Te dejamos este checklist para que consigas tener un sueño
más reparador y reponer fuerzas para levantarte con energía. Y, por supuesto, ser más productivo, porque el descanso es esencial para el cerebro.
Algunas cosas creerás que son básicas o de sentido común,
pero ¡te sorprendería la cantidad de gente que no realiza ni una! Bloquea todas las luces e intenta dormir totalmente a oscuras. Y si duermes con antifaz, ¡ten en cuenta que la piel también siente la luminosidad!
Crea tu rutina nocturna. Se habla mucho de la rutina
matinal, pero la de la noche es igual de importante. Por ejemplo, tras la cena, recoge la cena y la cocina, date una ducha o un baño, prepara la ropa y las cosas del día siguiente, tómate una infusión y lee 15 minutos. Si siempre haces la misma rutina, tu cuerpo sabrá que lo siguiente es dormir, y te dormirás nada más apoyarte en la almohada.
Acuéstate antes y duerme entre 6 y 8 horas. Haz varias
pruebas y encuentra tus horas de sueño perfectas. Hay estudios que afirman que lo ideal es calcular intervalos de 90 minutos, es decir, 6 horas (3 x 90) o 7 horas y media (4 x 90).
Apaga la calefacción. El cuerpo baja de temperatura
cuando dormimos, y si hace calor, le costará más bajar la temperatura y descansarás peor.
Fuera tecnología al menos una hora antes de dormir:
móvil, televisión, ordenador… Todas las pantallas deberían estar apagadas. Puedes meditar, leer, tomar una infusión relajante, darte un baño… Evita la típica alarma terrible que te hace levantar de un salto. Utiliza sonidos suaves, a ser posible de la naturaleza, e incluso ten un despertador que simula el amanecer y la luz solar. El cuerpo agradecerá ese relax al despertarse.
No utilices la cama para trabajar con el portátil o ver la
tele. La cama es para dormir.
No cenes comidas con alto índice glucémico, o que
provoquen gases y malas digestiones. Intenta cenar alimentos proteicos y bajos en grasas (pescados, huevos, pavo, yogur…).
No tomes alimentos estimulantes a partir de las 5 o 6 de
la tarde. La cafeína tarda más de 6 horas en salir de nuestro sistema. Nada de café, refrescos…
¡Duerme con calcetines! Un estudio ha demostrado que
las personas que duermen con calcetines se despiertan mucho menos por la noche. Puesto que los pies son la parte del cuerpo con peor circulación, tienden a enfriarse enseguida, y los calcetines ayudan a mantener el calor. Otra opción es poner algo de calor en los pies (un saquito de semillas, una manta extra en los pies…).