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ASPECTOS GENERALES DE LA LEGISLACIÓN DE OBRA ELÉCTRICA,

HIDRÁULICA, FOTOVOLTAICA, EÓLICA Y BIOMASA.

ELÉCTRICA

¿Cuáles son las normas que rigen las instalaciones eléctricas?


¿Qué es la NOM para instalaciones eléctricas? La Norma Oficial Mexicana de
Instalaciones eléctricas es la NOM-001 la cual hace referencia a las instalaciones
destinadas al suministro y uso de la energía eléctrica. El Diario Oficial de la
Federación publicó estas normas: El 10 de Octubre de 1994.

Esta Ley tiene por finalidad promover el desarrollo sustentable de la industria


eléctrica y garantizar su operación continua, eficiente y segura en beneficio de los
usuarios, así como el cumplimiento de las obligaciones de servicio público y
universal, de Energías Limpias y de reducción de emisiones contaminantes.

¿Qué características deben tener las instalaciones eléctricas para cumplir con las
normas NOM 001?
Para el diseño de las instalaciones eléctricas, deben tomarse en cuenta los
siguientes factores para proporcionar: - Protección de las personas, animales y los
bienes de acuerdo con 4.1; - Funcionamiento satisfactorio de la instalación eléctrica
acorde a la utilización prevista.

La mayoría de las empresas que construyen obras, ya sea de edificación o


urbanización, consideran que las instalaciones eléctricas de media y baja tensión
son solamente un complemento o un requisito con el cual se debe cumplir.
Con esta idea se dan a la tarea de presentar sus propuestas económicas con la
seguridad de que para cumplir en tiempo y forma con la entrega de los trabajos
basta y sobra con contratar electricistas (oficiales y ayudantes) o, en el mejor de los
casos (que casi no sucede), recurren a empresas dedicadas a la construcción de
instalaciones eléctricas, de acuerdo con la especialidad que requieran.

Esto es un error de desconocimiento. Las instalaciones eléctricas son la única


especialidad (que prácticamente tenemos en cualquier obra) que se rige por una
Ley de orden federal. Para los demás casos, se debe de cumplir con leyes
municipales o estatales.

La Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica y sus Reglamentos, y de manera


complementaria, la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y su Reglamento
constituyen el marco legal bajo el cual se deben construir las instalaciones.

Para el caso de las instalaciones que se construyen y se entregan a la Comisión


Federal de Electricidad (CFE), se debe tener en consideración, para su operación y
mantenimiento: las especificaciones técnicas y Normas de Referencia que para tal
efecto expide esta dependencia. A estas instalaciones se les considera de
suministro.
Los constructores deben contar con un proyecto que se autoriza por la CFE, previo
cumplimiento con las disposiciones indicadas.

Las obras son recibidas para su mantenimiento y operación por dicha dependencia,
una vez que se constata que cumplen con las especificaciones técnicas.

A las instalaciones eléctricas particulares se les denomina de “utilización”, y éstas


se rigen bajo Normas Oficiales Mexicanas cuya obligatoriedad se indica en las
Leyes y Reglamentos antes mencionados.

Actualmente se cuenta con tres Normas Oficiales Mexicanas que regulan las
instalaciones eléctricas:

1. Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-2005


Instalaciones eléctricas (utilización). Publicada en el Diario Oficial de
la Federación (DOF), marzo 13 de 2006; en vigor a partir del 13 de
septiembre del mismo año.

2. NOM-007-ENER-2004
Eficiencia energética en sistemas de alumbrado en edificios no
residenciales. Publicada en el DOF, 15 de abril de 2005; en vigor
desde el 15 de agosto del mismo año.

3. NOM-013-ENER-2004
Eficiencia energética para sistemas de alumbrado en vialidades y
áreas exteriores públicas. Publicada en el DOF, abril de 2005, en vigor
desde el 19 de agosto del mismo año.

Se deduce que, al firmar un contrato, orden de compra u otro documento de carácter


legal para realizar una construcción donde se incluya la parte de instalaciones
eléctricas asumen que conocen la Ley y que construirán aquéllas de acuerdo con
las Normas, según su aplicación, adquiriendo la responsabilidad legal
correspondiente.
OBRAS HIDRÁULICAS

Conviene iniciar el estudio del concepto de obra hidráulica en el Derecho español


con una aproximación general al marco regulador de este sector del ordenamiento.
Como habrá ocasión de comprobar, se trata de una normativa que tradicionalmente
se ha visto marcada por dos características diferentes, pero al tiempo íntimamente
relacionadas. Así, por un lado, es manifiesto que el régimen jurídico de las obras
hidráulicas se ha distinguido en todo momento por un notable grado de dispersión
normativa, en el sentido de que son muy numerosas las disposiciones de los más
diversos sectores en que se contienen
previsiones sobre la materia. Por otro lado, pero repito que en estrecha conexión
con la aludida dispersión normativa, las obras hidráulicas han sido objeto de un
tratamiento invariablemente falto de sistemática por parte de nuestra legislación,
toda vez que hasta fechas bien recientes se ha prescindido de cualquier propósito
de diseñar o de ofrecer una regulación unitaria o de conjunto de los elementos
institucionales de las mismas.
Los planteamientos legislativos que acaban de quedar apuntados resultan en cierta
medida comprensibles si se tiene en cuenta que las obras hidráulicas integran
tantas realidades y tantos regímenes jurídicos como tipos de obras hidráulicas
puedan existir (embalses de regulación, canales, obras de regadío, de defensa y
encauzamiento, de desecación o avenamiento, etc.), sin que sea por ello posible
reconducirlas a un único régimen jurídico o, lo que es sinónimo, sin que sea posible
identificar un tronco común a todas ellas. Junto a esta inevitable sectorialización de
las obras hidráulicas a que acabo de hacer referencia, y a modo de posible
justificación adicional de la dispersión y carencia de sistemática definitorias de su
régimen jurídico, hay que añadir, por otra parte, el hecho de que en la ejecución de
obras hidráulicas se concitan o confluyen una gran variedad de normativas no
reguladoras ni exclusiva ni directamente de las mismas pero que, sin embargo,
tienen una clara impronta o incidencia sobre ellas.
Piénsese, por señalar sólo aquellas legislaciones en que el fenómeno a que acabo
de aludir se manifiesta de una manera más evidente, en la normativa sobre
ordenación del territorio y urbanismo, sobre protección del medio ambiente, sobre
expropiación forzosa o, en fin, sobre contratación administrativa. Por último, no ha
de olvidarse cómo la dispersión normativa en la materia se ha visto acrecentada de
manera notable a consecuencia del advenimiento del Estado de las Autonomías
diseñado por la Constitución, y que ha implicado la proliferación de muy numerosas
normativas con una significación más o menos intensa y más o menos inmediata en
el terreno que nos ocupa.
Que la dispersión y la falta de sistemática en el tratamiento legislativo de las obras
hidráulicas puedan estar hasta cierto punto justificadas y ser, por ende,
comprendidas a la luz de las razones que se han descrito en los párrafos
precedentes no significa, en cambio, que constituyan realidades absolutamente
inevitables, ni mucho menos que deban aceptarse de manera acrítica. Antes, al
contrario, hay que hacer hincapié en el hecho de que, a pesar de la ineludible
sectorialización, de la confluencia de una pluralidad de normativas en la ejecución
y gestión de las obras hidráulicas, y de la proliferación de regulaciones
consustancial al actual modelo de Estado, es posible dispensar un mínimo
tratamiento ordenado de la misma o, como ha señalado la doctrina, a la que más
adelante se hará referencia, es jurídicamente posible y deseable diseñar un sistema
mínimo capaz de ofrecer los trazos más importantes de la ordenación institucional
de la obra hidráulica.

En el presente apartado de la monografía se profundiza en las ideas que hasta


ahora han quedado tan sólo esbozadas. A tal efecto se diferencian dos momentos
diversos. En primer lugar, se hace referencia a los términos en que tradicionalmente
se vienen planteando la dispersión y a sistematicidad aludidas para, a continuación,
abordar el estudio acerca de cómo incidió en su día en esa situación normativa la
introducción en la Ley de Aguas de un Título específico relativo a las obras
hidráulicas —se trata, obviamente, del Título VIII del vigente TRLAg, cuyo origen se
encuentra en la Ley 46/1999, de 13 de diciembre, de reforma de la Ley de Aguas
de 1985—. Considero adecuado seguir este planteamiento expositivo a fin de poner
de manifiesto cómo, a pesar de que la Exposición de Motivos de la mencionada Ley
46/1999, de 13 de diciembre, justificó la incorporación de dicho Título dedicado a
las obras hidráulicas en «la necesidad de hacer frente a la significativa laguna legal
que la vigente ley no ha resuelto, como es la ausencia de regulación de la obra
hidráulica, como modalidad singular y específica de la obra pública», y en el objetivo
de establecer «un marco general regulador de este tipo de obras», lo cierto es que
sólo de una manera parcial se han alcanzado tales objetivos, lo que a la postre
significa que la obra hidráulica sigue carente en la actualidad de un tratamiento
sistemático e institucional satisfactorio.
Son estructuras cuyo objetivo fundamental es el aprovechamiento de los recursos
hidráulicos o la defensa a las acciones negativas del agua sobre el medio
circundante, como inundaciones, erosiones, etc.
Aunque las obras hidráulicas tienen objetivos bien definidos y estratégicos,
pareciera por si mismos fueran argumentos suficientes para que sin problema
alguno se pudiesen construir; sin embargo, como afectan a la comunidad, enfrentan
diversos problemas tanto técnicos como no técnicos cuya solución rebasa a la
preparación recibida por el ingeniero civil especializado en hidráulica; y que debe
conocer. Se pueden agrupar como:

1) Hidrologías

2) Legales

3) Estructurales
A) Geología
B) Componentes de presas
 Cortinas
 Obras de desvió
 Obras de toma
 Obras de control y excedencias
C) Conducciones
 Canales y sus estructuras
 Túneles
 Puentes-canal
 Sifones
 Tuberías y sus accesorios
 Cauces naturales
Las obras o infraestructuras hidráulicas son aquellas que, desarrolladas bajo el
ámbito de la ingeniería civil, tienen como protagonista al agua y a su manejo,
fundamentalmente persiguiendo dos objetivos primordiales: su aprovechamiento y
la defensa ante sus excesos.
¿Cuál es la importancia de las obras hidráulicas?
Protegen a los centros urbanos de las inundaciones. Mejoran la calidad de vida de
la gente. Controlan el proceso de desgaste de suelos por acción de las aguas.
Aportan energía al Sistema Interconectado Nacional y proveen de agua para riego,
producción industrial, consumo humano y animal, entre otros fines.

Tipos de obras hidráulicas


Las infraestructuras podemos dividirlas en varios tipos como: canales, presas,
estaciones de bombeo, esclusas, redes de abastecimiento, además de otros
sistemas de riego, drenaje o recogida de aguas residuales.
¿Cuántas obras hidráulicas hay en México?
Existen un total de 731 centrales hidroeléctricas destinadas al servicio público de
energía eléctrica, éstas se encuentran distribuidas en 16 estados de la República, y
en conjunto suman una capacidad de 12,303 MW2, cantidad que representa el
22.5% de la capacidad total para el servicio público.
FOTOVOLTAICA

¿Qué dice el artículo 690 de la NOM 001?


Norma NOM-001 SEDE para instalar paneles solares

El artículo 690 “sistemas solares fotovoltaicos “, nos habla de la instalación del


equipo. Además, el artículo 705 “fuentes de generación de energía eléctrica
interconectadas” dicta el marco para una instalación bidireccional con CFE.

la NOM-001 instalaciones eléctricas, dictamina los estándares que debemos cumplir


en una instalación eléctrica, así como cuestiones específicas en sistemas
fotovoltaicos en el artículo 690 “sistemas solares fotovoltaicos” y de interconexión a
la red eléctrica que nos marca el artículo 705 “fuentes de generación de energía
eléctrica interconectadas”

Norma para instalar paneles solares NOM 001


La norma para instalaciones fotovoltaicas es NOM-001 SEDE (presente norma
oficial mexicana), publicación en el diario oficial de la federación. Esta norma para
instalar paneles solares es el marco para instalaciones fotovoltaica. Esta es la
norma que rige las instalaciones fotovoltaicas y de interconexión con CFE.
(Comisión Federal de Electricidad). Esta norma rige baja tensión y media tensión.
En México esta es la única norma para instalaciones fotovoltaicas sin embargo
también se debe considerar el manual para interconexión de centrales eléctricas
según sea el consumo eléctrico necesario del inmueble.
Norma NOM-001 SEDE para instalar paneles solares
La norma NOM-001 es una norma muy completa y especifica por el Comité
Consultivo Nacional. Es una norma de instalaciones eléctricas. Establece las
especificaciones a seguir en instalaciones fotovoltaicas. El artículo 690 “sistemas
solares fotovoltaicos “, nos habla de la instalación del equipo. Además, el artículo
705 “fuentes de generación de energía eléctrica interconectadas” dicta el marco
para una instalación bidireccional con CFE.

Artículo 690 de la Norma de Sistemas Solares Fotovoltaicos


Este Artículo 690 de la NOM-001 marca las normativas a seguir en los sistemas
eléctricos de energía solar fotovoltaica (FV). En resumen, el campo de aplicación
de este articulo es también para instalaciones fotovoltaicas con interconexión, lo
que este articulo estipula es:
Los usuarios pueden estar conectados con otras fuentes de producción de
energía eléctrica, (como paneles solares) de manera autónoma o interconectados
a CFE (artículo 705). Además, pueden estar conectados a sistemas de
almacenamiento de energía (como baterías). Estos sistemas fotovoltaicos pueden
tener salidas de utilización de corriente directa o corriente alterna.
¿Cómo legalizar una instalación fotovoltaica de autoconsumo?
1. Estudio del caso particular y análisis de viabilidad.
2. Memoria técnica para instalaciones menores de 10 kW /
Proyecto para las instalaciones superiores a 10kW.
3. Licencia de obra y autorización municipal.
4. Petición de ayudas o subvenciones.
5. Ejecución de la instalación.

¿Qué factores se deben considerar para el diseño de las estructuras soporte de los
generadores fotovoltaicos?
En la instalación de los módulos fotovoltaicos se deben tener en cuenta algunos
factores para aprovechar al máximo la radiación solar: la orientación, la inclinación,
la latitud del lugar, las condiciones climáticas y el efecto de las sombras entre los
paneles fotovoltaicos.

La electricidad es la forma más versátil de energía que tenemos. Permite que los
ciudadanos es los países desarrollados dispongan de la luz, refrigeración, control
de la temperatura en sus casas, colegios y oficinas y acceso a los medios de
comunicación por cable y radio. El acceso a la electricidad está directamente
relacionado con la calidad de vida.
Para mejorar la calidad de vida en muchos países se requiere aumentar su consumo
eléctrico por un factor 10 o superior, desde unos pocos cientos a algunos miles de
kWh por persona y año.
La energía solar fotovoltaica es una tecnología que genera corriente continua
(potencia mediana en vatios o kilovatios) por medio de semiconductores cuando
estos son iluminados por un haz de fotones. Mientras la luz incide sobre una célula
solar, que es el nombre dado al elemento fotovoltaico individual, se genera potencia
eléctrica; cuando la luz se extingue, la electricidad desaparece. Las células solares
no necesitan ser cargadas con las baterías. Algunas células solares vienen
manteniéndose en operación terrestre o en el espacio desde hace 30 años.
La energia solar fotovoltaica presenta ventajas e inconvenientes tanto tecnicas
como no tecnicas. Las ventajas y desventajas son diamentralmente opuestas a las
de las centrales convencionales de fuel.
Las células solares están hechas de materiales semiconductores, que poseen
electrones débilmente ligados ocupando una banda de energía denominada “banda
de valencia”. Cuando se aplica un cuarto de energía por encima de un cierto valor
a un electrón de valencia, el enlace se rompe y el electrón pasa a una nueva banda
de energía llamada “banda de conducción”.
¿Quién puede firmar un proyecto de instalación fotovoltaica?
En el caso de las instalaciones solares fotovoltaicas los técnicos competentes a la
hora de firmar proyectos son los Ingenieros Industriales, técnicos o superiores. La
firma de un ingeniero es imprescindible para instalaciones de más de 10 kW de
potencia.

Requisitos de las instalaciones


6.1. Todas las construcciones o usos a los que sea aplicable esta Ordenanza
deberán incluir, en la solicitud de la licencia urbanística, el correspondiente proyecto
de instalación del sistema de aprovechamiento de la energía solar a implantar o las
soluciones alternativas, ambientalmente equivalentes, de acuerdo al Anexo IV.
Dicho proyecto de instalación podrá ser un proyecto independiente o un apartado
específico del proyecto de obras y/o actividad de la construcción o del uso a
implantar.

6.2. En el proyecto de instalación que se acompañe a la solicitud de licencia se


deberá justificar el cumplimiento de esta norma. Su contenido mínimo será el
especificado en el apartado 3 de este artículo.
6.3. El proyecto de instalación vendrá suscrito por el técnico competente y visado
por el Colegio Oficial correspondiente, conteniendo como mínimo:

A) Memoria que incluya:

 Justificación de la solución adoptada.


 Configuración básica de la instalación.
 Descripción general de las instalaciones y sus componentes.
 Criterios generales de diseño: dimensionado básico, diseño del
sistema de captación con justificación de la orientación, inclinación,
sombras e integración arquitectónica, de acuerdo a lo establecido en
el CTE o normativa posterior aplicable.
 Descripción del sistema de energía auxiliar.
 Justificación de los parámetros especificados en esta Ordenanza.

B) Planos, incluyendo esquema de principio y/o esquemas unifilares del sistema de


captación y/o producción de energía eléctrica con su dimensionado.
C) Presupuesto de las instalaciones.
D) Contrato de mantenimiento por tres años, incluyendo plan de vigilancia y de
mantenimiento de acuerdo a lo establecido en el CTE o normativa posterior
aplicable.

6.4. Tras la realización de las obras pertinentes, el otorgamiento de la licencia


urbanística que autorice el funcionamiento y/o la ocupación requerirá la
presentación de la certificación final de obras, suscrita por el técnico director de las
mismas, donde además se declare la conformidad de lo construido a la licencia en
su día otorgada.

6.5. Las condiciones de diseño y cálculo de las instalaciones de energía solar, así
como la demanda de agua caliente sanitaria y/o la producción de energía eléctrica
mediante paneles fotovoltaicos, deberán quedar suficientemente justificadas en el
proyecto de la instalación mediante la utilización de procedimientos de reconocida
solvencia y parámetros basados en la normativa sectorial de aplicación. Se
considera adecuada para tal fin, la utilización del CTE (Documento Base sobre
Ahorro de Energía) y el Pliego Oficial de Condiciones
Técnicas del IDEA que esté vigente.
6.6. Para los casos en los que, de acuerdo con lo establecido en el RITE o normativa
posterior aplicable, la instalación no precisase de proyecto, éste se sustituirá por la
documentación presentada por el instalador según las condiciones determinadas
reglamentariamente, debiendo igualmente quedar justificado en la memoria el
cumplimiento de esta Ordenanza.

6.7. En el caso de optar por tecnologías diferentes a la captación solar para fines
térmicos o eléctricos según lo previsto en el artículo 7, el proyecto incluirá
igualmente el cálculo de la demanda de agua caliente sanitaria y energía eléctrica
de aporte solar de acuerdo a lo establecido en esta Ordenanza. Las condiciones de
diseño y cálculo de las instalaciones a implantar en sustitución de las solares
deberán igualmente quedar justificadas en el proyecto.
EOLICA

¿Cuál es la Ley de la energía eólica?


La ley de Betz fue formulada por primera vez por el físico alemán Albert Betz en
1919. Su libro "Wind-Energie", publicado en 1926, proporciona buena parte del
conocimiento que en ese momento se tenía sobre energía eólica y
aerogeneradores.

EL DISEÑO DE LA POLÍTICA EÓLICA MEXICANA


La industria eólica en México se ha desarrollado gracias al espacio de inversión
generado por una primera reforma a la Ley del Servicio Público de Electricidad en
1992, allí se autorizó la participación privada en la industria eléctrica mediante tres
esquemas de producción: autoabastecimiento, coproducción y producción
independiente. Más de 95% de la energía eólica producida actualmente en el país
sigue el esquema de autoabastecimiento. Bajo este esquema, un permisionario
(comúnmente, una empresa transnacional que construye el parque) produce
electricidad que suministra a un grupo de consumidores industriales, comerciales o
de servicios ubicados en distintos puntos del país.
Después de esta reforma, las acciones más significativas para encaminar los
proyectos de energías renovables se dieron en 2001. El Programa Sectorial de
Energía 2001-2006 se propuso desarrollar 1 000 MW de electricidad mediante
fuentes renovables. En ese año, se estableció un instrumento técnico para regular
la conexión de los proyectos de energías renovables a la red eléctrica nacional
denominado Modelo de Convenio de Interconexión para Fuentes de Energías
Renovables, que de acuerdo con algunos analistas, "abrió una ventana de
oportunidad para el desarrollo de proyectos eoloeléctricos".
¿Qué características debe tener el sitio donde se puede construir un parque eólico?
Lo ideal es que se trate de un espacio amplio, sin árboles y que no sea lugar de
paso de aves, especialmente de aquellas especies más protegidas o en peligro de
extinción.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente establece que


la realización de obras o actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o
rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para
proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, requieren previamente
la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en materia
de evaluación del impacto ambiental.
La Dirección General de Energía y Actividades Extractivas determinó que algunas
actividades de competencia federal en la materia podían quedar reguladas por una
Norma Oficial Mexicana. Tal es el caso de la construcción, operación y abandono
de instalaciones eoloeléctricas en zonas agrícolas, ganaderas y eriales que además
de tener características similares, ocasionan impactos poco significativos para el
ambiente, de realizarse en estricto apego a diversos requisitos, especificaciones y
procedimientos de protección ambiental que se establecen en la presente Norma
Oficial Mexicana.
Que en base a lo anterior se inscribió el tema en el Programa Nacional de
Normalización, el cual fue aprobado por el Comité Consultivo Nacional de
Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mismo que se publicó en
el Diario Oficial de la Federación de fecha 9 de mayo de 2005.

1. Objetivo y campo de aplicación


Esta Norma Oficial Mexicana establece las especificaciones técnicas de protección
del medio ambiente que deben observarse durante la construcción, operación y
abandono de instalaciones eoloeléctricas en zonas agrícolas, ganaderas y eriales,
con objeto de prevenir y mitigar los impactos ambientales que puedan producir estas
actividades y es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para el
responsable de dichas actividades, con excepción de las plantas de generación con
una capacidad menor o igual a medio MW, utilizadas para respaldo en residencias,
oficinas y unidades habitacionales.

¿Qué se debe tener en cuenta para construir un parque eólico?


1. Estudio preliminar. ...
2. Tramitación, autorizaciones y acuerdos con propietarios de terrenos. ...
3. Acuerdos comerciales. ...
4. Fabricación de componentes. ...
5. Adecuación de accesos y caminos. ...
6. Trabajos eléctricos para la red de media tensión y cimentaciones.

Como se ha constatado anteriormente, la demanda para la puesta en


funcionamiento, en el territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, de
instalaciones destinadas a la obtención de energía a través del viento y, sobre todo,
la decidida apuesta que por ellas se establece en la planificación sectorial y
territorial, debe estar acompañada de la adopción de una normativa específica que
regule las condiciones para su implantación en el medio natural, salvaguardando
los valores propios de éste y asegurando la viabilidad técnica y económica del
proyecto y la seguridad de las instalaciones.

El Decreto Foral 125/1996, de 26 de febrero, por el que se regula la implantación de


los parques eólicos en la Comunidad Foral de Navarra y el Decreto 192/2005, de 30
de agosto, por el que se regula el procedimiento para la autorización de las
instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de la energía eólica, a
través de parques eólicos, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de
Extremadura, han servido como modelos de referencia a la hora de detectar las
citadas tendencias legales. Así mismo, se han analizado, al objeto de detectar las
condiciones genéricas de prevención y protección ambiental, un buen número de
Declaraciones de Impacto Ambiental de nuestra Comunidad Autónoma sobre
Proyectos de Instalación de Parques Eólicos, en las se establecen limitaciones de
gran interés en sus condicionados.

¿Cuáles son los elementos de la energía eólica?


 Torre: esta estructura soporta la góndola y el rotor. ...
 Buje: este elemento une el conjunto formado por palas de rotor-eje de baja
velocidad.
 Eje de baja velocidad: conecta el buje y el multiplicador, girando a baja velocidad.
 Generador eléctrico: consiguen una potencia que se mueve horquilla de entre 6 y
12 MW.
Los principales problemas asociados a la energía eólica son:
El viento es aleatorio y variable, tanto en velocidad como en dirección, por lo que no
todos los lugares son adecuados para la explotación técnica y económicamente
viable de la energía eólica.
La producción eólica forma parte de un “mix” de generación, junto con otras fuentes
de energía (hidráulica, térmica, nuclear...). Dada su variabilidad deben realizarse
previsiones de producción a muy corto plazo (24 y 48 horas) para una adecuada
gestión de la cadena de generación, transporte y distribución de electricidad. Su
aleatoriedad y variabilidad requiere una mayor presencia de potencia rodante y una
gestión específica para su integración en la red.

Su impacto ambiental es muy reducido y solo a escala muy local:


 Aumento del nivel de ruido en sus proximidades.
 Impacto visual o paisajístico.
 Impacto sobre la fauna, en particular sobre las aves.
 Ocupación del suelo: los aerogeneradores deben mantener una distancia
entre sí que minimice los efectos de interferencia y de estela. Se recomienda
una distancia entre torres de 3 a 5 veces el diámetro del rotor en la dirección
perpendicular al viento dominante y de 5 a 10 veces en la dirección del viento
dominante. Para parques con aerogeneradores entre 1 y 3 MW, la ocupación
de terreno es de 3 a 6 ha/MW, aunque menos de un 5% queda afectado por
la servidumbre de uso, pudiendo utilizarse el resto para fines agrícolas o
agropecuarios.
 Interferencias con transmisiones electromagnéticas: el rotor puede producir
interferencias con campos electromagnéticos (televisión, radio, etc.).

TIPOS DE AEROGENERADORES

Su clasificación puede obedecer a distintos criterios:

a) Según la disposición del eje de giro:


 Eje horizontal: la casi totalidad de las turbinas eólicas son de este tipo.
 Eje vertical: las aplicaciones prácticas son muy escasas.

b) Según el número de palas:


 Monopalas y bipalas: existe un número pequeño de estos tipos.
 Tripala: la mayoría de turbinas dedicadas a la producción eléctrica.
 Multípara: con un número variable de 16 a 24, utilizadas para bombeo de
agua.

c) Según la velocidad del rotor de la turbina eólica:


 Velocidad constante.
 Velocidad variable.
 Velocidad semivariable.
 Dos velocidades.

¿Cómo es el proceso de medición de vientos?


Cuando se mide en una campaña el recurso eólico no se mide solamente la
velocidad del viento, sino que se miden varios parámetros. Los tiempos
recomendados para una medición varían en función del objetivo que persiga la
misma en relación al proyecto, pero lo mínimo sería 1 año para poder realizar
proyecciones con buena certidumbre o confiabilidad.

En lo que refiere a equipamientos, se suelen instalar a distintas alturas en un mástil


o torre, sea de tipo reticulada o tubular. Las posiciones de medición más frecuentes
son altura de buje, punta de pala y una zona intermedia. Los elementos que se
suelen utilizar para medir son anemómetros, veletas, higrómetro, termómetro,
barómetro.

Para determinar qué zonas se han de medir, previamente es fundamental conocer,


entre otros aspectos: la dimensión prevista para el proyecto, la superficie con la que
se cuenta, potenciales modelos de aerogeneradores, las características
topográficas del emplazamiento, posibles zonas de restricción.

Otros aspectos relevantes a considerar en la etapa de Desarrollo de un parque


eólico, en vistas a poder acceder a buenas condiciones de mercado en materia de
Financiación y Precios (CAPEX), son los trabajos de relevamiento de campo e
ingenierías básicas sobre los mismos, que permitan tener un mejor conocimiento
del emplazamiento, las soluciones técnicas en materia de ingeniería, y en
consecuencia los riesgos e incertidumbres, no solo en materia de recurso eólico
sino también en la inversión.

Es tan importante conocer el recurso eólico como las condiciones geológicas y


geotécnicas del emplazamiento, viabilidad ambiental, legal y territorial,
accesibilidad al sitio (logística terrestre, puertos, etc), condiciones o alternativas de
acceso a la red (SIN – sistema interconectado nacional), entre otros.

Es por ello, de suma importancia, realizar trabajos de prospección y relevamiento,


a los efectos de elaborar o desarrollar ingenierías básicas que permitan conocer y
valorar los riesgos asociados al proyecto en materia de inversiones. A modo de
ejemplo, podemos indicar que existe una gran diferencia entre emplazamientos
que admitan fundaciones tipo “standard” vs. sitios que requieran soluciones tales
como pilotes, debido a las condicionantes sísmicas, o a las pobres condiciones del
suelo existente. Otro aspecto que podríamos mencionar, es que el hecho de
disponer de una línea de 132kV en el emplazamiento, no es garantía de que uno
pueda conectarse a esta línea en forma directa y quizás deba construir 25km de
una línea nueva en 132kV hasta la subestación cercana para conectar un parque
de 50MW. Algo similar puede ocurrir con la logística, donde uno podría suponer
que el hecho de disponer de un puerto cercano y rutas de acceso desde el mismo
al emplazamiento, puede ser viable, cuando podría identificarse algunos aspectos
que hicieran que esta solución más simple y directa, no aplique a algún
componente de un aerogenerador o a varios, siendo necesarias soluciones
alternativas.
BIOMASA

La biomasa es una fuente de energía procedente de manera indirecta del sol y


puede ser considerada una energía renovable siempre que se sigan unos
parámetros medioambientales adecuados en su uso y explotación.
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el proceso
denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la cadena
biológica. Mediante la fotosíntesis las plantas que contienen clorofila, transforman
el dióxido de carbono y el agua, productos minerales sin valor energético, en
materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez sirven de alimento a
otros seres vivos. La biomasa mediante estos procesos almacena a corto plazo la
energía solar en forma de carbono. La energía almacenada en el proceso
fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o
carburantes de origen vegetal.
Dependiendo de si los materiales orgánicos resultantes han sido obtenidos a partir
de la fotosíntesis o bien son resultado de la cadena biológica se pueden distinguir
dos tipos de biomasa:

 Biomasa vegetal: Resultado directo de la actividad fotosintética de los


vegetales.
 Biomasa animal: Se obtiene a través de la cadena biológica de los seres
vivos que se alimentan de la biomasa vegetal.
Las biomasas vegetales y animales producidas no son utilizadas por el hombre en
su totalidad lo que conlleva la generación de residuos sobrantes de la misma.
También se expulsa a la naturaleza gran parte de la biomasa utilizada. El conjunto
de los residuos orgánicos de producción o consumo de la biomasa reciben el
nombre de “biomasa residual”, también aprovechada en la obtención de energía.
Estos residuos de biomasa fosilizados a lo largo del tiempo constituyen la “biomasa
fósil”, concepto que engloba a los denominados combustibles fósiles que
actualmente conocemos, carbón, petróleo, gas natural, etc.

Por tanto, la biomasa energética puede definirse como materia orgánica, de origen
vegetal o animal, incluyendo los materiales procedentes de su transformación
natural o artificial y los residuos generados en su producción y consumo.
En España la biomasa es un recurso abundante, existiendo empresas
suministradoras de la misma repartidas por todo el territorio nacional con niveles de
exportación elevados en algunos tipos como el hueso de oliva.

Aplicación directa de la biomasa: Residuos y cultivos energéticos


Es la forma de uso tradicional de la biomasa en la que se obtiene energía mediante
combustión directa, es decir, la biomasa se utiliza como combustible.
Podemos utilizar dos tipos de fuentes de biomasa:
 Los residuos
 Los cultivos energéticos

Residuos
La biomasa residual conformada por residuos de carácter orgánico dispone de un
gran potencial para la generación de energía. Se puede producir de manera
espontánea en la naturaleza o como consecuencia de la actividad del hombre,
agrícola, forestal e industrial.
Los residuos pueden ser clasificados en función del sector que los genera en los
siguientes tipos:

Residuos agrarios
Son el resultado de la actividad agraria humana y según su origen se denominan:
 Residuos agrícolas: Son restos y sobrantes de cultivos como por ejemplo
la paja de los cereales, poda de árboles y viñedos, etc.
 Residuos forestales: Son los residuos generados en la limpieza de las
explotaciones forestales como leña, ramaje, etc. además de restos de
madera de montes y bosques.
 Residuos ganaderos: Se refieren principalmente a excrementos de
animales en explotación ganadera.

Residuos industriales
Son aquellos residuos derivados de la producción industrial con posibilidades de
generación de biomasa energética residual, como la industria de manufacturación
maderera o agroalimentaria.

Residuos urbanos
Son residuos de carácter orgánico producidos diariamente y en grandes cantidades
en los núcleos urbanos de población pudiéndose distinguir dos formas de los
mismos:
 Residuos sólidos urbanos: Materiales biodegradables sobrantes del ciclo de
consumo humano.
 Aguas residuales urbanas: Elementos líquidos procedentes de la actividad
humana, cuya parte sólida contiene una cantidad relevante de biomasa
residual aunque existen algunas dificultades en la depuración del material
sobrante.

Cultivos energéticos
Los cultivos energéticos son plantas cultivadas con el objetivo de ser aprovechadas
como biomasa transformable en combustible. Es una faceta agrícola todavía en
experimentación y por ello existen a día de hoy numerosos interrogantes sobre su
viabilidad económica y los impactos de carácter medioambiental y social que puede
producir. Existen diversos tipos de cultivos que pueden ser utilizados con fines
energéticos y que pueden ser clasificados en los siguientes grupos:

Cultivos tradicionales:
Originalmente destinados a fines alimentarios con necesidad de condiciones
climatológicas favorables y terrenos fértiles lo que hace que sólo se consideren
viables como fuentes energéticas en el uso de excedentes de su producción. Es el
caso de la caña de azúcar, los cereales, etc.

Cultivos poco frecuentes:


Algunas especies silvestres con posibilidad de ser cultivadas en condiciones
desfavorables, en terrenos no fértiles y con fines no alimentarios, como el cardo, los
helechos, etc.

Cultivos acuáticos:
Todavía en fase experimental, aunque con un gran potencial de superficie
productiva.

Cultivos de plantas productoras de combustibles líquidos:


Plantas que generan determinadas sustancias que con tratamientos sencillos
pueden se transformadas en combustibles. Ejemplo de ella pueden ser las
palmeras, jojoba, etc.

Aplicación indirecta de la Biomasa


La biomasa también puede ser utilizada de una manera indirecta convirtiéndola,
mediante una serie de técnicas de transformación, en nuevos recursos energéticos,
productos industriales sustitutivos de los combustibles fósiles, aunque muchos de
estos métodos de conversión se encuentran en fase de experimentación.

Consideraciones ambientales en el aprovechamiento de la biomasa


Es fundamental que se establezcan pautas que aseguren un correcto desarrollo del
potencial de la biomasa sin dar lugar a otros problemas ambientales. El objetivo
debe ser impulsar aquellas formas de aprovechamiento que sean sostenibles y
ambientalmente aceptables, descartando otras que sean perjudiciales para el medio
ambiente.
La biomasa es parte del ciclo natural del carbono entre la tierra y el aire. Para que
la biomasa energética se considere energía renovable, la emisión neta de carbono
del ciclo deberá ser cero o negativa, esto es, el carbono absorbido en el proceso
total debe ser igual o mayor al emitido en la atmósfera en los procesos de
generación de la energía.
Asimismo, el análisis del balance energético del ciclo es fundamental para
comprobar que éste sea positivo, es decir, el rendimiento energético obtenido de la
biomasa debe ser igual o mayor que la suma de la energía no renovable utilizada
en el proceso de producción generación y transporte de la misma.
Como criterio general se priorizarán los recursos excedentes frente a la nueva
producción de los mismos potenciando los sistemas a pequeña escala y cercanos
a la producción de los recursos, teniendo en cuenta que el dimensionado de las
instalaciones se deberá realizaren función de la disponibilidad del recurso biomasa
y no al revés.

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