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Diferencia entre el NIF y el VAT

¿Todo lo que hemos explicado en el punto anterior ha hecho que las


siglas VAT te vengan a la cabeza? Es normal. Pero, ojo, porque es necesario
establecer ciertos matices. Al fin y al cabo, VAT es exactamente lo mismo
que NIF Intracomunitario… Pero no es lo mismo que NIF a secas.
El VAT está compuesto por el NIF de una persona (física o jurídica) y por las
siglas del país en el que tributa. Pongamos que tu Número de Identificación
Fiscal es el B83762910. ¿Cuál será entonces tu VAT? Muy sencillo: será el
ESB83762910. Ni más, ni menos.

¿NIF o CIF? 

¿Hace rato que te estás preguntando qué pinta el CIF en todo esto? ¿En qué
se diferencian NIF y CIF? Pues se diferencian en todo y en nada. Y es que el
CIF (Código de Identificación Fiscal) hace años que dejó de ser vigente a
nivel legal y, en su lugar, se utiliza el NIF.
En su momento, el CIF servía para identificar a las personas jurídicas, tanto
empresas como fundaciones. Pero, desde el año 2008, este código se eliminó
por completo. Hasta entonces, el NIF solo identificaba a las personas físicas
que ejercían actividades mercantiles. Pero, a partir de 2008, con la entrada en
vigor del Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, desaparece el CIF y tanto
personas físicas como jurídicas pasan a usar el NIF.
Es importante, entonces, que olvidemos de forma definitiva el CIF (en el caso
de que lo tuviéramos). El NIF es el número de identificación que deberá
aparecer en tus facturas y el código que tendrás que utilizar para identificarte
fiscalmente.
Y, de hecho, habiendo llegado hasta el final de este artículo, ya podemos
afirmar que lo sabes absolutamente todo sobre el Número de Identificación
Fiscal… Y que lo sabes no porque sea un código que te acompaña desde que
tus padres te hicieron el primer DNI, sino porque realmente hemos descubierto
todas sus funciones y posibles bifurcaciones.

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