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La situación familiar,
“En ese orden de ideas, en lo referente al ejercicio del ius variandi, esta
Corporación ha establecido que en cada caso particular, es el empleador
el que tiene la carga de observar el conjunto de estos elementos y tomar
una decisión que los consulte de forma adecuada y coherente, teniendo
presente que dicha potestad no lo reviste “de atribuciones omnímodas que
toman al trabajador como simple pieza integrante de la totalidad sino
como ser humano libre, responsable y digno en quien debe cristalizarse la
administración de justicia distributiva a cargo del patrono”.
Bajo ese contexto, se puede decir que uno de los aspectos de mayor relevancia dentro del
ejercicio del “ius variandi” se define precisamente como la facultad con la que cuenta el
empleador para ordenar traslados, ya sea en cuanto al reparto funcional de competencias
(factor funcional), o bien teniendo en cuenta la sede o lugar de trabajo (factor territorial)
pero siempre con el respeto de las directrices limitantes ya expuestas.
Para poner en práctica el ius variandi, se deben tener en cuenta varios aspectos, ya que
cada situación es diferente y debe ser estudiada en particular, dependiendo de las variables
que existan dentro del entorno familiar, social y personal de la persona, de esta manera, es
adecuado decir que cada caso es diferente y juega mucho los aspectos de la vida personal
de cada individuo, se debe entender el ius variandi, en cada caso particular, el empleador
tiene la carga de observar el conjunto de estos condicionamientos, y en especial, de los
derechos fundamentales del trabajador, a efectos de tomar una decisión que los consulte de
forma adecuada y coherente, teniendo siempre presente que dicha potestad no lo reviste
“de atribuciones omnímodas que toman al trabajador como simple pieza integrante de la
totalidad sino como ser humano libre, responsable y digno en quien debe cristalizarse la
administración de justicia distributiva a cargo del patrono” de esta manera se expone en la
Sentencia T-483 de 1993:
“El jus variandi no es absoluto. Está limitado, ante todo, por la norma
constitucional que exige para el trabajo condiciones dignas y justas (art. 25
C.N.), así como por los principios mínimos fundamentales señalados por el
artículo 53 de la Carta en lo que concierne al estatuto del trabajo. Y, por
supuesto, su ejercicio concreto depende de factores tales como las
circunstancias que afectan al trabajador, la situación de su familia, su propia
salud y la de sus allegados, el lugar y el tiempo de trabajo, sus condiciones
salariales, la conducta que ha venido observando y el rendimiento
demostrado. En cada ejercicio de su facultad de modificación el empleador
deberá apreciar el conjunto de estos elementos y adoptar una determinación
que los consulte de manera adecuada y coherente.”
En la sentencia T- 682 de 2014, la sala dice que en materia laboral existe una premisa de
orden superior y por ende irrenunciable según la cual,
“la movilidad del personal no es una facultad del empleador, unilateral, y
omnímoda, puesto que no se puede disponer del trabajador como si fuese una
máquina o una mercancía, ya que él “echa como las plantas sus propias
raíces.” Es evidente que el trabajador tiene un legítimo derecho a la
inamovilidad, que le permite organizar su vida personal, social y familiar sin
trastornos innecesarios. El cambio de la sede del trabajo que implica cambio
de localidad, os sea el traslado en sentido propio, debe tener unos límites
genéricos (causas justificativas de la actuación empresarial y respeto de los
derechos adquiridos del trabajador), además de unos límites específicos,
propios o impropios como pueden ser el criterio de la antigüedad y el de las
cargas empresariales, respectivamente”
De igual forma, se puede entender la gravedad de abusar del ius variandi, cuando está
previsto en el literal i. del artículo 7º de la Ley 1010 de 2006, “el brusco cambio del lugar
de trabajo o de la labor contratada sin ningún fundamento objetivo referente a la necesidad
técnica de la empresa;” constituye claramente una conducta que puede ser calificada como
acoso laboral;