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LA ORQUESTA DE CUERDAS

En la orquesta sinfónica, la sección de cuerdas, es el cuerpo más grande que la


conforma. Normalmente, esta sección consta de violines primeros y segundos,
violas, violonchelos y contrabajos. En los debates sobre instrumentación de una
obra musical, la expresión «las cuerdas» o «cuerdas» se usa para indicar una
sección de cuerda. Una orquesta que consta únicamente de una sección de cuerda
que se llama una orquesta de cuerda. Se utilizan pequeñas secciones de cuerdas
en arreglos de música jazz, pop y rock.
Una orquesta de cuerdas es una agrupación que consta únicamente de
una sección de cuerdas. Los instrumentos de esta orquesta suelen ser los
siguientes: el violín, el cual se divide en violín primero y segundo, la viola,
el violonchelo y el contrabajo. A veces las obras escritas originalmente para
cuarteto de cuerda, quinteto o sexteto, se arreglan para orquesta de cuerda. O por
el contrario, sin necesidad de realizar un arreglo, pueden ser interpretadas por la
orquesta de cuerdas.

Disposición de los asientos y de las funciones

La disposición más habitual es situar las secciones de los violines primeros, violines
segundos, violas y violonchelo dispuestas en sentido de las agujas del reloj (de
izquierda a derecha) alrededor del director, con los contrabajos ubicados detrás de
los violonchelos a la derecha. Los primeros violines son dirigidos por el concertino
de la orquesta ; cada una de las otras secciones de cuerdas también tiene un
músico principal (segundo violín principal, viola principal, violonchelo principal y
contrabajo principal) que son los encargados de interpretar los solos orquestales de
la sección, marcar las entradas y, en algunos casos, fijar el sentido de los arcos de
la sección (el concertino puede fijar los arcos para todas las secciones, o sólo por
las cuerdas más agudas.). Los intrérpretes principales de cada sección de cuerdas
se sientan al frente de su sección, cerca del director y en la fila más cercana al
público.

Sección de segundos violines

Los miembros de la sección de violines segundos interpretan usando el mismo


instrumento que los primeros (un violín) pero cada sección tiene una parte de violín
separada. La parte del violín segundo, es en general más grave en tono que la parte
del violín primero, y los violines segundos pueden alternar entre un papel
de acompañamiento y la interpretación de una línea melódica, que puede ser una
armonía que apoye la de los violines primeros. Los violines segundos, junto con
las violas, son consideradas las «voces interiores» de la sección de cuerdas. Las
«voces externas» de la sección de cuerda son los primeros violines en los agudos
y los contrabajos y violonchelo en el registro grave.
En el siglo XIX era habitual situar los primeros y segundos violines en lados
opuestos (violín I, violonchelos, viola, violín II), resultando evidente que sus partes
se cruzaban. Si el espacio o los músicos son limitados, los violonchelos y los
contrabajos se pueden poner en el medio, los violines y las violas de la izquierda
(por lo tanto de cara al público) y los vientos a la derecha; esta es la disposición
habitual en fosos de orquesta (El foso es utilizado para la Ópera). La disposición
también puede ser especificada por el compositor, como en Música para Cuerdas,
Percusión y Celesta de Béla Bartók, que utiliza secciones de cuerdas antifonales,
una a cada lado del escenario.

Sección de contrabajos

La sección de los contrabajos toca la línea de bajo. En obras sinfónicas de música


clásica, especialmente de la época del Barroco (1600-1750) y la época clásica
(1750-1820), el contrabajo y el violonchelo solían tocar la misma parte, con la
etiqueta «Bassi». Sin embargo, el contrabajo es un instrumento transpositor, los
notas del contrabajo suenan una octava por debajo de los de la parte del violoncelo.
En la época clásica, algunos compositores como Haydn y Beethoven comenzaron
a dar diferentes partes a los contrabajos y violonchelos. Mientras que en algunos
casos, como el Recitativo de la Novena Sinfonía de Beethoven, los contrabajos
tenían un papel mucho más melódico, en general, la tendencia significaba que los
bajos recibieron las líneas de bajo más simples, mientras que las líneas de bajo más
melódicas o técnicamente más difíciles fueron dadas a los violonchelos.

Colocación en el escenario

La colocación habitual sitúa los violines, violas y violonchelos sentados por pares
compartiendo un atril, con los miembros de cada sección dispuestos en columna
detrás de los dos primeros artistas intérpretes. Cada líder de sección se sitúa por lo
general en el exterior de la primera silla, la más cercana a la audiencia.
Hay más variaciones en la disposición de la sección de los contrabajos,
dependiendo del tamaño de la sección y el tamaño del escenario. Los contrabajos
se disponen comúnmente en un arco detrás de los violonchelos, ya sea de pie o
sentados en taburetes altos, generalmente con dos músicos compartiendo un atril;
aunque a veces, debido a la gran anchura del instrumento, es más fácil que cada
uno tenga su propio atril. Generalmente no hay tantos contrabajos como
violonchelos, por lo que se disponen o en una fila, o si es una sección más grande,
en dos filas, con la segunda fila detrás de la primera.

Conformación de las cuerdas

La orquesta de cuerdas puede variar en tamaño desde una orquesta de cámara que
consta de entre 12 (4.3.2.2.1 = 12) y 21 músicos (6.5.4.4.2 = 21) que a veces tocan
sin director, o hasta el tamaño equivalente a la sección de cuerdas de una
gran orquesta sinfónica, que podría tener 60 músicos. El tamaño de una sección de
cuerdas puede ser expresado con una fórmula del estilo (por ejemplo) 10-10-8-10-
6, que designa el número de violines primeros, segundos, violas, violonchelos y
contrabajos. Los números pueden variar ampliamente, por lo que en una gran
orquesta que podría ser 14-14-12-12-10; la orquesta de La création du monde de
Darius Milhaud es 1-1-0-1-1. Los números son generalmente par porque
normalmente dos músicos comparten un atril.
La música de una sección de cuerdas no está necesariamente escrita en cinco
partes, las partes pueden ser asignadas a más de un instrumento, y a veces ciertos
instrumentos son omitidos. Por lo tanto en la música del período clásico, los
violonchelos y contrabajos a menudo interpretan la misma música, sus piezas que
por lo general se escriben en un solo compás, y las notas del contrabajo suenan
una octava más baja que lo escrito.

Los divisi de las secciones

También es posible que más de una parte sea asignado a instrumentos de una
sección; esta práctica es designado con el término italiano divisi (abreviado div.). En
una orquesta de cuerdas, los divisi son muy comunes, pues crean densas armonías
cuando se colocan más de una nota a interpretar por la sección. También, en el
caso de omitir secciones se producen divisis casi obligados. Así, cuando los violines
se omiten, las violas y violonchelos están divididas. Probablemente son más
frecuentes los casos en que una sección está dividida sólo por un breve período. El
procedimiento normal para el divisi de pasajes es que el intérprete de la parte
exterior del atril (la más cercana a la audiencia) toque la parte superior, y el otro la
inferior. Esta práctica es a menudo llevada a los extremos para lograr efectos
especiales, con divisiones en más de dos partes.

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