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El Derecho Concursal, sus Características e

Importancia
El Derecho Concursal busca proteger las crisis temporales o definitivas del patrimonio de los
comerciantes y a los conflictos resultantes de la falta de pago regular de sus correspondientes
obligaciones mercantiles.
Estas situaciones de crisis se generan cuando una pluralidad de acreedores se encuentra en un
conflicto con un deudor común comerciante, a quien se le imposibilita pagar sus deudas.
El Dr. Hernán Giménez Anzola, expresa que el comercio vive del crédito y la falta de
cumplimiento de las obligaciones mercantiles puede producir desequilibrios y malestares
económicos más graves que los simples incumplimientos civiles.
Por ello es que el legislador ha creado normas legales que regulan estas crisis con el objeto de
remediarlas o tratar de resarcir los daños causados con el fin de proteger la economía nacional
a través de la protección de los intereses de los múltiples acreedores de un comerciante en
crisis económica.
De ahí que el Derecho Concursal es el conjunto de normas materiales y procesales que regulan
y hacen posible la declaración de proceder a la ejecución colectiva de todo el patrimonio del
deudor en beneficio de todos sus acreedores, teniendo como finalidad asegurar en la medida
de lo posible la ocupación y embargo general de todo el patrimonio del deudor, la seguridad
de que éste no continuará administrando libremente y agravando la crisis existente, la
liquidación del patrimonio todo en beneficio de todos los acreedores.

Ejecución Singular y Ejecución Colectiva


La ejecución singular tiene lugar cuando el acreedor acude a los medios procesales ordinarios
a los fines de denunciar una situación de incumplimiento de las obligaciones del deudor para
obtener la satisfacción de su interés, de ahí que, que la ejecución singular es menos igualitaria
y niveladora que la colectiva, ya que el acreedor más diligente cobra primero y el que mejor
bienes embargue está en mejor situación, fundamentándose en los principios de exclusión y
selección.
En cambio, la ejecución colectiva se basa en la inclusión y la generalidad, ya que cuando el
patrimonio se hace impotente para cancelar lo adeudado debido a un desequilibrio que lo
afecta se procede a liquidar todo el patrimonio del deudor en beneficio de todos sus
acreedores, y en consecuencia, todos los acreedores se encuentran en una posición de
igualdad, salvo las preferencias derivadas de los privilegios establecidos por ley.

El Patrimonio como Prenda Común de los Acreedores


Por patrimonio generalmente se entiende en el lenguaje común y corriente, la propiedad
heredada de los ancestros. Así, por ejemplo, la Real Academia Española da como primera
acepción del termino “Hacienda que alguien ha heredado de sus ascendientes.”
La palabra es también utilizada para referirse a la propiedad de un individuo, como sea que la
haya adquirido. Desde este punto de vista, el individuo puede ser una ya sea una
persona natural o jurídica. Así se habla de Patrimonio empresarial: El conjunto
de bienes, derechos y obligaciones, pertenecientes a una empresa, como persona jurídica,
y que constituyen los medios económicos y financieros a través de los cuales ésta puede
cumplir sus objetivos, pudiendo estar este constituido por bienes corporales o incorporales.
Kummerow Gert, conceptúa al patrimonio como el conjunto de derechos y obligaciones que
constituyen una universalidad de derecho, susceptibles de valoración pecuniaria.
Para Manuale Provinciali, el concepto económico del patrimonio en movimiento de producción
o gestión comercial corresponde aproximadamente al de empresa comercial que agrupa
factores diversos: capital, locales, trabajadores, bienes de toda índole, relaciones con otras
empresas y administración mercantil del conjunto tendiente a obtener lucros entre otros
elementos o factores. Este patrimonio, así ligeramente delineado, constituido en empresa
individual o colectiva dedicado al ejercicio del comercio, en continuo movimiento y objeto de
múltiples transacciones y relaciones con otras personas, que utiliza el crédito activa o
pasivamente, y que se desenvuelve según la finalidad y objeto previamente trazados, puede
estar en situación de equilibrio si las ganancias compensan todos los gastos y erogaciones,
puede producir ganancias netas o arrojar pérdidas, según la marcha de los negocios y también
según la habilidad y conocimientos de quienes lo administran, dirigen y manejan.
De ahí que, cuando por algún motivo el patrimonio carece de medios líquidos para pagar
oportunamente sus deudas, interviene el Estado imponiendo al comerciante la obligación de
manifestar ante un Tribunal la declaración de quiebra o facultad para solicitar el atraso.
Después de obtenida esta declaratoria, se procede a liquidar todo el patrimonio en beneficio
de todos los acreedores.

La Suspensión y Cesación de Pagos


...
La cesación de pagos o insolvencia en el atraso no es, la impotencia definitiva del patrimonio
para hacer frente, puntual y regularmente, a los pagos de las obligaciones líquidas y exigibles
con el numerario y el activo realizable a corto plazo, como sucede normalmente en la quiebra.
Loreto Arismendi expone que la cesación de pagos en el atraso podría más propiamente
denominarse suspensión, lo cual da idea de provisionalidad.

El Atraso
El Dr. Hernán Giménez Anzola define al atraso como la organización procesal , legal y
ejecutiva de un sistema de liquidación del patrimonio que otorga al deudor comerciante una
verdadera espera o moratoria para el cumplimiento, en principio, de todas sus obligaciones y
que solamente le es concedido al comerciante honrado, deudor de buena fe, que ha cumplido
con sus obligaciones de prudencia y orden, tiene un activo positivamente mayor que su
pasivo, siempre que las causas de la crisis que lo afecta, así como la crisis misma, se deban a
circunstancias imprevistas o excusables ajenas a su voluntad y apreciadas como temporales y
subsanables mediante dicha moratoria, la cual tiende a evitar la quiebra bajo la vigilancia del
tribunal y de los acreedores.
Zuleta González explica que el atraso es un medio de liquidación que se actualiza dentro de
un proceso especial ejecutivo, en el cual intervienen el deudor, el tribunal y los acreedores.

Naturaleza Jurídica del Atraso


Sin proceso no hay atraso, por cuanto la naturaleza jurídica del atraso es netamente procesal,
ya que este requiere de la declaratoria judicial correspondiente, la cual supone que se han
cumplido con los requisitos de admisibilidad y de procedencia que la Ley exige, con la finalidad
de obtener la liquidación ordenada de la totalidad o parte del patrimonio del deudor con el
objeto de pagar todas sus deudas o al menos las dos terceras partes de las mismas.
Y así, el beneficio de atraso tiende fundamentalmente a evitar que la falta de numerario que
experimente el comerciante, degenere en una crisis más grave y ocasione la quiebra por la
acumulación de demandas por cobro de los acreedores.
El atraso y la liquidación amigable se encuentran reguladas en el Libro Tercero, Título Primero
del Código de Comercio.

Requisitos de admisión del Atraso


       1. Requisitos de Fondo:
Son sustancialmente los presupuestos procesales, tales como:
a. La cualidad del comerciante en el deudor.
b. La crisis de cesación de pagos excusable y subsanable por ser el activo real y
positivamente superior al pasivo.
c. La competencia del tribunal.
d. La capacidad procesal del peticionario.
          2. Requisitos de Forma:
a. Petición regular del estado de atraso.
b. Presentación por parte del peticionario de sus libros de comercio regularmente llevados; su
balance comercial; su inventario, practicado a lo más treinta días antes, con las estimaciones
prudenciales de su lista de deudores, un estado nominativo de sus acreedores, con indicación
de su domicilio o residencia y del monto y calidad de cada acreencia: su patente de industria,
si la hubiere, y la opinión favorable a su solicitud de tres, a lo menos, de sus acreedores.
c. Cualquier otro documento o papel que tenga las condiciones de seriedad y verosimilitud
necesarias para probar la veracidad de las razones por las cuales se incurrió en una cesación
de pagos.
d. No encontrarse el deudor en quiebra declarada.
Procedimiento. Inicio. Admisión. Medidas de vigilancia.
El Tribunal, después de haber verificado la presentación de todos los documentos exigidos
como requisitos en debida forma, dictará las medidas de vigilancia necesarias de acuerdo al
arbitrio del Juez, nombrará un síndico y una comisión de tres de los principales acreedores
residentes, de los que figuren en el balance del peticionario, y convocará a unos y otros por la
prensa a una reunión que debe verificarse en el octavo día que se fije.
En esa reunión podrán ser admitidos a representar a los acreedores avecindados o residentes
fuera del lugar del Tribunal, sus respectivos apoderados o agentes o comisionistas, u otro
comerciante que quiera prestar caución por alguno de ellos, sólo para los efectos de resolver la
solicitud. Bastará como credencial al representante una autorización por carta, por telegrama o
por cable.
En la reunión, el síndico, primero, y luego la comisión de acreedores, manifestarán su opinión
sobre los documentos acompañados a la solicitud, sobre la verdad de cada uno de los créditos,
sobre la admisión o negativa de la solicitud, sobre el plazo que pueda acordarse, sobre las
medidas conservativas que convenga tomar y sobre el modo de liquidación y las personas que
deban componer una comisión de consulta y de vigilancia durante la liquidación. El solicitante
podrá dar la explicación o aclaraciones conducentes.
Se levantará acto que firmarán con el Tribunal todos los concurrentes, haciéndose constar el
nombre de éstos, los créditos que representan y sus montos y la opinión de cada cual sobre
los puntos indicados.
El Tribunal procederá el tercer día hábil después de la reunión anterior, a oír los informes que
quieran hacer el solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y cualquier otro de éstos, y
pronunciará sobre la petición admitiéndola o negándola, según lo encontrare procedente,
teniendo especialmente en cuenta el voto, emitido por la mayoría de los acreedores.

El Síndico. Nombramiento y funciones.


Por analogía, las condiciones que se requieren para ser Sindico en el proceso de atraso se
encuentran establecidas en el artículo 970 del Código de Comercio que prohíbe ser síndicos en
la quiebra a los comerciantes menores de veintiún años, los fallidos, mientras no obtengan
rehabilitación, el cónyuge y los parientes del fallido hasta el cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad, aunque sean comerciantes y a los acreedores cuyos créditos estén
controvertidos; además de lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 937 ejusdem que
establece que el síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido comerciante.
De acuerdo a Carlos Morales el síndico en el estado de atraso es un funcionario de buena fe,
auxiliar de la justicia, cuya opinión será tomada muy en cuenta por el Tribunal a los efectos de
decidir la procedencia o improcedencia del atraso.
Asimismo, Gonzalo Parra Aranguren explica que la función principal del síndico se haya en el
análisis exhaustivo de la situación económica del solicitante del atraso, sus libros, papeles,
documentos, a fin de rendir una opinión razonada sobre todos y cada uno de los puntos
contemplados por el artículo 902 del Código de Comercio.
De ahí que Zuleta González expone que por la propia naturaleza de sus funciones y sin
necesidad de que medie previa autorización del tribunal, el sindico designado al admitirse la
solicitud de atraso puede, para cumplir a cabalidad su función de información, vigilar todos los
actos de administración del deudor, hechos por éste en el período comprendido entre la
presentación de su solicitud y la reunión general de acreedores previa a la sentencia sobre
procedencia o improcedencia del beneficio.

La Comisión de Acreedores. Conformación y


Funciones.
Según el artículo 900 del Código de Comercio la comisión de acreedores deberá estar
conformada por tres de los principales acreedores residentes, de los que figuren en el balance
del peticionario; lo cual da a entender que estos acreedores son aquellos de mayor suma.
La comisión de acreedores que se nombra junto con el fallo que admite la solicitud de atraso
es diferente a la que designa con la sentencia que declara procedente el beneficio de atraso.
El Dr. Hernán Giménez Anzola explica en base a lo expuesto en el párrafo anterior que el
número de sus integrantes puede ser diverso, pues el Código de Comercio determina el
número para la primera y no lo hace para la segunda que, en consecuencia, queda sometida
en cuanto al número de sus integrantes, fundamentalmente al criterio del Juez.
Así pues, la función principal de la comisión de acreedores que se nombra junto con el fallo
que admite la solicitud de atraso examinar tanto la solicitud como sus recaudos y, en general,
el patrimonio y relaciones económicas del deudor solicitante con el objeto de informar al
Tribunal y los acreedores en la reunión que se celebre con anterioridad a la oportunidad en
que se sentenciará, declarando o no con lugar la solicitud de atraso.
Mientras que la comisión de acreedores que designa con la sentencia que declara procedente
el beneficio de atraso está destinada a vigilar la administración y liquidación, así como
informar sobre cuestiones diferentes a la procedencia o improcedencia del beneficio.

Asamblea de Acreedores. Representación. Objeto.


La Asamblea de acreedores ocurre en la reunión prevista en el artículo 902 del Código de
Comercio, donde estos en conjunto con el síndico y la comisión de acreedores tienen la
oportunidad de expresar su opinión acerca del otorgamiento del beneficio de atraso.
En cuanto a su representación, el artículo 901 del Código de Comercio establece que En esa
reunión podrán ser admitidos a representar a los acreedores avecindados o residentes fuera
del lugar del Tribunal, sus respectivos apoderados o agentes o comisionistas, u otro
comerciante que quiera prestar caución por alguno de ellos, sólo para los efectos de resolver
la solicitud. Bastará como credencial al representante una autorización por carta, por
telegrama o por cable.
Durante la reunión de acreedores dispone la Ley que en primer lugar el síndico y luego la
comisión de acreedores, manifestarán su opinión sobre los documentos acompañados en la
solicitud, sobre la verdad de cada uno de los créditos, sobre la admisión o negativa de la
solicitud, sobre el plazo que pueda acordarse, sobre las medidas conservativas que convenga
tomar y sobre el modo de liquidación y las personas que deban componer una comisión de
consulta y de vigilancia durante la liquidación.
Asimismo, la ley también establece que el solicitante del beneficio podrá también intervenir
activamente en la reunión, haciendo las aclaratorias o explicaciones que juzgue pertinente.
Gonzalo Parra Aranguren explica que los acreedores que asisten a la reunión lo hacen no en
virtud de una obligación sino en el ejercicio de una facultad que para los mismos constituye
más bien una carga.

Calificación de Créditos
En el proceso de atraso no existe una regulación específica de cómo establecer el pasivo, por
ende la calificación de los créditos se ve como una gran laguna del Derecho. Sin embargo, se
podría aplicar el hecho de que a falta de regulación en cualquier estado del proceso puede
surgir el desconocimiento de la validez de un crédito, siempre que el mismo no haya sido
admitido con posterioridad por el acreedor impugnante.

La Sentencia. Contenido y Apelación. Liquidación.


Otros Convenios.
En caso de admisión de la declaración de atraso, el Juez establecerá en el fallo:
1. La duración de la liquidación, que no exceda de doce meses.
2. La obligación del deudor de hacer constar haber pagado dentro de dicho plazo a todos sus
acreedores o haber celebrado con ellos convenio o arreglo.
3. Las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar la
integridad del patrimonio del deudor.
De este fallo no se admitirá apelación sino en un solo efecto para ante el Tribunal Superior.
Concedida la liquidación amigable, el deudor tiene la facultad de proceder a ella respecto de
todo activo y a la extinción del pasivo, con el concurso de la comisión de acreedores y bajo la
dirección superior del Tribunal, a quien se dará cuenta de toda divergencia o cuestión que
surgiere para su decisión en juicio verbal, oída siempre la comisión.
Las reglas especiales de la liquidación y las autorizaciones para vender, constituir prendas e
hipotecas, tomar dinero a préstamo, transigir cuestiones, cobrar o hacer pagos u otros actos
estrictamente necesarios al efecto de la liquidación, deberán ser dadas por el Tribunal, bien en
su fallo acordando la liquidación, bien en decretos ulteriores, oyendo siempre la comisión de
acreedores.
Así pues, durante el tiempo fijado para la liquidación amigable se suspenderá toda ejecución
contra el deudor y no podrá intentarse ni continuarse ninguna acción de cobro, a menos que
ella provenga de hechos posteriores a la concesión de la liquidación amigable.
Pero ésta no producirá efectos respecto a las acreencias fiscales o municipales por causa de
contribuciones, ni con relación a los derechos de los acreedores prendarios, hipotecarios o de
otra manera, privilegiados.
Durante la liquidación amigable podrá el deudor celebrar con sus acreedores cualquier otro
arreglo o convenio que le conceda mayores moratorias, y aun quitas de intereses y hasta de
parte de los capitales: pero para que tenga validez necesitará el acuerdo de todos los
acreedores.
También podrá establecerse válidamente con la sola mayoría de los acreedores que
representen, por lo menos, las tres cuartas partes del pasivo, con tal que los acreedores que
contengan con el deudor, acuerden y aseguren el medio de atender al resultado de toda
controversia con los disidentes, de modo que quede a éstos asegurada la parte que realmente
pudieran sacar de la liquidación practicada prudentemente según sus respectivos derechos.
Del convenio se pasará copia en todo caso al Tribunal, y si él ha obtenido el voto de la
unanimidad de los acreedores, el Tribunal lo declarará así para que produzca todos sus
efectos.
Si sólo se reúne la mayoría indicada, el Tribunal decidirá en juicio verbal las disidencias, si ellas
versan sobre algún derecho sostenido por el interesado respectivo y negado y dañado en el
convenio, oída la comisión de acreedores; y de su decisión sólo se oirá apelación en un solo
efecto y para ante el Tribunal Superior. Pero si no versan sobre los derechos disputados, el
Tribunal se limitará a verificar la mayoría; y oída la comisión, aprobará el convenio.
Si durante la liquidación se descubriera la existencia de deudas no declaradas por el deudor, o
la no existencia de acreencias declaradas por él, o si él no cumple las obligaciones o
condiciones que le fueron impuestas relativamente a la administración y liquidación de su
patrimonio, o bien si aparece culpable de dolo o de mala fe, o que su activo en realidad no
ofrece esperanza de pagar la integridad de sus deudas, o siquiera los dos tercios de ellas, el
Tribunal, oída la Comisión de acreedores, podrá revocar la liquidación amigable y declarar la
quiebra y dictar las medidas oportunas para seguir el procedimiento de ésta.
En todos los casos en que se haya acordado la liquidación amigable, si durante ésta resulta
comprobado haberse pagado a los acreedores que en ella figuran una parte considerable de
sus acreencias, o si concurren circunstancias especiales que lo aconsejen, podrá el Tribunal
acordar una prórroga del plazo fijado para la liquidación que no pase de otro año, siempre que
esta medida reúna el voto favorable de la mayoría de los acreedores que representen por lo
menos la mitad del pasivo restante.
Si el Tribunal creyere procedente la solicitud de liquidación amigable, declarará la quiebra y
seguirá el procedimiento de ésta.
Cuando se haya introducido contra el deudor una demanda de declaración de quiebra y él
alegare que se halla en estado de atraso, se tramitará el asunto como se dispone en los
artículos 933 y 934 del Código de Comercio; pero después de declarada la quiebra no se
admitirá la solicitud de atraso.

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