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PALABRAS DEL AUTOR

Bastante tiempo ha transcurrido desde que se publicara la segunda edición de este


libro, muchas cosas han sucedido en el país durante ese tiempo y más de alguna de ellas
ha afectado en una u otro forma el desenvolvimiento de la actividad profesional en el
área eléctrica en general y en el área de proyectos y ejecución de instalaciones de
consumo en particular. Sería de desear que aquellos sucesos hubiese ido en beneficio
de la actividad, pero a juicio del autor el balance general arroja un saldo un tanto
intranquilizante y en algunos items, desolador.

Una sustancial modificación de la legislación que regula el accionar del área


eléctrica se produjo entre los años 1981 y 1983 y entre las medidas adoptadas se
encuentra aquella que nos otorga a los profesionales un aparente grado de "mayoría de
edad" dado que ya no dependemos de la tutela, que parecía tan poco grata, de la ex
Superintendencia de Servicios Eléctricos. Somos ahora responsables solo ante nosotros
mismos por lo que hacemos, salvo que azar determine, en un juego de computación, que
nuestro trabajo sea revisado por la nueva Superintendencia de Energía y Combustible.

La implantación de esta modalidad se originó en una extraña confusión de


conceptos, en el momento en que alguien planteó que en un país desarrollado como
EE.UU., el cual deberíamos tomar como modelo, no existía un organismo equivalente a
la ex Superintendencia y de allí, sin más, se extrapoló la conclusión de que el control
directo, uno a uno, sobre proyectos e instalaciones era innecesario. No es del caso
profundizar acá en la falacia del análisis conceptual indicado, porque si bien es cierto la
primera parte de la afirmación es verdadera, en razón a la organización político
administrativo de EE.UU. sustancialmente diferente a la nuestra, la conclusión que de
este hecho se extrae no puede ser más torpe, porque la función de control que
finalmente fue reducida a su más mínima expresión, en el país del norte es ejercida con
un acentuado rigor por más de un organismo sea ellos de carácter privado, municipal o
estadual. En el caso de las instalaciones interiores p.e. este control lo ejercen, en la casi
totalidad de los Estados, Municipalidades, Bomberos y Compañías Aseguradoras,
superponiendo en lo más de los casos su accionar, sin que nadie se moleste por ello.

Otra importantísima función, que si bien es cierto en el papel es posible seguir


desarrollando, al no existir un ente jurídico específico que se encargue de ellos
prácticamente ha dejado de cumplirse, es la de Normalización, en el área eléctrica desde
luego. Al quitársela a la Superintendencia esta facultad que tenía en la antigua ley, al
derogar el DS 1270 de 1971 que la regulaba y al no definirse un encargado específico de
este trabajo, puesto que la nueva ley menciona en forma genérica que es el Ministerio de
Economía el poseedor de esta facultad, en el hecho la Normalización en este campo ha
desaparecido. Es más, al hacerse todos estos movimientos jurídicos, sólo se dio nueva
vida legal a la ex norma NSEG 4 En. 7, bautizándola como la Nch 4 Elec 84 y
considerando que la nueva ley derogó toda la legislación relacionada con la antigua ley
de Servicio Eléctricos, debería entenderse que normas como la NSEG 20 En 78. la
NSEG 5 En 71, la NSEG 6 En 71, NSEG 8 En 75, entre otras que regulan materias tan
importantes como la construcción de subestaciones interiores, instalaciones i,@e
corrientes fuertes, cruces y paralelismo, tensiones normales, han perdido su vigencia
legal y si se siguen respetando es sólo porque son necesarias y los profesionales han
tenido el suficiente sentido común como para no abandonar su aplicación.

Sin embargo, reiterando lo que en otras oportunidades se ha manifestado, una


norma es un ente dinámico que debe estar adecuando su articulado en forma
permanente, de modo de no ser sobrepasada por los avances tecnológicos y el sólo
respeto de los principios establecidos, por bien intencionado que éste sea, no garantiza
soluciones futuras que sean técnicamente aceptables y el vacío que este "descuido" de
las autoridades respectivas debe ser corregido a la mayor brevedad, en aras de mantener
un desarrollo armónico de esta actividad profesional.

No estaba dentro de los planes del autor el lanzar una tercera edicion;
"Introduccion" parecía una etapa superada y si de escribir se trataba parecía más
conveniente buscar nuevos tópicos. A pesar de esto, por una parte debido a la constante
solicitud de los interesados que en todo este tiempo no han dejado de inquirir por el
texto y por otro lado el ver desaparecer del campo profesional los importantes hitos
referenciales citados más arriba, los que estima insustituibles, lo han llevado a preparar
esta tercera edición a la cual se ha agregado nuevo material informativo, como es el
caso de la Instalación de Grupos Electrogenos y Análisis Tarifários , por ejemplo y se
ha profundizado en el análisis de temas específicos como protecciones, iluminación,
mallas de tierra.

Le ha parecido también conveniente al autor hacer una breve reseña histórica del
desarrollo del área eléctrica en el país, en la cual se podrá apreciar que no es ésta la
primera vez que se ha presentado en nuestro medio una situación como la descrita y,
algo que puede despertar un tanto el optimismo, errores como los

BREVE RESEÑA HISTORICA

La noche del 18 de Septiembre 1882, los santiaguinos pudieron observar


asombrados un anticipo de lo que el nuevo siglo, que se avecinaba entre promisorio y
amenazante, les ofrecería: la fachada del edificio de la Compañía Edison estaba
iluminada por 200 de las maravillosas lámparas que apenas tres años antes había
perfeccionado el inventor norteamericano.

Meses más tarde, el 20 de Febrero de 1883, se instalaban los dos primeros faroles
de alumbrado público eléctrico que conoció el país, en los costados de la Plaza de
Armas, llamada por este entonces Plaza de la Independencia. El diario El Ferrocarril
comentaba el hecho en los siguientes términos:

"La Empresa (la Compañia Edison) ha obtenido el permiso de la Ilustre


Municipalidad para colocar en la Plaza de Independencia dos faroles de cinco luces,
equivalente cada una a treinta y dos velas de composición'.

Agregaba más adelante,

"Uno de los faroles está ubicado frente al Portal McCIure, en medio de los faroles
a gas y el otro frente al Portal Fernández Concha. Hoy día se inició la colocación de
los alambres de cobre envueltos en tubos de plomo y dentro de ocho a diez días la luz
de Edison alumbrará nuestra Plaza principal. En el caso que a la Municipalidad le
agrade la luz se colocarán otros dos faroles, al lado de la Catedral uno, frente al
Correo el otro; entonces se firmará un contrato en que se estipulará que el pago de
dicho alumbrado será de cuenta de la Municipalidad".

El mismo diario, días más tarde en su edición del 1' de Marzo, comentaba que esa
noche se alumbrarían según el sistema de Edison algunas de las tiendas del Portal
Fernández Concha, destacando en uno de sus párrafos que:

"Son muchos los dueños de negocios que se interesan en instalar el nuevo


alumbrado, pero ello no es posible por no contarse con trabajadores competentes para
tender los alambrados y además el motor que produce la energía apenas da abasto
para dos mil luces".

Se trataba de un generador de 10 kW, movido por un motor de vapor alimentado


por una caldera calentada con leña, puede apreciarse de esto que las ampolletas
empleadas alcanzaban la increíble potencia de 5 kW cada una.
De este modo el problema eléctrico había quedado planteado en toda su extensión
en nuestro país, sus aspectos más relevantes fueron, como acotaba el comentarista, la
insuficiencia del sistema para satisfacer la demanda y la carencia de especialistas que
pudieran resolver los problemas originados en las instalaciones.

De paso una disgresión, estando a más de cien años de los hechos comentados y
ya en las puertas del siglo XXI, pareciera no haberse presentado aún un
acontecimiento-manteniendo las adecuadas proporciones - que afecte tanto la vida del
hombre común de nuestro país como aquel humilde encendido de unas cuantas
lámparas incandescentes; pudiera ser que el uso computador personal, el cual cada día
es más poderoso, llegue a ser el equivalente de aquel suceso; sin embargo, no parece
aún tan claro que aquel pueda participar en forma tan cotidiana como lo ha hecho la
energía eléctrica en la vida cada uno de nosotros.

La subsecuente problemática originada en aquellos días de fines del siglo pasado


fue creciendo en tal forma y velocidad que no pudo ser en modo alguno prevista por
aquellos que la iniciaron. Los impactos económicos, sociales y técnicos que se
provocaron fueron de tal modo incisivos que requirieron de una adecuación del modo
de pensar nacional y, si bien es cierto según puede apreciarse en un estudio histórico
del proceso - la respuesta política administrativa no fue todo ágil y oportuna que
hubiera sido deseable, debe anotarse como punto a favor que fue nuestro país el
primero en Latinoamérica que contó con un cuerpo legal para regular estas materias.

Volviendo al desarrollo de aquel incipiente sistema eléctrico, este fue creciendo


en forma desordenada como una serie de instalaciones independientes alimentadas por
sus propias fuentes de energía en la medida en que los comerciantes o las grandes
fortunas de la época se interesaron en contar con este adelanto; es así que puede
anotarse como dato anecdótico que la primera residencia particular que contó con
energía y un ascensor eléctrico entre su primer y segundo piso fue el ya entonces
famosos Palacio Cousiño.

Entretanto la tecnología de uso de la energía eléctrica progresaba aceleradamente,


viéndose que ella era una excelente solución al problema del transporte urbano, el cual
empezaba a insinuarse como serio, los tranvías eléctricos empezaron a desplazar con
grandes ventajas a los llamados tranvías de sangre, los cuales eran arrastrados por
caballos.

La presión pública que demandaba contar con estos adelantos obligó a la Municipalidad
de Santiago a llamar, el año 1896, a propuesta pública para la instalación de un sistema
de alumbrado público y particular y la implementación de un sistema de transportes
urbanos servido por energía eléctrica.

El 13 de Enero de 1897 el acuerdo Municipal sobre la propuesta favoreció a la


firma londinense Parrish Bros., quienes, el 5 de Septiembre del mismo año firmaron
contrato con la Municipalidad en el cual se les entregaba la concesión de explotación de
la mencionadas instalaciones y se les otorgaban las autorizaciones respectivas para el
tendido de vías férreas y líneas eléctricas. Durante el transcurso del mismo año la
mencionada empresa inició la construcción de la Central Mapocho, ubicada en la
esquina de las actuales calles Mapocho y Almirante Barroso; esta central fue puesta en
servicio el 1' de Junio de 1890 con tres unidades generadores Franco-Tossi de 676 kW
cada una, con una tensión de 460/550 Volts, en corriente continua.

Esta central térmica sufrió sucesivas ampliaciones entre esa fecha y 1924, a fin de
satisfacer la demanda siempre creciente y prestó sus servicios hasta fines de la década
del 50, siendo desmantelada en 1963.

Pese a lo dicho, por diversas razones, la firma Parrish 'no llegó a usufructuar de sus
inversiones y transfirió su contrato, por escritura pública del 5 de Enero de 1899, a la
Chilean Electric Tranway and Lighting Limited S.A., también con domicilio en Londres
y formada por inversionistas ingleses y alemanes.

En forma paralela otras ciudades y localidades del país habían mostrado interés en
participar de las bondades de este avance técnico y es así que en 1899 se forma la
Compañía Eléctrica de San Felipe y casi simultáneamente con la inauguración de la
Central Mapocho se inaugura en Valparaíso la Central Aldunate con dos unidades de
Corriente Continua; de esta manera se ve al país entrando ' en las postrimerías del siglo
pasado, de lleno en la era de la electrificación.

Con los inicios del nuevo siglo, aunque el entusiasmo y el empuje desarrollado
siguen siendo crecientes, empiezan a manifestarse con claridad los problemas que trae
consigo la explotación de un sistema eléctrico: una serie de accidentes en los cuales, si
bien es cierto sólo habían muerto caballos, atemorizaban a la ciudadanía por lo
fulminante que puede ser el efecto de la electricidad sobre un ser vivo. Por otra parte,
las autoridades edilicias y gubernamentales empezaron a ser asediadas constantemente
por quienes reclamaban por invasión o destrozos de propiedad privada, provocados por
el personal de las Empresas Eléctricas que tendían sus cables de distribución
apoyándose sobre fachadas, chimeneas o techos de las mansiones.

El 13 de Enero de 1897 el acuerdo Municipal sobre la propuesta favoreció a la


firma londinense Parrish Bros., quienes, el 5 de Septiembre del mismo año firmaron
contrato con la Municipalidad en el cual se les entregaba la concesión de explotación
de la mencionadas instalaciones y se les otorgaban las autorizaciones respectivas para
el tendido de vías férreas y líneas eléctricas. Durante el transcurso del mismo año la
mencionada empresa inició la construcción de la Central Mapocho, ubicada en la
esquina de las actuales calles Mapocho y Almirante Barroso; esta central fue puesta en
servicio el 1' de Junio de 1890 con tres unidades generadores Franco-Tossi de 676 kW
cada una, con una tensión de 460/550 Volts, en corriente continua. Frente a estas
dificultades hubo quienes tuvieron la osadía de proponer el uso de postes de apoyo
para el tendido de esos cables, idea que fue rechazada airadamente por una gran
mayoría de la

ciudadanía, al considerarla atentatoria contra el desarrollo urbano armónico.

No paraban ahí los problemas; la prensa informaba sobre una serie de pleitos que
las empresas de distribución interponían en contra de los municipios los cuales,
tradicionalmente pobres, no cancelaban oportunamente los consumos de alumbrado
público. Además estos mismos municipios tampoco tenían un criterio común en cuanto
a la forma de otorgar concesiones y las autorizaciones de tendidos de líneas para la
explotación de un servicio eléctrico, de modo que a menudo se producían litigios por el
establecimiento de servidumbres en los que se veían involucrados los municipios, las
empresas y particulares; eran aquellos los dolores del parto de un gigante que estaba
naciendo.

Las dificultades alcanzaron un grado tal que amenazaban con detener el desarrollo
del proceso, además de provocar un malestar permanente en os habitantes de las
ciudades afectadas; esto mueve al Presidente de la República, don Germán Riesco, a
presentar, el año 1901, en un mensaje dirigido al Congreso, un proyecto de ley

que regularía toda la actividad relacionada con la energía eléctrica.

Casi cuatro años es debatido este proyecto entre el Senado y la Cámara de


Diputados y pese a lo largo del plazo el debate adquiere por momentos una
superficialidad abismante; se sustentan opiniones livianas, se citan como opiniones
autorizadas a personas o entidades con marcados intereses en determinados aspectos del
problema o, finalmente, se desestima su discusión por considerarlo
un tema de importancia muy secundaria. En todas estas ¡das y venidas de la Cámara del
Senado el proyecto crece, se encoge, cambia totalmente de orientación o vuelve a su
idea matriz, es que en su concepción hay un toque de osadía poco común, inmerso como
estaba el país en régimen parlamentario a ultranza, el proyecto original centralizaba
exclusivamente en la persona del Presidente de la República el manejo de la totalidad
del problema eléctrico y eso era mucho más de lo que muchos parlamentarios y
parlamentaristas eran capaces de soportar.

Se llega a fines de Diciembre de 1903 , la prensa informa al público que Santiago


volverá a ser una ciudad oscura.
Agotadas las conversaciones y no habiendo prosperado los intentos legales de arreglo,
la Municipalidad comunica la imposibilidad de cancelar su deuda de trescientos mil
pesos de 18 peniques, contraída con la Chilean Electric y ésta, desde sus oficinas en
Londres, envía un cable notificando que a contar de las cero horas del primero de
Enero siguiente no encendería el alumbrado público hasta que no le se cancelara la
totalidad de la deuda en cuestión. Esta situación provoca airadas reacciones en todos
los sectores ciudadanos, se escuchan diversas voces emitiendo todo tipo de opiniones.
En los últimos días del año, en sesión extraordinaria, el Congreso autoriza a entregarle
al Municipio la cantidad necesaria, tomándola de fondos generales de la nación y
permitiéndole salir así de su incómoda situación.
Entre las discusiones sobre este tema se recuerda la urgencia de despachar el proyecto
de Ley sobre Servicios Eléctricos, pero como esta es materia de la legislatura ordinaria
se deberá esperar la apertura del ciclo legislativo para tratarlo, lo que sucederá bien
avanzado el año que se inicia.

En sus últimas etapas, no habiendo acuerdo en la redacción definitiva del proyecto


entre ambas Cámaras, este se envía a
comisionesy le corresponde al entonces Senador y más tarde Presidente, Don Pedro
Montt, entregar al Congreso el texto que finalmente fue aprobado como
ley, bajo el numero 1665, el 4 de Agosto de 1904; este texto, que difería
muy poco del mensaje original, en una transcripción fiel y con la
ortografía de la época decía.

LEI Num 1665. - Por cuanto el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente:

Proyecto de LEI:

Artículo Iro. - La concesión de permisos para la instalación de empresas eléctricas


destinadas al servicio público, i la autorización para ocupar bienes nacionales o
fiscales con líneas eléctricas de cualquier especie corresponderá al Presidente de la
República.

A la misma autoridad corresponderá la vijílancía de las empresas i líneas


eléctricas en lo que respecta a las condiciones de seguridad que deban ofrecer su
instalación í funcionamiento.

Articulo 2do.~ Los permisos para instalaciones eléctricas podrán otorgarse por un
plazo de veinte años 1 para instalaciones eléctricas aéreas no podrán exceder de diez
años.

Articulo 3ro.- En las ciudades de Santiago y Valparaiso i en las demás ciudades


en que hubiere tranvías eléctricos, líneas eléctricas de teléfonos, de alumbrado -i
demás que tengan por objeto la distribución de fuerza o energía eléctrica, se
canalizarán subterráneamente dentro del recinto que fije el Presidente de la
República. La canalización de las líneas aéreas existentes se efectuará
dentro del término de cuatro años. Se exceptúan de esta
disposición las líneas destinadas exclusivamente al servicio de
tranvías.

Artículo 4to.- Dentro del plazo de seis meses contados desde la fecha de
promulgación de esta le¡, las empresas de tranvías eléctricas colocarán en todos los
carros que empleen para el tráfico, trompas o rejas salvavidas, conforme a las
indicaciones que al respecto se prescriban en los reglamentos a que se refiere el
Articulo siguiente.

Artículo 5to El Presidente de la República dictará reglamentos en que se


determinen las condiciones a que deban sujetarse la instalación i funcionamiento de
los Servicios Eléctricos a que la presente le¡ se refiere.
Ipor cuanto, oído el Consejo de Estado, he tenido a bien aprobarlo i sancionarlo, por
tanto promúlguese i llevase a efecto como le¡ de la República.

Santiago 4 de Agosto de 1904 - JERMAN RIESCO - M.E. Ballesteros.

A través del texto de esta ley y del texto de su Reglamento, dictado el 14 de


Diciembre del mismo año, se transparenta la preocupación primordial del legislador
por un aspecto del problema que en el transcurso del tiempo ha ido mostrando su
fundamental importancia, la seguridad de las personas.

El citado Reglamento fue la consecuencia lógica de la necesidad de definir en


detalle las atribuciones que se le entregaban al Presidente de la República, así como la
de crear un organismo asesor del mandatario que le informara y orientara en los
diversos aspectos que afectaran sus decisiones. A lo largo de sus seis primeros títulos
regulaba materias técnicas que decían relación con estaciones generadores, tendido de
líneas, aspectos de seguridad en los sistemas de tranvías, líneas telegráficas,
telefónicas e instalaciones interiores; en su título séptimo se daba vida al primer
organismo contralor técnico que conocío el país, la Inspección Técnica de Empresas e
Instalaciones Eléctricas, antepasado de la actual Superintendencia de Energía y
Combustibles - SEC.

La vida de este organismo, de innegable influencia en el desarrollo del sector


eléctrico, ha sido controvertida y accidentada; desde su nacimiento hasta el recién
pasado 85
cumpleaños ha sufrido doce importantes cambios en su orientación, a los que habría que
sumar un sinnúmero de modificaciones menores en su accionar.

Movida por los avatares de la política contingente, la presión


de los intereses, la simple adecuación a una distinta etapa de
desarrollo o la adaptación a los adelantos de la técnica y la
tecnología, su vida institucional ha conocido de alzas y bajas. A
pesar de ello su presencia en más de una oportunidad ha aportado un
innegable factor de equilibrio y orden en el crecimiento de la
actividad eléctrica, no abandonando jamás aquella idea matriz de

preocuparse por la seguridad. A no dudarlo la Superintendencia, con todas sus


deficiencias propias y las que en más de una oportunidad se le han querido achacar, ha
cumplido un rol de primera importancia en la evolución del crecimiento eléctrico
nacional.

Uno de los puntos más notables de la vida de este servicio se produce el año 1931
en que se dicta la que se conoce como primera ley de Servicio Eléctricos, mediante el
DFL Nro 244, pese a que para llegar a ella la ley original, la 1.665, ha sufrido dos
modificaciones en 1924, ha sido derogada en 1925 y reemplazada por el DL 252,
dictado por una junta militar de la época, el cual a su vez es modificado en 1927
mediante el DFL 700, significando cada una de estas modificaciones la
reestructuración del organismo, cambio de nombre, variaciones jerárquicas o cambio
de dependencia, puesto que desde el Ministerio de Interior que la cobijó en su
nacimiento, se paseo por diversas reparticiones del Ministerio de Obras Públicas,
siendo en su momento más bajo dependiente de la Oficina de Ferrocarriles
Particulares, hoy desaparecida, para volver en 1931 al Ministerio del Interior en donde
se mantiene, primero con el nombre de Dirección de Servicios Eléctricos y de Gas,
hasta 1969 y luego con el de Superintendencia de Servicios Eléctricos de Gas y de
Telecomunicaciones hasta 1982, no sin antes perder la tuición sobre el área de
Telecomunicaciones la cual es ascendida a la categoría de Subsecretaría del Ministerio
de Transportes y Telecomunicaciones, el año 1977, mediante el DL 1762 de ese año.
El año 1982 pasa la Superintendencia a un extraño estado de hibernación jurídica,
puesto que el DFL 1 de ese año traspasa todas sus atribuciones al Ministerio de
Economía sin que este texto legal se mencione su existencia; en el hecho el organismo
mantiene su existencia física, existen sus funcionarios, existen sus edificios pero no
existen atribuciones ni destino para ellos. Esta extraña situación jurídica se mantiene
hasta 1985 en que la ley 18.410 viene a terminar con esta indefinición; los porfiados
hechos se imponen, pese a los muchos argumentos que se han dado en contrario,
resucita esta vez como la Superintendencia de Energía y Combustibles, flamante
dependencia del ministerio de Economía Fomento y Reconstrucción. Pese a esto ha
perdido en el camino parte importante de sus atribuciones, no tiene ya ingerencia
alguna en la fijación de tarifas y ha perdido la facultad de dictar normas, por ejemplo,
significando esto último que el impulso a la normalización en el área eléctrica que
partió en 1969 y tuvo su máximo desarrollo entre los años 1971 y 1979 esté a la fecha
virtualmente paralizado.

Mientras desde el punto de vista político administrativo se trataba de perfeccionar


el control del proceso de electrificación, concordante con lo azaroso de esa búsqueda,
éste avanzaba dificultosa y desordenadamente, impulsado por iniciativas privadas no
siempre coherentes en sus objetivos, lo que originaba la aparición, desaparición,
absorción o traspaso de diversas empresas eléctricas.

Es así como la ya mencionada Chilean Electric se le suman la Compañía General


de Electricidad Industrial, CGEI, en 1905 y la Compañía Nacional de Fuerza eléctrica,
CONAFE, en 1919 En 1921, con los aportes de la Chilean Electric y la CONAFE se
funda la Compañía Chilena de Electricidad y entre los años 1929 y 1931 entra en el
ambiente la American Foreing Power Co., quién toma el control de una serie de
Empresas de distribución en las provincias de Santiago, Valparaíso y Aconcagua y las
agrupa bajo el nombre de la ya existente Compañía Chilena de Electricidad, para
finalmente, con la razón social de South American Foreign Power Co., logra obtener del
gobierno de la época la firma de un contrato - ley que otorgaba a esta Empresa una
concesión por 90 años. Este contrato fue el resultado del conocido como convenio
Ross~Calder y que significaba para la South American un régimen de excepción por
cuanto quedaba fuera del campo de aplicación de la ley de Servicios Eléctricos.

Todos estos ajuste, aún significando avances de importancia tenían al país aún lejos
de alcanzar la plena satisfacción de sus necesidades energéticas; es así que a fines de
1930 se tenía una potencia instalada en todo el territorio nacional de 302 MW, de los
cuales el 53% correspondía a servicios privados, básicamente constituido por la gran
minería del cobre y del salitre, cuya explotación estaba por esos entonces en manos de
empresas extranjeras. El Servicio público estaba preponderantemente en manos de la
Compañía Chilena de Electricidad.
A fines de 1940 el panorama en lugar de mejorar se podía considerar peor porque ,
a pesar de haber aumentado la potencia instalada a 487 MW, más del 60% correspondía
a servicio privado, lo cual se traducía en continuos racionamientos en el servicio
público. Sin embargo, la situación empezó a cambiar sustancialmente con la creación de
CORFO, en 1939. La formulación del plan nacional de Electrificación, desarrollado
sobre la base de un estudio presentado al gobierno por el Instituto de Ingenieros de
Chile y la creación en 1942 del Departamento de Energía y Combustibles de CORFO, el
cual dio origen en 1944 a ENDESA operaron este cambio. Es así que a fines de 1950 la
potencia instalada había alcanzado a 774 MW de los cuales 390 pertenecían ahora al
servicio público, vale decir se había logrado superar la barrera del 50% para este sector.
Otro antecedente importante de destacar es que hasta la formulación del Plan de
Electrificación la potencia generada era básicamente térmica y a fines de 1950 era
fundamentalmente hidráulica, tendencia que se ha mantenido hasta la fecha.

No obstante lo anotado, hasta los años considerados las tasas de crecimiento eran
aún insuficientes para satisfacer las necesidades del país, por cuanto asentar una
infraestructura eléctrica requiere de muy fuertes inversiones y los desequilibraos
económicos producidos por la crisis mundial de 1930, seguidas por las fuertes presiones
inflacionarias provocadas por la segunda guerra mundial no permitieron efectuarías.
Por otra parte si bien el Estado había asumido un papel protagónico en esta actividad,
no podía quedar huérfano del apoyo financiero privado y éste se encontraba desalentado
por la baja rentabilidad que la ley vigente a la fecha fijaba al capital, la cual resultaba
insuficiente para compensar la pérdida de valor del dinero provocada por la inflación.

En las circunstancias anotadas las tasas crecimiento, que en los decenios anteriores
se habían empinado hasta el 6% y eran aún insuficientes, estaban alcanzando en le
decenio de los 50 apenas al 3,9%. Fueron estas condiciones las que llevaron en esa
oportunidad a la modificación de la ley de Servicios Eléctricos, en 1959 y a la
modificación del convenio Ross-Calder el mismo año. A través de estas modificaciones
se buscó incentivar la inversión privada en el sector para permitir el autofinanciamiento
de las Empresas y de sus planes de expansión; además la firma del nuevo convenio
entre el Estado y la South American puso término al trato discriminatorio del capital
foráneo en perjuicio de los inversionistas nacionales y dio origen a CHILECTRA, la
cual quedaba sometida a la aplicación de ley de Servicios Eléctricos.

Todas estas medidas se tradujeron en un sustancial aumento de la potencia


instalada y de las tasas de crecimiento, las que alcanzaron en la década 1960 - 1970 a
6, 5% en promedio general y un 7,2% en el sector servicio público. La potencia
instalada alcanzó en tanto los 2.143 MW. El crecimiento sostenido desde entonces ha
llevado al país a contar, a fines de 1988 con una potencia instalada de 4.050 MW con
una producción de energía 16.880 GWh (millones de kWh), las tasas de crecimiento
acumulativo de la última década ha sido del orden de 3,5% y la proporción de la
potencia instalada destinada al servicio público alcanza a cifras del orden del 75%.

No se considera en estas cifras, por no disponer de estadística confiables al


respecto, el aporte del servicio privado en la generación durante horas de punta. En
efecto, como resultado de la aplicación de las políticas tarifarias de acuerdo a la nueva
ley de Servicios Eléctricos, a una parte importante de los consumidores industriales le
ha resultado económicamente conveniente generar su propia energía en el período de 1
de Mayo al 30 de Septiembre de cada año entre la 18 y 23 horas de cada día, período
durante el cual la energía vendida por las empresas de servicio público es de un precio
considerablemente superior a la del resto del año. Según apreciaciones generales se
estima que la potencia instalada en esta forma puede alcanzar a cifras del orden de 100
MW, repartidos en algunos centenares de instalaciones de potencia unitaria variable.
No es claro la conveniencia para el país el resultado de la aplicación de este criterio
pues, si bien es cierto es lógica la idea del cobro diferenciado en horas de punta, por
una serie de razones largas de analizar pero muy justificadas, no parece tan lógica la
solución a la que se ha llegado en la que casi se ha obligado a los industriales a instalar
grupos electr6genos, que son equipos de importación 100%, que consumen petróleo,
una proporción muy importante del cual se sabe que proviene de importación, que
además consumen repuestos también 100% importados, todo lo cual significa un
importante consumo de divisas a lo que además debe sumarse el hecho que al estar
esta gran potencia fraccionada en una multiplicidad de pequeñas instalaciones
operadas con una gran diversidad de modalidades y criterios la eficiencia media
alcanzada debe ser necesariamente muy
baja. Y contra todo esto no es posible argüir que es problema
privado, esta carga financiera finalmente, de una u otra forma la
absorbe el país. Tal vez sería conveniente, aceptando que el
criterio general de la estructura tarifaria es sano, revisar los valores de cobrados por la
energía de modo de evitar la distorsión que se está señalando.

En el contexto descrito, con la construcción de algunas centrales térmicas sobre la base


de turbinas a gas para prevenir los problemas originados en condiciones de sequía como
las que periódicamente se presentan en nuestro país, con la entrada en servicio de las
centrales en construcción tales como Canutillar, Alfalfal, Pehuenche y con el desarrollo
de los proyectos actualmente definidos ENDESA, como lo son la Central Pangue de
400 MW hidráulica, y Huasco con 200 MW térmica a carbón, el futuro energético del
país puede esperarse con tranquilidad.

Vale la pena también dar un rápido vistazo al segundo rubro que en los primeros
párrafos de esta reseña se destacó como parte importante del problema eléctrico, la
existencia de especialista que diseñan, construyan y operan los sistemas eléctricos.

En este aspecto debe hacerse una neta diferenciación en las áreas que podrían
denominarse como macrosistemas y microsistemas, pretendiendo englobar en los
primeros a los sistemas de generación, transmisión y distribución de grandes potencias y
en los segundos a las instalaciones de consumo de energía, las llamadas por la
legislación vigente "instalaciones interiores".

El desarrollo de la ingeniería de Macrosistemas ha sido en el país de una línea


evolutiva ascendente, las casas de estudios superiores han ganado en este campo, como
en otros, un prestigio reconocido a nivel continental y los profesionales del áreas,
colocados sobre esta base y enfrentados a una geografía extremadamente difícil han
ganado una experiencia que los ubica en una primera línea.

Es distinto el aspecto que ofrece el área de los microsistemas, históricamente el


área de ejecución de instalaciones fue socialmente mal mirada en el país, como lo fue en
sus inicios la Ingeniería, que no era vista como una profesión socialmente apreciable, se
puede estimar que esto hizo que los profesionales, que fueron creándose con su
desempeño un lugar notable en la sociedad, se resistieran a entrar en este campo de una
importancia aparente tan secundaria y por ende menospreciado. En los inicios de la
actividad a quienes le cupo enfrentar la responsabilidad de construir y operar aquella
primeras instalaciones fue a maestros con escasa o ninguna formación técnica y que se
fueron forjando en la dura escuela del "echando a perder se aprende", guiados, no
siempre en la mejor forma, por los gringos que venían con los equipos que se
importaban.

Una escuela en la época se empezó a preocupar del vacío de enseñanza que se


apreciaba en esta área, la vieja y desaparecida Escuela de Artes y oficios que a fines
del siglo pasado, según consta en los Diarios Oficiales del momento, producía
maestros especializados a razón de unos tres o cuatro al año. En 1915 esta misma
escuela percibió la necesidad de avanzar un grado más en la enseñanza técnica y
prohijó a la Escuela de Técnicos Industriales con un nivel académico comparable al de
cualquier escuela de Ingeniería en el mundo. En sus Talleres y Laboratorios se
formaron por ejemplo los primeros Despachadores de Carga cuando, en un golpe de
audacia, sus profesores y alumnos de los últimos cursos, por allá por fines de la década
del 30, a escondidas, pues era muy posible que nadie se hubiera atrevido a autorizarlos
si avisaban de su intento, pusieron en paralelo por primera vez la central propia de la
Escuela formada por tres alternadores de 100 kW y la red de Compañía Chilena de
Electricidad.

El año 1976, sin pena ni gloria, la vieja Escuela fue asesinada por un burócrata
cualquiera al cual, con toda seguridad, ni siquiera le tembló la mano al firmar al
Decreto de extinción, poniendo fin a una institución tradicional más que centenaria.
Hasta donde llega la información del autor, este es el único país del mundo que ha sido
capaz de cometer un crimen de lesa educación semejante; el hacer desaparecer como si
fuese un material desechable una Escuela cuyos egresados se han paseado por el
mundo y son aun reconocidos a nivel latinoamericano, es algo que difícilmente puede
caber aún en la mente más afiebrada; si sólo con un poco de imaginación y empeño
esa escuela pudo haber llegado a ser el Instituto Tecnológico Nacional (¿Será aún
tiempo de recuperarla?).

Volviendo al quehacer profesional, la entonces Dirección General de Servicios


Eléctricos, en una de sus tantas etapas, se vio forzada a crear una categoría especial de
profesional, el Instalador Electricista Autorizado y por la potestad de la ley era ella
quien calificaba su capacidad profesional entregándole un permiso obtenido a través
de un examen. La incorporación de profesionales con formación académica a este
registro fue tardía y hasta donde se ha podido seguir la pista, el primer ingeniero
inscrito en estos registros fue James Carr, un norteamericano, fundador además de una
de las primeras, si no la primera, fábrica de transformadores del país, todo esto en la
década de los cuarenta.

La dictaci6n del DFL 2 en 1959, el cual diera un fortísimo impulso a la


construcción de viviendas, vino a despertar el interés de algunos profesionales
universitarios por adquirir la calidad de Instaladores, pero, lamentablemente es decirlo,
el interés mostrado obedeció más bien a razones comerciales que a una inquietud
puramente profesional.

La incorporación de nuevos profesionales a este registro siguió siendo lenta hasta el año
1975, fecha en que se empezó a producir un interés desbordante por la actividad,
motivado esta vez por la crisis económica de esos años, la que obligó a los profesionales
a buscar en esta actividad una fuente alternativa para entonar sus restringidos
presupuestos personales. Este fenómeno se acentuó durante la crisis de 1981 y
siguientes, de modo que el actual registro es preponderantemente integrado por
profesionales, sumado a esto el hecho de que la actual legislación faculta a los
profesionales del área para ejercer esta profesión sólo estando en posesión del título
universitario.

Pese a que esta situación debiera haber producido resultados beneficiosos, no puede
apreciarse con claridad que haya sido as¡ dado que, en una forma simplista de analizar
el problema de formación profesional, se ha pensado hasta la fecha que basta la
formación académica general para obtener como resultado un buen instalador,
negándose a reconocer el hecho de que la tecnología involucrada que este accionar ha
alcanzando ya una complejidad tal que la profesión de instalador implica
necesariamente una formación altamente especializada, que por el momento no la
entregan las Universidades o Institutos Profesionales.

Lo dicho, sin embargo, no debe entenderse como una descalificación a los


instaladores, habiendo trabajado por años en estrecho contacto, el autor siente por ellos
un gran respecto y aprecia la capacidad y responsabilidad mostrada en la generalidad de
los casos. El pensamiento es que en las actuales condiciones se debe desperdiciar una
parte importante del potencial profesional por la falta de orientación en cuanto a las
posibilidades de perfeccionamiento, la falta de una adecuada información especializada,
carencia que explica en gran parte el éxito de este texto de alcances tan modestos.

Si se ha de tomar como modelo a países desarrollados tal vez sea una de la mejores
posibilidades de imitar. Se ha de buscar, como en aquellos países la fórmula para
perfeccionar a los profesionales del área tecnológica, como lo son en el caso planteado
los instaladores, las Universidades deberían despojarse un tanto de su actual aire de
aparente superioridad y aceptar una verdad tan simple como que el trabajar en el
proyecto y ejecución de instalaciones de consumo es también hacer Ingeniería. La
finalidad de un instituto superior no debe ser exclusivamente la de formar
investigadores, magisters o doctores ~ si bien a nadie se le ocurriría oponerse a ello -
debe existir también un espacio vital en puedan desarrollar y perfeccionar sus aptitudes
quienes han seguido el camino de la aplicación tecnológica de sus conocimientos.

Una Línea de acción posible sería tal vez la de organizar, al amparo de las
Universidades, Seminarios, Convenciones, Foros, Panales de Trabajo que le permitan a
los profesionales estar al día en cuanto a los adelantos en tecnología de materiales y de
métodos. Este quehacer se estima que además se traduciría necesariamente en un
proceso de normalización masivo y macizo, proceso que deberá responder a la realidad
tecnológica nacional tan nuestra, que hace
en mucho casos imposible la sim le traducción de normas
p
internacionales, como lo han propuesto en más de alguna oportunidad algunos
Académicos tan profundamente desvinculados del quehacer profesional diario.

A modo de concluir esta reseña seria importante empezar a pensar, con bastante
retraso tal vez, pero de una vez por todas, como va a afectar a nuestro subdesarrollado
país el cambio de sistema de Unidades en EE.UU.. Este cambio, programado en 1970
para producirse en 1980, fue en aquel año postergado con grandes explicaciones a la
comunidad tecnológica internacional hasta 1985 oportunidades que sin mayores
explicaciones se lo postergó por plazo indefinido. Según la última información
disponible 1990 es la fecha definitiva para el cambio.

La pregunta es hasta donde este cambio va a afectarnos. Por de pronto una parte
importante de la maquinaria industrial instalada en los últimos años es de segunda mano
y de procedencia norteamericana. La razón de esto es que maquinaria de niveles y
calidad de producción no conocidas en el país, está en su país de origen totalmente
depreciada y está fabricada según el sistema de unidades inglés, en tanto la maquinaria
que la está reemplazando está ya construida en el Sistema Internacional de Unidades,
nuestro viejo y conocido Sistema Métrico totalmente remozado corregido y aumentado.
Se está adquiriendo entonces chatarra de lujo, para la cual en un futuro no existirán
repuestos, nuestro país que adoptó el sistema métrico como oficial para la República por
ley al año 1849, se verá obligado a seguir defendiendo la aplicación del sistema inglés
porque una parte muy importante de un parque industrial está formado por maquinarias
construida según ese sistema.

Es interesante preguntar que se está haciendo al respecto, pregunta que por lo


demás se ha formulado en repetidas oportunidades en el pasado. Se ha argumentado en
aquellas oportunidades pretéritas que por ser un país subdesarrollado estamos
condenados a aceptar esta situación con una posición fatalista y, por lo demás, en este
problema no estamos solos, por el contrario nuestro compañeros de sufrimiento son
numerosos. Vale la pena recordar en esta ocasión la opinión popular generalizada sobre
los males de muchos.
EL EMPALME

1.0. ASPECTOS GENERALES

El Empalme está constituido por un conjunto de materiales y equipos eléctricos cuya


finalidad es servir de interconexión entre la red de servicio público y una instalación
interior; proporciona además un punto de medición de la energía eléctrica que dicha
instalación consume, registrándose también en algunos casos contemplados en la
estructura tarifaria fijada por ley, la potencia que se demanda de la red. Ver Apéndice I
"Análisis de tarifas".

Básicamente un Empalme está formado por los siguientes componentes:

- Acometida, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre la
red de distribución y el punto de soporte de la caja de empalme, el cual puede ser
un poste adosado a un muro de la edificación de la propiedad considerada.
Atendiendo a las condiciones impuestas por la red pública o por el terreno mismo,
esta acometida puede ser aérea o subterránea.
- Bajada, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre el
punto de anclaje de la acometida y la caja de empalme; sirven para unir a aquella
con los equipos de protección y medida.Se entiende aplicado este concepto solo a
los empalmes con acometida aérea, por cuanto en tales casos hay un cambio de tipo
de conductores y canalización entre la acometida y la bajada; no sucede lo mismo
en los empalmes de acometida subterránea en los cuales la canalización entre la red
pública y la caja de empalme es única y continua.

- Caja de Empalme, es una caja o gabinete metálico que contiene él o los


equipos de medida, la protección del empalme y eventualmente una regleta
especial de conexiones que permite, entre otras cosas, intercalar medidores
patrón con el fin de contrastar el equipo de medida y eventualmente calibrarlo.
1.1. CIJKSIFICACION DE LOS EMPALMES

Los Empalmes se agruparán según los siguientes criterios de clasificación como sigue:

Según fases empleadas

- Monofásicos simples

- Monofásicos pareados - Monofásicos colectivos


- Trifásicos

Según su forma constructiva

- Aéreos
- Subterráneos

Según la tensión de conexión

- En alta tensión
- En baja tensión

Según forma de medición

- Con medición directa

- Con medición a través de transformadores de medida (de corriente y/o voltaje)

- Con medición sólo de energía activa (kWh)

- Con medición de energía activa (kWh) y energía reactiva (kAR)


Según la tarifa aplicada (Ver Apéndice I)

- Sólo con medición de energía activa

- Con medición de energía y demanda contratada.


- Con medición de energía y medición única de demanda.
- Con medición de energía y medición diferenciada para la demanda en horas de punta
y la demanda fuera de horas de punta.

En los dos últimos casos se mide también la energía reactiva como parte de aplicación
de la tarifa respectiva y en el antepenúltimo caso, esta medición se hace de acuerdo a la
capacidad del Empalme, ver Tabla N' 1.3.
1.2. CAPACIDAD Y DESIGNACION DE LOS E14PALMES

Entre los años 1970 y 1987 estuvo trabajando una Comisión de la Asociación de
Empresas de Servicio Público con la participación de la entonces Superintendencia de
Servicios Eléctricos y Gas, actual de Energía y Combustibles, SEC. El objetivo de esta
Comisión era elaborar una normalización a nivel nacional, completa en cuanto a la
ejecución, capacidades materiales, etc, de empalmes; este trabajo condujo a la dictación
de las normas NSEG 12 En. 79 y NSEG 14 En. 76.

Lamentablemente, por la defección de una de las Empresas integrantes, cuyos


representantes no supieron ver los alcances y ventajas para el país y contar con un
cuerpo normativo sólido y coherente como era el planteado, el trabajo de esta Comisión
se paralizó y gran parte de sus frutos se han perdido.

En tales condiciones se citará la nomenclatura y capacidades de los Empalmes de


CHILECTRA que es la más completa a nivel nacional y en cierta medida está
enmarcada dentro de la orientación definida por aquella Comisión.

En la tabla N' 1.1 se dan las capacidades y designaciones de los Empalmes entregados
por CHILECTRA, en Baja Tensión; en la nomenclatura indicada los distintos índices
tienen los siguientes significados:

A - Empalme aéreo
S - Empalme Subterráneo
R - Empalme con medición de energía activa y reactiva. La ausencia de este índice
señala que sólo se mide energía activa.

Cifra n@rica - Es sólo una cifra de identificación cuyo monto corresponde al valor de
la capacidad máxima del empalme expresada en KVA, redondeada a un múltiplo de tres
o a la decena más próxima.

Ejemplo: La designación AR-100, corresponde a un empalme aéreo, con medición


de energía activa y reactiva con una capacidad del orden de 100 kVA (el valor real de la
capacidad máxima es de 94, 5 kVA).

En la Fig. 1.1 y siguientes se muestran las disposiciones de montaje de los diversos


empalmes en Baja Tensión.
En cuanto a los Empalmes en alta tensión no existe una clasificación explícita de las
distintas alternativas constructivas de ellos. Básicamente un empalme en alta tensión
podrá tener medición en baja tensión, instalando el equipo de medida aguas abajo del
transformador de potencia o medición en alta tensión utilizando transformadores de
medición.

En cuanto a fijar una capacidad límite para construir un empalme


en alta o baja tensión no existe un criterio rígido sino que se
siguen las líneas generales que se indican:

- Por razones obvias la existencia de un empalme en AT será


obligada cuando en una zona sólo existe red de distribución
de AT y la implementación de un empalme en BT sea
económicamente inconveniente.

- En el caso de existir redes de BT se prefiere limitar la


potencia entregada en baja tensión a valores no superiores
a 100 kVA en zonas de redes aéreas.

- En zonas de distribución subterránea la capacidad para los


empalmes de BT puede ser mayor, sobre todo en la zona del
centro de Santiago conocida como Network en donde en
condiciones excepcionales se dan potencias superiores a los
340 kVA tabulados como capacidad normal.

1.3. DISPOSICIONES NORMLTIVAS SOBRE EMPALMES

1.3.1 Empalma en B.T.

Respecto a la ubicación de las cajas de empalme, las cuales


contienen el equipo de medida y sus protecciones, la norma N Ch
Elec 4/84 establece que en el caso de BT éstas podrán montarse sobre
una fachada de la edificación, si dicha fachada queda ubicada dentro
de un semicírculo de 15 m de radio cuyo centro se encuentre en la
puerta de acceso de la propiedad; en caso contrario deberán montarse
sobre un muro o poste ubicados próximos a la línea de cierre de la
propiedad, dentro del límite señalado. En la fig. 1.0 se ilustra
gráficamente el alcance de esta disposición.

1.3.2. Empalmes múltiples

Para los edificios de altura se establecen en la norma tres modalidades


de ejecución de empalmes, a saber: concentrados,
verticales y mixtos. Este mismo criterio puede aplicarse a colectivos horizontales
extensos en que produzcan condiciones similares de un edificio de altura.

En los empalmes concentrados, todas las cajas de empalme de las distintas


dependencias y servicios del edificio estarán ubicadas en un recinto único destinado a
este fin. La norma acepta este tipo de ejecución sólo para edificios de hasta 5 pisos con
cuatro departamentos u oficinas independientes por piso, si a éstos sumamos la
existencia de un empalme monofásico para alumbrado general y uno trifásico para
fuerza (ascensores y bombas de agua, si existen) ello nos daría un máximo de 22
empalmes concentrados en este punto único.

Esta disposición, que corresponde a la situación planteada por una forma constructiva
típica, puede ser obviada cuando por razones de diseño arquitectónico se produce una
gran concentración de oficinas o locales comerciales por piso; en tal caso la Norma
acepta que el número de empalmes que puedan concentrarse sobrepasen a la cantidad
fijada anteriormente sin fijar un límite. Esta condición se presenta por ejemplo en
galerías comerciales, en las que existe una gran cantidad de locales de superficie
generalmente pequeña.

La Empresa Eléctrica alimenta estos empalmes a través de un


arranque de la red que llega a una caja de fusibles y de allí pasa a una caja de
distribución desde donde se deriva a cada empalme; en las Figs. 1.2 a 1.3 se muestra
una disposición típica de empalme concentrado.

Por otra parte la Norma CHILECTRA EN-1101 establece respecto de los empalmes
para edificios colectivos de altura que, en este tipo de edificios, cuando exista red o
arranque de distribución en ambos extremos de ellos, se aceptará que los empalmes
queden concentrados en estos puntos, pudiendo existir un único nicho de empalmes en
cada extremo, con una disposición similar a la mostrada en la Fi.g. 1.2.1.

Cuando se exceden las limitaciones impuestas a la concentración de empalmes, éstos se


pueden ejecutar en su modalidad vertical, en cuyo caso se colocarán las cajas de
empalme piso por piso, o bien, en la modalidad mixta en la cual se pueden concentrar
empalmes de grupos de pisos sin que se sobrepasen las condiciones impuestas en cada
punto de concentración. En la fig. 1.2.2 y 1.3 se muestran gráficamente ejemplos de
estas modalidades de ejecución.

La norma termina exigiendo la presentación de un detalle de montaje de los empalmes


dentro del proyecto general de la instalación; la forma de desarrollar este detalle se
muestra en la fig. 1.2.3 y con el fin de facilitar el análisis de caso particular se incluye la
fig 1.4 con las condiciones que impone CHILECTRA para la ejecución de este tipo de
empalme, así como también en la fig. 1.2.5 se muestran las dimensiones de las cajas de
derivación y de fusibles.

1.3.3 Empalmes en AT

Los empalmes en AT pueden presentar las siguientes alternativas: empalmes a la


intemperie, los que adoptan generalmente la forma constructiva de un empalme aéreo
como el mostrado en las figs 1.12 y 1.12.2 o bien, un caso mucho menos frecuente, un
módulo de medición en subestaciones modulares, y los empalmes dentro de
construcciones los que tienen, de acuerdo a las exigencias de CHILECTRA, la forma de
montaje que se muestran en las figs. 1.12, 1.13 y 1.14.

Estas figuras citadas son bastante elocuentes en cuanto a la disposición de montaje de


estos empalmes, razón por la cual no se harán mayores comentarios sobre el tema.
1.4. ALGUNAS CONSIDERACIONES BASICAS DE SEGURIDAD

Al respecto a ciertas consideraciones mínimas de seguridad hará que el


funcionamiento de los empalmes está libre de todo problema y sea eficiente.

En primer lugar, en el caso de los empalmes múltiples y en empalmes en AT, el


recinto o nicho en que estos estén ubicados deberá tener esa única y exclusiva
finalidad; por lo tanto, no se deberá usar estos lugares como bodega de materiales o
desperdicios, ni como sitio de estadía de personal, costumbres que lamentablemente en
nuestro medio son muy usuales.

Estos nichos no deben tampoco compartir su espacio con empalmes de agua potable o
gas y en caso de estar en recintos cerrados los empalmes de otros servicios deben estar
en recintos separados. Es permisible, sin embargo, que en un nicho o recinto eléctrico
existan empalmes telefónicos, siempre que el sistema eléctrico no produzca
interferencias en las comunicaciones y siempre que ambos servicios dispongan de los
adecuados espacios de operación, de modo que los trabajos que sean necesario
efectuar en un sistema no comprometan la seguridad e integridad del otro.

1.5 COMENTARIO FINAL

Pese a que por tratarse de una reimpresi6n y no de una nueva edición, no se han
incluido nuevas materias respecto del texto publicado en 1990, los fuertes cambios de
criterio producidos en cuanto a la normalización sobre concentración de empalmes han
obligado a intercalar este comentario, a propósito de las actuales condiciones
establecidas por las Empresas Eléctricas, en particular por CHILECTRA, sobre esta
materia

Es así que, a despecho de cualquier opinión en contrario fundamentada o no,


CHILECTRA, sobrepasando a juicio del autor el marco legal vigente, ha desechado en
la práctica la aplicación del concepto de empalmes distribuídos, inclinándose por la
forma constructiva de empalmes concentrados para los edificios de altura y similares.

En esto ha contado con el acuerdo tácito de las empresas constructoras, para quienes
parece lesivo a sus intereses el proveer de espacio para la construcción de empalmes
piso a piso o por zonas de un edificio, pareciéndoles mas funcional a sus necesidades
el entregar un único espacio de concentración, de las dimensiones lo mas reducidas y
en la ubicación menos notoria posibles.
Todo esto trae como consecuencia la aparición de un microsistema de distribución
entre los empalmes y las instalaciones individuales, el que sería parte de la instalación
interior de acuerdo a la legislación vigente, pero que por ocupar espacios comunes del
edifico se transforma de hecho en tierra de nadie; a esto se suma la aceptación más o
menos formal por parte de SEC del uso de escalerillas portaconductores para la
canalización de los alimentadores integrantes de este microsistema.

En esta última situación, aceptada de hecho por la sola potestad funcionaria, puesto
que no puede considerarse que sea una norma establecida atendiendo a que no se
cumplió con las correspondientes tapas de estudio, la más importante de las cuales es
la consulta pública, el autor ve los siguientes inconvenientes:
Por razones de defender a ultranza sus intereses económicos propios, las empresas
constructoras asignan a los espacios de canalización de estos alimentadores
dimension,- insuficientes en la proporción mayoritaria de las construcciones; esto trae
consigo ue, en general, las normas sobre canalización de conductores en escalerillas no
se respeten, instalándose un mayor número de conductores que los aceptados por la
norma. Esto, que podría subsanarse aplicando factores de corrección a la capacidad de
transporte de los conductores, no puede solucionarse dado que estos actores de
corrección deberían aumentar las secciones de conductor necesitándose por ello un
mayor espacio de instalación; como puede preciarse se está entonces ante un círculo
vicioso creado por una disposición adoptada sin mayor análisis.

No existe un criterio de inspección y mantención de estos alimentadores pues en la


mayoría de los casos los usuarios ni ¡quiera tendrán conocimiento de su existencia, ni
menos que son de u responsabilidad; por otra parte no pueden considerarse como
responsabilidad de la administración del edificio puesto que son na propiedad privada
y no un servicio común pese a ocupar areas omunes.

En las precarias condiciones descritas la integridad de los alimentadores no puede


garantizarse responsablemente y este espacio pareado de canalización común es una
fuente potencial de fallas.

Al no existir separación física entre alimentadores de distintos propietarios, una falla


en uno de ellos puede llegar a comprometer la totalidad de los otros usuarios o, con
suerte, a los inmediatamente contiguos a los conductores fallados, quedando estos
usuarios totalmente indefensos frente a esta contingencia dado que
no existen responsables al no contravenirse ninguna norma construyendo las
instalaciones de esta manera.

- Por lo mismo cada usuario está expuesto a que algún vecino, por ignorancia o bien en
forma dolosa, "cuelgue" de su alimentador consumos que no le pertenecen y que podría
estar pagando sin tener la más mínima idea que ello esté sucediendo.

Situaciones como la expuesta, que con un criterio simplista se podrían calificar de


exageraciones y pensar que nunca sucederá nada de lo descrito, son consecuencia
exclusivamente de la adopción de medidas autoritarias inconsultas, influídas por la
presión de intereses subsidiarios; una vez más y hasta la majadería se repetirá: un
proceso de normalización en el area eléctrica es una necesidad nacional ineludible.
2. CALCUL0 DE LINEAS

2.1. CONCEPTOS BASICOS


El dimensionamiento de una línea que lleve energía eléctrica requiere de conciliar
cuatro aspectos fundamentales, a saber: a) que la línea asegure que las pérdidas de
energía en ella son las mínimas compatibles con el buen funcionamiento de la
instalación; b) que los conductores, en condiciones normales de operación sean capaces
de transportar la corriente que solicita el consumo sin exceder sus temperaturas
normales de servicio; c) que en condiciones de falla soporten las solicitaciones que el
sistema les impone y d) que las condiciones de instalación de los conductores aseguren
la integridad mecánica de ellos y de sus aislaciones.

El primero de los aspectos que soluciona calculando la caída de voltaje que se produce
en los conductores de una línea al circular por ellos la corriente de carga; el segundo,
verificando en las tablas de capacidades de transporte que no se excedan los valores allí
fijados para la sección correspondiente al caso estudiado, el tercero, verificando que el
conductor soporte las máximas corrientes transitorias que pueden circular en caso de
cortocircuito, y el cuarto verificando que las cantidades de conductores en el ducto que
los lleva es la adecuada o efectuando el cálculo del comportamiento mecánico cuando
se trata de líneas aéreas.
En el caso de los conductores desnudos la capacidad de transporte estará limitada por la
máxima temperatura que elconductor es capaz de soportar sin variar sensiblemente sus
propiedades mecánicas. Esto explica la marcada diferencia de capacidad de transporte
que se puede apreciar entre un conductor desnudo y un conductor aislado, a igualdad de
secciones.

En la situación anotada, cualquier elemento o condición ajena al conductor, que


afecte a su normal capacidad de radiación de calor, hará disminuir proporcionalmente su
capacidad de transporte de corriente. Entre estas condiciones y elementos se encuentran
la presencia de otros conductores colocados junto al conductor analizado, la temperatura
ambiente y otros similares. Por esta razón, la capacidad de transporte de los
conductores se fija bajo ciertas condiciones establecidas como normales, por ejemplo,
se considera como temperatura ambiental normal 30 C, se considera que hasta tres
conductores juntos en un ducto, no afectan recíprocamente sus capacidades de
transporte y se considera que para conductores tendidos al aire libre una separación
entre conductores igual por lo menos al diámetro de cada conductor, es suficiente para
que no haya influencia entre ellos.

Oficialmente las normas nacionales, específicamente la Norma NCh Elec 4.84, sólo
han homologado el comportamiento de los conductores son aislaciones de PVC para
temperaturas de servicio de 55 C y 60 C y 75 C, pero no se puede negar el hecho de que
aislantes para temperaturas de servicio de 90 C se están utilizando en el país desde hace
ya algunos años y no es lógico desperdiciar su mayor capacidad porque no se ha
cumplido con un trámite formal; como se dirá en repetidas oportunidades a lo
largo de este texto, esta es una de las tantas ocasiones en que
la tecnología utilizada en nuestro medio ha superado a las normas
nacionales. Por esta razón, a pesar de no ser oficialmente
aceptadas se incluyen además de las tablas de capacidades de
transporte para conductores con aislaciones de 90 C, como son el PVC tipo THH (W o
N dependiendo de la cubierta), el Etil-VinilAcetato (EVA), el Etil propileno (EP), y el
Polietileno reticulado (XLPE) ; estas capacidades corresponden a las dadas por los
fabricantes.

De igual manera, sin estar incluidas en las normas oficiales se entrega como un dato
muchas veces necesario, la capacidad de transporte de los conductores desnudos. Todos
los valores mencionados se muestran en las tablas 2.2 y 2.3.

2.3.2. Factores de Correcci6n de la Capacidad de Transporte.

De acuerdo a lo expuesto, la capacidad de transporte de

- 71 -
los conductores, se ve limitada por la cantidad de conductores que se coloque en la
misma tubería o ducto, y por la temperatura ambiente; las tablas 2.2 y 2.3 están dadas
para temperaturas ambientes de 30 C, que es la temperatura dable de esperar en
ambientes normales. Si se encuentran mayores valores el conductor verá limitada su
capacidad de transporte puesto que la cantidad de calor que pueda irradiar en este caso
será menor; a la inversa, si la temperatura ambiente es menor de 30 C, la capacidad de
transporte aumentará. Esta última situación se da en la zona austral de nuestro país.

Para corregir la capacidad de transporte de corriente, por

las condiciones anotadas, se dan los siguientes factores de corrección

por los cuales deben afectarse los valores de las tablas 2.2 y

2.3 para obtener la capacidad real de transporte de los conductores en

situaciones distintas a las allí señaladas.

Las tablas 2.4 y 2.5 son las establecidas por SEC para aplicarse a los conductores
de PVC, la Comisión Electrotécnica Internacional CEI recomienda los valores
mostrados en la tabla 2.6 como factores de corrección por temperatura para conductores
de PVC de temperatura de servicio de 70 C.
Junto a estos factores se deberán aplicar los factores de corrección por cantidad de
conductores, si procede; en cuanto a factores de corrección por temperatura ambiente,
en este caso, se puede prescindir de ellos, salvo situaciones extremas, por cuanto a la
profundidad a que están enterrados los ductos prácticamente la temperatura ambiente no
es afectada por los cambios en la superficie.

2.3.3. Comportamiento de los Conductores al Cortocircuito

Un aspecto muy importante en el dimensionamiento de una


línea es su comportamiento frente a las corrientes de
cortocircuito que pueden circular por ella.

Una vez calculadas las corrientes de cortocircuito (ver Sección 3 "Cálculo de


Cortocircuítos y determinados los tiempos que estas corrientes estarán circulando (ver
Sección 4, párrafo 4.4 "Selectividad y Coordinacion") se deberá verificar que el
conductor seleccionado de acuerdo a los cálculos indicados en los párrafos precedentes,
es capaz de soportar dichas corrientes de cortocircuitos durante este tiempo.

En la figura 2.12 se indican las corrientes máximas de corto circuítos que puede
soportar un conductor, en función del tiempo de duración de la falla.

Estas curvas se han construido sobre la base que la máxima temperatura transitoria
que puede alcanzar un cable con aislación de PVC es de 160 C. para tiempo de falla no
superiores a 5 segundos

En caso de que un conductor dado no soporte la corriente de cortocircuito en un


punto del sistema quedan dos alternativas, una aumentar la sección del conductor hasta
conseguir la capacidad adecuada y la otra cambiar las protecciones por otras que limiten
el cortocircuito o limiten el tiempo de falla.

2.3.4. Sistemas de canalización

La norma Nch Elec 4.84 establece trece sistemas de canalización para líneas
eléctricas, entendiéndose por canalización, de acuerdo a la definición dada por esta
norma, al conjunto de conductores eléctricos y accesorios que aseguran su fijación y
protección mecánica.
Analizar in extenso cada uno de estos sistemas escapa al alcance que se quiere dar a este
texto, sin embargo por tratarse de uno de los métodos más utilizados se comentarán
algunos aspectos del método de conductores en tuberías; en todos los demás casos el
lector deberá remitirse a la norma.
Aparte de los distintos tipos de tuberías que es posible utilizar como sistema de
canalización, con las limitaciones y posibilidades que brinda en cada caso la norma, un
aspecto importante es la determinación de la cantidad máxima de conductores que es
posible instalarse en una tubería de un diámetro dado.

La norma establece las cantidades máximas de conductores tipo NYA, NSYA,


THW, TW, T y TTU en diversos tipos de tuberías y condiciones de instalación; estas
cantidades se muestran en las tablas 2.7 a 2.11. Respetando el mismo criterio adoptado
por la norma para fijar estas cantidades y por comparación de los diámetros exteriores
de los distintos tipos de conductores se ha extendido el campo de aplicación de estas
tablas a los conductores EVA, EPR, THHW, THHN, THWN, XU, XTU.

Por otra parte, un caso interesante de analizar es el del alambrado de una tubería
con conductores de distinta sección; dado que las tablas mostradas dan cantidades para
conductores de igual sección. Cuando esta situación se enfrenta en un proyecto de una
instalación nueva el criterio usual es tratar a todos los conductores como siendo de la
sección mayor, sin embargo, cuando se trata de reutilizar una tubería existente es
frecuente encontrarse con situaciones límite según las cuales el criterio indicado-
parecería mostrar que la tubería existente no satisface una situación ideal, bien cuando
se quiere aprovechar lo dispuesto en 8.0.1.2. la norma Nch Elec 4.84 y se pretende
utilizar la misma tubería para canalizar el circuito de potencia y el de control de un
motor, la diferencia de secciones presente hace inoperante el criterio de igualdad. Para
tales casos la misma norma citada establece los siguiente criterios mediante los cuales
se puede determinar en cada situación la cantidad máxima de conductores posibles de
instalar en una tubería dada:

1.- El conductor o haz de conductores dentro de la tubería no debe ocupar más del
50% de la sección transversal de la tubería si se trata de un conductor, no más del 31%
si se trata de dos conductores y no más de 35% si se trata de tres o más conductores.
estimadas de la instalación, las dimensiones y calidad de los conductores que se
emplearán en el tendido de una línea. Sin embargo, durante la ejecución de la línea
misma aparecerán diversos problemas de terreno que comprometerán, en una u otra
forma, la calidad de ella.

La solución de la mayoría de estos problemas es ya tradicional y su discusión


escaparía un tanto al alcance de este texto, pero, en razón a que de un tiempo a esta
parte en el mercado nacional se están ofreciendo diversos artículos bastante novedosos
en nuestro medio, ha parecido interesante analizar algunos de ellos, que son aplicables
en el tendido de líneas tanto aéreas, como en ductos o subterráneas.

Estos productos tienden a solucionar el problema crítico que se ha presentado en los


puntos de unión de conductores, sean éstos uniones intermedidas, uniones terminales o
derivaciones, por cuanto en dichos puntos la calidad de la línea se ve comprometida, ya
sea desde un punto de vista mecánico o desde el punto de vista de conducción o
aislaci¿)n eléctrica, pudiendo resultar una calidad inaceptable, si dichas uniones o
derivaciones no se efectúan en forma adecuada.

2.3.5.1 Uniones en Líneas.

La necesidad de conectar una línea a los equipos, prolongarla más allá de un límite
dado o derivar un arranque desde una línea troncal hacia consumos secundarios, fija
toda una técnica de ejecución de uniones.

Desde un punto de vista general, las uniones pueden clasificarse en dos grandes
grupos: las uniones soldadas y las uniones por presión.

Las uniones soldadas a su vez pueden agruparse en uniones soldadas por fusión de
los conductores que intervienen y, las uniones soldadas por adición de un elemento de
bajo punto de fusión, siendo el representante de este último grupo de soldadura plomo-
estaño.

Por su parte, las uniones de presión pueden agruparse en uniones efectuadas a una
presión mecánica mediana y las uniones efectuadas a una presión mecánica alta. Se
hará un análisis crítico de las características de cada uno de estos métodos de unión,
partiendo de una rápida revisión de los fenómenos que se producen en un contacto
eléctrico, puesto que en varios de los sistemas de unión, la conducción de energía
eléctrica se hará por el contacto entre los conductores que se unen entre sí o a través de
piezas de contacto intermedias.
2.3.5.2. Teoría de Contactos

Cuando dos conductores cualquiera se ponen en contacto, a menudo se supone


erróneamente, que el área de conducción eléctrica corresponde el área geométrico del
contacto; esta suposición está bastante lejos de la realidad.

Si se observa bajo un microscopio una superficie metálica en apariencia


perfectamente lisa, se podrá apreciar que dicha superficie está formada por
pequeñísimas depresiones y protuberancias, de distintas dimensiones. Si se recuerda
que la energía eléctrica se transmite por el desplazamiento de electrones, estas
pequeñas dimensiones adquieren en proporción a éstos, magnitudes gigantescas.

Siguiendo con el análisis desde un punto de vista estrictamente ideal y suponiendo


los metales en contacto como perfectamente rígidos e indeformables, los puntos
posibles de unión entre dos piezas en contacto, serían solamente tres, que
corresponderían a las protuberancias microcópicas más sobresalientes, sin importar la
extensión del área geométrico de las piezas.

Como en realidad los metales son elásticos y deformables, la cantidad de puntos de


unión es obviamente superior a tres y aumentará en la medida que se ejerza una mayor
presión sobre las piezas en contacto. En todo caso, la superficie de contacto, obtenida
como la suma de estos contactos puntuales, sigue siendo manifiestamente inferior a la
superficie geométrico. En la Fig. 2.14 se puede ver gráficamente el alcance de
este análisis. La presencia de estos contactos puntuales origina altas densidades de
corriente en dichos puntos y calentamientos considerables, si la cantidad de ellos es
insuficiente, vale decir, si la unión no está hecha adecuadamente. Las diversas
técnicas de unión tienden tanto a aumentar los puntos de contactos entre los
conductores, como a disminuir o eliminar totalmente los interticios entre ellos.
Estos objetivos se lograrán aumentando la presión ejercida sobre la unión, como
se dijo anteriormente, o bien, rellenando conductores participantes que se o que se
agrega.
2.3.5.3 Características de las Uniones de Soldaduras Plomo-Estaño.

La soldadura plomo estaño tiene un bajo punto de fusión, alrededor de 300 C, muy
por debajo del punto de fusión del cobre, con el cual se emplea preferentemente, que es
del orden de 1100 C. Sin embargo, estando el cobre limpio, libre de su película
superficial de óxido y en presencia de fundentes adecuados, a la temperatura de fusión
de la soldadura, ambos materiales reacciona adhiriéndose la soldadura a la superficie del
cobre (proceso de estañado) . Este comportamiento de ambos materiales, se aprovecha
para rellenar los interticios entre conductores de cobre en contacto, con soldadura.

Como las características mecánicas de la soldadura plomo estaño son malas, la


unión debe ser mecánicamente resistente antes de agregar la soldadura. Esta
característica origina una diversidad de modalidades de ejecución de este tipo de
uniones que va desde la elemental "cola de chancho" hasta la más sofisticado de las
uniones o derivaciones entre cables de muchas hebras.

Esta técnica de unión se ha usado por muchos años, tiene una serie de
inconvenientes, pese a que desde un punto de vista eléctrico, sus resultados son
aceptables. Algunos de sus inconvenientes más notorios son los siguientes:

- Por la variedad de modalidades de ejecución, generalmente se necesita personal


especializado para ejecutarlas.

- Su ejecución es lenta y laboriosa.

- Por la confusión bastante frecuente entre los conceptos de calor y temperatura,


es común que se dañe la aislación de Ios conductores en la vecindad de la unión,
por no usar la fuente de calor adecuada al tamaño de la unión. Esto es
particularmente cierto, en uniones de conductores de baja sección o cuando
existen diferencias apreciables entre las secciones de los conductores que se
unirán.

- La unión tiene una baja capacidad de sobrecarga y en instalaciones de altas


potencias, se da con cierta frecuencia el caso de que la soldadura, fluye,
perdiéndose las características eléctricas de la unión, frente a calentamientos
transitorios.

Todos los inconvenientes anotados se traducen finalmente en un elevado costo de


ejecución y mantención de la unión.
2.3.5.4. Características de la Uni6n por Fusi6n de los Conductores.

Esta técnica de unión era muy poco usada hasta hace un corto tiempo atrás, por
requerir, en general, de un equipo de manejo complicado y de gran cuidado en su
ejecucion.

Estos inconvenientes se han subsanado con el proceso de soldadura exotérmica, o


por autofusión que se analizará en el párrafo 4.3.10. Se puede adelantar sin embargo,
que en dicho proceso, el choque térmico que origina la fusión de los conductores, los
debilita mecánicamente, razón por la cual este método de unión se puede emplear con
ventaja sólo en líneas que no queden sometidas a tensiones mecánicas considerables.

2.3.5.5. Características de las Uniones por Compresión Mecánica.

Corno se dijo anteriormente, existen dos tipos de uniones por compresión. En las
primeras, las uniones de compresión media, se trabaja en la zona de deformaciones
elásticas de los materiales que participan en la unión. El área necesaria para obtener la
adecuada resistencia al deslizamiento de la unión, se obtienen por la extensión del área
geométrico, resultando piezas de unión y conductores en contacto, proporcionalmente
extensos y voluminosos.

Los representantes típicos de este método, son las prensas apernadas, en sus
diversas modalidades. Sus principales inconvenientes son el gran volumen y ejecución
complicada de las prensas a fin de evitar que se suelten con el uso; todo esto se traduce
en un costo elevado. Su montaje es lento y debe efectuarse en forma cuidadosa.

Tradicionalmente se usa este método en la ejecución de líneas aéreas.

La técnica de ejecución de uniones por alta compresión es relativamente nueva, y


en los últimos años ha alcanzado gran difusión en nuestro medio, por esta razón se
analizará con un poco más de detalle.

En este tipo de unión se trabaja en la zona de deformaciones plásticas de los


materiales empleados, pero naturalmente por debajo del límite de fluencia de ellos.

Dado que la presión necesaria para la correcta ejecución y funcionamiento de cada


unión requiere de valores bastante precisos, las uniones deben ser hechas con
herramientaso
valor fijo, su incidencia dejará de ser significativa en la medida en que aumente la
cantidad de uniones que sea necesario efectuar.

2.3.4.6. Aislaci6n de las Uniones

Cuando se unen dos conductores aislados, como el punto de unión ha perdido


necesariamente su aislaci6n, el problema inmediato es tratar de recuperar esa aislaci6n,
con una calidad equivalente a la que tenían los conductores antes de efectuar la unión.

Tradicionalmente en nuestro país, se han empleado huinchas aislantes de diversas


calidades para aislación de uniones en B.T., siendo los resultados obtenidos de calidad
bastante desuniforme y en promedio dudoso.

Para A.T., si bien es cierto, los resultados son más seguros, los métodos empleados
son en general, engorrosos y los puntos aislados resultan de un volumen
considerablemente mayor que el de¡ cable original.

Dentro de los nuevos productos ofrecidos en el mercado nacional, aparecieron hace


algún tiempo, como una buena solución, las resinas epóxicas, lamentablemente la oferta
de este producto no ha sido suficiente y por otra parte, presentan la desventaja de tener
una ejecución bastante lenta.

UItimamente se está ofreciendo un nuevo material plástico de excelentes


características mecánicas y una alta rigidez dieléctrica, que permite su aplicación sin
aditamentos especiales, en sistema con tensiones de servicio hasta 5 KV. La
característica más ventajosa y que hace que su aplicación sea extraordinariamente
sencilla, es que se contrae al aplicarle calor, sin perder ninguna de sus propiedades
originales.

Este tipo de aislación, es ofrecida como "Aislacion Termocompresible Ver fig 2.18
(Heat shrinkable insulation) y se presenta en forma de mangas de diversos diámetros y
longitudes. El secreto del comportamiento de este material reside en que la manga se
construye inicialmente de un diámetro dado y posteriormente mediante un proceso
térmico-químico se la expande de 1,5 a 2 veces al diámetro inicial, a costa de un
adelgazamiento proporcional de las paredes.
En el momento de emplearlo, al aplicarle calor, la manga trata de recuperar su diámetro
y espesor original, hasta donde las dimensiones de los conductores y la unión
sobrelacualva
3. C A L C U L 0 DEC0RT0CIRCUIT0

3.0 CONCEPTOS GENERALES

Determinar el valor de la corriente que circula por los distintos puntos de una
instalación bajo condiciones de falla adquiere una importancia fundamental. El
conocimiento exacto de su magnitud, es imprescindible para el adecuado
dimensionamiento del tablero, protecciones, conductores, etc., de modo que se traduce
en un factor preponderante para obtener una instalación libre de daños imprevistos y
esencialmente segura.

Para efectos de facilidad de cálculo, se acostumbra a utilizar el concepto de "barra


infinita", representado con el, a un sistema eléctrico ideal, cuyos parámetros propios,
vale decir voltaje y frecuencia, permanecen invariables cuando ocurren fallas en
cualquier punto de él. Un sistema real se representa usualmente como una barra infinita
en serie con una impedancia que es equivalente a todas las impedancias del sistema
entre la generación y el punto que se está analizando.

Para calcular las corrientes de cortocircuito bastará entonces determinar que otras
impedancias intervienen en la falla y en que forma están interconectadas y a este
circuito resultante aplicarle la tensión nominal del sistema. 3.1 APORTE
DE LOS MOTORES AL CORTOCIRCUITO

Antes de determinar estas impedancias, se analizará


brevemente desde que fuentes se está recibiendo corriente hacia el cortocircuito.
Básicamente estas fuentes son tres:

a) El sistema de generación, en el caso de un cálculo en B.T. se presentará por una


barra infinita.

b) Los motores y condensadores síncronos, si es que existen éstos conectados en la


instalación , y

c) Los motores de inducción.

El aporte de corriente del sistema de generación, no parece


necesario comentarlo, pero vale la pena detenerse en los otros dos casos.

Los motores o condensadores síncronos, por construcción son prácticamente


iguales a un alternador y tienen un campo de excitación alimentado con corriente
continua. En el instante en que se produce un cortocircuito, el voltaje de línea baja a
valores muy pequeños y el motor tiende a detenerse, sin embargo, por inercia propia y
la de la carga que está arrastrando esa detención no es instantánea, durante el período de
frenado la máquina está trabajando como generador y está entregando corriente hacia el
punto de falla. La magnitud de esta corriente dependerá de la reactancia propia del
motor o condensador y de su potencia; la duración del fenómeno dependerá de la
duración del frenado, pero en general se puede establecer que la magnitud de la
corriente es apreciable durante un período de seis a diez ciclos contados desde el
momento en que se produce la falla.
Una situación similar sucede en el caso de motores de inducción, sin embargo, la
duración del fenómeno es muy pequeña por cuanto no existe una excitación de corriente
continua que esté manteniendo el flujo de inducción. El aporte de corriente al
cortocircuito será apreciable durante un tiempo no superior a los dos o tres primeros
ciclos después de ocurrida la falla.

El valor de la corriente aportada por un motor de inducción a la falla dependerá


también de su reactancia y de su potencia; la reactancia tiene, en le momento de falla un
valor muy parecido a la reactancia de motor trabado, por esta razón la corriente aportada
al cortocircuito por el motor tiene un valor aproximado igual a la corriente de partida
directa.
4.0 E G U I P 0 DE P R 0 T E C CIÓN Y D E MA N D 0

4.0 CONCEPTOS BASICOS

En condiciones normales de operación, a través de los


conductores de una instalación estarán circulando la corriente que le demanden los
artefactos que estén conectados a ella y si dichos conductores han sido correctamente
dimensionados, su temperatura estará dentro del rango normal de operación.

Si se presenta alguna falla en el funcionamiento de la instalación o de los


artefactos consumidores, distintas desde luego de un corte de línea, la corriente subirá
en los conductores o en los artefactos y su temperatura se elevará anormalmente,
poniendo en peligro la instalación y el medio ambiente que la rodea. Estas fallas de
sobrecorriente pueden ser de dos tipos; la sobrecarga y el cortocircuito.

Se denomina sobrecarga a todo aumento de la corriente absorbida por un artefacto


más allá de su corriente nominal. En los motores, la sobrecarga se puede originar en la
sobrecarga mecánica de la máquina arrastrada o en una baja de tensión de la
alimentación. En otro tipo de artefactos, puede ser provocada por un descenso del
valor de resistencia de aislaci6n.

Se entenderá por cortocircuito la unión de dos o más conductores a distinto


potencial, a través de una impedancia muy pequeña; esta unión conductora dará origen
a un aumento violento de la corriente en el punto fallado. Los cortocircuitos se
originarán, generalmente en fallas francas de aislación las que pueden tener su origen
en sobrecargas, entre otras causas probables o en uniones accidentales de conductores
desnudos de distinta polaridad-
Para evitar o minimizar los darlos producidos por las fallas descritas se utilizan los
fusibles y los disyuntores.
Por otra parte, para las distintas condiciones de funcionamiento de una instalación,
siempre es necesario controlar el paso de la energía a través de distintos puntos del
sistema, ya sea interrumpiéndolo o permitiéndolo. Estos es posible de realizar mediante
los equipos de mando, los cuales permiten normalmente las siguientes funciones:

- Seccionar
- Conectar o desconectar en vacío
- Conectar o desconectar bajo carga
- Conectar o desconectar circuitos altamente inductivos

Las funciones indicadas a los distintos aparatos específicos que las cumplen, de
acuerdo a esto tendremos:

Seccionadores: interruptores destinados a separar un circuito de todas las lineas


de alimentación; su finalidad básica es permitir trabajos de mantención en el circuito
separado. Las normas generalmente exigen una indicación clara y visible de la
posición de maniobra del seccionador así como un dispositivo de bloqueo que impida
su cambio de posición accidental. Generalmente este -dispositivo es un portacandado
con su respectivo candado.

Interruptores sin carga: Son interruptores cuyo dimensionamiento lespermite solo


cuando a través de sus contactos no circula corriente o cuando la tensión entre sus
Contactos móviles y fijos sea nula o muy baja al operar. Cualquier
operación en que no se cumplían estas condiciones significaría su destrucción.
En nuestro medio se les suele confundir con los seccionadores porque
parcialmente pueden cumplir las funciones de estos.

Interruptores bajo carga. pueden conectar o desconectar equipos o circuitos cuando en


Estos se dan condiciones nominales de tensión y de corriente y tienen además una
capacidad de ruptura que les permite conectar o desconectar las sobrecorrientes que se
presentan tanto en condiciones normales de servicio, como son las corrientes de
partida, como en condiciones anormales como cuando accidentalmente se cierran
contra un cortocircuito.

Un caso particular de estos interruptores es el de los destinados a operar en


circuito altamente inductivos como son circuitos de soldadores motores, etc.
Básicamente obedecen a la descripción dada para un interruptor bajo carga pero su
construcción es más robusta de modo de permitirle maniobrar sobre las altas corrientes
de conexión o desconexión presentes en estos casos sin Dor ello variar sus otras
características nominales
Usualmente al hablar de interruptores se entiende por tal a un aparato de
accionamiento manual; si este accionamiento e, electromagnético a través de una
bobina se designa al aparato con el nombre de contactor, y si el aparato tiene un
accionamiento electromecánico mediante un motor, se lo llama interruptor
motorizado.

Además de las denominaciones ya dadas, al hablar de protecciones y aparatos de


mando se utilizan con bastante frecuencia una serie de expresiones de las cuales se ha
creído oportuno citar las definiciones que la normalización internacional da de ellas, se
destacarán las siguientes:

Tensión <¡e aial~ento (vi) : es el valor de tensión para el cual la aislaci6n del aparato y
sus elementos constituyentes ha sido dimensionado; este dimensionamiento tiene que
ver con la rigidez dieléctrica de los aislantes usados y con las distancias de fuga
utilizadas en el diseño.

Es usual que los equipos utilizados en nuestro sistema de baja tensión (380/220 V)
tengan tensiones de aislamiento de 660 V o 1.000 V según se fabriquen de acuerdo a
normas norteamericanas respectivamente.

Tensión nominal (Vn) : es el valor de tensión de referencia usado para definir las
restantes características del aparato, así por ejemplo un mismo disyuntor de 100 A
nominales puede tener una capacidad de ruptura de 85 kA a 240 V, 45 Ka a 380 V o 35
Ka a 660 V.

Capacidad nominal de conexión : es la capacidad de cerrar una corriente de


cortocircuito en el punto con una sobretensión de 1,1 Vn.
Capacidad nominal de ruptura : es la corriente máxima de cortocircuito que un
interruptor o protección pueden despejar, a frecuencia nominal, con un factor de
potencia prefijado y con una sobretensi6n de 1, 1 Vn; usualmente se la expresa en
kiloamperes (Ka).

Además de los términos citados, al hablar de corriente nominales de un aparato de


mando o protección se definen varios valores en función a las características del
servicio prestado, pudiendo ser éste continuo, por ocho horas, intermitente y de breve
duración. Algunas de las expresiones más frecuentemente usadas en este aspecto son
las siguientes:
Corriente nominal tá~ca (lth) : es la corriente que un aparato puede soportar en un
servicio continuo durante ocho horas, sin que la temperatura de sus componentes
exceda los valores fijados por norma.

Corriente n<minal pex~nte (lo) : es la corriente que un aparato puede soportar en


forma indefinida sin exceder su temperatura nominal de trabajo. La diferencia entre Iu
y Ith es que la suciedad, oxidación, u otros agentes pueden provocar calentamiento
progresivos en las superficies de contacto. De acuerdo a esto usualmente lu es menor
que Ith.

Corriente nominal para tipos y aparatos en caja (Ithe) : su nombre es suficientemente


explícito, usualmente Ithe es menor que lth, sin embargo esto dependerá del diseño de
la caja, de modo

que podrán existir varios valores del Ithe para un mismo aparato, dependiendo del tipo
de caja en que se lo monte.

4.1 FUNCIONAMIENTO DE FUSIBI.ES

Los fusibles son aparatos de protección de las instalaciones


o sus componentes, diseñados para interrumpir la corriente por la fusión de uno de sus
elementos integrantes, cuando los valores de corriente en el punto protegido exceden
de ciertos valor establecido durante un tiempo prefijado.

Los elementos fusible son, en general aleaciones metálicas de bajo punto de


fusión. La corriente de fusión para un hilo fusible está dada por la expresión.

I = a*d 3/2 4.33

en donde:

I = Corriente en Amperes
d = Diámetro del conductor en mm.
a = Constante experimental para cada material
La sección que debe tener un hilo fusible para fundirse a determinada corriente, pude
establecer recordando la Ley de Joule, de la cual puede derivar la siguiente expresión:

en donde

S = Sección del conductor fusible en me


I = Corriente de amperes
p = Resistividad especifica del conductor
c = Calor específico del conductor
d = Peso específico del conductor
t = Tiempo de fusión en segundo
Of = Temperatura de fusión en 'C
Oa = temperatura ambiente en 'C

Para que la protección brindada por un fusible a una instalación o artefacto en


particular sea efectiva se lo debe seleccionar de modo que la magnitud de la corriente
que lo haga operar, el tiempo en que dicha operación se produzca y la capacidad de
ruptura del fusible sean las adecuadas a las características del consumo y de la
instalación en el punto que el fusible esté colocado.

Las características de operación de los fusibles, están dadas por las curvas tiempo -
corriente y existe una para cada tipo y capacidad de fusible; estas curvas muestran el
tiempo que el fusible demora en despegar una falla en función del valor de la corriente.

De acuerdo a estas características existen tres tipos

generales de fusibles, lentos rápido - lento y rápido que difieren entre sí por la velocidad
de operación. En las Fig. 4.1 y 4. 1 A se muestran curvas características de distintos
fusibles.

4.2 FUNCIONAMIENTO DE LOS DISYUNTORES

En el caso de los disyuntores, su funcionamiento está


confiado a dos tipos de elementos; el elemento térmico formado por un bimetal el
cual al dilatarse por efectos del calor producido por el exceso de corriente, opera el
mecanismo de apertura del interruptor y el elemento magnético el cual al ser circulado
por una corriente excesiva crea un campo magnético cuya
de tiempo inverso, éstos últimos presentan tres variantes, tiempo inverso, tiempo muy
inverso y tiempo extremadamente inverso.
Expresando esta clasificación en función a la corriente de operación y el tiempo
tenemos las siguientes expresiones, las cuales sólo aproximaciones ilustrativas.

- Instantáneo
- Tiempo definido
- Tiempo inverso
- Tiempo muy inverso
- Tiempo extremadamente inverso

t = 0 para I> Io
t = a para I> lo
t = a/I
t = a/I
t = a/I

La corriente mínima de operación se designa usualmente por su denominación inglesa


de "pick up".

Los términos de "Tap y Lever" son también usuales en el trabajo con relés y significan
lo siguiente:

Tap: es un dispositivo que permite variar la sensibilidad de un relé, es decir varía su


corriente mínima de operación o pick-up; el TAP generalmente se designa en
Amperes y son usuales las siguientes series de Tap. 4-5-6-8-10-12-16 Amp. 2.5-
3.75-5.0-6.25-7.5-8.75-10.0 Amp.

Lever: Los relés de sobrecorriente son usualmente de tipo disco de inducción o


estáticos, en el caso de los tipo disco el lever es un dispositivo que regula la
posición de reposo del disco de modo que variar la longitud del recorrido del
contacto móvil desde el reposo hasta el punto de cierre y con ello varía el
tiempo de operación del relé.

En el caso de relés estáticos esta variación de tiempo se logra mediante un reostato


intercalado en un circuito R-C y este reostato constituye el lever.

El lever en los relés norteamericanos usualmente está graduado de 0 a lo y en los


europeos de 0 a 1.

Para el ajuste de un relé usualmente se entrega una familia de lo curvas de lever y


considerando que la regulación del lever es continua cualquier punto entre las curvas se
puede obtener por interpelación.

En las fig. 4.12 se muestran familias típicas de curvas.


4.5.3 CRITERIOS DE SELECCION DE PROTECCIONES

4.5.3.0 Se sabe que una protección no debe operar cuando en la instalación se presentan
sus condiciones normales de funcionamiento considerándose como tales aun aumentos
bruscos de corriente por sobre el valor de la corriente nominal como lo son las
corrientes provocadas por la partida de motores de gran potencia, el encendido
simultáneo de gran cantidad de luminarias o la corriente de conexión de un
transformador designada usualmente como corriente de Inrush.

Pero más allá de este límite de ''operación normal" no se pude extender


indefinidamente las "condiciones normales" puesto que ellos podría significar la
destrucción del equipo o parte de la instalación que se quiere proteger, de allí que para
seleccionar una protección se deben fijar los límites mínimos y máximos dentro de los
cuales debe operar.

4.5.3.1 CRITERIO IBEE

El IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos EE.(JU) fija la zona


de operación que permite seleccionar una protección considerando que una
instalación de consumo se origina en una subestaci6n de uno o mas
transformadores, definiendo de acuerdo a esto a esto cuatro puntos notables
de esta zona de operación, a saber:

Para el límite inferior

a. corriente nominal del transformador


b. corriente de magnetización del transformador o corriente de Inrush.

Para el límite superior

C. corriente nominal máxima de la protección por la norma.


d. corriente ANSI (o punto ANSI)

Para los puntos a y c el tiempo relacionado con estos


valores de corriente es indefinido por razones obvias; para los puntos b y d a cada valor
de corriente corresponden un tiempo definido.
Sobre la corriente nominal del transformador sabemos que la obtenemos como dato
de placa o calculándola a partir de la potencia en KVA y la tensión de operación
enKV.
I n=KVA/3KV
La corriente de Inrush es un valor variable que depende entre otras de las
características constructivas del transformador pero la IEEE recomienda adoptar un
valor de ocho veces la corriente nominal, el cual se mantiene por un tiempo de 0,1 seg.

I inrush = 8 x In
t inrush = 0,1 segundos
Aplicando el criterio IEEE de acuerdo a la normalización nacional, la corriente
nominal máxima de la protección será, de acuerdo a norma NSEC 20 En 78, párrafo
5.2.2.
Ip = 3 In si se usan protecciones automáticas (disyuntores o relés)

Ip = 1,5 In si se usan fusibles


La corriente ANSI, se determina de la máxima corriente de cortocircuito que debe
soportar un transformador de acuerdo a la norma ANSI C 57-12.00-73, la cual es
función de diversos factores constructivos y operacionales del transformador. La IEEE
en una aproximación simplificada de las disposiciones de la norma ANSI, establece el
siguiente criterio para fijar el punto ANSI:

Para transformadores de Impedancia no superior a 4%

I ANSI = 25 x In
t ANSI = 2 segundos

Para transformadores de Impedancia de 0,07 o mayores

I ANSI = 14,3 x In
t ANSI = 5 segundos

Para transformadores con impedancia comprendida entre 4% y 7%

Iansi = In
(Z0(0/1))
corriente de falla monofásica a tierra en el lado secundario vista desde el primario.

Referidos al secundario los valores serán:

I nominal, In = 2890 A
La corriente Inrush

I Inrush 2890 x 8 = 23.120 A


I nominal máxima de operación protecciones

Considerando protección automática

Ip = 3 x 2890 = 8670 A

considerando fusibles

Ip = 1,5 x 2890 = 4334 A

I ANSI = 0, 58 x 2890 = 3 2. 235


0,052

t ANSI = 5,2 - 2 = 3,2 segundo

Estos valores se muestran graficados en la Fig 4. 13 cada par de puntos se


acostumbra a unir mediante una curva exponencial trazada con una cercha
convencional, siguiendo aproximadamente la forma de la curva característica de las
protecciones, pese a que en rigor no existen datos como para permitir un trazado exacto
de estas dos curvas límites.
La curva característica de operación de la protección seleccionada no deberá
sobrepasar estas dos curvas limites tal como se muestra en la Fig. 4.13.
El resto de las protecciones aguas abajo de 1 instalación se dimensionará
respetando los principios de coordinación establecidos en los párrafos precedentes.

4.6 RECONECTADORES AUTOMATICOS DE LINEAS AEREAS

4.6.0 ASPECTOS GENERALES

En una línea aérea de distribución, en tensiones medias, se ha comprobado


estadísticamente que sólo un 10% de las fallas tiene carácter de permanente; (p.e. un
aislador roto) en tanto que el volumen restante tiene carácter transitorio, desapareciendo
más o menos rápidamente (p.e. una rama que toca una línea y cae).
Con el fin de reducir los costos de operación se desarrollaron los reconectadores
automáticos, los cuales son protecciones que una vez operados por sobrecorrientes
permiten volver a cerrar el circuito y abrirlo nuevamente si el origen de la
sobrecorriente subsiste, pudiendo repetir este ciclo hasta cuatro veces. Esta forma de
operar permite que en caso de desaparecer la falla que originó la acción del
reconectador antes de cumplirse la cantidad de ciclos para la que fue regulado, el
reconectador permanecerá cerrado y su contactor de operaciones volverá a cero,
permitiendo al sistema volver a funcionar en condiciones normales, sin la presencia de
un operador; en caso de exceder el número de ciclos para el cual fue regulado, el
reconectador abrirá y sólo será posible reponerlo en servicio en forma manual, en tal
caso se asumirá que se está en presencia de una falla permanente.
Por razones de costo en algunos casos puede resultar conveniente utilizar el
reconectador como protección de una instalación de consumo, regulándose con un sólo
ciclo de operación, en tal caso su calibración y funcionamiento será equivalente a la de
un interruptor de poder convencional.
4.6.2 AJUSTES DE UN RECONECTADOR

Los ajustes posibles son los siguientes:


- Cantidad de operaciones : los relés pueden ajustarse para seleccionar la cantidad de
operaciones del reconectador hasta que este quede bloqueado abierto, como se dijo
antes esta cantidad puede ir de uno a cuatro ciclos; debe tenerse en cuenta que, de
acuerdo a las normas de construcción, el bloqueo se cuenta como una operación.

- Cantidad de operaciones rápidas y operaciones lentas: para permitir la coordinación


con otras protecciones cada reconectador dispone de varias curvas de
temporizaci6n, ver fiq 4.15, las cuales determinan el tiempo de interrupción de una
falla. Estas curvas se presentan bajo la forma de una tarjeta de componentes
electrónicos que se inserta en el relé. De las curvas disponibles se seleccionan dos;
en el relé se ajusta la cantidad de operaciones rápidas por ejecutar y
automáticamente por diferencia queda ajustada a la cantidad de operaciones lentas.
Por ejemplo si un reconectador cuya cantidad de operaciones se ha ajustado en tres
y una vez seleccionada las curvas se ajusta la cantidad de operaciones rápidas en
dos, en caso de falla permanente este reconectador efectuará dos operaciones
rápidas y una lenta y quedará en posición bloqueado abierto.

- tiempo de cierre: son los tiempos que le reconectador permanece abierto después de
haber interrumpido una corriente de falla; designándolos por TR1, y TR3
generalmente los valores para ellos varían entre 0,6 y 2,5 segundos para TR1 y
entre 2,5 y 20 segundos para TR2 y TR3. Cada uno de estos intervalos se ajusta en
forma independiente.

- Tiempo de rearme: es el tiempo que determina el intervalo en que la lógica de


control está en condiciones de iniciar una nueva secuencia desde su comienzo.
Este tiempo es ajustable y generalmente se lo regula entre 20 y 160 seg.

- Corriente de operación: normalmente los reconectadores responden a dos tipos de


fallas unas son las fallas de fase en que las sobrecorrientes son equilibradas y las
otras son las fallas a tierra en que las corrientes son desequilibradas.

Las corriente de operación para estos tipos de falla se


ajusta en forma independiente, eligiéndose para fallas de fase
10 a 12 valores a partir de 50 A hasta la corriente nominal del reconectador. Las fallas a
tierra usualmente se ajustan a partir de 5 A hasta la corriente nominal del aparato, en
pasos más pequeños.

4.6.3 ELECCION

Para seleccionar un reconectador se deben considerar tres aspectos básicos, que por
lo demás son inherentes a la selección de toda protección:

- La tensión de servicio del sistema ser menos que la tensión máxima admisible del
reconectador.
- La corriente de plena carga estimada debe ser menor que la corriente nominal del
reconectador.
- La potencia de cortocircuito en el punto de instalación del reconectador debe ser
menor que la capacidad de ruptura de éste.

Es importante que el reconectador elegido también responda


· Normas conocidas y que su instalador efectúe los ensayos de
rutina prescritos por éstas antes de aceptar el equipo. La norma más usual en este caso
es la ANSI C.37.60 de 1981.

4.7 APARATOS DE MANDO

4.7.1 CLASIFICACION

Los aparatos de mando pueden estar destinados a controlar circuitos o equipos


principales o bien cumplir funciones auxiliares; entre los primeros estarán los
seccionadores, interruptores de potencia y contactores de potencia y entre los segundos
estarán botoneras, interruptores de control y contactores de control.

De una manera similar a la señalada en el párrafo 4.5, la IEC clasifica a los


interruptores y contactores de potencia según las siguientes designaciones:

AC1 aparatos que operan sobre cargas resistivas o de baja inductancia; Ej: Hornos de
resistencia, calefactores infrarrojos, lámparas incandescentes o de descarga.

AC2 aparatos que operan sobre cargas medianamente inductivas, Ej: motores de
inducción de rotor bobinados de rotor bobinado en condiciones de arranque frenado por
corriente inversa y cambio de sentido de giro.

AC3 aparatos que operan sobre cargas inductivas, Ej: partida y desconexión durante
la marcha de motores jaula de ardilla.
AC4 aparatos que operan sobre cargas inductivas en condiciones de servicio pesado;
Ej: Motores jaula de ardilla en marcha breve, con frenado por corriente inversa y
cambio de sentido de giro.
Para aparatos de corriente continua las categorías son:
DCI aparatos que operan sobre cargas constituidas por resistencias puras.
DC2 aparatos que operan sobre cargas mixtas (R y L) ; Ej: partida y desconexión de
un motor en plena carga.
DC3 aparatos que operan sobre cargas mixtas en condiciones de servicio pesado; Ej:
marcha breve de motores con frenado por corriente inversa y cambio de sentido
de giro.
DC4 aparatos que controlan cargas altamente inductivas; Ej: partida y desconexión en
plena carga de motores serie.
DC5 aparatos que controlan cargas altamente inductivas en condiciones de servicio
pesado; Ej: marcha breve frenado por corriente inversa y cambio de sentido de motores
serie.
Los interruptores y contactores para funciones auxiliares la IEC los denomina por
las designaciones AC11 o DC11, según operen en corriente alterna o corriente continua
respectivamente.

4.7.2 VIDA UTIL Y FRECUENCIA DE OPERACION

La vida útil de una protección o aparto de mando define la cantidad de operaciones


que estos son capaces de realizar que sus características nominales se alteren. Las
normas definen dos tipos de vida útil, a saber:
- Vida útil mecánica que es la cantidad de operaciones que un aparato es capaz de
efectuar en vacío, es decir, sin corriente en sus polos. Está determinada por los
esfuerzos a que quedan sometidos los contactos por efectos de su mecanismo de
accionamiento, el cual debe proporcionar la
Para la selección de un contactor de acuerdo a las condiciones del servicio que va a
prestar los catálogos, aparte de entregar la clasificación IEC correspondiente, entregan
curvas de vida útil como la mostrada en la fiq 4.16, en ella las curvas llenas permiten
determinar a aquella y las curvas segmentadas indican la máxima potencia del motor
que puede comandarse con un contactor dado. Con los siguientes ejemplos puede
ilustrarse el uso de estas curvas.

- En el circuito de un motor se espera una vida útil de un millón de operaciones para


su contactor principal. El motor tiene una potencia de 30 kV un cos = 0,83 a
380V y su corriente nominal es de 60 A; la corriente de partida es de 6,4 In (ver
tabla B.i, capítulo B). Determinar el contactor adecuado.

Solución: Es la línea auxiliar de In, en el valor 60A se levanta una vertical que
intercepta a una curva útil en un valor del orden de lo maniobras (este valor se obtiene
leyéndola ordenada correspondiente del punto de intersección). Si el valor lo no se
obtiene exactamente se leen las ordenadas del punto de corte con la curva que da el
valor inmediatamente inferior y la que da el inmediatamente superior y siguiendo ambas
curvas hasta el punto en que cortan al eje de abcisas se determina cual es la corriente de
partida que el contactor correspondiente es capaz de conectar. En el ejemplo propuesto
el contactor 7 está ligeramente por debajo de la vida útil solicitada y es capaz de
conectar una corriente de partida de Ip = 260A; a su vez el contactor 8 entrega una vida
útil de 1,5 x 10 tolerando corrientes de partida de Ip = 380 A, considerando que la
corriente de partida del motor en cuestión es de 284A para este caso, aunque ajustado en
su capacidad, el contactor 8 sería la solución. A este mismo resultado se puede llegar
entregando a través de la línea auxiliar de potencia, en este caso levantando la vertical
sobre el valor 30 kW.
- Los catálogos también entregan información para seleccionar contactores
dependiendo de su categoría de servicio. Se dan algunos casos en que un
contactor que opera preponderantemente en una categoría de servicio, por
ejemplo AC3, deba operar esporádicamente en otra categoría, por ejemplo AC4,
en este segundo caso con un múltiplo de In; se habla en este caso de servicio
combinado y la vida útil se puede determinar en este caso mediante la expresión:

Vu= Vu1

1+P ( VU1 ) 4.35


Vu2
siendo:
Vu = vida útil equivalente
Vul = vida útil para la categoría de servicio principal
Vu2 = vida útil para la categoría de servicio ocasional
p = proporción del número de operaciones del servicio
ocasional respecto del numero de operaciones del
servicio principal, en tanto por uno.

- Todos los valores de vida útil están expresados en número de operaciones.


5. TABLEROS

5.O. CONCEPTOS GENERALES


Tanto las protecciones como los elementos de comando para circuitos o equipos
individuales deben ubicarse en puntos estratégicos de los recintos, en donde sean de
fácil acceso para manipularlos y sea fácil visualizar su estado de operación.
Los medios de comando y protección de equipos individuales, por razones lógicas,
deberán ubicarse lo más próximo posible al equipo sobre el cual operen, salvo las
excepciones que la norma Nch 4 Elec 84 contempla para equipos controlados en forma
remota, o bien,cuando se trata de equipos multimotores todos los comandos y
protecciones se pueden concentrar en le punto más adecuado a la operación eficaz del
equipo, en los denominados "centros de control" en la citada norma.
Las protecciones y comandos de distintos circuitos pueden reunirse en los
puntos en que resulte más cómodo encontrarlos a los usuarios de la
instalación.
Todo el sistema de soporte, cubierta , conexiones internas, barras de distribución,
etc., que sirven para soportar, proteger mecánicamente los dispositivos de protección y
comando e interconectarlos entre si y con el resto de la instalación, es lo que constituye
un tablero.
En esta sección se analiza en forma suscinta las condiciones que deben cumplirse en la
construcción e instalación de dichos tableros.
Con el fin de no tener dudas en cuanto a la aplicabilidad de los conceptos que se
comentarán en los párrafos siguientes, se ha considerado conveniente reproducir la
designación que da a los tableros la norma Nch 4Elec/84.
- Tableros Generales : Son los tableros principales de las
instalaciones. En ellos estarán montados los dispositivos de protección y maniobra que
protegen los alimentadores y que permitan operar sobre toda la instalación interior en
forma conjunta o fraccionada.

Tableros Generales Auxiliares: Son tableros alimentados desde un tablero general y


desde ellos se protegen y operan todos los subalimentadores que alimentan tableros de
distribución.

Tableros de Distribuci6n: Son los tableros que contienen los dispositivos de


protección y maniobra que permiten proteger y operar directamente los circuitos en que
está divida la instalación o un a parte de ella; pueden ser alimentados desde un tablero
general, un tablero general auxiliar o directamente desde un empalme.

Tableros de Paso: Son tableros que contienen fusibles cuya finalidad es proteger
derivaciones que por su capacidad de transporte no pueden ser conectadas directamente
al alimentador subalimentador o línea de distribución del cual están tomadas.

Tableros de Contando: Son tableros que contienen dispositivos de protección y de


maniobra que permiten operar en forma simultánea sobre artefactos individuales 0
grupos de artefactos pertenecientes a un mismo circuito.

Centros de Control: Son tableros que contienen los dispositivos de protección y de


maniobra o únicamente dispositivos de maniobra y que permiten la operación de grupos
de artefactos en forma individual, en conjunto, en subgrupos, en forma programada o no
programada.

5.1. CARACTERISTICAS TECNICAS


Para la protección mecánica del conjunto la norma NCh 4 Elec/84 establece que un
tablero podrá montarse en cajas, gabinetes o armarios metálicos u otro material de
resistencia adecuada, dependiendo de su tamaño y ubicación física. En las figuras 5.1 a,
b y c se muestran cada una de estas formas constructivas.

- La referida norma fija también los espesores mínimos de la plancha de acero que
cubre el tablero, cuando es este el material seleccionado para la construcción de
él; estos espesores se fIjan en función del área libre que esta plancha deba cubrir,
área que queda comprendida entre dos elementos estructurales contiguos o la
comprendida entre aristas en el caso de cajas o gabinetes de dimensiones
pequeñas. En la tabla 5.1 se muestran estos valores
5.3.1 Prescripciones CEI

Las recomendaciones CEI (Comisión Electrotécnica Internacional) se encuentran


contenidas en las Publicaciones IEC 144 e IEC 529, han sido adoptadas, entre otros, por
los siguientes países: Austria, Alemania, Bélgica, España, Francia, Inglaterra, India,
Suecia. En ellas, básicamente, la identificación del grado de protección se hace
mediante la sigla IP, seguida de un número de dos cifras, salvo en el caso de Francia, en
donde se agrega una tercera cifra; las Recomendaciones CEI, al ser adoptadas por un
país, asumen el grado de Prescripciones y contemplan además en su articulado las
pruebas que en cada caso se deben cumplir para asignarle a un equipo un determinado
grado IP.
En la tabla 5.5 se indica el significado de las cifras IP y una muy breve descripción
de la prueba correspondiente prescrita por las normas.
En algunos países de la comunidad europea se siguen las disposiciones de la
Publicación CEE 24, que reemplaza el uso del índice IP por símbolos, aunque las
condiciones y exigencias impuestas a los equipos son equivalentes a las establecidas por
la CEI ( debe recordarse que la CEE es, en la práctica, una subcomisión regional de la
CEI) . En la tabla 5.6 se muestra esta simbología y su equivalencia con los índices CEI.

5.3.2 Prescripciones NEMA

Las normas NEMA ( Asociación Nacional de Fabricantes de


Equipo Eléctrico- EE.UU.), tienen un alcance un tanto mas amplio puesto que, además
de las disposiciones encontradas en las
Prescripciones CEI, se definen otras aplicaciones, como las referentes a
instalaciones en lugares peligrosos, o tan específicas como disposiciones aplicables a
equipos para ser instalados en minas.

El distintivo de estas normas es la sigla NEMA seguida


de un número entero que puede ir del 1 al 12 y cuyo
significado se detalla a continuación.
MM 1. Uso General
Es una caja o carcaza destinada básicamente a evitar el contacto accidental con
partes energizadas. Es aplicable a usos interiores, en condiciones atmosféricas normales
y protegerá contra la entrada de polvo o salpícaduras suaves. No puede considerarse
estanca al polvo ni al agua.
Es comparable al grado IP 21
NENA 2. A prueba de goteo (driptight)
corresponde a cajas o carcazas de equipos similares a los NEMA 1, salvo que en
este caso poseen barreras de protección contra goteo (caída vertical desde arriba de
gotas de agua).
Es aplicable a condiciones ambientes en que se presenten condensaciones severas,
tales como lavanderías o cámaras frigoríficas.
Es comparable al grado IP 33.
NENA 3. Resistente a la int&Werie

Corresponde a cajas o carcazas diseñadas para proveer una protección adecuada


contra agentes atmosféricos como la lluvia o cellizcas.
Es comparable al grado IP 33.

NEMA 4. A prueba de agua (Watertight)

Corresponde a una caja o carcaza diseñada para soportar la siguiente prueba:


- Se le debe someter a la acción de un chorro de agua de 260 Its/minuto, lanzado
con un pistón con una boquilla de 25 mm de diámetro. El chorro deberá
lanzarse directamente sobre el equipo desde una distancia no superior a 3
metros, por un período de cinco minutos. Durante este tiempo el chorro podrá
ser lanzado desde una o más direcciones según se desee. No deberá encontrarse
muestras de penetración de agua en el interior del equipo en ninguna de las
direcciones seleccionadas, al terminar la prueba en las condiciones descritas.
Es comparable al grado IP 35 o al IP 45.
NENA S.- Estanco al polvo (Duottight)
Corresponde a una carcaza 0 caja construida con empaquetaduras o medios
Similares que impidan la entrada de polvo en su interior.
Es comparable al grado IP 50

1~ 6. Sumergible (submersible)

Corresponde a cajas o carcazas apropiadas para aplicaciones en que los equipos


puedan estar sumergidos en agua, en lugares tales como canteras, minas o cámaras.
Es comparable al grado IP 57
NEMK 7. Lugares peligrosos (hazardous locationa)

Corresponde a una caja o carcaza diseñada para cumplir las exigencias del NEC
(National Electrical Code, EE.UU.)para ubicaciones peligrosas de la Clase I, Grupo D y
construida de acuerdo a las últimas exigencias de UL (Underwriter's Laboratories Inc.).
Ver Capítulo 7.
No hay grado IP comparable.

MM S. Lugares peligrosos
Corresponde a equipos sumergidos en aceite, diseñados en forma similar a la
prescrita para NEMA 7.
No hay grado IP comparable.

NEMA 9. Lugares peligrosos

Corresponde a carcazas o cajas que cumplen las exigencias de aplicación del NEC
para lugares peligroso Clase II, grupo F y G y diseñadas de acuerdo a las últimas
exigencias de UL.
- No hay grado IP comparable.
NEKA ga. Lugares peligrosos

Similar a NEMA 9, pero destinada a usarse en lugares peligrosos de la Clase II,


grupo E.
No hay grado IP comparable.

MM 10. Oficina de Kinas (Bureau of Mines)

Este tipo de cajas o carcazas están diseñados de acuerdo a las exigencias de la


Oficina de Minas de EE.UU. y son adecuadas para el uso en minas de carbón.
No hay grado IP comparable.

MM 11. Resistente a los ácidos y humos (acid and fume resi.stant)

Corresponde a cajas o carcazas diseñadas para el uso en interiores en donde el


equipo quede expuesto a la acción de ácidos o humos corrosivos, tales como en
industrias químicas, salas de tratamientos electrolíticos, plantas de tratamiento de
aguas servidas, etc. En estos casos los equipos usados son del tipo sumergidos en
aceite.
No hay grado IP comparable.

NEMA 12. Carcazas de uno industrial (industrial use enclosure)

Corresponde a cajas o carcazas diseñadas para aquellos procesos industriales en


que hay materiales tales como polvos, fibras, polvillo de lino, o filtraciones de aceite a
las cuales se debe impedir su penetración en el equipo eléctrico.
Una caja tipo NEMA 12 debe tener empaquetaduras resistentes al aceite; la
cubierta debe ponerse en su sitio en forma horizontal y debe ser fijada mediante
pernos, tuercas u otro tipo de fijación que obligue al uso de herramientas para ser
colocadas o retiradas. El sistema de fijación deberá ser del tipo cautivo,de modo que
al retirar la tapa no sea posible que alguna de ellas se pierda.
En la caja no deberá haber ningún tipo de agujeros de montaje ni cizalles para
entrada de ductos; la fijación de este tipo de cajas a otros equipos o superficies se hará
mediante patas externas u otros medios similares.
- Es comparable al grado IP65.
6. PROTECCION CONTRA TENSIONES PELIGROSAS

6.1. GENERALIIDADES

Una idea que con dificultad se ha abierto paso en nuestro medio, es aquella
aceptada como una verdad absoluta en países industrializados y que se refiere a la
aplicación de las más modernas técnicas de seguridad a todas y cada una de las
actividades laborales.
Esta práctica es resistida aún por quienes consideran que el "elevado gasto inicial"
que ella implicaría es un derroche de recursos, sin detenerse a analizar el hecho de que
este "gasto" no es una inversión de las más rentables, puesto que eficientes programas
de seguridad pondrán fin a accidentes, evitando pérdidas por paros de producción, pagos
de seguros, posibles multas por retrasos y muchos otros que cuantificados sobre
períodos no muy largos, pondrán evidencia que el verdadero derroche de recursos es el
no aplicar medidas de seguridad.
En el caso de las instalaciones eléctricas, la fuente más común de accidentes para las
personas, es la presencia de voltaje con respecto a tierra de partes o piezas metálicas que
en condiciones normales están desenergizadas (carcazas de motores, gabinete de
tablero, cubiertas de máquinas, etc.).
La variante de neutralización con conductor de protección requiere de un conductor
extra que va entre la puesta a tierra de servicio y los equipos, ver Fig. 6.3.
En la práctica significará llevar un conductor entre la puesta a tierra de servicio y la
barra de protección de los tableros de la instalación y desde esta barra se derivan los
conductores de protección a cada circuito o equipo individual. El conductor de
conexión con la puesta a tierra se canalizará generalmente separado del conductor del
neutro en forma muy cuidadosa y con una sección considerable de modo que su corte
sea improbable. En el caso remoto que se produzca un corte de este conductor, no se
presentará la elevación de tensión de las carcazas que se presentaban en la variante de
neutralización pura, si bien es cierto, este corte significaría dejar al sistema sin
protección contra tensiones de contacto peligroso.
La condición ideal para emplear este sistema de protección, es llegar con el
conductor de protección hasta la puesta a tierra de servicio de la subestaci6n; esta
solución será siempre posible en el caso de instalaciones con subestaci6n propia, pero
no será practicable en las instalaciones con empalme en BT, salvo en el caso en que las
subestaciones de distribución empleen como puesta a tierra de servicio las matrices
metálicas de agua potable y en la instalación interior el conductor de protección se
conecte a las cañerías interiores de agua; en este caso toda la red de agua pasa a ser
parte del conductor de protección.
Otra posibilidad, es derivar el conductor de protección desde la puesta a tierra de
servicio de cada empalme en las instalaciones interiores, mirando la fig. 6.3. se puede
apreciar que un corte de neutro de la acometida presenta el mismo problema que en el
caso de la neutralización pura, por esta razón, las normas alemanas aceptan esta
solución sólo para empalmes con acometidas de secciones superiores a 10 mm2, es
decir, cuando la posibilidad de corte de la acometida es remota; de modo que la
aplicación de esta alternativa también quedaría excluida en las instalaciones con
empalmes A-6 y A-18 y equivalentes.
A su vez, el NEC (Código Eléctrico Nacional EE.UU) impone otra limitante a la
aplicación de este sistema de protección; para equipos o instalaciones con protecciones
de capacidad superior a 1000 A., debe combinarse este sistema de protección con
protectores diferenciales que limiten la corriente de falla.
La razón de esta exigencia es que al existir protecciones de la magnitud indicada, la
energía liberada en cualquier falla es considerable, puesto que los niveles de
cortocircuitos de la instalación son elevados, y los daños resultantes de una falla a tierra
pueden provocar destrucción de equipos o daños mayores.
El corazón del dispositivo consiste en un transformador d corriente de núcleo toroidal;
esta forma se escogió para lograr e, mejor rendimiento del protector.
Su funcionamiento se comprenderá fácilmente analizando e comportamiento de un
transformador como el mostrado en la Fiq 6.4c., el que tiene su primario dividido en dos
seccione idénticas; si se aplica a cada sección primaria tensiones iguale pero se
interconectan de modo que su polaridad sea sustractiva, e el secundario no se inducirá
ninguna tensión puesto que los flujo primarios se anulan; si una de las tensiones
primarias varía respecto de otra, aparecerá en el secundario una tensión que ser
proporcional a la diferencia de tensiones primarias.
Esta diferencia de tensiones la proporciona la diferencia d corrientes al ocurrir una
falla a tierra, si se conecta e transformador tal como se muestra en la Fig. 6.4d, la
sensibilidad obtenida con un dispositivo como el descrito, es prácticamente ilimitada
por cuanto si resulta poco sensible de por sí, par alguna aplicación específica, basta con
conectar su secundario a u circuito amplificador con la cual se obtendrá la respuesta que
se desee.
En el caso particular de los protectores diferenciales par instalaciones eléctricas se
los construye de sensibilidad de nominales de 30 mA; 300 mA; 400 mA y 500 mA;
todas ellas si necesidad de tener un amplificador incorporado.
De acuerdo a la norma NCh, para la protección de instalaciones domiciliarias, se
deben emplear protectores de 30 mA d sensibilidad nominal; la operación de estos
protectores se producen realidad, con corrientes del orden de 22 mA, en tiempos de
orden de 0,01 seg., con lo cual se brinda una protección absoluta a los usuarios de la
instalación contra el peligro de tensiones d contacto elevadas.

6.3.3. Protectores de Tension

De acuerdo a la definición de la norma NCh, el protector d tensión es un


"dispositivo de protección destinado a desenergiza el circuito cuando en este exista una
falla a tierra; opera cuando la elevación de potencial con respecto a tierra del punto
fallad es superior al límite de tensión de seguridad".
Esta definición parece más directa y sencilla de comprender el protector estará
midiendo permanentemente la tensión de la
se hará referencia a ellos en la sección 8 sobre instalaciones en Salas de operaciones
Algunos autores denominan el empleo de los transformadores de aislación con el
nombre de separación galvánico". La idea base de la aplicación de este método, es
que si el problema de la aparición de tensiones de contacto peligrosas, se origina en la
puesta a tierra de servicio de los sistemas eléctricos, para solucionarlo bastará
independizar el sistema o instalación de dicha puesta a tierra y esta independencia se
logra con el transformador de aislación el cual 'no tendrá su secundario puesto a tierra
de servicio en ningún punto. Usualmente estos transformadores de aislación son de
razón de transformación 1:1 y la kVA para el caso monofásico y 400 V con 16 kvA
para el caso trifásico.
El sistema pierde efectividad cuando el equipo presenta una falla a tierra, pués el
sistema queda puesto a tierra a norma NCh limita su tensión de trabajo y potencia a
250 V y 10 a través del equipo fallado y en un segundo equipo fallado se presentarán
los mismos problemas que en un sistema puesto a tierra, sin ningún medio de
protección; por esta razón, el empleo de transformadores de aislaci6n debe ser
acompañado siempre por detectores de fugas a tierra de alta sensibilidad que deben
detectar corrientes de fuga del orden de 1,0 mA; estos detectores operarán indicadores
y alarmas.

6.3.5. Tierras en sistemas de computación

El problema de una puesta a tierra de un sistema de computación no dice relación


con la seguridad de los usuarios de los equipos, sino con la confiabilidad de la
información que estos sistemas manejan.
En una instalación eléctrica se sabe que existen a lo menos dos puestas a tierra: la
de protección y la de servicio. Por las condiciones establecidas en la Norma NCh
Elec/84, lo usual es que estas dos puestas a tierra estén unidas a un electrodo común;
la tierra de señales de un sistema de computación deberá estar también solidamente
unida a este mismo electrodo (sea este una malla, barra, o cualquier otra forma
constructiva).
Las distintas empresas que instalan sistemas de computación suelen exigir para las
puestas a tierra de señal valores de 0.1, 1, 3 o 5 ohm de resistencia, con el fin de que la
puesta a tierra no sea "ruidosa", es decir que no introduzca señales falsas al
- sistema: sin embargo, la obtención de cualquier de los valores anotados,
además deser de difícil o en algunos casos imposible cuando la
resistividad del terreno es muy alta, no soluciona el
-

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