JOHN BOWLBY Exposición

UNIVERSIDAD FEMENINA DEL SAGRADO CORAZÓN
FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y HUMANIDADES
Escuela Profesional de Psicología
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN RESPECTO A LA VIDA Y OBRAS DE
JOHN BOWLBY
Cátedra : Psicología Dinámica II
Docente : Mg. Dam Sara Lafosse, Roberto
Integrantes : Molina Palacios, Verónica
Risso Paredes, Brunella
Tang Rey, Jessica
Ciclo : VII - PROMEL
La Molina- Lima- Perú
2020
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………..1
1. Biografía de John Bowlby………………………………………………………....2
2. Estructuración de los vínculos de apego...…………………...………………........4
2.1. Conductas de apego……………………………………………………….5
2.2. Sentimientos de apego…………………………………………….……....5
2.3. Representación mental…………………………………………………….5
2.4. El modelo PDD (Protesta, Desesperación y Desapego)…………………..8
3. Fases de la construcción del apego………………………………………………....9
3.1. Sensibilidad materna……………………………………………………...11
4. Tipos de apego……………………………………………………………………...12
5. Apego y Terapia psicológica……………………………………………………….14
II. CONCLUSIONES……………………………………………………………16
III. REFERENCIAS……………………………………………………………..17
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: Vida y obras de John Bowlby
1
Introducción
Desde los inicios de la vida de Edward John Mostyn Bowlby, podemos encontrar indicios de
una relación intrafamiliar distante, la primera experiencia significativa de separación la vivió a los
4 años de edad cuando su cuidadora dejaría el trabajo doméstico en su hogar.
Dentro de la teoría de Bowlby podemos encontrar un punto de vista diferente al del
psicoanálisis, considerando más atención a los eventos reales que ocurrieron en la primera
infancia; como los mecanismos y las consecuencias a largo plazo de la separación temprana de los
cuidadores primarios. Resalta también que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño, es
determinado en gran medida por la capacidad de respuesta de su figura principal de afecto. Sostiene
que un niño debe recibir el cuidado continuo de la figura de apego durante los primeros años de
vida, la privación materna puede generar dificultades cognitivas, sociales y emocionales a largo
plazo. A corto plazo, puede desatar un estado de angustia en el bebe que pasa por tres etapas:
protesta, desesperación y desapego.
La teoría de Bowlby se complementa con el aporte de Mary Ainsworth, quien propuso su
concepto de “situación extraña”, con la que añadió a la teoría del apego tres estilos de
comportamiento: Seguro, inseguro evitativo e inseguro ambivalente. Calificando el apego seguro
como una situación en la que el cuidador suele ser una persona cariñosa y afectiva constantemente,
esto permite que el niño desarrolle un concepto de si mismo y de autoconfianza positivos; el apego
inseguro evitativo se va identificar como la situación en la que el cuidador deja de atender sus
necesidades de protección; en cuanto al apego inseguro ambivalente mostrara una respuesta a la
separación con gran angustia y suelen ser mezcladas sus conductas de apego con protestas y
enfados constantes.
La teoría de Bowlby nos va a recordar la importancia de lograr un apego seguro en la primera
infancia, y cuán importante es la respuesta de la madre en ella.

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CAPITULO 1: BIOGRAFIA DE JOHN BOWLBY
Edward John Mostyn Bowlby, más popularmente conocido como John Bowlby, nació en
Londres el 26 de febrero de 1907. Hijo de Sir Anthony Alfred Bowlby, que tendría el título de
barón como cirujano de la casa real, y de Mary Bridget Mostyn, fue educado como el cuarto de
seis hermanos en un entorno acaudalado de la alta sociedad burguesa. En aquella época las clases
altas solían dejar a los pequeños al cuidado del servicio, disponiendo de niñeras que los cuidaban.
Los primeros años de John Bowlby transcurrieron al cuidado pues de una cuidadora llamada
Minnie, teniendo poco contacto con su madre. Sin embargo, a los cuatro años esta dejaría el
servicio doméstico de la familia, causándole su partida un gran sufrimiento y sensación de pérdida
al pequeño. Aunque fue sustituida, la nueva niñera tenía un carácter frío que no le hacía sentir
cómodo.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, lo que hizo que el padre del menor se enrolara y se
volviera una figura ausente de la que Bowlby y sus hermanos apenas tendrían noticias al no
compartir su progenitora el contenido de las misivas que éste enviaba.
Unos años después de ello sería enviado a un internado, en parte como manera de mantenerlos
protegidos en caso de ataque. Este conjunto de eventos le generaría un gran dolor, que
probablemente contribuyó a que con el tiempo sintiera la necesidad de trabajar aspectos como la
vinculación, la ansiedad de separación y el miedo a la pérdida en menores.
Tras varios años de internado, estudió en el Colegio Naval de Dartnorth. Tras ello intentaría
entrar a estudiar medicina en la Universidad de Cambridge, pero durante la realización de dichos
estudios empezó a verse atraído por la psicología y los abandona para posteriormente empezar a
formarse en psicología en el Trinity College de la misma Universidad de Cambridge. Su interés

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principal se encontraba en la infancia y el período de desarrollo. Tras graduarse, empezaría a hacer
diversos estudios sobre menores delincuentes y desadaptados, observando que con frecuencia
procedían de familias desestructuradas o habían sufrido malos tratos.
En 1929 se matricularía en la Escuela Universitaria de Londres, finalizando sus estudios de
Medicina (así como también en Cirugía) en 1934. Pero sus inquietudes con la psicología no habían
terminado, formándose en psicoanálisis.
Durante el año 1937 sería aceptado como psicoanalista en la British Psychoanalytical Society,
siendo analizado por Riviere entre otros. Tras ello sería entrenado por Melanie Klein en el
psicoanálisis infantil y empezaría a realizar el análisis de menores. A pesar de su vinculación con
esta autora las perspectivas de ambos diferirán, otorgando Bowlby una mayor importancia a los
factores ambientales y de crianza y a la relación real entre madre o figura maternal e hijo. Ello hará
que sea rechazado y criticado por parte de la escuela psicoanalítica al dejar de lado aspectos tan
centrales en esta teoría como el inconsciente.
En 1938 contrajo matrimonio con Úrsula Longstaff, con quien tendría cuatro hijos. Ese mismo
año recibiría la propuesta de presidir el Trinity College, propuesta que aceptaría. Además,
comenzó a trabajar en la unidad de psiquiatría infantil de una clínica de Canonbury. Sin embargo,
la Segunda Guerra Mundial le llevaría a ser reclutado. Llegaría a tener el cargo de teniente coronel,
en el cuerpo médico.
Acabada la guerra, aceptaría un puesto de director adjunto en la Clínica Tavistock en 1950,
pudiendo observar de primera mano los efectos de la guerra en la psique de sus pacientes. En esta
clínica terminaría por coincidir y trabajar con Ainsworth (quien posteriormente ampliará su teoría
del apego y realizaría numerosas contribuciones al respecto).

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Ese año Bowlby también empezaría a ser consultado por la Organización Mundial de la Salud
de cara a asesorar respecto a la posible salud mental de aquellos niños que habían quedado sin
hogar tras la guerra. Esta contribución ayudaría en gran medida a crear con el tiempo la Carta de
los Derechos del Niño.
Los años posteriores el autor realizaría numerosos experimentos y estudios que le permitieran
comprender el desarrollo infantil. Maternal Care and Mental Health sería una de sus publicaciones
más prestigiosas de aquella época, siendo el preámbulo de su teoría del apego.
CAPITULO 2: ESCTRUCTURACIÓN DE LOS VÍNCULOS DE APEGO
El apego es el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la
proximidad y el contacto del recién nacido con su madre, o con un cuidador principal. Es un
proceso que no termina con el parto o la lactancia y sirve de base a todas las relaciones afectivas
en la vida; ya sea con los progenitores, maestros o personas con las cuales hemos formado vínculos
duraderos (Rodríguez, 2019).
La formación del vínculo confiable y seguro depende de un cuidador constante y atento
que pueda comunicarse con el bebé, interprete sus señales y esté disponible para cumplir, tanto sus
necesidades de alimentación y limpieza, como las de cercanía, afecto y atención. Esta necesidad
de atención permanente sugiere una entrega casi total por parte de la madre o el cuidador, ya que
esta demanda del bebé obedece a una necesidad biológica de comunicarse para la cual estamos
programados genéticamente con la finalidad de asegurar la supervivencia; y que, a mediano plazo,
garantiza el desarrollo autónomo del infante.

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La teoría de Bowlby (Rodríguez, 2019) plantea que la conducta de apego se estructura por
medio de los siguientes vínculos:
2.1 Conductas de apego: Es el resultado de las comunicaciones de demanda de cuidados. El bebé
no es alguien pasivo y protagoniza gritos, sonrisas, agitación motriz, seguimiento visual y auditivo.
Todo ello, permite y busca que la madre o cuidador principal se acerque y permanezca con él.
2.2 Sentimientos de apego: Es la experiencia afectiva que implica sentimientos referidos tanto a
uno mismo como a la figura de apego. Introduce expectativas sobre cómo el otro se relacionará
con nosotros. Una buena relación de apego comporta sentimientos de afirmación y seguridad.
2.3 Representación mental: Es la representación interna que hace el niño de la relación de apego.
Los recuerdos de la relación, los “modelos operativos internos”, son una construcción de un
conjunto de representaciones interactivas que tienen cierto grado de estabilidad. Son un trabajo en
el sentido de representaciones dinámicas que cambian para adaptarse a los diferentes periodos de
los ciclos vitales.
A pesar de aparentar pasividad receptiva, el niño tiene gran participación activa en el
proceso de apego, esta se caracteriza por la búsqueda de proximidad con las personas con las que
está vinculado y los contactos sensoriales privilegiados que se establecen entre el niño y sus
cuidadores principales. La presencia de la figura de apego aporta una seguridad que favorece la
exploración por parte del niño. Ante la separación, el niño experimenta ansiedad, que se manifiesta
por una activación de los esfuerzos para atraer a la figura de apego, seguidos de sentimientos de
protesta, desolación y abandono frente a su pérdida.
Bowlby resalta que como reacción a las amenazas de pérdida y a la inseguridad en las
relaciones de apego, el niño desarrolla un sentimiento de angustia. Esta angustia puede ser
6
temporal, cuando la madre vuelve se alivia; o puede ser constante y convertirse en pesadumbre.
Esta situación capacita al niño para hacer una distinción entre las consecuencias emocionales de
una pérdida presente, a las amenazas de una posible pérdida en el futuro (Ortiz & Marrone, 2002).
Asimismo, el niño realiza procesos de internalización y representación, donde el modelo
de interacción entre el niño y sus padres tiende a convertirse en una estructura interna, en un
sistema de representación. Son modelos operativos internos del sí mismo y del otro, que se generan
a partir de la interacción con los progenitores (Rodríguez, 2019). El sistema de representación le
orienta respecto a lo que siente hacia los cuidadores y respecto hacia sí mismo. Básicamente lo
que se representa es la relación entre ellos, el “estar-con”, y no la figura del padre o madre como
una entidad separada. Por otro lado, aporta la noción de respuesta sensible como organizador
psíquico: las respuestas de los padres incluyen notar las señales del bebé, interpelaras
adecuadamente, responder apropiada y rápidamente. Si el cuidador fracasa en leer los estados
mentales o los deseos del bebé o cuando fracasa en apoyarlo adecuadamente no hay respuesta
sensible. La respuesta sensible es similar a la respuesta empática, pero implica además de sentir
como el otro, actuar o reaccionar como ser humano diferenciado (Rodríguez, 2019).
Con relación a ello, Bowlby incluye el concepto de monotropía, mecanismo que plantea
que un bebe tiene una necesidad innata de unirse a una figura principal en total dependencia de
ella, desarrollando un firme apego o unión esta figura siendo la ventana de tiempo más sensible
los primeros seis meses de vida.
Aunque Bowlby no descartaba la posibilidad de otras figuras de apego para el niño, sí creía
que debería existir un vínculo primario que fuera mucho más importante que cualquier otro, el cual
está representado generalmente por la madre. Bowlby creía dicho apego era cualitativamente
diferente de los apegos posteriores.

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Esencialmente, Bowlby sugirió que la naturaleza de la monotropía significaba que si no se
iniciaba o se rompía el vínculo materno, se producirían graves consecuencias negativas,
posiblemente incluyendo los trastornos por carencia afectiva. La teoría de monotropía de Bowlby
condujo a la formulación de su hipótesis de privación materna (Ortiz & Marrone, 2002).
El niño se comporta de manera que provoca contacto o proximidad con el cuidador. Cuando
un niño experimenta una mayor exaltación, envía señales a su cuidador. El llanto, la sonrisa y la
locomoción son ejemplos de dichos comportamientos. Instintivamente, los cuidadores responden
al comportamiento de sus hijos creando un patrón recíproco de interacción. Un bebe debe recibir
el cuidado continuo de esta única figura de apego principal, idealmente, durante aproximadamente
los primeros dos años de vida. Por ello, Bowlby afirmó que la función de la maternidad es casi
inútil si se retrasa hasta después de 12 primeros meses de edad del bebe, es decir, es este un período
crítico, para algunos bebes, los más resilientes inclusive este periodo se puede extender hasta los
dos y medio o tres años. Si la figura de apego se interrumpe durante este período crítico, el niño
sufrirá consecuencias irreversibles a largo plazo a causa de la privación materna. Este riesgo
continúa inclusive hasta que el niño cumple la edad de cinco años.
Bowlby utilizó el término privación materna para referirse a la separación o pérdida de la
madre, así como a la falta de desarrollo del apego. La suposición subyacente de la Hipótesis de
Privación Materna de Bowlby es que la interrupción continua del vínculo entre el niño y su
cuidador principal, es decir, la madre, podría dar lugar a dificultades cognitivas, sociales y
emocionales a largo plazo para dicho bebé.
Por ello, es necesario mencionar que las consecuencias a largo plazo de la privación
materna podrían conducir a la delincuencia en la etapa adulta, a un nivel cognitivo deficiente, al

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aumento de la agresión, a la depresión y en casos más graves a psicopatía por carencia afectiva.
La psicopatía por carencia afectiva es la incapacidad de mostrar afecto o preocupación por los
demás. Estos individuos actúan por impulso con poca consideración por las consecuencias de sus
acciones. Por ejemplo, cometer actos que vayan en contra de la salud y bienestar de las personas
que lo rodean y no mostrar culpa por el comportamiento antisocial.
2.4 El modelo PDD (Protesta, Desesperación y Desapego). Según Ortiz y Marrone (2002)
Bowlby y Robertson creían que la separación a corto plazo de una figura de apego provoca
angustia. La separación de dicha persona, o figura de apego, pone en marcha una reacción afectiva
observable a través de una serie de manifestaciones de conducta que siguen un patrón constante.
Encontraron tres etapas progresivas de dicha angustia:
• Protesta: El niño llora, grita y protesta enojado cuando el madre o cuidador se retira.
Tratarán de aferrarse a la madre para evitar que esta se vaya.
• Desesperación: si la ausencia de la madre se prolonga, la protesta del bebe comienza a
detenerse, y al parecer está más tranquilo, aunque todavía persisten las molestias. El bebe
se niega a los intentos de consuelo de los demás y, a menudo parece retraído y
desinteresado en cualquier cosa que usualmente suele estimularlo.
• Desapego: si la separación continúa por largos periodos de tiempo, o es constante a lo largo
de los días, el niño comenzará a interactuar con otras personas nuevamente. Rechaza o
ignora a la madre a su regreso y puede mostrar fuertes signos de ira.

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CAPITULO 3: FASES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL APEGO
La construcción del vínculo inicia desde el primer contacto del recién nacido con su madre y
evoluciona según las características particulares de la madre, su disponibilidad, la madurez
emocional de esta; en este proceso juega un rol principal el temperamento del niño, además de las
condiciones ambientales en donde se desarrolla la relación madre-niño.
• 0 – 6 meses: se produce la construcción y reconocimiento de la figura de apego. Entre los
0 y 3 meses, la principal relación amorosa es de los padres hacia el niño, ya que él aún se
encuentra en un periodo de desarrollo de los nervios ópticos, no reconoce a la madre cuando
no está a menos de 1 metro de él; y sus principales necesidades son de alimento y cercanía.
A partir de los 3 meses, hasta los 6, el niño ya reconoce a los padres y demanda con mayor
énfasis la necesidad de tener a la madre cerca; se muestra desconfiado y reacio a
relacionarse con personas que no conoce.
• 7 meses – 1 año: comienza la experimentación y regulación del apego mediante la
búsqueda de la madre ante la situación desconocida o de amenaza. Es posible el alejamiento
y la exploración en momentos que el niño percibe como tranquilos.
• Luego del 1° año se produce la internalización de la relación de apego; se produce la
estabilidad no sólo en el niño sino también dentro de la familia. El niño está plenamente
identificado con su madre, puede aventurarse a la exploración, aun perdiendo de vista a la
madre, sin embargo, siempre está alerta a sus movimientos, sea por medio visual o auditivo.
• 3 años en adelante: a partir de esta edad se da la activación del apego; la figura de apego
es percibida como separada, lo cual genera comportamientos complejos activadores del
apego para evitar la separación. Es un mecanismo más sutil y cualitativamente distinto del
10
enfado o la rabia. Es una etapa donde los niños tienen la capacidad de alejarse de la madre
por periodos de tiempo prolongados, manteniendo la confianza que ella volverá.
• Adolescencia: desapego, duelo y reapego. En la etapa adolescente se produce una
turbulencia generada por la complejidad de su desapego de las figuras parentales. El
adolescente tiene que aprender a tolerar el duelo de esta pérdida De este modo se produce
el reapego a nuevas figuras, sean los padres, familiares o sus pares.
• Vida adulta: apego entre pares. En la pareja se produce la manifestación del apego entre
iguales, que no predomina tanto como en la infancia. Puede incluir relaciones sexuales
Según Bowlby, existen 2 factores que tienen que darse para que el niño desarrolle apego a una
base segura; estos son los factores internos y los factores externos o ambientales (Ortiz y Marrone,
2002). Los primeros estarían dados por la capacidad de la persona de reconocer si otra persona es
digna de confianza o no; luego en caso de reconocer que, en efecto, se puede confiar en la otra
persona, ser capaz de contribuir con ella para que esa relación se mantenga y exista mutualidad.
Los segundos, implicarían la disponibilidad o no de una persona digna de nuestra confianza que
esté dispuesta a proporcionar una base segura requerida en cada etapa del ciclo evolutivo. Cuando
se dice que el niño tiene que poder reconocer a ese otro como confiable y que debe colaborar con
éste para que la conducta se mantenga y este otro debe, a la vez, poder proveer al niño de esa base
segura, en donde a partir de estos intercambios se vaya estableciendo la mutualidad, y la
intencionalidad de la conducta; asumiendo una situación dialéctica, un ida y vuelta. Para garantizar
este factor se debe tener una condición emocional especial que Bowlby nombró sensibilidad
materna.
11
3.1 Sensibilidad materna
Respecto a la sensibilidad materna supone la decodificación adecuada de las señales que el
niño vaya emitiendo; implica un inter-juego niño-figura de apego en donde la madre entiende
intuitivamente lo que le pasa al niño, y es capaz de proveer los requerimientos, que el niño vaya
teniendo. Implica una adecuada respuesta por parte de la madre (Ortiz y Marrone, 2002). La
respuesta sensible ofrecida por la madre es, el mejor predictor de la seguridad del apego del niño
en el primer año de vida. Ainsworth y Bowlby (Magaña, 2020), dicen que la actitud distante y de
rechazo hacia el niño, especialmente a nivel de contacto corporal, son predictores de un patrón de
conducta evitativo.
Por otro lado, se debe tener en cuenta la importancia de lo social en la consolidación de
estas conductas interaccionales entre niños y figuras de apego. Esto se refiere al contexto social y
cultural en donde se desenvuelve la relación, y el tipo de apoyo o ayuda con que cuenta la madre
para hacer frente a sus tareas como tal. A este respecto, diversos estudios aportan información
referente a las consecuencias en la relación madre-niño, si la madre ha contado con apoyo
adicional, por ejemplo, en las instancias que rodean al parto y luego de éste (Magaña, 2020).
Se puede afirmar entonces, que la conducta de apego se da dentro de un contexto social y
cultural del que se retroalimenta. Donde el niño será capaz de reconocerse a partir de como ha sido
reconocido y sostenido por su madre. Esta relación se puede observar a través de una conducta
sencilla y cotidiana de un niño de 1 año, ya que cuando este se cae o tiene un accidente leve, antes
de llorar observa el rostro de la madre y actúa en consecuencia.

12
CAPITULO 4: TIPOS DE APEGO
Es la relación afectiva que existe entre el niño y la madre. Según Bowlby el apego es una
necesidad biológica de establecer lazos afectivos. Este apego influye en el desarrollo y como se
desenvolverá en la vida adulta.
Bowlby tuvo una estrecha relación con una nana, pero a los cuatro años cambió de nana, a
quién describió como fría y distante. Dedicó gran parte de su vida a estudiar los efectos de la
relación entre el cuidador principal y el hijo, en la salud mental del hijo (tanto a corto como a largo
plazo). Para analizar esto, Bowlby retoma los trabajos realizados anteriormente por la psicología
estadounidense Mary Ainsworth.
4.1. Apego Seguro: Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe
que su cuidador no va a fallarle. Se siente querido, aceptado y valorado.
El comportamiento de los niños con apego seguro es activo, e interactúan de manera confiada con
el entorno.
Las personas que han tenido un apego seguro en la infancia suelen interactuar con sus iguales de
forma saludable en la edad adulta.
4.2. Apego Inseguro – Ansioso – Ambivalente: En psicología “ambivalente” significa expresar
emociones o sentimientos contrapuestos, lo cual, frecuentemente genera angustia. Por eso, en el
caso de un apego ansioso-ambivalente el niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación
constante de inseguridad (a pesar de que se esperaría lo contrario).
Los infantes presentan miedo y una angustia exacerbada antes las separaciones.
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Los niños necesitan la aprobación de los cuidadores y vigilan de manera permanentemente que no
les abandonen.
En los adultos el apego ansioso-ambivalente provoca, por ejemplo, una sensación de temor a que
su pareja no los ame o no les desee realmente.
4.3. Apego Evitativo: Los niños con un apego de tipo evitativo han asumido que no pueden contar
con sus cuidadores, lo cual les provoca sufrimiento. Se conoce como “evitativo” porque los bebés
presentan distintas conductas de distanciamiento. Por ejemplo, no lloran cuando se separan de
cuidador, se interesan sólo en sus juguetes y evitan contacto cercano.
Los niños con este apego no han generado suficiente seguridad. Se sienten poco queridos y
valorados; muchas veces no expresan ni entienden las emociones de los demás y por lo mismo
evitan las relaciones de intimidad. Con frecuencia son valorados por los otros como hostiles.
En el apego evitativo en la edad adulta, tal y como ocurre en la infancia, se producen sentimientos
de rechazo de la intimidad con otros y de dificultades de relación.
4.4. Apego Desordenado: Este tipo de apego es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo
en que el niño presenta comportamientos contradictorios e inadecuados. En ocasiones se conoce
como “apego irresuelto” y hay quienes lo traducen en una carencia total de apego.
Se trata del extremo contrario al apego seguro. Ocurre, por ejemplo, en casos de abandono
temprano, cuya consecuencia en el niño es la pérdida de confianza en su cuidador o figura vincular,
e incluso puede sentir constantemente miedo hacia ésta.
Los adultos que tienen este tipo de apego de pequeños han sido niños con alta carga de frustración
e ira, no se sienten queridos y parece que rechazan las relaciones, pero en el fondo son su mayor
anhelo.
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CAPITULO 5: APEGO Y TERAPIA PSICOLÓGICA
Básicamente, la teoría del apego se orienta a la idea de que repetidas interacciones
positivas con figuras de apego van a configurar en la persona una percepción de seguridad en el
mundo, y la confianza de merecer el amor y el apoyo de otras personas. Por el contrario,
interacciones tempranas profundamente traumáticas afectarían de manera importante el
desarrollo general de la persona y la manera en que se vincula.
Las interacciones tempranas profundamente traumáticas caracterizadas por negligencia, abuso,
pérdida de la seguridad afectiva, abandono, entre otras, afectan de manera importante el
desarrollo sano de la persona, afectando en general su configuración como ser humano y la
manera en que se vinculan con el resto.
En la intervención psicoterapéutica, se propone convertir el proceso de psicoterapia en el
compañero estable y comprensivo que facilite la configuración de un self más sano y posibilite la
experiencia de relaciones afectivas más maduras y satisfactorias.
OBJETIVOS DE LA TERAPIA PSICOLÓGICA:
5.1 Promover el pensamiento reflexivo.
5.2 Crear una base segura que facilite al usuario explorar los aspectos dolorosos e infelices de su
vida.
5.3 Ayudarle y acompañarle a explorar sus circunstancias presentes, cómo instaura relaciones
con personas significativas en la vida actual.
5.4 Ayudarle a examinar cómo interpreta la conducta de los demás (incluido el Terapeuta).
5.5 Conectar con la relación que tuvo con sus padres en la infancia y la adolescencia o con lo
que éstos le han dicho de manera repetitiva.

15
5.6 Hacerle capaz de reconocer sus modelos operativos de sí y de los otros, derivadas de
experiencias dolorosas o de mensajes equívocos del pasado, para buscar alternativas más
ajustadas a su vida presente.
5.7 El terapeuta actúa empáticamente pero también permanece separado como un pensador
independiente.
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CONCLUSIONES
El vínculo de apego formado entre madre y niño es la base segura que dará pie a la
formación de una estructura de la personalidad saludable y adaptativa. Si bien este vínculo
se da en la primera infancia, acompaña al ser humano a lo largo de su vida y se verá
reflejado en sus relaciones interpersonales; por ello, es de vital importancia ofrecer al
infante las condiciones adecuadas que le permitan desarrollar confianza en sus vínculos y
en sí mismo.
Los tipos de apego de la teoría de Bowlby influyen en el desarrollo del infante y cómo será
en la personalidad que tendrá en la vida adulta. Destacan al apego seguro como la forma
adecuada de la formación del self.
La psicoterapia basada en el apego ayuda a examinar y reflexionar sobre el pasado y cómo
fortalecer el self para el presente y el futuro.

17
Bibliografía
• Magaña, T. (2020, 26 febrero). Bowlby: «La confianza en la figura de apego es la

base de una personalidad estable y segura». Escuela Bitácoras.
https://escuela.bitacoras.com/2020/02/26/bowlby-la-confianza-en-la-figura-de-
apego-es-la-base-de-una-personalidad-estable-y-segura/
• Ortiz, E., & Marrone, M. (2002, octubre). La teoría del apego. Un enfoque actual.
Aperturas Psicoanalíticas. Revista Internacional de Psicoanálisis.
https://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000198
• Rodríguez, E. (2019, 15 abril). La teoría del apego de John Bowlby. La Mente es

Maravillosa. https://lamenteesmaravillosa.com/la-teoria-del-apego-de-john-
bowlby/

JOHN BOWLBY Exposición

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Cátedra : Psicología Dinámica II

Docente : Mg. Dam Sara Lafosse, Roberto

Integrantes : Molina Palacios, Verónica

Risso Paredes, Brunella

Tang Rey, Jessica

Ciclo : VII - PROMEL

La Molina- Lima- Perú

1. Biografía de John Bowlby………………………………………………………....2

2. Estructuración de los vínculos de apego...…………………...………………........4

2.1. Conductas de apego……………………………………………………….5

2.2. Sentimientos de apego…………………………………………….……....5

2.3. Representación mental…………………………………………………….5

2.4. El modelo PDD (Protesta, Desesperación y Desapego)…………………..8

3. Fases de la construcción del apego………………………………………………....9

3.1. Sensibilidad materna……………………………………………………...11

5. Apego y Terapia psicológica……………………………………………………….14

4 años de edad cuando su cuidadora dejaría el trabajo doméstico en su hogar.

Dentro de la teoría de Bowlby podemos encontrar un punto de vista diferente al del

protesta, desesperación y desapego.

La teoría de Bowlby se complementa con el aporte de Mary Ainsworth, quien propuso su

comportamiento: Seguro, inseguro evitativo e inseguro ambivalente. Calificando el apego seguro

necesidades de protección; en cuanto al apego inseguro ambivalente mostrara una respuesta a la

La teoría de Bowlby nos va a recordar la importancia de lograr un apego seguro en la primera

infancia, y cuán importante es la respuesta de la madre en ella.

CAPITULO 1: BIOGRAFIA DE JOHN BOWLBY

servicio doméstico de la familia, causándole su partida un gran sufrimiento y sensación de pérdida

compartir su progenitora el contenido de las misivas que éste enviaba.

vinculación, la ansiedad de separación y el miedo a la pérdida en menores.

entrar a estudiar medicina en la Universidad de Cambridge, pero durante la realización de dichos

formarse en psicología en el Trinity College de la misma Universidad de Cambridge. Su interés

principal se encontraba en la infancia y el período de desarrollo. Tras graduarse, empezaría a hacer

procedían de familias desestructuradas o habían sufrido malos tratos.

En 1929 se matricularía en la Escuela Universitaria de Londres, finalizando sus estudios de

terminado, formándose en psicoanálisis.

psicoanálisis infantil y empezaría a realizar el análisis de menores. A pesar de su vinculación con

centrales en esta teoría como el inconsciente.

Acabada la guerra, aceptaría un puesto de director adjunto en la Clínica Tavistock en 1950,

del apego y realizaría numerosas contribuciones al respecto).

los Derechos del Niño.

más prestigiosas de aquella época, siendo el preámbulo de su teoría del apego.

CAPITULO 2: ESCTRUCTURACIÓN DE LOS VÍNCULOS DE APEGO

El apego es el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la

duraderos (Rodríguez, 2019).

La formación del vínculo confiable y seguro depende de un cuidador constante y atento

programados genéticamente con la finalidad de asegurar la supervivencia; y que, a mediano plazo,

garantiza el desarrollo autónomo del infante.

medio de los siguientes vínculos:

2.1 Conductas de apego: Es el resultado de las comunicaciones de demanda de cuidados. El bebé

los ciclos vitales.

A pesar de aparentar pasividad receptiva, el niño tiene gran participación activa en el

protesta, desolación y abandono frente a su pérdida.

Asimismo, el niño realiza procesos de internalización y representación, donde el modelo

a partir de la interacción con los progenitores (Rodríguez, 2019). El sistema de representación le

adecuadamente, responder apropiada y rápidamente. Si el cuidador fracasa en leer los estados

los primeros seis meses de vida.

diferente de los apegos posteriores.

Esencialmente, Bowlby sugirió que la naturaleza de la monotropía significaba que si no se

iniciaba o se rompía el vínculo materno, se producirían graves consecuencias negativas,

condujo a la formulación de su hipótesis de privación materna (Ortiz & Marrone, 2002).

locomoción son ejemplos de dichos comportamientos. Instintivamente, los cuidadores responden