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UNIVERSIDAD ESTATAL DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

CARRERA DE MEDICINA

Cátedra de Imagenología

Grupo 6

2020 - 2021 CI

INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO.

Dr. Galo Calero Zea


Docente

Jaime Steven Jara Alvarado


Estudiante
Infarto Agudo de Miocardio.

El IAM es un cuadro donde se produce muerte o necrosis del tejido del miocardio, como

consecuencia de una obliteración arterial de alguna de las coronarias y subsecuente

pérdida de perfusión. El cuadro clínico se caracteriza por dolor torácico con o sin

disnea; sudoración y nauseas. A breves rasgos, podemos mencionar que el diagnóstico

comúnmente se consigue por EKG y hallazgos de marcadores en suero. Sólo en los

Estados Unidos se registra un millón de casos de IAM al año, produciendo entre

300,000 y 400,000 muertes.

El IAM y la angina inestable, corresponden al Síndrome Coronario Agudo. El primero

se subclasifica en dos tipos, uno con elevación del segmento ST y otro sin elevación de

este segmento. A la hora de discernir entre uno y otro, el médico acarrea muy alta

responsabilidad puesto que los métodos terapéuticos entre uno y otro van por estrategias

distintas. Existen ciertas condiciones que indicarían IAM, entre estos: síntomas de

isquemia; cambios en el EKG indicativos de proceso isquémico reciente como cambios

en ST/T o por bloqueo de la rama izquierda del haz de hiz; ondas Q patológicas;

anormalidad regional del movimiento del miocardio por estudio de imágenes y;

hallazgos que indiquen intracoronario en angiografía.

Otra clasificación del IAM es basada en la etiología y los aspectos en que se producen y

existen los siguientes tipos:

1: IM espontáneo causado por isquemia debido a un evento coronario primario (p.

ej., rotura de placa, erosión, o fisuras; disección coronaria).

2: Isquemia debido al aumento de la demanda de oxígeno (p. ej., hipertensión), o

disminución de la oferta (p. ej., espasmo de las arterias coronarias o embolia,

arritmias, hipotensión).
3: Relacionado con muerte súbita inesperada de causa cardíaca.

4a: asociado con la intervención coronaria percutánea (signos y síntomas de un

infarto de miocardio con valores de cTn > 5 × el percentil 99 del límite superior).

4b: Asociado con trombosis documentada de la prótesis endovascular (stent).

5: asociado con la cirugía de revascularización miocárdica (signos y síntomas de

un infarto de miocardio con valores de cTn > 10 × percentil 99 del límite

superior.

La localización del infarto muy comúnmente es en el ventrículo izquierdo, aunque

puede extenderse al ventrículo opuesto, incluso a las aurículas. El del ventrículo

derecho, usualmente se debe a obstrucción de la arteria coronaria derecha o la

circunfleja izquierda dominante, se va a estar caracterizando por incremento de la

presión de llenado del mismo ventrículo, comúnmente se asocia a insuficiencia de la

válvula tricuspídea y disminución del gasto cardiaco.

Cuando la localización es posteroinferior, produce disfunción del ventrículo derecho en

casi el 50 % de los casos, además de producir trastornos hemodinámicos en 10 a 15 %

de los pacientes. Vale la sospecha de disfunción ventricular derecha en individuos con

esta localización de infarto e incremento de la presión yugular relacionada con

disminución de la tensión arterial o shock. Cuando el infarto del ventrículo derecho

llega a complicar un infarto del izquierdo se incrementa mucho el riesgo de muerte.

Los de localización anterior suelen ser más extensos y de mucho peor pronóstico que los

posteroinferiores. Generalmente se deben a una obstrucción de la coronaria izquierda,

principalmente la descendente anterior.


La extensión del infarto puede ser de dos tipos, una transmural y la otra no trasmural.

Los transmurales producen compromiso de todo el espesor miocárdico, empezando

desde el epicardio al endocardio; caracterizándose por anomalías de las ondas Q en el

EKG. Los no transmurales, no se extienden en toda la pared del ventrículo; se reflejan

como alteraciones en el segmento ST y la onda Y. Los infartos subendocárdicos

comprometen a menudo el tercio interno del miocardio y suelen producirse por periodos

prolongados de tensión arterial baja.

El infarto de miocardio puede ser sin elevación del segmento ST generalmente

subendocárdico, en donde se representa necrosis del miocardio a través de marcadores

cardiacos serológicos, aumento de los niveles de troponina I o T y de la CK; pueden

hallarse infradesniveles del segmento ST, inversión de la onda T o ambos a la vez.

También puede ser con supradesnivel del segmento ST generalmente transmural, donde

hay necrosis miocárdica en relación a cambios del EKG, pudiendo ser supradesnivel del

segmento ST de reversión lento ante la administración de nitroglicerina; aquí se hallan

elevadas la troponina I o T y la CK.

Los métodos diagnósticos con los que se cuentan en estas patologías son:

electrocardiograma, la prueba fundamental para diagnosticar el infarto agudo que,

además, permite analizar su evolución, la prueba revela una representación gráfica de

las fuerzas eléctricas que trabajan sobre el corazón, durante el ciclo cardiaco de bombeo

y llenado, un patrón de pulsos eléctricos cambiantes refleja exactamente la acción del

corazón. Esta prueba es indolora y suele realizarse con el paciente estirado y tranquilo,

excepto cuando se hace durante una prueba de esfuerzo. Análisis de sangre, a través de

un análisis de sangre se puede detectar el aumento de la actividad sérica de

determinadas enzimas que se liberan dentro del torrente sanguíneo a causa de la

necrosis que se produce durante el infarto, para dar este dato con seguridad, los valores
enzimáticos se toman por series durante los tres primeros días. Los valores máximos de

estas enzimas presentan una correlación discreta con la extensión de la necrosis, aunque

también se deben tener en cuenta otros factores que influyen en su grado de actividad.

En definitiva, se trata de un cálculo de valores complejo. Prueba de esfuerzo, se puede

hacer sobre una bicicleta estática o una cinta rodante.; en la prueba el especialista

colocará electrodos en el cuerpo del paciente, para registrar de forma continua el

electrocardiograma, y un manguito de tensión; Mientras el paciente pedalea o anda por

la cinta rodante, el médico que supervisa la prueba observará los cambios de tensión

arterial, pulso y trazado del electrocardiograma, la prueba se completa en media hora y

se e abandona si aparecen cambios que sugieran enfermedad en los parámetros

observados o si el paciente no la tolera físicamente, por agotamiento o por dificultad

para respirar. Estudios isotópicos, estos estudios están asociados a la prueba de esfuerzo

y consisten en el análisis del corazón con isótopos, durante el ejercicio sobre la bicicleta

o sobre la cinta rodante se inyecta una pequeña dosis de isótopo radiactivo en la vena.

Mientras, un dispositivo especial registra una serie de imágenes de las localizaciones del

isótopo en el corazón (las áreas oscuras indican las partes donde no llega bien el flujo de

sangre); el punto negativo de esta prueba es que los isótopos no dan información sobre

la arteria bloqueada en concreto; existen diferentes modalidades de exploración

isotópica: la escintigrafía, que aumenta la sensibilidad y la especificidad de la prueba de

esfuerzo en varones; la ventriculografía, que permite determinar con gran rapidez los

volúmenes ventriculares y detectar zonas de movilidad anormal a causa de la isquemia,

muy útiles de cara al pronóstico; y la gammagrafía, que puede detectar defectos en la

expansión o contracción de la pared del corazón, señal de que las arterias no transportan

la suficiente cantidad de sangre oxigenada a la zona. Cateterismo cardiaco y

coronariografía, es la técnica más adecuada para determinar la posible presencia y


extensión de cardiopatía isquémica; la coronariografía permite determinar la

localización y grado de obstrucción de las lesiones arteriales coronarias que puedan

haberse producido. No puede realizarse cuando el paciente presenta trastornos de

coagulación, insuficiencia cardiaca o disfunción ventricular. La coronariografía, es un

proceso de diagnóstico por imagen cuya función es el estudio de los vasos que nutren al

miocardio (músculo cardiaco) que no son visibles mediante la radiología convencional.

Esta técnica médica se basa en la administración por vía intravascular de un contraste

radiopaco (es una técnica invasiva). Los rayos X no pueden atravesar el compuesto por

lo que se revela en la placa radiográfica la morfología del árbol arterial así como sus

distintos accidentes vasculares, émbolos, trombosis, aneurismas, estenosis.

La angiografía TC coronaria con contraste (CCTA por su sigla en inglés) ofrece

imágenes de alta resolución de las arterias coronarias que muestran la gravedad y la

localización de las estenosis importantes y las características de la placa aterosclerótica.

Gracias a su eficacia diagnóstica, la CCTA ha ido ganando popularidad para descartar la

presencia de estenosis coronaria. Sin embargo, no existe mucha información con

respecto a la prevalencia y las características de la aterosclerosis coronaria en pacientes

asintomáticos con pocos factores de riesgo de enfermedad coronaria.


Recientemente, la tomografía de coherencia óptica (OCT) viene siendo ampliamente

utilizada como método de imagenología intracoronaria gracias a su alta resolución axial,

que va de 12 a 18 µm, comparado con los 150-200 µm de la ecografía intravascular. La

OCT sirve para visualizar la microestructura de las placas, los microvasos en el interior

de las placas coronarias, los stents y las alteraciones de la neoíntima en el interior

del mismo. 
La SPECT/CCTA híbrida ha demostrado tener un buen rendimiento en el diagnóstico

de enfermedad importante de las arterias coronarias. Sin embargo, no se sabe si hay una

diferencia en el efecto de la estrategia de tratamiento elegida entre SPECT/CCTA

híbrida y SPECT más angiografía coronaria. En un estudio prospectivo de 107 pacientes

con angina de pecho estable, y una probabilidad entre intermedia y alta de presentar

enfermedad coronaria antes de la prueba, los pacientes fueron sometidos a un estudio

SPECT de estrés farmacológico o de ejercicio seguido de CCTA. La angiografía

coronaria fue realizada dentro de los 14 días siguientes a la SPECT/CCTA.


Referencias.

Caterina Mas-Lladóa, J. M.-L.-J.-C.-D. (1-8). Utilidad de la tomografía de coherencia

óptica en el diagnóstico de pacientes inestables con estenosis coronarias no

significativas. REC Interv Cardiol, 2019.

Felipe Allende N, K. A. (2017). Calidad de imagen y reducción de dosis en

angiotomografía computarizada de arterias coronarias usando protocolo de baja

energía. Revista chilena de radiología, 130-139.

Natalia Pinilla Echeverri, M. S. (2019). Utilidad de técnicas de imagen en la valoración

de la enfermedad coronaria - Tomografía de coherencia óptica. Revista

Colombiana de Cardiología, 198-204.

Sweis, R. N. (16 de Diciembre de 2018). MANUAL MSD. Obtenido de Infarto agudo de

miocardio: https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-

cardiovasculares/enfermedad-coronaria/infarto-agudo-de-miocardio-im

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