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Integrantes:
Cueva Cueva Ever
Morales Díaz Pedro
Ramos Flores Jorge Luis
Sena Callirgos Erika Melissa
Tema:
Investigación preparatoria
Curso:
Derecho procesal Penal
Profesor:
Jimmy Marcos Quispe de los Santos
Aula:
Sala de simulación de audiencias
Turno:
Noche
Índice:
Introducción:
Capítulo I: La investigación preparatoria
La etapa de la investigación preparatoria es el conjunto de actuaciones dirigidas por el
Ministerio Público, tendentes a averiguar la realidad de un hecho reputado delictivo, sus
circunstancias y a la persona de su autor o partícipe, es lo que se denomina la determinación
del hecho punible y la de su autor, para de ese modo fundamentar la acusación y, también, las
pretensiones de las demás partes, incluyendo la resistencia del imputado” (San Martín, 2015,
p. 302).
La investigación preparatoria se erige en la primera etapa del proceso penal, aquella orientada
hacia los objetivos que el legislador a enmarcado en el artículo 321.1; por una parte, que el
fiscal pueda obtener una serie de datos de información que en conjunto sean susceptibles de
poder integrar las proposiciones fácticas que puedan probar su teoría jurídica en la etapa de
juzgamiento, y a la defensa, adjuntar también evidencias, que puedan destruir y/o enervar la
teoría del caso propuesta por el fiscal, lo que no significa que ello no pueda consistir en la
formulación de su propia teoría (inocencia).
Los actos de investigación no constituyen verdaderas pruebas, sino solo las preparan para el
juicio oral o fase de plenario que no tiene por finalidad revisar la actuación del juzgado de
instrucción como si se tratase de una fase de recurso, sino de practicar las pruebas propuestas
por la actuación y defensa en apoyo de sus respectivas tesis.
La iniciación formal del proceso penal, cuando el fiscal formaliza la investigación preparatoria
(IP), importa incidencias jurídicas de relevancia, en lo que respecta a la posibilidad de que el
imputado pueda ser pasible de medidas de coerción procesal (artículo 253.1), de que los
sujetos legitimados puedan constituirse en partes procesales, de que la relación adversarial
pueda plasmarse en las audiencias bajo características de la contradicción publicidad e
inmediación; de forma concreta, que pueda recaer sobre el imputado una sanción punitiva,
siempre y cuando se cumpla con las reglas del juzgamiento.
De forma resumida, diremos que con la iniciación formal de la IP nace formalmente el juicio de
imputación delictiva, incidiendo en el renacimiento de una serie de derechos a favor del
imputado. En principio, es posible afirmar que la imputación nace o bien con el requerimiento
fiscal de la instrucción en causas que comienzan por denuncia, o desde el acta inicial de la
prevención llevada a cabo por la autoridad pública en caso de flagrancia.
3. El fiscal, mediante una disposición y con arreglo a las directivas emanadas de la fiscalía de la
nación, podrá contar con la asesoría de expertos de entidades públicas y privadas para formar
un equipo interdisciplinario de investigación científica para casos específicos, el mismo que
actuara bajo su dirección.
3. Características
El fiscal debe también asumir una investigación dinámica, recolectando los medios de prueba
que le permita en el futuro elaborar una teoría del caso. Lo importante es llegar a cumplir con
los fines de la investigación.
El fiscal tiene que salir a buscar sus elementos de convicción o evidencias que le van a permitir
sustentar una posición. Debe de tener una actitud existir una predisposición a solucionar lo
más antes posible una investigación, propiciando relaciones laborales de entendimiento, de
colaboración y apoyo en procura de esclarecer debidamente los hechos.
La investigación es garantista
Tanto para el imputado como para la víctima, para lo cual la norma procesal contiene una serie
de garantías, derechos y mecanismos procesales que apuntan a ello.
La investigación es eficaz:
Entre los instrumentos que el código provee al fiscal y policía para lograr la eficacia de la
persecución penal, tenemos: control de identidad, la video vigilancia, las pesquisas, las
intervenciones corporales, la exhibición e incautación de bienes, el agente encubierto, la
intervención de comunicaciones y telecomunicaciones.
La investigación es racional:
Cuenta con mecanismos que permiten simplificar los procesos, como por ejemplo, el principio
de oportunidad, los acuerdos reparatorios y la terminación anticipada.
2. las diligencias preliminares tiene por finalidad inmediata realizar los actos urgentes e
inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objetos de conocimiento y
su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales de su comisión, individualizar a
las personas involucradas en su comisión, incluyendo a los agraviados, y dentro de los límites
de la ley, asegurarlas debidamente.
120 días, puede ser prorrogada por única vez 60 días. En caso de investigaciones complejas: 8
meses. En el caso de investigaciones de delitos perpetrados por imputados integrantes de
organizaciones criminales, personas vinculadas a ella o que actúan por encargo de la misma:
36 meses. La prórroga es por igual plazo.
5. Control de plazo:
1. El fiscal dará por concluida la investigación preparatoria cuando considera que ha cumplido
su objeto, aun cuando no hubiere vencido el plazo.
2. si vencido los plazos previstos en los artículos 343 del CPP y el fiscal no dé por concluido la
investigación preparatoria, las partes pueden solicitar la conclusión al juez de la investigación
preparatoria. Para estos efectos el juez citara al fiscal y a las demás partes a una audiencia de
control del plazo, quien luego de revisar las actuaciones y escuchar a las partes, distara la
resolución que corresponda.
CAPITULO II.
El procurador Público, entonces cuenta con una serie de alternativas, culminadas las
diligencias preliminares: disposición del archivo, la reserva provisional de la investigación y la
formalización de la investigación preparatoria.
El inicio de los actos de investigación puede emanar de una decisión de oficio, de mutuo
Propio, cuando haya llegado a su conocimiento la probable sospecha de que se ha o está
cometiendo un hecho punible o, por instancia de parte, en este último caso el presunto
agraviado o cualquier ciudadano. La actuación policial se ciñe a lo establecido en el artículo
65, el cual define el marco directriz del Fiscal en la investigación del delito, de forma específica
lo previsto en el artículo 65.3, enfatizándose que la actuación policial se sujeta a la conducción
del persecutor público Ahora bien el artículo 322.2, establece que para la práctica de los actos
de investigación puede requerir la colaboración de las autoridades y funcionarios públicos,
quienes lo harán en cl ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los requerimientos
o pedidos de informes que se realicen conforme a la Ley.
Nuestro CPP señala como las funciones del Ministerio Público: la actuación de oficio, a
instancia de la víctima, por acción popular o por noticia policial para ejercer la acción penal; la
conducción de la investigación del delito desde su inicio (art. 60° CPP). A continuación, se
mencionan y desarrollan para una comprensión básica:
El representante del Ministerio Público, ejerce dicha acción no necesariamente cuando hay
una denuncia, sino también, lo puede realizar de oficio, o a solicitud de la víctima, por acción
popular o noticia policial. Es decir, tiene las vías múltiples para tomar conocimiento sobre un
hecho delictivo; sin olvidarnos mencionar que muchas veces los diferentes medios
informativos son los que sacan a la luz diversos casos, ciertos o no, para ello, le corresponde al
fiscal disponer la actuación de actos urgentes e inaplazables para determinar la procedencia de
la acción penal.
Como lo señala nuestro CPP, art. 60°, el Fiscal es conductor de la investigación preparatoria
desde su inicio y que para ello cuentan con la Policía Nacional en el ámbito de su función.
Precisar entonces, que el Ministerio Público desde que toma conocimiento sobre un hecho
delictivo, tiene la obligación de disponer actos de investigación de manera oportuna y eficaz, a
fin de asegurar el éxito del proceso, esto es recabar suficientes elementos de convicción para
solicitar el enjuiciamiento del imputado en caso exista responsabilidad del autor, o solicitar el
sobreseimiento si no existen tales elementos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que
muchas veces las omisiones o falencias en una investigación traen como consecuencia la
inexistencia de estos elementos, dejándonos claro entonces, el rol fundamental que cumple el
fiscal en nuestro sistema procesal penal.
De acuerdo con el art. 61° del CPP al fiscal le corresponde observar al momento de ejercer su
función las atribuciones y obligaciones literalmente allí previstas, una de las cuales,
relacionada al presente trabajo de investigación, se menciona:
Si bien es el Fiscal quien dirige en toda su extensión la IP, en lo que respecta su contenido,
desarrollo y culminación, con arreglo al principio acusatorio, no es menos cierto que el Juez de
la IP, no revela una mera posición decorativa, solo para garantizar la jurisdicción a las partes
del proceso, sino que muchas decisiones de importancia en la IP, ameritan necesariamente de
una resolución jurisdiccional autoritativa debidamente motivada; es que los actos de coerción
estatal, que se suceden en el proceso, no pueden de ningún modo estar confiados al
persecutor público, pues se quebrantaría de forma evidente el principio de igualdad de armas.
Por otro lado, si el nuevo modelo está dejando de lado la imagen del «Juez Instructor» por el
denominado «Juez de Garantías», debe convenirse que el juzgador debe actuar como un ente
corrector de aquellas actuaciones arbitrarias e injustas, que puedan ser atribuidas a los
órganos de persecución penal; por más que se diga que el nuevo Sistema procesal apunta
hacia una relación adversarial y hacia una posición de igualdad entre los sujetos confrontados,
no es menos cierto que esta igualdad es en realidad quimérica en la vía penal, puesto que el
Ministerio Público y la Policía Nacional cuentan con una serie de mecanismos e instrumentos
(coerción) que de cierta forma lo colocan al imputado en un estado de desnivel. Siendo así, el
Juez de la IP, debe erigirse como un árbitro, poniendo coto a cualquier viso de arbitrariedad
pública, ejecutando y disponiendo las medidas pertinentes que el caso amerite, conservando
para ello su papel imparcial en el proceso.
5. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN
5.1 La denuncia.
Toda persona tiene la facultad de denunciar un hecho delictuoso ante una autoridad siempre y
cuando el ejercicio de la acción penal para perseguirlos sea público. Formulan denuncia
aquellos que se encuentran obligados por mandato expreso de la Ley, los profesionales de la
salud por los delitos que conozcan en el desempeño de sus funciones y los educadores.
También, los funcionarios que, en el ejercicio de sus atribuciones, o por razón del cargo, tomen
conocimiento de algún hecho punible (art. 326° CPP).
Asimismo, no están obligados a formular denuncia contra su cónyuge y parientes
comprendidos dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. Tampoco
hay obligación cuando el conocimiento de un hecho se encuentra amparado por el secreto
profesional (art. 327° CPP).
2. Aun después de comunicada la noticia del delito, la policía continuara las investigaciones
que haya iniciado y después de la intervención del fiscal practicara las demás investigaciones
que les sean delegadas con arreglo al artículo 68.
3. las citaciones que en el curso de las investigaciones realice la policía a las personas pueden
efectuarse hasta por tres veces.
Ahora bien, el artículo 336.3, prevé que el fiscal, sin perjuicio de su notificación al imputado,
dirija la comunicación prevista en el artículo 3 de este código, adjuntando copia de la
disposición de formalización, al juez de investigación preparatoria. Si bien es el fiscal quien
dirige la investigación, como órgano sobre el cual recae la carga de la prueba, no es menos
cierto, que al funcionario que le compete garantizar la vigencia irrestricta de los derechos
fundamentales es el juez, quien como sujeto imparcial debe velar para que la investigación se
realice conforme a la ley, decidiendo los correctivos que estime pertinentes. Así también, debe
adoptar las medidas –de coerción procesal y restrictivas de los derechos fundamentales-, que
le soliciten las partes, siempre que concurran a los presupuestos del orden formal y material
que exige la ley procesal, conforme lo dispuesto en el artículo 253 del CPP del 2004. Lo dicho
debe ser entendido de común idea con lo previsto en el artículo 338.4 (in fine).
El inicio 4) del artículo 336 dispone que: “El fiscal, si considera que las diligencias actuadas
preliminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la intervención del
imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación.
La investigación preparatoria tiene por finalidad que las agencias de persecución puedan
recoger, recopilar y/o adquirir fuente de prueba suficientemente para que pueda sostener
hipótesis de incriminación llegada a la etapa intermedia, mediando las diligencias que sean
necesarias. En algunos casos, no será necesario agotar una fatigosa investigación, cuando de
forma inmediata el fiscal cuente con elementos de convicción suficientes que puedan sostener
de forma idónea su teoría del caso, en cuanto al fiel reflejo de las proposiciones fácticas con la
teoría Jurídica que contiene su incriminación. Los casos de flagrancia delictiva en los cuales el
imputado ha sido atrapado infraganti, con el medio empleado para su perpetración, aparejado
con el testimonio de la presunta víctima, sin que el imputado haya creído conveniente
negociar los términos de una terminación anticipada del proceso.
La confesión del imputado, prestada de acuerdo a lo establecido en el artículo 160,
debidamente corroborada por otro u otros elementos de convicción, pueden también
posibilitar la alternativa de que el fiscal pues formular directamente la acusación. Una tercera
posibilidad es que se haya podido recoger suficientes elementos de convicción en las
diligencias preliminares, con aptitud para construir de forma coherente la tesis de
incriminación y de punibilidad de los hechos investigados.
5.7. Diligencias de la investigación preparatoria.
Solo se realizan las diligencias que son pertinentes y útiles, dentro de los límites permitidos por
la ley. Estas diligencias pasan a formar parte de la investigación preparatoria, no se pueden
repetir una vez formalizada la investigación, procede su ampliación cuando la diligencia resulta
indispensable, siempre que se advierta un grave defecto en la actuación o que ineludiblemente
deba completarse como consecuencia de la incorporación de nuevos elementos de convicción
(art. 337° CPP).
Las mafias dedicadas al narcotráfico, al tráfico de blancas, al tráfico de armas y otras ilicitudes
afines, cuentan con estructuras organizativas muy complicadas de penetrar, necesario para la
comprobación de los hechos delictivos y la identificación de sus miembros. Para tales efectos,
el sistema de investigación debe acoger figuras novedosas, técnicas y métodos, que permitan a
los órganos de persecución recoger información valiosa, útil para con los objetivos trazados en
la estrategia de averiguación de hechos. Resulta un despropósito pretender investigar con
eficacia, a las grandes corporaciones criminales, con los métodos tradicionales, con que ha
contado el Ministerio Público y la Policía Nacional, en el siglo pasado; se requiere de toda una
redefinición de los instrumentos a utilizar, que han traído réditos auspiciosos en otras
constelaciones territoriales.
EL AGENTE ENCUBIERTO
Se sostuvo que la investigación del crimen es una labor compleja y harta complicada, pues la
criminalidad contemporánea revela aristas muy particulares, sobre todo, en el caso de
organizaciones delictivas, que vienen informadas por una serie de elementos, cuya
configuración importa una estructura organizativa difícil de develar, cuando se quiere
comprobar, averiguar los hechos delictivos que se cometen en su seno, así como la
identificación de sus miembros.
Según lo anotado, todas estas actuaciones, que pueden tomar lugar a través de la constitución
de una persona jurídica, donde se insertan nombres falsos Y se colocan capitales inexistentes,
como socios irreales, así como operaciones simuladas, encuentran cobertura legal; donde si
bien, podrían ser encajadas dichas actividades en las descripciones típicas de algunas figuras
delictivas, no son punibles, al estar amparadas en una Causa de Justificación el ejercicio
legítimo de un derecho, oficio o cargo.
1. Tutela efectiva.
Este principio que informa la función jurisdiccional y que ha sido reconocido como tal por
nuestra carta magna, consiste en el derecho subjetivo que tiene todo ciudadano de acudir a la
administración de justicia a efectos de demandar que se le reconozca, extinga o modifique un
derecho reconocido normativamente por el ordenamiento jurídico en sujeción a las normas
que garantizan un debido proceso.
En este sentido ha sido reconocido por el tribunal constitucional de la siguiente manera: el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva esta reconocido en nuestro ordenamiento
constitucional. En el artículo 139, inciso 3 donde si bien aparece como principio y derecho de3
la función jurisdiccional, es claro tanto para la doctrina unánime como para la propia
jurisprudencia de este tribunal que se trata de un derecho constitucional que en su vertiente
subjetivo supone, en términos generales, un derecho de toda persona de acceder de manera
directa o a través de representante, ante los órganos judiciales: de ejercer sin interferencia los
recursos y medios de defensa que franquea la ley, de obtener una decisión razonable fundada
en derecho y finalmente de exigir la plana ejecución de la resolución de fondo obtenida.
2. Principio acusatorio
Este principio se traduce en una idea muy importante y simple: no hay proceso sin acusación y
esto si bien se piensa comprende que quien acusa no puede juzgar.
El principio acusatorio constituye un criterio configurador del proceso penal, según el cual, sin
una previa acusación, la imputación a una o más personas concretas de determinados
hechos, no hay posibilidad de llevar a cabo juzgamiento alguno.
Se trata de una de las garantías esenciales del proceso penal, que integra el contenido esencial
del debido proceso, referida al objeto del proceso, y determina bajo que distribución de roles
y bajo qué condiciones se realizara el enjuiciamiento del objeto procesal penal.
Consiste en la potestad del titular del ejercicio de la acción penal de formular acusación ante
el órgano jurisdiccional penal, con fundamentos razonados y basados en las fuentes de
pruebas válidas, contra el sujeto agente del delito debidamente identificado. La dimensión
practica de acusatorio se concreta mediante el acto procesal penal que se denomina
acusación, sin acusación ‘previa y valida no hay juicio oral. El órgano jurisdiccional no puede
iniciar de oficio el juzgamiento.
En virtud el principio acusatorio se reconoce nítidamente la separación de funciones para el
desarrollo del proceso penal: al ministerio público le corresponde la función requirente, la
función persecutoria del delito, por ello es el titular del ejercicio de la acción penal pública y de
la carga de la prueba.
El ministerio publico quien asume la condición de la investigación desde su inicio y está
obligado a actuar con objetividad, indagando los hechos constitutivos del delito, los que
determinen y acrediten la responsabilidad o inocencia del imputado, con esa finalidad conduce
y controla jurídicamente los actos de investigación que realiza la policía nacional.
Así pues se sostiene que lo caracteriza al principio acusatorio de la calidad del ministerio
público como titular de la acción penal pública. Siendo este órgano constitucional autónomo
el único que puede activar las funciones del poder judicial en los casos de delitos posibles de
acción pública.
3. Principio de contradicción
Este principio consiste en el reciproco control de la actividad procesal y la oposición de
argumentos y razones entre los contendientes sobre las diversas cuestiones introducidas que
constituyen su objeto, se concreta poniendo en conocimiento de los demás sujetos procesales
el pedido o medio de prueba presentado por alguno de ellos; así el acusado podrá
contraponer argumentos técnicos jurídicos a los que exponga el acusador. El contradictorio
sustenta la razón y conveniencia del interrogatorio cruzado en la audiencia y el deber de
conceder a cada sujeto procesal la potestad de iniciar el folio a oralizar.
Este principio rige el desarrollo de todo proceso penal, pero al momento culminante del
contradictorio acontece en la audiencia en la contraposición de los argumentos formulados en
la requisitoria oral del fiscal(acusación) y los argumentos de la defensa del acusado y ello
permite conocer la calidad profesional dela cusador y de los defensores.
9. principio de inmediación
Este principio se encuentra vinculado al principio de oralidad por ser una condición necesaria
para la realización de este.
La mediación es el acercamiento que tiene el juzgador con todos los elementos que sean útiles
para emitir sentencia.
Rige en dos planos: en la relación entre quienes participan en el proceso y el tribunal, lo que
exige la presencia física de estas personas. La vinculación entre los acusados y la sala penal que
juzga es una inmediatez que se hace efectiva a través de la oralidad. El principio de
inmediación junto al principio contradictorio impide que una persona pueda ser juzgada en
ausencia.
La inmediación da lugar a una relación interpersonal directa, frente a frente, cara a cara de
todos entre sí, acusadores y juzgadores, acusados y acusadores y defensores, entre estos el
juzgador y el acusador, el agraviado y el tercero civil.
La prueba indiciaria
Esta prueba se construye a base una inferencia lógica, donde determinados hechos indirectos
que se dan por probados se enlazan a una conclusión univoca y necesaria que acredita algún
aspecto del objeto material del proceso penal en ciernes. Aunque es considerada una prueba
indirecta de los hechos centrales a probarse en un proceso penal, no por eso carece de fuerza
probatoria capaz de sustentar una sentencia condenatoria y es en ese sentido, una
herramienta importante para el juzgador cuando los hechos juzgados no pueden ser probados
por elementos de pruebas directos o por pruebas sustentadas en los conocimientos técnicos o
científicos.
El indicio es el dato real o cierto que puede conducir al conocimiento de otro dato aun no
descubierto que se denomina dato indicado. El indicio es solo EL punto de partida para el
esclarecimiento de la prueba, el indicio es la parte y la prueba indiciaria es el todo,
actualmente la prueba indiciaria no posee tal valor en virtud de la adopción de la sana critica o
criterio de conciencia como sistema de valoración de la prueba.
San Martin castro señala que indicio es todo hecho cierto y probado con virtualidad para
acreditar otero hecho con el que está relacionado. El indicio debe estar plenamente
acreditado. Es el hecho base de la presunción, es un dato factico o elemento que debe quedar
acreditado a través de los medios de prueba previstos por la ley.
Clases de indicio
Los indicios de carácter general, válidos para cualquier delito, de los indicios
particulares circunscritos a específicos delitos. Los indicios también pueden observarse
según su fuerza condicional, como tal, distinguirlos entre indicios necesarios y
contingentes.
Según se requiera de uno o varios para formar la convicción del juzgador. Empero, la
clasificación más utilizada es aquella que toma en cuenta, el m omento de la
producción de los indicios , en cuya virtud,.
Los indicios pueden ser antecedentes, concomitantes y subsiguientes, esto es, según
se trate de circunstancias anteriores, coetáneas o posteriores al delito.
La corte suprema ha utilizado esta última clasificación de modo recurrente, por lo que es
del caso ampliar su análisis.
Indicios antecedentes
Estos indicios son anteriores al delito. Están referidos a la capacidad para delinquir y a la
oportunidad para la comisión de un delito, tales como tenencia de instrumentos,
amenazas previas, ofensas, enemistades, interés en la desaparición de una persona. Los
tres son los últimos denominados indicios de móvil delictivos, que son indicios psicológicos
de suma importancia, en el entendido de toda acción humana, y especialmente loa
delictiva, que implica sanciones y molestias. Tiene una razón, un motivo que la impulsa.
Solo asociados a otros indicios, estos pueden constituir prueba suficiente.
Indicios concomitantes
Son los indicios que resultan de la ejecución del delito, se presentan simultáneamente con
el delito. A este rubro pertenecen los indicios de presencia y los indicios de participación
en el delito. También llamados de oportunidad física están dirigidos a establecer la
presencia física del imputado en el lugar de los hechos. Los segundos tienden a señalar una
participación más concreta del imputado en los hechos.
Indicios subsiguientes
Son aquellos que representan con posterioridad a la comisión del delito. Se trata de
indicios de actividad sospechosa. Pueden ser acciones o palabras, manifestaciones hechas
posteriormente a amigos, el cambio de residencia sin ningún motivo, el alejarse del lugar
donde se cometió el delito, el fugarse después de estar detenido, el ocultar elementos
materiales del delito, la preparación de falsas pruebas sobre su inocencia, la consecución
de testigos falsos.
El Proceso Penal importa una actuación pública, cuya finalidad inmediata es la de esclarecer
los hechos delictuosos, que han llegado a conocimiento del órgano persecutor público, a fin de
tutelar los legítimos intereses de la sociedad y, de ser el caso, la plasmación del ius puniendi
estatal en la persona del acusado, si es que el acervo probatorio de cargo, actuado en la etapa
del Juzgamiento ha podido enervar el principio de presunción de inocencia que reviste a todo
inculpado. Más es sabido, que la persecución penal viene caracterizada por una serie de actos
de coerción, de injerencia en los derechos fundamentales del imputado, siempre que sean
necesarios para cautelar los fines esenciales del proceso, así como los objetivos de la
investigación penal.
Dicho lo anterior, dicha actuación investigativa debe estar sujeta a límites temporales, pues no
resulta admisible en un régimen democrático, que una situación de incertidumbre jurídica,
pueda prolongarse por un tiempo más allá de lo estrictamente razonable, ponderable de
conformidad con los intereses jurídicos en juego. Máxime si el imputado se encuentra privado
de su libertad y sus bienes se encuentran afectos a una serie de gravámenes, impidiendo su
libre disponibilidad. Si hemos convenido que este nuevo Código, ha de orientarse a un máximo
de eficacia, dicha finalidad debe ser balanceada con un régimen de garantías para los
justiciables, lo que significa, que la persecución penal deba contar con un plazo límite para su
culminación, exigiéndose a los órganos de investigación, que fijen su posición jurídica para con
la situación del imputado.
El nuevo CPP, quiere priorizar la celeridad procesal, como un aspecto esencial para cautelar en
verdad el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, celeridad que debe ir aparejada con un
plano garantístico, de que los derechos del imputado se encuentren debidamente
salvaguardados, entre éstos, de que la persecución penal se concretice en un plazo razonable.