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Capitulo II – Marco Teórico

2.1 Marco Conceptual

Luego de haber descrito el problema y conocer el objetivo de este estudio, es

muy importante tener claros los conceptos que van a ser utilizados a lo largo de esta

tesis, para mayor comprensión del lector. Aquí se presentan unas breves definiciones de

estos:

Prevalencia: Desde una perspectiva psicológica establece la ciencia como

epidemiológica (aquella referida al estudio de las epidemias), el término prevalencia

hace referencia al número total de casos de enfermos para un tipo específico de

enfermedad, en un momento y lugar particular y especial. La prevalencia, como dato

estadístico, es de vital importancia para la epidemiología, así como también para

muchas otras ramas de la medicina. (Bembibre et al., 2009)

Ansiedad: Pérez Porto y Gardey (2012) Desde su punto de vista el concepto de ansiedad

tiene su origen en el término latino anxietas. Se trata de la condición de una persona que

experimenta una conmoción, intranquilidad, nerviosismo o preocupación.

Rasgo: Es un concepto científico que resume las conductas que las personas realizan en

distintas situaciones y ocasiones. Los rasgos son constructos que permiten describir las

diferencias individuales. Según (Eysenck et al., 2018) son disposiciones que permiten

describir a las personas y predecir su comportamiento. No son observables, sino que se

infieren de observar ciertos hechos.

Personalidad: La personalidad, o estructura de personalidad, es el conjunto de rasgos

psicológicos que define todo el universo de sentimientos y cogniciones, que configura

los comportamientos y la manera habitual en que el individuo se relaciona consigo


mismo y con los demás.

La psicología contemporánea define la personalidad, por tanto, como un patrón

de funcionamiento consolidado, que se refleja en una generalidad y coherencia de

respuestas en distintos tiempos y contextos por parte del sujeto. (Estaire, et al., 2011)

Gastritis: La gastritis es considerada la inflamación de la mucosa que recubre el

estómago. El estómago tiene un revestimiento que tiene células que segregan enzimas y

ácidos que ayudan a digerir los alimentos, cuando estas se inflaman ocasionan

molestias. (Corral, 2016)

2.2 Antecedentes.

El propósito de este estudio es determinar la frecuencia de ansiedad, depresión

y su relación con los rasgos de personalidad, en pacientes crónico que reciben control en

consulta externa de cirugía cardiovascular en el Hospital Universitario Ruiz y Páez, para

evidenciar las comorbilidades psiquiátricas que puedan estar presentando los pacientes y

lograr un manejo multidisciplinario para el tratamiento de estas. (Serrano, et al., 2002)

Se realizó un estudio analítico, de corte transversal, en pacientes que recibieron

consulta externa por el servicio de cirugía cardiovascular en Hospital Julio Criollo Rivas

Venezuela.

Se utilizó la escala de Hamilton para ansiedad. (Pérez, et al., 2000) declara que

el cambio que valora la severidad de la ansiedad de una forma global en pacientes que

reúnan criterios de ansiedad o depresión y para monitorizar la respuesta al tratamiento.

Consta de 14 ítems, con puntuación de cero a cinco puntos para ausencia de ansiedad,

seis a quince puntos para ansiedad menor y dieciséis puntos o más para ansiedad severa.
Así mismo se usó una escala de Hamilton para depresión estructurada en ítems con

puntuación de dieciséis a veinte para depresión leve, de veintiuno a veinticinco

depresiones moderadas, y para valores superiores, depresión severa.

Las pruebas de personalidad tratan de indagar sobre el mundo sentimental y

afectivo, las reacciones, comportamientos, actitudes y traumas representativos del

carácter de la persona; en general, interesa la forma de actuar ante el mundo. El rasgo de

personalidad que predominó en el grupo de estudio es el de tipo ansioso que manifiesta

por el sustentante (Muñoz, et al., 2016).

Los 16 factores de personalidad. (Cattell, et al., 1995) aplicado a cada paciente

son: expresividad emocional (A), inteligencia (B), estabilidad emocional (C),

dominancia (E), temperamento (F), lealtad grupal (G), actitud situacional (H), realismo

(I), confianza (L), convencionalismo (M), franqueza (N), ansiedad (O), posición social

(Q1), dependencia grupal (Q2), impulsividad (Q3), y frustración (Q4); así se obtendrá

una dimensión nominal de la personalidad. Se realizó un consentimiento informado

antes entregar los cuestionarios. Se aplicó estadística descriptiva, utilizando la hoja de

análisis de datos de Microsoft Office Excel 2007 y SPSS versión 17.0.

Para los estudios de asociación, se empleó la prueba de V de Cramer, con un

nivel de significancia p<0,05. Finalmente, los resultados se presentaron en tablas de

valores absolutos y porcentuales.

Ansiedad, depresión y rasgos de personalidad en pacientes, población que tiene

depresión. Aproximadamente, el 70% de las personas deprimidas no saben que lo están,

se dice que es la enfermedad vascular más frecuente, con una prevalencia que podría

oscilar entre 9,9% en hombres y 21,6% en mujeres, según dos estudios transversales

españoles. Se utilizó la escala de Hamilton para ansiedad y depresión; la personalidad


fue evaluada con el cuestionario Factorial de Personalidad 16 FP de Cattell además de

otras variables sociodemográficas.

Depresión (Escala de Hamilton) N % Ausente 15 50,0 Leve 6 20,0 Moderada 3

10,0 Severa 6 20,0 total 30 100,0 Con respecto a los factores de la personalidad. Los

cinco factores más frecuentes fueron: Frustración (63,3%) indicando dificultad para

manejar situaciones, Ansiedad (56,7%) coincidiendo con el test de Hamilton, Confianza

(56,7%; N=17) dando valores elevados lo cual indica rasgos de suspicacia y

desconfianza en las demás personas, Dependencia grupal (46,7%) es decir con

tendencia a ser autosuficientes y de preferencia individualistas para realizar actividades

y Franqueza (33,3%) los cuales tienden a ser manipuladores o interesados en algunos

casos y en los rasgos de personalidad, el 76,6% de los pacientes con IVCP mostraron

ser ansiosos, seguido de 10,0% que reflejaron ser extrovertidos; 6,7%, independientes y

otro 6,7%, tenaces. (Ramos, et al., 1986)

Entre los factores de personalidad resaltantes en el estudio los pacientes con

insuficiencia. (Zaragoza, et al., 2012), Factores de Personalidad Frecuencia N %

Frustración 19 63,3 Ansiedad 17 56,7 Confianza 17 56,7 Dependencia grupal 14 46,7

Franqueza 10 33,3 Dominancia 9 30,0 Inteligencia 7 23,3 Lealtad grupal 7 23,3 Rasgos

de personalidad en pacientes con insuficiencia venosa crónica periférica.

Por otro lado, rasgos de Personalidad Frecuencia N % Ansioso 23 76,6

Extrovertido 3 10,0 Independiente 2 6,7 Tenaz 2 6,7 TOTAL 30 100,0 A pesar de que el

76,6% de los individuos mostraron un rasgo de personalidad ansioso, las frecuencias de

los niveles de ansiedad según Hamilton fueron similares entre sí (30,0%, 33,3% y

36,7%, respectivamente); esta observación coincide con la V de Cramer calculada que

resultó no significativa (V de Cramer= 0,394; p>0,05). Por lo tanto, se concluyó que no


existe asociación entre un rasgo de personalidad y algún nivel de ansiedad en los

pacientes. Menciona Zaragoza, R.,2007.

El volumen de este estudio demostró que la IVCP aumenta el riesgo de sufrir

depresión comparada a la población general e incluso existiría una plausibilidad

biológica; un estudio propuso una hipótesis de desconexión, en el que los daños

vasculares locales lesionando la sustancia blanca, además serían los factores causantes

de la falta de conectividad neuronal, produciendo la sintomatología. (Cardoner, et al.,

2000)

Sin embargo, estos serían solo un porcentaje pequeño del total de población que

tiene depresión. Aproximadamente, el 70% de las personas deprimidas no saben que lo

están atribuyen a los síntomas del cansancio ocasionado por trabajo, a la edad y otra

enfermedad física. Es así, como de cada 5 personas que nacen, al menos una padecerá

depresión en algún momento de su vida, y de estas 5, un 70% tendrá más de un episodio

de depresión. (Vaccaro, et al., 2008)

La depresión los hace más vulnerables a enfermedades; además de estar

acompañada de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos del sueño. Por otro lado, la

personalidad se define como “el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y

repertorio conductual que caracteriza a una persona y que tiene una cierta persistencia y

estabilidad a lo largo su vida, de modo tal que las manifestaciones de ese patrón en las

diferentes situaciones. Valladares (2009)

Existen innumerables textos que hacen referencia a una evolución de patologías

crónicas, como tratarla de forma paliativa y lograr así una máxima limitación del daño.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se olvidan de las implicaciones en su calidad de


vida, entrando consecuentemente en un estado de ansiedad, depresión y otros

sentimientos que varían dependiendo de la persona. (Rubio, et al., 2005)

La mayoría de las patologías psiquiátricas vienen acompañadas de otras

comorbilidades, como es el caso de la depresión con la ansiedad. En este estudio, el

36.7% de los pacientes tenían una ansiedad severa según la escala de Hamilton. Esto

podría explicarse por factores psicosociales, así como la relación con factores

hospitalarios. (López, M., Sánchez, M., Rodríguez, C., Vásquez et al., 2003)

En una investigación realizada en Cuba, 66 pacientes tenían un nivel de ansiedad

moderada, y este iba en aumento si su tratamiento era quirúrgico y se aproximaba la

fecha de la intervención. Con respecto a los factores de la personalidad, estos son

importantes debido a que influyen en que las personas sean más proclives a desarrollar

patologías psiquiátricas. (Ríos, B., Huitrón, G., Rangel, et al., 2009)

No se encontró asociación entre un rasgo de personalidad y algún nivel de

ansiedad, lo que difiere de un estudio que involucró a 137 cardiópatas; un gran

porcentaje de ellos eran reservados, difíciles de conocer, tímidos, solitarios,

desconfiados y con sentimientos de impotencia hacia ciertas actividades cotidianas.

Dentro de las limitaciones, la falta de un tamaño de muestra adecuado nos imposibilita

realizar inferencias a la población. Sin embargo, el presente trabajo nos permite

observar esta problemática que puede ser tratada de forma eficaz mediante un manejo

multidisciplinario.

Se pretendió proporcionar dicha información para tomar conciencia de la

incidencia que tienen estas enfermedades en la actualidad y cómo los pacientes tienen la

necesidad de mejorar sus condiciones de vida con tratamientos integrales. La

enfermedad Gástrica por múltiples factores es una enfermedad recurrente y su


sintomatología corresponde aprender a manejarla. Además de evitar que la enfermedad

avance a estadios más graves como el Cáncer de estómago.

Es necesario diferenciar la patología de acuerdo con la clasificación de la

Gastritis, ya que la enfermedad posee múltiples diferencias en especial por los factores

etiológicos, la Gastritis crónica atrófica específicamente es la que se relaciona con la

alimentación y estilo de vida, además la que se asocia con el cáncer de estómago.

Los pacientes periféricos tienen relación con enfermedades psiquiátricas como

son los trastornos depresivos y ansiosos, además de que determinados factores de la

personalidad aumentarían el riesgo de sufrir estas patologías. Tema trastornos de

ansiedad-clasificación; trastornos de ansiedad-epidemiología; la población consta de

500 estudiantes de una población de 1958 adolescentes de octavo, noveno y décimo de

educación básica de la parroquia el Vecino.

La prevalencia de ansiedad leve corresponde a un 12.6%, un 63.6 de ansiedad

moderada y un 23.8% a ansiedad grave. Dichos valores se relacionaron estadísticamente

las variables sexo femenino, edad, poseer una familia moderadamente funcional,

provenir de padres casados que viven juntos, vivir en una zona urbana y tuvo asociación

el factor migración con el trastorno de ansiedad grave. Conclusión La prevalencia de

ansiedad grave fue del 23.8 % siendo 4 veces mayor a la prevalencia encontrada en

estudios llevados a cabo en otros países de Sudamérica.

Es una prueba abreviada sobre rasgos de personalidad aplicable a mayores de 18

años. Consta de 24 ítems en un formato de tipo likert con cuatro opciones de respuesta

que comprenden las siguientes cuatro subescalas: Extraversión, Neuroticismo,

Psicoticismo y Sinceridad. El alfa de Cronbach de las diferentes subescalas osciló entre

0,54 y 0,78.
La personalidad y el apoyo social, Población Previo consentimiento informado y

participación voluntaria, se trabajó con una muestra no aleatoria de 60 pacientes de la

Clínica Médico-Quirúrgica de la ciudad de Medellín (Colombia) diagnosticados con

personalidad, según los criterios de Roma II (Talley et al., 2000). Del total de la

muestra, 43 eran mujeres (71,7%) y 17 eran hombres (28,3%), con edades que oscilaron

entre los 18 y 70 años.

Las características sociodemográficas de los participantes del estudio la mitad

son mujeres (71,7%), con edades que oscilaron entre los 18 y 70 años, la edad de 52

años se encuentra en el intervalo más representativo con un porcentaje del 10%, aunque

se visualiza que las edades en su gran mayoría están ubicadas entre los 50 y 70 años,

apreciándose en un 46,7%; es decir, la mayoría son adultos-mayores.

El grado de escolaridad de la población encuestada equivale a 54 personas

universitarias (90%), 5 personas con secundaria (8%) y 1 persona con básica primaria

(2%), indicando un nivel alto (es decir, con educación superior). Se destaca que 43

personas (71,7%) de la población no fuman ni consumen licor; 9 personas, que

representan el 15% de la población fumadora, fuman alrededor de 1 a 10 cigarrillos; y

14 personas (23,3%) ingieren licor ocasionalmente. Con respecto al consumo de

gaseosa, se destaca que 33 personas (55%) de la población tienen baja ingesta.

Se percibe en 34 personas (56,7%) un alto consumo de café y bajo consumo de

alimentos irritantes, igualmente existe alta inclinación por la práctica deportiva, con una

frecuencia de tres veces por semana u ocasionalmente, representado por 22 personas de

las 60 encuestadas (40,0%).

Conclusión a nivel general, en la presente investigación se encontraron altos


niveles de calidad de vida en todas las subescalas de la prueba. Según análisis de

literatura se ha encontrado que existe un deterioro de la calidad de vida, de las personas

con dispepsia, la cual no se encontró en este estudio al compararse la validación

estadística con los resultados arrojados en la investigación, concluyéndose que la

población evaluada tiende a mostrar un mayor número de quejas frente al dolor. Pero

según nuestros resultados, este síntoma doloroso no interfiere en el desarrollo de

actividades cotidianas, y correlaciona con una elevada satisfacción hacia la salud

2.3. Enfermedad.

Morales Calatayud F (1999) considera una dimensión psicosocial en el proceso

salud-enfermedad en los niveles conceptual, metodológico y en la organización de los

servicios de atención a la población. Ha sido un resultado natural de las propias

limitaciones del modelo biomédico, del fracaso de los sistemas sanitarios con una

concepción restrictiva y descontextualizada de la salud y de la posibilidad que se abre

cada vez más de comprender cómo las variables sociales y personales mediatizan este

proceso.

2.3.1. Factores que influyen en la enfermedad.

Los factores subjetivos que intervienen en el funcionamiento de las

organizaciones laborales de salud y sus trabajadores. Por último, por denominarse

Psicología de «la Salud’’, no se refiere sólo a la parte positiva del proceso, es Psicología

aplicada a la salud, la enfermedad, y también a sus secuelas.

Stone considera que la Psicología de la Salud comprende cualquier aplicación de

los conceptos o métodos psicológicos a cualquier problema surgido en el Sistema de

Salud, no sólo en lo que se refiere al sistema de atención a la salud, sino también en la


Salud Pública, la educación para la salud, la planeación, el financiamiento, la legislación

sobre salud y otros componentes de este tipo en todo el sistema.

Ferrer V. (1995) señala que es un conjunto de variables de naturaleza social,

psicológica, médica y gerencial, como factores determinantes o influyentes en la

conducta de cumplimiento de los regímenes terapéuticos. Se considera actualmente, que

la combinación de algunos factores o la aparición relacionada de ellos constituyen

variables que actúan como factores moduladores de la adherencia, las que se integran en

4 grandes grupos referidos a:

 La naturaleza de la enfermedad.

 Las características del régimen terapéutico.

 Las características de la interacción del paciente con el profesional sanitario.

 Aspectos psicosociales del paciente.

2.3.2. Enfermedades psicosomáticas.

El Dr. Carlos Baeza, de Clínica de la Ansiedad, entiende que una persona sufre

somatizaciones cuando presenta uno o más síntomas físicos y tras un examen médico,

estos síntomas no pueden ser explicados por una enfermedad médica. Además, pese a

que la persona pueda padecer una enfermedad, tales síntomas y sus consecuencias son

excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Todo ello causa a la persona que

sufre estas molestias un gran malestar en distintos ámbitos de su vida.

Las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes, aproximadamente un

12% de la población europea las sufre (Miguel, 2018). Es más probable que sufran de

este tipo de trastornos las personas que tienen dificultad para expresar sentimientos o
para afrontar situaciones estresantes.

La gastritis se le denomina gastritis emocional donde es una de las dolencias más

frecuentes en Colombia y una de las de mayor consulta médica, pues afecta a cerca del

40% de la población. Según el Dr. Esmeral (2017), la medicina académica ha empezado

a reconocer la relación entre las emociones y las sensaciones físicas, sin embargo,

muchos se ocupan de tratar la parte psicosomática de las enfermedades, y cada vez más

especialistas corroboran que un paciente atendido en sus dolencias orgánicas y en las

mentales tiene una mejor respuesta en su recuperación.

Baeza C. (2018) afirma que debido a la falta de tiempo en las consultas y al

difícil diagnóstico de las enfermedades somáticas, la Medicina tradicional tiende a

centrarse casi exclusivamente en los síntomas físicos de la enfermedad, olvidando la

verdadera causa del problema o aquello que lo puede estar manteniendo. Es corriente

encontrar personas que se quejan de haber recorrido varios médicos sin que les

encuentran nada; sin embargo, continúan sintiéndose mal y presentando algunos de los

síntomas antes comentados. En muchas de estas ocasiones estamos ante problemas

psicosomáticos.

Miguel (2018) por otro lado las enfermedades psicosomáticas son muy

frecuentes; casi un 12% de la población europea sufre estas molestias y se considera que

una cuarta parte de las personas que acuden médico de atención primaria presentan este

tipo de enfermedades. Pero ¿qué son las enfermedades psicosomáticas?

Baeza (2018) define en términos generales se entiende que una persona sufre

somatizaciones cuando presenta uno o más síntomas físicos y tras un examen médico,

estos síntomas no pueden ser explicados por una enfermedad médica.

Además, pese a que la persona pueda padecer una enfermedad, tales síntomas y

sus consecuencias son excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Todo ello
causa a la persona que sufre estas molestias un gran malestar en distintos ámbitos de su

vida.

Miguel (2018) actualmente la psicología de la salud y la medicina conductual se

encargan de estudiar esta la relación mente-cuerpo y de tratar al individuo desde una

perspectiva más amplia, teniendo en cuenta la importancia tanto de los factores

biológicos como los psicológicos y sociales en el comienzo o el mantenimiento de

algunas enfermedades. ¿Por qué el médico me dice que debo acudir al psicólogo? ¿Si

mi problema no es físico, a qué se debe? Éstas y otras preguntas son comunes en

personas que padecen somatización y que son derivadas a un psicólogo.

A menudo las personas que padecen problemas psicosomáticos no han logrado

encontrar una causa orgánica a sus síntomas o tras realizar distintos tratamientos

médicos éstos no mejoran. Incluso, hay ocasiones en que los fármacos les ayudan

durante una temporada, pero entonces aparece un nuevo síntoma. Citado por Miguel

(2018)

Baeza (2018) por otro lado las personas que se encuentran en esta situación,

frecuentemente, no creen tener un problema psicológico, y continúan acudiendo de

médico en médico para encontrar una respuesta física. Sin embargo, cuando se indaga

un poco en su rutina diaria, estas personas tienden a darse cuenta de que hay algo en sus

vidas que les crea malestar o ansiedad. No se trata de tener un trauma infantil ni nada

por el estilo, simplemente, hay ocasiones en las que algo nos supera y no sabemos cómo

hacerle frente o bien llevamos un ritmo de vida demasiado acelerado como para que

nuestro cuerpo no se resienta.

Miguel (2018) expresa que un dolor o una molestia física, lo primero que

tendemos a pensar es que padecemos alguna enfermedad física, sin embargo, la gran

mayoría de las veces no es así. La salud no es el silencio del cuerpo, y no todos los
síntomas o molestias son resultado de una enfermedad física.

Marta, Miguel (2017) encuentran que las personas que se quejan de haber

recorrido varios médicos sin que les encuentran nada; sin embargo, continúan

sintiéndose mal y presentando algunos de los síntomas antes comentados. En muchas de

estas ocasiones estamos ante problemas psicosomáticos.

A menudo los médicos tratan con fármacos a estos pacientes administrándoles

ansiolíticos, pero al cabo de un tiempo éstos vuelven con el mismo problema sin

resolver o con otros síntomas diferentes. Así pues, al final el médico deriva a este tipo

de pacientes al psicólogo alegando que todo es una cuestión de “nervios”. Sin embargo,

desde el punto de vista del paciente, el no encontrar una causa física, le hace pensar que

puede tener una enfermedad psicológica y consecuentemente teme por su salud mental

por Baeza (2018).

Miguel (2018) según este autor las personas que padecen estas dolencias no

entienden muy bien qué les pasa y se muestran reticentes a acudir a un psicólogo porque

no comprenden cómo éste profesional les puede ayudar.

Tal vez, por este motivo, cada vez hay más gente que busca una primera

respuesta en medicinas alternativas que a larga tampoco solucionan su problema.

Actualmente la psicología

de la salud y la medicina conductual se encargan de estudiar esta la relación mente-

cuerpo y de tratar al individuo desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta la

importancia tanto de los factores biológicos como los psicológicos y sociales en el

comienzo o el mantenimiento de algunas enfermedades. Miguel (2018)


2.4. Antecedentes históricos de la ansiedad.

Marc-Antoine (2015) se refiere que se ha escrito que la historia de los

trastornos de ansiedad es reciente y que apenas se conocía como un trastorno antes del

siglo XIX, sin embargo, puede que no sea del todo cierto que la ansiedad sea una

construcción relativamente reciente. Los trastornos del estado de ánimo (sobre todo con

la que se denominó en su momento melancolía, hoy característica de los trastornos

depresivos), pueden tener raíces históricas que se remontan a la antigüedad clásica.

Para Charcot la histeria era un trastorno de carácter neurológico. Si bien

sostuvo que la histeria podía ser heredada, ésta podía ser producida por traumas, como

ocurría en los accidentes, pero también podía ser producida por sustancias tóxicas,

desde los químicos industriales hasta el alcohol. De este modo, Charcot trabajaba con

una serie de conceptos que estaban estrechamente relacionados: memoria, histeria,

hipnosis y trauma físico (Hacking, 1995).

A continuación, se extrae el siguiente fragmento que testimonia que Freud, al

principio, pensaba y entendía el trauma al igual que Charcot por su reciente llegada a la

Salpêtrière: el maestro Charcot había iniciado en París aquellas indagaciones sobre las

histéricas de la Salpêtrière que darían por resultado una comprensión novedosa de la

enfermedad. Era imposible que esas conclusiones ya se conocieran por entonces en

Viena. Pero cuando una década más tarde Breuer y yo publicamos la comunicación

preliminar sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos, que tomaba como

punto de partida el tratamiento catártico de la primera paciente de Breuer, nos

encontrábamos enteramente bajo el sortilegio de las investigaciones de Charcot.


Equiparamos las vivencias patógenas de nuestros enfermos, en calidad de traumas

psíquicos, a aquellos traumas corporales cuyo influjo sobre parálisis histéricas Charcot

había establecido (Freud, 1910).

Freud al principio era un discípulo leal de Charcot. En 1888 Freud escribió que

la disposición a la histeria es heredada. El tipo ideal de la histeria era la grande hystérie

de Charcot. Freud sostenía que el trauma físico era una causa frecuente de la histeria

(Hacking, 1995).

Hay indicios de que la ansiedad fue identificada claramente como un efecto

negativo distinto y como un trastorno separado por los filósofos y médicos

grecorromanos. Ya Hipócrates (460 a. C.-370 a. C.) y sus discípulos dejaron una

colección de textos médicos denominados el Corpus Hipocrático en donde se recoge la

fobia de un hombre llamado Nicanor, el cual, al acudir a fiestas nocturnas, cuando

escuchaba a la flautista “se alzaban masas de terrores. Dijo que apenas podía soportarlo

cuando era de noche, pero si lo escuchaba durante el día no se veía afectado. Tales

síntomas persistieron durante un largo período de tiempo”.

En los escritos filosóficos estoicos latinos, como los tratados de Cicerón y

Séneca, figuran muchos puntos de vista modernos sobre las características clínicas e

incluso tratamiento cognitivo de la ansiedad.

Séneca (4 a.C. – 65 d.C.), otro filósofo estoico, enseñó a sus contemporáneos

cómo lograr liberarse de la ansiedad en su libro De tranquillitate animi, en el que define

el estado ideal de “paz mental” (tranquillitas) como una situación en la que uno no está

perturbado (no concuti), y que es equivalente a lo que los griegos llamaron eutimia

(término que actualmente se usa en psiquiatría para denominar la fase de normalidad


situada entre episodios de manía o depresión en pacientes con trastorno bipolar).

Según Séneca, el miedo a la muerte es el pensamiento principal que nos impide

disfrutar de una vida sin preocupaciones “El que teme a la muerte nunca actuará como

lo hace un hombre vivo “.

Este pensamiento anticipa los desarrollos futuros de Kierkegaard, Heidegger y

los filósofos existencialistas sobre la ansiedad fundamentalmente causada por la

comprensión del ser humano de que su existencia es finita. Según Séneca una forma de

escapar de la presión de la ansiedad es dedicarse a uno atención al presente en lugar de

preocuparse por el futuro, un enfoque que en el momento presente es uno de los

objetivos clave en técnicas como la meditación consciente. Citado por Séneca (1801)

A partir de 1962, el psiquiatra americano Donald Klein observó que, entre las

personas con agorafobia los medicamentos psicotrópicos producían acciones diferentes:

Los sedantes eran eficaces en la ansiedad leve permanente, pero no actuaban sobre las

crisis de angustia, y lo contrario se cumplía con ciertos antidepresivos. De ahí concluyó

que las dos variedades de ansiedad eran de naturaleza diferente, por lo que a partir de

ese momento se diferenciaría ansiedad (anxiety) -caracterizada por la presencia continua

de una espera ansiosa, denominada hoy “trastorno de ansiedad generalizada”- de lo que

terminó designando Klein como “crisis de pánico” (síntoma que en su momento Freud

llamó crisis de angustia) -que se definía por la aparición, con cierta frecuencia, de crisis

de pánico, el “trastorno de pánico” hoy aceptado-.

2.4.1. Etiología de la ansiedad.

Gelder, (1988) desde este punto de vista puede considerarse que los trastornos

de ansiedad se desarrollan a través de procesos complejos de generalización de

estímulos y respuestas y de procesos de condicionamiento de orden superior, con


arreglo a los mismos principios que los trastornos fóbicos. Es por ello por lo que,

aunque el tema de la presente monografía es el de los trastornos de ansiedad, haremos

en este capítulo constante alusión a tal fobia. Modelo de condicionamiento clásico

Una de las premisas subyacentes al modelo conductual es que los trastornos del

comportamiento están provocados por algún tipo de condicionamiento o aprendizaje

desadaptado, en forma de respuestas emocionales condicionadas (Wolpe, 1958) y que la

terapia de conducta no hace sino desarrollar un programa de intervención (des-

condicionamiento, contra condicionamiento o reaprendizaje) coherente con el

conocimiento de estas causas (cfr. Eysenck y Martin, 1987).

2.4.2. Diagnóstico de la ansiedad.

Vallejo (2012) desde su punto de vista, la ansiedad es la más común y

universal de las emociones. Es sinónimo de congoja, reocupación, desasosiego ante

acontecimientos futuros o situaciones de incertidumbre.

Willoughby (2018) es la anticipación temerosa de peligro inminente

acompañada de un sentimiento intenso y displacentero o de síntomas físicos ubicados en

cualquier región de la geografía corporal. Implica el presentimiento de que algo grave le

va a ocurrir al sujeto. Evidentemente se requieren más esfuerzos educativos para reducir

esta brecha. En este ámbito se sitúa este libro cuyo propósito es ayudar al médico de

atención primaria a alcanzar un mejor conocimiento diagnóstico y terapéutico de la

ansiedad patológica, asociada o no a patología no psiquiátrica.

La calidad de esta obra está garantizada por la amplia experiencia clínica y

docente que cuenta su autor y por su decidida apuesta por una psiquiatría sólidamente

basada en el rigor de los datos clínicos.

Reyes-Ticas (1997) el libro, que responde acertadamente a su título “Guía

práctica para el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de ansiedad”, se apoya en


una presentación cómoda, agradable y eficaz. El contenido escrito de forma sencilla y

accesible cubre ampliamente todo el campo de información, desde la etiopatogenia al

tratamiento, que el médico debe conocer para enfrentarse con éxito con su paciente

ansioso.

Los síntomas de la ansiedad son manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad

son muy variadas y pueden clasificarse en diferentes:

Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire,

temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, “nudo” en el estómago,

alteraciones de la alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio, hormigueo,

sensación de mareo e inestabilidad.

Psicológicos: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o

atacar, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización,

temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar

decisiones.

De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad

para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo.

Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención, concentración y memoria,

aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva, expectativas negativas,

rumiación, pensamientos distorsionados e importunos, incremento de las dudas y la

sensación de confusión, tendencia a recordar sobre todo cosas desagradables,

sobrevalorar pequeños detalles desfavorables, abuso de la prevención y de la sospecha,


interpretaciones inadecuadas, susceptibilidad, etc.

Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una

conversación, en unos casos, y verborrea en otros, bloquearse o quedarse en blanco a la

hora de preguntar o responder, dificultades para expresar las propias opiniones o hacer

valer los propios derechos, temor excesivo a posibles conflictos, etc.

Un rasgo es una disposición a responder de determinada manera frente a

personas, objetos o situaciones. De acuerdo con la definición de Allport (1961), un

rasgo es una estructura neuro-física que tiene la capacidad de interpretar muchos

estímulos funcionalmente equivalentes e iniciar y guiar formas equivalentes de

conductas adaptativas y expresivas.

Consecuentemente, la personalidad es una organización dinámica de los rasgos

que determinan el ajuste de una persona a su medio. Y para su determinación se aplican

análisis factoriales que procuran fuentes subyacentes de consistencia en el

comportamiento humano.

La ansiedad es una parte de la existencia humana, todas las personas sienten un

grado moderado de la misma, siendo ésta una respuesta adaptativa. Sierra (2003)

El rasgo de ansiedad se refiere a la disposición del individuo a reaccionar de una

forma ansiosa, el cual percibe situaciones como peligrosas o amenazantes. las personas

más ansiosas tienen un marcado rasgo de ansiedad, por lo cual tienden a percibir y

responder a situaciones amenazantes con estados de ansiedad de gran intensidad.

Guillamón (2019)

No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni éstos la misma intensidad

en todos los casos. Cada persona, según su predisposición biológica y/ o psicológica, se

muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas. Obtenido por la Clínica
de la Ansiedad. Especialistas en el tratamiento de la ansiedad. Madrid y Barcelona.

Las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y

miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias.

Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de

sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo

en una cuestión de minutos (ataques de pánico). Estos sentimientos de ansiedad y

pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son

desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo.

Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos

lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y

continuar hasta la edad adulta. Brown A. (2018)


A continuación, los criterios diagnósticos para ansiedad generalizada, DSM V.

Ansiedad y preocupaciones excesivas (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los
que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o
actividades (como en la actividad laboral o escolar).

A. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.

B. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al


menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado
ausentes durante los últimos seis meses (Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem):
1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
2. Fácilmente fatigado.
3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño
inquieto e insatisfactorio).

C. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente


significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

D. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una
droga, un médicamente) ni a otra afectación médica (p. ej., hipertiroidismo).

E. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o preocupación
de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico, valoración negativa en el trastorno de
ansiedad social (fobia social), contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-
compulsivo, separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación,
recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés postraumático, aumento de peso en
la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de
imperfecciones en el trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el
trastorno de ansiedad por enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en la
esquizofrenia o el trastorno delirante.

Fuente: American Psychiatric Association. DSM-V.(2015)


A continuación, los criterios CIE-10 para el diagnóstico del Trastorno de Ansiedad
Generalizada.

La característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y persistente, que no está
limitada y ni siquiera predomina en ninguna circunstancia ambiental en particular (es decir, se trata
de una “angustia libre flotante”).

Como en el caso de otros trastornos de ansiedad los síntomas predominantes son muy variables,
pero lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, con temblores, tensión
muscular, sudoración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias epigástricas.

A menudo se ponen de manifiesto temores a que uno mismo o Un familiar vaya a caer enfermo o a
tener un accidente, junto con otras preocupaciones y presentimientos muy diversos. Este trastorno
es más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con estrés ambiental crónico. Su curso es
variable, pero tiende á ser fluctuante y crónico.

El afectado debe tener síntomas de ansiedad la mayor parte de los días durante al menos varias
semanas seguidas. Entre ellos deben estar presentes rasgos de:

1. Aprensión (preocupaciones acerca de calamidades venideras, sentirse “al límite”,


dificultades de concentración, etc.).

2. Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores,


incapacidad de relajarse).

3. Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardia o taquipnea, molestias


epigástricas, vértigo, sequedad de boca, etc.).

En los niños suelen ser llamativas la necesidad constante de seguridad y las quejas somáticas
recurrentes.

La presencia transitoria (durante pocos días seguidos) de otros síntomas, en particular de depresión,
no descarta un diagnóstico principal de trastorno de ansiedad generalizada, pero no deben
satisfacerse las pautas de episodio depresivo, trastorno de ansiedad fóbica, trastorno de pánico o
trastorno obsesivo-compulsivo.

Fuente: Criterios CIE-10 para el diagnóstico del Trastorno de Ansiedad Generalizada. OMS.
(1995)

2.4.3. Ansiedad en la Republica Dominicana.


Pantaleón Doris (2016) desde su punto de vista la conducta humana destacó los

altos niveles de ansiedad que presenta la población dominicana, lo cual atribuyen

mayormente a la inseguridad ciudadana y a factores socioeconómicos.

El doctor en psiquiatría, Antonio Ignacio Del Orbe Martínez, quien sostiene

que las estadísticas señalan que aproximadamente un 70% de la consulta corresponde a

algún tipo de ansiedad. Es necesaria una mejor concienciación de la población respecto

a las enfermedades mentales y su posible tratamiento, así como el fomento de la

integración de las personas afectadas mediante acciones de sensibilización, como el

planteamiento de la psicoeducación de la población en general. Sanchez Norys 2018

La Sociedad Dominicana de Psiquiatría advirtió que el incremento en los

trastornos de ansiedad incide en el aumento de la violencia intrafamiliar y en los

intentos de suicidios, sobre todo, en adolescentes. Indicó que es la primera causa de

consulta en salud mental, afecta al 30% de las mujeres y al 19% de los hombres. El

especialista Hamlet Montero explicó que la conducta rebelde y la vida sexual

desordenada en gente joven están relacionadas con la patología de la ansiedad.

La psiquiatra Ivelisse Acosta precisó que las mujeres son más vulnerables a la

ansiedad, por factores sicosociales y biológicos que las hacen sufrir ataques de pánico,

angustia, trastorno obsesivo compulsivo y fobias diversas. La ansiedad es una

enfermedad que ataca en edad productiva, produce serio deterioro y acarrea grandes

gastos para el paciente y para el Estado.

2.5. Antecedentes históricos de la gastritis.

Gastritis es causada por una bacteria, y no solamente por estrés o comida


irritantes, como se sostenía hasta entonces (González y col., 2004). A partir de aquí esta

bacteria fue objeto de numerosos estudios y al ser secuenciado su genoma, se vio que

realmente no pertenecía al género Campylobacter y se le nombró Helicobacter pylori

nombre con el cual se conoce actualmente (Camorlinga-Ponce y col., 2004).

La gastritis puede ser aguda (de inicio reciente) o crónica. La gastritis aguda se

describe como un cuadro de presentación brusca en forma de dolor epigástrico, náuseas,

vómitos y un intenso infiltrado de neutrófilos con edema e hiperemia. H. pylori es una

causa frecuente de gastritis aguda, que la mayoría de las veces se hace crónica. Lewis

(1983)

La gastritis crónica más frecuente es la llamada gastritis crónica simple o

gastritis crónica común. Se identifica histológicamente por un infiltrado celular

inflamatorio principalmente por linfocitos y células plasmáticas, con muy escaso

número de neutrófilos. Es una inflamación que afecta sólo a la mucosa, no tiene

alteraciones macroscópicas características ni sintomatología definida, puede ser

asintomática. Está es una entidad de diagnóstico principalmente histopatológico.

Warren & Marshal, (1983)

2.5.1. Etiología de la gastritis.

Correa (2011), menciona que la etiología hace énfasis en la enfermedad como

métodos de diagnóstico, pero llega a una incógnita final donde los causales son

desconocidos, es decir, los estudios de cohorte, casos controles, y ensayos clínicos

tienen un enfoque netamente médico, ya que son realizados por Gastroenterólogos, a

pesar de que existen multitud de posibles causas para las dolencias estomacales, algunas

de ellas parecen estar causadas enteramente por problemas emocionales.


La gastritis nerviosa puede ser aguda o crónica. La gastritis aguda suele ser la

consecuencia de un shock emocional importante, que afecta directamente al estómago.

Si se trata a tiempo, teniendo en cuenta los síntomas ardor, hiperacidez, dolor. En casos

más graves, vómitos y heces con sangre y las causas, podemos evitar que se cronifique.

La gastritis es toda lesión inflamatoria que afecte a la mucosa gástrica. En el presente

trabajo se abordan las características de los diferentes tipos de gastritis, así como su

clínica, diagnóstico y tratamiento. El autor también presta atención a las precauciones

que se deben tomar con los fármacos gastrolesivos. Citado por Aguilar Martínez Luis

Carlos (2003)

Las causas de gastritis son diversas dependiendo del tipo de afección. Entre los

factores causales más frecuentes se encuentra el consumo de medicamentos

antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina, la infección por Helicobacter pylori y

la existencia de fenómenos de autoinmunidad, como en la enfermedad celíaca o en la

gastritis atrófica con presencia de anticuerpos contra las células parietales, degeneración

del revestimiento del estómago por la edad o por reflujo biliar crónico. No debe

confundir el reflujo biliar con el reflujo gastroesofágico. Boparai V, Rajagopalan J,

Triadafilopoulos G (2008)

2.5.2. Intervención psicoterapéutica en pacientes diagnosticados con gastritis.

R. Angós. (2016) se refiere a la gastritis crónica como una enfermedad

inflamatoria de origen múltiple. Entre los principales factores de riesgo se destaca la

infección de Helicobacter pylori por el consumo de alimentos contaminados con esta

bacteria. Un punto de gran relevancia en esta patología es el tipo de alimentos que


conforman la dieta de estos pacientes.

Estilos de vida poco saludables, como el consumo de alcohol, estrés y

alimentación rica en sustancias irritantes a la mucosa gástrica empeoran el cuadro

clínico de esta patología, que, acompañado de un tratamiento médico ineficiente,

pueden desencadenar complicaciones, entre ellas, úlceras péptidas y cáncer gástrico. Es

frecuente que los pacientes asocien el consumo de algunos alimentos con molestias

epigástricas, en particular los muy condimentados. Sin embargo, no existe evidencia

científica de que éstos produzcan daño alguno. R. Angós. (2016)

Aunque el estudio sobre la eficacia de la terapia psicológica en la DF apenas se

ha iniciado, los datos obtenidos hasta el momento permiten afirmar que la hipnosis, la

psicoterapia dinámica interpersonal y la terapia cognitivo conductual tienen efectos

beneficiosos en la reducción de los síntomas de dispepsia y de malestar emocional, por

lo que son tratamientos psicológicos prometedores para esta condición médica (Tobón

et al., 2005). Sin embargo, todavía están en una fase experimental debido a que los

estudios para cada una de estas condiciones son escasos. Como ejemplo de tratamiento

psicológico.

Tobón et al. (2005) diseñaron un programa cognitivo-conductual para el

tratamiento de la DF. Este se compone de ocho sesiones de terapia grupal junto con una

sesión de evaluación psicológica individual, para un total de nueve sesiones. Los

contenidos de cada una de las sesiones y se estructuran en seis módulos:

Formas terapéuticas
Tratamiento con medicamentos

Tratar la infección por la bacteria Helicobacter pylori, cuando ésta esta presente

Cambiar hábitos alimenticios

Eliminar o reducir el consumo de alcohol.

Reducir el estrés

2.5.3. Diagnóstico de la Gastritis

Según muñoz, (2016) la prueba más común para diagnosticar la gastritis es vía

una endoscopia (gastroscopia), realizándole una biopsia al estómago.

También se pueden utilizar las pruebas de detección del H. Pylori, puede ser

detectado en un análisis sanguíneo, de heces o mediante una prueba de aliento. En este

último el proceso es que se toma un vaso pequeño de un líquido claro e insípido, este

contiene carbono radioactivo el cual la bacteria descompone en el estómago.

Se tiene que soplar en una bolsa la cual se sella, si estas efectivamente

infectado con esta bacteria, la muestra de aliento esta supuesta a contener carbono

radioactivo.

2.3.1. Factores psicológicos que influyen en la gastritis.

Aragón (2018) los trastornos psicológicos como la depresión, ansiedad, TOC

etc., puede provocar lo que se llama gastritis nerviosa ya que esta problemática aparece

debido a niveles intensos de ansiedad que se experimentan, también periodos largos de

estrés pueden provocarle esto.

(Rodin & Salovey, 1989) los factores psicológicos se asocian a los trastornos

gastrointestinales, incidiendo en el origen y curso, siendo un efecto de la misma


enfermedad, promoviendo conductas que afectan la salud, interfiriendo con el

tratamiento, exacerbando los

síntomas, y afectando la calidad de vida. En el caso de la DF tipo úlcera, los factores

psicológicos podrían interaccionar con la H. pylori de la siguiente manera: la bacteria

siempre produce una gastritis crónica histológica y asintomática.

El estrés podría llevar a alteraciones motoras y sensoriales que, unidas a la

gastritis histológica de la bacteria, podrían desencadenar el dolor epigástrico. Los

factores psicológicos pueden afectar la inmunocompetencia, produciendo una respuesta

más exagerada o más débil del huésped frente a la bacteria, lo cual afecta el rol

patógeno de ésta. En este sentido, se ha descubierto que las personas con una respuesta

inmune más intensa frente a la H. pylori (altas concentraciones de anticuerpos IgG en

suero) tienen mayores probabilidades de tener DF (Holtmann, et al., 2001).

2.5.4. Gastritis en República Dominicana.

La gastritis es una afección común en América Latina y se produce cuando se

inflama la capa de tejido que recubre el interior del estómago. De acuerdo con el

Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados

Unidos, las dos principales causas de gastritis son la bacteria Helicobacter pylori y el

uso constante de ciertos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos

(abreviados AINES). Sin embargo, aún existen creencias equivocadas sobre sus causas.

Por ejemplo, prevalece el mito de que los acidulantes, aditivos alimentarios que se
agregan a ciertos alimentos y bebidas, son causantes de la gastritis. Obtenido por el

Listín Diario (2016)

De acuerdo con el médico internista y gastroenterólogo Fernando Contreras, de

República Dominicana y graduado de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos,

“los acidulantes no son capaces de producir daños tisulares (daños en el tejido del

estómago). Son consumidos por millones de personas en todo el mundo y no existe

evidencia científica que demuestre que estos aditivos afecten la mucosa gástrica”

Obtenido por el Listín Diario (2016).

Bautista (2008) afirma que la incidencia de gastritis y úlceras es muy alta en

República Dominicana y dijo que se trata de un problema universal, pero que en torno a

la contaminación “es más frecuente en países pobres como el nuestro”. Al dirigir la

Jornada Científica Radhamés Cortina en Santiago, Bautista informó que la Sociedad

Dominicana de Gastroenterología tiene una campaña permanente contra el Helicobacter

Pylori, bacteria que a su juicio “provoca dolor de cabeza porque hace resistencia a

muchos antibióticos”.

El Helicobacter Pilory vive exclusivamente en el estómago humano donde

infecta el mucus del epitelio estomacal. Sobre los casos de dengue reportados en el país,

enfermedad que particularmente afectó al vicepresidente de la República, Rafael

Alburquerque, Bautista expuso que esta enfermedad es propia de zonas tropicales y que

respecto al año pasado la incidencia de dengue ha sido menor durante esta época.

Ramakrishnan &Salinas RC. (2009).

H. pylori es un tipo de bacteria un germen que puede causar infección. La

infección por H. pylori es común, sobre todo en países en vías de desarrollo, y


usualmente comienza durante la niñez. Los síntomas por lo general no aparecen hasta

alcanzar la edad adulta, aunque la mayoría de las personas nunca presentan síntomas.

Ramakrishnan &Salinas RC. (2007).

H. pylori causa más de la mitad de las úlceras pépticas en todo el mundo. La

bacteria causa las úlceras pépticas al dañar el revestimiento mucoso que protege el

estómago y el duodeno. El daño al revestimiento mucoso permite que los potentes

ácidos estomacales atraviesen el sensible revestimiento debajo del estómago y duodeno.

Juntos, el ácido estomacal y H. pylori irritan el revestimiento del estómago y duodeno y

causan una úlcera. Ramakrishnan &Salinas RC. (2010).

2.6. Estilos de afrontamiento

La relación entre estilos de personalidad y estilos y estrategias de

afrontamiento frente a situaciones críticas del envejecimiento en adultas mayores. Una

muestra de 212 participantes fue entrevistada acerca de eventos críticos experimentados

en la vejez y evaluada mediante los cuestionarios MIPS y Brief-COPE. La mayoría de

los estilos y estrategias de afrontamiento se asoció con determinados estilos de

personalidad, en correspondencia a lo esperado según el modelo bipolar de personalidad

de Millon. El afrontamiento activo y el apoyo emocional se asociaron positivamente con

extraversión, modificación y comunicatividad, y negativamente con retraimiento,

acomodación e introversión. El afrontamiento focalizado en el problema se asoció

positivamente con intuición, firmeza y control, y negativamente con sensación,

vacilación y sometimiento. El afrontamiento evitativo correlacionó positivamente con

preservación y negativamente con apertura. Los estilos de personalidad tienen un rol

importante en el uso de estrategias de afrontamiento en el envejecimiento femenino.


Castegnetta (2018) expresa que nos enfrentamos a ciertos problemas o retos

que nos depara la vida, nuestra capacidad para mantener la cabeza fría puede ser clave a

la hora de superar con éxito los obstáculos. Una de las capacidades que nos permiten

hacerlo es el afrontamiento. Pero ¿qué es exactamente el afrontamiento y por qué

algunas personas son más capaces de lograr sus objetivos?

En psicología, el afrontamiento ha sido definido como un conjunto de

estrategias cognitivas y conductuales que la persona utiliza para gestionar demandas

internas o externas que sean percibidas como excesivas para los recursos del individuo

como (Lazarus y Folkman 1984). Se puede considerar como una respuesta adaptativa,

de cada uno, para reducir el estrés que deriva de una situación vista como difícil de

afrontar.

La capacidad de afrontar no se refiere solo a la resolución práctica de los

problemas, sino también a la capacidad de la gestión de las emociones y del estrés

delante de la situación-problema. Modificar las propias estrategias de afrontamiento

para afrontar con eficacia los eventos estresantes depende, entonces, sea de la manera de

evaluación de los eventos, sea de la capacidad nuestra y de la posibilidad de captar

informaciones, buscar ayuda y apoyo social en el contexto donde se vive. Castegnetta

(2018)

Los estilos de afrontamiento explicativos más relevantes es el estilo

atribucional negativo, que se define como una tendencia a explicar las situaciones

negativas mediante causas internas (la causa es algo de la persona, no ambiental, por

ejemplo, "mi incapacidad", "mi desidia", "mi forma de ser"), estables (la causa se
mantiene a lo largo del tiempo) y globales (la causa afecta a distintas áreas de la vida,

no sólo a un tipo de situaciones concretas). Pilar Sanjyan & Alejandro Magallares

(2007)

La mayoría de los estudios se han centrado en valorar la relación entre este

estilo y la depresión, lo que ha permitido mostrar que las personas con un estilo

atribucional negativo tienen más probabilidad de desarrollar depresión clínica y

síntomas depresivos cuando se enfrentan con situaciones difíciles o negativas (Alloy y

cols., 2006; Sanjuán, 1999; Sweeney, Anderson y Bailey, 1986). Aunque menores en

número, otros trabajos también han encontrado una asociación entre este estilo

explicativo y ansiedad y otras emociones negativas.

Por otra parte, algunos estudios también lo relacionan con una peor salud física

(informe de más síntomas, padecimiento de más enfermedades, ocurrencia de más

accidentes, etc.). Tomados conjuntamente, estos resultados parecen sugerir que el

poseer este estilo explicativo negativo hace a las personas más vulnerables y propensas

a experimentar malestar tanto psicológico como físico o, incluso, desarrollar algún

trastorno psicopatológico.

2.6.3. Las principales estrategias de afrontamiento

Castagnetta (2018) los estudios de psicología resaltan tres grandes

características de las estrategias de afrontamiento, a partir de las cuales se pueden

clasificar así: (1) La valoración, búsqueda del significado del evento crítico; (2) el

problema, intenta confrontar la realidad, manejando las consecuencias que se nos

presentan; y (3) la emoción, regulación de los aspectos emocionales e intento de

mantener el equilibrio afectivo. En este orden de ideas, podemos identificar que las
estrategias de afrontamiento se identifican en tres clases:

 Las estrategias centradas en el problema,

 Las estrategias centradas en las emociones,

 Las estrategias basadas en la evitación.

Las estrategias centradas en el problema suelen ser utilizadas en condiciones de

estrés visto como controlable: son estrategias orientadas hacia la tarea, para alcanzar la

resolución y/o modificación del problema, Castagnetta (2018).

Las estrategias centradas en las emociones tienden a ser utilizadas cuando

percibimos el evento estresante como incontrolable, como lo que se puede experimentar

ante el peligro: se intenta afrontar el problema centrándose en las emociones y liberarlas

e intentar relajarse, Castagnetta (2018).

Por último, las estrategias basadas en la evitación tienden a manejarse en

aquellos momentos en los que la persona asume aplazar el afrontamiento activo por la

necesidad de ordenar y hacer acopio de sus recursos psicosociales antes de afrontar

activamente la situación: son estrategias centradas en la evasión, en la distracción, en

tomar distancia del evento estresante, o volcarse en otra actividad para no pensar.

Afrontar una situación no significa hacerlo de la forma correcta, Castagnetta (2018).

Castagnetta (2018) en cada una de estas clases de afrontamiento se pueden

utilizar estrategias de tipo funcional y/o disfuncional. Esto lleva a la consideración de

que, en realidad, no hay estilos de afrontamiento adaptativo o desadaptativo a priori, hay

estrategias que pueden ser eficaces en una situación. pueden no serlo en Deben agregar

un párrafo o dos que expliquen como el estilo de afrontamiento inadecuado puede generar un

miedo que a nivel límbico se convierte o expresa a través de la angustia, ansiedad, pánico,
estrés y como el cortisol se eleva generando otros desencadenantes fisicos .

Pero estas estrategias de adaptación, de interpretación, de enfrentamiento con la realidad

, en particular, con las situaciones de estrés, no siempre se realizan de la manera más

adecuada, ya que por medio pueden estar interfiriendo, según Lazarus, estrategias de

afrontamiento inadecuadas para solucionar los problemas y alcanzar el bienestar

personal. (Sacipa, 2003) en algunos adolescentes se pueden presentar dificultades para

construir su identidad en un contexto transcultural, lo que conlleva a un síndrome

reactivo de angustia, que reúne los siguientes elementos: conflicto en sus relaciones

interpersonales, desestructuración de la vida familiar como fuente de afecto y seguridad,

lo cual produce miedo, ansiedad, depresión etc.

2.7. Acompañamiento psicológico

Tratamiento psicoterapéutico que estarán indicadas según la singularidad y

necesidades del caso.

Tratamiento psiquiátrico. Cuando el acontecimiento traumático puede hacer detonar

patologías que no habían eclosionado hasta ese momento, por lo que algunas personas

requerirán, dependiendo de cada caso, un tratamiento psicofarmacológico.

Fisioterapia. El tratamiento fisioterapéutico es un acercamiento al cuerpo afectado, pues

la tortura deja en las personas secuelas físicas que exigen tratamientos

prolongados.

Orientación social. Consiste en dar información, pautas, contactos institucionales y

opciones para realizar gestiones diversas, conducentes a obtener servicios y beneficios

para la solución de problemas.


Promoción de grupos de afectados. Pueden presentarse diversas modalidades en las

intervenciones de carácter comunitario: grupos de reflexión, organización social,

intercambio de experiencias y autoayuda.

Dinámicas focales en pequeños grupos. Esta alternativa se desarrolla en grupos

pequeños, de unas diez personas en promedio, preferiblemente cuando la historia de

violaciones sufridas haya sido compartida por todos.

Restablecimiento de vínculos. El acompañamiento después de la sentencia tiene una

excelente vía de intervención en su posible articulación con las redes comunitarias y con

los recursos laborales y educativos existentes.

Es una relación de ayuda entre un psicólogo entrenado y un cliente, en la cual se busca

solución a una situación del presente, que el cliente no logra resolver por sí solo. El

acompañamiento psicológico, NO es dar consejos, ni terapia psicológica. Santiago

(2015)

Nosotros lo entendemos como un acompañamiento que permite al cliente

clarificar los elementos de la realidad y desarrollar su control, favoreciendo su

crecimiento personal y la toma de decisiones. Santiago (2015) cada persona posee la

capacidad de reflexionar y actuar cuando se establece el espacio y las circunstancias

adecuadas. Ese espacio y esas circunstancias son alimentadas a través del diálogo en un

proceso orientado hacia la toma de decisiones y la resolución del problema en el

presente.

El acompañamiento psicológico trata fundamentalmente con problemas que

tienen que ver con su vida actual, trabajo proyectos, estudios, metas, etc.; mientras que

la psicoterapia se centra en problemas que tienen una raíz más profunda y que tienen

que ver con vivencias pasadas, Santiago (2015).


El psicólogo entrenado, ayuda al individuo a clarificar, y de esta manera

reconocer y aceptar, las emociones conflictivas despertadas por circunstancias

perturbadoras determinadas (experiencias traumáticas como accidentes, duelo por

muertes cercanas, discapacidades, enfermedades que amenazan la vida, pérdida de

empleo o casa, dificultades matrimoniales, o relaciones rotas que perturban el patrón de

vida previo). Por lo tanto, el psicólogo ayuda al cliente a tomar decisiones con su propio

sistema de valores, recursos personales y capacidad de autodeterminación. Santiago

(2015)

2.7.3. Objetivos del acompañamiento psicológico.

Su objetivo es aumentar la autonomía de la persona respecto a su ambiente

social, profesional y cultural. Proporciona herramientas en el “Aquí y Ahora” que

permiten un adecuado afrontamiento de aquellas situaciones difíciles, a través de un

análisis de cuáles son las necesidades y cuáles son los recursos personales y sociales del

entorno que se pueden movilizar. Santiago (2015)

2.8. Idea a defender hipótesis

Si realmente existe una prevalencia del rasgo de personalidad ansiedad en los

pacientes diagnosticados con gastritis de la unidad de gastroenterología del hospital

Salvador B. Gautier.

2.9. Operacionalización de variables

Es un proceso que se inicia con la definición de las variables en función de

factores estrictamente medibles a los que se les llama indicadores. El proceso obliga a
realizar una definición conceptual de las variables para romper el concepto difuso que

ella engloba y así darle sentido concreto dentro de la investigación, luego en función de

ello se procese a realizar la definición operacional de la misma para identificar los

indicadores que permitirán realizar su medición de forma empírica y cuantitativa, al

igual que cualitativamente llegado el caso.

Objetivo Variable Definición Indicador Fuente


El rasgo de ansiedad Pacientes
se refiere a la diagnosticados con
tendencia del Niveles de gastritis de la
Ansiedad como individuo a reaccionar gravedad unidad de
Analizar rasgo de de forma ansiosa obtenido por gastroenterología
personalidad antes cualquier la escala CPS del hospital
situación. salvador B.
Gautier.
Relación
existente entre
Explicar las Revisión Revisión
enfermedades bibliográfica bibliográfica
gastrointestinales
y la gastritis
como
consecuencia de
la ansiedad
Pacientes
Tiempo que ha vivido diagnosticados con
una persona u otro Años gastritis de la
Identificar Edad ser vivo contando cumplidos unidad de
desde su nacimiento gastroenterología
del hospital
salvador B.
Gautier.
Pacientes
diagnosticados con
Indicación de gastritis de la
Identificar Genero Características sexo en las unidad de
fenotípicas evaluaciones gastroenterología
del hospital
salvador B.
Gautier.

Comportamientos Pacientes
conscientes que se diagnosticados con
lleva a cabo para Inventario de gastritis de la
Estilos de afrontar un problema, respuestas de unidad de
Observar afrontamiento solucionarlo o afrontamiento gastroenterología
conseguir nuestro para adultos del hospital
objetivo Escalas del salvador B.
CRI-A Gautier.
Es una expresión
comprensiva que
abarcaría dentro de sí
lo que se entiende de
disciplinas como el
Psicodiagnóstico, el
Programa de mental o el testing y
Determinar evaluación e la evaluación Revisión Revisión
intervención conductual, bibliográfica bibliográfica
psicológica guardando a la vez
estrechas relaciones
con la valoración
intervenciones o de
programas de
intervención.

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