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Serie
Los hombres de Might
Chase 1
Stormy Glenn
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Sinopsis
Chase Might era un hombre en problemas. En una misión de la agencia de
protección, de la que era dueño junto con sus hermanos, de alguna manera se
encontró siendo disparado y arrinconado en un almacén por el tercer hombre más
poderoso del cartel de la droga de Domínguez. Para hacerlo peor, el hombre
declaraba necesitar su ayuda para proteger a su hijo que también está siendo
perseguido por el brutal señor de la droga. Chase puede ignorar a sus instintos que
le gritaban que protegiera al hermoso hombre y escapar con su vida o puede
quedarse y librar una batalla que no tiene oportunidad de ganar.
Patrick O’Leary sólo quería poner a salvo a su hijo. El hombre con el que se
había casado, pasó de ser el hombre de sus sueños al monstruo de sus pesadillas. A
Patrick ya no le preocupaba si escapaba. Dudaba que viviera lo suficiente para dar
un latido más, pero haría cualquier cosa en su poder para asegurarse que el horror
que había sufrido durante tanto tiempo no recayera en su hijo, incluso si eso
significaba hacer un acuerdo con un completo extraño.
2
Capítulo 1
—¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! —Chase Might levantó una mano y miró hacia abajo a
la carne irregular y rasgada por la bala que había penetrado en su brazo. Miró
fijamente la enorme herida abierta durante un momento antes de poner la palma de
su mano sobre la herida sangrante—. ¡Joder!
—Viviré.
—¿Estás seguro?
—Maldición.
Su hermano amaba el coche de Chase, pero así también lo hacía Chase. Había
pasado tres años restaurando cuidadosa y meticulosamente el raro Pontiac GTO de
1967. Planeaba ser enterrado con el maldito coche. Simplemente no había
esperado que ese momento se presentase ante él ya rápidamente. 3
—¿Necesitas cambiar? —preguntó Clint.
—Desearía poder hacerlo. —Eso haría que sanase al instante, pero ahora no era
el momento—. Es demasiado peligroso.
Había una razón por la que mayoría del mundo conocido, no tuviera ni idea de
que los cambiaformas existían más allá de la películas y libros. Era demasiado
peligroso para los involucrados.
—Cuando mamá te ponga las manos encima, vas a desear que esa bala te
hubiese dado de pleno. —le recordó Clint.
—Puedo tener esperanza. —Quizás tendría que dejar de ver a su madre mientras
se recuperaba.
Morgan lo había levantado y hacía dos días que había desaparecido, y había
dejado pruebas falsas detrás, señalando que los hermanos Might podían tener algo
que ver con el dinero desaparecido. Ellos no tenían nada que ver, y ahora Chase
había recibido un disparo, y los hombres de Dominic Eli lo estaban buscando para
terminar el trabajo. Querían hacer un ejemplo de él y sus hermanos para otros que
considerasen robarle al cartel.
—No creo que pueda salir de esta. —dijo Chase mientras tragaba ruidosamente.
Ojeó el entorno de cajas apiladas desordenadamente y entonces, rápidamente se
echó hacia atrás cuando vio a uno de los hombres ir en su dirección. El tío estaba
armado hasta los dientes.
—Eso es —lo animó Ryan—. Sigue moviéndote. ¿Todavía no tienes una ruta de
escape?
Comprobó a través de la única ventana que daba al primer y segundo piso del
almacén. El cristal estaba polvoriento y manchado, pero incluso sin su vista
acentuada podía percibir los cuerpos en movimiento al otro lado.
—No. —No había nada que se interpusiera entre él y la línea de fuego. Chase
estaba intentando todavía descubrir cómo había terminado en primer lugar en la
línea de fuego. Esta misión se suponía que era sencilla.
Excepto que Dominic Eli y sus gorilas los habían estado esperando.
Así que, o bien Dominic Eli era muy bueno, y no lo era, o el señor de las drogas 6
simplemente había tenido suerte. Chase apostaba que había sido suerte, porque no
podía pensar en ninguna otra manera. Eli tendría que saber que iban a ir.
Estaba respirando con esfuerzo mientras se aferraba con más fuerza a su brazo.
Claro, podía todavía patear el culo de cualquiera sin usar su brazo, pero haría las
cosas mucho más difíciles.
—No hace falta que te alteres —dijo Clint—. Solo haz un breve reporte.
Necesitaba salir de allí, pero Clint tenía razón. Chase tenía que mantenerlos al
corriente de lo que estaba pasando. Necesitaban saber dónde buscar su cuerpo si no
conseguía salir de allí.
¿Qué demonios?
Chase inclinó la cabeza hacia un lado para ver lo que el hombre sostenía. No. De
ningún modo. Esto no podía ser real. ¿El hombre estaba sosteniendo a un bebé?
¿Un condenado bebé? Quizás Chase se había golpeado la cabeza o de hecho había
muerto y estaba alucinando. No había manera de que el tío se hubiera deslizado en
la oficina de un almacén desierto con un bebé en sus brazos.
—¿Quién eres?
Sus ojos verdes estaban abiertos de par en par mientras miraba fijamente a
Chase. La bolsa en la mano del extraño cayó al suelo mientras comenzaba a
retroceder y Chase vio en su rostro una expresión de puro terror.
El extraño dejó ir los ojos hasta la herida del brazo de Chase. Su agarre sobre el
bebé se reafirmó.
Dios. La mirada en los ojos del hombre hizo que el pecho de Chase se
constriñera.
—Te juro que no voy a hacerte daño, ni a ti ni al bebé. —Esto era irreal. Chase
estaba sangrando por un disparo, los malos lo estaban buscando para matarlo, y
había un hombre; y qué hombre, olía de forma agradable, y un bebé en medio de
todo esto.
El nombre vociferado desde fuera de la oficina hizo que los ojos del hombre se
abrieran incluso más mientras inspiraba y esperaba rápidamente.
—¿Quién?
—Dominic.
Joder. Si Chase había tenido tan siquiera media oportunidad de salir de allí vivo,
el extraño acababa de hacer que volase.
Enfadar a Dominic era la última cosa que quería hacer, pero escapar de la locura
del hombre se había convertido en todo por lo que rezaba. No por él, sino por el
niño arropado contra el pecho. Si Patrick hubiera sabido la clase de monstruo que
era Dominic, nunca le habría hecho asegurar que Tommy era suyo.
Patrick sabía que Dominic estaba sometido a un montón de estrés debido a sus
negocios turbios, pero eso no le daba al hombre derecho a amenazar la vida de un 9
niño inocente. Si no encontraba una manera de escapar, Dominic usaría a Tommy
para conseguir que Patrick hiciese cualquier cosa que quisiera. Patrick estaría
dispuesto a renunciar a su vida por su hijo, y Dominic lo sabía.
—¿Estás herido?
—Un disparo.
—Te dieron de pleno. —murmuró Patrick, sin querer que alguien los escuchara
si estaban dirigiéndose a la oficina. Sabiendo que necesitaba algo para que la
herida dejase de supurar sangre, tan lento como era el reflujo, Patrick miró por
suelo y agarró la bolsa del bebé. Revolvió en su interior, sacando las toallitas y un 10
pañal. Si la cosa podía aguantar una tonelada de mierda de bebé, podía ayudar a
detener un poco el sangrado.
—Eso debería detener el sangrado de caer por todos lados, hasta que consigas
ver a un médico.
—Gracias.
—Lo está.
Por supuesto.
—¿Eres bueno en lo que haces? —la evidencia sugería que el hombre apestaba,
pero quizás la prueba no era concluyente. Bajo estas circunstancias, Patrick estaba
dispuesto a tomar eso como una oportunidad.
Las cejas del hombre se alzaron como si estuviera sorprendido por la pregunta.
—Bastante bueno.
El hombre bufó.
—Proteger.
Patrick extendió las manos hacia abajo y recogió a Tommy. Abrazó al bebé muy
cerca de su pecho, agradeciendo que Tommy durmiera la mayor parte de tiempo.
Su corazón le dolía por lo que estaba a punto de hacer, pero no creía que tuviera
otra elección.
Patrick podía sentir cómo se acumulaban las lágrimas en sus ojos mientras los
alzaba para encontrarse con la mirada cautelosa del extraño. 12
—Me gustaría contratarte.
Patrick contuvo la respiración cuando una figura pasó corriendo por la ventana
de la oficina.
Una vez que los golpes de los pasos se desvanecieron, Patrick volvió de nuevo
su atención al extraño.
—Puedo conseguir que los guardias se dirijan en otra dirección para que puedas
escapar.
Las oscuras cejas descendieron sobre los ojos del hombre mientras fruncía el
ceño.
—¿Qué?
Patrick cerró los ojos durante un momento, abrazando a su hijo. Le llevó más
control del que pensaba que tenía abrir los ojos y mirar al hombre directamente a
los ojos y entonces le pasó a su bebé.
—¿Qué? —el grito del extraño fue tan alto, que Patrick puso una mano sobre la
boca del hombre.
—Mira —dijo Patrick— Dominic tiene con él a ocho hombres. Mientras que la
mayoría de ellos probablemente están buscándote a ti, Dominic y al menos dos de
sus guardias me están buscando a mí. Si los distraigo, puedes escaparte.
Era un plan peligroso, pero era un plan. Era todo lo que Patrick tenía en ese
momento.
Los ojos de Patrick cayeron sobre el bebé todavía dormido. Sonrió con tristeza y
extendió una mano y colocó un salvaje rizo caoba de la cara del bebé.
—Mi conformidad. —Patrick soltó una pequeña risa amarga—. Quiere que sea
la pequeña mascota perfecta y que obedezca cada palabra suya. Lo prefiere cuando
me arrodillo a su lado para que así todos sus amigos puedan ver el control que
ejerce sobre mí.
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Capítulo 2
Chase supo que el extraño hombre pequeño había perdido la cabeza cuando
susurró esas cuatro pequeñas palabras. Dominic Eli era un engendro de Satán, un
hombre que no era consciente o desconocía lo correcto de lo equívoco.
Eso podría explicar la larga fila de cuerpos abandonados tras la estela del
hombre.
Aunque la mayoría sabía que el hombre había cometido los asesinatos, nunca
había suficientes evidencias para relacionar al señor de las drogas con los
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crímenes. Infiernos, la mitad del tiempo, no había tan siquiera ningún cuerpo.
Cuando Patrick iba a ponerse de pie, Chase extendió una mano y le agarró la
muñeca.
—¿O’Leary? 17
Patrick se encogió de hombros.
—Dominic creyó que haría que el proceso de adopción fuese más rápido.
Sabiendo que el tiempo era esencial, Patrick se giró hacia la puerta y agarró el
picaporte. Abrió la puerta una rendija y echó un vistazo.
—Voy a crear una distracción. Permanece oculto hasta que escuches a los
hombres de Dominic marcharse y luego sal pitando de aquí. Solo vas a tener una
oportunidad, Chase. No me defraudes. Te estoy confiando a mi hijo.
—Lo protegeré.
Patrick hizo un solo movimiento afirmativo con la cabeza, pero sus ojos se
desviaron hacia el bebé una vez más, Chase podía ver el dolor en ellos. Sabía que
al hombre se le estaba rompiendo el corazón por tener que separarse de su hijo.
También sabía que esta podía ser la única oportunidad que él tenía de alejar al bebé
de Dominic.
Chase quería decir algo para aliviar la miseria que centelleantes en los ojos
verdes de Patrick, pero realmente no había nada que decir. Si Patrick se quedaba,
serían descubiertos. Si Patrick se iba, todavía podían ser descubiertos.
—¡Maldita sea! —Chase sabía que era muy mala idea—. Estar preparados,
chicos. Voy a salir de aquí echando chispas, y llevo equipaje conmigo.
Chase bajó la vista al bebé durmiendo en sus brazos. Sus hermanos nunca le iban
a creer.
Anudo las terminaciones y luego simplemente deslizó sus brazos a través de las
correas y las enganchó sobre sus hombros. Parecía como si tuviese una mochila
sobre el pecho, pero si lo ayudaba a transportar el bebé, le parecía bien verse como
un idiota.
Chase empezó a sacar las correas de la mochila del bebé de sus hombros cuando
escuchó el chasquido de una radio. No pudo comprender las palabras, pero lo que
fuera que se dijera hizo que quien fuese que estuviera en la puerta saliese corriendo
como si el lugar estuviese siendo invadido por zombis y alguien estuviese a punto
de lanzar una bomba incendiaria en la totalidad del área.
Tenía que ser la distracción que Patrick prometió. Chase se aseguró de tener al
bebé seguro sobre su pecho y la pañalera sobre su hombro antes de dirigirse al la
puerta de nuevo. Quién quiera que hubiera estado por entrar no había cerrado la
puerta tras su salida, lo cual jugaba al favor de Chase. Nadie podría escucharlo
salir.
Se aseguró de cerrar la puerta tal como estaba cuando el tío con la pistola se
había ido. Si el pistolero volvía, pensaría que era extraño si la puerta estaba abierta
de par en par o cerrada del todo. Podía levantar la alarma y Chase necesitaba cada
segundo que pudiera conseguir para lograr escapar.
Cuando llegó al extremo más lejano del almacén, se puso de cuclillas detrás de
alguna maquinaria herrumbrosa. Necesitaba asegurarse de que había alguien
esperando por él cuando dejase el almacén. El lugar no estaba exactamente en el
culo del mundo, pero se aproximaba bastante. No había mucho más alrededor
excepto una par de edificios y unas vías ferroviarias.
—Estoy en el fondo sur del almacén.—Lo cual esperaba que fuese lo bastante
lejos de la acción para que él no fuese visto—. Necesito una evacuación de
emergencia.
Bajó la vista al bebé acurrucado en su pecho. El chiquillo parecía tener solo unas
pocas semanas. Podía estar equivocado. No sabía mucho sobre niños. Pero no creía
que fuesen mucho más pequeños que el bebé en sus brazos.
¿En qué demonios estaba pensando Patrick al tener al niño en tal volátil
situación? tenía que saber que Dominic Eli era un hombre peligroso. A Chase no le
habían pasado por alto las desvaídas contusiones en la piel pálida del hombre o las
sombras alrededor de sus ojos verdes. Patrick había visto el lado malo de Eli, lo
cual hacía que Chase se preguntase por qué sólo estaba intentando escapar ahora.
Quizás no lo estaba. Quizás, esto todo era alguna elaborada maquinación para
hacer caer a Chase y a sus hermanos. Quizás… Chase meneó la cabeza.
Chase podía no saber mucho sobre bebés, pero sabía cómo leer en la gente.
Patrick no estaba más involucrado en un complot para destruir la Agencia de
Protección Might de lo que dejaría a Dominic Eli continuar amenazando a su hijo.
Iba tener que ser capaz para Chase y sus hermanos ayudar al hombre a escapar de
su infierno y reunirlo de nuevo con su hijo.
Eso de hecho era un tanto preocupante para él. Incluso con solo ocho hombres,
debería de haber alguien por ahí. Chase no sabía lo que Patrick había hecho para
distraerlos a todos, pero tenía que haber sido monumental.
Justo cuando Chase alcanzaba la SUV, un grito resonó a través del aire nocturno.
Chase se detuvo y miró hacia atrás, al almacén.
Todo dentro de él le decía que regresase a por Patrick, porque eso solo podía ser
Patrick gritando así.
Chase fue empujado hacia atrás en el asiento por la inercia cuando Clint pisó el
acelerador y el SUV salió disparado a una velocidad de vértigo. Una vez que
estuvieron en una calle normal, Chase miró detrás de ellos, asegurándose de que
nadie lo estuviera siguiendo. No estaba seguro de que la distracción de Patrick
fuera suficiente para llevarse a todos los guardias. Alguno de ellos podía estar
todavía buscando a Chase.
Una vez que estuvo seguro de que no los estaban siguiendo, Chase sacó las
correas de sus brazos y acostó al bebé en el asiento a su lado. No tenía un asiento
de bebé para coche así que simplemente fijó la bolsa del bebé entre el niño
dormido y el suelo, luego tiró del cinturón colocándolo en torno a ellos,
bloqueándolo en su sitio.
—Conduce con cuidado, Clint. No podemos darnos el lujo de ser detenidos por
la policía debido a la velocidad o por conducción temeraria. —No estaba seguro de
cuál era la multa por llevar a un niño en el vehículo sin el asiento correspondiente,
pero tenía que ser malditamente alta, especialmente considerando cuán joven era el
bebé.
El bebé empezó a llorar antes de incluso abrir los ojos. Chase gimió, recordando
una de las razones por las que no se las ingenian con niños. Extendió una mano y
abrió la cremallera de la bolsa del bebé, buscando algo que pudiera tranquilizarlo.
Por supuesto, de la manera en que el maldito estaba llorando, sabía que podía
estar equivocado. Estaba inclinado sobre una máquina de tortura enviada por sus
enemigos… o un ex-amante.
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Clint frunció el ceño mientras volvía a concentrarse en conducir.
—¿Y cómo demonios esperas que haga eso? —Espetó Chase—. ¿Qué sé yo
sobre bebés?
Chase gimió. La última cosa que quería hacer era llamar a su madre. Puede que
ella posiblemente le dijera como hacer que el bebé dejara de llorar, pero querría
verlo, lo cual significaba que querría ver a Chase, lo cual conllevaría que vería el
agujero de bala en su brazo.
—Llévanos de regreso a la base. —Chase empezó a buscar por la bolsa del bebé,
esperando encontrar algo que sirviera… ¡sí! Un chupete. Chase se estiró y metió
con un meneo el chupete en la boca del bebé. Después de un par de sollozos, el
bendito silencio llenó el vehículo.
—Maldita sea —dijo Clint mientras miraba hacia atrás—. ¿Lo mataste?
—El chupete.
Chase apoyó una mano en una de las piernas del bebé y permitió que su cabeza
reposara contra el asiento. Estaba cansado, dolorido, hambriento, y quería una
cama, algo de comida y un trago realmente enorme. Estaba bastante seguro que iba
a conseguir un interrogatorio, sopa y agua.
—Su padre Patrick me… nos contrató. —Chase parpadeó mientras la fatiga
hacía arder sus globos oculares—. Contrató a nuestra agencia para mantener a
Tommy a salvo.
—¿De quién? —Chase podía ver el ceño fruncido de Clint por el retrovisor. El
hombre iba a hacer mucho más que fruncir el ceño dentro de un momento.
—De su marido… —Chase se detuvo para darle un efecto dramático porque esto
iba a ser extraordinario—. Dominic Eli.
—Síp. —Chase casi gruñó su respuesta. Por alguna razón, esa idea no le sentaba
bien. No le importaba que Patrick fuese el padre de Tommy, pero Dominic no tenía
nada que hacer en torno a cualquier niño, y menos con uno dulce e inocente como
Tommy.
Chase le hizo una peineta a su hermano. Sabía que había visto su gesto por el 25
retrovisor cuando soltó una risita.
—Patrick creó una distracción para que así pudiese escapar con su hijo. —Chase
todavía estaba un poco anonadado por las acciones del chico—. Lo escuché gritar
cuando estaba escapando.
—Cabrón.
26
Capítulo 3
—Te lo preguntaré una vez más, Patrick. ¿Dónde está Tommy?
Patrick O'Leary miró fijamente al hombre del que se había enamorado dos años
atrás, el hombre al que se había comprometido por siempre, el hombre con el que
compartía un hijo… el hombre que se había convertido en un monstruo y había
hecho de su vida un infierno.
Tan seca como tenía la garganta, no era fácil reunir saliva en su boca, pero el
esfuerzo fue más que satisfactorio al ver el asombro en el rostro de Dominic
cuando le escupió. Dominic se limpió el escupitajo de su cara antes de levantar su
mano en el aire y le dio un guantazo a Patrick tan fuerte que sus oídos pitaron.
La furia fue instantánea, tanto como el dolor que Dominic le inflingió para
intentar quebrar a Patrick en sumisión. A través de cada puñetazo, cada patada,
Patrick sonrió. Incluso cuando el mundo comenzó a desvanecerse, supo que tenía
una buena razón para sonreír. Tommy estaba a salvo y su sufrimiento estaba a
punto de terminar.
—Quiero el divorcio.
Una toallita fría sobre la cara hizo que Patrick se revolviera para despertar. Abrió
sus ojos amoratados tanto como pudo y observó el rostro de la persona que estaba
limpiando sus heridas.
—Dos días.
Patrick suspiró de cansancio. Esta era una escena que había interpretado más de 28
una vez en los últimos dos años. Después de sufrir una de las diatribas de Dominic,
se despertaba con María limpiándolo y atendiendo sus heridas.
Si esta vez era como las anteriores veces que había estado en esta situación,
habría un guardia armado posicionado en el exterior de la pequeña habitación en la
que estaba. Tendría un par de días de reposo curando antes de que Dominic o bien
viniese a pegarle de nuevo o le trajera flores y suplicara por su perdón, jurando que
nunca volvería a pasar.
—¡Oh, mijo1!¿Por qué tenías que enfadarlo así? —preguntó la anciana mientras
limpiaba cuidadosamente la sangre del rostro de Patrick.
María se detuvo por un breve momento antes de mirar sobre su hombro. Cuando
lo volvió a mirar, sus ojos castaños eran precavidos.
—Sí. —había tan solo una determinada cantidad de castigo que el cuerpo
humano podía manejar.
—Patrick, esto es serio. Estoy preocupada por lo que hará si no le dices dónde
está Tommy.
—María, sé que estás preocupada, pero no hay nada que me puedas decir que me
induzca a decirle a Dominic dónde está mi hijo. Además, no lo sé. Se lo di a una
señora cuando caminaba por la calle y le dije que lo había encontrado en una caja
de cartón en un callejón. En estos momentos, probablemente, le haya sido
entregado a la policía.
Patrick sabía dos cosas. Una, María iba a informar de todo lo que Patrick había
dicho a Dominic. No es como que ella quisiera traicionar a Patrick, sino que
Dominic le daba mucho miedo para pensar alguna vez en desafiarlo.
Y dos, cuando los hombres de Dominic lo habían capturado, había estado a dos
bloques de distancia. Eso podría respaldar la historia de que le había dado a
Tommy a algún extraño que pasaba por la calle. Simplemente tenía que esperar y
ver si María se tragaba su historia antes de repetírsela a Dominic.
—Gracias, María.
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María le palmeó un brazo, probablemente en uno de los pocos lugares en su
cuerpo que no fue molido a palos.
Patrick esperó hasta que la puerta se cerró tras María antes de deslizar sus
piernas por un lado de la cama de una sola plaza. Apretó los dientes para bloquear
sus gritos detrás de sus labios mientras se obligaba a sentarse. El sudor corría por
su frente mientras intentaba respirar a través de la agonía.
Así que, de acuerdo, le dolían los ojos y su visión no era la mejor, lo cual le
decía que probablemente estaban hinchados. Patrick podía sentir sus labios
hinchados y sabía que estaban partidos en varios lugares. Le dolía al abrir la boca,
así que sus mejillas estarían también amoratadas e hinchadas.
Había drogas que podían hacerlo cantar más alto que una bandada de arrendajos
azules, y Dominic tenía acceso a ellas. Patrick necesitaba salir pitando de allí antes
de que eso ocurriese.
Dominic Eli era un hombre muy poderoso, pero no era siempre el más 32
inteligente. El estúpido lo había puesto en la misma habitación siempre después de
recibir una paliza. Patrick no estaba seguro si era porque Dominic no quería que le
recordaran lo que había hecho o si estaba avergonzado y no quería ver la prueba de
sus crímenes, pero esta vez Patrick estaba agradecido de que lo hubiera hecho.
Arrastró los pies hasta la puerta y presionó su oreja contra la madera fría y dura.
Podía escuchar ruidos distantes, pero eran débiles. Por la experiencia, Patrick sabía
que había un guardia custodiando la puerta. Siempre lo había. A Patrick no se le
había permitido ir solo a ninguna parte desde la primera vez que Dominic lo
golpeó.
Vete tú a saber.
Patrick parpadeó cuando consiguió ver bien su rostro. Tocó cuidadosamente con
las yemas de los dedos la curvatura de su hinchada mejilla.
Buscando en su interior, palpó la parte superior del cajón hasta que sus dedos
encontraron una lima de uñas que había ocultado la última vez que había sido
golpeado y se había recobrado allí. 33
Patrick se había pasado un montón de tiempo en esta habitación. Normalmente,
después de unos pocos días de sueño y curación, se volvía tedioso. Su aburrimiento
lo llevó a investigar. La investigación lo llevó a descubrir el conducto de aire
detrás de la estantería.
Apartó los dos pequeños estantes justo lo suficiente para llegar a los tornillos
que sostenían la rejilla en su lugar. Usando la lima de uñas, comenzó arduo trabajo
de desatornillar los tornillos. Era un lento proceso y Patrick esperaba que la puerta
se abriera en cualquier momento.
Después de escuchar en la puerta una vez más, Patrick apartó la estantería fuera
de su camino un poco más. y luego tiró de la rejilla en la pared. Puso la rejilla a un
lado y deshizo el vendaje elástico.
Patrick miró el pequeño cuadrado abierto. Había justo el espacio suficiente para
34
que cupiera sobre manos y rodillas. Patrick nunca creyó que estaría agradecido por
ser pequeño. Tiró de la estantería para ponerla delante de la apertura, poniéndola
tan cerca como le fue posible antes abrochar el vendaje elástico sobre ella.
Sosteniéndolo con una mano, agarró la cubierta de rejilla y tiro hacia sí.
Patrick levantó la rejilla. Justo antes de colocarla en su lugar, tiró del vendaje
elástico hasta que el material era una madeja en su mano, sin dejar nada fuera
donde alguien pudiera verlo.
Afortunadamente, nadie pensaría en mirar detrás hasta que Patrick se hubiera ido
hacía tiempo.
Patrick avanzó por el conducto del aire hasta llegar a la primera curva y luego
giró, perdiéndose de vista. Se tomó un momento para detenerse y envolver de
nuevo el vendaje elástico alrededor de su muñeca. No sólo ayudaría a su muñeca,
especialmente dado que estaba a gatas sobre manos y rodillas, sino porque no sabía
si la necesitaría de nuevo.
El plan de Patrick era gatear por el conducto del aire hasta alcanzar una zona que
estuviese bajo menos vigilancia o, afortunadamente, sin vigilancia. Sabía que en
algún punto, sonaría la alarma de que había escapado y Patrick planeaba esperar a
por ella.
Gateó por el conducto del aire hasta que se encontró con una bifurcación en cruz
donde dos secciones del conducto se conectaban. Intentando recordar qué estaba en
dónde, Patrick decidió ir hacia la izquierda. Si pudiera encontrar una abertura que
no estuviese vigilada, podría salir y correr.
36
Capítulo 4
—¿ Finalmente está durmiendo?
Había estado paseando de un lado a otro durante unos buenos diez o quince
minutos. Caminaría durante una hora si eso significaba que Tommy no soltaba otro
de esos chillidos agudos y ensordecedores.
El chiquillo tenía unos buenos pulmones.
—¿Crees que vas a poder encontrar a su padre? —preguntó Alice Might.
—Lo encontraré. —Habían pasado sólo dos días desde que había observado a
Patrick abandonar aquella oficina con olor a rancio, y cada segundo que pasaba
hacía que los nervios de Chase se tensaran solo un poco más. Encontrar al hombre
se había vuelto una obsesión, y no estaba seguro de todo tuviera que ver con volver
a reunir a Patrick con su hijo.
—La única razón de que tenga a un niño arropado contra mi pecho es porque le
prometí a su padre que lo cuidaría. —Y ,al parecer, no podía dejar al niño fuera de
su vista. Cada vez que alguien se llevaba a Tommy a otra habitación, las entrañas
de Chase se retorcían de temor.
No podía explicarlo.
—Claro. —Los ojos de Alice brillaban con diversión—. Te creo.
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Chase volvió a poner los ojos en blanco. Estaba consiguiendo tener mucha
práctica en ello, pero era mejor que decir lo que realmente sentía. No solo porque
se trataba de su madre, sino porque no quería despertar a Tommy. Habían sido solo
unos pocos días desde que Tommy había estado a su cargo. Le había llevado
menos de dos horas aprender lo mucho que prefería a Tommy cuando dormía o
sonreía. Todo lo demás era solo doloroso o un lío… o apestoso.
Nunca, ni una vez, en su vida había olido algo como lo que salió del pañal del
chiquitín. La maldita cosa debería de estar registrada como arma biológica. Si no
tuviera que olerlo, intentaría imaginar una manera de usarlo contra sus enemigos.
Podía pensar en un hombre en particular al que le gustaría enterrar en la hedionda
mierda.
—Estoy segura de que tienen sus razones para hacer lo que hacen, Chase.
—Sí, todos quieren la gloria y no quieren compartirla con nadie más. —Chase
había servido un tiempo en el ejército. Sabía exactamente lo bien que los alfabetos
3
FBI son las siglas de Buró Federal de Investigaciones, es la principal rama de investigación criminal de
departamento de justicia
NSA; Agencia Nacional de Seguridad, se encarga de todo lo relacionado con la seguridad de la información.
DEA; Administración para el Control de Drogas, administra el cumplimiento de las leyes sobre drogas.
ATF; Agencia de alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos, se dedica a la regulación de actividades donde
aparezcan los susodichos.
DHS; Departamento de Seguridad Nacional, es un ministerio encargado de proteger el territorio
estadounidense del terrorismo y responder a desastres naturales.
38
CIA; Agencia Central de Inteligencia, recopila información sobre otros países, corporaciones o individuos.
jugaban juntos, y eso era bastante mucho de nada. Era una de las razones por las
que había abandonado el servicio.
—No, no lo hace.
Chase suspiró ante la amonestación que podía ver el rostro de su madre.
—Iré a ver que ha encontrado Ryan.
—¿No quieres dejarme al bebé? —preguntó Alice.
4
Papoose es el nombre indio para niño, de ahí que a los atados para sujetar a los niños o mochilas, se refieran
a ellos como Papoose.
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Thomas5 se había quedado dormido hacía rato, así que Chase se sintió seguro
para cubrirlo con una manta ligera. Esperaba que la mantita amortiguase cualquier
ruido que pudieran hacer. Cuanto más tiempo estuviese dormido el niño, sería
mejor para todos ellos. No sólo porque podía hacer sangrar los oídos, sino que a
Chase le arrancasen el corazón del pecho cada maldita vez que lloraba.
Tan lindo como el chiquitín era, amortiguar los sonidos sería genial.
—Podría pasar.
Simplemente nunca lo había deseado. Ahora, dale un culo firme y una polla
gruesa, y era un hombre feliz.
—Sí. —Ryan soltó una risita—. No creía que fuera así.
Chase inspiró profundamente. Estuvo a simples segundos de estrangular a su
hermano pequeño. Le dolían las manos por envolverlas en torno al cuello del
irritante hombre. Desafortunadamente, su madre tendría su pellejo si hería a su
hermano pequeño.
Chase frunció el ceño mientras miraba los monitores del ordenador en la pared
donde Ryan estaba poniendo diferentes facciones de información y fotografías.
—Vale, vale. —La nariz de Ryan se arrugó. Se inclinó hacia delante un poco y
golpeó el pequeño ventilador sujeto a un costado de su escritorio—. Deja de emitir
feromonas, hombre. No puedo respirar.
Chase apretó su boca con fuerza, intentando no aullarle a su hermano. No era
culpa de Ryan que él estuviese tan tenso, pero no necesitaba comentarios
sarcásticos. Necesitaba resultados.
—Ryan.
—He buscado en cada base de datos que he podido pensar y no hay certificado
de matrimonio para Dominic y Patrick Eli en ningún lado.
—Bueno, no podría haberlo. —Es obvio—. Dudo Que Eli fuese el apellido de
Patrick antes de casarse. Creo que dijo que era O’Leary.
—No, no lo comprendes, Chase. No hay ningún certificado de matrimonio para
Dominic Eli y alguien en ningún sitio. Ese hombre nunca ha estado casado.
—¿Podría ser Dominic Eli un alias? —Si el tío era parte del mercado de drogas,
tener un alias fue una acción bastante inteligente, especialmente si su familia
estaba involucrada—. ¿O quizás Patrick es un alias?
¿Qué sabía realmente sobre el hombre más allá de lo que Patrick le había dicho?
—Ese fue mi primer pensamiento también, pero hay documentos de un Tomás
O’Leary, de nacer por subrogación de Patrick O’Leary en Los Ángeles, California
hace seis semanas. También encontré la documentación que fue presentada en el
juzgado del condado de LA concediéndole a Patrick la patria potestad de Tommy. 42
He encontrado declaraciones de renta, informes escolares, la licencia de conducir,
facturas sin pagar, todo lo que establece la existencia de un Patrick O’Leary y de
su hijo, Tomás O’Leary. El chico es real.
—Por lo tanto...
—¿Cómo puede ser así? —preguntó finalmente cuando pudo hablar—. Hemos
estado persiguiéndolo durante semanas.
—El hombre existe, pero no Dominic Eli. No sé quién es, pero no es Dominic
Eli.
Ryan empezó a mordisquear su labio inferior, un signo que indicaba con claridad
que estaba incómodo.
—¿Ryan?
—Es lo único que tiene sentido —dijo Ryan mientras se giraba hacia su pared de
monitores—. Hace cinco años, Dominic Eli no existía, y cuando apareció, estaba lo
bastante alto en el cartel de drogas Domínguez para hacerse notar por cada agencia
que hay. En solo un par de años, ¿es el tercer hombre en la pirámide? ¿Cómo
43
ocurre eso sin alguna información realmente importante?
—¿Qué ocurrió?
—La enfermera declaró que vio como este hombre golpeaba a Patrick. Y fue a
llamar a seguridad, pero para el momento en que llegaron, Patrick, Tommy y
extraño; que asumo era Eli, y la mujer contratada para la subrogación se habían
ido. Se llamó a la policía y pusieron un APB6, pero no hubo señales de ninguno de
ellos hasta que el cuerpo de la mujer fue encontrado una semana más tarde,
flotando en la Bahía de San Diego.
—¿La asesinó él?
—Sospecho que Eli la asesinó él mismo o bien ordenó su asesinato, pero las
marcas de ligaduras en su cuello demuestran que definitivamente fue estrangulada.
Patrick fue añadido a la lista de personas de interés en la investigación, pero…
—¿Pero qué?
—Es como si la investigación se enfriara repentinamente.
—¿Cuán repentinamente?
45
6AllPointsBulletinquese refiere que se informará en todos sitios de la desaparición de alguien o de su busca,
en español lo más parecido sería una orden de búsqueda y captura
—No hubo nada después de tres días. Me ha sido posible encontrar bastantes
informes que fueron archivados después de eso, pero a todo se le dio carpetazo,
casi como si alguien no quisiera que la investigación continuase.
—¿Es por eso que crees que Eli es un infiltrado?
—Es una de las razones —admitió Ryan—. Hay simplemente demasiados cabos
sueltos. Cuando el inspector a cargo se mantuvo intentando seguir las pistas, lo
quitaron del caso y lo asignaron a una división diferente. Ahora, ¿quién hace eso
después de sólo unos pocos días?
—Alguien de las altas esferas que no quiere que el caso sea investigado. —
suministró Chase—. Alguien que no quiere que Dominic Eli sea descubierto.
Alguien lo bastante influyente en el gobierno que se asegura de que las
investigaciones sobre Eli sean sofocadas.
Chase miró a uno de los monitores cuando emitió un pitido. Ryan comenzó a
teclear rápidamente algunos botones.
—¡Ja! —se rió Ryan mientras golpeaba un botón y un vídeo de Dominic Eli
saliendo de un coche delante de una sofisticada mansión apareció en la pantalla—.
Alguien de las altas esferas puede que no quiera que Dominic Eli sea localizado,
pero mira que malditamente mal. Acabo de encontrar su estúpido culo.
46
Capítulo 5
Una ruidosa voz gritando hizo que Patrick se despertase. Miró a su alrededor
intentando comprender de dónde venía el peligro. Le llevó un tiempo darse cuenta
que el brillante metal revestido del que estaba rodeado era el conducto del aire en
el que se había metido.
Necesitaba llegar a algún lado en el que pudiera ver el exterior del conducto de
ventilación, así podría figurarse la hora que era. Si calculó mal su tiempo de
escape, sería atrapado seguramente.
Patrick todavía no podía comprender como no había visto el monstruo que era
Dominic antes de casarse con él. Había sido tan encantador, tan seductor, y Patrick
había estado tan solo y era tan tímido.
Patrick no podía creer que desease estar de nuevo solo. No tenía ni idea de que
había hecho que Dominic se obsesionase con él, pero no quería ni pensar en el día
que alguna vez estuvo de acuerdo en salir a tomar un café con el hombre el día que
se conocieron. Había sido el principio de la horripilante pesadilla en la que todavía
vivía.
Estaba todavía cerca de la parte de atrás de la casa, pero era uno de los puntos
más peligrosos en que podía haberse metido. Lo único peor que esto era la oficina
de Dominic. Ocurren cosas malas en esa oficina, cosas de las que Patrick no quería
formar parte.
Sólo una vez, Patrick deseó que alguien mandara a la mierda a Dominic Eli y lo
arrestase. Patrick dudaba que alguna vez ocurriese, pero era bonito fantasear.
Patrick se quedó quieto cuando las voces que escuchó antes se volvían más
ruidosas. Retrocedió tan lejos que no había manera de que pudiera ver a través de
los agujeros de la rejilla. Conocía esas voces, y las odiaba a ambas.
48
—¿Dónde está mi dinero, Morgan? —preguntó Dominic en un tono
engañosamente calmado.
—No fui yo, Jefe —lloriqueó Morgan—. Lo juro.
Se encogió cuando escuchó carne golpeando carne. Sabía lo que ese sonido
significaba, y por un breve momento, sintió lastima por el hombre. Y entonces
Morgan abrió la boca y empezó a hablar de nuevo y Patrick perdió toda simpatía
por él.
—No fui yo, Jefe —dijo Morgan de nuevo—. Te lo estoy diciendo. Fueron esos
hermanos Might.
Patrick aún así parpadeó cuando Dominic abofeteó de nuevo a Morgan.
—La única cosa que aprendí sobre ellos es eso, mientras que ellos pueden
bordear el cumplimiento de la ley, no la rompen, lo cual me dice que no tendrán
nada que ver con el dinero de las drogas. Por lo tanto, ¿qué ocurrió realmente,
Morgan? ¿Adónde fue mi dinero? ¿Qué hiciste con él?
—¿Crees que Patrick tiene las pelotas lo bastante grandes para robarme? —rugió 49
Dominic.
—No lo sé, Jefe —Morgan dijo las palabras con premura—. Quizás está
apartando un poco para ese niño que siempre lleva a cuestas.
Dominic enunció cada palabra perfectamente, haciendo que cada pelo de su nuca
se le pusiera de punta.
Patrick no espero para escuchar las palabras de la respuesta en tono bajo y ronco
de Morgan. Tenía que salir de allí, ahora. Si Dominic creía que le había robado
dinero, la muerte podía ser una bendición. Había presenciado solo un destello de
Dominic cortando en rebanadas la piel de un pobre incauto que pensaba que el jefe
no notaría que faltaban un par de miles, para saber que nunca quería estar en esa
posición.
Dominic Eli había sido tan dulce cuando se conocían al principio, romántico,
encantador, el hombre perfecto. Patrick había sido cautivado desde su primera cita.
Ahora, después de haber vivido con el hombre y visto sus verdaderos colores,
Patrick deseaba nunca haberlo conocido.
50
—¿Qué fue eso?
Patrick se congeló, doblándose de dolor mientras en túnel de metal crujía.
—Bueno, hola, mi pequeña mascota.
Patrick sabía lo que iba a ver cuando girase la cabeza, pero aún así rezaba para
estar equivocado, justo hasta que descubrió los ojos furibundos de Dominic
mirándolo fijamente desde los listones de la rejilla.
—Se supone que tienes que estar en tu habitación, Patrick —dijo Dominic en el
tono de voz dulce y empalagoso que utilizaba justo antes de matar a alguien.
Patrick sabía que iba a ser ese alguien esta vez—. Me has desobedecido, mascota.
Patrick sintió que su corazón latía erráticamente. Por un momento, creyó que de
tanto latir se le escaparía del pecho. El temor había hecho mella en él sofocándolo,
haciendo que le fuera casi imposible respirar. Sería más fácil morir así que la
tortuosa muerte que los ojos de Dominic prometían.
El miedo de Patrick fue la única cosa que pudo hacer que se moviese de nuevo.
No el miedo por su propia muerte. Estaba bastante seguro de que iba a ocurrir en
algún punto. Era su miedo a que nunca vería a Tommy de nuevo lo que le hizo
empezar a gatear por el conducto del aire, tan rápido como podía moverse en el
pequeño espacio.
—¡Patrick!—gritó Dominic—. Trae tu culo de regreso.
Patrick siguió avanzando.
—Lo digo en serio, Patrick. Trae tu culo de regreso o haré que lamentes haber
nacido.
Patrick apuro aún más. Las lágrimas inundaban sus ojos, enturbiando su visión.
El pánico hizo que Patrick se volviese patoso. Cuando llegó un punto en que el
conducto descendía abruptamente, Patrick iba tan rápido que no pudo detenerse.
Apenas se contuvo de gritar cuando cayó por el conducto de metal, de cabeza.
Una vez que estuviera fuera, y si podía llegar al agua, podría nadar hasta la
seguridad… o ahogarse. Uno o lo otro era preferible a quedarse allí y dejar que
Dominic lo estrangulara.
Esperando no haber olvidado porque camino ir, Patrick giró hacia la derecha y
siguió avanzando. Gateó unos cinco metros antes de llegar al final del túnel. Echó
un vistazo a través de los pequeños agujeros, agradecido de haber escogido
correctamente. Estaba en el cobertizo de los botes.
Ahora, solo necesitaba averiguar cómo salir del conducto del aire sin hacer un
montón de ruido. Los agujeros en la rejilla eran demasiado pequeños para meter
sus dedos a través de ellos, así que desatornillar la cubierta no iba a ser posible.
Patrick dejó caer la cabeza, dejándola hundirse cuando la frustración y la
desesperación colisionaron.
¿Cómo demonios iba a salir?
Chase avanzó lentamente por el agua fría, intentando hacer la menor cantidad de
ondulaciones posibles. Había sido un golpe de suerte descubrir que la finca de
Dominic se asentaba en el borde de la bahía.
Chase estaba seguro de que era por lo que el hombre podía introducir y sacar las
drogas de su finca sin ser visto, pero eso también servía para invadir el lugar. 52
No le tenía miedo al asunto del agua.
Las heliografías que Ryan había extraído de la finca mostraban una gran área
abierta en la parte de atrás de la casa. Una gran piscina y un patio se asentaban
entre la casa principal y el cobertizo de los botes detrás del cual estaba Chase
oculto ahora mismo.
Chase levantó la cabeza en el aire y olfateó. Su sentido del olfato estaba bien
desarrollado, más que el de sus hermanos. Nunca lo había traicionado antes, pero
esta vez lo confundía. Había un aroma… ¿a madreselva y a whiskey?
Y a sangre.
—Huelo a sangre —sentenció Clint, usando su vínculo familiar.
53
—Yo también —añadió Ryan.
Chase empezó a buscar la fuente de la sangre, olfateando el aire hasta que le fue
posible seguir el aroma hasta la parte de atrás del cobertizo. No era inusual tener
una zona de almacenaje en la parte de atrás del edificio. Había un montón de cosas
que la gente que vivía en el agua necesitaba, no simplemente las necesidades
básicas diarias. Guardarlas a buen recaudo era algo inteligente.
Chase realmente no quería saber lo que había en ellos, incluso si estaba bastante
seguro de que no era harina.
—Esto está muy jodido —le murmuró a sus hermanos—. Por lo que parece de la
cantidad de producto que hay aquí, Eli no es solo un tratante de bajo nivel. Esto es
del tipo de la mayor basura, chicos.
—¿De cuánto estamos hablando? —preguntó Ryan desde el exterior de la
habitación.
Casey tragó con pesadez.
—Millones.
Chase no podía por su conciencia dejar simplemente aquello allí sin intentar
hacer algo. Solo que no estaba seguro de que hacer, y su principal razón para ir
hasta allí en primer lugar era rescatar a Patrick.
54
—No podemos simplemente dejarlo estar, Chase —insistió Clint—. ¿Te das
cuenta de cuántas vidas esa mierda puede destrozar?
Chase estaba bien consciente de lo que las drogas le hacían a una persona. Había
perdido a un par de amigos por esa enfermedad mientras había estado de servicio.
Y él lo consideraba una enfermedad. No había cura, pero había un tratamiento si la
persona que tomaba drogas estaba dispuesta a seguirlo. La mayoría de las veces no
lo estaban, y la enfermedad los mataba finalmente.
—Puede que tenga algunas conexiones —dijo Ryan—. Saca las malditas fotos y
veré lo que puedo hacer.
Chase sabía que si alguien podía conseguir que las autoridades se interesaran en
la operación de Eli, sería Ryan. Había hecho alguna mierda realmente extraña en
inteligencia cuando estaba de servicio. Conocía a personas que se suponía que no
existían en el mundo real. Joder, su autorización en seguridad era probablemente
más alta que la del presidente.
—¿Qué pasa sobre tu idea de que Eli podía ser de la DEA? —preguntó Chase.
Hombre, rezaba para que Ryan estuviese equivocado o ellos estarían incluso
metidos en más mierda—. ¿No intentarán ocultar esto bajo la alfombra si es uno
de sus agentes?
Chase no estaba seguro de que tuvieran una jodida oportunidad de conseguir que
alguien los escuchase simplemente con unas cuantas fotos, pero si Ryan creía que
podía conseguir que se hiciese algo, era todo suyo. Estaba a favor de cualquier 55
cosa que pudiese mantener esas drogas fuera de las calles.
Chase hizo un rápido trabajo tomando unas pocas fotos con su móvil. El olor a
sangre era más fuerte, lo que le decía que quien quiera que estuviese sangrando
estaba o bien más cerca o sangrando más. En cualquier caso, su agitación estaba
aumentando lo suficiente para que Chase quisiera saber de dónde venía la sangre.
Empezó a buscar, olfateando el aire.
Entre ambos les fue posible mover los grandes tanques sin demasiado jaleo… o
ruido. En el momento que Chase consiguió ver bien la esquina que habían librado,
el aroma a sangre fresca hizo que su estómago se revolviera.
—¿Chase? —Preguntó Clint—. ¿Qué es eso?
Chase miró hacia abajo al lugar que su hermano estaba señalando. Sus cejas se
alzaron cuando vio un trozo de algo saliendo de los agujeros en forma de diamante
en la rejilla metálica del conducto de ventilación. Fuese lo fuese, definitivamente
estaba saliendo ye introduciéndose por los pequeños agujeros.
56
Capítulo 6
—Chase —Patrick respiró. Nunca había estado tan feliz de ver a alguien en su
vida—. ¿Dónde está Tommy?
—Está a salvo, Patrick —replicó Chase—. Está con mi madre. Ella no dejará
que le pase nada.
—¿Él está… —Patrick tragó duro cuando sus emociones se acumularon en la
garganta— ¿Está bien?
Patrick presionó su mano contra la rejilla justo donde estaba la de Chase. Solo se
tocaba una pequeña cantidad de piel, pero era suficiente para proporcionarle a
Patrick un poco de alivio… hasta que escuchó a los perros ladrando. Miró hacia
atrás pero no vio nada. Eso no significaba que no pudiera escucharlos o que no
estuvieran viniendo a por él.
Patrick no sabía lo que Chase hizo, pero un momento después, la rejilla fue
arrancada de la pared. Unas manos se extendieron y lo agarraron antes de que
pudiera escalar por el conducto. Lo sacaron para fuera y luego fue arrastrado a un
par de fuertes brazos que hicieron que quisiera acurrucarse en ellos y nunca
dejarlos.
—Sí, bebé, lo hice. —Chase no estaba sonriendo, pero Patrick casi podía sentir
el alivio del hombre—. ¿Cómo estás de mal herido?
Patrick miró en profundidad dentro de los ojos de Chase antes de asentir con la
cabeza lentamente.
—Es hora de irnos, chicos —interrumpió Clint—. Ryan dice que puede ver
guardias empezando a buscar en el patio. Solo les llevará unos cuantos minutos
decidir buscar aquí también. Tenemos que irnos antes de que eso ocurra.
—Joder.
Patrick soltó un grito y luego se retorció para agarrarse cuando los brazos de
Chase lo alzaron. Dios, el hombre era fuerte.
—¿Qué estás haciendo? —él no era grande para ser hombre, bastante pequeño
de hecho, pero era lo bastante grande—. Bájame.
—No hay tiempo, Patrick.
—Chase, ¿qu...
Patrick sabía lo suficiente sobre intentar escapar de Dominic para saber que tenía
que obedecer la orden de Chase. Si los guardias de Dominic se estaban acercando,
58
cualquier ruido alertaría a los hombres armados de su escondrijo.
Patrick tenía el fuerte presentimiento de que esta era la oportunidad. Esta era su
última oportunidad de escapar de Dominic. Si no lo hacía hoy, nunca lo haría.
No quería morir.
Lógicamente sabía que el agua no estaba tan fría, pero no había nada de lógico
en su situación. Percibió el agua como el hielo contra su piel. Se estremeció
mientras sus músculos se contraían.
Chase se movió en agua fácilmente antes de extender los brazos hacia él, sin
apenas producir ondulaciones. Patrick estuvo un momento asombrado mientras
Chase lo volvía a tomar en sus brazos. Los tres se movían tan fluidamente, tan
suavemente. Aún así, había un retazo de poder vibrando en el aire.
—Pero...
Patrick no se había dado cuenta de que lo había hecho hasta que Chase lo dijo.
Flotar por el agua era una hazaña interesante. Patrick sentía el impulso de
resistirse al tirón sobre su cuerpo, pero sabía que no podía.
Chase hizo lo mejor que pudo para mantener la cabeza de Patrick sobre el agua,
pero no siempre funcionaba. Sentía como si hubiera tragado litros de agua.
Patrick no sabía cuánto tiempo se habían estado moviendo a través del agua
cuando Chase se detuvo. Durante un momento, Patrick empezó a hundirse. Grito
hasta que lo agarraron y lo alzaron sobre la superficie de agua.
—Te tengo, Patrick.
Chase estaba justo allí, los brazos del hombre envueltos a su alrededor de él.
—Chase.
—Este es mi hermano Clint.
Patrick miró al hombre que flotaba junto a ellos. Podía ver el parecido familiar.
Se parecía un montón a su hermano, la misma nariz romana, la línea de la
mandíbula cuadrada. La suya estaba cubierta de una barba recortada mientras que
la de Chase tenía una barba incipiente.
—Clint va a nadar contigo un poco, ¿vale?
Patrick tragó con fuerza. No le gustaba, pero asintió con la cabeza de todas
formas.
No quería parecer un completo enclenque.
Cuando Clint lo agarró intentó no tensarse, pero sabía que había fallado
miserablemente cuando Clint no se movió.
—Estaré justo aquí, bebé—dijo Chase—. Podrás verme todo el tiempo. 60
Patrick inspiró y forzó a sus músculos a relajarse.
Una vez que lo hizo, comenzaron a moverse. Fiel a su palabra, Chase nadó a la
derecha a la zaga de ellos, su cabeza flotando justo sobre la superficie. Patrick
mantuvo sus ojos sobre Chase todo el tiempo.
Era extraño nadar a lo largo del borde de la bahía. En algunos lugares, había
rocas, matorrales y árboles. En otros, había patios cuidados y piscinas inmensas.
Este lado de la bahía era el que más demanda tenía en el área, y las casas que
delimitaban el agua así los reflejaban. Sofisticadas, con un montón de césped de un
verde brillante y patios para fiestas.
Patrick había vivido en una casa como esas durante el último par de años.
—Quiero que inspires lenta y profundamente, Patrick —dijo Chase en voz muy
baja.
El miedo atravesó a Patrick en oleadas.
—¿Por qué? ¿Qué está pasando?
Patrick quería creerlo, pero su historia personal le decía que no podía depender
de eso. 61
—Inspira lenta y profundamente, Patrick. —Chase mantuvo el contacto visual
con él mientras hablaba. La suave y tranquilizadora voz era justo lo que Patrick
necesitaba.
Inspiró temblorosamente.
Chase sonrió.
—Bien, ahora inspira de nuevo, un poco más profundamente.
—Bien. —La sonrisa de Chase se volvió más amplia—. Ahora, quiero que
inspires profundamente y aguantes la respiración. Vamos a sumergirnos.
Justo cuando creía que no soportaría ni un segundo más, los labios de Chase se
posaron sobre los suyos. Los ojos de Patrick volvieron de golpe hacia el hombre,
abriéndose de par en par cuando sintió el aire pasando a su boca desde la de Chase.
Cuando redujeron la marcha por segunda vez, Patrick fue recogido por el tercer
hombre que había estado nadando con ellos. Sus ojos se lanzaron a toda velocidad
de nuevo hacia Chase mientras lo sacaban del agua y luego por una pequeña cuesta
hasta la SUV que los aguardaba.
—¿Chase? —Patrick sabía que sonaba aterrorizado, pero era porque lo estaba.
Chase Might representaba la seguridad para él. Siempre y cuando estuviera a su
alrededor, Patrick sabía que iba a estar bien. Chase nunca dejaría que le pasará
nada.
El hombre había regresado a por él después de todo.
—Hey, Patrick. —Chase estaba ahí.
Patrick se arrojó a por él una vez que estuvo acomodado en el asiento de atrás y
el hombre que lo sostenía retrocedió. Chase se acercó más. A Patrick no le gustaba
el tacto del traje de neopreno, pero aceptaría lo que pudiera obtener.
—Nos tenemos que ir, Chase —gritó alguien desde la parte delantera del
vehículo—. Ryan vislumbró más movimiento dirigiéndose a nuestra posición.
—De acuerdo, bebé, tranquilo.
Patrick casi gimió en protesta cuando Chase lo soltó. Ansiaba la proximidad del
hombre como una droga. Sabía que estaba fuera de sí. Quizás era la paliza que le
habían dado o el estrés de todo lo que le había pasado, pero que Chase lo llamase
“bebé” era casi la mejor maldita cosa que alguna vez hubiera escuchado.
La abstinencia era su mejor amigo en este momento. Estaba más seguro por
primera vez en dos años y afortunadamente se dirigía hacia su hijo. Darle a Chase
el papel de héroe no era en su mayor interés, pero dudaba que pudiera hacer algo
más. Chase y sus hermanos lo habían rescatado, salvado a su hijo. Todos eran
héroes.
Antes de que Patrick supiera lo que estaba pasando, sus pantalones y su camisa
desaparecieron, dejándolo en nada más que en bóxer. Una manta fue echada sobre
sus hombros, la repentina calidez lo alertó del hecho de que estaba helado hasta los
huesos.
Los dientes de Patrick comenzaron a castañetear tan fuerte que se preocupó por
si se rompían.
—De acuerdo, ven aquí. —Chase le hizo gestos con las manos para que se
acercase—. Necesitas entrar en calor.
Patrick tragó.
Patrick asintió con la cabeza, pero se negó a levantar la cabeza de donde estaba
acurrucada contra el cuello de Chase. Estaba bastante feliz justo donde estaba.
—Ahora mismo está durmiendo —dijo una voz de mujer—. Se acaba de tomar
el biberón hace un momento.
Cuando la imagen borrosa de la pantalla se hizo nítida, Patrick se dio cuenta que
estaba señalando una cuna. Patrick jadeó y extendió una mano para tocar la
pantalla. El bebé estaba durmiendo tranquilamente, su cabeza estaba tirada hacia
un lado, y sus diminutas manos en puños cerca de su cabeza. El resto de él estaba
tapado por una manta azul.
—Tommy.
Parecía ileso y saludable.
—Es un buen bebé —dijo la mujer. Patrick se preguntaba a quién era, pero 65
estaba feliz de que no apartase la pantalla de Tommy. Podía estar mirando a su hijo
eternamente—. Todavía se despierta durante la noche, pero eso es normal. Debería
de dejar de hacerlo muy pronto.
Tenía mucho que agradecerles a estas personas, no sabía por dónde empezar. No
solo habían regresado a por él, sino que también habían protegido y cuidado de su
hijo. Decir “ gracias” parecía trivial, pero era todo lo que tenía.
—Oh, no tiene la mayor importancia, cariño. —dijo la mujer.
66
Capítulo 7
Chase no podía creer que finalmente tenía a Patrick a salvo en sus brazos. Había
empezado a dudar de si ocurriría alguna vez. Encontrar a Patrick ensangrentado y
golpeado hizo que a Chase lo abrumase la culpa. Lo debería haberse apurado más
por encontrarlo, salvado mucho antes.
Y ese sería un problema porque sabía que Eli no dejaría de buscarlo a él y a sus
hermanos o a Patrick. Especialmente a Patrick.
Mientras sostenía a Patrick en sus brazos, Chase podía comprender esa obsesión.
Incluso golpeado, amoratado y ensangrentado, Patrick era un hombre hermoso.
Añadido a su dulce y cariñosa naturaleza, y era un paquete al completo.
Dominic Eli no se lo merecía.
—¿Cómo está?
Chase miró hacia la parte de delante del vehículo, encontrándose con los ojos
preocupados de Ryan. Le dedicó a su hermano una pequeña sonrisa. No era de lo
que hablasen a menudo, pero Ryan era más del tipo romántico que un luchador.
Podía pelear, y estaba mejor entrenado probablemente que ninguno de ellos.
Simplemente que no le gustaba.
—Ahora mismo está dormido —dijo Chase en voz baja, sin querer despertar a
Patrick—. Creo que con algo de descanso y comida, debería estar bien.
No hay manera de detenerlo de que fuera detrás de Patrick, porque iba a hacerlo.
Chase no era lo bastante estúpido para pensar que Eli se detendría. Su orgullo
había sido herido. Querría vengarse de alguna forma.
Ryan asintió con la cabeza.
—Seguiré buscando.
Bueno, lo era. Abusaba de un hombre dulce como Patrick hasta que este no
quiso tener nada que ver con él. Tenía un marido y un hijo, y los había desechado,
¿y por qué? ¿Control? ¿Divertimento? ¿Poder?
—Sí. —Chase hizo una mueca mientras se giraba para mirar a Patrick. Estaba un
tanto sorprendido de que Patrick estuviese durmiendo tan bien. Sabía que tenía que
estar exhausto. Era la única explicación de por qué Patrick no estuviera gritando
como un loco.
Además de estar helado y asustado, el hombre era simplemente una gran masa
de contusiones. El agua se había llevado la mayoría de la sangre, dejando detrás
marcas azuladas y negras que narraban la historia de lo que le había pasado.
Chase miró sobre el asiento en el maletero. Vio una manta azul doblada encima
de una de sus bolsas de viaje. Chase agarró la manta, la desdobló lo mejor que
pudo, y luego la extendió sobre Patrick. Cuando Patrick suspiró y se acomodó,
Chase empezó a acariciar suavemente su espalda de nuevo. Patrick parecía
disfrutarlo.
69
El resto del viaje hasta casa transcurrió en relativo silencio. Clint estaba
conduciendo y Ryan estaba ocupado con su tablet, afortunadamente rebuscando
más información sobre Dominic Eli. Chase observaba dormir a Patrick.
En el momento que aparcaron en sus instalaciones, Chase estaba sudando.
No estaba seguro si su acaloramiento era debido a estar bajo una pila de mantas
o a causa del hermoso hombre presionado contra él. Sabía que odiaba que se
detuviesen porque sabía que su tiempo de sostener a Patrick en sus brazos se habría
terminado.
Clint aparcó su SUV justo en el garaje. Chase esperó a que la puerta del garaje se
cerrara detrás de ellos para sacudir suavemente a Patrick.
—Despierta, Patrick. Ya estamos aquí.
—¿Casa?
—Mis hermanos y yo vivimos aquí con nuestra madre.
Las cejas de Patrick se arquearon mientras miraba a Chase.
—Es un lugar muy grande. —Realmente grande—. Cada uno tenemos nuestra
propia suite, pero pasamos la mayoría de nuestro tiempo en las áreas comunes.
—¿Pero todos vivís aquí juntos?
—Sí. —Chase asintió con la cabeza—. Somos una familia muy unida.
Realmente no quería meterse de fondo en cuán unida estaba su familia hasta que
conociese mejor a Patrick, si se le concedía la oportunidad de conocer mejor a
Patrick. Aunque, primero, necesitaba asegurarse de que Patrick estuviera saludable
y a salvo.
Cuando la puerta se abrió, Chase salió y luego extendió los brazos para coger a
Patrick. Levantó al delgado hombre en sus brazos y luego se dirigió a la casa.
—Vamos a vendarte, meter algo de comida dentro de ti, y luego le llevaremos a
Tommy, ¿de acuerdo?
—Tommy —alentó—. Quiero ver a Tommy.
—Y lo harás, pero no necesita verte así. Espera hasta que consigamos limpiarte
primero.
—No, por favor, yo…
Chase suspiró. El dolor que veía en los ojos verdes de Patrick lo estaba matando.
—Le echaremos un vistazo de camino a tu habitación. ¿Qué te parece?
—Por favor.
Chase llevó a Patrick en brazos hasta la casa, atravesó la enorme cocina gourmet
que habían construido para su madre, subió la lujosa escalera hasta el segundo
piso, y luego avanzó por el pasillo hasta la habitación que su madre había
convertido en un improvisado cuarto de bebé.
Chase y sus hermanos estaban todos muy conscientes del hecho de que su madre
esperaba un día que fuese una verdadera guardería. Admitía que la idea de tener
niños no era tan mala, simplemente ninguno lo había considerado hasta que él
había cuidado de Tommy.
—Ahí está. 71
Patrick dejó escapar un pequeño sollozo y se aferró con más fuerza a Chase
cuando se detuvo delante de la cuna donde el pequeñín dormía ajeno a todo, como
si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.
—Parece que está bien —susurró Patrick como si estuviese asustado de hablar
en alto.
—Mamá, este es el padre de Tommy, Patrick O’Leary. —Se giró un poco para
que así Patrick pudiera ver a su madre—. Patrick, esta es mi madre, Alice Might.
—¡Oh! No fui yo. —Chase sintió como enrojecían sus mejillas cuando los ojos
de su madre se dirigieron hacia él—. Ese chico de ahí cuido de Tommy todo el
tiempo. No podía oír hablar de que otra persona lo hiciera.
—Bueno, por supuesto que lo dejé con mi madre. Alguien tenía que vigilarlo
mientras yo te buscaba.
De nuevo, eso lo explicaba todo.
—Ya está hecho, hijo —replicó Alice—. Tengo una gran olla de sopa casera que
solo está esperando a ser servida.
Una vez que acomodo a Patrick en el baño, extendió una mano hasta la ducha y
abrió el agua, poniendo una mano bajo el chorro hasta que la temperatura fue la
correcta. Quería que Patrick se relajara, no que se escaldase.
—¿Necesitas ayuda?
Patrick meneó la cabeza negando, pero sus ojos estaban abatidos y sus hombros
caídos.
—¿Patrick?
Nada.
Chase se puso de cuclillas delante de hombre. Cuando Patrick no pudo mirarlo,
Chase lo agarró por el mentón y levantó su cabeza hasta que pudo mirar a los ojos
a Patrick.
—¿Qué ocurre, bebé?
—¿Simplemente qué? —Chase tenía que saber lo que estaba pasando por la
cabeza de Patrick.
Patrick meneó la cabeza negativamente.
—No importa.
—Me importa a mí, Patrick. —Chase todavía estaba intentando averiguar porque
le importaba. Patrick debería de haber sido simplemente como cualquier caso de
protección en el que había trabajado cientos de veces antes. No lo era.
Patrick lo miró.
—¿Por qué?
Chase deseaba no tener una respuesta o al menos una respuesta que tuviese
sentido, pero no la tenía. Y no quería mentirle a Patrick. Al hombre probablemente
le habían estado mintiendo lo suficiente durante años. Chase suspiró mientras se
sentaba en uno de los lados de la bañera. Iba a tener que ser claro si tenía alguna
esperanza de calmar a Patrick.
—He pasado los últimos días aprendiendo todo lo que podía sobre ti. —Chase se
74
rió ante la expresión de sorpresa en el rostro de Patrick—. Tienes que recordar que
estaba intentando encontrarte. Necesitaba cada retazo de información que pudiera
caer en mis manos.
Patrick asintió con la cabeza. Chase esperaba que eso significara que comprendía
por qué Chase y sus hermanos habían estado investigando sus antecedentes.
—Hiciste todo lo que estaba en tu poder para poner a tu hijo a salvo, incluso
hasta el extremo de dárselo a un extraño. No podías saber tan siquiera si volverías
a ver a Tommy de nuevo, si era un buen hombre o no. Lo hiciste con la esperanza
y la necesidad de asegurar que Tommy estaba a salvo. —Chase todavía estaba
atónito por ese singular acto de abnegación—. Creaste una distracción para que
pudiera escapar con Tommy, sabiendo perfectamente lo que pasaría si Eli te
atrapaba.
Chase extendió una mano y agarró la de Patrick, enlazándolas.
—Esas son las acciones de un hombre honorable. Las cosas que hiciste para
asegurarte de Tommy estuviese a salvo son los actos de un hombre que sabe cómo
amar a alguien, como anteponerlos a ellos. Todo lo que has hecho demuestra el
tipo de persona que eres, y es alguien al que quiero conocer mejor.
Maldición.
—No, bebé, no lo estás. No hay constancia de que alguna vez te hayas casado.
—No fue sofisticada o algo así. Solo fuimos Dominic y yo, y un par de amigos.
Ocurrió tan rápido que no tuvimos tiempo a preparar una gran boda. Dominic tenía
que irse de viaje de negocios a Bolivia y quería que fuese con él. Dijo que sería
nuestra luna de miel.
—¿Lo fue?
Patrick por un momento se asombró de cuán inocente era Patrick. Parecía que
había aceptado todo lo que Dominic le decía como un hecho.
—Patrick, ¿sabes lo que Eli hace?
—¿Lo sabías?
—Me llevó un tiempo averiguar que era un traficante de drogas, pero la parte de
asesinó fue fácil cuando lo vi matar a la madre de alquiler que utilicé para tener a
Tommy.
Joder.
—Fue por eso que era tan importante sacar a Tommy de allí —dijo Patrick—.
Dominic hará cualquier cosa, incluso matar, para mantenerme bajo su pulgar. Me
ve como su mascota.
—¿Mascota? —gruñí.
—Solo cuando sus socios de negocios nos visitaban —insistió Patrick como si
eso tuviese perfecto sentido. Él se encogió ligeramente de hombros—. Al parecer
era como un símbolo de estatus o algo así.
—¿Cómo es eso? 77
—Después de las primeras visitas, unos pocos regresaron con sus propias
mascotas.
Chase se llevó una mano a la boca. Las implicaciones de lo que Patrick le estaba
diciendo eran astronómicas. Si lo que le estaba diciendo era cierto, y había una
manera de probarlo, puede que tuvieran posiblemente deshacerse de un cartel de
las drogas y tratante de esclavos, y encerrar a un asesino.
—Patrick, ¿le has dicho a alguien lo que sabes sobre Dominic y su organización?
—Solo a ti.
—¿Por qué?
Chase hizo chirriar sus dientes de frustración mientras veía como la sangre
desaparecía del rostro de Patrick. Esto no era lo que quería. Patrick debería de estar
contento y saludable, criando a su hijo sin ninguna otra preocupación en el mundo
excepto darle de comer por las noches. No debería estar escapando de un loco.
—Eli no tiene elección, Patrick. Tiene que matarte antes de que hables.
—No es así de simple, bebé. Incluso si Eli decide dejarte ir, la gente con la que
trabaja y ante la que responde no lo dejaría pasar. Los has visto, Patrick. Has
estado allí cuando hacían negocios. No tienen otra opción salvo Eliminarte.
Y Chase sabía que no tenía otra opción salvo asegurarse de que eso nunca
ocurría.
79
Capítulo 8
Patrick se miró fijamente en el espejo del baño. Incluso aunque había entregado
un par de centímetros de su vida y llevaba puesto unos pantalones de pijama y una
camiseta de RyanMight, todavía parecía un refugiado de una reyerta de bar, y nada
podía arreglar eso salvo el tiempo. Tiempo que Patrick no estaba seguro de que
tuviera. Si lo que Chase decía era cierto. Sus días estaban contados.
Eso iba realmente a joder.
Patrick saltó ante el golpe suave en la puerta. Presionó una mano contra el pecho
e inspiró lenta y temblorosamente antes de responder.
—¿Sí?
Patrick terminó de secarse el pelo lo mejor que pudo y luego colgó la toalla
sobre el soporte de la cortina de la ducha. También se aseguró de no haber dejado
gotas de agua por el suelo. Chase y su familia ya estaban haciendo bastante por él.
No deberían tener que limpiar lo que ensuciaba a su paso también.
Una vez que Patrick se aseguró que todo estaba colocado de nuevo en su sitio,
abrió la puerta. Chase estaba esperando al lado de la ventana, los brazos cruzados
sobre su ancho pecho, su mirada fija en algo en la oscuridad o quizás en la misma
oscuridad.
80
—¿Chase?
El hombre se giró, una pequeña sonrisa adornaba sus exuberantes labios.
—Te ves mejor.
Patrick asintió con la cabeza. Era bien consciente de cuánto tiempo les llevaba a
sus moratones desaparecer. Probablemente tenía más experiencia con ellos que
Chase.
Patrick se encogió de hombros. Era lo que era. La vida le había enseñado una
dura lección. La tenía bien aprendida.
—El hielo también ayudará, pero solo en las primeras veinticuatro horas.
—Iré a por una bolsa de hielo —dijo Chase mientras caminaba hacia la puerta.
7
Arbusto caducifolio con propiedades medicinales que provienen de su alto contenido en taninos y
81
flavonoides que le proporcionan propiedades astringentes, antisépticas, antiinflamatorias y hemostáticas.
En mitad de la habitación, señaló una bandeja colocada en una pequeña mesa en
la esquina.
Patrick fue hasta allí y se sentó en el pequeño juego de desayunador para dos.
Era de hecho un mobiliario muy íntimo, uno que descubrió que le gustaba. Quizás
podría convencer a Chase de comer con él la próxima vez.
La sopa estaba deliciosa, quizás era la mejor sopa que hubiera probado alguna
vez. Al principio, Patrick pensó que de pollo con fideos, pero cuando saboreó un
esponjoso ñoqui, se dio cuenta que era como sopa de pollo dopada.
Había limpiado el cuenco en el momento en que Chase regresó.
Chase sonrió mientras entraba y vio el cuenco vacío.
—¿Tienes todavía hambre? Mi madre tiene una olla llena.
—Estoy bien, pero por favor, dale a tu madre las gracias. La sopa estaba
deliciosa.
—Lo haré.
—Las compresas de hielo se supone que tienen que estar frías —tranquilizó a
Chase—. Ese es el punto.
Las líneas de tensión en el rostro de Chase se suavizaron cuando soltó una risilla. 82
—Sí, se supone.
Tenía que hacerle saber a Chase cuán agradecido estaba por lo que el hombre
había hecho. Chase no tenía porque haber regresado a por él. Podría haber
simplemente entregado a Tommy a los servicios sociales y haber finiquitado toda
esta situación.
La sonrisa de Chase fue genuina y cálida.
—No hay de que, Patrick.
—Ahora, descansa y recupérate —contestó en un tono tan serio que Patrick tuvo
que reprimir un gemido de miedo—. Por ahora no es necesario decidir nada. Tú
necesitas tiempo para respirar y estar con tu hijo.
—¿Qué pasa con Dominic? 83
La furia instantánea que llenó los ojos de Chase metía miedo. Era un poco
inquietante en todo su enfoque.
—Le ha llegado su momento.
—Patrick.
—No. —Patrick suspiró mientras presionaba la compresa de hielo de hielo sus
cardenales—. No he amado a Dominic desde hace mucho, mucho tiempo. Algunas
veces, creo que nunca lo hice, que quizás fue la idea de estar enamorado lo que
amaba.
Cualquiera que fuesen los sentimientos que había tenido por Dominic, murieron
la primera vez que le puso la mano encima. Patrick no era exactamente una
persona dominante, pero se negaba a ser el saco de boxeo de nadie. Podía haberle
costado un poco alejarse de Dominic, pero nunca había dejado de intentarlo.
—Dominic necesita pagar por las cosas que ha hecho, —comenzó Patrick de
nuevo—pero no quiero su muerte en tus manos.
84
—Matarlo puede ser la única salida, Patrick.
Patrick negó rápidamente con la cabeza.
Patrick aborrecía la violencia en todos los niveles. Había estado expuesto a ella
demasiado para estar alguna vez cómodo ante ella. Dominic se regodeaba en ella.
Usaba la violencia para controlar a las personas y las situaciones. Era muy bueno
en ello.
—Estoy conforme con buscar otra manera de hacerlo caer, pero todas las
apuestas dicen que va a venir a por ti, Patrick. —Los ojos de Chase todavía
reflejaban dureza cuando volvió a mirar a Patrick—. No dejaré que tú o Tommy
salgáis heridos de nuevo.
Patrick tragó con fuerza y luego asintió ligeramente con la cabeza. Solo estuvo
de acuerdo porque el pensamiento de que algo le ocurriese a Tommy hizo que se
pusiera enfermo. En solo unas cuantas semanas, Tommy se había convertido en su
vida.
—Él es inocente, ¿sabes? —Era tan dulce y adorable, y hacía que el corazón de
Patrick se detuviera en su pecho cada vez que miraba al pequeñín.
—Realmente creo que estoy aliviado de no estar vinculado por más tiempo a ese
monstruo. Si mi nombre es el único que aparece en el certificado de nacimiento de
Tommy, Dominic no puede sacármelo. Ese siempre ha sido mi mayor
preocupación.
—¿Te gustaría que te consiguiera una copia del certificado?
Chase sonrió.
—Por supuesto que a Tommy también. Vosotros venís en paquete.
86
Patrick no supo qué decir ante eso, pero lo salvó tener que responder cuando
hubo un suave golpe en la puerta. Un momento después, la puerta se abrió y entró
Alice con Tommy en los brazos.
Patrick posó la compresa de hielo en la mesa y extendió sus brazos antes tan
siquiera de que Alice lo alcanzase. Acurrucó a Tommy muy cerca de su pecho y
simplemente inhaló. Las lágrimas se deslizaron por debajo de sus pestañas
entornadas. Tommy olía tan bien, justo como una niño feliz debería oler.
—Gracias —murmuró Patrick mientras abría los ojos. Las lágrimas todavía
corrían desenfrenadas por sus mejillas, pero no le importaba. Los días que habían
pasado desde que sostuvo por última vez a su hijo en brazos se le hicieron
demasiado largos.
—No hay de que, Patrick —dijo Alice—. Es simplemente tan bueno verlo así de
feliz.
Patrick tenía que admitir que Alice estaba en lo cierto. Tommy estaba sonriendo,
arrullando y pateando sus pies mientras miraba fijamente a Patrick. Era
absolutamente perfecto. Patrick le sonrió y le hizo cosquillas en el vientre y el
cuello como siempre le hacía. El destello de alegría que vio en los ojos verdes de
Tommy fue atemperado solo por el brillo deslumbrante de la completa confianza.
—¡Oh, qué dulce! —los ojos de Alice se dirigieron a Chase—. Eso tres fueron
un gran desafío para mí. Entre los tres hay cinco minutos de diferencia y luego los
tuve que criar sola. —Alice se encogió de hombros— Simplemente parece como
que nunca tuve tiempo para apodos.
87
8Mo saórín es una frase en irlandés que significa mi pequeño tesoro.
Patrick sintió cómo se alzaban las cejas en su rostro mientras se giró para mirar a
Chase.
—¿Sois trillizos?
Chase soltó una risilla mientras asintió con la cabeza.
—No fue todo malo —insistió Alice mientras miraba con cariño a su hijo—.
Con tres chicos de la misma edad tienes las manos un tanto llenas, pero valieron la
pena.
—Si no le importa que pregunte, ¿qué ocurrió con su padre? —Patrick supo al
instante que no fue una pregunta adecuada cuando el rostro de Alice palideció
mientras miraba a Chase—. Lo siento. Olvide lo que he preguntado. —levantó a
Tommy contra su hombro y comenzó a palmear suavemente su espalda—. Fue un
poco insensible por mi parte.
—No, está bien —dijo Alice con una sonrisa insegura—. Puedo comprender tu
curiosidad.
Patrick estaba perplejo por la sonrisa que cruzó por los labios de Alice cuando
miró sobre su hombro. Parecía fuera de lugar en una conversación con un cariz tan
serio.
—Era una chiquilla salvaje y eran finales de los setenta. Mis padres habían
perdido la esperanza de que alguna vez hiciera algo de mí misma. Estaba
asistiendo a la universidad de Alburquerque. En una de las clases había que hacer
88
voluntariado en un laboratorio. Aarón era uno de los investigadores genéticos. —
Su sonrisa se volvió más melancólica—. Nos enamoramos.
¡Oh, Dios!
—Había un experimento, uno en que me ofrecí voluntaria a hacer. Tenía que ver
con los niveles primarios de manipulación genética. Uno de los requisitos era que
no podía quedarme embarazada porque no sabían que podía hacerles a los fetos.
La expresión en el rostro de Alice lo decía todo.
—Aarón ideó un plan para que pudiéramos escapar. Se suponía que nos iríamos
juntos y nos ocultaríamos hasta que los niños naciesen, y en ese momento,
afortunadamente, la gente que quería usarlos como experimentos de laboratorio
perdiera interés en nosotros.
Patrick jadeó.
—Lo siento mucho.
—Anónimo y un cuerno.
Chase simplemente se encogió de hombros.
—Yo sí, pero mis chicos no —dijo Alice—. Ellos adoptaron el apellido de su
padre y lo usaron para hacer lo que hacen, proteger a aquellos que no pueden
protegerse por sí mismos.
A los que son como yo, Patrick musitó internamente.
—No le diré nada a nadie —prometió—. Mantendré su secreto.
—Tengo formas de irme si quisiera, pero no quiero. Aquí estoy a salvo. —Alice
sonrió mientras miraba al bebé en brazos de Patrick—. Aquí también estás a salvo,
Patrick, tú y Tommy. Los extremos a los que llegaron los chicos para crear un
lugar seguro para mí, también te beneficiarán a ti.
91
Capítulo 9
Chase depositó un suave beso en la mejilla de su madre y luego cerró la puerta
tras ella y Tommy. Sabía que Patrick no quería dejar marchar a su hijo, pero los
ojos del hombre no paraban de cerrarse, necesitaría unas pinzas para mantenerlos
abiertos.
El hombre se dejó caer fácilmente en la gran cama, avanzando hasta el medio del
colchón antes de ponerse de costado. Chase se sentó en el borde de la cama
después tiró del edredón hacia arriba hasta cubrir el pecho de Patrick.
—Estoy justo pasillo delante. Dejaré la puerta abierta, para que si necesitas algo
por la noche, todo lo que tengas que hacer es llamarme y te escucharé.
Chase quería tranquilizar al hombre de que no iba a estar solo frente a sus
pesadillas en medio de la noche. Solo estaba a una palabra de distancia.
Patrick agarró la mano de Chase.
—Por favor, quédate.
Oh, esa no era una buena idea.
—Patrick…
—¿Por favor?
Chase suspiró. No podía hacer frente a la súplica en la voz de Patrick tal como
no podía dejar de respirar.
—Déjame sitio.
Chase se sacó los zapatos y luego se estiró por fuera del edredón, sobre el
colchón, descansando la cabeza sobre su brazo encima de una de las almohadas.
Patrick sonrió mientras se acercaba más.
Chase soltó una risilla y meneó la cabeza.
—Pareces un chiquillo en su primera noche durmiendo fuera de casa.
—Odio que sepas eso. —Lo había dicho antes, pero necesitaba repetirlo.
Patrick inspiró lentamente.
—Es lo que es.
—Lo sé —le espetó Patrick con bastante dureza—. Nunca permanecería con
alguien que levantarse un solo dedo contra mí. Simplemente no tuve elección.
Cada vez que escapaba, me encontraba.
—¿Eli te ordenó alguna vez que te dejaras inyectar algo o que tuvieras alguna
clase de intervención quirúrgica en la que fueras sedado?
Las cejas de Patrick se curvaron prontamente.
—¿Él qué?
Chase sabía que tenía que ser claro con Patrick. La honestidad y la confianza le
habían sido arrebatadas.
—Creo que Eli puede haberte puesto alguna clase de dispositivo de localización.
Lo ojos de Patrick se desorbitaron.
—¡Oh, mierda!
—Ryan, —dijo Chase a través de su vínculo mental con su hermano— creo que
Eli le ha puesto un dispositivo de localización a Patrick.
—Sip.
—Y tampoco permite que ni Clint ni yo y lo olvidemos nunca —dijo Ryan.
—No critiques —dijo Patrick mientras se sentaba, tirando del edredón sobre su
regazo —. Crecer como hijo único apesta.
—Hay una manera de localizarlo, —dijo Rayan casi con voz dubitativa— pero
puede que a ti no te guste.
Chase supo que no le iba a gustar simplemente por el tono de Ryan.
—Haré lo que sea con tal de evitar que Dominic me encuentre. —dijo Patrick
con vehemencia.
Los hombros de Chase se hundieron.
Chase miró a Patrick. Podía pensar solo en una manera de detectar el localizador
bajo la piel, y en lo que a él concernía no le importaría tocar cada centímetro de
Patrick, y maldita sea si iba a permitir que alguien más lo hiciese. 96
Chase señaló con la mano la larga vara negra.
—Compruébalo primero con el detector de metales.
Ryan se rió, pero no salió ningún sonido de sus labios hasta que alcanzó la cama.
—Patrick, ¿podías ponerte de pie al lado de la cama? Necesito que levantes los
brazos hacia los lados. Solo voy a deslizar esto sobre ti como hacen el aeropuerto.
No sentirás nada.
Chase extendió una mano rápidamente para estabilizarlo cuando se puso de pie,
balanceándose un poco.
—Con cuidado, bebé.
Ryan le lanzó una mirada.
—¿Bebé?
—Cállate.
Chase asintió hasta que Patrick le hizo una pequeña inclinación de cabeza antes
de soltarle la mano y retroceder un paso. Se aseguró que ese paso lo pusiera justo
delante de Patrick, y estaba encantado cuando lo ojos de Patrick se reunieron con
los suyos. Eran grandes y redondeados, y estaban llenos de turbación.
Se estaba mordiendo el labio inferior.
¡Bingo!
97
—Mamá lo amenaza con hacerle un exorcismo la próxima vez que comience a
hablar en código binario en sueños.
Ryan bufó, apoyando la reclamación de Chase sobre que él fuese un nerd.
Chase alzó una ceja y fue recompensado por una pequeña carcajada de Patrick.
—Solo muéstrame cómo hacerlo, Ryan —dijo Chase, porque estaba seguro
como la mierda de que no iba a permitir que alguien más lo hiciera.
Cuando Chase extendió un brazo, Ryan deslizó los dedos sobre la piel de Chase.
Sus dedos presionando lo suficiente para que la piel de Chase se pusiera blanca
bajo ellos.
Chase asintió con la cabeza distraídamente, sus ojos estaban posados en Patrick.
Ni siquiera se dio cuenta de que Ryan se había ido hasta que la puerta se cerró tras
él.
—¿Estás listo para hacer esto?
La cabeza de Patrick se inclinó hacia un lado, un ceño de curiosidad impreso en
su rostro.
—¿Qué necesitas hacer exactamente?
—Solo sostén tus brazos como hiciste antes.
Patrick tragó con fuerza, pero hizo lo que Patrick le decía. Chase levantó sus
manos. Comenzó en las yemas de los dedos de Patrick, palpando suavemente la
pálida piel todo a los largo hasta el hombro. Hizo lo mismo con el otro brazo.
Chase se movió hasta quedar detrás de Patrick. Comenzó por los omoplatos, con
la intención de seguir hacia el interior, pero inmediatamente descubrió que la
camiseta iba a ser un problema.
—Patrick necesito que te quites la camiseta, ¿está bien?
Patrick miró hacia atrás.
Una vez que vez que levantó la camiseta y la sacó de Patrick, Chase la dejó caer
en la cama. Tomó una profunda inspiración y comenzó de nuevo. Desde el borde
de los omoplatos, fue adentrándose, moviendo sus dedos lentamente sobre la piel
de Patrick.
Mientras sus dedos descendían más y más, Chase mantuvo un gemido contenido
tras sus labios. Pero no había nada que hacer sobre la polla engrosada atrapada
detrás de la cremallera. Ni siquiera los moratones que arruinaban la piel perfecta
podían detener a su endurecida polla.
—No estoy seguro. —Chase odiaba ser el que le hiciera sentir tanto temor a 99
Patrick, pero no había nada que pudiera hacer por el momento.
—Ryan, ¿puedes volver a aquí? —Chase preguntó a través de su vínculo
mental—. Creo que encontré algo.
Patrick saltó cuando hubo una llamada a la puerta. Chase al instante lo envolvió
en un abrazo.
—Creo que tienes un motivo para estarlo, pero aquí estás a salvo, Patrick. Lo
prometo.
—¿Qué descubriste?
—¿Te importa?
100
Chase estaba agradecido de que su hermano hubiera tenido el detalle de pedir
permiso antes. Tanto como le había sido arrebatado a Patrick, devolverle algo de su
control sería un largo sendero hacia la recuperación del hombre.
Cuando Patrick habló, su voz era un poco más firme de lo que había sido.
Chase apartó los dedos del camino cuando Ryan comenzó a palpar la zona.
Estaba confuso por los círculos que Ryan hacía, cada uno más pequeño que el otro
hasta que sus yemas estaban justo sobre la protuberancia que Chase había
encontrado.
Ryan me miró.
—Tienes razón, aquí hay algo.
Maldición.
—¿Es un localizador?
—No me será posible decirlo mientras no lo retire.
—¡Quítalo! —gritó Patrick mientras miraba hacia atrás e intentaba ver lo que
ellos estaban mirando. Donde estaba localizado, en la base de la columna, no le
sería fácil de ver—. Quítalo.
—Patrick...
—¡No! —un tono histérico se había hecho con la voz de Patrick, toda la
serenidad que sencillamente había sentido un momento antes, se había ido—.
Sácamelo.
Chase se levantó y agarró a Patrick, tirando del hombre hacia sus brazos.
—Bebé, tienes que calmarte. Esto va a ir bien. Te quitaremos eso, sea lo que sea.
Patrick se estremeció cuando sus dedos se aferraron a la camiseta de Chase.
101
—Puso algo dentro de mí, Chase. Me etiquetó como un perro.
—Solo hazlo.
—Voy a ir a por lo que necesito —dijo Ryan en alto mientras se ponía en pie y
se dirigía a la puerta—. No me llevará mucho tiempo.
Chase siguió sosteniendo a Patrick entre sus brazos mucho tiempo después de
que su hermano abandonase la habitación.
Los temblores de Patrick fueron disminuyendo con cada minuto que pasaba.
Chase pasó sus manos por la espalda de Patrick, en un intento por tranquilizarlo.
Cuando la puerta se abrió entraron Ryan y Alice, Chase los miró, pero no quitó
sus brazos de alrededor de Patrick. El hombre parecía necesitar su fuerza y Chase
estaba demasiado feliz de poder ser esa fuerza para Patrick.
—Mamá, ¿puedes conseguir algunas toallas y ponerlas sobre la cama? —
preguntóRyan—. Necesito preparar mi bandeja.
—¿Qué necesitas que haga Patrick? —preguntó Chase.
—Una vez que mamá ponga las toallas, necesito que Patrick se tumbe en la cama
sobre su estómago. Tengo algo de lidocaína de uso tópico, lo cual debería
adormecer la zona para suprimir la mayor parte del dolor de la incisión que tengo
que realizar, si no lo bloquea todo.
Chase apenas pudo evitar un gruñido de frustración. Podía ver el miedo creciente
en los ojos de Patrick, pero también la determinación.
Los ojos de Chase saltaban de Patrick a lo que Ryan estaba haciendo. Lo que
acontecía rápidamente, Ryan se movía con fluidez y eficiencia. Durmió la zona
con el anestésico local. Esperar a que surtiera efecto parecía que se eternizaba. En
el momento en que Ryan tomó el escalpelo, Chase estaba preparado para gritar.
Había temor en los ojos de Patrick, pero también una serenidad que ciertamente
Chase no estaba sintiendo.
—¿Cómo lo llevas?
—Sip —Ryan sostenía en alto unas tenacillas médicas, que en sus extremos
sostenían un tubo diminuto. Era incoloro, pero Chase podía ver algo verde
dentro—. Justo aquí está el pequeño dispositivo de localización.
Las cejas de Chase se arquearon rápidamente.
—¿Eso es el localizador?
—Sip —dijo Ryan de nuevo—. Es realmente impresionante.
Chase se pasó una mano por el pelo. No comprendía como Ryan podía ser tan
casual y estar tan tranquilo. Él estaba listo para arrancarse la piel a tiras. El
estúpido localizador no era más grande que la punta de la uña de su pulgar y aún
así tenía el poder de destrozar la vida de alguien.
¿Qué había de casual en ese?
—Bien, pero quiero que lo destroces tan pronto como puedas. Si se activa,
vamos a estar metidos en un montón de mierda.
9
RadioShackCorporation es una empresa estadounidense, que gestiona una cadena de tiendas de
105
artículos y componentes electrónicos en Estados Unidos y México, propiedad de Standard General.
Capítulo 10
Patrick supo que había algo diferente en el momento que abrió los ojos. La
primera prueba era el cálido cuerpo presionado detrás de él.
Chase.
Patrick soltó el aliento que había estado reteniendo. Debería de haberlo sabido
antes incluso de abrir los ojos. Aunque sus músculos le dolían un poco, como si se
hubiera extralimitado en el trabajo, no tenía ningún dolor. Lo que en sí mismo
debería de haber sido una prueba para él. Nunca había permanecido mucho tiempo
sin dolor mientras estuvo al cuidado de Dominic.
Le devolvió la sonrisa.
Patrick deseaba tener algo inteligente e ingenioso que decir, pero nada acudió a
su cabeza de inmediato. En su lugar, salió con la pregunta que estaba rondando su
mente.
—¿Me besarías?
Patrick gimoteó cuando Chase capturó sus labios, robándole todo pensamiento
de la cabeza como así el aliento de los pulmones de Patrick.
Gimió ante el beso mientras el aroma a almizcle de Chase llenaba cada poro de
su piel.
Patrick lloriqueó cuando Chase se apartó. Se agarró a él, sólo para dejar caer las
manos sobre el colchón cuando Chase se irguió y comenzó a desvestirse. No había 107
mucho de lo que desprenderse. Estaba vestido de forma simple, solo con una
camiseta y una par de pantalones de pijama.
Aún así, Patrick levantó la cabeza para mirar.
Cuanta más piel fue expuesta, menos aire parecía haber en la habitación. Patrick
estaba jadeando pesadamente en el momento en el que Chase agarró las perneras
de sus pantalones y tiró de ellos hacia abajo por sus piernas.
Patrick hundió sus manos en el cabello de Chase e intentó hacer que se acercase
más cuando sintió una mano deslizarse suavemente hacia abajo por su cuerpo. El
placer atravesó como un cohete su cuerpo fue intenso.
Otros dedos se movieron para acariciar el apretado saco. Patrick gimoteó más
ruidosamente. Empujó su polla contra la mano de Chase. No le iba a poder evitar
correrse. Todo lo que Chase le hacía era tan jodidamente bueno.
108
El cuerpo de Patrick se arqueó mientras Chase le masturbaba, cada centímetro de
él hipersensible y anhelante por su toque. Patrick no podía acercarse lo bastante, no
podía abrazar a Chase lo bastante fuerte. Estaba desesperado, adolorido.
—¿Es esto lo que quieres, bebé? —preguntó Chase mientras empujaba otro
dedo.
—Sí. —jadeó Patrick—. Por favor.
Patrick apenas sintió entrar el tercer dedo en su culo, pero sintió claramente el
cuarto. Inspiró bruscamente ante la intrusión.
—Po… por favor —suplicó, pero Chase actuó como si no hubiera escuchado a
Patrick. Era exasperante. Su cuerpo se estremecía con el toque de su amante, sus
besos y su mera presencia.
La cabeza de Patrick cayó hacia atrás cuando sintió sus rodillas presionadas
contra su pecho. Chase se inclinó hacia atrás. Patrick se estremeció cuando Chase
agarró su culo y lo alzó, separando sus montículos antes de alinear su polla.
109
Patrick inspiró bruscamente cuando sintió la enorme polla de Chase entrar en él.
Gimoteó el nombre de Chase mientras empujaba para traspasar los músculos
contraídos, estirando a Patrick mientras su polla comenzaba a fijar un ritmo. Se
retorció bajo Chase, luchando por aceptar la copiosa anchura de carne masculina
empalándolo.
—Por favor, tócame —suplicó Patrick. Contrajo los músculos de su culo tan
fuerte como podía, intentando conseguir que Chase se moviese o lo tocase o algo.
Jadeó cuando una de las manos de Chase agarró sus caderas y lo levantó aún más
alto, luego condujo su polla de nuevo en el agujero agrandado de Patrick. Chase
gruñó mientras sus caderas se movían aún más rápido, su polla rozando las
sensitivas terminaciones nerviosas. Patrick nunca había sentido nada como esto
110
mientras estaba siendo golpeado contra Chase.
La vista de Alice de pie al otro lado de la puerta con Tommy en brazos era a la
vez una bendición y una maldición. Patrick estaba feliz de ver a ambos. Estaba
emocionado, realmente, de ver a Tommy, pero también deseoso de que ambos
pudiesen desaparecer para así pudiera poner en claro sus pensamientos y descubrir
si acababa de hacer algo maravilloso con Chase o había cometido el mayor error de
su vida.
—Alguien está esperando por su papi —dijo Alice con diversión cuando Tommy
hizo arrullos.
Patrick había estado tan aliviado la noche anterior al descubrir que no había un
dispositivo de localización en Tommy. Eso explicaba porque a Dominic no le
había sido posible encontrar a Tommy después de que Patrick se lo hubiera
entregado a Chase. Ese había sido un movimiento estúpido por parte de Dominic.
El hombre había sabido que Patrick no escaparía sin su hijo.
—Ya le he cambiado el pañal —dijo Alice—. Iré a hacerle un biberón para que
puedas darle de comer.
Patrick miró por encima del hombro a la mujer que había estado cuidando de
Tommy.
—Gracias. No sabe lo aliviado que estoy al saber que él ha estado en tan buenas
manos.
La sonrisa de Alice era nostálgica mientras miraba a Chase.
—Sí, lo sé.
Recordando la historia que le había contado la noche anterior sobre sus hijos y
su padre, Patrick imaginó que ella lo sabría.
Los ojos de Chase se alzaron hacia Patrick incluso aunque nunca paró de mover
su dedo para Tommy.
—¿Nunca cogió a Tommy en brazos? —La pregunta fue dicha de tal manera que
Patrick sintió sinceramente que Chase no podía concebir tal cosa.
—No. —Patrick negó con la cabeza—. Dominic no tiene tiempo para bebés.
Joder, apenas tenía tiempo para mí. Solo recordaba que estaba vivo cuando quería
algo de mí.
—¿Todavía lo amas? —la pregunta fue hecha tan serenamente que Patrick
levantó la vista para mirar al hombre.
—No he amado a Dominic Eli desde hace mucho tiempo. —Algunas veces,
Patrick se preguntaba si alguna vez lo había amado. El hombre que había conocido
al principio parecía un sueño. El hombre que conocía ahora era un monstruo.
—Bien.
113
Patrick parpadeó a causa de Chase.
—¿Bien?
¿Había escuchado correctamente?
—Romper mi… ¿qué?… —el resto de las palabras de Patrick fueron asfixiadas
por los labios de Chase cuando el hombre el hombre lo capturó en un beso que
hizo que su cabeza se tambalease. Derramándose por el alma de Patrick.
—¿Nos quieres?
—Sí.
—Patrick.
—¿Comprendes lo que estás diciendo?
—Sí. —Parecía muy seguro.
—Estoy preparado para eso. —Una mano de Chase se curvó sobre la nuca de
Patrick, acercándolo más—. A Eli puede que le haya sido posible tenerte en sus
manos en el pasado, pero eso fue antes de que me conocieras. Él no puede
forzarme a mí a hacer nada que yo no quiera hacer.
—Lo sé, Patrick. —Chase le dedicó a Patrick una larga y penetrante mirada
antes de sonreír—. Está bien tener miedo. Soy lo bastante fuerte para ser tu punto
de apoyo hasta que puedas sostenerte de pie.
—¿Y si nunca lo hago?
—Te atraparé si caes.
—Entonces, te mantendré a salvo hasta que Eli no sea más una amenaza, y luego 115
te dejaré marchar.
Patrick trago a duras penas.
116
Capítulo 11
Chase sonrió mientras se reclinaba contra la encimera de la cocina y veía a
Patrick pasear de un lado a otro. Patrick estaba palmeando suavemente la espalda
de Tommy mientras intentaba conseguir que el niño eructara. Tommy había
devorado medio biberón. Si no eructaba, vomitaría.
Pero incluso siendo tan tímido como era, Patrick nunca estaba demasiado lejos
de Chase. Este no podía decir que eso le molestara mucho. Le gustaba tener a
Patrick cerca. Le gustaba tener a Patrick en su cama aún más.
Habían pasado solo dos días, pero Chase ya sabía que te gustaba tener al hombre
durmiendo al lado de él. La agenda nocturna de alimentación de Tommy era un
poco difícil de llevar, pero acurrucarse con Patrick cuando ellos regresaban para
dormir valía más la pena, que cualquier pérdida de sueño.
Chase estaba cavilando en el hecho de que darle más tiempo a Patrick para
pensar las cosas no era la manera de avanzar. Patrick lo sopesaba todo. Empezaba
preocupándose por las cosas que incluso no eran un problema, a menudo
provocando que casi entrase en pánico.
Besarlo hasta que sus ojos se ponían vidriosos parecía ser la mejor manera de
combatir eso, y Chase estaba por la labor de permitirse besar a Patrick por
cualquier cosa. Patrick era sorprendentemente sensual en la cama. Puede que no
tuviese mucha experiencia, pero estaba más que dispuesto a aprender. Y Chase 117
estaba más que dispuesto a enseñarle.
El ruidoso eructo que salió de la boca de Tommy hizo que Chase se riese.
—Eso tuvo que sentarle bien.
—¿Verdad? —Patrick soltó una risa cuando se paró delante de Chase—. Hace
que su papi esté orgulloso.
Chase soltó una risilla mientras erguía un poco más alto a Tommy en su pecho y
empezaba a palmear su espalda suavemente. Sabía por experiencia que eso
ayudaba a Tommy a dormirse.
Podía besar al hombre cuando quisiera, y quería hacerlo bastante cada vez que
veía al atractivo hombre.
Patrick asintió con la cabeza, justo cuando se giraba hacia el frigorífico, Ryan
llegó corriendo ondeando un papel en el aire.
Chase se tensó.
118
—¿Qué clase de problemas?
Los ojos de Ryan se desviaron hacia Patrick.
Maldición.
—¿Se trata de Eli? —preguntó Chase.
—Sí, pero lo que no sabía es que Farmacéuticas Alphamac tienen un contrato del
gobierno con la CIA.
—¿No con la DEA? —Dominic Eli era un traficante de drogas después de todo,
el tercer hombre al mando en el cartel de drogas Dominguez.
—La DEA solo desearía tener estos localizadores. —Ryan negó con la cabeza—.
No, hombre. La CIA tiene a estos pequeñajos solo para ella.
Chase sintió una sensación nauseabunda en la boca del estómago.
—¿Eli es de la CIA?
Patrick soltó una carcajada estruendosa.
—Dominic no es de la CIA. Es un traficante de drogas.
Chase suspiró.
—Patrick. —Ryan le lanzó a Patrick una mirada como si creyese que el hombre
fuese tonto—. Este es el mundo real, y en el mundo real la CIA hace lo que quiere,
sea lo que sea. Ellos simplemente no hablan de ello.
—¿Patrick?
Había lágrimas en los ojos de Patrick cuando levantó la cabeza.
—¿Cómo vamos a pelear contra esto?
Esa era un pregunta muy buena, y Chase conocía solo a un hombre que tuviera la
respuesta. Miró a Ryan.
—¿Cómo luchamos contra esto?
Chase se rió por dentro mientras observaba a sus hermanos salir como un
torbellino de la cocina, pero no fue fácil.
—¿Qué fue todo eso? —Preguntó Patrick—. ¿Y quién es “él”?
120
—Ryan tiene más cerebro de lo que sabe hacer con él y algunas veces se mete en
problemas. Hace unos pocos años, estaba aburrido así que hizo un pequeño trabajo
para algunas agencias sin letras. Uno de los chicos con los que trabajó era un
hombre llamado Henry Toussaint. Ryan jura que Toussaint es un gilipollas y que
ellos nunca estuvieron involucrados en algo, pero Clint y yo creemos que hubo
algo entre ellos.
—¡Oh!
—Cada vez que surge el nombre de Toussaint, Ryan se pone todo nervioso.
Chase se tambaleó durante un momento antes de dar contra una pared. Gruño
por el dolor que se estaba iniciando en su hombro antes de enderezarse y continuar 121
adelante por el pasillo. Podía oír los chillidos agudos de Tommy mezclados con los
arrullos de Patrick.
—¿Chase?
Los ojos de Chase se estrellaron en el armario. Corrió hacia allí y abrió la puerta.
—Patrick. —Su corazón comenzó a latir de nuevo cuando vio a Patrick sentado
en el suelo, Tommy acurrucado en su pecho, la cabeza del bebé cubierta por una
manta azul.
—Vamos, bebé. —Chase le ofreció su mano. Una vez que Patrick la tomó,
Chase tiró del hombre para ponerlo de pie. Envolvió un brazo alrededor de la
cintura de Patrick y tiró de él hasta el medio de la habitación.
—¿Dónde está la bolsa del bebé? —Patrick siempre tenía una bolsa de bebé
preparada. Chase estaba bastante seguro de que era un efecto colateral de estar
siempre preparado para escapar.
Patrick recogió la bolsa del suelo en una esquina. Chase la cogió y la echó sobre
su hombro.
—He disparado con rifle cuando iba de caza con mi padre, pero nunca una
pistola.
Chase habría preferido que Patrick nunca hubiera tenido que llevar una pistola,
pero ese no era el mundo en el que vivían. La pequeña arma de apoyo podía
significar la diferencia entre sí Patrick vivía o moría.
Chase ayudó a Patrick con la cartuchera del tobillo y luego colocó la pistola en
su lugar y tiró de la pernera del pantalón para colocarla en su sitio.
10La Desert Eagle es una pistola semiautomática de grueso calibre accionada por los gases del disparo, diseñada en los
Estados Unidos por Magnum Research y fabricada principalmente en Israel por IMI (Industrias Militares de Israel), ahora
Israel WeaponsIndustry. Debido a su silueta fácilmente reconocible y a sus cartuchos de grueso calibre, la Desert Eagle se
ha convertido en un arma casi arquetípica en la cultura popular
123
Era también el punto de inicio de una certificación de túneles bajo las
instalaciones. Chase sabía que sus hermanos y su madre se habrían dirigido hacia
allí. Ahí era a donde necesitaba llevar a Patrick y a Tommy antes de ser atrapados
por quién quiera que fuera que había invadido su hogar y amenazado a los que
amaba.
Chase miró sobre el pasamano y vio su peor pesadilla hacerse realidad. Dominic
Eli estaba allí de pie en el vestíbulo mirando como si no tuviera ninguna
preocupación en el mundo. Ni siquiera tenía un pelo fuera de lugar o una mancha
en su traje de Armani.
Sus accesorios eran dos gorilas que permanecían detrás de él y ligeramente hacia
un lado, con armas automáticas muy largas en sus manos. Arrodillado a sus pies
estaban Clint, Ryan y Alice, con las manos detrás de cabeza. Clint y Ryan parecía
como si hubieran opuesto un poco de resistencia. Clint tenía una herida sangrante
en su brazo.
Nada bueno.
—¿Cómo demonios nos encontró? —preguntó Chase.
—Vete, Chase —añadió Ryan—. La ayuda está en camino, pero puede que les
lleve un poco llegar hasta aquí. Tienes que ocultarte hasta que lleguen.
Eli apuntó la pistola a la cabeza de Ryan, arqueando una ceja como si desafiara a
Continuación a decir otra palabra. Chase cerró de golpe los labios. 125
—Quiero ver a mi pequeña mascota, Sr. Might, y quiero verlo ahora.
Por encima de su cadáver.
Chase gimió cuando Patrick se acercó a su lado. Lo primero que notó, lo más
importante que notó, era que sus brazos estaban vacíos. Tenía miedo de preguntar
dónde estaba Tommy, sin querer llevar la atención de Dominic hacia el niño
desaparecido.
Mensaje recibido.
—Tire el arma, Sr. Might.
Sabiendo que no tenía otra elección en su situación, Chase tiró el arma a suelo
del piso principal. Sus hermanos y madres sabían lo que esperar. Aparentemente,
los otros no. Cuando el arma golpeó el suelo, su familia se escondió. Los matones
que estaban con Dominic empezaron a disparar. Chase agarró a Patrick y lo
arrastró al suelo, cubriendo su cuerpo.
Idiotas sedientos de sangre.
—¡Dejad de disparar! —gritó Eli. Tuvo que gritarlo unas cuantas veces antes de
que el tiroteo se detuviese.
Chase escuchó durante bastante tiempo antes de alzar la cabeza. La pared encima
de él parecía como un queso suizo. Patrick y él tenían suerte de estar vivos.
—Tienes que hacerlo —insistió Patrick aunque Chase podía ver el miedo en sus
ojos—. Dominic no dudará en matar a cualquiera para conseguir lo que quiere.
—Patrick, no puedes pedirme…
Patrick levantó una mano y la posó en uno de los lados del rostro de Chase.
—Tienes que dejar que vaya. Tienes que salvar a Tommy y a los demás.
Había una melancolía perceptible en los ojos verdes de Patrick mientras miraba
fijamente a Chase.
—Yo también te amo, Chase.
Sí, eso era lo que había estado intentando decir. Simplemente sonaba mucho
mejor cuando venía de Patrick. Aún así, Chase no podía dejar que Patrick se fuese
al infierno sin que supiera sus verdaderos sentimientos. Eso no era justo para
ninguno de ellos.
Sabiendo que no podían ser vistos desde el primer piso, Chase se inclinó y besó
a Patrick en los labios. Su visión se nubló por las lágrimas sin derramar cuando
levantó la cabeza.
127
Capítulo 12
Con las dulces palabras de Chase resonando en sus oídos, Patrick descendió las
escaleras para enfrentarse a Dominic. Su corazón latía pesaroso en su pecho. Esto
tenía el potencial de ir mal tan fácilmente. De hecho, tenía más papeletas de ir mal
que de ir bien.
Pero Patrick tenía esperanza. Chase se la había dado, y ahora que la sentía,
Patrick se negaba a rendirse sin pelear, incluso si eso significaba que tenía que
enfrentarse al monstruo de sus pesadillas.
—¿Estás bien?
—Dominic.
Dominic Eli parecía sacado de una foto en su traje gris de Armani. Su pelo
castaño tenía un corte más corto por los lados y más abundante en la cima.
Patrick inspiró vacilante. Así era normalmente como Dominic perdía la razón y
empezaba a propinar golpes con los puños, por lo que Patrick no estaba asombrado 128
de que uno se estampara a un lado de su cara. Refunfuño mientras caía hacia atrás
del impacto, su cabeza daba vueltas. La sangre goteaba de su labio partido.
Patrick sonrió ante la ferocidad que podía percibir en la voz de Chase. Nadie
nunca había salido en su defensa antes con tal vehemencia.
Patrick jadeó cuando un puñado de su pelo fue agarrado y sus cabeza echada
hacia atrás. Podía ver a Dominic moviendo la pistola de un lado a otro,
apuntándole en un momento y luego alzarla en el aire al siguiente.
El hombre estaba lívido. A Dominic nunca le había gustado que otras personas le
dijesen lo que era qué, especialmente si no estaban de acuerdo con las cosas que él
quería.
—¿Qué era? —Preguntó Chase—. ¿Algún actor que contrataste para hacer el
papel?
—Muy bien, Sr. Might. —replicóDominic—. Eres más listo del crédito que le
había dado.
—¿Qué fue eso? —Dominic lo retorció hasta que su cabeza se arqueó— ¿Qué
dijiste?
Lo estaba esperando, pero fue todavía una sorpresa cuando Dominic lo golpeó
con la culata de su revólver en un lado de su cabeza. No había nada que realmente
pudiera preparar a alguien para ese nivel de agonía.
Gritó mientras golpeaba el suelo, el dolor de su sien era un reflejo del dolor de
su cuero cabelludo cuando numerosos mechones fueron arrancados al caer.
Patrick escuchó otro feroz rugido. Empujó a Alice detrás de él en una esquina y
se interpuso delante de ella mientras intentaba comprender lo que estaba viendo.
había otro jaguar negro luchando con uno de los matones de Dominic. El otro
matón estaba tendido en el suelo, su garganta abierta en canal.
Clint tampoco estaba a la vista, pero Patrick podía escuchar disparos fuera en la
puerta principal. Asumía que era adonde había ido Clint.
Patrick tenía miedo de moverse. Si uno de ellos decidía venir a por él, estaba
muerto. No había manera en la que pudiera luchar con semejante bestia feroz.
Espera.
Patrick extendió una mano hacia abajo y agarró la pequeña pistola que Chase le
había entregado antes. La sacó de la funda y entonces la puso cerca de su pecho.
Amartilló el arma justo como Chase le había enseñado, y esperó a tener la
oportunidad perfecta.
Cuando Dominic agarró una de las armas que había caído al suelo. Patrick sabía
que tenía décimas de segundo para tomar la decisión que cambiaría su vida para
siempre. O bien podría significar su muerte o darle la libertad que tanto anhelaba.
Patrick cerró los ojos. le dolía demasiado mirar el cuerpo de Dominic boca
abajo. Sofocó el sollozo que se agitaba en su pecho. En algún punto, sintió que
unos brazos fuertes lo envolvían, pero la sensación fue fugaz. 132
—Te tengo, bebé.
—Lo asesiné. —murmuró, con el corazón roto. La conmoción por lo que había
hecho lo dejó inseguro de lo que hacer.
Patrick chilló ante la voz extraña, retorciéndose para girarse en los brazos de
Chase. Apuntó con la pistola a la figura alta y oscura que estaba parada entre las
sombras.
Era un hombre alto, quizás incluso tan alto como Chase, e irradiaba una fuerza y
una determinación que hacía que uno se detuviese. Su largo cabello negro,
excesivamente largo y pecaminosamente espeso, enmarcaba los duros planos de su
rostro. Un pendiente de diamante parpadeaba en su oreja izquierda.
—¿Quieres bajar el arma, chiquillo?
Patrick entrecerró los ojos.
Ryan bufó.
133
—Deja de intentar aterrorizar a Patrick, Toussaint. Está lo bastante atemorizado
como está.
El hombre alto soltó una risilla, lo que provocó que Patrick quisiera dispararle.
Chase agarró el arma antes de que pudiera, apartándola de él.
—¿Lo conoces? —le preguntó Patrick a Ryan.
—Desafortunadamente.
—Oui, ce serait bien12.—El hombre alto se encogió de hombros—. Así que, ¿en
qué clase de problema te has metido hoy, amigo mío?
—Ya sabes, lo usual —replicó Chase—. Señores de carteles de drogas locos con
propensión a la venganza, falsas identidades, oficiales del gobierno corruptos, y
gilipollas a los que solo es necesario erradicar su existencia.
—Parece una fiesta, monami.
Una vez que Patrick llegó al la cima de las escalera, abrió de un tirón el armario
y cayó de rodillas. La visión del bebé dormido era tal alivio que Patrick
simplemente se quedó allí arrodillado y miró a su hijo.
—¿Está bien?
—Y ahora no tienes que estar asustado de que Eli venga detrás de él de nuevo.
—No, creo que nos quedaremos un tiempo. —O durante tanto tiempo como
Chase les permitiera quedarse. Patrick se quedaría para siempre si Chase se lo
permitía—. Pienso que me gustaría descubrir lo que tu mundo tiene que ofrecerme.
—¿Sí?
Solo había pasado una hora desde que le había quitado la vida a un hombre. Un
hombre que había creído que era su marido. Tenía que ser alguna clase de
represalia por eso. Patrick dijo que ya no estaba enamorado de Eli, y Chase
confiaba en él, pero había sentido algo por el hombre en algún punto.
—Bebé...
—No. —Patrick tan siquiera levantó la cabeza. Lo que hizo, sin embargo, fue
echar una mano hacia atrás y tomar la de Chase. Enlazaron sus dedos y luego dejó
que reposarán sobre su vientre—. Adónde vayas, voy yo.
Chase se rió mientras se estiraba en la cama detrás de Patrick.
136
—Sabes que no va a ser siempre así de fácil, ¿verdad?
Chase no tenía ni la más mínima gana de protestar. La última cosa que quería
hacer era dejar a Patrick y a Tommy, incluso si sólo era para ir abajo. El recuerdo
de la visión de Patrick arrodillado en el suelo con una pistola en su cabeza todavía
lo estaba carcomiendo.
La cabeza de Patrick se giró hacia Chase, pero mantuvo la vista gacha. Había
incertidumbre en su tono cuando habló.
—¿Por qué no me dijiste que eras un jaguar?
—No estaba seguro de que decir —admitió finalmente Chase—. No quería que
creyesen que estaba loco.
—Oh, todavía creo que estás loco, pero también te pones peludo en ocasiones.
—Patrick levantó la vista—. ¿Cómo? ¿Naciste así o...?
—Nací de esa manera —dijo Chase—. Una de las razones por la que nuestra
madre fue elegida como sujeto de prueba era debido a un gen latente en su
secuencia genética. En ese momento no se sabía lo que el gen recesivo hacía, pero
aparentemente, significa que ella tuvo un cambiaformas en algún momento en la
historia de su familia.
—Si el gen estaba era recesivo, ¿cómo es que nacisteis con la capacidad de
poder cambiar?
—Fue por los experimentos que estaban realizando. Cuando mis padres nos
concibieron a mí y a mis hermanos, las drogas que le estaban dando a ella
activaron el gen y nacimos con la capacidad de cambiar. 137
—¡Jesús! —dijo Patrick, el horror hilando su voz hasta convertirla en case un
murmullo—. Eso es por lo que tus padres intentaron escapar.
—Mi padre descubrió los planes para separarnos de ellos una vez que
hubiésemos nacido. Uno de los científicos principales, un hombre que mi padre
creía que era su amigo y en el cual había confiado, planeaba usarnos para progresar
en su carrera. Simplemente fuimos afortunados de que nunca le dijo a alguien más
sobre nosotros.
—¿Tú puedes?
—Bueno, sí, no siempre funciona para todos. Supongo que tienes que tener el
suficiente código genético en tu organismo para poder ser transformado. —Chase
se encogió de hombros—. O algo así. No estoy realmente seguro de la dinámica
actual porque nunca he mordido a nadie. Es algo del tipo no-no.
—¿Te meterás en problemas si muerdes a alguien?
—No en problemas, realmente, pero está muy mal visto. No todos los que son
transformados lo hacen por buenas razones, y un gilipollas que puede
transformarse es todavía un gilipollas. Sobrevivimos permaneciendo en las
sombras.
—Supongo que puedo entender eso.
—Esa fue una de las razones por las que no te lo dije inmediatamente. No era
que no quisiera hacerlo, pero...
—Es nuestro secreto a compartir, no hay nada escrito en lo que puede ocurrir.
—¿Qué ocurrió con él? —preguntó Patrick. 138
—¿Él, quién?
—¿Al hombre que quería separaros de vuestros padres? ¿Qué le ocurrió?
—Fue ese científico que murió en prisión, lo cual fue algo demasiado clemente
para el hombre que mató a mi padre.
Chase se encogió de hombros como si no fuese gran cosa, pero él sabía que lo
era. Había habido tantas cosas que había querido compartir con él, tantas cosas que
quería discutir. Había sentido la pérdida de su padre toda su vida.
Patrick se acercó más y pasó sus labios, firmes y plenos, una y otra vez sobre los
de Chase. Una avalancha de deseo araño y agarró las entrañas de Chase. Alzándose
sobre un codo, Chase trazó los contornos del rostro de Patrick con la yema de los
dedos.
—Patrick.
Chase bajó la vista hacia Patrick con sorpresa. Patrick le devolvió la mirada
fijamente como en desafío.
Las lágrimas llenaron los ojos de Chase mientras la luz inundaba su alma.
—Si hago eso, no hay vuelta atrás, Patrick. No puede ser deshecho. Tienes que
139
estar seguro.
La sonrisa de Patrick fue deslumbrante.
—Estoy seguro.
—Al principio, pero después de que el mordisco sane, debería estar bien.
Patrick miró detrás de él.
—No podemos...
—En el baño. —Chase giró para ponerse de pie. Agarró las almohadas del
cabecero de la cama y las colocó alrededor de Tommy.
Afortunadamente, el chiquillo estaba profundamente dormido.
—Podría simplemente cruzar el pasillo y llevarlo a la guardería —señaló Patrick.
Sí, esa era probablemente la mejor idea. Tommy no estaba dando vueltas
todavía, pero podía pasar cualquier cosa y Chase no quería poner al bebé en
peligro.
—Hagamos eso.
La sonrisa de Patrick era tan brillante, que era casi cegadora. Una vez que
Tommy estuvo arropado, Patrick cruzó la habitación, deteniéndose cuando llegó a
junto Chase para reclinarse contra su pecho.
—Ahora que nos vamos a quedar, él debería tener su propia habitación.
Chase tragó con fuerza por el deseo que podía ver ardiendo en los ojos verdes de
Patrick.
—Sí.
El dulce aroma del hombre invadió sus pulmones mientras Chase inhalaba
profundamente.
Levantó la boca del hombre con un dedo bajo su mentón y presionó sus labios
con los de él. Besarlo era un acto tan simple, aún así, el corazón de Chase latía más
rápido, con más fuerza, irrumpiendo en sus venas, un placer de por sí. Sintió que su
polla crecía y pulsaba mientras lamía los labios de Patrick con su lengua, pidiendo
permiso silenciosamente para profundizar el beso.
Chase deslizó sus manos temblorosas por el pecho de Patrick hasta llegar al
dobladillo de la camiseta. Las pestañas de Patrick se agitaron, sus labios se
separaron mientras Chase tiraba de su camiseta por encima de su cabeza
gentilmente, y luego la echó a un lado. Hizo lo mismo con los pantalones del
pijama.
Una vez que Patrick estuvo desnudo, Chase suavemente lo llevó hasta el medio
de la cama. Se subió al colchón y se deslizó entre las piernas de Patrick. Chase
inhaló suavemente mientras sus ojos se emborrachaban de la visión de Patrick
acostado allí. Sus puños se apretaron ante la intensa excitación formándose,
abrasando dentro de él.
Los dientes de Chase adolecían por clavarse en la pálida piel de Patrick. Cerró
los ojos y movió la cabeza para escapar del poder que de repente Patrick tenía
sobre él. Nunca antes Chase había sentido algo así de intenso, así de poderoso.
Quería recorrer con su lengua la suave piel, sentir el calor de Patrick, tocarlo, y
saborear al pequeño hombre como había soñado desde la primera vez que ellos se
conocieron.
Planeaba descubrir cada pulgada de atractivo cuerpo del hombre, desde la punta
de su cabeza hasta la punta de los dedos de sus pies y cada maldita pulgada entre
ellos. El aroma del cuerpo de Patrick empapaba sus sentidos.
Chase estaba ardiendo con una fiebre lujuriosa, tan profunda, tan fuerte que era
como si cada célula de su cuerpo fuese a explotar. Levantó una mano y la extendió
hacia Patrick, entonces se detuvo. Alzó la vista.
142
—¿Puedo tocarte?
—Sí. —Patrick exhaló esa única palabra con respiración jadeante.
Haría de esto la experiencia más maravillosa que Patrick hubiera sentido alguna
vez, aunque fuese la última cosa que hiciese. El hombre no se merecía nada menos.
Su polla pulsó ante las imágenes susurrando a través de su mente. Oh, sí, iba a
asegurarse de que ambos estuvieran agotados y jadeantes en busca de aliento en el
momento que hubiera terminado.
Chase se inclinó y acarició con la nariz la suave piel del cuello de Patrick, en
donde lo mordería cuando el momento fuese el correcto. Inhaló profundamente y
absorbió el aroma del hombre. Nadie olía tan bien como Patrick, como a
madreselva y a whiskey todo enfrascado en una única fuerte esencia.
Moviendo su mano libre entre sus cuerpo, Chase trazó con sus dedos la dura
polla de Patrick mientras continuaba sacando y metiendo sus dedos en el culo del
hombre. El profundo gemido de Patrick fue como una incitación, vivita y coleante
para Chase.
Adolecía por ese sonido, quería, necesitaba escucharlo. Su polla estaba tan dura
que pensó que podía fragmentarse al más mínimo toque. Estaba pulsando por
liberarse, por el derecho a reclamar a este hermoso hombre. Chase quería consumir
a Patrick. El impulso era tan sobrecogedor que llevó a Chase al borde de la locura
y más allá.
Cuando Patrick comenzó a balancearse sobre sus dedos, ordeñando los dedos de
Chase como si una dura polla ya estuviese en su culo. Chase gimió y empujó otro
dedo. Bombeó lentamente el culo de Patrick, mostrándole a Patrick lo que quería,
lo que necesitaba, qué era lo que más deseaba.
La calidez del estrecho canal fue suficiente para hacer que la polla de Chase se
pusiera imposiblemente más dura. El placer llegaba hasta tal punto que el orgasmo
rozó los bordes del abismo. Chase inspiró irregularmente, buscando el control,
aferrado al último retazo de cordura que le quedaba.
Cuando supo que tenía un considerable control, sacó los dedos y extendió una
mano hasta la pierna de Patrick, tirando de ella hacia el pecho de Patrick. La
posición le daba a Chase un acceso más fácil y evitaba que Patrick se tuviese que 144
doblar demasiado.
Posicionó la cabeza de su verga en el agujero de Patrick. Observar cómo su polla
presionaba la trémula entrada casi envía a Chase sobre el borde. Cada centimetro
de su polla enterrándose en su pareja era un afrodisiaco visual.
Se inclinó hacia abajo para capturar los hinchados labios de Patrick en un suave
y aún así demandante beso. La boca de su pareja era tan cálida y dulce mientras su
estrecho culo agarraba su pene. Con un reacio gemido, Chase se apartó solo para
permitir que el preciado aire entrase en sus pulmones cansados.
Cuando Chase se movió con cuidado hacia abajo, su polla se deslizó hacia fuera
hasta que solo la cabeza permaneció en su interior. Cuando empujó hacia arriba, su
polla se enterró profundamente en el interior del cuerpo de Patrick. Chase abrazó
gentilmente la esbelta figura de Patrick contra él mientras comenzaba a moverse
más fuerte, más rápido y más profundamente.
—Chase —jadeó Patrick mientras Chase lo alzaba y bajaba una y otra vez. La
cabeza de Patrick se inclinó hacia atrás sobre el pecho de Chase, y gritó el nombre
de Chase mientras se corría con fuerza. Su semen recubrió las manos de Chase
donde ellas reposaban cruzadas sobre el abdomen de Patrick.
—¿Dejará cicatriz?
—Sí. —Chase no pudo evitar el tono orgulloso en su voz ante el hecho.
—Les dirá a todos que eres mío. —sonrió Chase y se inclinó una vez más para
acariciar con su lengua la marca del mordisco. Esperaba con certeza el ligero
estremecimiento que sacudió el cuerpo de Patrick—. Pero también se convierte en
una zona erógena.
—¿En… en serio? 147
Antes de que Chase pudiera responder, sintió el nudo retraerse. Gimió mientras
su polla flácida se deslizaba lentamente del culo de Patrick. Sé quedaría allí
eternamente si pudiera, perdido en el profundo placer del cuerpo de su pareja.
148
Capítulo 14
Con Alice vigilando a Tommy, Patrick sintió que era seguro dejar a su hijo en el
piso superior mientras bajaba con Chase a ver que quería Toussaint. Tenía que
admitir que sentía un poco de curiosidad por lo que el hombre creyese que era tan
malditamente importante.
Cuando llegaron al área común entre las tres oficinas, Patrick estaba sorprendido
de ver allí a Clint con Toussaint y otro hombre que Patrick nunca había visto antes.
Podía ver a Ryan sentado ante sus ordenadores a través de la puerta abierta.
—¿Qué es tan importante? —preguntó Chase.
Era bastante extraño, Patrick podía oler el enfado proveniente del hombre.
Patrick agarró el brazo de Chase para atraer su atención.
—Está bien, Chase. Responderé a sus preguntas. 149
Chase se giró hacia Patrick, con un oscuro ceño todavía en su faz.
—No tienes que responder a nada que no quieras.
—Lo sé. —Patrick se puso de puntillas y depositó un beso en los labios de Chase
antes de girarse para mirar a Toussaint. Sonrió cuando sintió la mano de Chase
deslizarse en la suya—. De acuerdo, haz tus preguntas.
Toussaint se rió.
—Sí, básicamente.
—De acuerdo, ¿qué tiene eso que ver conmigo?
—Sí. Al principio no hablamos casi unas tres semanas, y luego me llamó casi
cada noche hasta que regresó. —La confusión de Patrick aumentó más cuando
Toussaint asintió con la cabeza al extraño que no había presentado—. ¿Por qué?
¿Qué pasa?
—Por lo que tengo entendido, el matrimonio no fue real, pero sí, ese es el
hombre con el que intercambié votos.
—No, como dije, su nombre era James Bartlett. Dominic Eli era el nombre que
usó mientras era un agente encubierto intentando infiltrarse en el cartel de las
drogas Domínguez—. Toussaint agarró otra foto y se la pasó.
—¿Alguna vez has visto a este hombre?
—No, no lo creo. —Patrick iba a devolverle la foto, pero Toussaint negó con la
cabeza.
—Pero...
—Hace dos años, Luis descubrió que su mano derecha era un agente de la DEA
infiltrado. Fue solo un par de semanas después de que Jimmy te conociese. En
lugar de matarlo al instante, Luis raptó a Jimmy y luego lo torturó en busca de
información.
Patrick jadeó. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras recordaba al dulce hombre
de que se había enamorado.
—¿Está muerto?
—Así lo creemos. No hay pruebas de su muerte, pero Luis no habría sido tan
estúpido como para dejarlo con vida.
—Todavía estamos atando cabos, pero por lo que sabemos hasta ahora, Luis
tomó la información que tenía Jimmy y decidió usarla para su propio beneficio.
Estaba cansado de intentar arañar su camino a la cima. Viajó a Ginebra y realizó
cirugía plástica para parecerse a Jimmy. Ese fue el tiempo que estuvisteis
separados, Patrick.
152
Patrick inspiró profundamente, se abrazó a sí mismo, y luego se giró.
—¿Me estás diciendo que me casé con Luis y no con Dominic… eh… Jimmy…
Luis? —Patrick zapateó los pies—. ¿Con quién demonios me casé?
—A Luis Domínguez.
—¿El cartel va a venir tras de mí?
—No. —Toussaint negó con la cabeza—. Lamento decir que Dominic Eli, su
esposo, Patrick O’Leary, y su hijo recién nacido, Tomás O’Leary, murieron todos
en un accidente de tráfico muy trágico. El coche explotó, dejando a su paso solo
huesos calcinados. Las pruebas de ADN confirmarán, por supuesto, que Dominic,
Patrick y Tomás era sin lugar a dudas los cuerpo recobrados de la escena.
—¿Estoy muerto?
—¡No!
—Entonces estás muerto.
—Tus padres ya creen que estás en problemas, Patrick. Después de que te fueras
para casarte con Dominic, tus amigos rellenaron un informe como persona
desaparecida en la policía, porque simplemente desapareciste. Cuando no hubo
signos de ti, tus padres empaquetaron tus posesiones y las llevaron a un almacén.
—Lo cual es por lo que ellos ganaron unas vacaciones a nuestra hermosa cuidad
en un concurso en el que nunca participaron. Les ha sido sugerido por su párroco
que necesitan tomar estas vacaciones aunque sea simplemente para reagruparse.
Estarán aquí pasado mañana.
—Lo soy. Eso es lo que esto es. Luis usó su nueva cara como el agente de
incógnito Jimmy Bartlett para infiltrarse en la DEA. Todos pensaron que era
Jimmy, trabajando de incógnito en el cartel. De vez en cuando, le lanzaba algún
suculento chismorreo y ellos iban y hacían una redada que hacía que la agencia
quedase bien. A cambio de su buen trabajo, Luis, versus Jimmy, le fue concedida
total libertad de cómo llevar sus operaciones encubiertas.
Toussaint se pasó una mano por su largo cabello, revolviéndolo.
—Parcialmente, pero es más que eso, sin Luis para seguir manteniendo trabas a
154
cualquier investigación de la DEA sobre el cartel de Domínguez, el verdadero
trabajo puede comenzar para derrumbarlos.
—Tengo una pregunta —dijo Chase.
—Dispara.
—¿La adopción de Tommy por parte de Patrick, es legal?
13
El Servicio de Impuestos Internos es la agencia federal del Gobierno de los Estados Unidos encargada de
155
la recaudación fiscal y de los cumplimientos de las leyes tributarias.
—¿Patrick Might?
Patrick recogió un documento que le llamó la atención. Había visto uno como
este antes, pero parecía que no tenía el valor ni del papel en el que había estado
escrito. Quizás este fuese diferente.
Fin
156
Sobre el Autor
Stormy cree que la única cosa más sexy que un hombre con botas de vaquero,
son dos o tres hombres en botas de vaquero. También cree en el amor a primera
vista, las almas gemelas, el verdadero amor y en los finales felices.
Normalmente puede encontrarla acurrucada en la cama con un libro y una
mascota en su regazo o con su portátil, creando a su siguiente hombre sexy para
una de sus historias. A Stormy le encantan los comentarios de sus lectores. Puedes
encontrarla en su página web en;
www.stormyglenn.com
157
CREDITOS
Ketty
Cyllan
Clau
Pervy
Morgana Celtic
158