la
Segunda Sala Especializada Civil de Arequipa, que, confirmando la apelada, declara infundada la
Acción de Amparo incoada contra el Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) -Gerencia
Departamental de Arequipa.
ANTECEDENTES:
Plantea también el actor la inhibición del juez en razón de haber pertenecido al Servicio Jurídico
Militar y ser el representante del demandado Instituto un General del Ejército Peruano, en situación
de retiro.
El Juzgado, con fecha dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, luego de resolver la
precitada inhibición, así como las excepciones deducidas por el demandado, declara infundada la
Acción estimando que el propio demandante sostiene que su ausencia al examen obedecía a que
no existían garantías para llevar a cabo un proceso de evaluación imparcial y justo, según
documentos de fojas ciento once y ciento quince, incumpliendo así su obligación laboral de acatar
un mandato legal dada su calidad de entonces servidor del Instituto Peruano de Seguridad Social,
máxime si a la fecha de interposición de la Acción estaban vencidos todos los términos
administrativos y procesales.
Elevada la causa a la Corte Suprema, ésta deriva lo actuado a conocimiento del Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que el artículo cincuenta y nueve de la Constitución Política del Perú, de 1979 vigente, determina a
la fecha de la presunta afectación del derecho, que los deberes y derechos de los servidores
públicos son fijados por la ley; que ésta, en el caso de autos, resulta ser el Decreto Ley Nº 25636,
norma de carácter temporal que, por excepción, crea, como causal de cese en la función pública
de los servidores administrativos del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS), la de
racionalización, resultado de un previo examen de calificación y selección establecido por dicha
norma, o como consecuencia de la no presentación del trabajador al indicado examen, en ejercicio
de su libre albedrío, habiendo contado -previamente- con la opción de retirarse voluntariamente
con incentivos, por lo que tales mecanismos no violentan su derecho, estando, además, acreditado
en autos que el actor se condujo con cabal conocimiento del día y la hora del examen en cuestión,
efectuado el domingo quince de noviembre de mil novecientos noventa y dos, para el cual fue
convocado, como todos los demás trabajadores administrativos, y al que no concurrió por voluntad
propia, según se aprecia de la evaluación conjunta de los documentos dirigidos por el actor al
Instituto Peruano de Seguridad Social (lPSS).
FALLA:
Confirmando la recurrida, su fecha veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que
confirmando la apelada, del dieciocho de agosto de mil novecientos noventa cinco, declara
infundada la Acción.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 958-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de enero, de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Tomás Castillo Pinedo, contra la sentencia de la Sala
Especializada de Derecho Público, su fecha 10 de octubre de 1996, que revoca la apelada, su
fecha 5 de enero de 1996, que declaró improcedente la acción de amparo y reformándola la
declara infundada en contra de la Empresa Nacional Pesquera S.A. (PESCA PERU).
ANTECEDENTES:
Don Tomás Castillo Pinedo, con fecha 26 de octubre de 1995, interpuso acción de amparo contra
la Empresa Nacional Pesquera S.A. (PESCA PERU) a efectos de que se le prohiba cesar al
demandante en forma arbitraria; sostiene el actor que Pesca Perú le ha cursado una "Carta de
Invitación para el Retiro Voluntario", fechada el 02 de octubre de 19951 mediante la cual se le
invita a retirarse de la empresa, informándosele que de aceptar la invitación se le abonaría
incentivos, pero en el caso de no presentarse al retiro voluntario se le cesaría; señala el actor que
al no haber presentado su carta de renuncia voluntaria al vencimiento del plazo (23 de octubre )
existe el temor fundado de que PESCA PERU proceda a cesarlo; alega que con el inminente cese
se persigue extinguir el vínculo laboral que le une a la empresa, lo que constituirla un despido
arbitrario.
A fojas 94, la sentencia de Primera de Instancia declara improcedente la acción de amparo por
considerar, principalmente, que "el procedimiento iniciado por la empresa estatal demandada para
el otorgamiento de incentivos para el personal que renuncie a la empresa no resulta posible de
impugnar o menoscabar a través de una vía especialísima como es el amparo, máxime si no se
aprecia la violación de ningún derecho constitucional del demandante sobre todo si el proceso de
reducción responde a una causa objetiva basada en hechos económicos, técnicos y políticos del
Estado, encaminado a una reestructuración del aparato estatal en beneficio del interés general y
del bien común, remitiéndose en todo caso el problema a una cuestión de aplicación de leyes, por
lo que admitirse la posibilidad de que vía la acción de amparo se puedan ventilar acciones
relacionadas a ceses colectivos o despidos individuales se podría desnaturalizar esta garantía
constitucional, originando su ordinarización...".
A fojas 158, la sentencia de vista, su fecha 10 de octubre de 1996, revoca la apelada que declaró
improcedente la acción de amparo y reformándola la declaró infundada, estimando, principalmente,
que "el invitar al accionante a un programa de incentivos para su renuncia voluntaria, con la
indicación que este forma parte del personal considerado excedente no es un acto intimidatorio
toda vez que éste es el mecanismo establecido por la normatividad vigente, y además de constituir
el resultado sobre la evaluación efectuada por su empleadora sobre su condición y desempeño
laboral... "
FUNDAMENTOS:
Que, el demandante considera que la Carta de Invitación para el retiro voluntario, de fecha 02 de
octubre de 1995, que le cursara PESCA PERU, en aplicación del Programa de Incentivos por
Retiro Voluntario de Personal, constituye el inicio de la ejecución de un proceso arbitrario de
despido, que amenaza violar sus derechos constitucionales laborales, tales como el de libertad de
trabajo y de protección contra el despido arbitrario;
Que, examinados los autos, se aprecia que el Programa de Retiro Voluntario de Personal puesto
en marcha por la demandada, tiene sustento legal en el Decreto Ley Nº 26120 y en el Decreto
Legislativo Nº 674, que disponen que las empresas incluidas en el proceso de promoción a la
inversión privada como es el caso de PESCA PERU -según Resolución Suprema Nº 538-92-PCM-,
pueden ejecutar programas de cese voluntario de personal con incentivos económicos o sin ellos,
lo que constituye una permisión legal que descarta la supuesta arbitrariedad que el actor atribuye a
la empresa en la aplicación de dichos programa;
Que, de otro lado, si bien el actor alega que el hecho de no haberse acogido al programa de retiro
voluntario le significaría, asimismo, la imposibilidad de continuar en la vía ordinaria la acción judicial
que por pago de remuneraciones devengadas le entablara a PESCA PERU, por hechos laborales
de distinta data y origen a los que son materia de esta demanda, cabe señalar que de autos no se
desprende elemento probatorio o razón legal alguna que permita sostener la verosimilitud de esta
afirmación;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en usó de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Cierre por duplicidad de ficha registral de un terreno eriazo adquirido del Estado (*)
Si bien el cierre por duplicidad de la ficha registral de un terreno eriazo adquirido por el
demandante del Estado, dispuesto por la Administración Registral, responde a lo establecido en el
Reglamento General de los Registros Públicos, no puede soslayarse el hecho evidente, irrefutable
y atribuible al propio ente registral, que -incumpliendo la norma imperativa vigente en aquel
momento- omitió cancelar la partida registral correspondiente a dicho terreno, afectando con ello el
derecho de propiedad del demandante, obtenido e inscrito legalmente a su favor.
Expediente 297-99
Resolución Nº 1046
VISTOS; con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas ochocientos
veinticuatro a ochocientos veintiséis; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, la Acción de Amparo es
una garantía constitucional que tiene por objeto el reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional, y conforme a la doctrina de la
materia, dicho proceso constitucional resulta excepcional, de carácter residual y sumarísimo, sin
etapa probatoria, y donde sólo cabe un razonamiento lógico jurídico del operador, respecto de la
afectación que resulte evidente, grave y actual; por ello, el derecho invocado por la parte
demandante debe estar reconocido en la Constitución Política del Estado de manera inequívoca,
expresa y claramente; Segundo.- Que, del petitorio de la demanda se desprende que la accionante
solicita que el Organo Jurisdiccional declare la nulidad o subsidiariamente inaplicable para ella, la
Resolución de Gerencia de Propiedad Inmueble número 074/96-ORLC de fecha dieciocho de
enero de mil novecientos noventiséis, en cuanto dispone el cierre de la Ficha Registral número
81348, del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima, debiendo extenderse las anotaciones que
la correlacionen con la Partida de Fojas 448 del Tomo 546, del mismo Registro; solicita también,
que se anule el cierre de la Partida a la que corresponde la Ficha Registral número 81348, del
Registro de la Propiedad Inmueble de Lima y la respectiva anotación de cierre de Partida que obra
en la citada ficha; y, finalmente se efectúen todos los actos necesarios a fin de reponer las cosas al
estado anterior a la afectación invocada, considerando sus derechos vigentes desde la apertura de
la referida Partida Registral; Tercero.- Que, resulta necesario antes de emitir pronunciamiento
sobre lo pretendido, señalar los antecedentes que se produjeron para la inscripción y consecuente
apertura de la afectada Ficha Registral número 81348; en ese orden, es de apreciar que en
aplicación a la normativa legal vigente en ese tiempo; esto es, el Artículo ochocientos veintidós del
Código Civil de mil novecientos treintiséis, la Ley números 11071 y los Decretos Leyes números
14197 y 17716; el terreno eriazo de ochentiséis mil setentitrés metros cuadrados ubicado en el
kilómetro veintidós de la Carretera Panamericana Sur, distrito de Lurín, revirtió al Estado, siéndole
aplicable respecto a su inscripción -Primera Inscripción de Dominio a favor del Estado-, el
procedimiento previsto por el Decreto Supremo número 025-78-VC, publicado el veintidós de mayo
de mil novecientos setentiocho, tal como se colige de la Resolución Ministerial número 600-78VC-
4440 del trece de setiembre del indicado año, obrante a fojas diez y once; Cuarto.- Que, mediante
el antes anotado Decreto Supremo número 025-78-VC, se aprueba el Reglamento de
Administración de la Propiedad Fiscal, estableciéndose el procedimiento a seguir para la
inscripción a favor del Estado de los terrenos eriazos revertido a su dominio; al respecto, se
determina que los Registros Público tenía que proceder a la inscripción de las mencionadas áreas,
en el Registro respectivo, cancelando los Asientos que pudieran existir a favor de otros; esto, por el
solo mérito de la Resolución expedida por el Estado y el requerimiento de la Dirección General de
Bienes Nacionales, supuestos exigidos legalmente que se cumplieron como puede observarse a
fojas nueve, diez y once. En cumplimiento de ello, es que se inscribe la Primera de Dominio a favor
del Estado, como puede verificarse del Asiento 1), de la Ficha Registral número 81348, de fojas
veinticuatro, debiéndose señalar además, que referente a las personas que figuraban como
propietarias hasta ese tiempo, no se encontraba ninguna; Quinto.- Que, la entidad demandante
TOURING Y AUTOMÓVIL CLUB DEL PERÚ, mediante Testimonio de Escritura Pública de fojas
catorce a veintiuno, su fecha trece de junio de mil novecientos setentiocho, se adjudicó en venta
del Estado -a través del Ministerio de Vivienda y Construcción-, mediante Resolución Ministerial
número 762-77-VC-4400, su fecha veintitrés de noviembre de mil novecientos setentisiete, el
terreno eriazo mencionado precedentemente; siendo que, al momento de producida la
adjudicación, era el Estado el único propietario de dicho terreno, de ahí que no haya habido
impedimento legal alguno para que se produzca -como se hizo-, la transferencia e inscripción
registral a favor de la actora, -en aplicación de los Principios de Publicidad y Buena Fe Registral-,
que desde aquel tiempo se encuentra ejerciendo plenamente los atributos propios que caracterizan
al derecho de propiedad, como puede verificarse a fojas treintiséis, treintisiete y treintiocho; Sexto.-
Que, la Resolución de la Gerencia de Propiedad Inmueble número 074/96-ORLC-GPI, cuya
inaplicación se solicita, resuelve disponer el cierre entre otras, de la Ficha Registral número 81348
del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima, debido a la duplicidad que se habría producido
entre la inscripción de fojas número 488 del Tomo 546 del Registro de la Propiedad Inmueble de
Lima, con las Fichas Registrales números 81809, 81807 y 81348; esta última, correspondiente al
inmueble inscrito a favor del Touring y Automóvil Club Peruano; a ese respecto, es de mencionar
que si bien dicho accionar de la Administración Registral responde a lo establecido por el Artículo
ciento setentiuno del Reglamento General de los Registros Públicos, no puede soslayarse el hecho
evidente, irrefutable y atribuible al propio ente registral, que, incumpliendo la norma imperativa
vigente en aquel momento, omitió cancelar la Partida Registral -de fojas 488 del Tomo 546-,
correspondiente al terreno eriazo materia de adquisición por la demandante; afectando con ello, el
derecho de propiedad obtenido e inscrito legalmente a su favor, el mismo que se encuentra
protegido por las normas pertinentes del Código Civil vigente, Cuerpo Normativo Superior al
indicado Reglamento aplicado; por estos fundamentos CONFIRMARON la Sentencia apelada de
fojas setecientos cuarenta a setecientos cuarentiocho, su fecha catorce de diciembre de mil
novecientos noventiocho, en el extremo que falla declarando INFUNDADA la Excepción de
Caducidad deducida a fojas doscientos treintiuno y seiscientos sesentitrés; y FUNDADA la
Excepción de Falta de Legitimidad para Obrar del demandado, deducida por la Superintendencia
Nacional de los Registros Público, a fojas cuatrocientos siete; REVOCARON la propia sentencia,
en el extremo que declara Infundada la demanda de fojas treintiocho; REFORMÁNDOLA:
DECLARARON FUNDADA la citada demanda en lo demás que contiene; en consecuencia:
reponiendo las cosas al estado anterior; se declara: INAPLICABLE para la demandante, la
Resolución de Gerencia de Propiedad Inmueble número 074/96-ORLCGPI, de dieciocho de enero
de mil novecientos noventiséis; NULO y SIN EFECTO el Cierre de Partida respecto a la Ficha
Registral número 81348, del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima y la anotación del indicado
cierre contenida en ella; quedando vigentes los derechos de la accionante, en cuenta a la
inscripción contenida en la Ficha Registral número 81348; no siendo de aplicación el Artículo once
de la Ley número 23506, por las circunstancias que han mediado en el presente proceso; en la
Acción de Amparo interpuesta por el TOURING Y AUTOMÓVIL CLUB DEL PERÚ, contra la
OFICINA REGISTRAL DE LIMA Y CALLAO y Otros, y, estando a que la presente resolución sienta
precedente de observancia obligatoria; MANDARON: que consentida y/o ejecutoriada que ésta
sea, se publique en el Diario Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.
MUñOZ SARMIENTO
GONZALES CAMPOS
CHOCANO POLANCO
Expediente 089-92-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, que en aplicación del artículo 41º de la Ley 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional, debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto por don Luis Alfredo
Pelayo Carpio García contra la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia, de fecha doce de febrero de mil novecientos noventiuno, que declaró improcedente la
acción de amparo incoada por el citado demandante, en contra del Banco de Crédito del Perú y
otros (folio 23 del Cuadernillo de nulidad).
ANTECEDENTES:
Don Luis Alfredo Pelayo Carpio García, interpuso acción de amparo, con fecha treinta de octubre
de mil novecientos ochentiséis, contra el Banco de Crédito del Perú y contra don Lorenzo Meza
Velásquez, don Luis Eduardo Córdova Goicochea, don Luis Subauste Llanos y don José Carlos
Gonzáles Villasante, en su calidad de funcionarios del Banco demandado; porque consideró que se
le habían conculcado sus derechos constitucionales, al honor y a la buena reputación, a elegir y
ejercer libremente su trabajo, a la libertad personal, al derecho a la defensa, y a la estabilidad
laboral, previstas en la Constitución Política del Estado de 1979.
Manifestó, además, el demandante, que acudía a la vía del amparo, a pesar de haber iniciado un
procedimiento administrativo de reposición, en razón de que dicho procedimiento era muy lento, y
su agotamiento podía convertir en irreparable la agresión que venía sufriendo, y, con la finalidad de
lograr su reposición en el cargo de Administrador de la Sucursal de Jauja-Huancayo, del Banco de
Crédito del Perú; pues no se le permitió defenderse, y por el contrario fue víctima de coacción
moral y sicológica al obligársele a presentar su carta de renuncia, (folio 67) que es la razón de su
actual desempleo (folio 52 a folio 54).
El Trigésimo Juzgado Civil de Lima, con fecha veinte de octubre de mil novecientos ochentitrés,
declara fundada la demanda, por considerar escuetamente, lo siguiente: Que, el agotamiento de la
vía previa, podía ocasionar daños irreparables al actor. Que, por consiguiente era pertinente
ordenar la reposición del trabajador.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la resolución Nº 2069 de
fecha trece de agosto de mil novecientos ochentisiete, revoca el fallo de primera instancia y declara
improcedente la acción de amparo, por considerar, que en el presente caso, no se agotó la vía
previa según lo dispone el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
FUNDAMENTOS:
Que, estando a la naturaleza sumarísima de la acción de amparo, la que por tal razón, no cuenta
con una estación probatoria, para que las partes puedan ofrecer y actuar la pruebas que
consideren pertinentes, y de ese modo, en el presente caso, poder establecer si se violó algún
derecho constitucionalmente protegido; queda claro, que la vía del amparo no es la idónea para
ventilar la presente acción.
Que, como se expresa en el escrito de demanda, el actor recurrió a la vía administrativa para
intentar le reconozcan idéntico derecho al que reclama por la vía del amparo, no habiendo obtenido
pronunciamiento alguno; y además no acreditó en autos haberse acogido al silencio administrativo,
que le hubiera permitido considerar el agotamiento de la vía previa.
Que, precisamente, agotar la vía previa, en el presente caso, de ninguna manera podría ocasionar
agresión irreparable en contra del actor, dado que el objetivo que persigue éste, es el de ser
repuesto en su puesto de trabajo, hecho que no se vería afectado por el discurrir del tiempo, en
tanto se resuelva su reclamación administrativa, por tal razón, deviene en inaplicable el artículo 28º
de la Ley Nº 23506 que equivocadamente se esgrime.
Que, por lo anteriormente expuesto, queda demostrado que la vía previa no fue agotada, según lo
dispone el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Que, además, el actor no probó durante la secuela del juicio, haber sido coaccionado a renunciar,
ni que se le haya violado algún derecho constitucionalmente protegido.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 534-97-AA/TC
Lima
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El demandante don César Augusto Arbaiza Cubas interpone acción de amparo, con fecha
veintitrés de setiembre de mil novecientos noventa y seis, contra el Instituto Peruano de Seguridad
Social, el Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo de Chiclayo y el Procurador Público
encargado de Asuntos Judiciales del Ministerio de Salud, alegando haber sido cesado, el 30 de
noviembre de 1992, mediante Resolución Nº 704-DG-HNAAA-IPSS-92, vulnerándose las normas
contenidas en el artículo 34º inciso b) del Decreto Legislativo Nº 276, el artículo 100º del Decreto
Supremo Nº 02-94-JUS y artículo 24º inciso 10 de la Ley Nº 23506, concordante con los artículos
42º, 48º y 57º de la Constitución Política de 1979, vigente en la fecha de ocurrido su cese, que
garantizaban su libertad y estabilidad en el trabajo e irrenunciabilidad de los derechos adquiridos.
Señala el actor que fue cesado, el treinta de noviembre de mil novecientos noventa y dos,
mediante la indicada Resolución Nº 704-DG-HNAAA-IPSS-92, no obstante no haber sido notificado
a efecto de rendir la prueba de evaluación, dispuesta en el proceso de racionalización, llevada a
cabo por el Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo de Chiclayo, conforme a las facultades
otorgadas por el Decreto Ley Nº 25636, no habiéndose cumplido con la Directiva Nº 03 9-DE-IPSS,
que normó dicho proceso de elección de personal, por lo que considera que su cese resulta ilegal.
Agrega que contra la resolución que dispuso su cese, cumplió con interponer los recursos
impugnativos de ley.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por la Apoderada del Hospital Nacional Almanzor
Aguinaga Asenjo de Chiclayo y por el representante legal del Presidente Ejecutivo del Instituto
Peruano de Seguridad Social, quienes indican que el proceso de evaluación de personal se ha
llevado dentro de los alcances del Decreto Ley Nº 25636, habiendo sido cesados los trabajadores
que no aprobaran los exámenes del caso así como aquellos que no se presentaran a los mismos.
Agregan que el demandante, a la fecha a extinguido toda relación laboral con su empleador ya que
no sólo hizo suya la fijada indemnización Extraordinaria, sino que ha cobrado el íntegro de sus
beneficios sociales que le correspondían por ley.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha veinte de diciembre de mil
novecientos noventa y seis, expide sentencia, declarando fundada la acción de garantía.
Formulado recurso de apelación, con fecha quince de abril de mil novecientos noventa y siete, la
Segunda Sala Especializada Civil Agraria Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
expide resolución, revocando la apelada, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto recurso extraordinario los autos son remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, es objeto de las acciones de garantía, el reponer las cosas al estado anterior a la violación
de un derecho constitucional, a tenor de lo prescrito por el artículo lº de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Segunda Sala Especializada Civil Agraria, Laboral de la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 549 y 550, su fecha quince de abril de mil
novecientos noventa y siete, que revocó la apelada, declarando improcedente la acción de amparo.
Ordenaron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley; y los devolvieron.
Que, habiéndose abonado por parte de la demandada los respectivos beneficios sociales, a los
demandantes, por ende ha habido aceptación de las condiciones tanto del proceso de evaluación
como de sus resultados al aceptar el pago de sus beneficios sociales.
Expediente 222-97-AA/TC
Loreto
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Federación de Trabajadores Municipales del Perú y otros interponen Acción de Amparo contra la
Municipalidad Provincial de Maynas, por violación de sus derechos constitucionales fundamentales
al haber sido despedidos arbitrariamente al haberse expedido la Resolución de Alcaldía Nº 108-96-
A-MPM, publicado en el Diario Oficial El Peruano el catorce de febrero de mil novecientos noventa
y seis que los cesa por aplicación del Decreto Ley Nº 26093 y Octava Disposición Transitoria y
Final de la Ley Nº 26553.
Sostienen los accionantes que, al haberse expedido por parte de la Municipalidad Provincial de
Maynas la precitada Resolución de Alcaldía han sido despedidos intempestivamente, al
impedírseles el ingreso a su centro de trabajo, indicándoseles verbalmente que estaban
despedidos, según acta de constatación que adjuntan, manifestaron que el Director Municipal
afirmó que estaban cesados en mérito a la publicación de la resolución "relativa a los excedentes
de personal, y lo que agrega el Fiscal es que " No hay publicación alguna en el diario oficial sobre
los excedentes", y que los resultados del proceso de evaluación semestral fueron publicados el
catorce de febrero de mil novecientos noventa y seis, efectuado sin someterlos a un proceso previo
despojándoseles de sus cargos de trabajadores por apreciaciones subjetivas e inmotivadas.
Alegan además que su primera evaluación se efectuó el dos de febrero de mil novecientos noventa
y seis y que no han transcurrido los seis meses de la misma y que de acuerdo al artículo 28º de la
Ley Nº 23506 no le son exigibles el agotamiento de la vía previa en virtud que se ha ejecutado la
resolución antes de vencerse el plazo para que quede consentida y de ser así el daño sería
irreparable.
Con fecha tres de diciembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez Provisional del Segundo
Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas expide resolución, declarando infundada la excepción
de litispendencia e improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha
treintiuno de enero de mil novecientos noventa y siete, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Maynas, expide resolución confirmando la apelada, declarando improcedente la acción.
Interpuesto el recurso extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto Ley Nº 26093, estableció que los titulares de los distintos Ministerios y de las
Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar semestralmente programas
de evaluación de personal de acuerdo con las normas que para tal efecto establezcan, permitiendo
el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido desaprobados y la Octava Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 26553, Ley del Presupuesto del Sector Público para el año 1996,
incluyó dentro de los alcances del referido Decreto Ley a los Gobiernos Locales.
Que, mediante Resolución de Alcaldía Nº 108-96-A-MPM se aprueban los resultados del Proceso
de evaluación semestral de la Municipalidad Provincial de Maynas, expresado en el Cuadro de
Méritos que forman parte de la citada Resolución como Anexo 01.
Que, habiéndose abonado por parte de la demandada los respectivos beneficios sociales, a los
demandantes, por ende a habido aceptación de las condiciones tanto del proceso de evaluación
como de sus resultados al aceptar el pago de su beneficios sociales.
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Maynas, a fojas. mil
cuatrocientos noventa y tres, su fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y siete,
que en su oportunidad confirmó la apelada, de fecha tres de diciembre de mil novecientos noventa
y seis, la que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta, dispusieron su publicación en
el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Que, conforme se advierte de las comunicaciones que corren a fojas...del cuaderno del Tribunal
Constitucional, ambas partes informan que los trabajadores a la fecha, han efectivizado el cobro
de sus beneficios sociales, que por ley les corresponde...Que, siendo así los actores han
convalidado su cese laboral, razón por la que este Colegiado considera que en el presente caso,
se ha generado sustracción de la materia, razón por la que resulta improcedente la presente acción
de garantía.
Expediente 931-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Señalan los demandantes que fueron cesados por Laboratorios Larpe S.A., el veintiocho de junio
de mil novecientos noventicuatro, excepto a doña Natalia Becerra Guadaña que lo fue el primero
de junio del mismo año, mediante cartas notariales, por supuesta causal de necesidades de
funcionamiento, refiriendo que dicho cese colectivo había sido autorizado mediante Oficio Nº 978-
94-MITINCI/VMI-DNI, de veintidós de junio de mil novecientos noventicuatro, expedido por la
Dirección Nacional de Industrias del Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones
Comerciales Internacionales, de cuya tramitación no fueron notificados.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por el Procurador Público a cargo de los asuntos
judiciales del Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales
Internacionales, quien niega y contradice la demanda en todos sus extremos, solicitando se declare
improcedente la misma. Señala que, Laboratorios Larpe S.A. solicitó al MITINCI, el cese colectivo
por necesidad de funcionamiento del 5% del personal a su cargo; proceso que se ha seguido con
arreglo a ley, conforme lo establece el Decreto Legislativo Nº 728 y su Reglamento aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 004-93-TR, por lo que la actuación de la Dirección Nacional de
Industrias no amenaza ni viola derecho constitucional alguno de los actores.
Asimismo, Laboratorios Larpe S.A., absuelve la demanda señalando que, si bien es cierto que para
conocer los procesos de acción de amparo, son competentes los jueces especializados en lo civil;
los hechos que se demanda se encuentran centrados en la procedencia o no del cese colectivo
ejecutado por la empresa, luego de obtener autorización de cese por el Ministerio de Trabajo
precisando que la autoridad competente para resolver tales controversias, son las salas laborales y
lo efectúan vía acción contencioso-administrativa con arreglo al Decreto Supremo Nº 037-90-TR
del ocho de junio de mil novecientos noventa, previo agotamiento de la vía administrativa;
agregando que los actores no fundamentan ni mucho menos acreditan, en qué consisten los actos
violatorios y/o atentatorios de dichos derechos constitucionales; y que Laboratorios Larpe S.A.
actuó siguiendo un proceso regular establecido por ley, solicitando la autorización de cese ante la
entidad correspondiente, cumpliendo todos los requisitos formales. Señala también, que el cese
colectivo afecta únicamente al 5% del total de trabajadores de la empresa, y que el mismo se
encuentra inmerso dentro del análisis real y objetivo de los índices de productividad.
La Jueza del Vigésimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha trece de
diciembre de mil novecientos noventicuatro, expide sentencia, declarando fundada en parte la
acción de garantía incoada, nulo y sin efecto legal alguno el informe Nº 306-94-MITINCI-DNI-DIA,
del veintiuno de junio de mil novecientos noventicuatro, insubsistente el oficio Nº 975-94-MITINCI-
VMI-DNI, de fecha veintidós de junio de mil novecientos noventicuatro, sin efecto alguno las cartas
notariales de veinticuatro de junio de mil novecientos noventicuatro y la carta notarial remitida el
primero de julio de mil novecientos noventicuatro, las mismas que fueron cursadas por la
empleadora Laboratorios Larpe S.A. a los demandantes, debiéndose reponer a los mismos en
forma inmediata en sus labores, abonándoseles sus remuneraciones dejadas de percibir, así como
los beneficios adicionales que les corresponden.
Apelada la sentencia, con fecha diecinueve de abril de mil novecientos noventa y seis, la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, revocando la misma, declararon improcedente
la demanda, al considerar que el asunto sub-materia debe dilucidarse a través de la acción
contencioso-administrativa.
FUNDAMENTOS:
1. Que, a través de la presente demanda, los actores pretenden que se declare la nulidad de lo
actuado en el proceso administrativo de autorización de cese colectivo por necesidades de
funcionamiento seguido por la empresa Laboratorios Larpe S.A. ante el Ministerio de Industria,
Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, así como, se les reponga en su
centro de labores y se abone sus remuneraciones devengadas.
2. Que, es objeto de las acciones de garantía, el reponer las cosas al estado anterior a la violación
de un derecho constitucional, a tenor de lo prescrito por el artículo 1º de la Ley Nº 23506.
3. Que, conforme se advierte principalmente de las comunicaciones que corren a fojas 3 a 4 y de
31 a 32 del cuaderno del Tribunal Constitucional, ambas partes informan que los trabajadores a la
fecha, han efectivizado el cobro de sus beneficios sociales, que por ley les corresponden.
4. Que, siendo así, los actores han convalidado su cese laboral, razón por la que este colegiado
considera que en el presente caso, se ha generado sustracción de la materia, razón por la que
resulta improcedente la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley; y los devolvieron.
Cobros excesivos por licencia a los ocupantes de vías públicas (A) (*)
Tratándose de acciones de amparo, es indispensable que el recurrente agote las vías previas
antes de recurrir al órgano jurisdiccional; al no haber agotado la actora la vía administrativa antes
de accionar judicialmente, la acción de amparo no se encuentra expedita.
Expediente 340-89
RESOLUCION
Dictamen Nº 361/90-MP-3ra.FSC.
Exp. Nº 527-90
Señor:
Que del análisis de los autos se advierte que la presente acción ha sido interpuesta contra el Edicto
Nº 4 de fecha 24 de Marzo de 1987, emitida por el Concejo Distrital de Miraflores, corriente a fs. 3,
en cumplimiento de la Ordenanza Nº 02 del 02 de Abril de 1985, por la que el Concejo Provincial
de Lima reglamentó el Comercio Ambulatorio de Lima Metropolitana, estableciéndose en los arts.
10º y 11º, entre otros puntos, que los derechos que deben abonar los ambulantes a la
Municipalidad donde ejerzan sus actividades comerciales serán fijados por cada Municipalidad,
razón por la que el Edicto Nº 04 expedido por la Municipalidad emplazada, fue dictado con arreglo
al art. 94º de la Ley Orgánica de Municipalidades, y que, si bien es cierto el art. 94º de la Ley 23853
señala que los Edictos de las Municipalidades Distritales requieren de la ratificación del Concejo
Provincial para su vigencia, también lo es que el art. 96º de la ley acotada señala que las
reclamaciones sobre materia tributaria se rigen por las disposiciones del Código Tributario,
correspondiendo al Alcalde Provincial o Distrital en su caso expedir resolución en primera instancia,
contra la que procede recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal; que a mayor abundamiento,
conforme lo establece el art. 124 de la Ley Orgánica de Municipalidades, contra los edictos
municipales procede la acción popular ante el Poder Judicial para conseguir su inaplicación, lo que
no ha ocurrido en el caso sub-exámine, en el que no se ha agotado las vías previas, por lo que
resulta de aplicación el art. 27º de la Ley Nº 23506; lo que hace concluir a este Ministerio opinando
que la resolución materia de la alzada debe ser Revocada en todos sus extremos, declarándose
Improcedente la demanda y dejando a salvo el derecho de los accionantes para que la hagan valer
en la vía correspondiente.
Fiscal Superior
527-90
MARULL GALVEZ
FERREYROS PAREDES
ORTIZ PORTILLA
Exp. Nº 2198-90
ACCION DE AMPARO
Lima.-
Señor Presidente:
En la demanda, la Federación referida solicita se deje sin efecto el cobro excesivo por licencia a los
ocupantes de las vías públicas ejecutado por la Municipalidad de Miraflores, en virtud del Edicto 04
expedido por la misma, que no ha sido ratificado por el Concejo Provincial de Lima, conforme lo
dispone el art. 94º de la Ley Orgánica de Municipalidades, Nº 23853; cobros excesivos que violan
la libertad de trabajo y el derecho garantizado por el literal l) del inc. 20 del art. 2º de la Constitución
del Estado.
La sentencia de primera instancia declara fundada la acción de amparo interpuesta a fs. 19 y deja
sin efecto los cobros provenientes de la publicación del Edicto 04 expedido por la Municipalidad de
Miraflores, en cuanto se refiere a los comerciantes que agrupa la entidad demandante
considerando que el referido Edicto 04, que en copia obra a fs. 3 y 55, es prohibitivo y exagerado y
atenta contra el trabajo de los asociados violando, además la norma constitucional prevista en el
art. 2º, inc. 20º literal l) de la Constitución del Estado, por cuanto de conformidad con lo establecido
por el Art. 94º de la Ley Orgánica de Municipalidades, Nº 23853, los Edictos de las Municipalidades
Distritales requieren de la ratificación del Concejo Provincial para su vigencia, ratificación que no ha
sido acreditada en autos.
La sentencia de vista de fs. 165 considerando que no se han agotado las vías previas antes de
recurrir al Organo Jurisdiccional, revoca la sentencia apelada y reformándola declara improcedente
la demanda.
Antes de que la Sala Civil de la Corte se pronunciara, los actores presentan la solicitud de fs. 164
haciendo notar que la acción carecía de objeto, puesto que, la Municipalidad demandada había
expedido el Decreto de Alcaldía Nº 13 que en buena cuenta derogaba el Nº 04, materia de la
demanda. Efectivamente, del documento de fs. 163, aparece que el Municipio estableció un nuevo
monto de la licencia de ocupación de la vía pública (SISA) de dos mil intis diarios a partir de Abril
de 1990, el que se incrementa en forma proporcional al sueldo mínimo vital; es decir, que en buena
cuenta ha desaparecido el monto y condiciones que los demandantes consideran atentatorios a
sus derechos.
Conforme a lo dispuesto en el Art.1º, las acciones de garantía tienen por objeto el de reponer las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación, de manera que, si cesa la violación
o amenaza, ella deviene en improcedente, como terminantemente lo declara el Inc. 1) del Art. 6º de
la Ley Nº 23506.
En consecuencia, lo solicitado por los propios demandantes debió acogerse. Sin embargo, ha
declarado improcedente la acción con otro fundamento como lo es el de que aquellos no agotaron
la vía previa.
Sin embargo, como el resultado va a ser el mismo, este Ministerio es de opinión porque NO HAY
NULIDAD en la recurrida.
Exp. Nº 2198-90
Lima
VISTOS; de conformidad con el dictamen del Señor Fiscal; declararon: NO HABER NULIDAD en la
sentencia de vista de fojas ciento sesenticinco, su fecha veinticuatro de julio de mil novecientos
noventa que, revocando la apelada de fojas ciento treintiséis, fechada el siete de diciembre de mil
novecientos ochentinueve, declara IMPROCEDENTE la acción de amparo interpuesta a fojas
diecinueve por la Federación de Comerciantes en Vías Públicas de Miraflores, representada por
don Félix Choque Gómez contra la Municipalidad Distrital de Miraflores y otro; MANDARON que,
consentida o ejecutoriada que sea la presente resolución, se publique en el Diario Oficial "El
Peruano" dentro del término que establece el artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés mil
quinientos seis y los devolvieron.-
S.S.
SILVA V.
BUENDIA G.
ORTIZ B.
BALLON-LANDA C.
REYES R.
Expediente 721-97-AA/TC
Huaura
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Huaura, de fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete en los seguidos por don
Luis Alberto Mauricio Ramírez, contra don Alfredo Loza La Rosa, Alcalde de la Municipalidad
Distrital de Santa María, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Luis Alberto Mauricio Ramírez, interpone acción de amparo contra don Alfredo Loza La Rosa,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santa María a fin que se declare inaplicable la Resolución
de Alcaldía Nº 03-97 MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete, la misma
que dispone su cese por causal de excedencia al no haber alcanzado el puntaje mínimo
aprobatorio en la evaluación correspondiente al primer semestre del año mil novecientos noventa y
seis.
Sostiene el demandante que desde el año mil novecientos ochenta y cuatro presta servicios
ininterrumpidos como obrero en la entidad demandada; que ésta última procedió a efectuar la
evaluación del personal en aplicación del Decreto Ley Nº 26093 y que indebidamente incluyó en
dicho proceso al personal obrero pese a que este no está comprendido en el Decreto Legislativo Nº
276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa del Sector Público; que fueron desaprobados
nueve trabajadores pero sólo han sido cesados tres; actuando la demandada con discriminación;
violándose los derechos constitucionales al debido proceso, igualdad de oportunidades laborales
sin discriminación, igualdad ante la ley, a la libertad de trabajo, previstos en los artículos 139º
inciso 3); 26º incisos 1, 2, 3; 2º inciso 2 y 22 de la Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Alfredo Loza La Rosa, Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Santa María, quien solicita se declare improcedente, en tanto señala que
el demandante no ha agotado la vía previa y que además la Municipalidad ha actuado en
cumplimiento de la Ley Nº 26553, procediendo a ejecutar un Programa de Evaluación del Personal.
Que de acuerdo al Reglamento aprobado, la evaluación comprendió a servidores que se
encuentran en el régimen del Decreto Legislativo Nº 276, empleados y obreros, nombrados y
contratados; que el demandante no alcanzó el puntaje mínimo (61%) por lo que fue cesado; que no
se ha violado derecho constitucional alguno del mismo.
Con fecha dos de mayo de mil novecientos noventa y siete el Juez Provisional del Segundo
Juzgado Civil de Huaura, expide resolución declarando fundada la demanda interpuesto recurso de
apelación, con fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete, la Sala Civil Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, expide resolución revocando la apelada y reformándola
declara infundada la demanda de acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, la acción incoada por el demandante está orientada a que se declare la inaplicabilidad de la
Resolución de Alcaldía Nº 03-97 MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete
que dispuso su cese por causal de excedencia.
Que, corre a fojas quince copia de la resolución en referencia en cuyo artículo segundo se dispone
el cese a partir de la fecha de expedición de dicha resolución y a fojas dieciocho copia del
Memorándum Nº 002-97 de fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete remitido al
demandante por el Administrador de la Municipalidad con el que le comunica que obtuvo un
resultado deficiente en la evaluación y que por tal motivo prestará servicios sólo hasta el treintiuno
de diciembre de mil novecientos noventa y seis; la situación descrita da lugar a la excepción que
con arreglo a lo establecido en el inciso 1) del artículo 28º de la Ley Nº 23506, exime al
demandante del agotamiento de la vía previa.
Que, por jurisprudencia de este Tribunal Constitucional, contenida en sentencias recaídas en los
expedientes Nº 320-96-AA/TC y Nº 529-97-AA/TC; de acuerdo a lo establecido en el artículo 52º de
la Ley Orgánica de Municipalidades, los obreros de estas entidades son servidores públicos sujetos
exclusivamente al régimen de la actividad pública y tienen los mismos derechos y deberes que los
del Gobierno Central de la categoría correspondiente; por lo que les es aplicable la normatividad
relativa a la evaluación semestral dispuesta por la Ley Nº 26553 y Decreto Ley Nº 26093.
Que, a fojas sesentinueve corre copia de la resolución de Alcaldía Nº 215-96 MDSM de fecha
veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y seis por la que se constituye la comisión
encargada de llevar a cabo el proceso de evaluación, la misma que está integrada por Regidores
de la Municipalidad demandada, en contravención de lo establecido en el artículo 191º de la
Constitución Política del Estado y el artículo 37º inciso 3 de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº
23853, en virtud de los cuales los Regidores ejercen función de fiscalización y vigilancia de los
actos de la administración municipal; por tanto en este caso, carecen de competencia para realizar
acciones que originen el cese de personal; habiéndose vulnerado el derecho constitucional al
debido proceso.
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura de fojas
ciento noventa y nueve, su fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete, la que a su
vez revocó la apelada y declaró infundada la acción de amparo, reformándola, confirmaron la
apelada que declaró fundada la acción de amparo; en consecuencia inaplicable al actor la
Resolución de Alcaldía Nº 03-97 MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete,
ordenándose la reincorporación del demandante a la Municipalidad Distrital de Santa María en la
condición laboral que tenía al producirse el cese, no siendo de abono las remuneraciones
devengadas. Se dispuso, que es inaplicable lo dispuesto en el artículo 11º de la Ley Nº 23506
atendiendo a las circunstancias especiales del proceso.
Expediente 717-97-AA/TC
Huaura
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Huaura, de fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete en los seguidos por don
Pablo Illezcas Huasupoma, contra don Alfredo Loza La Rosa, Alcalde de la Municipalidad Distrital
de Santa María, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Pablo Illezcas Huasupoma, interpone acción de amparo contra don Alfredo Loza La Rosa,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santa María a fin que se declare inaplicable la Resolución
de Alcaldía Nº 03-97 MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete, la misma
que dispone su cese por causal de excedencia al no haber alcanzado el puntaje mínimo
aprobatorio en la evaluación correspondiente al primer semestre del año mil novecientos noventa y
seis.
Sostiene el demandante que desde el año mil novecientos ochenta y nueve presta servicios
ininterrumpidos como obrero en la entidad demandada; que esta última procedió a efectuar la
evaluación del personal en aplicación del Decreto Ley Nº 26093 y que indebidamente incluyó en
dicho proceso al personal obrero pese a que este no está comprendido en el Decreto Legislativo Nº
276 , Ley de la Carrera Administrativa, que fueron desaprobados nueve trabajadores pero sólo han
sido cesados tres, actuando la demandada con discriminación; violándose los derechos
constitucionales al debido proceso, igualdad de oportunidades laborales sin discriminación,
igualdad ante la ley, a la libertad de trabajo, previstos en los artículos 139º inciso 3); 26º incisos 1,
2, 3; 2º inciso 2 y 22 de la Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Alfredo Loza La Rosa, Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Santa María, quien solicita se declare improcedente, en tanto señala que
el demandante no ha agotado la vía previa y que además la Municipalidad ha actuado en
cumplimiento de la Ley Nº 26553, procediendo a ejecutar un Programa de Evaluación del Personal
correspondiente al primer semestre de mil novecientos noventa y seis; que de acuerdo al
Reglamento aprobado, la evaluación comprendió a servidores que se encuentran en el régimen del
Decreto Legislativo Nº 276, empleados y obreros, nombrados y contratados; que el demandante no
alcanzó el puntaje mínimo (61%) por lo que fue cesado; que no se ha violado derecho
constitucional alguno del actor.
Con fecha cinco de mayo de mil novecientos noventa y siete, el Juez Provisional del Juzgado
Especializado en lo Civil de Huaura, expide resolución declarando fundada la demanda.
Interpuesto recurso de apelación, con fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete,
la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura expide resolución revocando la
apelada y reformándola declara infundada la demanda de acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, la acción incoada por el demandante está orientada a que se declare la inaplicabilidad de la
Resolución de Alcaldía Nº 03-97-MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete
que dispuso su cese por causal de excedencia.
Que, corre a fojas nueve copia de la resolución en referencia, en cuyo artículo segundo se dispone
el cese a partir de la fecha de expedición de dicha resolución y a fojas once copia del
Memorándum Nº 003-97 de fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete, remitido al
demandante por el Administrador de la Municipalidad con el que le comunica que obtuvo un
resultado deficiente en la evaluación y que por tal motivo prestará servicios sólo hasta el treintiuno
de diciembre de mil novecientos noventa y seis; la situación descrita da lugar a la excepción que
con arreglo a lo establecido en el inciso 1) del artículo 28º de la Ley Nº 23506, exime al
demandante del agotamiento de la vía previa.
Que, por jurisprudencia de este Tribunal Constitucional, contenida en sentencias recaídas en los
expedientes Nº 320-96-AA/TC y Nº 529-97-AA/TC; de acuerdo a lo establecido en el artículo 52º de
la Ley Orgánica de Municipalidades, los obreros de estas entidades son servidores públicos sujetos
exclusivamente al régimen de la actividad pública y tienen los mismos derechos y deberes que los
del Gobierno Central de la categoría correspondiente; por lo que les es aplicable la normatividad
relativa a la evaluación semestral dispuesta por la Ley Nº 26553 y Decreto Ley Nº 26093.
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura de fojas
ciento ochenta y seis, su fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y siete, la que a su
vez revocó la apelada y declaró infundada la acción de amparo, reformándola, confirmaron la
apelada que declaró fundada la acción de amparo; en consecuencia inaplicable al actor la
Resolución de Alcaldía Nº 03-97-MDSM de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y siete,
ordenándose la reincorporación del demandante a la Municipalidad Distrital de Santa María en la
condición laboral que tenia al producirse el cese, no siendo de abono las remuneraciones
devengadas. Se dispuso, que es inaplicable lo dispuesto en el artículo 11º de la Ley Nº 23506
atendiendo a las circunstancias especiales del proceso.
«Que, teniendo en cuenta tanto la formalidad de los comerciantes, como su ubicación dentro de un
perímetro de terreno, resulta amparable su pretensión puesto que se les desalojó del mismo
aplicándoles una resolución que no les alcanzaba... consecuentemente se ha vulnerado a los
demandantes su derecho al debido proceso prescrito en el inciso 3) del Artículo 139° de la
Constitución.»
Exp. N° 460-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Inés Eulogia Veliz Contreras, en representación de la
Asociación de Comerciantes "Virgen del Carmen", contra la resolución expedida por la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha
treintiuno de enero de mil novecientos noventisiete, que declaró infundada la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha trece de setiembre de mil
novecientos noventiséis, declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que el
área que ocupa la Asociación demandante, es un área excedente de la Urbanización Rimac que no
le corresponde a la demandada y por otro lado la demandada no están en condiciones de faltar a
los acuerdos suscritos y que constan en las resoluciones de la misma Alcaldía que constituyen
informaciones de dominio público, que se ha verificado de acuerdo a las instrumentales
presentadas, que al haberse desalojado a la Asociación demandante, se ha transgredido las
garantías constitucionales contenidas en el inciso 4) del artículo 200° de la Constitución.
Contra esta resolución los demandantes interponen Recurso Extraordinario por lo que de
conformidad con los dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que el objeto de la presente acción es que se declare inaplicable para los recurrentes la
Resolución de Alcaldía N° 366-96 de fecha veintiocho de marzo de mil novecientos noventiséis,
mediante la cual la Municipalidad demandada dispone el retiro de los comerciantes informales de
las áreas de dominio público consideradas zonas rígidas; así como retirar de las áreas de dominio
público del distrito del Rimac a los comerciantes formales que sin la correspondiente autorización
municipal, vienen utilizando veredas, pistas o retiro municipal.
2.- De autos fluye que la Asociación de Comerciantes "Virgen del Carmen" está constituída
por comerciantes formales, tal como consta de los documentos que corren a fojas ocho y nueve
que acreditan que la propia Municipalidad demandada se dirige a los demandantes a efectos de
reconocer a los dirigentes de la Junta Directiva, asimismo con el documento de fojas doce la
Municipalidad autoriza a los demandantes la construcción de mesas de material noble; con la
notificación de fojas cuarenticinco la demandada solicita fotografías de los dirigentes electos, es
decir, existe una serie de actos que no han sido negados ni impugnados por la demandada que
acreditan tal formalidad.
3.- Que ha quedado plenamente establecido que los demandados no ocupan veredas, pistas
ni retiro municipal, sino un terreno perfectamente identificable que se encuentra debidamente
inscrito a nombre del Estado en el Registro de Propiedad de Inmuebles de Lima en el tomo
doscientos ochentidos a fojas trece y cuya copia literal corre en autos de fojas ciento veintiuno a
ciento veinticuatro, asimismo obra a fojas cincuentinueve el plano catastral acompañado por la
propia demandada que acredita la ubicación del terreno ocupado por los demandantes.
4.- Que, teniendo en cuenta tanto la formalidad de los comerciantes, como su ubicación dentro
de un perímetro de terreno, resulta amparable su pretensión puesto que se les desalojó del mismo
aplicándoles una resolución que no les alcanzaba, consecuentemente se ha vulnerado a los
demandantes su derecho al debido proceso prescrito en el inciso 3° del artículo 139° de la
Constitución.
5.- Se deja a salvo el derecho del Estado de proceder al desalojo de los ocupantes del
terreno de su propiedad previo proceso judicial.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801:
FALLA:
REVOCANDO la resolución de fojas ciento doce, expedida por la Sala Especializada de Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha treintiuno de enero de mil novecientos
noventisiete, que revocando la apelada declaró infundada la demanda; reformándola declararon
FUNDADA la demanda, en consecuencia inaplicable para los actores la Resolución de Alcaldía N°
366-96-MDR de fecha veintiocho de marzo de mil novecientos noventiséis y se ordena se reponga
a los actores sus derechos y prerrogativas hasta antes de la errada aplicación de la Resolución de
Alcaldía; cuestionada dispusieron que no resulta de aplicación en el caso de autos lo previsto en el
artículo 11° de la Ley 23506, atendiendo a las circunstancias especiales del proceso; mandaron se
publique en el diario oficial "El Peruano" con arreglo a ley, y los devolvieron.
«Que, la Acción de Amparo, por su carácter sumario y carente de estación probatoria no resulta ser
la vía apta para determinar con certeza si la liquidación por concepto de Compensación por Tiempo
de Servicio, debe realizarse conforme el Decreto Legislativo N° 276 o con sujeción a los pactos
bilaterales celebrados...»
Exp. N° 749-97-AA/TC
Arequipa
Juana Maria Escobedo Rospigliosi
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, que interpone doña Juana María Escobedo Rospigliosi, contra la
Resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha catorce
de julio de mil novecientos noventa y siete, que Revoca la sentencia de cuatro de abril de mil
novecientos noventa y siete, que declara Infundada la demanda; reformándola la declararon
improcedente, en la Acción de Amparo seguida con la Municipalidad Provincial de Islay.
ANTECEDENTES:
La Sentencia, que corre a fojas 67, su fecha cuatro de abril de mil novecientos noventisiete, declaró
infundada la demanda al considerar que no hay violación constitucional en contra de la recurrente,
sino que la demandada actuó aplicando los dispositivos legales vigentes.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las facultades que le concede
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
REVOCANDO la resolución de catorce de julio de mil novecientos noventa y siete, emitida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que revocó la sentencia apelada
que declaró infundada la demanda; reformándola declara IMPROCEDENTE la acción de amparo.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano; y la devolución
de los actuados.
Que, el artículo 31º de la Ley 25398 complementaria de la Ley 23506, que modifica el artículo 29º
de ésta, establece que son "competentes para conocer de la acción de amparo los Jueces de
Primera Instancia en lo Civil del lugar donde se afectó el derecho o donde se cierne la amenaza, o
donde tiene su domicilio el afectado o amenazado, o donde tiene su domicilio el autor de la
infracción o amenaza, a elección del demandante".
Expediente 985-96-AA/TC
Trujillo
En Chiclayo a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Arturo Alegría Figuerola por propio derecho e integrante de la Junta de Usuarios del Distrito de
Riego Regulado Jequetepeque y en representación de las Asociaciones del Comité Regional de
Productores de Arroz del Valle Jequetepeque y del Comité de Defensa de la Pequeña y Mediana
Agricultura y Ganadería del Perú - Codeagro interpone Acción de Amparo contra el representante
legal de Asociación Civil Operación y Mantenimiento Jequetepeque -Opema-Jequetepeque, a fin
de que quede sin efecto ni valor legal alguno la constitución y funcionamiento de la Asociación Civil
Operación y Mantenimiento Jequetepeque -Opema-Jequetepeque, por violación de sus derechos
constitucionales fundamentales de igualdad ante la ley y no discriminación, de los intereses difusos
de libertad de iniciativa, comercio e industria y pluralismo, de libre asociación y debido proceso, en
agravio del recurrente y de las asociaciones que pertenece y/o representa.
Alega además que los miembros integrantes de la Junta de Usuarios de Riego conscientes que su
mandato fenecía el treintiuno de diciembre de mil novecientos noventiséis haciendo mal uso de su
facultad de representación delegada por las Comisiones de Regantes, sin autorización han
constituido una persona jurídica, con objetivos y funciones paralelas bajo la modalidad de
asociación civil denominada "Asociación Civil Operación y Mantenimiento Jequetepeque -Opema-
Jequetepeque", inscrita en la Ficha Nº 113 del Registro de personas Jurídicas de los Registros
Públicos de San Pedro de Lloc.
El Juez del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, mediante resolución uno de fecha
treinta de julio de mil novecientos noventiséis, estimando que la demanda es manifiestamente
improcedente, la declara así de plano expresando como fundamento que carece de competencia
para conocer la acción de garantía por encontrarse el domicilio del demandante como del
demandado fuera de la competencia del Juzgado de la Provincia de Trujillo, dejando a salvo el
derecho del recurrente para que haga valer su derecho en el Juzgado competente.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha seis de agosto de mil novecientos noventiséis, y
puesto en conocimiento del demando el recurso interpuesto y elevados los autos al superior
jerárquico, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, expide resolución
confirmando la apelada, declarando improcedente la Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno la constitución y
funcionamiento de la Asociación Civil Operación y Mantenimiento Jequetepeque -Opema-
Jequetepeque, por violación de sus derechos constitucionales fundamentales de igualdad ante la
ley y no discriminación, de los intereses difusos de libertad de iniciativa, comercio e industria y
pluralismo, de libre asociación y debido proceso, en agravio del recurrente y de las asociaciones
que pertenece y/o representa.
Que, de autos se advierte que el demandante plante la Acción de Amparo en nombre propio e
integrante de la Junta de Usuarios del Distrito de Riego Regulado Jequetepeque sino también en
representación de la Asociación Comité Regional de Productores de Arroz del Valle Jequetepeque
y del Comité de Defensa de la Pequeña y Mediana Agricultura y Ganadería del Perú - Codeagro.
Que, el artículo treinticinco del Código Civil establece que la persona que vive alternativamente o
tiene ocupaciones habituales en varios lugares se le considera domiciliada en cualquiera de ellas.
Que, asimismo del certificado domiciliario expedido por la Delegación Policial de Ayacucho -
Trujillo, obrante a fojas noventa del cuaderno principal, es posible apreciar que el demandante
tiene domicilio en el Jr. Diego de Almagro Nº 657 de la ciudad de Trujillo, lo cual habilita la
competencia del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo para avocarse al conocimiento
de la presente acción.
Lambayeque
En Lima, a los cuatro días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Dante Villalobos Puican contra la Resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha veinticinco de
agosto de mil novecientos noventa y cinco, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Dante Villalobos Puican interpone demanda de Acción de Amparo contra la Dirección Regional
de Salud de Lambayeque representada por su Director, don Percy Cerruti Talavera con la finalidad
de que deje sin efecto la Resolución Nº 003-RENOM-DR/SAL-L-94 de fecha cuatro de enero de mil
novecientos noventa y cinco, y se lo reponga a la situación laboral que tenía antes de la citada
Resolución, pues ésta lo suspende de su centro de labores como médico del Centro de Salud de
Pimentel por seis meses sin goce de haber, debido a diversas imputaciones que ya han sido
desvirtuadas en su oportunidad, conculcando con ello su derecho al debido proceso y al trabajo,
entre otros. Ampara su demanda en lo dispuesto por el inciso 15) del Artículo 2º, los Artículos 20º y
23" y el Artículo 139º incisos 3) y 14) de la Constitución Política del Estado.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el Artículo 27º de la Ley Nº 23506 señala que la Acción de Amparo sólo procede cuando se
han agotado las vías previas; en el presente caso no se configura ninguna de las causales de
excepción señaladas en el Artículo 28º de la referida Ley(1).
2. Que, se encuentra acreditado en autos que el demandante interpuso la presente demanda sin
haber esperado ser notificado de la apelación que planteara respecto a la resolución cuestionada,
apelación que incluso se declara fundada en parte y se reduce sustancialmente la sanción a la que
fue sujeto y que, a mayor abundamiento, el demandante no interpone recurso impugnativo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la Resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas doscientos seis, su fecha veinticinco de agosto de mil novecientos
noventa y cinco, que confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución
de los actuados.
«... el demandante en estricto cumplimiento al mandato judicial fue repuesto, en un cargo de igual
nivel al que ostentaba, que si bien este cargo no era compatible con su profesión, ello se debió a
que no existía en la fecha de su reposición cargo disponible acorde con su profesión...»
Exp. N° 1286-97-AA/TC
Lima
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Freddy Napoleón Pérez Chávez contra la resolución
expedida por la Sala Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fecha dos de octubre de mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Don Freddy Napoleón Pérez Chávez interpone demanda de Acción de Amparo contra la
Presidencia del Consejo de Ministros con la finalidad de que deje sin efecto la Resolución
Ministerial N° 062-96-PCM del dieciséis de agosto de mil novecientos noventiséis, que lo cesa por
causal de excedencia y como tal se le reponga en su centro de trabajo, se le reconozca sus
haberes insolutos desde la fecha de su cese, en mérito a que dicha resolución viola su derecho al
debido proceso, la tutela jurisdiccional, el de autoridad de cosa juzgada, el de estabilidad laboral y,
el de trabajar libremente. Ampara su demanda en lo dispuesto por los incisos 2) y 3) del artículo
139° y artículos 1°, 22°, 23° y siguientes de la Constitución Política del Estado; artículos 8° y 9° de
la Ley N° 23506; y artículos 43° y 47° del Decreto Supremo N° 02-94-JUS.
El Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, con fecha treintiuno de enero de mil
novecientos noventisiete, declaró infundada la demanda, por considerar, entre otras razones que
en cuanto a que la evaluación semestral ha sido irregular, aparece del documento que obra a fojas
cincuentiuno vuelta que el propio demandante ha suscrito su conformidad y voluntad de
sometimiento a dicho documento, por tanto no puede alegar que ha sido obligado a someterse a la
evaluación.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
«Que, las Acciones de Garantía proceden en los casos que se violen o amenacen los derechos
constitucionales por acción, o por omisión, de actos de cumplimiento obligatorio.»
Exp. N° 082-97-AA/TC
Ucayali
Estefita Melendez Silva
En Lima, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
magistrados:Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde
y García Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Estefita Meléndez Silva, contra la Resolución de la
Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, su fecha diecinueve de diciembre de mil
novecientos noventa y seis, que confirmó la sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil
de la Provincia de Coronel Portillo, su fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventa y seis,
que declaró infundada la acción de amparo contra la Dirección Regional de Educación de Ucayali.
ANTECEDENTES:
Doña Estefita Meléndez Silva, interpone acción de amparo contra la Dirección Regional de
Educación de Ucayali, por violación a sus derechos constitucionales de petición y de libertad de
trabajo; solicita la demandante la inaplicación de la Resolución Directoral Regional N° 01126, de
fecha veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, la que le otorga la suma de
ciento cuarenta y nueve Nuevos Soles, por concepto de subsidios por luto; y, ciento cuarenta y
nueve Nuevos Soles con sesenta y cuatro céntimos, por concepto de subsidio por gastos de
sepelio; alega la demandante que, en virtud de los artículos 80° y 89° del Decreto Supremo N°
522 "Reglamento del Estatuto y Escalafón del Servicio Civil", concordante con lo establecido en la
segunda parte del artículo 144°, y el artículo 145° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM,
Reglamento de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público, le correspondía
cobrar dos remuneraciones totales por cada concepto, es decir, la suma de mil setenta y cinco
Nuevos Soles con ochenta y ocho céntimos, por luto, y la misma cantidad por sepelio.
A fojas treinta y dos, la sentencia de Primera Instancia, su fecha cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y seis, declara infundada la acción de amparo, por considerar,
principalmente, que el derecho de petición no ha sido vulnerado por cuanto no aparece de autos
que la autoridad respectiva se haya negado a recibir algún documento o recurso, y, asimismo, "en
la presente acción no cabe resolver la titularidad de un derecho, esto es, analizar si le corresponde
el abono de dos remuneraciones totales por luto y dos remuneraciones totales por sepelio en su
calidad de pensionista del Estado, pues en tal caso la sentencia de amparo sería constitutivo del
mismo, contrario al carácter cautelar de este tipo de fallo el cual debe circunscribirse a la violación
de un derecho constitucional y al mandamiento de su reparación".
A fojas sesenta y tres, la Resolución de Vista, su fecha diecinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, confirma la apelada que declaró infundada la acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las Acciones de Garantía proceden en los casos que se violen o amenacen los
derechos constitucionales por acción, o por omisión, de actos de cumplimiento obligatorio;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones de conformidad con
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que,...habiendo el actor cobrado el íntegro de sus beneficios sociales y dado por concluido el
vínculo de trabajo, ...sin haber aportado prueba alguna de que su firma habría sido falsificada, la
pretensión debe desestimarse tras haberse generado la sustracción de materia.
Expediente 344-96-AA/TC
Cañete
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que no ha agotado la vía previa, ya que la resolución de alcaldía impugnada fue de ejecución
inmediata.
Con fecha veintinueve de febrero de mil novecientos noventa y seis el Juez del Juzgado
Especializado Mixto de Cañete expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el
recurso de apelación la Sala Mixta de la Corte Superior de Cañete expide resolución, revocando la
apelada, y reformándola, la declara improcedente.
Interpuesto el recurso de nulidad, que debe entenderse como extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme fluye del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje
sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 003-96-MDI, expedida por el Alcalde de la Municipalidad
Distrital de Imperial, Provincia de Cañete, por la cual se disolvió el vínculo laboral con el actor, y en
consecuencia, se le reponga en su centro de labores. Que, conforme es de advertirse del
documento obrante a fojas cuarenta y cuatro, el actor con fecha dos de febrero de mil novecientos
noventa y seis cobró la liquidación por beneficios sociales, ascendente a la suma de mil
novecientos cuarenta y seis con veintisiete céntimos de nuevo sol, precisando que lo firmaba en
señal de conformidad y dejando sin efecto el vínculo laboral con la institución, con el único reparo
que ello lo hacía a cuenta del pago de los daños y perjuicios. Que, en tal virtud, y habiendo el actor
cobrado el íntegro de sus beneficios sociales y dado por concluido el vínculo de trabajo que lo unía
con la entidad demandada, sin haber aportado prueba alguna de que su firma habría sido
falsificada, la pretensión debe de desestimarse tras haberse generado la sustracción de materia.
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Mixta de la Corte Superior de Cañete, su fecha diez de mayo
de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada, que declaró fundada la demanda, la
reformó y la declaró improcedente. Dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", y
los devolvieron.
«... que el acuerdo impugnado no establece impedimento alguno a la promoción del trabajo, sino
que en virtud a las irregularidades del proceso del Concurso de Méritos, dicha comisión anula el
mismo y ordena se realice un nuevo proceso, es decir, no se les niega el acceso a dichas plazas ni
mucho menos se les impide participen en el concurso.»
Exp. N° 729-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Jorge Enrique Vásquez Palomino y otros contra la
resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de
fecha veintiuno de junio de mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Jorge Enrique Vásquez Palomino y otros, interponen demanda de Acción de Amparo contra
el doctor Guillermo Gil Malca, Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, doctor Walter Arrascue
Vargas, ViceRector Administrativo de la Universidad Nacional de Trujillo, doctor Eduardo Upson
León, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la precitada institución universitaria,
Master Julián Arellano Barragán, Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas, doctor Róger
Zavaleta Cruzado, Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Ingeniero Manuel Tam
Reyes, Decano de la Facultad de Ingeniería, con la finalidad de que deje sin efecto el acuerdo de la
Comisión Permanente Administrativa de la Universidad Nacional de Trujillo, de fecha tres de abril
de mil novecientos noventiséis, en cuyo primer punto declara la nulidad del concurso de ingreso a
la docencia regular-1994 del Departamento Académico de Estomatología de la Facultad de
Ciencias Médicas; indican que dicho acuerdo viola su derecho al trabajo y al debido proceso.
Amparan su demanda en lo dispuesto por el inciso 13) del artículo 2° y los incisos 3) y 4) del
artículo 139° de la Constitución vigente.
El Primer Juzgado en lo Civil de Trujillo, con fecha quince de febrero de mil novecientos
noventisiete, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que los
demandantes no han cumplido con agotar la vía previa.
FUNDAMENTOS:
1.- Que los actores, pretenden que se deje sin efecto el acuerdo de la Comisión Permanente
Administrativa de la Universidad Nacional de Trujillo, de fecha tres de abril de mil novecientos
noventiséis, por vulnerar sus derechos constitucionales de la promoción del trabajo y del debido
proceso; sin embargo de autos fluye que los demandados han actuado en uso de las facultades
que le confiere la Ley Universitaria, el Estatuto de la Universidad y los Reglamentos
correspondientes, consecuentemente no hay violación al debido proceso invocado.
2.- Que no se ha vulnerado el derecho de los actores de la promoción del trabajo, en razón a
que el acuerdo impugnado no establece impedimento alguno a la promoción del trabajo, sino que
en virtud a las irregularidades del proceso del Concurso de Méritos, dicha comisión anula el mismo
y ordena se realice un nuevo proceso, es decir, no se les niega el acceso a dichas plazas ni mucho
menos se les impide participen en el concurso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801;
FALLA:
Expediente 295-97-AA/TC
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los diez días del mes de agosto de mil novecientos noventa y nueve, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con asistencia de los señores Magistrados: Acosta
Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Para estos efectos adquirió las bases del concurso, las mismas que, por otra parte, señalaban que
aquél se realizaría conforme al Reglamento de Contratos de Arrendamiento y Concesión de
Corpac S.A. y el Código Civil. No obstante ello, una vez llevado éste a cabo, se cometieron
diversas irregularidades que han terminado por desnaturalizarlo, entre las cuales se puede
mencionar: La vulneración del artículo 67º inciso j) del Reglamento de Contratos de Arrendamiento
y Concesión, al haberse permitido que integrantes de otras empresas de transporte, igualmente
postoras, tuvieran entre sus filas a familiares que trabajaran en Corpac S.A.; la vulneración del
artículo 73º del dispositivo antes citado, al haberse recibido las propuestas del concurso en un acto
no público, sino privado; la violación del artículo 81º del Reglamento, al haber permitido la
presencia de un solo postor hábil para un concurso que, en todo caso, debió declararse desierto; la
contravención del propio Reglamento al haberse realizado dos convocatorias con la misma
numeración de concurso, empero con reglas diferentes, con el objeto de favorecer a uno de los
postores; la violación del artículo 85º del Reglamento, pues no obstante haberse decidido la buena
pro a favor de una de las empresas postoras, nunca se notificó de ello a los otros postores; la
infracción del artículo 76º del Reglamento al aplicarlo dentro de la segunda convocatoria de un
modo distinto al que se utilizó en la primera; la vulneración del artículo 55º del Reglamento al
permitirse Corpac S.A. la facultad de interpretar las bases con el objeto de favorecer a uno de los
postores; la infracción del reglamento para la segunda convocatoria, que también debió ser
declarada desierta; la vulneración de los artículos 79º y 80º del Reglamento, al haberse llevado
Corpac S.A. todos los sobres de los postores, sin preceder a devolvérselos después de conocido el
resultado de la evaluación; la transgresión del artículo 81º del Reglamento al pretender efectuarse
observaciones a la empresa demandante en una etapa en la que ya no cabían subsanaciones; la
violación del mismo artículo 81º del citado Reglamento, al abrirse los sobres relativos a oferta
económica; la infracción del principio de igualdad, al haberse otorgado la buena pro a una empresa
que se encontraba incursa en los mismos defectos por los cuales se le cuestionó a la empresa
demandante; la infracción reiterada del artículo 85º del Reglamento, pues el resultado final del
concurso no se notificó nunca a la demandante; la transgresión del artículo 115º del Reglamento, al
haber sido desalojados de sus lugares de trabajo, no obstante existir un reclamo recién
interpuesto.
Por todo ello, solicita que se deje sin efecto la buena pro que Corpac S.A. ha conferido a tres
empresas en el Concurso de Méritos Nº 001-96-CC y que se ordene a la mencionada demandada
convocar a nuevo concurso cumpliendo a cabalidad las bases y el Reglamento de Contratos de
Corpac S.A.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil del Callao, de fojas doscientos a doscientos dos, con
fecha veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa y seis, declara improcedente la Acción
de Amparo, principalmente, en atención a que el otorgamiento de la buena pro por parte de la
demandada se ha hecho en aplicación de los artículos 4º, 55º literal "g" y 57º del Reglamento de
Contrato de Arrendamiento y Concesión de Corpac S.A. aprobado por Memorándum Nº GG-140-
96-M, siendo de aplicación, por tanto, el artículo 6º inciso 4) de la Ley Nº 23506(1), ya que la forma
como se hizo uso de tales facultades no puede ser ventilada en un proceso de amparo, sino en una
vía paralela; que no se ha violado la libertad de trabajo.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, a fojas doscientos veinticinco, con fecha
dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y siete, confirma la resolución apelada, por sus
propios fundamentos. Contra esta resolución, la demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme aparece del petitorio contenido en la demanda interpuesta, el objeto de ésta se
orienta al cuestionamiento del Concurso de Mérito Nº 001-96-CC sobre concesión del servicio de
taxi en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez llevado a efecto por Corporación Peruana de
Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac S.A.), tras considerar que dentro del mismo se han
vulnerado los derechos constitucionales de la empresa demandante concernientes al debido
proceso y a la libertad de empresa, motivo por el que se solicita dejar sin efecto la buena pro
otorgada dentro de dicho concurso a tres empresas distintas y proceder a efectuar uno nuevo en el
que, por el contrario, se respeten las reglas preestablecidas.
3. Que, dentro de la misma lógica tampoco cabe invocar la ausencia de agotamiento de la vía
previa en la forma en que lo establece el artículo 27º de la Ley Nº 23506(3), toda vez que de los
autos se aprecia que la empresa demandante ha sido privada en los hechos de la posibilidad de
ejercer su derecho a la libertad de empresa, conforme se acredita con la instrumental obrante a
fojas cuarenta y uno del Cuaderno del Tribunal Constitucional, de donde, por el contrario, resultan
aplicables los incisos 1) y 2) del artículo 28º de la norma antes acotada(4) Tampoco, por otro lado,
procede alegar la situación de caducidad prevista en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, en la
medida en que la demanda correspondiente ha sido promovida en la forma y tiempo expresamente
establecidos en la ley.
4. Que, por otra parte, y en lo que respecta al asunto de fondo, este Tribunal considera legítima la
pretensión invocada en atención a que, en efecto, durante la secuela del Concurso de Méritos Nº
001-96-CC sobre Concesión de Servicio de Taxis en el Aeropuerto Jorge Chávez, se ha llegado a
establecer la presencia de diversas irregularidades, muchas de las cuales, por su carácter
manifiestamente inconstitucional, han terminado por desnaturalizarlo de modo irreversible, en
franca transgresión del principio de observancia a los procedimientos preestablecidos en cuanto
variable integrante del derecho fundamental al debido proceso, redundando incluso sobre ello y
como se han reclamado inevitables consecuencias nocivas sobre la libertad de trabajo.
5. Que, en efecto, no obstante que, conforme a los artículos 3º inciso i) y 7º de las Bases
Administrativas y Técnicas del Concurso de Méritos Nº 001-96-CC, éste debía llevarse a efecto no
sólo respetando las cláusulas de dicho instrumento, sino las del Reglamento de Contratos de
Arrendamiento y Concesión y el Código Civil; una vez llevado éste a efecto, se han producido
diversas infracciones a dicho marco normativo, entre ellas: a) La de haberse permitido que
integrantes de otras empresas de transporte igualmente postoras tuvieran entre sus filas a
familiares que trabajan en Corpac S.A. (situación que ha vulnerado el artículo 3º literal "f" de las
Bases y el artículo 67º literal "j", del Reglamento de Arrendamiento y Concesión); b) La de haberse
recibido las propuestas del Concurso en un acto no público, sino privado (situación que ha
vulnerado el artículo 5º, punto 5.1 de las Bases y el artículo 73º del Reglamento de Arrendamiento
y Concesión); c) La de haberse permitido la presencia de un solo postor hábil en un concurso que
debió declararse desierto (situación que ha vulnerado el artículo 81º del Reglamento de
Arrendamiento y Concesión); d) La de haberse realizado dos convocatorias diferentes con una
misma numeración de concurso, empero con reglas diferentes, con el objeto de favorecer a uno de
los postores (situación que contraviene el Reglamento de Arrendamiento y Concesión en cuanto a
que éste no habilita concursos nominados de la misma forma y con reglas distintas); e) La de
haberse decidido la buena pro a favor de uno de los postores sin notificar de tal decisión al resto de
ellos (situación que contraviene el artículo 85º del Reglamento de Arrendamiento y Concesión); f)
La de haber aplicado el artículo 76º del Reglamento de Arrendamiento y Concesión de una forma
distinta en el primer y segundo concursos; g) La de permitirse Corpac S.A. la facultad de interpretar
las bases con el objeto de favorecer a uno de los postores (situación que contraviene el artículo 55º
del Reglamento de Arrendamiento y Concesión que no contempla dicha atribución); h) La de
haberse infringido el Reglamento de Arrendamiento y Concesión de modo reiterado en la segunda
convocatoria que también debió declararse desierta a raíz de haberse incumplido requisitos por
todos los postores; i) La de haberse llevado Corpac S.A. todos los sobres de los postores, sin
proceder a devolverlos tras haber sido conocido el resultado de la evaluación (situación que
contraviene los artículos 79º y 80º del Reglamento de Arrendamiento y Concesión); i) La de
pretender efectuar observaciones a la empresa demandante en una etapa en la que ya no cabían
subsanaciones (situación que contraviene el artículo 81º del Reglamento de Arrendamiento y
Concesión); k) La de haberse abierto el sobre de oferta económica de la demandante (situación
que contraviene el artículo 81º del Reglamento de Arrendamiento y Concesión); l) La de haberse
otorgado la buena pro a una empresa que se encontraba incursa en los mismos defectos por los
cuales se cuestionó a la empresa demandante; ll) La de haberse omitido notificar a la demandante
del resultado del segundo concurso (lo que constituye una infracción reiterada al artículo 85º del
Reglamento de Arrendamiento y Construcción); y m) La de haber sido desalojados los trabajadores
de la empresa demandante de las instalaciones del aeropuerto, no obstante existir un reclamo
recién interpuesto (situación que contraviene el artículo 115º del Reglamento de Arrendamiento y
Concesión).
6. Que, aunque muchas de las situaciones enunciadas en el fundamento anterior suponen, por su
contenido, infracciones normativas de alcance estrictamente legal y, por tanto, ajenas al concepto
de debido proceso, otras, por el contrario, sí tienen que ver con algunas de las variables que
directa o indirectamente conforman dicho atributo fundamental. Ello se aprecia en las situaciones
descritas con las letras d), e), f), g), y l), que suponen un notorio atentado contra el principio de no
discriminación, así como en las situaciones descritas con las letras e), j) y m) que, a su vez,
implican una desnaturalización evidente del derecho a la defensa(5).
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la Resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de fojas
doscientos veinticinco, su fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y siete, que
confirmando la apelada declaró improcedente la demanda; REFORMÁNDOLA declaraFUNDADA
la Acción de Amparo interpuesta por Empresa de Transportes y Turismo Aeropuerto Internacional
S.A. contra Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A.; en consecuencia,
ordena a la demandada dejar sin efecto la buena pro otorgada a otras empresas tras el Concurso
de Méritos Nº 001-96-CC sobre Concesión del Servicio de Taxis en la Zona Internacional del
Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y proceder a efectuar un nuevo concurso de méritos con la
observancia de las reglas preestablecidas para el mismo. Dispone la notificación a las partes, su
publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los autos.
Expediente 432-96-AA/TC
Lambayeque
En Piura, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que no obstante que conforme al artículo 52° de la Ley Nº 24069, modificada por la Ley Nº
25212 (Ley del Profesorado) le corresponde recibir como bonificación por tiempo de servicios, tres
remuneraciones íntegras, teniendo en cuenta el monto total de sus remuneraciones, la autoridad
demandada sin embargo, haciendo uso de normas de inferior jerarquía como el Decreto Supremo
N° 051-91-PCM y el Oficio Múltiple N° 061-95-RENOM-ORPP-DR, ha dispuesto desde varios
meses atrás suspender el pago que le corresponde, pretendiendo efectuar nuevos cálculos.
Admitida la acción a trámite por el Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo y corrido el
traslado de la misma, es absuelta por el representante de la entidad emplazada quien pide que se
declare infundada la demanda por cuanto: si bien el cálculo del monto de las remuneraciones
reclamadas se viene efectuando con sumas menores a las que se otorgaban durante los años
anteriores, dicha actitud obedece al cumplimiento de normas y directivas expresas como el Oficio
Múltiple N° 0465-DIPER-94, el Oficio N° 0761-94-INAP/DNP y el Oficio Múltiple N° 061-95-
RENOM-ORPP-DR, disposiciones mediante las cuales se interpreta que el monto de las
remuneraciones de la accionante se deben calcular conforme a los artículos 8° y 9° del Decreto
Supremo N° 051-91-PCM, entendiéndose como "Remuneración Total" que reclama el accionante
el equivalente a una remuneración total permanente; Que si bien es cierto que la Ley del
Profesorado en su articulo 52° menciona que se debe otorgar remuneraciones íntegras y así se ha
venido haciendo hasta el año mil novecientos noventa y cuatro, dicha ley se opone a los
dispositivos antes citados, siendo estas normas imperativas por emanar de la superioridad y por
tanto obligatorias de aplicar.
De fojas veinte a veintidós y con fecha catorce de agosto de mil novecientos noventa y cinco, el
Cuarto Juzgado Especializado Civil de Chiclayo expide resolución declarando fundada la acción
básicamente por considerar: Que de la demanda y de la contestación se establece que durante
varios años se ha venido otorgando como bonificación por tiempo de servicio tres remuneraciones
íntegras por veinticinco años de servicio en el sector educación en mérito al articulo 52° de la Ley
Nº 24029 modificada por la Ley 25212, sin embargo desde el mes de marzo del presente año se ha
recortado el monto que representa la remuneración íntegra por otro, que la emplazada denomina
remuneración total y que nace de la interpretación a los Oficios N° 0465-DIPER-94, N° 761-94-
INAP/DNP y N° 061-95-RENOM-ORPP-DR emitidos por la Dirección de Personal del Ministerio de
Educación, Instituto Nacional de Administración y Dirección Regional de Planificación y
Presupuesto de la RENOM, respectivamente, todos ellos de conformidad con los artículos 8° y 9°
del Decreto Supremo N° 051-91-PCM; Que en el presente caso la demandada viene aplicando
normas de menor jerarquía y contrarias al Texto Constitucional cuyo articulo 26° inciso 3 establece
que debe interpretarse en favor del trabajador en caso de duda insalvable, situación contraria a la
que se ha presentado, conculcándose de este modo el derecho de la demandante; Que si
constitucionalmente está regulado el principio de jerarquía de normas, ni los oficios directivos ni el
decreto supremo, pueden tener mayor rango que la ley del profesorado, específica además para el
sector educación; Que si la igualdad ante la ley es también una garantía reconocida y del texto de
la contestación aparece que hasta marzo se ha otorgado bonificaciones con remuneraciones
íntegras en favor de otras personas, la Resolución Directoral Regional Sectorial N° 1034-95-
RENOM/ED contraviene el derecho igualitario de la demandante.
Interpuesto recurso de apelación por el representante de la demandada los autos son puestos a
disposición de la Fiscalía Superior en lo Civil de Lambayeque para efectos de la vista
correspondiente y devueltos estos con dictamen que se pronuncia porque se revoque la apelada, la
Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque a fojas
treinta y ocho y treinta y nueve, con fecha nueve de noviembre de mil novecientos noventa y cinco
y de conformidad con el dictamen fiscal, revoca la sentencia apelada y declara Improcedente la
acción.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con
el articulo 41° de la Ley Nº 26435 y entendiendo el presente recurso como "extraordinario", se
dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme fluye del texto de la demanda, el tiempo de servicios de la actora ha culminado el
seis de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, es decir, cuando ya se encontraba vigente
el Decreto Supremo N° 051-91-PCM, cuyos artículos 8° y 9° otorgan en materia de bonificaciones y
otros beneficios un tratamiento diferente al que se establecía en la Ley del Profesorado N° 24029 y
su modificatoria, la Ley Nº 25212.
Que, por consiguiente, no existiendo conflicto de jerarquías entre los dispositivos antes señalados,
no puede deducirse violación o amenaza de violación de derechos constitucionales en función de
una simple variación en cuanto al tratamiento legal de las cosas, circunstancia que hace
desestimable la presente acción.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
...el Alcalde Distrital no tiene como referencia funcional administrativa a un funcionario inmediato
superior, (sin embargo) el artículo 192º de la Constitución de 1993, concordante con el artículo 36º
inciso 8 y artículo 10º de la Ley Orgánica de Municipalidades (señalan como competencia del
Concejo Municipal)...controlar aspectos sobre remuneraciones salariales que inciden en la
formulación y ejecución del presupuesto municipal.
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Ricardo Quintana Vivanco, don César Huamán López, don Mauro Izarra Ferrua, don Víctor
Merino Gallo, don Raúl Silas Valdivia, don Armando Jacinto Matos, don Genaro Castillo Camacho,
don Luis Leiva Gutiérrez, don César Abraham Morales, doña Marisol Saldaña Varas, don Alejandro
Velezmoro Díaz, don Germán Tarco Meza, doña Ana María Alvarez Sobrino, don Miguel Angel
Bueno Sánchez, doña Martha Flores Espinal, doña Lucrecia Ferré Arbulú, doña Juana Semaqué
Vargas, doña Luz Malena Sotil Robles, don César Semaqué Vargas, doña Doris Ancieta Cano, don
Antonio Guzmán Brito, don César Olivera Falconi, a fojas once demandan contra la Alcaldesa del
Distrito de Carabayllo doña Sara Jiménez Angulo para que se deje sin efecto la Resolución de
Alcaldía Nº 003-90 de doce de enero de mil novecientos noventa, por la que, deja sin efecto la
Resolución de Alcaldía Nº 796-89-MDC de cuatro de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve
que nombra a los peticionarios en plazas debidamente presupuestadas.
Doña Sara Jiménez Angulo, Alcaldesa del Concejo Distrital de Carabayllo, a fojas dieciséis
contestó la demanda expresando que la acción se ha presentado sin agotar la vía previa. Expone
que la Resolución de Alcaldía Nº 796-89 del cuatro de diciembre de mil novecientos ochenta y
nueve violó el acuerdo autoritativo del Concejo Provincial de Lima Nº 0249 del veintitrés de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, por cuanto las plazas no estaban presupuestadas,
y porque la crisis económica de la Municipalidad impedía disponer de recursos propios. Afirma que
los nombramientos configuran un imposible jurídico y económico.
FUNDAMENTOS:
Que, el Acuerdo del Concejo Distrital de Carabayllo Nº 003-90, del doce de enero de mil
novecientos noventa, materia de la acción de amparo, obrante a fojas ocho que declaró nula la
Resolución Nº 796-89 del cuatro de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve que nombró a
veinticuatro trabajadores empleados y ocho obreros ha sido ejecutado antes del vencimiento de los
quince días de plazo señalado por ley para interponer el recurso impugnatorio respectivo, esta
circunstancia fluye del certificado policial de fojas tres el cual expresa que el día dieciséis de enero
de mil novecientos noventa, la autoridad policial se constituyó al centro de trabajo manifestando el
Jefe de Personal que por orden de la Alcaldesa fueron retiradas las tarjetas de control de
asistencia de veinticuatro empleados y ocho obreros e impidiendo el ingreso a sus labores; Que,
estos hechos acreditan que de conformidad con el inciso l y 2 del artículo 28º de la Ley Nº 23506,
no es necesario agotar la vía previa para pronunciarse sobre el fondo de la pretensión; Que, el
artículo 112 y 113 concordante con el artículo 45º del D.S. Nº 006-67-SC, coherente con la
institución de la instancia plural, regula que en casos de nulidad de actos administrativos deben ser
declarados por el funcionario superior jerárquico al que expidió la resolución que se anula; Que, el
legislador no ha previsto la eventualidad que no exista regulación sobre un funcionario inmediato
superior en ciertas instituciones como es el caso de los Municipios Distritales; Que, jurídicamente
ante este vacío legal, conforme al artículo 139º inc. 8 de la Constitución de 1993, manteniendo la
vigencia del instituto de instancia plural, el Juez debe integrar la ley aplicando los principios
generales del derecho; Que, la institución de doble instancia ha adquirido la calidad de un principio
general del derecho reconocido en los sistemas jurídicos procesales modernos; Que, conforme al
artículo 191 de la Constitución, los Municipios tienen autonomía administrativa en los asuntos de su
competencia; desde el punto de vista legal, el Alcalde Distrital no tiene como referencia funcional
administrativa a un funcionario inmediato superior; Que, el artículo 192 de la Constitución de 1993,
concordante con el artículo 36º inc. 8 y artículo 10º de la Ley Orgánica de Municipalidades, el
Concejo Municipal tiene competencia para aprobar su presupuesto, administrar sus bienes, rentas
y resolver los recursos impugnatorios de su competencia; en consecuencia, es legítimo que el
Concejo Distrital dicte resolución de oficio en áreas que corresponde a su función; Que, debe
entenderse en el presente caso que el Pleno del Concejo Distrital de Carabayllo al dictar de oficio
la Resolución Nº 003-90, objeto de la impugnación, ha actuado como órgano inmediato superior
controlando aspectos sobre remuneraciones salariales que inciden en la formulación y ejecución
del Presupuesto Municipal, tema inherente a su competencia; Que, de lo expuesto se concluye que
no se ha afectado ningún derecho constitucional a la estabilidad laboral.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
...al no haber sido impugnada la resolución (cuestionada), ésta tiene plena vigencia al haber
quedado consentida.
Expediente 313-97-AA/TC
Junín
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario contra la resolución de la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Junín, de fecha veintiocho de enero de mil novecientos noventa y siete, que
confirmó la sentencia expedida por el Segundo Juzgado Mixto de Huancayo, de fecha seis de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró infundada la demanda de acción de
amparo interpuesta por los señores Luis José Ponce Meza, Víctor Luis Hurtado Gonzáles y Antonio
Fernández Varillas contra don Pedro Ordaya Montero, Director de la Sub Región de Educación de
Junín, y Darío Nuñez Sovero, Director del Instituto Superior Tecnológico "Andrés A. Cáceres".
ANTECEDENTES:
Los señores Luis José Ponce Meza, Víctor Luis Hurtado Gonzáles y Antonio Fernández Varillas,
interponen la presente acción por haberse vulnerado su derecho a la libertad de trabajo, y en
consecuencia se disponga su reincorporación al I.S.T. "Andrés A. Cáceres" de San Agustín de
Cajas. Los actores indican que en su condición de profesores nombrados en el Departamento de
Electricidad y Electrónica del I.S.T. "Andrés A. Cáceres" fueron hostilizados por el señor Darío
Núñez, al haber solicitado la rendición de cuentas de su gestión como Director de ese Instituto
Tecnológico. Precisan los demandantes que el señor Núñez levantó cargos falsos para iniciarles
proceso administrativo, por el cual se les suspendió en el ejercicio de sus funciones por 30 días,
disponiéndose su reasignación a otros Institutos por "ruptura de relaciones humanas". Indican los
actores, que por Resolución Directoral Regional Nº 00841, de fecha once de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, se declaró la nulidad de todo lo actuado al comprobarse que los
recurrentes fueron procesados por una Comisión constituida en contravención de los artículos 125º
y 126º del Decreto Supremo Nº 19-90-ED "Reglamento de la Ley del Profesorado". Sin embargo, a
pesar de haberse declarado la nulidad de todo lo actuado, a la fecha no son reincorporados al
I.S.T. "Andrés A. Cáceres".
Don Pedro Ordaya Montero, Director Sub Regional de Educación de Junín, al contestar la
demanda indica que el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, por resolución de
fecha trece de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, declaró improcedente otra acción de
amparo interpuesta por los recurrentes por violación a la libertad de trabajo, contra el demandado y
el Consejo Transitorio de Administración de la Región "Andrés A. Cáceres". Asimismo, sostiene
que: 1) no se ha agotado la vía previa, 2) que la acción ha caducado toda vez que desde la fecha
de expedición de la Resolución Nº 00886, treinta de marzo de mil novecientos noventa y cinco, por
la que se los reasignó han transcurrido más de 60 días hábiles. Por Resolución Nº 2, del ocho de
agosto de mil novecientos noventa y seis, se tiene por contestada la demanda en rebeldía del
codemandado señor Darío Nuñez.
El Segundo Juzgado Mixto de Huancayo, por sentencia de fecha seis de noviembre de mil
novecientos noventa y seis, falla declarando infundada la acción interpuesta al considerar que: 1)
don Antonio Fernández fue reasignado en el Instituto Superior Tecnológico de la Provincia de
Jauja, don Víctor Hurtado en el Instituto Superior Tecnológico de Tarma y don Luis Ponce en el
Instituto Superior Tecnológico La Oroya, encontrándose trabajando en diferentes Institutos por lo
que no existe violación a la libertad de trabajo; 2) la Resolución Nº 000886, por la que los actores
fueron reasignados no fue materia de impugnación en su oportunidad, con lo que se evidencia que
los demandantes estuvieron conformes con la reasignación.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, por resolución número quince, de fecha
veintiocho de enero de mil novecientos noventa y siete, confirmó la resolución de Primera
Instancia, al considerar que por Resolución Ejecutiva Regional Nº 441-95-CTAR-RAAC/PE, se
declaró "nula y sin efecto legal" los alcances de la Resolución Directoral Regional Nº 00841-95,
que declaró la nulidad de la Resolución Nº 06376, y confirma en todos sus extremos la Resolución
Directoral Nº 00020, en consecuencia no existe violación del derecho constitucional al trabajo; en
consecuencia, la reincorporación de los actores a su centro laboral de origen es inadmisible por
estar vigente la Resolución Nº 00886, por la que se les reasignó a otros Institutos Superiores.
FUNDAMENTOS:
Que, por la presente acción de garantía los actores solicitan protección de su derecho a la libertad
de trabajo; que, a fojas 19 del escrito de demanda los señores Luis José Ponce Meza, Víctor Luis
Hurtado Gonzáles y Antonio Fernández Varillas, indican que se encuentran trabajando en el
Instituto Superior Tecnológico "la Oroya", Instituto Superior Tecnológico "Adolfo Vienrich" de Tarma
y el Instituto Superior Tecnológico de "Marco" en Jauja, respectivamente, por lo que no existe
violación a la libertad de trabajo.
Que, la Resolución Nº 00886, de fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y cinco,
mediante la que se dispuso su reasignación a los Institutos antes señalados, no fue materia de
impugnación por los actores, que, en consecuencia, al no haber sido impugnada la Resolución
antes citada ésta tiene plena vigencia al haber quedado consentida.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, la demandante ejecutó la construcción del cerco perimetral sin contar con Licencia de
Construcción,... por consiguiente la Resolución de Alcaldía..., es un acto administrativo municipal
válido.
Expediente 013-96-AA/TC
Ancash
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto con fecha dieciséis de agosto de 1995 por Fabiola Fortunata
Morales Graza, contra la resolución expedida con fecha dos de agosto de mil novecientos
noventicinco por la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash, que al revocar la sentencia de
primera instancia declaró improcedente la Acción de Amparo de autos.
ANTECEDENTES:
Fabiola Fortunata Morales Graza, interpone con fecha tres de mayo de mil novecientos
noventicinco Acción de Amparo contra Víctor Jorge Moreno Quiróz, Alcalde Distrital de
Independencia, Pablo Lorenzo Romero Henostroza, Alcalde Provincial de Huaraz y Fredy Renato
Moreno Neglia, Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional, a fin de que se deje
sin efecto el mandato de demolición del cerco que construyó en terreno de su propiedad, terreno
que no ha sido expropiado según dice la demandante, y, que se aplique el artículo once de la Ley
23506 para que se abra instrucción contra los responsables de la agresión. Alude la demandante,
que han sido vulnerados los derechos que le otorgan el numeral 16) del artículo 2º (Derecho a la
propiedad y a la herencia) y artículo 70º que consagra la inviolabilidad de la propiedad, ambas citas
de la Constitución Política del Estado.
De folio 131 a folio 140 corre la Resolución Nº 07 de fecha 29 de mayo de 1995, mediante la cual,
el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Huaraz falla declarando fundada la demanda en
lo que respecta a los alcaldes municipales codemandados; e improcedente en cuanto se refiere al
Consejo Transitorio de Administración Regional; en base a las siguientes consideraciones: que, se
cumplió con lo establecido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, en razón de que la demandante
agotó la vía previa; que el terreno sub-litis no está sujeto a ningún trámite expropiatorio; que la
orden de demolición del cerco levantado por la accionante, importa un atentado contra el derecho
de propiedad; y finalmente, que el Consejo Transitorio de Administración Regional ha sido
indebidamente demandado por no haber expedido resolución alguna que afecte el derecho de la
demandante.
A folios 223 y 224 corre la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash su
fecha dos de agosto de mil novecientos noventicinco, mediante la cual revoca la apelada y declara
improcedente la Acción de Amparo, en base a los siguientes fundamentos: que, la Resolución de
Alcaldía Nº 384-94/RCH/MDI-A que obra a folios 41 y 42 disponiendo la paralización y demolición
del cerco levantado por la actora, es un acto administrativo municipal dictado al amparo de la Ley
23853, Orgánica de Municipalidades, para sancionar una construcción que carece de Licencia de
Construcción; que, pretender la inaplicabilidad de dicha Resolución daría lugar a la proliferación de
construcciones clandestinas.
FUNDAMENTOS:
Que, la demandante ejecutó la construcción del cerco perimetral sin contar con Licencia de
Construcción, contraviniendo el artículo 8º del Decreto Supremo Nº 004-80-VC, que aprobó el
Reglamento de Otorgamiento de Licencias de Construcción, y el numeral once del artículo 65º de
la Ley 23853, Orgánica de Municipalidades; por consiguiente la Resolución de Alcadía Nº 384-
94/RCH/MDI-A, es un acto administrativo municipal válido.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash su fecha dos de agosto
de mil novecientos noventicinco, que revocando la apelada declaró improcedente la Acción de
Amparo; mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Procede la acción de amparo cuando las contribuciones especiales u otras cargas tributarias han
sido creadas por el Estado excediéndose del marco jurídico autorizado.
Expediente 129-94
Lima
Señor Presidente:
La Procuradora Pública a cargo de los Asuntos del Poder Legislativo, Presidencia del Consejo de
Ministros y Jurado Nacional de Elecciones interpone a fojas 117 Recurso de Nulidad contra la
Sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima que Revocando la
Sentencia apelada de fojas 73 declara fundada la Acción de Amparo interpuesta por Compañía
Minera Atacocha Sociedad Anónima y otros contra el Estado.
La presente Acción de Amparo está referida fundamentalmente al cuestionamiento por parte de los
demandantes de los Decretos Legislativos Nºs. 646 y 661, promulgados en el año de 1991 y
mediante los cuales se crea una Contribución especial y que grava con el 1% por una sola vez las
acciones y participaciones de las recurrentes; por ello consideran que los citados Decretos
Legislativos resultan incompatibles con los derechos consagrados en la Constitución, en tal sentido
solicitan mediante la presente acción la inaplicación de los Decretos Legislativos indicados al caso
concreto de las firmas demandantes.
Que, en efecto la Contribución Especial creada por los acotados que grava con el 1% por una sola
vez las acciones y participación de las demandantes y con la obligación de pagar el mismo año que
se promulgaron vulnera la garantía constitucional consagrada en el Artículo 195º de la Constitución
Política de 1979(1) aumentando con ello la carga del impuesto anual sobre sus patrimonios.
De otro lado es preciso tener en cuenta que la Novena Disposición Complementaria de la Ley Nº
25289, en virtud del cual se delegó al Poder Ejecutivo la facultad de dictar mediante Decretos
Legislativos medidas destinadas a perfeccionar el Sistema Tributario del país, el Ejecutivo debió
sujetarse a la facultad delegada en cumplimiento de lo normado en el Artículo 188º de la Carta
Política(2) ; que al haberse expedido dichas normas creando un nuevo impuesto se excede el
marco autorizado de ahí que cabe amparar la demanda.
Por lo expuesto esta Fiscalía Suprema es de OPINION; que se declare NO HABER NULIDAD en la
recurrida por estar acorde a Ley.
Lima, 30 de junio de 1994.
Administrativo
Sentencia
novecientos noventicuatro.
VISTOS; con el acompañado; de conformidad con lo dictaminado por el señor Fiscal; por sus
fundamentos; y CONSIDERANDO además: que es de aplicación al caso la jurisprudencia sentada
por esta Sala mediante Ejecutorias Supremas de fechas diecisiete de noviembre y dieciséis de
diciembre de mil novecientos noventitres, expedidas en los procesos de amparo signados con los
números setecientos setentinueve-noventitrés y ochocientos cuarentiocho-noventitrés
respectivamente; que la Contribución Especial creada por los Decretos Legislativos números
seiscientos cuarentiséis y seiscientos sesentiuno vulnera la garantía constitucional contenida en el
Artículo ciento noventicinco de la Constitución Política de mil novecientos noventinueve aplicable al
caso de autos, aumentando la carga del impuesto anual sobre el patrimonio de las empresas
demandantes, pues la exclusión de las acciones y participaciones en el capital de las sociedades
del Impuesto al patrimonio neto personal en virtud del Decreto Legislativo número seiscientos
veinte confiere al contribuyente la garantía de que el tributo sobre su patrimonio consistente en
acciones y participaciones no podrá ser aumentado en el mismo ejercicio: Declararon NO HABER
NULIDAD en la sentencia de vista de fojas ciento once, su fecha veinticinco de octubre de mil
novecientos noventitrés, que revocando la apelada de fojas setentitrés, fechada el treintiuno de
diciembre de mil novecientos noventidós, declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta por
la Compañía Minera Atacocha y otras contra el Estado en consecuencia inaplicables a las
accionantes los Decretos Legislativos números seiscientos cuarentiseis y seiscientos sesentiuno; y
constituyendo la presente resolución final: MANDARON publicar en el Diario Oficial El Peruano de
conformidad con lo previsto por el Artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés mil quinientos
seis; y los devolvieron.
EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR CASTILLO CASTILLO ES COMO SIGUE: con lo expuesto por
la señora Fiscal; por los fundamentos de la sentencia de Primera Instancia: MI VOTO es por que se
declare HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas ciento once, su fecha veinticinco de
octubre de mil novecientos noventitrés, que revocando la apelada de fojas setentitrés, fechada el
treintiuno de diciembre de mil novecientos noventidós, declara fundada la Acción de Amparo
interpuesta por la Compañía Minera Atacocha y otras contra el Estado; reformando la de vista se
confirme la apelada que declara IMPROCEDENTE la referida Acción de Amparo.
S. CASTILLO C.
... el control difuso de la constitucionalidad de las normas constituye un poder-deber del juez al que
el artículo 138 de la Constitución habilita en cuanto mecanismo para preservar el principio de
supremacía constitucional y, en general, el principio de jerarquía de las normas... Este control es el
poder-deber consubstancial a la función jurisdiccional a efectos de garantizar que el proceso sea
debido, en el sentido de que sea un proceso constitucional, es decir, que una causa ha de
conducirse procesalmente y ser resuelta, en cuanto al fondo, conforme a las normas de indubitable
constitucionalidad, ...... el empleo del control difuso es un acto sumamente grave y complejo en la
medida en que significa preterir la aplicación de una norma cuya validez, en principio, resulta
beneficiada de la presunción de legitimidad de las normas del Estado.
Expediente 145-99-AA/TC
En Lima, a los ocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Industria de Confección Textil S.A. y otras, contra la
Resolución expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa y
ocho, que declaró infundada la demanda.
ANTECEDENTES:
Industria de Confección Textil S.A. y otras, al amparo de los Artículos 2º, inciso 2) y 59º de la
Constitución Política del Estado y los Artículos 1º, 2º, 3º, 24º, inciso 2) y 22) de la Ley Nº 23506,
interpone Acción de Amparo contra el Supremo Gobierno a fin de que se declare sin efecto para
las empresas demandantes los resultados de la aplicación de la Cuarta Cláusula Final del Decreto
Supremo Nº 003-98-SA del catorce de abril de mil novecientos noventa y ocho, cuyo Anexo Nº 5
incluye a las empresas textiles como dedicadas a actividades de alto riesgo; solicitan que, en
consecuencia, se los excluya de dicho anexo.
Señalan los demandantes que el referido Decreto Supremo resulta lesivo a la Constitución (sic)
porque sin razón técnica justificada incluye a la actividad industrial textil dentro de las actividades
de alto riesgo, pese a que de acuerdo con recientes estudios técnicos realizados, se ha
demostrado que la industria textil no tiene tal condición. Ello los discrimina respecto a empresas
que realizan actividad industrial considerada de riesgo normal y conculca su derecho a la eficiencia
empresarial afectando asi a la libertad de empresa (sic) y la contribución al bien común, la
seguridad jurídica, acceso a la justicia social y no restricción en materia industrial y mercantil. Que,
no se entiende cómo la citada norma considera al transporte como actividad de riesgo normal
cuando ocasiona la muerte de más de dos mil personas anualmente. La referida inclusión implica
que las empresas demandantes contraten un seguro complementario de trabajo de riesgo que
significa un sobrecosto intolerable que les hace perder competitividad internacionalmente.
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Salud contesta la
demanda proponiendo la excepción de incompetencia bajo la consideración de que la acción de
amparo no procede contra normas legales y que, para el caso, es la Acción Popular la vía
pertinente para impugnar la validez del mencionado decreto supremo, proceso cuyo conocimiento
es de competencia de la Corte Superior. Afirma que la discriminación alegada no está debidamente
sustentada y que junto con la industria textil, hay otras industrias de igual o menor riesgo. Sostiene
que no hay derecho constitucional violado y que para demostrar la discriminación debieron
acreditar que otra actividad industrial no incluida en el citado anexo implica mayor o igual riesgo y
que, no existiendo etapa probatoria en las acciones de garantía, no cabe discutir cuestiones
técnicas que no resulten indubitablemente acreditadas. Que, la expedición del citado decreto
supremo tiene por objeto la protección del trabajo.
El Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Publico de Lima, por
Resolución de fojas doscientos treinta y ocho, su fecha veintidós de junio de mil novecientos
noventa y ocho, declara infundada la excepción de incompetencia e infundada la demanda, por
considerar fundamentalmente que el dispositivo legal en cuestión fue expedido con el fin de
proteger a los trabajadores, estando los empleadores obligados a brindar la seguridad necesaria y
que, en anteriores dispositivos, la actividad textil ya era considerada de alto riesgo y que ello no
implicó violación de los derechos alegados y, además, no se acredita que el pago de dicho seguro
afecte la economía de las empresas demandantes.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la presente demanda tiene por objeto que se declare inaplicable a las empresas
demandantes el Anexo Nº 5 de la Cuarta Cláusula Final del Decreto Supremo Nº 003-98-SA del
catorce de abril de mil novecientos noventa y ocho, que incluye a la industria textil dentro del rubro
de actividades industriales de alto riesgo, solicitando que, en consecuencia, se las excluya de dicho
Anexo.
2. Que, en cuanto a la excepción de incompetencia propuesta, ella debe ser desestimada, por
cuanto, a tenor del Artículo 29º de la Ley Nº 23506, modificado por el Artículo 2º del Decreto
Legislativo Nº 900, en los distritos judiciales de Lima y Callao, es competente para conocer la
Acción de Amparo el Juez Especializado en Derecho Público.
3. Que, el control difuso de la constitucionalidad de las normas constituye un poder-deber del Juez
al que el Artículo 138º de la Constitución(1) habilita en cuanto mecanismo para preservar el
principio de supremacía constitucional y, en general, el principio de jerarquía de las normas,
enunciados en el Artículo 51º de nuestra norma fundamental(2). Este control es el poder- deber
consubstancial a la función jurisdiccional a efectos de garantizar que el proceso sea debido, en el
sentido de que sea un proceso constitucional, es decir, que una causa ha de conducirse
procesalmente y ser resuelta, en cuanto al fondo, conforme a normas de indubitable
constitucionalidad, pues no puede reputarse como debido proceso a aquél en el que, o es resuelto
conforme a normas procesales de cuestionable constitucionalidad, o el fondo de él es resuelto en
aplicación de normas sustantivas cuya inconstitucionalidad resulta evidente. Por ello, además,
desde tal perspectiva, el control de inaplicabilidad también viene a ser un principio de la función
jurisdiccional en el sentido del Artículo 139º de nuestra Constitución.
4. Que, el empleo del control difuso es un acto sumamente grave y complejo en la medida en que
significa preferir la aplicación de una norma cuya validez, en principio, resulta beneficiada de la
presunción de legitimidad de las normas del Estado. Por ello, su ejercicio no es un acto simple,
requiriéndose, para que él sea válido, la verificación en cada caso de los siguientes presupuestos:
a) Que la acción de garantía tenga por objeto la impugnación de un acto que constituya la
aplicación de la norma considerada inconstitucional (Artículo 3º de la Ley Nº 23506)
b) Que la norma a inaplicarse tenga una relación directa, principal e indisoluble con la resolución
del caso, es decir, que ella sea relevante en la resolución de la causa.
c) Que la norma a inaplicarse por su inconstitucionalidad revista evidente o inexorablemente tal
condición, aún luego de haberse acudido a interpretarla de conformidad con la Constitución, en
virtud del principio interpretativo de interpretación conforme a la Constitución y de la
inconstitucionalidad como última ratio, pues, a tenor de la Segunda Disposición General de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional: "Los Jueces y Tribunales sólo inaplican las disposiciones que
estimen incompatibles con la Constitución cuando por vía interpretativa no sea posible la
adecuación de tales normas al ordenamiento constitucional."
5. Que, en el caso de autos, es precisamente el primer presupuesto del control difuso el que no se
cumple. En efecto, no existe en el expediente acto alguno que sea aplicativo del decreto supremo
cuya constitucionalidad se cuestiona. La condición sine qua nondel empleo del control difuso al que
habilita el Artículo 3º de la Ley Nº 23506 es justamente la presencia de un acto aplicativo de la
norma inconstitucional, de allí que la citada disposición consagra lo que en el ámbito del derecho
mexicano se conoce como "amparo contra actos basados en normas inconstitucionales". Es por
esta razón que, conforme lo ha señalado reiterada jurisprudencia de este Tribunal, según el citado
Artículo 3º, en el amparo no cabe impugnar en abstracto la validez de una norma jurídica, sino con
motivo de un concreto acto de aplicación de la misma.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional , en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que...la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución...no puede
realizarse en forma abstracta, sino como resultado, prima facie, de la exigencia de su observancia
en la dilucidación de una situación concreta de hechos controvertibles.
Expediente 908-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La Compañía Importadora y Exportadora del Perú S.A. interpone Acción de Amparo contra la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), en la persona de su
Superintendente Nacional, a fin de que se deje sin efecto -para ella- los resultados de la aplicación
del artículo 118° del Decreto Ley N° 25751, Ley de Impuesto a la Renta y consiguientemente sin
efecto legal alguno el giro efectuado mediante la Orden de Pago N° 021-1-06240, ascendente a la
suma de noventitrés mil trescientos ocho nuevos soles, más intereses.
Sostiene la entidad accionante que el proceso de ejecución coactiva generado por la indicada
orden de pago y el inicio de las acciones de embargos derivados del proceso coactivo, son actos
que constituyen violación a los derechos consagrados en la Constitución Política, como son los de
no confiscatoriedad de los impuestos, propiedad, libre empresa, libertad de trabajo, y de seguridad
jurídica.
Alega que la orden de pago que, sobre el Impuesto Mínimo a la Renta, se ha cursado a la entidad
actora, no solamente no tiene en consideración que de pagarse se afectaría sustancialmente las
rentas obtenidas por ella, en más del cincuenta por ciento, sino que además, desconoce lo
abonado por ella misma conforme al régimen general, esto es, al pago realizado por el Impuesto a
la Renta.
Ampara su pretensión en lo dispuesto por los artículos 2°, inciso 15) y 16), 3°, 74° y 200° de la
Constitución; y los artículos 1°, 2°, 3°, 24° inciso 22), 26° y 28° inciso 2) de la Ley N° 23506.
Señala, además, que la Acción de Amparo ha caducado al haberse interpuesto después de los
sesenta días del plazo dispuesto por la Ley N° 23506, toda vez que el artículo 118° de la Ley N°
25381, entró en vigencia el 29 de diciembre de 1991. Añade, asimismo, que la entidad
demandante pretende mediante el presente proceso de Amparo cuestionar la constitucionalidad de
una norma legal, sin tener en cuenta que ella no es la vía, y que la SUNAT no hace sino aplicar los
dispositivos legales vigentes como órgano administrador de tributos.
El Juez del Vigésimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, con fecha diecinueve de setiembre de mil
novecientos noventa y cinco, declara improcedente la demanda, tras considerar que la Acción de
Amparo no procede contra normas legales, ni contra resoluciones judiciales emanadas de un
proceso judicial regular; y que el Decreto Ley N° 25751, es un dispositivo legal emanado de
autoridad suficiente, de obediencia forzosa y de aplicación general dentro del territorio,
concluyendo que el cobro requerido por la SUNAT, no puede ser considerado como amenaza de
violación de los derechos constitucionales de la accionante.
Interpuesto el recurso de apelación, la Fiscal Superior opina porque se confirme la apelada que
declara improcedente la demanda. La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, remite los
actuados a la Sala Especializada de Derecho Público -por ser de su competencia-, de conformidad
con el artículo 1° de la Resolución Administrativa N° 126-CME-PJ.
Con fecha cuatro de setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Sala Especializada de
Derecho Público expide resolución confirmando la apelada. Interpuesto el recurso extraordinario,
los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, del petitorio de la demanda, se desprende que la entidad accionante no pretende cuestionar
la validez constitucional del artículo 118° del Decreto Ley N° 25751, que establece el Impuesto
Mínimo a la Renta, sino los actos concretos de aplicación que en base a tal dispositivo legal la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ha realizado contra la demandante, que
consiste en el giro de la orden de pago número 021-1-06240, por el importe de noventa y seis mil
trescientos ocho nuevos soles, más sus intereses. Que, siendo ello así, como ya este Colegiado ha
tenido oportunidad de expresar en los obiter dictum de las causas 646-96-AA/TC y 680-96-AA/TC,
jurisprudencia vinculante para los jueces y magistrados integrantes del Poder Judicial, según se
está a lo dispuesto por la primera disposición general de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional: a) el plazo de caducidad al que se refiere el artículo 37° de la Ley Nº 23506, no
puede computarse desde que el Decreto Ley Nº 25751 entró en vigencia; y b) la no satisfacción del
principio solve et repete previsto en el segundo párrafo del artículo 129° del Decreto Legislativo Nº
773, tampoco puede considerarse como omisión de agotamiento de la vía previa que el artículo 27°
de la Ley Nº 23506 exige, por lo que este Tribunal Constitucional se encuentra habilitado para
pronunciarse sobre el fondo del asunto sub litis. Que, en ese sentido, y sin perjuicio de lo ya
establecido en los obiter dictum de las sentencias ya referidas, en el caso de autos, aquellas
consideraciones no resultan aplicables, pues la entidad accionante no ha cumplido con acreditar de
manera cierta e inequívoca que, para el ejercicio económico de mil novecientos noventa y tres, de
la renta anual obtenida haya cumplido con pagar el Impuesto a la Renta en un orden del treinta por
cien como afirma, y que el monto ascendente a noventa y seis mil trescientos ocho nuevos soles,
que representa la Orden de Pago N° 021-1-06240, signifique el pago en vía de regularización del
Impuesto Mínimo a la Renta, y éste se exija en franco desconocimiento de lo ya abonado por ella
por concepto del Impuesto a la Renta; no constituyendo documento suficiente la declaración jurada
que se recauda con la demanda, obrante a fojas ocho, ya que se trata de un acto jurídico
practicado por los representantes de la entidad accionante, y a partir del cual no es posible
desprenderse la veracidad de los hechos alegados en la fundamentación fáctica que solventa la
pretensión principal. Que, siendo ello así, la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible
con la Constitución, que, como competencia se reconoce a los jueces y magistrados del Poder
Judicial, y a este mismo Colegiado en procesos constitucionales como el Amparo, no puede
realizarse en forma abstracta, sino como resultado, prima facie, de la exigencia de su observancia
en la dilucidación de una situación concreta de hechos controvertibles, que no es posible de
realizar en el caso de autos, tras no existir en autos documentos que acrediten de manera cierta y
actual la vulneración de los derechos constitucionales que la entidad actora considera haberse
transgredido.
FALLA:
Que, en el caso de que los Magistrados hallen incompatibilidad entre la Constitución y la Ley,
deben preferir la primera, sin afectar la vigencia de la segunda.
Expediente 096-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Luz Consuelo Arias de Zelada contra la sentencia de
la Sala Contencioso-Administrativa de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 26 de
diciembre de 1996, que revoca la sentencia apelada, su fecha 12 de diciembre de 1995, que
declaró fundada la acción de amparo interpuesta contra la Oficina de Normalización Previsional, y
reformándola la declararon improcedente.
ANTECEDENTES
Doña Luz Consuelo Arias de Zelada, con fecha 14 de noviembre de 1995, interpone acción de
amparo contra el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), y solicita se le declare inaplicable la
Resolución de Presidencia N° 100-95-IPEN/PR, su fecha 11 de mayo de 1995, que declaró
improcedente su petición para que se le otorgue el incremento de su pensión mensual a partir del
mes de marzo de 1995; asimismo, solicita se le declare igualmente inaplicable la Resolución de
Presidencia N° 174-95-IPEN/PR, su fecha 27 de julio de 1995, que declara improcedente el recurso
de apelación interpuesto por la recurrente contra la resolución antes referida; sostiene la
demandante, que por Resolución de Presidencia N° 260-86-IPEN/OAJ/OA, expedida por la
emplazada, fue incorporada a partir del 22 de noviembre de 1985 al régimen pensionario regulado
por el Decreto Ley N° 20530; que, no obstante debiendo ser nivelada su pensión de cesantía con la
remuneración de los servidores en actividad del Instituto Peruano de Energía Nuclear, sin
embargo, se le recortó la homologación de su pensión de acuerdo a la nueva escala de
remuneraciones que fijó el Decreto Supremo N° 51-95-EF, del 31 de marzo de 1995, para los
trabajadores de la entidad emplazada.
A fojas 35, el Instituto Peruano de Energía Nuclear contesta la demanda, afirmando que las
resoluciones de presidencia N° 100-95-IPEN/PR Y 174-95-IPEN/PR, no constituyen actos
unilaterales que desconocen los derechos adquiridos por la demandante si no que han sido
expedidos en estricto cumplimiento del Decreto Supremo N° 51-95-EF, que fija la nueva escala de
remuneraciones para el personal activo del Instituto Peruano de Energía Nuclear.
A fojas 53, el Juez Provisional Especializado en lo Civil de Lima con fecha 12 de diciembre de
1995, declara fundada la acción de amparo, por considerar principalmente, que "del análisis de lo
actuado se advierte evidentemente los actos violatorios del derecho constitucional invocado por la
actora en su demanda, esto es, que se ha recortado arbitrariamente el derecho adquirido a la
nivelación de su pensión de cesantía y jubilación con la del servidor activo, sin que exista previa
decisión judicial obtenido en un debido proceso, con lo cual han sido conculcados sus derechos y
los principios que deben existir en toda relación laboral, tales como el carácter irrenunciable de los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley, y la interpretación favorable al trabajador en
caso de duda insalvable sobre el sentido de una norma, los mismos que se encuentran indicados
en el artículo 26° de nuestra Carta Fundamental".
A fojas 110, la Sala Contencioso Administrativa de la Corte Superior de Justicia de Lima con fecha
26 de diciembre de 1996, revoca la apelada que declaró fundada la acción de amparo y
reformándola la declara improcedente, señalando, principalmente, que "el otorgamiento de
incrementos pensionarios es una situación que no puede ser discutida en una acción de garantía
dado que ésta por ser de carácter sumarísimo, no permite la actuación de los medios probatorios
que se requieren para sustentar la decisión de revocar, como son el contar con los informes de las
oficinas técnicas respectivas, revisar las resoluciones de nombramiento y otorgamientos de
pensiones, entre otros documentos, con el objeto de establecer la procedencia del derecho
alegado por la demandante".
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Que, el artículo 51º de la Constitución establece la prevalencia de la Constitución sobre toda otra
norma legal, y el artículo 138º del mismo texto constitucional señala que en todo proceso de existir
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces deben preferir la
primera;...
Expediente 865-96-AA/TC
Huánuco - Pasco
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Buenaventura Marcelo Tadeo, contra la resolución de
la Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco - Pasco de fecha cuatro de noviembre de mil
novecientos noventiséis, que confirmando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por el recurrente en contra del Presidente del Consejo de Ministros, Alberto Pandolfi
Arbulú.
ANTECEDENTES:
Buenaventura Marcelo Tadeo interpone Acción de Amparo contra el Presidente del Consejo de
Ministros, Alberto Pandolfi Arbulú. Solicita se le inaplique el Artículo 5º del Decreto Supremo Nº
017-96-PCM dado que le impide de por vida concursar para laborar en la Administración Pública,
por haber sido cesado por causal de excedencia mediante Resolución Suprema Nº 004-96-AG,
contra la cual ha interpuesto Acción de Amparo. Señala que el referido Decreto Supremo no le es
aplicable por haber sido cesado sesentidós (62) días antes de su publicación. Precisa que con lo
dispuesto por éste se vulnera la libertad y el derecho al trabajo consagrados en los artículos 2º
inciso 15) y 22º de la Constitución.
Señala que es ingeniero de profesión, que al momento de ser cesado tenía dieciocho años y siete
meses de servicios en el Ministerio de Agricultura, afirma que se ha violado su derecho a la libertad
de trabajo, ya que al haber presentado su currículum vitae para concursar a diferentes plazas, ha
sido rechazado por aplicación del ya citado Decreto Supremo Nº 017-96-PCM.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Legislativo y la Oficina del
Presidente del Consejo de Ministros, contesta la demanda solicitando se deje sin efecto la
resolución que admite a trámite la presente Acción de garantía, puesto que de acuerdo a lo
establecido en el inciso 2) del Artículo 200º de la Constitución la Acción de Amparo no procede
contra normas legales, y tratándose el Decreto Supremo Nº 017-96-PCM de una norma legal, no
es posible dirigir contra él una Acción de Amparo.
Afirma que el Estado como empleador tiene la más amplia libertad de contratar con la persona que
elija, así pues si el Estado considera, eventualmente, que por ahora no contratará los servicios de
los ciudadanos que hayan sido declarados excedentes de alguna entidad estatal, responde a la
libertad de poder contratar al personal que considera más idóneo. Imponerle al Estado que contrate
bajo determinados parámetros que no responden a sus intereses violenta su derecho a la libertad
de contratación.
El Juez del Primer Juzgado Mixto de Huánuco declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por considerar que, el Artículo 1º del Decreto Ley Nº 26093, vigente desde el 29 de
diciembre de 1993, dispuso se llevara a cabo semestralmente programas de evaluación de
personal en los distintos Ministerios e Instituciones Públicas Descentralizadas, y el Artículo 2º
establece que el personal que no apruebe los referidos exámenes podrá ser cesado por causal de
excedencia, aprobándose el Reglamento correspondiente para el sector Agricultura por Resolución
Ministerial Nº 02-83-AG; siendo que como consecuencia de la aplicación de estas normas se
declaró el cese de muchos trabajadores a nivel nacional entre ellos el actor, lo que evidencia que
no aprobó el examen evaluatorio para el que aplicó; que siendo así, el demandante como
empleado público, automáticamente se situó en una de las causales de cese definitivo de un
servidor conforme lo establece el inciso d) del Artículo 35º del Decreto Legislativo Nº 276, Ley de
Bases de la Carrera Administrativa; que es de advertir que por la vía de la Acción de Amparo no
puede dejarse sin efecto y sin valor legal el Decreto Supremo Nº 017-96-PCM que demanda el
actor, porque la Acción de Amparo no procede contra normas legales.
La Sala Civil de la Corte Superior de Huánuco confirma la de vista por considerar que el
demandante fue cesado por causal de excedencia mediante Resolución Suprema Nº 004-96-AG
contra la cual interpuso Acción de Amparo la que aún no ha concluido; que el Decreto Supremo Nº
017-96-PCM cuya inaplicación solicita el accionante, tiene relación estrecha con la antedicha
Resolución Suprema, por lo que la Acción de Amparo intentada en el presente proceso no resulta
atendible, puesto que subsiste su condición de cesado por causal de excedencia mientras no sea
notificado mediante resolución judicial definitiva.
Contra esta resolución, se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el Artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, don Buenaventura Marcelo Tadeo fue cesado por causal de excedencia mediante Resolución
Suprema Nº 004-96-AG publicada en el Diario Oficial El Peruano el cinco de enero de mil
novecientos noventiséis habiendo interpuesto Acción de Amparo contra la misma pretendiendo con
ello que la misma se declare inaplicable para él;
Que, la presente Acción de garantía tiene por objeto que este Colegiado declare inaplicable para el
accionante el Artículo 5º del Decreto Supremo Nº 017-96-PCM que dispone que el personal cesado
en aplicación del Decreto Ley Nº 26093 no podrá ser admitido bajo ninguna de las modalidades de
prestación de servicios en los organismos comprendidos en la estructura institucional del
Presupuesto del Sector Público;
Que, el Artículo 40º de la Constitución dispone que la ley regula el ingreso a la Carrera
Administrativa, y los derechos, deberes y responsabilidades de los servidores públicos,
constitucionalizándose así no sólo la carrera administrativa sino que además se ha establecido una
reserva de ley para la determinación del estatuto de los servidores públicos, evitándose así que
normas con rango inferior a la ley incidan en esta materia;
Que, el inciso 8) del Artículo 118º de la Constitución faculta al Ejecutivo para reglamentar las leyes
sin transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro de tales límites, dictar decretos y resoluciones,
siendo que en el caso bajo examen el Artículo 5º del Decreto Supremo Nº 017-96-PCM ha ido más
allá de lo previsto por el Decreto Ley Nº 26093, pues ha introducido un aspecto nuevo que no
estaba previamente contemplado, afectando además la reserva de ley consagrada en el Artículo
40º del texto Constitucional;
Que, a tenor de lo dispuesto en el Artículo 200º último párrafo de la Constitución este Colegiado
está facultado, cuando se interponen acciones de garantía, para evaluar la razonabilidad y la
proporcionalidad del acto lesivo, no resultando en el caso bajo análisis razonable ni proporcional la
sanción tan drástica establecida en el Artículo 5º del Decreto Supremo Nº 017-96-PCM que impide
al servidor público declarado excedente volver a ingresar a laborar en la Administración Pública,
siempre que haya puesto vacante, autorización legal para cubrirlo y haya sido evaluado
favorablemente; y siendo además dicha prohibición discriminatoria pues permite un tratamiento
diferente frente a aquellos servidores que fueron destituidos y quienes, en cambio, fueron cesados
por excedencia, los cuales nunca podrán ingresar a laborar en la Administración Pública, situación
incluso más grave que la de aquellos que fueron cesados por haber incurrido en falta grave;
Que, tal dispositivo atenta contra lo establecido en el Artículo 23º, inciso l), literal c) de la
Convención Americana de Derechos Humanos y el Artículo 25º inciso c) del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, fuente de interpretación de los derechos constitucionales, que
establecen que todos los ciudadanos tienen derechos a tener acceso, en condiciones generales de
igualdad a las funciones públicas en su país; atenta además, contra lo establecido en el inciso 2)
del Artículo 2º de la Constitución que consagra el derecho a la igualdad ante la ley así como el
inciso 15) del Artículo 2º y el Artículo 22º de la misma que consagran la libertad de trabajo y el
derecho al trabajo;
Que, el Artículo 51º de la Constitución establece la prevalencia de la Constitución sobre toda otra
norma legal, y el Artículo 138º del mismo texto constitucional señala que en todo proceso de existir
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces deben preferir la
primera;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
...resulta inaceptable sostener que porque el artículo 6°, del Decreto Ley N° 17355 dispone que
"ninguna autoridad ni órgano administrativo, político ni judicial podrá suspender el procedimiento
coactivo, con excepción de la entidad encargada de la acotación" dicha tesis resulta irrebatible... ya
que cualquier tipo de norma es pasible de ser evaluada constitucionalmente por vía del control
difuso cuando su vigencia coloca en entredicho algún derecho fundamental conforme lo dispone el
artículo 3° de la Ley Nº 23506 y porque la ausencia de cuestionamiento... no convierte en
constitucional lo que por su propia naturaleza y contenido no lo es.
Expediente 461-96-AA/TC
Lima
En Lima, a primero del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entiéndase como extraordinario, contra la resolución expedida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha nueve de julio de mil novecientos
noventa y seis, que confirmó la resolución apelada del treinta y uno de enero de mil novecientos
noventa y seis, declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta por Constructora
Inmobiliaria Valle del Sur S.R. Limitada representada por Freddy Alvarez Zarate contra el Ejecutor
Coactivo del Instituto Peruano de Seguridad Social, Roger Delgado Guevara.
ANTECEDENTES:
Constructora Inmobiliaria Valle del Sur S.R. Ltda. interpuso Acción de Amparo contra el Ejecutor
Coactivo del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) sustentando su reclamo en la
transgresión de sus derechos constitucionales de petición, a la unidad y exclusividad de la función
jurisdiccional, a la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, al debido proceso y la
tutela jurisdiccional, a la motivación de las resoluciones, a la pluralidad de instancias, al principio de
no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley, al principio de no ser penado sin
proceso judicial, al derecho de defensa y a la prohibición de ejercer función judicial por quien no ha
sido nombrado de acuerdo a la Constitución y a la Ley.
Alega la demandante: Que el IPSS a través de su oficina de la Sub-Gerencia de Fiscalización,
ordenó una inspección en los libros de planillas correspondientes al personal que tiene su
Empresa, inspección que quedó a cargo de una entidad servís, a la que sin embargo y en su
momento, no se le pudo entregar toda la documentación requerida, por encontrarse extraviada. El
día veintidós de mayo de mil novecientos noventa y cinco, la citada Sub-Gerencia de Fiscalización
emite una liquidación en la que le indica a la recurrente que adeuda al IPSS una serie de importes,
deducidos por no haberse presentado los comprobantes de pago requeridos por el servis, situación
que se produce, sin que se haya verificado en los padrones del IPSS, si es que los pagos
correspondientes estaban efectuados y sin tomar en cuenta que el diecinueve de abril de mil
novecientos noventa y cinco, la propia recurrente solicitó a la Oficina Central de Construcción Civil
del IPSS la entrega de una constancia de récords de pago por obras realizadas, sin que dicha
solicitud haya sido atendida.
Posteriormente y con fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa y cinco, la recurrente
pide al Departamento de Informática del IPSS el estado de cuenta de los pagos que ha efectuado,
con fecha doce de junio de mil novecientos noventa y cinco presenta Recurso de Reconsideración
ante la Gerencia de Fiscalización a fin de que se declare la nulidad e insubsistencia de la
inspección efectuada en sus libros de planillas y el trece de junio de mil novecientos noventa y
cinco presenta Recurso de Reclamación ante la Oficina de Construcción Civil para que se le haga
entrega de la ya solicitada constancia de récords de pago, petición ésta última, a la que tampoco
se le responde.
En esta última etapa y con fecha veinte de octubre de mil novecientos noventa y cinco el Ejecutor
Coactivo demandado notifica en dos oportunidades con requerimiento de pago a la demandante,
sin tomar en cuenta que se encuentra pendiente de resolver la apelación presentada y bajo
apercibimiento de secuestro del pago de los montos indicados. Finalmente y con fecha nueve de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco se notifica a la recurrente de una medida de
embargo en forma de secuestro sobre los bienes de su empresa, hecho que constituye violación de
sus derechos constitucionales.
Admitida la acción a trámite por el Sexto Juzgado en lo Civil de Lima, se corre traslado de la misma
al Ejecutor Coactivo del IPSS, quien al contestar la demanda la niega y contradice por considerar
que la acción coactiva sobre pago de aportaciones incoada sobre el demandante ha sido materia
de un proceso regular conforme al Decreto Ley Nº 17355, que de acuerdo al Artículo 11°, de dicha
norma antes de haberse cursado notificación de diez días, el Juez Coactivo procederá a ordenar
las medidas precautelativas que a juicio de la entidad ejecutante sean necesarias, a fin de evitar la
burla del pago de obligaciones, que el procedimiento coactivo es especial y el Decreto Ley Nº
17355 no ha sido derogado por ningún gobierno democrático hasta la fecha y siendo ésta una
norma legal no procede la acción de amparo; que no se ha transgredido ningún principio de la
unidad y exclusividad de la función jurisdiccional; que el Ejecutor Coactivo no resuelve de oficio la
ejecución de la cobranza coactiva, sino a petición de parte del representante del área de
Cobranzas Coactivas y que en cumplimiento de sus funciones y en salvaguarda de los intereses de
la institución, están facultados para disponer las medidas coactivas, bajo costo y riesgo de la
entidad ejecutante (IPSS).
Con fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y seis y obrante a fojas ciento treinta
y seis y ciento treinta y siete, el Juzgado de Primera Instancia, expide resolución, declarando
improcedente la acción, por considerar: Que la acción tiene por objeto que se restituya el proceso
coactivo hasta el acto previo de emplazamiento en la calificación de la procedibilidad de la acción
de cobranza promovida por el Instituto Peruano de Seguridad Social; que la empresa accionante
señala que se ha violado los derechos constitucionales por actos que atañen en todo caso al
Instituto Peruano de Seguridad Social, mas no al Ejecutor Coactivo demandado, porque éste tiene
como función la de llevar adelante por parte de la Administración Pública los actos de coerción o de
ejecución forzosa a que ésta atañen dentro de su potestad ejecutiva, disponiendo por ello el
artículo 6°, del Decreto Ley Nº 17355, que ninguna autoridad ni órgano administrativo, político, ni
judicial podrá suspender el procedimiento coactivo; que resulta inocua la acción de garantía por
cuanto la cobranza coactiva supone que emana de un trámite regular en el que se ha requerido al
deudor para el cumplimiento o determinada obligación, que la acción de amparo debe utilizarse
como último recurso siempre que no exista otra solución prevista por el propio ordenamiento
jurídico, lo que no se da en el presente caso, ya que el Decreto Ley Nº 17355 establece expresa
prohibición de injerencia alguna a dicho proceso que no sea por la entidad encargada de la
acotación, estando además a lo dispuesto por el artículo 27°, de la Ley Nº 23506.
Apelada la resolución por la demandante los autos son remitidos a la Segunda Fiscalía Superior en
lo Civil de Lima y devueltos estos con dictamen que se pronuncia por la nulidad e insubsistencia de
la apelada la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima con fecha nueve de julio
de mil novecientos noventa y seis obrante a fojas ciento ochenta y tres y ciento ochenta y cuatro
expide resolución por la que confirma la apelada fundamentalmente por considerar que habiéndose
demandado al Ejecutor Coactivo del Instituto Peruano de Seguridad Social, no es del caso que se
comprenda a dicho Instituto, que los Ejecutores Coactivos no pertenecen a la jerarquía judicial y su
función no es jurisdiccional, por lo que mal puede imputárseles el incumplimiento de las garantías a
que se refiere el artículo 139°, de la Constitución; que dichos ejecutores deben ajustar su proceder
al Decreto Ley Nº 17355 que además de regular de manera especial el procedimiento coactivo,
prohibe expresamente a toda autoridad interferir en el mismo, que de considerarse que un Ejecutor
Coactivo vulnera o amenaza algún derecho fundamental, quién se crea afectado debe agotar las
vías previas de acuerdo al artículo 27°, de la Ley N° 23506, haciendo uso de los recursos
impugnativos pertinentes con arreglo al mencionado Decreto Ley y si fuera el caso a las normas
generales de Procedimientos Administrativos (Decreto Supremo N° 006-67-SC, reformado por el
Decreto Ley Nº 26111) y, que de ningún modo puede imputarse al acreedor coactivo que incumple
obligaciones por no acreditar la cancelación que aduce haber efectuado la accionante de las
aportaciones a su cargo para el Instituto Peruano de Seguridad Social, porque de cualquier forma
la prueba del pago incumple a quien pretende haberlo efectuado conforme al artículo 1229° del
Código Civil.
Contra esta resolución la demandante promueve recurso de nulidad, por lo que de conformidad con
el artículo 41°, y Cuarta Disposición Transitoria de la Ley Nº 26435 y entendiendo el presente
recurso como "extraordinario" se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS
2. Que, de las instrumentales obrantes en el expediente ( fojas treinta y siete a cincuenta y siete)
fluye que la demandante ha efectuado diversos reclamos ante la administración del I.P.S.S.,
principalmente a través de su oficina de la Sub-Gerencia de Fiscalización, Oficina Central de
Construcción Civil y su Departamento de Informática, sin que sus peticiones hayan sido
contestadas o atendidas.
4.Que respecto del caso sub-litis se hace necesario que éste colegiado proyecte una interpretación
de alcances generales, que a pesar de utilizarse en esta oportunidad de modo particular, pueda
empero servir como fuente de referencia en posteriores casos, ya que son numerosas las
ocasiones en las que se ha venido cuestionando el status y función de los tradicionalmente
llamados Juzgados Coactivos -hoy Ejecutorias Coactivas- y realmente pocas las oportunidades en
que la judicatura ha querido encarar frontalmente dicho problema desde la perspectiva
constitucional, situación que consideramos no podría ser aceptable en un órgano que como el
presente, se encuentra en la inexorable obligación de interpretar las instituciones a la luz de la
Constitución.
5. Que, dentro de dicha lógica y por explícita referencia al caso examinado, resulta inaceptable
sostener que porque el artículo 6°, del Decreto Ley Nº 17355 dispone que "ninguna autoridad ni
órgano administrativo, político ni judicial podrá suspender el procedimiento coactivo, con excepción
de la entidad encargada de la acotación" dicha tesis resulte irrebatible y peor aún, convalidada por
no haber sido cuestionada por ningún gobierno democrático, ya que cualquier tipo de norma es
pasible de ser evaluada constitucionalmente por vía del control difuso cuando su vigencia coloca
en entredicho algún derecho fundamental conforme lo dispone el artículo 3° de la Ley Nº 23506 y
porque la ausencia de cuestionamiento (que en realidad no es tal a nivel procesal constitucional)
no convierte en constitucional lo que por su propia naturaleza y contenido no lo es.
6. Que resulta notorio que el procedimiento coactivo, especialmente a partir de lo que disponen los
artículos 3°, 6°, 7°, 8° y 11°, del Decreto Ley N° 17355 resulta acentuadamente insuficiente para
garantizar un adecuado ejercicio del Derecho de Defensa, ya que por el contrario, coloca en una
situación de evidente desventaja a las personas -sean naturales o jurídicas- que son emplazadas
por conducto del mismo, pues la administración subrepticiamente se coloca en situación de Juez y
parte, buscando empero encubrirse en una nunca bien delimitada esfera de competencias entre lo
que ella y el Juzgado -o la Ejecutoria Coactiva- representan.
Que por lo dicho es de imperiosa necesidad precisar que, o bien el Juzgado, o la Ejecutoria
Coactiva, le pertenecen a la administración -tal y como se ha dicho y en tal caso la defiende
abiertamente como Juez y parte en los actos de coerción que le incumben- o bien le pertenece a la
jerarquía judicial con lo cual resulta a todas luces arbitrario investir a dicha entidad de facultades
eminentemente jurisdiccionales sin un adecuado control que garantice la constitucionalidad de las
decisiones adoptadas en su ejercicio.
7. Que sostener que "el Ejecutor Coactivo no resuelve de oficio sino a petición de parte" y que las
medidas coactivas operan "bajo costo y riesgo de la entidad ejecutante (IPSS)" no hace sino
graficar lo antes dicho, pues no se puede invocar que se cumple con una función cuasi judicial a
iniciativa de una determinada entidad cuando en los hechos y en derecho, se forma parte de dicha
entidad, y nada tiene que ver, la exigibilidad o no que tiene la administración sobre los
administrados, cuando el modo de actuar convierte la legitimidad de una potestad en la prepotencia
de un comportamiento reñido con el espíritu de la Constitución.
8. Que por otro lado, alegar como lo ha hecho el a quo, que porque "los Ejecutores Coactivos no
pertenecen a la jerarquía judicial y su función no es jurisdiccional ... mal puede imputárseles el
incumplimiento de las garantías a que se refiere el artículo 139° de la Constitución" vigente es una
muestra de abierto desconocimiento de los alcances de nuestra norma fundamental, ya que los
derechos de los justiciables que en conjunto forman lo que se conoce como "El debido proceso"
poseen un radio de aplicación, que esta por encima del funcionamiento y actuación del órgano
estrictamente judicial, pues de otro modo ninguna entidad o corporación privada y ni siquiera la
propia administración, cuando conoce del llamado procedimiento administrativo, tendría porque
respetar los derechos del justiciable, lo que seria absurdo e inconstitucional.
9.Que tampoco puede invocarse para el presente caso, el requisito del agotamiento de las vías
previas, cuando es a todas luces manifiesto, que sin existir un pronunciamiento definitivo del IPSS,
sobre el reclamo de la demandante, se pretenda ejecutar por la vía coactiva el pago de las
presuntas obligaciones, siendo procedente en tales circunstancias y al revés de lo que sucede, la
aplicación del Artículo 28°, incisos 1 y 2, de la Ley N° 23506.
10. Que por último tampoco puede señalarse que "de ningún modo puede imputarse al acreedor
coactivo que incumple obligaciones por no acreditar la cancelación que aduce haber efectuado la
accionante" cuando lo que ha hecho esta última, es ejercer su derecho de petición, sin que la
autoridad administrativa se tome la elemental molestia de contestarla siquiera para negársela, y
nada tiene que ver una norma que rige para el ámbito de relaciones entre particulares, cuando de
lo que se trata es de intereses de orden público, como los que se ventilan a raíz de las relaciones
entre los administrados y la administración.
11. Que por todo lo dicho y considerando que el procedimiento coactivo contenido en el Decreto
Ley N° 17355 contiene diversas normas que no permiten un efectivo ejercicio del Derecho
Constitucional de Defensa y que su aplicación viene ocasionando abusos sobre los administrados,
como sucede en el presente caso a propósito del reclamo contra el Ejecutor Coactivo del IPSS,
resulta procedente la inaplicación para el caso concreto de los artículos 3°, 6°, 7°, 8° y 11° del
antes citado Decreto Ley, de conformidad con el artículo 3°, de la Ley Nº 23506 y 5°, de la Ley N°
2539.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le conceden
la Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
ciento ochenta y tres a ciento ochenta y cuatro su fecha nueve de julio de mil novecientos noventa
y seis, que, confirmando la apelada declara improcedente la acción de amparo y reformándolala
declararon fundada y en consecuencia inaplicable a la demandante los efectos del Decreto Ley N°
17355 en sus artículos 3°, 6°, 7°, 8° y 11°, debiendo paralizarse todo procedimiento coactivo en
tanto la administración del Instituto Peruano de Seguridad Social no resuelva sobre las peticiones
de la demandante; ordenaron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Que, el artículo 138° de la Constitución Política del Estado de 1993, promulgada con fecha
veintinueve de diciembre del mismo año, permite aplicar el control difuso al Poder Judicial. Por
consiguiente, desde dicha fecha, pudo el demandante interponer la Acción de Amparo contra el
Decreto Ley N° 25446 que dispuso su cese.
Expediente 240-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia;
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha diecinueve de octubre de mil novecientos noventicinco, don Pablo Ignacio Livia Robles,
ex-Fiscal Provincial Titular de Lima, interpuso acción de amparo contra el Estado peruano,
representado por el Consejo de Ministros y el Ministro de Justicia, para que cese el agravio, según
dice, que se le infirió al cesársele en el citado cargo, el veinticuatro de abril de mil novecientos
noventidós, en aplicación del Decreto Ley Nº 25446 dictado en dicha fecha, por el Gobierno de
Emergencia y Reconstrucción Nacional constituido a partir del cinco de abril del citado año. Aduce
el demandante, que no pudo interponer la acción de amparo en ese entonces, pues tres días
después de dictado el Decreto Ley Nº 25446, se publicó el Decreto Ley Nº 25454 que establecía la
improcedencia de dicha acción, dirigida a impugnar los efectos de la aplicación del Decreto Ley Nº
25446. Advierte el actor, que el plazo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, para
interponer la demanda y no incurrir en causal de caducidad, debe computarse, en su caso, a partir
del veintiocho de julio de mil novecientos noventicinco, fecha en que, según considera el
demandante, se restableció el régimen democrático del país, y en consecuencia, en aplicación del
referido artículo, recién se produjo la "remoción del impedimento" en dicha fecha.
Por último, manifiesta el actor, que se le ha cesado sin motivo alguno, atentándose contra el
derecho al debido proceso y contra lo establecido en el Decreto Legislativo Nº 276, Ley de Bases
de la Carrera Administrativa (folio 29 a folio 34).
Contesta la demanda, la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Justicia, solicitando sea declarada "improcedente y/o infundada", en base a las consideraciones
siguientes: Que, la acción de Amparo de autos es improcedente, en razón de que el artículo 2º del
Decreto Ley 25454 establece, que no procede dicha acción contra el Decreto Ley Nº 25446, que
dispuso el cese del actor. Que, en el presente caso se ha incurrido en la causal de caducidad
establecida en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, en razón de que los 30 días hábiles que es el
plazo para interponer la demanda, transcurrieron con exceso, desde el veinticuatro de abril de mil
novecientos noventidós, fecha en que se publicó el Decreto Ley Nº 25446 que dispuso el cese,
hasta el diecinueve de octubre de mil novecientos noventicinco, fecha en que se interpuso la
demanda. Que, no procede la acción de amparo contra los Decretos Leyes Nºs 25446 y 25454,
pues fueron dictados conforme a los lineamientos establecidos por el Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional, que a través de sus Bases, declaró en reorganización al Poder Judicial y
al Ministerio Público, entre otros (folio 49 a folio 53).
El Sexto Juzgado Civil de Lima, mediante la resolución Nº 7 de fecha dieciocho de diciembre de mil
novecientos noventicinco, declaró improcedente la demanda, en razón de que el actor incurrió en la
causal de caducidad establecida por el acotado artículo 37º de la Ley Nº 23506, y que, el cómputo
para establecer los 60 días hábiles para interponer la demanda, se debe calcular, desde la fecha
en que se publicó el Decreto Ley Nº 25446, vale decir, desde el veinticuatro de abril de mil
novecientos noventidós, y no desde el veintiocho de julio de mil novecientos noventicinco, como se
pretende (folios 93, 94 y 95).
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, emite la resolución Nº 1309 de
fecha treintiuno de octubre de mil novecientos noventiséis, confirmando la apelada, y en
consecuencia, declarando improcedente la acción de amparo.
Dicha Sala, considera que el Decreto Ley Nº 25454 que dispuso la improcedencia de acciones de
Amparo contra el Decreto Ley Nº 25446, no constituyó impedimento para incoar dicha acción, toda
vez, que aplicando el control difuso dicho impedimento devendría en inaplicable (folio 131).
FUNDAMENTOS:
Que, mediante el artículo 4º del Decreto Ley Nº 25446 publicado en el Diario Oficial "El Peruano" el
veinticuatro de abril de mil novecientos noventidós, se cesa a partir de esa fecha, a varios Fiscales
Provinciales de Lima, dentro de los cuales se halla el demandante don Pablo Ignacio Livia Robles.
Que, el artículo 2º del Decreto Ley Nº 25454 publicado en el Diario Oficial "El Peruano" con fecha
veintiocho de abril de mil novecientos noventidós, dispone, que: "No procede la acción de amparo
dirigida a impugnar directa o indirectamente los efectos de la aplicación de los Decretos Leyes Nºs
25423, 25442 y 25446.
Que, el artículo 138º de la Constitución Política del Estado de 1993, promulgada con fecha
veintinueve de diciembre del mismo año, permite aplicar el control difuso al Poder Judicial. Por
consiguiente, desde dicha fecha, pudo el demandante interponer la acción de amparo contra el
Decreto Ley Nº 25446 que dispuso su cese.
Que, en consecuencia, habiéndose interpuesto la demanda con fecha diecinueve de octubre de mil
novecientos noventicinco, el accionante incurrió en la causal de caducidad dispuesta por el acotado
artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones conferidas por
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el artículo 138° de la Constitución Política del Estado de 1993, promulgada con fecha
veintinueve de diciembre del mismo año, permite aplicar el control difuso al Poder Judicial. Por
consiguiente, desde dicha fecha, pudo el demandante interponer la Acción de Amparo contra el
Decreto Ley N° 25446 que dispuso su cese.
Expediente 240-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha diecinueve de octubre de mil novecientos noventicinco, don Pablo Ignacio Livia Robles,
ex-Fiscal Provincial Titular de Lima, interpuso acción de amparo contra el Estado peruano,
representado por el Consejo de Ministros y el Ministro de Justicia, para que cese el agravio, según
dice, que se le infirió al cesársele en el citado cargo, el veinticuatro de abril de mil novecientos
noventidós, en aplicación del Decreto Ley Nº 25446 dictado en dicha fecha, por el Gobierno de
Emergencia y Reconstrucción Nacional constituido a partir del cinco de abril del citado año. Aduce
el demandante, que no pudo interponer la acción de amparo en ese entonces, pues tres días
después de dictado el Decreto Ley Nº 25446, se publicó el Decreto Ley Nº 25454 que establecía la
improcedencia de dicha acción, dirigida a impugnar los efectos de la aplicación del Decreto Ley Nº
25446. Advierte el actor, que el plazo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, para
interponer la demanda y no incurrir en causal de caducidad, debe computarse, en su caso, a partir
del veintiocho de julio de mil novecientos noventicinco, fecha en que, según considera el
demandante, se restableció el régimen democrático del país, y en consecuencia, en aplicación del
referido artículo, recién se produjo la "remoción del impedimento" en dicha fecha.
Por último, manifiesta el actor, que se le ha cesado sin motivo alguno, atentándose contra el
derecho al debido proceso y contra lo establecido en el Decreto Legislativo Nº 276, Ley de Bases
de la Carrera Administrativa (folio 29 a folio 34).
Contesta la demanda, la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Justicia, solicitando sea declarada "improcedente y/o infundada", en base a las consideraciones
siguientes: Que, la acción de Amparo de autos es improcedente, en razón de que el artículo 2º del
Decreto Ley 25454 establece, que no procede dicha acción contra el Decreto Ley Nº 25446, que
dispuso el cese del actor. Que, en el presente caso se ha incurrido en la causal de caducidad
establecida en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, en razón de que los 30 días hábiles que es el
plazo para interponer la demanda, transcurrieron con exceso, desde el veinticuatro de abril de mil
novecientos noventidós, fecha en que se publicó el Decreto Ley Nº 25446 que dispuso el cese,
hasta el diecinueve de octubre de mil novecientos noventicinco, fecha en que se interpuso la
demanda. Que, no procede la acción de amparo contra los Decretos Leyes Nºs 25446 y 25454,
pues fueron dictados conforme a los lineamientos establecidos por el Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional, que a través de sus Bases, declaró en reorganización al Poder Judicial y
al Ministerio Público, entre otros (folio 49 a folio 53).
El Sexto Juzgado Civil de Lima, mediante la resolución Nº 7 de fecha dieciocho de diciembre de mil
novecientos noventicinco, declaró improcedente la demanda, en razón de que el actor incurrió en la
causal de caducidad establecida por el acotado artículo 37º de la Ley Nº 23506, y que, el cómputo
para establecer los 60 días hábiles para interponer la demanda, se debe calcular, desde la fecha
en que se publicó el Decreto Ley Nº 25446, vale decir, desde el veinticuatro de abril de mil
novecientos noventidós, y no desde el veintiocho de julio de mil novecientos noventicinco, como se
pretende (folios 93, 94 y 95).
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, emite la resolución Nº 1309 de
fecha treintiuno de octubre de mil novecientos noventiséis, confirmando la apelada, y en
consecuencia, declarando improcedente la acción de amparo.
Dicha Sala, considera que el Decreto Ley Nº 25454 que dispuso la improcedencia de acciones de
Amparo contra el Decreto Ley Nº 25446, no constituyó impedimento para incoar dicha acción, toda
vez, que aplicando el control difuso dicho impedimento devendría en inaplicable (folio 131).
FUNDAMENTOS:
Que, mediante el artículo 4º del Decreto Ley Nº 25446 publicado en el Diario Oficial "El Peruano" el
veinticuatro de abril de mil novecientos noventidós, se cesa a partir de esa fecha, a varios Fiscales
Provinciales de Lima, dentro de los cuales se halla el demandante don Pablo Ignacio Livia Robles.
Que, el artículo 2º del Decreto Ley Nº 25454 publicado en el Diario Oficial "El Peruano" con fecha
veintiocho de abril de mil novecientos noventidós, dispone, que: "No procede la acción de amparo
dirigida a impugnar directa o indirectamente los efectos de la aplicación de los Decretos Leyes Nºs
25423, 25442 y 25446.
Que, el artículo 138º de la Constitución Política del Estado de 1993, promulgada con fecha
veintinueve de diciembre del mismo año, permite aplicar el control difuso al Poder Judicial. Por
consiguiente, desde dicha fecha, pudo el demandante interponer la acción de amparo contra el
Decreto Ley Nº 25446 que dispuso su cese.
Que, en consecuencia, habiéndose interpuesto la demanda con fecha diecinueve de octubre de mil
novecientos noventicinco, el accionante incurrió en la causal de caducidad dispuesta por el acotado
artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones conferidas por
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, ...la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución, que como
competencia se reconoce a los jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, y a este mismo
Colegiado en procesos constitucionales como el Amparo, no puede realizarse en forma abstracta,
sino como resultado de la existencia de una situación concreta de hechos, cuya dilucidación exige
la aplicación de una norma legal o con rango de ley,...
Expediente 165-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Sostiene el actor que, con fecha ocho de noviembre de mil novecientos noventa y tres, el Registro
Público de Minería inscribió en la Ficha 16143, asientos 27,28,29 y 30, como apoderados de la
empresa de su propiedad Minero Pataz EPS, a personas ajenas a ella, lo que pone en peligro su
patrimonio empresarial, ya que al amparo de la buena fe registral pueden hacerse de su patrimonio
(sic) al celebrar contratos con los seudos apoderados.
Refiere que dicha inscripción es violatoria de una serie de normas jurídicas, que acarrearían la
nulidad de los asientos registrales ya citados como es el de: a) Se ha inscrito un título ingresado
con fecha posterior al por ellos presentado, que data del quince de enero de mil novecientos
noventa y tres, y que, a su juicio, fuera objeto de observaciones ilegales, por lo que interpusieron
una Acción contenciosa administrativa; b) Se inscribió como representantes de la empresa Minero
Pataz EPS a personas absolutamente ajenas a ésta, ya que no contaban con los dos años de
antigüedad que exige el artículo 50º, inciso d) del Decreto Ley Nº 20598; c) Se ha aceptado la
inscripción como representantes de la empresa a los señores Norman Santillán Masa y Félix
Santillán Pacheco, transgrediéndose el artículo 50º, inciso b) y el artículo 60º, inciso c) del Decreto
Ley ya referido, que prohibe ser integrante del Comité Directivo a los parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad; d) No se inscribieron los poderes de los referidos nuevos representantes
en el registro correspondiente de la Oficina Nacional de los Registros Públicos (hoy Dirección de
Registros Públicos).
Admitida la demanda, esta es contestada por el representante del Registro Público de Minería,
quién solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) las inscripciones realizadas en los
registros públicos no suponen amenaza o violación de algún derecho constitucional, y que de
pretenderse impugnar la validez de alguna inscripción, ésta deberá de realizarse a través de la vía
ordinaria; b) de conformidad con los asientos referidos por el actor, éste no tiene facultades
inscritas en el Registro Público para representar a Minero Pataz EPS; c) no hay irregularidad en
haberse inscrito un título como el que se pretende impugnar, pues, el que presentara el actor fue
observado, e impugnado que fuera, por senda Resolución Nº 104-93-EM/CM, de fecha treinta y
uno de agosto de mil novecientos noventa y tres, se declaró infundado el recurso de revisión.
formulado. Precisa que, de conformidad con el artículo 54º del Decreto Supremo Nº 027-82-
EM/RPM, la prórroga del plazo de un título opera cuando, dentro de los siete días siguientes al
vencimiento del plazo para la interposición de la Acción contenciosa administrativa, ésta se anote
en el Registro.
Con fecha veinte de julio de mil novecientos noventa y cuatro, el Juez del Octavo Juzgado Civil de
Lima expide resolución declarando improcedente la Acción de Amparo. Interpuesto el recurso de
apelación, la Cuarta Sala Civil de Lima expide resolución, con fecha veintinueve de noviembre de
mil novecientos noventa y cuatro, confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Control difuso: inaplicación de normas
Que,..., la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución, que como
competencia se reconoce a los jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, y a este mismo
Colegiado en procesos constitucionales como el Amparo, no puede realizarse en forma abstracta,
sino como resultado de la existencia de una situación concreta de hechos, cuya dilucidación exige
la aplicación de una norma legal o con rango de ley, que en el caso de autos no se ha generado,
tras no haberse acreditado los actos que se reputan a la entidad demandada, y que amenazarían
con violar los derechos constitucionales de la actora.
Expediente 244-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Operaciones Pesqueras del Perú S.A., representada por don Rodolfo Pacheco Arenas, interpone
Acción de Amparo contra los procuradores públicos del Poder Legislativo, Ministerio de Economía
y Finanzas y contra el representante de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria
(SUNAT), a fin de que se declare -para ella- la inaplicabilidad del artículo 118º de la Ley del
Impuesto a la Renta para el ejercicio gravable mil novecientos noventidós, contenida en la Ley Nº
25381, Ley del Equilibrio Financiero del Sector Público para mil novecientos noventidós -pues fue
aprobada por la Cuarta Disposición Final de la citada ley-, publicada el veintiocho de diciembre, de
mil novecientos noventiuno; argumentando que es confiscatoria y que vulnera sus derechos
constitucionales de propiedad, de igualdad ante la ley, de justicia, los intereses y el desarrollo
nacionales, la dignificación del trabajo, la iniciativa libre, la economía social de mercado, la libertad
de comercio e industria; toda vez que el Supremo Gobierno, a través de la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), pretende cobrarles la suma de tres mil novecientos
setenticuatro por concepto de pago de regularización del impuesto a la renta correspondiente al
ejercicio gravable mil novecientos noventidós.
Hace extensiva su demanda al pago del impuesto sobre el patrimonio empresarial, ascendente a la
suma de dos mil doscientos setenta y uno nuevos soles, a los pagos a cuenta efectuados en el
ejercicio mil novecientos noventidós, por concepto del impuesto a la renta, que asciende a cinco mil
seiscientos veintiocho nuevos soles, y por el concepto del impuesto empresarial, hasta en un
monto de dos mil setecientos cincuenta y dos nuevos soles, a fin de que les sea devueltas
indexadas hasta el día de la devolución.
Ampara su demanda en lo establecido por los artículos 2º inciso 2), 14º, 73º, 77º, 80º, 87º, 110º,
112º, 115º, 124º, 125º y 130º y concordantes de la Carta Magna, los mismos que resultan
vulnerados por el artículo 118º de la Ley del Impuesto a la Renta para el ejercicio gravable mil
novecientos noventidós.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Procuradora Pública del Poder Legislativo, doña
Magda Esquivel Barreto, quien la niega y contradice en todos sus extremos, solicitando que
oportunamente se declare improcedente, sosteniendo que no se puede impugnar leyes mediante
Acción de Amparo; y que además, el artículo 118º de la Ley del Impuesto a la Renta contenida en
la Ley Nº 25381, no vulnera derecho constitucional alguno, ya que se trata de una ley creada
según los procedimientos establecidos por la Carta Magna, y que la recaudación de impuestos, es
una facultad innata del ente administrador.
El Juez del Noveno Juzgado Civil de Lima, con fecha nueve de setiembre de mil novecientos
noventitrés, expide resolución declarando fundada en parte la demanda y en consecuencia se
declara inaplicable el pago de regularización de impuesto a la renta, equivalente a tres mil
novecientos setenticuatro nuevos soles, derivado del primer párrafo del artículo 118º de la Ley Nº
25381, contra la firma accionante Operaciones Pesqueras del Perú S.A., e improcedente en el
extremo de los pagos a cuenta contemplados en primer y segundo otrosí de la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, el Fiscal Superior Civil opina porque se revoque la sentencia
que declara fundada la demanda, debiéndose declarar improcedente la Acción de Amparo, por
cuanto, la amenaza que afirma la demandante sobre el cobro de pago de regularización del
impuesto a la renta, por intermedio de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria,
por la suma de tres mil novecientos setenticuatro, no ha sido acreditada por la accionante durante
la secuela de la litis, resultando insuficiente la simple presentación de la declaración jurada de fojas
uno, en la cual declara que se encuentra afecto al pago de los impuestos a la renta y patrimonio
empresarial, teniendo en cuenta que la misma empresa ha considerado dentro de los rubros de su
declaración pagos a cuenta de dichos impuestos, sometiéndose tácitamente de esta manera a la
disposición de la Ley Nº 25381, acto que consintió la accionante, lo que demuestra su aceptación
en primera instancia, desconociendo después la aplicación de la ley cuestionada. Que por otro
lado, la devolución de sus aportes a cuenta de los impuestos que demanda su inaplicación, resulta
improcedente, al no ser la vía de la Acción de Amparo la adecuada para reclamarla, por existir la
vía paralela correspondiente a la cual puede recurrir.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, mediante resolución de fecha doce de agosto
de mil novecientos noventicuatro, confirma la apelada interpuesto el recurso de nulidad,
adhiriéndose el representante de la empresa accionante, pero sólo en la parte en que la precitada
sentencia de vista declara improcedente la demanda, vale decir, en los extremos relativos al
impuesto empresarial y a la devolución de los pagos a cuenta contemplados en el primer y
segundo otrosí de la demanda, con fecha trece de setiembre de mil novecientos noventa y cinco la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, expide resolución declarando Haber
Nulidad en la de vista, que confirmando la apelada, declara fundada en parte la Acción de Amparo;
reformando la de vista y revocando la apelada en dicho extremo, declararon improcedente la
referida acción de garantía; y declararon No Haber Nulidad en lo demás que contiene.
Interpuesto el Recurso de Casación, que debe entenderse como Extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que
cese la amenaza de violación de sus derechos por parte de la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria, quien pretende cobrarles la suma de tres mil novecientos setenta y
cuatro nuevos soles, por concepto de pago de regularización del impuesto a la renta,
correspondiente al ejercicio anual de mil novecientos noventa y dos, previsto por el artículo 118º de
la Ley Nº 25381, dispositivo legal que se pretende sea inaplicado para la entidad accionante. Que,
sin perjuicio de lo establecido por este Colegiado en los obiter dictumde las sentencias expedidas
en las causas 646-96-AA/TC y 680-96-AA/TC, jurisprudencia de obligatorio cumplimiento para los
jueces y tribunales de justicia, según se está a lo dispuesto por la primera disposición general de la
Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional, sin embargo, en el caso de autos éstas no
resultan aplicables, pues la entidad accionante no ha cumplido con acreditar de manera cierta e
inequívoca el acto administrativo que habría realizado la entidad accionada para satisfacer el
importe del impuesto que se considera lesivo a los derechos constitucionales invocados; no
constituyendo documento suficiente la declaración jurada que se recauda con la demanda, ya que
se trata de un acto administrativo practicado por la entidad demandante, y no por la demandada.
Que,siendo ello así, la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución,
que como competencia se reconoce a los jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, y a
este mismo Colegiado en procesos constitucionales como el Amparo, no puede realizarse en forma
abstracta, sino como resultado de la existencia de una situación concreta de hechos, cuya
dilucidación exige la aplicación de una norma legal o con rango de ley, que en el caso de autos no
se ha generado, tras no haberse acreditado los actos que se reputan a la entidad demandada, y
que amenazarían con violar los derechos constitucionales de la actora.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Control difuso: incompatibilidad de la ley con la Constitución
Que...la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución...no puede
realizarse en forma abstracta, sino como resultado, prima facie, de la exigencia de su observancia
en la dilucidación de una situación concreta de hechos controvertibles.
Expediente 908-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente Sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La Compañía Importadora y Exportadora del Perú S.A. interpone Acción de Amparo contra la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), en la persona de su
Superintendente Nacional, a fin de que se deje sin efecto -para ella- los resultados de la aplicación
del artículo 118° del Decreto Ley N° 25751, Ley de Impuesto a la Renta y consiguientemente sin
efecto legal alguno el giro efectuado mediante la Orden de Pago N° 021-1-06240, ascendente a la
suma de noventitrés mil trescientos ocho nuevos soles, más intereses.
Sostiene la entidad accionante que el proceso de ejecución coactiva generado por la indicada
orden de pago y el inicio de las acciones de embargos derivados del proceso coactivo, son actos
que constituyen violación a los derechos consagrados en la Constitución Política, como son los de
no confiscatoriedad de los impuestos, propiedad, libre empresa, libertad de trabajo, y de seguridad
jurídica.
Alega que la orden de pago que, sobre el Impuesto Mínimo a la Renta, se ha cursado a la entidad
actora, no solamente no tiene en consideración que de pagarse se afectaría sustancialmente las
rentas obtenidas por ella, en más del cincuenta por ciento, sino que además, desconoce lo
abonado por ella misma conforme al régimen general, esto es, al pago realizado por el Impuesto a
la Renta.
Ampara su pretensión en lo dispuesto por los artículos 2°, inciso 15) y 16), 3°, 74° y 200° de la
Constitución; y los artículos 1°, 2°, 3°, 24° inciso 22), 26° y 28° inciso 2) de la Ley N° 23506.
Admitida la demanda, esta es contestada por la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria, que la niega y contradice en todos sus extremos, solicitando se declare improcedente
y/o infundada, argumentando que la norma que estableció el denominado impuesto mínimo a la
renta, se aplicó a fin de establecer una presunción legal de rentabilidad mínima en función de la
explotación normal y racional de los activos de una empresa, el mismo que se sustenta en el
principio fundamental de que todos tienen el deber de pagar los tributos que les corresponden,
para lo cual se determinó una base mínima sobre la cual debía y debe pagarse el impuesto a la
renta, sin que pueda ello calificársele como violatorio de derecho constitucional alguno.
Señala, además, que la Acción de Amparo ha caducado al haberse interpuesto después de los
sesenta días del plazo dispuesto por la Ley N° 23506, toda vez que el artículo 118° de la Ley N°
25381, entró en vigencia el 29 de diciembre de 1991. Añade, asimismo, que la entidad
demandante pretende mediante el presente proceso de Amparo cuestionar la constitucionalidad de
una norma legal, sin tener en cuenta que ella no es la vía, y que la SUNAT no hace sino aplicar los
dispositivos legales vigentes como órgano administrador de tributos.
El Juez del Vigésimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, con fecha diecinueve de setiembre de mil
novecientos noventa y cinco, declara improcedente la demanda, tras considerar que la Acción de
Amparo no procede contra normas legales, ni contra resoluciones judiciales emanadas de un
proceso judicial regular; y que el Decreto Ley N° 25751, es un dispositivo legal emanado de
autoridad suficiente, de obediencia forzosa y de aplicación general dentro del territorio,
concluyendo que el cobro requerido por la SUNAT, no puede ser considerado como amenaza de
violación de los derechos constitucionales de la accionante.
Interpuesto el recurso de apelación, la Fiscal Superior opina porque se confirme la apelada que
declara improcedente la demanda. La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, remite los
actuados a la Sala Especializada de Derecho Público -por ser de su competencia-, de conformidad
con el artículo 1° de la Resolución Administrativa N° 126-CME-PJ.
Con fecha cuatro de setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Sala Especializada de
Derecho Público expide resolución confirmando la apelada. Interpuesto el recurso extraordinario,
los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, del petitorio de la demanda, se desprende que la entidad accionante no pretende cuestionar
la validez constitucional del artículo 118° del Decreto Ley N° 25751, que establece el Impuesto
Mínimo a la Renta, sino los actos concretos de aplicación que en base a tal dispositivo legal la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria ha realizado contra la demandante, que
consiste en el giro de la orden de pago número 021-1-06240, por el importe de noventa y seis mil
trescientos ocho nuevos soles, más sus intereses. Que, siendo ello así, como ya este Colegiado ha
tenido oportunidad de expresar en los obiter dictum de las causas 646-96-AA/TC y 680-96-AA/TC,
jurisprudencia vinculante para los jueces y magistrados integrantes del Poder Judicial, según se
está a lo dispuesto por la primera disposición general de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional: a) el plazo de caducidad al que se refiere el artículo 37° de la Ley Nº 23506, no
puede computarse desde que el Decreto Ley Nº 25751 entró en vigencia; y b) la no satisfacción del
principio solve et repete previsto en el segundo párrafo del artículo 129° del Decreto Legislativo Nº
773, tampoco puede considerarse como omisión de agotamiento de la vía previa que el artículo 27°
de la Ley Nº 23506 exige, por lo que este Tribunal Constitucional se encuentra habilitado para
pronunciarse sobre el fondo del asunto sub litis. Que, en ese sentido, y sin perjuicio de lo ya
establecido en los obiter dictum de las sentencias ya referidas, en el caso de autos, aquellas
consideraciones no resultan aplicables, pues la entidad accionante no ha cumplido con acreditar de
manera cierta e inequívoca que, para el ejercicio económico de mil novecientos noventa y tres, de
la renta anual obtenida haya cumplido con pagar el Impuesto a la Renta en un orden del treinta por
cien como afirma, y que el monto ascendente a noventa y seis mil trescientos ocho nuevos soles,
que representa la Orden de Pago N° 021-1-06240, signifique el pago en vía de regularización del
Impuesto Mínimo a la Renta, y éste se exija en franco desconocimiento de lo ya abonado por ella
por concepto del Impuesto a la Renta; no constituyendo documento suficiente la declaración jurada
que se recauda con la demanda, obrante a fojas ocho, ya que se trata de un acto jurídico
practicado por los representantes de la entidad accionante, y a partir del cual no es posible
desprenderse la veracidad de los hechos alegados en la fundamentación fáctica que solventa la
pretensión principal. Que, siendo ello así, la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible
con la Constitución, que, como competencia se reconoce a los jueces y magistrados del Poder
Judicial, y a este mismo Colegiado en procesos constitucionales como el Amparo, no puede
realizarse en forma abstracta, sino como resultado, prima facie, de la exigencia de su observancia
en la dilucidación de una situación concreta de hechos controvertibles, que no es posible de
realizar en el caso de autos, tras no existir en autos documentos que acrediten de manera cierta y
actual la vulneración de los derechos constitucionales que la entidad actora considera haberse
transgredido.
FALLA:
"La facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución, no puede hacerse en
forma abstracta sino como resultado de la existencia de una situación concreta de hechos".
Expediente 084-98-AA/TC
Lambayeque
Bingos Montecarlo S.A.
En Lima, a los catorce días del mes de octubre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent; y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Bingos Montecarlo S.A. contra la sentencia expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha veinticuatro de
noviembre de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la demanda de Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Velve Wong Mendoza, en representación de Bingos Montecarlo S.A., interpone Acción de Amparo
contra la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT, Ministerio de Economía
y Finanzas y el Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales
Internacionales a fin de que no se les acote, cobre ni afecte con el Impuesto Selectivo al Consumo-
ISC en los términos que establecen los incisos a) y b) del Artículo 11º del Decreto Supremo Nº 095-
96-EF, de fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que fija por concepto
de ISC para las máquinas tragamonedas y otros aparatos electrónicos, el 15%, de la Unidad
Impositiva Tributaria por cada aparato electrónico.
La demandante señala que el Decreto Supremo Nº 095-96-EF, Reglamento del Impuesto Selectivo
al Consumo, ha establecido la cuantía de este tributo, lo que contraviene lo dispuesto en el Código
Tributario y en el Artículo 74º de la Constitución Política del Estado, que establece que "los tributos
se crean, modifican o derogan exclusivamente por ley". Por lo tanto, resulta inconstitucional e ilegal
que mediante el mencionado reglamento se determine el impuesto. La demandante señala que con
el Impuesto Selectivo al Consumo, el caso de máquinas tragamonedas y otros aparatos
electrónicos, lo que se está gravando es la propiedad y no el uso, rentabilidad o producción de las
máquinas, con lo que se atenta contra el derecho de propiedad, la actividad empresarial y la
libertad de trabajo. Asimismo, el Impuesto Selectivo al Consumo sobre los juegos de azar tiene
carácter confiscatorio porque afecta el patrimonio de las empresas al no dejar mayor margen de
utilidad para éstas, por cuanto esta actividad también se encuentra gravada por los siguientes
impuestos: Impuesto Municipal a los juegos, Impuesto a la Renta y el Impuesto Mínimo a la Renta.
La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, al contestar la demanda, solicita que
sea declarada improcedente por caducidad y por no haber agotado las vías previas. Indica que la
empresa demandante ha pagado el impuesto cuestionado desde octubre de mil novecientos
noventa y seis, sin que exista proporción entre el impuesto declarado y la cantidad de máquinas
tragamonedas señaladas en las Declaraciones Juradas presentadas. Por otro lado, el Decreto
Legislativo normó el Impuesto Selectivo al Consumo y el Decreto Supremo Nº 059-96-EF fijó su
porcentaje para el caso de máquinas tragamonedas y otros aparatos electrónicos. También se
señala que la demandante confunde tasa con alícuota y la ley no establece que la alícuota de un
tributo deba ser establecida por ley. Asimismo, la demandante señala que la aplicación de los
diferentes tributos, los que responden a conceptos diferentes, le causa perjuicio económico, por lo
que se está cuestionando el Sistema Tributario Nacional, lo que no puede ser materia de una
Acción de Amparo.
El Procurador Adjunto, a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas,
deduce las excepciones de caducidad, falta de agotamiento de la vía administrativa y de
incompetencia porque la demanda está referida a la inconstitucionalidad de una norma. Indica que
en el Decreto Legislativo Nº 821 se establecieron los diferentes aspectos sustanciales del Impuesto
Selectivo al Consumo como los sujetos del impuesto, base imponible y los límites máximos de la
tasa a aplicar, es decir, el monto fijo mensual a aplicar tiene como límite máximo el valor de la
Unidad Impositiva Tributaria -UIT- y el Decreto Supremo Nº 095-96-EF sólo ha fijado el porcentaje
de la UIT que corresponde pagar por concepto del impuesto.
El Procurador Público, a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Industria, Turismo,
Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, señala que la demanda es caduca
considerando la fecha de expedición de la norma cuestionada. Indica que debió plantearse la
Acción Popular para obtener que se declare la inconstitucionalidad e ilegalidad del Decreto
Supremo Nº 095-96-EF.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, a fojas doscientos quince, su fecha
diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y siete, desestimó las excepciones de caducidad,
falta de agotamiento de la vía previa e incompetencia y declaró fundada la demanda al considerar
que la base para el cálculo del impuesto y la alícuota deben estar determinadas en la ley, por lo
que el Decreto Supremo Nº 095-96-EF ha transgredido el principio constitucional de reserva de la
ley en materia tributaria.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, a fojas trescientos setenta y
cinco, su fecha veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventa y siete, revocó la apelada y
reformándola la declaró improcedente porque lo que se discute es la constitucionalidad del Decreto
Supremo Nº 096-96-EF y al no existir un acto o hecho concreto que se cuestione, la Acción de
Amparo no es la vía pertinente. Contra esta resolución, la demandante interpone Recurso
Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, en la demanda se solicita la inaplicación del monto fijo mensual para las máquinas
tragamonedas y otros aparatos electrónicos establecido en el Artículo 11º del Decreto Supremo Nº
095-96-EF(1), por considerar que la determinación de dicho monto en un decreto supremo es
contrario al principio de legalidad o de reserva de ley en materia tributaria. En consecuencia,
mediante la presente acción se pretende cuestionar la validez constitucional del Decreto Supremo
Nº 095-96-EF, debido a que no se identifica ningún acto concreto contra el cual ésta se dirija.
2. Que, la facultad de inaplicar una norma por ser incompatible con la Constitución, no puede
hacerse en forma abstracta sino como resultado de la existencia de una situación concreta de
hechos que, en el caso de autos, no ha sido cuestionada.
3. Que, por lo antes mencionado, para el caso de autos, la acción pertinente era una Acción
Popular, que conforme al Artículo 200º inciso 6) de la Constitución Política del Estado, procede
contra los reglamentos, normas administrativas, resoluciones y decretos de carácter general,
cualquiera sea la autoridad de la que emanen, por infracción de la Constitución y de la ley.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas trescientos setenta y cinco, su fecha veinticuatro de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, que revocando la apelada declaró IMPROCEDENTE la Acción de
Amparo. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la
devolución de los actuados.
Expediente 464-96-AA/TC
Embotelladora Piura
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura, de fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, en los seguidos entre
Embotelladora Piura S.A. con el Supremo Gobierno sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Embotelladora Piura S.A., debidamente representada por su apoderado don Francisco Graham
Ayllón, interpone Acción de Amparo contra el Supremo Gobierno, representado por el Ministerio de
Economía y Finanzas, por violación de sus derechos constitucionales a la inmutabilidad
contractual, a que se preserven las fuentes de trabajo, el derecho de igualdad, el de propiedad y el
principio de no confiscatoriedad del impuesto.
Sostiene la entidad accionada que, con fecha diez de agosto de mil novecientos noventa, suscribió
con el Estado un Convenio de Estabilidad Tributaria por virtud del cual este último se comprometía
a garantizar el goce de los beneficios tributarios de la accionante, relativos a la exoneración de
todo tipo de impuesto creado o por crearse, inclusive de aquellos que requieran norma
exoneratoria expresa, con excepción de los relativos a derechos de importación, contribuciones al
Instituto Peruano de Seguridad Social, tributos municipales y contribuciones y tasas que requieran
de normas exonerativas expresas o que sean administradas por los concejos municipales,
provinciales o distritales.
Alegan que dicho convenio de estabilidad tributaria que la accionante suscribió, se realizó por tener
la calidad de empresa ubicada en zona de frontera, y al amparo del(1) Artículo 131º de la Ley
General de Industrias, cuyo Artículo 131º autorizaba al Estado a celebrar este tipo de convenios.
Refieren que tal convenio contractual fue aprobado por D.S. Nº 021-90-ICTI-IND, de fecha
veintiuno de junio de mil novecientos noventa.
No obstante ello, el Supremo Gobierno, con fecha treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco promulgó el Decreto Legislativo Nº 796, en el que se precisaba que, a partir del
primero de enero de mil novecientos noventa y seis, sería de aplicación el Impuesto de Promoción
Municipal Adicional a las empresas que tengan vigentes convenios de goce de beneficios
tributarios al amparo de la Ley Nº 23407, y se encuentren exoneradas del Impuesto Selectivo al
Consumo.
Sin perjuicio de ello, consideran que en todo caso, ésta debería declararse infundada, pues si, de
un lado, sosteniendo que la ley le estaría violando sus derechos constitucionales en materia
tributaria, su pretensión sin embargo busca que se le exonere del pago de tributos a través de la
vía judicial, atentando contra el principio de legalidad recogido en el Artículo 74º de la Constitución
y en el Artículo VI del Título Preliminar del Código Tributario.
Refiere que el Impuesto de Promoción Municipal Adicional detenta la calidad de tributo municipal,
al haber sido creado por ley en favor de las municipalidades de la zona, y en tanto tal, éste no se
encontraría comprendido dentro de lo dispuesto por el Artículo 131º de la Ley General de
Industrias, pues allí se prevé que la exoneración no alcanza al caso de los tributos municipales,
entre otros.
Del mismo modo, el Procurador a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y
Finanzas contesta la demanda, solicitando se declare improcedente, pues: a) la entidad accionante
no agotó las vía previas, al no haber presentado su reclamo ante la SUNAT, b) el gravamen a la
entidad accionada con el impuesto impugnado, no se encuentra dentro de los alcances del
convenio de estabilidad tributaria, pues éste constituye un impuesto municipal, c) la entidad
accionada pretende que se le exonere del pago del impuesto, obteniendo un privilegio en relación
con las empresas que operan en las zonas de frontera, quienes sí estarían obligadas a su pago, y,
d) la vía pertinente para alegar la inconstitucionalidad del impuesto, que es en el fondo la
pretensión, no es la que corresponde a la Acción de Amparo, sino a la Acción de
Inconstitucionalidad.
Con fecha primero de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Juzgado Especializado
en lo Civil de Sullana expide resolución, declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, expide resolución, en discordia, revocando la
apelada, y reformándola, la declaró Improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, del petitorio de la demanda, se desprende que la entidad accionante no pretende cuestionar
la validez constitucional del Decreto Legislativo Nº 796, cuyo Artículo 1º crea el Impuesto de
Promoción Municipal Adicional, sino los efectos que de su aplicación resulte, que se traduce en la
afectación de los términos del Convenio de Estabilidad Tributaria suscrito con el Estado, con fecha
diez de agosto de mil novecientos noventa; por lo que no resulta exigible el agotamiento de la vía
previa que la ley tributaria específica establece, pues ésta está dirigida a reclamar sobre actos
administrativos que la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria hubiere dictado,
cuestión que no se ha invocado como acto lesivo de los derechos constitucionales de la actora.
Que, en tal sentido, con el objeto de que este Colegiado pueda entrar a dilucidar las cuestiones de
fondo que el recurso extraordinario entraña, como cuestión liminar, se impone evaluar si el
Impuesto de Promoción Municipal Adicional, que crea el Artículo 1º del Decreto Legislativo Nº 796,
por medio del cual se grava con éste a las empresas que tengan vigentes convenios de goce de
beneficios tributarios con el Estado y se encuentren exoneradas del Impuesto Selectivo al
Consumo, constituye en puridad un tributo municipal, al que por tanto se encuentre afecto la
entidad accionante, o, por el contrario, no tenga tal naturaleza, y su gravamen exceda los términos
concretos del convenio de estabilidad tributaria suscrito con el Estado. Que, en ese sentido, es de
advertirse que el Impuesto de Promoción Municipal Adicional, no constituye propiamente un
Impuesto Municipal, ya que: a) de conformidad con lo previsto en el Artículo 5º del Decreto
Legislativo Nº 776, Ley de Tributación Municipal y el Artículo 92º de la Ley Nº 23853, Orgánica de
Municipalidades, se consideran como impuestos municipales a aquéllos cuya administración,
recaudación y fiscalización la realicen los gobiernos locales, b) el aspecto espacial del hecho
imponible no se circunscribe a la jurisdicción de los gobiernos locales, revistiendo más bien la
naturaleza de un tributo nacional creado en favor de las municipalidades, del que se encuentra
exonerada la entidad accionante, y que a diferencia de un Impuesto Municipal, éste es
administrado por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, c) de acuerdo a lo
previsto en el segundo párrafo del Artículo 1º y los incisos «a» y «b» del Artículo 5º del Decreto
Legislativo Nº 501, así como el Artículo 3º del Decreto Supremo Nº 032-92-EF, la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria administra, aplica, fiscaliza y recauda los tributos internos,
con excepción de los municipales, cuestión que acontece con el impuesto cuestionado, d) un
Impuesto Municipal constituye una renta exclusiva que perciben los gobiernos locales, que en el
caso del Impuesto de Promoción Municipal Adicional no sucede, ya que al ser administrado por la
Superintendencia de Administración Tributaria, el dos por ciento de lo recaudado constituye
recurso propio de la referida entidad, según se está a lo dispuesto por el Artículo 1º de la Ley Nº
26432, sin que este mandato legal haya sido desvirtuado por el Decreto Supremo Nº DIS-96-EF,
norma jerárquicamente inferior a la precitada. Que, en tal orden de consideraciones, un límite al
que se encuentra sometido el ejercicio de la potestad tributaria del Estado, conforme lo enuncia el
Artículo 74º de la Constitución es el respeto de los derechos fundamentales, que en el caso de
autos no se ha observado, pues: a) de conformidad con el Artículo 62º de la Constitución, el Estado
en ejercicio de su potestad tributaria se encuentra impedido de modificar, por medio de leyes u
otras disposiciones, los términos contractuales que hayan sido suscritos libremente entre las partes
por lo que al no tener el Impuesto de Promoción Municipal Adicional la naturaleza de un Impuesto
Municipal, su imposición a la entidad actora resulta una evidente transgresión de la cláusula quinta
del convenio de goce de beneficios tributarios suscrito con el Estado, vulnerando de ese modo el
derecho constitucional a la inmutabilidad de los términos contractuales, pues la entidad accionante
se encontraba sujeta al beneficio de exoneración tributaria, con excepción de derechos de
importación, contribuciones al Instituto Peruano de Seguridad Social, tributos municipales y
contribuciones y tasas que requieren normas exonerativas expresas o que sean administradas por
los concejos municipales, provinciales o distritales, c) al establecerse el Impuesto de Promoción
Municipal Adicional estableciéndose únicamente como deudores tributarios a las empresas «que
tengan convenios de goce de beneficios tributarios al amparo de la Ley Nº 23407 y se encuentren
exoneradas del Impuesto Selectivo al Consumo», se está vulnerando el derecho de igualdad, ya
que se está estableciendo un trato discriminatorio sin base objetiva y razonable. Que, asimismo, de
la esquela de notificación Nº 022-96/SUNAT-RI-5210, expedida a la entidad actora por la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, obrante a fojas veintiséis y veintisiete del
segundo cuadernillo, es posible de apreciarse que el Impuesto de Promoción Municipal Adicional
con el que se pretende gravar a la entidad accionante, en realidad constituye un tributo a través del
cual se pretende cobrar lo que con el Impuesto Selectivo al Consumo se grava, y del que la actora
se encuentra exonerada, ya que: a) la determinación de la obligación tributaria se constituye con el
hecho de no encontrarse afecto al Impuesto Selectivo al Consumo y, b) el hecho imponible, la base
imponible y la cuantía del tributo se encuentran sujetas a la normatividad que regula el Impuesto
Selectivo al Consumo, cuyo formulario de declaración, inclusive, se exige utilizar.
FALLA:
Expediente 166-A-96
Huaura
Primero.- Es materia de apelación la sentencia de fecha nueve de julio del año en curso que
declara fundada la excepción de falta de legimitidad para obrar del demandado, propuesta por
Juan Bautista Llanos Villajuán, e infundada la Acción de Amparo.
Segundo.- Las acciones de garantía tienen por objeto reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de notación de un derecho constitucional.
Tercero.- La acción incoada tiene el propósito que se deje sin efecto la orden por la cual se dispone
dejar en suspenso el pago del incremento de remuneraciones acordado en trato directo por los
empleados con el Alcalde del Concejo Provincial de Huaral, disposición que está contenida en el
Memorándum número trescientos diez guión noventiséis guión MPH guión DA, de fecha veintisiete
de mayo de mil novecientos noventiséis suscrito por el Director General de Administración Juan
Llanos Villajuán, dirigido al Jefe de Personal de dicha repartición pública; disposición que fue
consecuencia del Acuerdo de Concejo a que se contrae el Acta que en copia corre en autos.
Quinto.- En el punto décimo primero del escrito de contestación de la demanda, se afirma que la
Municipalidad emplazada ha incoado las acciones legales pertinentes destinadas a obtener la
nulidad de las actas de trato directo por consiguiente serán en los procesos aludidos, en que se
determine la nulidad del acto jurídico que contienen las actas referidas en la Resolución Municipal
número ochocientos ochentiuno guión noventiséis guión CPH/A que corre en autos, pues por su
naturaleza aquellos procesos son más latos y por ende permiten mejor probanza y análisis de los
hechos.
Sexto.- En tanto no se declare judicialmente la nulidad del acto jurídico contenido en el acta en
cuestión, el acuerdo asumido por las partes surte efecto jurídico; y la repartición municipal no
puede declararlo nulo en forma unilateral, máxime si del mismo se desprende un derecho
remunerativo que está amparado por el Artículo 24º de la Constitución del Estado(1) y que además
es irrenunciable en conformidad con el inciso 2) del Artículo 26º de la misma Carta Política(2).
Octavo.- Conforme al Artículo 413º del Código Procesal Civil los gobiernos locales están exentos
del pago de costas y costos.- CONFIRMARON la sentencia en cuanto declara fundada la
excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado Juan Bautista Llanos Villajuán,
REVOCARON en el extremo que declara infundada la demanda y MODIFICANDOLA se declare
fundada y por consiguiente se reponga las cosas al estado anterior de la violación, dejándose sin
efecto el acuerdo de Concejo de la Municipalidad Provincial de Huaral de declarar nulas las actas
de trato directo, dejándose a salvo el derecho de esta repartición a demandar la nulidad con arreglo
a ley, sin costas ni costos, en los seguidos por Luis Enrique Bustamante Obregón contra el alcalde
del Concejo Provincial de Huaral Doroteo Marín Valentín y otros sobre Acción de Amparo.
VISTOS, con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en lo Civil en su dictamen de fojas
noventidós y considerando:
Uno.- Es materia de apelación la sentencia de fecha nueve de julio de mil novecientos noventiséis
que declara infundada la demanda.
Dos.- El apelante sostiene que se le ha recortado la bonificación especial y permanente a que tiene
derecho.
MI VOTO es por que se confirme la sentencia de fojas sesentitrés a sesentiséis que declara
infundada la demanda con lo demás que contiene y es materia del recurso.
Cosa juzgada
«... no obstante tener esta resolución autoridad de cosa juzgada, fue modificada
inconstitucionalmente mediante resolución... emitida por el Juez de Primera Instancia, vulnerando
el principio jurisdiccional consagrado en el Artículo 139°, inciso 2), de la Constitución...»
Exp. N° 345-96-AA/TC
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Donato Amador Chauca Gonzales, contra la sentencia
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 26 de
abril de 1996, que declara No Haber Nulidad de la resolución de Vista, su fecha 06 de junio de
1995, que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Vigésimo Primer
Juzgado Especializado en lo Civil de Lima.
ANTECEDENTES:
Don Donato Amador Chauca Gonzales, interpone Acción de Amparo, con fecha 13 de julio de
1994, contra el Vigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a fin de que se
suspenda el mandato de ejecución de sentencia dictado por este juzgado, con relación a la
sentencia emitida con fecha 12 de abril de 1991 por la Corte Suprema de Justicia de la República,
que falló a su favor en el juicio de retracto que iniciara ante el precitado Juzgado Civil; sostiene el
demandante, que el Juez ejecutor interpretando a su manera el fallo de la Segunda Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia de la República, recortó maliciosamente su derecho de retracto al
disponer mediante resolución de fecha 27 de febrero de 1992, que sólo se le adjudique una parte
del bien inmueble materia del retracto, contraviniendo el fallo supremo que le adjudicó en su
totalidad.
A fojas 11, el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial contesta la
demanda negándola y contradiciéndola, alegando, principalmente, que "está dirigida a enervar la
validez y efectos de las resoluciones judiciales-como la cuestionada-dictada por el órgano
jurisdiccional competente, y emanada de un procedimiento regular, dentro del cual el actor-según
su propio dicho-ha ejercitado su derecho de defensa y los recursos que las normas procesales
específicas establecen; aparte que, tampoco y bajo ningún motivo puede detenerse mediante una
acción de garantía, la ejecución de una sentencia contra la parte vencida en un proceso regular, y
con mayor razón en el presente caso, en el que, según se afirma en la demanda-sin acompañar los
recaudos necesarios-el autor es beneficiario de la sentencia ejecutoriada recaída en el juicio
terminado sobre retracto".
A fojas 26, la sentencia de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara
improcedente la Acción de Amparo, considerando, principalmente, que "la Acción de Amparo
planteada conforme al escrito de fojas cinco debe desestimarse por pretender con ella invalidar
actuados producidos en un proceso regular, siendo pertinente la aplicación al presente caso lo
prescrito en el inciso 2), del artículo 6° de la Ley N° 23506.
FUNDAMENTOS:
Que, a fojas 29 y 30 del Cuadernillo de Nulidad, se aprecia la sentencia expedida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declara fundada la demanda de
retracto incoada por el actor, ordenando se tenga a éste como subrogado en los derechos y
obligaciones de los compradores del bien inmueble que es materia del retracto, y que se describe
en el Testimonio de Escritura Pública que obra a fojas 22 a 25 del expediente civil, con copias que
corren de fojas 18 a 24 del cuadernillo del Recurso Extraordinario interpuesto en sede
constitucional;
Que, no obstante la claridad del mandato singular y concreto emanado de la sentencia de la Corte
Suprema de Justicia de la República, compulsada esta decisión con lo dispuesto en el cuestionado
auto de ejecución de sentencia, se comprueba que el Juez Civil emplazado elaboró una nueva
decisión de fondo al establecer como bien objeto del retracto un inmueble distinto al que figura en
el Testimonio de Escritura Pública del que hace mención la Corte Suprema de Justicia de la
República.
Que, de otro lado, la Acción de Amparo subexamen resulta procedente por cuanto busca enervar
una resolución judicial dictada en un proceso de retracto que devino en irregular en etapa de
ejecución, por las razones anteriormente expuestas.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Cosa juzgada
«... el demandante ha demostrado en autos... haber seguido en anterior oportunidad sobre los
mismos hechos de la materia entre las mismas partes una Acción de Amparo... siendo amparada
su pretensión... constituyendo dicho precedente cosa juzgada entre las partes y en la que se probó
la vulneración de sus derechos constitucionales...»
Exp. N° 996-97-AA/TC
Huancayo
Alejandro Balbín Ramos.
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, que formula don Alejandro Balbín Ramos, contra la resolución de fecha
veinticinco de agosto de mil novecientos noventisiete, expedida por la Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, que revocando la apelada de fojas ciento veintitrés y
reformándola declaró improcedente la Acción de Amparo, interpuesta contra el Presidente del
Consejo Transitorio de Administración de la Región Andrés Avelino Cáceres.
ANTECEDENTES:
Con fecha veinticinco de marzo de mil novecient0os noventisiete, don Alejandro Balbín Ramos
interpone Acción de Amparo, contra el Presidente del Consejo Transitorio de Administración de la
Región Andrés Avelino Cáceres, para que se deje sin efecto la Resolución Ejecutiva Regional N°
100-97-CTAR-RAAC/PE, de fecha doce de marzo de mil novecientos noventa y siete, y notificado
de la misma con fecha diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y siete, y por ende la
inaplicabilidad de la precitada resolución, disponiendo la reposición en el cargo de Instructor de la
Dirección de Empleo y Formación Profesional de la Dirección de Trabajo y Promoción Social de la
Región Andrés Avelino Cáceres, sede Huancayo e incondicional pago de sus remuneraciones
mensuales, bonificaciones y demás beneficios; que violan preceptos constitucionales referidos a la
libertad de trabajo, estabilidad laboral y principio de la cosa juzgada.
Con fecha dos de junio mil novecientos noventa y siete, el Juez Provisional del Segundo Juzgado
Mixto de Huancayo, expide sentencia declarando fundada la demanda. Interpuesto Recurso de
Apelación, la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha
veinticinco de agosto de mil novecientos noventisiete, expide resolución revocando la apelada y
reformándola declaró improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
5. Que, a fojas doce y trece como a fojas veinte a veintitrés, se demuestra en forma
indubitable que el demandante en su calidad de Instructor ha sido considerado y calificado como
docente (no administrativo) por funcionarios de la propia entidad demandada y por tanto exonerado
del proceso de evaluación para los servidores de los Consejos Transitorios de Administración
Regional, sin que la parte demandada haya podido demostrar lo contrario, con lo que se establece
la transgresión de derechos fundamentales del demandante.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
...la resolución (judicial impugnada)... no vulnera el principio de la cosa juzgada y ha sido expedida
como resultado de un proceso regular.
Expediente 064-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como Recurso Extraordinario, interpuesto por don Ernesto Moreno
Vargas contra la resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de
la República de fecha veinte de octubre de mil novecientos noventa y dos, que declaró
improcedente la Acción de Amparo promovida por el mismo accionante.
ANTECEDENTES:
Don Ernesto Moreno Vargas interpone con fecha dos de julio de mil novecientos noventa, Acción
de Amparo contra el Segundo Tribunal de Trabajo y Comunidades Laborales de Lima (folio 64 a
folio 70) a fin de que se declare inaplicable el auto que emitió con fecha diez de abril de mil
novecientos noventa (folio 60) recaído en los seguidos por el mismo demandante contra
Producciones Panamericana S.A. sobre calificación de despido y pago de remuneraciones.
a) Con fecha trece de enero de mil novecientos ochenta y ocho, el demandante interpuso una
acción sobre calificación de despido contra su empleador Producciones Panamericana S.A.; a raíz
de ello, el Segundo Juzgado Privativo de Trabajo de Lima emite con fecha veintiséis de abril de mil
novecientos ochentiocho la Sentencia Nº 55-88 (folios 49, 50, 51 y 52) mediante la cual declara
improcedente el despido, dejando a criterio del trabajador el optar por la reposición o por la
indemnización, disponiendo además que Producciones Panamericana S.A. pague al accionante
"remuneraciones y derechos laborales, comprendidas las vacaciones, por el período del primero de
marzo de mil novecientos ochenta y cinco al treintiuno de diciembre de mil novecientos ochenta y
siete, por el total de I/. 3'965,516 .00 Intis con los intereses legales pertinentes" (sic).
b) El Segundo Tribunal de Trabajo, con fecha veintidós de julio de mil novecientos ochenta y ocho
(folios 53, 54 y 55) confirma la improcedencia del despido, mandando que "Producciones
Panamericana S.A. pague a don Ernesto Moreno Vargas la suma de US $ 44,000.00 Dólares
Americanos o su equivalente en moneda nacional al tipo de cambio establecido en las
considerativas precedentes y además I/. 394,380 Intis que ya tiene recibidos..." (sic).
c) Producciones Panamericana S.A. a efecto de cumplir con dicho fallo, solicita que en el aspecto
de la obligación dineraria, se le permita cancelar la suma fijada aplicando la figura de la
Compensación, en razón de que con el referido trabajador mantenía deudas recíprocas.
d) El Juzgado Privativo de Trabajo, mediante Resolución de fecha veinte de abril de mil
novecientos ochenta y nueve declara improcedente el pedido, pues considera que la
Compensación no está comprendida en la Ley 24514 vigente en ese entonces (folio 56).
El Procurador Público, a cargo de los asuntos judiciales del Poder Legislativo, Poder Judicial,
Oficina de la Presidencia del Consejo de Ministros y Jurado Nacional de Elecciones, contesta la
demanda en la presente acción de garantía, solicitando sea declarada improcedente, en base a las
siguientes consideraciones: a) que, no se ha violado ningún precepto constitucional que pudiera
enervar algún derecho del demandante, b) que, las resoluciones emitidas por el Fuero Privativo
Laboral han seguido el cauce del debido proceso; c) que, consecuentemente es de aplicación lo
dispuesto por el artículo 6º, numeral 1) de la Ley 23506, que textualmente dice:
"Artículo 6º.- No proceden las acciones de garantía: 2) contra resolución judicial emanada de un
procedimiento regular." (folio 79)
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la Resolución Nº 1379 de
fecha trece de diciembre de mil novecientos noventa (folios 92 y 93) declara fundada la acción de
Amparo, aduciendo que en la resolución de fecha veinte de julio de mil novecientos noventa y ocho
se estableció con autoridad de cosa juzgada la cantidad de I/. 394,380.00 Intis como deducción
líquida de las sumas que debían ser abonadas al trabajador; y que el auto del Tribunal de fecha
diez de abril de mil novecientos noventa dispone una segunda deducción en vía de compensación,
reviviendo de esa manera en forma ilegal, un proceso fenecido.
La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República se pronuncia con fecha veinte
de octubre de mil novecientos noventa y dos, (folio 55 del Cuadernillo de Nulidad) revocando la
sentencia de vista y declarando improcedente la Acción de Amparo; en razón de que la
Compensación de deudas en materia laboral se puede hacer valer en cualquier momento del
proceso, mientras el fallo no esté ejecutado, y por consiguiente, en el presente caso, no se está
enervando el precepto de la cosa juzgada.
FUNDAMENTOS:
Que, en mérito de los antecedentes que preceden, la resolución que emitió el Segundo Tribunal de
Trabajo y Comunidades Laborales con fecha diez de abril de mil novecientos noventa, no vulnera
el principio de la cosa juzgada y ha sido expedida como resultado de un proceso regular.
Que, por consiguiente, en el presente caso son aplicables, el último acápite del numeral 2 del
Artículo Nº 200 de la Carta Magna, que refiriéndose a la Acción de Amparo dice textualmente: "No
procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento
regular"; y el numeral 2) del artículo 6 de la Ley Nº 23506 que a continuación se transcribe:
"Artículo Nº 6.- No proceden las acciones de garantía: 2) Contra resolución judicial emanada de un
procedimiento regular."
FALLA:
Que, por medio de la acción de amparo no es dable convertir al Tribunal Constitucional en una
supra instancia, con capacidad para poder revisar asuntos que pasaron en autoridad de cosa
juzgada.
Expediente 020-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Jorge Vargas Díaz, contra la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de 15 de
diciembre de 1993, que declaró no haber nulidad en la de vista, que declaró improcedente la
Acción de Amparo interpuesta por Jorge Vargas Díaz.
ANTECEDENTES:
Don Jorge Vargas Díaz interpone Acción de Amparo contra los vocales de la Tercera Sala Laboral
del Fuero de Trabajo de Lima, por violación de su derecho constitucional de trabajo y de
estabilidad laboral.
Refiere el accionante que los integrantes de la referida Sala Laboral habrían vulnerado sus
derechos laborales al haber dictado la resolución de fecha 15 de octubre de 1992, que revocando
la apelada, declaró infundada su demanda y justificado el despido del que fue objeto.
Manifiesta haber sido trabajador de la Empresa Rayón Industrial S.A., la que lo despidió por
supuesta falta grave por incumplimiento de las obligaciones laborales, aparentemente cometida el
día 27 de mayo de 1991, que, al decir del actor, fue desvirtuado en el correspondiente proceso
judicial en primera instancia.
Dijo, asimismo, que la Sala Laboral para revocar la sentencia apelada se basó en afirmaciones
inexactas, falsas, y que sin embargo no dijo nada sobre la falta motivo del cese, determinando este
hecho que su resolución fuese violatoria de la Constitución.
La demanda fue absuelta por el señor Procurador a cargo de los Asuntos del Poder Judicial, quien
solicitó se declare improcedente la acción de amparo, ya que se pretende cuestionar una
resolución judicial firme, con autoridad de cosa juzgada, emanada de un procedimiento regular y
dictada por el órgano jurisdiccional competente.
Con fecha diez de junio de mil novecientos noventa y tres, la Sexta Sala Civil de Lima expide
resolución declarando improcedente la Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, del petitorio de la demanda se desprende que el objeto de ésta es, se declare nula la
sentencia expedida por la Tercera Sala Laboral del Fuero de Trabajo de Lima, de fecha quince de
octubre de mil novecientos noventa y dos, y se ordene se emita un nuevo pronunciamiento en los
seguidos entre el actor y Rayón Industrial S.A., sobre calificación de despido. Que, siendo ello así,
la pretensión debe desestimarse, pues de conformidad con el inciso 2º del artículo 6 de la Ley
23506, la Acción de Amparo no procede contra resoluciones judiciales emanadas de un
procedimiento regular, donde se haya respetado el contenido esencial del derecho al debido
proceso, como, en el caso de autos, efectivamente ha acontecido. Que, en ese sentido, las
presuntas anomalías que pudieren haberse producido en un proceso judicial regular no lo torna a
éste per se en un proceso irregular, pues de conformidad con el artículo 10º de la Ley 25398,
éstas deberán de ventilarse y resolverse dentro del mismo proceso mediante el ejercicio de los
recursos que las normas procesales específicas establecen, no siendo la vía del amparo el camino
idóneo para ventilar el asunto materia de la litis. Que, por medio de la acción de amparo no es
dable convertir al Tribunal Constitucional, en una supra instancia, con capacidad para poder revisar
asuntos que pasaron en autoridad de cosa juzgada.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, no hay cosa juzgada si hay recursos impugnativos pendientes como expresamente se
prescribe en el artículo 123º del Código Procesal Civil,...
Lima
Caso: Nicolás Costa Ricordi y otra
En Lima, a trece días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Nicolás Costa Ricordi a fojas quince interpone acción de amparo contra la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima por supuesta transgresión del art. 233º inc. 2 de la
Constitución al haber emitido la resolución del treinta de julio de mil novecientos noventa y tres por
intermedio de los señores vocales doctores Manuel Miranda Canales, Elsa Montoya Romero,
Rubén Guerra Manrique en el proceso seguido por el Banco Continental contra Nicolás Costa
Ricordi y Franca D'onofrio de Costa sobre pago de dólares en ejecución de sentencia.
El actor expresa que el diez de junio de mil novecientos noventa y tres la Tercera Sala citada
confirma el auto del nueve de marzo de mil novecientos noventa y tres que ordenó se levante el
embargo trabado sobre diez certificados en moneda extranjera.
El Banco Continental interpone recurso de nulidad contra la resolución del diez de junio de mil
novecientos noventa y tres que confirma el levantamiento de embargo el mismo es declarado
improcedente por resolución de veinticinco de junio de mil novecientos noventa y tres, recurre en
Queja a la Corte Suprema de Justicia de la República por negativa de recurso de nulidad,la misma
es declarada fundada y concede el recurso de nulidad.
El Banco Continental mediante nuevo recurso interpone nulidad de la resolución de diez de junio
de mil novecientos noventa y tres y, el treinta de julio de mil novecientos noventa y tres, la
mencionada Tercera Sala, anula la resolución del diez de junio de mil novecientos noventa y tres
no obstante haber quedado consentida.
Don Juan Gayoso Ariaza, Procurador Público del Sector Poder Judicial a fojas treinta y cuatro
contesta la demanda, expresando que no se ha violado ni amenazado ningún derecho
constitucional dentro del proceso judicial donde viene ejercitando su derecho de defensa en fonna
irrestricta. Se quiere enervar los efectos de una resolución judicial del treinta de julio de mil
novecientos noventa y tres emanado de un procedimiento regular. Sostiene que resulta prematura
la acción porque según la Resolución Suprema de siete de setiembre de mil novecientos noventa y
tres ordenó que el colegiado dé por interpuesto el recurso de queja interpuesto por el Banco
Continental.
El Fiscal Superior a fojas sesentiséis opina por la improcedencia de la acción porque el proceso
judicial realizado es un procedimiento regular.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas setenta y siete por resolución
del catorce de febrero de mil novecientos noventa y cuatro declara improcedente la demanda
porque no proceden las acciones de garantía contra resoluciones emanadas de un procedimiento
regular y que las anomalías que pudieran cometerse dentro del proceso regular, deben ventilarse
dentro del mismo proceso.
El actor interpone recurso de nulidad que es concedido por resolución de quince de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro.
El Fiscal Supremo doctora Nelly Calderón a fojas veintiséis opina que por haberse concedido el
recurso de queja, la Corte Suprema de Justicia de la República examinará si se ha producido o no
un procedimiento irregular.
FUNDAMENTOS:
Que, el proceso judicial regular se expresa cuando se manifiesta los elementos esenciales del
debido proceso; entre otros, el debido emplazamiento, el derecho a «ser oído», el uso de recursos
impugnatorios permitidos por ley, la actuación de pruebas pertinentes en su oportunidad, el acceso
a doble instancia, la debida motivación y fundamentación de las resoluciones; Que, no existe la
cosa juzgada de la resolución del diez de junio de mil novecientos noventa y tres porque se
concedió recurso de nulidad contra esta resolución; Que, según lo actuado estando pendiente de
resolver el recurso de nulidad concedido por la Corte Suprema de Justicia de la República el siete
de setiembre de mil novecientos noventa y tres, no es procedente dilucidar sobre la existencia de
un procedimiento irregular; Que, sin perjuicio de lo expuesto, el control de la legalidad de la función
jurisdiccional, al expedirse resoluciones supuestamente irregulares, está expedito el derecho de
recurrir a las jurisdicciones respectivas, penal, civil o administrativa o accionar vía nulidad contra la
cosa juzgada fraudulenta, Que, no hay cosa juzgada si hay recursos impugnatorios pendientes
como expresamente se prescribe en el Artículo 123° del Código Procesal Civil; Que, la resolución
judicial de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de treinta de julio de mil
novecientos noventa y tres de fojas tres objeto de la acción de garantía, está en el marco de un
procedimiento regular, dicho proceso está bajo competencia de la Corte Suprema de Justicia de la
República en razón de haber ordenado que se conceda el recurso de nulidad contra la resolución
relacionada con los puntos en debate.
FALLA:
Lima
VISTO:
El escrito de aclaración formulado por doña Franca D'onofrio de Costa y don Nicolás Costa Ricordi,
de fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y siete, respecto a la sentencia expedida el
trece de agosto de mil novecientos noventa y siete y publicada el veintinueve de agosto de mil
novecientos noventa y siete, en el proceso fenecido de amparo interpuesto contra los miembros de
la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima.
ATENDIENDO:
Que, el artículo 1087º del Código Procesal Civil de 1912, aplicado por los señores Vocales
Superiores demandados, faculta expresamente a las Cortes y Juzgados reponer la causa al estado
en que se cometió alguno de los vicios que anulan el proceso; estas irregularidades están
expresamente previstas en el artículo 1085º del Código acotado;
Que, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima integrada por los magistrados
demandados, decretó la nulidad del auto del diez de junio de mil novecientos noventa y tres
fundamentando su decisión en el inciso 8 y 13 del artículo 1085º del Código Procesal Civil citado;
es decir, han dictado un auto con la facultad que concede la ley; el inmediato superior, la Corte
Suprema de Justicia de la República, vía recurso impugnatorio concedido, era el órgano
competente para resolver los aspectos de forma o de fondo del auto recurrido;
Que, los errores de sumas y restas derivado de operaciones aritméticas no pueden beneficiar ni al
demandante ni al demandado; las normas o actos que regulan trámites sobre liquidación de
créditos tienen como referencia la sentencia correspondiente y son de naturaleza procesal; no
generan preclusión cuando hay evidencias que afectan la sentencia del caso y las reglas
esenciales de disciplinas exactas como las matemáticas;
Que, los actores doña Franca D'onofrio de Costa y don Nicolás Costa Ricordi a fojas quince
prefijaron su pretensión exclusivamente contra los miembros de la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima y no contra los señores Vocales de la Corte Suprema de Justicia de la
República, frente a este marco procesal, es improcedente pronunciarse sobre la eficacia o
ineficacia de la resolución de la Sala respectiva de la Corte Suprema de Justicia de la República
que resolvió la articulación pertinente, máxime si no han sido expresamente demandados sus
integrantes;
Que, el "recurso de aclaración" de fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y siete
autorizado por el abogado doctor Carlos Loret de Mola León contiene frases ofensivas que
agravian a personas e instituciones de la administración de justicia, afectan los límites mínimos del
respeto, prudencia y probidad, razón por la que deben testarse las siguientes expresiones: 1) "Los
Vocales Supremos estaban subvencionados por eso declararon fundada la queja para el Banco
Continental" 2) "La sentencia de la Corte Suprema de fecha veintitrés de junio de mil novecientos
noventa y cinco ha sido comercializada por el Banco Continental y por Mariella D'onofrio Borda" 3)
"Al parecer este Tribunal Constitucional está encubriendo la misma inconducta funcional con esta
sentencia que resulta en un mismo tema contradictoria y arbitraria. Ha acomodado las leyes a su
conveniencia para favorecer al poder económico del Banco Continental y a sus colegas, amigos y
personalidades, Vocales y Jueces del Poder Judicial" 4) "La cual amañado por Magistrados
corruptos, quienes recibieron dádivas del Banco Continental"; asimismo, el escrito observado
contiene afirmaciones falsas como es el sexto párrafo que sostiene la "existencia de dos
sentencias en una misma jurisdicción"; dando a entender con mala fe que la Tercera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, ha expedido sentencia anulando otra cuando el debate fue
sobre dos resoluciones o autos que son de naturaleza completamente distinta a una sentencia;
Que, el doctor Carlos Loret de Mola León por los motivos anotados y a sabiendas que legalmente
no procede recurso tendiente a modificar el fondo del fallo pronunciado el trece de agosto de mil
novecientos noventa y siete presenta escrito denominándolo "recurso de aclaración"; por este
mérito de conformidad con el artículo 111º, 112º inciso 1 y 2 del Código Procesal Civil concordante
con el artículo 292º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ha incurrido en temeridad procesal y
debe ser objeto de sanción, medida solo aplicable por los jueces, que se orienta a persuadir
ponderación a los señores abogados en el ejercicio de su profesión que deben ejercerlo con
probidad y en base a la verdad de los hechos;
Que, el artículo 63º de la Ley Nº 26435 regula la aplicación supletoria al presente proceso las
normas del Código Procesal Civil y Ley Orgánica del Poder Judicial;
Que, el artículo 52º inciso 1 del Código Procesal Civil concordante con el artículo 18º inciso 13 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, precisa que es deber de los jueces ordenar se suprima de los
escritos frases ofensivas;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
RESUELVE:
2. Suprímase las frases ofensivas vertidas en el escrito de fecha doce de setiembre de mil
novecientos noventa y siete presentado por doña Franca D'onofrio de Costa y don Nicolás Costa
Ricordi que se precisan en el quinto considerando de la presente resolución.
3. Sancionar al abogado doctor Carlos Loret de Mola León con la medida disciplinaria de
amonestación debiendo remitirse copias certificadas de los actuados pertinentes al señor
Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, al señor representante del Ministerio Público y
al señor Decano del Colegio de Abogados de Lima de conformidad con el artículo 111º del Código
Procesal Civil para fines del caso y la anotación respectiva, dispusieron su publicación en el Diario
Oficial "El Peruano", conforme a ley.
Teniendo en cuenta la naturaleza de la acción de amparo, ésta no resulta ser la vía idónea para
solicitar el pago de las costas y costos del proceso ni el pago de indemnización alguna, más aún
cuando no cuenta con etapa probatoria.
Expediente 336-96-AA/TC
Huaura
Rosa Judith Morales Villón
En Lima, a los tres días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent; y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Rosa Judith Morales Villón, contra la sentencia
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas setenta y nueve su
fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la demanda de
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Rosa Judith Morales Villón interpone demanda de Acción de Amparo contra don Angel
Clemente Bisso Andrade, Director (e) del Centro Educativo "Luis Fabio Xammar Jurado", con el
objeto de que: 1) Se deje sin efecto el Oficio Nº 258-96-DCE.LFX; 2) Se le reponga formalmente en
su plaza de Subdirectora de Formación General IP; 3) Cesen los actos de hostilización efectuados
contra su persona y que afectan su derecho al trabajo; 4) Se destituya al Director, se le inhabilite
para ejercer cualquier función pública y se le condene al pago de costas y costos del proceso, así
como al de una indemnización por el daño que le viene causando; y 5) Se declare la inaplicabilidad
para el presente caso de la Resolución Ministerial Nº 016-96-ED.
Refiere que el demandado, con fecha diecinueve de abril de mil novecientos noventa y seis, le hizo
llegar el Oficio Nº 258-96-DCE.LFX, por el que se la ponía a disposición de la Sede Central de la
Unidad de Servicios Educativos Nº 19 Huaura-Huacho y se prohibía su ingreso al Centro Educativo
"Luis Fabio Xammar", sin permitírsele ejercer su derecho de defensa y aunado a que, como un
acto de hostilización realizado contra su persona, se ha ordenado desmantelar su oficina.
Don Angel Clemente Bisso Andrade contesta la demanda señalando que si bien es cierto que
mediante el Oficio Nº 258-96-DCE.LFX se ponía a la demandante a disposición de la Sede Central
de la USE Nº 19, se debe tener presente que luego del recurso administrativo presentado por la
demandante, el Director de la USE Nº 19 a través del Oficio Nº 2244-96-DPSII-USE Nº 19-HH
ordenó que se le reincorpore en su cargo; por lo que con fecha veinte de mayo de mil novecientos
noventa y seis, acatando la disposición del superior, se hizo efectivo ello, según consta del
Expediente Nº 10127, dejándose de esta manera sin efecto el Oficio Nº 258-96-DCE.LFX.
El Juez del Primer Juzgado Civil de Huacho, a fojas cuarenta y dos, con fecha cuatro de junio de
mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda por considerar que, conforme se
acredita con el oficio obrante a fojas treinta y uno, y treinta y dos se ha dispuesto la reincorporación
de la demandante en el cargo de Subdirectora.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, a fojas setenta y nueve, con fecha dos de
julio de mil novecientos noventa y seis, confirmó la sentencia apelada declarando improcedente la
demanda por considerar que la alegada violación a los derechos constitucionales de la
demandante ha cesado. Contra esta resolución, la demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
2. Que, conforme se acredita con el Oficio Nº 354-96-DCE.LFXJ, obrante a fojas treinta y dos, del
veinte de mayo de mil novecientos noventa y seis, el demandado, en estricto cumplimiento al
mandato del Director del Programa Sectorial II de la USE Nº 19 HH, contenido en el Oficio Nº 2244-
96-DPSII-USE Nº 19-HH, ha dispuesto la reincorporación de la demandante al Centro Educativo
"Luis Fabio Xammar" en su condición de Subdirectora de Formación General del I Turno,
dejándose de esta manera sin efecto el acto administrativo contenido en el Oficio Nº 258-96-
DCE.LFX. Por este motivo resulta aplicable lo dispuesto en el Artículo 6º inciso 1) de la Ley Nº
23506(1), Ley de Hábeas Corpus y Amparo.
3. Que, teniendo en cuenta la naturaleza de la Acción de Amparo, ésta no resulta ser la vía idónea
para solicitar el pago de las costas y costos del proceso ni el pago de indemnización alguna, más
aún cuando no cuenta con etapa probatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la sentencia expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura,
de fojas setenta y nueve, su fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la demanda; y reformándola declara que carece de objeto pronunciarse sobre el
fondo del asunto por haberse producido la sustracción de la materia; e integrando el fallo declara
IMPROCEDENTE la pretensión de la demandante referido al pago de indemnización, costas y
costos del proceso. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El
Peruano y la devolución de los actuados.
Si bien es objeto de las acciones de garantía reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional... resulta un imposible jurídico cuestionar
normas jurídicas inexistentes (que posiblemente se expidan en el futuro).
Expediente 836-98-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de marzo de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz, Valverde Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Don Miguel Fernando Córdova Cuba, contra la Sentencia
expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas doscientos treinta y cuatro, su fecha tres de agosto de mil
novecientos noventa y ocho, que declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta.
ANTECEDENTES:
Don Miguel Fernando Córdova Cuba, con fecha seis de noviembre de mil novecientos noventa y
siete, interpone demanda de Acción de Amparo contra el Ministerio de Relaciones Exteriores con el
objeto de que se declaren inaplicables a su caso el Decreto Ley N° 26117, el Decreto Legislativo
N° 894, la Ley N° 26820 y cualquier otra norma posterior, por considerar que las mismas
amenazan el derecho de estabilidad laboral, de estabilidad en el cargo y de ascenso.
Señala que al cumplir cuarenta años de edad el once de octubre de mil novecientos noventa y
nueve, la entidad demandada, en aplicación de los dispositivos legales cuestionados, lo pasará a la
situación de retiro por límite de edad en la categoría de Segundo Secretario, violando de esta
manera sus derechos a la estabilidad labora, a la estabilidad de un cargo en el exterior y de
ascenso en la categoría inmediata, que se encuentran consagrados en el Decreto Ley N° 22150 y
su reglamento, dispositivos que, según el demandante, regulan su status laboral por haber
ingresado al servicio diplomático el uno de enero de mil novecientos ochenta y ocho.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Relaciones Exteriores
contesta la demanda, señalando que al demandante corresponde aplicarle lo dispuesto en el
artículo 18° del Decreto Legislativo N° 894 en cuanto señala que la edad límite para pasar al retiro
a un Segundo Secretario del Servicio Diplomático es a los cuarenta años, y que la norma invocada
por el demandante para su aplicación ha sido derogada, no habiéndose ordenado nuevamente su
entrada en vigencia.
El Juez del Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público, a fojas
ciento noventa y dos, con fecha trece de marzo de mil novecientos noventa y ocho, declara
fundada la demanda, por considerar que aplicar al demandante el Decreto Legislativo N° 894
implica retrotraer sus efectos a situaciones concretas acontecidas antes de su entrada en vigor,
más aún cuando el demandante ingresó a laborar al Servicio Diplomático cuando regía el Decreto
Ley N° 22150 y su reglamento.
FUNDAMENTOS:
1. Que, con fecha seis de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el demandante en su
calidad de Segundo Secretario del Servicio Diplomático interpone demanda de Acción de Amparo
contra el Ministerio de Relaciones Exteriores, toda vez que al cumplir cuarenta años de edad el
once de octubre de mil novecientos noventa y nueve, la entidad demanda, en aplicación de lo
dispuesto en la Ley N° 26117, Ley del Servicio Diplomático de la República, derogada por el
Decreto Legislativo N° 894, el cual fue modificado por la Ley N° 26820, lo pasará a la situación de
retiro por límite de edad.
2. Que, si bien es cierto que, de acuerdo al articulo 1° de la Ley N° 23506, Ley del Hábeas Corpus
y Amparo, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional; se debe tener presente que, de
acuerdo al artículo 4° de la Ley N° 25398, tratándose de la amenaza de violación de un derecho
constitucional, ésta debe ser cierta y de inminente realización para la procedencia de la Acción de
Garantía.
4. Que, por otro lado, la alegada amenaza de violación del derecho a la estabilidad laboral no
cumple con la característica de ser inminente, toda vez que el demandante ha interpuesto la
presente demanda con una anticipación mayor de un año a la supuesta fecha en que pasaría al
retiro en aplicación de los dispositivos legales cuestionados en autos.
5. Que, por último, respecto al pedido de no aplicar cualquier otra norma que se dicte con
posterioridad a la interposición de la presente demanda, se debe resaltar que ello implica
cuestionar normas legales inexistentes, lo cual resulta un imposible jurídico.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, como resulta evidente se ha cumplido con los plazos y formalidades establecidos no
habiéndose vulnerado derecho constitucional alguno a los recurrentes.
Expediente 006-97-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Daniel Alejandro Franco Sánchez y otros, contra la
resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad de fecha cuatro
de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada declaró infundada la
Acción de Amparo interpuesta por los recurrentes contra el Alcalde del Concejo Distrital de Víctor
Larco Herrera y otros.
ANTECEDENTES:
Daniel Alejandro Franco Sánchez, Willian Alfredo Young Toro, Zoila Violeta Mendoza Dávila,
Edilberto Vásquez Hernández, Víctor Ely Alza Infantes y Leonila Frecia Cruzado Wompen,
interponen Acción de Amparo contra el Alcalde del Concejo Distrital de Víctor Larco Herrera, Juan
José Córdova Zavala, el Director Municipal y Presidente de la Comisión de Evaluación y
Rendimiento Laboral de los trabajadores del referido Concejo, Walter Haggenmiller, y el Asesor
Jurídico y Secretario de la referida Comisión de Evaluación, José Luis Sánchez Ferrer Ferrer, a fin
de que se les inaplique la Resolución de Alcaldía Nº 408-96-MDVLH, de fecha veintisiete de agosto
de mil novecientos noventa y seis, que los cesa por causal de excedencia, luego de haberse
llevado a cabo el proceso de evaluación de rendimiento laboral correspondiente al primer semestre
del año mil novecientos noventa y seis. Solicitan se disponga su inmediata reposición en los
mismos cargos que desempeñaban hasta antes de su cese y se ordene el pago de las
remuneraciones y demás derechos dejados de percibir.
Señala que mediante Decreto Ley Nº 26093 se dispuso que los titulares de los Ministerios y de los
Organismos Públicos Descentralizados cumplan con efectuar semestralmente programas de
evaluación de rendimiento laboral de sus trabajadores; cuyos alcances fueron extendidos a los
Gobiernos Locales por la Octava Disposición Final y Transitoria de la Ley Nº 26553, Ley de
Presupuesto del Sector Público para 1996.
Afirman que el Alcalde del Concejo Distrital de Víctor Larco Herrera, sin aprobación del Concejo
Municipal dispuso la realización del Programa de Evaluación de Rendimiento Laboral de los
Trabajadores, constituyendo la correspondiente Comisión Evaluadora mediante Resolución
Municipal Nº 072-96-MDVLH, Comisión que presentó el «Reglamento de Evaluación Semestral del
Personal» documento que fue mantenido en secreto con el propósito que los trabajadores no
formulen observaciones o reclamaciones sobre la materia, incumpliéndose con el principio de
publicidad que exige que los administrados tomen debido y oportuno conocimiento de los alcances
del programa de evaluación, esto es expresión de la garantía del debido proceso y del derecho de
defensa.
Anotan, que la ejecución del programa de evaluación tuvo graves irregularidades y omisiones que
vulneran, además, el derecho al trabajo y protección contra el despido, precisa que el Reglamento
de Evaluación Semestral señala en su artículo 5º que «(...) el Primer Semestre comprende el
primero de enero al treinta de junio de mil novecientos noventa y seis y el segundo semestre del
primero de julio al treintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y seis; debiendo iniciarse el
proceso de evaluación en el mes de julio del mismo año para el primer semestre; no obstante esto,
el proceso se inició recién el dieciséis de agosto mediante la Acción de convocatoria a evaluación
de personal, es decir, el proceso se ha ejecutado en forma extemporánea; además, el artículo 18º
del mismo establece que el cese por causal de excedencia sería declarado por Resolución de
Alcaldía, debiendo publicarse en el Diario Oficial El Peruano y/o en el diario de mayor circulación,
por lo que sería a partir de ésta que surtiría efectos. El proceso de evaluación debía concluir el
veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y seis de acuerdo a lo establecido en el
Reglamento; sin embargo, la Resolución de Alcaldía que dispone el cese fue notificada por
conducto notarial el tres de setiembre del mismo año, cuando ya había vencido el plazo, y fue
publicada en el vespertino «Satélite» en su edición del cuatro de setiembre de mil novecientos
noventa y seis.
Juan José Córdova y José Luis Sánchez Ferrer Ferrer contestan la demanda solicitando se declare
infundada y por tanto aplicable para los recurrentes la Resolución de Alcaldía Nº 408-96-MDVLH.
Señalan que no es verdad que el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Víctor Larco Herrera sin
aprobación del Concejo dispusiera la realización del programa de evaluación, dado que en Sesión
Extraordinaria de fecha cuatro de julio de mil novecientos noventa y seis se acordó constituir la
Comisión que llevaría a cabo tal proceso y se designó a sus miembros, expidiéndose las
Resoluciones números 060-96 y 072-96-MDVLH, las que fueron puestas en conocimiento de todos
los trabajadores de la Municipalidad, debe tenerse en cuenta que las sesiones ordinarias y
extraordinarias son públicas por mandato expreso del artículo 39º de la Ley Orgánica de
Municipalidades, Nº 23853.
El Juez del Segundo Juzgado en lo Civil de Trujillo declara infundada la Acción de garantía
interpuesta por considerar que el artículo 5º del Reglamento de Evaluación señala que éste debe
llevarse a cabo en un período no mayor de cuarenta días hábiles a partir del inicio del proceso de
evaluación, para lo cual se toma como fecha de inicio de expedición de la resolución que designa
la Comisión Especial de Evaluación, razón por la cual lo aducido por los demandantes en cuanto a
la extemporaneidad del proceso evaluatorio no concuerda con la realidad, ya que éste se debe
reputar iniciado el diez de julio de mil novecientos noventa y seis y vencía el cinco de setiembre del
mismo año, y por ende la notificación a cada uno de los demandantes cesados con la
correspondiente resolución de fecha tres de setiembre, así como su publicación en el diario de la
localidad se han llevado a cabo dentro del plazo reglamentario, no configurándose violación a la
garantía del debido proceso en los derecho constitucionales relativos al trabajo y protección contra
el despido arbitrario.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de La Libertad por sus fundamentos confirma la de
vista.
FUNDAMENTOS:
Que, el Alcalde del Concejo Distrital Víctor Larco Herrera programó y ejecutó el proceso semestral
de evaluación de personal correspondiente al año mil novecientos noventa y seis dando
cumplimiento a lo dispuesto por el Decreto Ley Nº 26093 y la Ley Nº 26553 habiéndose elaborado
el correspondiente Reglamento.
Que, la evaluación correspondiente al primer semestre del referido año debió iniciarse en el mes de
julio debiendo culminar en un término no mayor de cuarenta días hábiles computados desde la
fecha en la que se expide la Resolución que designa a la Comisión Especial de Evaluación, tal y
como lo señala el artículo 5º del «Reglamento de Evaluación Semestral del personal de la
Municipalidad Distrital de Víctor Larco Herrera».
Que, mediante Resolución Municipal Nº 060-96-MDVLH de fecha diez de julio de mil novecientos
noventa y seis se constituyó tal Comisión, la misma que presentó el informe final luego de la
evaluación, habiéndose expedido posteriormente la Resolución de Alcaldía Nº 408-96-MDVLH de
fecha veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y seis en la que se resuelve cesar por
causal de excedencia a los recurrentes.
Que, como resulta evidente se ha cumplido con los plazos y formalidades establecidos no
habiéndose vulnerado derecho constitucional alguno a los recurrentes.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
...se han desvirtuado los fines para lo cual fue otorgada la licencia de funcionamiento... lo que dio
lugar... a haberse declarado improcedente la renovación de la licencia solicitada, clausurando dicho
local.
Expediente 324-97-AA/TC
Lima
En Lima, a primero de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La accionante Il Picadilly S.A., representada por su Gerente, Renato Defendi Canevisio, interpone
Acción de Amparo contra la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, por violación de la
libertad de trabajo, a fin de que se deje sin efecto la Resolución Municipal Nº 472-96, que dispone
la clausura de su centro de trabajo.
Sostiene la entidad accionante que es una empresa legalmente constituída, que realiza sus
actividades desde hace tres años, cuyo objeto social es entre otras actividades turísticas la
presentación de shows artísticos; que cuentan con licencia municipal de funcionamiento; que jamás
han sido multados por la municipalidad emplazada, ni citados por la autoridad polícial o quejados
por algún contribuyente; y, que no alteran el orden público. Ampara su pretensión en lo dispuesto
por los artículos 139º inciso 3), 200º inciso 2), y 23º de la Constitución Política del Estado, así como
en la Ley Nº 23506.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, que
la niega y la contradice en todos sus extremos, solicitando se la declare infundada, argumentando
que no se ha amenazado ni violado derecho constitucional alguno de la accionante, que la
accionante conduce un centro nocturno, discoteca y venta de licores, ubicado en la Av. Aviación Nº
5119-A, Urb. Higuereta Residencial del Distrito de Santiago de Surco, y que ha venido funcionando
con arreglo a las disposiciones municipales, Que en cuanto a la renovación de la autorización
municipal de funcionamiento, solicitada por la accionante en el expediente administrativo Nº 7024-
96, refiere que por Resolución de Alcaldía Nº 472-96-RSS, ésta fue declarada improcedente,
ordenándose la clausura del local referido y encargándose a la Dirección de Serenazgo y Policía
Municipal, oficina de rentas el cumplimiento de dicha resolución. Que la Unidad de Fiscalización del
Municipio informó que efectuó un operativo los días tres y cuatro de mayo de mil novecientos
noventa y seis, y se lo encontró funcionando en forma irregular, atentando contra la moral y las
buenas costumbres, careciendo del permiso sanitario respectivo. Que, una de las funciones de las
Municipalidades que expresamente le otorga el artículo 68º, inciso 7) de la Ley Orgánica de
Municipalidades Nº 23853, es precisamente la de otorgar licencias de apertura de establecimientos
comerciales e industriales y de actividades profesionales, y controlar su funcionamiento de acuerdo
a lo estipulado en las licencias respectivas.
La Jueza del Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha treintiuno de julio de mil
novecientos noventa y seis, declara improcedente la demanda por considerar que la acción de
amparo no procede contra los efectos de la Resolución Nº 472-96-RSS, que declara improcedente
la renovación de la autorización municipal de funcionamiento solicitada por la accionante; que la
referida resolución administrativa fue dictada dentro de un proceso regular iniciado con la solicitud
de prórroga de licencia, no advirtiéndose de la misma que hubiere existido una violación manifiesta
del debido proceso, ya que ésta ha sido dictada dentro de un procedimiento regular y dentro de las
facultades conferidas a la autoridad Municipal, con relación al derecho a la libertad al trabajo, que
si bien la Constitución Política del Perú reconoce como derecho el trabajo, este derecho tiene sus
limitaciones señaladas en la propia Constitución en los artículos 22º, al 29º, al reconocer como
derecho al trabajo, el de la promoción al trabajo, a una remuneración, a una jornada de trabajo, la
protección contra el despido arbitrario y la protección a los derechos de sindicalización,
negociación colectiva y huelga. Que, con la declaración de la improcedencia de la solicitud de
prórroga de la licencia de funcionamiento, no se han conculcado ninguno de los derechos
invocados por la accionante.
Interpuesto el recurso de apelación, el Fiscal Superior opina por que se confirme la apelada que
declara improcedente la demanda. La Sala Especializada de Derecho Público, con fecha veintiuno
de enero de mil novecientos noventa y siete, expide resolución confirmando la apelada. Interpuesto
el recurso extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que la libertad de trabajo que alega la empresa accionante no se encuentra vulnerada, en vista
de que ésta consiste en la libre determinación de cada persona para dedicarse a una o más
actividades que pudiera desarrollar, para su realización personal y de autos no consta que la
municipalidad emplazada le hubiese limitado o restringido dicha libertad de actividad laboral.
2. Como aparece de la licencia Nº 09154, obrante a fojas dos-A, la empresa accionante fue
autorizada a dedicarse al rubro de " juegos recreativos (alquiler de máquinas de video-15); licencia
que vencía el día cinco de mayo de mil novecientos noventa y seis, y se encontraba sujeta a la
regulación, super vigilancia y control permanentes de la Municipalidad Distrital de Santiago de
Surco, con arreglo a la Ley de Municipalidades Nº 23853 y a su reglamentación respectiva.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren la
Constitución, y su Ley Orgánica Nº 26435 y Ley modificatoria Nº 26801.
FALLA:
Que, la municipalidad demandada procedió a clausurar el local de la demandante sin haberle dado
el derecho de absolver los cargos que se le imputaban...vulnerándose de este modo su derecho al
debido proceso, razón por la cual la acción resulta fundada.
Expediente 332-97-AA/TC
Lima
En Lima, a primero del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad que se debe entender como extraordinario interpuesto por J.T.G.
Administradora de Negocios S.R.L., contra la resolución de la Sala Especializada de Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha treinta de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, en los seguidos por J.T.G. Administradora de Negocios S.R.L., contra la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, que
la niega y la contradice en todos sus extremos, solicitando se la declare infundada, argumentando
que no se ha amenazado ni violado derecho constitucional alguno de la accionante; que la
accionante conduce un centro nocturno, discoteca y venta de licores, ubicado en la calle Preciados
Nº 153 departamento 201, urbanización Higuereta del Distrito de Santiago de Surco, y que ha
venido funcionando con arreglo a las disposiciones municipales. Que en cuanto a la renovación de
la autorización municipal de funcionamiento, solicitada por la accionante en el expediente
administrativo Nº 7616-96, refiere que por Resolución Nº 471-96-RASS, de fecha veintisiete de
mayo de mil novecientos noventa y seis, ésta fue declarada improcedente, la renovación de la
autorización municipal de funcionamiento, ordenándose la clausura del local referido, y
encargándose a la Dirección de Serenazgo y Policía Municipal, oficina de Rentas el cumplimiento
de dicha resolución; que la Unidad de Fiscalización del Municipio informó que efectuó un operativo
los días tres y cuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis, y se lo encontró funcionando en
forma irregular, atentando contra la moral y las buenas costumbres, careciendo del permiso
sanitario respectivo. Que una de las funciones de las Municipalidades que expresamente le otorga
el artículo 68º, inciso 7) de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 23853, es precisamente la de
otorgar licencias de apertura de establecimientos comerciales e industriales y de actividades
profesionales, y controlar su funcionamiento de acuerdo a lo estipulado en las licencias
respectivas.
El Juez del Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha seis de agosto de mil
novecientos noventa y seis, declara fundada la acción de amparo; por consiguiente inaplicable la
Resolución Nº 471-96-RASS, emitida por la Municipalidad Distrital de Santiago Surco-Lima. Aduce
que se estaría atentando contra la seguridad y estabilidad que requieren los inversionistas, la
misma que es promovida y protegida por el Estado, conforme lo señala en la Constitución, en sus
artículos cincuentiocho y cincuentinueve, y que a la demandada no se le permitió su derecho de
defensa.
FUNDAMENTOS:
2.Que, si bien es cierto del examen de autos aparece que la empresa demandante no agoto la vía
administrativa, también lo es que habiéndose ejecutado la resolución municipal cuestionada, es de
aplicación la excepción prescrita en el inciso 1º del artículo 28º de la Ley Nº 23506;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren la
Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
No procede la acción cuando, en uso de sus facultades, la Municipalidad clausura un grifo y deja
sin efecto la licencia municipal a éste conferida, en razón a que no tenía código vigente, conforme
al listado de la Dirección Regional de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas.
Expediente 418-97-AA/TC-Chiclayo
Chiclayo
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Luis Fernando Balarezo Jaime contra la Resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas
ciento treinta y tres, de fecha veintiocho de abril de mil novecientos noventa y siete, que declaró
improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Don Luis Fernando Balarezo Jaime interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Chiclayo, para que se declare inaplicable para su caso la Resolución
de Alcaldía Nº 1700-96-MPCH/A del dos de octubre de mil novecientos noventa y seis, mediante la
cual se dispone la clausura definitiva del grifo «El Porvenir» ubicado en la calle Simón Bolívar Nº
632 de la Urbanización El Porvenir, asimismo, deja sin efecto legal la Resolución Municipal Nº
1467-92-MPCH/A del veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y dos, que autorizaba su
funcionamiento.
Sostiene el demandante que es propietario del grifo en referencia, el mismo que venía funcionando
desde el año de mil novecientos noventa y dos; refiere que la Resolución Municipal cuestionada no
ha sido sustentada técnicamente, sino que ésta se ha basado en los Oficios Nºs. 364-95-
RENOM/DREM, y 521-95-RENOM/DREM, mediante los cuales la Dirección Regional de Energía y
Minas, comunica al Concejo Provincial de Chiclayo, que el puesto de venta de combustibles, grifo
«El Porvenir», no cumplió con adecuarse a las normas establecidas y que su Código ha sido
anulado de los Registros del Ministerio, por lo que la Municipalidad dejó sin efecto la Licencia
Municipal de Funcionamiento y procedió a la clausura o reubicación, y en los que se da cuenta que
el demandante ha iniciado una acción judicial contra el Director de Energía y Minas y que es
necesario que su representada disponga que se defina la procedencia o no del otorgamiento de la
Licencia de Construcción, respectivamente, a pesar de que el demandante tiene un proceso sobre
Acción de Amparo con la Dirección Regional de Energía y Minas, por cuanto se había dispuesto el
cierre del grifo de su propiedad.
El Juez del Juzgado Transitorio Civil de Chiclayo, a fojas ciento cinco, con fecha veinte de enero de
mil novecientos noventa y siete, declaró fundada la demanda por considerar, principalmente, que
en el caso de autos, la presente acción está dirigida contra la Resolución Administrativa Nº 1700-
96-MPCH/A, del dos de octubre de mil novecientos noventa y seis, en la que se resuelve la
clausura del grifo de propiedad del demandante, ubicado en la calle Simón Bolívar de la
urbanización El Porvenir, dejándose sin efecto legal su autorización de funcionamiento, otorgada
con fecha veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y dos. Que la demandada no ha tomado
en cuenta el Expediente Nº 7124-94, ni lo que dispone el reglamento para licencias de
construcción, Decreto Supremo Nº 004-80-VC.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, a fojas ciento treinta y tres,
con fecha veintiocho de abril de mil novecientos noventa y siete, revocando la apelada declaró
improcedente la demanda, por estimar que aparece de autos que el grifo "El Porvenir» propiedad
del demandante no cuenta con isla para surtidor y está ubicado en un establecimiento con área de
cuatro metros cuadrados, por tres, sin accesos de entrada y salida, y los tanques se encuentran
enterrados bajo edificaciones en la vía pública; que, siendo así, el Municipio demandado, al
ordenar la clausura del grifo "El Porvenir" y dejar sin efecto la Licencia Municipal N" 1467, ha
procedido en uso de sus facultades y en resguardo de Ia vida e integridad de las personas y de la
propiedad, frente al grave e inminente peligro de consecuencias desastrosas, siendo irrelevante la
alegación de estar en trámite el expediente de licencia de construcción del local para los fines de la
acción interpuesta. Contra esta Resolución, el demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las acciones de garantía proceden en los casos en que se violen o amenacen los derechos
constitucionales por acción o por omisión de actos de cumplimiento obligatorio, conforme lo
establece el Artículo 2º de la Ley Nº 23506(1), concordante con el Artículo 200º inciso 2) de la
Constitución Política del Estado(2).
4. Que, la municipalidad demandada, al ordenar Ia clausura del grifo «El Porvenir», y dejar sin
efecto la Licencia Municipal Nº 1467, ha procedido en uso de sus facultades, en cumplimiento de
las disposiciones de carácter técnico dispuestas en el Reglamento aprobado por Decreto Supremo
Nº 053-93-EM, en resguardo de la vida e integridad de las personas y de la propiedad, por el grave
e inminente peligro que suponen estas inadecuadas instalaciones; en consecuencia, no se ha
conculcado el derecho a la propiedad que alega el demandante.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la Resolución expedida por Ia Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas ciento treinta y tres, su fecha veintiocho de abril de mil novecientos
noventa y siete, que revocando la apelada declaróIMPROCEDENTE la Acción de Amparo. Dispone
la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los
actuados.
«... que, si bien es cierto que la Resolución N° 437-91 no dispone la clausura del local de la
demandante [Compañía Minera "Los Mantos" S.A.] no es menos cierto que cuando la emplazada
ejecutó la medida de clausura contra la empresa CONLASA S.A., sin previa delimitación del
espacio físico [por funcionar ambas empresas en el mismo local]... impidió el desarrollo de las
actividades comerciales de la empresa "Los Mantos" S.A.»
Exp. N° 243-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Ricardo Vidalón Pareja y doña María del Carmen de Abril de Vivero, accionista de la
Compañía Minera Los Mantos S.A. interponen acción de Amparo contra la Superintendencia de
Banca y Seguros, por violar su derecho de ejercer libremente su trabajo. Señalan los accionistas,
que la Superintendencia de Banca y Seguros por Resolución Nº 437-91, publicada el 6 de agosto
de 1991, en errónea aplicación, de la atribución contenida en el artículo 17º del Decreto Legislativo
Nº 637, "Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros", sancionó a la
empresa CONLASO S.A., y ordenó la clausura del local sito en Jirón Roma Nº 370, distrito de
Miraflores, donde opera la mencionada empresa. En este local funciona también la Compañía
Minera Los Mantos S.A., hecho que ha sido reconocido por la Superintendencia de Banca y
Seguros en la misma resolución, y contra la cual no se dictó ninguna medida de clausura, pues no
es parte de las investigaciones, ni ha sido intervenida por la Superintendencia de Banca y Seguros
o por el Poder Judicial. En consecuencia, constituye una violación a su derecho de ejercer
libremente su trabajo, el que tenga que sufrir los efectos de la clausura dispuesta por la
Superintendencia de Banca y Seguros contra otra empresa, por cuanto la institución demandada
pudo determinar cual es el espacio físico que ocupa la empresa CONLASO S.A., y clausurar sólo
esa oficina.
El Procurador Público Ad-Hoc, encargado de los asuntos judiciales de la Superintendencia de
Banca y Seguros, contesta la demanda solicitando que la misma sea declarada improcedente,
fundamentándose en que el artículo 17º del Decreto Legislativo Nº 637, dispone que ninguna
persona natural o jurídica que carezca de autorización, puede dedicarse al giro propio de las
empresas bancarias, y en especial a captar o recibir en forma habitual dinero del público. Por lo
cual, de acuerdo a la Tercera Disposición Transitoria del Decreto Legislativo mencionado, se
inspeccionó a la empresa CONLASO S.A., que operaba en el Jr. Roma Nº 370. - Miraflores;
habiéndose establecido que dicha empresa estaba infringiendo el dispositivo señalado, al captar
fondos del público, razón por la que se procedió a la clausura del local y a efectuar la denuncia
penal correspondiente. En consecuencia, la Resolución Nº 437-91, dispone la clausura del local
donde opera la empresa CONLASO S.A. para impedir que los responsables de la dirección y
administración de los negocios continúen ilegalmente captando dinero del público; cumpliendo así
la Superintendencia de Banca y Seguros con el mandato constitucional y una norma de interés
público.
El Procurador Público señala que la empresa infractora en todos sus documentos, inclusive en los
dirigidos a la Superintendencia, en el membrete se indica como su dirección Jr. Roma Nº 370.
-Miraflores, sin hacer distingo que sólo ocupan una oficina o habitación de ese local, situación que
ha sido verificada por el juez del Trigésimo Noveno Juzgado de Instrucción de Lima, en la
diligencia de inspección ocular en la Instrucción Nº 274-91. En consecuencia, este juzgado ha
tomado jurisdicción respecto de la situación del inmueble, por lo cual de conformidad con el artículo
6º inciso 2 de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus y Amparo", no procede esta acción.
El Vigésimo Octavo Juzgado Civil de Lima, por sentencia de fecha treinta de setiembre de mil
novecientos noventa y uno, declaró fundada la acción, al considerar que la Superintendencia de
Banca y Seguros debió ejecutar la Resolución Nº 437-91, sin perjuicio del desarrollo de las
actividades laborales de la Compañía Minera Los Mantos S.A.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución Nº 1377, de fecha
veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y dos, revocó la sentencia de primera instancia, al
considerar que no existe violación de derechos constitucionales por que la compañía clausurada es
la empresa CONLASO S.A. y no la actora.
FUNDAMENTOS:
Que, por escrito de fecha once de diciembre de mil novecientos noventa y siete presentado por la
actora se adjunta copia de la resolución emitida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia
de la República, su fecha doce de diciembre de mil novecientos noventa y seis, mediante la que se
declara Haber Nulidad en la sentencia de vista en el extremo que condena a Jesús Alberto Vidalón
Duarte, Jesús Alberto Vidalón Pareja y Silvia Maritza Carbajal Pareja, por delito contra el Orden
Financiero y monetario en agravio de la Superintendencia de Banca y Seguros, absolviéndolos.
Que, en el Oficio Nº 388-98, emitido por la Superintendencia de Banca y Seguros se indica que la
Resolución Nº 437-91 no ha sido dejada sin efecto; que, en el propio texto de la Resolución
mencionada la Superintendencia de Banca y Seguros reconoce que en el local clausurado también
funciona la empresa demandante; que, la empresa sancionada CONLASA S.A. y la actora "Los
Mantos" S.A. son personas jurídicas distintas; que, si bien es cierto que la Resolución Nº 437-91
no dispone la clausura del local de la demandante no es menos cierto que cuando la emplazada
ejecutó la medida de clausura contra la empresa CONLASA S.A., sin previa delimitación del
espacio físico utilizado por la empresa sancionada, impidió el desarrollo de las actividades
comerciales de la empresa "Los Mantos" S.A.; Que, la medida de clausura dispuesta por la
Superintendencia de Banca y Seguros debió ejecutarse sin perjuicio del normal funcionamiento de
la empresa demandante.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
ACCION DE AMPARO
Expediente 796-97-DP
Sentencia
Resolución Nº 250
VISTOS; de conformidad con lo opinado por la señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas
doscientos sesentisiete y doscientos sesentiocho; por los fundamentos de la recurrida; y,
CONSIDERANDO Además: Primero.- Que, la accionante peticiona tutela jurisdiccional, a fin de que
no se le acote, cobre ni afecte con el Impuesto Selectivo al Consumo en los términos dispuestos
por los apartados a) y b) del Artículo 11º del Decreto Supremo Nº 095-96-EF en cuanto fija el
quince por ciento de la Unidad Impositiva Tributaria como monto de este impuesto para las
máquinas tragamonedas y otros aparatos electrónicos, afirmando que dicho monto deviene en
confiscatorio por cuanto absorbe parte sustancial de la renta del contribuyente, por ende solicitan
su inaplicación por resultar incompatible con la Constitución Política y el Código Tributario;
Segundo.- Que, dentro de este contexto, se tiene que la demanda resulta amparable por cuanto la
inaplicación del Decreto Supremo Nº 095-96-EF es perfectamente factible de conformidad con lo
normado en el Artículo tercero de la Ley Nº 23506,(1) concordante con el Artículo quinto de la Ley
Nº 25398,(2) razón por la cual la Excepción de Incompetencia propuesta por el Procurador Público
del Ministerio de Economía y Finanzas deviene en improcedente, asimismo la excepción de falta
de agotamiento de las vías previas debe desestimarse, en razón de que en el presente caso no se
encuentra regulada, siendo de aplicación lo señalado en el inciso tercero del Artículo 28º(3) de la
acotada Ley de Hábeas Corpus y Amparo, y en relación a la Excepción de Caducidad, tratándose
de un impuesto de periodicidad mensual debe considerarse lo dispuesto en el parágrafo del
Artículo 26º de la Ley Nº 25398(4) ; Tercero.- Que, para resolver esta causa, el Colegiado advierte
que al haberse fijado tasas y la alícuota del Impuesto Selectivo al Consumo en quince por ciento de
la Unidad Impositiva Tributaria para cada máquina tragamonedas, mediante el Decreto Supremo
Nº 095-96-EF y no mediante Ley o Decreto Legislativo, es evidente que con la expedición de dicho
Decreto Supremo se contraviene lo dispuesto en el Artículo 74º de la Constitución y el Artículo
cuarto del Título Preliminar del Código Tributario; el cual prescribe que los tributos se crean,
modifican o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente por ley o por Decreto
Legislativo en caso de delegación de facultades; por estos fundamentos; CONFIRMARON la
sentencia apelada de fojas ciento setentiuno a ciento setentiocho su fecha trece de octubre de mil
novecientos noventisiete, por la que se declara INFUNDADAS las Excepciones de Incompetencia,
de Falta de Agotamiento de la Vía Previa y de Caducidad, y FUNDADA la demanda incoada a fojas
cincuentiuno y siguientes; consecuentemente INAPLICABLE a la empresa INVERSIONES HOBBY
SOCIEDAD ANONIMA los incisos a) y b) del Artículo 11º del Decreto Supremo Nº 095-96-EF del
veintisiete de setiembre de mil novecientos noventiséis; y estando a que la presente resolución
sienta precedente de observancia obligatoria; MANDARON: que consentida y/o ejecutoriada que
sea se publique en el Diario Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.
MUÑOZ SARMIENTO
INFANTES MANDUJANO
GONZALES CAMPOS
Exp. Nº 796-97-DP
Resolución Nº 251
Daño irreparable
Exp. N° 873-97-AA/TC
Ucayali
Edinson Ríos Paredes
En Iquitos, a lo veintitres días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad interpuesto por don Edinson Ríos Paredes contra la Resolución de la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, su fecha diecinueve de mayo de mil novecientos
noventa y siete, que confirmó la sentencia del Juzgado Especializado en lo Civil de la Provincia de
Coronel Portillo, su fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, que declaró
improcedente la acción de amparo contra la Dirección Regional de Educación de Ucayali.
ANTECEDENTES:
Don Edinson Ríos Paredes, con fecha cinco de diciembre de mil novecientos noventa y seis,
interpone Acción de Amparo contra la Dirección Regional de Educación de Ucayali, representada
por su Director Regional, don Edilberto Ruiz Dávila, y a fin de que se anule la Resolución Ejecutiva
Regional N° 0143-96-CTARU-P, de fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis, y
se le reponga en su trabajo de profesor; sostiene el demandante, que es profesor por horas del
Colegio Estatal "Coronel Pedro Portillo" de Pucallpa, habiendo laborado en forma ininterrumpida y
estable en la especialidad de Historia y Geografía, pero que por Resolución Directoral Nº 00081,
del treinta de enero de mil novecientos noventa y seis, la misma que le fue notificada el nueve de
abril del mismo año, la Dirección Regional de Educación le abre proceso disciplinario
procedimiento en el cual el demandado hizo sus descargos, pero el trece de agosto de mil
novecientos noventa y seis, la Dirección Regional de Educación expide la Resolución Nº 00631,
por el cual le reasignan en su cargo resolviendo y ordenando que ocupe el de profesor por horas
en la especialidad de Historia y Geografía en Colegio Agropecuario "Ega" del Caserío de Ega, Area
de Ejecución Regional; que apelada dicha resolución, y debiéndose pronunciar la autoridad
administrativa si esta reasignación es procedente o no, se expide la Resolución Ejecutiva Regional
Nº 0143, de fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis, por la cual se le separa
temporalmente del cargo de profesor, con lo cual se le desconoce sus derechos laborales
reconocidos en la Constitución vigente.
A fojas setenta y dos, la entidad emplazada contesta la demanda, señalando, principalmente que "
cabe indicar que el demandante tenía expedito su derecho para que lo haga valer en la forma que
dispone la ley, esto es, de acuerdo a lo normado en los artículos 97°, inciso c), y 100° del D.S. N°
02-94, Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimientos Administrativos, todo por el contrario en
flagrante contravención, interpone la presente acción contraviniendo lo ordenado en el artículo 114°
del acotado cuerpo legal".
A fojas noventa y seis, la sentencia de Primera Instancia, su fecha treintiuno de marzo de mil
novecientos noventa y seis, declara improcedente la demanda, por considerar, principalmente, que
no es idónea la acción de amparo para resolver la titularidad del derecho del demandante, por
cuanto sería necesario analizar las pruebas de cargo y de descargo ofrecidas en el proceso
administrativo disciplinario al que hace referencia, para determinar si cometió alguna falta
disciplinaria que deba ser objeto de alguna sanción prevista en la ley.
A fojas ciento treinta y seis, la resolución de Vista, su fecha diecinueve de mayo de mil novecientos
noventa y siete, confirma la apelada que declaro improcedente la acción de amparo.
Interpuesto Recurso de Nulidad que debe ser entendido como Recurso Extraordinario, los autos
son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41° de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
2. Que, la acotada resolución ejecutiva regional, fue expedida con fecha cuatro de noviembre
de mil novecientos noventa y seis, e impuso al demandante la separación temporal en el servicio
hasta por un año como profesor por horas del Colegio "Coronel Pedro Portillo" de Pucallpa;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constittución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la resolución de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, su fecha
diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y siete, que confirmó la sentencia del Juzgado
Especializado en lo Civil de la Provincia de Coronel Portillo, su fecha treinta y uno de marzo de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo, y reformándola
declara que carece de objeto pronunciarse sobre el asunto controvertido por haberse producido la
sustracción de la materia. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial "El
Peruano"; y la devolución de los actuados.
RESOLUCION 7
novecientos noventidós
VISTOS; Resulta de autos que por escrito de fojas ocho, la Federación de Trabajadores
Ferroviarios del Perú, amparada en lo dispuesto en los artículos primero y tercero de la ley
veintitrés mil quinientos seis(1), concordando con el artículo doscientos noventicinco, párrafos
segundo y tercero de la Constitución del Estado(2), interponen acción de amparo contra la
Empresa Nacional de Ferrocarriles Sociedad Anónima, así como contra el Procurador General de
la República encargado de los asuntos de la Presidencia del Consejo de Ministros y el Procurador
General de la República encargado de los asuntos del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, a fin de que repongan sus derechos violados y amenazados de violación a su
estado anterior, es decir cautelar sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral y al de
permanencia de sus organismos sindicales, declarando la inaplicabilidad del Decreto Supremo
número cero-cuarentiuno-noventiuno-TC por ser violatorio de los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución. Fundamenta su demanda en el hecho de que con fecha seis de
noviembre de mil novecientos noventiuno, el Gobierno ha publicado en el diario oficial "El
Peruano", el Decreto Supremo cero cuarentiuno- noventiuno-TC, por el cual se declara en estado
de emergencia a la Empresa Nacional de Ferrocarriles, ENAFER SOCIEDAD ANONIMA por el
término de ciento ochenta días de conformidad con lo que dispone en su artículo primero,
facultando a su directorio, entre otros, a la de racionalizar el personal, así como vender los activos
de la empresa con el objeto de constituir un fondo a emplearse en el pago de los beneficios del
personal racionalizado. Faculta asimismo a que el Directorio proceda a solicitar a la autoridad de
trabajo la autorización para la reducción de personal. Corrido traslado de la demanda a los
demandados, éstos en primer término a fojas catorce, doña Hilda Córdova Caballero, Procurador
Público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Legislativo, Poder Judicial, Presidencia del
Consejo de Ministros, Jurado Nacional de Elecciones, absuelve el trámite, negando y
contradiciendo la demanda, en razón de que está dirigida contra un Decreto Supremo, el cual tiene
carácter general y no individual, solicitando se declare infundada dicha acción de amparo. Que por
escrito de fojas veintidós, la Empresa Nacional de Ferrocarriles Sociedad Anónima la absuelve,
negando y contradiciendo la acción. Seguidamente a fojas veinticinco don Gilberto Carbajal Roas,
Procurador Público a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, absuelve el trámite
solicitando se declare infundada la demanda por las razones que expone. Vencido el término legal
la presente causa se encuentra en estado de expedirse la siguiente sentencia; y,
CONSIDERANDO: a que, la acción de amparo es una suprema garantía que se interpone contra la
vulneración o amenazas cometidas por cualquier autoridad, funcionario o persona, salvaguardando
la dignidad y los derechos humanos, reconocidos por la Constitución y, por lo tanto es una
posibilidad para acometer contra los excesos de poder o arbitrariedades o abusos, reparando
cuando menos los daños a inferirse en su oportunidad, previstos en la ley veintitrés mil quinientos
seis; que, en el presente caso, no se da cl presupuesto legal acotado, toda vez que la demandante
en el fondo lo que pretende es cuestionar la validez del Decreto Legislativo número seiscientos
noventa, dado por el Supremo Gobierno mediante la delegación de facultades legislativas
otorgadas por el Congreso de la República, mediante la ley veinticinco mil trescientos veintisiete, el
mismo que tiene su propio mecanismo de control; que cuando los derechos fundamentales de la
persona humana, diferentes a la libertad individual, son amenazados, para ese único caso está
prevista la acción de amparo contenida en la ley veintitrés mil quinientos seis, artículo veinticuatro y
sus incisos(3), además que los propios accionantes no han tipificado el derecho constitucional que
se estaría vulnerando y que se encuentran descritos en los veintidós incisos del artículo
veinticuatro de la referida ley veintitrés mil quinientos seis, por cuyas consideraciones, FALLO:
declarando improcedente la demanda de fojas ocho; sin costas. Notificándose a las partes y
publíquese por el término de ley en el diario oficial "El Peruano"".
EXP. 807-92
VISTOS; interviniendo como Vocal Ponente el Señor Castillo Elías; por sus fundamentos; de
conformidad con el dictamen fiscal de fojas cuarentiuno; CONFIRMARON la sentencia apelada de
fojas treinta a treintiuno, su fecha veintiocho de febrero del año en curso, que declara improcedente
la demanda de fojas ocho; con lo demás que contiene; y los devolvieron.-
GIUSTI ACUNA
QUIROGA LEON
CASTILLO ELIAS
EXP. 229-93
SS.
CASTILLO C.
BUENDIA G.
SANCHEZ PALACIOS P.
FALCONI S.
ROMAN S.
Toso Arcaya, Secretario.
Declaración de pensionistas
Los demandantes en la demanda, afirman que vienen percibiendo sus pensiones en forma normal,
por lo tanto no es pertinente solicitar la declaración de pensionistas.
Expediente 215-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Gildo Chang Granda, contra la resolución de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de fecha veinticuatro de febrero de mil novecientos
noventitrés que declara Haber Nulidad en la sentencia de vista fechada el veintisiete de enero de
mil novecientos noventidós que confirmando la apelada declara fundada la Acción de Amparo
interpuesta contra la Empresa Nacional de Puertos Sociedad Anónima, reformando la de vista y
revocando la apelada declaran improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Gildo Chang Granda, Alipio Narvaez Seminario, Augusto Bellido Aragón, Carlos Raygada Reyes,
Miguel Machado Cabello, Orestes Aliaga Zegarra, Miguel Flores Nobesell, Guillermo Vela Lozano,
Julio Jordán Reyna, Oscar Siles Manrique, Alberto Benavides Balbín, María Quintanilla Vda. de
Pujazón, Federico Galboni Barrios, Teresa Meléndez Vda. de Patiño Patroni, Dora Mory Vda. de
Garro, César Lezameta Bizzetti, Enrique Almandos Acosta, César Macher Medina, César Francis
Urresti, Carlos Cicala Motta, Luis Zuzunaga Miranda, Enrique Castillo Jordán, Laura Espinoza
Vasconez, Carlos Bazo Edgar, Nicolaza Bermudez López de Vásquez, Sebastián Onetto del
Castillo, Obdulio La Serna Portilla, José Linares Alfaro, Enzo Fiorini Gionti, Carlos Hernández
Alfaro, Alberto Medina Ponce, Orlando Bertalmio Bonilla, Carlos Reyes Roca, Abelardo D'angelo
Cobos, Víctor Ezeta Márquez, Daniel Palacios Perauna, Jorge Gamboa Russi y Ernesto Carrero
Linares en su calidad de ex-trabajadores de la Empresa Nacional de Puertos Sociedad Anónima,
son pensionistas del Régimen de Pensiones de la Ley Nº 20530, las mismas que se les venía
pagando normalmente con sus nivelaciones y todo; pero es el caso que el día quince de abril de
mil novecientos noventiuno, se les pagó su pensión en forma normal pero sin hacer efectivas las
nivelaciones en la misma proporción que habían sido incrementadas las remuneraciones de los
Funcionarios Ejecutivos de similares cargos. Por lo que interponen esta demanda solicitando:
b. Que, ENAPU S.A. cumpla con disponer la inmediata nivelación de sus pensiones a partir del
primero de enero de mil novecientos noventiuno con las remuneraciones que perciben los
Funcionarios-Ejecutivos de la mencionada empresa.
c. Que, la Empresa Nacional de Puertos S.A., de conformidad con el Decreto Ley Nº 18839,
continúe abonando las pensiones de Cesantía y Jubilación de los recurrentes, sin topes ni
limitación alguna y que antes, ahora y en el futuro sus pensiones sean niveladas.
También dice que los accionantes no han expresado cuál o cuáles rubros remunerativos
susceptibles de nivelación establecidos en el artículo 5º del indicado Decreto Supremo Nº 0015-83-
PCM les han reducido o no se les viene pagando y que tampoco han accionado respecto a la
inoperancia del artículo 292º de la Ley Nº 25303 de Presupuesto, que establece la prohibición de
que las pensiones del Estado excedan a la remuneración total del funcionario administrativo de
mayor nivel del sector, en este caso, el Viceministro de Transporte. Finalmente, en cuanto solicitan
se ordene el cese de la amenaza de suspender las pensiones, considera el demandado que es una
atrevida pretensión, ya que la demandada no ha adoptado disposición alguna que suponga
amenaza de suspender pensiones. Termina solicitando se desestime la Acción.
El Juzgado de Primera Instancia falla declarando fundada la demanda, que es confirmada por la
Primera Sala Civil de Lima, interponiendo recurso de nulidad el Procurador Público, la Sala de
Derecho Constitucional y Social resuelve declarando improcedente la Acción. De la que interpone
Recurso de Casación la demandada, que se entiende como Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Que, los demandantes solicitan a que «ENAPU S.A.» cumpla con disponer la inmediata nivelación
de nuestras pensiones a partir del 1 de enero de 1991 con las remuneraciones que perciben los
funcionarios ejecutivos de la mencionada empresa que desempeñan cargos similares o
equivalentes a los que ejercían los recurrentes», argumentando la parte demandada que por
mandato expreso del artículo 292º de la Ley Nº 25303 Anual del Presupuesto correspondiente al
año 1991, no podía accederse a su petición.
Que, contra este artículo 292º de la Ley Nº 25303 Anual de Presupuesto del Sector Público para
1991, se interpuso demanda de inconstitucionalidad por veintiún Senadores de la República, con
fecha catorce de agosto de mil novecientos noventiuno, ante el Tribunal de Garantías
Constitucionales, el cual por sentencia de fecha dieciocho de diciembre de mil novecientos
noventiuno, la declaró infundada, publicada en el Diario Oficial El Peruano el cinco de enero de mil
novecientos noventidós, cuando la presente causa se encontraba en trámite.
Los demandantes en la demanda, afirman que vienen percibiendo sus pensiones en forma normal,
por lo tanto no es pertinente solicitar la declaración de pensionistas. Tampoco se ha acreditado la
existencia de hechos ciertos e inconfundibles que sean calificados como una amenaza de
suspender el goce de esas pensiones.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. 215-93-AA/TC
VISTA:
La solicitud de aclaración y/o rectificación formulada por don Gildo Chang Granda a la sentencia
recaída en la Acción de Amparo seguida con la Empresa Nacional de Puertos Sociedad Anónima
-ENAPU S.A.- su fecha treinta de junio de mil novecientos noventisiete.
ATENDIENDO:
Por este fundamento, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que su Ley
Orgánica le confiere
RESUELVE:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Debido proceso
... sería totalmente absurdo exigir al demandante el sometimiento a un dispositivo como el que se
señala en el artículo 42º del Decreto Legislativo N° 371... porque en la forma genérica como se
enuncia, no ofrece en lo absoluto las garantías de un debido proceso en el que se determine
quiénes pueden o deben pasar a retiro por la causal de renovación...
Expediente 258-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Agrega que no puede invocarse como fundamento el artículo 42º de la Ley de Bases de las
Fuerzas Policiales, ya que dicho dispositivo regula de manera distinta el pase al retiro por
renovación, ya que la propuesta del Director General de la Policía Nacional como momento inicial
de dicho proceso debe sustentarse en la opinión de una Comisión Evaluadora creada conforme a
la Directiva Nº 49-DGPNP-DIPER, posteriormente y luego de producida la propuesta corresponde
al oficial propuesto solicitar ineludiblemente su pase al retiro por renovación y dentro de dicho
contexto, se puede dar, o la reclamación administrativa mediante reconsideración o solicitar el
propuesto, la licencia de tres meses para adecuarse a la vida civil, opciones que los demandados
no han respetado.
Solicita por consiguiente el demandante, que se declare nula e inaplicable para su caso, la
Resolución Suprema cuestionada y consecuentemente se le reponga en el Grado de Coronel PNP
y en la función que venía desempeñando al momento de expedirse la inconstitucional resolución.
De fojas cincuenta y cuatro a cincuenta y cinco y con fecha nueve de agosto de mil novecientos
noventa y uno el Décimo Juzgado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando fundada la
demanda principalmente por considerar: Que el artículo 42º del Decreto Legislativo Nº 371 es una
norma genérica que aún no se encuentra reglamentada por lo que continúa aún vigente el Decreto
Ley Nº 21963, que establece como condición para pasar al retiro por renovación un número de
años en el grado, siendo este último dispositivo, complementario del primero y no incompatible;
Que el actor no se opone a la renovación de cuadros sino que reclama porque aquella se realice
conforme a ley y con racionalidad, habiendo demostrado que efectivamente la Resolución Suprema
Nº 197-91 dispone su pase al retiro teniendo una antigüedad de solo un año y tres meses, periodo
anterior en el cual había sido objeto de evaluación positiva que lo hizo merecedor del grado de
Coronel; Que la facultad constitucional del Jefe de Estado para organizar las Fuerzas Armadas y
Policiales se encuentra limitada a la observancia de las leyes y reglamentos conforme al artículo
274º de la Constitución, lo que precisamente previene que los actos de gobierno se transformen en
arbitrarios e irracionales, no habiendo manifestado nada el defensor de los intereses del Estado
sobre la existencia o no de una Comisión que haya evaluado las condiciones personales del actor
por lo que el Juzgador debe colegir que no se ha realizado tal selección técnica o que las
verdaderas razones de la decisión se mantienen ocultas, quedando demostrado, en cualquiera de
ambos casos, que la resolución cuestionada no ha sido emitida con una discreción técnica sino en
razón de la diferencia de las personas, lo que vulnera la garantía constitucional de la igualdad; Que
dicha arbitrariedad ha transgredido el orden jurídico, y las leyes y reglamentos que norman el retiro
por renovación, vulnerándose además la igualdad y la estabilidad en el trabajo que se encuentran
protegidas por la Constitución, norma que tiene supremacía frente a cualquier otra de grado
inferior, siendo necesario que el Poder Judicial asegure el principio de supremacía constitucional y
propenda a la paz social en Justicia.
Interpuesto recurso de apelación por el Procurador del Ministerio del Interior, los autos son
remitidos a la Sexta Fiscalía Superior en lo Civil para efectos de la vista correspondiente y
devueltos éstos, con dictamen que se pronuncia porque se revoque la apelada y se declare
infundada la demanda, la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, a fojas setenta
y cuatro y setenta y cuatro vuelta y con fecha veintisiete de julio de mil novecientos noventa y dos,
revoca la sentencia apelada y declara improcedente la demanda, fundamentalmente por
considerar: Que el artículo 42º del Decreto Legislativo Nº 371 establece que con el fin de procurar
la renovación constante de los cuadros de las Fuerzas Policiales, el Director General de las
mismas propondrá por una vez al año al Ministerio del Interior, una relación de invitados a solicitar
ineludiblemente su pase a la situación de retiro. Este procedimiento de invitación alcanza a todo el
personal policial y de servicio de las Fuerzas Policiales; Que en observancia de la precitada norma,
se expidió la Resolución Suprema cuestionada, que pasa al demandante a la situación de retiro,
tomando en cuenta la propuesta formulada por el Director General de la Policía Nacional del Perú,
lo que supone que se dio en cumplimiento estricto a lo dispuesto en la citada Ley de Bases de las
Fuerzas Policiales, no habiéndose conculcado ningún derecho constitucional.
Interpuesto recurso de nulidad por el demandante contra esta resolución, los autos son remitidos a
la Fiscalía Suprema en lo Contencioso Administrativo para efectos de la vista correspondiente, y
devueltos estos con dictamen que se pronuncia por que se declare no haber nulidad en la
sentencia de vista, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República, con fecha
veintiséis de abril de mil novecientos noventa y tres, declara no haber nulidad en la sentencia de
vista que revoca la apelada y declara improcedente la acción.
Contra esta resolución, el demandante interpone recurso de casación; por lo que de conformidad
con los dispositivos legales vigentes se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, como fluye de los autos, el demandante justifica su reclamo, principalmente en el entendido,
que con la Resolución Suprema Nº 0197-91-IN/PNP del veintisiete de marzo de mil novecientos
noventa y uno, se transgrede sus derechos constitucionales como Coronel de la Policía Nacional
del Perú, pues no obstante haber tenido solo una antigüedad de un año y tres meses en su grado,
se le ha pasado al retiro por una pretendida renovación de cuadros básicamente sustentada en el
artículo 42º del Decreto Legislativo Nº 371 o Ley de Bases de las Fuerzas Policiales (actualmente
Policía Nacional) del cuatro de febrero de mil novecientos ochenta y seis.
Que, según el texto expreso del dispositivo antes referido, "Con el fin de procurar la renovación
constante de los cuadros de las Fuerzas Policiales, el Director General... propondrá por una vez al
año al Ministerio del Interior, una relación de invitados a solicitar ineludiblemente su pase a la
Situación de retiro. La lista definitiva será establecida mediante Resolución Suprema. Este
procedimiento de invitación alcanza a todo el personal policial y de servicios de las Fuerzas
Policiales".
Que, como se infiere del dispositivo glosado, la renovación de cuadros, si bien es una potestad
indiscutible, la misma sin embargo, no ha sido adecuadamente reglamentada, por lo menos desde
la perspectiva que se pretende otorgarle, esto es, como aplicable a todos y cada uno de los
integrantes de las Fuerzas Policiales, hoy Policía Nacional, por cuanto, en ningún momento
contempla tal dispositivo, o alguno otro del Decreto Legislativo Nº 371, el modus operandi o los
requisitos para pasar a retiro a un Oficial Superior o Subalterno o de Servicios.
Que por el contrario, para la fecha en que se expide la Resolución Suprema Nº 0197-91-IN/PNP
cuestionada por el demandante, se encontraba plenamente vigente, el Decreto Ley Nº 18081 o Ley
de Estatuto Policial cuyo artículo 36º disponía que "Con el fin de procurar la renovación constante
de los Cuadros de Oficiales Policías y de Servicios, cuando eventualmente, durante el curso del
año no se produzcan por las causales de cesación definitiva mencionada en el artículo 29º, el
número de vacantes que se estimen necesarias para las diferentes jerarquías, en función del buen
servicio, serán invitados por los respectivos Directores Generales, previa aprobación del Ministro
del Interior, a solicitar, ineludiblemente, su pase a la Situación de cesación definitiva, para cada una
de las Instituciones Policiales... De uno a ocho de los Coroneles de la Guardia Civil, Guardia
Republicana y Sanidad, Inspectores Superiores de la Policía de Investigaciones del Perú, siempre
que tengan en la jerarquía, por lo menos tres años más del tiempo mínimo requerido para el
ascenso. Estos Coroneles o Inspectores Superiores serán designados a propuesta del Consejo de
Investigación de cada Instituto, constituidos en Junta Calificadora".
Que resulta evidente, que si el artículo 36º del Decreto Ley Nº 18081, había previsto expresamente
el modo de proceder en los casos de Renovación de Cuadros, contemplando inclusive la
posibilidad de un debido proceso en el sólo hecho de que exista un Consejo de Investigación al
que incluso se le anteponen los requisitos que deben considerarse para las principales jerarquías,
no puede considerarse que dicha norma haya sido derogada o sustituida por el citado artículo 42º
del Decreto Legislativo Nº 371, por cuanto este último dispositivo es insuficiente, como se dijo
antes, por carecer de adecuada reglamentación.
Que mas bien y al revés de lo dicho, sería totalmente absurdo exigir al demandante el
sometimiento a un dispositivo como el que señala el artículo 42º del Decreto Legislativo Nº 371, y
naturalmente no porque se cuestione la potestad de renovación de cuadros, que ya se dijo, y el
propio demandante lo acepta, es plenamente válida, sino porque en la forma genérica como se
enuncia, no ofrece en lo absoluto las garantías de un debido proceso en el que se determine
quienes pueden o deben pasar a retiro por la causal de renovación, situación que este Colegiado
entiende, es precisamente, la que en el presente caso se ha producido, sin que medie la mas
elemental motivación o racionalidad en la determinación de la situación del afectado en sus
derechos.
Que por último y a mayor abundamiento conviene señalar que este mismo Colegiado, en la causa
Nº 93-95-AA/TC, análoga a la de autos, ha optado por un criterio similar al expuesto, declarando
inaplicable una resolución de efectos generales por contravenir el derecho fundamental al debido
proceso administrativo, situación que en el presente caso, debe ampliarse, conforme al petitorio de
la demanda, por haberse transgredido adicionalmente, los derechos contemplados en los artículos
42º y 48º de la Constitución Política de 1979.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Exp. Nº 258-93-AA/TC
La Solicitud de corrección, entendida como aclaración, formulada por Mario Yrigoyen Ritcher,
abogado del Coronel PNP Silvio Gallardo Gutiérrez, respecto de la sentencia expedida con fecha
doce de noviembre de mil novecientos noventa y siete, en la Acción de Amparo seguida contra el
Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía Nacional del Perú, a los efectos de que se
corrija la parte del fallo en que se determina, el no reconocimiento de haberes durante el periodo
en que no se haya laborado, por desnaturalizar dicho extremo la acción de garantía; y
ATENDIENDO
A que, la sentencia expedida con fecha doce de noviembre de mil novecientos noventa y siete,
declara fundada la demanda de amparo interpuesta, inaplicable la Resolución Suprema Nº 0197-
91-IN/PNP del veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y uno y la reincorporación del
demandante al servicio activo en la función que venía desempeñando al momento de expedirse la
resolución que lo cesa, sin reconocimiento de haberes durante el período en que no haya laborado.
A que, la decisión de no reconocer haberes responde a la línea jurisprudencial definida por este
Tribunal, en el sentido de que solo puede ser de abono el trabajo efectivamente realizado, situación
que no ocurre en el caso del demandante, desde que como el mismo lo reconoce, fue pasado al
retiro mediante la resolución cuya inaplicación solicitó.
A que en todo caso, la disposición de este Colegiado respecto del no reconocimiento de haberes,
no significa bajo ningún punto de vista, ni que haya sido ilegal la percepción de una pensión
provisional por parte del demandante, ni tampoco, que éste se encuentre en la obligación de
devolver el monto correspondiente a la referida pensión durante el tiempo no laborado, sino y
exclusivamente, el no reintegró de las remuneraciones ordinarias que dejó de percibir en el período
comprendido entre la fecha de su cese y la fecha en que éste Tribunal lo reincorpora.
RESUELVE
Declarar sin lugar la solicitud de corrección, entendida como aclaración, formulada por Mario
Yrigoyen Richter, abogado del Coronel PNP Silvio Gallardo Gutiérrez, especificando sin embargo,
que el demandante no se encuentra en la obligación de devolver el monto de la pensión provisional
que percibió durante el período no laborado.
Exp. Nº 258-93-AA/TC
VISTA
ATENDIENDO
A que, el texto de la sentencia expedida por este Colegiado con fecha doce de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, es suficientemente explícito en sus alcances, respecto de los
derechos reclamados por el demandante y de la tutela, que, por consiguiente, se les otorga.
A que la parte resolutiva de la antes citada sentencia contiene un mandato a las autoridades
emplazadas que no puede cuestionarse, resultando obvio, que cualquier medida que ratifique los
actos cuestionados durante el proceso es totalmente inválida.
RESUELVE
Declarar sin lugar la solicitud de aclaración formulada por Silvio Alejandro Gallardo Gutiérrez.
Debido proceso
«... si... es un derecho de todo trabajador sometido a proceso de evaluación, el ser informado
acerca de los resultados de la misma, no puede invocarse como presunta prerrogativa de la
administración, el hacer conocer al evaluado del resultado de su evaluación, sólo en los casos en
que se resulta aprobado, ya que ello sería desnaturalizar la coherencia de un régimen que se
supone, debería ser igual para todos los trabajadores...»
Exp. N° 249-96-AA/TC
Callao
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Carlos Edilberto Ochoa Zuloaga interpone Acción de Amparo contra la SUNAD por la
transgresión de sus derechos constitucionales al trabajo, la protección contra el despido arbitrario
y el debido proceso por parte de la entidad demandada, al haber expedido la Resolución de
Superintendencia de Aduanas N° 000018 de fecha diez de enero de mil novecientos noventa y
cinco, notificada el trece de enero de mil novecientos noventa y cinco, y mediante la cual lo cesan
por causal de excedencia.
Afirma que en el año mil novecientos noventa y dos el personal de la SUNAD del cual forma parte
desde el año mil novecientos noventa, fue sometido a una serie de evaluaciones por
reorganización. En dichos exámenes, el suscrito tuvo la más alta de las calificaciones, siendo
nombrado por ello como Técnico II y destacándosele a la Dirección de Personal en mil
novecientos noventa y tres, luego de lo cual fue promovido al Nivel N-10, Técnico Especializado I,
cargo que ocupo hasta producido su cese.
Alega que en este contexto, la Resolución N° 000018 viola flagrantemente sus derechos, al no
observar el artículo Xl de la Directiva N° 01/92-SUNAD-INA-GP, ya que si bien se le sometió
a una evaluación, el resultado de la misma nunca se le hizo conocer. Igualmente se ha
transgredido el Reglamento Interno de Trabajo, cuyo artículo 90° reconoce como derecho de los
trabajadores "... el ser informados acerca de su evaluación por sus calificadores..." y "... hacer por
escrito sus observaciones..."; por lo que al no dársele cumplimiento se le ha privado de su derecho
de defensa, lo que se agrava, si se toma en consideración que conforme al artículo 31° del Decreto
Supremo N° 073-93-EF del primero de mayo de mil novecientos noventa y tres, el personal de
Aduanas se sujeta sin excepción al Reglamento Interno de Trabajo. Así mismo, se han incumplido
los artículos 23° y 24° del Decreto Ley N° 26020, que señala las causales para el término del
vínculo laboral de un trabajador de aduanas y cuáles son las faltas graves que justifican el despido,
no encontrándose en ninguna de ellas el demandante. Por otra parte se ha infringido el artículo 29°
del Estatuto de la Superintendencia Nacional de Aduanas, ya que si bien es un servidor público, su
régimen laboral está sujeto a la Ley N° 4916, como trabajador privado; por lo que sólo puede
destituírsele por causal prevista en la ley. Por último especifica que agotó sus vías previas
conforme a ley. Y Finalmente, pide que se le reponga en su cargo, reintegrándole el monto de sus
remuneraciones dejadas de percibir.
Admitida la acción por el Primer Juzgado Civil del Callao, se dispone su traslado, siendo absuelta
por el Procurador de la Superintendencia Nacional de Aduanas, quien la niega y contradice,
fundamentalmente por considerar: Que, lo que pide el demandante, no es materia del amparo sino
de una demanda laboral de reposición; Que, no existe violación de derechos constitucionales por
cuanto mediante el Decreto Ley N° 26093 se dispuso que los titulares de los Ministerios e
Instituciones Públicas evalúen semestralmente a sus trabajadores de acuerdo a las normas que se
establezcan, precisándose que los servidores que no califiquen serán cesados por causal de
excedencia; Que, en tal virtud, por Resolución de Superintendencia N° 001015 del veintitrés de
agosto de mil novecientos noventa y tres, se dispuso que el personal de aduanas que no califique
la evaluación a que se contrae la Directiva N° 01/92-SUNAD-INA-GP aprobada por Resolución de
Superintendencia N° 000976 del once de agosto de mil novecientos noventa y dos y modificada por
Resolución de Superintendencia N° 000838 del catorce de julio de mil novecientos noventa y tres,
será cesado por causal de excedencia; Que, en el tercer apartado del literal a), numeral 1, punto IX
de la referida Directiva, se establece que el evaluado tiene el derecho a ser comunicado sobre el
resultado de su evaluación, respecto al calificativo obtenido y a saber lo que se espera de él y las
metas o mejoras que debe alcanzar en el futuro, mientras que el literal b) del mismo numeral
establece que es responsabilidad del evaluado lograr una mejor calificación que contribuya a un
mejor rendimiento de su trabajo; por lo que se deduce que el evaluador, en el caso de que el
evaluado haya calificado en la aludida evaluación puede comunicarle sobre el resultado de la
misma y al contrario, no sentirse obligado cuando no lo considere conveniente, además el derecho
a ser informado, presupone que el evaluado haya requerido a la autoridad competente la
información correspondiente, y el accionante en ningún momento hizo dicha solicitud; Que, por
último, el cese del demandante obedece a la causal de excedencia por no haber calificado en el
proceso de evaluación, lo que no puede considerarse arbitrario sino justificado por estar previsto en
una norma con rango de Ley, como el Decreto Ley N° 26093.
A fojas noventa y uno y noventa y dos y con fecha dieciséis de junio de mil novecientos noventa y
cinco, el Primer Juzgado Especializado en lo Civil del Callao, falla declarando infundada la acción,
principalmente por considerar: Que del literal "a", numeral uno, punto noveno de la Directiva N° 01-
92-SUNAD-INA-GP se desprende que no es obligación del empleador comunicarle el resultado de
la evaluación, salvo que esta haya sido aprobada; Que el demandante en ningún momento solicitó
dicho resultado por lo que la demandada no ha incurrido en ninguna omisión; Que tal apreciación,
se corrobora con los documentos de fojas setenta y tres y siguientes a donde se advierte la
conducta deficiente del demandante debido a tardanzas e inasistencias por las que incluso se le ha
sancionado; Que la demandada no ha violado derecho constitucional alguno.
Interpuesto recurso de apelación por el demandante, los autos son remitidos a la Fiscalía Superior
en lo Civil del Callao para efectos de la vista correspondiente, y devueltos estos, con dictamen
que se pronuncia porque se revoque la apelada y se declare fundada la acción, la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia del Callao, a fojas ciento treinta y cinco y con fecha veintiocho de agosto
de mil novecientos noventa y cinco, confirma la resolución apelada, por considerar: Que no en
todos los casos se ha cumplido fielmente con las normas sobre evaluación de personal, de allí que
en algunos, existe pronunciamiento a favor de servidores, casos que sin embargo, no son idénticos
al presente , desde que se trata de un servidor hasta suspendido en sus labores.
Contra esta resolución, el demandante promueve recurso de nulidad, por lo que de conformidad
con el artículo 41° de la Ley N° 26435, y entendiendo dicho recurso como "Extraordinario", se
dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme lo dispone el artículo 1° del Decreto Ley N° 26093 "Los titulares de los distintos
Ministerios y de las Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar
semestralmente programas de evaluación de personal de acuerdo a las normas que para tal efecto
se establezcan", autorizándose a los titulares de dichas entidades "a dictar las normas necesarias
para la correcta aplicación del presente dispositivo, mediante Resolución" estableciéndose
además, en su artículo 2° que "El personal que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo anterior no
califique podrá ser cesado por causal de excedencia".
Que, el Apartado VII de la citada Directiva N° 01/92 estableció en el punto "g" sobre Lineamientos
Generales que "El resultado de la evaluación es de carácter CONFIDENCIAL y sólo tendrán
acceso a ella... los responsables de la calificación, los encargados de administrarla y en lo
individual cada trabajador", dispositivo concordante con el Apartado IX -1, sobre derechos del
evaluado, cuyo tenor establece el de "Ser comunicado, sobre el resultado de su evaluación,
respecto al calificativo obtenido..."
Que, por otra parte, y conforme al artículo 31° del Decreto Supremo N° 073-93-EF que aprobó el
Estatuto de la Superintendencia Nacional de Aduanas, "El personal ... se sujeta sin excepción al
Reglamento Interno de Trabajo...", dispositivo éste último, que, al expedirse mediante Resolución
de Superintendencia N° 0495 del diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y dos, estableció
en su artículo 90° que "... los trabajadores evaluados tienen el derecho de ser informados acerca
de su evaluación por sus calificadores, a hacer constar por escrito sus observaciones, si las
tuvieran y firmar el formato de evaluación respectivo".
Que, por consiguiente, si conforme aparece en el texto expreso de las normas citadas, es un
derecho de todo trabajador sometido a proceso de evaluación, el ser informado acerca de los
resultados de la misma, no puede invocarse como presunta prerrogativa de la administración, el
hacer conocer al evaluado del resultado de su evaluación, solo en los casos en que se resulta
aprobado, ya que ello sería desnaturalizar la coherencia de un régimen que se supone, debería ser
igual para todos los trabajadores, independientemente de la situación que les tocara afrontar,
conforme los resultados de su evaluación.
Que por lo mismo, si como ha quedado acreditado en los autos del presente proceso, el
demandante no fue informado de los resultados de la evaluación a la que se le sometió, y no pudo,
por tanto, coincidir u objetar sus alcances, no cabe la menor duda que la Resolución de
Superintendencia de Aduanas N° 000018 del diez de enero de mil novecientos noventa y cinco, ha
transgredido su derecho al debido proceso, y particularmente su derecho a la defensa, por lo que
es deber de este Colegiado reparar los efectos inconstitucionales que en su momento y conforme
se ha visto, provocó.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley modificatoria N° 26801
FALLA
REVOCANDO la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de fojas
ciento treinta y cinco, su fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, que,
confirmando la resolución apelada de fojas noventa y uno, su fecha dieciséis de junio de mil
novecientos noventa y cinco, declaró infundada la acción. Reformando la de vista y la apelada
declararon FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta y en consecuencia inaplicable al actor la
Resolución de Superintendencia de Aduanas N° 000018 del diez de enero de mil novecientos
noventa y cinco, ordenando a la demandada reponer a don Carlos Edilberto Ochoa Zuloaga en el
cargo que venía desempeñando antes de su cese, sin reintegro de haberes durante el periodo no
laborado. Dispusieron así mismo, la publicación de la presente en el diario oficial "El Peruano" y los
devolvieron.
Debido proceso
«Que, no se ha acreditado en autos que haya existido irregularidad alguna que vicie el referido
proceso de evaluación, que generó el cese del actor, por lo que no habiéndose vulnerado sus
derechos constitucionales invocados, resulta infundada la presente acción de garantía.»
Exp. N° 410-97-AA/TC
Lambayeque.
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Oscar Segundo Torres Alabrin contra la resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha treinta
y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, que confirmó la apelada, declarando
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra la Empresa Municipal de Agua Potable y
Alcantarillado de Lambayeque.
ANTECEDENTES:
Con fecha treinta de octubre de mil novecientos noventa y seis, don Oscar Segundo Torres Alabrin,
interpone Acción de Amparo contra la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de
Lambayeque (EMAPAL), por considerar que se ha violado sus derechos constitucionales
consagrados en los artículos 2º incisos 2), 14) y 15); 22º ,23º, 24º, 26º, 27º 28º, 40º, 51º, 62º, 103º
y 138º de la vigente Carta Política de 1993, solicitando la inaplicabilidad de la Ley Nº 26553, que en
su artículo 4º y Octava Disposición Transitoria y Final incluye dentro de los alcances del Decreto
Ley Nº 26093 a las Empresas Municipales, sin tener en cuenta que el régimen laboral que le
vinculaba con la demandada era el correspondiente al de la actividad privada, y cese la violación
de sus derechos constitucionales, respetándose la normatividad establecida en el Texto Unico
Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo.
Sostiene el demandante, que ha venido laborando para la empresa Emapal desde el 22 de octubre
de 1986, en calidad de empleado bajo el régimen laboral de la actividad privada. Indica,
seguidamente, que fue cesado con fecha 30 de diciembre de 1996. Asimismo, sostiene que como
resultado del proceso de evaluación se le asigna el puntaje final de 57.90, razón por la cual,
ejercitando los mecanismos establecidos en el Reglamento de Evaluación de personal, formuló el
recurso impugnativo correspondiente ante el Presidente del Directorio de EMAPAL, quien
desestimó el mismo, mediante Resolución de Directorio Nº 057-96-EMAPAL.
De otro lado, argumenta que la demandada, durante todo el proceso de evaluación, no ha tenido
en cuenta el nivel académico de Ingeniero Civil que ostenta, y no se ha observado las pautas
señaladas para la asignación de puntaje conforme a los rubros de rendimiento laboral, evaluación
curricular, capacitación, conocimientos, examen psicotécnico y la entrevista personal; lo que en
suma acredita que ha sido evaluado de manera arbitraria y sin respetar el propio Reglamento de
Evaluación de personal aprobado por la empresa.
Agrega que la empresa al haber utilizado un proceso de evaluación de personal que carece de
base legal, no ha tenido otro propósito que dejar sin trabajo a un gran número de sus
dependientes.
Con fecha once de diciembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Cuarto Juzgado Civil
de Chiclayo, expide sentencia declarando improcedente la Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
2. Que, el artículo 1º del Decreto Ley 26093, dispone que los titulares de los Ministerios y de
las Instituciones Públicas Descentralizadas deberán cumplir con efectuar semestralmente
programas de evaluación de personal de acuerdo a las normas que para el efecto se establezcan,
autorizándose a los referidos titulares a dictar las normas necesarias para su correcta aplicación,
estableciendo además en su artículo 2º que el personal que de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo anterior no califique, podrá ser cesado por causal de excedencia.
6. Que, de los actuados se aprecia que el proceso de evaluación llevado a cabo por la
demandada, se realizó respetando el debido proceso y el derecho de defensa, lo cual se acredita
con el hecho que los trabajadores tuvieron pleno y cabal conocimiento del Reglamento de
Evaluación, cuya aprobación fue publicada por la empresa, y principalmente por su asistencia y
sometimiento voluntario al examen de evaluación, así como el que el actor haya ejercitado su
derecho a impugnar la resolución que lo cesa, habiendo sido desestimado por la instancia
correspondiente el recurso impugnativo interpuesto.
7. Que, no se ha acreditado en autos que haya existido irregularidad alguna que vicie el
referido proceso de evaluación, que generó el cese del actor, por lo que no habiéndose vulnerado
sus derechos constitucionales invocados, resulta infundada la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA :
REVOCANDO la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas doscientos ocho, su fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos
noventa y siete, que confirmando la apelada declaró improcedente la demanda, y reformándola
declaró INFUNDADA la Acción de Amparo. Ordenaron su publicación en el Diario Oficial El
Peruano, conforme a Ley, y los devolvieron.
Debido proceso
«... la vista de la causa no se notificó a la parte actora... esta omisión afecta el derecho de defensa
reconocido en el Artículo 139° inciso 14) de la Constitución de 1993...»
Exp. N° 697-96-AA/TC
Huancayo
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventiocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO :
Tema en debate: Derecho constitucional al debido proceso. Recurso extraordinario interpuesto por
don Nazario Edgar Flores Castro contra la sentencia pronunciada por la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 8 de julio de
1996, que declaró haber nulidad en la apelada, y reformándola declaro improcedente la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES :
Don Nazario Edgar Flores Castro interpone Acción de Amparo contra los señores Vocales de la
Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de Junín - Huancayo, señores Carlos Montoya Alfaro,
Diómedes Ramírez Arroyo y Jorge Alfredo Solís Espinoza, para que se declare la ineficacia de la
sentencia, su fecha 4 de febrero de 1994, expedida por la Sala anotada. Afirma el actor que se
afectó su derecho de defensa al pronunciarse dicha sentencia.
El codemandado don Jorge Alfredo Solís Espinoza, expresa que las anomalías en el proceso
laboral debieron ventilarse dentro del mismo proceso.
FUNDAMENTOS :
2. Que, esta omisión afecta el derecho de defensa reconocido por el artículo 139° inciso 14)
de la Constitución de 1993; circunstancia por la que, sin la prevención anotada, deviene en ineficaz
la sentencia pronunciada por la Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de Junín; asimismo,
en el proceso laboral cuestionado, como consta de autos, se ha producido otras irregularidades
que afectan el debido proceso. No es de aplicación el artículo 11° de la Ley N° 23506, porque los
hechos motivo de la imputación no son atribuibles a los demandados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA :
Debido proceso
«... al no estar probado en autos que el demandante fue notificado con anterioridad a la fecha de la
evaluación... y estando debidamente justificada su inasistencia,... la demandada ha violado el
derecho constitucional al debido proceso del actor.»
Exp. N° 772-97-AA/TC
Lima
En Lima, a cuatro de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal Constitucional,
en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y seis, don Andrés Velásquez Calderón
interpone demanda de Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Lima, a fin que se
declare inaplicable la Resolución N°2431 del veinticuatro de julio de mil novecientos noventiséis,
por la que se le cesa por causal de excedencia, así como se disponga su reposición.
Admitida la demanda, esta es contestada por el doctor Ernesto Blume Fortini, apoderado judicial de
la emplazada, quien sostiene que en acatamiento del Decreto Ley N° 26093 y la Ley N° 26553, por
resolución de Alcaldía N° 033-A-96 del dieciséis de enero de mil novecientos noventiséis, se
dispuso la realización del Programa de Evaluación de Personal y se aprobaron las Bases; que el
examen del personal, debía realizarse el día veintidós de marzo, acto que fue suspendido debido a
acciones de fuerza de piquetes de activistas. Que, por resolución de Alcaldía N°372 de la misma
fecha, se dispuso que aquellos trabajadores que asistieron a rendir sus pruebas presenten a más
tardar, el día veintiséis del mismo mes, ante la Dirección de Personal o ante su jefe inmediato, una
comunicación informando de su asistencia y solicitando el señalamiento del día, para que se lleve a
cabo el examen; que el artículo 5° de dicha resolución dispuso que los servidores que no presenten
la comunicación, incurrían en la causal de excedencia; que, a pesar de los antecedentes, el
demandante no presentó la solicitud, ni concurrió a rendir las pruebas el día veintiocho de junio de
mil novecientos noventiséis, incurriendo en insubordinación, lo que motivó que se expidiera la
resolución de Alcaldía N° 2431. Que no se ha amenazado ni violado derecho constitucional alguno
del actor. Además deduce la excepción de falta de agotamiento de la vía previa.
Con fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Tercer Juzgado
Especializado en Derecho Público de Lima, expide resolución declarando infundada la excepción
de falta de agotamiento de la vía administrativa y fundada la demanda. Interpuesto recurso de
apelación; con fecha diez de julio de mil novecientos noventa y siete, la Sala Corporativa
Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide
resolución revocando la apelada y reformándola declara fundada la excepción propuesta, nulo
todo lo actuado e improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
1. Que, a fojas ocho corre copia de la Resolución de Alcaldía N° 2431 en cuyo artículo
primero se dispone el cese del demandante por causal de excedencia, encargándose a la
Dirección de Personal su cumplimiento, resolución que según manifiesta el demandante le es
notificada el treintiuno de julio de mil novecientos noventa y seis, fecha a partir de la cual se le
impidió el ingreso a su centro de trabajo, lo que no ha sido desvirtuado por la demandada. Antes
bien, esta última en la contestación de la demanda que corre a fojas cincuenta señala que la
Resolución de Alcaldía "no constituye amenaza ni violación de derecho constitucional alguno,
como tampoco constituyen amenaza ni violación de derecho constitucional alguno los actos de
cumplimiento de la misma, tales como el retiro de la tarjeta de control de asistencia" corroborando
de esta manera la ejecución de la referida resolución antes que quede consentida. En
consecuencia se da la excepción del agotamiento de la vía previa prevista en el artículo 28° inciso
1) de la Ley N° 23506 .
2. Que, el cese del demandante según fluye del propio texto de la Resolución de Alcaldía
objeto de la presente acción, obedece a que no se presentó al proceso de evaluación realizado el
veintiocho de junio de mil novecientos noventiséis, siendo esta la última fecha; asimismo en la
parte considerativa de dicha resolución se señala que ante el requerimiento que se le formula por
Oficio N° 697-96 OR-DMA/MLM de once de julio del mismo año, a fin que presente sus descargos,
éste expone los motivos, los que a criterio de la demandada carecen de fundamento .
3. Que, sin embargo, a fojas dos de autos, corre copia del Memorando N° 225-96 DMSBS-
DBS-DAM de fecha veintinueve de junio de mil novecientos noventiséis, remitido por el
Administrador del Albergue Municipal don Bernardo Lara Ramos, a la Dirección de Bienestar Social
- DMSBS en el que señala textualmente lo siguiente: "La presente tiene por finalidad comunicarle,
que de las pruebas de evaluación realizadas el día viernes veintiocho en el Teatro La Cabaña, al
personal de empleados del Albergue Municipal, la persona que no se presentó por
desconocimiento es el señor Andrés Velásquez Calderón, Técnico de Enfermería con N° de Código
015369, por motivo de no tener conocimiento ya que tenia descanso el día jueves veintisiete y
viernes veintiocho por haber trabajado el día miércoles veintiséis en turno de noche y no habiendo
forma de comunicarle a dicho servidor".
4. Que, a fojas diez corre copia de una comunicación de fecha primero de agosto de mil
novecientos noventiséis, cursada al Alcalde de la Municipalidad de Lima, también por el
Administrador del referido Albergue, en la cual éste justifica la inasistencia del demandante a la
evaluación, efectuando además un relato de informes internos evacuados por la Dirección
Municipal de Salud y Bienestar Social y la Dirección de Bienestar Social que son de conocimiento
de la Dirección de Personal de la Municipalidad demandada, los cuales abonan en favor del actor y
corren en autos a fojas 3 y 4.
6. Que, en consecuencia, al no estar probado en autos que el demandante fue notificado con
anterioridad a la fecha de la evaluación llevada a cabo el veintiocho de junio de mil novecientos
noventiséis y estando debidamente justificada su inasistencia, según las instrumentales que corren
en autos, la demandada ha violado el derecho constitucional al debido proceso del actor.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica.
FALLA:
REVOCANDO la resolución de la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas ciento treinta y cinco, su fecha diez de julio de mil
novecientos noventa y siete, que revocando la apelada, declara fundada la excepción propuesta e
improcedente la demanda; reformándola, confirma la resolución apelada que declara infundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa y FUNDADA la Acción de Amparo; en
consecuencia, inaplicable al actor la Resolución de Alcaldía N° 2431 de fecha veinticuatro de julio
de mil novecientos noventa y seis, debiendo reponérsele en su centro de trabajo; no siendo de
abono las remuneraciones devengadas; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a Ley y los devolvieron.
Debido proceso
Exp. N° 968-97-AA/TC
Lima
Cesar Flores Castillo
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don César Flores Castillo contra la resolución expedida por
la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia
de Lima, su fecha veinte de agosto de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente
la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don César Flores Castillo interpone Acción de Amparo contra el Ministerio del Interior para que se
declare inaplicable a su caso la Resolución Suprema Nº 0057-97-IN/PNP de fecha treinta de enero
de mil novecientos noventa y siete y que se le reincorpore a la situación de actividad, con
reconocimiento de todos sus derechos como Mayor de la Policía Nacional del Perú.
Manifiesta que la resolución cuestionada dispuso su pase de la situación de actividad a la de retiro
por renovación; que tenía más de veinte años de servicios; y tenía cinco años en el grado de
Mayor, razón por la cual -afirma- se encontraba apto a postular al grado inmediatamente superior.
Señala que la causal de retiro por renovación no es aplicable a su caso; que no se ha seguido el
procedimiento previsto en el artículo 53º del Decreto Legislativo Nº 745, incurriéndose en causal de
nulidad al expedirse la mencionada resolución; agrega que no se le permitió hacer su descargo.
El Procurador Público del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos judiciales de la Policía
Nacional del Perú contesta la demanda, señalando que la resolución impugnada se encuentra
arreglada a ley, pues se siguieron los trámites pertinentes: hubo propuesta del Director General de
la Policía Nacional del Perú y en última instancia fue aprobada por el señor Presidente de la
República; que no se ha mellado el honor del demandante.
FUNDAMENTOS:
3. Que, fluye de autos que la Resolución Suprema Nº 0057-97-IN/PNP, que dispuso el pase
del demandante de la situación de actividad como Mayor de la Policía Nacional del Perú, a la de
retiro por causal de renovación -prevista en el Decreto Legislativo Nº 745- fue expedida en base a
la propuesta personal del Director General de la Policía Nacional del Perú, no acreditándose en
autos que se haya sometido al demandante a una evaluación técnica, objetiva e imparcial de su
trayectoria y servicios prestados a dicha institución policial, habida cuenta que, por su tiempo de
servicios y edad, el actor al momento de su pase a retiro, estaba habilitado para continuar en la
carrera policial.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Debido proceso
«... no se le señaló día y hora para efectuar su descargo en forma oral, como lo señala el artículo
171° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM, conculcándose con ello su derecho de defensa.»
Exp. N° 849-97-AA/TC
Lima
Segundo Tomás Araujo Camacho
En Lima, a los catorce días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Segundo Tomás Araujo Camacho contra la resolución
expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fecha ocho de julio de mil novecientos noventa y siete, que
declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Segundo Tomás Araujo Camacho interpone demanda de Acción de Amparo contra el
Ministerio de Justicia y contra el Instituto Nacional Penitenciario representado por el Presidente de
la Comisión Reorganizadora del INPE, con la finalidad de que deje sin efecto la Resolución de la
Presidencia de la Comisión Reorganizadora N° 157-96-INPE-CR-P de fecha diecisiete de julio de
mil novecientos noventa y seis, por violar su derecho constitucional contemplado en los incisos 2),
20) y 23) del artículo 200° de la Constitución Política del Estado. Ampara su demanda en lo
dispuesto por los artículos 27° y 200° incisos 2), 20) y 23) de la Constitución; los artículos 1° y 24°
inciso b) del Decreto Legislativo N° 276 Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de
Remuneraciones del Sector Público y su Reglamento Decreto Supremo N° 005-90-PCM; y, la Ley
N° 23506.
El Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima con fecha veinticinco de noviembre de mil
novecientos noventa y seis, declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que
la resolución impugnada se expidió con infracción de lo dispuesto por el artículo 171° del Decreto
Supremo N° 005-90-PCM del quince de enero de mil novecientos noventa, pues no obstante que el
demandante solicitó el uso de la palabra a la Comisión de Procesos Administrativos Disciplinarios
del INPE, ésta no cumplió con designar fecha y hora para dicho propósito, afectándose así el
derecho del demandante a ejercer su defensa, y como tal al debido proceso.
FUNDAMENTOS:
3. Que, mediante solicitud de fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventa y cinco el
demandante solicita el uso de la palabra al Presidente de la Comisión de Procesos Administrativos
Disciplinarios para Funcionarios del INPE, tal como consta de la copia de al citada solicitud que
corre en autos a fojas siete, dicha solicitud no fue considerada por la Comisión correspondiente, en
tal sentido no se le señaló día y hora para efectuar su descargo en forma oral, como lo señala el
artículo 171° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM, conculcándose con ello su derecho de
defensa.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
La garantía del debido proceso adjetivo se realiza debidamente, sólo si la decisión hace expresa
consideración de los principales argumentos y de las cuestiones propuestas en tanto fueran
conducentes a la solución del caso.
Expediente 319-97
Lima
Sentencia
Resolución Nº 1002
VISTOS; Con lo expuesto por la señora Fiscal Superior en su dictamen de fojas doscientos a
doscientos dos; y CONSIDERANDO: Primero: Que, el accionante mediante la presente vía
pretende que el Organo Jurisdiccional declare la nulidad de la suspensión por sesenta días en sus
derechos y prerrogativas que le ha impuesto el Gran Maestro Presidente de la Gran Logia del Perú
en forma absolutamente ilegal y contra los mandatos de la Constitución de la Institución Masónica,
Segundo: Que, si bien toda persona jurídica que se establezca dentro del territorio nacional está
supeditada a sus propios reglamentos, los mismos deben estar parametrados dentro del marco
constitucional del estado. Tercero: Que, nuestra Constitución Política consagra en el inciso 23 del
Artículo 2º el derecho a la legítima defensa como un derecho fundamental de la persona. Cuarto:
Como emanación de la garantía de la legítima defensa, se reconoce por parte de la doctrina y la
jurisprudencia administrativa y judicial el principio denominado del debido proceso, vigente también
en el proceso administrativo, a) Derecho de ser oído. b) Derecho de ofrecer y producir pruebas. y
c) Derecho a una decisión fundada. El primer derecho comprende para el administrado, la
posibilidad de exponer las razones de sus pretensiones y defensas antes de la emisión de los
actos que se refieran a sus derechos subjetivos e intereses legítimos, interponer recursos y
hacerse patrocinar y representar profesionalmente. El segundo derecho comprende el derecho de
ofrecer y producir pruebas dentro del plazo que fije la administración y reclamar de la
administración que requiera, produzca los informes y dictámenes necesarios para el
esclarecimiento de los hechos y verdad jurídica objetiva. c) El último derecho enumerado se
conecta en su faz pasiva con el deber genérico de motivar actos administrativos. La garantía del
debido proceso adjetivo se realiza debidamente, sólo si la decisión hace expresa consideración de
los principales argumentos y de las cuestiones propuestas en tanto fueran conducentes a la
solución del caso. Quinto: Que, en el presente caso el accionante fue pasible de una sanción de
suspensión de sesenta días por parte del Gran Maestre emplazado, mediante el Decreto número
114-96-0230-2379 -cuya copia obra a fojas veintiuno-, sin que para imponérsele dicha sanción se
le haya instaurado un proceso previo, sino que esta medida respondía a la aplicación del inciso 9)
del Artículo 59º de la Constitución de Antiguos Linderos que otorga facultades al Gran Maestro
para ello; además cabe mencionar que la sanción impuesta genera a su vez una anotación en el
"archivo personal" de cada miembro sancionado, permaneciendo como un antecedente que no es
beneficioso para un miembro en dicha Institución emplazada; Sexto: Que, por otra parte las
amplias atribuciones y facultades del Gran Maestre se hallan limitadas por otras normas
institucionales, una de ellas es el Artículo 10º de la Constitución Masónica que en sus párrafos
establece que un Francmasón "sólo puede ser despojado de sus derechos masónicos por
sentencia ejecutoriada de los Tribunales Masónicos, luego de seguirse el procedimiento
preestablecido por el ordenamiento jurídico correspondiente"; el recurrente sancionado al no estar
conforme con el Decreto referido, interpuso apelación contra el mismo, el que fue denegado según
se aprecia a fojas veintisiete, agotándose por tanto la vía previa; Sétimo: Que, el Artículo 92º(1) del
Código Civil prevé que todo asociado tiene derecho a impugnar judicialmente los acuerdos que
violen las disposiciones legales o estatutarias, recurriendo a un proceso ordinario; sin embargo el
Decreto submateria que sanciona al recurrente no proviene de ningún acuerdo de la Asociación
sino de la voluntad del Gran Maestre, y además por tratarse de un acto violatorio de un derecho
reconocido constitucionalmente como en el derecho a la legítima defensa, la vía del Amparo
Constitucional es la indicada para salvaguardar el derecho invocado; Octavo: Que, las copias de
los Decretos Masónicos obrantes de fojas doscientos diez a doscientos veintinueve, presentados
por la emplazada en sus alegatos, no constituyen pruebas que acrediten la legalidad de la sanción
cuestionada en esta vía constitucional, puesto que la reiterada aplicación de estas medidas no la
convierten en no violatorias del derecho constitucional de la legítima defensa. Noveno: Que, en el
presente proceso ha quedado acreditada la violación del derecho que tiene el accionante a la
legítima defensa, derecho consagrado en el inciso 23) del Artículo 2º de la Constitución Política del
Estado, consecuentemente procede amparar la demanda; por estos fundamentos: REVOCARON:
la sentencia apelada de fojas ciento ochenta a ciento ochentidós, su fecha veintiséis de diciembre
de mil novecientos noventiséis, en el extremo que declara IMPROCEDENTE la demanda
interpuesta a fojas treintiuno y siguientes por CARLOS AYON CALDERON contra el Presidente de
la Asociación Civil denominada Gran Logia de Masones del Perú y por extensión a su
Vicepresidente; REFORMANDOLA: declararon FUNDADA la citada demanda; en consecuencia,
NULO y sin efecto alguno el Decreto número 114-96-0230-2379; reponiéndose al accionante en
todos sus derechos y prerrogativas vulnerados por este Decreto, anulándose las anotaciones
perjudiciales generados con esta sanción, en lo que respecta al accionante; la confirmaron en el
extremo que declara IMPROCEDENTE la Excepción de Falta de Agotamiento de la Vía Previa
deducida por la emplazada; estando a que la presente resolución sienta precedente de
observancia obligatoria; MANDARON: Que, consentida y/o ejecutoriada que sea se publique en el
Diario Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.
Que,...obran pruebas suficientes para tomar una decisión, que...no han sido merituadas en su
debido momento, incurriéndose en....situaciones que enervan el debido proceso.
Expediente 180-95-AA/TC
Lima
Caso: Asoc. de Comerciantes del Mercado "Nuestros Héroes de la Guerra del Pacífico"
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto con fecha veinticinco de
agosto de mil novecientos noventicinco por la Asociación de Comerciantes del Mercado "Nuestros
Héroes de la Guerra del Pacífico", contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha catorce de julio de mil
novecientos noventicinco, que declaró improcedente la acción de amparo incoada por doña Rosa
M. Bernales Avilés en su calidad de Presidenta de la Asociación antes citada.
ANTECEDENTES:
Alude la demandante, que mediante la Ley Nº 24253 de fecha veintidós de julio de mil novecientos
ochenticinco se adjudicó a título oneroso a su representada, un terreno eriazo de propiedad del
Estado con una extensión aproximada de 29,403.80 m2, ubicado en la Urbanización San Juan de
Miraflores, del Distrito de San Juan de Miraflores, provincia y departamento de Lima, para la
construcción de un mercado en un plazo de cinco años; y que, recién con fecha dos de noviembre
de mil novecientos ochentisiete, el Concejo Provincial de Lima les otorgó el título de propiedad en
cumplimiento del artículo 2 de la citada Ley Nº 24253.
Que, no obstante haber la Asociación avanzado considerablemente con la ejecución de dicha obra,
la entonces Dirección General de Bienes Nacionales del Ministerio de Vivienda y Construcción,
emitió la Resolución Directoral Nº 066-91-VC-5600-DPI con fecha veintiséis de abril de mil
novecientos noventiuno, declarando la reversión del terreno en favor del Estado, y afectándolo en
uso en favor de la Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores.
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del entonces Ministerio de Vivienda y
Construcción contesta la demanda (folio 102) invocando sea declarada improcedente por las
siguientes razones: que, la Asociación incurrió en la causal de reversión establecida en la Ley Nº
24253 al no haber construido el mercado en el plazo de cinco años fijado por dicha norma; que, en
consecuencia, con la dación de la Resolución Directoral Nº 066-91-VC-5600-DPI no se ha
vulnerado ningún derecho constitucional, se ha cumplido con la cláusula de reversión y se afectó
en uso el terreno sub-litis a la Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores.
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima mediante Resolución de fecha nueve de diciembre de mil
novecientos noventidós, (folios 148, 149, 150 y 151) declaró improcedente la presente acción de
garantía en base a las siguientes consideraciones: que, no es pertinente discutir por la vía del
amparo lo referente al cumplimiento del artículo quinto de la Ley Nº 24253; y que, con la dación de
la Resolución Directora Nº 066-91-VC-5600-DPI no se ha vulnerado ningún derecho constitucional
de la interesada.
La Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima dicta la Resolución Nº 729-S con fecha
veintidós de diciembre de mil novecientos noventitrés (folios 188 y 189) declarando fundada la
acción de amparo incoada por la asociación; su fundamentación es la siguiente: que, al haberse
dictado la Resolución Directoral Nº 066-91-VC-5600-DPI en base a informes técnicos sin que se
haya escuchado a la parte interesada, se vulneró el derecho de defensa de la actora; y que se ha
despojado a la asociación de un terreno de su propiedad, totalmente cancelado, sin previo juicio.
FUNDAMENTOS:
b) Autorizar al Concejo Provincial de Lima, para que en nombre del Estado otorgue el título de
propiedad a la Asociación.
c) La reversión del terreno en el caso de que la Asociación no cumpla con ejecutar y terminar sobre
él un mercado en el plazo de cinco años.
Que, después de transcurridos dos años y cuatro meses desde la dación de la Ley Nº 24253, la
Municipalidad de Lima Metropolitana otorga a la Asociación el título de propiedad mediante la
suscripción por ante el notario Elías Mujica y Alvarez Calderón de la escritura pública de
adjudicación en venta de fecha dos de noviembre de mil novecientos ochentisiete; siendo relevante
precisar que pese a disponer la citada ley que la compra será a plazos, la Asociación cancela la
totalidad del precio en el mes de abril del mismo año, vale decir, antes de la suscripción de la
escritura de adjudicación en mención (folio 44 a folio 51).
Que, ante una consulta formulada por el Presidente de la Comisión de Vivienda del entonces
Senado de la República, el Decano Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú la absuelve
mediante el Oficio Nº 671-90-91-D-CN de fecha trece de mayo del mil novecientos noventiuno,
precisando lo siguiente: a) que, en el terreno sub-litis la asociación a construido decenas de
puestos; b) que, el plazo de cinco años debe computarse a partir del otorgamiento de la Licencia
de Construcción; y finalmente, que, la Asociación ha cumplido con la construcción del mercado en
el sector que posee, pues el terreno fue invadido por comerciantes informales (folio 70). La
ejecución de las obras precisadas por el citado Decano Nacional, es corroborada por los Regidores
de la Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores, cuando en el Oficio Nº 258-SR-91 de fecha
siete de noviembre de mil novecientos noventiuno, hacen saber que la Asociación construyó 714
puestos y 204 fueron destruidos por manos extrañas (folios 68 y 69).
Que, la Ley Nº 24253 es estrictamente de carácter social, pues adjudicó el terreno a la Asociación
que ya lo poseía desde años atrás, con la finalidad de que regularice dicha tenencia irregular en
beneficio de sus asociados.
Que, para obtener crédito que permita solventar una obra de construcción, el futuro mutuatario
debe acreditar fehacientemente ser propietario del terreno donde ejecutará la obra; y en el
presente caso dicho título de propiedad se obtiene el dos de noviembre de mil novecientos
ochentisiete; igualmente, para obtener Licencia de Construcción se debe presentar el título de
propiedad. Esto importa, que el plazo de cinco años establecido en el artículo cinco de la citada
Ley Nº 24253 debe computarse recién a partir del momento en que la Asociación adquiere
capacidad legal para ejecutar la obra, vale decir, a partir del dos de noviembre de mil novecientos
ochentisiete fecha en que se suscribió la escritura pública.
Que, si bien es cierto que el artículo 2º de la Ley Nº 24253 exonera a la Asociación de pagar los
derechos municipales por Licencia de Construcción, también es cierto que no la exonera de dicho
trámite; por esa razón, se debe tomar en cuenta que de acuerdo al Reglamento de Otorgamiento
de Licencias de Construcción, un requisito formal es acreditar mediante escritura pública la
propiedad del terreno; y como ya es sabido, sólo a partir del dos de noviembre de mil novecientos
ochentisiete la Asociación es plenamente capaz para ejecutar la construcción del mercado, y
merced a ello obtiene de la Municipalidad de Lima Metropolitana la Licencia de Construcción Nº
0285-89 de fecha dieciocho de octubre mil novecientos ochentinueve (folio 53) válida por el lapso
de treintiséis meses.
Que, en los actuados del expediente judicial obran pruebas suficientes para tomar una decisión;
que, ellas no han sido merituadas en su debido momento, incurriéndose de esa manera en
situaciones que enervan el debido proceso. Por consiguiente, al no requerirse de probanza nueva
como lo considera la Corte Suprema de Justicia de la República, la presente acción de amparo es
atendible.
FALLA:
Expediente 234-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Eduardo Pablo Leturia Romero contra la resolución
expedida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de
fecha veinte de junio de mil novecientos noventicinco, que declaró no haber nulidad en la
resolución de vista que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
El Vigésimo Juzgado en lo Civil de Lima, con fecha diecisiete de setiembre de mil novecientos
noventidós, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que el
Juzgador tiene como obligación primigenia la de aplicar la ley, bajo pena en caso de no hacerlo de
prevaricato; además se debe tener en cuenta que el derecho jamás se interrumpe en la vida de
una colectividad, lo que conlleva a que El Juzgador aplique el precepto vigente tal como lo señala
el inciso 4 del art. 233° de la Constitución de 1979, en tal sentido el Decreto Ley cuestionado por el
actor en su artículo 2° preceptúa la improcedencia de toda acción de amparo destinada a enervar
los efectos de dicha norma.
Interpuesto recurso de apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con fecha nueve de noviembre de mil novecientos noventicuatro, confirmó la apelada, por estimar
que habiendo el Congreso Constituyente Democrático, ratificado mediante Ley Constitucional todos
los Decretos Leyes dictados por el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, dichas
normas han dejado de ser arbitrarias e inconstitucionales para adquirir sustancia o materia legal y,
como tal, de cumplimiento obligatorio.
Interpuesto recurso de nulidad, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de
la República, con fecha veinte de junio de mil novecientos noventicinco, declaró no haber nulidad
en la Resolución de Vista que confirmó la apelada que declaró improcedente al acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
1.Que, el Decreto Ley Nº 25446, que cesa al demandante, transgrede lo dispuesto en el artículo
242º, inciso segundo, de la Constitución del Estado de 1979, que rige el caso de autos, según el
cual el Estado garantizaba a los Magistrados Judiciales su permanencia en el servicio hasta los 70
años y a la inmovilidad de sus cargos, mientras observaran buena conducta e idoneidad propias de
su función, así como la Decimotercera Disposición General y Transitoria de la misma Carta Magna
en cuanto disponía que "Ningún Magistrado Judicial es separado de su cargo sin ser previamente
citado y oído. La resolución debe expresar los fundamentos en que se sustenta".
2.Que, ningún pronunciamiento de autoridad que atente contra el honor y los derechos de la
persona humana puede tener validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y comprobada
justificación, tanto más que el artículo 74º de la Constitución de 1979 - vigente en el caso de autos-
establecía en forma expresa que "todos tienen el deber de respetar, cumplir y defender la
Constitución".
3.Que, es potestad de este Colegiado, aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido
invocada por las partes o lo haya sido erróneamente, como sucede en el presente caso en que el
demandante, al interponer su demanda de amparo, invoca inadvertidamente la inconstitucionalidad
del Decreto Ley Nº 25446, debiendo entenderse como la inaplicabilidad de la misma al caso
específico del actor, por lo que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 7º de la Ley Nº
23506 y el artículo 9 de la Ley Nº 25938, concordantes con el principio consagrado en el artículo 7º
del Titulo Preliminar del Código Procesal Civil y el articulo 184, inciso segundo, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, aplicables al caso sub-júdice, en forma supletoria, según el articulo 63º de la
Ley Orgánica de este Tribunal Constitucional.
4.Que, dada la naturaleza de esta acción de garantía y su finalidad de reponer las cosas al estado
anterior a la violación del derecho constitucional, en el presente caso no se trata de incorporar o
reincorporar al actor después de transcurrida su desvinculación laboral por voluntad determinada
por él mismo, sino de un acto de continuidad en el servicio en base a la medida de tutela
constitucional, sin solución de continuidad, como una medida de rehabilitación para que continúe
en su mismo puesto de trabajo, por cuya razón no le es de aplicación lo previsto en la Octava
Disposición Transitoria Complementaria y Final de la Ley Nº 26623, promulgada el 19 de junio de
1996, esto es, con posterioridad a la fecha de la vulneración de su derecho constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 198-96-AA/TC-Lima
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la secretaria relatora, doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad(1) interpuesto por don Jorge José Román Honore, contra la sentencia de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 12 de febrero de 1996, que
revocó la sentencia apelada, su fecha 07 de setiembre de 1996, que declaró infundada la acción de
amparo, reformándola la declara improcedente, en contra de don Marco Antonio De Souza-Peixoto
Dávila.
ANTECEDENTES:
Don Jorge José Román Honore, doña Azucena Margarita Chalco de Romero, don Zózimo Carlos
Alarcón, doña Lupe Guisela Torres Chumbe, con fecha 17 de enero de 1995, interponen acción de
amparo contra don Marco Antonio De Souza Peixoto Dávila, alegando que les ha ocasionado
daños a la propiedad, y continuas hostilizaciones con el fin de desalojarlos del terreno donde han
instalado su centro de trabajo; alegan los actores, que son representantes de 140 comerciantes,
conductores en calidad de subarrendatarios de puestos de venta de la Feria Agropecuaria
instalada en el inmueble de propiedad de la Municipalidad de Pueblo Libre, ubicado entre la
avenida La Marina y avenida Universitaria; sostienen los actores que alquilaron el referido local de
feria a la empresa Provama S.R.L, la que contaba con autorización para ello por Acuerdo de
Concejo de la Municipalidad de Pueblo Libre, presidida por el señor Alcalde Roberto Castillo
Larrea; solicitan los demandantes, que a través de esta acción de amparo que el emplazado cese
en sus hostilidades, daños materiales y en su pretensión de desalojarlos de su centro de trabajo,
todo lo cual atenta contra sus derechos constitucionales a la integridad física, igualdad, libertad de
trabajo, propiedad y otros.
A fojas 172, la sentencia de Primera Instancia del Vigésimo Cuarto Juzgado en lo Civil de Lima,
declara infundada la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "los demandantes no
han acreditado la violación o amenaza de violación de la que dicen son objeto, esto es, del
desalojo que manifiestan son objeto por parte del demandado Marco Antonio De Souza-Peixoto
Dávila, hostilidades y daños materiales que se mencionan en la demanda, pues los anexos
acompañados a la misma no acreditan estos hechos".
A fojas 191, la sentencia de vista, de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha 12 de febrero de 1996, revoca la apelada que declaró infundada la acción, y
reformándola la declara improcedente, por estimar que "en el caso de autos los demandantes no
han agotado las vías previas ni han acreditado de modo alguno encontrarse dentro de las
excepciones de las vías previas a que alude el artículo 28º de la Ley Nº 23506"(2).
Interpuesto recurso de nulidad que debe ser entendido como recurso extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTO:
Que, la acción de amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos reconocidos por la Constitución,
conforme a lo establecido en el inciso 2, del artículo 200º de la Carta Política;
Que, en este sentido, la razón de procedencia de la acción de amparo debe referirse directamente
a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional propio del ámbito de protección
de este instrumento procesal;
Que, del examen de autos se aprecia que la pretensión de tutela solicitada por los demandantes
básicamente está encaminada a evitar un desalojo y proteger el derecho de posesión que alegan
respecto del local que alquilaron como centro de ventas, y que pertenece a la Municipalidad de
Pueblo Libre;
Que, el derecho de posesión si bien es una derivación extensiva del derecho de propiedad(3), sin
embargo, sólo este último y no el primero, es materia de protección de la acción de amparo;
Que, en cuanto a la defensa del derecho de posesión existen diversos procedimientos ordinarios
de protección establecidos por la ley(4), comprobándose de autos, que los demandantes utilizaron
uno de ellos, cuando con anterioridad a la interposición de esta demanda de amparo, y alegando
los mismos hechos que la sustentan, recurrieron a la vía penal denunciando al emplazado por
delito de usurpación, como obra a fojas 13 del expediente;
Que, de otro lado, los actores ante las amenazas a su integridad física, supuestamente proferidas
por el demandado solicitaron, asimismo, garantías personales a la Prefectura de Lima, como fluye
de fojas 108 a 121; razones por las cuales y a fin de no desnaturalizar esta sumarísima acción, ella
debe ser desestimada;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, de autos no se evidencia violación de los derechos constitucionales al trabajo y del debido
proceso, pues la resolución cuestionada se encuentra debidamente fundamentada determinando
las razones en las que sustenta la negatoria del otorgamiento de la licencia de funcionamiento...
Expediente 477-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Don Horacio Torres en su condición de Director Gerente de la empresa HOT RODS CARS EIRL
indica que amparado en el Decreto Legislativo Nº 705, solicitó a la Municipalidad demandada le
otorgue licencia de funcionamiento la cual fue denegada por Resolución Nº 5189-96-RAM, en la
que a su vez se ordenó la clausura de su local, razón por lo que interpone acción de amparo
solicitando que se deje sin efecto la Resolución Nº 5189-96-RAM, de fecha seis de julio de 1996.
El Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, por resolución Nº 03, de fecha
veintisiete de setiembre de mil novecientos noventa y seis, declaró infundada la excepción de falta
de agotamiento de la vía administrativa, por haberse ejecutado la Resolución cuestionada antes de
que quede consentida; e infundada la acción al considerar que la resolución ha sido dictada con
arreglo a lo previsto en la ley, la que no adolece de defecto que la invalide ni que vulnere derecho
constitucional alguno.
La Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, por sentencia
de fecha nueve de abril de mil novecientos noventa y siete, por los mismos fundamentos confirmó
la sentencia de primera instancia.
FUNDAMENTOS:
Que, en el presente caso no era exigible el agotamiento de la vía previa, toda vez que la
Resolución Nº 5189-96-RAM, fue ejecutada antes de que venciera el plazo para que quede
consentida, siendo de aplicación lo dispuesto en el artículo 28º inciso 1) de la Ley Nº 23506, "Ley
de Hábeas Corpus y Amparo".
Que, de autos no se evidencia violación de los derechos constitucionales al trabajo y del debido
proceso, pues la Resolución cuestionada se encuentra debidamente fundamentada determinando
las razones en las que sustenta la denegatoria del otorgamiento de la licencia de funcionamiento y
conforme a las facultades que le otorga la Ley Orgánica de Municipalidades.
Que, respecto de la supuesta parcialidad de la Municipalidad al negarle la licencia de
funcionamiento a la empresa HOT RODS CARS EIRL, mientras que a otros establecimientos
ubicados en la misma zona, sí se les habría otorgado la licencia, son afirmaciones que no han sido
debidamente acreditadas por la actora.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
La falta de elementos técnicos entre los que puede mencionarse la elaboración de estudios de
impacto ambiental sobre paisajes naturales o del medio ambiente hacen inviable la acción de
amparo incoada por el actor respecto a la remodelación del Parque Salazar de Miraflores.
Expediente 437-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Víctor Freundt Orihuela contra la sentencia de vista, de
fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y siete de fojas cuatrocientos setenta y tres
pronunciada por la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima que confirmó
la sentencia pronunciada por el Décimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de fojas
ciento cincuenta y cuatro su fecha diez de julio de mil novecientos noventa y seis que declaró
INFUNDADA la excepción de caducidad, y FUNDADA la excepción de falta de agotamiento de la
vía previa e IMPROCEDENTE la demanda de fojas treinta y cinco interpuesta por don Víctor
Freundt Orihuela.
ANTECEDENTES:
Don Víctor Freundt Orihuela interpone Acción de Amparo contra el Municipio Distrital de Miraflores,
con conocimiento de la Empresa Larco Mar S.A. y del señor ex Alcalde de Miraflores, doctor
Alberto Andrade Carmona.
El actor expresa que la Municipalidad Distrital de Miraflores, por Resolución de Alcaldía Nº 11133-
95-RAM ha otorgado a la empresa Larco Mar S.A. un contrato de superficie por el que dispone el
uso de 44,675 m2, por 60 años, comprende el Parque Salazar y la Concha Acústica. Este contrato
dispone de un área de superficie para estacionamiento de automóviles a nivel del parque, esto
congestionará el tráfico y perjudica el atractivo turístico recreacional. El supuesto Complejo
Turístico a ejecutarse es de dudosa calidad arquitectónica y urbanística.
Manifiesta el accionante los siguientes hechos: a) Sólo se presentó al concurso un postor habiendo
recabado las Bases cinco personas, b) El proyecto viola la altura máxima reglamentaria para las
edificaciones a construirse en algunos subsectores del proyecto, c) Más de cien vecinos han
tachado e impugnado el proyecto, d) La zona de la Concha Acústica va ser perturbado, el proyecto
ha sido aprobado con apresuramiento y sin el debido análisis, sin cumplir los treinta días del
Reglamento, sin las rectificaciones necesarias que aprobó el proyecto, el cambio de uso de un
sector del parque se hizo en forma violenta. f) Una pared del anfiteatro proyectado viola el
reglamento de usos del suelo de la Costa Verde de Lima Metropolitana, g) La celebración del
contrato se realizó sin la consulta previa a la comunidad, se ha omitido notificar a los vecinos del
Parque Salazar.
Expresa el demandante que el proyecto perturba un ambiente monumental y recreativo que forma
parte del área verde y del paisaje natural. El Parque Salazar, sus laderas, sus terrazas naturales
accesible y alcantarillados unidos al mar son una isla de tranquilidad y recreación paisajista natural,
forma parte del área verde y urbano monumental del distrito el mismo que se ve amenazado por el
proyecto.
Agrega el actor, que sólo se opone al proyecto en la parte de la construcción referido al subsector
de la Concha Acústica y al recinto del parque como estacionamiento de superficie a ese nivel. Por
otro lado, dice aceptar se construya un hotel de trescientas habitaciones o más.
Fundamenta su demanda en el numeral 68, 70, 73, 191, 192, 193 y Artículo 2 incisos 14, 16, 17,
20, 23 de la Constitución Política del Estado.(1)
El señor Alberto Andrade Carmona a fojas cincuenta y dos contesta la demanda solicitando se
declare improcedente porque la Resolución de Alcaldía Nº 11133-95-RAM publicada en el Diario
Oficial El Peruano el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y cinco se emitió con
todas las formalidades de ley. El acto administrativo mencionado no puede ser impugnado vía
Acción de Amparo, el demandante debió interponer acción contencioso administrativa.
Larco Mar S.A., a fojas setenta y cuatro contesta la demanda expresando que el demandante debió
recurrir a vía distinta pues la nulidad o anulabilidad de un contrato o resarcimiento económico vía
pago de indemnizaciones no corresponde ventilarse en una Acción de Amparo. Sostiene que no se
ha agotado las vías previas y que el demandado debió previamente impugnar administrativamente
la Resolución del Concejo Distrital Nº 11133-95-RAM por el que se aprueba otorgar la buena pro
del Concurso de Proyectos Integrales Nº 2 a la Empresa Larco Mar S.A. El demandante por el
contrario se limitó junto con otros vecinos a presentar una carta abierta de fecha dos de enero de
mil novecientos noventa y seis dirigida al Municipio, al Colegio de Arquitectos, al Colegio de
Abogados de Lima, al Instituto Urbanístico del Perú por el que solicitaba se realice un referéndum
vecinal para que se pronuncien respecto a la Resolución de Alcaldía anotada.
El demandante, expresa Larco Mar S.A. no reúne las condiciones de procedibilidad para interponer
la Acción de Amparo toda vez que consintió que la resolución de Alcaldía quedó firme. Agrega, que
la altura del hotel que se proyecta construir y la proyectada construcción de playas de
estacionamiento debajo del sector de la Concha Acústica y el proyecto de construcción de seis
cines no constituyen una amenaza o violación a derecho constitucional alguno. Afirma que la
construcción del anfiteatro proyectado se levantará sobre lo que actualmente es el área que ocupa
la Concha Acústica la que será techada y encima de ese techo se ampliará el Parque Salazar y
áreas verdes a nivel del malecón. Dicha obra no perturbará, ni impedirá que los residentes de los
edificios cercanos a los transeúntes que circulen por el malecón contemplen la vista del mar; de
igual manera las seis salas de cine que se van a construir en el subsuelo no van a afectar las áreas
verdes. La altura máxima del hotel proyectado estará por debajo del nivel del Parque Salazar.
La Municipalidad Distrital de Miraflores, a fojas noventa y tres contesta la demanda, expresa que el
otorgamiento del derecho de superficie para la construcción y explotación de un Complejo Turístico
Comercial no amenaza ni viola derecho constitucional alguno. La Ley Nº 26306 le reconoció la
propiedad de los terrenos ubicados en el corredor ribereño denominado Costa Verde en cuanto
respecta a su sector, el Artículo 3º de dicha Ley le autoriza a adjudicar derechos que le
corresponden dentro de su respectiva jurisdicción; el reglamento de la ley anotada obliga a
convocar a concurso público para otorgar el derecho de superficie para la construcción y
explotación de un Complejo Turístico Comercial que comprende la remodelación del Parque
Salazar y la construcción de una Playa de Estacionamiento. Sostiene que la decisión del Comité de
Adjudicaciones fue ratificada por Resolución de Alcaldía Nº 11133-95-RAM habiéndose suscrito el
contrato el mismo día de la publicación en el Diario Oficial El Peruano, el veintinueve de diciembre
de mil novecientos noventa y cinco. Expone que el Artículo 30º del D.S. Nº 077-85-VC referido a la
aprobación de planes urbanos no tiene relación con el concurso de Proyectos Integrales para la
adjudicación de un derecho de superficie. La Resolución Suprema Nº 230-77-VC-1100 se
encuentra derogada por el Artículo 5º de la Ley Nº 26306. El D.S. Nº 11-95-MTC, por el que
reglamenta el Decreto Legislativo Nº 696 Ley de Promoción a la Inversión Privada en Acciones de
Renovación Urbana no es pertinente.
El Décimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima a fojas ciento cincuenta y cuatro
pronuncia sentencia que declara INFUNDADA la excepción de caducidad y FUNDADA la
excepción de falta de agotamiento de la vía, por consiguiente declara IMPROCEDENTE la
demanda.
El Fiscal Superior Adjunto de la Segunda Fiscalía Superior de Derecho Público a fojas trescientos
cincuenta y tres opina que se confirme el fallo en cuanto declara IMPROCEDENTE la demanda e
INFUNDADA la excepción de CADU-CIDAD y se revoque en el extremo que declara fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía previa; reformándola se declare infundada.
La Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas cuatrocientos setenta
y tres su fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y siete confirma la sentencia de primera
instancia.
Don Víctor Freundt Orihuela a fojas cuatrocientos ochenta y seis interpone recurso extraordinario
que es materia de grado.
FUNDAMENTOS:
Que, la Resolución Municipal objeto de la impugnación está siendo ejecutada y así mismo se está
produciendo la inmediata construcción de edificaciones, por esta razón se estima que pudiera
convertirse en irreparable las consecuencias de la supuesta agresión motivo por el que se
configura la excepción contemplada en el Artículo 28º inciso 2) de la Ley Nº 23506 no siendo por
lo tanto exigible la regla del agotamiento de la vía previa que prescribe el Artículo 27º de la acotada
Ley; Que, es necesario evitar se prolongue la incertidumbre del conflicto en tanto existe la
obligación de prestar una tutela jurisdiccional efectiva, declarando el derecho a favor o en contra,
según las pruebas actuada; en caso contrario, puede configurarse negar acceso a la justicia
oportuna; Que, en mérito a lo expuesto es necesario pronunciarse sobre el fondo de la litis
merituando la ley y compulsando las pruebas; Que, el Artículo 68º de la Constitución refiere que el
Estado, está obligado a promover la conservación de la diversidad biológica y de las áreas
naturales protegidas; en el presente caso no se ha declarado, por la autoridad competente, que la
superficie sobre la que se está realizando la proyectada remodelación haya sido declarada como
área natural protegida; en el presente proceso emplazado no es el Estado sino una entidad
autónoma como es el gobierno local del distrito de Miraflores; Que, el Artículo 70º de la
Constitución faculta al Concejo Municipal a ejercer los derechos y atributos inherentes a su
propiedad, reconocido por la Ley Nº 26306; entre otros, el celebrar contratos de superficie previo
concurso público en armonía con el bien común dentro de los límites de la ley como es el caso del
contrato de superficie por el que se proyecta edificar áreas recreacionales para el público como
cines, anfiteatro y el compromiso contractual de ampliar las áreas existentes; Que, el Artículo 73º
de la Constitución autoriza que los bienes de uso público pueden concederse a particulares
conforme a ley para su aprovechamiento económico, de este modo el Constituyente ha superado la
limitación contemplada en la Constitución de mil novecientos setenta y nueve en cuyo Artículo 128º
y la de mil novecientos treinta y tres en su Artículo 33º disponía que los bienes públicos «no son
objeto de derechos privados»; Que, los Artículos 191º, 192º, 193º de la Constitución autoriza a las
Municipalidades a planificar su desarrollo urbano en forma autónoma y subraya que sus bienes
forman parte de su patrimonio; Que, los derechos contenidos en el Artículo 2º incisos 14), 16), 17),
20) y 23) de la Constitución no son materia de los hechos que motivan la pretensión, son
completamente ajenos al petitorio; Que, el actor se contradice en sus afirmaciones; por una parte,
acepta se construya un hotel de trescientas habitaciones o más; luego afirma que su objeción al
proyecto sólo se refiere al subsector de la Concha Acústica y al recinto del parqueo de
estacionamiento; estas observaciones son de carácter técnico-administrativos, tiene sus instancias
correspondientes para cuestionarlas; en vía de acciones de garantía no se debaten ni se resuelven
estos extremos conforme el Artículo 200º de la Constitución Política y la Ley Nº 23506; Que, del
análisis de los hechos expuestos en la demanda y de lo anteriormente glosado el derecho que
supuestamente estaría siendo conculcado es el contenido en el Artículo 2º inciso 22) de la
Constitución(3) ; Que, la citada norma menciona el derecho a la paz y tranquilidad que tiene toda
persona; esta regla está garantizada por la autoridad de la Policía Nacional, la autoridad Municipal
y por los propios ciudadanos; la eficacia de esa función depende de la coordinación y la estructura
de programas especiales que exige las técnicas de control en la vida moderna; Que, otro derecho
contenido en la norma constitucional referida es que toda persona tiene derecho a gozar de «un
ambiente equilibrado» y adecuarlo para el desarrollo de su vida; este derecho constitucional está
reglamentado por el Código del Medio Ambiente y Recursos Naturales sancionado por el Decreto
Legislativo Nº 613; en consecuencia, es preciso examinar si el actor prueba su pretensión con los
documentos presentados en autos; Que, los documentos de fojas seis su fecha veinte de enero de
mil novecientos noventa y seis recepcionado por el Municipio como consta del sello de recepción,
el instrumento de fojas diez su fecha seis de marzo de mil novecientos noventa y seis dirigido al
Alcalde del Concejo Distrital de Miraflores con certificación notarial de entrega, el plano de fojas
once, trece, y fotografía de fojas, doce, la carta de fojas ciento sesenta y cuatro del veintiocho de
junio de mil novecientos noventa y seis del señor Armando Zamudio Figari; todos estos
documentos son privados, en tanto sólo son peticiones, carecen de eficacia jurídica para probar los
hechos en debate; y el plano de fojas ciento sesenta y seis con sellos del Instituto Geográfico
Nacional suscrito por el teniente coronel Alberto Sánchez Hurtado es un plano general que no
aporta mérito para el caso; igual calidad tiene el documento de fojas ciento sesenta y siete, ciento
sesenta y ocho, ciento setenta y uno, ciento setenta y dos y ciento setenta y tres; Que, que
documento de fojas doscientos ochenta y uno denominado informe «técnico legal pericial»
redactado a solicitud del demandante autorizado por el arquitecto Max Agüero Fernández es de
carácter privado, no está autorizado por abogado que fundamente la parte legal del informe; este
dictamen de parte no define técnicamente que es un «ambiente saludable ecológicamente
equilibrado», si el Parque Salazar es un paisaje natural o paisaje cultural; no precisa si el escenario
denominado Concha Acústica ha sido declarado o no por autoridad competente, monumento
nacional o patrimonio cultural de la nación, exigible por la ley de la materia; Que, este informe
carece de eficacia legal porque no tiene la formalidad prescrita por el Artículo 10º del Decreto
Legislativo antes citado que regula sobre los estudios de impacto ambiental sobre paisajes
naturales o del medio ambiente; Que, esta norma especifica que sólo pueden ser elaborados estos
estudios por instituciones públicas o privadas debidamente calificados o registrados ante la
autoridad competente; el arquitecto antes citado no ha cumplido esta formalidad legal; Que,
conforme el Artículo 21º de la Constitución, los lugares o monumentos para tener la condición de
patrimonio cultural debe ser expresamente declarados como tal; el Parque Salazar y la
denominada Concha Acústica no han sido declarados con la calidad señalada; Que, la falta de
estos elementos técnicos como recaudos legales hacen inviable la pretensión del accionante.
FALLA:
El desconocimiento por parte de las autoridades universitarias del derecho adquirido por los
actores a ser considerados como ingresantes directos a la Universidad, sin participar en los
exámenes regulares de ingreso, por haber obtenido las mejores calificaciones en el centro pre-
universitario, constituye una violación al derecho que asiste a toda persona de acceder a la
enseñanza superior, dando lugar a la acción de amparo incoada y declarada fundada por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Huancayo.
Expediente 625-96-NC
Huancayo
Resolución Nº catorce
VISTOS, De conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas
doscientos cuatro, y. CONSIDERANDO: Además: Primero: Que, según lo determina el Artículo
Décimo Quinto de la Ley número veinticinco mil trescientos noventiocho, complementaria de las
disposiciones sobre Hábeas Corpus y Amparo los derechos protegidos por las acciones de
garantía deben entenderse e interpretarse dentro del contexto general de la Constitución Política
del Perú, los Convenios Internacionales de Derechos Humanos ratificados por la República y los
Principios Generales del derecho y preferentemente, los que inspiran el derecho peruano;
Segundo: Que, en este sentido, debe advertirse que en el Artículo Décimo Tercero de la
Constitución Política del Estado, se prescribe que la educación tiene como finalidad el desarrollo
integral de la persona humana, y si nos remitimos al primer numeral de nuestra Carta Magna,
encontramos la exacta concordancia pues en ese artículo se consagra a la persona humana como
el fin supremo de la sociedad y del Estado. Estos enunciados reafirman con otra terminología lo
que prescribía el Artículo Vigésimo Primero del anterior Estatuto Político al declarar que el derecho
a la educación y a la cultura es inherente a la persona humana; Tercero: Que, a nivel de Tratados
Internacionales debemos referirnos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo
Artículo Vigésimo Sexto establece que toda persona tiene derecho a la educación, y que el acceso
a los estudios superiores será igual para todos en función de los méritos respectivos. Se acredita
así que, la reclamación de amparo propuesta por los demandantes goza de garantía y égida
constitucional. Cuarto: Que, en el caso de autos se han producido hechos inusuales atribuidos a
los directivos del Centro Preuniversitario de la Universidad Nacional del Centro del Perú, que se
traducen en graves omisiones en las calificaciones de los accionantes que han impedido que sean
considerados como ingresantes directos, es decir, sin necesidad de que se presenten como
postulantes al Examen regular de Ingreso que se programan todos los años. Oportunamente los
accionantes recurrieron a la Dirección del aludido Centro Preuniversitario, con el objeto de que se
regularice la anómala situación, dando lugar a un proceso de revisión en el cual se comprobó que,
efectivamente, se ha incurrido en omisiones y equivocaciones en la calificación del rendimiento de
los alumnos demandantes, y por lo tanto, en la Sesión Extraordinaria cuya acta en copia obra en
los folios trece y catorce, acuerdan solicitar al Vicerrector Académico y por su intermedio al
Consejo Universitario, que se amplíen las vacantes en las Facultades de Arquitectura y Medicina
Humana, una en cada cual, a fin de que los alumnos Luis Pablo Antonio Samaniego Hurtado y
William Teófilo Melgar Camarena quienes no tiene la culpa de estas ocurrencias (sic) accedan a
esas plazas. Este reconocimiento del derecho de los demandantes no puede ser soslayado;
Quinto: Que, de fojas uno a tres, obra la solicitud que los accionantes han presentado al señor
Rector de la Universidad Nacional del Centro del Perú, pidiendo su ingreso libre a la Universidad
en virtud de lo que acordó el Centro Preuniversitario. Esta solicitud fue presentada el uno de abril
del año en curso y según el Oficio número cero seiscientos cincuentidós guión noventiséis guión R
que copiado corre a fojas ciento sesentiocho, el reclamo se resolvió en Consejo Universitario del
diecisiete de abril de mil novecientos noventiséis, pero la certificación es fechada el diecisiete de
mayo de este mismo año. Además de las diferencias en la fecha, el oficio ha sido formulado el
cinco de junio de este año, o sea después de haberse interpuesto la demanda, acciones éstas que
conducen a la razonable presunción de que efectivamente el demandado, como Representante de
la Universidad Nacional del Centro del Perú, ha puesto de manifiesto su intención de desconocer el
derecho que han adquirido los actores a ser considerados como ingresantes a esa Universidad sin
participar en los Exámenes regulares de Ingreso, por haber obtenido calificaciones suficientes en el
Centro Preuniversitario, institución que tiene relación de dependencia frente al citado Centro de
Estudios Superiores; Sexto: Que, la denuncia penal interpuesta por los accionantes, por su
naturaleza, no tiene como finalidad lo que se persigue en las acciones de garantía, es decir el
reponer las cosas al estado anterior a la violación de los derechos fundamentales tutelados por la
Constitución, sino la sanción por una conducta tipificada como delito por la Ley Penal. En
consecuencia no se configura la causal de improcedencia a que se refiere el inciso tres del Artículo
Sexto de la Ley número veintitrés mil quinientos seis(1) ; Séptimo: Que, a fojas ciento
cincuentiocho, el demandado ha deducido la Excepción de Falta de legitimidad para obrar de él
mismo, manifestando que «...los errores, omisiones e irregularidades han sido cometidos por
miembros del Directorio» del Centro Preuniversitario... por lo tanto la acción debe ser dirigida a
ellos y no con el recurrente». Respecto a esta Excepción es de advertirse en primer término, que,
el demandado reconoce que han existido errores, omisiones e irregularidades, por lo que estas
manifestaciones espontáneas deben considerarse como declaraciones asimiladas, con arreglo al
Artículo doscientos veintiuno del Código Procesal Civil(2) . Con relación al fondo mismo de la
Excepción, debe anotarse que, el Centro Preuniversitario ya ha reconocido el derecho de los
alumnos afectados y en base a ese reconocimiento es que dichos alumnos recurrieron al señor
Rector de la nombrada Casa de Estudios Superiores, mediante su solicitud de fojas uno, a fin de
que les efectivice ese derecho. En consecuencia, es el señor Rector el destinatario natural y legal
de la acción, por lo que su legitimidad está comprobada; esto es que se configura una adecuación
correcta de la persona que está obligada en la relación sustantiva (obligación de recibir como
ingresantes directos a los alumnos mejores calificados en el Centro Preuniversitario) a la persona
que debe responder judicialmente por esa obligación; Por lo que, la Excepción debe ser
desamparada. Por las consideraciones anotadas, REVOCARON la Sentencia apelada de fojas
ciento sesenticinco-ciento sesentiséis, su fecha tres de junio del año en curso, que declara
IMPROCEDENTE la demanda interpuesta por don Luis Pablo Antonio Hurtado Samaniego y
Teófilo Melgar Camarena contra el Rector de la Universidad Nacional del Centro del Perú don Esaú
Caro Meza, con todo lo demás que contiene; y Reformándola, Declararon FUNDADA dicha
demanda y en consecuencia DlSPUSIERON que se repongan las cosas al estado anterior a la
violación del derecho a la enseñanza superior que asiste a los demandantes, y en tal sentido la
Universidad Nacional del Centro del Perú, vía la ampliación extraordinaria y única, sólo por esta
vez, debe instituir una plaza en la Facultad de Medicina Humana y otra en la Facultad de
Arquitectura, a las que deben acceder los demandantes Luis Pablo Antonio Hurtado Samaniego y
William Teófilo Melgar Camarena respectivamente, en condición de ingresantes directos del Centro
Preuniversitario de la misma Universidad, con arreglo a las normas administrativas pertinentes; y
Declararon INFUNDADA la Excepción de Falta de Legitimidad para obrar del demandado,
propuesta por el Rector de la Universidad emplazada don Esaú Caro Meza, mediante su escrito de
fojas ciento cincuentiséis a ciento cincuentiocho. DISPUSIERON que consentida o ejecutoriada
que quede esta sentencia se PUBLIQUE en el Diario Oficial El Peruano con arreglo a ley; y los
devolvieron. En los seguidos por Luis Pablo Antonio Hurtado Samaniego y otro contra la
Universidad Nacional del Centro del Perú representado por Esaú Caro Meza sobre Acción de
Amparo. Vocal ponente Aranda Arévalo.
Si bien el pago correspondiente por concepto de matrícula debe realizarse en efectivo de acuerdo
con las disposiciones de la Universidad, ello no puede servir de argumento para conculcar el
derecho a la educación del recurrente impidiéndosele matricularse pese a haber ingresado a la
Universidad al obtener el puntaje necesario para ser admitido en el programa de Ingeniería Civil.
Expediente 011-97-AA/TC
Lima
Caso: Gustavo Mendoza Ccarapa
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Gustavo Mendoza Ccarapa, contra la resolución de la
Sala Especializada de Derecho Público, de fecha quince de noviembre de mil novecientos
noventiséis, que reformando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por
el recurrente, contra la Universidad Particular "Ricardo Palma".
ANTECEDENTES:
Gustavo Mendoza Ccarapa interpone Acción de Amparo contra la Universidad "Ricardo Palma", a
fin que la demandada cumpla con aceptar el pago correspondiente por concepto de matrícula.
Señala que obtuvo el puntaje necesario para ingresar al programa de Ingeniería Civil de dicho
centro de estudios en el examen correspondiente al segundo semestre de mil novecientos
noventicinco precisa, además, que el último día para cancelar los citados derechos era el viernes
dieciocho de agosto del mismo año, habiéndose acercado a la Oficina de Tesorería portando un
cheque a la orden, el que no le fue aceptado informándole que el pago debía hacerse en efectivo,
así trató de hacerlo el primer día hábil siguiente, sin embargo éste no fue aceptado por
extemporáneo.
Afirma que trató de pedir reconsideración de tal medida ante la Universidad no habiendo sido
aceptada su solicitud; señala que de esta manera se está conculcando su derecho a la igualdad
ante la ley y a no ser discriminado, derechos consagrados en el inciso 2) del Artículo 2º de la
Constitución.
Anota que es falso que se hayan violado los derechos constitucionales invocados por el recurrente,
dado que tuvo la opción de matricularse como los demás que aprobaron el examen de ingreso,
pero que finalmente en ese plazo no llegó a hacerlo, y eso es atribuible única y exclusivamente al
demandante.
El Juez del Vigésimo octavo Juzgado Especializado de Lima declara infundada la Acción de
Amparo interpuesta por considerar que, la Universidad fijó válidamente un plazo para la matrícula
cuyo último día fue el dieciocho de agosto de mil novecientos noventicinco, por lo que no se
encontraba obligada a aceptar ningún pago extemporáneo; que el actor debió tomar sus
precauciones para no exceder dicho plazo, más aún si acudía con un cheque a la orden que podía
ser rechazado válidamente por la Universidad, no advirtiendo por tanto, que le haya sido afectado
derecho constitucional alguno, lo que si sucedería si ésta hubiera aceptado cheques a algunos
alumnos y no al recurrente.
Contra esta Resolución se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica(1).
FUNDAMENTOS:
Que, es necesario tomar en consideración que el recurrente no tenía por qué tener conocimiento
de aquella disposición si ésta no le había sido comunicada expresamente, máxime si, como en el
presente caso, se trata de una persona que acababa de ingresar a la referida Universidad,
habiendo obtenido el puntaje necesario para ser admitido en el programa de Ingeniería Civil de la
referida Universidad, en el examen correspondiente al segundo semestre de mil novecientos
noventicinco;
Que, una de las modalidades del pago es casualmente la entrega de cheques, título valor que
constituye una orden de pago, que si bien es cierto la Universidad no se encontraba obligada a
aceptar, ello no la habilita para conculcar el derecho a la educación del recurrente;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 264-97-AA/TC
Tumbes
En Lima, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Graciela Angélica Aguirre Ato contra la sentencia
pronunciada por la Sala Superior Descentralizada Mixta de Tumbes de fojas cuarenta y uno su
fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis que confirmó la sentencia apelada de fojas
veinticinco su fecha dos de febrero de mil novecientos noventa y seis que declaró improcedente la
acción de amparo interpuesto por doña María Angélica Aguirre Ato.
ANTECEDENTES:
Doña María Angélica Aguirre Ato a fojas dos formula su petitorio contra el Jefe de la Oficina del
Registro Electoral de Tumbes con el fin que se ordene se le expida su Libreta Electoral como
documento de identidad personal.
Expresa que la negativa de otorgarle su Libreta Electoral violan sus derechos constitucionales a la
identidad y al ejercicio de sus derechos políticos.
Expone que el veintiséis de febrero de mil novecientos ochenta y seis cumplió dieciocho años de
edad, habiendo adquirido la ciudadanía, conforme al artículo 30º de la Constitución Política, al
cumplir la mayoría de edad no puede ejercer sus derechos civiles por falta de inscripción electoral.
Se le ha negado la inscripción por ser omisa a la inscripción militar, no pudo realizarlo
oportunamente por encontrarse residiendo en el extranjero, habiendo tenido que someterse a juicio
militar para obtener la libreta militar que aún no se expide porque no concluye dicho proceso.
Manifiesta que no se le puede recortar el ejercicio de sus derechos políticos por formalidades
burocráticas que la Constitución no establece.
Don Víctor Carnero Laureano, Registrador Electoral de la Provincia de Tumbes a fojas once
contesta la demanda y expone que la Ley Nº 14207 artículo 38º regula que los ciudadanos están
en la obligación de inscribirse en el Registro Electoral dentro de los noventa días de haber
adquirido los dieciocho años.
Expresa que el artículo 2º de la Ley Nº 26344 autoriza al Jurado Nacional a modificar la escala de
multas y tasas y el artículo 163º de la Constitución obliga a toda persona a participar en la Defensa
Nacional conforme a ley.
En primera instancia a fojas veinticinco, el dos de febrero de mil novecientos noventa y seis el
Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Tumbes pronuncia sentencia declarando improcedente
la acción de amparo porque el actor no ha acreditado haber recurrido a la autoridad electoral para
solicitar su inscripción.
Asimismo, argumenta el Juez que la actora no justifica documentalmente su ausencia del país.
El señor Fiscal Superior Mixto de Tumbes a fojas treinta y seis opina se confirme el fallo apelado
porque ha prescrito la acción de amparo a la fecha de la demanda.
FUNDAMENTOS:
1. A que, la actora durante el desarrollo del proceso no ha probado los hechos que afirma en su
demanda; la sola presentación de la partida de nacimiento de fojas uno no evidencia negativa
alguna por parte de la autoridad electoral.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 1163-93
Arequipa
Señor Presidente:
Viene en Recurso de Nulidad, la sentencia de vista de fojas 190 expedida en la Acción de Amparo
interpuesta por Export Import Rosa S.A., contra la Administración de Aduanas (SUNAD-
AREQUIPA), a efecto de que no se le aplique los Decretos Supremos Nºs. 0016-91-AG, 005-92-
AG y 045-91-AG, por constituir una amenaza de violación de sus derechos constitucionales, por las
razones que expone.
Refiere la actora en su demanda de fojas 39, recaudada las instrumentales de fojas 2 a 38, que la
demandada SUNAD- AREQUIPA pretende aplicar los Decretos Supremos citados a las pólizas de
importación de azúcar blanca Nºs. 231-682-887 y 889, provenientes de la República de Bolivia que
corren a fojas 8 a 14, gravándole con el impuesto de importación, con transgresión de
disposiciones constitucionales y de Tratados como del Pacto Andino del que es signatario el Perú.
El Gobierno del Perú, con Oficio Nº 091-91-DGAE-VMIG de fecha 7 de mayo de 1991, comunicó a
la Junta del Acuerdo de Cartagena, que las medidas correctivas a que se refieren los Decretos
mencionados se aplicaban en virtud de lo estipulado en la claúsula de salvaguardia establecida en
el Artículo 79º del Acuerdo, con un Informe del Ministerio de Agricultura.
Según el Artículo 79º del Acuerdo los Países miembros están facultados para aplicar medidas
correctivas provisionalmente y con carácter de emergencia a posteriores pronunciamientos de la
junta, cuando los perjuicios a la economía, derivados del cumplimiento del Programa de Liberación
del Acuerdo, fueran tan graves, que exijan providencias inmediatas.
La solicitud presentada por el Gobierno del Perú respecto a la aplicación del Artículo 79º del
Acuerdo de Cartagena, fue desestimada por Resolución Nº 299 de la Comisión de fecha 5 de junio
de 1991 (fojas 128) suspendiendo los efectos de los decretos mencionados para la importación de
productos de los Países Miembros del Pacto Andino, en razón de que las causales invocadas;
como el pronunciado atraso cambiario que abarata el precio de las importaciones; los elevados
subsidios a los productos agrícolas en el mercado internacional; el perjuicio de los productores
nacionales por la competencia desleal de importaciones subsidiadas, entre otras; por no haber sido
probado en forma objetiva y de manera indubitable. Resolución que fue objeto de reconsideración,
la que fue denegada por la Resolución Nº 301 de la Junta del Acuerdo de Cartagena como fluye de
la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena de fojas 127 y 131.
Los otros Decretos Supremos impugnados como el 005-92 y 045-91-AG, inciden en las mismas
restricciones e imposición de gravámenes. Así el primer dispositivo fija una Sobre Tasa Flexible a
la Importación de los alimentos que se encuentran comprendidos en las Partidas Arancelarias que
se detallan en el Anexo del aludido Decreto, en tanto se lleven a cabo reuniones técnicas en la
Junta del Acuerdo de Cartagena tendientes a dar un sistema de Tablas Aduaneras Armonizadas.
El segundo Decreto consignado, también suspende transitoriamente las preferencias arancelarias
otorgadas en mérito a Acuerdos y/o Convenios comerciales, a las importaciones de productos de
insumos alimenticios que figuran en el Anexo del indicado dispositivo.
VISTOS; con el acompañado; de conformidad con el dictamen del señor Fiscal; por sus
fundamentos; declararon NO HABER NULlDAD en la sentencia de vista de fojas ciento noventa, su
fecha treintiuno de diciembre de mil novecientos noventidós, que confirmando la apelada de fojas
ciento cincuenticuatro, aclarada a fojas ciento cincuentisiete vuelta, sus fechas nueve y diecinueve
de noviembre del mismo año, respectivamente, declara FUNDADA la Acción de Amparo
interpuesta por la Compañía Export Import Santa Rosa Sociedad Anónima contra la Administración
de Aduanas de Arequipa, y en consecuencia que la emplazada se abstenga de los cobros de
derechos ad valórem y derechos específicos previstos en los Decretos Supremos números cero
dieciséis-noventiuno-AG, cero cero cinco-noventidós-AG, cero cuarenticinco noventiuno-AG, cero
diecisiete-noventiuno-AG, a las Importaciones realizadas por la demandante a que se refiere las
pólizas indicadas en la demanda; con lo demás que contiene; MANDARON que consentida o
ejecutoriada sea la presente resolución se publique en el Diario Oficial El Peruano dentro del
término previsto por el Artículo cuarentidós de la Ley número veintitrés mil quinientos seis; y los
devolvieron.
SS. CASTILLO C.; BUENDIA G.; ORTIZ B.; FALCONI S.; ROMAN S.
El Secretario de la Corte Suprema de Justicia de la República que suscribe, CERTIFICA que los
fundamentos del voto del señor CASTILLO CASTILLO son además los siguientes: que según el
Artículo tercero de la Ley número veintitrés mil quinientos seis la Acción de Amparo procede contra
las normas que sean incompatibles con la Constitución, siempre y cuando ella incida en casos
concretos, como sucede en el presente caso en el que la demandante ha acreditado la importación
con las pólizas números doscientos treintiuno, ochocientos ochentisiete, ochocientos ochentinueve
y seiscientos ochentidós, por lo que los Decretos Supremos cuestionados son inaplicables para la
accionante por contravenir el Acuerdo de Cartagena que tiene rango de norma Constitucional.
Exp. Nº 364-93
Ref. Of 547-93-SCS-CS
VISTOS; y estando a lo dispuesto por la Sexta Disposición Transitoria de la Ley número veintiséis
mil cuatrocientos treinticinco, Orgánica del Tribunal Constitucional, que señala que las resoluciones
favorables a la parte demandante recaídas en los procesos de amparo en que el Estado es parte, y
que estuviesen pendientes de casación por el Tribunal de Garantías Constitucionales, se
consideran firmes y ejecutables: DEVUELVANSE los actuados a la Sala Constitucional y Social de
la Corte Suprema de Justicia de la República para que disponga su ejecución con arreglo a ley;
con la debida nota de atención.
SS. NUGENT; ACOSTA SANCHEZ; AGUIRRE ROCA; REY TERRY; GARCIA MARCELO;
REVOREDO MARSANO;
«... que los Concejos Municipales actúan como órgano inmediato superior del Alcalde, cuando éste
resuelve en primera instancia reclamaciones relacionadas con derechos laborales... facilitando a
sus trabajadores o ex-trabajadores que en sede administrativa agoten sus reclamaciones sobre
tales derechos y posibilitando que en dicha vía se enmienden los errores en que hubiese incurrido
la Administración...»
Exp. N° 404-98-AA/TC
Junin
En Huánuco a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta
Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Oscar Teófilo Bernuy Huamán contra la resolución de la
Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fojas cien, su fecha dieciocho de
diciembre de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Huancayo.
ANTECEDENTES:
Con fecha seis de agosto de mil novecientos noventa y siete don Oscar Teófilo Bernuy Huamán
interpone demanda de Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Huancayo
representada por su Alcalde don Pedro Antonio Morales Mansilla, a fin de que se disponga que
esta última resuelva su recurso de apelación interpuesto contra la Resolución de Alcaldía N° 1024-
97 A/MPH o alternativamente se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 191-97/A/MPH de
veintitrés de enero de mil novecientos noventa y siete, por la que se le distituye afectando su
derecho al debido proceso, a la pluralidad de instancias, y a la protección contra el despido
arbitrario.
Admitida la demanda, esta es contestada por don Pedro Antonio Morales Mansilla, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huancayo, el mismo que la niega y solicita se declare improcedente.
Manifiesta que el demandante tuvo a su cargo la cobranza por servicio de energía eléctrica,
balanza municipal y alcabala del Mercado Modelo, por espacio de cinco meses, durante el cual se
apropio de dos mil quinientos cuarenta y seis nuevos soles con sesenta y seis céntimos . Luego de
la investigación y evaluación de los hechos, análisis de los descargos y defensa ejercida por el
procesado y expedido el informe de la Comisión de Procesos Administrativos se procedió a su
destitución. Que en cuanto respecta a su recurso de apelación el Concejo mediante acuerdo de
fecha tres de agosto de mil novecientos noventa y cuatro consideró que no era su competencia
resolverlo.
Con fecha cuatro de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Juez Provisional del Segundo
Juzgado Civil de Huancayo expide resolución declarando improcedente la demanda por considerar
que no se ha violado derecho constitucional alguno del demandante, que su destitución ha sido
consecuencia de un proceso administrativo por lo que debió haber iniciado una acción de
impugnación de acto o resolución administrativa. Interpuesto recurso de apelación, con fecha
dieciocho de diciembre de mil novecientos noventa y siete, la Sala Laboral de la Corte Superior de
Justicia de Junín expide resolución confirmando la apelada; contra esta resolución el demandante
interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
2. Que, el artículo 191° de la Constitución Política del Estado establece que corresponden al
Concejo las funciones normativas y fiscalizadoras y a la Alcaldía, las funciones ejecutivas. El
término "fiscalizar", de acuerdo al Diccionario de Derecho usual de Guillermo Cabanellas significa"
ejercer el cargo o función de fiscal. Criticar, enjuiciar. Inspeccionar, revisar. Vigilar, cuidar, estar al
tanto, seguir de cerca".Asimismo el término Revisar significa"nueva consideración o examen...
(Acción, juicio jurídico y Recurso de revisión). De lo expuesto, se desprende que la facultad de
fiscalización de los Concejos Municipales lleva ímplicita la de revisar los actos de la Administración.
3. Que, el articulo 36° inciso 8) de la Ley N° 23853 Orgánica de Municipalidades señala entre
las atribuciones de los Concejos Municipales, resolver los recursos de impugnación de su
competencia, en cuyo caso, en virtud al atributo constitucional de la autonomía constitucional
aquellos actúan como última instancia administrativa. En el caso particular de resoluciones
recaídas en reclamaciones relacionadas con derechos de los servidores municipales, la Cuarta
Disposición Transitoria de dicha Ley fija que estas se regularán por las normas específicas
correspondientes.
4. Que, el artículo 36° del Decreto Legislativo N° 276 creó el Tribunal del Servicio Civil como
organismo encargado de conocer en última instancia administrativa entre otras las reclamaciones
individuales de los funcionarios y servidores públicos de carrera contra resoluciones que impongan
las medidas de cese definitivo, cese temporal disciplinario o destitución. Ahora bien dicho Tribunal
ha sido disuelto por Ley N° 26507. Asimismo, por sentencia de este Tribunal Constitucional,
recaída en el expediente N° 008-96-I/TC se declaró la insconstitucionalidad entre otras, de las
disposiciones que asignaban competencia al Tribunal de la Administración Pública para conocer
reclamaciones que versan sobre derechos o deberes laborales de servidores públicos; habiéndose
producido un vacío legal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Expediente 773-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Juan Gilberto Tapia Toledo, interpone Acción de Amparo contra el Instituto Peruano de
Seguridad Social, para que se disponga la continuación del tratamiento médico que venía
recibiendo. Solicita se declare: a) Inaplicables las Resoluciones: Nº 019-GCPSS-IPSS-96 del
treinta de diciembre de mil novecientos noventa y seis, Nº 085-GSH-GCPSS-IPSS-96 del
veintinueve de agosto de mil novecientos noventa y seis y Nº 033-GSH-GSPCC-IPSS-96 del
veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis; y, b) Se ordene a la Gerencia Central de
Producción de Servicios de Salud de la emplazada el cumplimiento de la Resolución Nº 001-GH-
GCPSS-IPSS-95 y c) Autorizar la continuación de su tratamiento médico en el Centro
Especializado SERVIMED de Cuba, asumiendo el Seguro Social los costos del tratamiento,
pasajes y viáticos. Sostiene el asegurado que padece de retinitis pigmentosa y necesita continuar
su asistencia médica en La Habana - Cuba. Señala como razón constitucional de su demanda los
Arts. 7º, 10º y 11º de la Constitución Política del Estado.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, los documentos probatorios presentados por el demandante no han sido observados, ni
impugnados por la parte demandada.
3.- Que, el marco de referencia médica que dio origen al tratamiento médico ordenado por
Resolución Nº 001-GH-GCPSS-IPSS-95, se circunscribe a lograr exclusivamente, la no progresión
de la enfermedad que padece el asegurado, por tanto, carece de relevancia sostener que la
enfermedad es "incurable".
4.- Que, de conformidad con los Arts. 7º, 10º y 11º de la Constitución Política del Estado de
1993(1) es atendible la pretensión incoado por el demandante, porque existe el deber del Instituto
Peruano de Seguridad Social de reponer las cosas al estado anterior de la suspensión del
tratamiento médico que venía recibiendo el asegurado don Juan Gilberto Tapia Toledo; es decir,
continuar con el tratamiento pendiente, en su segunda y tercera sesión.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
«Que, del texto de la propia demanda fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos,... por lo tanto resulta nulo todo lo actuado...»
Exp. N° 390-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don César Antonio Cossio Tapia, Angel Augusto Frontidueñas de Luise, Natalia Solis Donayre,
Ruben Darío Reyes Rivera, Artemio Edilberto Sabino Luera, Margarita Leandra Gaspar Hinostroza,
Walter Conrado Marcelo Luis, Hernán Armando Rosadio Alcántara, Ada Rosa Peña Cuadros,
D'Angella Patricia Russo Noblecilla, Jorge Alcides Criollo Ubaldo, William Alfredo Sosa Pajuelo,
Alberto Félix Palomino Chávez, José Augusto Ramírez Ponce de León, Luis Alberto Alvarez de
Paz, y Emilio Burgos Yañez interpusieron Acción de Amparo contra Telefónica del Perú S.A., a fin
de que se les reponga en los puestos de trabajo en los que venían laborando hasta que fueron
separados en clara violación de sus derechos constitucionales mediante cartas notariales que
obran a fojas 7, 14, 21, 28, 32, 36, 44, 50, 57, 65, 72, 82, 85, 91, 99, 102, 108, al habérseles
imputado una falta grave tipificada en el literal b) del artículo 58º del D.S. 05-95-TR, consistente en
"la disminución deliberada y reiterada en el rendimiento de las labores o del volumen o de la
calidad de la producción". Indican que los despidos se realizaron con graves irregularidades como
en el caso de José Augusto Ramírez Ponce de León, quien no recibió carta de imputación de falta
grave, sin embargo en la carta notarial de despido se le indicaba que "no habiendo desvirtuado los
cargos que efectuáramos en nuestra carta de fecha anterior; estamos procediendo a poner fin al
vínculo laboral". Asímismo, solicitan que se les abonen los salarios que han dejado de percibir y
que dejarán de percibir hasta que se verifique la reposición en sus respectivos puestos de trabajo.
Fundamentan su acción en que se ha atentado contra la libertad de trabajo prevista en la
Constitución Política del Estado debido a que la demandada estaba impedida de reducir personal,
en virtud de la cláusula sexta del "Contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones"
celebrado el 16 de mayo de 1994, entre la Compañía Peruana de Teléfonos S.A. y Telefónica del
Perú S.A.
CPT - Telefónica del Perú contestó la demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus
extremos, precisando que en el país no existe la estabilidad laboral absoluta y que, además, quien
suscribió el contrato del 16 de mayo de 1994, fue Telefónica Perú S.A. hoy Telefónica Perú Holding
S.A. Asímismo, señaló que la cláusula contractual citada no establece derechos específicos, y que
tampoco existe la figura del contrato a favor de terceros, pues no se otorga derecho a persona
natural o jurídica distinta de las partes, que son Telefónica Perú S.A y el Estado. De otro lado
señala, que aún en el supuesto negado de que no hubiese cumplido con la cláusula sexta, el
despido de los demandantes no corresponde a una reducción de personal sino a cada trabajador.
En consecuencia, no existe violación de ningún derecho constitucional o legal de los actores y que,
de haber existido alguna, ha cesado por efecto del pago de la correspondiente indemnización, por
lo que debe declararse improcedente la demanda. A fojas 302 corre la carta por la que se le imputó
a don José Augusto Ramírez Ponce de León, la falta grave otorgándole el plazo de 6 días para que
emita su descargo, desvirtuando así la afirmación de los actores.
La Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, por sentencia
de fecha veintisiete de enero de mil novecientos noventa y siete, revocó la sentencia apelada en el
extremo que declaró fundada la acción de amparo respecto de don Ramírez Ponce de León, por
haberse acreditado con las instrumentales de fojas 302 y 303, que no se violó el derecho al debido
proceso y al considerar que las pretensiones de los actores deben ser dilucidadas en el Fuero
Laboral.
FUNDAMENTOS:
Que, del texto de la propia demanda fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos, salvo el caso de comisión de faltas graves disciplinarias, según lo dispone
la cláusula sexta del contrato del 16 de mayo de 1994.
Que, la obligación a que se refiere la citada cláusula sexta del contrato, cuyo cumplimiento exigen
los actores, no ha sido asumida por la demandada, Telefónica del Perú S.A., sino por un tercero no
demandado y por lo tanto resulta nulo todo lo actuado, debiendo citarse con la demanda a
Telefónica Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A., que es la empresa que asumió la
obligación correspondiente.
Que, se ha incurrido en grave omisión procesal, violatoria del artículo 42º de la Ley 26435, Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, siendo menester, en resguardo del derecho de defensa y de
las normas del debido proceso, reponer la causa al estado de notificarse con la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Declarando nulo el concesorio, nula la recurrida, insubsistente la apelada y NULO todo lo actuado,
a fin de que el juzgado de primera instancia proceda a integrar la relación procesal, de conformidad
con el artículo 95º del Código Procesal Civil, emplazando a Telefónica Perú S.A., hoy Telefónica
Perú Holding S.A., y a cuyo efecto se ordena, con arreglo al artículo 42º de la Ley Nº 26435, "Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional", la devolución de los autos al órgano jurisdiccional del que
procede. Mandaron se publique en el diario oficial "El Peruano", conforme a ley; y, los devolvieron.
Expediente 166-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Augusto Pablo Velásquez Boza, con fecha 04 de abril de 1991, interpone acción de amparo
contra el Ministerio del Interior, a fin de que se le restituya a la situación de actividad como Oficial
de la Policía Nacional del Perú, en el grado de Capitán de la PNP, y se le reconozca todos sus
derechos, y beneficios dejados de percibir durante su permanencia en el retiro; señala el actor, que
por Resolución Suprema Nº 0438-89-IN/DM, del 28 de diciembre de 1989 se le pasó al retiro por
Renovación de Cuadros- que, al momento de ser cesado ocupaba en el Cuadro de Méritos el
puesto Nº 36 según la Orden General de la Policía Nacional (OGNPO), de fecha 10 de noviembre
de 1989, en la especialidad de Criminalística, y que se le dio de baja para ascender a un Oficial
que ocupaba el puesto Nº 37- que, en casos similares, otros oficiales pasados a la situación de
retiro fueron ascendidos al grado inmediato superior, pero que él fue excluido y no se le dio el
mismo tratamiento- que, ampara su demanda en el artículo 42º de la Constitución Política del Perú,
artículos 24º, inciso 10, y 22º de la Ley Nº 23506 y otros.
A fojas 34, el Procurador Público del Ministerio del Interior a cargo de los Asuntos Judiciales de la
Policía Nacional y Sanidad, contesta la demanda, sosteniendo, principalmente, que "los
argumentos del accionante en el sentido de que se le pasó al retiro por renovación para ascender a
otro oficial de igual grado que el accionante, carece de fundamentos por cuanto como se aprecia
de la Resolución Suprema cuestionada no se hace referencia a este hecho, ni a ninguna otra
situación que no sea la aplicación del artículo 42º de la Ley de Bases de las Fuerzas Policiales ... el
proceso de renovación de cuadros es de distinta naturaleza legal y administrativa que el proceso
de ascensos que tiene su propia normatividad y fines diferentes".
A fojas 122, la sentencia de Primera Instancia del Juez del Décimo Juzgado en lo Civil de Lima, su
fecha 09 de agosto de 1991, declara fundada la demanda, considerando, principalmente, que
según lo normado por el artículo 36º del Decreto Ley Nº 18081 -Estatuto Policial-, modificado por el
Decreto Ley Nº 21963, que regula la causa de pase a retiro por Renovación de Cuadros, se
establece que el retiro por renovación comprende a los Oficiales Superiores con grado de General
a Mayor-, que, el accionante al momento del cese sólo ostentaba el grado de Teniente, por lo que
le era inaplicable el Decreto Ley glosado- que, de otro lado, según la Resolución de Ascenso Nº
0660-89-IN/PNP, don José Fernández Esquiagola aparece figurando en el puesto Nº 37 y se
excluye al accionante que se encuentra ubicado en el puesto número 36, según la Orden General
de la Policía Nº 10, y en esta exclusión aparece ascendiendo la persona mencionada en último
término, por lo que la Resolución Suprema objetada no puede surtir ningún efecto".
A fojas 153, la sentencia de vista, de la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia su fecha
30 de enero de 1992, confirma la sentencia apelada que declaró fundada la demanda.
Interpuesto recurso de nulidad por la parte demandante, la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, con fecha 18 de febrero de 1993, a fojas 15 del cuadernillo
de nulidad, declara haber nulidad de la sentencia de vista, que confirmó la apelada, que declaró
fundada la acción de amparo, reformando la de vista y revocando la apelada, declara improcedente
la acción de amparo.
Interpuesto recurso de casación, los autos, son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad
con la Disposición Transitoria Quinta de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantía son reponer las cosas al estado anterior de la violación
o amenaza de violación de los derechos constitucionales;
Que, examinados los autos se aprecia que al momento del cese del actor por causal de
renovación, dicha modalidad de retiro se hallaba regulada por el artículo 36º del Estatuto Policial,
Decreto Ley Nº 18081, que a su vez fue modificado en este punto por el Decreto Ley Nº 21963,
estableciendo que a fin de renovar los Cuadros de Oficiales Policiales podrán pasar a la situación
de Cesación Definitiva los que tengan grado de Teniente General hasta Mayor;
Que, el actor al momento de su cese ostentaba el grado de Teniente de la Policía Nacional del
Perú, por lo que los alcances del acotado artículo del Estatuto Policial no le eran de aplicación,
como asimismo resultaba inaplicable a su caso el artículo 42º del Decreto Legislativo Nº 371, que
se invoca en la Resolución Suprema impugnada, por cuanto la aplicación de esta disposición
referida a la renovación de los cuadros de las Fuerzas Policiales, debió sujetarse a los límites
objetivos precisados en el mencionado Estatuto Policial;
Que, en este contexto legal, el cese del actor constituyó una transgresión a la Constitución que
consagra el respeto al derecho al trabajo, entendido como un medio de realización, de obtención
de bienestar material y de desarrollo espiritual de la persona humana, postulado constitucional que
en el caso concreto del demandante podría hallar materialización a través de su continuación en la
carrera policial; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones
conferidas por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Derecho de defensa
«... la suspensión impuesta a los actores, constituye sólo una medida disciplinaria, impuesta por
órgano competente, que no vulnera su derechos constitucionales invocados [a la libre asociación,
al trabajo y a la legítima defensa]...»
Exp. N° 625-96-AA/TC
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como Extraordinario, que interpone don José Valdiviezo Chunga y
otros contra la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha primero de julio de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada,
declaró Improcedente la Acción de Amparo, interpuesta contra la Cooperativa de Servicios
Especiales del Mercado de Pamplona Baja Ltda 167.
ANTECEDENTES:
Con fecha ocho de junio de mil novecientos noventa y cinco, don José Mercedes Valdiviezo
Chunga, don Francisco Orué Vásquez y doña Dina Sabina Reyna Villalobos interponen Acción de
Amparo contra la Cooperativa de Servicios Especiales del Mercado de Pamplona Baja Ltda. 167,
solicitando se declare inaplicable la sanción que les ha impuesto el Consejo de Administración de
la demandada, comunicada mediante Carta que recibieron con fecha 25 de abril de 1995,
consistente en haberlos suspendido en sus derechos de participación en el manejo económico de
la Cooperativa y en no poder ocupar cargos dirigenciales hasta que el Poder Judicial resuelva la
acción penal que la demandada les sigue por delito de fraude en la administración de persona
jurídica. Indican, que con dicha medida, se han violado sus derechos constitucionales a la libre
asociación, al trabajo y a la legítima defensa, entendido este último como referido al derecho de
defensa, consagrados en nuestra vigente Carta Política del Estado.
Agregan, que a partir de la fecha antes señalada, no se les permite participar en las Asambleas de
Socios que convoca la demandada, se les ha quitado el derecho a la guardianía del mercado y
además tienen dificultades en la conducción de sus puestos de trabajo.
Sostienen los demandantes, que de conformidad con el inciso m) del artículo 65° de los Estatutos
de la Cooperativa, procede la aplicación de sanciones a los socios, a petición del Consejo de
Vigilancia, y no por el sólo acuerdo de Asamblea General de Socios, como ha sucedido en sus
casos.
Admitida la acción, es contestada por la demandada, quien indica que mediante Asamblea General
de Socios realizada con fecha 04 de noviembre de 1994, de conformidad con lo establecido en el
artículo 17° inciso c) de los Estatutos de la Cooperativa, se decidió suspender a los demandantes
en sus derechos referidos a la participación activa en el manejo económico o a ocupar cargos
dirigenciales hasta que el Poder Judicial resuelva una acción penal que se encuentra en trámite.
En cuanto al alegado derecho a prestar la guardianía del mercado, sostiene que han venido
realizándolo hasta el mes de marzo de 1996, en que la Asamblea General de socios acordó lo
contrario. Asimismo, agrega que los demandantes han participado en todas las asambleas en que
se discutían los malos manejos económicos ocurridos durante las gestiones como dirigentes, que
les cupo desempeñar en los años 1991, 1992 y 1993, así como, fueron citados por el Consejo de
Administración de 1994, para que formulen sus descargos, conforme consta en el Acta de fecha 02
de enero de 1994, donde no cumplen con acompañar los documentos probatorios
correspondientes. Concluye, sosteniendo que la calidad de asociados nunca les ha sido negada, lo
que lo vienen ejerciendo con las restricciones propias de la medida que les ha sido impuesta de
acuerdo a ley.
Con fecha quince de febrero de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Décimo Octavo
Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando improcedente la Acción de
Amparo.
Formulado el recurso de apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con fecha primero de julio de mil novecientos noventa y seis, expide resolución confirmando la
recurrida.
Interpuesto el Recurso de Casación entendido como Extraordinario, los autos son remitidos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, de conformidad con el inciso 12) del artículo 27º del Texto Unico Ordenado de la Ley
General de Cooperativas aprobado por Decreto Supremo Nº 074-90-TR, la demandada mediante
Asamblea General de Socios realizada el 4 de noviembre de 1994, cuya acta obra de fojas 562 a
570 de autos, a propuesta de su Consejo de Vigilancia, acordó ratificar la medida disciplinaria
antes mencionada.
3. Que, de las instrumentales de fojas 15, 94, 97 y 100 de autos, referentes a las cartas de
descargo respecto del documento de comunicación de la medida de suspensión impuesta, a la
constancia de haber recepcionado el dictamen de auditoría de 18 de agosto de 1994, realizada en
la cooperativa y de haber sido citados al acto de la Asamblea General de Socios antes
mencionada, se advierte que los demandantes han ejercido plenamente su derecho de defensa.
4. Que, a fojas 237, 238, 500 y 501 obran la Circular Nº 001-CMTE-EDUC y la relación de
Socios para participar en el Programa Tele- Educando, ambas del 12 de agosto de 1995, así como
las Actas de Asignación y Conformidad de Puestos de Trabajo, de fecha 15 de setiembre del
mismo año, consignándose en éstas últimas los nombres y firmas de los demandantes, lo que
acredita fehacientemente, que no obstante la suspensión tantas veces citada, se mantienen
vigentes los demás derechos que corresponden a los demandantes, en su calidad de socios de la
cooperativa demandada.
5. Que, en consecuencia, la suspensión impuesta a los actores, constituye sólo una medida
disciplinaria, impuesta por órgano competente, que no vulnera sus derechos constitucionales
invocados, razón por la que resulta infundada la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA :
REVOCANDO la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fojas quinientos noventa y cinco, su fecha primero de julio de mil novecientos noventa y
seis, que confirmando la apelada, declaró improcedente la demanda, y reformándola, declara
INFUNDADA la Acción de Amparo. Ordenaron su publicación en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley y los devolvieron.
Derecho de defensa
«... [al] haberse expedido un acto administrativo que en forma directa afecta sus derechos e
intereses, ha generado una afectación al... derecho constitucional de defensa.»
Exp. N° 810-97-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los dos días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, su fecha treinta y uno de julio de mil novecientos noventa y siete, que revocando la
apelada, que declaró fundada la demanda, la reformó y la declaró infundada.
ANTECEDENTES:
Alega el actor que mediante Resolución de Concejo N° 105-95-MPT, de fecha dos de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, expedida por la Municipalidad Provincial de Trujillo, se formalizó el
acuerdo adoptado por la Asamblea General de la Cooperativa de Vivienda Cortijo Ltda., de fecha
tres de abril de mil novecientos noventa y cuatro, en virtud del cual se autorizaba a su representada
el trámite y gestión del financiamiento, ejecución y puesta en funcionamiento del Proyecto Integral
de Electrificación para esta urbanización, siendo inscrita la resolución en el asiento C-15 del libro
de registro de organizaciones, con vigencia hasta la culminación y liquidación financiera de la obra
de electrificación.
Refiere que ello no obstante, el Gerente General de la Cooperativa de Vivienda referida, el día
cuatro de abril de mil novecientos noventa y cuatro interpuso una Acción de Amparo contra
Hidroandina S.A., a fin de que se dejen sin efecto las comunicaciones que reconocían al Comité
Central Unico de Electrificación como el ente legitimado para ejecutar y desarrollar el proyecto de
electrificación, el mismo que fuera declarado infundado.
Sostiene que el agravio practicado consiste en haber declarado fundado un recurso de apelación
que tenía por objeto un pronunciamiento enviado por Hidroandina S.A., que no constituye ningún
acto administrativo, por lo que, se habría violado el derecho al debido proceso. Asimismo, refiere,
el que se haya impugnado qué órgano de la Cooperativa de Vivienda El Cortijo Ltda. debería ser el
encargado de llevar adelante las obras de suministro de energía eléctrica, importa un problema
entre dos entes particulares, donde la administración pública no puede interferir, además de no
habérsele notificado de la existencia de dicho procedimiento administrativo a su representada, no
se ha respetado el principio de legalidad, toda vez que se pretende a través de una Resolución
Directoral dar mayor prevalencia jerárquica que a la Ley Orgánica de Municipalidades.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Pedro Meza Saavedra, quien solicita se declare
infundada la demanda, ya que: a) En su calidad de representante de la Cooperativa de Vivienda El
Cortijo Ltda., suscribió el contrato con Hidroandina S.A., y siendo su representada la única
legitimada como parte en dicho vínculo contractual, realizó una serie de actos jurídicos, b) La
representación que alega el actor no es legítima, pues no cuenta con el mandato de la Asamblea
General de delegados, que el artículo 28° del Decreto Legislativo N° 085, prevé para el caso de
cooperativas con más de mil socios, como en efecto, es el caso de su representada, c) La
municipalidad no podía interferir la autonomía de las organizaciones cooperativas, d) La pretensión
incoada ante el Ministerio de Energía y Minas es un asunto típicamente administrativo, consistente
en hacer valer sus derechos como sujeto de derecho legitimado en el vínculo contractual suscrito
con Hidroandina S.A., e) Los comités de electrificación son procedentes allí donde no existen
personas jurídicas legalmente constituidas, situación que no acontece con su representada.
Asimismo, contesta la demanda el Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del
Ministerio de Energía y Minas, quien solicita se declare improcedente y/o infundada la demanda, ya
que: a) La Acción de Amparo procede cuando no existe un proceso judicial ordinario, b) La
resolución impugnada ha sido expedida en estricto acatamiento de las normas legales.
Con fecha veintiuno de mayo de mil novecientos noventa y siete, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Trujillo expide resolución, declarando fundada la demanda. Interpuesto
el recurso de apelación, con fecha treinta y uno de julio de mil novecientos noventa y siete, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad expide resolución revocando la
apelada, y reformándola, la declara infundada.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Derecho de defensa
«Que, se ha incurrido en grave omisión procesal; por lo que es de aplicación el Artículo 42° de la
Ley N° 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional; siendo menester reponer la causa al estado de
notificarse con la demanda.»
Exp. N° 630-96-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los tres días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Angel Godonosor Quiroz Vásquez interpone Acción de Amparo contra Telefónica del Perú
S.A., por violación de su derecho constitucional al trabajo.
Señala el accionante que no obstante que la demandada se obligó a través de la cláusula sexta del
Contrato sobre Reducción de Personal, de fecha dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y
cuatro, a no disolver el vínculo laboral, con excepción de la renuncia voluntaria o por aplicación de
las leyes laborales referidas a faltas disciplinarias, con fecha dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y cinco, decidió en forma unilateral disolver su vínculo laboral.
Admitida la demanda, ésta es contestada por CPT Telefónica del Perú S.A., quien solicita se
declare improcedente la demanda, ya que: a) Al haberse evaluado al actor en su rendimiento
laboral, a éste le resultó desfavorable por lo que procedió a cursarle la carta notarial para
comunicarle que el vínculo laboral se había disuelto; b) De acuerdo con la legislación vigente, no
existe estabilidad laboral absoluta, sino relativa, que en caso de disolverse el vínculo laboral,
autoriza al empleador a indemnizar al trabajador, motivo por el cual con fecha treinta y uno de
agosto de mil novecientos noventa y cinco, procedió a consignar los beneficios sociales de don
Angel Godonosor Quiroz Vásquez, en el Banco de la Nación.
Con fecha cinco de enero de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Vigésimo Sétimo Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima expide resolución declarando Infundada la demanda. Interpuesto
el recurso de apelación, con fecha dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y seis, la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, confirmó la resolución
apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del texto de la demanda fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción personal con incentivos
económicos, salvo el caso de comisión de faltas graves disciplinarias, según lo dispone la cláusula
sexta del contrato del dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro.
2. Que, la obligación a que se refiere la citada cláusula sexta del contrato, cuyo cumplimiento
exige don Angel Godonosor Quiroz Vásquez, no ha sido asumida por la demandada, Telefónica del
Perú S.A., sino por un tercero no demandado y por lo tanto resulta nulo todo lo actuado, debiendo
citarse con la demanda a Telefónica del Perú S.A., Hoy Telefónica Perú Holding S.A., que es la
empresa que asumió la obligación correspondiente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las facultadas conferidas por la
Constitución y su ley Orgánica,
FALLA:
Derecho de defensa
«... es menester reponer en resguardo del derecho de defensa y de las normas del debido proceso,
la causa al estado de notificarse con la demanda.»
Exp. N° 692-96-AA/TC
En Lima, a los tres días de mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación interpuesto por don Moisés Gamboa Chávez, contra la sentencia de la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Tacna y Moquegua, su fecha 09 de agosto de 1996, que
confirmó la apelada, su fecha 22 de abril de 1996, que declaró improcedente la demanda contra
ELECTROPERU S.A. "(hoy EGESUR)".
ANTECEDENTES:
Don Moisés Gamboa Chávez, don Hugo Alfredo Rosales, don Felipe Silva Fuentes, don Venancio
Araca Tarqui, don Juan Clímaco Marquina, don Luciano Torres Quenta, interponen Acción de
Amparo con fecha 18 de diciembre de 1995, contra su ex empleadora ELECTROPERU S.A. (hoy
EGESUR), a fin de que les restituya el beneficio de gratuidad del 50% del consumo de energía
eléctrica obtenido por Convenio Colectivo; sostienen los demandantes que obtuvieron dicho
beneficio por Convenio Colectivo suscrito con ELECTROPERU S.A. en la sesión N° 321 del 07 de
febrero de 1980, el mismo que fue reglamentado por la Directiva N° GC-001-80, del mes de julio de
1980, haciéndose extensivo a los pensionistas de la empresa sujetos al régimen de los Decretos
Leyes N° 20530 y N° 19990.
Corrido el traslado de la demanda, con conocimiento del Procurador Público del sector
correspondiente, la demandada no contestó la misma, procediendo el Juez de Primera Instancia
a expedir sentencia con fecha 22 de abril de 1996, a fojas 119, la que declaró improcedente la
Acción de Amparo, por considerar, principalmente, que en relación al demandante don Moisés
Gamboa Chávez, no se ha agotado la vía previa, y en cuanto a los demás demandantes, además
del no agotamiento de la vía previa, incurrieron en la caducidad de la acción.
A fojas 149, la Sentencia de Vista, su fecha 09 de agosto de 1996, confirmó la apelada que declaró
improcedente la acción.
Interpuesto Recurso de Casación, que debe ser entendido como Recurso Extraordinario, los
autos son elevados al Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 41° de su Ley
Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, del texto de la demanda se aprecia que ésta fue incoada contra ELECTROPERU S.A., por
cuanto la obligación cuyo cumplimiento se pide, como fundamento de la acción , deriva de los
acuerdos celebrados por la emplazada con sus trabajadores tal como se aprecia del Acta Final de
las Reuniones de Trabajo, y la Directiva N° GC-001-80, que obran de fojas 7 a 21 del expediente;
Que, se infiere del escrito que obra a fojas 156, presentado por los actores, que EGESUR S.A.,
mediante Carta N° EGESUR-AF-079-95, del 03 de octubre de 1995, dirigida al Gerente General de
ELECTROSUR S.A., la que dispone el recorte del beneficio que es materia del presente reclamo
constitucional, razón que hacía necesario que la Acción de Amparo fuera incoada también contra
estas dos empresas;
Que, en consecuencia resulta nulo todo lo actuado, debiendo citarse también con la demanda a
EGESUR S.A. y ELECTROSUR S.A., por ser las empresas que supuestamente habrían recortado
el beneficio sub litis;
Que, en este sentido, se ha incurrido así en grave omisión procesal, violatoria del artículo 95° del
Código Procesal Civil, así como del artículo 7° de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, lo
que origina el grave quebrantamiento de forma contemplado en el artículo 42° de la Ley N° 26435,
Orgánica del Tribunal Constitucional;
Que, por tanto, es menester reponer en resguardo del derecho de defensa y de las normas del
debido proceso, la causa al estado de notificarse con la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Derecho de defensa
«... deviene en imposible el petitorio para que se restituya al demandante en el cargo de Secretario
Accidental del Consejo de Vigilancia, por el tiempo transcurrido, toda vez que ese cargo dura un
año, periodo que venció en junio de mil novecientos noventa y seis.»
Exp. N° 1244-97-AA/TC
Lima
Juan Carlos Guimaray Ladera
En Lima, a los seis días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Juan Carlos Guimaray Ladera contra la resolución
expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima, su fecha seis de noviembre de mil novecientos noventa y siete, que
declaró improcedente la demanda de Acción de Amparo
ANTECEDENTES:
Don Juan Carlos Guimaray Ladera interpone Acción de Amparo contra el representante legal de la
Cooperativa de Ahorro y Crédito de Sub-Oficiales de la PNP "Santa Rosa de Lima" Ltda para que
se le reponga en su condición de socio activo de la Cooperativa y como Delegado y miembro del
Consejo de Vigilancia. El demandante señala que fue nombrado Delegado y posteriormente
miembro del Consejo de Vigilancia, asumiendo el cargo en forma interina, al no asumir el titular sus
funciones, como Secretario del Consejo de Vigilancia. Al tomar conocimiento de las graves
irregularidades que eran cometidas por los demás miembros del Consejo de Vigilancia en agravio
de la Institución y de todos sus miembros, denunció estos hechos ante la Federación Nacional de
Cooperativas de Crédito del Perú - FENACREP y la Quinta Fiscalía Penal de Lima. La FENACREP
emitió el informe Nº VIO 35-95/FENACREP, en el que estableció varias irregularidades cometidas
en agravio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Sub-Oficiales de la PNP "Santa Rosa de Lima"
Ltda. Es por estos hechos que los dirigentes de la mencionada Cooperativa decidieron excluirlo, y
no pudo participar en la Asamblea General de Socios convocada para los días treinta y treintiuno
de marzo de mil novecientos noventa y seis, habiéndosele prohibido el ingreso.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito de Sub - Oficiales de la PNP "Santa Rosa de Lima" Ltda,
representada por su Gerente General don Eberildes Fernández Mego, al contestar la demanda
señala que: 1) No se ha cumplido con agotar la vía previa; 2) La reposición que solicita como
dirigente de la Cooperativa es un imposible jurídico porque el demandante fue elegido como Vocal
Suplente del Consejo de Vigilancia, cargo que sólo dura un año; 3) Fue excluido como socio por no
cumplir con el procedimiento establecido en la Ley General de Cooperativas para el caso de
denuncias que pudiera formular el Consejo de Vigilancia o alguno de sus integrantes, como la que
él realizó ante la FENACREP y la Quinta Fiscalía Provincial Penal de Lima, causando grave
perjuicio económico y moral; 4) La denuncia que presentó el demandante ante el Ministerio Público
fue archivada.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, por resolución de fecha diez de febrero de mil
novecientos noventa y siete, declaró improcedente la demanda por considerar que no se agotó la
vía previa, y al no haber presentado copia de la Asamblea General de Socios y/o resolución por la
que se lo excluyó, ni haber demostrado la verdad de los hechos alegados en su demanda.
FUNDAMENTOS:
2. Que, en el artículo Trigésimo Noveno del Estatuto de la Cooperativa, que obra de fojas dos
a la cincuenta y siete, no se establece entre las atribuciones y obligaciones del Consejo de
Vigilancia la de suspender a ningún directivo. Que, de acuerdo al artículo Vigésimo del Estatuto
esta atribución corresponde a la Asamblea General Extraordinaria.
3. Que, asimismo, el artículo 27º inciso 12) del Decreto Supremo Nº 074-90-TR, "Texto Unico
Ordenado de la Ley General de Cooperativas", establece como competencia de la Asamblea
General de la Cooperativa el "imponer las sanciones de suspensión o destitución del cargo
directivo, o de exclusión, según los casos, al dirigente que con su acción, omisión o voto hubiere
contribuido a que la cooperativa resulte responsable de infracciones de la ley, sin perjuicio de las
acciones civiles y penales a que hubiere lugar". Que, el artículo 31º inciso 13) del mencionado
Decreto Supremo establece entre las atribuciones del Consejo de Vigilancia la de "proponer a la
Asamblea General, la adopción de las medidas previstas en el artículo 27º incisos 12) y 13)". En
consecuencia, el Consejo de Vigilancia carecía de facultad para suspender a don Juan Carlos
Guimaray Ladera en el cargo de Vocal Suplente del Consejo de Vigilancia.
4. Que, a mayor razón, respecto de los cargos imputados al demandante se tiene que: a) A
fojas ciento setenta y cinco obra el Acta de Transacción ExtraJudicial entre la Cooperativa y la
esposa del don Juan Carlos Guimaray Ladera, por lo que ya no correspondía reiterar como falta del
demandante que su esposa condujera la cafetería de la Cooperativa cuando él ejercía el cargo de
Secretario del Consejo de Administración. b) Respecto de la suspensión del demandante en el
cargo de Secretario del Consejo de Administración, en el año mil novecientos ochenta y nueve,
esta sanción fue dejada sin efecto por el Instituto Nacional de Cooperativas, restituyéndolo en su
cargo por Resolución Ejecutiva Nº 065-89-INCOOP. Esta Resolución fue confirmada por
Resolución del Comité Ejecutivo Nº 015-89-INCOOP. c)Asimismo, no se evidencia que la
Cooperativa haya comprobado la responsabilidad del demandante respecto del alquiler de un local
de esa Institución por un precio irrisorio y la sustracción de documentos de Auditoría Interna y del
Consejo de Vigilancia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Derecho de defensa
«Que de autos resulta que la resolución cuestionada es consecuencia del proceso administrativo
respectivo donde el Consejo Nacional de la Magistratura ha procedido en estricta observancia de la
ley, y en el que el demandante ha ejercido su derecho de defensa, que su oportunidad ha sido
merituada por la emplazada.»
Exp. Nº 1051-97-AA/TC
Lima
Hector Fidel Cordero Bernal
En Lima, a los ocho días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta
Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent; Díaz Valverde y García Marcelo,
pronuncia la sentencia siguiente:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Héctor Fidel Cordero Bernal contra la resolución
expedida por la Sala Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fecha veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Héctor Fidel Cordero Bernal interpone demanda de Acción de Amparo contra el Consejo
Nacional de la Magistratura, con la finalidad de que deje sin efecto la Resolución N° 008-96-PCMN
de fecha catorce de agosto de mil novecientos noventa y seis, por violar el artículo 154° inciso 3)
de la Constitución Política del Estado al no considerar en su deliberación y en la consiguiente
resolución los fundamentos que la sustentan, resolviéndose la destitución del demandante del
cargo de Juez Provisional del Cuarto Juzgado Especializado en lo Penal de Huánuco. Ampara su
demanda en lo dispuesto por el inciso 3) del artículo 146°, inciso 2) del artículo 200° de la
Constitución; segundo párrafo del artículo 2° de la Ley N° 26397, artículo 211° de la Ley Orgánica
del Poder Judicial y artículos 3°, 4°, 6°, 7° y 8° de la Ley N° 23506.
El Primer Juzgado Especializado de Derecho Público de Lima con fecha veintisiete de noviembre
de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras
razones, que la resolución impugnada contiene un amplio examen de lo actuado en el
procedimiento administrativo disciplinario donde no sólo ha evaluado el informe del señor
Presidente de la Corte Suprema de Justicia y Presidente del Consejo Ejecutivo y el informe de la
Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial, sino también ha evaluado los argumentos
del descargo formulado por el demandante, por tanto ha sido expedida con observancia del
requisito constitucional materia del análisis, lo que hace inimpugnable dicha resolución conforme lo
dispone los artículos 142° y 154° de la Constitución.
3. Que, habiéndose procedido de conformidad con las pautas esenciales del debido proceso;
descartándose el argumento del demandante de señalar que la resolución impugnada carece de
motivación por el propio tenor de la misma, cuya copia certificada obra en autos de fojas 2 a 4, y
donde de su lectura se aprecia la valorización realizada por el Consejo Nacional de la Magistratura
de lo expuesto por las partes incluido el descargo del propio demandante, es por demás
desestimable la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
Exp. N° 670-96-AA/TC
Lima.
Cooperativa de Vivienda "Asamblea
Constituyente Ltda"
En Lima, a los veinticinco días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent; Díaz Valverde
y García Marcelo; pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación entendido como extraordinario, interpuesto por la Cooperativa de Vivienda
"Asamblea Constituyente Ltda" contra la resolución expedida por la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha veintiuno de junio
de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la de vista declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
La Cooperativa de Vivienda "Asamblea Constituyente Ltda", con fecha veinte de julio de mil
novecientos noventa y cinco interpone Acción de Amparo contra la Sala Civil de la Corte Suprema
de Justicia de la República integrada por los Señores Vocales Lino Roncalla Valdivia, Nelson
Reyes Ríos, Elmer Lozada Peralta, Andrés Echevarría Adrianzén y Victoria Ampuero de Fuertes,
impugnando la resolución de fecha ocho de febrero de mil novecientos noventa y cinco, que los
demandados emitieron en el expediente seguido por la recurrente contra la empresa Constructora
Altamirano S.A. y otros, sobre otorgamiento de Escritura Pública y demás conceptos; por
considerar que mediante la indicada resolución se ha violado el derecho de propiedad de sus
asociados.
Manifiesta, que en la citada causa, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante resolución de fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y tres, confirmó la
sentencia del Juez del Décimo Sexto Juzgado de Primera Instancia en lo Civil de Lima, su fecha
treinta de noviembre de mil novecientos noventa y dos, declarando fundada la demanda antes
mencionada, y ordenó que la empresa Constructora Altamirano S.A. cumpla con otorgar a la
asociación demandante la Escritura Pública de compra-venta del inmueble constituido por el lote
"A" del ex-fundo Naranjal - Distrito de Los Olivos, de un área de 70,462.60 m2, entre otros
aspectos.
Agrega, que posteriormente los Magistrados que integran la Sala Suprema demandada, emiten la
resolución que es objeto de la presente acción de amparo, a través de la cual declaró Haber
Nulidad en la de Vista y reformándola declaró improcedente su demanda, por considerar que la
demandante no tiene legitimidad para obrar, pronunciamiento que a su parecer no se ajusta al
mérito de las pruebas actuadas dentro del referido proceso.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha veintiséis de julio de mil
novecientos noventa y cinco, emite resolución declarando improcedente la Acción de Amparo, por
estimar que no se ha vulnerado ningún derecho constitucional de la asociación demandante.
FUNDAMENTOS:
2. Que, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 14º de la Ley Nº 25398, las acciones
de garantía pueden ser rechazadas in límine, cuando éstas resultasen manifiestamente
improcedentes por las causales señaladas en los artículos 6º y 37º de la Ley Nº 23506 concordante
con el artículo 200º inciso 2) in fine de la vigente Carta Política del Estado.
3. Que, como se desprende del tenor de la demanda, el cuestionamiento que formula la
asociación demandante contra la resolución antes mencionada, no está referido a transgresión
alguna a su derecho a un debido proceso, sino al criterio jurisdiccional de los señores magistrados
emplazados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
...ha quedado acreditado en autos, que el mismo demandante había consignado como su
dirección la misma que pretende haber modificado y que coincide con su legajo personal...(no)
puede invocar la imposibilidad de haber ejercido su derecho de defensa.
Expediente 089-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, reunido en
sesión de Pleno el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Jorge Carrasco Delgado, contra la resolución de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de fecha diez de octubre de mil
novecientos noventa y cuatro, que, declarando haber nulidad en la resolución de vista del veintitrés
de febrero de mil novecientos noventa y cuatro que confirma la apelada del treinta y uno de mayo
de mil novecientos noventa y tres, declara infundada la acción de amparo seguida, contra el
Ministerio de Salud y la Unidad Departamental de Salud de Lima Sur.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone acción de amparo contra el Ministerio de Salud alegando que mediante
Resolución Directoral Nº 194-AIS-UTES-LPP-DE-92, se le destituye del cargo de cirujano
odontólogo de la Unidad Territorial de Salud de Lurín, sin haberle notificado el pliego de descargos
y la apertura del proceso administrativo que se le había instaurado, hechos que toma conocimiento
extraoficialmente a través del Diario Oficial "El Peruano", violando así su derecho constitucional de
defensa, lo que ha impugnado ante la instancia superior. La Unidad Departamental de Lima Sur,
por Resolución Directoral Nº 008-93-DISURS-II-ES-DG, declara infundada su apelación, por no
haber cumplido con sustentarla y fundamentarla con elementos de derecho y por carecer dicho
recurso de la firma de letrado que lo autorice.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Salud, contesta la
demanda negándola y solicitando se la declare improcedente, manifestando que la destitución se
ha producido por incurrir el demandante en falta disciplinaria tipificada en el inciso k) del artículo
28º del Decreto Legislativo Nº 276, al haber hecho abandono injustificado del cargo que
desempeñaba, aperturándosele proceso administrativo sin que el actor hubiese presentado
descargos, por lo que se le impone la sanción de destitución.
La Jueza del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, por sentencia de fecha treintiuno
de mayo de mil novecientos noventa y tres, declara fundada la demanda e inaplicables al
accionante las Resoluciones Directorales, considerando que la notificación al actor de las indicadas
resoluciones directorales, por las que se le destituye y se declara infundado su recurso de
apelación, no se practicaron en su domicilio sino en el domicilio de su ex cónyuge, hechos que
constituyen violaciones del debido proceso.
La Tercera Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima, confirma la sentencia apelada,
ordenando que la Autoridad Administrativa de Salud instaure proceso administrativo contra el actor,
observándose las reglas del debido proceso; por otra parte, declara nula dicha resolución en la
parte que declara inaplicable para el actor las Resoluciones Directorales de fojas uno y dos,
considerando que la resolución cuestionada no ha sido válidamente notificada al actor,
recortándose su derecho de defensa en aquel trámite administrativo, y violándose la garantía
constitucional de no ser privado de su pleno ejercicio.
Interpuesto recurso de nulidad por parte del accionante, los autos son remitidos a la Fiscalía
Suprema en lo Contencioso Administrativo para efectos de la vista correspondiente y devueltos
éstos con dictamen que se pronuncia en favor de la acción interpuesta, la Sala Constitucional y
Social de la Corte Suprema, con lo expuesto por el dictamen de la Fiscal, declara haber nulidad en
la de vista, que confirmando la apelada, declara fundada la demanda, reformando la de vista y
revocando la apelada; declararon infundada la demanda, considerando que el accionante no ha
probado haber comunicado a su empleadora la variación de su domicilio; que el actor ha
interpuesto recurso de apelación contra la resolución que lo destituye, lo cual implica que ha
ejercido su derecho de defensa.
FUNDAMENTOS:
Que si bien el demandante alega como fundamento de su reclamo el no haber sido notificado
válidamente dentro del proceso administrativo del cual deriva la Resolución Directoral Nº 194-AIS-
UTES-LPP-DE-92 del veintiuno de octubre mil novecientos noventa y dos y por la que se resuelve
destituirle, ha quedado acreditado en autos, conforme a las instrumentales de fojas cincuenta y uno
a cincuenta y cuatro que el mismo demandante había consignado como su dirección la misma que
pretende haber modificado y que coincide con su legajo personal, sin que por otra parte haya
comunicado a la Unidad de Personal de la Unidad Territorial de Salud Lurín-Pachacamac-
Pucusana alguna variación o cambio de domicilio tal y como se puede corroborar a fojas cincuenta
y cinco.
Que por otra parte, tampoco se puede invocar por el demandante la imposibilidad de haber podido
ejercitar su derecho de defensa, por cuanto la sola presentación de su recurso de apelación, de
fecha once de diciembre de mil novecientos noventa y dos y obrante de fojas tres a cinco
demuestra plenamente que aquel sí conoció de la Resolución Directoral referida en el párrafo
anterior y tuvo por consiguiente la oportunidad de cuestionar el contenido de la misma, motivo por
el que la circunstancia de haberse desestimado posteriormente su pretensión vía la Resolución
Directoral Nº 008-93-DISURS.II-LS-DG del cinco de febrero de mil novecientos noventa y tres, no
puede significar que en el presente caso sea viable la acción constitucional de amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ningún magistrado puede ser separado de su cargo sin ser previamente citado y oído, debiendo la
resolución que declara su separación expresar los fundamentos en que se sustenta.
Expediente 736-96-AA/TC
Lima
En Lima a los trece días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Antonio Silva Vallejo, contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, del 24 de
junio de mil novecientos noventiséis, que declara no haber nulidad en la resolución de vista,
emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha once de setiembre de mil
novecientos noventiséis, que confirmando la apelada declara infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
El justiciable don José Antonio Silva Vallejo interpone la presente Acción de Amparo contra el
Congreso Constituyente Democrático y el Jurado de Honor de la Magistratura, a fin de que se deje
sin efecto los sendos pronunciamientos que han emitido, al habérsele privado del derecho de
defensa y vulnerado el debido proceso, se declare inconstitucional el Decreto Ley Nº 26118
mediante el cual se le cesó, y se le rehabilite para seguir ejerciendo el cargo de Vocal Titular de la
Corte Suprema de Justicia de la República.
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima declaró infundada la demanda por considerar, entre otras
razones, que el actor acudió voluntariamente ante el Jurado de Honor de la Magistratura, el que
oyó al actor, de acuerdo a las disposiciones legales vigentes (fojas 202) Interpuesto recurso de
apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante resolución de
fecha once de setiembre de mil novecientos noventicinco (fojas 361) confirmó la de vista,
mandando entenderse como improcedente el extremo referido a la inconstitucionalidad
demandada, por estimar, básicamente, que el actor debió solicitar la anulación del proceso
administrativo y legislativo que se han tramitado (fojas 361). Interpuesto recurso de nulidad, la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos noventiséis, declaró no haber nulidad en la de vista, en
resolución que no tiene motivación propia (fojas 17 del cuadernillo). Contra esta resolución el actor
interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales vigentes se
han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el Decreto Ley Nº 26118, que cesa al demandante, carece de toda motivación, defecto
jurídico que transgrede lo dispuesto en el Artículo doscientos cuarentidós, inciso segundo, de la
Constitución del Estado de 1979, que rige el caso de autos, según el cual el Estado garantizaba a
los magistrados judiciales su permanencia en el servicio hasta los 70 años y la inamovilidad en sus
cargos, mientras observen buena conducta e idoneidad propias de su función; así como la Décimo
Tercera Disposición General y Transitoria de la misma Carta Fundamental -aplicable por analogía-
en cuanto dispone que «Ningún magistrado judicial es separado de su cargo sin ser previamente
citado y oído. La resolución debe expresar los fundamentos en que se sustenta».
2 . Que, a fin de resolver el problema de los magistrados cesados por las Leyes números 25423,
25544 y 26118, el Congreso Constituyente Democrático dictó la Ley Constitucional del doce de
marzo de mil novecientos noventitrés, creando el Jurado de Honor de la Magistratura, con los
cometidos, en otros, de tramitar las solicitudes de rehabilitación que le formulen los Vocales
Supremos.
3. Que, el Artículo Cuarto de la Ley Constitucional en referencia, dispone que el Jurado de Honor
de la Magistratura debe pronunciarse por el cese o la reasunción del cargo del Magistrado cesado,
después que cada uno de los peticionarios hubieren ejercido su derecho de defensa, y el
Reglamento del mismo Jurado, en su Artículo diecinueve, expresamente señala que «se solicite al
Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, la remisión de los antecedentes que contengan
los cargos que hayan sido sustento para el cese del magistrado con las pruebas que acrediten
tales cargos».
4. Que, sólo después de cumplido dicho trámite, y ejercido que fuera el derecho de defensa por los
peticionarios, el Jurado de Honor de la Magistratura, de acuerdo con el Artículo décimo de su
Reglamento, debía evaluar las pruebas reunidas, y pronunciarse por el cese o la reasunción del
cargo por dichos magistrados de acuerdo a su criterio de conciencia, entendido éste como método
para la apreciación de la prueba, ponderando jurídicamente los cargos y los descargos.
5. Que, sin embargo, de autos fluye en forma categórica, y específicamente del oficio de fojas
cuarentinueve, su fecha treinta de abril de mil novecientos noventitrés, que el Jurado de Honor de
la Magistratura no cumplió con tales normas constitucionales, esto es, con motivar su
pronunciamiento elevado al Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso Constituyente
Democrático.
6. Que, ningún pronunciamiento de autoridad que atente contra el honor y los derechos de la
persona humana puede tener validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y comprobada
justificación, tanto más que el Artículo setenticuatro de la Constitución Política de mil novecientos
setentinueve -aplicable al caso de autos- establece en forma taxativa que «todos tienen el deber de
respetar, cumplir y defender la Constitución».
7. Que, de las actas corrientes a fojas ciento diez y siguientes, correspondientes a la sesión del
Congreso Constituyente Democrático del viernes cuatro de julio de mil novecientos noventitrés,
aparece que diversos congresistas solicitaron la devolución de los expedientes de los magistrados
cesados al Jurado de Honor de la Magistratura, entre los cuales corría el del demandante, que
carecían de pruebas de cargo y que, no obstante estas evidentes carencias, y a pesar, incluso, de
la inconstitucionalidad manifiesta del pronunciamiento del Jurado de Honor de la Magistratura, el
Congreso aprobó la no ratificación del magistrado reclamante.
8. Que, es potestad de este Tribunal Constitucional aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no
haya sido invocada por las partes o lo haya sido erróneamente, como sucede en el presente caso
en que el demandante, al interponer su demanda de amparo, solicita inadvertidamente la
inconstitucionalidad de la Ley Nº 26118 debiendo entenderse como la de inaplicabilidad de la
misma, de conformidad con lo dispuesto por el Artículo siete de la Ley Nº 23506(1) y el Artículo
nueve de la Ley Nº 25398(2), concordantes con el principio consagrado en el Artículo séptimo del
Título Preliminar del Código Procesal Civil(3) y en el Artículo ciento ochenticuatro, inciso segundo,
de la Ley Orgánica del Poder Judicial(4), aplicables al caso subjúdice, en forma supletoria, según el
Artículo 63 de la Ley Nº 26435, Ley Orgánica de este Tribunal Constitucional.(5)
9. Que, dada la naturaleza de esta acción de garantía y su finalidad de reponer las cosas al estado
anterior a la violación del derecho constitucional, en el presente caso no se trata de incorporar o
reincorporar al actor después de transcurrida su desvinculación laboral por voluntad determinada
por el mismo, sino de un acto de continuidad en el servicio en base a la medida de tutela
constitucional, sin solución de continuidad, como una medida de rehabilitación para que continúe
en su mismo puesto de trabajo, por cuya razón no le es de aplicación lo previsto en la Octava
Disposición Transitoria, Complementaria y Final de la Ley Nº 26623(6), promulgada el 19 de junio
de 1996, esto es, con posterioridad a la fecha de la vulneración de su derecho constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
RESOLUCION ACLARATORIA
Exp. Nº 736-96-AA/TC
ATENDIENDO:
A que conforme fluye del texto de la demanda interpuesta, el petitorio correspondiente estuvo
explícitamente encaminado a: 1) dejar sin efecto los pronunciamientos emitidos por el Congreso
Constituyente Democrático y el Jurado de Honor de la Magistratura por haberse violado los
derechos a la defensa y debido proceso, 2) declarar inconstitucional el Decreto Ley Nº 26118
mediante el cual se produjo el cese, 3) se rehabilite al demandante en su cargo de Vocal Titular de
la Corte Suprema.
A que conforme se deduce del noveno fundamento de la sentencia expedida con fecha trece de
agosto de mil novecientos noventa y siete y publicada el cinco de setiembre del mismo año, se ha
dispuesto la no aplicación de la Ley Nº 26623 al caso del demandante, no obstante no haberse
demandado la misma y cuando en cualquier circunstancia, el reclamo de fondo no resultaba
alterado conforme consta de los alcances del petitorio antes señalado.
A que los errores materiales en los que incurra este Tribunal al expedir sus resoluciones, pueden
ser corregidos por vía de aclaración, circunstancia que se amerita en el presente caso.
RESUELVE:
Por mayoría y con el voto singular discordante del doctor Nugent, que se adjunta como parte
integrante de esta Resolución; Suprimir el noveno fundamento de la sentencia expedida por el
Tribunal Constitucional con fecha trece de agosto de mil novecientos noventa y siete, manteniendo
sin embargo en todos sus alcances, el resto de fundamentos así como la parte resolutiva de la
misma, mediante la cual se declara Fundada la demanda interpuesta, destacando en todo caso
que la Ley Nº 26623 no ha sido cuestionada y por tanto, es plenamente aplicable.
Exp. : Nº 736-96-AA/TC
Lima
S. NUGENT.
Derecho de estabilidad laboral: cese de servidores públicos, observancia del debido proceso
Expediente 509-96-AA/TC
Chiclayo
En Lima, a los veintiséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario interpuesto por don Pascual Víctor Quispe
Tenorio contra la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fecha primero de febrero de mil novecientos noventa y cinco; en los seguidos
contra la Región Nor Oriental del Marañón, sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Pascual Víctor Quispe Tenorio, con fecha nueve de marzo de mil novecientos noventa y cinco,
interpone Acción de Amparo contra el Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región
Nor Oriental del Marañón, por violación de sus derechos constitucionales que ampara el trabajo y
la estabilidad laboral consagrado en los artículos 42 y 48 de la Constitución Política del Estado de
1979, solicitando se deje sin efecto legal las Resoluciones Ejecutivas Regionales Nº 144-93-
RENOM y 706-94-RENOM, que lo cesa por Reestructuración Orgánica y Reorganización
Administrativa respectivamente y, declara inadmisible su recurso de reconsideración, se ordene su
reincorporación en sus labores habituales de trabajador de servicio; al pago de sus
remuneraciones con sus intereses dejados de percibir hasta su reincorporación, así como al pago
de las costas y la indemnización por daños y perjuicios.
Asimismo, el demandante indica que no obstante haberlo solicitado por escrito, no se le permitió
participar en la prueba de evaluación, toda vez que no fue considerado en la relación de personal
apto para rendir dicho examen, sin que se le hiciera conocer el motivo de dicha exclusión.
Alega, además que la Resolución Ejecutiva Regional Nº 144-93-RENOM, nunca le fue notificada,
sin embargo interpuso contra la misma los recursos impugnativos de reconsideración y apelación, y
no habiéndose absuelto este último acogiéndose al silencio administrativo, dio por agotada la vía
administrativa.
La evaluación del personal se realizó en estricto cumplimiento de las normas legales vigentes;
El actor no reunía los requisitos mínimos para ser considerado en la evaluación referida;
Las pretensiones del demandante no pueden resolverse a través de la acción de amparo sino por
medio de un proceso abreviado de impugnación de acto o resolución administrativa como lo
establece los artículos 486, 540 y siguientes del Código Procesal Civil.
Con fecha siete de agosto de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Cuarto Juzgado
Especializado en lo Civil de Chiclayo expide sentencia declarando fundada la demanda. Formulado
el recurso de apelación, con fecha primero de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, expide resolución revocando
la apelada, declarando improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
Que, la acción subjúdice, está orientada a que se deje sin efecto la Resolución Ejecutiva Regional
Nº 144-93-RENOM de 20 de mayo de 1993 y 706-94-RENOM de 23 de noviembre de 1994, que
cesa al accionante a partir del 01 de junio de dicho año, por causal de Reorganización y
Reestructuración Administrativa, dentro del Programa de Racionalización establecido por el
Decreto Ley Nº 26109 y declara inadmisible su recurso de reconsideración, respectivamente.
Que, la demandada en su escrito de contestación de demanda, reconoce que el actor formuló sus
reclamos contra la Resolución Ejecutiva Regional Nº 144-93-RENOM, que lo cesa con fecha 01 de
junio de 1993, los mismos que fueron resueltos mediante R.E.R Nº 706-94-RENOM, la que
oportunamente fue cuestionada mediante recurso de apelación, el mismo que a la fecha de
interposición de la demanda aún no había sido resuelto, por lo que habiendo el actor optado por
esperar pronunciamiento expreso de la administración pública, de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 99º del Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, se encontraba habilitado para recurrir a través
de la presente acción de garantía.
Que, el Decreto Ley Nº 26109, en su artículo 3º dispone que todo el personal nombrado, cualquiera
que sea su régimen laboral, se encuentra comprendido en el Programa de Racionalización
Administrativa, sin embargo el Texto Unico de las Bases para la evaluación y selección de
Personal de la Región Nor Oriental del Marañón aprobada por Resolución Ejecutiva Regional Nº
088-93-RENOM, en su ítem 8.3, establecía que sólo podían ingresar a tal proceso evaluativo, los
servidores del grupo auxiliar o técnico que reunían el requisito mínimo de tener educación
secundaria, no considerándose en el mismo al accionante, por sólo contar con primer año de
instrucción secundaria.
Que, de lo expuesto precedentemente, se infiere que las citadas bases, contravienen lo dispuesto
en el Decreto Ley Nº 26109, que no establecía excepciones de ninguna índole para la participación
del personal en el Programa de Racionalización Administrativa por lo que el accionante en su
calidad de nombrado en el cargo de trabajador de Servicios del Sector Educación, de conformidad
con el artículo 34 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM tenía derecho a la estabilidad laboral, por
lo que en aplicación del artículo 48 de la Constitución Política del Estado de 1979, aplicable al
caso, sólo podía ser despedido por causa justa prevista en la ley o no haber aprobado el examen
de evaluación que se le impidió rendir, resultando en consecuencia la Resolución Ejecutiva
Regional Nº 114-93-RENOM del 20 de mayo de 1993 violatoria de sus derechos fundamentales
referidos a la igualdad ante la ley sin discriminación alguna y estabilidad en el trabajo, consagrados
en los artículos 2º inciso 2 y 48º de la Carta Política del Estado de 1979, vigente en la fecha de
ocurridos los hechos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron la publicación de la presente, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los
devolvieron.
Derecho de petición
«... no se ha conculcado su derecho de petición, por cuanto el actor ha formulado su pedido ante la
autoridad competente recibiendo respuesta, que si bien dicha respuesta es negativa a los intereses
del actor, ello no significa la vulneración de algún derecho, es decir, nadie le negó el derecho de
acceder a una respuesta de la autoridad competente solicitando lo que estime conveniente.»
Exp. N° 412-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
Recurso extraordinario interpuesto por don Casimiro Gutiérrez Espinoza contra la resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fecha treinta de
octubre de mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Casimiro Gutiérrez Espinoza interpone demanda de acción de amparo contra el Concejo
Distrital de Castilla, con la finalidad de que deje sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 872-94-A
de fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventicuatro que declaró improcedente su
solicitud de visación de planos y como tal conculcó su derecho de petición. Ampara su demanda en
lo dispuesto por el inciso 20) del artículo 2° de la Constitución y los artículos 1°, 2° y 3° incisos 12)
y 13) del artículo 24° de la Ley 23506.
El Primer Juzgado en lo Civil de Piura con fecha tres de agosto de mil novecientos noventicinco
declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que la visación de planos es un
servicio que prestan las municipalidades para atender un requerimiento que consiste en que los
planos y la nomenclatura de calle oficiales de la Municipalidad guarden concordancia, que la
negativa de visar planos fundándose en la preminencia de derechos de otros significa un
prejuzgamiento sobre derechos de propiedad que excede las atribuciones municipales y que
coacta el derecho legítimo del ciudadano a someter una petición ante la autoridad judicial.
Interpuesto recurso de apelación, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Piura, con fecha
treinta de octubre de mil novecientos noventicinco revocó la apelada y la declaró improcedente,
por estimar que el demandante pretende sustituir indebidamente la acción contenciosa
administrativa que es la que corresponde al petitorio por la presente acción de amparo.
Contra esta resolución el actor interpone Recurso Extraordinario; por lo que de conformidad con los
dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que el demandante pretende mediante la presente acción enervar legalmente los efectos de la
Resolución de Alcaldía N° 872-94-A y la Resolución Municipal N° 016-95-CDC, dejándolas sin
efecto legal alguno; indica que dichas resoluciones le niegan su solicitud de visación de planos,
conculcando así su derecho de propiedad y petición para el caso. De autos fluye que el actor no es
propietario del inmueble ubicado en Av. Progreso 508-510, Castilla- Piura, sino su poseedor, por
otro lado no se ha conculcado su derecho de petición, por cuanto el actor ha formulado su pedido
ante la autoridad competente recibiendo respuesta, que si bien dicha respuesta es negativa a los
intereses del actor, ello no significa la vulneración de algún derecho, es decir, nadie le negó el
derecho de acceder a una respuesta de la autoridad competente solicitando lo que estime
conveniente. En todo caso el actor tiene expedito su derecho de recurrir a la vía judicial ordinaria a
efectos de impugnar las resoluciones que crea pertinente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801:
FALLA:
REVOCANDO la resolución de fojas setenta, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura, su fecha treinta de octubre de mil novecientos noventicinco, que
revocando la apelada declaró improcedente la demanda, reformándola la declararon INFUNDADA;
dispusieron su publicación en el diario oficial "El Peruano" con arreglo a ley, y los devolvieron.
«... no obra en el expediente los documentos que respalden, tanto el pedido de la demandante en
su demanda, cuanto la argumentación de la demandada en su contestación.»
Exp. N° 003-98-AA/TC
Arequipa
Luz Marina Villanueva Cárdenas
En Arequipa a los veintiocho días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad interpuesto por doña Luz Marina Villanueva Cárdenas, contra la sentencia de
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha trece de noviembre de
mil novecientos noventa y siete, que confirma la resolución apelada de fecha diecisiete de
setiembre de mil novecientos noventa y siete, que declara fundada la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa; improcedentes las excepciones de caducidad y falta de
legitimidad para obrar e improcedente la Acción de Amparo propuesta en contra del Alcalde la
Municipalidad Provincial de Arequipa don Róger Cáceres Velásquez.
ANTECEDENTES:
Sostiene la demandante, que desde el mes de junio de mil novecientos noventa y tres hasta el
mes de marzo de mil novecientos noventa y cinco, prestó servicio de transporte con el vehículo de
su propiedad de placa NºRH-2263, de marca Volkswagen y en su condición de socia de la
Empresa de Transportes "Virgen del Palacio"; sin embargo para ofrecer un mejor servicio cambió
su antigua movilidad por una nueva, lo cual puso en conocimiento de la Municipalidad,
otorgándosele el Permiso Provisional de Circulación Nº175-96-MPA-DGTUCV. Este permiso tenía
vigencia hasta febrero de mil novecientos noventa y seis, a partir de cuya fecha la interesada
procedió a solicitar mensualmente renovación del mismo, hasta que le otorgaran el permiso
definitivo. Refiere, asimismo, que en setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Municipalidad
en un operativo, por intermedio de la Dirección de Transporte Urbano y Circulación Vial le requisó
el permiso provisional que tenía, ante lo cual la demandante solicitó su devolución pero sin ningún
resultado. Expresa que la negación de otorgársele el Permiso para Circular, atenta contra su
derecho al trabajo y el derecho que tiene de ser contestada su petición por escrito.
A fojas 38, la Municipalidad demandada, contesta la demanda de amparo, solicitando se declare
improcedente por no estar acreditada la existencia física de la Empresa de Transportes "Virgen del
Palacio" como alega la demandante; por otra parte, las concesiones para prestar el servicio de
transporte urbano y circulación vial, se otorgan a las Empresas, por el término de diez años cuando
cumplen los requisitos exigidos, los mismos que no reúne la demandante. Además, el Permiso
Provisional de Circulación otorgado a la demandante cuyo número es el 175-96-MPA-DGTUCV del
quince de enero de mil novecientos noventa y seis, debe ser declarado nulo ya que no se han
subsanado las observaciones que hizo la Municipalidad a la demandante para que cumpla con los
requisitos administrativos para que se le otorgue Permiso de Circulación. Por otro lado, señala la
demandada, que no existe por parte de la Municipalidad, violación constitucional de los derechos a
que se hace referencia, sino que por el contrario, la demandada ha cumplido con aplicar los
dispositivos legales para el caso. La demandada plantea excepción de falta de agotamiento de la
vía administrativa de conformidad con los artículo 98°, 99° y 100° del D.S. 02-94-JUS; la excepción
de caducidad y prescripción, la falta de legitimidad e interés para obrar del demandante.
Con fecha diecisiete de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Primer Juzgado
Especializado en lo Civil de Arequipa, declara improcedente la demanda interpuesta; fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa; improcedentes las excepciones de
caducidad y falta de legitimidad e interés para obrar, al considerar, que el artículo 27° de la Ley N°
23506 establece que sólo procede la Acción de Amparo cuando se han agotado las vía previas,
cosa que no ha hecho la demandante.
Interpuesto el recurso de apelación, los autos son remitidos a la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Arequipa, la misma que confirmando la sentencia de vista, declara fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa y por tanto improcedente la Acción de
Amparo interpuesta.
A fojas 70, se interpone el recurso de nulidad, el mismo que es entendido como el recurso
extraordinario, siendo enviados los actuados a conocimiento del Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
3. Que, en este aspecto, el inciso 20) del artículo 2° de la Constitución Política del Estado, es
categórico cuando señala que "Toda persona tiene derecho a formular peticiones, individual o
colectivamente, por escrito, ante autoridad competente, la que está obligada a dar al interesado
una respuesta también por escrito dentro del plazo legal bajo responsabilidad". Por tanto, se ha
violado este derecho invocado.
FALLA:
...el derecho a pensión nivelable de la Seguridad Social está garantizado a los beneficiarios de la
Administración Pública, cuyo ejercicio está consagrado por la Constitución, son irrenunciables, y
todo pacto en contrario al respecto es nulo.
Expediente 118-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatoria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Sexto Juzgado en lo Civil de Lima declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras
razones, que la supuesta violación demandada se produjo el ocho de julio de mil novecientos
noventidós y los afectados han podido hacer valer su derecho que les franquea la ley, desde
entonces, y de autos no aparece que se haya cuestionado en tiempo oportuno la aplicación del
Decreto Ley Nº 25597, artículo 13º, habiendo dejado transcurrir el término que señala el artículo
26º de la Ley Nº 23506, modificado por el Decreto Ley Nº 25398.
Interpuesto recurso de apelación, la Primera Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima,
revoca la apelada y declara fundada la demanda, según resolución del catorce de diciembre de mil
novecientos noventitrés, que obra a fojas ciento setenticuatro a ciento setentiséis, al estimar que a
la fecha en que entra en vigencia el Decreto Ley Nº 25597 (el ocho de julio de mil novecientos
noventidós) los actores estaban gozando de los beneficios pensionarios que concede el Decreto
Ley Nº 20530, en forma nivelada con los haberes que percibían los servidores activos de la
Contraloría General de la República, y que el hecho de transferir al pliego presupuestal del
Ministerio de Economía y Finanzas la recaudación de las aportaciones y la atención de las
pensiones, remuneraciones y similares, que corresponde pagar a la Contraloría General de la
República a sus pensionistas, jubilados y cesantes, no sólo lesiona derechos adquiridos por los ex
trabajadores, sino que constituye un acto que va en contra de los derechos consagrados en los
artículos 20º y 57º y 8º Disposición General de la Constitución del Estado de 1979, vigente en
aquel entonces; por lo que se pretende, de hecho, aplicar retroactivamente disposiciones
desfavorables a los trabajadores, contraviniéndose lo dispuesto por el artículo 187º de la Carta
Magna. Al haberse interpuesto recurso de nulidad, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia declara haber nulidad en la de vista e improcedente la demanda, al
estimar que ella ha sido interpuesta fuera del plazo señalado por la ley y no resulta de aplicación el
último párrafo del artículo 26º de la Ley Nº 25398, sino el primer párrafo de este numeral,
concordante con el artículo 37º de la Ley Nº 23506; que, por su parte, respecto al Decreto Supremo
Nº 036-93-EF, cuyo artículo 5º otorga por única vez una Bonificación Extraordinaria por
Escolaridad, que se hizo efectivo el primero de abril de mil novecientos noventitrés, no ha operado
la caducidad, pero la norma no es incompatible con la Constitución Política del Estado; y que si el
personal activo de la Contraloría General de la República percibe un sueldo anual por Educación
Ocupacional, éste es muy diferente a la Bonificación por Escolaridad. Contra esta resolución la
accionante interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales
se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. De autos consta que los cesantes y jubilados de la Contraloría General de la República tienen
pensión nivelable en curso de pago, derivados del régimen del Decreto Ley Nº 20530 y demás
normas complementarias, incluyendo en su monto las bonificaciones, gratificaciones y demás
conceptos autorizados por ley para los trabajadores activos de esa misma Entidad gubernamental.
3. Que, asimismo, mediante Decreto Supremo Nº 036-93-EF, del quince de marzo de mil
novecientos noventidós, artículo 5º, se les otorgó a los pensionistas a cargo del Estado una
bonificación por escolaridad, cuyo monto oscilaba entre S/. 80.00 y S/. 150.00, tratando de
sustituirla por la Bonificación anual por Educación Ocupacional que percibían los miembros
integrantes de la Asociación demandante, cuyo monto era hasta de una remuneración mensual.
4. Que tanto el Decreto Ley 25597, como el Decreto Supremo Nº 036-93-EF, citados, colisionan
con normas de mayor rango, como son los artículos 12º, 57º y la Octava Disposición General y
Transitoria de la Constitución Política del Estado de 1979, aplicable al caso de autos, en cuanto
consagran que el derecho a pensión nivelable de la Seguridad Social está garantizado a los
beneficiarios de la Administración Pública, cuyo ejercicio está consagrado por la Constitución, son
irrenunciables, y todo pacto en contrario al respecto es nulo, tal como lo ha establecido este
Tribunal Constitucional en resolución de fecha veintitrés de abril del año en curso, recaída en el
Expediente Nº 007-96-I/TC, sobre inconstitucionalidad. Además, en la interpretación o duda sobre
el alcance y contenido de cualquier disposición en materia de trabajo, se está a lo que es más
favorable al trabajador, por lo que tales normas de inferior nivel jurídico no pueden restringir,
cercenar ni hacer discriminación alguna, en perjuicio de un sector de ex trabajadores de la
Contraloría General de la República, respecto a sus pensiones legalmente adquiridas y que
constituyen derechos inamovibles, y menos aún en forma retroactiva, en contravención del artículo
187º de la Carta Magna.
5. Que el servicio de pago de las pensiones constituye un acto continuado en forma periódica y
sucesiva, los mismos que reiteradamente han sido vulnerados en cada nueva oportunidad por la
entidad demandada, por lo que mal se puede sostener que ha sido interpuesta fuera del plazo
señalado por la ley y que habría operado la caducidad contemplada en el artículo 37º de la Ley
23506, siendo más bien aplicable la parte final del artículo 26º de la Ley Nº 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley Modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Derecho pensionario
«... que la demandada rectifica el cálculo del monto de la pensión después de diez años, sin haber
tomado en cuenta que para entonces constituía cosa decidida y había vencido el plazo de
prescripción fijado por el Artículo 110° de la Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos...»
Exp. N° 1234-97-AA/TC
Trujillo
Gonzalo Néstor Langle Ascoy
En Lima a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de la Libertad, de fecha doce de noviembre de mil novecientos noventa y siete, en los
seguidos por don Gonzalo Nestor Langle Ascoy contra la Municipalidad Provincial de Trujillo, sobre
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Con fecha siete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, don Gonzalo Nestor Langle
Ascoy interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Trujillo representada por
su Alcalde don José Humberto Murguía Zannier, a fin de que se le restituya "el íntegro" de su
pensión de cesantía nivelable recortada en forma unilateral por la demandada.
Sostiene el demandante que por Resolución Nº 18-84 DSM/CPT de nueve de enero de mil
novecientos ochenta y cuatro, se aceptó su renuncia después de veintiún años, seis meses y seis
días de prestación de servicios, otorgándosele una pensión nivelable dentro de los alcances del
Decreto Ley Nº 20530. Que, por Resolución de Alcaldía Nº 224-94 MPT de veintisiete de enero de
mil novecientos noventa y cuatro, se dispuso la disminución de su pensión a trescientos seis
Nuevos Soles con noventicinco céntimos, siendo que le correspondía cuatrocientos diecisiete
nuevos soles con cuarenta y cuatro céntimos, vulnerándose de este modo su derecho adquirido a
la pensión de cesantía nivelable, protegido por los artículos 20°, 57° y Octava Disposición
Transitoria de la Constitución de 1979.
Sostiene asimismo, que por Resolución de Concejo Nº 233-94 MPT del tres de junio de mil
novecientos noventa y cuatro, se confirma tal recorte con retroactividad a enero del mismo año,
aplicando erróneamente el artículo 7° de la Ley Nº 23495, el artículo 11° del Decreto Supremo Nº
0015-83 PCM y el artículo 5° del Decreto Ley Nº 20530.
Admitida la demanda, esta es contestada por don José Humberto Murguía Zannier, Alcalde de la
Municipalidad demandada, quien la niega y contradice y solicita se la declare infundada o
improcedente, así como propone la excepción de caducidad.
Con fecha once de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez Provisional del Tercer
Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, expide resolución declarando improcedente la
demanda por caducidad. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha doce de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad
confirmó la sentencia apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, este Tribunal ha establecido en reiteradas ejecutorias que debido a la naturaleza del
derecho pensionario, siendo el caso que los actos que constituyen la afectación son continuados,
no se produce la caducidad de la acción, toda vez que mes a mes se repite la vulneración,
resultando de aplicación el artículo 26° segundo párrafo, in fine, de la Ley N° 25398.
5. Que, debe tenerse en cuenta que la demandada rectifica el cálculo del monto de la pensión
después de diez años, sin haber tomado en cuenta que para entonces constituía cosa decidida y
había vencido el plazo de prescripción fijado por el artículo 110° de la Ley de Normas Generales
de Procedimientos Administrativos, en tanto y en cuanto la Administración sólo podía recurrir al
Poder Judicial mediante la acción contencioso administrativa, la que tiene por finalidad revisar la
adecuación al sistema jurídico de las decisiones administrativas que versan sobre derechos
subjetivos de las personas, como lo prescribe el artículo 148° de la Constitución Política del
Estado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Derecho de propiedad
«Que, respecto al derecho de propiedad que habría sido vulnerado... este Colegiado estima que no
se encuentra en posibilidad de enjuiciar su validez o no, pues fue efectuado en cumplimiento
estricto de una resolución judicial emanada al interior de un procedimiento regular, donde se
respetó al actor el contenido esencial del derecho al debido proceso...»
Exp. N° 452-97-AA/TC
Huánuco
Pedro Albino Benedetti Ponce
En Lima, a los diecisiete días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatorala doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Pedro Albino Benedetti Ponce, interpone Acción de Amparo contra don Víctor Miguel Iglesias
Montoya, por amenaza de violación de su derecho a la vida y violación de su derecho
constitucional a la propiedad.
Con fecha diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete, el Primer Juzgado Civil de
Huánuco declara improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha veinte
de mayo de mil novecientos noventa y siete, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco-Pasco expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, con relación a la amenaza del derecho a la vida que alega el actor, de la revisión de
las instrumentales obrantes en autos, no se ha podido corroborar en modo alguno la amenaza
incoada.
2. Que, respecto al derecho de propiedad que habría sido vulnerado por el actor al haber
procedido a demoler una casa prefabricada de su inmueble, este Colegiado estima que no se
encuentra en posibilidad de enjuiciar su validez o no, pues fue efectuado en cumplimiento estricto
de una resolución judicial emanada al interior de un procedimiento regular, donde se respetó al
actor el contenido esencial del derecho al debido proceso, conforme se desprende de los
acompañados al cuaderno principal, así como de las instrumentales y documentos que obran en
autos.
FALLA:
Derecho de propiedad
Exp. N° 629-97-AA/TC
Lima.
Ricardo Germán Alarcón Tapia.
En Lima, a los tres días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Ricardo Germán Alarcón Tapia contra la Resolución de
la Sala Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, del treinta de
mayo de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada declaró improcedente la
demanda, en la Acción de Amparo interpuesta por don Ricardo Germán Alarcón Tapia contra doña
María Mujica Barreda, Notaria Pública de Lima.
ANTECEDENTES:
Don Ricardo Germán Alarcón Tapia interpuso la presente Acción de Amparo contra doña María
Mujica Barreda, Notaria Pública de Lima, a fin de que cese la violación o amenaza de violación de
sus derechos constitucionales de propiedad y de libertad de contratación-previstos en los incisos 5)
y 12) del artículo 24° de la Ley N° 23506-al no haber elevado a Escritura Pública la Minuta de
Cesión Gratuita de Dominio celebrada entre el demandante, en representación de doña Olinda
Alarcón Letich viuda de Skrabonja, y él mismo.
El demandante señaló que: 1) Su difunta tía, Olinda Alarcón Letich viuda de Skrabonja, le otorgó
un poder especial por Escritura Pública para recuperar el patrimonio hereditario de su esposo y
disponer de la propiedad de los bienes a favor de terceros o a favor de sí mismo; 2) Después de
fallecida su tía, acudió a la referida Notaria para elevar a Escritura Pública una cesión gratuita de
bienes inmuebles ubicados en Trujillo y, ésta, después de haber cobrado una parte del costo por
los servicios notariales, ordenó que dicha Minuta fuera guardada en una caja fuerte y se negó a
brindarle el servicio contratado, devolviéndole el dinero pagado y no la Minuta; y, 3) Finalmente,
acudió al Notario Manuel Gálvez Súccar, quien en un principio aceptó elevar a Escritura Pública la
referida Minuta, y al cabo de unos días se negó a hacerlo argumentando que había recibido un
comunicado de la Notaria María Mujica Barreda en el que se le prohibía elevar a Escritura Pública
el referido documento.
Doña María Mujica Barreda contestó la demanda y solicitó que fuera declarada improcedente
debido a que: 1) El nueve de setiembre de mil novecientos noventa y seis el demandante dejó en la
Notaría a su cargo una Minuta de Cesión Gratuita de Dominio y pagó a cuenta doscientos soles,
dinero que fue devuelto posteriormente; 2) El dieciséis del mismo mes y año el demandante
concurrió a la Notaría para legalizar algunas copias fotostáticas, entre las cuales aparecía una en
la que su poderdante, doña Olinda Alarcón Letich viuda de Skrabonja, había fallecido antes de la
presentación de la Minuta a la Notaría y por ello ordenó que no se tomara la firma del demandante;
3) El demandante regresó a la Notaría el veintiséis de setiembre del mismo año y en esa
oportunidad la propia Notaria le comunicó la irregularidad detectada, le devolvió el dinero y no la
Minuta, debido a que aun cuando ésta no hubiese sido firmada pertenecía a su protocolo. Agregó
que el mismo día veintiséis de setiembre el demandante presentó una Minuta exactamente igual en
la Notaría Gálvez Súccar del Callao.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, con fecha siete de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda argumentando
que de los hechos expuestos por las partes "se advierte que las cuestiones controvertidas son
bastante complejas y que se requiere de una vía procedimental mayor en la que exista suficiente
debate y probanza".
La Sala Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha
treinta de mayo de mil novecientos noventa y siete, confirmó la apelada que declaró improcedente
la demanda por considerar que los argumentos que sostiene el demandante se fundamentan en
cuestiones que son materia de probanza en una vía distinta de la del amparo ya que ésta carece
de estación probatoria.
Contra esta última resolución el demandante interpone Recurso Extraordinario, elevándose los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que el inciso e) del artículo 19° del Decreto Ley Nº 26002, Ley del Notariado, establece
que el Notario tiene derecho a negarse a otorgar instrumentos públicos que sean contrarios a la
ley, a la moral y a las buenas costumbres. Asimismo, el artículo 3° de la referida norma señala que
los notarios ejercen su función en forma personal, autónoma, exclusiva e imparcial.
4. Que la demanda se fundamenta en hechos que requieren de probanza en una vía distinta
de la vía del amparo por carecer ésta de estación probatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Exp. N° 629-97-AA/TC
Lima.
Ricardo Germán Alarcón Tapia.
VISTO:
El pedido de aclaración presentado por don Ricardo Germán Alarcón Tapia, en los seguidos contra
doña María Mujica Barreda, en el sentido de que este Colegiado declare la nulidad de la sentencia
del tres de marzo de mil novecientos noventa y ocho, por haber incurrido en vicio insubsanable al
no haberse pronunciado con respecto a su escrito del dos de enero de mil novecientos noventa y
ocho; y,
ATENDIENDO A:
1. Que, los argumentos expuestos en el escrito del dos de enero de mil novecientos noventa
y ocho han sido debidamente analizados por este Colegiado al momento de resolver; y,
2. Que, la sentencia del tres de marzo de mil novecientos noventa y ocho, recaída en el
Expediente N° 629-97-AA/TC, ha sido expedida por este Colegiado conforme a ley y por ello no
cabe mayor pronunciamiento.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
RESUELVE:
Declarar sin lugar el pedido de aclaración formulado. Dispone la notificación a la parte que
presentó el pedido de aclaración y la devolución de los actuados.
Exp. Nº 328-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, entiéndase como extraordinario interpuesto por don Danilo Balarín De La
Torre contra la sentencia pronunciada por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República su fecha ocho de julio de mil novecientos noventa y tres que declaró haber
nulidad en la sentencia de vista de fojas quinientos nueve su fecha quince de setiembre de mil
novecientos noventa y dos que confirmó la apelada reformando la de vista y revocando la de
primera instancia declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por don Danilo Balarín De
La Torre contra Hugo Meza Ponte, Director de Concesiones Mineras del Ministerio de Energía y
Minas.
ANTECEDENTES:
Don Danilo Balarín De La Torre a fojas cincuenta y nueve interpone acción de amparo contra don
Tomas Hugo Meza Ponte, Director de Concesiones Mineras, para que se repongan las cosas al
estado anterior de la fecha de la resolución del veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho
dictado por el Director emplazado ejecutado mediante Oficio N° 216-88 del primero de agosto de
mil novecientos ochenta y ocho.
Expone que es titular del denuncio minero «NACAR» solicitado el nueve de julio de mil
novecientos ochenta y cinco perteneciéndole la Partida del Registro de Denuncios N° 10967 de
dieciocho hectáreas de extensión. Sostiene que la resolución objeto de la acción conculca los
artículos 124 y 125 de la Constitución, agravia su derecho a la propiedad que tiene sobre las
sustancias minerales extraídas del área del Consorcio Minero «NACAR». Expresa que la
Resolución impugnada fue ejecutada mediante oficio cursado a la Comisaría de San Juan
Marcona antes de vencerse el plazo para que quede consentida con el agravante que se ejecutó
antes de notificarse a las partes. Por esta razón manifiesta que no es necesario se agote la vía
previa.
Refiere que el veintidós de enero de mil novecientos ochenta y seis la Jefatura Regional de
Minería de Ica dictó auto de amparo sin resolver la oposición formulada por Compañía Minera
Agregados Calcáreos S.A. La Dirección de Concesiones Mineras declaró fundada la apelación
que interpuso contra lo dispuesto por la misma jefatura en cuanto suspendió el auto de amparo
por vicio procesal.
Compañía Minera Agregados Calcáreos S.A. interpuso recurso de revisión y el Concejo de Minería
mediante Resolución N° 146-87-8-EM/CM de catorce de diciembre de mil novecientos ochenta y
siete declaró la nulidad de los actuados a partir de fojas treinta y ocho.
El veintidós de abril de mil novecientos ochenta y ocho la Jefatura Regional de Minería de Ica
resolvió la oposición de la Compañía Minera Agregados Calcáreos S.A. declarandola
improcedente.
El cuatro de mayo de mil novecientos ochenta y ocho dictó auto de amparo. Contra lo resuelto la
Compañía Minera Agregados Calcáreos S.A. interpuso recurso de apelación.
El veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho el Director de Concesiones Mineras resolvió
el grado suspendiendo las labores en la concesión minera del actor.
El actor expone que contra esta resolución interpuso recurso de revisión que fue concedido y se
encuentra bajo la jurisdicción del Consejo de Minería. Sostiene que la resolución impugnada es
nula porque se ha declarado nulo el denuncio minero «NACAR» sin que su titular se encuentre
comprendido en ninguna de las causales de inhabilidad establecido en los artículos 60, 61, 62 y 66
de la Ley General de Minería Decreto Legislativo N°109 Agrega que la no publicación de la nulidad
de la concesión «NACAR» contraviene el artículo 124 de la Ley General de Minería.
El actor afirma que el articulo 120° de la Ley General de Mineria sanciona cuando deben ser
declarados nulos los denuncios mineros.
El Procurador Público de los Asuntos Judiciales del Sector Energía y Minas a fojas ciento doce
contesta la demanda sosteniendo que el demandante ha interpuesto recurso de revisión contra la
resolución del veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho ante el Consejo de Minería, tal
hecho demuestra que no se ha agotado la vía previa.
Agrega que no se ha producido ninguna violación sino solo el trámite regular de un proceso
contencioso - administrativo.
En primera instancia el Juez del Vigésimo Noveno Juzgado Civil de Lima a fojas ciento veinticuatro
declaró fundada la demanda ordenando la inaplicabilidad y sin efecto legal la resolución de
veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho. Fundamenta que cualquier violación de lo
dispuesto en la Ley General de Minería, Decreto Legislativo N° 109, implica violación de derechos
constitucionales establecidos en favor de las concesionarias mineras, toda vez que dicha ley define
y garantiza los derechos y obligaciones de personas dedicadas a la industria minera. Argumenta
que no es necesario el agotamiento de la vía previa porque la resolución objeto de la impugnación
fue ejecutoriada sin notificarse a los interesados es decir antes de vencerse el plazo para que
quede consentida. Precisa que el auto de amparo al ser dictado por la autoridad minera el Titular
adquirió provisionalmente los derechos reales a título de propietario como lo señala el segundo
párrafo del artículo 10 de la Ley General de Minería; y que al ejecutoriarse la resolución impugnada
se ha privado al actor de sus derechos reales. El Juez expresa que se cometió exceso al declarar
la nulidad del denuncio «NACAR» en razón que la Ley General de Minería no contempla la nulidad
absoluta de un denuncio o concesión por cuanto éste se extingue conforme lo dispone el artículo
114 y que la nulidad contemplada es referida a personas inhábiles como regula el artículo 120 de
la ley anotada, razón por lo que el pronunciamiento de fondo de la resolución impugnada del
veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho carece de sustento fáctico.
El Fiscal Superior en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas ciento ochenta y cinco
opina que la sentencia ha quedado consentida porque la apelación es extemporánea.
En segunda instancia, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas
quinientos nueve su fecha quince de setiembre de mil novecientos y dos confirma la sentencia de
fojas ciento veinticuatro.
A fojas trescientos cincuenta y nueve obra resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República de catorce de junio de mil novecientos noventa y uno declara
nula la sentencia de vista de fojas ciento noventa y cinco su fecha cinco de mayo de mil
novecientos ochenta y nueve y ordena que la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima
cumpla con emitir nuevo fallo.
FUNDAMENTOS:
1. A que, el artículo 176 de la Ley de Minería, Decreto Legislativo N° 109, establece una
jurisdicción administrativa especial para resolver cuestiones sustanciales o de forma relativa al
ejercicio del derecho minero; además, prescribe que para recurrir al Poder Judicial previamente
tiene que agotarse la vía administrativa anotada; por tal mérito, la resolución del veintiséis de julio
de mil novecientos ochenta y ocho expedida por el Director de Concesiones Mineras forma parte
de un procedimiento regular administrativo;
2. Que los artículos 261 y 265 de la ley acotada regulan que cualquier persona, que se
considere afectado en su derecho, puede formular oposición contra las solicitudes de derechos
mineros; esta clase de recurso de oposición se ha planteado y es parte integrante del proceso
administrativo minero del cual deriva la resolución expedida por el Director de Concesiones
Mineras su fecha veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y ocho, materia de dilucidación en
este proceso de amparo; agrega la ley, que presentado el recurso de oposición la autoridad
minera tiene la facultad de suspender los efectos del auto de amparo, entre ellas las labores
mineras, si como consecuencia del examen de las pruebas presentadas se desprendiese la falta
de validez parcial o total del derecho minero cuestionado; esta regulación acredita que la autoridad
minera tiene competencia para dictar «medidas cautelares» de suspensión de labores si estima la
expresión de los presupuestos anotados;
3. Que, la ley citada contempla que si con motivo de la presentación de un denuncio minero
faltan requisitos exigidos por los artículos 207 y 208 de la ley glosada, según el artículo 213, será
rechazada la petición que se formule ante la autoridad minera;
5. Que, en el periodo de desarrollo del presente proceso, el doce de julio de mil novecientos
ochenta y nueve, según copias certificadas de fojas quinientos quince y quinientos dieciséis el
actor don Danilo Balarín De La Torre se desistió del recurso de revisión, pendiente de resolverse
administrativamente que la supuesta cosa juzgada de lo resuelto por el Vigésimo Noveno Juzgado
Civil de Lima, argumento del actor para desistirse del recurso de revisión, no se produjo en tanto
que por decisión de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República
por resolución de fojas trescientos cincuenta y cuatro, su fecha primero de agosto de mil
novecientos ochenta y nueve, declaró fundada la Queja interpuesta por el Procurador General de la
República de los Asuntos del Sector Energía y Minas, resolviendo que la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima conceda el recurso de nulidad, la misma que forma parte del
presente proceso; asimismo, el fallo subsiguiente expedido por la última instancia judicial llega a
ser materia del grado;
6. Que, la excepción del agotamiento de la vía previa contemplado en el inciso a del artículo
28 de la Ley N° 23506 se refiere a aquellas situaciones en el que expresamente determinada ley
como el Código Tributario por ejemplo dispone la suspensión de ejecución de la resolución de
determinación si dentro del plazo de ley se interpone recurso de impugnación respectivo este
presupuesto legal no alcanza a la resolución de veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y
ocho, objeto del presente amparo, porque conforme a ley general administrativa, está vigente el
«principio de ejecutabilidad» aún se interponga recurso impugnatorio salvo orden judicial de
suspensión; y.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 380-97-AA/TC
Callao
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución expedida por la Sala Constitucional y Social
de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha veintinueve de enero de mil novecientos
noventisiete, que declaró haber nulidad en la sentencia de vista, de fecha trece de setiembre de mil
novecientos noventiséis que confirmó la de primera instancia que declaró fundada la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Don Germán Kruger Espantoso interpone acción de amparo contra el Ministerio de Agricultura a
efectos de que se declare que la Resolución Suprema Nº 087-93-AG de fecha veintidós de octubre
de mil novecientos noventitrés no tiene efecto legal alguno, y no se de obligado cumplimiento y, en
consecuencia, que se repongan las cosas a su estado anterior a la violación no sólo de su derecho
de propiedad, sino además de sus derechos constitucionales contemplados en los artículos 252º,
254º, inciso 8) y 255º de la Carta Constitucional de 1979 concordantes en el artículo 192º inciso 5)
de la Constitución vigente.
Sostiene el demandante que la Resolución Suprema antes referida objeto de la demanda, adjudica
a don Edgar Barrón Vargas seis hectáreas y cuatro mil metros cuadrados de tierras eriazas
incluyendo una extensión de terreno de su propiedad; y que la Resolución Directoral Nº 904-90-
AG-UAD-VIL que califica como eriazas las tierras adjudicadas a don Edgard Barrón Vargas que
constituye el fundamento de la anterior, se ha mantenido oculta al conocimiento público, tal como lo
acredita con la certificación expedida por el Diario Oficial "El Peruano", invalidando aquella e
impidiendo el ejercicio inmediato de sus legítimos derechos, y que tampoco se ha pedido el
correspondiente informe al Concejo Provincial del Callao, como manda la ley, por tratarse de
inmuebles ubicados en la zona de expansión urbana.
El Procurador del Estado Peruano a cargo de los procesos seguido con el Ministerio de Agricultura
contesta la demanda denegándola aduciendo que el actor no ha agotado las vías previas; y que la
propiedad de las tierras eriazas sin excepción, corresponden al Estado manifestando además que
la resolución impugnada se ha dictado en un procedimiento regular y su impugnación conforme a lo
establecido por la Ley Orgánica del Poder Judicial y el artículo 148º de la Constitución debe
dilucidarse en la vía contencioso administrativa.
El 17º Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha veintinueve de diciembre de mil
novecientos noventicinco, declaró fundada la demanda, y en consecuencia inaplicable para el actor
la Resolución Suprema Nº 087-93-AG de veintidós de octubre de mil novecientos noventitrés en
cuanto adjudica su propiedad al demandado don Edgar Barrón Vargas, a base de considerar
principalmente que la demanda persigue el objeto de la acción de amparo y cumple los requisitos
de admisibilidad y condiciones de la acción, así como los de procedencia y se encuentra acreditado
el derecho de propiedad del demandante.
FUNDAMENTOS:
4. Que la materia sub judice no trata de un caso de confusión de linderos entre predios
preexistentes, pues la resolución suprema impugnada resulta la creación de un nuevo predio que
comprende tierras declaradas eriazas y que en uno de sus linderos se sobrepone en parte al predio
urbano de propiedad del actor, cercenándole con ello cuatro mil metros cuadrados de su
propiedad, consecuentemente, se está conculcando el derecho constitucional del actor prescrito en
el inciso 12 del artículo 24º de la Ley Nº 23506 concordante con el inciso 16) del artículo 2º y
artículo 70º de la Carta Magna vigente, concordante con los artículos 124º y 125º de la
Constitución de 1979, por lo que la presente demanda resulta amparable.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que la confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Exp. Nº 380-97-AA/TC
Callao
VISTO:
El escrito presentado con fecha doce de enero del año en curso, por don Edgar Barrón Vargas en
la acción seguida por don Germán Kruger Espantoso contra el Ministerio de Agricultura, solicitando
aclaración de la sentencia expedida por este Colegiado de fecha once de diciembre de mil
novecientos noventisiete, en cuanto a que indica que pareciera de la lectura de la sentencia en
mención, como si se tratara de dejar sin efecto la resolución impugnada sobre todo el terreno que
se le adjudicara al recurrente cuando del propio petitorio de la incoada sólo se refiere a 4,000 m2
que había sobrepuesto los linderos del terreno del actor.
ATENDIENDO:
Que del propio tenor del cuarto fundamento de la sentencia materia de la presente resolución se
indica explícitamente que: "... cercenándole con ello 4,000 m2 de su propiedad...", asimismo, en el
fallo se declara inaplicable para el actor y su propiedad el predio "Márquez - Callao" la Resolución
Suprema Nº 087-93-AG de fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventitrés, es decir,
también se establece explícitamente la inaplicabilidad sólo respecto al actor y su propiedad no
señalándose que es inaplicable respecto a terceros y propiedades ajenas al actor.
RESUELVE:
Expediente 1855-93
Lima
Señor Presidente:
De los actuados se advierte que la accionante demanda se declare nulo, sin efecto legal e
inaplicable el Decreto Supremo Nº 0042-91-AG de fecha 17 de octubre de 1991 que aprueba el
plano perimétrico de afectación con fines de Reforma Agraria, del predio rústico «OQUENDO", en
una extensión de 321 Hectáreas; 4,300 metros cuadrados, en la provincia del Callao, departamento
de Lima, disponiendo que se abone el justiprecio de conformidad con los Artículos 62º, 53º y 177º y
siguientes del TUC del Decreto Ley Nº 17716 y Decreto Supremo Nº 0159-74-AG, así como las
Resoluciones Directorales Nº 180-90-AG/ UAD-VI-L y Nº 133-90-AG-DGA, por constituir una
violación a sus derechos constitucionales de propiedad, contratación y trabajo, consagrados en los
Artículos 252º, 254º inciso 8) y 255º inciso 1) de la Constitución Política del Estado.
De las instrumentales que obran insertas en el presente expediente que, el cuestionado Decreto
Supremo Nº 0042-91-AG amenaza los derechos del actor por cuanto pretende aplicar una norma
derogada, ordenando el justiprecio del bien inmueble, de una realidad que no corresponde, pues el
31 de agosto de 1991 entró en vigencia el Decreto Legislativo Nº 653, cuya Primera Disposición
Final derogó el Texto Unico Concordado del Decreto Ley Nº 17716 y sus disposiciones
ampliatorias y conexas, en consecuencia quedó derogado el inciso g) del Artículo 50º del referido
TUC que disponía la aprobación del plano definitivo de afectación dispuesto mediante Decreto
Supremo Nº 0042-91-AG. Que la valorización y cancelación debe efectuarse dentro de los
lineamientos que establece la Ley General de Expropiación, dictada para el efecto, Decreto
Legislativo Nº 313.
Por los fundamentos expuestos, esta Fiscalía Suprema es de OPINION; se declare HABER
NULIDAD en la recurrida y reformándola se declare fundada la Acción de Amparo.
SENTENCIA
SS. CASTILLO C.. BUENDIA G.; REYES R.; ECHEVARRIA A., VILLAFUERTE B.
Que, el derecho de propiedad cautelado por la Acción de Amparo en el inciso 12) del artículo 24º
de la Ley Nº 23506, se refiere al ejercicio de posesión directa o indirecta del bien materia, lo que
implica el derecho de usarlo y aprovechar su utilización económica, así como reinvindicarlo y
disponerlo, y que el efecto de la Acción de Amparo es proteger este derecho cuando se viole o
amenace de una manera directa o derivada pero que impida el disfrute del bien.
Expediente 18-95-AA/TC
Lima
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como extraordinario interpuesto por Arturo Vidal Layseca, contra la
sentencia de fecha dieciocho de enero de mil novecientos noventa y cuatro, en la Acción de
Amparo seguida contra el Concejo Distrital de Santiago de Surco y otros.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo con fecha doce de junio de mil novecientos noventa y
dos, contra el Concejo Distrital de Santiago de Surco, y contra los señores Konstantinos
Panopoulos Orlof, Carlos Manuel Gonzalo de Romaña Málaga, Jorge G. Barrientos Campos,
Rodolfo Cremer Nicoli y José W. Angulo Araujo por violación al derecho de propiedad.
Solicita que se suspenda los efectos de la mencionada resolución cuestionada y todos los actos
que sean consecuencia de la misma y que no se siga construyendo sobre el inmueble cuya
construcción da lugar al presente reclamo.
A fojas doscientos cuarenta y seis, de fecha cinco de julio de mil novecientos noventa y tres, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior confirma la apelada, por los propios argumentos de la
recurrida .
La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, con fecha dieciocho de enero de
mil novecientos noventa y cuatro, declara haber nulidad en la sentencia de vista y por lo tanto,
improcedente, porque se está pretendiendo que mediante una Acción de Amparo se cuestione una
resolución administrativa que determina el cambio de zonificación de un lote de terreno. Cuando la
vía de Amparo procede cuando se viola o amenaza algún derecho constitucional conforme al
artículo 2º de la Ley Nº 23506, y por lo tanto, no es la vía idónea. Asimismo, se está otorgando
validez a una resolución que resuelve una apelación presentada por el demandante, cuando éste
ya había interpuesto la Acción de Amparo, por lo tanto no esperó a agotar la vía previa.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que siendo el objeto de la presente Acción de Amparo suspender los efectos de la Resolución Nº
051-92-MLM-AM/SMDU del veintiuno de abril de mil novecientos noventidós, de fojas cuatro,
mediante la cual se aprobó el cambio de zonificación de Residencial de Baja Densidad R-2 del Lote
Nº 5 de la Manzana «U» de la Urbanización Valle Hermoso (con frente a la calle Manuel Ganoza
139-145) del Distrito de Santiago de Surco, extendiéndose dicho cambio a todo el frente este de la
manzana «U», por considerar que se está violando el derecho de propiedad del demandante.
Que mediante la Resolución de Alcaldía Nº 1126 de fecha ocho de setiembre de mil novecientos
noventa y dos, que consta a fojas noventa y ocho, se deja sin efecto la Resolución Nº 051-92-
MLM-AM/SMDU y ordena demoler lo construido. Y posteriormente a través de una tercera
Resolución de Alcaldía Nº 038-93, de fecha quince de enero de mil novecientos noventa y tres,
emitida por la Municipalidad Provincial de Lima se declara nula la Resolución Nº 1126 de fojas 177,
bajo el fundamento de que es legal aprobar modificaciones no sustanciales a los planes urbanos
de zonificación ya aprobados y ratifica la validez de la Resolución cuestionada.
Que, el derecho de propiedad cautelado por la Acción de Amparo en el inciso 12) del artículo 24º
de la Ley Nº 23506, se refiere al ejercicio de posesión directa o indirecta del bien materia, lo que
implica el derecho de usarlo y aprovechar su utilización económica, así como reinvindicarlo y
disponerlo, y que el efecto de la Acción de Amparo es proteger este derecho cuando se viole o
amenace de una manera directa o derivada pero que impida el disfrute del bien.
Que, a través de la presente Acción no se ha probado en autos que la propiedad del demandante
esté amenazada, o que se haya vulnerado de modo alguno su derecho de propiedad, ya que
puede ejercer libremente los atributos inherentes al derecho de propiedad aludidos. Que, la materia
sobre la que versa la Resolución Administrativa en cuestión pertenece a un ámbito de competencia
municipal, tal como está señalado en el artículo 192º, inciso 5) de la Constitución. No obstante, de
haberse producido alguna irregularidad o deficiencia en el procedimiento de su emisión o en lo
dictaminado por ésta, el demandante podrá hacer valer su derecho en la vía ordinaria civil,
mediante el proceso correspondiente que habilite la actuación de una mayor probanza.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 855-93
Arequipa
Señor Presidente:
Viene en Recurso de Nulidad la Resolución de fojas 120, que declara fundada la Acción de Amparo
interpuesta por Juan Alvarez Zurita, contra el Juez del Quinto Juzgado Civil de Arequipa Dr. Carlos
Luna Regal.
Refiere el actor que interpone la presente Acción de Garantía, en virtud a la transgresión de sus
derechos de propiedad y posesión sobre el inmueble sito en el Edificio ubicado en el pasaje
Chorrillos y Av. Mariscal Castilla - Distrito de Miraflores, Provincia y Región Arequipa, en el que es
propietario de la tienda Nº 1, compuesta de sótano y primer piso y que contra, el Edificio donde se
encuentra dicha propiedad, pesa una orden de demolición dictada por el Quinto Juzgado Civil de
Arequipa, la cual afecta gravemente los derechos del accionante; asimismo manifiesta que no ha
sido emplazado en juicio deliberadamente, privándolo del legítimo derecho de defensa que
consagra el inciso 9) del Artículo 233º de la Constitución del Estado(1).
Del análisis de todo lo actuado, claramente fluye que los fundamentos esgrimidos en la sentencia
de Segunda Instancia - Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, que obra a fojas 120
y 121, se encuentran arreglados a ley, por cuanto se puede apreciar que se han merituado
debidamente las pruebas instrumentales ofrecidas por las partes, las mismas que corren en autos,
llegándose a la conclusión de que efectivamente se han violado los derechos de defensa y
propiedad previstos en los Artículos 233º inciso 9) y 125º de la Constitución del Estado(2).
SENTENCIA
SS. CASTILLO C.; BUENDIA G.; ORTIZ B.; REYES R.: ECHEVARRIA A.
Que el derecho de posesión si bien es una derivación extensiva del derecho de propiedad, sin
embargo sólo este último y no el primero, es materia de protección de la Acción de Amparo.
Expediente 198-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la secretaria relatora, doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad interpuesto por don Jorge José Román Honore, contra la sentencia de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 12 de febrero de 1996, que
revocó la sentencia apelada, su fecha 07 de setiembre de 1996, que declaró infundada la acción de
amparo, reformándola la declara improcedente, en contra de don Marco Antonio De Souza-Peixoto
Dávila.
ANTECEDENTES:
Don Jorge José Román Honore, doña Azucena Margarita Chalco de Romero, don Zózimo Carlos
Alarcón, doña Lupe Guisela Torres Chumbe, con fecha 17 de enero de 1995, interponen acción de
amparo contra don Marco Antonio De Souza Peixoto Dávila, alegando que les ha ocasionado
daños a la propiedad, y continuas hostilizaciones con el fin de desalojarlos del terreno donde han
instalado su centro de trabajo; alegan los actores, que son representantes de 140 comerciantes,
conductores en calidad de subarrendatarios de puestos de venta de la Feria Agropecuaria
instalada en el inmueble de propiedad de la Municipalidad de Pueblo Libre, ubicado entre la
avenida La Marina y avenida Universitaria; sostienen los actores que alquilaron el referido local de
feria a la empresa Provama S.R.L, la que contaba con autorización para ello por Acuerdo de
Concejo de la Municipalidad de Pueblo Libre, presidida por el señor Alcalde Roberto Castillo
Larrea; solicitan los demandantes, que a través de esta acción de amparo que el emplazado cese
en sus hostilidades, daños materiales y en su pretensión de desalojarlos de su centro de trabajo,
todo lo cual atenta contra sus derechos constitucionales a la integridad física, igualdad, libertad de
trabajo, propiedad y otros.
A fojas 172, la sentencia de Primera Instancia del Vigésimo Cuarto Juzgado en lo Civil de Lima,
declara infundada la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "los demandantes no
han acreditado la violación o amenaza de violación de la que dicen son objeto, esto es, del
desalojo que manifiestan son objeto por parte del demandado Marco Antonio De Souza-Peixoto
Dávila, hostilidades y daños materiales que se mencionan en la demanda, pues los anexos
acompañados a la misma no acreditan estos hechos".
A fojas 191, la sentencia de vista, de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha 12 de febrero de 1996, revoca la apelada que declaró infundada la acción, y
reformándola la declara improcedente, por estimar que "en el caso de autos los demandantes no
han agotado las vías previas ni han acreditado de modo alguno encontrarse dentro de las
excepciones de las vías previas a que alude el artículo 28º de la Ley Nº 23506".
Interpuesto recurso de nulidad que debe ser entendido como recurso extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTO:
Que, la acción de amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos reconocidos por la Constitución,
conforme a lo establecido en el inciso 2, del artículo 200º de la Carta Política;
Que, en este sentido, la razón de procedencia de la acción de amparo debe referirse directamente
a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional propio del ámbito de protección
de este instrumento procesal;
Que, del examen de autos se aprecia que la pretensión de tutela solicitada por los demandantes
básicamente esta encaminada a evitar un desalojo y proteger el derecho de posesión que alegan
respecto del local que alquilaron como centro de ventas, y que pertenece a la Municipalidad de
Pueblo Libre;
Que, el derecho de posesión si bien es una derivación extensiva del derecho de propiedad, sin
embargo, sólo este último y no el primero, es materia de protección de la acción de amparo;
Que, en cuanto a la defensa del derecho de posesión existen diversos procedimientos ordinarios
de protección establecidos por la ley, comprobándose de autos, que los demandantes utilizaron
uno de ellos, cuando con anterioridad a la interposición de esta demanda de amparo, y alegando
los mismos hechos que la sustentan, recurrieron a la vía penal denunciando al emplazado por
delito de usurpación, como obra a fojas 13 del expediente;
Que, de otro lado, los actores ante las amenazas a su integridad física, supuestamente proferidas
por el demandado solicitaron, asimismo, garantías personales a la Prefectura de Lima, como fluye
de fojas 108 a 121; razones por las cuales y a fin de no desnaturalizar esta sumarísima acción, ella
debe ser desestimada;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que si bien es cierto que el demandante pudo recurrir a la vía laboral, tal como lo señala el artículo
59º del Decreto Legislativo Nº 728, en caso de no hacerlo, no impide que quede expedito su
derecho de recurrir a la vía de Amparo como vía paralela, por la causal prevista en el inciso 10) del
artículo 24º de la Ley Nº 23506.
Expediente 111-96-AA/TC
Huaura
En Lima a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto como de Casación por Hugo Pitman Rojas contra la sentencia
de vista de fecha siete de marzo de mil novecientos noventa y seis, en la Acción seguida contra la
Empresa Azucarera «El Ingenio» S.A. amenaza de violación de derechos laborales.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo contra la Empresa Azucarera «El Ingenio» S.A.
Huaura, por haber sido cesado injustificadamente mediante Carta Notarial de fecha catorce de
octubre de mil novecientos noventa y cinco, suscrita por el Gerente General de la Empresa. Señala
que ha sido trabajador durante veintiún años de la empresa en mención. Agrega, que en el mes de
octubre de mil novecientos noventa y cinco solicita el período de vacaciones que le correspondía,
de esta forma, el Jefe de División Administrativa, Planeamiento y Desarrollo mediante
Memorándum Nº 136/95 ordena que otro trabajador lo reemplace.
El tres de octubre de mil novecientos noventa y cinco, día en que debía entrar de vacaciones,
mediante una Carta Notarial del Vicepresidente del Directorio se le comunica que ha incurrido en la
comisión de falta grave por apropiación de seis bolsas de azúcar que supuestamente había
extraído de la fábrica de la empresa, en complicidad con el chofer Jorge Ocaña Gamarra. El mismo
día mediante otra carta notarial se le dice que está en cumplimiento el Memorándum Nº 136/95 que
dispone que antes de tomar sus vacaciones debía entregar el inventario físico hasta el 30 de
setiembre de mismo año. Mediante una tercera Carta Notarial de la Jefatura de División
Administrativa se le concede el plazo de 24 horas para que realice el inventario. Para tal efecto, el
demandante solicita se le otorgue el personal técnico necesario para llevar adelante el inventario,
así como la presencia de un Supervisor General, pues pendía sobre él la denuncia de apropiación
ilícita.
La empresa incumplió con los requerimientos solicitados para llevar adelante el inventario, razón
por la cual éste no se realizó. El seis de octubre, el demandante envía una carta al jefe de personal
insertando la relación de documentos y enseres del almacén que se quedaban a cargo del auxiliar
del mismo. Pero por Carta Notarial del 07 de octubre se le comunica que ha incurrido en falta grave
prevista en el inciso a) del artículo 58º del Decreto Legislativo Nº 728, que se refiere a la reiterada
resistencia a las órdenes relacionadas con las labores.
De otro lado, en la investigación del Ministerio Público sobre la denuncia de apropiación en contra
del demandante se concluyó con la exculpación del mismo. Ampara su demanda en los artículos
22º, 23º 26º, incisos 1), 2) y 3); 2º, inciso 15), y 138º de la Constitución Política.
Que el demandante debió recurrir al juez de trabajo competente para solicitar su reposición, pero
que en todo caso, el plazo para solicitarlo ha caducado, conforme lo establece el artículo 69º del
Decreto Legislativo 728.
A fojas veintiocho, el juez de primera instancia declara fundada la Acción por considerar que el
delito que se le imputa al demandante no fue probado durante la investigación efectuada por el
Ministerio Público. Que la falta grave de resistencia a las órdenes relacionadas con la labor, queda
desvirtuada con el contenido del memorándum cursado por el apoderado de la empresa a otro
trabajador, encargándosele la jefatura de almacén mientras dure las vacaciones del ahora
demandante.
A fojas ciento treinta y ocho, la sentencia de vista revoca la apelada y la declara improcedente por
considerar que el accionante fue despedido de su trabajo dentro del marco de facultades del
empleador, preceptuados en el Decreto Legislativo Nº 728.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que en autos no ha quedado acreditado que el demandante sea el responsable del presunto robo
de 6 bolsas de azúcar que le imputa la parte demandada, y que fuera una de las causales de
despido. Más bien, como consta a fojas cuarenta y seis, el Fiscal Provincial archivó el caso
definitivamente respecto al demandante por no hallar responsabilidad, y no así en cuanto al otro
co-responsable. Si bien es cierto que el Fiscal determina que por el monto pasen los actuados al
Juez de Paz, no consta en el expediente que se le hubiera abierto proceso por este motivo.
Que en cuanto a la causal argumentada por la demandada, de reiterada resistencia a las órdenes
relacionadas con las labores de parte del demandante, no tiene sustento, tal como consta a fojas
cinco, el accionante solicitó mediante carta que se le proporcionara el tiempo y el personal
necesario para realizar el inventario solicitado, ya que sólo no lo podía efectuar en el término de
veinticuatro horas, pero a pesar de ello, se comprometía a realizarlo al día siguiente. Solicitud que
no fue contestada por la parte demandada. A pesar de ello, el demandante envió una carta al Jefe
de Personal, insertando una relación de documentos y enseres del almacén.
Que si bien es cierto que el demandante pudo recurrir a la vía laboral, tal como lo señala el artículo
59º del Decreto Legislativo Nº 728, en caso de no hacerlo, no impide que quede expedito su
derecho de recurrir a la vía de Amparo como vía paralela, por la causal prevista en el inciso 10) del
artículo 24º de la Ley 23506. Debe entenderse que el derecho de trabajo está amparado por la
Constitución, en el artículo 22º, y como tal, debe ser protegido de toda forma de abuso que
pretenda transgredirlo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de vista que declaró improcedente la Acción de Amparo, que revocó la
apelada que la declaró fundada; el Tribunal reformándola, la declara fundada. Y ordena que no se
reponga al demandante en el puesto de trabajo que tuvo al momento de la afectación de sus
derechos laborales. Mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del plazo previsto
por la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Derecho pensionario
«...el nuevo sistema de cálculo de la pensión jubilatoria establecido en el Decreto Ley N° 25967, se
aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a su vigencia, cumplan con los
requisitos señalados en el régimen previsional del Decreto Ley N° 19990, y no a aquellos que los
cumplieron con anterioridad a dicha fecha, porque de hacerlo se estaría contraviniendo la...
Constitución del Perú...»
Exp. N° 1255-97-AA/TC
Lima.
Isidro Flores Valdez
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario que formula don Isidro Flores Valdez, contra la resolución de fecha
veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y siete, expedida por la Sala Corporativa
Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirmando la apelada declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Con fecha veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y seis, don Isidro Flores Valdez
interpone Acción de Amparo contra la Oficina de Normalización Previsional, para que se declare la
inaplicabilidad de la Resolución Nº 0058 - 94 de fecha veintiuno de junio de mil novecientos
noventa y cuatro, así como se disponga que la demandada le otorgue su pensión conforme al
Decreto Ley Nº 19990, por considerar que se ha vulnerado lo prescrito por el artículo 187º de la
entonces vigente Constitución Política del Estado de 1979. Manifiesta, que con fecha treinta de
octubre de mil novecientos noventa y uno, presentó su solicitud para que se le otorgue una pensión
de jubilación, por considerar que reunía los requisitos exigidos por el Decreto Ley Nº 19990; la
misma que fue desestimada mediante la cuestionada resolución, habiendo la demandada aplicado
retroactivamente las normas contenidas en el Decreto Ley Nº 25967, razón por la que interpuso los
recursos impugnativos de reconsideración y apelación, los mismos que no obstante haberse
vencido los plazos fijados por Ley, no fueron resueltos por parte de la demandada.
El Juez del Décimo Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha veintitrés de enero
de mil novecientos noventa y siete, declaró improcedente la demanda, por considerar
principalmente que no se ha acreditado que el demandante sea titular de un derecho evidente,
admisible de plano, cierto y líquido.
FUNDAMENTOS:
3. Que, de la resolución cuestionada que obra a fojas 2 de autos, aparece que el demandante
cesó en su actividad laboral el quince de mayo de mil novecientos noventa, generando su derecho
pensionario a partir del día siguiente a dicha fecha, a tenor de lo dispuesto por el artículo 80º del
Decreto Ley Nº 19990. Igualmente se advierte, que con fecha treinta de octubre de mil novecientos
noventa y uno, presentó su solicitud acogiéndose al régimen pensionario establecido por el
mencionado Decreto Ley.
4. Que, a fojas 4 y 5 de autos, se advierte que el demandante ha cumplido con ejercitar los
recursos impugnativos de reconsideración y apelación, éste último con fecha ocho de marzo de mil
novecientos noventa y seis, de conformidad con lo establecido en el Decreto Supremo Nº 02-94-
JUS, operando la presunción denegatoria por silencio administrativo, transcurridos los 30 días
hábiles siguientes a su formulación; en consecuencia, ha cumplido con agotar la vía previa que
exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
5. Que, este Tribunal en reiteradas ejecutorias ha establecido que debido a la naturaleza del
derecho pensionario, no se produce la caducidad de la acción, en razón que los actos que
constituyen la afectación son continuados, es decir que mes a mes se repite la vulneración,
resultando de aplicación el segundo párrafo del artículo 26º de la Ley Nº 25398.
7. Que, al haberse resuelto la solicitud del demandante aplicando las normas contenidas en
el Decreto Ley Nº 25967, se ha vulnerado su derecho pensionario, razón por la que resulta fundada
la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
... el nuevo sistema de cálculo de la pensión de jubilación establecida por el Decreto Ley N° 25967
se aplicará únicamente a los asegurados cuya contingencia ocurra con posterioridad a la fecha de
su entrada en vigencia y no a aquellos cuya contingencia haya ocurrido con anterioridad; en
consecuencia, al haberse aplicado el mencionado Decreto Ley al actor, pese a que la contingencia
ocurrió...con anterioridad a su fecha de promulgación, se ha vulnerado la Primera Disposición Final
y Transitoria de la Constitución Política del Estado.
Expediente 830-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por don Roberto Juan Flores
Huamaní, contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, su fecha veintinueve de agosto de mil novecientos noventa y cinco, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas veintidós don Roberto Juan Flores Huamaní interpone demanda de acción de amparo
contra don Emilio Frisancho Calderón, encargado de la División de Pensiones del Instituto Peruano
de Seguridad Social, hoy Oficina Nacional Previsional, con el propósito que se que se dejen sin
efecto las Resoluciones Nºs 22557-93-IPSS, 25741-94-IPSS y 289-95-IPSS, que deniegan la
pensión de jubilación solicitada.
Manifiesta que ha laborado y aportado al Sistema Nacional de Pensiones por más de 15 años, en
calidad de trabajador de construcción civil; que las resoluciones cuestionadas se han expedido
aplicando el art. 1º del Decreto Ley Nº 25967, a pesar que su solicitud fue presentada el día 3 de
junio de 1992, cuando se encontraba vigente el Decreto Ley Nº 19990, y cuando aún el
anteriormente citado Decreto Ley no existía; que su solicitud de pensión debió resolverse aplicando
el art. 41º del Decreto Ley Nº 19990 y no aplicando retroactivamente el Decreto Ley Nº 25967.
El Quinto Juzgado en lo Civil de Arequipa, con fecha veintidós de enero de mil novecientos noventa
y seis, declara infundadas las excepciones e improcedente la acción, por considerar que la vía
correspondiente era la acción contencioso administrativa.
Contra esta resolución el accionante interpuso recurso de nulidad, entendido como extraordinario y
se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el petitorio de la presente acción está dirigido a dejar sin efecto las Resoluciones Nºs 22557-
93-IPSS, Nº 25741-94-IPSS y Nº 289-95-IPSS, que le deniegan al demandante el goce de una
pensión de jubilación.
Que, antes de entrar a analizar el fondo de la cuestión controvertida debe examinarse la causal de
caducidad señalada en la resolución de vista; al respecto debe tenerse en cuenta que, la privación
de la pensión de jubilación es un hecho que mensualmente se produce y, en tanto su periodicidad
no sea mayor a los 60 días, no opera la caducidad porque deviene en una vinculación contractual
de tracto sucesivo entre el pensionista y la Oficina de Normalización Previsional.
Que, en autos aparece que el demandante cesó en sus actividades laborales el día diecinueve de
enero de 1992 y que solicitó su pensión de jubilación con fecha 3 de junio del mismo año, por el
Sistema Nacional de Pensiones regulado por el Decreto Ley Nº 19990; habiendo aportado por un
período de 15 años.
Que, con posterioridad, el 7 de diciembre de 1992, se promulgó el Decreto Ley Nº 25967 que varía
las condiciones de calificación y otorgamiento de las pensiones de dicho Sistema, señalando en su
artículo primero que podrán tener el goce de pensión de jubilación aquellos asegurados que
acrediten haber efectuado aportaciones por un período no menor de 20 años completos; que en
aplicación de este dispositivo legal se denegó al demandante la pensión de jubilación solicitada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la resolución de fojas ciento setenta, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, su fecha primero de diciembre de mil novecientos noventa y
cinco, que confirmando la apelada declaró improcedente la demanda; reformándola declararon
fundadas las excepciones de falta de legitimidad para obrar y de representación defectuosa o
insuficiente del demandado, en consecuencia improcedente la demanda respecto a don Emilio
Frisancho Calderón; y, fundada la acción de amparo; en consecuencia inaplicables al demandante
las Resoluciones Nºs 22557-93-IPSS, 25741-94 y 289-95-IPSS, debiendo la Oficina de
Normalización Previsional emitir nueva resolución, con arreglo a ley; dispusieron que no resulta de
aplicación en el caso de autos lo previsto en el art. 11º de la Ley Nº 23506, atendiendo a las
circunstancias especiales del proceso; ordenaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", con
arreglo a ley; y los devolvieron.
...el nuevo sistema de cálculo de la pensión jubilatoria establecido en el Decreto Ley N° 25967, se
aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a su vigencia, cumplan con los
requisitos señalados en el régimen previsional del Decreto Ley N° 19990, y no a aquéllos que lo
cumplieron con anterioridad a dicha fecha...
Expediente 505-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, interpuesto contra la resolución de la Segunda
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha veintiocho de
junio de mil novecientos noventa y seis, que declara improcedente la acción de amparo incoada
por don Pedro Pablo Duran Silloca contra el Jefe encargado de la División de Pensiones del
Instituto Peruano de Seguridad Social y la Oficina de Normalización Previsional.
ANTECEDENTES:
Don Pedro Pablo Duran Silloca, solicita se dejen sin efecto la Resolución Administrativa Nº 22739-
93 y Resolución Administrativa Nº 24323-94, expedidas por la División Regional de Pensiones de
la Gerencia Departamental Arequipa del Instituto Peruano de Seguridad Social, que le deniegan la
pensión de jubilación solicitada por no contar como mínimo con veinte años de aportaciones, de
conformidad con el artículo 1º del Decreto Ley Nº 25967. Señala, que este acto vulnera su derecho
a la seguridad social, prestación de pensiones, y amenaza su derecho a la vida e integridad física,
pues él presentó su solicitud el dieciséis de setiembre de mil novecientos noventa y uno, bajo el
régimen del Decreto Ley Nº 19990, norma que debió ser aplicada.
Corrido traslado de la demanda, ésta es contestada por el demandado negándola en todos sus
extremos, argumentando que no es objeto de la acción de amparo reconocer derechos como
pretende el actor, por tanto considera que el amparo no es la vía idónea ; así mismo propone la
excepción de caducidad de la acción, razones entre otras, por las que solicita se declare la
improcedencia de la demanda.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Arequipa, con fecha
ocho de abril de mil novecientos noventa y seis, expide sentencia declarando improcedente la
demanda, por considerar que los hechos invocados requieren ser debatidos a través del ejercicio
de la acción contencioso administrativa.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el petitorio de la demanda se circunscribe a que se deje sin efecto la Resolución Nº 22739-
93 de fecha 21 de junio de 1993 y la Resolución Nº 24323-94 del 21 de abril de 1994, así como se
ordene al Instituto Peruano de Seguridad Social y a la Oficina de Normalización Previsional,
cumplan con otorgarle su pensión de jubilación, de conformidad con las normas establecidas en el
Decreto Ley Nº 19990.
3. Que, con respecto a la excepción de caducidad de la acción propuesta por la demandada, ésta
resulta infundada, en razón que siendo los actos que constituyen la afectación continuados hasta la
fecha, de conformidad con el artículo 26º de la Ley Nº 25398, el plazo de caducidad se computa a
partir de la última fecha en que se materializó la agresión, por lo que el actor se encontraba
habilitado para recurrir a través de la presente acción de garantía.
4. Que, conforme está expresado en la sentencia recaída en el expediente Nº 007-96-I/TC, cuya
ratio decidendiformulada en sus décimo primer y décimo segundo fundamentos constituyen
jurisprudencia de obligatorio cumplimiento, a tenor de lo establecido por la Primera Disposición
General de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional, éste colegiado considera que el
estatuto legal según el cual debe calcularse y otorgarse la pensión del actor, es el Decreto Ley Nº
19990, por cuanto al haber reunido los requisitos señalados por dicha norma legal para obtener su
pensión de jubilación ha incorporado a su patrimonio dicho derecho en virtud del mandato expreso
de la ley y que no está supeditado al reconocimiento de la administración; en consecuencia el
nuevo sistema de cálculo de la pensión jubilatoria establecido en el Decreto Ley Nº 25967, se
aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a su vigencia, cumplan con los
requisitos señalados en el régimen previsional del Decreto Ley Nº 19990, y no a aquellos que los
cumplieron con anterioridad a dicha fecha, porque de hacerlo se estaría contraviniendo lo
consagrado por la Octava Disposición General y Transitoria de la Constitución de 1979, vigente en
la fecha de ocurridos los hechos, ulteriormente reafirmada por la Primera Disposición Final y
Transitoria de la Carta Política de 1993.
5. Que, siendo así, al haberse resuelto la solicitud del actor en aplicación de las normas contenidas
en el Decreto Ley Nº 25967, se ha vulnerado su invocado derecho pensionario, por lo que resulta
fundada la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
...este colegiado considera que el estatuto legal según el cual debe calcularse y otorgarse la
pensión del actor, es el Decreto Ley 19990, toda vez que el nuevo sistema de cálculo de la pensión
jubilatoria, se aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a la dación del
Decreto Ley N° 25967, cumplan con los requisitos señalados en el régimen provisional del Decreto
Ley Nº 19990...
Expediente 070-97-AA/TC
Lima
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, que formula don Santiago Rogelio Gonzáles
Cano, contra la resolución de fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventa y seis,
expedida por la Sala Mixta Descentralizada del Santa-Chimbote de la Corte Superior de Justicia de
Ancash, que confirmando la apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra
el Instituto Peruano de Seguridad Social y la Oficina de Normalización Previsional.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintidós de enero de mil novecientos noventa y seis, doña María Málaga Arenas
interpone acción de amparo, contra el Instituto Peruano de Seguridad Social y la Oficina de
Normalización Previsional, para que se declare la inaplicabilidad de la Resolución Nº 6107-PJ-DP-
SGO-GDA-IPSS-93 y de la Resolución Nº 6768-DP-SGO-GDA-IPSS-94, por las cuales se le
deniega su solicitud de pensión de jubilación, asi como solicita que se le reconozca y abone su
pensión conforme al Decreto Ley Nº 19990, a la que considera tener derecho a partir del 22 de
octubre de 1992, por considerar que se ha vulnerado lo prescrito por el artículo 187º de la
Constitución Política del Estado de 1979, al aplicarse retroactivamente las normas contenidas en el
Decreto Ley Nº 25967.
Agrega la demandante, que para los efectos que administrativamente se establezca su derecho
pensionario, acorde con el Decreto Ley Nº 19990, contra la resolución cuestionada, interpuso el
recurso impugnativo de reconsideración.
Corrido traslado de la demanda, ésta es contestada por el Instituto Peruano de Seguridad Social,
quien formula las excepciones de falta de legitimidad para obrar del demandado, en razón que no
son los obligados para responder en materia de pensiones, y la de prescripción extintiva de la
acción, por considerar que si la resolución lesionó algún derecho constitucional, ésta se dictó el 21
de marzo de 1994 y fue notificada el 05 de abril del mismo año y la demanda se ha presentado el
05 de junio de 1996, es decir fuera del plazo de caducidad establecido en el artículo 37º de la Ley
Nº 23506. Por su parte la Oficina de Normalización Previsional, en su apersonamiento, contradice
la incoada, agregando que el actor no ha agotado la vía administrativa previa, por cuanto la
solicitud de éste fue resuelta con fecha 16 de agosto de 1993, habiéndose interpuesto recurso de
reconsideración, el mismo que es opcional, no impidiendo el ejercicio del recurso de apelación
correspondiente, pues de conformidad con el artículo 100º del Decreto Supremo , Texto Unico
Ordenado de la Ley de Normas de Procedimientos Administrativos, la vía administrativa queda
agotada con la resolución expedida en segunda instancia, no verificándose en el caso de autos,
ninguna causal de exención de dicha exigencia, puesto que la lesión supuestamente causada no
es de naturaleza irreversible, ya que los derechos económicos son resarcibles.
Con fecha veintitrés de mayo de mil novecientos noventa y seis, el juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil del Santa - Chimbote, expide sentencia declarando infundada la demanda.
Interpuesto el recurso de nulidad, y entendiéndose el mismo como extraordinario, los autos son
remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, conforme fluye de autos, el actor cesó en su actividad laboral el 22 de octubre de 1992,
generando a partir del día siguiente su derecho pensionario, a tenor de lo dispuesto en el artículo
80º del Decreto Ley Nº 19990 y mediante las cuestionadas resoluciones, se le otorgó e incrementó
su pensión de jubilación, las que se ejecutaron sin haber quedado firmes, haciendo inexigible el
agotamiento de las vías previas, de conformidad con el inciso 1 del artículo 28º de la Ley Nº 23506.
3. Que, con respecto a la caducidad de la acción, es de tenerse en cuenta, que siendo los actos
que constituyen la afectación continuados hasta la fecha, en conformidad con el artículo 26º de la
Ley Nº 25398, el plazo de caducidad se computa a partir de la última fecha en que se materializó la
agresión, por lo que el actor se encontraba habilitado para recurrir a través de la presente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
...este Colegiado considera que el estatuto legal según el cual debe calcularse y otorgarse la
pensión del actor, es el Decreto Ley Nº 19990, toda vez que el nuevo sistema de cálculo de la
pensión jubilatoria, se aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a la
dación del Decreto Ley Nº 25967, cumplan con los requisitos señalados en el régimen previsional
del Decreto Ley Nº 19990, y no a aquellos que los cumplieron antes de la vigencia del Decreto Ley
primero citado, porque de hacerlo se estaría contraviniendo lo consagrado por la Octava
Disposición general y Transitoria de la Constitución de 1979, vigente a la fecha de ocurridos los
hechos, ulteriormente reafirmada por la Primera Disposición Final y Transitoria de la Carta Política
de 1993.
Expediente 462-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación entendido como extraordinario, que formula doña María Manuela Málaga
Arenas, contra la resolución de fecha veintiséis de Junio de mil novecientos noventa y seis,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmando la
apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra la Oficina de Normalización
Previsional.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintidós de enero de mil novecientos noventa y seis, doña María Manuela Málaga
Arenas interpone acción de amparo, contra la Oficina de Normalización Previsional, para que se
declare la inaplicabilidad de la Resolución Nº 1393-93 del 10 de Febrero de 1993, por la cual se le
deniega su solicitud de pensión de jubilación, así como solicita que la demandada le otorgue su
pensión conforme al Decreto Ley 19990, a la que considera tener derecho a partir del 01 de abril
de 1992, por considerar que se ha vulnerado lo prescrito por el artículo 187 de la Constitución
Política del Estado de 1979, al aplicarse retroactivamente las normas contenidas en el Decreto Ley
Nº 25967.
Agrega la demandante, que para los efectos que administrativamente se establezca su derecho
pensionario, acorde con el Decreto Ley Nº 19990, contra la resolución cuestionada, interpuso los
recursos impugnativos de reconsideración y apelación, los mismos que no fueron resueltos, no
obstante haberse vencido los plazos fijados por ley.
Con fecha veintitrés de enero de mil novecientos noventa y seis, el juez del Décimo Segundo
Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando improcedente in liminela
demanda.
Formulado recurso de apelación, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y seis, expide resolución confirmando la
apelada.
Interpuesto el recurso de casación, y entendiéndose el mismo como extraordinario, los autos son
remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
3. Que, de fs. 3 - 4 y 5 de autos, se advierte que la demandante ha cumplido con ejercitar los
recursos impugnativos de reconsideración y apelación, éste con fecha 12 de octubre de 1995, con
arreglo al Decreto Supremo Nº 006-67-SC y su modificatoria Decreto Ley Nº 26111 asi como por el
Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, operando la presunción denegatoria por silencio administrativo
respecto del último citado, transcurridos los 30 días hábiles siguientes a su formulación; en
consecuencia, habiéndose interpuesto la demanda con fecha veintidós de enero de 1996, se
encontraba habilitada para recurrir a través de la presente acción.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
...el nuevo sistema de cálculo de la pensión jubilatoria establecido en el Decreto Ley N° 25967, se
aplicará sólo y únicamente a los asegurados que con posterioridad a su vigencia, cumplan con los
requisitos señalados en el régimen previsional del Decreto Ley N° 19990, y no a aquéllos que lo
cumplieron con anterioridad a dicha fecha...
Expediente 504-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Gonzalo Centeno Cabana, solicita se declare sin efecto la Resolución Administrativa Nº
22738-93, expedida por la División Regional de Pensiones de la Gerencia Departamental de
Arequipa del Instituto Peruano de Seguridad Social, que le deniega la pensión de jubilación
solicitada por no contar como mínimo con veinte años de aportaciones, de conformidad con el
artículo 1º del Decreto Ley Nº 25967. Señala, que este acto vulnera su derecho a la seguridad
social, prestación de pensiones, y amenaza su derecho a la vida e integridad física, pues él
presentó su solicitud el veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa y uno, bajo el régimen
del Decreto Ley Nº 19990, norma que debió ser aplicada.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Arequipa, expide sentencia con
fecha ocho de abril de mil novecientos noventa y seis, que corre a fojas 92 a 94 de autos,
declarando improcedente la demanda, por considerar que los hechos invocados requieren
dilucidarse a través del ejercicio de la acción contencioso administrativa.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el petitorio de la demanda se circunscribe a que se deje sin efecto la Resolución Nº 22738-
93-IPSS, de fecha 18 de junio de 1993, asi como se ordene a al Instituto Peruano de Seguridad
Social y a la Oficina de Normalización Previsional, cumpla con otorgarle su pensión de jubilación de
conformidad con las normas establecidas en el Decreto Ley Nº 19990.
2. Que, conforme lo reconoce la propia demandada, en la cuestionada resolución que corre a fojas
11 de autos, el actor cesó en sus actividades laborales el 21 de julio de 1990, generando a partir
del día siguiente su derecho pensionario a tenor de lo dispuesto en el artículo 80º del citado
dispositivo legal.
3. Que, con respecto a la excepción de caducidad de la acción propuesta por la demandada, ésta
resulta infundada, en razón que siendo los actos que constituyen la afectación continuados hasta la
fecha, de conformidad con el artículo 26º de la Ley Nº 25398, el plazo de caducidad se computa a
partir de la última fecha en que se materializó la agresión, por lo que el actor se encontraba
habilitado para recurrir a través de la presente acción de garantía.
5. Que, siendo así, al haberse resuelto la solicitud del actor en aplicación de las normas contenidas
en el Decreto Ley Nº 25967, se ha vulnerado el derecho pensionario del actor, por lo que resulta
fundada la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Derecho de reincorporación
Expediente 085-95-AA/TC
Lambayeque
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la Secretaria Relatora, doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación, interpuesta por don Alfonso Peña Aguilar contra la sentencia de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema, su fecha 21 de julio de 1994, que declara No Haber
Nulidad de la sentencia de vista, su fecha 29 de marzo de 1994, que confirma la sentencia
apelada, su fecha 23 de diciembre de 1993, que declara improcedente la demanda contra la
Empresa Nacional de Telecomunicaciones del Perú-Zonal Chiclayo.
ANTECEDENTES:
Don Alfonso Peña Aguilar interpone Acción de Amparo, con fecha 22 de junio de 1993, contra la
Empresa Nacional de Telecomunicaciones del Perú S.A. (ENTEL PERU S.A.); alega el actor, que
la empresa emplazada se niega a reincorporarle al Régimen de Pensiones regulado por el Decreto
Ley Nº 20530, pese a cumplir con los requisitos que impone la Ley Nº 25273, de fecha 17 de julio
de 1990, que reincorpora en los alcances de la Ley Nº 20530, a aquellos servidores que entraron a
prestar servicios al sector público bajo el régimen de la Ley Nº 11377, antes del 12 de julio de
1962, comprendidos en la Ley General de Goces del 22 de enero de 1850, y que a la fecha se
encontraran laborando sin solución de continuidad en las empresas estatales de derecho público o
privado, siempre que al momento de pasar a pertenecer a las referidas empresas hubieran estado
aportando al régimen de pensiones a cargo del Estado, sostiene el demandante, que en efecto, él
ingresó a trabajar a la administración pública, en la Dirección General de Correos, el 04 de
setiembre de 1956, hasta el 31 de diciembre de 1978, y que a partir del 01 de enero de 1979,
cambió su régimen laboral al de la actividad privada al asumir ENTEL PERU S.A., el servicio de
telegrafía a nivel nacional e internacional en cumplimiento del Decreto Ley Nº 22412, y que,
durante su permanencia en la ex Dirección General de Correos, se encontraba sujeto al régimen
laboral del Decreto Ley Nº 11377, siendo su régimen pensionario el previsto por la Ley de Goces
de 1850, y que a partir del 26 de febrero de 1974 fue incorporado al régimen del Decreto Ley Nº
20530, siendo que al momento de su transferencia a ENTEL PERU, venía aportando sus cuotas al
fondo de pensiones a cargo del Estado; que, su no reincorporación al régimen de pensiones
normado por el Decreto Ley Nº 20530, vulnera los principios constitucionales de legalidad e
igualdad, consagrados en la Carta Política de 1979.
A fojas 148, la sentencia de vista, su fecha 29 de marzo de 1994, confirma la apelada que declaró
improcedente la Acción de Amparo.
Interpuesto recurso de nulidad por el actor, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema,
con fecha 21 de julio de 1994, declara No haber Nulidad de la sentencia de vista, que confirmó la
apelada, que declaró improcedente la demanda.
Interpuesto Recurso de Casación, que debe entenderse como Recurso Extraordinario, los autos
son remitidos al Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 41 de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Derechos adquiridos
«... este Colegiado considera que los derechos adquiridos por el demandante al amparo del
Decreto Ley N° 20530 no pueden ser desconocidos por la demandada en forma unilateral y fuera
de los plazos de ley,... sino que, contra resoluciones que constituyen cosa decidida, sólo procede
determinar su nulidad mediante un proceso regular en sede judicial...»
Exp. N° 372-98-AA/TC
Lima
Mario Rubio Baella
En Lima, a los ocho días del mes de julio de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta
Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent, y García Marcelo, pronuncia la
sentencia siguiente:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Mario Rubio Baella contra la resolución expedida por la
Sala en Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fojas
veintiuno, su fecha diecinueve de setiembre de mil novecientos noventisiete, que declaró
improcedente la Acción de Amparo. Expresa como fundamentos que la sentencia recurrida ha
equivocado su pronunciamiento, pues la Acción de Amparo ha sido para que se reponga la
violación constitucional en que se ha incurrido al cortársele la pensión de jubilación que venía
percibiendo al amparo de la Resolución Administrativa de fecha veinte de julio de mil novecientos
noventa, emitida por el Instituto de Comercio Exterior y que, sin embargo, lejos de advertir tal
infracción constitucional ha entrado a disquisiciones legales sobre el contenido de la Resolución
Ministerial N° 148-93-MITINCI/DM, del veintidós de diciembre de mil novecientos noventitrés, que
no es el objeto de éste proceso.
ANTECEDENTES:
Don Mario Rubio Baella interpone Acción de Amparo contra el Ministro de Industria, Turismo,
Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, solicitando que se deje sin efecto la
Resolución Ministerial N° 148-93-MITINCI/DM, del veintidós de diciembre de mil novecientos
noventitrés, y que se le siga abonando la pensión de cesantía que ha venido percibiendo desde el
tres de abril de mil novecientos noventiuno hasta el veintiocho de febrero de mil novecientos
noventicuatro, que le fuera concedida por Resolución N° 030-91/ICE-GCAF, del doce de julio de mil
novecientos noventiuno, y que al serle privada de facto se han violado sus derechos
constitucionales previstos en los artículos 20° y 57° de la Constitución Política del Estado.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio demandado contesta la
demanda precisando que el demandante no ha agotado las vías previas, que la Acción de Amparo
no es la vía adecuada, que el demandante no reúne los requisitos para poder incorporarse al
régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530, y que la resolución materia de la litis no adolece
de nulidad.
El Vigésimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha dieciocho de mayo de mil
novecientos noventicuatro, declara fundada la demanda, por considerar principalmente que el
demandante ha venido percibiendo pensión de cesantía nivelable en virtud de su incorporación al
régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530, mediante la Resolución N° 019-90/ICE-GCAF, del
veinte de julio de mil novecientos noventa, la cual causó estado, y que, siendo irrenunciable dicho
beneficio, según el artículo 57° de la Constitución Política del Estado de 1979, dicha resolución no
puede ser invalidada por acto unilateral del ente administrativo, ni por disposición del Decreto
Legislativo N° 763 que se trata de aplicar en forma retroactiva; y que la resolución de su referencia
sólo puede ser objeto de nulidad por decisión judicial, previo al debido proceso que garantice al
demandado el ejercicio del derecho de defensa.
La Cuarta Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha nueve
de febrero de mil novecientos noventicinco, a fojas cincuentitrés, confirmó la apelada, por estimar
que la Resolución Ministerial N° 148-93-ITINCI/DM, del veintidós de diciembre de mil novecientos
noventitrés, atenta contra el derecho fundamental de la Seguridad Social y al goce de pensiones
que debe proteger el Estado, conforme a los artículos 10°, 11° y 12° de la Constitución vigente.
FUNDAMENTOS:
1. Que de autos aparece que mediante Resolución del Instituto de Comercio Exterior N° 030-
91/ICE-GC AF, del doce de julio de mil novecientos noventiuno, al demandante se le otorgó
pensión de cesantía nivelable por el Régimen de Pensiones del Decreto Ley N° 20530,
consagrada constitucionalmente por la Octava Disposición General y Transitoria de la Constitución
del Estado de 1979 y ulteriormente reafirmada por la Primera Disposición Transitoria y Final de la
Constitución Política del Estado de 1993; que, mediante la Resolución Ministerial N° 148-93-
ITINCI/DM, de fecha veintidós de diciembre de mil novecientos noventitrés, la demandada anuló la
precitada resolución y le cortó el pago de la pensión al demandante, quien lo venía percibiendo
durante más de dos años continuos;
3. Que si bien el artículo 1° de la Ley N° 26835, del tres de julio de mil novecientos
noventisiete, dispone que la Oficina de Normalización Previsional es la entidad competente para
conocer y declarar pensiones derivados de derechos pensionarios legalmente obtenidos al amparo
del Decreto Ley N° 20530, normas complementarias y modificatorias, a partir de la entrada en
vigencia del Decreto Legislativo N° 817, se debe tener en cuenta que el mismo no puede tener
efecto retroactivo, en vista de que la demanda en el presente caso fue interpuesta el veintiséis de
marzo de mil novecientos noventicuatro, es decir, con anterioridad a la vigencia de dicho
dispositivo legal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Exp. N° 372-98-AA/TC
Lima
Mario Rubio Baella
ATENDIENDO:
A que en el fallo de la Sentencia recaída en el expediente, con fecha ocho de julio de mil
novecientos noventa y ocho, notificada a las partes el día diez de agosto de mil novecientos
noventa y ocho, se ha consignado erróneamente la frase "a partir del veintidós de diciembre de mil
novecientos noventa y tres" debiendo ser "a partir del primero de marzo de mil novecientos
noventa y cuatro, que este Colegiado debe subsanar en razón de constituir un error material.
RESUELVE:
Aclarar que en la Sentencia de fecha ocho de julio de mil novecientos noventa y ocho, en la parte
relativa al Fallo, debe decir: "a partir del primero de marzo de mil novecientos noventa y cuatro, y
no "a partir del veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y tres"; siendo esta resolución
parte integrante de la Sentencia. Dispone se notifique a las partes, y se publique en el Diario Oficial
El Peruano.
Ningún asociado puede ser suspendido en sus derechos como tal por encontrarse en trámite una
investigación en su contra. Sólo podrá ser suspendido si se comprueba su falta disciplinaria u otra
en agravio de la sociedad.
Expediente 1097-94
Callao
Señor Presidente.-
Viene en recurso de nulidad, la sentencia de vista de fojas 114 a 116, que REVOCA la sentencia
apelada de fojas 98-99, que declara Improcedente la Acción de Amparo interpuesta por don
CARLOS LIMO CALDERON, contra la COOPERATIVA DE SERVICIOS MULTIPLES MIGUEL
GRAU - COOSEMIG, la que reformándola declararon FUNDADA la demanda de fojas 51 a 53.
Del estudio del expediente, se aprecia a fojas 40-41, que el 25 de noviembre de 1993 el Consejo
de Administración de la Cooperativa de Servicios Múltiples Miguel Grau, acordó se suspenda en
sus derechos como socio al actor CARLOS LIMO CALDERON, hasta el término de la investigación
referente a la compra de vehículos, lo cual constituye una transgresión a los estatutos y
reglamentos de la institución demandada como se aprecia de fojas 33 a 39, vulnerándose de esa
manera el derecho constitucional consagrado por el inciso 13) del Artículo 2º de la Constitución
Política(1).
El Artículo 20º del Reglamento de Faltas y Sanciones señala que las sanciones se imponen previo
proceso disciplinario (fojas 38) una de las cuales es la suspensión, la que puede ser de un día
hasta doce meses, según la gravedad de la falta, estando una investigación en trámite, el hecho de
imponer una sanción, sin que la investigación concluya constituye una transgresión a las normas
estatutarias y reglamentarias de la institución demandada, al haberse vulnerado el derecho de
defensa y del debido proceso, establecidos por el Artículo 25º de los Estatutos (fojas 6) y el Artículo
3º del Reglamento de Faltas y Sanciones (Fojas 33).
Sentencia
SS. BUENDIA G.; ORTIZ B.; REYES R.; ECHEVARRIA A.; AMPUERO.
Que, si bien el cierto que los derechos a que hacen mención los actores en su escrito de demanda
se encuentran consagrados en la Constitución Política del Estado, también lo es que, su regulación
y desarrollo se encuentra normado en leyes especiales sobre la materia;...
Expediente 540-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventiséis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad, entendido como Extraordinario, contra la sentencia expedida por la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, que declara haber nulidad en la vista y, en
consecuencia, infundada la Acción de Amparo incoada por doña Aída Barbachan de Perrigo y otro,
contra la Gerencia General de Sociedad Paramonga Limitada S.A. y otro.
ANTECEDENTES:
Los accionantes solicitan que, por su condición de dirigentes sindicales, se les excluya del
programa de racionalización de personal y que se les proteja contra el despido arbitrario que, ante
la falta de su renuncia voluntaria, pretenda ejecutar la empresa, situación que amenaza con violar
sus derechos constitucionales de protección contra el despido arbitrario, de fomento a la
negociación colectiva y del principio de irrenunciabilidad de los derechos reconocidos por la
Constitución.
La Quinta Sala Especializada en lo Civil, en desacuerdo con el dictamen fiscal superior, opina se
declare improcedente la Acción por no haberse agotado la vía previa, en discordia, confirma la
apelada, considerando que los demandantes, en su condición de dirigentes sindicales, no pueden
ser despedidos al encontrarse protegidos por el fuero sindical, normado en los incisos 1) y 2) del
artículo 28º de la Carta Magna.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que la resolución del cancelación del registro sindical, obrante a fojas treinta y uno,
resulta irrelevante para el caso, pues los demandantes accionan a nombre propio y no en
representación del sindicato, ni avalados por éste como agrupación gremial; Que, con las cartas de
invitación a la renuncia, resultado del proceso de racionalización del personal, los actores
consideran amenazados sus derechos constitucionales de fomento a la negociación colectiva, de
protección contra el despido arbitrario y del principio de irrenunciabilidad de derechos; Que, con las
instrumentales alcanzadas por las partes, se acredita que el ejercicio de los derechos colectivos de
trabajo, al interior de la empresa, se ha seguido desarrollando normalmente, llegando incluso, el
treinta de marzo de mil novecientos noventa y cinco, en Asamblea General de Trabajadores, a
elegir sus nuevos representantes, como fluye de los documentos de fojas ciento setenta y ciento
setenta y tres, que, si bien es cierto que los derechos a que hacen mención los actores en su
escrito de demanda se encuentran consagrados en la Constitución Política del Estado, también lo
es que, su regulación y desarrollo se encuentra normado en leyes especiales sobre la materia;
Que, de otro lado, se advierte que la condición de representantes de los trabajadores no los podía
excluir de la ejecución del programa de racionalización de personal, puesto que el cese colectivo
no obedece a causas imputables a la conducta del trabajador, lo que en todo habilitaba un despido,
sino que el programa responde a causas objetivas de la empresa, traducidas en la incapacidad de
la demandada de seguir contando con esos recursos humanos, por motivo de la privatización a la
que ha sido sometida, previos trámites y autorizaciones administrativas, instancias que no han sido
objeto de cuestionamiento oportuno, por parte de los accionantes, por lo que, no evidencian
amenaza de vulneración a los derechos constitucionales.
FALLA:
Confirmando la recurrida, del veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis, que declara
haber nulidad en la de Vista, de veintiocho de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, que a
su turno, confirmando la apelada, del veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro,
declaró fundada la Acción; declara infundada la demanda, dejando a salvo el derecho de los
actores, en lo que fuere de ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO
MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, ... cabe emitir pronunciamiento, únicamente respecto del reconocimiento de sus derechos sin
goce de haber, del tiempo transcurrido desde que fue separada del cargo hasta su
reincorporación,....
Expediente 742-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Carmen Yleana Martínez Maraví contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República de fecha dieciséis de
julio de mil novecientos noventiséis, que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por
la demandante contra el Supremo Gobierno en la persona del Ministro de Justicia.
ANTECEDENTES:
La demandante ocupaba el cargo de Jueza Titular del Vigésimo Tercer Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil de Lima hasta el veintiséis de junio de mil novecientos noventidós, fecha en
que se publicó el Decreto Ley Nº 25580 que la cesó y canceló el título correspondiente.
Interpone la presente Acción de Amparo con fecha veinticinco de setiembre de mil novecientos
noventidós, a fin de que se declare inaplicable para la demandante el citado Decreto Ley Nº 25580,
y se le reponga en el cargo que ostentaba.
El Juez Provisional del Trigésimo Juzgado Civil de Lima, mediante la Resolución Nº 8 de fecha
treinta de noviembre de mil novecientos noventidós que obra a folios setentitrés, falla declarando
improcedente la Acción de Amparo, basándose en el artículo 5º del antes citado Decreto Ley Nº
25580 que dice a la letra: «No procede la Acción de Amparo dirigida a impugnar directa o
indirectamente la aplicación del presente Decreto Ley».
La demandante apeló del fallo de primera instancia, y la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Lima, mediante Resolución Nº 533-3 de fecha diecinueve de abril de mil novecientos noventitrés
que corre a folio ochenticinco, declaró nulo dicho fallo por haberse configurado una omisión que
recortó el derecho de defensa de la demandante, y ordenó al Juzgado de origen expedir nueva
sentencia.
De folios ciento cincuentidós a ciento cincuenticuatro obra la Resolución Nº 19, segunda sentencia
del Trigésimo Juzgado Civil de Lima, de fecha veinte de marzo de mil novecientos noventicinco,
mediante la cual se vuelve a declarar improcedente la Acción de Amparo interpuesta por Carmen
Yleana Martínez Maraví, fundamentando su fallo en lo siguiente: que, no cabe amparar la demanda
en razón de que la demandante fue nombrada Vocal Titular de la Corte Superior de Lima mediante
la Resolución Nº 3 del Jurado de Honor de la Magistratura publicada en el Diario Oficial El
Peruano, con fecha treinta de abril de mil novecientos noventicuatro, que obra a folio ciento
diecisiete, y, repitiendo su anterior fundamento, que el artículo 5º del Decreto Ley 25580 no permite
la Acción de Amparo en contra de su aplicación.
La Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Lima mediante Resolución Nº 2124-5 de fecha
veintinueve de setiembre de mil novecientos noventicinco que obra a folios doscientos veintinueve,
confirma la Resolución apelada, por considerar que al haber sido nombrada la demandante como
Vocal Titular de la Corte Superior de Justicia de Lima, desapareció la violación constitucional y por
consiguiente devino en improcedente la pretensión.
FUNDAMENTOS:
Que, en autos no obra prueba alguna que acredite que la demandante incurrió en causal que la
excluya del derecho constitucional inserto en el artículo 242º, numeral 2) de la Carta Magna de
1979 vigente en ese entonces, que textualmente dice:
2) Su permanencia en el servicio hasta los setenta años y la inamovilidad en sus cargos, mientras
observan conducta e idoneidad propias de su función».
Que, por el contrario, la demandante acreditó haberse desempeñado con idoneidad en el ejercicio
del cargo del que fue cesada, adjuntando la Resolución Nº 3 del Jurado de Honor de la
Magistratura que la nombra por mérito propio y después de prolijo concurso, en un cargo superior
al que tenía, vale decir, Vocal Titular de la Corte Superior de Justicia de Lima.
Que, dicho nombramiento se produjo durante la secuela de la presente Acción, habiendo quedado
la pretensión de reincorporación sustraída, mas no en lo concerniente a los demás derechos que
son inherentes al pedido de reincorporación que es materia de la demanda.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 001-93-AA/TC
ACCION DE AMPARO
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Teodocio Pacheco Ccahuana, contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha ocho de setiembre
mil novecientos noventa y dos, que declaró haber nulidad en la sentencia apelada declarando
improcedente la Acción de Amparo contra el Ministro de Educación, el Ministro de Vivienda y
Construcción, y el Alcalde del Concejo Provincial
ANTECENDENTES:
Los demandantes don Teodocio Pacheco Ccahuana, don Maximiliano Carrasco Perera, don Agilio
Bernuy Vázquez, don Ricardo Rodríguez Córdoba, don Manrique Francia Estrella, don Aniceto
Ibarguen Ríos, don Manuel Espinoza Chanta y don Alberto Achachagua Arteaga, interponen
Acción de Amparo contra el Ministro de Educación, Ministro de Vivienda y Construcción y el
Alcalde del Concejo Provincial de Lima; aducen que es por amenaza inminente de violación a la
propiedad, a fin de que se declare la ineficacia de las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 207 y 2210 del
veintiuno de enero y veintidós de junio de mil novecientos ochenta y tres, respectivamente,
expedidas por la Municipalidad de Lima Metropolitana, así como de la Resolución Suprema Nº 007-
84-VI-5610 del 10 de enero de 1984 y la suspensión definitiva del procedimiento coactivo iniciado
por el Ministerio de Educación según el Exp. Nº 501-89, por presunta violación del derecho de
propiedad a que se refieren los Artículos 125º de la Carta fundamental(1) y el Artículo 24º numeral
12) de la Ley Nº 23506. Sostienen los demandantes que el Alcalde Provincial de Lima dispuso la
ampliación del plano perimétrico y la inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble de Lima
así como la aprobación del plano definitivo de trazado y lotización de los terrenos ocupados por el
Asentamiento Humano Marginal «San Francisco de la Tablada de Lurín», ubicado en el distrito de
Villa Maria del Triunfo, provincia y departamento de Lima, en perjuicio de los derechos de
propiedad de gran parte de las familias y derecho-habitantes de la Sociedad Unión de
Colonizadores de la Tablada de Lurín, los que vienen conduciendo gran parte de estos predios por
tracto sucesivo desde el año de mil novecientos trece, igualmente se amenaza las construcciones
de material noble levantadas de buena fe con una antigüedad superior a los quince años.
Aducen los actores que el Procurador Público del Estado encargado de los Asuntos Judiciales del
Ministerio de Educación, con intervención del Juzgado Coactivo de Lima, cursa a los demandantes
notificaciones para que dentro de diez días en un término perentorio procedan a desocupar sus
viviendas, bajo amenaza de desalojo y demolición.
El Procurador Público de Estado encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Educación,
contesta la demanda y la niega en todos su extremos, solicitando que se la desestime; que
mediante la presente Acción de Amparo pretenden se deje sin efecto la acción coactiva sobre
demolición planteada por la Procuraduría Pública del Estado en cumplimiento de lo dispuesto por
Resolución Ministerial Nº 237-85-DE.
El Juez del Décimo Sétimo Juzgado en lo Civil de Lima, con fecha veinte de febrero de mil
novecientos noventa, expide sentencia declarando fundada en parte la demanda y suspende los
efectos del trámite que el Juzgado Coactivo de Lima, bajo el número quinientos uno del ochenta y
nueve, sigue la Procuraduría Pública encargada de los asuntos judiciales del Ministerio de
Educación contra los demandantes.
Formulado el recurso de apelación, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
expide resolución confirmando la sentencia de primera instancia. Con fecha ocho de setiembre de
mil novecientos noventa y dos, la Segunda Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la
República expide resolución declarando haber nulidad, reformando la de vista y revocando la
sentencia de primera instancia declaró improcedente la acción de garantía.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda se puede apreciar que los demandantes solicitan que se
declaren inaplicables las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 207 y 2010 de fechas veintiuno de abril,
veintidós de junio de mil novecientos ochenta y tres respectivamente y la Resolución Suprema Nº
007-84-VI-5610, de diez de enero de mil novecientos ochenta y cuatro. Y en otro extremo de la
demanda, los actores solicitan la suspensión definitiva del procedimiento coactivo iniciado por el
Ministerio de Educación en contra de ellos.
2. Que, en cuanto a la caducidad se debe tener en cuenta que ésta debe computarse a partir de la
fecha en que se produce la notificación del desalojo, vale decir del veintinueve de agosto de mil
novecientos ochenta y nueve, siendo el caso que la demanda se ha presentado con fecha
veinticuatro de octubre de mil novecientos ochenta y nueve, es decir dentro del término fijado en el
Artículo 37º de la Ley Nº 23506.(2)
3. Que, a fojas dos, tres, cuatro y cinco, corren las Resoluciones Supremas de fechas primero de
marzo de mil novecientos dieciséis, veintiuno de mayo de mil novecientos veinte, nueve de
diciembre de mil novecientos veintiuno y veintisiete de octubre de mil novecientos veintidós,
respectivamente, que no fueron impugnadas en su oportunidad. Que las resoluciones señalan que
dichos lotes de terrenos adjudicados, conforme a cesión, no estarán sujetos a ejecución ni
embargo, provenientes de deudas contraídas por el poseedor, antes ni durante el tiempo de la
posesión otorgada por el Estado. También será nulo, durante ese plazo, toda cesión de derecho,
promesas de venta, hipotecas o arrendamientos tendientes a enajenar la posesión de los lotes
colonizados.
5. Que, asimismo, del propio texto de la Resolución Suprema Nº 007-84-VI-5610, que afecta a
favor del Ministerio de Educación el uso de los terrenos, se desprende que al expedirse dicha
Resolución sólo se tuvo en consideración las Resoluciones Municipales, desconociéndose las
Resoluciones Supremas de los años mil novecientos dieciocho a mil novecientos veintidós, las
cuales además no las deja sin efecto ni en forma expresa ni tácitamente, al no haberla ni siquiera
mencionado en su parte considerativa ni resolutiva.
6. Que, en base a las Resoluciones Supremas de los años mil novecientos dieciséis a mil
novecientos veintidós, los actores han tomado posesión de los terrenos y han construido
aproximadamente hace más de veinte años.
7. Que, en el caso especifico de los demandantes don Aniceto Ibarguen Ríos y don Manuel
Espinoza Chanta, en el juicio ordinario de prescripción adquisitiva de dominio seguido ante el
Cuarto Juzgado Transitorio en lo Civil de Lima, han obtenido la propiedad, la misma que elevan a
Escritura Pública conforme se puede apreciar del testimonio de la escritura de adjudicación que
adjunta según consta en autos.
8. Que, de autos se puede apreciar que a fojas diez, once, doce y trece, la entidad demandada
emplaza en la vía coactiva a los demandantes requiriéndoles desocupar y demoler los inmuebles
que poseen, imputándoseles invasión de terrenos de propiedad del Ministerio de Educación, lo cual
se descarta con la absolución y el sobreseimiento de las causas penales sobre usurpación que se
siguiera a los actores y con las demás instrumentales que obran en autos y que prueban una
posesión anterior, habiendo quedado acreditado que los demandantes no son usurpadores
conforme se aprecia de los actuados que corren de fojas catorce a veintisiete. Que, asimismo, a
fojas veintiuno corre el Peritaje efectuado por Peritos designados por el Juez Instructor, los que
constataron que los inmuebles son de material noble, antiguo y de condición no precaria.
9. Que, el Procurador del Estado, encargado de los asuntos judiciales del Ministerio de Educación,
a fojas ciento cincuenta y nueve, señala que la Resolución Suprema Nº 007-84-VI-5600 disponía
afectar a favor del Ministerio de Educación el uso del terreno materia de litis entre otros, ubicado en
el Asentamiento Humano Marginal «San Francisco de la Tablada de Lurin» del distrito de Villa
María del Triunfo, provincia y departamento de Lima, para ser destinado a la construcción de
Centros Educativos; sin embargo debe tenerse en cuenta que la Resolución Suprema de mil
novecientos veinte, en su acápite 4º señala expresamente «que» los terrenos que sean
adjudicados conforme a la cesión, no estarán sujetos a ejecución ni embargo, provenientes de
deudas contraídas por el poseedor, antes ni durante el tiempo de la posesión otorgada por el
Estado. También será nulo, durante ese plazo toda cesión de derecho, promesa de venta,
hipotecas o arrendamientos tendientes a enajenar la posesión de los lotes colonizados».
10. Que, asimismo, debe tenerse en cuenta que el Decreto Ley Nº 17355, sobre facultades de
coerción o ejecución forzosa de la Administración Pública no autoriza a la autoridad a desalojar o
lanzar posesionarios, lo cual debe realizarse ante el ente jurisdiccional conforme a los
procedimientos de ley; en consecuencia los citados demandantes están siendo desviados de la
jurisdicción predeterminada por ley, conculcando el derecho constitucionalmente reconocido en el
acápite 1 ) del inciso 20) del Artículo 2º de la Constitución Política del Estado de 1979 aplicable
para este caso.(3)
Por estos Fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica;
FALLA:
Despido arbitrario
«... [el] Proceso de Evaluación... fue iniciado y culminado... fuera del plazo de vigencia de la Ley N°
26553, autoritativa, sin tener en cuenta que los actos administrativos válidos deben efectuarse
dentro del ámbito y vigencia de la normatividad legal.»
Exp. N° 999-97-AA/TC
En Lima, a los dieciséis días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario que interpone don César Enrique Castro
González contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, su fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la
sentencia declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Don César Enrique Castro González interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Pimentel don Luciano Palacios Pinglo, solicita tutela jurisdiccional por
atentado contra la libertad de trabajo y protección contra el despido arbitrario, que la Municipalidad
Distrital de Pimentel procedió a la evaluación del personal, teniendo como base legal, la Ley N°
26553, en su Octava Disposición Transitoria, la que incluye a los organismos municipales dentro de
los alcances del Decreto Ley N° 26093, solicitando su reposición en el centro de trabajo y el pago
de sus remuneraciones y beneficios sociales que le corresponden desde su despido hasta su
reposición.
Sostiene el demandante que es trabajador municipal del Concejo Distrital de Pimentel desde el
primero de setiembre de mil novecientos ochenta y seis, ingresando a laborar previo concurso de
méritos y siendo nombrado mediante Resolución Municipal N° 040-89-MDP-A, que en el año de mil
novecientos noventa y seis comenzaron los actos de hostilidad contra el actor, que mediante
Resolución de Alcaldía N° 037-96.MDP/A, se resuelve aplicar la medida disciplinaria de suspensión
sin goce de remuneraciones por el término de cinco días, por falta grave, imputándosele
faltamiento al superior y negligencia en el desempeño de sus funciones. Que mediante Resolución
de Alcaldía N° 001-97-MDP/A, de fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete, se
dispone la ejecución del Programa de Evaluación Semestral del Personal de la Municipalidad
Distrital de Pimentel, basándose en la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley del
Presupuesto del año de mil novecientos noventa y seis, que el artículo 4°, de la Ley rige
exclusivamente para el período de mil novecientos noventa y seis, que la fecha de emitirse la
mencionada resolución, para la implementación de las evaluaciones, resulta extemporánea.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Municipalidad Distrital de Pimentel, la misma que
la niega y contradice en todos sus extremos y solicita que se declare infundada por considerar que
la medida disciplinaria por faltamiento al superior y negligencia en el desempeño de sus funciones,
conllevó a que se le sancione, previo proceso administrativo; que al momento de evaluarlo no se
tomó en cuenta ese demérito para efectos de su calificación y que el proceso de evaluación fue
dentro del término de ley.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil - Chiclayo - con fecha cuatro de julio de mil novecientos
noventa y siete, expide sentencia declarando improcedente la Acción de Amparo. Interpuesto el
recurso de apelación, la Segunda Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, con fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y siete, confirma la
sentencia que declara improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, el demandante en su petitorio solicita tutela jurisdiccional por conculcarse su derecho
a la libertad de trabajo y protección contra el despido arbitrario y que se declare inaplicable para el
actor la Resolución de Alcaldía N° 002-97-MDP/A, de fecha treinta de enero de mil novecientos
noventa y siete.
2.- Que, la demanda está referida a cuestionar el Proceso de Evaluación de Personal, llevado
a cabo por la Municipalidad Distrital de Pimentel, relativo al Segundo Semestre de mil novecientos
noventa y seis, el mismo que se inicio con la Resolución de Alcaldía N° 001-97-MDP/A, de siete de
enero de mil novecientos noventa y siete, concluyendo con la expedición de la Resolución de
Alcaldía N° 002-97-MDP/A, de fecha treinta de enero de mil novecientos noventa y siete, publicada
el treinta y uno del mismo mes y año, que determinó el cese de tres auxiliares y dos obreros.
4.- Que, el Artículo 1° del Decreto Ley N° 26093 dispone que los titulares de los Ministerios y
de las Instituciones Públicas Descentralizadas deberán cumplir con efectuar semestralmente
programas de evaluación de personal de acuerdo a las normas que para el efecto se establezcan,
autorizándose a los referidos titulares a dictar las normas necesarias para su correcta aplicación,
estableciendo además en su Artículo anterior no califique podrá ser cesado por causal de
excedencia, sin que ello vulnere ninguna norma contenida en nuestra vigente Carta Política del
Estado.
5.- Que, la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 26553, que aprueba la Ley de
Presupuesto del Sector Público para el año mil novecientos noventa y seis, incluyó a los Gobiernos
Locales, dentro de los alcances del referido Decreto Ley, no contraviéndose con ello norma
constitucional alguna.
6.- Que, de conformidad con el Artículo 77° de la Carta Política del Estado de mil novecientos
noventa y tres, las Leyes de Presupuesto son aprobadas anualmente por el Congreso, su vigencia
anual coincide con el año calendario, por lo que la facultad de los Gobiernos Locales para llevar a
cabo el cese de su personal por causal de excedencia al amparo del Decreto Ley N° 26093
ampliado por Ley N° 26553, se circunscribe al año mil novecientos noventa y seis; así lo ha
establecido este Colegiado en reiterada jurisprudencia.
7.- Que, el Artículo 27° de la vigente Carta Política del Estado, que otorga al trabajador
adecuada protección contra el despido arbitrario, supone que éste no puede ser despedido sino por
causa justa, debidamente comprobada, por lo que los procesos especiales de cese de los
servidores públicos por reestructuración y reorganización administrativa, deben realizarse con
escrupulosa observancia de las pautas previstas en la ley autoritativa, a fin de no vulnerar
derechos fundamentales.
8.- Que, en cuanto al Proceso de Evaluación, materia de la presente Acción de Amparo debe
tenerse presente que fue iniciado y culminado después del año de mil novecientos noventa y seis,
es decir fuera del plazo de vigencia de la Ley N° 26553, autoritativa, sin tener en cuenta que los
actos administrativos válidos deben efectuarse dentro del ámbito y vigencia de la normatividad
legal.
9.- Que el documento de fojas sesenta y cuatro es una orden de pago de los beneficios
sociales del actor que no consigna la aceptación de éste, por lo que no acredita en modo alguno
que éste hubiere cobrado sus beneficios sociales, como afirma la municipalidad demandada.
10.- Que, en consecuencia, habiéndose acreditado la violación del derecho constitucional sobre
protección contra el despido arbitrario invocado por el demandante, resulta fundada la presente
acción de garantía.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
REVOCANDO la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas ciento seis, su fecha doce de setiembre de mil novecientos noventa y siete,
que declaró improcedente la demanda, y reformándola declara FUNDADA la Acción de Amparo e
inaplicable para el actor la Resolución de Alcaldía N° 002-97-MDP/A; en consecuencia cumpla la
demandada con reponer al demandante en el puesto de trabajo que venía desempeñando al
momento de su cese o a otro de igual categoría, sin abono de las remuneraciones devengadas;
ordenaron su publicación en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley, y los devolvieron.
Despido arbitrario
«... el asunto materia de autos, se refiere a que se declare como despido arbitrario el cese de los
demandantes, conflicto de intereses que no es susceptible de debatirse y dilucidarse vía acción de
amparo, que por su naturaleza excepcional no tiene estación probatoria, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 13° de la Ley N° 25398...»
Exp. N° 241-97-AA/TC
Tacna y Moquegua.
Alberto Portocarrero Richarte y otros.
En Lima, a los diez días del mes de junio de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los Señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo; pronuncia
la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Alberto Portocarrero Richarte y otros contra la
resolución expedida por la Sala Civil de Tacna de la Corte Superior de Justicia de Tacna y
Moquegua, su fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y siete, que confirmando en
parte la apelada declaró improcedente la demanda y reformándola declararon la misma inadmisible
respecto de don Edwin Coayla Cuayla.
ANTECEDENTES:
Don Alberto Portocarrero Richarte y otros, con fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y
seis, interponen Acción de Amparo contra la Empresa de Saneamiento de Moquegua; solicitando
se declare la inaplicabilidad a los demandantes de la Resolución de la Junta Empresarial Nº 004-
96-JE-ESAMO de nueve de abril de mil novecientos noventa y seis, así como de los Memoranda
Nº 009 y 010-96-GG-ESAMO de nueve y once de abril del año antes mencionado; y el Acuerdo de
Junta Empresarial de Esamo del dos de marzo de igual año; que resuelven dar por concluidos sus
contratos de trabajo a plazo indeterminado, por considerar que se han violado sus derechos
constitucionales referidos a la estabilidad en el trabajo y al ejercicio irrestricto de los mismos en la
relación de trabajo, consagrados en los artículos 23º, 26º y 27º de la vigente Carta Política del
Estado. Expresan que para efectuar los despidos no se ha cumplido con normas administrativas,
como las previstas en el artículo 80º del Decreto Supremo Nº 005-95-TR.
El Juez del Primer Juzgado Mixto de Mariscal Nieto de Moquegua, con fecha dieciséis de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, declaró infundadas las excepciones planteadas e
improcedente la demanda, por considerar principalmente que, los derechos laborales
supuestamente infringidos no pueden restablecerse vía la acción de amparo, ya que para ello
existe un procedimiento laboral específico.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de Tacna de la Corte Superior de Justicia de Tacna
y Moquegua, con fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y siete, confirma en parte
la apelada declarando improcedente la acción de amparo respecto de don Alberto Portocarrero
Richarte y otros e Inadmisible la misma en cuanto a don Edwin Coayla Cuayla, por los mismos
fundamentos que contiene la venida en grado y por considerar que el último de los nombrados no
figura como agraviado en el Memorando Nº 010-96-GG-ESAMO.
FUNDAMENTOS:
2. Que, a través de la presente acción de amparo los demandantes pretenden que se les
declare inaplicable la Resolución de Junta Empresarial Nº 004-96-JE-ESAMO, los Memoranda Nº
009 y 010-96-GG-ESAMO y el Acuerdo de la Junta Empresarial de Esamo de fecha dos de marzo
de mil novecientos noventa y seis, así como se disponga la reposición en los puestos de trabajo
que venían desempeñando, el pago de las remuneraciones dejadas de percibir , entre otros
aspectos.
5. Que, en cuanto a la excepción de falta de legitimidad para obrar de los demandantes, esta
resulta infundada en razón que entre las partes involucradas en el presente proceso ha existido
una vinculación contractual de naturaleza laboral, así como por que la resolución y los memoranda
cuestionados le dan dicha legitimidad.
7. Que, el asunto materia de autos, se refiere a que se declare como despido arbitrario el
cese de los demandantes, conflicto de intereses que no es susceptible de debatirse y dilucidarse
vía acción de amparo, que por su naturaleza excepcional no tiene estación probatoria, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 13º de la Ley Nº 25398; debiendo hacer valer el
derecho que les corresponda, de conformidad con las normas contenidas en el Texto Unico
Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo aprobado por el Decreto Supremo Nº 05-95-TR y el
Decreto Supremo Nº 03-80-TR, vigentes en la fecha de ocurridos los hechos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Carta Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA :
CONFIRMANDO en parte la resolución expedida por la Sala Civil de Tacna de la Corte Superior de
Justicia de Tacna y Moquegua, de folios cuatrocientos veintidós, su fecha veintiocho de febrero de
mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la acción
de amparo en cuanto a don Alberto Portocarrero Richarte y otros, y la revoca en el extremo que
declara inadmisible la demanda respecto de don Edwin Coayla Cuayla y reformándola la declara
improcedente; dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial «El Peruano»,
y la devolución de los actuados.
Que, el demandante no fue despedido por causa injusta, sino que fue cesado al amparo del
artículo 86º inciso d) del Capítulo VII " Del Cese Colectivo por Causas Objetivas" del Decreto
Legislativo Nº 728.
Expediente 110-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 23435, Orgánica del Tribunal
Constitucional, debe entenderse como Recurso Extraordinario, interpuesto por Nelson Sánchez
Sánchez contra la Resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que al revocar la apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo incoada por el citado
accionante contra EDELNOR S.A.
ANTECEDENTES:
Nelson Sánchez Sánchez interpone Acción de Amparo contra EDELNOR S.A. por haberlo
despedido intempestivamente, sin tomar en cuenta que no es de aplicación el Decreto Legislativo
N° 728, sino la Ley Nº 24514, en estricto cumplimiento de la Segunda Disposición Transitoria y
Final del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Fomento del Empleo que textualmente dice:
"Segunda.- Los trabajadores que a la dación de la presente Ley se encuentren laborando bajo el
régimen de la Ley N° 24514, salvo que manifiesten por escrito su voluntad de acogerse al nuevo
régimen, continuarán regidos por el anterior".
Aduce el demandante, que no solicitó por escrito acogerse al nuevo régimen laboral iniciado por el
Decreto Legislativo N° 728; en consecuencia, prosigue el actor, se ha violado el derecho a la
estabilidad laboral; por tales razones, solicita su inmediata reposición (folio 21 a folio 27).
EDELNOR S.A. contesta la demanda (folio 73 a folio 81) solicitando sea declarada "inadmisible e
improcedente" sic. por las siguientes razones: que, al amparo del Decreto Supremo N° 004-93-TR
solicitó por ante el Ministerio de Trabajo y Promoción Social, autorización para un cese colectivo
por necesidades de funcionamiento, adjuntando el Oficio N° 1093-94-EM/DGE de la Dirección
General de Electricidad (folio 59) que autoriza el citado cese colectivo; que, la Carta de fecha
treinta de diciembre de mil novecientos noventicuatro (folio 8) por medio de la cual se le comunica
al actor la disolución del vínculo laboral por razones de cese colectivo por necesidades de
funcionamiento, se halla dentro del marco legal del artículo 90º del Decreto Legislativo 728 y
artículo 47º del Decreto Supremo N° 004-93-TR; finalmente, aduce la demandada, que no es
aplicable la Segunda Disposición Transitoria y Final del Decreto Legislativo N° 728 (antes
transcrito).
El 24º Juzgado Especializado en lo Civil de Lima (folio 113 a folio 117) mediante Resolución N° 7
de fecha cinco de abril de mil novecientos noventicinco, falla declarando fundada la demanda, en
base al siguiente razonamiento: que, el actor fue elegido Secretario General del Sindicato de
Empleados y Obreros de Electrolima S.A. para el periodo mil novecientos noventitrés a mil
novecientos noventicuatro; que, la empresa demandada tiene justo derecho a solicitar el referido
cese colectivo, que, en el caso del actor, el cese no es por razones de funcionamiento, sino para
interferir la labor sindical que desempeña; que, por tales razones se ha violado el derecho al
trabajo y a la libertad sindical consagrados en los artículos 23º y 28º de la Constitución Política del
Estado.
Con fecha veintidós de agosto de mil novecientos noventicinco, la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Lima emite la Resolución N° 1192 (folio 343), revocando la apelada, y reformándola,
declara improcedente la acción de Amparo; se sustenta "in extenso" en los fundamentos del Fiscal
Superior (folio 334 a folio 338), que a continuación se resumen: que, no se ha probado la violación
de ningún derecho constitucional; que, a folio 121 y 125 obra la Resolución Directoral N° 2437-94-
SD-RG de fecha quince de noviembre de mil novecientos noventicuatro que disuelve el Sindicato
de Empleados y Obreros de Electrolima S.A., probándose con ello que el accionante ya no tenía
calidad sindical; que, el cese colectivo por funcionamiento fue obtenido por la demandada en forma
legal; y que la Segunda Disposición Transitoria y Final del Decreto Legislativo 728 no es aplicable
en el presente caso.
FUNDAMENTOS:
Que, el demandante no fue despedido por causa injusta, sino que fue cesado al amparo del
artículo 86º, inciso d) del Capítulo VII "Del Cese Colectivo por Causas Objetivas" del Decreto
Legislativo N° 728.
Que, la Segunda Disposición Transitoria y Final del acotado Decreto Legislativo N° 728 no es
aplicable en el caso de autos, por cuanto el cese colectivo por razón de funcionamiento no está
contemplado en ninguno de sus incisos; y además su último parágrafo establece textualmente lo
siguiente: "En todo lo demáw, se les aplicará el régimen común que la presente Ley consagra".
Que, por tales razones se llega a la conclusión final, de que no se ha configurado ninguna violación
constitucional que hubiera podido agraviar al demandante.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
Falla:
...de ninguna de las pruebas actuadas se ha acreditado...que el actor fuera despedido, pues,
inclusive del acta de inspección practicada por el inspector de trabajo..., no aparece como
verificado el hecho que se reputa como lesivo al derecho constitucional del quejoso, por lo que es
de aplicación lo dispuesto por el artículo 37º del TUO del Decreto Legislativo Nº 728...
Expediente 654-97-AA/TC
Lambayeque
En la ciudad de Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete,
el Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los
señores Magistrados:
actuando como secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la
apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo seguida entre Aladino Mera Malca contra la
Comisión de Regantes del distrito de Nueva Arica.
ANTECEDENTES:
Aladino Mera Malca interpone Acción de Amparo contra la Comisión de Regantes del Distrito de
Nueva Arica, representadas por Segundo Figueroa Cubas y Eddie Orrego Morales, por violación de
su derecho a trabajar libremente con sujeción a la ley.
Sostiene el actor que desde el mes de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro, ha venido
prestando servicios en la Comisión de Regantes del distrito de Nueva Arica, habiendo sido
despedido en forma injustificada y arbitraria, con fecha primero de diciembre de mil novecientos
noventa y seis.
Recuerda que se venía desempeñando en calidad de vigilante de la referida entidad, y que frente a
su despido, presentó su denuncia ante la Sub-Dirección de Negociaciones Colectivas e Inspección
de la Dirección Regional del Ministerio de Trabajo y Promoción Social.
Refiere que no ha agotado la vía previa, pues el despido del que fue objeto, se realizó verbalmente,
además de haberse materializado (sic).
Admitida la demanda, ésta es contestada por los representantes legales de la entidad demandada,
quienes solicitan se declare improcedente o infundada la demanda, ya que: a) no existió vínculo
laboral alguno con el actor.
Con fecha cinco de febrero de mil novecientos noventa y siete, la Juez del Juzgado Especializado
en lo Civil de Chiclayo declara improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de apelación, con
fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y siete, la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque confirma la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, en tal virtud, y según se está a los documentos obrantes de fojas tres a cinco, seis, siete, y de
cuarenta y cinco a cincuenta y uno, si bien se encuentra acreditado el vínculo laboral del actor con
la entidad demandada, sin embargo, de ninguna de las pruebas actuadas se ha acreditado, de
manera cierta y fehaciente, que el actor fuera despedido, pues, inclusive del acta de inspección
practicada por el inspector de trabajo de la Sub Dirección de Negociaciones Colectivas e
Inspección del Ministerio de Trabajo y Promoción Social, de la Dirección Regional RENOM, no
aparece como verificado el hecho que se reputa como lesivo al derecho constitucional del quejoso,
por lo que es de aplicación lo dispuesto por el artículo 37º del Texto Unico Ordenado del Decreto
Legislativo Nº 728, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR.
FALLA:
Expediente 731-96-AA/TC
Lima
En Lima al primer día del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima de fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventiséis, en los seguidos entre
don Eduardo Salcedo Peñarrieta con el Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Eduardo Salcedo Peñarrieta interpone Acción de Amparo contra el Ministerio de Relaciones
Exteriores, por violación de sus derechos constitucionales fundamentales de respeto y protección
como persona humana, igualdad ante la ley, al honor y buenas costumbres, a la libertad personal
al trabajo y estabilidad laboral y al debido proceso al haberse expedido la Resolución Suprema Nº
453/RE-92 de veintinueve de diciembre de mil novecientos noventidós que lo cesa por aplicación
del Decreto Ley Nº 25889.
Sostiene el accionante que, al haber expedido el Ministerio de Relaciones Exteriores la precitada
Resolución Suprema, ésta se ha efectuado sin someterlo a un proceso previo despojándosele de
su cargo de Ministro en el Servicio Diplomático en situación de actividad, por apreciaciones
subjetivas e inmotivadas.
Alega que interpuso recurso de reconsideración con fecha veinte de enero de mil novecientos
noventitrés, el cual a la fecha de interposición de la presente acción de Amparo no ha sido resuelto.
Con fecha veintiocho de diciembre de mil novecientos noventicuatro, plantea recurso de petición de
conformidad con el numeral diecinueve del artículo 2º de la Constitución Política de 1993, con al
finalidad de obtener contestación, sin haber sido resuelto a la fecha de interponer la presente
acción.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público a cargo de los asuntos
judiciales del Ministerio de Relaciones Exteriores quien deduce la caducidad de la acción por haber
sido interpuesta fuera del plazo de producida la afectación del derecho solicitando se declare
improcedente la misma, ya que: a) la reorganización del Estado se viene implementado a través de
Ley del Presupuesto de los años 1990 y 1991 dentro de los cuales se encuentra inmerso el
Ministerio de Relaciones Exteriores, b) la Resolución Suprema materia de la acción se encuentra
enmarcada dentro de lo dispuesto en los Decretos Leyes Nºs. 25418, 25889 y 26112.
Con fecha diez de julio de mil novecientos noventicinco, el Juez del Primer Juzgado Especializado
en lo Civil de Lima expide resolución, declarando improcedente la demanda. Interpuesto el recurso
de apelación, con fecha trece de julio de mil novecientos noventicinco, la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, expide resolución en discordia, confirmando la apelada, la
declaró improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare inaplicable la
Resolución Suprema Nº 453/RE-92 de veintinueve de diciembre de mil novecientos noventidós,
que dispuso el cese del demandante, quien interpuso recurso de reconsideración de fojas 23 al 27
y plantea recurso de petición de conformidad con el numeral diecinueve del artículo 2º de la
Constitución Política de 1993, de fecha veintiocho de diciembre de mil novecientos noventicuatro
de fojas 76 al 80, con al finalidad de obtener contestación, sin haber sido resuelto a la fecha de
interponer la presente acción como se aprecia de fojas 148.
Que, desde el veintiocho de diciembre de mil novecientos noventicuatro fecha del recurso citado en
último término, hasta el catorce de febrero mil novecientos noventicinco fecha de la presente
Acción de Amparo no ha transcurrido el plazo que el artículo 37º de la Ley Nº 23506 prescribe para
que opere la caducidad de la acción, por existir en forma expectativa el derecho del recurrente al
no existir pronunciamiento expreso de la administración y al haberse expedido el Decreto Supremo
Nº 23-94-RE ampliado por el Decreto Supremo Nº 13-95-RE.
Que, en tal sentido, con el objeto de que este Colegiado pueda entrar a dilucidar las cuestiones de
fondo que el recurso extraordinario entraña, como cuestión liminar, se impone evaluar si la
Resolución Suprema Nº 453/RE-92 constituye en puridad un acto válidamente emitido por el
Ministerio de Relaciones Exteriores o por el contrario, no tenga tal naturaleza.
Que, dentro del marco del Decreto Ley Nº 25418, de fecha seis de abril de mil novecientos
noventidós, el Gobierno expidió el Decreto Ley Nº 25889, de fecha veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventidós, declarando en reorganización el Servicio Diplomático de la República, por
un plazo de treinta días, facultando al Ministerio de Relaciones Exteriores para declarar la
excedencia del personal del Servicio Diplomático y disponer su inmediato pase a la situación de
retiro así como de formular un programa de incentivos de retiro voluntario.
Que, el artículo 5º del Decreto Ley Nº 25889 expresa que entrará en vigencia el referido dispositivo
legal al día siguiente de su publicación y teniendo en cuenta que los actos administrativos validos
debían efectuarse dentro del ámbito e influencia de la normatividad legal, la cual venció el
veintisiete de diciembre de mil novecientos noventidós, y sin embargo el precitado Decreto Ley fue
ampliado hasta el treinta de diciembre de mil novecientos noventidós en vía de una simple "fe de
erratas" publicada ese mismo día.
Que, al momento del cese del actor se había vencido el plazo otorgado para tal efecto mediante el
Decreto Ley Nº 25889, resultando por ende nulo la Resolución Suprema Nº 453/RE-92.
Que, la precitada Resolución Suprema cuestionada, transgredió los procedimientos y los derechos
reconocidos por la Constitución Política del Perú de 1979 en los artículos 2º inciso 5), 48º, 57º, 59º
y 87º de las normas concordantes, violando su derecho a la estabilidad laboral reconocido también
en normas de inferior jerarquía referidas a la legislación de los trabajadores del sector público que
le resultaría aplicable.
FALLA:
Revocando la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha
veintinueve de diciembre de mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente la Acción de
Amparo, confirmando la apelada, de fecha diez de julio de mil novecientos noventicinco, y
Reformándola, la declararon fundada la Acción de Amparo y en consecuencia inaplicable al actor la
Resolución Suprema Nº 453/RE-92 su fecha veintinueve de diciembre de mil novecientos
noventidós, ordenaron que se reincorpore al servicio activo al accionante, con las preeminencias
de su rango, así como los demás derechos inherentes al mismo, no siendo de abono para el
interesado, las remuneraciones devengadas; además, que en el presente caso no es de aplicación
el artículo 11º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, ordenaron la publicación de
esta sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
El cese del personal por causal de excedencia debe realizarse con escrupulosa observancia de las
normas vigentes a fin de no vulnerar derechos fundamentales. Los regidores carecen de
competencia para realizar acciones que originen el cese del personal.
Expediente 833-96-AA/TC
Arequipa
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Melecio Manuel Mendoza Granda contra la resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fojas ciento
treinta y tres, su fecha dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y seis, en la Acción de
Amparo seguida contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
Con fecha trece de mayo de mil novecientos noventa y seis, don Melesio Manuel Mendoza Granda
interpone demanda de Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Camaná,
representada por su Alcalde don Enrique Gutiérrez Sousa, a fin de que se declare inaplicable la
Resolución de Alcaldía Nº 175-96-MPC-A de fecha dos de mayo de mil novecientos noventa y seis,
que lo cesa por causal de excedencia. Sostiene que es un servidor de carrera; que, en el proceso
de evaluación llevado a cabo se ha incurrido en graves irregularidades y que el Decreto Ley Nº
26093 sólo podía haberse aplicado previa expedición de un Decreto Legislativo que reglamente
dicha disposición legal. Manifiesta asimismo, que la demandada ha violado su derecho
constitucional al trabajo.
El Juez Especializado en lo Civil de Camaná, a fojas ochenta y seis, con fecha catorce de junio de
mil novecientos noventa y seis, declara fundada la demanda, por considerar que el demandante es
un servidor de carrera que se encontraba amparado por la Constitución y que para llevar acabo el
proceso de evaluación debió expedirse el Decreto Legislativo correspondiente para aplicar las
medidas de reorganización y modernización de la Administración Pública.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, con fecha dieciséis de agosto
de mil novecientos noventa y seis, a fojas ciento treinta y tres, revoca la apelada, declarando
improcedente la demanda, por cuanto considera que la demandada ha actuado de acuerdo ala
autonomía que tienen los gobiernos locales. Contra esta resolución, el demandante interpone
recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las Acciones de Amparo proceden en los casos en que se violen o amenacen de violación
los derechos constitucionales, por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, conforme
lo establece el Artículo 2º de la Ley Nº 23506.
2. Que, la pretensión del demandante tiene por objeto se declare en su caso la inaplicabilidad de la
Resolución Municipal Nº 175-96-MPC-A de fecha dos de mayo de mil novecientos noventa y seis,
la cual dispone su cese por causal de excedencia a partir de la misma fecha.
3. Que, la resolución cuestionada, ha sido ejecutada sin haber vencido el plazo para que quedara
consentida, situación que exime al demandante de la exigencia de agotar la vía administrativa, en
razón de que opera a su favor la excepción prevista en el inciso 1) del Artículo 28º de la Ley Nº
23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
4. Que, la Octava Disposición Transitoria de la Ley Nº 26553, de Presupuesto del Sector Público
para el año mil novecientos noventa y seis, incluyó a los gobiernos locales dentro de los alcances
del Decreto Ley Nº 26093, relativo a evaluación de personal y cese por causal de excedencia,
autorizando a sus titulares a dictar las normas necesarias para su correcta aplicación.
6. Que, se aprecia de los actuados que el proceso de evaluación cuestionado fue asumido por una
comisión evaluadora designada por Resolución Municipal Nº 206-96-MPC-A de veintidós de marzo
de mil novecientos noventa y seis, la misma que estaba integrada por los regidores don Alvaro
Velarde Benavente, don Gastón Gutiérrez Vilchez y don Jesús Begazo Carnero, lo que contraviene
lo dispuesto en el Artículo 191º de la vigente Constitución Política del Estado(1) y el inciso 3) del
Artículo 37º de la Ley Nº 23853 - Orgánica de Municipalidades(2), en virtud de los cuales los
regidores ejercen función de fiscalización y vigilancia de los actos de la administración municipal,
careciendo de competencia para realizar acciones que originen cese de personal. En
consecuencia, se ha producido el despido arbitrario contraviniendo el Artículo 27º de la
Constitución(3) y al debido proceso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
La presente jurisprudencia es bastante ilustrativa, no sólo porque nos demuestra la atención que la
protección del Medio Ambiente viene teniendo por parte de los Tribunales del país, sino porque ella
nos ilustra sobre las bondades de la acción de amparo, pues aún cuando la Constitución de 1979,
no contemplaba específicamente una acción de cumplimiento, como sucede con la actual de 1993,
los justiciables podían exigir el cumplimiento de las leyes a través de la acción de amparo.
Expediente 9872 - 89
RESOLUCION
Una rúbrica del señor Juez, por ante mi Salinas secretario, lo que notifico a Ud. con arreglo a Ley.-
Lima 6 de Agosto de 1991.
VISTOS: interviniendo como Vocal ponente el Señor Vergara Gotalli; por sus fundamentos y de
conformidad con lo dictaminado por el Señor Fiscal Superior a fojas doscientos trece; y
CONSIDERANDO además; que, y no habiendo el apelante expuesto en Primera ni en esta
Instancia los argumentos de su impugnación: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento
noventidós a doscientos uno, de fecha dos de Agosto del año próximo pasado, que declara
fundada la acción de Amparo de fojas cuarentiocho a setentisiete, interpuesto por la Sociedad
Peruana de Derecho Ambiental, y ordena que, los funcionarios de los Ministerios de Agricultura,
Pesquería, alcaldes de los Concejos Provinciales de Zarumilla y Tumbes y demás autoridades
competentes en el ramo den estricto cumplimiento a la Ley veintiún mil ciento cuarentisiete,
Decreto Supremo número ciento sesenta-setentisiete-AC; Resolución Ministerial número
ochocientos ocho-ochentisiete-AG; Ley veinticuatro mil setecientos noventa; Decreto Supremo
número cero cero cinco-ochentinueve-PS; Decreto Supremo número Cero cero de -ochenticinco-
PE; Resolución Ministerial número cero ochenta-ochentisiete; Resolución Suprema número ciento
ochenticuatro-setentiocho-VS- cuatro mil cuatrocientos cuarenta; sin que éste determine la
caducidad de las concesiones de terreno eriazos otorgados a favor de las langostineras que se
encuentran fuera de los límites de los bosques de mangles y que no haya infringido las
disposiciones legales vigentes sobre protección de dichos bosques, y manda se inicien los
acciones concernientes a la caducidad de las conseciones que se encuentren dentro de los límites
de los esteros y manglares a las cuales se hayan infringido las normas acotadas, a fin de que
dichas áreas afectadas sean repuestas a su estado natural por los infractores; y ordena también se
oficie con transcripción de la presente resolución para su debido cumplimiento; y los devolvieron.-
En los seguido por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental con el Ministerio de Agricultura y
otros sobre Amparo.- Interviniendo la señora Salguero de Guzmán por haber asumido
interinamente una Vocalía Suprema, el Presidente de la Sala doctor Reyes Ríos.
Tres firmas de los Sres. Vocales, Esreche, Sec.- Lo que hago saber a él conforme a Ley.-
... el desistimiento es una forma legítima de finalización de los procesos que responde al principio
dispositivo que rige nuestro ordenamiento civil; supone la extinción del proceso por voluntad del
actor... su aceptación debe hacerse en forma que no se ocasionen al demandado indefensión o
perjuicios irrazonables...
Expediente Nº 1136-98-AA/TC
VISTA:
La solicitud presentada por don Ismael Mustafá Aguinaga en su condición de representante legal
de la Empresa Masaris S.A., la misma que se encuentra debidamente legalizada ante Secretaría -
Relatoría de este Tribunal, en la que se desiste del Recurso Extraordinario interpuesto en el
presente proceso de Acción de Amparo, seguido contra la Municipalidad Provincial de Sullana,
cuyo Alcalde, actualmente, es don Jorge Hildebrando Camino Calle; y,
ATENDIENDO A:
1. Que el artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional, establece que
este Tribunal conoce el Recurso Extraordinario que se interponga en última y definitiva instancia
contra las resoluciones de la Corte Suprema o de la instancia que la ley establezca, denegatorias
de las acciones de hábeas corpus, amparo, hábeas data y de cumplimiento.
6. Que el desistimiento es una forma legítima de finalización de los procesos que responde al
principio dispositivo que rige nuestro ordenamiento civil; supone la extinción del proceso por
voluntad del actor y aunque su aceptación debe hacerse de forma que no se ocasionen al
demandado indefensión o perjuicios irrazonables, como es el caso en cuestión.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
RESUELVE:
Declarar sin lugar la oposición del desistimiento; y en consecuencia tener por desistida a la
Empresa Masaris S.A., debidamente representada por don Ismael Mustafá Aguinaga, del Recurso
Extraordinario que interpuso en la presente Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de
Sullana; dispone dar por concluido el presente proceso y la devolución de los actuados.
...cuando se destituye al recurrente ...ello no puede significar ...que la sanción impuesta esté
también referida al cargo de carrera docente, pues ello sería manifestamente contrario al debido
proceso, al pretender aplicar sobre el demandante normatividad ajena a la especial; esto es la Ley
del Profesorado...que es la que regula su status laboral.
Expediente 057-97-AA/TC
Cajamarca
En lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que su plaza de trabajo se encontraba en el Centro Educativo antes referido, la que tenía el
carácter de reservada, por encontrarse ocupando, por encargo, la dirección de la Aldea Infantil
"San Antonio"; Que posteriormente la encargatura se convirtió en designación con reserva de
plaza, la cual concluyó el quince de marzo de mil novecientos noventa y seis; Que con fecha once
de marzo de mil novecientos noventa y seis, la Gerencia Sub Regional IV-Cajamarca, mediante
Resolución Gerencial Sub Regional Nº 100-96-RENOM-CAJ y conforme al Decreto Legislativo Nº
276 y su reglamento, le abrió al recurrente proceso disciplinario por hechos y actos administrativos
presuntamente irregulares durante su gestión de Director de la Aldea Infantil indicada, dando lugar
a que posteriormente se le impusiera la medida disciplinaria de destitución mediante la Resolución
Gerencial Sub Regional Nº 170-96-RENOM-CAJ del veintinueve de abril de mil novecientos
noventa y seis; Que sin embargo, al darse por concluida su designación como Director de la Aldea
en mención mediante Resolución Gerencial Sub Regional Nº 114-96-RENOM-CAJ del quince de
marzo de mil novecientos noventa y seis, se dispuso el retorno del accionante a su plaza de
carrera en el Centro Educativo Nº 82012; Que al apersonarse a las dependencias del Sector
Educación para manifestar que estaba tramitando su derecho de defensa ante las instancias
administrativas correspondientes, los demandados le indicaron que al haberse expedido la
Resolución Gerencial Sub Regional que disponía su destitución se debía cumplir con la misma por
orden del Gerente de la Sub Región IV-Cajamarca, Manuel Keil Rojas, y, que tal medida,
comprendía su accionar como docente del Centro Educativo al que pertenecía; Que resulta ilegal
que con la sanción de destitución impuesta por su gestión dentro del ámbito de la Administración
Pública se le pretenda destituir del Magisterio ya que su régimen laboral en su plaza de carrera se
fundamenta en la Ley del Profesorado Nº 24029 y no en el Decreto Legislativo Nº 276 y su
Reglamento por lo que la medida de la que fue objeto no puede ser extensiva a su puesto de
docente; Que por último, al haberse dispuesto mediante el Oficio Nº 1846-96-DISRE-IV-
DOAD/JEAP-P del tres de julio de mil novecientos noventa y seis, suscrito por los demandados, la
reasignación de la docente Doris Josefina Quiroz Villanueva para que ocupe el puesto del
demandante por encontrarse este vacante, ha perdido su puesto de trabajo por un acto
administrativo totalmente irregular y que ha impedido que pueda ejercer sus labores desde el
cuatro de julio de mil novecientos noventa y seis, situación por la que solicita el cese de la violación
a su derecho y se disponga la reposición en su puesto de trabajo. Finalmente y al amparo del
artículo 31º de la Ley Nº 23506 solicita la medida cautelar de suspensión del acto reclamado.
Posteriormente también es contestada la demanda por Manuel Roncal Torres, quien la contradice
por estimar: Que el demandante acciona contra la Resolución Gerencial Sub Regional Nº 170-96-
RENOM-CAJ por la que se le sanciona con medida de destitución; Que sin embargo, el artículo 2
de la citada Resolución: "Remitir copia... a la Dirección Sub Regional de Educación para su
materialización, dando cuenta a esta Gerencia"; Que la Dirección Sub Regional de Educación y el
demandado como Director de la misma remitieron el Expediente Administrativo del demandante al
Administrador de la Dirección Sub Regional de Educación, el codemandado César Barrantes con el
objeto de dar cumplimiento a lo ordenado; Que la Dirección Sub Regional de Educación depende
administrativamente de la Gerencia Sub Regional de Desarrollo de Cajamarca, siendo sus
disposiciones de cumplimiento obligatorio; y; Que la acción es improcedente por no haberse
agotado la vía previa.
De fojas cincuenta y seis a cincuenta y ocho y con fecha nueve de agosto de mil novecientos
noventa y seis, el Juzgado expide resolución declarando improcedente la acción fundamentalmente
por considerar: Que el accionante ha iniciado la vía administrativa, interponiendo contra la
resolución cuestionada recurso impugnatorio de apelación, recurso que al parecer aún no se
resuelve; y; Que de la fecha de interposición del citado recurso, esto es, el veintiuno de mayo de
mil novecientos noventa y seis, a la fecha de interposición de la demanda, esto es, el cinco de julio
de mil novecientos noventa y seis, no han transcurrido aún los tres meses que señala la Ley para
considerar el silencio administrativo, por lo que el recurrente debe agotar la vía adaministrativa.
Interpuesto recurso de apelación por el demandante, los autos son remitidos a la Fiscalía Superior
de Cajamarca para efectos de la vista correspondiente, siendo devueltos éstos, con dictamen que
se pronuncia por que se confirme la recurrida
Con fecha veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y seis (fojas 104 a ciento seis), la
Segunda Sala Mixta, previamente, expide resolución revocando el auto del nueve de agosto de mil
novecientos noventa y seis y declarando procedente la medida cautelar solicitada por el
demandante, motivo por el que dispuso la suspensión del acto que dio origen al reclamo y la
correlativa restitución del demandante en su puesto de trabajo.
Posteriormente sin embargo, la misma Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Cajamarca a
fojas ciento doce y con fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis, confirma la
resolución recurrida que declara improcente la acción principalmente por estimar: Que el actor ha
interpuesto recurso de apelación en la vía administrativa, contra la resolución que viola su derecho,
el mismo que aún no se ha resuelto, por lo que no se ha agotado la vía previa.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad por lo que de conformidad con
el artículo 41º de la Ley Nº 26435 y entendiendo dicho recurso como "Extraordinario" se dispuso el
envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que como se acredita con la Resolución Directoral Departamental Nº 1506 del veintinueve de
octubre de mil novecientos ochenta y seis, obrante a fojas dos y dos vuelta de los autos, el
demandante obtuvo su cargo como docente al amparo de la Ley Nº 24029, norma esta última, que
regula de manera especial la Carrera Pública del Profesorado en concordancia con lo dispuesto en
el artículo 15 de la Constitución Política del Estado.
Que posteriormente y luego de haber sido reasignado al Centro Educativo Nº 82012 y ascendido
de Nivel Magisterial mediante la Resolución Sub Regional Sectorial Nº 0141-92-RENOM/DSRS-IV
del veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y dos (fojas cuatro y cuatro vuelta) el mismo
demandante asume por encargo de funciones, aunque manteniendo en reserva su plaza de
carrera, la Dirección de la Aldea Infantil "San Antonio" de Cajamarca, de conformidad con la
Resolución Directoral Sub Regional Nº 375-91-RENOM/OSRD-IV del veintitrés de octubre de mil
novecientos noventa y uno, la misma que por otra parte, se expide al amparo del artículo 82º del
Decreto Supremo Nº 005-90-PCM que reglamenta la Ley de Bases de la Carrera Administrativa.
Que con fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y dos y a mérito de la Resolución
Directoral Sub Regional Nº 094-92-OSRD-IV-D (fojas seis y siete) el encargo de funciones del
demandante se transforma en designación con reserva de plaza, criterio finalmente es ratificado
mediante la Resolución Ejecutiva Regional Nº 177-92-RENOM del ocho de octubre de mil
novecientos noventa y dos.
Que por otra parte y cuando el demandante resulta sometido a proceso administrativo disciplinario
por presuntas irregularidades cometidas en el desempeño de su cargo como Director, la
Resolución Gerencial Sub Regional Nº 100-96-RENOM/CAJ de fecha once de marzo de mil
novecientos noventa y seis, que habilita el referido procedimiento (fojas nueve y diez), deja
claramente establecido en su penultimo considerando que la normatividad aplicable en dichas
circunstancias es la que corresponde a los incisos a), b), d), f), y h) del artículo 28º del Decreto
Legislativo Nº 276 o Ley de Bases de la Carrera Administrativa concordante con los artículos 150º,
151º, 152º, 154º, 155º y pertinentes del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, de lo cual se infiere
inobjetablemente, que lo que está en cuestionamiento no es el cargo de carrera como docente sino
el cargo administrativo, asumido preliminarmente por encargo y posteriormente, por designación.
Que tal criterio, se corrobora incluso con la Resolución Gerencial Sub Regional Nº 114-96-
RENOM-CAJ del quince de marzo de mil novecientos noventa y seis (fojas once a trece), por
conducto de la cual, se da por concluido el encargo de puesto como Director al demandante y se
resuelve a su vez, que retorne a su plaza de carrera en la Dirección Sub Regional de Educación IV
Cajamarca, de la cual es titular.
Que por consiguiente, cuando la posterior Resolución Gerencial Sub Regional Nº 170-96-RENOM-
CAJ del veintinueve de abril de mil novecientos noventa y seis (fojas catorce a diecisiete), dispone,
en aplicación del Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento, el Decreto Supremo Nº 005-90-
PCM, imponer destitución al recurrente, así como remitir copia de lo resuelto a la Dirección Sub
Regional de Educación para su materialización, no puede ello significar, como lo han entendido los
demandados, que la sanción impuesta esté también referida al cargo de carrera docente, pues ello
sería manifiestamente contrario al debido proceso, al pretender aplicarse sobre el demandante
normatividad ajena a la especial, esto es, a la Ley del Profesorado Nº 24029 y su Reglamento, el
Decreto Supremo Nº 19-90-ED que como se ha visto en el primer fundamento de la presente
sentencia, es la que regula su status laboral.
Que por último y tomando en consideración que al momento de promoverse la demanda, existía
una evidente materialización de los hechos que se reclaman, con el riezgo de que se conviertan en
irreparables los derechos transgredidos, no resulta exigible al caso de autos la regla del
agotamiento de las vías previas prevista en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Revocando la resolución de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Cajamarca del cuatro
de noviembre de mil novecientos noventa y seis, que, confirmando la resolución apelada del nueve
de agosto de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la acción. Reformando la de
vista y dando por insubsistente la apelada, declararon fundada la Acción de Amparo interpuesta y
en consecuencia, sin efecto alguno lo dispuesto en el Oficio Nº 1846-96-DISRE-IV-DOAP/JEAP-P
del tres de julio de mil novecientos noventa y seis, y por extensión, lo dispuesto en la Resolución
de la Dirección Sub Regional Sectorial Nº 2265-96-RENOM/DE-CAJ del veintiocho de agosto de
mil novecientos noventa y seis; debiendo por consiguiente los demandados restituir plenamente en
su cargo de docente de carrera, al demandante Rodolfo Valentín Barrena Jara. Se dispuso así
mismo que no resulta aplicable al caso de autos lo dispuesto en el artículo 11º de la Ley Nº 23506
y ordenaron la publicación de la presente en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
...que todo acto de administración no sólo debe encontrar su justificación en preceptos legales, sino
también, en hechos, conductas y circunstancias que lo causen, situación que en el presente caso
no ha sido corroborada constituyendo una arbitrariedad la medida de destitución impuesta al
actor...
Expediente 103-95-AA/TC
Piura
En Piura, a los dos días del mes diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de casación interpuesto por don Lorenzo Javier Gutiérrez Llanos contra la sentencia de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha
04 de octubre de 1994, que declara haber nulidad de la sentencia de vista, su fecha 24 de marzo
de 1994, que confirmó la sentencia apelada, su fecha 01 de diciembre de 1993, que declaró
fundada la acción de amparo interpuesta contra el Instituto Peruano de Seguridad Social-
Lambayeque.
ANTECEDENTES:
Don Lorenzo Javier Gutiérrez Llanos, con fecha 11 de noviembre de 1993, interpone acción de
amparo contra el Gerente Departamental del Instituto Peruano de Seguridad Social de
Lambayeque, por violación a sus derechos constitucionales al trabajo y a la estabilidad laboral y a
fin de que se deje sin efecto la Resolución Nº 182-GDL.IPSS.93, del 06 de setiembre de 1993, por
la cual se le destituye del cargo de Médico II del IPSS-Lambayeque, en consecuencia, solicita se le
reincorpore en el cargo de Médico Cirujano en el Hospital de Apoyo Nº 01 del IPSS de la
Cooperativa Cayaltí (Zaña-Chiclayo); sostiene el actor, que con fecha 14 de setiembre de 1993, le
notifican de la impugnada resolución de destitución por presuntas faltas disciplinarias
contempladas en la Ley de Carrera Administrativa, Decreto Legislativo Nº 276; aduce el actor, que
la resolución de destitución resulta ilegal pues se sustenta en hechos que han prescrito de acuerdo
al artículo 173º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, del 17 de enero de 1990; que el proceso
administrativo disciplinario que se le instauró violó su derecho de defensa, por cuanto incumpliendo
lo estipulado por el artículo 170º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, la entidad emplazada no
realizó ninguna investigación, evacuó algún informe o actuó alguna diligencia que pudiera
comprobar las faltas disciplinarias que habrían sido motivo de su destitución; que, asimismo no le
era exigible el agotamiento de las vías previas por cuanto la resolución por la cual se le destituye
se ejecutó sin ser la última en la vía administrativa.
A fojas 80, la emplazada contesta la demanda, alegando, principalmente, que "el ex servidor
Lorenzo Gutiérrez Llanos ha sido destituido de acuerdo a un procedimiento normal y regular...que
la sanción de destitución ha sido emitida respetado la normatividad legal vigente (Decreto
Legislativo Nº 276, y Decreto Supremo Nº 005-90-PCM)".
A fojas 107, la sentencia de Primera Instancia, su fecha 01 de diciembre de 1993, declara fundada
la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "la Comisión Permanente de
Procedimientos Administrativos Disciplinarios del Instituto Peruano de Seguridad Social de
Lambayeque, no ha observado lo prescrito en el artículo 170º del Decreto Supremo Nº 005-90-
PCM, Reglamento de la Ley de la Carrera Administrativa, pues no ha realizado las investigaciones
en la forma y modo que se precisa en el acotado artículo. En efecto, no consta que se haya
solicitado informes, se haya actuado pruebas ...contraviniendo los principios de certeza y eficacia
de los que debe estar investido todo procedimiento; es más se advierte que la culminación de las
investigaciones que se dicen practicadas, no fue comunicada al actor a fin de que ejercite su
derecho de defensa".
A fojas 158, la sentencia de vista confirma la apelada que declaró fundada la acción de amparo,
estimando, principalmente, que "toda persona tiene derecho a ser emplazada y oída con las
debidas garantía que la situación exige, a fin de que la defensa que le concierne no resulte
afectada...que en el proceso seguido contra el demandante se advierte que este derecho ha sido
conculcado como lo considera con acierto el Juez de la causa, al merituar los actuados en la
resolución venida en grado".
Interpuesto recurso de casación los autos son elevado al Tribunal Constitucional de conformidad
con la Disposición Transitoria Quinta de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, en autos no existe prueba alguna que se desprenda de las indagaciones hechas por la
Comisión de Procedimientos Administrativos que corroboren la veracidad de las faltas disciplinarias
atribuidas al actor, mediante las acotadas cartas;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 2272-95
Lima
Señor Presidente:
La señorita Fiscal de la Nación doctora Blanca Nélida Colán Maguiño, el señor Fiscal Supremo en
lo Civil, doctor Miguel Aljovín Swayne, el señor Fiscal Supremo en lo Penal, doctor Pedro Pablo
Gutiérrez Ferreyra la señorita Fiscal Supremo en lo Contencioso Administrativo, doctora Nelly
Calderón Navarro, el señor Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio
Público y la señora Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia,
interponen a fojas 1096, 1087 y 1098 respectivamente, recurso de nulidad de la sentencia de vista
de fojas 1071 a 1073 su fecha 17-7-95 que confirmando en parte la apelada del fojas 904 a 922,
declara fundada la Acción de Amparo interpuesta por el doctor Isaac Marciano Espinoza de la Cruz
contra la Junta de Fiscales Supremos y sus integrantes.
De los actuados se tiene que es materia se declare Nula y se deje sin efecto legal alguno la
Resolución de la Fiscalía de la Nación Nº 014-94-FN-JFS Junta de Fiscales Supremos de 25 de
agosto de 1994 que corre a fojas 55 que destituye del cargo de Fiscal Superior Titular del Distrito
Judicial de Lima al actor y la Resolución de la Fiscalía de la Nación Nº 015-94-FN-JFS Junta de
Fiscales Supremos del 6 de setiembre de 1994 que corre a fojas 73 que declara infundado el
recurso de reconsideración presentado.
Conforme a lo dispuesto por el Artículo 146º inciso 3) en concordancia con el Artículo 158º de la
Constitución Política del Perú los Fiscales tienen el derecho de permanecer en el servicio, mientras
observan conducta e idoneidad propias de sus funciones, el Artículo 154º inciso 3) señala que el
Consejo Nacional de la Magistratura tiene como función aplicar la sanción de destitución a los
Fiscales Supremos, Superiores y Provinciales, en el caso de estos dos últimos previa solicitud de la
Junta de Fiscales Supremos, igualmente el Artículo 150º determina que el citado Consejo Nacional
de la Magistratura se rige por su Ley Orgánica, finalmente la octava disposición final y transitoria de
la Constitución precisa que las disposiciones de ésta que lo requieran con materia de leyes de
desarrollo constitucional.
Ahora bien, se debe determinar dentro del contexto general y armónico de la Constitución la
correcta aplicación de las disposiciones citadas conforme a lo señalado por el Artículo 15º de la
Ley Nº 25398(1).
Pretender que un Fiscal no podría ser destituido, por grave falta, en razón de no haberse dictado la
Ley Orgánica que regula el funcionamiento del Consejo Nacional de la Magistratura, constituye un
claro uso abusivo del derecho que no admite la Carta Magna en su Artículo 103º entendiéndose
éste como el uso desmesurado en perjuicio de la sociedad, la cual se ve afectada por la presencia
de Jueces o Fiscales que observen inconducta funcional.
El razonamiento expresado ha sido recogido por la sexta disposición transitoria y final de la Ley Nº
26397, la cual dispone que el Poder Judicial y el Ministerio Público continuarán conociendo casos
de destitución, hasta que se instale el Consejo Nacional de la Magistratura, norma que no da
nuevas atribuciones a los órganos anteriormente citados, sino señala que continuarán con la que
obviamente han tenido, hasta que se produzca el presupuesto que señale la ley.
En tal sentido, la Junta de Fiscales Supremos, estaba facultada para destituir al actor, conforme a
lo dispuesto por el Artículo 4º y 52º inciso d) del Decreto Legislativo Nº 52 previo proceso sumario,
lo que en efecto ocurrido conforme corre de la abundante documentación corriente en autos, en
donde el actor no fue privado del derecho de defensa, no siendo procedente en esta vía emitir
pronunciamiento si los medios probatorios actuados eran suficientes para formar convicción, así
como si la situación impuesta correspondía a la falta cometida, siendo así no debe ampararse la
demanda
Sentencia
VISTOS; con lo expuesto en el dictamen del señor Fiscal; por los fundamentos pertinentes de la
recurrida; y, CONSIDERANDO: que de acuerdo con el precepto constitucional contenido en el
inciso tres del Artículo ciento cincuenticuantro de la Constitución Política del Perú y el inciso c) del
Artículo veintiuno de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura, corresponde a éste
la atribución de aplicar la sanción de destitución a los fiscales de todas las instancias a solicitud de
la Junta de Fiscales Supremos; advirtiéndose de este último numeral, que dicha facultad la ejerce
mediante resolución motivada y previa audiencia del interesado; que este trámite en beneficio del
investigado ante la referida instancia, no se ha cumplido, lo que obviamente determina la limitación
del derecho a la más amplia defensa: Declararon No HABER NULIDAD en la sentencia de vista de
fojas mil setentiuno, su fecha diecisiete de julio, de mil novecientos noventicinco, aclarada a fojas
mil ciento diecinueve, su fecha quince de noviembre del año próximo pasado, que confirmando en
un extremo y revocando en otro la apelada de fojas novecientos cuatro, fechada el treinta de enero
el mismo año, declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta a fojas cuarentiuno, por don
Isaac Marciano Espinoza de la Cruz contra el Estado y otros; en consecuencia, inaplicable para el
accionante el inciso d) del Artículo cincuentidós del Decreto Legislativo número cincuentidós, así
como las Resoluciones Administrativas de la Fiscalía de la Nación números cero catorce -
noventicuatro-FN-JFS y cero quince - noventicuatro-FN-JFS sus fechas veinticinco de agosto y seis
de setiembre de mil novecientos noventicuatro, debiendo los demandados reincorporar al
accionante en el cargo que venía ejerciendo antes de la conculcación de su derecho constitucional,
con lo demás que contiene y es materia del recurso; y constituyendo la presente resolución final:
MANDARON se publique en el Diario Oficial El Peruano dentro del término previsto en el Artículo
cuarentidós de la Ley número veintitrés mil quinientos seis; y los devolvieron.
S. CASTILLO C.
El eminente significado histórico que constituye la destitución de tres magistrados del Tribunal
Constitucional nos lleva a ocuparnos del tema, reproduciendo la acusación del congresista Enrique
Chirinos Soto, así como la defensa de los magistrados hecha por los Doctores Valentín Paniagua
Corazao y Juan Monroy Gálvez ante el Congreso de la República.
Resolución 002-97-CR
POR CUANTO:
siguiente:
POR TANTO:
Dada en el Palacio del Congreso de la República, a los veintinueve días del mes de mayo de mil
novecientos noventa y siete.
POR CUANTO:
POR TANTO:
Dada en el Palacio del Congreso de la República, a los veintinueve días del mes de mayo de mil
novecientos noventa y siete.
POR CUANTO:
POR TANTO:
Dada en el Palacio del Congreso de la República, a los veintinueve días del mes de mayo de mil
novecientos noventa y siete.
Señor Presidente:
Señores representantes:
Como dijera en ocasión famosa don Francisco de Paula González Vigil en el seno de la Cámara de
Diputados del Perú, también quiero repetir las célebres palabras: Yo debo acusar;yo acuso.
Años más tarde el "Yo acuso" de Vigil fue recogido de alguna manera por Emile Zola para decir
J'acusse, y destapar el escándalo Dreyffus.
A modo de paréntesis, debo decir que los sectores más exaltados de la minoría se retiran so
pretexto de que se ha inferido desaire a los magistrados del TC. En los escaños del Congreso, sólo
se pueden sentar los parlamentarios y los ministros que acuden al hemiciclo en función
parlamentaria.
Señor Presidente: Yo puedo acusar y acuso a los señores magistrados Nugent, Aguirre Roca, Rey
Terry y a la señora Revoredo Marsano. Debo decir de una vez que tal acusación nada tiene que
ver con el respeto que profeso por los cuatro señores magistrados ni con los lazos de amistad que
me unen o quizá me han unido a ellos. El respeto no me cohibe de discrepar, de una manera
frontal, con su conducta que juzgo anticonstitucional y con sus actos que también juzgo
anticonstitucionales.
Nada tiene que ver lo uno con lo otro. No acuso a los señores magistrados por falta de probidad.
No formulo una acusación que lesione su honor y que tenga que ver con su vida privada.
Puedo acusar y acuso por disposición expresa de la Constitución del Estado, disposición que nadie
repite, disposición que trata de esconderse. Como dice André Gide, todo está dicho, pero como
todo el mundo olvida lo que se dice, hay que repetirlo todos los días.
La Constitución, en su Artículo 102º, inciso 2) dice clarísimamente: "Son atribuciones del Congreso:
Velar por el respeto de la Constitución y de las leyes, y disponer lo conveniente para hacer efectiva
la responsabilidad de los infractores"; No abre paréntesis en el que se lea: excepto los magistrados
del TC. De manera que dichos magistrados, si se conducen como infractores de la Constitución,
están sujetos a lo que nosotros dispongamos por conveniente para velar por el respeto de la
Constitución y de las leyes.
Puedo acusar y acuso porque, según el Artículo 99º de la Constitución -al que tampoco se
menciona y se le hacen en cambio pases a la torera- dice: Corresponde a la Comisión Permanente
acusar a ... los miembros del TC, por delito de función o por infracción constitucional. Por elección
de la Comisión Permanente, soy uno de los voceros de esa acusación ante el Pleno del Congreso.
El Artículo 100º de la misma Constitución dice: Corresponde al Congreso suspender o no al
funcionario acusado. Ya están acusados. Falta definir si el Congreso los suspende o no; si los
inhabilita para el ejercicio de la función pública hasta por diez años; o si los destituye, sin perjuicio
de cualquier otra responsabilidad. Entonces, como ha quedado en claro que la Comisión
Permanente tiene potestad para acusar, queda muy en claro, a menos que se borre la
Constitución, que el Congreso, tiene potestad para suspender o destituir a los funcionarios
acusados.
Los acusados tienen ciertamente derecho a la defensa y lo están ejerciendo. No lo han ejercido
ante la Subcomisión Salgado porque desconocieron la competencia de ésta. Después de
desconocerla, se han quejado. Semejante conducta no es coherente. Si los señores están aquí es
porque reconocen la competencia del Congreso; y si no la reconocen, se deben ir. Su presencia
aquí significa reconocimiento a la potestad que tiene el Congreso primero para acusarlos; y en
segundo lugar para sancionarlos.
El Artículo 100º dice además: "En caso de resolución acusatoria de contenido penal el Fiscal de la
Nación" etc.... No, señor Presidente. Aquí no nos vamos a colocar en la hipótesis de la resolución
de contenido penal. La resolución no va a tener ese contenido. Yo soy de otra opinión. Yo hubiera
dado una resolución de contenido penal pero no estoy libre. Como Fiscal, tengo que acusar dentro
de los términos que me ha señalado la Comisión Permanente; y ésta no ha querido formular
acusación de contenido penal. Nos quedamos, pues, en el juicio político. Este juicio ha comenzado
aquí y aquí termina. Termina con la absolución de los magistrados, si ésa fuera la decisión del
Congreso o su inhabilitación o su destitución, eventualmente aparejada la una o la otra con
inhabilitación.
¿Cuántos votos necesitamos? ¿Cuántos votos necesita el Congreso para adoptar dicha decisión?
Lamento que no esté presente nuestro distinguido colega, compañero de representación
parlamentaria, ex Decano del Colegio de Abogados de Lima, quien, con su lucidez habitual, ha
fabricado un argumento efectista, casi brillante, pero absolutamente impertinente para sostener que
sólo podemos destituir a los magistrados con ochenta votos. Porque, en Derecho, dice el doctor
Avendaño Valdez, las cosas se deshacen de la misma manera como se han hecho.
En primerísimo lugar, el quórum calificado está contenido en la Constitución en tres o cuatro casos.
Aquí estamos siguiendo un juicio político que por primera vez existe como tal en la Constitución, y
del que casi nadie se ha dado cuenta. No se lee la Constitución. El nuestro es un país donde ni los
abogados leen la Constitución. Por fin, tenemos un juicio político propiamente dicho que empieza
en el Congreso y que, si no tiene contenido penal, puede terminar en el Congreso como debe
terminar el presente proceso. Para el juicio político, ni la Constitución ni la ley ni el Reglamento
exigen votos calificados. De manera que aquello de los ochenta votos está fuera de cuestión.
El argumento según el cual las cosas se deshacen en Derecho como se habían hecho, es propio,
desde luego, de abogado tan versado y experimentado como el doctor Avendaño Valdez.
Se trata de un dicho, un dicho forense que no tiene exactitud científica. Pongo un ejemplo. ¿La
cosas se deshacen como se hicieron? Entonces, para el juicio de divorcio hay que presentarse
donde el cura para que eche su maldición en vez de su bendición o donde el Alcalde. No, señor
Presidente. Para el juicio del divorcio, los que se quieren divorciar se presentan ante el Juez, que
no es cura ni Alcalde. De manera que en Derecho existen ese y muchos casos en que las cosas se
deshacen de distinta manera en la que se habían hecho.
Algunos otros abogados han dicho, ante la Comisión Permanente, que hubiéramos tenido que
ejercitar otros recursos tales como presentar reconsideración. Nosotros no somos un litigante
común y corriente. Somos el Congreso de la República ante el que responden los magistrados del
TC, como he tenido ocasión de demostrar leyendo el texto de la Constitución y no a tales o cuales
autores.
Si demuestro que ha habido violación, que ha habido infracción, repito, el deber del Congreso es
aplicar sanción; y la ha habido. Me refiero a un recurso firmado por el Decano del Colegio de
Abogados de Lima, ese mismo señor Decano desorbitado que acusa por el asesinato del doctor
Giusti a los valerosos comandos de las Fuerzas Armadas que recapturaron la embajada japonesa.
Ese caballero cursa una comunicación, no al TC, sino a los señores Aguirre Roca, Rey Terry y
Revoredo Marsano. Ese recurso cursado a sólo tres magistrados es absuelto por sólo tres
magistrados. Aquí tengo también la pretendida resolución que no lo es como no lo es tampoco la
otra, la famosa resolución igualmente tripartita que pretende invalidar la Ley de interpretación
auténtica de la Constitución, ley con la que no estoy de acuerdo, señor Presidente, como usted
sabe y el Congreso sabe.
La cursa a tres magistrados y éstos, en papel que dice TribunalConstitucional, y no es cierto, dicen:
Resolución del TC, y tampoco es cierto, porque está suscrita por tres magistrados, y la suscriben
como resolución aclaratoria del TC. Tres magistrados no son los siete magistrados que conforman
el TC de acuerdo con el así violado Artículo 201º de la Constitución. Según la Constitución son
siete y no tres; según la Ley Orgánica, el quórum es seis y no tres. La mayoría calificada es de
seis; la mayoría simple es cuatro. En ningún caso es de tres.
Además, tengo la impresión de que todo ello ha sido un cambio de correspondencia convenido
entre los tres magistrados y el Decano, porque el Decano no se ha quedado conforme con esa
resolución, que no es resolución, con esa resolución que tampoco es sentencia, con esa resolución
que es la suma de tres votos singulares, en opinión de constitucionalista tan eminente como
Domingo García Belaúnde, de insospechables simpatías con el régimen.
De manera tal que tres magistrados dicen que han declarado implícitamente calificación tan grave
como la de inconstitucionalidad de la ley que sólo se puede declarar explícitamente.
Este es el juego, bendecido a la distancia, quizá socarronamente, por el Presidente del TC, a quien
llega no sé por qué el recurso dirigido a sólo tres magistrados. No he visto, al respecto, proveído
alguno del Presidente. Vamos a suponer que sea cierto. El señor Presidente dijo (lo he oído con
mis oídos, está en cinta magnetofónica y en video) que él, por economía procesal, derivó la
solicitud de aclaración a los tres magistrados que habían expedido la sentencia que no es
sentencia.
Casi dos meses después de lo ocurrido, una mayoría del TC pretende decir que los tres
magistrados habían sido autorizados para expedir la resolución aclaratoria.
Se presta a sospecha que casi dos meses después aparezca la resolución confirmatoria y que se
pretenda efecto retroactivo para excusar la conducta inconstitucional que ya he detectado y
señalado. Casi dos meses después se dice que el TC autoriza a los señores magistrados para
proceder como procedieron.
Dicen los señores magistrados que esta resolución para atrás cubre la conducta de los tres
magistrados que violaron la Constitución. Según ésta los magistrados son siete. Tres de los
acusados usurparon funciones de cuatro magistrados. Por lo demás no hay autorización que valga.
No en el Perú. Los jueces no pueden delegar en nadie el derecho de voto, como no lo podemos
delegar los parlamentarios. No puedo salir del hemiciclo dejando encargo al señor Rey para que
vote por mí. No hay poder ni en el hemiciclo y no lo hay tampoco en los tribunales.
Aquí surge un problema de índole intelectual. No podemos explicarnos la resolución aclaratoria sin
entender que sirve de referencia a la resolución que se pretende aclarar, a la resolución que no es
resolución, a la sentencia que no es sentencia, a la suma de tres votos singulares que declaran -no
inconstitucional- sino inaplicable la ley que autoriza un tercer período al Presidente de la República.
Al respecto, quiero ser muy claro. El Congreso sabe, la mayoría parlamentaria sabe que estoy en
contra de esa ley. Entiendo que el Artículo 112º de la Constitución autoriza al Presidente de la
República a dos elecciones consecutivas. Pero la manera de librar combate contra la defectuosa
interpretación de ese artículo no es recurrir a métodos tortuosos. Para alcanzar una meta
inconstitucional, no se recorren caminos inconstitucionales. Dios, nuestro Señor, con renglones
retorcidos hace palotes derechos. Pero los seres humanos no, ni siquiera los magistrados del TC
que a veces se creen en la cima más alta de la República y no lo están pues están sujetos a
nosotros como acabo de leer. Nosotros los podemos destituir; ellos no nos pueden destituir.
Nosotros los podemos enjuiciar y los estamos enjuiciando; ellos no nos pueden enjuiciar.
Estoy en contra como digo de la ley llamada de interpretación auténtica; pero donde se debe dar la
batalla es ante el Jurado Nacional de Elecciones.
Entonces ¿Cómo tres que no son siete; tres que no son seis; quórum constitucional; tres que ni
siquiera son cuatro, mayoría simple, declaran que el Presidente no puede ser candidato?.
Así como no se puede legislar para atrás, no se puede sentenciar para adelante. ¿Qué diríamos de
la sentencia de un tribunal que condena a fulano de tal por el asesinato que va a cometer dentro de
tres años y no lo comete? ¿Cómo queda esa sentencia? ¿Cómo se puede sentenciar para el
futuro? El cuerpo del delito ya lo he leído y lo he explicado. Pero estoy en el momento haciendo
uso de la atribución que la Constitución me concede en el inciso 20) de su Artículo 139º: "El
derecho de toda persona de formular análisis y criticas de las resoluciones y sentencias judiciales
con las limitaciones de ley". En este análisis y en esta critica a nadie ofendo.
El TC, seis de sus miembros, tenían que declarar fundada o no la demanda del Colegio de
Abogados, No la declararon fundada ni infundada, como dice el propio Decano en su solicitud de
aclaración. Tenían que declarar constitucional o inconstitucional la ley de interpretación auténtica.
No la declararon constitucional ni inconstitucional. La declararon inaplicable; y el Presidente del
Tribunal poco después dijo que dicha ley estaba vigente pero que era inaplicable. Esa es la misma
teoría jurídica en la que pretende ampararse la Cancillería de Quito para desconocer el Protocolo
de Río de Janeiro.
Hace ya años que el Ecuador dice que el Protocolo de Río de Janeiro es válido pero es inaplicable.
Nosotros, en el Perú, sostenemos que un protocolo válido tiene que ser aplicable. Una ley válida
tiene que ser igualmente aplicable, a menos que sea inconstitucional, pero no la han declarado
inconstitucional, porque no pueden declararla. Porque no contaban con seis votos. Y como no
contaban con seis votos recurrieron a lo que un gran diario de Lima ha llamado solución ingeniosa,
una solución ingeniosa para burlar la Constitución, para no decidir el punto controvertido, para no
declarar si la ley es constitucional o inconstitucional. Para declarar que es inaplicable. En una
palabra: han empleado el sistema ultra moderno de la clonación. Han reducido a la categoría de
muñeco al Presidente de la República, y lo han hecho candidato y han dicho este Presidente
clonado, este muñeco, quiere ser candidato, y han declarado inaplicable la ley que autoriza su
candidatura.
¿Por qué? ¿Hasta dónde se va o se quiere ir? ¿Cómo se construye una resolución con tres votos?
Resulta interesante seguir el proceso. Son siete magistrados. Dos se apartan y votan en contra;
quedan cinco. otros dos magistrados que tentativamente hubieran votado por el si también se
apartan. Quedan tres. Si se hubieran apartado otros dos ¿qué pasaba? Hubiera quedado uno, nos
imaginamos quién, y todos los peruanos hubiéramos quedado sujetos a la terrible dictadura jurídica
de una sola persona que hoy día anula una ley inconstitucional y mañana anula sabe Dios qué otra
ley. El Congreso no puede aceptar tal procedimiento. El mismo argumento sirve para la ley que es
cuerpo del delito en este proceso. No se puede por el camino de las abstenciones llegar a
resultados válidos. El que se abstiene no vota ni sí ni no. No vota. Quedan tres votos; y tres votos
sobre siete sencillamente no son mayoría sino flagrante minoría.
Así, los acusados quedan sujetos al juicio político. Nadie puede negar la competencia del
Congreso para juzgar constitucionalmente a los magistrados del TC, menos que nadie un
distinguido miembro del tribunal que lo fue del Tribunal de Garantías Constitucionales y que pidió,
clamó reiteradamente por juicio político contra el Presidente de ese Tribunal, quien fue también
-como el actual Presidente del TC- Presidente de la Corte Suprema, bajo la dictadura de Velasco.
El mismo distinguido magistrado pidió que fuesen acusados por el delito de prevaricato otros
señores magistrados de aquel tribunal, como don Jaime Canseco Yáñez.
Lo cual me lleva a la famosa inmunidad de los señores magistrados. Los magistrados dicen y la
Constitución lo dice también, que tienen las mismas prerrogativas e inmunidades que los
parlamentarios ¿Tienen las mismas inmunidades, prerrogativas y privilegios que nosotros los
magistrados del TC? No es exacto. Se les reconocen esas atribuciones mutatis mutandi (en lo que
convenga, en lo que sea propio de la función, en el contexto de cada uno). Nosotros tenemos
nuestro fuero. Ellos tienen el suyo. Ellos no pueden reclamar nuestros escaños ni nosotros sus
asientos. No son parlamentarios. No tienen la prerrogativa de intervenir en nuestros debates ni de
invitar a los ministros ni de interpelar ni de censurarlos.
Los señores magistrados no pueden ser detenidos por la policía. Los señores magistrados no
pueden ser judicialmente procesados por presuntas incorrecciones en la compra de automóviles
usados con dinero suyo y en favor de su marido y en beneficio de una compañía que pertenece a
ambos, según es de presumir. Estoy seguro de que la señora magistrada, con documentos en la
mano, puede demostrar su corrección.
En eso estamos, señor Presidente: en una resolución que es una suma de tres votos singulares; en
una resolución que no es sentencia; en una resolución que en seguida es objeto de una resolución
aclaratoria que no es resolución ni sentencia.
Resulta que si uno pierde un block de notas en el TC, de pronto ese block es jurisdiccional. ¿Qué
quiere decir que un block sea jurisdiccional? Que, junto a un dibujo de Mickey Mouse de repente
hay una nota sobre el Artículo 7º de la Constitución. Ese es block jurisdiccional. En eso están.
Dicen que no llevan actas de los actos jurisdiccionales. Por eso nos producen un documento
fechado en marzo para justificar actos cometidos en enero . ¿Por qué no llevan actas de lo más
importante? Dicen que para preservar su independencia.
Señor Presidente, nosotros, el Congreso, celebramos sesiones secretas y llevamos actas de las
sesiones secretas, y en la sesión siguiente se aprueba el acta de la sesión anterior; y hay en los
archivos un cuaderno de sesiones secretas que cada tantos años se desclasifica como dicen los
norteamericanos .
Se levanta el secreto. Hace poco he pedido la intervención parlamentaria de don José de la Riva
Agüero, Presidente del Consejo de Ministros en 1934, y me la han dado; y voy a pedir el diario de
debates de muchas sesiones secretas cuando dejen de serlo.
Recomiendo en abstracto a los miembros del TC, presentes o futuros, que lleven acta, sobre todo
cuando hacen algo o dicen haber hecho algo tan grave como comisionar un voto, lo que está
prohibido por la esencia misma de la función jurisdiccional.
Señor Presidente: Creo haber demostrado que ha habido infracción constitucional; y, como la ha
habido, tiene que haber sanción.
Yo acuso a los señores Nugent, Aguirre Roca, Rey Terry y Revoredo Marsano y como Fiscal
solicito para ellos la pena de destitución acompañada de diez años de inhabilitación.
El viejo Catón en la antigua República Romana terminaba todos sus discursos con una frase que
se ha hecho célebre: Delenda est Cartago. Es menester destruir a Cartago para salvar la salud de
la República.
Como el viejo Catón el Censor, también digo, señor Presidente: es menester sancionar, por la
salud de la República, a quienes han infringido la Constitución. No se construye una democracia
con instituciones que acusan contradicciones semejantes y desvíos tan aparatosos de la
Constitución. Ello no tiene que ver nada, repito, con el respeto que me inspiran los acusados que
están aquí, entre otros votos, con el mío. No ataco a las personas. No he usado una sola vez el
argumento adhómine.
Muchas gracias.
Si fuese tan amable de referirnos por encargo de qué señor magistrado estaría haciendo uso de la
palabra. Simplemente por una cuestión de forma.
El señor VALENTIN PANIAGUA CORAZAO.- Por todos los señores magistrados conforme consta
el documento que fue remitido, oportunamente por ellos, a consideración del Congreso.
El señor VALENTIN PANIAGUA CORAZAO.- Decía, señor Presidente y señores congresistas, que
la circunstancia que vive el país, la personalidad de los acusados ahora ante el Pleno del Congreso
y la trascendencia de cualquier resolución que adopte el Congreso, confieren a este acto solemne
un evidente y eminente significado histórico y exigen, que todos nos revistamos de la máxima
ponderación y serenidad.
Vivimos una hora de inquietud y zozobra en que diversos actos políticos e institucionales han
sembrado suspicacia y despertado desconfianza en el país y hacen temer por la subsistencia de
fundamentales instituciones constitucionales. Estamos ad portas de la celebración de la 27º
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos. El espectáculo del
enfrentamiento enconado que ha provocado esta acusación constitucional no contribuirá sino a
lastimar la imagen internacional del país. La personalidad de los acusados, por su parte, confiere a
este acto un significado excepcional. Todos ellos son, como se ha dejado constancia, con verdad,
eminentes ciudadanos cuya probidad no está en cuestión. Ese reconocimiento, sin embargo, no
menoscaba sino que destaca y subraya otros rasgos que el Congreso no puede ni debe perder de
vista. Este es, al fin y al cabo, un proceso en el que no sólo se va a juzgar la conducta funcional de
unos Magistrados, a propósito de la resolución aclaratoria de una sentencia, sino que se va a
afectar o no la estabilidad de uno de los mecanismos de contrapeso del Congreso y, en general,
del poder.
Todos los Magistrados hoy acusados, son eminentes maestros universitarios según es público y
conocido. Uno de ellos, Presidente del Tribunal, ahora, ejerció el Rectorado de una Universidad;
otro, el Sr. Rey Terry fue Decano de su Facultad de Derecho y los otros dos, son maestros
vastamente reconocidos en el campo del Derecho. No se trata pues de personas que accedieran a
las responsabilidades que hoy detentan por obra de circunstancias o de favor político. Llegaron al
Tribunal como consecuencia y como culminación de largas carreras profesionales en las que,
todos sin excepción, destacaron significativamente. Se ha anotado, incluso, por alguno de los
acusadores que uno de ellos, ejerció la Presidencia de la Corte Suprema en dos oportunidades.
Omitió señalar que presidió también el Jurado Nacional de Elecciones en los comicios en que
fueron elegidos los señores Representantes y que el Dr. Rey Terry integró ese organismo nada
menos que, como representante de las Facultades de Derecho en las Universidades Particulares
del Perú. Así pues, cualquiera sea la decisión que el Congreso adopte afectará, sin duda ninguna,
a ciudadanos que tienen un enorme significado en la vida política e institucional del país.
Por todo ello, no quiero creer que éste sea el último episodio de algo así como la "Crónica de una
muerte o destitución anunciada". Anunciada el 10 de enero de 1997 cuando cuarenta
Congresistas, violando la Constitución, advirtieron formalmente al Tribunal Constitucional que si se
atrevía a expedir una Sentencia pronunciándose por la inaplicabilidad de la Ley Nº 26657 o de
reelección, incurriría en abuso de autoridad. Esto es, en un acto pasible de acusación
constitucional que es lo que, finalmente, ha ocurrido el día de hoy. De ser así, hoy culminaría un
proceso cuyas motivaciones son harto diferentes de las que aparecen de los cargos imputados. La
acusación así embozaría, simple y llanamente, un designio político que nada tiene que hacer con la
conducta funcional de los Magistrados acusados. En razón de tales circunstancias, es fundamental
que el país, tenga una visión completa y cabal de las causas y del procedimiento seguido para
ventilar unos hechos que aparecen confusos e imprecisos antes que el Congreso adopte una
decisión que puede comprometer tantos y tan preciados valores e intereses.
El proceso está viciado, en realidad, desde su inicio. Coincidiendo con diversos Congresistas,
creemos y, por ello afirmamos, que las Conclusiones de la Comisión Investigadora debieron
aprobarse por el Pleno antes de tramitarse la denuncia a la Comisión Permanente. Esa ha sido la
invariable costumbre en el Congreso de la República y ese es el procedimiento inequívocamente
ordenado por el Reglamento. Al haberse omitido ese trámite, la denuncia constitucional de la que
conoció, originalmente, la Comisión Permanente y que luego derivó a la Subcomisión se tramitó
violando, de modo manifiesto, los Incisos f) y j) del Artículo 88º del Reglamento Interno del
Congreso. Ese vicio provoca, como sin duda causa, la nulidad insalvable no sólo de la denuncia
constitucional sino, por lógica consecuencia, la de todos los actos subsiguientes, dada la conexión
y la relación de causalidad que hay entre ellos. Nada por cierto puede cohonestar o convalidar
estos gravísimos vicios que, aún ahora, subsisten afectando la validez de todo el proceso de
acusación constitucional.
Con ser graves las infracciones procesales antes anotadas, no son tan trascendentes ni acusan los
ribetes de escándalo que, en cambio, posee la negación, en un caso, y el recorte, en el otro, del
derecho de defensa de los acusados. No sólo por que se trata de la negación de uno de los
derechos fundamentales de la persona humana sino por que, así, se ha impedido que los
magistrados sometan al juicio de la Comisión Investigadora y de la Subcomisión valiosas pruebas y
evidencias que habrían contribuido a una eficasísima probanza y habrían desvirtuado las
imputaciones que contra ellos se formulan. Al agravio de su derecho a un debido proceso legal, se
suma el menoscabo de fundamentales instituciones de las que depende un cabal funcionamiento
del estado de derecho.
Acaba de sostener la Comisión Acusadora que los Magistrados disfrutaron de plenas posibilidades
para ejercer su derecho de defensa. Nada de ello. La Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre de 1948 establece en su Artículo XXVI "que toda persona tiene derecho a ser
oída en formaimparcial (y subrayo el término) y pública dentro de un proceso regular". Más
específicamente aún, la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 o Pacto de San
José de Costa Rica, consagra, entre las "garantías judiciales", las que corresponden a toda
persona sometida a proceso jurisdiccional. Entre ellos comprende unas "garantías mínimas", en su
numeral 8,2. Es decir, unas garantías sin las cuales no hay, no puede haber derecho de defensa.
De su lectura y del más elemental cotejo con los hechos producidos en este proceso, puede
arribarse a la conclusión que el Congreso ha negado a los magistrados precisamente esas
"garantías mínimas", es decir, su derecho de defensa.
"Toda persona -dice- tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable por un Juez o Tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella o
para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral o fiscal o -subrayó- de
cualquier otro carácter". Durante el proceso -dice la norma citada- "toda persona tiene pleno
derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas". ¿Cuáles son ellas?. Veamos
algunas:
Es "garantía mínima" de todo procesado "la concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa". Así lo establece el Artículo 8º, literal a) de la
Convención. ¿Tiempo para la defensa?. Aquí estamos tres Abogados que, en teoría, debíamos
conocer, en menos de cinco días hábiles, de centenares de páginas de declaraciones, informes y
Conclusiones. Era tarea por cierto más que improba. Pero, ese mismo derecho fue negado a los
acusados, por la Subcomisión Investigadora. Ni "tiempo" para la defensa ya que se fijó en plazos
de angustia que implicaban una clarísima burla a los derechos de los Magistrados y, menos aún,
"medios adecuados". El país debe saberlo. Los acusados sólo dispusieron de las transcripciones
magnetofónicas, prácticamente la víspera en que la Subcomisión dio por concluida su misión,
abrupta e incomprensiblemente, a pesar de habérsele concedido 30 días de plazo. ¿Cómo
sostener que se les reconoció derecho de defensa cuando se le negó la garantía mínima antes
anotada?.
Es también "garantía mínima", según el apartado f) del numeral que se cita" "el derecho de la
defensa de interrogar a los testigos...... y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de
otras personas que pueden arrojar luz sobre los hechos". En este caso, era vital el testimonio del
Sr. Díaz Valverde que votó, originalmente, en el Pleno Jurisdiccional, por la tesis de la
inaplicabilidad y que participó y aprobó, todos y cada uno de los hechos que han sido materia de
cuestionamiento. El Sr. Aguirre Roca anunció, en la Comisión Permanente del Congreso que
presentaría, como lo hizo, un recurso para que se cite a dos de los Magistrados que habían
evacuado informes inculpatorios. No sólo para que fueran nuevamente interrogados sino, de ser el
caso, para que se proceda a un careo. La Comisión Permanente que resolvió de inmediato, no se
dio tiempo ni siquiera para desestimar esa petición. Y así, puede decirse, que todo este proceso se
caracterizó por la festinación de trámites es decir, por su apresuramiento malicioso: en la Comisión
Investigadora (cuyas conclusiones aún no han sido aprobadas por el Pleno), no se cita siquiera a
los denunciados; en la Subcomisión que no sólo concluye sus actividades inopinada y
rápidamente, sino incluso antes de aprobar sus Conclusiones y, en la Comisión Permanente que,
sin demora alguna, escucha cargos y descargos y, sin más, resuelve acusar.
La historia registrará, señor Presidente estos hechos gravísimos y hará constancia del modo como
se negó a los Magistrados del Tribunal Constitucional su derecho de defensa en circunstancia de
tanta significación como es este proceso constitucional. Si es censurable siempre que se prive del
derecho a un ciudadano común y corriente, resulta incomprensible que acontezca lo mismo, nada
menos con altos funcionarios como los miembros del Tribunal Constitucional. El hecho revela, sin
duda la hondura de la crisis que estamos viviendo.
La razón pero también el derecho y, naturalmente el derecho positivo, exigían que el investigador,
el evaluador, el acusador y, por fin, el juez de este proceso fueran imparciales y acreditaran un
mínimo de objetividad. Los acusados no han gozado de ese beneficio. Aquí están presentes, sin
ninguna duda, dispuestos a condenar los mismos 40 Congresistas que el 10 de enero de 1997,
previnieron, amenazaron e intentaron, sin éxito, que tres de los Magistrados aquí presentes
sentenciaran, como a ellos les parecía, la Acción de inconstitucionalidad interpuesta contra la Ley
Nº 26657. Algunos de ellos ya estuvieron en la Comisión de Investigación y en la de Evaluación.
Siendo como es criticable ese hecho, lo es, de modo especial si se tiene en cuenta la pasión que
entrañaba esa ilegal ingerencia .
En su carta notarial del 10 de enero de 1997, los 40 Congresistas decían a los Magistrados aquí
acusados, presionando de modo abierto y desembozado: "Que la Sentencia no contenga ninguna
declaración de inaplicabilidad, (que es justamente materia de esa supuesta responsabilidad política
que se trataría de hacer efectiva a través de un presunto juicio político que, desde luego nuestra
Constitución no reconoce). Decía el texto, que "la Sentencia no contenga ninguna declaración de
inaplicabilidad que constituiría una inminente amenaza a los derechos fundamentales y políticos
consagrados en la Constitución, así como abuso de autoridad, al asumir el Tribunal facultades no
previstas en su Ley Orgánica, la misma que le exige un pronunciamiento sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de la norma impugnada". ¿Quiénes eran, señor, los
miembros del Congreso que suscribían esta nota para decirle al Tribunal Constitucional lo que
podía o no debía hacer?. ¿Quiénes eran ellos para advertirle, bajo amenaza obviamente, de
denuncia constitucional, que optaran por hacer o por no hacer algo?. Quienes así actuaron
incurriendo en un ilícito punible ¿podrían ser, ahora, jueces de quienes desoyeron sus advertencias
y amenazas y fallaron precisamente por la inaplicabilidad?. Es obvio que no. Aquel hecho
descalifica, desde todo punto de vista, a quienes intentaron arrancar del Tribunal Constitucional,
una declaración jurisdiccional que, finalmente, no obtuvieron.
Así, todas las circunstancias que acabo de anotar, viciaron el procedimiento desde su nacimiento.
Pero, no menos viciosos resultan los hechos producidos posteriormente, en la evaluación de las
imputaciones efectuadas y en la apreciación del mérito de la acusación. La Comisión de
Investigación y, luego la Subcomisión evaluadora, consideraron como imputaciones que
justificaban la acusación constitucional, los tres siguientes hechos: que el Presidente dio trámite a
un recurso del Colegio de Abogados no obstante no estar dirigido a él mismo, que no citó al Pleno
Jurisdiccional para resolver el recurso en cuestión y que, por fin, los Magistrados Aguirre, Rey y
Revoredo expidieron la resolución aclaratoria sin autorización ni conocimiento del Tribunal, esto es,
asumiendo, indebidamente sus funciones. Todos esos cargos se fundaban, exclusivamente, en las
declaraciones que prestara el Sr. García Marcelo el 4 de abril ante la Comisión de Investigación y
que confirmó, con una carta cursada a la Subcomisión de evaluación el 12 de mayo, es decir, dos
días antes que ésta pusiera fin, de modo sorpresivo, a sus actividades.
La más elemental razonabilidad exigía que las Comisiones examinaran, con imparcialidad y
objetividad, las imputaciones y, con mayor razón todavía, la única declaración exculpatoria que
obra en autos. Lejos de ello, ambas Comisiones atribuyen plena certidumbre a unas y niegan
absoluto crédito a las otras. Por cierto ninguna expresa las razones por qué aquellas tienen valor
de evidencia plena y por qué los descargos carecen de todo mérito para desvirtuar las acusaciones
formuladas. Cualquiera sea el criterio que se elija, la más elemental regla de sana crítica impone al
juzgador expresar por qué acepta o rechaza una declaración. Naturalmente no se ha hecho.
Lo cierto es que, más allá de los detalles menudos de las declaraciones mismas, es un hecho que
el Presidente del Tribunal Constitucional no sólo no admitió la acusación de García Marcelo (como
pretende falsamente una de las Conclusiones de la Subcomisión evaluadora) sino que rechazó
expresamente la imputación según la cual no habría citado al Pleno o que éste no se llevó a cabo.
Como quiera que esos eran los cargos en los que habría consistido la pretendida usurpación, nos
permitimos citar, en la Comisión Permanente, las declaraciones del Presidente del Tribunal que fue
el único Magistrado que pudo declarar, descargando las imputaciones efectuadas. Dada la
trascendencia que se ha atribuido a esos hechos es importante que el país sepa, a través del
Congreso de la Nación, que no es exacto que el Presidente del Tribunal Constitucional conviniera o
confirmara las denuncias efectuadas. Respondiendo a una pregunta dice:
"Miren, el Pleno del Tribunal se reunió. Cuando yo di cuenta del recurso de aclaración, el Dr.
Acosta dijo: Señor, que se devuelva al Colegio de Abogados para que se dirija al Presidente. Dije:
No. Vamos a ganar tiempo y, por economía procesal, de una vez resolvemos". (Los acusadores
han querido subrayar inculpatoriamente el concepto de economía procesal, no obstante que sirve a
la mejor administración de justicia). Añadió, luego el Presidente del Tribunal: "Se mandó eso al
ponente, el señor Rey Terry. El ponente dio cuenta y resolvieron los tres que eran los únicos
llamados a hacerlo. Nadie se opuso: Nadie objetó nada. A posteriori ya, se rasgan las vestiduras
(aduciendo) que se ha usurpado el nombre del Tribunal, lo que no es exacto".
Dije, en la Comisión Permanente, y repito aquí, ante el Pleno del Congreso, que todo podía
deducirse de esta declaración excepto que contuviera una "confirmación" de la denuncia del señor
García Marcelo respecto de que no se habría celebrado el Pleno Jurisdiccional. Pero hay una
segunda circunstancia sobre la cual quiero llamar la atención porque los acusadores le han
dedicado, en la mañana de hoy, abundantes argumentos. Ella es la existencia de tres pruebas
instrumentales que han sido desestimadas, de plano. Como consecuencia, no se han evaluado en
ninguna de las etapas del proceso. Sin embargo, una apreciación objetiva de ellas permite afirmar
que desvirtúan, por completo, las denuncias de García Marcelo.
"1.- No es cierto que los Magistrados del Tribunal Constitucional hayan incurrido en irregularidades
y menos usurpado funciones en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales";
2.- Que no es exacto, que la Sentencia que puso fin a la controversia sobre la publicación de
inconstitucionalidad de la Ley Nº 26637 sobre el Vaso de Leche, haya sido suscrita únicamente por
5 magistrados. De su simple lectura se aprecia que en ella están presentes los siete magistrados,
uno de los cuales aparece suscribiendo un voto singular que forma parte de la sentencia".
Y añade, refiriéndose a una persona que no debió ser aludida hoy, en este debate, la Dra Delia
Revoredo de Mur. El Congreso no ha sido citado ni se ha reunido para examinar el resultado de las
investigaciones practicadas a raiz de sus denuncias sino sobre las que, con pretexto de aquéllas,
se han formulado contra los Magistrados del Tribunal. El Comunicado dice en relación a la Dra.
Delia Revoredo de Mur:
3.- "Que son falsas las motivaciones que se atribuyen a la magistrada Delia Revoredo de Mur con
el objeto de justificar sus denuncias sobre sustracción de documentos jurisdiccionales del Tribunal,
y reitera su más plena solidaridad con ella, frente a los actos de hostigamiento que viene siendo
objeto".
Así, pues, señores, los tres instrumentos citados, probaban, cuando menos, la celebración del
Pleno Jurisdiccional. Sin embargo, las Comisiones les han negado todo mérito. Exactamente igual
que a las declaraciones del Presidente del Tribunal Constitucional. Por todo ello, puede y debe
decirse que esta acusación carece de todo sustento fáctico. No se han probado los hechos que se
imputan a los acusados además que no son ni podrían ser infracciones constitucionales. Y por ello
mismo, no pueden ser recado válido e idóneo para una acusación como la que, aquí, se ha
formulado por la Comisión Acusadora y a la que debo referirme de inmediato.
Debe anotarse, en primer lugar, que hay una profunda y total contradicción entre la Resolución
acusatoria aprobada por la Comisión Permanente y los fundamentos esgrimidos por la Comisión
acusadora que, incluso, ha propuesto una sanción que la Comisión Permanente, hasta donde se
conoce, no aprobó. Hay, en segundo lugar, aparente contradicción también entre los dos miembros
de la Comisión acusadora. Uno de ellos se ha empeñado en probar que la sanción del Congreso
nada tiene que hacer con la Sentencia de inaplicabilidad de la Ley de reelección; el otro, considera
que la infracción constitucional radica, precisamente en esa Resolución, más que en la Resolución
aclaratoria de la Sentencia, como se vino sosteniendo a lo largo de todo el proceso. Para uno de
ellos, la infracción constitucional implica el juzgamiento de los votos y opiniones de los miembros
del Tribunal en la Sentencia de inaplicabilidad mientras que, para el otro, el Congreso no puede
invadir esa esfera protegida por la inviolabilidad de que goza el Tribunal. Uno sostiene, por fin, que
el pretendido "juicio político" instaurado, perseguiría hacer efectiva, nada menos que una
responsabilidad jurídica derivada de una infracción de la Constitución, desde luego no tipificada y
no una infracción política.
El país tiene derecho a que debatamos, con seriedad y profundidad este tema. Hace relación con
una vieja y trascendente institución constitucional que, dicho sea de paso, existe desde la
Constitución de 1823. Evolucionó, lentamente, a lo largo de nuestra historia hasta la Carta actual
en la que, lamentablemente, se le han introducido algunas adiciones harto incoherentes e
inconvenientes que la han desvirtuado y que permiten precisamente el uso arbitrario que pretende
ahora dársele.
Son tres, pues, los mecanismos mediante los cuales el Congreso puede ejercer la atribución que le
confiere el Artículo 102º Inciso 2). Es decir, hacer efectivas las responsabilidades de carácter
jurídico, de carácter disciplinario y de carácter político. Cada una de tales instituciones es aplicable
sólo a algunos altos funcionarios del Estado y no a otros; tiene un régimen jurídico específico y
está sujeta a normas rígidas que impiden se apliquen discrecional o arbitrariamente, por el
Congreso. Ahora se intenta añadir, al parecer, un nuevo mecanismo que no tiene raíz en la
tradición constitucional del Perú ni sustento en la letra de la Constitución vigente. Es este "juicio
político" sui géneris que "aquí comienza y aquí termina". Se instaura con las mismas normas que la
acusación constitucional aunque sólo procede por infracciones constitucionales, esto es, por
infracciones jurídicas no tipificadas como infracciones punibles. Se sanciona con penas no tasadas
que se establecen, arbitraria y discrecionalmente por el Congreso y, como si ello fuera poco, las
sanciones no son justiciables ante ningún Tribunal. Y asi, mientras el responsable de un delito de
función tiene el privilegio de la revisión judicial, la víctima de una acusación, por infracción
constitucional, quedaría destituida e inhabilitada hasta por diez años sin posibilidad alguna de
revisión judicial. ¿Cabe mayor contrasentido?.
Es de todos conocido, señor Presidente, que el Antejuicio tiene por objeto hacer efectivas
responsabilidades de carácter jurídico derivadas ya de infracción constitucional, ya de delito
cometido en el ejercicio de función. El Congreso, erigido en gran Jurado de la Nación, suspende la
prerrogativa de que gozan los altos funcionarios del estado y así, habilita la competencia de los
Tribunales para que, en ejercicio de sus atribuciones jurisdiccionales, impongan al infractor de las
leyes o de la Constitución la sanción que la Ley (y no el arbitrio del Congreso) establece. No
competía nunca -y no parece corresponderle tampoco ahora- ninguna función jurisdiccional.
En el Perú, no cabe que el Congreso de la República (ahí sí, usurpando atribuciones que no le
corresponden y que la Constitución no le confiere) se convierta en una suerte de tutor de los altos
funcionarios a los que se refiere el Artículo 99º de la Constitución e intente hacer efectiva una
pretendida responsabilidad política por sus actos. El juicio político, en efecto, permite procesos de
esa naturaleza. Pero esa institución es extraña a nuestra tradición constitucional. La Constitución,
ahora, como en el pasado, nunca estableció, como causales de acusación, la inconducta funcional
o personal -como en Estados Unidos- o el mal desempeño de funciones -como en Argentina. Para
eso tenemos el voto de censura que sólo puede usarse contra los Ministros de Estado. Pero,
tampoco podría haber juicio político. No, cuando menos, en tanto subsista el Artículo 2º Inciso 24)
acápite d) de la Constitución y se mantenga el texto del Artículo 99º de la Constitución que no
permite acusaciones por inconducta personal o funcional.
El país debe enterarse, cómo se intenta deformar una institución constitucional dándole un carácter
que no tiene ni podría tener. Cómo se pretende convertir, en ley, la arbitrariedad, y el capricho en
instrumento para someter a cualquier alto funcionario del estado a la férula del Congreso, bajo
amenaza de destitución e inhabilitación, quebrando, allí sí, el equilibrio entre las instituciones
constitucionales. Exactamente como ocurre ahora en que, con absoluta inmoderación, se ha
solicitado inhabilitación por 10 años para unos funcionarios que no han violado la ley ni han
cometido infracción constitucional alguna. Pero, decía, que no es posible que el Congreso
sancione, políticamente, a los altos funcionarios so pretexto de sus eventuales responsabilidades
jurídicas. No cabe, sencillamente, porque la Constitución lo impide. Lo hace el Artículo 2º Inciso 24)
acápite d) que dice: "Nadie -y desde luego tampoco los altos funcionarios del Estado- será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente
calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca como infracción punible; ni sancionado con
pena no prevista en la ley". ¿Cómo podría sancionarse entonces a los altos funcionarios por
infracciones de la Constitución no tipificadas como infracciones punibles?. Cuando el Artículo 2º
citado se refiere a infracciones, ¿no alude, acaso, entre otras, a las infracciones constitucionales
previstas en el Artículo 99º de la Constitución?. Desde luego que sí. Lo dice la más elemental
razonabilidad. Por eso mismo, no puede procesarse, ahora, por infracciones de la Constitución y
por eso también el Reglamento del Congreso no ha previsto ninguna norma para regular el
procedimiento respectivo como lo ha hecho, en cambio, tratándose de delitos de función.
Esta opinión tiene sólido sustento no sólo en la doctrina y en la tradición jurídica del Perú sino
hasta en iniciativas de tanta trascendencia como el Anteproyecto de Constitución de la Comisión
Villarán. El Anteproyecto permitía la acusación por las causales ya conocidas pero dejaba a una
Ley Orgánica la regulación del procedimiento para hacer efectiva la responsabilidad de los altos
funcionarios. Dicha Ley -según su Artículo 60º- debía elaborarse sobre seis "bases". Una de ellas
establecía que las infracciones graves que no constituyesen delito debían sancionarse por el
Tribunal (no por el Congreso) con la destitución del cargo y, eventualmente, con la inhabilitación.
Otra "base" exigía que la acusación y su ratificación se aprobaran, necesariamente, por tres
quintos de los votos del número legal de miembros de ambas Cámaras. Ahora se pretende aprobar
tan grave sanción por simple mayoría cosa que, en la legislación comparada sólo se hace por dos
tercios de votos.
En realidad, en el Perú nunca hubo juicio político. Tampoco ahora. Para que hubiera, habría sido
necesario que, además de las causales jurídicas previstas en el Artículo 99º, se añadieran las
causales políticas de conducta personal o funcional, como en Estados Unidos, o mal desempeño
de funciones como en Argentina. Pero, no ha sido así. El pretendido juicio político, por causa
jurídica, no persigue sino eludir la inevitable tipificación previa de las infracciones constitucionales
punibles, la regulación del procedimiento parlamentario de acusación por esa causal y la del
procedimiento de revisión judicial de las penas de destitución, suspensión o inhabilitación. Tal
conclusión fluye claramente de la Constitución. Frente a tal tesis, se afirma que el Artículo 100º
permite al Pleno destituir o inhabilitar al acusado. Se dice: basta que haya un acusado. Pero el
Artículo 89º Inc j) del Reglamento del Congreso exige algo más: que el Congreso haya declarado
"haber lugar a formación de causa" lo que implica que el proceso que "aquí comienza, debe
terminar en la Corte Suprema". ¿Qué duda cabe?. Y es que el Congreso, no puede acusar por
causales distintas de las previstas en el Artículo 99º como serían las pretendidas
"responsabilidades políticas". Tampoco puede imponer penas sin proceso judicial violando así el
principio consagrado en el Inciso 10) del Artículo 139º de la Constitución. Es obvio. Si la
Constitución es un cuerpo coherente y el antejuicio una institución es evidente que las normas que
hacen referencia con ella, esto es, los Artículos 99º y 100º deben interpretarse en estricta y
estrecha concordancia, entre sí y con los llamados principios y derechos de la función
jurisdiccional.
Cualquier lector desapasionado puede descubrir, de inmediato, que el Artículo 99º establece el
órgano a quien compete acusar, señala los funcionarios pasibles de acusación y por cierto, las
causas o motivos de acusación. Pregunto, señor Presidente y señores congresistas ¿Dónde está
esa pretendida responsabilidad política por la que los señores Magistrados del Tribunal
Constitucional serían destituidos e inhabilitados por 10 años?. La Constitución aquí sólo consagra
dos causas o motivos de acusación: infracción constitucional o delito cometido en el ejercicio de
función. Si el Congreso pudiera acusar a cualquier alto funcionario por eventuales
responsabilidades políticas ¿qué objeto tendría entonces el Artículo 132º de la Constitución que
sólo le permite hacer efectiva la responsabilidad política de los Ministros?. ¿Porqué el Artículo 132º
no dice explícitamente que también cabe la responsabilidad política de otros funcionarios del
Estado?.
El Congreso no puede añadir ninguna otra a las causales de acusación del Artículo 99º. Los
Magistrados del Tribunal, por tanto, no pueden ser acusados sino por delito de función o por
infracción constitucional siempre que ésta se halle debidamente calificada y, en forma previa, como
infracción punible, lo que, ahora no ocurre. Si el Artículo 99º sólo prevé dos causas o motivos de
acusación constitucional, resulta absolutamente cierto que el Artículo 100º sólo es aplicable a
quienes hubieren sido pasibles de acusación o por delito o por infracción constitucional. Es obvio.
Pero, como ahora no puede acusarse por infracciones constitucionales, se inventa unas
responsabilidades políticas derivadas de supuestas infracciones constitucionales y hasta de
Sentencias y Resoluciones que están amparadas por inviolabilidad constitucional.
Pero ¿cuál es, en última instancia, el objetivo que se persigue?. Aquí se ha dicho y con frase muy
gráfica, (que hay que aplaudir y recoger) que este pretendido juicio aquí nace y aquí termina. ¿Qué
quiso decirse con ello?. Nada más ni nada menos que, el Congreso de la República destituye a
unos funcionarios y hasta los inhabilita por diez años y esos funcionarios no tienen posibilidad de
recurrir a ningún Tribunal. No interesa que hayan sido sancionados constitucional o
inconstitucionalmente, racional o arbitrariamente. Sencillamente la decisión del Congreso no es
justiciable ante nadie, de modo regular. Extraña teoría, señor Presidente y señores congresistas, a
quienes desearía llamar a reflexión.
Esa teoría es enormemente peligrosa para la estabilidad constitucional y democrática del Perú.
Excepción hecha de los actos estrictamente políticos, nada hay en el estado constitucional de
derecho que no sea justiciable. Son justiciables las normas con rango de ley ante el Tribunal
Constitucional, incluyendo los Tratados Internacionales y el Reglamento del Congreso. Lo son los
actos administrativos, las Sentencias si incurren en fraude de la ley y, por supuesto, las sanciones
que impone el Congreso en una acusación constitucional por delito de función. Lo dice el Artículo
100º. Pero lo serán también las sanciones que se impongan a los infractores de la Constitución
cuando sean susceptibles de acusación. Lo serán simple y llanamente, porque así lo impone el
Artículo 139º Inciso 10) de la Constitución que establece que nadie puede ser penado sin proceso
judicial. ¿Cómo pretender entonces que no sean justiciables las sanciones que podrían imponerse
por infracciones de la Constitución?.
La tesis violenta el más elemental concepto del estado de derecho que presupone, de un lado, la
legalidad y la judicialidad de la penalidad, la limitación del poder de todos los órganos del estado
incluyendo el Congreso y, por otro, una efectiva protección jurisdiccional frente a los actos
arbitrarios. Por lo demás, la propia Constitución se ha encargado de señalar qué actos del estado
no son justiciables ante ningún Tribunal. No lo son por virtud del Artículo 154º Inciso 3) de la
Constitución, las decisiones del Consejo Nacional de la Magistratura que imponen sanciones a los
Magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público. Tampoco lo son las resoluciones del Jurado
Nacional de Elecciones, contra las que "no procede recurso alguno ante ningún Tribunal".
Excepción hecha de esos dos casos, establecidos o previstos por la Constitución no existe ningún
otro acto del Estado que no sea justiciable. La acusación constitucional que es un proceso político-
jurisdiccional es justiciable, por su propia naturaleza. Es su objeto dejar expedita la competencia
del Poder Judicial para el juzgamiento de los altos funcionarios del Estado en una jurisdicción
privilegiada que es la Corte Suprema. Este sólo persigue separar al funcionario del cargo de la
función a la que lastima o hiere con su inconducta personal y, eventualmente, inhabilitarlo de modo
temporal o de modo perpetuo.
Quiero recordar a este respecto, señor Presidente, sin pretender lastimar la ilustración de los
señores representantes, que en algo más de 210 años de vida constitucional, en los Estados
Unidos, se han tramitado exclusivamente trece cuestiones de impeachment. Sólo, en cuatro casos,
finalmente, se sentenció. Dos en el siglo pasado y dos en el presente siglo. En todos los casos se
trató de Jueces. Sólo en una oportunidad, se procesó a un Juez de la Suprema Corte, Samuel
Chase. Los demás fueron Jueces federales a quienes se imputó faltas que desdecían de la
respetabilidad de la institución judicial. Y era obvio. En dos casos, la responsabilidad derivaba de la
comisión de delitos de función (traición y cohecho). No creo que deba insistir más. Estoy seguro
que estos son hechos perfectamente conocidos por los señores Congresistas.
Vuelvo al tema fundamental. Es inadmisible, señor, que el Congreso acuse por infracciones
constitucionales no tipificadas, como infracciones punibles, y que, además, pueda imponer penas
no justiciables ante ningún Tribunal, olvidando que nadie puede ser penado sin proceso judicial.
Aquí no comienza, ni aquí puede terminar un proceso que no tiene ni principio ni fin constitucional:
un proceso que nace para burlar la Constitución y, la tradición jurídica del país, y para atropellar los
derechos de acusados a los que no ha podido probárseles la comisión de las infracciones
constitucionales que se les imputa.
Me refiero ahora, señor Presidente, a otra teoría que se ha esgrimido, hoy día, y que me parece,
igualmente peligrosa. Es un hecho que el Congreso de la República ha pretendido desde 1,823
sobreponerse a las demás instituciones constitucionales. Esa fue la razón del Motín de Balconcillo.
Es verdad también que, a lo largo de toda nuestra historia, el Poder Ejecutivo ha avasallado y
atropellado al Congreso de la República. Y no es menos cierto que, modernamente, han surgido de
diversas instituciones constitucionales autónomas, como mecanismos de contrapeso frente al
enorme poder, tanto del Ejecutivo como del Legislativo. Una de ellas ha sido y es el Tribunal
Constitucional. Es perfectamente explicable el recelo con que los miembros del Congreso miran el
Tribunal Constitucional. No es esa una actitud desusada en otros países, particularmente
latinoamericanos. Lo sería en Europa donde hay ya una tradición que ha obligado a que los
Parlamentos reconozcan que su esfera de competencia legislativa se reduce, cada vez más, con
los procesos de integración supranacional y con el nacimiento y consolidación de instituciones,
como el control constitucional. Siendo ello explicable como sentimiento, no es en cambio,
justificable que, en aparente exaltación de la representación popular, se pretenda, que el Tribunal
Constitucional o cualquier otra institución pública esté sometida al Congreso. No señor. Nuestra
Carta Constitucional ha previsto un conjunto de instituciones de cuya interacción debe surgir un
equilibro razonable que beneficie, por un lado, el imperio de la ley y, asegure, de otro, el goce de la
libertad y de los derechos. Sin menoscabo de ninguna de las instituciones. Por lo tanto, no puede
decirse, sin menosprecio de ese mínimo de razonabilidad que debe tener el orden político, que el
Congreso, con todo el enorme poder que le corresponde, como genuino representante de la
opinión popular, pueda someter a su férula a la Corte Suprema, a los tribunales de justicia o al
Tribunal Constitucional o a cualquier otra institución autónoma. El Congreso tiene sus propias
competencias y atribuciones y, dentro de ellas, debe ejercitar su poder y, en este caso concreto,
dentro de los límites precisos de los Artículos 99º y 100º, la que le corresponde en la acusación
constitucional.
Y me refiero ahora...
Los miembros del Tribunal Constitucional gozan de las mismas prerrogativas que los congresistas.
Se ha afirmado, sin embargo, que su inviolabilidad es ligeramente distinta a la de aquéllos. ¿En
qué es distinta?. ¿En qué texto de la Carta Fundamental se establece tal distinción o diferencia?.
Veamos. Dice el Artículo 93º de la Carta Fundamental que los representantes al Congreso, (léase
por lo tanto "los miembros del Tribunal Constitucional) no son responsables ante autoridad ni
órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten en el ejercicio de sus funciones".
Hemos escuchado esta mañana recordar que la Constitución dice: "No responden ante ningún
órgano jurisdiccional" omitiéndose parte del texto constitucional que dice también: "Ante ninguna
autoridad". Pregunto ¿el Congreso no lo es?. Desde luego que sí. Por tanto, si los miembros del
Tribunal Constitucional gozan de inviolabilidad no responden por sus votos y opiniones ni ante esta
autoridad que es el Congreso, ni ante ninguna otra. Naturalmente tampoco ante ningún órgano
jurisdiccional. La más leal interpretación del texto del Artículo 201º, conforme al Artículo 93º, debe
conducirnos a esta conclusión. Pues bien. La Comisión Acusadora, contrariando a la Comisión
Permanente y al propio Congreso que resolvió no inmiscuirse en los actos jurisdiccionales del
Tribunal, ahora acusa a cuatro de sus miembros precisamente por ellos. La Sentencia de
inaplicabilidad de la Ley Nº 26657 es, para la Comisión Acusadora, la razón, el fundamento de su
acusación. Apenas si ha hecho referencia a la Resolución aclaratoria. Y así, el Congreso se ha
erigido en Juez de las decisiones jurisdiccionales de los Magistrados del Tribunal. Y eso es violar,
simple y llanamente, los Artículos 93º y 201º de la Constitución. El Congreso se arroga así la
facultad de juzgar los votos y opiniones de los Magistrados del Tribunal lo que es francamente
inconstitucional.
La presencia de los Magistrados en el Pleno del Congreso demuestra su respeto por su autoridad
que, por cierto, no menospreciaron ni desconocieron. En repetidas oportunidades los acusados
reconocieron al Congreso su competencia para acusar, naturalmente, en los términos que la
Constitución señala, así como para investigar su conducta desde luego, en la forma que la Carta
Fundamental y el Reglamento del Congreso establecen. Pero nadie puede reconocer al Congreso
competencia alguna para juzgar los actos jurisdiccionales del Tribunal Constitucional. Y eso es lo
que los miembros del Tribunal no reconocieron, ni reconocerán a este poder del Estado. De ser
así, el Tribunal habría dejado de ser un órgano autónomo e independiente para convertirse en una
dependencia del Poder Legislativo, lo que, desde luego, está muy lejos de ser.
Por eso mismo, señor Presidente, quisiera ratificar y confirmar que los miembros del Tribunal, que
expresan, francamente, su condenación al propósito de someterlos a una sanción que no se ajusta
a la Constitución y que no guarda correspondencia ni con los hechos ni con la justicia, no han
desconocido ni desconocerán la autoridad del Congreso. Defenderán, eso sí, sus derechos por
todos los medios a su alcance.
Hemos cumplido así, señor Presidente, a lo largo de este proceso accidentado e irregular, una
suerte de vía crucis, para que nadie dude de la fe de los señores magistrados, en la justicia y en
las instituciones de la República. Queremos creer que más allá de las pasiones de circunstancia,
todos nos sentimos convocados por un porvenir que imaginamos también de justicia pero de
respeto a los derechos humanos, aún cuando éstos sean los de los altos funcionarios del Estado.
Todos somos deudores de un pasado que nos reclama serenidad y sosiego. En nombre de ese
futuro con el que soñaron nuestros mayores, pedimos hoy que el Congreso desestime la Acusación
formulada. Que no desperdicie la oportunidad de poner paz entre los peruanos, haciendo justicia a
cuatro eminentes magistrados que, al expresar sus opiniones con arreglo a su conciencia,
honraron sus propias vidas y sembraron un ejemplo que nada ni nadie podrá menoscabar.
Muchas gracias.
Juan Monroy Gálvez, Abogado con Registro C.A.L. Nº 11036, en mi calidad de abogado defensor
de los señores RICARDO NUGENT LOPEZ CHAVES, MANUEL AGUIRRE ROCA, GUILLERMO
REY TERRY Y DELIA REVOREDO DE MUR; en la denuncia constitucional presentada contra las
citadas personas, Magistrados del Tribunal Constitucional; a usted atentamente digo:
I.PETITORIO
Que, dentro del plazo de ley, cumplo con poner en su conocimiento, así como en el de los
miembros de la Comisión que usted preside, en vía de informe escrito, las razones por las cuales
considero que mis patrocinados no han incurrido en infracción constitucional al expedir la
resolución de fecha 21 de enero del presente, en el proceso de inconstitucionalidad iniciado por el
Ilustre Colegio de Abogados de Lima respecto de la Ley Nº 26657, por lo que la Comisión de su
digna Presidencia debe desestimar la propuesta de acusación constitucional hecha por la Sub-
Comisión Investigadora respectiva y, asimismo, ordenar el archivo del expediente que contiene el
informe evacuado por ésta.
II.ANTECEDENTES
1. Por resolución de fecha 3 de enero del presente, el Tribunal Constitucional resolvió la demanda
de inconstitucionalidad interpuesta por el Colegio de Abogados de Lima respecto de la Ley Nº
26657.
2. En dicha resolución se declaró inaplicable la Ley Nº 26657 para el caso concreto de una
postulación del actual Jefe de Estado a una próximo proceso electoral. Esta declaración contó con
la unanimidad de los votos emitidos y con cuatro abstenciones cuyos fundamentos se anexan a la
resolución decisoria.
4. Sin perjuicio de algunos trámites administrativos internos que no son materia de esta
argumentación, con fecha 21 de enero los mismos miembros del Tribunal que expidieron la
resolución de fecha 3 de enero, resolvieron el pedido de aclaratoria declarando que no había
necesidad de aclarar nada.
5. Nombrada una Comisión Investigadora por el Congreso con el propósito de esclarecer una serie
de irregularidades ocurridas en el Tribunal, respecto de alguna de las cuales algunos de mis
patrocinados tenían la calidad de agraviados o afectados, el 5 de mayo dicha Comisión emitió su
informe declarando que se habían encontrado dos infracciones constitucionales, por lo que
denunciaba constitucionalmente a mis cuatro patrocinados.
6. Al recibir el informe antes descrito, la Comisión de su Presidencia acordó el 6 de mayo pasado
nombrar una Sub-Comisión, a efectos de que informe sobre la denuncia constitucional antes
descrita.
7. El 14 de mayo, la Sub-Comisión referida ha opinado que existe mérito para formular acusación
contra los magistrados doctores Ricardo Nugent López Chaves, Manuel Aguirre Roca, Guillermo
Rey Terry y Delia Revoredo de Mur, mis patrocinados, por haber Infringido la Constitución.
Pues en efecto, señor Presidente, tengo el convencimiento que la citada Sub-Comisión tiene razón
parcial en el último párrafo transcrito. No sólo hay circunstancias atenuantes sino argumentos que
descartan la existencia de una infracción constitucional, como lo paso a demostrar.
La Sub-Comisión formula acusación contra mis patrocinados por la comisión de los siguientes
actos:
PRIMERO: Los magistrados Manuel Aguirre Roca, Guillermo Rey Terry y Delia Revoredo de Mur
han infringido la Constitución al "atribuirse la representación del Tribunal" al momento de resolver
el Recurso de aclaración (sic) presentado por el Colegio de Abogados de Lima.
La Sub-Comisión considera, entonces, que el Recurso de aclaración (sic) debió ser deliberado,
discutido y votado por todos los miembros del Tribunal, lo que no ocurrió porque los tres
magistrados citados lo hicieron en nombre de todos.
SEGUNDO: Al no convocar al Pleno para resolver el Recurso de aclaración y darle a éste (el
"Recurso") un trámite irregular, el magistrado Ricardo Nugent López Chaves avaló la resolución
que resolvió el Recurso de aclaración resuelto irregularmente por los tres magistrados antes
mencionados.
Pues bien, estas son las acusaciones. A continuación expresaré los fundamentos por los cuales
guardo la convicción, señor Presidente de la Comisión Permanente, de que las aseveraciones
citadas carecen de sustento jurídico, por lo que la presunta infracción constitucional debe ser
desestimada y el informe de la Sub-Comisión debe ser archivado.
La aclaración, llamada también aclaratoria en doctrina, es un instituto procesal que permite a las
partes o al juez, en este último caso de oficio, completar el proceso formativo de una resolución. Se
utiliza cuando una resolución expedida en un proceso adolece de oscuridad o ambigüedad, es
decir, o no se comprende o se puede derivar más de una conclusión de una misma decisión.
Es importante enfatizar que la aclaración sirve, fundamentalmente, para terminar de conformar una
resolución, en tanto permite establecer su verdadero y preciso sentido, el que, por razones de
expresión, aparece confuso (oscuro o ambiguo).
A propósito de esta diferencia, el maestro Piero Calamandrei dice lo siguiente: "(...) Que la primera
(se refiere a la aclaratoria) sirve para enmendar un defecto de expresión, los otros (se refiere a los
recursos) para enmendar un defecto de volición" (1) Es decir, la aclaración precisa el lenguaje de la
sentencia, en cambio los recursos buscan modificar el contenido de ésta.
Por lo demás, el Código Procesal Civil peruano(2) recoge la doctrina unánime de que la aclaración
no es un recurso.
Lo expresado sobre la aclaración es muy importante porque al no ser ésta un recurso, la decisión
que lo resuelva es parte conformante de la resolución aclarada, por tanto, no sólo no requiere de la
actuación de otros jueces -como es el caso de los recursos, verbigracia la apelación- sino,
imperativamente, exige que sólo la resuelvan los jueces que participaron en la resolución a aclarar.
En este tema, señor Presidente, la doctrina es unánime, sólo puede intervenir en la resolución
aclaratoria el juez (o jueces) que expidieron la resolución aclarada. Una frase de Santiago Sentís
Melendo precisa el tema:
"Dadas las características de este instituto, cuando se dice que la aclaratoria ha de proponerse
ante la misma autoridad judicial que ha pronunciado la resolución no se resuelve ninguna duda, ya
que éstas se producen no en cuanto a la institución judicial juzgadora sino en cuanto a la propia
persona del juez. Puede decirse que el tema está en determinar la fungibilidad o la infungibilidad
del juez sentenciador, y cabe mencionar que la solución estará en admitir la fungibilidad cuando no
exista otra manera de resolverlo"
Otro autor, Esteves Saguí dice que la resolución sólo puede ser aclarada "por el juez que la diera".
El mismo autor cita a otro, Elizondo, quien dice: "(...) Es indispensable que se verifique la
declaración por los ministros que dieren la sentencia, de suerte que si alguno de ellos estuviese
ausente o fuere promovido a otro destino, deberá remitírsele un extracto del relato que comprenda
todo el pleito y sus incidentes; para que declare su voto en la sentencia que se dice tiene
oscuridad"(3) .
Manressa y Navarro, célebre tratadista español luego de afirmar la necesidad de la intervención
exclusiva y personal del juez que expidió la resolución a efectos de la aclaratoria, enseña lo
siguiente:
"(...) el hecho meramente accidental de que muera, enferme o se ausente el juez que dictó la
sentencia, no puede ni debe privar a las partes, como queda dicho, del derecho de ejercitar este
pedido preliminar o anterior al de apelación."(4)
4.La actuación jurisdiccional del Tribunal al resolver la aclaración ha sido jurídicamente impecable
Como queda advertido, lo natural y necesario es que actúe en la resolución aclaratoria el mismo
juez (o jueces) que expidió (expidieron) la resolución aclarada. Si procedemos a aplicar lo descrito
al caso en concreto, específicamente a las acusaciones que se le imputan a mis patrocinados
encontramos lo siguiente:
A.
Los únicos magistrados idóneos para resolver la aclaración solicitada por el Ilustre Colegio de
Abogados de Lima eran los señores Aguirre Roca, Rey Terry y Revoredo de Mur.
Por lo tanto, al haber actuado así, no han usurpado funciones de nadie ni atribuido representación
de ningún otro magistrado. Al contrario, han obrado conforme a lo que enseña la doctrina unánime
al respecto.
B.
La Sub-Comisión considera que el "Recurso" de aclaración debió ser discutido y votado por todos
los miembros del Tribunal, y que al no haber ocurrido tal hecho, se ha producido infracción
constitucional.
Respecto de esta acusación, la Sub-Comisión incurre en dos errores. Por un lado, la aclaración no
es un recurso y, por otro, si hubieran participado en la aclaración los magistrados que no
expresaron su voluntad (se abstuvieron) en la resolución del 3 de enero, se hubiera producido una
resolución viciada. Es decir, el Tribunal hubiera incurrido en nulidad si hubiera actuado como la
Sub-Comisión cree que debió actuar.
C.
La Sub-Comisión dice que al no haber convocado al Pleno, el Presidente del Tribunal, doctor
Ricardo Nugent López Chaves, provocó la irregularidad en la tramitación del "Recurso" de
aclaración.
En atención a lo ya expresado, la conducta procesal del Presidente del Tribunal fue totalmente
idónea al tramitar el pedido de aclaración.
La nulidad procesal es el instituto por medio del cual un juzgador, de oficio o a pedido de parte,
declara la invalidez de un acto procesal por encontrarse este afectado de una deficiencia formal
esencial que lo incapacita para producir efectos jurídicos.
La declaración de nulidad procesal tiene una naturaleza esencialmente jurisdiccional, en tanto
constituye una actividad exclusiva del juzgador (juez, sala, tribunal). Así, las partes pueden pedir
una nulidad, pero no convenirla ni declararla.
Por otro lado, no existe la nulidad procesal absoluta. En efecto, por naturaleza la nulidad procesal
es relativa. La prueba contundente de ello es que las partes quienes están tituladas para pedir la
nulidad- deben pedirla en la primera oportunidad que tuvieran para hacerlo. Si ninguna de las
partes pidiera la nulidad, ésta queda convalidada, es decir, ya no puede ser declarada, en tanto el
Derecho presume que el afectado con la nulidad ha aceptado sufrir el perjuicio que ésta produce.
- La acusación constitucional hecha por la Sub-Comisión se sustenta en que los tres magistrados
que firmaron la resolución aclaratoria se autoatribuyeron funciones del Tribunal. Lo expresado
significa que para la Sub-Comisión debieron ser por lo menos seis (6) los magistrados que
debieron intervenir en la expedición de dicha resolución, por razón de quórum. Entonces, según la
Sub-Comisión -probablemente sin saberlo-, la resolución aclaratoria expedida por sólo tres
magistrados es nula.
En nuestra opinión, por las razones expresadas al desarrollar el tema de la naturaleza jurídica de la
aclaración, no ha existido vicio pasible de nulidad en el trámite para resolver la aclaratoria. Sin
embargo, aceptemos la hipótesis negada de que han ocurrido vicios pasibles de nulidad, a fin de
demostrar que tal afirmación de la Sub-Comisión conduce a un absurdo jurídico.
- Dado que la actividad procesal del Tribunal se regula supletoriamente por el Código Procesal
Civil, según el Art. 63º de su Ley Orgánica(5) , analicemos la nulidad desde la óptica de la
regulación procesal citada.
- La presunta nulidad según el Art. 174º del Código citado(6) , sólo puede ser deducida por
aquellos a quienes tal situación les produzca perjuicio o agravio. En el presente caso, los sujetos
legitimados para pedirla eran las partes, esto es, el Colegio de Abogados de Lima o el Congreso de
la República. Transcurrido largamente el plazo legal, ninguna de las partes dedujo la nulidad de la
resolución que resolvió la aclaratoria.
- Ahora bien, si las partes, únicas interesadas en la nulidad, han convalidado la resolución
aclaratoria al no impugnarla en la oportunidad debida, significa que ésta es plenamente válida.
- Adicionalmente se presenta una circunstancia excepcional, una de las partes que convalidó la
resolución fue el CONGRESO DE LA REPUBLICA. Siendo así, ¿PUEDE UNA SUB-COMISION
DEL CONGRESO -ORGANO TEMPORAL Y CIRCUNSTANCIAL DE ESTE- ACUSAR A CUATRO
MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL POR HABER USURPADO FUNCIONES AL
EXPEDIR UNA RESOLUCIÓN QUE SEGUN EL MISMO CONGRESO ES TOTAL Y
ABSOLUTAMENTE VALIDA? ¿LA SUB-COMISION DEL CONGRESO PUEDE, DESDE FUERA
DEL PROCESO, CONTRARIAR LA ACTUACION DEL CONGRESO DENTRO DEL PROCESO?
Expediente 206-94
Lima
VISTOS; interviniendo como Vocal Ponente el señor Castillo La Rosa Sánchez; de conformidad
con el dictamen del Fiscal; y, CONSIDERANDO ADEMAS: que el Decreto Ley número veinticinco
mil cuatrocientos cuarentiséis, mediante el cual se cesa en sus funciones de Juez, al accionante,
vale decir lo destituye del cargo tanto en su forma como por su fondo, trasgrede los derechos
fundamentales, de toda persona, consagrados en la Constitución Política de mil novecientos
setentinueve, incluso en la actual; que, si bien es cierto, que en el trámite de esta Acción de
Amparo no se emplazó con la demandada el Señor Presidente de la República y a los señores
Ministros en persona, tal como lo prevé el Artículo treinta de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo
número veintitrés mil quinientos seis, también lo es que el derecho de éstos han sido representado
y ejercitado por los señores Procuradores de la República y la omisión de ese trámite no puede
influir en lo más mínimo en el resultado de esta acción en cuyo sentido se ha pronunciado también
la Ejecutoria Suprema publicada en el Diario Oficial El Peruano el diecisiete de febrero de mil
novecientos ochentisiete; que la Acción de Amparo se puede hacer valer contra una ley y desde
luego contra un Decreto Ley que lesiona los derechos constitucionales del demandante no para
derogarse o declararse nula la ley, sino para sancionarse su inaplicabilidad al caso del accionante
tal como lo prescribe el Artículo tercero de la Ley número veintitrés mil quinientos seis citada, que
es incuestionable que el Decreto Ley número veinticinco mil cuatrocientos cuarentiséis que cesa al
Juez en ejercicio, don Benjamín Carlos Enriquez Colfer es incompatible con las normas de la
Constitución de mil novecientos setentinueve y también las que contiene la reciente Constitución
de mil novecientos noventitrés dada por el Congreso Constituyente Democrático luego el Juez no
puede darle valor, para el caso controvertido por el principio de prevalecencia jerárquica de la
Carta Magna, que consagran los Artículos ochentisiete y doscientos treintiséis de la Constitución
anterior y Artículos ochentiuno y ciento treintiocho de la actual y el Artículo catorce de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; que no está demás indicar que las normas de la Constitución de mil
novecientos setentinueve, mantienen su vigencia y obligación de acatamiento aunque surjan
anomalías o alteraciones del régimen democrático constitucional del país, por la disposición final
expresa de la misma carta, Artículo trescientos siete de la Carta Antigua y Cuarentiséis de la
actual; que las disposiciones y derechos constitucionales afectados y contradichos por los Decretos
Leyes números veinticinco mil cuatrocientos cuarentiséis y veinticinco mil cuatrocientos
cincuenticuatro en agravio del demandante son: el derecho de defensa que consagran los Artículos
dos, inciso veintitrés de la Constitución actual y Artículo cuarto de la anterior del debido proceso,
Artículos ciento treintinueve, inciso tercero de la actual y Artículo segundo, inciso veinte de la
anterior; de la autonomía del Juez en su función, Artículo ciento cuarentiséis - uno y doscientos
cuarentidós (primero y segundo) respectivamente, de la permanencia e inamovilidad de los Jueces
idóneos Artículo ciento cuarentiséis (dos y tres) y doscientos cuarentidós, incisos primero y
segundo respectivamente, sólo se les puede separar a los no idóneos previo proceso regular en el
que hayan podido ejercer su derecho de defensa libremente, del debido proceso, que todos estos
derechos además están consagrados en los Tratados que el Estado Peruano ha suscrito y que
está obligado a cumplirlos como son la Convenclón Americana sobre Derechos Humanos y
Declaración Universal de los Derechos Humanos Artículos octavo y décimo; que por mucho que se
declare por norma formalmente valida, la reorganización del Poder Judicial, la separación de los
Magistrados, no puede pasar por alto esos derechos y garantías constitucionares, es que el Juez
no es un servidor común de la Nación cumple una función tan delicada, comprometida con los
derechos fundamentales del hombre, que requieren se respeten esas garantías constitucionales en
máximo grado, para que pueda cumplir con independencia y a cabalidad su función; que el
desempeño jurisdiccional en esa forma no sólo es necesario sino indispensable en una democracia
y estado de derecho que son los mejores sistemas hoy por hoy; que permiten la debida realización
del hombre, su bienestar, paz y vida halagueña y progreso; REVOCARON la sentencia apelada de
fojas cuarentisiete, cuarentiocho, de fecha seis de junio de mil novecientos noventicuatro que
declara improcedente la demanda, la que DECLARARON FUNDADA y en consecuencia no es
aplicable al accionante los Decretos Leyes números veinticinco mil cuatrocientos cuarentiséis
yveinticinco mil cuatrocientos cincuenticuatro y que mantiene su Titulo Grado de Juez del Vigésimo
gétimo Juzgado Penal de Lima y expedito para integrarse a su función. MANDARON que
consentida que sea la presente resolución se publique en el Diario Oficial El Peruano por el término
de ley; y los devolvieron.
Que, conforme el artículo 76º del D.S. Nº 005-90-PCM , Reglamento de la Ley de la Carrera
Administrativa, "las acciones administrativas para el desplazamiento de servidores dentro de la
carrera administrativa son: designación, rotación, reasignación, destaque, permuta, encargo,
comisión de servicios y transferencia" , no existiendo...la figura de la "asignación"; ...y que por la
naturaleza de la función encargada al actor, la acción administrativa pertinente es la designación.
Expediente 205-96-AA/TC
Ancash
En Lima, a los cinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Abel Diómedes del Castillo Osorio, contra la resolución
de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, su fecha veintiséis de febrero de mil
novecientos noventiséis, que reformando la apelada, declaró infundada la acción de amparo
interpuesta contra el Director Regional de Salud - Chavín.
ANTECEDENTES:
Don Abel Diómedes del Castillo Osorio, interpone acción de amparo contra el Director Regional de
Salud - Chavín, don Ulises J. Jorge Aguilar, señalando que ingresó a prestar sus servicios al Sector
Salud el mes de diciembre de mil novecientos ochentiuno, a través de un concurso público de
méritos, y hasta la fecha de interposición de la presente demanda, "ha laborado sin solución de
continuidad" habiendo desempeñado diversos cargos y funciones, algunos calificados como de
confianza, siendo el último el de Director de Planificación, Presupuesto, Racionalización e
Inversiones, durante el periodo comprendido entre el dieciséis de setiembre de mil novecientos
noventicuatro y el diez de octubre de mil novecientos noventicinco, al término del cual se le ordenó
que se presentara a la "Evaluación Semestral Enero - Junio de 1995", la que se desarrollaría el
quince de diciembre de dicho año, a pesar que la misma que debió ser desarrollada el mes de julio,
pero fue postergada en virtud a una Acción de Amparo interpuesta por los trabajadores del Sector,
vulnerándose de esta manera, el derecho fundamental que consiste en que "nadie está obligado a
hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe"; además, refiere que su
inclusión en una lista de evaluación, si bien no es una orden directa, se configura como una
amenaza de cierta e inminente realización, a través de la cual se le quiere someter a una
evaluación de la que se encuentra exceptuado, por Resolución Ministerial Nº 283-95-PRES del
veintinueve de julio de mil novecientos noventicinco, reglamento de la Ley Nº 26093. Por estas
consideraciones, solicita que se admita a trámite la presente acción, y además, sea suspendida la
disposición que lo obliga a rendir la evaluación programada, y en consecuencia, sea exonerado de
rendir tal examen, conforme a lo establecido por el artículo 31º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo.
Al contestar la demanda, el Director Regional de Salud, solicita que la misma sea declarada
improcedente, toda vez que en el presente caso no se ha agotado la vía administrativa establecida
en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, pudiendo el accionante hacer uso de los medios
impugnativos que la ley le señala; en relación al cargo de confianza que sostiene haber
desempeñado el demandante, es preciso aclarar que el artículo 77º del D.S. 005-90-PCM,
Reglamento de la Ley de la Carrera Administrativa, dispone que la designación consiste en el
desempeño de un cargo de responsabilidad directiva o de confianza por decisión de la autoridad
competente, pero "es de apreciarse que la R.P. Nº 0376-94.CTAR/PRE de fecha 16-09-94 se
asigna a don Abel Del Castillo Osorio las funciones de Director de la Oficina de Planificación,
Presupuesto, Racionalización e Inversiones de DIRESA, modificando la R.P. Nº 0336-94-RCH-CT-
AR/PRE que le encarga dichas funciones; estableciéndose claramente que la acción administrativa
efectuada es la asignación de funciones, mas no la de designación que correspondería tratándose
de cargos de confianza. Del mismo modo, y corroborando lo expuesto el D.S. 036-A-83-JUS en su
art. 2 prescribe taxativamente los cargos públicos de confianza comprendiéndose hasta los cargos
de Director General Adjunto y Director Ejecutivo. Finalmente, aclara que la Directiva Nº 286-95-
PRES/VMDR al normar el procedimiento para la ejecución del programa de evaluación de
rendimiento laboral, establece que quedan exceptuados sólo los funcionarios que ejerzan cargos
de confianza, pertenezcan o no a la carrera administrativa, y al no estar designado el demandante,
la presente acción debe declarase improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de la presente acción, es evitar que el accionante sea sometido al proceso de
evaluación de personal correspondiente al primer semestre de mil novecientos noventicinco, a
pesar de encontrarse exceptuado conforme a la Ley Nº 26093 y su Reglamento, R.M. Nº 283-95-
PRES, autoritativa de dicho proceso, por desempeñar cargo considerado como de confianza,
situación que amenaza su derecho constitucional al trabajo y a la libertad en el mismo, de cierta e
inminente realización;
Que, el artículo 1º de la Ley Nº 26093, establece que "Los Titulares de los distintos Ministerios y de
las Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar semestralmente
programa de evaluación de personal de acuerdo a las normas que para tal efecto se establezcan";
por tal razón, se autoriza "a los referidos titulares a dictar las normas necesarias para la correcta
aplicación del presente dispositivo, mediante Resolución";
Que, en el Punto III de la referida Directiva, en cuanto a los alcances del Programa, se establece
que "Quedan exceptuados, los funcionarios que estén desempeñando cargos de confianza,
pertenezcan o no a la carrera administrativa, así como a los funcionarios que formen parte de las
Comisiones de Evaluación"; asimismo, establece en el punto "6.2", que la Comisión de Evaluación
del Consejo Transitorio de Administración regional, estará conformado entre otros, por "El Director
Regional de Planificación y Presupuesto";
Que, conforme al artículo 76º del D.S. 005-90-PCM, Reglamento de la Ley de la Carrera
Administrativa, "Las acciones administrativas para el desplazamiento de los servidores dentro de la
Carrera Administrativa son: designación, rotación, reasignación, destaque, permuta, encargo,
comisión de servicios y transferencia", no existiendo como es de verse, la figura de la "asignación";
Que, la evaluación aludida por el accionante, si bien debió desarrollarse en el mes de julio de mil
novecientos noventicinco, por corresponder al semestre enero - junio del mismo año, se programó
para el quince de diciembre de mil novecientos noventicinco, por existir una medida cautelar que
impedía el desarrollo de dicha evaluación;
Que, correspondiendo la evaluación al primer semestre del año mil novecientos noventicinco, ésta
debía circunscribirse al desempeño del personal durante el referido periodo, y no al que tuvieron
posterior al mismo; es así, que en el periodo bajo evaluación, el accionante estuvo encargado de la
Dirección de la Oficina de Planificación, Presupuesto, Racionalización e Inversiones de la Dirección
Regional de Salud Chavín, cargo que además de ser de confianza, le obliga a conformar el Comité
de evaluación, por mandato de la Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR, aprobada por Resolución
Ministerial Nº 286-95-PRES;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que la Constitución y
su Ley Orgánica le otorgan,
FALLA:
...en la Carta Notarial...con la que se notifica el despido del demandante se consigna la causa del
rendimiento deficiente, sin tener en cuenta que la propia Ley de Fomento del Empleo, señala que
aquél debe medirse en relación con la capacidad del trabajador y con el rendimiento promedio en
labores y bajo condiciones similares...
Expediente 976-96-AA-TC
Ica
Caso: Fernando Elías Napuri Calderón
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica,
de fecha veinte y siete de setiembre de mil novecientos noventa y seis, en los seguidos por don
Fernando Elías Napurí Calderón, contra don José Alberto Navarro Grau Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Chincha y Presidente del Directorio de la empresa Servicio Municipal
de Agua Potable y Alcantarillado de Chincha Sociedad Anónima Semapach S.A. y los señores
Agustín Robles Palomino, Luz Dongo de Rosi, Samuel Quisiverdi Romuchi, miembros del
Directorio de dicha empresa y contra José Sanguineti Céspedes; ex-Gerente General y Luis Oliva
Chavéz Gerente General; sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Fernando Elías Napuri Calderón, interpone acción de amparo contra el Presidente y miembros
del Directorio, ex Gerente y Gerente General de la empresa de Servicio Municipal de Agua Potable
y Alcantarillado de Chincha Sociedad Anónima Semapach S.A., a fin que se declare inaplicables
las cartas notariales de fechas diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y seis, con la cual
la empresa demandada otorga un plazo de seis días para que formule su descargo debido a que
como resultado de la evaluación de personal ha quedado incurso en la causal de despido por
rendimiento deficiente, en aplicación del artículo 56º inciso b) del Texto Unico Ordenado de la Ley
del Fomento del Empleo aprobado por Decreto Supremo Nº 05-95-TR, de diecisiete de agosto de
mil novecientos noventa y cinco; Carta Notarial de fecha veintiocho de febrero del mismo año, por
la que se le comunica que ha acumulado otra causal justa de despido, el detrimento de la facultad
física y mental o la ineptitud sobrevenida prevista en el inciso a) del artículo 56º de la misma Ley y
la carta notarial de fecha veintinueve de abril de mil novecientos noventa y seis por la que se le
despide a partir de la fecha de notificación, al haber sido desaprobado en la evaluación.
Sostiene el demandante, que ingresó a laborar a la empresa en agosto del año mil novecientos
ochenta y tres, al amparo de la Ley Nº 4916; que por acuerdo del Directorio se adoptó la decisión
de evaluar al personal con el fin de reducirlo, que sin embargo tanto el Directorio como el Gerente
General carecían de facultades de representación al no estar debidamente inscritos en los Registro
Públicos; que no se ha dado a publicidad todos los pasos seguidos en el proceso de evaluación,
violándose su derecho de defensa; que además el proceso de evaluación se ha regido por la
Resolución Ministerial Nº 286-95 PRES que aprueba las normas para evaluación de personal de
los Consejos Transitorios de Administración Regional, transgrediendo el derecho al debido
proceso. Sustenta su demanda en los artículos 22º,23º y 27º de la Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don José Navarro Grau en su condición de
Presidente del Directorio de Semapach S.A., don Agustín Robles Palomino y don Samuel
Quisiverdi Romuchi, miembros del Directorio de dicha empresa y don Luis Oliva Chávez Gerente
General, quienes solicitan que se declare improcedente ya que se ha actuado en cumplimiento de
la Resolución Ministerial Nº 286-95 PRES que dispone que las evaluaciones deben llevarse a cabo
semestralmente, siendo causa justa de despido el rendimiento deficiente de acuerdo a lo
establecido por el artículo 56º inciso b) del Texto Unico Ordenado de la Ley de Fomento del
Empleo. Asimismo señalan los demandados, que en el presente caso no se trata de un despido
arbitrario sino que se adoptó dicha medida en vista que el demandante fue desaprobado en la
evaluación, lo que no implica violación de derecho constitucional alguno.
Absolviendo el traslado de la demanda, don José Manuel Sanguineti Céspedes, solicita que se
declare improcedente por cuanto en su condición de Gerente remitió las cartas notariales al
demandante cumpliendo disposiciones del Directorio de Semapach S.A.; doña Luz Dongo de
Rossi, miembro del Directorio de la empresa demandada no absolvió el traslado conferido.
Con fecha nueve de agosto de mil novecientos noventa y seis, el Juez Especializado Civil de
Chincha, expide resolución declarando improcedente la demanda; interpuesto recurso de
apelación, con fecha veinte y siete de setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Ica, expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, a fojas cincuentiocho a sesenta y ocho corre en autos copia del testimonio de la escritura de
constitución y Estatutos de Semapach S.A. de fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y
tres, según el cual ésta es una empresa municipal cuyos trabajadores están sujetos al régimen de
la actividad privada..
Que, la Ley Nº 26553 de Presupuesto Público para el ejercicio 1996, en su octava disposición
transitoria y final incluyó a las empresas municipales dentro de los alcances del Decreto Ley Nº
26093. Este último dispone que los titulares de las entidades públicas deben cumplir con efectuar
semestralmente programas de evaluación de personal y las autoriza a dictar las normas
pertinentes para la correcta aplicación de dicho dispositivo; asimismo establece que el personal
que no califique podrá ser cesado por causal de excedencia.
Que, la empresa demandada para proceder al despido por causal de excedencia, debió observar
previamente el procedimiento establecido por la Ley Nº 26093, vale decir dictar las normas
pertinentes, garantizando el derecho al debido proceso y defensa del demandante.
Que, de autos se desprende, que la demandada actúa en el entendido que está obligada a dar
cumplimiento a la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES que aprobó la Directiva Nº 001-95-
PRES, sobre evaluación de personal en los Consejos Transitorios de Administración Regional y no
las disposiciones que precisa la Ley Nº 26093. Asimismo al haber sido desaprobado el
demandante en la evaluación llevada a cabo; la demandada asume que la causa de despido por
excedencia normada por la mencionada Ley , es la misma causa justa de despido prevista en el
inciso b) del artículo 56º del Texto Unico Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo relativa al
"Rendimiento deficiente en relación con la capacidad del trabajador y con el rendimiento promedio
en labores y bajo condiciones similares".
Que, en efecto en la Carta Notarial de fecha veintinueve de abril de mil novecientos noventa y seis
que corre a fojas ocho, con la que se notifica el despido del demandante se consigna la causa del
rendimiento deficiente , sin tener en cuenta que la propia Ley de Fomento del Empleo, señala que
aquél debe medirse en relación con la capacidad del trabajador y con el rendimiento promedio en
labores y bajo condiciones similares. Incluso el artículo 34º del Reglamento, aprobado por Decreto
Supremo Nº 001-96-TR, del veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y seis prevé que
para verificar dicha causa el empleador puede solicitar el concurso de los servicios de la autoridad
administrativa de trabajo así como del sector al que pertenece la empresa.
Que, en cuanto a la causal relativa al detrimento de la facultad física o mental prevista en el inciso
a) del artículo 56º de la mencionada Ley, que el demandado atribuye al demandante en la carta
notarial de veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y seis; ésta no ha sido incluida en la
carta de despido por lo que carece de objeto el pronunciamiento de este colegiado sobre este
extremo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
«... el dictamen fiscal en materia civil es ilustrativo, por lo que no puede ocasionar perjuicio ni
vulnerar derecho alguno.»
Exp. N° 102-93-AA/TC
Lima
Caso : Julio Alberto Carrillo Spencer
En Lima, a los ocho días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como Extraordinario interpuesto por don Julio Alberto Carrillo
Spencer contra la sentencia de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, su fecha once de enero de mil novecientos noventa y tres, que declaró No
Haber Nulidad en la sentencia de vista que declaró improcedente la demanda de Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Julio Alberto Castillo Spencer interpone Acción de Amparo contra el Fiscal Supremo en lo
Civil, doctor César Elejalde Estenssoro, a fin de que se deje sin efecto el Dictamen Nº 228-89, de
fecha cuatro de abril de mil novecientos ochenta y nueve. Este dictamen fue emitido en el proceso
iniciado por doña Andrea Barreto Mocarro contra el demandante sobre Separación de Cuerpos,
Expediente Nº 169-89. El demandante señala que al emitir el referido dictamen no se evaluaron
debidamente las pruebas actuadas; situación que a su juicio vulnera sus derechos constitucionales
previstos en los artículos 1º, 2º inciso 1), 74º y 87º de la Constitución Política de 1979, vigente en
aquella época.
El Fiscal Supremo en lo Civil, doctor César Elejalde Estenssoro y la Procuradora Pública a cargo
de los Asuntos Judiciales del Ministerio Público, al contestar la demanda señalan que el
cuestionado dictamen fue emitido en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 85º inciso 1) del
Decreto Legislativo Nº 052, "Ley Orgánica del Ministerio Público".
El Vigésimo Juzgado Civil de Lima por resolución de fecha veinticinco de julio de mil novecientos
noventa, declaró improcedente la demanda al considerar que el dictamen fue emitido de acuerdo a
las atribuciones que la Ley Orgánica del Ministerio Público le confiere al Fiscal Supremo en lo Civil,
por lo que no existe vulneración de la Constitución.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución de fecha veinte de
junio de mil novecientos noventa y uno, por los mismos fundamentos confirmó la sentencia
apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, las acciones de garantía proceden contra la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional por acción o por omisión de actos de cumplimiento obligatorio.
Que, el artículo 85º inciso 1) del Decreto Legislativo Nº 052, " Ley Orgánica del Ministerio Público"
establece como función del Fiscal Supremo en lo Civil emitir dictamen previo a la resolución que
corresponda expedir en los siguientes procesos: "De nulidad o anulabilidad del matrimonio,
separación de los casados o de divorcio, en cuanto se tienda a asegurar los derechos de los hijos
menores de edad e incapaces, así como los del cónyuge sin bienes propios y la defensa del
vínculo matrimonial". Que, asímismo, el dictamen fiscal en materia civil es ilustrativo, por lo que no
puede ocasionar perjuicio ni vulnerar derecho alguno.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, de fojas siete del cuadernillo de nulidad, su fecha once de
enero de mil novecientos noventa y tres, que declaró No Haber Nulidad en la sentencia de vista,
que declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo interpuesta. Mandaron que se publique en el
diario oficial "El Peruano", conforme a ley; y, los devolvieron.
... los accionantes recurrieron al Fiscal de Prevención del Delito para una diligencia de prevención
con ánimo de llegar a un acuerdo..., no se puede considerar dicha diligencia como vía paralela a la
Acción de Amparo por no tratarse de un procedimiento judicial.
Expediente 177-97-AA/TC
Cusco
Sentencia
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez V., pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por el Reverendo Padre Benigno Santos Gamarra Padilla, en
representación del Convento de Santo Domingo del Cusco, contra la sentencia de la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, de fecha 22 de noviembre de 1996, que declaró
improcedente la Acción de Amparo seguida en contra del Alcalde de la Municipalidad Provincial del
Cusco y del Director Departamental del Instituto Nacional de Cultura del Cusco.
ANTECEDENTES:
La parte demandante, a fojas dieciocho, interpone Acción de Amparo, contra la Municipalidad del
Cusco y el Instituto Nacional de Cultura del Cusco, por amenaza de violación de los derechos
constitucionales de propiedad, a la inviolabilidad de domicilio, a la libertad personal y libertad de
contratación, entre otros derechos consagrados en el Artículo 2º de la Constitución, y a los
derechos reconocidos a la Orden Dominica de la cual es parte integrante el Convento de Santo
Domingo, reconocido por el Artículo 21º de la Constitución. Los demandantes, sostienen que son
propietarios, desde la época colonial, del inmueble utilizado como Convento por su orden y
construido sobre el templo del Qoricancha, parte del cual cedieron al Concejo Provincial del Cusco,
en razón de los trabajos que éste estuvo efectuando, habiéndose delimitado la propiedad de
ambos; también, se acordó que el Concejo no permitiría por ningún motivo el ingreso de visitantes
al Convento por la avenida El Sol, acuerdo que fue roto unilateralmente por los demandados al
disponer públicamente que el ingreso temporal sería por la antes mencionada avenida, hasta que
se resolvieran los impresas, es decir que los padres dominicos volvieran a alquilar parte del bien
inmueble al Instituto Nacional de Cultura, y de no ser así, los demandados procederían a expropiar
el bien; hechos que claramente atentan contra los derechos constitucionales enunciados;
La Municipalidad Provincial del Cusco, absuelve la demanda manifestando que la única publicación
hecha por la Municipalidad, no autorizaba ningún ingreso al templo y/o convento del Qoricancha,
limitándose a facilitar a los turistas a apreciar el monumento desde la explanada, propiedad del
Concejo, que la Municipalidad siempre ha sido respetuosa de los convenios que haya celebrado y
finalmente pide se declare la acción improcedente, por no haber sido agotada la vía previa.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil del Cusco, con fecha 23 de setiembre de 1996, falla,
declarando fundada la Acción de Amparo, por considerar que el inmueble que origina la presente
acción, es de propiedad privada, por tanto, la Municipalidad no tenía facultad para disponer el
ingreso al mismo; así como tampoco el Instituto Nacional de Cultura tenía porqué lograr un acuerdo
por medio de la amenaza y de la ofensa.
El señor Fiscal Superior, fue de opinión que se confirme la apelada, atendiendo a que la
disposición unilateral del Concejo de ingresar al monumento arqueológico, atentaba contra los
derechos constitucionales de los demandantes.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, emite sentencia el 22 de
noviembre de 1996, revocando y reformando la apelada declara improcedente la Acción de
Amparo, al considerar que no existe en autos la pruebas que demuestren que efectivamente hayan
ingresado personas ajenas al Convento por el lugar indicado. Asimismo, se sostiene en la
sentencia, que la amenaza no es inminente, por cuanto desde la fecha de la publicación hecha por
el Concejo demandado, hasta la fecha de presentación de la Acción de Amparo, mediaron más de
60 días, y que los demandantes no han podido probar que se les esté presionado para celebrar un
contrato en los términos que le imponga el INC. Se señala también que los inmuebles
considerados monumentos y Patrimonio Cultural tienen muchas más restricciones que cualquier
otro inmueble tienen muchas más restricciones que cualquier otro inmueble privado.
FUNDAMENTOS:
Que, las acciones de garantía proceden en los casos en que se viole o amenacen los derechos
constitucionales por acción, o por omisión de actos de cumplimiento obligatorio; Que, los
demandantes han probado en autos, tanto por el comunicado que aparece a fojas dos, como por
declaración de los demandados, que la amenaza de violación a su derecho de propiedad es
constante y por tanto su derecho a interponer la Acción de Amparo no ha caducado. Que, el
derecho de propiedad de los demandados está probado, más aún cuando hay de por medio un
convenio celebrado entre la Municipalidad del Cusco con intervención del Instituto Nacional de
Cultura - Región Inca. Que, mediante dicho convenio la Municipalidad se comprometía a respetar
la Zona de dominio Conventual de la de dominio Municipal, la cual fue cedida por la Orden
Dominica a efecto de que se concluyeran los trabajos iniciados por la Municipalidad. Que, mediante
el comunicado que aparece a fojas dos, la Municipalidad del Cusco sin previo acuerdo con la
Orden Dominica, dispone que el ingreso al Qoricancha ubicado en la zona de propiedad de la
Orden, sea por el frontis de la avenida El Sol, violándose así la última parte de la cláusula tercera
del Convenio celebrado y por tanto violándose también el derecho de propiedad de los
demandantes, ya que tanto la Municipalidad como el INC del Cusco, no han probado que dicho
convenio se haya renovado en el sentido de la publicación y declaraciones que hicieron los
demandados; Que, la amenaza de violación de derechos tiene además expresión en la notificación
del pago del impuesto predial que se hace en contra de la Orden, conociendo la Municipalidad la
exoneración de que gozan los monumentos a que se refiere el Artículo 21º de la Constitución. Que,
a fojas tres, se aprecia que los accionantes recurrieron al Fiscal de Prevención del Delito para una
diligencia de prevención con el ánimo de llegar a un acuerdo, y habiendo sido exhortados por el
Fiscal, se dispuso el archivamiento de la investigación, por lo cual no se puede considerar dicha
diligencia como vía paralela a la Acción de Amparo por no tratarse de un procedimiento judicial.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica.
FALLA:
Revocando la sentencia de vista emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Cusco, de 22 de noviembre de 1996, que revocando y reformando la de primera instancia la
declara improcedente; y reformándola declararon fundada la Acción de Amparo interpuesta;
Dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Exp. Nº 177-97-AA/TC
Cusco
VISTO:
El escrito presentado con fecha primero de diciembre del año en curso, por don Fausto Salinas
Lovon en su condición de abogado de Fray Benigno Santos Gamarra Padilla representante legal y
Prior del Convento de Santo Domingo de la ciudad del Cusco, en los seguidos contra el Alcalde de
la Municipalidad Provincial del Cusco y el Director del Instituto Nacional de Cultura del Cusco,
solicitando la corrección del error material incurrido en el tercer considerando de la sentencia
expedida por este Colegiado de fecha veintisiete de octubre de mil novecientos noventisiete, en
cuanto a que se ha señalado "que; el derecho de propiedad de los demandados está probado...",
cuando lo que debe decir es "que: el derecho de propiedad de los demandantes está probado", y,
ATENDIENDO:
A que, efectivamente el propio tenor del fundamento señalado y de las instrumentales que obran
en autos, se concluye que por error material se consignó el término demandados por el de
demandantes en el tercer fundamento de la sentencia de fecha veintisiete de octubre de mil
novecientos noventisiete, por tal razón y en mérito a lo dispuesto por el artículo 59º de la Ley Nº
26435.
RESUELVE:
Declarar procedente la corrección del error material planteada y sustituir en la parte pertinente del
tercer fundamento de la sentencia expedida con fecha veintisiete de octubre de mil novecientos
noventisiete, el término demandados por demandantes.
Expediente 1376-95
Señor Presidente:
La Compañía Hotelera Lima S.A. interpone a fojas 135-136, recurso de nulidad contra la sentencia
de vista de fojas 131 a 132, su fecha 15 de mayo de 1995, expedida por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Lima, que revocando la apelada de fojas 81 y reformándola, declara infundada la
Acción de Amparo interpuesta por la recurrente contra la Municipalidad de Miraflores.
De los actuados se tiene que es materia de la acción, se ordene la suspensión del proceso
coactivo y toda cobranza iniciada contra la recurrente para el pago de una deuda por concepto de
licencia especial y pago mensual de la misma y se abstenga de perturbar y amenazar sus
derechos al libre trabajo y ejercicio de su actividad.
El art. 4º in-fine del Dec. Ley Nº 25836, establece que el titular dé la autorización para la
explotación de un casino de juego, estará afecto al pago de todos los tributos, de acuerdo con la
legislación vigente; que al momento de la imposición de la multa que genera el proceso coactivo
submateria, se encontraba vigente el Edicto Nº 178-93-MLM de fecha 22 de julio de 1993, fojas 34
estableciendo dicha norma, en sus arts. 1º y 4º, que los establecimientos donde se realicen juegos
de entretenimiento o de azar pagarán mensualmente un tributo denominado Licencia Empresarial y
Venta de Bebidas Alcohólicas en un monto del 200% de la Unidad Impositiva Tributaria; no siendo
aplicable respecto de la multa submateria lo dispuesto por la Primera Disposición Final del Dec.
Leg. Nº 776, por ser vigente con posterioridad a la misma, de lo que no se advierte vulneración
constitucional por lo que la demanda es infundada.
Sentencia
«Que, el hecho de haber evaluado a la demandante sin examen ni prueba específica alguna, sin
permitírsele ser escuchada a fin de hacer los esclarecimientos correspondientes que a su derecho
convenían... configura una violación al debido proceso...»
Exp. N° 456-96-AA/TC
Lima
Jerí Gloria Ramón Ruffner
ASUNTO :
Recurso de Nulidad, que en aplicación del artículo 41° de la Ley N° 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional, debe entenderse como Recurso Extraordinario, interpuesto con fecha nueve de
julio de mil novecientos noventa y seis, por doña Jerí Gloria Ramón Ruffner, contra la sentencia de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que con fecha dieciocho de junio
del mismo año, declaró improcedente la Acción de Amparo. (fojas 230 a 233)
ANTECEDENTES :
Con fecha trece de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, doña Jerí Gloria Ramón
Ruffner, interpuso Acción de Amparo, contra don Manuel Paredes Manrique, y, don Pascual
Chávez Ackermann, Presidente de la Comisión Reorganizadora de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y Decano encargado de la Facultad de Ciencias Contables. Sostiene la
demandante que mediante la Resolución de Decanato N° 1215-D.FCC.95 de fojas 2, su fecha tres
de julio de mil novecientos noventa y cinco, ratificada por la Resolución Rectoral N° 3175-CR-95 de
fojas 3, su fecha veinticuatro de agosto del mismo año, se resolvió no ratificarla en su cargo
docente a partir del cinco de julio de mil novecientos noventa y cinco, conculcándose su derecho
a la libertad de trabajo y a la legítima defensa. Concluye la demandante que con la citada
Resolución Rectoral se agotó la vía previa y que los demandados procedieron de manera
arbitraria, causándole un daño irreparable en desmedro de su prestigio y buen nombre profesional.
(fojas 165 a 170)
Los emplazados contestan la demanda, solicitando sea declarada improcedente, por las razones
siguientes: a) que, mediante la Resolución Suprema N° 150-95-PCM, se nombró la Comisión de
Reorganización de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en base a la Ley N° 26457, Ley
de Reorganización Universitaria; b) que, en mérito de las normas citadas, se dictó la Resolución de
Decanato N° 3175-CR-95, por la que, previa evaluación respecto al nivel académico, asistencial y
responsabilidad en el cumplimiento de funciones, se decidió separar a la demandante del cargo de
docente que venía desempeñando en la Facultad de Ciencias Contables; c) que, contra las
decisiones de la Comisión no se puede interponer Acción de Amparo, salvo la acción contencioso-
administrativa, según lo dispone el artículo 5° de la Ley N° 26457. (fojas 182 a185)
El Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha quince de enero de mil
novecientos noventa y seis, declara improcedente la demanda, en base al artículo 5° de la Ley N°
26457 (fojas 197 y 198).
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha dieciocho de junio de mil
novecientos noventa y seis, confirma la apelada por el mismo fundamento. (fojas 227).
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de la Acción de Amparo, como toda acción de garantía, es el reponer las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
2. Que, en el presente caso, la demanda fue interpuesta dentro del plazo establecido por el
artículo 37° de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, en razón de que la Resolución
Rectoral N° 3175-CR-95 ratificatoria de la Resolución de Decanato N° 1215-D-FCC-95, fue
notificada a la demandante el trece de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, como consta
a fojas 3 vuelta, y la demanda fue interpuesta con fecha 13 de noviembre del mismo año, vale
decir dentro de los 60 días hábiles permitidos por ley.
3. Que, el artículo 5° de la Ley N° 26457 no deja en suspenso la aplicación de la Ley N°
23506. Cuando se refiere a que no son apelables las decisiones de la Comisión de Reorganización
y a la procedencia de la acción judicial contencioso administrativa, no se refiere a los casos en que,
como en el presente, se detectan violaciones de carácter constitucional; por consiguiente, la
presente Acción de Amparo es procedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA :
REVOCANDO la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fojas doscientos veintisiete, su fecha dieciocho de junio de mil novecientos noventa y seis,
que al confirmar la apelada declaró improcedente la demanda; y reformándola la declara
FUNDADA; ordena que se reponga a la demandante en el cargo que venía desempeñando al
momento de su cese, o en otro de igual categoría, sin reintegro de haberes dejados de percibir, no
siendo de aplicación el artículo 11° de la Ley N° 23506, por las circunstancias especiales del
proceso. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano, y la
devolución de los actuados.
La institución de la consulta no rige para los procesos constitucionales de Hábeas Corpus, Acción
de Amparo, Hábeas Data y Acción de Cumplimiento, pues al tratar en su mayoría de conflictos
entre una disposición constitucional y normas de inferior jerarquía, llevaría a dilatar un proceso que
por su naturaleza es de suma urgencia y celeridad ante la vulneración de un derecho fundamental.
Expediente 309-96-CALLAO
El franco y absoluto respeto al principio del debido proceso permite calificarlo como un proceso
regular (A) (*)
Expediente 611-97-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los dos días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Marina Genoveva Ojeda viuda de Cáceres, Aura Benítez Benítez, Vilma Vizcarra de Borja,
en representación de Jenny Vizcarra Borja, Lucila Zegarra Ortiz, María Valdivia Bachi, Gustavo
Soto La Torre, Julio Esquivel Faerli, Ada Esquivel Faerli y Elena Valencia Sierra interponen Acción
de Amparo contra el Juez del Segundo Juzgado Civil de Arequipa, por violación del derecho
constitucional al debido proceso, a la legítima defensa y de propiedad.
Alegan los actores que ante el Segundo Juzgado Civil de Arequipa, en la secretaría que despacha
Jovita Moya Montes, se viene tramitando un proceso de reivindicación que siguen entre María
Sánchez Llerena de Gamero contra la Municipalidad Provincial de Arequipa. En dicho proceso,
refieren, se pretende conseguir la desocupación de los departamentos de la Quinta Gamero, de la
que los actores son propietarios, tras haberlos adquirido mediante escrituras públicas y al amparo
de la fe registral.
Sostienen que dichos inmuebles se adquirieron a través de subasta pública, y que no obstante ello,
en el proceso sobre reivindicación se pretende desalojarlos sin que los hayan emplazado
judicialmente, atentando contra sus derechos constitucionales, al haberse ordenado que se efectúe
el lanzamiento para el día trece de octubre de mil novecientos noventa y cinco.
Admitida la demanda, ésta es contestada por Percy Bellido Tellez, en representación de María
Llerena de Gamero, solicitando se declare infundada la pretensión, pues: a) el proceso sobre
reivindicación que siguen contra la Municipalidad Provincial de Arequipa se ha llevado
observándose estrictamente las garantías del debido proceso, pues si bien se declaró «no ha
lugar» el pedido para que los actores formen parte de él, no se interpuso medio impugnatorio
alguno contra dicha resolución, b) de la notificación de aquella resolución, esto es, el veintiséis de
junio de mil novecientos noventa y cuatro, a la fecha de interposición de la demanda, ha
transcurrido con exceso el plazo previsto en el Artículo 37º(1) de la Ley Nº 23506; por lo que la
Acción de Amparo ha caducado.
Asimismo, contesta la demanda María Llerena Sánchez de Gamero, la misma que, por resolución
de quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, se tiene por no presentada, tras haberse
realizado dicho acto procesal en forma extemporánea.
Con fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventa y seis, la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa expide resolución, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación con fecha cinco de mayo de mil novecientos noventa y siete, la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República expide
resolución declarando No Haber Nulidad en la resolución de vista.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme fluye del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje sin efecto la
orden de lanzamiento recaída en el proceso que, sobre reivindicación, siguieron María Sánchez de
Gamero con la Municipalidad Provincial de Arequipa, tras amenazarse de violar los derechos
constitucionales a la legítima defensa, debido proceso y de propiedad de los actores.
2. Que, siendo ello así, y estando el objeto de dicho petitorio y de los hechos que se alegan por
ambas partes, conforme lo ha establecido este Supremo Tribunal en la causa 007-97-AA/TC la
eventual amenaza de violación del derecho constitucional de los actores a la legítima defensa,
reconocida en el inciso 23)(2) del Artículo 2º de la Constitución, no puede confundirse ni
analogarse con la naturaleza del derecho constitucional a la defensa, reconocido en el inciso 14 del
Artículo 139º(3) de la Carta Magna que, conforme se ha dicho en las causas 99-95-AAITC y 257-
96-AA-TC, forma parte del contenido esencial del derecho al debido proceso; por lo que estando a
lo dispuesto por el Artículo 7(4) de la Ley Nº 23506; en este extremo parte del petitorio de la
demanda debe de suplirse, para entender, en lo sucesivo, que la amenaza de violación del derecho
constitucional que se invoca, corresponde al derecho de defensa.
4. Que, siendo ello así, la pretensión de los actores debe de estimarse, ya que:
a) según se está a los documentos que obran de fojas dieciocho a cincuenta y nueve, y de ochenta
y ocho a ciento catorce, los accionantes han acreditado haber adquirido en propiedad los
inmuebles respecto de los cuales doña María Llerena Sánchez demandó su reivindicación a la
Municipalidad Provincial de Arequipa, en el proceso judicial signado con el número ciento sesenta y
ocho guión noventa y uno, por ante el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte
Superior de Arequipa.
b) según se está a la resolución obrante a fojas ciento ochenta y dos y ciento ochenta y cinco del
cuaderno acompañado (proceso de reivindicación y otros), el Juez del referido Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Arequipa, no obstante habérsele hecho conocer
los documentos que acreditan la propiedad de los actores, acerca de los inmuebles sobre los
cuales era objeto el proceso de reivindicación, y por tanto(5) el legítimo interés para obrar al que se
refiere el Artículo V del Título Preliminar del Código Civil con fecha veintidós de junio de mil
novecientos noventa y cuatro, declaró «No ha lugar» el apersonamiento que solicitaron éstos.
c) el haberse procedido de esa manera, sin evaluar en lo más mínimo las pruebas documentales
ya referidas, no obstante preverse que cualquiera hubiese sido el resultado del mencionado
proceso de reivindicación, como en efecto aconteció, el resultado de éste necesariamente habría
de afectar la esfera subjetiva de los actores, lleva a este Colegiado a determinar que tal acto
constituye una cierta, actual e inminente amenaza de violación del derecho de propiedad que los
actores mantienen sobre los inmuebles que constituyeron objeto del proceso ordinario tantas veces
referido.
7. Que, en ese sentido, el que el Artículo 1154º(6) del Código de Procedimientos Civiles, norma
preconstitucional, que obliga necesariamente a ser interpretada de manera armónica con la
Constitución, impida admitir, sin más, la interposición de algún medio de defensa al Juez ejecutor
de una sentencia, conforme se ha esbozado en la resolución venida en grado, sin que se repare
que para tomar tan radical medida, conforme se prevé en el Artículo 10º(7) de la Ley Nº 25398,
dicha resolución debe imprescindiblemente haber sido emitida dentro de un proceso regular, a
juicio de este Colegiado supone una intolerable violación al derecho constitucional al debido
proceso, al que se encuentran obligados a prestar tutela todos los jueces constitucionales, y en
forma muy significativa, a este Colegiado, órgano de control de la constitucionalidad.
8. Que, los fundamentos jurídicos anteriores hayan advertido en el caso de autos, la amenaza de
violación al derecho constitucional de propiedad, y de otro lado, la violación del derecho
constitucional al debido proceso, en su manifestación de derecho a la defensa, no significa que
este tribunal se haya arrogado competencias que no le están permitidas, y que, por tanto puedan
significar un pronunciamiento en torno al fondo del proceso ante la jurisdicción ordinaria que vienen
siguiendo doña María Llerena Sánchez con la Municipalidad Provincial de Arequipa, pues su
dilucidación ha de corresponder siempre como una tarea que nuestro ordenamiento ha conferido a
los jueces y magistrados integrantes de la jurisdicción ordinaria.
9. Que, siendo ello así, y estando a los fundamentos anteriormente expuestos, el que este
Colegiado se vea obligado a anular una resolución judicial que se encuentra en ejecución de
sentencia, como en el caso de autos acontece, no ha de suponer que a través del proceso de
Amparo pueda éste convertirse en una supra-instancia donde, en definitiva, se diriman cualquier
clase de controversias, pues como ya se ha dejado sentado como principio jurisprudencial de
obligatorio cumplimiento en la Causa Nº 020-95-AA/TC, el que el Amparo no proceda contra
resoluciones judiciales, se encuentra inexorablemente condicionado a que éstas sean expedidas
en franco y absoluto respeto del contenido esencial del derecho al debido proceso, característica
que permite identificar cuándo se está o no frente a un proceso regular, que en el caso de autos,
como ha quedado dicho, no se ha respetado.
FALLA:
SS. ACOSTA;
NUGENT;
DIAZ VALVERDE;
GARCIA MARCELO
Toda persona y autoridad están obligadas a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales
emanadas de autoridad judicial competente en sus propios términos, sin poder calificar su
contenido, fundamentos, restringir sus efectos, interpretar sus alcances o impedir su cumplimiento.
Expediente 27-96
Huánuco
Resolución Nº 17
VISTA; en audiencia pública, habiendo quedado con el acuerdo de dejar al voto, y de conformidad
con lo dictaminado por el señor Fiscal Superior y, CONSIDERANDO: además Primero.- Que, el
objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional. Segundo.- Que, del estudio de autos el
accionante de conformidad a la sentencia que obra a fojas tres en el proceso de interdicto de
recobrar respecto a las parcelas "Corral del Frente" y "Puquio Corral" ubicado en el Centro Poblado
menor de La Merced distrito de Jesús, provincia de Lauricocha seguido por el actor y otros contra
Edgard Vélez de Villa Meléndez y otra, por ante el Juzgado de Tierras de esta localidad al
declararse fundada la demanda, dispone la restitución de la posesión de la parcela "Corral del
Frente" y se concede al mismo tiempo la posesión en la de "Puquio Corral" FALLO que le fue
favorable en segunda instancia, hecho que reconoce el demandado Arturo García Dueñas.
Tercero.- Que, siendo esto así dichas sentencias judiciales no pueden dejarse sin efecto por un
acuerdo de los comuneros del Centro Poblado Menor de La Merced con la intervención del
Presidente de la Comunidad Campesina de Jesús, porque ello implica atentar contra la autoridad
de la cosa juzgada que es una garantía constitucional establecida en la tercera parte del Artículo
ciento treintinueve de la Constitución Política vigente(1), por estas consideraciones y por los
propios fundamentos de la apelada; debe declararse improcedente, así mismo, la excepción de
oscuridad y ambigüedad en el modo de proponer la demanda deducida por el demandado Arturo
Jesús Dueñas en el Primer otrosí de la contestación de la demanda de fojas ciento cincuentinueve,
y no habiéndose pronunciado en este extremo el A-quo al amparo del Artículo once de la Ley
número 25398(2) debe integrarse en la presente resolución en consecuencia: CONFIRMARON la
sentencia apelada de fojas doscientos dieciocho, su fecha veintinueve de abril del año en curso
que FALLA declarando FUNDADA la demanda de fojas dieciocho interpuesta por don César
Zevallos Ureta, contra Arturo García Dueñas, Delegado del Centro Poblado Menor de La Merced
distrito de Jesús y contra Napoleón Carlos Huamán, Presidente de la Comunidad Campesina de
Jesús, sobre Acción de Amparo y en consecuencia ORDENA que los indicados demandados
repongan las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación del derecho
constitucional del demandante, quedando sin efecto legal los actos administrativos que afectan al
demandante, sin costas ni costos; e integrando la presente resolución DECLARARON: Infundada
la excepción deducida en el Primer otrosí del escrito de fojas ciento cincuentinueve, con lo demás
que contiene ORDENARON: Que, consentida o ejecutoriada que sea la presente resolución se
publique en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley y los devolvieron, con citación. Vocal
Ponente señor Blanco Falcón.
Cualquier acto que pretenda conculcar o desconocer los derechos fundamentales de orden
procesal, constitutivos del denominado Derecho Constitucional Procesal, resulta inexorablemente
inconstitucional, pues existe plena eficacia, erga omnes, de dichos derechos, los que son
aplicables también en el seno de las instituciones privadas, en mérito a la eficacia inter privatos o
eficacia frente a terceros, del que ellos se hallan revestidos, como todo Derecho Constitucional.
Exp. Nº 712-99-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nuggent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Jeny María Reyes Palacios, doña Crecencia Brunilda
Urdanivia Urdanivia, don Juan Gualberto Paz Yato y doña Doris Marlene Mansilla Paiva contra la
Resolución de la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público, de fojas
ochocientos seis, su fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y nueve, que declaró
improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Jeny María Reyes Palacios, doña Crecencia Brunilda Urdanivia Urdanivia, don Juan
Gualberto Paz Yato y doña Doris Marlene Mansilla Paiva interponen Acción de Amparo contra
Telefónica del Perú S.A. por considerar vulnerados sus derechos constitucionales al trabajo y a la
protección contra el despido arbitrario y solicitando, por consiguiente, su reposición en sus cargos y
puestos de trabajo, así como el pago de las remuneraciones dejadas de percibir.
Alegan que no obstante haber prestado labores al servicio de Telefónica del Perú S.A., en forma
arbitraria y sin que medie ningún tipo de comunicación que explique su comportamiento, dicha
empresa les ha negado su ingreso en sus centros de trabajo, impidiéndoles continuar con sus
labores, configurándose con ello un despido arbitrario. Tales hechos acontecieron,
respectivamente, con fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, en el caso de
doña Jeny María Reyes Palacios; con fecha siete de junio de mil novecientos noventa y seis, en el
caso de doña Crecencia Urdanivia Urdanivia; con fecha veintidós de agosto de mil novecientos
noventa y seis, en el caso de don Juan Gualberto Paz Yato; y con fecha uno de julio de mil
novecientos noventa y seis, en el caso de doña Doris Marlene Mansilla Paiva. Anteriormente,
puntualizan, la empresa les formuló a sus trabajadores invitaciones para que se acogieran al retiro
voluntario que contemplaba un incentivo económico adicional. Sin embargo, los trabajadores
optaron por seguir laborando. Con posterioridad y en los casos de doña Crecencia Urdanivia
Urdanivia y don Juan Gualberto Paz Yato, la empresa les cursó cartas de preaviso de despido,
imputándoles la disminución de su productividad como causa justa de tal decisión, al amparo del
artículo 58º del Decreto Legislativo Nº 728 y concediéndoles el plazo de seis días para efectuar sus
descargos. Producidos éstos en el plazo de ley, la empresa simplemente procedió del modo antes
señalado. Sostienen además los demandantes que la Constitución reconoce los derechos al
trabajo y a la protección contra el despido arbitrario, por lo que es inadmisible cualquier conducta
del empleador que produzca la pérdida del empleo, sin causa justa prevista en la ley. La
demandada, por otra parte, ha incumplido el contrato de suscripción de acciones entre la
Compañía Peruana de Teléfonos S.A. y Telefónica del Perú S.A. del dieciséis de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro, cuya cláusula sexta señalaba: «Durante un plazo de cinco años a
contar desde la celebración del presente contrato el suscriptor (Telefónica del Perú) se
compromete a que las posibles reducciones de personal que efectúe CPTSA, solamente se harán
mediante renuncias voluntarias con incentivos económicos aceptados o por aplicación de las leyes
laborales referidas a faltas disciplinarias». La Acción de Amparo procede, en consecuencia, como
mecanismo de tutela, en el presente caso. Por último, existen precedentes jurisprudenciales de
acuerdo con las cuales se han declarado fundadas acciones de amparo y se ha ordenado a la CPT
Telefónica del Perú la reposición de sus trabajadores. A ello cabe añadir, finalmente, que no cabe
alegar, para el caso, la regla de agotamiento de la vía previa, por tratarse de una entidad particular
no sujeta al procedimiento administrativo y por no encontrarse regulada ninguna otra vía
específica.
Contestada la demanda por Telefónica del Perú S.A. ésta es negada y contradicha,
fundamentalmente, por considerarse que en los últimos meses se detectó que los demandantes
disminuían deliberadamente el rendimiento de sus labores y que, por ello, se procedió a su despido
al haberse incurrido en falta grave contemplada por ley; que la demanda debe ser declarada
improcedente porque el amparo es un proceso residual y la calificación de despido es un proceso
de naturaleza laboral; que existe ausencia de legitimidad pasiva en la demandada por no ser la
obligada, según la cláusula sexta del contrato de suscripción de acciones, sino Telefónica Perú
Holding, entidad que, sin embargo, no ha sido citada en este proceso; que no se atentó contra el
derecho consagrado por el artículo 27º de la Constitución, porque se procedió sólo en ejercicio de
una facultad que la ley otorga específicamente en los artículos 57º y 58º del Texto Único Ordenado
de la Ley de Fomento del Empleo.
El Segundo Juzgado Especializado en Derecho Público, con fecha veintitrés de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, declara fundada la demanda. La Sala Especializada en Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución de fecha veintiocho de abril de mil
novecientos noventa y siete, revoca la apelada y reformándola declara infundada la demanda.
Interpuesto Recurso Extraordinario, el Tribunal Constitucional, por sentencia de fecha doce de junio
de mil novecientos noventa y ocho, declara nulo lo actuado a efectos de que el Juez de primera
instancia integre en la relación procesal a Telefónica Perú Holding S.A. (Reiniciado el proceso a
partir de la demanda, Telefónica Perú Holding se apersona al proceso y contesta la demanda). El
Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público, de fojas seiscientos
diecinueve a seiscientos veinticinco, con fecha veinticinco de enero de mil novecientos noventa y
nueve, declara improcedente las excepciones de incompetencia, de convenio arbitral y de falta de
legitimidad para obrar y declara infundada la demanda, por considerar, fundamentalmente, que no
resulta aplicable la Cláusula Sexta del Contrato de Suscripción, por cuanto fue dejada sin efecto
mediante addendum de fecha ocho de febrero de mil novecientos noventa y seis, estando la
situación de los trabajadores sujeta a las normas del Decreto Legislativo Nº 728 o Texto Único
Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral. Si bien el artículo 27º del Texto
Constitucional otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario, el trabajador
tiene derecho a una indemnización como única reparación por el daño sufrido. Que el despido de
los accionantes se realizó dentro del marco que señalan los artículos 31º y 32º del Decreto
Supremo Nº 005-95-TR, no existiendo acto arbitrario o ilegal.
La Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia
de Lima, a fojas ochocientos seis y ochocientos siete, con fecha treinta de junio de mil novecientos
noventa y nueve, confirmó la apelada en el extremo que declara improcedentes las excepciones y
la revoca en el extremo que declara infundada la demanda, por lo que reformándola, declaró
improcedente la Acción de Amparo. La Sala se basa principalmente en que el despido de los
accionantes se efectuó por causas objetivas, siguiendo la normatividad prevista en el artículo 31º
del Decreto Supremo Nº 003-97-TR que aprueba el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
Nº 728 y en el que no se aprecian infracciones constitucionales. Por otra parte, y aun cuando la
cláusula sexta protegía el derecho al trabajo de los demandantes, una Addenda Aclaratoria
posterior la dejó sin efecto, aclarando que los despidos fueron posteriores a ella. Contra esta
resolución, los demandantes interponen Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme aparece del petitorio contenido en la demanda interpuesta, el objeto de ésta
se dirige a la reposición de los demandantes en sus cargos y puestos de trabajo, por considerar
vulnerados sus derechos constitucionales al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario
por parte de Telefónica del Perú S.A.; adicionalmente, el pago de sus remuneraciones dejadas de
percibir, más los aumentos, mejoras o beneficios remunerativos otorgados hasta la fecha de su
reposición efectiva y el pago de los costos y costas procesales correspondientes.
3. Que, las articulaciones deducidas por la parte demandada resultan, por línea de principio,
plenamente desestimables, habida cuenta de que: a) La excepción de falta de legitimidad para
obrar pasiva no puede invocarse, por cuanto ha sido Telefónica del Perú S.A. la que en su
condición de persona jurídica ha procedido a concluir unilateralmente el vínculo laboral con los
demandantes a través de la Subgerencia de Relaciones Industriales, siendo ella la responsable del
supuesto acto lesivo del que los demandantes habrían sido objeto; y b) La excepción de falta de
competencia por razón de la materia tampoco puede alegarse por cuanto el Juez Constitucional no
pretende conocer de un proceso de calificación de despido en los términos de la llamada Ley de
Fomento del Empleo o D.S. Nº 05-95-TR, sino, si dicho despido resulta o no lesivo a derechos
fundamentales; por tanto, constituye materia propia de la competencia del Juez Constitucional, de
conformidad con el inciso 2) del artículo 200º de la Constitución y del artículo 2º de la Ley Nº
23506(2).
4. Que, en lo que respecta al asunto de fondo, este Tribunal, tratándose de una controversia
sustancialmente similar a otras resueltas con anterioridad y respecto de las cuales existe
jurisprudencia establecida, se ve en la necesidad de reiterar la ratio decidendi contenida en los
fundamentos de las respectivas sentencias. Bajo dicho supuesto, y aún cuando la litis del presente
proceso se ha centrado en la vigencia de la cláusula sexta del Contrato de Suscripción, Emisión y
Entrega de Acciones celebrado entre Compañía Peruana de Teléfonos S.A. (hoy Telefónica del
Perú S.A.) y Telefónica Perú S.A. (hoy Telefónica Perú Holding S.A.), de fecha dieciséis de mayo
de mil novecientos noventa y cuatro, el Tribunal Constitucional, después de haber evaluado los
argumentos de esta última, entiende que la misma no resulta relevante o determinante para su
resolución. En efecto, si con ella pretenden los demandantes que se ordene su reposición ante el
despido del que fueron objeto, conviene precisar que en casos como el presente, este Tribunal no
realiza una calificación de despido arbitrario en los términos establecidos por el artículo 67º del
Texto Único de la Ley de Fomento del Empleo o D.S. Nº 05-95-TR, para que pueda discutirse si
procede o no su reposición o, en su caso, la indemnización, sino la evaluación concreta de un acto
como el despido, que, eventualmente, resulte lesivo de los derechos fundamentales. Por lo tanto,
de verificarse este extremo, ineludiblemente deberá pronunciar sentencia conforme al efecto
restitutorio propio de las acciones de garantía, tal cual lo prescribe el artículo 1º de la Ley Nº
23506.
5. Que, lo señalado en el fundamento anterior no contradice los términos del citado artículo
67º de la ley laboral, sino que la interpreta de conformidad y en coherencia con el inciso 2) del
artículo 200º de la Constitución, en aplicación del principio constitucional de interpretación de las
leyes desde la Constitución, contemplado en la Primera Disposición General de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, en cuanto establece la interpretación de las normas del ordenamiento
infralegal «según los principios y preceptos constitucionales». Por tanto, la interpretación del
precepto laboral citado no debe entenderse excluyente de la tutela jurisdiccional a través del
amparo, sino convergente, debiéndose resaltar enfáticamente que dicha evaluación tendrá que
efectuarse casuísticamente o según la naturaleza o particularidad de cada controversia.
6. Que, por otro lado, y conforme al artículo 2º, inciso 24), literal «d», de la Constitución
Política del Estado, el principio de tipicidad impone que los hechos (actos u omisiones) tipificados
como infracciones punibles deben ser establecidos de forma expresa e inequívoca, lo cual no
sucede en las cartas de imputación de cargos con la que la demandada atribuye la comisión de
falta grave respecto de dos de los demandantes (doña Crerencia Urdanivia Urdanivia y don Juan
Gualberto Paz Yato). En efecto, de la lectura de dichos documentos se aprecia que la «falta»
imputada carece de tipicidad, pues, conforme al artículo 58º, inciso b) del citado Texto Único de la
Ley de Fomento del Empleo, aquélla consiste en «la disminución deliberada y reiterada en el
rendimiento de las labores o del volumen o de la calidad de producción..». Y por el contrario, las
cartas de imputación mencionan la «disminución de la productividad», limitándose simplemente a
citar la norma antes mencionada, sin preocuparles en lo absoluto el establecer la relación de
causalidad existente entre las características del tipo normativo y la conducta supuestamente
infractora.
8. Que, la tipicidad de la falta y el derecho de defensa son aspectos constitutivos del debido
proceso amparado por el inciso 3) del artículo 139º de la Constitución, en la medida que garantizan
estándares mínimos de justicia que, junto a otros que lo conforman, hacen posible una tutela
judicial válida y legítima. Por consiguiente, si conforme se afirmó en fundamentos anteriores, el
acto de la demandada resultó lesivo de la tipicidad de la falta y del derecho de defensa, es además
el derecho al debido proceso el que ha resultado conculcado. Circunstancia ésta que permite
reiterar, a este Supremo Intérprete de la Constitución la plena eficacia, erga omnes, de los
derechos fundamentales de origen procesal, constitutivos del denominado derecho constitucional
procesal, aplicables también en el seno de las instituciones privadas -como es el caso de la
demandada- en mérito a la eficacia inter privatos o eficacia frente a terceros, del que ellos se hallan
revestidos, como todo derecho constitucional; por lo que, en consecuencia, cualquier acto que,
dentro de aquel ámbito, pretenda conculcar o desconocerlos -como el de la demandada-, resulta
inexorablemente inconstitucional.
9. Que, por otro lado, y en lo que respecta a los demandantes doña María Reyes Palacios y
doña Doris Marlene Mansilla Paiva, la situación calificada como lesiva resulta mucho más
agravada,pues no sólo no se les notificó informándoles las razones por las que se prescindía de
sus servicios, sino que en actos absolutamente reñidos con todo proceder debido se les impidió,
por la vía de los hechos, el ingresar en los locales en los que prestaban sus servicios, conforme se
acredita con las instrumentales de fojas veintiocho a veintinueve y treinta y cuatro a treinta y nueve
de los autos. Bajo tal contexto, no sólo se configuró en dicho caso una vulneración al derecho de
defensa, representado en el hecho de que no se les permitió conocer las circunstancias de la
medida que los afectaba ni la legítima opción de cuestionarla o recurrirla, sino que además se
configuró una violación al procedimiento preestablecido en la ley, al no haberse respetado la
normatividad a la que se encontraba obligada la demandada en relación con sus trabajadores,
conforme al Texto Único Ordenado de la Ley de Fomento del Empleo.
10. Que, la circunstancia de que se haya despedido a todos los demandantes a través de
actos lesivos a los derechos constitucionales antes señalados trae consigo la afectación al derecho
al trabajo reconocido por el artículo 22º de la Constitución Política del Estado, en cuanto se refiere
a la conservación del puesto de trabajo que aquél implica, por lo que constatada la carencia de
juricidad o la manifiesta inconstitucionalidad producida, este Tribunal se encuentra en la obligación
de proceder conforme al efecto restitutorio propio de las acciones de garantía.
11. Que, por último, y en la medida en que la remuneración constituye una contraprestación
por un servicio realmente efectuado, lo que no ha acontecido en el caso de autos, debe
desestimarse la parte del petitorio referida al reconocimiento de haberes dejados de percibir.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 050-96-AA/TC-Lima
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Teresa Jesús Mosaurieta Vilca contra la sentencia
expedida por la Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de
Lima, de fojas ciento veintidós, su fecha trece de setiembre de mil novecientos noventa y cinco que
declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Teresa Mosaurieta Vilca interpone Acción de Amparo contra la Dirección del Programa
Sectorial II-Unidad de Servicios Educativos N° 06, San Martín de Porres, para que se deje sin
efecto la Resolución Directoral USE N° 1898 del cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y
cuatro por el cual se dispone que sea reasignada a otro centro escolar y se le reponga en su cargo
de origen como profesora de "Modistería" en el Centro Ocupacional San Martín de Porres.
Manifiesta que por vicios causales de nulidad dentro del proceso disciplinario instaurado se le
conculca su derecho constitucional a la estabilidad laboral.
La parte emplazada contesta que la demandante sigue cobrando remuneraciones y que ha sido
reasignada a otro Centro Educativo Ocupacional por la ruptura de relaciones humanas con el
personal.
El Tercer Juzgado Especializado del Cono Norte, declara improcedente la Acción de Amparo.
Fundamenta que no se ha agotado la vía administrativa. Paralelamente por Resolución Directoral
N° 0308 se declara infundado el recurso de apelación contra la resolución que es objeto de la
Acción de Amparo.
La Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, confirma el
fallo. Argumenta además que se interpuso la demanda no obstante seguir el trámite del
procedimiento administrativo sobre la materia, motivo por el cual no procede aplicar la excepción
contemplada en el Artículo 28° de la Ley N° 23506.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme al cargo de fojas tres, la recurrente interpuso administrativo de apelación con
fecha ocho de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro. Dicho recurso no se resolvió hasta
el día trece de marzo de mil novecientos noventa y cinco, fecha del acta de constatación del
Ministerio Público; al efecto han transcurrido más de treinta días de plazo que es lo que prescribe
el Artículo 99° del Decreto Supremo N° 02-94-JUS para resolver el recurso de apelación.
Asimismo, el Artículo 28° inciso 4) de la Ley N° 23506 establece la excepción de no agotar la vía
previa cuando la administración no cumple con resolver el recurso de apelación planteado dentro
del plazo de ley. Este supuesto se ha producido en el presente caso, por tanto, el demandante
había agotado legalmente la vía administrativa porque el Recurso de Revisión es optativo en tanto
la apelación agota la doble instancia. La negligencia no puede beneficiar a quien incumple sus
funciones.
3. Que, la Resolución Directoral USE N° 1898, su fecha cuatro de noviembre de mil novecientos
noventa y cuatro, objeto de la Acción de Amparo, sólo resuelve -previo proceso administrativo
disciplinario-, reasignar a la recurrente a otro Centro Educativo de la Unidad de Servicios
Educativos la cual sostiene haber propiciado la ruptura de las relaciones humanas con el personal
directivo, jerárquico, docente y administrativo. Debatir si es o no legal la reasignación efectuada no
es de competencia del Tribunal Constitucional. La demandante ha ejercido plenamente su derecho
de defensa, no ha sido privada de su trabajo y viene percibiendo su respectivo salario.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Ejercicio de facultades
Expediente 040-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don José Alfredo Palian Canallada contra la resolución de la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha 21 de noviembre de 1995, que declaró
improcedente la Acción de Amparo seguida por el citado recurrente, contra el doctor Miguel Aljovín
Swayne, en su calidad de Fiscal Supremo en lo Civil de Lima.
ANTECEDENTES:
Don José Alfredo Palián Cangalaya interpone Acción de Amparo contra el Fiscal Supremo en lo
Civil de Lima Dr. Miguel Aljovín Swayne, por estimar que el demandado ha vulnerado sus derechos
al no haber realizado una exhaustiva investigación de la queja que había presentado contra el
Fiscal de la Vigésimo Segunda Fiscalía Provincial de Lima y el Fiscal Superior de la Cuarta Fiscalía
Superior de Lima, y, en tal circunstancia le había violentado sus derechos constitucionales de
libertad de defensa, de la legalidad y de recta administración de justicia, añade que el demandado
también ha omitido investigar y pronunciarse sobre el delito contra la libertad individual y lesiones
que el actor había denunciado en contra de su padrastro; ampara su demanda en lo dispuesto en
los artículos 158º, 159º inciso 1) y 2) de la Carta Magna y lo dispuesto en la Ley Nº 23506. El Juez
del Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 16 de junio de 1995, falla
declarando improcedente la Acción de Amparo, por considerar que el demandado ha actuado en el
marco conferido por el artículo 5º de la Ley Orgánica del Ministerio Público; y, que la resolución
cuestionada al haber sido dictada con las formalidades de ley y en mérito a las investigaciones
realizadas en el expediente correspondiente, no viola ningún derecho constitucional del actor;
apelada la citada resolución la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima con fecha 21 de
noviembre de 1995, de conformidad con lo opinado por el Fiscal Superior, falla confirmando la
apelada; no estando conforme el actor con la citada resolución, interpone Recurso Extraordinario y
se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, si bien para el demandante pueda parecer que las resoluciones expedidas por el
demandado son contrarias a sus intereses, éstas por haber sido expedidas por la autoridad
competente y en uso de las atribuciones antes señaladas, no pueden ser objetadas y/o
impugnadas mediante la vía procedimental de las acciones de garantía.
3. Finalmente, el actor no ha probado hecho alguno que vulnere sus derechos constitucionales, en
tal sentido carece de sustento su demanda.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 040-96-AA/TC
Lima
VISTA:
La solicitud de aclaración formulada por don José Alfredo Palián Cangalaya a la sentencia de fecha
diecinueve de junio de mil novecientos noventisiete, en la Acción de Amparo seguida con el Dr.
Miguel Aljovín Swayne, a efectos que se precise el fallo de la misma pues encuentra contradicción
en el hecho que revocando la Resolución de Vista se declaró infundada la Acción de Amparo.
ATENDIENDO:
Por último siendo el presente pedido un acto temerario del recurrente en razón de la propia claridad
de la sentencia, se llama la atención al letrado que autoriza el recurso materia de la presente
resolución.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
...un límite al que se encuentra sometido el ejercicio de los derechos fundamentales en general, y
entre ellos a la libre actividad empresarial, es el respeto de los derechos constitucionales de los
demás...
Expediente 115-95-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Juan Ciudad Chinchay interpone Acción de Amparo contra el Consejo de Minería, por la expedición
de la Resolución Administrativa Nº 214-89-EM/CM, de fecha veinte de setiembre de mil
novecientos ochenta y nueve.
Sostiene el actor que el diez de agosto de mil novecientos setenta y seis, formalizó denuncio por
exploración por dos años, de treinta y dos hectáreas de terreno mineralizado de caliza y otros no
metálicos, denominado San Fernando, y ubicado en el kilómetro veinticuatro de la carretera
Casma-Huaraz, distrito y provincia de Casma, departamento de Ancash.
Alega que con esa misma fecha su denuncio fue amparado, inscribiéndose en la Partida Nº 9453
del registro correspondiente, para posteriormente transformarse en explotación, con fecha treinta
de diciembre de mil novecientos ochenta.
Refiere que con fecha nueve de enero de mil novecientos ochenta y uno, don Emilio Zuñiga y
Guzmán, presentó un recurso de oposición aduciendo que su explotación estaba caduca según la
legislación de minería, habiendo sido declarada fundada la oposición por parte de la Jefatura
Regional de Minería de Huaraz, que le ordenó que reduzca su área libre, por lo que apeló.
Precisa que la Dirección de Concesiones Mineras, al declarar nulo e insubsistente todo lo actuado,
devolvió a la Jefatura Regional de Minería para que ordene un nuevo relacionamiento y se resuelva
la oposición conforme a ley. Aduce que esta irregularidad se reproduce nuevamente y la Dirección
de Concesiones Mineras devuelve los autos, resolución que impugnada sin haberse efectuado el
relacionamiento ordenado que permitirá conocer si existe superposición de áreas y consecuentes
invasiones e internamiento de su denuncio, en el denuncio de Emilio Zuñiga y Guzmán.
Ello no obstante, y tras presentarse un recurso con fecha tres de febrero de mil novecientos
ochenta y siete, se elevó los actuados al Consejo de Minería, quien expidió la Resolución Nº 214-
89-EMCM, por la cual se ordenó que la Jefatura Regional de Minería disponga la suspensión de
labores en su denuncio y la realización de una nueva diligencia de relacionamiento. Precisa que
dicho hecho afecta la realización de sus actividades empresariales, ocasionándole un perjuicio
económico y moral.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público encargado de los asuntos
judiciales del Ministerio de Energía y Minas, solicitando se declare improcedente la demanda, ya
que el actor no ha agotado las vías previas, al no haberse impugnado a través de la Acción
Contenciosa Administrativa, la resolución que a través del amparo se pretende impugnar.
Con fecha cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y dos, el Juez del Vigésimo Octavo
Juzgado Civil de Lima, expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto el
recurso de apelación, con fecha dos de diciembre de mil novecientos noventa y tres la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima confirma la apelada. Interpuesto el recurso de
nulidad, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República, con fecha cinco de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro, declaró no haber
nulidad en la de resolución vista, que confirmando la apelada, declaró improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
3. Que, tal conclusión es particularmente evidente en el caso de autos, pues ni con el numeral
segundo o tercero de la parte resolutiva de la Resolución Nº 214-89-EM/CM, se vulnera el derecho
a la libre actividad empresarial, ya que a través de la mencionada resolución administrativa no se
está impidiendo de manera arbitraria el ejercicio de las actividades empresariales del actor, sino
dictando, en el fondo, una medida cautelar de no innovar, a fin de dilucidar la denuncia de invasión
e internamiento del denuncio San Fernando sobre el denuncio San Judas Tadeo Nº 1.
4. Que, en tal virtud, este Colegiado ha de precisar que, entre otro orden de variables, un límite al
que se encuentra sometido el ejercicio de los derechos fundamentales en general, y entre ellos el
de la libre actividad empresarial, es el respeto de los derechos constitucionales de los demás, que
en el caso de autos, según se está al fundamento jurídico inmediatamente anterior, se ha
cuestionado, por lo que estando a lo previsto por el artículo 131º in fine de la Constitución de mil
novecientos setenta y nueve, vigente en aquel entonces, este Supremo intérprete de la
Constitución considera que no se ha violado el derecho constitucional del actor.
FALLA:
«... que el demandado en su calidad de Jefe de Seguridad Vial de Tránsito de Bagua Grande ha
efectuado la actuación policial materia del amparo, habiendo obrado en el ejercicio legítimo de sus
funciones, siendo así, no resulta acreditada la transgresión constitucional alegada por el
recurrente.»
Exp. N° 131-97-AA/TC
Amazonas
Enrique Izquierdo León
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Conrado Mori Tuesta, abogado de la empresa
Transportes Izquierdo EIRL, contra la resolución de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Amazonas, su fecha veintidós de enero de mil novecientos noventa y siete, que confirmó la
sentencia del Juzgado Mixto de Utcubamba, su fecha trece de setiembre de mil novecientos
noventa y seis, que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Mayor de la
Policía Nacional del Perú, Donald Emilio Zagaceta Mestanza.
ANTECEDENTES:
Don Enrique Izquierdo León, con fecha cinco de setiembre de mil novecientos noventa y seis,
interpone acción de amparo contra el Mayor PNP, Donald Emilio Zagaceta Mestanza por violación
a sus derechos constitucionales de libertad de circulación, de contratación, de asociación y otros;
sostiene el demandante, que es propietario de la empresa de Transportes Izquierdo EIRL, en cuyo
local el día veinte de agosto de mil novecientos noventa y seis, se presentó el Fiscal Provincial,
doctor Francisco Arista Montoya, acompañado con el demandado, y de dos policías más, así como
con el Regidor Municipal, don Polidoro Sorogastúa Damián, manifestándole la autoridad fiscal que
su empresa no podía continuar funcionando en ese lugar y en consecuencia quedaba prohibida de
realizar operaciones dentro de sus instalaciones; que, con posterioridad a esta intervención el
demandado, en su condición de Mayor PNP, diariamente ha obstaculizado la labor de su empresa,
enviando a policías, impidiendo que circulen los vehículos de la empresa a fin de entrar o salir del
local, e incluso llegó a imponer el internamiento de un vehículo con la sanción de un pago a una
infracción inexistente, causando con ello perjuicio a la empresa, contraviniendo los derechos
constitucionales expuestos en el petitorio.
A fojas ochenta y cuatro, la sentencia de Primera Instancia, su fecha trece de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, declara improcedente la demanda, por considerar, principalmente,
"que en el caso de autos los demandados están actuando en legítimo cumplimiento de sus
funciones por lo que no procede acción alguna que pueda impedir el ejercicio regular de sus
funciones, conforme lo señala el inciso 4°, del artículo 6° de la Ley N° 23506 (...); no puede
sostener que quienes se encargan de garantizar el cumplimiento de una norma o disposición de la
autoridad Municipal hayan violado su derecho como ciudadano o como trabajador".
A fojas catorce, la resolución de Vista, su fecha veintidós de enero de mil novecientos noventa y
siete, confirma la apelada que declaró improcedente la acción de amparo.
1. Que, es la pretensión del demandante que cesen los actos arbitrarios efectuados por el
emplazado Mayor PNP Donald Emilio Zagaceta Mestanza que atentan contra el normal
funcionamiento de la Empresa de Transporte Izquierdo E.I.R.L., con el consecuente agravio a los
derechos constitucionales invocados en la demanda;
2. Que, examinados los hechos, debe señalarse que con fecha primero de julio de mil
novecientos noventa y seis, el Municipio Provincial de Utcubamba dictó la Ordenanza N° 005-96-
MPU-BG, disposición municipal que estableció normas de ordenamiento de tránsito y seguridad
vial;
3. Que, el demandante fue informado y requerido por la citada municipalidad, como obra a
fojas veinticinco a veintisiete del expediente, a fin de que cumpla con reubicar la sede de su
empresa de transporte y así como otras medidas orientadas al cumplimiento de la acotada
ordenanza municipal;
4. Que, se aprecia de autos que es en este contexto que el demandado en su calidad de Jefe
de Seguridad Vial de Tránsito de Bagua Grande ha efectuado la actuación policial materia del
amparo, habiendo obrado en el ejercicio legítimo de sus funciones, siendo así, no resulta
acreditada la transgresión constitucional alegada por el recurrente;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, el artículo 26º de la Ley Nº 23506, permite en casos de imposibilidad física para interponer la
Acción de Amparo, sea por atentado concurrente contra la libertad, por hallarse fuera del lugar, o
por cualquier otra causa análoga, por lo que éste puede ser ejercida por tercera persona, sin
necesidad de poder expreso,...
Expediente 038-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Lucía María Velarde Miñán, contra la resolución de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema, su fecha primero de junio de mil novecientos
noventicinco, que declara nula la de vista, insubsistente el concesorio de apelación, por lo tanto
improcedente el recurso de apelación.
ANTECEDENTES:
El Fiscal Superior opina por que se confirme la apelada, por cuanto debe asumirse que los
decretos leyes y la resolución suprema, cuya aplicación es materia de la presente Acción, tiene
validez plena mientras se encuentra vigente, máxime si se tiene en cuenta que el Congreso
Constituyente Democrático les ha dado carta de ciudadanía mediante la Ley Constitucional de
fecha nueve de enero de mil novecientos noventitrés, que establece la vigencia de la Constitución
Política del Perú de mil novecientos setentinueve, dejando a salvo los Decretos Leyes expedidos
por el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional a partir del cinco de abril de mil
novecientos noventidós hasta el treinta de diciembre de ese mismo año.
La Sexta Sala Civil, revoca la apelada y reformándola declara fundada la Acción de Amparo,
ordenando que cesen los efectos de la Resolución Suprema Nº 453-RE-92, disponiendo la
inmediata reposición de la demandante en el ejercicio de las funciones de Ministra Consejera del
Servicio Diplomático de la República, restituyéndole los derechos y atribuciones que como tal le
corresponden, aduciendo que se evidencia un acto arbitrario y por eso vulnerable de los derechos
constitucionales de la actora, toda vez que se ha asumido la decisión de cesarla sin que se haya
seguido procedimiento alguno en el orden administrativo, que si bien es cierto que el Congreso
Constituyente Democrático mediante Ley Constitucional ha declarado la plena vigencia de los
Decretos Leyes dictados por el Gobierno de Reconstrucción Nacional, tal declaración no deroga los
derechos fundamentales de la persona, ni convalida los actos de la Administración Pública
ejecutados arbitrariamente, toda vez que la sentida Reorganización del Servicio Diplomático, no
exonera a los funcionarios públicos encargados de ejecutar la política, de la obligación de sujetar
su decisión a normas de procedimientos establecidos, porque ninguna ley del Estado contiene o
puede contener un mandato indeterminado que autorice a funcionario alguno a actuar sin expresar
las razones que motivan su conducta, o mantener en secreto las que justifican o motivan las
decisiones que toman a nombre de la sociedad y del Estado en su condición de encargados de la
Administración de la Cosa Pública.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, el artículo 26º de la Ley Nº 23506, permite en casos de imposibilidad física
para interponer la Acción de Amparo, sea por atentado concurrente contra la libertad, por hallarse
fuera del lugar, o por cualquier otra causa análoga, por lo que ésta puede ser ejercida por tercera
persona, sin necesidad de poder expreso, debiendo el afectado, una vez que se halle en
posibilidad de hacerlo, ratificarse en la Acción; Que, en el caso de autos, al momento de interponer
la presente Acción y el recurso de apelación, la afectada se encontraba fuera del país, y que luego
de expedida la sentencia apelada, mediante escrito de fecha veinte de junio de mil novecientos
noventicuatro, obrante a fojas ciento sesentiocho, se ratificó en todos los extremos de la Acción de
Amparo interpuesta por su hermana, por ende también lo hizo sobre del recurso de apelación; Que,
por otro lado, del propio texto de la Resolución Suprema Nº 453-RE-92 y del análisis que se hace
del expediente, se desprende que mediante la resolución suprema impugnada, doña Iris Velarde
Miñán fue cesada por tiempo de servicios en una misma categoría, de conformidad con los
Decretos Leyes Nºs. 26112 y 26117, y no en aplicación del artículo 2º del Decreto Ley Nº 25889,
que faculta al Ministerio de Relaciones Exteriores para declarar en excedencia al personal del
Servicio Diplomático y disponer su inmediato pase a la situación de retiro; Que, dentro de este
contexto, cabe señalar que la mencionada resolución, al fundamentarse concretamente en el
Decreto Ley Nº 26117 Ley del Servicio Diplomático de la República, el mismo que también fue
publicado el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventidós, el cual, en su artículo 17º,
contempla como causal de retiro, la permanencia en una misma categoría por un tiempo
determinado, que en el caso de la demandante es de diez años, está retrotrayendo los efectos de
dicha reforma legal a la situaciones diplomáticas y derechos derivados de ellas, que se han creado
mediante el Decreto Ley Nº 22150 y su Reglamento aprobado mediante Decreto Supremo Nº 003-
78-RE, es decir con anterioridad a la entrada en vigencia de la nueva Ley -treinta de diciembre de
mil novecientos noventidós- e inclusive a la expedición del Decreto Ley Nº 25889, que declara en
reorganización el Servicio Diplomático de la República y que en su artículo 4º deja en suspenso el
citado Decreto Ley Nº 22150 y sus complementarias, de lo que resulta que el acto administrativo
cuestionado atenta contra los principios de irretroactividad de las leyes de irrenunciabilidad de los
derechos reconocidos a los trabajadores y de la estabilidad laboral al no haberse señalado una de
las causales establecidas por ley.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y la Ley
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 38-96-AA/TC
VISTA
La solicitud de aclaración formulada por doña Iris Valverde Miñán a la sentencia expedida con
fecha trece de junio del año en curso, recaída en la Acción de Amparo que siguiera contra el
Ministerio de Relaciones Exteriores, y;
ATENDIENDO
Que, en efecto, al revocarse por este Supremo Tribunal la resolución de la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema, y, reformándola, declararse fundada se ha omitido
con precisar los extremos de ésta, por lo que resulta necesario pronunciarse sobre ello.
RESUELVE
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Cuando la municipalidad pretende obtener por la vía coactiva el cumplimiento de un contrato que
ha celebrado con un tercero, desnaturaliza el acuerdo de voluntades que originó aquel acto
jurídico, importando ello la violación del derecho a un debido proceso.
Expediente 615-97-AA/TC
Chimbote
HIDRANDINA S.A.
En Lima, a los catorce días del mes de agosto de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto con fecha dieciocho de junio de mil novecientos noventa y siete,
por don Manuel Romero Tello en representación de Hidrandina S.A., contra la resolución de la Sala
Civil - Chimbote de la Corte Superior de Justicia del Santa, que con fecha cinco de mayo de mil
novecientos noventa y siete, declaró improcedente la Acción de Amparo (fojas 341 a 349).
ANTECEDENTES:
Don Manuel Romero Tello, en representación de Hidrandina S.A., interpuso Acción de Amparo con
fecha diez de octubre de mil novecientos noventa y seis, contra don Guzmán Aguirre Altamirano,
don Juan Carlos Ortega Reyna y don Henry Aldea Correa, Alcalde Provincial, Director de Rentas y
Ejecutor Coactivo, respectivamente, de la Municipalidad Provincial del Santa. La finalidad de la
pretensión se circunscribe a lo siguiente: suspensión del proceso de cobranza coactiva que se le
sigue y abstención de las medidas de embargo contra los bienes y rentas de la empresa, que
según manifiesta lesionan y amenazan sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo, a la
propiedad y a participar en forma individual o asociada en la vida económica y social de la Nación.
Indica HIDRANDINA S.A., que con fecha diecisiete de setiembre de mil novecientos noventa y seis,
fue notificada con las Órdenes de Pago N°s. 21139, 21140, 21141, 21142, 21143 y 21144-96-
URT-OR-MPS, todas ellas de fecha dieciséis del acotado mes y año; mediante las cuales se le
requiere coactivamente el pago de S/. 5'622,181.83 a favor de la Municipalidad Provincial del
Santa, por retención indebida de Arbitrios Municipales de Limpieza Pública, Jardines y Rellenos
Sanitarios. Considera la demandante, que no tiene la condición de "deudor tributario" de la citada
Municipalidad, pues actuó como "recaudador de arbitrios municipales" en base al Contrato para
Prestación de Servicio de Alumbrado Público y Cobranza de Arbitrios Municipales, que celebró con
el Concejo con fecha veintiocho de junio de mil novecientos ochenta y seis; de donde se
desprende, que las obligaciones sinalagmáticas que se desprenden de él, no son de naturaleza
tributaria (fojas 104 a 113).
La Sala Civil - Chimbote de la Corte Superior de Justicia del Santa falló con fecha cinco de mayo
de mil novecientos noventa y siete, revocando la apelada, y reformándola declaró improcedente la
demanda, por no haberse agotado la vía administrativa (fojas 336 y 337).
FUNDAMENTOS:
1. Que, la Acción de Amparo es una garantía constitucional, cuyo objeto es reponer las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
2. Que, es sustancial, en el presente caso, determinar el origen del vínculo obligacional entre la
demandante Hidrandina S.A. y la Municipalidad Provincial del Santa donde los demandados
ejercen funciones administrativas, de esa manera se podrá determinar si la primera tiene la calidad
de deudor tributario, y si los segundos podían incoar la acción coactiva que precisamente es el
fondo de la controversia.
A fojas cuarenta y ocho corre la copia del "Contrato para Prestación del Servicio de Alumbrado
Público y Cobranza de Arbitrios Municipales con el Concejo Provincial del Santa-Chimbote",
celebrado con fecha veintiocho de junio de mil novecientos ochenta y seis, entre dicho Concejo e
Hidrandina S.A.; siendo el objeto de dicho acto jurídico, el establecer las condiciones para la
prestación del Servicio de Alumbrado Público y para la facturación y cobranza de Arbitrios
Municipales. Con este contrato, bilateral y oneroso se origina el vínculo obligacional entre las
partes de esta acción de garantía.
De este contrato se desprenden obligaciones para ambas partes, siendo la más relevante, aquella
en que la empresa se compromete a brindar el servicio de alumbrado público dentro del distrito de
Chimbote, y la Municipalidad autoriza a la empresa a cobrar arbitrios municipales y hacerse pago
del servicio prestado, con el monto de lo cobrado; precisamente, en la novena cláusula del contrato
se establecen los procedimientos a seguir por ambas partes para los efectos de la prestación del
servicio y el respectivo pago.
De conformidad con los Artículos 1361° y 1362° del Código Civil, lo acordado en el contrato
celebrado entre la Municipalidad Provincial del Santa e Hidrandina S.A., es obligatorio para ambas
partes, y en este caso debe ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de las
partes, más aún, si para establecer el costo del servicio de alumbrado, la suma a pagarse por dicha
prestación, el monto de los arbitrios recaudados y la parte a retenerse para el pago de la
prestación, se establecieron consensualmente procedimientos para determinarlos, resulta cierto,
que la vía idónea para dilucidar dudas o sancionar incumplimientos era la vía ordinaria.
3. Que, consecuentemente, al haber pretendido la Municipalidad Provincial del Santa obtener por
la vía coactiva el cumplimiento del contrato, desnaturalizó el acuerdo de voluntades que originó
aquel acto jurídico, importando ello la violación al derecho a un debido proceso, contemplado en el
Artículo 139°, numeral 3) de la Carta Magna, concordante con el Artículo 24° numeral 16) de la Ley
N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la resolución expedida por la Sala Civil - Chimbote de la Corte Superior de Justicia
del Santa de fojas trescientos treinta y seis, su fecha cinco de mayo de mil novecientos noventa y
siete, que revocando la apelada, declaró improcedente la demanda; y reformándola la declara
FUNDADA , en consecuencia, inaplicable la cobranza coactiva contra Hidrandina S.A. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los
actuados.
Expediente 345-96-AA/TC
En Lima, a los quince días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent;
Díaz Valverde; y
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Donato Amador Chauca Gonzales, contra la sentencia
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 26 de
abril de 1996, que declara No Haber Nulidad de la resolución de Vista, su fecha 6 de junio de 1995,
que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Vigésimo Primer Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima.
ANTECEDENTES:
Don Donato Amador Chauca Gonzales, interpone Acción de Amparo, con fecha 13 de julio de
1994, contra el Vigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a fin de que se
suspenda el mandato de ejecución de sentencia dictado por este juzgado, con relación a la
sentencia emitida con fecha 12 de abril de 1991 por la Corte Suprema de Justicia de la República,
que falló a su favor en el juicio de retracto que iniciara ante el precitado Juzgado Civil; sostiene el
demandante, que el Juez ejecutor interpretando a su manera el fallo de la Segunda Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia de la República, recortó maliciosamente su derecho de retracto al
disponer mediante resolución de fecha 27 de febrero de 1992, que sólo se le adjudique una parte
del bien inmueble materia del retracto, contraviniendo el fallo supremo que le adjudicó en su
totalidad.
A fojas 11, el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial contesta la
demanda negándola y contradiciéndola, alegando, principalmente, que "está dirigida a enervar la
validez y efectos de las resoluciones judiciales -como la cuestionada- dictada por el órgano
jurisdiccional competente, y emanada de un procedimiento regular, dentro del cual el actor -según
su propio dicho- ha ejercitado su derecho de defensa y los recursos que las normas procesales
específicas establecen; aparte que, tampoco y bajo ningún motivo puede detenerse mediante una
acción de garantía, la ejecución de una sentencia contra la parte vencida en un proceso regular, y
con mayor razón en el presente caso, en el que, según se afirma en la demanda -sin acompañar
los recaudos necesarios- el autor es beneficiario de la sentencia ejecutoriada recaída en el juicio
terminado sobre retracto".
A fojas 26, la sentencia de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara
improcedente la Acción de Amparo, considerando, principalmente, que la Acción de Amparo
planteada conforme al escrito de fojas cinco debe desestimarse por pretender con ella invalidar
actuados producidos en un proceso regular, siendo pertinente la aplicación al presente caso lo
prescrito en el inciso 2), del Artículo 6º de la Ley Nº 23506.(1)
FUNDAMENTOS:
Que, a fojas 29 y 30 del Cuadernillo de Nulidad, se aprecia la sentencia expedida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declara fundada la demanda de
retracto incoada por el actor, ordenando se tenga a éste como subrogado en los derechos y
obligaciones de los compradores del bien inmueble que es materia del retracto, y que se describe
en el Testimonio de Escritura Pública que obra a fojas 22 a 25 del expediente civil, con copias que
corren de fojas 18 a 24 del cuadernillo del Recurso Extraordinario interpuesto en sede
constitucional.
Que, no obstante la claridad del mandato singular y concreto emanado de la sentencia de la Corte
Suprema de Justicia de la República, compulsada esta decisión con lo dispuesto en el cuestionado
auto de ejecución de sentencia, se comprueba que el Juez Civil emplazado elaboró una nueva
decisión de fondo al establecer como bien objeto del retracto un inmueble distinto al que figura en
el Testimonio de Escritura Pública del que hace mención la Corte Suprema de Justicia de la
República.
Que, de otro lado, la Acción de Amparo subexamen resulta procedente por cuanto busca enervar
una resolución judicial dictada en un proceso de retracto que devino en irregular en etapa de
ejecución, por las razones anteriormente expuestas.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, del texto de la propia demanda, fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos..., por lo tanto resulta nulo todo lo actuado.
Expediente 618-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días el mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido en
sesión de Pleno el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por los señores Omar Mike Anaya Bernardo, Jorge Araya
Sánchez, Luzvenia Asmat Vda. de Hidalgo, Ricardo Bastidas Calderón, José Rafael Buendía
Chirinos, Luis Alberto Cáceres Reyes, Jovino Absalón Castañeda Pinedo, Wenceslao Eduardo
Castillo Ortiz, Agustín Daniel Cerpa Villarán, Vilma María Céspedes Garay, Felipe Correa Yactayo
y Orlando Azabache Borja; contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima del veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis que, reformando la
apelada, declara improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Los señores Omar Mike Anaya Bernardo, Jorge Araya Sánchez, Luzvenia Asmat Vda. de Hidalgo,
Ricardo Bastidas Calderón, José Rafael Buendía Chirinos, Luis Alberto Cáceres Reyes, Jovino
Absalón Castañeda Pinedo, Wenceslao Eduardo Castillo Ortiz, Agustín Daniel Cerpa Villarán,
Vilma María Céspedes Garay, Felipe Corre Yactayo y Orlando Azabache Borja interpusieron
acción de amparo contra Telefónica del Perú S.A., a fin de que se les reponga en los puestos de
trabajo en los que venían laborando hasta que fueron separados en clara violación de sus
derechos constitucionales mediante cartas notariales, que recibieron individualmente, el 22 y 23 de
agosto de mil novecientos noventa y cinco, y que aparecen fechadas el 16 de agosto del mismo
año. Asimismo, para que se les abone los salarios que han dejado de percibir y que dejarán de
percibir hasta que se verifique la reposición en sus respectivos puestos de trabajo. Fundamentaron
su acción en que se había atentado contra la libertad de trabajo prevista en la Constitución debido
a que la demandada estaba impedida de reducir personal, en virtud de la cláusula sexta del
contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones celebrado el dieciséis de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro entre la Compañía Peruana de Teléfonos S.A. y Telefónica del Perú
S.A.
CPT. -Telefónica del Perú S.A. contestó la demanda, negándola y precisando que no existe en el
país estabilidad laboral absoluta y que, además, quien suscribió el contrato del dieciséis de mayo
de mil novecientos noventa y cuatro fue Telefónica del Perú S.A., hoy es Telefónica Perú Holding
S.A. Más aun señaló que la cláusula contractual citada no establece derechos específicos, y que
tampoco existe la figura del contrato a favor de terceros, pues no se otorga derecho a persona
natural o jurídica distinta de las partes, que son Telefónica del Perú S.A. y el Estado. De otro lado,
señala que aun en el supuesto negado de que no se hubiese cumplido con la cláusula sexta, el
despido de los demandantes no corresponde a una reducción de personal sino a cada trabajador.
Concluyó sosteniendo que no existe violación de ningún derecho constitucional o legal de los
actores y que, de haber existido alguna, ésta ha cesado por efecto del pago de la correspondiente
indemnización, por lo que debe declararse improcedente la demanda.
La Jueza del Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, recogió la tesis expuesta
por los actores en la demanda, recurrió a la figura del contrato en favor de tercero y al principio
legal de que quien ingresa a una sociedad ya constituida responde de acuerdo con su naturaleza
por todas las obligaciones sociales contraídas con anterioridad, aun cuando se modifique la razón
social o la denominación. Y que, por lo tanto, la referida cláusula sexta surte todos sus efectos,
siendo válida hasta que no se declare judicialmente lo contrario en el proceso pertinente. Con
fecha veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y cinco declaró fundada la demanda de
amparo interpuesta a fojas setenta y dos a ochenta y cinco, y sin efecto legal el despido de los
trabajadores Omar Anaya Bernardo, Jorge Araya Sánchez, Luzvenia Asmat Hidalgo, Ricardo
Bastidas Calderón, Rafael Buendía Chirinos, Luis Cáceres Reyes, Jovino Castañeda Pinedo,
Wenceslao Castillo Ortiz, Agustín Cerpa Villarán, Vilma María Céspedes Garay, Felipe Correa
Yactayo y Orlando Azabache Borja. Ordenó que se les reponga en los puestos de trabajo que
venían ocupando hasta que fueron separados, y que se les abone los salarios que hayan dejado
de percibir hasta la verificación de la reposición en sus puestos de trabajo.
El Ministerio Público opinó que debía confirmarse la apelada, que declaró fundada la demanda, por
considerar que la demandada pone fin al vínculo laboral existente con los demandantes en clara
violación de la cláusula sexta del contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones del
dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, que corre a fojas sesenta y tres a sesenta y
nueve. Dicha cláusula señala que durante el plazo de cinco años, desde la firma del contrato,
Telefónica del Perú S.A. se compromete a que las posibles reducciones del personal de la
Compañía Peruana de Teléfonos S.A. se harán mediante renuncias voluntarias, con incentivos
económicos aceptados, o por aplicación de las leyes laborales referidas a faltas disciplinarias.
Asimismo, argumentó que las cartas que ponen fin al vínculo laboral, que corren a fojas dieciséis a
treinta, no señalan la causa del despido, hecho aceptado por la empresa demandada,
constituyendo un despido arbitrario que viola los derechos de los demandantes consagrados en los
artículos 26º, inciso 3 y 27º de la Constitución Política, y contraviene el principio legal contenido en
el artículo 21º del Decreto Legislativo Nº 311, Ley General de Sociedades.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima consideró que, en aplicación de la
norma constitucional pertinente, la vía laboral previa no se ha agotado, y que los derechos de
igualdad ante la ley y de no discriminación no pueden ser invocados sino en función del resultado
del correspondiente procedimiento laboral no iniciado. Con fecha veinticuatro de mayo de mil
novecientos noventa y seis revocó la sentencia apelada y reformándola declaró improcedente la
demanda de acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que del texto de la propia demanda, fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A., no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos, salvo el caso de comisión de faltas graves disciplinarias, según lo dispone
la cláusula sexta del contrato del dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro.
2. Que la obligación a que se refiere la citada cláusula sexta del contrato, cuyo cumplimiento
exigen los actores, no ha sido asumida por la demandada Telefónica del Perú S.A., sino por un
tercero no demandado y por lo tanto resulta nulo todo lo actuado, debiendo citarse con la demanda
a Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A., que es la empresa que asumió la
obligación correspondiente.
3. Que se ha incurrido en grave omisión procesal, violatoria del artículo 42º de la Ley 26435, Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, siendo menester, en resguardo del derecho de defensa y de
las normas del debido proceso, reponer la causa al estado de notificarse con la demanda.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Declarando nulo el concesorio, nula la recurrida, insubsistente la apelada y nulo todo lo actuado, a
fin de que el juzgado de primera instancia proceda a integrar la relación procesal, de conformidad
con el artículo 95º del Código Procesal Civil, emplazando a Telefónica Perú Holding S.A., y a cuyo
efecto se ordena con arreglo al artículo 42º de la Ley Nº 26435, la devolución de los autos al
órgano jurisdiccional del que procede. Mandaron que se publique en el Diario Oficial "El Peruano",
conforme a ley, y los devolvieron.
Que, del texto de la propia demanda, fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos..., por lo tanto resulta nulo todo lo actuado.
Expediente 640-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días el mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por los señores Jorge Luis Martínez Rhamdomy y Wilmer
Tomás Quiroz contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
del catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, que reformando la apelada, declara
improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Los señores Jorge Luis Martínez Rhamdomy y Wilder Tomás Quiroz Terrones interpusieron acción
de amparo contra Telefónica del Perú S.A., a fin de que se les reponga en los puestos en los que
venían laborando hasta que fueron separados en clara violación de sus derechos constitucionales
mediante cartas notariales, que recibieron individualmente el veintidós de agosto de mil
novecientos noventa y cinco, y que aparecen fechadas el catorce de agosto del mismo año.
Asimismo, para que se les abone los salarios que han dejado de percibir y que dejarán de percibir
hasta que se verifique la reposición en sus respectivos puestos de trabajo, incluyendo el pago de
intereses legales y los beneficios que pudieran reconocerse mientras dure su situación de
separación del trabajo. Fundamentaron su acción en que se había atentado contra la libertad de
trabajo prevista en la Constitución debido a que la demandada estaba impedida de reducir
personal, en virtud de la cláusula sexta del contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones
celebrado el dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro entre la Compañía Peruana de
Teléfonos S.A. y Telefónica del Perú S.A.
CPT-Telefónica del Perú S.A. contestó la demanda, negándola y precisando que no existe en el
país estabilidad laboral absoluta y que, además, quien suscribió el contrato del dieciséis de mayo
de mil novecientos noventa y cuatro fue Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A.
Más aun señaló que la cláusula contractual citada no establece derechos específicos, y que
tampoco existe la figura del contrato a favor de terceros, pues no se otorga derecho a persona
natural o jurídica distinta de las partes, que son Telefónica del Perú S.A. y el Estado. De otro lado,
señaló que aun en el supuesto negado de que no se hubiese cumplido con la cláusula sexta, el
despido de los demandantes no corresponde a una reducción de personal sino a cada trabajador.
Concluyó sosteniendo que no existe violación de ningún derecho constitucional o legal de los
actores y que, de haber existido alguna, ésta ha cesado por efecto del pago de la correspondiente
indemnización, por lo que debe declararse improcedente la demanda.
La Jueza del Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima recogió la tesis expuesta
por los actores en la demanda, recurrió a la figura del contrato en favor de tercero y al principio
legal de que quien ingresa a una sociedad ya constituida responde de acuerdo con su naturaleza
por todas las obligaciones sociales contraídas con anterioridad, aun cuando se modifique la razón
social o la denominación. Y que, por lo tanto, la referida cláusula sexta surte todos sus efectos,
siendo válida hasta que no se declare judicialmente lo contrario en el proceso pertinente. Con
fecha cinco de enero de mil novecientos noventa y seis declaró fundada la demanda de amparo
interpuesta a fojas setenta y dos a ochenta y cinco, y sin efecto legal el despido de los trabajadores
Jorge Luis Martínez Rhamdomy y Wilder Tomás Quiroz Terrones. Ordenó que se les reponga en
los puestos de trabajo que venían ocupando hasta que fueron separados y que se les abone los
salarios que hayan dejado de percibir hasta la verificación de la reposición en sus puestos de
trabajo.
El Ministerio Público opinó que debía confirmarse la apelada, que declaró fundada la demanda, por
considerar que la demandada pone fin al vínculo laboral existente con los demandantes en clara
violación de la cláusula sexta del contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones del
dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, que corre a fojas sesenta y tres a sesenta y
nueve. Dicha cláusula señala que durante el plazo de cinco años, desde la firma del contrato,
Telefónica del Perú se compromete a que las posibles reducciones del personal de la Compañía
Peruana de Teléfonos S.A. se harán mediante renuncias voluntarias, con incentivos económicos
aceptados, o por aplicación de las leyes laborales referidas a faltas disciplinarias. Asimismo,
argumentó que las cartas que ponen fin al vínculo laboral, que corren a fojas dieciséis a treinta, no
señalan la causa del despido, hecho aceptado por la empresa demandada, constituyendo un
despido arbitrario que viola los derechos de los demandantes consagrados en los artículos 26º,
inciso 3 y 27º de la Constitución Política, y contraviene el principio legal contenido en el artículo 21º
del Decreto Legislativo Nº 311, Ley General de Sociedades.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima consideró que, en aplicación de la
norma constitucional pertinente, la vía laboral previa no se ha agotado, y que los derechos de
igualdad ante la ley y de no discriminación no pueden ser invocados sino en función del resultado
del correspondiente procedimiento laboral no iniciado. Con fecha catorce de junio de mil
novecientos noventa y seis revocó la sentencia apelada y reformándola declaró improcedente la
demanda de acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que del texto de la propia demanda fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A., no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos, salvo el caso de comisión de faltas graves disciplinarias, según lo dispone
la cláusula sexta del contrato del dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro.
2. Que la obligación a que se refiere la citada cláusula sexta del contrato, cuyo cumplimiento
exigen los actores, no ha sido asumida por la demandada, Telefónica del Perú S.A., sino por un
tercero no demandado y por lo tanto resulta nulo todo lo actuado, debiendo citarse con la demanda
a Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A., que es la empresa que asumió la
obligación correspondiente.
3. Que se ha incurrido en grave omisión procesal, violatoria del artículo 42º de la Ley Nº 26435, Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, siendo menester, en resguardo del derecho de defensa y de
las normas del debido proceso, reponer la causa al estado de notificarse con la demanda.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Declarando nulo el concesorio, nula la recurrida, insubsistente la apelada y nulo todo lo actuado, a
fin de que el Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima proceda a integrar la
relación procesal, de conformidad con el artículo 95º del Código Procesal Civil, emplazando a
Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A., y a cuyo efecto se ordena, con arreglo
al artículo 42º de la Ley Nº 26435, la devolución de los autos al órgano jurisdiccional del que
procede. Mandaron que se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los
devolvieron.
Que, del texto de la propia demanda, fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A. no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos..., por lo tanto resulta nulo todo lo actuado.
Expediente 900-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días el mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido en
sesión de Pleno el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por los señores Raquel Adrianzén Pacheco, Hugo Domingo
Barreda Torres, Aurelio Becerra Guadaña, Alejandro Rolando Castañeda Zelada, Rolando Esteban
Arcos, Hilda Clorinda Marcelo Peñafiel, Jorge Enrique Martínez Montalbán, Américo Walter Mayta
Herrera, Flor de María Meza Huachua, Manuel Antonio Ochoa Alvarado, Manuel Paz Hidalgo,
Eugenio Alfonso Pintado Salvatierrra, César Augusto Portilla Angulo, Ricardo Puerta Yuruki, Sara
Alejandrina Rodríguez Alva, Rosa María Terreros Almora, Juan Manuel Trujillo Morazán y Eleodoro
Villalobos Sánchez; contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima del nueve de julio de mil novecientos noventa y seis, que reformando la apelada, declara
improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Los señores Raquel Adrianzén Pacheco, Hugo Domingo Barreda Torres, Aurelio Becerra Guadaña,
Alejandro Rolando Castañeda Zelada, Rolando Esteban Arcos, Hilda Clorinda Marcelo Peñafiel,
Jorge Enrique Martínez Montalbán, Américo Walter Mayta Herrera, Flor de María Meza Huachua,
Manuel Antonio Ochoa Alvarado, Manuel Paz Hidalgo, Eugenio Alfonso Pintado Salvatierrra, César
Augusto Portilla Angulo, Ricardo Puerta Yuruki, Sara Alejandrina Rodríguez Alva, Rosa María
Terreros Almora, Juan Manuel Trujillo Morazán y Eleodoro Villalobos Sánchez, interpusieron acción
de amparo contra la Telefónica del Perú S.A., a fin de que se les reponga en los puestos de trabajo
en los que venían laborando hasta que fueron separados en clara violación de sus derechos
constitucionales mediante cartas notariales, que recibieron individualmente, entre el 4 y 8 de
setiembre de mil novecientos noventa y cinco, y que aparecen fechadas el 16 y 31 de agosto y el 1
de setiembre del mismo año; y asimismo, para que se les abone los salarios que han dejado de
percibir y que dejarán de percibir hasta que se verifique la reposición en sus respectivos puestos
de trabajo, incluyendo el pago de intereses legales y los beneficios que pudieran reconocerse
mientras dure su situación de separación del trabajo. Fundamentaron su acción en que se había
atentado contra la libertad de trabajo prevista en la Constitución debido a que la demandada
estaba impedida de reducir personal, en virtud de la cláusula sexta del Contrato de Suscripción,
Emisión y Entrega de Acciones celebrado el dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y
cuatro, entre la Compañía Peruana de Teléfonos S.A. y Telefónica del Perú S.A.
CPT-Telefónica del Perú S.A. contestó la demanda, negándola y precisando que no existe en el
país estabilidad laboral absoluta y que, además, quien suscribió el contrato del dieciséis de mayo
de mil novecientos noventa y cuatro fue Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A.
Más aún señaló que la cláusula contractual citada no establece derechos específicos, y que
tampoco existe la figura del contrato a favor de terceros, pues no se otorga derecho a persona
natural o jurídica distinta de las partes, que son Telefónica del Perú S.A. y el Estado. De otro lado,
señaló que aún en el supuesto negado de que no se hubiese cumplido con la cláusula sexta , el
despido de los demandantes no corresponde a una reducción de personal sino a cada trabajador.
Concluyó sosteniendo que no existe violación de ningún derecho constitucional o legal de los
actores y que, de haber existido alguna, ésta ha cesado por efecto del pago de la correspondiente
indemnización, por lo que debe declararse improcedente la demanda.
La Jueza del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima recogió la tesis expuesta por los
actores en la demanda, recurrió a la figura del contrato en favor de tercero y al principio legal de
que quien ingresa a una sociedad ya constituida responde de acuerdo con su naturaleza por todas
las obligaciones sociales contraídas con anterioridad, aún cuando se modifique la razón social o la
denominación. Y que, por lo tanto, la referida cláusula sexta surte todos sus efectos, siendo válida
hasta que no se declare judicialmente lo contrario en el proceso pertinente. Con fecha veintisiete
de diciembre de mil novecientos noventa y cinco declaró fundada la demanda de amparo
interpuesta a fojas ochenta y cinco a cien, y sin efecto legal el despido de los trabajadores Raquel
Adrianzén Pacheco, Hugo Domingo Barreda Torres, Aurelio Becerra Guadaña, Alejandro Rolando
Castañeda Zelada, Rolando Esteban Arcos, Hilda Clorinda Marcelo Peñafiel, Jorge Enrique
Martínez Montalbán, Américo Walter Mayta Herrera, Flor de María Meza Huachua, Manuel Antonio
Ochoa Alvarado, Manuel Paz Hidalgo, Eugenio Alfonso Pintado Salvatierrra, César Augusto Portilla
Angulo, Ricardo Puerta Yuruki, Sara Alejandrina Rodríguez Alva, Rosa María Terreros Almora,
Juan Manuel Trujillo Morazán y Eleodoro Villalobos Sánchez. Ordenó que se les reponga en los
puestos de trabajo que venían ocupando hasta que fueron separados y que se les abone los
salarios que hayan dejado de percibir hasta la verificación de la reposición en sus puestos de
trabajo.
El Ministerio Público opinó que debía confirmarse la apelada, que declaró fundada la demanda, por
considerar que la demandada pone fin al vínculo laboral existente con los demandantes en clara
violación de la cláusula sexta del contrato de Suscripción, Emisión y Entrega de Acciones del
dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, que corre a fojas sesenta y nueve a
ochenta y uno. Dicha cláusula señala que durante el plazo de cinco años, desde la firma del
contrato, Telefónica del Perú S.A. se compromete a que las posibles reducciones del personal de
la Compañía Peruana de Teléfonos S.A. se harán mediante renuncias voluntarias, con incentivos
económicos aceptados, o por aplicación de las leyes laborales referidas a faltas disciplinarias.
Asimismo, argumentó que las cartas que ponen fin al vínculo laboral, que corren a fojas diecinueve
a treinta y seis, no señalan la causa del despido, hecho aceptado por la empresa demandada,
constituyendo un despido arbitrario que viola los derechos de los demandantes consagrados en los
artículos 26º, inciso 3 y 27º de la Constitución Política, y contraviene el principio legal contenido en
el artículo 21º del Decreto Legislativo Nº 311, Ley General de Sociedades.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Lima consideró que, en aplicación de la
norma constitucional pertinente, la vía laboral previa no se ha agotado, y que los derechos de
igualdad ante la ley y de no discriminación no pueden ser invocados sino en función del resultado
del correspondiente procedimiento laboral no iniciado. Con fecha nueve de julio de mil novecientos
noventa y seis revocó la sentencia apelada y reformándola declaró improcedente la demanda de
acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
1. Que del texto de la propia demanda fluye que Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú
Holding S.A., no ha sido emplazada con la demanda, a pesar de ser la persona jurídica que debe
hacer respetar las obligaciones de la CPT en los programas de reducción de personal con
incentivos económicos, salvo el caso de renuncia de comisión de faltas graves disciplinarias, según
lo dispone la cláusula sexta del contrato del dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cuatro.
2. Que la obligación a que se refiere la citada cláusula sexta del contrato, cuyo cumplimiento
exigen los actores, no ha sido asumida por la demandada, Telefónica del Perú S.A., sino por un
tercero no demandado y por lo tanto resulta nulo todo lo actuado, debiendo citarse con la demanda
a Telefónica del Perú S.A., hoy Telefónica Perú Holding S.A., que es la empresa que asumió la
obligación correspondiente.
3. Que se ha incurrido en grave omisión procesal, violatoria del artículo 42º de la Ley Nº 26435, Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, siendo menester, en resguardo del derecho de defensa y de
las normas del debido proceso, reponer la causa al estado de notificarse con la demanda.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Declarando nulo el concesorio, nula la recurrida, insubsistente la apelada y nulo todo lo actuado, a
fin de que el juzgado de primera instancia proceda a integrar la relación procesal, de conformidad
con el artículo 95º del Código Procesal Civil, emplazando a Telefónica del Perú S.A., hoy
Telefónica Perú Holding S.A., y a cuyo efecto se ordena, con arreglo al artículo 42º de la Ley Nº
26435, la devolución de los autos al órgano jurisdiccional del que procede. Mandaron que se
publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Que, la persona responsable de la Dirección de Economía de la Policía Nacional del Perú... debió
ser emplazada o citada porque los efectos de la sentencia pueden extenderse a ella o a la
institución que representa...
Expediente 327-97-AA/TC
Lima
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Roldán Celis Flores, contra la resolución expedida por
la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha
veinticuatro de enero de mil novecientos noventisiete revocando la sentencia expedida por el
Tercer Juzgado Especializado Civil de Lima del dos de setiembre de mil novecientos noventiséis,
que declara fundada la demanda; reformándola, declararon improcedente la acción de amparo
interpuesta contra don Víctor Torres Lazo, don Walter Mejía Gonzales y don Luis Rodríguez Farías
en su calidad de directivos de la Asociación de Retirados de la Policía Nacional del Perú, por
violación del artículo 174º de la Constitución Política del Perú.
ANTECEDENTES:
Don Roldán Celis Flores y don Javier Palacios López, en su calidad de Sub-Oficiales en situación
de retiro de la Policía Nacional del Perú, fueron elegidos en marzo de mil novecientos noventicinco,
Presidente y Tesorero, respectivamente, de la Asociación de Sub-Oficiales Retirados de la Policía
Nacional del Perú en su calidad de socios de esta institución, pero al ser censurados por la
Asamblea en octubre de mil novecientos noventicinco, tuvieron que dejar los cargos y se eligió un
Presidente provisorio quien nombró a los demás directivos, quienes luego expidieron una
resolución responsabilizando a los censurados por la suma de 1,901.95 soles oro al primero y de
815.00 al segundo, solicitando a la Dirección de Economía se les descuente soles oro 54.50, al
primero y 50.00 al segundo en forma mensual, y al efectuarse el primer descuento, es que
interponen esta acción de amparo por habérseles violado su derecho que les ampara el artículo
174º de la Constitución Política del Perú.
Al contestar la demanda, los codemandados manifiestan que es verdad lo afirmado por los
demandantes pero que todo se ha hecho bajo lo acordado en Asamblea de socios y conforme a los
Estatutos de la Asociación, que se aprobó la censura y que paguen los gastos ocasionados en sus
gestiones en perjuicio de la asociación lo que así se hizo, que de no estar de acuerdo con lo
acordado tenían derecho para impugnar judicialmente, lo que no han hecho, que así lo manda el
artículo 92º concordante con el artículo 85º del Código Civil vigente, que el descuento que se les
está haciendo a los demandantes es por su obligación ineludible de restituir el patrimonio de la
asociación, que de una manera indebida e injustificada han efectuado y que el descuento en
referencia se realiza a través de la Dirección de Economía de la Policía Nacional del Perú.
FUNDAMENTOS:
Que, la persona responsable de la Dirección de Economía de la Policía Nacional del Perú que
aceptó el pedido de descuento, así lo ordenó y se practicó, debió ser emplazada o citada porque
los efectos de la sentencia pueden extenderse a ella o a la institución que representa, ya que
presumiblemente hubo violación del artículo 40º del Decreto Ley Nº 19846 - Régimen de Pensiones
del Personal Militar y Policial de la Fuerza Armada y Fuerzas Policiales que señala las únicas
causas por las que pueden ser gravadas las pensiones.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ica
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia,
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Compañía Minera Caravelí S.A. contra la sentencia de vista
de fojas doscientos veinticinco pronunciado por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica
del dieciséis de enero de mil novecientos noventa y seis que confirma la sentencia apelada de
veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco de fojas ciento cincuenta y seis expedida
por el Juzgado Mixto de la Provincia de Caravelí que declaró infundada la demanda interpuesta por
Compañía Minera Caravelí S.A. contra Gil Emilio Aguirre Villafuerte, Alcalde del Concejo Provincial
de Caravelí y otro, sobre amparo.
ANTECEDENTES:
Compañía Minera Caravelí S.A. a fojas noventa y siete interpone acción de amparo contra Gil
Emilio Aguirre Villafuerte en calidad de Alcalde del Concejo Provincial de Caravelí y contra Walter
Antonio Rave Flores para que se declare inaplicable la Resolución de Alcaldía Nº 047-95-MPC de
siete de agosto de mil novecientos noventa y cinco y se reponga a su anterior estado la garita de
control que existía en la entrada de la planta de beneficio denominado Chaucchille.
Manifiesta que se transgrede el Decreto Supremo Nº 023-92-EM en el artículo 478º, modificado por
el Decreto Supremo Nº 034-94-EM que autoriza a su representada a poner la garita de control para
impedir el robo de minerales.
Expone el actor que la Resolución de Alcaldía Nº 047-95-MPC violenta las siguientes garantías
constitucionales: a) El derecho de propiedad, inciso 16 del artículo 2º de la Constitución; b)
Violación del derecho del medio ambiente y recursos naturales precisados en el artículo 66º de la
Constitución; c) Violación del derecho de la iniciativa privada regulado por el artículo 58º de la
Constitución; d) La violación de la garantía Derecho de Defensa previsto en el artículo 2º inciso 23º
concordante con el artículo 139º inciso 14º de la Constitución; e) La infracción de la garantía
constitucional a la libertad y seguridad personal.
Manifiesta que el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y cuatro mediante Resolución de
Alcaldía Nº 17-94-MPC el Municipio negó la petición de autorización de funcionamiento de una
garita de control formulado por el actor, pese a esta negación el actor instaló la garita lo que motivó
la nueva Resolución de Alcaldía Nº 047-95-MPC del siete de agosto de mil novecientos noventa y
cinco; la Compañía Minera Caravelí admitió que la carretera donde instaló la garita era de carácter
vecinal y no privado;
Manifiesta que el Decreto Supremo Nº 034-94-EM sustitutorio del artículo 478º del Reglamento de
Seguridade Higiene minera aprobado por Decreto Supremo Nº 023-92-EM no es aplicable al caso;
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica a fojas doscientos veinticinco confirma la
sentencia de primera instancia porque los hechos realizados por la empresa demandante contiene
disposiciones emitidas por el Concejo Distrital quien actuó dentro de sus atribuciones;
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista pronunciada por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ica, su fecha dieciséis de enero de mil novecientos noventa y seis que confirma la sentencia de
Primera Instancia del Juez Provisional del Juzgado Mixto de la Provincia de Caravelí - Arequipa su
fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco que declaró infundada la demanda;
dispusieron la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial "El Peruano" y los
devolvieron.
Estabilidad laboral
El derecho a la estabilidad laboral consignado en el art. 48 de la Constitución de 1979, es
concordante con los arts. 22 y 27 de la Constitución de 1993.
SENTENCIA
VISTOS; observándose las formalidades previstas en el Artículo 131º del Texto Unico ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial; interviene como ponente el señor doctor Oscar Cordero Toledo;
oído el informe oral de conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior; CONSIDERANDO:
que el Artículo 2º de la Ley Nº 23506 establece que la Acción de Amparo es procedente cuando se
pruebe que se ha violado o amenace violar derechos constitucionales por acción u omisión de
actos de cumplimiento obligatorio por cualquier autoridad, funcionario o persona en observancia de
lo previsto por el Artículo 296º de la Constitución de 1979 y 200º de la vigente, concordante con el
numeral glosado; Que, en el caso de autos la accionante tiene acreditado haber prestado servicios
como trabajadora estable de la entidad demandada, gozando de la estabilidad laboral señalada por
el Artículo 48º de la anterior Constitución concordante con los Artículos 22º y 27º de la vigente
Carta Fundamental del Estado y con el Artículo 1º de la Ley Nº 24041, los que le permiten estar
comprendida dentro de los alcances del D. Leg. Nº 276 Ley de Bases de la Carrera Administrativa
que en su Artículo 24º inciso b) le reconoce el derecho a gozar de estabilidad, disponiendo que
ningún trabajador o servidor puede ser cesado ni destituido sino por causa prevista en la Ley,
exigencia que no se cumple al expedirse la Resolución Municipal Nº 2318-93-A/MPCH su fecha 31
de diciembre de 1993 y las demás resoluciones señaladas en la demanda, las que en forma
inequívoca son violatorias del derecho constitucional y como tal conculcatorias contra los
adquiridos por la actora en su derecho al trabajo y consiguiente estabilidad: REVOCARON la
sentencia apelada de fojas 109, Resolución Nº 07, su fecha 3 de noviembre de 1994, que declara
improcedente la Acción de Amparo promovida a fojas 34 por doña Adela Evelyn Cayo Cabrera de
Velásquez contra el Alcalde del Concejo Provincial de Chincha, reformándola DECLARARON
fundada la misma, en consecuencia ORDENARON dejar sin efecto la Resolución Municipal Nº
2318-93-A/MPCH y las demás adicionales, debiendo cumplir la demandada con la reincorporación
de la actora a su centro de trabajo, consentida y ejecutoriada que sea la presente háganse las
publicaciones de ley en el Diario oficial El Peruano y los devolvieron; interviene el señor doctor
Alejandro Páucar Félix por licencia del señor doctor Isidoro Galimidi Morón.
Expediente 501-96-AA/TC
Piura
actuando como secretaria la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por doña Milagros Cruz Otero, contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, su fecha diez de julio de mil
novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada declara improcedente la acción contra la
Municipalidad Distrital de Castilla.
ANTECENDENTES:
Doña Milagros Cruz Otero, interpone acción de amparo, contra la Municipalidad Distrital de Castilla,
por haberse conculcado sus derechos a la estabilidad laboral dentro de la carrera administrativa, a
trabajar libremente con sujeción a la ley, con el objeto que se le restituya en su centro de trabajo.
Sostiene la demandante que trabajó en la Municipalidad Distrital de Castilla, como Asesor II Nivel
F-1 y que ha venido desempeñándose hasta el nueve de febrero de mil novecientos noventa y seis,
habiéndosele impedido seguir laborando por haber sido cesada mediante Resolución de Alcaldía
N° 0018-96-MDC-A, con fecha once de enero de mil novecientos noventa y seis, en la que se
resuelve dar por concluida a partir del primero de enero del mismo año, la designación como
Asesora II del Despacho de Alcaldía; que por Resolución de Alcaldía N° 115-92-MDC-A, de fecha
dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y dos se le designa como Asesor II Nivel F-1 plaza
003 correspondiente al Organo estructural Alcaldía de la Municipalidad antes mencionada, en el
cargo considerado de confianza.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Alcalde, quien solicita que se declare infundada la
demanda en vista que la actora fue contratada por la entidad emplazada para el proyecto de
saneamiento físico y de recuperación de bienes, desde el dieciséis de enero de mil novecientos
noventa y uno hasta el treinta y uno de diciembre del mismo año, fecha en que terminó la vigencia
de su contrato, que posteriormente fue designada en el cargo de asesor II cargo considerado de
confianza, al amparo de lo dispuesto por el artículo 12° del Decreto Legislativo N° 276,
concordante con el artículo 12° y 14° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM, que ha concluido su
designación y no siendo servidora de carrera termina su vínculo contractual, que no ha realizado
labores de carácter permanente.
Con fecha veinticinco de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez Provisional del Segundo
Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, expide resolución, declarando
improcedente la acción de amparo; interpuesto el recurso de apelación, con fecha diez de julio de
mil novecientos noventa y seis, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura,
expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosa al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional.
2. Que, con los contratos y resoluciones de alcaldía correspondientes, que en copia corren a fojas
cuatro, trece, veintinueve y treinta, se ha acreditado que la actora fue contratada por la
Municipalidad demandada y designada como funcionaria de confianza.
3. Que, el primer contrato de trabajo que celebró la demandante tuvo vigencia desde el dieciséis de
enero de mil novecientos noventa y uno, hasta el treinta y uno de diciembre del mismo año.
4. Que, mediante Resolución de Alcaldía N° 115-92-MDC.A con fecha dieciocho de marzo de mil
novecientos noventa y dos, se resuelve designar a la actora a partir del primero de marzo de mil
novecientos noventa y dos como asesor II nivel F-1 plaza 003 correspondiente al órgano
estructural Alcaldía de la Municipalidad Distrital de Castilla, en el cargo considerado de confianza.
5. Que por Resolución de Alcaldía N° 0018-96-MDC. A su fecha once de enero de mil novecientos
noventa y seis se da por concluida a partir del primero de enero del mismo año, la designación
como Asesora II del Despacho de Alcaldía de la demandante.
6. Que estando a lo establecido por el artículo 40° de la Constitución Política del Perú de 1993,
Artículo dos numeral cuatro de la Ley N° 24041, concordante con el artículo 14° del Decreto
Supremo N° 005-90-PCM; así como por el artículo 2° del Decreto Legislativo N° 276, se tiene que
no están comprendidos en la carrera administrativa los servidores públicos contratados, ni los
funcionarios que desempeñan cargos de confianza.
7. Que en congruencia con los fundamentos anteriores y habiéndose acreditado en autos que la
situación laboral de la actora era la de un funcionario de confianza, no le alcanza el derecho a la
estabilidad laboral establecido por el artículo 100° del Decreto Supremo N° 005-90-PCM; razón por
la cual no puede aducirse que hubo despido arbitrario.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su ley Orgánica.
FALLA:
Revocando la resolución de vista expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura, de fojas cincuenta, su fecha diez de julio de mil novecientos noventa y seis, la
que confirmando la apelada declaró improcedente la acción de amparo y reformándola, la
declararon infundada la acción; dispusieron la publicación de la presente en el Diario Oficial El
Peruano; y los devolvieron.
Que, el accionante no se acogió al retiro voluntario con incentivos, pero tampoco cumplió con el
deber de someterse al examen de calificación y selección (de personal de acuerdo al Decreto Ley
Nº 25636)... (por lo que fue cesado) por la causal de racionalización.
Expediente 061-95-AA/TC
Lima
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Marcos Gonzáles Dulanto interpone Acción de Amparo contra don Jaime Alva Arroyo, Gerente
Central de Desarrollo de Personal del Instituto Peruano de Seguridad Social, por haberlo cesado
en su puesto de trabajo, mediante Resolución Nº 750-GCDP-IPSS-92, del treinta de noviembre de
mil novecientos noventidós, violando sus derechos laborales garantizados por la Constitución del
Estado, solicitando la no aplicación y la consiguiente restitución a su puesto de trabajo.
El Décimo Séptimo Juzgado Civil de Lima, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre
otras razones, que el acto administrativo impugnado responde a la aplicación del Decreto Ley Nº
25636.
Interpuesto el recurso de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, confirmó la
apelada, mediante resolución de fecha veintidós de noviembre de mil novecientos noventitrés,
considerando que la Resolución Nº 750-GCDP-IPSS-92, tiene como base legal el Decreto Ley Nº
25636, que autorizó al Instituto Peruano de Seguridad Social, a llevar a cabo la racionalización de
su personal administrativo.
Contra esta resolución el actor interpone recurso de casación entendido como extraordinario por
denegatoria de la Acción de Amparo, por lo que el Tribunal Constitucional asume como instancia
de fallo el conocimiento de dicho recurso, en cumplimiento de la Quinta Disposición Transitoria de
la Ley Nº 26435.
FUNDAMENTOS:
1) Que, el Estado, en julio de 1992, mediante Decreto Ley Nº 25636 autorizó al Instituto Peruano
de Seguridad Social "llevar a cabo un proceso de racionalización de su personal administrativo" y
para ello previó pautas como: a) programa de retiro voluntario con incentivos; b) pruebas de
selección y calificación; c) plazos para el retiro voluntario y para los exámenes respectivamente; d)
previó el deber de someterse a exámenes para los servidores que no se acogieron al retiro
voluntario; f) e, igualmente previó el cese por racionalización de los servidores que no aprobaron
los exámenes o decidieron no presentarse a los mismos; 2) Que, el Instituto Peruano de
Seguridad Social, en cumplimiento de la citada norma jurídica, expidió la Directiva Nº 139-DE-
IPSS-92, las Resoluciones Nºs. 1761-DE-IPSS-92 y 2188-DE-IPSS-92, asimismo, ejecutó las
acciones pertinentes hasta culminar los programas en los plazos prefijados por Decreto Ley; 3)
Que, el accionante no se acogió al retiro voluntario con incentivos, pero tampoco cumplió con el
deber de someterse al examen de calificación y selección ni menos trató de justificar esa omisión;
y, más aún, estando al tenor de algunos argumentos de su demanda se infiere que adoptó esa
actitud como modo de cuestionar la validez del Decreto Ley Nº 25636; 4) Que, el Instituto
Peruano de Seguridad Social, de conformidad con lo previsto en la parte pertinente del último
párrafo del artículo 4º del Decreto Ley Nº 25636, expidió la Resolución Nº 750-DCDP-IPSS-92, de
fecha treinta de noviembre de mil novecientos noventidós, cesando, por la causal de
racionalización, a todos aquellos que no se presentaron al examen y entre quienes está el
accionante; 5) Que, la Constitución de mil novecientos setentinueve, en su Capítulo V, artículo 48º,
previó la estabilidad laboral únicamente para los trabajadores del sector privado; mientras que
para los funcionarios y servidores públicos (Capítulo VI) no fue constitucionalizado dicho principio;
sino, solamente positivizado por una norma legal de menor jerarquía como es el Decreto
Legislativo Nº 276 (artículo 24º, inciso c); por lo tanto, es inconsistente el argumento del accionante
en el sentido de que haya sido vulnerado su "derecho constitucional a la estabilidad en el trabajo";
pues, es evidente que dicha estabilidad en la relación Administración Pública-servidor público es
únicamente de rango legal; 6) Que, no está acreditado en autos que derecho constitucional
alguno del accionante haya sido vulnerado por el Instituto Peruano de Seguridad Social.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 493-96-AA/TC
Arequipa
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario interpuesto por don Marcos Chañi Holguino,
contra la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha
veinticuatro de abril de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Don Marcos Chañi Holguino interponen demanda de acción de amparo contra el Instituto Peruano
de Seguridad Social, representado por su Gerente General don Ricardo Najar Chávez, con el
propósito que se deje sin efecto la Resolución Nº 073-GG-HNSA-IPSS, que dispone su cese.
Manifiesta que ha prestado servicios en el Instituto Peruano de Seguridad Social desde el primero
de agosto de 1976 hasta el 16 de noviembre de 1992, fecha en la que se le impidió ingresar a su
centro de trabajo, por no haberse presentado a rendir el examen de selección y calificación, por
haberse encontrado de vacaciones; que, contra esta medida interpuso acción de amparo, la que
fue declarada fundada, disponiéndose en ejecución de sentencia que se le reincorpore a su centro
de labores, hecho que se produjo el día 27 de junio de 1994; posteriormente el instituto emplazado
le notificó para que se presente a rendir examen de selección y calificación para el día 4 de
diciembre de 1994, a pesar que sus facultades para racionalizar y cesar, conferidas por el Decreto
Ley Nº 25636, habían caducado el año 1992.
El Juez del Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa emite sentencia, declarando
fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que en el cese del demandante se
vulneró el debido proceso por habérsele sometido a examen bajo el amparo del Decreto Ley Nº
25636, pese a que había vencido el plazo de 120 días que éste dispositivo preveía para tal efecto.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa revoca la apelada y declara
improcedente la demanda; por estimar que la entidad demandada ha procedido legalmente, en
cumplimiento del mandato judicial que disponía se le tome al actor examen de selección y
calificación.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional;
FUNDAMENTOS:
Que, el propósito de la presente acción de amparo es que se declare inaplicable al demandante la
Resolución Nº 073-GG-HNSA-95, de fecha 7 de febrero de 1995, mediante la cual el Instituto
Peruano de Seguridad Social lo cesa en su puesto de trabajo.
Que, mediante el Decreto Ley Nº 25636 el Supremo Gobierno autorizó al Instituto Peruano de
Seguridad Social realizar un proceso de racionalización de su personal administrativo,
estableciendo al efecto un doble procedimiento: 1) retiro voluntario con incentivos y 2) selección y
calificación de los servidores que no se hayan acogido a las renuncias voluntarias; proceso cuyo
desarrollo y ejecución no debería exceder los ciento veinte días calendarios, posteriores a la
vigencia del referido dispositivo legal; plazo que venció el día 10 de diciembre de 1992.
Que, de autos aparece que la entidad demandada sometió al demandante a examen de selección
y calificación con fecha 4 de diciembre de 1994 y, dispuso su cese el 7 de febrero de 1995, esto es
dos años después de haber vencido el plazo señalado en el punto precedente, cuando se había
extinguido la autorización para llevar adelante el proceso de racionalización; vulnerando de este
modo sus derechos al debido proceso y a la protección contra el despido arbitrario.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la resolución de fojas doscientas treinta y uno, su fecha veinticuatro de abril de mil
novecientos noventa y seis, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, que revocando la apelada declaró improcedente la acción de amparo; reformándola se la
declara fundada; en consecuencia, inaplicable al demandante don Marcos Chañi Holguino la
Resolución Nº 073-GG-HNSA-IPSS-95, ordenándose su reincorporación en el cargo que venía
desempeñando; sin reconocimiento de los haberes dejados de percibir; no siendo de aplicación el
artículo 11º de la Ley Nº 23506, por las circunstancias especiales del caso; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial "El Peruano", con arreglo a ley y, los devolvieron.
Expediente 339-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Admitida la acción a tramite por el Décimo Quinto Juzgado en lo Civil de Lima, se dispone su
traslado a los emplazados. Posteriormente y antes de contestarse aquella, los demandantes
amplían su demanda incluyendo a los accionantes Juana Rosa Lermo López, Dionisio Cupe
Cucho, Primitiva Barbaran Roca y Víctor Panana Contreras.
Contestada la demanda por la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Justicia, esta es negada en todos sus extremos, principalmente por considerar: Que por Decreto
Supremo Extraordinario Nº 128-PCM/93 el Supremo Gobierno autorizó al INPE para que proceda a
aplicar un programa de reducción de personal, basado en un programa de retiro voluntario con
incentivos y un programa de calificación, evaluación y selección de personal; Que con el referido
Decreto Supremo Extraordinario y la Resolución de Presidencia del Concejo Nacional Penitenciario
Nº 250-93-INPE-CNP-P no se ha violado ningún derecho constitucional ya que ambas normas se
han dictado de acuerdo a la reorganización y restructuración de la Administración Pública como se
ha venido haciendo en todos los niveles estatales; Que los demandantes no han agotado las vías
previas pues si bien han interpuesto recurso de reconsideración no han hecho uso del recurso de
apelación ante instancia superior.
De fojas ciento sesenta y siete a ciento sesenta y nueve vuelta y con fecha dieciocho de agosto de
mil novecientos noventa y cuatro, el Juzgado expide resolución declarando improcedente la
demanda, principalmente por considerar: Que la demanda interpuesta fue recepcionada por el
Juzgado el treinta de marzo de mil novecientos noventa y cuatro, mientras que la norma
impugnada fue publicada en el diario oficial El Peruano el treinta de diciembre de mil novecientos
noventa y tres; Que si bien es cierto que tramitaron en la vía administrativa la reconsideración, en
la misma no consta su agotamiento, deduciéndose el silencio administrativo; Que los derechos a
demandar mediante la acción de amparo caducan a los sesenta días de producido el hecho de
infracción constitucional, habiendo sido interpuesta la demanda después de vencido el término
señalado.
Interpuesto recurso de apelación por la abogada de los demandantes los autos son remitidos a la
Cuarta Fiscalía Superior en lo Civil para los efectos de la vista correspondiente y devueltos estos
con dictamen que se pronuncia por que se confirme la apelada, la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas doscientos trece a doscientos catorce vuelta y con fecha
cuatro de abril de mil novecientos noventa y cinco, revoca la resolución apelada y declara fundada
la acción e inaplicable la Resolución de Presidencia del Consejo Nacional Penitenciario Nº 450-93-
INPE-CNP-P, principalmente por considerar: Que por Decreto Supremo Extraordinario Nº 128-
PCM-93 se autorizó al INPE para que proceda a aplicar un programa de reducción de personal;
Que el artículo 8º del citado Decreto Supremo le fija una vigencia de tres meses, por lo que
habiéndose publicado en el diario oficial El Peruano el trece de setiembre de mil novecientos
noventa y tres, sus disposiciones solo tuvieron efecto legal hasta el trece de diciembre del mismo
año; Que la Resolución de Presidencia del Consejo Nacional Penitenciario Nº 450-93-INPE-CP-P
que declara excedentes a los accionantes y los cesa por causal de restructuración y reorganización
administrativa publicada el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y tres carece de
efecto legal por cuanto a la fecha de su publicación ya no tenía vigencia el Decreto Supremo
Extraordinario en que se amparaba la decisión y el INPE ya no tenía facultad de cesar a los
accionantes; Que si bien de la Resolución que se cuestiona y con la que se dispone el cese de los
accionantes se advierte que se encuentra fechada el diez de diciembre de mil novecientos noventa
y tres, tratándose de un acto administrativo solo surte efecto desde el momento que son notificados
los recurrentes, desde la fecha de publicación en el Diario Oficial El Peruano; Que de lo glosado se
advierte que la referida resolución vulnera el derecho a la estabilidad en el trabajo que reconoce el
artículo 48º de la Constitución Política de 1979, aplicable al presente caso.
Interpuesto recurso de nulidad por la Procuradora Pública a cargo de los Asuntos del Ministerio de
Justicia, se dispone el envío de los autos a la Fiscalía Suprema en lo Contencioso Administrativo
para los efectos de la vista correspondiente, y devueltos estos, con dictamen que se pronuncia
porque se declare haber nulidad en la recurrida y fundada la demanda (sic), la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República con fecha ocho de mayo
de mil novecientos noventa y seis, declara nula la sentencia de vista del cuatro de abril de mil
novecientos noventa y cinco, insubsistente el concesorio de apelación del veintiséis de agosto de
mil novecientos noventa y cuatro e improcedente el recurso de su propósito, por considerar que si
bien el artículo 290º del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial faculta a los
abogados a presentar, suscribir y ofrecer todo tipo de escritos, sin que sea necesaria la
intervención de sus clientes, dicha facultad, empero, se encuentra limitada por lo que preceptúa el
segundo acápite del numeral 11 de la acotada norma, por lo que la abogada de los demandantes
no estaba facultada para interponer recurso de apelación, ya que dicha facultad únicamente se
encuentra reservada al justiciable.
Contra esta resolución, los accionantes interponen recurso de casación por lo que de conformidad
con los dispositivos legales vigentes, la misma Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme se desprende de los autos del presente proceso, la Sala de Derecho Constitucional
y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, no obstante haber resuelto con fecha
ocho de mayo de mil novecientos noventa y seis, un asunto estrictamente de forma, y no de fondo,
ha habilitado empero a los demandantes, con fechas seis, trece y catorce de junio de mil
novecientos noventa y seis, a los efectos de que su recurso de casación, entendido como
extraordinario, sea conocido por el Tribunal Constitucional;
Que siendo esto así y antes de entrar a analizar el asunto de fondo que entraña el presente
recurso extraordinario, este Colegiado estima necesario precisar, que la resolución recurrida, por la
que se declara nula la sentencia de vista del cuatro de abril de mil novecientos noventa y cinco,
insubsistente el concesorio de apelación del veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y
cuatro e improcedente el recurso de su propósito, es en sí misma oscura y ambigua, pues no solo
no precisa la situación en la que queda el proceso sino que se contradice con las posteriores
resoluciones de la misma Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República, que, implícitamente, conceden el recurso extraordinario;
Que por otra parte, la misma recurrida, pretende sustentarse en un formalismo inaceptable en
materia procesal constitucional para omitir pronunciarse sobre el fondo de la pretensión reclamada
y que incluso resulta manifiestamente contradictorio con otros pronunciamientos emitidos por la
misma Sala de la Corte Suprema como el que se refiere al expediente Nº 1372-93 de fecha
dieciocho de julio de mil novecientos noventa y cuatro, y donde se reconoce con toda claridad, la
facultad que tienen los letrados para interponer recursos impugnatorios, sin la obligatoriedad de la
firma de sus patrocinados;
Que precisadas las anomalías contenidas en la recurrida y entrando al asunto de fondo que
mediante el presente recurso, se reclama, cabe señalar, en primer término, que si bien por Decreto
Supremo Extraordinario Nº 128-PCM-93 se habilitó al Instituto Nacional Penitenciario a aplicar un
programa de reducción de personal, según el cual, los trabajadores que no se acojan al programa
de retiro voluntario y no aprueben los exámenes de evaluación de personal serán cesados por
causal de reorganización y restructuración, el artículo 8º de la citada norma estableció su
aplicación en un periodo de tres meses, por lo que al publicarse dicho Decreto en el diario oficial
hacia el trece de setiembre de mil novecientos noventa y tres, sus disposiciones tuvieron efecto
hasta el trece de diciembre del mismo año;
Que por otra parte, tampoco puede alegarse, que el cese de trabajadores por no haber aprobado
los exámenes, constituya una interpretación ilegal, pues es manifiesto que el Decreto Supremo
Extraordinario Nº 128-PCM/93 se encuentra orientado en dirección a un objetivo fundamental, que
es, el de la reducción de personal al interior del INPE, tal y como se puede corroborar con una
simple lectura de los considerandos del referido dispositivo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
«... la ejecución del acto se ha producido antes de quedar consentida dicha resolución [de
Alcaldía], en cuyo caso opera la excepción de la exigencia del agotamiento de la vía previa,
establecida en el inciso 1) del Artículo 28° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 059-97-AA/TC
Pucallpa
En Iquitos, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia;
Nugent,
Díaz Valverde; y,
García Marcelo,
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Miguel Antonio Pezo del Aguila y otros contra la
resolución expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, de fecha cuatro
de noviembre de mil novecientos noventa y séis, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Miguel Antonio Pezo del Aguila y otros interponen demanda de Acción de Amparo contra el
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Puerto Esperanza Purús, don Víctor Camacho Vilchez
con la finalidad que se ordene al demandando reponer las cosas al estado anterior por haber sido
los demandantes declarados excedentes. Señalan que no ha existido una reglamentación de la
Ley N° 26093; en tal sentido, la demandada ha conculcado el derecho constitucional al debido
proceso de los recurrentes. Amparan su demanda en lo dispuesto por el artículo 200° inciso 2) y
artículo 2° inciso 15) de la Constitución y artículos 1°, 2° y 24° inciso 10) de la Ley N° 23506.
El Juzgado en lo Civil de Coronel Portillo, con fecha treinta y uno de junio de mil novecientos
noventa y seis declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que los
demandantes no han cumplido con agotar la vía previa.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, con
fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis por sus propios fundamentos de la
apelada la confirma.
FUNDAMENTOS:
2. Que, analizado el fondo del asunto se establece que los demandantes han sido cesados
por causal de excedencia por no haber alcanzado puntaje aprobatorio, y como resultado de un
proceso regular de evaluación sujeta a la normatividad correspondiente, y que el argumento
glosado por los demandantes en el sentido que no existió reglamento para el proceso de
evaluación ha sido desvirtuado, pues a fojas treinticuatro a cuarentisiete obra el Reglamento de
Evaluación respectivo, consecuentemente, la entidad demandada ha actuado en uso de las
facultades que las normas pertinentes le otorgaban.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la resolución expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali
de fojas ciento nueve, su fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y séis, que
confirmó la apelada que declaró improcedente la acción de amparo; reformándola declara
INFUNDADA. Dispone su publicación en el diario oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Expediente 619-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Ysidro Alberto Villanueva Rodríguez y Simón Cruz Cerna interponen con fecha quince de agosto
de mil novecientos noventiséis, Recurso Extraordinario contra la sentencia de vista expedida el seis
de agosto de mil novecientos noventiséis por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, que declaró improcedente la Acción de Amparo que incoaron contra Ramiro Vílchez
Flores ex-Alcalde de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión-Huamachuco, y Carlos Loyola
Márquez Alcalde del citado Gobierno Local Provincial.
ANTECEDENTES:
El trece de febrero de mil novecientos noventiséis, Ysidro Alberto Villanueva Rodríguez y Simón
Cruz Cerna interponen Acción de Amparo contra Ramiro Vílchez Flores en su calidad de ex-
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión-Huamachuco y contra Carlos Loyola
Márquez actual Alcalde del citado Concejo Provincial con la finalidad de que se les declare
inaplicable la Resolución de Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A de fecha veintinueve de diciembre de
mil novecientos noventicinco; en el extremo que deja sin efecto el artículo 2º de la Resolución de
Alcaldía Nº 068-95-MPSCH/A de fecha cuatro de abril de mil novecientos noventicinco; y además,
para que se deje sin efecto el despido del que han sido objeto y se les reponga en el cargo que
tenían, vale decir, Técnico de Capacitación y Difusión I en el caso de Ysidro Alberto Villanueva
Rodríguez, y Mecánico II, STB en el caso de Simón Cruz Cerna. Aluden los demandantes, que
fueron nombrados en tales cargos mediante la Resolución de Alcaldía Nº 068-95-MPSCH/A de
fecha cuatro de abril de mil novecientos noventicinco, y que en forma inaudita el mismo Alcalde
que los nombró Ramiro Vílchez Flores, el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventicinco
expidió la Resolución de Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A cuyo artículo 2º deja sin efecto el
nombramiento de los demandantes.
FUNDAMENTOS:
«Art. 29.- Son competentes para conocer de la Acción de Amparo los jueces de Primera Instancia
en lo Civil del lugar donde se afectó el derecho o donde se cierne la amenaza, o dondetiene su
domicilio el afectado o amenazado, o donde tiene su domicilio el autor de la infracción o amenaza,
a elección del demandante»
El co-demandado Carlos Loyola Márquez, actual Alcalde de la Municipalidad Provincial de Sánchez
Carrión-Huamachuco, adjunta a folio setenticuatro copia autenticada de la Resolución de Alcaldía
Nº 068-95-MPSCH de fecha cuatro de abril de mil novecientos noventicinco, por la que se acepta
inscribir el nacimiento de la niña Darly Gissella Layza Vásquez; que no guarda relación con la
Resolución de Alcaldía del mismo número y misma fecha que encontramos a folio trece que es
materia de la presente Acción, con dicho documento pretende demostrar que la segunda
Resolución de Alcaldía que asciende y nombra a trabajadores es nula. Al amparo del artículo 110º
del Texto Unico Ordenado de la Ley Nº 26111, Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos, aprobado por el Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, el plazo de seis meses para
declarar la nulidad de la Resolución de Alcaldía Nº 068-95-MPSCH/A venció en el mes de octubre
de mil novecientos noventicinco. Por consiguiente, la Resolución de Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A
que obra a folio dieciséis y que también es materia de la presente Acción incurre en dos errores de
carácter administrativo: En primer lugar, no se puede en el mes de diciembre «desconocer y dejar
sin efecto el artículo 2º de la Resolución de Alcaldía Nº 068-95-MPSCH/A, cuando el plazo que se
tuvo para establecer esa nulidad parcial, venció en el mes de octubre, en segundo lugar, el
nombramiento de los trabajadores dentro de los cuales se hallan los demandantes, les da la
categoría de servidores públicos según lo dispone el artículo 52º de la Ley Nº 23853, Orgánica de
Municipalidades; por consiguiente en aplicación del Decreto Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la
Carrera Administrativa, los demandados debieron ser sometidos a un Proceso Administrativo en
donde se tipifique la falta cometida y puedan hacer los descargos que crean conveniente. No
habiéndose producido dichas acciones administrativas, se vulneró el derecho de los demandantes
al debido proceso, por lo que resulta pertinente declarar fundada la presente Acción de garantía.
Por estos fundamentos, este Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la Resolución Nº 15, expedida el seis de agosto de mil novecientos noventiséis por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad; declarando fundada la Acción de
Amparo interpuesta por Ysidro Alberto Villanueva Rodríguez y Simón Cruz Cerna, contra Ramiro
Vílchez Flores y Carlos Loyola Márquez ex-Alcalde y Alcalde de la Municipalidad Provincial de
Sánchez Carrión-Huamachuco, respectivamente, y en consecuencia inaplicable la Resolución de
Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A del veintinueve de diciembre de mil novecientos noventicinco, en el
extremo en que deja sin efecto el artículo 2º de la Resolución de Alcaldía Nº 068-95-MPSCH/A del
cuatro de abril de mil novecientos noventicinco debiendo reponerse a los demandantes en el
puesto de trabajo que venían desempeñando, dispusieron finalmente, que la presente sentencia
sea publicada en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. 619-96-AA/TC
VISTA:
La solicitud formulada por el abogado defensor de don Isidro Alberto Villanueva Rodríguez y otro, a
la sentencia recaída en la Acción de Amparo seguida con la Municipalidad Provincial de Sánchez
Carrión- Huamachuco, Departamento de la Libertad.
ATENDIENDO:
Que, en el fallo de la sentencia se ha expresado con claridad y precisión lo que se ha decidido,
porque la remuneración es una contraprestación al trabajo realizado.
Por este fundamento, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que su Ley
Orgánica le confiere.
RESUELVE:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
La Libertad
En Trujillo, a los cinco días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Luis Alberto Quiroz Antinori contra la Sentencia
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad de fojas
quinientos cuarenta y seis, su fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró
infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Luis Alberto Quiroz Antinori y otros interponen Acción de Amparo contra el Consejo Transitorio
de Administración Regional de la Región La Libertad, contra la Dirección Regional de Salud La
Libertad y la Comisión de Evaluación de Rendimiento Laboral de los trabajadores de la Dirección
Regional de Salud.
Por resoluciones de fojas ciento treinta y uno, su fecha veintiséis de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, y de fojas ciento cuarenta y ocho, su fecha veintisiete de diciembre del mismo
año, se declararon inadmisibles los escritos presentados por la Dirección Regional de Salud La
Libertad y del Presidente y Miembros de la Comisión de Evaluación.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad declara infundada la Acción de
Amparo. Fundamenta que tratándose de una resolución administrativa que causa estado, debieron
efectuarse las acciones que la Constitución y la ley franquean. Que los recurrentes se han
sometido al proceso de evaluación, por tanto, no hay afectación al debido proceso. Contra esta
resolución, los demandantes interponen Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, según el artículo 138° de la Constitución Política(1), los jueces deben preferir la norma
legal sobre toda otra de rango inferior.
2. Que, entre las tres normas jurídicas siguientes: a) La Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES del
veintiuno de julio de mil novecientos noventa y cinco, que aprobó la Directiva Nº 001-95-
PRES/VMDR, regla aplicable al proceso de evaluación de las recurrentes; b) El Oficio Circular Nº
095-95-PRES/VMDR del dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco; y, c) La
Resolución Ejecutiva Regional Nº 624-95-CTAR-LL del veinticinco de octubre de mil novecientos
noventa y cinco, el que tiene mayor jerarquía legal, por consiguiente, de preferente aplicación, es la
Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES, antes citada. Por tanto, las dos reglas jurídicas restantes,
invocadas por los demandantes para sustentar su reclamo, no pueden desnaturalizar lo establecido
por la Resolución Ministerial anotada.
4. Que, la norma legal citada no exceptúa de la evaluación a los trabajadores "asistenciales" del
Sector Salud. Recién posteriormente, el año mil novecientos noventa y seis, mediante Resolución
Ministerial Nº 290-96-PRES, del once de julio de mil novecientos noventa y seis, en el artículo 4°
prescribe que la Directiva de Evaluación, para el año mil novecientos noventa y seis, no es de
aplicación para el personal médico y asistencial de la Escala Nº 06, profesionales de la salud,
según el anexo adjunto al Decreto Supremo Nº 051-91-PCM, que laboran en hospitales.
5. Que, efectivamente, sólo mediante Resolución Ministerial, norma de igual rango al que se
pretende interpretar, se pueden ampliar las excepciones no contempladas originalmente.
6. Que, en tal mérito, el Oficio Circular Nº 095-95-PRES/VMDR del dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y cinco, que en vía de consulta absuelve que no es aplicable la evaluación
para el "personal asistencial" que labora en los gobiernos regionales, no puede modificar la
Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES, antes citada. Asimismo, la Resolución Ejecutiva Regional
Nº 624-95-CTAR-LL, del veinticinco de octubre de mil novecientos noventa y cinco, expedida por
autoridad de inferior rango al que expidió la Circular Nº 095-95-PRES/ VMDR citado, no tiene
efecto jurídico en parte, en cuanto que, contraviniendo la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES,
estipula que están exceptuadas de evaluación los trabajadores asistenciales que laboran en los
gobiernos regionales.
7. Que , no obstante lo expuesto, las labores que realizan los demandantes, según los certificados
de trabajo acompañados como recaudos, no se subsumen a la regla en referencia, Decreto
Supremo Nº 051-91-PCM, Escala Nº 06 que especifica cuáles son los cargos laborales de carácter
asistencial.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFlRMANDO la Sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, de fojas quinientos cuarenta y seis, su fecha dos de julio de mil novecientos
noventa y seis, que revocando la apelada declaró INFUNDADA la Acción de Amparo. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los
actuados.
Exclusión de un menor del Programa del Vaso de Leche. Vulneración de los principios de
razonabilidad y proporcionalidad (A)
Expediente 1018-98-AA/TC-Cajamarca
Cajamarca
En Lima, a los veintiocho días del mes de abril de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Luz Violeta Torres Caruajulca contra la Resolución
expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, su
fecha seis de octubre de mil novecientos noventa y ocho, que declaró improcedente la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Luz Violeta Torres Caruajulca, con fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y
ocho, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Cajamarca y
el Director del Programa Social de dicho Gobierno Local, con el propósito de que se la reinscriba
en el padrón de beneficiarias del Programa de Vaso de Leche del Barrio Miraflores de la ciudad de
Cajamarca. Refiere que desde el año mil novecientos noventa y tres, está inscrita en el referido
programa; que en mil novecientos noventa y seis, fue elegida como Presidenta del Comité del Vaso
de Leche del Barrio Miraflores, siendo reelegida en los años mil novecientos noventa y siete y mil
novecientos noventa y ocho; que también fue elegida Presidenta de la Asociación Distrital de
Comités del Vaso de Leche hasta el quince de agosto de mil novecientos noventa y nueve; que, sin
embargo, don Arquímedes Micha Vásquez la ha separado de hecho de dichos cargos y, por
consiguiente, excluido como beneficiaria del Programa del Vaso de Leche, atentándose de esta
manera contra la salud de su menor hijo; que la conducta de los demandados obedece al hecho de
haberse negado a hacer campaña proselitista a favor de la agrupación política del Alcalde
demandado.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Cajamarca, a fojas ciento diecinueve, con fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos noventa y ocho, declara fundada la Acción de Amparo, por
considerar principalmente que, entre otras razones, la demandante ganó el derecho a percibir una
ración diaria para su menor hijo a través del Programa del Vaso de Leche, por lo que su exclusión
del padrón respectivo es arbitraria e ilegal.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la presente Acción de Amparo está dirigida a cuestionar la exclusión del menor hijo de la
demandante del Programa del Vaso de Leche, la misma que, según afirma la demandante se
ejecutó el dieciocho de junio de mil novecientos noventa y ocho.
2. Que, el acto considerado por la demandante como lesivo a sus derechos constitucionales se
ejecutó en forma inmediata, lo cual la exime de la exigencia de agotar la vía previa, a tenor de lo
previsto en el inciso 2) del artículo 28º de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo.(1)
3. Que, mediante la Ley Nº 24059 se creó el Programa del Vaso de Leche en todos los municipios
provinciales de la República destinados a la población materno-infantil en los niveles de niños de
cero a seis años de edad, de madres gestantes y en periodo de lactancia, con derecho a la
provisión diaria por parte del Estado, a través de los municipios.
4. Que, en autos está plenamente acreditado que el Programa del Vaso de Leche a cargo de la
demandada comprendía, dentro de los beneficiarios, a los niños de siete años de edad, condición
en la que se encontraba el hijo de la demandante, debiendo destacarse el hecho de que el
nacimiento del menor se encontraba registrado en la municipalidad demandada; en consecuencia,
el menor cumplía con los requisitos para continuar como beneficiario de la asignación del vaso de
leche, de conformidad con lo establecido en la segunda parte del artículo 15º de la Ley del
Presupuesto del Sector Público para 1998, Ley Nº 26894.(2)
5. Que, la exclusión del citado menor del Programa del Vaso de Leche dispuesta por la
demandada, constituye un acto que vulnera los principios constitucionales de razonabilidad y
proporcionalidad, siendo arbitraria la aptitud de la demandada, si se tiene en consideración que la
misma, se debió exclusivamente a que no se acreditó la edad del menor, no obstante que como se
ha señalado, dicho menor se encontraba inscrito en la propia municipalidad.
6. Que, por otro lado, la demandada no ha tenido en consideración que, de acuerdo con la
Declaración de los Derechos del Niño: El niño, por su falta de madurez física y mental, necesita
protección y cuidados especiales", necesidad que ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra
en 1924 sobre los Derechos del Niño y reconocida en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. El Principio 4º de la Declaración de los Derechos del Niño establece que éste tiene
derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; el Principio 8º que el niño debe, en toda la
circunstancia, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro, y el Principio 10º, que el
niño debe ser protegido contra la discriminación; en consecuencia, está plenamente acreditado que
la demandada ha vulnerado los derechos fundamentales del niño, protegido por la Constitución
Política del Estado que en su artículo 4º dice que la comunidad y el Estado protegen especialmente
al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación de abandono, en concordancia con la
Declaración de los Derechos del Niño y el Código del Niño y Adolescente aprobado por Decreto
Ley Nº 26102.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 1844-91
Lima
Exp. Nº 245-93
VISTOS; y estando a lo dispuesto por la Sexta Disposición Transitoria de la Ley número veintiséis
mil cuatrocientos treinticinco, orgánica del Tribunal Constitucional, que señala que las resoluciones
favorables a la parte demandante recaidas en los procesos de amparo en que el Estado es parte, y
que estuviesen pendiente de casación por el Tribunal de Garantías Constitucionales, se consideran
firmes y ejecutables: DEVUELVANSE los actuados a la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República para que disponga su ejecución con arreglo a ley; con la
debida nota de atención.
SS. NUGENT; ACOSTA SANCHEZ; AGUIRRE ROCA; REY TERRY; GARCIA MARCELO:
REVOREDO MARSANO
Expediente 499-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña María Esther Catacora Velazco, contra la sentencia de
la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fecha treinta y uno de marzo
de mil novecientos noventa y siete, la que confirmando la sentencia apelada, de fecha seis de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo
seguida por la mencionada demandante en contra del Consejo Transitorio de Administración
Regional de la Región Moquegua-Tacna-Puno
ANTECEDENTES:
Doña María Esther Catacora Velazco, presentó acción de amparo dirigiéndola en contra de don
Juan Carlos Málaga Arce y de don Alejandro Gálvez Carpio en sus calidades de Presidente y
Secretario Técnico del Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región Moquegua,
Tacna y Puno respectivamente, solicitando que su demanda sea declarada fundada en todos sus
extremos y que se dispusiera su inmediata reposición en el cargo que venía desempeñando,
restituyéndosele todos sus derechos, diciendo que mediante la dación de la Directiva Nº 001-95-
PRES/VMR aprobada por R.M. Nº 286-95-PRES de fecha 21 de julio de 1995, se dispuso la
evaluación semestral del rendimiento laboral de los trabajadores de los Consejos Transitorios de
Administración Regional, a cuyo amparo, en forma defectuosa, arbitraria y dolosa, los funcionarios
de la Región Moquegua-Tacna-Puno, efectuaron este proceso, con resultados seriamente
cuestionables y deficientes, proceso evaluativo que le había violado sus derechos constitucionales,
referidos a su estabilidad laboral y al despido arbitrario, precisando que estos defectos consisten
en que no se efectuó la evaluación en la fecha oportuna, que no se difundió el reglamento interno
de evaluación, que el informe de la evaluación fue elevado al superior con retraso, que no se tuvo a
la vista el legajo personal de los evaluados al momento de practicarla, dado que el examen se
realizó entre el 17 y el 21 de agosto de mil novecientos noventa y cinco, y la actualización del
legajo se requirió posteriormente mediante memorándum múltiple Nº 014-95-R-CTAR-ORA-OEP
de fecha ocho de setiembre del mismo año; concluido el proceso de evaluación la actora solicitó
reconsideración y revisión de los resultados de la evaluación, lo que fue resuelto mediante Oficio
Nº 002-95-CERP/CTAR/R.MTP, mediante el cual se le comunicó que no alcanzó el puntaje
requerido; igualmente la demandante impugnó los resultados de la evaluación solicitando la nulidad
de los actos administrativos, lo que fue resuelto mediante Oficio Nº 17-95-CERP/CTAR/R.MTP por
el que se le comunicó que la instancia había sido agotada. Posteriormente se emitió la Resolución
Ejecutiva Regional Nº 399-95-CTAR/R.MTP de fecha veintinueve de setiembre de mil novecientos
noventa y cinco, a través de la cual se resuelve cesar por causal de excedencia a cuarenta y cinco
servidores entre los que se encontraba ella, resolución que la emplazante impugnó con recurso de
apelación, poniendo de manifiesto que la resolución contra la cual apeló fue sustituida por la
Resolución Ejecutiva Regional número 418-95-CTAR/R.MTP, por existir un error material en la
anterior, haciendo saber que contra ésta última también planteó recurso impugnativo de apelación.
Por otro lado, sostuvo que su cese por causal de excedencia era improcedente, porque la foja de
calificación de rendimiento laboral no había sido firmada por ella, como debió ser, conforme lo
manda la norma legal pertinente y porque no habían sido motivadas las resoluciones que tenía
impugnadas; añadió que resultaba inaudito que ella fuese cesada por causal de excedencia por
bajo rendimiento, cuando en anteriores evaluaciones siempre había aprobado e inclusive con un
meritorio primer puesto.
A fojas 139 y siguientes don Juan Carlos Málaga Arce y don Alejandro Gálvez Carpio en sus
calidades de Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional y Secretario Técnico
de la Región Moquegua-Tacna-Puno, absolviendo el traslado de la demanda, solicitaron que ésta
sea declarada improcedente en consideración a que la evaluación semestral se hizo por
disposición de la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES la que fue publicada en el Diario Oficial
"El Peruano" el día veintinueve de julio de mil novecientos noventa y cinco y en tal razón, como es
obvio, el proceso de evaluación semestral dispuesto por la Ley Nº 26093, debía llevarse adelante
adecuándose a sus normas, y por tal, no podía haber sido de aplicación el primer día del mes de
julio de mil novecientos noventa y cinco; que la actora con conocimiento de causa se sometió a la
evaluación; que oportunamente y dentro de los términos legales han sido resueltas las
impugnaciones presentadas, mediante acto administrativo y que si bien la demandante había
interpuesto recurso impugnativo contra el acto administrativo que la declara excedente, sus
impugnaciones han sido oportunamente resueltas, dándose por agotada conforme a ley la vía
administrativa; que con relación a lo que manifiesta la demandante, respecto a que para sancionar
a un miembro de auditoría interna, como lo fue la demandante en un tiempo, se requiere de la
opinión de la Contraloría General de la República, corresponde a una apreciación impertinente,
pues en todo caso los procesos semestrales de evaluación no constituyen actos que importen la
forma de sanciones. Que en cuanto a lo manifestado por la demandante y relativo a la
improcedencia de su cese por las diversas causales que alega, éstas resultan impertinentes, por
cuanto se encuentra claramente establecido que en cumplimiento de las normas que disponen la
evaluación semestral de los trabajadores de la Administración Pública y principalmente de los
Gobiernos Regionales, la actora se sometió a ser evaluada, sin haber impugnado las normas de
evaluación, las que en todo caso debió impugnarlas con anterioridad a la fecha de evaluación y no
cuando éste fue llevado a cabo, tras haber obtenido un resultado adverso; que dentro de las
normas legales citadas por la demandante, específicamente la Ley Nº 26093, la que establece en
su artículo 2º, que el trabajador, como consecuencia de los procesos semestrales de evaluación,
que no alcance el puntaje mínimo establecido, podrá ser cesado por causal de excedencia, siendo
que en el caso presente, conforme aparece del Oficio Nº 002-95-CERP/CTAR/R.MTP, presentado
por la propia actora, se observa que la misma no ha alcanzado el puntaje mínimo establecido,
resultando que por mandato legal podía ser cesada por causal de excedencia.
El Segundo Juzgado Mixto de Puno, mediante sentencia de fecha seis de diciembre de mil
novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo interpuesta, por
considerar, básicamente, que la demandante no alcanzó el puntaje mínimo aprobatorio en la
evaluación de rendimiento laboral, el que no debía ser menor de 60/100 puntos, habiendo obtenido
la demandante solamente 56.16 puntos; que no ha habido despido arbitrario por cuanto la
demandante se sometió a un proceso de evaluación de rendimiento laboral, dispuesto por la Ley
Nº 26093, no habiendo obtenido nota aprobatoria, a lo que se suma el haber cumplido con hacer
entrega de su cargo conforme aparece del acta de entrega de cargos de fecha once de marzo de
mil novecientos noventa y seis, consintiendo tácitamente el haber sido declarada excedente.
El Fiscal Superior, mediante su dictamen de fojas 337, fue de opinión de que se revocara la
sentencia la apelada, en atención a que si bien era cierto que la evaluación se llevó a cabo
conforme a lo previsto en el Decreto Ley Nº 26093 y la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES que
aprobó la Directiva Nº 001-95-PRES/VDMR, también lo era que se llevó a cabo entre el quince y el
veintidós de agosto, diciendo que no se había cumplido con lo dispuesto por en el numeral 5.1 de
la directiva, que fija las fechas para la evaluación los meses de enero y julio de cada año; también
en el expediente se ha acreditado que después de concluida dicha evaluación, en fecha ocho de
setiembre de mil novecientos noventa y cinco, mediante memorándum múltiple Nº 014-95-R-
CTAR-ORA-OEP se solicitó la actualización y presentación del legajo personal, no habiéndose
cumplido con lo dispuesto en el numeral 5.4 de la Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR que establece
que los legajos personales deben actualizarse antes del proceso de evaluación.
La Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Puno, mediante sentencia de fecha treinta y uno de
marzo de mil novecientos noventa y siete, corriente a fojas 340-341 de autos, falló confirmando la
sentencia apelada que declaró improcedente la acción incoada, por considerar que por Resolución
Ejecutiva Regional Nº 418-95-CTAR/R.MTP se dispuso cesar a varios servidores de la entidad
demandada, entre ellos a la demandante por no haber alcanzado el puntaje mínimo, de manera tal
que ésta decisión se deriva de un procedimiento de evaluación a la que se sometió la actora, en
aplicación de la Ley Nº 26093 y de la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES que aprueba la
Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR, no siendo arbitraria su separación del trabajo; que no ha
ocurrido violación de derechos constitucionales por el hecho de que el cese de la demandante se
respalda en normas administrativas regulares y si hubo transgresiones en su aplicación esto debe
ser ventilado en otra vía.
FUNDAMENTOS:
Que, la actora alega que en el proceso de evaluación ha habido una defectuosa evaluación de sus
méritos, que se han producido serias irregularidades en el procedimiento, que ha existido falta de
notificación de resoluciones y otras deficiencias, lo que implica, que para producir certeza en el
juzgador, se debe realizar una exhaustiva y profunda investigación, pero en el proceso
correspondiente; Que, las antes citadas objeciones no pueden ser dilucidadas mediante la
presente acción, debido a su carácter sumarísimo y carente de estación probatoria, por tanto la vía
de la acción de amparo, no es la adecuada para acoger la pretensión de la demandante; Que, el
artículo 5.5 de la Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR, referida al Programa de Evaluación Semestral
del Rendimiento Laboral a ser Aplicado a los Trabajadores de los Consejos Transitorios de
Administración Regional, establece: "5.5 Los trabajadores cuya calificación final en el Proceso de
Evaluación, sea inferior a 60/100 puntos, serán cesados por causal de excedencia."; Que, con el
documento signado como 1-G) de fojas diez, se acredita que la demandante no obtuvo en su
evaluación la nota mínima aprobatoria que establece el artículo 5.5 de la Directiva Nº 001-95-
PRES-VMDR, en vista de haber obtenido únicamente 56.16 puntos; Que, en consecuencia, en el
caso bajo examen no se ha producido un despido arbitrario ni se ha atentado contra el derecho a la
estabilidad laboral, sino que la actora al someterse voluntariamente al proceso de evaluación de
rendimiento laboral, simplemente no lo aprobó; Que, el proceso efectuado contó con el marco legal
dado por la Ley Nº 26093, normas complementarias y conexas; Que, la actora no ha demostrado
en autos el que le hayan sido violados derechos de rango constitucional.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia dictada por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Puno, de
fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, la que confirmando la sentencia
apelada declaró improcedente la acción de amparo; dispusieron su publicación en el Diario Oficial
"El Peruano" y los devolvieron.
Que, la carrera administrativa de los servidores públicos se extingue por renuncia... por lo que
habiendo desaparecido toda relación laboral... no es factible reponer las cosas al estado anterior a
la supuesta violación o amenaza de violación del derecho constitucional...
Expediente 639-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Rosa Elena Mel Díaz y otros contra la resolución de la
Segunda Sala Especializada Civil de Chiclayo, de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos
noventicinco, que confirma la del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil, de fecha diecinueve
de mayo de mil novecientos noventicinco, que declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interponen contra el Presidente del Instituto Peruano de Seguridad Social y el Gerente
General del Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga Asenjo", para que se deje sin efecto la
Resolución N° 0704-DG-HNAA-IPSS-92, del treinta de noviembre de mil novecientos noventidós,
que los cesa por no haberse presentado al examen de selección y evaluación dispuesto por el D.L.
N° 25636. El Segundo Juzgado en lo Civil de Chiclayo declaró improcedente la demanda, por
considerar, entre otras razones, que no se han agotado las vías previas y que se ha extinguido la
relación laboral al haber renunciado los actores a sus empleos y cobrado sus beneficios sociales y
una bonificación extraordinaria de su ex-empleadora. Interpuesto recurso de apelación, la
Segunda Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Chiclayo confirmó la apelada, según
resolución del veintinueve de agosto de mil novecientos noventicinco, porque, al haber cobrado
todos los demandantes sus beneficios sociales y la bonificación extraordinaria del Instituto
demandado, en base a sus renuncias, la Acción de Amparo resulta improcedente. Contra esta
resolución los accionantes interponen Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad con los
dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que conforme aparece de las instrumentales corrientes de fojas 381 a 406, los once
reclamantes renunciaron a sus puestos de trabajo con la finalidad de perfeccionar la resolución que
los cesó, al no haberse presentado al examen de selección y evaluación dispuesta por D.L. N°
25636, cobrando todos sus beneficios sociales y una bonificación extraordinaria, en aplicación del
Acuerdo Directivo N° 2-43-IPSS-92, con fechas anteriores a la interposición de su demanda de
fojas 334 y siguientes, esto es, entre el 02 y el 29 de abril de 1993.
2. Que la carrera administrativa de los servidores públicos se extingue por renuncia, conforme al
art. 34° inciso b) del D. Legislativo N° 276, por lo que habiendo desaparecido toda relación laboral
de los demandantes con el Instituto demandado, no es factible reponer las cosas al estado anterior
a la supuesta violación o amenaza de violación del derecho constitucional que alegan los actores,
mediante esta acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Lima
VISTOS:
Los pedidos de aclaración formulados por don Gerardo Rigoberto Vélez Montenegro y doña Gladys
Melany Chavesta Fuentes, con sus escritos presentados el veintisiete de agosto en curso; y
ATENDIENDO:
Que el fallo se encuentra arreglado a ley, por lo que, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo cuatrocientos seis del Código Procesal Civil, aplicable en forma supletoria en autos, se
declara sin lugar las peticiones de aclaración de su propósito.
Es legítimo que el Estado norme sobre la función notarial, pues ella repercute al interior del mismo
Estado y la sociedad; empero, no es pertinente, constitucionalmente hablando, que regule sobre un
asunto que resulte de exclusiva incumbencia de quienes conforman los Colegios de Notarios y sus
órganos de representación.
...los atributos reconocidos para un determinado período de tiempo, no podían alterarse ni menos
desconocerse por una nueva regulación...
Expediente 456-98-AA/TC
Lima
Carlos Enrique Becerra Palomino
En Lima, a los cinco días del mes de agosto de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, pronuncia
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Carlos Enrique Becerra Palomino contra la resolución
de la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fecha seis de abril de mil novecientos noventa y ocho, que, revocando la
sentencia apelada del treinta de setiembre de mil novecientos noventa y siete, declara infundada la
Acción de Amparo interpuesta contra el señor Ministro de Justicia, doctor Carlos Hermoza Moya; el
Presidente del Consejo del Notariado, doctor Federico Tovar Freyre y el Decano del Colegio de
Notarios de Ica, doctor Eduardo Laos Lora.
ANTECEDENTES:
Don Carlos Enrique Becerra Palomino interpone Acción de Amparo alegando transgresión de sus
derechos constitucionales al honor y a la buena reputación así como al derecho de asociación y
colegiación profesional por parte del Ministro de Justicia, doctor Carlos Hermoza Moya
(actualmente ex Ministro), el Presidente del Consejo del Notariado, doctor Federico Tovar Freyre y
el Decano del Colegio de Notarios de Ica, doctor Eduardo Laos Mora, solicitando -mediante la
presente vía Constitucional-, su reposición en el cargo de Presidente del Consejo Directivo de la
Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, del que fue despojado en aplicación del
inconstitucional Decreto Supremo Nº 002-97-JUS, y, que se dejen sin efecto los actos practicados
por el Presidente del Consejo del Notariado y los que, posteriormente, se hayan celebrado por la
Asamblea de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, incluyendo la elección a
que se refiere el Artículo 2º del Decreto Supremo antes citado. Solicita además, que la demanda
sea puesta en conocimiento del doctor Antonio Vega Erausquin, quien viene fungiendo (sic) como
Presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú.
Especifica, el demandante, que conforme lo establece el Artículo 8º del Estatuto de la Junta de
Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, asumió la Presidencia del citado organismo con
fecha diecisiete de enero de mil novecientos noventa y siete en su condición de Decano saliente
del Colegio de Notarios de Lima. Dicho Estatuto, por otra parte, fue sancionado por la Asamblea
Extraordinaria de la Junta de Decanos, realizada en Lima el veintiséis de marzo de mil novecientos
noventa y tres y aprobado mediante Decreto Supremo Nº 040-93-JUS del siete de octubre de mil
novecientos noventa y tres. Sin embargo, y pese a que las funciones inherentes a dicho cargo
fueron debidamente ejercidas, el demandante fue despojado del mismo por obra y decisión de los
demandados, quienes actuaron de ese modo a consecuencia de las críticas que el recurrente hizo
a la suspensión de los Concursos de Notarios en pleno proceso de ejecución y que provocaron la
prepotente reacción del Ministerio de Justicia al aprobar el Decreto Supremo Nº 02-97-JUS, norma
que, so pretexto de modificar los Artículos 8º y 9º del Decreto Supremo Nº 040-93-JUS, permitió
despojarlo de facto de su cargo y configurar posteriormente una serie de actos lesivos a sus
derechos, tales como "el nombramiento de un Presidente interino de la Junta de Decanos por el
Presidente del Consejo del Notariado", "la citación a Asamblea de Decanos para elegir al nuevo
Consejo Directivo a celebrarse en el local del Ministerio de Justicia y no en el local de la Junta", "la
citación al pretendido Presidente Interino a la sesión que celebró el Consejo del Notariado", "la
suspensión de la asamblea ordinaria-extraordinaria de la Junta de Decanos por orden del presunto
Presidente Interino Laos Mora" y "la celebración de una pretendida asamblea de la Junta de
Decanos para el doce de abril y en la que se eligió una nueva Junta Directiva bajo la presidencia
del doctor Antonio Vega Erausquin".
Por otra parte, el citado Decreto Supremo Nº 002-97-JUS resulta manifiestamente contrario al
Artículo 20º de la Constitución Política del Estado, pues dicho dispositivo fundamental establece
que los colegios profesionales son instituciones autónomas, descartando con ello que el Poder
Ejecutivo regule o norme su organización interna. Tampoco la Ley del Notariado (Decreto Ley Nº
26002) autoriza al Poder Ejecutivo a dar o modificar los Estatutos de los Colegios de Notarios o de
su Junta de Decanos, ya que dicha norma declara en su Artículo 129º, que el funcionamiento de
los Colegios de Notarios se rige por su Estatuto Unico, y el Artículo 131º establece que la
Asamblea General es el órgano supremo del Colegio, correspondiéndole establecer sus propias
atribuciones, entre ellas las estatutarias, debiéndose señalar además que cuando se regula lo
concerniente a la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios, el Articulo 136º dispone que
aquélla tendrá la estructura y atribuciones que su Estatuto aprobado en Asamblea, determinen. La
Ley Orgánica del Sector Justicia (Decreto Ley Nº 25993); tampoco autorizaba la dación del decreto
cuestionado, pues el Artículo 6º inciso "k" tan sólo reconoció como competencia del Ministerio de
Justicia normar, supervisar y evaluar la función notarial, pero no la estructura y atribuciones de los
Colegios de Notarios, que cumplen una función gremial. Igual criterio puede sostenerse de la Ley
del Poder Ejecutivo o Decreto Legislativo Nº 560, puesto que dicha norma tampoco faculta normar
sobre los Colegios de Notarios. Consecuentemente, al aprobarse el Estatuto de la Junta de
Decanos por el Ministerio de Justicia, ha hecho este uso de facultades que la ley no le confiere.
El Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Justicia contesta la
demanda negándola y contradiciéndola principalmente por considerar: Que la Junta de Decanos de
los Colegios de Notarios del Perú no es un Colegio Profesional y por consiguiente no le es
aplicable el Artículo 20º de la Carta Magna; Que el Ministerio de Justicia tiene conforme a su Ley
Orgánica o Decreto Ley Nº 25993, Artículo 6º, la función de normar, supervisar y evaluar la función
notarial, prueba de ello es que el Estatuto de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios fue
aprobado por Decreto Supremo Nº 040-93-JUS; Que según la Ley del Notariado o Decreto Ley Nº
26002, Artículo 136º, la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú se integra por
todos los decanos de los Colegios de Notarios de la República, por lo que no pueden integrar dicha
junta quienes no se encuentran ejerciendo el cargo de Decano de algún Colegio de Notarios; Que,
por el contrario, al establecerse en los Artículos 8º y 9º de los Estatutos de la Junta de Decanos,
que la Presidencia del Consejo Directivo de la Junta la asume el Decano saliente de los Colegios
de Notarios de Lima, se viola el derecho a la igualdad ante la ley, pues se discrimina a los demás
decanos, quienes tienen derecho a presidir una organización que sólo la integran ellos; Que no se
han conculcado los derechos constitucionales del actor; Que los actos realizados a partir de la
vigencia del Decreto Supremo Nº 002-97-JUS son plenamente válidos.
El Presidente, en ejercicio de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, don Jesús
Antonio Vega Erausquin, se apersona al proceso manifestando, entre otras cosas, que asumió su
cargo con fecha diecisiete de enero de mil novecientos noventa y siete y en cumplimiento de su
Estatuto sancionado por la Asamblea Extraordinaria de la Junta de Decanos de los Colegios de
Notarios del Perú, que el Decreto Supremo Nº 002-97-JUS es plenamente constitucional y que no
existen derechos constitucionales conculcados.
Por último, también contesta la demanda don Eduardo Laos Mora en su condición de ex Presidente
Interino de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, quien alega regularidad en
los hechos al momento de elegirse al nuevo Consejo Directivo de la Junta de Decanos de los
Colegios de Notarios del Perú, ya que ésa fue la voluntad de todos los Decanos de la República y
tales hechos no han violado derechos constitucionales.
De fojas doscientos cuarenta y seis a doscientos cincuenta y siete, su fecha treinta de setiembre de
mil novecientos noventa y siete, el Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en
Derecho Público emite resolución declarando fundada la demanda, principalmente, por considerar:
Que el Decreto Supremo Nº 002-97-JUS mediante el cual se derogó los Artículos 8º y 9º del
Estatuto de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú aprobado por Decreto
Supremo Nº 040-93-JUS y que dispuso que el Presidente del Consejo del Notariado convocara a la
Asamblea de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú con el objeto de elegir
nuevo Consejo Directivo, disponiéndose a su vez que el Presidente Interino de la Junta de
Decanos sea el Decano más antiguo, implicó que el demandante dejara de ser el Presidente de la
Junta y fuera reemplazado por don Antonio Vega Erausquin; Que si bien el Ministerio de Justicia
tiene como función normar, supervisar y evaluar la función notarial y podría inferirse que el Decreto
cuestionado se dictó en uso de las facultades que le corresponden, incurre éste en violación del
Artículo 103º de la Carta Política, concordante con su mismo Artículo 109º, en cuanto que ninguna
norma tiene fuerza y efecto retroactivo, salvo en materia penal cuando favorece al reo; Que está
acreditado que el demandante el diecisiete de enero de mil novecientos noventa y siete juramentó
como nuevo Presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados de los Colegios de
Notarios del Perú, cargo al cual accedió en virtud del Artículo 108º del Estatuto de la Junta de
Decanos aprobado en Asamblea el veintiséis de marzo de mil novecientos noventa y tres y luego
mediante Decreto Supremo Nº 040-93-JUS; Que habiéndose promulgado el Decreto Supremo Nº
002-97-JUS con posterioridad, el diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete, no cabía
su aplicación para situaciones ocurridas con anterioridad a tal fecha; Que si bien el Decreto
Supremo Nº 002-94-JUS podía reunir las formalidades de ley, su aplicación se está verificando de
modo no razonable, normando actos efectuados con anterioridad a su vigencia, lo que es
inconstitucional, por lo que el mismo amerita su inaplicación.
De fojas cuatrocientos veintinueve a cuatrocientos treinta y uno, su fecha seis de abril de mil
novecientos noventa y ocho, la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público,
revoca la resolución apelada y declara infundada la acción, principalmente, por considerar: Que el
Decreto Supremo Nº 040-93-JUS fue derogado por el Decreto Supremo Nº 002-97-JUS lo que
supone que se trata de normas de igual jerarquía, no constituyendo ello violación alguna; Que si
bien la irretroactividad es un principio jurídico con arreglo al cual ninguna ley puede regir hechos
consumados bajo el imperio de una ley anterior, sin embargo tal principio no es incompatible con el
principio igualmente incuestionable de que las leyes obligan a partir de su vigencia; Que el tema de
los conflictos de normas en nuestro ordenamiento ha sido resuelto no sólo por el Artículo 103º de la
Constitución, que establece de manera prohibitiva que ninguna ley tiene fuerza ni efecto
retroactivo, salvo en materia penal cuando favorece al reo, sino también por el Artículo III del Título
Preliminar del Código Civil, que declara que la ley se aplica a las consecuencias y situaciones
jurídicas existentes; Que consecuentemente, la ley que actúa desde la fecha de su vigencia sobre
situaciones jurídicas producidas con anterioridad no es retroactiva, sino que su aplicación es
inmediata y, en el caso de autos, el Decreto Supremo Nº 002-97-JUS se aplica a las
consecuencias existentes al momento de su vigencia, esto es, corrige la parte defectuosa del
Estatuto de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú (Artículo 8º y 9º), que
colisiona con las disposiciones del Artículo 136º de la Ley del Notariado y con el derecho de elegir
y ser elegido con igualdad ante la ley, derechos que son reconocidos por la Constitución.
Contra esta resolución, el demandante interpone Recurso Extraordinario remitiéndose los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se aprecia en el petitorio contenido en la demanda interpuesta, éste se orienta a
la reposición del demandante en el cargo del Presidente del Consejo Directivo de la Junta de
Decanos de los Colegios de Notarios del Perú del que fue despojado mediante el inconstitucional
Decreto Supremo Nº 002-97-JUS, así como, a que se deje sin efecto los actos practicados por el
Presidente del Consejo del Notariado y los que posteriormente se hayan celebrado por la
Asamblea de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, incluyendo la elección a
que se refiere el Artículo 2º del citado dispositivo(1), todo ello al haberse transgredido sus derechos
constitucionales al honor y buena reputación, así como el derecho de asociación y Colegiación
Profesional por parte de los emplazados.
2. Que, por consiguiente y partiendo de la constatación respecto de las condiciones de
procedibilidad de la presente demanda, que en este caso han sido satisfechas por haberse
interpuesto la acción dentro del término legal y estando a que no existe vía previa regulada a la
cual el demandante se encuentre obligado de agotar por tratarse de actos de aplicación de una
norma cuyos efectos ya se materializaron, procede determinar la legitimidad o no del petitorio
formulado, debiéndose señalar que en el caso de autos, éste se dirige al cuestionamiento de
situaciones lesivas a los derechos empero que adicionalmente se encuentran apoyadas en una
norma considerada como inconstitucional, por lo que se hace necesario analizar por separado
ambos extremos.
3. Que, en lo que respecta a la presunta inconstitucionalidad del Decreto Supremo Nº 002-97-JUS
de fecha diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete, y aún cuando este Supremo
Intérprete de la Constitución se encuentra limitado a evaluar dicho extremo por referencia única y
exclusiva al caso materia del análisis, considera que cuando el Artículo 20º de la Constitución
Política del Estado reconoce que "Los Colegios Profesionales son instituciones autónomas con
personalidad de derecho público...", no está imponiendo de manera restrictiva que los Colegios
Profesionales no puedan conformar instituciones u organismos representativos entre ellos mismos
ni que respecto de tales instituciones u organismos no pueda predicarse la existencia de
determinadas facultades como la invocada autonomía.
4. Que, por lo tanto, si la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios de la República, tiene
conforme al Artículo 136º del Decreto Ley Nº 26002 o Ley del Notariado, la facultad de aprobar su
Estatuto en Asamblea y, por ende, de obrar en tal extremo con autonomía, no puede entenderse
como válido el proceder del Poder Ejecutivo, al permitirse por ante si la facultad de normar sobre el
mismo tema, cuando la naturaleza y funciones de tal organismo resultan eminentemente gremiales,
según se está a lo dispuesto por el Artículo 135º de la norma antes citada.
5. Que, si bien la parte demandada invoca el Artículo 6º de la Ley Orgánica del Ministerio de
Justicia o Decreto Ley Nº 25993, en el sentido de que a dicho sector le corresponde la
responsabilidad de normar, supervisar y evaluar la función notarial, dicho dispositivo no puede ni
debe entenderse como una facultad normativa abierta y general, sino tan sólo como circunscrita o
limitada al ámbito de la "función notarial", término que por cierto, no se refiere en modo alguno a "la
estructura u organización de los organismos representativos del notariado". Para este Colegiado
una cosa es la función o responsabilidad, otra distinta la conformación que adopta un órgano
gremial. Y así, mientras resulta plenamente legítimo que el Estado norme sobre la función notarial,
ya que la misma tiene por su contenido y caracteres repercusiones al interior del mismo Estado y la
sociedad, no es pertinente, constitucionalmente hablando, que regule sobre un asunto que resulta
de exclusiva incumbencia de quienes conforman los Colegios de Notarios y sus órganos de
representación. Corresponde entonces así declararlo, aunque conforme al fundamento tercero,
sólo sea para los efectos particulares del presente proceso de amparo.
6. Que, en segundo lugar y en lo que se refiere a la transgresión misma de los derechos
reclamados por el demandante, este Supremo Tribunal, considera que el extremo en el que se
invoca el derecho al honor y buena reputación carece de asidero, pues ni el Decreto Supremo Nº
002-97-JUS objeto de cuestionamiento, ni los actos practicados bajo su amparo han supuesto
violación o amenaza de violación de tal atributo, puesto que no existen en la demanda ni en los
actuados posteriores, elementos de juicio que conduzcan a acreditar semejante situación. Distinto
es el caso, en cambio, cuando se invoca los derechos de asociación y Colegiación Profesional,
pues conforme se ha esbozado en los párrafos precedentes, si el Poder Ejecutivo y en particular el
Ministerio de Justicia, carecía de competencia para regular sobre la Junta de Decanos de Colegios
de Notarios de la República, es evidente que sus actos y en particular, los contenidos en los
Artículos 8º y 9º del antes citado Decreto Supremo, transgreden además de la facultad de
autonomía, los mencionados derechos reclamados, pues impiden o desnaturalizan la facultad que
tienen los Colegios de integrarse libremente con sujeción a sus propios fines gremiales.
7. Que, por otra parte, y aspecto capital a tomarse en cuenta, es que en último término y así se
diera por válida la intervención normativa de la Junta de Decanos de Colegios de Notarios de la
República, hipótesis que como ya se ha dicho, este Colegio descarta, tampoco podía aplicarse
sobre el demandante dispositivos con efecto retroactivo toda vez, que los derechos que éste
adquirió como Presidente del Consejo Directivo de la referida Junta, lo fueron al amparo del
Artículo 8º del anterior Estatuto de la Junta de Decanos de Colegios de Notarios del Perú aprobado
por Decreto Supremo Nº 040-93-JUS, significándose con ello que los atributos reconocidos para
determinado período de tiempo, no podían alterarse ni menos desconocerse por una nueva
regulación, en este caso, la del cuestionado Decreto Supremo Nº 002-97-JUS.
(*) 8. Que, por consiguiente, el hecho de que mediante el Artículo 1º del referido Decreto Supremo
Nº 002-97-JUS se procediera a derogar los Artículos 8º y 9º del Decreto Supremo Nº 040-93-JUS
que precisamente se referían a la Presidencia del Consejo Directivo de la Junta de Decanos,
supuso una violación de los derechos del demandante así como una transgresión manifiesta del
principio de la irretroactividad de las normas jurídicas, sin que pueda invocarse en lo absoluto la
interpretación que sobre el tema realiza la sentencia recurrida, toda vez, que la disposición
contenida en el Artículo III del Título Preliminar del Código Civil(2) no supone para nada el que, por
nuevas normas, puedan alterarse las situaciones jurídicas cuando éstas ya se iniciaron bajo una
regulación anterior y cuyo cumplimiento tiene fijado un límite específico de tiempo. Conviene en
todo caso, aclarar que lo dicho no significa que no se pueda variar el tratamiento de las cosas a
futuro, sino simplemente el distinguir entre quienes adquieran un derecho bajo el amparo de una
norma indiscutiblemente vigente y aquellas otras cuyos derechos pudieran generarse desde el
momento de expedirse un régimen legal distinto.
9. Que, en consecuencia, habiéndose acreditado la transgresión a los derechos constitucionales y
siendo necesario reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de los
derechos constitucionales, resultan de aplicación los Artículo 1º, 3º, 24º incisos 9) y 22) y 28º inciso
3) de la Ley Nº 23506 en concordancia con los Artículos 2º inciso 13), y 20º y 103º de la
Constitución Política del Estado.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la resolución de la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas cuatrocientos veintinueve, su fecha seis de abril
de mil novecientos noventa y ocho, que, revocando la apelada del treinta de setiembre de mil
novecientos noventa y siete, declaró infundada la demanda. Reformando la recurrida y
CONFIRMANDO la apelada declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta por don Carlos
Enrique Becerra Palomino y en consecuencia INAPLICABLE a su caso particular los efectos del
Decreto Supremo Nº 002-97-JUS de fecha diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete.
ORDENA al Ministerio de Justicia y al Consejo del Notariado reponer al demandante en el cargo de
Presidente del Consejo Directivo de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios de la
República, así como dejar sin efectos los actos practicados por el Presidente del Consejo del
Notariado al amparo del Decreto Supremo antes referido, así como los que posteriormente se
hayan realizado por la Asamblea de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú,
incluyendo la elección a la que se refiere el Artículo 2º de la norma objeto de inaplicación.
Dispone la no aplicación del Artículo 11º de la Ley Nº 23506, dadas las circunstancias especiales
del caso. Ordena asimismo, la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El
Peruano y la devolución de los actuados.
Evaluación de personal
Expediente 091-99-AA/TC
Lima
En Lima, a los ocho días del mes de julio de mil novecientos noventa y nueve, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent; y García Marcelo, pronuncia
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Segundo Elías Guevara Ramos, contra la Resolución
expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas ciento sesenta y cuatro, su fecha siete de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Segundo Elías Guevara Ramos interpone Acción de Amparo contra el Instituto Nacional
Penitenciario, representado por la Procuradora Pública para los asuntos judiciales del Ministerio de
Justicia, a fin de que se declare inaplicable la Resolución de la Presidencia de la Comisión
Reorganizadora del Instituto Nacional Penitenciario Nº 192-96-INPE/CR.P de fecha seis de agosto
de mil novecientos noventa y seis, y que se le reponga en su puesto de trabajo con el pago de sus
remuneraciones dejadas de percibir. Sostiene que el cese por causal de excedencia no está
previsto en la Ley de la Carrera Administrativa; que a pesar de haber sido cesado por excedencia,
se va a contratar nuevo personal, lo que prueba que no existe ninguna plaza excedente; que, por
Ejecutoria de la Cuarta Sala Civil de Lima del doce de diciembre de mil novecientos noventa y
cuatro, se declaró fundada su Acción de Amparo; que la única finalidad al aplicar la resolución
cuestionada es desacatar y desobedecer el mandato judicial que ordenó su reposición, cuya
vigencia es de diez años conforme al artículo 2001º del Código Civil; que no tiene proceso
administrativo de ninguna clase; que, durante su tiempo de servicio, acumuló en su legajo personal
siete felicitaciones, correspondiendo las tres últimas del período mil novecientos noventa y dos a
mil novecientos noventa y seis.
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia, absuelve el
trámite de contestación de la demanda; solicita se la declare improcedente y/o infundada; señala
que la resolución cuestionada no es violatoria de los derechos constitucionales invocados, toda vez
que tiene como sustento lo dispuesto por el Decreto Ley Nº 26093; que el proceso de evaluación
correspondiente consistió en lo siguiente: a) Revisión del legajo personal; b) Revisión del
comportamiento laboral; y c) Investigación de cualquier acto que atente contra la imagen
institucional. Sometido el demandante a este proceso __al igual que todos los servidores de este
organismo__la Comisión de Evaluación llegó a establecer que no reunía los méritos suficientes que
le permitieran seguir ocupando su puesto de trabajo, motivando su cese por causal de excedencia.
El Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, a fojas setenta y seis, con fecha
treinta de diciembre de mil novecientos noventa y seis, declara improcedente la demanda, por
considerar que al dictarse la resolución mencionada no se ha violado ningún derecho constitucional
que deba ser protegido en esta vía especialísima del amparo.
La Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público, a fojas ciento sesenta y cuatro,
con fecha siete de noviembre de mil novecientos noventa y siete, confirma la apelada por estimar
que la resolución de cese del demandante se ha producido por efecto de la aplicación de la Ley Nº
26093, la misma que tiene rango constitucional, y que el artículo 2º establece una expresa causal
de rompimiento del vínculo laboral. Contra esta resolución, el demandante interpone Recurso
Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las acciones de amparo proceden en los casos que se violen o amenacen los derechos
constitucionales, por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, conforme lo establece
el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
4. Que, en ese sentido, debe tenerse en cuenta, como lo ha venido haciendo este Tribunal, que la
exhaustiva revisión y evaluación a la que fue sometido el demandante no guarda coherencia con el
contenido de los documentos de fojas cuarenta y tres a cincuenta y uno, no observadas ni
impugnadas por la parte demandada, que tratándose de felicitaciones dadas mediante
resoluciones jefaturales o directorales, que certifican que el demandante se ha desempeñado en
sus funciones con eficiencia, de lo que cabe inferir, que las mismas no han sido evaluadas con la
objetividad debida.
5. Que, por otra parte, la Resolución cuestionada no se encuentra debidamente motivada, puesto
que no señala cuáles fueron los supuestos deméritos del demandante que habrían llevado a la
administración a tomar tan grave decisión de cesarlo, ya que de haber existido aquello, al menos,
la parte demandada lo hubiera señalado.
6. Que, el derecho constitucional a la protección contra el despido arbitrario supone que el
trabajador no puede ser despedido sino por causa justa, debidamente comprobada; por lo que los
procesos especiales de cese de los servidores públicos por causal de excedencia deben realizarse
con el escrupulosa observancia de las disposiciones legales vigentes, a fin de no vulnerar derechos
fundamentales de los mismos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Evaluación de personal
Exp. N° 627-96-AA/TC
Puno.
En Lima, a los quince días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario formulado por don Jorge Abad Calisaya Chuquimia contra la resolución de
la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, su fecha diecisiete de mayo de mil
novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada, declaró improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra el Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional de la
Región Moquegua, Tacna y Puno.
ANTECEDENTES:
Con fecha diecisiete de enero de mil novecientos noventa y seis, don Jorge Abad Calisaya
Chuquimia, interpone Acción de Amparo contra el Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región Moquegua, Tacna y Puno, solicitando se declare inaplicables
las Resoluciones Ejecutivas Regionales Nºs 399-95-CTAR/R.MTP y 418-95-CTAR/R.MTP de
fechas veintinueve de setiembre y cuatro de octubre de mil novecientos noventa y cinco, y
consecuentemente se ordene su reincorporación en el cargo de Médico Veterinario IV que ocupaba
en la Subgerencia de Desarrollo Social del Consejo Transitorio de Administración Regional de la
Región Moquegua, Tacna y Puno, con el pago de sus remuneraciones dejadas de percibir. Indica
que contra la cuestionada resolución, que dispuso su cese laboral, cumplió con interponer el
recurso de reconsideración, el cual fue declarado infundado mediante Resolución Ejecutiva
Regional Nº 054-95-CTAR/R.MTP de once de diciembre de mil novecientos noventa y cinco.
Agrega, que ingresó a laborar en el mes de mayo de mil novecientos ochenta y cinco, en el cargo
de Médico Veterinario, cumpliendo sus funciones en forma eficiente; y que en el mes de agosto de
mil novecientos noventa y cinco, se llevó a cabo una evaluación de personal, de conformidad con
el Decreto Ley Nº 26093 y Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES que aprobó la Directiva Nº 001-
95-PRES-VMDR, siendo que ésta última establecía que dichos procesos se ejecutarán en los
meses de enero y julio de cada año; sin embargo la evaluación que conllevó al cese del
demandante, se realizó en el mes de agosto de mil novecientos noventa y cinco. Finaliza,
puntualizando que al no haberse observado los plazos fijados, lo actuado resulta nulo, a tenor del
artículo 45º incisos b) y c) de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos,
configurando una violación de sus derechos de libertad de trabajo e irrenunciabilidad de sus
derechos, consagrados en la Carta Política del Estado. Asimismo, indica que en el aludido proceso
evaluativo, no se le ha calificado correctamente, ya que no se ha tenido en cuenta su real tiempo
de servicios de once años, habiéndosele contabilizado sólo ocho años, lo cual reciente su puntaje
final, ya que de acuerdo al reglamento de evaluación por cada tres años de servicios se otorgaba
un punto de calificación; así como tampoco se ha valorado sus méritos profesionales.
FUNDAMENTOS:
2. Que, cabe precisar que teniéndose en cuenta que la cuestionada resolución se ejecutó
antes de quedar consentida, operaba la excepción prevista en el inciso 1) del artículo 28º de la Ley
Nº 23506; y no obstante ello, está acreditado en autos que el demandante interpuso recurso de
reconsideración contra la Resolución Ejecutiva Regional Nº 418-95-CTAR/R.MTP, el mismo que
fue declarado infundado mediante Resolución Ejecutiva Regional Nº 543-95-CTAR/R.MTP del once
de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, con la cual queda agotada la vía administrativa,
de conformidad con lo establecido por la Resolución Ministerial Nº 032-93-PCM, que aprueba el
Reglamento de Organización y Funciones de los Consejos Transitorios de Administración
Regional.
3. Que, en consecuencia, es a partir del día hábil siguiente a la fecha última indicada, que
procede computarse el plazo de caducidad, por lo que al haberse presentado la demanda con
fecha diecisiete de enero de mil novecientos noventa y seis, su derecho a interponer la presente
acción de garantía no había caducado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Carta Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Evaluación de Personal
«Que, en virtud a lo establecido en el Decreto Ley N° 26093, las Municipalidades están facultadas
para efectuar semestralmente Programas de Evaluación de Personal, de acuerdo a las normas que
para el efecto establezcan. En consecuencia la precisión que se efectúa en el sentido que se trata
de dos evaluaciones es legal...»
Exp. N° 896-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Nelly Chumpitaz Preciado, interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad de la Victoria,
representada por su Alcalde, don Juan Gualberto Olazábal Segovia, a fín de que se deje sin efecto
las Resoluciones de Alcaldía N° 0936-96-ALC-MDLV del veintinueve de noviembre de mil
novecientos noventa y seis; N° 001204-96 ALC/MDLV del diecinueve de diciembre de mil
novecientos noventa y seis; N°1213-96/ALC/MDLV del treinta de diciembre del mismo año, por
considerar que dichas resoluciones atentan contra su derecho al trabajo, al aplicar indebidamente
el Decreto Ley N° 26093, obligando a una tercera evaluación.
Con fecha veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y siete, el Tercer Juzgado
Especializado en Derecho Público, expide resolución, declarando infundada la demanda.
Interpuesto recurso de apelación con fecha catorce de agosto de mil novecientos noventa y siete,
la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia
de Lima, confirma la sentencia apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, respecto al requisito de agotamiento de la vía previa a que se refiere el artículo 27° de
la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, debe tenerse en cuenta que las resoluciones
materia de la presente acción, han sido ejecutadas inmediatamente después de expedidas, siendo
aplicable la excepción prevista en el inciso 1) del artículo 28° de la referida Ley.
2. Que, fluye de autos que la demandada dispuso la realización del Proceso de Evaluación
del segundo semestre, a través de la Resolución de Alcaldía N° 0936-96 ALC/MDLV, del
veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa y seis, publicada el once de diciembre del
mismo año; por Resolución de Alcaldía N° 001204-96-ALC/MDLV del diecinueve de diciembre, se
aprobó el Reglamento de Evaluación de dicho semestre. Asimismo por Resolución N° 1213-96-
ALC-MDLV del treinta de diciembre de mil novecientos noventa y seis, resolvió rectificar las
Resoluciones N°178-96/MDLV y la N° 482-96/MDLV, en el sentido, que el proceso de evaluación a
que se refieren estas últimas era el correspondiente al primer semestre.
FALLA:
Evaluación de personal
Exp. N° 823-97-AA/TC
Chiclayo
Luzmila Simona Guivin Bulnes
En Lima, a los dieciséis días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Luzmila Simona Guivin Bulnes contra la resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha trece
de agosto de mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Doña Luzmila Simona Guivin Bulnes interpone demanda de Acción de Amparo contra el Presidente
del Consejo Transitorio de Administración Regional - Región Nor Oriental del Marañón don César
Ramal Pesantes, con la finalidad de que se declare nula y sin valor legal la Resolución de Gerencia
Sub-Regional N° 163-96-RENOM/JA, su fecha seis de setiembre de mil novecientos noventiséis y
Resolución Presidencial Regional N° 467-96-CTAR-RENOM/P de fecha diecisiete de setiembre de
mil novecientos noventiséis y se declare inaplicable la Resolución Ministerial N° 290-96-PRES, de
fecha once de julio de mil novecientos noventiséis. Manifiesta que dichas resoluciones conculcan
su derecho constitucional al bienestar social y reputación de la persona, igualdad ante la ley, el
carácter irrenunciable de los derechos adquiridos, en razón de haber sido sometida al proceso de
evaluación que no le corresponda en su condición de docente. Ampara su demanda en lo
dispuesto por los artículos 2°, inciso 2), 15°, 22°, 26° y 200° de la Carta Magna; y en los artículos
3° y 8° de la Ley N° 23506.
El Quinto Juzgado en lo Civil de Chiclayo, con fecha cinco de febrero de mil novecientos
noventisiete, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que si bien la
demandante ostenta el título de profesora, a la misma se le nombró como Coordinadora de
PRONOEI de la Jurisdicción de Jaén, por lo que no le eran aplicables los dispositivos legales de la
Ley del Profesorado, ya que desempeñaba una labor administrativa.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
REVOCANDO, la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas doscientos cuarentitrés, su fecha trece de agosto de mil novecientos
noventisiete que confirmó la apelada que declaró improcedente la demanda, reformándola declara
INFUNDADA la Acción de Amparo. Dispone su publicación en el diario oficial "El Peruano", y los
devolvieron.
Evaluación de personal
Exp. N° 417-97-AA/TC
Chiclayo
Lila Rosa Fernández Torres
En Iquitos, a los seis días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados; Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz
Valverde, y García Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y siete, que confirmó la
apelada, que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta.
ANTECEDENTES:
Doña Lila Rosa Fernández Torres interpone Acción de Amparo contra el Presidente del Consejo
Transitorio de Administración Regional - RENOM, don César Ramal Pesantes, por violación a su
derecho constitucional al trabajo y al principio de jerarquía de normas.
Con fecha veinticuatro de diciembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Cuarto Juzgado
Civil de Chiclayo expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y siete, la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje
sin efecto la Resolución Presidencial Regional N° 182-96-CTAR-RENOM/P, de fecha veintisiete de
marzo de mil novecientos noventa y seis, y se ordene su reincorporación a su centro de trabajo,
por haberse vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, y a la estabilidad laboral.
3. Que, de otro lado, la demandante tampoco ha acreditado en autos las irregularidades que,
según sostiene, se habrían cometido en la ejecución del referido proceso de evaluación de
personal; en consecuencia, la demanda resulta infundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Evaluación de personal
«El Decreto Ley N° 26093, que dispuso que los titulares de los Ministerios y de las instituciones
públicas descentralizadas cumplan con efectuar semestralmente programas de evaluación de su
personal; es una norma de carácter general destinada a racionalizar los recursos humanos, a fin de
que la Administración Pública cumpla con idoneidad sus funciones...»
Exp. N° 697-97-AA/TC
Lima
Trabajadores Obreros de la
Municipalidad Distrital de Lince
En Lima, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete, los Trabajadores Obreros de la
Municipalidad Distrital de Lince, interpusieron Acción de Amparo contra el Alcalde de dicho
gobierno local, don Eduardo Mostajo Turner, con la finalidad de que se declaren inaplicables para
los demandantes, la Resolución de Alcaldía N° 1306-96, el Decreto Ley N° 26093 y su
ampliatoria contenida en la Octava Disposición Transitoria de la Ley N° 26553, Ley de
Presupuesto para el ejercicio de mil novecientos noventa y seis. Consideran que, la evaluación de
personal dispuesta por la acotada Resolución de Alcaldía, es una amenaza de despido
intempestivo, ya que, en su calidad de obreros municipales no pueden ser evaluados como si
fueran trabajadores comprendidos dentro de la carrera administrativa; y por consiguiente, están
afectando sus derechos constitucionales a la vida, a la salud, a la protección de la familia, a la
educación, al trabajo, al debido proceso, y a la defensa. (fojas 105 a 118)
El Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, con fecha tres de febrero de mil
novecientos noventa y siete, falla declarando infundada la excepción de litispendencia respecto
a la nómina de trabajadores que corre en su sentencia, e infundada respecto a los demás
demandantes. En el aspecto de fondo, declara infundada la Acción de Amparo. El sustento de
ese fallo de primera instancia, es el siguiente: a) Que, respecto a la excepción de litispendencia,
se ha comprobado que de los ciento sesenta y dos trabajadores demandantes, ciento treinta y dos,
incoaron con anterioridad la citada Acción de Amparo por ante el Segundo Juzgado Especializado
en Derecho Público de Lima, resultando en ese caso fundada la excepción, e infundada respecto
a los restantes; b) En cuanto al fondo de la litis, considera que la Municipalidad emplazada,
aprobó mediante la Resolución de Alcaldía N° 1306-96, el Reglamento de Evaluación de los
Trabajadores de la Municipalidad, en cumplimiento del Decreto Ley N° 26093; evaluación que
alcanza a los demandantes que tienen la calidad de obreros, que son considerados servidores
públicos mediante el artículo 52° de la Ley N° 23853, Orgánica de Municipalidades; c) Que, no se
han transgredido los derechos constitucionales que se indican en la demanda. (fojas 231 a 234)
La Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de fecha
dieciocho de junio de mil novecientos noventa y siete, confirma en todos sus extremos la apelada.
(fojas 267 y 268)
FUNDAMENTOS:
b) El Decreto Ley N° 26093, que dispuso que los titulares de los Ministerios y de las
instituciones públicas descentralizadas cumplan con efectuar semestralmente programas de
evaluación de su personal; es una norma de carácter general destinada a racionalizar los recursos
humanos, a fin de que la Administración Pública cumpla con idoneidad sus funciones; por
consiguiente, tampoco conculca los derechos de los demandantes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA :
Evaluación de personal
«Que no obstante que el referido proceso de evaluación se llevó a cabo de manera extemporánea
el demandante se sometió a él voluntariamente y ese hecho convalida el acto -supuestamente
irregular- de los demandados. En esa medida, no existe violación de derecho constitucional alguno
del demandante.»
Exp. N° 598-96-AA/TC
La Libertad
Isidro Ledesma Chíquez.
En Lima, a los veinte días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde
y García Marcelo, pronuncia la sentencia siguiente:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Isidro Ledesma Chíquez contra la Resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, del once de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, que declaró infundada la demanda, en la Acción de Amparo
interpuesta por don Isidro Ledesma Chíquez contra el Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de La Libertad y otros.
ANTECEDENTES:
Don Isidro Ledesma Chíquez interpone la presente Acción de Amparo contra don Noé Inafuku
Higa, Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional de La Libertad; don César
Jaramillo Vereau, Director Regional de Salud; doña Edith Ballena Becerra, Miembro de la Comisión
de Evaluación del Rendimiento Laboral; y don Ubaldo Saldaña Huamanchumo, Miembro
representante del Consejo Transitorio de Administración Regional de La Libertad; por violación de
sus derechos de trabajo, del debido proceso, razonabilidad de los actos de poder e irrectroactividad
de las normas administrativas. Solicita que se declare la inaplicabilidad de la Resolución Ejecutiva
Regional N° 731-95-CTAR-LL, del treinta de noviembre de mil novecientos noventa y cinco.
Asimismo, solicita que se le reponga en el puesto de trabajo en el que venía laborando.
El demandante señala que: 1) Venía laborando, como personal asistencial, en el Hospital Regional
Docente de Trujillo y fue sometido, indebidamente, a un proceso de evaluación, en aplicación de lo
dispuesto en el Decreto Ley No 26093 -que norma los programas de evaluación semestral del
personal de los ministerios e instituciones públicas descentralizadas-, la Resolución Ministerial No
286-95-PRES -que norma el programa de evaluación del rendimiento laboral de los trabajadores de
los CTARs-, y la Directiva No 001-95-VMDR-que norma el programa de evaluación semestral de
rendimiento laboral para los trabajadores de los CTARs-; 2) Dicha evaluación no le correspondía
porque el referido proceso no incluía al personal asistencial; y, 3) El referido proceso se ejecutó
fuera del plazo previsto en la Directiva N° 001-95-PRES-VMTR.
Don César Jaramillo Vereau y doña Edith Ballena Becerra contestan la demanda y solicitan que
sea declarada infundada, debido a que el demandante fue considerado como personal
administrativo, fue sometido al proceso de evaluación -en aplicación de las normas pertinentes- y
fue desaprobado.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, con fecha diecisiete de junio de mil
novecientos noventa y seis, declara fundada la demanda, por considerar que el demandante había
acreditado su condición de trabajador de servicios. Ordena que se inaplique al demandante la
Resolución Ejecutiva Regional No 731-95-CTAR-LL, y que se le reponga como trabajador de la
referida institución.
La Sala de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, con fecha once de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, declara infundada la demanda, por considerar que no se había violado
derecho constitucional alguno.
FUNDAMENTOS:
2. Que a fojas nueve aparece el documento sobre el proceso de evaluación del rendimiento
laboral de los trabajadores de la Dirección Regional de Salud del CTAR La Libertad,
correspondiente al primer semestre del año mil novecientos noventa y cinco. En dicho documento
se establece que el referido proceso se realizó entre el veintisiete de octubre y el veintitrés de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, es decir, fuera del plazo previsto en la Directiva
N° 001-95-PRES- VMDR.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
«Que, en cuanto al Proceso de Evaluación, materia de la presente Acción de Amparo... fue iniciado
y culminado... fuera del plazo de vigencia de la Ley N° 26553, autoritativa, sin tener en cuenta que
los actos administrativos válidos deben efectuarse dentro del ámbito y vigencia de la normatividad
legal y su incumplimiento quebranta el principio del debido proceso.»
Exp. N° 997-97-AA/TC
Ucayali
Gloria Gómez Paredes y otros
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Gloria Gómez Paredes y otros contra la Resolución
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, de fecha veintisiete de
agosto de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Gloria Gómez Paredes y otros interponen demanda de acción de amparo contra el Alcalde
de la Municipalidad Distrital de Masisea, don Raúl Mardon Contreras Ramirez con la finalidad de
que deje sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 013-97-MAM de fecha veintiocho de febrero de mil
novecientos noventa y siete, donde cesa a los demandantes por causal de excedencia
conculcando así sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo. Ampara su demanda en lo
dispuesto por los artículos 2° inciso 15) y 200° inciso 2) de la Constitución Política del Perú
concordante con los artículos 1°, 2°, 24° inciso 10), 28° incisos 1), 2) y 4) y 37° de la Ley N° 23506,
asimismo en lo preceptuado por los Principios Generales (Título Preliminar) y los artículos 40°, 43°,
44°, 47° y 51° del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos aprobado por Decreto Supremo N° 02-94-JUS, el artículo 17° de la Ley N° 23853
y en el artículo 424° y 425° del Código Procesal Civil.
El Juzgado en lo Civil de Coronel Portillo con fecha veinte de junio de mil novecientos noventa y
siete, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que dentro de los
alcances del Decreto Ley N° 26093 incluye a los gobiernos locales, y es el Alcalde de la
Municipalidad, en su calidad de titular, quien debe cumplir con efectuar la evaluación del personal a
su cargo, de acuerdo a lo dispuesto por el inciso 3) del artículo 47° de la Ley N° 23853; por lo que
no se observa una actuación antijurídica de la entidad demandada.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, con
fecha veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y siete, confirmó la apelada, por estimar
que la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 26553, establece que incluye dentro de
los alcances de la Ley N° 26093 a las Municipalidades, lo que significa que están autorizados y
obligados a llevar la evaluación dictando las normas necesarias para lograrlo por lo que la
demandada no ha cometido irregularidad en el proceso de evaluación.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el Decreto Ley N° 26093 estableció que los titulares de los distintos Ministerios y de
las Instituciones Públicas Descentralizadas, deberán cumplir con efectuar semestralmente
programas de evaluación de personal de acuerdo con las normas que para tal efecto establezcan,
permitiendo el cese por causal de excedencia de quienes hayan sido desaprobados, entendido
éste como la consecuencia de un examen de las necesidades de personal en función del
cumplimiento de los objetivos institucionales.
2. Que, la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 26553, Ley de Presupuesto del
Sector Público para el año 1996, incluyó dentro de los alcances del referido Decreto Ley a los
Gobiernos Locales; que, teniendo la Ley de Presupuesto un período de vigencia anual que coincide
con el año calendario, se debe entender, que la competencia de los gobiernos locales para
disponer el cese por la causal de excedencia se circunscribe solamente al año 1996.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
REVOCANDO, la resolución expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali
de fojas 342, su fecha veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y siete, que declaró
improcedente la acción de amparo reformándola declara FUNDADA la demanda, en consecuencia
inaplicable para los demandantes la Resolución de Alcaldía N° 013-97-MDM de fecha veintiocho
de febrero de mil novecientos noventa y siete, y que cumpla la demandada con reponer a los
demandantes Gloria Gómez Paredes, Reyna Isabel Dávila Andi, Marwin Torres Soplin y Santiago
Reátegui Dávila a los puestos de trabajo que venían desempeñando al momento de su cese o a
otro de igual categoría; sin abono de remuneraciones por el tiempo no laborado. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" y la devolución de los
actuados.
La evaluación complementaria realizada por el IPSS fuera del término legal hace que la resolución
de cese de la accionante, acaecida en la misma, sea ilegal por vulnerar su derecho al trabajo,
específicamente la protección contra el despido arbitrario.
Expediente 986-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Diana Grass Rodríguez contra la resolución de la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha veintidós de marzo de mil novecientos
noventiséis, que revoca la sentencia del Décimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil, de fecha
siete de setiembre de mil novecientos noventicinco, y declara infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Presidente Ejecutivo del Instituto Peruano de Seguridad Social, don
Luis Castañeda Lossio, la Gerente de Desarrollo de Personal, doña Danitza Milosevich Caballero, y
el Gerente Zonal Lima Oeste, don José Fernández Fernández, por haber violentado su derecho
constitucional de estabilidad de trabajo, habiéndola cesado en forma ilegal y arbitraria por supuesta
causal de racionalización administrativa. El 15º Juzgado en lo Civil de Lima declaró fundada la
demanda, por considerar, entre otras razones, que en la resolución que la cesa se invocó un
dispositivo legal que ya no estaba vigente para tal efecto, cometiéndose un acto arbitrario y
violatorio del Articulo 27º de la Carta Magna(1). Interpuesto recurso de apelación, la Quinta Sala
Civil de la Corte Superior de Lima revocó la apelada, según resolución del veintidós de marzo de
mil novecientos noventiséis, y declaró infundada la acción, al estimar que la propia actora se
sometió a la evaluación administrativa a sabiendas del vencimiento del plazo fijado en la ley, y
luego de haber justificado su no concurrencia a la evaluación efectuado dentro del plazo legal, por
motivos de enfermedad y pidiendo dar solución a su petición. Contra esta resolución el accionante
interpone Recurso de Casación, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han
remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, de autos consta que la evaluación de selección y calificación ordenada por el D.L. Nº
25636 se llevó a cabo el día 15 de noviembre de 1992, a la cual no pudo concurrir la actora por
encontrarse hospitalizada, del 13 al 16 de mismo mes y año, tratándose de un cuadro de amenaza
de aborto, conforme lo acredita con los certificados médicos de fojas 72 a 78, dando cuenta de su
incapacidad física con las comunicaciones de fechas 16 y 18 del indicado mes, y pidiéndole al
IPSS dar solución a su petición.
3. Que, es con motivo de dicho cese que interpone esta Acción de Amparo, alegando que el plazo
de 120 días calendario que, con el carácter de perentorios le concedió el D.L. Nº 25636 al Instituto
demandado, tuvo carácter preclusivo y venció el 21 de noviembre de 1992, habiendo procedido en
consecuencia a llevar a cabo la evaluación complementaria en fecha desautorizada, esto es, de
"motu propio" y fuera del término legal, por cuya razón la resolución que lo cesa es ilegal y
arbitraria, por haber vulnerado el Artículo 27º de la Constitución del Estado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y su Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Revocando la sentencia dictada con fecha veintidós de marzo de mil novecientos noventiséis,
expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, que revoca la apelada de fecha
siete de setiembre de mil novecientos noventicinco; reformándola, confirma la sentencia emitida
por el Décimo Quinto Juzgado Civil de Lima, de fojas ciento diecinueve a ciento veintiuno que
declara FUNDADA la demanda de amparo; con lo demás que contiene; e inaplicable el Artículo
décimo primero de la Ley número veintitrés mil quinientos seis(2) teniendo en cuenta las
circunstancias expuestas; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano con arreglo a
ley, y los devolvieron.
Que,... el plazo de 120 días calendarios... tuvo carácter preclusivo y venció el 21 de noviembre de
1992, habiendo procedido en consecuencia a llevar a cabo la evaluación complementaria en fecha
desautorizada, esto es, de "motu propio" y fuera del término legal, por cuya razón la resolución que
lo cesa es ilegal y arbitraria, por haber vulnerado el artículo 27º de la Constitución del Estado.
Expediente 986-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrales:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Diana Grass Rodríguez contra la resolución de la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha veintidós de marzo de mil novecientos
noventiséis, que revoca la sentencia del Décimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil, de
fecha siete de setiembre de mil novecientos noventicinco, y declara infundada la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Presidente Ejecutivo del Instituto Peruano de Seguridad Social, don
Luis Castañeda Lossio, la Gerente de Desarrollo de Personal, doña Danitza Milosevich Caballero, y
el Gerente Zonal Lima Oeste, don José Fernández Fernández, por haber violentado su derecho
constitucional de estabilidad de trabajo, habiéndola cesado en forma ilegal y arbitraria por supuesta
causal de racionalización administrativa. El 15° Juzgado en lo Civil de Lima declaró fundada la
demanda, por considerar, entre otras razones, que en la resolución que la cesa se invocó un
dispositivo legal que ya no estaba vigente para tal efecto, cometiéndose un acto arbitrario y
violatorio del artículo 27° de la Carta Magna. Interpuesto recurso de apelación, la Quinta Sala Civil
Especializada de la Corte Superior de Lima revocó la apelada, según resolución del veintidós de
marzo de mil novecientos noventiséis, y declaró infundada la acción, al estimar que la propia actora
se sometió a la evaluación administrativa a sabiendas del vencimiento del plazo fijado en la ley, y
luego de haber justificado su no concurrencia a la evaluación efectuado dentro del plazo legal, por
motivos de enfermedad y pidiendo dar solución a su petición. Contra esta resolución el accionante
interpone Recurso de Casación, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han
remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, de autos consta que la evaluación de selección y calificación ordenada por el D.L. N°
25636 se llevó a cabo el día 15 de noviembre de 1992, a la cual no pudo concurrir la actora por
encontrarse hospitalizada, del 13 al 16 de mismo mes y año, tratándose de un cuadro de amenaza
de aborto, conforme lo acredita con los certificados médicos de fojas 72 a 78, dando cuenta de su
incapacidad física con las comunicaciones de fechas 16 y 18 del indicado mes, y pidiéndole al
IPSS dar solución a su petición.
3. Que, es con motivo de dicho cese que interpone esta acción de amparo, alegando que el plazo
de 120 días calendarios que, con el carácter de perentorios le concedió el D.L. N° 25636 al Instituto
demandado, tuvo carácter preclusivo y venció el 21 de noviembre de 1992, habiendo procedido en
consecuencia a llevar a cabo la evaluación complementaria en fecha desautorizada, esto es, de
"motu proprio" y fuera del término legal, por cuya razón la resolución que lo cesa es ilegal y
arbitraria, por haber vulnerado el artículo 27° de la Constitución del Estado.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica N° 26435 y su Ley modificatoria N° 26801;
FALLA:
Revocando la sentencia dictada con fecha veintidós de marzo de mil novecientos noventiséis,
expedida por la Quinta Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima, que revoca la
apelada de fecha siete de setiembre de mil novecientos noventicinco; reformándola, confirma la
sentencia emitida por el Décimo Quinto Juzgado Civil de Lima, de fojas ciento diecinueve a ciento
veintiuno, que declara fundada la demanda de amparo; con lo demás que contiene; e inaplicable el
artículo decimoprimero de la Ley número veintitrés mil quinientos seis teniendo en cuenta las
circunstancias expuestas; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a
Ley, y los devolvieron.
Exp. N° 986-96-AA/TC
Lima
VISTO: el pedido de aclaración formulado por el Instituto Peruano de Seguridad Social con su
escrito presentado el diecinueve del mes en curso; y
ATENDIENDO: que el Fallo se encuentra arreglado a ley, por lo que se declara sin lugar las
aclaraciones, de conformidad con lo dispuesto por el artículo cuatrocientos seis del Código
Procesal Civil, aplicable en forma supletoria en autos; que sin embargo, debe rectificarse el error
material incurrido, en el sentido de que no son de abono las remuneraciones dejadas de percibir
desde la fecha de su cese; con lo demás que contiene; debiendo integrar la presente resolución el
Fallo emitido con fecha once de julio último.
Si bien la emplazada indica haber realizado una "exhaustiva revisión y evaluación del legajo
personal, comportamiento laboral, moral, ético, profesional y otros" del demandante, no guarda
coherencia con el contenido de los documentos... que certifican que el demandante se ha
desempeñado en sus funciones con honradez, eficiencia, responsabilidad y puntualidad, asimismo
el legajo personal del demandante no registra amonestaciones ni procesos administrativos durante
su desempeño laboral, de lo que cabe inferir la subjetividad de la evaluación, en franca
transgresión del principio de interdicción de la arbitrariedad que se desprende del principio de
razonabilidad.
Expediente 199-98-AA/TC-Lima
Lima
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Agustín Guevara Navarro contra la Resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas ciento
cincuenta y dos, su fecha y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, que declaró
improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Agustín Guevara Navarro interpone demanda de Acción de Amparo contra el Presidente de la
Comisión Reorganizadora del Instituto Nacional Penitenciario, a fin de que se declare inaplicable a
su caso la Resolución de la Presidencia de la Comisión Reorganizadora Nº 192-96-INPE-CR.P, de
fecha seis de agosto de mil novecientos noventa y seis, mediante la cual lo cesa por causal de
excedencia; solicita que se le reponga en sus labores habituales, por considerar que la
mencionada resolución atenta contra sus derechos constitucionales de libertad de trabajo y de
estabilidad laboral. Además, el demandante alega que la indicada resolución es nula de pleno
derecho, por cuanto el cese por causal de excedencia se ha aplicado sin cumplir los requisitos de
evaluación que establece el Decreto Ley Nº 26093 y con transgresión de lo normado por el Decreto
Legislativo Nº 276.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia contesta la
demanda negándola y contradiciéndola, por considerar que la Resolución de la Presidencia de la
Comisión Reorganizadora Nº 192-96-INPER/CR.P, expedida por la Presidencia de la Comisión
Reorganizadora del Instituto Nacional Penitenciario no es violatoria de los derechos
constitucionales invocados, pues la misma se dio como consecuencia del proceso de evaluación
correspondiente al primer semestre del año mil novecientos noventa y seis, y en aplicación a lo
dispuesto por el Decreto Ley Nº 26093, que autoriza a los titulares de los distintos ministerios y de
las instituciones públicas descentralizadas efectuar estos programas, dictando las normas
necesarias para su correcta aplicación, la cual consistió en lo siguiente: a) Revisión del legajo
personal; b) Comportamiento laboral; y c) Cualquier acto que atente contra la imagen institucional.
Siguiendo estos lineamientos, la Comisión de Evaluación llegó a la conclusión de que el
demandante tenía deméritos y que no reunía los requisitos exigibles para continuar como servidor
del Instituto Nacional Penitenciario, hecho que motivó el cese por causal de excedencia.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, a fojas ciento veintisiete, con fecha nueve
de octubre de mil novecientos noventa y siete, declara improcedente la demanda, por considerar,
entre otras razones, que la demandada, al expedir la resolución cuya no aplicación se solicita, no
ha incurrido en transgresión de los principios constitucionales invocados, pues resulta evidente que
la evaluación ha tenido un desarrollo regular al amparo de lo establecido en el Decreto Ley Nº
26093.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, a fojas ciento cincuenta y
dos, con fecha treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, confirma la apelada y
declara improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que el Decreto Ley Nº
26093 dispuso que en las evaluaciones semestrales de los trabajadores del Sector Público se
cesará a los que no califiquen, lo que ha ocurrido en el caso de autos y, por lo tanto, la separación
del demandante se ha producido en aplicación al citado Decreto Ley, el que no ha sido declarado
inconstitucional, por lo que de ninguna manera atenta contra la libertad de trabajo y la estabilidad
laboral. Contra esta Resolución, el demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el propósito de la presente Acción de Amparo es que se declare la no aplicación al
demandante de la Resolución de la Presidencia de la Comisión Reorganizadora Nº 192-96-
INPE/CR.P, que dispuso el cese del mismo por causal de excedencia, y que se ordene su
reposición.
2. La evaluación a la que fue sometido el demandante, de la cual se derivó su cese por causal de
excedencia, consistió en la "exhaustiva revisión y evaluación del legajo personal, comportamiento
laboral, moral, ético y profesional", así como en la investigación de los actos que atentan contra la
imagen institucional.
3. Que, en este sentido, debe tenerse en cuenta que la "exhaustiva revisión y evaluación" a la que
fue sometido el demandante no guarda coherencia con el contenido de los documentos de fojas
treinta y dos a treinta y cinco, no observados por la demandada, que certifican que el demandante
se ha desempeñado en sus funciones con honradez, eficiencia, responsabilidad y puntualidad,
tampoco con la constancia de fojas treinta y tres, expedida por el Jefe de la Unidad de Personal de
la Dirección Regional Norte-Chiclayo del Instituto Nacional Penitenciario, que acredita que el legajo
personal del demandante no registra amonestaciones ni procesos administrativos durante su
desempeño laboral, de lo que cabe inferir la subjetividad de la evaluación a la que fue sometido el
demandante, en franca transgresión del principio de interdicción de la arbitrariedad, que se
desprende del principio de razonabilidad, previsto en el artículo 200º de la Constitución Política del
Estado.(1)
5. Que, por otro lado, siendo la remuneración una contraprestación por servicios reales y efectivos,
no cabe ordenar el pago de remuneraciones dejadas de percibir, conforme está establecido en la
reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica:
FALLA:
REVOCANDO la Resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas ciento cincuenta y dos, su fecha treinta y uno de diciembre de mil
novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada declaró improcedente la demanda; y
reformándola declara FUNDADA la Acción de Amparo; en consecuencia, inaplicable para el caso
del demandante la Resolución de la Presidencia de la Comisión Reorganizadora Nº 192-96-
INPE/CR.P y ordena que se le reponga en el puesto de trabajo que venía ocupando antes del cese
o en otro de igual categoría, sin reintegro de haberes dejados de percibir. Dispone la notificación a
las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la devolución de los actuados.
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Manuel Villacorta Zárate, contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha nueve de julio de mil
novecientos noventiséis, que revocando la sentencia apelada, la declaró improcedente, en la
acción de amparo interpuesta contra la Comisión Reorganizadora de la Universidad Nacional
Federico Villarreal.
ANTECEDENTES:
Don Miguel Villacorta Zárate interpone, interpone acción de amparo contra la Comisión
Reorganizadora de la Universidad Federico Villarreal, en la persona de su Presidente, don
Santiago Agurto Calvo, para que se deje sin efecto la Resolución CR-3054-94-U.N.F.V., emitida
por la demandada, y cautelar sus derechos como estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas, Escuela Profesional de Derecho, de la referida universidad. Fundamenta su pretensión,
en que es alumno de la Escuela Profesional de Derecho de la Universidad Nacional Federico
Villarreal, con Nº de Matrícula 8739037, y que en tal condición tomó conocimiento que el diez de
agosto de mil novecientos noventicinco se le había separado en forma arbitraria y definitiva, por no
someterse a las exigencias de la resolución impugnada, la que fue emitida el quince de junio del
mismo año, y por la que se obligaba a los ingresantes a partir del año mil novecientos ochentiséis,
por el sistema de cobertura, a someterse a una evaluación que revestía las condiciones de una
prueba de admisión sin ningún tipo de garantía, para posteriormente exigirles un pago por su
permanencia en dicha casa de estudios.
Señala que dicha resolución carece de todo sustento legal, ya que ninguna norma puede ser
aplicada en forma retroactiva "para resolver hechos, actos, omisiones y situaciones ocurridas antes
de su vigencia", ya que toda impugnación debe ajustarse al plazo de prescripción de seis meses,
tal como lo dispone el artículo 110º del D.S. Nº 002-94-JUS. Precisa además, que ingreso a la
universidad, por la modalidad de cobertura, siendo admitido por Resolución Rectoral expedida por
la autoridad universitaria competente en su momento, habiendo sido posteriormente autorizado por
la Asamblea Nacional de Rectores para el uso del carnet universitario. Hace presente que
mediante Decreto Ley Nº 25798, el Poder Ejecutivo declaró en reorganización esa casa de
estudios, imponiendo la ilegal Comisión que ha expedido la resolución impugnada, la que está
cometiendo excesos violando derechos fundamentales.
Esta sentencia al ser apelada, es revocada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, la que reformándola, declaró improcedente la acción, toda vez que la resolución
impugnada fue expedida el quince de junio de mil novecientos noventicuatro, siendo incluso objeto
de un recurso de reconsideración presentado por el propio actor como puede apreciarse a fojas
cincuentinueve y setentisiete, habiendo operado, a la fecha de interposición de la demanda, la
caducidad señalada en el artículo 37º de la Ley Nº 23506; además, el juez no puede fundar su
decisión en hechos diversos de los alegados por las partes, por lo que siendo inequívoco que el
objeto de la acción es dejar sin efecto la resolución impugnada, y no un acto derivado de la misma,
es condición necesaria para interponer la acción de amparo, precisar el acto considerado como
inconstitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de la presente acción, es que se deje sin efecto la Resolución CR-3054-94-U.N.F.V.,
emitida por la Comisión Reorganizadora de la Universidad Federico Villarreal, por cuanto a criterio
del accionante, dicha resolución está violando sus derechos fundamentales, como estudiante de la
referida Universidad;
Que, el artículo 21º de la Ley Nº 23733, Ley Universitaria, señala que "La admisión a la
Universidad se realiza mediante concurso, con las excepciones previstas en el artículo 56º de la
presente Ley, una o dos veces en cada año durante los periodos de vacaciones. El Estatuto de la
Universidad y los reglamentos de las Facultades establecen los mecanismos que permitan evaluar
los intereses vocacionales, aptitudes y rasgos de personalidad para el estudio de determinada
carrera. La Universidad establece con debida anticipación el número de vacantes para cada una de
sus Facultades; estas cifras son inmodificables después de aprobadas y publicadas para cada
concurso";
Que, ni la Ley Universitaria ni el Estatuto de la Universidad Nacional Federico Villarreal, regulan el
ingreso a la Universidad a través del sistema de "Cobertura", por lo que los permitidos y
autorizados por las autoridades universitarias en su oportunidad, son indebidos e ilegales;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 457-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La actora solicita que mediante la presente acción se declare nula para todos sus efectos legales
y/o plazos la Resolución de Alcaldía Nº 709-96-MJM, de dos de mayo de mil novecientos noventa y
seis, que resuelve abrir proceso administrativo disciplinario en contra de diversos servidores entre
los cuales se encuentra ella. Señala que ante los constantes abusos que la demandada cometía
con los servidores, el Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Lima, al que ella está
afiliada, convocó a una huelga, la que por Resolución de Alcaldía Nº 575-96-MJM, fue declarada
ilegal e inmediatamente el señor Alcalde emitió la resolución que ahora se cuestiona; la misma que
a juicio de la demandante vulnera su derecho constitucional al trabajo.
El Sexto Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Lima, declara, improcedente la
acción de amparo por falta de agotamiento de la vía administrativa.
FUNDAMENTOS:
Que, fluye de autos que la actora solicita se deje sin efecto la resolución administrativa, expedida
por el titular de la entidad, que resuelve instaurar proceso administrativo a varios servidores de la
Municipalidad entre los que se encuentra ella, mas no aparece probada la vulneración o amenaza
de violación del derecho al trabajo alegado, toda vez que de lo que se trata$es de ventilar en un
proceso administrativo la comisión o no de una falta.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
...la emplazada no utilizó regularmente la potestad conferida por el artículo 119º de la Ley Orgánica
de Municipalidades... lesionando... los derechos a la libertad de trabajo y a la defensa.
Expediente 299-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los dos días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Luis Alejandro Dávalos Carrión contra la resolución de
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de
fecha ocho de febrero de mil novecientos noventa y tres, que declarando no haber nulidad en la
resolución de vista del once de junio de mil novecientos noventa y uno, que revoca a la apelada del
quince de mayo de mil novecientos noventa, declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por don Luis Alejandro Dávalos Carrión contra la Municipalidad de Lima Metropolitana.
ANTECEDENTES:
El demandante don Luis Alejandro Dávalos Carrión, interpone su acción sustentando su reclamo
en la transgresión de sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo y la defensa
reconocidos en los artículos 42º y 233º inciso 9 de la Constitución Política de 1979 por parte de la
entidad emplazada, al haber expedido ésta la Resolución de Alcaldía Nº 193, del ocho de febrero
de mil novecientos noventa, por la que ordena la clausura definitiva de su establecimiento
comercial denominado "El Sabor".
Alega el accionante, que luego de haber cumplido todos los requisitos exigidos por la
Municipalidad, se le otorga la Licencia de Apertura para Establecimiento Comercial Nº 47646, del
veintiocho de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve, iniciando sus actividades el tres de
febrero de mil novecientos noventa. Refiere que no obstante ello, tan sólo un día después es
clausurado de forma temporal por supuestas irregularidades y por no reunir los requisitos mínimos,
afirmaciones que no se condicen con lo que aparece en la licencia otorgada, situación que
considera violatoria de sus derechos y el de sus trabajadores.
Sostiene que las notificaciones de multa en las que se apoya la clausura de su establecimiento
comercial son falsas e irreales, motivo por el que reclamó de las mismas el trece de febrero de mil
novecientos noventa, sin que se le haya respondido. Que sin embargo, a pesar de que las citadas
multas conceden un plazo de cinco días para recurrirlas, antes de dicho término, ya se había
emitido la antes citada Resolución de Alcaldía por la que se clausura definitivamente su negocio,
hecho que demuestra que no se respetó su derecho de defensa.
Puntualiza por último, que la Municipalidad le aceptó con fecha quince de febrero de mil
novecientos noventa el pago por concepto de Licencia Especial, significándose con ello que hay un
consentimiento en la continuación del giro. Finalmente y al amparo del artículo 31º de la Ley 23506
solicita la medida cautelar de suspensión del acto reclamado.
Admitida la acción a trámite por el Décimo Segundo Juzgado Civil de Lima, se corre traslado de la
misma a la emplazada, la que la absuelve negándola y contradiciéndola por estimar: Que no se
han agotado las vías previas; Que el artículo 119º de la Ley Orgánica de Municipalidades señala
como facultad de aquéllas, la clausura transitoria o definitiva de edificios, establecimientos y
servicios; Que el establecimiento del recurrente ha venido funcionando en forma irregular y que
incluso el accionante con posterioridad a la Resolución de Alcaldía cuestionada, ha solicitado la
apertura de una puerta de escape, lo que prueba que el local clausurado adolecía del requisito de
seguridad.
De fojas treinta y seis a treinta y ocho vuelta y con fecha quince de mayo de mil novecientos
noventa, el Juzgado de Primera Instancia expide sentencia declarando fundada la demanda por
considerar: Que conforme aparece de la Licencia Municipal de Apertura para Establecimiento
Comercial Nº 47646, el demandante satisfizo los requisitos establecidos en el inciso 7 del artículo
68º de la Ley Orgánica de Municipalidades; Que la clausura ha sido dispuesta por el Jefe de
Operativo y/o Inspector Municipal, pero sin la notificación al propietario del negocio para que
subsane las omisiones que hubiera constatado de manera que no se contradiga con la Licencia de
Funcionamiento; Que si bien el artículo 119º de la Ley Orgánica de Municipalidades faculta
clausurar establecimientos, el mismo artículo se refiere a negocios cuyo funcionamiento no esté
permitido por la ley, lo que no ocurre en el presente caso, ya que el actor cuenta con la licencia
debida y sus actividades están permitidas por la ley; Que el actor no está obligado a agotar las vías
previas, ya que el daño que se le hace es irreparable, condición que resulta del solo hecho del
cierre del local que afecta económicamente no sólo al propietario sino a los trabajadores; Que la
Resolución cuestionada funda la clausura en la carencia de camerinos de artistas, de servicios
higiénicos, de pista de baile y de puerta de escape, lo cual se encuentra contradicho con la
constatación de fojas veinte del incidente de suspensión, habiendo el actor presentado a su vez
copia legalizada de los carnets sanitarios de los trabajadores, y, que siendo esto así, se ha violado
los derechos constitucionales a la libertad de trabajo, a participar individualmente en la vida
económica de la nación y a la igualdad ante la Ley. Por último, dentro de la misma resolución y de
conformidad con el artículo 31º de la Ley 23506, otorga la medida cautelar de suspensión del acto
reclamado.
Apelada dicha resolución por la emplazada, los autos son remitidos a la Quinta Fiscalía Superior en
lo Civil para efectos de la vista correspondiente, y devueltos éstos con Dictamen que se pronuncia
porque se confirme la apelada, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con
fecha once de junio de mil novecientos noventa y uno y a fojas ciento sesenta y cinco, revoca la
resolución apelada y declara improcedente la Acción de Amparo, por considerar: Que al expedirse
la Resolución de Alcaldía Nº 193, se ha obrado con la facultad contenida por el artículo 61º inciso 7
y 119º de la Ley Orgánica de Municipalidades (Nº 23853) y que el accionante no ha agotado la vía
administrativa contra la resolución cuestionada conforme el artículo 107º del D. S. Nº 006-67-SC.
Interpuesto Recurso de Nulidad por el accionante, los autos son remitidos a la Fiscalía Suprema en
lo Contencioso Administrativo para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con
Dictamen que se pronuncia porque se declare no haber nulidad en la recurrida, la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha ocho de febrero
de mil novecientos noventa y tres, a fojas diecinueve del Cuaderno Especial (Corte Suprema) y de
conformidad con el Dictamen Fiscal, emite resolución declarando no haber nulidad en la sentencia
de vista.
Contra esta resolución el accionante interpone Recurso de Casación, por lo que de conformidad
con el artículo 41º y la Disposición Transitoria Quinta de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
Nº 26435 y entendiendo el presente recurso como "Extraordinario", se dispuso el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, de autos ha quedado acreditado que con fecha veintiocho de diciembre de mil novecientos
ochenta y nueve, la emplazada Municipalidad de Lima Metropolitana otorgó al demandante la
Licencia de Apertura para Establecimiento Comercial, bajo el supuesto que había cumplido con
todos los requisitos a que se refiere el inciso 7 del artículo 68º de la Ley 23853 (Ley Orgánica de
Municipalidades). Que sin embargo, iniciadas las actividades del establecimiento comercial "El
Sabor" hacia el tres de febrero de mil novecientos noventa, la emplazada expidió una serie de
multas sobre el referido negocio (fojas diez a diecisiete), así como dispuso su clausura temporal
por "funcionamiento irregular" y por "no reunir los requisitos mínimos para el giro solicitado",
conforme fluye del acta correspondiente emitida el cuatro de febrero de mil novecientos noventa,
obrante a fojas cinco, situación esta última que resulta notoriamente contradictoria con lo señalado
en la antes citada Licencia de Apertura, y por otra parte, apresurada, si se toma en cuenta el
escaso tiempo existente entre la emisión de la referida Licencia, la fecha de inicio de actividades
comerciales y la fecha en la que se realiza el operativo que dispone la clausura temporal. Quepor
otra parte, y no obstante que conforme a los artículos 101º y 102º del D. S. Nº 006-67-SC del once
de noviembre de mil novecientos sesenta y siete (Reglamento de Normas Generales y
Procedimientos Administrativos, vigente en el momento de los hechos), el plazo para recurrir de
dicha medida era de quince días, la demandada con fecha ocho de febrero de mil novecientos
noventa (fojas dos vuelta y tres), ya había emitido la Resolución de Alcaldía Nº 193 por la cual
clausuraba definitivamente el establecimiento del demandante, hecho que supone que no tenía la
intención de admitir los descargos a que hubiere lugar dentro de la vía administrativa, a pesar que
el recurrente, dentro del término de ley, sí los efectuara mediante escrito del trece de febrero de mil
novecientos noventa y al que la emplazada se negó a otorgar respuesta. Que, consecuentemente,
al haberse materializado el acto que se juzga violatorio a los derechos, no puede exigirse el
agotamiento de la vía previa conforme al artículo 27º de la Ley Nº 23506 y no sólo por la evidente
situación de irreparabilidad en la que podría caer el recurrente al permanecer clausurado su local,
sino porque el recurso del trece de febrero de mil novecientos noventa, en nada impide la
prosecución del acto cuestionado, de donde resulta que al contrario de lo afirmado por la
emplazada, es aplicable lo dispuesto en los incisos 1 y 2 del artículo 28º de la antes citada Ley Nº
23506, de Hábeas Corpus y Amparo. Que, igualmente resulta necesario precisar que aunque la
citada Resolución de Alcaldía Nº 193, se sustenta en una serie de situaciones irregulares
presuntamente acontecidas en el establecimiento del actor, éstas han quedado desvirtuadas con
las instrumentales de fojas trece a veintisiete del Cuaderno Cautelar, debiendo señalarse, que en lo
que respecta a que el recurrente haya solicitado edificar una puerta de escape por ante la
Beneficencia Pública, tal hecho no puede tomarse como reconocimiento de responsabilidades
cuando el propio Reglamento Nacional de Construcciones, en su Capítulo XIII, numerales III, XIII-
10, no obliga a tener salida de emergencia cuando el local tiene una capacidad inferior a cien
personas y la puerta general posee dimensiones como las del establecimiento del accionante. Que,
en cambio resulta más bien contradictorio el proceder de la propia emplazada, cuando no obstante
haber dispuesto la clausura del local "El Sabor", haya venido aceptando desde el quince de febrero
de mil novecientos noventa, el pago por concepto de Licencia Especial, según consta de la
instrumental de fojas siete e incluso, y con fecha aún posterior, el pago por diversos conceptos
como Tributos de Anuncio y Propaganda, de la misma Licencia Especial y de Licencia a la venta de
bebidas alcohólicas, conforme fluye de las instrumentales de fojas cuarenta y siete a cincuenta y
uno. Que, igualmente resulta contradictorio y revelador del proceder de la emplazada, que no
obstante haberse dictado Medida Cautelar de suspensión en favor del accionante conforme a la
última parte de la sentencia de primera instancia de fecha quince de mayo de mil novecientos
noventa, la Municipalidad de Lima haya intentado desconocer el mandato judicial, conforme consta
de las instrumentales de fojas diez y once del Cuaderno Especial ante la Corte Suprema, y en las
que figura un apercibimiento notoriamente ilegal en contra del recurrente. Que, por consiguiente,
las situaciones antes descritas no hacen sino evidenciar que la emplazada no utilizó regularmente
la potestad conferida por el artículo 119º de la Ley Orgánica de Municipalidades, antes por el
contrario, la desnaturalizó de forma arbitraria, lesionando en efecto, los derechos a la libertad de
trabajo y a la defensa, reconocidos por los artículos 2º inciso 13, 42º y 233º inciso 9 de la
Constitución Política entonces vigente, concordante con los incisos 10 y 22 del artículo 24º de la
Ley Nº 23506.
FALLA:
...que la Municipalidad demandada conviene en dar estabilidad laboral a los trabajadores que
vienen laborando en la obra "Simón Bolívar" y contratados con más de cuatro años de servicios,
con los mismos tratos y beneficios que los trabajadores nombrados... (por lo que habiéndose
transgredido ello contra don Miguel Cahui Vargas)...(se ha) atentado la garantía de la estabilidad
laboral que consagraba el artículo 27º de la Constitución Política del Estado.
Expediente 150-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintiún días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Martín Chura Parizaca y otros contra la resolución de la
Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Puno, de fecha cinco de noviembre de mil novecientos
noventiséis, que confirma la apelada del Vigésimo Juzgado Mixto de Puno, de fecha veinte de
agosto de mil novecientos noventiséis, y declara improcedente la acción de amparo respecto a
cinco de los reclamantes y fundada en cuanto a don Miguel Cahui Vargas.
ANTECEDENTES:
La acción la interponen contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Puno, don Víctor Torres
Esteves, para que se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 494-95-MPP, del veintiséis de
diciembre de mil novecientos noventicinco, mediante la cual se da por concluido al treintiuno de
diciembre de mil novecientos noventicinco los servicios prestados del personal eventual, por
diferentes modalidades, y para que se les reponga en sus respectivos puestos de trabajo, pues se
ha atentado contra su libertad constitucional de libertad de trabajo. El Primer Juzgado Mixto de
Puno declaró improcedente la demanda en cuanto a don Martín Chura Parizaca, Guido Daniel
Roque Cruz, Valentín Quispe Charca, Nicolás Alfonso Díaz Cahuana y Teófilo Bustincio Oha, por
considerar que han reingresado a prestar servicios a la demandada, y fundada la acción respecto a
don Miguel Cahui Vargas, por haberse infringido el inciso 15 del articulo 2º de la Constitución
Política del Estado. Interpuesto recurso de apelación, la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de
Puno confirmó la apelada, según resolución del cinco de noviembre de mil novecientos noventiséis,
al estimar que, de la prueba documental que obra a fojas 15, el Municipio demandado
expresamente conviene en dar estabilidad laboral a los trabajadores contratados, entre los cuales
figuran los actores. Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, insistiendo que los
actores se encuentran amparados por el artículo 1º de la Ley Nº 24404; por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que del Acuerdo Nº 9 contenido en el Acta de Convenio Colectivo de fecha nueve de setiembre
de mil novecientos noventidós, consta que la Municipalidad demandada conviene en dar
estabilidad laboral a los trabajadores que vienen laborando en la obra "Simón Bolívar" y
contratados con más de cuatro años de servicios, con los mismos tratos y beneficios de los
trabajadores nombrados; decisión que fue ratificada por la demandada mediante Resolución de
Alcaldía Nº 716-95-MPP, del veintiséis de octubre de mil novecientos noventicinco, que reconoce al
personal denominado "Los Tigres" como personal obrero contratado permanentemente, entre los
cuales figuran los demandantes, con los mismos derechos y beneficios del personal permanente.
2.Que del Informe Nº 27-96-MPP-ARP, de fecha trece de agosto de mil novecientos noventiséis,
emitido por el Jefe del Area de Remuneraciones y Pensiones de la Municipalidad demandada,
consta que los trabajadores que allí se mencionan y entre los que están los actores, don Martín
Chura Parizaca, Guido Daniel Roque Cruz, Valentín Quispe Charca, Nicolás Alfonso Díaz Cahuana
y Teófilo Bustincio Oha, para quienes ha cesado entonces la agresión por haberse producido la
sustracción de la materia; mas no figura en dicha relación de trabajadores don Miguel Cahui
Vargas, con respecto a quien debe ampararse la demanda, al haberse atentado la garantía de la
estabilidad laboral que consagra el artículo número veintisiete de la Constitución Política del
Estado. El contenido de dicho instrumento público ha sido confirmado por los recurrentes con su
escrito de fecha veintiuno de agosto de mil novecientos setentisiete.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Exp. Nº 150-97-AA/TC
Puno
VISTA: la solicitud formulada por don Martín Chura Parisaca, Valentín Quispe Charca y otros, para
que se aclare la sentencia expedida por este Tribunal con fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventisiete, en la acción de amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de
Puno; y
ATENDIENDO: que según lo dispuesto por el artículo 59º de la Ley Nº 26435, Orgánica de este
Tribunal Constitucional, contra las sentencias no cabe recurso alguno, y que tratándose de las
resoluciones a que se refiere el artículo 34º puede aclararse algún concepto o subsanar cualquier
error material u omisión en que se hubiese incurrido, en el plazo de dos (2) días a contar desde su
notificación o publicación; que, en el presente caso, a pesar de que no se trata de la acción de
inconstitucionalidad indicada en el numeral 34, la sentencia fue publicada el veintitrés de setiembre
de mil novecientos noventisiete en el Diario Oficial "El Peruano", habiendo transcurrido seis días
hábiles hasta el día primero de octubre de mil novecientos noventisiete, fecha en que se interpone
el presente recurso de aclaración, esto es, en forma extemporánea;
SE RESUELVE:
Las Municipalidades están facultadas para establecer multas de manera general mediante
Ordenanzas, mas no se puede utilizar este instrumento para aplicar una multa a alguien en
particular. Para ello resulta imperativo instaurar un proceso administrativo a raíz de una infracción
determinada y su imposición será a través de una resolución.
Expediente 555-97
Lima
Sentencia
Resolución Nº 43
VISTOS; con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen de fojas ciento noventitrés y
ciento noventicuatro; y CONSIDERANDO: Primero: Que, la presente demanda no fue amparada
por el A Quo, en virtud de haber declarado fundada la excepción de litispendencia deducida por la
Municipalidad emplazada; por tal motivo en esta instancia superior, previamente se debe revisar
dicho extremo de la recurrida por cuanto tiene que ver con la procedencia de la demanda.
Segundo: Que, la referida excepción de litispendencia se funda en que la Empresa demandante
ante el Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo interpuso similar Acción de Amparo,
dirigiéndola contra la misma demandada la Municipalidad Provincial de Chiclayo, cuyo petitorio
resulta idéntico al formulado en la presente demanda; empero, no ha sido compulsado el hecho de
que con fecha quince de julio del año próximo pasado, se admitió el desistimiento del proceso
iniciado en la localidad de Chiclayo presentado por la actora, conforme se advierte a fojas
ochenticinco, por ende el Juzgador inferior al haber emitido sentencia con fecha posterior debió
contemplar tal situación, por cuanto la demandante se desistió de la jurisdicción del Juzgado de
Chiclayo para someterse a la Jurisdicción del Juzgado de Derecho Público, por tanto este último
Organo debió brindarle tutela jurisdiccional efectiva, conforme prescribe el Artículo I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil(1) ; máxime si el desistimiento se hizo en virtud de lo dispuesto
por el Decreto Supremo Nº 009-93-EM que le otorgaba competencia para conocer el presente
caso; consiguientemente, dicha excepción debe ser revocada. Tercero: Que, en cuanto a la
Excepción de Falta de agotamiento de la Vía Previa, debe apreciarse que si bien la accionante ha
iniciado el tránsito por la vía administrativa, sin embargo esperar su culminación podría tornar
irreparable la agresión sufrida, resultando de aplicación lo preceptuado en el inciso 2) del Artículo
28º de la Ley Nº 23506; siendo oportuno recién analizar el fondo de la litis. Cuarto: Que, mediante
el presente proceso constitucional la demandante, Empresa Generadora de Energía Eléctrica del
Norte -EGENOR-, solicita que el Organo Jurisdiccional deje sin efecto la Ordenanza Municipal
número 008/ - A-97, por la que en su Artículo Segundo se la sanciona con una multa de dos
millones de nuevos soles, por descargar productos residuales de petróleo en las redes públicas de
alcantarillado, atentando contra la salud y seguridad de los vecinos; Quinto: Que, el Artículo 191º
de la Constitución consagra la autonomía política, económica y administrativa de los Gobiernos
Locales en los asuntos de su competencia; dicha autonomía empero debe ejercitarse dentro de los
parámetros establecidos por la Ley Nº 23853 -Ley Orgánica de Municipalidades-. Sexto: Que, el
Artículo 110º de la referida Ley Orgánica declara que las ordenanzas son normas generales que
regulan la organización, administración o prestación de los servicios públicos locales, el
cumplimiento de las funciones generales o específicas de la Municipalidad o establecen las
limitaciones y modalidades impuestas a la propiedad privada; por su parte el Artículo 115º del
mismo cuerpo legal prescribe que las ordenanzas municipales pueden establecer sanciones de
multa, decomiso y clausura por infracción de sus disposiciones; interpretando de manera
concordante ambas normas, se colige que mediante las ordenanzas se pueden establecer multas
de manera general, mas no se puede utilizar este instrumento de normatividad edil para aplicar una
multa a alguien en particular; Sétimo: Que, para imponer una multa resulta imperativo que se haya
instaurado un proceso administrativo a raíz de una infracción previamente determinada, y su
imposición en todo caso es a través de una resolución, ya que se estaría resolviendo un asunto de
carácter administrativo, conforme lo refiere el Artículo 111º de la Ley Orgánica de Municipalidades;
no hacerlo de ese modo conllevaría a transgredir el derecho constitucional del debido proceso;
Octavo: Que, en el presente caso la demandada al emitir la Ordenanza número 008/-A-97 en su
primer artículo establece que toda persona natural o jurídica que con sus acciones ponga en
peligro la vida, la salud y la seguridad de la ciudadanía chiclayana, será sancionada drásticamente
según la gravedad de la falta y previo acuerdo del Concejo Provincial de Chiclayo; como se
observa, con esta Ordenanza se establece una infracción, empero sin fijar todavía la escala de la
multa. Noveno: Que, el literal d) del inciso 24) del Artículo 2º de la Carta Magna declara que "nadie
será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente
calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con
pena no prevista en la ley", esto importa que la calificación debe hacerse en forma antelada a la
aplicación de la sanción; Décimo: Que, en el caso sub exámine la Municipalidad Provincial de
Chiclayo mediante la Ordenanza referida antes, establece una infracción y al mismo tiempo aplica
una sanción por cometer esta novísima infracción de manera drástica, de lo considerado
precedentemente se advierte que la multa impuesta a la actora no ha seguido su cauce
correspondiente, toda vez que la Ordenanza no es el instrumento adecuado para aplicarla; que
como ya lo dijimos debió hacerse mediante una resolución previo proceso administrativo; Décimo
Primero: Que, como corolario de lo considerado, se ha llegado a determinar que la ordenanza
submateria contiene la aplicación de una arbitraria multa, por cuanto no fue previamente publicada
y además por haberse aplicado sin el pertinente proceso administrativo; por estos fundamentos;
REVOCARON la sentencia apelada de fojas ciento cuarenta a ciento cuarentitrés, su fecha doce
de setiembre de mil novecientos noventisiete, por la que se declara FUNDADA la Excepción de
Litispendencia formulada por la demandada a fojas setenticinco, e IMPROCEDENTE la demanda
de Amparo Constitucional incoada a fojas veinte y siguientes por la EMPRESA DE GENERACION
ELECTRICA NOR PERU SOCIEDAD ANONIMA contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo;
REFORMANDOLA: Declararon INFUNDADA la citada Excepción de Litispendencia e igualmente
INFUNDADA la Excepción de Falta de Agotamiento de la Vía Administrativa; y FUNDADA la citada
demanda, en consecuencia INAPLICABLE para la actora la multa de dos millones de nuevos soles
impuesta mediante la Ordenanza número 008/ -A-97, y sin efecto alguno las acciones que se
hayan derivado de dicha sanción económica; y estando a que la presente resolución sienta
precedente de observancia obligatoria; MANDARON: Que, consentida y/o ejecutoriada que sea se
publique en el Diario Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.
Expediente 613-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por doña Blanca Coronel Chapoñán contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha de mayo de mil
novecientos noventa y siete, que, confirmando la sentencia apelada declara improcedente la acción
de amparo interpuesta contra don Luis Gasco Bravo, Alcalde del Concejo Distrital de José
Leonardo Ortiz, por violación a su derecho de trabajo.
ANTECEDENTES:
La institución demandada niega y contradice la demanda en todos sus extremos, indicando que la
Ley Nº 26093, no establece que previo a la evaluación de personal se realice un proceso de
reorganización ni capacitación a los trabajadores; sin perjuicio de lo cual la Municipalidad Distrital
de José Leonardo Ortiz, por Acuerdo Municipal Nº 002-93-MDJLO de fecha veintidós de marzo de
mil novecientos noventa y tres, dispuso la reorganización y reestructuración del municipio, y por
Resolución de Alcaldía Nº 323-95-MDJLO/A de fecha quince de marzo de mil novecientos noventa
y cinco y Nº 515-96-MDJLO de fecha veintidós de mayo de mil novecientos noventa y seis, se
realizaron cursos de capacitación del personal. La evaluación del personal fue realizada por una
comisión cuyos miembros fueron designados por el Decano de la Facultad de Ciencias
Económicas y Contables de la Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo", por un convenio de apoyo
firmado entre el municipio y esa universidad. Existiendo, también una comisión integrada por altos
funcionarios del municipio, dedicada a la supervisión del desarrollo del proceso de evaluación. La
demandada precisa que los exámenes estuvieron diferenciados de acuerdo al grupo ocupacional al
que estaba dirigido, poniendo a disposición de los interesados las pruebas a partir que los
resultados fueron publicados. Respecto a la nulidad de las resoluciones, la demandada precisa que
no puede tener la numeración correlativa porque la Resolución Nº 902-96, corresponde a la
Alcaldía, y la Resolución Municipal Nº 033-96-MDJLO al Concejo.
La sentencia del Juez del 4º Juzgado Civil de la Provincia de Chiclayo, de fecha tres de enero de
mil novecientos noventisiete, declaró improcedente la acción de amparo al haber actuado el
municipio conforme a lo dispuesto en la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553,
"Ley del Presupuesto del Sector Público para mil novecientos noventa y seis", que incluye dentro
de los alcances de esa norma a los gobiernos locales.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, por resolución de fecha
quince de mayo de mil novecientos noventa y siete, confirmó la sentencia apelada que declaró
improcedente la acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, para declarar procedente una acción de garantía, es requisito que se pruebe en forma
indubitable que se ha violado o amenace violar derechos constitucionales por acción u omisión de
actos de cumplimiento obligatorio, por cualquier autoridad, funcionario o persona;
FALLA:
...la disposición de efectuar la evaluación de personal por parte del Municipio es una decisión
enmarcada dentro de la ley; conforme lo establece el artículo 191° de la Constitución, las
Municipalidades tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su
competencia, siendo uno de ellos el aspecto de la evaluación del personal a su cargo.
Expediente 547-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
En aplicación del Decreto Ley Nº 26093 que dispone que las Instituciones Públicas
descentralizadas deben cumplir con efectuar semestralmente Programas de Evaluación de
Personal, la Municipalidad Distrital de Ate-Vitarte por Acuerdo del Concejo Nº 41-96 del diez de
junio de mil novecientos noventiséis, aprueba la Directiva Nº 001-96-DA-MA-Bases para la
Evaluación del Personal de la Municipalidad de Ate y a la vez dispone se proceda a la publicación
de este acuerdo y a su cumplimiento, como realmente se hace el día doce de junio de mil
novecientos noventiséis en el Diario Oficial "El Peruano"
A foja cuarenticuatro, corre la sentencia expedida por el Juzgado Especializado en lo Civil del Cono
Este declarando fundada la demanda. A foja sesenta sale a juicio el codemandado don José
Manuel Salazar Castañeda señalando domicilio procesal manifestando no habérseles notificado
con la demanda. A foja ochentiuno, este mismo funcionario apela de la sentencia aduciendo que
los demandantes no agotaron las vías previas.
A foja ciento cuarenticinco, corre la sentencia de vista expedida por la Sala de Derecho Público de
la Corte Superior de Justicia de Lima que reformando la sentencia apelada, declara improcedente
la demanda. Por lo que la parte demandante interpone recurso de nulidad que se le concede como
extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Que, del análisis que se hace del expediente, se desprende que a los recurrentes no se les ha
violado ningún derecho constitucional, como lo establece el artículo 2º de la Ley Nº 23506, dado
que la Directiva Nº 001-96-DA-MA, Bases para la Evaluación del Personal de la Municipalidad de
Ate, se ha emitido dentro de los marcos legales establecidos.
Que, el Decreto Ley Nº 26093 expedido el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventidós,
establece que los titulares de los distintos Ministerios, y las Instituciones Públicas descentralizadas,
debían cumplir con efectuar programas de evaluación de personal de acuerdo a las normas que
para tal efecto se establecen, y además se autorizaba a dictar las normas para la correcta
aplicación del dispositivo mediante resolución, y es lo que el Concejo de Ate-Vitarte ha procedido a
dar cumplimiento mediante aprobación de la Directiva que ahora se cuestiona.
Que, en sus artículos 2º y 3º del Decreto mencionado, dispone que si el personal sometido a
evaluación no calificara, debía ser cesado por excedencia, derogándose todas las disposiciones
que se opongan al Decreto Ley; entonces la Directiva Nº 001-96-DA-MA Bases para la Evaluación
del Personal de la Municipalidad de Ate se da en aplicación de ese dispositivo legal, por lo tanto no
es una amenaza esta Directiva.
Que, por otra parte, la Ley de Presupuesto de mil novecientos noventiséis, en su Octava
Disposición Transitoria y Final, otorga facultades al Poder Ejecutivo para llevar a cabo un proceso
de modernización integral en la organización de las entidades que se encuentran comprendidas en
el Volumen 3 del artículo 4º de esta ley, esto es, las Municipalidades, incluyéndolas dentro de los
alcances del Decreto Ley Nº 26093.
Que, de los actuados podemos observar, la disposición de efectuar la evaluación de personal por
parte del Municipio es una decisión enmarcada dentro de la ley; conforme lo establece el artículo
191º de la Constitución, las Municipalidades tienen autonomía política, económica y administrativa
en los asuntos de su competencia, siendo uno de ellos el aspecto de la evaluación del personal a
su cargo.
Que, como es de verse de fojas 20 a 24, la parte demandante optó por recurrir a la vía judicial
ordinaria denunciando a las mismas personas y por los mismos hechos ante la Segunda Fiscalía
Provincial Penal de Lima.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, conforme lo dictan los artículos 191º y 192º de la Constitución, las Municipalidades, tienen
autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, siendo uno de
ellos el aspecto de la evaluación del personal a su cargo;...
Expediente 822-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciséis días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Pedro Luciano Gordillo Begazo, en contra de la
resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa de fecha dieciséis de agosto
de mil novecientos noventa y seis, en la Acción de Amparo seguida por el aludido recurrente en
contra de la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El actor, apoyando su acción en lo contenido en el inciso 15) artículo 2º y artículos 26º y 27º, de la
Constitución, concordante con el inciso b) del artículo 4º del Decreto Legislativo 276, presentó
Acción de Amparo en contra de la resolución Municipal del Municipio Provincial de Camaná,
representado por su Alcalde el señor Enrique Gutiérrez Souza, la que contenía, al decir del
demandante, una flagrante violación de sus derechos constitucionales de libertad y estabilidad en
el trabajo, al haber sido cesado, porque había sido nombrado como Bibliotecario, laborando como
servidor de carrera en el Nivel ST/D, en plaza debidamente presupuestada, y que había sido sujeto
de una evaluación por parte de la entidad demandada; que si bien la Municipalidad estaba
facultada por la Ley del Presupuesto para llevar adelante la evaluación, también lo era que las
evaluaciones debían guardar conformidad con las normas pertinentes, para la seguridad del caso;
que al efecto se delegó al Poder Ejecutivo para que, en el plazo de un año, para que procediera a
legislar, mediante decretos legislativos, en materia de reorganización, modificación de sistemas
administrativos en general, asignación, y ejecución de funciones, derivados de las leyes sectoriales
que regulaban a dichas entidades; añadiendo que las condiciones anotadas no se dieron, ni
tampoco se dictó decreto legislativo correspondiente. En lo relativo a la evaluación en sí, manifestó
el demandante, que ésta adoleció de graves irregularidades, tales como el haber aplicado un solo
tipo de examen, sin hacer distingo de niveles, y el Municipio Provincial de Camaná había ejecutado
la Resolución Municipal, sin que ésta antes hubiera quedado consentida, dado que no se le
permitió seguir laborando en su centro de trabajo desde la fecha misma de la notificación con la
resolución que impugna, por lo que, contando con el Amparo del artículo 28º de la Ley 23506,
estimó no necesario el agotamiento de las vías previas.
El Alcalde don Enrique Gutiérrez Sousa, al contestar la demanda, solicitó sea declarada infundada,
porque la Ley 26553 de Presupuesto del Sector Público para mil novecientos noventa y seis, había
ordenado la realización de un programa de evaluación de personal, de acuerdo a las normas que
para tal efecto se establecieran, sin estar supeditado a la expedición de nuevas disposiciones, ya
que interpretarlo en modo diferente, resultaba incompatible con el artículo 191º de la Constitución
vigente, que establece la autonomía de las Municipalidades, en los aspectos económicos, políticos,
y administrativos, en los asuntos de su competencia, tales como el aprobar asuntos relacionados
con su organización interna, y su presupuesto; por otro lado, dijo que la Ley 26093 estableció, de
modo imperativo, que las Municipalidades debían cumplir con efectuar programas de evaluación,
estableciendo, expresamente, en sus artículos 2º y 3º que el personal que no resultase calificado,
debía ser cesado por excedencia, derogándose todas las disposiciones que se opusieran a ese
Decreto Ley, habiendo quedado autorizados los Municipios para dictar las normas necesarias para
la correcta aplicación de la referida Ley; que la Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley
26533, estableció que incluye dentro de los alcances de la Ley 26093, a las Municipalidades, lo
que significaba que así estaban autorizadas, y obligadas a llevar la evaluación, dictando las
normas necesarias para lograrlo, y actuando, así, el Concejo Municipal, dentro, y por mandato de
la ley, no habiendo cometido irregularidades en el proceso de evaluación.
La sentencia del señor Juez, de fecha catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, declaró
fundada la demanda, por estimar, fundamentalmente que: la entidad demandada se anticipó a la
regulación que debía hacer el Poder Ejecutivo, dentro del marco del proceso de modernización y
organización del aparato estatal, así como por estimar que en autos no se había acreditado que el
proceso de evaluación hubiera respondido a un programa de recorte presupuestal o de
racionalización de plazas, por lo que no podía reputarse que el cese del trabajador sea legal,
violándose así su derecho fundamental al trabajo.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme lo dictan los artículos 191º y 192º de la Constitución, las
Municipalidades, tienen autonomía política, económica, y administrativa en los asuntos de su
competencia, siendo uno de ellos el aspecto de la evaluación del personal a su cargo; Que el
recurrente se sometió por su voluntad a la evaluación, y con conocimiento pleno de que si no
aprobaba, sería cesado por causal de excedencia, de forma inmediata, y sin lugar a reclamaciones,
en atención a lo establecido por los artículos 2º y 3º de la Ley 26093; Que resulta inexacta la
afirmación del agraviado, cuando manifiesta que se le ha violentado el principio de defensa y de un
debido proceso, por cuanto es de notarse que está haciendo uso de los medios de defensa que él
estimó por convenientes, sin que haya sido limitado en su actuar. Esto de un lado, y, de otro,
también es de apreciarse, de conformidad con el inciso 3) del artículo 139º de la Constitución, que
existe un debido proceso, dado que no ha sido desviado de la jurisdicción predeterminada por ley,
ni se le sometió a un procedimiento distinto de los previamente establecidos, ni juzgado por
órganos jurisdiccionales de excepción, ni por comisión especial creada al efecto, lo que sí, y en
todo caso, lo que sucede es que el actor equivocó la vía a seguir; Que, tampoco se le ha violentado
el derecho de estabilidad, y desempeño de trabajo, por cuanto el actor no ha sido despedido
arbitrariamente, o como resultado de un irregular proceso, lo que ha sucedido en el caso bajo
examen, es que el interesado no aprobó la evaluación que le practicó la entidad demandante,
evaluación respecto de la cual se emitió, y con arreglo a ley, la resolución administrativa que
pretende el accionante no se aplique, lo que equivaldría, a dejar sin efecto una resolución
administrativa, regularmente emitida, mediante una resolución judicial; Que, el agraviado no ha
demostrado en el procedimiento, el que se le haya violado ningún derecho constitucionalmente
protegido.
Por estos fundamentos el Tribunal, en ejercicio de las atribuciones que le confieren la Constitución,
y leyes pertinentes,
FALLA:
Confirmando la sentencia, de vista de dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y seis, que,
revocando la de Primera Instancia, de catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, declara
improcedente la Acción de Amparo, debiendo efectuarse la publicación pertinente en el Diario
Oficial El Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Expediente 815-96-AA/TC
Lima
Caso: Naldy Elsa Huanca Huahuatico
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Naldy Elsa Huanca Huahuatico, contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha veintiuno de agosto de
mil novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declara improcedente la Acción
de Amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria, y Final de dicha norma; que la Ley 26093,
establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además, que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado, debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley 26093, a las Municipalidades, por lo que la interpretación
de la demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización, y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º, del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 816-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del Doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don José Neptalí Valdivia Carnero, en contra de la
resolución de la Corte Superior de Arequipa, de fecha veintiuno de agosto de mil novecientos
noventa y seis, que declaró improcedente la Acción de Amparo seguida por el citado recurrente en
contra de la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria, y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación de
la demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización, y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º, del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 817-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del Doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Eva Hermelinda Mamani Callo, contra la resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha doce de agosto de mil
novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declaran improcedente la Acción de
Amparo interpuesta en contra de la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria, y Final de dicha norma, que la Ley 26093,
establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
de la demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez de Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización, y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO AGUIRRE ROCA
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 818-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Santos Jesús Vera Huamaní, en contra de la resolución
de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declara improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
del demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
La sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventa y seis, revoca la sentencia apelada que declara fundada la Acción de Amparo,
y reformándola la declararon improcedente, atendiendo a que el acto cuestionado en la demanda
como es la resolución administrativa, es un acto de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 819-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
del demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
La sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventa y seis, revoca la sentencia apelada que declara fundada la Acción de Amparo,
y reformándola la declararon improcedente, atendiendo a que el acto cuestionado en la demanda
como es la resolución administrativa, es un acto de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 820-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del Doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Hugo Ronald Sánchez Córdova, en contra de la resolución
de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha dieciséis de agosto de mil
novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declara improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria, y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
del demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4º del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Que, conforme lo dicta el artículo 191º de la Constitución, las Municipalidades, tienen autonomía
política, económica, administrativa en los asuntos de su competencia, siendo uno de ellos el
aspecto de la evaluación del personal a su cargo;...
Expediente 824-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los dieciséis días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Renan Alejandro Gordillo Begazo, en contra de la
resolución de la Corte Superior de Arequipa de fecha diecinueve de agosto de mil novecientos
noventa y seis, que declaró improcedente la Acción de Amparo seguida por el citado recurrente en
contra de la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El recurrente, basándose en lo dispuesto por el inciso 15 del artículo 2º; artículos 26º y 27º de la
Constitución, concordante con el inciso b) del artículo 14º del Decreto Legislativo 276 Ley de Bases
de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público, presentó Acción de Amparo
en contra de la Resolución Municipal Nº 175-96-MPC-A emitida por la Municipalidad de Camaná
por afirmar que dicha resolución, contiene, una flagrante violación de sus derechos constitucionales
de trabajo al haberlo cesado de trabajo; contraviniendo los principios legales que rigen los
procedimientos administrativos, y el derecho a la estabilidad laboral, debiendo por lo expresado
dejarse sin efecto la aludida resolución municipal; que el demandante era servidor de carrera Nivel
STC, en calidad de Almacenero III; que la Municipalidad demandada, hizo una evaluación del
personal, la que a criterio de accionante, no estuvo de acuerdo con los lineamientos que se
siguieron, ya que éstos debió darlos el Poder Ejecutivo a través de decretos legislativos
específicos, para legislar en materia de reorganización, modificación de sistemas administrativos
para el sector municipal y que su plaza está debidamente presupuestada y asignada, y que no fue
materia de racionalización; que la Ley 26083 que dispuso la evaluación de los trabajadores de las
entidades públicas no comprendía a los Municipios, los que recién fueron comprendidos por la
Octava Disposición Transitoria y Final de la Ley del Presupuesto de la República, aduciendo que
las evaluaciones forzosamente requerían de la aprobación y normatividad de un decreto legislativo
sectorial, emanado del Poder Ejecutivo; además de que el examen realizado fue bastante
deficiente.
La sentencia del señor Juez en lo Civil de Camaná, de fecha catorce de junio de mil novecientos
noventa y seis, declaró fundada la demanda, por considerar que la entidad demandada, se había
anticipado a la regulación que debía dar el Poder Ejecutivo dentro del marco del Proceso de
Modernización y Organización de todo el aparato estatal, así como que no se ha acreditado que el
proceso de evaluación respondiera a un programa de recorte presupuestal o racionalización de
plazas que obedeciera a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno, y que por consiguiente, el cese del actor no podía reputarse legal, y que
el cese del demandante importaba una violación del derecho al trabajo.
El señor fiscal fue de opinión de que se revoque la apelada, y reformándola sea declarada
improcedente, por considerar básicamente que la evaluación llevada a cabo tuvo como sustento al
Decreto Ley Nº 26093, y a la Octava Disposición Transitoria, y Final de la Ley Nº 26553, y que en
tal sentido la Municipalidad demandada sólo había adecuado la normatividad legal vigente; por que
las Municipalidades gozan de autonomía administrativa y que al no depender sectorialmente del
Poder Ejecutivo podían dictar sus propias disposiciones en aplicación de la Ley Nº 26093.
FUNDAMENTOS:
Por estos Fundamentos y en aplicación de las atribuciones que le confieren la Constitución, y leyes
pertinentes, el Tribunal Constitucional,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista de fecha veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y seis,
la que revocando, y reformando la apelada de catorce de junio de mil novecientos noventa y seis
declaró improcedente la Acción de Amparo presentada por el recurrente contra la Municipalidad
Provincial de Camaná; debiéndose publicar esta sentencia en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4 del artículo 6º, de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que, por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 826-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los dieciséis días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del doctor Manuel Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Jesús Garrafa Champi en contra de la resolución de la
Corte Superior de Arequipa, de fecha diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y seis, que
declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta en contra de la Municipalidad Provincial de
Camaná.
ANTECEDENTES:
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización, y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4), del artículo 6º de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente y que por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda, y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 827-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los dieciséis días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular del Doctor Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por dona Rosa Elena Carnero Revilla, en contra de la
resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha diecinueve de
agosto de mil novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declara improcedente
la Acción de Amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia, que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
de la demandante resulta inexacta y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior, recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4), del artículo 6º de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente y que por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta, a mi criterio aplicable, ya que según se afirma en la demanda y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Expediente 828-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los dieciséis días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Fausto Jesús Salcedo Huamaní, en contra de la
resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa de fecha diecinueve de
agosto de mil novecientos noventa y seis, que revoca la sentencia apelada, y declara improcedente
la Acción de Amparo interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Camaná.
ANTECEDENTES:
El demandado contesta la demanda, afirmando que la Ley de Presupuesto del Sector Público no
establece que el Poder Ejecutivo, deba dictar previamente directivas para el cumplimiento del
mandato contenido en la Octava Disposición Transitoria y Final de dicha norma, que la Ley Nº
26093, establece de manera imperativa que las entidades municipales deben cumplir con efectuar
programas de evaluación, estableciendo además que el personal que de acuerdo con dicha
evaluación no resulte calificado debe ser cesado por excedencia; que dicha disposición transitoria,
incluye dentro de los alcances de la Ley Nº 26093 a las Municipalidades por lo que la interpretación
de la demandante resulta inexacta, y arbitraria, además de que el proceso se desarrolló en base a
todas las normas legales vigentes.
La sentencia del Juez en Primera Instancia, declara fundada la demanda interpuesta, por
considerar, que si el objeto del proceso de modernización, y reorganización implementada por el
Gobierno, está orientada a la reducción del aparato estatal, al que se encuentra subsumida la
reducción de personal, no se ha acreditado en forma alguna que el proceso de evaluación de
personal nombrado, y contratado responda a un programa de recorte presupuestal, racionalización
de plazas que obedezca en sí a los fines establecidos por la política económica general que tiene
implementado el gobierno actual.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y leyes pertinentes
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista de la Segunda Sala de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, de diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada de
veinte de junio de mil novecientos noventa y seis, declara improcedente la Acción de Amparo;
debiendo publicarse esta sentencia en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Discrepo de la sentencia recaída en estos autos, porque considero que el fundamento en que se
basan, tanto la de la Corte Superior recurrida, como la de este Tribunal, para declarar
«improcedente» la demanda, no son atendibles, toda vez que el inciso 4), del artículo 6º de la Ley
Nº 23506, que invoca la recurrida, confirmada por la de este Tribunal, es impertinente, y que por
otro lado, la falta de agotamiento de la vía previa en que busca apoyo la de este Tribunal, tampoco
resulta a mi criterio, aplicable, ya que, según se afirma en la demanda y no se ha desvirtuado en
estos autos, el actor fue despedido antes de que se venciera el plazo para que quedase consentida
la resolución municipal que lo cesa, declarándolo excedente.
Que, conforme lo dispone el artículo 191º de la Constitución, las Municipalidades tienen autonomía
política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, siendo uno de ellos el
aspecto de la evaluación del personal a su cargo;...
Expediente 198-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Félix Alfredo Mayo Tovar y otros, contra de la
resolución de la Primera Sala Mixta del Cono Norte de Lima, su fecha trece de enero de mil
novecientos noventisiete, que revocando la apelada que declaró fundada la demanda, y
reformándola declararon infundada la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Félix Alfredo Mayo Tovar y otros, interponen Acción de Amparo contra la Municipalidad Distrital de
Carabayllo-Lima, en defensa del derecho constitucional a no ser despedidos arbitrariamente y con
el objeto de que se declarase la nulidad de la Resolución de Alcaldía Nº 184-96-A-MDC, mediante
la cual se dispuso el cese de los recurrentes y de todos aquellos servidores del Concejo, que en la
evaluación semestral correspondiente no hubiesen alcanzado puntaje aprobatorio, cesándolos por
causal de excedencia; asimismo manifestaron que el Alcalde no era el competente para que de
mutuo propio pudiera definir la estructura y organización de la Municipalidad; que el Decreto Ley Nº
26093 no obliga a que el personal que no calificara debería ser cesado, sino que simplemente dice
que podrá ser cesado; que estaba demostrado que la evaluación no era causal de cese; que el
reglamento o bases de la evaluación no fue de conocimiento de los evaluados.
El Juez declaró fundada la demanda, esencialmente por considerar que el Alcalde demandado no
había presentado el reglamento de evaluación donde se indicara los tipos de exámenes, los
medios impugnativos, y los derechos que tuvieran los evaluados, con lo que se había lesionado los
derechos de los demandantes a trabajar libremente con sujeción a la ley, a la irrenunciabilidad de
los derechos reconocidos legalmente; al principio de la legalidad en el ingreso a la carrera
administrativa y otros.
La Primera Sala Mixta del Cono Norte, revocó la sentencia apelada que declara fundada la
demanda, y, reformándola, declaró infundada la Acción de Amparo, fundamentando que la Octava
Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 26553 -del Presupuesto del Sector Público-, en su
segundo párrafo incluye dentro de los alcances del Decreto Ley Nº 26093 a los organismos
comprendidos en el volumen tres del artículo 4º es decir a los gobiernos locales; que los programas
de evaluación, de conformidad con el espíritu del Decreto Ley Nº 26093 no está orientado a lograr
un entrenamiento con fines de actualización o capacitación, sino a separar al personal que no
resulte idóneo.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme lo dispone el artículo 191º de la Constitución, las Municipalidades tienen autonomía
política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia, siendo uno de ellos el
aspecto de la evaluación del personal a su cargo; Que, los recurrentes se sometieron por su
voluntad a la evaluación y con conocimiento pleno de que si no aprobaban serían cesados por
causal de excedencia; Que, no se ha acreditado la violación de algún derecho constitucional, por
cuanto los actores no han sido despedidos arbitrariamente o como resultado de un proceso
irregular, simplemente los interesados no aprobaron la evaluación que se les practicó; Que, por
otro lado, los demandantes no han demostrado en autos su pretensión.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y las leyes pertinentes
FALLA:
Confirmando la resolución de la Primera Sala Superior Mixta del Cono Norte, su fecha trece de
enero de mil novecientos noventisiete, que revocando la apelada declaró infundada la Acción de
Amparo incoada; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 244-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciséis días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan Orlando Almengor Correa, contra la resolución Nº
88 de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que, con fecha siete de
febrero de mil novecientos noventisiete, declaró improcedente la acción de amparo incoada por el
mismo accionante (folio 244).
ANTECEDENTES:
Con fecha quince de diciembre de mil novecientos noventicinco, don Juan Orlando Almengor
Correa, representando a la Asociación "Organización de Pobladores del Asentamiento Humano
Marginal Permanente, Manzanilla II", interpone acción de amparo contra, doña Juana Calvo de
Díaz, en su calidad de Directora General de la Oficina General de Participación Vecinal, y contra
don Ricardo Belmont Casinelli, en su calidad de Alcalde de Lima Metropolitana; por violar, según
expresa el demandante, los derechos de reunión y asociación de su representada.
Aduce el demandante, que los citados derechos, fueron transgredidos por la Municipalidad de Lima
Metropolitana, al dictar la Resolución Directoral Nº 011-95-MLM/OGPV de fecha siete de marzo de
mil novecientos noventicinco (folio 20) mediante la cual, declaró procedente la impugnación de un
grupo de asociados moradores, formulada contra la reelección de la Junta Directiva Central,
presidida por el demandante, y ordenó la convocatoria a Asamblea General para la elección de un
Comité Electoral. Considera finalmente, el demandante, que como ellos son una Asociación
constituida con arreglo al Código Civil, la Municipalidad demandada, no tiene competencia para
inmiscuirse en sus problemas internos (folio 30 a folio 33).
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, mediante la resolución Nº 8 de fecha veintitrés de abril de
mil novecientos noventiséis, declara fundada la demanda, en base a las consideraciones
siguientes: Que, la Municipalidad es incompetente para conocer los problemas que se susciten en
una Asociación constituida con arreglo al Código Civil. Que, si bien es cierto, el artículo 65º de la
Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades, faculta a éstas a "controlar y fiscalizar" las
Asociaciones formadas por vecinos de su jurisdicción, esto no le da derecho a intervenir en la vida
institucional de la demandante. Que, por tal razón, la Resolución Directoral Nº 011-95 / MLM
/OGPV, ha sido dictada por órgano incompetente (folio 82 a folio 85).
FUNDAMENTOS:
Que, el numeral 7) del artículo 192º de la Constitución Política del Estado, establece, que las
Municipalidades son competentes, en "lo demás que determine la Ley".
Dicha Ley es la 23853, Orgánica de Municipalidades, cuyo artículo 65º, entre otras facultades,
autoriza a los municipios, a controlar y fiscalizar las asociaciones formadas por vecinos, cualquiera
que fuera su finalidad.
Que, en base a dicha competencia, y, ante un reclamo de los pobladores del Asentamiento
Humano "Manzanilla II" del Cercado de Lima, sobre irregularidades habidas en la elección de la
Junta Directiva Central presidida por Juan Orlando Almengor Correa, la Municipalidad de Lima
Metropolitana, detectó que dicha elección se realizó infringiendo los artículos 12º y 32º de la
acotada Ordenanza Municipal Nº 192, sobre Organización de Pobladores, y, los artículo 29º, 35º,
36º y 42º de sus propios Estatutos; por tal razón, la demandada dictó la Resolución Directoral Nº
011-95/MLM/OGPV, materia de la presente acción de amparo, declarando fundada la impugnación
que interpusieron los pobladores contra la referida elección, disponiendo además la convocatoria a
Asamblea General Extraordinaria a efectos de elegir un Comité Electoral
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones conferidas por
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, la Municipalidad ha actuado dentro del marco de atribuciones que le otorga la Ley Orgánica
de Municipalidades Nº 23853 en cuyo artículo 68º inciso 7) la facultad a otorgar licencias de
apertura de establecimientos comerciales e industriales y de actividades profesionales y de
controlar su funcionamiento.
Expediente 916-96-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de la Libertad, de fecha veinte de setiembre de mil novecientos noventiséis, en los
seguidos entre doña Silvia Carolina Prentice Casanova y don José Murgia Zannier, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Trujillo, y otro, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Silvia Carolina Prentice Casanova interpone acción de amparo contra don José Murgia
Zannier, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo y don Jorge Agurto Mogollón Director de
Actividades Comerciales y Productivas de dicha Municipalidad, a fin de que se deje sin efecto las
siguientes disposiciones: Resolución Directoral Nº 093-95-DACPLE/MPT del quince de setiembre
de mil novecientos noventicinco, expedida por la Dirección de Actividades Comerciales Productivas
y Licencias Especiales de la Municipalidad de Trujillo, por la que se dispone la cancelación de la
Autorización Municipal de apertura del establecimiento denominado "LITOS", sito en la Av. Libertad
Nº 385 de la Urbanización San Andrés; Resolución de Alcaldía Nº 257-96 MPT de fecha veintiocho
de febrero de mil novecientos noventiséis, por la que se declara infundado el recurso de apelación
interpuesto por la demandante contra la Resolución Directoral Nº 107-95 DACPLE/MPT de fecha
tres de noviembre de mil novecientos noventicinco, esta última declaró inadmisible el recurso de
reconsideración interpuesto contra la Resolución Directoral Nº 093-95 DACPLE /MPT. Asimismo
para que se deje sin efecto la Resolución del Concejo Nº 071-96 MPT, del dos de mayo de mil
novecientos noventiséis que declaró inadmisible el recurso de revisión interpuesto contra la
Resolución de Alcaldía Nº 257-96 MPT.
Sostiene la demandante que con fecha 23 de marzo de mil novecientos noventicinco, obtuvo la
Licencia de Funcionamiento para realizar actividades de anticuchería chopp, vídeo pub, parrillada,
luego que diera cumplimiento a los trámites impuestos por la Municipalidad, efectuando el pago de
los derechos respectivos; que inexplicablemente se expide la Resolución Directoral Nº 093-95
DACPLE/MPT en la que se dispone la cancelación de la autorización de apertura del
establecimiento y la erradicación del local; que se ha llegado al extremo de acosar al demandante
imponiéndole papeletas de multa indiscriminadas, convirtiéndose la agresión en permanente. Que,
en consecuencia, se ha violado su derecho al trabajo cautelado por la Constitución Política en sus
artículos segundo incisos quince, veintidós y veintitrés.
Admitida la demanda ésta es contestada por doña Esther Violeta Franco Vargas, apoderada de la
Municipalidad Provincial de Trujillo, quien se apersona por el Alcalde y acredita representación con
copia del Testimonio de revocatoria y otorgamiento de poder general y especial de fecha dos de
diciembre de mil novecientos noventicuatro y el otro demandado don Jorge Agurto Mogollón, lo
hace por sí mismo; ambos solicitan que la demanda se declare infundada porque la Municipalidad
no ha violado derecho constitucional alguno ya que las resoluciones que la demandante pide se
dejen sin efecto, han sido dictadas de acuerdo a las facultades previstas en la Ley Nº 23853
Orgánica de Municipalidades; que la Municipalidad otorgó licencia a la amparista, quedando el
negocio sujeto a fiscalización, habiéndose dispuesto la cancelación de la licencia al haberse
infringido disposiciones reglamentarias y previa constatación y emisión de los informes respectivos.
Asimismo, señalan los demandados que las multas han sido impuestas por diversos motivos tales
como contaminación del medio ambiente con humo y ruidos molestos, por vender en la vía pública
obstaculizándose el paso peatonal, por no presentar licencia especial de funcionamiento, por
mantener una parrilla y un coche rodante en la vía pública sin autorización .
Con fecha doce de julio de mil novecientos noventiséis el Juez del Cuarto Juzgado Especializado
en lo Civil de Trujillo expide resolución declarando improcedente la acción de amparo. Interpuesto
el recurso de apelación, con fecha veinte de setiembre de mil novecientos noventiséis, la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, las resoluciones materia de la acción de amparo, que la demandante solicita se dejen sin
efecto, han sido emitidas dentro de un proceso administrativo regular, no existiendo fundamento
legal para dejarlas sin efecto.
Que, en cuanto a las sanciones de multa corren en autos de fojas once a diecisiete y dieciocho a
veinticuatro las papeletas y notificaciones en cuyo contenido se precisan las infracciones cometidas
por la amparista, al haber transgredido disposiciones de la Ordenanza Nº 007-90 MPT, Ordenanza
Nº 002-94-MPT y Decreto de Alcaldía Nº 016-94-MPT.
Que, la Municipalidad ha actuado dentro del marco de atribuciones que le otorga la Ley Orgánica
de Municipalidades Nº 23853 en cuyo artículo 68º inciso 7 la faculta a otorgar licencias de apertura
de establecimientos comerciales e industriales y de actividades profesionales y de controlar su
funcionamiento.
FALLA:
Que, de conformidad con lo establecido por los artículos 10º, incisos 5) y 6), y 69º, incisos 1) y 2)
de la Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades, corresponde a las Municipalidades Provinciales
regular el transporte colectivo, la circulación y el tránsito, otorgando las licencias o concesiones
correspondientes...
Expediente 033-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Ricardo Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Rey Terry,
Díaz Valverde,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El gerente general de la Empresa de Transportes Bus Arequipa S.R.L., Juan Mamani Arapa
interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Arequipa y el Director General
de Transporte Urbano y Circulación Vial de la Municipalidad Provincial de dicha ciudad, por
violación de sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo y de libertad de empresa.
No obstante lo cual, y pese a que el artículo doce del Decreto Legislativo seiscientos cincuenta y
uno elimina todas las restricciones legales que impiden el libre acceso a las rutas autorizadas, y
que estas son de carácter automático, la accionada ha omitido con otorgar estas autorizaciones,
con lo que se violan los derechos constitucionales de libertad de trabajo y libertad de empresa que
se reconoce a su representada. En tal sentido, solicita que los demandados cesen en forma
inmediata de realizar los actos en que por omisión incurren, y se les ordene cumplir con otorgar la
autorización solicitada a fin de que los vehículos referidos puedan prestar sus servicios de
transporte público urbano de pasajeros en la ruta doce-D.
Admitida la demanda, a fojas treinta y ocho, el Director General de Transporte Urbano y Circulación
Vial de la Municipalidad Provincial de Arequipa contesta la demanda, solicitando se la declare
improcedente, en razón de que si bien el Decreto Legislativo seiscientos cincuenta y uno autoriza
excepcionalmente y en forma transitoria que personas naturales o jurídicas puedan prestar el
servicio de transporte público de pasajeros, mediante Decreto Supremo cinco-noventa y tres-TCC,
se dieron por concluidas tales autorizaciones que al encontrarse autorizada una unidad, no se está
violando derecho constitucional alguno, y que si bien el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones es el competente para efectuar cualquier restricción de vías o rutas, tal
competencia debe de efectuarse de acuerdo a las necesidades del servicio que la Municipalidad
Provincial disponga, en aplicación de la Ley Orgánica de Municipalidades.
Ampara la contestación de la demanda, en los artículos ciento noventa y dos, inciso cuarto, y
doscientos, inciso segundo, de la Constitución Política del Estado; en los artículos diez y sesenta y
nueve de la Ley Orgánica de Municipalidades; en el Decreto Legislativo seiscientos cincuenta y
uno; en el Decreto Supremo cinco-noventa y tres-TCC y en el Decreto Supremo diez-noventa y
seis TCC.
Dispuesto el traslado de la excepción deducida por el término de ley, sin que sea absuelta por la
accionante, a fojas ciento treinta y nueve, Empresarios Transportistas Bus Arequipa S.A., se
apersonan al proceso, en calidad de litis consortes necesario, que es admitida por el Juzgado.
De fojas doscientos treinta y dos a doscientos treinta y siete, obra la sentencia del Juez del Primer
Juzgado Civil de Arequipa, de fecha trece de julio de mil novecientos noventa y cinco, declarando
improcedente la Acción de Amparo y fundada la excepción de representación defectuosa e
insuficiente del demandante.
Interpuesto el recurso de apelación, a fojas doscientos ochenta y cuatro, la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Arequipa revoca la apelada en el extremo que declara fundada la excepción de
representación defectuosa e insuficiente del demandante, y reformándola, la declara infundada;
confirmando la sentencia en la parte que declara improcedente la demanda de Acción de Amparo.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, la entidad accionante, con fecha nueve de enero de mil novecientos noventa y
cinco, quince días calendarios antes de presentar la presente Acción de garantía, interpuso
Recurso de Reconsideración contra el silencio administrativo; Que, si bien por virtud del artículo
segundo del Decreto Legislativo seiscientos cincuenta y uno, ratificado por el artículo segundo del
Decreto Ley veinticinco mil cuatrocientos cincuenta y siete, se autorizó el libre acceso a las rutas
del servicio público de transporte urbano e interurbano de pasajeros, tanto a personas naturales
como a personas jurídicas, también lo es que dicha libertad se encontraba condicionada, en lo que
respecta la determinación de la ruta misma, a la previa autorización de parte del Concejo Provincial
correspondiente, que en el caso de autos se expidió a favor de la entidad accionante, conforme se
desprende de la autorización provisional número mil cuatrocientos sesenta y cuatro-noventa y
cuatro-MPA-DGTUCV, obrante a fojas diez, para que ésta preste el servicio de ruta denominado
doce D.; Que, de otro lado, conforme lo estipula el artículo cuarto del referido Decreto Legislativo
seiscientos cincuenta y uno, la autorización del servicio público de transporte urbano tanto a las
personas naturales como a las jurídicas tenía el carácter de excepcional y transitorio,
correspondiéndole al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de un Decreto
Supremo, determinar su cese, como en efecto sucediera al expedirse el Decreto Supremo número
cero cero cinco-noventa y tres-TCC, el mismo que por disposición de su artículo primero cesa a
partir del tres de marzo de mil novecientos noventa y tres la autorización excepcional al que el
referido artículo cuarto del Decreto Legislativo seiscientos cincuenta y uno preveía; Que, de
conformidad con lo establecido por los artículos diez, inciso quinto y sexto, y sesenta y nueve,
incisos primero y segundo de la Ley veintitrés mil ochocientos cincuenta y tres, Orgánica de
Municipalidades, corresponde a las Municipalidades Provinciales regular el transporte colectivo, la
circulación y el tránsito, otorgando las licencias o concesiones correspondientes de conformidad
con los reglamentos de la materia, así como controlar el cumplimiento de las normas y requisitos
determinados en la ley; en virtud del cual el Consejo Provincial de Arequipa formuló un plan
regulador en el que se prohibió el incremento de la flota vehicular; Que, no habiendo la
Municipalidad Provincial de Arequipa ni el Director General de Transporte Urbano y Circulación Vial
de dicha Municipalidad actuado arbitrariamente, sino obrado en el ejercicio regular de sus
atribuciones y funciones, y en consecuencia, no habiéndose generado violación o amenaza de
violación a los derechos constitucionales al trabajo y a la libertad de empresa, reconocidos por los
artículos segundo, inciso trece, y cincuenta y nueve de la Constitución, extensivos al caso de las
personas jurídicas, y que fueran incoados por la entidad actora.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y las leyes pertinentes
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista de seis de octubre de mil novecientos noventa y cinco, y de fojas
doscientos ochenta y cinco, en cuanto declara fundada la Acción de Amparo e infundada la
excepción de representación defectuosa, disponiendo su publicación en el Diario Oficial El
Peruano.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, el artículo 69º inciso 1) de la Ley Nº 23853 -Orgánica de Municipalidades-, establece que
"Son funciones de las Municipalidades en materia de transporte colectivo, circulación y tránsito: 1.-
Regular el transporte urbano y otorgar las licencias o concesiones correspondientes de
conformidad con los Reglamentos de la materia."..., que se tiene convicción que la empresa
demandante no cuenta con autorización para prestar servicio público de transporte de pasajeros...
( por lo que ) ...no ha demostrado en autos, el que se le haya violado su derecho constitucional al
trabajo o algún otro de rango constitucional.
Expediente 067-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Empresa de Transportes "Las Tres Marías S.C.R.Ltda."
representada por su Gerente don Agustín Taco Cornejo, contra la sentencia de la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha trece de noviembre de mil novecientos noventa y
seis, la que confirmando la sentencia apelada, de fecha dieciocho de julio de mil novecientos
noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo interpuesta por la mencionada
empresa, en contra del ingeniero Angel Manrique Chávez, en su calidad de Director de Transportes
del Concejo Provincial de Arequipa.
ANTECEDENTES:
Don Agustín Taco Cornejo, en calidad de Gerente de la Empresa de Transportes "Las Tres Marías
S.C.R.Ltda." interpuso acción de amparo en contra del Ingeniero Angel Manrique Chávez, por el
abuso que cometió en su calidad de Director de Transportes del Concejo Provincial de Arequipa, al
emitir el Oficio Nº 003-96-DGTUCV-MPA, de fecha cinco de enero de mil novecientos noventa y
seis, cursado al Mayor P.N.P. Duilio Demartini Herrera, Jefe del Departamento de Control de
Tránsito, mediante el cual ordenó que quedaban suspendidas las autorizaciones que les fueron
concedidas a su representada, para el transporte de pasajeros de las unidades de placa de rodaje
RH-4240 y UH-2946, las que vinieron prestando servicio de pasajeros a la Esmeralda, Cercado y
viceversa, transgrediendo de esa manera su derecho constitucional al trabajo, reconocido y
amparado por la Constitución de 1993, en sus artículos 2º incisos 15) y 17) y 139º; así como del
artículo 24º inciso 10) de la Ley Nº 23506. Expresó que su representada fue socia de la Empresa
de Transportes "Sor Ana de los Angeles", la que por acuerdo de asamblea de socios decidió
retirarlos el día cuatro de abril de mil novecientos noventa y cinco, desde cuya fecha siguieron
trabajando en la misma ruta establecida por la Dirección de Transportes del Concejo Provincial;
que las unidades en cuestión tuvieron permiso desde el mes de junio de mil novecientos noventa y
cuatro, y, que desde entonces les fueron otorgando permisos temporales; que el oficio referido les
estaba ocasionado daños y perjuicios, dado que al haberse suspendido las autorizaciones de
funcionamiento, y no poder trabajar, se habían visto endeudados, añadiendo que ante la
suspensión producida, la Empresa demandante había presentado una reclamación, la misma que
no fue resuelta, y que por el contrario habían capturado sus vehículos, los que retiraron del
depósito oficial del Concejo Provincial de Arequipa, como consta en las papeletas
La demanda fue contestada, a fojas 50-53, por el emplazado, Ingeniero Angel Esteban Manrique
Chávez, manifestando que ignoraba la afirmación que hacía la Empresa de Transportes "Las Tres
Marías S.C.R.Ltda."; que los permisos que tuvo dicha empresa, fueron provisionales y otorgados
por la anterior gestión; que no se les estaba causando daño alguno, por cuanto el oficio remitido
por su dirección, se hizo en cumplimiento estricto del Acuerdo Municipal Nº 08-96 de fecha diez de
enero de mil novecientos noventa y seis, el cual dispuso suspender todos los permisos otorgados
desde el mes de agosto de mil novecientos noventa y cinco y con mayor razón los provisionales,
dado que el otorgamiento de permisos de rutas y otros, fue hecho de manera indiscriminada por la
anterior gestión edilicia, no habiéndose respetado las disposiciones enunciadas en el Decreto
Supremo Nº 012-95-MTC, ocasionando de esta forma el caos vehicular en la ciudad; que el
anterior Director General de Transporte Urbano y Circulación Vial, Arquitecto Raúl Figueroa Mujica,
dispuso que el expediente de la Empresa de Transportes "Las Tres Marías S.C.R.Ltda." quedara
en reserva, dejando sin efecto los permisos de las unidades RH-4240 y UH-2946, a lo que se
sumaba el memorial dirigido al Alcalde del Concejo Provincial, por los pobladores de la Campiña-
Esmeraldas-Ricardo Palma, en el sentido de solicitarle la suspensión del permiso otorgado al
demandante, por el mal servicio que prestaba.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, a fojas 207-208, por los
propios fundamentos de la apelada, en conformidad con el dictamen fiscal y considerando además
que el sustento legal de las funciones ejercidas por el Director de Transportes demandado, se
encuentra en el artículo 69º inciso 1) de la Ley Nº 23583 y el artículo 15º del D.S. Nº 012-95-MTC
que facultaba la suspensión del servicio, por un lapso de sesenta días; que si bien el acuerdo
municipal Nº 08-96 se tomó el día diez de enero de mil novecientos noventa y seis, respecto a la
suspensión de los permisos otorgados, resulta convalidatorio de los actos practicados con
anterioridad, como el referido Oficio número 003-96-DETVCV-MPA; que en todo caso se trata de
un acto consumado, lo que abona también por la improcedencia, por lo que falló confirmando la
sentencia de primera instancia que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta.
La demandante, a fojas 224, interpuso recurso extraordinario y se dispuso el envío de los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 15º del Decreto Supremo Nº 012-95-MTC -Reglamento Nacional del Servicio
Público de Transporte Urbano e Interurbano de Pasajeros- establece que "La suspensión del
servicio podrá ser dispuesta de oficio por la autoridad administrativa, por razones de seguridad, por
un lapso no mayor de sesenta días calendario, al término de los cuales deberá expedirse
Resolución disponiendo el reinicio del servicio o su cancelación"; Que, el Acuerdo Municipal Nº 08-
96, de fecha diez de enero de mil novecientos noventa y seis dispuso " 1.- Suspender de oficio, por
el término de sesenta días, el servicio de transporte urbano e interurbano de pasajeros que brindan
las unidades de transporte que hayan obtenido autorizaciones provisionales desde el quince de
agosto de 1995, relacionadas con rutas nuevas, ampliaciones, modificaciones de rutas, e
incremento de flota vehicular. 2.- Suspender todos los trámites administrativos de nuevas rutas,
ampliaciones, modificaciones de rutas e incremento de flota vehicular a partir de la fecha y hasta
que se apruebe el nuevo plan regulador de rutas."; Que, con las instrumentales corrientes a fojas
04 y 06 de autos, queda acreditado que los vehículos propiedad de la demandante, sólo contaban
con autorización provisional, sujeta al programa de emergencia; Que, el artículo 69º inciso 1) de la
Ley Nº 23853 -Orgánica de Municipalidades-, establece que "Son funciones de la Municipalidades
en materia de transporte colectivo, circulación y tránsito: 1.- Regular el transporte urbano y otorgar
las licencias o concesiones correspondientes de conformidad con los Reglamentos de la materia."
Que, con el Oficio Nº 407-96-MPA-DTUCV, cuya copia certificada, obra a fojas 165, se tiene
convicción, que la empresa demandante no cuenta con autorización para prestar servicio público
de transporte de pasajeros; Que, el demandado se limitó a cumplir a cabalidad el Acuerdo
Municipal Nº 08-96, el que se halla respaldado legalmente, por lo establecido en la Ley Orgánica
de Municipalidades y el Decreto Supremo Nº 012-95-MTC, ya citados; Que, el cuestionado Oficio
Nº 003-96-DGTUCV-MPA, de fecha 05 de enero de mil novecientos noventa y seis, que corre a
fojas 01 de autos, quedó convalidado con el Acuerdo Municipal Nº 08-96 de fecha diez de enero
del mismo año; Que, la demandante no ha demostrado en autos, el que se le haya violado su
derecho constitucional al trabajo o algún otro de rango constitucional.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, de fecha trece de noviembre de mil novecientos noventa y seis, la que
confirmando a su vez la sentencia apelada, de fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa
y seis, declaró improcedente la acción de amparo incoada; dispusieron asimismo la publicación de
la presente en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Que, el Concejo Municipal en uso de las facultades que le otorga la Ley Orgánica de
Municipalidades en su artículo 68º inciso 3, adoptó medidas tendientes al reordenamiento y
reubicación de los comerciantes informales en locales de propiedad municipal o privada que
garanticen elementales servicios de saneamiento y salubridad.... Que, en todo lo actuado no
aparece demostrado la vulneración de los derechos constitucionales alegados en la demanda.
Expediente 371-97-AA/TC
Ica
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior Justicia
de Ica de fecha treintiuno de marzo de mil novecientos noventisiete en los seguidos entre don
Duber Enrique Oscco Cupe, Presidente de la Asociación de Comerciantes informales de la calle
Amazonas primera y segunda cuadra de la ciudad de Ica y don Carlos Ramos Loayza Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Ica, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Duber Enrique Oscco Cupe Presidente de la Asociación de Comerciantes Informales de la
calle Amazonas primera y segunda cuadra de la ciudad de Ica, a nombre y en representación de
dicha entidad, interpone acción de amparo contra don Carlos Ramos Loayza, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Ica, a fin de que se ordene reponer las cosas al estado anterior a la
violación y/o amenaza de violación de los derechos de defensa, derecho a participar en la vida
económica de la Nación; derecho al respeto y cumplimiento de los contratos; asimismo la nulidad
de cualquier acto o mandato posterior, que vulnere el convenio de fecha ocho de junio de mil
novecientos noventiséis suscrito entre la Federación Provincial de Comerciantes Organizados de
Mercados, Paradas y Ambulantes (FREPOMEPA) y representantes de la Municipalidad Provincial
mencionada.
Sostiene el demandante, que los integrantes de la asociación son pequeños comerciantes que
desarrollan su actividad en las cuadras primera a quinta de la calle amazonas desde hace más de
quince años, en base al convenio del veintisiete de marzo de mil novecientos ochenticinco,
mediante el cual la administración municipal reconoció a sus asociados la calidad de vendedores
ambulantes permanentes, que en esa condición han venido cumpliendo con el pago por concepto
de certificado de funcionamiento; que la Municipalidad Provincial llegó a un acuerdo con la
Federación Provincial suscrito el 08 de Junio de mil novecientos noventiséis en el cual se convino
la paralización definitiva del desalojo hasta que la autoridad apruebe un Proyecto de Solución
Integral del Comercio Ambulatorio, convenio que a juicio de la demandante tiene autoridad de cosa
decidida al no haber sido impugnado. Que, sin embargo desde el 30 de julio de mil novecientos
noventiséis, vienen siendo víctimas de continuos intentos de desalojo incumpliendo con lo
establecido en el convenio y vulnerando derechos constitucionales.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Héctor Bendezú Calderón en representación del
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Ica, solicitando que se declare improcedente, en razón
que los convenios a los que se refiere la Asociación no son tales, se trata de actas que aparecen
en autos; que asimismo por Acuerdo de Concejo Nº 047-96-ACM-MPI de fecha veintiséis de julio
de mil novecientos noventiséis, se autorizó al Presidente de la Comisión de Mercados, Paradas y
Camales a implementar el local ubicado en el Coliseo Municipal de Deportes, conjuntamente con
los trabajadores informales de la calle Amazonas; lo que se puso en conocimiento de los
comerciantes; que el referido acuerdo de Concejo, se sustenta en las facultades que la Ley Nº
23853 en su artículo 68º inciso 3, otorga a las Municipalidades. Que al darse cumplimiento al
Acuerdo de Concejo se encontró resistencia lo que motivo la intervención policial para restaurar el
principio de autoridad.
Con fecha doce de diciembre de mil novecientos noventiséis, el Juez Provisional del Primer
Juzgado Especializado en lo Civil de Ica, expide resolución declarando infundada la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha 31 de marzo de 1997, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ica, expide la resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
2. Que en el acápite tercero de la referida acta se señala que en lo referente al desalojo se acordó
la paralización a excepción de la Avenida Grau que es zona rígida y de los comerciantes que
tienen acuerdo de reubicación. Que la suspención del desalojo es definitiva, hasta que la autoridad
municipal apruebe un proyecto de solución integral del comercio ambulatorio.
3. Que, el Concejo de la Municipalidad en uso de las facultades que le otorga la Ley Orgánica de
Municipalidades en su artículo 68º inciso 3, adoptó medidas tendientes al reordenamiento y
reubicación de los comerciantes informales en locales de propiedad municipal o privada que
garanticen elementales servicios de saneamiento y salubridad. Es así que se adopta el Acuerdo de
Concejo Nº 047-96-ACM-MPI, con el fin de reubicar a los comerciantes informales de la calle
Amazonas y otras en el local ubicado en el Coliseo Municipal de Deportes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en el ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, es atribución de los municipios distritales, de conformidad con el artículo 120º de la Ley
Orgánica de Municipalidades Nº 23853, ordenar "el retiro o la demolición de obras e instalaciones
que ocupen la vía pública".
Expediente 096-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la actuación de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, interpuesto por don Wilder Sangama Angulo, contra la sentencia de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 23 de diciembre
de 1992, que declara no haber nulidad de la Sentencia de Vista, su fecha 22 de mayo de 1991, que
confirma la apelada, su fecha 06 de agosto de 1990, que declaró infundada la acción de amparo
interpuesta contra el Concejo Distrital de Comas y don Eleuterio Curasi Cutipa.
ANTECEDENTES:
Don Wilder Sangama Angulo, interpone acción de amparo, con fecha 23 de enero de 1990, contra
el Concejo Distrital de Comas y don Eleuterio Curasi Cutipa, y a fin de que se deje sin efecto las
Resoluciones Municipales Nº 492 y 14-89-1-A ACU/MC, por cuanto aduce vulneran su derecho de
propiedad, al disponer la demolición de su vivienda; sostiene el actor, que es propietario del lote de
terreno Nº 1, manzana D-2, del ex Fundo Collique Chico, ubicado en el Distrito de Comas,
habiéndolo adquirido a la Asociación de Pobladores Urbanización Alborada, con fecha 02 de
noviembre de 1988; que, la adquisición del mencionado terreno la realizó en base al plano catastral
de la Urbanización Alborada, luego del proceso de Habilitación Urbana, en vía de regularización,
seguido con el Concejo Metropolitano de Lima, en cuyo documento se precisa que el ancho de la
vía pública, entre las manzanas D y D2 es de ocho metros lineales y no de 12.80 metros, como
sostiene el codemandado Eleuterio Curasi Cutipa, en consecuencia, su propiedad no invade la vía
pública, como afirman los demandados.
A fojas 159, la sentencia de Primera Instancia, del Juez del 8º Juzgado en lo Civil de Lima, su
fecha 06 de agosto de 1990, declara infundada la acción, estimando principalmente, que "se ha
acreditado en autos que el actor ha levantado su morada invadiendo una vía pública lo cual
conlleva un verdadero perjuicio a la colectividad; que, por consiguiente, no existe en el presente
caso la violación de los derechos constitucionales invocados por el demandante".
A fojas 247, la Sentencia de Vista, de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha 22 de mayo de 1991, confirma la apelada, que declaró infundada la acción de
amparo.
Interpuesto Recurso de Casación, que debe ser entendido como Recurso Extraordinario, los autos
son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41º de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, la presente acción de amparo tiene por objeto se deje sin efecto las Resoluciones
Municipales Nº 492 y 14-89-ACUC/MC, expedidas por el Concejo Municipal demandado, que
dispuso la demolición de la construcción efectuada por el actor, sobre los lotes 1 y 2 de la manzana
D-1, de la urbanización Alborada del Distrito de Comas; que, es atribución de los municipios
distritales, de conformidad con el artículo 120 de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 23853,
ordenar "el retiro o la demolición de obras e instalaciones que ocupen la vía pública"; que, en este
sentido, ha quedado debidamente demostrado de fojas setenta y uno a ciento veintitrés, ciento
veintisiete a ciento cuarenta, ciento cuarenta y cinco, ciento cincuenta y uno a ciento cincuenta y
tres, que el actor edificó una construcción en un sector perteneciente a la vía pública, por
consiguiente las cuestionadas resoluciones municipales atendiendo a ello se expidieron conforme a
la ley, no habiéndose acreditado la violación del derecho constitucional invocado por el actor; por
estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Que, la Ley Nº 23853, Orgánica de Municipalidades en su artículo 65º inciso ll) señala la facultad
que tienen las Municipalidades del control y supervisión de las construcciones, siendo esto así la
notificación que se cuestiona fue emitida en ejercicio de dichas funciones, no encontrando en ello
actos que violen o amenacen los derechos constitucionales del demandante, por lo que no es de
aplicación al caso el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
Expediente 239-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia, la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario interpuesto por Eduardo Fuller Da Costa y otra,
contra la resolución de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha 06 de mayo de
1996, que revocando la sentencia apelada de fecha 20 de noviembre de 1995, declara fundada la
demanda y reformándola declara improcedente la Acción de Amparo incoada contra la
Municipalidad de Miraflores.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de Amparo para que se declare la inaplicabilidad y se deje sin
efecto la Notificación Nº 300-FCC-95 de ocho de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, por
la que se le conmina para que paralice las obras que viene realizando en el local de su propiedad y
efectúe las reparaciones del predio colindante, ubicado en la calle Porta debido a que la edificación
que está construyendo, han dañado la estructura del mismo, manifiesta que se le amenaza con
anular su licencia de construcción; actos que se convierten en una amenaza a su libertad de
trabajo y a la de iniciativa privada de una economía social de mercado que constitucionalmente se
encuentran tutelados.
El Primer Juzgado por resolución de veinte de noviembre de mil novecientos noventa y cinco
declara fundada la demanda, entendiendo que el mandato contenido en la notificación cuestionada
transgrede el derecho al trabajo y a la libertad de contratación del demandante.
La Sala Civil de Lima, con fecha seis de mayo de mil novecientos noventa y seis, revoca la
sentencia apelada de veinte de noviembre de mil novecientos noventa y cinco que declara fundada
la demanda y reformándola declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Comuníquese y regístrese.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
«Que, las demandantes no han acreditado en forma alguna, ya sea mediante instrumental u otro
medio, las supuestas irregularidades que alegan haberse producido durante el proceso de
evaluación a que fueron sometidas.»
Exp. N° 472-97-AA/TC
Piura
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Judith Magdalena Cavero Paredes y doña Darcy
Marita Agurto Gonzaga, contra la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura, su fecha veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, que declaró nula
la sentencia apelada e insubsistente todo lo actuado desde el auto admisorio de la demanda; en
consecuencia improcedente la demanda por haber caducado el derecho de ejercer la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Las demandantes interponen Acción de Amparo contra el Alcalde del Concejo Distrital de Las
Lomas-Piura, a efecto de que se las reponga en sus cargos que venían desempeñando y que han
sido cesadas por causal de excedencia, mediante Resolución de Alcaldía N° 228-96-MDLL-A, de
fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventa y seis, presentando recurso de
reconsideración éste fue declarado improcedente mediante Resolución de Alcaldía N° 287-96-
MDLL-A, su fecha cuatro de noviembre de mil novecientos noventa y seis, habiendo interpuesto
recurso de apelación.
Admitida la demanda ésta es contestada por la parte demandada negándola en todos sus
extremos, solicitando que se declare improcedente o infundada la demanda considerando que la
municipalidad ha dado cumplimiento a lo ordenado por el Decreto Ley N° 26093 y Octava
Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 26553, llevándose a cabo el Programa de Evaluación
Semestral correspondiente al primer semestre de mil novecientos noventa y seis a todo el personal
que labora en dicha municipalidad.
El Juez Suplente del Segundo Juzgado Especializado Civil de Piura, con fecha dieciocho de marzo
de mil novecientos noventa y siete, a fojas ciento catorce a ciento dieciséis, expide sentencia
declarando fundada la Acción de Amparo. Interpuesto recurso de apelación, la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura declara la nulidad e insubsistencia de todo lo actuado e
improcedente la demanda por haber caducado el derecho de ejercer la Acción de Amparo.
1.- Que, respecto a la caducidad de la acción señalada por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura, debe señalarse que, conforme se puede apreciar del escrito de fojas
trece a quince, las demandantes optaron por esperar el pronunciamiento de la entidad demandada,
respecto de su recurso de apelación interpuesto, por lo que se encontraban habilitadas para
recurrir a través de la presente acción de garantía.
2.- Que, la pretensión de las demandantes es que se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía
N° 228-96-MDLL-A, de fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que las cesa
por causal de excedencia.
3.- Que, el Decreto Ley N° 26093, expedido el veintinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y dos, establece que los titulares de los distintos Ministerios, y las Instituciones Públicas
Descentralizadas, deben efectuar semestralmente programas de evaluación de personal de
acuerdo a las normas que para tal efecto se establecen y autoriza a dictar las normas necesarias
para la correcta aplicación del dispositivo mediante resolución.
4.- Que, en los Artículos 2° y 3°, del Decreto Ley mencionado, dispone que el personal
sometido a evaluación que no calificara, podía ser cesado por excedencia; entonces el Reglamento
Interno de Evaluación de Bases para la Evaluación del Personal de la Municipalidad Distrital de Las
Lomas-Piura se da en aplicación de ese dispositivo legal, por lo tanto dicho Reglamento no es una
amenaza.
5.- Que, del estudio de autos se puede apreciar que las accionantes cuestionan la resolución
emitida por el Alcalde del Concejo Distrital de Las Lomas; que a fojas setenta y seis y setenta y
siete, corre el informe final de evaluación semestral, de fecha trece de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, en la cual se puede observar que de los veintidós servidores públicos
evaluados solamente cuatro obtienen nota aprobatoria, conforme al Reglamento Interno de
Evaluación, aprobado con fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis.
6.- Que, las demandantes no han acreditado en forma alguna, ya sea mediante instrumental u
otro medio, las supuestas irregularidades que alegan haberse producido durante el proceso de
evaluación a que fueron sometidas.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
«Que, los demandantes... iniciaron una reclamación administrativa que al momento de interponer la
presente Acción de Garantía no había concluido, consecuentemente, los demandantes no han
agotado la vía previa...»
Exp. N° 484-97-AA/TC
Maynas
En Iquitos, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Edinson Ruiz Macedo y otros, contra la resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, de fecha catorce de febrero de
mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Edinson Ruíz Macedo y otros, interponen demanda de Acción de Amparo contra el Municipio
Provincial de Maynas representado por su Alcalde, don Jorge Samuel Chávez Sibina, con la
finalidad de que deje sin efecto la Resolución de Alcaldía N° 002-96-A-MPM de fecha once de
enero de mil novecientos noventiséis, que declaró nula y sin efecto legal las resoluciones de
Alcaldía Nºs. 3119-95-A-MPM, 3120-95-A-MPM, 3121-95-A-MPM, 3115-95-A-MPM y 3124-95-A-
MPM en las que disponía la reincorporación de los demandantes; los mismos que fueron cesados
por estar procesados por delito de peculado, que posteriormente la Sala Penal de Loreto declaró la
extinsión de la acción penal por prescripción y como tal, habiendo cesado la causal de su cese,
podían ser reincorporados y al establecerse la nulidad de dichas reincorporaciones se ha
conculcado a los demandantes sus derechos constitucionales a la libertad de trabajo. Ampara su
demanda en lo dispuesto por la Ley N° 23506, complementada con la Ley N° 25398 en
concordancia con el artículo 25° de la Declaración de los Derechos Humanos y artículos 1°, 2°,
15°, 22°, 23°, 24° inciso h), 26°, 27° y 40° de la Constitución, artículo 168° del Código Penal y
artículos 424°, 425° y 426° del Código Procesal Civil.
El Primer Juzgado en lo Civil de Maynas con fecha once de noviembre de mil novecientos
noventiséis declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que los
demandantes no han agotado la vía previa.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, con fecha
catorce de febrero de mil novecientos noventisiete por sus propios fundamentos confirma la
apelada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto
de fojas ciento tres de fecha catorce de febrero de mil novecientos noventisiete, que confirmó la
apelada que declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo. Dispone su publicación en el diario
oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
«Que, las notificaciones... y las liquidaciones inspectivas... corresponden a dos personas naturales
que no figuran en la relación de socios de la Asociación demandante... y a quienes ésta tampoco
les atribuye la condición de asociados. En consecuencia, la Asociación demandante carece de
legitimación procesal para ejercer la Acción de Amparo en nombre de estas personas,
presuntamente afectadas.»
Exp. N° 401-96-AA/TC
Ucayali
Asociacion de Extractores Madereros
y Reforestadores de Ucayali
En Iquitos, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Coronel Portillo emite sentencia declarando fundada
la demanda, por considerar, entre otras razones, que no se agotó la vía previa.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las Acciones de Amparo proceden en los casos que se violen o amenacen de
violación los derechos constitucionales, por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio,
conforme lo establece el artículo 2º de la Ley Nº 23506.
2. Que, conforme lo establece el artículo 26º de la Ley Nº 23506, tienen derecho a ejercer la
Acción de Amparo el afectado, su representante, o el representante de la entidad afectada.
5. Que, las notificaciones de fojas trece y diecisiete y las liquidaciones inspectivas de fojas
catorce, quince y dieciocho corresponden a dos personas naturales que no figuran en la relación
de socios de la Asociación demandante de fojas cinco y a quienes ésta tampoco les atribuye la
condición de asociados. En consecuencia, la Asociación demandante carece de legitimación
procesal para ejercer la Acción de Amparo en nombre de éstas personas, presuntamente
afectadas.
FALLA:
«... no se ha demostrado en autos, que el actor tenga poder expreso de don Moisés Rondón
Castro, ni que éste se hubiera encontrado imposibilitado físicamente para interponer la acción
incoada,... por tanto, el accionante carece de legitimidad para obrar...»
Exp. N° 934-96-AA/TC
San Martín
Caso: Víctor Alejandro Zuloeta Mujica
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los Señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
Sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Víctor Alejandro Zuloeta Mujica, promueve Acción de Amparo dirigiéndola contra el Juez
Especializado en lo Civil de Rioja, doctor Francisco Alvarado Aguilar, por supuesta vulneración del
derecho constitucional a un debido proceso en el trámite del Expediente N° 23-95, sobre pago de
dólares, seguido por don Moisés Rondón Castro contra don Constantino Encina Tejada, refiriendo
que la infracción señalada primero fue decidida por el Juez de Paz Letrado de Rioja y luego
continuada por el juzgado emplazado, al haber declarado saneado el proceso sin resolver la
excepción de prescripción y la defensa previa deducida por don Constantino Encina Tejada, lo que
advirtió al apelar la sentencia, razón por la cual, mediante la presente Acción de Amparo pretende
que se declaren "...nulas las sentencias y todo lo actuado, reponiéndose la causa al estado en que
el Juez de Paz Letrado previamente se pronuncie sobre el saneamiento del proceso en la
audiencia, que debe volverse a realizar". Asimismo, señala el actor, que interpone el presente
proceso en representación de don Moisés Rondon Castro, quien radica en Lima, por cuanto en el
proceso cuestionado actuó también como su representante. Ampara su demanda en lo dispuesto
por el inciso 2) del artículo 200° de la Constitución Política del Perú, artículo 29° de la Ley N°
23506 y contrario sensu en el inciso 2) del artículo 6° de la misma ley, por ser un proceso irregular.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por el Juez emplazado, quien la contradice y alega que el
proceso impugnado se ha seguido en forma regular. Señala que en el presente caso, el recurrente
don Víctor Alejandro Zuloeta Mujica ha interpuesto la demanda sin acompañar el poder expreso ni
demostrar imposibilidad física de don Moisés Rondón Castro, para ejercer esta Acción de Amparo,
autotitulándose ser representante por cuanto éste último reside en la ciudad de Lima.
En primera instancia, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de San Martín - Moyobamba,
mediante resolución de fojas cuarenticinco, expedida el quince de enero de mil novecientos
noventiséis, declara improcedente la Acción de Amparo, por cuanto el recurrente no ha
acompañado el poder expreso para ejercer la presente acción.
FUNDAMENTOS:
1) Que, don Víctor Zuloeta Mujica, interpone la presente acción con el objeto de que se
declare la violación del derecho al debido proceso en el expediente N° 23-95 seguido por don
Moisés Rondón Castro con don Constantino Encina Tejada, sobre pago de dólares, al haberse
declarado saneado el proceso sin que previamente se resuelva la excepción de prescripción y la
defensa previa deducidas en dicho proceso por el demandado don Constantino Encina Tejada;
2) Que, no se ha demostrado en autos, que el actor tenga poder expreso de don Moisés
Rondón Castro, ni que éste se hubiera encontrado imposibilitado físicamente para interponer la
acción incoada, conforme lo establece el artículo 26° de la Ley N° 23506, por tanto, el accionante
carece de legitimidad para obrar, por lo que este Colegiado no puede amparar su pretensión.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, una de las modalidades del pago es casualmente la entrega de cheques, título valor que
constituye una orden de pago, que si bien es cierto la Universidad no se encontraba obligada a
aceptar, ello no la habilita para conculcar el derecho a la educación del recurrente;...
Expediente 011-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Gustavo Mendoza Ccarapa, contra la resolución de la
Sala Especializada de Derecho Público, de fecha quince de noviembre de mil novecientos
noventiséis, que reformando la apelada declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por
el recurrente, contra la Universidad Particular «Ricardo Palma».
ANTECEDENTES:
Gustavo Mendoza Ccarapa interpone Acción de Amparo contra la Universidad «Ricardo Palma», a
fin que la demandada cumpla con aceptar el pago correspondiente por concepto de matrícula.
Señala que obtuvo el puntaje necesario para ingresar al programa de Ingeniería Civil de dicho
centro de estudios en el examen correspondiente al segundo semestre de mil novecientos
noventicinco; precisa, además, que el último día para cancelar los citados derechos era el viernes
dieciocho de agosto del mismo año, habiéndose acercado a la Oficina de Tesorería portando un
cheque a la orden, el que no le fue aceptado informándole que el pago debía hacerse en efectivo
así trató de hacerlo el primer día hábil siguiente sin embargo éste no fue aceptado por
extemporáneo.
Afirma que trató de pedir reconsideración de tal medida ante la Universidad no habiendo sido
aceptada su solicitud; señala que de esta manera se está conculcando su derecho a la igualdad
ante la ley y a no ser discriminado, derechos consagrados en el inciso 2) del artículo 2º de la
Constitución.
Anota que es falso que se hayan violado los derechos constitucionales invocados por el recurrente
dado que tuvo la opción de matricularse como los demás que aprobaron el examen de ingreso pero
que finalmente en ese plazo no llegó a hacerlo y eso es atribuible única y exclusivamente al
demandante.
El Juez del Vigésimo Octavo Juzgado Especializado de Lima declara infundada la Acción de
Amparo interpuesta por considerar que la Universidad fijó válidamente un plazo para la matrícula
cuyo último día fue el dieciocho de agosto de mil novecientos noventicinco por lo que no se
encontraba obligada a aceptar ningún pago extemporáneo; que el actor debió tomar sus
precauciones para no exceder dicho plazo más aún si acudía con un cheque a la orden que podía
ser rechazado válidamente por la Universidad no advirtiendo por tanto que le haya sido afectado
derecho constitucional alguno, lo si sucedería si ésta hubiera aceptado cheques a algunos alumnos
y no al recurrente.
Contra esta Resolución se interpone Recurso Extraordinario elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que es necesario tomar en consideración que el recurrente no tenía por qué tener conocimiento de
aquella disposición si ésta no le había sido comunicada expresamente máxime si como en el
presente caso se trata de una persona que acababa de ingresar a la referida Universidad habiendo
obtenido el puntaje necesario para ser admitido en el programa de Ingeniería Civil de la referida
Universidad en el examen correspondiente al segundo semestre de mil novecientos noventicinco;
Que una de las modalidades del pago es casualmente la entrega de cheques, título valor que
constituye una orden de pago que si bien es cierto la Universidad no se encontraba obligada a
aceptar ello no la habilita para conculcar el derecho a la educación del recurrente.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Lima, de fecha
quince de noviembre de mil novecientos noventiséis, la que reformando la apelada, su fecha
quince de enero del mismo año que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por
Gustavo Mendoza Ccarapa contra la Universidad «Ricardo Palma»; y, en consecuencia, declaran
fundada la Acción de garantía.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 383-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Pedro Francia Villanueva interpone acción de amparo contra don Carlos Augusto Meza
Velásquez Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huaura-Huacho, solicitando se deje sin efecto
las Resoluciones de Alcaldía números 1096-94 y 1392-94, se ordene su reposición así como se
disponga el abono de sus remuneraciones dejadas de percibir, más los intereses legales y se le
reconozca el tiempo de cese arbitrario.
Señala el demandante, que por Resolución de Alcaldía Nº 1096-94 de fecha siete de junio de mil
novecientos noventicuatro, fue destituido luego de un proceso administrativo señalándose en dicha
resolución que incurrió en faltas graves de carácter disciplinario previstas en el artículo 28º incisos
c) y f) del Decreto Legislativo Nº 276; que interpuso recurso de apelación el mismo que fue
declarado improcedente por Resolución de Alcaldía Nº 1392-94 de fecha nueve de agosto de mil
novecientos noventicuatro.
Sostiene el demandante que con fecha cinco de abril de mil novecientos noventicuatro, en su
condición de Secretario General del Sindicato de trabajadores, fue entrevistado en un programa
radial sobre una partida de matrimonio fraudulenta remitida a la Municipalidad por la Embajada del
Japón, en la cual aparece las firmas del Alcalde, Subprefecto de la provincia y funcionarios de los
Ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores; que en su calidad de ciudadano y Secretario
General del Sindicato, formuló opinión pidiendo que el Alcalde se pronuncie y disponga una
exhaustiva investigación, motivo por el cual se le aperturó proceso administrativo sin haberse
pronunciado previamente la Comisión de Procesos Administrativos como lo prescribe el artículo
166º del Reglamento de la Ley de Carrera administrativa aprobado por Decreto Supremo Nº 005-
90-PCM.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Jorge Arias Quispe en representación del
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huaura, con poder otorgado mediante escritura pública
de 20 de setiembre de mil novecientos noventitrés, solicitando se declare la caducidad de la acción
de amparo por considerar que entre la fecha en que se produjo el despido, hasta la fecha de
interposición de la demanda, han transcurrido más de sesenta días; o en su defecto se declare
infundada la demanda, al no haberse violado ni amenazado derecho constitucional alguno, puesto
que el demandante ha sido despedido previo proceso administrativo por haber incurrido en falta
grave, violencia y faltamiento de palabra en agravio de su superior y utilizar un bien de la entidad
municipal con el fin de difamar al Alcalde ya que en la entrevista radial a la que acudió, imputo a
éste ser el autor de la falsificación. Que el caso amerita la actuación de pruebas, por lo que
corresponde el proceso de impugnación de resolución administrativa.
Con fecha veinte de octubre de mil novecientos noventicuatro, el Juez del Segundo Juzgado Civil
(P) de Huacho expide resolución declarando improcedente la acción de amparo por considerar que
ésta caducó. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha dieciséis de enero de mil novecientos
noventicinco, la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura expide resolución
revocando la apelada y reformándola declara fundada la demanda. La Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia por resolución de fecha veintitrés de mayo
de mil novecientos noventiséis declara haber nulidad en la sentencia de vista, reformándola
confirma la resolución de primera instancia que declara improcedente la acción de garantía.
FUNDAMENTOS:
Que, en cuanto al aspecto formal, el demandante sostiene que este proceso terminó con la
expedición de la resolución emitida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, quien declaró fundada la demanda actuando en segunda y última instancia. Al respecto,
debe tenerse en cuenta que, si bien, la mencionada resolución se expidió el dieciséis de enero de
mil novecientos noventicinco, cuando se encontraba vigente la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional Nº 26435 y antes de promulgada la Ley Nº 26446 interpretativa de la cuarta
disposición transitoria de la Ley Nº 26435; debe tenerse en cuenta, que el proceso se inició al
amparo de la Ley Nº 23506 Ley de Hábeas Corpus y Amparo en cuyo artículo 35º establece que
contra la resolución de la Corte Superior se puede interponer recurso de nulidad, por lo que el
concesorio de fecha 12 de junio de mil novecientos noventicinco que corre a fojas doscientos seis,
se encuentra arreglado a ley.
Que, en cuanto al aspecto de fondo, de autos fluye que con fecha 08 de abril de mil novecientos
noventicuatro, se instaura proceso administrativo al demandante sin haberse dado cumplimiento a
lo establecido en el artículo 166º de Reglamento de la Ley de Carrera Administrativa aprobado por
Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, el mismo que establece que la Comisión de Procesos
Administrativos, tiene la facultad de calificar las denuncias que le sean remitidas y pronunciarse
sobre la procedencia de abrir proceso administrativo disciplinario.
Que, en autos no está acreditado las expresiones presuntamente injuriosas que hubiera vertido el
demandante contra el Alcalde. Que en el supuesto que estas se hubieran dado, en aplicación del
artículo 154º del Reglamento de la Ley de Carrera Administrativa, la aplicación de la sanción debe
corresponder a la gravedad de la falta; para lo cual la autoridad edilicia debió evaluar las
circunstancias en que ésta se cometió y los efectos que produjo. A este respecto fluye de autos
que los hechos materia de la entrevista radial, eran de conocimiento público y por tanto resultaba
indispensable que el Alcalde disponga una investigación a fin de sancionar a los responsables, en
beneficio de la imagen de la entidad edilicia y de sus autoridades.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que la Constitución y
su Ley Orgánica le confieren,
FALLA:
Mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
Piura
En Lima, a los dieciséis días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Jaime Alberto Montoya Gonzáles contra la resolución
Nº 13, de fecha catorce de julio de mil novecientos noventisiete, por la cual, la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura, declara improcedente la acción de amparo de autos (folio
105 a folio 109).
ANTECEDENTES:
Manifiesta el demandante, que venía desarrollando sus estudios en aquella Facultad, habiendo
llegado al Cuarto Año Académico, sin tener demérito alguno. No obstante ello, en Sesión
Extraordinaria de fecha siete de mayo de mil novecientos noventiséis, el Decano demandado,
acordó separarlo junto con otros alumnos, impidiéndole matricularse e ingresar a las aulas de la
Facultad. Posteriormente, continúa el demandante, el Consejo Universitario mediante Resolución
Nº 419-CU-96 de fecha tres de junio de mil novecientos noventiséis, le restituye sus derechos
académicos, (folio 5) y no obstante ello, el Decanato y la Oficina Central de Registro y
Coordinación Académica, persisten en negarle la matrícula (folio 18 a folio 28).
Don Raúl Castillo Zúñiga, contesta la demanda, contradiciéndola en base a las razones siguientes:
Que, la Resolución dictada para restituir los derechos del demandante, fue observada, habiéndose
emitido la Resolución Rectoral Nº 1722-R-96 de fecha diecinueve de noviembre de mil novecientos
noventiséis, por medio de la cual se constituye una Comisión Académica Revisora encargada de
revisar los expedientes de los alumnos separados (folio 44).
Que, realizada la investigación, y en base a sus resultados, se dicta la Resolución Rectoral Nº 376-
R-97 de fecha seis de marzo de mil novecientos noventisiete, (folio 47) por la cual, se separa
definitivamente de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Nacional de Piura, al
demandante, por su bajo rendimiento y excesiva permanencia, esto último debido a que, de los
catorce semestres que permaneció en la Universidad, sólo aprobó seis (folio 50 a folio 53).
El Primer Juzgado Civil de Piura, mediante sentencia de fecha veintiséis de mayo de mil
novecientos noventisiete, declara fundada la acción de amparo, en base a las consideraciones
siguientes: Que, el Estado debe propiciar el acceso a la cultura, garantizando la libertad de
enseñanza que es un derecho del ciudadano. Que, la Resolución Rectoral Nº 376-R-97 que separa
definitivamente al demandante de la Universidad Nacional de Piura, fue dictada con posterioridad a
la fecha de la demanda, violándose el principio y derecho de la función jurisdiccional contenidos en
el artículo 139º de la Carta Magna (folio 61 a folio 65).
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, emite la resolución Nº 13, de fecha
catorce de julio de mil novecientos noventisiete, revocando la sentencia de primera instancia, y
reformándola, declara improcedente la acción de amparo; el sustento de éste fallo es el siguiente:
Que, no se ha vulnerado la autonomía de la función jurisdiccional proclamada por el citado artículo
139º de la Constitución Política del Estado; por cuanto la presente demanda fue incoada con fecha
veinticuatro de abril de mil novecientos noventisiete, y la Resolución Rectoral Nº 1772-R-96 fue
dictada el diecinueve de noviembre de mil novecientos noventiséis; importando ello, que el
demandante sabía suficientemente antes de interponer la presente demanda, que la Resolución Nº
419-CU-96 de fecha tres de junio de mil novecientos noventiséis, por la que se le restituyeron sus
derechos, quedó en suspenso hasta mientras, la Comisión Académica Revisora emita un
pronunciamiento en los expedientes de los alumnos separados, entre los cuales se halla el
demandante (folio 93 y 94).
FUNDAMENTOS:
Que, como bien se señala en la sentencia de vista, el demandante sabía que se había dictado la
Resolución Rectoral Nº 1722-R-96 de fecha diecinueve de noviembre de mil novecientos
noventiséis, mediante la cual, tácitamente se dejó en suspenso la Resolución de Consejo
Universitario Nº 419-CU-96 de fecha tres de junio de mil novecientos noventiséis, por la cual se le
restituyen derechos al accionante, toda vez, que la primera Resolución antes nombrada, conforma
una Comisión Académica Revisora encargada de analizar el problema de los ocho alumnos
separados de la Facultad de Medicina Humana, dentro de los cuales se halla el demandante (folio
44).
Que, con fecha diez de enero de mil novecientos noventisiete, es decir antes de la interposición de
la demanda, la Comisión Académica Revisora emite un informe recomendando la separación
definitiva del demandante, por bajo rendimiento académico y larga permanencia en la Facultad
(folios 45 y 46).
Que, en base al referido informe, se dicta con fecha seis de marzo de mil novecientos noventisiete,
igualmente, antes de la interposición de la demanda, la Resolución Rectoral Nº 376-R-97 (folio 47)
que, en aplicación del Decreto Legislativo Nº 739, artículos 1º y 2º incisos f) y g) y el Reglamento
General de la Universidad, artículo 256º incisos c), d) y e) y Resolución Nº 378-R-96, separa
definitivamente de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Nacional de Piura, al alumno
Jaime Montoya Gonzáles, demandante en la presente acción.
Que, de los fundamentos que anteceden, se desprende con claridad: a) Que, no se ha obrado en
contraposición del artículo 139º de la Carta Magna, en consecuencia, no se ha conculcado el
principio de la independencia del ejercicio de la función jurisdiccional. b) Que, del escrito de
demanda, no aparece impugnación alguna en contra de la acotada Resolución Rectoral Nº 376-R-
97. c) Que, los demandados, no han violado ninguno de los derechos protegidos del demandante,
consignados en el artículo 24º de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Función y límites de la acción de amparo: imposibilidad de crear o declarar nuevos derechos por
esta vía (A) (*)
Por la acción de amparo no se pueden crear ni declarar nuevos derechos o relaciones originados
en normas jurídicas; sólo se pueden cautelar aquellos derechos reconocidos por la Constitución
que están siendo afectados o amenazados.
Expediente 030-93-AA/TC-Piura
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, entiéndase recurso extraordinario, interpuesto por doña Irma Fernández de
Andrade contra la sentencia de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de
la República su fecha primero de setiembre de mil novecientos noventa y dos, de fojas cuatro del
cuaderno de recurso de nulidad que declaró haber nulidad en la sentencia de vista su fecha
veintisiete de enero de mil novecientos noventa y dos declarando improcedente la acción de
amparo porque el incumplimiento de normas legales por los demandados no constituye violación
de un derecho constitucional sólo representa incumplimiento de funciones administrativas.
ANTECEDENTES:
A fojas veintisiete don Carlos Gonzáles Creollo y otros interponen acción de amparo en calidad de
funcionarios y Directores de la Unidad Agraria Departamental II de Piura contra el doctor Luis
Paredes Macedo Presidente del Consejo Regional de la Región Grau para que se dé cumplimiento
a los Decretos Supremos Nº 032-1-91-CM del diecisiete de febrero de mil novecientos noventa y
uno y Nº 051-91-PCM del seis de marzo de mil novecientos noventa y uno que regulan las
Compensaciones Económicas para los Funcionarios y Directores del Estado en el marco del
Proceso de Homologación de la Carrera Administrativa y el Sistema Unico de Remuneraciones y
Bonificaciones.
Manifiestan los accionantes que se encuentran comprendidos en el citado Decreto Supremo por el
cual se les reconoce el 69% de la remuneración total percibida por el Ministro de Estado en el mes
de enero de mil novecientos noventa y uno.
La Región Grau, a fojas treintiuno contesta la demanda expresando que no existe lesión en el pago
de remuneraciones económicas, la remuneración principal se calcula en función de lo dispuesto en
la Escala Nº 01 - Funcionarios y Directores del Decreto Supremo Nº 051-91-PCM y la Escala Nº 01
del acotado Decreto Supremo en los cuales figuran los cargos de funcionarios que tienen derecho
a los porcentajes de remuneración en función al sueldo de un Ministro de I/. 540,000.00 Intis.
Agrega el demandado que los sueldos de los funcionarios a que se contraen las escalas Nº 01 no
se identifica con la Escala de Categorías F, sino que está en función a los cargos de confianza.
Precisan, el artículo 2º del Decreto Supremo Nº 032-91-PCM y 051-91-PCM establecen en forma
transitoria las normas reglamentarias orientadas a determinar los niveles remunerativos de los
funcionarios, directivos y pensionistas del Estado en el anexo del Proceso de Homologación,
Carrera Pública y Sistema Único de Remuneraciones y Bonificaciones.
Especifica que los Decretos Supremos anotados sólo alcanzan al Director de la Unidad Agraria
Departamental.
El Primer Juzgado en lo Civil de Piura a fojas treinta y cinco con fecha quince de agosto de mil
novecientos noventa y uno declara fundada la demanda. Fundamenta el fallo que al haberse
acreditado con la planilla única de pagos los accionantes detentan el cargo de Director, resultando
de aplicación la premisa a igual cargo igual remuneración presupuesto que es de aplicación a los
Decretos Supremos Nºs 032-91-PCM y 051-91-PCM para funcionarios que ostentan el cargo de
Director reconocido por el titular de la institución a la que pertenece.
El Fiscal Superior del Segundo Tribunal Correccional a fojas cuarenta y uno opina por la
confirmatoria del fallo de primera instancia. La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura
por sentencia su fecha veintisiete de enero de mil novecientos noventa y dos de fojas cuarenta y
dos confirma la sentencia apelada.
La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú pronuncia
sentencia el primero de setiembre de mil novecientos noventa y dos, a fojas cuatro del cuaderno
del recurso de nulidad, declarando haber nulidad en la sentencia de vista que confirma el fallo
apelado.
FUNDAMENTOS:
A que, por la vía de acción de amparo no se crean ni declaran derechos o nuevas relaciones
jurídicas originados en Leyes, Decretos Supremos ni de otras normas jurídicas, sólo cautela
aquellos derechos reconocidos por la Constitución que están siendo afectados o amenazados por
acción u omisión de cumplimiento obligatorio; aun si tales hechos o actos se sustentan en una
norma legal; procede la acción de amparo bajo esta perspectiva jurídica, mientras no exista un
procedimiento específico que resuelva algún conflicto por violación o amenaza de un derecho
constitucional como es el caso del uso de los interdictos cuando se afecta la propiedad(1), derecho
garantizado por la Constitución, por perturbación de la posesión;
Que, resolver la pretensión incoada como es el pago de sueldos remunerativos por aplicación de
dos Decretos Supremos, requiere probar ciertos presupuestos en una fase probatoria idónea que
no es la vía de amparo;
Que, a fojas siete, primer otrosí, del cuaderno de recurso de nulidad doña Irma Fernández de
Andrade interpone recurso de casación contra la sentencia de la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia de la República afirmando literalmente que tiene representación de la
parte demandante conforme aparece de autos; examinando el proceso no existe poder de
representación alguna que acredite lo afirmado;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Homologación de pensiones
Exp. N° 493-97-AA/TC
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los cuatro días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Ram Benavente Valderrama, doña Carmen de Pardo, y los señores: Berner Murjhan, Zisebuto
Quispe, Juan Sosa Benites y Adriana Cruz de Cazorla, interponen Acción de Amparo contra el
Presidente del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) para que: 1) Se les abonen las
pensiones mensuales niveladas al haber que percibe el servidor en actividad, 2) Se declare su
derecho a seguir percibiendo sus pensiones y demás beneficios en forma nivelada en lo sucesivo y
3) Se le abonen los intereses legales que corresponden desde la fecha en que la entidad demanda
les dejó de pagar las pensiones en su integridad. Señalan los demandantes que pertenecen al
régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530, por lo que tienen derecho a que la pensión de
cesantía sea nivelada con la remuneración de los servidores en actividad del IPEN, sin embargo,
no se les homologó sus pensiones de acuerdo a la nueva escala de remuneraciones que fijó el
Decreto Supremo Nº 51-95-EF, de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y
cinco, para los trabajadores de la entidad emplazada.
El Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Energía y Minas, al
contestar la demanda solicita que la misma sea declarada improcedente y/o infundada por cuanto
la escala remunerativa establecida por el Decreto Supremo Nº 51-95-EF, es solo para los
trabajadores activos del IPEN, hecho que no viola ningún derecho constitucional, toda vez que el
artículo 2º de la "Ley de Presupuesto para el Sector Público para el año 1995", Ley Nº 26404,
señala que para regular los ingresos mensuales de los pensionistas corresponde emitirse una
disposición específica. Asimismo, señala que los actores debieron interponer una Acción
Contencioso Administrativa por la naturaleza de la materia controvertida.
El Presidente del Instituto Peruano de Energía Nuclear, a fojas treinta y seis, contesta la demanda,
señalando que la misma debe ser declarada caduca debiéndose considerar la fecha de la
Resolución de Presidencia Nº 097-95-IPEN/PR, de fecha tres de mayo de mil novecientos noventa
y cinco, por la que se declaró improcedente el pedido de nivelación de pensiones de los
recurrentes.
El Juzgado Previsional Transitorio, por sentencia de fecha treinta de setiembre de mil novecientos
noventa y seis, declaró fundada la presente acción, al considerar que la no nivelación de las
pensiones de los actores transgrede el Decreto Ley Nº 20530 y la Octava Disposición General y
Transitoria de la Constitución Política de 1979.
Que, este Colegiado en materia de pensiones ha establecido que por la naturaleza de este
derecho, es de aplicación el Artículo 26º, segundo párrafo, última parte, de la Ley Nº 25398, "Ley
Complementaria de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo", al considerar que existiendo continuidad
de actos que constituyen la afectación, no se produce la caducidad de la acción, toda vez que mes
por mes se renueva la afectación.
Que, el régimen pensionario establecido por el Decreto Ley N° 20530, fue consagrado por la
Octava Disposición General y Transitoria de la Constitución de 1979, así como por la Ley N°
23495, normas que establecieron el derecho a percibir una pensión de cesantía o jubilación
renovable, para que exista igualdad en la remuneración que percibe el trabajador en actividad con
la del trabajador cesante, en la medida que se equiparen la función o labor que desempeñó este
último con la que desarrolla el primero. Que, consecuentemente, no es posible homologar la
pensión de los demandantes, sujetos al régimen de la actividad pública, con la nueva escala
remunerativa determinada mediante Decreto Supremo Nº 051-95-EF, para los trabajadores activos
del IPEN sujetos al régimen de la actividad privada, toda vez que la nivelación de pensiones debe
estar en relación directa con el régimen laboral al que perteneció el trabajador al momento del
cese.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Se trastoca el inciso cuarto del artículo segundo de nuestra Constitución, cuando un diario ha
utiliza un artículo para persistir en su actitud atentatoria al honor y buena imagen social y política
de que goza una persona
Expediente 925-90
ACCION DE AMPARO
VISTOS; que por escrito de fojas seis don Ricardo Letts Colmenares interpone acción de amparo
contra el diario "Ultima Hora" en razón de que su Director que lo representa ha incumplido el
mandato constitucional referente a la obligatoriedad de rectificación de información fundándose en
el día 21 del presente el referido matutino en su edición veinticuatro mil ochocientos cincuentisiete
publicó una foto del recurrente tomada en el curso de intervención como Diputado de la Nación
durante la interpelación hecha contra el Ministro de Trabajo con un titular y leyenda que agravia su
honor y buena reputación. Que este hecho motivó que el accionante con fecha 22 del mes de
Setiembre último le dirigiera al Director del Diario aludido que rectificara la publicación del día
veintiuno según carta que le envio porque distorsiona la verdad de los acontecimientos la noche de
la interpelación, practicando un periodismo falto de ética con la intención dañosa aduciendo que no
podría reproducir en su integridad la carta rectificatoria por su extensión, excusa ésta que carece
de fundamento y que frente a esta negativa el recurrente le vuelve a cursar otra carta notarial con
fecha veintisiete del mismo mes a fin de que cumpla con rectificar las publicaciones efectuadas y
por el contrario hace caso omiso a su petición, emisión ésta que es de cumplimiento obligatorio y
que atenta contra su buena reputación y el honor de su persona; ampara su acción en lo previsto
en el segundo párrafo del artículo doscientos noventicinco de la Constitución Política y el inciso
veintidós del artículo veinticuatro de la Ley veintitrés mil quinientos seis; tramitada la presente
causa y vencido los términos de ley se ha solicitado sentencia por lo que es el caso expedirla que
corresponda; Y CONSIDERANDO : Que la presente acción ha devenido acreditada, pues el Diario
"Ultima Hora" en su edición de fecha veintiuno de Setiembre del año en curso número veinticuatro
mil ochocientos cincuentisiete publicó una foto del recurrente tomada en el curso de su intervención
como diputado de la Nación durante la interpelación hecha al Ministro de Trabajo Carlos Torres y
Torres Lara, expresando: "FAR WEST" como titular y, a continuación "Al diputado Ricardo Letts
Colmenares nunca le faltan argumentos para ganar una discusión, pero sucede a veces, que a
falta de palabras recurre a la intimidación y a amenaza, tal como sucedió anoche en la Cámara de
Diputados, cuando en plena interpelación al Ministro de Trabajo, lució sin el menor empacho su
pistola al cinto" y en la página tres de esta misma edición aparece otra foto del recurrente con la
noticia de "Ricardo Letts Colmenares, con pistola al cinto, intervino en la sesión de ayer"; que esta
interpretación de la indicada intervención es obvio que ha agredido al demandante noticieramente,
ora porque no se contrae a lo que en si del contenido de su susodicha intervención; que los
parlamentarios concurran a las sesiones con sus armas, lo hacen en salvaguarda de su integridad
física en prevención de la ola violentista que sacude el país, máxime si se tiene en consideración
que son personas altamente equilibradas y estimados como padres de la patria; que pese al pedido
del agraviado vía carta notarial que corre en autos su fecha veintisiete de Setiembre último en el
sentido que la emplazada cumpliera con rectificar tal información distorsionadora y atentatoria
contra su buena imagen y honor, en el sentido de que "nunca recurre a la intimidación y/o amenaza
para intentar ganar una discusión, ni para ningún otro fin. Detesto los mecanismos de intimidación,
me parece indigno y repugnante. Luché permanentemente contra ellos. Enfrento las amenazas. Me
enardecen. Nunca juego a amenazar. Pretender que haber quedado a la vista, durante la
interpelación, la pistola que llevo permanente conmigo, ese haya sido expresión de "intimidación
y/o amenaza" hacia el Ministro o no importa a quien, es una gran calumnia, mi arma está al servicio
de los derechos humanos y no en contra de ellos, mi vida por los derechos del Ministro. Y también,
por supuesto, por los derechos de los millones de trabajadores que son agredidos, por la violación
de la Constitución, que ha perpetrado este Gobierno"; que la emplazada en su edición del
veinticinco de Setiembre del presente año, página tres en su sección "Contragolpe" al hacer la
rectificación; ha opotado por una rectificación arbitraria, claramente a su modo, toda vez que sólo
utiliza algunas expresiones de la citada estructura rectificadora del agredido, lo que conlleva a
vulnerar el artículo primero de nuestra Constitución Política del Estado; consecuentemente la
agresora ha utilizado un artículo para persistir en su actitud atentatoria al honor y buena imagen
social y política de que goza el demandante, siendo evidente que se ha trastocado el inciso cuarto
del artículo segundo de nuestra Constitución, la misma que está armonizada con el inciso veintidós
del artículo veinticuatro de la Ley veintitrés mil quinientos seis; por estas razones resulta
procedente la presente acción de amparo interpuesta; por estas razones; FALLO: Declarando
fundada la acción de amparo interpuesta a fojas seis por don Ricardo Letts Colmenares y, en
consecuencia que la demandada Diario "Ultima Hora" cumpla inmediatamente con la publicación
rectificatoria a que el accionante le hiciera conocer vía su carta notarial de fecha veintisiete de
Setiembre del año en curso; consentida o ejecutoriada que sea la presente resolución publíquese
por el término de ley en el Diario Oficial "El Peruano" sin costas.-
Demetrio Guzmán Osorio; Secretario Letrado del 12º Juzgado Civil de Lima.
Honor y derechos de la persona: actos contrarios con la debida y comprobada justificación
Que, ningún pronunciamiento de autoridad que atente contra el honor y los derechos de la persona
humana puede tener validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y comprobada
justificación.
Expediente 736-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria-relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Antonio Silva Vallejo contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, del 24 de
junio de mil novecientos noventiséis, que declara no haber nulidad en la resolución de vista,
emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha once de setiembre de mil
novecientos noventiséis, que confirmando la apelada declara infundada la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
El justiciable don José Antonio Silva Vallejo interpone la presente acción de amparo contra el
Congreso Constituyente Democrático y el Jurado de Honor de la Magistratura, a fin de que se deje
sin efecto los sendos pronunciamientos que han emitido, al habérsele privado del derecho de
defensa y vulnerado el debido proceso; se declare inconstitucional el D.L.Nº 26118 mediante el
cual se le cesó, y se le rehabilite para seguir ejerciendo el cargo de Vocal Titular de la Corte
Suprema de Justicia de la República.
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima declaró infundada la demanda por considerar, entre otras
razones, que el actor acudió voluntariamente ante el Jurado de Honor de la Magistratura, el que
oyó al actor, de acuerdo a las disposiciones legales vigentes (fojas 202). Interpuesto recurso de
apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante resolución de
fecha once de setiembre de mil novecientos noventicinco (fojas 361) confirmó la de vista,
mandando entenderse como improcedente el extremo referido a la inconstitucionalidad
demandada, por estimar, básicamente, que el actor debió solicitar la anulación del proceso
administrativo y legislativo que se han tramitado (fojas 361). Interpuesto recurso de nulidad, la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos noventiséis, declaró no haber nulidad en la de vista, en
resolución que no tiene motivación propia (fojas 17 del cuadernillo). Contra esta resolución el actor
interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales vigentes se
han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que el Decreto Ley Nº 26118, que cesa al demandante, carece de toda motivación, defecto
jurídico que transgrede lo dispuesto en el artículo doscientos cuarentidós, inciso segundo, de la
Constitución del Estado de 1979, que rige el caso de autos, según el cual el Estado garantizaba a
los magistrados judiciales su permanencia en el servicio hasta los 70 años y la inamovilidad en sus
cargos, mientras observen buena conducta e idoneidad propias de su función; así como la
Decimotercera Disposición General y Transitoria de la misma Carta Fundamental -aplicable por
analogía- en cuanto dispone que "Ningún magistrado judicial es separado de su cargo sin ser
previamente citado y oído. La resolución debe expresar los fundamentos en que se sustenta".
2. Que, a fin de resolver el problema de los magistrados cesados por las Leyes números 25423,
25544 y 26118, el Congreso Constituyente Democrático dictó la Ley Constitucional del doce de
marzo de mil novecientos noventitrés, creando el Jurado de Honor de la Magistratura, con los
cometidos, en otros, de tramitar las solicitudes de rehabilitación que le formulen los Vocales
Supremos.
3. Que, el artículo cuarto de la Ley Constitucional en referencia, dispone que el Jurado de Honor de
la Magistratura debe pronunciarse por el cese o la reasunción del cargo del Magistrado cesado,
después que cada uno de los peticionarios hubieren ejercido su derecho de defensa, y el
Reglamento del mismo Jurado, en su artículo diecinueve, expresamente señala que "se solicite al
Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, la remisión de los antecedentes que contengan
los cargos que hayan sido sustento para el cese del magistrado con las pruebas que acrediten
tales cargos".
4. Que, sólo después de cumplido dicho trámite, y ejercido que fuera el derecho de defensa por los
peticionarios, el Jurado de Honor de la Magistratura, de acuerdo con el artículo décimo de su
Reglamento, debía evaluar las pruebas reunidas, y pronunciarse por el cese o la reasunción del
cargo por dichos magistrados, de acuerdo a su criterio de conciencia, entendido éste como
método para la apreciación de la prueba, ponderando jurídicamente los cargos y los descargos.
5. Que, sin embargo, de autos fluye en forma categórica, y específicamente del oficio de fojas
cuarentinueve, su fecha treinta de abril de mil novecientos noventitrés, que el Jurado de Honor de
la Magistratura no cumplió con tales normas constitucionales, esto es, con motivar su
pronunciamiento elevado al Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso Constituyente
Democrático.
6. Que, ningún pronunciamiento de autoridad que atente contra el honor y los derechos de la
persona humana puede tener validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y
comprobada justificación, tanto más que el artículo setenticuatro de la Constitución Política de mil
novecientos setentinueve -aplicable al caso de autos- establece en forma taxativa que "todos
tienen el deber de respetar, cumplir y defender la Constitución".
7. Que, de las actas corrientes a fojas ciento diez y siguientes, correspondientes a la sesión del
Congreso Constituyente Democrático del viernes cuatro de julio de mil novecientos noventitrés,
aparece que diversos congresistas solicitaron la devolución de los expedientes de los magistrados
cesados al Jurado de Honor de la Magistratura, entre los cuales corría el del demandante, que
carecían de pruebas de cargo, y que, no obstante estas evidentes carencias, y a pesar, incluso, de
la inconstitucionalidad manifiesta del pronunciamiento del Jurado de Honor de la Magistratura, el
Congreso aprobó la no ratificación del magistrado reclamante.
8. Que, es potestad de este Tribunal Constitucional aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no
haya sido invocada por las partes o lo haya sido erróneamente, como sucede en el presente caso
en que el demandante, al interponer su demanda de amparo, solicita inadvertidamente la
inconstitucionalidad de la Ley Nº 26118 debiendo entenderse como la de inaplicabilidad de la
misma, de conformidad con lo dispuesto por el artículo siete de la Ley Nº 23506 y el artículo nueve
de la Ley Nº 25398, concordantes con el principio consagrado en el artículo séptimo del Título
Preliminar del Código Procesal Civil y en el artículo ciento ochenticuatro, inciso segundo, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, aplicables al caso sub-júdice, en forma supletoria, según el artículo Nº
63 de la Ley Nº 26435, Orgánica de este Tribunal Constitucional.
9. Que, dada la naturaleza de esta acción de garantía y su finalidad de reponer las cosas al estado
anterior a la violación del derecho constitucional, en el presente caso no se trata de incorporar o
reincorporar al actor después de transcurrida su desvinculación laboral por voluntad determinada
por él mismo, sino de un acto de continuidad en el servicio en base a la medida de tutela
constitucional, sin solución de continuidad, como una medida de rehabilitación para que continúe
en su mismo puesto de trabajo, por cuya razón no le es de aplicación lo previsto en la Octava
Disposición Transitoria, Complementaria y Final de la Ley Nº 26623, promulgada el 19 de junio de
1996, esto es, con posterioridad a la fecha de la vulneración de su derecho constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Exp. Nº 736-96-AA/TC
VISTA:
ATENDIENDO:
A que conforme fluye del texto de la demanda interpuesta, el petitorio correspondiente estuvo
explícitamente encaminado a: 1) dejar sin efecto los pronunciamientos emitidos por el Congreso
Constituyente Democrático y el Jurado de Honor de la Magistratura por haberse violado los
derechos a la defensa y debido proceso, 2) declarar inconstitucional el Decreto Ley Nº 26118
mediante el cual se produjo el cese, 3) se rehabilite al demandante en su cargo de Vocal Titular de
la Corte Suprema.
A que conforme se deduce del noveno fundamento de la sentencia expedida con fecha trece de
agosto de mil novecientos noventa y siete y publicada el cinco de setiembre del mismo año, se ha
dispuesto la no aplicación de la Ley Nº 26623 al caso del demandante, no obstante no haberse
demandado la misma y cuando en cualquier circunstancia el reclamo de fondo no resultaba
alterado conforme consta de los alcances del petitorio antes señalado.
A que los errores materiales en los que incurra este Tribunal al expedir sus resoluciones, pueden
ser corregidos por vía de aclaración, circunstancia que se amerita en el presente caso,
RESUELVE:
Por mayoría y con el voto singular discordante del Doctor Nugent, que se adjunta como parte
integrante de esta resolución: Suprimir el noveno fundamento de la sentencia expedida por el
Tribunal Constitucional con fecha trece de agosto de mil novecientos noventa y siete manteniendo
sin embargo en todos sus alcances, el resto de fundamentos así como la parte resolutiva de la
misma mediante la cual se declara fundada la demanda interpuesta, destacando en todo caso que
la Ley Nº 26623 no ha sido cuestionada y por tanto, es plenamente aplicable.
Exp. Nº 736-96-AA/TC
Lima
Exp. Nº 736-96-AA/TC
El recurso de reposición presentado por don José Antonio Silva Vallejo contra el auto de aclaración
de fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventa y siete a los efectos de que se declare
la insubsistencia del mismo y se imponga multa compulsiva al Procurador don Jorge Hawie Soret; y
ATENDIENDO:
A que mediante el auto de fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventa y siete se
dispuso la aclaración de la Sentencia emitida por este Colegiado con fecha trece de agosto de mil
novecientos noventa y siete por cuanto ello se ameritaba conforme a las razones esbozadas en la
resolución recurrida.
A que con respecto a lo resuelto en favor del demandante oportuno es ratificar que con la
Sentencia expedida se ha dejado sin efecto los pronunciamientos del Congreso Constituyente
Democrático y el Jurado de Honor de la Magistratura en cuanto concierne al actor se ha declarado
inaplicable el Decreto Ley Nº 26118, y por último, se ha reconocido todos sus años de servicio
como si nunca se hubiese producido el cese reclamado.
A que por el contrario el noveno fundamento de la sentencia del trece de agosto de mil novecientos
noventa y siete fue suprimido por constituir un exceso evidente ya que durante todo el proceso de
amparo e incluso durante la etapa ventilada ante el Tribunal Constitucional no se reclamó en
momento alguno respecto de la inaplicabilidad o no de la Octava Disposición Transitoria de la Ley
Nº 26623, por lo que mal podía este Colegiado dilucidar en relación a los alcances de la misma
dentro del caso del demandante.
A que la solicitud de aclaración deducida con fecha once de setiembre de mil novecientos noventa
y siete por el señor Procurador Público a cargo de los asuntos del Poder Legislativo y la
Presidencia del Consejo de Ministros fue presentada dentro del término legal por haber sido
notificado con el texto de la citada sentencia con fecha nueve de setiembre de mil novecientos
noventa y siete, según consta del cargo obrante a fojas treinta y ocho del cuadernillo ante el
Tribunal Constitucional.
A que la referida solicitud aclaratoria del Procurador Público no puede considerarse un acto
temerario por ser un derecho que asiste a cualquiera de las partes luego de expedida una
Sentencia.
RESUELVE:
Declarar improcedente el recurso de reposición formulado por don José Antonio Silva Vallejo
contra el auto de aclaración de fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventa y siete.
s.s. Nugent
Que, ningún pronunciamiento de autoridad que restrinja el honor y los derechos de la persona
humana tiene validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y comprobada justificación...
Expediente 675-96-AA
Lima
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia,
con el voto singular del doctor Ricardo Nugent:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Guillermo Cabala Rossand contra la resolución
expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República, su fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente
la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas diez don Guillermo Cabala Rossand interpone demanda de amparo contra la resolución del
Congreso Constituyente Democrático pronunciada en la sesión vespertina del día cuatro de junio
de mil novecientos noventitrés y contra el informe emitido por el Jurado de Honor de la
Magistratura, con el propósito que se deje sin efecto en la parte que deniega su rehabilitación en el
cargo de Vocal Titular de la Corte Suprema de Justicia de la República.
La Juez Provisional del Décimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha
veintiuno de enero de mil novecientos noventa y cuatro, declaró infundada la acción, por
considerar, entre otras razones, que el Jurado de Honor de la Magistratura creado por el Congreso
Constituyente Democrático fue facultado para actuar con criterio de conciencia y ejercer entre otras
funciones, la de recibir las solicitudes de rehabilitación que formulen los Vocales y Fiscales
Supremos cesados, siendo un ente evaluador proponiendo al Congreso Constituyente Democrático
con primacía de criterio de conciencia, pronunciándose por el cese o disponiendo la reasunción del
cargo del que fuera cesado después que los peticionarios hubieran ejercido su defensa y que el
demandante fue escuchado por todos sus integrantes sin reserva ni limitación alguna, por lo que no
es posible afirmar que fue privado de su derecho de ejercitar su defensa a ser rehabilitado ni
tampoco que se haya omitido u obviado el debido proceso.
Interpuesto recurso de apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha
once de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, confirma la apelada y declara infundada la
demanda, por estimar, entre otras razones, que el Congreso Constituyente Democrático debatió y
aprobó por mayoría, en votación pública y nominal se pronunció por la no rehabilitación del
demandante, por lo que debe colegirse que ha sido decisión de Congreso resolver denegando la
petición de rehabilitación y por ende el pronunciamiento del Jurado de Honor de la Magistratura no
ha sido determinante.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto Ley Nº 26118, que cesa al demandante, carece de toda motivación, defecto
jurídico que transgrede lo dispuesto en el artículo doscientos cuarentidós, inciso segundo de la
Constitución del Estado de mil novecientos setentinueve, que rige el caso de autos, según el cual
el Estado garantizaba a los magistrados judiciales su permanencia en el servicio hasta los setenta
años y la inamovilidad en sus cargos, mientras observen buena conducta e idoneidad propias de
su función; así como la Décimo tercera Disposición General y Transitoria de la misma Carta
Fundamental - aplicable por analogía - en cuanto dispone que "Ningún magistrado judicial es
separado de su cargo sin ser previamente citado y oído. La resolución debe expresar los
fundamentos en que se sustenta".
Que, a fin de resolver el problema de los magistrados cesados por los Decretos Leyes números
25423, 25544 y 26118, el Congreso Constituyente Democrático dictó la Ley Constitucional del doce
de marzo de mil novecientos noventitrés, creando el Jurado de Honor de la Magistratura, con los
contenidos, en otros de tramitar las solicitudes de rehabilitación que formulen los Vocales y
Fiscales Supremos cesados.
Que, el artículo cuarto de la Ley Constitucional en referencia, dispone que el Jurado de Honor de la
Magistratura debe pronunciarse por el cese o la reasunción del cargo de Magistrado cesado,
después que cada uno de los peticionarios hubieren ejercido su derecho de defensa, y el
Reglamento del mismo Jurado, en su artículo diecinueve, expresamente señala que "se solicite al
Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, la remisión de los antecedentes que contengan
los cargos que hayan sido sustento para el cese del magistrado con las pruebas que acrediten
tales cargos".
Que, sólo después de cumplido dicho trámite, y ejercido que fuera el derecho de defensa por los
peticionarios, el Jurado de Honor de la Magistratura, de acuerdo con el artículo décimo de su
Reglamento debía evaluar las pruebas reunidas, y pronunciarse por el cese o la reasunción del
cargo por dichos magistrados, de acuerdo a su criterio de conciencia, entendido éste como método
para la apreciación de la prueba, ponderando jurídicamente los cargos y los descargos.
Que, sin embargo, de autos fluye en forma categórica y específicamente del oficio de fojas uno, su
fecha treinta de abril de mil novecientos noventitrés, que el Jurado de Honor de la Magistratura no
cumplió con tales normas constitucionales, esto es, con motivar su pronunciamiento elevado al
Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso Constituyente Democrático.
Que, ningún pronunciamiento de autoridad que restrinja el honor y los derechos de la persona
humana tiene validez jurídica y sustento constitucional, sin la debida y comprobada justificación,
tanto más que el artículo setenticuatro de la Constitución Política de mil novecientos setentinueve -
aplicable al caso de autos - establece en forma taxativa que "todos tienen el deber de respetar,
cumplir y defender la Constitución".
Que, de las actas corrientes a fojas ochenticinco y siguientes, correspondientes a la sesión del
Congreso Constituyente Democrático del viernes cuatro de junio de mil novecientos noventitrés,
aparece que diversos congresistas solicitaron la devolución de los expedientes de los magistrados
cesados al Jurado de Honor de la Magistratura, entre los cuales corría el del demandante, que
carecían de pruebas de cargo, y que no obstante estas evidentes carencias, y a pesar, incluso, de
la inconstitucionalidad manifiesta del pronunciamiento del Jurado de Honor de la Magistratura, el
Congreso aprobó la no ratificación del magistrado reclamante.
Que, las acciones de garantía proceden aún en el caso que la violación o amenaza se base en una
norma que sea incompatible con la Constitución. En este supuesto, la inaplicación de la norma se
apreciará en el mismo procedimiento, como lo dispone el artículo tercero de la Ley Nº 23506 de
Hábeas Corpus y Amparo.
Que, asimismo debe suplirse las deficiencias procesales en que incurra la parte reclamante, bajo
responsabilidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº
26801,
FALLA:
Revocando la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de fojas veintitrés del cuaderno respectivo, su fecha veintidós de julio de
mil novecientos noventa y seis, que declara no haber nulidad en la resolución de vista de fojas
trescientos tres, su fecha once de setiembre de mil novecientos noventicinco, que confirmando la
apelada de fojas ciento sesentidós, fechada el veintiuno de enero de mil novecientos noventicuatro,
declara infundada la demanda interpuesta; reformándola, declararon fundada la Acción de Amparo
ejercitada a fojas diez; en consecuencia inaplicable al actor el Decreto Ley número veintiséis mil
ciento dieciocho y sin efecto el acuerdo del Jurado de Honor de la Magistratura corriente a fojas
tres, su fecha treinta de abril de mil novecientos noventitrés, así como la resolución adoptada por el
Congreso Constituyente Democrático a que se refiere el acta de sesiones del cuatro de junio de mil
novecientos noventitrés, que obra a fojas ochenticinco, en cuanto concierne al actor; ordenaron se
reincorpore al doctor Guillermo Cabala Rossend en el cargo de Vocal Titular de la Corte Suprema
de Justicia de la República, con el reconocimiento, para efectos pensionables, del tiempo no
laborado por razón del cese, sin goce de haber; no siendo de aplicación el art. 11º de la Ley Nº
23506 por las circunstancias que mediaron en el presente proceso; dispusieron la publicación de
esta sentencia en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Estoy de acuerdo con las consideraciones de la resolución que antecede; discrepo en cuanto se
dispone la reincorporación y no la continuidad en el cargo del actor en sus funciones de magistrado
y no se menciona en el fallo que la Ley Nº 26623 no es aplicable al demandante en su Octava
Disposición Transitoria, por cuanto el artículo 242º inciso 2) de la Constitución Política del Perú del
año 1979 -aplicable al caso de autos por haber sido cesado el actor con el Decreto Ley Nº 25423
promulgado el nueve de abril de mil novecientos noventidós-, garantizaba a los magistrados
judiciales su permanencia en el servicio hasta los setenta años y la inamovilidad en sus cargos,
mientras observen conducta e idoneidad propias de su función, de donde no resulta aplicable la
segunda parte de la Octava Disposición Transitoria Complementaria y Final de la Ley Nº 26623,
promulgada el diecinueve de junio de mil novecientos noventiséis, que prohibe la incorporación o
reincorporación de los Vocales y Fiscales Supremos después de cumplidos los sesenta años de
edad, por ser norma de inferior jerarquía; que, así mismo, resulta no sólo limitante y discriminatorio
este último dispositivo legal, si se tiene en cuenta que la vida activa laboral del magistrado está
situada en los setenta y cinco años de edad, conforme lo establece la primera parte de dicha
norma legal, sino porque el segundo párrafo del artículo 187º de la referida Constitución del Estado
preceptuaba que ninguna ley tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo en materia penal, laboral o
tributaria, cuando es más favorable al reo, trabajador o contribuyente, respectivamente,
previniéndose así, en estos casos excepcionales, la retroactividad legal benigna; que, por lo
demás, en el presente caso no se trata de incorporar recién o de reincorporar al actor luego de su
desvinculación laboral producida a su solicitud, sino que su reposición a causa de un acto arbitrario
es una garantía de continuidad en su función de magistrado, en base a la medida de tutela
constitucional de reponer las cosas al estado anterior a la afectación, que constituye la esencia y
finalidad de esta acción de amparo; que el 2 párrafo de la citada Octava Disposición Transitoria,
Complementaria y Final de la Ley Nº 26623, no sólo es entonces un obstáculo para el desempeño
laboral de los magistrados judiciales en el transcurso de su vida activa regulada hasta los
setenticinco años de edad, sino que resulta abiertamente inconstitucional por cuanto violenta
normas específicas de la Carta Magna; que, finalmente, en orden a la eficacia práctica de sus
resoluciones el juez no emite fallos meramente literales o líricos, sino que aplica el derecho que
corresponde.
S. RICARDO NUGENT.
Expediente 256-94-AA-LIMA
VISTOS: Resulta de autos que a fojas once se presentaron don Juan José Garazatua Nuñovero,
Luis Federico Noya Rivero y Víctor Hugo Rodríguez Mendoza, interponiendo demanda de Acción
de Amparo contra la Oficina Nacional de Registros Públicos y Nita Gamio de Barrenechea, en su
calidad de Jefa de la referida institución, fundan sus pretensiones en los artículos uno y siguientes
de la Ley veintitrés mil quinientos seis, consideran que la violación de libertad de elección y
ejercicio del trabajo independiente y la igualdad de trato ante la ley fueron vulnerados el día cuatro
de setiembre de mil novecientos noventidós en circunstancias en que los recurrentes fueron
impedidos de ingresar al local central de la Oficina de los Registros por el personal de seguridad
quienes recibían órdenes superiores emanadas de un comunicado expedido por la Jefatura, donde
se disponía que a partir de esa fecha los ex trabajadores no podían ingresar ni realizar ningún tipo
de trámites registrales en el interior del organismo registral, calidad laboral que incluía a los
demandantes puesto que por Resolución Jefatural Ciento Noventidós-ONARP, fecha veintidós de
agosto de mil novecientos noventidós, se acogieron al programa de incentivos aprobado por la
Resolución Jefatural Ciento sesenta-noventidós ONARP, esta medida viene produciéndose en
forma permanente e indefinida afectación que obliga a recurrir a los demandantes a la presente
acción, trasladada la causa por el término de ley fue absuelta por el Procurador del Ministerio de
Justicia quien solicita se declare improcedente por cuestiones previas y fundamentales como la fe
registral y políticas institucionales de supervigilancia que cautelan los intereses de los usuarios,
absuelto el trámite de la contestación de la demanda teniendo como instrumentales del
procedimiento el comunicado que obra a fojas cinco y el recaudo otorgado por el demandado que
corre a fojas dieciocho, siendo el estado de la causa, administrando justicia en nombre de la
Nación, y, CONSIDERANDO: Que la persona humana es el fin supremo de la sociedad y el Estado
tiene el ineludible deber de proteger el libre desenvolvimiento de su personalidad jurídica y el
legítimo ejercicio de sus derechos fundamentales, como lo consagra el capítulo primero de nuestra
Carta Magna, que toda violación o amenaza de violación de los derechos de la persona
reconocidos constitucionalmente puede ser materia de las acciones de garantía previstas por el
artículo doscientos noventicinco de la Constitución Política y desarrolladas por la Ley veintitrés mil
quinientos seis, que con la copia del comunicado de fecha cuatro de setiembre de mil novecientos
noventidós obrante a fojas cinco se acredita que la Jefatura de la Oficina Nacional de Registros
Públicos ha dispuesto la medida materia de la presente acción; que asimismo con la constatación
policial de fojas cuarentiséis se ha acreditado la ejecución de dicha medida por parte del personal
de seguridad de la referida institución en cumplimiento de lo ordenado por la Jefatura, que impide
el ingreso físico de los demandantes para solicitar los servicios públicos registrales en calidad de
usuarios, que es deber del Estado garantizar el real acceso de toda persona a los servicios de
publicidad registral en calidad de usuarios en ejercicio de un interés directo o en legitimo interés de
un trabajo lícito conforme al artículo dos inciso trece y cuarenta de la Carta Constitucional, que en
tal sentido no puede establecerse criterios discriminatorios en la prestación de los servicios
registrales pues lo contrario importaría admitir la supresión unilateral de dichos servicios respecto
de determinadas personas en abierta contravención del constitucional derecho de igualdad ante la
ley, que la referida medida de los Registros Públicos ha sido emitida sin invocar fundamento legal
alguno que sustente dicha decisión; que siendo así dicha medida resulta arbitraria inmotivada y
subjetiva, que el hecho de que tal decisión haya sido dictada por la Jefatura de la Oficina Nacional
de los Registros Públicos como autoridad ejecutiva superior de la citada institución pública no la
legitima porque toda medida administrativa requiere su necesaria adecuación al superior principio
de legalidad lo que no ha sido cumplido en el presente caso al vulnerarse los derechos invocados
por los demandantes; que el derecho constitucional de libre iniciativa conlleva al derecho de todo
ciudadano a desarrollar la actividad económica de su preferencia, siempre que la misma no sea
tipificada como delito en el país y del derecho a la no discriminación y por consiguiente a un
tratamiento igual en el ejercicio de la actividad económica libremente elegida como se desprende
del principio de igualdad ante la Ley como lo establecen los incisos a y d de la norma uno, y los
artículos dos, tres y seis del Reglamento aprobado por el Decreto Supremo número ciento
sesentidós-noventidós-EF, que
los citados derechos y garantías de la libre iniciativa privada son de observancia obligatoria por
todos los organismos del Estado, lo que comprende a la institución pública demandada conforme al
segundo párrafo del artículo primero del Decreto Legislativo setecientos cincuentisiete(*), que la
versión esgrimida por el señor Procurador Público del Ministerio de Justicia en el sentido que la
medida reclamada únicamente pretende impedir el ingreso de los ex trabajadores de los Registros
Públicos a lugares donde sólo pueden ingresar personas autorizadas, queda totalmente
desvirtuada con la constatación policial antes aludida y con el propio tenor del comunicado de la
Jefatura de la Oficina Nacional de los Registros Públicos de fecha cuatro de setiembre de mil
novecientos noventidós que evidencian la verdadera intención de la medida reclamada cual es la
de impedir que los ex trabajadores, incluso los abogados, de dicha entidad realicen toda clase de
trámites registrales en calidad de usuarios, que a mayor abundamiento debe considerarse que para
el acceso al sistema de publicidad registral no se requiere tener interés directo ni indirecto en la
inscripción o ducumentos ni expresar el motivo o la causa por los cuales se solicita el servicio como
lo dispone el artículo ciento ochenticinco del Reglamento General de los Registros Públicos, que
las acciones de control y ordenamiento administrativo en ningún caso pueden originar la
discriminación arbitraria en la prestación de servicios ni la supresión de los derechos
constitucionales y civiles que corresponden a los usuarios de tales servicios; que la queja
planteada por los demandantes ante la Fiscalía Especial de la Defensoría del Pueblo y de los
Derechos Humanos según consta de la copia acompañada al escrito de la demanda de fojas nueve
y siguiente no constituye vía previa de la presente acción de garantía, ni tampoco interrumpe o
suspende su normal tramitación, de conformidad con el artículo setentinueve del Decreto
Legislativo número ciento cincuentidós, que por otro lado el antecedente jurisprudencial invocado
por la parte demandada en su escrito de contestación a la demanda no resulta de aplicación al
presente caso al no constituir cosa juzgada de acuerdo a lo señalado por el artículo ocho de la Ley
veintitrés mil quinientos seis y por estar referidos a circunstancias y hechos de distinta naturaleza
acontecidos con anterioridad a la medida reclamada con la presente acción e incluso tramitado en
un procedimiento de diferente sustanciación y competencia, que por Decreto Ley número
veinticinco mil novecientos noventitrés del siete de diciembre de mil novecientos noventitrés se
dispuso la transferencia de la Oficina Nacional de los Registros Públicos a la estructura orgánica
del Ministerio de Justicia quedando convertida en una Dirección de Línea de dicho Ministerio bajo
la nueva Dirección Nacional de los Registros Públicos y Civiles por lo que la presente acción debe
entenderse seguida contra la mencionada Dirección de Línea del Ministerio de Justicia a partir de
la vigencia del Decreto Ley para todos los efectos legales, que las circunstancias derivadas de la
medida reclamada que resultaren agraviantes al honor y buena reputación de los demandantes
pueden ser materia de las acciones civiles y penales que corresponden a iniciativa aparte, por lo
que los demandantes tienen expedito su derecho para proceder en la forma que la Ley establece,
que las implicancias penales de los hechos delictuosos perseguibles de oficio materia de la
presente acción, respecto de los delitos de abuso de autoridad y contra la libertad individual,
corresponden ser merituados por las autoridades del Ministerio Público, para que de ser así al caso
se formule la denuncia penal respectiva ante la vía correspondiente por lo que una vez que sea
cosentida y/ o ejecutoriada la presente se deberá remitir lo actuado a la Fiscalía Penal respectiva a
fin de que proceda conforme a sus atribuciones; por las consideraciones anteriormente expuestas y
administrando justicia a nombre de la Nación FALLO: Declarando FUNDADA la demanda de
Acción de Amparo interpuesta de fojas once a dieciséis, en consecuencia ordeno que se deje sin
efecto la medida contenida en el comunicado emitido por la Jefatura de la Oficina Nacional de los
Registros Públicos con fecha cuatro de setiembre de mil novecientos noventidós, respecto de los
demandantes Juan José Garazatúa Nuñovero, Luis Federico Noya Rivero y Víctor Hugo Rodríguez
Mendoza, sin costas.- Fdo Segundo Zarria (Juez), Juan Alvarez (Secretario), 5º Juzgado Civil de
Lima.
VISTOS; interviniendo como Vocal ponente la doctora Montoya Romero, por sus fundamentos, y
por lo expuesto por el señor Fiscal Superior a fojas setentisiete; CONFIRMARON: la sentencia
apelada de fojas setenticuatro a setentiséis, su fecha quince de marzo de mil novecientos
noventitrés, que declara fundada la demanda de Acción de Amparo interpuesta de fojas once a
dieciséis, en consecuencia ordena que se deje sin efecto la medida contenida en el comunicado
emitido por la exjefatura de la Oficina Nacional de los Registros Públicos con fecha cuatro de
setiembre de mil novecientos noventidós, respecto de los demandantes Juan José Garazatúa
Nuñovero, Luis Federico Noya Rivero y Víctor Hugo Rodríguez Mendoza, con lo demás que
contiene; MANDARON que consentida o ejecutoriada que sea la presente resolución se publique
en el Diario Oficial El Peruano por el término de ley; y los devolvieron.- Fdo. Dres. Urrutia Carrillo,
Montoya Romero y Braithwaite Gonzales.
DICTAMEN FISCAL
Señor Presidente:
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia, interpone a
fojas 91 recurso de nulidad, contra la sentencia de vista de fojas 89, del 12 de enero de 1994,
expedida por la Cuarta Sala de la Corte Superior de Lima, que confirmando la apelada declara
fundada la Acción de Amparo incoada por Juan José Garazatua y otros contra la Jefa de la Oficina
Nacional de los Registros Públicos.
De los actuados se tiene que los accionantes son ex trabajadores de la Oficina Nacional de los
Registros Públicos, al haberse acogido al sistema de renuncias voluntarias con incentivos
propuestos por dicha entidad. Que siendo conocedores de la materia registral brindan servicios; sin
embargo y en virtud de un comunicado de la Jefatura (fojas 5), para efectos de obtener la de un
título o la expedición de los certificados que otorga el Registro, se les impide el ingreso a las
instalaciones del Registro, sino que además se les prohíbe efectuar trámite alguno, con el
argumento por condición de ex trabajadores.
Se ha llegado a establecer que, en efecto, en virtud del aludido comunicado s/n de la ONARP, de
fecha 4 de setiembre de 1992, los demandantes a la vez fueron restringidos de sus derechos al
libre tránsito en las Oficinas Públicas, así como utilizar los servicios o fuentes de información de los
Registros, lo que desde luego constituye transgresión de los derechos consagrados en el Artículo
2º, inciso 20) de la anterior Constitución Política de 1979, aplicable al caso submateria.
De otro lado, es de considerar que los demandantes, no fueron separados de sus cargos por
inconducta funcional, sino que éstos se acogieron a un programa de renuncias voluntarias con
incentivos, según se advierte de fojas 6, razón por la cual resulta por demás irrelevantes los
argumentos merituados por la Jefa de ONARP, cuando expresa generalidades sin individualizar la
supuesta inconducta de los accionantes.
Por lo antes expuesto, esta Fiscalía Suprema es de opinión que se declare NO HABER NULIDAD
en la recurrida, por encontrarse expedida conforme a ley.
Lima, 11 de julio de 1994
Fdo. Dr. OSCAR SANCHEZ OLIVA (Fiscal Adjunto Supremo de la Fiscalía Suprema en lo
Contencioso Administrativo)
EJECUTORIA SUPREMA
VISTOS, de conformidad con el dictamen fiscal, por sus fundamentos; declararon NO HABER
NULIDAD en la sentencia de vista de fojas ochentinueve, su fecha doce de enero del año en curso,
que confirmando la apelada de fojas sesenticuatro, fechada el quince de marzo de mil novecientos
noventitrés, declara FUNDADA la Acción de Amparo interpuesta por don Juan José Garazatúa
Nuñovero y otros contra la Dirección Nacional de los Registros Públicos del Ministerio de Justicia,
en consecuencia inaplicable a los accionantes la medida contenida en el comunicado emitido por la
ex jefatura de la Oficina Nacional de los Registros Públicos con fecha cuatro de setiembre de mil
novecientos noventidós; y constituyendo la presente una resolución final; MANDARON se publique
en el Diario Oficial El Peruano dentro del término previsto por el artículo cuarentidós de la Ley
veintitrés mil quinientos seis; y los devolvieron.
Fdo. Dres. CASTILLOC., C., BUENDIA G., ORTIZ B., REYES R. y ECHEVARRIA A.
El art. 71º de la Ley General de Industrias (Ley 23407) estableció exoneraciones tributarias para
las empresas que operan en la frontera de selva, entre las que no se contemplaron los tributos de
carácter municipal. Por Decreto Ley 25980, el gobierno elevó el Impuesto de Promoción Municipal
de 2 al 18%, lo que motivó la presente acción de amparo por parte de las empresas beneficiadas
por la Ley 23407. La Corte Suprema declaró que el Decreto Ley 25980 no suponía un trato
discriminatorio por cuanto los tributos pueden crearse por Ley. Sin embargo, la decisión de la Corte
es discutible en razón de los votos en discordia de los magistrados, señores Castillo La Rosa y
Carrión Lugo.
Expediente 1074-94-Lima
Señor Presidente:
El Procurador Adjunto Encargado de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas
interpone a fojas 412 Recurso de Nulidad de la sentencia de vista de fojas 390, expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima con fecha 29 de abril de 1994, que, confirmando
la apelada de fojas 327 y ss., declara fundada la Acción de Amparo incoada por Adolf Langeloh
Peruana S.A. y otros contra el Consejo de Ministros y declara inaplicable para los actores el D.L.
Nº 25980.
De los actuados se puede establecer que el cuestionado D.L. Nº 25980, al elevar el Impuesto de
Promoción Municipal del 2% al 18% en perjuicio de las empresas demandantes, no sólo atenta
contra los derechos adquiridos y reconocidos a las mismas por el Artículo 71º de la Ley General de
Industrias Nº 23407, mediante el cual, en su calidad de empresas establecidas en zonas de
Frontera o de Selva, sólo estarían gravadas con las contribuciones al IPSS, derechos de
importación y tributos municipales, y exoneradas de todo otro impuesto creado o por crearse, sino
que también infringe el Artículo 120º de la Constitución de 1979(1), aplicable al caso, fundamento
jurídico del citado Artículo 71º de la Ley General de Industrias; por lo que, en aplicación de los
Artículos 87º y 236º de la Carta Fundamental prima la aplicación de la norma constitucional sobre
la legal ordinaria.
Que, asimismo, con la elevación del referido impuesto, que en el fondo equivale al pago del
Impuesto General a las Ventas, el Decreto Ley impugnado vulnera los principios de uniformidad y
justicia que rigen la tributación y que se encuentran recogidos en el Artículo 139º de la Carta
Magna, por los cuales la ley tributaria no admite distingos que no sean los derivados de la
naturaleza de las cosas, como es el caso de autos, y no hay en materia tributaria impuesto
confiscatorio ni privilegio personal.
Que, por último, conforme al Artículo 3º de la Ley Nº 23506, las acciones de garantía proceden aún
en el caso que la violación o amenaza de violación se base en una norma que sea incompatible
con la Constitución, como sucede en el asunto materia de controversia, debiendo apreciarse la
inaplicación de la misma en el propio procedimiento; por lo que la demanda debe ser amparada.
SENTENCIA
S. CASTILLO LA ROSA S.
CARRION LUGO.
Imposible jurídico (A)
Expediente 137-96-AA/TC
Callao
Cooperativa Artesanal Elmer Faucett Ltda. Nº 44.
Sentencia del Tribunal Constitucional
En Lima, a los siete días del mes de agosto de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo, Pronuncia
sentencia.
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario interpuesto por la Cooperativa "Artesanal Elmer
Faucett Limitada Nº 44" contra la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Callao, que confirmando la apelada declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintisiete de enero de mil novecientos noventa y cinco, la Cooperativa Artesanal "Elmer
Faucett Limitada Nº 44", interpone demanda de Acción de Amparo contra don Kurt Woll Muller, ex
Alcalde de la Municipalidad Provincial del Callao solicitando que se deje sin efecto el Oficio Nº 034-
95-MPC-DGDU, de fecha veintiuno de enero de mil novecientos noventa y cinco, mediante el cual
se solicita al demandante la desocupación de las áreas que ocupan sobre un total de 1,080 m2, por
ser áreas destinadas para la ejecución de la obra intercambio vial Av. Oscar R. Benavides - Av.
Elmer Faucett siendo necesario desocuparlos para dar inicio a los trabajos. Sostiene el
demandante que en mérito al Artículo 2º de la Resolución Nº 189-93-MPC-SGDU de fecha dos de
junio de mil novecientos noventa y tres, presentó mediante el Expediente Nº 139311433 de fecha
diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y tres, un proyecto alternativo de reubicación, a
un área desocupada y libre adyacente a la iglesia Carmen de la Legua, terrenos de Propiedad del
Estado y no afecto a la obra de intercambio vial; aduce la demandante que no fue atendida por la
Municipalidad violando el Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, Decreto Supremo Nº 02-94-JUS y la Ley Nº 25035, Ley de
Simplificación Administrativa.
La Jueza del Primer Juzgado en lo Civil del Callao, a fojas veinticinco, su fecha dos de febrero de
mil novecientos noventa y cinco, declara improcedente la demanda in limine por considerar que la
materia de controversia es de naturaleza civil que se cuestiona en el fondo un derecho real la
misma que se encuentra debidamente contemplada en la legislación sustantiva y procesal
correspondiente.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, a fojas treinta y ocho, con fecha
veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y cinco, confirma el auto apelado que declara
improcedente la demanda, por estimar que, conforme al artículo 23º de la Ley Nº 25398(1) procede
denegar de plano la Acción de Amparo cuando es manifiestamente improcedente. Contra esta
resolución el demandante interpone Recurso Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
1. Que, este proceso tiene por objeto se deje sin efecto la disposición administrativa que contiene
el Oficio Nº 034-95-MPC-DGDU, de fecha veintiuno de enero de mil novecientos noventa y cinco,
mediante el cual se solicita al demandante Cooperativa Artesanal "Elmer Faucett Limitada Nº 44",
la desocupación de las áreas que ocupan sobre un total de 1,080 m2, por ser áreas destinadas
para la ejecución de la obra intercambio Vial Avenida Oscar R. Benavides - Avenida Elmer Faucett
siendo necesario desocuparlos para dar inicio a los trabajos de la Municipalidad Provincial del
Callao.
2. Que, las acciones de garantía proceden en los casos en que se violen o amenacen los derechos
constitucionales, por acción o por omisión de actos de cumplimiento obligatorio; que, la agresión
debe estar referida directamente a un derecho consagrado en la Constitución Política del Estado.
4. Que, el artículo 63º de la Ley Nº 26435 Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, prescribe que
supletoriamente rige el Código Procesal Civil ante vacío de la Ley Nº 23506, en el artículo 427º
inciso 6) del Código Procesal Civil prevé la situación jurídica de improcedencia sobre pretensiones
que contiene un imposible jurídico.
5. Que, el derecho que se deriva de los hechos invocados en la demanda no está previsto en la
legislación especial sobre derecho procesal constitucional. La pretensión invocada sólo es
debatible en el proceso común.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Callao, de fojas treinta y ocho, su fecha veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y
cinco, que confirmó el auto apelado, que declaró IMPROCEDENTE la demanda. Dispone la
notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" y la devolución de los
actuados.
Improcedencia (A)
Expediente 1158-97-AA/TC-Lima
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventa y nueve, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados: Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Edificio Álvarez Calderón y Valores S.A. contra la
Resolución expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas ciento veintidós, su fecha trece de octubre de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Edificio Álvarez Calderón y Valores S.A. interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad
Metropolitana de Lima a fin de que se declare no aplicable a su caso lo dispuesto en el artículo 3º
del Edicto Nº 182-93-MLM, publicado el veinticinco de noviembre de mil novecientos noventa y
tres, modificado por el Edicto Nº 205-95-MLM, publicado el trece de febrero de mil novecientos
noventa y cinco, que regula el régimen tributario de los arbitrios de limpieza pública, parques y
jardines y relleno sanitario, en cuanto la obliga al pago de estos arbitrios con la calidad de
responsable, en relación a predios que, siendo de su propiedad, son usados por terceros.
La demandante señala que los referidos edictos, al disponer que los propietarios de predios son
responsables de los arbitrios municipales de limpieza pública, parques y jardines y relleno sanitario
cuando tales predios son usados por terceros, transgreden el principio de legalidad en materia
tributaria y su derecho de propiedad, señalando que sólo por ley se puede designar válidamente al
responsable de un tributo y no mediante un edicto; refiere, además, que la Norma II del Decreto
Legislativo Nº 773, Código Tributario, en concordancia con el artículo 68º, inciso a) del Decreto
Legislativo Nº 776, Ley de Tributación Municipal, establece que los arbitrios se pagan por la
prestación o mantenimiento de un servicio público individualizado en el contribuyente; sin embargo,
en el presente caso, al estar siendo usados sus predios por terceros, ella no es la directamente
beneficiada, por dichos servicios municipales, indicando, por esta razón, que lo que está creando la
municipalidad demandada no es un arbitrio, sino un impuesto, que es un tributo cuyo cumplimiento
no origina una contraprestación directa en favor del contribuyente por parte del Estado.
El Vigésimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a fojas cincuenta y ocho, con fecha
dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y seis, declaró fundada la excepción de
caducidad e improcedente la demanda, por considerar que entre la fecha de publicación de los
referidos edictos y la fecha de interposición de la presente demanda ha transcurrido en exceso el
plazo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506(1), no pronunciándose respecto a sus otras
excepciones por carecer de objeto.
FUNDAMENTOS:
1. Que, en relación a la excepción de caducidad propuesta, debe señalarse que ésta no puede
alegarse respecto de supuestas amenazas de violación de derechos constitucionales, sino
únicamente respecto de actos concretos que hayan sido ejecutados y a los cuales se les atribuya
agravio.
2. Que, en cuanto a la excepción de incompetencia, el Vigésimo Noveno Juzgado Especializado en
lo Civil de Lima sí era competente para conocer la acción planteada, de conformidad con lo
establecido en el artículo 29º de la Ley Nº 23506, modificado por la Ley Nº 25398.(2)
3. Que, la empresa demandante solicita la no aplicación del pago de los arbitrios de limpieza
pública, parques y jardines y relleno sanitario respecto de predios que, siendo de su propiedad, son
usados por terceros, obligación contenida en el artículo 3º del Edicto Nº 182-93-MLM, modificado
por el Edicto Nº 205-95-MLM; sin embargo, no identifica ningún acto o situación concreta contra la
cual dirija su demanda, señalando, igualmente, que ésta se sustenta en una cuestión interpretativa
de puro derecho; en consecuencia, lo que se pretende cuestionar mediante la presente acción de
garantía es la validez constitucional de los edictos Nºs. 182-93-MLM y 205-95-MLM, no habiendo
acreditado la demandante, por otra parte, ser propietaria de los predios que refiere.
4. Que, en este sentido, la facultad de no aplicar una norma por ser incompatible con la
Constitución no puede hacerse en forma abstracta sino como resultado de la existencia de una
situación concreta de hechos que, en el caso de autos, no ha sido cuestionada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, por lo tanto habiéndose acudido de manera prematura a la acción de amparo, resulta de
aplicación al caso de autos el artículo 27º de la Ley N° 23506.
Expediente 172-95-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que a pesar que mediante las Actas de Conciliación y Trato Directo suscritas con fecha
veinte de enero y doce de agosto de mil novecientos noventa y dos se reconoció la Bonificación
por Productividad en favor del personal de la Beneficencia, lo que supone que dicho beneficio se
amparó en el derecho a celebrar pactos colectivos y adicionalmente, en observancia del inciso c)
del artículo 64º de la Ley Nº 25388 o Ley de Presupuesto de la República para 1992 que habilitó la
procedencia de bonificaciones derivadas de pactos colectivos previstos en el presupuesto
correspondiente, criterio que además se volvió a ratificar por el inciso c) del artículo 17º de la Ley
Nº 25986 o Ley de Presupuesto para 1993, la Sociedad de Beneficencia, de manera unilateral y
dando cumplimiento a una orden de la Contraloría, suspendió definitivamente el otorgamiento de la
citada bonificación desde el quince de enero de mil novecientos noventa y cinco, habiéndosele
comunicado de tal decisión el veintiocho de febrero del mismo año. Puntualiza además que el
referido beneficio se les ha otorgado a los trabajadores durante tres años consecutivos por lo que
formaba parte de la remuneración permanente de cada trabajador, que por principio tiende a ser
ascendente y nunca descendente. Por consiguiente solicita se deje sin efecto la orden de
suspensión del beneficio que se les venía otorgando.
Admitida la acción a trámite por el Cuarto Juzgado Especializado Civil de Trujillo se dispone su
traslado a los emplazados de acuerdo a ley, siendo absuelta preliminarmente por el Presidente de
la Sociedad de Beneficencia de Trujillo, quien contradice la demanda por considerar: Que si bien la
bonificación por productividad es resultado de una negociación colectiva entre su despacho y la
representación de los trabajadores activos y al amparo de las disposiciones vigentes, no ha
transgredido unilateralmente ninguna Convención Colectiva, puesto que su representada
cumplidora de las disposiciones superiores y en base a la orden de suspensión del otorgamiento
del beneficio reclamado por parte de la Contraloría les comunicó a los amparistas la imposibilidad
de seguirles pagando la referida bonificación, lo que no supone violación de normas legales o
constitucionales.
Así mismo es absuelta la demanda por el Procurador encargado de los Asuntos de la Contraloría
General de la República, quien la niega y contradice por estimar: Que la Contraloría actuó de
conformidad con sus atribuciones constitucionales y legales y que en ejercicio de las mismas
detectó que la Sociedad de Beneficencia había incrementado indebidamente las remuneraciones
bajo la denominación de bonificación por rendimientos y aportes a la productividad y por
permanencia fuera del horario normal de trabajo, habiéndose por ello recomendado dejar sin efecto
dichos beneficios por ser contrarios a las leyes presupuestarias de austeridad en el gasto público
de 1992, 1993 y 1994. Que, además la excepcionalidad a la que se refiere la Ley de Presupuesto
es sólo para negociar condiciones generales de trabajo, que son las que facilitan la actividad del
trabajador y que pueden cubrirse con recursos presupuestales existentes, no pudiéndose
considerar en ningún caso, las que impliquen partidas presupuestales adicionales como se dio en
los pactos celebrados que son por ello nulos de pleno derecho.
De fojas ciento noventa y nueve a doscientos dos y con fecha diecisiete de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, el Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo expide
resolución declarando improcedente la acción fundamentalmente por considerar: Que según el
Oficio Nº 011-95-BET/P es el Directorio de la Sociedad de Beneficencia quien acordó dejar sin
efecto el pago de la Bonificación reclamada por haber sido observada por la Contraloría; Que no se
constata en los autos que la Contraloría General de la República haya ordenado dejar sin efecto el
pago de dicha bonificación, sino únicamente la recomendación de su suspensión; Que el referido
conflicto de intereses, no corresponde ventilarse en la vía del amparo, ya que la parte agraviada
debe previamente agotar la vía administrativa antes de interponer su demanda y, en todo caso,
acudir a la vía ordinaria del fuero de trabajo para efectuar su reclamación, siendo de aplicación el
artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto recurso de apelación por el Sindicato demandante, los autos son remitidos a la
Segunda Fiscalía Superior en lo Civil de la Libertad para efectos de la vista correspondiente y
devueltos éstos con dictamen que se pronuncia por la revocatoria de la apelada, la Segunda Sala
de la Corte Superior de la Libertad, a fojas doscientos setenta y cuatro y con fecha catorce de
agosto de mil novecientos noventa y cinco, confirma la resolución apelada considerando, que el
derecho reclamado en la presente acción es uno de carácter administrativo, que debe hacerse
valer en las instancias internas de la Beneficencia Publica de Trujillo y no ante el Organo
Jurisdiccional.
Contra esta resolución el Sindicato demandante interpone recurso de nulidad, por lo que de
conformidad con el artículo 41º de la Ley Nº 26435 y entendiendo el referido recurso como
"Extraordinario" se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme aparece del Oficio Nº 011-95-SBT/P de fecha veintiocho de febrero de mil
novecientos noventa y cinco, obrante a fojas trece de los autos, ha sido el Directorio de la Sociedad
de Beneficencia de Trujillo, quien por recomendación de la Contraloría General de la República,
acordó dejar sin efecto el pago de la Bonificación por rendimiento y aporte a la productividad,
beneficio cuya vigencia precisamente, se reclama por el Sindicato demandante.
Que en todo caso, tampoco cabe invocar la aplicación del inciso 2 del artículo 28º de la Ley Nº
23506 por cuanto no se ha probado en modo alguno que la violación alegada pueda devenir en
irreparable, desde que resulta obvio que si su reclamo ante la administración de la entidad a la que
pertenece el Sindicato demandante, se ajusta a derecho, va a tener que ser atendida vía los
reintegros correspondientes.
Que por lo tanto habiéndose acudido de manera prematura a la acción de amparo, resulta de
aplicación al caso de autos el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las facultades conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 2680,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de la Libertad del catorce
de agosto de mil novecientos noventa y cinco, que, confirmando la resolución apelada del
diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y cinco, declara improcedente la acción de amparo
interpuesta. Se dispuso así mismo la publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial "El
Peruano" y los devolvieron.
Expediente 173-97-AA/TC
Ayacucho
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Ruth América Ochoa Roca contra la sentencia de la
Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, su fecha 02 de diciembre de
1992, que revocó la sentencia apelada, su fecha 11 de noviembre de 1996, que declaró fundada
la demanda, y reformándola la declara infundada en contra del Presidente del Consejo Transitorio
de Administración Regional de la Región "Libertadores Wari" , don Carlos Gonzáles Chacón, y los
integrantes de la Comisión Especial de Procesos Administrativos del mencionado Consejo, don
Darío Pozo Chávez, don Glicerio Gallo Melgarejo, y don Glicerio Maldonado Martínez.
ANTECEDENTES:
Doña Ruth América Ochoa Roca, con fecha 09 de octubre de 1996, interpone acción de amparo
contra el Presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región "Libertadores
Wari", don Carlos Gonzáles Chacón, y los integrantes de la Comisión Especial de Procesos
Administrativos del mencionado Consejo, don Darío Pozo Chávez, don Glicerio Gallo Melgarejo, y
don Glicerio Maldonado Martínez, por violación de los derechos constitucionales de las
demandantes referidos a la igualdad ante la ley, legítima defensa, debido proceso y pluralidad de
instancia consagrados en la Constitución Política del Estado, agravio sustentado con la dación de
la Resolución de Presidencia Regional N° 209-96-CTRA "LW"/PE, que resuelve abrirle proceso
administrativo disciplinario, Resolución de Presidencia Regional N° 227-96-CTRA "LW"/PE, que
resuelve destituirle del cargo de médico de nivel V, e inhabilitarle para el ingreso a la
administración pública por 05 años, y Resolución de Presidencia Regional N° 330-96-CTRA
"LW"/PE, que declara infundado su recurso de apelación y da por agotada la vía administrativa;
sostiene la demandante que se le instauró procedimiento administrativo con fecha 24 de junio de
1996, esto es, después de más de veinte meses de que culminara el examen especial realizado
por miembros de la Oficina Regional de Control Interno del Consejo Transitorio de Administración
Regional de la Región "Libertadores Wari", por disposición expresa del Presidente Regional,
habiéndose sobrepasado en exceso el plazo previsto para la iniciación de procedimiento
administrativo disciplinario que prevé el artículo 173º del Decreto Supremo N° 005-90-PCM;
asimismo, sostiene la actora, que ha existido usurpación de funciones al instaurársele el
procedimiento administrativo por cuanto éste no fue iniciado por el titular de la Subregión de Salud
de Ayacucho, por ser el Hospital de Apoyo de Huamanga, dependiente jerárquicamente de dicha
Subregión; que, de otro lado, su destitución del cargo de médico V, careció de sustento fáctico y
del análisis probatorio presentado como descargo; que, la actora pese haber interpuesto recurso
de apelación para que sea la Sede Central del Ministerio de Salud la que resuelva con
imparcialidad en segunda instancia, los demandados resuelven el mismo como si fuese recurso de
reconsideración; solicita la actora su reincorporación al cargo de Médico Nivel V del Hospital de
Apoyo de Huamanga, y la inaplicabilidad de las Resoluciones de Presidencia Regional N° 209, 227
y 330-96-CTAR "LW".
A fojas 59, los emplazados contestan la demanda, sosteniendo, principalmente, que el Consejo
Transitorio de Administración Regional de la Región "Libertadores Wari", no es un órgano
incompetente como asevera la demandante, por cuanto el sector salud bajo la nomenclatura de
Direcciones Regionales y Direcciones Subregionales está considerado en el organigrama
estructural del Consejo, siendo un órgano de línea la Unidad Territorial de Salud; que, en relación
al recurso de apelación interpuesto por la actora, éste fue estimado como de reconsideración, de
acuerdo al artículo 103° del Decreto Supremo N° 002-94-JUS.
A fojas 100, la sentencia del Juez Provisional del Segundo Juzgado en lo Civil de Huamanga, su
fecha 11 de noviembre de 1996, declara fundada la demanda, por considerar, principalmente que
"la resolución que resuelve el recurso de reconsideración, y da por agotada la vía administrativa ha
violado el principio constitucional del derecho de defensa, y que una decisión de tal naturaleza sin
que la actora haya ejercitado su derecho a la pluralidad de instancia deviene en arbitrario"; que,
las impugnadas resoluciones han sido emitidas de modo extemporáneo por cuanto se le abrió
proceso administrativo después de transcurridos dos años, contraviniendo de este modo el artículo
173 del Decreto Supremo 005-90-PCM, lo que afectó el debido proceso y la seguridad jurídica
consagrado en el artículo 139 de la Constitución.
A fojas 149, la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, su fecha 02 de
diciembre de 1996, revoca la apelada que declaró fundada la acción de amparo, y reformándola la
declara infundada, estimando que no ha existido la violación de los derechos constitucionales
alegados por la actora, por cuanto las resoluciones impugnadas que sustentan los actos
supuestamente violatorios fueron expedidas en ejercicio de las legítimas atribuciones conferidas a
los demandados.
FUNDAMENTOS:
Que, es la pretensión de la actora su reincorporación a su cargo de Médico Nivel V en el Hospital
de Apoyo de Huamanga, y, asimismo, la inaplicabilidad de las Resoluciones de Presidencia
Regional impugnadas; que, analizados los autos se aprecia que las Resoluciones de Presidencia
Regional N° 209-96-CTAR "LW"/PE, 227-96-CTAR "LW"/PE, y 330-96-CTAR "LW"/PE, fueron
expedidas luego de un proceso de comprobación de las irregularidades administrativas reveladas
en el Examen Especial practicado a la Unidad Territorial de Salud de Huamanga, de la cual la
actora era su Directora Ejecutiva; que, el mencionado informe que fuera realizado por miembros de
la Oficina Regional de Control Interno del Consejo Transitorio de Administración Regional de la
Región "Libertadores Wari", concluyó el 24 de octubre de 1994; que, en este sentido, la autoridad
administrativa regional habiendo constatado las irregularidades administrativas atribuidas a la
actora, debió en un plazo no mayor de un año debió instaurarle procedimiento administrativo, de
conformidad con el plazo prescriptorio establecido por el artículo 173 del Decreto Supremo N° 005-
90-PCM; que, no obstante este plazo de prescripción del ejercicio de la acción administrativa, el
demandado Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región "Libertadores Wari",
procede a la apertura de procedimiento contra la demandante transcurridos veinticuatro meses,
mediante Resolución de Presidencia Regional N° 209-96-CTAR "LW"/PE, del 24 de junio de 1996,
esto es, cuando el ejercicio de la acción administrativa había prescrito, en consecuencia, las
acciones administrativas tomadas contra la recurrente, sustentadas en las resoluciones
cuestionadas, resultaron extemporáneas y su ejecución infringió el artículo 139, inciso 13, de la
Constitución Política del Estado que considera cosa juzgada a la prescripción, además, que son
nulas ipso jure de conformidad con el artículo 43°, inciso "c", del Decreto Supremo N° 02-94-JUS;
por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 104-92-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alegan que al ser posesionarios de muchos años del lugar llamado "El Saucesito" en un terreno
ubicado en San Juan de Lurigancho y haberse constituido el doce de noviembre de mil novecientos
ochenta y siete como Asociación de Vivienda, recurrieron al Concejo Provincial solicitando
(mediante el Expediente Nº 709795-87) se les adjudique o venda los terrenos, proceso dentro del
cual se emitió un Informe Técnico favorable con fecha diecinueve de junio de mil novecientos
ochenta y nueve. Precisan que, no obstante, al encontrar oposición por parte de la Comunidad
Campesina de Jicamarca, tuvieron los demandantes que someterse como comuneros asimilados,
habiendo logrado la donación de los predios que ocupaban de la referida Comunidad Campesina.
Posteriormente sin embargo, sostienen los demandantes, que invasores de la agrupación de Santa
Rosa de Azcarrunz han tramitado su reconocimiento y calificación como Asentamiento Humano a
pesar de la oposición de aquéllos ante el Concejo Provincial y Distrital, habiendo logrado su
propósito mediante la Resolución Municipal Nº 1824-89 del treinta de octubre de mil novecientos
ochenta y nueve, que además declaró en abandono su expediente sin que hayan transcurrido los
seis meses calendarios, puesto que entre el diecinueve de junio de mil novecientos ochenta y
nueve y el treinta de octubre del mismo año sólo han transcurridos cuatro meses y doce días. Que
así mismo la citada resolución no ha resuelto la oposición que formularon en contra del Expediente
Nº 430-88 del Asentamiento Humano Santa Rosa discriminando su asociación, depojándolos de su
propiedad y violando su derecho de petición. Que igualmente tampoco se han resuelto en la
referida resolución las oposiciones que la Comunidad Campesina de Jicamarca dedujo con fechas
treinta de junio y dieciocho de julio de mil novecientos ochenta y ocho y cuatro y veinte de octubre
de mil novecientos ochenta y nueve. Afirman por último los demandantes que además de lo dicho
otro Asentamiento Humano denominado "Palomares" ha iniciado el trámite de su reconocimiento y
ocupación de los mismos terrenos mediante el Expediente 1554-89 del veintisiete de octubre de mil
novecientos ochenta y nueve, encontrándose por ello nuevamente amenazados con otra
Resolución Municipal. Por todo ello solicitan se reponga las cosas al estado anterior a la expedición
de la Resolución Municipal Nº 1824-89 y que en el caso del Expediente Nº 1554-89 se suspenda el
mismo en forma definitiva.
Admitida la acción por el Vigésimo Sexto Juzgado en lo Civil de Lima se dispone su traslado,
siendo absuelta en primer lugar por el Apoderado de la Municipalidad de Lima Metropolitana, quien
la niega y contradice por estimar: Que la acción es improcedente por cuanto el trámite
administrativo se encuentra en giro no habiendo los actores interpuesto los recursos impugnatorios
que les franquea el D. S. 006-SC-67; y, Que la autoridad Municipal no ha violado derechos
constitucionales pues ha obrado conforme a las facultades que le confiere el artículo 1 y siguientes
de la Ley Orgánica de Municipalidades.
De fojas ciento nueve a ciento once y con fecha quince de febrero de mil novecientos noventa el
Juzgado expide resolución declarando fundada la acción principalmente por considerar: Que de la
minuta de transferencia de dominio en la modalidad de donación corroborada con las actas de las
asambleas generales de delegados de la Comunidad Campesina de Jicamarca, se acordó ceder
los predios rústicos a la Asociación de Vivienda de Interés Social "Cajamarca" en una extensión de
terreno denominado Palomares, formalizándose posteriormente esta donación mediante Escritura
Pública; Que siendo ello así se encuentra plenamente probada la propiedad por parte de la
asociación demandante quien goza de las garantías constitucionales emanadas de los artículos
124º y 125º de la Constitución Política; Que si bien la Asociación demandante, los Asentamientos
Humanos Santa Rosa de Azcarrunz y Palomares tienen como finalidad permitir que las familias
residentes o posesionarias logren una vivienda decorosa, el Estado debe respetar la accesión a la
propiedad en las formas establecidas por la ley, debiendo los Concejos Provinciales y Distritales
velar por dicho respeto a la propiedad; Que la Secretaría Municipal de Asentamientos Humanos ha
procedido a reconocer el Asentamiento Humanos Santa Rosa de Azcarrunz según se advierte de
la Resolución Municipal respectiva, dejando de lado las peticiones hechas por la asociación
demandante en su expediente administrativo bajo un supuesto abandono, cuando el artículo 70º
del D. S. 006-SC-67 establece que el procedimiento se impulsará de oficio en todos sus trámites y
que cualquier obstáculo que se oponga a la regular tramitación deberá ser superado por el
funcionario competente sin necesidad de petición de parte, quien además determinará la norma
aplicable al reclamo; Que por tanto se ha recortado el derecho de petición a la demandante ante el
órgano administrativo municipal, agregándose a ello que los posteriores recursos impugnatorios
presentados por la demandante no han sido resueltos; Que el Concejo Provincial está propiciando
que los socios de la asociación demandante estén pasando a conformar el Asentamiento Humano
Palomares conforme consta de la solicitud de reconocimiento que obra en autos conllevando a una
disgregación de la primera y recortando de cierta manera la libertad de asociación protegida por la
ley.
Interpuesto recurso de apelación por la Municipalidad de Lima y elevados los autos a la instancia
superior se apersonan ante la misma el Asentamiento Humano Santa Rosa de Azcarrunz
representado por Lelis Fernández Samaritano y el Asentamiento Humano Palomares representado
por Felipe Vásquez Sihue, quienes solicitan se les comprenda en el proceso por cuanto son
legítimos interesados. Posteriormente amplían sus fundamentos oponiéndose a la pretensión de la
asociación demandante.
Remitidos los autos a la Segunda Fiscalía Superior en lo Civil para efectos de la vista
correspondiente, son devueltos con dictamen que se pronuncia por la revocatoria de la apelada por
lo que la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, a fojas trescientos ocho y trescientos
ocho vuelta y con fecha veintiocho de enero de mil novecientos noventa, expide resolución
revocando la sentencia apelada y declarando improcedente la acción fundamentalmente por
considerar: Que es necesario respetar la competencia municipal así como sus atribuciones; Que el
derecho de petición sigue vigente por cuanto si la autoridad administrativa niega la tramitación de
un pedido o no lo resuelve en el término de ley, recién se acude al Poder Judicial en la vía
ordinaria; Que para hacer respetar la posesión también se puede acudir a los interdictos o si hay
desorden acudir a la autoridad policial; Que entonces hay numerosas medidas para hacer respetar
la posesión y no acudir a la vía del amparo; Que no se ha probado que alguien haya ordenado el
impedimento de asociarse; Que en el amparo no se discute quién es o no propietario, sino en la vía
ordinaria; Que en el presente caso no se ha probado las pretensiones incoadas y no se ha violado
ningún derecho constitucional.
Interpuesto recurso de nulidad por la Asociación demandante, los autos son elevados a la Fiscalía
Suprema en lo Contencioso Administrativo para efectos de la vista correspondiente y devueltos
éstos con dictamen que se pronuncia en favor de la recurrida, la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema de la República, con fecha primero de julio de mil novecientos noventa y dos,
declara no haber nulidad en la sentencia de vista e improcedente la acción.
Contra esta resolución la Asociación demandante interpone recurso de casación por lo que de
conformidad con la Disposición Transitoria Quinta de la Ley Nº 26435 se dispuso el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que del texto de la demanda interpuesta se corrobora que ésta se sustenta en una presunta
transgresión a derechos originada a consecuencia de la expedición de la Resolución Municipal Nº
1824-89 del treinta de octubre del año mil novecientos ochenta y nueve, suscrita por el entonces
Alcalde de Lima Metropolitana.
Que en por consiguiente si ha sido una autoridad perfectamente individualizada, la que adoptó la
resolución cuestionada, la Asociación demandante en principio, ha tenido que hacer uso de las
vías previas por ante la misma entidad a la que pertenece la autoridad que presuntamente lesionó
sus derechos constitucionales antes de acudir a la vía procesal constitucional.
Que en todo caso y por la forma como están descritos los hechos tampoco resulta aplicable a la
presente causa alguna de las hipótesis previstas en los incisos del artículo 28º de la Ley Nº 23506,
ya que si el reclamo que formula la demandante se ajusta a derecho, la administración municipal
va a tener que atenderlo.
Que por lo tanto, habiéndose acudido de manera prematura a la acción de amparo, resulta de
aplicación al caso de autos el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Que, el Acuerdo de Directorio de CENTROMIN PERU S.A. ...que se pretende dejar sin efecto
mediante la presente acción de garantía, es un acto administrativo válido, pues deja sin efecto la
Norma de Procedimiento Nº As. 1.0.37 que era contraria a la Ley Nº 20530...
Expediente 038-95-AA/TC
Lima
Caso: Raúl Morales Vega
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO :
Recurso de casación, que en aplicación del artículo 41° de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional, debe entenderse como Recurso Extraordinario, interpuesto en tiempo hábil por don
Raúl Morales Vega, contra la Resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de la República, su fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventicuatro, que
declaró improcedente la acción de Amparo interpuesta por el mismo accionante.
ANTECEDENTES :
Don Raúl Morales Vega, interpuso con fecha dieciséis de marzo de mil novecientos noventitrés,
Acción de Amparo contra el Directorio de CENTROMIN PERU S.A. (folio 49 a folio 53) para que
se deje sin efecto el Acuerdo de Directorio N° 026-92 de fecha dos de abril de mil novecientos
noventidós, que al derogar la Norma y Procedimiento N° As.1.0.37, recortó el derecho de los
trabajadores de CENTROMIN PERU S.A. a incorporarse al régimen pensionario de la Ley Nº
20530. Solicita además, que la empresa lo incorpore al citado régimen, en razón de haberse
transgredido, según expresa, los dos últimos parágrafos del artículo 44° y el artículo 57° de la
Carta Magna de 1979 vigente en ese entonces, que a continuación se transcriben:
"Art. 44.-...Los trabajadores tienen derecho a descanso semanal remunerado, vacaciones anuales
pagadas y compensación por tiempo de servicios.
También tienen derecho a las gratificaciones, bonificaciones y demás beneficios que señala la ley o
el convenio colectivo".
"Art. 57.- Los derechos reconocidos a los trabajadores son irrenunciables. Su ejercicio está
garantizado por la Constitución. Todo pacto contrario es nulo".
Por los fundamentos de primera instancia, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, dicta la Resolución N° 2101-S de fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos
noventitrés, (folio 128) confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS :
Que, al amparo de los artículos 5°, 7°, 16°, 39° y 46° de la Ley Nº 20530, se incorporó al
demandante en el régimen pensionario de dicha norma mediante la Resolución Ministerial N° 252-
76-EF/43 de fecha veintiséis de febrero de mil novecientos setentiséis (folio 78).
Que, según lo establece el artículo 14°, inciso b) de la citada Ley Nº 20530, no son acumulables
los servicios prestados al Sector Público bajo el régimen laboral de la actividad pública, con los
prestados al mismo Sector bajo el régimen laboral de la actividad privada.
Que, de conformidad con el segundo parágrafo del artículo 59° de la Carta Magna de 1979,
vigente en ese entonces, y el artículo 2° del Decreto Legislativo N° 276, Ley de Bases de la
Carrera Administrativa, los trabajadores que prestan servicios en las empresas del Estado, como
es el caso del demandante, no están comprendidos en la carrera administrativa, por tanto es
improcedente su incorporación o reincorporación al régimen pensionario de la Ley Nº 20530.
Que, el Acuerdo de Directorio de Centromín Perú S.A.N° 026-92 de fecha dos de abril de mil
novecientos noventidós, que se pretende dejar sin efecto mediante la presente acción de garantía,
es un acto administrativo válido, pues deja sin efecto la Norma de Procedimiento N° As. 1.0.37 que
era contraria a la Ley Nº 20530; por consiguiente , de dicha norma procedimental interna no
podían emerger los "derechos adquiridos" que alude el demandante.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
En contra de esos actos administrativos... que se pretende dejar sin efecto mediante la presente
acción de garantía (amparo), los demandantes no interpusieron recurso impugnativo alguno, razón
por la cual quedaron consentidos y obró sobre ellos la caducidad contemplada en el artículo 37º de
la Ley Nº 23506.
Expediente 190-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto con fecha treintiuno de
enero de mil novecientos noventiséis por doña Gladys Añacata Gonzáles, contra la resolución Nº
18 expedida el veinticinco de enero de mil novecientos noventiséis, mediante la cual la Primera
Sala Superior Mixta del Cono Norte de Lima, declaró infundada la acción de amparo interpuesta
por la misma accionante (folio 133 a folio 136).
ANTECEDENTES:
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima, expide la resolución Nº 4 de
fecha veintitrés de octubre de mil novecientos noventicinco declarando infundada la acción de
amparo, por las siguientes razones: Que, mediante la presente acción de garantía sólo se
cuestionan los efectos y validez del Decreto de Alcaldía Nº 012-95-AL/MDSMP que se limita a
cumplir acuerdos anteriores sobre erradicación. Que, la decisión de declarar como zona rígida a las
avenidas Zarumilla y Caquetá, es adoptada el veintiocho de agosto de mil novecientos noventa
mediante el Acuerdo de Concejo Nº 039-90. Que, mediante los Decretos de Alcaldía Nºs. 021-90 y
033-90 de fechas catorce de agosto de mil novecientos noventa y once de diciembre del mismo
año, se dispuso la erradicación de los comerciantes informales de las citadas avenidas. Que, estos
últimos dispositivos administrativos, que son los verdaderos generadores de la medida de
erradicación, no son materia de la acción de amparo sub-júdice (folio 57 a folio 62).
La Sala Superior Mixta del Cono Norte de Lima, mediante la resolución Nº 18 de fecha veinticinco
de enero de mil novecientos noventiséis, confirma la resolución de primera instancia en base a los
mismos considerandos (folios 127 a 128).
FUNDAMENTOS:
Que, la presente acción de amparo pretende únicamente, que se deje sin efecto la orden de
erradicación contenida en el Decreto de Alcaldía Nº 012-95-AL/MDSMP expedido por la
Municipalidad Distrital de San Martín de Porres con fecha treintiuno de agosto de mil novecientos
noventicinco (folio 6), sin tomar en cuenta que dicho acto administrativo se da en vía de ejecución
en cumplimiento de actos administrativos anteriores.
Que, la orden de erradicación proviene de los Acuerdos de Concejo Nºs. 039-90 y 037-92
adoptados el veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y diecisiete de setiembre de mil
novecientos noventidós respectivamente, y de los Decretos de Alcaldía Nºs. 021-90 y 033-90 de
catorce de agosto y once de diciembre de mil novecientos noventa respectivamente.
En contra de esos actos administrativos dictados con anterioridad al Decreto de Alcaldía Nº 012-
95-AL/MDSMP que se pretende dejar sin efecto mediante la presente acción de garantía, los
demandantes no interpusieron recurso impugnativo alguno, razón por la cual quedaron consentidos
y obró sobre ellos la caducidad contemplada en el artículo 37º de las Ley Nº 23506.
Que, del análisis efectuado se llega a la conclusión, que en el presente caso no se ha configurado
violación constitucional alguna.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución Nº 18 de la Sala Superior Mixta del Cono Norte de Lima, de fecha
veinticinco de enero de mil novecientos noventiséis, la que al confirmar la apelada de fecha
veintitrés de octubre de mil novecientos noventicinco, declaró infundada la acción de amparo de
autos, dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los
devolvieron.
Expediente 967-96-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don Edgar Miguel Carrasco Morales contra la sentencia de
la Segunda Sala Especializada, Civil, Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha tres de octubre de mil novecientos noventa y seis, que confirma la
sentencia de Primera Instancia del Juez Provisional del Quinto Juzgado Especializado en lo Civil
de Chiclayo que a su vez, declara infundada la demanda de acción de amparo interpuesta contra
el Concejo Provincial de Chiclayo, por violación del derecho de trabajo.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone la presente acción contra el Concejo Provincial de Chiclayo, para que se
deje sin efecto la Resolución Municipal Nº 187-96-MPCH/A, de fecha diecinueve de abril de mil
novecientos noventa y seis, por la que se declara improcedente su pedido de reincorporación a su
centro de trabajo, toda vez que con fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y seis, se
le despidió sin haberle seguido un proceso administrativo previo.
Precisa el accionante que desde el nueve de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho, ha
trabajado en la Municipalidad Provincial de Chiclayo, en virtud de un contrato de servicios no
personales, desempeñando labores permanentes por ocho años, en forma ininterrumpida,
superando en exceso el término de un año que indica la Ley Nº 24041, artículo 1º; por lo dejó de
ser un trabajador en la modalidad de servicios no personales y adquirió la calidad de servidor
público. En consecuencia, de acuerdo al Decreto Legislativo Nº 276, "Ley de Bases de la Carrera
Administrativa", en su calidad de servidor público para ser despedido primero debió llevarse a cabo
un proceso administrativo.
El juez Provisional del Quinto Juzgado Especializado en Civil de Chiclayo, por resolución de fecha
quince de julio de mil novecientos noventa y seis, declara infundada la demandada al establecer
que el accionante ingresó a trabajar al Municipio en diciembre de mil novecientos ochenta y ocho
por un contrato de servicios no personales, no siendo aplicable la Ley Nº 24041, toda vez que los
contratos de prestación de servicios no personales fueron renovados en su oportunidad.
La Segunda Sala Civil Especializada, Civil, Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, por resolución de fecha tres de octubre de mil novecientos noventa y seis, confirma
la sentencia de primera instancia que declara infundada la demanda, entendiéndola como
improcedente por caduca, al considerar que el memorándum de fojas veintidós, por el que se dio
por finalizado el contrato por servicios no personales es del veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, fecha en la cual se habría producido la supuesta violación a su
derecho de trabajo, el cual fue materia de reconsideración recién el dieciocho de marzo de mil
novecientos noventa y seis; por lo que había vencido en exceso el plazo establecido en el artículo
98º del Decreto Supremo Nº 002-94-JUS "Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales
de Procedimientos Administrativos", resultando por lo tanto improcedente la acción de amparo por
"haberse producido el hecho violatorio en la fecha en se prescindió de los servicios del accionante",
es decir, el veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y cinco.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia expedida por la Segunda Sala Especializada, Civil, Agraria y Laboral de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha tres de octubre de mil novecientos noventa
y seis, que revocó la de primera instancia, y reformándola la declaró improcedente. Mandaron que
se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley; y, los devolvieron.
...el artículo 99º del D.S. Nº 02-94-JUS señala como plazo máximo para interponer dicho recurso
(apelación) 15 días, (caso contrario) ...constituye cosa decidida.
Expediente 840-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Modesto Rivera Cáceres, contra la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha 19 de setiembre de 1996,
que revoca la sentencia apelada, su fecha 28 de junio de 1996 que declara fundada la demanda
interpuesta; reformándola declararon improcedente dicha acción, en los seguidos con el
Coordinador Departamental de la Oficina de Normalización Previsional, señor Emilio Frisancho
Calderón.
ANTECEDENTES:
Don Modesto Rivera Cáceres, interpone acción de amparo a fin de que se le otorgue la pensión de
jubilación acorde con sus 35 años aportados al IPSS, hoy Oficina de Normalización Previsional y
en concordancia con la Legislación que al momento de su cese y presentación de su solicitud de
pensión estuvo vigente, es decir el D.L. Nº 19990 y no como señala la Resolución Nº 21803-93-
IPSS, es decir el D.L. Nº 25967, promulgado el 20 de diciembre de 1992, posterior a la fecha de
presentación de su solicitud pidiendo su pensión de jubilación.
Señala el recurrente, que la aplicación que hace el IPSS en la Resolución Nº 21803-93-IPSS del
D.L. Nº 25967, es retroactiva y viola los derechos consagrados en los artículos 4º, 10º y 11º de la
Constitución y lo dispuesto en el artículo 103 del mismo cuerpo legal.
Obra a fojas 93 la sentencia de 19 de setiembre de 1996, emitida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa que revoca la sentencia apelada y reformándola la declara
improcedente, porque considera que así lo dispone el artículo 10º de la Ley Nº 25967 cuando
señala que no es procedente ninguna acción de amparo dirigida a impugnar directa o
indirectamente, los efectos de la aplicación de dicho Decreto Ley, vigente desde el 19 de diciembre
de 1992.
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 27º de la Ley Nº 23506, señala que se interpondrá acción de amparo sólo cuando
se hayan agotado las vías previas, es decir, cuando el interesado ha recurrido previamente ante el
supuesto agresor con todos los recursos preestablecidos para enervar los efectos del acto que
ocasiona la afectación, y conforme lo dispone la ley.
Que, en el presente caso, la acción de amparo se interpone contra la Resolución Nº 21863-93 por
la cual se otorga Pensión de Jubilación en aplicación al D.Ley Nº 25967 y no a la Ley Nº 19990 que
estuvo vigente al momento de que el recurrente solicitara dicha pensión.
Que, el accionante planteó el recurso de apelación, el cual obra a fojas 11 del expediente, casi al
año de haberse emitido la resolución que resuelve su recurso de reconsideración, cuando el
artículo 99º del D.S. Nº 02-94-JUS señala como plazo máximo para interponer dicho recurso: 15
días.
Que, habiendo quedado la Resolución Nº 25840-95 consentida, constituye cosa decidida; por otro
lado, este Colegiado considera que se han presentado excesos evidentes al momento de
transitarse por la vía previa, no debiendo olvidarse que el interesado es el primer obligado a
reparar en la correcta tramitación de sus reclamos administrativos, cuando menos en lo que
corresponde al cumplimiento de los plazos que establece la ley.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitucional y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el accionante sólo ha sido suspendido temporalmente ante su negativa de cumplir con
obligaciones económicas, entorpeciendo el normal funcionamiento de la empresa de la cual es
socio. Dicha suspensión constituye una medida disciplinaria, no habiéndose vulnerado el derecho
constitucional al trabajo.
Expediente 884-97-AA/TC
Piura
En Piura, a veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Piura, de fecha 5 de agosto de mil novecientos noventa y siete, en los seguidos por
don Mariano Ramón Ferradas Reyes contra don Hugo Guarmizo Merino representante legal de la
empresa de servicios de turismo SERVITOURS S R Ltda., don Pedro Sernaque Chanduvi y don
Milton Peña Niño integrantes del Comité de Disciplina de la referida empresa; sobre acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Don Mariano Ramón Ferradas Reyes, interpone acción de amparo contra el representante legal de
la empresa SERVITOURS S.R.Ltda. y los miembros del Comité de Disciplina de dicha empresa, a
fin que se le permita seguir laborando en la línea de servicio público de transporte de pasajeros
que presta servicios al Aeropuerto Guillermo Concha Ibérico de Piura.
Sostiene el demandante que es socio fundador de la mencionada empresa. Que debido a la baja
demanda de pasajeros, los socios han venido pagando sus aportes de acuerdo a sus posibilidades;
que el 16 de diciembre de mil novecientos noventa y seis, el Presidente del Comité de Disciplina de
la empresa le envió el Memorándum Nº 001-CDS suspendiendo su ingreso al aeropuerto,
exigiéndosele el previo cumplimiento de la totalidad de aportes adeudados, sanción que la
considera ilegal ya que se le está privando de su derecho al trabajo; fundamentando su demanda
en el artículo 2 incisos 2), 15), 20) de la Constitución Política concordante con los artículos 1º, 2º,
24º inciso 16) de la Ley Nº 23506.
Admitida la demanda, esta es contestada por los emplazados en forma conjunta, quienes solicitan
que se declare infundada, en tanto que manifiestan que la actividad principal que desarrolla la
empresa SERVITOURS S.R.Ltda es la de servicio de taxi de pasajeros al aeropuerto Guillermo
Concha Ibérico y que para prestar dicho servicio y utilizar "el parqueo interno, se debe cumplir con
determinadas exigencias de la Corporación de Aeropuertos Comerciales CORPAC S.A. Piura,
entre ellas la presentación de una fianza por cada unidad móvil que ingresa al aeropuerto y del
peaje correspondiente, gastos que la empresa los ha cubierto con un préstamo y que deben ser
financiados por todos los socios; que en vista del retraso del demandante en el pago de sus cuotas
que alcanzan a S/. 3.00 ( Tres soles diarios) y que hacen un acumulado de S/. 384.07 al 22 de
enero de 1997 este ha sido sancionado, no existiendo violación de derecho constitucional alguno.
Con fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y siete, el Juez Provisional del Primer
Juzgado Civil de Piura, expide resolución declarando fundada la acción de amparo. Interpuesto
recurso de apelación, con fecha cinco de agosto de mil novecientos noventa y siete, la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Piura, expide resolución revocando la apelada y reformándola
declara improcedente la demanda de acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
2. Que, el demandante y los emplazados son socios de una sociedad comercial de responsabilidad
limitada, cuya organización y funcionamiento está regulada por sus Estatutos y la Ley General de
Sociedades, cuyo Texto Unico Ordenado fue aprobado por Decreto Supremo Nº 003-85 JUS así
como por su reglamento interno, que estipula entre otros, las obligaciones de los socios.
3. Que, a fojas veintitrés, corre en autos copia certificada notarialmente del acta de la Junta
General Ordinaria de socios de fecha catorce de noviembre de mil novecientos noventa y seis en la
que se acuerda conceder el plazo de diez días al demandante para que abone sus cuotas y se
autoriza al Comité de Disciplina a aplicar la medida disciplinaria pertinente. Asimismo a fojas 33 a
41 corre copia del reglamento interno de la empresa aprobada en la sesión de fecha once de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, en el cual se establece expresamente que son
obligaciones de los socios entre otros, cancelar oportunamente sus aportaciones, así como tener
siempre presente que para exigir un derecho primero está el cumplimiento de sus obligaciones.
4. Que, el accionante sólo ha sido suspendido temporalmente ante su negativa de cumplir con
obligaciones económicas, entorpeciendo el normal funcionamiento de la empresa de la cual es
socio. Dicha suspensión constituye una medida disciplinaria no habiéndose vulnerado el derecho
constitucional al trabajo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Que...de los documentos acompañados con el escrito de la demanda, ni en ninguna otra parte del
expediente, la entidad accionante ha acreditado su personería jurídica...por lo que este Colegiado
estima que se ha incumplido con la formalidad prevista en el artículo 26º de la Ley Nº 23506.
Expediente 750-96-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Industrias Metálicas Asociadas S. A., interponen Acción de Amparo contra el Supremo Gobierno,
debiendo entenderse la pretensión contra el Supremo Gobierno, en los ministros del Consejo de
Ministros.
Sostiene la entidad accionante que ella se instaló en la amazonía a fin de realizar actividades
comerciales, en el entendido que al amparo de lo dispuesto por el artículo 71º de la Ley Nº 23407,
Ley General de Industrias, se les exoneraría de todos los impuestos, a excepción de las
contribuciones a la seguridad social, derechos de importación y tributos municipales.
Alega que con la expedición del Decreto Ley Nº 25980 no sólo se está desconociendo una garantía
con la que contaban para iniciar actividades en zonas de selva y/o frontera, sino que vulnerando
sus derechos constitucionales, se está infringiendo los principios tributarios relativos a la seguridad
jurídica, equidad y proporcionalidad de las cargas tributarias, así como los de justicia y uniformidad,
y no confiscatoriedad reconocidos en el artículo 139º de la Constitución de mil novecientos setenta
y nueve.
Recuerda que al expedirse el Decreto Ley Nº 25980 se le pretende dar un tratamiento igual con las
empresas que tienen actividades en zonas desarrolladas del país, no previéndose que las zonas
de frontera y de selva, quienes han optado por invertir, se han encontrado con una serie de
problemas, como son la falta de carreteras, alto costo del flete, entre otros.
Precisa que al expedirse dicho Decreto Ley, se está vulnerando también el derecho de igualdad, ya
que un mismo impuesto tiene dos tasas diferentes, según se encuentre o no desarrollando sus
actividades en zonas de frontera o de selva, lo cual resulta irrazonable.
Admitida la demanda, ésta es contestada por los Procuradores Públicos encargados de los asuntos
judiciales del Poder Legislativo, Presidencia del Consejo de Ministros, Jurado Nacional de
Elecciones, Trabajo y Promoción Social, Economía y Finanzas, Agricultura, Educación, Energía y
Minas y Pesquería, quienes solicitan indistintamente, se declare improcedente la demanda ya que:
a) las entidades demandantes interponen la Acción de Amparo pretendiendo cuestionar la
legalidad y validez del Decreto Ley Nº 25980, cuando la vía pertinente es ante el Tribuna Garantías
Constitucionales, b) la pretensión de la entidad accionante ha caducado, pues mientras el Decreto
Ley Nº 25980 entró en vigencia el veintitrés de diciembre de mil novecientos noventa y dos, la
demanda sólo se interpuso con fecha diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y tres, c)
dicho decreto ley estableció exoneraciones tributarias, pero con carácter transitorio, por lo que al
haber conseguido los fines para los cuales se emitieron, tienen que necesariamente desaparecer,
d) lo que se ha pretendido realizar con las entidades que realizan actividades en zonas de frontera
y/o selva, es nivelar los porcentajes tributarios en relación con los que pagan otras empresas que
realizan sus actividades en otras zonas, para que se abone directamente a las municipalidades
distritales de las zonas antes mencionadas, e) al incrementarse la tasa del impuesto cuestionado,
se ha procedido con hacer ejercicio de las atribuciones conferidas al Estado.
Con fecha catorce de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, el Juez del Vigésimo Primer
Juzgado Civil de Lima, expide resolución declarando infundada la demanda. Interpuesto el recurso
de apelación, con fecha siete de setiembre de mil novecientos noventa y cinco la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima confirma la apelada. Interpuesto el recurso de nulidad, la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, con
fecha ocho de julio de mil novecientos noventa y seis, declaró no haber nulidad en la resolución de
vista, que confirmando la apelada, declaró infundada la demanda.
FUNDAMENTOS:
3. Que, ello no obstante, y toda vez que, la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, al confirmar la resolución de la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, entendió que la declaración de improcedencia
de la demanda, en realidad debe ser considerada como infundada, por los argumentos expresados
en el fundamento jurídico anterior, en este extremo la resolución debe ser modificada, para
declararse finalmente, la pretensión como improcedente.
FALLA:
Improcedencia: acumulación
...(no) es viable una demanda conjunta como la que se ha intentado en el caso de autos pues el
Amparo y la Acción de Cumplimiento, poseen trámites independientes, debiendo optar por una de
las dos alternativas, según la naturaleza de la pretensión solicitada.
Expediente 161-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Los demandantes interponen Acción de Amparo y de Cumplimiento alegando violación a sus
derechos de petición y defensa por parte de los emplazados quienes se han negado a notificarles
la resolución del dos de junio de mil novecientos noventa y cuatro, por la que se declara nula la
sentencia apelada del veintinueve de febrero del mismo año que resuelve el sobreseimiento de la
causa seguida con Expediente Nº 287-94 y todo ello, no obstante que su abogado patrocinante
señaló en su alegato el domicilio procesal de los recurrentes.
Admitida la acción a trámite por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, se
dispone su trámite por ante el Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, el que a
su vez corre traslado de la misma al Procurador Público encargado de los Asuntos del Poder
Judicial.
Contestada la demanda, por el citado Procurador, y posteriormente, por los directos emplazados,
ésta es negada y contradecida por estimarse que resulta de aplicación lo normado en la segunda
parte del inciso 2 del artículo 200º de la Constitución y en el inciso 2 del artículo 6º de la Ley Nº
23506, ya que mediante amparo se pretende enervar la validez y efectos de una resolución dictada
por un órgano jurisdiccional competente, y que por otra parte, la acción de cumplimiento no es
aplicable respecto de un acto procesal.
Remitidos los autos a la Sala Civil pertinente, se dispone su envío a la Primera Fiscalía Superior en
lo Civil, la que mediante dictamen se pronuncia por la improcedencia de la acción y devueltos
estos, con fecha veintidós de mayo de mil novecientos noventa y cinco y a fojas setenta y uno, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara improcedente la demanda por
considerar: Que el inciso 2 del artículo 6º de la Ley Nº 23506 prohibe la interposición de garantías
contra resoluciones judiciales dictadas en procedimientos regulares y; Que la pretensión
demandada se apoya en un vicio de procedimiento, ante el cual los interesados han tenido
expedito su derecho para hacerlo valer dentro del aludido procedimiento regular.
Interpuesto recurso de nulidad los autos son remitidos a la Fiscalía Suprema en lo Contencioso-
Administrativa para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con dictamen que se
pronuncia por la improcedencia de la acción, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, con fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa
y seis, declara no haber nulidad por los fundamentos pertinentes de la apelada y por considerar:
Que para la reparación del acto supuestamente lesivo los actores debieron recurrir a los
mecanismos procesales que la ley les prevee y no suplir estos recurriendo a la vía excepcional de
las acciones de garantía.
Contra esta resolución los demandantes interponen recurso extraordinario, por lo que de
conformidad con los dispositivos legales vigentes, se dispuso el envío de los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que como se aprecia de los autos, la demanda de Amparo y de Cumplimiento planteada por los
actores ha sido intentada contra una situación de omisión procesal, consistente en no haber sido
notificados de una resolución judicial expedida, dentro de un procedimiento penal regular.
Que siendo esto así, la presente demanda debe desestimarse en aplicación del artículo 10º de la
Ley Nº 25398, complementaria de la Ley Nº 23506, por cuanto las anomalías que pudieran
cometerse dentro del proceso regular al que se refiere el inciso 2 del artículo 6º de la Ley, deben
ventilarse y resolverse dentro de los mismos procesos mediante el ejercicio de los recursos que las
normas procesales específicas establecen y no mediante las acciones de garantía constitucional,
reservadas exclusivamente, en el caso de las autoridades jurisdiccionales, para aquellas
situaciones, en las que exista una evidente desnaturalización al debido proceso.
Que a mayor abundamiento tampoco es viable una demanda conjunta como la que se ha intentado
en el caso de autos pues el amparo y la acción de cumplimiento, poseen trámites independientes,
debiéndose optar por una de las dos alternativas, según la naturaleza de la pretensión que se
solicite.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Improcedencia: acumulación
...(no) es viable una demanda conjunta como la que se ha intentado en el caso de autos pues el
Amparo y la Acción de Cumplimiento, poseen trámites independientes, debiéndose optar por una
de las dos alternativas, según la naturaleza de la pretensión que se solicite.
Expediente 681-96-AA/TC
Cuzco
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cuzco y Madre de Dios de fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventiséis, en los
seguidos entre Antonio F. Vengoa Zuñiga con el Rector de la Universidad Nacional de San Antonio
Abad del Cuzco, sobre Acción de Amparo y Acción de Cumplimiento.
ANTECEDENTES:
Don Antonio F. Vengoa Zuñiga interpone Acción de Amparo y de Cumplimiento contra el Rector de
la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cuzco, a fin de que quede sin efecto ni valor
legal alguno los alcances de la Resolución CU-139-95-UNSACC de fecha doce de junio de mil
novecientos noventicinco, y el cumplimiento del artículo veinte y primera disposición final del
Reglamento de Concurso Público para el Ingreso a la Docencia Universitaria, por violación de sus
derechos constitucionales fundamentales de libre desarrollo y bienestar de la persona, igualdad
ante la ley, el de formular peticiones ante la autoridad y el derecho a la instancia plural, y por
consiguiente deberá abonarse al puntaje total obtenido en el concurso público a la docencia
universitaria, un punto y medio más, disponiendo en tal sentido su nombramiento como docente
ordinario en la plaza auxiliar a tiempo parcial de veinte horas en la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco y además disponer la caducidad
del nombramiento de su oponente al no haber cumplido con la primera disposición final del
Reglamento precitado.
Sostiene el demandante que con fecha trece de diciembre de mil novecientos noventicuatro,
postula al Concurso Público de Méritos y Oposición para cubrir una plaza vacante en la Facultad
de Derecho de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco, cumpliendo todos los
requisitos establecidos en el Reglamento del Concurso para el ingreso a la docencia universitaria.
Entre los documentos presentados para su calificación presentó los trabajos de investigación
denominados Proyecto Económico e Instalación y Funcionamiento de una farmacia con los Fondos
de Asistencia y Estimulo, sin embargo el Jurado "B" del Concurso, encargado de la calificación de
los documentos presentados, omite calificar el segundo trabajo de investigación, motivo por el cual
interpone reclamo ante el indicado Jurado, el cual no fue aceptado, con el argumento que en el
expediente existía un solo trabajo, el cual ha sido calificado.
Asimismo, el accionante manifiesta haber formulado una petición signada con el numero veinte mil
cuatrocientos treintiocho, a efecto de disponerse la ubicación del trabajo de investigación no
considerado por el Jurado para su correspondiente calificación, además de haber solicitado la
caducidad del nombramiento del abogado Walter Sarmiento Enciso, interponiendo además recurso
de reconsideración y apelación, denegándose estos recursos mediante la Resolución Nº CU-139-
95, para luego darse por agotada la vía administrativa mediante Resolución Nº R- 948-95-
UNSAAC, quedando expedito su derecho para instar jurídicamente las acciones materia de autos.
Que, cumplida la demanda con los requisitos exigidos por ley, la misma fue admitida por resolución
de fojas ciento dieciocho, que integrada la relación jurídica procesal mediante escrito de fojas
ciento veintitrés, la entidad demandada se apersona al proceso y absuelve la demanda,
proponiendo las excepciones de oscuridad y ambigüedad en la forma de proponer la demanda
alegando que el demandante al interponer las acciones de garantía acumuladas incurre en una
serie de confusiones, sin indicar cuales son los derechos constitucionales conculcados, asimismo
propone la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, refiriendo que la última
instancia es el Consejo Nacional de Asuntos Contenciosos, asimismo invoca la caducidad de la
Acción de Amparo y Cumplimiento por no haber sustentado ni probado la existencia de algún
motivo que le imposibilite de interponer la acción de amparo o de cumplimiento, que al contrario su
derecho estaba expedito pese a no tener razón de demandar, y como se trata de un aspecto
enteramente legal no requiere de mayor probanza, consecuentemente debe declararse la
caducidad de cumplimiento debido a que dicha norma y garantía no tiene vía legal propia, es decir
no hay norma de desarrollo constitucional del inciso seis del artículo doscientos de la Constitución
Política del Estado, asimismo absuelve la demanda reproduciendo los argumentos contenidos en la
Resolución Nº 113-95-FDCP.
A fojas doscientos cuarentisiete se apersona en el proceso Don Walter Heraclio Sarmiento Enciso
por tener interés económico y moral, proponiendo las excepciones de falta de agotamiento de la
vía administrativa y la excepción de caducidad y absuelve la demanda con los argumentos allí
contenidos, admitiéndose su apersonamiento mediante resolución de fojas doscientos
cincuentiséis.
El Juez del Primer Juzgado en lo Civil del Cuzco, expide resolución, declarando fundada la
demanda. Interpuesto el recurso de apelación. Con fecha veintidós de enero de mil novecientos
noventiséis por parte de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco y adhesión a la
apelación por parte del abogado Don Walter Sarmiento Enciso de fecha veintiséis de enero de mil
novecientos noventiséis, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cuzco y Madre
de Dios, expide resolución, confirmando la apelada de fojas doscientos cincuentisiete que declara
infundadas las excepciones de ambigüedad de la forma de proponer la demanda, falta de
agotamiento de la vía administrativa y caducidad formuladas por el representante legal de la
Universidad demandada y por abogado Don Walter Sarmiento Enciso y declara fundada la
demanda y revocando la apelada en el extremo ordena el cumplimiento de la primera Disposición
Final del Reglamento del Concurso, en consecuencia el demandado debe expedir la resolución de
nombramiento a favor del abogado demandante en la Plaza de Auxiliar de veinte horas en la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad demandada y reformando en este
extremo la declararon improcedente, igualmente la revocaron en cuanto declara la caducidad del
nombramiento hecho a favor del abogado Walter Sarmiento Enciso, reformándola la declararon
infundada y la confirmaron en la parte que declara la nulidad de la Resolución Nº CU-139-95-SG
de fecha veintitrés de junio de mil novecientos noventicinco; la revocaron en la parte que declara la
nulidad " de las demás que se opongan", reformándola la declararon improcedente en ese extremo.
Interpuesto los recursos de nulidad tanto por el demandante, demandado y litisconsorte este debe
entenderse como extraordinario y en consecuencia los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno los alcances de la
Resolución CU-139-95-UNSACC de fecha doce de junio de mil novecientos noventicinco, y el
cumplimiento del artículo veinte y primera disposición final del Reglamento de Concurso Público
para el Ingreso a la Docencia Universitaria, por violación de sus derechos constitucionales
fundamentales de libre desarrollo y bienestar de la persona, igualdad ante la ley, el de formular
peticiones ante la autoridad y el derecho a la instancia plural, y por consiguiente deberá abonarse
al puntaje total obtenido en el concurso público a la docencia universitaria, un punto y medio más,
disponiendo en tal sentido su nombramiento como docente ordinario en la plaza auxiliar a tiempo
parcial de veinte horas en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional
San Antonio Abad del Cuzco y además disponer la caducidad del nombramiento de su oponente al
no haber cumplido con la primera disposición final del Reglamento precitado.
Que, de autos se advierte que no se ha dado cumplimiento a las normas contenidas en el numeral
cinco punto uno, rubro cinco punto cero del artículo veinte del Reglamento del Concurso Público
para el ingreso a la docencia, al haberse omitido la calificación del trabajo de investigación
denominado instalación de una farmacia con fondos de asistencia y estimulo, trabajo presentado
por el demandante dentro de su currículum vitae, cuya presentación ha sido acreditada, con la
certificación del Jefe de la Unidad de Trámite Documentario que obra a fojas sesentidós
corroborado con el acta de constatación hecha por la Fiscalía de Prevención del Delito, documento
que obra a fojas cincuentitrés, cuya falta de calificación por parte del Jurado "B" ha determinado
que el demandante no pueda obtener un punto y medio más sobre el otorgado en este rubro,
aspecto contemplado en el artículo veinte rubro cinco punto cero, numeral cinco punto uno del
Reglamento aludido que en autos corre a fojas noventinueve, en consecuencia la Resolución Nº
113-95-FDCP es contraria a la norma acotada.
Que, del análisis pertinente del reglamento acotado en su artículo quince, se desprende que el
Jurado "B" con la participación del Decano resolverá las reclamaciones formuladas sobre la
calificación en presencia de los observadores.
Que, a mayor abundamiento tampoco es viable una demanda conjunta como la que se ha
intentado en el caso de autos pues el amparo y la acción de cumplimiento, poseen trámites
independientes, debiéndose optar por una de las dos alternativas, según la naturaleza de la
pretensión que se solicite.
FALLA:
«... el actor solicita se declare la inconstitucionalidad de la Ley N° 25049, por no haber sido
promulgada con el nombre completo del Presidente de la República de aquella época, que; este
cuestionamiento corresponde a una Acción de Inconstitucionalidad y no a una Acción de Amparo
en la que sólo se declara la inaplicación de una ley en un caso concreto por amenazar o violar
derechos constitucionales.»
Exp. N° 037-93-AA/TC
Lima
Caso : Asociación Promotora de la Universidad Privada " Víctor Andrés Belaúnde"
En Lima, a los dieciséis días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como Extraordinario interpuesto por don Emérico Ermes Israel
Olivera, Presidente de la Asociación Promotora de la Universidad Privada "Víctor Andrés
Belaúnde" contra la resolución expedida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y dos, que declaró
No Haber Nulidad en la sentencia de vista, la que revocando la apelada, declaró improcedente la
demanda.
ANTECEDENTES:
Emérico Ermes Israel Olivera, por derecho propio y en calidad de Presidente de la Asociación
Promotora de la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde", interpone Acción de Amparo contra
los Procuradores Públicos encargados de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Educación,
Asamblea Nacional de Rectores y del Ministerio de la Presidencia a fin que se declare sin efecto e
inaplicable para el presente caso la Ley Nº 25049, expedida el diecinueve de junio de mil
novecientos ochenta y nueve y publicada el veinte de junio de mil novecientos ochenta y nueve,
que dispone la transferencia de los bienes de la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde" a
favor de la Universidad Privada de Huánuco. Se indica que por Ley Nº 23851, de fecha nueve de
junio de mil novecientos ochenta y cuatro, se creó la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde"
con sede en la ciudad de Huánuco, actuando como ente promotor la Asociación Promotora de la
Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde" de Huánuco. Mediante Resolución Administrativa Nº
493-88-ANR, de fecha ocho de enero de mil novecientos ochenta y ocho, se nombra una comisión
organizadora y de gobierno en contravención a lo dispuesto en el artículo 7º de la Ley Nº 23733,
"Ley Universitaria" y el artículo 8º del Reglamento General de Evaluación de Universidades, que
otorgan la facultad de designar a la comisión organizadora a sus fundadores. Asímismo, con la
mencionada Resolución Administrativa se violó los artículos 31º, 87º y 236º de la Constitución
Política del Perú de 1979, vigente en esa época.
La Asociación demandante señala que con la Ley Nº 25049, se han violado sus derechos de
propiedad, de igualdad, de impartir educación, libertad de trabajo, libertad de cátedra y el derecho
de escoger el centro y tipo de educación, por cuanto sin respetar el proceso previamente
establecido se derogó la ley de creación de la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde", Ley
Nº 23851, y se creó la Universidad Privada de Huánuco, disponiendo que los bienes adquiridos por
la primera pasen a conformar el patrimonio de la segunda. Señala también que dicha norma es
inconstitucional por cuanto en ella no aparece el nombre completo del Presidente de la República
de aquélla época.
Los Procuradores Públicos a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Educación y el
Ministerio de la Presidencia y Salud solicitan que la demanda sea declarada improcedente porque
la Acción de Amparo no es la vía pertinente para declarar la inconstitucionalidad de una ley.
El Sétimo Juzgado Civil de Lima por resolución de fecha seis de octubre de mil novecientos
ochenta y nueve, declaró fundada la demanda al considerar que la Ley Nº 25049, ha violado la
garantía constitucional de que nadie puede ser sometido a procedimiento distinto al previamente
establecido derogándose en forma irregular la ley de creación de la Universidad Privada "Víctor
Andrés Belaúnde" para crear la Universidad de Huánuco.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución de fecha once de junio
de mil novecientos noventa, revocó la apelada y reformándola la declaró improcedente por estimar
que los bienes adquiridos por la Universidad no son de propiedad de la Asociación Promotora ni de
sus miembros, y la última parte del artículo 6º de la Ley Nº 23733, dispone que al poner fin a las
actividades de una universidad, sus bienes serán adjudicados a otras para que continúen
cumpliendo con la misma finalidad educativa.
FUNDAMENTOS:
Que, a fojas treinta y cinco del cuaderno del Tribunal Constitucional obra copia de la sentencia
emitida por la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha doce de enero de mil
novecientos noventa y tres, en la que se declara No Haber Nulidad en la sentencia de vista que
declaró fundada la demanda interpuesta por el Fiscal Superior de la Tercera Fiscalía Mixta de
Huánuco contra la Asociación Promotora de la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde" por
realizar actividades contrarias al Orden Público, de acuerdo a lo previsto en el artículo 96º del
Código Civil. La disolución de esta Asociación se encuentra inscrita en el folio ciento treinta y seis
del Tomo dos del Libro de Asociaciones del Registro de Personas Jurídicas de la Oficina Registral
de Huánuco. Que, en consecuencia, la demandante-Asociación Promotora de la Universidad
Privada "Víctor Andrés Belaúnde"-que reclamaba la propiedad de los bienes transferidos a la
Universidad Privada de Huánuco ya no existe, por lo que el pronunciamiento de este Colegiado
sólo involucra a don Emérico Ermes Israel Olivera.
Que, la Ley Universitaria, Ley Nº 23733, artículo 5º establece que las Universidades nacen o son
suprimidas sólo por Ley. Que, la Ley Nº25049, derogó la ley de creación de la Universidad Privada
"Víctor Andrés Belaúnde", Ley Nº 23851, y creó la Universidad Privada de Huánuco, disponiendo la
transferencia de los bienes adquiridos por la primera a partir de la fecha de su creación, a la
segunda de las nombradas.
Que, la Asociación Promotora y la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde" eran personas
jurídicas distintas, por lo que ni la Asociación Promotora ni don Emérico Ermes Israel Olivera, en su
condición de miembro de la Asociación Promotora, podían reclamar violación de su derecho de
propiedad sobre los bienes que pertenecieron a la Universidad cuando la propia Ley Universitaria,
Ley Nº 23733, en la última parte del artículo 6º, dispone que los bienes de las Universidades que
pongan fin a su actividad, serán adjudicados a otras Universidades para que continúen cumpliendo
la misma finalidad educativa.
Que, el actor argumenta que para la derogación de la Ley Nº 23851, no se respetó el plazo de
cinco años con que cuenta la Comisión Organizadora de la Universidad para realizar su labor, ni
fue evaluada dentro de ese plazo por la Asamblea Nacional de Rectores, de acuerdo a lo dispuesto
en el artículo 7º de la Ley Nº 23733. Que, desde el nueve de junio de mil novecientos ochenta y
cuatro, fecha en la que fue publicada la ley de creación de la Universidad Privada "Víctor Andrés
Belaúnde" al veinte de junio de mil novecientos ochenta y nueve, fecha de publicación de la Ley Nº
25049, transcurrieron los cinco años previstos en el artículo precitado. Asímismo, en los
documentos que obran a fojas setenta y ocho, doscientos doce, doscientos setenta y tres, se
evidencia que la Asamblea Nacional de Rectores realizó un seguimiento de las irregularidades
cometidas en la Universidad Privada "Víctor Andrés Belaúnde".
Que, en consecuencia, ni los actos realizados para cerrar la Universidad Privada "Víctor Andrés
Belaúnde", ni la transferencia de sus bienes dispuesta por la Ley Nº 25049, han causado
vulneración del derecho de propiedad y ni de los demás derechos invocados por el demandante.
Que, a fojas ciento veintiséis el actor solicita se declare la inconstitucionalidad de la Ley Nº 25049,
por no haber sido promulgada con el nombre completo del Presidente de la República de aquella
época, que; este cuestionamiento corresponde a una Acción de Inconstitucionalidad y no a una
Acción de Amparo en la que sólo se declara la inaplicación de una ley en un caso concreto por
amenazar o violar derechos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que,...al no haberse acreditado que la amenaza sea cierta e inminente, el Sindicato debió agotar la
vía administrativa, según el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 785-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Sindicato de Artistas e Intérpretes del Perú interpone la presente acción de Amparo contra la
Comisión Multisectorial de Libre Competencia del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia
y de la Protección de la Propiedad Intelectual - INDECOPI, por amenaza de violación de los
principios de unidad, exclusividad e independencia de la función jurisdiccional y de revivir un
proceso judicial fenecido, principios consagrados en el artículo 139º inciso 1, 2, 13 de la
Constitución Política del Estado de 1979, y solicita que la Institución demandada se inhiba de
"conocer, rechazando y archivando la denuncia presentada por la Empresa PRO ART S.A. ante
esa institución por abuso de posición de dominio del mercado contra el Sindicato demandante."
POR ART S.A. al contestar la demanda indica que con fecha nueve de agosto de mil novecientos
noventa y cuatro, consignó ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Barranco los $1,600
dólares, que el Sexto Juzgado Civil de Lima le ordenó pagar al Sindicato. La denuncia interpuesta
ante INDECOPI no pretende reabrir un proceso judicial fenecido, ni mucho menos cuestionar lo
que en esa oportunidad se dictaminó.
El Décimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, por resolución de fecha nueve de
febrero de mil novecientos noventa y cinco, declaró infundada la excepción de representación
defectuosa o insuficiente y la de legitimidad para obrar, al considerar que el representante legal del
Sindicato es el Secretario General, quien al ejercer los derechos de esa institución ha acreditado el
interés para obrar, y fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, en
consecuencia improcedente la acción de amparo por los fundamentos siguientes: 1) la denuncia
formulada ante INDECOPI versa sobre abuso de posición de dominio en el mercado, la cual se
quiere remediar con la acción de amparo; 2) con el certificado de consignación, de fojas 102, se
evidencia que PRO ART S.A. acató la sentencia del Sexto Juzgado Civil de Lima.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, por resolución de fecha once de
enero de mil novecientos noventa y seis, confirmó la apelada al considerar que la acción de
amparo fue formulada el quince de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, y la Empresa PRO
ART consignó el nueve de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, los $ 1,600 dólares, por lo
que acató la sentencia. La denuncia realizada ante INDECOPI por abuso de posición de dominio
en el mercado, no constituye una violación o amenaza de derechos constitucionales.
FUNDAMENTOS:
Que,el Sindicato de Artistas e Intérpretes del Perú al interponer la presente acción de amparo
buscaba que INDECOPI se inhiba de conocer la denuncia interpuesta por la Empresa PRO ART
S.A. contra el Sindicato por abuso de posición de dominio en el mercado, referido a la expedición
del "Pase Intersindical", por considerar que la referida denuncia buscaba suspender la ejecución de
la sentencia expedida por el Sexto Juzgado Civil de Lima, su fecha veintiséis de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro.
Que; el INDECOPI, de acuerdo al artículo 2º del Decreto Ley Nº 25868, "Ley de Organización y
Funciones del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual - INDECOPI, es el organismo encargado de aplicar las normas legales destinadas a
proteger el mercado de las prácticas monopólicas que resulten controlistas y restrictivas de la
competencia en la producción y comercialización de bienes y en la prestación de servicios; que,
esta función le corresponde a la Comisión Multisectorial de la Libre Competencia del INDECOPI,
conforme al artículo 21º de la norma antes citada y de acuerdo al Decreto Legislativo Nº 701; que,
de la revisión de los documentos que obran en autos y de los fundamentos de la denuncia que se
planteó ante INDECOPI se aprecia que la misma no estaba referida a enervar la decisión judicial
sobre el pago de dólares, seguido entre el Sindicato contra PRO ART S.A., sino a determinar la
existencia de "prácticas monopólicas" por parte del Sindicato respecto del otorgamiento del "pase
intersindical".
Que, el inicio de un procedimiento administrativo por parte de INDECOPI, en cumplimiento de sus
funciones no constituye una amenaza de violación de derechos constitucionales, que, la institución
demandada carece de la facultad de dejar sin efecto las decisiones judiciales.
Que,asimismo, al no haberse acreditado que la amenaza sea cierta e inminente, el Sindicato debió
agotar la vía administrativa, según lo señala el artículo 27º de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas
Corpus y Amparo".
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
...este Supremo Intérprete de la Constitución ha de precisar que...la entidad actora incumplió con
transitar las instancias administrativas...al momento de interponerse la demanda...
Expediente 703-96-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa
y siete, el Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de
los señores Magistrados:
actuando como secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Ramos Zapata Seminario S.A. debidamente representada interpone Acción de Amparo contra el
Intendente Nacional de Fiscalización, Alexander Lino Galindo, y contra la Superintendencia
Nacional de Aduanas, por violación de sus derechos constitucionales al trabajo, libre ejercicio de la
profesión y daño moral económico (sic).
Sostiene la entidad accionante que mediante radiograma N° 051849, notificada con fecha diez de
enero de mil novecientos noventa y cuatro, se les notificó la suspensión de sus actividades como
agencia de aduana de Paita, tras haberse dispuesto, mediante Resolución de Superintendencia N°
001-329, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y tres, que el Procurador
Público encargado de los asuntos judiciales de Aduanas interponga las acciones judiciales contra
el representante legal y diversos consignatarios de la entidad accionante, amparándose en el
Decreto Legislativo Nº 778.
Refiere que dicho dispositivo legal, autoriza la suspensión de las actividades de un Agente de
Aduanas cuando se haya abierto auto de instrucción por delito cometido en ejercicio de sus
funciones, pero no de una persona jurídica, que no puede ser el sujeto activo de la comisión del
delito.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público encargado de los asuntos
judiciales de Aduanas, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que la suspensión de
actividades de la entidad actora, se realizó de conformidad con el artículo 251° del Decreto
Legislativo Nº 722, la misma que no se ha dictado por la comisión de infracciones aduaneras o de
ilícitos penales, sino como una medida de prevención en resguardo del interés fiscal.
Con fecha doce de abril de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Décimo Sexto Juzgado
Civil de Lima expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha catorce de agosto de mil novecientos noventa y cinco, la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima expide resolución confirmando la resolución de vista.
Interpuesto el recurso de nulidad, con fecha tres de julio de mil novecientos noventa y seis, la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, declara haber
nulidad, y reformando la de vista y revocando la apelada, declararon improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se declare sin
efecto los radiogramas 0511849 y 0511856, en virtud de los cuales se suspende las actividades de
la entidad actora como Agencia de Aduanas de Aguas Verdes- Tumbes, la Agencia de Aduanas de
Paita, así como las actividades de la oficina central del Callao, por violar sus derechos
constitucionales al debido proceso, trabajar libremente y el de ejercer su profesión.
2. Que, en ese sentido, y con el objeto de que este Colegiado pueda ingresar a evaluar las
cuestiones de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa se torna exigible
evaluar si en el caso de autos, la entidad demandante cumplió con agotar la vía administrativa a la
que se refiere el inciso 1 del artículo 6° de la Ley Nº 23506.
3. Que, en tal virtud, este Supremo Intérprete de la Constitución ha de precisar que, en el caso de
autos, la entidad actora incumplió con transitar las instancias administrativas de la
Superintendencia Nacional de Aduanas que se prevé en el artículo 215° del Decreto Legislativo Nº
722, Ley General de Aduanas, vigente con modificaciones al momento de interponerse la
demanda, pues de conformidad con el artículo 207° de la misma norma con rango de ley, uno de
los asuntos materias de reclamaciones lo constituye las resoluciones de la Superintendencia
Nacional de Aduanas que impongan sanciones, como en efecto, en el caso de autos ha
acontecido, y que es, en definitiva, el acto lesivo que pretende cuestionar la entidad demandante.
4. Que, en ese orden de consideraciones, este Colegiado estima que lo afirmado en el fundamento
jurídico inmediatamente anterior, no se desvirtúa por el hecho de que la entidad demandante haya
interpuesto su recurso de reclamación a la Resolución de Superintendencia N° 1081, del seis de
setiembre de mil novecientos noventa y tres, pues dicha resolución no tuvo por objeto imponer la
sanción de suspensión de actividades sino determinar responsabilidades administrativas ajenas al
acto que se considera lesivo.
FALLA:
Expediente 201-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Víctor Manuel Chumpitaz Ramírez interpone acción de amparo contra la Municipalidad Distrital
de San Isidro, con el objeto de que se declare sin eficacia la Resolución Directoral Nº 055-96-04-
DM/MSI, de veintiuno de febrero de mil novecientos noventa y seis, que deja sin valor, la prórroga
de contrato de servicios no personales suscrito por el actor con la demandada. Argumenta el
justiciable que este acto unilateral de la Municipalidad vulnera el derecho constitucional a la libertad
de trabajo; por lo que, pide que amparando su demanda se le reincorpore en el trabajo y se le
paguen todas las remuneraciones, beneficios dejados de percibir más los intereses.
El Vigesimocuarto Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Lima, declara, de plano,
la improcedencia de la acción por falta de agotamiento de la vía previa.
La Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, con lo expuesto por la
Fiscalía Superior, confirmó la resolución de primera instancia que declaraba improcedente la
demanda.
FUNDAMENTOS:
Que, en el presente resulta de aplicación lo normado en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, Ley de
Hábeas Corpus y Amparo, pues de autos no fluye la existencia de documentos que acrediten, el
agotamiento de la vía previa, así como tampoco se ha demostrado estar exceptuado de recurrir a
la vía administrativa por las causales de excepción previstas en el artículo 28º de la misma norma.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando, la sentencia de vista, expedida por la Sala de Derecho Público de la Corte Superior
de Justicia de Lima, su fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la acción; mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Que, el recurso de nulidad que interpuso el demandante contra las resoluciones que pretende
cuestionar con la presente acción, no configura recurso impugnativo alguno contemplado en el
Capítulo I del Título IV del Texto Unico Ordenado de la Ley Nº 26111, aprobado por el Decreto
Supremo Nº 02-94-JUS...
Expediente 237-95-AA/TC
Huancavelica
En Lima, a los dos días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto en tiempo hábil, por don
Héctor José La Rosa Guerrero, contra la resolución Nº 14 de la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huancavelica, su fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventicinco,
mediante la cual, confirmando la apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta
por el mismo accionante.
ANTECEDENTES:
b) Cesen los descuentos y pagos arbitrarios que se le imponen, los cuales constan en sus boletas
de pago.
c) Aduce finalmente el demandante, que con dichos actos administrativos, se le está privando del
goce de los siguientes derechos constitucionales: "A trabajar libremente, con sujeción a ley". "A la
legítima defensa". "A la libertad y a la seguridad personales" (folio 21 a folio 29).
Los demandados contestan la demanda (folio 120 a folio 128) solicitando sea declarada
"improcedente, inadmisible e infundada" sic.; por las siguientes razones: que, al amparo del artículo
51 de la Ley 23733, Ley Universitaria y en concordancia con el Decreto Legislativo 276, Ley de
Bases de la Carrera Administrativa, se le instauró al demandante proceso administrativo por
abandono de labores e inasistencias injustificadas mediante la Resolución Nº 0071-95-COUNH
(folio dos); que, en dicho proceso se cumplieron con las formalidades de ley, y se demostró que el
procesado incurrió en aquellas causales de despido; por tal razón, se dictó la Resolución Nº 0109-
95-COUNH (folios 7 y 8) imponiéndole la sanción disciplinaria de Separación Definitiva del cargo
de docente nombrado, auxiliar a Dedicación Exclusiva en la Escuela Académica Profesional de
Zootecnia - Facultad de Ciencias de Ingeniería de la Universidad Nacional de Huancavelica;
finalmente, que, el demandante no agotó la vía administrativa.
El Juez Civil Provisional de Huancavelica (folios 139, 140, 141 y 142), mediante la resolución Nº 4
de fecha diecisiete de agosto de mil novecientos noventicinco declara improcedente la demanda,
en base al siguiente fundamento: que, el demandante no interpuso ningún recurso impugnativo
contra las resoluciones que pretende sean declaradas nulas mediante la acción de amparo, por
consiguiente dicha acción deviene en improcedente por no haberse agotado la vía previa según lo
dispone el artículo 27 de la Ley 23506 que textualmente dice: "Artículo 27: Sólo procede la acción
de amparo cuando se hayan agotado las vías previas".
La Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica (folios 228 y 229), mediante la
resolución Nº 14 de fecha veintidós de setiembre de mil novecientos noventicinco, falla
confirmando la apelada por sus mismos fundamentos, vale decir, declara improcedente la acción
de amparo por no haberse agotado la vía previa.
FUNDAMENTOS:
Que, al amparo de lo dispuesto en el último parágrafo del artículo 51º de la Ley Nº 23733 que
textualmente dice: "Son aplicables a los docentes las siguientes sanciones: amonestación,
suspensión y separación, previo proceso", se instauró proceso administrativo al actor, el mismo
que sirvió de base a la Resolución Nº 0109-95-COUNH de fecha veintiséis de junio de mil
novecientos noventicinco mediante la cual se resolvió separarlo definitivamente del cargo de
Auxiliar a Dedicación Exclusiva que desempeñaba en la Escuela Académica Profesional de
Zootecnia de la Facultad de Ciencias de Ingeniería de la Universidad Nacional de Huancavelica.
Que, el recurso de nulidad que interpuso el demandante contra las resoluciones que pretende
cuestionar con la presente acción, no configura recurso impugnativo alguno contemplado en el
Capítulo I del Título IV del Texto Unico Ordenado de la Ley 26111 aprobado por el Decreto
Supremo Nº 02-94-JUS; por tal razón, en el presente caso, es de aplicación la causal de
improcedencia contemplada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506 antes transcrito.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, de autos se desprende que los actores no han impugnado ante la referida instancia
administrativa el acuerdo que se considera lesivo a sus derechos constitucionales, siendo de
aplicación lo dispuesto por el artículo 27º de la Ley Nº 23506,...
Expediente 052-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Max Obregón Mikkelsen, Pedro Mayta Zapata, Rafael Béjar Aybar, Mercedes Soriano Zacarías,
Víctor Cruz Jibaja, Olger Salazar Sihue, Max Obregón Rossi, Hernán Flores Valdiviezo, Jorge
Ramos de la Flor, Edilberto Rentería Ruiz, Antonio Torres Andrade, Fernando Parodi Gastañeta,
Rosa Fernández Rodríguez, Galo Martínez Alarcón, Moisés Arroyo Huanira, Ricardo Verástegui
López, Juan Merel Dávila, integrantes de la Asociación de Docentes de la Escuela de Periodismo
«Jaime Bausate y Meza» interponen Acción de Amparo contra la Promotora de la Escuela de
Periodismo «Jaime Bausate y Meza», que es la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), con el
objeto de que se suspenda el acuerdo adoptado por la directiva de la promotora el día diez de
agosto de mil novecientos noventa y dos, por medio del cual se nombra como miembros del
Consejo Directivo, al Director General, Director Académico y Director Administrativo, en flagrante
violación de la Ley Nº 25167, que en su artículo 2º señala que la Escuela de Periodismo «Jaime
Bausate y Meza» expide título a nombre de la Nación y tiene los deberes y derechos que establece
la Ley Nº 23733.
Asimismo, precisan que se habrían violado el artículo 3º de la citada Ley, que establece que la
Escuela tiene el plazo de 06 meses para adecuar su estructura académica y administrativa de
conformidad con las exigencias previstas en la Ley Universitaria, y, al no haberlo hecho, los
demandados habrían violado la autonomía de la Escuela, perjudicando a los señores profesores en
su carrera docente.
Al ampliar su demanda, sostiene la entidad accionante, se habrían violado los artículos 31º y 48º
de la Constitución de 1979 en lo que atañe a la autonomía académica, económica, normativa y
administrativa de la Escuela, así como a la estabilidad laboral, tras haberse separado a un docente.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, la
que dedujo la excepción de naturaleza de juicio; y, en cuanto al fondo de la Acción, solicitó se
declare improcedente la Acción de Amparo, tras considerar que la Escuela, si bien tenía rango
universitario, no era propiamente una Universidad, y por tanto no debía ni podía regirse por la Ley
Universitaria; asimismo, que el plazo para adecuar la estructura académica y administrativa, si se
daban la circunstancias necesarias, era de 05 años, venciéndose recién dicho plazo el día 05 de
enero de 1995, y que entender lo contrario sería presuponer que la Ley de creación de la Escuela
habría modificado la Ley Universitaria.
Recordaron, del mismo modo, que el acuerdo impugnado había sido tomado en perfecta
concordancia con los dispuesto por ley y los artículos 51º y 52º de los Estatutos de la A.N.P.; y
que, en lo que atañía al presunto derecho a la estabilidad laboral violado, dijeron que el profesor en
cuestión seguía perteneciendo a la plana docente y lo único que había sucedido era que fue
relevado del cargo de Director Académico, el cual estatutariamente tiene la naturaleza jurídica de
constituir un cargo de confianza.
Sostienen, de otro lado, que los accionantes no han cumplido con agotar la vía previa
administrativa.
El Juez del Tercer Juzgado Civil de Lima expidió resolución, con fecha veinte de enero de mil
novecientos noventa y tres, declarando infundada excepción de naturaleza de juicio, por considerar
que no había sido desnaturalizado el procedimiento; y respecto del objeto de la demanda, la
declaró fundada, básicamente por considerar que la entidad demandada no había cumplido con lo
expresamente normado en la Ley Nº 25167, y por tanto, adecuado académica y
administrativamente a la Escuela dentro del plazo señalado para el efecto, en el artículo 2º de la
antes mencionada ley.
Con fecha veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventa y tres, la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Lima, expide resolución revocando la apelada, y, reformándola, la declaró
improcedente.
Con fecha veinticinco de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema, declaró no haber nulidad en la recurrida.
Interpuesto el Recurso de Casación, que debe entenderse como Extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que
se suspenda el acuerdo de la Promotora de la Escuela de Periodismo «Jaime Bausate y Meza», de
fecha diez de agosto de mil novecientos noventa y dos, por la que se nombra nuevas personas en
los cargos de Director General, Director Académico y Director Administrativo. Que, en ese sentido,
la pretensión debe de desestimarse, ya que, de conformidad con los artículos 2º y 3º de la Ley Nº
25167 concordante con el artículo 95º de la Ley Nº 23733, corresponde al Consejo de Asuntos
Contenciosos resolver en última instancia administrativa los recursos de revisión contra las
resoluciones expedidas por la directiva de la entidad demandada. Que, de autos se desprende que
los actores no han impugnado ante la referida instancia administrativa el acuerdo que se considera
lesivo a sus derechos constitucionales, siendo de aplicación lo dispuesto por el artículo 27º de la
Ley Nº 23506, al no encontrarse inmersos en ninguna de las excepciones previstas por el artículo
28º de la misma Ley.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 145-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto, contra la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Lima, en la Acción de Amparo seguida por don Augusto Adrianzén Zavala, contra el Banco de la
Nación.
ANTECEDENTES:
Manifiesta que ingresó a laborar en la entidad bancaria emplazada, bajo el régimen laboral de la
Ley Nº 11377 y su Reglamento; que con fecha diez de enero de mil novecientos setenta y dos,
unilateralmente el Directorio del Banco demandado lo incorpora al régimen laboral de la Ley Nº
4916; que ha laborado como servidor público un año cinco meses y quince días; que, el cambio del
régimen laboral no puede desconocer sus derechos adquiridos; que, el paso de un régimen a otro
se hizo bajo el imperio de la ley, por el mismo empleador y sin solución de continuidad. Agrega que
el Banco demandado mediante Resolución Administrativa Nº 044-90-EF/92.5150 de quince de
enero de mil novecientos noventiuno, le reconoce su derecho de acumulación de tiempo servicios y
lo incorpora al régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530, procediéndose a descontársele para
el Fondo de Pensiones que posteriormente a ello, la Administración del Banco demandado
mediante la cuestionada Resolución Administrativa Nº 763-93-EF/92-5100, declara nula de pleno
derecho la indicada Resolución Administrativa Nº 044-90-EF/92.5150, determinando la
improcedencia de su incorporación en el régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530, violando
así normas, constitucionales administrativas y procedimentales, por lo que solicita se declare
fundada la demanda.
La Segunda Fiscalía Superior opina porque se revoque la sentencia apelada, que declara
improcedente la demanda y reformándola se declare fundada dicha pretensión.
La Quinta Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima, con lo expuesto por el Fiscal
Superior, confirma la apelada que declara improcedente la demanda, considerando que la Acción
de Amparo no es la vía idónea para tramitar la pretensión alegada, sino la de impugnación de
Resolución Administrativa conforme a lo preceptuado por la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que las Acciones de Amparo, conforme lo dispone el artículo 27º de la Ley Nº
23506, sólo proceden cuando se haya agotado la vía administrativa previa; Que en el caso de
autos, el actor no ha acreditado que luego del reclamo administrativo, iniciado contra el Banco de la
Nación, el dos de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante el correspondiente
recurso de reconsideración, que corre en autos a fojas uno a tres, haya interpuesto el
correspondiente recurso impugnativo de apelación, para agotar la vía administrativa, conforme lo
dispone el artículo 100º del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos; Que de los recaudos presentados por el actor, como Recurso de
Nulidad, de fecha veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y cuatro y Recurso de Revisión
de trece de enero de mil novecientos noventa y cinco, ante la entidad demandada, que corren a
fojas cuatro a nueve, se determina que a la fecha de interposición de la demanda, once de abril de
mil novecientos noventa y cinco ha transcurrido en exceso el plazo de los sesenta días hábiles que
establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506, se determina que ha operado la caducidad.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, ..., se puede apreciar que el demandante no ha cumplido con agotar la vía previa, ya que
interpuso la Acción de Amparo, sin esperar el pronunciamiento de la administración o dejar que se
cumpla lo establecido por el artículo 99º del D.S. Nº 02-94-JUS.
Expediente 962-96-AA/TC
Moquegua
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Oscar Ramírez Marroquín contra la resolución de Vista de
fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y seis, en la Acción de Amparo seguida
contra el Instituto Peruano de Seguridad Social.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo con fecha quince de julio de mil novecientos noventa y
seis, contra el Instituto Peruano de Seguridad Social, representada por su Gerente Departamental
de Moquegua, Ciro Gutiérrez Rodríguez, para que se declare inaplicable y sin efecto la Resolución
Nº 080-96-GDNC-IPSS, de fecha diecisiete de abril de mil novecientos noventa y seis, por medio
de la cual se le impone una sanción de 9 meses de suspensión, sin goce de remuneraciones, en su
puesto de trabajo. Señala que dicha resolución no tiene sustento legal, ya que según los artículos
155º y 157º del D.S. Nº 005-90-PCM, la sanción de suspensión sin goce de haberes puede
aplicarse hasta un máximo de 30 días. Señala que se está atentando contra su libertad de
contratación, libertad de trabajo, atentando contra su dignidad de trabajador y amenaza de despido
arbitrario por suspensión indebida. Solicita que se le restablezca en su puesto de trabajo y se le
abonen sus haberes dejados de percibir desde la afectación de sus derechos constitucionales.
Fundamenta su demanda en el artículo 24º, incisos 5) y 10), de la Ley Nº 25398, artículo 2º, inciso
14) y 15) y en los artículos 23º y 27º de la Constitución.
El accionante como médico desempeña el cargo de Jefe Quirúrgico del Hospital de Ilo. Señala que
ha sido suspendido de su puesto de trabajo por el Gerente emplazado. Agrega que haciendo uso
del derecho de contratación y libertad de trabajo, utilizando sus días libres celebró un contrato de
servicios profesionales con Carlos Carrillo Brañez, para que le preste atención médica y quirúrgica
y lo traslade en el viaje de las ciudades de Ilo a Lima para internarlo en el Hospital de la Policía.
Mediante contrato se estableció como monto de sus servicios la suma de S/ 5,590 soles, tal como
consta en su recibo de honorarios. Asimismo, se le sanciona porque se le acusa por no haber
prestado sus servicios al paciente del IPSS, Edson Montejo García, y que lo tuvo durante 28 horas
en emergencia antes de ser intervenido. En su defensa manifiesta que el paciente fue atendido por
otro médico que se encontraba de servicio ese día, ya que él se encontraba de descanso, tal como
aparece en la constancia de personal, y que fue enterado de esta situación al día siguiente cuando
entró a laborar, y que para mayor éxito de la intervención quirúrgica coordinó una Junta Médica, y
por eso fue que demoró la operación al paciente.
La demanda es contestada por Luis Alberto Arrisueño Lovón, apoderado del IPSS, negando y
contradiciendo la demanda. Señala que es falso que se haya atentado contra los derechos del
demandante, por cuanto la sanción impuesta es consecuencia de las investigaciones realizadas
por el Organo Interno de Control y que concluyó con el informe Nº 001-96-IPSS, emitido por
Inspectoría Regional del Sur, el mismo que constituye prueba pre constituida, tal como lo establece
el inciso f) del artículo 16º del Decreto Ley Nº 26162. Igualmente, debe tenerse en cuenta la Carta
Nº 003-CPPAD-GDMO-IPSS-96, mediante la cual una Comisión de Procesos Administrativos,
recomienda la sanción de 9 meses de cese temporal del demandante por haber realizado cobros
indebidos en perjuicio de un paciente del IPSS y a negarse a atender a otro menor de edad. Esta
sanción es aplicada de conformidad con el Decreto Legislativo Nº 276 y el Decreto Supremo Nº
005-90-PCM. Agrega la parte demandada que no se ha agotado la vía previa.
A fojas ciento ochenta y dos, de fecha trece de agosto de mil novecientos noventa y seis, el Juez
Especializado en lo Civil de Ilo declara improcedente la Acción de Amparo por considerar que se
ha probado en autos que efectivamente el demandante no cumplió con sus funciones, al hacer
cobros indebidos a un paciente y a otro no atenderlo adecuadamente. Asimismo que existe todavía
un proceso administrativo que no ha sido resuelto.
A fojas trescientos dieciséis, con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y seis, la
Sala Civil de Tacna confirma la apelada por no agotar la vía previa.
Contra esta resolución se interpone Recurso Extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que el objeto de la presente Acción es para que se declare inaplicable y sin efecto la Resolución
Nº 080-96-GDNC-IPSS, de fecha diecisiete de abril de 1996, por medio de la cual se impone al
demandante una sanción de 9 meses de suspensión en su puesto de trabajo, sin goce de
remuneraciones.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista de fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y seis,
que confirmó la apelada de fecha trece de agosto de mil novecientos noventa y seis que declaró
improcedente la Acción interpuesta. Mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro
del plazo previsto por la Ley número veintitrés mil quinientos seis; y los devolvieron.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Agustina Carmela Torres Rodríguez contra la resolución de
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de fecha siete de
agosto de mil novecientos noventicinco, que declaró haber nulidad en la de vista e infundada la
Acción de Amparo incoada por la misma recurrente.
ANTECEDENTES:
Agustina Carmela Torres Rodríguez, dentro del plazo establecido por el artículo 37º de la Ley
23506, interpone demanda de Acción de Amparo contra la Municipalidad Distrital de El Tambo de
la Provincia de Huancayo; a fin de que se le reincorpore en el cargo de Contadora de dicho
Concejo, por haber sido, según expresa la demandante, injustamente destituída mediante la
Resolución de Alcaldía N° 145-AMDT-92 de fecha diez de setiembre de mil novecientos noventidós
(folio 3).
El Vigésimo Juzgado en lo Civil de Lima (folio 34) mediante resolución de fecha primero de abril de
mil novecientos noventitrés, falló declarando improcedente la Acción de Amparo por no haberse
agotado la vía previa.
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia, mediante la Resolución N° 646 de fecha dos
de agosto de mil novecientos noventicuatro, (folios 78 y 79) revoca la sentencia de primera
instancia y declara fundada la acción de garantía de autos, en base a las siguientes
consideraciones: que, al haber sido procesada la actora a través de una Comisión Ordinaria de
Procesos Administrativos, no se cumplió con lo establecido por el artículo 165º del Reglamento de
la Ley de Bases de la Carrera Administrativa aprobado por el Decreto Supremo N° 005-90-PCM de
fecha diecisiete de enero de mil novecientos noventa, que establece constituir una Comisión
Especial para el proceso de funcionarios como la demandante, que, el pedido de destaque no fue
denegado expresamente por la Municipalidad Distrital de El Tambo; y, que no consta en autos la
defensa de la demandante en el citado proceso administrativo.
FUNDAMENTOS
Que, el artículo 122º de la Ley Nº 23853, Orgánica de Muncipalidades, establece, que los actos
administrativos municipales que dan origen a reclamaciones individuales, como en el presente
caso, se rigen por el Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
Falla:
Que el accionante ha omitido cumplir con el requisito de procedibilidad previsto en el artículo 27º
de la Ley Nº 23506, y lo dispuesto en el artículo 98º, 99º y 100º del D.S. Nº 02-94-JUS..., es decir,
ha accionado antes de agotar la vía previa de carácter público,...
Expediente 250-97-AA/TC
Chimbote
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Juez (p) del Segundo Juzgado Civil del Santa-Chimbote, expide sentencia, su fecha nueve de
octubre de mil novecientos noventiséis, declarando improcedente la acción de amparo interpuesta.
Interpuesto el recurso de apelación por el accionante, el Fiscal Superior de la Fiscalía Mixta del
Santa-Chimbote, opinó porque se confirme la sentencia apelada, que declaró improcedente la
acción de amparo.
A su turno, la Sala Mixta de Chimbote expide resolución, su fecha veintitrés de diciembre de mil
novecientos noventiséis, que confirmando la sentencia apelada de fecha nueve de octubre de mil
novecientos noventiséis, que declaró improcedente la acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
...este Colegiado estima que efectivamente la entidad actora no cumplió con transitar la sede
administrativa, interponiendo los medios impugnatorios que allí se prevén, sin que su omisión se
encuentre justificada en algunas de las causales previstas en el artículo 28º de la Ley Nº 23506.
Expediente 389-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Solicita la entidad accionante que se declare no aplicable para ella, la prohibición de transitar por la
Av. Abancay, dictada por la Municipalidad de Lima, y que regirá a partir del quince de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro; así como cualquier medida que desconozca rutas existentes y
servicios a la fecha que entre en vigencia dicha medida.
Alegan que la amenaza de impedírsele el tránsito por la Av. Abancay es de inminente realización,
ya que con fecha dos de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, la Secretaría Municipal de
Transporte Urbano les ha notificado el Oficio Nº 1949-93-MLM/SMTU-DMTU, por el cual se les
indica que deben de salir de la Av. Abancay para realizar una ruta que circula por la Av. Tacna.
Tales hechos, refieren, ocasionaría el cierre de la empresa, que se despida a ciento ochenta
trabajadores, y el peligro de que no se les pague sus beneficios sociales.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Director Municipal de Transporte Urbano, Guido
Díaz del Olmo, quien solicita se declare improcedente y/o infundada la pretensión, ya que: a) de
acuerdo con la Ley 23853, Orgánica de Municipalidades, corresponde a la Municipalidad Provincial
el regular el transporte urbano y otorgar licencias o concesiones, b) mediante resolución suprema
Nº 02993-TCC, la Av. Abancay fue declarada vía de acceso restringida, encargándose a la
Municipalidad, a través de su Secretaría Municipal de Transporte Urbano, la calificación de las
empresas que prestarán el servicio por dicha ruta, c) mediante decreto de alcaldía Nº 054-93 se
aprobó el plan regulador de rutas, en el que se comprendió a la Av. Abancay, en mérito del cual se
efectuó la licitación pública Nº 013-93, donde la entidad demandante postuló a la ruta Nº 045, como
postora Nº 9, quedando descalificada por haber incumplido en las causales establecidas en los
numerales 10.3 y 10.4 de las Bases; d) frente a esta descalificación, la entidad actora no interpuso
ningún medio impugnativo contra la Resolución Nº 416-93-MLM/SMTIJ, que otorgó la buena pro a
otra empresa.
Con fecha siete de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, el Juez del Vigésimo Tercer
Juzgado Civil de Lima, expide resolución, declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso
de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha veintidós de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, revoca la apelada, y reformándola, la declara improcedente.
Interpuesto el recurso de nulidad, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema,
con fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y seis expide resolución, declarando No
Haber Nulidad en la resolución de vista.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se declare no
aplicable a la actora, la prohibición de transitar por la avenida Abancay, así como cualquier otra
medida que desconozca las rutas existentes, y cualquier otra medida destinada a prohibir o impedir
cubrir la ruta en la que, al momento de interponerse la demanda, ésta venía realizando el servicio
de transporte público de pasajeros. Que, siendo ello asi, y con el objeto de que este Colegiado
pueda entrar a dilucidar las cuestiones de fondo que el recurso extraordinario entraña, prima facie,
se torna exigible evaluar si, en el caso de autos, la entidad accionante se encontraba obligada a
agotar la vía previa, tal y conforme se ha sostenido en segunda y tercera instancia de la jurisdicción
ordinaria. Que, en tal orden de consideraciones, este Colegiado estima que, efectivamente, la
entidad actora no cumplió con transitar la sede administrativa, interponiendo los medios
impugnatorios que allí se prevén, sin que su omisión se encuentre justificada en algunas de las
causales previstas en el artículo 28º de la Ley 23506, ya que: a) si bien el objeto de la demanda no
tiene por finalidad cuestionar el plan regulador de rutas previsto en el Decreto de Alcaldía Nº 054-
93 de veinticinco de mayo de mil novecientos noventa y tres, el que en dicho plan no se haya
previsto que la ruta EO 32 no suponga el tránsito por la avenida Abancay, arteria en la que venía
prestando sus servicios la entidad accionante, sino más bien por la avenida Tacna, ya era un
inequívoco indicio de que la ruta de la entidad accionante jamás iba a ser licitada, según es de
apreciarse de los documentos obrantes de fojas diecinueve a veintitrés, que disponen la
inconveniencia de que la ruta de la entidad actora transite la referida avenida Abancay, que, dentro
de las competencias de la Municipalidad de Lima Metropolitana, ésta se encontraba en posibilidad
de efectuar, al amparo de lo previsto en el inciso 5) del artículo 10º y en el inciso 1) del artículo 69º
de la Ley 23853, Orgánica de Municipalidades, b) en mérito de ello, entonces, no se puede alegar
que la entidad accionante haya sido excluida de la licitación pública para el tránsito por la avenida
Abancay, pues la ruta que ésta venía efectuando, había sufrido una modificación no irreversible al
momento de interponerse la demanda, que exigía cuando menos que se pretendiese una
modificación en sede administrativa, que no se realizó, c) no obstante ello, de autos, es de
apreciarse que a mérito de lo ya expresado en los ítems anteriores, la entidad accionante se
presentó a la licitación realizada al amparo de las Bases de la Licitación Pública Nº 013-93-
MLM/SMTU, en la ruta N 0 45, en la que, una de las arterias conforme a las cuales se tenía
previsto realizar el servicio público de transporte de pasajeros, circulaba por la avenida Abancay, y
en la que ésta, según se está a la resolución de secretaría municipal Nº 416-93-MLM/STMU, de
fecha veintitrés de diciembre de mil novecientos noventa y tres, resulta descalificada, conforme
obra a fojas ciento veinticuatro, no habiendo interpuesto medio impugnatorio alguno en sede
administrativa.
FALLA:
El actor no ha agotado la vía previa, conforme lo establece el artículo 27º de la Ley Nº 23506, por
lo que este Colegiado no puede amparar la demanda incoada.
Expediente 407-96-AA/TC
Huánuco
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, interpuesto contra la Resolución de la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, su fecha quince de mayo de mil novecientos
noventiséis, en la acción de amparo seguida por don Julio Verde Mora contra la señora Alcaldesa
de la Municipalidad Provincial de Huánuco Luzmila Templo Condeso, Secretarios Generales
Alexander Ruiz Ramírez, Mida Espinoza de Garay y su Asesor Legal Manuel Cornejo Falcón.
ANTECEDENTES:
Don Julio Verde Mora, interpone acción de amparo contra la Alcaldesa Luzmila Templo Condeso
de la Municipalidad Provincial de Huánuco y sus Secretarios Generales señores Alexander Ruiz
Ramírez y Mida Espinoza de Garay así como contra su Asesor Legal Manuel Cornejo Falcón, en
defensa del derecho constitucional de libertad de trabajo, y ante la amenaza inminente de
realizarse la destrucción de la rampa para lavar carros que ha construido con autorización del
Ministerio de Agricultura, previo estudio técnico y levantamiento de plano, por lo que solicita el
amparista que mediante la presente acción se ordene la inaplicabilidad de la Resolución de
Alcaldía Nºs. 1597-95 mediante la cual se dispone la destrucción de la rampa para lavar carros y
desalojo, así como la Resolución de Alcaldía Nº 1656-95, mediante la cual se le ha aplicado una
multa pecuniaria de dos mil nuevos soles.
Ampara su demanda en los artículos 24º inciso 10), 26º, 27º, 29º, 30º y 31º de la Ley Nº 23506 y
los artículos 4º al 15º, 29º y 31º de la Ley Nº 25398.
El Fiscal Superior Civil Decano de Huánuco - Pasco opina porque se revoquela sentencia apelada,
y reformándolase declare improcedentela demanda, por cuanto el accionante no ha agotado la vía
previa, conforme lo exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506, concordante con el artículo 122º de la
Ley 23853 y el artículo 114º del Decreto Supremo Nº 02-94-JUS.
La Sala Civil de Huánuco, de conformidad con lo dictaminado por el citado Señor Fiscal, mediante
resolución de fecha quince de mayo de mil novecientos noventiséis, revocala sentencia apelada,
declarando fundadala demanda interpuesta contra la alcaldesa Luzmila Templo Condeso, pero
excluyendo de esta acción por carecer de responsabilidad a los empleados Alexander Ruiz
Ramírez, Mida Espinoza de Garay y el asesor legal Manuel Cornejo Falcón y dispone la no
aplicación de las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 1597-95 y 1656-95 para el caso del actor y
reformándoladeclararon improcedente la demanda interpuesta.
FUNDAMENTOS:
Que, del estudio de autos, se desprende que el accionante interpone acción de amparo a fin de
que se dejen sin efecto las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 1597-95 y 1656-95, sin haber
interpuesto recurso impugnativo alguno contra la primera resolución y sólo recurso de
reconsideración contra la segunda resolución, el cual fue declarado improcedente, toda vez que los
actos administrativos municipales que den origen a reclamaciones individuales, se rigen por lo
dispuesto en el Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos -aprobado por Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, conforme lo dispone el artículo
122º de la Ley Nº 23853, por lo que el actor no ha agotado la vía previa, conforme lo establece el
artículo 27º de la Ley Nº 23506, por lo que este Colegiado no puede amparar la demanda incoada.
FALLA:
Expediente 936-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por la firma Línea Internacional de Transportes Perú S.A. contra
la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su fecha
veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada, declara
improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Alcalde de la Municipalidad Provincial de
Trujillo y otros.
ANTECEDENTES:
Agrega la actora que los artículos 4º y 5º del referido decreto de alcaldía encarga a la Policía
Nacional del Perú dar apoyo a los secretarios y auxiliares coactivos para dar cumplimiento a lo
ordenado por el artículo primero, así como a la Oficina General de Rentas y de Cobranzas
Coactivas.
Refiere que dicho procedimiento no se encuentra de acuerdo con el Decreto Supremo Nº 17-94-
MPT, la Ley Nº 26191 y el Decreto Ley Nº 17355, tampoco con el Decreto de Alcaldía Nº 10-96-
MPT.
Recuerda que aun antes de la entrada en vigencia del decreto de alcaldía cuestionado, el
Secretario Coactivo de la Municipalidad Provincial de Trujillo procedió a efectuar de manera ilegal
una notificación pública de diez días y con fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y
seis, sin que haya vencido el término de la referida notificación, el Director de Transporte Urbano y
Tránsito de la municipalidad emplazada remitió a la Policía Nacional del Perú la relación de
infractores para su intervención.
Añade que ello se ha realizado al margen de lo previsto por el Decreto Ley 17355, que encarga al
ejecutor coactivo a iniciar el procedimiento del caso, lo que no ha ocurrido con respecto a la
entidad accionante; por lo que, entiende, que se estaría violando sus derechos constitucionales de
igualdad, al libre tránsito, de trabajo y el derecho de defensa.
Admitida la demanda, ésta es contestada por los codemandados, quienes solicitan se rechace la
demanda, ya que no obstante haber interpuesto recurso de reclamación a la Resolución de
Alcaldía 014-96-MPT, la entidad accionante ha acudido a la vía del amparo, por lo que no ha
agotado la vía previa.
Con fecha veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Cuarto Juzgado Civil
de Trujillo expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad confirma la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, antes de entrar al examen del fondo del petitorio de amparo, procede analizar la causal de
improcedencia señalada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, cuestión que ha sido planteada
tanto por la empresa accionante como por la municipalidad emplazada.
Que, por su parte, la emplazada ha deducido la excepción de falta de agotamiento de la vía previa,
por haber interpuesto la accionante un recurso de reclamación ante la municipalidad emplazada;
excepción que ha sido declarada fundada por el Juez de primera instancia.
Que, en tal sentido, corresponde en primer orden, determinar si contra el decreto de alcaldía
cuestionado está prevista o no la vía previa y en segundo lugar, de darse el primer supuesto,
establecer si la accionante, pese a estar obligada al agotamiento de la vía previa, se ve favorecida
por alguna de las excepciones prescritas en el mencionado artículo 28º de la Ley de Hábeas
Corpus y Amparo; en particular la excepción alegada por la demandante.
Que, respecto al primer punto, el artículo 109º de la Ley Nº 23853 estipula que los Concejos
Municipales ejercen funciones administrativas mediante Decretos y Resoluciones; de otro lado, el
artículo 122º del mismo dispositivo legal señala que los actos administrativos municipales que den
origen a reclamaciones individuales se rigen por el Reglamento de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, hoy denominado Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos; que siendo esto así, se concluye que contra el decreto de alcaldía cuya
inaplicación se persigue en esta acción, sí era posible el empleo de la vía administrativa.
Que, para que se configure la excepción prescrita en el inciso 2 del artículo 28º de la Ley de
Hábeas Corpus y Amparo tiene que darse la circunstancia que, por el empleo de la vía previa, se
corra el riesgo de brindar al recurrente la protección que reclama, pero cuando ya no es posible
reparar el daño sufrido por éste, tornándose así ilusoria la resolución que en definitiva se dicte.
Que, la agresión que pretende evitar la demandante con la interposición de la presente acción, es
aquella que se provocaría, a su modo de ver, contra sus derechos al trabajo y a la propiedad -entre
otros derechos- por el internamiento de los vehículos de su propiedad en el depósito oficial, hecho
que según sostiene sería irreparable.
Que, no habiéndose, tampoco, alegado y menos aún configurado las otras excepciones previstas
en el mencionado artículo 28º, no se ha justificado -por parte de la empresa accionante-, la omisión
a la vía previa, a la que estaba obligada; que en tal virtud, a la presente acción le afecta la causal
de improcedencia señalada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, careciendo de objeto
pronunciarse sobre el fondo de la materia controvertida.
FALLA:
Que, el Tribunal considera que el justiciable al plantear la reconsideración de su cese... optó por la
vía administrativa previa, la misma que estuvo subsistente al tiempo de plantear la demanda de
amparo; por lo que en esta situación cabe la aplicación del artículo 27º de la Ley Nº 23506...
Expediente 010-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiún días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario planteado por don Víctor Guzmán Mariño contra la resolución de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, su fecha 02 de octubre de 1996, que revoca la sentencia de
Primera Instancia que declara fundada la demanda interpuesta y la declara improcedente, con el
voto singular del Vocal Dr. Miranda Molina, porque se confirme la sentencia de vista que declara
fundada la demanda de amparo interpuesta.
ANTECEDENTE:
El demandante interpone acción de amparo contra el Jefe de la Oficina Regional de los Registros
Públicos de Arequipa y contra la Superintendencia Nacional de Registros Públicos, para que se
declare sin efecto la evaluación realizada y la inaplicabilidad de la Resolución Jefatural, Nº 075-95-
ONARP, por la cual se le cesa en el cargo de Jefe de la Oficina de Catastro de los Registros
Públicos de Arequipa. Solicita que se le restituya en su puesto de trabajo y se le abone las
remuneraciones dejadas de percibir desde su cese, así como los demás beneficios que le
corresponden pues considera que se le ha vulnerado su derecho constitucional a la estabilidad de
trabajo, y al derecho de defensa y a la pluralidad de instancias.
Refiere el demandante, que ingresó a la Administración Pública mediante concurso público y por
tanto, está sujeto a estabilidad laboral, derecho referido en los artículos 27º y 40º de la
Constitución, concordante con el Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento, el Decreto Supremo
Nº 05-90-PCM. Argumenta también que al pasar los Registros Públicos de Arequipa al Gobierno
Regional de Arequipa, por disposición de la Ley Nº 25022 y el Decreto Supremo Nº 071-88-PCM,
fue evaluado conjuntamente con todo el personal, habiendo aprobado satisfactoriamente; por lo
que no era pertinente que se le evaluara nuevamente como se hizo al amparo del Decreto de
Urgencia Nº 019-95, que declara en Reorganización y Reestructuración Institucional a la Oficina de
Registros Públicos y de la Resolución Nº 054-95 que aprueba las Bases del Programa de
Evaluación para el personal de las oficinas registrales pues su jerarquía es inferior a la Constitución
y a la Ley de Bases de la Carrera Administrativa. Indica, por otro lado, que en su caso, existe
proceso administrativo que no ha concluido y, presume que siendo así no puede ser cesado
recortado del derecho de defensa.
Aparece a fojas 223 a 230, la resolución del juez, mediante la cual declara fundada la acción de
amparo interpuesta, ya que considera que está probada la violación del derecho constitucional del
demandante al no haberse aplicado en su caso el Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento, que
son los dispositivos que le alcanzaban para proceder a su cese.
La sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que aparece a
fojas 457, considera que la evaluación en la cual el accionante resultó desaprobado fue llevada a
cabo de conformidad con la ley, no existiendo ningún derecho constitucional violado; por lo que
declararon improcedente la acción de amparo planteada. El voto adjunto del Magistrado Miranda
Molina, es porque se declare fundada la demanda de amparo, porque considera, que al aplicarse el
Decreto de Urgencia Nº 19-95, se colisiona con la Constitución pues la facultad otorgada al
Presidente de la República era para legislar sólo en materia económica y financiera y no referido al
cese de personal; por lo que el despido practicado bajo su amparo carece de respaldo legal y
deviene en violatorio de la Constitución.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el demandante lo que persigue a través de su acción de amparo, es que se deje sin efecto
legal la evaluación a que se le ha sometido y la inaplicabilidad, en su caso, de la Resolución
Jefatural Nº 075-95-ORPA, que lo cesa como Jefe de la Oficina de Catastro de los Registros
Públicos de Arequipa, así como su incorporación a dicho cargo.
2. Del estudio de autos se colige que la Resolución Jefatural Nº 075-95-ORPA, por la que se le
cesa al accionante en el cargo, fue generada en aplicación de la Resolución Nº 054-95 que
aprueba las Bases del Programa de Evaluación, para calificar al personal de las Oficinas
Registrales de Arequipa. y de la Región José Carlos Maríategui. A su vez esta última resolución
fue emitida en aplicación del Decreto de Urgencia Nº 019-95, que en el artículo 9º, declara en
Reorganización y Reestructuración Institucional a los Registros Públicos.
5. Que, de la lectura de la demanda sobre el cuestionamiento que hace el recurrente respecto del
Decreto de Urgencia Nº 019-95, en relación a la jerarquía frente a otras normas, legales, la vía del
amparo, tampoco es la apropiada para plantear tal cuestionamiento.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, su fecha 02 de octubre de 1996, que revoca la sentencia apelada de 29 de mayo de
1996 que declara fundada la demanda y reformándola declararon improcedente la acción de
amparo incoada; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
...el accionante ha omitido cumplir con el requisito de procedibilidad previsto en el artículo 27º de la
Ley N° 23506...(accionó) antes de agotar la vía previa de carácter público.
Expediente 623-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencias de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Trujillo, su fecha veinte de agosto de mil novecientos noventiséis, en la acción de
amparo seguida por don Humberto Díaz Zavaleta, contra el Consejo Transitorio de Administración
Regional-Región La Libertad.
ANTECEDENTES:
Don Humberto Díaz Zavaleta, interpone acción de amparo contra el Consejo Transitorio de
Administración Regional-Región La Libertad, entendida con don Noé Inafuku Higa, en su calidad de
Presidente y don César Jaramillo Vereau, en su calidad de Director Regional de Salud, a fin de que
se declare la inaplicabilidad de la Resolución Ejecutiva Regional Nº 731-95-CTAR-LL, de fecha
treinta de noviembre de mil novecientos noventicinco, notificada el tres de diciembre del mismo
año, y por consiguiente, se ordene su reposición en el trabajo, más el pago de remuneraciones
dejadas de percibir desde la fecha de su cese, por causal de excedencia, violando su derecho al
trabajo, a la estabilidad laboral y al debido proceso.
Ampara su demanda, en lo dispuesto por los artículos 22º, 23º, 27º y 139º inciso 3) de la
Constitución, y artículo 2º de la Ley Nº 23506.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por don Noé Inafuku, negándola y contradiciéndola en
todos y cada uno de sus extremos, señalando que el Consejo Transitorio de Administración
Tributaria, no ha incurrido en ningún acto violatorio de derechos constitucionales del accionante,
toda vez que éste fue cesado por causal de excedencia en estricto cumplimiento a lo dispuesto por
el Decreto Ley Nº 26093, Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES, expedida por el Ministro de la
Presidencia, de veintiuno de julio de mil novecientos noventicinco y Decreto Supremo Nº 11-93-
PCM, dispositivos que norman el proceso de evaluación semestral para el personal de la
Administración Pública, evaluación correspondiente al primer semestre del año mil novecientos
noventicinco, a la cual se sometió el amparista; por lo que resulta improcedente la acción de
amparo.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Trujillo expide resolución, su fecha veinte
de agosto de mil novecientos noventiséis, revocandola sentencia apelada que declara fundadala
demanda de acción de amparo interpuesta y reformándoladeclararon infundadala referida acción.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
Que, no habiendo justificado la accionante la omisión del agotamiento de la vía previa, la demanda
resulta improcedente, careciendo de objeto pronunciarse sobre el fondo de la litis.
Expediente 210-96-AA/TC
Puno
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, que interpone Lalagis Camacho Herrera,
contra la resolución de la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, su fecha
veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada declaró
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra Juan Carlos Málaga Arce y otro.
ANTECEDENTES:
Doña Lalagis Camacho Herrera interpone la presente acción de amparo contra don Juan Carlos
Málaga y Alejandro Gálvez Carpio, Presidente y Secretario Técnico del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región Moquegua Tacna Puno, respectivamente, para que se la
reponga en su cargo.
El Juez del Juzgado Especializado en lo Civil de Puno, mediante resolución de fecha dieciocho de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, declaró improcedente la demanda, por considerar
que la recurrente no cumplió con agotar la vía previa, señalando asimismo, que en el supuesto de
existir irregularidades administrativas, éstas deben ser impugnadas en todo caso mediante la
acción contencioso-administrativa.
Interpuesto recurso de apelación, la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno,
con fecha veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y seis, confirma la resolución de
primera instancia, "por sus propios fundamentos".
Interpuesto el recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los actuados son elevados al
Tribunal Constitucional, en conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, el inciso tercero del artículo 28º de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo establece
que no será exigible el agotamiento de la vía previa cuando ésta no se resuelve en los plazos
fijados para su resolución.
Que, conforme lo prescribe el artículo 99º del D.S. Nº 002-94-JUS, Texto Unico Ordenado de la Ley
de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, el recurso de apelación deberá
resolverse en un plazo máximo de 30 días; debiendo entenderse que este plazo debe contarse en
días hábiles, a tenor de lo establecido por el artículo 50º del mismo dispositivo legal.
Que, tal como se aprecia de la copia autenticada que corre a fojas 12, el recurso impugnativo en
cuestión fue presentado el día veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y cinco, en
consecuencia la autoridad administrativa tenía hasta el día once de diciembre del mismo año para
resolverlo; fecha en la que en efecto resolvió la apelación dando por agotada la vía previa,
mediante la Resolución Ejecutiva Regional Nº 532-95-CTAR/R.MTP que obra a fojas 69; sin
embargo la demanda de autos se interpuso el día siete del mismo mes y año, esto es,
prematuramente; con lo cual queda desvirtuada la alegación de la actora.
Que, no habiendo justificado la accionante la omisión del agotamiento de la vía previa, la demanda
resulta improcedente, careciendo de objeto pronunciarse sobre el fondo de la litis.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Puno, su fecha veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la
apelada de fecha dieciocho de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, declaró improcedente
la acción de amparo; mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley; y los
devolvieron.
Que, el artículo 27º de la Ley Nº 23506, señala que, sólo proceden las acciones de garantía
cuando se haya agotado la vía previa, entendiendo este Colegiado que la demandante debió
impugnar el Acuerdo de la Junta de Fiscales Supremos...y no recurrir a la vía de amparo, máxime
si no existe resolución alguna que acredite la situación real de transferencia de la actora, situación
que debía aclararse previamente.
Expediente 921-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
Sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Adita Esperanza Sava Melo, interpone acción de amparo contra el Ministerio Público y su
Gerencia General, por presunta vulneración de sus derechos fundamentales previstos en los
artículos 2º inciso 15), 42º, 43º, 44º, 48º, 49º y 57º de la Constitución Política del Perú de mil
novecientos setentinueve, por omisión de un acto debido, atentando con su estabilidad laboral, a
fin de que se le reponga en su centro de trabajo, se le abonen las remuneraciones adeudadas y se
haga efectiva su transferencia como trabajadora activa del Ministerio Público, (Fiscalía Especial de
Contrabando y Despacho de Rentas de Aduana), la misma que fue dispuesta por Resolución
Viceministerial Nº 240-92-EF/76, de fecha veinte de octubre de mil novecientos noventidós,
expedida por el Viceministro de Hacienda del Ministerio de Economía y Finanzas, al haber sido
declarada excedente por reorganización de la Presidencia del Consejo de Ministros y puesta a
disposición del ex Instituto Nacional de Administración Pública a partir del trece de marzo de mil
novecientos noventidós.
Al contestar la demanda, el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio
Público, sostiene que la actora no tiene condición de nombrada, ni de personal de carrera, al no
haberse hecho efectiva su transferencia al Ministerio Público, en consecuencia no tiene derecho a
la estabilidad laboral. Manifiesta asimismo que, el artículo 3º del Decreto Ley Nº 25957, publicado
el dieciséis de diciembre de mil novecientos noventidós, prohíbe las reasignaciones de personal de
la administración pública, por cuanto, la acción de personal tomada con la actora, en el fondo es
una reasignación prohibida por ley.
El Juez Provincial del Décimo Tercer Juzgado Civil de Lima, al expedir sentencia de fecha
veintiocho de diciembre de mil novecientos noventicuatro, declara improcedente la acción de
amparo, por considerar que el acuerdo de la Junta de Fiscales respecto a que queda sin efecto la
transferencia de la actora no ha sido impugnado, por lo que es de aplicación el artículo 27º de la
Ley Nº 23506, al no haber agotado la vía previa.
El Fiscal de la Segunda Fiscalía Superior Civil de Lima, opinó porque se confirme la sentencia
apelada, por considerar que la accionante no ha presentado en ningún momento durante el
proceso prueba instrumental que acredite su condición de personal nombrado del Ministerio
Público que afecte el supuesto derecho que alega.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide la resolución de fecha
veintisiete de mayo de mil novecientos noventiséis, confirmando la sentencia apelada, de fecha
veintiocho de setiembre de mil novecientos noventiséis, que declaró improcedente la demanda,
entendiéndose como infundada, por considerar que la actora no tenía un derecho adquirido sino
una expectativa, a la que administrativamente no tuvo opción.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 933-96-AA/TC
Lambayeque
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Julio César Piscoya Barnuevo, contra la resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque de fecha veintiocho de
agosto de mil novecientos noventiséis, que confirma la sentencia del Juzgado Especializado Civil
de Ferreñafe, de fecha veintiuno de junio de mil novecientos noventiséis, que declara improcedente
la acción de amparo interpuesta contra la Resolución Directoral Nº 002-96-ISPE-"MFGB"-F emitida
por el Director del Instituto Superior Pedagógico Estatal "Monseñor Francisco Gonzáles Burga" don
Pedro Vera Otero.
ANTECEDENTES:
El demandante don Julio César Piscoya Barnuevo, interpone Acción de Amparo en contra de la
Resolución Directoral Nº 002-96-ISPE-"MFGB"-F del catorce de febrero de mil novecientos
noventiséis, emitida por el Director del Instituto Superior Pedagógico Estatal "Monseñor Francisco
Gonzáles Burga", por la cual se le excluye del Programa de Profesionalización Docente en
Educación Primaria Bilingüe Intercultural, manifestando que, como Profesor en ejercicio de la
docencia y amparándose en la Ley del Profesorado Nº 24029, en su artículo 10º, referido a los
Programas de Profesionalización, se presentó a un Programa de Profesionalización Docente
convocado por el Instituto demandado, en donde aprobó el examen de selección, pagó la pensión
de enseñanza del primer año e inició los estudios, que luego de transcurrir un mes de clases se le
comunicó que no podía seguir estos estudios, pues no había presentado los Certificados de
Estudios Secundarios, afirmación que la considera que es falsa, pues él había presentado para el
examen de ingreso al Programa el certificado de 5to. de secundaria, suponiéndose que no podía
tenerlo de no haber cursado los años anteriores; señala el recurrente, que planteó recurso de
reconsideración, que hasta la fecha de interposición de esta acción, no había sido resuelto.
Al contestar la demanda, el demandado sostiene que el Programa que convocó el Instituto fue el
Programa Experimental del modelo curricular para Formación y Profesionalización Docente de
Educación Bilingüe Intercultural, supervisado por el Ministerio de Educación, y que se dicta en
Institutos Pedagógicos y en Universidades para los docentes que enseñan en centros educativos
que se encuentren ubicados en zona de serranía y selva, estando impedidos de participar en este
modelo los docentes que laboran en zonas urbanas como es el caso del demandante. Asimismo,
señala que es diferente el Programa de Profesionalización docente que ampara la Ley Nº 24029,
indicada por el recurrente y, el Reglamento del Programa de Profesionalización Docente para los
Institutos Superiores Pedagógicos aprobado por Resolución Ministerial Nº 670-89-DE, en el cual no
se necesita examen de ingreso sino una entrevista de selección que es la que tuvo el demandante
para acceder al Programa, pero que al no cumplir con los requisitos documentarios en el plazo que
se le concedió, a pesar de ampliársele el mismo, es que se anuló su selección.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, confirma la sentencia; por
lo que el demandante interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fecha veintiocho de agosto de mil novecientos noventiséis, que confirma la
sentencia del Juzgado Especializado Civil de Ferreñafe, de fecha veintiuno de junio de mil
novecientos noventiséis, que declara improcedente la Acción de Amparo; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Que, el agotamiento de las vías previas es una exigencia fundamental en estas acciones de
garantía, de modo que sólo después de cumplidos los recursos impugnativos en el ámbito
administrativo, y en cuanto haya acto administrativo que constituya estado, puede promoverse
acción en la vía jurisdiccional que resulte idónea, entre ellas la de amparo, conforme el imperativo
legal contenido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 154-97-AA/TC
Chimbote
En Lima, a los cinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña María Antonia Pérez Arcela contra la resolución de la
Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de Justicia de Chimbote, de fecha treinta de
diciembre de mil novecientos noventiséis, que revoca de la Jueza Provisional del Juzgado Mixto de
la Provincia de Huarmey, de fecha veinte de agosto de mil novecientos noventiséis, y declara
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra doña Georgina Menacho Gomero, Jefe de Personal y don Luis
Alfredo Chang Martínez, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huarmey, para que cese el
impedimento de ingreso y el despido de que ha sido objeto en sus labores habituales. La Jueza
Provisional del Juzgado Mixto de la Provincia de Huarmey declaró fundada la demanda, por
considerar, entre otras razones, que se ha vulnerado el derecho consagrado en el inciso 15 del
artículo 2º de la Constitución Política del Estado y que es de aplicación el inciso 2 del artículo 28º
de la Ley Nº 23506 respecto a la exoneración de las vías previas. Interpuesto recurso de apelación,
la Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de Justicia de Chimbote revocó la apelada,
según resolución del treinta de diciembre de mil novecientos noventiséis y declaró improcedente la
demanda, al estimar que el cese de la actora se ha debido al término de su contrato de trabajo a
plazo fijo y que la carta cursada por la actora al Alcalde de la Municipalidad demandada, que obra
a fojas 32, está pendiente de resolver. Contra esta resolución el accionante interpone recurso
extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han remitido los actuados
al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que consta de autos que, luego de su cese laboral, el mismo día 06 de febrero de 1996, la
actora presentó esta demanda de amparo ante la Jueza Provisional del Juzgado Mixto de la
Provincia de Huarmey (fs. 34) y cursó la carta notarial (fs. 32) al Alcalde de la Municipalidad de esa
localidad, pidiéndole que haga cesar de inmediato la hostilidad e impedimento ilegal de concurrir a
cumplir con sus funciones, acciones simultáneas éstas que no han permitido viabilizar y resolver
adecuadamente su reclamación en la vía administrativa.
2. Que el agotamiento de las vías previas es una exigencia fundamental en estas acciones de
garantía, de modo que sólo después de cumplidos los recursos impugnativos en el ámbito
administrativo, y en cuanto haya acto administrativo que constituya estado, puede promoverse
acción en la vía jurisdiccional que resulte idónea, entre ellas la de amparo, conforme al imperativo
legal contenido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506; no siendo aplicable en el presente caso la
excepción contenida en el artículo 28º inciso 2), de la misma ley, respecto a que la agresión
pudiera tornarse en irreparable, por cuanto tal agresión no es un hecho aislado, único e
irreversible, sino el acto continuado previsto en el art. 23º de la Ley Nº 25398 sobre denegatoria
liminar de la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de
Justicia de Chimbote con fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventiséis, que revoca la
apelada del veinte de agosto de mil novecientos noventiséis, dictada por la Juez Provisional del
Juzgado Mixto de la Provincia de Huarmey, y declara improcedente esta acción de amparo; con lo
demás que contiene; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley,
y los devolvieron.
Que, en autos no se aprecia que la actora haya agotado la vía previa administrativa, conforme lo
exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 159-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Esther Chávez Huayanca, contra la resolución de la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fecha trece de diciembre de mil novecientos
noventicinco, que confirma la sentencia expedida por el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil
de Ica, su fecha siete de agosto de mil novecientos noventicinco, que declara improcedente la
Acción de Amparo interpuesta contra el Director Departamental de Educación don César Enrique
Mosqueira Lovón y el Jefe de la Oficina de Administración don Jorge A. Vargas Reyes, por la
violación de su derecho constitucional a trabajar libremente, con sujeción a ley, y otros.
ANTECEDENTES:
Doña Esther Chávez Huayanca, contadora de profesión, presenta demanda de Acción de Amparo,
y la dirige contra don Jorge A. Vargas Reyes y don César Enrique Mosqueira Lovón, en sus
calidades de Jefe de la Oficina de Administración y Director Departamental de Educación de Ica,
respectivamente, por haber violado disposiciones constitucionales que atentan contra su libertad y
estabilidad en el trabajo, así como disposiciones que protegen a la madre trabajadora, por el hecho
de haber ordenado el retiro de su tarjeta, e impedirle su ingreso a laborar a la Sede Departamental
de Educación, solicitando se deje sin efecto para ella la Resolución Directoral Sub-Regional Nº
00564, mediante la cual se la reubicaba en el Colegio "Nuestra Señora de las Mercedes", al haber
sido declarada excedente; y contratar a otros profesionales contadores para la labor que
desempeñaba en administración.
La demanda fue contestada, por don Jorge A. Vargas, quien solicitó fuera declarada infundada en
cuanto a su persona, dado que en su condición de Jefe de la Oficina de Administración de la
Dirección Sub-Regional de Ica, no tenía ninguna injerencia, ni responsabilidad en el nombramiento,
traslado, reasignación etc. del personal que presta servicios en dicha sede; que no había figurado
como integrante de la Comisión de Evaluación llevada a cabo en cumplimiento de la Ley Nº 26158,
en la cual la actora obtuvo el 30º lugar, por lo que debió ser cesada; que por Resolución Directoral
Sub-Regional Nº 00564, del cinco de mayo de mil novecientos noventicinco, la actora fue
reubicada por causal de excedencia en el Colegio citado, sólo podía ingresar a laborar a la sede el
personal titular, no pudiendo ingresar la demandante por pertenecer al CAP de la sede Sub-
Regional, y esto, no por su decisión, sino por mandato del Director. Luego la demanda fue absuelta
por el codemandado don César Mosqueira Lovón, en su calidad de Director, quien expresó que
mediante Ley Nº 26158, se declaró en estado de reorganización todas las entidades públicas,
habiéndose aprobado el CAP Estructural del DSRE de Ica, con 58 plazas orgánicas, de 155 que
eran originalmente; por lo que para la cobertura de esas plazas fue necesario hacer una
evaluación, producto de la cual es la Resolución Directoral Sub-Regional Nº 0564, resultado de un
debido proceso, en donde la accionante alcanzó la calificación desaprobatoria de 56.5 puntos,
correspondiéndole el 30º lugar del cuadro de evaluación y selección de personal técnico, cuya
meta a coberturar era de sólo 19 plazas, quedando de ese modo excedente; que el Despacho
Directoral no obstante lo referido, lejos de considerarla cesada de acuerdo a lo señalado por ley, se
permitió reubicarla en un Centro Educativo de la localidad, con todos sus derechos laborales
adquiridos; hace notar que el caso de autos se encontraba en pleno trámite regular en la vía
administrativa, por lo que la Acción de Amparo resultaba improcedente por la falta de agotamiento
de la vía previa.
La demanda también fue respondida por el Procurador Público, encargado de los Asuntos
Judiciales del Ministerio de Educación, por considerar que la acción adolecía de un requisito de
procedibilidad, cual es el agotamiento de la vía previa.
El Juez Provisional del Segundo Juzgado Civil de Ica, con fecha siete de agosto de mil novecientos
noventicinco, falló declarando improcedente la demanda, básicamente por considerar que el
accionar del codemandado don César Mosqueira, en su condición de Director de la Sub-Región de
Educación de Ica, está encuadrado dentro de sus funciones; que no obra en autos que la actora
hubiese cuestionado el cuadro de evaluación con respecto a los 56.5 puntos que obtuviera en la
evaluación, que la actora no impugnó la resolución mediante la cual se aprobó el Cuadro de
Asignación de Personal de la Sub-Región de Educación.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, por los fundamentos de la apelada, resolvió
confirmando la sentencia de Primera Instancia.
FUNDAMENTOS:
Que, en autos no se aprecia que la actora haya agotado la vía previa administrativa, conforme lo
exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo, ya que a fojas ciento
treintiséis corre copia de la Resolución Directoral Sub-Regional Nº 00780 de fecha treinta de junio
de mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente el recurso de reconsideración de la
demandante, esto es, dos días después de haberse interpuesto esta acción de amparo.
Que, del estudio del caso, no es factible encuadrar la situación de la actora dentro de los casos de
excepción previstos en el artículo 28º de la anotada ley.
Que, a fojas dos vuelta, se aprecia la cuestionada Resolución Nº 0564, en la que a pesar de haber
sido desaprobada la demandante, fue reubicada en el Colegio "Nuestra Señora de las Mercedes",
en igual nivel de carrera y grupo ocupacional alcanzado de Técnico Administrativo III que venía
desempeñando.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el agotamiento de las vías previas es una exigencia fundamental en las acciones de garantía,
de modo que sólo después de cumplidos los recursos impugnativos contemplados en los artículos
97º y siguientes de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos..., y en cuanto
medie resolución que constituya estado, puede promoverse acción en la vía jurisdiccional que
resulte idónea o, en defecto o inexistencia de dicha vía, la interposición de la acción de amparo,
por tener esta última el carácter de extraordinaria y residual, según...el artículo 27º de la Ley Nº
23506.
Expediente 212-96-AA/TC
Cañete
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Benjamín Huamán Rojas contra la resolución de la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Cañete, de fecha veintinueve de febrero de mil
novecientos noventiséis, modificada a fojas sesenticinco, por resolución de fecha veintiséis de abril
de mil novecientos noventiséis, que confirma la del Juzgado Especializado en lo Civil de Cañete,
de fecha veintitrés de octubre de mil novecientos noventicinco, y declara improcedente la acción de
amparo entablada para que se le conceda la licencia de construcción que le ha solicitado.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Concejo Provincial de Cañete, representado por su Alcalde don
Jorge Brignole Santolaya, para que le conceda la licencia de construcción que le ha solicitado con
fecha dieciséis de agosto de mil novecientos noventicinco. El Juzgado Especializado en lo Civil de
Cañete declaró infundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que no se han agotado
las vías previas. Interpuesto recurso de apelación, la Sala Mixta de la Corte Superior de Cañete
confirma la apelada, declarando improcedente la demanda, según resolución del veintinueve de
febrero de mil novecientos noventiséis, modificada a fojas sesenticinco, al estimar que no se han
agotado las vías previas. Contra esta resolución el accionante interpone recurso de nulidad, por lo
que de conformidad con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que el agotamiento de las vías previas es una exigencia fundamental en las acciones de garantía,
de modo que sólo después de cumplidos los recursos impugnativos contemplados en los artículos
noventisiete y siguientes de la Ley de Normas Generales y Procedimientos Administrativos,
aprobada por D.S. Nº 002-94-JUS del veintiocho de enero de mil novecientos noventicuatro, y en
cuanto medie resolución que constituya estado, puede promoverse acción en la vía jurisdiccional
que resulte idónea, o, en defecto o inexistencia de dicha vía, la interposición de la acción de
amparo, por tener esta última el carácter de extraordinaria y residual, según es el imperativo legal
contenido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Que no resulta aplicable en el presente caso ninguna de las excepciones contenidas en el artículo
28º de la referida Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Que, el artículo 27º de la Ley Nº 23506...establece que "sólo procede la acción de amparo cuando
se hayan agotado las vías previas".
Expediente 159-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Gonzalo Ricardo Febres Trigoso, contra la sentencia de
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha cuatro de diciembre de
mil novecientos noventa y seis, la que confirmando e integrando la sentencia apelada, de fecha
veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de
amparo seguida por el mencionado demandante en contra de la señora Luzvenia Núñez Parra y
del señor Juan López Portilla, en sus calidades de Directora del Colegio Nacional "Juana
Cervantes de Bolognesi" y Director de la Unidad de Servicios Educativos Arequipa Sur -USE-SUR-,
respectivamente.
ANTECEDENTES:
Don Gonzalo Ricardo Febres Trigoso, presentó acción de amparo y la dirigió en contra de doña
Luzvenia Núñez Parra, en su calidad de Directora del Colegio Nacional "Juana Cervantes de
Bolognesi" de Arequipa y de don Juan López Portilla, en su calidad de Director de la Unidad de
Servicios Educativos Arequipa Sur -USE-SUR-, solicitando que se le repusiera en el horario
compartido -turno mañana y tarde- en el dictado de las 24 horas de clases semanales que tenía
asignadas, en la línea de ciencias sociales, y que le correspondían para el año de 1995; manifestó,
haber ingresado a laborar a dicho centro de estudios el año de mil novecientos noventa y dos,
trabajando en horario partido desde entonces, pero para el caso del año de mil novecientos
noventa y cinco, los demandados, en forma arbitraria y abusiva, le impusieron que dicte todas sus
horas de clase en la mañana, sin respetar los acuerdos tomados por reunión de profesores de la
línea de ciencias sociales, con lo que le causan graves daños y perjuicios en su actividad personal,
profesional, libertad individual, obligándolo bajo amenaza de destitución y descuento a hacer lo que
no deseaba hacer, violando así toda norma constitucional, e inclusive llegando al extremo de retirar
su tarjeta de control de asistencia para presionarlo; asimismo señaló que las horas que él tenía por
las tardes, se las encomendaron a la Profesora Mercedes Machicado, la que, al ver la forma de la
inconducta funcional de parte de la Directora, dejó las diez horas del turno de la tarde que le
correspondían al demandante, porque se dio cuenta del error y atropello, y como efecto de ello,
perjudicándose y violando los derechos de las alumnas, por haber sido privadas de profesor. Dijo,
que también había recurrido a la Dirección de la Unidad de los Servicios Educativos Sur -USE-
SUR-, poniendo en conocimiento del Director, todas las arbitrariedades y abusos de la Directora,
para que se pusiera coto a las violaciones de sus derechos constitucionales, sin haber tenido la
suerte de ser atendido, ya que el Director, como autoridad, debió dictar las medidas correctivas,
teniendo en cuenta su obligación y responsabilidad para resolver dentro de los términos y plazos,
mas, sin embargo no lo hizo; por lo que el actor, calificó los actos mencionados, como violatorios
de sus derechos al trabajo y a la estabilidad en el mismo. Cabe mencionar, que en el primer otrosí
del escrito de demanda, el actor solicitó se formase el cuaderno de medida cautelar, la que, a fojas
209 del cuaderno formado, fue declarada improcedente, sin perjuicio de lo que en definitiva se
resolviera en el principal.
A fojas 77, don Juan López Portilla, en calidad de representante legal de la Unidad de Servicios
Educativos de Arequipa Sur, se apersonó a la instancia, expresando que conforme al artículo 15º
inciso b) de la R.M. Nº 1326-85-ED, se efectuó la concentración de horas del actor, en la mañana,
ya que tiene el mayor número de horas en la mañana y dentro de la misma modalidad; que el
artículo 33º del D.S. 019-90-ED establece que los profesores al servicio del Estado, tienen derecho
a la estabilidad laboral en la plaza, nivel, cargo, lugar, centro y turno, dejando establecido que la ley
de educación dispone que los turnos son tres: diurno, vespertino, y nocturno; por lo tanto, la
concentración de horas del accionante se halla con arreglo a ley, en consecuencia no se ha violado
los derechos del demandante.
Doña Luzvenia Núñez Parra, al contestar la demanda, manifestó que ella no tenía la facultad de
aprobar los horarios y que su despacho se limitaba a recoger y enviar a la USE el anteproyecto
anual de horarios elaborado por la Comisión de Cuadro de Horas del centro educativo a su cargo,
conformada por las subdirecciones de Formación General y Coordinadora de la OBE,
puntualizando que al accionante siempre le otorgaron el total de sus horas de dictado de clase, en
la mañana, pero que sólo por cuestiones de infraestructura se dividía en dos turnos, de mañana y
tarde. Hizo presente también, que el demandante, a raíz del pretendido derecho, formuló queja en
contra de la Comisión de Cuadro de Horas ante la USE-SUR, iniciando así un trámite
administrativo que recién concluyó el día diecisiete de julio de mil novecientos noventa y cinco, en
ocasión de que se expidió el Cuadro de Distribución de Horas aprobado por la Comisión de Cuadro
de Horas de la USE-SUR, es así, que por tal medida se aprobó las 24 horas que le correspondían
al accionante en el turno diurno, cumpliéndose así con los dispositivos legales vigentes.
El Procurador del Sector Educación, al dar contestación a la demanda, pidió que ésta sea
declarada infundada o improcedente, en razón de que el pedido del demandante era de índole
netamente administrativo, no resultando el trámite de la acción amparo, el idóneo para la
tramitación de la reclamación hacía el actor.
El Fiscal Superior, opinó que se confirmará la apelada, en atención a que la Resolución Ministerial
Nº 1326-85-ED, señala que la formulación del Anteproyecto del Cuadro de Horas de dictado de
clases, es hecha a nivel de cada colegio por una comisión, lo que es revisado y aprobado a nivel
de Sede Zonal o Departamental, siendo que en el caso de autos, los acuerdos tomados por los
profesores de Ciencias Sociales no están dentro de los alcances del dispositivo mencionado; y por
pensar que ante cualquier acto administrativo, caben en su contra los recursos que franquea la ley,
conforme al artículo 27º de la Ley Nº 23506, y que el actor no utilizó, y, por consiguiente, éste, no
agotó la vía previa administrativa.
A fojas 231-232, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, dicta su
sentencia en fecha cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y seis, la que de conformidad,
en parte con el dictamen del Fiscal Superior, por los fundamentos pertinentes de la sentencia
apelada y considerando que de los actuados se infiere que el hecho que motiva el reclamo se
refiere al horario de dictado de clases que en forma concentrada han formulado y dispuesto los
demandados en perjuicio del accionante para el año de mil novecientos noventa y cinco, lo que
como es obvio, ese horario ya no tenía vigencia para el año de mil novecientos noventa y seis, por
consiguiente, para la hipótesis en que se haya producido verdaderamente la violación de un
derecho constitucional, esta violación resultaría irreparable; por lo que falló declarando
improcedente la demanda de acción de amparo interpuesta.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, el artículo 27º de la Ley Nº 23506 - Ley de Hábeas Corpus y Amparo-,
establece que "Sólo procede la acción de amparo cuando se hayan agotado las vías previas"; Que,
no se aprecia en autos que el demandante hubiese agotado vía previa alguna que expeditase su
derecho para poder recurrir a la especialísima acción de Amparo, más aún, cuando su caso no
puede ser encasillado en ninguno de los numerales del artículo 28º de la Ley Nº 23506; Que, en
autos no se aprecia el que los demandados hayan limitado o violado al presunto agraviado, el libre
ejercicio de su derecho al trabajo; Que, fluye de autos que el actor no fue cesado, despedido y/o
destituido, haciéndose evidente que no fue violado su derecho a la estabilidad laboral; Que, el
período por el que reclamó el actor correspondía al año de 1995, actualmente vencido, por lo que
resulta de aplicación al caso el inciso 1) del artículo 6º de la Ley Nº 23506, que establece que "No
proceden las acciones de garantía: 1) En caso de haber cesado la violación o la amenaza de
violación de un derecho constitucional, o si la violación se ha convertido en irreparable; ..."; Que, el
actor no ha demostrado en autos que se le haya violado algún derecho constitucionalmente
protegido.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista dictada por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, de fecha cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la
sentencia de primera instancia, de fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis,
declaró improcedente la acción de amparo incoada; dispusieron asimismo la publicación de la
presente en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Expediente 151-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Jesús Percy Ibáñez Tristán, contra la sentencia de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha veinte de enero de mil
novecientos noventa y siete, la que revocando la sentencia apelada, de fecha veintiocho de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo
seguida por el mencionado demandante en contra de la Municipalidad Distrital de Socabaya.
ANTECEDENTES:
Don Jesús Percy Ibáñez Tristán, en representación de don Percy Luis Ibáñez Delgado, presentó
acción de amparo dirigiéndola en contra de la Municipalidad Distrital de Socabaya de la Provincia
de Arequipa, representada por su Alcaldesa Sra. Delia Rivera de Flores, a fin de que el Juzgado
dispusiera la nulidad y no aplicación a su caso de las Resoluciones Municipales números 290-96-
MDS, de fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventa y seis, mediante la cual le cancelan
su licencia de funcionamiento y 324-96-MDS de fecha seis de noviembre de mil novecientos
noventa y seis, que declaró infundado su recurso de reconsideración, estimando que le habían
violado las garantías constitucionales de libertad de trabajo, empresa, comercio e industria y del
debido proceso. Expresó, que contaba con la respectiva Licencia de Funcionamiento Nº 00084 de
fecha dos de julio de mil novecientos noventa y seis, la que amparaba el funcionamiento del
Restaurante Espectáculos "La Arequipeña", para promoción de artistas del medio, venta de comida
y promoción turística, hizo saber que su local se encuentra ubicado en zona eminentemente
comercial, laborando en un horario que abarca únicamente hasta las diez de la noche,
manifestando que su negocio estuvo funcionando en forma pacífica y tranquila hasta el día 04 de
octubre de mil novecientos noventa y seis, fecha en la que se emite la Resolución Municipal Nº
290-96 que resuelve cancelar su licencia de funcionamiento, motivo por el cual presentó recurso de
reconsideración, el mismo que fue declarado infundado mediante Resolución Nº 324-96-MDS,
disponiendo se lleve adelante la ejecución de la resolución que cuestiona, en la que textualmente,
si bien es cierto, canceló la licencia de funcionamiento, en ninguna parte del mismo, se ordena la
clausura y cierre del local, indicando que la demandada, sin respetar los quince días que prevé el
artículo 99º del D.S. Nº 02-94-JUS, el día once de noviembre de mil novecientos noventa y seis,
procedió a la clausura y cierre del establecimiento, sin agotarse las medidas legales y sin que haya
quedado consentida la Resolución Municipal, considerando dicha medida como una arbitrariedad,
en vista de no haberse ordenado la clausura del local, sino la cancelación de su licencia de
funcionamiento. En el otrosí de su demanda solicitó se tenga presente, que al amparo del artículo
28º de la Ley Nº 23506, se encontraba exonerado de agotar la vía previa lo que redundaría en
hacer irreparable el daño y la violación de las garantías constitucionales, ya que sin esperar a que
quede consentida la Resolución Nº 324-96-MDS, se procedió al cierre y clausura del local
comercial.
A fojas 37-41, don Percy Antonio Villarroel, apoderado de la entidad demandada, contestó la
demanda, en sentido negativo, solicitando sea declarada infundada, ya que no habían violado
ningún derecho constitucional ni legal, sino que habían ejercido una función al cancelar la licencia
de funcionamiento de dicho establecimiento, dijeron asimismo, que el restaurante en cuestión
contaba con una licencia de funcionamiento de Micro Empresa, que por mandato de la ley es de
carácter provisional, para que funcione como restaurante en horario diurno, pues para el
funcionamiento nocturno requería de una licencia de carácter especial la que no es otorgada por la
Municipalidad Distrital, sino que es atribución de la Municipalidad Provincial; que los demandantes
han hecho un uso indebido de la licencia, por haber venido utilizando el local para fines diferentes,
como son los denominados "bailes chicha" a los que concurre gente de mal vivir y hasta horas de
la noche, para lo cual no contaban con licencia, actitud que ha motivado malestar entre el
vecindario del sector, los que presentaron un memorial denunciando este hecho, lo que había sido
constatado por un Regidor y un empleado administrativo, igualmente mediante Oficio Nº 27-GDS-
A-96, el Gobernador del Distrito pide a la Municipalidad le explique por qué es que se seguían
realizando "bailes chicha" en el Restaurante "La Arequipeña", a lo que se sumaba que se notificó al
propietario del establecimiento, con fecha treinta y uno de noviembre de mil novecientos noventa y
seis, el contenido de la Ordenanza Municipal Nº 011-96-MDS, que prohibió en todo el distrito de
Socabaya la realización de "bailes chicha", ordenanza a la que el demandante no hizo caso; que al
constatarse la irregularidad cometida en el funcionamiento del local comercial, la Municipalidad se
vio obligada a cancelar la licencia de funcionamiento, pues no funcionaba ni como restaurante ni
como espectáculos, en el sano sentido de la palabra, sino como un local destinado a "bailes
chicha", lo que no podía ser tolerado por la autoridad edil; concluyendo su contestación, el
representante de la Municipalidad emplazada dijo que la acción de amparo era improcedente en
razón de que el accionante no agotó la vía previa administrativa establecida por ley, y, que la Ley
Nº 23853 -Orgánica de Municipalidades-, otorga a las Municipalidades la facultad de otorgar y
cancelar licencias dentro del ámbito de su jurisdicción, expresando que habían ejercido un derecho
al cancelar la licencia de funcionamiento del negocio que conduce el otorgante.
El Fiscal Superior, opinó que se confirmara la apelada, en atención a que la demandada procedió a
clausurar el local mediante las Resoluciones Municipales Nº 290 y 324-96-MDS, sin aguardar que
esta última quedase consentida y se dé por agotada la vía administrativa, según lo dispone el D.S.
Nº 02-94-JUS; que el trámite de clausura no fue llevado con las formalidades pertinentes,
infringiéndose de ese modo la garantía del debido proceso; que según lo señalado por el artículo
28º de la Ley Nº 23506, no es exigible el agotamiento de las vías previas para interponer la acción
de amparo cuando una resolución es ejecutada antes del vencimiento del plazo para que quede
consentida.
A fojas 126-129, obra la sentencia emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, de fecha veinte de enero de mil novecientos noventa y siete, la que revocando y
reformando la sentencia apelada falló declarándola improcedente en todas sus partes, por estimar,
entre otras consideraciones, que la licencia de funcionamiento concedida al demandante establecía
que el local se destinaría a la venta de comidas como actividad principal, que sin embargo se
habría dedicado a otras actividades para las que se requiere licencia especial, la que no puede ser
expedida por el Municipio Distrital por no ser de su competencia; que en efecto el Municipio
demandado emitió la Ordenanza Municipal Nº 11-96-MDS por la que se prohibe la realización de
los denominados "bailes chicha", no obstante lo cual el demandante vino llevando a cabo los
espectáculos y/o bailes en esas modalidades ocasionando molestias al vecindario debido a los
escándalos, razón por la cual se dictó la Resolución Municipal 290-96, por la que se dispone la
cancelación de la licencia y/o autorización de funcionamiento, habiéndose interpuesto recurso
impugnatorio de reposición y contra la Resolución Nº 324-96 que declaró infundada la
reconsideración, el actor presentó recurso de apelación; que la demandada ha dictado las
mencionadas resoluciones en el ejercicio de sus atribuciones de conformidad con los incisos 6) y 9)
del artículo 10º y 36º de la Ley Nº 23853 su Ley Orgánica, y habiendo actuado la Municipalidad
dentro de las atribuciones que le acuerda la ley, se evidencia que la acción de amparo no procede;
y, finalmente, señaló que el demandante no ha agotado la vía previa administrativa, en razón de
que el recurso de apelación que interpuso aún no había sido resuelto, no obstante lo cual presentó
la presente acción de amparo.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, la Ley Orgánica de Municipalidades Ley Nº 23853 faculta a los gobiernos
locales a ordenar la clausura transitoria o definitiva de establecimientos, cuando se produzcan
perjuicios a la tranquilidad de los vecinos; Que, por medio de la Ordenanza Municipal Nº 11-96-
MDS de fecha treinta de julio de mil novecientos noventa y seis, se prohibió expresamente la
realización de los "bailes chicha" en el distrito de Socabaya; Que, en el presente caso, con las
instrumentales corrientes a fojas 78 a 98, en especial las de fojas 94, 97 y 98, se acredita que en el
local en cuestión, se han venido realizando "bailes chicha", los que produjeron perjuicios e
intranquilidad en los vecinos, evidenciándose que el recurrente dio un uso indebido a la licencia
que se le había otorgado; Que, como es de apreciarse a fojas diecisiete de autos, el demandante
con fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y seis presentó recurso de
reconsideración contra la Resolución Municipal Nº 290-96-MDS que le canceló la licencia de
funcionamiento, reconsideración que fue declarada infundada mediante Resolución Municipal
número 324-94-MDS, de fecha seis de noviembre de mil novecientos noventa y seis y notificada al
día siguiente, obrante a fojas 22-23, pudiendo igualmente apreciarse a fojas 45-51, que el actor
presentó recurso impugnativo de apelación en contra de esta última resolución, en fecha catorce
de noviembre de mil novecientos noventa y seis; Que, con fecha trece de noviembre de mil
novecientos noventa y seis, el demandante, en forma paralela al procedimiento administrativo que
tenía iniciado, presentó la acción de amparo que es materia de autos; Que, el artículo 27º de la Ley
Nº 23506 - Ley de Hábeas Corpus y Amparo- establece que "Sólo procede la acción de amparo
cuando se hayan agotado las vías previas"; Que, de autos se advierte que el demandante no agotó
previamente el proceso administrativo incoado contra la Municipalidad Distrital de Socabaya que le
expeditase su derecho para poder recurrir a la especialísima acción de amparo; Que, el artículo 6º
de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo, señala que "No proceden las acciones de
garantía: 1) En caso de haber cesado la violación o la amenaza de violación de un derecho
constitucional, o si la violación se ha convertido en irreparable..."; Que, es de advertir que la
licencia Nº 00084, con la que contaba el emplazante, fue emitida el día dos de julio de mil
novecientos noventa y seis, con carácter de provisional, por el período de doce meses, lo que
equivale a decir que ésta ha vencido el día dos de julio de mil novecientos noventa y siete, en cuyo
caso la presunta agresión se habría convertido en irreparable.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista dictada por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, de fecha veinte de enero de mil novecientos noventa y siete, la que revocando la
sentencia apelada, de fecha veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis, declaró
fundada en parte la acción de amparo, declarando inaplicables las Resoluciones Municipales
números 290-96-MDS y 324-96-MDS; y, reformándola, declaró improcedente en todas sus partes
la acción de amparo; ordenando su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Que, de acuerdo al artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la acción de amparo cuando se
hayan agotado las vías previas.
Expediente 180-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Félix Delfín Ramos Espinoza en contra de la resolución
de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fecha dieciocho de
diciembre de mil novecientos noventiséis, la que confirmando la sentencia apelada declaró,
improcedente la acción de amparo seguida por el indicado recurrente, en contra de la
Municipalidad Distrital de Mañazo -Puno-.
ANTECEDENTES:
Don Felix Delfín Ramos Espinoza, citando como amparo legal los artículos 22º, 24º y 27º de la
Constitución, artículo 4º del D. Leg. Nº 276 y artículos 2º, 24º inciso 22), 26º y 28º de la Ley Nº
23506, interpuso acción de amparo en contra del Alcalde de la Municipalidad Distrital de Mañazo
-Puno-, señor Teófilo Cruz Barriga, por las violaciones constitucionales que cometió en su agravio y
solicitando que en su oportunidad se le repusiera en su puesto de Trabajador de Servicio de la
Municipalidad de Mañazo -del que ilegalmente se le despidió- y se le pagase las remuneraciones y
bonificaciones que se le adeudan por su trabajo a lo largo de más de diecinueve años, expresó
haber agotado la vía administrativa, por el hecho de haber sido despedido simplemente mediante
carta de fecha 29 de febrero de 1996, y por que las comunicaciones de reconsideración y reclamo
que ha presentado no han tenido respuesta alguna. Manifestó que ingresó a laborar en la
Municipalidad de Mañazo, el 01 de abril de 1977, como personal de servicio, recibiendo como
remuneración sólo pequeñas cantidades de dinero denominadas, por su empleadora, propinas;
que el 02 de mayo de 1981 logró que se le contratara por escrito, mediante Resolución Nº 002-81-
CDM, y que finalmente fue nombrado como empleado de carrera a partir del 01 de abril de 1987,
mediante Resolución Municipal Nº 07-87-MDM -Fs. 21-, para el cargo de trabajador de servicio en
forma permanente, diciendo no haber incurrido en ninguna falta grave ni leve que justificase su
despido.
La demanda fue contestada por don Teófilo Cruz Barriga Alcalde de la Municipalidad emplazada, el
que entre otras cosas manifestó que la Resolución Nº 07-87-MDM, no existe en los archivos de la
Municipalidad, por lo que consideró que dicho documento era falso y que habría sido elaborado por
el accionante para sacar provecho en su favor, siendo que el accionante siempre fue considerado
como un servidor que prestó servicios no personales, lo que demuestra con las constancias de
pagos que se le han efectuado al actor durante los años de 1994 y 1995, en los que se puede
apreciar que nunca se le efectuó descuento alguno por concepto de Fonavi, Servicio Nacional de
Pensiones u otros, y, que por el contrario, se le pagó el íntegro de sus honorarios profesionales;
que tampoco había tenido relación de dependencia ni había cumplido con un horario de trabajo;
asimismo afirmó que era absolutamente falso que la Municipalidad efectuara los descuentos de ley,
precisamente por considerar que los servicios que prestaba el demandante eran personales, y de
ninguna manera con vínculo laboral; finalmente, dijo que no era cierto, que al dar por concluido un
contrato de servicios no personales, como el que prestaba el accionante, se hubiese violado algún
derecho constitucional. Añadió que la demandada hasta antes de la dación del D. Leg Nº 776 de
diciembre de 1993, nunca había contado con presupuesto suficiente para tener personal nombrado
sujeto a la carrera administrativa, agregando, que las Municipalidades Distritales, por su propia
naturaleza y su reducida actividad, sólo funcionan los días de feria popular, es decir una día a la
semana, lo que explica por qué se retribuyó al accionante con simplemente propinas.
El Primer Juzgado Mixto Puno, falló declarando fundada la excepción de falta de agotamiento de la
vía administrativa, deducida por la Municipalidad Distrital de Mañazo, y en consecuencia
improcedente la demanda, básicamente, en consideración a que con la Resolución Municipal Nº
007-87-MDM, la misma que no ha sido objeto de nulidad ni se ha declarado sin efecto mediante
otra resolución, se colige que el actor prestó servicios en forma permanente, habiendo incluso
gozado de vacaciones, implicando la existencia de un vínculo laboral con la Municipalidad Distrital
de Mañazo; que si bien es verdad que el accionante ha demostrado su condición de servidor
público nombrado y por consiguiente protegido por las normas jurídicas que contiene el D. L. 276º,
empero también es verdad que el accionante, no ha agotado la vía previa administrativa, por
cuanto la reconsideración interpuesta por el autor, ha sido resuelta mediante Resolución de
Alcaldía Nº 007-96-MDM, la que no ha sido cuestionada por el referido demandante.
Interpuesto recurso de apelación, a fojas 215, el Fiscal Superior Adjunto, fue del parecer que se
revocara la sentencia apelada, por opinar que era procedente amparar la demanda, porque se
había demostrado que el accionante tiene la condición de servidor nombrado mediante una
resolución, y, que por tanto sólo podía ser objeto de despido por las causales previstas en el D.
Leg 276, sin que sea necesario el agotamiento de la vía previa en observancia de lo previsto en el
artículo 28º de la Ley Nº 23506.
La Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, mediante resolución número
noventa y seis de fecha dieciocho de diciembre de mil novecientos noventa y seis, falló
confirmando la sentencia apelada, por sus propios fundamentos y además por considerar que en el
caso de autos no se dan las excepciones contenidas en el artículo 28º de la Ley Nº 23506, puesto
que el despido arbitrario del accionante no corre el riesgo de convertirse en irreparable por estar
vigente la reclamación de los derechos conforme a ley; que la reclamación administrativa, no se
considera agotada mientras no se dicte una resolución firme de conformidad con el artículo 24º de
la Ley Nº 25398.
El demandante, a fojas 255, interpuso recurso extraordinario y se dispuso el envío de los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, como es de apreciarse a fojas 43, el actor interpuso recurso de reconsideración en contra del
oficio sin número, de fecha 29 de febrero de 1996, por medio del cual se puso fin a los servicios
personales que el demandante prestaba para la Municipalidad demandada; Que, en relación a
dicho recurso de reconsideración, la entidad emplazada, expidió la Resolución de Alcaldía Nº 007-
96-MDM-A, corriente a fs. 156, mediante la cual se resolvió declarar infundado el recurso de
reconsideración interpuesto por don Félix Delfín Ramos Espinoza, en contra del acto administrativo
que dio por concluido los servicios personales del impugnante; Que, en el caso bajo examen no se
observa que el demandante haya presentado el consiguiente recurso de apelación, conforme lo
establece el artículo 99º del D.S. 02-94-JUS -Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos-; Que, el artículo 100º del antes mencionado D.S. Nº
02-94-JUS establece que la vía administrativa queda agotada con la resolución expedida en
segunda instancia; Que, de acuerdo al artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la acción de
amparo cuando se hayan agotado las vías previas.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, si el demandante consideró haber error en su evaluación (de acuerdo al Decreto Ley Nº
26093), debió impugnarla en la vía administrativa, o contradecirla con arreglo al Proceso Abreviado
del Código Procesal Civil. Por tal razón, resulta que la Acción de Amparo no es la vía apropiada
para resolver su pretensión.
Expediente 228-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto con fecha tres de abril de mil novecientos noventiséis, por don
Miguel Angel Tolentino Montenegro, contra la resolución Nº 17 de la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de la Libertad, de fecha veintiséis de marzo de mil novecientos noventiséis,
que declaró improcedente la acción de amparo incoada por el mismo accionante (folios 272 y 273).
ANTECEDENTES:
Don Miguel Angel Tolentino Montenegro, interpuso con fecha primero de diciembre de mil
novecientos noventicinco, acción de amparo, contra don Noé Inafuku Higa, Presidente del Consejo
Transitorio de Administración Regional de la Región Libertad, don Martín Mantilla Castillo, Director
de la Dirección Regional de Pesquería y Presidente de la Comisión de Evaluación de Rendimiento
Laboral de los Trabajadores de la Dirección Regional de Pesquería, don Carlos Cárdenas Alegría y
don Constantino Brenis Muro, miembro y secretario de la citada comisión, respectivamente; con la
finalidad que se declare inaplicable, para el demandante, la Resolución Ejecutiva Regional Nº 628-
95-R-LL-CTAR de fecha veinticinco de octubre de mil novecientos noventicinco, y, el Proceso de
Evaluación de Rendimiento Laboral llevado a cabo, mediante los cuales se cesó al accionante por
causal de excedencia en aplicación del Decreto Ley Nº 26093. Solicita además, que se le reponga
en el cargo de Director de Sistema Administrativo II de la Dirección Regional de Pesquería, que era
el que tenía en el momento de su cese; y que, se mande abrir instrucción y se inhabilite a los
demandados, quienes deberán ser condenados al pago de una indemnización, por el daño
ocasionado. Alude, que con dicha evaluación, que tuvo como resultado su cese, se conculcaron
sus derechos constitucionales al trabajo, a la estabilidad laboral, y al debido proceso (folio 95 a
folio 120).
Don Noé Inafuku Higa, representado por el Director Regional de Asesoría Jurídica, contesta la
demanda el dieciocho de diciembre de mil novecientos noventicinco, solicitando sea declarada
infundada, por las razones siguientes: a) Que, el Consejo Transitorio de Administración Regional
de la Región La Libertad, no ha violado derecho constitucional alguno del demandante; en razón de
que la Resolución Ejecutiva Regional Nº 628-95-CTAR-LL y el Proceso de Evaluación,
cuestionados mediante la presente acción, tienen su base legal en el Decreto Ley Nº 26093, norma
que obliga a los Titulares de los Ministerios y de las Instituciones Públicas Descentralizadas, a
efectuar la evaluación del personal a su cargo. Es así, que el Ministerio de la Presidencia, a cargo
de los Gobiernos Regionales, es autorizado mediante el Decreto Supremo Nº 011-93-PCM, a dictar
las medidas conducentes al logro de tal evaluación. Siendo ese, el status legal-administrativo,
aduce el codemandado, el Ministerio de la Presidencia, reglamentó el proceso de evaluación con la
Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR, aprobada por la Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES de
fecha veintiuno de julio de mil novecientos noventicinco. b) Que, el demandante ha incurrido en la
causal de improcedencia contemplada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, pues no agotó la vía
previa. Que, finalmente, el demandante fue declarado excedente, en estricto cumplimiento del
punto 5.5 de la acotada Directiva Nº 001-95-PRES/VDMR, concordante con el artículo 2º de la Ley
Nº 26093, que dispone la realización de las evaluaciones de personal, pues no alcanzó el puntaje
mínimo de 60 puntos contemplado en aquella Directiva (folio 141 a folio 147).
Por su parte, los otros codemandados, contestan la demanda el veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventicinco, solicitando sea declarada infundada, en base a los mismos fundamentos
esgrimidos por el representante de don Noé Inafuku Higa; y, añadiendo uno de carácter relievante,
por el que, se considera que la acción de amparo, por ser una acción sumarísima y especial, no es
la apropiada para ventilar el presente caso (folio 160 a folio 165).
FUNDAMENTOS:
Que, mediante el Decreto Ley Nº 26093, se dispone, que los Titulares de los Ministerios y de las
Instituciones Públicas Descentralizadas, efectúen evaluación del personal activo a su cargo.
Que, las citadas normas no han sido contradichas mediante acciones administrativas ni judiciales,
habiendo quedado, por tal razón, consentidas.
Que, el demandante se sometió a la evaluación que se practicó en aplicación de las normas antes
expresadas.
Que, finalmente, no se han conculcado ninguno de los derechos enumerados en el artículo 24º de
la Ley 23506, de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución Nº 17 de folio 272, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, con fecha veintiséis de marzo de mil novecientos noventiséis, que al
revocar la apelada, de fecha cuatro de enero de mil novecientos noventiséis, declaró improcedente
la acción de amparo; dispusieron que la presente sentencia sea publicada en el Diario Oficial "El
Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Que, de autos no fluye la existencia de documentos que acrediten el agotamiento de la vía previa,
resultando de aplicación lo preceptuado en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 038-97-AA/TC
Trujillo
Caso: Gilmer Walter Otiniano Ruiz
En Lima, a los veintiún días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El actor don Gilmer Walter Otiniano Ruíz interpone acción de amparo contra el señor Presidente
del Concejo Transitorio de Administración Regional de la Región San Martín - La Libertad a fin de
que se deje sin efecto legal la Resolución Presidencial Regional Nº 113-96-CTAR, de seis de
febrero de mil novecientos noventiséis, que resuelve cesarlo por causal de excedencia; solicitando
que reponiendo las cosas al estado anterior de la violación de su derecho a la libertad de trabajo y
a la estabilidad laboral, se le reponga en el mismo cargo y nivel que venía desempeñando,
pagándosele las remuneraciones y todos los demás derechos laborales dejados de percibir desde
la disposición de su cese. Señala el actor que en el mes de enero de mil novecientos noventiséis,
se llevó a cabo la evaluación correspondiente al segundo semestre de mil novecientos
noventicinco, el mismo que se ha ejecutado en forma extemporánea y sin observar las normas que
regulan el proceso de evaluación semestral para el personal de la Administración Pública.
Admitida a trámite, el juzgado dispone que la presente acción se entienda también con los demás
miembros de la Comisión de Evaluación designados por Resolución Presidencial Nº 005-96-CTAR-
LL. Corrido el traslado, la demanda es absuelta por el Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región -San Martín-La Libertad, y además por don Benigno Angel
Fuentes Cañari, don José Alfredo Vallejo Casanova y Sixto Enrique Sánchez Maura, quienes
señalan, individualmente, que al expedir la Resolución Presidencial Regional Nº 113-96-CTAR-LL,
no han violado ningún derecho constitucional, pues la resolución contiene los resultados del
proceso de evaluación correspondiente al segundo semestre de mil novecientos noventicinco,
evaluación a la que el actor se sometió voluntariamente, y al no haber alcanzado el puntaje mínimo
se resolvió cesarlo por causal de excedencia. Argumentan que el proceso de evaluación se ha
realizado en estricto cumplimiento de lo dispuesto por el Decreto Ley Nº 26093 y la Directiva Nº
001-95-PRES aprobada por Resolución Ministerial Nº 286-95-PRES, dispositivos que norman el
proceso de evaluación semestral para el personal de la Administración Pública. Añaden, además
que el actor hace uso de la presente acción de amparo sin haber agotado la vía administrativa.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Trujillo declaró infundada la
demanda, estimando que la evaluación correspondiente al segundo semestre de mil novecientos
noventicinco, se ha efectuado en el término fijado por la Directiva Nº 001-95-PRES/VMDR.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de conformidad con el
dictamen fiscal, confirma la sentencia apelada por los mismos fundamentos.
FUNDAMENTOS:
Que, de los hechos expuestos se advierte que el actor previamente debió agotar la vía previa,
recurriendo en apelación ante el Ministerio de la Presidencia, máxime si no ha acreditado estar
inmerso dentro de alguna de las causales de excepción previstas en el artículo 28º de la Ley Nº
23506.
Que, de autos no fluye la existencia de documentos que acrediten el agotamiento de la vía previa,
resultando de aplicación lo preceptuado en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de vista, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, su fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventiséis, que
confirmando la sentencia apelada declaró infundada la acción; y reformándola la declararon
improcedente; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Que, el actor no ha agotado la vía administrativa, pues según el artículo 2º del Decreto Ley Nº
26111, vigente al tiempo de interponer dicho recurso de reconsideración, dicha vía administrativa
quedaba agotada con la resolución expedida en segunda instancia...
Expediente 095-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Luis Alberto Quevedo Castro contra la resolución de la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha treinta de octubre de mil
novecientos noventicinco, que confirma la del Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, de
fecha veintiséis de mayo de mil novecientos noventicinco y declara improcedente la acción de
amparo sobre discriminación, abuso de autoridad y libertad de trabajo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra don Damian José Munayco García, Director de Administración de
Personal del Ministerio de Educación, a fin de que cese la discriminación, el abuso de autoridad y
atentado contra la libertad de trabajo de que es víctima, a raíz del recurso impugnativo de
reconsideración que ha interpuesto contra la Resolución Ministerial Nº 0540-93-DE, del veintiséis
de julio de mil novecientos noventitres, con la finalidad de que se revise el proceso de concurso de
méritos y se verifiquen las transgresiones cometidas por la Comisión de Alto Nivel constituida
mediante Resolución Nº 03349-93-DE, del diez de mayo de mil novecientos noventitres.
Interpuesto recurso de apelación, la Cuarta Sala Civil Especializada de la Corte Superior de
Justicia de Lima, confirmó la apelada, según resolución del treinta de octubre de mil novecientos
noventicinco, por los fundamentos expuestos en el dictamen fiscal. Contra esta resolución el
accionante interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se
han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que alega el demandante que dicho recurso impugnativo aún no ha sido resuelto por la entidad
administrativa y, que antes bien, es objeto de discriminación, abuso de autoridad y atentado contra
la libertad de trabajo por su superior inmediato.
3. Que, mediando esta circunstancia, el actor no ha agotado la vía administrativa, pues según el
artículo 2º del Decreto Ley Nº 26111, vigente al tiempo de interponer dicho recurso de
reconsideración, dicha vía administrativa quedaba agotada con la resolución expedida en segunda
instancia, la que no se ha intentado en vía de apelación interpuesta después del plazo de treinta
días en que la administración debió resolver el recurso de reconsideración, por lo que resulta de
aplicación el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
4. Que, asimismo, no ha acreditado el actor bajo ninguna forma los actos señalados como lesivos a
sus derechos constitucionales, de discriminación ante la ley, abuso de autoridad y atentado contra
la libertad de trabajo, generados como consecuencia del concurso de méritos a que fue sometido, y
de su aludido recurso impugnativo de reconsideración, máxime si en su debido momento pudo
formular reclamos ante la Comisión de Alto Nivel, y tachar o impugnar a los demás concursantes al
cargo de Director al cual él aspiraba y concursó.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Cuarta Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, con fecha treinta de octubre de mil novecientos noventicinco, que
confirma la apelada de fecha veintiséis de mayo de mil novecientos noventicinco, dictada por el
Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima que declara improcedente la acción de amparo
interpuesta; con lo demás que contiene; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"
con arreglo a ley, y los devolvieron.
Que, en consecuencia al no haber observado el plazo de ley para reclamar y agotar la vía previa,
no se ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 424-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura, de fecha tres de mayo de mil novecientos noventicinco, en los seguidos entre don Oscar
Pedro Iturrino Caso, Director Gerente de Europa S.A. con don José Aguilar Santisteban, Alcalde de
la Municipalidad Provincial de Piura, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Oscar Pedro Iturrino Caso, Director Gerente de Europa S.A. interpone acción de amparo
contra don José Aguilar Santisteban Alcalde de la Municipalidad Provincial de Piura, a fin que se
deje sin efecto la amenaza de violación de sus derechos constitucionales a la libertad de
contratación, de trabajo, de tránsito de mercaderías y uso de la vía pública, en tanto señala que
dicha Municipalidad pretende cobrarle la suma de S/. 14,063.94 más intereses por concepto de
reparto de cerveza que efectúa su representada en camiones dentro del perímetro denominado
"Piura cuadrada".
Admitida la demanda, esta es contestada por el Dr. Porfirio Ayala Morán, apoderado de la
Municipalidad demandada, quien solicita se declare infundada la demanda en tanto que la deuda
de la empresa Europa S.A. ha sido determinada de acuerdo a lo establecido en el Edicto Nº 002-
93-C/CPP del 31 de marzo de mil novecientos noventitrés y al artículo 33º del Código Tributario; y
corresponde al pago del derecho para obtener autorización a fin que sus vehículos ocupen la vía
pública para efectuar el embarque y desembarque del producto que venden; y no por la circulación
de estos.
Con fecha quince de noviembre de mil novecientos noventicuatro, el Juez del Segundo Juzgado
Civil de Piura, expide resolución declarando improcedente la acción de amparo. Interpuesto el
recurso de apelación, con fecha tres de mayo de mil novecientos noventicinco, la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura, expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, de conformidad con la Ley de Hábeas Corpus y Amparo Nº 23506, las acciones de garantía
prosperan siempre y cuando se haya cumplido con ciertos requisitos de procedibilidad como es
que se haya agotado la vía previa.
Que, la presente acción está referida a actos de la demandada que son de materia tributaria, en
cuyo caso la vía previa que corresponde es la prevista en el Código Tributario aprobado por
Decreto Legislativo Nº 773 vigente cuando la demandante fue notificada para el pago de la deuda
tributaria.
Que, corre en autos a fojas cinco, copia de la Resolución de Alcaldía Nº 727-94 A/CPP de 22 de
junio de mil novecientos noventicuatro por la que se declara inadmisible por extemporánea la
reclamación presentada con fecha 7 de abril de mil novecientos noventicuatro por la empresa
Europa S.A., contra la notificación de fecha 14 de febrero del mismo año.
Que en consecuencia al no haber observado el plazo de Ley para reclamar y agotar la vía previa,
no se ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 27º de la Ley 23506.
FALLA:
Expediente 433-96-AA/TC
Lambayeque
En Lima, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que no obstante que conforme al articulo 52º de la Ley Nº 24069 modificada por la Ley Nº
25212 (Ley del Profesorado) le corresponde recibir como bonificación por tiempo de servicios, tres
remuneraciones íntegras, teniendo en cuenta el monto total de sus remuneraciones, la autoridad
demandada sin embargo, haciendo uso de normas de inferior jerarquía como el Decreto Supremo
Nº 051-91-PCM y el Oficio Múltiple Nº 061-95-RENOM-ORPP-DR, ha emitido la Resolución
Directoral Nº 1034-95-RENOM/ED del cinco de mayo de mil novecientos noventa y cinco, que
dispone el cálculo del monto de la bonificación en forma diminuta y como equivalente a tres
remuneraciones.
Puntualiza además la demandante que esta situación rebaja su dignidad como maestra y atenta
contra la jerarquía de normas así como contra los principios de la relación laboral.
Admitida la acción a trámite por el Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo y corrido el
traslado de la misma, es absuelta por el representante de la entidad emplazada quien pide que se
declare infundada la demanda por cuanto: Si bien el cálculo del monto de las remuneraciones
reclamadas se viene efectuando con sumas menores a las que se otorgaban durante los años
anteriores, dicha actitud obedece al cumplimiento de normas y directivas expresas como el Oficio
Múltiple Nº 0465-DIPER-94, el Oficio Nº 0761-94-INAP/DNP y el Oficio Múltiple Nº 061-95-
RENOM-ORPP-DR, disposiciones mediante las cuales se interpreta que el monto de las
remuneraciones de la accionante se deben calcular conforme a los artículos 8º y 9º del Decreto
Supremo Nº 051-91-PCM, entendiéndose como "Remuneración total" que reclama el accionante el
equivalente a una remuneración total permanente; Que si bien es cierto que la Ley del Profesorado
en su articulo 52º menciona que se debe otorgar remuneraciones íntegras y así se ha venido
haciendo hasta el año mil novecientos noventa y cuatro, dicha ley se opone a los dispositivos antes
citados, siendo estas normas imperativas por emanar de la superioridad y por tanto obligatorias de
aplicar.
De fojas veinte a veintidós y con fecha catorce de agosto de mil novecientos noventa y cinco, el
Cuarto Juzgado Especializado Civil de Chiclayo expide resolución declarando fundada la acción
básicamente por considerar: Que de la demanda y de la contestación se establece que durante
varios años se ha venido otorgando como bonificación por tiempo de servicio tres remuneraciones
íntegras por veinticinco años de servicio en el sector educación en mérito al articulo 52º de la Ley
Nº 24029 modificada por la Ley Nº 25212, sin embargo desde el mes de marzo del presente año se
ha recortado el monto que representa la remuneración íntegra por otro, que la emplazada
denomina remuneración total y que nace de la interpretación a los Oficios Nº 0465-DIPER-94, Nº
761-94-INAP/DNP y Nº 061-95-RENOM-ORPP-DR emitidos por la Dirección de Personal del
Ministerio de Educación, Instituto Nacional de Administración y Dirección Regional de Planificación
y Presupuesto de la RENOM, respectivamente, todos ellos de conformidad con los artículos 8º y 9º
del Decreto Supremo Nº 051-91-PCM; Que en el presente caso la demandada viene aplicando
normas de menor jerarquía y contrarias al Texto Constitucional cuyo articulo 26º inciso 3 establece
que debe interpretarse en favor del trabajador en caso de duda insalvable, situación contraria a la
que se ha presentado, conculcándose de este modo el derecho de la demandante; Que si
constitucionalmente está regulado el principio de jerarquía de normas, ni los oficios directivos ni el
decreto supremo, pueden tener mayor rango que la Ley del Profesorado, específica además para
el sector educación; Que si la igualdad ante la ley es también una garantía reconocida y del texto
de la contestación aparece que hasta marzo se ha otorgado bonificaciones con remuneraciones
íntegras en favor de otras personas, la Resolución Directoral Regional Sectorial Nº 1034-95-
RENOM/ED contraviene el derecho igualitario de la demandante.
Interpuesto recurso de apelación por el representante de la demandada los autos son puestos a
disposición de la Fiscalía Superior en lo Civil de Lambayeque para efectos de la vista
correspondiente y devueltos estos con dictamen que se pronuncia porque se revoque la apelada, la
Primera Sala Especializada en lo Civil de Lambayeque a fojas cuarenta y dos, con fecha nueve de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco y de conformidad con el dictamen fiscal, revoca la
sentencia apelada y declara improcedente la acción.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con
el articulo 41º de la Ley Nº 26435 y entendiendo el presente recurso como "Extraordinario" se
dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme fluye del texto de la demanda, el tiempo de servicios de la actora ha culminado el
primero de abril de mil novecientos noventa y cinco, es decir, cuando ya se encontraba vigente el
Decreto Supremo Nº 051-91-PCM, cuyos artículos 8º y 9º otorgan en materia de bonificaciones y
otros beneficios un tratamiento diferente al que se establecía en la Ley del Profesorado Nº 24029 y
su modificatoria, la Ley Nº 25212.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
SS. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO.
Que de autos consta que el actor tampoco ha agotado la vía previa que exige el artículo 27° de la
Ley N° 23506.
Expediente 519-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los Señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Juarez Crisanto, contra la resolución de la Sala
Civil de la Corte Superior de Piura, del diecisiete de julio de mil novecientos noventiséis, que
confirma la del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Piura, de fecha quince de marzo de
mil novecientos noventiséis y declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
FUNDAMENTOS:
1. Que el Decreto de Urgencia Nº 019-95 fue publicado en el diario oficial "El Peruano" el dieciséis
de abril de mil novecientos noventicinco y esta acción se interpone después de seis meses
pidiendo su inaplicabilidad, cuando ya había caducado el derecho del actor para ejercitar esta
acción de amparo. Este Decreto de Urgencia es la base de las otras normas legales que también
motivan su acción de garantía constitucional.
4. Que de autos consta que el actor tampoco ha agotado la vía previa que exige el artículo 27º de
la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Confirmando la resolución de vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Piura, de fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventiséis, que obra a fojas doscientos uno,
que confirma la apelada dictada por el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Piura, con
fecha quince de marzo de mil novecientos noventiséis, y que corre a fojas noventiocho, que declara
improcedente la acción de amparo interpuesta por don José Juarez Crisanto; con lo demás que
contiene; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley, y los
devolvieron.
...no fluye la existencia de documentos que acrediten el agotamiento de la vía previa, resultando de
aplicación lo preceptuado en el artículo 27° de la Ley N° 23506.
Expediente 083-96-AA/TC
Huacho
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La actora doña Joaquina Mejía Vda. de Gonzáles interpone demanda de acción de amparo contra
la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado - Huacho S.A. a fin de que la demandada
se abstenga de seguir cobrando las sumas que por limpieza pública, parques y jardines consigna
en los recibos de consumo de agua, señala que la empresa carece de legitimidad para el cobro
pues éste correspondía a la Municipalidad. Argumenta que con esta actitud se lesiona el derecho
reconocido en el artículo 65º de la Carta Magna, en el extremo de que el Estado defiende el interés
de los consumidores y usuarios.
La demanda fue absuelta en rebeldía de la emplazada y el Primer Juzgado Civil del Distrito Judicial
de Huaura, la declaró improcedente estimando que no se ha cumplido con agotar la vía previa.
La Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, confirmó la apelada por los mismos
fundamentos.
FUNDAMENTOS:
Que, los hechos anotados importan que la actora previamente debió recurrir de modo formal ante
la Municipalidad, entidad titular del crédito, en defensa del derecho supuestamente conculcado.
Que, de autos no fluye la existencia de documentos que acrediten el agotamiento de la vía previa,
resultando de aplicación lo preceptuado en el artículo 27º de la Ley Nº 23506;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista, expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, su fecha quince de enero de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la
acción; mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Que, la simple presentación de un recurso impugnatorio administrativo no agota la vía previa, debe
necesariamente obtenerse la respuesta o acogerse al silencio administrativo negativo...
Expediente 553-97-AA/TC.
Lima
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Gregoria Silva Aliaga contra la sentencia pronunciada
por la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
ciento veinte, su fecha ocho de mayo de mil novecientos noventa y siete que confirmó la sentencia
apelada de primera instancia de fojas cincuenta y dos, su fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos noventa y seis que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por doña
Gregoria Silva Aliaga contra Rafael Chacón Saavedra Alcalde del Concejo Municipal de Villa María
del Triunfo.
ANTECEDENTES:
Doña Gregoria Silva Aliaga, a fojas dieciocho, interpone acción de amparo contra don Rafael
Chacón Saavedra, Alcalde del Distrito de Villa María del Triunfo para que se declare sin efecto la
Resolución de Alcaldía Nº 553-96-MVMT que ordena la clausura definitiva de su establecimiento
comercial sito en la Av. Pachacútec Nº 2189, Villa María del Triunfo.
Manifiesta que se agravian los derechos constitucionales del derecho a la defensa, el derecho al
trabajo y a la libertad de comercio.
Sostiene la accionante al haberse ordenando la clausura definitiva de su establecimiento comercial
se ha actuado arbitrariamente. Manifiesta que desde hace cuatro años viene funcionando su local
comercial en mérito a la licencia de funcionamiento Nº 1398 de fecha veinticinco de agosto de mil
novecientos noventa y dos. Está cumpliendo con el pago de los respectivos impuestos. Expone
que jamás fue notificado de la existencia del proceso administrativo por el que se ha ordenado la
clausura citada.
Expone que la resolución se sustenta en hechos falsos. Su local cuenta con licencia municipal; sin
embargo, la resolución sostiene que no posee licencia y que no cuenta con autorización para
instalar anuncios cuando está al día en el pago de los derechos de instalación de anuncios.
El Alcalde de la Municipalidad Distrital de Villa María del Triunfo, a fojas treinta y dos, contesta la
demanda. Expone que al momento de realizarse la inspección ocular con personal de Fiscalización
Tributaria, en presencia de la Fiscal de Servicios Colectivos y Mora Pública, el Sub-Prefecto de
Lima, el Comandante PNP, el local Proteus no contaba con la Licencia Municipal de
Funcionamiento, carecía del certificado de fumigación, dedicándose al expendio de licores sin
autorización y contraviniendo las reglas de higiene del Código Sanitario. Dice que el actor ha
ejercido su derecho de defensa al interponer su recurso de reconsideración contra la resolución de
clausura.
En primera instancia el Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, a fojas cincuenta y dos,
pronuncia sentencia declarando improcedente la acción de amparo porque el demandante ha
interpuesto recurso de reconsideración contra la Resolución Municipal objeto de la pretensión y
que la Municipalidad ha actuado dentro de las facultades prescritas por el artículo 119º de la Ley
Orgánica de Municipalidades.
La Segunda Fiscalía Superior de Derecho Público, a fojas setenta y cinco, opina que se confirme el
fallo recurrido porque la actora no ha agotado la vía administrativa al haber optado por ella y está
pendiente de resolverse el recurso anotado.
FUNDAMENTOS:
1. Que, existe cierta clase de resoluciones judiciales o administrativas, que tienen un contenido
sancionador o punitivo; esta naturaleza de resoluciones para no afectar el debido proceso y el
derecho de defensa, por un principio general de derecho, la imputación respectiva previamente
debe ser puesta en conocimiento del supuesto infractor, con la finalidad de poder realizar el
descargo correspondiente; este presupuesto tiene dos finalidades: a) lograr certeza en la decisión y
b) evitar excesos; en el presente caso se aprecia que la autoridad municipal dispone la clausura del
local sin cumplir el principio anotado;
2. Que, el Municipio de Villa María del Triunfo dispone la clausura del establecimiento comercial
sito en Av. Pachacútec Nº 2189, Villa María del Triunfo, considerando, entre otros aspectos, la falta
de Licencia Municipal de Funcionamiento y autorización para instalación de anuncios; sin embargo,
el dueño del local doña Gregoria Silva Aliaga, a fojas uno, presenta autorización emitida por el
Concejo, su fecha veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y dos, que autoriza el
funcionamiento de un local para recepciones, recreaciones y bailes; a fojas dos se presenta
Resolución de Alcaldía Nº 513 del veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y dos que
evidencia que existe autorización para la instalación de un anuncio comercial en local clausurado;
estas pruebas desvirtúan en parte el contenido de la Resolución Municipal de clausura.
3. Que, no obstante lo expuesto, el principal argumento de la actora es que, supuestamente, no se
le ha permitido el ejercicio de derecho de defensa consagrado en el artículo 139º inciso 14 de la
Constitución Política; al respecto, a fojas veintinueve obra el cargo del escrito conteniendo el
recurso de reconsideración presentado por la accionante ante la Municipalidad de Villa María del
Triunfo impugnando la Resolución Nº553-96-MVMT, objeto de la presente acción de amparo.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
...interpone la presente demanda de amparo... sin que medie resolución que acredite el
agotamiento de las vías previas que exige el artículo 27 de la Ley N° 23506 para los efectos de su
procedibilidad.
Expediente 558-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Manuel la Portilla Muñoz contra la resolución de la
Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha siete de
mayo de mil novecientos noventisiete, que confirma la del Tercer Juzgado Especializado de
Derecho Público de Lima, de fecha dieciocho de octubre de mil novecientos noventiséis y declara
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don José Manuel la Portilla Muñoz, interpone la presente acción de amparo contra la Alcaldesa del
Concejo Distrital de Pueblo Libre para que se ampare su derecho constitucional de libertad de
información y de formular peticiones, por cuanto no han merecido atención sus solicitudes
presentadas el diez de julio de mil novecientos noventiséis, y del Texto Unico de Procedimientos
Administrativos para una correcta tramitación de los recursos a interponer en dicho expediente. El
Tercer Juzgado Especializado de Derecho Público de Lima, declaró improcedente la demanda, por
considerar, entre otras razones, que no ha agotado las vías previas.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que de autos consta la solicitud del actor presentada el diez de julio de mil novecientos
noventiséis para que el Concejo Distrital de Pueblo Libre le proporcione copia literal de algunas
piezas del expediente administrativo Nº 1311-G-96 y del Texto Unico Ordenado de Procedimientos
Administrativos, a fin de poder reclamar de la Resolución de Alcaldía Nº 171-96, del treintiuno de
mayo de mil novecientos noventiséis, que le aplica una multa por haber instalado una presunta
granja en la azotea de su propiedad.
2. Que sin insistir ni interponer ninguno de los recursos administrativos que le franquea la ley, ni
abonar los derechos por las copias certificadas ordenadas por el Municipio demandado a fojas
treinticuatro y treintiséis, interpone la presente demanda de amparo el diecisiete de setiembre de
mil novecientos noventiséis, sin que medie resolución que acredite el agotamiento de las vías
previas que exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506 para los efectos de su procedibilidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Expediente 601-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por don Juan César Cubas Quijano
contra la resolución de la Segunda Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha cuatro de junio de mil novecientos noventa y siete, que declaró infundada la
acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Juan César Cubas Quijano interpone acción de amparo contra don Maximiliano Larrea Portilla,
Rector de la Universidad Particular de Chiclayo, con el propósito que se declare la invalidez de la
Resolución Nº 150-96-R-UPCH, de fecha 1 de marzo de 1996, que dispone su jubilación; la misma
que, afirma, vulnera su derecho a la igualdad ante la Ley.
Manifiesta que, como integrante de la "Asociación Educativa del Norte", es uno de los fundadores
de la Universidad Particular de Chiclayo; que ha desempeñado diversos cargos administrativos en
dicha casa de estudios, ad honorem; que, ingresó a la docencia universitaria en virtud a un
concurso público nacional, convocado por la Asamblea Nacional de Rectores, habiéndose
desempeñado, entre otros cargos académicos, como, Director de la Escuela Profesional de
Educación Inicial, Presidente de Implementación de la Facultad de Derecho y Decano de la
Facultad de Derecho de la Universidad emplazada.
El Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo emite sentencia declarando
fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que el Estatuto de la Universidad
demandada no considera como causal de separación definitiva de los docentes, el límite de edad.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, antes de entrar al examen del fondo del petitorio de amparo, procede analizar la causal de
improcedencia señalada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506-Ley de Habeas Corpus y Amparo,
cuestión que ha sido planteada tanto por el demandante como por la Universidad emplazada.
3. Que, para que se configure la excepción prescrita en el inciso 2 del artículo 28º de la Ley de
Habeas Corpus y Amparo tiene que darse la circunstancia que, por el empleo de la vía previa, se
corra el riego de brindar al beneficiario la protección que reclama, pero cuando ya no es posible
reparar el daño sufrido por éste, tornándose así ilusoria la resolución que en definitiva se dicte.
4. Que, en el caso de autos, en modo alguno puede considerarse que el tránsito de la vía previa
podría haber convertido en irreparable la agresión alegada, toda vez que ésta habría sido
perfectamente reparable, en la eventualidad de rectificarse la resolución cuestionada, por parte de
la propia autoridad administración, o de declararse fundada la acción de amparo en sede judicial o
constitucional, disponiéndose la reposición en su centro de trabajo.
5. Que, no habiéndose, tampoco, alegado y menos aún configurado las otras excepciones
previstas en el mencionado artículo 28º, no se ha justificado la omisión a la vía previa, a la que
estaba obligado el demandante; que, en tal virtud, a la presente acción le afecta la causal de
improcedencia señalada en el artículo 27º de la Ley Nº 23506; careciendo de objeto pronunciarse
sobre el fondo de la materia controvertida.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
....este Colegiado estima que, efectivamente, el demandante no cumplió con agotar la vía previa....
Expediente 065-96-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete,
el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega el actor que ingresó a laborar a la entidad demandada con fecha primero de junio de mil
novecientos setenta y cuatro, como resultado de un concurso público de oposición y méritos,
siendo su régimen laboral el previsto en el Decreto Legislativo Nº 276.
No obstante ello, con fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y tres, se le notificó
de la Resolución de Intendencia Nº 053-93-SUNAT/INA, fechado el seis de diciembre del mismo
año, por el cual se le cesó por causal de excedencia, amparado en el Decreto Ley Nº 26093.
Precisa que interpuso en sede administrativa su recurso de reconsideración, el mismo que fue
resuelto mediante Resolución Nº 002-94-INA/SUNAT, de fecha catorce de febrero de mil
novecientos noventa y cuatro, declarando infundado su medio impugnatorio.
Sostiene, además, que la resolución en virtud de la cual se le cesó no estaba rubricada por el titular
de la entidad demandada, sino por don Manuel Canny Castro en base a la Resolución de
Superintendencia Nº 202-92-EF/SUNAT, que, al no ser publicada en el Diario Oficial El Peruano,
sólo tendría validez para los actos internos que se especifique anteriores a la Ley 26093.
En otro orden de consideraciones, recuerda que no es de aplicación el Decreto Ley Nº 26093, por
tratarse de una norma inconstitucional que vulnera el artículo 48 de la Constitución Política de
1979.
Con fecha cuatro de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, el Juez del Décimo Segundo
Juzgado Civil de Lima expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto el
recurso de apelación, con fecha veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expidió resolución confirmando la
apelada. Interpuesto el recurso de nulidad, con fecha quince de noviembre de mil novecientos
noventa y cinco, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República, declaró no haber nulidad en la resolución de vista.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda el objeto de ésta es que se ordene a la
entidad accionada se reponga al actor, tras haberse vulnerado su derecho constitucional a la
estabilidad laboral al haber sido cesado por una resolución administrativa de manera ilegal e
inconstitucional.
Que, en ese sentido, y dado que el argumento central sobre el que se han basado las decisiones
de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima y la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, no es otra que la expedida
por el Décimo Segundo Juzgado Civil de Lima, que declaró improcedente la demanda por no
haberse agotado las vías previas, este Colegiado a fin de dilucidar eventualmente las cuestiones
de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa ha de evaluar si efectivamente el
actor incumplió con transitar la vía administrativa.
Que, en tal virtud, de los documentos obrantes en autos, este Colegiado estima que,
efectivamente, el demandante no cumplió con agotar la vía previa a la que se hace referencia en el
artículo 5º del reglamento de evaluación del personal de la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria, ya que si bien en primera instancia interpuso su recurso de
reconsideración, con fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y tres; al ser éste
declarado infundado por el Intendente Nacional de Administración, el actor debió interponer el
medio impugnatorio correspondiente ante el Superintendente Nacional adjunto, conforme se prevé
en el referido artículo 5º del reglamento.
FALLA:
Que los demandantes acudieron libre y voluntariamente al indicado proceso de evaluación y sólo
en cuanto presumen su desaprobación interponen la presente demanda, sin cumplir empero con
agotar la vía previa...
Expediente 198-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Manuel Aldo Sosa y otros contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha
cinco de abril de mil novecientos noventitrés, que declara no haber nulidad en la sentencia de vista
expedida por la Segunda Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con
fecha diecinueve de junio de mil novecientos noventidós, que declara improcedente la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Don Manuel Aldo Sosa y Otros interponen la presente acción de amparo contra la
Superintendencia Nacional de Aduanas y el Presidente de la Comisión del Concurso de Selección
de Personal a fin de que se declare la inaplicabilidad del Decreto Legislativo Nº 680, en razón de
que sus normas importan un desconocimiento de sus derechos adquiridos mediante el Decreto
Legislativo Nº 276 que, de acuerdo al numeral constitucional 57, son irrenunciables, y que,
asimismo, se dejen sin efecto las acciones de personal derivadas del resultado del concurso
interno de selección y calificación autorizado a efectuar por el citado Decreto Legislativo Nº 680,
cuyas bases fueron aprobadas por Resolución de Superintendencia Nº 007924, de fecha catorce
de noviembre de mil novecientos noventiuno, debido a las irregularidades con que se llevó a cabo
dicho proceso de selección y calificación; y, finalmente, que se ordene a la Superintendencia
Nacional de Aduanas abstenerse de ejecutar la previsión contenida en el numeral 5.1.1 de la
precitada Resolución de Superintendencia Nº 007924.
El 12º Juzgado Especializado en lo Civil de Lima declaró fundada en parte la demanda, por
considerar, entre otras razones, que la Resolución de la Superintendencia Nº 007924 en su acápite
b) del rubro 5.2 prevee la imposibilidad legal de concursar a quienes se encuentran incursos en
proceso administrativo disciplinario, proceso de determinación de responsabilidad o proceso
judicial y que, sin embargo, diversos servidores comprendidos en procesos disciplinarios y
judiciales han resultado siendo aprobados para su permanencia en dicha empleadora, violentando
las garantías de los actores a la igualdad contenida en el inciso 2) del artículo 2º de la Carta
Magna, que genera la amenaza de violación de los derechos de los actores, por lo que no es
aplicable para ellos los resultados del concurso de selección de personal ya efectuado; y que, de
otro lado, resulta improcedente la demanda de remisión de la documentación del concurso, por
cuanto el juzgado no es el llamado a determinarla evaluación de los concursantes, sino a velar por
la correcta aplicación de las normas legales. Interpuesto recurso de apelación, la Segunda Sala
Civil Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima revocó la apelada, según
resolución del diecinueve de junio de mil novecientos noventidós, al estimar que no se han agotado
las vías previas exigidas por el artículo 27º de la Ley Nº 23506. Concedido recurso de nulidad, la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, por sus
fundamentos, declaró no haber nulidad en la sentencia de vista. Contra esta resolución el actor
interpone recurso de casación, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han
remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, mediante Decreto Supremo Nº 043-91-EF, de fecha catorce de marzo de mil novecientos
noventiuno, se declaró en reorganización a la Superintendencia Nacional de Aduanas, el cual
alcanzó fuerza de ley por Decreto Legislativo Nº 680, del nueve de octubre de mil novecientos
noventiuno, que asimismo amplió hasta el treintiuno de diciembre de mil novecientos noventiuno el
plazo de dicha reorganización; y a través de la Resolución de Superintendencia Nº 7924, del
catorce de noviembre de mil novecientos noventiuno, se aprobó las Bases para el Concurso de
Selección de Personal.
2. Que los demandantes acudieron libre y voluntariamente al indicado proceso de evaluación y sólo
en cuanto presumen su desaprobación interponen la presente demanda, sin cumplir empero con
agotar la vía previa que ineludiblemente requiere el artículo 27º de la Ley Nº 23506, de Hábeas
Corpus y Amparo, razón por la cual no cumple con dicho requisito básico de procedibilidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
...La accionante...en lugar de interponer ...recurso impugnativo, para agotar la vía administrativa,
interpone prematuramente la presente Acción de Amparo...resultando por ello improcedente...
Expediente 567-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por doña Norka Ortega Ardiles,
contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, su fecha treinta y uno
de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Norka Ortega Ardiles interpone acción de amparo contra don Esau T. Caro Meza, doña
Carmen Morales Carrión y don Jorge Luis Culquichicón Cáceres, Rector, Jefe de Personal y
Asesor Legal Administrativo de la Universidad Nacional del Centro del Perú, respectivamente, con
el objeto que se la reponga en su puesto de trabajo y se disponga el pago de haberes e
indemnización por el daño moral, que dice le han ocasionado los emplazados.
Señala que mediante la Resolución Nº 818-95-CU de fecha 17 de octubre de 1995 fue sancionada
con suspensión sin goce de remuneraciones por 30 días, por presunta negligencia en el
desempeño de sus labores, al haber recibido bienes no acordes al proceso de abastecimiento; que,
como responsable de la Oficina de Servicios Generales, se limitó a formular el pedido de 40
buzones de basura y a firmar el acta de conformidad -cinco meses después de haberse efectuado
el pago al proveedor- pero que fueron otros funcionarios de la Universidad quienes realizaron todos
los trámites de adquisición y el pago de los bienes; que la Comisión Permanente de Procesos
Administrativos estuvo conformada por la Jefe de Personal doña Carmen Morales Carrión, con
quien sostenía un proceso judicial, por lo que solicitó su abstención para asegurar la necesaria
imparcialidad en la investigación; sin embargo la solicitud no fue aceptada.
Agrega que la Universidad emplazada, mediante Resolución Nº 898-95-R de fecha 10 de
noviembre de 1995, dispuso su destitución, por supuesto abandono de trabajo; señala que
demostró plenamente que no había incurrido en abandono de cargo y que todos sus permisos y
licencias estaban justificados; que la resolución de destitución es nula por haberse dictado
prescindiendo de las normas esenciales del procedimiento y de la forma prescrita por la ley.
Sostiene, por otro lado, que la autoridad competente debió declarar la caducidad de las
resoluciones mediante las cuales le instauraron proceso administrativo, en razón que se
excedieron los plazos señalados por ley.
La Universidad Nacional del Centro del Perú, representada por su Rector don Esaú T. Caro Meza
contesta la demanda, solicitando que se la declare infundada y propone las excepciones de
caducidad y de falta de agotamiento de la vía administrativa.
El Juez del Segundo Juzgado Civil de Huancayo emite sentencia declarando infundadas las
excepciones de caducidad y de falta de agotamiento de la vía administrativa e improcedente la
demanda, por considerar, entre otras razones, que la acción de amparo no es idónea para resolver
la presente causa.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín confirma la
apelada, en el extremo que declara infundadas las excepciones de caducidad y de falta de
agotamiento de la vía administrativa respecto a la Resolución Nº 818-95-CU e improcedente la
demanda y, la revoca en el extremo que declara fundada la excepción de falta de agotamiento de
la vía administrativa propuesta contra la Resolución Nº 898-95-R; estima que no se ha acreditado
la existencia de vulneración o amenaza de violación de los derechos constitucionales invocados.
Interpuesto recurso de nulidad, entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, antes de entrar al análisis de la cuestión de fondo, corresponde examinar las causales de
improcedencia señaladas en sede judicial, referidas a la falta de agotamiento de la vía previa y a la
caducidad.
Que, el artículo 98º del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos
Administrativos, aprobado por Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, establece que el recurso de
reconsideración será resuelto en un plazo máximo de 30 días, transcurridos los cuales sin que
medie resolución, el interesado podrá considerar denegado dicho recurso a efectos de interponer el
recurso de apelación o esperar el pronunciamiento expreso de la autoridad administrativa.
Que, contra la Resolución Nº 898-95-R la demandante interpuso recurso de reconsideración con
fecha 28 de diciembre de 1995; recurso que no fue resuelto en el plazo antes señalado, por lo que
el silencio administrativo negativo operó el día 9 de febrero de 1996; ante lo cual la demandante
optó por esperar el pronunciamiento de la autoridad universitaria. El hecho de haber optado por
ésta alternativa, en modo alguno la exime, como parece creer la demandante, de la obligación que
tiene el administrado -en este supuesto- de interponer el correspondiente recurso de apelación,
una vez producido el esperado pronunciamiento o cuando toma la decisión de concluir la espera.
La accionante decidió dar por terminada la espera, sin embargo, en lugar de interponer el
mencionado recurso impugnativo, para agotar la vía administrativa, interpone prematuramente la
presente acción de amparo contra la referida resolución, resultando por ello improcedente. Sin
embargo, no habiéndose aún agotado la vía previa respecto a la resolución de destitución, no
puede afirmarse, como erróneamente lo señala la recurrida en su fundamento tres, que la causal
de caducidad se ha configurado.
Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional; en tal sentido, habiéndose producido la
destitución de la demandante, respecto a la cual este Colegiado no puede pronunciarse, por la
razón señalada en el fundamente precedente, no es posible reponer las cosas al estado anterior a
la suspensión decretada mediante Resolución Nº 818-95-CU; en consecuencia, la acción de
amparo resulta igualmente improcedente respecto a ésta resolución.
FALLA:
Confirmando la resolución de fojas doscientos veintiséis, su fecha treinta y uno de julio de mil
novecientos noventa y seis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín,
que declara infundadas las excepciones de caducidad y de falta de agotamiento de la vía
administrativa, respecto a la Resolución Nº 818-95-CU; fundada la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa propuesta contra la Resolución Nº 898-95-R; e improcedente
la acción de amparo; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano", con arreglo a ley;
y los devolvieron.
...no se ha agotado la vía previa que exige el artículo 27° de la Ley 23506...
Expediente 122-93-AA/TC
Tarma
En Lima, a los once de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha cinco de setiembre de mil novecientos noventa el Sindicato de Trabajadores Tarma
SITRAMUN interpone demanda contra la Alcaldesa de la Municipalidad Provincial de Tarma y otro,
la misma que corre a fojas 35 a 40 de autos, por considerar que las Resoluciones de Alcaldía Nº
582 del 23 de julio de 1990 y la Nº 660 del 17 de agosto del mismo año, que determinan la rotación
del personal de dicha Municipalidad, como paso previo a la Reestructuración Administrativa,
aprobada por Acuerdo de Concejo Nº 005/90-AL, de fecha 07 de febrero de 1990; así como la
Resolución de Alcaldía Nº 693-90-AL del 28 de agosto 1990, que resuelve abrir proceso
administrativo disciplinario a 15 servidores que tienen responsabilidad en diversas jefaturas
administrativas de dicho municipio; vulneran sus derechos de sindicación, de petición y de
estabilidad laboral, consagrados en los artículos 1º; 3º ; 11º; 24º incisos 11), 13) , 10) y 22) y en los
artículos 26º, 29º Y 30º de la Ley Nº 23506; solicitando que se declare la no aplicación de las antes
indicadas resoluciones de alcaldía y consecuentemente se suspendan los procesos
administrativos.
Sostiene el Sindicato demandante que la aludida rotación de personal no se puede cumplir, entre
otras razones, porque no se ha conformado la Comisión de Reestructuración Administrativa,
conforme lo dispuso el artículo 7º del antes indicado Acuerdo de Concejo, porque mediante
Decreto Supremo Nº 098-90-PCM, a partir del 01 de abril de 1990, se ha suspendido toda acción
administrativa de personal contratado y de carrera y porque también existe un Acuerdo de Concejo
del 10 de agosto del citado año, que deja sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 582.
De otro lado, indican que se ha cumplido con formular recurso de reconsideración, contra las dos
resoluciones de alcaldía citadas, no habiendo sido absuelto el mismo. No obstante ello, con fecha
28 de agosto de 1990, se dicta la Resolución de Alcaldía Nº 693-90-AL, por la cual se instaura
proceso administrativo a un número de servidores, el cual resulta viciado, por cuanto mediante
Resolución de Alcaldía Nº 375 del 15 de mayo 1990, se constituyó la Comisión de Procesos
Administrativos de dicha Municipalidad, conformada entre otros por dos regidores, en
contravención de lo establecido en el artículo 163º del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, que
señala que dicha Comisión deberá estar constituída por servidores de carrera.
Admitida la demanda, es contestada por doña Estela Barrientos Mango en su calidad de Alcaldesa
de la Municipalidad Provincial de Tarma, quien solicita que la demanda sea declarada infundada,
por considerar que no se ha cumplido con agotar la vía previa, toda vez que se encuentra en
trámite la absolución del recurso de reconsideración formulado por el sindicato demandante.
De igual modo puntualiza que, algunos dirigentes sindicales llevados por intereses ajenos a la
institución, no obstante que casi la totalidad de servidores están de acuerdo con la rotación de
personal, han venido instigando a algunos servidores para desacatar las disposiciones emanadas
de esta Alcaldía, pasando de la desobediencia reiterada al abierto enfrentamiento, lo que hace
peligrar el normal desarrollo de las actividades que de esta Municipalidad, por lo que en uso de las
facultades que ostenta esta administración, se han aperturado los correspondientes procesos
administrativos, los mismos que a la fecha aún no concluyen en su trámite.
Con fecha diez de enero de mil novecientos noventa y uno el Juez de Primera Instancia en lo Civil
de Tarma expide sentencia declarando fundada la Acción de Amparo y ordena dejar sin efecto las
medidas de rotación de personal, apertura de medidas disciplinarias de servidores del Concejo
Provincial de Tarma.
Formulado recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha
veintitrés de enero de mil novecientos noventa y dos, confirma la recurrida, por considerar que la
demandada ha infringido los derechos constitucionales contenidos en el artículo 2º incisos 11) y
13) de la Carta Política de 1979, vigente en ese entonces, porque la acción resulta procedente, por
cuanto el agotamiento de la vía previa implicaba que el daño o agresión se tornara en irreparable,
así como porque al conformarse la Comisión de Procesos Disciplinarios con miembros no
designados por ley y no darse participación a un representante de los trabajadores, se ha infringido
lo dispuesto en el Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el Sindicato accionante solicita se declare
en su caso, inaplicables las Resoluciones de Alcaldía Nºs 582, 660 y 693-90-AL, y se suspendan
los procesos administrativos que ha iniciado la Municipalidad Provincial de Tarma.
2. Que el actor ha acreditado en autos haber ejercitado, contra las cuestionadas resoluciones, el
correspondiente recurso impugnativo de reconsideración, con fecha 22 de agosto de 1990,
ampliado con fecha 03 de setiembre del mismo año, el mismo que, conforme se indica en el item
6.3 de la propia demanda, se encuentra pendiente de absolución; en consecuencia no habiéndose
cumplido con interponer el recurso de apelación, conforme lo previsto en los artículos 102º y 103º
del Decreto Supremo Nº 006-67-SC, vigente en la fecha de ocurridos los hechos, no se ha agotado
las vía previa que exige el artículo 27º de la Ley Nº 23506, y sin que en el caso de autos, opere a
favor del demandante ninguna de las excepciones previstas en el artículo 28º de dicha norma legal,
por lo que resulta improcedente la presente acción de garantía.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, de fojas 18 del cuaderno respectivo, su fecha ocho de febrero
de mil novecientos noventa y tres, que declaró haber nulidad en la resolución de vista y
reformándola, declaró improcedente la Acción de Amparo; ordenaron su publicación en el Diario
Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Que, ... no encontrándose las situaciones expuestas por el accionante dentro del supuesto previsto
en el inciso 1) del artículo 28º de la Ley Nº 23506, resulta de aplicación el Art. 27º de la citada
norma, que expresamente prohibe la interposición de la Acción de Amparo cuando el accionante
no haya agotado la vía previa correspondiente.
Expediente 101-95-AA/TC
Lima
En Arequipa, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia,
respecto al caso visto en audiencia pública de la misma fecha, luego de haber deliberado en
privado.
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Juan Francisco Ticona Mamani, interpone la Acción de Amparo contra el Concejo Distrital de
Miraflores, Provincia de Arequipa, representado por su Alcalde don Arturo Valderrama Chávez,
alegando que fue despedido injustamente, sin que se cumplieran las causales señaladas en los
artículos 34º y 35º del Decreto Legislativo Nº 276. Manifiesta, además, que se le impide ingresar a
su centro de trabajo y que se le ha privado del derecho a la pluralidad de instancias, precisando
que logró la estabilidad laboral, según aparece de la Resolución de Alcaldía, de fecha 28 de
febrero de mil novecientos noventitrés.
El juez del Quinto Juzgado Civil de Arequipa da por interpuesta la Acción de Amparo y corre
traslado al Alcalde del Concejo Distrital de Miraflores, quien se apersona al proceso y señala que,
de conformidad con lo prescrito en los artículos 2º y 10º de la Ley Nº 23853, Ley Orgánica de
Municipalidades, los Municipios son autónomos y pueden organizar su propio régimen, por lo que
en virtud de tales facultades se expide la Resolución Municipal Nº 002-93-MDM, de fecha cuatro de
setiembre de mil novecientos noventitrés, en la que se declara en reorganización el Municipio, y en
mérito de ella, se resolvió el contrato del accionante. Precisa, además, en su argumentación, que
no se han agotado las vías previas, ya que con fecha diecinueve de marzo de mil novecientos
noventitrés, el recurrente ha interpuesto recurso impugnativo de reconsideración en contra del
oficio mediante el cual se le comunica la resolución de su contrato de trabajo, el mismo que se
encuentra en trámite, por lo que el demandado no puede iniciar una Acción de Amparo.
Contra la sentencia de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, que declaró no haber
nulidad, el recurrente interpone recurso extraordinario, elevándose los actuados a este Tribunal, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 41 de su Ley Orgánica, Ley Nº 26435.
FUNDAMENTOS:
Que el recurrente no ha acompañado pruebas que acrediten que por virtud del oficio de fecha
quince de marzo de mil novecientos noventitrés se la haya impedido el ingreso al centro de trabajo,
hecho que tampoco se demuestra con la denuncia policial de fojas dos, ya que del tenor de la
misma no fluye que la Policía haya constatado los hechos denunciados.
Que, por consiguiente, no encontrándose las situaciones expuestas por el accionante dentro del
supuesto previsto en el inciso 1º del artículo 28º de la Ley 23506, resulta de aplicación el artículo
27º de la citada norma, que expresamente prohibe la interposición de la Acción de Amparo cuando
el accionante no haya agotado la vía previa correspondiente.
FALLA:
Declarando Improcedente la Acción interpuesta por Juan Francisco Ticona Mamani, contra la
Municipalidad Distrital de Miraflores - Provincia de Arequipa, por no haberse agotado la vía previa;
en consecuencia, nulo todo lo actuado desde la fecha de presentación por el actor de la
reclamación administrativa ante el Alcalde del Concejo Distrital que corre a fojas trece del
expediente, debiendo la administración pronunciarse sobre el mencionado reclamo.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Que, aparece de autos, que respecto a la vía previa, a la que se refiere el artículo 27º de la Ley Nº
23506, fue asumido por la demandante cuando planteó recurso de reconsideración, el mismo que
le fue declarado infundado, que sin embargo no presentó recurso de apelación. Este lo presenta
después de plantear la demanda (de Acción) de Amparo, sin embargo con dicha presentación no
se convalida el requisito de agotar las vías previas para plantear el Amparo.
Expediente 144-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
El Tribunal Constitucional, conoce la presente Acción de Amparo planteada por María Cleofé
Anampa Rayme, contra la resolución de la Corte Suprema de Justicia, su fecha quince de mayo de
mil novecientos noventa y cinco, que declara haber nulidad en la sentencia de vista de quince de
mayo de mil novecientos noventa y cinco e improcedente la Acción interpuesta.
ANTECEDENTES:
Doña María Cleofé Anampa Rayme, en mérito al inciso 22 del artículo 24º, de la Constitución y
Título Preliminar del Decreto Legislativo 768, así como a la Ley 23506, interpone Acción de
Amparo en contra de Víctor Pérez Liendo, por ser la persona que autorizó su cese y despido del
trabajo.
Sostiene la accionante que con Resolución de la Presidencia del Consejo Nacional Penitenciario
Nº 450-93-INPE-CNP-P fue declarada excedente y cesada por causal de Reestructuración y
Reorganización administrativa a partir del treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y
tres.
Admitida a trámite la demanda, se corre traslado a la demandada, la misma que contesta a través
de la Procuradora Pública encargada de los asuntos del Ministerio de Justicia. La contestación se
fundamenta en que, mediante la Acción de Amparo se pretende suspender los efectos de la
resolución por la que se cesa a la demandante, además, que la accionante, no ha cumplido con
agotar las vías previas, ya que está pendiente de resolverse su apelación en la vía administrativa.
Asimismo se sostiene que la vía correcta para reclamar asuntos de materia laboral es la Acción
contencioso administrativa.
Corre a fojas noventa y cinco, la sentencia de Primera Instancia, la misma que falla declarando
improcedente la Acción de Amparo porque para el caso no son de aplicación las excepciones del
artículo 28º de la Ley 23506, y de que, la recurrente no ha agotado la vía previa.
La parte demandada plantea recurso de nulidad, siendo los autos remitidos a la Suprema Corte. La
opinión del Fiscal Supremo es porque se declare no haber nulidad en la sentencia de vista, ya que
si bien es cierto, mediante el Decreto Supremo es porque se declare no haber nulidad en la
sentencia de vista, ya que si bien es cierto, mediante el Decreto Supremo 128-93-PCM se reduce
personal entre los servidores comprendidos en el régimen laboral del Decreto Legislativo 276,
también lo es que la ley prevalece sobre toda otra norma de inferior jerarquía, aun cuando ésta
tenga el carácter de extraordinaria, en aplicación del artículo 87º de la Constitución de mil
novecientos setenta y nueve.
La Sala Civil de la Corte Suprema de la República, declara Haber Nulidad de la sentencia de vista
y confirma la apelada que declara improcedente la Acción de Amparo, por los mismos
fundamentos.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, la resolución de cese se ha dado en mérito a una disposición legal dada
dentro de marcos constitucionales, no habiéndose probado que se haya violado el derecho
constitucional al trabajo de la demandante; Que, la accionante pretende, a través de la Acción de
Amparo se deje sin efecto la resolución que la cesa. Al respecto debe señalarse que, el objeto de
las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho constitucional, según lo indica el artículo 1º de la Ley 23506; Que, aparece
de autos, que respecto a la vía previa, a la que se refiere el artículo 27º de la Ley 23506, fue
asumido por la demandante cuando planteó recurso de reconsideración, el mismo que le fue
declarado infundado, que sin embargo no presentó recurso de apelación. Este lo presenta después
de plantear la demanda de Amparo, sin embargo con dicha presentación no se convalida el
requisito de agotar las vías previas para plantear el Amparo. Más aún si tenemos presente que no
pueden tramitarse conjuntamente una Acción en vías diferentes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y las leyes pertinentes.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
..., fluye de autos que el demandante debió haber recurrido a la vía previa, al no configurarse la
hipótesis de excepción prevista en el inciso 2) del artículo 28º de la Ley Nº 23506.
Expediente 052-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de septiembre de mil novecientos noventiséis, reunido
en sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La sociedad demandante pretende se declare sin valor y efecto legal el Memorándum Nº 298-95-
MPA-A, de fecha siete de abril de mil novecientos noventa y cinco, y el oficio Nº 366-95-PMSA-
DGTUC, de doce de abril de mil novecientos noventa y cinco, que le prohibe el ingreso de sus
unidades de servicio público al lugar que habitualmente vino utilizando, como terminal, desde 1992,
ubicado en la segunda cuadra de la calle Víctor Lira, de la ciudad de Arequipa, y disponen que
utilice el terminal que la Municipalidad le tiene asignado a esa sociedad en el Estadio Norte de la
misma ciudad, para seguir prestando servicio en la ruta Arequipa-La Joya y viceversa, lo que
perjudica los intereses de su representada y trasgrede el derecho de ésta a trabajar libremente con
sujeción a la ley.
Para mejor resolver, el juez de la causa realiza una inspección del lugar, de la cual se desprende
que la misma cuadra (pasaje) sirve también de terminal para otra línea de transporte público, que
explota la misma ruta: Arequipa-La Joya, así como a otras unidades menores de servicio rápido
(«combis»); inspección que se ilustra fotográficamente.
A fojas cuarenta y una, el juez declara fundada la Acción, estimando que las decisiones
municipales impugnadas atentan contra el principio de igualdad ante la ley, por ser discriminatorias
para la empresa demandante, pues en el misma arteria opera también otra empresa de transporte
público, con idéntica ruta, y la congestión vehicular en el pasaje Lira, paralelo a la calle del mismo
nombre, es mínima.
El Fiscal Superior opina por la revocatoria de la apelada, en razón de que la autorización de dos de
sus ómnibus, que tenían dicha calle como terminal, venció el treinta de abril de mil novecientos
noventa y cinco, estando autorizada la sociedad a mantener únicamente la oficina para venta de
pasajes, no habiendo agotado el actor la vía previa como corresponde.
La Segunda Sala Especializada Civil de Arequipa, de conformidad con el dictamen fiscal, revoca la
apelada y, reformándola declara improcedente la demanda, agregando que el accionante no ha
agotado la vía previa, lo que torna improcedente la Acción, de acuerdo con lo previsto en el inciso
4) del Artículo 6º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto recurso de «nulidad», entendido como recurso extraordinario, se remite los autos a
este Tribunal.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que en efecto, fluye de autos que el demandante debió haber recurrido a la vía
previa, al no configurarse la hipótesis de excepción prevista en el inciso 2) del artículo 28º de la Ley
Nº 23506.
FALLA:
Confirmando la de vista, su fecha veinte de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, que
revocando la apelada, de dos agosto de mil novecientos noventa y cinco, declaró improcedente la
demanda.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, en el presente caso, el demandante no ha agotado la vía previa para interponer la Acción de
Amparo, ya que no esperó a que la Municipalidad Distrital de Jacobo Hunter resolviera el recurso
de nulidad, porque considera que fue despedido intempestivamente la segunda vez cuando tenía la
calidad de contratado.
Expediente 54-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano de Mur,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia, con el
voto singular, que se adjunta, del Doctor Manuel Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario del once de julio de mil novecientos noventa y cuatro interpuesto por Jorge
Gustavo Rodríguez contra la resolución que declara no haber nulidad en la Resolución de Vista
que confirma la de primera instancia en el sentido que declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Jacobo Hunter, Simón Balbucean
Marroquí y el Director Municipal Alejandro Tejada Gong.
ANTECEDENTES:
El demandante, con fecha quince de junio de mil novecientos noventa y tres, interpone Acción de
Amparo por violación de sus derechos constitucionales a la estabilidad laboral, a hacer carrera
pública y a tener una remuneración conforme a cargo y nivel, y al debido proceso, en contra de la
Resolución Municipal doscientos cincuenta y seis-noventa y tres-MDJH que deja sin efecto el
concurso de selección y nombramiento de personal convocado por la Municipalidad de Jacobo
Hunter, en tal sentido, solicita la inaplicabilidad de la mencionada resolución y se disponga su
reincorporación, asimismo, que se le restituya sus derechos laborales como servidor nombrado y
que se le pague sus remuneraciones dejadas de percibir.
Sostiene el actor que venía trabajando en dicha Municipalidad en calidad de contratado desde el
tres de febrero de mil novecientos noventa y dos, y que por Resolución Municipal cuatrocientos
noventa y cuatro-noventa y dos-MDJH, de fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y
dos fue nombrado, al haber participado y aprobado el concurso de selección y nombramiento de
personal.
Alega, que el día cuatro de mayo de mil novecientos noventa y tres fue impedido de ingresar a su
centro de trabajo, dándosele a conocer en ese momento, que su relación laboral quedaba
terminada mediante Resolución Municipal doscientos cincuenta y seis-noventa y tres, emitida el día
veintinueve de abril de mil novecientos noventa y tres, y que a partir de la fecha dejaba de tener la
condición de trabajador nombrado y pasaba a tener la de contratado, sin que se precise en ningún
momento cuál era el tiempo del contrato.
Que, ante este hecho, al ver afectados sus derechos laborales, especialmente su condición de
nombrado, interpuso recurso de reconsideración con fecha cuatro de mayo de mil novecientos
noventa y tres, en contra de la Resolución Municipal que declaraba nulo el concurso. La
reconsideración fue absuelta en forma negativa y emitidas sólo por el Alcalde demandado, por lo
que el accionante dedujo la nulidad de la misma, argumentando que ésta debió ser resuelta por el
Concejo Municipal y no por la alcaldía a título personal. Frente a ello, a pesar de que existía un
procedimiento administrativo en curso, el ocho de junio de mil novecientos noventa y tres, en forma
arbitraria dieron por consentida la resolución que declaraba inicialmente su nulidad, asumiendo
como un hecho para los demandados, que el reclamante ya ostentaba la condición de trabajador
contratado. La nulidad es resuelta con posterioridad a la ejecución del despido, en forma negativa.
Corrido el traslado de la demanda, fue contestada por los demandados, los que niegan y
contradicen la Acción, argumentando que las anteriores autoridades municipales antes de concluir
su gobierno, nombraron una Comisión de Concursos en la cual se incluyó a una persona que no
era empleado titular del Concejo. Asimismo, señalan que el concurso se hizo en forma secreta,
llamándosele «interno», sin cumplir con las publicaciones, convocatoria, aprobación de bases,
calificación y selección, publicidad de declaratoria de ganadores, etc., además, que se fijó una
escala de calificaciones de cien puntos, según informe de la Comisión de Concursos, ninguno
alcanzó el puntaje mínimo exigido por ley, y a pesar de ello, fueron nombrados los participantes.
Por esta razón, los demandados, nombraron una Comisión reorganizadora, y como resultado de
los informes de los departamentos de personal, Asesoría Jurídica, Comisión de Transferencia,
Dirección Municipal y Comisión de Reorganización, el Concejo Distrital por unanimidad, acordó
declarar la nulidad de dicho concurso, dando por terminada la relación laboral con los
concursantes.
Agregan, que recién con posterioridad a la demanda, fue resuelto el procedimiento administrativo,
por lo tanto, el demandante no ha agotado la vía administrativa previa.
El Quinto Juzgado Civil de Arequipa expide resolución declarando improcedente la Acción por
considerar que el acto nulo no generó derecho a la estabilidad laboral y al expresar en su demanda
los vicios de nulidad que pudiera afectar a la resolución cuya inaplicabilidad se demanda, son
fundamentos que corresponden a una Acción contencioso-administrativo-judicial.
Formulado el recurso de apelación por el demandante, la Segunda Sala Civil de Arequipa confirma
la apelada y señala, que se ha debido hacer valer la Acción contencioso administrativa, teniendo
en cuenta que la Acción de Amparo es de naturaleza excepcional, y sólo procede cuando la ley no
ha previsto otra clase de Acción en la que pueda debatirse en forma amplia lo que es materia de
esta Acción.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario, siendo enviados los autos
al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, en el presente caso, el demandante no ha agotado la vía previa para interponer la Acción de
Amparo, ya que no esperó a que la Municipalidad de Jacobo Hunter resolviera el recurso de
nulidad, porque considera que fue despedido intempestivamente la segunda vez, cuando tenía la
calidad de contratado. No es posible admitir la demanda de la Acción de Amparo, porque el recurso
de reconsideración y, consecuentemente, el de nulidad fueron interpuestos para que se inaplique la
Resolución Municipal que declaraba nulo el nombramiento de personal, y por lo tanto, que se le
restituya sus derechos laborales como trabajador nombrado, y no respecto a la resolución que
daba por terminada su relación laboral como contratado, por lo tanto, no es de aplicación lo
dispuesto en el artículo veintiocho de la Ley veintitrés mil quinientos seis.
FALLA:
Confirmando la Resolución de vista de fecha once de mayo de mil novecientos noventicuatro, que
declara no haber nulidad en la apelada que declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta;
mandaron: Se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del plazo previsto en la Ley número
veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Considerando: que, en el caso, de conformidad con el artículo 28º de la Ley Nº 23506, no era
menester agotar la vía previa, estimo que los autos deben devolverse al a quopara que se cumpla
con emisión de la sentencia de fondo, toda vez que, además, aunque pueda no ser la más idónea,
la vía de Amparo sí está abierta, y no es necesario, contrariamente a lo que manifiesta la sentencia
suprema, recurrir, para hacer valer el derecho reclamado, a la vía contencioso-administrativa.
Que, en el presente caso, el demandante no ha agotado la vía previa para interponer la Acción de
Amparo, ya que no esperó a que la Municipalidad Distrital de Jacobo Hunter resolviera el recurso
de nulidad...
Expediente 55-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia, en mayoría, la siguiente
sentencia, con el voto singular, que se adjunta, del Doctor Manuel Aguirre Roca:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario del once de julio de mil novecientos noventa y cuatro, interpuesto por César
Soto Quispe contra la resolución que declara no haber nulidad en la resolución de Vista que
confirma la de primera instancia en el sentido que declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Jacobo Hunter, Simón Balbuena
Marroquín, y el Director Municipal, Alejandro Tejada Wong.
ANTECEDENTES:
Alega, que el día cuatro de mayo de mil novecientos noventa y tres fue impedido de ingresar a su
centro de trabajo, dándosele a conocer, en ese momento, que su relación laboral quedaba
terminada mediante Resolución Municipal doscientos cincuenta y seis-noventa y tres-MDJH,
emitida el día veintinueve de abril de mil novecientos noventa y tres.
Sostiene que, en ejecución de dicha resolución, se le notificó mediante Oficio doscientos setenta y
nueve-noventa y tres-MDJH que a partir del cuatro de mayo del mismo año, dejaba de tener la
condición de trabajador nombrado y pasaba a tener la de contratado, sin que se precise en ningún
momento cuál era el plazo del mismo.
Agrega que, ante este hecho, al ver afectados sus derechos laborales, especialmente su condición
de nombrado, interpuso recurso de reconsideración el mismo día de su despido ante la
Municipalidad, en contra de la resolución municipal que declaraba nulo el concurso. La
reconsideración fue absuelta en forma negativa y emitida sólo por el Alcalde demandado mediante
resolución municipal, por lo que el accionante dedujo la nulidad de la misma, argumentando que
ésta debió ser resuelta por el Concejo Municipal y no por la alcaldía a título personal. Frente a ello,
a pesar de existir un procedimiento administrativo en curso, en el que se debatía la legalidad del
aludido concurso, el nueve de junio del mismo año, los demandados no esperaron a que se emita
resolución administrativa final en dicho procedimiento, sino que, en forma arbitraria dieron por
consentida y/o ejecutoriada la resolución que declaraba inicialmente su nulidad, asumiendo, como
un hecho para ellos, que el accionante ya ostentaba la condición de trabajador contratado por un
mes. Posterior a este hecho, la administración municipal, mediante resolución, resuelve declarar en
vía de regularización del procedimiento, nula e insubsistente la resolución que resolvía la anterior
reconsideración, asimismo, declara infundado el recurso de reconsideración y la nulidad deducida.
Corrido el traslado de la demanda, a fojas sesenta y cinco fue contestada por los demandados, los
que niegan y contradicen la Acción, argumentando que las anteriores autoridades municipales
antes de concluir su gobierno, mediante Resolución Municipal cuatrocientos cuarenta y dos
noventa y dos-MDJH nombraron una Comisión de concursos en la cual se incluyó a una persona
que no era empleado titular del Concejo. Asimismo, señalan que el concurso se hizo en forma
secreta, llamándosele «interno», sin cumplir con las publicaciones, convocatoria, aprobación de
bases, calificación y selección, publicidad de declaratoria de ganadores, etc., además, que se fijó
una escala de calificaciones de cien puntos, según informe de la Comisión de concursos, ninguno
alcanzó el puntaje mínimo exigido por ley y, a pesar de ello, fueron nombrados todos los
concursantes.
Por esta razón, las nuevas autoridades municipales nombraron una Comisión reorganizadora, y
como resultado de los informes de los departamentos de Personal, Asesoría Jurídica, Comisión de
Transferencia, Dirección Municipal y Comisión de Reorganización, el Concejo Distrital por
unanimidad, acordó declarar la nulidad de dicho concurso, dando por terminada la relación laboral
con los concursantes.
Que en el caso presente, por necesidades de servicio y por tratarse de un Concejo recientemente
creado, y mientras se realizaba el nuevo concurso público conforme a ley, se tomó los servicios del
demandante, como empleado contratado, conforme a los artículos quince y cuarenta y ocho del
Decreto Legislativo doscientos setenta y seis, fuera de carrera administrativa, por un mes, lo que el
demandante aceptó, firmando el contrato escrito de fecha tres de mayo de mil novecientos noventa
y tres. Señala la parte demandada que, el hecho de no haber admitido que el demandante siga
laborando después de concluir el contrato por un mes, no constituye despedida de hecho, ni
transgrede ninguna garantía constitucional, tampoco se ha omitido la formalidad de emitir carta
escrita de destitución, por cuanto ya no se trataba de un empleado público titular, sino, de un
empleado contratado.
Con posterioridad a la demanda, con fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y tres, es
resuelto el recurso administrativo, por lo tanto, el demandante no ha agotado la vía administrativa
previa.
El Sexto Juzgado Civil de Arequipa expide resolución declarando improcedente la Acción por
considerar que el acto nulo no generó derecho a la estabilidad laboral y al expresar en su demanda
los vicios de nulidad que pudiera afectar a la resolución cuya inaplicabilidad se demanda,
fundamentos estos que corresponden a una Acción contencioso administrativo judicial.
Formulado el recurso de apelación por el demandante, la Primera Sala Civil de Arequipa establece,
contra lo señalado en la apelada, que estando a la norma contenida en la Cuarta Disposición
Transitoria de la Ley Orgánica de Municipalidades veintitrés mil ochocientos cincuenta y tres se
exceptúan de seguir vía administrativa ante la autoridad municipal provincial las reclamaciones
relacionadas con los derechos de los servidores municipales; y de acuerdo con el dictamen fiscal,
confirman la apelada por considerar que las alegaciones producto de la Acción de Amparo deben
ser objeto de debate, probanza y resolución en la vía contencioso administrativa, siendo a este
efecto no idónea la vía de Amparo, por su carácter sumarísimo, por estas consideraciones
confirmaron la sentencia que declara improcedente.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario, siendo enviados los autos
al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, en el presente caso, el demandante no ha agotado la vía previa para interponer la Acción de
Amparo, ya que no esperó a que la Municipalidad Distrital de Jacobo Hunter resolviera el recurso
de nulidad, porque considera que fue despedido intempestivamente la segunda vez, cuando tenía
la calidad de contratado. No es posible admitir la demanda de Amparo, porque el recurso de
reconsideración y, consecuentemente, el de nulidad fueron interpuestos para que se inaplique la
Resolución Municipal que declaraba nulo el nombramiento de personal, y por lo tanto, que se le
restituya sus derechos laborales como trabajador nombrado, y no respecto a la resolución que
daba por terminada su relación laboral como contratado. Por lo tanto, no es de aplicación lo
dispuesto en el artículo veintiocho de la Ley veintitrés mil quinientos seis.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp.: Nº 055-96-AA/TC
Considerando: Que, en el caso, de conformidad con el artículo 28º de la Ley Nº 23506, no era
menester agotar la vía previa, estimo que los autos deben devolverse a quo para que se cumpla
con la emisión de la sentencia de fondo, toda vez que, además, aunque pueda no ser la más
idónea, la vía del Amparo sí está abierta, y no es necesario, contrariamente a lo que manifiesta la
sentencia suprema, recurrir, para hacer valer el derecho reclamado, a la vía contencioso
administrativa.
Que para incoar una Acción de Amparo es preciso culminar el procedimiento administrativo que
hubiere fijado para el asunto materia del reclamo y que tratándose de agresiones provenientes de
particulares, será el procedimiento previo establecido en los estatutos de la persona jurídica; ...
Expediente 067-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los doce días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y seis, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia; con el
voto singular del magistrado Aguirre Roca.
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Pedro Arnillas Gamio, contra la resolución de la Corte
Suprema, de fecha ocho de diciembre de mil novecientos noventa y dos, que, declarando no haber
nulidad de la sentencia de vista, de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y dos,
declara infundada la correspondiente Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Pedro Arnillas Gamio, con fecha once de noviembre de mil novecientos noventa y uno, interpone
Acción de Amparo contra el Club de Regatas Lima, por considerar que en el curso del
procedimiento disciplinario instaurado por el Club contra su persona, y por el que se le aplicó la
sanción de expulsión, se violaron sus derechos de defensa, a la presunción de inocencia y al
honor; sostiene, principalmente, que, a fin de ejercer su derecho de defensa, solicitó al Presidente
del Club, copias de la denuncia formulada en su contra y cualquier otro documento o declaración
de terceros que hubiera sobre el particular, información que le fue negada; que, asimismo, la Junta
Calificadora y de Disciplina del Club de Regatas Lima, le impuso la sanción máxima que autoriza
su estatuto, fundado en las declaraciones vertidas por dos trabajadores de la entidad emplazada,
sin que se le permitiera un careo con sus acusadores; aduce que los derechos invocados en su
demanda tienen amparo en la Constitución, los Tratados Internacionales de los que es signatario el
Perú, y la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, y que en consecuencia, solicita que el Club de
Regatas Lima lo reponga en su condición de socio activo de la institución, y lo indemnize por el
gravísimo daño moral que se le ha causado; con fecha doce de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, el demandante ha presentado a este Tribunal, un escrito de fundamentación
adicional y de renuncia de derechos, en el que manifiesta expresa e irrevocablemente, su renuncia
a toda pretensión indemnizatoria por responsabilidad civil extracontractual, del Club demandado.
Admitida la demanda, es contestada por el representante legal del Club, a fojas ciento treinta y tres
a ciento treinta y siete, negándola y contradiciéndola en todos sus extremos, aduciendo, entre otras
razones, que no es válido que el actor sostenga que en el procedimiento disciplinario se omitió el
cumplimiento de normas de carácter procesal, como si se hubiese tratado de un procedimiento
judicial, sin tener en cuenta que el caso estuvo sometido estatutariamente a sus pares a propósito
de una conducta reñida con la moral y las buenas costumbres; que, las citas legales invocadas por
el actor referidas a su derecho de defensa no son valederas en el caso de autos, por cuanto atañen
a este derecho ante las autoridades judiciales, y no a entidades privadas como el Club de Regatas
Lima que ha expulsado al actor por causal prevista en su Estatutos después de haber cumplido con
el correspondiente proceso estatutario; que, de otro lado, el actor ha dejado caduco el plazo de
sesenta días establecido por el artículo noventa y dos del Código Civil, sin impugnar la decisión del
Club; que, asimismo, esta Acción de Amparo es improcedente por no haberse agotado la vía
previa, puesto que el artículo sesenta y seis del Estatuto del Club posibilita que el sancionado pida
la reconsideración de su sanción, lo que deberá resolverse por una Junta Calificadora distinta de
aquella que admitió la reconsideración.
La sentencia del Juez Civil, de fecha catorce de enero de mil novecientos noventa y dos, de fojas
ciento ochenta y uno a ciento ochenta y dos, declara infundada la demanda, por considerar, que
«el procedimiento disciplinario seguido al demandante que concluyó con el acuerdo de su
expulsión del Club de Regatas Lima, se ha sustanciado regularmente y observándose las normas
estatutarias de la institución demandada, por lo que la demanda debe desestimarse».
La sentencia de vista, de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y dos, de fojas
doscientos treinta y cuatro a doscientos treinta y cinco, confirma la apelada, por estimar que «en el
caso de autos, el accionante ha ejercitado su derecho de defensa, ha conocido los cargos y el día
veintidós de julio acude y sustenta su defensa ante la Junta Calificadora, por lo que no se infringió
este precepto constitucional».
Interpuesto recurso extraordinario, de conformidad con el artículo cuarenta y dos de la Ley número
veintitrés mil trescientos ochenta y cinco, los autos son elevados a este Tribunal.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que para incoar una Acción de Amparo es preciso culminar el procedimiento
administrativo que hubiere fijado para el asunto materia del reclamo y que tratándose de
agresiones provenientes de particulares, será el procedimiento previo establecido en los estatutos
de la persona jurídica; que, analizado este requisito de procedibilidad en el presente caso, del
examen del estatuto de la entidad demandada se advierte que el único procedimiento a transitar
por el actor para obtener la revisión de la decisión de expulsión dictada en su contra por la Junta
Calificadora y de Disciplina del Club, era el dispuesto en el artículo sesenta y seis de la norma
estatutaria; que es de señalar que dicho procedimiento denominado «reconsideración» según el
artículo precitado, tiene un trámite cuyo promedio de duración es de seis años, conforme se infiere
de la concordancia de los artículos sesenta y cuatro, inciso «c», ochenta y cuatro, ciento dos, y
ciento veintinueve del Estatuto, por lo que, en realidad, se trata más bien de un procedimiento de
rehabilitación, cuya prolongada tramitación como se ha señalado, busca desalentar el reingreso del
socio expulsado, apreciación que ha sido ratificada, el día catorce de enero del presente año, por el
propio Presidente del Club demandado, doctor Oscar Ortigas; que, siendo así, este Colegiado
considera que, mientras pendiera el reclamo del actor vía el procedimiento de rehabilitación antes
mencionado, y dados los términos por sí excesivamente exigentes de su tramitación, pudiera
causársele daño irreparable a sus derechos constitucionales invocados en la demanda; que, tal
situación constituye causal de excepción al agotamiento de las vías previas, conforme lo dispone el
artículo veintiocho, inciso «b» de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, perfectamente aplicable al
presente caso, por lo que la Acción de garantía sub-materia resulta procedente; que, atendiendo al
fondo del asunto, se desprende de autos que las alegaciones del actor referidas a la vulneración de
su derecho de defensa en el procedimiento disciplinario que le instauró el Club y que devino en su
expulsión, por los hechos acaecidos el día tres de julio de mil novecientos noventa y uno, resultan
acreditadas con las instrumentales que obran a fojas ciento veinte, ciento veintiuno, ciento
veinticinco a ciento treinta y uno, y ciento noventa y uno del expediente constitucional, las que
denotan que el cargo atribuido al actor así como el sustento probatorio del mismo no fueron
puestos oportunamente en conocimiento del demandante para efectos de que ejerciera cabalmente
su derecho de defensa, garantizado por el artículo ciento treinta y nueve, inciso catorce, de la
Constitución Política del Estado, habiéndose vulnerado este derecho constitucional; que, asimismo,
no es argumento válido para desestimar la presente demanda, el empleado por el Club emplazado,
que sostuvo que «la sanción adoptada por la Junta Calificadora y de Disciplina en el caso del
demandante respondió a los estatutos del Club...y que es meridianamente claro que ese proceso
(disciplinario) no puede ser considerado bajo las formalidades propias de un juicio o procedimiento
judicial», lo que no parece aceptable, por cuanto el respeto de las garantías del debido proceso, no
puede soslayarse, de modo que también son de aplicación en cualquier clase de proceso o
procedimiento disciplinario privado, como el desarrollado por el Club demandado; que si bien, en
consecuencia, no se privó al demandante de todo derecho de defensa, tampoco se le brindaron las
garantías constitucionales del caso.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 067-93-AA/TC
Mi principal discrepancia con el fallo radica, pues, en que, dado lo expuesto, considero que resulta
prudente y equitativo, permitir que, mientras se ventile el nuevo proceso interno, permanezca
vigente la sanción que motiva estos autos.
Estimo pues, que debe declararse parcialmente fundada la demanda, y disponerse que se dé al
demandante una nueva oportunidad de defensa ante el Club demandado, con la amplitud que el
caso requiere, pero sin dejar sin efecto, a lo largo del proceso, la sanción que motiva estos autos.
RESOLUCION
En Lima, a tres de marzo de mil novecientos noventa y siete, en relación al escrito presentado el
día diez de febrero del presente año, en que la parte demandada, en la Acción de Amparo Nº 067-
93-AA/TC, solicita la aclaración, subsanación y nulidad de la sentencia de dicha causa, este
Tribunal resuelve lo siguiente:
Que, el artículo 59º de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional establece «que contra las
sentencias del Tribunal no cabe recurso alguno...», en tal sentido, sus sentencias son
inimpugnables. Que, el artículo 37º de la LOTC señala «Que las sentencias del Tribunal tienen
autoridad de cosa juzgada...». En consecuencia, el escrito que solicita la aclaración y subsanación
de la sentencia, puede ser acogido por el Tribunal si se tratase de errores materiales, pero no para
pretender la declaración de nulidad de la sentencia, como fluye de la petición del demandante. En
cuanto a la aclaración solicitada por el recurrente, debe señalarse que el Tribunal Constitucional de
conformidad con el artículo 57º de su Ley Orgánica, en los procesos constitucionales que conoce,
puede solicitar a la parte demandada informes y documentos que considere necesarios para la
resolución de dichos procesos. En aplicación del mencionado artículo, el Tribunal tomó
conocimiento de la específica apreciación del Presidente del Club de Regatas Lima, sobre el
recurso de reconsideración previsto en el artículo 66º del Estatuto de la entidad demandada,
versión de parte que, sometida a consideración de este Colegiado, fue incorporada legítimamente
en los fundamentos de la sentencia.
En cuanto a la supuesta omisión que el recurrente atribuye al Tribunal, por no haber merituado,
supuestamente, el documento que obra de fojas 122 a 121 del expediente constitucional, es
preciso señalar que sin excepción fueron compulsados todos los recaudos probatorios presentados
por las partes, creando convicción en este Colegiado al momento de emitir el fallo.
RESUELVE:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / REY TERRY / REVOREDO MARSANO /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Wecretaria Relatora
Que, una medida administrativa preventiva no viola los demás derechos invocados... por lo que no
se ajusta el presente caso a lo dispuesto por los artículos 2º y 27º de la Ley Nº 23506, por no haber
agotado las vías previas.
Expediente 558-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario planteado por Nicanor Mendoza Fuentes, contra la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, su fecha veinte de junio de mil
novecientos noventiséis, que dispone nulidad en la sentencia de vista que declara improcedente la
Acción de Amparo interpuesta contra la Dirección General de Administración del Ministerio de
Economía y Finanzas.
ANTECEDENTES:
Agrega, que recién el cuatro de abril de mil novecientos noventicuatro se le comunica por
memorándum que fue transferido, sin previa consulta, vulnerándose el derecho al nivel de carrera
alcanzado, como se establece en el artículo 101º de la Ley de la Carrera Administrativa. Asimismo,
se vulneran sus derechos a la defensa y al debido proceso, pues se le ha apartado del cargo de
que es titular sin que medie proceso administrativo alguno, conforme lo dispone el artículo 167º del
D.S. Nº 006-90-PCM, por lo que está impedido de ejercitar recurso alguno, además agotar la vía
previa tornaría irreparable la agresión. A través de la Acción de Amparo pide su reposición en el
cargo el demandante.
Doña Nelly Rodríguez Cuzcano, a fojas cuarentiocho, contesta la demanda sosteniendo que, la
Oficina de Inspectoría Interna, del MEF, informó mediante oficio que el demandante está
comprendido en una investigación, y recomienda su desplazamiento a otra oficina. Mediante
memorándum, recibido por el sector el cuatro de abril del mismo año, se le comunica que pasará a
laborar en la Oficina de la Secretaría Técnica de la Comisión Nacional de Inversiones y Tecnología
Extranjera. Este desplazamiento obedece a necesidades del servicio y fue oportunamente
coordinado y autorizado. Sostiene, también que el actor no ha agotado las vías previas.
La sentencia de fojas cuarenticinco, emitida por el Juzgado Civil, declara infundada la demanda en
lo referente a la presunta violación de los derechos de libertad en el trabajo y estabilidad laboral y
fundada con respecto a la violación al derecho a un debido proceso; en consecuencia ordena que
se restituya al demandante en el cargo que ocupaba al momento de la violación, por cuanto se
considera que al actor no se le ha instaurado proceso administrativo y se ha dispuesto su
desplazamiento sin permitirle ejercer su derecho de defensa.
A mayor abundamiento por resolución Vice Ministerial de veintidós de junio de mil novecientos
noventicuatro, se instaura proceso administrativo disciplinario contra el actor, disponiendo que los
antecedentes que dieron lugar a dicho proceso se pongan a su conocimiento para que ejerza su
derecho de defensa, y por Resolución Ministerial de quince de agosto de mil novecientos
noventicuatro, se destituye al demandante.
La Fiscalía Superior opina que se confirme la apelada, pero la Sala de la Corte Superior revoca la
sentencia en el extremo que declara parcialmente fundada la demanda, reformándola la declara
totalmente infundada. Esta declaración se sustenta básicamente en que la rotación del
demandante se hizo, observando los requisitos indispensables para su validez, no existiendo la
violación de los derechos constitucionales invocados.
Con la interposición del recurso de nulidad los autos se elevan a la Corte Suprema. La Fiscalía es
de opinión no haber nulidad en la de vista y la sentencia de la Sala de Derecho Constitucional y
Social así la declara, haber nulidad en la sentencia de vista que confirmando en un extremo y
revocando en otro, la apelada, declara infundada la Acción de Amparo interpuesta, reformándola la
declara improcedente.
FUNDAMENTOS:
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y las leyes pertinentes.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
De autos apreciamos que no se ha agotado la vía previa correspondiente, toda vez que el actor
interpuso su recurso de reconsideración y apelación después de la interposición de la demanda
conforme lo acredita el propio actor al acompañar una copia de los citados recursos...es decir,
recurrió a ambas instancias en forma paralela.
Expediente 266-96-AA-TC
Lima
En Lima, a los diecisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventiséis, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
García Marcelo,
Excusada la Sra. Revoredo Marsano;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Cesar Augusto Duarte Cevallos, interpone Acción de Amparo contra Manuel Cáceda Granthon
en su condición de Alcalde de la Municipalidad de Santiago de Surco, en razón de haber expedido
la Resolución de Alcaldía Nº 1984-85, de fecha veinticuatro de marzo de mil novecientos
noventicinco, donde se le ordena que en un plazo de 72 horas haga la demolición del inmueble que
le sirve de morada y negocio ubicado en Av. Raúl Ferrero Rebagliati Nº 110; indica que dicha
resolución atenta contra su legítimo derecho a la defensa, a la propiedad y a la libertad de trabajo,
derechos protegidos por los artículos 2º inciso 11, 15º y 16º de la Constitución vigente; asimismo,
ampara su demanda en lo dispuesto por los numerales 10 y 12 del artículo 24º de la Ley 23506.
Presentada la Acción por ante el Juez del Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, y
recibida la contestación de la demanda, el citado Juzgado, considerando que el demandante no ha
acreditado ser el propietario del bien, y que su posible erradicación no vulnera el derecho a la
libertad de trabajo, ya que el actor puede seguir trabajando en su negocio, pero en otro local;
además, del Informe Nº 451-DODU-94, que en copia certificada obra a fojas 36 y 37, se desprende
que el predio que ocupa el actor ha sido considerado como vía pública, el cual no puede ser
adquirido por prescripción adquisitiva; asimismo, el actor no ha agotado la vía previa administrativa
impugnando dicha resolución, y que no sería aplicable alguno de los supuestos contenidos en el
artículo 28º de la Ley 23506, por cuanto, si se hubiese impugnado la resolución de alcaldía
cuestionada, no se hubiese ejercitado hasta que se resuelvan los recursos impugnatorios, por lo
que, de conformidad con los artículos 197º y 200º del Código Procesal Civil y el artículo 32º de la
Ley 23506, falla declarando improcedente la Acción de Amparo, su fecha veintiocho de junio de mil
novecientos noventicinco; apelada la sentencia, con la opinión del Fiscal Superior en el sentido de
que debe revocarse la apelada que declara improcedente la demanda y, reformándola, sea
declarada fundada, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha seis de febrero de
mil novecientos noventiséis, considerando que, de acuerdo a lo que dispone el artículo 120º de la
Ley Orgánica de Municipalidades, la Municipalidad puede ordenar el retiro o la demolición de obras
o instalaciones que ocupan las vías públicas; que, de otro lado, no es la Acción de Amparo la vía
idónea para impugnar una resolución administrativa, ya que la misma cuenta con sus mecanismos
procesales correspondientes, en tal sentido resuelve confirmando la sentencia apelada que declara
improcedente la Acción de Amparo; contra la citada resolución, el actor interpone recurso
extraordinario, disponiéndose el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
De autos apreciamos que no se ha agotado la vía previa correspondiente, toda vez que el actor
interpuso su recurso de reconsideración y apelación después de la interposición de la demanda
conforme lo acredita el propio actor al acompañar una copia de los citados recursos en su escrito
de fecha veinte de setiembre de mil novecientos noventicinco y que corre a fojas 66 y 67, es decir,
recurrió a ambas instancias en forma paralela.
Por otro lado, el actor pretende amparar la falta de agotamiento de la vía previa en razón de
considerar que la agresión puede convertirse en irreparable ya que se quiere demoler su vivienda,
para el caso el Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, Texto Unico Ordenado de Normas de
Procedimientos Administrativos, en su artículo 66º, prescribe la no procedencia de actos que
puedan causar perjuicio a los interesados, consecuentemente la improcedencia de tomar medidas
provisionales o precautorias, es decir con esto no estamos frente a la posibilidad de la ejecución
inmediata del mandato de demolición, máxime si se procede como corresponde a impugnar en la
vía administrativa la citada resolución, no quedando consentida ni firme hasta su culminación, no
obstante si después se recurre a la vía judicial en una Acción contencioso administrativo de
conformidad con los artículos 13º y 23º de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 148º de la
Constitución Política del Perú, la autoridad suspenderá toda Acción hasta que el Poder Judicial
defina el litigio, consecuentemente estamos frente a la aplicación del artículo 27º de la Ley 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 814-96-AA/TC
Arequipa
En Lima, a los trece días del mes de diciembre de mil novecientos noventiséis, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo de Mur,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por la Asociación de Protección al Consumidor de Arequipa
representada por su Presidente Ricardo Alonso Zavala Toya contra la resolución de vista de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa, de fecha treinta de julio de mil novecientos
noventiséis, que revocando la sentencia de Primera Instancia expedida por el Quinto Juzgado
Especializado en lo Civil de Arequipa de fecha doce de abril del mismo año y reformándola declaró
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra la Oficina de Signos Distintivos del
INDECOPI, por violación de la garantía constitucional al debido proceso.
ANTECEDENTES:
Por estos hechos INDECOPI, interpone acción administrativa ante la Oficina de Signos Distintivos
(del INDECOPI) por violación contra los derechos de propiedad industrial, y la dirige contra la
mencionada Asociación de Protección al Consumidor de Arequipa.
A fojas doscientos tres, corre el dictamen del Fiscal Superior en lo Civil de Arequipa, el cual opina
que se revoque la sentencia y se declare improcedente la demanda por no haberse agotado las
vías previas.
A fojas doscientos ocho, corre la resolución de vista expedida por la Primera Sala Civil de
Arequipa, que revoca la sentencia de Primera Instancia, y reformándola la declara improcedente,
por lo que la demandante interpone Recurso de Casación, concediéndosele como uno
Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
En los procedimientos administrativos, casi en su totalidad, se resuelven reclamos en los que una
de las partes es el afectado y la otra es la autoridad administrativa a la cual se le impugna una
resolución que ella misma expidió.
Por otro lado, las afirmaciones de la parte demandante están basadas en suposiciones y no en
hechos concretos, reales, administrativos, que puedan acreditar que se le ha violado el derecho
constitucional a un debido proceso.
Que tanto en Primera Instancia como en Segunda Instancia, a pesar que en su parte expositiva la
analizan, no se ha resuelto la excepción de falta de agotamiento de la vía previa deducida por la
demandada, conforme lo dispone el artículo 13º de la Ley 25398, ahora se resuelve conforme a
este dispositivo, la misma que debe ser declarada infundada ya que precisamente es la que
cuestiona el demandante, así lo regula el artículo 24º de la Ley 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica le facultan
FALLA:
Declarando infundada la excepción de falta de agotamiento de la vía previa deducida por la parte
demandada; confirmando la resolución de vista expedida por la Primera Sala Civil de Arequipa, de
fecha treintiuno de julio de mil novecientos noventiséis, que revocando la sentencia de Primera
Instancia, de fecha doce de abril de mil novecientos noventiséis, y reformándola declara
improcedente la Acción de Amparo interpuesta por la Asociación de Protección al Consumidor de
Arequipa representada por Ricardo Alonso Zavala Toya, dirigida contra la Oficina de Signos
Distintivos del INDECOPI; mandaron que la presente sentencia se publique en el Diario Oficial El
Peruano, conforme a ley.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Que el juzgador puede denegar de plano la Acción de Amparo cuando resulte manifiestamente
improcedente, conforme lo dispone el artículo 23º de la Ley Nº 25398, ley que modifica lo dispuesto
en la Ley Nº 23506;...
Expediente 253-96-AA/TC
La Libertad
Caso: Arturo Flores Gamarra
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El accionante interpone Acción de Amparo para que se declare la validez y plena vigencia funcional
del Comité de Electrificación de Casa Grande, dejando sin efecto el reconocimiento fraudulento del
Comité Pro-Electrificación de Casa Grande y Anexos, efectuado por los Municipios emplazados.
Sostiene que es Presidente del Comité de Electrificación de Casa Grande, que los integrantes de
su Comité fueron elegidos por los vecinos de Casa Grande, en Asamblea de fecha trece de febrero
de mil novecientos noventa cinco, siendo reconocidos por los Concejos emplazados, mediante
Resoluciones Nºs. 007-95-CDCH, de dieciséis de febrero de mil novecientos noventa y cinco, y
230-95-MPZ, de siete de julio del mismo año; que en el ejercicio de sus cargos hicieron gestiones y
presentaron la documentación correspondiente a efecto de que Hidrandina S.A. suministrase
energía eléctrica a Casa Grande, que los planos fueron elaborados por expertos, habiendo incluso
contratado un Ingeniero de proyecto, manifiesta que pretextando inoperancia del Comité, el co-
demandado Aldave y otros han fraguado un acta en la que hacen aparecer una seudo asamblea la
cual les elige como Miembros del nuevo Comité, siendo este acto nulo por cuanto no emana de
una elección real y válida y menos que es expresión de la voluntad vecinal. Agrega que este seudo
Comité se ha permitido presentar a Hidrandina S.A. los documentos que ellos ya habían
presentado meses atrás, a lo que se han opuesto, que esta actitud fraudulenta afecta el derecho
que tiene el Comité que representa a realizar en esa ciudad y ante Hidrandina S.A. el suministro de
energía a favor de Casa Grande, que asimismo, viola sus derechos constitucionales de integrar el
Comité como organización jurídica; a contratar con fines lícitos con quienes elaboran el proyecto y
ejecuten las obras de suministro así como a participar en forma individual y asociada en la vida
económica y social del país.
A fojas veintidós a veinticuatro corren las Resoluciones de Alcaldía Nºs. 369-95-CDCH del Concejo
Distrital de Chocope, por la que se reconoce en vía de ratificación a este nuevo Comité
cuestionado y 370-95-MPA del Concejo Provincial de Ascope, por la que otorga la calificación
Eléctrica y la Aprobación de Lotización del Centro Poblado de Casa Grande, al Comité Pro-
Electrificación presidido por el co-demandado Ing. Jorge Aldave Múñoz. Reconocimiento a las
cuales se han opuesto los demandantes, pero sin interponer los recursos impugnativos que la ley
les franquea.
El Juez del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Ascope, con fecha veintinueve de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, declara improcedente la demanda considerando que
no se ha agotado la vía previa; que de los anexos que se adjunta se advierte que los Municipios
demandados han actuado de acuerdo a sus atribuciones.
La Segunda Sala Civil la Corte Superior de Trujillo, mediante resolución de fecha veintisiete de
marzo de mil novecientos noventa y seis, confirmando la apelada declara improcedente la Acción
incoada, considerando que no se han agotado las vías previas ante las respectivas
Municipalidades y tampoco se han iniciado éstas.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que el juzgador puede denegar de plano la Acción de Amparo cuando resulte
manifiestamente improcedente, conforme lo dispone el artículo 23º de la Ley 25398, ley que
modifica lo dispuesto en la Ley Nº 23506; Que las acciones de Amparo sólo proceden, luego de
agotadas la vía administrativa, en la cual, debieron ser impugnadas las Resoluciones, Nºs. 369-95-
CDCH y 370-95-MPA, ambas de fecha seis de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que
obran en autos a fojas veintitrés a veinticinco, por las que se reconoce en vía de ratificación a la
cuestionada Junta Directiva del Comité Pro-Electrificación del Centro Poblado de Ascope, Dpto. La
Libertad y se resuelve otorgar a dicho Comité la calificación Eléctrica del Centro Poblado de Casa
Grande, Chocope, Provincia de Ascope, de modo tal que en aplicación de lo preceptuado por el
acotado artículo 23º de la Ley Nº 25398 complementaria de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y
Amparo, la Acción incoada deviene improcedente, por no haberse agotado la vía previa
administrativa.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la de vista de fecha veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y seis, que,
confirmando la apelada de veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, declara
improcedente la Acción de Amparo interpuesta por Arturo Flores Gamarra, contra Jorge Luis
Aldave Muñoz y contra los Municipios Provincial de Ascope y Distrital de Chocope. Mandaron se
publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del plazo previsto por la Ley número veintitrés mil
quinientos seis.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, de conformidad con el artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la Acción de Amparo
cuando se hayan agotado las vías previas;...
Expediente 1028-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad interpuesto por Francisco Calderón Capia, contra la sentencia de la Sala de
Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha 29 de octubre de 1996, que
confirma la apelada, de fecha 18 de marzo de 1996, que declaró improcedente la correspondiente
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Francisco Calderón Capia, interpone Acción de Amparo, con fecha 14 de Diciembre de 1995, en
contra de la Municipalidad del Distrito de Surquillo a fin de que cese la suspensión del goce de sus
mensualidades, vacaciones y otros beneficios sociales; alega el actor que con fecha 29 de agosto
de 1991, hizo los reclamos pertinentes ante el Municipio de Surquillo, contra la Resolución de
Alcaldía Nº 617-A-91-MDS, por falta de pago y otros adeudos, pero siendo rechazada su petición,
optó por recurrir, en vía de Revisión, ante el Concejo Metropolitano de Lima, instancia que rechazó
su solicitud; el demandante considera que la actuación de la demandada ha vulnerado sus
derechos constitucionales de defensa, de dignidad del trabajador y de petición.
Con fecha 8 de febrero de 1996, el señor Edwin Ludroy Laguerre Gallardo, Alcalde de la
Municipalidad de Surquillo, contesta y rechaza la demanda, alegando, principalmente, que de ser
probable los argumentos que contiene la demanda «la Acción sería improcedente, toda vez que, en
primer término, ya había caducado el derecho a recurrir a la vía del amparo y, en segundo lugar,
una pretensión de cobro no se acciona por el amparo».
Con fecha 18 de marzo de 1996, el Juez Civil expide sentencia, declarando improcedente la Acción
de Amparo, porque los derechos laborales supuestamente vulnerados al actor por la Municipalidad
de Surquillo, como son el recorte de sus pagos de cesantía, vacaciones y otros beneficios sociales,
hecho que además de no haber sido probados, no importaría una infracción a los derechos
constitucionales protegidos por el Amparo, debiendo el afectado recurrir a la autoridad competente
para conocer y resolver los conflictos laborales.
Con fecha 29 de octubre de 1996, se expide la sentencia de vista, que confirma la apelada que
declaró improcedente la Acción de Amparo.
Interpuesto recurso de nulidad el cual debe entenderse como Recurso Extraordinario, los autos son
elevados a este Tribunal, al amparo del artículo 41º de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
Nº 26435.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con el artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la Acción
de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas; que, en el caso de autos, se acredita que el
reclamo administrativo iniciado por el actor contra el Municipio del Distrito de Surquillo, quedó
agotado con la expedición de la Resolución de Alcaldía Nº 935, emitida por la Municipalidad de
Lima Metropolitana, con fecha 13 de julio de 1995; que, no obstante que a partir de dicha fecha se
inició el cómputo del plazo de 60 días hábiles, previsto por el artículo 37º de la Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, para ejercitar esta Acción de garantía, el actor la interpone el 14 de diciembre de
1995, excediendo el plazo de caducidad antes señalado; por estos fundamentos el Tribunal
Constitucional, en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su
Ley Orgánica,
FALLA:
Comuníquese y regístrese.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO /MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que la Acción de Amparo sólo procede cuando se hayan agotado las vías previas, tal como lo
señala el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Expediente 155-97-AA/TC
Casma
En Lima a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por José Ramos Arnao contra la sentencia de vista de fecha
doce de diciembre de mil novecientos noventa y seis, la Acción seguida contra el Concejo
Provincial de Casma, sobre amenaza de violación de derecho de propiedad.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial de Casma,
representada por su alcalde Julio Meléndez Soles para que se disponga el cese de las amenazas
de violación contra su derecho de propiedad de un lote ubicado en el Balneario de Tortugas en
Casma, de una extensión de 6,130 m2.
Señala que el Consejo Provincial de Casma le adjudicó en propiedad el lote de terreno antes
mencionado mediante Resolución Directoral Nº 010-92-DE/PEB-T, del veintinueve de diciembre de
mil novecientos noventa y dos (Proyecto Especial Balneario de Tortugas). Como reconocimiento y
compensación entre el municipio accionado y el accionante se determinó que este último pagara el
precio del predio con el valor de los trabajos de caminos de acceso y mejoras que había realizado
y que favorecía a varios lotes para su venta futura por el Municipio. Habiendo realizado obras de
infraestructura turística con grandes esfuerzos humanos y económicos en favor de la promoción
turística del balneario.
Pero a través del acuerdo del Concejo, de fecha veintitrés de octubre de mil novecientos noventa y
cinco, se le comunica que por el lote de terreno que se le ha adjudicado, para otorgarle el título de
propiedad deberá abonar $ 0.50 dólares americanos por m2, y que si no accede a sus exigencias
económicas se le despojará del terreno para ser vendido a terceros, de esta forma se está
distorsionando el contenido de la Resolución Directoral de adjudicación. A través del Acuerdo de
Concejo Nº 0028-96 de fecha veintiuno de febrero de mil novecientos noventa y seis, se acuerda
disolver el Proyecto Especial Balneario-Tortugas y que pase a la administración directa de la
Municipalidad Provincial de Casma todo lo que concierne al Proyecto antes mencionado. Ampara
su petición en el inciso 20) del artículo 2º de la Constitución Política y en el inciso 2) del artículo
28º, inciso 12) del artículo 24º de la Ley 23506.
La Acción es contestada por Julio Meléndez Soles en representación del Concejo Provincial de
Casma, señalando que se declare improcedente la Acción interpuesta. Manifiesta que no es cierto
que el Municipio a su cargo le haya vendido al demandante el terreno sub materia, sino que la
Oficina del Proyecto Especial Balneario Tortugas, resolvió otorgarle el indicado bien, con cargo a
que el interesado gestionara su saneamiento legal ante la oficina respectiva, obligación que no ha
sido cumplida por el demandante, pese al tiempo transcurrido; que en ningún momento el
Municipio de Casma le ha reconocido derecho de propiedad al accionante. Que es falso que se
haya dejado sin efecto la Resolución Directoral Nº 010-92-DE/PEB-T y que no existe intención de
parte de la Municipalidad que representa de privar al demandante de la posesión que ejerce de
hecho, sobre el área de terreno.
A fojas treinta y seis, el Juez de Primera Instancia declara improcedente la Acción interpuesta por
considerar que no existe indicios de violación o amenaza de violación de derecho de propiedad del
demandante Que está pendiente de resolver el recurso de reconsideración, por lo tanto, no ha
agotado la vía.
A fojas setenta y tres, la Sala Mixta de Casma confirma la sentencia apelada porque no se ha
agotado la vía previa
Contra esta resolución se interpone recurso extraordinario, siendo enviados los autos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que la Acción de Amparo sólo procede cuando se hayan agotado las vías previas, tal como lo
señala el artículo 27º de la Ley Nº 23506. En el caso concreto de la presente Acción, y tal como lo
señala el artículo 122º de la Ley Orgánica de Municipalidades que los actos administrativos que
den origen a reclamaciones individuales se rige por el Reglamento de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, en tal sentido, el demandante sí interpuso el recurso de
reconsideración ante el Presidente del Directorio PEB-Tortugas y Alcalde de la Municipalidad
Provincial de Casma, la cual fue resuelta mediante el silencio administrativo. Por lo tanto, si se
agotó la vía administrativa, y no como señala y confunde la parte demandada que la vía concluye
en el Poder Judicial. Que no es necesaria la interposición del recurso de nulidad porque no está
prescrita la vía.
Que en cuanto al derecho reclamado por el demandante debe señalarse que mediante Resolución
Directoral Nº 010-92-DE/PEB-T, de fojas uno, la Municipalidad Provincial de Casma,
específicamente, el Proyecto Especial Balneario de Tortugas, le otorga al demandante a título de
propiedad el Lote Nº 8, Mz «C», Sector la «Capilla», Zona Caleta Sur un área de 6130 m2, en
razón que tiene la posesión continua desde hace años. Asimismo, resuelve en su artículo 2º
«compensarse entre el Municipio y José Ramos Arnao el valor del precio de venta del lote arriba
indicado, señalado con el valor de los trabajos de caminos de acceso, los mismos que han sido
beneficiosos para el Balneario y el Concejo».
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la sentencia de vista que confirma la apelada que declara improcedente la Acción, y
reformándola, la declara fundada. Mandaron: Se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del
plazo previsto por la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: agotamiento de vía previa
Que, el demandante hace uso casi en forma simultánea del recurso de reconsideración y de la
Acción de Amparo,... por lo que el justiciable no ha cumplido para la procedibilidad de la Acción, lo
establecido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506,...
Expediente 114-92-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Froilán Guevara Llatas contra la resolución de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de fecha veintitrés de junio de mil
novecientos noventidós, que declara Haber Nulidad en la sentencia de vista de fecha veintiocho de
agosto de mil novecientos noventiuno, que confirmando la apelada del diez de abril de mil
novecientos noventiuno, declara fundada la Acción de Amparo interpuesta, reformando la recurrida
y revocando la de primera instancia. declararon improcedente la Acción de Amparo interpuesta
contra el Ministerio de Justicia.
ANTECEDENTES:
El justiciable, en febrero de mil novecientos noventiuno interpone Acción de Amparo invocando las
Leyes Nºs. 23506, 25011 y 24968, por haber sido cesado en el cargo que ocupaba en el Ministerio
de Justicia sin que haya incurrido en falta grave o renuncia voluntaria. Solicita la reposición en sus
labores y la nulidad de la Resolución Ministerial Nº 1324-90-JUS.
La Fiscalía Suprema, opina porque se declare fundada la Acción de Amparo interpuesta al tener
fundamentos semejantes al de las resoluciones de Primera y Segunda Instancia.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, el demandante hace uso, casi en forma simultánea del recurso de
reconsideración y de la Acción de Amparo, ya que ésta es presentada días después de aquélla por
lo que el justiciable no ha cumplido, para la procedibilidad de la Acción, lo establecido en el artículo
27º de la Ley Nº 23506, que establece como requisito para optar por la Acción de garantía, el
agotamiento de las vías previas para reclamar su derecho. Que, no aparece de autos la resolución
recaída sobre el recurso de reconsideración que planteó el interesado de la resolución
cuestionada, menos el recurso impugnatorio presentado en instancia superior para dar por agotada
la vía administrativa.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
En el caso materia de análisis, se observa la ausencia de agotamiento de vía previa por parte del
justiciable. Vía previa que va relacionada con el conocimiento y solución del conflicto de intereses
que son de un nivel prejudicial.
Expediente 978-96-AA/TC
Lima
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Leopoldo Arteaga Ramírez, contra la resolución de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de tres de setiembre de mil novecientos
noventiséis, que declara haber nulidad en la sentencia de vista de veintiséis de abril de mil
novecientos noventiséis, que revocando la apelada de veintidós de noviembre de mil novecientos
noventicuatro, declara fundada la demanda; Reformando la de vista y revocando la apelada
declararon improcedente la Acción de Amparo que interpuso contra el Rector de la Universidad
Particular Ricardo Palma y otro.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo a fin de que se deje sin efecto la arbitraria
modificación contra su condición de Profesor ordinario a tiempo completo por la de Profesor a
tiempo parcial. Refiere, que con fecha treinta de junio de mil novecientos noventicuatro se
redujeron unilateral e ilegalmente sus haberes a la cantidad de S/. 1,525.63, es decir menos del
50% del sueldo de mayo de 1994. Sostiene que no existe ningún acuerdo del Consejo Universitario
que haya modificado la Resolución Rectoral Nº 900874 que lo reconoce como docente a tiempo
completo. La demanda es interpuesta al amparo de los artículos 24º incisos 2), 4), 10), y 20) y 28º
de la Ley Nº 23506.
Al ser contestada la demanda por la Universidad demandada, se manifiesta que con Resolución
Rectoral Nº 940696, previo acuerdo del Consejo Universitario, se aprobó la carga académica no
lectiva de los docentes nombrados y contratados para el semestre académico mil novecientos
noventicuatro-uno, no asignándose al profesor demandante carga de esta naturaleza, con lo que
su dedicación a la Universidad se veía modificada del tiempo completo al tiempo parcial.
A fojas 180 a 183 obra la sentencia de Primera Instancia que declara infundada la Acción,
considerando entre otros, que la condición reclamada por el interesado debe ser determinada por
la autoridad competente.
Con fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventiséis, la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, revoca la sentencia apelada que declara infundada la demanda y la
declara fundada por considerar que la Universidad demandada no probó haber seguido el
procedimiento idóneo para rebajar de categoría al demandante y por tanto su remuneración. De la
misma opinión es el Fiscal Supremo quien se inclina porque se declare fundada la demanda.
La sentencia Suprema declara Haber Nulidad en la sentencia de vista que revocando la apelada
declara fundada la demanda; reformando la de vista y revocando la apelada declararon
improcedente dicha Acción de garantía. El fundamento principal de esta sentencia es la falta de
agotamiento de la vía previa por parte del demandante.
FUNDAMENTOS:
El artículo 133º del Estatuto de la Universidad Ricardo Palma, establece, que corresponde al
Consejo Universitario la ratificación, promoción y remoción de docentes; a propuesta del Consejo
de Facultad; y el artículo 132º del mismo cuerpo estatutario dispone que contra aquella decisión
cabe recurso de reconsideración.
En el caso materia de análisis, se observa la ausencia de agotamiento de vía previa por parte del
justiciable. Vía previa que va relacionada con el conocimiento y solución del conflicto de intereses
que son de un nivel prejudicial. Es decir, que el demandante ha debido de recurrir previamente por
ante la Universidad y sus órganos competentes antes que al órgano jurisdiccional-judicial, a efecto
de atacar o enervar los efectos del acto que ha ocasionado su afectación.
Es así, que en la presente causa es de aplicación lo dispuesto por el artículo 27º de la Ley Nº
23506.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 161-93-AA/TC
Cusco
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Lucila Tito Acurio, Alcaldesa Distrital de San Sebastián, Cusco, interpone Recurso de «Casación»,
que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional debe
entenderse como Recurso Extraordinario; contra la resolución de la Sala Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia de fecha diecisiete de febrero de mil novecientos noventitrés, mediante la cual
se declara improcedente la Acción de Amparo que interpuso contra la Municipalidad Provincial del
Cusco, en la persona de su Alcalde Daniel Estrada Pérez y otros.
ANTECEDENTES:
Con fecha veinte de mayo de mil novecientos noventidós, la Alcaldesa de la Municipalidad Distrital
de San Sebastián - Cusco, interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Provincial del
Cuzco en la persona de su Alcalde Daniel Estrada Pérez, sus Regidores José Béjar Quispe, Julio
Quintanilla Loayza, Alcides Castillo Peña, Eric Somocurcio Alarcón, y, contra la Municipalidad
Distrital de Wanchaq - Cusco en la persona de su Alcalde Adrián González Ochoa; con la finalidad
de que se declaren sin efecto los Acuerdos Municipales Nºs. 076-A/MQ-SG-92 y 097-A/MQ-SG-92
aprobados por la Municipalidad Provincial del Cusco con fechas tres de abril de mil novecientos
noventidós y cuatro de mayo de mil novecientos noventidós, respectivamente, que corren en copia
certificada de folio 3 a 12. Mediante el primer Acuerdo se dispone: que, la Comisión Especial
designada por el Concejo Provincial del Cusco para resolver el conflicto limítrofe entre las
Municipalidades de San Sebastián y Wanchaq amplíe su Dictamen Nº 0001-CE-SR-MQ-92 con la
finalidad de que la Municipalidad del Cusco pueda resolver el conflicto interdistrital conforme a Ley;
que, integren la Comisión Especial los Regidores José Béjar Quispe en calidad de Presidente y
Julio Quintanilla Loayza; y finalmente que, hasta mientras se resuelva el conflicto, CORPAC
deposite el importe del Impuesto al Patrimonio Predial (razón del litigio) en el Concejo Provincial del
Cusco. Mediante el segundo Acuerdo que también es materia de la presente Acción, se establece
finalmente, que la justa distribución del Impuesto Predial que abona la Corporación Peruana de
Aeropuertos y Aviación Comercial CORPAC por los terrenos e instalaciones del Aeropuerto
«Velasco Astete», es el 50% para cada uno de los distritos de Wanchaq y San Sebastián, por
abarcar el área de dicho aeropuerto terreno de ambas jurisdicciones municipales.
Aduce la demandante, que con aquellos Acuerdos Municipales, la Municipalidad Provincial del
Cusco está transgrediendo el inciso 1) del artículo 186º de la Constitución Política de 1979 que
dice textualmente: «Son atribuciones del Congreso: 1) Dar leyes y resoluciones legislativas, así
como interpretar, modificar o derogar las existentes».
De folio 460 a folio 462 corre la Resolución Nº 31 expedida por el Primer Juzgado Civil del Cusco
con fecha dieciséis de julio de mil novecientos noventidós, mediante la cual declara fundada la
presente Acción de garantía y deja sin efecto los precitados Acuerdos Municipales de la
Municipalidad Provincial del Cusco; por las siguientes consideraciones: Que, la Acción fue
interpuesta dentro del tiempo hábil establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506; que, el
Aeropuerto «Velasco Astete» administrado por CORPAC ocupa en su totalidad terreno ubicado
dentro de la jurisdicción del distrito «San Sebastián», y, por consiguiente corresponde a este
distrito cobrar el Impuesto Predial; y finalmente, que en el presente caso, no hay necesidad de
agotar la vía administrativa pues el daño ocasionado por la transgresión es de carácter irreparable.
Con fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventidós, como es de verse a folios 514 y 515,
corre la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior del Cusco, que revoca la
sentencia de primera instancia, y reformándola, declara improcedente la Acción de Amparo de
autos; por las siguientes razones: que, los Acuerdos Municipales materia de la presente Acción,
son actos administrativos municipales; que, en cumplimiento de la Ley Nº 23853, Orgánica de
Municipalidades, dichos actos administrativos pueden ser impugnados dentro del marco legal del
entonces Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos aprobado por el
Decreto Supremo Nº 06-67-SC; y por último, que la demandante no cumplió con agotar la vía
administrativa.
La Corte Suprema de Justicia, considera no haber nulidad en la sentencia de vista, y por los
mismos fundamentos, de aquélla, declara improcedente la Acción sub-materia.
FUNDAMENTOS:
1.- La Municipalidad Provincial del Cusco, no actuó de oficio, sino, ante un pedido de dirimencia
formulado por las Muncipalidades Distritales de San Sebastián y Wanchaq; quienes reclamaban
mejor derecho para cobrar el Impuesto Predial a CORPAC por las instalaciones del Aeropuerto
«Velasco Astete».
3.- La demandante, no probó en autos haber agotado la vía administrativa, incurriendo en la causal
de improcedencia establecida por el artículo 27º de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo;
igualmente no ha probado, que el agotamiento de la vía previa, pudiera ocasionarle daño
irreparable, por lo que no es de aplicación el numeral 2) del artículo 28º de la acotada Ley Nº
23506.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Confirmando la Resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema su fecha
diecisiete de febrero de mil novecientos noventitrés que declaró No haber Nulidad en la de vista, su
fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventidós, que revocando la de primera instancia
declaró improcedente la Acción de Amparo; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que en virtud de lo señalado, no puede dicha Asociación probar con absoluta certeza la violación o
amenaza de violación de un derecho que en este momento no tiene definido en su totalidad, sino
que aún debe terminar el procedimiento en la vía administrativa sobre habilitación urbana,
aprobación de planos y otorgamiento de licencia de construcción para poder luego ejercitar, si se
ve perjudicado su derecho, la Acción de Amparo.
Expediente 133-97-AA/TC
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los Señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La demandante, al amparo de los artículos 2º incisos 16) y 17), 71º, 72º y 200º de la Constitución
Política del Estado y el artículo 24º inciso 12) de la Ley Nº 23506, interpone Acción de Amparo a
efectos de que se suspenda la Acción arbitraria e ilegal de apertura de vía y consecuente
demolición de viviendas de sus asociados, lo que afectaría sus derechos de propiedad especifica
que según Minuta de Compra-Venta del diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y tres
y Escritura Pública del dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y cinco inscrita en el Asiento
2-C de la Ficha Nº 834381, independización en la Ficha Nº 1152650, Asiento 1-C, subdivisión de
lote en Ficha Nº 1152649, adquirieron para sus asociados el terreno ubicado a la altura del
Kilómetro veintisiete y medio de la Carretera Panamericana Norte, perteneciente al Distrito de
Puente Piedra, ejerciendo desde la referida adquisición los poderes inherentes al derecho de
propiedad y cumpliendo con todas las obligaciones tributarias ante la Municipalidad.
Incluso refieren que esta última les expidió un Certificado de Zonificación y Vías Nº 027-91-
MLM/SMDU por el cual se indica que al terreno que ocupa la Asociación le corresponde el uso del
suelo y coeficientes normativos relativos a las Zonas Residenciales de Densidad Media R4,
documento que concuerda con los planos de lotización y perimétricos elaborados por la Asociación
y aprobados por la misma Municipalidad de Puente Piedra mediante la Resolución de Concejo Nº
464-89 del dieciocho de agosto de mil novecientos ochenta y nueve.
Puntualizan por último que la amenaza de violación a su derecho se manifiesta cuando personal de
la Municipalidad demandada se apersona a realizar trabajos topográficos y de trazado de una
supuesta vía que afecta sus inmuebles comunicándoles que estaban comisionados por el Alcalde
para aperturar una vía, procediendo a la brevedad a la demolición de los inmuebles que estorben
su trabajo.
Admitida la Acción a trámite por el Quinto Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de
Lima, se dispone el traslado de la misma a la emplazada, quien contesta la demanda,
manifestando que la Asociación demandante viene ocupando de hecho áreas que se encuentran
comprendidas dentro del derecho de vía de la Carretera Panamericana Norte, establecido por D.S.
Nº 028-F del veinte de abril de mil novecientos sesenta y seis, circunstancia que se contrapone a
normas técnicas para su habilitación urbana y aprobación del plano de lotización de la
Municipalidad de Lima Metropolitana. Agrega por otra parte, que la Municipalidad se encuentra
actuando de acuerdo a las facultades inherentes a su función de conformidad con la Ley Orgánica
de Municipalidades.
Con fecha dieciocho de octubre de mil novecientos noventa y seis y de fojas treinta y siete a treinta
y nueve, el Juzgado falla declarando improcedente la Acción de Amparo interpuesta, entendiendo
que la Municipalidad cuenta con la facultad de control en materia de vivienda y seguridad colectiva
de conformidad con los artículos 62º y 64º de la Ley Orgánica de Municipalidad.
La Primera Sala Superior Mixta, a fojas ochenta y ochenta y uno y con fecha catorce de enero de
mil novecientos noventa y siete, confirma la sentencia apelada principalmente por considerar que si
bien está acreditada la propiedad, la pretensión no puede ser amparada pues no fluye de autos
que se haya culminado el proceso administrativo de delimitación de linderos que ocupa el derecho
de vía a que se encuentra afecto el terreno.
FUNDAMENTOS:
Que si bien se aprecia de los autos que la Asociación demandante ha acreditado su derecho de
propiedad sobre el terreno ubicado a la altura del kilómetro veintisiete y medio de la Carretera
Panamericana Norte, aún no ha culminado con el proceso administrativo para la aprobación de la
habilitación urbana ante la Municipalidad, tal y como se corrobora con las instrumentales de fojas
veintitrés a veintiséis.
Que en virtud de lo señalado, no puede dicha Asociación probar con absoluta certeza la violación o
amenaza de violación de un derecho que en este momento no tiene definido en su totalidad, sino
que aún debe terminar el procedimiento en la vía administrativa sobre habilitación urbana,
aprobación de planos y otorgamiento de licencia de construcción para poder luego ejercitar, si se
ve perjudicado su derecho, la Acción de Amparo.
Que en todo caso, tampoco existe prueba indubitable de que la emplazada haya intentado
aprovecharse de la situación arriba descrita para perturbar a la Asociación demandante, pues la
instrumental de fojas ocho y nueve de los autos, sólo se limita a describir el dicho de algunos de
sus integrantes pero no ha constatar, el inicio de acciones por parte de los trabajadores de la
Municipalidad de Puente Piedra.
Que por consiguiente, en el presente caso no resulta de aplicación lo señalado en los artículos 1º y
2º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Civil del Cono Norte de la Corte Superior de Lima, su fecha
catorce de enero de mil novecientos noventa y siete, que confirma la sentencia de fecha dieciocho
de octubre de mil novecientos noventa y siete, que declara improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por la Asociación de Vivienda «Milagrosa Cruz de Motupe», contra la Municipalidad
Distrital de Puente Piedra; y dispusieron la publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial
El Peruano.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 377-97-AA/TC
Piura-Tumbes
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Manuel Indalecio Chunga Castillo interpone con fecha dieciseis de abril de mil novecientos
noventisiete, Recurso Extraordinario contra la Resolución Nº 6 expedida con fecha cuatro de abril
de mil novecientos noventisiete por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Piura - Tumbes,
mediante la cual, confirmando la sentencia de primera instancia, declaró improcedente la Acción de
Amparo que interpuso contra el Presidente de la Región Grau, Alberto Ríos Rueda y otro.
ANTECEDENTES:
Con fecha once de noviembre de mil novecientos noventiséis, Manuel Indalecio Chunga Castillo
interpone Acción de Amparo contra el Director Regional de Salud de la Región Grau, Luis
Beingolea More, y contra el Presidente de la Región Grau, Alberto Ríos Rueda, a fin de que se le
reponga en el cargo, por haber sido cesado injustificadamente mediante la Resolución Presidencial
Nº 454-96/CTAR-RG-P de fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventiséis que corre a folio
4; aduce además, que mediante la citada Resolución, se están violando los derechos
constitucionales consignados: en el numeral 15 del artículo 2º que textualmente dice: «A trabajar
libremente, con sujeción a ley»; en el artículo 22º que literalmente dice «El trabajo es un deber y un
derecho. Es base del bienestar social y un medio de realización de la persona»; en el artículo 23º
que establece, «que el trabajo en sus diversas modalidades es objeto de atención prioritaria del
Estado», y que «ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales,
ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador»; citas, todas ellas de la vigente Constitución
Política del Estado. Finalmente, se dice en la demanda, que en el presente caso no hay necesidad
de agotar previamente la vía administrativa, por cuanto como lo establece el numeral 2) del artículo
28º de la Ley Nº 23506, agotarla importaría un daño irreparable.
La demanda no es contestada por los demandados, circunstancia por la cual el Juez Provincial del
2º Juzgado Civil de Piura, emite la Resolución Nº 1 de fecha catorce de noviembre de mil
novecientos noventiséis declarando improcedente la Acción de Amparo, (folio 28) en razón de que
la Resolución Presidencial Nº 454-96/CTAR-RG-P de fecha cuatro de octubre de mil novecientos
noventiséis (folio 4) que dispuso el cese por excedencia del demandante y otros trabajadores, se
dictó dentro del marco del Programa de Evaluación de Personal de Ministerios e Instituciones
Públicas Descentralizadas dispuesto por el Decreto Ley Nº 26093.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura-Tumbes, emite con fecha cuatro de
abril de mil novecientos noventisiete la Resolución Nº 6 que corre a folio 6; mediante ella, se
confirma la resolución de primera instancia, y por consiguiente se declara improcedente la acción
de garantía incoada por Manuel Indalecio Chunga Castillo; dicho fallo se sustenta en los siguiente:
que, la Acción de Amparo está dirigida contra un acto administrativo dictado dentro del marco legal
del acotado Decreto Ley Nº 26093; que dicho acto es de carácter particular y crea estado, por
consiguiente, el demandante debió agotar la vía administrativa y hacer su reclamo en la vía
contenciosa - administrativa; y por último, que no consta en autos que se haya conculcado ningún
derecho constitucional del demandante.
FUNDAMENTOS:
Considerando:
1.- Los derechos constitucionales que fluyen de las normas glosadas en el rubro «Antecedentes:
no han sido conculcados como erróneamente lo considera el demandante. El cese de Manuel
Indalecio Chunga Castillo por razones de excedencia, se sujeta a un procedimiento administrativo
especial, que tiene su origen en el Decreto Ley Nº 26093, que como ya se señaló, dispuso que los
titulares de los Ministerios y de las Instituciones Públicas Descentralizadas, como lo es la Región
Grau, realicen semestralmente Programas de Evaluación de Personal, y que en el presente caso
ha sido viabilizado mediante la Resolución Ministerial Nº 290-96-PRES de fecha once de julio de
1996, mediante la cual se aprobó la Directiva Nº 001-96-PRES/VMDR que norma el procedimiento
para evaluar el rendimiento laboral de los trabajadores.
2.- La Resolución Presidencial 454-96/CTAR-RG-P que dispone el cese por excedencia del
demandante y otros trabajadores, se dictó en cumplimiento de las normas citadas en el numeral
precedente, y en razón de que el accionante no alcanzó una nota aprobatoria.
3.- El demandante no acreditó fehacientemente, que el cumplimiento del artículo 27º de la Ley Nº
23506 que se refiere al agotamiento de la vía administrativa, pudiera ocasionarle daño irreversible;
en consecuencia, debió agotarla para ampararse en la vía paralela y no en la vía de la Acción de
Amparo. Debió pues, el demandante interponer su pretensión dentro del marco procedimental del
Proceso Abreviado, vale decir, incoar la acción de impugnación de resolución administrativa que se
sustancia con arreglo al Sub-capítulo 6 del Capítulo I del Titulo II de la Sección Quinta del Código
Procesal Civil.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, de conformidad con el artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la Acción de Amparo
cuando se hayan agotado las vías previas;...
Expediente 127-96-AA/TC
Junín
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad interpuesto por Roberto Arroyo Aguilar, contra la resolución de la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Junín, de fecha 26 de enero de 1996, que revoca la apelada, de
fecha 08 de setiembre de 1996, que declaró fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa e improcedente la Acción de Amparo, y reformándola declararon la caducidad de la
Acción.
ANTECEDENTES:
Roberto Arroyo Aguilar, José Marcelino Riccio Munarriz, Guillermo Melgar Paredes, Abel Farje
Prialé, y Felipe Paulino Rivera Zamudio, con fecha 03 de agosto de 1995, interpone Acción de
Amparo contra el Jefe Regional de los Registros Públicos de la Región «Andrés Avelino Cáceres
Dorregaray», quien por Oficio Circular Nº 003-95-SUNARP, ordenó con fecha 28 de diciembre de
1994, la suspensión del pago del beneficio de la «canasta paritaria», establecido por convenio
colectivo para los trabajadores activos y cesantes de la ex ONARP desde el año de 1984; que, la
suspensión del pago del beneficio de la «canasta paritaria» viola los artículos 26º, incisos 2) y 3), y
28º, inciso 2), de la Constitución Política del Estado.
A fojas 58, la Jefatura Regional de los Registros Públicos de la Región «Andrés Avelino Cáceres
Dorregaray», contesta la demanda deduciendo contra ella la excepción de falta de agotamiento de
la vía administrativa, por cuanto la resolución del reclamo debió ventilarse ante la Superintendencia
Nacional de Registros Públicos.
A fojas 119, la sentencia del Juez Civil declara fundada la excepción de falta de agotamiento de la
vía administrativa, y en consecuencia, improcedente la Acción de Amparo, por considerar que «en
el caso de autos emerge que la reclamación es de naturaleza tal que no genera irreversibilidad ni
está comprendida dentro de las causales que puedan hacer viable la omisión del agotamiento del
trámite administrativo que deje expedito su camino para una posterior reclamación».
A fojas 183, la sentencia de vista, de fecha 22 de enero de 1996, revoca la apelada que declara
fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa e improcedente la Acción de
Amparo y reformándola declaró la caducidad de la Acción, por considerar que «la afectación
concluyó en el mes de enero de 1996 al no habérseles abonado la 'canasta paritaria'; por lo que a
la fecha de la interposición de la demanda, 03 de agosto de 1996, el ejercicio de la Acción de
Amparo había caducado, puesto que la agresión estaba concluida, esto es, ya se había producido
y se hallaba terminada, aún cuando sus efectos perduran hasta la actualidad, sin embargo,
conforme se tiene anotado, el acto vejatorio se tiene concluido desde el mes de enero del año en
curso y al momento de la presentación de la demanda, había transcurrido más de sesenta días
hábiles, originando la caducidad para la presente Acción de Amparo».
Interpuesto recurso de nulidad por los demandantes, que debe entenderse como Recurso
Extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 41º
de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con el artículo 27º de la Ley Nº 23506, sólo procede la Acción
de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas; que, de los actuados se desprende que el
beneficio de la «canasta paritaria» cuya suspensión de pago cuestionan los demandantes, no fue
impugnada por éstos mediante los recursos que prevé la ley administrativa de la materia,
omitiéndose recurrir en última instancia a la Superintendencia Nacional de Registros Públicos;
que,asimismo, no fluye de autos que la omisión del agotamiento de la vía previa por parte de los
actores se haya fundamentado en alguna de las excepciones consignadas en el artículo 28º de la
Ley de Hábeas Corpus y Amparo; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las
atribuciones que le confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: agotamiento de vía previa
Que, no encontrándose el actor dentro de las presunciones del artículo 28º de la Ley Nº 23506, se
hace de aplicación al caso el artículo 27º de la misma, que establece que sólo procede la Acción
de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas;...
Expediente 213-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Luciano Gamez Mendieta, contra la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de La Libertad, de fecha cinco de enero de mil novecientos
noventiséis, que confirmando la apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta
contra de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - Región La Libertad.
ANTECEDENTES:
Don Luciano Gamez Mendieta, interpone Acción de Amparo, contra la Superintendencia Nacional
de Administración Tributaria de la Región La Libertad, solicitando la nulidad de la Resolución de
Determinación de Deuda Tributaria Nº 064.3.00711 del quince de mayo de mil novecientos
noventicinco, así como contra la resolución recaída en el expediente de ejecución coactiva Nº 572-
95, en el sentido de que su empresa no había cumplido con pagar el impuesto general a las ventas
del año de 1993 y cuya ejecución amenazaba con violar su derecho de propiedad, dado que a
través del cobro coactivo que se le inició, la demandada le habría trabado embargo definitivo en un
bien inmueble de su propiedad; expresa que su empresa está dedicada a hacer trabajos de
prospección y afines para empresas mineras auríferas y que como era de verse en el numeral 4 del
Apéndice II del Decreto Ley Nº 25748, concordante con el numeral 5 Apéndice 11 del Decreto
Legislativo Nº 666 y del Decreto Supremo Nº 269-91-EF, que prescriben, que entre los servicios
que se hallan exonerados del I.G.V se incluye también a aquellos referidos a la producción y
fabricación de bienes cuyas ventas o importación se hallan exoneradas de este impuesto, razón
por la que el demandante percibió ingresos por sus servicios durante el ejercicio de 1993, los que
por mandato de la ley no se hallaron gravados por el I.G.V. sin embargo, el caso es que la
Administración Tributaria, pretende hacerle un cobro ilegítimo de un pago que no le corresponde
por ley.
La Acción es absuelta por la entidad demandada, quién la negó y contradijo en todos sus
extremos, solicitando se la declarase infundada, manifestando que si el actor consideraba que la
Resolución de Determinación Nº 064-3-00711 que impugna, no se encontraba arreglada a ley,
debió hacer uso de su derecho para interponer un recurso de reclamación, con el agregado que
para tal efecto no era necesario hacer el pago previo, expresando que el Procedimiento
Contencioso de reclamación constituye la vía previa administrativa de carácter obligatorio, que el
actor debió agotar antes de interponer la presente acción de garantía, más aún cuando la situación
del accionante no podía ser encuadrada dentro de lo mandado por el artículo 28º de la Ley 23506;
de otro lado pusieron de manifiesto que conforme al artículo 119º de la Ley Nº 26414 (Código
Tributario) ninguna autoridad ni órgano administrativo, político ni judicial podrá suspender el
procedimiento coactivo, con excepción del ejecutor coactivo y sólo en seis supuestos, no
encajando en ninguno de ellos el reclamante.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, por los fundamentos de la
misma, confirmó la apelada, por considerar además, que la resolución cuestionada no amenaza
derecho constitucional subjetivo alguno, porque se trata de un acto administrativo dictado por la
demandada en el ejercicio regular de sus funciones, y porque además, el procedimiento de
ejecución coactivo no puede ser suspendido por ninguna autoridad, tal como lo dispone el artículo
119º del Código Tributario.
FUNDAMENTOS:
Que, la presente Acción de Amparo fue interpuesta el catorce de agosto de mil novecientos
noventicinco, como consta del sello de recepción del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de
Trujillo, que corre a fojas 28 del principal;
Que, como es de apreciarse a fojas 108 a 123, el actor, con fecha veintiuno de julio de mil
novecientos noventicinco, presentó ante el Intendente de la Superintendencia de Administración
Tributaria SUNAT, Región La Libertad, un recurso de reclamación, que hasta la fecha de
interposición de la demanda, no había sido absuelto por la entidad emplazada;
Que, el artículo 137º del Decreto Legislativo Nº 773, vigente al momento de interponerse la
presente Acción, señala que la administración deberá resolver las reclamaciones en un plazo
máximo de seis meses, el mismo que cuando se presentó la presente Acción, no había vencido;
además, contra lo resuelto podía interponerse recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal,
conforme lo establece el artículo 144º del antes acotado Decreto Legislativo, no obrando en autos
documento alguno que demuestre que el actor hizo uso de los recursos de apelación que la ley le
franqueaba para de ese modo agotar la vía previa administrativa;
Que, con fecha quince de agosto de mil novecientos noventicinco, la Intendencia Regional de La
Libertad de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, notificó en el domicilio del
demandante, el Requerimiento Nº 107-95-SUNAT/RI-3630, para que en el plazo de quince días
hábiles, cumpla con interponer independientemente los recursos contra las resoluciones de diversa
naturaleza contenidos en el expediente de reclamación por él iniciado, de conformidad con el
artículo 133º del Decreto Legislativo Nº 773; dicha notificación es posterior a la fecha de
interposición de la Acción de Amparo bajo análisis, con lo que se acredita que la vía administrativa
no ha sido agotada;
Que, no encontrándose el actor dentro de las presunciones del artículo 28º de la Ley Nº 23506, se
hace de aplicación al caso el artículo 27º de la misma, que establece que sólo procede la Acción
de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Se tiene por agotada la vía administrativa en el ámbito municipal, cuando los Concejos Provinciales
han expedido resolución respecto de las reconsideraciones que se interpongan contra sus propias
resoluciones; en cuyo caso procederá la Acción de amparo.
Expediente 204-91-LAMBAYEQUE
Señor Presidente:
Viene en recurso de nulidad la sentencia de vista de fs. 98, que confirma la sentencia de fs. 84, que
declara improcedente la acción de amparo interpuesta por Tomás Villanueva Castañeda contra el
Alcalde del Concejo Provincial de Jaén.
De autos aparece que el actor no ha acreditado haber impugnado la Resolución Municipal Nº 122-
90-CPJ de 4.04.90 que core a fs. 62, con la que supuestamente se viola sus derechos como
cesante del Concejo demandado, a los efectos de agotarse la vía administrativa, pues de
conformidad con la cuarta disposición transitoria de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 23853,
la vía administrativa se agota con la resolución que expiden los Concejos Provinciales, respecto de
las reconsideraciones que se interpongan contra sus propias resoluciones; por lo que esta Fiscalía
es de opinión se declare No Haber Nulidad en la sentencia de vista de fs. 98, que confirma la
sentencia de fs. 84 que declara Improcedente la acción de amparo interpuesta a fs. 55.
EJECUTORIA SUPREMA
VISTOS; de conformidad con lo dictaminado por el señor Fiscal; por sus fundamentos; declararon
NO HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas noventiocho, su fecha veinticinco de
setiembre de mil novecientos noventa, que confirmando la apelada de fojas ochenticuatro fechada
el primero de junio de mil novecientos noventa declara IMPROCEDENTE la acción de amparo
interpuesta a fojas cincuenticinco por don Tomás Villanueva Castañeda contra el señor Alcalde del
Concejo Provincial de Jaén don Régulo Miguel Oblitas Guevara y otro; MANDARON que
consentida o ejecutoriada sea la presente resolución se publique en el Diario Oficial "El Peruano"
dentro del término establecido por el artículo cuarentidós de la Ley veintitrés mil quinientos seis; y
los devolvieron.
Ningún asunto de carácter administrativo puede ser llevado a la vía judicial, sin el cumplimiento
previo de este procedimiento. Una vez agotada la vía administrativa la impugnación judicial es a
través de la acción contencioso-administrativa y no a través de la acción de amparo, pues ésta no
es idónea para reclamar contra los efectos de una resolución administrativa.
Expediente 1823-94
Lima
Sentencia
Resolución Nº 563
es como sigue:
Con lo expuesto por el señor Fiscal Superior a fojas ochentitrés, y, CONSIDERANDO: que, la Ley
Orgánica de Municipalidades -Ley número veintitrés mil ochocientos cincuentitrés- prescribe que
las reclamaciones contra los actos administrativos municipales se rigen por el antes denominado
Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, aprobado por Decreto
Supremo número cero cero seis-SC de fecha once de noviembre de mil novecientos sesentisiete,
actual Ley General de Procedimientos Administrativos, cuyo Texto Unico Ordenado ha sido
aprobado por Decreto Supremo número cero dos-noventicuatro-JUS de fecha veintiocho de enero
de mil novecientos noventicuatro; que, el precitado dispositivo, en su Artículo Quinto, preceptúa
que frente a un acto administrativo que se supone viola, desconoce o lesiona un derecho o un
interés legítimo y directo, procede la interposición de una reclamación para que se revoque o
modifique el acto impugnado y se suspendan sus efectos; que, en el Artículo noventisiete señala
cuáles son los recursos impugnatorios que se interponen contra las resoluciones y, en el Artículo
ciento catorce prescribe que dicha ley debe aplicarse y cumplirse teniendo en cuenta que sus
reglas están destinadas a asegurar el procedimiento anterior a la acción que los interesados
puedan hacer valer ante el Poder Judicial, siempre y cuando agoten previamente la vía
administrativa, estableciendo que ningún asunto de carácter administrativo podrá ser llevado a la
vía judicial sin el cumplimiento previo de este procedimiento, de acuerdo a lo que dispone el
Artículo décimo tercero de la Ley Orgánica del Poder Judicial, concordante con el Artículo octavo
de la citada ley; que, estando al texto de la demanda que corre a fojas treintiuno a treintiséis se
evidencia que lo que el accionante pretende, vía la presente Acción de Amparo, es cuestionar los
efectos de una resolución administrativa, expedida por la Autoridad Municipal, habiendo planteado
ya recursos impugnatorios según es de verse de las copias que obran a fojas tres a nueve; que, en
el presente caso, conforme a lo antes enunciado, podemos concluir estableciendo que no es la
Acción de Amparo la vía idónea para reclamar contra los efectos de la resolución de fojas diecisiete
a dieciocho, por constituir ésta una reclamación contra un acto administrativo, el cual, por tener
trámite propio debe ventilarse en dicha vía y, agotada la misma, proceder a su impugnación a
través del procedimiento administrativo que señala la ley; por cuyas razones NUESTRO VOTO es
porque se REVOQUE la sentencia apelada de fojas sesenticuatro su fecha veintiuno de setiembre
de mil novecientos noventicuatro, que declara fundada la demanda de fojas treintiuno;
REFORMANDOLA se declare IMPROCEDENTE la referida demanda interpuesta a fojas treintiuno
por don Jorge Ciro Reyes Moreno.
EL SECRETARIO QUE SUSCRIBE CERTIFICA, que los fundamentos del VOTO del señor
MANSILLA NOVELLA son como sigue:
Por los propios fundamentos de la resolución venida en grado; y los del Vocal ponente señor Tineo
Cabrera; de conformidád con lo dictaminado de fojas ochentitrés a ochenticinco por el señor Fiscal
Superior Civil, estando a lo que autoriza el Artículo ciento cuarentitrés de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; y, CONSIDERANDO además; PRIMERO: que dentro de los Principios Generales -Sección
Primera- del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Artículo Catorce
establece que, de conformidad con el Artículo ciento treintiocho de la Constitución Política del Perú
de mil novecientos noventitrés, cuando los magistrados al momento de fallar el fondo de la cuestión
de su competencia, en cualquier clase de proceso o especialidad, encuentren que hay
incompatibilidad en su interpretación, de una disposición constitucional y una con rango de ley,
resuelven la causa con arreglo a la primera; SEGUNDO: que, al respecto, cabe señalar que el
Artículo ciento treintiocho, segundo párrafo de la Carta Magna, determina que en todo proceso, de
existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la
primera; e igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma legal de rango inferior;
TERCERO: que, en el caso de autos, si bien la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley General
de Procedimientos Administrativos, señalan que frente a un acto administrativo que viola,
desconoce o lesiona un derecho o un interés legítimo y directo procede la interposición de una
reclamación administrativa para que se revoque o modifique el acto impugnado y se suspendan
sus efectos; también lo es, que el inciso segundo del Artículo veintiocho de la Ley número veintitrés
mil quinientos seis, determina que no será exigible el agotamiento de las vías previas para
interponer la acción de garantía que nos ocupa, cuando por el citado agotamiento pudiera
convertirse en irreparable la agresión; CUARTO: que, el Artículo primero de la Constitución Política
vigente, consagra que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin
supremo de la sociedad y del Estado; QUINTO: que igualmente el Artículo segundo, inciso
veintitrés, concordante con el Artículo ciento treintinueve, inciso catorce, de la propia Carta Política
establecen que toda persona tiene derecho a la legítima defensa; y SEXTO: estando a lo previsto
en los dispositivos legales antes referidos; y de conformidad con lo que disponen los Artículo uno,
dos y cuatro de la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
«Que, el Artículo 27° de la Ley N° 23506, establece de modo expreso que sólo procede la Acción
de Amparo, cuando se hayan agotado las vías previas.»
Exp. N° 033-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECENDENTES:
Los demandantes señores Alberto Alfaro Jaramillo, Susana Margarita Alvarado Zavaleta, y Ofelia
del Carmen Hurtado Alvarado, interponen Acción de Amparo contra don Marco Alcedo Sánchez,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores, por haber expedido la Resolución
de Alcaldía N° 1486-95-MSJM, ordenando el derribamiento del cerco perimetrico que encierra los
linderos de su local comercial.
Sostienen los actores que son propietarios y conductores del depósito de materiales de
construcción y ferretería, denominado Comercial Distribuidora Universal ubicado en la Avenida de
Los Héroes 999 Ciudad de Dios, del Distrito de San Juan de Miraflores, el mismo que viene
funcionando desde el mes de mayo de mil novecientos ochenta y seis, en mérito a la Autorización
Municipal de Apertura y Funcionamiento N° 4404, expedida por la Municipalidad Distrital de San
Juan de Miraflores, con fecha veintiuno de noviembre de mil novecientos ochenta y seis,
encontrándose al día en el pago de los impuestos y tributos que las leyes pertinentes señalan. Que
el dominio del inmueble lo adquirieron por contrato de compra venta de su anterior propietario don
Manuel Revilla G., el veintiuno de mayo de mil novecientos ochenta y seis y en virtud de ese
contrato les hizo entrega del inmueble con el cerco perimétrico que actualmente presenta, cerco
que tal como aparece en la copia legalizada de la Resolución N° 0876, fue levantado por don
Manuel Revilla Galimidi, en el año mil novecientos setenta y nueve.
Aducen los actores que desde hace diez años venían abonando el monto de los tributos
correspondientes, por concepto de impuestos al patrimonio predial, licencia municipal de
funcionamiento y otros; y que con fecha veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y cinco,
el Alcalde de la Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores ha expedido la Resolución de
Alcaldía N° 1486-95 MSJM disponiendo el derribamiento del cerco perimétrico que encierra los
linderos del local donde funciona nuestro depósito de materiales y ferretería.
El Juez del Décimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha veintitrés de
febrero de mil novecientos noventa y seis, expide sentencia declarando improcedente la demanda
por no haber agotado las vías previas.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior
de Justicia de Lima, expide resolución confirmando la sentencia de primera instancia, que declaró
improcedente la acción.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, de autos se puede apreciar que la petición de los demandantes es que se declare sin
efecto la Resolución de Alcaldía N° 1486-95-MSJM, su fecha veintiuno de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco, en el extremo que ordena el derribamiento del cerco perimétrico que
encierra los linderos de su local comercial.
2.- Que, del estudio de autos se evidencia, que contra la resolución administrativa cuestionada
y cuya certificación municipal corre en autos de fojas veintiuno a veintiséis, el justiciable ha tenido
expedito el derecho de interponer el recurso impugnativo correspondiente de reconsideración o de
apelación y de esta forma agotar la vía administrativa; se evidencia que el actor no ha cumplido
con agotar la vía previa, que asímismo no se ha acreditado en autos, que la autoridad Municipal
demandada haya dispuesto su ejecución antes de que quede consentida la resolución cuestionada,
por lo que no es suficiente la certificación que obra a fojas cincuenta, ya que los hechos que allí se
indican, se refieren a terceras personas ajenas a la presente litis.
3.- Que, el artículo 27° de la Ley 23506, establece de modo expreso que sólo procede la
acción de amparo, cuando se hayan agotado las vías previas.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
«... no se aprecia que el actor haya interpuesto los recursos impugnatorios correspondientes; por
consiguiente [no se cumplió con lo dispuesto en el artículo 27° de la Ley N.° 23506]...»
Exp. N° 929-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinte días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La entidad demandante interpone Acción de Amparo contra el Teniente Alcalde del Concejo
Distrital de Miraflores, con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución de Alcaldía N°
6438-96-RAM, de fecha veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa y seis, que ordena el
pago de adeudos por licencia de funcionamiento y otros.
Sostiene el actor que él es el Presidente de la Asociación antes indicada y que ésta es una entidad
educativa y están sujetos a todas las obligaciones y derechos que como tal le correspondan, y
dentro de estos derechos cuentan con la exoneración de todo impuesto y/o tributo directo e
indirecto que afecte los bienes, actividades y servicios, que viene funcionando desde el año de mil
novecientos noventa y dos en el indicado distrito.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, declara infundada la
demanda, por considerar que la Resolución de Alcaldía cuestionada en este proceso no ha
vulnerado ningún derecho constitucional de la accionante, tanto más si el inciso c) del artículo 68°,
del Decreto Legislativo N° 776, Ley de Tributación Municipal, preceptúa que la licencia de
funcionamiento es una tasa que debe pagar todo contribuyente para operar un establecimiento
industrial, comercial o de servicios.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el demandante solicita que se declare
inaplicable la Resolución de Alcaldía N° 6438-96-RAM, de fecha veinticuatro de agosto de mil
novecientos noventa y seis, que declara infundado el pedido presentado por el demandante y
dispone que se encuentra afecta la entidad demandante al pago del tributo de la licencia de
funcionamiento por el local ubicado en la avenida Paseo de la República N° 6099 Miraflores, a
partir del primer trimestre de mil novecientos noventa y cinco. Asimismo el cobro de los adeudos
por concepto de la licencia de funcionamiento, y los arbitrios de limpieza pública, parques y
jardines, y serenazgo del primer y segundo trimestre de mil novecientos noventa y seis.
2.- Que, el artículo 27° de la Ley N° 23506 establece que sólo procede la Acción de Amparo
cuando se hayan agotado las vías previas, salvo las circunstancias de excepción contempladas en
el artículo 28°, de la misma.
4.- Que, en el caso de autos no se aprecia que el actor haya interpuesto los recursos
impugnatorios correspondientes; por consiguiente, no se da la circunstancia contemplada en el
segundo fundamento.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
«Que, de conformidad con el Artículo 27° de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo N° 23506, sólo
procede la Acción de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas.»
Exp. N° 055-96-AA/TC
En Lima, a cinco de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal Constitucional,
en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha veintiocho de junio de mil novecientos noventa y cuatro, la Jueza Interina del Vigésimo
Quinto Juzgado en lo Civil de Lima, expide resolución declarando sin objeto la excepción formulada
por la demandada e improcedente la Acción de Amparo. Interpuesto el recurso de apelación, con
fecha siete de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, confirma la apelada. Interpuesto el recurso de nulidad, con fecha
diecisiete de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia declaró no haber nulidad en la sentencia de vista.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda se desprende que la actora solicita se declare inaplicable
el Decreto de Alcaldía N° 0766 su fecha dos de abril de mil novecientos noventa y tres, que declaró
zona rígida a la Av. Jorge Chávez del distrito de Santiago de Surco, prohibiendo el uso comercial
en la vía pública y por tanto se restablezca el derecho de sus asociados a ocupar la cuadra siete
de dicha avenida para ejercer el comercio ambulatorio.
2. Que, de conformidad con el artículo 27° de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo N° 23506,
sólo procede la Acción de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas.
4. Que, fluye de autos que la actora no ha hecho uso de los recursos impugnativos a efecto
de agotar la vía administrativa, configurándose con ello la causal de improcedencia a que refiere el
artículo 27° de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo N° 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
de Justicia, de fojas cincuenta y seis, su fecha diecisiete de noviembre de mil novecientos noventa
y cinco, que declaró no haber nulidad en la sentencia de vista que confirmando a su vez la apelada
declaró IMPROCEDENTE la demanda. Integrándola, se declara fundada la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa. Dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano y
los devolvieron.
Que, mayor derecho de su pensión provisional debe sustanciarse agotando primero las vías
previas, y luego a través de la vía jurisdiccional que resulte idónea para la acreditación amplia de
su derecho, pero no a través de una acción de amparo que, por su naturaleza es excepcional y
residual.
Expediente 160-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Alejandro Ortiz Acha contra la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha
dieciocho de diciembre de mil novecientos noventicinco, que declara no haber nulidad en la de
vista, emitida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmando la
apelada dictada por el Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, de fecha cinco de
setiembre de mil novecientos noventicuatro, declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Alejandro Ortiz Acha interpone la presente acción de amparo contra la Empresa de Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL) a fin de que se deje sin efecto y validez legal la
Resolución de la Gerencia General Nº 299-94-PRES-SEDAPAL-12000, de fecha once de mayo de
mil novecientos noventicuatro, por la cual se pretende sustituir el régimen especial de su cesantía
establecida por la demandada para los servidores cesantes antes de la Ley Nº 11377, mediante
Resolución de Directorio Nº 068-85/vc-83-00000, del once de julio de mil novecientos ochenticinco,
por el sistema de cesantía establecido por el Decreto Legislativo Nº 276, del seis de marzo de mil
novecientos ochenticuatro, y su reglamento. El Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima
declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que el acto administrativo
impugnado deriva de la sentencia de fojas nueve a once dictada por la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, con fecha dieciséis de noviembre de mil novecientos noventitrés, en
ejecución de medida cautelar. Interpuesto recurso de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima confirmó la apelada, según resolución del veintiséis de enero de mil
novecientos noventicinco, al estimar que no es la vía idónea para pedir la nulidad de dicha
resolución. Contra esta resolución el accionante interpone recurso de casación, por lo que de
conformidad con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, según lo expuesto por el actor en recurso de demanda, ésta no persigue la declaración de
su derecho a ser pensionista, en vista de que viene percibiendo su pensión provisional de cesantía
a mérito de la sentencia dictada por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
su fecha dieciséis de noviembre de mil novecientos noventitrés, en ejecución de medida cautelar,
por cuya razón este Colegiado estima que, según el artículo 2º de la Ley Nº 23506, en el presente
caso no existe ni se ha probado la existencia de violación o amenaza de violación de algún
derecho constitucional cierto y actual, cometido por acción u omisión de actos de cumplimiento
obligatorio, sino un mayor derecho que reclama el demandante en base a lo que estima una
remuneración básica mayor, que se ha venido aplicando en su ex empleadora por más de doce
años al punto que ha devenido en un derecho adquirido, no susceptible por lo tanto de sustitución,
modificación o alteración alguna.
2. Que mayor derecho de su pensión provisional debe sustanciarse agotando primero las vías
previas, y luego a través de la vía jurisdiccional que resulte idónea para la acreditación amplia de
su derecho, mas no a través de una acción de amparo que, por su naturaleza, es excepcional y
residual.
3. Asimismo, la pensión provisional de cesantía se sirve a mérito del artículo 47º del D.L. Nº 20530,
en tanto se expide la resolución que le acuerde la pensión definitiva, en cuya determinación el actor
puede hacer valer también todos los medios legales y recursos impugnatorios en orden a la cautela
de su derecho.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Que, la Ley Nº 25398 que complementa a la Ley de Hábeas Corpus y Amparo (23506) en su
artículo 23º dispone... "cuando la acción de amparo resulte manifiestamente improcedente por la
causal señalada en el artículo 27º de la Ley, el Juez denegará de plano la acción."
Expediente 201-96-AA/TC
Callao
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad que en aplicación del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal
Constitucional debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto con fecha veintiséis de
febrero de mil novecientos noventiséis, por don Gregorio Cartolín Contreras contra la resolución Nº
5 expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao con fecha catorce de febrero
de mil novecientos noventiséis, que al confirmar la apelada declaró improcedente la acción de
amparo de autos (folios 20 y 21).
ANTECEDENTES:
Don Gregorio Cartolín Contreras, doña Emilia Ochoa de Cartolín, doña Yezabel Machaca Condori,
doña Agripina Cartolín de Cancha, doña Magdalena Emilia Mamani de Llungo, doña María Carbajal
y don Víctor Hurtado Saravia, interponen con fecha veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventicinco, acción de amparo contra la Municipalidad Distrital de Bellavista de la Provincia
Constitucional del Callao, a fin de que no se les desaloje de la cuadra diez del jirón Colina de dicho
distrito, en razón de que hacen 16 años vienen ejerciendo comercio ambulatorio en dicha vía
pública, pagando para tal efecto derechos a la Municipalidad demandada.
Manifiestan además los actores, que sorpresivamente la policía municipal pretendió desalojarlos el
veinticinco de noviembre de mil novecientos noventicinco; acción que consideran como un
atentado contra sus derechos constitucionales de libertad de trabajo y de petición (folios 7, 8 y 8-
A).
El Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil del Callao, mediante auto de fecha cuatro
de diciembre de mil novecientos noventicinco, rechaza in limine la acción aplicando el artículo 23º
de la Ley 25398, y la declara improcedente, en razón de que los accionantes no cumplieron con
agotar la vía previa según lo establece el artículo 27º de la Ley Nº 23506 (folio 9).
Resolviendo la apelación interpuesta por don Gregorio Cartolín Contreras, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Callao, mediante la resolución Nº 5 de fecha catorce de febrero de mil
novecientos noventiséis, confirma el auto apelado por las siguientes razones: Que, efectivamente
no se agotó la vía previa. Que, además, los actores no acreditaron en autos la posibilidad de
acogerse a los cuatro supuestos del artículo 28º de la citada Ley Nº 23506, que les hubiera
permitido exonerarse del agotamiento de la vía previa (folio 17).
FUNDAMENTOS:
Que, los accionantes no agotaron la vía previa según lo dispone el artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Que, la Ley Nº 25398 que complementa a la Ley de Hábeas Corpus y Amparo (23506), en su
artículo 23º dispone lo siguiente: "Cuando la acción de amparo resulte manifiestamente
improcedente por la causal señalada en el artículo 27º de la Ley, el juez denegará de plano la
acción".
Que, finalmente, los demandantes no han logrado demostrar la violación de alguno de sus
derechos constitucionales.
FALLA:
«... según el Artículo 128° de la Carta Fundamental de 1979 los bienes públicos, cuyo uso es de
todos, no son objeto de derechos privados, debiendo en todo caso definirse tal situación
controvertida ante el fuero ordinario, y no a través de esta Acción de Amparo que tiene el carácter
de excepcional y que carece de estación probatoria.»
Exp. N° 120-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Elsa Valenzuela Salas contra la resolución de la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República, de fecha veinticinco de
enero de mil novecientos noventitrés, que declara no haber nulidad en la sentencia de vista del
ocho de noviembre de mil novecientos noventiuno que revoca la del Octavo Juzgado Especializado
en lo Civil de Lima y declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Elsa Valenzuela Salas interpone la presente acción contra el Concejo Distrital de Comas y
otro, a fin de que se deje sin efecto la Resolución N° 1489-89-ACUC. De fecha veintiséis de
diciembre de mil novecientos ochentinueve, que amenaza con la demolición de su casa construída
en el lote 2 de la manzana D-2 del ex-Fundo Collique Chico, Urbanización la Alborada, Distrito de
Comas, de 160 m2, correspondiente al Jirón Los Laureles, al sindicarse indebidamente que dicho
inmueble lo ha construído invadiendo en parte la vía pública, lo cual es falso. El Octavo Juzgado en
lo Civil de Lima declaró infundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que la actora
ha levantado su morada invadiendo la vía pública, en perjuicio de la colectividad, y que no ha
acreditado violación de derecho constitucional alguno. Interpuesto recurso de apelación, la Tercera
Sala Civil Especializada de la Corte Civil de la Corte Superior de Lima revocó la apelada, según
resolución del ocho de noviembre de mil novecientos noventiuno, que declaró improcedente la
demanda al estimar que el derecho de la actora debe ventilarse en la vía ordinaria y no en esta
acción constitucional que tiene el carácter de excepcional. La Corte Suprema de Justicia, en vía de
Recurso de Nulidad, declaró no haber nulidad en la sentencia de vista, de conformidad con los
fundamentos de la recurrida y lo expuesto en el Dictamen Fiscal. Contra esta resolución la actora
interpone Recurso Extraordinario por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han
remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que según el punto resolutivo N° 1 de la Resolución N° 492-89-A/MC, del tres de mayo
de mil novecientos ochentinueve, la Municipalidad de Comas denegó el recurso de apelación que
interpuso la actora contra la Resolución Municipal N° 1435-87, por haber sido presentado en forma
extemporánea, ratificando todos los extremos de la Resolución N° 656-82 del trece de octubre de
mil novecientos ochentidós, por cuanto, según los planos aprobados por la Urbanización La
Alborada en su I etapa, la sección vial oficial entre las manzanas D y D-2 es de 12.80 m.l.,
habiéndose verificado que dicha vía ha sido reducida en su sección a 7.00 m.l., y que en el año
1982 se han emitido las Resoluciones Municipales N° 571-A-DVS-82 de 27 de setiembre de 1982 y
N° 656-A-82 de 13 de octubre de 1982, para que se demuela la construcción ejecutada por doña
Elsa Valenzuela Salas, no habiéndolas dado cumplimiento hasta la fecha.
3.- Que, no habiendo agotado la vía administrativa, las resoluciones cuestionadas de Alcaldía
quedaron firmes para todos sus efectos, prevaleciendo de esta manera el interés colectivo frente al
interés individual de la actora pues según el artículo 128° de la Carta Fundamental de 1979 los
bienes públicos, cuyo uso es de todos, o son objeto de derechos privados, debiendo en todo caso
definirse tal situación controvertida ante el fuero ordinario, y no a través de esta acción de amparo
que tiene el carácter de excepcional y que carece de estación probatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801:
FALLA:
«[Una amenaza inminente]... se refiere al riesgo que existe cuando el tránsito de la vía previa
puede convertir en irreparable la agresión... [Una amenaza real se refiere] cuando, habiéndose
interpuesto algún recurso impugnativo contra el acto administrativo que se considera lesivo, éste
no es resuelto en el plazo preestablecido...»
Exp. N° 1037-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Edgar Udelmer Carmona Medrano, contra la resolución
de la Sala Contencioso-Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha once de
setiembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Edgar Udelmer Carmona Medrano interpone Acción de Amparo contra el Banco de la Nación,
con el propósito que "se declare judicialmente la restitución de mi cargo de Jefe de Departamento-
Categoría Gerente, para los efectos pensionarios" y se disponga la nivelación de su pensión
principal con las remuneraciones que perciben los funcionarios en actividad, de la misma categoría
que él ejercía al momento de su cese ; señala que la Resolución Administrativa Nº 0003-95-
EF/92.3100, le desconoce la categoría de Gerente, abonándole su pensión como Sub Gerente,
pese a que ejerció el más alto cargo durante su carrera administrativa, como Jefe del
Departamento de Control Lima de Auditoría Interna.
El Vigésimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima emite sentencia declarando fundada
la Acción de Amparo, por considerar, entre otras razones, que se vulneraron los derechos del
demandante a la seguridad social y a una remuneración equitativa, al habérsele otorgado una
pensión menor a la que le correspondía como Jefe del Departamento Central Lima de Auditoría
Interna y al haber aplicado el tope pensionario correspondiente al año 1994.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el demandante interpone la presente Acción de Amparo para que " se declare la
restitución de mi cargo de Jefe de Departamento, categoría Gerente" para los efectos
pensionables, así como para que se pague su pensión sin tope alguno.
2. Que, antes de entrar al análisis del fondo de la materia controvertida, debemos evaluar la
causal de improcedencia señalada por la entidad emplazada al contestar la demanda, referida a la
falta de agotamiento de la vía previa.
Por tales fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las facultades conferidas por la
Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de fojas ciento sesenta y cinco, su fecha once de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, expedida por la Sala Contencioso-Administrativo de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que revocando la apelada, declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo;
dispusieron que se publique en el Diario Oficial El Peruano, y los devolvieron.
Exp. N° 834-97-AA/TC
Chimbote
En Lima, a los veintidos días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO :
Recurso Extraordinario, interpuesto por don Guillermo Sánchez Córdova, Secretario General del
Sindicato Unificado de Trabajadores Municipales de la Provincia del Santa-Chimbote, contra la
Resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fecha once de julio de mil
novecientos noventisiete, que al confirmar la sentencia de primera instancia declaró improcedente
la Acción de Amparo. (folio 233 a folio 236)
ANTECEDENTES :
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, mediante Resolución de fecha once de
julio de mil novecientos noventisiete, confirma la sentencia de primera instancia y en
consecuencia declara improcedente la demanda; en base al criterio siguiente: Que, la Acción de
Amparo no es la pertinente, pues la Directiva N° 001-96-CE-MPS aprobada por la Resolución de
Alcaldía N° 0881, es una norma reglamentaria del Decreto Ley N° 26093, consecuentemente, la
acción pertinente debió ser la Acción Popular. (folio 214)
FUNDAMENTOS :
Que, no obra en autos documento que pruebe el agotamiento de la vía previa por parte del
Sindicato demandante; quien por tal omisión incurre en la causal de improcedencia establecida por
el artículo 27° de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA :
CONFIRMANDO la Resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Santa, de fojas 214, su fecha once de julio de mil novecientos noventisiete, que al confirmar la
sentencia de primera instancia, declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a Ley, y los devolvieron.
Exp. N° 380-96-AA/TC
Tacna
En Lima, a los cinco días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha quince de agosto de mil novecientos noventicinco, don Justo Marcelo Pinto Barriales
interpone Acción de Amparo contra don Tito Chocano Olivera, Alcalde de la Municipalidad
Provincial de Tacna y la Gerente de Economía y Finanzas dolía Sonia Huere Curi,, por cuanto esta
última mediante Resolución N° 02343-95 de cuatro de agosto de mil novecientos noventicinco, ha
declarado la nulidad de la Licencia Especial de Funcionamiento expedida con Certificado N° 0001-
95, de fecha veinticuatro de enero del mismo año del local comercial que bajo el giro de Pub-
Cabaret conduce en el inmueble ubicado en la Av. Pinto N° 1151- Tacna, a pesar de haber
cumplido con todas las exigencias, violándose sus derechos a la libertad de trabajo, contratación y
comercio contemplados en el artículo 2° de la Constitución.
Admitida la demanda, esta es contestada por don Tito Chocano Olivera, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Tacna, quien la niega en todos sus extremos y sostiene que el
Reglamento de Licencias Especiales aprobado por Edicto Municipal N° 006-94 en su capitulo VI,
contempla específicamente cuales son las prohibiciones al otorgamiento de las licencias, entre las
que se encuentra aquella que se refiere a que los establecimientos no pueden instalarse o
funcionar a menos de 200 metros de iglesias, escuelas y hospitales y que es precisamente dentro
del marco de estas disposiciones que se ha dejado sin efecto la Licencia Especial otorgada al
demandante y que por tanto no se ha violado ningún derecho constitucional .
Con fecha doce de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, el Juez Provisional del Segundo
Juzgado Civil de Tacna, expide resolución declarando improcedente la demanda. Interpuesto
recurso de apelación, con fecha diez de abril de mil novecientos noventa y seis, la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Tacna y Moquegua, expide resolución confirmando la apelada.
Interpuesto el recurso extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
2. Que, contra dicha resolución el actor debió interponer previamente los recursos
impugnativos previstos en la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos cuyo
Texto Unico Ordenado ha sido aprobado por Decreto Supremo N° 02-94 JUS.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
«... el actor no ha agotado las vías previas..., por lo que su Acción de Amparo resulta improcedente
según el Artículo 27° de la Ley N° 23506...»
Exp. N° 287-96-AA/TC
Lima
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Fernando Velásquez de la Cruz contra la resolución de
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, de fecha treintiuno de diciembre de mil
novecientos noventiséis, que confirmó la del Juzgado Especializado en lo Civil de Coronel Portillo,
su fecha veintisiete de julio de mil novecientos noventicinco y declara improcedente la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra la Universidad Nacional de Ucayali para que se disponga su ascenso
de Docente Auxiliar a Docente Asociado, con retroactividad al veinticinco de julio de mil
novecientos ochentinueve, conforme al artículo 26° de la Constitución del Estado, teniendo en
cuenta que en dicha fecha fue despedido mediante Resolución N° 115-88-CE-UNU, la cual fue
impugnada judicialmente habiéndose declarado su nulidad. El Juzgado Especializado en lo Civil de
Coronel Portillo declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que la
procedencia o no del ascenso no importa violación o amenaza de algún derecho constitucional
cierto, inminente e idóneo. Interpuesto recurso de apelación, la Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Ucayali confirmó la apelada, según resolución de treintiuno de enero de mil novecientos
noventiséis, al estimar que el actor no ha agotado la vía administrativa que corresponde y que la
resistencia de la Universidad emplazada en reconocer el ascenso de Docente Auxiliar a Docente
Asociado no constituye violación de un derecho constitucional.
Contra esta resolución el accionante interpone Recurso de Nulidad por lo que de conformidad con
los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, de autos consta que el actor no ha agotado las vías previas en el ámbito de la
Universidad Nacional de Ucayali a los efectos de la promoción que persigue, por lo que su acción
de amparo resulta improcedente según el artículo 27° de la Ley N° 23506, de Hábeas Corpus y
Amparo.
2.- Que, según el artículo 48° de la Ley Universitaria N° 23733, para ser nombrado como
profesor Asociado no se requiere únicamente el haber cumplido tres años en la categoría de
Auxiliar, sino también reunir los demás requisitos que establece el Estatuto de la Universidad
emplazada y el Reglamento de Ratificaciones y Ascensos, con la evaluación personal de orden
externo e interno, en la que debe alcanzar el puntaje mínimo sustentado ante la Comisión de
Ratificaciones y Ascensos Docentes.
3.- Que, si bien el actor refiere a fojas ciento ochenticuatro, en su escrito de fecha seis de
febrero de mil novecientos noventiséis, que en el nuevo proceso de ascenso ha accedido a la
categoría de Profesor Asociado, y que este proceso lo continúa para los efectos de su
retroactividad al veinticinco de julio de mil novecientos ochentinueve, en que cumplió tres años
como Profesor Auxiliar, tal situación no convalida la improcedencia señalada, por lo que tal
pretensión debe hacerla valer ante la Universidad demandada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley N° 26801:
FALLA:
«... los demandantes no han interpuesto recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa,
como tal no han cumplido con lo prescrito en el Artículo 27° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 797-96-AA/TC
Huancayo
En Lima, al primer día del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Mary Gonzales Alcázar y otros contra la resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de Junín, de fecha dieciséis de
setiembre de mil novecientos noventiséis, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Mary Gonzales Alcázar y otros interponen demanda de Acción de Amparo contra don Miguel
Sánchez Arévalo, Inspector de la Oficina de la Subregional de Desarrollo-Junín "Andrés A.
Cáceres"; don Pedro Ordaya Montero, Director Subregional de Educación de Junín, y don Fausto
Huaynate Cóndor, Inspector Subregional de Educación de Junín, con la finalidad de que se ordene
que los demandados, se sujeten al Decreto de Urgencia N° 37-94 de fecha once de junio de mil
novecientos noventicuatro y se les siga pagando la suma de trescientos nuevos soles por
bonificación especial, indicando que tal retención ha violado sus derechos adquiridos, igualdad de
oportunidades sin discriminación e interpretación favorable al trabajador en caso de duda
insalvable sobre el sentido de una norma. Amparan su demanda en lo dispuesto por los artículos
1°, 11°, 51° y 200° de la Constitución Política del Estado, artículos 1° y 24° inciso 22) de la Ley N°
23506 y el artículo 24°, última parte, del Decreto Legislativo N° 276.
El Segundo Juzgado en lo Civil de Huancayo con fecha diecisiete de julio de mil novecientos
noventiséis declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que los
demandantes no han agotado la vía previa, que señala el artículo 27° de la Ley N° 23506.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha
dieciséis de setiembre de mil novecientos noventiséis confirmó la apelada, por sus propios
fundamentos.
FUNDAMENTOS:
1. Que, de autos se acredita que existe discrepancia y dudas sobre la aplicación del Decreto
Supremo N° 019-94 y el Decreto de Urgencia N° 037-94, motivo por el cual han sido materia de
consulta, tal como se desprende de los informes que corren en autos a fojas sesenticuatro,
sesenticinco y sesentiséis, que dichas consultas no han sido absueltas, consecuentemente no
existe resolución que establezca el derecho o la negación a percibir bonificación de los actores, es
decir, la vía administrativa aún se encuentra en trámite.
2. Que, por otro lado los demandantes no han interpuesto recurso impugnatorio alguno en la
vía administrativa, como tal no han cumplido con lo prescrito en el artículo 27° de la Ley N° 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín
de fojas ciento setentidós, su fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos noventiséis que
confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; dispusieron su publicación
en el Diario Oficial El Peruano con arreglo a ley, y los devolvieron.
«... el actor... no agotó debidamente la vía previa administrativa... por lo que se ha incurrido en la
causal de improcedencia establecida en el... Artículo 27° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 769-97-AA/TC
Lima
Abelardo Zamora Bellido.
En Lima, a los quince días de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone don Abelardo Zamora Bellido contra la resolución expedida
por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de
Justicia de Lima, su fecha dos de julio de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la
apelada declaró improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo contra la Oficina de Normalización Previsional a fin
que se declare la inaplicabilidad de la Resolución N° 3202-93, por considerar que se ha conculcado
su derecho pensionario, por lo que solicita que la demandada le otorgue su pensión de jubilación, a
partir del ocho de julio de mil novecientos noventa y dos.
Sostiene el actor que ha cesado en la actividad laboral con trece años de aportaciones; que cumple
con el requisito de la edad mínima; y, que se le ha denegado la pensión de jubilación.
El Primer Juzgado Especializado en Derecho Público, con fecha diecisiete de febrero de mil
novecientos noventa y siete, expide sentencia declarando improcedente la Acción de Amparo.
Interpuesto el recurso de apelación, la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha dos de julio de mil novecientos noventa
y siete, confirma la recurrida.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, el demandante solicita que la Oficina de Normalización Previsional le otorgue pensión
de jubilación bajo el régimen del Decreto Ley N° 19990.
2.- Que, el artículo 27° de la Ley N° 23506 establece que sólo procede la Acción de Amparo
cuando se hayan agotado las vías previas.
3.- Que, a fojas dieciséis obra el escrito de fecha catorce de febrero de mil novecientos
noventa y siete, en el que el actor admite expresamente el no poder presentar copia del recurso de
apelación que se le ordena por resolución de fecha tres de febrero del mismo año, de fojas trece,
mediante el cual se declara inadmisible la demanda, concediéndose el plazo de tres días para que
se subsane dicha omisión, bajo apercibimiento de rechazarse la demanda y de ordenarse el
archivo del expediente.
4.- Que del estudio de autos se puede observar que el demandante obvió recurrir a la segunda
instancia y que pretende convalidar esta inobservancia del debido procedimiento administrativo
mediante un inapropiado, para el caso, recurso de revisión.
5.- Que, siendo esto así, se llega al convencimiento que el actor consintió la Resolución
Administrativa N° 3202-93 y que, por tanto, no agotó debidamente la vía previa administrativa, que,
en el presente caso viene a ser el recurso de apelación, conforme lo dispone el artículo 99° del
Decreto Supremo N° 02-94-JUS; por lo que se ha incurrido en la causal de improcedencia
establecida en el antes mencionado artículo 27° de la Ley N° 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
Exp. N° 143-96-AA/TC
Loreto
Caso : Jorge Del Castillo Lozano S.R.L. Agente Afianzado de Aduana
En Iquitos, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como Extraordinario interpuesto por don Jorge Del Castillo Lozano
S.R.L. Agente Afianzado de Aduana contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha tres de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco, que declaró No haber Nulidad en la sentencia apelada, entendiendo
como improcedente la demanda.
ANTECEDENTES:
Don Jorge Del Castillo Lozano S.R.L. Agente Afianzado de Aduana interpone Acción de Amparo
contra el Intendente de Aduana de Iquitos, Carlos Muñoz Mosqueira para que se disponga la
suspensión de la ejecución de la Carta Fianza Nº 041-93-SDSC. Señala que mediante oficio sin
número de fecha once de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, dirigido al Banco
Continental-Sucursal de Iquitos- se solicitó la ejecución de la referida carta fianza sin precisar las
deudas. Asimismo, antes de solicitar la ejecución de esa garantía ha debido cobrar a los deudores
tributarios y no al Agente Afianzado de Aduana, que tiene la condición de responsable solidario. Se
señala también que al haberse iniciado proceso coactivo por los adeudos tributarios ya no era
posible ejecutar la carta fianza
Don Carlos Muñoz Mosqueira, Intendente de la Aduana de Iquitos, señala que la demanda es
infundada por los siguientes fundamentos: 1) El cobro de una obligación tributaria no puede
significar violación o amenaza a un derecho constitucional; 2) Se ha solicitado la ejecución de la
carta fianza por que diversos importadores retiraron las mercancías de los almacenes sin que los
tributos correspondientes a las pólizas de importación estuvieran cancelados; 3) El Agente de
Aduana es el único autorizado para realizar los trámites de numeración hasta el retiro de las
mercaderías incluyendo el pago de tributos de la póliza de importación, por lo que, para ser
nombrado Agente de Aduana se debe otorgar una carta fianza que garantice la buena fe en los
actos jurídicos que realice, teniendo la calidad de responsable solidario; 4) Al haberse violado
normas aduaneras y extraído las mercaderías con documentos falsificados se denunció al
demandante por delito de Defraudación de Rentas de Aduana y contra la Fe Pública; 5) Solicitar la
ejecución de la carta fianza constituye el inicio de un proceso administrativo, en el cual puede
presentarse los recursos correspondientes.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas, por resolución de fecha cinco de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro, declaró fundada la demanda por considerar que no se acreditó en
autos que se haya abierto algún proceso de cobranza coactiva contra el demandante, por lo que no
se agotó los términos y procedimientos correspondientes, declarando nulo y sin efecto legal el
oficio sin número de fecha once de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, dirigido al Banco
Continental-Sucursal Iquitos.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, por resolución de fecha diez de octubre de
mil novecientos noventa y cuatro, revocó la apelada y reformándola la declaró infundada, al estimar
que el Agente de Aduana, debe cumplir con el pago de las obligaciones de sus clientes,
constituyendo las cartas bancarias garantía de obligaciones, de conformidad con el artículo 37º del
Decreto Legislativo Nº 722, "Ley General de Aduanas".
FUNDAMENTOS:
Que, a fojas ciento veinticuatro obra el escrito de reclamación contra el oficio sin número de fecha
once de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, con el que se evidencia que el actor inició la
vía administrativa sin haber acreditado el agotamiento de la misma.
Que, en consecuencia es de aplicación el artículo 27º de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus
y Amparo" que establece que sólo procede la Acción de Amparo cuando se haya agotado las vías
previas, por lo que esta acción deviene en improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
«... que ante la respuesta de la autoridad administrativa el recurrente no formuló apelación sino
procedió a interponer la presente acción de garantía, y no encontrándose del análisis de los hechos
estar comprendido en alguna de las causales a que se refiere el Artículo 28° de la Ley N° 23506,
es de expresa aplicación el Artículo 27° de la precitada ley.»
Exp. N° 199-95-AA/TC
Chachapoyas
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Eduardo Requejo Palacios contra la resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, de fecha dos de agosto
de mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Eduardo Requejo Palacios interpone demanda de Acción de Amparo contra el Alcalde del
Concejo Provincial de Chachapoyas doctor Francisco Ramos Santillán y contra el ingeniero don
Humberto Sopla Bacalla, Presidente de la Comisión de Calificación de Expedientes de
Adjudicación de Puestos y Tiendas del Mercado Central de Chachapoyas, con la finalidad que se
respete el derecho al trabajo del demandante, por cuanto como inquilino de una tienda ha sido
despojado del derecho a seguir conduciendo la misma pese a existir documento que lo garantiza.
Ampara su demanda en lo dispuesto por el artículo 23° y siguientes de la Constitución y artículo
24° inciso 10) de la Ley N° 23506.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, con
fecha dos de agosto de mil novecientos noventicinco por los propios fundamentos confirma la
apelada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica:
FALLA:
Expediente 167-97-AA/TC
Ayacucho
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Alega que fue incorporada como Profesora de Aula del Centro Educativo Nº 38490/V-P mediante
Resolución Directoral USE Nº 028-Huancasancos del diecisiete de abril de mil novecientos noventa
y seis, con Nivel Magisterial I, habiéndole concedido el propio demandado Fortunato Galindo
Valenzuela la posesión del cargo mediante Memorándum Nº 10-96-E.E. Nº 384-90-USE-H del
primero de abril de mil novecientos noventa y seis y con vigencia hasta el treinta y uno de
diciembre del mismo año; Que a medida que iba transcurriendo el periodo lectivo de mil
novecientos noventa y seis cumplió plenamente la demandante con sus labores, no obstante lo
cual, en los últimos meses, el demandado Candelario Arones Coro, aprovechando la autoridad que
le ofrecía su cargo, pretendió que la accionante aceptara sus proposiciones de mantener
relaciones sentimentales con su persona; Que al no aceptar las propuestas deshonestas del
demandado, éste en represalia expidió la Resolución Directoral USE Nº 156-Huancasancos de
fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis, que dispone dejar sin efecto su
reconocimiento como Profesora de Aula del Centro Educativo antes referido, hecho que además
fue avalado por el Director del Plantel y también demandado, Fortunato Valenzuela; motivos por los
que solicita la reposición al estado anterior a la violación del derecho constitucional que reclama, la
inaplicabilidad de la Resolución Directoral USE Nº 156-Huancasancos y el pago de daños y
perjuicios y costas.
Admitida la demanda por el Juez del Juzgado Mixto en lo Civil de Huancasancos - Ayacucho se
dispone su traslado a los emplazados, quienes por separado la contestan negándola y
contradiciéndola principalmente por considerar: Que la acción es infundada ya que si bien la
demandante estaba laborando en el C.E. Nº 38490, lo hacía en calidad de contratada, mas no de
nombrada, ya que la plaza que ocupaba la accionante la había dejado transitoriamente libre su
titular por encontrarse con encargatura en un área educativa de la Sede de la USE; Que es falso
que a la actora no se le haya permitido defensa sobre su derecho al trabajo, por cuanto aquélla no
ha presentado documento alguno que pruebe haber interpuesto reconsideración, ni menos
reposición a su cargo, ya que si la USE no hubiera atendido su reclamo, estaba expedita para
recurrir a la instancia superior, que es la Dirección Regional de Educación de Ayacucho, motivo por
el que falta agotar la vía administrativa; Que habiendo retornado el titular de la plaza que ocupaba
la accionante, no tiene derecho aquélla, a exigir sus reposición en dicha plaza, ya que el titular ha
reasumido sus labores al no generar una encargatura, derecho definitivo alguno.
De fojas cincuenta y seis a sesenta y dos y con fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, el Juzgado expide sentencia declarando fundada la acción básicamente por
considerar: Que al haberse aplicado de modo inmediato la Resolución Directoral Nº 156-USE, es
de aplicación el inciso primero del artículo 28º de la Ley Nº 23506 que prescribe la no exigencia en
el agotamiento de las vías previas cuando una resolución que no sea la última en la vía
administrativa es ejecutada antes de vencerse el término para que quede consentida, y; Que al
haberse cesado a la accionante en la encargatura de Profesora de Aula antes del treinta y uno de
diciembre, se conculcó su derecho al trabajo y a la estabilidad laboral.
Interpuesto recurso de apelación por los emplazados y en parte por la demandante, los autos son
remitidos a la Primera Fiscalía Superior Mixta en lo Civil de Ayacucho para efectos de la vista
correspondiente, y devueltos éstos con dictamen que se pronuncia porque se revoque la apelada y
se declare improcedente la acción, la Sala Civil de la Corte Superior de Ayacucho de fojas ochenta
y siete a ochenta y nueve y con fecha veintisiete de enero de mil novecientos noventa y siete,
revoca la resolución apelada y declara improcedente la acción, principalmente por considerar: Que
la accionante no ha cumplido con agotar las vías previas, y, que no se ha violentado o amenazado
violar el derecho constitucional al trabajo y otros que se detallan en la demanda.
Contra esta resolución la demandante plantea recurso extraordinario de conformidad con el artículo
41º de la Ley Nº 26435, por lo que se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que del estudio de autos se deduce, que si bien el periodo de vigencia de la Resolución Directoral
USE Nº 028-Huancasancos de fecha diecisiete de abril de mil novecientos noventa y seis y en
cuya virtud se otorgó el cargo de profesora a la demandante, fue abrupta e injustificadamente
interrumpido al expedirse la Resolución Directoral USE Nº 156-Huancasancos del dieciocho de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, dicha arbitrariedad, no tiene a la fecha, modo alguno
de ser reparada en términos constitucionales, por cuanto los efectos de la primera de las citadas
resoluciones, según aparece expresamente de su contenido, se extinguieron hacia el treinta y uno
de diciembre de mil novecientos noventa y seis no siendo posible prorrogarlos por encima de dicho
periodo por tratarse de una designación con carácter provisional sujeta a un periodo específico de
tiempo.
Que por consiguiente, habiéndose tornado irreparable la agresión a los derechos constitucionales
reclamados por la demandante, resulta de aplicación lo dispuesto en el inciso primero del artículo
6º de la Ley Nº 23506.
Que en todo caso, si la demandante estima que los actos arbitrarios de los cuales fue objeto
generan daños y perjuicios, tiene expedito su derecho a reclamarlos en la vía judicial ordinaria,
mas no así por la vía procesal constitucional del amparo, que se encuentra exclusivamente
destinada a proteger derechos cuando éstos son posibles de reparar total o parcialmente, y no
como ocurre en el presente caso en el que este Colegiado no tiene más atribuciones que las
estrictamente constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Ayacucho de fecha
veintisiete de enero de mil novecientos noventa y siete, que, revocando y reformando la resolución
apelada de fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y seis, declara improcedente
la Acción de Amparo interpuesta. Se dispuso así mismo la publicación de la presente sentencia en
el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
La vía del Amparo está dirigida a proteger derechos que son pasibles de reparación total o parcial,
no procede, por ello, cuando la agresión es irreparable, caso en el que el accionante tiene expedito
su derecho a demandar el pago de la indemnización que correspondiere por los daños y perjuicios
que se le hubieren ocasionado.
Expediente 311-97-AA/TC
Tumbes
En Piura, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto contra la resolución de la Sala Superior Mixta Descentralizada
de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, de fecha dieciocho de diciembre de mil
novecientos noventa y seis, que, confirmando la resolución apelada del cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y seis, declaró infundada la Acción de Amparo interpuesta por doña Gloria
Maribel León Dios, contra el Director Regional de Educación de Tumbes, profesor Víctor Raúl
Cabrera Granda.
ANTECEDENTES:
Alega que es profesora titulada desde el año mil novecientos noventa y tres, y que dada su
antigüedad le corresponde se le incorpore, vía nombramiento, a la carrera administrativa. Que, sin
embargo, el emplazado, pese a sus requerimientos se ha negado respetar sus derechos
prefiriendo a otras personas, que por el contrario no reúnen los requisitos. Especifica, en este
contexto, que durante el año mil novecientos noventa y seis, el emplazado la contrató para laborar
hasta el treinta y uno de diciembre de dicho período anual como profesora en el Centro Educativo
Nº 021, formalizándose su contrato de trabajo con el Oficio Nº 322-96-CTAR-REGION GRAU-
GESTUM-DISRET-OA del dos de mayo de mil novecientos noventa y seis y la Resolución
Directoral Nº 00318, del veintiuno de mayo del mismo año, así como con su asistencia puntual al
Colegio a donde se le asignó. No obstante ello, de manera repentina y unilateral, el emplazado,
publica en su sede institucional y en el Colegio donde labora, una lista de personal al que se da por
concluido su contrato de trabajo, en la cual se le incluye, por lo que se le ha impedido trabajar
desde el primero de setiembre de mil novecientos noventa y seis. Dicho listado, por otro lado, ha
sido expedido sin resolución alguna que la formalice.
De fojas ochenta y uno a ochenta y tres y con fecha cuatro de octubre de mil novecientos noventa
y seis, el Juzgado Especializado en lo Civil de Tumbes, expide resolución declarando infundada la
acción principalmente por considerar: Que si bien es cierto que por Resolución Directoral
Subregional Nº 00318-96/ CTAR-REG-GESTUM-DISRET-DAD, de fecha veintiuno de mayo de mil
novecientos noventa y seis, se dispone reconocer para efecto de pago, hasta el treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, a la demandante, como profesora de veinticuatro
horas en el Colegio Nº 021, esto se encuentra sujeto a las normas legales y principalmente al
Presupuesto de la República, asignado al Sector Educación correspondiente al ejercicio del año;
Que si bien aparece del Oficio Nº 322-96-CTAR-REGION GRAU-GESTUM-DISRET-OA de fecha
dos de mayo de mil novecientos noventa y seis que la accionante laborará como profesora en una
plaza de incremento del año mil novecientos noventa y seis, no se ha probado que dichas plazas
se encuentren debidamente presupuestadas, ni tampoco que existe contrato de trabajo suscrito por
las partes con cláusulas pactadas para exigir su cumplimiento.
Interpuesto recurso de apelación por la demandante, los autos son remitidos a la Fiscalía Superior
Mixta de Tumbes, para efectos de la vista correspondiente y devueltos éstos con dictamen que se
pronuncia por la revocatoria de la apelada y por que se le declare fundada, la Sala Superior Mixta
Descentralizada de Tumbes, de fojas ciento veintiséis a ciento veintisiete y con fecha dieciocho de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, confirma la resolución apelada, principalmente por
considerar; Que la Resolución Directoral Subregional Nº 00318, de fecha veintiuno de mayo de mil
novecientos noventa y seis, se ha dictado en contravención a la Ley Aprobatoria de Presupuesto
del Sector Público para el año 1996: Que la accionante, si se consideraba agraviada, debió hacer
valer su derecho a través del proceso administrativo correspondiente.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad
con el Artículo 41º de la Ley Nº 26435, se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, del estudio de autos aparece, que si bien el período de vigencia de la Resolución Directoral
Subregional Nº 00318, de fecha veintiuno de mayo de mil novecientos noventa y seis y en cuya
virtud se reconoció para efectos de pago, el cargo de profesora de la demandante fue abrupta e
intempestivamente recortado al publicarse por el demandado la lista de personal al que se le daba
por concluido su contrato, supuestamente por no existir disponibilidad presupuestaria, cuando por
el contrario, el texto de la antes citada resolución señalaba textualmente y refiriéndose a los casos
como los de la demandante que "...existe personal docente que viene laborando en plazas
vacantes presupuestadas...", dicha arbitrariedad, no tiene a la fecha, modo alguno de ser reparada
en términos constitucionales, por cuanto los efectos de la mencionada resolución, se extinguieron
hacia el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y seis no siendo posible prorrogarlos
por encima de dicho período por tratarse de una designación con carácter provisional sujeta a un
período específico de tiempo.
Que, por consiguiente, habiéndose tomado irreparable la agresión a los derechos constitucionales
reclamados por la de mandante, resulta de aplicación lo dispuesto en el inciso 1) del Artículo 6º de
la Ley Nº 23506(1).
Que, en todo caso, si la demandante estima que el acto lesivo del cual fue objeto, bien que
temporal, genera daños y perjuicios tiene expedito su derecho a reclamarlos en la vía judicial
ordinaria, mas no así por la vía procesal constitucional del amparo, que se encuentra
exclusivamente destinada a proteger derechos cuando éstos son posibles de reparar total o
parcialmente, y no como ocurre en el presente caso, en el que este Colegiado no tiene más
atribuciones que las estrictamente constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley Nº 26801;
FALLA:
Versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la validez de los
acuerdos de una junta de accionistas, así como sobre la condición o naturaleza legal de la misma,
si la elección del Directorio...fue realizada conforme al estatuto y a la Ley General de
Sociedades ....no es la vía de amparo de naturaleza excepcional y breve, en la que no hay
estación de prueba ni debate sobre los medios probatorios, la idónea para conocer sobre la
presente acción.
Chiclayo
En Lima, a los veintitrés días del mes setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fecha doce de diciembre de mil novecientos
noventicinco, que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por Carlos Aurelio Rojas
Villar contra Julio Avalos Loyola y Pedro Malca Vásquez.
ANTECEDENTES:
Don Carlos Aurelio Rojas Villar interpone acción de amparo contra Julio Avalos Loyola en su
calidad de Presidente del Comité Electoral del Grifo Nor Oriente S.A. y Pedro Malca Vásquez como
supuesto ganador de las elecciones, y, la sustenta básicamente en el hecho de haberse violado su
derecho a elegir y ser elegidos pues mediante una directiva del Comité Electoral del Grifo Nor
Oriente S.A. se deja fuera de competencia a la lista donde el demandante es personero y que
arbitrariamente discriminaron. Ampara su demanda en lo dispuesto por el artículo 1º, 2º e inciso 2
del artículo 24º de la Ley Nº 23506; incisos 1 y 2 del artículo 2 de la Constitución Política, así como
el artículo 200º de la Carta Magna; y artículo II del Título Preliminar del Código Civil, así como el
artículo 6º inciso 2 del artículo 971º del Código Civil; admitida a trámite la acción contestada la
demanda, el Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con fecha treinta de
junio de mil novecientos noventicinco, declaró fundada la demanda, por considerar básicamente
que el Comité Electoral encargado de los comicios electorales del Grifo Nor Oriente S.A. ha
actuado con transgresión de sus normas estatutarios, reglamento y la Constitución del Estado al
adoptar una política discriminatoria en la postulación de sus socios, al prohibir candidatear al
Directorio de los Grifos Nor Oriente S.A. a accionistas de la empresa Buses Nor Oriente S.A.,
atentando dicho acto contra el principio de igualdad ante la ley consagrado en el inciso 2 del
artículo 2º de la Constitución Política del Perú. Apelada la citada resolución por los demandados la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque con la opinión del Fiscal Superior en el
sentido que se confirme la sentencia, con fecha doce de diciembre de mil novecientos
noventicinco, revocó la apelada y reformándola declaró improcedente la acción de amparo por
considerar que en el acto eleccionario que se impugna estuvo presente el Fiscal Provincial y con su
presencia dio las garantías de un debido proceso eleccionario estando conforme todos los
intervinientes en dicho proceso eleccionario, motivo por el cual no aparece al final de ella algún
reclamo u objeción ni ningún pedido de nulidad por parte de los presentes, por lo que cualquier
reclamo con posterioridad resulta ilegal e improcedente por extemporánea y para mayor
abundamiento, el Directorio elegido mediante junta general extraordinaria de accionistas, después
de dos meses de ser elegidos fueron ratificados, por otro lado, de acuerdo a la Ley General de
Sociedades, todos los actos realizados por la junta general son impugnables judicialmente,
resultando por lo tanto la acción de amparo una vía no idónea para resolver actos como el
presente.
FUNDAMENTOS:
2. Versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la validez de
los acuerdos de una junta de accionistas, así como sobre la condición o naturaleza legal de la
misma, si la elección del Directorio para el periodo 1995-1996 fue realizada conforme al estatuto y
a la Ley General de Sociedades y sobre otros aspectos conmitantes que emergen de los medios
de prueba aportados en autos, ellos deben ventilarse a través de un proceso común, máxime si los
artículos 143º y siguientes de la Ley General de Sociedades regulan específicamente el
procedimiento para la impugnación de los acuerdos de las juntas generales de accionistas, por ello
no es la vía de amparo de naturaleza excepcional y breve, en la que no hay estación de prueba ni
debate sobre los medios probatorios, la idónea para conocer sobre la presente acción.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fecha doce de diciembre de mil novecientos noventicinco, que revocó la apelada
de fecha treinta de junio de mil novecientos noventicinco, declarando improcedente la acción de
amparo; mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a ley; y los devolvieron.
Que, versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la
obligatoriedad del contrato de concesión..., por ello no resulta la vía de amparo de naturaleza
excepcional y breve, en la que no hay estación de prueba ni debate sobre los medios probatorios,
la idónea para conocer sobre la presente acción.
Expediente 086-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque de fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventiséis, en los seguidos
entre Antonio Germán Gayoso Quiroz en su calidad de Administrador Gerente de la Fábrica
Lluvisol Chiclayo S.A. con la Municipalidad de la ciudad de Reque, representada por su Alcalde
David Chirinos Hurtado, sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Sostiene el demandante que, el Alcalde del Distrito de Reque David Chirinos Hurtado, en un franco
abuso del derecho, ha expedido la Resolución Nº 074-96-MCR/A de fecha veintinueve de agosto
de mil novecientos noventiséis, rescindiendo el contrato de concesión para el recojo y extracción
de material recuperable del botadero sanitario municipal de Reque, que había suscrito con el
recurrente en representación de la fábrica Lluvisol Chiclayo S.A., de fecha primero de octubre de
mil novecientos noventicuatro, vigente hasta el primero de octubre de mil novecientos noventisiete,
favoreciendo con dicho acto administrativo a una "empresa fantasma" representada por un tercero
de nombre Jorge Peñaranda Bolovich, quien con fecha anterior a la precitada resolución ha
suscrito un convenio de fecha veintitrés de agosto de mil novecientos noventiséis, otorgándole la
exclusividad que detentaba su representada por tres años consecutivos, violentando la libertad de
contratación y de trabajo.
Alega además que la resolución del contrato debió ejecutarse en un proceso regular conforme a las
leyes de la materia, respetando a su vez la cláusula sétima del contrato suscrito por mi
representada, cuya rescisión solamente será por acuerdo de las partes contratantes y no en forma
unilateral, ni menos por medio de una resolución municipal conforme ilegalmente ha procedido.
Con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventiséis, el Juez Provisional del Tercer
Juzgado Especializado Civil de Chiclayo expide resolución, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos
noventiséis, la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, expide resolución confirmando la apelada, declarando improcedente la Acción de
Amparo.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno la Resolución Nº 074-96-
MCR/A de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos noventiséis y en consecuencia se
declare vigente el contrato de concesión para recojo y extracción de material recuperable del
botadero sanitario municipal de Reque, por violación de sus derechos constitucionales
fundamentales de contratación y de trabajo.
Que, versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la
obligatoriedad del contrato de concesión para el recojo y extracción de material recuperable del
botadero sanitario municipal de Reque, por ello no resulta la vía de amparo de naturaleza
excepcional y breve, en la que no hay estación de prueba ni debate sobre los medios probatorios,
la idónea para conocer sobre la presente acción.
FALLA:
Expediente 549-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Ricardo Aldana Rivera contra la resolución expedida
por la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha
cinco de mayo de mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Ricardo Aldana Rivera interpone demanda de acción de amparo contra la Oficina de
Normalización Previsional con la finalidad de que se declare inaplicable para el actor la Resolución
Nº 1937-93-JDPPS-93 del veintisiete de setiembre de mil novecientos noventitrés, en la que se le
deniega la solicitud de Pensión de Jubilación.
El Primer Juzgado Especializado de Derecho Público, de Lima, con fecha quince de noviembre de
mil novecientos noventiséis, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras
razones, que el actor no agotó la vía previa, asimismo operó el plazo de caducidad señalado en el
artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. De autos fluye que el demandante pretende mediante la presente acción de garantía que se deje
sin efecto la Resolución Administrativa Nº 1937-JDPPS-93 del veintisiete de setiembre de mil
novecientos noventitrés, y, consecuentemente se le declare y/o reconozca un derecho, como es el
derecho a jubilación, es decir, se establece con meridiana claridad que no se ha conculcado algún
derecho del actor ya declarado y/o reconocido sino que trata mediante la presente vía
procedimental de alcanzar un derecho. Para el caso no es la vía idónea de la acción de amparo la
adecuada para dilucidar un aspecto litigioso como el de autos, máxime, si el mismo está dirigido a
discernir sobre los alcances de un derecho, es decir, no sobre la vulneración cierta y de eminente
realización de un derecho constitucional.
2. No obstante, se deja a salvo la facultad que tiene el actor para hacer valer su pretensión en la
vía correspondiente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la validez
de las resoluciones que causan estado en materia laboral, emitidas por autoridad competente en
un procedimiento administrativo regular, ello debe dilucidarse en sede judicial a través de la acción
contencioso administrativa, conforme lo previsto en el artículo 148º de la Carta Política del Estado
de 1993, donde se determina la legalidad o ilegalidad de los actos administrativos cuestionados.
Expediente 288-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formulan doña Martha Alfaro Suárez y otros, contra la resolución de
fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y seis, expedida por la Sala de Derecho
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declaró no haber nulidad en la
resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha quince de
agosto de mil novecientos noventicinco, que confirmando la apelada, declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta contra el Ministerio de Trabajo y Promoción Social- Dirección
Regional de Trabajo de Lima.
ANTECEDENTES:
Con fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, doña Martha Alfaro Suárez
y otros interponen acción de amparo, contra la Dirección Regional de Trabajo de Lima del
Ministerio de Trabajo y Promoción Social y contra la empresa P&A D´onofrio S.A, para que se
declare sin efecto e inaplicables las Resoluciones Nº 185-94-DPSC y 050-94-DR-LIM, por
considerar que violan preceptos constitucionales referidos a la estabilidad en el trabajo y al debido
proceso consagrados en los artículos 27 y 139 inciso 3 de la Carta Política de 1993, se ordene su
reincorporación en su centro de labores, así como el pago de sus remuneraciones dejadas de
percibir.
Sostienen los actores que, la empresa P&A D´onofrio mediante carta de fecha 20 de abril de mil
novecientos noventa y cuatro les comunicó el inicio del procedimiento de cese colectivo,
convocando a la negociación directa, conforme lo exige las normas legales pertinentes.
Con fecha treinta de enero de mil novecientos noventa y cinco, el juez del Primer Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando improcedente la demanda.
Interpuesto recurso de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con
fecha quince de agosto de mil novecientos noventa y cinco expide resolución confirmando la
apelada. Formulado recurso de nulidad, con fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y
seis, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República,
expide resolución declarando no haber nulidad en la de vista antes mencionada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el actor solicita se declare inaplicables las
Resoluciones Directorales Nºs 185-94-DPSC y 050-94-DR-LIM, se disponga su reincorporación a
su centro de labores, así como el pago de sus remuneraciones dejadas de percibir.
2. Que, versando la acción sobre un aspecto litigioso, en el cual se trata de discernir sobre la
validez de las resoluciones que causan estado en materia laboral, emitidas por autoridad
competente en un procedimiento administrativo regular, ello debe dilucidarse en sede judicial a
través de la acción contencioso administrativa, conforme lo previsto en el artículo 148º de la Carta
Política del Estado de 1993, donde se determine la legalidad o ilegalidad de los actos
administrativos cuestionados.
3. Que, según lo dispuesto en el artículo 10º de la Ley Nº 25398, las anomalías que pudieran
cometerse dentro de un proceso regular, deberán ventilarse y resolverse dentro de los mismos
procesos mediante el ejercicio de los recursos que las normas procesales específicas establecen,
conforme ha ocurrido en el caso de autos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
Que, de autos fluye que la presente causa versa sobre un aspecto litigioso, donde se tiene que
acreditar si la Resolución de Alcaldía cuestionada fue expedida con arreglo a ley, situación que
tiene que acreditarse en una estación probatoria, instancia procesal que carece la vía
procedimental de las acciones de garantía...
Expediente 072-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El actor interpone acción de amparo contra la Municipalidad Distrital de Barranco, dirigida a su
Alcalde don Carlos Gálvez Martínez, con la finalidad de que: a) Se deje sin efecto legal e
inaplicable la Resolución de Alcaldía N° 1200-G-93, de veintitrés de diciembre de mil novecientos
noventitrés, mediante la cual se declaró nulos de pleno derecho los acuerdos contenidos en los
numerales dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, doce, diecinueve y veinte del Acta Paritaria de
mil novecientos noventa, aprobada por Resolución de Alcaldía N° 451-90-A, de dos de mayo de mil
novecientos noventa, así como también nulos y sin valor legal alguno los acuerdos contenidos en
los numerales dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, quince, diecisiete y diecinueve del
Acta Paritaria de mil novecientos noventiuno, aprobada por la Resolución de Alcaldía N° 827-(G)-
91, de diecisiete de mayo de mil novecientos noventiuno; que también dispone que la Dirección de
Administración adopte las medidas correctivas que resulten del caso, en la Planilla Unica de
Sueldos y Salarios, así como en la Planilla de Pensiones; y que por último dispone remitir a la
Contraloría General de la República los antecedentes de la resolución de alcaldía, materia de la
presente acción, para los fines de investigación que corresponda.Señala que dicha resolución
vulnera lo dispuesto por los artículos 42° en su primer, segundo y tercer párrafo; artículo 43°
primer párrafo artículo 44° último párrafo; artículos 49°, 51°, 54°, 57°, 252° de la Constitución
Política de mil novecientos setentinueve, que garantiza la fuerza de ley de las convenciones
colectivas de trabajo y demás derechos de los servidores, concordante con lo dispuesto en los
artículos 22°, 24°, 26° y 28° de la Constitución Política del Perú de mil novecientos noventitrés.
Corrido traslado, la emplazada absuelve la demanda a través de su Alcalde don Carlos Gálvez
Martínez, quien señala que las imputaciones esgrimidas por el actor, no se ajustan a la verdad o no
constituyen violación de derecho alguno, en razón de que la resolución materia del presente
proceso, ha sido dictada en uso de la representación y las atribuciones administrativas concedida a
los alcaldes por la Constitución Política del Estado y la Ley N° 23853 Ley Orgánica de
Municipalidades, así como por lo dispuesto por la Ley N° 26111 Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, y que la resolución aludida ha sido expedida para resguardar y
proteger los intereses del Estado, de la Municipalidad y de los vecinos que representa la
municipalidad, de acuerdo a ley, y en razón de que las Actas Paritarias de Negociación Colectiva
suscritas por los representantes de la Municipalidad con los representantes del Sindicato, son
actos jurídicos que contienen manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas de trabajo, acto jurídico que para su validez debe cumplir con los
requisitos contenidos en el artículo 140° del Código Civil, entre los cuales destaca para estos fines
que su objeto sea jurídicamente posible.
El Juez Provisional del Décimo Tercer Juzgado Civil de Lima, con fecha dieciséis de mayo de mil
novecientos noventicuatro, falla declarandofundadala demanda interpuesta, por considerar entre
otras razones que, conforme a los términos del Acta Paritaria suscrita en el año mil novecientos
noventa, la Municipalidad Distrital de Barranco, pacta incremento de la bonificación por
racionamiento y movilidad; gratificaciones por Fiestas Patrias, Navidad, día del trabajador
municipal, aniversario de Barranco, vestuario y escolaridad, gratificación por vacaciones,
gratificación por día Internacional de Trabajo, bonificación por riesgo de salud, préstamos a favor
de trabajadores nombrados y contratados; y que en el Pacto del año de mil novecientos
noventiuno, prácticamente se ratifican los puntos acordados en la comisión paritaria de mil
novecientos noventa. Convenios que se han realizado con una organización debidamente
reconocida ante el Instituto Nacional de Administración Pública, y que se han ceñido estrictamente
a las reglas estipuladas por el Decreto Supremo N° 069-85-PCM, de veintiséis de julio de mil
novecientos ochenticinco, procedimiento único para arribar a negociación bilateral en los Gobiernos
Locales para las determinaciones de las remuneraciones por costo de vida y condiciones generales
de trabajo de funcionarios y servidores, y al amparo de lo establecido en el artículo cincuentisiete
de la Constitución Política del Estado.
El Fiscal Superior de la Segunda Fiscalía Civil de Lima, opina porque se confirmela sentencia
apelada, por cuanto a los actores se les concedieron determinados beneficios laborales a través
de las Resoluciones de Alcaldía N°s. 451-90-A, de dos de mayo de mil novecientos noventa y 872-
(G)-91, de diecisiete de mayo de mil novecientos noventiuno, que consolidan los acuerdos de la
Comisión Arbitraria efectuada entre el Sindicato Unificado de Trabajadores Municipales con su
Autoridad Municipal, hoy emplazada, durante los años mil novecientos noventa y mil novecientos
noventiuno, a la luz del Decreto Supremo N° 069-85-PCM, que norma los aspectos de negociación
colectiva de los Gobiernos Municipales, concluían en una Convención Colectiva que de
conformidad con el artículo cincuenticuatro de la Constitución Política del Perú de mil novecientos
setentinueve, vigente al momento de la expedición de tales acuerdos paritarios, tienen fuerza de
ley para ambas partes.
A su turno, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con resolución de fecha
veintiséis de diciembre de mil novecientos noventicuatro, revocóla apelada, y reformándola declaró
improcedentela demanda de acción de amparo incoada, por considerar que los actores no han
agotado la vía administrativa, al no haber interpuesto recurso administrativo alguno, siendo de
aplicación el artículo 27° de la Ley N° 23506.
FUNDAMENTOS:
1.Que, de autos fluye que la presente causa versa sobre un aspecto litigioso, donde se tiene que
acreditar si la Resolución de Alcaldía cuestionada fue expedida con arreglo a ley, situación que
tiene que acreditarse en una estación probatoria, instancia procesal que carece la vía
procedimental de las acciones de garantía, consecuentemente, la acción de amparo no es la
idónea para dilucidar la presente causa.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, versando la acción sobre aspectos litigiosos, en la cual se trata de discernir sobre la validez
de las resoluciones que causan estado en materia laboral... debe dilucidarse en la vía judicial
correspondiente conforme lo previsto en el artículo 148º de la Carta Política del Estado de 1993,
donde se determina la legalidad o ilegalidad de los actos administrativos cuestionados.
Expediente 269-97-AA/TC
Lima
En Chiclayo, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don Héctor Luque Carcasi y otros, contra la resolución de
vista de la Sala Especializada de Derecho Publico de la Corte Superior de Justicia de Lima, su
fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada la
declara improcedente la acción contra la Municipalidad Distrital de la Victoria.
ANTECENDENTES:
Don Héctor Luque Carcasi y otros, interpone acción de amparo, contra la Municipalidad Distrital de
la Victoria, por violación de sus derechos a la estabilidad laboral y el goce de los derechos a
remuneración.
Sostienen los demandantes que son trabajadores obreros de la Municipalidad que vienen
laborando ininterrumpidamente desde junio de 1993 en las labores de parques, jardines y limpieza.
Que mediante Resoluciones de Alcaldía se dispuso la contratación y renovación de contratos de
los recurrentes, en calidad de servicios no personales.
El Décimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, por resolución N° 4, de fecha treinta
de abril de mil novecientos noventa y seis, declaró infundada la demanda por considerar que no
existe continuidad en la relación contractual entre los demandantes y la demandada, que no se ha
acreditado de modo fehaciente que los demandantes han laborado o han sido contratados en
forma ininterrumpida por más de tres años.
Interpuesto el recurso de apelación, la Sala Especializada de Derecho Publico de la Corte Superior
de Justicia de Lima, confirmó la apelada, su fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa
y seis.
FUNDAMENTOS:
1.Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la violación
o amenaza de violación de un derecho constitucional.
2.Que, del petitorio de la demanda, se desprende que los demandantes solicitan que se disponga
la reincorporación a su centro de labores, de los trabajadores obreros de la Municipalidad Distrital
de la Victoria y se les nombre como trabajadores dentro de la Carrera Administrativa.
3. Que, versando la acción sobre aspectos litigiosos, en el cual se trata de discernir sobre la validez
de las resoluciones que causan estado en materia laboral, emitidas por autoridades competentes
en el ejercicio de sus funciones, en un procedimiento administrativo regular, con participación y
control de las partes, en el cual han ejercitado los recursos procesales que les franquea la ley, ello
debe dilucidarse en la vía judicial correspondiente conforme lo previsto en el artículo 148° de la
Carta Política del Estado de 1993, donde se determine la legalidad o ilegalidad de los actos
administrativos cuestionados.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su ley Orgánica,
FALLA:
Exp. Nº 269-97-AA/TC
VISTA:
La solicitud de aclaración formulada por don Héctor Luque Carcasi, Victoriano Laime Mamani y
otros, a la sentencia de fecha once de diciembre de mil novecientos noventa y siete, en la acción
de amparo seguida contra la Municipalidad Distrital de La Victoria, a los efectos de que se aclare el
fundamento referido al pedido de reposición en su centro de trabajo y al pago de las
remuneraciones no abonadas en su oportunidad, y,
ATENDIENDO:
A, que de la simple lectura de la sentencia de fecha once de diciembre de mil novecientos noventa
y siete, se puede apreciar con claridad que, tanto la parte considerativa, como el fallo de la misma
están referidos a todos los puntos que son materia del petitorio de la presente acción de amparo;
SE RESUELVE:
Declarar sin lugar la solicitud de aclaración formulada por don Héctor Luque Carcasi, Victoriano
Laime Mamani y otros respecto de la sentencia expedida con fecha once de diciembre de 1997.
Que, de autos fluye que la presente causa versa sobre un aspecto litigioso, donde se tiene que
acreditar si la Resolución de Alcaldía cuestionada fue expedida con arreglo a ley, situación que
tiene que acreditarse en una estación probatoria, instancia procesal que carece la vía
procedimental de las acciones de garantía...
Expediente 072-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Corrido traslado, la emplazada absuelve la demanda a través de su Alcalde don Carlos Gálvez
Martínez, quien señala que las imputaciones esgrimidas por el actor, no se ajustan a la verdad o no
constituyen violación de derecho alguno, en razón de que la resolución materia del presente
proceso, ha sido dictada en uso de la representación y las atribuciones administrativas concedida a
los alcaldes por la Constitución Política del Estado y la Ley N° 23853 Ley Orgánica de
Municipalidades, así como por lo dispuesto por la Ley N° 26111 Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, y que la resolución aludida ha sido expedida para resguardar y
proteger los intereses del Estado, de la Municipalidad y de los vecinos que representa la
municipalidad, de acuerdo a ley, y en razón de que las Actas Paritarias de Negociación Colectiva
suscritas por los representantes de la Municipalidad con los representantes del Sindicato, son
actos jurídicos que contienen manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas de trabajo, acto jurídico que para su validez debe cumplir con los
requisitos contenidos en el artículo 140° del Código Civil, entre los cuales destaca para estos fines
que su objeto sea jurídicamente posible.
El Juez Provisional del Décimo Tercer Juzgado Civil de Lima, con fecha dieciséis de mayo de mil
novecientos noventicuatro, falla declarandofundadala demanda interpuesta, por considerar entre
otras razones que, conforme a los términos del Acta Paritaria suscrita en el año mil novecientos
noventa, la Municipalidad Distrital de Barranco, pacta incremento de la bonificación por
racionamiento y movilidad; gratificaciones por Fiestas Patrias, Navidad, día del trabajador
municipal, aniversario de Barranco, vestuario y escolaridad, gratificación por vacaciones,
gratificación por día Internacional de Trabajo, bonificación por riesgo de salud, préstamos a favor
de trabajadores nombrados y contratados; y que en el Pacto del año de mil novecientos
noventiuno, prácticamente se ratifican los puntos acordados en la comisión paritaria de mil
novecientos noventa. Convenios que se han realizado con una organización debidamente
reconocida ante el Instituto Nacional de Administración Pública, y que se han ceñido estrictamente
a las reglas estipuladas por el Decreto Supremo N° 069-85-PCM, de veintiséis de julio de mil
novecientos ochenticinco, procedimiento único para arribar a negociación bilateral en los Gobiernos
Locales para las determinaciones de las remuneraciones por costo de vida y condiciones generales
de trabajo de funcionarios y servidores, y al amparo de lo establecido en el artículo cincuentisiete
de la Constitución Política del Estado.
El Fiscal Superior de la Segunda Fiscalía Civil de Lima, opina porque se confirmela sentencia
apelada, por cuanto a los actores se les concedieron determinados beneficios laborales a través
de las Resoluciones de Alcaldía N°s. 451-90-A, de dos de mayo de mil novecientos noventa y 872-
(G)-91, de diecisiete de mayo de mil novecientos noventiuno, que consolidan los acuerdos de la
Comisión Arbitraria efectuada entre el Sindicato Unificado de Trabajadores Municipales con su
Autoridad Municipal, hoy emplazada, durante los años mil novecientos noventa y mil novecientos
noventiuno, a la luz del Decreto Supremo N° 069-85-PCM, que norma los aspectos de negociación
colectiva de los Gobiernos Municipales, concluían en una Convención Colectiva que de
conformidad con el artículo cincuenticuatro de la Constitución Política del Perú de mil novecientos
setentinueve, vigente al momento de la expedición de tales acuerdos paritarios, tienen fuerza de
ley para ambas partes.
A su turno, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con resolución de fecha
veintiséis de diciembre de mil novecientos noventicuatro, revocóla apelada, y reformándola declaró
improcedentela demanda de acción de amparo incoada, por considerar que los actores no han
agotado la vía administrativa, al no haber interpuesto recurso administrativo alguno, siendo de
aplicación el artículo 27° de la Ley N° 23506.
FUNDAMENTOS:
1.Que, de autos fluye que la presente causa versa sobre un aspecto litigioso, donde se tiene que
acreditar si la Resolución de Alcaldía cuestionada fue expedida con arreglo a ley, situación que
tiene que acreditarse en una estación probatoria, instancia procesal que carece la vía
procedimental de las acciones de garantía, consecuentemente, la acción de amparo no es la
idónea para dilucidar la presente causa.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
...dado el carácter litigioso de los derechos alegados por las partes, los mismos deben ser
dilucidados en la vía ordinaria correspondiente, con el objeto de no desnaturalizar el carácter
excepcional de este procedimiento constitucional.
Expediente 913-97-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de nulidad interpuesto por doña Ana Valdiviezo Cañola contra la sentencia de la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, su fecha 07 de febrero de 1997, que revocó la
sentencia apelada, su fecha 29 de noviembre de 1996, que declaró fundada la acción de amparo y
reformándola la declara improcedente contra la Gerencia Departamental del Instituto Peruano de
Seguridad Social - Piura.
ANTECEDENTES:
Doña Ana Valdiviezo Cañola, con fecha 05 de noviembre de 1996, interpone acción de amparo
contra el Gerente Departamental del Instituto Peruano de Seguridad Social, Dr. Nazario Avalos
Feijoó, por atentar contra su derecho a la libertad de trabajo al impedirle ingresar al cafetín ubicado
en el Hospital Regional Cayetano Heredia del cual la recurrente era concesionaria por un contrato
de locación de servicios celebrado con la entidad emplazada.
A fojas 35, la entidad emplazada contestar la demanda, sosteniendo, principalmente, que "de los
medios probatorios presentados por el accionante, adjunta una denuncia ante el Fiscal Provincial
de Prevención del Delito, por lo que consecuentemente ha optado por recurrir antes de la
interposición de la presente acción a la vía judicial ordinaria, circunstancia que descalifica su
pretensión...que las pruebas anexadas por la accionante resultan insubsistentes y no sustenta en
absoluto alguna supuesta violación de un derecho constitucional".
A fojas 42, la sentencia de Primera Instancia, su fecha 29 de noviembre de 1996, declara fundada
la demanda, considerando, principalmente, que "...según Acta Fiscal de Prevención del Delito, ha
existido un acto contrario a derecho, al haber prohibido el ingreso a la cafetería, dejando dentro de
él, todos los enseres y bienes de la demandante, no siendo necesario agotar las vías
administrativas cuando se han suscitado actos de agresión que pudieran convertir en irreparable la
agresión, en atención a lo dispuesto en el artículo 28º, inciso 2 de la Ley Nº 23506".
A fojas 98, la sentencia de vista, su fecha 07 de febrero de 1997, revoca la apelada, que declaró
fundada la acción y reformándola la declara improcedente, estimando, que " tratándose de un
contrato de naturaleza civil, es en esta vía y mediante una acción de naturaleza civil donde debe
esclarecerse la relación contractual y el derecho que con relación a ella pudiera tener cada una de
las partes; no siendo por lo tanto procedente que las discrepancias surgidas entre las partes
contratantes se diluciden y resuelvan mediante la extraordinaria vía constitucional de la acción de
amparo".
Interpuesto recurso de nulidad, que debe ser entendido como recurso extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, las acciones de garantía constituyen procedimientos sumarísimos que proceden en los en los
casos que se violen o amenacen los derechos constitucionales;
Que, del examen de autos se aprecia que la pretensión formulada por la demandante constituye
una controversia asentada en hechos de carácter civil emergentes de una relación contractual
celebrada con la parte demandante, como fluye de fojas tres a cinco del expediente;
Que, en este sentido, dado el carácter litigioso de los derechos alegados por las partes, los mismos
deben ser dilucidados en la vía ordinaria correspondiente, con el objeto de no desnaturalizar el
carácter excepcional de este procedimiento constitucional;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, tratándose de un acto administrativo cuestionado donde ambas partes aducen argumentos
contrarios y en razón a que en la vía procedimental de las acciones de garantía carecen de
estancia probatoria a efectos de dilucidar lo controvertido, la misma debe ventilarse en un proceso
ordinario a efectos que ambas partes acrediten su posición.
Expediente 226-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Jorge Javier Miletich Moreno contra la resolución
expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República, de fecha veintisiete de noviembre de mil novecientos noventiséis, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don Jorge Javier Miletich Moreno interpone demanda de acción de amparo contra el Director
Nacional de Deporte afiliado al Instituto Peruano del Deporte don Ricardo Camet Otero; el
Presidente de la Federación Peruana de Gimnasia, don Jorge Barreto Navallo y el Presidente de la
Liga Provincial de Gimnasia de Lima don Víctor Honores Esquivel; y el Presidente del Instituto
Peruano del Deporte don Enrique Otero Barreto con la finalidad de que se deje sin efecto la
Resolución Nº 0004-DINADAF-RD-94 de fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventicuatro,
porque señala que arbitrariamente se nombra una Junta Directiva de la Liga Provincial de
Gimnasia de Lima reemplazando la presidida por el actor, señalando una supuesta sanción de que
el actor afirma no tomó conocimiento lesionando así su derecho al debido proceso, ampara su
demanda en lo dispuesto por los incisos 2), 7), 17) y 23) del artículo 2º de la Constitución Política
del Estado.
El Vigésimo Tercer Juzgado Civil de Lima con fecha veintiséis de enero de mil novecientos
noventicinco, declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones que la Junta
Directiva que preside el demandante fue elegida cumpliendo todas las exigencias reglamentarias,
en tanto que la supuesta asamblea eleccionaria realizada para elegir a la actual Junta Directiva,
contraviene lo dispuesto en la Ley General del Deporte, pues en sus artículos 45º y 46º y su
Reglamento en su artículo 61º precisan que las Juntas Directivas de las Federaciones no tienen
competencia para intervenir en las Ligas, que como tal estando acreditado en autos que la elección
de la nueva Junta Directiva se ha realizado al margen de las normas prescritas, la misma no surte
eficacia legal.
Interpuesto recurso de apelación, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con fecha diecinueve de julio de mil novecientos noventiséis revoca la apelada y reformándola
declaró improcedente la acción de amparo, por estimar que el mandato del actor ya había
caducado a la fecha de ser elegido el demandado don Víctor Honores Esquivel, además no puede
ser merituado en la vía de amparo los hechos y circunstancias en que fue elegido don Víctor
Honores Esquivel, toda vez que se desconoce la modalidad del procedimiento electoral a que se
refiere la parte considerativa de la resolución impugnada.
Contra esta resolución el actor interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad con los
dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, mediante el presente proceso el actor pretende continuar como Presidente de la Liga
Provincial de Gimnasia de Lima a pesar que fue elegido para el Bienio 1992-1993 y analizados los
actuados no aparece disposición alguna que prorrogue su mandato no obstante recién es
cambiado el 28 de Febrero de 1994.
2. Que respecto a que la elección de la Junta Directiva reemplazante es consecuencia del proceso
de investigación que le abrieron al actor y que señala violó su derecho de defensa y al debido
proceso, el mismo carece de veracidad y sustento puesto que del propio oficio expedido por el
actor que obra a fojas ocho vuelta señala a los señores Club de Gimnasia que la Dirección
Nacional Deporte afiliado resolvió en última instancia y a favor del actor, además estos hechos
sucedieron en 1992, en tanto la elección de la nueva junta mediante la asamblea eleccionaria y
formalizada con la resolución impugnada se realizaron en 1994, es decir, después de un año por lo
que se concluye que la citada resolución no es consecuencia de una sanción ya que la misma no
existió.
3. Que, si bien el actor aduce de que ha existido irregularidad en la elección de la Junta Directiva
que lo reemplaza, esto no ha sido acreditado con documento indubitable, máxime si la reclamación
de la supuesta irregularidad sólo la realizó el actor y no otro miembro de su directiva y menos
delegados y/o representantes de las bases.
4. Que, tratándose de un acto administrativo cuestionado donde ambas partes aducen argumentos
contrarios y en razón a que en la vía procedimental de las acciones de garantía carecen de
estancia probatoria a efectos de dilucidar lo controvertido, la misma debe ventilase en un proceso
ordinario a efectos que ambas partes acrediten su posición.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, en la presente Acción (de Amparo), no se evidencia que exista violación o amenaza de
violación de derecho constitucional alguno, toda vez que lo que está en discusión, es el monto de
lo que corresponde pagar a la Municipalidad demandada, en beneficio de la actora, por concepto
de compensación por tiempo de servicios, situación que no puede ser discutida a través de una
Acción de Amparo;....
Expediente 347-97-AA/TC
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Felipa Villanueva Moreno, contra la Resolución de la Sala
Civil de la Corte Superior del Cono Norte de Lima, de fecha 12 de marzo de 1997, que revoca la
sentencia apelada de 18 de noviembre de 1996 que declara Infundada la Acción de Amparo y
reformándola declararon improcedente la demanda de Amparo interpuesta contra la Municipalidad
de Comas.
ANTECEDENTES:
Doña Felipa Villanueva Moreno, interpone Acción de Amparo contra la Municipalidad Distrital de
Comas, para que se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 1421-96-AMC del veinticuatro de
junio de mil novecientos noventiséis, la que declara Nula y sin efecto legal la autorización de pago
por Compensación de Tiempo de Servicios establecidos en la Resolución de Alcaldía Nº 2771-95-
AMC, a favor de la actora. Refiere la demandante que con la resolución impugnada se está
violando su derecho a percibir una indemnización por tiempo de servicios, señalando que en su
oportunidad, ha presentado los recursos impugnativos pertinentes en la vía administrativa,
interponiendo incluso recurso de apelación, el mismo que le fue denegado.
A fojas 102 del expediente, aparece la contestación de la demanda, en la cual se manifiesta que el
hecho de que la Resolución de Alcaldía impugnada, no le haya otorgado los beneficios sociales en
los términos que la demandante afirma tener, en nada implica que se esté vulnerando derecho
constitucional alguno para el planteamiento de la presente Acción que no es la vía apropiada para
el reclamo de los derechos invocados.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte, declaró infundada la Acción
interpuesta, al considerar que, la Resolución emitida por la Municipalidad de Comas no ha
violentado derecho Constitucional alguno, pues ha sido expedida de conformidad a las normas
legal vigentes; más aún, no le ha negado a la actora, el beneficio de percibir una compensación por
tiempo de servicios, sino que mediante la resolución cuestionada, la está regulando con arreglo a
ley.
En su oportunidad, la Segunda Sala Superior Mixta de la Corte Superior de Justicia del Cono
Norte, revocó la apelada, y reformándola la declaró Improcedente, por considerar que la resolución
impugnada ha sido emitida por el representante de la Municipalidad demandada, en el ejercicio de
sus funciones, la misma que no niega el derecho de la actora a percibir sus beneficios sociales;
además, dicha resolución está declarando nula y sin efecto legal la autorización de pago por
compensación por tiempo de servicios, disponiendo que se efectúe una nueva liquidación.
Contra esta resolución, la accionante interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al
Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, como puede apreciarse además en el expediente, la parte demandada en ningún momento
está negando el pago de beneficios sociales a la actora, sino que por el contrario, ha ordenado se
realice una nueva liquidación conforme a la legislación vigente.
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima,
su fecha doce de marzo de mil novecientos noventisiete, la que revocando la apelada del dieciocho
de noviembre de mil novecientos noventiséis, declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta por doña Felipa Villanueva Moreno contra la Municipalidad de Comas. Dispusieron la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
...tratándose de una situación litigiosa, donde incluso el despido es consecuencia de una proceso
administrativo, el mismo debe ventilarse en la vía procedimental ordinaria, donde en la etapa
probatoria se tiene que acreditar si hubo o no despido arbitrario, ya que el proceso especial y
sumarísimo de la Acción de Amparo no es el idóneo...
Expediente N° 781-96-AA/TC
Chancay
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña María del Carmen Espinoza Paredes contra la
resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Huaura, de fecha diecinueve de
setiembre de mil novecientos noventiséis, que confirmando la apelada declaró improcedente la
Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Chancay, señor Luis
Sebastián Casas, con la finalidad de que se le reponga en el cargo de la municipalidad demanda.
Ampara su demanda en lo dispuesto en los artículos 22°, 26° inciso 2) y 24° de la Constitución, y
en los artículos 1°, 2° y 24° incisos 10) y 16) de la Ley N° 23506 y su complementaria.
El Primer Juzgado en lo Civil de Huaral con fecha 5 de agosto de 1996 declaró improcedente la
demanda, por considerar, entre otras razones, que la demandante debió plantear un recurso de
apelación y seguir la secuela del procedimiento administrativo hasta agotar la última instancia
administrativa y posteriormente proceder en la vía judicial correspondiente.
Contra esta resolución la accionante interpone Recurso Extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, de autos se aprecia que la demandante pretende mediante la presente acción de garantía
su reposición en la entidad demandada, argumentando entre otros, un despido arbitrario. Para el
caso, tratándose de una situación litigiosa, donde incluso el despido es consecuencia de un
proceso administrativo, el mismo debe ventilarse en la vía procedimental ordinaria, donde en la
etapa probatoria se tiene que acreditar si hubo o no despido arbitrario, ya que el proceso especial y
sumarísimo de la Acción de Amparo no es la idónea para dilucidar un petitorio como el incoado por
la actora.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Huaura, de fecha
diecinueve de setiembre de mil novecientos noventiséis, que confirmó la apelada de fecha cinco
de agosto de mil novecientos noventiséis, que declaró improcedente la Acción de Amparo;
mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano" con arreglo a ley, y los devolvieron.
Expediente 414-96-AA/TC
Lambayeque
Caso: Rocío del Pilar Regalado de Chumán
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Rocío del PilarRegalado de Chumán interpone acción de amparo contra el Director de la
Dirección Regional de Educación de Lambayeque con el fin de que se declare su nombramiento en
la plaza de profesora en el Centro Educativo N° 10002-Chiclayo y se deje sin efecto toda
disposición que se oponga a su nombramiento. Señala que mediante laLey N° 26368, vigente a
partir del veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, el Ministerio de Educación
estaba autorizado a efectuar el nombramiento automático de todos aquellos docentes que a la
fecha de vigencia estuvieran trabajando como contratados en las plazas presupuestadas y que
contaran con título pedagógico y experiencia no menor de dos años en el área de la docencia.
Argumenta que a esa fecha contaba con los requisitos exigidos por lo que solicitó su nombramiento
automático, el que no fue concedido, en virtud a que dicha plaza había sido cedida por
reasignación a una tercera persona, situación que a su juicio vulnera su derecho ala libertad de
trabajo; y que no está obligada a agotar la vía administrativa por cuanto podría convertirse en
irreparable la agresión.
La emplazada niega la demanda en todos sus extremos y solicita sea declarada infundada.
Sostiene que el expediente de nombramiento de la actora fue debidamente evaluado por la
comisión evaluadora; pero era el caso que la plaza a la cual solicitaba su nombramiento no estaba
vacante, porque el doce de octubre del mismo año, esta plaza fue cedida a otra profesora por
reasignación, habiéndose firmado el acta de compromiso; que ante la dación de la Ley N° 26368 y
hasta que se hicieran las coordinaciones respectivas con el ministerio del sector estuvieron en
suspenso todas las resoluciones y recién en diciembre de dicho año salió la resolución de
reasignación; para que conforme a la normativa educativa sobre reasignaciones, tome posesión del
cargo a partir de marzo del siguiente año; por lo que no es cierto que no acatemos la ley ni menos
que nos opongamos al nombramiento sino que para el nombramiento de la actora, era requisito
previo que la plaza estuviera vacante, situación que no es la de autos donde la plaza ya no se
encontraba vacante.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito Judicial de Chiclayo, declaró, fundada la
acción por considerar que se ha vulnerado su derecho de igualdad ante la ley, por considerarlo
como trato discriminatorio y su derecho a la estabilidad laboral, al no habérsele nombrado.
La Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, con lo
expuesto por la fiscalía superior, revocó la apelada declarándola improcedente, estimando que no
es la acción de amparo la correcta para dilucidar esta materia.
FUNDAMENTOS:
Que, por tanto, el amparo no resulta ser la vía idónea para dilucidar situaciones controvertibles
como es el caso de la presente demanda, resultando de aplicación lo prescrito en el Artículo 13º de
la Ley N° 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
...del examen del caso se advierte que deviene preciso realizar de modo imparcial la actuación de
pruebas de carácter técnico propias del servicio de telefonía con el objeto de demostrar o no las
posiciones de las partes, diligencias probatorias que por la brevedad de los plazos del
procedimiento de amparo, no es posible de sentenciar en esta sumarísima vía.
Expediente 423-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional con la asistencia de los señores Magistrados:
Recurso de nulidad interpuesto por doña Blanca Isabel Castro de Tejada, contra la sentencia de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, su fecha 09 de enero de 1996, que
confirmó la apelada, su fecha 25 de octubre de 1995, que declaró infundada la acción de amparo
contra la Empresa Telefónica del Perú.
ANTECEDENTES:
Doña Blanca Isabel Castro de Tejada, con fecha 03 de octubre de 1995, interpone acción de
amparo contra la Empresa Telefónica del Perú S.A., por violación de sus derechos constitucionales
a la libertad de contratación, libertad de comunicación y derecho de petición; sostiene la
demandante, que a partir del mes de julio de 1995 su recibo de pagos por servicio telefónico,
consigna llamadas internacionales y también nacionales que nunca ha efectuado, habiendo
reclamado por ello a la emplazada, sin que ésta le haya dado una respuesta adecuada; todo lo
contrario, le ha cortado el servicio y le ha amenazado con iniciarle acciones legales en la vía
coactiva, a fin de cobrar lo adeudado.
A fojas 22, Telefónica del Perú S.A., contesta la demanda señalando principalmente, que "ante
dicho reclamo, esta empresa realizó la verificación en su línea telefónica y se llegó a la conclusión
que tales llamadas se habían realizado desde ella, a través del Discado Directo Internacional (DDI),
lo cual le fue comunicado a la reclamante...por lo que en cumplimiento de la Cláusula Tercera del
contrato que tiene suscrito la demandante con esta empresa, está en la obligación de pagar por el
importe de las llamadas que se hubieren efectuado desde su teléfono; por lo cual se advierte que
la acción de amparo interpuesta resulta improcedente".
A fojas 51, la sentencia de vista, su fecha 09 de enero de 1996, confirma la apelada que declara
infundada la acción de amparo.
Interpuesto recurso de nulidad, que debe ser entendido como recurso extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41° de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, para tal efecto, el Estado ha creado diversos organismos públicos que entre sus funciones
está la de solucionar y resolver los reclamos de los usuarios de servicios;
Que, dada la naturaleza del reclamo formulado por la actora, la instancia administrativa que
resultaba idónea para resolverlo era el Organismo Supervisor de Inversión Privada en
Telecomunicaciones (OSIPTEL), a la que la afectada debió recurrir previamente;
Que, asimismo, del examen del caso se advierte que deviene preciso realizar de modo imparcial
la actuación de pruebas de carácter técnico propias del servicio de telefonía con el objeto de
demostrar o no las posiciones de las partes, diligencias probatorias que por la brevedad de los
plazos del procedimiento de amparo, no es posible de sustanciar en esta sumarísima vía;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Exp. Nº 1036-97-AA/TC
Tacna
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia
:
ASUNTO:
ANTECEDENTES
Don Juvenal Villanueva Delgado, Alcalde del centro poblado menor "Nueva Tacna", don Prudencio
Mamani Botello y doña Antonia Nina Quenaya Regidores, interponen Acción de Amparo contra don
Tito Chocano Olivera, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Tacna, a fin de que se declare la
inaplicabilidad de la Resolución Municipal Nº 049-97 de fecha 17 de abril de 1997, emitida por el
demandado, por haberse vulnerado sus derechos constitucionales previstos en los artículos 2
inciso 24) numeral a) y 31 de la Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, esta es contestada por don Tito Chocano Olivera, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Tacna, el que la niega y contradice y solicita que se la declare
improcedente e infundada, por cuanto sostiene que el artículo 191 de la Constitución Política del
Estado reconoce la existencia y la autonomía de los centros pobladores menores (municipalidades
delegadas) como un principio normativo que tiene como límites las atribuciones que delega la
municipalidad provincial; señala asimismo que la Ley de Elecciones Municipales Nº 14669, regula
las elecciones de las municipalidades provinciales y distritales y excluye a las municipalidades de
centros poblados menores; que la remoción del Alcalde demandante y los Regidores se debe a la
inconducta funcional de los mismos, detectada por el órgano de control interno de la municipalidad
provincial, no habiéndose vulnerado derecho constitucional alguno.
Con fecha quince de mayo de mil novecientos noventa y siete, el Juez Provisional del Primer
Juzgado Especializado en lo Civil de Tacna, expide resolución declarando fundada la demanda,
Interpuesto el recurso de apelación con fecha veintiséis de setiembre de mil novecientos noventa y
siete la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Tacna, expide resolución revocando la
apelada y reformándola la declara improcedente.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la Constitución Política del Estado en su artículo 191 establece que las
municipalidades provinciales y distritales y las delegadas conforme a ley, son los órganos de
gobierno local, tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de
competencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, debe tenerse presente el artículo 10º de la Ley Nº 25398, que complementó las disposiciones
de la Ley Nº 23506 en materia de Hábeas Corpus y Amparo, establece que las anomalías que
pudieran cometerse dentro de un proceso regular, deberán ventilarse y resolverse dentro de los
mismos procesos mediante el ejercicio de los recursos que las normas procesales específicas
establecen;...
Expediente 138-95-AA/TC
Arequipa
En Arequipa a los dieciocho días de setiembre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Doña Jenny Portugal Rojas en contra de la resolución de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República, su fecha veintitrés de abril de mil
novecientos noventa y cinco, que declaró no haber nulidad en la resolución de vista que declaró
improcedente la Acción planteada por la indicada recurrente, en contra de los Señores Vocales de
la Sala Laboral y Jueza del Segundo Juzgado de Trabajo de Arequipa.
ANTECEDENTES:
La actora apoyando su Acción en lo dispuesto por el artículo doscientos treinta y tres -incisos dos,
cuatro, seis y dieciocho- de la Constitución Política del Perú de mil novecientos setenta y nueve y
del artículo ciento treinta y nueve - incisos tres, cinco, seis, ocho y catorce de la Constitución de mil
novecientos noventa y tres, presentó Acción de Amparo con el objeto de que se declare nula la
sentencia número seiscientos treinta y nueve-noventa y tres, corriente a fojas quince en copia,
expedida por la Sala Laboral, por ser violatoria y contraria a la Constitución. La actora, sostiene
que con fecha siete de agosto de mil novecientos noventa y dos presentó una demanda por Cobro
de Derechos y Beneficios Sociales contra la Autoridad Autónoma de Majes, la que afirma fue
presentada con fecha catorce de agosto del mismo año, y que la empleada se equivocó,
inexplicablemente, habiendo colocado la fecha dieciocho de agosto, que fue corregido, dijo que ella
procedió a cobrar sus beneficios sociales invocando despido indirecto por lo que dio por resuelto su
contrato demandando la indemnización por dicho concepto y su compensación por tiempo de
servicios por la suma total de nueve mil setecientos cincuenta y un nuevos soles con veinticuatro
céntimos. La Jueza demandada le denegó la indemnización por doce sueldos que manda la ley,
por considerar que caducado su derecho a accionar por haber presentado la demanda fuera del
término de treinta días naturales. Agrega la demandante que no obstante haber señalado ella el
error, la Sala Laboral confirma esa arbitrariedad olvidándose del debido proceso y tutela
jurisdiccional y que la misma Magistrada olvidó pronunciarse entre otras cuestiones de menor
importancia sobre el pago de dos sueldos por ser mujer y tres sueldos por embarazo, indicando
que ella no había reclamado el pago de esos cinco sueldos en calidad de despedida sin causa
justificada dado que hubo despido indirecto reafirmando que ella no había renunciado a la empresa
sino que había resuelto su contrato de trabajo por ser hostilizada.
Corriente a fojas noventa y ocho de autos, aparece la sentencia de la Primera Sala Especializada
en lo Civil, de fecha dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y cuatro la que falló
declarando improcedente la Acción de Amparo incoada por considerar, entre otros fundamentos
que: en lo que respecta a la caducidad de autos se aprecia que la actora laboró hasta el diez de
julio de mil novecientos noventa y dos, y en atención al artículo setenta y tres del Decreto
Legislativo número setecientos veintiocho venció el día nueve de agosto del mismo año puesto que
tal plazo se cuenta en días naturales y que en sumo caso de descontarse los días en que no hubo
despacho judicial, (conforme certificación corriente a fojas diecisiete de autos) el término para
interponer la demanda venció el día trece, situación que determinó que el proceso no sea irregular
ni se hubiera producido grave error determinando que hubiera hecho procedente el amparo judicial;
de otro lado, el Juez consideró respecto a los tres sueldos por embarazo y dos sueldos por ser
mujer, así como lo referido a las gratificaciones por escolaridad y por fiestas patrias, que en la
propia sentencia de vista cuestionada se fundamentó tal hecho en el sentido de haberse pagado
dichos conceptos oportunamente, lo que no ha sido desvirtuado en autos; añadiendo que el error
en el fondo (in iuris e in indicando) no puede ser discutido a través del amparo judicial sino del
recurso de casación, por lo que concluye en este aspecto, no se produjeron los presupuestos
señalado en el artículo segundo de la Ley veintitrés mil quinientos seis.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial, se apersona a fojas
siete del cuadernillo de nulidad, solicitando al Supremo Tribunal, confirmar o declarar no haber
nulidad en la recurrida, por considerar básicamente que mediante una Acción de Amparo se
pretende revivir un proceso fenecido con resolución ejecutoriada y reabrir un debate judicial que ha
quedado absolutamente cerrado.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal, en ejercicio de las atribuciones que le confieren la Constitución
y las leyes pertinentes
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Improcedente: caducidad
«Que de conformidad con el Artículo 37° de la Ley N° 23506, el ejercicio de la Acción de Amparo
caduca a los 60 días hábiles de producida la afectación del derecho constitucional.»
Exp. N° 449-97-AA/TC
Lima
ASUNTO :
Recurso extraordinario contra la resolución de la Segunda Sala Superior Mixta de la Corte Superior
de Justicia del Cono Norte de Lima, de fecha diez de abril de mil novecientos noventa y siete, en
los seguidos por don José Antonio Yarleque Ayala, contra don José Medina Tarazona, Alcalde de
la Municipalidad Distrital de Ancón; sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES :
Don José Antonio Yarleque Ayala, interpone Acción de Amparo contra don José Medina Tarazona,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Ancón, a fin que se suspenda los efectos de la Resolución
de Alcaldía N° 039-96-A-MDA del 26 de febrero de 1996, por la que se declaró nula la resolución
N° 563-95 de 15 de setiembre de 1995; en virtud de esta última se le nombró como trabajador de
dicha Municipalidad.
Sostiene el demandante que prestó servicios desde el 2 de enero del año 1990, en forma
ininterrumpida hasta el 1° de marzo de 1996, fecha en que se le impide el ingreso a su centro de
trabajo, habiendo acudido a la delegación policial la que efectuó la constatación respectiva; que los
trabajos que ha realizado han sido de naturaleza permanente y no temporal; que no suscribió
contrato de trabajo. Asimismo, señala que no se le ha notificado la resolución de cese o despido;
que interpuso recurso de apelación con fecha 8 de abril de 1996, el que no fue resuelto; con fecha
27 de junio del mismo año pide que se aplique el silencio administrativo "positivo" y que al no
recibir ninguna respuesta, el 30 de setiembre solicitó se tenga por concluida la vía previa; que
interpone la demanda por cuanto se ha vulnerado su derecho al trabajo, garantizado por el Artículo
23 de la Constitución.
Admitida la demanda, esta es contestada por don José Mejía Tarazona Alcalde de la Municipalidad
Distrital de Ancón, el que manifiesta que el nombramiento del demandante se efectuó sin observar
las disposiciones del Decreto Legislativo N° 276 y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo
N° 005-90 PCM, en virtud de los cuales el nombramiento se realiza previo concurso y siempre que
exista la plaza vacante. Asimismo el demandante no fue sometido a ninguna evaluación ni existe
dictamen u opinión de la Unidad de Personal; que la Resolución de Alcaldía N° 039-96-A-MDA le
fue notificada mediante Memorándum N° 173-SG-MDA con fecha 29 de febrero de 1996, y se negó
a firmar el cargo; que el recurso de apelación que interpuso fue declarado improcedente por
extemporáneo y si el demandante consideraba que hubo demora en la tramitación del referido
recurso, debió interponer el recurso de queja, por lo que propone la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa.
Con fecha 4 de diciembre de 1996, el Juez del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil del Cono
Norte de Lima, expide resolución declarando infundada la demanda; interpuesto el recurso de
apelación, con fecha 10 de abril de 1997 la Segunda Sala Superior Mixta de la Corte Superior de
Justicia del Cono Norte de Lima expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS :
Que de conformidad con el artículo 37° de la Ley 23506, el ejercicio de la Acción de Amparo
caduca a los 60 días hábiles de producida la afectación del derecho constitucional.
Que fluye de autos que el demandante tomó conocimiento de la resolución de Alcaldía N° 039-96
A/MDA materia de la presente acción, el día 1° de marzo de 1996, al impedírsele su ingreso a la
Municipalidad demandada y que el 8 de abril del mismo año, interpuso recurso de apelación, fuera
del plazo de quince días fijado por el artículo 99° de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos cuyo Texto Unico Ordenado fue aprobado por Decreto Supremo N°
02-94-JUS por lo que fue declarado extemporáneo; que, en consecuencia a partir del 1° de marzo
se inicia el computo del plazo de los 60 días para ejercitar esta acción de garantía; el actor la
interpone el 8 de noviembre de 1996, excediendo el plazo de caducidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio en las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA :
REVOCANDO la resolución de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia del Cono
Norte de Lima, de fojas noventa y siete, su fecha diez de abril de mil novecientos noventa y siete
que confirmando la apelada declaró infundada la demanda. Reformándola, declaran fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa propuesta por el demandado e
IMPROCEDENTE la Acción de Amparo; dispusieron la publicación de la presente en el Diario
Oficial El Peruano y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la
afectación del Derecho Constitucional, conforme lo prescribe el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 106-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de nulidad interpuesto por Carlos Salomón Diez Salazar, contra la sentencia de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha 31 de agosto de 1995, que confirmó la
apelada, de fecha 24 de marzo de 1995, que declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
ANTECEDENTES:
Los señores: Carlos Salomón Diez Salazar, Raúl Estuardo Cornejo Agurto, y Luis Edgardo Muelle
López, interponen Acción de Amparo, con fecha 24 de febrero de 1995, contra el Presidente del
Consejo Directivo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, quien sin observar procedimiento
legal alguno dispuso, mediante Resoluciones de Presidencia Nº 071-92-CONCYTEC-P y Nº 185-
93-CONCYTEC-P, excluir a los actores del Régimen de Pensiones normado por el Decreto Ley Nº
20530, señalan los demandantes, que sus derechos a percibir una pensión de cesantía, eran
indiscutibles hasta que la demandada decidió unilateralmente dejar sin efecto el pago de sus
pensiones de cesantía y otros derechos económicos, en su demanda constitucional, los actores
solicitan que se les reincorpore al Régimen de Pensiones del Decreto Ley Nº 20530 del cual fueron
excluidos indebidamente y que se les abone sus pensiones y demás beneficios económicos en
forma íntegra, desde la fecha en que se produjo sus exclusiones del régimen pensionario
mencionado.
A fojas 50, el Procurador Público del Estado a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Educación, contesta la demanda negándola y contradiciéndola, para los efectos que se la declare
improcedente argumentando, principalmente, que "las resoluciones emanadas de la Presidencia
del Concytec Nº 071-92-CONCYTEC-P y 185-93-CONCYTEC-P, están de acuerdo a ley en estricto
cumplimiento de normas de orden público; por lo que en el presente se aplicó en forma estricta el
Decreto Ley Nº 25456, del 26 de abril de 1992, que derogó la Ley Nº 25400, restituyendo la
vigencia del Decreto Legislativo Nº 763, el cual en su artículo 1º establece que "es nulo de pleno
derecho y en consecuencia está prohibida toda incorporación o reincorporación al régimen del
Decreto Ley Nº 20530, que se haya efectuado o efectúe, con violación del artículo 14º de la citada
norma".
A fojas 53, la sentencia de Primera Instancia declara improcedente la acción, señalando entre otros
aspectos, que "el ejercicio de la acción de amparo que pretenden los demandantes ya ha
caducado en exceso, en aplicación del artículo 37º de la Ley Nº 23506".
A fojas 90, la sentencia de vista, de fecha 31 de agosto de 1995,confirma la apelada que declaró
improcedente la acción de amparo.
Interpuesto recurso de nulidad, que debe entenderse como Recurso Extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 41º de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la
afectación del derecho constitucional, conforme lo prescribe el artículo 37º de Ley Nº 23506; Que, a
fojas 11 a 14 obran las Resoluciones de Presidencia Nº 071-92-CONCYTEC-P y Nº 185-93-
CONCYTEC-P, que dispusieron la exclusión de los demandantes del Régimen de Pensiones
establecido por el Decreto Ley Nº 20530, con fechas 25 de mayo de 1992 y 17 de diciembre de
1993, respectivamente; Que, en este sentido, debe entenderse que el momento de la afectación de
los derechos pensionarios, alegadas por los actores se produjo desde las acotadas fechas,
existiendo en este caso ejecución simultánea del acto de exclusión y de las resoluciones que la
amparan, en consecuencia, a la fecha de la interposición de la Acción de Amparo su ejercicio había
caducado de conformidad por la Ley de Hábeas Corpus y Amparo antes citada, y de conformidad
con el artículo 26º, segundo párrafo, de la Ley Nº 25398; por estos fundamentos, el Tribunal
Constitucional en uso de sus atribuciones, conferidas por la Constitución Política y su Ley
Orgánica;
FALLA:
Expediente 138-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Superior Mixta del Cono
Norte-Lima, su fecha trece de enero de mil novecientos noventisiete, en la Acción de Amparo
seguida por don Jorge Naccha Huamaní, contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Comas,
recaído en don Julio Saldaña Grandez.
ANTECEDENTES:
Aparece de autos que a fojas 16 y con fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventiséis, don
Jorge Naccha Huamaní, interpone acción de amparo, la misma que la dirige contra el Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Comas, don Julio Saldaña Grandez, a fin de que se le reponga en el
cargo de servidor público, el registro de su asistencia y permanencia laboral y la retribución total
de sus remuneraciones del que fue privado a partir del primero de enero de mil novecientos
noventiséis, sin mediar resolución de cese previo proceso, en franco abuso del derecho,
vulnerando sus derechos garantizados por la Constitución al debido proceso y legítima defensa.
Acompaña como recaudo de su demanda, la Resolución Viceministerial N° 0202-88-SA-VM de
fecha veintiséis de febrero de mil novecientos ochentiocho, así como los demás documentos que
corren de fojas uno a fojas quince.
El Juez Especializado en lo Civil del Cono Norte-Lima, , expide sentencia, su fecha tres de
setiembre de mil novecientos noventiséis, declarando inadmisible la tacha interpuesta contra el
documento de fojas seis a siete, infundada la excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de
proponer la demanda, fundada la excepción de caducidad deducida por la demandada, en
consecuencia improcedente la demanda de acción de amparo.
A su turno, la Primera Sala Superior Mixta del Cono Norte-Lima, expide resolución confirmando la
sentencia apelada; que declara inadmisible la tacha interpuesta por la demandada, infundada la
excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la demanda, fundada la excepción
de caducidad, en consecuencia improcedente la acción de amparo.
Contra esta resolución, el actor interpone recurso extraordinario, elevándose los actuados al
Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el Artículo 41° de la Ley N° 26435.
FUNDAMENTOS:
Que, del estudio de autos se deduce que, el derecho constitucional presuntamente violado se
produjo al expedirse la Resolución de Alcaldía N° 014-94-A-MC, de veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventicuatro, mediante la cual se dejó sin efecto el nombramiento del accionante en
el cargo de Jefe de la División de Registro Civil, y que a la fecha de interposición de la demanda
que dio inicio a la presente acción, diecinueve de julio de mil novecientos noventiséis, había
transcurrido con exceso el término de sesenta días a que se contrae el artículo 37° de la Ley N°
23506 y su ampliatoria en artículo 26° de la Ley N° 25398, por lo que habiendo caducado la
acción, no es pertinente resolver la tacha ni la excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo
de proponer la demanda, y mucho menos pronunciarse sobre el fondo de la materia de la misma.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Primera Sala Superior Mixta del Cono Norte-Lima, su
fecha trece de enero de mil novecientos noventisiete, que confirmando la sentencia apelada, de
fecha tres de setiembre de mil novecientos noventiséis, declara improcedente la acción de amparo;
dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
... han transcurrido sobremanera los sesenta días hábiles que tenía el accionante para iniciar la
correspondiente acción de garantía, conforme a lo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº
23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo; por lo que a la fecha de interposición de la misma, la
caducidad ya había operado.
Expediente 101-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Pedro Camacho Ordinola, contra la resolución de la
Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Lima, su fecha veintitrés de
diciembre de mil novecientos noventiséis, que confirmando la apelada, declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta contra el Estado Peruano y otros.
ANTECEDENTES:
Don Pedro Críspolo Camacho Ordinola, interpone la presente acción de amparo contra el Estado
Peruano, para que se disponga la inaplicabilidad a su persona, del Decreto Ley Nº 25580,
publicado el veintiséis de junio de mil novecientos noventidós en el Diario Oficial "El Peruano", toda
vez que, el mismo viola los derechos del accionante al debido proceso, a la defensa, a la
estabilidad en el trabajo y a la igualdad ante la ley; fundamenta su pretensión señalando que
mediante el Decreto Ley cuya inaplicabilidad se solicita, fue cesado en el cargo de Secretario de
Juzgado titular adscrito al Trigésimo Sexto Juzgado en lo Penal de Lima, encontrándose al
momento del cese, provisionalmente, en el Cuarto Jugado Penal del mismo Distrito Judicial,
impidiendo dicho dispositivo legal que recurra judicialmente a través de la acción de amparo.
Es ante este hecho, que el ocho de julio de mil novecientos noventidós, el accionante interpone
ante el Ministerio de Justicia un recurso de reconsideración, de conformidad con lo dispuesto por la
Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, el mismo que recién fue respondido
el veinticinco de setiembre de mil novecientos noventicinco, gracias a las gestiones realizadas por
su persona; señala además, que durante el tiempo que laboró en el Poder Judicial nunca cometió
falta alguna ni tuvo amonestación o proceso disciplinario en su contra; además, fue cesado por el
Poder Ejecutivo, cuando su plaza no dependía de dicho sector, ya que era el Poder Judicial el
llamado a efectuar dichas medidas por causa justa y previo proceso, correspondiendo al mismo
sector la evaluación de su personal. Asimismo, hace constar expresamente que su pedido de
reconsideración lo hizo ante la autoridad competente, esto es, el sector Justicia.
Al contestar la demanda, el Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Justicia, solicita que la acción de amparo interpuesta sea declarada improcedente, toda vez
que, como lo dispone el artículo 5º del Decreto Ley Nº 25580, "no procede la acción de amparo
dirigida a impugnar directa o indirectamente los efectos del presente Decreto Ley", disposición que
es legalmente imperativa para quienes administran justicia, señalando además que dicha norma
fue convalidada por la Ley Constitucional del seis de enero de mil novecientos noventitrés;
finalmente, precisa que ha transcurrido el plazo de caducidad establecido en el artículo 37º de la
Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo.
Esta sentencia al ser apelada es confirmada por la Sala Especializada de Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, por sus propios fundamentos, y por considerar además, que el
plazo de caducidad se computa desde el momento en que se produce la afectación, "lo que
significa que vencido este plazo no es posible intentar esta acción de garantía, entendiéndose que
no ha caducado el derecho constitucional, sino lo que ha caducado es el ejercicio de la acción
excepcional del amparo".
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto Ley Nº 25580, cuya inaplicabilidad se solicita en la presente acción, fue publicado
en el Diario Oficial "El Peruano", el veintiséis de junio de mil novecientos noventidós;
Que, puede apreciarse a fojas ocho, del Oficio Nº 1928 Nº 95-JUS-DNJ-DICAJ, del catorce de
agosto de mil novecientos noventicinco, remitido por el Director Nacional de Justicia (e), que no
corresponde al Ministerio de Justicia "pronunciarse sobre reconsideraciones contra de Decretos
Leyes", ya que como lo establece el "artículo 98º del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos, el recurso de reconsideración se interpone ante el
mismo órgano que dictó la primera resolución impugnada";
Que, el artículo 28º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, señala en su inciso 3)
que no es exigible el agotamiento de las vías previas, cuando ésta "no se encuentra regulada, o si
ha sido iniciada, innecesariamente por el reclamante, sin estar obligado a hacerlo";
Que, entre la fecha de promulgación del Decreto Ley Nº 25580 y la interposición de la presente
acción de amparo, esto es, el veintiséis de junio de mil novecientos noventidós y el diecinueve de
octubre de mil novecientos noventicinco, han transcurrido sobremanera los sesenta días hábiles
que tenía el accionante para iniciar la correspondiente acción de garantía, conforme a lo
establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, por lo que a la
fecha de interposición de la misma, la caducidad ya había operado;
Por éstos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
su fecha veintitrés de diciembre de mil novecientos noventiséis, que en su oportunidad, confirmó la
apelada, de fecha treinta de abril de mil novecientos noventiséis, la que declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta, y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Expediente 259-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan Damaceno Ghiggo Cerna contra la resolución de
la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha tres de
mayo de mil novecientos noventitrés, que declara no haber nulidad en la resolución de vista de
fecha veinte de mayo de mil novecientos noventidós, que declara improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra los Vocales de la Primera Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de
la República y otros.
ANTECEDENTES:
Don Manuel Vílchez Muñoz y doña Dora Tapia Sayaverde de Vílchez; interponen una demanda de
declaración de bien común, otorgamiento de escritura, nulidad de cláusula adicional, reivindicación
e indemnización contra Inmobiliaria Panamericana Norte Sociedad Anónima y don Juan Damaceno
Ghiggo Cerna ante el Décimo Sexto Juzgado Especializado Civil de Lima, expidiendo sentencia
este Juzgado declaró infundada la demanda, en todos sus extremos; al ser apelada, la Sexta Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Lima confirmó esta sentencia; luego, por resolución de
la Primera Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República del nueve de agosto de mil
novecientos ochentinueve se declara haber nulidad en la resolución de vista, reformándola y
revocando la apelada declararon fundada en parte la demanda e infundada la reconvención sobre
otorgamiento de escritura, entre otros mandatos.
El día seis de marzo de mil novecientos noventa y uno don Juan Damaceno Ghiggio Cerna
interpuso la presente acción de amparo, dirigiéndola contra los señores Vocales que conforman la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima y los esposos doña Dora Tapia
Sayaverde de Vílchez y don Manuel Vílchez Muñoz, para que se declare nula y sin efecto legal la
mencionada Ejecutoria Suprema; hace constar que contra esta Ejecutoria interpuso queja procesal,
el día cuatro de diciembre de mil novecientos noventa la misma que fue declarada improcedente,
de lo cual tomó conocimiento el día quince de febrero de mil novecientos noventa y uno.
La Procuradora Pública a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Legislativo, Poder Judicial, al
contestar la demanda, manifiesta que se pretende, mediante esta acción de garantía, impugnar
resoluciones judiciales que han sido dictadas dentro de un procedimiento regular.
A foja cincuentinueve, corre la sentencia dictada por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima declarando improcedente la acción de amparo por no ser una vía adecuada para
revisar procesos seguidos por los trámites normales, de la que apela el demandante.
FUNDAMENTOS:
1. Que, la resolución cuestionada en estos autos fue expedida por la Sala Civil de la Corte
Suprema de Justicia de la República el día nueve de agosto de mil novecientos ochenta y nueve,
en tanto que la interposición de la presente acción de amparo se verificó recién el día seis de
marzo de mil novecientos noventa y uno, esto es cuando había transcurrido más de un año y
medio de encontrarse vencido el término para ejercerla; término señalado en el artículo 37º de la
Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
..interpone esta acción (amparo) ...cuando ya había caducado su derecho para ejercitar la
misma... La demandante se sometió voluntariamente a la evaluación programada...y recién cuando
es desaprobada interpone la demanda, es decir existió una aceptación de hecho.
Expediente 604-96-AA/TC
Piura
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Cleofé Isabel Amaya Izquierdo contra la resolución de vista
expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de
fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventiséis que confirma la sentencia de Primera
Instancia fechada el quince de marzo de mil novecientos noventiséis que declara improcedente la
acción de amparo interpuesta contra el Superintendente Nacional de los Registros Públicos y otros,
por violación de sus derechos sociales.
ANTECEDENTES:
Por esto, interpone acción de amparo contra el Superintendente Nacional de los Registros
Públicos, el Superintendente Nacional Adjunto, la Secretaría General de la SUNARP y el Jefe de la
Oficina Registral Regional de la Región Grau, solicitando se declare inaplicables: el artículo 15º
del Decreto de Urgencia Nº 19-95, la Resolución del Superintendente Nacional de los Registros
Públicos Nº 072-95-SUNARP, el punto 8 de las "Bases del Programa de Examen de Evaluación
y Selección de Personal de las Oficinas Regionales Grau..." que impide el ejercicio del derecho de
defensa y la nulidad de la Resolución Jefatural Nº 057-95-ORRG-JEF por ser inconstitucional y
vulnerar sus derechos sociales. Además, solicita se le restituyan sus derechos de estabilidad en
el cargo, ordenando su reincorporación como servidor público, el pago de sus remuneraciones
dejadas de percibir y otros.
A foja ciento veintitrés, corre la Sentencia de Primera Instancia que declara improcedente la
demanda, considerando, entre otros fundamentos, que la demandante ha debido hacer valer su
derecho dentro del plazo de sesenta días, contados desde la publicación del Decreto de Urgencia
Nº 019-95.
A foja doscientos quince -b- corre el dictamen de la Fiscalía Superior que opina porque se revoque
la sentencia respecto del pedido de nulidad de la Resolución Jefatural Nº 057-95-ORRG-JEF y se
declare fundada la demanda; mereciendo ser confirmada en lo demás que contiene.
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto de Urgencia Nº 019-95 fue publicado en el Diario Oficial "El Peruano" el dieciséis
de abril de mil novecientos noventicinco, y recién a los ocho meses se interpone esta acción
pidiendo su inaplicabilidad, cuando ya había caducado su derecho para ejercitar la Acción de
Amparo. Este decreto de urgencia es la base legal de las otras normas que también motivan esta
acción.
Que, en su petitorio la demandante, también solicita se declare nula la Resolución Jefatural Nº 057-
95-JEF, solicitando así un imposible jurídico ya que en esta resolución, si bien es verdad que
aparece la demandante, también figuran otras nueve personas; no pudiendo la demandante
arrogarse el derecho de éstas.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, .... en aplicación del artículo 37º de la Ley Nº 23506...la pretensión debe de declararse
improcedente, dejándose a salvo el derecho del actor para que lo haga valer en la forma y modo
que nuestro ordenamiento jurídico autoriza.
Expediente 195-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Sostiene el actor que con fecha quince de febrero de mil novecientos ochenta y ocho ingresó a
laborar a la entidad demandada, prestando servicios en forma ininterrumpida hasta que, mediante
Resolución Municipal Nº 155-0, de fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa, se le
nombró como trabajador titular (sic).
Alega que no obstante ello, tres años después sorpresivamente se dicta la Resolución Municipal Nº
811-E, por la que se declara nulo su nombramiento y se le desconoce la condición de trabajador
titular, para revertirlo a la situación de trabajador contratado.
Aduce que con fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis, se le notifica de la
Resolución Municipal Nº 20-0-96, por la que se declara improcedente su recurso.
Con fecha once de octubre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Segundo Juzgado Civil
de Arequipa expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa expide resolución revoca la
apelada, y reformándola la declara improcedente, en aplicación del artículo 37º de la Ley Nº 23506.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende del objeto de la demanda, el petitorio de ésta es que se declare
inaplicable al actor la Resolución Municipal Nº 20-0-96, de fecha veintiuno de febrero de mil
novecientos noventa y seis, y en consecuencia, se disponga su reconocimiento del nombramiento
como trabajador titular de la entidad demandada. Que, ello no obstante, y conforme se desprende
del documento obrante a fojas veinte, en el que el secretario general de la Municipalidad Provincial
de Arequipa certifica la notificación de la resolución impugnada realizada el actor, se desprende
que ésta se notificó el día seis de junio de mil novecientos noventa y seis, mientras que la
interposición de la demanda de Amparo se produjo el dos de setiembre de mil novecientos noventa
y seis, esto es, al sexagésimo primer día hábil después de producido el acto procesal de
notificación. Que, siendo ello así, y en aplicación del artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de
Hábeas Corpus y Amparo, la pretensión debe de declararse improcedente, dejándose a salvo el
derecho del actor para que lo haga valer en la forma y modo que nuestro ordenamiento jurídico
autoriza.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Expediente 286-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Francisco Huiche Quispe, contra la resolución de la
Sala Mixta de Vacaciones de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que revocando la apelada,
declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Jefe encargado de la División de
Pensiones del IPSS, hoy Oficina de Normalización Previsional.
ANTECEDENTES:
Don Francisco Huiche Quispe, interpone acción de amparo, contra el Jefe encargado de la División
de Pensiones del IPSS, hoy Oficina de Normalización Previsional, para que se deje sin efecto las
Resoluciones Nºs 19795-92-IPSS y 25976-ONP, y se dé cumplimiento a la Constitución Política,
otorgándose al accionante una pensión de jubilación acorde con los treintiséis años que aportó al
IPSS (hoy ONP), en concordancia con la legislación que estuvo vigente, tanto al momento de su
cese como trabajador de la Empresa Augusto Salinas S.A., esto es el treinta de setiembre de mil
novecientos noventa, como la aplicable al momento de solicitar su pensión correspondiente, el
cinco de noviembre de mil novecientos noventiuno. Fundamenta su pretensión, en que la División
de Pensiones del IPSS, hoy ONP, ha procedido en la vía administrativa, de manera injusta e ilegal,
ha expedido la Resolución Nº 19795-92-IPSS la que sin tener en cuenta sus treintiséis años de
aportaciones, sólo le reconoce doce años completos de aportación, razón por la que interpuso el
correspondiente recurso de reconsideración, el mismo que es denegado mediante Resolución Nº
25976-95; sin embargo, posteriormente, presentó con fecha veinte de marzo de mil novecientos
noventicinco, el correspondiente recurso de apelación, sin obtener respuesta alguna; por lo que el
cuatro de octubre del mismo año, interpuso recurso de revisión, el cual tampoco fue resuelto,
habiendo por tanto agotado la vía administrativa y operado en la misma el silencio administrativo.
Esta sentencia al ser apelada, es revocada por la Sala Mixta de Vacaciones de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, la que reformándola, la declaró improcedente, por cuanto del veinte de
marzo de mil novecientos noventicinco, a la fecha de interposición de la presente demanda, esto
es, al primero de diciembre de mil novecientos noventicinco, ha transcurrido con exceso el plazo de
caducidad establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, señalando además, que no
advirtiéndose de la demanda, con claridad, la vulneración o amenaza de violación de un derecho
constitucional, los derechos que se reclaman deberán debatirse en otra vía.
Que, el artículo 99º del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimiento
Administrativo, establece en su segundo párrafo, que "El término para la interposición de este
recurso es de quince (15) días y deberá resolverse en un plazo máximo de treinta (30) días,
transcurridos los cuales, sin que medie resolución, el interesado podrá considerar denegado dicho
recurso a efectos de interponer el recurso de revisión o la demanda judicial, en su caso, o esperar
el pronunciamiento expreso de la Administración Pública";
Que, en el presente caso, la autoridad administrativa no absolvió el recurso interpuesto, por lo que
el accionante interpuso recurso de revisión, pero lo hizo el cuatro de octubre de mil novecientos
noventicinco, esto es, luego de transcurridos los treinta días que señala la ley, para hacer valer el
silencio administrativo y dar por denegado su recurso, optando aparentemente, por esperar el
pronunciamiento de la administración, el mismo que a la fecha no se ha producido;
Que, el artículo 37º de la Ley 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, establece que "El ejercicio
de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que
el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción. Si en
dicha fecha esto no hubiese sido posible, el plazo se computará desde el momento de la remoción
del impedimento";
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, el ejercicio de la acción de amparo caduca a los 60 días hábiles de producida la afectación
del derecho constitucional, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 162-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintiún días del mes de agosto de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Celestina Aguilar Tejada, contra la sentencia de vista
de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, su fecha 16 de enero de
1997, que revoca la apelada, su fecha 18 de octubre de 1996, que declaró fundada la acción de
amparo y reformándola la declara improcedente, en contra de la Oficina de Normalización
Previsional de Arequipa y Lima.
ANTECEDENTES:
Doña Celestina Aguilar Tejada, con fecha 06 de junio de 1996, interpone acción de amparo contra
la Oficina de Normalización Previsional de Arequipa y de Lima, y solicita se deje sin efecto la
Resolución Nº 07969-T-PJ-DRP-GRS-IPSS-85, de fecha 19 de noviembre de 1985, por violación
de sus derechos constitucionales a la seguridad social e integridad física; sostiene la actora, que la
División de Pensiones del Instituto Peruano de Seguridad Social, hoy Oficina de Normalización
Previsional procedió ilegalmente al expedir la acotada resolución en la que se señala que la
recurrente tiene acreditados solamente once años de aportaciones, otorgándosele por ello una
pensión diminuta que no se condice con los 48 años de trabajo prestado a una empresa particular,
conforme lo acredita los documentos expedidos por su ex empleadora ante la autoridad
administrativa de trabajo, acota la actora, que un nuevo cálculo de sus aportaciones de
conformidad con el Decreto Ley Nº 19990, arrojaría una cantidad mayor de pensión.
A fojas 60, la sentencia de Primera Instancia del Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo
Civil de Arequipa declara fundada la acción de amparo, su fecha 18 de octubre de 1996, por
considerar principalmente, que la "Resolución Nº 07969-85, expedida por la Gerencia Regional de
Pensiones del IPSS de Arequipa, le reconoce tan sólo 11 años de aportación, y
consecuentemente, se establece una pensión diminuta, que no está de acuerdo con los años de
trabajo y aportación al sistema de pensiones de la demandante, lo que se encuentran debidamente
acreditado en autos".
A fojas 92, la sentencia de vista de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, su fecha 16 de enero de 1997, revoca la apelada, que declaró fundada la demanda, y
reformándola declara fundada la excepción de caducidad e improcedente la demanda. Interpuesto
Recurso Extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional, de conformidad con el
artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que el ejercicio de la acción de amparo caduca a los 60 días hábiles de producida la afectación del
derecho constitucional, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, que, fluye de autos
que la resolución impugnada que consigna la liquidación de los años de aportación de la
demandante al seguro social, data del 19 de noviembre de 1985, la misma que fue ratificada por
Resolución Nº 10885-IPSS-87, de fecha 16 de junio de 1987; que, la presente acción de amparo,
que obra a fojas 13, interpuesta contra dicha resolución fue incoada el 06 de junio de 1996 esto es,
habiendo transcurrido en exceso el plazo de caducidad computado desde el momento de la
supuesta agresión constitucional que alega la demandante, lo que no se condice con el carácter
urgentísimo para la utilización de esta acción de garantía, por estos fundamentos, el Tribunal
Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su
Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...se ha excedido el plazo de caducidad que prevé el artículo 37º de la Ley N° 23506. No obstante
se deja a salvo la facultad que tiene el demandante de hacer valer su pretensión en la vía
correspondiente.
Expediente 301-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en Pleno Jurisdiccional con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Lima, de fecha cinco de octubre de mil novecientos noventicinco, que revocando la
apelada declaró improcedente la acción de amparo interpuesta por José Eliseo Sifuentes Ruiz
contra el Ministerio de Pesquería.
ANTECEDENTES:
Don José Eliseo Sifuentes Ruiz interpone acción de amparo contra el Ministerio de Pesquería y la
sustenta básicamente en el hecho de habérsele privado su derecho a la pensión de cesantía bajo
el régimen del Decreto Ley Nº 20530, mediante Resolución Directoral Nº 041-92/PE-OGA-OP del
18 de febrero de mil novecientos noventidós, violando así sus garantía constitucional relativa al
derecho a la pensión. Ampara su demanda en las Leyes Nºs 23506, 25315, 25398, 25011
modificatorias y complementarias, artículos 4º, 12º y 26º de la anterior Constitución; artículo 100
del D.S. 02-94-JUS; artículos 424º y 425º del Código Procesal Civil y artículo 11 de la Constitución
vigente. Admitida a trámite la acción, contestada la demanda por el Procurador. La Juez del
Vigésimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha nueve de mayo de mil
novecientos noventicinco resuelve declarando fundada la acción de amparo, por estimar que
tratándose de un derecho adquirido por el demandante de ser incorporado al régimen de pensiones
y compensaciones normados por el Decreto Ley Nº 20530, este beneficio es irrenunciable a tenor
de lo considerado por el artículo 57º de la Constitución de 1979 vigente a la fecha de los hechos,
dicha norma establece que los derechos adquiridos o reconocidos a los trabajadores son
irrenunciables y su ejercicio está garantizado por la Constitución, siendo nulo todo pacto en
contrario y en caso de interpretación o duda sobre el alcance y contenido de cualquier disposición
en materia de trabajo, se está por la más favorable al trabajador. Apelada dicha resolución por el
Procurador y con la opinión de la Fiscal en el sentido que se revoque y reformándola se declare
improcedente por caducidad, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, con fecha cinco de
octubre de mil novecientos noventicinco, revoca la apelada y reformándola la declaró
improcedente, situación frente a la cual el actor interpone recurso extraordinario y se dispone el
envío de los autos a al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
No obstante se deja a salvo la facultad que tiene el demandante de hacer valer su pretensión en la
vía correspondiente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima de fecha
cinco de octubre de mil novecientos noventicinco, que revocando la apelada de fecha nueve de
mayo de mil novecientos noventicinco, declaró improcedente la demanda; mandaron se publique
en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a ley, y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
...el derecho de los demandantes a interponer la presente acción de garantía ha caducado, ya que
ha vencido en exceso el plazo de sesenta días hábiles prescrito por el artículo 37º de la acotada
disposición legal (Ley Nº 23506).
Expediente 062-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interponen Ladislao Failoc Esquen y Luis Atoche Castillo contra la
resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha treinta
de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada, declaró improcedente
la Acción de Amparo interpuesta contra el Instituto Peruano de la Seguridad Social y otros.
ANTECEDENTES:
Don Ladislao Failoc Esquen y Luis Atoche Castillo con fecha cuatro de octubre de mil novecientos
noventa y seis, interponen Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales
referidos a la defensa de la libertad de trabajo, a su estabilidad e irrenunciabilidad, a la vía previa, a
la caducidad para demandar, al acto continuado; solicitando se les reponga en su centro de trabajo
y se les abone sus remuneraciones dejadas de percibir.
Sostienen los demandantes que fueron presionados a renunciar cuando ellos no estaban obligados
a efectuarla, dentro del proceso de reducción de personal implementada por el Hospital "Almanzor
Aguinaga Asenjo" de Chiclayo, al amparo del Decreto Ley Nº 25636.
Agrega que, la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo y no técnico, como en su caso; por lo que su cese es ilegal.
La Juez Provisional del Cuarto Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha once de octubre de mil
novecientos noventa y seis, mediante auto declara improcedente la Acción de Amparo por
caducidad del derecho.
Formulado el recurso de Apelación, con fecha diecisiete de octubre de mil novecientos noventa y
seis, la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
expide resolución confirmando la recurrida.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que los demandantes solicitan se le reponga en
su centro de trabajo, después de cuatro años de haber renunciado voluntariamente acogiéndose a
un programa de incentivos.
2. Que, conforme lo manifiestan los propios demandantes, fueron cesados el doce de agosto y
trece de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante la indicada resolución,
ejecutándose el acto en la misma fecha, situación que exime al actor de la exigencia del
agotamiento de la vía previa para iniciar la presente acción de garantía, conforme lo establece el
inciso 1), del artículo 28º, de la Ley Nº 23506.
3. Que, en consecuencia, es a partir de la fecha antes indicada, que procede computarse el plazo
de caducidad, por lo que al haberse interpuesto la demanda con fecha cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y seis, el derecho de los demandantes a interponer la presente acción de
garantía ha caducado, ya que había vencido en exceso el plazo de sesenta días hábiles prescrito
por el artículo 37º, de la acotada disposición legal.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...el derecho del accionante a interponer la presente acción de garantía ha caducado, ya que había
vencido en exceso el plazo de 60 días hábiles prescrito por el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su
modificatoria.
Expediente 424-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los dieciséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone José Marcelino Neciosup Quesquén, contra la resolución de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha dieciocho de
marzo de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada, en el extremo que declaró
fundada la excepción de caducidad del ejercicio de la acción, la declararon nula en cuanto declara
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región - San Martín - La Libertad y declararon nulo todo lo actuado y
concluido el proceso.
ANTECEDENTES:
Don José Marcelino Neciosup Quesquén, con fecha quince de agosto de mil novecientos noventa y
seis, interpone acción de amparo, a efecto de que se deje sin efecto la Resolución Ejecutiva
Regional N° 731-95-CTRAR-LL, de fecha treinta de noviembre de mil novecientos noventa y cinco,
que lo cesa por la causal de excedencia, por violación de sus derechos fundamentales del trabajo
y protección contra el despido, debido proceso e irretroactividad de las normas; solicitando se le
reponga en su centro de trabajo y se le abone sus remuneraciones dejadas de percibir.
Agrega que la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo y no de servicio, como en su caso; por lo que su cese es ilegal.
Admitida la demanda, ésta es contestada por los demandados, quienes a su turno, deducen la
excepción de caducidad de la acción, por considerar que la incoada ha sido interpuesta fuera del
plazo de ley, así como que se declare infundada la acción de amparo.
La Jueza del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, de fojas ciento setenta y uno, a
fojas ciento setentitrés, expide sentencia declarando fundada la excepción de caducidad de la
acción e improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Presidente del Consejo
Transitorio de Administración Regional de la Región - San Martín - La Libertad.
FUNDAMENTOS
1. Que, del petitorio de la demanda se desprende que el accionante solicita se declare inaplicable
la Resolución Ejecutiva Regional N° 731-95-CTAR-LL, de fecha treinta de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco, que dispuso el cese del demandante por la causal de excedencia.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley modificatoria N° 26801,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...por lo que habiendo caducado la presente acción, este Colegiado considera que no es pertinente
resolver las excepciones deducidas y mucho menos pronunciarse sobre el fondo de la materia.
Que la normatividad vigente no regula como institución decisoria la caducidad sino la
improcedencia...
Expediente 144-96-AA/TC
Junín
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido en
sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto contra la resolución expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, su fecha veintidós de diciembre de mil
novecientos noventicinco, en la acción de amparo seguida por doña Magali del Pilar Delgado Elías,
contra la Unidad de Servicios Educativos de Centromín Perú S.A. representada por don Alejandro
Aliaga Gago y contra la Sub-región de Educación de Junín, representada por su director don Pedro
Ordaya Montero.
ANTECEDENTES:
El Juez del Primer Juzgado Mixto de Yauli-La Oroya, mediante sentencia de veinte de setiembre de
mil novecientos noventicinco, falla declarando fundada la acción de amparo, y sin objeto
pronunciarse sobre las excepciones de cosa juzgada, prescripción extintiva y caducidad deducidas
por el demandado Alejandro Aliaga Gago, por haber sido interpuesta fuera del término de ley, por
lo que no fueron admitidas a trámite.
El Fiscal Superior Civil de Junín, opinó porque se revoque en todos sus extremos la apelada que
declaró fundada la acción de amparo y reformándola se declare improcedente; por considerar entre
otras cosas, que la carta mediante la cual se comunicó el cese de la actora fue del trece de julio de
mil novecientos noventitrés, en la cual se le comunicó que su último día de labores en Centromín
Perú S.A., concluía el treintiuno de julio de mil novecientos noventicinco y la presente demanda de
acción de amparo fue interpuesta el veintiséis de julio de mil novecientos noventicinco, con notoria
extemporaneidad, por lo que de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, ha caducado
el ejercicio para la presente acción de garantía.
FUNDAMENTOS:
1) Que, del estudio de autos se infiere que, el derecho constitucional presuntamente violado se
produjo al expedirse la carta notarial USE-0683-93, de trece de julio de mil novecientos
noventisiete, recepcionada por la actora el quince de julio de mil novecientos noventitrés, mediante
la cual se le comunica que los servicios que venía prestando en la USE Centromín Perú S.A.,
cesarán el treintiuno de julio de mil novecientos noventitrés, 2)Que, desde la fecha de
materialización del cese, es decir, desde el treintiuno de julio de mil novecientos noventitrés, hasta
la fecha de la interposición de la demanda que dio inicio a la presente acción, veintiséis de julio de
mil novecientos noventicinco, había transcurrido con exceso el término de sesenta días a que se
contrae el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su ampliatoria en el artículo 26º de la Ley Nº 25398;
hechos que guardan congruencia jurídica con los fundamentos de la de vista, por lo que habiendo
caducado la acción, este Colegiado considera que no es pertinente resolver las excepciones
deducidas y mucho menos pronunciarse sobre el fondo de la materia, 3)Que, la normatividad
vigente no regula como institución decisoria la caducidad, sino la improcedencia, por lo que el
concepto pertinente al fallo de este proceso es esta última y no la primera.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Revocando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, su
fecha veintidós de diciembre de mil novecientos noventicinco, que declaró la caducidad de la
acción de amparo, y, reformándola se declaró improcedente; dispusieron su publicación en el
Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Expediente 187-96-AA/TC
Tarma
En Lima, a los cinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Helio Belleza Bullón, contra la resolución expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fecha veintiocho de febrero de mil
novecientos noventa y seis, que confirmó la sentencia de fecha dieciséis de enero de mil
novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra el
Alcalde del Concejo Provincial de Tarma.
ANTECEDENTES:
El Juez Provisional en lo Civil de Tarma, con fecha dieciséis de enero de mil novecientos noventa y
seis declaró improcedente la acción interpuesta, por considerar que la Municipalidad demandada
ha actuado conforme a las atribuciones que le confiere el artículo 92º de la Ley Orgánica de
Municipalidades.
Apelada la resolución la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, con fecha veintiocho
de febrero de mil novecientos noventa y seis confirmó la sentencia apelada que declaró
improcedente la acción de amparo, por considerar que de conformidad con el artículo 200º inciso
2º de la Constitución, la acción de amparo no procede contra las normas legales y que en el
presente caso se pretende hacer valer contra una disposición municipal.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad, el mismo que debe entenderse
como extraordinario y se dispone el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
De autos resulta que mediante Resolución de Alcaldía Nº 447-95 de fecha diez de abril de mil
novecientos noventa y cinco, que obra a fojas diecisiete, se resuelve la nulidad planteada por el
demandante respecto a los decretos de alcaldía impugnados en la incoada, considerándose dicho
acto administrativo como el último que supuestamente afecta al actor, sin embargo, el demandante
interpone su acción de amparo el quince de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, es decir,
ha operado la caducidad señalada en el artículo 37º de la Ley 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las facultades que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, de
fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada de
fecha dieciséis de enero de mil novecientos noventa y seis declaró improcedente la acción de
amparo; dispusieron que la presente resolución se publique en el Diario Oficial "El Peruano"; y los
devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, desde la fecha de cometida la agresión del derecho alegado, hasta la interposición de la
demanda..., han transcurrido más de los sesenta días que requiere el artículo 37º de la Ley Nº
23506..., permitiendo que opere la caducidad del ejercicio de la acción.
Expediente 129-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los cinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Rómulo Torres Ventocilla contra la resolución de la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha treinta de diciembre de mil
novecientos noventicuatro, que confirma la del Vigésimo Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima, de fecha dos de febrero de mil novecientos noventitrés, y declara improcedente la acción de
amparo contra los Decretos Leyes números 25446 y 25454 que lo cesa en su cargo de Juez Titular
del Vigésimo Sexto Juzgado Civil de Lima vulnerando su derecho al debido proceso, a la
estabilidad en el trabajo, al derecho de petición ante la autoridad competente y de la irretroactividad
de la ley.
ANTECEDENTES:
FUNDAMENTOS:
2. Que, desde la fecha de cometida la agresión del derecho alegado, hasta la interposición de la
demanda, el veinte de julio de mil novecientos noventidós, han transcurrido más de los sesenta
días hábiles que requiere el artículo 37º de la Ley Nº 23506, su fecha veintiocho de diciembre de
mil novecientos noventidós, permitiendo que opere la caducidad del ejercicio de la acción,
concordante con los artículos 14º y 26º de la Ley Nº 25398.
3. Asimismo, los artículos 4º y 5º de la Ley Constitucional del doce de marzo de mil novecientos
noventitrés, ampliados por el artículo 3º de la Ley Constitucional del diecisiete de diciembre de mil
novecientos noventitrés, señalaron el procedimiento para rehabilitar a los magistrados separados
en virtud a los Decretos Leyes expedidos a partir del cinco de abril de mil novecientos noventidós,
el cual no ha sido observado por el demandante para la restitución de su cargo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, desde la fecha de materialización del cese, hasta la fecha de interposición de la demanda que
dio inicio a la presente acción (de amparo)... transcurrió con exceso el término de sesenta días a
que se contrae el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su ampliatoria en el artículo 26º de la Ley Nº
25398.
Expediente 955-96-AA/TC
Ica
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Con fecha treinta de mayo de mil novecientos noventiséis, don Pedro Lorenzo Santos Uribe,
interpone acción de amparo dirigida contra don Pedro Carlos Ramos Loayza, en su calidad de
Alcalde de la Municipalidad Provincial de Ica, con la finalidad de que se declare inaplicable la
Resolución de Alcaldía Nº 154-93-AMPI, de diez de marzo de mil novecientos noventitrés,
mediante la cual se deja sin efecto la Resolución Nº 480-92-AMPI, de fecha dieciséis de noviembre
de mil novecientos noventidós, señalando que este acto equivale a una destitución, por lo que
mediante esta acción pide se ordene la reincorporación a sus labores habituales en la
Municipalidad demandada, así como el pago de las remuneraciones dejadas de percibir, ya que la
impugnada resolución vulnera su derecho a la estabilidad laboral, a la libertad de trabajo, a ser
despedido sólo por causa justa debidamente comprobada prevista en la ley y la Constitución
Política de mil novecientos setentinueve, vigente para el presente caso, e incluso a su derecho de
defensa al haberse ejecutado la Resolución Nº 154-93-AMPI, sin resolver su recurso de
reconsideración.
Expresa el accionante que, trabajó en dicha Municipalidad del primero al treintiuno de diciembre de
mil novecientos noventiuno, en calidad de contratado por servicios personales por obras, y que con
Resolución Nº 480-92-AMPI, de dieciséis de noviembre de mil novecientos noventidós, se le
incorporó como contratado a plazo determinado en la condición de obrero permanente, no
pudiendo ser cesado ni destituido sino por causal prevista en el capítulo V del Decreto Legislativo
Nº 276, por cuanto ha laborado en forma ininterrumpida por un período mayor a un año.
La emplazada, contesta la demanda a través del apoderado del Alcalde demandado, solicitando
que ésta sea declarada improcedente, expresando que el accionante al sostener que con
ejecutoria suprema de fecha cinco de diciembre de mil novecientos noventicuatro, se declaró
improcedente su acción de amparo interpuesta, al no haber agotado la vía administrativa, por lo
que interpuso el recurso de apelación contra la Resolución de Alcaldía Nº 154-93-AMPI, siendo por
demás extemporánea, ya que como es de verse de las propias instrumentales aparejadas a su
demanda, el actor no interpuso recurso impugnativo alguno ante el órgano administrativo, a fin de
agotar la vía administrativa, según la propia ejecutoria suprema, sino que lo hizo once meses
después, por lo que es de aplicación el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su complementaria Ley Nº
25398, concluyendo que no está acreditado que se haya violado o amenazado ningún derecho
constitucional del actor.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado de Ica, expidiendo sentencia de fecha once de julio de
mil novecientos noventiséis, falla declarando improcedente la acción de amparo, al haber sido
interpuesta luego de haber transcurrido en exceso el plazo de sesenta días hábiles, establecido por
el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su complementaria Ley Nº 25398, por lo que ha caducado la
acción.
El Fiscal Superior Civil de Ica, opinó porque se confirme la sentencia apelada, por considerar que
la resolución impugnada ha sido expedida por autoridad competente, en virtud de que la Ley
Orgánica de Municipalidades le faculta nombrar y remover al personal administrativo y de servicio.
Señala que las resoluciones que pongan fin al procedimiento administrativo, podrán ser
impugnadas ante el Poder Judicial mediante la acción contencioso-administrativa, lo que ha omitido
el accionante.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de conformidad con lo opinado por el Señor
Fiscal Superior Civil de Ica y por los propios fundamentos de la apelada, falló declarando
improcedente la demanda incoada, por lo que interpuesto el recurso de nulidad, se remitieron los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1) Que, del estudio de autos resulta que el derecho constitucional presuntamente violado se
produjo al expedirse la Resolución de Alcaldía Nº 154-93-AMPI, de diez de marzo de mil
novecientos noventitrés, mediante la cual se deja sin efecto la Resolución Nº 480-92-AMPI, de
fecha dieciséis de noviembre de mil novecientos noventidós, conllevando el cese del demandante;
2) Que, desde la fecha de materialización del cese, hasta la fecha de interposición de la demanda
que dio inicio a la presente acción, treinta de mayo de mil novecientos noventiséis, transcurrió con
exceso el término de sesenta días a que se contrae el artículo 37º de la Ley Nº 23506 y su
ampliatoria en el artículo 26º de la Ley Nº 25398, por lo que habiendo caducado la acción, este
Colegiado considera que no es pertinente pronunciarse sobre el fondo de la materia; 3) Que, la
acción de amparo interpuesta por el actor el dieciocho de mayo de mil novecientos noventitrés, a
fin de que se declare sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 154-93-AMPI, la misma que fue
declarada improcedente, no suspende el plazo de caducidad indicado, con mayor razón si se tiene
en cuenta que ese procedimiento tramitado regularmente, concluyó con la ejecutoria de cinco de
diciembre de mil novecientos noventicuatro.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, su
fecha diecisiete de setiembre de mil novecientos noventiséis, que confirmando la sentencia de
primera instancia de fecha once de julio de mil novecientos noventiséis, declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los
devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, desde la fecha de la supuesta violación del derecho de trabajo...a la fecha de interposición
de la presente acción, ha transcurrido en exceso el plazo previsto en el artículo 37º de la Ley Nº
23506.
Expediente 979-96-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los quince días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Hevert Alejandría Moncada, interpone acción de amparo contra el Hospital Nacional
"Almanzor Aguinaga" de Chiclayo y el Instituto Peruano de Seguridad Social - IPSS, por haberlo
obligado a presentar "renuncia legal" como técnico de seguridad; y, en consecuencia, se ordene al
Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga Asenjo" de Chiclayo lo reponga en su trabajo y se le pague
las remuneraciones dejadas de percibir desde el doce de agosto de mil novecientos noventa y dos,
fecha en la que presentó su renuncia, previa deducción de la indemnización extraordinaria y
beneficios sociales cobrados.
El accionante indica que por Decreto Ley Nº 25636, de fecha veintitrés de julio de mil novecientos
noventa y dos, se autorizó al IPSS a realizar un proceso de racionalización del personal
administrativo, el cual consistía en el retiro voluntario con incentivos y una prueba de selección y
calificación. Para el caso de los trabajadores que no aprobaran los exámenes o para aquéllos que
no se presentaran, se dispuso que serían cesados por causal de racionalización, percibiendo sólo
sus beneficios sociales. Sin embargo, indica el recurrente que, a pesar de no tener la condición de
personal administrativo, estuvo en la obligación de presentar su renuncia. Con fecha veintitrés de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, el señor Hevert Alejandría solicita su reincorporación
a su trabajo, y al no recibir respuesta por parte del Hospital, con fecha trece de febrero de mil
novecientos noventa y seis, presenta recurso de apelación.
El Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga", niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
fundamentándose en el hecho de que si bien el proceso de racionalización estaba dirigido al
personal administrativo y no de servicios, que era la condición del accionante, presentó en forma
voluntaria su renuncia con fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y seis, siendo
aceptada por Resolución Nº 0441-DG.HNAAA.92, del catorce de agosto de mil novecientos
noventa y dos.
La sentencia de la Jueza del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo con fecha
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y seis, falla declarando improcedente la acción de
amparo, al considerar que desde el doce de agosto de mil novecientos noventa y seis, fecha en la
que se produjo la violación del derecho de trabajo, hasta la interposición de la demanda,
transcurrieron más de tres años y medio; por lo que ha operado el plazo de caducidad establecido
en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus y Amparo".
FUNDAMENTOS:
Que, las acciones de garantía proceden en los casos de amenaza o violación de derechos
constitucionales.
Que, el Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga", realizó un proceso de racionalización del personal
administrativo, de acuerdo a lo establecido en el Decreto Ley Nº 25636; que, a pesar de no contar
con la calidad de personal administrativo, el señor Hevert Alejandría Moncada, expresó su libre
voluntad de renuncia, al presentarla con fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y dos.
En este sentido, el accionante hizo uso de su opción de dar por terminado el contrato de trabajo al
presentar en forma voluntaria su carta y cobrar el íntegro de sus beneficios sociales y la
indemnización extraordinaria otorgada.
Que, la solicitud de reincorporación que el accionante presentó, con fecha veintitrés de diciembre
de mil novecientos noventa y cinco, no puede ser entendida como impugnación de un acto
administrativo, toda vez que la Resolución Nº 0441-DG.HNAAA.92, que se quizo cuestionar
expresa la conformidad de la renuncia que con fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y
dos, presentara en forma voluntaria, pretendiendo con ello iniciar un proceso administrativo para
poder interponer la presente acción de amparo; que, desde la fecha de la supuesta violación del
derecho de trabajo, doce de agosto de mil novecientos noventa y dos, a la fecha de interposición
de la presenta acción, ha transcurrido en exceso el plazo previsto en el artículo 37º de la Ley Nº
23506, "Ley de Hábeas Corpus y Amparo".
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
..su demanda ...se interpuso...fuera del plazo previsto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 995-96-AA/TC
Lima
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Urbano Huaynalaya Luján interpone Acción de Amparo contra el Ministerio del Interior, solicitando
se declare nula la Resolución Ministerial Nº 0628-95-IN/PNP, de fecha dieciocho de mayo de mil
novecientos noventa y cinco.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público encargado de los asuntos
judiciales de la Policía Nacional, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a)
desde la expedición de la Resolución Ministerial Nº 0628-95-IN/PNP, el dieciocho de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, a la fecha de interposición de la demanda, se ha excedido con creces
el plazo previsto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506º, b) el actor fue pasado a la situación de
retiro, tras haber sido involucrado en la comisión del delito contra el patrimonio y contra la fe
pública, en agravio de Eusebio Urbano Jayo y el Estado, c) el comando policial al disponer su pase
a la situación de retiro del actor, actuó de conformidad con lo previsto en el artículo 168º de la
Constitución, y en aplicación de lo dispuesto por los artículos 50º y 57º del Decreto Legislativo Nº
745º, Ley de Situación del Personal de la Policía Nacional del Perú, concordante con el artículo 48º
del Decreto Legislativo Nº 371º.
Con fecha catorce de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Vigésimo Juzgado
especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide resolución declarando
fundada la excepción de caducidad, y en consecuencia, dando por concluido el proceso.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y
seis, la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide
resolución confirmando la apelada.
Interpuesto el recurso de apelación, que se debe entender como extraordinario, los autos son
elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende de la demanda, el objeto de ésta es que se declare nula la
Resolución Ministerial Nº 0628-95-IN/PNP, de fecha dieciocho de mayo de mil novecientos noventa
y cinco, por vulnerar sus derechos constitucionales al trabajo y al debido proceso.
Que, siendo ello así, y con el objeto de que este Colegiado pueda entrar a dilucidar las cuestiones
de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa se encuentra inexorablemente
obligado a determinar si en el caso de autos operó el plazo de caducidad al que se refiere el
artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Que, en tal sentido, y conforme se desprende de la copia simple de la constancia de fojas tres del
cuaderno principal, así como de su original, obrante a fojas ocho del segundo cuaderno, mediante
Oficio Nº 3350-DAPSO-DPA/SBYCSP, con fecha cuatro de junio de mil novecientos noventa y
cinco, se le notificó del contenido de la Resolución Ministerial Nº 0628-95-IN/PNP, en virtud de la
cual se desestimaba su pedido de nulidad de la Resolución Directoral Nº 2289-92-DGPNP/DIPER,
por la cual se dispuso su pase a la situación de retiro; y no obstante ello, su demanda recién lo
interpuso con fecha veintiséis de enero de mil novecientos noventa y seis, esto es, fuera del plazo
previsto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, resulta extemporáneo la presentación
de la demanda.
Callao
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Fausto Conga Yupanqui contra la sentencia de vista de
fojas ciento cincuenta y nueve de veinte de noviembre de mil novecientos noventa y seis
pronunciado por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao por los fundamentos de la
apelada y de conformidad con la opinión del Fiscal Superior confirma la sentencia de Primera
Instancia del nueve de agosto de mil novecientos noventa y seis de fojas ciento cinco a ciento siete
que declaró improcedente la demanda de amparo en el proceso interpuesto por Fausto Conga
Yupanqui con la Superintendencia Nacional de Aduanas sobre amparo.
ANTECEDENTES:
Don Fausto Conga Yupanqui a fojas cincuenta interpone demanda de amparo contra la
Superintendencia Nacional de Aduanas: a) para que se deje sin efecto la Resolución de la
Superintendencia de Aduanas Nº 001379 de tres de agosto de mil novecientos noventa y cinco que
resuelve su cese por excedencia; b) para que quede sin efecto la Resolución Nº 001845 del
diecinueve de setiembre de mil novecientos noventa y cinco que declara improcedente su recurso
de reconsideración; c) para que quede sin efecto el Oficio Nº 558-95 de diecisiete de octubre de mil
novecientos noventa y cinco el cual no se le ha notificado.
Expresa que la resolución anotada viola los derechos constitucionales de la libertad de trabajo y la
protección contra el despido arbitrario.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Callao a fojas ciento cinco el nueve de agosto de
mil novecientos noventa y seis pronunció sentencia declarando improcedente la acción de amparo
sustentándose en la extemporaneidad de la presentación de la demanda de diecinueve de abril de
mil novecientos noventa y seis, en tanto que el Oficio Nº 558-95 de la Superintendencia de
Aduanas del diecisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco; Que, resuelve y da por
agotada la vía administrativa le fue notificado el veinte de octubre de mil novecientos noventa y
cinco; Que, habiendo transcurrido en exceso el plazo de sesenta días que prescribe el artículo 37º
de la Ley Nº 23506 para interponer una acción de amparo fue la razón para declarar la
improcedencia de la demanda.
El señor Fiscal Superior en lo Civil del Callao a fojas ciento veintidós agrega un argumento
adicional para que se confirme la improcedencia. Sustenta que el demandado fue requerido por la
Capitanía del Resguardo Aduanero el nueve de agosto de mil novecientos noventa y cinco para
que entregue el armamento y el fotocheck, que le fue asignado, por haber sido cesado por
excedencia e hizo entrega de tales objetos de trabajo el mismo día nueve de agosto de mil
novecientos noventa y cinco según constancia de entrega de fojas siete debidamente firmado por
el actor;
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao a fojas ciento cincuenta y ocho el veinte de
noviembre de mil novecientos noventa y seis confirma la sentencia apelada reproduciendo los
fundamentos del señor Fiscal Superior y con los argumentos de la sentencia apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, la Ley Nº 26093 que regula la evaluación de trabajadores públicos para hacer óptimo la
productividad del trabajo, es constitucional; Que, para declarar válidamente el proceso de
excedencia frente a la Constitución, los órganos administrativos ejecutores de la aplicación de
dicha ley, deben evitar afectar el debido proceso y la calificación del despido arbitrario, conceptos
de categoría constitucional; Que, al efecto, es necesario cumplir con un debido emplazamiento o
notificación, como prescribe el artículo 80º del D.S. Nº 002-94-JUS que de manera indubitable
ordena que debe recabarse constancia de la recepción de la notificación por el trabajador; Que, en
el presente caso a fojas siete obra constancia de recepción de notificación al actor; Que, este acto
acredita haberse hecho conocer al trabajador su cese y también es un elemento para computar el
plazo de oportunidad para presentar la demanda; Que, las actas de entrega de arma y fotocheck a
favor de la Administración de Aduanas de fecha nueve de agosto de mil novecientos noventa y
cinco firmadas por el actor a fojas siete y ocho, acredita que la supuesta afectación constitucional
se produjo el nueve de agosto de mil novecientos noventa y cinco; Que, del nueve de agosto de mil
novecientos noventa y cinco al diecinueve de abril de mil novecientos noventa y seis fecha de
presentación de la demanda de fojas cincuenta ha transcurrido más de sesenta días; Que, de
conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, resulta extemporáneo la presentación de la
demanda; Que, los argumentos del Juez de Primera Instancia y del señor Fiscal Superior tienen
coherencia con los hechos analizados.
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista pronunciado por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Callao, su fecha veinte de noviembre de mil novecientos noventa y seis que confirma la sentencia
del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Callao del nueve de agosto de mil novecientos
noventa y seis, que declaró improcedente la demanda de amparo; dispusieron la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
...el derecho del accionante a interponer la presente acción de garantía ha caducado, ya que había
vencido en exceso el plazo de 60 días hábiles prescrito por el artículo 37º de la acotada disposición
legal ( Ley Nº 23506).
Expediente 098-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Recurso extraordinario, que interpone Francisco Gregorio López Romero contra la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha treinta de diciembre de
mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada, declaró improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra el Instituto Peruano de Seguridad Social y otros.
ANTECEDENTES:
Con fecha primero de julio de mil novecientos noventa y seis, don Francisco Gregorio López
Romero interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos a la
vida, igualdad ante la ley, estabilidad en el trabajo, interpretación más favorable al trabajador en
caso de duda sobre el sentido de una norma legal; solicitando se le reponga en su centro de
trabajo y se le abone sus remuneraciones dejadas de percibir.
Sostiene el accionante que, no fue notificado a efecto de rendir la prueba de selección y calificación
llevada a cabo en el proceso de reducción de personal implementada por el Hospital "Almanzor
Aguinaga Asenjo" de Chiclayo, al amparo del Decreto Ley Nº 25636.
Agrega que, la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo y no de servicio, como en su caso; por lo que su cese es ilegal.
Admitida la demanda, ésta es contestada por los demandados, quienes a su turno, deducen la
excepción de caducidad de la acción, por considerar que la incoada ha sido interpuesta fuera del
plazo de ley, así como la excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la
demanda, solicitando por ello se declare improcedente la misma.
Con fecha dos de octubre de mil novecientos noventa y seis la Jueza Provisional Especializada en
lo Civil de Chiclayo, a fs. 269 a 274, expide sentencia declarando infundada la excepción de
oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la incoada y fundada la excepción de caducidad
por consiguiente declaró improcedente la demanda.
Formulado el recurso de apelación, con fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa y
seis, la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
expide resolución confirmando la recurrida.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare inaplicable
la Resolución Nº 0704-DG-HNAAA-IPSS-92 y se le reponga en su centro de trabajo.
3. Que, además el actor no ha acreditado en autos, haber cumplido con ejercitar los recursos de
reconsideración y apelación, que establecían los artículos 101º y 102º del Reglamento de
Procedimientos Administrativos aprobado por Decreto Supremo Nº 006-SC,vigente en la fecha de
ocurrido su cese y su modificatoria Decreto Ley Nº 26111, a fin de agotar la vía administrativa.
4. Que, en consecuencia, es a partir de la fecha antes indicada, que procede computarse el plazo
de caducidad, por lo que al haberse interpuesto la demanda con fecha 01 de julio de mil
novecientos noventa y seis, el derecho del accionante a interponer la presente acción de garantía
ha caducado, ya que había vencido en exceso el plazo de 60 días hábiles prescrito por el artículo
37º de la acotada disposición legal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Ordenaron la publicación de la presente en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a ley, y los
devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, la presente acción de amparo fue interpuesta...habiendo transcurrido con exceso el plazo
señalado en el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 511-96-AA/TC
Lambayeque
En Lima, al primer día del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión del Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Emilia Sánchez Rodas y Otros interpone Acción de Amparo contra el Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región Nor Oriental del Marañón, por violación de sus derechos
constitucionales fundamentales al haber sido despedidos arbitrariamente y al debido proceso al
haberse expedido la Resolución de Alcaldía Nº 1 de veinticuatro de marzo de mil novecientos
noventicinco que declara no ha lugar lo solicitado por los recurrentes que resuelve el reclamo
contra la Resolución Ejecutiva Regional Nº 144-93-RENOM de fecha veinte de mayo de mil
novecientos noventitrés, mediante la cual los cesa por aplicación del Decreto Ley Nº 26109 por
causal de Reestructuración Orgánica y Reorganización Administrativa, solicitando su
reincorporación en sus labores habituales en los sus Centros Educativos en que fueron nombrados
y el pago de sus remuneraciones con sus respectivos intereses hasta su total reincorporación;
como el pago de las costas y la indemnización por daños y perjuicios.
Sostienen los accionantes que, al haberse expedido el Decreto Ley Nº 26109 se declara en
proceso de Reorganización y Reestructuración Administrativa los Gobiernos Regionales, ampliado
con Resolución Ministerial Nº 033-93-PRES de cuatro de marzo de mil novecientos noventitrés, se
dispone en su artículo 1º "El proceso de evaluación y selección del personal deberá iniciarse luego
de la aprobación del Cuadro de Asignación del Personal (CAP)...", sin que se haya expedido
Resolución alguna aprobando el CAP de ningún centro educativo, para lo cual el Gobierno
Regional emitió la Resolución Ejecutiva Regional Nº 010-93-RENOM, por la cual se designa la
Comisión que se encargo de elaborar las bases, las cuales fueron aprobadas por Resolución
Ejecutiva Regional Nº 030-93-RENOM, de fecha doce de febrero de mil novecientos noventitrés,
siendo posteriormente modificadas con Resolución Ejecutiva Regional Nº 088-93-RENOM de fecha
veinte y seis de marzo de mil novecientos noventitrés, a escasos días de la evaluación y sin darles
a conocer el cambio de las bases, siendo injustamente cesados por Resolución Ejecutiva Regional
Nº 144-93-RENOM a partir del primero de junio de mil novecientos noventitrés.
Alegan además que la Resolución Ejecutiva Regional Nº 144-93-RENOM nunca les fue notificada,
a pesar que solicitaron copia de la misma ante el Gobierno Regional y Región de Educación,
efectuando sus trámites siempre en la vía administrativa y que no se les ha efectuado pago alguno
ni por indemnización o años de servicios, derecho por vacaciones, etc.
Asimismo, indican los demandantes que inicialmente no fueron comprendidos en los exámenes por
haber sido nombrados antes de la promulgación del Decreto Legislativo Nº 276 y por ende no
considerados en la relación de aptos para ingresar a rendir la prueba escrita.
Con fecha veintiocho de junio de mil novecientos noventicinco, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Chiclayo expide resolución, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha cinco de julio de mil novecientos noventicinco, la
Sala Civil, Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, expide resolución
confirmando la apelada, declarándola improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, como se advierte de autos que el acto violatorio de derechos constitucionales se produjo el
veinte de mayo de mil novecientos noventitrés y que de la misma Resolución Ejecutiva Regional Nº
144-93-RENOM, se especifica en su artículo 3º, que son inapelables en vía administrativa los
resultados del proceso de reorganización y reestructuración administrativa, deviniendo por ende en
innecesaria el agotamiento de la vía previa.
Que, la presente acción de amparo fue interpuesta el nueve de mayo de mil novecientos
noventicinco habiendo transcurrido con exceso el plazo señalado en el artículo treintisiete de la Ley
Nº 23506.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...el derecho del accionante a interponer la presente acción de garantía (amparo) ha caducado, ya
que había vencido en exceso el plazo de 60 días hábiles prescrito por el artículo 37º de la acotada
disposición legal (Ley Nº 23506).
Expediente 237-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los dieciséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone César Basilio Coronel Rivas contra la Resolución de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha doce de febrero de
mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada, declaró improcedente la Acción de
Amparo interpuesta contra el Instituto Peruano de la Seguridad Social y otros.
ANTECEDENTES:
Don César Basilio Coronel Rivas, con fecha dieciocho de octubre de mil novecientos noventa y
seis, interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos a la
defensa de la libertad de trabajo, a su estabilidad e irrenunciabilidad, a la vía previa, a la caducidad
para demandar, al acto continuado; solicitando se le reponga en su centro de trabajo y se le abone
sus remuneraciones dejadas de percibir.
Sostiene el accionante que no fue notificado a efecto de rendir la prueba de selección y calificación
llevada a cabo en el proceso de reducción de personal implementada por el Hospital "Almanzor
Aguinaga Asenjo" de Chiclayo, al amparo del Decreto Ley 25636.
Agrega que, la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo y no de servicio, como en su caso; por lo que su cese es ilegal.
La Jueza Provisional del Cuarto Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha veinticinco de octubre de mil
novecientos noventa y seis, a fojas ciento noventa y seis a ciento noventa y siete, expide sentencia
declarando improcedente la Acción de Amparo.
Formulado el recurso de apelación, con fecha treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa
y seis, la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
expide resolución confirmando la recurrida.
FUNDAMENTOS
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare inaplicable
la Resolución N° 0704-DG.HNAAA-IPSS-92 y se le reponga en su centro de trabajo.
2. Que, conforme lo manifiesta el propio demandante, fue cesado el treinta de noviembre de mil
novecientos noventa y dos, mediante la indicada resolución, ejecutándose el acto en la misma
fecha, situación que exime al actor de la exigencia del agotamiento de la vía previa para iniciar la
presente acción de garantía, conforme lo establece el inciso 1), del Artículo 28°, de la Ley Nº
23506.
3.Que, además el actor no ha acreditado en autos, haber cumplido con ejercitar los recursos de
reconsideración y apelación, que establecían los artículos 101° y 102°, del Reglamento de
procedimientos Administrativos aprobado por Decreto Supremo N° 006-SC, vigente en la fecha de
ocurrido su cese y su modificatoria Decreto Ley N° 26111, a fin de agotar la vía administrativa.
4. Que, en consecuencia, es a partir de la fecha antes indicada, que procede computarse el plazo
de caducidad, por lo que al haberse interpuesto la demanda con fecha dieciocho de octubre de mil
novecientos noventa y seis, el derecho del accionante a interponer la presente acción de garantía
ha caducado, ya que había vencido en exceso el plazo de sesenta días hábiles prescrito por el
artículo 37°, de la acotada disposición legal.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, la acción de amparo ha sido interpuesta...habiendo transcurrido con exceso el plazo señalado
en el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 299-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los ventitres días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima de fecha trece de marzo de mil novecientos noventiséis, en los seguidos entre Julio
Espinoza Alvites con el Ministerio del Interior, sobre Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Julio Espinoza Alvites interpone Acción de Amparo contra el Ministerio del Interior, a fin de que
quede sin efecto ni valor legal alguno los alcances de la Resolución Directoral Nº 692-DIPER-PNP
de fecha veintinueve de abril de mil novecientos noventicuatro, mediante la cual se dispone su
pase de la situación de actividad a la de retiro por medida disciplinaria, al encontrarse comprendido
en un proceso judicial por el delito contra el patrimonio - estafa, el cual se encuentra sobreseído
por el Vigésimo Noveno Juzgado en lo Penal de Lima, por violación de sus derechos
constitucionales fundamentales de revivir procesos fenecidos y desconocer la autoridad de la cosa
juzgada.
Sostiene el demandante que, con el Atestado Policial Nº 524-IC-EC de fecha veintiocho de abril de
mil novecientos noventitrés se le procede a investigar por la presunta comisión del delito contra el
patrimonio en la modalidad de estafa, en agravio de doña Evarista Rivera Buleje, documento que
es hecho de conocimiento de la Vigésima Novena Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima,
registrado con ingreso Nº 616-II-92, dictándose el auto apertorio de instrucción correspondiente,
por parte del Juzgado Penal de Turno.
Alega además que la Policía Nacional del Perú, al tener conocimiento de que la instancia judicial
tenia información y se había avocado al conocimiento del proceso, se inhibió de pronunciarse al
respecto en vía administrativa, a las resultas del proceso judicial, para determinar su situación
institucional, de acuerdo a lo opinado por la Asesoría Jurídica de la Policía Nacional del Perú.
Asimismo, indica el demandante que la Vigésima Novena Fiscalía Provincial Penal de Lima
mediante dictamen Nº 1071-94 de fecha doce de marzo de mil novecientos noventicuatro opinó
que no había mérito para formular acusación penal y solicitando el archivamiento definitivo del
proceso, siendo de igual parecer el Juez en lo Penal, expidiéndose el auto que dispone el
sobreseimiento de la causa, de fecha veintidós de abril de mil novecientos noventicuatro.
Posteriormente la Policía Nacional del Perú, con fecha veintinueve de abril de mil novecientos
noventicuatro, es decir de expedirse la resolución absolutoria, emite la precitada Resolución
Directoral, cambiando su situación policial por medida disciplinaria, en virtud del proceso penal
aperturado, el cual tenía la condición de cosa juzgada.
Además el demandante con fecha siete de setiembre de mil novecientos noventicuatro interpone
recurso de reconsideración, en vía administrativa con la Resolución Directoral Nº 692-DIPER/PNP,
la cual le fue notificada el veinticuatro de agosto de mil novecientos noventicuatro. Posteriormente
con fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventicuatro plantea recurso de apelación, en
virtud que no haber obtenido respuesta alguna en relación a su recurso de reconsideración,
asimismo, mediante carta notarial de fecha veintiséis de mayo mil novecientos noventicinco, el
demandante da por agotada la vía administrativa.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público del Ministerio del Interior a
cargo de los Asuntos Judiciales de la Policía Nacional del Perú, solicitando se declare
improcedente o infundada la demanda, pues: a) el demandante no agotó las vías previas, al no
esperar el pronunciamiento de la administración; b) el plazo en el cual se plantea la acción ha
operado la caducidad, al haberse vencido con exceso los sesenta días que establece el artículo
treintisiete de la Ley Nº 23506.
El Juez del Décimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, expide resolución,
declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha trece de marzo de
mil novecientos noventiséis, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide
resolución, reformando la apelada, la declaró improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno los alcances de la
Resolución Directoral Nº 692-DIPER-PNP de fecha veintinueve de abril de mil novecientos
noventicuatro, mediante la cual se dispone su pase de la situación de actividad a la de retiro por
medida disciplinaria.
Que, de autos se advierte que el demandante plantea el recurso de apelación con fecha dieciséis
de diciembre de mil novecientos noventicuatro, es decir fuera del plazo de ley, señalado en el
artículo noventinueve del Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, que aprueba el Texto Unico Ordenado
de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos.
Que, la Acción de Amparo ha sido interpuesta con fecha trece de junio de mil novecientos
noventicinco habiendo transcurrido con exceso el plazo señalado en el artículo treintisiete de la Ley
Nº 23506.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, el accionante debió presentar la acción de amparo dentro de los sesenta días posteriores al
vencimiento del plazo de treinta días hábiles que tenía la Administración Pública para resolver el
recurso impugnativo de apelación (haciendo uso del silencio administrativo negativo)...
Expediente 002-97-AA/TC
Cusco
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan de la Cruz Alpaca Meléndez, contra la sentencia
de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, de fecha 12 de noviembre de
1996, que declaró improcedente la acción de amparo seguida por el mencionado accionante, en
contra de la Universidad San Antonio Abad del Cusco.
ANTECEDENTES:
Don Juan de la Cruz Alpaca Meléndez, en fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y seis,
presentó acción de amparo, la que dirigió en contra del Sr. Mario Góngora Santa Cruz, en calidad
de Representante Legal de la UNSAAC, a efecto de que judicialmente se declarara la nulidad e
insubsistencia de las resoluciones a) R-001-92 de 02 de enero de 1992, b) R-087-92 de 03 de
febrero de 1992, c) R-205-92 de 16 de marzo de 1992 y d) R-926-92 de 21 de agosto de 1992 de
ilegal apertura de procesos administrativos, sanciones de destitución y denegatoria de
reconsideración, respectivamente, dictadas por la demandada, las que aplicando el artículo 28º del
D. Leg. Nº 276, incisos a), d), f), y h) , determinaron sea destituido el actor en forma ilegal, a criterio
de éste, razón por la cual manifestó, se le habían violado sus derechos constitucionales de trabajo,
de estabilidad laboral, de seguridad social, a su dignidad humana, a su derecho al honor y a la
buena reputación, a la protección del trabajo, a las remuneraciones y subsistencia personal y
familiar, a la protección contra el despido arbitrario, al derecho a percibir remuneraciones,
bonificaciones, gratificaciones y otros beneficios económicos; solicitando la restitución total de los
derechos y beneficios conculcados en su agravio, así como ser reincorporado a su cargo
profesional de origen, como ingeniero en ciencias agropecuarias III, Coordinador del Centro
Experimental La Raya, se le reconocieran todos sus derechos económicos, y, le fueran anulados
los antecedentes de su file personal. Expresó que fue destituido mediante la Resolución Nº R-205-
92 de fecha dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y dos, en vía de sanción disciplinaria, lo
que se le notificó el día veinte del mismo mes y año, frente a lo cual el actor, con fecha quince de
abril de mil novecientos noventa y dos, presentó recurso de reconsideración, el que fue resuelto
mediante Resolución Nº R-926-92 emitida por el señor Rector de la Universidad Nacional San
Antonio Abad del Cusco, en fecha veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y dos y
notificada el día dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, la que por los
argumentos contenidos en ella declaró improcedente el recurso impugnativo de reconsideración,
siendo esa la razón por la que en fecha veintiocho de diciembre de mil novecientos noventa y
cuatro, el demandante presentó recurso impugnativo de apelación, el que no fue resuelto dentro
del término de treinta días previsto en el artículo 99º del D.S. Nº 02-94-JUS -Texto Unico Ordenado
de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos-, por lo que, habiendo
transcurrido más de un año y dos meses sin haber obtenido respuesta, el emplazante dio por
denegada la apelación, mediante escrito signado con el número 3 /1600 de fecha cinco de marzo
de mil novecientos noventa y seis.
Cabe advertir que el recurrente tenía iniciada, ante el Segundo Juzgado Civil del Cusco una acción
en la vía ordinaria (causa Nº 449-96) de la cual se desistió expresamente, en lo que atañe a la
pretensión de cumplimiento de leyes de la carrera administrativa, otorgamiento de estabilidad y
rehabilitación de su función con pago de remuneraciones devengadas a liquidarse, habiendo
presentado su escrito de desistimiento el día treinta de mayo de mil novecientos noventa y seis.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Cusco, a fojas 50-51, mediante auto de fecha 12 de
junio de 1996, declaró improcedente la acción de amparo presentada, por considerar que el
recurrente había presentado su acción fuera del plazo expedito para hacer valer sus intereses y,
por tanto, había caducado su derecho y además, en atención a que el presunto agraviado había
recurrido a otras vías para reclamar estos mismos derechos, con anterioridad al amparo iniciado.
El señor Fiscal Superior, a fojas 79 emitió su dictamen, siendo de opinión porque se confirmara la
apelada, en atención a que por no haberse presentado oportunamente la acción de amparo, el
derecho a ejercerla había caducado.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior del Cusco, mediante resolución de fecha doce de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, confirmó la de primera instancia, por sus propios
fundamentos, y en conformidad con lo opinado por el señor Fiscal.
FUNDAMENTOS:
Que, el accionante debió presentar la acción de amparo, dentro de los sesenta días posteriores al
vencimiento del plazo de treinta días hábiles que tenía la Administración Publica para resolver el
recurso impugnativo de apelación (haciendo uso del silencio administrativo negativo), plazo que
venció el día veintiocho de enero de mil novecientos noventicinco; Que, no resulta válido el
agotamiento de la vía previa que hace el demandante por medio del escrito de fojas tres, por ser
extemporáneo; Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506 - Ley de Hábeas Corpus y Amparo-
concordado con el artículo 26º de su Ley complementaria Nº 25398 señala: "El ejercicio de la
acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el
interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción. Si en
dicha fecha esto no hubiese sido posible, el plazo se computará desde el momento de la remoción
del impedimento"; Que, el actor no ha demostrado en autos haberse encontrado en imposibilidad
de intentar la acción de amparo dentro del plazo previsto por la ley.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones conferidas por la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Primera Sala de la Corte Superior de Justicia del Cusco, de fecha
doce de noviembre de mil novecientos noventa y seis, la que a su vez confirmó el auto de fecha
doce de junio de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción de amparo
interpuesta. Asimismo, dispusieron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, la acción de garantía es improcedente contra funcionarios o autoridad que se limita a cumplir
y hacer cumplir una norma legal vigente, e, igualmente es improcedente cuando es ejercida
después de transcurrido el plazo previsto, como se advierte en el presente caso.
Expediente 715-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Oscar Palacios Moncayo y otros contra la resolución
expedida por la Sala Contenciosa Administrativa de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha
catorce de agosto de mil novecientos noventiséis, que declaró improcedente la acción de amparo
interpuesta contra el Presidente del Consejo Directivo del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico
-INGEMMET-.
ANTECEDENTES:
Los actores interponen demanda de acción de amparo contra el Presidente del Consejo Directivo
del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico -INGEMMET- con la finalidad de que se les
reincorpore al Régimen de Pensiones del Decreto Ley Nº 20530 del cual fueron excluidos
indebidamente. Amparan su demanda en lo dispuesto por los artículos 2º, inciso 5), 23º, 24º, 26º
inciso 2) y 3) de la Constitución y el artículo 24º inciso 10), 22º y 26º de la Ley Nº 23506 y sus
modificatorias contenidas en la Ley Nº 25398.
El Octavo Juzgado en lo Civil de Lima con fecha diez de enero de mil novecientos noventiséis,
declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones que habiendo transcurrido el
plazo previsto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506 la demanda deviene en improcedente.
Contra esta resolución los demandantes interponen recurso extraordinario y se dispone el envío de
los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que de la evaluación de los medios probatorios, resulta evidente que el Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico, según su Ley Orgánica Nº 22631 y su Reglamento de Organizaciones y
Funciones (Resolución Ministerial Nº 137-93-EM-VMM, del diecisiete de junio de mil novecientos
noventitrés), es una entidad pública descentralizada, cuya función está sujeta al régimen de la
actividad privada, o sea, actividad normada por la Ley Nº 4916, cuyos servidores pertenecen al
sistema de pensiones regulado por el Decreto Ley Nº 19990.
2. Que los demandantes no obstante tener la calidad de servidores públicos pertenecen al régimen
de la actividad privada pero, por interpretación errónea de las Leyes Nºs. 24366 y 25066, fueron
incorporados en el sistema de pensiones regulado por el Decreto Ley Nº 20530, que es exclusivo
para servidores públicos de la administración pública.
3. Que mediante el Decreto Ley Nº 25456 ha sido restituida la vigencia del Decreto Legislativo Nº
763 que declaró la nulidad de toda incorporación o reincorporación al sistema de pensiones
normado por el Decreto Ley Nº 20530, que hubieran tenido lugar transgrediendo el artículo 14º de
este Decreto Ley; nulidad que es coherente con lo prescrito en el segundo párrafo del artículo 59º
de la Constitución Política del Perú de mil novecientos setentinueve, que excluyó de la carrera
administrativa a los trabajadores de las empresas del Estado o de sociedades de economía mixta,
principio que ha sido recogido por la Constitución Política del Perú de mil novecientos noventitres
en su artículo 40º, segundo párrafo.
5. Que la acción de garantía es improcedente contra funcionario o autoridad que se limita a cumplir
y hacer cumplir una norma legal vigente; e, igualmente es improcedente cuando es ejercitada
después de transcurrido el plazo previsto como se advierte en el presente caso que la demanda ha
sido interpuesta después de dos años, lapso excesivamente prolongado, si se tiene en cuenta que
las resoluciones materia de la demanda fueron expedidas el veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventidós, actos administrativos que se concretaron por lo que no tienen calidad
alguna de continuadas, aunque, sí, el efecto permanente de haber reingresado a los demandantes
al régimen del Decreto Ley Nº 19990.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...el plazo de caducidad establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506 había vencido con
exceso, por lo que la presente acción resulta improcedente.
Expediente 087-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Carlos Elber Pardo Serrepe contra la resolución
expedida por la Primera Sala Especializada Civil Agraria y Laboral de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, su fecha seis de enero de mil novecientos noventa y siete, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas ciento quince don Carlos Elber Pardo Serrepe interpone acción de amparo contra el
Instituto Peruano de Seguridad Social, el Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga Asenjo" y el
Procurador Público del Ministerio de Salud, con el propósito que se le reponga en su puesto de
trabajo de técnico administrativo y de apoyo en la Oficina de Control Patrimonial del Hospital
emplazado y se le abonen las remuneraciones dejadas de percibir.
Interpuesto recurso de apelación, la Primera Sala Especializada Civil Agraria y Laboral de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque confirma la apelada y declara improcedente la demanda, por
estimar que en el caso de autos había caducado la acción.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el accionante cuestiona la referida resolución por considerar que se le ha obligado a renunciar
y que se expidió sin observarse el trámite señalado por los dispositivos legales pertinentes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, el accionante debió interponer su acción dentro de los 60 días que establece el artículo 37º
de la Ley Nº 23506, contados a partir de la fecha de vencimiento de los 30 días que tenía la
Administración Pública, para resolver su recurso de reconsideración.
Expediente 179-97-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Wilfredo Valentino Guevara Ortega, contra la sentencia
de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fecha treinta de octubre de
mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la sentencia apelada, de fecha dos de mayo de
mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo seguida por el
mencionado demandante, en contra del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la
República y del señor Procurador General de la República en el Ramo de Justicia.
ANTECEDENTES:
A fojas 38-49 don Wilfredo Valentino Guevara Ortega, interpuso demanda de acción de amparo, en
contra de la resolución administrativa dictada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de
la República el seis de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante la cual se acordó su
separación definitiva del cargo que vino desempeñando como Juez Titular del Primer Juzgado de
Instrucción de la Provincia de Puno, lo que se le hizo saber mediante oficio circular Nº 026-PJ-92
de fecha nueve de noviembre de mil novecientos noventa y dos, dirigiéndola en contra del Señor
Vocal Supremo Dr. Moisés Pantoja Rodulfo, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la
República y del Señor Procurador General de la República en el Ramo de Justicia, con el objeto de
que se ordenase su reposición en el cargo, que estuvo desempeñando hasta antes del 6 de
noviembre de mil novecientos noventa y dos. Manifestó ser magistrado de carrera, habiendo
desempeñado el cargo de Juez Titular del Primer Juzgado Penal de Puno, desde el 6 de marzo de
mil novecientos ochenta y cinco, hasta cuando se dispuso su separación definitiva, sin que
previamente se le haya sometido a una evaluación legal y justa, o sea sin un debido proceso,
privándolo del derecho de defensa, mediante una resolución inmotivada e inconstitucional.
Por esa razón es que dentro del término de ley planteó, contra la resolución indicada, recurso de
reconsideración, el que fue elevado a la Corte Suprema de Justicia de la República, con fecha
treinta de noviembre de mil novecientos noventa y dos, mediante el oficio Nº 295-CSR-92, recurso
impugnativo que no fue resuelto por la Corte Suprema; por lo que dándose por notificado con la
resolución que se hubiese dictado, con lo que estaría agotándose la vía administrativa, instó la
presente acción de amparo; señaló que el acuerdo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la
República no era fruto de un debido proceso porque no se le había dado la oportunidad de formular
los descargos correspondientes, ni menos aún de usar los recursos impugnatorios que la ley le
franqueaba; que, la sanción que se le había impuesto se dictó sin un previo proceso disciplinario;
que su separación era ilegal por cuanto no se encontraba incurso en ninguno de los casos
previstos por el artículo 217º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, habiéndose conculcado el
principio de la estabilidad laboral, más aún cuando el artículo 189º de la antes anotada Ley
establece como derecho de los magistrados la estabilidad en el cargo hasta los setenta años,
mientras se observe conducta e idoneidad propia de la función; que la resolución en contra de la
cual ha interpuesto la presente acción de amparo, no sólo era inconstitucional, sino nula de puro
derecho, en aplicación de la última parte del artículo 206º de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
porque no incurrió en ninguna de las responsabilidades señaladas en la norma acotada, porque no
se ha observado el trámite establecido en la misma ley, porque se dictó por una Sala Plena
integrada solamente por Vocales Provisionales, acciones que se concretaron dictándose los
Decretos Leyes Nºs 25446 y 25454, con las que el Poder Ejecutivo quebró el Estado de Derecho
del país, cesando a los señores magistrados de Lima y Callao y disponiéndose que en el resto del
país los magistrados sean sometidos a evaluación por la Corte Suprema de Justicia de la
República, para conseguir la supuesta moralización del Poder Judicial, en cuyo supuesto se
encuentra el recurrente y que en contra de las resoluciones de separación no proceden las
acciones de garantía (amparo), conculcándose de esta suerte lo dispuesto en el artículo 295º de la
Constitución de 1979, agregando que todas estas disposiciones son incompatibles con la norma
establecida en el artículo 236º de la anterior Constitución y el artículo 138º de la actual,
concordantes con el artículo 14º de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Asimismo, el accionante
puso de relieve que en su caso se actuó sin legalidad, por que el Estado a través del Poder
Ejecutivo no acató la ley, ya que por el contrario se había actuado vulnerando la norma
constitucional, sin tener en cuenta la igualdad y la libertad, precisando que se había vulnerado el
principio de legalidad, al dictarse los Decretos Leyes números 25446 y 25454 que sustentan el
acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, objeto de esta acción de
amparo, al ordenar su separación definitiva, sin fundamento ni razón alguna, en flagrante
transgresión al derecho de defensa y del debido proceso amparados por la Constitución y nuestras
leyes así como por los tratados internacionales sobre derechos humanos, como es el artículo 25º
del Pacto de San José de Costa Rica.
Admitida a trámite la demanda y efectuado el traslado de la misma con arreglo a ley, ésta no fue
contestada por ninguno de los demandados.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Puno, mediante sentencia de fecha dos de mayo de mil
novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo interpuesta por
considerar, en esencia, que el Decreto Ley Nº 25446, fue publicado el veintiocho de abril de mil
novecientos noventidós, bajo cuyo amparo la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la
República, ha cesado al accionante y por consiguiente, la acción de garantía debió ser promovida
por el demandante antes de que precluya los sesenta días de producida la afectación de sus
derechos constitucionales y contra el señor Presidente de la República y del señor Presidente del
Consejo de Ministros, autores del Decreto Ley inconstitucional y a efecto de que se declare
inaplicable a él, de conformidad con lo previsto por el artículo 5º de la Ley Nº 25398; que si bien era
verdad que el accionante interpuso recurso de reconsideración contra el acuerdo de Sala Plena de
la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha seis de noviembre de mil novecientos
noventidós y que a la fecha no ha sido resuelto, también lo es que el accionante dando por
denegado el recurso impugnatorio de reconsideración (silencio administrativo negativo) por la Sala
Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República e inmediatamente vencido el plazo de los
treinta días que prevé el artículo 90º del Decreto Supremo 006-67-SC, modificado por el artículo
segundo del Decreto Ley Nº 26111 y al no existir otra instancia donde acudir vía recurso de queja,
no acudió al órgano jurisdiccional ni hizo uso de la facultad concedida por el inciso 13) del artículo
24º de la Ley Nº 23506, concordante con el inciso 20) del artículo 2º de la Constitución Política del
Perú de mil novecientos noventa y tres, contrario sensu, dicho accionante, ha permitido que
transcurra más de dos años, desde la fecha de interposición del recurso de reconsideración,
incurriendo también en causal de caducidad prevista por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, hecho
que ratifica que el demandante no ha estimado fundamental su derecho ni irreparable el daño que
pudiera haber ocasionado en su perjuicio el Acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de
Justicia de la República.
El Fiscal Superior Adjunto, fue de opinión que debía confirmarse la sentencia apelada, por
considerar que si bien era cierto que la Ley Nº 25446, transgredió los derechos fundamentales
consagrados por la Constitución Política de mil novecientos setenta y nueve, vigente al momento
del hecho, también lo era que el accionante, después de transcurridos casi tres años desde el
momento de la violación de su derecho, recién interpone la Acción de Amparo, no obstante
encontrarse en la posibilidad de interponer dentro del plazo que establece el artículo 37º de la Ley
Nº 23506, esto es dentro de los sesenta días de producida la afectación, que asimismo, teniendo
en cuenta que la Ley Nº 25446 aplicada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la
República, ha sido expedida por el Presidente de la República y Presidente del Consejo de
Ministros, la demanda debió dirigirse contra éstos, para que se declare inaplicable dicha ley al
accionante.
A fojas 175, obra la sentencia emitida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Puno, de fecha 31 de octubre de mil novecientos noventa y seis, la que de conformidad con el
dictamen del Fiscal Superior Adjunto, por los propios fundamentos de la recurrida, falló
confirmando la sentencia apelada que declaró improcedente la acción iniciada, considerando
además, que el amparo es una acción sumarísima que debe ejercitarse dentro del término de
caducidad señalado en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, vencido el cual ya no puede intentarse la
acción, esto es, que la caducidad no se refiere al derecho constitucional, sino a la utilización de
este instrumento procesal urgentísimo; que en el presente caso, la acción de amparo se interpuso
el 23 de octubre de mil novecientos noventa y cinco, esto es, después de transcurridos más de dos
años desde que se le notificó con el acuerdo de Sesión Extraordinaria de Sala Plena de la Corte
Suprema de Justicia de la República, de fecha 6 de noviembre de mil novecientos noventa y dos,
que acordó su separación definitiva del cargo de Juez Titular del Primer Juzgado Penal de Puno,
en uso de la atribución conferida por el Decreto Ley Nº 25446.
El demandante, a fojas 180, interpuso recurso extraordinario y se dispuso el envío de los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, con el documento de fojas 6-8 queda acreditado que el día veintisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y dos, el demandante interpuso, recurso impugnativo de
reconsideración contra la resolución administrativa de fecha seis de noviembre de mil novecientos
noventa y dos (fs.5), mediante el cual se dispuso su separación definitiva del cargo de Juez Titular
del Primer Juzgado Penal de Puno; Que, no es válido, por extemporáneo, el agotamiento de la vía
previa que hizo el demandante, al momento de iniciar la presente acción de amparo en fecha, 24
de octubre de mil novecientos noventa y cinco, (fs. 40); Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506
-Ley de Hábeas Corpus y Amparo- concordante con el artículo 26º de su Ley Complementaria Nº
25398, establece que: "El ejercicio de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación, siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la
posibilidad de interponer la acción. Si en dicha fecha esto no hubiese sido posible, el plazo se
computará desde el momento de la remoción del impedimento". Que, de autos, no se advierte que
el demandante se hubiese encontrado en imposibilidad de interponer la acción; Que, el accionante
debió interponer su acción dentro de los 60 días que establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506,
contados a partir de la fecha de vencimiento de los 30 días que tenía la Administración Pública,
para resolver su recurso de reconsideración.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia dictada por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Puno, de fecha treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la
sentencia apelada, de fecha dos de mayo de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente
la acción de amparo incoada; dispusieron asimismo la publicación de la presente en el Diario
Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, ...se puede establecer, que el demandante presentó la acción de amparo, en fecha posterior
al vencimiento del plazo de sesenta días, que establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Cristóbal Luis Loaiza Chirinos, contra la sentencia de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha veintiocho de febrero de
mil novecientos noventa y siete, la que confirmando la sentencia apelada, de fecha veintiuno de
octubre de mil novecientos noventa y seis, falló declarando improcedente la acción de amparo
seguida por el mencionado demandante en contra del Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región Arequipa.
ANTECEDENTES:
Don Cristóbal Luis Loaiza Chirinos, presentó acción de amparo dirigiéndola en contra de la
Resolución Presidencia Regional Nº 091-96-CTAR/PE de fecha dieciocho de marzo de mil
novecientos noventa y seis, por ser conculcatoria de sus derechos constitucionales a la estabilidad
laboral y a la defensa, emitida por el Ingeniero Luis Chávez Bedoya V. en su calidad de Presidente
del Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región-Arequipa, solicitando se deje sin
efecto legal la resolución presidencial antes anotada, la misma que declaró la nulidad de la
Resolución Directoral Nº 0940-DREA de fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa
y cinco emitida por la Dirección Regional de Educación, que resolvió nombrarlo como titular del
cargo de Auxiliar de Educación a propuesta del Director del Centro Educativo Especial San Juan
de Dios de Cayma-Arequipa, por convenio Iglesia-Estado, así como que se le reconociera la
legitimidad del cargo que ostentaba dentro de la carrera administrativa y se le repusiera en la labor
que vino desempeñando en el centro educativo especial indicado.
Expresó que mediante la Resolución Presidencial que impugna, se resolvió declarar fundada la
nulidad formulada por la Dirección Regional de Educación, en contra de la Resolución Directoral
0940-95-DREA, de fecha 31 de agosto de mil novecientos noventa y cinco, y, en consecuencia,
habiéndola dejado sin efecto se adoptasen las medidas destinadas a convocar a concurso público
para cubrir la plaza que venía ocupando; dijo, que mediante memorando Nº 01-96-CEP-SJD, el
director del Centro Educativo donde labora le hizo conocer que su nombramiento había quedado
nulo y consecuentemente a partir de esa fecha quedaba separado del cargo auxiliar de educación
que estuvo desempeñando, señalando, que del análisis efectuado de los considerandos de la
resolución presidencial, observaba que el único sustento legal de ésta, era el artículo 227º del D.S.
Nº 019-90, que es una norma específica para los que ejercen carrera magisterial estatal, la que no
es de aplicación a los que como él se rigen por el convenio Iglesia-Estado; agregó que la
resolución impugnada ha transgredido la última parte del artículo 110º del D.S. Nº 002-94-JUS, que
concede la facultad a la administración pública para declarar la nulidad de las resoluciones
administrativas en el plazo de 6 meses, contados a partir de la fecha en que haya quedado
consentida la resolución, por lo que, en todo caso, esta facultad había quedado prescrita,
resultando improcedente la nulidad, por ilegal.
A fojas 48-55 doña Yulemi Ofelia Valladares Díaz, en su calidad de apoderada del Presidente del
Consejo Transitorio de Administración Regional-Región Arequipa, al contestar la demanda, pidió
que ésta, se declarase improcedente, por considerar que la Resolución Presidencial Regional, cuya
nulidad pretende el actor, fue emitida con fecha, diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y
seis, presentando el demandante su acción cuando ya había transcurrido en exceso los sesenta
días que prescribe el artículo 37º de la Ley Nº 23506; de otro lado sostuvo que el actor lo que
pretendía en el fondo era la nulidad de la resolución, por lo que el amparo presentado resultaba
indebido, ya que, lo que correspondía incoar era una impugnación de resolución administrativa,
prevista en el artículo 540º del Código Procesal Civil; igualmente hizo saber que el accionante no
había cumplido con agotar la vía administrativa, señalando que el artículo 27º de la Ley Nº 23506
concordante con el artículo 23º de la Ley Nº 25398 establecen que sólo procede la acción de
amparo cuando se hayan agotado las vías previas. En cuanto al fondo del asunto expresó, que
mediante R.D. Nº 0940-95-DREA, de fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa y
cinco, la Dirección Regional de Educación resolvió nombrar con carácter de titular y a propuesta de
los Directores de diferentes centros educativos, al demandante como auxiliar de educación del
centro educativo San Juan de Dios-Cayma; que mediante Oficio Nº 175-96-DREA, de fecha
veintinueve de enero de mil novecientos noventa y seis, la Dirección Regional de Educación,
solicitó a la Presidencia del Consejo Transitorio de Administración Regional Región-Arequipa la
nulidad de la R.D. Nº 0940-95-DREA y otras, al haber contravenido el artículo 277º del D.S. Nº
019-90-ED, Reglamento de la Ley Nº 25212; que el Informe Nº 011-96-DREA-OPER mediante el
cual el Jefe de la Oficina de Personal de la Dirección Regional de Educación comunicó que, para el
año de mil novecientos noventa y cinco, no se efectuó ningún concurso ni tampoco se elaboró
ranking de postulantes; que con Oficio Nº 071-96-CTAR/PE-ST-ORAJ, la Presidencia del Consejo
Transitorio de Administración Regional comunicó al demandante la tramitación de la nulidad en esa
instancia, a fin de que, de conformidad con el D.S. Nº 002-94-JUS, haga valer su derecho, el
mismo que lo hizo efectivo, mediante documento de fecha veinte de febrero de mil novecientos
noventa y seis, habiendo hecho uso de su derecho de defensa; que, transcurrido el término que se
les concedió para que hagan valer su derecho se emitió la resolución Presidencia Regional Nº 138-
96-CTAR/PE de fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y seis mediante la cual se
resuelve declarar fundada la nulidad formulada por la Dirección Regional de Educación en contra
de la R.D. Nº 1404-95-DREA, de fecha veintiuno de noviembre de mil novecientos noventa y cinco,
y, en consecuencia, nula la precitada resolución; que, en cuanto a los nombramientos de auxiliares
de Educación en Colegios de Acción Conjunta Iglesia Católica-Estado Peruano regidos por la R.M.
Nº 483-87-ED, se debe tener presente que, si bien este dispositivo establece que el personal
docente y administrativo será nombrado a propuesta del Director del Plantel, esta misma norma es
concordante con el artículo 227º del D.S. Nº 019-90-ED, de modo tal, que la DREA estaba en la
obligación de convocar el concurso y rankear a los postulantes aptos, para que, de entre ellos se
hicieran las propuestas respectivas; que al expedirse la R.P.R. Nº 091-96-CTAR/PE cuya nulidad
se pretende, se tuvo en consideración la segunda parte del artículo 110º del D. S. Nº 02-94-JUS
que indica que la facultad de la Administración Pública para declarar la nulidad de las resoluciones
administrativas prescribe a los seis meses contados a partir de la fecha en que hayan quedado
consentidas, manifestando, que en efecto la R.D. Nº 0940-95-DREA, fue expedida con fecha 31 de
agosto de mil novecientos noventa y cinco, habiéndose cumplido los seis meses, el veintiuno de
marzo de mil novecientos noventa y seis; que la resolución Presidencial Regional que declaró la
nulidad de la R.D. Nº 091-96-CTAR/PE, es de fecha dieciocho de marzo de mil novecientos
noventa y seis, es decir que fue dictada antes del vencimiento de los seis meses que establece el
D.S. Nº 02-94-JUS, para declarar la nulidad de resoluciones, por lo que, resultaba procedente
emitir la Resolución de Presidencia Regional.
A fojas 132-133, obra la sentencia emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, de fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y siete, la que confirmando
la sentencia apelada falló declarando improcedente la acción iniciada, por considerar que el Juez
esta facultado para declarar la improcedencia de la demanda, cuando advierta la caducidad del
derecho, tal como los disponen los artículos 427º inciso 3) y 321º inciso 5) del Código Procesal
Civil.
El demandante, a fojas 137, interpuso recurso extraordinario y se dispuso el envío de los autos al
Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de la presente acción es que se deje sin efecto la Resolución Presidencial del
Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región Arequipa Nº 091-96-CTAR/PE, de
fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y seis (fs.2-4); Que, la antes citada
Resolución Presidencia Regional Nº 091, le fue notificada al actor, el día diecinueve de marzo de
mil novecientos noventa y seis, lo que se acredita con la respectiva constancia de notificación que
obra a fojas 44; Que, como puede apreciarse a fojas 22, el recurrente presentó su demanda de
acción de amparo en fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis; Que, el artículo
37º de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, concordante con el artículo 26º de su Ley
complementaria Nº 25398, establece que: "El ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los
sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado, en aquella fecha, se
hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción. Si en dicha fecha esto no hubiese sido
posible, el plazo se computará desde el momento de la remoción del impedimento."; Que, en el
caso sub júdice, el actor no ha demostrado en autos haber tenido algún impedimento, que lo
hubiese imposibilitado de interponer oportunamente su acción; Que, con la constancia de los días
en los que no laboró en el Tercer Juzgado Civil de Arequipa, obrante a fojas 116, se puede
establecer, que el demandante presentó la acción de amparo, en fecha posterior al vencimiento del
plazo de sesenta días, que establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista dictada por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, de fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y siete, la que confirmando
a su vez la sentencia apelada, de fecha veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y seis,
declaró improcedente la acción de amparo incoada. Dispusieron asimismo la publicación de la
presente en el Diario Oficial "El Peruano" y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, ... (a la) fecha de interposición de la demanda había operado la causal de caducidad
establecida en el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Expediente 391-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Agustín Carrera Esteban contra la resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, su fecha treinta y uno de
marzo de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas veinticinco don Agustín Carrera Esteban interpone acción de amparo contra don Ramiro
Vílchez Flores y don Carlos Loyola Márquez, ex Alcalde y Alcalde de la Municipalidad provincial de
Huamachucho, respectivamente, con el propósito que se declare inaplicable para su caso la
Resolución de Alcaldía Nº 293-95-MPSCH/A, de fecha 29 de diciembre de 1995, en el extremo que
desconoce y deja sin efecto el despido de que ha sido objeto, se le reponga en su mismo cargo y
se le abonen sus remuneraciones dejadas de percibir.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, con fecha veintiocho de octubre de mil
novecientos noventa y seis, declaró improcedente la acción, por haber caducado la acción.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, el actor afirma que el codemandada don Ramiro Vílchez Flores domicilia en la ciudad de
Trujillo, lo cual no ha sido desvirtuado, por el contrario las notificaciones que le han sido cursadas
al domicilio señalado en autos no han sido devueltas; en consecuencia la excepción de
incompetencia resulta infundada.
Que, antes de entrar al análisis del fondo de la materia controvertida es necesario examinar la
causal de caducidad señalada tanto en la sentencia de primera instancia como en la resolución de
vista.
Que, el actor alega que no fue notificado con la referida resolución; sin embargo, habiendo
celebrado un contrato de locación de servicios con la emplazada el día primero de enero de 1996,
es evidente que tomó conocimiento de la expedición de la misma, cuando menos en esta fecha.
Que, siendo esto así, al día 22 de mayo de 1996, fecha de interposición de la demanda, había
operado la causal de caducidad establecida en el art. 37º de la Ley Nº 23506.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...que en el presente caso no existe asidero legal que justifique el prolongado retardo de la
interposición de esta acción de amparo (05 de agosto de 1988), aún si se considera que la Ley de
Hábeas Corpus y Amparo (23506) entró en vigencia en diciembre de 1982, en consecuencia esta
acción de garantía (amparo) se ejercitó vencido en exceso el plazo de caducidad que contempla la
ley de la materia.
Expediente 010-93-AA/TC
Lima
ASUNTO:
Recurso de casación, interpuesto por don Ernesto Fortunato Gutiérrez Anapan, contra la sentencia
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 08 de
setiembre de 1992, que declara no haber nulidad de la sentencia de vista, su fecha 03 de
setiembre de 1990, que confirma la apelada, su fecha 20 de marzo de 1990, que declaró
improcedente la acción de amparo contra el Supremo Gobierno.
ANTECEDENTES:
Don Ernesto Fortunato Gutiérrez Anapan, interpone acción de amparo, con fecha 05 de agosto de
1988, contra el Supremo Gobierno, para que se le reincorpore a la Benemérita Guardia Civil del
Perú (hoy Policía Nacional del Perú), al haber sido separado indebidamente de la institución
policial; sostiene, el demandante que por Resolución Directoral Nº 3084-76-GC/DP fue pasado a la
situación de Cesación Definitiva por medida disciplinaria; que, solicitó con fecha 09 de julio de
1979, se cambie el tenor de la resolución directoral por la cual fue dado de baja, por la de cesación
temporal, basado en el fallo del Consejo de Guerra de la Segunda Zona Judicial de la Policía, que
le sobreseyó del presunto delito de insulto al superior, resolución que fue confirmada por el
Consejo Supremo de Justicia Militar, con Ejecutoria del 16 de enero de 1979; que, esta petición le
fue denegada mediante las Resoluciones Ministeriales Nº 3730, y 3737-79-GC/DP, del 26 de
octubre de 1979, las mismas que fueron apeladas, y posteriormente resueltas por el Ministro del
Interior, mediante Resolución Ministerial Nº 0464-80-IN/GC, del 29 de abril de 1980, declarándola
improcedente, y dando por agotada la vía administrativa.
A fojas 47, el Procurador Publico Adjunto a cargo de los Asuntos de las Fuerzas Policiales y
Sanidad, contesta la demanda, alegando, principalmente, que la medida adoptada por el Comando
de la Guardia Civil del Perú, al expedir la Resolución Directoral disponiendo su pase a la Cesación
Definitiva por medida disciplinaria se apoya en hechos concretos y debidamente acreditados en el
Parte Nº 02-28.CONFID, del 25 de noviembre de 1976, así como en el pronunciamiento del
Consejo de Investigación para Personal Subalterno de la Guardia Civil al formular el Acta, de fecha
30 de noviembre de 1976, y al amparo de lo dispuesto por el inciso "f" del artículo 29 del Decreto
Ley Nº 18081 "Estatuto Policial".
A fojas 80, la sentencia de Primera Instancia, del Juez Titular del Sexto Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil de Lima, su fecha 20 de marzo de 1990, declara improcedente la acción,
considerando, principalmente, que "la presunta afectación de los derechos del actor habría tenido
lugar con la expedición de la Resolución Directoral Nº 3084-76-GC/DP, esto es, el 14 de diciembre
de 1976, resultando que la acción de amparo ha caducado de conformidad con el artículo 37º de la
Ley Nº 23506".
A fojas 90, la sentencia de vista, de la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
su fecha 03 de setiembre de 1990, confirma la apelada que declaró improcedente la acción de
amparo.
Interpuesto recurso de nulidad, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de
la República, con fecha 08 de setiembre de 1992, declara no haber nulidad de la sentencia de
vista, de fecha 03 de setiembre de 1990, que declaró improcedente la acción de amparo.
Interpuesto recurso de casación, los autos son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad
con la Disposición Transitoria Quinta de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, en este sentido, el artículo 37º de la Ley Nº 23506 establece que el ejercicio de la acción de
amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado en
aquella fecha se hubiere hallado en la posibilidad de interponer la acción;
Que, el actor interpuso la presente demanda, con fecha 05 de agosto de 1988, con el objeto de
obtener su reincorporación a la Benemérita Guardia Civil (hoy Policía Nacional del Perú), al haber
sido pasado a la situación de Cesación Definitiva, por Resolución Directoral Nº 3084-76-GC/DP,
del 14 de diciembre de 1976;
Que, desde la supuesta afectación alegada por el actor hasta el ejercicio de esta acción de
amparo, transcurrieron aproximadamente 12 años, y más de 20 hasta la sustanciación de esta
causa en el Tribunal Constitucional;
Que, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, y asimismo, que en el presente caso no existe
asidero legal que justifique el prolongado retardo de la interposición de esta acción de amparo, aun
si se considera que la Ley de Hábeas Corpus y Amparo entró en vigencia en el mes de diciembre
de 1982 , en consecuencia, esta acción de garantía se ejercitó vencido en exceso el plazo de
caducidad que contempla la ley de la materia;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Expediente 189-97-AA/TC
Ayacucho
Caso: Sindicato de Trabajadores Administrativos
del Sector Educación -SITASE- Ayacucho
En Lima, a los cuatro días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Rómulo Quintanilla Reyes, en su calidad de Secretario
General del Sindicato de Trabajadores Administrativos del Sector Educación -SITASE- Ayacucho,
contra la resolución de vista expedida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Ayacucho, de fecha veintinueve de mayo de mil novecientos noventiséis, que confirmando la
sentencia apelada expedida por el Primer Juzgado Provisional en lo Civil de Huamanga, declaró
infundada la acción de amparo interpuesta contra la Dirección Regional de Educación de
Ayacucho.
ANTECEDENTES:
Don Rómulo Quintanilla Reyes, en su calidad de Secretario General del Sindicato de Trabajadores
Administrativos del Sector Educación -SITASE- Ayacucho, interpone acción de amparo y la dirige
contra la "Dirección Regional de Educación de Ayacucho", entendiéndose la presente demanda
contra el Director encargado profesor Silvio Leandro Prado", solicitando la inaplicabilidad del
Memorándum Nº 317-95-CTAR "LW"/PE-ST-DRPP, de fecha once de setiembre de mil
novecientos noventicinco y de la opinión legal Nº 015-96-DRE-AY/DOAJ. Manifiesta que mediante
el Decreto Ley Nº 26109, se declaró en proceso de reorganización y reestructuración administrativa
a los Gobiernos Regionales, motivando retiros voluntarios con incentivos económicos,
mayoritariamente de los Centros y Programas Educativos e Institutos Superiores, lo que dio origen
a saldos presupuestales no recortados por el Ministerio de Economía y Finanzas, que fueron a
formar parte del Fondo de Asistencia y Estímulo para ser distribuido y mejorar los salarios de los
trabajadores que quedaron por haber aprobado la evaluación, bajo las condiciones de laborar
horas extraordinarias desarrolladas fuera del horario normal de trabajo; que a partir de 1994,
vienen percibiendo los incentivos económicos por la sobrecarga laboral, consecuencia del gran
número de trabajadores que se acogieron al cese voluntario, pago que se efectuó normalmente
hasta el mes de mayo de mil novecientos noventicinco, estando pendientes los mismos desde
entonces hasta la fecha de interponer la demanda, vulnerando así los derechos laborales que les
ampara la Constitución.
Don Silvio Leandro Prado, al contestar niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
solicitando se declare improcedente la acción, por cuanto el Memorándum Nº 317-95-CTAR
"LW" /PE-ST-DRPP impugnado, provenía del Consejo Transitorio de Administración Regional de la
Región "Los Libertadores Wari" y firmado por el Presidente de este organismo don Carlos
Gonzáles Chacón, y que la opinión legal Nº 015-96-DRE-AY/DOAJ, emitido por la Oficina de
Asesoría Jurídica de la Dirección de Educación a su cargo ha sido evaluado en mérito de los
documentos provenientes de la superioridad; que los pagos que habían percibido los reclamantes
ha motivado para que los ex directores sean procesados penalmente y que esos pagos han sido
suspendidos por órdenes de la superioridad; que dentro de los alcances del Decreto Ley Nº 26109
y Decreto Supremo Nº 18-93-PRE no están comprendidos los docentes y especialistas en
Educación ni los servidores de centros y programas educativos como de los institutos superiores;
que los incentivos que se dieron sólo alcanzaban al personal que trabajaba en las sedes
institucionales, no teniendo el accionante legitimidad para obrar, ya que la Sede tiene otro
Sindicato con autonomía y personería jurídica; que los trabajadores que representa el demandante
no están comprendidos en las evaluaciones semestrales como lo dispone la Resolución Ministerial
Nº 121-94-PRES.
La Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, por los fundamentos de la
apelada, y además por considerar que aún no ha concluido el proceso de reorganización
administrativa en la Región "Los Libertadores Wari", devenía, por tanto, en prematuro el prorrateo y
el pago de los saldos presupuestarios, confirmó la apelada. Por lo que la demandante interpone
recurso de nulidad que se entiende como recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Que, los demandantes han solicitado la inaplicabilidad del Memorándum Nº 317-95-CTAR "LW/PE-
ST-DRPP, de fecha once de setiembre de mil novecientos noventicinco expedido por el Presidente
del Consejo Transitorio de Administración Regional "Los Libertadores Wari", el mismo que no ha
sido demandado ni emplazado en esta acción.
Que, la parte demandante, en su escrito de demanda, manifiesta que se les ha suspendido sus
pagos de incentivos económicos por horas extraordinarias de trabajo, mediante el memorándum
mencionado, por lo cual interpusieron recurso de reconsideración el veintidós de enero de mil
novecientos noventiséis, esto es, a los cuatro meses de expedido aquél, cuando había vencido el
término para interponerlo.
Que, la afectación ha sido, como se tiene dicho, en el mes de junio de mil novecientos noventicinco
y la interposición de la presente demanda se practica el trece de marzo de mil novecientos
noventiséis, cuando ya había caducado el ejercicio de la acción, tal como lo dispone el artículo 37º
de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Que, para determinar la aplicación de un dispositivo legal, en cuanto a las personas que deben ser
beneficiarias con los incentivos económicos por horas extraordinarias, las sumas o porcentajes que
les correspondería percibir a cada persona y cualquier otro monto, sólo puede hacerse y
determinarse en un proceso judicial donde sí hay una etapa probatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
...el artículo 27° de la Ley N° 23506, establece que el ejercicio de la acción de amparo caduca a los
sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado en aquella fecha, se
hubiera hallado en la posibilidad de interponer la acción...
Expediente 914-96-AA/TC
Callao
En Lima, a los catorce días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don Enrique Prieto Oliveira contra la sentencia de la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha 28 de febrero de 1996, que confirma la
sentencia apelada, su fecha 14 de diciembre de 1995, que declaró improcedente la acción de
amparo contra la Empresa Nacional de Puertos.
ANTECEDENTES:
Don Enrique Prieto Oliveira, César Farfán Benítez, José Eduardo Iturrizaga Ramírez, José
Francisco Valenzuela Rivas, interponen acción de amparo contra la Empresa Nacional de Puertos
S.A., solicitando se deje sin efecto e inaplicable los oficios de administración de la empresa
demandada, de fecha 27 de diciembre de 1994, cursados a los actores, así como las resoluciones
de Gerencia General y Acuerdo de Directorio N° 216/11/92/D, por los que se realiza la
transferencia de la reserva social generada por cada uno de los recurrentes bajo el régimen de
servidores estatales activos y cesados, al Instituto Peruano de Seguridad Social con el propósito de
ejecutar el cambio de régimen social legítimamente adquirido y regulado por el Decreto Ley N°
20530, y por el Decreto Ley N° 19990, actos que trasgrede los derechos constitucionales a la vida,
igualdad ante la ley, seguridad social, irrenunciabilidad de los derechos adquiridos y otros.
A fojas 121, la sentencia de vista, su fecha 28 de febrero de 1996, confirmó la sentencia apelada,
que declaró improcedente la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "no resulta de
autos el haberse agotado la vía previa...que de los documentos incorporados al expediente se
establece que la acción objeto de este proceso, se ha ejercitado mucho después de los sesenta
días hábiles del término máximo que establece el artículo 37° de la Ley N° 23506, razón por la cual
ha operado efectivamente la caducidad de la acción".
Interpuesto recurso extraordinario, los autos son elevados a este Tribunal Constitucional de
conformidad con el artículo 41° de su Ley Orgánica,
FUNDAMENTOS:
Que: la caducidad de la acción de amparo tiene su razón de ser en la característica urgencia de las
acciones de garantías, para poner corte inmediato contra las agresiones de los derechos
constitucionales; que, en este sentido, el artículo 27° de la Ley N° 23506, establece que el ejercicio
de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que
el interesado en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción; que,
examinados los autos, fluye del propio tenor de la demanda y de los recaudos que obran de fojas
14 a 27 y de fojas 41 a 53, que la presente acción de amparo fue interpuesta vencido en exceso
el plazo de caducidad antes señalado, habida cuenta que los actos administrativos que
supuestamente perjudican a los demandantes, y que específicamente se sustentan en el Acuerdo
de Directorio N° 216/11/92/D y en las Resoluciones de Gerencia General que en forma
individualizada declara nula la incorporación o reincorporación de los actores al régimen
pensionario del Decreto Ley N° 20530, datan de los meses de noviembre y diciembre del año
1992, siendo que esta acción ha sido interpuesta con fecha 21 de marzo de 1995, pese a que no
existió imposibilidad que dilatara su ejercicio; que, asimismo, no se ha acreditado en autos que los
actores hayan agotado la vía previa para la impugnación de los supuestos actos administrativos
que los agravian, teniendo en cuenta, además, que en este caso no era de aplicación los
supuestos de inexigibilidad de agotamiento de la vía administrativa previstos en el artículo 28º de la
Ley de Hábeas Corpus y Amparo; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus
atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha 28
de febrero de 1996, que obra a fojas 104, la que confirma la sentencia apelada, de fojas 104, su
fecha 14 de diciembre de 1995, que declaró improcedente la acción de amparo; mandaron, se
publique en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a la ley; y, los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, habiéndose interpuesto la presente demanda... más de tres años después de expedida la
resolución que dispone el cese del actor, la causal de caducidad operó, razón por la cual la
excepción (de caducidad) deducida en autos resulta fundada.
Expediente 085-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan José Sánchez Reyes contra la resolución
expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas ciento ochenta y cinco don Juan José Sánchez Reyes interpone demanda de acción de
amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad Social, el Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga
Asenjo" y el Procurador Público del Ministerio de Salud, con el propósito que se le reponga en su
puesto de trabajo y se le abonen las remuneraciones dejadas de percibir.
Manifiesta que el Decreto Ley Nº 25636 autorizaba al Instituto Peruano de Seguridad Social a
efectuar la racionalización de su personal administrativo mas no del personal de servicio; que él
tenía la calidad de trabajador de servicio, por lo que no se encontraba comprendido en los alcances
de dicha norma, sin embargo se ha dispuesto su cese por Resolución Nº 0704-DGHNAA-IPSS.
A fojas doscientos treinta y cinco y doscientos setenta y uno, respectivamente, las instituciones
emplazadas absuelven el trámite de contestación de la demanda solicitando se declare
improcedente la acción por haber operado el plazo de caducidad.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con fecha veintisiete de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda, por considerar que el actor no
agotó la vía administrativa y, por otro lado, que el derecho del demandante a ejercitar la acción ha
caducado.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, habiéndose interpuesto la presente demanda con fecha 1º de julio de 1996, esto es más de
tres años después de expedida la resolución que dispone el cese del actor, la causal de caducidad
operó, razón por la cual la excepción deducida en autos resulta fundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, ...a la fecha de interposición de la demanda... se había vencido el plazo de sesenta días
hábiles que contempla la ley para ejercitar la Acción de Amparo.
Expediente 412-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la sentencia de vista expedida por la Segunda Sala Superior Mixta
de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, de fecha cuatro de abril de mil
novecientos noventisiete que declaró improcedente la demanda revocando la sentencia de Primera
Instancia del dieciséis de diciembre de mil novecientos noventiséis que declaró fundada la
demanda.
ANTECEDENTES:
Don Alindor Desposorio Lezama Cotrina, a fojas cuarenta y ocho interpone acción de amparo
contra el Director General de la Policía Nacional del Perú Tnte. Gral. Víctor Alva Plasencia para
que se declare sin efecto la Resolución Directoral Nº 2644-95-DGP/P/DIPER-PNP del catorce de
junio de mil novecientos noventicinco por el que se dispuso su pase a la situación de disponibilidad
por supuesta medida disciplinaria. Expresa que después de haber sido absuelto por la Séptima
Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima y por la Corte Suprema de Justicia de la
República el diez de junio de mil novecientos noventicuatro por un supuesto delito se expidió la
resolución impugnada.
Interpuso los recursos impugnatorios respectivos y pese a opinión favorable de la Asesoría Jurídica
fue declarado improcedente el recurso de reconsideración por Resolución Nº 0464-96. Interpuso
recurso de apelación ésta no ha tenido respuesta habiendo operado el silencio administrativo.
Ampara su acción en el artículo 2º, inciso 7 y 20, artículo 200º de la Constitución Política del
Estado.
El actor ha estado involucrado en una presunta comisión de delito contra el patrimonio. La medida
disciplinaria procedió conforme al artículo 36º inciso b y artículo 40º del Decreto Legislativo Nº 745
Ley de situación del Personal de la PNP. Expresa que la sanción disciplinaria es una sanción
establecida sin perjuicio de la sanción penal.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima, a fojas setenta y dos el
dieciséis de diciembre de mil novecientos noventiséis pronuncia sentencia declarando fundada la
demanda y ordena se reponga al actor en su grado de Sub-Oficial de Primera de la Policía
Nacional del Perú; otorgándole todos sus beneficios que le corresponde por ley.
La Segunda Fiscal Superior Mixto del Cono Norte a fojas noventa y cinco opina que se revoque la
sentencia y se declare improcedente la demanda porque el accionante ha presentado la demanda
fuera del plazo de ley.
La Segunda Sala Superior Mixta de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, a fojas
ciento trece el cuatro de abril de mil novecientos noventisiete pronuncia sentencia revocando la
sentencia de Primera Instancia reformándola declaró improcedente la demanda de amparo por
haberse vencido el plazo de 60 días para interponer la demanda. El actor interpone recurso
extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Segunda Sala Superior Mixta de la Corte Superior de Justicia del
Cono Norte de Lima, del cuatro de abril de mil novecientos noventisiete de fojas ciento trece que
revocando la sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima, del
dieciséis de diciembre de mil novecientos noventiséis declaró improcedente la demanda e
integrando la sentencia declararon fundada la excepción de caducidad; dispusieron la publicación
de esta sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Exp. Nº 412-97-AA/TC
Lima
VISTOS:
El escrito presentado por don Alindor Desposorio Lezama Contrina su fecha quince de enero de mil
novecientos noventa y ocho, por el que solicita aclaración de la sentencia su fecha veintidós de
octubre de mil novecientos noventa y siete.
ATENDIENDO:
A que, la aclaración solicitada implica la modificación del fallo lo que no procede de acuerdo al
artículo 59º de la Ley Nº 26435, Ley Orgánica del Tribunal Constitucional;
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
RESUELVE:
Que, según el artículo 37º de la Ley Nº 23506 la caducidad de la Acción de Amparo se produce a
los sesenta días de realizada la afectación de un derecho constitucional.
Expediente 788-96-AA/TC
Piura
VISTO:
El recurso extraordinario interpuesto por don Luis Nicolás Martínez Infantas contra el auto de vista
pronunciado por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura su fecha veintiocho
de marzo de mil novecientos noventa y seis de fojas treintiuno el cual declaró improcedente la
acción de amparo por extemporánea;
ATENDIENDO:
A que, el Informe Legal Nº 1727 su fecha veintinueve de diciembre mil novecientos ochenta y ocho
de Asesoría Legal del Ministerio del Interior de fojas tres dictamina desestimar el recurso de
reconsideración interpuesto por el actor y la copia del recurso de nulidad administrativa de fojas
seis interpuesto por el accionante contra la Resolución Ministerial Nº 010-86-IN/DM, objeto de la
acción de amparo, acredita el agotamiento de la vía administrativa previsto por el artículo 27º de la
Ley Nº 23506;
Que, por confesión voluntaria, así denominado por la doctrina, el actor en el tercer párrafo del
escrito de su demanda de fojas catorce expresa que el cuatro de febrero de mil novecientos
ochenta y seis en mérito a la Resolución Ministerial Nº 010-86-IN/DM se dispuso su pase a la
situación de retiro en su calidad de miembro subalterno de la Policía Nacional del Perú;
Que, según el artículo 37º de la Ley Nº 23506 la caducidad de la acción de amparo se produce a
los sesenta días de realizado la afectación de un derecho constitucional; al efecto, ante la
manifestación del actor que su pase a la situación de retiro en el servicio policial se produjo el
cuatro de febrero de mil novecientos ochenta y seis al diecisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y cinco, fecha de la interposición de la demanda de acción de amparo, obrante a fojas
catorce, resulta manifiesto la extemporaneidad de la interposición de la pretensión.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
RESUELVE:
Confirmar la resolución de vista pronunciada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura su fecha veintiocho de marzo de mil novecientos noventa y seis de fojas treintiuno
que confirmó la apelada expedida por el Primer Juzgado Civil de Piura su fecha veintitrés de
noviembre de mil novecientos noventicinco que declaró improcedente la acción de amparo;
dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a ley; y los devolvieron.
...el derecho del demandante a interponer la presente acción de garantía ha caducado, ya que
había vencido en exceso el plazo de sesenta días hábiles prescrito por el artículo 37° de (la Ley N°
23506)...
Expediente 016-96-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone Manuel Chuman Caceda contra la resolución de la Segunda
Sala Civil del a Corte Superior de Justicia de la Libertad su fecha diecinueve de octubre de mil
novecientos noventa y cinco, que confirma la apelada que declara improcedente la demanda de
Acción de Amparo interpuesta contra el Gerente Departamental de La Libertad del Instituto
Peruano de la Seguridad Social.
ANTECEDENTES:
Don Manuel Chuman Caceda con fecha dieciocho de enero de mil novecientos noventa y cinco,
interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos a la defensa
de la libertad de trabajo, solicitando se le reponga en su centro de trabajo y se les abonen sus
remuneraciones dejadas de percibir.
Agrega que, la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo y no técnico, como en sus casos; por lo que su cese es ilegal, como
el hecho que el diecisiete de noviembre de mil novecientos noventa y dos se le impidió ingresar a
su centro de trabajo, hecho que fue corroborado por el Fiscal de Turno y que recién el día primero
de diciembre de mil novecientos noventa y dos fue notificado con la precitada resolución por vía
notarial, con la finalidad de convalidar el despido antes de la expedición del acto administrativo.
El Juez Provisional del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, con fecha veinticuatro de enero de mil novecientos noventicinco, mediante
auto declara improcedente la Acción de Amparo por caducidad del derecho.
Formulado el recurso de apelación, con fecha treinta de enero de mil novecientos noventa y cinco
este declarado improcedente, a lo cual demandado formula queja de derecho, la cual es declarada
fundada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, concediéndose la
apelación interpuesta mediante de recurso de fojas cuarentiocho. La Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad, expide resolución confirmando la recurrida.
FUNDAMENTOS:
3. Que, en consecuencia, es a partir de la fecha antes indicada, que procede computarse el plazo
de caducidad, por lo que al haberse interpuesto la demanda con fecha dieciocho de enero de mil
novecientos noventa y cinco, el derecho del demandante a interponer la presente acción de
garantía ha caducado, ya que había vencido en exceso el plazo de sesenta días hábiles prescrito
por el artículo 37º, de la acotada disposición legal.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...el artículo 27° de la Ley N° 23506, establece que el ejercicio de la acción de amparo caduca a los
sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado en aquella fecha, se
hubiera hallado en la posibilidad de interponer la acción...
Expediente 914-96-AA/TC
Callao
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don Enrique Prieto Oliveira contra la sentencia de la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha 28 de febrero de 1996, que confirma la
sentencia apelada, su fecha 14 de diciembre de 1995, que declaró improcedente la acción de
amparo contra la Empresa Nacional de Puertos.
ANTECEDENTES:
Don Enrique Prieto Oliveira, César Farfán Benítez, José Eduardo Iturrizaga Ramírez, José
Francisco Valenzuela Rivas, interponen acción de amparo contra la Empresa Nacional de Puertos
S.A., solicitando se deje sin efecto e inaplicable los oficios de administración de la empresa
demandada, de fecha 27 de diciembre de 1994, cursados a los actores, así como las resoluciones
de Gerencia General y Acuerdo de Directorio N° 216/11/92/D, por los que se realiza la
transferencia de la reserva social generada por cada uno de los recurrentes bajo el régimen de
servidores estatales activos y cesados, al Instituto Peruano de Seguridad Social con el propósito de
ejecutar el cambio de régimen social legítimamente adquirido y regulado por el Decreto Ley N°
20530, y por el Decreto Ley N° 19990, actos que trasgrede los derechos constitucionales a la vida,
igualdad ante la ley, seguridad social, irrenunciabilidad de los derechos adquiridos y otros.
A fojas 121, la sentencia de vista, su fecha 28 de febrero de 1996, confirmó la sentencia apelada,
que declaró improcedente la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "no resulta de
autos el haberse agotado la vía previa...que de los documentos incorporados al expediente se
establece que la acción objeto de este proceso, se ha ejercitado mucho después de los sesenta
días hábiles del término máximo que establece el artículo 37° de la Ley N° 23506, razón por la cual
ha operado efectivamente la caducidad de la acción".
Interpuesto recurso extraordinario, los autos son elevados a este Tribunal Constitucional de
conformidad con el artículo 41° de su Ley Orgánica,
FUNDAMENTOS:
Que: la caducidad de la acción de amparo tiene su razón de ser en la característica urgencia de las
acciones de garantías, para poner corte inmediato contra las agresiones de los derechos
constitucionales; que, en este sentido, el artículo 27° de la Ley N° 23506, establece que el ejercicio
de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que
el interesado en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción; que,
examinados los autos, fluye del propio tenor de la demanda y de los recaudos que obran de fojas
14 a 27 y de fojas 41 a 53, que la presente acción de amparo fue interpuesta vencido en exceso
el plazo de caducidad antes señalado, habida cuenta que los actos administrativos que
supuestamente perjudican a los demandantes, y que específicamente se sustentan en el Acuerdo
de Directorio N° 216/11/92/D y en las Resoluciones de Gerencia General que en forma
individualizada declara nula la incorporación o reincorporación de los actores al régimen
pensionario del Decreto Ley N° 20530, datan de los meses de noviembre y diciembre del año
1992, siendo que esta acción ha sido interpuesta con fecha 21 de marzo de 1995, pese a que no
existió imposibilidad que dilatara su ejercicio; que, asimismo, no se ha acreditado en autos que los
actores hayan agotado la vía previa para la impugnación de los supuestos actos administrativos
que los agravian, teniendo en cuenta, además, que en este caso no era de aplicación los
supuestos de inexigibilidad de agotamiento de la vía administrativa previstos en el artículo 28º de la
Ley de Hábeas Corpus y Amparo; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus
atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha 28
de febrero de 1996, que obra a fojas 104, la que confirma la sentencia apelada, de fojas 104, su
fecha 14 de diciembre de 1995, que declaró improcedente la acción de amparo; mandaron, se
publique en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a la ley; y, los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Que, habiéndose interpuesto la presente demanda... más de tres años después de expedida la
resolución que dispone el cese del actor, la causal de caducidad operó, razón por la cual la
excepción (de caducidad) deducida en autos resulta fundada.
Expediente 085-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los diecisiete días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan José Sánchez Reyes contra la resolución
expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas ciento ochenta y cinco don Juan José Sánchez Reyes interpone demanda de acción de
amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad Social, el Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga
Asenjo" y el Procurador Público del Ministerio de Salud, con el propósito que se le reponga en su
puesto de trabajo y se le abonen las remuneraciones dejadas de percibir.
Manifiesta que el Decreto Ley Nº 25636 autorizaba al Instituto Peruano de Seguridad Social a
efectuar la racionalización de su personal administrativo mas no del personal de servicio; que él
tenía la calidad de trabajador de servicio, por lo que no se encontraba comprendido en los alcances
de dicha norma, sin embargo se ha dispuesto su cese por Resolución Nº 0704-DGHNAA-IPSS.
A fojas doscientos treinta y cinco y doscientos setenta y uno, respectivamente, las instituciones
emplazadas absuelven el trámite de contestación de la demanda solicitando se declare
improcedente la acción por haber operado el plazo de caducidad.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con fecha veintisiete de setiembre de mil
novecientos noventa y seis, declaró improcedente la demanda, por considerar que el actor no
agotó la vía administrativa y, por otro lado, que el derecho del demandante a ejercitar la acción ha
caducado.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, habiéndose interpuesto la presente demanda con fecha 1º de julio de 1996, esto es más de
tres años después de expedida la resolución que dispone el cese del actor, la causal de caducidad
operó, razón por la cual la excepción deducida en autos resulta fundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, además, del tiempo transcurrido desde la notificación de la Resolución Suprema (27/04/90)
hasta la interposición de la presente demanda (09/01/91), se desprende que esta última fue
incoada fuera del plazo establecido por el artículo 37° de la Ley Nº 23506.
Expediente 260-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de casación, que en aplicación de la Quinta Disposición Transitoria y artículo 41º de la Ley
26435, debe entenderse como recurso extraordinario, interpuesto con fecha siete de junio de mil
novecientos noventitrés, por don Jorge Antonio Castro Castro, contra la Resolución de fecha veinte
de abril de mil novecientos noventitrés, mediante la cual, la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, declaró improcedente la acción de amparo incoada por el
mismo accionante (folio 16 del cuadernillo de nulidad).
ANTECEDENTES:
Don Jorge Antonio Castro Castro, Mayor PNP en situación de retiro, interpuso con fecha nueve de
enero de mil novecientos noventiuno, acción de amparo contra el Ministro del Interior, con la
finalidad de que se declare inaplicable la Resolución Suprema Nº 0115-90-IN/PNP (PG) de fecha
diecinueve de abril de mil novecientos noventa, notificada al accionante con el Oficio Nº 253-
DIRPER/DAPO, de fecha veintisiete de abril del mismo año. Mediante la citada Resolución
Suprema, que es materia de autos, se dispone, pasar al demandante, de la situación de actividad a
la de retiro, por medida disciplinaria, y ponerlo a disposición de la autoridad judicial respectiva.
(folio 7) Indica el actor, que al amparo del entonces vigente Decreto Supremo Nº 006-67-SC que
aprobó el Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, interpuso recurso
de nulidad contra la Resolución Suprema Nº 0115-90-IN/PNP (PG), el cual no fue resuelto, por lo
que, el veinticuatro de diciembre de mil novecientos noventa, presenta otro escrito para advertir al
Ministro del Interior, que al amparo del artículo 26º de la Ley Nº 25035, de Simplificación
Administrativa, se acoge al silencio administrativo y da por agotada la vía administrativa. Considera
el demandante, que la cuestionada Resolución Suprema Nº 0115-90-IN/PNP (PGP) de fecha
diecinueve de abril de mil novecientos noventa, vulnera el numeral 2) del artículo 233º de la Carta
Magna de 1979 vigente en ese entonces, pues con fecha diez de abril del mismo año, el Director
de Personal de la PNP, mediante el Oficio Nº 520-DIPER/Sec (folio 5) lo denunció por ante el
Presidente del Consejo Superior de Justicia de la II-ZJ PNP (Segunda Zona Judicial de la Policía
Nacional del Perú) como presunto autor de graves faltas de insubordinación. Finaliza el actor,
manifestando, que existiendo dicha denuncia por ante la II Zona Judicial, ya no debió emitirse la
Resolución Suprema Nº 0115-90-IN/PNP (PG) que dispuso su pase al retiro por medida
disciplinaria, poniéndolo además, a disposición de la autoridad judicial respectiva (folios 223, 24, 25
y 26).
Contesta la demanda, el Procurador Público del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos de la
Policía Nacional y Sanidad de la misma, solicitando sea declarada "improcedente; y de ser así,
"infundada", (sic)por las razones siguientes: Que, por encontrarse el accionante sometido a la
Justicia Militar por los mismos hechos que son materia de la acción de garantía, deviene en
improcedente ésta última. Que, el veintisiete de abril de mil novecientos noventa, se notificó al
demandante con la Resolución Suprema Nº 0115-90IN/PNP (PG), materia de autos, y que recién
con fecha nueve de enero de mil novecientos noventiuno interpone la demanda, cuando el plazo
establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506 ya había vencido con exceso (folio 28).
Con fecha doce de setiembre de mil novecientos noventiuno, el 26 Juzgado de Primera Instancia
en lo Civil de Lima, falla declarando fundada la demanda, en base a los considerandos siguientes:
Que, el demandante cumplió con agotar la vía previa con fecha veinticuatro de diciembre de mil
novecientos noventa. Que, la Resolución Suprema Nº 0115-90-IN/PNP (PG) no debió dictarse por
cuanto la Primera Sala del Consejo Superior de Justicia de la Segunda Zona Judicial de la Policía
Nacional ya había recepcionado la denuncia, por la misma causal que motivó la citada Resolución
Suprema (folios 34 y 35).
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha primero de setiembre de
mil novecientos noventidós, confirma la sentencia de primera instancia y declara fundada la
demanda (folio 60).
FUNDAMENTOS:
Que, a partir de la fecha de notificación, el demandante pudo plantear contra la referida Resolución
Suprema, que es materia de autos, las siguientes acciones:
Interponer dentro de los 15 días útiles contados a partir de la notificación, recurso impugnatorio de
reconsideración, al amparo del artículo 101º del entonces vigente Decreto Supremo Nº 006-67-SC
que aprobó el Reglamento de Normas Generales de Procedimientos Administrativos; de no
dictarse la Resolución Suprema resolviendo la impugnación, el actor pudo acogerse al silencio
administrativo cumpliendo las acciones y plazos establecidos en el artículo 90 del acotado
Reglamento. De esa manera habría agotado la vía administrativa.
Que, no consta en autos que el accionante hubiera impugnado la Resolución Suprema Nº 0115-90-
IN/PNP (PG) con arreglo al Capítulo I del Título Cuarto del citado Reglamento.
Que, además, del tiempo transcurrido desde la notificación de la Resolución Suprema (veintisiete
de abril de mil novecientos noventa) hasta la interposición de la presente demanda (nueve de
enero de mil novecientos noventiuno), se desprende que ésta última fue incoada fuera del plazo
establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que su demanda la interpone... con fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventicinco,
habiendo transcurrido más de los sesenta días que requiere el artículo 37° de la Ley N° 23506, por
lo que ha operado el plazo de caducidad.
Expediente 213-95-AA/TC
Junín
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Norka Ortega Ardiles contra la resolución de la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fecha catorce de julio de mil novecientos
noventicinco, que confirma la del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, con
fecha quince de mayo de mil novecientos noventicinco y declara improcedente la acción de
amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Norka Ortega Ardiles interpone demanda de acción de amparo contra la Universidad
Nacional del Centro del Perú a fin de que se suspenda el acto violatorio de su estabilidad laboral y
se le reponga en su cargo de Jefe de la Oficina General de Abastecimientos u otro cargo de rango
similar, del que ha sido removida por Memorándum Nº 298-94-JOGP del veintidós de setiembre de
mil novecientos noventicuatro, destacándola como Jefe de la Unidad de Archivo General, en el
mismo nivel remunerativo F-2. El Segundo Juzgado en lo Civil de Huancayo declaró improcedente
la demanda, por considerar que la actora no había agotado la vía previa establecida en el artículo
27º de la Ley Nº 23506. Interpuesto recurso de apelación, la Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Junín confirmó dicha sentencia, según resolución del catorce de julio de mil
novecientos noventicinco, al estimar que había operado el término de caducidad.
Contra esta resolución el accionante interpone recurso de nulidad por lo que de conformidad con
los dispositivos legales se han remitidos los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que de autos consta que mediante la notificación de fojas veintisiete recepcionada por la actora
el veinte de enero de mil novecientos noventicinco se declaró improcedente su recurso de
apelación interpuesto a fojas veinticinco, quedando agotada la vía administrativa.
2. Que su demanda la interpone a fojas uno, con fecha veintiséis de abril de mil novecientos
noventicinco, habiendo transcurrido más de los sesenta días que requiere el artículo 37º de la Ley
Nº 23506, por lo que ha operado el plazo de caducidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, que
obra a fojas noventiocho, de fecha catorce de julio de mil novecientos noventicinco, que a su vez
confirma la apelada de fecha quince de mayo de mil novecientos noventicinco expedida por el
Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo, que declara improcedente la acción de
amparo interpuesta por doña Norka Ortega Ardiles contra la Universidad Nacional del Centro del
Perú; con lo demás que contiene; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" con
arreglo a ley, y los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
...el demandante recién interpone la presente Acción de Amparo... cuando había caducado su
ejercicio para (interponerla)... como lo manda el artículo 37° de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus
y Amparo.
Expediente 062-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan Valdivieso Cabada en su calidad de representante
legal de Productores de Conservas Sociedad Anónima contra la resolución expedida por la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República su fecha quince
de noviembre de mil novecientos noventicinco que declarando no haber nulidad en la resolución de
vista de fecha veintidós de noviembre de mil novecientos noventicuatro y que a su vez revoca la
apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Ejecutor Coactivo de
Lima doctor Licurgo Pinto Ruiz, por violación de sus derechos constitucionales a la garantía de
jurisdicción y al debido proceso.
ANTECEDENTES:
Manifiesta el demandante que en el procedimiento coactivo seguido por Pesca Perú con su
representada Productores de Conservas S.A. el ejecutor coactivo de Lima doctor Licurgo Pinto
Ruiz procedió a considerar como parte a los trabajadores de su representada, quienes solicitando
el remate de la fábrica, se la han adjudicado, por resolución del mencionado ejecutor coactivo
llegando al extremo de ordenar al Ministerio de Pesquería proceda a transferir la licencia a una
Empresa denominada Sindicato de Trabajadores y Comunidad Pesquera de Productores de
Conservas S.A. conformada por un ex administrador judicial nombrado por el doctor Licurgo Pinto
Ruiz y la ex abogada de Pesca Perú, tomándose así atribuciones jurisdiccionales propias del
Juzgado Laboral, termina solicitando se deje sin efecto: la resolución que ordenó el remate de los
bienes de su representada, la adjudicación, y la orden de traslado de la licencia de su
representada, ya que el ejecutor coactivo se negó a tramitar el recurso de apelación que interpuso.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima revoca la sentencia declarando
improcedente la demanda por haber sido interpuesta fuera del plazo de caducidad que manda el
artículo 37º de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus.
FUNDAMENTOS:
Que, para procederse a un remate judicial ha tenido que existir, previamente, un mandato de
embargo y practicarse éste, y así se procedió en aquel proceso que motiva la presente: el primer
embargo se llevó a cabo el cuatro de marzo de mil novecientos noventidós, por mandato del
veintiséis de enero de mil novecientos ochentidós, que en esta diligencia participó el doctor
Eduardo Pastor La Rosa en su condición de apoderado de la ejecutada; que en la ampliación de
embargo, que se efectuó el ocho de julio de mil novecientos noventidós, participó en la diligencia
don José Moy Ramírez en su calidad de Superintendente de la Fábrica de Conservas
PROCONSA, quien a la vez era Director de la Sociedad como es verse de fojas uno, desde ese
entonces la parte demandante sabía que sobre sus bienes pendía una orden de remate como
consecuencia del embargo, la misma que se efectiviza el veintitrés de noviembre de mil
novecientos noventidós, como es de verse de fojas once, y el demandante recién interpone la
presente acción de amparo el dos de abril de mil novecientos noventitrés, cuando había caducado
su ejercicio para interponer la acción de amparo como lo manda el artículo 37º de la Ley Nº 23506
de Hábeas Corpus y Amparo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
...(ha) transcurrido en exceso el término de sesenta días a que se contraen los artículos 37° de la
Ley N° 23506 y 26° de la Ley N° 25398, por lo que habiendo caducado la acción, este Colegiado
se encuentra impedido de pronunciarse sobre el fondo de la materia.
Expediente 210-97-AA/TC
Huancayo
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, interpuesto contra la resolución de la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Junín, su fecha siete de marzo de mil novecientos noventa y
siete, en la acción de amparo seguida por Contratistas Generales San Antonio S. R. Ltda.,
debidamente representada por su Gerente General don Alfredo Murillo Silva contra la Distribuidora
Santa Berenice S.A. y contra el Registrador Fiscal de Ventas a Plazos de la ciudad de Huancayo.
ANTECEDENTES:
Contratistas Generales San Antonio S.R. Ltda, debidamente representada por su Gerente General
don Alfredo Murillo Silva, interpone acción de amparo dirigida contra Distribuidora Santa Berenice
S.A. y contra el Registrador Fiscal de Ventas a Plazos de la ciudad de Huancayo, con el objeto de
que se disponga la suspensión de la medida cautelar ordenada por el Registrador Fiscal de Ventas
a Plazos de Huancayo, trabada sobre el vehículo de la empresa demandante, solicitando además
que se les devuelva el indicado vehículo. Aduce que se viola su derecho de propiedad del vehículo
de placa de rodaje WP-8062. Ampara su acción en lo dispuesto por los artículos 2º inciso 14) y 70º
de la Constitución Política del Perú, es decir al derecho a contratar con fines lícitos y a la
propiedad.
Señala la demandante que mediante factura Nº 066 adquirió el vehículo marca Scania, modelo
T113E 6x4, con motor intercooler DSC11, cabina CT-13, chasis 9BSTE6X4ZS3257640, motor
3172094, color azul-rosa, año 1995, adquisición que la hizo de buena fe, sin que exista ningún
gravamen contra el señalado vehículo. Refiere también que mediante factura Nº 067, adquirió una
tolva con número de serie SE-680-95-2025, para el mismo vehículo.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por doña María Waly Mejía Haro, en su calidad de
Registradora Pública de la Oficina Registral de Huancayo, a cargo del Registro Fiscal de Ventas a
Plazos, quien la niega y contradice en todos sus extremos, señalando además que la demandante
celebró un contrato de compraventa con la compañía Distribuidora Santa Berenice S.A. para la
adquisición de un camión marca Scania, modelo T113E 6x4, motor Nº 3172094, chasis Nº
9BSTB6X4ZS3257640 y de una tolva con de número de serie SE-680-95-2025. Refiere que siendo
una venta a plazos, la empresa vendedora solicitó la inscripción en la Oficina Registral de Ventas a
Plazos, la misma que se efectuó en el mes de noviembre de 1995, quedando registrado con el Nº
32483, solicitando posteriormente la anotación en el Registro de Propiedad Vehicular la reserva de
dominio del vehículo en cuestión, por lo que la demandante no puede invocar que se ha vulnerado
su derecho a la propiedad, por existir una reserva de dominio a favor de la compañía vendedora,
toda vez que de conformidad con la Ley Nº 6565 y su Reglamento, a solicitud de la Distribuidora
Santa Berenice S.A., se requirió a la demandante para que cumpliera con abonar las cuotas
pendientes de pago en el plazo máximo legal de diez días, bajo apercibimiento de proceder al
remate del vehículo, por lo que a solicitud de la vendedora se hizo efectivo el apercibimiento,
disponiéndose el recojo del vehículo, lo cual se puso en conocimiento de la autoridad competente,
quedando el vehículo a disposición del Registro Fiscal de Ventas a Plazos, siguiéndose luego con
el procedimiento de ley, se concluyó con el remate del vehículo, siendo adjudicado a favor de la
Distribuidora Santa Berenice S.A.
El Fiscal Superior de la Fiscalía Superior en lo Civil de Junín, opinó porque se revoque la sentencia
recurrida en el extremo que declara improcedente la acción de amparo y reformándola se declare
infundada en todos sus extremos.
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, mediante resolución de diecisiete de febrero
de mil novecientos noventa y siete, confirma la sentencia de veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventa y seis.
FUNDAMENTOS:
1) Que, del estudio de autos se deduce que el derecho presuntamente violado se produjo al
momento del remate y adjudicación del vehículo materia de litis, a favor de la Distribuidora Santa
Berenice S.A.; 2) Que, de la fecha de materialización del remate y adjudicación, es decir desde el
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y seis, hasta la fecha de interposición de la
demanda en que se dio inicio a la presente acción, es decir al nueve de diciembre de mil
novecientos noventa y seis, había transcurrido en exceso el término de sesenta días a que se
contraen los artículos 37º de la Ley Nº 23506 y 26º de la Ley Nº 25398; por lo que habiendo
caducado la acción, este Colegiado se encuentra impedido de pronunciarse sobre el fondo de la
materia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, su
fecha diecisiete de febrero de mil novecientos noventa y siete, de fojas ciento ochenta y seis, que
confirmando la apelada, declaró improcedente la acción de amparo interpuesta; dispusieron su
publicación en el Diario Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Que, la actora interpuso Acción de Amparo... pasados los sesenta días hábiles de producida la
afectación, razón por la cual es de aplicación lo dispuesto en el artículo 37° de la Ley N° 23506 por
cuanto la acción ha caducado.
La Libertad
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido en
sesión de Pleno el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Emperatriz Saavedra Cabrejos contra la resolución de
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República del tres
de agosto de mil novecientos noventa y dos, que declaró haber nulidad en la recurrida y
reformándola la declaró improcedente, en la Acción de Amparo interpuesta contra la Dirección
Departamental de Educación de La Libertad.
ANTECEDENTES:
Doña Emperatriz Saavedra Cabrejos interpuso la presente Acción de Amparo contra la Dirección
Departamental de Educación de La Libertad para que se ordene la nulidad de la Resolución
Directoral Departamental Nº 00631 del 17 de abril de 1990 por lo siguiente: 1) el 27 de marzo de
ese año presentó su solicitud de cese con veinticinco años, cuatro meses y veintisiete días de
servicios en el magisterio; y, 2) por razones personales el 24 de abril del mismo año presentó una
solicitud de desistimiento pero el 17 de abril, mediante Resolución Nº 00631, fue desestimada por
extemporánea la petición de desistimiento.
Asimismo, le falsificaron una solicitud de desistimiento por lo que tuvo que denunciar ante la
Sétima Fiscalía Provincial, abriéndose el correspondiente proceso de investigación.
El Cuarto Juzgado Civil de Trujillo, con fecha dieciocho de junio de mil novecientos noventa y uno,
declaró improcedente la acción de amparo por considerar que: 1) la peticionaria pide expresamente
que se deje sin efecto la Resolución Directoral Departamental Nº 00631 del 17 de abril de 1990,
que fue interpuesta el 13 de diciembre del mismo año, es decir, pasados los sesenta días hábiles
de producida la afectación, razón por la cual es de aplicación el artículo 37º de la Ley Nº 23506 en
virtud del cual el derecho de accionar ha caducado; 2) la actora no ha agotado las vías previas que
el trámite administrativo concede y está pendiente una denuncia por falsificación de la solicitud de
desistimiento, razón por la cual es de aplicación lo dispuesto en el inciso 3) del artículo 6 de la Ley
anteriormente citada.
Esta sentencia fue confirmada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, con fecha veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y uno, que declaró
improcedente la acción de amparo interpuesta, por sus fundamentos y por considerar además que
la caducidad produce el decaimiento del derecho material reclamado.
FUNDAMENTOS:
Que del estudio y del análisis de lo actuado queda claro que la recurrente reconoce haber
presentado su cese al cargo de profesora el veintisiete de marzo de mil novecientos noventa,
desistiéndose el veintitrés de abril del mismo año, día en que fue notificada con el cese mediante la
Resolución Directoral Departamental Nº 00631, del diecisiete de abril de mil novecientos noventa.
Que la actora interpuso acción de amparo el trece de diciembre de mil novecientos noventa, es
decir, pasados los sesenta días hábiles de producida la afectación, razón por la cual es de
aplicación lo dispuesto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506 por cuanto la acción ha caducado.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, antes de incoar Acción de Amparo la persona que se sienta afectada por acto de la
administración o de particulares, tiene la obligación de culminar el procedimiento previo de
reclamación que para el efecto se hubiere previsto. Tratándose de agresiones atribuidas a persona
jurídica, el afectado estará sujeto a tal exigencia, únicamente si el estatuto de aquélla contempla el
referido procedimiento.
Expediente 508-96-AA/TC
Chiclayo
Caso: Segundo Francisco Caján Castro
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por don Segundo Francisco Caján
Castro contra la resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
A fojas veinticuatro don Segundo Francisco Caján Castro interpone acción de amparo contra el
Presidente de la Derrama Administrativa de Lambayeque, representada por don Antonio Silgado
Balladares, con el propósito que "se haga efectivo en su totalidad el pago de mis beneficios que me
corresponde como ex-socio de la Derrama Administrativa de Lambayeque y la indemnización
especial por daños y perjuicios".
Manifiesta que el año 1993 cesó en el cargo de Técnico Administrativo de la Sede Sub Regional de
Educación de Chiclayo; que de acuerdo al estatuto de la demandada le han debido abonar en su
totalidad los beneficios que le correspondían; que de acuerdo a la Tabla de Beneficios vigente a
esa fecha, le corresponde la suma de S/ 2,743.05, tal como figura en las tres primeras órdenes de
pago; sin embargo le liquidaron con una cantidad diferente; que, al efectuar su reclamo le
señalaron que por Resolución de Consejo Nº 03 se había dispuesto un descuento del 37%,
además del 3% por gastos administrativos; agrega que la negativa a hacerle efectivo en su
totalidad el pago de sus beneficios se está vulnerando sus derechos constitucionales, puesto que
le están aplicando retroactivamente un descuento dispuesto por una resolución expedida con
posterioridad a su cese; que presentó recurso de reconsideración contra la Resolución de Consejo
Nº 003, sin obtener respuesta hasta la fecha.
FUNDAMENTOS:
Que, el demandante interpone acción de amparo con el propósito que "se haga efectivo en su
totalidad el pago de mis beneficios que me corresponden como ex-socio de la Derrama
Administrativa de Lambayeque" y se ordene el pago de indemnización por daños y perjuicios.
Que, antes de incoar acción de amparo la persona que se sienta afectada por acto de la
administración o de particulares, tiene la obligación de culminar el procedimiento previo de
reclamación que para el efecto se hubiere previsto. Tratándose de agresiones atribuidas a persona
jurídica, el afectado estará sujeto a tal exigencia, únicamente si el estatuto de aquella contempla el
referido procedimiento.
Que, en la liquidación y recibo que obra a fojas 16, que aparece suscrita por el demandante el día
13 de setiembre de 1993, se consigna el descuento que considera lesivo a sus derechos
constitucionales; es a partir de esta fecha, en que toma conocimiento de la alegada agresión, que
debe computarse el plazo de caducidad previsto en el art. 37º de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo; en tal virtud, habiéndose interpuesto la demanda el día 27 de marzo de 1996, dicho plazo
se venció en demasía, por lo que la acción resulta improcedente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Confirmando la resolución de fojas ochenta y cuatro, de fecha diecisiete de julio de mil novecientos
noventa y seis, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, que confirmando la apelada declaró fundada la excepción de caducidad,
improcedente la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa e improcedente la
demanda; ordenaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", con arreglo a ley; y los
devolvieron.
Improcedencia: caducidad
...se ha sobrepasado el término de caducidad de sesenta días hábiles previsto en el artículo 37° de
la Ley N° 23506... por lo que la acción resulta manifiestamente improcedente.
Expediente 932-96-AA/TC
Lima
Caso: Jorge Francisco Huallpatuero Quispe
En Lima, a los veintidós días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El demandante don Jorge Francisco Huallpatuero Quispe interpone su acción de amparo contra
don Luis Castañeda Lossio, Presidente Ejecutivo del Instituto Peruano de Seguridad Social y otros
cuatro funcionarios del mismo organismo, para que se deje sin efecto la Resolución Nº 897-
GZCCN-IPSS-92, de fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos noventidós, que lo cesa con
motivo del proceso de racionalización del personal administrativo, autorizado por D.L.Nº 25636, por
considerar que lesiona su derecho de estabilidad en el empleo, y que desarrolla una labor
asistencial, como técnico de seguridad, y no de carácter administrativo, por lo que se le debe
reponer en su puesto de trabajo.
De fojas cuarenta y uno a cuarenta y dos y con fecha siete de marzo de mil novecientos noventa y
seis, el Vigésimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima declara improcedente la
demanda, por considerar, entre otras razones, que han transcurrido más de los sesenta días
hábiles desde el día de producido el cese laboral y la interposición de la demanda, por lo que la
misma ha caducado, y que, además, el actor no había agotado las vías previas que requiere la ley.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior
de Justicia de Lima con fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventa y seis y a fojas
noventa y nueve, confirma la resolución apelada, por estimar, asimismo, que había operado la
caducidad prevista en el artículo 37º de la Ley Nº 23506. Contra esta resolución el accionante
interpone recurso de nulidad, por lo que de conformidad con los dispositivos legales vigentes y
entendiendo dicho recurso como "extraordinario" dispuso el envío de los actuados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que de autos se acredita que el examen de evaluación y calificación se produjo el día quince de
noviembre de mil novecientos noventidós, acto al que el demandante no concurrió, y que el día
dieciséis del mismo mes y año se ordenó el retiro de su tarjeta de control de asistencia, fecha en
que se sitúa la supuesta afectación del atributo constitucional invocado por el actor, la cual se
formalizó con la resolución impugnada Nº 897-GZCCN-IPSS-92, del dieciocho de noviembre de mil
novecientos noventidós.
Que contra este acto administrativo el demandante interpuso recurso de reconsideración, el treinta
y uno de diciembre de mil novecientos noventidós, el que, al no haber merecido resolución en el
término legal de treinta días, dejó en potestad del actor de considerar denegado su reclamo, a
efectos de interponer el recurso de apelación correspondiente, y dar por agotada la vía
administrativa, o de esperar el pronunciamiento expreso de su empleadora.
Que el actor no interpuso recurso de apelación, a fin de que constituya estado dicha instancia
administrativa, conforme a los artículos 99º y 100º de la Ley General de Procedimientos
Administrativos y, sobre esa base, instaurar su demanda de garantía constitucional en el fuero
común, habiendo dejado inconclusa su impugnación mencionada, por lo que no ha agotado las
vías previas que inició de acuerdo a ley.
Que adicionalmente, han transcurrido alrededor de tres años, al día veintiocho de febrero de mil
novecientos noventiséis en que interpone esta acción de amparo (fojas treinta a cuarenta), siendo
evidente que se ha sobrepasado el término de caducidad de sesenta días hábiles previsto en el
artículo 37º de la Ley Nº 23506, conforme lo significan las resoluciones inferiores, por lo que la
acción resulta manifiestamente improcedente. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional,
en uso de las atribuciones conferidas por la Constitución del Estado, su Ley Orgánica Nº 26435 y la
Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
... este Colegiado aprecia que el actor interpuso la presente acción de garantía... fuera del plazo de
los sesenta días hábiles precitados (artículo 37° Ley N° 23506) y por ende transcurrido con exceso
el plazo de caducidad.
Expediente 031-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone Leonardo Cavero Aquije contra la resolución de la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima su fecha treintiuno de
octubre de mil novecientos noventa y seis, que confirma la apelada y la declara improcedente la
demanda de Acción de Amparo interpuesta contra el Presidente de la Corte Suprema de la
República.
ANTECEDENTES:
Don Leonardo Cavero Aquije con fecha veintiséis de julio de mil novecientos noventa y cinco,
interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos al derecho
de defensa, libertad de trabajo, motivación escrita de las resoluciones, jerarquía de resoluciones,
pluralidad de instancias y garantías de magistrados, solicitando se le reponga en su condición de
Juez Titular del Cuarto Juzgado Especializado en lo Penal de Ica y se les abonen sus
remuneraciones dejadas de percibir y demás beneficios y por consiguiente se deje sin efecto el
Acuerdo de la Sala Plena de la Corte Suprema de la República de fecha treinta de setiembre de mil
novecientos noventa y dos y la Resolución Suprema Nº 353-93-JUS de fecha veintiocho de abril de
mil novecientos noventitrés, que canceló su Título como Juez de Ejecución Penal.
Sostiene el demandante que mediante el Decreto Ley Nº 25446 de fecha veintidós de abril de mil
novecientos noventidós, dispuso en su artículo sexto la conformación de una Comisión Evaluadora
para que en el plazo de noventa días efectúe un proceso de investigación y sanción de la conducta
funcional de los Magistrados de las diversas instancias, las mismas que fueron ampliadas mediante
el Decreto Ley Nº 25718 de fecha doce de setiembre de mil novecientos noventidós y el Decreto
Ley Nº 25797 de fecha veinte de octubre de mil novecientos noventidós, por cuarenticinco días
respectivamente, y en cumplimiento de las referidas disposiciones legales, dicha comisión se
constituyo en la ciudad de Ica entre el diecisiete al veintidós de agosto de mil novecientos
noventidós, bajo la dirección del Doctor Luis Felipe Almenara Bryson, siendo el evaluador del
Cuarto Juzgado Especializado en lo Penal de Ica, el Doctor Juan Pablo Quispe Alcalá.
Posteriormente, indica que mediante Oficio Nº 6243-92, de fecha primero de octubre de mil
novecientos noventidós, el Presidente de la Corte Superior de Justicia de Ica, le pone en su
conocimiento la decisión de la Corte Suprema de la República que aprueba su separación
definitiva.
Frente a ello, con fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventidós el demandante
interpuso recurso de reconsideración contra el Acuerdo de la Sala Plena de la Corte Suprema de la
República, sin que sea atendido el mismo; viéndose precisado a interponer un nuevo recurso de
petición con fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventicinco, para que se avoquen al
conocimiento de su pedido de reconsideración, razón por lo cual el demandante da por agotada la
vía administrativa, por la existencia del silencio negativo.
La Juez Titular del Vigésimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior
de Justicia de Lima, con fecha diecinueve de setiembre de mil novecientos noventicinco, admite a
trámite la Acción de Amparo corriendo traslado de la misma por el término de ley.
La demanda se tiene por absuelta en rebeldía del Procurador Público a cargo de los Asuntos
Judiciales del Poder Judicial.
La Juez Titular del Vigésimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior
de Justicia de Lima declara improcedente la demanda, por considerar, que el artículo dos del
Decreto Ley Nº 25454 de fecha veintisiete de abril de mil novecientos noventidós, resulta
improcedente las acciones de garantía dirigidas a impugnar directa o indirectamente los efectos de
la aplicación de los Decretos Leyes Nºs. 25423, 25442 y 25446.
Formulado el recurso de apelación, con fecha diez de abril de mil novecientos noventiséis. La Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima de fecha treintiuno de
octubre de mil novecientos noventiséis, expide resolución confirmando la sentencia de fojas
ochentiséis.
FUNDAMENTOS:
Que, siendo el objeto de esta acción la reposición de las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional, por acción u omisión de los actos de
cumplimiento obligatorio, es evidente que resulta indispensable precisar el momento en que se
produjo la agresión; según el artículo treintisiete de la Ley Nº 23506 y el artículo veintiséis de la Ley
Nº 25398 que autoriza el ejercicio de la Acción de Amparo dentro de los sesenta días hábiles de
producida la afectación.
Que, la última parte del artículo treintisiete de la Ley Nº 23506, establece que el ejercicio de la
Acción de Amparo caduca: " a los sesenta días hábiles...desde el momento de la remoción del
impedimento". Para el presente caso, el Decreto Ley Nº 25444, establecía en su artículo dos el
impedimento de interponer Acción de Amparo dirigida a impugnar directa o indirectamente las
medidas tomadas con relación a la aplicación de la norma, impedimento que fue removido con la
vigencia de la Constitución del Estado de mil novecientos noventitrés, es decir, se debe computar
los sesenta días hábiles desde el treintiuno de diciembre de mil novecientos noventitrés, fecha en
que entró en vigencia la actual Carta Magna; de autos este Colegiado aprecia que el actor
interpuso la presente acción de garantía el veintiséis de julio de mil novecientos noventicinco, es
decir, fuera del plazo de los sesenta días hábiles precitados y por ende transcurrido con exceso el
plazo de caducidad.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que la Acción de Amparo ha sido interpuesta... habiendo transcurrido con exceso el plazo
señalado en el artículo treintisiete de la Ley N° 23506.
Expediente 528-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone Luis Enrique Guillén Bendezú contra la resolución de la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima su fecha treinta de abril
de mil novecientos noventa y siete, que revoca la apelada y reformándola la declara infundada la
demanda de Acción de Amparo interpuesta contra el Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología (SENAMHI).
ANTECEDENTES:
Don Luis Enrique Guillén Bendezú con fecha once de junio de mil novecientos noventa y seis,
interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos al derecho
de defensa, contra el abuso del derecho y el despido arbitrario, solicitando se le reponga en su
centro de trabajo y se les abonen sus remuneraciones dejadas de percibir y demás beneficios y por
consiguiente se deje sin efecto la Resolución Jefatural Nº 0286-SENAMHI-OGA-OPE/95 de fecha
doce de diciembre de mil novecientos noventa y cinco.
Sostiene el demandante que con fecha cinco de febrero de mil novecientos noventiséis requirió al
Jefe de la Oficina de Organismos Públicos Descentralizados del Ministerio de Defensa, instancia
administrativa superior del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, para que en el término
de treinta días, señalado por el artículo cincuentiuno del Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, cumpla
con resolver su recurso de apelación formulado contra la precitada Resolución Jefatural, habiendo
vencido dicho plazo el dieciocho de marzo de mil novecientos noventiséis y al no haberse expedido
la resolución correspondiente, se tiene por agotada la vía administrativa.
Asimismo, indica que la resolución que lo destituyó vulnera su derecho constitucional a la legitima
defensa, en razón que fue sometido a un proceso administrativo con privación de su derecho
constitucional al no haberse merituado correcta ni legalmente todos los descargos efectuados ante
las imputaciones de carácter disciplinario y que además la Comisión Especial de Procesos
Administrativos ha sido integrada por personal subalterno del Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología e inclusive ajeno a la jurisdicción de Lima, como el caso de don Sebastián Zuñiga
Medina, quien trabaja permanentemente en la ciudad de Arequipa y fue designado presidente de la
Comisión Especial de Procesos Administrativos, cargo que no ejerció personalmente sino que fue
sustituido por tercera persona, además que fue designado don Felipe Huamán Solis sin título
profesional, quien tiene cargo subalterno de Inspector Técnico, transgrediéndose el artículo ciento
sesenticinco segundo párrafo del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, que dispone que la Comisión
Especial debe estar integrada por tres miembros acordes con la jerarquía del procesado.
El Juez del Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior de
Justicia de Lima, con fecha doce de junio de mil novecientos noventiséis, admite a trámite la Acción
de Amparo corriendo traslado de la misma por el término de ley.
Absuelta la demanda por el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Defensa relativos a la Fuerza Aérea del Perú, solicita que la demanda se declare improcedente o
infundada por los fundamentos que expresa en su escrito de contestación de la demanda, que
corre a fojas ciento cuarentiuno.
El Juez del Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior de
Justicia de Lima declara fundada la demanda, por considerar, que se había violado el debido
proceso y se habían basado en cuestiones subjetivas que no habían sido materia de probanza.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno los alcances de la
Resolución Jefatural Nº 0286-SENAMHI-OGA-OPE/95 de fecha doce de diciembre de mil
novecientos noventicinco, mediante la cual se le destituye.
Que, de autos se advierte que el demandante plantea el recurso de apelación con fecha cuatro de
enero de mil novecientos noventiséis, con la finalidad que el superior jerárquico revoque la
resolución aludida y requiriendo por escrito de fecha cinco de febrero de mil novecientos
noventiséis al Jefe de la Oficina de Organismos Públicos Descentralizados del Ministerio de
Defensa, para que en el plazo de treinta días se resuelva su recurso de apelación, vencido este
plazo sin ser resuelto, la vía administrativa quedo agotada, con el silencio negativo, señalado en el
Decreto Supremo Nº 002-94-JUS, que aprueba el Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos.
Que, la Acción de Amparo ha sido interpuesta con fecha once de junio de mil novecientos
noventiséis habiendo transcurrido con exceso el plazo señalado en el artículo treintisiete de la Ley
Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Que, la Acción de Amparo ha sido interpuesta... habiendo transcurrido con exceso el plazo
señalado en el artículo treintisiete de la Ley N° 23506.
Expediente 659-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario que interpone Claudio Samuel Márquez Espinoza contra la resolución de la
Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima su fecha
veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y seis, que confirma la apelada que declara
improcedente la demanda de Acción de Amparo interpuesta contra el Presidente Ejecutivo del
Instituto Peruano de la Seguridad Social y otros.
ANTECEDENTES:
Don Claudio Samuel Márquez Espinoza con fecha tres de enero de mil novecientos noventa y seis,
interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos constitucionales referidos a la defensa
de la libertad de trabajo y estabilidad laboral, solicitando se le reponga en su centro de trabajo y se
les abonen sus remuneraciones dejadas de percibir y demás beneficios y por consiguiente se deje
sin efecto en cuanto a su persona la Resolución Gerencial Nº 573-GZLE (ODP)-IPSS-92 de fecha
veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y dos.
Agrega que, la racionalización del personal que autorizó la referida norma legal, estaba circunscrito
para el personal administrativo; pero el diecinueve de noviembre de mil novecientos noventa y dos
se le impidió ingresar a su centro de trabajo, hecho que fue constatado por la Delegación Policial
de La Victoria.
Asimismo, indica que el día programado por el Instituto Peruano de Seguridad Social para rendir
las pruebas de selección y calificación, no concurrió por encontrarse detenido desde el día catorce
y quince inclusive en la Delegación Policial de La Victoria por indocumentado, acreditando su dicho
con la certificación expedida por dicha dependencia policial.
Motivando la interposición de diversos recursos durante los años de mil novecientos noventa y
cuatro y mil novecientos noventa y cinco.
La Juez del Décimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior de
Justicia de Lima, con fecha cinco de enero de mil novecientos noventiséis, admite a trámite la
Acción de Amparo corriendo traslado de la misma por el término de ley.
Absuelta la demanda por el apoderado del Instituto Peruano de Seguridad Social, deduce las
excepciones de cosa juzgada, en virtud que la reincorporación solicitada por el actor en su centro
de trabajo fue materia de pronunciamiento por parte del Poder Judicial declarando mediante
sentencia improcedente la demanda; la de falta de agotamiento de la vía previa, por encontrarse
pendiente de pronunciamiento del Instituto Peruano de Seguridad Social sobre las solicitudes
planteadas por el recurrente y la de caducidad al haber transcurrido más de tres años de haber
ocurrido la supuesta violación constitucional y solicitando se declare improcedente la demanda.
El Juez del Décimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima de la Corte Superior de
Justicia de Lima declara improcedente la demanda, por considerar, que no se había agotado las
vías previas.
Formulado el recurso de apelación, con fecha veinticuatro de mayo de mil novecientos noventiséis.
La Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima de fecha
veintiocho de agosto de mil novecientos noventiséis, expide resolución confirmando la sentencia
apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantías es el reponer las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
Que, la pretensión del demandante es que se deje sin efecto legal alguno los alcances de la
Resolución Gerencial Nº 573-GZLE (ODP)-IPSS-92 de fecha veintitrés de noviembre de mil
novecientos noventidós.
Que, de autos se advierte que el Instituto Peruano de Seguridad Social mediante Resolución de
Gerencia General Nº 598-GG-IPSS-94, resuelve declarar fundado su reclamo contra la precitada
Resolución Gerencial, pero dicho acto administrativo fue dejado sin efecto dentro del plazo de ley,
mediante Resolución de Gerencia General Nº 1058-GG-IPSS-94, al percatarse que se encontraban
diversos ex servidores habían planteado acciones judiciales en forma paralela a la acción
administrativa, entre los cuales se encontraba el demandante, asimismo el demandante no
impugno en vía administrativa la Resolución de Gerencia General Nº 1058-GG-IPSS-94, quedando
consentida la misma.
Que, la Acción de Amparo ha sido interpuesta con fecha tres de enero de mil novecientos
noventiséis habiendo transcurrido con exceso el plazo señalado en el artículo treintisiete de la Ley
Nº 23506.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: caducidad
Expediente 679-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
administrando justicia, a nombre de la Nación, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación interpuesto por Don Víctor Tafur Ortiz en contra de la Resolución de la Sala
de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha
veintisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, que declara No Haber Nulidad de la
Sentencia de Vista de fecha seis de julio de mil novecientos noventicinco, que, confirmando la
apelada fechada el seis de febrero del mismo año, declara improcedente la Acción de Amparo
dirigida contra el Instituto Peruano de Seguridad Social -IPSS- por violación a su derecho de
estabilidad en el trabajo.
ANTECEDENTES:
Víctor Tafur Ortiz interpone, a fojas veintiséis, la Acción de Amparo y la dirige contra el Instituto
Peruano de Seguridad Social -IPSS - solicitando que «se me restituye el Derecho Constitucional
lesionado en mi agravio, quitándome la estabilidad en el trabajo en forma ilegal»; aduciendo que
por ser auxiliar de servicios no se presentó a la evaluación dispuesta por el IPSS, ya que este
examen estaba dirigido, mediante Ley veinticinco mil seiscientos treintiséis, al personal
administrativo. Además, adujo que el día del examen sufrió un accidente y que no se le notificó de
la prueba.
Aceptada la Acción el Juez corrió traslado a la demandanda, quien adujo que el derecho de
accionar había caducado, ya que el despido se produjo en diciembre de mil novecientos noventa y
dos y la demanda se interpuso en octubre de mil novecientos noventicuatro. Agregando que el
demandante, equivocadamente, interpuso ante el fuero laboral una reposición, cuando debió haber
impugnado el acto o resolución administrativa mediante proceso abreviado.
A fojas sesenta, corre la sentencia expedida por la Jueza declarando improcedente la acción
considerando, entre otros, que la Acción ha caducado y que el haberse interpuesto la demanda de
reposición en el fuero laboral ha sido por error de sus asesores, lo que no puede convalidarse.
A fojas treinticuatro del cuaderno de nulidad, y luego de haber expedido opinión la Fiscal Supremo,
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República,
declaró No Haber Nulidad de la recurrida que declara improcedente. A esta resolución de la Sala
de la Corte Suprema el demandante presenta Recurso de Casación.
FUNDAMENTOS:
Los hechos de despido del demandante ocurrieron en diciembre de mil novecientos noventidós,
optando, luego, por recurrir a la vía judicial ordinaria equivocadamente, por lo que después de casi
dos años de aquéllos, recién en el mes de octubre de mil novecientos noventa y cuatro interpuso
esta Acción, caducando así el derecho a su ejercicio, conforme lo señala el artículo treintisiete de la
Ley veintitrés mil quinientos seis.
FALLA:
Declarando infundado el Recurso Extraordinario presentado por Don Víctor Tafur Ortiz contra la
Resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, su
fecha veintisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, que declara No Haber Nulidad en la
sentencia de vista, su fecha seis de julio de mil novecientos noventicinco, de fojas ochenticuatro;
que, confirmando la apelada de fojas sesenta, fechada el seis de febrero del mismo año, declara
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Instituto Peruano de Seguridad Social -
IPSS; y dispusieron que se publique esta resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
y los devolvieron.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Improcedencia: caducidad
Expediente 036-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de septiembre de mil novecientos noventa y seis,
reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
La demandante pretende que se dejen sin efecto las resoluciones emitidas por los mencionados
Concejos, que dispusieron, en última instancia administrativa, la inmediata clausura y cierre del
establecimiento conducido por ella, ubicado en la calle Ricardo Palma, Nº 606, Urbanización Jesús
María, distrito de Paucarpata, a fin de continuar funcionando como empresa productora de
servicios, y que se deje de perjudicar, directamente, a más de centenar y medio de trabajadores de
la misma; e, indirectamente, a más de doscientas veinte personas, ya que su representada:
Empresa de Transportes Francisco Carbajal Bernal S.A., «San Pedrito», funciona en dicho
inmueble desde el año mil novecientos sesenta y cinco, habiéndose formalizado como sociedad
comercial en mil ochenta y uno, operando en su entorno talleres de varias empresas de transportes
que realizan actividades análogas y afines, sin que se les haya aplicado similar medida de clausura
y cierre, aduciéndose daño al medio ambiente, lo que por ello resulta discriminatorio.
La Primera Sala Especializada Civil de Arequipa, recogiendo y desarrollando los fundamentos del
dictamen fiscal, en el sentido de que -en efecto- no existen dos personas jurídicas distintas cuya
oficina de servicio público de transporte de carga provincial e interprovincial, se ubique en la ya
referida dirección, Ricardo Palma, número seiscientos seis, Urbanización Jesús María, Paucarpata,
sino una sola, cuyos derechos constitucionales no han sido mellados en el procedimiento
administrativo, en el cual se determinó la cancelación de su licencia municipal de funcionamiento,
posterior clausura, cierre y aplicación de las correspondientes multas, revoca la apelada y,
reformándola, declara infundada la demanda.
Contra dicha resolución, la demandante interpone Recurso Extraordinario por ante el Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que el término para ejercer la Acción comenzó a correr en la fecha en que la
demandante fue notificada con la Resolución Nº 3426, de diecinueve de octubre de mil novecientos
noventa y tres, del Concejo Provincial de Arequipa, es decir, desde el diez de noviembre de mil
novecientos noventa y tres, y que declara firme la disposición cancelatoria impugnada en la
demanda y agotada la vía administrativa, según consta al pie de la indicada resolución a fojas
ciento cuarenta y siete del expediente administrativo, acompañado en copias certificadas, según lo
previsto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, de Hábeas Corpus y Amparo, por lo que el derecho
a la vía constitucional empleada había caducado al momento de interponerse la demanda, es decir
al seis de marzo de mil novecientos noventa y cinco, no siendo, por tanto, procedente examinar, en
esta sede, el fondo de la pretensión.
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Expediente 169-96-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los dieciocho días del mes de septiembre de mil novecientos noventa y seis,
reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
Revoredo Marsano,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Cuarto Juzgado Especializado Civil de Arequipa, con fecha treinta de junio de mil novecientos
noventa y cinco, resuelve declarar fundada la Acción de Amparo, apoyándose en que no se habría
observado el debido proceso, al no habérsele notificado al demandante por escrito la fecha del
examen evaluativo.
FUNDAMENTOS:
Fluye de autos que el demandante llego a tomar conocimiento del acto impugnado trece días
después de la fecha del examen evaluativo, al cual decide no concurrir, según comunicación
cursada notarialmente por éste, y no, como alega en su demanda, donde dice que se enteró
extraoficialmente de aquel acto administrativo sólo el doce de diciembre de mil novecientos
noventa y cuatro; habiendo estado debidamente informado tanto de las opciones que el Decreto
Ley Nº 25636 ofrecía a los trabajadores de la entidad, dentro del proceso de racionalización, como
de las reglas y procedimientos establecidos para llevar a cubo dicho proceso; habiendo optado,
pues, con suficiente conocimiento de causa, por no presentarse al respectivo examen, por lo que
en aplicación del artículo 37º de la Ley Nº 23506, a la fecha de interposición de la presente Acción
de Amparo, ésta, había ya caducado;
FALLA:
Confirmando la recurrida, su fecha diecinueve de octubre de mil novecientos noventa y cinco, que,
revocando la apelada, fechada el treinta de junio de mil novecientos noventa y cinco, la reforma,
declarando improcedente la correspondiente Acción de Amparo.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que estando al tiempo transcurrido, de la fecha en que se produjo la violación del derecho de
propiedad afectado a la presentación de la presente demanda se ha operado la caducidad.
Expediente 233-95-AA/TC
Cusco
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario, interpuesto por don Carlos Roberto Frisancho
Aguilar, Apoderado de la Empresa Turística Regional Inka S.A. (EMTURIN), contra la resolución de
la Primera Sala Civil de la Corte Superior del Cusco, en la Acción de Amparo seguida con la
Municipalidad Distrital de Machupichu representada por don Guillermo Cusi Untana y contra el
Ejecutor Coactivo de la indicada Municipalidad, Dr. Franklin Lazo Villafuerte.
ANTECEDENTES:
La demandante con fecha trece de febrero de mil novecientos noventa y cinco, interpone Acción de
Amparo, solicitando que se reponga las cosas al estado anterior al once de mayo de mil
novecientos noventa y cuatro, fecha en que traba embargo preventivo en forma de intervención en
el Albergue Turístico de Machupichu, modalidad que ha sido cambiada a una de inscripción del
embargo, hecho que viola su derecho constitucional de propiedad; asimismo, solicita que el co-
demandado ejecutor coactivo deje sin efecto la resolución que ordena la inscripción del embargo y
que también, se le ordene cesar con el procedimiento coactivo indebido.
El Juez de Primera Instancia de Urubamba, por sus fundamentos, declara fundada la demanda,
dejando a salvo el derecho de la demandada, para que haga valer sus derechos en la vía que
corresponda.
La Fiscalía Superior del Cusco opina porque se revoque la sentencia del a quoque declara fundada
la demanda y reformándose se declare infundada la Acción de Amparo incoada por caducidad de
la Acción.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior del Cusco, con fecha veintiuno de julio de mil
novecientos noventa y cinco, revoca la sentencia apelada y reformándola la declara Improcedente
por haber operado la caducidad de la Acción.
Interpuesto Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario, los autos son remitidos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que estando al tiempo transcurrido, de la fecha en que se produjo la violación del derecho de
propiedad afectado a la presentación de la presente demanda se ha operado la caducidad.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la de vista de fecha veintiuno de junio de mil novecientos noventa y cinco que
revocando la apelada de fecha ocho de mayo del mismo año que declara fundada la Acción de
Amparo, y modificándola la declaran improcedente, dejando a salvo el derecho del accionante para
hacerlo valer de acuerdo a ley. Mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del
plazo previsto por la Ley número veintitrés mil quinientos seis.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
La excepción de caducidad debe ser declarada infundada, pues el plazo de 60 días establecido por
el artículo 37º de la Ley Nº 23506 debe computarse en el presente caso, a partir de la fecha de
notificación de la Resolución Nº 200-96-CTAR-LL... con la que se declaró infundado el recurso de
reconsideración...
Expediente 647-96-AA/TC
Trujillo
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Carlos Alberto Franco Choque, contra la Resolución Nº 8 de
fecha veinticinco de julio de mil novecientos noventiséis, de la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, que revocando la sentencia de primera instancia declaró
infundada la Acción de Amparo que interpuso contra el Consejo Transitorio de Administración
Regional de la Región La Libertad en la persona de su Presidente, ingeniero Noé Inafuku Higa.
ANTECEDENTES:
Con fecha veinticuatro de abril de mil novecientos noventiséis, Carlos Alberto Franco Choque
interpone Acción de Amparo contra el Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región
La Libertad en la persona de su Presidente ingeniero Noé Inafuku Higa, a fin de que se declare
inaplicables para el demandante la Resolución Ejecutiva Regional Nº 498-95-CTAR-LL de fecha
veinte de setiembre de mil novecientos noventicinco y la Resolución Presidencial Ejecutiva
Regional Nº 200-96-CTAR de fecha veintinueve de febrero de mil novecientos noventiséis,
mediante las cuales se le cesó del cargo de Técnico Administrativo junto con otros trabajadores,
por razones de excedencia; y se declaró infundado el Recurso de Reconsideración que interpuso
junto con otros trabajadores, contra la citada Resolución Ejecutiva Regional Nº 498-95-CTAR-LL,
respectivamente.
En mérito a la presente Acción de garantía, solicita se le reponga en el cargo del cual fue cesado y
se le paguen las remuneraciones dejadas de percibir, más intereses legales, costas y costos del
proceso.
FUNDAMENTOS:
La excepción de caducidad debe ser declarada infundada, pues el plazo de 60 días establecido por
el artículo 37º de la Ley Nº 23506 debe computarse en el presente caso, a partir de la fecha de
notificación de la Resolución Nº 200-96-CTAR-LL de veintinueve de febrero de mil novecientos
noventiséis con la que se declaró infundado el recurso de reconsideración interpuesto por el mismo
demandante contra la Resolución Ejecutiva Regional Nº 498-95-CTAR-LL de fecha veinte de
setiembre de mil novecientos noventicinco que lo cesó en el cargo, y no con la fecha de esta
última.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la Resolución Nº 8 emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad de fecha veinticinco de julio de mil novecientos noventiséis, que al revocar la
sentencia de primera instancia, declaró infundada la Acción de Amparo interpuesta por Carlos
Alberto Franco Choque contra el Consejo Transitorio de Administración Regional de la Región La
Libertad en la persona de su Presidente ingeniero Noé Inafuku Higa; y dispusieron que la presente
sentencia sea publicada en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, en
la presente Acción (de Amparo) existe caducidad por el excesivo plazo transcurrido desde la fecha
de la supuesta afectación de los derechos de los demandantes hasta la fecha de interposición de la
demanda que dio inicio a la presente Acción;...
Expediente 1048-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Eduardo Gonzáles Miñán; contra la Resolución de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, de fecha siete de agosto de mil
novecientos noventiséis, que confirmando la recurrida, declaró No Haber Nulidad en la de vista, la
que en su oportunidad declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por el recurrente
como Presidente Ejecutivo de la Asociación de Ex-Trabajadores de SEDAPAL-ADETSE contra la
Institución Pública del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima-SEDAPAL.
ANTECEDENTES:
Al contestar la demanda, don Mano Bejarano Salas, Apoderado de la entidad demanda, niega y
contradice todos los extremos de la demanda, deduciendo las siguientes excepciones: a)
Obscuridad o Ambigüedad de la Demanda, por cuanto no se aprecia de qué manera se puede
reclamar la tutela jurídica frente a una supuesta afectación, cuando en la demanda no se precisa el
derecho que se vulnera, puesto que se reclama por reintegros de beneficios sociales y por el pago
de ratios salariales, situación que revela que no existe relación laboral, lo que corresponde
accionarse ante los Juzgados de Trabajo; b) Representación Defectuosa e Insuficiente del
Demandante, porque el demandante al interponer la presente Acción precisa que lo hace por todos
los asociados que representa legalmente, sin tomar en cuenta lo dispuesto por el artículo 26º de la
Ley Nº 23506, que sólo permite que interpongan la demanda, el afectado, su representante, o el
representante de la entidad afectada, siendo claro que la Asociación no resulta comprendida en
dichas categorías, más aún, porque no existía al momento de interponerse imposibilidad física en
ninguno de los asociados para interponer la correspondiente Acción; c) Caducidad, ya que la fecha
para interponer la Acción de Amparo es dentro de los 60 días hábiles siguientes a la fecha de la
afectación, la misma que no ha sido precisada por el demandante, lo cual no permite al Juzgado
determinar con exactitud la fecha a partir de la que se debe computar el plazo de caducidad;
además, las personas a quien el Sr. Miñán dice representar, son ex-servidores de la empresa, por
lo que los hechos que motivan su demanda, suponen los demandados que corresponden a la
cancelación de los beneficios sociales que debió realizarse en meses de mayo a junio de mil
novecientos noventidós y enero de mil novecientos noventitrés, fechas en las que se les
cancelaron sus liquidaciones por beneficios sociales; d) Incompetencia, toda vez que la pretensión
de los demandantes está referida a reintegros por beneficios sociales, que es un derecho que se
debe discutir ante el Juzgado de Trabajo; e) Litispendencia, ya que los asociados a quienes dice
representar el accionante, han demandado a la empresa demandada por reintegro de beneficios
sociales ante los respectivos Juzgados de Trabajo; f) Cosa Juzgada, por cuanto el tema de
reintegros salariales ya fue visto por la Corte Suprema, cuando el Sindicato Unico de Trabajadores
de SEDAPAL - SUTESAL interpuso sobre dicha materia una Acción de Amparo, la que fue
declarada improcedente en esa oportunidad.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior Lima, confirmó la resolución venida en grado por sus
propios fundamentos, por considerar además, que «los demandantes han acudido a la vía paralela
para solicitar el reintegro de sus beneficios sociales y si bien no se aprecia de dichas cédulas que
se ha demandado también la de los ratios salariales, debe quedar sentado que el no pago de
dichos rubros no necesariamente constituye violación de un derecho constitucional que requiere la
tutela del Amparo», porque para esos efectos, «los trabajadores también deben acudir a la vía
paralela, en donde con mayor amplitud se compulsará el derecho y la manera otorgados dichos
ratios salariales».
Contra esta resolución, el actor interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al
Tribunal Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, en
la presente Acción existe caducidad por el excesivo plazo transcurrido desde la fecha de la
supuesta afectación de los derechos de los demandantes hasta la fecha de interposición de la
demanda que dio inicio a la presente Acción;
Que, los documentos referidos en el fundamento anterior, corren a fojas 24 y 25 del principal, los
mismos que son anexos a la demanda interpuesta por el demandante;
Que, siendo fundada la excepción de caducidad, no es pertinente resolver las demás excepciones
planteadas, y mucho menos pronunciarse sobre el fondo de la materia demandada.
Que, la resolución de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, data del siete de agosto
de mil novecientos noventiséis, fecha en la que el Tribunal Constitucional se encontraba ya
instalado y en funciones, por lo que es de aplicación lo estipulado en el parágrafo 2) de la Cuarta
Disposición Transitoria de su Ley Orgánica, referente a que es la Corte Superior la que «conoce los
procesos de garantía en segunda y última instancia, en vía de apelación», y que contra la
resolución denegatoria que ésta expide procede el recurso extraordinario previsto en el Artículo 41º
de la referida Ley, ante el Tribunal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. No 1048-96-AA/TC
El escrito presentado con fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventisiete, por don
Eduardo Gonzáles Miñán, Presidente Ejecutivo de la Asociación de Ex - Trabajadores y Jubilados
de SEDAPAL - ADETSE, en los seguidos contra la empresa de Servicios de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, respecto de la resolución publicada el 19 de junio de 1997,
solicitando que los Magistrados del Tribunal Constitucional tengan presente que el Décimo
Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, desestimó las excepciones deducidas por la
empresa SEDAPAL, por no cumplir con los requisitos previstos por los artículos 447º y 453º del
Código Procesal Civil, razón por lo que no existe caducidad señalada en el fallo; y, señala además,
que el Tribunal ha incurrido en error material al confirmar la resolución de vista de la Décimo
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, cuando lo que corresponde es confirmar la
resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior; y,
ATENDIENDO A:
Que, el artículo 59º de la Ley Nº 26435, Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, establece que
«contra las sentencias del Tribunal no procede recurso alguno»; sin embargo, de conformidad con
el artículo 63º de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, es de aplicación supletoria a la
misma, el Código Procesal Civil, así como la Ley Orgánica del Poder Judicial;
SE RESUELVE:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, estando a lo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con la primera
parte del artículo 26º de la Ley Nº 25398, el ejercicio de la Acción de Amparo ha caducado, ya que
el plazo de sesenta días establecido por ley había vencido.
Expediente 843-96-AA/TC
Arequipa
Caso: Eleodora Chávez Alfaro
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Eleodora Chávez Alfaro, contra la resolución de la Segunda
Sala Civil de Arequipa de fecha primero de octubre de mil novecientos noventa y seis, la que
revocando la apelada, declaró improcedente la Acción seguida contra la Oficina de Normalización
Previsional (O.N.P.).
ANTECEDENTES:
La demandante interpone Acción de Amparo con fecha ocho de abril de mil novecientos noventa y
seis contra Emilio Frisancho Calderón, representante departamental de la Oficina de Normalización
Previsional de Arequipa y de Alejandro Arrieta Elguera, representante legal de la Oficina de
Normalización Previsional de Lima. Funda su demanda en lo dispuesto por los artículos 4º, 10º, 11º
y 200º inc. 2) de la Constitución; artículos 3º, 24º incisos 22) y siguientes de la Ley Nº 23506.
Solicita que por la vía judicial se ordene que se le otorgue su pensión de jubilación, por tener las
aportaciones y la edad que demandaba el Decreto Ley Nº 19990, mas aún, cuando ya había
solicitado su pensión con fecha veintitrés de agosto de mil novecientos ochenta y ocho, en la que
manifestaba que con argumentos falsos se había violado y vulnerado su derecho constitucional a la
seguridad social, su derecho a la vida, a la integridad física tanto de ella como a los integrantes de
su familia. Manifiesta que ha cumplido los requisitos exigidos al veintitrés de agosto de mil
novecientos ochenta y ocho por el Decreto Ley Nº 19990 de presentar su solicitud de pensión de
jubilación, la que fue resuelta mediante Resolución Nº 13668-88-PJ-DZP-SGP-GZA-IPSS, el
veintiocho de diciembre del mismo año, la cual fue denegada, en aplicación de la Resolución
Suprema Nº 400-71-TR, que prohibía que tuvieran derecho a pensión los familiares del empleador
o de su cónyuge hasta el cuarto grado de consanguinidad. Argumenta la resolución del IPSS que la
accionante era prima hermana de la esposa del empleador. Frente a esta resolución, presenta un
recurso de reconsideración con fecha dieciocho de diciembre de mil novecientos noventa y cinco;
al no haber obtenido respuesta de este recurso, apela con fecha veintinueve de enero de mil
novecientos noventa y seis, del cual tampoco obtuvo respuesta, por lo que presentó recurso de
revisión, con fecha uno de marzo de mil novecientos noventa y seis, con lo que dio por agotada la
vía administrativa.
La demanda fue contestada por el señor Santiago Zerpa Solari, en calidad de representante de la
Oficina de Normalización Previsional, quién solicitó se declare improcedente la demanda; dedujo
las excepciones de caducidad, haciendo notar que desde la fecha en que se le denegó la
pretensión de la accionante, hasta el momento en que presentó su Acción de Amparo habían
transcurrido más de siete años, opinando que los recursos impugnativos planteados contra la
resolución denegatoria de pensión, no sólo fueron extemporáneos, sino que por medio de ellos la
actora intentaba revivir su derecho de Acción; y, la excepción de falta de agotamiento de la vía
previa, expresando que ésta al no haberse intentado en su oportunidad, determinó que la
resolución denegatoria de pensión hubiera quedado consentida.
El Segundo Juzgado Civil de Arequipa falló declarando fundada la demanda en el extremo que se
deje sin efecto la resolución por la que se deniega su solicitud de pensión, en atención a que la
resolución cuestionada no estuvo debidamente motivada y fue amparada en una norma de inferior
jerarquía frente a la Constitución de 1979, vigente aún en esa época; y, que al habérsele denegado
la pensión que solicitó, se le habían violado sus derechos constitucionales e infundada las
excepciones de caducidad y falta de agotamiento de la vía previa.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior emite resolución revocando la apelada y declarando
fundadas las excepciones de caducidad y falta de agotamiento de la vía administrativa e
improcedente la demanda interpuesta.
FUNDAMENTOS:
Que, los recursos impugnativos que aparecen a fojas 05 a 10 se intentaron siete años después de
que quedó consentida la resolución que se indica en el anterior fundamento.
Que, el artículo 72º del Decreto Supremo 006-SC, vigente en esa época, señalaba que cuando los
interesados no cumplan con realizar los trámites para interponer recursos administrativos en el
plazo máximo de tres meses incurrirán en abandono del reclamo.
Que, estando a lo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con la primera
parte del artículo 26º de la Ley Nº 25398, el ejercicio de la Acción de Amparo ha caducado, ya que
el plazo de sesenta días establecido por ley había vencido.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la sentencia de vista, que revocando la apelada declaró fundadas las excepciones de
caducidad y falta de agotamiento de la vía previa e improcedente la demanda de Amparo
interpuesta. Mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano, dentro del plazo previsto por la
Ley veintitrés mil quinientos seis.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y de Amparo, señala que el
ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación,
siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la
Acción (de Amparo);...
Expediente 903-96-AA/TC
Lima
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Calixta Quispe Acosta Vda. de Vidaurre, contra la
resolución de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Lima de fecha veintisiete de
setiembre de mil novecientos noventiséis, que revocando la apelada declaró improcedente la
Acción de Amparo interpuesta por la recurrente contra el Alcalde del Concejo Distrital de Pueblo
Libre de la Provincia de Lima.
ANTECEDENTES:
Calixta Quispe Acosta Vda. de Vidaurre, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde del Concejo
Distrital de Pueblo Libre, a fin que se deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 1117-94 de fecha
ocho de agosto de mil novecientos noventicuatro que ordena la clausura del restaurante que
administra, sito en Jirón Abraham Lincoln Nº 375, atentando contra su derecho al trabajo, a la
iniciativa privada, libertad de trabajo, de empresa, a la legítima defensa, consagrados en los
artículos 22º, 58, 59 e inciso 23) del artículo 2º de la Constitución.
El Concejo Distrital de Pueblo Libre apela de la resolución y señala que Calixta Quispe Acosta Vda.
de Vidaurre ha interpuesto Acción de Amparo contra la Resolución de Alcaldía Nº 1117-94 en los
mismos términos y por los mismos fundamentos que sustenta la presente Acción por ante el
Noveno y Décimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima los que han declarado
improcedentes las acciones de garantía interpuestas, resoluciones que no han sido impugnadas
por lo que tienen autoridad de cosa juzgada, precisa además que la precitada Resolución de
Alcaldía ha sido expedida con once (11) meses de anterioridad a la interposición de la presente
Acción contraviniendo así lo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo.
Contra esta resolución, se interpone Recurso Extraordinario, elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, de la documentación obrante en autos se evidencia que doña Calixta Quispe Acosta Vda. de
Vidaurre interpuso, además, Acción de Amparo contra la Resolución de Alcaldía Nº 1117-94 en los
mismos términos y por los mismos fundamentos que sustenta la presente Acción por ante el
Noveno y Décimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima conforme se acredita con las
notificaciones obrantes a fojas sesenta y sesentinueve, respectivamente, habiendo el Décimo
Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, declarado improcedente la Acción interpuesta
con fecha ocho de enero de mil novecientos noventiséis;
Que, la Resolución de Alcaldía impugnada fue expedida el ocho de agosto de mil novecientos
noventicuatro, habiendo la actora interpuesto los recursos administrativos de reconsideración y
apelación el siete de setiembre de mil novecientos noventicuatro y el veinte de febrero de mil
novecientos noventicinco, respectivamente, habiendo operado el silencio administrativo negativo
con respecto al segundo el tres de abril del mismo año, es decir, a los treinta días hábiles de
interpuesto si es que no media resolución de la administración, tal y como lo establece el artículo
99º del D.S. 02-94-JUS del Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos, y no como erróneamente lo señala la recurrente ante la
Municipalidad en su escrito de fecha doce de mayo de mil novecientos noventicinco, donde «da por
agotada la vía administrativa»;
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus de Amparo, señala que el ejercicio
de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que
el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la Acción;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Del estudio de autos, se ha comprobado que entre la fecha de afectación de la supuesta violación
del derecho constitucional de la reclamante,..., y la fecha de interposición de la demanda, ..., ha
transcurrido con exceso el plazo señalado para su interposición,...
Expediente 308-93-AA/TC
Lima
En Lima a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Bertha Marquina Enciso, contra la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República su fecha veintidós de julio de
mil novecientos noventa y tres que declara No Haber Nulidad en la sentencia de vista del diecisiete
de noviembre de mil novecientos noventa y dos, que confirma la apelada del nueve de julio de mil
novecientos noventa y dos, y declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra del
Ministerio del Interior.
ANTECEDENTES:
El diecisiete de noviembre de 1992 la Sala Civil de Lima confirma la sentencia apelada por sus
propios fundamentos y deducido Recurso de Nulidad, la Sala de Derecho Constitucional y Social
de la Corte Suprema falla declarando no haber nulidad y entendiendo como improcedente la
Acción de Amparo al encontrar que la demanda ha vencido con exceso el plazo de caducidad que
establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
FUNDAMENTOS:
Del estudio de autos se ha comprobado que entre la fecha de afectación de la supuesta violación
del derecho constitucional de la reclamante, esto es, el veinte de febrero de mil novecientos
noventa y dos, y la fecha de interposición de la demanda, que data del diez de julio de mil
novecientos noventa y dos, ha transcurrido con exceso el plazo señalado para su interposición, por
lo que es de aplicación lo señalado en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con el
artículo 26º de la Ley Nº 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y su Ley modificatoria Nº 26801
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 300-93-AA/TC
Visto el recurso presentado por Bertha Marquina Enciso solicitando se declare la nulidad de la
sentencia expedida por este Tribunal con fecha diecinueve de junio de mil novecientos noventa y
siete y;
ATENDIENDO:
A que si bien la recurrente invoca un erróneo cómputo en los plazos, al momento de deducirse la
caducidad de su demanda, sustentándose para ello en el documento que acompaña en su recurso
de fecha diez de setiembre de mil novecientos noventa y tres, no puede sin embargo, hacer valer
ante este Tribunal un medio probatorio que debió ofrecerlo en su oportunidad, ya sea al momento
de interponer su demanda o durante la etapa estrictamente judicial, por lo que resulta de aplicación
lo dispuesto en el artículo 41º de la Ley Orgánica Nº 26435.
SE RESUELVE:
No habiendo nulidad que deducir contra la sentencia expedida por este Tribunal con fecha
diecinueve de junio de mil novecientos noventa y siete, declararon improcedente el recurso
presentado por Bertha Marquina Enciso
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Expediente 119-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso de Casación interpuesto por Alejandro Andahua Núñez, contra la sentencia de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema, de fecha 19 de enero de 1993, que declara haber
nulidad de la sentencia de vista, de fecha 28 de enero de 1991, que confirma la apelada de fecha
21 de mayo de 1990, que declaró fundada la Acción de Amparo, y reformando la de vista revoca la
apelada, declarando improcedente la presente Acción.
ANTECEDENTES:
Alejandro Andahua Núñez, interpone Acción de Amparo, con fecha 24 de abril de 1989, contra la
Cooperativa Industrial Fábrica Nacional de Tejidos «Santa Catalina» Ltda. Nº 1 - Callao IV, y el
Instituto Nacional de Cooperativas -INCOOP-, por haber sido excluido como socio -trabajador de la
Cooperativa demandada, violándose sus derechos de defensa y estabilidad laboral; sostiene el
actor que el 19 de agosto de 1981, don Fernando Espinoza Liendo formó un Consejo de
Administración, y sin las formalidades exigidas por la Ley General de Cooperativas, inscribió dicho
Consejo en el Libro de Cooperativas del Registro de Personas Jurídicas del Callao, siendo
reconocido por el INCOOP en agravio del Consejo de Administración que fuera elegido el 26 de
abril de 1981, cuyos integrantes y socios que le apoyaron -entre ellos el actor- fueron excluidos
arbitrariamente, en el año de 1981, de la Cooperativa demandada; el actor solicita mediante esta
Acción, se ordene su reincorporación como socio-trabajador de la cooperativa emplazada, así
como se le paguen los salarios, bonificaciones, gratificaciones y otros beneficios dejados de
percibir desde el momento en que fue excluido de su centro laboral.
A fojas 23, la demandada Cooperativa Industrial Fábrica Nacional de Tejidos de Santa Catalina
Ltda., contesta negando y contradiciendo la demanda, alegando principalmente, que al actor se le
separó de la Cooperativa porque conjuntamente con otros ex-socios, los días 8, 9, 10 y 11 de
setiembre de 1981, cometieron actos contra el patrimonio y el normal funcionamiento del Complejo
Industrial de la Fábrica Nacional de Tejidos Santa Catalina, habiéndosele aplicado al respecto las
disposiciones del Reglamento de Trabajo, y los Estatutos de la entidad demandada, así como las
normas de la Ley General de Cooperativas.
A fojas 26, el Procurador Público del Estado a cargo de los Asuntos Judiciales de los Ministerios de
Trabajo y Promoción Social y de Relaciones Exteriores absolviendo el trámite de la demanda la
niega y contradice, aduciendo que «si bien el accionante narra hechos supuestamente
generadores de actos violatorios de algún derecho constitucional protegido, ha omitido indicar cual
es el acto administrativo de cumplimiento obligatorio que genera la violación del derecho, por lo
que es improcedente la presente Acción».
Con fecha 21 de mayo de 1991, el Juez Civil, expide sentencia declarando fundada la Acción de
Amparo, por considerar, entre otros aspectos, que «conforme quedó establecido la Dirección
Registral del INCOOP en su Resolución Nº 242-85-39, punto 14, y la propia acta de Asamblea
Extraordinaria del 19 de setiembre de 1982, el actor y otros socios fueron excluidos del seno de la
cooperativa impidiéndoseles estar presentes en la referida asamblea, y, por ende, ser escuchados
para ejercer su derecho de defensa, lo cual constituye una medida arbitraria y evidentemente
violatoria a todo principio constitucional ya que no ha existido una causa justa para que el actor
fuera despedido de la cooperativa en su calidad de socio trabajador sin permitírsele ejercer su
derecho de defensa ...».
Con fecha 28 de enero de 1991, la sentencia de vista confirma la apelada, que declaró fundada la
Acción de Amparo.
Interpuesto el Recurso de Nulidad por los demandados, la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema, declara con fecha 19 de enero de 1993, haber nulidad de la sentencia de vista que
confirmó la apelada, que declaró fundada la Acción de Amparo y reformando la de vista y
revocando la apelada declara improcedente la presente acción de garantía, estimando que «de lo
actuado aparece que los hechos contra los que se dirige la presente Acción de Amparo se
producen en setiembre de 1981 y que la resolución obrante a fojas 28 es del 11 de diciembre de
1985; y habiéndose interpuesto la demanda el 16 de marzo de 1989, ha transcurrido en exceso el
término previsto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506».
El actor interpone Recurso de Casación que debe entenderse como Recurso Extraordinario, y los
autos son elevados a este Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 41º de su Ley
Orgánica.
FUNDAMENTOS:
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, la presente acción de garantía ha sido interpuesta el veintidós de junio de mil novecientos
noventa y cinco; y, a tenor de lo dispuesto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación de derechos constitucionales, no siendo de aplicación al caso bajo examen
lo dispuesto en el artículo 26º de la Ley Nº 25398,...
Expediente 078-96-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Carlos Antonio Charcape Aguilar, contra la resolución
de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fecha seis de octubre
de mil novecientos noventa y cinco, que revocando la apelada declaró improcedente la Acción de
Amparo interpuesta por el recurrente contra Lucy García Mercado, Directora del Instituto Superior
Tecnológico Laredo y Soledad Rodríguez de Farmakidis, Directora Regional de Educación de la
Región La Libertad.
ANTECEDENTES:
Don Carlos Antonio Charcape Aguilar interpone Acción de Amparo contra Lucy García Mercado,
Directora del Instituto Superior Tecnológico «Laredo» y Soledad Rodríguez de Farmakidis,
Directora Regional de Educación de la Región La Libertad a fin que se deje sin efecto ni valor legal
la Resolución Directoral Nº 046-94-ISTE-LAREDO de fecha siete de setiembre de mil novecientos
noventicuatro y se le reponga como docente del referido Instituto pagándole las remuneraciones
dejadas de percibir desde la fecha en que fuera separado del cargo.
Señala que es profesional, egresado de la Universidad Nacional de Trujillo, con título profesional
de Biólogo-Microbiólogo, y que empezó a trabajar como Docente Estable I en el Instituto «Laredo»
el tres de mayo de mil novecientos ochenta y nueve hasta el veinte de agosto de mil novecientos
noventa y cuatro, fecha en la que fue separado del cargo por decisión de la Directora, quien señala
que su separación se debió a quejas del alumnado y a memoriales sobre su labor docente; anota
que pretenden hacerlo aparecer como alguien que trata de crear un sindicato siendo que éste ya
existe.
Con fecha nueve de agosto de mil novecientos noventa y cuatro solicita renovación de su contrato
de trabajo y según refiere la Directora le comunica verbalmente su separación del Instituto. El
veinticinco del mismo mes y año solicitó se le consigne en el cuadro de horas, no habiéndose
respondido a su solicitud. De tales hechos tiene conocimiento la Dirección Regional de Educación
de La Libertad que mediante Oficio Nº 627-94-DIRRLL/DITEC llama la atención a la Dirección y le
pide reconsidere su «errada decisión». Finalmente el doce de setiembre de mil novecientos
noventa y cuatro la notifican por conducto notarial la Resolución Directoral 046-94-ISTE-LAREDO
en la que se resuelve denegar su solicitud de renovación de contrato. Anota que tales hechos
violan su derecho a la irrenunciabilidad de derechos laborales, a la adecuada protección al despido
arbitrario, al debido proceso y tutela jurisdiccional consagrados en el inciso 2) artículo 26º, artículo
27º, inciso 31) del artículo 139º de la Constitución, respectivamente.
Refiere además que el Decreto Supremo Nº 039-85-DE «Reglamento Especial para los Docentes
de Educación Superior» concordante con el Decreto Supremo Nº 019-90-ED establece que el
ingreso a la carrera pública del profesorado se realiza por concurso y en la actualidad no se
producen nombramientos en la Educación Superior por no existir dispositivo que autorice el
concurso. Señala, además, que el artículo 15º del Decreto Legislativo Nº 276 otorga derecho al
servidor público que estuviese contratado por más de tres años, este derecho está referido
únicamente para efectos del nombramiento que se hará previa evaluación y siempre que exista
plaza vacante.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo declara fundada la Acción de
Amparo por considerar que de la lectura de la demanda se aprecia que la violación constitucional
alegada se materializa por el no cumplimiento de un acto debido, siendo que en el presente caso
este no cumplimiento, es asimilable por la figura de la omisión lesionando derechos fundamentales
del recurrente consagrados en los artículos 22º, 23º, 26º y 27º de la Constitución, ya que se puede
apreciar en los actuados que la Directora del Instituto Superior Tecnológico es quien ha omitido el
cumplimiento del acto debido consistente en renovar el contrato del recurrente, tal y como lo
requiere el Director Técnico Pedagógico de la Dirección Regional de Educación de La Libertad en
comunicación de fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y cuatro.
Que, la obligatoriedad del acto debido proviene de la propia ley así como de la naturaleza de los
servicios que ha venido prestando, tal y como queda establecido en el artículo 15º del Decreto
Legislativo Nº 276 y los artículos 1º y 2º de la Ley Nº 24041 que señalan que los servidores
públicos contratados para labores de naturaleza permanente que tengan más de un año
ininterrumpido de servicios, no podrán ser cesados ni destituidos sino por las causas previstas en
el capítulo 5º del citado Decreto Legislativo; que la Resolución Directoral materia de la presente
Acción de garantía ha sido expedida con fecha posterior a la agresión constitucional producida el
veinte de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, por tal razón el recurrente no está obligado a
agotar las vías previas encontrándose dentro de los alcances del inciso 1) del artículo 28º de la Ley
Nº 23506, asimismo tampoco se han producido los efectos de la caducidad de la Acción porque la
agresión es continuada y aún perduran sus efectos, tal como lo establece el artículo 26º de la Ley
Nº 25398.
Apelada la de vista por la Directora del Instituto Tecnológico Superior «Laredo», la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad revoca la de vista, declarándola improcedente,
por considerar que el recurrente presentó en la vía administrativa solicitud de renovación de
contrato ante la Dirección del Instituto Tecnológico Estatal Laredo, solicitud que fue denegada
mediante Resolución Directoral Nº 046-94-DIRLL/ISTE-LAREDO, evidenciándose que el actor no
ha interpuesto recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa.
Contra esta resolución, se interpone Recurso Extraordinario elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, de la documentación obrante en autos se evidencia que don Carlos Antonio Charcate Aguilar
solicitó ante la Dirección del Instituto Tecnológico Superior «Laredo» se le considere como docente
para el segundo semestre de mil novecientos noventa y cuatro y le renueven contrato como
profesor estable, habiéndose expedido la Resolución Nº 046-94-DIRRLL/IST-LAREDO de fecha
siete de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro que resuelve denegar tal solicitud, la misma
que le fuera notificada por conducto notarial el doce del mismo mes y año.
Que, la presente Acción de garantía ha sido interpuesta el veintidós de junio de mil novecientos
noventa y cinco; y, a tenor de lo dispuesto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación de derechos constitucionales, no siendo de aplicación al caso bajo examen
lo dispuesto en el artículo 26º de la Ley Nº 25398, pues resulta evidente que la presunta afectación
de tales derechos se originaría en la Resolución Nº 046-94-DIRRLL/ISTE-LAREDO y no en una
serie de actos continuados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que la presente acción de garantía ha sido interpuesta el catorce de setiembre de mil novecientos
noventa y cinco; y a tenor de lo dispuesto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación de derechos constitucionales,...
Expediente 204-96-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Gladis Fabiola Molina Torres, contra la resolución de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fecha quince de marzo de
mil novecientos noventa y seis, que reformando la apelada declaró improcedente la Acción de
Amparo interpuesta por la recurrente contra Lucy García Mercado, Directora del Instituto Superior
Tecnológico «Laredo» y Soledad Rodríguez de Farmakidis, Directora Regional de Educación de la
Región La Libertad.
ANTECEDENTES:
Doña Gladis Fabiola Molina Torres interpone Acción de Amparo contra Lucy García Mercado,
Directora del Instituto Superior Tecnológico «Laredo» y Soledad Rodríguez de Farmakidis,
Directora Regional de Educación de la Región La Libertad a fin que se deje sin efecto ni valor legal
la Resolución Directoral Nº 047-94-ISTE LAREDO de fecha siete de setiembre de mil novecientos
noventicuatro y se le reponga como Docente Estable I del referido Instituto pagándole las
remuneraciones dejadas de percibir desde la fecha en que fuera separada del cargo.
Señala que es egresada de la Universidad Nacional de Trujillo, con título profesional de Licenciada
en Educación, especialidad en Matemáticas, Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas y título de
Contador Mercantil, y que empezó a trabajar como docente en el Instituto «Laredo» el primero de
setiembre de mil novecientos ochenta y nueve hasta el veintidós de agosto de mil novecientos
noventa y cuatro, fecha en la que fue separada del cargo por decisión de la Directora, afirma que la
Directora del Instituto Superior llegó al extremo de ordenar que se le impida el ingreso.
Anota que tal hecho viola su derecho a la irrenunciabilidad de derechos laborales, a la adecuada
protección contra el despido arbitrario, al debido proceso y tutela jurisdiccional consagrados en el
inciso 2) artículo 26º, artículo 27º, inciso 31) del artículo 139º de la Constitución, respectivamente.
Lucy Rebeca García Mercado, Directora del Instituto Superior Tecnológico Estatal «Laredo»
contesta la demanda solicitando se declare improcedente. Señala que en lo referente al cuadro de
profesores del Instituto todos tienen la calidad de contratados y es por ello que le compete a la
Dirección elaborar el cuadro de horas de trabajo, así como programar a los profesores que se
harán cargo del dictado de clases; en relación a la recurrente precisa que durante el primer
semestre de mil novecientos noventa y cuatro tuvo asistencia irregular y hubo quejas de los
alumnos en contra de su desempeño, por tales razones la Dirección no la propuso para el segundo
semestre de mil novecientos noventa y cuatro y denegó su solicitud mediante Resolución Directoral
Nº 047-94-DIREL/INSTE «LAREDO»; refiere que Gladis Fabiola Molina no ha agotado la vía
administrativa y que ha operado la caducidad para interponer la presente Acción de garantía,
puesto que la Resolución impugnada le fue notificada por conducto notarial el doce de setiembre
de mil novecientos noventa y cuatro.
A su turno Soledad Rodríguez de Farmakidis contesta la demanda solicitando se declare la
caducidad de la misma dado que se ha vencido con exceso el término de sesenta días de
producida la afectación tal y como lo establece el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
El Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo declara fundada la Acción de
Amparo por considerar que de la lectura de la demanda se aprecia que la violación constitucional
alegada consiste en la omisión de un acto debido emanado tanto de la Dirección del Instituto
Superior Tecnológico «Laredo» como de la Dirección Regional de Educación de La Libertad
lesionando derechos fundamentales de la recurrente consagrados en los artículos 22º, 23º y 26º de
la Constitución, pues la no renovación de su contrato significa el consiguiente despido arbitrario del
cargo de Docente Estable I que tenía en el referido Instituto, arbitrariedad que se consolida
mediante Resolución Directoral Nº 047-94-DIRELL/ISTE-LAREDO; que la obligatoriedad del acto
debido provienen de la propia ley así como de la naturaleza de los servicios que ha venido
prestando, tal y como queda establecido en el artículo 15º del Decreto Legislativo 276 y los
artículos 1º y 2º de la Ley Nº 24041, la que señala que los servidores públicos contratados para
labores de naturaleza permanente que tengan más de un año ininterrumpido de servicios no
podrán ser cesados ni destituidos sino por causas previstas en el capítulo V del citado Decreto
Legislativo; que la Resolución Directoral materia del presente caso ha sido expedida con
posterioridad a la agresión constitucional materia de la presente Acción de garantía, razón por la
cual no estaba obligada a agotar las vías previas, tampoco se ha producido los efectos de la
caducidad de la Acción porque la agresión es continuada o de tracto sucesivo contemplado en el
artículo 26º de la Ley Nº 25398.
Contra esta Resolución, se interpone Recurso Extraordinario elevándose los actuados al Tribunal
Constitucional de conformidad con lo dispuesto por el artículo 41º de su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Que, de la documentación obrante en autos se evidencia que doña Gladis Fabiola Molina Torres
solicitó ante la Dirección del Instituto Tecnológico Superior «Laredo» se le considere como docente
para el segundo semestre de mil novecientos noventa y cuatro y se le renueve contrato como
profesora estable, habiéndose expedido la Resolución Nº 047-94-DIRRLL/IST LAREDO de fecha
siete de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro que resuelve denegar tal solicitud, la misma
que le fuera notificada por conducto notarial el doce del mismo mes y año.
Que, la presente Acción de garantía ha sido interpuesta el catorce de setiembre de mil novecientos
noventa y cinco; y, a tenor de lo dispuesto en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de
producida la afectación de derechos constitucionales, no siendo de aplicación al caso bajo examen
lo dispuesto en el artículo 26º de la Ley Nº 25398, pues resulta evidente que la presunta afectación
de tales derechos se originaría en la Resolución Nº 047-94-DIRIRLL/IST LAREDO y no en una
serie de actos continuados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Improcedencia: caducidad
(Los codemandantes) interponen la presente demanda (de Amparo) el diez de octubre de mil
novecientos noventicinco, casi a los tres años después de haber ido separados del régimen que
ahora reclaman, por lo tanto, ha caducado el derecho al ejercicio de la Acción como lo dispone el
artículo 37º de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Expediente 1035-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Esther Fernández Matta contra la resolución de vista de la
Sala Contencioso-Administrativo de fecha catorce de agosto de mil novecientos noventiséis que
revoca la sentencia de Primera Instancia fechada el quince de diciembre de mil novecientos
noventicinco que declara infundada la excepción de caducidad y fundada la demanda;
modificándola declara fundada la excepción de caducidad deducida por la demandada e
improcedente la demanda dirigida contra el Presidente del Consejo Directivo del Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico-INGEMMET.
ANTECEDENTES:
Esther Fernández Matta, Oscar La Torre Valdivieso, Antonio Guzmán Martínez, Manuel Paz
Maidana, Edilberto Mena Peña, Leonor Ramírez Yataco, Rosa Gonzáles Chávez, Julio César
Zedano Cornejo y Alberto Aranda Vercelli en su condición de empleados del Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico-INGEMMET interponen Acción de Amparo por haber sido separados del
Régimen de Pensiones D.L. Nº 20530 en noviembre de 1992 al cual habían sido incorporados en
el año 1989 unos y en 1990 otros. Solicitan ser reincorporados al mencionado régimen, se les
abone sus pensiones y demás beneficios que les corresponde.
Al contestar la demanda, el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de
Energía y Minas manifiesta que los demandantes no tienen ningún derecho adquirido toda vez que
fueron incorporados indebidamente al Régimen del D.L. Nº 20530 con flagrante violación del
artículo 14º de este Decreto Ley, igual manifiesta el representante legal del Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico-INGEMMET, quien además deduce la excepción de caducidad por cuanto la
afectación se produjo por Resolución de Presidencia, del diecisiete de noviembre de mil
novecientos noventidós y la demanda la presentan recién el diez de octubre de mil novecientos
noventicinco, es decir cuando ya se había vencido en exceso el plazo señalado por el artículo 37º
de la Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
FUNDAMENTOS:
Los co-demandantes fueron incorporados al Régimen de Pensiones del Decreto Ley Nº 20530 por
sendas resoluciones expedidas en los años 1989 y 1990 y separados del mismo por Resolución de
Presidencia Nº 117-92-INGEMMET-PCD de fecha veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventidós.
Interponen la presente demanda el diez de octubre de mil novecientos noventicinco, casi a los tres
años después de haber sido separados del régimen que ahora reclaman, por lo tanto, ha caducado
el derecho al ejercicio de la Acción como lo dispone el artículo 37º de la Ley Nº 23506 de Hábeas
Corpus y Amparo.
A fojas setenticuatro y siguientes corre copia de una demanda de Acción de Amparo fechada el
veinticinco de marzo de mil novecientos noventitrés, en la que aparecen como demandante Oscar
Palacios Moncayo y otros, entre estos están los mismos nueve demandantes de esta Acción, es
decir: Esther Fernández Matta, Oscar La Torre Valdiviezo Antonio Guzmán Martínez, Manuel Paz
Maidana, Edilberto Mena Peña, Leonor Ramírez Yataco, Rosa Gónzales Chávez, Julio César
Zedano Cornejo y Alberto Aranda Vercelli, demanda que se refiere a los mismos hechos, dirigida
contra la misma persona y conteniendo el mismo petitorio, corre copia de la resolución de la Corte
Suprema declarando improcedente esa Acción de Amparo; estos documentos no han sido
tachados por los demandantes.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con el artículo 26º de la Ley Nº 25398,
establece que el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida
la afectación.
Expediente 087-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Otto Egúsquiza Roca en contra de la resolución de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, que declaró improcedente la Acción de Amparo,
seguida contra el Estado - Ministerio de Justicia.
ANTECEDENTES:
El actor presenta demanda de Amparo y la dirige en contra del Procurador del Ministerio de
Justicia, con el objeto de que a través de esta vía se declaren inaplicables los Decretos Leyes
25446 y 25454, del veinticuatro y veintiocho de abril de mil novecientos noventa y dos,
respectivamente, en cuanto disponen su cese como Vocal Titular de la Corte Superior de Justicia
del Callao. Solicita que se le reponga en su cargo, de lo contrario se estaría violando los derechos
constitucionales del debido proceso y de la defensa. Señala que en cuanto fue cesado presentó el
quince de mayo de mil novecientos noventa y dos un reclamo ante el Ministerio de Justicia y ante
el silencio administrativo, presentó con fecha seis de marzo de mil novecientos noventicinco un
escrito conforme a las normas del Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, la única respuesta que obtuvo
fue que su solicitud había sido derivada al Jurado de Honor de la Magistratura, el que a su parecer
no tenía ninguna responsabilidad frente al problema creado por el gobierno por haberlo cesado
inconstitucionalmente y, en consecuencia, consideró denegado su reclamo, dando por agotada la
vía administrativa.
La demanda fue absuelta por el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Justicia, quien al hacer la defensa manifestó que la Acción era improcedente. Argumenta que el
artículo 2º del Decreto Ley Nº 25454, señala que no procede la Acción de Amparo dirigida a
impugnar directa o indirectamente los efectos de la aplicación del Decreto Ley Nº 25446; expresó
igualmente que la Acción era caduca dado que se había presentado habiéndose vencido en
exceso el término señalado por el artículo 37º de la Ley Nº 23506; de otro lado, hizo notar que
mediante Ley Constitucional de trece de marzo de mil novecientos noventa y tres se normó de
modo transitorio la reposición y rehabilitación de jueces y fiscales, creándose el Jurado de Honor
de la Magistratura, órgano que se avocó a recibir las solicitudes de los magistrados que se
consideraron lesionados en sus derechos constitucionales, siendo este Jurado donde debió recurrir
el demandante y no dirigirse al Poder Judicial.
El Juez del Vigésimo Segundo Juzgado Civil de Lima, declara improcedente la Acción por haber
sido interpuesta fuera del término que establece la ley.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior, en concordancia con lo opinado por el Fiscal Superior y
por los propios fundamentos de la apelada, la confirmó en todos sus extremos.
FUNDAMENTOS:
Que, los Decretos Leyes Nºs. 25448 y 25454 fueron publicados los días veinticuatro y veintiocho
de abril de mil novecientos noventa y dos, respectivamente, y el accionante interpone Acción de
Amparo el cinco de julio de mil novecientos noventa y cinco.
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con el artículo 26º de la Ley Nº 25398,
establece que el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida
la afectación. No habiendo demostrado el accionante en autos, que se hubiese encontrado
imposibilitado de interponer la Acción, por lo tanto, ésta ha caducado.
Que, tal como argumenta el accionante, no interpuso la Acción de Amparo antes porque el Decreto
Ley Nº 25454 se lo prohibía, tampoco la realizó una vez derogada la norma al entrar en vigencia la
Constitución de 1993, caso en el que, se aprecia, que de todos modos interpuso su demanda
después de vencido el plazo de sesenta días que tenía para ello.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que la destitución del demandante se efectuó después que la Municipalidad demandada le siguió
el correspondiente proceso administrativo, habiendo hecho valer el actor los correspondientes
recursos impugnativos;...
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Recurso Extraordinario interpuesto por Alfonso Graciano Velásquez Morales, contra la resolución
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, en la Acción de Amparo
seguida contra José Alberto Navarro Grau, en su condición de Alcalde de la Municipalidad
Provincial de Chincha, y todos los Regidores y varios funcionarios de dicho Municipio.
ANTECEDENTES:
El demandante interpone Acción de Amparo con fecha tres de octubre de mil novecientos noventa
y cuatro, solicitando se declare inaplicable a su persona los actos administrativos ilegales
contenidos en las Resoluciones Municipales, Nºs. 480-93-A/MPCH de dos de junio de mil
novecientos noventa y tres, 1382-93-A/MPCH, de dieciséis de setiembre del mismo año, 1704-93-
A/MPCH, de veinte de octubre de aquel año y 2259-93-A/MPCH, de veintisiete de diciembre de
dicho año, notificada al actor el diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro.
Sostiene que fue nombrado mediante Resolución Municipal como trabajador de la Municipalidad
Provincial de Chincha, habiendo prestado quince años de servicios; que la actual Administración
edil a raíz de ciertas imputaciones procede a denunciarlo penalmente, estableciéndose en las
investigaciones realizadas ante la Policía y Fiscalía la no existencia de responsabilidad penal
alguna lo que posteriormente confirmó la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia; que,
asimismo, en la posterior Auditoría realizada por la Contraloría General de la República no se ha
establecido ninguna responsabilidad de parte del actor; que no obstante se expidió la Resolución
Municipal Nº 210-94-A/MPCH, de treintiuno de enero de mil novecientos noventa y cuatro por la
cual se le destituye del cargo, habiendo interpuesto diferentes recursos impugnativos contra dicha
resolución, con lo que ha agotado las vías previas administrativo estimando que se ha producido
violación de sus derechos fundamentales, lo que se ha suscitado en represalia de una denuncia
que formuló contra la Municipalidad ante la Contraloría General de la República.
La Municipalidad demandada y los emplazados, Juan Carlos Balza Tássara, Moisés Vivanco
Cárdenas, Víctor Tasayco Arteaga, Sixto Ibarra Salazar y otros, contestan la demanda, solicitando
que la Acción se declare improcedente o infundada por no existir violación de derecho
constitucional alguno, ya que el demandante fue sometido a proceso administrativo disciplinario por
haber incurrido en falta grave.
Los emplazados Isabel Grippa Sako de Mavila, Javier Abelardo Pérez Díaz y César Italo Mórtola
Muñante, absuelven el traslado de la demanda solicitando que ésta se declare fundada, por
considerar que el reclamo del accionante se encuadra dentro del marco legal, ya que no se puede
despedir a un servidor cuando existe una Acción judicial paralela a un proceso administrativo entre
las mismas partes y por los mismos hechos, máxime si de la investigación judicial se establece que
no se encuentra responsabilidad del demandante y tampoco de ningún otro funcionario del régimen
municipal anterior.
La Primera Fiscalía Mixta de Chincha opina porque se declare improcedente el acto que dio origen
al reclamo, ya que no proceden acciones de garantía contra organismos creados por la
Constitución cuyos actos son practicados en el ejercicio regular de sus funciones.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Chincha, por los mismos fundamentos de esa Fiscalía
Mixta, mediante resolución de fecha catorce de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro,
declara improcedente la demanda.
La Fiscalía Superior de Ica, opina porque se confirme la resolución apelada que declara
improcedente la demanda, porque la destitución del demandante ha operado después de seguir un
proceso administrativo.
La Sala Civil de la Corte Superior de Ica, con lo opinado por el Fiscal Superior, por resolución de
fecha treintiuno de enero de mil novecientos noventa y cinco confirma la resolución apelada que
declara improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con el artículo 26º de la
Ley Nº 25398, la presente Acción resulta caduca, al haberse producido notable exceso del plazo de
los sesenta (60) días hábiles desde la fecha de haberse producido la supuesta afectación de los
derechos de la demandante por la expedición de la Ordenanza Nº 010-94-MPC, su fecha trece de
setiembre de mil novecientos noventicuatro, hasta la fecha de interposición de su demanda -treinta
de junio de mil novecientos noventicinco- que dio inicio a la presente Acción;...
Expediente 068-96-AA/TC
Cañete
Caso: Empresa de Transportes José Huapaya Soriano S.A.
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión de
Pleno Jurisdiccional, el Tribunal Constitucional, con asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Juez Especializado en lo Civil de Cañete, expide sentencia de fecha dieciocho de julio de mil
novecientos noventicinco, declarando fundadas las excepciones de caducidad y de representación
defectuosa o insuficiente de la demandante; infundada la excepción de oscuridad o ambigüedad en
el modo de proponer la demanda e improcedente la Acción de Amparo interpuesta; por considerar
que sólo procede Acción de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas, caducando el
ejercicio de ésta a los sesenta (60) días hábiles de producida la afectación; que se ha acompañado
a la demanda, copia simple de la constitución de la Empresa de Transportes «José Huapaya
Soriano» S.A.; por lo que carece de valor, y que la demanda contiene una determinación clara y
concreta de lo que se pide. por lo que no es oscura o ambigua.
Interpuesto el recurso de apelación por la demandante, y concedida ésta, el Fiscal Superior
Decano del Distrito Judicial de Cañete, opina porque se declare inadmisible el recurso
impugnatorio e insubsistente el concesorio de apelación, por considerar que el recurso de
apelación no ha sido fundamentado y no precisa el agravio o vicio o error que la motiva,
contraviniendo lo dispuesto en los artículos 357º y 358º del Código Procesal Civil.
Contra esta resolución, la actora interpone Recurso de Nulidad, entendido como Extraordinario,
elevándose los actuados a la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, la cual
remite los actuados al Tribunal Constitucional, en razón de que al iniciarse la presente Acción de
Amparo, ya estaba en vigencia su Ley Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con el
artículo 26º de la Ley Nº 25398, la presente Acción resulta caduca, al haberse producido notable
exceso del plazo de los sesenta (60) días hábiles desde la fecha de haberse producido la supuesta
afectación de los derechos de la demandante por la expedición de la Ordenanza Nº 010-94-MPC,
su fecha trece de setiembre de mil novecientos noventicuatro, hasta la fecha de interposición de su
demanda -treinta de junio de mil novecientos noventicinco- que dio inicio a la presente Acción; Que
asimismo, fundada la excepción de caducidad. no es pertinente resolver las demás excepciones
deducidas por la parte demandada y menos aun pronunciarse sobre el fondo de la demanda.
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Cañete, su fecha
diecisiete de octubre de mil novecientos noventicinco, la que confirmando la apelada de fecha
dieciocho de julio de mil novecientos noventicinco, declara improcedente la Acción de Amparo
incoada; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano, y los devolvieron.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia: caducidad
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo establece que "el
ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación,
siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en posibilidad de interponer la
Acción.
Expediente 003-94-AA/TC
Lima
En Lima a los tres días del mes de julio de mil novecientos noventa y siete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Teodoro Alejandro Real Lévano, contra la resolución
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de la Justicia, su fecha dieciséis de
noviembre de mil novecientos noventa y tres, que, confirmando la apelada, declaró infundada la
Acción de Amparo interpuesta contra el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y contra el
Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima.
ANTECEDENTES:
Don Teodoro Alejandro Real Lévano, interpone Acción de Amparo contra el Presidente de la Corte
Suprema de Justicia, y contra el Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, para que
cautelando sus derechos, se declare nula la destitución del accionante como Juez de Paz Letrado
del Distrito de San Juan de Lurigancho por haberse violado la última parte del artículo 248º de la
Constitución Política de 1979, puesto que hasta el momento de interponerse la presente Acción, no
se ha expedido la resolución que declara la destitución del cargo que ostentaba, dejándolo en
consecuencia sin trabajo; señala el accionante que tomó conocimiento extraoficialmente, que por
acuerdo de Sala Plena del día quince de febrero de mil novecientos noventa, se le había destituido
del cargo de Juez de Paz Letrado a consecuencia del Proceso Administrativo Nº 1149-88, cuando
se encontraba haciendo uso de sus vacaciones en calidad de Juez Instructor Provisional, y es al
concluir las mismas, como no recibía comunicación alguna sobre el particular, se constituye a la
Presidencia de la Corte Superior donde fue informado que no podía reintegrarse a sus funciones
por haber dejado de ser Magistrado, reclamando por la notificación correspondiente, es así como
se le comunica que la misma se le cursaría por la vía prevista por la Ley, esperando hasta la fecha
de interposición de la presente la comunicación de la Corte Suprema y la de la Corte Superior, las
mismas que no se han producido, a pesar de haber transcurrido más de siete meses y medio; ante
esta situación, ha reclamado se le notifique para tomar conocimiento de la referida resolución, sin
resultado alguno, pese a las gestiones realizadas ante la Corte Suprema y el Organo de Control
Interno del Poder Judicial, habiendo iniciado incluso los trámites ante la Dirección General de
Administración del Poder Judicial para que se le otorguen los beneficios que por ley le
corresponden como cesante, no pudiendo obtener una pensión provisional, por la falta de la
referida resolución.
El Décimo Juzgado Civil de la Corte Superior de Lima, declaró infundada la Acción interpuesta, por
considerar que si bien la presente Acción se interpone por haber sido destituido el demandante sin
la expedición de la correspondiente resolución administrativa de la Corte Suprema de Justicia, es
de tenerse presente que «el cargo de Juez de Paz Letrado es uno de carácter público que requiere
de la persona que lo ejerce, el comportamiento y una conducta transparente», debiendo el
funcionario público cuestionado, dar las explicaciones correspondientes a la sociedad respecto de
cualquier acto que ponga en duda su conducta funcional; en el presente caso, contra el
demandante se abrió un proceso disciplinario por graves irregularidades y conducta incorrecta a
que hacen referencia las copias de lo actuado ante la Oficina General de Control Interno del Poder
Judicial, proceso en el que el recurrente hizo uso de su derecho de defensa, concluyéndose de
esta manera que no se ha violado derecho constitucional alguno; además, actualmente el actor
viene percibiendo su pensión de cesantía conforme a ley.
Esta sentencia al ser apelada, es confirmada por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima,
por sus propios fundamentos, y por considerar además, «que la destitución del actor se ha
producido por la Sala Plena de la Corte Suprema de la República, en resolución debidamente
fundamentada, presentada en esta instancia, por lo que se ha cumplido a cabalidad con lo
dispuesto por el artículo doscientos cuarentiocho de la Constitución».
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo establece que «el
ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación,
siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en posibilidad de interponer la
Acción. Si en dicha fecha ésta no hubiese sido posible, el plazo se computará desde el momento
de la remoción del impedimento»;
Que, la presente Acción ha sido admitida a trámite el veinticinco de setiembre de mil novecientos
noventa, habiendo transcurrido más de los sesenta días que establece el referido artículo 37º de la
Ley Nº 23506 para interponer la misma, esto es, desde que se produjo la afectación del derecho
constitucional, no acreditándose en autos, que el accionante se hubiera encontrado imposibilitado
de hacerlo, sino más bien que éste esperó la correspondiente notificación de su destitución por la
administración, habiendo transcurrido sobremanera al momento de interponerse la presente
acción, el plazo señalado por la ley;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Improcedencia Caducidad
«... ha transcurrido en exceso el plazo previsto en el Artículo 37° de la Ley N° 23506 "Ley de
Hábeas Corpus y Amparo", tratándose en consecuencia de una acción caduca.»
Exp. N° 516-96-AA/TC
Lambayeque
En Lima, a los cuatro días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario contra la resolución de la Segunda Sala Civil Agraria, Laboral de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha dos de noviembre de mil novecientos noventa y
cinco, que confirmando la sentencia de primera instancia declaró improcedente la demanda de
Acción de Amparo interpuesta por don Oscar Hilberto Barboza Gallardo.
ANTECEDENTES:
Don Oscar Hilberto Barboza Gallardo interpone Acción de Amparo contra el Presidente de la
Región Nor Oriental del Marañón Ingeniero Ramón Cornejo Saavedra, a fin que se deje sin efecto
e inaplicable la Resolución Ejecutiva Regional Nº 529-93-RENOM, que declaró fundado el recurso
de apelación interpuesto por don Manuel Natividad Dávila Cabrejos.
Don Oscar Barboza indica que por Resolución Directoral Nº 0093 del seis de febrero de 1993, se le
reasigna y asciende a don Manuel Natividad Dávila Cabrejos como asesor de matemáticas del
Centro Educativo Secundario "San José" de Chiclayo. Por lo que contra el numeral 16 de esa
Resolución el actor interpuso recurso de reconsideración al considerar que se le había dado ese
cargo al profesor Dávila Cabrejos sin haber estado en servicio por una operación de aneurisma
cerebral, y la evaluación en el rubro de desempeño laboral fue realizada por el Sub-Director del
colegio y no por el Director como lo establece la norma. La reconsideración interpuesta por el actor
fue declarada infundada por Resolución Nº 2088, del siete de setiembre de 1992, resolución contra
la que a su vez interpuso recurso de apelación, el cual fue declarado fundado mediante Resolución
Nº 088-93-II-L/RENOM de fecha 24 de marzo de 1993, dejándose sin efecto la designación del
profesor Dávila Cabrejos y ordenándose se cubra esa plaza con el actor.
Don Eduardo Vilela Vélez, en representación del Presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de la Región Nor Oriental del Marañón (CTAR-RENOM) contesta la
demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus extremos, solicitando que sea declarada
improcedente por las consideraciones siguientes: el actor indica que ha formulado recurso de
nulidad contra la Resolución Ejecutiva Regional Nº 529-93-RENOM, pero no ha acreditado tal
hecho, por lo cual en el supuesto que hubiese presentado ese recurso, no se ha podido realizar
alguna acción al respecto. Asímismo, esta acción es caduca toda vez que la RER Nº 529-93-
RENOM, la cual se solicita dejar sin efecto, es de fecha 30 de noviembre de 1993, y la Acción de
Amparo fue interpuesta el 24 de febrero de 1995. Asímismo, en el supuesto que se hubiese
anulado la designación del profesor Dávila Cabrejos, primero tendría que declararse la vacancia
del cargo, llevar a cabo el concurso para cubrir la plaza, concurso en el cual el actor tendría que
postular y ganar para que recién se le asigne esa plaza.
El Tercer Juzgado Civil de Chiclayo, por resolución de fecha veintidós de junio de mil novecientos
noventa y cinco, declaró fundada la excepción de caducidad al considerar que la demanda fue
interpuesta el 24 de febrero de 1995, después de transcurrido más de un año de agotada la vía
administrativa, 30 de noviembre de 1993, de acuerdo a la Resolución Ejecutiva Regional Nº 390-
94-RENOM, de fecha 8 de julio de 1994.
La Segunda Sala Civil, Agraria, Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, por
sentencia de fecha dos de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, por los mismos
fundamentos, confirmó la sentencia de primera instancia.
FUNDAMENTOS:
Que, mediante la presente Acción de Amparo el actor solicita se deje sin efecto la Resolución
Ejecutiva Regional Nº 529-93-RENOM, de fecha 30 de noviembre de 1993; que, el actor indica que
esa Resolución le fue notificada el 14 de diciembre de 1993; por lo que dentro del término de Ley
impugnó esa Resolución con fecha el 30 de diciembre de 1993; sin embargo no ha acreditado en
autos que la notificación haya sido realizada el 14 de diciembre de 1993; por lo que la impugnación
que interpuso fue realizada fuera del plazo previsto en el "Reglamento de Procedimientos
Administrativos" D.S. Nº 006-SC, vigente en esa época.
Que, desde el veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y cinco, fecha en que don Oscar
Hilberto Barboza Gallardo interpone la presente Acción de Amparo; hasta el treinta de noviembre
de mil novecientos noventa tres, fecha en que se emitió la Resolución Ejecutiva Regional Nº 529-
93-RENOM, o desde el veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, fecha de
notificación de la Resolución Ejecutiva Regional Nº 390-94-RENOM, de fecha ocho de julio de mil
novecientos noventa y cuatro, ha transcurrido en exceso el plazo previsto en el artículo 37º de la
Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus y Amparo", tratándose en consecuencia de una acción
caduca.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución de la Segunda Sala Civil Agraria Laboral de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, de fojas ciento nueve, su fecha dos de noviembre de mil novecientos
noventa y cinco, que declaró fundada la excepción de caducidad y en consecuencia
IMPROCEDENTE la Acción de Amparo interpuesta. Mandaron se publique en el diario oficial "El
Peruano", conforme a ley; y, los devolvieron.
Improcedencia: caducidad
Exp. N° 274-97-AA/TC
La Libertad.
En Lima, a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad de fecha diez de enero de mil novecientos noventa y siete, que,
confirmando la sentencia de fecha veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y seis, declara
fundada la excepción de caducidad e improcedente la Acción de Amparo interpuesta por Felix Raúl
Vásquez Sánchez contra Noé Inafuku Higa, Presidente del Consejo Transitorio de Administración
Regional de la Región de La Libertad; César Jaramillo Vereau, Director Regional de Salud de La
Libertad y Presidente de la Comisión de Evaluación de Rendimiento Laboral de los Trabajadores
de la misma Dirección; Edith Ballena Becerra, Miembro de la Comisión de Evaluación y Ubaldo
Saldaña Huamanchumo, Secretario de la Comisión de Evaluación.
ANTECEDENTES:
Especifica que el siete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, recibió el Oficio N° 289-
95-AIS-UTES N°7, conteniendo la citada Resolución Ejecutiva Regional, suscrita por el emplazado
Noe Inafuku, no obstante lo cual, para dicha fecha, se encontraba sufriendo de un cuadro clínico de
"neumonía supurada complicada con piotorax", según consta del certificado expedido por el
médico que lo trato y que ha requerido un tratamiento desde el cinco de diciembre de mil
novecientos noventa y cinco hasta el veintitrés de febrero de mil novecientos noventa y seis.
Aquella, ha sido incluso la razón por la que no concurrió oportunamente al Poder Judicial a los
efectos de interponer el amparo, por lo que ahora lo hace apelando a la excepción prevista en el
artículo 37° de la Ley N° 23506.
Agrega por otro lado, que en el proceso de evaluación de rendimiento laboral no se ha dado
cumplimiento a la Directiva N° 001-95-PRES/VMDR aprobada por Resolución Ministerial N° 286-
95-PRES, del Ministerio de la Presidencia, cuyo numeral 5.1. establece que "el proceso de
evaluación se llevará a cabo únicamente en los meses de enero y julio de cada año", y cuyo
numeral 5.7 precisa que "La resolución presidencial regional que cesa a los trabajadores por la
causal de excedencia será publicada en el diario oficial El Peruano".
Señala además que en su condición de "trabajador asistencial" y al igual que el personal docente
del magisterio y los profesionales de la salud, se encontraba excluido del proceso de evaluación,
el que solo comprendía a todo el personal administrativo, conforme el Oficio Circular N° 110-96-
PRES/VMDR del veintidós de enero de mil novecientos noventa y seis. Los trabajadores
Asistenciales del sector salud, y entre ellos, el "Técnico en Transporte" se encontraban para esto,
definidos en una relación nominal contenida en el Oficio Circular N° 034-DEP-MINSA-93 del cinco
de marzo de mil novecientos noventa y tres. Sin embargo, compulsivamente y bajo amenaza de
que si no se presentaba en la fecha, era automáticamente cesado, fue el demandante, sometido al
programa de selectividad para luego ser desaprobado y cesado por la citada Resolución Ejecutiva
Regional.
Por último, precisa el demandante que, la Sala Civil de la Libertad se ha pronunciado sobre la
invalidez del proceso de selectividad de personal por resultar violatorio de la estabilidad laboral, el
debido proceso y la irretroactividad de las normas, ya que se ha desarrollado en fecha no prevista
por el reglamento, a lo que se agrega, que si la Resolución Ministerial N° 286-95-PRES apareció
publicada en el diario oficial "El Peruano" el veintinueve de julio de mil novecientos noventa y
cinco , no puede ser aplicada retroactivamente para evaluar el rendimiento laboral de los
trabajadores en los meses de enero a junio de mil novecientos noventa y cinco, porque para
aquella fecha no tenía existencia.
Por todas estas razones, solicita el demandante se declare inaplicable en su caso la Resolución
Ejecutiva Regional N° 731-95-CTAR-LL y se proceda a reponerlo en el cargo que desempeñaba,
con el pago de sus remuneraciones y demás derechos dejados de percibir.
De fojas ciento noventa y ocho a doscientos uno y con fecha veintiocho de octubre de mil
novecientos noventa y seis, el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo expide
resolución declarando fundada la excepción de caducidad e improcedente la acción, principalmente
por considerar: Que como lo indica el demandante, éste fue notificado con la Resolución Ejecutiva
Regional N°731-95-CTAR-LL, el siete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco a través del
Oficio N° 289-95-AIS-UTES N° 7, mientras que la demanda la interpuso con fecha catorce mayo de
mil novecientos noventa y seis; Que en tal virtud se evidencia que la Acción de Amparo ha sido
ejercitada fuera del plazo considerado de caducidad y previsto en el artículo 37° de la Ley N°
23506 en concordancia con el artículo 26° de la Ley N° 25398, destacándose de un lado, que los
certificados médicos recaudados con la demanda no resultan idóneos para acreditar la dolencia
que aduce el demandante haber sufrido en la época en que fue notificado, y de otro lado, que la
dolencia alegada no aparece verosímilmente como un verdadero impedimento para la oportuna
instauración de la acción de garantía.
Interpuesto recurso de apelación los autos son remitidos a la Primera Fiscalía Superior en lo Civil
de La Libertad para efectos de la vista correspondiente, y devueltos estos con dictamen que se
pronuncia porque se confirme la resolución apelada, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, a fojas doscientos cincuenta y nueve y con fecha diez de enero de mil
novecientos noventa y siete, expide resolución confirmando la sentencia apelada, principalmente
por considerar: Que el amparista no ha probado fehacientemente que haya estado imposibilitado
físicamente para interponer la presente acción en su momento oportuno; Que los argumentos que
invoca el accionante en su recurso de apelación en nada desvirtúan los fundamentos de la venida
en grado.
Contra esta resolución el demandante interpone recurso extraordinario por lo que de conformidad
con el artículo 41° de la Ley N° 26435, se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme al artículo 37° de la Ley N° 23506 "El ejercicio de la acción de Amparo caduca a los
sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado, en aquella fecha, se
hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción. Si en dicha fecha esto no hubiese sido
posible, el plazo se computará desde el momento de la remoción del impedimento".
Que si bien es cierto que de acuerdo con la norma glosada, se condiciona el cómputo del plazo de
caducidad a que el interesado, efectivamente, se haya encontrado en la posibilidad real o fáctica
de poder ejercitar su demanda de amparo, la situación por la que se alega imposibilidad en el
ejercicio de la acción, como ocurre en el presente caso, no puede sustentarse en documentos
carentes de suficiente valor probatorio, sino en instrumentales u otros medios que, cuando menos,
produzcan cierto nivel de certeza en el juzgador constitucional.
Que por ende, resulta evidente, que aunque se alega por el demandante haber sufrido una
anomalía física que lo imposibilitó acudir oportunamente ante el Poder Judicial, a los efectos de
reclamar por los derechos que consideraba lesionados, los certificados médicos obrantes de fojas
dos a cuatro de los autos, a pesar de su contenido descriptivo, no acreditan fehacientemente lo
afirmado, pues adolecen de defectos de forma que hacen presumir su invalidez, dado que en ellos
no aparece en forma clara o legible el nombre y sello del médico que los expidió, situación por la
que, en todo caso, debió subsanarse en su momento oportuno tales defectos mediante nuevos
documentos que avalen a los inicialmente presentados y más aún si los emplazados habían
formulado objeciones respecto de su verosimilitud.
Que dentro de dicho contexto, tampoco cabe, como lo ha pretendido el demandante, avalar los
documentos en referencia, mediante la instrumental de fojas ciento sesenta y dos, pues en ella no
hay información que coincida o corrobore las anomalías que sostiene haber padecido para la fecha
en que se le notificó con la Resolución Ejecutiva Regional que alega como transgresora de sus
derechos.
Que por consiguiente, y habiéndose interpuesto la demanda de amparo con fecha catorce de mayo
de mil novecientos noventa y seis, cuando la notificación conteniendo la resolución supuestamente
transgresora de los derechos reclamados, lo fue el siete de diciembre de mil novecientos noventa y
cinco, el plazo para ejercitar el amparo, ha caducado, siendo en consecuencia improcedente la
demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley Modificatoria N° 26801
FALLA
Improcedencia: caducidad
«... si los demandantes desean utilizar esta acción, debe de ser diligente, el transcurso del tiempo
hace que todos los recursos legales pierdan su oportunidad y eficacia, por esa razón el amparo no
podría quedar librado al arbitrio particular para su interposición.»
Exp. N° 072-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECENDENTES:
Que la entidad demandada, contesta la demanda y la niega en todos sus extremos manifestando
que esta es extemporánea, deduciendo la excepción de representación insuficiente, y sosteniendo
que no agotaron las vías previas.
La Jueza del Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima, con fecha primero de
febrero de mil novecientos noventa y cuatro, expide sentencia declarando improcedente la
demanda considerando que la Acción de Amparo ha caducado.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Superior Mixta Descentralizada del Sub-Distrito Judicial
del Cono Norte de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide resolución confirmando la
sentencia de primera instancia. La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de
la República, declaró no haber nulidad en la resolución de vista que declararon improcedente la
demanda.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, la pretensión de los demandantes es que se declare la validez de las Actas de Trato
Directo, de fechas veintiuno de enero y veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y dos, y
once de enero de mil novecientos noventa y tres, suscritas con la entidad municipal demandada y,
que a través de ellas venían percibiendo una serie de beneficios remunerativos derivados de estos
pactos colectivos.
2.- Que, la violación del derecho constitucional según la pretensión de los actores, no es
continuada sino de ejecución inmediata.
3.- Que, la acción ha sido interpuesta vencido el plazo señalado en el artículo 37° de la Ley N°
23506, estando a que su ejercicio ha caducado, ya que el transcurso del tiempo no hace caducar el
derecho constitucional, sino la posibilidad de interponerla, pues si los demandantes desean utilizar
esta acción, debe de ser diligente, el transcurso del tiempo hace que todos los recursos legales
pierdan su oportunidad y eficacia, por esa razón el amparo no podría quedar librado al arbitrio
particular para su interposición.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO la resolución expedida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de fojas catorce, su fecha siete de octubre de mil novecientos noventa y
cuatro, que declaró no haber nulidad en la de vista, y declaró IMPROCEDENTE la Acción de
Amparo y dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano; y los devolvieron.
Improcedencia: Caducidad
Exp. N° 824-97-AA/TC
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia
:
ASUNTO :
ANTECEDENTES :
Don Segundo Chanta Castillo interpone Acción de Amparo contra don Julio Homero Saldaña
Grandez, Alcalde de la Municipalidad Distrital de Comas, a fin que se declare inaplicable la
Resolución de Alcaldía N° 1562-96 A/MC de 25 de julio de 1996, por la que se le cesa por causal
de excedencia, así como se ordene su reposición y el pago de remuneraciones devengadas, al
haberse vulnerado sus derechos a la "legítima defensa", al debido proceso, a la pluralidad de
instancias, consagrados en los artículos 2°, inciso 23); 139°, incisos 3) y 6) de la Constitución
Política del Estado.
Sostiene el demandante que con fecha 5 de junio de 1996, se publicó en el Diario Oficial El
Peruano la Resolución de Alcaldía N° 1180-96 A/MC, mediante la cual el demandado dispone la
realización del Programa de Evaluación de Personal de la Municipalidad de Comas y se aprueban
las bases para dicho Programa, las cuales no fueron publicadas; que asimismo, mediante
comunicado publicado el 24 de junio del mismo año, el Alcalde hizo de conocimiento de los
trabajadores que el día 26 de dicho mes se llevaría a cabo la evaluación del personal, y el día 27
de julio se publica la Resolución de Alcaldía N° 1562-A-96 por la que se dispone su cese por
causal de excedencia; que el 30 de julio de 1996 se impide su ingreso a su centro de trabajo, lo
que consta en la Delegación Policial del distrito.
Asimismo, manifiesta que en el proceso han existido irregularidades: no se han dictado las normas
que fijen los parámetros de la evaluación, que garantice los derechos de los trabajadores ni que
establezcan las instancias para reclamar; que, de otro lado, la que ha efectuado la evaluación es
una empresa que desconocía los mecanismos de la evaluación; que ha cumplido con agotar la vía
administrativa, habiendo interpuesto los recursos de reconsideración y apelación contra la
Resolución de Alcaldía N° 1562-96 A/MC.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Santos Benito Vásquez Basilio, en
representación del demandado y solicita que se la declare improcedente, así como la nulidad de lo
actuado por cuanto el demandante ha presentado la demanda fuera del plazo de 60 días hábiles,
habiéndose producido la caducidad de la acción, de acuerdo al artículo 37° de la Ley N° 23506 y
porque además el demandado carece de legitimidad para obrar, por cuanto la demanda está
dirigida contra el Alcalde y no contra la Municipalidad Distrital de Comas y que el proceso de
evaluación se llevó a cabo en cumplimiento del Decreto Ley N° 26093 y de la Ley N° 26553, que el
demandante no alcanzó el puntaje aprobatorio; que no se le ha recortado ninguna información
pues las bases de evaluación, los resultados y los comunicados se publicaron en el periódico mural
de la Municipalidad.
Con fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y siete, el Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima, expide resolución declarando fundada la
excepción de caducidad, nulo todo lo actuado e improcedente la acción de garantía, disponiendo el
archivamiento del proceso. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha treinta de julio de mil
novecientos noventa y siete, la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del
Cono Norte de Lima, expide resolución confirmando la apelada, en consecuencia improcedente la
demanda por caducidad.
FUNDAMENTOS :
Que, en cuanto a la excepción de caducidad y a efecto de establecer el cómputo del plazo, debe
tenerse en cuenta que el accionante interpuso recurso de reconsideración contra la resolución
cuestionada, el que fue declarado improcedente; asimismo con fecha 10 de octubre de 1996 apeló
y el 27 de febrero de 1997, se acogió al silencio negativo al haber transcurrido los treinta días que
tenía la Municipalidad para resolver. Que de acuerdo al artículo 99° de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos, cuyo Texto Unico Ordenado fue aprobado por
Decreto Supremo N° 02-94-JUS de 28 de enero de 1994, si la autoridad no expide resolución en el
término de treinta días, el interesado puede acogerse al silencio administrativo negativo o esperar
por tiempo indeterminado que se expida la resolución; que siendo esta la opción que tiene el
accionante, el término de la caducidad previsto en el articulo 37° de la Ley N° 23506, se inicia al
finalizar los indicados treinta días, en consecuencia, a partir del 25 de noviembre de 1996, y hasta
el 18 de febrero de 1997, el demandante tenía expedito su derecho para plantear la Acción de
Amparo, habiéndola interpuesto el 16 de mayo de 1997, cuando ésta ya había caducado.
FALLA :
Incompetencia: Caducidad
«Que, el plazo de sesenta días hábiles que regula el Artículo 37° de la Ley N° 23506, se computa...
después del 22 de octubre de 1992, fecha de presentación del recurso de reconsideración; al
efecto, al haberse interpuesto la pretensión el 21 de setiembre de 1995..., la Acción de Amparo
deviene en extemporánea.»
Exp. N° 237-96-AA/TC
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Tema en debate: Derecho constitucional de igualdad ante la ley, al honor, al debido proceso.
Recurso extraordinario interpuesto por don Miguel Angel Saavedra Parra, contra la sentencia de
vista pronunciada por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 27 de
febrero de 1996, que declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta por don Miguel Angel
Saavedra Parra contra la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República.
ANTECEDENTES:
Don Miguel Angel Saavedra Parra demanda se deje sin efecto el Acuerdo de la Sala Plena de la
Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha 30 de setiembre de 1992, mediante el cual se
le separó definitivamente de la carrera judicial y del cargo de Vocal de la Corte Superior de Justicia
de Ica. El 22 de octubre de 1992, interpuso recurso de reconsideración contra dicho Acuerdo de
Sala Plena. El 3 de julio de 1995, reiteró su petición sin resultado. Ante el silencio administrativo ha
tenido por denegada su reconsideración, procediendo a interponer la Acción de Amparo. Expresa
que la resolución de separación carece de motivación. No se le hizo conocer los cargos como
ordena el artículo 8° de la Ley N° 25446. Invoca la Constitución de 1979 y 1993.
FUNDAMENTOS:
1. Que, al 30 de setiembre de 1992, fecha del Acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de
Justicia de la República, objeto de la Acción de Amparo, y al 22 de octubre de 1992, fecha de la
interposición del recurso de reconsideración contra dicho Acuerdo, obrante a fojas cincuenta,
estaba en vigor el artículo 27° del D.S. N° 070-89-PCM, promulgado el 1 de setiembre de 1989,
Reglamento de la Ley N° 25035 de Simplificación Administrativa, prescribía la siguiente regla: que
el silencio administrativo negativo opera vencido el plazo de sesenta días sin que la autoridad
administrativa resuelva el recurso impugnatorio respectivo.
2. Que, el plazo de sesenta días hábiles que regula el artículo 37° de la Ley N° 23506, se
computa, para el presente caso, a partir del vencimiento de los sesenta días calendarios después
del 22 de octubre de 1992, fecha de presentación del recurso de reconsideración; al efecto, al
haberse interpuesto la pretensión el 21 de setiembre de 1995, según escrito de fojas cincuenta y
siete, la Acción de Amparo deviene en extemporánea;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA :
Improcedencia: Caducidad
«Que, en el año mil novecientos ochentiséis, se dictaron los Decretos Supremos N°s. 023-86-VC y
029-86-VC... dictados al amparo del numeral 11) del Artículo 211° de la Constitución Política del
Estado de 1979,... por consiguiente, no podían ser calificados "de urgencia", y consecuentemente,
no podían sobrepasar los alcances de la Ley General de Minería...»
Exp. N° 767-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia :
ASUNTO :
Recurso extraordinario interpuesto por Cementos Lima S.A., contra la Resolución N° 552 de fecha
once de julio de mil novecientos noventisiete, de la Sala Corporativa Transitoria Especializada de
Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la Acción de
Amparo de autos. (folio 289 a folio 318)
ANTECEDENTES :
Con fecha nueve de octubre de mil novecientos noventiséis, Cementos Lima S.A. interpone Acción
de Amparo contra el Estado, en las personas del Ministro de Economía y Finanzas, Ministro de
Defensa, Ministro de la Presidencia y la Empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de
Lima; a fin de que se declare inaplicable para la demandante, el Decreto de Urgencia N° 049-96,
de fecha diecinueve de julio de mil novecientos noventiséis.
Contestan la demanda, el Procurador Adjunto a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Economía y Finanzas, el Procurador Adjunto a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de
Defensa del Ejército, y el Jefe de Asesoría Jurídica y Apoderado Judicial del Servicio de Agua
Potable y Alcantarillado de Lima S.A.
El primero de los nombrados, deduce excepción de incompetencia, pues considera que dejar sin
efecto un Decreto de Urgencia sólo se logra con una acción de inconstitucionalidad y no por la vía
del Amparo. En el aspecto de fondo, manifiesta el citado Procurador, que el Decreto de Urgencia
N° 049-96, materia de la presente acción, es eminentemente social y de interés nacional, pues
permitirá la ejecución del Proyecto de Reúso de Aguas Servidas del Cono Sur de Lima
Metropolitana, y que "la vía del Amparo no puede servir para frenar el desarrollo de los grandes
intereses nacionales". (folio 61 a folio 65)
Finalmente, acota el nombrado Procurador que Cementos Lima S.A. no es propietaria del terreno
controvertido, y por consiguiente, no se han violado los derechos que se citan en la demanda.
(folio 87 a folio 90)
Por su parte, SEDAPAL contesta la demanda, solicitando sea declarada "improcedente o
infundada", en base a lo siguiente: Que, la demandante no ha acreditado fehacientemente la
superposición de áreas que aducen en la demanda. Que, la Ley de Minería permite la cancelación
de las concesiones mineras, cuando se superpongan derechos prioritarios, y, que el Proyecto de
reúso de las aguas servidas del Cono Sur de Lima, es un proyecto prioritario. Que, la vía del
Amparo no es la apropiada para ventilar los hechos controvertidos en la presente acción.(folio 103
a folio 116)
FUNDAMENTOS :
Que, en el año mil novecientos ochentiséis, se dictaron los Decretos Supremos N°s. 023-86-VC y
029-86-VC reservando un área de 8,000 hectáreas en las Pampas de San Bartolo, a fin de ser
destinadas al desarrollo del "Proyecto de Reúso de las Aguas Servidas del Cono Sur de Lima
Metropolitana"; disponiéndose además, la cancelación de las concesiones mineras existentes en
dicha área.
Aquéllos decretos supremos fueron dictados al amparo del numeral 11) del artículo 211° de la
Constitución Política del Estado de 1979, vigente en ese entonces; por consiguiente, no podían ser
calificados "de urgencia", y consecuentemente, no podían sobrepasar los alcances de la Ley
General de Minería, que dispone la extinción de las concesiones mineras, por razones de
caducidad, abandono, nulidad, renuncia y cancelación.
Por tal razón, los citados decretos supremos, no podían constituir amenaza en contra de los
derechos mineros del demandante. Sólo cuando se dicta el Decreto de Urgencia N° 049-96,
publicado en el Diario Oficial El Peruano con fecha diecinueve de julio de mil novecientos
noventiséis, que tiene rango de ley según lo establece el numeral 4) del artículo 200° de la Carta
Magna vigente, se produce la referida amenaza, y recién a partir de dicha fecha se debe contar el
plazo establecido por el artículo 37° de la Ley N° 23506. De lo expuesto en el presente
fundamento, resulta claro que no opera la caducidad mencionada por la Sala Corporativa
Transitoria Especializada en Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima.
Que, el artículo 66° de la Constitución Política del Estado, establece, que los recursos naturales en
general, son patrimonio de la Nación y que el Estado es soberano en su aprovechamiento. Por
su parte, el artículo 59° de la misma Carta Magna, dispone que el Estado estimula la creación de
riqueza y garantiza la libertad de trabajo, de empresa, comercio e industria, cuidando que dichas
libertades no sean lesivas a la moral, salud y seguridad públicas. Por último, el artículo 65° de la
citada Carta Política, establece que el Estado debe velar por la salud y la seguridad de la
población.
Que, precisamente, dentro de los parámetros tuitivos glosados en el fundamento anterior, se dictó
el Decreto de Urgencia N° 049-96, que es materia de la presente Acción de Amparo. Mediante
dicha norma, se propicia la ejecución del "Proyecto de Reúso de las Aguas Servidas del Cono Sur
de Lima Metropolitana", obra de beneficio público que eliminará el grave problema de
contaminación, ocasionado por los desagües, en las aguas marinas costeras del litoral de la ciudad
de Lima, que perjudica el medio ambiente y la salud de la población.
Que, por consiguiente, con la dación del Decreto de Urgencia N° 049-96, no se ha conculcado
ningún derecho constitucional de la demandante; habiéndose obrado considerando que el interés
público prima sobre el interés privado.
FALLA :
Improcedencia: Caducidad
«Que, el plazo establecido en el artículo 37° de la Ley N° 23506, debe computarse desde la
expedición de la cuestionada resolución,...toda vez que la solicitud de "reclamación" presentada
por éste, no constituye recurso impugnativo, conforme lo previsto por el artículo 97° del Texto
Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos...»
Exp. N° 331-97-AA/TC
Lima
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, reunido en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Fernando Elisbán Cerdeña Bustamante contra la
resolución de la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
su fecha tres de febrero de mil novecientos noventa y siete, que confirmando la apelada, declaró
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Ministerio del Interior y el señor Ministro
del Interior.
ANTECEDENTES:
Don Fernando Elisbán Cerdeña Bustamante, interpone Acción de Amparo con fecha veintinueve de
agosto de mil novecientos noventa y seis contra el Ministerio del Interior y el señor Ministro del
Interior, por cuanto considera que a través de la Resolución Suprema Nº 0140-96-IN-PNP del 26
de febrero de 1996, que dispone su pase de la situación de actividad a la de retiro por renovación,
en aplicación del Decreto Legislativo Nº 745, su fecha 08 de noviembre de 1991, que aprueba la
Ley de Situación del Personal de la Policía Nacional del Perú, se ha violado sus derechos
constitucionales referidos al trabajo y a su carrera policial, consagrados en la vigente Carta Política
del Estado, solicitando la inaplicación de dicha resolución y consecuentemente se le restituya al
grado de Coronel en actividad de la Policía Nacional del Perú, con reconocimiento de todas las
prerrogativas, tiempo de servicios y demás que por ley le corresponda.
Sostiene el actor que mediante la precitada Resolución Suprema, se le pasa a la situación de retiro
por renovación de Cuadro Institucional, después de haber laborado 25 años como oficial de la
Policía Nacional del Perú, observando buena conducta, máxima eficiencia, con profunda
abnegación a su institución, habiendo seguido diversos cursos de capacitación, recibido
felicitaciones , condecoraciones y menciones honoríficas.
Agrega, que ha sido cesado sin previo proceso administrativo disciplinario, obviando el debido
proceso administrativo, con menoscabo al derecho de defensa y a la instancia plural, vulnerándose
su estabilidad en la función al grado de Coronel de la Policía Nacional del Perú que desempañaba
a la fecha de su cese.
Absolviendo el traslado de la demanda, el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del
Ministerio del Interior, solicita que la demanda sea declarada improcedente, por considerar que no
se ha agotado la vía previa que establece el artículo 27º de la Ley Nº 23506, así como también por
haber operado la caducidad, al haberse vencido el plazo previsto en el artículo 37º de dicha norma
legal.
De otro lado, afirma que la tantas veces citada Resolución Suprema, cuya inaplicabilidad invoca el
demandante, es el resultado de un proceso regular administrativo, con observancia del respectivo
trámite para la evaluación del personal de la Policía Nacional del Perú.
Con fecha trece de setiembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Tercer Juzgado
Especializado de Derecho Público de Lima, expide sentencia declarando improcedente la
demanda.
Formulado el recurso de apelación correspondiente, con fecha tres de febrero de mil novecientos
noventa y siete, la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima,
emite resolución confirmando la venida en grado.
FUNDAMENTOS:
2. Que, el plazo establecido en el artículo 37º de la Ley Nº 23506, debe computarse desde la
expedición de la cuestionada resolución, es decir a partir del 23 de febrero de 1996, fecha en que
además el actor toma conocimiento de la misma, toda vez que la solicitud de "reclamación"
presentada por éste, no constituye recurso impugnativo, conforme lo previsto por el artículo 97º del
Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos,
aprobado por Decreto Supremo Nº 02-94-JUS; en consecuencia, habiéndose presentado la
demanda con fecha 29 de agosto del citado año, el derecho del actor para interponer la presente
acción de garantía había caducado; por lo que la excepción de caducidad planteada por el
demandado resulta fundada e improcedente la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Improcedencia: Caducidad
Exp. N° 045-96-AA/TC
Huaraz
Noemí Rina Ramirez Rondan
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, al primer día del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Noemí Rina Ramírez Rondan contra la resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, de fecha doce de octubre de
mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Noemí Rina Ramírez Rondan interpone demanda de Acción de Amparo contra don Freddy
Renato Moreno Neglia, Presidente del Consejo Transitorio de Administración Temporal de la
Región Chavín, con la finalidad de que deje sin efecto la Resolución Presidencial N° 0480-94-RCH-
CTAR/PRE en la que se declara su excedencia como servidora del Estado en el Sector Turismo,
violándose así su derecho al trabajo, derecho a una remuneración justa y derecho a su carrera
administrativa. Ampara su demanda en lo dispuesto por los artículos 22°, 24°, 27° y 40° de la Carta
Magna.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Huaraz con fecha veintitrés de agosto de mil novecientos
noventicinco, declaró Improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que la actora
no ha probado haber agotado la vía administrativa.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, con
fecha doce de octubre de mil novecientos noventicinco, confirmó la apelada, por los propios
fundamentos.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que la actora ha cumplido con agotar la vía previa, puesto que interpuso recurso de
reconsideración que motivó la Resolución Presidencial N° 034-95-RCH-CTAR/PRE de fecha
diecinueve de enero de mil novecientos noventicinco, resolución que a su vez fue apelada, tal
como consta en la copia de dicho recurso que corre en autos a fojas veintisiete, que si bien este
último recurso no fue materia de pronunciamiento se tuvo que computar el término de treinta días
que señala la ley para que opere el silencio administrativo a efectos de dar por agotada la vía
administrativa y proceder a interponer la acción correspondiente.
FALLA:
Improcedencia Caducidad
«... ha sobrevenido la caducidad prevista en el Artículo 37° de la Ley N° 23506 en cuanto dispone
que el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la
afectación.»
Exp. N° 392-97-AA/TC
La Libertad
Vilma Marlene Barreto Iparraguirre
En Lima, a los dos días del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Vilma Marlene Barreto Iparraguirre contra la
resolución de la II Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de
fecha siete de marzo de mil novecientos noventisiete, que confirma la del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Trujillo, su fecha tres de diciembre de mil novecientos noventiséis y
declara improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Contra esta resolución el actor interpuso Recurso Extraordinario de conformidad con los
dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, de autos consta que la actora fue notificada con la Resolución cuestionada N° 735-
95-CTAR-LL, el día veintiuno de diciembre de mil novecientos noventicinco, conforme a la
constancia debidamente suscrita como cargo de recepción que corre a fojas ochentitrés, razón por
la cual trabajó sólo hasta el mes de diciembre del referido año.
2.- Que, su demanda aparece interpuesta a fojas diecisiete, el día nueve de agosto de mil
novecientos noventiséis, razón por la cual ha sobrevenido la caducidad prevista en el artículo 37°
de a Ley N° 23506 en cuanto dispone que el ejercicio de la Acción de Amparo caduca a los
sesenta días hábiles de producida la afectación.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y la Ley N° 26801;
FALLA:
Improcedencia: Caducidad
«Que, pretendiendo justificar la falta de agotamiento de la vía previa, el demandante deja entrever
en su demanda que la resolución cuestionada fue ejecutada antes de quedar consentida, por lo
que no se encontraría obligado a cumplir la exigencia prescrita por el artículo 27° de la Ley N°
23506.»
Exp. N° 659-97-AA/TC
Lima
Edgard Eustaquio Vargas Quispe
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Edgard Eustaquio Vargas Quispe, contra la resolución
de la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, su
fecha veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y siete, que declaró infundada la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
Don Edgard Eustaquio Vargas Quispe, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Comas, para que se declaren inaplicables la Resolución de Alcaldía Nº
1180-A/MC y la Resolución de Alcaldía Nº 1562-A-96/MC; se ordene su reposición y el pago de las
remuneraciones devengadas.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte de Lima emitió sentencia declarando
fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que la demandada no acreditó haber
elaborado la reglamentación pertinente para garantizar los derechos de los trabajadores; que se
encomendó el proceso de evaluación a una empresa no especializada en la materia, lo cual resta
verosimilitud a la transparencia del proceso.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Improcedencia. caducidad
«Que, en el caso sub judice, la demandante no ha demostrado en autos haber tenido algún
impedimento, que lo hubiese imposibilitado de interponer oportunamente su acción.»
Exp. N° 1088-97-AA/TC
Arequipa
Néstor Javier Ordóñez Camargo
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de mayo de mil novecientos noventa y ocho, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como el Extraordinario, interpuesto por Inmobiliaria «Santa Elena»,
contra la sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha
once de setiembre de mil novecientos noventa y siete, la que confirmando la sentencia apelada, de
fecha ocho de julio de mil novecientos noventa y siete, falló declarando improcedente la Acción de
Amparo seguida por la citada demandante, en contra del Estado y otros.
ANTECEDENTES:
Don Néstor Javier Ordóñez Camargo, en calidad de representante legal de Inmobiliaria "Santa
Elena", presentó Acción de Amparo, dirigiéndola en contra del Estado y del don Marcos Miranda
Castillo, Director Ejecutivo de Vivienda de la Dirección Regional de Transportes, Comunicaciones y
Vivienda del Consejo Transitorio de Administración Regional de Arequipa con citación de
Inmobiliaria Mejía S.A. (MEJISA), con el propósito de que se declare la inejecutabilidad de la
Resolución Directoral Regional N° 074-96-GRA/DIRTCV-DV, modificada por la Resolución
Directoral Regional Nº 0140-96-GRA/DIRTCV-DV, de fechas diez de junio y once de setiembre de
mil novecientos noventa y seis, respectivamente, dictadas en el Expediente Administrativo Nº 96-
344, y, la Resolución Directoral Regional N° 0167-96-CTAR/DIRTCV-DV, de fecha veintisiete de
noviembre del mismo año, dictada en el Expediente Administrativo Nº 96-368. Manifestó que con
la expedición de las aludidas Resoluciones Administrativas, no obstante ser afectado como
propietario de terrenos colindantes, no fueron puestas en su conocimiento, por lo que
recientemente había tomado conocimiento de su existencia, verificando que por su indebido
cumplimiento se amenazaba el ejercicio de su derecho constitucional de propiedad. Puso de
relieve, que mediante la Resolución Administrativas Nº 074-96, se pretendió transferir en venta
directa la extensión de 9,045.97 metros cuadrados de terrenos eriazos a favor de MEJISA, parte de
los cuales se superponían sobre los terrenos de su representada, Inmobiliaria «Santa Elena»,
inscrita en la ficha N º 80060, de la Oficina Regional de los Registros Públicos de Arequipa, razón
por la cual se observó la inmatriculación a nombre del Estado, emitiéndose de inmediato y sin su
conocimiento, la Resolución Administrativa Nº 140-96, la que rectificando y/o modificando la
Resolución Directoral Regional. N° 74-96, da mérito a que se inscriba la primera de dominio a favor
del Estado, en la ficha Nº 85924, la cantidad de 9,045.97 metros cuadrados de terrenos eriazos,
posteriormente vendidos a MEJISA; igualmente, por el mérito de la resolución Nº 0167-96-
CTAR/DIRTVC-DV, se registró la primera de dominio a favor del Estado de la cantidad de
128,059.89 metros cuadrados de terreno eriazo, de ubicación contigua al que se indicó
anteriormente, el cual se pretende transferir a favor de la misma inmobiliaria, en la modalidad de
«venta progresiva», iniciándose ésta, con la venta de 23,626.91 metros cuadrados, los que serán
destinados para habilitación urbana, terrenos que se ubican entre su propiedad y el mar,
señalando que la ilegalidad y la amenaza se configuran a través de los siguientes hechos: a) la
adjudicación debió efectuarse con sujeción a ley, esto es, mediante subasta pública y pagándose
un justo precio; b) que, al vender a la Inmobiliaria MEJISA, los terrenos aludidos, se ve afectada la
propiedad de la demandante en sus servidumbres, vías de acceso, servicios de saneamiento, de
energía eléctrica y de desvalor subsecuente.
Inmobiliaria Mejía S.A.(MEJISA), representada por don Carlos Alfonso Ortíz de Zevallos Legunda,
contestó la demanda, y por similares consideraciones a las de la Dirección Ejecutiva de Vivienda,
dedujo las excepciones de caducidad y falta de agotamiento de la vía administrativa; señalando
también, que la demandante, con sujeción al artículo 148º de la Constitución, debió utilizar la vía
contencioso-administrativa.
Por su parte, el doctor Hugo Heriberto Soza Mesta, Procurador Público del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción, contestó la demanda negándola en todos
sus extremos, solicitando se declare improcedente, estimando que la vía de la Acción de Amparo
no era la indicada para que la demandante ventilase su pretensión, más aún, cuando las
resoluciones administrativas, expedidas dentro de un trámite regular, no disponen de terrenos de
propiedad del demandante; finalmente, dedujo las excepciones de falta de agotamiento de la vía
administrativa y de caducidad de la Acción de Amparo.
El Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, mediante sentencia de fecha ocho de julio
de mil novecientos noventa y siete, falló declarando improcedente la Acción de Amparo
interpuesta, por considerar, básicamente, que de conformidad con lo establecido por el artículo 37º
de la Ley N° 23506, el ejercicio de la Acción de Amparo había caducado, ya que el plazo de
sesenta días establecidos por la ley, se encontraba vencido al momento de interponerse la Acción
de Garantía.
A fojas 332 a 334, obra la sentencia emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, de fecha once de setiembre de mil novecientos noventa y siete, la que por los
fundamentos pertinentes de la apelada, de conformidad con el Dictamen Fiscal, y además por
considerar que por el tiempo transcurrido entre la emisión de la resoluciones cuestionadas y el
inicio de la Acción de Garantía, indudablemente ha vencido el plazo que prescribe el artículo 37°
de la Ley N° 23506, por lo que opera plenamente la caducidad de la acción; que el funcionario
demandado ha expedido las cuestionadas resoluciones administrativas en el ejercicio regular de
sus funciones; que la demandante no fue notificada con las resoluciones que impugna, por el
hecho de no ser parte en los procesos administrativos en los que se emitieron las mismas; que la
demandante no hizo valer previamente, los recursos correspondientes en la vía administrativa, y,
no evidenciándose que esté comprendido en los casos de excepción que determina el artículo 28º
de la Ley N° 23506, es la razón por la que se amparó la excepción de falta de agotamiento de vía
previa y falló confirmando la sentencia de primera instancia, que declaró improcedente la Acción de
Amparo.
Interpuesto, a fojas 340 y 341, Recurso de Nulidad, que debe entenderse como el Extraordinario,
los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, como puede verse a fojas 138, la demandante presentó su Acción de Amparo el once
de marzo de mil novecientos noventa y siete, vale decir, a más de ocho meses después de que se
produjo la presunta agresión;
2. Que, el artículo 37º de la Ley N° 23506 de Hábeas Corpus y Amparo, concordante con el
artículo 26º de su Ley Nº 25398 (complementaria), establece que: «El ejercicio de la Acción de
Amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado,
en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción. Si en dicha fecha
esto no hubiese sido posible, el plazo se computará desde el momento de la remoción del
impedimento»;
3. Que, en el caso sub judice, la demandante no ha demostrado en autos haber tenido algún
impedimento, que lo hubiese imposibilitado de interponer oportunamente su acción.
4. Que, la demandante, al no haber hecho uso de los medios impugnativos que le franquea el
Decreto Supremo N° 02-94-JUS, no agotó la vía administrativa previa; por lo que resulta de
aplicación al presente caso, el artículo 27° de la Ley N° 23506, que señala: "Sólo procede la acción
de Amparo cuando se hayan agotado las vías previas";
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
CONFIRMANDO la Sentencia dictada por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, corriente a fojas trescientos treinta y dos, su fecha once de setiembre de mil novecientos
noventa y siete, la que confirmando la sentencia apelada, declaró IMPROCEDENTE la Acción de
Amparo. Dispone la notificación de las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano y la
devolución de los actuados.
...al momento de iniciar la vía previa administrativa, esta acción (de cumplimiento) no se
encontraba regulada, puesto que recién ha sido prevista por la Constitución de 1993, pero de la
demanda puede observarse que la misma fue interpuesta al amparo de la referida Constitución e
igual que en el caso de la acción de amparo, al momento de presentarse esta demanda, ya había
transcurrido el plazo fijado por la ley, operando la caducidad...
Expediente 316-97-AA/TC
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Jhon Huamán Rojas, contra la resolución de la Sala
Superior Mixta Descentralizada de San Román - Juliaca, que confirmando la apelada, declaró
improcedente la acción de cumplimiento y la acción de amparo interpuesta contra el Alcalde del
Concejo Provincial de San Román - Juliaca.
ANTECEDENTES:
Don Jhon Huamán Rojas, interpone acción de cumplimiento y acción de amparo, contra el Alcalde
del Concejo Provincial de San Román - Juliaca, don Pedro Reynaldo Cáceres Velásquez, para que
cumpla con la R.M. Nº 0287-86/A de fecha treinta de abril de mil novecientos ochentiséis, y por
agresión al derecho de petición consagrado en el artículo 2º inciso 20) de la Constitución Política
del Perú, respectivamente, de manera tal que ordene a la emplazada se permita su ingreso como
trabajador en el cargo y nivel que venía desempeñando su progenitor, y se ordene, además, que
sus peticiones sean resueltas en el término que establece la ley, conforme al T.U.O. de la Ley de
Procedimientos Administrativos. Fundamenta ambas acciones, en que su padre, Buenaventura
Huamán Flores, prestaba servicios en el Registro Civil y Estadística de la Municipalidad de San
Román, habiendo culminado su carrera administrativa por R.M. Nº 312-91-JP-CPSRJ del primero
de octubre de mil novecientos noventiuno, por haber fallecido; por esta circunstancia, y en virtud de
un pacto colectivo suscrito entre el Sindicato de Trabajadores y el Concejo Provincial de San
Román - Juliaca, aprobado por R.M. Nº 287-86/A, se permitía "el ingreso de uno de los familiares
en desgracia"; por lo que solicita el cumplimiento de la referida resolución, sin que hasta la fecha
haya sido incorporado, a pesar que la misma se encuentra en vigencia y surte todos sus efectos
legales. Precisa asimismo, que en el caso de la acción de amparo, ha cumplido con el
requerimiento notarial señalado por el inciso c) del artículo 5º de la Ley Nº 26301, Ley de Hábeas
Data, y que en las presentes acciones no se ha producido la caducidad de las mismas, porque
desde el seis de agosto de mil novecientos noventiuno, ha solicitado su ingreso a la entidad
municipal.
El Sexto Juzgado Mixto de la Provincia de San Román - Juliaca declaró improcedente la acción de
cumplimiento así como la acción de amparo, por considerar que si bien está acreditado en autos la
existencia de la Resolución Municipal Nº 0287-86/A del treinta de abril de mil novecientos
ochentiséis, que permitía que por fallecimiento o invalidez permanente del trabajador municipal
producido dentro de su centro de trabajo, se autorizara el ingreso de uno de sus familiares en línea
directa, y que la madre del accionante solicitó dicho beneficio para el mismo, también lo es que el
accionante ha agotado la vía administrativa, haciendo valer el silencio administrativo, para recurrir
al órgano jurisdiccional, habiendo transcurrido desde el fallecimiento del progenitor del causante
hasta la fecha en que éste reiteró la petición de su madre más de cuatro años, con lo que de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y
Amparo, ha caducado el ejercicio de la acción de amparo, situación que también es aplicable al
supuesto de la acción de cumplimiento.
Esta sentencia al ser apelada, es confirmada por la Sala Superior Mixta Descentralizada de San
Román - Juliaca, la misma que señala que si bien la cónyuge supérstite del causante solicita a
favor de su hijo y accionante el cumplimiento de la resolución municipal, también lo es que después
de dos años y medio reitera la misma situación; por lo que debe aplicarse el artículo 37º de la Ley
Nº 23506, la que dispone que el ejercicio de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles
de producida la afectación, plazo en el cual ni la madre del actor ni éste han hecho valer su
derecho en tiempo oportuno; respecto al derecho de petición, señala dicha Sala Superior, que éste
en ningún momento ha sido conculcado, porque el mismo obliga a la autoridad a recibir y resolver
las peticiones, pero no de aprobarlas, por eso es que el inciso 20) del artículo 2º de la Constitución
Política señala que se fijará un plazo para que la autoridad resuelva bajo responsabilidad.
FUNDAMENTOS:
Que, las solicitudes que obran a fojas cuatro y cinco del principal, remitidas tanto por la madre del
accionante como por éste al Alcalde del Concejo Provincial de San Román - Juliaca, están
fechadas el seis de agosto y el once de noviembre de mil novecientos noventiuno; las demás
comunicaciones corresponden a los años mil novecientos noventicuatro a mil novecientos
noventiséis, las que según el accionante, al no ser resueltas, violan su derecho de petición, razón
por la que interpone la presente acción de amparo, acumulándola con la acción de cumplimiento
que también motiva la presente;
Que, revisados los documentos presentados por el accionante al Alcalde del Concejo Municipal,
podemos apreciar que en los mismos está solicitando que se le autorice a laborar en dicho
Concejo, en reemplazo de su padre fallecido, haciendo uso de los recursos administrativos que la
ley señala, en términos por demás amplios para un proceso de dicha naturaleza, y que en ningún
momento han sido convalidados por la administración municipal; más aún, que en ninguno de
estos escritos, el accionante requiere expresamente a la administración, haciendo uso del derecho
de petición que la Constitución le reconoce;
Que, por esta razón, es de aplicación el artículo 37º de la Ley Nº 23506, la misma que establece
que "El ejercicio de la acción de amparo caduca a los sesenta días hábiles de producida la
afectación, siempre que el interesado, en aquella fecha, se hubiese hallado en la posibilidad de
interponer la acción...", toda vez que la presente demanda fue interpuesta luego de haberse
vencido el plazo de caducidad señalado en el artículo referido;
Que, en cuanto a la acción de cumplimiento, el petitorio está referido a la ejecución del pacto
colectivo suscrito entre el Sindicato de Trabajadores y el Concejo Provincial de San Román -
Juliaca, aprobado por R.M. Nº 287-86/A; sobre el particular, es necesario precisar que al momento
de iniciar la vía previa administrativa, esta acción no se encontraba regulada, puesto que recién ha
sido prevista por la Constitución de mil novecientos noventitrés; pero de la demanda puede
observarse que la misma fue interpuesta al amparo de la referida Constitución, e igual que en el
caso de la acción de amparo, al momento de presentarse esta demanda, ya había transcurrido el
plazo fijado por la ley, operando la caducidad de la presente acción, por lo que no es pertinente
emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la materia demandada;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 1263-97-AA/TC
En Lima, a los trece días del mes de mayo de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia; Nugent, Díaz Valverde y García
Marcelo; pronuncia sentencia;
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Aúrea María Alvino Martínez contra la resolución de
vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, que
confirmaron la resolución apelada expedida por el Sexto Juzgado Especializado Civil del Cono
Norte de Lima, declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra la Municipalidad
Distrital de San Martín de Porres, representada por su Alcalde, don Javier Kanashiro Iwamoto.
ANTECEDENTES:
Doña Aurea María Alvino Martínez, interpone Acción de Amparo y la dirige contra la Municipalidad
Distrital de San Martín de Porres representada por su Alcalde don Javier Kanashiro Iwamoto,
manifestando que al no presentarse, por razones de enfermedad, a la evaluación que había
convocado la Municipalidad demandada para el día veintisiete de diciembre de mil novecientos
noventiséis, fue declarada excedente y cesada en su cargo que desempeñaba en el área de
Rentas de la Unidad de Registro Tributario de dicha Municipalidad. Por lo tanto, presentó recurso
de reconsideración que al no ser resuelto se vio precisada a interponer la presente Acción de
Amparo, solicitando se declare inaplicable a su persona la Resolución de Alcaldía Nº 1137-96-
ALMDSMP, que la cesa en su cargo.
El Sexto Juzgado Especializado Civil del Cono Norte de Lima, in límine, declara improcedente la
demanda por haber caducado el ejercicio del derecho de la demandante.
La Sala Especializada Civil del Cono Norte de Lima confirma el auto por el mismo fundamento,
esto es, por caducidad. Por lo que interpone recurso extraordinario.
FUNDAMENTOS:
2. Que, siendo así, la acción ha sido interpuesta vencido el plazo señalado por el Artículo 37º de la
Ley Nº 23506 de Hábeas Corpus y Amparo(1), estando a que su ejercicio ha caducado, ya que el
transcurso del tiempo no hace caducar el derecho constitucional sino la posibilidad de interponerla
pues si la demandante desea utilizar esta vía interponiendo la acción, debe ser diligente con el fin
de hacer respetar su derecho; si ya exigió a la autoridad pertinente y le hizo conocer que se acogía
al silencio administrativo en uso de lo que la ley le permite, debió tener en cuenta que el transcurso
del tiempo hace que todos los recursos legales pierdan su oportunidad y eficacia; por esta razón el
Amparo no podía quedar liberado a su particular arbitrio para su interposición, indefinidamente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confieren la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA
CONFIRMANDO la sentencia de vista expedida por la Sala Especializada Civil de la Corte Superior
de Justicia del Cono Norte de Lima, de fojas cuarentitrés, su fecha veintinueve de octubre de mil
novecientos noventisiete, que confirmando la apelada declaró IMPROCEDENTE la demanda.
Dispone la notificación a las partes, su publicación en el Diario Oficial El Peruano, y la devolución
de los actuados.
Que, la institución de la caducidad, no es en todo caso, una fórmula con la que se impida sin mayor
razonamiento el análisis de las situaciones de fondo que se reclaman vía los procesos
constitucionales, empero, debe quedar perfectamente establecido, que si los interesados, no son
diligentes en el momento más necesario para reclamar por la defensa constitucional de sus
derechos, no se puede con posterioridad, pretender que se prescinda de una regla tan necesaria
como lógica para la seguridad jurídica.
Expediente 338-96-AA/TC
Lima
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto contra la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima de fecha veintiuno de febrero de mil novecientos noventa y seis, que,
revocando la sentencia apelada del veintiséis de junio de mil novecientos noventa y cinco, declara
improcedente la acción de amparo interpuesta por Rosa Isabel Murillo de Díaz, Nélida Gálvez
Saldaña, Inés Belleza Cabanillas, Luz Angélica Talledo Añazco, Rommy Cecilia Rodríguez
Campos, Jaime Jhonny Montoya Luna, Olimpio Huaraca Vargas, Juana Alcántara Ramos, Cecilia
Victoria Gimeno Aleman, Rolando Alfonso Torres Prieto, Zoila Luz Begazo Salazar, Graciela
Pedreschi de Berróspi, Marco Antonio Ordoñez Quispe, Rebeca Páucar Dávila, Dana Campos
Alarcón, Lilia Carolina Flóres Guillen, Luis Rodolfo Albornoz Alva, Jose Raúl Coronado Peña,
Ricardo Callirgos Tarazona, Rosalia Pérez Polo, y otros, apersonados durante el transcurso del
proceso, contra el Procurador Público de los Asuntos del Poder Legislativo.
ANTECEDENTES:
Con fecha dos de marzo de mil novecientos noventa y cinco y de fojas cuatrocientos cinco a
cuatrocientos doce, los demandantes interponen su acción sustentando su reclamo en el hecho de
haber sido cesados en su trabajo por intermedio de las Resoluciones Nº 1303-A-92-CACL y 1303-
B-92-CALC publicadas en el diario oficial hacia el treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y dos y firmadas por el entonces Presidente de la Comisión Administradora del Patrimonio
de las Cámaras Legislativas, Coronel EP(r) Carlos Novoa Tello.
Especifican que hasta el cinco de abril de mil novecientos noventa y dos, en que se produjo un
autogolpe de Estado, eran servidores nombrados por el Congreso de la República, no obstante lo
cual desde dicha fecha, se les impidió el ingreso a su centro de labores, al haber sido éste disuelto
y encontrarse tomado por los miembros del Ejército Peruano en mérito a los Decretos Leyes Nºs
25418, 25438, 25477, 25640, 25759 y 25684. Mientras que por el citado Decreto Ley Nº 25418 se
disolvió el Congreso y, mediante el Decreto Ley Nº 25438 se constituyó la Comisión
Administradora del Patrimonio de las Cámaras Legislativas, a través de los Decretos Leyes Nºs
25477, 25640 y 25759 se creó el marco legal para que la referido Comisión cumpla sus funciones,
entre las cuales destacaba, la "racionalización administrativa y racionalización de personal",
proceso que por otra parte y conforme a la última norma citada, vencía el seis de noviembre de mil
novecientos noventa y dos. Sin embargo y a pesar de que en dicha fecha debía concluir el referido
proceso de racionalización, se publica el mismo día, en el diario oficial, la Resolución Suprema Nº
532-92-PCM mediante la cual se encarga la Presidencia de la citada Comisión al Coronel EP(r)
Carlos Novoa Tello, mientras dure la licencia del titular que era de sesenta días, según la
Resolución Suprema Nº 498-92-PCM, publicada el veintidós de octubre de mil novecientos noventa
y dos y que vencía el veintidós de diciembre del mismo año. A su vez y sorpresivamente el nueve
de noviembre de mil novecientos noventa y dos se publica en el diario oficial la relación de los
trabajadores que ganaron los exámenes de evaluación, deduciéndose que el encargado de la
Presidencia, en tres días los implementó, publicando sus resultados cuando ya el plazo legal había
vencido en tres días.
Agregan, que luego de esta irregularidad, se comete con posterioridad, otra aberración, pues con
fecha treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y dos, se publica en el diario oficial, la
relación de los trabajadores cesados por la Comisión, cuando el plazo legal se había vencido en
exceso con el agravante de que el veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y dos, fecha
en que venció la licencia del titular, no se reincorporó este a la Comisión, no se prorrogó el
mandato del encargado de la Presidencia, no renunció el titular de la misma y sobre todo el
veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y dos, juró como Presidente del Congreso
Constituyente Democrático, el Ingeniero Jaime Yoshiyama Tanaka, por lo que debió ser él y no el
presidente de la Comisión quien conociera y resolviera sobre su situación laboral.
Frente a dicha situación es que los primeros días del mes de enero de mil novecientos noventa y
tres presentan ante el Presidente del CCD su recurso de reconsideración, el mismo que no fue
atendido. En seguida formulan su recurso de apelación, que tampoco fue atendido, hasta que sin
embargo el doce de agosto de mil novecientos noventa y tres y mediante la Resolución Suprema
Nº 159-93-CD/CCD se reconoce sus haberes correspondientes a los meses de noviembre y
diciembre de mil novecientos noventa y dos, lo que constituye un tácito reconocimiento a sus
reclamos y un desconocimiento del proceso de racionalización de personal implementado por la
Comisión, ya que el reconocimiento de sus haberes significa que no han sido cesados legalmente
sino que están trabajando percibiendo sus remuneraciones de ley. De otro lado y al no ser
atendidos sus recursos, insisten nuevamente de modo personal, logrando conseguir se les
extienda la Resolución Nº 1534-93-CCD/OGA-OPER y otras más, mediante las cuales se declaran
improcedentes sus medios impugnatorios en única y definitiva instancia, pero sin pronunciarse
sobre el fondo de los mismos. Por último y a través de recurso del dieciocho de setiembre de mil
novecientos noventa y cuatro, solicitan que se declare la nulidad de la Resolución de su cese, dado
que se estaba contratando nuevo personal, obteniendo solo como respuesta la Resolución Nº 840-
94-CCD/G.RRHH de fecha veintiséis de setiembre de setiembre de mil novecientos noventa y
cuatro mas otras, notificadas el nueve de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, que
declaran inadmisibles sus recursos. Finalmente presentan recurso de revisión el quince de
diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, con lo que dan por agotada la vía administrativa.
Solicitan los demandantes, por todo lo dicho, se ordene su reposición laboral en el mismo cargo y
régimen de trabajo que venían ocupando al momento de su cese.
Admitida la acción por el Vigésimo Octavo Juzgado en lo Civil de Lima, se dispone el traslado de la
misma al emplazado. Antes de producirse su contestación y de fojas setecientos noventa y nueve a
ochocientos y con fecha diez de marzo de mil novecientos noventa y cinco, se apersonan al
proceso y se adhieren al texto de la demanda Ruth Cecilia Echevarría Suarez, Reyna Sánchez
Alarcón, Nancy Violeta Angeles Ponte, Noemi Molina Ugarte, Guillermo Arias Infantes, Irene
Ccapali Atoccsa, Felix Cobeñas Pariamache, Zenón Ccapali Atoccsa, Sergio Antonio Chala, Javier
Sipán Guerra, Julio Lozano Muñoz, Rubén Javier Sotomayor Vargas, Hilda Valdez Téllez, Máximo
Gonzáles Figueroa, José Raúl Araca Sosa, Gumercinda Echevarría Flores, Wilburt Villegas Guerra,
Elizabeth Vera Vitorino, Rómulo Retuerto Aranda, Angela Valdez Rivera, Miguel Hurtado Gutiérrez,
Carmen Zavaleta Saavedra, Lira Quiñónez Atalaya, Berilda Muñoz Jésus, María Huaranga Soto,
Johel Rodríguez Briones, Nina Díaz Céspedes y Jaime Barbarán Quispe.
De fojas mil ciento ochenta y dos a mil ciento ochenta y cuatro y con fecha veintiocho de marzo de
mil novecientos noventa y cinco, e igualmente, antes de contestarse la demanda, se adhieren a su
petitorio, un tercer grupo de ex trabajadores del Congreso integrado por Elsi Judith Kitano la Torre,
Félix Espinoza Fernández, Elisa Rodríguez García, Luis Rojas Figueroa, Isaías Roman Toro, Luis
Elera Molero, Edgard Dextre Cano, Inés Meléndez Saavedra, Vilma Burga Cardozo, Eva Vidal
Vidal, Luis Gonzáles Panuera, Segundo García Vergara, Luz Sánchez Campos, César Montalván
Alvarado, Liz Mujica Esquivel, Raúl Sánchez Candia, José Saavedra Ambrosio, Rosa Cherrez
Córdova, Víctor Ampuero Ampuero, Juan Cajusol Bances, Jose Purizaca Arámbulo, Elsa Silvia
Zapata Espinoza, Manuel Carranza Rodríguez, Lucas Herrera Rojas, Flavio Díaz Campos, Raquel
Delgado Suárez, Rubén Reyes Caballero, Víctor del Castillo Meza, Edison Dextre Ordóñez, Ronald
Santisteban Urmeneta, Edgard Velásquez Machuca, Leoncio Uchuya Chacaltana, José Clerque
Gonzáles, Carmen Sosa Alvarez, Max Bautista Apolaya, Julio Rodas Romero, Gustavo Gonzáles
Guillén, Elizabeth Luna Aragón, Luis Aliaga Lama, Carlos Ortega Martell, Juana Ugarte Pierrend,
Cecilia Arcos Díaz, Rosario Zapata Zapata, Carlos Rivas Cappelletti, Margarita Ramírez Granados,
Neyda Vizcarra Zorrilla, José Changanaqui Chávez, Mónica Lourdes Alvarado Suárez, Herlinda
Ayala Palomino, Henry Camargo Matencio, Hipólito Cornelio Dávila, Edith Soria Cañas, Frida Salas
Sobrino, Lucy Loayza Arcos, Iván Zumaeta Flores, Rosa Arévalo Torres, Elizabeth Carrillo
Quiñones, Flavia Orrillo-Vásquez Torres, Juan Alvarado Achicahuala, Oscar Santibáñez
Velásquez, Wilder Solís Retuerto, Guadalupe Cabanillas Toro, Daysi Cornelio Figueroa, Fidel
Vásquez Sánchez, Susana Ibarra Ñato, Oscar Owada Amado, Luz Gallegos Ramírez, Hermelinda
Villarreal Rodriguez, Víctor Rojas Cortez, Lupo Cubas Vásquez, Andres Hijar Cerpa, Marleni
Alvarez Gutiérrez, Jorge Navarro Sánchez, María Romero Chang, Manuel Mendoza Michuy,
Manuel Quiñonez Díaz, José Aguado Alfaro, Gisela Aguilar Rojas, Rosa Cánepa Campos, Alfredo
Ballarta Rueda, Clemencia Solís Martell, Ivan Silva Delgado, Tiburcio Chipana Quispe, Luis
Chipana Rodríguez, Sara Ibáñez Ortiz, Manuel Margarito Silva, Irma Rojas Vega, José Villar
Contreras, Juan Huaman Cárdenas, Wilfredo Chino Villegas, Eleuterio Solís Roca, Elmi Ramos de
la Cruz, Juan Guzmán Rebatta, Mario Peredo Cavassa, Jorge Pacheco Munayco, Lety Torres
Hoyos, Mery Huamantumba Vásquez, Delano Marcelo Navarro, Gloria Dergan Alcántara, Armando
Saavedra Vega, Marco Antonio Jaimes Cano, Roberto Ribotte Rodríguez, y John Ravello
Velásquez.
Apersonado al proceso el Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del Poder
Legislativo, de fojas mil doscientos ocho a mil doscientos trece y con fecha siete de abril de mil
novecientos noventa y cinco, contesta la demanda procediendo a negarla y contradecirla,
fundamentalmente por considerar: Que la demanda adolece de extemporaneidad de acuerdo con
el artículo 2º del Reglamento del Decreto Legislativo Nº 384 del treinta de agosto de mil
novecientos ochenta y seis; Que el presente reclamo es de conocimiento del fuero laboral y no del
común; Que los cuadros de asignaciones de personal están sujetos a racionalización, previa
evaluación y a lo establecido en el Presupuesto General de la República, de donde la Resolución
que se pretende invalidar esta arreglada a ley; Que al dictarse el Decreto Ley Nº 25640, por el que
se autorizó a la Comisión Administradora del Congreso a ejecutar un proceso de racionalización de
personal se ha obrado igual que en otras entidades estatales, respondiendo ello a una necesidad
social para lograr mayor efectividad en cuanto a su funcionamiento y servicio; Que el citado
Decreto en su artículo 2º regula el caso de los trabajadores sujetos al régimen laboral del Decreto
Legislativo Nº 276, a quienes se da la posibilidad de acogerse a una serie de incentivos; Que por
otra parte, el Decreto Ley Nº 25759 indica en su artículo 2º que la Comisión Administradora del
Patrimonio del Congreso efectuará el proceso de evaluación y selección de personal mediante
exámenes de calificación, ocupando los cargos previstos en el nuevo cuadro de asignación de
personal, aquellos trabajadores que aprueben dichos exámenes, agregando que, aquellos
trabajadores que no alcances vacantes para el cargo al que postularon, así como los que deciden
no presentarse, serán cesados por causa de reorganización; Que con fecha veintidós de octubre
de mil novecientos noventa y dos, la Comisión Administradora emitió la Resolución Nº 1239-A-92-
CACL donde se precisa los requisitos, las bases y el reglamento del proceso de evaluación y
selección de personal, por lo que los demandantes no pueden comportarse como sorprendidos por
las medidas adoptadas, debiendo precisarse que conforme al artículo 27º de dicha norma, la
Comisión no aceptara reclamos sobre los resultados del examen; Que por último es falso el
argumento de que la Comisión Administradora carecía de competencias, ya que las Resoluciones
Nºs 1303-A-92-CACL y 1303-B-92-CACL fueron expedidas por la Comisión Administradora del
Patrimonio del Congreso en pleno ejercicio de sus funciones, ya que si bien es cierto que el
Congreso Constituyente Democrático ya se había instalado, todo el proceso de evaluación,
reorganización y racionalización de personal era única y exclusiva función de la indicada Comisión;
Que finalmente, los Decretos Leyes que habilitaron a la Comisión así como la Resolución Nº 1239-
A-92-CACL fueron ratificados por el Congreso, mediante Ley Constitucional del nueve de enero de
mil novecientos noventa y tres.
Con posterioridad a la contestación de la demanda, y de fojas mil doscientos treinta y cuatro a mil
doscientos treinta y cinco, se adhieren al reclamo formulado, con fecha doce de abril de mil
novecientos noventa y cinco, un cuarto grupo de ex trabajadores del Congreso, integrado por:
Adolfo Fernández Sare, Héctor Malpartida Gutiérrez, José Clerque Gonzáles, Iván Alex Vega Díaz,
Bonifacio Ramón Valeriano Sebastián, Jorge Ganoza Rivera, Daniel Arnez Macedo, Teresa
Pichilingue Romero, Nelly Rivera Martínez, Antonia Elizabeth Córdova Melgarejo, Edgard
Velásquez Machuca, Dully del Aguila Chamaya, Catalina Paitán Mauricio, Bertha Rivera Delgado,
Juan Francisco Delgado Gómez, Ricardo Hernández Fernández, Wilfredo Emilio Huamán Trinidad,
Juan Torres Martínez, Víctor Manuel Urrunaga Linares, Jorge Martín Rivas Chara, César Augusto
Bravo Sarco, Luisa Chara Pacheco, Freddy Varias Trabanco, Orlando Díaz Lopez, Manuel
Cuadros Livelli, Eugenio Rodríguez Espada, Reynaldo Herrera Valdez, Antonio Condezo Espinoza,
Caro Herrera Madueño, Ricardo Gonzáles Castillo, Margarita Moreno Gonzáles, Cita Vereau
Palma, Ana María García Huallpa, Mery Huamantumba Vásquez, Virginia Eugenio Centeno,
Violeta Saavedra Mego, Alicia Peredo Cavassa, Juana Bracamonte Chiringano, María Salazar
Venegas, Luis Murrugarra Neyra, Luisa Pilco Guerra, Leoncio Beltrán Aguilar, Víctor Nizama
Zelaya, Jacinta Ramírez Cadenas, Víctor Núñez Centeno, Consuelo Pizarro Sánchez, Carmen
Núñez Morales, María Inga Coronado, Máximo Atauje Montes, Jakeline Magallán Galoc, Carlos La
Cruz Crespo, César Grandez Alvarado, Jorge Oré León, Jorge Marchena Alva, Gustavo Gonzáles
Guillén, José Clerque Gonzáles, Nelly Rivera Martínez, Juan Vásquez Quesada, César Perez
Guevara, Bladimir Chávez García, Santiago Erquiñigo Ramón, César Sernaque Vargas, Javier
Flores Salinas, Eduardo Salazar Caycho, Oscar Vásquez Leguia, Víctor Silva Baca, Eliberto Silva
Baca, Tito Hinostroza Toro, Soledad Vásquez Quiñones, Walter de la Cruz Paredes, y Carmen
Sosa Alvarez.
Con fecha veinte de abril de mil novecientos noventa y cinco y de fojas mil trescientos veinticuatro
a mil trescientos veintisiete, se adhieren a la demanda un quinto grupo de trabajadores conformado
por: Juan Carlos Sánchez Lozano, Julio Antonio Rigaid Arevalo, Esther Cisneros Urbina, César
Pérez Guevara, Moises Pajares Godoy, Segundo Zegarra Zevallos, Walter Soto Santana, Carlos
Unzueta Medina, Walter Soto Santana, María Infantes Vásquez, Jesus Hinojosa Silva, Feliz Aguilar
Rojas, Lidia Bereche Riojas, Carmen Rivera Loayza y Teodoro Castro Salvatierra.
De fojas mil quinientos sesenta y siete a mil quinientos setenta y nueve y con fecha veintiséis de
junio de mil novecientos noventa y cinco, el Vigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima, expide sentencia declarando fundada la demanda, fundamentalmente por considerar: Que la
vía previa se ha agotado; Que la acción no ha caducado; Que no aparecen en autos las causales
previstas por el artículo 6º de la Ley Nº 23506; Que el Decreto Legislativo Nº 384 no resulta
aplicable al caso de autos; Que no existe acto administrativo sin norma específica que lo autorice o
prevea; Que la eficacia de un acto administrativo esta supeditada a su notificación o a su
publicación a fin de enterar a los administrados de la declaración de voluntad emitida por el ente
público por lo que mientras ello no suceda no puede exigirse acatamiento ni realizarse acto alguno
al amparo de dicha decisión; Que el artículo 42º del Decreto Supremo Nº 006-SC (Reglamento de
Normas Generales y Procedimientos Administrativos) preveía que "los actos administrativos
producirán sus efectos desde el día siguiente de su notificación o publicación" siendo modificado
por el Decreto Ley Nº 26111 del veintiocho de diciembre de mil novecientos noventa y dos, que
agregó a la parte final del dispositivo citado "salvo que el propio actor señale una fecha posterior",
lo que ha sido ratificado en el artículo 42º del Decreto Supremo Nº 02-94-JUS o Texto Unico de
Normas Generales y Procedimientos Administrativos; Que de ello se puede afirmar que el ente
público no podrá realizar actos de ejecución de su propia declaración de voluntad sino hasta el día
siguiente de su publicación cuando corresponda y menos aún, si perjudican al administrado
destinatario de ella, al ser la publicación, la garantía que configura la ley para aquél; Que en el
caso que aun acto administrativo constituya una norma que autorice y prevea otros actos
administrativos, la realización de estos últimos en fecha en que el primero no surtía sus efectos por
falta de publicación, resultaría ineficaz con respecto a los administrados; Que el proceso de
reorganización y racionalización que culminó con el cese de los recurrentes se dio dentro de un
marco pre-establecido por ley, nombrándose un organismo especializado para dicha función; Que
inclusive se dio la Resolución Nº 1239-A-92-CACL en que se aprobó los requisitos, bases y
reglamento del proceso de evaluación y selección de personal y que los Decretos Leyes que han
constituido el marco legal para el proceso precitado han sido ratificados por el Congreso
Constituyente mediante Ley Constitucional del nueve de enero de mil novecientos noventa y tres,
no siendo por tanto, del caso, cuestionar mediante el amparo tales decretos leyes y mas aún
estando a la prohibición del articulo 200º inciso 2 de la Norma Fundamental, debiendo
circunscribirse el reclamo a analizar si el proceso se realizó en forma debida conforme al marco
pre-establecido; Que la Resolución de encargatura Nº 532-92-PCM si bien, fue expedida el cinco
de noviembre de mil novecientos noventa y dos, recién fue publicada el seis de noviembre por lo
que estando a las premisas expuestas, no podía surtir sus efectos sino hasta el día siguiente de su
publicación, esto es, el siete de noviembre de mil novecientos noventa y dos, lo que significa que
recién a partir de allí es que don Carlos Novoa Tello, podía actuar como Presidente de la Comisión
expidiendo las resoluciones que corresponda, más aún tratándose de un proceso de
racionalización que afectaría a una parte de los trabajadores del Congreso; Que así mismo el plazo
para la racionalización había vencido el seis de noviembre de mil novecientos noventa y dos y por
lo tanto, tampoco hubiese podido expedir Novoa Tello resolución en dicho sentido a partir del día
siete cuando recién podía ejercer dicha función; Que en tal orden de ideas, las Resoluciones Nº
1303-A-92-CACL y Nº 1303-B-92-CACL que cesan a funcionarios y servidores del Congreso
resultan ineficaces con respecto a los demandantes por haber sido emitidas el seis de noviembre
de mil novecientos noventa y dos por quien en aquella fecha aún no se encontraba habilitado para
ejercer el cargo, resultando sintomático que la publicación recién se haya dado el treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y dos, agregando que la Resolución Suprema Nº 532-92-
PCM no puede operar retroactivamente en atención al artículo 187º de la Constitución de 1979 y
artículo 103º de la vigente Constitución de 1993; Que por lo tanto, se ha afectado los derechos
laborales de los recurrentes contenidos en los artículos 42º, 48º y 57º de la Constitución Política de
1979 y artículos 22º, 23º y 26 de la Constitución de 1993, debiendo ampararse la demanda.
Interpuesto recurso de apelación por el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del
Poder Legislativo, los autos son elevados a la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima.
De fojas dos mil setenta a dos mil noventa y tres y con fecha veintidós de agosto de mil
novecientos noventa y cinco, solicitan participación litisconsorcial en el presente proceso un nuevo
grupo de ex trabajadores del Congreso integrado por: Hugo Montes Yacsahuache, Ronald Luciano
Revelo Infante, Agustín Miguel Arturo Polo Castañeda, Liduvina Salcedo Olivares, David Orlando
Zegarra Castro, Laura Colán Villegas, Rodolfo Guevara Gallo, Mónica Emperatriz Ramírez
Rodríguez, Anabel Iris Gonzáles Sánchez, Eriberto Rodolfo Alvarado Galvan, Marcial de la Cruz
Paredes, Sergio Alejandro Medina Ramírez, Herver Víctor Cardenas Pinto, Vicente Waldo
Rodríguez Reaño, Telmo Jaime Barba Ureña, Folgges Luis Hayasshi Bejarano, Aquilino Menacho
Salas y Hugo Montes Pacora.
A fojas tres mil quince y con fecha veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, se
apersonan también al proceso los ex trabajadores del Congreso Carmen Rosa Paredes Cubas y
Walter Roberto Paredes Cubas; a fojas tres mil veintisiete y tres mil veintiocho y en la misma fecha,
lo hace Pablo Jorge Ferradas Núñez; a fojas tres mil cincuenta y uno y tres mil cincuenta y dos y
con fecha ocho de noviembre de mil novecientos noventa y cinco solicita se le tenga como
accionante Augusto Bellido Orihuela; a fojas tres mil setenta y siete y con fecha dieciséis de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, solicitan adherirse a la demanda Alfredo Cabrera
Enriquez y Ronald Urquiza Alcantara; a fojas tres mil noventa y uno y tres mil noventa y dos y el
mismo dieciséis de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, solicita se le tenga como
accionante Pedro Quiñónez Seminario; y por último, de fojas tres mil ciento treinta y cinco a tres mil
ciento treinta y siete y con fecha cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y cinco solicitan
apersonamiento María Elena Quineche Díaz, Amelia Rosario Pohll Luna, Walter Pereyra Salazar y
Giovanna Elset Soto Santana.
De fojas tres mil ciento treinta y nueve a tres mil ciento cuarenta y cinco y con fecha quince de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco aparece el dictamen de la Segunda Fiscalía Superior
en lo Civil de Lima, que se pronuncia porque se revoque la resolución apelada y se declare
infundada la demanda.
A fojas tres mil ciento sesenta y cuatro y tres mil ciento sesenta y cinco y con fecha veintiuno de
febrero de mil novecientos noventa y seis la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, revoca la sentencia apelada y declara improcedente la acción, principalmente por considerar:
Que el artículo 37º de la Ley Nº 23506 dispone que el ejercicio de la acción de amparo caduca a
los sesenta días hábiles de producida la afectación, siempre que el interesado en aquella fecha se
hubiese hallado en la posibilidad de interponer la acción; Que en el caso sub litis, los accionantes
no han probado de modo alguno, el hecho de no haberse hallado en la posibilidad de interponer la
acción; Que a mayor abundamiento resulta también de aplicación al presente caso, la previsión
que contiene el inciso 1 del artículo 6º de la Ley Nº 23506, que refiere, que no proceden las
garantías en los casos de cese o irreparabilidad de la lesión; y, Que igualmente resulta de
aplicación lo que dispone el inciso 3 del artículo 28º de la Ley referida, que determina que no es
exigible el agotamiento de las vías previas, cuando no ha sido regulada o ha sido innecesariamente
iniciada por el reclamante, dado que la Resolución Nº 1239-A-92-CACL, dispuso que no se
aceptaría recurso alguno contra las resoluciones que expidiera la Comisión Administradora del
Patrimonio del Congreso, siendo pues última instancia.
Contra esta resolución los demandantes interponen recurso de casación, por lo que de
conformidad con la Disposición Transitoria Cuarta de la Ley Nº 26435 y entendiendo dicho recurso
como "extraordinario" se dispuso el envío de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que conforme se deduce del petitorio contenido en la demanda interpuesta, esta se orienta a lograr
la inaplicabilidad de las Resoluciones Nº 1303-A-92-CACL y Nº 1303-B-92-CACL publicadas en el
diario oficial "El Peruano" hacia el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y dos, así
como la reposición laboral de los demandantes en el cargo y régimen en el que venían
desempeñándose al momento de su cese.
Que siendo esto así y a los efectos de corroborar las condiciones de procedibilidad de la presente
acción conviene precisar, en primer término, que conforme se acredita de fojas cuatrocientos cinco
a cuatrocientos doce de los autos la demanda original fue promovida con fecha dos de marzo de
mil novecientos noventa y cinco, mientras que como se ha dicho, los actos que se juzgan como
violatorios, fueron emitidos hacía el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y dos.
Que si bien, los demandantes iniciaron un dilatado tramite de reclamación en la vía administrativa,
este último resultaba legalmente improcedente, por cuanto la Resolución Nº 1239-A-92-CACL del
trece de octubre de mil novecientos noventa y dos, había previsto explícitamente en su artículo 27º
que "La Comisión Administradora del Patrimonio del Congreso de la República, no aceptara
reclamos sobre los resultados del examen", lo que quiere significar, que se trataba de actos
irrecurribles, por los menos en sede estrictamente administrativa.
Que por consiguiente, al no existir normativamente, vía previa a la cual acudir, resultaba
plenamente aplicable el artículo 28º inciso 3 de la Ley Nº 23506, cuyo texto dispone la no
exigibilidad de su agotamiento cuando "La vía previa no se encuentra regulada, o si ha sido
iniciada, innecesariamente por el reclamante, sin estar obligado a hacerlo" por lo que,
correlativamente, el plazo para computar la caducidad de la presente acción, de acuerdo con el
artículo 37º de la misma citada norma, empezó a correr desde cumplidos los sesenta días hábiles
de producidos los hechos violatorios, lo que supone que al momento de promoverse la demanda, el
referido plazo ya había vencido en exceso.
Que la institución de la caducidad, no es en todo caso, una fórmula con la que se impida sin mayor
razonamiento el análisis de las situaciones de fondo que se reclaman vía los procesos
constitucionales, empero, debe quedar perfectamente establecido, que si los interesados, no son
diligentes en el momento más necesario para reclamar por la defensa constitucional de sus
derechos, no se puede con posterioridad, pretender que se prescinda de una regla tan necesaria
como lógica para la seguridad jurídica.
Que por último y a mayor abundamiento, tampoco debe pasarse por alto, que si en las actuales
circunstancias, esto es, con la Constitución Política de 1993, la estructura orgánica del Congreso, y
por ende su Cuadro de Asignación de Personal, ha variado sustancialmente, con relación a la que
poseía con la Constitución anterior, no puede intentarse por la vía del amparo, reponer situaciones,
que por su propia naturaleza han devenido en irreparables, resultando en tales circunstancias de
aplicación el inciso 1 del artículo 6º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución, su Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Confirmando la resolución de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
tres mil ciento sesenta y cuatro, su fecha veintiuno de febrero de mil novecientos noventa y seis,
que, revocando la sentencia apelada de fojas mil quinientos sesenta y siete, su fecha veintiséis de
junio de mil novecientos noventa y cinco, declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta.
Se dispuso así mismo la publicación de la presente en el Diario Oficial "El Peruano" y los
devolvieron.
Que, ... es de aplicación el inciso 1 del artículo 6º de la Ley Nº 23506, al haber cesado la amenaza
de violación de los presuntos derechos constitucionales que la entidad accionante invocó como
amparo de su pretensión.
Expediente 176-96-AA/TC
Lima
Perubar S.A.
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Perubar S.A. interpone Acción de Amparo contra el Alcalde del Concejo Distrital de Santa Cruz de
Cocachacra, el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huarochiri, el Ejecutor Coactivo de Santa
Cruz de Cocachacra y el secretario de Ejecución Coactiva por violación y/o amenaza de sus
derechos constitucionales a la propiedad, a no ser desviados de la jurisdicción predeterminada por
la ley ni ser sometidos a procedimientos distintos de los previamente establecidos.
Sostiene la entidad accionante que el Ejecutor Coactivo de Lima, Dr. Antonio Cabello dictó la
resolución de fecha 22 de julio de 1993, por el cual se trababa embargo en forma de intervención
hasta por la suma de doscientos cinco mil con quinientos nuevos soles, y en forma de retención,
por hasta la suma de doscientos cinco mil quinientos sesenta y seis nuevos soles, sobre los
fondos, valores, documentos en cobranza y otros que tuviera o pudiera tener en cuenta corriente,
depósito, custodia y otros en los bancos, financieras y toda entidad crediticia de la capital de la
República.
Alega que dicha medida fue solicitada por el Alcalde de la Municipalidad de Santa Cruz de
Cocachacra, ante una supuesta deuda que la entidad accionante tendría, por concepto de multas
al no haber declarado el impuesto al valor del patrimonio predial en los años de mil novecientos
ochenta y ocho a mil novecientos noventa y tres. Refieren que frente a esta medida, se vieron
obligados a presentar la carta fianza bancaria N° 0930039, emitida por INTERBANC, con
vencimiento al treinta de julio de mil novecientos noventa y cuatro, hasta que culminara el
procedimiento administrativo iniciado.
Aduce que con fecha veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y tres interpuso el
recurso de apelación contra la resolución de alcaldía N° 018-93, a fin de que el asunto fuera
resuelto por el Concejo Provincial de Huarochirí, el mismo que también fuera declarado
improcedente, mediante resolución de alcaldía N° 218-CPH-M-93.
Recuerda que, en un franco abuso del derecho, y sin esperar el vencimiento de los plazos legales
para que la entidad accionante pueda acudir al Tribunal Fiscal, el expediente fue remitido al
Concejo Distrital de Santa Cruz de Cocachacra.
Frente a estos hechos, recuerda, con fecha veinticuatro de de noviembre de mil novecientos
noventa y tres, fueron notificados por el Tribunal Fiscal de la resolución N° 28236 con la que se
resolvió la queja que interpusieran, ordenándose la suspensión de la cobranza coactiva dispuesta,
y dejando sin efecto el apercibimiento para que se proceda a la entrega de la carta fianza.
Precisan que, de conformidad con el artículo 143°, inciso 1° del Código Tributario, y los artículos
96° y 122° de la Ley Orgánica de Municipalidades, están interponiendo el recurso de apelación
ante el Tribunal Fiscal, con cuya resolución recién quedará agotada la vía administrativa. No
obstante lo anterior, recuerdan, presentan su Acción de Amparo en la vía judicial, ya que por
disposición del inconstitucional artículo 7° del Decreto Ley 17355°, se impide la interposición del
recurso de apelación contra los mandatos del Ejecutor Coactivo ante la Corte Superior, mientras no
haya concluido el procedimiento administrativo.
Admitida la demanda, ésta es contestada por Justo Galindo Manrique, solicitando se declare
improcedente, ya que: a) Su nombramiento como Ejecutor Coactivo no constituye un empleo o
cargo público remunerado, por lo que el hecho de tener dichas funciones en las Municipalidades de
Santa Cruz de Cocachacra y San Juan de Lurigancho, y tampoco supone una violación del artículo
58° de la Constitución, b) asimismo, su nombramiento se debe al ejercicio de la autonomía
administrativa de la que cuentan las Municipalidades, y, c) el procedimiento coactivo constituye vía
administrativa, por lo que a la entidad accionante no se le ha desviado de jurisdicción alguna.
Asimismo, contesta la demanda el Alcalde del Concejo Distrital de Santa Cruz de Cocachacra,
solicitando se declare infundada, ya que: a) no existe violación de los derechos constitucionales de
la entidad accionante, pues, el procedimiento administrativo se ha llevado dentro de los cauces
legales, b) tampoco se ha generado la violación del derecho constitucional a la defensa, pues, la
entidad accionante no ha impugnado la resolución de alcaldía N° 218-CPH-M-93 dentro del plazo
de quince días, por lo que dicha resolución ha quedado firme, c) no es cierto que la entidad
accionante se encuentre exonerada del pago del impuesto al valor del patrimonio predial, de
conformidad con el artículo 76° del Decreto Ley Nº 23552 y el Decreto Supremo Nº 148-83-EF, d)
se encuentra dentro de las facultades de la Municipalidad que representa el nombrar a los
ejecutores coactivos, y, e) porque la entidad accionante no ha acreditado con agotar la vía previa,
que viene a estar constituida por el tránsito ante el Tribunal Fiscal, como ella misma se ha
encargado de recordarlo.
Con fecha veintiocho de enero de mil novecientos noventa y cuatro, el Juez del Undécimo Juzgado
Civil de Lima, expide resolución declarando fundada en parte la demanda. Interpuesto el recurso
de apelación, con fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, la Primera Sala
Civil de Lima expidió resolución revocando la apelada, y reformándola, la declararon improcedente
por no agotamiento de las vías previas. Interpuesto el recurso de nulidad, la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema, con fecha treinta y uno de enero de mil novecientos
noventa y seis expidió resolución, declarando No Haber Nulidad.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que
se ordene la suspensión de los actos relativos a la cobranza coactiva ascendente a la suma de
doscientos cinco mil quinientos sesenta y seis nuevos soles, que le iniciara a la entidad accionante
el Concejo Distrital de Santa Cruz de Cocachacra por ante el Juzgado Coactivo de Lima. Que,
conforme se acredita de los documentos debidamente autenticados que obran de fojas treinta y
cuatro y treinta y cinco del segundo cuaderno, por sentencia de fecha veintitrés de noviembre de
mil novecientos noventa y cuatro, expedida por la Quinta Sala Civil de Lima, los actos que se
invocaron como lesivos a los derechos constitucionales invocados por la entidad accionante, han
sido suspendidos al haberse declarado nula la resolución apelada, insubsistente todo lo actuado e
improcedente la pretensión de la Municipalidad Distrital de Santa Cruz de Cocachacra para cobrar
la liquidación y acotación tributaria practicada por esta entidad. Que, siendo ello así, es de
aplicación el inciso 1° del artículo 6° de la Ley 23506, al haber cesado la amenaza de violación de
los presuntos derechos constitucionales que la entidad accionante invocó como amparo de su
pretensión.
FALLA:
...la amenaza de violación a los derechos constitucionales... ya cesaron... por lo que es de estricta
aplicación lo dispuesto en el inciso 1) del artículo 6° de la Ley N° 23506.
Expediente 1027-96-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete,
el Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los
señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala Especializada de Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y
seis, que revocando la apelada, la reformó y la declaró improcedente.
ANTECEDENTES:
Alega la entidad accionante que las entidades demandadas pretenden aplicarle el impuesto mínimo
a la renta, no obstante no encontrarse la entidad actora obteniendo renta.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el Procurador Público encargado de los asuntos
judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas, quien solicita se declare improcedente la
demanda, ya que: a) no se ha agotado la vía previa correspondiente, b) ha transcurrido con exceso
el plazo de caducidad para interponer la Acción de Amparo, pues entre la fecha de expedición de la
notificación, del veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa y cinco, y la interposición de la
demanda, el veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y seis, se excedieron los sesenta
días que prevé el artículo 37º de la Ley Nº 23506, c) no se ha generado ninguna violación a los
derechos constitucionales de la entidad accionante, pues dicho cobro se efectuó tras no haberse
cumplido su pago en el plazo de ley, d) la Acción de Amparo no procede contra normas legales.
Con fecha diez de julio de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Décimo Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima expide resolución, declarando fundada la demanda. Interpuesto el
recuso de apelación, con fecha veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y seis la Sala
Especializada de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide resolución
revocando la apelada, y reformándola, la declaró improcedente.
FUNDAMENTOS:
Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se suspenda la
amenaza de violación de los derechos constitucionales de la actora, materializada en la cobranza
coactiva ordenada por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, por el cual se le
requería el pago del impuesto mínimo a la renta.
Que, siendo ello así, y no obstante que ya este Supremo Tribunal de la Constitucionalidad se ha
pronunciado en innumerables oportunidades acerca de casos judiciales análogos, en el presente
caso, y según se está a los documentos obrantes de fojas veinticinco y veintiséis del segundo
cuaderno, la amenaza de violación a los derechos constitucionales invocados ya cesaron, al haber
la entidad accionante cancelado el importe total del tributo acotado en la notificación Nº
0110609452, por lo que es de estricta aplicación lo dispuesto en el inciso1º del artículo 6º de la Ley
Nº 23506.
FALLA:
Callao
En Lima a los once días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Julio Hermenegildo Huamán Méndez, Alcalde de la Municipalidad Distrital de San Antonio
Chaclla, interpone acción de amparo contra don Oswaldo Macazana Huaringa, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huarochiri, a fin que se declare la inaplicabilidad del Decreto de
Alcaldía Nº 001-MPH-M-96, de fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventiséis, expedido
por el Alcalde Provincial de Huarochiri, en el cual este último dispone reasumir la administración del
Cementerio El Sauce.
Con fecha dieciséis de abril de mil novecientos noventiséis, el Juez del Juzgado Especializado Civil
de Huarochiri expide resolución declarando improcedente la excepción de incompetencia e
infundada la acción de amparo. Interpuesto el recurso de apelación, con fecha tres de junio de mil
novecientos noventiséis, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, expide resolución
confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de las acciones de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.
2. Que, el demandante aduce que se ha vulnerado su autonomía municipal, que ésta no representa
un atributo constitucional que pueda entenderse como derecho sino que se trata de una potestad.
4. Que, asimismo la demanda resulta improcedente en atención al inciso 4) del artículo 6º de la Ley
Nº 23506.
Revocando la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha tres
de junio de mil novecientos noventiséis, que confirmando la apelada declara improcedente la
excepción de incompetencia e infundada la acción, reformándola, declararon fundada la excepción
de incompetencia e improcedente la acción de amparo; mandaron se publique en el Diario Oficial
"El Peruano" conforme a ley, y los devolvieron.
«Que, de conformidad con el art. 6° inciso 4) de la Ley N° 23506, no procede la Acción de Amparo
interpuesta por empresas públicas contra organismos creados por la Constitución, como los
Gobiernos Locales...»
Exp. N° 288-97-AA/TC
Chimbote
Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad Electronorte Medio Hidrandina S.A.
c/Concejo Distrital de Coishco.
En Lima, a los diecisiete días del mes de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO :
ANTECEDENTES:
FUNDAMENTOS:
1. Que, los conflictos derivados por supuesta falta de cumplimiento de contratos, como en el
presente caso, no se debaten en la vía de derecho procesal constitucional.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Expediente 135-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los dieciséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente, encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que interpone don Germán Antonio Caballero Silva contra la resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha treinta
de enero de mil novecientos noventa y siete, que confirmando el apelado, declaró improcedente la
Acción de Amparo, interpuesta contra el Instituto Peruano de Seguridad Social y otros.
ANTECEDENTES:
Con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y seis, don Germán Caballero Silva,
interpone Acción de Amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad Social, el Hospital Nacional
"Almanzor Aguinaga Asenjo" de Chiclayo y el Procurador Público del Ministerio de Salud; por
violación de sus derechos constitucionales referidos a la vida, igualdad ante la ley, a contratar con
fines lícitos, al trabajo, a la estabilidad laboral e irrenunciabilidad de los derechos, consagrados en
los incisos 1,2 y 12 del artículo 2º, artículo 42, 48 y 57 de la Carta Política de 1979,
respectivamente; solicitando se le reponga en su centro de trabajo y se le abone sus
remuneraciones dejadas de percibir.
Sostiene el demandante, que no fue notificado a efecto de rendir la prueba de evaluación dispuesta
en el proceso de racionalización, llevada a cabo por el Hospital Nacional "Almanzor Aguinaga
Asenjo" de Chiclayo, conforme las facultades otorgadas por Decreto Ley Nº 25636, no habiéndose
cumplido con lo establecido en la Directiva Nº 039-DE-IPSS, que normó dicho proceso, por lo que
considera que su cese resulta ilegal.
Agrega que contra la resolución que dispuso su cese, cumplió con interponer los recursos
impugnativos de reconsideración y apelación con arreglo a Ley.
Con fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Cuarto Juzgado Civil
de Chiclayo, expide sentencia declarando improcedente la demanda.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare en su caso
la inaplicabilidad de la Resolución Nº 704-DG-HNAAA-IPSS-92, se le reponga en su centro de
trabajo y se le abone las remuneraciones dejadas de percibir.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha treinta de enero de mil novecientos noventa y siete, que confirmó el
apelado, declarando improcedente la acción de amparo.
Ordenaron la publicación de la presente en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley, y los
devolvieron.
Que, la demanda va dirigida de una manera muy generalizada, contra el Poder Judicial que no es
el órgano que ha expedido la resolución materia del amparo, cuya nulidad se está solicitando como
si el Tribunal Constitucional fuera una suprainstancia con facultad de modificar o revisar sentencias
que pasaron en autoridad de cosa juzgada.
Expediente 381-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Norma Luz Neyra Valderrama, contra la resolución de
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de
fecha veinticinco de abril de mil novecientos noventiséis, que declara haber nulidad en la sentencia
de fecha dos de mayo de mil novecientos noventicuatro expedida por la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima que declara fundada la acción, reformándola declaró
improcedente la acción de amparo interpuesta contra el Poder Judicial y otro, por violación de sus
derechos constitucionales referentes a la cosa juzgada, al debido proceso y otro.
ANTECEDENTES:
Al ejecutar la sentencia el señor Juez dispone la liquidación de intereses, por lo que la demandada
Compañía Peruana de Gas S.A. apela de este mandato, resolviendo la misma Cuarta Sala Civil
"sin lugar la liquidación de intereses". De lo que la demandante interpone recurso de nulidad que
es declarado improcedente, por la cuantía, por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la
República.
Por este motivo, la demandante recurre al amparo, interponiendo la presente acción contra el
Poder Judicial y la Compañía de Gas S.A. y solicita se declare nula y sin efecto jurídico alguno la
resolución de fecha once de diciembre de mil novecientos noventidós, expedida por la Cuarta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que dispone "sin lugar la liquidación de intereses".
A pesar que la demanda no se interpone contra los Magistrados que expidieron la resolución que
se cuestiona, al admitir la demanda el señor Juez resuelve sea " con conocimiento de los señores
Magistrados de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima...".
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial, al contestar la demanda
solicita sea declarada infundada, manifestando que la actora debió ejercitar los recursos legales
que las normas procesales establecen.
La Quinta Sala Civil, al expedir sentencia declara fundada la demanda de acción de amparo, por
considerar que en el auto de vista que motiva este amparo "sólo se modificó el cuantum... y se
confirmó en lo demás que contiene", esto es, también en los intereses.
De esta sentencia apela la co-demandada Compañía Peruana de Gas S.A. y el Procurador Público
del Poder Judicial.
Al ser notificados los señores Vocales que expidieron la resolución que motiva este amparo, salen
a proceso y apelan de la sentencia.
Que, en la presente causa no se demanda a los Vocales de la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que son los que han expedido la resolución que motiva la presente
acción y son identificables, tampoco solicita sean notificados con la demanda, no dándose así
cumplimiento a lo dispuesto por el inciso a) del artículo 12º de la Ley Nº 25398; violándose sus
derechos a la defensa y el ser escuchados en sus descargos, y respondan de las acusaciones de
que son objeto.
Que, la Ley Nº 25398 en su artículo 10º señala que las anomalías que pudieran cometerse dentro
de un proceso regular deberán ventilarse y resolverse dentro de los mismos procesos mediante el
ejercicio de los recursos que las normas procesales específicamente establecen, no siendo la vía
de amparo el camino pertinente para ventilar el asunto materia del expediente bajo estudio.
Que, la demanda va dirigida de una manera muy generalizada, contra el Poder Judicial que no es
el órgano que ha expedido la resolución materia del amparo, cuya nulidad se está solicitando como
si el Tribunal Constitucional fuera una supra instancia con facultad de modificar o revisar
sentencias que pasaron en autoridad de cosa juzgada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
«... este Colegiado considera que los derechos pensionarios adquiridos por la actora al amparo del
Decreto Ley N° 20530, no pueden ser desconocidos en forma unilateral y fuera de los plazos de
ley,... puesto que contra resoluciones firmes sólo procede determinar su nulidad mediante un
proceso regular en sede judicial...»
Exp. N° 594-97-AA/TC
Lima
María Elizabeth Arévalo Baluarte
En Lima, al primer día del mes de abril de mil novecientos noventiocho, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña María Elizabeth Arévalo Baluarte contra la resolución
expedida por la Sala Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha
seis de junio de mil novecientos noventisiete, que declaró improcedente la Acción de Amparo.
ANTECEDENTES:
Doña María Elizabeth Arévalo Baluarte interpone demanda de Acción de Amparo contra el Banco
de la Nación con la finalidad de lograr la restitución de su Régimen Pensionario sujeto al Decreto
Ley N° 20530 y Ley N° 25146, pues indica que fue incorporada legítimamente a dicho régimen
mediante Resolución Administrativa N° 3777-90-EF/925150 de fecha diecinueve de diciembre de
mil novecientos noventa y posteriormente en forma arbitraria y unilateral la desincorporan mediante
Resolución Administrativa N° 928-92-EF/92.5100 de fecha veinte de noviembre de mil novecientos
noventidós, violándose con ello el principio de irretroactividad de la ley, principio de legalidad, in
dubio pro operario, principio de irrenunciabilidad de los derechos adquiridos, derecho a una
remuneración justa, derecho de petición y derecho a alcanzar un nivel de vida que asegure el
bienestar personal y familiar. Ampara su demanda en lo dispuesto por los artículos 3° y 4° de la
Ley N° 23506, artículos 5°, 12° inciso c) y 15° de la Ley N° 25398; Decreto Legislativo N° 611 y
Ley N° 25433.
El Juzgado Previsional Transitorio de Lima, con fecha dieciséis de octubre de mil novecientos
noventiséis, declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras razones, que los derechos
reconocidos a los trabajadores no pueden ser suspendidos unilateralmente, sino previa decisión
judicial observándose el debido proceso, donde el afectado pueda ejercer el derecho de defensa,
más aún si tenemos en cuenta que el artículo 110° del Decreto Supremo N° 002-94-JUS señala
que la nulidad de las Resoluciones Administrativas tiene que ser declarada por el superior
jerárquico, y dentro de los seis meses.
FUNDAMENTOS:
2.- Que, de haber sido incorporada la actora al régimen pensionario del Decreto Ley N° 20530
en forma irregular, la entidad demandada tiene la facultad de recurrir a la vía judicial ordinaria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado, su Ley Orgánica N° 26435 y Ley N° 26801;
FALLA:
Que, el artículo 6° inciso 4) de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo ...establece que no proceden
las acciones de garantía de las dependencias administrativas, incluyendo las empresas públicas,
contra los Poderes del Estado y los organismos creados por la Constitución por los actos
efectuados en el ejercicio regular de sus funciones.
Expediente 645-96-AA/TC
Piura
En Piura, a veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura, de fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa y seis, en los seguidos por la
empresa de servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Piura SEDAPIURA, representada por don
Marco Tulio Vargas Trelles, contra don Daniel Valiente Heredia, Alcalde del Concejo Distrital de
Castilla y don Manuel Castillo Venegas, Ejecutor Coactivo de dicha Municipalidad.
ANTECEDENTES:
Don Marco Tulio Vargas Trelles en representación de la empresa Sedapiura, interpone acción de
amparo contra don Daniel Valiente Heredia, Alcalde del Concejo Distrital de Castilla y don Manuel
Castillo Venegas, Ejecutor Coactivo de dicha Municipalidad a fin que se declare inaplicables la
resolución de Alcaldía Nº 202-94 MDC-A de veintiséis de abril de mil novecientos noventa y cuatro
por la que se deja sin efecto la resolución Nº 215-89 A-CDC de fecha dos de octubre de mil
novecientos ochenta y nueve, que exoneró a la empresa demandante del pago del Impuesto
Predial. Asimismo, la resolución de acotación No 661 del doce de mayo de mil novecientos noventa
y cuatro por la que se le establece un adeudo del Impuesto Predial de los años mil novecientos
ochentinueve a mil novecientos noventa y tres por un monto de S/. 117,598.25 y la resolución s/n
del 10 de octubre de mil novecientos noventa y cinco que dispone el embargo en forma de
retención de los pagos que le efectúa Petroperú mensualmente hasta por S/. 600,000.00 por
cuanto el demandante alega que dichas resoluciones conculcan sus derechos constitucionales
señalados en los artículos 2incisos 2), 5), 20) y 23); artículo 139, incisos 3), 6), 14), 15 y 20) de la
Constitución Política del Estado.
Sostiene la demandante que de acuerdo al artículo 17 del Decreto Legislativo Nº 776, está inafecta
al pago del impuesto predial en razón que es una empresa comprendida en la Ley 24948 de la
actividad empresarial del Estado ya que es de propiedad de las Municipalidades de Piura, Sullana,
Paita, Talara y Morropon.
Admitida la demanda, esta es contestada por don Jorge Luis Soyer López, por la Municipalidad
Distrital de Castilla en mérito al Poder otorgado mediante Escritura Pública de fecha 23 de mayo de
mil novecientos noventa y cuatro, quien solicita se declare improcedente o infundada, en tanto que
no se ha afectado derecho constitucional alguno del demandante. En cuanto a la exoneración del
impuesto predial, señala que el Código Tributario en su norma cuarta establece que sólo por Ley
se conceden exoneraciones y otros beneficios Tributarios; por lo que la Municipalidad no estaba
facultada para otorgar tal exoneración; que asimismo de acuerdo al artículo 119 del Código
Tributario ninguna autoridad, puede suspender el procedimiento coactivo de cobranza por lo que la
pretensión de la demandante de que vía el amparo se deje sin efecto el procedimiento coactivo es
violatorio de dicha disposición.
Sostiene asimismo la demandada que los casos de inafectación del impuesto predial están
comprendidos en el artículo 17 del Decreto Legislativo Nº 776 entre los que no están incluidas las
empresas municipales.
Por su parte don Manuel Castillo Venegas Ejecutor Coactivo, absuelve el traslado de la demanda y
solicita que se declare infundada por cuanto no se ha lesionado derecho constitucional alguno del
demandante ya que el proceso coactivo se ha sujetado a las normas del Código Tributario
aprobado por Decreto Legislativo No 773.
Con fecha dieciséis de enero de mil novecientos noventa y seis, el Juez Provisional del Primer
Juzgado Civil de Piura, expide resolución declarando infundada la acción de amparo; interpuesto el
recurso de apelación, con fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa y seis, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura expide resolución confirmando la
apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 254º numeral 6 de la Constitución Política del Estado del año 1979 y, artículo 10º
inciso 6) de la Ley Orgánica de Municipalidades, establecen que corresponde a las
Municipalidades organizar reglamentar administrar y controlar los servicios públicos locales.
Que, las empresas municipales son empresas públicas comprendidas dentro de los alcances de la
Ley de la actividad empresarial del Estado Nº 24948.
Que el artículo 6º inciso 4) de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo Nº 23506 establece que no
proceden las acciones de garantía de las dependencias administrativas, incluyendo las empresas
públicas, contra los Poderes del Estado y los organismos creados por la Constitución por los actos
efectuados en el ejercicio regular de sus funciones.
FALLA:
Revocando la resolución de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas
cien su fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada
declaró infundada la demanda reformándola la declaran improcedente; dispusieron su publicación
en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Exp. N° 550-97-AA/TC
Lima
actuando como Secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO :
Recurso extraordinario interpuesto por el Sindicato Centro Federado de Empleados del Banco
Wiese contra la sentencia pronunciada por la Sala Especializada de Derecho Público de la Corte
Superior de Justicia de Lima su fecha seis de mayo de mil novecientos noventa y siete que declaró
improcedente la Acción de Amparo formulado por el Sindicato de Centro Federado de Empleados
del Banco Wiese y otros contra don Ismael Vásquez Fannig y otros.
ANTECEDENTES:
PETITORIO:
El Sindicato Centro Federado de Empleados del Banco Wiese y otros a fojas noventa y cuatro
interpone demanda de amparo contra don Ismael Vásquez Fannig, don Luis Vargas Chirinos, don
Rodolfo Jesús Dávila Tovar, don Gregorio Aguirre Contreras, don Augusto Alvarez Flores, doña
Leonor Rivera Espinar, don Armando Diestra Tarazona, don Luis Mateo Durand, doña Dora Vega
Romero, y Manuel Flores Peña; integrantes de la junta directiva nacional de la Federación de
Empleados Bancarios del Perú. Finalidad: Se deje sin efecto los acuerdos adoptados en la
«Asamblea Nacional Ordinaria» de la Federación de Empleados Bancarios del Perú de fecha
cuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis; y el acuerdo del Congreso Nacional
Extraordinario del cinco de mayo de mil novecientos noventa y seis, Derechos Constitucionales
supuestamente violados: a) de sindicación y de libertad sindical, b) de legítima defensa.
Fundamento de Derecho Constitucional; artículo 28, artículo 2, numeral 22, de la Constitución
Política de mil novecientos noventa y tres. Exponen: a) los demandados han dispuesto prorrogar
antiestatutariamente por dos años más el mandato de la junta directiva cesante elegida sólo para el
período mil novecientos noventa y cuatro y mil novecientos noventa y seis cuyas funciones
debieron cesar el quince de mayo de mil novecientos noventa y seis, b) han elegido
antiestatutariamente al secretario general y secretario de economía a pesar de estar prohibido
expresamente por normas institucionales, c) se ha asignado doble cargo a la mayoría de los
integrantes de la junta directiva cesante a pesar de estar prohibido expresamente por los estatutos,
d) se ha expulsado a cuatro dirigentes del sindicato de base sin permitirle el derecho de defensa, e)
Se ha autorizado a la junta directiva cesante la venta de locales sindicales en forma genérica sin
precisión alguna.
Manifiesta, también, que la autoridad del Ministerio de Trabajo, mediante resolución de ocho de
marzo de mil novecientos noventa y seis, denegó la inscripción de la nueva junta directiva de la
federación demandada resolviendo que previamente cumplan con adecuar la constitución de su
junta directiva nacional de conformidad con los artículos 36, 37, 156 y 157 de sus estatutos.
Sostienen que la expulsión de los señores: don Héctor Pérez Pérez, don Donaldo Rentería
Seminario, don Mario Fajardo Cajos y don Alejandro Hernández Espinoza no esta de acuerdo a los
artículos 15 y 19 de los Estatutos.
CONTESTACION:
La Federación de Empleados Bancarios del Perú a fojas doscientos setenta contesta la demanda
deduciendo la excepción de caducidad: Sostienen, si los demandantes afirman que la prórroga de
los cargos fue realizada el veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y seis y ratificado el
cuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis el término de sesenta días para interponer la
demanda caducó. Deduce, asimismo, la excepción de falta de legitimidad para obrar. Expresa: Los
centros federados no tienen personería jurídica para poder obrar como tales y los sindicatos
establecidos no están dentro de los organismos base de su organización. Agrega, los
demandantes al haber sido expulsados por acuerdo de asamblea nacional, previa citación, han
dejado de pertenecer a su organización sindical. Deduce la excepción de falta de agotamiento de la
vía previa. Exponen que los actores deben plantear su reclamo conforme a las normas internas.
Exponen, que no han violado derecho constitucional alguno de los afiliados. El Congreso Nacional
Extraordinario del veinticinco, veintiséis y veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y cinco
facultó a la asamblea nacional para que pueda prorrogar el mandato de la junta directiva nacional y
de todos sus estamentos. El congreso fue convocado por mandato de la asamblea nacional de la
Federación de Empleados Bancarios del Perú con las facultades emanadas en el inciso a) del
artículo 29 de los estatutos concordantes con el artículo 35 del reglamento. En cuanto al doble
cargo solo es una «encargatura».
Manifiesta que el artículo 21 del reglamento de los estatutos concede la facultad de solicitar
reconsideración a quienes han sido expulsados. Precisan que no existe disposición de vender
patrimonio alguno y que la autoridad respectiva de trabajo anuló la resolución que ordenaba
adecuación de los estatutos para la inscripción respectiva.
La Primera Fiscalía Superior de Derecho Público a fojas quinientos veintiuno opina que se
confirme la sentencia apelada. Argumentos: «1º La prórroga del mandato de la junta
directiva contraviene el artículo 46 de los statutos de la F. E. B. del Perú que estipula el
plazo de dos años la duración del cargo; 2º El artículo 157 de los estatutos de la F.E.B. del
Perú prohíbe ser reelegidos en el mismo cargo. 3º La inhabilitación para ejercer el cargo
directivo requiere de un acuerdo expreso de la mayoría absoluta de los miembros del
centro federado reunidos en asamblea general, al haberse producido la sanción por la
junta directiva nacional de la F.E.B. del Perú se ha infringido el artículo 15 del Reglamento
vulnerándose el derecho constitucional del debido proceso»
1. Que, la sentencia de vista omite pronunciarse sobre dos excepciones, de caducidad y falta
de legitimidad para obrar, limitándose a resolver la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa; de conformidad con el artículo 11 de la Ley N° 25398 el Tribunal Constitucional
constituye instancia inmediata superior, motivo por el cual corresponde que éste Colegiado
proceda a integrar la sentencia de vista;
2. Que, la demanda de fojas noventa y cuatro fue interpuesta el veintiséis de julio de mil
novecientos noventa y seis, computado al nueve de mayo de mil novecientos noventa y seis, fecha
de la supuesta infracción constitucional, no ha transcurrido el plazo de sesenta días hábiles que
preceptúa el artículo 37 de la Ley N° 23506; en consecuencia no se ha producido la caducidad de
la acción.
4. Que, en el presente proceso no existe relación jurídica sustancial de Asociación entre los
Sindicatos accionantes y la entidad emplazada Federación de Empleados Bancarios del Perú;
según el artículo 12 y 14 del Estatuto, de fojas cuarenta y seis, la relación jurídica de asociación
es por un lado entre los empleados bancarios afiliados y por otro la Federación de Empleados
Bancarios del Perú; en consecuencia, no existe legitimidad para obrar de los accionantes.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
REVOCANDO en parte la sentencia pronunciada por la Sala Especializada de Derecho Público de
la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha seis de mayo de mil novecientos noventa y siete, en
el extremo que declaró fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa;
reformándola la declararon IMPROCEDENTE; e integrando el fallo, declararon fundada la
excepción de falta de legitimidad para obrar e infundada la excepción de caducidad;
CONFIRMARON la sentencia en la parte que declara IMPROCEDENTE la acción de amparo;
dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley y los devolvieron.
...en el caso de autos la actora no tiene aún un derecho pensionario reconocido que permita, en
caso de ser amenazado o violado, recurrir a la presente vía a efecto de reponer las cosas al estado
anterior en forma rápida y eficaz.
Expediente 176-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintidós días del mes de agosto de mi novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Ambrosia Calci Ticona contra la resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha siete de enero de mil
novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Ambrosia Calci Ticona interpone acción de amparo contra el jefe encargado de la División de
Pensiones del IPSS hoy Oficina de Normalización Previsional, don Emilio Frisancho Calderón con
la finalidad de que se deje si efecto la Resolución Nº 23773-94-IPSS que deniega a la recurrente el
derecho a gozar de una pensión de jubilación en mérito a lo expresamente señalado en el Decreto
Ley Nº 19990. Ampara su demanda en lo dispuesto por los artículos 4, 10 y 11 de la Constitución
Política del Estado.
El Primer Juzgado en lo Civil de Arequipa con fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos
noventa y seis, declaró improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que ha
operado la caducidad, señalada en el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
Interpuesto recurso de apelación, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, con fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete, confirmó la apelada, que
declaró improcedente la acción de amparo, por estimar básicamente que la actora no agotó la vía
previa.
Contra esta resolución la demandante interpone recurso extraordinario y se dispone el envío de los
autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional, en el caso de autos la actora no tiene aún un
derecho pensionario reconocido que permita en caso de ser amenazado o violado recurrir a la
presente vía a efectos de reponer las cosas al estado anterior en forma rápida y eficaz.
2. En mérito a este principio de rapidez y eficacia la Ley Nº 23506 en su artículo 37º establece que
el término para interponer una acción de amparo es de 60 días hábiles. En el caso de autos la
demandante interpone su demanda el 24 de julio de mil novecientos noventa y cinco, es decir,
después de un año tres meses de interpuesto su recurso de reconsideración, consecuentemente
ha operado el término de caducidad que señala la norma antes glosada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa de fecha siete de enero de mil novecientos noventa y siete que a su vez confirmó la
apelada de fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis que declaró
improcedente la acción de amparo; dispusieron su publicación en el diario oficial "El Peruano" con
arreglo a ley, y los devolvieron.
Que,...la acción de amparo no resulta ser la vía idónea, dado su carácter residual y extraordinario y
por carecer de período de prueba, y, además porque siendo las resoluciones del Tribunal
Constitucional de carácter declarativo...de un derecho, el mismo debe quedar consolidado
previamente, para que a través de las acciones de garantía pueda ser restituido al estado anterior
a la violación o amenaza de un derecho constitucional.
Expediente 799-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veinticinco días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Ruperto Tafur Santillán contra la resolución de la
Cuarta Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima, de fecha quince de abril de mil
novecientos noventiséis, que revoca la del Vigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima, de fecha seis de noviembre de mil novecientos noventicinco, y declara improcedente la
acción de amparo, sobre pago de su pensión de cesantía.
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra el Gerente General del Poder Judicial, don José Santos Córdova
Gamarra, a fin de que cumpla con otorgarle su pensión de cesantía con el haber de Secretario
Judicial II, nivel 5U, que desempeñó antes de cesar, durante más de tres años, si bien al momento
de su cese desempeñó el cargo de Director de Sistema Administrativo I, nivel F-2. El Vigésimo
Primer Juzgado en lo Civil de Lima declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras
razones, que el actor debe gozar de su pensión de cesantía con el mejor nivel remunerativo
alcanzado en la Corte Superior de Amazonas, durante veintinueve años, diez meses, según el
artículo Nº 24º de la Ley Nº 23506 y demás legislación complementaria. Interpuesto recurso de
apelación, la Cuarta Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Lima revocó la apelada,
según resolución del quince de abril de mil novecientos noventiséis, al estimar que existe a la vista
un proceso extraordinario a seguir por el demandante para la impugnación de la Resolución
Gerencial Nº 119-GG-PJ, y que no se ha verificado la existencia de violación constitucional alguna
en la expedición de dicha resolución administrativa. Contra esta resolución el accionante interpone
Recurso de Nulidad, por lo que de conformidad con los dispositivos legales se han remitido los
actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que tanto en el procedimiento administrativo como en esta acción de amparo el actor pide que
se le sirva su pensión de cesantía, por el régimen del D.L. Nº 20530, regulada sobre las
remuneraciones del cargo de Secretario Judicial II, nivel 5U, por ser el mayor nivel alcanzado en su
carrera administrativa en forma provisional, desde marzo de 1984 hasta abril de 1987, en
aplicación del D.S. Nº 027-92-PCM del veinticinco de febrero de mil novecientos noventidós.
2. Que el emplazado se niega a dicha pretensión, expresando que el actor cesó el uno de agosto
de mil novecientos noventitrés mediante Resolución Administrativa Nº 151-93-OGP/PJ del nueve
de agosto de mil novecientos noventitrés, en el cargo de Director de Sistema Administrativo I, nivel
F-2, siendo de aplicación el artículo 1º inciso a) de la Ley Nº 23495 y demás normas legales
pertinentes, habiendo dado por agotada la vía administrativa con la Resolución Nº 119-95-GG-PJ,
del diez de agosto de mil novecientos noventicinco, que declara infundada la apelación de dicho ex
servidor.
3. Que, luego de agotadas las vías previas, con los recursos de reconsideración y de apelación de
fojas diez y once, respectivamente, y teniendo en cuenta que la Resolución Administrativa Nº 119-
95-GG-PJ, constituye estado, la prosecución de la litis es a través de la acción contencioso-
administrativa o de la demanda de impugnación de resolución administrativa en la vía de
conocimiento, de suerte que allí, con la evaluación de todos los elementos de probanza y el control
de los justiciables, se dilucide y determine el derecho pretendido por el actor mediante resolución
firme.
4. Que, existiendo tales canales jurisdiccionales, la acción de amparo no resulta ser la vía idónea,
dado su carácter residual y extraordinario, y por carecer de período de prueba, y, además, porque
siendo las resoluciones del Tribunal Constitucional de carácter declarativos y no constitutivos de un
derecho, el mismo debe quedar consolidado previamente, para que a través de la acción de
garantía pueda ser restituido al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un
derecho constitucional, que en el presente caso no es posible reponer, según el artículo 1º de la
Ley Nº 23506, por cuanto tal derecho definido o esclarecido previamente por acto "inter partes" o
por resolución judicial no existe.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica Nº 26435 y su Ley modificatoria Nº 26801;
FALLA:
Que, los hechos expuestos por ella (la actora) como la resolución del contrato a que hace
referencia y que considera violatorio de sus derechos como servidora dentro del régimen de la
actividad pública, son derechos laborales que no pueden ser resueltos en la vía sumarísima del
amparo por carecer, además, de estación probatoria.
Expediente 861-96-AA/TC
Puno
En Arequipa, a los veintiocho días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, en sesión
del pleno jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Haydeé Elizabeth Hallasi Curi, contra la resolución de
la Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, su fecha 04 de octubre de 1996,
que confirma la sentencia apelada que declara infundada la demanda de amparo interpuesta
contra la Dirección Regional de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales
Internacionales y la Administración Regional de Moquegua Tacna y Puno.
ANTECEDENTES:
La presente acción de amparo es interpuesta por doña Haydeé Elizabeth Hallasi Curi, con el fin de
que la demandada deje sin efecto el despido arbitrario del que habría sido objeto la recurrente el
día 30 de junio de 1995, al habérsele retirado su tarjeta de control de asistencia y efectuado la
entrega del cargo. Manifiesta la actora, que su condición como servidora era la de contratada por
servicios no personales, y que su último contrato fue suscrito el 08 de mayo de 1993, siendo su
vigencia de dos meses comprendidos entre el 1º de abril al 30 de mayo de 1995. Refiere que
laboraba para las instituciones demandadas en forma permanente, con control de su asistencia y
con derecho a todas las bonificaciones, gratificaciones y aguinaldos inherentes a un trabajador
dentro del régimen laboral del Sector Público, por lo que en su caso prima el principio de realidad y
no el que supuestamente aparece en los contratos de servicios no personales suscritos por su
empleadora, la cual la despidió en forma verbal el día 30 de junio del mismo año, sin que la
recurrente haya incurrido en ninguna causal de despido como indica el D.Leg. Nº 276, por lo que
considera este hecho como arbitrario y violatorio de su derecho de protección.
Obra a fojas ochenticinco, la contestación de la otra parte demandada, es decir del Consejo
Transitorio de Administración Regional, que sostiene que de acuerdo al Clasificador por Objeto del
Gasto aprobado por R.D. 003-95-EF/76.01, artículo 3.27, el Contrato por prestación de servicios no
personales, es una modalidad de contratación que no genera vínculo laboral.
Corre a fojas ciento dieciséis, la sentencia del Juzgado Especializado Civil de Puno, que declara
infundada la demanda incoada, señalando que la actora no precisa qué es lo que pretende con la
acción de garantía constitucional interpuesta, sino que simplemente indica haber sido objeto de
despido arbitrario, no siendo la vía sumarísima de garantía constitucional del amparo la adecuada
para el reclamo de un derecho laboral.
La Tercera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, a fojas ciento cuarentiocho, falla
Confirmando la sentencia del Juez que declara infundada la demanda planteada por sus propios
fundamentos.
Al ser interpuesto el recurso extraordinario, los actuados son remitidos al Tribunal para su
conocimiento.
FUNDAMENTOS:
Que, este Colegiado considera, que pretensión de la actora no tiene sustento legal para el
planteamiento de la presente acción de amparo, toda vez que no ha probado la violación ni
amenaza de violación de ningún derecho consagrado constitucionalmente. Que, los hechos
expuestos por ella como la resolución del contrato a que hace referencia y que considera violatorio
de sus derechos como servidora dentro del régimen de la actividad pública, son derechos laborales
que no pueden ser resueltos en la vía sumarísima del amparo por carecer, además, de estación
probatoria. Que, asimismo, no se puede acceder a la vía del amparo si no se ha cumplido
primeramente con lo establecido por el artículo 27º de la Ley Nº 23506 referente al agotamiento de
las vías previas.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución y su propia Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el actor no demanda inaplicabilidad sino eficacia de los derechos supremos en abstracto por
lo que no se trata de la previsión a que se refiere el artículo 3º de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo.
Expediente 273-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los ocho días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Opalo S.A. y Otros contra la sentencia pronunciada de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República su fecha siete de abril
de mil novecientos noventa y tres que declaro haber nulidad en la resolución de vista su fecha
veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y uno que confirmó la apelada su fecha tres de
diciembre de mil novecientos noventa que declaró fundada la acción de amparo; reformándola la
de vista y revocando la apelada declararon improcedente la acción de amparo interpuesto por
Opalo S.A. y otros contra don Juan Carlos Hurtado Miller, ex Ministro de Economía y Finanzas.
ANTECEDENTES:
Opalo S.A. y otros a fojas noventa y uno interpone acción de amparo contra don Juan Carlos
Hurtado Miller, Ministro de Economía y Finanzas con el fin que se declare inaplicables los Decretos
Supremos Nºs 231-90-EF y 283-90-EF y cese su aplicación en cuanto se refiere a ellos por
vulnerar sus derechos constitucionales. Expresa que las disposiciones legales los grava con una
contribución patrimonial del 1% sobre el monto del patrimonio neto contable ajustado al treintiuno
de agosto de mil novecientos noventa y que han sido legislados excediéndose de las atribuciones
que tiene el Presidente de la República y viola los principios sobre tributos como equidad, justicia,
legalidad, uniformidad y no confiscación.
Sostiene que el artículo 139º de la Constitución de 1979 declara expresamente solo por ley
expresa se crean tributos y el artículo 186º inciso 1 dispone como atribución del Congreso dar
leyes.
El Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas a
fojas ciento cinco contesta la pretensión. Expresa las acciones de garantía sólo proceden en el
caso de violación o amenaza de derechos constitucionales. Los principios tributarios emergentes
del artículo 77º y 139º de la Constitución pueden demandarse vía acción de inconstitucionalidad o
acción popular de un derecho constitucional.
El Procurador Público a cargo de Asuntos Judiciales del Poder Legislativo contesta la demanda.
Expone que conforme al artículo 132º de la Constitución Política en situaciones de grave crisis
como es la superinflación, el Estado puede intervenir en la actividad económica con medidas
transitorias y de carácter extraordinario. Esto tiene relación con el artículo 211º inciso 20 de la
acotada Carta Magna que establece como obligación del Presidente de la República la de dictar
medidas extraordinarias en materia económica y financiera cuando así lo requiere el interés
nacional y con cargo de dar cuenta al Congreso de la República.
En primera instancia a fojas ciento diez el Décimo Sexto Juzgado Civil de Lima pronuncia
sentencia su fecha tres de diciembre de mil novecientos noventa declarando fundada la demanda
precisando que son inaplicables a favor de los actores los Decretos Supremos Nºs 231-90-EF y Nº
283-90-EF. Fundamenta su decisión de la siguiente manera: El artículo 211º inciso 20 de la
Constitución de 1979 no extiende la facultad presidencial al extremo de la regulación de tributos.
Sustenta, toda vez, que existe norma clara que sólo por ley expresa se puede crear tributos y la
potestad de dar leyes corresponde solamente al Poder Legislativo conforme lo señala el inciso 1
del artículo 186º de la Carta Magna. Agrega los Decretos Supremos cuestionados atentan contra el
principio de legalidad, precisa que los citados principios encierran derechos constitucionales de los
actores que están siendo vulnerados con los dispositivos legales cuestionados.
El Ministerio Público a fojas doscientos veinte opina se revoque la sentencia apelada. Argumenta:
siendo principios constitucionales los que el accionante considera violados estos han debido
incoarse vía acción popular, regulado por Ley Nº 24968.
La Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas doscientos veintidós confirma el
fallo por resolución su fecha veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y uno.
Fundamenta: El afectado puede recurrir invocando acción popular o amparo, no se le puede exigir
que la vía pertinente sea la primera para impugnar normas de carácter general.
Agrega, la decisión de interponerla corresponde solo y únicamente al afectado. Ratifica que el
artículo 139 de la Constitución regula que sólo por ley expresa se crean tributos, el artículo 186
inciso 1º señala como atribución del Congreso dar leyes y resoluciones legislativas; por
consiguiente el tributo sólo puede nacer de una ley.
El señor Fiscal Supremo en lo Contencioso Administrativo opina que se declare haber nulidad.
Fundamenta: Que, el Poder Legislativo en circunstancias normales le corresponde crear tributos;
pero en situaciones especiales de super inflación y recesión corresponde al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS:
1. A que, el artículo 2º inciso 20 numeral "L" de la Constitución de 1979, aplicable al caso, contiene
una norma procesal constitucional que preceptúa nadie puede ser sometido a procedimientos
diferentes a los previamente establecidos en la ley; esta regulación adquiere supremacía y de
imprescindible cumplimiento si la norma de procedimiento y competencia como la anotada, está
regulado por la misma Carta Magna.
3. Que, se ratifica este claro contenido normativo en la vigente Constitución de 1993 al prescribir en
el artículo 200º inciso 2 que no procede acción de amparo contra normas legales, ninguna ley
menos doctrina alguna puede desnaturalizar e incumplir la voluntad clara del constituyente de 1979
y de 1993; máxime si el legislador ha cumplido con promulgar el mandato de remisión contenido en
el artículo 2 inciso 20 numeral "L" citado en el punto Nº 1 al poner en vigencia la Ley Nº 24968 la
cual precisa la forma del procedimiento de Acción Popular para impugnar ante el Poder Judicial las
resoluciones que detalla el artículo 295 de la Constitución glosada.
4. Que, el artículo 139º y 186º inciso 1 de la Carta Magna de 1979, sustento de los actores, regulan
que sólo por ley expresa se crean tributos y es atribución del Congreso dar leyes; estos principios
no son absolutos; la misma Constitución regula excepciones, verbigracia, el artículo 188º de la
Constitución de 1979 regula que el Congreso puede delegar en el Ejecutivo la facultad de dar
leyes; por tanto, la aplicación e interpretación de las normas constitucionales no debe realizarse
aisladamente sino debe efectuarse de manera sistemática y teleológica.
5. Que, los Decretos Supremos objeto de la pretensión incoada tienen rango de ley porque han
sido promulgadas en virtud de la facultad constitucional prescrita en el artículo 211º inciso 20 de la
Ley fundamental, esta norma constitucional establece que es atribución del Presidente de la
República dictar medidas extraordinarias en materia económica y financiera cuando exista interés
nacional; este status de ley de las normas anotadas que dicta el Presidente de la República sólo
pueden ser impugnadas en la forma que señala la ley.
6. Que, el actor no demanda inaplicabilidad sino ineficacia de los decretos supremos en abstracto
por lo que no se trata de la previsión a que se refiere el artículo 3º de la Ley de Hábeas Corpus y
Amparo.
7. Que, por los fundamentos expuestos los Decretos Supremos Nºs 231-90-EF y 283-90-EF se ha
promulgado dentro del marco legal oportunamente vigente y no ha afectado derecho constitucional
alguno.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, habiendo los demandados actuado en pleno ejercicio de sus atribuciones..., no se ha violado
o amenazado derecho constitucional establecido como acto de cumplimiento obligatorio,
consecuentemente, es de aplicación "contrario sensu" lo dispuesto por el artículo 2º de la Ley Nº
23506.
Expediente 014-96-AA/TC
Lima
En Lima a los doce días del mes de diciembre, de mil novecientos noventa y seis reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por el Centro Federado de Trabajadores del IPSS contra la
resolución de la Corte Suprema de Justicia, su fecha veintitrés de agosto de mil novecientos
noventa y cinco, que declara haber nulidad en la sentencia de vista que revocando la apelada
declara fundada la demanda de amparo interpuesta y reformándola confirmaron la de Primera
Instancia que la declara improcedente.
ANTECEDENTES:
Con fecha once de setiembre de mil novecientos noventa y dos, los demandantes interponen
acción de amparo contra la aplicación del Decreto Ley Nº 25636, que según manifiestan violan los
artículos 42º, 48º y Sétima Disposición Complementaria de la Constitución de 1979, además contra
las Resoluciones Nºs. 063-PE-IPSS-92 y 1230-DE-IPSS-92 con las cuales se aprobaron las
normas de evaluación de conocimientos y méritos al Personal Asistencial no profesional de la salud
y se nombraron las respectivas comisiones. A esta demanda se adhieren los trabajadores
Auxiliares Asistenciales del IPSS.
La sentencia emitida por el 30º Juzgado Civil de Lima declara improcedente la acción de amparo
planteada, pues considera que con la aplicación de la Ley Nº 25636 no se está violando ningún
derecho constitucional de los recurrentes.
La sentencia de vista revoca la apelada y declara fundada la demanda incoada, basándose en que
por Ejecutoria Suprema, de cumplimiento obligatorio en virtud del artículo 9º de la Ley Nº 23506, el
IPSS sólo podía llevar a cabo el proceso de racionalización del personal administrativo y no de los
trabajadores asistenciales, como lo hizo.
La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, falla declarando haber nulidad en
la sentencia de vista e improcedente la acción de amparo planteada, considerando que la
demandante no tiene personería jurídica acreditada según lo dispone el artículo 11º del Decreto
Supremo 003-82-PCM, mediante el cual se exigía la inscripción de la organización sindical en el
Instituto Nacional de Administración Pública.
FUNDAMENTOS:
Que el fin que se persigue con la acción es conseguir la reposición de los trabajadores accionantes
al IPSS. Para ello se ha pedido la inaplicación del Decreto Ley Nº 25636, de la Resolución de la
Presidencia Ejecutiva del IPSS Nºs 063-PE-IPSS y de la Resolución de Dirección Ejecutiva Nº
1230-DE-IPSS-92, que según los demandantes atentan contra su derecho al trabajo, a la
estabilidad en él y a los beneficios sociales que se desprenden del mismo.
Que el Decreto Ley Nº 25636 está enmarcado en la Ley de Presupuesto de la República para el
año mil novecientos noventa y uno, la misma que en su artículo 228º, dispone la reorganización de
la Administración Pública en su conjunto, por encontrarse sobredimensionada. Asimismo las
Resoluciones de la Presidencia Ejecutiva y de la Dirección Ejecutiva del IPSS, son dadas en
cumplimiento del D.L. Nº 25636. Es decir que la inaplicabilidad solicitada no es pertinente toda vez
que el proceso realizado está enmarcado dentro de disposiciones legales, que autoriza el proceso
de racionalización del personal administrativo.
Que por otra parte, las citadas disposiciones no están violando ningún derecho constitucional de
los demandantes, dado que a través de ellas se ha regulado un mandato legal de Reorganización y
Modernización de la Administración Pública, en este caso del IPSS, habiéndoseles reconocido el
derecho y libertad de someterse al examen de selección y calificación para conservar sus puestos
de trabajo y optar por un retiro voluntario con los incentivos económicos que por los años
trabajados les correspondía.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución, y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la Sentencia emitida por la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
veintitrés de agosto de mil novecientos noventa y cinco, que declara haber nulidad en la sentencia
de vista de primero de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, declaró improcedente la acción
de amparo interpuesta por el Centro Federado de Trabajadores del Instituto Peruano de Seguridad
Social; disponiéndose su publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial "El Peruano".
S.S. Ricardo Nugent / Acosta SAnchez / Aguirre Roca / DIaz Valverde / Rey Terry / Revoredo
Marsano / GarcIa Marcelo.
Expediente 199-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Con fecha veintiocho de abril de mil novecientos noventitrés, Pablo Ricardo Cortés Estassio
interpone Recurso de Casación, que en mérito del artículo 41º de la Ley Nº 26435, Orgánica del
Tribunal debe entenderse como un Recurso Extraordinario contra la sentencia de fecha veintidós
de abril de mil novecientos noventitrés, mediante la cual, la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia declaró improcedente la Acción de Amparo que
interpusieron contra la Superintendencia Nacional de Aduanas y otro.
ANTECEDENTES:
De folio 14 a 16 vuelta, corre la demanda de Acción de Amparo interpuesta por Pablo Ricardo
Cortés Estassio; Augusto Eleazar Cáceres Vilca; Guillermo Law Zegarra; Javier Livia Chicot,
Oswaldo García Haro; Carlos G. Guerra La Barrera; Moisés Jurado Villaizán; Juan Cabrera
Cabanillas; Domingo Conilla Roque; Hernán Pastrana Adriano; Jorge Wilfredo Manrique Alvarez;
Luis Evaristo Linares Moreno; José Armando Longa Baldoceda; Francisco Espinoza Aquino;
Alfredo Contreras Núñez; Guillermo Cony Machiavello; César A. Gavilán Valdivia; Jorge Loo
Martínez; Jorge Sánchez Peña; Jorge Vargas Celis; Román Quispe Tonconi; José Alfonso Lévano
Cantoral y Pedro Alarcón Cahuasi, con fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventidós,
contra la Superintendencia Nacional de Aduanas en la persona de la Superintendenta Carmen
Higaona de Guerra, y, contra el Presidente de la Comisión de Concurso de Selección de Personal.
Sostienen los demandantes, que con la Resolución de Superintendencia Nº 000130 de fecha trece
de enero de mil novecientos noventidós que corre a folios once, doce y trece, la Superintendencia
Nacional de Aduanas, los cesó por causal de excedencia a partir del primero de enero de mil
novecientos noventidós; que con dicho acto administrativo se violó el derecho a la estabilidad
laboral contemplado en el artículo 48º de la Constitución Política del Estado de mil novecientos
setentinueve; y, que, no se consideró el hecho de que los demandantes se hallaban comprendidos
dentro del marco de aplicación del Decreto Legislativo Nº 276, Ley de Bases de la Carrera
Administrativa; que, la Superintendencia Nacional de Aduanas no obró con igualdad ni equidad,
pues a otros trabajadores los repuso en el cargo después de haberlos declarado excedentes.
Finalmente, aluden los demandantes que se aplique el control difuso al amparo del artículo 23º de
la citada Carta Magna, con el objeto que se declare inaplicable para los demandantes el Decreto
Legislativo Nº 680 publicado en el Diario Oficial El Peruano con fecha catorce de octubre de mil
novecientos noventiuno, mediante el cual se amplió hasta el treintiuno de diciembre el plazo de
reorganización de la SUNAD y las Aduanas de la República.
Contesta la demanda el Procurador a cargo de los asuntos del Ministerio de Economía y Finanzas,
Superintendencia Nacional de Aduana y Administración Tributaria, señalando que el presente caso
no importa un acto violatorio del derecho a la estabilidad al trabajo, sino que se trata de un caso
especial derivado de la reorganización de la SUNAD en aplicación del Decreto Legislativo Nº 680
de fecha nueve de octubre de mil novecientos noventiuno publicado oficialmente el catorce del
mismo mes, donde se establece que «aquéllos que no califiquen serán declarados excedentes».
Por último, alude la parte demandada, que el proceso de evaluación fue llevado a cabo por la
Universidad Nacional de Ingeniería y por la Comisión de Concurso, no siendo ciertas las
afirmaciones de que los demandantes obtuvieron notas aprobatorias.
A folios 141, 142 y 143 corre la resolución de fecha tres de abril de mil novecientos noventidós, por
medio de la cual el Juez del 21 Juzgado Civil de Lima, declara fundada en parte la demanda, en
base a las siguientes consideraciones: que, no se cumplieron con las bases del concurso de
evaluación que corre de folio 2 a folio 8, pues fueron sometidos a él, trabajadores incursos en
procesos administrativos disciplinarios y en procesos judiciales, que después de la evaluación
fueron ratificados en sus cargos; que, ello importaba violar el inciso 2 del artículo 2º de la Carta
Magna de mil novecientos setentinueve que textualmente dice, refiriendose a los derechos de la
persona humana: «A la igualdad ante la ley, sin discriminación alguna por razón de sexo, raza,
religión, opinión o idioma».
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la resolución Nº 1820-S de
fecha once de noviembre de mil novecientos noventidós que corre a folios 404 y 405, confirma la
sentencia de primera instancia y por consiguiente declara fundada la Acción de Amparo sub-
materia; en base a las consideraciones del 21 Juzgado Civil de Lima.
Con fecha veintidós de abril de mil novecientos noventitrés, la Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema de Justicia, declara haber nulidad en la sentencia de vista, y, la
improcedencia de la Acción de Amparo, por el siguiente fundamento: que, los demandantes no
acreditaron en autos haber agotado la vía previa, requisito sustancial para incoar la Acción de
Amparo según lo dispone el artículo 27º de la Ley Nº 23506, y además, no acreditaron con razón ni
prueba alguna; el derecho que les hubiera permitido acogerse a las excepciones contenidas en el
artículo 28º de la acotada norma de Hábeas Corpus y Amparo.
FUNDAMENTOS:
Considerando:
1.- Mediante el Decreto Supremo Nº 043-91 -EF de fecha catorce de marzo de mil novecientos
noventiuno, se declaró en reorganización a la Superintendencia Nacional de Aduanas por un plazo
de ciento ochenta días, disponiéndose, además, diversas medidas coadyuvantes al referido
propósito. Posteriormente, se dicta el Decreto Legislativo Nº 680 con fecha nueve de octubre de mil
novecientos noventiuno, que amplía el plazo de reorganización de la SUNAD hasta el treintiuno de
diciembre de mil novecientos noventiuno.
2.- Los demandantes acudieron libre y voluntariamente al proceso de evaluación cuyo marco legal -
administrativo lo fijó el precitado Decreto Legislativo Nº 680 reglamentado por medio de la
Resolución de Superintendencia Nº 7924. Realizada la evaluación, que fue practicada por una
Comisión de Alto Nivel, los demandantes no obtuvieron nota aprobatoria, por lo que era dable
aplicar el numeral c) del artículo 2º del Decreto Legislativo Nº 680 (folio 9) que dice textualmente:
«Aquellos que no califiquen serán declarados excedentes ...». En base a lo consignado en el
presente ítem 2), se dictó con arreglo a ley la Resolución de Superintendencia Nº 000130 de fecha
trece de enero de mil novecientos noventidós (folios 11, 12 y 13) mediante la cual se declaró como
excedentes y se dispuso el cese de varios trabajadores, entre los que se hallan los demandantes.
3.- Con relación al pedido de inaplicabilidad del Decreto Legislativo Nº 680; se considera que, el
plazo de sesenta días hábiles establecido por el artículo 37º de la Ley Nº 23506, concordante con
el artículo 26º de la Ley Nº 25398, se excedió considerablemente, pues la norma fue publicada en
el Diario Oficial El Peruano el catorce de octubre de mil novecientos noventiuno, y la demanda fue
interpuesta el dieciocho de marzo de mil novecientos noventidós, obrando por tal razón la causal
de caducidad.
4.- Se considera que no se ha violado el derecho a la estabilidad consagrado en ese entonces por
la Constitución Política del Estado de mil novecientos setentinueve; pues la SUNAD ha procedido
en cumplimiento de las normas citadas en el ítem 2) precedente; normas que son de carácter
especial y cuyo cumplimiento no puede ser contradicho mediante una Acción de Amparo.
5.- Las irregularidades denunciadas por los demandantes, sobre el incumplimiento por parte de la
demandada del numeral c) del artículo 2º del Decreto Legislativo Nº 680, que establecía la no
postulación al concurso de evaluación del personal «que haya estado o se encuentre incurso en un
Proceso Administrativo Disciplinario, Proceso de Determinación de Responsabilidades y/o Proceso
Judicial», no es tan terminante, pues en el mismo numeral e) se establece que aquel personal,
puede ingresar a concurso si así lo determina la Comisión de Alto Nivel. Más bien, los
demandantes no acreditaron en autos, la existencia de irregularidades en la evaluación que se les
practicó.
6.- Igualmente, los demandantes no acreditaron haber agotado la vía previa, constituyendo esta
omisión causal de improcedencia en aplicación del artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 134-97-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de setiembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Los actores piden se declare inaplicable y sin efecto legal, la resolución de fecha trece de marzo de
mil novecientos noventiséis, que otorga la ministración de posesión provisional a don Julio Chero
Chero, en el proceso penal que sobre usurpación sigue éste con doña Esperanza Obregón Aguirre
y otros; así como la resolución de fecha treinta de mayo del mismo que otorga un plazo de
veinticuatro horas para el desalojo del inmueble bajo apercibimiento de lanzamiento. Argumentan
que, actualmente están en posesión de los terrenos, cuyo desalojo se pretende, amparados en el
certificado de posesión que les otorgó la Municipalidad Provincial de Huaral, el diecinueve de
marzo de mil novecientos noventiséis. Añaden que tales resoluciones judiciales constituyen
inminente peligro y amenaza sobre sus terrenos, pues no han sido citados a juicio, procesados ni
escuchados; por lo que se ha vulnerando su derecho a la defensa, a la tutela jurisdiccional efectiva;
y piden que amparando su pretensión se repongan las cosas al estado anterior a la amenaza de
violación.
FUNDAMENTOS:
Que, mediante una acción de garantía no puede suspenderse la ejecución de una medida judicial,
tanto más cuando el Juez emplazado, con esta acción, se avocó al conocimiento del proceso penal
en estado de ejecución de la medida, limitándose a cumplirla; que de otro lado, las anomalías que
pudieran cometerse dentro de un proceso regular deben ventilarse y resolverse dentro de los
mismos mediante el ejercicio de los recursos que las normas procesales específicas establecen.
Que, estando al propio dicho de los accionantes en sus escritos de demanda y apelación, así como
al inciso 2) del artículo 6º de la Ley Nº 23506 y artículo 10º de la Ley Nº 25398, resulta
improcedente la acción.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
«... si bien es cierto que a la actora ... se le dio permiso para que construya una verja de fachada...
también lo es que esta autorización se encuentra condicionada al cumplimiento de los requisitos
que establece el Reglamento Nacional de Construcciones... [y] para precisar, si tanto la actora
como la demandada han cumplido con los requisitos de dicho Reglamento se requiere una etapa
probatoria, que no existe en la Acciones de Amparo...»
Exp Nº 032-97-AA/TC
Lima
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Rosa Mercedes Mendoza Flores de Peralta, contra la
resolución de la Sala Especializada de Derecho Publico de la Corte Superior de Justicia de Lima,
su fecha veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada y
reformándola, declaró improcedente la acción de amparo contra la Municipalidad Distrital de San
Miguel.
ANTECENDENTES:
Doña Rosa Mercedes Mendoza Flores de Peralta interpone acción de amparo contra la
Municipalidad Distrital de San Miguel, por haberse vulnerado su derecho de propiedad, el debido
proceso y la pluralidad de la instancia.
Sostiene la demandante que es propietaria del bien inmueble dedicado a casa-habitación, ubicado
en Manco Segundo N° 778, San Miguel, que mediante autorización Municipal N° 007-91-D.C., de
fecha quince de enero de mil novecientos noventa y uno, obtuvo el permiso necesario para la
construcción de una verja de fachada, pero que con fecha treinta de mayo de mil novecientos
noventa y cinco, recibió el Memorándum N° 022-95-D.O., del Jefe de la División de obras de la
entidad demandada, en el que se le concedía un plazo de ocho días hábiles para demoler el muro;
que interpuso recurso de apelación y sin que se resuelva se le remite la notificación N° 002-95-
D.O., concediéndosele el plazo de diez días para demoler el muro (verja).
El Juez del Décimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha ocho de febrero de
mil novecientos noventa y seis, a fojas diecisiete a diecinueve, expide sentencia declarando
infundada la acción de amparo, considerando que no ha acreditado la actora que la municipalidad
demandada haya dispuesto la demolición de una verja de fachada a que se refiere la autorización
es a lo "construido antirreglamentariamente", no refiriéndose en ninguno de sus extremos, a la
"verja de fachada".
FUNDAMENTOS:
1.- Que, del estudio de autos, se puede apreciar que no existe evidencia alguna que acredite
que lo expuesto en la demanda se haya producido realmente, es decir, no ha acreditado la actora
que la municipalidad demandada haya dispuesto la demolición de lo que fue autorizado mediante
el documento de fojas dos, no existe evidencia que el acto administrativo contenido en la
notificación de fojas cuatro, ni en el memorando de fojas tres, tenga por objeto la demolición de
"una verja de fachada" a que se refiere la autorización N° 007-91.D.O., de fecha quince de enero
de mil novecientos noventa y uno, de fojas dos, pues lo que se percibe de la lectura de los
referidos documentos (de fojas tres y cuatro), se refieren a la demolición de lo "construído
antirreglamentariamente", no refiriéndose en ninguno de sus extremos, de modo especifico, a la
"verja de fachada" autorizada por la autoridad municipal.
2.- Que, en el presente caso, si bien es cierto que a la actora mediante Autorización Municipal
N° 007-91-D.O., de fecha quince de enero de mil novecientos noventa y uno, se le dio permiso
para que construya una verja de fachada en el inmueble de su propiedad ubicado en el jirón Manco
Segundo N° 778, urbanización Maranga, distrito San Miguel, también lo es que esta autorización se
encuentra condicionada al cumplimiento de los requisitos que establece el Reglamento Nacional de
Construcciones, lo que evidentemente significa que para precisar, si tanto la actora como la
demandada han cumplido con los requisitos de dicha Reglamento se requiere una etapa
probatoria, que no existe en la acciones de amparo, por lo tanto ésta no es la vía idónea para
determinar la preexistencia del derecho que alega la demandante.
Por estos Fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica.
FALLA:
La acción de amparo no puede interponerse para obligar al Ejecutivo a dictar Decretos Supremos,
pues ello atentaría contra la independencia de poderes, siendo que el objeto del amparo es la
protección de los derechos constitucionales.
Expediente 1343-91
LIMA
Dictamen Nº 65-92
Sr. Presidente:
A fs. 61 y siguientes, la Asociación de Servidores Civiles del Ejército, Asociación de Empleados del
Ministerio de Guerra (E.P.), Asociación de Empleados del Ministerio de Marina (A.P.), y Asociación
Mutualista de Empleados Civiles de la Fuerza Aérea debidamente representados por sus
respectivos Presidentes, interponen Acción de Amparo, contra el Supremo Gobierno en la persona
del Sr. Ministro de Estado a cargo del Despacho de Defensa, manifestando violación al derecho de
percibir una Remuneración justa, tal como lo reconoce y garantiza la Constitución del Perú, por los
fundamentos de hecho y de derecho que en su escrito de demanda anotan, ofreciendo las pruebas
instrumentales que estiman pertinentes para la validez de su pretensión.
Admitida la instancia, y de acuerdo a su naturaleza, a fs. 66 se corrió el traslado de ley, el que fue
absuelto a fs. 67 por el señor Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Defensa, quien negando y contradiciendo los extremos demandados, manifiesta que no debe
admitirse la presente Acción por cuanto el supuesto derecho revocado aún no está reconocido, y
los actores con anterioridad a esta petición nunca han gozado del beneficio que por esta vía
pretenden adquirir; y por lo tanto la Acción de Amparo debe ser declarada improcedente.
Del estudio y análisis de lo actuado se acredita que los actores en su condición de miembros
integrantes del Ministerio de Defensa refieren que pese al exceso de tiempo transcurrido, el
Supremo Gobierno no ha expedido el dispositivo legal pertinente que reglamenta el Art. 60º del
Decreto Legislativo Nº 608 de fecha 10 de julio de 1990 mediante el cual se aprobó la
incorporación del personal civil nombrado de los Ministerios de Defensa e Interior en las categorías
remunerativas de Oficiales y Subalternos de las mismas Instituciones, fijando su jerarquía de
acuerdo al nivel, Categoría y el Tiempo de Servicios.
Que así mismo, estando a lo preceptuado en el citado Art. 60º del Decreto Legislativo Nº 608, que
señala el plazo de 90 días a partir de la vigencia de dicho Decreto Legislativo para su
reglamentación; mediante Decreto Supremo Nº 024-90 de fecha 10 de julio de 1990, se ha
aprobado el "Reglamento de la Incorporación del Personal Civil nombrado (No Policial) del
Ministerio del Interior; y, argumentándose razones presupuestales y de índole estrictamente
económico no se ha dictado el Reglamento para el personal civil del Ministerio de Defensa, en el
cual se acreditan las actores, pese a que el personal civil de ambos Ministerios ostentan igualdad
de derechos y obligaciones.
Que, es pertinente remarcar que la referida incorporación no implica en ningún caso la obtención
del grado militar, sino única y exclusivamente está orientada a la determinación del nivel
remunerativo.
Por los fundamentos expuestos, la Segunda Sala Civil de su Presidencia se servirá declarar NO
HABER NULIDAD en la sentencia de fs. 120 su fecha 21 de abril de 1991, que confirmando la
sentencia apelada de fs. 93 y siguientes su fecha 19 de noviembre de 1990, declara FUNDADA la
Acción de Amparo de fs. 61 y siguientes interpuesta por la Asociación de Servidores Civiles del
Ejército, Asociación de Empleados del Ministerio de Guerra (E.P.), Asociación de Empleados del
Ministerio de Marina (A.P.) y Asociación Mutualista de Empleados Civiles de la Fuerza Aérea; en
consecuencia se ordena que el Supremo Gobierno expida el Reglamento del Decreto Legislativo
Nº 608, en lo que corresponde al Ministerio de Defensa, que en tanto ello se materialice, se
aplicará a los servidores civiles de dicho Ministerio el Reglamento aprobado por Decreto Supremo
Nº 024-90-IN. de fecha 20 de julio de 1990, sólo en lo que corresponda única y exclusivamente a
aspectos remunerativos; remitiéndose copia del presente dictamen al Procurador Público del
Estado encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Defensa, para los fines de ley.
Administrativo
VISTOS ; con lo expuesto por el Señor Fiscal; y CONSIDERANDO : que, el objeto de las acciones
de garantía es el reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un
derecho constitucional, tal como lo señala el Artículo primero de la Ley veintitrés mil quinientos
seis; que, con la presente Acción de Amparo los accionantes pretenden que se obligue al Poder
Ejecutivo expedir un Decreto Supremo que solamente es atribución del Presidente de la República,
a tenor de lo dispuesto por el inciso décimo primero del Artículo doscientos once de la Carta
Magna(1) , que tal pretensión no puede ser amparada mediante la presente acción, por cuanto no
se cumple con el presupuesto establecido en el primer dispositivo legal antes señalado, referente al
objeto de las acciones de garantía; que en tal virtud, la presente acción de amparo resulta
inoperante, máxime si la Constitución del Perú prohíbe la interferencia entre los Poderes del
Estado; declararon: HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas ciento veinte, su fecha
veintinueve de abril de mil novecientos noventiuno, que confirmando la apelada de fojas
noventitrés, fechada el diecinueve de noviembre de mil novecientos noventa, declara fundada la
acción de amparo interpuesta a fojas veintiuno por la Asociación de Servidores Civiles del Ejército
y otros contra el Estado; reformando la Resolución recurrida y revocando la apelada; declararon:
IMPROCEDENTE la referida demanda; MANDARON : que consentida o ejecutoriada se publique
en el Diario Oficial "El Peruano" por el término que establece el Artículo cuarentidós de la Ley
número veintitrés mil quinientos seis; y los devolvieron.
Suprema
S. Vásquez V.
Que,.... con la dación de la Resolución de Concejo Nº 023-93 que es materia de la presente acción
de garantía, la Municipalidad de Lima Metropolitana no ha violado ningún derecho constitucional
del demandante.
Expediente 148-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Demetrio Filiberto Surca Vásquez, contra la resolución
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha
veintinueve de mayo de mil novecientos noventicinco, que declaró improcedente la acción de
amparo interpuesta por el mismo accionante (folio 59 del Cuadernillo de nulidad).
ANTECEDENTES:
Don Demetrio Filiberto Surca Vásquez, interpone acción de amparo contra la Municipalidad de
Lima Metropolitana, con la finalidad de que se "declare sin efecto legal la Resolución del Concejo
Nº 023-93 de fecha veinticuatro de junio de mil novecientos noventitrés", por ser, según expresa el
demandante, ilegal, inconstitucional y violatoria de su derecho a la propiedad.
Los antecedentes de aquel fallo administrativo municipal, son los siguientes: a) Mediante
Resolución de Alcaldía Nº 3181, de fecha diecinueve de agosto de mil novecientos ochentitrés, se
identificó y calificó como tal, al Asentamiento Humano "Primero de Mayo", del distrito de San Luis,
de la Provincia de Lima. b) Con la Resolución de Alcaldía Nº 492, de fecha veinticinco de marzo de
mil novecientos ochentiocho, se aprueba el Plano Perimétrico y Memoria Descriptiva, de aquél
Asentamiento Humano, que comprende una área de 4,220.00 m2. c) La Municipalidad demandada,
detecta, que de aquella área, 2,392.85 m2 pertenecen al demandante. d) Como la Ley Nº 24513,
permite a las Municipalidades Provinciales, expropiar los terrenos necesarios para el saneamiento
físico legal de los Asentamientos Humanos, la Municipalidad de Lima Metropolitana autoriza la
expropiación de aquellos 2,392.85 m2 mediante la Resolución de Alcaldía Nº 989 de fecha ocho de
junio de mil novecientos ochentinueve. e) El demandante interpuso recurso de nulidad contra la
acotada Resolución de Alcaldía Nº 989, impugnación que es desestimada mediante la Resolución
de Concejo Nº 023-93, que se pretende dejar sin efecto, mediante la acción de amparo de autos
(folio 28 a folio 33).
El Vigésimo Primer Juzgado Civil de Lima, mediante resolución de fecha, veintiuno de enero de mil
novecientos noventicuatro, declara improcedente la acción de amparo, en base a los
considerandos siguientes: Que, no se acredita en autos, la amenaza o violación de derecho
constitucional alguno. Que, la Resolución de Concejo Nº 023-93 materia de la presente acción, fue
dictada al amparo de las potestades que confiere a los Gobiernos Locales, la Ley Nº 23853,
Orgánica de Municipalidades. Que, la Resolución de Alcaldía Nº 989, con la que se dispuso la
expropiación, no incurre en ninguna de las causales de nulidad establecidas en el artículo 45º del
entonces vigente Decreto Supremo Nº 006-67-SC (folio 49).
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la Resolución Nº 603, de
fecha catorce de setiembre de mil novecientos noventicuatro, falla confirmando la apelada y
declarando improcedente la acción de amparo, en base al dictamen del señor Fiscal Superior (folio
274), el cual, recoge la parte considerativa de la apelada para emitir su recomendación (folio 285).
La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, falla con fecha
veintinueve de mayo de mil novecientos noventicinco, declarando no haber nulidad en la sentencia
de vista, e improcedente la acción de amparo; en base a las consideraciones siguientes: Que, con
la presente acción se pretende dejar sin efecto la Resolución de Concejo Nº 023-93, con la
finalidad de que se declare fundado el recurso de nulidad, que interpuso el demandante contra la
Resolución Municipal Nº 989, que dispuso la expropiación de los 2,392.85 m2 de su propiedad.
Que, dicha acción administrativa, deviene en improcedente, pues el trámite expropiatorio se
realizó, culminando con la Ejecutoria Suprema de fecha dieciséis de abril de mil novecientos
noventiuno (fojas 144) que ordena se otorgue la escritura pública de traslación de dominio a favor
de la Municipalidad de Lima Metropolitana. Que, además, el demandante había interpuesto acción
de amparo contra la acotada Resolución Municipal Nº 989, para impedir la expropiación de su
predio, finalizando dicha acción con la Resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales de
fecha seis de junio de mil novecientos noventiuno (folio 199) que la declaró infundada (folios 53 y
54 del Cuadernillo de nulidad).
FUNDAMENTOS:
Que, el artículo 125º de la Carta Magna de 1979, vigente cuando se suscitan los hechos de la
presente acción, establece que la propiedad es inviolable, y que a nadie se le puede privar de ese
derecho, salvo por causa de necesidad y utilidad públicas o interés social, declarada conforme a
ley, y previo pago en dinero del justiprecio. Al amparo de éste precepto constitucional, se dicta la
Ley Nº 24513, que declara de necesidad y utilidad públicas y de preferente interés social, el
saneamiento de la estructura físico-legal de los Asentamientos Humanos, y autoriza la
expropiación que sea necesaria para tales fines, a cargo de las Municipalidades Provinciales.
Que, con anterioridad a la presente acción el demandante interpuso acción de amparo contra la
Resolución Nº 989 que ordenó la expropiación, sin tomar en cuenta, que el expropiado sólo puede
discutir el monto del justiprecio; dicha acción finalizó con la resolución del Tribunal de Garantías
Constitucionales, de fecha seis de junio de mil novecientos noventiuno, que la declaró infundada.
Que, por consiguiente, con la dación de la Resolución de Concejo Nº 023-93 que es materia de la
presente acción de garantía, la Municipalidad de Lima Metropolitana no ha violado ningún derecho
constitucional del demandante.
FALLA:
Que al haberse declarado judicialmente la expropiación de los terrenos del asentamiento humano
Palmira, a favor de la Municipalidad Provincial de Huaraz y al estar ejerciendo ésta las facultades
que le asignan las disposiciones sobre la materia no está vulnerando el derecho constitucional que
invoca el demandante (perturbación de su derecho de propiedad).
Ancash
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Roberto Hernán Gómez Cano, interpone acción de amparo contra don Ronald Corrales
Picardo, Director de Acondicionamiento y Desarrollo de la Municipalidad Provincial de Huaraz a fin
que cese la perturbación a su derecho de propiedad del inmueble ubicado en el Caserío de
Palmira, distrito de Independencia inscrito en la Oficina de Registro de Propiedad Inmueble, cuyas
construcciones pretende demoler la Municipalidad Provincial de Huaraz, aduciendo que ha sido
expropiada a su favor.
Admitida la demanda, ésta es contestada por don Ronald Corrales Picardo, Director de
Acondicionamiento y Desarrollo de la referida Municipalidad, quien solicita se declare improcedente
la misma, por cuanto señala que el tres de julio de mil novecientos ochentisiete, la Municipalidad
inició un proceso de expropiación del predio Palmira contra la sucesión Manuel Peñaranda Huerta
y otros; proceso judicial que ha culminado habiéndose procedido al pago del justiprecio.
Asimismo indica el demandado que las acciones dispuestas por la Dirección de Acondicionamiento
y Desarrollo de la Municipalidad, están orientadas al saneamiento físico legal del área expropiada
que consiste en la ejecución del proyecto de manzaneo, lotización y habilitación de vías, accesos y
áreas verdes, de acuerdo a la facultad concedida a la Municipalidad mediante la Décimo Primera
Disposición Complementaria de la Ley Orgánica de la Región Chavín, con el objeto que los
poseedores accedan al respectivo título de propiedad.
Con fecha nueve de julio de mil novecientos noventiséis, el Juez Provisional del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Huaraz expide resolución, declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha veintidós de agosto de mil novecientos noventiséis,
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash;
de fojas ochenta, su fecha veintidós de agosto de mil novecientos noventiséis que a su vez
confirmó la apelada de fecha nueve de julio de mil novecientos noventiséis que declaró
improcedente la acción de amparo, dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El Peruano" y
los devolvieron.
«... ha transcurrido con exceso el plazo al que se refiere el Artículo 37° de la Ley N° 23506.»
Exp. N° 600-97-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintiún días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Bertha Fujishima Jaime, doña Inés Cajo Sairitupac, don Ulises Díaz Alvarado, don Marcial
Nieto Martínez, don Palermo Carrasco Guerrero, don Rufo Paredes Pacheco y don Wilman
Bustinza Samanez interponen Acción de Amparo contra el Presidente del Consejo Directivo del
Instituto Geológico Minero y Metalúrgico, por violación de sus derechos pensionarios.
Alegan los actores que no obstante haber sido incorporados al régimen de pensiones regulado por
el decreto ley 20530°, en forma arbitraria y sin proceso alguno, la entidad demandada dispuso su
exclusión, violando sus derechos adquiridos.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el representante del Instituto Geológico Minero y
Metalúrgico-INGEMMET, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) el
INGEMMET es una institución pública, resultante de la fusión del INCITEMI E INGEOMIN, y en
consecuencia con trabajadores sujetos, unos, al régimen de la actividad pública, y otros, al de
actividad privada, b) por mandato de la ley 25456° la incorporación de trabajadores al régimen del
decreto ley 20530°, debería haberse realizado en conformidad con lo previsto por su artículo 14°,
cuestión que no aconteció con el caso de los actores, por lo que se excluyó a los actores de dicho
régimen pensionario, c) ha operado el plazo de caducidad al que se refiere el artículo 37 de la ley
23506, pues las resoluciones que les causan agravio a los actores datan de mil novecientos
noventa y dos y mil novecientos noventa y tres, mientras que la demanda fue interpuesta en agosto
de mil novecientos noventa y cinco.
Asimismo, contesta la demanda el Procurador Público encargado de los Asuntos Judiciales del
Ministerio de Energía y Minas, quien solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) los
actores fueron incorporados al régimen del decreto ley 20530° en violación de su artículo 14°, por
lo que su exclusión se realizó en amparo de la ley, b) no se ha agotado la vía previa.
Con fecha quince de abril de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Vigésimo Octavo Juzgado
Civil de Lima expide resolución declarando fundada la demanda. Interpuesto el recurso de
apelación, con fecha cinco de junio de mil novecientos noventa y siete, la Sala Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide resolución revocando la apelada, y
reformándola la declararon improcedente.
FUNDAMENTOS:
2. Que, en ese sentido, como cuestión liminar, este Colegiado habrá de evaluar si en el caso
de autos habría operado el plazo de caducidad al que se refiere el artículo 37 de la Ley 23506,
desde que la resolución venida en grado, en esencia, ha esbozado tal tesis como argumento
central para revocar la resolución apelada.
3. Que, en tal virtud, la pretensión de los actores, a juicio de este Colegiado deberá de
desestimarse, ya que conforme es de notarse de la confrontación de las fechas de las resoluciones
de presidencia N° 034-93-INGEMMET/PCD y 035-93-INGEMMET/PCD, por las que se declaró la
nulidad e insubsistencia de las resoluciones por las que se les incorporó a los actores al régimen
del Decreto Ley 20530, ambas expedidas el veintinueve de marzo de mil novecientos noventa y
tres, y la fecha de interposición de la demanda, el treinta y uno de junio de mil novecientos noventa
y cinco, ha transcurrido con exceso el plazo al que se refiere el artículo 37 de la Ley 23506.
4. Que, en ese sentido, la jurisprudencia vinculante en lo que respecta al cómputo del plazo
de caducidad en materia de derecho pensionarios que este Colegiado ha tenido oportunidad de
apreciar en numerosas causas análogas, no es de aplicación al caso de autos, pues el caso de los
actores no es el de servidores que se encuentren (o hayan encontrado), al momento de la
interposición de la demanda en calidad de jubilados o cesantes, en cuyo caso el no pago de la
pensión hubiere supuesto continuidad de la agresión del acto considerado como lesivo, y por tanto,
aplicable el segundo párrafo del artículo 26° de la Ley 25398.
FALLA
Que, pese a la duración del procedimiento administrativo que devino en la destitución del actor, y a
las supuestas irregularidades de trámite alegadas, la urgentísima acción de amparo no fue utilizada
por el demandante, lo que permite inferir que no estimaba como fundamental su derecho.
Expediente 239-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventa y seis, el Tribunal
Constitucional reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la secretaria relatora, doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, interpuesto por Leopoldo Olaechea Aranza contra la sentencia de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha 07 de abril de
1993, que declara no haber nulidad de la sentencia de vista, de fecha 25 de junio de 1992, que
confirma la apelada, de fecha 25 de julio de 1991, que declaró infundada la correspondiente acción
de amparo.
ANTECEDENTES:
Aurelio Leopoldo Olaechea Aranza, con fecha 20 de febrero de 1991, interpone acción de amparo
contra el Alcalde de la Municipalidad de Jesús María, y contra el Presidente de la Primera Sala del
Tribunal Nacional de Servicio Civil; sostiene el actor, que por Resoluciones de Alcaldía Nº 71-85 y
71-A-85 de la Municipalidad del Distrito de Jesús María, ambas de fecha 01 de julio de 1985, se
destituyó a siete trabajadores miembros de la Junta Directiva del Sindicato de trabajadores de
dicha municipalidad, entre ellos el recurrente; quien ocupaba el cargo de secretario de defensa;
que, impugnadas dichas resoluciones por los trabajadores destituidos, en última instancia el
Tribunal Nacional de Servicio Civil, en el mes de mayo de 1986, revoca las resoluciones de
destitución, salvo en caso del demandante quien no obtiene su reposición por cuanto su
expediente administrativo había sido extraviado; alega el actor, que su expediente recién fue
ubicado y remitido al Tribunal Nacional de Servicio Civil, con fecha 20 de abril de 1990, órgano que
emite la Resolución Nº 621-90-TNSC, de fecha 08 de noviembre de 1990, confirmando la
destitución del actor; señala el demandante, que estos hechos violan los derechos constitucionales
contenidos en los artículos 1º, 2º, 42º, 48, 51º y otros de la Constitución Política de 1979.
A fojas 84, la sentencia del Juez Civil, de fecha 25 de julio de 1991, declara infundada la acción de
amparo, "por cuanto las referidas resoluciones de alcaldía y del Tribunal de Servicio Civil...han sido
expedidas dentro de un procedimiento regular y en base a hechos, habiendo incurrido el actor en
faltas graves disciplinarias previstas en el inciso "e", del artículo 28 del Decreto Legislativo Nº 276,
que constituye causal de separación de su puesto... no apareciendo de autos habérsele vulnerado
derecho constitucional alguno...".
A fojas 121, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha 25 de junio
de 1992, confirma la apelada que declaró infundada la acción de amparo.
Interpuesto recurso de nulidad por el actor, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, con fecha 07 de abril de 1993, declara no haber nulidad de la sentencia de
vista. Formulado el recurso de casación, que debe entenderse como recurso extraordinario, los
autos son elevados al Tribunal Constitucional, de conformidad con el articulo 41º de su Ley
Orgánica.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, de conformidad con el artículo 6º, inciso 2), de la Ley Nº 23506, no proceden
acciones de garantía contra resolución emanada de un procedimiento regular; que, que, en este
sentido, se aprecia de autos que el reclamo administrativo promovido por el actor culminó con la
expedición de sentencia firme dictada en última instancia por la Primera Sala del Tribunal Nacional
de Servicio Civil que resolvió confirmar la destitución del actor mediante Resolución Nº 621-90-
TNSC, de fecha 28 de noviembre de 1990, y que las cuestionadas resoluciones de destitución Nº
71-85 y Nº 71-A-85, de fechas 01 de julio de 1985, fueron expedidas por la municipalidad
demandada de conformidad con el artículo 28º, inciso e), del Decreto Legislativo Nº 276, y
apeladas con fecha 30 de julio de 1985, en consecuencia, el actor ejercitó su derecho de defensa;
que, asimismo, fluye de autos que pese a la duración del procedimiento administrativo que devino
en la destitución del actor, y a las supuestas irregularidades de trámite alegadas, la urgentísima
acción de amparo no fue utilizada por el demandante, lo que permite inferir que no estimaba como
fundamental su derecho; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las
atribuciones conferidas por la Constitución Política y su Ley Orgánica;
FALLA:
La Acción de Amparo incoada por el demandante, en agosto de mil novecientos noventa y uno, se
dirige contra la Resolución Nº 013-91-AG para que se declare su nulidad y no contra los ahora
demandados, es decir, no hay identidad de partes ni de objeto, así queda acreditado con las copias
simples que corren de fojas cuarenta y ocho a cincuenta y uno, las mismas que no han sido
tachadas.
Expediente 672-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y seis, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent, Presidente,
Acosta Sánchez, Vicepresidente,
Aguirre Roca,
Díaz Valverde,
Rey Terry,
García Marcelo;
ASUNTO:
Recurso de Casación interpuesto por Rafael Avalos García, quien afirma ser Secretario de la
Federación Nacional de Campesinos del Perú-FENCAP, en contra de la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, que declara No
Haber Nulidad en la Sentencia de Vista, su fecha seis de abril de mil novecientos noventa y cinco;
que, confirmando la apelada, fechada el veinte y nueve de setiembre de mil novecientos noventa y
cuatro, declara Improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra el Secretario General del
Ministerio de Agricultura Enrique Cruzado Aguilar, y la Organización Nacional Agraria representada
por su Presidente Gustavo García Mundaca y Gerente de la misma Hernando Guerra García; por
violación de domicilio, pretensión de despojo de posesión y abuso del derecho.
ANTECEDENTES:
La Federación Nacional de Campesinos del Perú- FENCAP, representada por Rafael Avalos
García, quien manifiesta ser su representante en calidad de Secretario General, a fojas cuarenta y
uno interpone Acción de Amparo y la dirige contra el Secretario General del Ministerio de
Agricultura Ing. Enrique Cruzado Aguilar y la Organización Nacional Agraria, representada por su
Presidente Gustavo García Mundaca y su Gerente Ing. Fernando Guerra García, manifestando que
los representantes de la ONA y un «abogado» que representaba al Secretario General del
Ministerio de Agricultura, trataron de despojarlos de la posesión de los pisos tercero, cuarto, quinto,
octavo y noveno así como del sótano del edificio ubicado en el Jr. Miró Quesada, trescientos veinte
y siete, Lima, cuya conducción y posesión viene detentando su representada desde mil
novecientos ochenta y cinco, por Resolución Ministerial Nº 00632-85-AG del veinte de setiembre
de ese año que como consecuencia de esta Resolución, se conformó el Comité de Administración
de Bienes Agrarios, el que hasta la actualidad está administrando estos bienes.
A fojas cincuenta y tres, el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de
Agricultura, al contestar la demanda la niega solicitando se la declare improcedente; argumentando
que la FENCAP pretende incumplir el mandato de la Resolución Suprema Nº 0013-91-AG, del
veinticinco de abril de mil novecientos noventa y uno, la cual encarga nuevamente la
administración a la Organización Nacional Agraria. Asimismo, señala ser verdad que existe un
primer proceso de Amparo interpuesto por el mismo demandante contra la Resolución Suprema
mencionada, la cual fue declarada improcedente.
A fojas ochenta y uno, contesta la demanda la ONA, representada por su Gerente General
Hernando Guerra García Cueva, manifestando que el Ministerio de Agricultura requirió, no a la
FENCAP, sino al señor Rafael Avalos García para que cumpliera con entregar el inmueble a la
Organización Nacional Agraria y que no existe ningún mandato legal, judicial- administrativo que
ampare la írrita posición de la demandante.
A fojas noventa y ocho, corre la sentencia de Primera Instancia que declara improcedente la
demanda por el fundamento, entre otros, de no advertirse violación de algún derecho
constitucional; de la cual apela el demandante.
A fojas ciento treinta y tres, el Fiscal Superior opina que debe confirmarse la sentencia apelada.
La Primera Sala Civil confirma la sentencia expedida por el Juzgado, tal como se aprecia a fojas
ciento siete, por lo que el demandante interpone Recurso de Casación.
FUNDAMENTOS:
El demandante Rafael Avalos García, interpone esta Acción de Amparo en calidad de «Secretario
General» representando a la Federación Nacional de Campesinos del Perú - FENCAP; título o
nombramiento que no acredita en autos.
Debe analizarse que de las copias simples no legalizadas de la «Escritura Pública de Constitución
de la Federación Nacional de Campesinos del Perú FENCAP, que corren de fojas once a cuarenta,
se aprecia en su artículo séptimo, que los diferentes Secretarios son elegidos por dos años. Sin
embargo, no se acredita que haya habido: a) en los últimos años, asamblea alguna nombrando
como Secretario General al demandante ni b) Asamblea alguna o reunión de la Junta Directiva
dando facultades al demandante para que defienda la posesión del bien que motiva la litis.
Por Resolución Ministerial Nº 00576-81 del diez y ocho de junio de mil novecientos ochenta y uno,
se encargó a la Organización Nacional Agraria - ONA - la administración de los bienes muebles e
inmuebles y la distribución de fondos de la disuelta Confederación Nacional Agraria.
Por Resolución Ministerial Nº 00632-85-AG, del diez y seis de setiembre de mil novecientos
ochenta y cinco se da por concluido el encargo de administración otorgado a la Organización
Nacional Agraria - ONA y se crea el Comité de Administración de los bienes y fondos, conformado
por representante de varias organizaciones campesinas, entre ellas la FENCAP.
Instalándose el Comité el primero de octubre de ese año, desde la cual se encuentran en posesión
de los bienes muebles e inmuebles ubicados en el jirón Miró Quesada trescientos veinte y siete.
Por Resolución Suprema Nº 0013-91-AG, del veinticinco de abril de mil novecientos noventa y uno,
se encarga la Administración de los bienes muebles e inmuebles, a la Organización Nacional
Agraria, nuevamente. Mandato que quieren evitar interponiendo esta Acción de Amparo.
La Acción de Amparo incoada por el demandante, en agosto de mil novecientos noventa y uno, se
dirige contra la Resolución Nº 013-91-AG para que se declare su nulidad y no contra los ahora
demandados, es decir, no hay identidad de partes ni de objeto, así queda acreditado con las copias
simples que corren de fojas cuarenta y ocho a cincuenta y uno, las mismas que no han sido
tachadas.
El ciudadano y demandante de esta Acción, así como cumplió la Resolución Ministerial antes
señalada, debe dar cumplimiento a esta Resolución Suprema, ya que en Derecho las cosas se
deshacen como se hicieron.
No ha quedado acreditado que Rafael Avalos García sea el representante legal de la FENCAP, ni
que se le haya violado derecho constitucional alguno.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / AGUIRRE ROCA / DIAZ VALVERDE / REY TERRY /
REVOREDO MARSANO DE MUR / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ VASQUEZ. Secretaria
Relatora
Exp. N° 934-97-AA/TC
Lima
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Actuando como Secretaría Relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Francisca Graciela Cogorno Vásquez interpone Acción de Amparo contra los funcionarios del
Instituto Peruano de Seguridad Social señores, Luis Castañeda Lossio, Presidente Ejecutivo,
Danitza Milosevich Caballero, Gerente Central de Desarrollo de Personal, Miguel Montero Oneto,
Gerente General, Juan Francisco Lezcano Ponce, Gerente de la Zonal Callao y Cono Norte y
Freddy Carranza Lazo, Jefe de Personal de la Zonal Callao, Cono Norte, del IPSS para que se deje
sin efecto la Resolución Nº 897-GZCCN-IPSS-92, de fecha dieciocho de noviembre de mil
novecientos noventa y dos, solicitando la reincorporación a su centro de trabajo.
Sostiene la demandante que ingresó a laborar al IPSS, mediante Resolución de Gerencia General
Nº 780-GG-74, a partir del primero de enero de mil novecientos setenta y cuatro, habiendo sido
nombrada posteriormente por Resolución de Gerencia Financiera Nº 556, de fecha veintiuno de
mayo de mil novecientos setenta y seis, en el cargo de auxiliar administrativo, y con la Resolución
Gerencial Zonal Callao Nº 67-CZC-IPSS-91 fecha catorce de marzo de mil novecientos noventa y
uno, se le ubicó en la línea de carrera de técnico administrativo 4, prestando servicios en la
División de Inscripción y Acreditación de derecho -Sub Gerencia IRAD, desempeñando las
funciones en el cargo de Técnico de Aportaciones y Acreditación del Derecho, funciones que
desempeñó en el IPSS, sin haber sido sancionada durante sus diecinueve años de trabajo
permanente en dicha institución
Aduce la a actora que el día diecisiete de noviembre de mil novecientos noventa y dos, al
apersonarse a su centro de trabajo para laborar y al proceder a marcar sus tarjeta de control de
asistencia se percato que la misma no se encontraba en el marcador, dirigiéndose, donde el Jefe
de Personal quien le manifestó que estaba despedida de su trabajo por no haberse presentado al
examen convocado por la institución el día quince de noviembre del mismo año que asi mismo le
explico el por que de su inasistencia al referido examen, indicándole que no había sido convocada
por escrito; que se encontraba delicada de salud y que estaba con descanso médico; ; que el
mencionado funcionario le preciso que se dé por cesada y que éste se había producido con el
retiro de su tarjeta ; y que se había emitido la Resolución Nº 897-GZCCN92, con fecha dieciocho
de noviembre de mil novecientos noventa y dos en la que se le cesa en el cargo, presentando
reconsideración con fecha cinco de enero de mil novecientos noventa y tres. Admitida la demanda
ésta es contestada por la parte demandada negándola en todos sus extremos, considerando que
no ha agotado la vía previa.
La jueza del Veintidós Juzgado en lo Civil de Lima, con fecha veintinueve de Noviembre de mil
novecientos noventa y seis, expide sentencia declarando fundada en parte la Acción de Amparo en
el extremo que se ha recortado el derecho a rendir el examen de selección y calificación para lo
cual fue habilitada por Resoluciones de Gerencia Nº 598, de fecha cinco de Julio de 1994 e
infundada al extremo que se interpone en contra de la resolución de Gerencia Nº 897-62, de fecha
dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y dos.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1.- Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje
sin efecto la Resolución Nº 897-GZCCN-IPPS-92, de dieciocho de noviembre de mil novecientos
noventa y dos, que obra a fojas diez mediante la cual se le cesa en el cargo a partir del dieciséis de
noviembre de mil novecientos noventa y dos.
3.- Que, por Resolución de Gerencia General Nº 1958-GG-IPSS-94, que obra a fojas
veinticinco y siguientes, se habilita al personal que se consigna en los anexos a rendir el examen
de selección y evaluación, entre los que se encuentran la demandante, que mediante publicación
de fojas veinticuatro se convocó a la demandante para el veinticuatro de julio de mil novecientos
noventa y cuatro a rendir la correspondiente prueba de selección y calificación.
4.- Que, mediante notificación Nº 157-A, que corre a fojas cuarenta y dos por intermedio de la
Notaría Gálvez, con fecha veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, se le
comunica a la actora que la convocatoria que le había efectuado el Instituto Peruano de Seguridad
Social para que concurra a rendir el Examen de Selección y Calificación, había quedado sin efecto.
5.- Que, la documentación acompañada como medio probatorio, así como de lo expuesto por
la demandante, se desprende que no interpuso ningún medio impugnatorio, que el documento que
obra a fojas cuarenta y tres no puede ser considerado como tal, ya que éste se interpuso con fecha
veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, esto es, cuando se había vencido
con exceso los quince días que exige la ley para la interposición para la interposición de
cualquier recurso impugnatorio conforme lo señala el Artículo 98º, del Texto Unico Ordenado de la
Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, y que no reuniendo los requisitos
mínimos que exige el Artículo 101º del Texto acotado, es evidente que la accionante no podìa
acogerse al Silencio Administrativo Negativo, puesto que no interpuso ningún recurso de esa
naturaleza; por lo que en este sentido no cumplió con el requisito de procedibilidad que exige el
Artículo 27º de la Ley Nº 23506.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley orgánica.
FALLA:
....del análisis del expediente se aprecia que la recurrente no interpuso, en la vía administrativa,
impugnación alguna contra la Resolución (cuestionada), que supuestamente agravia sus derechos
constitucionales..., por lo que la Acción de Amparo debe ser desestimada.
Expediente 434-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad interpuesto por doña Juana Carolina Rodríguez Castro, contra la sentencia de
la Primera Sala Especializada en lo Civil, Laboral Agraria de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, su fecha 09 de noviembre de 1995, que revocó la sentencia apelada, su fecha 14
de agosto de 1995, que declaró fundada la acción de amparo, y reformándola la declaró
improcedente contra la Dirección Regional de Educación - Chiclayo.
ANTECEDENTES:
Doña Juana Carolina Rodríguez Castro, con fecha 12 de julio de 1995, interpone acción de
amparo contra la Dirección Regional de Educación-Lambayeque, a fin de que se le abone el pago
de sus remuneraciones por tiempo de servicios, impago que señala afecta sus derechos
constitucionales contenidos en los artículos 24º, 26º (inciso 2 y 3), y 138º de la Constitución
Política del Estado; sostiene la demandante, que en su condición de profesora con más de 25 años
de servicios solicitó a su empleadora la Dirección Regional de Educación el pago de su beneficio
de remuneración por tiempo de servicios de conformidad con el artículo 52º de la Ley del
Profesorado N° 24029, modificada por la Ley Nº 25212, que dispone otorgar una bonificación por
tiempo de servicios equivalente a tres remuneraciones, tal como se venía otorgando a los docentes
a nivel nacional, hasta principios de año 1995; que, sin embargo la entidad demandada omite
cumplir con el pago reclamado invocando normas de menor jerarquía como el Decreto Supremo N°
051-91-PCM, y el Oficio Múltiple Nº 061-95-RENOM-CRPP-DR, por las cuales emite la R.D.R N°
1034-95-RENOM/ED del 05 de mayo de 1995, disponiendo el cálculo del monto de la bonificación
en forma diminuta.
A fojas quince, la emplazada contesta la demanda, sosteniendo, que es cierto que el cálculo del
monto de las remuneraciones por dicho beneficio se viene efectuando con sumas menores a los
que se otorgaba en años anteriores, en cumplimiento de diversos oficios múltiples de los cuales se
interpreta que el monto de las remuneraciones demandados por la actora se debe calcular de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 8º y º9 del Decreto Supremo N° 051-91-PCM.
A fojas 20, la sentencia de Primera Instancia, su fecha 14 de agosto de 1995, declara fundada la
demanda, por considerar, principalmente, que "lo que existe en el presente caso son disposiciones
aparentemente implicantes entre sí, y que la entidad demandada viene aplicando normas de menor
jerarquía, además es contrario al texto constitucional que establece en el inciso 3, del artículo 26º
de la Constitución Política del Estado que debe interpretarse favorablemente al trabajador en caso
de duda insalvable en la aplicación de las normas, situación contraria que se ha dado en el caso
que nos ocupa por lo que evidentemente se está conculcando este derecho de la demandante".
A fojas 40, la sentencia de vista, su fecha 22 de noviembre de 1995, revoca la sentencia apelada,
que declaró fundada la acción, y reformándola la declara improcedente, por considerar que la
demandante no ha agotado las vías previas.
Interpuesto recurso de nulidad por la demandante, el mismo que debe entenderse como recurso
extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 41°
de su Ley Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, Sólo procede la acción de amparo cuando se haya agotado las vías previas, de conformidad
con el artículo 27º de la Ley N° 23506;
Que, en este sentido, del análisis del expediente se aprecia que la recurrente no interpuso, en la
vía administrativa, impugnación alguna contra la Resolución Nº 1034-95-RENOM/DE, que
supuestamente agravia sus derechos constitucionales;
Que, en el presente caso no son de aplicación las excepciones previstas en el artículo 28º de la
Ley N° 23506, por lo que la acción de amparo debe ser desestimada;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
...debe señalarse que la supuesta situación inconstitucional que el actor demanda no puede ser
revertida y resulta improcedente mediante este amparo constitucional, mientras prevalezcan los
efectos legales de la Resolución Directoral N° 242-95-DRA-LA-LIB...por la que se le destituye al
actor de la carrera administrativa, considerando que dicha resolución directoral no fue impugnada
administrativamente por el demandante...
Expediente 427-96-AA/TC
La Libertad
En Lima, a los dieciséis días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
con la actuación de la secretaria relatora, doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Majer Ysaúl Rivas Rodríguez, contra la sentencia de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, su fecha 07 de junio de 1996, que
revocó la apelada, su fecha 01 de marzo de 1996, que declara fundada la demanda y reformándola
la declara improcedente, en contra de la Dirección Regional Agraria de Libertad.
ANTECEDENTES:
Don Majer Ysául Rivas Rodríguez, interpone acción de amparo contra el Ministro de Agricultura y la
Dirección Regional Agraria de la Libertad, por violación a sus derechos constitucionales de libertad
de trabajo y estabilidad laboral, y a fin de que se le declare inaplicable al accionante la Resolución
Suprema Nº 083-95-AG, de fecha 11 de agosto de 1995; sostiene el demandante, que luego de
una eficiente trayectoria como servidor público, en el año 1994 le nombraron Director de la Agencia
Agraria de la Provincia de Sánchez Carrión-La libertad, mediante Resolución Suprema Nº 032-94-
AG, pero que por haber denunciado irregularidades e inmoralidades en el sector agrario de la
Región La Libertad, el director de la Región Agraria de la Libertad mediante Memorándum Nº 011-
95-DRA-LA LIB.OA/OP, de fecha 27 de enero de 1995, dio por terminado el nombramiento del
actor; posteriormente, se expide la Resolución Suprema Nº 083-95-AG, materia de la acción de
amparo, que cesa al demandante por causal de excedencia, en el Programa de Evaluación
Semestral de Personal dispuesto por la Ley Nº 26093, medida que el actor considera arbitraria.
A fojas 188, la sentencia de primera instancia, su fecha 01 de marzo de 1996, declara fundada la
acción de amparo, por considerar, principalmente, que "el cese del actor Majer Ysaúl Rivas
Rodríguez por el sólo hecho de sustentarse en el Decreto Ley Nº 26093, no puede reputarse
constitucionalmente en tanto no garantize un debido proceso en el cual se pueda establecer la
justa causa, debidamente comprobada que signifique su separación de la función pública;
habiéndose privado al actor de la garantía del un debido proceso en la evaluación a la que había
sido sometido se han lesionado los derechos constitucionales que invoca en el texto de la
demanda...".
A fojas 294, la sentencia de vista, su fecha 07 de junio de 1996, a fojas 294, declara improcedente
la acción de amparo, por considerar, principalmente, que "al haberse emitido la Resolución
Directoral Nº 242-95-DRA-LA LIB, mediante la cual se destituye de la carrera administrativa a
Majer Ysaúl Rivas Rodríguez, esta situación legal prevalece mientras no se declare judicialmente
su invalidez, en tal sentido la petición del actor deviene en improcedente ya que no se puede
cumplir el objeto de la acción de amparo cual es el reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza, por cuanto el actor tiene la condición jurídica de destituido...que la sentencia
debe resolver la materia controvertida sobre la base de la situación jurídica existente en la fecha de
la demanda, y viendo el caso de autos, a la presentación de la demanda ya se había expedido la
resolución de destitución, contra la cual no se dirige la acción incoada, por lo que se concluye que
el amparista dejó de ser servidor público, y en tal situación no puede pretender reponer las cosas al
estado anterior de la resolución de cese".
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional;
Que, en el presente caso el actor pretende a través de esta acción de garantía se le reponga en el
cargo que como servidor público venía ejerciendo al momento de la presunta violación de sus
derechos constitucionales ocasionado con la expedición de la Resolución Suprema Nº 083-95-AG,
que declaró su cese por causal de excedencia bajo los alcances legales del Decreto Ley Nº 26093,
que dispuso la realización de Programas de Evaluación Semestral de Personal de los Ministerios e
Instituciones Públicas Descentralizadas;
Que, examinada dicha petición en base a los elementos de juicio que obran en autos, debe
señalarse que la supuesta situación inconstitucional que el actor demanda no puede ser revertida y
resulta improcedente mediante este amparo constitucional, mientras prevalezcan los efectos
legales de la Resolución Directoral Nº 242-95-DRA-LA LIB, de fecha 18 de agosto de 1995,
obrante a fojas 214, por la que se le destituye al actor de la carrera administrativa, considerando
que dicha resolución directoral no fue impugnada administrativamente por el demandante, y más
aún, no puede ser objeto de examen constitucional al no haber sido comprendida en el petitorio de
este procedimiento constitucional, aun cuando la acotada ya había sido expedida al momento de la
interposición de esta demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus atribuciones conferidas por la
Constitución Política del Estado,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, su
fecha 07 de junio de 1996, a fojas 290, que revocó la sentencia de primera instancia, su fecha 01
de marzo de 1996, que declaró fundada la acción de amparo, y reformándola la declara
improcedente; mandaron, se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a la ley; y, los
devolvieron.
...las partes han argumentado y presentado documentos sustentatorios que deben ser objeto de
una mejor probanza en la vía jurisdiccional pertinente.
Expediente 811-96-AA/TC
Cañete
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Eusebia Carrasco Ríos, contra la resolución de la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Cañete, que confirmando la apelada, declaró
improcedente, en la acción de amparo interpuesta contra la Municipalidad Distrital de Imperial.
ANTECEDENTES:
Doña Eusebia Carrasco Ríos, interpone acción de amparo contra el Alcalde de la Municipalidad
Distrital de Imperial, provincia de Cañete, don Elías Alcalá Rosas, para que se declare la
inaplicabilidad de la Resolución de Alcaldía Nº 015-96-MDI del dieciocho de enero de mil
novecientos noventiséis, que deja sin efecto la relación laboral que la accionante mantenía con la
Municipalidad, por lo que solicita que oportunamente se ordene su reposición. Refiere que entró a
laborar en la Municipalidad Distrital de Imperial el mes de enero de mil novecientos noventiuno, por
lo que a la fecha de interposición de la demanda tiene más de cuatro años de servicio en forma
ininterrumpida en labores de naturaleza permanente, encontrándose amparada por la Ley Nº
24041 y la Constitución Política, la misma que protege a los servidores contra los despidos
arbitrarios, no obstante lo cual, el demandado le ha cursado la resolución de despido, la que es
ejecutada al día siguiente, impidiéndole que continúe con sus labores en la Municipalidad; hace
constar, además, que en la resolución impugnada, su nombre materno no es exacto, pero a pesar
de ello, se ha producido un despido arbitrario y cometido abuso de autoridad, lo que será
denunciado oportunamente.
Al contestar la demanda, don Elías Alcalá Rosas, Alcalde del Distrito de Imperial, solicita que la
acción de amparo sea declarada improcedente, toda vez que: 1) no es cierto que la demandante
haya ingresado a laborar en enero de mil novecientos noventiuno, porque en la entidad no existe
documentación que sustente tal aseveración, y por el contrario, en el Informe Nº 001 del treinta de
abril de mil novecientos noventitrés, presentado por la accionante al Jefe de Personal de la
Municipalidad, la accionante refiere que su ingreso no se ha producido mediante contrato, carta o
memorándum alguno; 2) pese a carecer de un legajo personal como obrera de la Municipalidad, se
le ha considerado como trabajadora desde abril de mil novecientos noventiuno, para proceder a su
liquidación por tiempo de servicios, el que ha sido cobrado por la misma a su entera satisfacción,
suscribiendo incluso el documento de recepción, con lo que ella misma ha convalidado su despido
al hacer efectivo el cobro de sus beneficios sociales; y, 3) "nuestras normas laborales, establecen
la facultad del trabajador despedido, de optar por su reposición a su centro de trabajo o de dar por
terminada su relación laboral, y en este último caso consecuentemente hacer efectivo el cobro de
su compensación por tiempo de servicio; opción que ha sido la de la accionante por lo que la
presente acción deviene en improcedente".
Esta sentencia al ser apelada, es confirmada por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, toda vez que se ha acreditado que la accionante ha cobrado su liquidación por beneficios
sociales, dejando sin efecto el vínculo laboral con la institución, de manera tal que se ha extinguido
el contrato de trabajo y por lo tanto no existe violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional.
FUNDAMENTOS:
Que, la presente acción tiene por objeto la declaración de inaplicabilidad para la accionante, de la
Resolución de Alcaldía Nº 015-96-MDI, por la que se deja sin efecto la relación laboral entre la
actora y el Concejo Municipal de Imperial, debiendo ordenarse la reposición de la misma;
Que, a fojas treinticuatro, obra en el expediente, la copia fedatada de la liquidación efectuada por la
Municipalidad Distrital de Imperial de fecha dos de febrero de mil novecientos noventiséis, la misma
que se encuentra rubricada por la accionante, en señal de conformidad y "dejando sin efecto el
vínculo laboral con la institución";
Que, la accionante señala respecto de la referida liquidación, que ella sólo ha cobrado sus
beneficios "tales como los meses que me adeudaba vacaciones, reintegros del mes de diciembre"
pero no su liquidación por años de servicio, la cual "ha sido burdamente elaborado por los
funcionarios que aparecen en el documento y que no tiene ningún efecto legal", toda vez que ella
es iletrada, como lo acredita con copia de su Libreta Electoral que obra a fojas uno, pudiendo poner
sólo su huella digital en los documentos que debe suscribir;
Que, el dicho de la accionante queda desvirtuado al observarse el documento presentado por ella
misma, y que corre a fojas cinco del principal, titulado como "Informe Nº 01" y que es remitido por
la actora al Jefe de Personal del Concejo Municipal de Imperial, con fecha treinta de abril de mil
novecientos noventitrés, el mismo que aparece rubricado por ella misma;
Que, no se encuentran acreditados en autos, los hechos alegados en la demanda, toda vez que las
partes han argumentado y presentado documentos sustentatorios que deben ser objeto de una
mejor probanza en la vía jurisdiccional pertinente, donde la compulsa de las pruebas permita al
juzgador apreciar mejor los hechos antes de emitir su pronunciamiento;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, de conformidad con las atribuciones que le
otorgan la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
...la Acción de Amparo, no resulta ser la vía idónea para dilucidar situaciones controvertibles...,
resultando de aplicación lo prescrito en el artículo 13° de la Ley N° 25398.
Expediente 422-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Oscar Velarde Martínez, interpone acción de amparo contra la Dirección Regional de
Agricultura de la Región Grau, a fin de que se deje sin efecto la Resolución Directoral Nº 088-95-
Región Grau DRA.P, de veintiuno de febrero de mil novecientos noventa y cinco, que resuelve su
contrato de arrendamiento de pastos naturales con una duración de nueve años, suscrito con la
Dirección Regional Agraria, el veintiocho de diciembre de mil novecientos noventa y tres. Señala
que este hecho vulnera sus derecho de libre desempeño de su trabajo y la libertad de contratación.
Por lo que pide que amparando su demanda se le restituyan los derechos vulnerados por la
autoridad emplazada.
FUNDAMENTOS:
Que, por tanto, la acción de amparo no resulta ser la vía idónea para dilucidar situaciones
controvertibles como es el caso de la presente demanda, resultando de aplicación lo prescrito en el
artículo 13º de la Ley Nº 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, la pretensión resuelta en contra del actor en acciones de amparo, según el artículo 8º de la
Ley Nº 23506 no produce "la cosa juzgada" de los hechos controvertidos, por lo tanto el accionante
tiene expedito su derecho...de ir a la vía común.
En Lima, a los tres días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de casación, entendiéndose como extraordinario, interpuesto por la empresa "Turismo del
Norte S.R.L." contra la sentencia pronunciada por la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, su fecha siete de junio de mil novecientos noventa y cinco
que declaró no haber nulidad en la sentencia de vista del dieciséis de junio de mil novecientos
noventa y cuatro que revocando la apelada declaró caducado la acción de amparo por haberse
planteado la demanda fuera del plazo de sesenta días; en el proceso iniciado por "Turismo del
Norte S.R.L." contra Concejo Provincial de Sullana, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
"Turismo del Norte S.R.L." a fojas sesenta y cinco interpone acción de amparo contra el Concejo
Provincial de Sullana para que se declare el cese de los alcances de la Resolución de Alcaldía Nº
177-93-MPS del cinco de febrero de mil novecientos noventa y tres por el que se declara nulo y sin
valor la Licencia Municipal Nº 265-MPS del veintitrés de octubre de mil novecientos noventa y dos;
además, ordena la clausura definitiva y erradicación de la empresa antes citada por constituir
atentado contra la integridad física y la salud.
El actor señala que el veintitrés de octubre de mil novecientos noventa y dos la demandada
concedió la Licencia de funcionamiento Nº 265 a favor de la empresa accionante para que funcione
oficinas de venta de pasajes de transporte de pasajeros, carga y terminal terrestre ubicado en la
calle Av. José de Lama Nº 226 y Espinar.
Expresa que el cinco de febrero de mil novecientos noventa y tres, la demandada ha emitido la
Resolución Nº 177-93-MPS por la cual resuelve declarar nulo y sin valor legal la licencia antes
citada. Sostiene que ha interpuesto los recursos impugnatorios correspondientes ante la autoridad
municipal quien ha confirmado los alcances de la resolución de anulación anotada.
Agrega que el diecisiete de setiembre de mil novecientos noventa y tres se realizó la diligencia de
clausura del terminal terrestre del actor y el veinticoho de setiembre de mil novecientos noventa y
tres, el demandado expide la Resolución de Alcaldía Nº 1569-93-MPS por la que da por agotada la
vía administrativa.
Afirma que el quince de febrero de mil novecientos noventa y tres interpuso acción de amparo
contra la Resolución Nº 177-93-MPS y obtuvo en Primera Instancia sentencia favorable. La Sala
Civil Superior revocó la sentencia declarando improcedente la demanda. La Sala Constitucional y
Social de la Corte Suprema resolvió no haber nulidad. Manifiesta que por esta razón nuevamente
interpone la presente demanda.
Menciona que la Resolución que impugna viola el derecho a la inversión privada, el derecho al
trabajo y que es discriminatoria porque el informe técnico del reglamento de servicio municipal de
la entidad demandada informa que en la Av. José de Lama, donde funciona la empresa accionante,
operan otras empresas, la mayoría carecen de servicios, no cuentan con terminales y embarcan
sus pasajeros en la vía pública.
En Primera Instancia a fojas ochenta y cinco se declaró fundada la demanda declarando nula y sin
efecto legal la Resolución Nº 177-93-MPS. La sentencia de Segunda Instancia de fojas ciento
ochenta y cuatro, revoca el fallo apelado y reformando el de Primera Instancia lo declara caducado
por haberse interpuesto la demanda extemporáneamente fuera del plazo de sesenta días a partir
de la fecha de la supuesta infracción.
FUNDAMENTOS:
Que, la sentencia de Primera Instancia de fojas ochenta y cinco del diez de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro pronunciado por el Juez de Primera Instancia doctor Gustavo
Becerra Rojas, incurre en error frente al derecho vigente porque indebidamente declara la nulidad
de la resolución objeto de la acción de amparo cuando debió limitarse, en su caso, a declarar la
ineficacia de la anotada resolución; Que, la Sala Especializada Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura, integrada por los doctores Palacios Villar, Arteaga Rivas y Zavaleta Carretero,
también en parte, incurren en error al expedir la sentencia del dieciséis de junio de mil novecientos
noventa y cuatro de fojas ciento ochenta y cuatro a ciento ochenta y seis porque si bien el
considerando del fallo mantiene congruencia con la decisión de revocar el fallo de Primera
Instancia; sin embargo, no conserva precisión cuando usa el vocablo caducado para sustentar la
extemporaneidad de la presentación de la demanda; debiendo declarar al respecto la
improcedencia por la falta de un presupuesto de forma como es el de oportunidad en el tiempo;
Que, a fojas cuarenta y ocho del cuaderno de su propósito de la Corte Suprema de Justicia de la
República, el actor expresamente sostiene que el proceso administrativo ante el Concejo Provincial
de Sullana no ha concluido porque el dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro
se dictó la Resolución Municipal Nº 076-94-MPS por la que se ratifica la clausura definitiva y
erradicación del terminal terrestre de la empresa accionante; Que, esta afirmación no es un
argumento válido porque la Resolución citada obrante en copia certificada de fojas dieciocho a
veinte del cuaderno anotado no crea una nueva relación jurídica diferente a la Resolución Nº 177-
93-MPS materia de la acción de garantía; Que, del acompañado expediente administrativo de
ejecución coactiva de la Municipalidad Provincial de Sullana, a fojas ochenta y seis se verifica que
la diligencia de clausura del local de la empresa se realizó el diecisiete de setiembre de mil
novecientos noventa y tres; esto es al veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y cuatro
fecha de interposición de la demanda de fojas sesenta y cinco ha transcurrido más de sesenta días
del supuesto acto infractorio; Que, la vía administrativa feneció por resolución municipal expresa el
veintiocho de setiembre de mil novecientos noventa y tres obrante a fojas treinta y uno; esto
evidencia la notoria extemporaneidad de la acción de amparo; Que, la pretensión resuelta en
contra del actor en acciones de amparo, según el artículo 8º de la Ley Nº 23506, no produce la
cosa juzgada de los hechos controvertidos por tanto el accionante tiene expedito su derecho de
debatirlo nuevamente en la vía común.
FALLA:
Que, la acción de amparo por ser sumaria y carente de estación probatoria, no es la vía idónea
para dilucidar situaciones controvertibles, que por su naturaleza requieren de actuación de
pruebas, como en el presente caso, en que el actor cuestiona la legalidad de su cese laboral, razón
por la cual resulta improcedente la acción de garantía incoada.
Expediente 017-97-AA/TC
Chiclayo
En Chiclayo, a los dieciséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formula don Luis Erickson Incio Romero contra la resolución de la
Segunda Sala Civil, Agraria, Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha dos
de diciembre de mil novecientos noventaiséis, que confirmando el auto apelado, declaró
improcedente la Acción de Amparo, interpuesta contra el Instituto Peruano de Seguridad Social y
otros.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa y seis, don Luis E. Incio Romero, interpone
Acción de Amparo contra el Instituto Peruano de Seguridad Social, la Gerencia Departamental de
Lambayeque del IPSS y el Procurador Público del Ministerio de Salud; por violación de sus
derechos constitucionales referidos a la vida, igualdad ante la ley, a contratar con fines lícitos, al
trabajo, a la estabilidad laboral e irrenunciabilidad de los derechos, consagrados en los incisos 1, 2,
y 12 del artículo 2º; artículos 42º, 48º y 57º de la Carta Política de 1979, respectivamente;
solicitando se le reponga en su centro de trabajo y se le abone sus remuneraciones dejadas de
percibir.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare inaplicable
la Resolución Nº 469-DGL-IPPS su fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y dos, se le
reponga en su centro de trabajo y se le abone sus remuneraciones dejadas de percibir.
2. Que, el juzgador puede denegar de plano la Acción de Amparo cuando resulte manifiestamente
improcedente, conforme lo dispone el artículo 23º de la Ley Nº 25398.
4. Que, la acción de amparo por ser sumaria y carente de estación probatoria, no es la vía idónea
para dilucidar situaciones controvertibles, que por su naturaleza requieren de actuación de
pruebas, como en el presente caso, en que el actor cuestiona la legalidad de su cese laboral, razón
por la que resulta improcedente la acción de garantía incoada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Carta Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Segunda Sala Especializada Civil, Agraria y Laboral de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha dos de diciembre de mil novecientos
noventa y seis, que confirmó el apelado, declararando improcedente la acción.
Que, los hechos expuestos por el demandante que lo llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidor dentro del régimen de actividad pública; son controvertibles y
requieren de probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer, ésta, de estación probatoria.
Expediente 178-96-AA/TC
Huaura
Caso: César Aníbal Lino Díaz
En Lima a diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Huaura, de fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis en los seguidos entre don
César Aníbal Lino Díaz y don Arnulfo Alfredo Loza La Rosa, Alcalde de la Municipalidad Distrital de
Santa María, sobre acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Don César Aníbal Lino Díaz, interpone acción de amparo contra don Arnulfo Alfredo Loza La Rosa,
Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santa María, a fin que se declare nulo el despido del que ha
sido objeto, así como se ordene su reposición como trabajador de dicha Municipalidad.
Sostiene el demandante que ingresó a trabajar como chofer el primero de agosto de mil
novecientos noventa, realizando dicha labor con carácter permanente y en forma ininterrumpida
hasta el treintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y cinco; que el día dos de enero de mil
novecientos noventa y seis, el Alcalde procedió a despedirlo en forma verbal desconociendo el
trato directo de fecha veintinueve de setiembre de mil novecientos noventa y cinco suscrito entre el
Comité de Base de los trabajadores y el Alcalde de la Municipalidad, en el que se acordó el respeto
irrestricto a la estabilidad laboral de los trabajadores contratados; que ante tales hechos solicito la
constatación policial, y que al efectuarse ésta el Alcalde manifestó que se había vencido su
contrato de trabajo; que sólo suscribió contrato de servicios no personales para el período
comprendido entre el primero de agosto al treintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y
que continuó laborando hasta el treintiuno de diciembre de mil novecientos noventicinco,
sustentando lo dicho con una certificación expedida por don Hugo Díaz Mauricio, ex Alcalde de la
Municipalidad. Considera que ha adquirido el derecho a estabilidad laboral en virtud a la Ley Nº
24041 y que sólo puede ser cesado por las causales previstas en el Decreto Legislativo Nº 276,
amparando su demanda en los artículos 22º, 2º inciso 23 de la Constitución Política.
Con fecha primero de marzo de mil novecientos noventa y seis el Juez Provisional del Primer
Juzgado Civil de Huaura expide resolución, declarando improcedente la demanda. Interpuesto el
recurso de apelación, con fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis la Sala Civil
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura expide resolución confirmando la apelada.
Que, los hechos expuestos por el demandante que lo llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidor dentro del régimen de actividad pública; son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer, ésta, de estación probatoria.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de las atribuciones conferidas por la
Constitución y su propia Ley Orgánica,
FALLA:
...(los) beneficios derivados de su fenecida relación laboral deben acreditarse en la forma de ley y
con el control debido de las partes en un juicio ordinario, con los medios probatorios que cada uno
requiere, no siendo este proceso de amparo la vía indicada debido a su carácter excepcional, en el
que no existe la estación de prueba pertinente.
Expediente 421-96-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Pablo Ernesto Bayona Vilela contra la resolución de la
Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, del dieciséis de enero de mil
novecientos noventiséis, que confirma la del Primer Juzgado en lo Civil de Piura, su fecha veintiuno
de setiembre de mil novecientos noventiséis que declara improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Contra esta resolución el accionante interpone recurso extraordinario, por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. De autos consta que el justiciable reclama el pago de sus pensiones nivelables desde junio de
mil novecientos noventicinco, por el régimen del Decreto Ley Nº 20530, incluyendo la bonificación
especial, así como también el pago de sus incentivos por renuncia, el fondo de estímulo sectorial,
se le extienda su resolución de cese y su certificado de trabajo, por concepto de sus servicios
prestados al Consejo Transitorio demandado.
2. Tales beneficios derivados de su fenecida relación laboral deben acreditarse en la forma de ley y
con el control debido de las partes en un juicio ordinario, con los medios probatorios que cada uno
requiere, no siendo este proceso de amparo la vía indicada debido a su carácter excepcional, en el
que no existe la estación de prueba pertinente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado, y sus Ley Orgánica Nº 26435 y la Ley modificatoria Nº 26801,
FALLA:
Que los hechos expuestos por el demandante que lo llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidor dentro del régimen de la actividad pública; son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer ésta de estación probatoria.
Expediente 193-96-AA/TC
Huaura
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Don Pedro Alejandrino Loza Barzola interpone acción de amparo, contra don Arnulfo Alfredo Loza
La Rosa Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santa María; a fin que se declare nulo el despido
del que ha sido objeto, solicitando su reposición como trabajador de dicha Municipalidad así como
se disponga el pago de sus remuneraciones no abonadas y demás beneficios.
Alega asimismo, que las funciones que ha venido desarrollando son de carácter permanente por lo
que considera que le es aplicable la Ley Nº 24041 en cuyo caso, no puede ser cesado sino por
causales previstas en el Decreto Legislativo Nº 276; en consecuencia, considera que la
demandada ha atentado contra su derecho al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario,
garantizados por los artículos 22º, 23º y 27º de la Constitución Política del Estado.
Admitida la demanda, esta es contestada por el Alcalde demandado, quien solicita que se declare
infundada en vista que al demandado no le asiste ningún derecho a la estabilidad laboral que su
contratación estaba prohibida por la Ley de Presupuesto del año 1990, que no ha sido cesado o
despedido sino que ha concluido su vínculo contractual, que no ha realizado labores de carácter
permanente, sino auxiliares y de apoyo; que el demandante no acredita haber laborado
ininterrumpidamente en el año mil novecientos noventa y cinco y que la certificación que le ha
otorgado el ex Alcalde no figura en los archivos de la Municipalidad y que por esta irregularidad y
otras se le está denunciando penalmente.
Con fecha primero de marzo de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Primer Juzgado Civil
Provisional de Huaura expide resolución declarando improcedente la acción de amparo;
interpuesto el recurso de apelación, con fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis,
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, expide resolución confirmando la apelada.
FUNDAMENTOS:
Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer loas cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional.
FALLA:
Que, los hechos expuestos por el demandante, que lo llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos, como servidor dentro del régimen de la actividad pública, son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer ésta de estación probatoria.
Expediente 262-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por don Segundo Gamaniel Tovar Maza, contra la resolución
de vista de la Sala Civil Mixta, de la Corte Superior de Justicia de Huaura, su fecha cinco de junio
de mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada reformándola declaró improcedente la
acción contra la Municipalidad Provincial de Barranca.
ANTECENDENTES:
Don Segundo Gamaniel Tovar Maza, interpone acción de amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Barranca, por haberse conculcado sus derechos constitucionales de
libertad de trabajo, estabilidad laboral y derecho al debido proceso, a efecto de que se declare nula
e insubsistente la resolución de Alcaldía N° 0237-96-AL/RUV-MPB, del quince de marzo de mil
novecientos noventa y seis, solicitando reposición en la plaza de Policía Municipal.
El Juez Civil de Primera Instancia de Barranca, con fecha nueve de mayo de mil novecientos
noventa y seis, de fojas setenta y ocho a fojas ochenta y siete, expide sentencia declarando
fundada la acción de amparo, nula e insubsistente la Resolución de Alcaldía, por considerar que la
resolución cuestionada se ejecutó antes de vencerse el plazo, por lo tanto no es exigible la vía
previa.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, expide
resolución revocando la de primera instancia, reformándola declaró improcedente la acción de
amparo, interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Barranca.
FUNDAMENTOS
1.Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional.
2.Que los hechos expuesto por el demandante que lo llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidor dentro del régimen de la actividad pública; son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer esta de estación probatoria.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su ley Orgánica.
FALLA:
Que, los hechos expuestos por la demandante que la llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidora dentro del régimen de la actividad pública; son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer ésta de estación probatoria.
Expediente 263-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los trece días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vázquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, interpuesto por doña Norma Alicia Ramírez Ramos, contra la resolución de
vista de la Sala Civil Mixta, de la Corte Superior de Justicia de Huaura, su fecha cinco de junio de
mil novecientos noventa y seis, que revocando la apelada reformándola declaró improcedente la
acción contra la Municipalidad Provincial de Barranca.
ANTECEDENTES:
Doña Norma Alicia Ramírez Ramos, interpone acción de amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Barranca, por haber conculcado sus derechos constitucionales de
libertad de trabajo, estabilidad laboral y derecho al debido proceso, a efecto de que se declare nula
e insubsistente la Resolución de Alcaldía N° 0234-96-AL/RUV-MPB de fecha quince de marzo de
mil novecientos noventa y seis, solicitando reposición en su plaza de secretaria.
El Juez Civil de Primera Instancia de Barranca, con fecha diez de mayo de mil novecientos noventa
y seis, a fojas setenta y seis, y ochenta y tres, expide sentencia declarando fundada la acción de
amparo, nula e insubsistente la Resolución de Alcaldía, por considerar que la resolución
cuestionada se ejecutó antes de vencerse el plazo, por lo tanto no es exigible la vía previa.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, expide
resolución revocando la de primera instancia, reformándola declaró improcedente la acción de
amparo, interpuesta contra la Municipalidad Provincial de Barranca.
FUNDAMENTOS:
1.Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional.
2. Que los hechos expuesto, por la demandante que la llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidora dentro del régimen de la actividad pública; son controvertibles y
requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer ésta de estación probatoria.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional,en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, los hechos expuestos por la demandante, que la llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidora dentro del régimen de actividad pública, son controvertibles y
requieren de probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer, ésta de estación probatoria.
Expediente 179-96-AA/TC
Huaura
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, su fecha diecinueve de abril de mil novecientos noventa y
seis, que confirmando la sentencia de primera instancia declaró improcedente la demanda de
acción de amparo interpuesta por doña Ana Isabel Romero Torres contra la Municipalidad Distrital
de Santa María-Huacho.
ANTECEDENTES:
Doña Ana Isabel Romero Torres interpone acción de amparo contra la Municipalidad Distrital de
Santa María-Huacho, solicitando se declare nulo el despido o cese de su centro de trabajo, y su
reposición por ser trabajadora estable y de labor permanente. La actora señala que con fecha tres
de mayo de 1993, ingresó a trabajar al Municipio demandado como empleada en el Departamento
de Contabilidad, desarrollando labores de control, mantenimiento y confección de la información
contable, control de los gastos de acuerdo con el Presupuesto y Planificación, análisis de cada
cuenta patrimonial, entre otras labores. Habiendo desempeñado esa labor hasta el 31 de diciembre
de 1995, sustentándose con una certificación expedida por don Hugo Díaz Mauricio, ex- alcalde de
la citada Municipalidad, razón por la que en virtud del artículo 1º de la Ley Nº 24041, que dispone
que aquéllos trabajadores públicos contratados para realizar labores de naturaleza permanente,
que tengan más de una año ininterrumpidos de servicios, no pueden ser cesados o destituidos sino
por las causales previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo Nº 276, "Ley de Bases de la
Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público".
La Municipalidad Distrital de Santa María, niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
señalando que la demandante no realizó las labores señaladas por ella, toda vez que éstas son
propias de un profesional contable con el que contaba el Municipio. Asimismo, la Ley Nº 24041, al
mencionar en el artículo 1º "labores de naturaleza permanente", se entiende que éstas deben estar
establecidas en el Reglamento de Organización y Funciones como tales, situación que no se
cumple en el presente caso. Indica también, que el contrato de la demandante venció, por lo cual
no puede ser renovado, de acuerdo a la Ley del Presupuesto para el año 1996. Asimismo, las
boletas de pago presentadas por la demandante no prueban sus labores de agosto, setiembre y
diciembre de 1995, y la certificación en que basa su pretensión ha sido otorgado de favor por el
anterior alcalde, no existiendo en los archivos de la Municipalidad solicitudes o alguna anotación
que con fecha 30 de diciembre de 1995, se haya expedido tal documento, por lo que se ha
denunciado penalmente al ex-alcalde.
El Primer Juzgado en lo Civil de Huaura - Huacho, por sentencia de fecha primero de marzo de mil
novecientos noventa y seis, declaró improcedente la presente acción, al considerar que el actor no
cumplió con agotar las vías previas según lo establecido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, "Ley
de Hábeas Corpus y Amparo".
La Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, por resolución número nueve, de
fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis, confirmó la sentencia de primera
instancia, que declara improcedente la acción, por considerar que la actora no ha acreditado estar
comprendido en la carrera administrativa al no haber ingresado a ella por concurso público, ni
conforme al artículo 15º del Decreto Legislativo Nº 276.
FUNDAMENTOS:
Que, los hechos expuestos por la demandante, que la llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidora dentro del régimen de actividad pública, son controvertibles y
requieren de probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer, ésta de estación probatoria.
Por este fundamento, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas
94, su fecha diecinueve de abril de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta. Mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a
ley; y, los devolvieron.
Que, los hechos expuestos por el demandante, que le llevan a considerar que el cese es violatorio
de sus derechos como servidor dentro del régimen de actividad pública, son controvertibles y
requieren de probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del
amparo, por carecer, ésta de estación probatoria.
Expediente 180-96-AA/TC
Huaura
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en Sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, su fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y
seis, que confirmando la sentencia de primera instancia declaró improcedente la demanda de
acción de amparo interpuesta por don Danilo Grados Cabrel contra la Municipalidad Distrital de
Santa María.
ANTECEDENTES:
Don Danilo Grados Cabrel interpone acción de amparo contra la Municipalidad Distrital de Santa
María - Huacho, solicitando se declare nulo el despido o cese de su centro de trabajo, y su
reposición por ser trabajador estable y de labor permanente. El actor señala que con fecha primero
de febrero de 1990, ingresó a trabajar al Municipio demandado como empleado en el
Departamento de Predios, su labor consistía en la cobranza de tributos. Habiendo desempeñado
esa labor hasta el 31 de diciembre de 1995, en forma permanente, sustentándose con una
certificación expedida por don Hugo Díaz Mauricio, ex-alcalde de la Municipalidad, razón por la que
en virtud del artículo 1º de la Ley Nº 24041, que dispone que aquéllos trabajadores públicos
contratados para labores de naturaleza permanente, que tengan más de un año ininterrumpidos de
servicios, no puede ser cesados o destituidos sino por las causales previstas en el Capítulo V del
Decreto Legislativo Nº 276, "Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del
Sector Público".
La Municipalidad Distrital de Santa María niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
señalando que el actor estuvo contratado como empleado en el Departamento de Predios,
realizando labor de cobranza, labor que no tiene carácter de permanente, pues la campaña predial
sólo dura una temporada entre febrero y marzo de cada año. Asimismo, la Ley Nº 24041, al
mencionar en el artículo 1º "labores de naturaleza permanente", se entiende que éstas deben estar
establecidas en el Reglamento de Organización y Funciones como tales, situación que no se
cumple en el presente caso. Indica también, que el contrato del señor Grados venció, por lo cual no
puede ser renovado de acuerdo a la Ley del Presupuesto para el año 1996. Asimismo, las boletas
de pago presentadas por el demandante no prueban sus labores durante todo el año de 1995, y la
certificación en que basa su pretensión ha sido otorgada de favor por el anterior alcalde, no
existiendo en los archivos de la Municipalidad solicitudes o alguna anotación de que con fecha 30
de diciembre de 1995, se haya expedido tal documento, por lo que se ha denunciado penalmente
al ex-alcalde.
El Primer Juzgado en lo Civil de Huaura - Huacho, por sentencia de fecha primero de marzo de mil
novecientos noventa y seis, declaró improcedente la presente acción, al considerar que al actor no
cumplió con agotar las vías previas según lo establecido en el artículo 27º de la Ley Nº 23506, "Ley
de Hábeas Corpus y Amparo".
La Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, por resolución número doce, de
fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y siete, confirmó la sentencia de primera
instancia, que declara improcedente la acción, por considerar que el actor no ha acreditado estar
comprendido en la carrera administrativa al no haber ingresado a ella por concurso público, ni
conforme al artículo 15º del Decreto Legislativo Nº 276.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamento, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas
163, su fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y siete, que declaró improcedente la
acción de amparo interpuesta. Mandaron se publique en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a
ley; y, los devolvieron.
...la presente causa por tratarse de una controversia donde se esgrimen argumentos por ambas
partes, éstas deben ventilarse en un proceso ordinario, a efectos que en la instancia probatoria las
partes acrediten y/o aprueben sus argumentos
Expediente 667-96-AA/TC
Sullana
En Piura, a los dos días del mes de diciembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don José Tejero Campos contra la resolución expedida por
la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de
fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventiséis que declaró improcedente la acción de
amparo.
ANTECEDENTES.
Don José Tejero Campos interpone demanda de acción de amparo contra el Juez de Paz Letrado
de Sullana Dr. Mario Sancarranco Seminario y el Juez Civil de Sullana Dr. Santiago Herrera
Navarro con la finalidad de que se declare inaplicable por nula y sin valor legal la sentencia
expedida por el Juez Dr. Santiago Herrera que con fecha diecinueve de julio de mil novecientos
noventicinco confirmó la del Señor Juez de Paz Letrado Dr. Mario Sancarranco Seminario que
declara fundada la demanda interpuesta por Socorro Calderón contra el actor y ordenaba el
desalojo del inmueble que habita el demandante, señala que en tal proceso y sentencia se le ha
conculcado los siguientes derechos: de jurisdicción y proceso, de propiedad, la observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional, la motivación de las sentencias y el derecho a la defensa;
ampara su demanda en lo dispuesto por las Leyes Nºs 23506 y 25011, Decreto Supremo Nº 024-
90-JUS, Ley Nº 25938 y Ley Nº 25433.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura-Tumbes con fecha diecinueve de
setiembre de mil novecientos noventicinco declaró fundada la demanda, por considerar, entre otras
razones, que el derecho irrestricto de defensa es uno de los derechos constitucionales que el
Estado garantiza a todo ciudadano que en el caso de autos el A-quo del proceso cuestionado no
admitió el medio probatorio ofrecido, que debe priorizarse el valor justicia sobre el valor seguridad
jurídica.
FUNDAMENTOS:
2. Para mayor abundamiento la presente causa por tratarse de una controversia donde se
esgrimen argumentos por ambas partes, éstas deben ventilarse en un proceso ordinario, a efectos
que la instancia probatoria las partes acrediten y/o aprueben sus argumentos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 136-97-AA/TC
Lambayeque
En Chiclayo, a los dieciséis días del mes de setiembre de mil novecientos noventa y siete, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario, que formula Jorge Montenegro García contra la resolución de la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque su fecha veintiocho de enero de mil
novecientos noventa y siete, que revocando la apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo
interpuesta contra el Concejo Provincial de Lambayeque.
ANTECEDENTES:
Con fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y seis, don Jorge Montenegro García
interpone Acción de Amparo, por violación de sus derechos laborales referidos al trabajo, a la
remuneración por la prestación de un trabajo, al descanso semanal y anual remunerados, y al pago
por concepto de Gratificaciones en Fiestas Patrias y Navidad, consagrados en los artículos 22º, 23º
y 25º de la Carta Política del Estado, Decreto Legislativo Nº 713 y Ley Nº 25139, respectivamente.
Sostiene el accionante que el demandado no cumple con cancelarle los beneficios laborales antes
mencionados, no obstante los requerimientos que para el efecto ha cumplido con efectuarle, lo que
lo obliga a recurrir a la presente acción de garantía.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el demandado, quien alega que el actor no acredita
qué derechos constitucionales se han violado o amenazado, no se ha agotado la vía administrativa
así como que la reclamación ha debido tramitarse en la vía laboral, solicitando por ello se declare
improcedente la misma.
Con fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y seis, el Juez Especializado en lo Civil de
Lambayeque, expide sentencia declarando fundada la demanda. Interpuesto recurso de apelación,
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, con fecha veintiocho de
enero de mil novecientos noventa y siete emite resolución revocando la recurrida y declararon
improcente la incoada.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de las acciones de garantía es el de reponer las cosas al estado anterior a la
violación o amenaza de un derecho constitucional.
2. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita que se ordene al
demandado cumpla con otorgarle descanso semanal y anual remunerados, cancelarle las sumas
correspondiente a gratificaciones por Fiestas Patrias y Navidad, así como por trabajo en días
feriados.
3. Que, la vía del amparo, por su naturaleza sumaria y carente de estación probatoria, no es la
idónea para dilucidar asuntos, que como el presente, requieren de actuación de pruebas.
4. Que, en consecuencia, el demandante debió recurrir a la vía jurisdiccional laboral, a fin que se
declare sus derechos laborales invocados, toda vez que éstos estan regulados en normas legales
de naturaleza infraconstitucional.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Asimismo, ordenaron la publicación de la presente en el Diario Oficial "El Peruano" conforme a ley,
y los devolvieron.
Que, la vía del Amparo por su naturaleza sumaria, carente de estación probatoria, no es la idónea
para ventilar asuntos que requieren de actuación de pruebas, como en el presente caso;...
Expediente 392-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventitrés, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por Universal Textil S.A., contra la sentencia de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, de tres de noviembre de mil novecientos
noventitrés, que declaró improcedente la Acción de Amparo seguida por la mencionada accionante,
en contra del Estado -Ministerio de Trabajo-.
ANTECEDENTES:
La demandante, presentó Acción de Amparo, en contra del Ministerio de Trabajo con el objeto de
que se declare no aplicable a ella lo dispuesto por la R.D. Nº 013-87-TR de fecha nueve de abril de
mil novecientos ochentisiete, por medio de la cual se aprobó una tabla de conversión del salario
básico textil de soles a intis a nivel nacional con vigencia al mes de enero de mil novecientos
ochentisiete, elaborada por la Oficina General de Economía del Ministerio de Trabajo. Y además,
para que se declare la inaplicabilidad por inconstitucionales la R.D. 061-90-DR-LIM-ADJ de fecha
quince de marzo de mil novecientos noventa, así como de la Resolución Subdirectora Nº 005-90-
ISD-DEN de fecha once de enero de mil novecientos noventa; manifestó además la demandante,
entre otras cosas, que de tener que aplicar las disposiciones que impugnaban tendrían que dejar
de lado los pactos colectivos celebrados con sus trabajadores que tienen fuerza de ley, no
pudiendo en consecuencia ser anulados por una simple resolución; que sus trabajadores a destajo
de pronto tendrían un jornal fijo y que en la práctica sería menos de la mitad de lo que venían
percibiendo; que según lo dispuesto por el Ministerio de Trabajo, en la práctica unos trabajadores
debían percibir el 100% de aumento y otro grupo mayoritario y de menores ingresos, sólo el 7%, no
habiendo motivo para hacer esa distinción, no obstante ello, la Directiva del Sindicato de
Trabajadores había denunciado a la empresa para que cumplieran la inconstitucional norma de
inferior jerarquía; por otro lado dijeron que existía un pronunciamiento de los peritos quienes en su
informe indicaron que Universal Textil había realizado correctamente el cálculo y que el pago que
se hacía era justo.
La demanda fue absuelta por el Procurador competente, quien dijo que el salario textil en el Perú
tenía un régimen especial, en donde su indexación era fijada por una comisión tripartita de Estado,
Empleador y Trabajador; que las resoluciones impugnadas fueron dictadas por funcionarios
competentes y dentro del ejercicio regular de sus atribuciones; haciendo además un descargo
técnico del por qué y del cómo debía hacerse el cálculo de la indexación salarial en el sector textil.
El 15º Juzgado en lo Civil de Lima, falló declarando improcedente la Acción, por considerar en
esencia que la Acción de Amparo no era el camino idóneo para hacer cuestionamientos sobre
mecanismos de indexación salarial; por que el término para el ejercicio de la Acción de Amparo
había caducado; y, por que no se solicitó la inaplicabilidad de las cuestionadas resoluciones
administrativas por supuesta inconstitucionalidad en forma directa y en su oportunidad, no
llegándose a cuestionar mediante los mecanismos ordinarios.
FUNDAMENTOS:
Que, la vía del Amparo por su naturaleza sumaria, carente de estación probatoria, no es la idónea
para ventilar asuntos que requieren de actuación de pruebas, como en el presente caso; Que, la
actora no ha demostrado en autos la violación de ningún derecho constitucionalmente protegido,
no siendo por tanto de aplicación al caso los artículos 2º y 3º de la Ley Nº 23506.
Por estas consideraciones el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución y su Ley Orgánica.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, el reclamo de los actores implica consideraciones de carácter técnico conforme fluye de la
supuesta cláusula insoluta, lo cual hace necesario desarrollar una actividad probatoria que resulta
imposible realizar en sede de amparo constitucional..., por lo que los demandantes deben recurrir a
la vía ordinaria correspondiente. No ser idónea para este caso la vía del amparo.
Expediente 049-92-AA/TC
Lima
En Lima, a los once días del mes julio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal Constitucional
reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
El Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones-Seccional Lima,
interpone acción de amparo, con fecha 11 de enero de 1989, contra la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones del Perú S.A., para que cumpla con la Cláusula Segunda del Acta de Arreglo
el Pliego de Reclamos 1988-1989, de fecha 25 de agosto de 1988, la misma que fue aprobada por
Resolución Sub- Directoral Nº 540-88-ISD-NEC; sostienen los demandantes que la cláusula
segunda del acotado convenio estableció los incrementos adicionales de remuneraciones con las
siguientes características: a) se aplica sobre las remuneraciones básicas existentes al 31 de
diciembre de 1988, sin ningún tope, b) se calculará en relación a la variación acumulada que
registre el Indice de Precios al Consumidor para Lima Metropolitana que fije el Instituto Nacional de
Estadística en el periodo comprendido entre el 01 de julio y el 31 de diciembre de 1988, y c) son
computables para todos los derechos laborales desde el momento de su percepción; que, estos
criterios para los incrementos adicionales de remuneraciones, no han sido respetadas por la
demandada pese a que por su naturaleza jurídica los convenios colectivos tienen fuerza de ley,
según lo preceptuado por el artículo 54º de la Constitución Política del Estado de 1979, violándose
así también el artículo 43º de dicha Carta Política.
A fojas 41, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones del Perú S.A., con fecha 18 de enero de
1989, contesta la demanda, argumentando, principalmente, que convino de buena fe con los
trabajadores "que los incrementos adicionales tenían que calcularse teniendo en cuenta el tope
máximo de remuneraciones que sirva de base para estos efectos (I/. 20,000.00) conforme a lo
dispuesto por el inciso a) del artículo 4º del Decreto Supremo Nº 025-88-TR", los trabajadores
pretenden, sin embargo, que el cálculo de Incrementos Adicionales de Remuneraciones se realice
sin tope alguno; que, los trabajadores si tienen algún reclamo que hacer han debido recurrir ante
las vías que la ley expresamente concede para que la autoridad administrativa de trabajo pueda
pronunciarse sobre el cumplimiento o incumplimiento de los pactos colectivos.
A fojas 79, la sentencia del Juez de Primera Instancia, su fecha 08 de marzo de 1989, declara
fundada la acción de amparo, por considerar, principalmente, que el Decreto Supremo Nº 025-88-
TR, y la Resolución Directoral Nº 540-88-IDS-NEC, del veinte de octubre de 1988,
respectivamente, esta última dictada en base a la anterior, en la cual se establece que la
demandada otorgará a sus empleados, vencido el sexto mes de vigencia del pliego de reclamos
correspondientes, los incrementos adicionales de remuneración que resulten de aplicar sobre los
sueldos básicos vigentes al 31 de diciembre de 1988, el porcentaje de variación que experimente el
índice de precios del consumidor para Lima Metropolitana elaborado por el Instituto Nacional de
Estadística, para los períodos comprendidos entre el 01 de julio al 31 de diciembre de 1988, por lo
que la emplazada está infringiendo los derechos adquiridos por los trabajadores debidamente
reconocidos en los artículos 54º y 57º de la Constitución Política del Estado, en consecuencia,
cumpla la emplazada con pagar en el día a sus servidores, el incremento adicional de 1988 sin
topes como lo establece la Resolución Sub-Directoral Nº 540-88-INDS-NEC, del 20 de octubre de
1988.
A fojas 128, la sentencia de vista, su fecha 07 de junio de 1989, confirma la apelada que declaró
fundada la acción de amparo.
Interpuesto recurso de nulidad por la empresa demandada, la Segunda Sala Civil de la Corte
Suprema de Justicia de la República, emite sentencia con fecha 11 de diciembre de 1991,
declarando haber nulidad de la sentencia de vista que confirmando la apelada declaró fundada la
acción de amparo, y reformando la resolución recurrida y revocando la de Primera Instancia,
declararon improcedente la referida acción de garantía.
FUNDAMENTOS:
Que, es la pretensión de los demandantes que la emplazada cumpla con la Cláusula Segunda del
Acta de Arreglo del Pliego de Reclamos 1988-1989; que, el reclamo de los actores implica
consideraciones de carácter técnico conforme fluye de la supuesta cláusula insoluta, lo cual hace
necesario desarrollar una actividad probatoria que resulta imposible realizar en sede de amparo
constitucional, por cuanto implicaría dilatar los términos de este procedimiento; que, en este
sentido los demandantes deben recurrir a la vía ordinaria correspondiente, por no ser idónea para
este caso la vía del amparo; por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de sus
atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica;
FALLA:
Que, en el presente caso, por falta de elementos de juicio suficientes, llegar a dilucidar la cuestión
antes referida demandaría la actuación de pruebas, lo que no es posible en los procesos de
garantía como el presente...
Expediente 172-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintisiete días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, reunidos
en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por doña Felícitas Estrella Gutiérrez Cuevas, contra la
resolución de la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno, su fecha treinta de
diciembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción de amparo.
ANTECEDENTES:
Doña Felícitas Estrella Gutiérrez Cuevas interpone acción de amparo contra la Municipalidad
Provincial de Puno, representada por su Alcalde don Víctor Torres Esteves, con el objeto que se
deje sin efecto la Resolución de Alcaldía Nº 794-95, mediante la cual se da por concluido su
contrato de trabajo y, que consecuentemente se le restituya en su centro de trabajo.
Manifiesta que ingresó a laborar en la Municipalidad demandada el 15 de abril de 1992, en mérito
al contrato con vigencia hasta el 31 de diciembre de dicho año, en que continúo trabajando en la
misma condición, en virtud a la resolución de fecha 28 de octubre de 1993, que prorrogó su
contrato hasta el 31 de diciembre de 1993, fecha después de la cual siguió trabajando sin contrato,
hasta el 1 de abril de 1994; que posteriormente se la vuelve a contratar mediante la Resolución Nº
184-94-MPP/A, esta vez como contratada por servicios personales, con vigencia hasta el 31 de
diciembre de 1994; que, mediante la Resolución Nº 108-95-MPP/A se le vuelve a renovar el
contrato, desde el primero de enero de 1995 hasta el 31 de marzo del mismo año, para prestar
servicios de apoyo en la Oficina de Registro Civil; agrega que mediante la Resolución Nº 327-95-
MPP/A, se le vuelve a prorrogar hasta el 31 de julio de 1995, sin embargo ha seguido laborando
hasta el 12 de enero de 1996, por lo que el contrato se tornó en indeterminado.
Señala que ha laborado en la Municipalidad Provincial de Puno por más de tres años consecutivos,
desempeñando cargos de naturaleza permanente; que desde el año 1994 se le hicieron sus pagos
por planilla, con todos los descuentos de ley. Sostiene que había adquirido estabilidad laboral
relativa, por lo que siendo indeterminado su contrato no podía ser resuelto sin el correspondiente
procedimiento administrativo.
El Juez del Primer Juzgado Mixto de Puno declaró fundada la demanda, por considerar que
habiendo la demandante trabajado en la Municipalidad demandada en labores de naturaleza
permanente, solamente podía ser cesada por las causales previstas en el Capítulo V del Decreto
Legislativo Nº 276.
A fojas 122 la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Puno revoca la apelada,
declarando improcedente la demanda, por considerar que no se cumplió con agotar la vía previa
administrativa.
FUNDAMENTOS:
Que, la cuestión controvertida en esta acción se circunscribe a establecer si los servicios que la
demandante prestó en la Municipalidad Provincial de Puno tuvieron el carácter de permanentes y,
en tal eventualidad, si reunió los demás requisitos que la legislación de la materia exige para el
ingreso a la carrera administrativa; todo ello con el propósito de determinar si, al darse por
concluido el contrato laboral de la accionante, se vulneró el derecho constitucional invocado.
Que, en el presente caso, por falta de elementos de juicio suficientes, llegar a dilucidar la cuestión
antes referida demandaría la actuación de pruebas, lo que no es posible en los procesos de
garantía como el presente, que por su naturaleza especial y sumarísima, carecen de estación
probatoria; razón por la cual la acción de amparo no es la vía pertinente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, los hechos expuestos por la demandante... son controvertibles y requieren probanza para su
dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del amparo, por carecer ésta de
estación probatoria.
Expediente 243-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad, entendido como extraordinario, interpuesto por doña Gloria Esperanza García
Niño, contra la resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, su
fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la sentencia de primera
instancia declaró improcedente la demanda de acción de amparo contra la Municipalidad Distrital
de Santa María-Huacho.
ANTECEDENTES:
Doña Gloria Esperanza García Niño, interpone acción de amparo contra la Municipalidad Distrital
de Santa María - Huacho solicitando se declare nulo el despido o cese de su centro de trabajo, y su
reposición por ser trabajadora estable y de labor permanente.
Sostiene la demandante que con fecha seis de marzo de mil novecientos noventa, ingresó a
trabajar al municipio demandado como empleada de oficina en el departamento de predios,
posteriormente, con fecha siete de enero de mil novecientos noventa y tres pasó a laborar como
empleada tesorera de la municipalidad, encargada de los pagos y cobros de facturas y cheques,
habiendo desempeñado esa labor hasta el día treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, en forma permanente, sustentándose con una certificación expedida por don Hugo
Díaz Mauricio, ex Alcalde de la Municipalidad, razón por la que en virtud del artículo 1º de la Ley Nº
24041, que dispone que aquellos trabajadores públicos contratados para labores de naturaleza
permanente, que tengan más de un año ininterrumpido de servicios, no pueden ser cesados o
destituidos sino por las causales previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo Nº 276, "Ley de
Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Público".
Aduce la actora que ante el hecho del despido procedió apersonarse a la delegación de la PNP
conjuntamente con los demás trabajadores despedidos, constituyéndose éste en el centro de
trabajo directamente con el Alcalde quien le indicó que habían vencido los contratos de trabajo.
La Municipalidad Distrital de Santa María niega y contradice la demanda en todos sus extremos,
señalando que la actora estuvo contratada como empleada en forma eventual, que las labores
realizadas no tienen la naturaleza de permanente y que a la demandante no se le ha despedido ni
cesado ya que ha concluido su contrato y que están cumpliendo estrictamente la Ley del
Presupuesto Nº 26553, que prohibe contratar o renovar contratos de personal.
La Juez del Primer Juzgado en lo Civil de Huaura - Huacho, con fecha nueve de abril de mil
novecientos noventa y seis, a fojas noventa y dos, expide sentencia declarando infundada la acción
de amparo, e infundada la tacha propuesta a fojas cincuenta y cinco, por considerar que los hechos
demandados no constituyen vulneración de derecho constitucional alguno.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura,
expide resolución con fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y seis confirmando la
sentencia de primera instancia, que declara infundada la acción, por considerar que la actora no ha
acreditado estar comprendida en la carrera administrativa al no haber ingresado a ella por
concurso público, ni conforme al artículo 15º del Decreto Legislativo Nº 276.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son elevados al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, el objeto de las acciones de garantía es reponer las cosas al estado anterior a la violación
o amenaza de violación de un derecho constitucional.
3. Que, los hechos expuestos por la demandante que la llevan a considerar que el cese es
violatorio de sus derechos como servidora dentro del régimen de la actividad pública; son
controvertibles y requieren probanza para su dilucidación lo que no puede ser resuelto en la vía
sumarísima del amparo, por carecer esta de estación probatoria.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmandola resolución de la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas
114, su fecha nueve de mayo de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la apelada
declaró infundada la acción de amparo; dispusieron la publicación de la presente en el Diario
Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Expediente 151-96-AA/TC
Huaraz
En Lima, a los veintidós días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, que interpone doña Sabina Lliuya Jamanca y
doña Marita Judith Yanac Lliuya contra la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ancash, su fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que
confirmando la apelada, declaró improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra don Pablo
Romero Henostroza, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huaraz, y don Marcos Huerta
Depaz, Director de Acondicionamiento y Desarrollo de dicha municipalidad.
ANTECEDENTES:
Con fecha once de octubre de mil novecientos noventa y cinco, doña Sabina Lliuya Jamanca y
doña Marita Judith Yanac Llmuya interponen Acción de Amparo contra el Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huaraz y don Marcos Huerta Depaz en su calidad de Director de
Acondicionamiento y Desarrollo de dicho municipio, solicitando se ordene a los emplazados que
repongan al estado anterior de dicha amenaza por omisión y en consecuencia cumplan con su
obligación de reubicarlas con sus familias en un lote de terreno de uso para vivienda, antes de que
se proceda a destruir el módulo A-3 de la manzana 15-B del Barrio Huarupampa de dicha ciudad,
por considerar que está amenazado el derecho constitucional a la vivienda, en su agravio y el de
sus familias.
Sostienen las demandantes que como consecuencia del sismo producido en el año 1970, en su
calidad de damnificadas, fueron ubicadas en el módulo antes mencionado, como una medida de
emergencia, y desde esa fecha no han sido debidamente atendidas, con un lote de terreno para su
vivienda; y que al aprobarse el plano regulador de la ciudad de Huaraz, por Resolución Nº 510-80-
Ordenor-centro de fecha 12 de diciembre de 1980, dicho módulo ocupa parte de la Av.
Confraternidad Internacional Oeste, conforme al croquis que para el efecto acompañan.
Agregan que, en el año 1978, solicitaron ser reubicadas en un lote de terreno adecuado, no siendo
atendidas en su pedido. Asimismo, indican que, por mandato de la Décima Primera Disposición
Complementaria de la Ley Orgánica de la Región Chavin aprobada por Ley 25021, se han
transferido a las Municipalidades Provinciales todas las acciones de la ex-administración
Inmobiliaria Sierra de la Corde Ancash, teniendo a su cargo las acciones de rehabilitación y
reconstrucción de la Zona afectada por el sismo de 1970, y entre ellas, la de adjudicar lotes de
terreno para viviendas .
De igual modo, sostienen los actores que están siendo marginadas debido a la omisión en el
cumplimiento de sus funciones por parte de los funcionarios emplazados, quienes están ejecutando
las acciones de apertura de dicha avenida y han dado solución a varias familias que estaban en
iguales condiciones, es decir, que ocupaban terrenos de dicha avenida, por lo que se vieron
obligadas a recurrir a la presenta acción de garantía.
Absolviendo el traslado de la demanda, es contestada por don Wilfredo Alberto Alva Romero, en su
calidad de representante legal del Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huaraz, a fojas 34 -38,
así como por don Marco Antonio Huerta Depaz, Director de Acondicionamiento y Desarrollo de la
indicada Municipalidad, quienes solicitan que la demanda sea declarada improcedente por
considerar que las accionantes, como lo manifiestan en su demanda, tienen pleno conocimiento de
la precariedad de la vivienda que vienen ocupando, encontrándose la misma en plena vía pública,
situación de carácter transitoria, mientras la ciudad vivía un estado de emergencia. Actualmente,
obstaculiza la apertura de la avenida Confraternidad, que se está ejecutando de acuerdo al plano
regulador de Huaraz, aprobado por Resolución Nº 510-80-Ordenor-centro de fecha 12 de
diciembre de 1980. Asimismo conforme se advertirá de la Constancia de Adjudicación, de fojas 29
de autos, firmada por don Bernardino Yanac Morales y doña Sabina Lliuya Jamanca, con fecha
nueve de noviembre de 1979, se les ha asignado el lote Nº 21 de la manzana "G" de la Nueva
Lotización de Ampliación Challhua, por lo que no existe violación de derecho constitucional alguno,
por cuanto previa consulta con los moradores que tienen derecho a reubicación, se les promueve y
facilita la reubicación. Ello no se da en el caso de las accionantes, quienes no obstante habérseles
asignado un nuevo lote de terreno vienen obstaculizando el desarrollo y progreso de la ciudad.
Con fecha veinticinco de octubre de mil novecientos noventa y cinco, el Juez del Primer Juzgado
Civil Especializado de Huaraz, expide sentencia declarando improcedente la demanda.
Formulado el recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, con
fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, por sus propios fundamentos
confirma la recurrida.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son remitidos al Tribunal
Constitucional,
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que las accionantes solicitan que los
demandados cumplan con su obligación de reubicarlas a ellas y sus familias en un lote de terreno
para fines de su vivienda.
3. Que, a fojas 67 y 69 de autos, corren las solicitudes dirigidas por las demandantes, con fechas
23 y 24 de octubre de 1995, al Jefe de Defensa Civil y al Decano del Colegio de Ingenieros de
Huaraz, para que se sirvan disponer que se realicen las verificaciones necesarias a fin de acreditar
la situación de inhabitabilidad y de peligrosidad del lote de terreno, que vienen ocupando para
sustentar ante la autoridad pertinente la atención a su derecho de vivienda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere la
Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash, de
fojas ciento veintiocho, su fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que
confirmó la apelada, declarando infundada la acción de amparo; ordenaron la publicación de la
presente en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley; y los devolvieron.
Que los hechos expuestos por el demandante...son controvertibles y requieren probanza para su
dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la vía sumarísima del amparo, por carecer ésta de
estación probatoria.
Expediente 181-96-AA/TC
Huaura
En Lima, a los once días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario que interpone don Juan Carlos Torres Alarcón
contra la resolución expedida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura, su
fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis, que confirmando la apelada, declaró
improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra don Arnulfo Alfredo Loza la Rosa Alcalde de
la Municipalidad Distrital de Santa María.
ANTECEDENTES:
Con fecha veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y seis, don Juan Carlos Torres
Alarcón, interpone Acción de Amparo contra el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santa María
a fin que se declare nulo el despido del que ha sido objeto por parte del demandado, se ordene su
inmediata reincorporación como trabajador de dicho órgano de gobierno local y se ordene el pago
de su remuneración y gratificación por navidad, correspondientes al mes de diciembre de 1995.
Considera que había adquirido el derecho a la estabilidad laboral, en virtud de la Ley Nº 24041,
vigente a partir del 29 de diciembre de 1984, y que sólo podía haber sido cesado por las causales
previstas en el Decreto Legislativo Nº 276, amparando su demanda en los artículos 22º, 23º y 27º
de la Constitución del Perú de 1993.
Admitida la demanda, ésta es contestada por el demandado, quien la contradice y niega en todos
sus extremos, solicitando se declare infundada la misma, por considerar que al actor no le asiste
ningún derecho a la estabilidad laboral, habiendo concluido su relación laboral por término de su
vínculo contractual. Agrega que la certificación otorgada al actor por el ex alcalde no obra en los
archivos de la municipalidad y se presume que haya sido otorgada de favor, careciendo por ello de
validez.
Con fecha primero de marzo de mil novecientos noventa y seis el Juez del Primer Juzgado Civil de
Huaura expide sentencia declarando improcedente la demanda.
Formulado recurso de apelación, la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura con
fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis, confirma la recurrida.
Interpuesto el recurso de nulidad entendido como extraordinario, los autos son remitidos al Tribunal
Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el accionante solicita se declare nulo el
despido del que ha sido objeto, con fecha 02 de enero de 1996, y se ordene su reincorporación en
su calidad de trabajador obrero de la Municipalidad de Santa María; así como el pago
correspondiente a su remuneración y bonificación por Navidad, correspondiente al mes de
diciembre de 1995.
3. Que los hechos expuestos por el demandante, que le sirven de apoyo para considerar que su
cese laboral es violatorio de sus derechos como servidor dentro del régimen de la actividad pública,
son controvertibles y requieren probanza para su dilucidación, lo que no puede ser resuelto en la
vía sumarísima del amparo, por carecer ésta de estación probatoria.
4. Que respecto al extremo referido al pago de la remuneración y bonificación correspondiente al
mes de diciembre de 1995, se deja a salvo el derecho del actor a efecto de que lo haga valer en la
vía legal correspondiente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, de fojas setentiuno, su fecha dieciocho de abril de mil novecientos noventa y seis, que
confirmando la apelada declaró improcedente la acción de amparo; ordenaron su publicación en el
Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley; y los devolvieron.
Que, en una Acción de Amparo por carecer de estación probatoria no se puede cuestionar la
validez de los peritajes realizados, situación que debe ser dilucidada en otra vía.
Expediente 219-96-AA/TC
Cañete
En Lima, a los veinte días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de nulidad entendido como extraordinario, contra la resolución de la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Cañete, su fecha primero de abril de mil novecientos noventa y seis, que
confirmó la sentencia de primera instancia en la parte que declaró improcedente la acción de
amparo respecto de su derecho de petición, y la revocó en cuanto declara fundada la acción de
amparo y nulas las Resoluciones Nº 002-94 y Nº 009-95-JUS/CN, y reformándola declaró
improcedente la acción interpuesta por Antonio Jesús Chávarri Arce contra el Colegio de Notarios
del Callao y el Consejo del Notariado.
ANTECEDENTES:
Don Antonio Jesús Chávarri Arce interpone acción de amparo contra el Colegio de Notarios del
Callao y el Consejo del Notariado, solicitando se declare nula y sin efecto la Resolución Nº 002-94,
de fecha 25 de junio de 1994, y la Resolución Nº 009-95-JUS/CN, de fecha 8 de junio de 1995,
publicadas en el diario oficial "El Peruano", el 23 de junio de 1995, por las cuales se dispone su
destitución del cargo de Notario de San Vicente de Cañete lesionando su derecho a la libertad de
trabajo, derecho de petición y de legítima defensa.
Don Antonio Chavarri señala que los señores Amadeo Puca Vargas, Hernán Arévalo Rodríguez y
Manuel Rupa Amao, presentaron contra el actor una queja ante el Colegio de Notarios el Callao,
sobre inconducta funcional como Notario de Cañete, al haber remitido a los Registros Públicos de
Lima el Parte Notarial de una Escritura Pública que contenía un Poder Amplio y General que
supuestamente otorgaba la Asociación de Propietarios del Proyecto de Desdoblamiento Familiar
Urbanización "El Rosario", a favor del señor Ricardo Carrasco Loli; haciéndola aparecer con el Nº
de Registro 1022, del Registro de Escrituras Públicas correspondientes al Bienio Nº 1989-1990.
El Colegio de Notarios del Callao al contestar la demanda, señala que la misma carece de
fundamento indicando que los señores Amadeo Puca Vargas, Hernán Arévalo Rodríguez y Manuel
Rupa Amao, después de obtener una copia certificada del Parte Notarial de la Escritura Pública de
otorgamiento de poder a favor del señor Ricardo Carrasco Loli, acudieron al doctor Chávarri, quien
al no poder demostrar que existía esa Escritura Pública en sus Protocolos Notariales, emitió una
Certificación en la que manifiestó "... Desconocer en contenido y firma el presente documento
fotocopiado...Cañete 16 de noviembre de 1993". Por lo que con fecha 4 de marzo de 1994, los
señores antes mencionados presentaron un reclamo ante el Colegio de Notarios del Callao,
institución que solicitó el descargo correspondiente. En ese descargo de fecha 29 de marzo de
1994, el doctor Chávarri indicó que no había emitido la Certificación del 16 de noviembre de 1993,
limitándose a indicar que él no había extendido Escritura Pública alguna que originara el
mencionado Parte Notarial. El descargo fue sometido a consideración de la Junta Directiva en
sesión de fecha 16 de abril de 1994, en la que se acordó abrir un proceso administrativo contra el
actor, para lo cual se solicitó un Peritaje Grafotécnico a la División de Criminalística de la Policía
Nacional del Perú, en el que se concluyó que las firmas que aparecían en el Parte Notarial remitido
a los Registros Públicos de Lima, correspondían al gráfico de puño y letra de Antonio Jesús
Chavarri Arce. Asimismo, el 16 de noviembre de 1993, el doctor Chávarri tomó conocimiento del
Parte Notarial y emitió la Certificación de desconocer en contenido y firma la Copia Certificada del
mismo, pero el actor manifiesta que recién el 9 de marzo de 1994, hizo la denuncia ante la Fiscalía.
Cuando el Colegio de Notarios del Callao verificó si la denuncia había sido presentada, la doctora
María Lourdes Linares Tejada; Fiscal Provincial de Cañete, mediante oficio Nº 562-94-1era. FPMC,
del 24 de junio de 1994, indicó que la denuncia antes señalada no había ingresada a la Mesa de
Partes de esa Fiscalía. Por Sesión de fecha 25 de junio de 1994, se acordó proponer a la
Asamblea General se sancione al doctor Chávarri con la medida de destitución, sanción drástica
por la continua indisciplina del actor. El 25 de junio de 1994, después de escuchar los descargos se
acordó por unanimidad de los asistentes destituir al doctor Chávarri, como Notario de la Provincia
de San Vicente de Cañete. En esta Asamblea participó y firmó el actor. Se indica también, que la
acción de amparo resulta improcedente toda vez que ya se encuentra cancelado el título de Notario
del actor por Resolución Ministerial Nº 258-95/JUS.
La Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Cañete, por resolución Nº 01, su fecha primero de
abril de mil novecientos noventa y seis, confirmó la apelada en el extremo que la declaró
improcedente, y la revocó en la parte que declaró fundada la acción de amparo, y reformándola la
declaró improcedente al considerar que en todo momento el actor tuvo oportunidad de presentar
los descargos solicitados, estuvo en la Asamblea por la que se aprobó su destitución, e interpuso
recurso de apelación; en consecuencia no se evidencia ninguna violación a su derecho de defensa
y por lo tanto tampoco a su derecho de libertad de trabajo.
FUNDAMENTOS:
Que, el proceso administrativo que se le siguió al actor fue a raíz de una queja presentada en su
contra, proceso en el cual el actor presentó los descargos correspondientes; que, asimismo, el
actor fue citado a la sesión de la Junta Directiva; que, al ser aprobada la sanción por la Asamblea
General, el demandante apeló de esta decisión; que, sobre la apelación el Consejo del Notariado
se pronunció agotando la vía administrativa; que, si bien el actor nombró a un abogado para su
defensa, en el expediente administrativo se aprecia que el actor por sí mismo ejerció su defensa;
que; con estos hechos se evidencia que el actor ejerció su defensa sin ninguna limitación e hizo
uso de los medios impugnativos que le otorga la ley en el procedimiento administrativo que se le
siguió, que, en consecuencia no se ha acreditado la vulneración de los derechos de petición y
legítima defensa del doctor Antonio Chávarri.
Que, el notario es el encargado de dar fe pública en los actos y contratos en que interviene por
mandato de la Ley; que, en consecuencia su conducta debe estar orientada de acuerdo a los
principios que en el Código de Etica se señalan, y el cumplimiento de los reglamentos y Leyes que
regulan su función; que, ante el incumplimiento de los deberes de su función; es el Colegio de
Notarios respectivo, el encargado previo proceso administrativo, de sancionar la falta cometida;
que asimismo, corresponde al Consejo de Notariado pronunciarse en última instancia sobre las
apelaciones que se interponga; que, en el presente caso el proceso administrativo contra el actor
se desarrolló de acuerdo a ley; que, en una acción de amparo por carecer de estación probatoria
no se puede cuestionar la validez de los peritajes realizados, situación que debe ser dilucidada en
otra vía.
Que, para la procedencia de las acciones de garantía se debe acreditar la existencia de un derecho
constitucional que haya sido violado o amenazado por acción, o por omisión de actos de
cumplimiento obligatorio, lo que no ha sucedido en este caso; en consecuencia es de aplicación
"contrario sensu" de lo previsto en el artículo 2º de la Ley Nº 23506, "Ley de Hábeas Corpus y
Amparo".
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, no forma parte del control constitucional examinar el fondo del resultado de la evaluación (de
personal) por no ser la Acción de Amparo la vía idónea.
Expediente 801-97-AA/TC
Piura
En Piura, a los veintiocho días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y siete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Pedro Fernández Flores contra la sentencia
pronunciada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, su fecha
veinticinco de julio de mil novecientos noventa y siete, de fojas ciento cincuenta y cinco que declaró
improcedente la demanda revocó la sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de
Piura de fojas setenta y dos que declaró fundada la acción de amparo interpuesta por Pedro
Fernández Flores contra el Instituto Nacional Penitenciario y el Ministerio de Justicia.
ANTECEDENTES:
Don Pedro Fernández Flores a fojas veinte y siete interpone acción de amparo contra el Instituto
Nacional Penitenciario y el Ministerio de Justicia para que se suspendan los efectos de la
resolución de la Comisión Reorganizadora del Instituto Nacional Penitenciario Nº 192-96
INPE/CRP del seis de agosto de mil novecientos noventa y seis publicado en el Diario Oficial "El
Peruano" el siete de agosto del mismo año; asimismo, demanda el pago de los haberes,
bonificaciones y remuneraciones dejados de percibir.
Expone que la resolución impugnada, en aplicación de la Ley Nº 26093, cesó entre otros, a don
Fernández Flores Jairo trabajador fallecido.
Manifiesta que posteriormente el diez de agosto de mil novecientos noventa y seis, en el Diario
Oficial "El Peruano" la entidad demandada dispone, en vía de "fe de erratas", la aclaración de la
Resolución Nº 192-96-INPE/CRP por el que dispone "Dice 74. Fernández Flores Jairo debe decir
74. Fernández Flores Pedro"; es decir, se le comprende en la relación de trabajadores excedentes.
Afirma que interpuso recurso de apelación contra la resolución que declaró infundado el recurso de
reconsideración deducido contra la resolución cuestionada; sin embargo, no se ha dictado la
resolución respectiva dentro del plazo de ley.
Señala el actor como fundamento de derecho los artículos 22º, 27º y 200º de la Constitución
Política de 1993.
La Procuradora Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Justicia a fojas cincuenta
y tres contesta la demanda. Expone: el proceso de evaluación correspondiente al primer semestre
de mil novecientos noventa y seis llevado a cabo en el Instituto Nacional Penitenciario siguió las
pautas previstas en el Decreto Ley Nº 26093, y según Resolución Nº 148-INPE-CRP reguló las
normas de evaluación: a) revisión de legajo personal, b) comportamiento laboral, c) cualquier acto
que atente contra la imagen institucional. Siguiendo este lineamento la Comisión de Evaluación
llegó a la conclusión que el accionante denotó deméritos y no reunía los requisitos necesarios para
continuar como servidor del Instituto Nacional Penitenciario.
En primera instancia el Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Piura a fojas setenta y dos
pronuncia sentencia de fecha veinticinco de abril de mil novecientos noventa y siete declarando
fundada la acción de amparo. Estima que la resolución impugnada no debió expedirse porque el
propio órgano administrativo emitió la Resolución Nº 073-95-INPE/CNP-P su fecha veinte de enero
de mil novecientos noventa y cinco obrante a fojas dos acatando un mandato judicial del proceso
de amparo interpuesto por don Enrique Zapata y otros contra el INPE. El Juzgado afirma que en tal
proceso se encuentra comprendido el demandante. Sustenta que se ha violado el artículo 139 de la
Constitución por el cual ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el Organo
Jurisdiccional ni interferir el ejercicio de sus funciones concordante con el art. 4º de la Ley Orgánica
del Poder Judicial. Otro fundamento del Juez es que el actor ha sido cesado por la denominada "fe
de erratas" y no por la resolución impugnada. Si el Instituto Nacional Penitenciario no hubiera
tenido impedimento debió expedir resolución ampliatoria y no una "fe de erratas".
El señor Fiscal de la Tercera Fiscalía Superior de Piura a fojas ciento cuarenta y nueve dictamina
confirmar la sentencia. Repite los mismos argumentos de la sentencia apelada sin otro criterio.
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura por sentencia de fojas ciento
cincuenta y cinco revoca la sentencia apelada y declara improcedente la demanda. El fallo
expresa: El actor debió plantear la acción contenciosa administrativa porque ha optado por la vía
administrativa. Sostiene como el actor no ha probado estar incurso en las excepciones
contempladas en el artículo 28 de la Ley Nº 23506 resuelve declarar improcedente la acción.
FUNDAMENTOS:
1. A que, la medida cautelar dictada por el Décimo Segundo Juzgado Civil de Lima según la
resolución Nº 073-95 su fecha veinte de enero de mil novecientos noventa y cinco obrante a fojas
dos se origina por la impugnación judicial en vía de amparo de la Resolución Nº 540-93 INPE/CNP,
instrumento legal diferente a la resolución controvertida en el presente proceso; en tal virtud, no es
válido el argumento del Juez de primera instancia para sostener que la Resolución Nº 192-96
INPE/CRP, no debió emitirse cesando a Pedro Fernández Flores porque existió medida cautelar
que ordenaba su reincorporación al trabajo.
2. Que, la Resolución Nº 192-96 INPE/CRP y el Oficio Nº 370-96 INPE/CRP que contiene la "fe de
erratas" de la citada resolución, publicadas en el Diario Oficial "El Peruano", según fojas ocho y
once, constituyen ambas una unidad resolutiva mediante el cual se declara excedente al trabajador
Pedro Fernández Flores.
3. Que, no forma parte del control constitucional examinar el fondo del resultado de la evaluación
por no ser la acción de amparo la vía idónea.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmandola sentencia de vista pronunciada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura su fecha veinticinco de julio de mil novecientos noventa y siete de fojas ciento
cincuenta y cinco que declaró improcedente la acción de amparo revocando la sentencia de
primera instancia de fojas setenta y dos su fecha veinticinco de abril de mil novecientos noventa y
siete que declaró fundada la acción de amparo; dispusieron su publicación en el Diario Oficial "El
Peruano", conforme a ley, y los devolvieron.
Que, la Acción de Amparo por ser sumaria y carente de estación probatoria, no es el camino
adecuado para ventilar asuntos que por su naturaleza requieren de actuación de prueba;...
Expediente 236-93-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Casación entendido como Extraordinario interpuesto por doña Magda Esquivel Barreto,
contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, su fecha
dos de abril de mil novecientos noventitrés, que declaró improcedente la Acción de Amparo
incoada.
ANTECEDENTES:
Doña Magda Esquivel Barreto interpone Acción de Amparo contra de la Ministra de Justicia y el
Procurador del ramo, para que se le restituya a su trabajo efectivo como Vocal TituIar del Tribunal
del Servicio Civil y, se dejara sin efecto legal alguno el Oficio Nº 859-89-JUS/DM de diecisiete de
noviembre de mil novecientos ochentinueve; de la Resolución Ministerial Nº 795-89-JUS y la
Resolución Suprema Nº 355-89-JUS de veintiocho de diciembre de mil novecientos ochentinueve,
por atentar contra su derecho constitucional a la libertad de trabajo; manifiesta haber sido
nombrada mediante Resolución Suprema Nº 282-85-JUS como Vocal Titular del Tribunal del
Servicio Civil, habiendo tomado posesión del cargo el día trece de enero de mil novecientos
ochentinueve; que la Ministra de Justicia no tenía competencia ni atribución en la vida orgánica y
funcional del Tribunal para el cual trabajaba, por ser un órgano autónomo menos aún para separar
del cargo a sus miembros como lo había hecho con ella mediante el oficio que impugnaba, más
aún cuando la Ministra desconoció el hecho de que aún no había vencido el período de cuatro
años para los que fue nombrada y que al haber encargado la demandada la Vocalía a un tercero
mediante Resolución Nº 795-89-JUS había creado malestar y conflicto interno entre el personal,
manifestando que eran nulos los actos de toda autoridad usurpada; que la Ministra en un acto de
regularización emitió la Resolución Suprema Nº 355-89-JUS por medio de la cual se dio las gracias
por los servicios prestados a la actora, lo que desde su punto de vista era una renovación tácita de
su nombramiento, por otro período de cuatro años, por cuanto ella siguió laborando
ininterrumpidamente hasta el cinco de enero de mil novecientos noventa, razón ésta, entre otras,
por las que pidió su reposición en el cargo.
La demanda, fue absuelta por el Procurador Público, quien señaló que tanto el oficio como las
resoluciones cuestionadas eran actos administrativos efectuados por el órgano competente en el
ejercicio regular de sus funciones, contra los cuales no procedían acciones de garantía; que
conforme a la resolución de nombramiento de la actora, se aprecia que fue nombrada a partir del
día veinte de diciembre de mil novecientos ochenticinco, por cuatro años, venciendo en
consecuencia su designación el veinte de diciembre de mil novecientos ochentinueve; que la actora
había cobrado el íntegro de haberes del mes de enero, vale decir que percibió por 12 días que no
laboró; que la demandante frente a las resoluciones materia de la Acción de Amparo no había
agotado las vías previas; manifestando finalmente que no había existido renovación de cargos en
el Tribunal del Servicio Civil.
El Juzgado falló declarando fundada la Acción de Amparo propuesta en la parte relativa a que se le
estaban adeudando algunos días laborados, ya que el juzgado tomó como criterio de que la fecha,
a partir de la cual debía computarse los cuatro años para los que fue designada, era desde que
tomó la posesión del cargo, vale decir el trece de enero de mil novecientos ochentiséis, y al haber,
la Ministra, declarado cesante a la actora con fecha diecinueve de diciembre de mil novecientos
ochentinueve había anticipado el plazo de cese de la actora, declarando sin efecto la Resolución
Suprema Nº 355-89-JUS en cuanto señalaba dicha fecha como conclusión del nombramiento de la
actora, debiendo entenderse que la conclusión de tal nombramiento era el doce de enero de mil
novecientos noventa, siendo así, dispuso que los demandados efectuaran, a la demandante, el
pago de sus haberes y reconocimiento de sus demás derechos, hasta la fecha última mencionada;
e infundada la demanda en sus demás extremos.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que; la Acción de Amparo por ser sumaria y carente de estación probatoria, no es
el camino adecuado para ventilar asuntos que por su naturaleza requieren de actuación de prueba;
Que, la actora no agotó la vía previa administrativa, para poder recurrir a la Acción de garantía;
Que, ha quedado demostrado que el nombramiento fue sólo por 04 años y cuyo plazo último se
venció indefectiblemente; Que, como es de público conocimiento, mediante Decreto Ley Nº 25993,
se desactivó el Tribunal del Servicio Civil, por lo que no existiendo en la actualidad el cargo de
Vocal del señalado Tribunal; por sustracción de materia resulta improcedente la presente Acción.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, la vía de Amparo por su naturaleza sumaria, carente de estación probatoria, no es la idónea
para ventilar asuntos, que como el presente, requiere de actuación de pruebas;...
Expediente 226-93-AA/TC
Lima
Caso : Laura Marcela Blas Coletti
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Laura Marcela Blas Coletti, contra la sentencia de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, de veintiséis de marzo de mil
novecientos noventa y tres, que declara improcedente la Acción de Amparo interpuesta contra del
Estado - Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial Sociedad Anónima.
ANTECEDENTES:
La demandante, interpone Acción de Amparo, contra CORPAC S.A. su empleadora, a fin de que se
le ordene el cese de la violación de su derecho constitucional a la estabilidad laboral, ocasionada
por el despido del que fuera objeto sin causa justificada, solicitando se le reponga en su lugar
habitual de trabajo de informadora de movimiento de aviones; expresa que ingresó a laborar en la
garita de control de vehículos prestando servicios hasta el veintiséis de marzo de mil novecientos
noventa y que a partir del diecinueve de junio del mismo año fue contratada a plazo indeterminado
para cubrir la plaza dejada vacante por una compañera renunciante, laborando sólo hasta el
veintiuno de agosto de ese mismo año, dado que cuando se presentó a laborar el día veintidós de
agosto su tarjeta de control de ingreso había sido retirada, habiendo dejado constancia policial de
ello, ya que recién se le cursó por la empleadora, notarialmente, el día veintitrés la carta de
despido, poniendo de relieve que en dicha carta no se aludía falta laboral alguna; afirma haber
adquirido estabilidad laboral absoluta por haber laborado tres meses y dos días, entre el veintiséis
de febrero de mil novecientos noventa y el veintiséis de marzo del mismo año y del diecinueve de
junio de mil novecientos noventa al veintiuno de agosto del año noventa.
Absuelta la demanda por la entidad demandada quién manifiesta que la Acción era improcedente,
por que la Ley Nº 23506 no era aplicable a la causa, dado que la actora no había agotado la vía
previa, que en el caso de autos la actora debió haber acudido al fuero laboral para conforme a la
Ley Nº 24514 reclamar su derecho como calificación de despido; por otro lado, manifiesta que la
demandante no llegó a cumplir los tres meses de labor por cuanto el mes de marzo que ella lo
contaba como mes entero éste había sido un mes de huelgas y paralizaciones, laborando en la
práctica únicamente cinco días, por lo que al no haber superado la demandante el período de
prueba, la empresa estaba en capacidad de despedirla en cualquier momento, teniendo en cuenta
que estaba en período de prueba y que no había ingresado por concurso.
El Tercer Juzgado, por resolución de doce de julio de mil novecientos noventiuno declara fundada
la Acción, considerando que la demandada no necesitaba agotar la vía previa, ya que había sido
impedida de hecho de ingresar a laborar, habiendo sido cesada de un modo exabruptopor su
empleadora, sin respetar sus derechos.
El Fiscal Superior, opina por los mismos fundamentos de la apelada que se confirme.
La Primera Sala Superior, considerando que de conformidad con lo que dispone el artículo 8º de la
Ley Nº 24514, Ley de Estabilidad Laboral, corresponde al fuero de trabajo y comunidades laborales
decidir sobre las reclamaciones de los trabajadores cuando consideran el despido como
injustificado; y porque no ha agotado la vía previa, revocaron y reformado la apelada la declara
improcedente.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, la vía del Amparo por su naturaleza sumaria, carente de estación probatoria,
no es la idónea para ventilar asuntos, que como el presente, requieren de actuación de pruebas;
Que, conforme a la legislación vigente a la fecha de interposición de la demanda, existía un
procedimiento específico para tratar asuntos relativos al despido arbitrario, correspondiéndole la
competencia al Fuero Laboral; Que, la actora, al no haber recurrido a dicho fuero, no puede
pretender que se le reconozcan sus derechos a la presente Acción.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Que, todos estos hechos, llevan a este Colegiado a estimar que, dada la naturaleza sumarísima del
proceso de Amparo, donde se encuentra vedada la dilucidación de situaciones controvertibles
donde la determinación de la violación de un derecho constitucional, suponga, necesariamente, el
tránsito de una mínima estación probatoria, impide que este Tribunal Constitucional, en forma
objetiva y responsable, pueda pronunciarse sobre extremos de la litis, según se está a lo dispuesto
por el artículo 13º de la Ley Nº 25398.
Expediente 36-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Moisés Salcedo Parián interpone Acción de Amparo contra el Alcalde del Concejo Provincial de
Chincha, Ingeniero José Navarro Grau, por violación de su derecho constitucional de propiedad.
Sostiene el actor que, el día siete de agosto de mil novecientos noventa y tres, sin autorización
alguna y en forma arbitraria, el demandado, conjuntamente con empleados y obreros de la
Municipalidad de Chincha, valiéndose de un «buldosser», rompieron la pared de su domicilio y
arrasaron su portón metálico, aduciendo que se trataba de un pasaje público.
Alega que dicha propiedad la adquirió por escritura pública, de fecha diecisiete de enero de mil
novecientos noventa, habiéndose registrado en el padrón de predios de la Municipalidad.
Refiere que viene presentando, desde aquella fecha, su declaración jurada de autoavalúo,
pagando a la entidad demandada, bajo el rubro de terreno sin construir. Precisa que la tesis de que
su propiedad sería un pasaje público, es de fecha posterior a la adquisición de la propiedad, en que
se expide la Resolución Municipal Nº 1185, de diez de setiembre de mil novecientos noventa.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la entidad demandada, la que solicita se declare
infundada la pretensión, ya que: a) el pasaje público siempre ha existido, y tiene la naturaleza de
ser un bien público de carácter intangible e inalienable. b) la Ley Orgánica de municipalidades, le
impone a la Municipalidad la conservación del carácter intangible de las calles, c) la Resolución
Municipal Nº 1185, se expidió en vía de regularización de una calle que siempre ha existido, y
sirvió para aprobar el plano de sub-división de tierras del terreno inscrito en los asientos 4n, de
fojas 254n del tomo 2, y fojas 215, del tomo 131 del Registro de la Propiedad Inmueble de Chincha.
d) ha existido confabulación entre el actor y Eusebio de la Oliva Félix, el vendedor del terreno, para
apropiarse de un pasaje público, por lo que la Municipalidad expidió la Resolución Municipal Nº
1053-93, de fecha seis de agosto de mil novecientos noventa y tres, por la que se dispuso la
inmediata demolición de dicha obra. e) en anterior oportunidad, mediante las Resoluciones
Municipales Nºs. 1482-90-MPCH y 290-90-MPCH, la Municipalidad desestimó las solicitudes del
actor para construir, pues, la entidad demandada ya venía realizando obras en dicho pasaje
público. En dichas resoluciones municipales se ordenó también la demolición de una pared
clandestina así como autorizar la denuncia correspondiente.
Con fecha veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa y tres, el Juez Civil de Chincha expide
resolución declarando fundada la demanda, ya que: a) la resolución municipal por la que se ordena
la demolición no puede enervar la validez de una escritura Pública de propiedad; b) la demolición
practicada, es un acto arbitrario; c) la entidad demandada le ha estado cobrando al actor los
derechos de carácter municipal, sin impugnación alguna. Interpuesto el recurso de apelación, la
Sala Civil de la Corte Superior de Ica expide resolución, confirmando la apelada. Interpuesto el
recurso de nulidad, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema expide
resolución, declarando haber nulidad en la de vista que, confirmando la apelada, declaró fundada
la demanda; revocándola y reformándola, la declaró improcedente.
FUNDAMENTOS:
Considerando: Que, conforme fluye del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que la entidad
demandada suspenda los actos de demolición que se vendrían realizando contra el inmueble de
propiedad del actor, y se restablezcan, al estado anterior de la violación, sus derechos
constitucionales. Que, en ese sentido, entiende este Colegiado que, para poder entrar a dilucidar si
la realización de un acto de la entidad demandada, como es la demolición que ha sido practicada,
pueda o no ser caracterizada de lesiva a un derecho constitucional, como es el de propiedad, es
exigible que, previamente, el actor acredite de manera cierta e inequívoca la condición de ser titular
del derecho que se estima conculcado o amenazado de violarse. Que, en el caso de autos, tal
condición, de ser titular del derecho de propiedad sobre el inmueble respecto del cual se ha
practicado la demolición considerada como lesiva al derecho constitucional, no aparece
determinada de manera cierta e inequívoca, ya que se ha generado la discusión sobre la propia
validez del título conforme al cual el actor alega haber adquirido dicho inmueble, al mismo tiempo
que la entidad accionada ha acreditado en autos la inscripción en los registros públicos de Chincha
del cambio de uso, de uno rústico a urbano, que se habría realizado, entre otros predios, del que el
actor alega ostentar en propiedad, donde se precisa en calidad de pasaje del terreno donde se
generó la demolición, según se está a los documentos obrantes a fojas cuarenta y cuarenta y uno.
Que, asimismo, según es de apreciarse de autos, la escritura pública de compraventa, conforme a
la cual el actor habría obtenido en propiedad el inmueble donde se practicó la demolición, es de
fecha posterior al certificado literal especificado en el fundamento jurídico anterior, ya que tiene por
fecha de realización del acto jurídico el dieciséis de enero de mil novecientos noventa, mientras
que el certificado literal de cambio de uso, de rústico a urbano, es de fecha treinta de marzo de mil
novecientos ochenta y uno. Que, todos estos hechos, llevan a este Colegiado a estimar que, dada
la naturaleza sumarísima del proceso de Amparo, donde se encuentra vedado, la dilucidación de
situaciones controvertibles donde la determinación de la violación de un derecho constitucional,
suponga, necesariamente, el tránsito de una mínima estación probatoria, impide que este Tribunal
Constitucional, en forma objetiva y responsable, pueda pronunciarse sobre extremos de la litis,
según se está a lo dispuesto por el artículo 13º de la Ley Nº 25398º. Que, en ese sentido, el objeto
del Amparo, que es el de reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación
de un derecho constitucional, sólo puede alcanzar su finalidad allí donde el acto lesivo se exprese
en forma clara, y la determinación de la titularidad del derecho constitucional del quejoso, aparezca
inequívocamente determinada.
FALLA:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Exp. Nº 36-95-AA/TC
VISTA:
La solicitud de aclaración formulada por don Moisés Salcedo Parián a la sentencia de treinta de
junio de mil novecientos noventa y siete, en la Acción de Amparo seguida con la Municipalidad
Provincial de Chincha, a los efectos de que se precise la forma genérica en la que habría sido
dictada la sentencia, y,
ATENDIENDO:
Que, conforme obra de la ratio decidendiy de la parte resolutiva de la sentencia, este Colegiado no
ha entrado a examinar el fondo de la pretensión, pues su examen supone el tránsito de una
estación probatoria, que, de conformidad con el artículo 13º de la Ley Nº 25398 en el proceso de
Amparo no existe. Consecuentemente, los asuntos a los que se refiere la solicitud de aclaración no
han sido examinados, encontrándose impedido este Supremo Tribunal de pronunciarse sobre
extremos que no han sido atendidos en la sentencia, dejándose a salvo el derecho del actor para
que lo haga valer en la vía correspondiente.
RESUELVE:
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 986-97-AA/TC
Lima
En la ciudad de Lima, a los veintiún días del mes de enero de mil novecientos noventa y ocho, el
Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
encargado de la Presidencia;
Nugent;
Díaz Valverde;
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Doña Hilda Susana Rivera Dulanto interpone Acción de Amparo contra el Ministerio de Justicia y la
Dirección General de Correos del Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y
Construcción por violación de su derecho constitucional a la seguridad social y al debido proceso.
Alega la actora que tras laborar en la Dirección General de Correos desde el dieciséis de
noviembre de mil novecientos setenta y dos, el ocho de diciembre de mil novecientos noventa y
dos cesó en sus labores tras acogerse a la renuncia voluntaria con incentivos.
Sostiene que tras el cómputo de los años de servicios mediante Resolución Directoral Nº 4679-90-
TC/15.16.05, de fecha veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa, el Director de Personal
de la entidad demandada le asigna el adeudo al fondo de pensiones y compensaciones que regula
el Decreto Ley Nº 20530. No obstante ello, aduce, con fecha diecinueve de marzo de mil
novecientos noventa y uno, se dictó la Resolución Directoral Nº 0395-91-TC/15.16, mediante la
cual se dejó sin efecto anteriores resoluciones, y con ello fuera del sistema de pensiones regulado
por el Decreto Ley Nº 20530, alegándose no existir pruebas de que la actora haya laborado entre el
primero de enero de mil novecientos setenta y tres al treinta de setiembre de mil novecientos
setenta y cinco.
Admitida la demanda, ésta es contestada por la Oficina de Normalización Previsional, quien solicita
se declare improcedente la demanda, ya que: a) no se ha señalado cuál es el derecho
constitucional afectado; b) no se agotaron las vías previas, pues se debió impugnar la resolución
administrativa que dice causarle agravio en la vía contenciosa administrativa (sic); c) la pretensión
de la demandante ha caducado, pues la Acción de Amparo se ha interpuesto después de cinco
años.
Asimismo contesta la demanda, el Procurador encargado de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Justicia, solicita se declare improcedente la demanda, ya que: a) ha operado el plazo de
caducidad; b) corresponde a la Oficina de Normalización Previsional la defensa de los intereses del
Estado en materia pensionaria; c) la Acción de Amparo no es la vía adecuada para impugnar una
resolución administrativa.
Con fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y seis, el Juez del Juzgado
Previsional Transitorio de Lima expide resolución declarando improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de apelación, con fecha veintitrés de junio de mil novecientos noventa y siete
la Sala Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima expide resolución
confirmando la apelada.
Interpuesto el Recurso Extraordinario, los autos son elevados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que se deje sin
efecto la Resolución Nº 724-91-TNSC de fecha diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y
uno, expedida por la Primera Sala del Tribunal Nacional del Servicio Civil, por la que se declara
infundado el recurso de apelación contra la Resolución Directoral Nº 0395-91-TC/15.16. y se le
restituya su derecho a ser considerada pensionista bajo el régimen previsto en el Decreto Ley Nº
20530, por transgredir sus derechos constitucionales al debido proceso y obtener su pensión.
2. Que, siendo ello así, a juicio de este Colegiado, la pretensión deberá de desestimarse, ya que:
a) Si bien este Colegiado ha expuesto los términos exactos en que debe computarse el plazo de
caducidad donde se hayan puesto en controversia derechos constitucionales de naturaleza
pensionaria, en el caso de autos, el referente central del proceso, no tiene en línea de principio
dilucidar sobre tal aspecto, sino el de impugnar la Resolución Nº 724-91-TNSC, de fecha diecisiete
de mayo de mil novecientos noventa y uno, expedida por el Tribunal Nacional del Servicio Civil, por
lo que el cómputo del plazo de caducidad ha efectuarse desde que ésta fue notificada.
b) En tal virtud, y dado que la Resolución Nº 724-91-TNSC/IRA/ SALA tiene por fecha el diecisiete
de mayo de mil novecientos noventa y uno, y la interposición de la demanda el veinticuatro de
setiembre de mil novecientos noventa y uno, y la interposición de la demanda el veinticuatro de
setiembre de mil novecientos noventa y seis, es evidente que el plazo contemplado en el Artículo
37º de la Ley Nº 23506(1) para que la actora pudiera hacer valer su derecho ha transcurrido por
exceso.
FALLA:
Que, las partes se hacen mutuas imputaciones respecto al contrato de concesión, lo que debe ser
ventilado, probado y resuelto en un proceso ordinario, y no por la vía de amparo que...no cuenta
con una estación probatoria.
Expediente 095-95-AA/TC
Lima
En Lima, a los veintitrés días del mes de octubre de mil novecientos noventisiete, reunidos en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Wares of Protection S.A. (WOPSA), interpone acción de amparo con el objeto de que se deje sin
efecto la prohibición que los demandados le impusieron, de vender armas al personal policial en el
Bazar Central de la Policía Nacional del Perú Nº 02, así como haberse negado a procesar los
descuentos por planillas a los efectivos de la PNP, que hubieran efectuado compras a la empresa
demandante, ya que a su criterio, con las disposiciones impartidas por la dirección y acatadas por
el bazar, se violó el contrato de concesión que las partes habían celebrado con fecha veintiuno de
noviembre de mil novecientos noventiuno y que estuvo vigente hasta el treintiuno de diciembre de
mil novecientos noventicinco, con lo que presuntamente se violó el derecho a la igualdad ante la
ley, el derecho a la libre contratación y al ejercicio libre del trabajo.
El Procurador Público de la Policía Nacional del Perú, contestó la demanda negándola en todas
sus partes, habiendo deducido las excepciones de caducidad y de falta agotamiento de la vía
previa; solicitando que la acción fuera declarada improcedente, por cuanto al momento de firmarse
el contrato, la firma demandante no tenía autorización para la venta de armas policiales,
transgrediéndose así, el artículo 140º del Código Civil, y como no podía vender armas civiles para
el servicio de los policías, mal podía la actora exigir descuentos por planillas sobre una mercadería
que no podía vender ni contratar; por otro lado hizo notar al juzgado que la demandante recién se
inscribió en el registro público correspondiente el veintiuno de abril de mil novecientos noventa y
dos, y el contrato de concesión lo celebró el veintiuno de noviembre de mil novecientos noventiuno,
vale decir, cuando aún no contaba con derecho o facultad para hacerlo como empresa, máxime si
recién en fecha dos de junio de mil novecientos noventidós, la demandante recibió su autorización
de comercialización, determinando todos estos argumentos, a juicio de los demandados, que el
contrato fuese nulo de puro derecho. Concluyó la contestación manifestando que el Estado no
había violado ni transgredido derecho o garantía constitucional alguna.
El Juez del Décimo Sétimo Juzgado Civil de Lima con fecha veinte de octubre de mil novecientos
noventitrés, falla declarando fundada la acción de amparo, por considerar que: la Dirección de
Bienestar de la Policía al comunicar la disposición superior de prohibir la venta de armas en los
bazares de la Policía hasta nueva orden, esta medida suspendía de hecho los efectos de un
contrato formal vigente, que obviamente era violatoria de la seguridad jurídica que la ley otorga a
todo contrato formalmente celebrado; que uno de los contratantes no puede suspender
unilateralmente el acto jurídico celebrado; porque la prohibición para que el contrato de concesión
no continuara en vigencia y operatividad, era violatorio de los derechos de libertad de contratación
con fines lícitos, de la libertad de trabajo y del principio de legalidad en todo acto jurídico.
El Fiscal Superior, emitió su dictamen, opinando por que la apelada debía revocarse y proponiendo
que sea declarada improcedente la acción, básicamente por estimar que la vía del amparo no era
la idónea para ventilar asuntos relativos al cumplimiento o incumplimiento de contratos, asunto que
a su entender debía llevarse al Poder Judicial, para que en proceso ordinario se debata y dilucide
sobre el tema controvertido.
La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha treinta diciembre de mil
novecientos noventitrés, falla confirmando la apelada, por sus propios fundamentos y además por
considerar que a la parte demandante no se le dio oportunidad de defenderse, ya que no se emitió
una resolución que derogara la resolución que autorizó a la demandante a comercializar las armas
en el bazar de la Policía Nacional, y porque la declaración unilateral de nulidad de contrato, hecha
por la Dirección de Bienestar, era violatoria del artículo 232º de la Constitución de 1979, vigente en
esa fecha, ya que a su entender, eso significaba hacerse justicia por propia mano.
La Fiscal Supremo, emitió su dictamen opinando no haber nulidad en la recurrida, por considerar
que la nulidad declarada del contrato de concesión mediante un oficio y un memorándum, era
contrario al libre comercio y contratación garantizado por la Carta Fundamental, por haberse
sustituido la Dirección de Bienestar al órgano jurisdiccional encargado de poner fin a actos jurídicos
de esa naturaleza.
Interpuesto el recurso de casación que debe entenderse como extraordinario, se dispone el envío
de los autos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, las partes se hacen mutuas imputaciones, respecto al incumplimiento del contrato de
concesión, lo que debe ser ventilado, probado y resuelto en un proceso ordinario, y no por la vía
del amparo, que por su carácter sumario no cuenta con una estación probatoria.
2. Que, la acción de amparo tiene como fin garantizar derechos preestablecidos reponiendo las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional y no
así hacer una declaración de derechos como pretende la empresa demandante.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la República, de fecha veintinueve de noviembre de mil novecientos
noventicuatro, que reformando la de vista, de fecha treinta de diciembre de mil novecientos
noventitrés, declaró improcedente la acción de amparo; dispusieron su publicación en el Diario
Oficial "El Peruano"; y los devolvieron.
Expediente 272-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los quince días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete, el Tribunal
Constitucional, reunido en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores
Magistrados:
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo,
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
ANTECEDENTES:
Con fecha diez de mayo de mil novecientos noventa y cinco, el sindicato de obreros de la Fábrica
de Hilandería Textil Peruana S.A., interpone acción de amparo, contra la Dirección Regional de
Trabajo de Lima del Ministerio de Trabajo y Promoción Social y contra la empresa Textil Peruana
S.A, para que se declare sin efecto e inaplicables las Resoluciones Nº 251-95-DRTPSL-DPSC y
021-95-TR-DRTPSL, por considerar que violan preceptos constitucionales referidos a la estabilidad
en el trabajo, libertad de trabajo, derecho de petición ante la autoridad competente y a tener una
vida digna basada en el trabajo, consagrados en la vigente Carta Política de 1993, así como se
ordene la reincorporación en su centro de labores de los trabajadores obreros que alega
representar.
Sostienen el actor, que la empresa Textil Peruana S.A mediante carta de fecha 25 de agosto de mil
novecientos noventa y cuatro les comunicó el inicio del procedimiento de cese colectivo,
convocando a la negociación directa, conforme lo exige las normas legales pertinentes, habiéndose
cumplido con reunirse las partes hasta en dos oportunidades no arribándose a acuerdo alguno.
Con fecha tres de julio de mil novecientos noventa y cinco, el juez del Décimo Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de Lima, expide sentencia declarando fundada la demanda. Interpuesto
recurso de apelación, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha
veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco expide resolución, que revocando la
apelada, declaró improcedente la demanda.
Interpuesto el recurso de nulidad y entendiéndose el mismo como extraordinario, los autos son
remitidos al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
1. Que, del petitorio de la demanda, se desprende que el sindicato actor solicita se declare
inaplicables las Resoluciones Directorales Nºs 251-95-DRTPSL-DPSC y 021-95-TR-DRTPSL, y
consecuentemente se disponga la reincorporación a su centro de labores, de los trabajadores
obreros que alega representar.
2. Que, versando la acción sobre aspectos litigiosos, en el cual se trata de discernir sobre la validez
de las resoluciones que causan estado en materia laboral, emitidas por autoridades competentes
en el ejercicio de sus funciones, en un procedimiento administrativo regular, con participación y
control de las partes, en el cual han ejercitado los recursos procesales que les franquea la ley, ello
debe dilucidarse en sede judicial a través de la acción contencioso administrativa, conforme lo
previsto en el artículo 148º de la Carta Política del Estado de 1993, donde se determine la legalidad
o ilegalidad de los actos administrativos cuestionados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha veintisiete de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, que confirmó la
apelada, declarando improcedente la acción de amparo.
Ordenaron su publicación, en el Diario Oficial "El Peruano", conforme a ley y los devolvieron.
Que, la vía especial de la acción de amparo, por su carácter sumario, no es la vía idónea para
resolver el caso sub júdice, por tratarse del reconocimiento de derechos que requieren de una
probanza más exhaustiva, siendo necesaria la presentación de planillas, certificados, récord de
asistencia y otros, dentro de la correspondiente estación probatoria, etapa de la cual carece la
Acción de Amparo.
Expediente 066-97-AA/TC
Arequipa
En Arequipa, a los veintinueve días del mes de octubre de mil novecientos noventa y siete,
reunidos en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Pedro Pablo Gutiérrez Gonzáles, contra la sentencia de
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fecha dieciocho de
noviembre de mil novecientos noventa y seis, que declaró improcedente la acción iniciada por el
antes citado accionante en contra de la Oficina de Normalización Previsional (O.N.P.)
ANTECEDENTES:
Don Pedro Pablo Gutiérrez Gonzáles, a fojas 42-47, presentó acción de amparo, la que dirigió en
contra de don Francisco Frisancho Calderón, en su calidad de Coordinador Departamental de la
Oficina de Normalización Previsional de Arequipa, por la presunta violación de sus derechos a la
seguridad social y del libre acceso a las prestaciones de salud y pensiones, pidiendo que se dejara
sin efecto la Resolución Administrativa Nº 22966-93-IPSS, expedida por la Gerencia Departamental
de Arequipa - División Regional de Pensiones-, y, que se ordenara le otorgaran una pensión de
jubilación dentro del régimen de la Ley Nº 19990 y D.S. Nº 018-82-TR, por contar con 18 años de
aportaciones, y, que no se le aplicase retroactivamente la Ley Nº 25967, mediante la cual se
modificó el goce de pensiones de jubilación que administra el Instituto Peruano de Seguridad
Social -IPSS- la que le exige 20 años de aportaciones para poder gozar de pensión de jubilación.
La demanda fue contestada por el Sr. Mario Santiago Solari Serpa, en su calidad de representante
suficiente de la Oficina de Normalización Previsional, quien la negó en su integridad, solicitando
que sea declarada improcedente, por estimar que no era de aplicación al caso del demandante la
Ley Nº 19990, ya que la que le correspondía, en vía de adecuación, era la Ley Nº 25967, esto, en
armonía con el artículo III del Título Preliminar del Código Civil. Por otra parte, el demandado, al
momento de hacer su contestación, dedujo las excepciones de caducidad, por haber mediado más
de dos años entre el resultado del recurso de reconsideración y la interposición del recurso
impugnativo de apelación; así como, la excepción de falta de agotamiento de la vía previa, ya que
para el caso de que no se hubiera producido la caducidad, faltaban aún pasos que dar en la vía
administrativa. Concluyendo su respuesta manifestó, que a su entender, la vía de la acción de
amparo no era la idónea para reclamar el derecho en cuestión, dado que esta acción no generaba
derechos, sino que tan sólo se limitaba a cautelarlos, cuando éstos preexistían.
El Sr. Fiscal Superior, a fojas 148, al emitir su dictamen, fue de la opinión que debía revocarse y
reformarse la sentencia apelada, declarándose fundada la excepción de caducidad presentada por
el demandado, dado que el actor presentó el recurso impugnatorio de apelación luego de dos años,
contados a partir de la fecha en que se presentó la reconsideración; y, porque la presentación del
recurso impugnatorio de revisión fue apresurado, ya que aún no se había vencido el término para
resolver el recurso de apelación presentado, razón por la cual, no se encontraba agotada la vía
administrativa.
FUNDAMENTOS:
Que, con fecha doce de marzo de mil novecientos noventa y seis, el recurrente presentó acción de
amparo, en contra de la Oficina de Normalización Previsional, con el objeto de que se dejara sin
efecto la Resolución Administrativa Nº 22966-93-IPSS de fecha dieciséis de setiembre de mil
novecientos noventa y tres, mediante la cual se le denegó el derecho de goce de Pensión de
Jubilación; Que, como puede apreciarse a fojas 22 de autos, el demandante interpuso, recurso
impugnativo de reconsideración, el diecisiete de setiembre de mil novecientos noventa y tres, en
contra de la Resolución Administrativa Nº 22066-93-IPSS-División de Pensiones-, recurso que no
fue resuelto por la Administración Pública; Que, puede observarse a fojas 24, que el demandante
presentó recurso impugnativo de apelación, en fecha diecinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, vale decir después de más de dos años de haberse producido el silencio
administrativo negativo, al no haberse resuelto el recurso de reconsideración dentro del plazo
máximo de treinta días que fija la ley -artículo 101º del D.S. Nº 006-67-SC, que ha sido recogido
por el artículo 98º del D.S. Nº 02-94-JUS-; Que, a fojas 27, obra el recurso impugnativo de revisión
presentado por el demandante en fecha veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y seis,
siendo notorio que fue apresurada su presentación, por cuanto aún no se habían vencido los treinta
días hábiles que tenía la administración para resolver la apelación, hecho que contraría al artículo
102º del D.S. Nº 02-94-JUS -Texto Unico Ordenado de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos-, que establece: "Los recursos impugnativos se ejercerán por una
sola vez en cada proceso, y nunca simultáneamente"; Que, estando a las consideraciones
anteriores se hace evidente que el demandante no agotó previa y correctamente la vía
administrativa, esto es, con sujeción a lo ordenado por el D.S. Nº 02-94-JUS; Que, el artículo 27º
de la Ley Nº 23506 -de Hábeas Corpus y Amparo- establece que: "Sólo procede la acción de
amparo cuando se hayan agotado las vías previas."; Que, la vía especial de la Acción de Amparo,
por su carácter sumario, no es la vía idónea para resolver el caso sub júdice, por tratarse del
reconocimiento de derechos que requieren de una probanza más exhaustiva, siendo necesaria la
presentación de planillas, certificados, récord de asistencia y otros, dentro de la correspondiente
estación probatoria, etapa de la cual carece la Acción de Amparo.
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confieren
la Constitución y su Ley Orgánica;
FALLA:
Confirmando la sentencia de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de
fecha dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y seis, la que confirmando la sentencia
apelada, de fecha treinta y uno de julio de mil novecientos noventa y seis, declaró sin lugar las
excepciones deducidas e improcedente la acción de amparo incoada; debiéndose publicar esta
sentencia en el Diario Oficial "El Peruano", y los devolvieron.
Expediente 238-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria, la doctora María Luz Vásquez Vargas, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso de Nulidad entendido como Extraordinario interpuesto por la Municipalidad Distrital del
Rímac, contra la resolución de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, de fecha veinte de
febrero de mil novecientos noventiséis, que revocando la apelada, declara fundada la demanda y
reformándola la declararon improcedente.
ANTECEDENTES:
La Municipalidad Distrital del Rímac, debidamente representada por su Alcalde don Edmundo Solís
Mendoza, interpone Acción de Amparo contra el Instituto Nacional de Cultura, para que se declare
inaplicable el Oficio Nº 193-95-INC/DE, su fecha diez de julio de mil novecientos noventicinco,
mediante el cual se califica y autoriza como Espectáculo Público Cultural el evento «Feria Taurina
del Señor de los Milagros», a celebrarse en la Plaza de Acho del primero de octubre al treintiuno de
diciembre de mil novecientos noventicinco, organizado por la empresa Deltron del Perú S.A., que
implícitamente exceptúa del pago del impuesto al Espectáculo Taurino en un 30% del valor total de
la recaudación, y que corresponde a la Municipalidad del Rímac, lo cual atenta con su derecho a la
recaudación tributaria, toda vez que las excepciones sólo están permitidas para los espectáculos
públicos culturales y deportivos. Ampara su pretensión en lo dispuesto por el Decreto Legislativo Nº
776 y el artículo 74º de la Constitución Política del Estado.
Corrido traslado, la demanda es absuelta por el Procurador Público, quien la contradice,
manifestando que el Instituto Nacional de Cultura no ha violado ningún derecho constitucional, ya
que sólo ha dado respuesta a un pedido formulado por la Sociedad de Beneficencia de Lima
Metropolitana, sobre la procedencia de otorgarle la calificación y autorización oficial como
espectáculo público cultural al evento de la «Feria Taurina del Señor de los Milagros». En ese
sentido, no habiendo incompatibilidad ni contravención a la norma legal antes indicada y, en todo
caso, estando prevista esta situación de excepción en el Decreto Legislativo Nº 775,
específicamente en la parte referente a los servicios exonerados del impuesto general a las ventas,
por lo que le fuera concedido su requerimiento por el Instituto Nacional de Cultura.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la
Constitución y su Ley Orgánica
FALLA:
Confirmando la resolución de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima, su fecha veinte de
febrero de mil novecientos noventiséis, que revoca la sentencia apelada de veinte de noviembre de
mil novecientos noventicinco, que declaraba fundada la demanda; y reformándola la declararon
improcedente; y dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano.
S.S. ACOSTA SANCHEZ / NUGENT / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 668-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los doce días del mes de noviembre de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Augusto Martínez Dueñas contra la resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha
veinte de junio de mil novecientos noventiséis, que declara no haber nulidad en la de vista,
expedida por la 5º Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha diecinueve de julio
de mil novecientos noventicinco y declara improcedente la acción de amparo sobre tutela del
debido proceso y la estabilidad laboral
ANTECEDENTES:
La acción la interpone contra los vocales integrantes de la Sala Superior Mixta Descentralizada del
Sub-Distrito Judicial del Cono Norte de Lima, a fin de que se declare inaplicable y nula la sentencia
que ha expedido con fecha 12 de agosto de mil novecientos noventicuatro, por haber infringido las
garantías del debido proceso y de su estabilidad laboral, al haber confirmado la sentencia de la
Jueza Especializada en lo Laboral de la misma jurisdicción del Cono Norte de Lima, que declaró
infundada su demanda de reposición interpuesta contra el Servicio Nacional de Adiestramiento en
Trabajo Industrial (SENATI).
Contra esta resolución el accionante interpone Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad
con los dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional,
FUNDAMENTOS:
1. Que la demanda está orientada a que se declare inaplicable la sentencia dictada por la Sala
Superior Mixta Descentralizada del Sub-Distrito Judicial del Cono Norte de Lima, su fecha primero
de agosto de mil novecientos noventicuatro, que confirmando la de primera instancia declara
infundada la reposición en el trabajo del actor, en los seguidos contra el Servicio Nacional de
Adiestramiento en Trabajo Industrial (SENATI), la misma que, sin embargo, resulta improcedente
por constituir una resolución judicial emanada dentro de un procedimiento regular, cuyas presuntas
anomalías debieron ventilarse dentro de los mismos procesos en que pudieran haberse producido,
mediante los recursos procesales que la ley le franquea a las partes, conforme a lo previsto en el
artículo 200º inciso 2) de la Constitución Política del Estado y a lo previsto en el numeral 2 del
artículo 6º de la Ley Nº 23506 concordante con el artículo 10º de la Ley Nº 25398.
2. Que la acción de amparo contra una resolución judicial es procedente cuando ésta es dictada
fuera de un procedimiento que es de su competencia, lesionando un derecho constitucional, o es
producto de un proceso en el cual se han incurrido en insalvables errores de procedimiento, los
mismos que no han sido precisados ni han sido acreditados en autos;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Expediente 044-96-AA/TC
Ancash
En Lima, a los trece días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
Acosta Sánchez, Vicepresidente encargado de la Presidencia,
Nugent,
Díaz Valverde,
García Marcelo;
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por doña Irma Justina Valdez Quijano y don Eusebio Alberto
Vargas Flores contra la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash, del cinco de
octubre de mil novecientos noventicinco, que revoca la del Juzgado Especializado en lo Civil, de
fecha catorce de julio de mil novecientos noventicinco, y declara improcedente la Acción de
Amparo.
ANTECEDENTES:
La Acción la interpone contra don Fredy Moreno Neglia, Julio Carlos Ríos Padilla y Nilo Minaya
Macedo, en su condición de Presidente, Director de Racionalización, y de Personal del Gobierno
Transitorio de la Región Chavín, respectivamente, por violación de sus derechos constitucionales
sobre libertad de trabajo, estabilidad laboral y discriminación, al haberse anulado la Resolución
Directoral Regional Nº 0205, de fecha 28 de marzo de 1994, que aprueba el Cuadro de Asignación
de Personal de la Dirección Regional de Educación, luego de las evaluaciones rendidas en el
marco de lo dispuesto por la Ley Nº 26109.
El Juzgado en lo Civil de la Corte Superior de Ancash declaró fundada la demanda, por considerar,
entre otras razones, que la resolución impugnada tiene como fundamento el D.L. Nº 26109, el
mismo que, sin embargo, sólo tuvo vigencia hasta el 31 de marzo de 1993, por lo que el nuevo
concurso convocado por las autoridades emplazadas se halla fuera del término legal, y que
además se encuentra pendiente de resolución la apelación interpuesta por el Director Regional de
Educación ante el Ministerio de Educación, en el ámbito administrativo.
Interpuesto recurso de apelación, la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash revocó la apelada,
según resolución del cinco de octubre de mil novecientos noventicinco, al estimar que no se han
agotado las vías previas, según lo dispuesto por el art. 27º de la Ley Nº 23506, toda vez que aún
existe recurso de apelación en trámite ante el referido Ministerio de Educación. Contra esta
resolución el actor ha interpuesto Recurso Extraordinario, por lo que de conformidad con los
dispositivos legales se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
FUNDAMENTOS:
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Confirmando la resolución de fecha cinco de octubre de mil novecientos noventicinco, expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Ancash, que revoca la apelada de fecha catorce de julio de mil
novecientos noventicinco, expedida por el Juzgado Civil de dicho Distrito Judicial y declara
improcedente la Acción de Amparo interpuesta por doña Irma Justina Valdez Quijano y otro, contra
el Presidente de la Región Chavín, y otros; con los más que contiene; dispusieron su publicación
en el Diario Oficial El Peruano con arreglo a ley; y los devolvieron.
S.S. NUGENT / ACOSTA SANCHEZ / DIAZ VALVERDE / GARCIA MARCELO / MARIA LUZ
VASQUEZ. Secretaria Relatora
Expediente 520-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los dieciocho días del mes de agosto de mil novecientos noventisiete, reunido el
Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores
Magistrados:
actuando como secretaria relatora, la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por Miguel Enrique Viñas Varona contra la resolución de vista
expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de Piura, de fecha dieciséis de julio de mil
novecientos noventiséis, que confirma la sentencia de Primera Instancia, de fecha dieciocho de
marzo de mil novecientos noventiséis, declarando improcedente la Acción de Amparo interpuesta
contra el Superintendente Nacional de Registros Públicos y otros, por violación de sus derechos
sociales.
ANTECEDENTES:
Por esta razón, interpone acción de amparo contra el Superintendente Nacional de Registros
Públicos, el Superintendente Nacional Adjunto, la Secretaría General de la SUNARP y el Jefe de la
Oficina Registral Regional de la Región Grau, solicitando se declaren inaplicables: el artículo 15º
del Decreto de Urgencia Nº 019-95, la Resolución del Superintendente Nº 072-95-SUNARP, el
punto 8 de las Bases del Programa de Evaluación de Personal que prohíbe el derecho de defensa;
y nula la Resolución Jefatural Nº 057-95-ORRG-JEF por inconstitucional, por violación de sus
derechos sociales; en consecuencia se le restituya su derecho de estabilidad en el cargo,
ordenando su reincorporación como servidor público, el pago de sus remuneraciones dejadas de
percibir y otros derechos.
A fojas ciento doce, corre la Sentencia de Primera Instancia que declara improcedente la acción,
fundamentándose, entre otros, en que el demandante ha debido hacer valer su derecho dentro del
plazo de sesenta días, contados desde la publicación del Decreto de Urgencia Nº 019-95. De la
que apela el demandante, siendo elevada la causa a la Primera Sala Civil de Piura.
A fojas doscientos treinta, corre la resolución de la Primera Sala Especializada Civil de Piura
confirmando la sentencia de Primera Instancia; por lo que el demandante interpone recurso de
nulidad concediéndosele como Extraordinario.
FUNDAMENTOS:
Que, el Decreto de Urgencia Nº 019-95, fue publicado en el Diario Oficial "El Peruano" el dieciséis
de abril de mil novecientos noventicinco, y luego de ocho meses se interpone esta acción pidiendo
su inaplicabilidad, cuando ya había caducado su derecho para ejercitar la acción de amparo. Este
decreto de urgencia es la base de las otras normas legales que también motivan esta acción.
Que, el demandante se sometió voluntariamente a la Evaluación Programada por la SUNARP y
recién cuando es desaprobado interpone la demanda, es decir que existió una aceptación de
hecho.
Que, en su petitorio el demandante también solicita se declare nula la Resolución Jefatural Nº 057-
95-JEF, solicitando así un imposible jurídico, ya que en esta resolución, también aparecen los
nombres de otras nueve personas, no pudiendo el demandante arrogarse el derecho de éstas.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le
confiere la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
Que, el proceso es una unidad, que los actos procesales están subordinados unos a otros..., que
no habiéndose dirigido la pretensión a dejar sin efecto la Resolución Suprema anotada (declaró
improcedente la queja), no es posible pronunciarse por resoluciones del inferior jerárquico.
Expediente 676-96-AA/TC
Lima
En Lima, a los catorce días del mes de julio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados:
actuando como secretaria relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Julio Revilla Calvo, contra la resolución de la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, su fecha veinte
de junio de mil novecientos noventiséis, que declara no haber nulidad en la resolución de vista de
fecha diecisiete de julio de mil novecientos noventicinco, que declara improcedente la acción de
amparo interpuesta contra el Vigésimo Sétimo Juzgado Civil de Lima, contra la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Lima y contra el Procurador encargado de los asuntos del Poder Judicial,
por no habérsele respetado el derecho a la propiedad, ni las garantías de administración de justicia
y otros.
ANTECEDENTES:
Doña Irma Ríos Huaymares inició ante el 27º Juzgado Civil de Lima un proceso de nulidad de
escritura y otorgamiento de la misma contra la vendedora doña María Teresa Velando Torres y
contra la compradora doña Mónica Costa Rojas, habiendo salido a juicio la primera y no así la
segunda. Según manifiesta el demandante, al expedirse la sentencia declarando fundada la
demanda, no se les notifica a las codemandadas, tomando conocimiento, al presentar un recurso la
codemandada doña Mónica Costa Rojas, el que se resuelve "estése a lo resuelto con fecha 17 de
octubre de 1988" refiriéndose a la sentencia de meses antes.
Por este motivo interpone esta acción de amparo, entendiéndose de la demanda que lo hace en su
calidad de Abogado de las codemandadas; a través del proceso manifiesta el demandante que lo
hace en representación de doña María Teresa Velando Torres, por tener poder por escritura
pública y por doña Mónica Costa Rojas, por tener poder por acta que le otorgó por ante el 27º
Juzgado Civil de Lima.
Al contestar la demanda, el Procurador Público solicita sea declarada caduca la acción, por
haberse vencido en exceso los 60 días que exige el artículo 37º de la Ley Nº 23506.
A fojas cincuentisiete corre la sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima declarando inadmisible la demanda por no haber acreditado el demandante, con prueba
instrumental, encontrarse en el supuesto establecido en el segundo párrafo del artículo 26º de la
Ley 23506 de Hábeas Corpus y Amparo.
Al expedir nuevo fallo, la Cuarta Sala Civil, de la Corte Superior de Justicia de Lima, declara
improcedente la demanda; presentando recurso de nulidad el demandante.
FUNDAMENTOS:
Que, el demandante acude a la vía de acción de amparo solicitando "se declare nulas y sin efecto
las resoluciones emitidas tanto por el Vigésimo Sétimo Juzgado Civil de Lima y la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima..." sin señalar qué persona o personas las conforman,
y queriendo utilizar, así, la vía de acción de amparo como una supra-instancia.
Que, el proceso es una unidad, que los actos procesales están subordinados unos a otros; que a
fojas treintidós y treintitrés obran cédulas de resoluciones que originan este proceso de amparo y el
párrafo sexto del escrito de demanda de foja treintinueve acredita que ha intervenido la Corte
Suprema de Justicia de la República, declarando improcedente la queja que se orientaba a
impugnar la afectación al derecho de defensa que se indica en este proceso; que no habiéndose
dirigido la pretensión a dejar sin efecto la Resolución Suprema anotada, no es posible pronunciarse
por resoluciones del inferior jerárquico.
Que, se hace referencia en el fundamento de la sentencia de Primera Instancia, que, el
demandante debió interponer "los recursos necesarios" para dar cumplimiento a la resolución que
le otorgaba la apelación de sentencia; por lo que debe anotarse que ya fue materia de
pronunciamiento por la Corte Suprema de Justicia de la República en ese proceso, como indica el
propio demandante en su escrito de demanda de foja treintinueve; tratándose, así, de un
procedimiento regular.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, haciendo uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica,
FALLA:
La última resolución dictada a mérito de apelación del actor constituyó estado en la vía
administrativa, por lo que tratándose de ventilar aspectos sustanciales y formales, la vía regular es
el juicio contencioso-administrativo, conforme a lo previsto en la Constitución Política (artículo
148º),...
Expediente 951-96-AA/TC
Ica
En Lima, a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventisiete, reunido el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados:
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la siguiente
sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto por don Luis Hermógenes López contra la resolución de la Sala
Civil de la Corte Superior de Ica, del treinta de setiembre de mil novecientos noventis