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Demostración del oficio de las tres metas primarias de la teología en el ministerio

pastoral de acuerdo con la segunda epístola de Pablo a Timoteo

Jorge Enrique Murillo Sánchez

Monografía de grado para optar por el título de:

Licenciado en estudios teológicos

Alejandro Castiblanco, Mg.

Seminario Reformado Latinoamericano

Facultad de teología

Medellín, Junio del 2020


Metas Primarias de la Teología 2

Agradecimiento

Antes que nada, agradezco inmensamente a Dios por haberme dado la oportunidad

de culminar mis estudios teológicos en el Seminario Reformado Latinoamericano.

Gracias a ello, pude tener el gran privilegio de conocer a notables maestros que hicieron

un buen trabajo en mi desempeño, y a excelentes compañeros que me brindaron su apoyo

durante mi carrera teológica. En esta misma medida, le otorgo el mérito a mi familia,

especialmente a mi madre, por suplirme todo lo necesario para que esto se hiciera posible.

De igual forma, quiero dirigirme a mi amada iglesia La Vid, principalmente a mi querido

pastor Héctor David Mape, quien junto con su familia me respaldaron en oración y

estuvieron atentos en mi crecimiento espiritual. Por último, deseo nombrar a unos cuantos

apreciados hermanos en Cristo, que, sin duda alguna, fueron de gran bendición en todo

este proceso: Alejandro Castiblanco, Cristian Cárdenas, Alejandro Mirabal, Lemuel Soto,

Josué Castillo, Benjamín Barrera, Elvia maría, Angélica Carmona, Gladis Almario y

Aldemar Amorocho.
Metas Primarias de la Teología 3

Dedicatoria

Esta presente monografía va dedicada a pastores experimentados como a jóvenes

que se preparan para el ministerio o que están iniciando en él. También va dirigida a todas

las iglesias bíblicas que se mantienen en la lucha contra el sectarismo, el legalismo y el

antinomianismo, y muestran una preocupación genuina por preservar el santo evangelio

de Jesucristo.
Metas Primarias de la Teología 4

Resumen

Dentro del campo ministerial ha habido un desequilibrio entre el conocimiento, la


práctica y el sentimiento. En parte, el cristianismo ha caído en vergüenza debido a que
muchos líderes y pastores ignoran la función que desarrollan estos tres elementos. De
acuerdo a ello, esta interesante obra ésta diseñada con el fin de proveer una demostración
clara del oficio que cumplen las tres metas primarias de la teología (ortodoxia, ortopraxis,
y ortopatía) en el ministerio pastoral. Cabe señalar, que el entendimiento de cada oficio
giró en torno a la segunda epístola de Pablo a Timoteo.
Gracias al soporte bibliográfico que se tuvo en cuenta en este estudio.
Primeramente, se logró definir cada meta primaria, incluyendo el concepto, el trasfondo
y el punto de vista bíblico. Luego, se realizó un marco teórico de la segunda epístola a
Timoteo, y enseguida, se dio a conocer el ministerio pastoral. Finalmente, se hizo un
análisis consecutivo de toda la epístola, para lograr identificar los pasajes concernientes
a dichas metas, y, por ende, observar claramente su oficio dentro el ministerio pastoral.
Con base a este procedimiento, se llegó a la conclusión de que el oficio de las tres
metas primarias de la teología, visto en la segunda epístola a Timoteo, son requerimientos
netamente necesarios e indispensables para el ministerio pastoral. Por su parte, favorecen
a la iglesia, preservándola del error, purificándola del mundo, y, fortaleciéndola ante la
dificultad.

Palabras claves: Ministerio pastoral, Escritura, ministro, iglesia, doctrina, práctica,


motivación, iglesia, predicación, enseñanza.
Metas Primarias de la Teología 5

Índice de contenido

Resumen 4

Introducción 7

I. Definición del significado de las tres metas primarias de la teología. 18

Ortodoxia 18

Punto de vista Bíblico 20

Trasfondo histórico 21

Ortopraxis 25

Punto de vista Bíblico 26

Trasfondo histórico 28

Ortopatía 32

Punto de vista Bíblico 33

Trasfondo histórico 36

II. Introducción a la segunda epístola de Pablo a Timoteo, y al ministerio pastoral.

40

Trasfondo histórico de II Timoteo 40

Bosquejo 44

Ministerio pastoral 45

III. Identificación de la ortodoxia en el ministerio pastoral bajo el análisis II Timoteo.

49

Capítulo 1 - El compromiso de un ministro 49

Capítulo 2 - La valentía de un ministro 54

Capítulo 3 - La perseverancia de un ministro 59


Metas Primarias de la Teología 6

Capítulo 4 - La osadía de un ministro 63

IV. Identificación de la ortopraxis en el ministerio pastoral bajo el análisis II Timoteo.

66

Capítulo 1 - El compromiso de un ministro 66

Capítulo 2 - La valentía de un ministro 70

Capítulo 3 - La perseverancia de un ministro 77

Capítulo 4 - La osadía de un ministro 80

V. Identificación de la ortopatía en el ministerio pastoral bajo el análisis II Timoteo.

85

Capítulo 1 - El compromiso de un ministro 85

Capítulo 2 - La valentía de un ministro 87

Capítulo 3 - La perseverancia de un ministro 94

Capítulo 4 - La osadía de un ministro 96

Conclusión 102

Bibliografía 106
Metas Primarias de la Teología 7

Introducción

Dentro del estudio de la teología se pueden apreciar tres metas primarias

propuestas por el Dr. Richard Pratt: la ortodoxia, la ortopraxis y la ortopatía.1 En lo

esencial, cada meta desarrolla un oficio sumamente necesario en aquellos que están dentro

del círculo teológico, sean escritores como también maestros, pero, evidentemente en los

que ejercen el ministerio pastoral en las iglesias bíblicas. Hecha esta salvedad, la razón

principal que motiva a realizar este trabajo, básicamente radica en la congruente relación

entre el conocimiento, la práctica y el sentimiento, que debe caracterizar a cada ministro

de la palabra. De acuerdo a esta relación, el famoso predicador Martyn Lloyd Jones en

uno de sus libros expresó lo siguiente:

Para llegar a ser un verdadero predicador, un hombre espiritual que está interesado
en llevar a cabo su ministerio para la gloria de Dios y para la edificación y la
salvación de las almas, ha de hacer esto: si sus motivaciones y objetivos son
correctos ha sido verdaderamente llamado.2
Tristemente, la ausencia de esta congruente relación en muchos ministros ha traído

desprestigio para la verdadera iglesia de Dios, hasta los presentes días. A decir verdad,

los fieles pastores solo llegan a ser la minoría en la iglesia militante. Visto de esta forma,

surge la necesidad de responder a la siguiente interrogante ¿Cuál es el oficio de las tres

metas primarias de la teología en el ministerio pastoral? Por cierto, para responder a esta

cuestión sería bueno encontrar literatura que demuestre el oficio de dichas metas en el

ministerio pastoral, especialmente que surja de la segunda epístola de Pablo a Timoteo.

Siendo así, es necesario proceder a revisar algunas anotaciones de lo que se ha escrito

ante dicha demostración.

1
Richard L. Pratt, Jr. “¿Qué es la Teología?”, Third Millennium Ministries,
http://es.thirdmill.org/seminary/lesson.asp/vs/BYT/ln/1/ft/h/df/, último acceso 18 de febrero del 2020.
2
Martyn Lloyd Jones, La Predicación Y Los Predicadores, trad. de Francisco Farrugia Sánchez y David
Cánovas Williams (Moral de Calatrava, España: Peregrino, 1971), 190.
Metas Primarias de la Teología 8

Primeramente, acudiendo a los comentarios respecto a la segunda epístola de

Pablo a Timoteo, existen ciertas fuentes como lo es el comentario a las epístolas pastorales

por Juan Calvino,3 el comentario Bíblico Beacon,4 las Cartas a Timoteo por Meint van5 y

el Bosquejo Expositivo de Warren Wiersbe, 6 que no hablan nada referente a las tres metas

primarias de la teología. No sobra decir que el contenido tratado en estos libros apunta al

ministerio pastoral, pero, lastimosamente, no generan la más mínima contribución sobre

dichas metas.

Como ya se dijo en el párrafo anterior, el contenido de estas fuentes no amerita

ningún aporte. Sin embargo, se ha podido encontrar algunos comentarios de la segunda

epístola de Pablo a Timoteo, como lo es el comentario Bíblico de William Barclay,7 que

se acercan a una sola meta teológica de manera particular. A pesar de que el contenido de

dicho comentario es simple y sencillo, el autor muestra de manera implícita la ortodoxia.

Seguidamente, el comentario Bíblico de Mathew Henry8 interpreta algunos pasajes en un

sentido práctico pastoral, en otras palabras, trata la ortopraxis. De cierta forma, cabe

incluir el comentario Bíblico Mundo Hispano, que describe a la ortodoxia como un

sistema eclesiástico,9 pero no como meta teológica, a su vez, muestra la importancia de

fijar la sana doctrina como un mecanismo para corregir la falsa enseñanza.10 Por lo demás,

3
Juan Calvino, Comentario a las Epístolas Pastorales (Grand Rapids, MI: Desafío, 2005).
4
J. Glen Gould, M.A, Comentario Bíblico Beacon, trad. de José Pacheco (Kansas City, MO: Casa
Nazarena de Publicaciones, 1965).
5
Meint R van den Berg, Las Cartas a Timoteo, trad. de Juan Teodoro (Rijswijk, Holanda: Felire, 1998).
6
Warren W. Wiersbe, Bosquejos Expositivos de la Biblia Antiguo y Nuevo Testamento, trad. Miguel A.
Mesías (Nashville, TN: Caribe, 1995).
7
William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento: Las Cartas a Timoteo Tito y Filemón (Barcelona:
Clie, 2009).
8
Mathew Henry, Comentario Bíblico, trad. de Francisco Lacueva (Barcelona: Clie, 2013).
9
Juan Carlos Cevallos y Rubén O. Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano: 1 Y 2 Tesalonicenses, 1
Y 2 Timoteo Y Tito (El Paso, TX: Mundo Hispano, 2009), 13.
10
Ceballos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 224.
Metas Primarias de la Teología 9

el comentario Bíblico de Jhon Stott,11 alcanza a tomar en cuenta algunos pasajes

relacionados con la fiel enseñanza. En última instancia, el comentario Bíblico del

Continente Nuevo,12 realiza una comprensión tácita de los pasajes donde el apóstol Pablo

enfatiza la transmisión fiel de la doctrina. A fin de cuentas, estos comentarios, aunque

rosan con una de las metas primarias de la teología, no aplican la relación al ministerio

pastoral como se espera.

Por otra parte, resulta oportuno consultar los libros escritos por autores que han

hablado acerca del ministerio pastoral, para ver si existe cierta relación con el tema

acordado. Inicialmente, John MacArthur en su primer libro Ministerio Pastoral trata los

criterios bíblicos que rigen el llamado de un ministro, denotando gran importancia para

el ministerio de la palabra, pues, en su contenido exhorta a los pastores a la instrucción

práctica de sus miembros,13 En su siguiente libro El Poder de la Palabra y Como

Estudiarla, despliega muchos argumentos respecto al estudio correcto de la Biblia, y así

mismo, anima a los ministros a aplicarla de manera vívida. 14 Pero, para ser honesto, en

ambos libros se ignora la interdependencia de la ortopraxis como meta teológica, dado

que se limitan a su enfoque particular. Semejante a esto, James E. Giles en su libro El

Ministerio del Pastor Consejero, muestra una preocupación en el ámbito pastoral, donde

alerta a los ministros ante el peligro que amenaza la congregación, es decir, todo aquello

que ataca la sana doctrina.15 No obstante, se puede notar que el autor no apunta

11
John Stott, Segunda Epístola a Timoteo, trad. de L. y S. Hussey (Moravia, República Checa: Desarrollo
Cristiano Internacional, 2010).
12
Valencia Vidal, ed. Raúl Caballero Yoccou y Jaime Mirón, Comentario Bíblico del Continente Nuevo
(Miami, FL: Unilit, 1996).
13
John MacArthur, Ministerio Pastoral, trad. de Ángel Torres Moreno (Nashville, TN: Grupo Nelson,
2009), 119.
14
John MacArthur, El Poder de la Palabra y Como Estudiarla, trad. de Mercedes De la Rosa-Sherman.
(Grand Rapids, MI: Portavoz, 2015), 70.
15
James E. Giles, El Ministerio del Pastor Consejero (El Paso, TX: Mundo Hispano, 2003), 51-52,
https://drive.google.com/file/d/1Z68kuC_NwoM9Ani5-L11Faslur5rIYfM/view?usp=sharing.
Metas Primarias de la Teología 10

explícitamente a la ortodoxia teológica, ni la aplica en los pasajes relacionados con la

epístola acordada. De forma similar, Bobby Jamieson en su libro La Sana Doctrina,

considera la ortodoxia como aquella herramienta que fortalece la práctica y la integridad

en todos los ministerios de la iglesia local, en su anotación afirma: “la sana doctrina sirve

para la vida, y las instrucciones sirven para la acción”.16 Aunque suena muy interesante

este argumento, no se hace evidente el respaldo bíblico de la segunda carta a Timoteo.

Continuando con los libros de consulta pastoral, Watchman Nee en su obra El

Carácter del Obrero del Señor, insiste en el cuidado que debe tener el ministro de no

interferir sus sentimientos en la verdad, ni, aun así, ser dominado por ellos.17 De igual

manera, en su siguiente volumen El ministerio de la Palabra de Dios, asegura que la

correcta enseñanza proviene de la obra de Dios en el ministro, donde este le representa

con sentimientos finos y exactos.18 Dado este punto, Nee parece tomar muy en cuenta la

ortopatía de manera implícita, pero, lastimosamente no busca interpretarla como meta

primaria. Desde otra perspectiva, el filósofo y teólogo Jorge León en su obra Psicología

Pastoral de la Iglesia, con mayor descripción, alude a la ortodoxia con el fin de

desprestigiar a los falsos maestros.19 En esto, es preciso señalar que no se vale de la

epístola para su argumento. Por otro lado, Juan Medina en su libro El Mensaje que

Predicamos, enfatiza la ocupación de un pastor en sus responsabilidades locativas,

observa la ortodoxia como un resultado de la buena hermenéutica.20 Por consiguiente,

Campbell Morgan, autor del libro El Ministerio de la Predicación, parece tomar en cuenta

16
Bobby Jamieson, La Sana Doctrina, trad. de Xavier P. Patiño (Washington, D.C: 9Marks, 2014), 22.
17
Watchman Nee, El Carácter del Obrero del Señor (Anaheim, CA: Living Stream Ministry, 1996), 128,
https://drive.google.com/file/d/1b9zuS1Z75-9ahvfb7vzP8cPo8AzdZM1z/view.
18
Watchman Nee, El Ministerio de la Palabra de Dios (Anaheim, CA: Living Stream Ministry, 1993),
29, https://drive.google.com/file/d/1DfvWNbkBPm4yBnqPh0GRyz8C2KKJy9a6/view?usp=sharing.
19
Jorge A. León, Psicología Pastoral de la Iglesia (Miami, FL: Caribe, 1978), 64,
https://drive.google.com/file/d/1CaNvuCtFXH2X3fr4g2X5o8g15DfXIWEz/view?usp=sharing.
20
Juan Medina, ed. Angie Torres Moure, El Mensaje que Predicamos (Miami, FL: Ministerios Logoi,
2008).
Metas Primarias de la Teología 11

el valor de la exposición de la Palabra,21 ligándola a la vivencia práctica, que, en cierto

sentido, Haddon Robinson en su libro La Predicación Bíblica: Como Desarrollar

Mensajes Expositivos, profundiza aún más, tomando esta idea para tratar de mostrar la

congruente relación entre la ortodoxia y la Ortopraxis. 22 Desde luego, estos dos autores

mencionados, no optan por un enfoque primario de la teología.

Prosiguiendo con la búsqueda, cabe incluir varios escritos que dedicaron amplias

secciones respecto al ministerio pastoral de acuerdo con la segunda epístola a Timoteo.

Frente a esto, ¿Será posible encontrar soportes que demuestren las tres metas primarias

de la teología desde II Timoteo? Evidentemente, el teólogo escritor Héctor Torres en su

libro Liderazgo Ministerio y Batalla, comprende de manera implícita la ortodoxia, la

ortopraxis y la ortopatía en un lenguaje muy sencillo. En uno de sus argumentos declara

que “La vida personal de los ministros de Dios debe ser tan pura como su doctrina”. 23 En

ello, insiste en que debe haber una correcta y sana motivación para anhelar el ministerio. 24

Con base a esto, Héctor Torres presenta un sesgo de relación referente a la pregunta dada,

pues, aunque interpreta de manera regular los pasajes de dicha epístola, no busca

mostrarle al lector un espécimen referente de una meta primaria. El siguiente autor, es el

predicador emblemático Charles Spurgeon, quien en su libro Discurso a mis

Estudiantes,25 manifiesta una gran variedad de aportes sobre el ministerio pastoral de

manera concisa, relevando contundentemente el glorioso llamado al ministerio, y a su

vez, ocasionando retos hacia todos aquellos que osadamente anhelan ser ministros de la

21
G. Campbell Morgan, El Ministerio de la Predicación (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1970),
https://drive.google.com/file/d/1VG8FIl43Fps2SjKl0gmfRD4-ZN0jz3zE/view?usp=sharing.
22
Haddon W. Robinson, ed. Luis Nahum Sáez, La Predicación Bíblica: Como Desarrollar Mensajes
Expositivos (Miami, FL: Unilit, 2000).
23
Héctor Torres, Liderazgo Ministerio y Batalla (Nashville, TN: Caribe, 1997), 158.
24
Torres, Liderazgo Ministerio y Batalla, 170.
25
Charles Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes (El Paso, TX: Mundo Hispano, 1980),
https://drive.google.com/file/d/1_sWe_D5ufLSthlc9lptbnE6FP6X37zzN/view.
Metas Primarias de la Teología 12

palabra. Spurgeon en su obra, parece estar de acuerdo con la ortodoxia, la ortopraxis y la

ortopatía, a pesar de que no las entiende como metas primarias. Sin embargo, cabe decir

que su enfoque no resuelve la pregunta planteada, ya que no busca hacer tal relación.

Consecuente a lo anterior, el Dr. John Stott considerado dentro del círculo

reformado, como uno de los teólogos más respetados del siglo XX, en su libro Los

Desafíos del Liderazgo Cristiano, busca presentar de manera sistemática los distintivos

de un ministro según lo revelan las epístolas pastorales.26 Inclusive, toma en cuenta

algunos puntos que tratan acerca de las actividades ministeriales que desempeña el pastor,

sea en enseñanza, integridad, vivencia y conciencia. No obstante, para ser exactos en el

contenido, el autor no presenta gran recurrencia en demostrar ciertas metas teológicas al

ministerio pastoral, sino que las aborda bajo la temática del liderazgo cristiano. En su

siguiente obra La Predicación, Puente Entre Dos Mundos,27 el Dr. John Stott profundiza

aún más que en su libro anterior, pues, se detiene en pasajes cruciales de la epístola para

abordar en términos prácticos la ortodoxia y la ortopatía. En cierta medida, parece haber

un vacío en sus pretensiones, ya que su enfoque se concentra más en la exposición bíblica

de la Palabra que en las metas primarias de la teología.

Sin duda alguna, Martyn Lloyd Jones, catalogado como el predicador más grande

del siglo XX, elabora un extenso libro concerniente al pastorado, denominado La

Predicación y los Predicadores.28 Su esquema es muy radical ante las exigencias bíblicas

de un ministro de la palabra. Dicho predicador eleva las tres metas primarias de la teología

de una manera magistral, y a pesar de que no las presenta de forma explícita como metas

26
John Stott, ed. Adriana Powell. Los Desafíos del Liderazgo Cristiano (Buenos Aires, Argentina:
Certeza, 2002).
27
John Stott, La Predicación Puente Entre Dos Mundos, trad. de Anabella Rivas (Grand Rapids, MI:
Desafío, 2000).
28
Jones, La predicación.
Metas Primarias de la Teología 13

primarias, exhibe los buenos resultados que éstas traen consigo. Ante ello, no sobra decir

que este libro omite algunos pasajes claros de la segunda epístola a Timoteo para

demostrar la dicha relación.

Ahora bien, pasando a revisar los libros de ministerio pastoral, se lograron hallar

autores de alta estigma como Jay E. Adams,29 Wayne E. Oates,30 Mark Dever,31 Walter

L. Liefeld,32 Ernest E. Mosley, 33 Aubrey Malphurs, 34 Oswald J. Smith35 y Albert N.

Martín,36 que, durante el contenido de sus escritos, no aportaron la más leve referencia a

la aplicación de las tres metas primarias de la teología en la segunda epístola de Pablo a

Timoteo. Estos autores, aunque trataron temas indispensables dentro del oficio pastoral,

sus anotaciones no tuvieron un mayor peso de argumento que rozaran con tan solo una

de las metas primarias.

Dicho lo anterior, se procederá a examinar los libros de “Introducción al Nuevo

Testamento,” para ver si es posible encontrar algunas definiciones con base a las tres

metas primarias que conecten con II Timoteo. Para empezar, la Teología del Nuevo

Testamento escrita por George Ladd,37 en una sola ocasión habla de la ortodoxia y la

29
Jay E. Adams, Capacitados para Orientar: Como dar concejo y exhortación bíblicamente (Grand
Rapids, MI: Portavoz, 1981).
30
Wayne E Oates, Asesoramiento Pastoral Nuevas Dimensiones (México, D.C: Casa Unida de
Publicaciones, 1979), https://drive.google.com/file/d/1Z68kuC_NwoM9Ani5-
L11Faslur5rIYfM/view?usp=sharing.
31
Mark Dever, Nine Marks of a Healthy Church (Wheaton, IL: Crossway, 2013).
32
Walter L. Liefeld, Como Predicar Expositivamente, trad. de trad. de Miguel A. Mesías (Miami, FL:
Vida, 1990).
33
Ernest E. Mosley, Prioridades en el Ministerio Trad. de Nelda B. De Gaydou (Nashville, TN:
Convention press, 1978), https://drive.google.com/file/d/1_8j97mV720VSSQCxVkU0-
5RoqjHPRFx_/view?usp=sharing.
34
Aubrey Malphurs, Realidades en el Ministerio (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997).
35
Oswald J. Smith, Pasión por las Almas (Terrassa, España: Clie, 2003),
https://drive.google.com/file/d/1M59fYwolqD-L765xdwWOQrJq5yUBSPwC/view?usp=sharing.
36
Albert N. Martín, ¿Que está Fallando con la Predicación de Hoy? (Graham, NC: Faro de Gracia,
2002), https://drive.google.com/file/d/1Y1a6Vt2QSqTXne8TvTe9IjE7KKGs7deb/view?usp=sharing.
37
George Eldon Ladd, ed. Gary S. Shogren, Teología del Nuevo Testamento, Colección Teológica
Contemporánea, Vol. 2, trad. de José María Blanch y Dorcas Gonzales Bataller (Grand Rapids, MI: Clie,
2002).
Metas Primarias de la Teología 14

ortopraxis con términos específicos, declarando que ortodoxia y ortopraxis es definida

por la persona y las enseñanzas de Jesús. 38 Además, cabe añadir que el contenido tratado

en este libro tiende a ser más documental e histórico, que teológico. Con base a ello, no

contribuye de ninguna manera a la definición de dichas metas desde II Timoteo. A

diferencia de esta obra, la Teología del Nuevo Testamento por Frank Thielman, 39

profundiza en una de las metas teológicas desde un enfoque más investigativo, en

términos prácticos tiene presente las consecuencias de la praxis en II Timoteo, y a su vez,

muestra el carácter teológico de la carta final de Pablo. Ahora bien, esto parece acercarse

un poco más al enfoque esperado, pero, cuando se examina el contenido, la

profundización planteada es muy diferente, ya que relaciona la praxis desde distintas ideas

y no como meta primaria. Para finalizar, el último libro de búsqueda dentro de dicha

temática, es Nuestro Nuevo Testamento redactado por Merrill C. Tenney, 40 al parecer, no

hace alusión en ningún sentido a las metas primarias en II Timoteo.

Concluyendo con la búsqueda literaria, es pertinente aludir a ciertos diccionarios

teológicos para considerar qué se ha escrito acerca de la ortodoxia, la ortopraxis y la

ortopatía incluidas al ministerio pastoral. Desde luego, en el Diccionario Manual

Teológico escrito por Justo L. González, define ortodoxia como doctrina correcta, que en

dadas ocasiones es usada para referirse a la clase de teología que busca determinar todo

posible punto de doctrina, excluyendo la herejía de la sana enseñanza. 41 Así mismo,

define el término ortopraxis como una palabra frecuentemente empleada por los teólogos

38
Ladd, Teología del Nuevo Testamento, 853.
39
Frank Thielman, Teología del Nuevo Testamento, Síntesis del Canon del Nuevo Testamento, trad.
Miguel Mesías (Miami, FL: Vida, 2005).
40
Merrill C. Tenney, Nuestro Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1989).
41
Justo L. González, Diccionario Manual Teológico (Barcelona: Clie, 2010), 210.
Metas Primarias de la Teología 15

de la liberación,42 quienes señalan que la praxis correcta es tan importante como la

doctrina correcta o más bien, que una doctrina. 43 En definitiva, no hay que ser un experto

para determinar que dicho contenido tiende a dar una definición netamente secular, lo

cual no es considerable referenciarlo. De manera distinta, el Diccionario de Teología,

editado por Everett Harrison, incluye la definición de “ortodoxia” dada por J. I Packer,

donde considera que el término en sí mismo no es bíblico, pues afirma que la idea está

enraizada en la insistencia del Nuevo Testamento, y que, por tanto, es normativa en su

naturaleza para la iglesia universal. 44 En vista de ello, esta observación genera interés,

pero sin lugar a dudas, no se hace evidente una explicación clara a partir del ministerio

pastoral. Como recurso final, el Diccionario Hispano-Americano de la Misión,

autografiado por Pablo Alberto Deiros, define la ortodoxia como la rectitud dogmática o

conformidad con el dogma cristiano o la doctrina fundamental de cualquier otra religión

o sistema, y la ortopraxis, como aquella característica que prima sobre el valor de los

principios doctrinales. 45 Ciertamente, estos dos conceptos no tienen un enfoque

ministerial ni muchos menos un peso argumentativo de la Biblia; empero, genera claridad

y provecho en dadas definiciones. En resumidas cuentas, conviene aclarar que en los

contenidos abordados por cada diccionario no se pudo encontrar la definición de

ortopatía.

42
La teología de la liberación, es una teología que busca situarse como un momento del proceso a través
del cual el mundo es transformado: abriéndose en la protesta ante la dignidad humana pisoteada, en la
lucha contra el despojo de la inmensa mayoría de los hombres, en la construcción de una nueva sociedad,
justa y fraternal, que vincula una praxis política. En Gustavo Gutiérrez, Teología de la Liberación:
Perspectivas (Salamanca, España: Sígueme, 2009), 40.
43
González, Diccionario Manual Teológico, 211.
44
James I. Packer, “Ortodoxia”, en Diccionario de Teología, Ed. E.F Harrison (Grand Rapids, MI:
Desafío, 2002), 440.
45
Pablo A. Deiros, Diccionario Hispano-Americano de la Misión (Santa Fe, Argentina: Comibam
International, 1997).
Metas Primarias de la Teología 16

En función de todo el análisis realizado durante la investigación, resulta necesario

abordar esta presente obra, entendiendo que todos los autores mencionados en la

investigación no lograron realizar un acercamiento a la búsqueda planteada. Pues, se

piensa que este tipo de correspondencia no ha llamado la atención a la mayoría de los

teólogos escritores de habla hispana. Por supuesto, cabe valorar algunos contenidos

abordados por los libros que trataron de acercarse a la búsqueda planteada. Ciertamente,

estos pueden servir de provecho en brindar un buen desarrollo a este semejante estudio.

Para concluir, la presente monografía busca demostrar el oficio de las tres metas primarias

de la teología en el ministerio pastoral de acuerdo con la segunda epístola a Timoteo.

En primer lugar, se espera definir claramente el significado primario de cada meta.

Aquí se incluirá la definición etimológica, junto con algunos conceptos importantes.

También se ofrecerá una apreciación de lo que la Biblia trata respecto a cada término; y,

por último, se abarcarán ciertos reportes históricos en los que se vio involucrada la

ortodoxia, la ortopraxis y la ortopatía.

En segundo lugar, se pretende identificar la ortodoxia de manera particular en el

ministerio pastoral de acuerdo con II Timoteo. Para este objetivo, se realizará una

introducción general a la epístola II Timoteo. Luego, se abordará un bosquejo de la misma

carta. Y enseguida, se dará a conocer el ministerio pastoral de manera sencilla, para dar

paso al siguiente objetivo.

En tercer lugar, se procederá con el análisis de cada versículo de II Timoteo, que

esté íntimamente ligado con una de las metas primarias. Aquí es necesario comentar

dichos pasajes, para luego ofrecer una aplicación tocante al ministerio pastoral; esto se

hará de manera ordenada, tomando los encabezados del bosquejo que servirán de guía
Metas Primarias de la Teología 17

para facilitar el análisis. Al realizar este objetivo, se espera dedicar un capítulo completo

por cada meta teológica.

No basta decir que el desarrollo de este presente estudio se hará netamente con el

apoyo de comentarios, diccionarios, libros de introducción a la teología, de ministerio

pastoral, y entre otros.


Metas Primarias de la Teología 18

I. Definición del significado de las tres metas primarias de la teología

Antes de empezar a definir el significado de cada meta primaria, es importante

aclarar que la vida cristiana es el proceso de santificación personal. Por tanto, debe

tomarse en cuenta bajo tres ámbitos: el conceptual, el conductual y el emocional.

Técnicamente se puede decir que la santificación involucra el desarrollo de la ortodoxia,

la ortopraxis y la ortopatía. Según el Dr. Richard Pratt, estas tres dimensiones de la vida

cristiana son altamente interdependientes y forman redes de reciprocidades múltiples.46

A modo de ilustración, el pensamiento correcto (u ortodoxia) afecta el comportamiento

(ortopraxis) y las emociones (ortopatía); así mismo, los comportamientos (ortopraxis)

influencian el conocimiento (ortodoxia) y también los sentimientos (ortopatía). Y, desde

luego, los sentimientos (ortopatía) estimulan profundamente el comportamiento

(ortopraxis) y el pensamiento (ortodoxia). 47 Como resultado, estos tres elementos

primarios constituyen un desarrollo funcional y armonioso en la vida del cristiano.

Ortodoxia

El término ortodoxia proviene originalmente del idioma griego y su etimología es

presentada por muchos diccionarios de teología de la misma forma. El Diccionario de

Teología de E.F Harrison lo desglosa de la siguiente manera: ορθο, “Correcto”, y δοξα,

“opinión”, cuyo significado se traduce como creencia correcta, en oposición a la herejía

heterodoxa48, que proviene del griego ἑτερό, “otro”; y δοξα, “opinión” y se traduce como

creencia particular.49

46
Richard L. Pratt, Jr. “Términos Técnicos en la Teología”, Third Millennium Ministries,
http://es.thirdmill.org/seminary/lesson.asp/vs/BST/ln/2/df/, último acceso 3 de abril del 2020.
47
Pratt, Jr. “Términos Técnicos en la Teología”.
48
Packer, Diccionario de Teología, 440.
49
Deiros, Diccionario, 146.
Metas Primarias de la Teología 19

Se dice que naturalmente el concepto de ortodoxia solo tiene uso en el ámbito

religioso, pues, a menudo se utiliza el término para indicar las enseñanzas oficiales y

normativas de algún grupo.50 En cuanto a ello, el Diccionario Hispano-Americano de la

Misión editado por Pablo A. Deiros, define la ortodoxia como “la rectitud dogmática o

conformidad con el dogma cristiano o con la doctrina fundamental de cualquier otra

religión o sistema”.51 Según esta fuente, el editor añade que el término “ortodoxia” es

relativo. En primer lugar, porque depende de la norma o pauta de comparación, es decir,

que, según los católicos romanos, ellos son ortodoxos respecto de los protestantes,

mientras que éstos se consideran ortodoxos respecto de otros grupos sectarios.52

En segundo lugar, para el autor el término es relativo también en cuanto al tiempo,

ya que, lo que es heterodoxo en un período puede pasar a ser ortodoxo en otro posterior.

Respecto a este último punto, algunos escritores concuerdan en lo mismo, entre los cuales

Paul Johnson expresa lo siguiente: “La heterodoxia actual podría convertirse en la

ortodoxia del futuro, y viceversa”. 53 En función a la relatividad del término, se puede

refutar esta idea considerando que la fuente que mide la ortodoxia es indiscutiblemente

la Palabra inspirada de Dios, que en esencia es objetiva. Con base a esto, Charles Ryrie

comenta que la Escritura contiene la revelación objetiva de Dios y por lo tanto son la base

de la autoridad. 54 Así mismo, el destacado teólogo y apologista John Carnell argumenta

50
Gonzales, Diccionario Teológico, 210-211.
51
Deiros, Diccionario, 227.
52
Deiros, Diccionario, 227.
53
Paul Johnson, La Historia del Cristianismo, trad. de Aníbal Leal y Fernando Mateo (Barcelona:
Ediciones B, 2010), 346.
54
Charles C. Ryrie, Teología Básica, trad. de Alberto Samuel Valdés (Miami, FL: Unilit, 1993), 9,
https://drive.google.com/file/d/1aHbCXGvVOdTElubV3fGL1kTLOQQsj9-S/view.
Metas Primarias de la Teología 20

que la ortodoxia es “La rama de la cristiandad que limita la base de la autoridad religiosa

a la Biblia”.55 En definitiva, no puede haber ortodoxia si no se toma en cuenta la Escritura.

Punto de vista bíblico. La palabra “ortodoxia” aunque no se encuentra en todo el

Nuevo Testamento, se da a entender su significado en gran número de pasajes. Por

ejemplo, en 1 Corintios 11:2, el apóstol Pablo declara: y Retenéis las instrucciones tal

como os las entregué, el verso 23 también dice: Porque yo recibí del Señor lo que también

os he enseñado…, 56 Al leer estos pasajes bíblicos, se puede ver de manera implícita el

concepto de ortodoxia. En primer lugar, el apóstol Pablo en el versículo 2 elogia a los

hermanos por haber retenido el mensaje tal como él lo entregó, es decir, sin añadirle, ni

quitarle, y mucho menos modificar. En segundo lugar, el versículo 23 muestra al apóstol

siendo muy cuidadoso en enseñar todo aquello que había recibido por parte del Señor

Jesucristo, en otras palabras, mantenía el legado doctrinal del gran maestro sin alterar algo

de la enseñanza. Otro ejemplo claro, se encuentra en I Timoteo 1:3 donde nuevamente

Pablo escribe: Para que mandases a algunos a que no enseñen diferente doctrina. Según

este versículo, Pablo le confiere a Timoteo la autoridad, para ordenar a los miembros de

la iglesia, a que no se atrevan a enseñar alguna doctrina contraria de la que han aprendido.

En síntesis, la Biblia muestra noción de la ortodoxia refiriéndose como aquella

regla doctrinal que se sujeta fuertemente a la vida, obra y muerte de Cristo, incluyendo el

testimonio de los apóstoles. Como bien afirma George Ladd: “la ortodoxia es definida

por la persona y las enseñanzas de Jesús”. 57 De acuerdo a ello, las cartas pastorales ponen

mucho énfasis en la solidez de la doctrina, mostrando una preocupación santa en la

55
Ryrie, Teología Básica, 9, citando a Edward John Carnell, The Case for Orthodox Theology
(Philadelphia, PA: Westminster Press, 1969), 13.
56
Los versículos nombrados en el desarrollo de este trabajo, se presentarán en la versión Reina Valera,
1960.
57
Ladd, Teología del Nuevo Testamento, 853.
Metas Primarias de la Teología 21

transmisión fiel de la enseñanza y, al mismo tiempo, confrontando a aquellos que predican

“otro evangelio u otro Jesús” (Gálatas 1:9, 1 Corintios 11:4).

Trasfondo histórico. En tiempos de la iglesia primitiva, la “ortodoxia” estaba

definida por la persona y las enseñanzas de Jesús, tanto Pablo como Santiago y los demás

escritores del Nuevo Testamento dependían de ella, siendo la continuidad de su

enseñanza. 58 Ciertamente, esto hizo que los cristianos en el pasado usaran la Biblia como

fuente para establecer doctrinas y para dar autoridad a su manera de pensar, así mismo,

responder a las aparentes incoherencias de la Biblia y a la tensión que éstas suscitan,

realizando un intento forzado de armonización, es decir, encontrando la manera de

explicar las supuestas discrepancias. 59 Por consiguiente, era esencial, que los cristianos

ortodoxos primitivos establecieran sus propias convicciones teológicas firmemente en los

más antiguos discípulos de Jesús, debido a que el esfuerzo de los herejes como Marción,

Taciano, y los escribas armonizantes eran inútiles para este propósito. 60 En este sentido

había una urgencia de parte de la iglesia en mantener y preservar la correcta enseñanza.

Con relación a lo anterior, desde el tiempo del apóstol Pablo los cristianos

estuvieron de acuerdo en que la ortodoxia debía medirse por el grado de cercanía de los

que aducen saber quién era Jesús y lo que él había enseñado, acoplándose solo a su

evangelio mismo. Por lo menos para el tiempo cuando se añadieron los títulos a Mateo,

Marcos, Lucas y Juan, muchos cristianos creían que estos Evangelios eran relatos

diferentes de una sola médula inalterable. Para el tiempo de Ireneo, y posiblemente más

58
Ladd, Teología del Nuevo Testamento, 839.
59
Ladd, Teología del Nuevo Testamento, 830.
60
Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 40.
Metas Primarias de la Teología 22

temprano, el terreno común entre estos cuatro testigos tradicionales era la norma contra

la que se medía las afirmaciones religiosas cristianas. 61

Desde luego, la situación originaria del cristianismo era la ortodoxia, es decir, la

fe verdadera; pero más tarde, aparecería la herejía de “airesis” la opinión elegida,

entendida como el camino desviado, o mejor aún, el apartamiento respecto del recto

camino inicial. 62 El historiador Karlheinz argumenta que contrario a la ortodoxia, la

noción de “herejía” se hizo evidente por el Nuevo Testamento, pero, adquirió su

significado peyorativo por obra del obispo Ignacio, en el siglo II, quien fue el mismo que

aportó la noción de “católico”, periodos antes de que la iglesia lo fuese verdaderamente.63

Sin embargo, la palabra “herejía” no tenía en sus orígenes el significado que luego se le

atribuyó; para los autores bíblicos y demás judíos no se interpretaba en contraposición

con el fenómeno de la ortodoxia, pues, en la literatura clásica se llamaba “herejía” a

cualquier opinión, grupo o partido científico, político o religioso. 64 Según Karlheinz, poco

a poco, el término adquirió la connotación de lo sectario y desacreditado. 65

Dicho lo anterior, el Dr. Jesse Lyman asegura que el desarrollo de las herejías

provino en esencia, cuando la iglesia estuvo compuesta en su mayoría por griegos, entre

los cuales había hombres místicos y tendenciosos de Asia Menor, quienes formularon

toda clase de opiniones y teorías que al poco tiempo se desarrollaron con mayor ímpetu

en la iglesia.66 Por supuesto, estas herejías fueron construidas a partir de verdades mal

61
Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 43.
62
Karlheinz Deschner, Historia Criminal del Cristianismo, Volumen I, trad. de J. A. Bravo (Barcelona:
Martínez Roca, 1986), 112.
63
Deschner, Historia Cristianismo, 112.
64
Deschner, Historia Cristianismo, 112.
65
Deschner, Historia Cristianismo, 112.
66
Jesse Lyman Hurlbut, Historia de la Iglesia Cristiana (Miami, FL: Vida, 1999), 38,
https://drive.google.com/file/d/17wHOQS4C96u4vavSXQqdN0raxqirIgI0/view.
Metas Primarias de la Teología 23

fragmentadas, que prontamente tomaron forma en aquellos que la abrazaban,

constituyendo sectas aisladas de la ortodoxia. Un claro ejemplo, fueron los gnósticos,

quienes tuvieron un enfoque de ideas fantásticas, pues eran un injerto del cristianismo

sobre el paganismo; así mismo, los Ebionitas, quienes insistían en la observancia de las

leyes y costumbres judaicas.67 Por otro lado, estaban los maniqueos, quienes enseñaban

que el universo se componía de dos reinos, uno de luz y otro de tinieblas, y que cada uno

luchaba por el dominio en la naturaleza y en el hombre; al mismo tiempo, existían

aquellos montanistas, que reclamaban volver a la sencillez de los cristianos primitivos. 68

En resumen, cada uno de estos grupos consideró poseer la verdad a costa de sus intereses

religiosos, mal interpretando la Escritura.

Visto de esta forma, el historiador Paul Johnson argumenta que una de las armas

que combatió la herejía fue la expansión del canon, debido a que toda la prueba disponible

sugiere que estos herejes no crearon las herejías, sino que se limitaron a organizar modos

populares preexistentes y, en algunos casos, lucharon en defensa de tradiciones que

estaban siendo pisoteadas por el avance de la ortodoxia. 69 Por cierto, uno de los hombres

emblemáticos del cristianismo que vivió la lucha contra la herejía fue Atanasio de

Alejandría, quien combatió a Arrio y a sus seguidores durante la mayor parte del siglo

cuarto. Arrio enseñaba que el Logos (Cristo) no era el Hijo eterno de Dios. 70 Este punto

de vista a su vez atacaba de manera indirecta la doctrina de la Trinidad, de la creación, y

de la redención. A favor de ello, Alejandro obispo de Alejandría, refutó estas herejías en

el concilio de Nicea afirmando que las Escrituras enseñan la eternidad del Hijo, del Logos,

67
Lyman, Historia de la Iglesia Cristiana, 38.
68
Lyman, Historia de la Iglesia Cristiana, 39.
69
Johnson, La Historia del Cristianismo, 82.
70
Harry R. Boer, Historia de la Iglesia Primitiva, Vol. 1 (Miami, FL: Unilit, 2001), 3,
http://escriturayverdad.cl/wp-content/uploads/Historia/Historiadelaiglesiaprimitiva.pdf.
Metas Primarias de la Teología 24

la creación directa del mundo por Dios, y la redención del hombre y del mundo por Dios

en Cristo.71

Antes que nada, el enigmático teólogo Agustín de Hipona creía que era deber del

intelectual ortodoxo identificar la herejía incipiente, obligarla a manifestarse y a

denunciarla, y, por lo tanto, obligar a los responsables a abandonar por completo su línea

de investigación o aceptar la condición de herejes. 72 Evidentemente, la contundencia

radical en preservar la sana enseñanza de la herejía estaba en manos de la ortodoxia

doctrinaria, así pues, no escaseaban los hombres dispuestos a defender la ortodoxia, pues

estos mismos denunciaban las estructuras políticas de estado que estaban interesadas en

convertir el cristianismo en un sistema filosófico, político y liberal. 73

En el siglo XX surge la “Neo-ortodoxia”, como un movimiento teológico

representado por las enseñanzas de Karl Barth, 74 en respuesta a la teología liberal, cuyo

optimismo acerca de las capacidades humanas sufrió un rudo golpe a causa de la Primera

Guerra Mundial. 75 Barth fue un teólogo suizo considerado como uno de los gigantes del

protestantismo moderno,76 enseñaba que la palabra de Dios cobraba sentido siempre y

cuando el creyente las aplicaba a su corazón.77 Si bien es cierto, la Neo-ortodoxia “Nueva

Ortodoxia” difiere de la vieja ortodoxia, ya que no fue lo suficientemente lejos y

71
Justo L. González, Historia del Cristianismo, Tomo I (Miami, FL: Unilit, 2018), 210.
72
Johnson, La Historia del Cristianismo, 164.
73
Johnson, La Historia del Cristianismo, 86.
74
Karl Barth (1886-1968) fue un teólogo de padres reformados conservadores. Tras estudiar en Berna,
Tubinga y Marburgo, vino a ser pastor en su Suiza nativa, primero en Ginebra, y luego en la aldea de
Safenwil (1911). Como resultado de su educación teológica, llegó al pastorado convencido de mucho de
lo que sostenía la teología liberal. Sus obras más conocidas son el comentario a la epístola a los Romanos
y Dogmática Eclesiástica. La teología de Barth y la de sus compañeros recibió el nombre de «teología de
la crisis», en el sentido de que subrayaba la crisis de la humanidad cuando se enfrenta a Dios. En Justo L.
Gonzáles, Historia del Pensamiento Cristiano: Tomo III (Miami, FL: Caribe, 1993), 445-447.
75
Gonzáles, Diccionario Teológico, 202.
76
Boer, Historia de la Iglesia, 4.
77
Wayne Grudem, Teología Sistemática, trad. de Miguel Mesías, José Luis Martínez y Omar Díaz de
Arce (Miami, FL: Vida, 2007), 1328.
Metas Primarias de la Teología 25

rápidamente cayó en un liberalismo teológico similar a lo que se opuso. Esto se debió en

gran medida a su negación de la Escritura como verdad objetiva, inerrante y

proposicional. 78

Ante este resumido panorama, se ha visto el recorrido que ha tenido la ortodoxia,

siendo así, el trofeo por el cual muchas vertientes del cristianismo deseaban identificarse

sin acoplarse a los dogmas prescritos por la Escritura inspirada. Como recurso final, es

pertinente decir que la sana doctrina llega a ser el purgante contra toda falsa enseñanza. 79

Ortopraxis

El término Ortopraxis se origina en el idioma griego, “ορθο” correcto; y “πραξια”

acción, cuya traducción es práctica correcta.80 El Diccionario Hispano Americano de

Pablo A. Deiros define la ortopraxis como el elemento que privilegia el carácter de la

acción sobre el valor de los principios doctrinales. 81 Por su parte, el término fue

introducido en el vocabulario teológico a principios de los años de 1960 por Nikos

Nissiotis y J.B. Metz, y se tornó característico de la teología política 82 y también de la

teología liberal por teólogos como J. Moltmann y Gustavo Gutiérrez.83 Estos pensadores

tendieron a aceptar un principio que, desde el punto de vista filosófico, había sido

asociado a la obra de Karl Marx, a saber: que es más importante transformar el mundo

que interpretarlo.84 Además, la teología política avanza dudosamente hacia la

determinación de un nuevo tipo de relación entre religión y sociedad, entre iglesia y

78
Tabletalk, “Neo-Orthodoxy,” Tabletalk, https://tabletalkmagazine.com/daily-study/2005/07/neo-
orthodoxy/, 20 de Julio de 2005.
79
Wiersbe, Bosquejos Expositivos, 424.
80
Deiros, Diccionario, 227.
81
Deiros, Diccionario, 227.
82
Deiros, Diccionario, 227.
83
Johnson, La Historia del Cristianismo, 689.
84
Gutiérrez, Teología de la Liberación, 31-32.
Metas Primarias de la Teología 26

sociedad pública, entre fe escatológica y práctica social. 85 Surge entonces un nuevo modo

de hacer teología: a partir de la praxis política, a partir del compromiso solidario con los

oprimidos en orden a su liberación y en función de la eficacia liberadora se obliga a sí

misma a analizar la conflictiva realidad social desde la perspectiva de los pobres. En

resumen, la Teología Liberal arranca de esa praxis liberadora.86 Empero, bajo la

perspectiva bíblica esto se convierte en una heteropraxis, pues en esencia dichos

principios se inclinan hacia el activismo político y no hacia una praxis bíblica. 87

Punto de vista bíblico. Sin duda alguna, la Biblia ofrece un rico apoyo para la

importancia fundamental de la ortopraxis. Las Escrituras hebreas se fraccionan en tres

categorías: Ley, Profetas y Escritos, 88 y se puede demostrar que cada una de ellas tiene la

praxis como meta principal. Por ejemplo, en el relato histórico del Antiguo Testamento

se ve la Ley describiendo el modo de vida del pueblo elegido por Dios; a la luz de las

circunstancias de su tiempo (Deuteronomio 6:8). Por otro lado, los Profetas en aquellos

entonces eran los voceros de Dios que desafiaban al pueblo a vivir de manera fiel ese

modo de vida (Isaías 38:1; Amós 2:1), y a su vez, los Escritos servían para tratar las

diversas formas en las que la Ley afectaba la vida cotidiana. Este sentido práctico se puede

expresar en textos como Deuteronomio 30:14: Pues la palabra está muy cerca de ti; está

en tu boca, en tu corazón, para que la pongas en práctica, Miqueas 6:8: Se te ha dado a

conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que el Señor exige de ti, practicar la justicia,

amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.

85
Gutiérrez, Teología de la Liberación, 292.
86
Leonardo Boff, Teología Desde El Lugar Del Pobre (Santander, España: Sal Terrae, 1988), 25-26.
87
Johnson, La Historia del Cristianismo, 689.
88
Donald E. Demaray, Introducción a la Biblia (Miami, FL: Unilit, 2001), 16.
Metas Primarias de la Teología 27

Con base a lo anterior, el Nuevo Testamento también resalta la importancia de la

práctica, por ejemplo, en el relato de Mateo 7:21, Jesús declaró: No todo el que me dice:

¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi

Padre que está en los cielos. Por supuesto, el hacer la voluntad del Padre implica una

práctica visible, conforme a la obediencia de la ley. Indiscutiblemente el pasaje de

Santiago 1:22, muestra gran importancia en la praxis de la siguiente manera: Pero sed

hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

Ahora bien, el objeto principal por el cual se mide la correcta práctica se concentra

exclusivamente en la persona de Jesús, por tanto, es imposible entender el mensaje del

evangelio sin considerar la praxis de Jesús, quien obedeció completamente la santa ley

haciendo la voluntad del Padre (Juan 6:38). George Ladd a favor de esta idea, añade en

breves palabras lo siguiente: “La ortopraxis es definida por la persona y las enseñanzas

de Jesús”.89 De igual manera, el apóstol Pablo escribe en Efesios 4:20: Mas vosotros no

habéis aprendido así a Cristo, presentando al hijo de Dios como modelo correcto de

práctica y conducta.

Respecto a lo anterior, se puede decir que una praxis para ser correcta y por tanto

“ortopraxis”, tiene que apoyarse necesariamente con una enseñanza que reconozca su

propia validez. Esto se hace evidente en Santiago 2:18: Tú tienes fe; yo tengo obras;

muéstrame tu fe sin las obras. En el Nuevo Testamento es fácil encontrar esta misma idea

de fondo, donde las obras evidencian la fe.

Como se dijo en el estudio de la ortodoxia, la palabra de Dios es la base de la

correcta enseñanza sin discusión alguna; de esta forma, tiene la autoridad de calificar

89
Ladd, Teología del Nuevo Testamento, 853.
Metas Primarias de la Teología 28

cualquier praxis ya sea correcta o incorrecta, si va acorde o no, con los imperativos que

ésta ordena. Pues en sí misma, no solo busca instruir al creyente en lo que debe creer,

sino también en cómo debe vivir. 90 Más aún, la verdad santifica la vida de todo creyente,

siempre y cuando éste la ejecute en la práctica, y no la almacene en su cerebro. En Juan

17:17, Jesucristo declara: Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.

Inclusive, el cristianismo gira en torno a esa verdad, no en un razonamiento

puramente teórico, sino de verdades de fe prácticas que se involucran en la experiencia y

la vida. 91 En efecto, no se trata de ver el cristianismo como una mera contemplación, ni

mucho menos una mera teoría, sino más bien como una práctica constante del creyente

en relación con Cristo. El teólogo escritor Hans Kung argumenta que el concepto cristiano

de verdad no es teórico-contemplativo, como el griego, sino práctico-operativo; para

dicho escritor la verdad no solo debía ser buscada y hallada, sino seguida y realizada con

veracidad, acreditada y acrisolada.92 Con esto en mente, puede haber un cierto riesgo en

el actuar del cristiano como el pragmatismo, el actuar como un fin en sí mismo, sin

referencia a valores, buscando resultados inmediatos, sin referencia a la verdad. Por tanto,

es importante obedecer la fuente de la ortodoxia, la Palabra de Dios.

Trasfondo histórico. No hay que perder de vista que toda la vida de la iglesia

primitiva, no sólo su pensamiento, sino también su praxis, sus ideas y celebraciones

culturales, giraba en torno a Jesús, 93 siendo el centro constante y la sustancia permanente

de la fe y la vida cristiana. Efectivamente, el libro de los Hechos 2:42, muestra la

insistencia de la iglesia de la siguiente manera: Y perseveraban en la doctrina de los

90
Grudem, Teología Sistemática, 95.
91
Hans Küng, El Cristianismo Esencia e Historia, Religión, trad. de Víctor Abelardo Martínez de Lapera
(Madrid: Trotta, 1997), 61.
92
Küng, El Cristianismo, 61.
93
Küng, El Cristianismo, 89.
Metas Primarias de la Teología 29

apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

La actividad que realizaba la antigua comunidad cristiana, se concentraba en el modelo

establecido por Cristo, dirigido por sus discípulos.

Sin duda alguna, la ortopraxis va de la mano con la ortodoxia doctrinal, según

ello, no puede haber una correcta práctica sin una sana doctrina. 94 Respecto a esto, el

famoso predicador Charles Spurgeon en uno de sus libros declaró que el resultado de

ambos elementos da fruto a la santidad. 95 Incluso, para Calvino el concepto de piedad

estaba arraigado en el conocimiento de Dios expresado en acciones dirigidas a la

adoración y servicio a Dios.96 Quizá una de las razones por las cuales muchos grupos

sectarios en la historia se caracterizaron por tener una incorrecta piedad, se debió

básicamente a la desviación de la doctrina correcta. No basta abordar todas las religiones

que encajan en este asunto, pero como pueden observar, el islam concibe la teología como

filosofía de la religión de forma periférica, apenas necesaria, limitando a la esfera del

derecho de definir y dogmatizar; en vez de la ortodoxia, el islam se ha concentrado en la

ortopraxis.97 Han emprendido guerras de manera cruel, desde las llamadas del Corán. 98 A

Grosso modo, dichas desviaciones de la ortodoxia produjeron consecuencias éticas, 99

como su método de esfuerzo misionero mediante la espada, promoviendo entre los

hombres el odio en lugar del amor. Dondequiera que una ciudad resistía su conquista,

94
Quinn, Gary J. and James D Davidson. “Theology-Sociology: Orthodoxy-Orthopraxy.” Theology
Today 32, nº 4 (1976), 349.
95
Charles H. Spurgeon, Un Ministerio Ideal (Edimburgo, Escocia: El estandarte de la Verdad, 1993),
328.
96
Joel R. Beeke, La Espiritualidad Puritana y Reforma, trad. de Juan Sánchez Llamas y Armando Valdez
(Grand Rapids, MI: Faro de Gracia, 2008), 1.
97
Küng, El Cristianismo, 354.
98
Küng, El Cristianismo, 357.
99
Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 404.
Metas Primarias de la Teología 30

morían sus hombres, llevaban las mujeres a los harenes de los victoriosos, considerándose

como simples esclavas o juguetes del hombre y educaban a los niños en la fe islámica. 100

Sin ir tan lejos, el catolicismo romano llega a ser un claro ejemplo de la incorrecta

praxis. Por cierto, en la administración incorrecta de los sacramentos, la

transustanciación, el bautismo infantil; también, en el crédito a María como la madre de

Dios; la veneración al papa como el vicario de Cristo; el culto a los santos,101 etc. Cada

obra meritoria que ejerce todo feligrés es vista como una práctica incorrecta, debido a la

corrupta ortodoxia. En fin, no es fácil encontrar terreno común entre el catolicismo

romano y las iglesias cristianas fundamentadas sobre la fe histórica y la sana doctrina.

En el siglo XV, frente a la corrupción del papado y de la iglesia en general,

surgieron diversos movimientos de reforma. 102 Algunos de ellos se dirigían casi

exclusivamente a la práctica de la vida cristiana, mientras que otros atacaban las doctrinas

que se habían desarrollado durante los siglos anteriores. Hombres como John Huss, y

muchos de los presentes creían necesaria la tarea de librar la iglesia de toda mácula de

herejía o corrupción, para erradicar la simonía, 103 el pluralismo 104 y el absentismo.105 Ante

100
Lyman, Historia de la Iglesia, 69.
101
John Fox, El Libro de los Mártires (Terrassa, España: Clie, 1991), 207-208,
https://drive.google.com/file/d/14-csBb4S9NQ-qP0Ss5cRqgl61gS893SJ/view.
102
González, Historia del Cristianismo I, 565.
103
La “Simonía” toma su nombre en la ocasión en que Simón el mago (Hechos 8:18), trato de comprarle
a Pedro el poder para transmitir el Espíritu Santo por la imposición de manos, así que se refiere a la
compra del oficio espiritual o cargos eclesiásticos. En Geoffrey W. Bromiley, “Simonía”, en Diccionario
de Teología, Ed. E.F Harrison (Grand Rapids, MI: Desafío, 2002), 579.
104
El “Pluralismo” es una Política que permite que se mantengan las diferencias culturales o religiosas
distintivas sobre la base de la igualdad. Más específicamente, tiene que ver con la existencia de muchas
religiones, una al lado de la otra en la misma comunidad, algo que ocurre con mucha frecuencia en el
mundo moderno. Se usa a veces con relación al concepto de que todas las religiones son igualmente
válidas. En Pablo A. Deiros, Diccionario Hispano-Americano de la Misión (Santa Fe, Argentina:
Comibam International, 1997), 237.
105
El “Absentismo” es el Abandono habitual del desempeño de funciones y deberes propios de un cargo.
En W. M. Jackson, Diccionario Léxico Hispano: Tomo I y II (México, D.C: Inc. Editores, 1980), 11.
Metas Primarias de la Teología 31

todo, la reforma protestante buscó volver a las antiguas fuentes, “las Escrituras”, 106 como

principio guiador para eliminar la incorrecta praxis de la iglesia.

Por otro lado, hubo tendencias religiosas que se inclinaron al extremo enfatizando

la ortopraxis, no mostrando gran interés en la doctrina. El más notable movimiento de

protesta contra el tono de fría intelectualidad que parecía dominar la vida religiosa fue el

pietismo, que se preocupó por la santidad de vida y por los ejercicios religiosos.107

Según el Dr. Richard Pratt, a través de los siglos, ha sido evidente que, con

algunas raras excepciones, la tradición de la reforma ha enfatizado principalmente la

ortodoxia, con un énfasis secundario en la ortopraxis. Sin embargo, dentro de los

parámetros de la teología reformada ortodoxa, el teólogo puritano William Ames acentuó

que el cristianismo es una fe operada por el espíritu, vital y sincera, que produce un

genuino caminar cristiano,108 para William Ames la teología fue concebida como el

estudio del vivir para Dios.109

En última instancia, se puede ver este énfasis de la ortopraxis también en la

respuesta a la tercera pregunta en el Catecismo Menor de Westminster: ¿Qué enseñan las

Escrituras principalmente? El catecismo responde: “Las Escrituras enseñan

principalmente de lo que el hombre ha de creer acerca de Dios, y el deber que Dios

requiere del hombre”.110

106
Justo L. González, Historia del Cristianismo Tomo II (Miami, FL: Unilit, 1994), 365.
107
González, Historia del Cristianismo II, 295.
108
Beeke, La Espiritualidad, 102.
109
William Ames, ed. Sebastián Santa María. La Médula de la Divina Teología, trad. Stephanie Sosa
Hernández et al. (Lexington, KY: Tinta Puritana, 2015), 15.
110
Catecismo Menor De Westminster, I, 3.
Metas Primarias de la Teología 32

Ortopatía

Si alguna vez hubo una meta de la teología que los teólogos académicos tienden

a pasar por alto, es la meta de la ortopatía. 111 El término ortopatía no es muy conocido,

pero sí ocupa un lugar fundamental en la teología. La ortopatía puede ser definida como

las emociones santas y correctas que son el resultado de la verdad de Dios guardada en el

corazón del hombre.112 Ciertamente, el vivir para Dios incluye asegurarse de que aún los

sentimientos más profundos están a su servicio: las alegrías, las desilusiones, el enojo, se

deben traer a la conformidad con la voluntad de Dios.

Según Richard Pratt, el abandono de la dimensión emocional de la teología ocurre

generalmente por dos razones. En primer lugar, porque gran parte de teólogos académicos

tienden a ser ineptos psicológicamente a expresar o explorar emociones. 113 De hecho,

bajo la influencia del modelo académico, a menudo estéril, hay personas que, al

emprender carreras en teología académica, evitan afrontar las dimensiones emocionales

de la vida. Con base a ello, Richard Pratt considera que el mucho estudio de la teología

académica, genera muy poca atención a los asuntos emocionales. 114 En segundo lugar, el

caer en la trampa de creer que los sentimientos son moralmente neutrales, es un obstáculo

para la ortopatía, ya que la noción de la ortopatía, sentimientos correctos, es enteramente

mal guiada. Esto llegaría a significar que la perspectiva amoral hacia las emociones, está

mucho más en línea con ciertas teorías psicológicas modernas que con la perspectiva

bíblica. 115

111
Pratt, Jr. “¿Qué es la Teología?”.
112
Néstor Roubilar, “Un Corazón para Dios: Ortopatía,” Ministerio Soli Deo Gloria,
http://www.solideogloria.cl/2016/09/14/un-corazon-para-dios-ortopatia/, último acceso 7 de abril del
2020.
113
Pratt, Jr. “¿Qué es la Teología?”.
114
Pratt, Jr. “¿Qué es la Teología?”.
115
Pratt, Jr. “¿Qué es la Teología?”.
Metas Primarias de la Teología 33

El mayor exponente de la teología moderna fue Friedrich Schleiermacher, 116

quien desarrolló su teología basada en los sentimientos.117 Schleiermacher pretendía

encontrar un lugar para la religión al mostrar que no se trataba de un conocimiento ni una

moral, sino más bien un sentimiento de unidad con el todo, y el sentido de integridad que

ese sentimiento conlleva.118 Evidentemente, en sus discursos Schleiermacher no se

mostraba muy interesado en la teología como disciplina intelectual, ni según la tradición

de la iglesia, ni en los principios éticos religiosos, sino más bien mostraba interés en la

conciencia inmediata rechazando toda serie de doctrinas que el intelecto percibía y todo

sistema moral. 119

Punto de vista bíblico. Considerablemente, la Biblia revela que el hombre fue

creado como un ser emocional, que en muchas ocasiones se sorprende, se alegra, se

entristece, se angustia, se desespera, se quebranta y se consuela. En la Biblia existen

diversos acontecimientos que narran las emociones y los sentimientos como parte de la

vida humana natural, y también parte de sucesos igualmente pre ordenados por Dios, que

no son omitidos en el contenido. Con todo esto, no es posible negar que incluso los

apóstoles del Señor fueran ajenos a las emociones, pues, la Palabra muestra también a

116
“Friedrich Daniel Emst Schleiermacher era hijo de un capellán reformado del ejército quien se había
convertido a los moravos. Schleiermacher llegó a tener un profundo sentido del pecado, y de la necesidad
y la disponibilidad de la gracia. Fue a la Universidad de Halle, donde, bajo la profunda influencia de la
filosofía de Kant, comenzó a desarrollar su propio modo de entender la fe cristiana. En el 1799 publicó
Sobre la religión: Discursos a las personas cultas que la desprecian, publicó también La Doctrina de la
fe, donde exponía su pensamiento teológico maduro y donde podían verse los rasgos generales de su
sistema teológico, el sello del romanticismo mucho más marcado de lo que sería después. En cierta
ocasión dijo que el cristianismo era monoteísta porque en él nuestros sentimientos de dependencia se
dirigen hacia una sola fuente”. En Justo L. Gonzáles, Historia del Pensamiento Cristiano: Tomo III
(Miami, FL: Caribe, 1993), 357-358.
117
José Grau, Introducción a la Teología (Barcelona: Clie, 2007), 39.
118
Gonzáles, Historia del Pensamiento III, 357.
119
Gonzáles, Historia del Pensamiento III, 357.
Metas Primarias de la Teología 34

Jesucristo mismo llorando (Juan 11:35), angustiado (Mateo 26:38), Maravillado (Mateo

8:10), alterado (Juan 2:15-17).

Ahora bien, para que alguien pueda inclinarse a tener sentimientos correctos, debe

haber sido regenerado por la obra del Espíritu Santo, quien implanta el principio de la

nueva vida espiritual en el hombre, en un cambio radical de la disposición del alma que

lo mueve en dirección a Dios. 120 Este principio afecta no solo el intelecto, sino también

las emociones (Salmos 42:1-2; Mateo 5:4; I Pedro 1:8). El Espíritu de Dios infunde en la

voluntad propiedades nuevas, y hace que esa voluntad, que estaba muerta, reviva, se haga

buena, se haga obediente; él mueve y fortalece de tal manera esa voluntad para que pueda,

cual árbol bueno, llevar fruto de buenas obras.

Por consiguiente, la ortopatía le da sentido a la praxis, pues toda práctica, aunque

se estime correcta según la ortodoxia, es inducida por una motivación interna, en otras

palabras, el sentido interno influencia intensamente las acciones externas. Un ejemplo

claro es presentado en el discurso del Señor Jesucristo denominado así “el sermón del

monte”. En Mateo 6:1, Jesús advierte a la multitud presente: Guardaos de hacer vuestra

justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos. Acaso ¿Qué hay de malo actuar

con rectitud, frente a los hombres? ¿Sera posible que esto contradiga lo dicho en Mateo

5:16? donde Jesús mismo declaró: Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para

que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Respecto a ello, el Señor lo que busca hacer es desmantelar las intenciones profundas de

los judíos que eran motivadas por el populismo, o mejor aún, por el visto bueno de los

hombres. De esta manera el Señor se dirige al corazón de toda práctica religiosa,

120
Louis Berkhof, Teología sistemática, Trad. de Felipe Delgado Cortes (Grand Rapids, MI: Desafío,
2005), 586.
Metas Primarias de la Teología 35

queriendo insinuar que todo miembro del reino ha de vivir de tal forma que cuando los

hombres lo miren y vean la clase de vida que lleva, glorifiquen a Dios, y al mismo tiempo

recordar que estas acciones no buscan llamar la atención de los demás hacia sí mismo.

Con esto en mente, la ortopatía pone en tela de juicio toda acción que aparentemente se

muestre correcta.

Por otro lado, es importante saber que, si la verdad se queda solo en la cabeza,

como un asunto meramente intelectual, y no afecta los corazones, en tal sentido, el ser

humano no llegaría a ser diferente a los demonios. Según esta idea, Santiago 2:19 expresa:

Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. En efecto,

perseguir el conocimiento sin un deseo correcto en la práctica de la piedad, puede ser el

retrato de un sepulcro blanqueado (Mateo 23:27). Muy seguramente ésta sea la razón por

la cual es difícil determinar la intención en una práctica correcta.

Cabe mencionar, que no toda motivación que parezca buena debe ser ejecutada

sin antes sujetarse a la correcta enseñanza. En el Antiguo Testamento se narra el relato

curioso de Uza, un coatita que hizo lo impensable, pues al tocar el arca de Dios cayó

muerto repentinamente (2 Samuel 6:6-7). Pero ¿a lo mejor su motivo no era puro? Bueno,

desde un principio, los coatitas descendientes de Leví, habían sido separados por Dios

para una tarea específica, la vocación de sus vidas era cuidar de las cosas sagradas siendo

entrenados desde la niñez en esta labor, y el único principio no negociable que se le había

inculcado a cada coatita fue no tocar el arca de Dios, porque ciertamente esto acarrearía

la muerte (Números 4:15). Aunque la motivación de Uza no fue mala, al tratar de

preservar el arca de caer en el barro, violó la ley de Dios.


Metas Primarias de la Teología 36

Trasfondo histórico. En referencia histórica, es válido relucir la motivación

correcta que evidenciaron los reformadores del siglo XVI, uno de ellos fue Juan Calvino

que hizo un fuerte énfasis en el corazón más que la mente. Para este reformador, la cabeza

y el corazón debían trabajar juntos, pero el corazón era más importante, tanto así, que

percibió el sincero sentimiento de amor por Dios, como un elemento fundamental para la

verdadera piedad. 121 Así mismo, el famoso teólogo del siglo XVIII, Jonathan Edwards,122

observó la santidad como un deber interno que involucra todo el corazón. 123 No cabe

duda, que el conocimiento bíblico de estos hombres era elevado, y, por ende, su ortopatía

se sujetaba a la ortodoxia.

En el transcurso de la historia se pueden ver ciertos movimientos religiosos, que

sin saberlo cayeron en el extremo del sentimiento o mejor aún en la contemplación. Un

ejemplo claro, fueron los monjes ascetas del siglo IV que se concentraron únicamente en

el ámbito interno, el deseo de estos hombres era pasar todo su tiempo meditando acerca

del amor de Dios, particularmente en su revelación respecto a la humanidad de Cristo. 124

La contemplación que realizaban, tenía como propósito producir una paz interna, por esta

razón, la mayoría de ellos no les parecía provechoso el poseer libros, ya que esto podría

alimentar el orgullo y por tanto obstruir su devoción. 125 Muchos de estos monjes eran

121
Beeke, La Espiritualidad, 2.
122
Jonathan Edwards nació en Nació en Nueva Inglaterra, 83 años después del arribo de los peregrinos
puritanos. Aprendió latín a la edad de siete años. Mientras realizaba su maestría en la ciudad de Yale,
escribió sus 70 famosas resoluciones. Para aquellos entonces el pensamiento arminiano y liberal invadía
rápidamente las iglesias, el fervor evangélico menguó. Edwards y otros se quejaron de la pasividad
espiritual en sus congregaciones y comunidades, además, la predicación muerta estaba produciendo
creyentes muertos. En este contexto Dios envió el Gran Despertar, donde se conoce su más famoso
sermón, titulado, Pecadores en Manos de un Dios Airado. No obstante, surgió mucho escepticismo acerca
del avivamiento en sí, y a manera de defensa, Edwards escribió Las Marcas que Distinguen la obra del
Espíritu Santo de Dios, y luego un tercer análisis crítico de avivamiento en lo que muchos consideran su
obra culminante, Sentimientos Religiosos. En Ernest Klassen, La Predicación Que Aviva: Lecciones de
Jonathan Edwards (Barcelona: Clie, 2016), 59-61.
123
Beeke, La Espiritualidad, 338.
124
González, Historia del Cristianismo I, 431.
125
González, Historia del Cristianismo I, 188.
Metas Primarias de la Teología 37

ignorantes y fanáticos, que prontamente se convirtieron en peones de otros más poderosos

y educados que utilizaron el celo de las huestes del desierto para sus propios fines. 126 Con

base a dicho retrato, la meta de la ortopatía se vio como el principio más resaltado por el

ascetismo; siendo así, el énfasis que se tuvo fue sumamente incorrecto y la vez dañino.

Por consiguiente, la experiencia de las emociones también fue muy vista durante

el Gran Despertar bajo la dirección de notables predicadores y teólogos como George

Whitefield127 y Jonathan Edwards. En aquel entonces el pueblo lloraba en arrepentimiento

por sus pecados, algunos gritaban de alegría por haber sido perdonados, y otros estaban

tan abrumados que se desmayaban, las personas a veces se sacudían con convulsiones,

emitían sonidos similares a gruñidos y chillidos de animales, o caían en estados de

trance.128 Por su parte, Edwards explicó que la legitimidad de un avivamiento no se podía

determinar con base a respuestas emocionales, por el contrario, las experiencias

emocionales podrían ser poderosas, pero no eran una prueba de que Dios estaba

verdaderamente en el asunto.129 Para dicho teólogo, el verdadero avivamiento tenía que

ser evidenciado por una vida transformada en obediencia al evangelio, y un reflejo de las

virtudes características del cristianismo verdadero. Al mismo tiempo, delineó los signos

126
González, Historia del Cristianismo I, 190.
127
George Whitefield merece el título de príncipe de los predicadores al aire libre, porque predicó un
promedio de diez veces por semana, durante un período de treinta y cuatro años, mayormente a la
intemperie. La vida de George Whitefield fue un milagro. Nació en una taberna de bebidas alcohólicas en
Inglaterra. Antes de cumplir tres años, su padre falleció. Se costeó sus propios estudios en Pembroke
College, Oxford, sirviendo como mesero en un hotel. Se unió a estudiantes como Charles y John Wesley.
La mayor parte de sus viajes a la América del Norte los hizo a favor del orfanato que fundó en la colonia
de Georgia. Vivía en la pobreza y se esforzaba para conseguir lo necesario para el orfanatorio. Whitefield
se consideraba un peregrino errante en el mundo, en busca de almas. En Orlando S. Boyer, Biografía de
Grandes Cristianos, trad. de Shily Kjellgreen (Deerfield, FL: Vida, 1983), 31-33.
128
John F. MacArthur, Fuego Extraño, El Peligro de Ofender al Espíritu Santo con una Adoración Falsa
(Nashville, TN: Grupo Nelson, 2014), 85.
129
MacArthur, Fuego Extraño, 88.
Metas Primarias de la Teología 38

que pueden acompañar a una verdadera obra de Dios, pero también podían ser fabricados

por hipócritas.130

Finalmente, resulta pertinente incluir los movimientos pentecostal y carismático

del siglo XXI, que están basados en la experiencia, en la emoción, en los fenómenos y en

los sentimientos.131 La gente que se une al movimiento carismático a menudo es la que

está buscando acción, emoción, calor y amor, pues, creen que en el momento de sus

espectáculos Dios realmente está en acción en sus vidas. 132 Dado que su ortodoxia está

muerta, mucha gente busca en el movimiento carismático la satisfacción emocional. El

entusiasmo, la euforia, el fervor, el paroxismo,133 la emoción, y todas las cosas que los

carismáticos tienden a equiparar con la intensidad espiritual, no tienen poder para refrenar

la lujuria, el orgullo, el egoísmo o la codicia.

Dicho esto, los carismáticos cuya única fuerza se deriva de la experiencia última

o más alta, reflejan síntomas de debilidad e inmadurez espiritual, y la trampa en que

muchos caen es la de creer que su experiencia carismática resuelve la lucha con la

carne. 134 Para empeorar la dificultad, cuando los carismáticos tropiezan es improbable

que reconozcan su responsabilidad por el fracaso, antes bien, culpan a los poderes

demoníacos en vez de volver a examinar su teología de la santificación. Tristemente, la

singularidad y la autoridad central de la Palabra se han perdido hasta el día de hoy, y los

carismáticos han desarrollado una marca mística de cristianismo que eventualmente

pudiera tener poco contenido o sustancia bíblica. Este cristianismo evangélico ha

130
MacArthur, Fuego Extraño, 89.
131
John F. MacArthur, Los Carismáticos: Una Perspectiva Doctrinal, trad. de Francisco Almanza (El
Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1995), 37.
132
MacArthur, Los Carismáticos, 244.
133
El paroxismo es la exaltación extrema de los efectos y pasiones. W. M. Jackson, Diccionario Léxico
Hispano: Tomo II (México, D.C: Inc. Editores, 1980), 1076.
134
MacArthur, Los Carismáticos, 253.
Metas Primarias de la Teología 39

estallado en años recientes, aún en librerías cristianas promedio, se encuentra que la

mayoría abrumadora de libros son de índole emocional y experiencial en vez de un

estudio sólido de la Biblia, la doctrina o la teología.135

En definitiva, la tercera meta primaria de la teología fue elevada sobremanera, con

un énfasis central por dichas corrientes religiosas, ausentes de ortodoxia bíblica. Aquellos

que buscaron satisfacer su interés emocional, carecieron de un acercamiento a la verdad

y a la salvación. No sobra decir, que este problema presenta el motivo principal para

combatir el error con la verdad, en beneficio de muchos.

135
MacArthur, Los Carismáticos, 83.
Metas Primarias de la Teología 40

II. Introducción a la segunda epístola de Pablo a Timoteo, y al ministerio

pastoral

Para desarrollar este punto, es necesario abordar un marco teórico y un bosquejo

sugerido respecto a la segunda epístola a Timoteo, además de ello, dar a conocer el

ministerio pastoral, pues, servirá de gran ayuda tanto en la interpretación como en la

comprensión del pasaje, a fin de lograr identificar el oficio de las tres metas primarias de

la teología en el ministerio pastoral.

Trasfondo histórico de II Timoteo

Partiendo de un previo análisis realizado, la segunda epístola a Timoteo hace parte

del conjunto designado como las “epístolas pastorales”, el primero en utilizar este título

fue, D. N Berdot en 1703, seguido de Paul Anton en 1726, un título común para I Timoteo,

II Timoteo y Tito; dicha designación también es aceptada de manera universal en las

exposiciones modernas. 136 De manera general, estas epístolas son de autoría paulina, es

decir, provenientes del apóstol Pablo, y ofrecen instrucciones primordiales a pastores,

pues arrojan mucha luz sobre el importante problema de la administración eclesiástica, y

la sana doctrina. De acuerdo a esto, William Hendriksen asume que el título “pastor” no

es exacto en Timoteo y Tito, ya que no lo eran en el sentido general y actual de la palabra,

pues eran vicarios apostólicos, enviados especiales o comisionados del apóstol Pablo que

cumplían misiones específicas. 137 Empero, a estos jóvenes servidores se les encomendó

tareas concretas según la necesidad del momento, para luego informar al apóstol sus

136
D. A. Carson & Douglas J. Moo, Un Introducción al Nuevo Testamento, Colección Teológica
Contemporánea, Vol. 27, trad. de Dorcas Gonzáles y Pedro L. Gómez (Barcelona: Clie, 2005), 479.
137
William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, trad. de Pedro Vega (Grand Rapids, MI:
Desafío, 2006), 6.
Metas Primarias de la Teología 41

actuaciones y logros.138 En este caso, Timoteo y Tito asumen un rol pastoral en su

actividad misionera.

Ciertamente, las epístolas pastorales entre las cuales se encuentra II Timoteo, son

armónicas entre sí, ya que fueron escritas por la misma persona y bajo las mismas

circunstancias generales. I Timoteo retrata a Pablo ocupado activamente en viajar,

aconsejando a su joven ayudante en cuanto a sus deberes pastorales, y el panorama que

presenta Tito es muy parecido.139 II Timoteo, por el contrario, suena marcadamente en

los presagios del fin, porque Pablo demuestra confiadamente que no espera sobrevivir al

invierno (II Tim. 4:21). Su primera defensa, en la cual todos le abandonaron, había

terminado favorablemente (4:17), pero sus acusadores se habían vuelto más rencorosos

(4:14), y su condenación y ejecución de seguro serían sucesos que llegarían en poco

tiempo. Desde luego, el temperamento de Nerón era muy tornadizo y la esperanza que

tenía el apóstol de obtener su clemencia, era muy pequeña.140

Para aquella época, cuando se escribe la segunda epístola a Timoteo, Pablo estaba

en la postrimería de su vida (2 Ti. 4:6-8), pues luego de ser convertido a la fe cristiana,

había invertido largos años en la labor misionera. Esencialmente, su trabajo consistía en

enseñar y entrenar a obreros cristianos que serían sus sucesores, los cuales habrían de

cuidar las iglesias fundadas por él (1 Ti. 1:3; Tit. 1:5), y se encargarían de seguir

agregando nuevos convertidos a la iglesia del Señor (2 Ti. 4:5).

Por otro lado, el apóstol Pablo en aquellos entonces se encontraba en condiciones

críticas, pues estaba como prisionero en una cárcel subterránea en la ciudad de roma

138
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 6.
139
Tenney, Nuestro Nuevo Testamento, 393.
140
Tenney, Nuestro Nuevo Testamento, 392.
Metas Primarias de la Teología 42

alrededor del año 67-68 d.C.141 Poco tiempo atrás, ya había estado encarcelado allí, según

relata Hechos 28; pero, su encarcelamiento no había sido tan severo, pues disponía de una

casa alquilada donde podía recibir a cuantas personas quisiera. 142 Transcurridos dos años

en esta situación, Pablo fue absuelto de sus cargos; y esto le permitió volver viajar y

predicar en otros lugares, pero tan pronto, fue nuevamente encarcelado en la ciudad de

roma; y en esta ocasión, el escenario fue mucho más difícil, porque ya no disponía de una

casa propia, sino antes bien, fue encerrado en un auténtico calabozo sin recibir visitas. 143

Timoteo a quien se dirige Pablo, era hijo de padre griego y de madre hebrea; luego

de haber sido convertido bajo el ministerio del apóstol (Hechos 16:1), este joven discípulo

más tarde llegó a ser el pastor de la iglesia de Éfeso (1Ti. 1:3). Así que, Pablo le escribe

como un padre en la fe, instruyéndole en asuntos de doctrina y de conducta.

Luego de que el apóstol erige su primera carta a Timoteo, escribe por segunda

vez, y en esta ocasión lo hace con el fin de confirmar a este joven discípulo tanto en la fe

del evangelio, como en la pura y constante predicación del mismo. Pues durante la década

del 60-70 D.C., la iglesia cristiana había sufrido cambios radicales por dentro y por fuera;

como resultado de la conversión de muchos gentiles en las iglesias, brotaron varias

creencias paganas que se habían combinado con el cristianismo. 144 Para contrarrestar la

marcha de las herejías dentro de la iglesia, los creyentes tenían que fijar una sana doctrina.

Por ende, el tema de II Timoteo se expone bien en el versículo 2:15: Procura con

diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse,

que traza rectamente la palabra de verdad. En contraste con I Timoteo, donde se enfatiza

141
William MacDonald, Comentario del Nuevo Testamento, trad. de Santiago Escuain (Barcelona: Clie,
2004), 12.
142
Berg, Las Cartas a Timoteo, 151.
143
Berg, Las Cartas a Timoteo, 152.
144
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 193.
Metas Primarias de la Teología 43

la conducta colectiva, congregacional, aquí se destaca la responsabilidad y la conducta

individual. Con base a ello, es posible que esta segunda epístola aplique para todos los

pastores de cualquier época, debido a que contiene muchas sugerencias útiles para el

ministerio de una iglesia local. 145 No sobra recordar, que las exhortaciones que Pablo hace

derivan una considerable importancia por el tiempo en que fueron escritas, pues tenía

presente la muerte que esperaba sufrir por el testimonio del Evangelio (2 Ti. 4:6-7).

Cabe destacar, que esta segunda carta es escrita desde el cautiverio, y Pablo mismo

está convencido de que nunca más saldrá absuelto; además, aguarda que su condena a

muerte es segura e irremediable. En vista del poco tiempo que le queda, redacta esta

epístola, esperando que Timoteo la reciba como el testamento de un condenado a muerte;

normalmente, las cartas escritas por un condenado a muerte desde la soledad de su celda,

son leídas con una mayor atención y cuidado, pues a través de ellas el escritor derrama su

corazón y su mente, dejando ver lo que hay en lo profundo de su ser. 146

Frente al contenido de esta epístola, Juan Calvino expresa lo siguiente:

Todo lo que se lee aquí, tocante al reino de Cristo, a la esperanza de la vida eterna,
a la lucha cristiana, a la confianza en confesar a Cristo, y a la certeza de la doctrina,
debe ser considerado por nosotros, no como si hubiese sido escrito con tinta, sino
con la propia sangre de Pablo. Por lo tanto, esta epístola puede considerarse como
una solemne suscripción y ratificación de la doctrina de Pablo. 147
En función de todo lo dicho anterior, conviene tomar de referencia la epístola II

Timoteo, porque además de ser un texto inspirado, genera un interés profundo hacia la

temática pastoral, pues debido al contexto de quien escribe, aplica al contexto de quien lo

vive. Hecha esta salvedad, resulta oportuno conocer el oficio que desarrollan las tres

145
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 191.
146
Berg, Las Cartas a Timoteo, 152.
147
Calvino, Comentario a las Epístolas, 209.
Metas Primarias de la Teología 44

metas primarias de la teología en el ministerio pastoral, por lo cual, es necesario, realizar

una pausa detallada en ciertos pasajes de la epístola que muestran la función de cada meta

primaria.

Bosquejo

Capítulo 1: El compromiso de un ministro

Capítulo 2: La valentía de un ministro

Capítulo 3: La perseverancia de un ministro

Capítulo 4: La osadía de un ministro

Siguiendo la división de los capítulos que presenta la Biblia, se realizaron cuatro

declaraciones que el apóstol Pablo hizo a Timoteo antes de su partida. Cada declaración

hecha por el apóstol, busca responsabilizar al joven ministro a continuar con gran valor

el legado del evangelio, aun cuando las condiciones desalentadoras se presenten. En

síntesis, el capítulo 1 muestra el compromiso que debe tener el ministro; Pablo en su

saludo se dirige a Timoteo como su “amado hijo”, revelando a su vez un íntimo aprecio

hacia él; de este modo, agradece a Dios por la vida de Timoteo y le recuerda su llamado

al ministerio. Luego, el apóstol pone su propia vida como ejemplo para animar a Timoteo

a seguir, a pesar de todos aquellos que lo abandonaron durante la carrera.

El capítulo 2 presenta la valentía que debe caracterizar al ministro; en esta parte

el apóstol Pablo realiza varias ilustraciones de manera metafórica al joven Timoteo, con

el fin de que éste pueda ser consciente de las aflicciones que debe soportar por amor a

Cristo. Además, le aconseja a usar correctamente la Escritura, a vivir como ella manda, y

a corregir a quienes se oponen a ella.


Metas Primarias de la Teología 45

El capítulo 3 deja ver la perseverancia que conviene mantener el ministro; pues

en esta sección Pablo alerta a Timoteo sobre la maldad de los hombres en los postreros

días y los posibles peligros a los que se estaría enfrentando durante su ministerio; en

efecto, exhorta a Timoteo a permanecer en la doctrina y a continuar con el legado.

El capítulo 4 revela la osadía que debe identificar al ministro; en este último punto,

Pablo le ruega encarecidamente a Timoteo, que predique fervientemente la palabra de

Dios en todo tiempo y lugar; seguidamente, lo anima a continuar sin desmayar. Posterior

a ello, el apóstol le pide a Timoteo que lo visite urgentemente, para que lleve consigo un

encargo personal, con base a esto, añade algunas recomendaciones particulares, y

finalmente, concluye con su despedida fraternal.

Como recurso final, se espera que, a través de este resumen panorámico de la

epístola, se facilite la comprensión de cada escena donde las metas primarias de la

teología se identifiquen durante el trascurso de la epístola.

Ministerio pastoral

Inicialmente, el Ministerio Pastoral es un llamado divino y único, derramado

sobre los ministros elegidos por Dios para predicar su palabra y servir en su iglesia. El

famoso predicador John Stott, pone en alto este llamado de la siguiente manera, “El oficio

del ministerio cristiano, entendido en forma correcta, es el más honorable e importante

que cualquier hombre en todo el mundo pueda ostentar”.148 Por cierto, el ministro de Dios

debe guardar y pastorear el rebaño de Dios, lo cual incluye todo lo que se necesita para

llevar a la iglesia a la madurez. Sin lugar a dudas, todo pastor juega un papel clave en la

generación de esperanza de una iglesia, ya que éste la orienta a practicar la verdad de

148
Stott, La Predicación, 27.
Metas Primarias de la Teología 46

manera temeraria para que entiendan el llamamiento penetrante del evangelio, y puedan

dirigirse al mundo con el amor de Cristo.149 Dado esto, los hombres llamados al ministerio

pastoral se sienten poco dignos (1 Ti 1.12-17), y a su vez, le dan gran mérito a la obra,

antes que, a su misma vida, como bien lo señala el apóstol Pablo en II Co. 4.7, Tenemos

este tesoro en vasos de barro, para que la sobreabundante grandeza del poder sea de

Dios y no de nosotros.

Como bien se dijo, este ministerio se dirige tanto a pastores experimentados como

a jóvenes que se preparan para el ministerio o que están iniciando en él; a su vez, busca

que estos hombres vean las Escrituras como la base de autoridad para desarrollar una

filosofía de ministerio.150 La obra pastoral en efecto incluye el carácter y la esencia de la

enseñanza (II Ti. 2:14); también, las cualidades bíblicas requeridas del hombre que ha de

pastorear (I Ti. 2:1-7); y por supuesto, la prioridad bíblica de las actividades envueltas en

el ministerio pastoral (II Ti. 4:13).151

A grosso modo, la responsabilidad de este llamado, urge al pastor a alimentar

sanamente la grey de Dios, lo cual es un aspecto indispensable en su oficio.

Evidentemente, esto se lleva a cabo en sus sermones, donde advierte, protege, guía, sana,

rescata y nutre al rebaño.152 Contrario a ello, si no se toma en cuenta esta responsabilidad,

el decaimiento se puede convertir en un factor enorme que ocasione una gran debilidad y

mundanalidad en la iglesia. Por esta razón, si la iglesia ha de recobrar su salud espiritual,

la predicación debe otorgarle a ella, el fundamento bíblico y apropiado para su provecho.

149
James E. Hightower, El Cuidado Pastoral Desde La Cuna Hasta La Tumba, Trad. de Edgar Morales
(El Paso, TX: Casa bautista de Publicaciones, 1989), 107,
https://drive.google.com/file/d/1YtZvb5ZpgpSWn51NkWOEcperlB9NxoLg/view.
150
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 9.
151
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 2.
152
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 240.
Metas Primarias de la Teología 47

En definitiva, cada sermón que se predique debe ser expuesto de manera exacta, y esto

requiere de un cierto grado de intelecto y de habilidad, de esta forma cualquier hombre

que carezca de ese mínimo básico, claramente no está llamado a ser predicador. 153

Además, el ministerio pastoral demanda que la vida de cada ministro sea

consecuente con su ministerio, aún en los detalles mínimos él debe ser vigilante en ese

cuidado. Si bien es cierto, la santidad constituye la necesidad principal en él, pues una

mera excelencia moral no es suficiente; la virtud más elevada se requiere en él. 154 Sin

duda alguna, los ministros de la palabra, han de ser luces ardientes y brillantes, de lo

contrario, su influencia arrojará alguna maligna cualidad; y del modo como distribuyen

rectamente la palabra, así mismo, conviene que anden rectamente en su vida, es decir,

unifiquen su vida con su enseñanza. 155 A favor de ello, Haddon Robinson expresa esta

idea en breves palabras: “Aun cuando muchos predicadores se quitan el sombrero ante la

predicación expositiva, su práctica los traiciona. Como la emplean poco, la

desacreditan”. 156 Ante esta declaración, cabe resaltar que el Santo nombre de Dios y el

glorioso llamado pastoral está en juego, por tanto, la piedad requiere ser una marca

obligatoria dentro del ministerio pastoral.

Por otro lado ¿Que se puede decir acerca de las motivaciones internas de aquellos

que anhelan el ministerio pastoral? Con frecuencia, muchos buscan una posición de

autoridad con motivos incorrectos, algunos desean el reconocimiento público; otros

quieren tener una posición para controlar a los demás; otros desean el liderazgo por

razones económicas; es decir, ven en el pastorado una forma de suplir sus necesidades

153
Jones, La Predicación, 126.
154
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 10.
155
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 11.
156
Robinson, La Predicación Bíblica, 17.
Metas Primarias de la Teología 48

financieras. 157 Contrario a ello, Héctor Torres toma en cuenta la motivación correcta de

anhelar el pastorado, o mejor aún, considera que lo único que debe motivar al ministro de

la palabra, es el anhelo de buscar y proclamar el reino de Dios y su justicia, 158 pues,

aunque, muchos sean ortodoxos en la enseñanza, suelen ser herejes en la práctica.

157
Torres, Liderazgo Ministerio y Batalla, 170.
158
Torres, Liderazgo Ministerio y Batalla, 170.
Metas Primarias de la Teología 49

III. Identificación de la ortodoxia en el ministerio pastoral bajo el análisis de II

Timoteo

Capítulo 1 - El compromiso de un ministro. Un ejemplo de ortodoxia visto en

el primer capítulo, señala a los versículos 9 y 10: Quien nos salvó y llamó con llamamiento

santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue

dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido

manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y

sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.

Entrando en detalle, estos dos versículos llevan la idea de lo que venía tratando el

apóstol Pablo, pues anterior a estos pasajes mencionados, Pablo había exhortado al joven

Timoteo a no avergonzarse en dar testimonio de Cristo, sino más bien, a ser partícipe de

las aflicciones por el evangelio. De acuerdo a ello, Pablo introduce en el versículo 9 y 10

lo que corresponde con la sana doctrina, buscando como fin, animar a Timoteo a continuar

con el compromiso de llevar a cabo el ministerio. Por cierto, cabe señalar que, en estos

versículos, no se manda a tener en cuenta la ortodoxia, ni tampoco se define

explícitamente, sino que, en sí misma esta declaración es ortodoxa, porque contiene

doctrina fundamental de la que el cristianismo depende; por lo tanto, resulta pertinente

mencionar estas dos citas bíblicas y explicarlas.

En primer lugar, el versículo 9 es una muestra visible de que la doctrina correcta

debe ser muy bien comprendida y utilizada por los ministros de la palabra. Ahora bien,

cuando el apóstol Pablo insinúa Quien nos salvó, le otorga el mérito apropiado a Cristo

como el único redentor. En este caso, la soteriología (la doctrina de la salvación), se hace

evidente en dicha premisa; sin embargo, no es bueno considerar que lo contemplado aquí
Metas Primarias de la Teología 50

es una doctrina más, agregada por el apóstol; antes bien, llega a ser una enseñanza

indiscutible en todo el Antiguo y Nuevo Testamento. Además de ello, aquí se menciona

lo siguiente, y llamo con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el

propósito suyo, con esto en mente, Pablo hace notar que la salvación por gracia proviene

por voluntad divina, que, en esencia, esto desemboca en la doctrina de la elección

soberana. Por ende, se complementa esta idea insinuando que: … la gracia que nos fue

dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, es transportada al plan redentor

de Dios en la eternidad pasada. Respecto a ello, se revela el cumplimiento exacto y no

fallido del consejo eterno de Dios, que inclusive, llega a ser fundamental, porque de cierta

manera, si su plan llegase a fallar, también su mismo carácter estaría siendo involucrado

en ello.

En segundo lugar, el versículo 10 está íntimamente relacionado con el pasaje

anterior, de la siguiente manera, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de

Nuestro Salvador Jesucristo, con base a esto, es preciso saber que, a través de la persona

de Jesús, se revela el cumplimiento del plan eterno de Dios. Este aspecto es esencial,

porque refuta la herejía con la que lucharon los reformadores en el siglo XVI, cuando la

iglesia católico romana le quitó el mérito completo a Cristo, para incluir el supuesto rol

de intercesión que desarrollaba María en la obra redentora, que, a su vez, la misma

Escritura no se lo concedió; antes bien, por la Escritura se entiende que el único camino

al Padre es Cristo, quien fue el cumplimiento de todas las profecías hechas al pueblo de

Israel. 159 Ahora bien, continuando con la premisa del versículo 10, he aquí, se muestran

los efectos que trajo consigo la manifestación de Cristo, de tal forma, que en esta

declaración el apóstol Pablo expresa, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la

159
Miguel Núñez, Enseñanzas Que Transformaron El Mundo (Nashville, TN: B & H Español, 2015), 94.
Metas Primarias de la Teología 51

inmortalidad por el evangelio como bien se observa, la victoria trascendente que emana

del santo evangelio, presenta el triunfo de Cristo sobre la muerte al exhibir su propia vida,

resucitando en gloria por la eternidad. 160 Con toda esta observación, se hace visible la

Cristología (la doctrina de Cristo), que corresponde con el santo evangelio, en referencia

a la ortodoxia.

Al ver todo el análisis realizado en los versículos 9 y 10, se puede entender que el

ánimo que debe infundir el ministro de la palabra al rebaño de Dios, debe limitarse

únicamente al contenido del evangelio donde cada doctrina corresponda con lo que

enseña el resto de la Escritura, que, por ende, denote el reflejo de la ortodoxia. Como bien

se observó, el apóstol Pablo presentó las enseñanzas influyentes del evangelio, con el fin

de proporcionar aliento y esperanza a este joven pastor. En resumidas cuentas, el oficio

de la ortodoxia se identifica naturalmente en el ministerio pastoral, a través del ánimo

impartido mediante el mensaje doctrinal.

Un segundo ejemplo de ortodoxia visto en el primer capítulo, señala a los

versículos 13 y 14: Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor

que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en

nosotros.

A través de estos pasajes, se alcanza a notar una demanda exigida por el apóstol

Pablo, aplicable para todo ministro de la palabra. Dicha demanda busca que la sana

doctrina se retenga y se guarde con suma responsabilidad. Al ver la temática de estos dos

versículos, se logra identificar la ortodoxia, desde un pleno interés demandado por el

160
Roberto Jamieson, A. R. Fausset y David Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia
Tomo II, trad. de Jaime C. Quarles y Lemuel C. Quarles (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones,
2002), 640.
Metas Primarias de la Teología 52

apóstol Pablo, en guardar la sana doctrina. En efecto, es importante notar el contexto en

el que pablo escribe y en vista de su cercana ausencia, le urge hacer tal declaración al

joven Timoteo.

Ahora bien, en el versículo 13 el apóstol Pablo insinúa, Retén la forma de las

sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús, aquí es preciso

notar que el verbo “retén - ἔχω”,161 originalmente en el griego se presenta en modo

imperativo, lo cual implica un mandato a retener la sana doctrina; y, esto resulta

importante, porque Pablo a través de sus epístolas da muestra de que sus enseñanzas

estaban fundamentadas en la doctrina correcta.162 La palabra forma significa que la

enseñanza de Pablo era un estándar o modelo de buena doctrina. Es digno de notar que,

en aquella época temprana de la iglesia, los cristianos ya reconocían que existía un cuerpo

de enseñanza cuya fuente era Dios y que era normativa para las iglesias. 163 Inclusive, para

los creyentes, la doctrina de Pablo y de los otros apóstoles era la regla para aceptar o

rechazar las doctrinas de otros, y así, la iglesia no se desviaría de la verdad. En vista del

contexto en el que vivió Timoteo, esta exhortación lleva un sentido urgente; pues, a decir

verdad, el evangelio es un mensaje que merece ser guardado a toda costa, 164 con la fe y

el amor que es en Cristo Jesús.

La segunda parte de esta doble exhortación ofrecida en el versículo 14, es similar

a la primera; aun así, la idea de ambos pasajes se mantiene. Ahora bien, el verbo con que

inicia el versículo 14 Guarda, también indica un imperativo que ciertamente conecta con

161
James Strong, Diccionario de Palabras Hebreas y Griegas (Nashville, TN: Caribe, 2002), 92,
https://drive.google.com/file/d/1DT2PV1Wmfd3nG1EjvTEuWKzNa0PLiqEb/view.
162
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 186.
163
Stanford Orth, Estudios Bíblicos ELA: Toma la estafeta, II Timoteo (México, D.C: Ediciones las
Américas, 1993), 42.
164
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 191.
Metas Primarias de la Teología 53

el resto del pasaje el buen deposito por el Espíritu Santo que mora en vosotros, señalando

un deber en proteger la sana enseñanza, con la misma dedicación que tiene un guardia al

proteger un palacio o un tesoro, así pues, el evangelio es un hermoso tesoro, noble y

valioso. Y, de hecho, el uso de este verbo en el Nuevo Testamento indica que Timoteo

tenía que confiar en el valor del depósito, obedecer los mandatos y obligaciones que

implicaba y protegerlo de los ataques de sus enemigos. 165 El buen depósito es, por

supuesto, el evangelio tomado en su sentido más amplio, que consiste en las sanas

palabras que Timoteo había oído de Pablo. Visto de esta forma, se exhorta una vez más

a Timoteo en guardar este depósito; y para ello, debe defenderlo contra todo ataque y no

permitir jamás que sea cambiado o modificado. 166 No obstante, Pablo añade respecto a

este mandato, el pensamiento de que esta acción de guardar se haga efectiva por el

Espíritu Santo que mora en nosotros, quien a la vez capacita para esta gran

responsabilidad.

Ahora bien, retomando el análisis de estos dos pasajes, se puede identificar la

ortodoxia, desarrollando un papel muy favorable en la responsabilidad de preservar la

sana doctrina, sin ninguna alteración. A manera de aplicación, se podría decir que del

mismo modo como pablo exhorta al joven Timoteo a retener y guardar las sanas palabras,

así mismo, todo ministro está obligado a obedecerlo. Pues la sana doctrina es el purgante

contra la falsa enseñanza, 167 y si en dado caso el purgante llega a ser alterado,

inmediatamente pierde su propósito, es decir, que para que la fe persevere limpia y sana,

165
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 43.
166
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 189.
167
Wiersbe, Bosquejos Expositivos, 424.
Metas Primarias de la Teología 54

es necesario conservar la exactitud de las Escrituras tal como el Espíritu Santo las

inspiró.168

Capítulo 2 - La valentía de un ministro. Una muestra clave de ortodoxia vista

en este capítulo, señala al versículo 2: Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto

encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

Este pasaje mencionado, muestra que el depósito que fue confiado a Timoteo (1

(2 Ti. 1:14) debe ser entregado en manos de hombres dignos de confianza. Por tanto, la

noción de ortodoxia en este caso está implícita en el depositar el mensaje conservado a

hombres fieles e idóneos, pues de esta manera, la sana doctrina continuará siendo intacta

por varias generaciones al seguir la cadena de fidelidad al evangelio, algo semejante a la

tradición oral.

Ahora bien, la primera porción del versículo 2, Lo que has oído de mi ante muchos

testigos, ciertamente indica que Timoteo había escuchado series de sermones y lecciones

de su maestro durante el tiempo que estuvo asociado con él, desde el día en que por vez

primera se encontraron.169 A la par con esto, también la evidencia de cierta cantidad de

personas, ante muchos testigos, eran aquellos oyentes que habían escuchado sus

enseñanzas, y, por tanto, daban fe de cada palabra que salía de la boca del apóstol. En la

segunda porción de este pasaje, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para

enseñar también a otros, Pablo le encomienda a Timoteo, la ardua labor de entrenar a

hombres dignos de confianza, para que continúen con la transmisión correcta de la

doctrina, y éstos a su vez, hagan lo mismo con otros.

168
Valencia, Comentario Bíblico, 77-78.
169
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 195
Metas Primarias de la Teología 55

Plasmando esta escena, se puede ver al apóstol Pablo esperando su partida,

cediendo la antorcha del evangelio que por largo tiempo llevó. Tan pronto, Timoteo la

recibe, entrena a los demás, con el fin de perpetuar la memoria de la doctrina que se les

ha entregado.170

En definitiva, este pasaje muestra la manera en cómo la ortodoxia debe

mantenerse pura por largas generaciones. Respecto a ello, cada ministro de la palabra

debe reaccionar a este pasaje, con una preocupación santa de llevar la antorcha del

evangelio con firmeza y valor, sin dejarla pervertir, y a la vez capacitar hombres dignos

de confianza para que contribuyan en esta misma tarea.

Otro ejemplo de ortodoxia visto desde este segundo capítulo, aparece en los

versículos 11-13: Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con

él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si

fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

En estos pasajes, se puede apreciar el contenido de la doctrina correcta, expresada

en forma poética;171 de acuerdo a ello, no hace falta proceder a detallar el significado de

lo que enseña cada pensamiento comprendido en estos tres versículos, más bien resulta

oportuno señalar la ortodoxia en la esencia de estos pasajes. Sin discusión alguna, el

apóstol Pablo realiza una recopilación de verdades sanas y esperanzadoras a partir de

principios doctrinales sostenidos por la misma Escritura. Según la estructura rítmica que

presentan estos versículos, algunos escritores han considerado de manera general que lo

170
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 195.
171
Valencia, Comentario Bíblico, 86.
Metas Primarias de la Teología 56

mencionado allí, posiblemente sean porciones tomadas de un credo cristiano, o un trozo

de oración litúrgica o las líneas de un himno bautismal. 172

Prosiguiendo con el análisis del texto, la primera expresión Palabra fiel es esta

anticipa la importancia y la seguridad de lo que seguidamente se dirá. Ahora bien, el

referente principio doctrinal que se pronuncia es el siguiente, Si somos muertos con él,

también viviremos con él, con base a esto, se ve claramente la similitud con Romanos 6:8,

que hace alusión al bautismo espiritual, donde todos aquellos que mueren al pecado

resucitan juntamente con Cristo para vida. No obstante, el apóstol toma en cuenta esta

misma verdad espiritual y la aplica desde un aspecto físico, llevando la idea del

martirio;173 según esto, se puede decir que tanto la muerte al pecado, como la muerte

física, resultan para vida juntamente con Cristo. Luego, afirma: Si sufrimos, también

reinaremos con él, como se puede observar aquí, cualquier cosa que le suceda al creyente

no altera la promesa de estar con Cristo, y particularmente es una verdad clave que resalta

una salvación segura. La siguiente premisa: Si le negáremos, él también nos negará, es

considerada como una advertencia que hace Pablo, tomada de las palabras de Cristo en

Mateo 10:33: Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré

delante de mi Padre que está en los cielos. Probablemente esto describe el caso de uno

que profesando ser creyente, en medio de la persecución u otro sufrimiento revela por su

infidelidad e incumplimiento que no es un verdadero cristiano.174 Finalmente, Si fuéremos

infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo, en esta última expresión, hay

que considerar una comparación desproporcional, entre Dios y el hombre. Pues, aunque

el hombre falla muy seguido, Dios siempre es el mismo, porque en esencia es inmutable;

172
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 211.
173
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 70.
174
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 71.
Metas Primarias de la Teología 57

por ende, este asunto va relacionado intrínsecamente con la teología propia (el estudio de

Dios).

Por consiguiente, la esencia de estos pasajes tratados ofrece aportes referentes al

ministerio pastoral respecto a la ortodoxia. Si bien es cierto, cada principio mencionado

aquí, está profundamente arraigado a la doctrina, y, por tanto, resulta esperanzador. Basta

decir, que, aunque la noción de ortodoxia está implícita en dicho contenido, aun así, le

otorga un peso elevado a cada principio, a fin de traer fortaleza y ánimo a aquellos fieles

ministros como lo fue Timoteo. Finalmente, hay que decir que en los momentos de crisis

no es bueno que el pastor se dirija a la iglesia, con palabras ilusorias, ni con discursos

fantasiosos, sino más bien, debe ser consciente de que sus palabras conlleven verdades

doctrinales enlazadas con la realidad y traigan ánimo al pueblo de Dios.

Otro ejemplo de ortodoxia, señala al versículo 14: Procura con diligencia

presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa

bien la palabra de verdad.

Al llegar a este famoso pasaje, es preciso hallar una de las piezas centrales en la

ortodoxia, como lo es la interpretación. Al parecer, muchos de los que se han hecho llamar

ortodoxos, han perdido de vista lo que enseña este versículo. Para ello, se espera

identificar nuevamente la ortodoxia, pero esta vez, no se apreciará como una doctrina más

en la epístola, sino más bien como el ejercicio y el cuidado que todo ministro de la palabra

debe tener en cuenta en el momento de interpretar la Sagrada Escritura. En otras palabras,

la ortodoxia está íntimamente vinculada con la correcta interpretación del texto bíblico.

Hecha esta salvedad, es necesario revisar el corazón de este pasaje, para ver que oficio

cumple la ortodoxia.
Metas Primarias de la Teología 58

Específicamente, lo que se analizará en dicho pasaje, será la última porción que

usa bien la palabra de verdad. Respecto a ello, existen muchas versiones que traducen

este versículo de manera peculiar. Por cierto, el teólogo y escritor Héctor Torres en su

libro Liderazgo Ministerio y Batalla, presenta cuatro versiones de esta misma cita bíblica.

“...Correctamente analizando el mensaje de verdad (Berkley)...manejando la palabra con

precisión (Rotherham)...entregando el mensaje de Dios con exactitud (20th Century)

...declarando la palabra de verdad sin distorsión (Conybeare)”. 175

En lo esencial, el verbo “usar” en el idioma griego se compone de dos partes, ὀρθο

- recto, y τομέω - cortar, ὀρθοτομέω,176 significa “cortar o abrir un camino recto”, como

el explorador cuando abre una brecha en la selva. 177 De la misma forma, Calvino en su

comentario relaciona esta semejanza, a un padre repartiendo la comida y haciendo las

particiones para que cada miembro de la familia reciba la porción correcta. 178

Considerando esto, el contexto histórico resalta la importancia de este pasaje, pues

en aquellos tiempos, algunos judíos estaban enseñando que la resurrección tenía lugar en

el momento del bautismo, y no después de la muerte. Siendo así, el problema de esta clase

de enseñanza encontraba un eco tanto en el lado judío de la iglesia como en el lado griego.

En el lado judío, los fariseos creían en la resurrección del cuerpo, pero los saduceos no;

cualquier enseñanza que suprimiera la idea de una vida después de la muerte atraería a

los saduceos; el problema con los saduceos consistía en su riqueza material, tenían tantas

comodidades en este mundo que no estaban interesados en ningún mundo por venir. 179

Por el lado griego, el problema era mucho más grande; en los primeros días del

175
Torres, Liderazgo Ministerio y Batalla, 159.
176
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 209.
177
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 77.
178
Calvino, Comentario a las Epístolas, 274.
179
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 73.
Metas Primarias de la Teología 59

cristianismo, la mayoría de los griegos, creían en la inmortalidad, pero no en la

resurrección del cuerpo.180

Desde luego, entre falsos maestros de los que Pablo hace mención, Himeneo y

Fileto y sus semejantes, consideraban que la resurrección ya había tenido lugar;

evidentemente, estos hombres estaban enseñando algo que los judíos saduceos y los

filósofos griegos no encontrarían repugnante en aceptar. Sin embargo, dichas enseñanzas

minaban una de las creencias centrales de la fe cristiana. Por esta razón, el apóstol Pablo

a través de este pasaje, exhorta a Timoteo a usar correctamente la Escritura, a fin de

contrarrestar la herejía incipiente.

Ahora bien, para el obrero cristiano que estudia la Palabra de Dios, esto significa

trabajar con exactitud, ya que, para poder enseñar su significado verdadero y la doctrina

correcta, se requiere de un sumo cuidado. Pues, aquellos que trazan la Palabra de Dios de

manera correcta, no la cambian, ni la pervierten, ni la mutilan, ni la distorsionan, ni mucho

menos hacen uso de ella con propósitos malos en el pensamiento,181 antes bien el ministro

de Dios debe caracterizarse por ser un buen exégeta de la Biblia. 182

Capítulo 3 - La perseverancia de un ministro. En este capítulo se identifica la

ortodoxia en el versículo 10: Pero tú has seguido mi doctrina...

Antes de observar esta cita bíblica, hubo un agudo contraste entre la conducta leal

de Timoteo con la de los herejes que estaban haciendo todo lo posible por destruir la

iglesia. 183 En ese contexto, Pablo anima y felicita a Timoteo por no tener las mismas

características de estos maestros engañadores, y apela a su relación íntima de maestro a

180
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 73.
181
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 209.
182
Valencia, Comentario Bíblico, 89.
183
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 81.
Metas Primarias de la Teología 60

discípulo, a fin de que Timoteo recuerde constantemente el modelo y las enseñanzas

paulinas; quizás, siempre será más fácil imitar un ejemplo que comprender una teoría; es

por ello, que Timoteo tenía la doble ventaja de la instrucción correcta y del ejemplo

brillante de Pablo.184

Siguiendo con el análisis: pero, tú has seguido mi doctrina, el verbo “seguido” se

entiende desde un sentido figurativo lo cual puede significar mirado, observado,

tomado como modelo, adherido a, o copiado.185 Enseguida, la palabra “doctrina” no debe

llevarse a pensar solamente en conceptos teológicos difíciles de entender o las

disertaciones de eruditos acerca de los puntos grises de las creencias cristianas; Pablo se

refiere a las más básicas enseñanzas que son preciosas y necesarias para todo creyente,

como lo es el conocimiento acerca del mundo, el pecado, Dios Padre, Jesucristo, el

Espíritu Santo, la salvación, la vida cristiana, la iglesia y el futuro.186

En definitiva, lo que se obtiene de este versículo es una muestra específica de

como la doctrina debe ser estrechamente seguida ante las herejías. Así mismo, para que

el entendimiento de la ortodoxia se mantenga intacto, se requiere de lealtad en los

ministros de la palabra, pues mientras cada quien sigue la doctrina debe esforzarse por no

desviarse de ella. El riesgo que puede haber en no seguir la verdad, no afecta la doctrina

correcta al punto de pervertirla, puesto que ella misma depende de la Escritura. En

proporción a ello, el teólogo escritor Watchman Nee, argumenta que la verdad tiene su

propia posición, su propia autoridad y su propio poder, y no requiere de la intervención

humana para permanecer firme. 187 La verdad no necesita de ayuda, ni suplica que se le

184
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 220.
185
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 233.
186
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 112–113.
187
Nee, El Carácter del obrero, 133.
Metas Primarias de la Teología 61

brinde la mano, lo que se puede hacer frente a ella, es aprender a honrarla y no

comprometerla en ninguna manera. Resulta oportuno aclarar, que el riesgo reincide sobre

el entendimiento de aquellos que dependen de ella, sino se persigue la verdad, el afectado

llega a ser el ministro al considerar ciertas enseñanzas de manera incorrecta, que no están

ancladas en la infalible Palabra.

Por otro lado, la ortodoxia se contempla en el versículo 17: Toda la escritura es

inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en

justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda

buena obra.

Si bien es cierto, este pasaje comprende el valor, la función y el propósito de la

Biblia como la fuente de ortodoxia. No cabe duda en considerar que la Escritura posee

valor divino, si no llegase a tenerlo, inmediatamente la ortodoxia perdería su sentido e

importancia. Sin embargo, lo que revela este versículo en cuanto a la Biblia, informa el

entendimiento respecto a la ortodoxia hacia la práctica de vida.

En primer lugar, Pablo recomienda la Escritura por razón de su autoridad; y

segundo, por razón de la utilidad que emana de ella; al mismo tiempo sostiene la autoridad

de la Escritura, declarando su inspiración divina. 188 Por cierto, éste es el principio que

distingue el cristianismo de todas las demás religiones, así pues, se sabe que Dios ha

hablado a través de ella, y que los profetas no hablaron por su propia cuenta, sino que,

siendo instrumentos del Espíritu Santo, ellos únicamente dijeron lo que su comisión

celestial les ordenó declarar.189 Para la enseñanza de los discípulos, indudablemente la

sana doctrina se encuentra en cada escrito, “soplado por Dios”, no solo en cuanto a las

188
Calvino, Comentario a las Epístolas, 307.
189
Calvino, Comentario a las Epístolas, 307.
Metas Primarias de la Teología 62

normas doctrinales, sino que también toda la instrucción en justicia procede de la historia

divinamente preservada para dar ejemplos de la vida ética. 190 En cada defensa contra las

herejías, la reprensión necesaria nace de las palabras inspiradas para reprobarlas o

rechazarlas con autoridad; aun cuando se presente el caso de una corrección, Timoteo

hallaría suficiente “ortodoxia” en la revelación divina para restaurar al que se había

desviado de la fe. 191

Por otro lado, los gnósticos tenían sus propios libros fantásticos; todos los herejes

se referían a su propia literatura para apoyar sus ideas, pero, Pablo consideraba esas

fuentes como elementos meramente humanos; pues los grandes libros para el alma

humana eran los inspirados por Dios que la tradición aceptaba y la experiencia de los

creyentes santificaba.192

Acorde con lo anterior, la palabra que se traduce inspirada por Dios

“θεόπνευστος”, ocurre solamente aquí, e indica que toda la Escritura debe su origen y

contenido al aliento divino.193 Ciertamente, Dios se valió de autores humanos los cuales

fueron guiados poderosamente por el Espíritu Santo. Por supuesto, lo que ellos

escribieron no solamente carece de errores, sino que también extiende un valor supremo

para el hombre, en otras palabras, lo que relata la Biblia es todo lo que Dios quiso que

fuera, pues constituye la infalible regla de fe y práctica para la humanidad.

Particularmente, cuando Pablo escribió estas palabras, la referencia directa desembocaba

en un cuerpo de literatura sagrada que aun entonces comprendía más que el Antiguo

Testamento, pues, al final del I siglo d.C., “toda la Escritura” había sido completada.194

190
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 224.
191
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 224.
192
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 82.
193
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 242.
194
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 243.
Metas Primarias de la Teología 63

Para comprender mejor esto, en I Timoteo 5:18, Pablo toma una cita del Antiguo

Testamento (Deuteronomio 25:4) y otra en el evangelio de Lucas 10:17, y se refiere a

ambos como “la Escritura”. De igual manera, el apóstol Pedro llama las cartas de Pablo

como “Escrituras” (2 Pedro 3:15–16).

A su vez, este versículo resulta muy significativo porque presenta la fuente de la

ortodoxia con un valor muy elevado, como lo es su inspiración. Siendo así, la ortodoxia

cobra sentido como meta primaria de la teología, al ver que no se detiene en el intelecto,

sino que indudablemente sirve para la vida, y para la acción.195 Dicho esto, el ministerio

pastoral debe estar sumamente arraigado a fuente de la ortodoxia cristiana, procurando

siempre que la Biblia sea la suprema autoridad en cada labor que ejerza el ministro, es

decir, todo sermón, toda consejería, y toda responsabilidad práctica que involucre su

oficio, debe sujetarse a las sagradas Escrituras, el fundamento de la ortodoxia.

Capítulo 4 - La osadía de un ministro. En este último capítulo se puede ver la

ortodoxia señalada en el versículo 2 y 3: que prediques la palabra; que instes a tiempo y

fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque

vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír,

se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.

Para empezar, el apóstol Pablo ruega de manera encarecida a Timoteo delante de

Dios y de Jesucristo, predicar la palabra de Dios en todo momento. Y enseguida,

aprovecha para alertarlo de la posibilidad que tiene de hacerlo antes de que llegue el

momento en que muchos no sufrirán la sana doctrina. Antes que nada, es preciso señalar

lo que se insinúa en estos dos pasajes respecto a la ortodoxia. En primer lugar, el versículo

195
Jamieson, La Sana Doctrina, 22.
Metas Primarias de la Teología 64

2 muestra la doctrina ocupando un lugar relevante dentro del oficio pastoral, pues, al

observar como el apóstol se dirige a su discípulo, le aconseja tener dispuesta siempre esa

palabra; redarguyendo con ella hasta donde sea necesario; y dejando que la Escritura

hable por sí sola en los momentos de reprensión; con esto en mente, no debe faltar la

doctrina y la paciencia.196 En segundo lugar, Pablo en el versículo 3 alerta a su amado

discípulo a aprovechar la ocasión para realizar toda esta labor ministerial con mucha

osadía; pues llegarán tiempos en que ya no habrá dicha posibilidad, porque los hombres

no soportarán la sana doctrina.197

De este modo, el apóstol urge así a Timoteo para que sea celoso, aprovechando

cualquier oportunidad para predicar; sin embargo, esta urgencia no permite una actitud

no cristiana, y es por ello, que el apóstol agrega: redarguye, reprende y exhorta con toda

paciencia y enseñanza. Por un lado, el redargüir puede dirigirse al que está equivocado,

aunque sea un miembro que Timoteo tenga que refutar con “las sanas palabras”.198 La

expresión reprende abarca la necesidad de corregir hasta censurar a los hombres que

yerran por la falta de conformarse a la ética cristiana. 199 Por último, la palabra exhortación

se puede extender hacia los incrédulos a que reciban la salvación por el arrepentimiento

de sus pecados y la fe en Jesucristo.200

No obstante, a medida que la historia avanza hacia la consumación, esta situación

se hace peor, donde los hombres no soportarán o tolerarán la verdad, la doctrina que es

llamada sana. 201 Para ellos será desagradable la predicación sobre el pecado y el juicio,

196
Berg, Las Cartas a Timoteo, 243.
197
Berg, Las Cartas a Timoteo, 244.
198
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 226.
199
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 226.
200
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 224.
201
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 250.
Metas Primarias de la Teología 65

sobre la redención y la santificación, porque el evangelio no se adapta a sus gustos

naturales. Esto significa que no sólo sentirán aversión y despreciarán la sana doctrina,

sino que la odiarán; pues Pablo la llama "sana" (o salutífera) con relación al efecto que

produce, porque realmente instruye en la piedad. 202

En favor del versículo 3, Juan Calvino hace un llamado pastoral, frente a la

perversión del hombre en los postreros tiempos:

Primero aprendamos de esto: que cuanto más extraordinaria sea la avidez de los
hombres perversos por despreciar la doctrina de Cristo, más celosos deben ser los
ministros en defenderla, y más enérgicos sus esfuerzos por preservarla íntegra; y
no sólo en esta forma, sino también por su diligencia en contrarrestar los ataques
de Satanás.203
Como se vio en estos pasajes, la ortodoxia no solo debe ser tenida en cuenta en

cada labor que demanda el ministerio pastoral, sino que también estas demandas son en

sí mismas ortodoxas para este presente tiempo. Cada ministro de la palabra debe

considerarlas ortodoxas, pues sin ellas, como lo es el redargüir, el reprender y el exhortar,

el crecimiento integral de la iglesia se vería estancado, por un aporte limitado de parte del

pastor. De acuerdo a esto, Bobby Jamieson argumenta en breve, “la meta de la sana

doctrina es una vida piadosa”. 204 Respecto a ello, es correcto decir que no puede haber

santificación en la iglesia si el oficio que desarrolla el ministro no es ortodoxo. Por otro

lado, ningún ministro de Dios debe sacrificar, ni comprometer la verdad divina por causa

de su propio bienestar;205 al contrario, debe comprender que su vida ministerial depende

de ella.

202
Calvino, Comentario a las Epístolas, 315.
203
Calvino, Comentario a las Epístolas, 315.
204
Jamieson, La Sana Doctrina, 27.
205
Nee, El Carácter del Obrero, 132.
Metas Primarias de la Teología 66

IV. Identificación de la ortopraxis en el ministerio pastoral bajo el análisis de

II Timoteo

Capítulo 1 – El compromiso de un ministro

Un ejemplo de ortopraxis en este capítulo señala al versículo 3: Doy gracias a

Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo

de ti en mis oraciones noche y día.

Respecto a este pasaje, el apóstol mismo revela su condición carcelaria enlazada

con un sincero agradecimiento a Dios, a la vez demuestra el íntimo aprecio por su amado

discípulo reflejado en las constantes oraciones. Notablemente, este versículo indica la

práctica del apóstol Pablo en su condición crítica; por lo tanto, no se comprende la

ortopraxis en concepto o teoría; antes bien, en ello se comprenden estas tres acciones: el

agradecimiento a Dios ante la dificultad, el fiel servicio y la oración sin cesar. Por cierto,

cada acto es parte de la ortopraxis que debe caracterizar a un fiel ministro, pues en vista

de que la Biblia presenta los imperativos en otros pasajes como por ejemplo el

agradecimiento (1 Tes. 5:18), el servicio (Rom. 12:11) y la oración (1 Tes. 5:17), aquí el

apóstol Pablo los corrobora en su ejecución. De cierta manera, esto significa que cada

acción señalada en este versículo 3 es práctica correcta, aplicable para todo ministro.

A pesar de los problemas que estaba enfrentando Pablo, su apostolado era un

honor. Ante todo, le recuerda a Timoteo que hay mucho por lo cual estar agradecido,206

pues pronto habría de sufrir la muerte de un criminal, y, aun así, no tuvo miedo de hablar

acerca de servir a Dios,207 ni cesaba de orar noche y día por Timoteo. En esta cita, el

206
Wiersbe, Bosquejos Expositivos, 423.
207
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 176.
Metas Primarias de la Teología 67

apóstol hace la siguiente declaración, al cual sirvo desde mis mayores, para contrarrestar

aquellas falsedades con que los judíos lo calumniaban, como si él hubiese abandonado la

religión de su patria, y apostatado de la Ley de Moisés. Contrario a ello, declara que adora

a Dios, respecto al cual él ha sido enseñado por sus antecesores, y que éste es el Dios de

Abraham que se reveló a sí mismo a los judíos, que entregó su ley por medio de Moisés;

y no algún pretendido dios que él estuviese confiando.208

Ahora bien, con toda esta observación el ejemplo de Pablo constituye una correcta

praxis para el ministerio pastoral. En este oficio, se requiere del ministro una vida de

agradecimiento, aun en los momentos de escasez, en condiciones de enfermedad, o en

tiempos de tribulación debe estar satisfecho con Dios, porque su vida depende de él.

También, se espera que éste goce del servicio en el ministerio, como una obra en la que

se deleita juntamente con la sociedad de santos donde ha sido ordenado;209 el servicio

debe ser un privilegio y no una molestia. Por último, la vida de oración nunca debe faltar

en todo su tiempo, pues el ministro que no ora fervientemente por su obra, es preciso que

sea un hombre vano y presuntuoso.210 De no serlo, esto demostraría su autosuficiencia y

poca espiritualidad.

Otro ejemplo visto de ortopraxis, se señala en el versículo 6: …sino participa de

las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.

En esta medida, aquí el apóstol le ordena a Timoteo a participar de los sufrimientos

que llegan de manera natural por la causa del evangelio. Esta porción es clave en dicha

meta primaria porque revela que la práctica correcta de un ministro no consiste en evadir

208
Calvino, Comentario a las Epístolas, 226.
209
MacArthur, Ministerio Pastoral, 58.
210
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 34.
Metas Primarias de la Teología 68

las dificultades que amenazan el ministerio, al contrario, su compromiso por la obra debe

llevarlo a enfrentar con orgullo cualquier circunstancia que llegue por causa de la fe.

Respecto a ello, el joven Timoteo debía estar dispuesto a sufrir el maltrato

juntamente con Pablo. Aun así, debía estar presto a recibir la persecución; y esto no con

su propio poder, lo cual sería imposible, sino “según el poder de Dios”, que lo capacitaría

para soportar hasta la muerte.211 Hay poder en Dios para ser librados de aflicciones, pero

si llegan, hay poder para resistirlas.212 Por otro lado, es inevitable que la lealtad al

evangelio traiga problemas,213 por esta razón, cada ministro es responsable de soportar la

adversidad. Pues en ello, debe participar en la aflicción con gozo, Bienaventurados sois

cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra

vosotros, mintiendo (Mateo 5:11).

Respecto a dicha temática, Charles Spurgeon toma en cuenta algunas aplicaciones,

donde declara que a los hombres buenos se les ha prometido tribulaciones en este mundo,

y los ministros deben esperar una parte mayor que éstos, a fin de aprender por ese medio

a simpatizar con el pueblo desdichado del Señor, y a ser pastores idóneos para dirigir el

rebaño de ovejas doloridas. 214 Teniendo esto en mente, la praxis se cataloga correcta

mientras se haga conforme a la ortodoxia; en otras palabras, la Biblia no manda a

participar de las aflicciones que llegan a consecuencia del pecado o las malas decisiones.

Al contrario, ordena que todo ministro haga parte de las consternaciones que vienen por

causa del evangelio, las cuales resultan meritorias delante de Dios.

211
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 176.
212
Valencia, Comentario Bíblico Del Continente, 75.
213
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 61.
214
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 121.
Metas Primarias de la Teología 69

Otro ejemplo visto de ortopraxis se puede ver en el versículo 13 y 14: Reten la

forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.

Guarda el buen depósito del Espíritu Santo que mora en vosotros.

En particular, este pasaje de II Timoteo revela la ortopraxis juntamente con la

ortodoxia (Ver la exposición de este mismo pasaje en el capítulo III). Por cierto, aquí

aparecen dos imperativos similares, “Reten y Guarda”, los cuales implican acciones

dignas de ser obedecidas. Para comprender mejor esto, a los judíos se les enseñaba a

memorizar y a repetir vez tras vez sus dichos sagrados de manera tradicional. 215 De cierto

modo, las palabras de Jesús produjeron tal impacto en la mente y corazón de los oyentes,

que éstos se vieron impelidos a repetirlas vez tras vez. 216 Desde luego, crecieron las

tradiciones orales, se propagaron, y finalmente se hicieron constar por escrito. De acuerdo

a esta observación, cabe recordar que las enseñanzas de Pablo estaban arraigadas a las

Escrituras, por lo tanto, Timoteo debía tener presente las sanas palabras, en las cuales se

incluía todo aquello que el joven discípulo había aprendido de su maestro. Esto con el fin

de hacer frente a las falsas doctrinas que estaban tomando fuerza desde aquel entonces, y

también con el fin de que las sanas palabras recibidas por el apóstol trajeran beneficio a

la iglesia de Éfeso en cuanto al entendimiento correcto de la doctrina cristiana.

En síntesis, la esfera de la ortopraxis abarca los imperativos que revelan estos

versículos, por tanto, aunque en ello se muestre la ortodoxia desde la necesidad doctrinal,

y las enseñanzas consistentes de Pablo, la ortopraxis se hace crucial en el ministerio

pastoral, mientras se aplican dichos principios de la ortodoxia “retener y guardar”, los

cuales conforman la exactitud en la exposición de la palabra. El ministro por su parte,

215
Demaray, Introducción a la Biblia, 178.
216
Demaray, Introducción a la Biblia, 178.
Metas Primarias de la Teología 70

debe procurar siempre que la doctrina permanezca intacta y pura en la mente y corazón

de la iglesia. Respecto a ello, Jesús mismo declaró a sus discípulos, Si vosotros

permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos (Juan 8:31).

Capítulo 2 – La valentía de un ministro

En este segundo capítulo, la ortopraxis se puede observar en numerables

versículos, sin embargo, se tomarán de referencia los más relevantes respecto a dicha

meta primaria.

Para empezar, la ortopraxis se puede ver desde el versículo 1-3: Tú, pues, hijo mío,

esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos,

esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues,

sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.

Para entrar en detalle, es importante conocer con anterioridad lo que el apóstol

Pablo ya venía tratando. En el primer capítulo, animó a Timoteo a permanecer firme en

la obra, recordándole su llamado al ministerio y compromiso con la misma. Ahora bien,

en estos tres versículos exhorta a Timoteo a tener gran valor y diligencia en su labor de

pastorear la iglesia de Éfeso. En efecto, cada exhortación que el apóstol realiza, posee

valores prácticos que resultan normativos para cualquier persona que labore en el

ministerio pastoral.

En este primer versículo, el apóstol se dirige a Timoteo con gran aprecio y

confianza “hijo mío”; enseguida, lo exhorta a fortalecerse en la gracia que es en Cristo

Jesús, con el fin de que éste recobre fuerzas para continuar. Específicamente, la palabra

esfuérzate, involucra un mandato no opcional que Timoteo debía de obedecer según la

gracia que es Cristo Jesús. Pueden llegar a ser tantas las penalidades de un siervo de Dios
Metas Primarias de la Teología 71

que no podrá soportarlas a menos que se aferre a la gracia del Señor y se esfuerce en

ella. 217 Por supuesto, Timoteo no estaba exento de las persecuciones, las prisiones, el

hambre, la pobreza, los desprecios de los de afuera, y, aun así, ingratitudes de los de

adentro, por eso, debía hallar fuerzas suficientes para cumplir con sus responsabilidades

únicamente en la gracia que es en Cristo Jesús.

En el segundo versículo, se puede notar que a consecuencia de la fortaleza que

viene de Jesucristo, la marcha de la obra del Señor exige la fidelidad pastoral en cada

época.218 Dicho esto, Pablo exhorta a Timoteo a continuar en la misma obra, pero en esta

ocasión le delega la responsabilidad de capacitar a los santos en la trasmisión fiel de la

Palabra. Tiempo antes, Timoteo había acompañado al apóstol Pablo por varios años y en

diferentes lugares llevando el evangelio; de cierta manera, este joven discípulo consideró

al apóstol como un gran maestro, porque convivió con él, conociendo su vida, sus anhelos

y motivaciones; en la abundancia como también en la escasez, en el sufrimiento, como

también en la dicha, y en todo tipo de situaciones. Con esto en mente, Timoteo tenía la

responsabilidad de conferir todo aquello que había aprendido del apóstol, a hombres fieles

que posean la capacidad de trasmitir a otros el evangelio (Ver la exposición de este mismo

texto en el capítulo III). Respecto a este pasaje, William Barclay comenta al respecto: “La

antorcha de la luz celestial debe transmitirse sin que se apague de una generación a otra,

y Timoteo debe considerarse un intermediario entre la edad apostólica y las

posteriores”.219 Siendo así, la actividad que muestra este versículo es práctica correcta y

preceptiva para todo ministro.

217
Valencia, Comentario Bíblico Del Continente, 82-83.
218
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 206.
219
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 66.
Metas Primarias de la Teología 72

En el tercer versículo, Pablo ilustra una imagen a Timoteo para explicar cómo

llevar a cabo su ministerio. Debe suponerse, que las experiencias de Pablo en la prisión

le habían dado sobradas oportunidades de observar a los soldados romanos y meditar en

los paralelos que existen entre el soldado y el cristiano.220 Básicamente, lo que le espera

a todo soldado es sufrir, debido a esto, Timoteo necesitaba ser consciente de enfrentar

riesgos, incomodidad y una vida desagradable; pues el siervo del Señor no debe tener la

ilusión de que va a llevar una vida sin tribulación, oposición y sufrimiento.221 Si es leal al

evangelio, seguramente experimentará la oposición y la burla, 222 ya que, sin duda, esto

forma parte de su vida y de su carrera.

Ahora bien, la esencia de la ortopraxis se contempla en cada uno de estos pasajes

en las demandas que apuntan al ministerio pastoral. Como se pudo observar, el ministro

primeramente debe esforzarse con intensidad en la gracia de Cristo, para ejecutar su labor

en la capacitación de hombres para la fiel trasmisión de la Palabra, así mismo el aferrarse

a la gracia de Cristo le proporciona la valentía de realizar un servicio activo ante las

adversidades. No es posible considerar, que cada uno de estos imperativos convergen en

un activismo, sino más bien, resultan provechosos tanto para el ministro como para la

iglesia. Pues el esforzarse en la gracia de Cristo, requiere del pastor una vida de oración

y meditación en la Escritura con mayor dedicación. Así mismo, la capacitación de

hombres fieles, requiere suma precisión y habilidad en la trasmisión de la doctrina, según

ello, el ministro debe sumergirse en el estudio profundo de la Biblia y la teología

académica. Por último, el soportar las aflicciones, exige que el ministro permanezca en

un servicio activo ante las barreras adversas, para nunca abandonar la obra ministerial.

220
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 60.
221
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 55–56.
222
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 60.
Metas Primarias de la Teología 73

Otro ejemplo de Ortopraxis se insinúa en el versículo 15 y 16: Procura con

diligencia presentarte a Dios aprobado…, que usa bien la palabra de verdad. Más evita

profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.

Claramente se debe señalar en estos pasajes, la concentración del ministro en

cuanto a su labor principal de interpretar con exactitud la palabra de Dios, evadiendo las

charlas impías que obstaculizan su carrera. En este sentido, el carácter de estos versículos

expresa la correcta práctica que describe el ministerio pastoral.

Entrando en detalle, la palabra Procurar es la traducción del término griego

απουδαζω, que significa “haz tu mejor esfuerzo”, “trabaja duro”, “sé diligente”.223

Timoteo debía trabajar duro hasta el agotamiento si fuera necesario, con tal de interpretar

de manera apropiada la palabra de verdad (ver esta misma exposición en el capítulo III).

Respecto a esto, John Stott explica claramente:

Exponer las Escritura es extraer lo que se encuentra en el texto y dejarlo a la vista.


El expositor expone por fuerza lo que parece estar oculto, da claridad a lo que
parece confuso, deshace los nudos y desarma lo que parece un paquete difícil…
El tamaño de un texto no tiene importancia siempre que este sea bíblico; importa
lo que hagamos con él. Ya sea Breve o extenso, nuestra responsabilidad como
expositores es hacer que se exponga de tal modo que transmita su mensaje clara,
simple y exactamente en forma pertinente, sin adiciones, sustracciones o
falsificación. 224

Según esta explicación, el papel de Timoteo se enfocaba en ser un fiel dispensador

del evangelio. Pero, por otro lado, Timoteo no debía dejarse involucrar en las discusiones

y contiendas infructuosas que los falsos maestros fomentaban. 225 Por eso, debía seguir el

223
Sugel Michelén, De Parte de Dios y Delante de Dios (Nashville, TN: B&H Publishing Group, 2016),
70.
224
Stott, La Predicación, 120.
225
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 78.
Metas Primarias de la Teología 74

consejo paulino, “evita”, en otras palabras, manténgase a distancia. 226 La razón era porque

las vanas palabrerías avanzaban más y más a la impiedad, pues en ninguna manera

resultaba provechoso, antes bien, “resultaba ser un movimiento progresivo en dirección

equivocada”.227 En efecto, el daño causado por los falsos maestros, alejaba a las almas de

Dios, tanto así, que Pablo disemina su infección en la comunidad, por lo cual lo reitera

tres veces de la siguiente manera: “…para nada aprovecha, sino que es para perdición de

los oyentes” (14b), “y su palabra carcomerá como gangrena” (17), “trastornan la fe de

algunos” (18b).

Con base a este análisis, dichos pasajes buscan que todo predicador se asegure

hasta donde le sea posible, entregar fielmente la palabra de Dios; el estudio cuidadoso de

un pasaje no es un fin en sí mismo y mucho menos un medio para alardear de erudición

en el pulpito como un mero ejercicio académico.228 Puede usar ilustraciones sobre

política, ética o sociología para iluminar y dar fuerza a los principios bíblicos que pretende

explicar, pero el púlpito no es lugar para comentarios puramente políticos, exhortaciones

éticas o debates sociales; el ministro tiene que predicar “la palabra de Dios” y nada más.229

A su vez, él debe entender que el fin de trazar correctamente la Escritura es para el

beneficio de la iglesia tanto en doctrina como en conducta. Desde luego, cuando la vida

del presbítero esté bien, el método de cómo estudiar la Biblia será productivo y

transformador a medida que lo ponga en práctica.230 Al mismo tiempo, debe alejarse lo

más posible de toda conversación vana y superficial, que, sin duda, no genera algún

226
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 212.
227
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 84.
228
Michelén, De Parte de Dios, 71.
229
John Stott, Imágenes del Predicador en el Nuevo Testamento, trad. del equipo de la Comunidad Kairós
(Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans Publishing Co., 1996), 18.
230
MacArthur, El Poder, 87.
Metas Primarias de la Teología 75

provecho para los oyentes ni para él mismo. Con esto en mente, la ortopraxis se ve

definida en la prioridad del ministerio pastoral, donde el ministro dedica su mente, fuerzas

y corazón en el estudio de las sagradas Escrituras, no dando cabida a las conversaciones

inútiles.

Un último ejemplo de Ortopraxis en este capítulo, se indica en los versículos 24 y

25: Porque el siervo de Dios no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto

para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá

Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.

Ciertamente, aquí se comprenden las conductas apropiadas dentro del ministerio

pastoral; por cierto, estos pasajes exhortan a todo ministro a actuar como corresponde su

llamado. Por tal razón, es pertinente señalar la ortopraxis en la conducta cualitativa del

ministro.

Inicialmente, el apóstol Pablo viene exhortando a Timoteo acerca de las cuestiones

necias, pero, a partir del versículo 24, Pablo se dirige al pastor de la iglesia en Éfeso como

el siervo del Señor. Siendo así, que el evangelio de Cristo estaba en juego, Timoteo debía

representarlo muy bien con su vida. En primer lugar, el siervo del Señor no debe ser

contencioso, es decir, no debe mezclarse, ni involucrarse en controversias insensatas; ni

ha de tomar partido por ellas.231 Antes bien, el dirigente cristiano debe ser amable con

todo el mundo, la razón es que, si un hombre es áspero e inaccesible, será imposible que

alguien pueda recibir instrucción de él; según ello, William Hendriksen comenta lo que

significa ser amable, “esto es, afable, fácil de conversar con él, de conducta accesible, no

irritable, intolerante, sarcástico ni burlesco, ni siquiera hacia los que yerran. Debe tratar

231
Berg, Las Cartas a Timoteo, 201.
Metas Primarias de la Teología 76

de ganarlos. Por eso, debe ser amable con todos”.232 También, la amabilidad llega a ser

necesaria, porque se requiere que el siervo del Señor sea apto para enseñar, capaz de

impartir consejo e instrucción. Quien es apto para enseñar cuenta con estas características,

y otras más como la capacidad para comunicar, la paciencia, el poder de resaltar las cosas

más importantes, el uso de preguntas e ilustraciones, y la preparación adecuada, etc.233 A

pesar de que su amabilidad no siempre será apreciada, y su enseñanza será bien recibida,

debe ser paciente ante las injurias, soportándolas.234

Enseguida, el versículo 25 está íntimamente relacionado con el anterior, pues aquí,

la mansedumbre cumple una función importante en guardar la meta del evangelio: “que

se arrepientan para conocer la verdad” (25b). La mansedumbre así mismo, se identifica

en el siervo del Señor adornando su enseñanza con el carácter cristiano, pues al corregir

con esta misma actitud a los que se oponen, el resultado será provechoso; a lo mejor, a

través de ello, Dios realice una notable obra de salvación. 235 Respecto a este versículo, el

Comentario Bíblico Mundo Hispano, comprende este pasaje de la siguiente manera, “El

amor compasivo y comprensivo prepara así un camino por el que la gracia de Dios hace

su entrada en el corazón de los hombres y modifica su sentir, de modo que vuelvan al

reconocimiento de la verdad”.236 Evidentemente, estos hombres que se oponen a la

verdad, son pecaminosos, y, por lo tanto, tienen la necesidad de arrepentirse y de conocer

la verdad. Más aun, estos presentan síntomas del “lazo del Diablo” en que están cautivos

y necesitan ser liberados.237 Si bien es importante el rol del siervo del Señor en corregirlos,

232
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 219.
233
Valencia, Comentario Bíblico del Continente, 93.
234
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 219.
235
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 96.
236
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 215.
237
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 96.
Metas Primarias de la Teología 77

es Dios mismo quien les concede todo arrepentimiento, quien ilumina sus mentes para

reconocer la verdad y quien libra del poder de satanás (26).238

Ahora bien, como se dijo anteriormente, el ministro no solo debe operar

correctamente, sino, también debe manifestar las cualidades como siervo del Señor. Es

importante notar como Pablo une su vida con sus enseñanzas; pues, al observar con mucha

atención, tanto en su persona como en su doctrina, la combinación es significativa, ya

que, no debía descuidarse así mismo por enseñar a otros, ni debía descuidar a otros por

preocuparse por sí mismo.239 Debía practicar lo que predicaba y aplicar sus enseñanzas

tanto para así mismo como para otros. De esta manera el ministerio centrado en Cristo

trae salvación a los inconversos y santificación a la iglesia.240 Así pues, a través de dichos

pasajes la ortopraxis se demuestra claramente en el ministerio pastoral, desde las

cualidades requeridas en el ministro para con los demás.

Capítulo 3 – La perseverancia de un ministro

En este capítulo es posible notar un ejemplo de ortopraxis, en los versículos 10 y

14: Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor,

paciencia… Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien

has aprendido…

Al observar estos versículos, se puede concebir la perseverancia del apóstol Pablo

desde una prisión fría y oscura. A pesar de sus cadenas, nunca dudó en abandonar el

evangelio; por otra parte, su firmeza en Cristo trajo ánimo a la iglesia y especialmente a

su joven discípulo, Timoteo. De acuerdo a ello, dichos pasajes presentan la ortopraxis

238
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 96.
239
Stott, Los Desafíos del Liderazgo, 59.
240
Martin Bobgan y Deidre Bobgan, El Ministerio Centrado en Cristo Comparado Con el Asesoramiento
Centrado en el Problema. Trad. de José Silva D. (Estados Unidos: EastGate Publisher, 2004), 131.
Metas Primarias de la Teología 78

desde un reconocimiento hecho por el apóstol Pablo hacia su discípulo, por haber

perseverado ante el carácter desertor de los hombres durante los postreros tiempos.

Para empezar, hay que recordar que pablo en los primeros versículos de este

capítulo pintó de negro la vida y las actividades de algunos que profesaban ser cristianos

y que harían muy difícil y peligrosa la vida de la iglesia. Estos hombres estaban en

movimiento constante siguiendo un camino cada vez más equivocado. No obstante,

Timoteo no debía moverse, sino permanecer firme en lo que había recibido, por esta

razón, el apóstol Pablo no tenía el propósito de aterrorizar a su hijo en la fe, sino advertirle

de estar alerta, para echar mano de todos los recursos favorables y poder soportar los

peligros venideros.241

Específicamente, en el versículo 10 Pablo anima y felicita a Timoteo por no tener

las características de los maestros engañadores (Ver esta misma exposición en el capítulo

III). En realidad, el apóstol reconoce y valora el buen testimonio de Timoteo, porque la

suma de estos siete puntos expresaba la obediencia activa al Señor.242 Inicialmente,

felicita a Timoteo por haber seguido su “doctrina”, luego, menciona su “conducta” la cual

abarca más que el modo de vivir; pues incluía en sí el liderazgo en orientar a los miembros

y administrar los asuntos de la iglesia.243 Enseguida, el “propósito” y la “fe” que se

mencionan, eran dos lados de la misma moneda, porque Pablo había guardado en mente

las intenciones y convicciones de su llamamiento divino, y al mismo tiempo era fiel a su

apostolado misionero.244 También nombra la “longanimidad”, como la habilidad de

soportar la tontería, la perversidad, la ceguera y la ingratitud de las personas. Asimismo,

241
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 111.
242
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 233.
243
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 220.
244
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 220.
Metas Primarias de la Teología 79

señala el “amor” como la actitud que tolera todo lo que los hombres puedan hacer, o mejor

aún, la característica que busca siempre el bien supremo de los que ama.245 Finalmente,

la “paciencia” que se nombra, conlleva la idea de perseverancia, en otras palabras, la

gracia de mantenerse firme.246

De acuerdo a lo anterior, el versículo 14 sintetiza en un tono de exhortación la

esencia del versículo 10, pues se comprende que Timoteo había seguido lealmente la

doctrina y el ejemplo de Pablo, y por tal razón, este joven pastor se destaca notablemente

del trasfondo de los hombres malos y los falsos maestros.247 No obstante, Pablo le

aconseja a permanecer firme y leal en todo aquello que había aprendido. Por tal motivo,

le recuerda de dónde había recibido la enseñanza, porque la fuente de la doctrina

garantizaba la veracidad de estos conocimientos.248 Añadiendo a esto, es probable que se

refiera al mismo apóstol, cuyo conocimiento provenía de la revelación divina, y, por lo

tanto, era digno de confianza (2:2 y 3:10).249

En síntesis, estas dos frases: “Pero tú has seguido mi doctrina, conducta,

propósito…” (3:10) y, “Pero persiste tú en lo que has aprendido…” (3:14), señalan la

manera en que el ministro y la iglesia en general deben confrontar los tiempos peligrosos

que se viven en la actualidad.250 Ciertamente, esta exhortación es particularmente

efectuada cada vez que surgen innovadores en la iglesia, radicales que reclaman ser

progresistas y que repudian todo aquello que tiene gusto tradicional. 251 Frente a ello, se

espera que el ministro, se mantenga posicionado de manera permanente en las antiguas

245
Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, 81.
246
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 235.
247
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 123.
248
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 117-118.
249
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 117-118.
250
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 112.
251
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 124.
Metas Primarias de la Teología 80

verdades fundamentales de la fe, para no ser influido por las enseñanzas y prácticas de

aquellos que han abandonado el evangelio, o aquellos que se les denomina antinomianos.

También, su conducta no debe acoplarse a los estándares morales que el mundo establece,

igualmente, su propósito y fe deben perseguir la meta de glorificar a Dios en todo tiempo.

Así mismo, debe esforzarse en soportar los ataques del maligno y seguir a delante; a su

vez, obrar con amor hacia quienes no lo merecen.

Indiscutiblemente, como se indicó en el análisis de dichos pasajes, la ortopraxis

se contempla en la acción de perseverar en la enseñanza misma y en su contenido. Al ver

una sociedad perversa, existe el motivo por el cual cada ministro ha de reconocer con

destreza y habilidad, la oposición al evangelio. Ciertamente, el pastor debe entrenarse así

mismo para tener la capacidad de identificar y oponerse a sus adversarios que engañan a

la iglesia con sus astutas sofisterías; a su vez, él ha de cuidar la iglesia a través de la

oración y la vigilancia persistente siempre protegiendo el evangelio de aquellos que

buscaran distorsionar, torcer, y minar su belleza y poder en la iglesia. 252

Capítulo 4 – La osadía de un ministro

En este capítulo, se presenta una referencia de ortopraxis en el versículo 2: que

prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta

con toda paciencia y doctrina.

Es conveniente notar la relación de esta porción bíblica con el versículo 16, donde

Pablo liga con propiedad la Escritura con la predicación.253 En tal sentido, hace un

encargo de manera muy especial a Timoteo. Este encargo final tiene similitud a la forma

252
Matthew Barrett, “John Owen y la Predicación en el Ministerio Pastoral”, en Tópicos en Teología
Pastoral Vol. 1, ed. Jaime D. Caballero (Lima, Perú: Teología Para Vivir, 2020), 212.
253
Calvino, Comentario a las Epístolas, 311.
Metas Primarias de la Teología 81

de un juramento judío, citando tres testigos para hacerlo legal y solemne: “delante de Dios

y del Señor Jesucristo” (1).254 Conforme a ello, Timoteo debe asumir el pastorado bajo la

plena comprensión de que el cumplimiento de tal obligación es exigido divinamente, y

de que todo su ministerio será juzgado al regresar el Señor a la tierra.255 Antes que nada,

este versículo resalta la importancia de la predicación Bíblica como el deber principal en

el ministerio pastoral. Según esto, el famoso puritano John Owen declaró firmemente, “el

primer y principal deber de un pastor es alimentar el rebaño por medio de la predicación

diligente de la palabra”.256 Con base a ello, la exposición de la Palabra en el ministerio

pastoral llega a ser vista como una obligación indispensable en el ministro; por esta razón,

la ortopraxis se presenta en dicho pasaje como la actividad más demandada por este

mismo llamado (Ver esta misma exposición en el capítulo III).

Al examinar el versículo 2 de este capítulo, se puede ver como el apóstol Pablo

urge así a Timoteo para que sea celoso, aprovechando cualquier oportunidad para predicar

la Escritura.257 En particular, el verbo instar ἐφίστημι, ser urgente, significa literalmente

estar preparado o listo, en este caso, se refiere a la insistencia y urgencia de predicar.258

Sobre este punto Richard Baxter ha hecho una muy buena apreciación, donde escribe:

En el nombre de Dios, hermanos trabajen para despertar sus corazones antes de


que vengan al púlpito y durante su trabajo, para que puedan estar capacitados para
despertar el corazón de los pecadores. ¡Recuerden! Ellos deben ser despertados o
estarán condenados. Un predicador adormitado difícilmente persuadirá a alguien.

254
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 225.
255
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 225.
256
Jaime D. Caballero, “John Owen y la Predicación en el Ministerio pastoral”, en Tópicos en Teología
Pastoral Vol. 1, ed. Jaime D. Caballero (Lima, Perú: Teología para Vivir, 2020), 195, citando a John
Owen, “The True Nature of a Golpel Church and Its Goverment”, en The Works of John Owen Volume
16, ed. William H. Goold (Edimburgo, Escocia: Banner of Truth, 1991), 74.
257
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 225.
258
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 137.
Metas Primarias de la Teología 82

Habla a tu gente como hombres que serán despertados, ya sea aquí y ahora, o en
el infierno.259
Siendo así, la responsabilidad de Timoteo no se limita a escucharla, creerla y

obedecerla, ni tampoco guardarla de falsificaciones, o de sufrir por ella y continuar en

ella; ahora debe predicarla a otros levantando la voz sin temor y osadamente darla a

conocer.260 Según ello, Pablo exhorta contra la pereza en el ministerio. Por consiguiente,

los cuatro imperativos que siguen indican la forma en que debe hacerse la proclamación:

En primer lugar, a tiempo y fuera de tiempo, es decir, Timoteo no debía considerar su

propia comodidad, horarios y deseos, sino ser fiel en comunicar el evangelio siempre,261

para ello debía estar disponible. En segundo lugar, redarguye, lo cual se entiende por

convencimiento de culpa, donde este discípulo debía hacer sentir el pecado en la

conciencia de los hombres para que se arrepintieran. 262 En tercer lugar, reprende, lo cual

señala que Timoteo debía amonestar a quienes se habían de conducir con maldad o se

desviarían de la doctrina; de igual modo, a los que andaban en compañía de aquellos que

tenían apariencia de piedad, pero negaban su eficacia; también a quienes en lugar de

compartir la palabra de verdad, perdían el tiempo en profanas y vanas palabrerías. 263

Considerando todo lo dicho anteriormente, es importante comprender en este

pasaje, que cada imperativo estaba enlazado con estos dos componentes, “toda paciencia

y doctrina”. Respecto a la paciencia es importante notar que el crecimiento en la vida

cristiana es un proceso que incluye muchas etapas de desarrollo en el camino hacia la

259
Jaime D. Caballero, “La Predicación y el Ministerio Pastoral Puritano y Reformado”, en Tópicos en
Teología Pastoral Vol. 1, ed. Jaime D. Caballero (Lima, Perú: Teología Para Vivir, 2020), 22, citando a
Joseph A. Pipa Jr., “Puritan Preaching”, en The Practical Calvinist: An Introduction to the presbyterian
and Reformed Heritage, ed. Peter A. Lillback (Fearn, Ross-Shire, Uk: Christian Focus Publications,
2002), 178.
260
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 137.
261
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 129.
262
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 249.
263
Valencia, Comentario Bíblico Del Continente, 104.
Metas Primarias de la Teología 83

imagen de Cristo; a menudo, es difícil que el creyente haga los cambios en su carácter y

comportamiento; debido a esto, Timoteo debía de esperar el fruto con paciencia y

compasión.264 En cuanto a la doctrina, cabe resaltar que el ministerio pastoral es

esencialmente un ministerio de enseñanza, lo que explica porque los candidatos deben ser

ortodoxos en su propia fe y tener aptitud para enseñar.265 En este sentido, una predicación

divorciada de doctrina es tan inútil como una doctrina divorciada de la predicación. 266 En

total acuerdo, Spurgeon toma en cuenta dicha consideración:

Nada puede sustituirse en vez de la enseñanza; toda la retórica del mundo es tan
sólo como la paja del trigo, cuando se pone en contraste con el Evangelio de
nuestra salvación. Por hermosa que sea la canasta del sembrador, es cosa
enteramente inútil si no contiene semilla. El mejor discurso que haya podido
pronunciarse, deja notablemente de llenar su fin, si la doctrina de la gracia de Dios
no se encuentra en él. 267
En última instancia, Sugel Michelén define la predicación bíblica como el deber

principal en el ministerio pastoral, de la siguiente manera:

Es la comunicación en forma de discurso oral de un mensaje extraído de las


sagradas Escrituras por medio de una exegesis cuidadosa; transmitido con
autoridad, con convicción, denuedo, pasión, urgencia y compasión; a través de
toda la personalidad de un hombre redimido, llamado y calificado por Dios; bajo
la influencia y el poder del Espíritu Santo, para la gloria de Dios en Cristo, la
salvación de los pecadores y la edificación de los creyentes. 268
Habiendo dicho esto, la segunda meta primaria de la teología es indispensable en

el ministerio pastoral. A menudo, las iglesias poco saludables además de que le otorgan

escaso valor a la Escritura, generalmente fallan en la mediocridad de su predicación. Por

desgracia, muchas iglesias evangélicas de hoy enfatizan la psicología, el comentario

social, y la retórica política; la exposición bíblica ocupa un segundo puesto en un anhelo

264
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 130.
265
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 140.
266
Caballero, “La Predicación”, 28.
267
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 53.
268
Michelén, De Parte de Dios, 92.
Metas Primarias de la Teología 84

desacertado por lo que se consideran temas relevantes.269 Lamentablemente, el

evangelicalismo 270 contemporáneo se dirige hacia un trato del pulpito centrado en la

experiencia, en el pragmatismo y en los tópicos.271 La pérdida de este fundamento bíblico

es la razón principal de la decadencia de la predicación en la iglesia contemporánea. 272 A

fin de cuentas, la predicación de la Palabra es un medio de gracia, es el canal por el cual

Dios transmite su gracia especial para el crecimiento y edificación del creyente, con el fin

de conformarlo a la imagen de Cristo.273 Por este motivo, un gran llamado requiere una

gran demanda de parte del ministro, pues, a fin de cuentas, ningún ministerio pastoral,

que no dé a la predicación su justo lugar, será de éxito ante la vista de Dios.274

269
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 311.
270
El término “Evangelicalismo”, es de origen norteamericano que se refiere a un movimiento no
claramente definido que aparece en todas las denominaciones protestantes, subrayando la autoridad de las
“Escrituras”, una experiencia personal de “regeneración o segundo nacimiento”, la obra de Cristo como
“expiación en la cruz por los pecados de la humanidad”. En lo que se refiere a las cuestiones sociales y
políticas, hay posiciones diversas dentro del movimiento. La mayoría de sus seguidores en tiempos más
recientes insisten en que la fe bíblica requiere que se involucre en los procesos políticos y económicos de
la sociedad, para allí trabajar en pro de la justicia y la paz. En Justo L. Gonzales, Diccionario Manual
Teológico (Barcelona: Clie, 2010), 118.
271
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 239.
272
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 240.
273
Julio C. Benítez, Construyendo Iglesias Bíblicas Locales (Medellín, Colombia: Álamo Editores,
2011), 152.
274
MacArthur, El Ministerio Pastoral, 311.
Metas Primarias de la Teología 85

V. Identificación de la ortopatía en el ministerio pastoral bajo el análisis de II

Timoteo

Capítulo 1 – El compromiso de un ministro

En este primer capítulo, la ortopatía se contempla en el versículo 8: Por tanto, no

te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mi preso suyo…

De acuerdo a este pasaje, la meta primaria de la ortopatía se hace visible y a la

vez, elemental para la praxis. Al parecer, a Timoteo le costaba esforzarse por dar

testimonio del evangelio, y participar de las aflicciones en lo que esto mismo conllevaba,

quizás por miedo y timidez. Sin embargo, la vergüenza estaba refrenando sus actividades

como siervo de Cristo. Particularmente, el sentimiento de “vergüenza” que se muestra en

este pasaje, no es debido, ni aún aceptable. Desde luego, la forma negativa que expresa

el apóstol Pablo “no te avergüences”, muestra en sí, un aspecto desfavorable que no es

conveniente dentro del oficio pastoral.

Para entrar en detalle, es necesario aclarar que el apóstol Pablo anterior a este

pasaje, había presentado una razón importante por la cual su amado discípulo debía

sentirse animado. Dicha razón consistía en que el espíritu de poder, de amor, y de dominio

propio moraba en Timoteo. Con base a ello, Pablo introduce su exhortación, no te

avergüences de dar testimonio de nuestro Señor. En vista del espíritu de poder que había

recibido Timoteo de parte de Dios (v. 7), no había razones por las cuales él debiera

sentirse avergonzado de Cristo;275 antes bien, debía predicar el evangelio y padecer por

ello.

275
Valencia, Comentario Bíblico, 75.
Metas Primarias de la Teología 86

Resulta lógico pensar que, si Timoteo no hubiera sentido vergüenza, Pablo nunca

lo hubiera exhortado de esta manera. 276 Además, el apóstol en su carta a los romanos

expresó con vehemencia, “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de

Dios para salvación a todo aquel que cree…” (Ro. 1:16). Más aún, si el avergonzarse no

fuera una tentación común en todos los seguidores de Cristo, la Biblia no hubiera

expresado la solemne advertencia: “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras

en esta generación adultera y pecadora, el hijo del hombre se avergonzará también de él

cuándo venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Mr.8:38). A decir verdad,

la mayor parte de los cristianos tienden a ser sensibles a la opinión pública y a inclinarse

con demasiada facilidad ante la presión. 277

Respecto a lo dicho anteriormente, hay que recordar que la ortopatía abarca el

ámbito interno del hombre como los anhelos, los deseos, las motivaciones, los afectos,

etc. Un sentimiento incorrecto puede resultar en una práctica incorrecta, que, por ende,

avergüence la doctrina. Siendo así, la ortopatía presenciada en este versículo, se cataloga

correcta por la forma de expresión “no te avergüences”. En cierta medida, al entender que

el sentimiento estimula la práctica, se requiere que el ministro de Dios someta sus

sentimientos a los criterios bíblicos antes de ejecutarlos en la acción. Pues, aunque la

doctrina que conserve sea correcta, puede ser avergonzada por una práctica incorrecta.

En vez de sentir vergüenza por compartir la fe, el ministro ha de sentirse orgulloso y a la

vez privilegiado de poder hacerlo. Este elemento de patetismo y de emotividad en medio

de cualquier actividad que involucra al ministerio pastoral es muy vital. Respecto a esto,

el famoso predicador Martín Lloyd Jones asegura que dicho aspecto de la emotividad, se

276
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 33.
277
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 34.
Metas Primarias de la Teología 87

ha echado de menos especialmente entre los reformados. 278 Pues, ante todo existe la

tendencia de perder el equilibrio y llegar a ser demasiado intelectuales, casi hasta el punto

de despreciar el elemento del sentimiento y la emoción correcta, 279 quizás por vergüenza

o timidez.

Capítulo 2 – La valentía de un ministro

Un ejemplo de ortopatía señalado en este capítulo, se refleja en el versículo 4: Ninguno

que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por

soldado.

Al observar este hermoso pasaje, la noción clave de ortopatía se muestra en la

motivación apropiada, “a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Sin lugar a

dudas, dicha noción llega a ser un aspecto característico del llamado y el servicio. Por

cierto, hay recordar que en esta sección el apóstol Pablo relaciona la idea de un soldado

con la de un fiel cristiano, para concientizar a Timoteo de las experiencias abrumadoras

que le habrían de sobrevenir.

Ahora bien, esta declaración que hace el apóstol Pablo es contundente, porque

asegura con firmeza que aquellos ministros que poseen como motivo principal agradar al

Señor Jesucristo, no desembocaran por equivocación en los negocios de este mundo. De

hecho, cuando se entiende que todo efecto tiene una causa, la motivación juega un papel

importante en este versículo. De no serlo, se obtendría un efecto sin causa, lo cual es una

imposibilidad racional. 280 Aquí es preciso señalar, que el motivo correcto es la causa de

lo que en efecto resulta una práctica correcta; por esta razón, la motivación correcta

278
Jones, La Predicación, 106.
279
Jones, La Predicación, 106.
280
C. R. Sproul, Como Defender Su Fe trad. de Evis Carballosa (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2003), 42.
Metas Primarias de la Teología 88

cohíbe al ministro de involucrarse en asuntos fuera de su llamado, porque mantiene el

deseo de ejecutar una acción bajo el agrado de Dios.

A manera de aplicación, cada ministro debe examinar su vida para identificar los

intereses que le impiden cumplir su responsabilidad prioritaria de servir genuinamente a

aquel que lo reclutó como soldado.281 Hasta donde le sea posible, evaluar sus actividades

para decidir si quizás la ambición por los bienes materiales, el deporte, la diversión o la

vida social ocupan demasiado tiempo y le distraen de sus responsabilidades. 282 Por otro

lado, las motivaciones caprichosas como el obtener buena reputación, el buscar el favor

de los demás o el reconocimiento popular, destruye por completo cualquier acción que

aparenta ser ortodoxa ante el visto bueno de los hombres. De esta manera, se entiende que

la meta del pastor no es agradar a las ovejas, ni impresionarlas, sino alimentarlas, no

hacerles cosquillas en la oreja, sino nutrir sus almas”. 283 Por sobre todo, el motivo, el

anhelo, y la meta primordial del ministro se concentra en glorificar a Dios; pues la gloria

de Dios se manifiesta en las acciones y respuestas del corazón de los hombres

regenerados, de la manera en la que ellos sienten con sus corazones, contemplan con sus

ojos, escuchan con sus oídos, trabajan con sus manos y hablan con sus lenguas lo hacen

en dirección al agrado divino. 284

Otro caso de ortopatía, se indica en el versículo 10: Por tanto, todo lo soporto por

amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo

Jesús con gloria eterna.

281
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 56.
282
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 56–57.
283
MacArthur, Ministerio Pastoral, 41.
284
Brandon James Crawford, “Wilhelmus Á Brakel y Como Glorificar a Dios en Todas las Cosas”, en
Tópicos en Teología Pastoral Vol. 1, ed. Jaime D. Caballero (Lima, Perú: Teología para vivir, 2020), 119.
Metas Primarias de la Teología 89

Aquí en este pasaje, es necesario resaltar el sentimiento del apóstol Pablo hacia

aquellos hombres que según el designio de Dios fueron ordenados para salvación. Es claro

que el profundo amor de Pablo hacia los escogidos no eran meras palabras, pues su amor

por ellos se había expresado verdaderamente en acciones, entre las cuales se encontraba

encarcelado. A decir verdad, el apóstol estaba lleno de sentimientos y pensamientos, y

los ejercitó, de tal manera que mientras escribía la Palabra de Dios, lo hacía con muchas

lágrimas por la aflicción y angustia que sentía en su corazón; no como los que hablan en

lenguas, transmitiendo palabras sin que la mente participe en ello, aquí, el apóstol es

consciente de lo que escribe. 285 Con base a ello, este versículo, muestra un claro reflejo

de ortopatía que los ministros de la palabra deben poseer, dicho reflejo radica en el amor

visible sobre la grey de Dios, lo cual constituye un sentimiento correcto que merece ser

atendido.

No sobra decir, que, en esta porción tratada, el apóstol Pablo escribe a Timoteo

esperando que tome en cuenta estas recomendaciones y las aplique durante su servicio.

Siendo así, Pablo aquí está dispuesto, no sólo a morir, sino a ser considerado entre el

número de los perversos por el bien de las almas. Antes que nada, es necesario aclarar

que la palabra “amor” en este pasaje no se encuentra en el griego original, 286 sin embargo,

algunas traducciones al español le dan este sentido.287 A pesar de ello, este pasaje revela

de manera implícita el aprecio de Pablo hacia sus semejantes. Por cierto, el libro de los

Hechos narra en parte, la vida misionera de Pablo donde tuvo que ser apedreado,

285
Nee, El Ministerio, 31.
286
Ver aquí, “δια τουτο παντα υπομενω δια τους εκλεκτους…” 2 Ti 2:10, en Stephen’s 1550 Textus
Receptus. La preposición “δια” significa “por causa de”, y ésta precede al sujeto “εκλεκτους” elegidos,
cuya traducción sería, “por causa de los elegidos”.
287
Específicamente, la traducción Reina Valera 1960, 1995 (RVR), La Biblia de las Américas (LBLA),
La Biblia del Jubileo (BJ), La Biblia del Siglo de oro (BSO), Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH) y La Biblia Textual (BTX).
Metas Primarias de la Teología 90

custodiado por los romanos, perseguido por sus opresores, calumniado por los oficiales

judíos; y, aún en su momento se acercaba la hora final de su muerte. Todo esto por amor

al evangelio y a aquellos que habían de creer en Jesús, que efectivamente serían

beneficiados. Ante esta observación, Spurgeon comenta en breve: “Hermanos, si el Señor

no nos da celo por las almas, dedicaos a cualquiera cosa que no sea el pulpito, tomad la

piedra del zapatero o la cuchara del albañil”. 288

Ante dicho análisis, debe ser evidente en todo ministro el amor y el aprecio no

fingido por la obra, mientras se exprese, traerá beneficio a la congregación; para ello, es

necesario que el ministro les deje ver que solo le agrada lo que les beneficia. Por otro

lado, no está bien fingir amarlos cuando se les patrocina el pecado, sin buscar su

salvación.289 Según esto, es ilógico llegar a considerar que la severidad contradice el

amor, naturalmente los padres corrigen a sus hijos y Dios mismo disciplina a todo aquel

que ama (Heb. 12:6).290 Así mismo, el ministro debe mostrarse dispuesto aun si fuere

necesario a dar su vida por los hermanos (Jn. 15:13), y a no estimarla en más alto honor

sobre los suyos. Con relación a este asunto, Richard Baxter ofrece serias recomendaciones

a todos aquellos que laboran en el ministerio pastoral, y en ello expresa lo siguiente:

Cuando vean tu amor sincero para con ellos, escucharan tus palabras y soportaran
todo lo que hagas. Todos aceptan de buen grado a aquel que sabe que los ama
profundamente. Soportan un azote dado por su amor antes que un insulto proferido
con malicia o ira. La mayoría juzga el consejo según el amor del que lo ofrece;
por lo menos lo oirán. Entonces, asegúrate de tener un tierno amor para con tus
feligreses, y que se vea en tu conducta y se oiga en tus palabras. Que vean que
gastas tus recursos y tus fuerzas por su bien, y que lo haces todo por ellos y no por
tus propios fines. 291

288
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 21.
289
Richard Baxter, El Pastor Renovado, trad. de Marvia Ann Crandell (Edimburgo, Escocia: Estandarte
de la Verdad, 2009), 103.
290
“Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo”.
291
Baxter, El Pastor Renovado, 102.
Metas Primarias de la Teología 91

En definitiva, la ortopatía demanda de todos los ministros una genuina pasión por

las almas, cuyo anhelo preocupante busca que éstas procedan a la salvación. Dicha pasión

se hace visible y veraz cuando se pone por obra, ya sea fomentando actividades

evangelísticas en hospitales, centros de educación, cárceles, universidades, etc. No cabe

duda, que aquellos que dicen ser ministros, sin sentir un anhelo ferviente por extender el

reino de Dios con el evangelio, muy seguramente no han sido llamados a pastorear las

almas pertenecientes este reino.

Un último ejemplo de ortopatía se hace evidente en el versículo 22: Huye también

de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de limpio

corazón invocan al Señor.

Aquí es preciso señalar una advertencia hecha a Timoteo, donde Pablo apela por

el cuidado pastoral respecto a las tendencias juveniles de las que su amado discípulo no

estaba exento. Considerando esto, la ortopatía está involucrada de por sí, en dicha

advertencia, cuyo fin opta por la justicia, la fe, el amor y la paz. En otras palabras, el

sentimiento correcto no puede tener relación íntima con las pasiones juveniles, ya que

estas no muestran un reflejo de ortopatía bíblica. Antes bien, busca que el corazón se

purifique de dichos deseos.

Por consiguiente, algunos comentaristas deducen que cuando Pablo escribió estas

palabras, Timoteo debió haber tenido entre 37 a 42 años de edad; por cierto, señalan que

su juventud se debía especialmente en relación con la posición de confianza y

responsabilidad que ocupaba.292 Seguidamente, al escuchar la exhortación moral de Pablo

es importante notar el agudo contraste entre el aspecto negativo y positivo,

292
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 216.
Metas Primarias de la Teología 92

particularmente en los verbos “Huir” y “seguir”. 293 Φευγω “Huir” significa literalmente,

buscar seguridad por medio de la huida.294 En pocas palabras, el apóstol Pablo le advierte

contra las “pasiones juveniles”. Por su parte, dicha expresión no quiere decir propensión

a la inmoralidad, o al libertinaje, o a la lujuria, donde muchos jóvenes se entregan, sino a

toda ambición o sentimiento pecaminoso, característicos de la falta de madurez; 295

inclusive, todas las pasiones impetuosas a las que se inclina el excesivo ardor juvenil de

esa edad.296 Si surge algún debate, los jóvenes se excitan con más facilidad, se irritan

precipitadamente, se equivocan con mayor frecuencia por falta de experiencia, y se

apresuran hacia adelante con mucha confianza y temeridad, que los hombres de mayor

edad.297 Con justa razón, Pablo aconseja a Timoteo a huir de estos ímpetus de la juventud,

que de otra forma le conducirían a inútiles disputas.

Por otra parte, el verbo διοκω “seguir”, es completamente opuesto al anterior, lo

cual significa, “correr detrás de” o “perseguir”. 298 Según este verbo, el apóstol recomienda

cuatro marcas esenciales para frenar la mente y evitar que estalle en excesos juveniles; es

como si dijera: “Estas son las cosas a las cuales tú debes perseguir con gran esfuerzo”. Y

primero él menciona la justicia, es decir, la forma piadosa de vivir o el estado de corazón

y mente que está en armonía con la ley de Dios; luego, añade la fe, como la confianza

humilde y dinámica en Dios.299 También agrega el amor, como un profundo afecto

personal por los hermanos, incluyendo el interés benevolente para con los enemigos; y

finalmente, la paz, como una comprensión sin perturbaciones en perfecta armonía con

293
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 89.
294
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 89.
295
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 90.
296
Calvino, Comentario a las Epístolas Pastorales, 286.
297
Calvino, Comentario a las Epístolas Pastorales, 286.
298
Stott, Segunda Epístola a Timoteo, 90.
299
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 218.
Metas Primarias de la Teología 93

todos los cristianos.300 Timoteo debe seguir estas virtudes con los que, como él, tienen el

corazón limpio, y pueden reunirse e invocar al Señor.301

En síntesis, el mensaje del apóstol Pablo es claro. Para ser un instrumento útil en

las manos de Dios, el ministro tiene que estar limpio. Para eso, tendrá que rechazar radical

y constantemente ciertos deseos y apetitos que ponen en peligro su vida espiritual y

ministerio; a la vez ha de procurar conseguir con dedicación las cualidades que le acercan

al Señor.302 Dicho esto, Charles Spurgeon opina al respecto:

El mundo está lleno de imposturas, y abunda en seductores que explotan la


presunción carnal y se agrupan en torno de los ministros con la avidez con que lo
hacen los buitres en torno de los cuerpos en putrefacción. Nuestros corazones son
engañosos, de manera que la verdad no se halla en la superficie, sino debe ser
sacada de su más profundo interior. Debemos examinarnos a nosotros mismos
muy afanosa y profundamente, no sea que por algún motivo después de haber
predicado a los demás, resulte que nos hallamos en la línea de los réprobos. 303
De acuerdo con esta declaración, el ministro de la Palabra debe ser depurado por

Dios a fin de que sus deseos y pasiones lleguen a ser finos y tiernos, puesto que

representan los sentimientos de Dios. 304 Ciertamente, hay que valorar el siguiente

principio: aunque los sentimientos humanos no dañan la Palabra de Dios, es necesario

que éstos alcancen la norma divina. 305 De esta manera, los pastores no deben evitar el

sentimiento o la intensidad, pero deben dominar sus pasiones más que ser dominados por

ellas; aún su celo debe estar enfocado, cuidadosamente gobernado y utilizado para

propósitos piadosos.306 Sin discusión alguna, el autocontrol es un fruto del Espíritu.

300
Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, 218.
301
Valencia, Comentario Bíblico, 93.
302
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 91.
303
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 3.
304
Nee, El Ministerio de la Palabra, 31.
305
Nee, El Ministerio de la Palabra, 6.
306
John MacArthur, Liderazgo, trad. de Hubert Valverde (Nashville, TN: Grupo Nelson, 2006), 125.
Metas Primarias de la Teología 94

Capítulo 3 – La perseverancia de un ministro

En este capítulo, se puede notar un caso de ortopatía, visto en el versículo 12: Y

también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.

Al analizar este pasaje, se percibe una verdad muy cierta y a la vez dura, para la

época en la que Pablo escribe. Realmente, aquellos que disponían su vida para morir por

causa del evangelio, eran aquellos mismos que deseaban verdaderamente llevar una vida

piadosa. Estos, a su vez, eran conscientes de lo que les esperaba, aun así, tenían el orgullo

y el honor de padecer por su Señor. En este versículo, la ortopatía se percibe como el

anhelo consciente de vivir conforme a la piedad ante cualquier padecimiento.

El apóstol Pablo luego de mencionar sus propias persecuciones en el versículo 11,

añade, que nada de lo que a él le ha sobrevenido, dejará de acontecerle también a los

piadosos.307 En parte, expresa esto con el fin de que los creyentes estén preparados y se

sometan a esta condición. Además, este versículo 12 aclara que el padecimiento es normal

en la vida del ministro;308 sin embargo, éste no llega a ser un obstáculo para aquellos que

desean vivir conforme a la justicia de Dios. De hecho, Jesucristo mismo advirtió a sus

discípulos que ellos serían objeto del mismo odio que él sufrió (Juan 15:18-20). Con esto

en mente, quienes desean ser genuinos deben pagar el precio del sufrimiento, aun cuando

se les asegura el poder libertador de Dios. 309 Pues, el evangelio no asegura que los

cristianos serán libres de la persecución, pero, sí que Cristo morará con los suyos en sus

angustias. 310

307
Calvino, Comentario a las Epístolas, 302.
308
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 91.
309
Cevallos y Zorzoli, Comentario bíblico Mundo Hispano, 229.
310
Cevallos y Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, 229.
Metas Primarias de la Teología 95

Cabe resaltar, que el testimonio de una vida piadosa por sí misma es suficiente

para motivar a las personas. 311 En este caso, a los ministros se les demanda primeramente

la responsabilidad de hacerlo frente a la congregación. En medio de las tribulaciones, el

deseo de orar, de meditar en la Escritura, de compartirla, y de vivirla giran en torno al

motivo de la santificación; aún en la abundancia como en la escasez, su anhelo de buscar

la piedad no debe apagarse. Por muy consciente que sea el ministro, de ver el dolor y la

tribulación atacando su vida, solamente el anhelo de agradar a Dios lo motivará a soportar

con firmeza el padecimiento; que no siempre será físico, sino también verbal y social

(Mateo 5:11).

Por lo visto en este pasaje, la ortopatía no depende de las circunstancias externas

por muy crueles que parezcan, al contrario, el sentimiento correcto se mantiene ligado a

la ortodoxia, porque la correcta enseñanza y la influencia del Espíritu, estimula los deseos,

anhelos, pensamientos y acciones, produciendo cambios internos. 312 Por cierto, Juan

Calvino se refiere a la piedad como: “Una reverencia unida al amor de Dios, que el

conocimiento de Dios produce”.313 Por lo tanto, la doctrina necesita sembrarse

intensamente en el corazón para que el fruto de ser conformados a la imagen de Cristo

pueda crecer para la gloria de Dios.

311
MacArthur, Liderazgo, X.
312
Jamieson, La Sana Doctrina, 66.
313
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, I; II, 2.
Metas Primarias de la Teología 96

Capítulo 4 – La osadía de un ministro

En este capítulo final, se presenta la ortopatía en el versículo 2: que prediques la palabra;

que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia

y doctrina.

Al analizar este pasaje, lo que se busca hacer, es descubrir las emociones que el

pastor ha de reflejar en su actividad suprema de predicar la infalible e inerrante palabra

de Dios (Ver la sección de este versículo en el capítulo III y IV). Respecto a dicho pasaje,

la ortodoxia se hace presente en la doctrina y en la consistencia bíblica del predicador al

impartir el mensaje de Dios. Por lo visto, la ortopraxis llega a ser la misma actividad

demandada en este oficio, que al ser obedecida resulta oportuna. En tanto, la meta

primaria de la ortopatía es visible en dicha porción, donde el predicador se apasiona en la

exposición de la Palabra, como fruto de un intenso amor por la obra de Dios. En ello, ha

de reflejar urgencia, preocupación, gozo, dolor, apacibilidad, entre otros. Siendo así, estas

expresiones internas han de estar ligadas a la ortodoxia, para llevarse a cabo en la praxis.

Como se explicó en capítulos anteriores, este pasaje de la epístola refleja la osadía

del ministro en cada actividad que involucra su llamado pastoral. Ahora bien, en lo que

respecta a la ortopatía, de manera explícita no se muestran indicios de emoción,

sentimiento, motivación o deseo. Sin embargo, la ortopatía no se excluye en la temática

de este versículo. Pues aquellos que realizan estas actividades se catalogan como buenos

obreros del rebaño de Dios, cuando sienten el gran privilegio de hacerlo, y son motivados

por seguir la justicia divina. Naturalmente, quedan excluidos todos aquellos que dicen ser

ministros de la Palabra, y realizan estas demandas sin sentir un anhelo ferviente y sincero
Metas Primarias de la Teología 97

por ellas, “a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y

doctrina”, por el contrario, son motivados por el populismo y la reputación propia.

Entrando a la temática de este pasaje con referencia a la ortopatía, a menudo,

muchos predicadores tienden a expresar verdadero pánico al sentimentalismo, a veces por

timidez, en ocasiones por proteger su imagen y no proyectar debilidad, y, otra posible

razón, es porque tienen una errada comprensión del sentimiento. Sin embargo, cuando

una emoción es genuina no hay porque temer; aquí es preciso ser sobrio y prudente en

reflejar la pasión. De acuerdo a esto, John Stott asegura claramente:

Si podemos predicar a Cristo crucificado y permanecer impasibles por completo,


es que tenemos un corazón duro de verdad. Más que a la emoción, a lo que hemos
de temer es al profesionalismo frío, a la exposición fría y aislada de un tema en la
que no participa ni el corazón ni el alma. 314
En este sentido, el predicador ha de reaccionar al grandioso mensaje del evangelio,

reflejando así, la riqueza del pasaje; como bien decía Martín Lloyd Jones: “La luz sin el

calor no afecta a nadie; y el calor sin la luz no tiene valor permanente”. 315 Por tal razón,

el ministro ha de dar luz al entendimiento y por medio del entendimiento calentar el

corazón.316 Desde luego, John MacArthur en su libro La Predicación, favorece esta idea

citando a Walter Kaiser quien expresa:

Con el ardiente poder de esa verdad en nuestro corazón y en nuestros labios, cada
pensamiento, emoción y acto de la voluntad debe estar tan capturado por esa
verdad que brote con emoción, gozo, sinceridad y realidad como una muestra
evidente de que el Espíritu de Dios está en esa palabra. Fuera con toda la
mediocridad, mortandad, aburrimiento y los discursos indiferentes ofrecidos
como insignificantes sustitutos para la poderosa Palabra del Señor viviente. Si esa
Palabra de Dios no excita al que proclama y le llena […] con un intenso deseo de

314
Stott, Imágenes del Predicador, 49-50.
315
Jones, La Predicación, 106.
316
Michelén, De Parte de Dios, 84.
Metas Primarias de la Teología 98

glorificar a Dios y hacer su voluntad, ¿cómo podemos esperar que tenga mayor
efecto en nuestros oyentes.317
Por otro lado, es necesario comprender que únicamente el Espíritu Santo puede

convencer la conciencia, iluminar la mente, inflamar el corazón y mover la voluntad de

las personas a través de la predicación. 318 Con base a ello, la demostración poderosa que

el Espíritu Santo puede dar a la Palabra, tiene poder para influir en las personas, a que la

reciban y la asimilen con rapidez, y llevar así fruto con paciencia.319 Hecha esta salvedad,

de ninguna manera esto debe generar un descuido en la preparación del mensaje, ni un

temor en reflejar una pasión genuina. En opinión, Spurgeon sostiene que las apelaciones

que excitan los afectos son excelentes, pero si no van acompañadas de enseñanzas, son

simplemente una apariencia, un incendio de pólvora sin tirar una bala. 320 Ante todo, “hay

que estar seguros de que la revivificación más ferviente se acabará cual mero humo, si no

se sostiene por el combustible de la enseñanza bíblica”, 321 acentúa Spurgeon. Por último,

tanto la forma del mensaje como también su contenido, son necesarias en la predicación.

En efecto, es importante aclarar que la pasión no radica en la personalidad del

autor, sino en la convicción de la mente y en el fervor del corazón.322 En otras palabras,

la predicación llena al predicador, porque surge de un hombre alcanzado por el pasaje,

quebrantado por la cruz, airado por su pecado, eufórico por la gracia, abandonado al

evangelio, impulsado por su llamamiento, y entregado con desespero por los suyos. 323

317
John MacArthur, La Predicación, trad. de Javier A. Quiñones Ortiz (Nashville, TN: Grupo Nelson,
2009), 368. Citando a Walter C. Kaiser, Toward An Exegetical Theology, Baker, (Grand Rapids, MI:
Baker Books, 1981), 239.
318
Stott, Imágenes del Predicador, 110.
319
Stott, Imágenes del Predicador, 110.
320
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 54.
321
Spurgeon, Discursos a mis Estudiantes, 54.
322
Michelén, De Parte de Dios, 84.
323
Michelén, De Parte de Dios, 85, citando a Byron Forrest Yawn, Clavos bien Clavados (Grand Rapids,
MI: Portavoz, 2012), 104.
Metas Primarias de la Teología 99

Visto este análisis, la meta primaria de la ortopatía es indispensable en las

actividades que desarrolla el ministro, pues si no se toma en cuenta las motivaciones, la

pasión, el deseo y el fervor, no es posible determinar su verdadero llamado pastoral. A

fin de cuentas, “no va por buen camino el predicador a quien le es indiferente obtener lo

fines debidos, ni le duele errar ni se goza en ver los resultados deseados- Richard

Baxter”.324

Para terminar, un último ejemplo de ortopatía se alcanza a notar en los versículos

7-8: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás,

me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel

día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Si bien es cierto, esta porción ofrecida debe ser vista como el grito final que

caracteriza al Siervo de Jesucristo, en su meta culminante. En ello, solo hay que apreciar

el incomparable gozo del apóstol Pablo, luego de haber realizado un gran servicio y

trabajo en la obra de Dios. Aquí él escribe con el fin de provocar en Timoteo, gran deleite

y esperanza durante su labor pastoral. Siendo así, la ortopatía ha de reflejarse únicamente

en aquellos que sienten alegría de partir con Cristo, y también, sienten amor por su venida.

Éstos, a su vez, no se acoplan a los entretenimientos que el mundo ofrece, sino por el

contrario, tienen presente su ciudadanía celestial y aguardan la promesa de reinar

eternamente con Cristo.

Al leer esta porción, se ilustra de manera vívida, la escena donde el apóstol Pablo

escribe sus últimas palabras en medio de una escalofriante prisión, reflejando en ellas el

grandioso anhelo de partir y estar con el Señor Jesucristo. En su momento, se encuentra

324
Baxter, El Pastor Renovado, 105.
Metas Primarias de la Teología 100

a pocos días de convertirse en un mártir de la iglesia primitiva (v. 6). Muy probablemente,

algunos habitantes de la nación romana alcanzaron a observar su encarcelamiento, y el

veredicto final de su muerte. En parte, la fama del apóstol fue muy conocida por su

diligencia en la tarea de llevar el evangelio a muchos lugares. Quizás la gran cantidad de

estos habitantes, observaron con lástima a un hombre que nunca pudo triunfar en su causa.

Entre tanto, la mayor parte de los cristianos del siglo I, judíos y griegos, pudieron notar

el gozo y el regocijo de Pablo mediante sus cartas. Pues aún, sus sencillas palabras emitían

consuelo y animo a la iglesia. De cierto modo, el corazón de su amado discípulo debió

haber sido conmovido con esta porción.

Habiendo considerado esto, Pablo vuelve su vista hacia el futuro. Esto, como se

ha hecho evidente, es completamente natural; porque la noble batalla, librada con éxito,

la carrera transitada en forma satisfactoria y la fe ejercida perseverantemente, clama por

una recompensa de gracia.325 Esto, con el fin de que todo el resto de los creyentes pudieran

combatir valerosamente junto con Pablo. En lo que presenta estos pasajes, los invita a

participar de la corona; porque su firme constancia no hubiera podido servir de ejemplo,

si la misma esperanza de obtener la corona no se hubiera ofrecido. 326 Por su puesto, él

excluye del número de los creyentes a aquellos a quienes la venida de Cristo produce

terror y alarma; porque su venida no puede ser acariciada a menos que sea considerada

como agradable y deliciosa.327

Con relación a lo anterior, la ortopatía se hace manifiesta en los ministros, cuando

éstos a través de su íntegro testimonio, su buen servicio y su gran esmero, imparten a la

iglesia el amor por la obra, y el deleite de vivir eternamente con Cristo. Pues, quien

325
Hendriksen, Comentario Bíblico, 253.
326
Calvino, Comentario a las Epístolas, 326.
327
Calvino, Comentario a las Epístolas, 327.
Metas Primarias de la Teología 101

obedece a Dios es también la persona que no teme su venida, sino que anhela la llegada

de Jesucristo, el que evaluará sus servicios.328 Siendo así, el predicador que se despide de

este mundo, lo hace con la frente en alto, inspirando compromiso y constancia, en la

carrera que todos tienen por delante, puesto los ojos en Jesús (Heb. 12:2).

328
Orth, Estudios Bíblicos ELA, 144.
Metas Primarias de la Teología 102

Conclusión

En síntesis, se puede inferir que el oficio de las tres metas primarias de la teología

desarrolla un papel sumamente necesario en el ministerio pastoral. A grosso modo, la

contribución que efectúa la ortodoxia, provee el antídoto contra toda falsa enseñanza; así

mismo, la ortopraxis al ser llevada a cabo estimula a la práctica de la piedad. Y, por

último, la ortopatía influye el deseo de corresponder con la santa Escritura.

Ahora bien, en el primer capítulo se logró definir el significado de cada meta

teológica desde su concepto mismo, hasta su trasfondo histórico. Como se pudo ver, la

ortodoxia es la meta primaria que busca alcanzar las doctrinas correctas. Por cierto, en

muchos pasajes de la Biblia, la noción de ortodoxia se hace presente, mayormente en las

epístolas paulinas. Respecto a su trasfondo histórico, también se logró comprender que la

ortodoxia llegó a ser el trofeo por el cual muchas vertientes del cristianismo desearon

identificarse sin acoplarse a los dogmas prescritos por la misma Escritura.

En cuanto a la ortopraxis, se definió como aquel elemento que privilegia el

carácter de la acción sobre el valor de los principios doctrinales. En ello, se aclaró que el

objeto principal por el cual se mide la correcta práctica se concentra exclusivamente en

la persona de Jesús. En cuanto a su trasfondo histórico, se identificaron corrientes

religiosas que le dieron un sumo valor a las obras, y, por ende, cayeron en un activismo.

Pues, ignoraron la ortodoxia doctrinal, que, según ellos, no era elemental para su identidad

religiosa.

Respecto a la ortopatía, ésta se definió como aquellas emociones santas y correctas

que son el resultado de la verdad de Dios guardada en el corazón del hombre. De acuerdo

con la Biblia, se observó claramente que el ser humano fue creado como un ser emocional,
Metas Primarias de la Teología 103

y, por tanto, sus sentimientos, deseos, anhelos, deben acoplarse a la voluntad de Dios.

Ahora bien, respecto a su trasfondo histórico, ésta meta teológica fue elevada

sobremanera, con un énfasis central por dichas corrientes religiosas, ausentes de

ortodoxia bíblica. Aquellos que buscaron satisfacer su interés emocional, carecieron de

un acercamiento a la verdad y a la salvación.

En el segundo capítulo, se dio a conocer el marco teórico de II Timoteo, y como

bien se dijo, éste fue el último escrito del apóstol Pablo redactado desde una prisión en la

ciudad de roma. En cuanto a su contenido, se dejó claro que el apóstol Pablo se había

dirigido a Timoteo con el fin de animarlo en su compromiso como pastor de la iglesia en

la ciudad de Éfeso, donde éste tenía que ser valiente ante los padecimientos, persistente

en la doctrina, y osado en la predicación del evangelio.

Entre tanto, se abordó el concepto del ministerio pastoral, como un llamado divino

y único, derramado sobre los ministros elegidos por Dios para predicar su palabra y servir

en su iglesia. Ciertamente, estos tienen la responsabilidad de cuidar de la grey de Dios, y

alimentarla. También se resaltó las cualidades que deben sobresalir en excelencia, en los

ministros de la palabra, y, por supuesto, su mayor responsabilidad en presentar fielmente

el mensaje de Dios.

Enseguida, se dio paso a explicar los pasajes de II Timoteo, que giraban en torno

a la ortodoxia. De manera general, la primera meta teológica se vio como el purgante

contra toda falsa enseñanza, también, como el carácter normativo que se requiere en los

pastores y líderes. En otros pasajes, la ortodoxia se apreció en las demandas ligadas a los

imperativos, que los ministros han de obedecer con base a la sana doctrina, tales como

preservar, trasmitir e interpretar rectamente la Escritura.


Metas Primarias de la Teología 104

Continuando con el tercer capítulo de esta obra, se explicaron los pasajes

referentes a la ortopraxis. En todo este desarrollo, el oficio de la ortopraxis demandaba

que todo ministro pastoral procure siempre que la doctrina permanezca intacta y pura en

la mente y corazón de la iglesia, mediante el discipulado. También se dijo, que éste debe

esforzarse con intensidad en la gracia de Cristo, para ejecutar su labor en la capacitación

de hombres para la fiel trasmisión de la Palabra.

En otros pasajes, la ortopraxis se vio definida en la prioridad que toma el oficio

pastoral, donde el predicador dedica su mente, fuerzas y corazón en el estudio de las

sagradas Escrituras, no dando cabida a las conversaciones inútiles. También se dijo, que

el pastor debe entrenarse así mismo para tener la capacidad de identificar y oponerse a

sus adversarios que engañan a la iglesia con sus astutas sofisterías.

Al mismo tiempo, dicha meta teológica exigía de todo anciano ha de ser

responsable de cuidar la iglesia a través de la oración y la vigilancia persistente, siempre

protegiendo el evangelio de aquellos que buscaran distorsionar, torcer, y minar su belleza

y poder en la iglesia.

Como recurso final, se dejó claro que la ortopraxis enaltece la actividad más

requerida en el ministerio pastoral, como lo es la exposición de la Palabra. Bien se dijo,

que el ministro debe desempeñarse con esmero en el deber principal de alimentar el

rebaño de Dios por medio de la predicación diligente de la palabra.

En el cuarto, y último punto, se trató la tercera meta teológica, la ortopatía. Como

bien se explicó en algunos versículos de la epístola, dicha meta exhorta a los predicadores
Metas Primarias de la Teología 105

a no sentir vergüenza por compartir la fe; antes bien, a sentirse orgullosos y a la vez

privilegiados de poder hacerlo. También se dejó claro, que hasta donde le sea posible, el

ministro ha de evaluar sus actividades para decidir si quizás la ambición por los bienes

materiales, el deporte, la diversión o la vida social ocupan demasiado tiempo y le distraen

de sus responsabilidades.

Adicionalmente, se reveló el fin principal de la ortopatía, donde el motivo, el

anhelo, y la meta primordial del ministro se concentra exclusivamente en glorificar a

Dios. De esta forma, no cabe duda que aquellos que dicen ser ministros, sin sentir un

anhelo ferviente por extender el reino de Dios con el evangelio, muy seguramente no han

sido llamados a pastorear las almas pertenecientes este reino.

Con relación a otros pasajes, bajo la esfera de la ortopatía se comentó que los

pastores no deben evitar el sentimiento o la intensidad, pero dominar sus pasiones más

que ser dominados por ellas; aún su celo debe estar enfocado, cuidadosamente gobernado

y utilizado para propósitos piadosos. A su vez, en medio de las tribulaciones, el deseo de

orar, de meditar en la Escritura, de compartirla, y de vivirla, circula alrededor de una

motivación santa.

Ya para concluir, la meta de la ortopatía resultó ser necesaria para determinar el

verdadero llamado pastoral, pues si no se toma en cuenta las motivaciones, la pasión, el

deseo y el fervor, los activistas e intelectualistas estarían asumiendo un roll equivocado.

Finalizando esta obra, se espera que todo ministro reaccione diligentemente ante

dicha demostración, para que, a través de su eficacia, guíe en buena dirección a la iglesia

de Dios, con el poder del Espíritu Santo, hasta la segunda venida de Cristo, Amén.
Metas Primarias de la Teología 106

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