Está en la página 1de 19

DETECCION

ANALITICA
DE FALLAS

KEPNER
TREGOE
INTRODUCCIÓN

He aquí la primera página de un curso de detección analítica de fallas. Durante un par de


semanas dedicara usted mucho tiempo a pensar como atacar fallas hasta darles una
solución. Este curso se le hará como una novela policiaca, porque detectar fallas es como
andar a la caza del culpable. El gran misterio es: ¿Qué causo las fallas? Un detecta- fallas
es un individuo al que se le paga para que encuentre a este culpable y le ajuste las
cuentas, es decir, arregle el mal.

Lo más probable es que en la descripción de su trabajo, ni siquiera se menciona la función


de detecta- fallas. No se menciona, pero si se le exige que arregle las cosas. Digamos que
algo se descompone o anda mal. ¿Por qué? Se supone que usted debe llegar hasta la raíz
del problema, encontrar que causo y corregirlo de modo que no vuelva a suceder. Si se
contenta con ponerle un parche, no habrá arreglado nada. Ya sabe lo que vendrá después:
la falla volverá a repetirse.

Cómo funciona el curso

No se trata de conferencias. No viene usted a escuchar cómo debe arreglarse las fallas en
su trabajo, de labios de un tipo que jamás ha hecho un arreglo. Tampoco se trata de un
curso técnico. No aprenderá detalles nuevos sobre el equipo con que trabaja. Ya lo conoce
bastante. Sus años de experiencia con esta clase de equipo valen mucho dinero, y
queremos que haga de ellos el mejor uso. Entonces, ¿Qué le enseñara el curso?

Le enseñara un método: el procedimiento analítico que puede usted usar para encontrar
rápidamente la solución de las fallas. La manera de hacer las cosas con la plena seguridad
de acertar.

De vez en cuando se encuentra usted con un detecta- fallas que nunca yerra. “Es
asombroso el tino de este hombre”, dice. Hace lo mismo que haría cualquier otro detecta-
fallas. La diferencia es que lo hace en un abrir y cerrar de ojos. Es el Sherlock Holmes de
los técnicos.

El conocimiento de su equipo y de las fallas que puede tener, está respaldado por el
análisis. Lo asombroso no es precisamente el conocimiento que tiene de su equipo sino el
uso que hace este conocimiento. Método: no hay más, de eso trata todo el curso.

Vamos a tomar el trabajo del detecta- fallas y a desmenuzarlo por etapas. Hablaremos de
cada etapa y leerá usted algunas ideas sobre cada una de estas etapas. Tendrá
oportunidad de practicar las ideas y de ver lo útiles que resultan. Asimismo, tendrá
oportunidades de aplicar estas ideas en cosas de su trabajo, antes de seguir adelante.
Descubrirá la suerte que tuvieron otros al hacer que las ideas fueran útiles. Y para cuando
termine el curso, sabrá que también a usted le van a ser útiles en el trabajo y cómo va a
hacer que le rindan resultados.

¿Qué tendrá usted qué hacer?

Aprender bien las ideas y probarlas. Los métodos que vamos a examinar no son teorías
complicadas, fruto de alguna ocurrencia peregrina. Son procedimientos que usan los
buenos detecta- fallas y que funcionan. Hemos hablado con muchos detecta- fallas, los
hemos visto trabajar, les hemos preguntado sobre lo que les era útil y lo que no les era
útil. Finalmente reunimos todo los datos y preparamos este curso. A muchas de las ideas
las va a reconocer como viejos amigos.

Pero algunas serán nuevas como también el modo de usarlas. Tendrá que estudiarlas para
dominarlas. Y luego tendrá que calarlas. Habrá ejemplos con los que pueda trabajar. No
podrá quedarse sentado tranquilamente diciendo: “claro, ya se me todo esto”. Si lo hace,
casi nada de lo del curso servirá para su trabajo. Tendrá que seguir los ejemplos paso a
paso, tendrá que hacer todo lo que se le diga a fin de sacar el mayor provecho del curso.
Tendrá que hacer el trabajo señalado y trabajar duro. Si lo hace, habrá ganado una
magnifica herramienta para su trabajo. Podría hacer más en menos tiempo, y no tendrá
que repetir las cosas una y otra vez. Trabaje con ganas ahora, y ahorrara esfuerzos
después.

Usted y el director del curso

El director del curso no es un especialista en el trabajo de usted. Usted puede apabullarlo


en un dos por tres con cantidad de detalles técnicos de su trabajo; pero si es un experto
en la enseñanza y en las ideas que le va a comunicar. Su trabajo consiste en darle ideas de
modo que usted las pueda usar en su trabajo. No lo deje hasta que le aclare todas las
dudas. Insístale para que le diga cómo ha de usar estas ideas en su trabajo. Si no logra
usar las ideas después del curso, entonces tanto usted como su instructor habrán perdido
el tiempo.

No se le ha encomendado al director del curso la evaluación del trabajo que usted está
haciendo. Es un maestro, no un policía. Tampoco llevara informes a la gerencia. Su única
función es la de darle a conocer todo lo que hemos aprendido de otros detecta- fallas, y
que pueda ser útil para usted.
CAPÍTULO I: EL DETECTA- FALLAS

La más fundamental de todas las reglas es la ley de Murphy: “si algo puede salir mal,
saldrá mal.” Y sale mal. Por eso se necesitan los detecta- fallas. El equipo no funciona o se
rompe, o el producto no sirve, o alguien ha hecho las cosas al revés. Para el caso da lo
mismo; alguien grita “arréglalo”, “póngale remedio” y allá va usted como detecta- fallas.

“¡Arréglalo!” quiere decir, normalice la operación. ¿CÓMO? Eso es asunto suyo. Usted es
el técnico. Conoce el equipo mejor que ningún otro. Sabe que lo hace andar, y que hace
que se pare. Se espera que usted vaya a la línea, mueva uno o dos tornillos y lo deje
funcionando al dedillo. Esta bajo presión porque quieren que lo arregle, ¡Ahora mismo!
Hasta contienen la respiración mientras usted trabaja.

Usted y lo que puede hacer son cosas sumamente importantes. Toda esta maquinaria,
estas inversiones, de nada sirven si no funciona y hacen lo que deben hacer. Cuando una
maquina se para, no hay nada más importante que ponerla a caminar de nuevo. Y es que
cuando se para la máquina, no sale el producto, los trabajadores están ociosos y se pierde
dinero. Todo el mundo pierde hasta que llega el detecta- fallas con su solución, y el mal
queda arreglado.

Que hace un detecta- fallas.

No basta que un detecta- fallas ponga a trabajar de nuevo el equipo. Tiene usted que
asegurarse que sigue funcionando por un buen rato. Si pone un parche encima de otro, no
está arreglando la falla. Está creando más fallas o dándole largas a la que ya tiene. Un
buen detecta- fallas reduce la falla o la elimina por completo.

Un buen detecta- fallas hace todo esto:

1. Arregla la falla rápida, eficiente y económicamente, con el mínimo de movimientos


inútiles.
2. Corrige la causa de la falla, no solo sus defectos.
3. Arregla la falla para que se mantenga arreglada, mientras exista la operación
4. Al componer unas cosas, no descompone otras, creando nuevos problemas.
5. El arreglo lo lleva hasta el terreno de la acción preventiva, siempre que el mismo
problema pudiera presentarse en el futuro.

Para arreglar la falla rápida y eficientemente, debe usted tener algún sistema que lo guie
mientras se abre camino por entre la maraña del problema. Si no tiene un método bien
delineado, desperdiciara energías, hará preguntas inútiles, revisara cosas que bien pudo
pasar por alto y tomara acciones que no tienen la mínima relación con el verdadero
problema. Finalmente empleara más tiempo del necesario y su solución costara más de lo
debido.

Para poder corregir la causa de la falla, tiene que saber a ciencia cierta cuál es esa causa.
Esto no es más que sentido común. Pero quiere decir que, en primer lugar, tiene que
saber exactamente que anda mal. Si solo tiene una idea vaga de ello, su idea sobre la
causa será igualmente vaga. Y entonces probablemente toma una acción que piense va a
corregir la causa, y total, no la corrige. Seguirá su camino, pensando que todo está bien,
pero la falla seguirá allí. Al día siguiente tendrá que combatir el mismo problema. Muchas
de las fallas se repiten por esto: nunca se resolvieron realmente. Tiene que luchar contra
la causa de la falla si quiere que la cosa quede arreglada.

Siempre que usted cambia algo, corre el riesgo de crear nuevas fallas que afecten a otros.
Mueve un parte, un tornillo, una tuerca en una operación de ensamble para que ajuste.
Pero eso descontrola el siguiente paso del proceso, y ahora es otra cosa la que no ajusta.
Si no tiene cuidado, puede ser que al solucionar un problema pequeño cause otro más
grande.

Mientras siga en pie la ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, puede usted
esperar nuevos brotes de la misma falla en otros sitios. Si encuentra que un perno se ha
aflojado y hay cinco pernos más, revíselos. Lo que haya aflojado al primero puedo afectar
a los otros cinco. Es mucho más fácil apretarlos todos de una vez, que volver a repetir seis
veces la misma operación.

Lo que hace que la solución de una falla sea buena, puede resumirse en una frase: “Hazlo
bien la primera vez.” Y hacerlo bien es seguir un método que le asegure haber cubierto
todos los detalles, y haber encontrado y corregido la falla efectivamente. La diferencia
entre una buena solución del problema y una mala, no estriba en el conocimiento que se
tenga del equipo. Lo más probable es que el buen detecta- fallas usa mejor sus
conocimientos.

“Algo le pasa a mi carro”

Eso dijo un hombre cuando llevo su carro al taller. Se trataba de un flamante Pizzazz 900.
Lo había corrido solo 400 kilómetros, pero perdía potencia en las cuestas. En terreno
plano estaba bien, pero sus 550 caballos no respondían al llegar a una subida. Y las cosas
iban de mal en peor. El dueño quería que se lo arreglaran, y rápidamente. Así pues, lo
llevo al taller de Don Luis.

Don Luis escucho al cliente, levanto el cofre y se puso a oír atentamente el ruido del
motor. Sonaba algo disparejo. Quito las bujías, busco carbón en los electrodos, limpio el
carburador, ajusto los inyectores. Después limpio los platinos. Esto le llevo una hora. Puso
en marcha el motor y escucho. La máquina sonaba más parejo, lo mismo en velocidad
bajaba que cuando aceleraba. El dueño subió al carro y se marchó.

¿Fue esto una buena o una mala solución de problema?

Marque una u otra y después pase a la siguiente página Buena _______


para una discusión de su respuesta Mala _______

BUENA Detección de fallas:

Si usted lo califico así, será mejor que vea de nuevo lo que Don Luis hizo con el carro.
Trabajo una hora y erro en cuatro de las cinco cosas que decíamos debe hacer un buen
detecta- fallas.

1. No arreglo la falla rápida, eficientemente y económicamente, con el mínimo de


movimientos inútiles. Hizo cuatro cosas al carro: saco y limpio las bujías, limpio el
carburador, ajusto los inyectores y limo los platinos. Algo de esto fue
necesariamente trabajo inútil. Si hubiera hecho lo único que tenía que hacer, lo
hubiera hecho mucho mejor, y el dueño habría pagado menos.
2. Está bien claro que no sabía cuál era la causa de la falla. De lo contrario, ¿para qué
hacer cuatro cosas distintas? Pensó que a lo mejor la causa se encontraba en el
carbón de las bujías, pero no sabía. Lo mismo pensó cuanto a suciedad en el
carburador, inyectores mal ajustados y algo en los platinos. Es decir, estaba
apuntando a ciegas. El lema de Don Luis: “En caso de duda, HAZ algo.”
3. No podía estar seguro de que el arreglo duraría, pues estaba adivinando. Y como
suponíamos, al día siguiente allí estaba el dueño, rabiando como un diablo. Su
flamante carro se había sentado en la primera lomita. Tuvo que llevarlo a otro
taller donde encontraron que la cabeza del distribuidor estaba floja y mal colocada
desde fabrica, por lo que el motor perdía gradualmente su tiempo conforme se
aflojaba el distribuidor.
4. Hasta donde sabemos, Don Luis no causo más problemas, fuera de perder un
cliente.
5. No podía tomar ninguna acción preventiva, pues ni siquiera sabía la causa de la
falla. Todo lo que podía hacer era encomendarse a su buena suerte. Cosa que le
resulto tan mal a Don Luis, como le resulta a la mayoría de la gente.
MALA Detección de fallas:

Si esta fuera su respuesta, descubrió que Don Luis obraba simplemente a ventura. Ahora
bien, ¿Qué debería haber hecho para desempeñar un buen trabajo?

1. Poner más atención a las características de la falla, especialmente a sus


PECULIARIDADES. El carro pierde potencia en las cuestas, no en terreno plano. Es
nuevo, solo ha recorrido 400 kilómetros. Suena algo disparejo, pero no se ahoga ni
falla, ni tiene explosiones retrasadas. Y la falla es cada vez peor.
2. Consultar cuidadosamente con su experto sobre la causa que más probablemente
podría producir estas peculiaridades: carro nuevo, pierde potencia en las cuestas,
no falla ni se ahoga, y se pone peor en forma progresiva.
3. Desechar las causas que claramente no concuerdan. No podía ser carbón en las
bujías porque el carro no fallaba. Nadie espera que haya suciedad en el carburador
de un carro que solo lleva 400 kilómetros recorridos: otra cosa seria, por ejemplo,
un trocito de empaque metido allí. Pero en tal caso, la falla se hubiera presentado
de repente y no progresivamente. Con los inyectores sucede lo contrario, si
hubieran estado mal ajustados, el carro habría andado mal desde el principio.
4. Pudo dar un vistazo a los platinos para cerciorarse que no tenían nada pegado y
que no necesitaban limpiarse. La idea de que algo podía estar flojo, como la cabeza
del distribuidor, era fácilmente verificable simplemente con darle vuelta y ver que
tenía juego.
5. Si hubiera conocido la causa, habría hecho un buen trabajo y habría conservado un
cliente.

Esto fue algo que realmente sucedió cuando uno de nosotros estaba en el taller
observando todo lo que sucedía. Claro que el mecánico no se llamaba Luis ni el auto era
un Pizzazz. Lo que si es cierto es que el dueño estaba furioso. Desgraciadamente hay
muchos Luises. Y hay muchos más que son, en cierta forma, detecta- fallas al estilo Luis.
Hacen cosas innecesarias y dan grandes rodeos para corregir el mal, si es que llegaran a
corregirlo.

Un detecta- fallas, tipo Luis, hace un picadillo de todos los problemas que afronta. Pero
nada de lo que hace tiene un método. Tan solo agarra la llave y, ¡a darle! Un detecta-
fallas sobresaliente, el tipo de quien usted dice, es increíble cómo pone el dedo en el
problema, tiene un método que puede usar en cualquier dificultad. Puede detectar fallar
en un equipo que no conoce, mejor de lo que puede hacerlo un tipo como Don Luis en un
equipo con el que ha trabajado durante años. El buen detecta- fallas es más hábil en su
modo de habérselas que usted, de modo que su ingenio supera la falla, dondequiera y a
cualquier hora.
CAPÍTULO 2: PROBLEMAS, CAUSAS Y ACCIONES

Cuando algo anda mal, hay fallas: y usted encuentra la causa cuando da con lo que en
primera instancia lo hizo andar mal. Además, tiene que hacer algo, tiene que tomar alguna
acción para arreglarlo. Esto son los elementos con que usted trabaja como detecta- fallas.

No es muy difícil entender lo que usted hace cuando se enfrenta a una falla. Algo se
rompió o se descompuso y tiene que descubrir porque se rompió o porque se
descompuso, para poder arreglar la falla de raíz. Aquí es donde utiliza su experiencia, pues
una vez que se ha dado cuenta de lo que andaba mal, es casi seguro que sabrá que pudo
haberlo causado, y desde este momento estará tratando de averiguar cuál de las posibles
causas que conoce, es la que merece su atención. Una vez determinada la causa, su
experiencia, por lo general, le dirá como corregirla.

Hay diferentes acciones que puede tomar. Puede “ponerle un parche” al mal sin buscar la
causa. Digamos que fabrica cubetas y que algunas de ellas están saliendo con agujeros en
el fondo. Podría soldarlas y no molestarse en averiguar porque salieron así. Con esto, la
cubeta ya no tirara agua, pero usted no ha corregido la falla. La causa sigue existiendo y
mañana le obsequiara más agujeros en el fondo de las cubetas. Una acción interina como
esta, solo es una acción de emergencia, es decir, le concede tiempo para que pueda hacer
las cosas bien.

La mejor acción es la correctiva, ya que tiene por objeto suprimir la causa del mal.
Siguiendo con el ejemplo anterior, lo primero que quiere usted hacer es corregir lo que
produce los agujeros, no remendar las cubetas para que no goteen. La detección de fallas
no estará completa hasta que se llegue a la acción correctiva. Puede suceder, en
ocasiones, que la gerencia decida que la acción correctiva no es factible y que prefiere
reparar daños; pero esto rara vez sucede, pues resulta terriblemente caro, y además, la
gerencia no pude tomar tal decisión mientras el detecta- fallas no haya encontrado la
causa y lo que puede corregirla. Quedamos pues en lo dicho: la detección de fallas no
estará completa hasta que se haya tomado una acción correctiva; y usted no podrá
corregir ninguna falla mientras no sepa que la causo, a no ser que atine por pura suerte, y
esto no basta.

La anatomía de la falla

Dijimos que tiene usted que corregir una falla cuando algo anda mal, y le ordenan
“arreglarlo.” Así pues, la falla es algún tipo de desviación de una norma, que alguien
considera importante y necesario restablecer. En la detección de fallas tenemos dos clases
de desviaciones: de desempeño y de calidad. El equipo no funciona bien: desviación de
desempeño, el producto no sirve: desviación de calidad. Si da un paso atrás en el proceso,
encontrara que la calidad es mala, porque el equipo no trabaja bien, o porque algún otro
tipo de desempeño ha decaído. El único modo de corregir la baja calidad, es estudiando el
desempeño del equipo que la produjo. Puede ser que solo reconozca la falla al aparecer
una desviación de calidad, como: los agujeros en el fondo de las cubetas. Pero debe de
analizar la falla rastreando sus huellas, hasta llegar a lo que ha causado la desviación de
desempeño que produjo los agujeros en el fondo de las cubetas.

Las normas para su trabajo son también dos: desempeño y calidad. El equipo se hizo para
trabajar en cierta forma. Usted lo sabe por su experiencia con él, conoce perfectamente
cómo debe de trabajar y lo que debe de hacer. Lo mismo sucede con el producto. Se hizo
un diseño para que saliera en cierta forma; también por experiencia, usted sabe cómo
debe ser. Reconoce la falla por una comparación entre lo que está sucediendo y lo que
debiera de suceder. Siempre que haya una desviación, ya sea de desempeño o de calidad,
aparecen fallas.

Importancia de conocer el DEBIERA

Cuanto más logre usted afinar o precisar lo que DEBIERA suceder, tanto más claramente
podrá reconocer la falla cuando esta se presente. Algunos detecta- fallas pueden distinguir
problemas donde otros ni siquiera sospechan que algo anda mal. Todos están viendo la
misma REALIDAD de desempeño o de calidad. Pero el buen detecta- fallas ve el mal
porque tiene una DEBIERA mucho más preciso con el cual hacer su comparación, y lo
utiliza para señalar la falla a su compañero. “Mira, la leva debiera subir así, pero no lo
hace, solo sube en parte.” “Ah sí, ya lo veo.” Ahora bien, con este DEBIERA más preciso, lo
ve tan claro como la luz del día.

La detección de fallas comienza con una noción clara de lo que debiera suceder. “conoce
tu equipo por dentro y por fuera”, es lo que dice el viejo detecta- fallas al novato que
acaba de llegar. Lo que quiere decir es: “apréndete en todos sus detalles lo que cada parte
del equipo debe estar haciendo minuto a minuto; grábate bien como debe verse, sentirse
y hasta oler. Conoce el debiera de tu producto al derecho y al revés. Entonces,
¡descubrirás la falla en un santiamén!”

Cuando se encuentre usted ante algún problema difícil, algunas veces sirve preguntarse,
“¿Qué debiera estar haciendo esto?” Siga mentalmente a este debiera en su recorrido;
quizás en esta forma destaque más la desviación. Y si se encuentra ante una pieza de
equipo desconocido, pregúntese “¿Qué tenían en mente los ingenieros que diseñaron
esto?“ Establezca el debiera antes de seguir adelante con otra cosa.
La pregunta sobre la causa

Pero, ¿Por qué se descompuso el equipo o salió mal el producto? Las cosas marchan bien,
de acuerdo con el debiera y entonces vino la falla. El equipo ya no funciona como debiera
hacerlo y el producto no sirve. Esta usted frente a una dificultad. Algo, en alguna parte,
cambio. Si nada hubiera cambiado, las cosas seguirían como antes, marchando bien, y no
tendría por qué preocuparse.

La causa de la falla siempre algún cambio en alguna parte del sistema. Puede estar en la
materia prima con la que trabaja el equipo; puede estar más dura o más gruesa y allí está
la falla, o puede ser el cambio este en el equipo mismo. Algo se rompe, desgata, embota o
desajusta. O puede ser que el cambio este en aquello que mueve el equipo. Una bajada de
voltaje, una pérdida de fluido hidráulico o un cambio de presión del aire. O quizás el
cambio este en el operador: sostiene la herramienta en distinto ángulo, opera el equipo
más lentamente o mueve el ajuste de alimentación. Cualquiera que sea la causa, tiene que
tratarse de un cambio en alguna de estas cuatro cosas

Los distintos cambios producen fallas distintas. Digamos que le preocupa la operación del
taladro y rectificadora en un taller. Un cambio en la materia prima, por ejemplo, una
dureza irregular producirá cortes irregulares y con huellas de vibración en la pieza
trabajada. Una rotura o desgaste del equipo puede producir un marcado bamboleo en el
taladro. Una bajada de voltaje puede sobrecargar el motor, quizás hasta hacer que se
detenga y se queme. Si el operador cambia el modo de sostener la pieza que trabaja,
pueden salir los agujeros fuera del sitio. Cada tipo de cambio que se introduzca en el
sistema, produce diferentes resultados. Usted reconocerá que tipo de cambio hubo por el
tipo de falla con que se encuentre.

Buscar las causas de la falla es preguntarse qué tipo de cambio de los que se conoce
puedo haber producido este tipo de resultados. Usted buscara un tipo especial de cambio
que produce un resultado especial. Observa las características peculiares de la falla, y
entonces busca entre sus experiencias que tipo de cambio puedo haberlas causado. No le
interesan otros cambios que producirán otros tipos de fallas. Solo le interesa explicar esta
falla particular. Y puesto que “nada nuevo hay bajo el sol”, muy probablemente dará con
la causa gracias a su propia experiencia.

“Ahora, pon atención a lo que dice, hijo…”

Así hablo Alfredo Moreno, detecta- fallas de Productos Metabólicos La Niebla. Estaba a
punto de ser jubilado y deseaba pasar por su experiencia a su nuevo asistente. Tenía,
como todo el mundo, ideas buenas e ideas malas. Escuche lo que dice, a la luz de lo que se
ha visto en este capítulo y juzgue si sus consejos son buenos o malos. Marque lo que le
parezca correcto y pase a la siguiente página para un estudio de sus respuestas.

1. “Aprende todas las maneras en que pueden arreglarse bueno ________


cada una de las partes del equipo de la planta. Es lo más malo ________
importante en la detección de fallas, porque entonces
siempre podrás hacer algo.”
2. “Haz que siempre salga fierro de la línea. Eso es lo que bueno ________
ver el patrón: fierro saliendo de la línea. Así pues, malo ________
arréglala, mantenla andando.”
3. “Tienes que estar listísimo vigilando la operación, de lo bueno _______
contrario te cambiaran algo. Más de la mitad de las malo _______
veces no te dicen que has cambiado algo, y la otra
mitad ni ellos mismos lo saben”.
4. “Siempre que tengas fallas, ten por seguro que alguien bueno ______
cambio la materia prima. A los proveedores no les malo ______
importa nada ni nadie. Siempre están cambiando las
cosas.”

1. Mal consejo. El saber 500 maneras de arreglar algo no le ayuda ni tantito a localizar
fallas o lo que la está causando. La detección de fallas es cuestión de pensar, no solo
de recordar muchas cosas que se pueden hacer. Habrá usted conocido tipos que
parecen diccionarios ambulantes. Pueden aturdirlo con todo lo que saben sobre cómo
enrollar una bobina, como alinear un eje, como amortiguar una vibración de la que
nunca había oído hablar, pero no son gran cosa como detecta- fallas. Siempre salen
como algunas respuestas aunque no sepan de que se está hablando.

Hubiera sido buen consejo si Alfredo hubiera dicho: “Aprende como trabajan las piezas
del equipo y lo que deben hacer. Después, aprende el modo de arreglar los problemas
más comunes de cada pieza.” Esto habría iniciado al muchacho en el DEBIERA, y allí es
donde comienza la detección de fallas. El conocer los DEBIERAS, y conociéndolos,
poder localizar las desviaciones, habrá dado al muchacho un marco donde utilizar sus
conocimientos sobre cómo arreglar el equipo.

2. Mal consejo. El patrón quiere hacer dinero, pero no lo hará si el fierro que sale de la
línea no sirve. Puede usted estar tomando acciones interinas para mover la línea,
“arréglala, apuntálala”, y producir solo basura. Si su finalidad principal es “mantener la
línea andando”, habrá dejado de ser detecta- fallas y estará exponiéndose a sacrificar
la idea de hacer bien el trabajo, ante todo.

Estaríamos de acuerdo con Moreno si hubiera dicho: “Mantén la línea trabajando


como debiera”. Esto querría decir: encuentra la causa de la falla y corrígela, en lugar
de andarte con remedios de emergencia. El patrón hace dinero cuando se resuelve un
problema, y lo pierde a manos llenas cuando la misma dificultad vuelve a aparecer
semana tras semana.

3. BUEN consejo. Moreno sabe lo que causa el problema. Y también conoce, por amarga
experiencia, que lo mejor es no perder de vista los cambios. No puede confiar en que
otros lo tengan informado. Puede ser que ni siquiera sepan que ha habido un cambio,
o pueden saberlo pero no le dan importancia. Cuanto más consciente este de que lo
que ha cambiado, más probabilidades tendrá de localizar la causa de la falla en cuanto
esta aparezca.

Podría haber mejorado más todavía su consejo, diciendo al novato que procurara que
los demás pensaran en los cambios. Tiene usted todo marchando maravillosamente,
cuando el muchacho de abastecimiento llega con una nueva carga de material. ¡Zas!
¡Le cayó el problema encima! Si el novato logra que la gente de abastecimiento piense
en los cambios, es posible que adviertan: “Este es el primer envió de Molinos El
Zarco.” Con lo cual podría alivianarse las aflicciones de todos.

4. MAL consejo. Pude haber efectivamente cambios en la materia prima y estos pueden
echar a pique la línea. Pero culpar siempre a la materia prima como causa del
problema, es ser ciego y simplista. Puede haber cambios en el equipo, o en lo que hace
andar al equipo, y en los operarios mismos. Es muy fácil decir: “otro está causando
fallas”, pero ordinariamente no es cierto. También el otro, por lo común, quiere hacer
un buen trabajo.

Realmente Moreno podría ayudar al novato si tuviese algunos datos sobre causas
pasadas. Por ejemplo, “durante los últimos seis meses se encontró que el 40% de las
fallas se debieron a cambios en la materia prima. La mitad de estos cambios fueron
por variaciones en la dureza, unos cuantos en el grosor y el resto por incrustaciones y
polvo en la superficie. La mayor parte de los problemas restantes fueron causados por
errores del operador, unos por desajustes de la herramienta y otros por colocación
defectuosa.” Con esto, el novato tendrá algunos datos con que trabajar. Pero, ¿qué ha
hecho Moreno con toda esta información? Si control de calidad supiera que el 20% de
las fallas se debieron a variaciones en la dureza de la materia prima, quizás revisaría
sus especificaciones de aceptación mostrándose más exigentes y evitándole muchos
dolores de cabeza a Moreno. El mejor consejo para el joven novato debió haber sido:
“piensa por anticipado tanto como te sea posible y procura evitar que se presenten los
problemas. Eso es más fácil que detectar la falla cuando ya la tienes encima.”

* * * *

Donde comenzar
Comience con lo que tiene, es decir, con la falla misma. En este momento no sabe
usted cual es la causa y no sabe qué hacer con el problema. Solo sabe que tiene fallas.
Hay algo que no encaja con el DEBIERA establecido para ello. Su trabajo consiste en
arreglarlo, sea lo que sea. Quiere agarrar una llave y ponerse a trabajar. Su mente se
adelanta a las acciones que puede tomar.

¡Alto! ¡Deténgase donde esta! Observe lo que está mal. Estúdielo. Reconozca sus
peculiaridades. Haga lo que haga, no entre en acción antes de uno o dos minutos.
Todos los datos disponibles acerca de la falla están ante sus ojos. Claro necesita más
informas antes de resolverla. Obtendrá muchos más antes de terminar. Pero que su
primer paso sea: saber cuánto pueda sobre la falla. Allí es donde usted comienza.

Tome el siguiente ejemplo. Hay una serie de grandes prensas que moldean, ensamblan
y sueldan una pieza muy compleja de fierro. De pronto, al final de la línea, el
encargado de control de calidad localiza un agujero abierto en uno de los costados de
la pieza. Pega un grito y un detecta- fallas acude corriendo. Mira el agujero y emplea
los 45 minutos que siguen en recorrer el equipo de arriba a abajo, de un lado a otro,
de principio a fin. Mientras tanto, la línea sigue trabajando, excepto cuando la detiene
para examinar una prensa o alguna otra pieza del mecanismo. Al cabo de este tiempo
sabe que un electrodo se ha soltado quedando fuera del sitio; que ha perforado varios
agujeros y de nuevo ha vuelto a su lugar. Esto mismo se ha repetido varias veces y
como resultado se han tenido que descartar unas 50 piezas. El costo aproximado es
como de 15 dorales por pieza. Coloca un nuevo electrodo, lo alinea cuidadosamente,
lo ajusta en su lugar y trabajo concluido.

Parece que hizo un trabajo bastante bueno, ¿no es así? Eso pensaba el cuándo se lo
preguntamos, y esa era la voz común de su cuadrilla. La falla había sido del tipo difícil
de localizar, de las que aparecen y desaparecen, la ve usted ahora y después ya no la
ve. He aquí una gráfica de donde anduvo nuestro amigo y de lo que hizo durante ese
periodo de tres cuartos de hora.

Lo que hizo un típico detecta- fallas:

1. Echo una ojeada a una parte dañada en la estación de control de calidad.

2. Recorrió lentamente la línea de prensas, observando cuidadosamente casa una de


ellas.

3. Examino la lámina de acero que entraba a las prensas por el principio de línea.

4. Subió al andamio que estaba sobre las prensas y recorrió lentamente la línea,
mirando desde arriba, cuidadosamente casa prensa.

5. Detuvo la línea de prensas y examino cuidadosamente cada una de ellas en busca


de alguna protuberancia anormal.

6. Volvió a una de las prensas, reviso cuidadosamente el dispositivo para sujetar


tuercas hexagonales de 7/8 de pulgada, bajando con una lentitud la prensa.

7. Detuvo la línea de prensas. Reviso cada prensa en busca de dispositivos sueltos.

8. Detuvo la línea de prensas y probó con su mano la firmeza de los electrodos


soldadores.

9. Encontró el electrodo suelto, lo repuso, lo alineo y lo sujeto.


Camino mucho en estos 45 minutos; durante este tiempo, la maquina produjo desperdicio
con un costo de 750 dólares. Detuvo la línea varias veces con el fin de hacer inspecciones,
lo cual debió costar otros 1, 000 dólares. Cierto que arreglo la falla, pero escogió el camino
más largo y penoso. Si verdaderamente hubiera pensado, habría podido responder todo
en unos 7 minutos, y habría ahorrado a la compañía por lo menos 1, 500 dólares del costo
del desperdicio y tiempo perdido.

Un BUEN trabajo de detección de fallas debería hacerse así:

1. Mirar cuidadosamente las partes dañadas en la estación de control de calidad.

2. Especificar mentalmente la falla, fijándose en las peculiaridades de la situación.

3. Detener la línea y examinar cada prensa en busca de electrodos sueltos en un lugar


determinado.

4. Encontrar el electrodo suelto, reponerlo, alinearlo y sujetarlo.

La clave para una buena detección de fallas.

La clave para una buena detección de fallas es lo que dijimos unas páginas atrás: ¡ALTO!
Observe lo que está mal, no empiece a actuar antes de uno o dos minutos, use ese tiempo
para especificar la falla. Al decir especificar, queremos indicar que haga, en cierta forma,
una descripción detallada. Por ejemplo, nuestro típico detecta- fallas tenia frente a él,
mientras observaba las partes dañadas, todos los datos. Lo sabremos, porque vimos las
partes. También él las vio, pero no supo ver en ellas lo que podían mostrar.

Que tan mal: agujero redondo de ¾ de pulgada de diámetro aproximadamente,


perforación lisa en algunas partes. En dos casos, la rodaja horadada aún está
pegada. Tiene forma cóncava

Donde está mal en la parte: esquina inferior izquierda, unas dos pulgadas hacia
adentro del lado derecho, a 10 pulgadas de fondo.
Cuando lo ve por primera vez: en la estación de control de calidad. Las partes se
mueven muy aprisa para poder descubrir agujeros en la línea.

Magnitud del problema: hay siete partes dañadas, amontonadas en control de


calidad, cuando llega el detecta- fallas.

¿Qué es lo peculiar o lo llamativo de esa falla? El agujero es redondo, de ¾ de pulgada de


diámetro y la parte recortada tiene forma cóncava. Ocurre en un lugar: 2 pulgadas hacia
adentro y 10 hacia arriba, seis de cada siete veces. Cualquier cosa que este causando la
falla, tiene que ser redonda, con un diámetro de ¾ de pulgada y cabeza abombada, y ha
cambiado su situación en la prensa 2 pulgadas hacia adentro y 10 hacia arriba.

En esta línea hay un electrodo redondo de ¾ de pulgada de diámetro y con cabeza


abombada. Va y viene con la prensa y puede soltarse. Si efectivamente se ha soltado,
pudo haber llegado a una posición donde seguramente perforo agujeros de ¾ de pulgada
por pieza. Detengamos pues las prensas y busquemos un electrodo suelto en la esquina
inferior derecha. Lo reconoceremos al verlo, porque esta raspado y marcado y puede
girarse a un punto preciso: 2 pulgada hacia adentro y 10 hacia arriba.

¿Maravilloso? Es absoluto, simple sentido común. Se trata de aprovechar al máximo toda


la información que tiene frente a sus ojos. En cuestión de asegurarse que no se va a
perder el tiempo en revisar un dispositivo para sujetar tuercas hexagonales de 7/8 de
pulgada, cuando lo que se busca es un electrodo de ¾ de pulgada. Una tuerca hexagonal
de 7/8 de pulgada no podría hacer un agujero redondo de ¾ de pulgada, aunque quisiera.
Además la tuerca hexagonal estaba cubierta de grasa y obviamente no hubiera podido
hacer ningún agujero. Una buena detección de fallas se obtiene mediante un cuadro
preciso y claro de la falla en sí. Una mala detección es el resultado de lanzarse a la acción,
basándose en un cuadro incompleto y vago de la falla. Así de sencillo es.

“Ahora escúchame de nuevo, hijo…”

Moreno agarro su segundo aire, y ha pensado en otros valiosos tesoros que quiere
heredar a su sustituto. Revise sus consejos, opine si son buenos o malos y después pase a
la siguiente página para estudiar las respuestas.

1. “Cuando algo ande mal, toma la delantera. Todos los bueno __________
minutos cuentan. Mientras más pronto te muevas, mas malo __________
pronto tendrás la cosa resuelta.”
2. “Después de un tiempo lo puedes sentir hasta los huesos. Bueno _________
Sabes lo que está mal y que hacer al respecto. Vive con la malo ________
línea y veras como llegas a sentirlo tú también.”
¿Cómo respondió usted?

1. BUEN consejo. Es cierto, todo minuto que pasa, cuenta. No puede usted quedarse
tranquilamente rascándose la nariz, mientras que todo se lo lleva la trampa.
Aparezca en escena, encuentre lo que está mal y precíselo detalladamente.
Después, consulte a su experiencia y póngase a trabajar. Con cinco minutos de
paro que ahorre a su compañía en esta falla, será un héroe.

Si dijo que era un mal consejo, probablemente usted entendió que Moreno decía:
“Entra en escena, y aprieta tornillos.” En este caso estamos 100% de acuerdo con
usted. Nada consume más tiempo que hacer cosas innecesarias. Pronto olvidara
hasta lo que quería hacer al principio, y entonces si estará perdido. En tal caso
vuelva a donde empezó, es decir, a la falla misma. Observe lo que está mal y
comience otra vez desde el principio.

2. MAL consejo. Claro que hay corazonadas e intuiciones que nos dan los años de
experiencia. Pero ningún detecta- fallas por grande que sea su experiencia, debe
poner a un lado su cabeza y dejar de pensar aunque sea solo por unos instantes. La
detección de fallas es cuestión de pensar. Póngase a resolver fallas basándose en
sus hábitos y le lloverán las dificultades. Por eso hay tantas fallas que se repiten,
que vienen una y otra vez. ¡caramba, allí está de nuevo! Pues siga haciendo lo
mismo y vera como se volverá a decir “¡caramba, allí está de nuevo!” Tiene que
pensar hasta llegar a la causa de la falla. Mientras tanto, no puede tomar ninguna
acción correctiva.

El consejo de Moreno habría sido bueno si además hubiera sugerido al chico que
comprobara sus corazonadas con las especificaciones de la falla, antes de seguir
adelante. Muchas veces, las corazonadas e intuiciones aciertan. Si usted conoce la
falla con detalle, sabrá si su corazonada viene al caso o no. Y si arranca de una
definición precisa de la falla, se asombrara de lo útil que le es su experiencia.
Cuando ve claramente la falla y no de lejos y entre brumas, habrá menos
probabilidades de que sus corazonadas lo engañen.

Resumamos

Cuando algo anda mal, hay fallas. Se rompió o se descompuso tal cosa porque algo cambio
en alguna parte del sistema; de lo contrario, las cosas andarían como debieran. Usted
puede tomar una acción interina para remendar la descompostura o una acción correctiva
para eliminar su causa. La detección analítica de fallas no estará completa hasta no haber
tomado una acción correctiva.

Debe usted comenzar con la falla misma, es decir, con una desviación del DEBIERA.
Describa o especifíquela con precisión. Preste especial atención a las peculiaridades de la
falla, ya que estas le sarán la mejor pista del cambio que las produjo. Su finalidad debe ser,
ir sin rodeos de la falla a la causa, de modo que pueda tomar una acción correctiva tan
económica y rápidamente como sea posible.

CAPITULO 3: ESPECIFICACION DE LA FALLA

Especificamos la falla para encontrar lo que la causo. Algo se descompuso y no está


funcionando como debiera; usted tiene que arreglarlo para que de nuevo, haga lo que
debiera hacer. Tiene que llegar a la causa a fin de arreglarla correctamente. Tiene que
partir de lo que se descompuso para llegar a lo que hizo descomponerse. Comienza pues
con lo que tiene, la falla misma.

Podría decirse que las fallas vienen en tres sabores: de causa conocida, de causas
sospechadas y de causa desconocida. Usted ve que un tono deja caer unas llave en la caja
de engranes: grandes ruidos, vuelan piezas por todo el taller y la maquinaria se para.
Conoce la causa de la falla porque vio lo que sucedió; no tiene pues que buscar la causa y
puede ponerse a trabajar de inmediato en la compostura del equipo, para que funcione
de nuevo. Aquí no hay más misterios, no se molesta en especificar la falla.

En otra ocasión sin mas no más, la maquinaria se para. No vio usted nada, pero la
maquina se frenó unos segundos antes de detenerse por completo. Usted sabe que el
equipo está demasiado cargado. Sospecha que se sobre cargo algún motor y que boto un
interruptor o que quizás pudo haberse quemado por completo. Huele a quemado, revisa
la caja de los interruptores y uno de ellos esta botado. Sospechaba de una sobrecarga,
pero no estaba seguro. Ahora sí lo está.

Especifico usted falla de acuerdo con sus peculiaridades. La maquinaria se frenó antes de
parar. Estaba con mucha carga. Inmediatamente después, olio usted a cable quemado.
Uso esta imagen de la falla para que le sugiriera la causa más probable, “sobrecarga”,
sacada del fondo de experiencia. Verifico su corazonada revisando la caja de interruptores
y la temperatura del motor. Todo concordaba, ahora ya puede comenzar a trabajar para
corregir la falla. Utilizo usted una especificación mínima de la falla para encontrar la causa
y estar seguro que esta efectivamente había parado la línea.
Supongamos ahora que la línea se para por tercera vez. No hay ninguna pista. La línea
estaba absolutamente muerta, y usted no sabe por qué. No vio ni escucho nada; esta
perplejo. Tiene que haber una causa y debe encontrarla. Busca pues la pista que debe
hallarse en algún lado.

También podría gustarte