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APRENDER A PENSAR - 3y4 - Aprenderapensar-170307134320 PDF
APRENDER A PENSAR - 3y4 - Aprenderapensar-170307134320 PDF
3y4
Índice
Introducción .................................................................................... 5
Dirección editorial
Arlette Sandoval
Edición
Equipo editorial
Autoría
Javier Bahón
Amparo Escamilla
Fotografía
Archivo SM
Dirección de Arte
Carmen Gloria Robles Sepúlveda
Diseño y diagramación
Verónica Duarte Matamala
Diseño de portada
Estudio SM
¿Es necesario enseñar a pensar a nuestros alumnos? Cuando nos hacemos esta pre-
gunta nos pueden venir diferentes respuestas. Podríamos pensar que, en realidad, es
algo que el alumno irá aprendiendo con la experiencia y que no está en nuestras manos
lograrlo, puesto que es algo que solo puede ocurrir en lo más interno de su cerebro,
lugar difícilmente accesible. En el extremo opuesto también podríamos pensar que sí
que es necesario hacerlo de forma explícita.
En los dos casos anteriores estamos rodeando las múltiples consideraciones que se
merece el “aprender y enseñar a pensar”. Ciertamente, como afirma la investigadora
Constance Camii, “A pensar se aprende pensando, pensando por uno mismo”. En tal
medida, el papel que nos correspondería a los educadores sería el de facilitadores de
situaciones que propicien el pensamiento.
Sin embargo, esa visión del pensamiento nos podría llevar a una situación demasiado
pasiva. Es como si en nuestras manos solo estuviera el proponer actividades en las que
pensar y dejar a los alumnos, como única alternativa, que pensaran por sí mismos, sin
método, sin sistematización, sin pautas que puedan ayudarlos y guiarlos.
Esta guía pretende mostrar numerosas estrategias de pensamiento. Podemos hacerlo a
través de técnicas, de herramientas, de destrezas explícitas o de rutinas sencillas, entre
otras posibilidades. Lo cierto es que, en todo caso, como afirma Camii, el objetivo será
posibilitar el máximo número de ocasiones para pensar.
A su vez, siguiendo la pauta de autores como Perkins, Gardner, Swartz, Ritchhart, Costa
o Feuerstein, entre otros, aportaremos unos modelos organizados que ayudarán a que
el pensamiento aparezca, fluya y sea cada vez más profundo y prolífero. El objetivo
final es el aprendizaje real, el profundo y significativo, el transferible a otras facetas de
la vida cotidiana. En definitiva, la comprensión total o, en palabras de Howard Gardner
al referirse a la inteligencia, la capacidad de solucionar problemas o crear productos
y servicios que sean valiosos para el entorno actual. Esto es posible con el adecuado
manejo del pensamiento analítico, crítico y creativo.
Robert J. Swartz acuña el término “infusión” para integrar la enseñanza de las destre-
zas del pensamiento en los contenidos curriculares, como una vía para aprehenderlos
con auténtica comprensión y significatividad. Es ahí donde debemos poner el énfasis.
Aprender va mucho más allá de memorizar datos: requiere la activación de unos niveles
cognitivos superiores. La mejor forma de comprender y visualizar esto es una taxonomía
como la de Bloom, incluida en esta guía.
Retornando a la importancia de crear situaciones y contextos que supongan una opor-
tunidad para pensar, podemos reparar en la siguiente reflexión: ¿has medido alguna vez
cuánto tiempo dedicas a que tus alumnos piensen profundamente? Una buena práctica
sería contar con un compañero coach que nos ayudara, desde un rincón del aula, a medir
aspectos como este.
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Puede que ahora estemos recordando que muchas veces hacemos preguntas para que
nuestros alumnos participen activamente: “¿Qué hace la raíz de la planta? ¿Actúan bien
los cazadores de focas? ¿Son todas las flores iguales? ¿Esta palabra lleva tilde?”. Las
respuestas podrían ser: “Absorbe agua y nutrientes”; “No, porque matan a las crías de
foca con métodos violentos; “No, las hay de diferentes formas, tamaños y colores”; “Sí,
porque es aguda y acaba en n”. ¿No es cierto que todas estas respuestas pueden darse
desde un nivel cognitivo sencillo, como el del mero conocimiento de datos?
Activar el pensamiento es, por tanto, una tarea que requiere una buena planificación,
y a ello ayudará utilizar alguna de las estrategias que se verán en esta guía.
A la hora de comenzar a trabajar, otra variable importante es si fomentaremos el pen-
samiento individual, el colectivo o ambos. No olvidemos, a este respecto, que dos líneas
básicas del marco europeo para el siglo XXI son la comunicación y la capacidad de cola-
borar. Así pues, siendo necesario el desarrollo del pensamiento en cada uno de nuestros
alumnos, no será menos necesario practicar suficientemente el trabajo en equipo y la
comunicación eficaz y eficiente.
El trabajo cooperativo
El trabajo en equipo no es una moda. La globalización y la necesidad de abordar tareas
más complejas nos lleva, cada vez más, a trabajar en colaboración con otras personas,
empresas o colectivos.
Ser parte de un equipo y la conciencia del trabajo cooperativo requieren de un aprendi-
zaje explícito, que debe comenzar cuando los alumnos son aún jóvenes. La persecución
de metas compartidas debe ir acompañada de una capacidad de diálogo y comuni-
cación empática. Muchas veces parte de nuestros objetivos deberán quedarse en el
camino, para lograr la meta común. Entender y admitir esto requiere de un aprendizaje
específico.
Dada la cultura competitiva que nos envuelve, muchos alumnos y familiares no mues-
tran interés por el trabajo en equipo. Suele ocurrir con los alumnos que obtienen los
mejores resultados escolares. Favorecer esa actitud perjudica el desarrollo de compe-
tencias futuras necesarias, incluso para esos alumnos aparentemente exitosos. El en-
torno escolar no es igual al entorno laboral que les aguarda en el futuro; por eso, lo que
cada alumno es en el presente, el día de mañana puede que no lo sea.
Para remediar en parte este problema podemos potenciar un buen conocimiento de
los alumnos del aula, a partir de la teoría de las inteligencias múltiples. Conocer en pro-
fundidad las fortalezas de todos los alumnos nos ayudará a que ninguno de ellos sea
considerado por los propios compañeros como falto de toda capacidad o habilidad. En
la vida se obtiene el pleno desarrollo por múltiples caminos, y todos conocemos casos
en los que el éxito escolar pasado no se ha correspondido con un éxito en la vida, ni al
alumno considerado “fracaso escolar” le ha ido necesariamente mal en su vida personal
y profesional.
Del equipo, por otra parte, nacen ideas comúnmente superiores a las individuales.
Esto requiere dinámicas bien planificadas en las que el pensamiento creativo de todos
los participantes sea adecuadamente recogido, para, posteriormente, pasar por unos
criterios igualmente poderosos que pongan en juego el pensamiento crítico de todos
los miembros.
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Neurociencia y aprendizaje
Regresando al tema central del pensamiento, otra consideración habitual es que todas
las personas pensamos, y que lo hacemos constantemente y a diario. La neurociencia,
como recoge Francisco Mora en su obra Neuroeducación, ratifica que la corteza prefron-
tal del cerebro es la última en acabar de madurar, y que esto puede ocurrir a una edad
avanzada, incluso rondando los treinta años. Esta parte es la neuronalmente encargada
del “pensamiento racional, el simbólico, el criterio para tomar decisiones con capacidad
de previsión, con enjuiciamiento ético y la aplicación de unos valores”.
Quizá esta razón científica nos pueda ayudar a explicar que algunas conductas y pen-
samientos de los niños y jóvenes no son todo lo eficientes que nos gustaría durante el
período de escolarización obligatoria, e incluso más allá.
Tenida en cuenta esta condición neurofisiológica, aún queda un análisis pendiente sobre
la calidad de nuestros pensamientos habituales. Se supone que pensamos para clasificar
ideas y conceptos, tomar una decisión cuando hay varias opciones, comparar y contras-
tar dos o más objetos, resolver un problema, aplicar nuestros conocimientos a otros
contextos, buscar causas de problemas pasados, presentes o futuros, analizar la fiabi-
lidad de las fuentes de las que tomamos nuestra información, hacer predicciones, y así
podríamos seguir enumerando momentos que favorecen la activación del pensamiento.
Estos ejemplos sirven para imaginar actividades de aula en las cuales nuestros alum-
nos van a tener que aplicar su capacidad de pensar. Cuando lo hagan, ¿pensarán bien?,
¿de forma eficaz?, ¿podrán sistematizar su pensamiento o pensar cada vez con mayor
eficiencia?
La destreza de pensar con mayor o menor habilidad no corresponde únicamente a la
edad. En el caso de los adultos existen también una serie de errores típicos, aunque el
primero y mayor que se nos puede achacar es el de dar por buena la primera solución
que nos viene a la cabeza. Seguramente esto tiene mucho que ver con una frase acu-
ñada por algunos analistas de la actualidad que manifiestan que “en ciertos ámbitos
del país hay pocas ideas y muchas ocurrencias”. ¿No guarda esto una estrecha relación
con lo comentado?
La solución es recordar que “la función crea la estructura”. En consecuencia, cada día
deberemos planificar todo cuanto podamos para que, haciendo que el cerebro se vea
envuelto en situaciones que activen el pensamiento, se vayan desarrollando las estruc-
turas y hábitos para hacerlo cada vez de una manera más sistemática, automática y
autónoma.
La palabra “hábito” tiene un gran significado en la obra y aportaciones de Arthur Costa.
Este autor ha investigado los “hábitos de la mente”, como disposiciones que debemos
desarrollar para poder realizar cualquier tarea con éxito. La presente guía recogerá al-
gunas consideraciones al respecto.
La neuropsicóloga Judy Willys nos explica perfectamente cómo activar el neocórtex ce-
rebral, la zona donde las personas realmente realizamos nuestros procesos mentales de
razonamiento, pensamiento y aprendizaje. Esta experta propone crear entornos atrac-
tivos, innovadores, retadores, de suspense o de humor, que despierten la curiosidad y
la atención de los alumnos.
No menos importante es la activación de la amígdala, que actúa como filtro emocional
que también posee nuestro cerebro. Para aprender, el alumno necesita hallarse en un
entorno tranquilo y seguro. Bajo estas condiciones es más fácil y productivo pensar y
aprender. La clave es el tipo de actividades de aprendizaje que diseñemos.
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Por ejemplo, aprender diez características de cada uno de los cinco tipos de animales
vertebrados no resulta atractivo, ni supone un reto, ni constituye una actividad nove-
dosa, ni despierta nuestro sentido del humor. Ante una propuesta así, lo normal es la
reacción de un cerebro pasivo, apagado. El aprendizaje máximo al que se puede aspirar,
en tal situación, es la simple memorización a corto plazo.
Hemos olvidado mucho de lo que aprendimos en la escuela, o no lo hemos sabido aplicar
a las realidades cotidianas. De hecho, es frecuente pensar que si haces un cilindro con
un folio en posición horizontal y, posteriormente, otro cilindro ahora en posición vertical,
con el mismo folio, en ambos cabrá la misma cantidad de arena. Es como si no hubiéra-
mos comprendido nunca realmente las implicaciones de la fórmula del volumen de un
cilindro, examen en el que probablemente todos obtuvimos una buena nota.
El proceso se entenderá completamente si se hace ese ejercicio con dos folios iguales de
cartulina, se rellenan de arena, uno con el folio en vertical y otro en horizontal. Volcando
toda la arena que cabe en el vertical al cilindro horizontal, nos llevaremos una gran sor-
presa. La fórmula ya nos lo decía, pero probablemente el trabajo de comprensión sobre
dicha fórmula no fuera el más correcto.
Partir de las leyes, en lugar de los hechos, como dice Glenn Doman, invierte el verda-
dero camino del aprendizaje para nuestro cerebro. Lo contrario, en cambio, partir de
experiencias para que nuestro cerebro deduzca las leyes, es un proceso más amigable
y acorde al desarrollo del aprendizaje comprensivo.
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Taxonomía de Bloom
Javier Bahón
Niveles cognitivos
Conocer
Es el nivel que nuestros alumnos activan cuando memorizan algo, sin que necesaria-
mente lo comprendan, o bien cuando se trata de listados que no requieren compren-
sión alguna. Lo saben, lo han aprendido; pero quizá no van más allá de poderlo repetir,
preferiblemente con las mismas palabras del libro o del profesor.
Evidencias de este tipo son frecuentes en el aula, y, aunque no son negativas en sí
mismas, nos mantienen en un nivel insuficiente de desarrollo del pensamiento. Por
ejemplo, aprender los nombres de las partes de las cosas: de una flor, de un árbol, de
un animal, de la fracción, de un volcán, de una oración, de una portada gótica; u otros
contenidos del tipo fechas, acrónimos, características de las aves, figuras literarias, tí-
tulos de obras de autores, etc.
Este tipo de contenidos son los que rellenan millones de páginas webs. La educación de
hoy debe contar con eso, pero no quedarse estancada ahí. Las competencias del siglo
XXI, precisamente, hacen hincapié en no ser meros receptores de contenidos. El avance
significativo es aprender a utilizarlos con inteligencia, creatividad y sentido crítico. Este
nivel cognitivo es, por tanto, necesario pero insuficiente. Necesario porque el manejo de
datos que ya sabemos agiliza nuestro futuro aprendizaje y especialización progresiva.
Insuficiente porque la sociedad actual requiere algo más que ciudadanos enciclopédicos:
se necesitan ciudadanos creadores del cambio y la mejora.
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Comprender
Este debería ser el mínimo nivel deseable: no solo conocer las cosas, sino llegar a compren-
derlas en sus aspectos más profundos, a través de todos nuestros sentidos y capacidades.
No es lo mismo aprender los nombres de nuestros sistemas y aparatos que llegar a
comprender la interconexión que existe entre ellos, y que hace de nuestro cuerpo un
mecanismo absolutamente admirable y complejo.
Esta tarea de comprender el mundo que nos rodea apela a nuestros sentidos, a nuestra
capacidad de atención. A menos que reparemos en los detalles de los objetos de apren-
dizaje, no seremos sino aprendices superficiales, sin interés real.
Cuando miramos con otros ojos, vemos en profundidad, comprendemos. A la tarea del
educador hay que incorporar este principio básico: enseñar a mirar en el interior de las
cosas. Así lo hacía también el principito. ¿Lo recuerdas?
Aplicar
Resulta paradójico que, aunque en menor medida que hace años, todavía tengamos
que responder a la pregunta constante de los alumnos “¿Esto para qué sirve?”, con
respuestas como “Para aprobar”, “Ya lo verás de mayor” o “Porque lo necesitarás en
estudios futuros”.
Por experiencia, sabemos que estas respuestas son de las que “vencen, pero no conven-
cen”. No les queda más remedio que acatar, pero en absoluto han recibido una contes-
tación que ayude a sus cerebros a activarse ante algo que parezca ser interesante, útil,
curioso, retador, o muchos otros adjetivos que podríamos listar y que sí predisponen al
cerebro a aprender.
Y si somos incapaces de responder con más razones, ¿no estamos fallando al objetivo
de que la educación escolar ayude a los alumnos a desenvolverse eficazmente en la
vida? De esto trata el tercer nivel cognitivo, de la posibilidad de aplicar o transferir lo
aprendido en la escuela a nuestras vidas cotidianas. Sin esto, la inversión de tiempo y
dinero, el esfuerzo de todos, ¿qué sentido tiene?
Un ejemplo de esto podemos hallarlo cada vez que explicamos un nuevo contenido.
Pongamos por caso los signos de puntuación. Existe una serie de normas de uso para
cada uno de los signos. Así, la coma, el punto y coma y el punto se disputan una coloca-
ción, a veces generadora de dudas, incluso para los adultos. Pero la norma existe y suele
ser enseñada tal y como queda recogida en los libros de gramática.
Posteriormente, el paso más tradicional es el de su práctica en actividades que ayudan
a mecanizar y diferenciar el uso. Veamos la diferencia cognitiva en varios casos.
Un alumno puede memorizar la teoría del uso de cada signo de puntuación. Este alumno
no colocaría bien, necesariamente, los signos de puntuación en las actividades ni en sus
escritos. Un segundo estadio cognitivo se alcanzaría si el alumno, además de saber las
normas, pudiera discernir qué signo debe colocar en cada momento necesario.
Sintetizar
Este nivel nos manifiesta la complejidad de una tarea que requiere del conocimiento y
comprensión de varias partes, cuya unión da lugar a un nuevo producto o circunstancia.
Un ejemplo es la concepción profunda sobre el cuerpo humano, como suma de sus
aparatos. Visualizar lo sensacional que es nuestro organismo, donde todo tiene que ver
con todo, nos ayudará a conocerlo, comprenderlo, valorarlo y cuidarlo.
Otro ejemplo es la síntesis efectiva que realizamos al escribir una oración en cualquier
lengua, a través de la combinación consciente de una serie de vocablos de diferentes
categorías gramaticales, con el objetivo de conseguir, por ejemplo, crear un lema to-
talmente cautivador. En este caso, cada palabra se debería buscar y elegir por causas
analizadas separadamente, y después hacer el ejercicio de ver todas unidas en la misma
oración. De este modo comprendemos por qué Bloom sitúa la síntesis como una activi-
dad cognitiva de nivel superior al análisis, pero que necesita del mismo.
Evaluar
El sexto y último nivel cognitivo en la taxonomía original de Bloom se refiere a la capa-
cidad de enjuiciar, razonar o valorar cualquier aspecto, hecho o contenido. Como puede
entenderse a estas alturas, cada uno de los niveles cognitivos superiores engloba a los
anteriores. Evaluar, criticar o enjuiciar, por tanto, debe ser una actividad donde se de-
muestre un absoluto conocimiento, comprensión y control sobre las relaciones internas
de los elementos o circunstancias que están siendo objeto de evaluación.
En ocasiones, las actividades que proponemos piden razonar las respuestas.
A priori, esto activaría un nivel cognitivo seis. Sin embargo, debemos pensar cuidadosa-
mente en ello. El alumno puede responder, simplemente repitiendo algo que ha escu-
chado o leído en su libro. En este caso su cerebro no estaría activándose cognitivamente
en un nivel seis, sino tan solo en un nivel uno, dado que repetiría algo que ni siquiera
podríamos asegurar que comprendiera. Es muy paradójico que una actividad que con-
cebíamos como de alto nivel cognitivo, tan solo cumpla la mínima de las expectativas.
¿Alguna vez te habías planteado, como docente, el nivel cognitivo en el que estabas
haciendo trabajar a tus alumnos? O bien, ¿cuál es el nivel cognitivo de las actividades
que trabajas con tus alumnos?
Como ya hemos comentado, el pensamiento se construye pensando. Por tanto, en
función de los niveles cognitivos que estemos fomentando con nuestras actividades
cotidianas, se potenciarán en nuestros alumnos unas estructuras cerebrales u otras.
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Estrategias de pensamiento
El proyecto Savia incluye los siguientes tipos de estrategias de pensamiento:
1 Organizadores visuales
3 Técnicas de pensamiento
4 Metacognición
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Los organizadores visuales son estrate-
Organizadores
1 visuales
gias o herramientas que nos permiten
ordenar espacialmente las informaciones,
ideas, conocimientos o pensamientos so-
bre las que trabajamos o que son objeto
Javier Bahón de nuestro proceso de aprendizaje. Son
eficaces, en especial, para los alumnos
que aprenden mejor de manera visual.
Las teorías sobre los estilos de aprendizaje citan, como uno de los más usuales, el co-
rrespondiente a la ruta de acceso al cerebro. Se denomina “rutas” a las vías que ponen
en comunicación nuestro cerebro con el exterior, que comúnmente llamamos “senti-
dos”, y que son cinco: vista, tacto, oído, gusto y olfato.
El gusto y el olfato tienen una gran validez en actividades concretas, como las realizadas
por un cocinero o una elaboradora de fragancias. Además, cabe dar a estos dos sentidos
el valor de entrada de información en nuestro cuerpo sobre estímulos que nos producen
grandes placeres (degustar una comida, oler un campo de hierba recién cortada) y nos
previenen contra peligros potenciales (detectar el olor de un escape de gas o el gusto
propio de algunas comidas en mal estado).
Sin embargo, a la hora de pensar en el aprendizaje, nos solemos referir a los otros tres
sentidos: oído, vista y tacto. Los autores Orton y Gillingham, por ejemplo, han utilizado
esos tres sentidos con éxito en una metodología de aprendizaje multisensorial.
Según estos autores, cada sentido desarrolla su propia red neuronal. Por ello, cuando
activamos más de una red de forma simultánea o consecutiva estamos recurriendo a
recursos diferentes de nuestro cerebro. Esto aumenta la posibilidad de comprensión del
estímulo que estamos recibiendo. Solemos tener más desarrolladas unas redes neuro-
lógicas que otras y, dado que no es fácil determinar cuál es la mejor, lo más funcional
suele ser suministrar al cerebro la misma información por diferentes canales.
Así, por ejemplo, hay alumnos cuyo canal auditivo da un rendimiento menor que el
visual o el cinestésico. Sin embargo, cuando se les enseña por las tres rutas, aprenden
mejor. El éxito radica en simultanear o equilibrar la activación de los tres sentidos. Este
capítulo se basa solo en formas variadas de enriquecer la presentación visual.
La mayoría de las personas entendemos los estímulos visuales mejor que los proceden-
tes de otros sentidos. Con ello lograremos hacer llegar al cerebro una información que
habitualmente los alumnos perciben en las aulas casi en su totalidad de forma auditiva.
Así combinaremos con éxito dos importantes rutas de aprendizaje.
El trabajo visual va mucho más allá de la mera utilización de organizadores visuales. No
obstante, les corresponde un lugar notable entre los recursos didácticos de los que debe
disponer cualquier profesor.
Llamamos organizadores visuales a las herramientas que nos permiten ordenar espa-
cialmente las informaciones, ideas o pensamientos sobre los cuales estamos traba-
jando o que son objetivo de nuestra enseñanza o aprendizaje.
Podemos ver en estas estrategias una óptima forma de presentar a los alumnos nues-
tras enseñanzas junto con las explicaciones auditivas. Sin embargo, probablemente su
uso sea aún más efectivo cuando los propios alumnos utilicen estos organizadores vi-
suales durante su estudio, investigación y reflexiones. Es decir, son un buen compañero
de los procesos de aprendizaje.
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Pedir a los alumnos que plasmen de forma ordenada las informaciones que vayan re-
copilando, piensen qué guarda relación con qué y, en función de ello, dónde está mejor
colocado, supondrá una aportación significativa elaborada por ellos mismos.
Mapa conceptual
Un mapa conceptual es un organizador visual cuya función básica es la clasificación je-
rárquica de una información. Parte del dato más general, desciende de forma progresiva
en niveles con contenido más específico y con un mismo valor jerárquico, y finaliza con
un ejemplo para cada criterio, como en este gráfico:
TÍTULO
Cuando los alumnos realizan un mapa conceptual siguiendo sus propios criterios de
clasificación de la información, el nivel cognitivo en el que trabaja su cerebro es elevado;
en concreto, el nivel 4, correspondiente a la capacidad de análisis, dentro de los seis que
establece la taxonomía de Bloom. Los mapas conceptuales se pueden realizar de forma
individual o entre todos.
El mapa conceptual permite desarrollar también el pensamiento divergente o lateral,
la creatividad y la flexibilidad mental. Para conseguirlo, es necesario dedicar un tiempo
para pensar e imaginar criterios de clasificación, más allá de los habituales o los prime-
ros que se nos ocurran. Por ejemplo, se suelen clasificar las obras pictóricas por autor,
estilo, técnica, etc. Podemos pedir a los alumnos más criterios hasta que sean realmente
creativos, como la emoción que nos produce, el número de personas u objetos...u otros.
Estarán activando así su capacidad de pensar respuestas alternativas.
COMUNICACIÓN
VERBAL NO VERBAL
Lenguaje Lenguaje
Gestos Imágenes Sonidos
escrito hablado
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El uso del mapa mental es eficaz, sobre todo, en estos casos:
ɘComo índice de contenidos, para transmitir una visión global, al inicio de una unidad
o de una sesión explicativa.
ɘComo resumen de los conocimientos adquiridos al final de una unidad o sesión.
ɘComo estrategia para plasmar la síntesis u organizar cualquier aspecto de alguna
actividad, por ejemplo, una excursión, un festival de fin de curso, etc.
ɘY, en general, como herramienta para ordenar el objeto de aprendizaje de una unidad.
Diagrama de Venn
El uso del diagrama de Venn como organizador visual da muy buenos resultados para
hallar semejanzas y diferencias entre dos términos o ideas que queramos analizar de
forma comparativa.
Este diagrama consta de dos zonas si lo utilizamos con sus dos círculos característicos;
si bien, es posible añadir un tercero para disponer de un mayor campo de análisis, en
este caso, para comparar hasta tres conceptos diferentes con tres áreas de semejanzas
o “intersección”.
En el caso sencillo de dos círculos con un área de intersección, deberemos situar las
características de uno de los objetos o ideas que se van a comparar en el primer círculo
(situado a la izquierda); las específicas del segundo objeto de la comparación, en el se-
gundo círculo (a la derecha), y las características comunes, en la intersección formada
por ambos. El uso de colores distintos ayudará a visualizar cada una de las zonas más
fácilmente.
Imaginemos que estamos analizando dos informaciones, dos tipos de instrumento, por
ejemplo. Según vamos recibiendo la información de cada uno, la escribiremos en el
lugar que le corresponda: si es específica de un solo instrumento, se situará en uno de
los círculos, y si es característica de los dos, en la intersección de ambos.
Antes anotaremos el nombre de cada instrumento en la parte superior de un círculo.
Debemos cuidar que la información sea relevante, para que el resultado sea valioso,
si bien eso dependerá de la edad, la dificultad del contenido comparado y los propios
criterios del profesor.
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La información así procesada por los propios alumnos habrá sido más meditada que si
simplemente la hubieran leído, en cuyo caso con probabilidad tenderían a memorizarla,
lo cual supondría un pobre ejercicio cognitivo.
El caso de los tres círculos puede complicar, pero, al fomentar el debate de los equipos,
puede también propiciar una ocasión un tanto divertida de analizar en qué parte, de
todas las existentes, debe escribirse cada característica recibida. Este organizador nos
vendría bien para comparar, por ejemplo, tres tipos de animales, categorías gramatica-
les, ecosistemas, climas; los divisores de tres números...
Se recomienda que los alumnos dispongan de esta plantilla impresa para trabajar de
forma individual o por equipos. Simultáneamente, puede contarse con uno de mayor
tamaño en el aula. Para su utilización pueden idearse diferentes formas.
Por ejemplo, escribir aquello que proceda de una puesta en común de todos los equi-
pos, lo que resultará más ágil si cada una de las aportaciones viene escrita en un papel
adhesivo, por la facilidad a la hora de cambiar de lugar cualquiera de las anotaciones
si, tras el debate correspondiente, se decide que su ubicación inicial no es la correcta.
Cronograma
Un cronograma es un organizador visual que sirve para plasmar de forma gráfica y es-
crita informaciones ordenadas temporalmente. Los períodos se deben adaptara las ne-
cesidades reales del curso y área, y pueden reflejar unidades de tiempo (años, siglos,
edades…).
Se puede aplicar a distintos contenidos, por ejemplo, a las estaciones del año, las etapas
de la vida, los días de la semana, los horarios, el calendario, el sistema sexagesimal, los
acontecimientos históricos, las edades de la historia, los descubrimientos científicos, los
inventos, las fases de la luna, los fenómenos naturales (la reproducción de una planta
o la metamorfosis de determinados animales), los movimientos literarios o artísticos…
También es útil para organizar las tareas del día, de la semana, del mes…
Este organizador visual sirve para trabajar secuencias temporales de una única dis-
ciplina y relacionar los contenidos curriculares de distintas áreas, porque facilita la
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comprensión de épocas o franjas de tiempo desde diferentes ámbitos. Por ejemplo, se
pueden estudiar y plasmar en el cronograma los distintos acontecimientos (sociales,
pictóricos, literarios, arquitectónicos, musicales, científicos, matemáticos, etc.) de una
época, como la Edad Media o el Renacimiento.
Los alumnos pueden elaborar de forma individual su cronograma sobre algún contenido
curricular que suponga una secuencia temporal, y después plasmarlo en el organizador
visual del aula.
El cronograma se compone de partes iguales que representan las distintas fases del
acontecimiento o concepto que se estudie, como en el siguiente gráfico:
Organigrama
En la vida personal y profesional, el organigrama es una herramienta que suelen conocer
los adultos. Su estructura es similar si se usa para describir las relaciones jerárquicas de
una empresa o para indicar los vínculos familiares en un árbol genealógico.
Su utilización educativa nos ayudará en los dos sentidos. En primer lugar, como clari-
ficador de las jerarquías de cualquier organización, empresa, gobierno, etc. Plasmar
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las informaciones en el gráfico alimentará la ruta visual por la que llevaremos esa in-
formación al cerebro. No es fácil seguir mental o auditivamente las cadenas de reyes o
dirigentes que se han sucedido en la historia. Por ello, un organigrama o un cronograma
nos ayudarán a activar la atención y la memoria, y a mantener la concentración.
De la misma forma, podremos utilizar un organigrama jerárquico para plasmar los po-
deres de un Estado, los órganos de Gobierno de un país, o incluso del propio centro es-
colar. Llevado al terreno del alumno, podremos animarlos a considerar una organización
adecuada de los miembros del aula de cara a diferentes proyectos:
¿Cómo haríamos un organigrama en el aula con el fin de lograr disfrutar del mejor viaje
de fin de estudios? ¿Qué rol o estatus le iría bien a cada alumno? ¿Sería la misma orga-
nización que si la propuesta fuera conseguir un buen calendario de exámenes? En ese
caso, ¿qué niveles jerárquicos y equipos convendría diseñar?
En segundo lugar, se utiliza para ordenar los miembros de una familia en un árbol ge-
nealógico; en la enseñanza de las distintas lenguas puede resultar útil realizar un or-
ganigrama para conocer el vocabulario sobre la familia y los parentescos. Ello ofrece
posibilidades de trabajar la propia familia u otras. Su utilidad es grande como base, por
ejemplo, de un estudio de migración, dedicación profesional o sectores económicos de
los antepasados, su nivel de estudios, o cualquier otro tema que nos interese analizar
en al aula y requiera del conocimiento de generaciones anteriores.
Los diferentes parentescos darán pie a realizar diversos ejercicios basados en las rela-
ciones, que podemos encontrar complicados en muchas ocasiones. Se hace necesario
visualizar estas relaciones y proyectarlas en posibles niveles horizontales o verticales
ascendentes o descendentes.
Vemos que las respuestas suelen ser diversas y ello requiere una gran flexibilidad de
pensamiento. El número de funciones cognitivas que se ponen en funcionamiento su-
peran al propio valor del organizador.
Jerónimo y Natividad
Carmen
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A partir del organigrama, se puede preguntar, por ejemplo: ¿cuántos roles cumple Mar-
ta? Si yo fuera Carlos, ¿qué sería yo de Marta y de Martita?
Ante estas actividades tendremos alumnos que, para responder correctamente, deben
realizar con éxito operaciones de identificación, inferencias o razonamientos deductivos,
entre otras. No es tarea sencilla como para hacerla privados de un apoyo visual.
Diagrama de flujo
En ciertos manuales de instrucciones se han puesto de moda los diagramas de flujo.
Podemos identificarlos con un ejemplo. Cuando el coche no arranca o el televisor no
funciona, y leemos sus instrucciones, habrá una serie de preguntas secuenciales:
El coche no arranca
¿Funciona ¿Es
No recuperable? No Cambiarla
la batería?
Sí
Sí
Cargarla
¿Falta
No Llamar grúa
combustible?
Sí
Reponer
Es comparable a una guía “paso a paso”, en la cual se intenta pensar en todas las po-
sibilidades. Por ello, su utilidad es alta cuando debemos organizar cualquier evento o
realizar una actividad de cierta complejidad. Se trata de prever el máximo de imprevis-
tos o de tener pensado qué paso dar cuando pueda surgir alguno de ellos.
Es un organizador visual muy útil en muchas ocasiones. Por ejemplo, puede utilizarse
para establecer las normas de seguridad en nuestras actividades de laboratorio o para
planificar una excursión.
Además, hay al menos un área donde un diagrama de flujo es una herramienta intrín-
seca al conocimiento. Se trata de las claves dicotómicas de las ciencias naturales. En
internet podemos encontrar incluso generadores de las mismas. Un ejemplo sencillo
para identificar una planta comenzaría así: ¿Tiene hojas acintadas, aciculares o escami-
formes, o no? En función de responder sí o no, proseguiremos por una ruta u otra, cuyo
resultado final debe ser el nombre de la especie de planta que queríamos identificar.
El organizador gráfico, en este caso, deberá tener una estructura flexible para ir abrien-
do las posibilidades necesarias en los puntos que lo requieran. Todo organizador de
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este estilo debe terminar en una casilla que satisfaga las necesidades iniciales, o bien
suficientes bucles como para llegar a la solución.
Ejemplos de uso:
ɘLenguaje: identificar categorías gramaticales, grupos de palabras, tipos de oración,
tildes, clases de estrofas, etc.
ɘMatemática: clarificar la operación que debe realizarse, sistematizar los pasos para
la correcta resolución de un problema, etc.
ɘCiencias Naturales: identificar especies vegetales y animales; diferenciar minerales,
rocas o fósiles, etc.
ɘCiencias Sociales: prever las posibles consecuencias de distintas opciones tomadas
por un general en una guerra; analizar las consecuencias de diversos factores históri-
cos si hubieran existido o no, como la nieve en la Segunda Guerra Mundial, la bomba
atómica, etc.
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Lluvia de ideas y Técnica de Grupo Nominal (TGN)
Los pilares sobre los que podemos asentar algunas de estas técnicas son las competen-
cias para pensar, para colaborar y para comunicarse. La lluvia de ideas es una técnica
que facilita el pensamiento creativo, la participación colaborativa y la comunicación,
siempre y cuando tengamos en cuenta algunos requisitos importantes.
Esta técnica se puede realizar de forma oral, pero ver todas las aportaciones recogidas
por escrito facilita su análisis posterior.
Una lluvia de ideas corresponde a una fase creativa del pensamiento, en la que se in-
tenta imaginar el máximo de posibilidades respecto a aquello sobre lo que estemos
pensando. Por tanto, en esta fase carece de sentido aplicar el razonamiento, ni para
justificar las aportaciones propias ni para intentar limitar las ajenas. Simplemente, deja-
mos que fluya la imaginación para obtener el máximo rendimiento de esta. El momento
de pensamiento crítico es posterior. Mezclar ambos procesos va en perjuicio de poder
generar más respuestas creativas, entre la cuales quizá se halle la mejor.
Este proceso puede comenzar de forma individual, dejándose tiempo para imaginar las
propias respuestas que, posteriormente, pueden ponerse en común.
La recogida de aportaciones podría ser similar a la mostrada en este gráfico:
2.º TGN
22
Lo primero que se observa al unir los papeles adhesivos individuales es que existen
coincidencias totales o parciales. Procederemos entonces a aplicar la Técnica de Grupo
Nominal (TGN), mediante la cual se reúnen las informaciones equivalentes, colocadas
bajo un mismo epígrafe y, con ello, eliminamos las repeticiones. Esto queda realizado
en la zona central del rectángulo anterior (en el gráfico, el número 2).
Podemos utilizar la versión visual de esta técnica en múltiples aspectos curriculares y
extracurriculares. Por ejemplo:
ɘIndicar, entre todos, las características de un ecosistema.
ɘEnumerar las condiciones de vida de la época medieval, según una película vista.
ɘAportar posibles medidas para mejorar nuestro entorno.
ɘPoner en común tácticas eficaces de estudio.
ɘHacer aportaciones para nuestro festival de fin de curso.
ɘRecoger posibles acciones para resolver un conflicto.
Existen organizadores preparados para recoger las aportaciones de una lluvia de ideas
o para crearlos fácilmente. Contar con una herramienta así en una pared del aula faci-
lita la acción de recogida e incrementa el número de veces que puede accederse a esta
eficaz herramienta. Se podrá utilizar siempre que queramos involucrar activamente a
nuestros alumnos, en vez de dejar que sean meros receptores pasivos de las actividades
escolares.
23
Los faros del pensamiento son un conjun-
Faros del
2 pensamiento
to de estrategias cuyo objetivo es encen-
der y guiar el pensamiento para aprender
y comprender de forma profunda. Su efi-
cacia se debe a la involucración del alum-
Javier Bahón no en el proceso de aprendizaje, porque
estas estrategias fomentan la motivación,
la actividad real y la significatividad de los
contenidos y habilidades que se
adquieren.
Los autores que inspiran estos faros son numerosos, como Ron Ritchhart, Edward de
Bono, David Perkins, Peter Senge y Robert J. Swartz, que están dando lugar a diversas
redes, corrientes, metodologías y escuelas de pensamiento en el mundo.
Pasarelas
Las pasarelas permiten establecer conexiones entre un momento previo y uno posterior
al aprendizaje, con especial atención en los cambios que ha supuesto el proceso. Existen
tres tipos:
ɘEl profesor pedirá a los niños que piensen durante unos minutos,
en silencio y de forma individual, para qué pueden utilizar los co-
nocimientos adquiridos en situaciones de su vida cotidiana o de
su entorno. El profesor puede poner un ejemplo.
ɘLos alumnos pueden anotar sus respuestas en la hoja anterior.
Pueden ser textos breves, oraciones, palabras, dibujos…, según
sean sus conocimientos.
ɘLos niños pueden explicar sus respuestas a la clase.
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Qué sabía, qué sé
Qué sabía
Qué sé
ɘ
Qué sé después
̶ Al finalizar la sesión o en la sesión siguiente, el profesor
preguntará a los alumnos qué saben ahora sobre ese tema.
Se trata de que identifiquen qué nuevos aspectos les han
suscitado, qué otros no han quedado resueltos… Los niños
pensarán sus respuestas durante unos minutos, en silencio
y de forma individual.
DESARROLLO ̶ Los alumnos anotarán sus respuestas en la hoja anterior.
Pueden ser textos breves, oraciones, palabras, dibujos…,
según sean sus conocimientos.
̶ Los niños harán una puesta en común en clase. Resulta benefi-
cioso que previamente compartan sus reflexiones, por parejas.
̶ Qué más me gustaría saber
Pensaba
Pienso
ɘEn otra sesión los alumnos recordarán, con la ayuda del profesor, qué pen-
saban antes sobre el tema tratado. Pueden hacerlo observando la primera
casilla de la hoja individual y/o del mural.
DESARROLLO
ɘ El profesor les preguntará qué piensan ahora, después de aprender los
contenidos de la unidad o de la sesión. Los niños reflexionarán durante
unos minutos y compartirán sus opiniones con otro compañero, por pa-
rejas. No se trata de hallar una respuesta única, sino que es preferible la
diversidad de ideas. Los alumnos dibujarán individualmente o escribirán su
respuesta en la hoja anterior.
ɘ Los niños harán una puesta en común con sus opiniones. Se completará la
segunda casilla del mural con sus dibujos o palabras.
ɘ ¿En qué ha cambiado mi pensamiento? ¿Por qué? Los alumnos observarán
las dos casillas de la hoja individual y/o del mural y pensarán si ha habido
cambios de opinión antes y después del aprendizaje, cuáles y por qué. Se
puede añadir en la tercera casilla de la hoja individual y/o del mural con-
clusiones sobre los cambios de opinión respecto a los contenidos antes y
después del aprendizaje.
ɘ Gracias a: Si ha habido cambios de opinión, los niños pueden pensar, co-
mentar en clase y dibujar o escribir sobre quién le ha ayudado, qué idea,
qué acción, y argumentarlo… Si se trata de algún compañero de clase, los
alumnos pueden darles las gracias y explicarles por qué. En la última casilla
de la hoja individual y/o del mural (en este caso, después de una puesta
en común), titulada Gracias a…, se anotarán los nombres o se pegarán los
dibujos de las personas.
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Pregunta estrella
Objetivo
Potenciar la predisposición a querer saber y descubrir nuevas cosas, al margen de lo que
el programa estándar y el profesor tengan establecido.
Desarrollo
En la práctica escolar habitual es común que el profesor haga preguntas y el alumno
las responda. Si le damos la vuelta a esta dinámica, el alumno será más participativo, al
involucrarse, y compartirá sus intereses.
La mente que pregunta es una mente activa y participativa. Dejemos practicar al alum-
no en la formulación de buenas preguntas. Proceso:
ɘAntes de abordar el tema: ¿Qué te gustaría saber sobre este tema?
ɘDurante el proceso: ¿Puedes preguntar algo que no estamos viendo y te interesaría?
ɘDespués del aprendizaje: ¿Qué más te gustaría saber y no hemos mencionado?
ɘEn todo momento: ¿Cuál es tu pregunta “fuera de la caja” ? 1
Cerebrómetro
Objetivo
Facilitar al alumno la visualización de su mejora en lo referente a la participacióny eje-
cución de tareas relacionadas con el pensamiento.
Desarrollo
Sabemos, por los estudios sobre metacognición, de la importancia de pensar sobre el
pensamiento. Si a esta práctica le añadimos la visualización del resultado, estaremos
incidiendo en la consciencia sobre el proceso mismo.
El cerebrómetro es un autorregistro de las intervenciones positivas de cada alumno en
actividades relacionadas con el pensamiento. El profesor decidirá los ítems que van a
ser valorados, y recordará a los alumnos que marquen sus logros cuando suceda alguna
de las situaciones implicadas en los ítems. Cada marca que se ha de realizar puede ser
una casilla pintada con un rotulador bien visible, mejor aún si varía el color.
1 Las preguntas “fuera de la caja”, como metáfora de fuera de lo habitual y esperado, término acuñado en creati-
vidad por varios autores, tienen como objetivo la intervención del alumno en la construcción de su propio apren-
dizaje, desde el cuestionamiento inteligente y ocurrente sobre las propuestas curriculares. Deben partir de un
pensamiento divergente y creativo, y buscar las respuestas que el guion preestablecido no ha dado nunca. Es
también una práctica de pensamiento crítico, dado que habitualmente esas cuestiones han sido pasadas por alto.
Para el desarrollo personal y social, sin embargo, las personas capaces de buscar y profundizar “por otros cami-
nos” son personas creadoras de nuevas vías, quizá las vías que la homogeneización no deja aflorar, pero prome-
tedoras si creemos que cabe algún tipo de mejora sociocultural. La falta de tiempo y el escaso tratamiento de la
creatividad hacen que estas preguntas no vean la luz. Podrían visualizarse algunos ejemplos por las paredes del
aula que nos sirvieran de recuerdo para fomentar y reforzar su utilización. Ejemplo de pregunta “fuera de la caja”:
en español hay tres conjugaciones verbales, cuyo infinitivo acaba en -ar, -ere -ir. ¿Por qué no existen verbos cuyo
infinitivo acabe en -oro -ur?
27
El modo más sencillo de utilizar el cerebrómetro consiste en tener un modelo en la
pared frontal del aula. En él se deberán recoger los ítems declarados por el profesor en
función de sus propios intereses, relacionados con el desarrollo del pensamiento.
Una vez explicados a los alumnos y expuestos en el aula, cada alumno deberá poseer el
suyo en blanco. Se puede pegar en su mesa con cinta adhesiva.
El profesor, consciente de la importancia de que sus alumnos vayan comprobando su
eficacia en las tareas de pensar, y del refuerzo que supone ver el número creciente de
casillas marcadas, tendrá la precaución de avisar al alumno de que debe “pintarse casi-
lla”. Los alumnos podrán pedir opinión al profesor cuando estimen que su ejecución en
una actividad les hace merecedores de pintar una casilla más.
El fin de la metacognición es el conocimiento profundo acerca de “qué sé” y de “cómo
lo he aprendido” para, conscientemente, mantener las estrategias que nos funcionan
y detectar claramente cuáles debiéramos cambiar. Todo ello supone la columna verte-
bral de nuestra autorregulación en la competencia de aprender a aprender.aprender.
Cerebrómetro
ɘ...
ɘ...
ɘ...
ɘ...
Algunos ejemplos de aspectos que pueden ser registrados en el cerebrómetro son: una
buena pregunta formulada “fuera de la caja”, la correcta resolución de un problema, una
argumentación bien apoyada en razones, consecuencias bien valoradas, una predicción
con evidencias sólidas, causalidad correctamente probada, un buen ejercicio de meta-
cognición, una actitud reflexiva mantenida, aprendizaje surgido de un error constatado,
la implicación activa en el desarrollo de una actividad; repetición de intentos, aunque
sean fallidos; una decisión suficientemente argumentada, la correcta ejemplificación a
partir de los contenidos, una buena ejecución con un organizador visual o una decisión
tras un proceso de escucha activa.
De la misma manera, podríamos poner en marcha el cerebrómetro de un equipo con
varios miembros, y dejar constancia de cada marca realizada, un ítem logrado por el
conjunto de integrantes. En ese caso la denominación sería “equipómetro”.
Cada ítem tendría que referirse a aspectos relacionados con la capacidad de pensar en
equipo. Valdrían los ejemplos anteriores, pero cambiaría cómo se alcanzan los objetivos.
28
Se recomienda aplicar el cerebrómetro en un plazo breve de tiempo, para que los alum-
nos puedan comprobar el avance que han experimentado; por ejemplo, durante un
trimestre. Se puede realizar al terminar una tarea, un proyecto, una actividad, etc.
Yo aporto
Objetivo
Hacer consciente al alumno de que parte del resultado dependerá siempre de él mismo,
y que esa disposición puede desarrollarse y mejorarse con tiempo y práctica.
Desarrollo
Hasta que se produce un aprendizaje real en el alumno, han tenido que irse sucediendo
una serie de etapas, todas ellas necesarias. La reflexión sobre cada uno de estos pasos,
así como la toma de decisiones con respecto a la manera de afrontarlos, es vital para
que el alumno aprenda a aprender: “¿Qué voy a aprender? ¿Cuál será la mejor forma
de aprenderlo? ¿Qué disposición personal es necesaria para esta tarea?”. El siguiente
cuadro contiene algunas respuestas posibles (no las únicas) que pueden servir como
guía hasta tener un mayor control.
El nombre de la estrategia Yo aporto proviene de la tercera columna, que es la que de-
pende por completo del alumno. Lo que voy a aprender y cómo puedo hacerlo pueden
ser guiados por el profesor. En cambio, la disposición personal no cabe ser asumida por
nadie más que por el propio alumno. Esta realidad, no obstante, nos abre las puertas
para realizar una planificación de disposiciones personales, de la misma manera que pla-
nificamos los demás aspectos del proceso de enseñanza y aprendizaje. De este modo,
el alumno las irá adquiriendo según un proceso estructurado sobre el que se trabaje
desde los primeros cursos.
Ante la pregunta “¿Y eso cómo se hace?”, el alumno probablemente tendrá dudas para
responder, por su falta de experiencia. El profesor puede proporcionarle ejemplos de
recursos propios que le han ayudado en situaciones similares o de personajes ficticios o
reales que hayan demostrado esas disposiciones en su forma habitual de actuar.
29
¿QUÉ VOY A ¿CUÁL SERÍA LA MEJOR ¿QUÉ DISPOSICIÓN PERSONAL ES
APRENDER? FORMA DE APRENDERLO? NECESARIA PARA ESTA TAREA?
ɘFormulándome preguntas.
ɘCon un organizador visual.
ɘDibujando lo que leo.
ɘTrabajándolo en equipo.
ɘCon autorregulación.
ɘCon una técnica creativa. ɘRespetando a los demás.
ɘEstrategias de pensamiento. ɘPrestando los cinco sentidos.
Usando lo que ya sé.
ɘ<HVRFµPRVHKDFH"
̶ El alumno explicará brevemente qué disposición debe mantener para la tarea con-
creta que ha de realizar y cómo la llevará a la práctica. Para ello puede recurrir a
explicaciones basadas en:
̶ Ejemplificaciones.
̶ Mención a otras ocasiones en las que ya lo haya realizado.
̶ Comparación con personajes de ficción. Por ejemplo, “me mantendré interesado
en la tarea como la Pantera Rosa, que siempre se muestra constante e interesada
por aquello que le preocupa”.
̶ Comparación con personajes históricos reales. Por ejemplo, “respetaré y contaré
con las opiniones de los demás, como supieron hacer los llamados Padres de la
Patria”.
31
Esto me suena/Esto se siente como
Objetivo
Interpretar los contenidos en una clave diferente que evidencie la necesidad de com-
prenderlos en profundidad.
Desarrollo
Esto me suena
Esta estrategia es como una metáfora auditiva a través de la cual los alumnos deben
identificar el contenido de aprendizaje con un instrumento musical. De ahí el nombre
“Esto me suena” y su aplicación, que vendría dada en tres pasos sucesivos:
ɘPaso 1. Conocer por cualquier medio (auditivo, lectura, visualización, experimenta-
ción, etc.) el objeto de aprendizaje.
ɘPaso 2. Pensar en su significado para atribuirle un instrumento que reúna unas
cualidades semejantes, y hacer uso de la expresión “Esto me suena a…”.
ɘPaso 3. Explicar cuáles son las características del objeto de aprendizaje que le han
hecho pensar en determinado instrumento y razonar la conexión establecida.
Ejemplo:
Estas metáforas son subjetivas porque buscan que cada alumno haga su propia aso-
ciación en función de lo que a ellos les sugiera cada contenido. Por ello no deben
extrañarnos asociaciones como:
̶ El ciclo del agua suena a palo de lluvia.
̶ Un poema de Gloria Fuertes suena a panderetas.
̶ La Guerra Civil suena a trombón.
̶ El cuento de Peter Pan suena a campanillas.
̶ La lista de preposiciones suena a caja china.
32
Mentes dispuestas
Objetivo
Desarrollar en los alumnos unos hábitos que les ayuden a realizar sus tareas con mayor
éxito.
Desarrollo
La base de estas predisposiciones que se quieren fomentar puede tomarse de autores
como Arthur Costa, que resume en 16 hábitos mentales el resultado de su investigación,
al buscar las características de las personas que realizan sus tareas con éxito, indepen-
dientemente de cuáles sean estas.
Los hábitos mentales son: ser persistente, saber controlar la impulsividad, escuchar
con empatía, pensar con flexibilidad, pensar sobre el propio pensamiento, buscar la
precisión, plantearse preguntas, aplicar los conocimientos previos a las nuevas situacio-
nes, comunicar las cosas de forma clara y precisa, tomar datos con todos los sentidos,
crear–imaginar e innovar, reaccionar con asombro y admiración ante las cosas, aceptar
riesgos asumibles, tener sentido del humor, pensar de forma interdependiente y estar
siempre abierto a aprender.
Un equipo de profesores o todo un centro escolar podrían igualmente explicitar los
hábitos o predisposiciones que les gustaría ayudar a desarrollar en sus alumnos. Una
vez hecho esto, convendría planificar desde las primeras edades, y de forma progresiva,
cómo ir profundizando en la adquisición de dichos hábitos, con actividades concretas,
bien planificadas y trabajadas de forma sistemática.
Debe tenerse en cuenta que estos hábitos son prerrequisitos para enfrentarse a cual-
quier tarea, sea escolar o no, con las actitudes necesarias. Igualmente, debemos com-
prender que el entorno desempeña, junto con la propia genética de cada alumno, un
papel decisivo en el desarrollo y afianzamiento de todas estas disposiciones personales.
Dejar al libre albedrío el hecho de su aparición y mejora no favorece los fines educativos
que buscamos.
La planificación de esta labor debe tener en cuenta los siguientes pasos:
1. Determinar el hábito, disposición o actitud que queremos trabajar. Es conve-
niente que se proceda a su definición por parte de los propios alumnos, para que
sean conscientes de lo que estamos buscando, desde el principio.
3. Elegir a una persona real que reúna las mismas cualidades. Ahora, cabe exponerlas
como las estrategias que le han servido o le sirven actualmente para alcanzar sus
logros.
4. Explicitar los compromisos que adquieren los alumnos en referencia a la disposi-
ción en estudio, de manera que se contemplen los diferentes ámbitos en los que se
mueven: familia, escuela, amigos, otros grupos sociales.
5. Aplicar un proceso de metacognición que dé pie a los alumnos a pensar sobre lo que
están haciendo y en aspectos como en qué consiste, cómo se manifiesta o qué ventajas
puede traerles.
33
EJEMPLO DE
Mentes dispuestas: Esfuerzo y tesón
Si quisiéramos trabajar en los alumnos la capacidad de esforzarse y actuar con tesón,
podríamos pensar y secuenciar acciones como las siguientes. Cada apartado puede ser
trabajado en tres fases:
1. Búsqueda y elaboración de información por parte de cada alumno, individualmente.
2. Contraste de la búsqueda individual con el resto del equipo.
3. Puesta en común con toda la clase.
En los tres pasos el profesor debe desempeñar un papel de mediador y facilitador de
información, más que la función tradicional de aportar todo desde el inicio.
MENTE PERSONAJE
REFERENTE REAL EN MI VIDA
DISPUESTA DE FICCIÓN
34
Debate y consenso
Objetivo
Enseñar formas razonables de arbitrar las discrepancias en un trabajo de equipo para
poder llegar a conclusiones comunes y fiables.
Desarrollo
El trabajo cooperativo está ganando mucho terreno. Esto es lógico si la escuela quiere pre-
parar a sus alumnos para las competencias necesarias en el siglo XXI. Uno de los requisitos
para el éxito en esta forma de aprendizaje es hacer explícitas las necesidades que conlleva
el trabajo con otras personas. Los contenidos de aprendizaje dejan de ser solo los del área
implicada, y a ellos se añade todo aquello que sea necesario para trabajar en equipo.
Poner a los alumnos a trabajar juntos no garantiza, en sí mismo, un buen resultado.
Hay diversos aspectos que se deben considerar. Esta estrategia se centra solo en uno
de ellos: ¿Qué ocurre cuando se está trabajando en equipo y no hay consenso sobre un
punto necesario para que pueda proseguir la actividad? La respuesta habitual, pero
insuficiente, es que deberán razonar sus puntos de vista y llegar a un acuerdo. La expe-
riencia dice que esto no es tan fácil y deriva en formas inadecuadas de llegar a consen-
sos, como la imposición o la improvisación.
Este es un guion que se puede seguir en estos casos:
1. Especificar en qué punto entramos en debate y las opiniones de cada miembro
del equipo.
2. Indicar los puntos de acuerdo, si los hubiera.
3. Enumerar los puntos de desacuerdo y las causas. Argumentar los puntos discre-
pantes.
4. Recurrir a los mecanismos acordados previamente para llegar al consenso.
5. Especificar el acuerdo final.
Opción ➀
Opina: Opción ➁
PUNTOS
DESACUERDO:
Opción ➂
Opina:
Causas:
Opción ➃
Opina:
Causas: Opción ➄
Opina: Opción ➅
Causas:
Opción ➆
35
Mecanismos para el consenso (el profesor indicará cada vez una de estas opciones):
1. Cada alumno justifica su opinión. Se vota y se acata la mayoría.
2. Tras las justificaciones de los alumnos, se pide al profesor que medie y elija la que le
parezca más razonable de todas.
3. El mediador es un alumno de otro equipo que actúa como el profesor del caso ante-
rior.
4. Las justificaciones se refuerzan con evidencias buscadas por el equipo en diversas
fuentes como libros e internet.
5. Si ninguna razón se descarta por errónea, se sortea cuál quedará como opinión con-
sensuada del equipo.
6. Todas las opiniones serán reunidas en otra nueva, más amplia, que contemplará los
matices que aporten todas ellas.
7. El equipo asumirá la opinión que elija el miembro que desempeña el rol de director
o líder.
36
Las técnicas fomentan la flexibilidad del
Técnicas
3 de pensamiento
pensamiento y la transferencia. Su aplica-
ción supone plantear preguntas o interro-
gantes significativos a los alumnos para
que piensen, busquen y hallen respues-
Amparo escamilla tas, las comuniquen y las intercambien.
Este planteamiento debe ser sistemático
y continuo para desarrollar un aprendizaje
profundo y un pensamiento eficaz.
El proyecto Savia incluye distintas técnicas, que podríamos clasificar en cuatro bloques:
Objetivo
Esta técnica fomenta la capacidad de análisis y síntesis, y potencia la atención, el recuer-
do y el pensamiento lógico. Además, estimula el aprendizaje, al plantear y responder a
preguntas tipo (“los caminos del pensamiento”): qué, dónde, cuándo, cómo, quiénes,
con qué, para qué, desde qué principios… Sirve de base o refuerzo para aplicar otras
técnicas, como la Entrevista o el Tablero de las historias.
37
Puede realizarse para construir contenidos de diverso alcance y naturaleza: ejes am-
plios (en nuestro ejemplo, la agricultura), contenidos más concretos (el agricultor o las
herramientas con las que trabaja), y emociones o valores (el miedo, la gratitud, etc.).
Esta forma de trabajar facilita que los alumnos transfieran los procesos de pensamiento
a distintos contenidos y situaciones. Puede aplicarse a contenidos de las distintas áreas
y cursos. Por ejemplo: los sentidos, los alimentos, el cartel, las potencias, etc.
En general, potencia las inteligencias lingüístico-verbal, lógico-matemática, visual-es-
pacial e interpersonal, aunque dependiendo de la actividad o contenido que se trabaje
puede fomentar otras inteligencias. Por ejemplo, el estudio de las emociones estimula
las inteligencias intrapersonal e interpersonal; las canciones, sonidos o instrumentos
potencian la inteligencia musical; el estudio de la naturaleza (animales, estaciones,
plantas, etc.) fomenta la inteligencia naturalista.
Desarrollo
La técnica consta de seis tipos de asociaciones (espacial, temporal, causal, utilidad y
trabajos, origen y procedencia, y ética, moral y social). A cada una le corresponde una
serie de preguntas (dónde, cómo, cuándo, cuánto, etc.). Es necesario completar todo
el recorrido de las asociaciones, formulando a los alumnos preguntas de todas ellas,
siguiendo el orden establecido (ver ejemplo sobre la agricultura).
ɘEl profesor planteará la actividad o el contenido sobre el que los alumnos van a realizar
el Análisis asociativo, en nuestro ejemplo, la agricultura. Pueden observar imáge-
nes del libro de texto relacionadas con este tema. El profesor comenzará formulando
preguntas de la asociación espacial (ver ejemplo) relacionadas con la agricultura. A
partir de la observación de las fotografías y de sus conocimientos previos, los niños re-
flexionarán sus respuestas y las comentarán en clase. Si la contestación del alumno es
correcta, el profesor la valorará y reforzará; si la respuesta es incompleta, el profesor
pedirá la participación de otros alumnos para completarla o bien lo hará él mismo; si
la contestación es incorrecta, el profesor mostrará la respuesta adecuada.
ɘLos alumnos pueden escribir sus respuestas en un organizador gráfico o plantilla in-
dividual (ver modelo). En la puesta en común, el profesor también puede anotar las
contestaciones en un organizador para el aula (en la pizarra o en una cartulina).
Origen y
procedencia
Análisis asociativo
LA AGRICULTURA
Causa Espacio
Tiempo
38
ɘDespués de comentar las respuestas a las preguntas sobre la asociación espacial, el
profesor formulará interrogantes de la temporal, los alumnos reflexionarán y dialo-
garán con el profesor; así continuarán hasta completar el recorrido de asociaciones.
TIPOS DE PREGUNTAS
PROPUESTA: LA AGRICULTURA
ASOCIACIÓN MODELO
¿Dónde desarrolla el agricultor su trabajo? (En el campo). ¿Cómo es ese lugar? (En
¿Dónde? este apartado los alumnos incluirán en el organizador gráfico fotografías o dibujos
ESPACIAL de distintos espacios agrícolas; por ejemplo, un viñedo, un campo de naranjos,
¿Cómo?
etc. Después los describirán, indicando su tamaño, forma, distribución, etc.).
¿Qué hace un agricultor en los distintos momentos del año? (En este apartado los
niños incluirán fotografías o dibujos de un agricultor arando, sembrando, ponien-
do fertilizante, recolectando, etc. y los relacionarán con las estaciones del año).
¿Cuándo? ¿En qué época se recoge la aceituna, la uva, la fresa, etc.? ¿Cómo influye el tiempo
TEMPORAL atmosférico en su trabajo? (La importancia del sol y la lluvia, los problemas de
¿Cuánto?
sequía en verano, las lluvias torrenciales en primavera y en otoño, las heladas en
invierno, etc. En este apartado los alumnos incluirán fotografías de campos inun-
dados, cosechas abrasadas por el sol, campos en sequía, etc.).
¿Por qué es necesaria esta profesión? (Porque gracias a ella podemos disponer de
¿Por qué? algunos de los productos que necesitamos para vestirnos, como el algodón, y para
CAUSAL
¿Qué? alimentarnos, como las verduras, legumbres, etc.).
¿Qué es un agricultor? (Es la persona que trabaja la tierra). ¿Qué tareas realiza?
(Ara, siembra, recolecta, echa fertilizantes, etc.). ¿Cómo lo hace? (Con cuidado,
con esfuerzo, etc.). ¿Con qué herramientas trabaja? (Con azada, tijeras de podar,
cosechadora, etc.). ¿Qué ocurriría si no hubiera agricultores? (No podríamos utili-
¿Para qué zar tejidos naturales para vestirnos, no podríamos consumir vegetales, frutas o
UTILIDAD
¿Quiénes? cereales). En este apartado los niños incluirán fotografías o dibujos de agricultores
Y TRABAJOS
¿Con qué? realizando distintas tareas en el campo (arando, sembrando, recolectando, etc.)
y de sus herramientas (una azada, una pala, una cosechadora, unas tijeras de po-
dar, etc.). Después imitarán con gestos y movimientos corporales las acciones
representadas en las imágenes.
¿Desde ¿Qué materias primas nos proporciona el agricultor? (En este apartado los alum-
ORIGEN Y cuándo? nos incluirán fotografías o dibujos de algunos de los productos que obtiene el agri-
PROCEDENCIA ¿De dónde? cultor, como tomates, frutas, papas, lechugas, legumbres, etc.).
¿De qué?
39
Las Ruedas lógicas (basada en Hernández y García)
Objetivo
Como el Análisis asociativo, esta técnica permite construir contenidos de diverso al-
cance y naturaleza: ejes amplios (en nuestro ejemplo, los animales), contenidos más
concretos (animales domésticos o un animal en concreto), y normas de trabajo y valo-
res (el trabajo en equipo, el respeto…). Esta forma de trabajar facilita que los alumnos
transfieran los procesos de pensamiento a distintos contenidos y situaciones.
Las Ruedas lógicas pueden aplicarse a contenidos muy variados, de las distintas áreas
y cursos. Por ejemplo: las plantas, las estaciones del año, los medios de transporte, la
comunicación, los textos literarios y no literarios, los conflictos, el trabajo en equipo…
Desarrollo
La técnica consta de cuatro procesos (identificar, comparar, establecer relaciones causa-
efecto y argumentar, evaluar y valorar). A cada uno le corresponde una serie de pre-
guntas (¿qué es?, ¿cómo es?, ¿en qué se parece?, ¿en qué se diferencia?, ¿por qué?…).
Es necesario completar todo el recorrido y formular a los alumnos preguntas de cada
asociación, siguiendo el orden establecido (ver ejemplo sobre los animales).
ɘEl profesor planteará la actividad o el contenido sobre el que los alumnos van a realizar
las Ruedas lógicas, en nuestro ejemplo, los animales. Pueden observar imágenes del
libro de texto relacionadas con este tema. El profesor comenzará formulando pregun-
tas del proceso de identificar (ver ejemplo) relacionadas con los animales. A partir de
la observación de las fotografías y de sus conocimientos previos, los niños reflexiona-
rán sus respuestas y las comentarán en clase.
̶ Si la contestación del alumno es correcta, el profesor la valorará y reforzará.
̶ Si la respuesta es incompleta, el profesor pedirá la participación de otros alumnos
para completarla o bien lo hará él mismo.
̶ Si la contestación es incorrecta, el profesor mostrará la respuesta adecuada.
ɘLos alumnos pueden escribir sus respuestas en un organizador gráfico o plantilla in-
dividual (ver modelo). En la puesta en común, el profesor también puede anotar las
contestaciones en un organizador para el aula (en la pizarra o en una cartulina).
Identificar
Evaluar Comparar
Relaciones
causa-efecto
40
ɘDespués de comentar las respuestas a las preguntas del proceso de identificar, el pro-
fesor formulará interrogantes para comparar, los alumnos reflexionarán y dialogarán
con el profesor; así continuarán hasta completar el recorrido de procesos.
PREGUNTAS
PROCESOS PROPUESTA: LOS ANIMALES
MODELO
¿Qué son? (Son seres vivos que nacen, crecen, se reproducen y mueren).
¿Qué es?
¿Cómo es? ¿Cómo son? (Los animales son: herbívoros o carnívoros, según su alimentación;
¿Qué tipos, vivíparos u ovíparos, según su forma de reproducirse; salvajes o domésticos,
IDENTIFICAR
circunstan- según dónde y cómo viven).
cias o carac-
¿Qué tipos de animales conocemos? (Hay distintos tipos de animales: mamífe-
terísticas?
ros, aves, peces, anfibios, reptiles e insectos).
¿En qué se parecen los animales herbívoros? (Comen plantas). ¿En qué se pa-
recen un gato y un zorro? (Son mamíferos, vivíparos y se desplazan con sus
¿En qué
patas). ¿En qué se diferencian? (El gato es doméstico y el zorro, salvaje).
se parece?
COMPARAR
¿En qué ¿En qué se parecen un pato y un salmón? (Son ovíparos y viven en el agua).
se diferencia?
¿En qué se diferencian? (El pato es un ave, vuela y tiene su cuerpo cubierto de
plumas, y el salmón es un pez, nada y tiene el cuerpo cubierto de escamas).
¿Por qué? ¿Por qué las personas tenemos animales domésticos? (Porque los necesitamos
¿Qué causas? para alimentarnos con su carne, leche, huevos, etc.; y para hacernos ropa, za-
¿A qué patos, cremas, con su pelo, piel, plumas, etc.; porque nos hacen compañía, po-
responde? demos jugar con ellos, nos dan cariño, etc.).
¿Por qué
ESTABLECER ¿Qué consecuencias tendría no disponer de todo lo que nos aportan los anima-
sucede?
RELACIONES les domésticos? (No podríamos alimentarnos de ellos, vestirnos, no podríamos
¿Qué
CAUSA-EFECTO jugar con ellos, etc.).
consecuencias?
¿Cómo ¿Qué consecuencias tendría que las aves no pudieran volar? (No podrían anidar
repercute? y cuidar a sus crías, etc.).
¿Cómo
influye?
¿Qué Los animales son seres vivos que nos aportan muchos beneficios (alimento,
ARGUMENTAR,
pensamos? abrigo, compañía, etc.), debemos cuidarlos, protegerlos y procurar que su en-
EVALUAR
¿Cómo lo torno, doméstico o salvaje, les proporcione todo lo necesario para vivir y crecer
Y VALORAR
valoramos? de forma adecuada.
41
La Entrevista (Amparo Escamilla)
Objetivo
Esta técnica potencia el interés, la atención, la planificación, la flexibilidad, la creativi-
dad, el pensamiento lógico y el pensamiento creativo. Suele asociarse a otras técnicas,
como el Análisis asociativo o CTF (Considerar Todos los Factores), para obtener un ma-
yor aprovechamiento.
La Entrevista sirve para profundizar en cualquier tipo de contenido, de las diferentes
áreas y cursos. Por ejemplo, se puede entrevistar a un número, un triángulo, una po-
tencia, una letra, un sustantivo, la tilde, un personaje literario o histórico, una parte del
cuerpo, un árbol, un animal, un minero, una cordillera, un vasallo…
En general, potencia las inteligencias lingüístico-verbal, lógico-matemática, intraper-
sonal (toma de decisiones) y corporal-cinestésica, aunque dependiendo de la actividad
o contenido que se trabaje puede fomentar otras inteligencias. Por ejemplo, una entre-
vista a una canción o un instrumento estimula la inteligencia musical; una entrevista a
un atleta o un bailarín, al poder acompañar sus respuestas verbales de movimientos ex-
presivos y representativos de lo que dicen, potencia la inteligencia corporal-cinestésica;
una entrevista a un animal o una planta fomenta la inteligencia naturalista.
Desarrollo
La técnica se apoya en las preguntas del Análisis asociativo (dónde, cómo, cuándo,
cuánto, qué, para qué, quiénes, etc.) y se realiza de manera gradual. El profesor pue-
de comenzar con un modelo o simulación de entrevista y escenificarla, alternando los
papeles de entrevistador y entrevistado. A continuación, los alumnos formulan alguna
pregunta nueva. Después se puede elegir otro personaje y pedir a algún niño que pre-
pare el papel de entrevistado, y a otros, las preguntas.
Los niños solo hablarán cuando tengan el micrófono (puede ser de juguete, por ejemplo,
un palito con una bola de plastilina). Así, los alumnos se acostumbrarán a respetar el
turno de palabra.
PROPUESTA: ENTREVISTA A
TIPOS DE ENTREVISTA PREGUNTAS MODELO
UN DEPORTISTA
ɘSegún sus participan- Se pueden hacer pre- ɘ¿Dónde naciste, dónde vives,
tes: alumnos (varios guntas del análisis dónde es más fácil encontrar-
entrevistan a uno, o asociativo: te cuando descansas?
viceversa) o el profe-
sor y los alumnos (en- ɘ¿Dónde? ¿Cómo? ɘ¿Cuándo decidiste dedicarte
al deporte? ¿Qué momentos
trevistador y entrevis- ɘ¿Cuándo? ¿Cuánto? han sido los mejores?
tados, o viceversa).
ɘ¿Por qué? ¿Qué? ɘ¿Qué es lo que más y lo que
ɘSegún el entrevistado: ɘ¿Para qué? ¿Quiénes? menos te gusta de tu trabajo?
personas del entorno
sociofamiliar, perso- ɘ¿Con qué? ¿Por qué?
najes famosos (pin- ɘ¿Desde cuándo? ɘ¿Qué personas trabajan con-
tores, músicos...) o tigo? ¿Cómo entrenas? ¿Con
fantásticos (partes del
ɘ¿De dónde? ¿De qué?, qué? ¿Qué normas has de
etc. practicar en tu juego?
cuerpo, animales, ob-
jetos, emociones...).
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El Tablero de las historias (basada en el Proyecto Spectrum)
Objetivo
Esta técnica potencia la participación, la comunicación, el desarrollo de claves para la
estructura narrativa y la toma de decisiones. Las aportaciones personales estimulan
la creatividad y el aprendizaje situado. Para facilitar la construcción de las historias,
el tablero de las historias suele basarse en otras técnicas, como el Análisis asociativo
(quiénes, dónde, qué, cuándo, por qué).
En general, el Tablero de las historias potencia las inteligencias lingüístico-verbal, lógi-
co-matemática, intrapersonal, visual-espacial y corporal-cinestésica, aunque depen-
diendo de la actividad o contenido que se trabaje puede fomentar otras inteligencias.
Por ejemplo, el estudio de sonidos que podrían escucharse en el espacio que representa
el tablero potencia la inteligencia musical.
Desarrollo
La técnica consiste en crear una historia y escenificarla sobre un tablero. Se puede dibu-
jar, en cartulina o papel, la base de un tablero, que representará el espacio de la historia,
por ejemplo una calle, una casa, una granja u otro. Y también se crearán los personajes,
objetos, elementos, etc., de la narración.
ɘEl profesor colocará el tablero sobre una mesa e irá situando en él a los personajes
y objetos del relato a la vez que narra la historia. El tablero permite visualizar y po-
ner en práctica contenidos aprendidos (objetos, relaciones, ubicaciones, emociones
y acciones).
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ɘEl profesor comenzará contando una sencilla historia, para que los alumnos la conti-
núen. A partir del relato, se pueden realizar otras actividades. Por ejemplo:
̶ Continuar la historia, durante la unidad, en cualquier momento. Dos o tres alumnos
dibujarán los personajes, objetos o animales que necesiten para escenificar la na-
rración o utilizarán marionetas o elementos simbólicos, como cubos, fichas u otros.
̶ Participar en diálogos sobre la historia o inventar diálogos entre los personajes del
relato.
̶ Describir los personajes, el lugar, los objetos, etc. de la historia.
̶ Plantear y resolver cuestiones de ubicación de los objetos y personajes en el es-
pacio que representa el tablero. Se utilizan conceptos como lejos y cerca, ancho y
estrecho, etc.
̶ Resolver cuestiones relacionadas con las coordenadas temporales del relato. Se
utilizan conceptos como las unidades de medida de tiempo.
̶ Identificar e imitar sonidos relacionados con la narración.
̶ Dramatizar e imitar gestos y movimientos corporales de los personajes de la
historia.
̶ Proponer, inventar y resolver situaciones problemáticas relacionadas con el relato.
̶ Se trata de introducir o repasar contenidos matemáticos, como las operaciones.
ESTRUCTURA, ELEMENTOS,
MOMENTOS EN QUE SITUACIONES
PREGUNTAS DE BASE
SE APLICA Y AGENTES Y MATERIALES
Y RETAHÍLA
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Considerar todos los factores (basada en De Bono)
Objetivo
Esta técnica fomenta el pensamiento lógico-vertical y el pensamiento creativo o lateral.
Además, favorece el análisis sistemático, la indagación activa y metódica de todas las
posibles causas, razones y alternativas que pueden estar relacionadas con diferentes
tipos de sucesos: un hecho concreto, un acontecimiento social, familiar o escolar; una
emoción propia o de otra persona, una forma de ser, una norma, etc.
Considerar Todos los Factores (CTF) puede aplicarse a contenidos muy variados, de las
distintas áreas de los diferentes cursos. Por ejemplo: las razones por las que es impor-
tante cumplir las normas, ponerse anteojos, utilizar el cinturón de seguridad, etc.; o las
situaciones de nuestra vida en las que utilizamos las sumas o las monedas, pedimos
permiso, debemos utilizar casco, etc.
En general, esta técnica potencia las inteligencias lingüístico-verbal, lógico-matemática
e intrapersonal (toma de decisiones), aunque dependiendo de la actividad o conteni-
do que se trabaje puede fomentar otras inteligencias. Por ejemplo: el análisis de las
razones que causan conflictos o facilitan nuestras relaciones fomenta la inteligencia
interpersonal, la valoración de las causas del buen o mal estado de un animal o planta
estimula la inteligencia naturalista, etc.
Desarrollo
La técnica consiste en reflexionar sobre todas las posibilidades, ya sean razones que ex-
plican un hecho o situaciones en las que debemos hacer algo o usamos algún concepto.
Según sea la pregunta o contenido que se plantee, los alumnos pensarán en factores
o motivos reales y/o fantásticos; en el primer caso, se fomenta el pensamiento lógico-
vertical y, en el segundo, el pensamiento creativo o lateral.
ɘEl profesor plantea en clase una pregunta. Por ejemplo: por qué leemos, escuchamos
o contamos cuentos, por qué nos enfadamos, por qué es importante comer sano, por
qué una planta crece sana, situaciones en las que usamos la multiplicación, etc. Se
recomienda utilizar el lenguaje del pensamiento: “Vamos a pensar, a contemplar, a
considerar el mayor número de opciones”.
ɘLos alumnos pensarán en todas las posibilidades, factores o motivos, y los comentarán
en clase.
Objetivo
Esta técnica potencia el pensamiento lógico y favorece la toma de decisiones funda-
mentada mediante el análisis de las consecuencias, repercusiones o efectos que una
determinada situación, actuación o hecho podría tener para sí mismo y/o para otros, y
en distintos plazos temporales (corto, medio y largo plazo).
Además, fomenta el estudio sistemático, la indagación activa y metódica de todas las
posibles consecuencias, resultados, efectos, implicaciones, repercusiones y desenla-
ce de un hecho. Se recomienda utilizar estos términos de forma gradual para que los
alumnos los conozcan.
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Las consecuencias pueden estar relacionadas con distintos tipos de acontecimientos
concretos, actuaciones y decisiones personales, familiares o escolares; con la vivencia
de una emoción o con el respeto o el incumplimiento de una norma.
La técnica puede aplicarse a diversos contenidos, de los diferentes cursos y áreas. Por
ejemplo: las consecuencias de incumplir las normas, de no usar lentes, de los incendios
forestales, del cambio climático, de no cuidar el agua u otro.
En general, esta técnica potencia las inteligencias lingüístico-verbal, lógico-matemática
e intrapersonal (toma de decisiones), aunque dependiendo de la actividad o contenido
que se trabaje, puede fomentar otras inteligencias. Por ejemplo: el estudio de las reper-
cusiones del cumplimiento o incumplimiento de normas sociales fomenta la inteligencia
intrapersonal, el análisis de las consecuencias de la alimentación o del cambio climático
estimula la inteligencia naturalista, etc.
Desarrollo
El profesor guiará el análisis de las consecuencias de un hecho o situación, paso a paso.
Para ello, se recomienda utilizar el lenguaje del pensamiento: “Vamos a pensar, a imagi-
nar, a contemplar, a considerar las consecuencias (qué pasará) y sus alternativas (en per-
sonas, grupos y tiempos)”. Comenzará preguntando a los alumnos por las consecuencias
que conllevaría para las personas, por ejemplo, no cuidar el agua; los niños pensarán y
explicarán sus respuestas. A continuación, planteará el análisis de las repercusiones para
los animales y las plantas, y así sucesivamente hasta completar todas las fases.
̶ Si consumimos más cantidad de agua que la necesaria en nuestra vida cotidiana, como lavarnos
las manos, ducharnos o cepillarnos los dientes, se agotará en muchos lugares del mundo.
̶ Si los animales y las plantas enfermaran por la falta o contaminación del agua, las personas no
tendrían alimentos.
ɘConsecuencias para los animales y las plantas
̶ Los animales terrestres tendrán que recorrer largas distancias para hallar agua, al agotarse en su
hábitat.
̶ Los animales acuáticos enfermarán y morirán por la contaminación del agua de los ríos, lagos y mares.
̶ Las plantas se marchitarán y morirán por falta de agua.
ɘA corto plazo: El agua empezará a estar sucia y aparecerán desperdicios como bolsas de plástico,
papeles, envoltorios, latas en los ríos, fuentes, lagos y mares.
ɘA medio plazo: Las personas, los animales y las plantas sufrirían por la escasez de agua y tendrían
cada vez más dificultades para acceder a ella.
ɘA largo plazo: La calidad de vida de los seres vivos empeoraría, enfermarían, el agua potable cada
vez sería más escasa y difícil de lograr, no habría para todos, se extinguirían muchas plantas y ani-
males, las personas tendrían dificultades para alimentarse.
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Rastreador de problemas
(basada en Elias, Tobias y Friedlander)
Objetivo
Esta técnica potencia la atención, el recuerdo, el estudio, el análisis, la valoración, el
desarrollo de propuestas o alternativas para prevenir y/o resolver distintos tipos de
conflictos, el respeto hacia los otros, el diálogo y la capacidad de llegar a acuerdos.
La técnica consta de dos fases: la primera, de atención, recuerdo y análisis; y la segunda,
de valoración y propuesta activa de decisiones. Cada parte se desarrolla a partir de unas
preguntas modelo. El proceso de la técnica y los interrogantes favorecen la transferen-
cia de esta técnica a la vida.
Se recomienda aplicar el rastreador de problemas a situaciones de conflictos muy va-
riadas para activar en los alumnos la capacidad de utilizar los recursos para relacionarse
socialmente, prevenir y solucionar problemas en distintos tipos de contextos.
En general, esta técnica fomenta, sobre todo, el desarrollo de las inteligencias inter-
personal e intrapersonal, pero también de la lingüístico-verbal, la lógico-matemática
(causas y efectos de los conflictos), la corporal-cinestésica (gestos y movimientos ex-
presivos) y la visual-espacial (lugar, ubicación).
Desarrollo
El profesor planteará a los alumnos un conflicto (real, de una historia inventada o de un
texto literario), a partir del cual les formulará preguntas sobre este problema, en primer
lugar, para analizarlo; y, en segundo lugar, para valorarlo y proponer soluciones.
PROCESO
SITUACIONES PROPUESTAS CONCRETAS
Y PREGUNTAS TIPO
ɘConflictos y problemas evoca- Recordamos y analizamos: Juan y María estaban juntos en la casa del
dos o visualizados en cuentos primero. Él quería ver la televisión; ella, pa-
(personas, animales y otros), ɘ¿Qué sucedió? sar el rato con un juego de construcción. No
películas, fotografías, etc. ɘ¿Dónde? se pusieron de acuerdo y se enfadaron. Juan
ɘConflictos vividos por ellos ɘ¿Cuándo? le dijo a María que se fuera de su casa.
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El profesor puede también elaborar un check list para sí mismo según aquello que desee
corroborar que ha cumplido como había planificado.
Rúbricas de autoevaluación
Mientras un check list nos proporciona un listado claro pero sin matices, una rúbrica
cumple otra función diferente, puesto que nos marca varios niveles de calidad (descrip-
tores) en la ejecución de las tareas.
Una rúbrica debe construirse, por tanto, con varios indicadores, que son conductas
que podemos observar y medir, para valorar el grado de consecución en cada uno, y
con varios descriptores, que serán las especificaciones que nos detallan el grado de
adquisición.
Sin embargo, en el uso de la rúbrica que tratamos en este apartado, que busca la
autoevaluación y, con ello, que el propio alumnado pueda reflexionar y autorregular
sus aprendizajes, no nos interesan necesariamente las calificaciones o valoraciones
numéricas.
Los alumnos deben disponer de esta rúbrica antes de comenzar la tarea, leerla y com-
prenderla, porque esto nos dará la seguridad de que sabrá qué se le está pidiendo. Por
otra parte, observar los descriptores le ayudará a fijar sus objetivos y conocer, en cada
momento, en qué nivel de ejecución está y qué podría hacer para mejorarlo.
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EJEMPLO DE Rúbrica para el alumno
PIENSO EN CÓMO
INDICADOR DESCRIPTORES
MEJORARLO
Algunas imágenes
Atención a las He atendido a las Estaba distraído y
no las he visto por-
imágenes iniciales imágenes no vi las imágenes.
que me distraje.
Me sabía todas las Había preguntas
Mapa conceptual preguntas y dón- que no sabía, ni de No he estado aten-
de los cuadros de colocar cada qué pintor era al- to a las preguntas.
cuadro. gún cuadro.
He analizado 5 o 6 He analizado 3 o 4 He analizado 0, 1 o
Plano del museo
salas de pintores. de las salas. 2 salas de pintores.
He rellenado to- En algún apartado
No sabía rellenar
Informe escrito dos los apartados no he sabido qué
ningún apartado.
correctamente. poner.
He ayudado mu- He ayudado poco
No se me ocurría
Resolución del cho a mi equipo a a mi equipo a pen-
nada para decirle a
problema pensar soluciones sar soluciones y
mi equipo.
y consecuencias. consecuencias
Siempre se me ol-
No siempre he
He respetado los vida respetar los
Respeto a los respetado turnos
turnos y lo que de- turnos y no me im-
demás y prefiero mis opi-
cían los demás. portan las opinio-
niones a otras.
nes de los demás.
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ɘMi trabajo dentro de un equipo. Indicadores: investigo y me informo sobre mi parte,
aporto información al resto, atiendo a los demás, participo en la puesta en común,
ayudo a buscar pautas de mejora al equipo, respeto mi rol, etc.
ɘEl poema a mi hámster. Indicadores: rima, versos, limpieza, contenido, etc.
ɘTrabajo en parejas. Indicadores: traer los materiales asignados, fuentes consultadas,
buscar fotografías, elaboración del mural, exposición ante la clase, etc.
ɘResuelvo los problemas de matemáticas. Indicadores: subrayar los datos en el enun-
ciado, hacer un dibujo del problema, hacer las operaciones, escribir el resultado, etc.
También cabe su uso por parte del profesor que puede evaluar, a través de esta herra-
mienta, cómo ha desarrollado un proyecto o unidad didáctica. Por ejemplo:
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Contraste de rúbricas
A pesar de que en esta guía ofrecemos el valioso recurso de la rúbrica como herramienta
de autoevaluación, el uso habitual de las rúbricas es otro. Comúnmente, son realizadas
por los profesores y, de acuerdo con ellas, evalúan a sus alumnos. La rúbrica es un buen
instrumento de evaluación, nacido con el deseo de objetivar en lo posible este proceso
y hacer de él una parte didáctica y fundamental dentro del aprendizaje. Es una guía de
mejora para el alumno.
En este caso, proponemos el contraste de rúbricas como medio para comparar opinio-
nes y ayudar al alumno, si es necesario, a reajustar sus percepciones sobre su trabajo.
Para ello, profesor y alumno deberán utilizar dos ejemplares distintos de la misma rú-
brica. El alumno marcará las casillas que considere alcanzadas en su ejemplar para, a
continuación, comparar su valoración con la del profesor. Puede analizarse la posibili-
dad de contraste con otro compañero con el cual pueda reflexionar sobre si existe o no
consenso en las valoraciones.
Esta visión que le viene de fuera al alumno debe estar cargada de positividad y ayuda,
puesto que en otro caso, con seguridad, un juicio no resultaría constructivo. El paso
fundamental es la obtención de conclusiones respecto a la comparación de dos rúbricas.
Será conveniente que estas queden recogidas para su seguimiento posterior.
INDICADOR DESCRIPTORES
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N.º INDICADORES
ESTO ME REFUERZA AL PENSAR QUE...
COINCIDENTES
N.º INDICADORES
RAZONES QUE RECIBO
CON DIFERENTE MIS CONCLUSIONES
Y ADMITO
VALORACIÓN
(1.º, 2.º y 3.º indicador) ɘSoy capaz de utilizar correctamente un mapa conceptual.
ɘPuedo estar concentrado en tareas que lo requieren
N.º INDICADORES
RAZONES QUE RECIBO
CON DIFERENTE MIS CONCLUSIONES
Y ADMITO
VALORACIÓN
Solo los alumnos que comprenden cómo hacen las cosas y ven las ventajas de hacerlas
de forma correcta están capacitados para aprender a aprender.
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Diario de pensar
Objetivo
Adquirir autonomía y autocontrol en el proceso de aprendizaje mediante el conoci-
miento profundo de qué y cómo aprendemos, qué nos funciona mejor y qué debemos
mejorar o cambiar, cómo lo han hecho los otros y qué resultado han obtenido, dónde
podemos utilizar lo aprendido, etc.
Desarrollo
Esta estrategia de metacognición puede realizarse al finalizar una actividad, una sesión
o la unidad, o dedicando unos minutos cada día o semana, según el criterio del profesor.
Los alumnos pensarán durante dos o tres minutos, de forma individual y en silencio, so-
bre su proceso de aprendizaje. Puede ser sobre uno de estos aspectos: qué han aprendi-
do, cómo lo han hecho, qué relaciones han establecido o las emociones que han sentido.
Esta estrategia de metacognición resulta más efectiva si en cada ocasión se reflexiona
sobre uno de los cuatro aspectos anteriores y se utiliza una pregunta o comentario
diferente para pensar. Para finalizar, los niños pueden escribir sus reflexiones en un
cuaderno a modo de diario.
Detonantes del pensamiento: El profesor puede explicar a los alumnos que van a de-
dicar unos minutos a pensar sobre una de las siguientes opciones y plantearles una
pregunta o un comentario para ayudarles a reflexionar:
Qué he aprendido
Posibles preguntas o comentarios: ¿Qué he aprendido nuevo?, ¿Qué me ha enseñado
esta actividad?, Ahora entiendo cómo hacer…, Puedo aplicarlo a…, Saber… me ha ser-
vido para…, Lo que he aprendido está relacionado con…, Ahora entiendo por qué…,
¿Qué debería repasar, preguntar, indagar…?, etc.
Cómo he aprendido
Posibles preguntas o comentarios: Aprendo mejor cuando…, Realizar… me ha servido
para…, Seguir estos pasos me ayuda a…, Me cuesta menos aprender cuando…, Me
ayuda a aprender…, Comprendo mejor cuando…., Me ayuda a prestar atención…, Para
aprender algo nuevo necesito…, etc.
Cómo me he sentido
Posibles preguntas o comentarios: Me siento bien cuando…, Lo que más me ha gus-
tado de la clase ha sido…, Me hubiera gustado más…, Cuando trabajo en equipo me
siento…, Estar… me ayuda a…, Me ha gustado la actividad… porque…, He disfrutado
de… y me ha aportado…, Me siento a gusto… pero no…, etc.
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Transferencia
Objetivo
El objetivo de la metacognición es hacernos conscientes de qué cosas hacemos y cómo
las realizamos. Por ello, tener un registro actualizado de los progresos puede reforzar
esa consciencia, a la vez que nos da las evidencias en las que podemos basar nuestras
acciones de mejora.
La transferencia tiene la importancia de hacer que el alumno vea que lo aprendido en el
aula tiene aplicación en la vida real. Para ello debe practicarse cada vez que se aprende
algo nuevo. “Esto que hemos aprendido, ¿en dónde más lo ves útil?, ¿dónde crees que
lo podrás utilizar?”.
De la misma manera debe generalizar sus destrezas y aprendizajes más allá del con-
texto en el que los ha desarrollado. Por ejemplo, si ha hecho un buen ejercicio para
diferenciar anfibios y reptiles, debería poder extrapolar esa habilidad cuando diferencie
un sustantivo y un adjetivo. Esta capacidad se ampliará si le hacemos tomar conciencia
de cómo lo hizo, qué pasos siguió, qué estrategias utilizó, cuáles le funcionaron mejor
que otras, etc.
Desarrollo
El profesor podría tomar las fichas rellenas por sus alumnos (ver modelo) y hacer un mu-
ral que reflejará los cambios que han incorporado en sus habilidades, gracias a aquello
que han aprendido.
TRANSFERENCIA
ANTES HACÍA...
HE APRENDIDO...
AHORA HAGO...
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MATERIAL FOTOCOPIABLE
Diagrama de Venn
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MATERIAL FOTOCOPIABLE
Diagrama de Venn
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Qué aprendo, para qué
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60
Qué sabía, qué sé
Pensaba Pienso
MATERIAL FOTOCOPIABLE
Gracias a
61
www.ediciones−sm.cl
stomás
llegaba el mom
Fundación SM retorna a la sociedad los de hablar. Los m
edían
beneficios que genera el trabajo editorial jóvenes
ria la me pedía
de Ediciones SM, contribuyendo así a
«La Academia y SM responden»
Departamento de Consultas Idiomáticas misma historia
extender la cultura y la educación a los Academia Chilena de la Lengua
grupos más desfavorecidos. grane
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