Está en la página 1de 27

“Año de la universalización de la salud”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA

ÉTICA

MONOGRAFÍA SOBRE LA ÉTICA

CURSO
Ética y Filosofía Política

Integrantes:
Jesus Carrasco Diego Andres 20182590H
Escalante Panique Milko William 20190264I

Profesor:

 Elvis Fernando Tacillo Yauli

1
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………4

2. EL ÁMBITO DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA………………………………………5

2.1. La ética no puede ser


neutral………………………………………………………...6

3. BREVE HISTORIA DE LA ÉTICA……………………………………………………6

3.1. La diversidad de las teorías éticas

3.2. Éticas de la era del ser

3.2.1. Sócrates

3.2.2. Platón

3.2.3. Aristóteles

3.2.4. Éticas del periodo helenístico

3.2.4.1.1. Epicureísmo

3.2.4.1.2. Estoicismo

3.2.5. Las éticas medievales

3.2.5.1.1. Agustín de Tagaste

3.2.5.1.2. Tomás de Aquino

3.3. Éticas de la era de la conciencia

3.3.1. El sentimiento moral: Hume

3.3.2. Kant

3.3.3. Las éticas del movimiento socialista

3.3.3.1.1. Socialismo utópico

3.3.3.1.2. Socialismo anarquista

3.3.3.1.3. Marx y el marxismo

3.4. Éticas de la era del lenguaje

3.4.1. Nietzsche

3.4.2. Emotivismo

3.4.3. Prescriptivismo

2
3.4.4. El formalismo dialógico: las éticas procedimentales

3.4.4.1.1. John Rawls: la justicia como imparcialidad

3.4.4.1.2. La ética del discurso

3.4.5. El Comunitarismo

4. CLASIFICACIÓN DE LA ÉTICA…………………………………………………….19

4.1. Clasificaciones éticas como estructuras lógicas de la acción


moral

4.2. Descripción o prescripción como fundamento clasificatorio

4.3. Éticas naturalistas y no-naturalistas

4.4. Éticas cognitivas y no cognitivas

4.5. Éticas de móviles y éticas de fines

4.6. Éticas de bienes y de fines

4.7. Éticas materiales y éticas formales

4.8. Éticas sustancialistas y éticas procedimentales

4.9. Éticas teleológicas y deontológicas

4.10. Éticas de la intención y éticas de la responsabilidad

4.11. Éticas de máximos y éticas de mínimos

5. ÉTICA APLICADA…………………………………………………………………….26

6. CONCLUSIONES………………………………………………………………………26

7. BIBLIOGRAFÍA………………….……………………………………………………26

3
INTRODUCCION

Para llevar de la mejor manera posible una vida feliz, tomamos diferentes caminos

con respecto a las decisiones bajo la moral que adoptamos. Y es que, para la siguiente

monografía, se tomará una distinción entre ética y moral.

Antiguamente tal distinción no existía, o poco le daban interés a su diferencia.

Haciendo un adelanto a lo que tocaremos más adelante, Hegel fue el primer pensador que dio

una idea para la distinción entre estas dos palabras que tienen la misma raíz griega, pero que

una distinción ayudaría mucho en la expresión de ideas futuras.

En esta monografía se hará un estudio de los diferentes pensamientos con respecto a

la ética, en otras palabras, la filosofía moral; esto nos llevará a saber cuál ha sido y es el papel

de la ética en la actualidad y cuál es su importancia.

La moral es el conjunto de reglas y normas que rigen las acciones y actitudes que

tienen un grupo de personas, en otras palabras, la moral es un código que no es único y varía

dependiendo de la cultura, la ubicación o el lugar en dónde te encuentres. Por ejemplo: la

cultura que veía la ley del talión como buena, no diría lo mismo sobre la cultura católica que

daría “la otra mejilla”. Esto se transmite con la idea de qué es lo bueno o lo mejor que pueden

enseñar a sus sucesores para que vivan en armonía.

Pero rara vez encontrarías a una persona que se pregunte: ¿por qué debemos hacer lo

que hacemos? Esto como adelanto es lo que preguntaría la ética; en cambio, la moral

preguntaría… ¿qué hacemos?

Y es aquí donde encontramos la importancia de la ética, en que no depende de algún

código moral en especial, sino que tiende a preguntarse ¿Qué argumentos avalan y sostienen

el código moral que estamos aceptando como guía de conducta?

4
2. EL ÁMBITO DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA

7.1. La ética no puede ser neutral

La caracterización de la ética como filosofía moral nos hace pensar que esta disciplina

no se identifica con algún código moral ya establecido, pero esto no significa que permanezca

siendo neutral ante los códigos que hayan existido o que puedan existir.

No es posible la neutralidad porque los métodos y objetivos de la ética la

comprometen con ciertos valores y la obligan a denunciar a los códigos morales como

incorrectos, al mismo tiempo que otros pueden ser reafirmados por ella en la medida en que

los encuentren razonables.

A pesar de lo que tiene, la ética está comprometida a denunciar o recomendar los

códigos morales, no es seguro que la investigación ética nos guie a recomendar un único

código moral como el mejor; esto ya que existe una complejidad moral con diferentes

modelos racionales, métodos y enfoques filosóficos; el resultado sería abierto. Esto no

significa que la ética tenga como fin el fracaso por el hecho de que distintas teorías éticas

pueden dar unas orientaciones morales semejantes como resultado, puede existir una

coincidencia en ciertos valores básicos que, aunque no estén del todo incorporados a la moral

vigente, pueden ser justificados como válidos. Otro argumento sería que es muy probable que

los avances en la investigación ética lleguen a poner de manifiesto que la misión de la

filosofía moral no es la justificación racional de un único código moral, sino de un marco

general de principios morales básicos dentro del cual puedan legitimarse como igualmente

válidos distintos códigos morales relativamente compatibles.

El marco moral general indicaría las condiciones que todo código moral concreto

tendría que cumplir para ser racionalmente aceptable, pero tales condiciones podrían ser

5
cumplidas por una pluralidad de modelos de vida moral que rivalizarían entre sí,

manteniéndose de este modo un pluralismo moral más o menos amplio.

3. BREVE HISTOIA DE LA ETICA

7.2. La diversidad de las teorías éticas

Las teorías éticas buscan responder a preguntas como ¿por qué hay moral? ¿Qué

razones, si es que existen, justifican que sigamos utilizando alguna concepción moral

concreta para orientar nuestras vidas? ¿Qué razones, si las hay, avalan la elección de una

determinada concepción moral frente a otras concepciones rivales? Las teorías éticas tienden

a dar cuenta del fenómeno de la moralidad en general. Como es de esperarse, las respuestas

de los filósofos a estas cuestiones esta muy lejos de ser la misma o que tengan el mismo

punto final. Cada teoría ética ofrece un punto de vista distinto del fenómeno de moralidad y

lo analiza desde una perspectiva diferente. Todas ellas se basan en los mismos conceptos,

solo que varia el modo en que las ordenan y le dan prioridad.

En la primera fase que abarca desde la antigüedad clásica y el medioevo, las éticas

que tuvieron como base ultima de sustentación la pregunta por “el ser”

En la segunda fase, filosofía moderna, las éticas que reflexionan en torno a la noción

de “conciencia” como nuevo punto de partida filosófico.

Por último, la tercera fase donde se encuentran las éticas del “giro lingüístico”,

aquellas que toman como base la existencia del lenguaje y de la argumentación como

fenómenos que muestran una exigencia de sentido.

6
7.3. Éticas de la era del SER

Este tipo de ética nació del hecho de la pregunta ¿Cuál es la verdadera noción de las

cosas? Los filósofos de este tiempo se preguntaban sobre la verdadera realidad que vivían o

sobre al autentica naturaleza de lo que les rodeaba. Es así que no tardaron mucho en

preguntarse en qué consistía la verdadera virtud del hombre y la verdadera noción de lo

“Bueno”.

7.3.1. Sócrates

Es el representante en la historia de la filosofía del intento por establecer criterios

racionales para distinguir la verdadera virtud. Él apostaba por la búsqueda continua de la

verdad a través del diálogo y reflexión, aportando modestamente a la comunidad por medio

de la ironía y de las preguntas críticas.

Sócrates considera que el primer paso para alcanzar la perfección moral es el

abandono de las actitudes dogmáticas y escépticas, y la consiguiente adopción de una actitud

critica que solo se deja convencer por el mejor argumento. Según él, la verdad reside en

nosotros y solo podemos alcanzarla mediante la introspección y el dialogo.

El objetivo último en la búsqueda de la verdad es la asimilación de conocimientos

necesarios para obrar bien. Sócrates decía: “Nadie que conozca realmente el verdadero bien

puede obrar mal”. Esto se conoce como intelectualismo moral.

7.3.2. Platón

Para alcanzar la felicidad según platón, este propone un modelo utópico (La

República) destinado a servir de punto de referencia a todos aquellos que pretendan reformar

7
las costumbres o las instituciones con el objetivo de mejorar la vida humana individual y

social. Este diseño utópico es al mismo tiempo una representación ampliada del alma

humana. Platón con esto relaciona el alma humana con el estado y las divide en tres partes;

cada una de ellas destaca por una virtud en especial y la virtud de la justicia que no pertenece

a ninguna de las partes, sino que acoge y armoniza a todas las anteriores.

Platón tiene la noción de un bien absoluto, explica además que el bien es una realidad

en sí mismo, algo por lo cual las cosas son buenas. Por lo tanto, solo aquellos que tengan la

capacidad y la constancia adecuadas llegaran a encontrarse con el bien en sí, de modo que esa

experiencia les proporcionara un tipo de conocimiento superior que capacita a quienes la

reciben para gobernar con rectitud y justicia los asuntos de las polis. Estas personas que

llegan a conocer este bien serian los filósofos, dado que el conocimiento del bien les

impulsara sin obstáculos a obrar bien.

7.3.3. Aristóteles

Se dispone a investigar en qué consiste la verdadera felicidad, esto obviamente es un

tipo de bien para empezar, un bien que perseguimos por si mismos y no como un medio para

llegar a otra cosa.

El autentico fin ultimo de la vida humana tendría que ser autosuficiente, es decir, lo

bastante deseable como para no desear algo más; esto no excluye el disfrute de otros bienes.

El bien supremo del hombre debe ser algún tipo de actividad, siempre que puede

realizarse de modo excelente. El bien para cada clase de seres consiste en cumplir

adecuadamente su función. El filósofo también se pregunta si habrá una función propia del

ser humano como tal, porque si ese fuese el caso, nosotros estaríamos en camino de descubrir

cual es la actividad que puede colmar nuestras ansias de felicidad.

8
La felicidad más perfecta para el ser humano esta en el ejercicio de la inteligencia

teórica, quiere decir, en la comprensión de los conocimientos. Esta actividad no se desea más

que por sí misma, cuya satisfacción se encuentra en su propia realización, y que además

puede llevarse acabo continuamente. Esto cumple con todo lo que se requiere para ser feliz

según Aristóteles. Pero también existe otro modo para alcanzar la felicidad y esto consiste en

el ejercicio del entendimiento practico, consiste en dominarse a uno mismo y conseguir una

relación amable y satisfactoria con el mundo natural y social.

El más alto bien individual, la felicidad, solo es posible en una poli dotada de leyes

justas; es por ello por lo que, la ética no puede desvincularse de la política.

7.4. ETICAS DEL PERIODO HELENISTICO

En este periodo se pierde la confianza en la polis, concepto que para los anteriores

filósofos era necesario para alcanzar la felicidad, en el sentido de que hombre necesita de

buenas leyes para alcanzar la felicidad. Entonces la búsqueda de la felicidad cambia su

dirección y ahora el sabio era aquel que vive de acuerdo con su naturaleza. Pero además los

nuevos filósofos presentan discrepancias en cuanto a la manera de entender el concepto de

naturaleza, y en consecuencia tampoco hay un ideal unánime del hombre sabio.

7.4.1. EPICUREISMO

Es una ética hedonista, ósea una búsqueda de la felicidad entendida como placer.

Epicuro sostiene que será sabio quien sea capaz de calcular correctamente qué actividades

nos proporcionan mayor placer y menor dolor; en otras palabras, quien consiga conducir su

vida calculando la intensidad y duración de los placeres.

9
Las dos condiciones, por lo tanto, que hacen posible la verdadera sabiduría y la

auténtica felicidad son el placer y el entendimiento calculador. El último nos permite

distinguir las clases de placeres; esto quiere decir que para el epicureísmo la felicidad se

encuentra en el calculo que investiga las causas de toda elección y saca las opiniones falsas

de las que procede la perturbación que se apodera del alma.

Epicuro propone como ideal de la felicidad, el goce moderado y sosegado de los

placeres naturales, vinculados a las verdaderas necesidades del cuerpo y alma.

7.4.2. ESTOICISMO

Los estoicos sostenían que dado la “Razón Cósmica” que es la ley universal, donde

nada escapa de ello y no se puede ir en contra de este, el hombre debe buscar la felicidad en

su interior, ya que todo lo exterior esta fuera de su alcance y sus manos; como se narra en las

tragedias griegas, la resignación del hombre ante lo irremediable (tal como tenía que

suceder), esto es el fatalismo griego.

Los discípulos de aprendían sobre como obrar bien, de este modo se veía un cierto

grado de confianza en la libertad humana.

Para los estoicos el sabio ideal era aquel que conociendo que toda felicidad exterior

depende del destino, intenta asegurar su paz interior, consiguiendo así la insensibilidad ante

el sufrimiento y ante las opiniones de los demás. Entonces, la imperturbabilidad es el único

camino que nos lleva a la felicidad.

En otras palabras, el sabio estoico era el que conseguía asegurar los bienes internos y

despreciar los externos. Aquí aparece de modo rudimentario, la concepción de libertad como

autonomía.

10
7.4.3. LAS ETICAS MEDIEVALES

7.4.3.1. Agustín de Tagaste

Para este filosofo, la felicidad solo se puede encontrar en el encuentro amoroso con el

Dios Padre que Jesucristo anunció en su evangelio. La felicidad no es cuestión de conocer, ni

tampoco conocer la idea de Bien; sino de gozar la relación amorosa con otra Persona que nos

ha creado libres.

Las enseñanzas donde se encuentran los verdaderos contenidos de moral pueden

condensarse en un solo mandamiento: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a

uno mismo. Según San Agustín, el seguimiento de esta moral es el único camino de la

felicidad verdadera, pero a diferencia de lo que legó Platón, este camino está abierto a

cualquier humano, no solo a los que tienen mayor capacidad intelectual.

Nos encontramos ante una ética que se basa en la fe religiosa como núcleo de sus

argumentos, pero… ¿Estaría bien llamar ética a este constructo? Las éticas religiosas son

éticas siempre y cuando ofrezcan su correspondiente explicación de la moral, pero para ser

más exactos seria más bien una ética de máximos, puesto que contiene elementos que no

pueden razonablemente imponerse a todo ser racional.

7.4.3.2. Tomás de Aquino

Para él que sintió admiración por los escritos de Aristóteles, trató de buscar una

relación con la biblio cristiana. Por lo que continua la tradición de las éticas eudemonistas al

considerar la felicidad como fin último de la actividad humana, peor también continua con la

ética teológica iniciada por San Agustín, puesto que acepta que solo en Dios puede hallarse la

verdadera felicidad.

Dios, según Santo Tomás de Aquino, ha establecido la ley eterna y dentro de ella ha

fijado el contenido general de la verdadera moral como ley natural: a de hacerse el bien y

11
evitar el mal; el bien se encuentra en las inclinaciones naturales, puesto que la naturaleza

procede de su creador, ósea Dios. En consecuencia, la ley natural nos ordena conservar la

vida, satisfacer las necesidades corporales y atender a las inclinaciones sociales e

intelectuales. Santo Tomás cree que todo ser humano comprende fácilmente esto ya que lo

tenemos naturalmente inculcados en un hábito que contiene preceptos de la ley natural.

La aplicación de tales preceptos a las distintas circunstancias concretas de cada acción

es lo que constituya la conciencia que para el Santo Tomás es clave de la vida moral

cotidiana.

7.5. ETICAS DE LA ERA DE LA CONCIENCIA

Es la época cuando la filosofía moderna renuncia a la pregunta por el Ser y se

concentra en la pregunta por los contenidos de la conciencia humana.

7.5.1. El sentimiento moral: Hume

El ámbito de la moralidad para Hume es ajeno a la experiencia sensible, porque

cuando se experimentan los hechos, la moralidad solo nos hace sentir sentimientos subjetivos

que pueden ser de agrado o desagrado que solo aparecen al experimentar los hechos

objetivos.

Para Hume, el papel de la razón en el terreno moral solo concierne al conocimiento de

lo dado y a la posibilidad de juzgar la adecuación de los medios con vistas a conseguir algún

fin, pero es insuficiente para producir efectos prácticos e incapaz de juzgar la bondad o

maldad de las acciones.

Las funciones morales son encomendadas a facultades como las pasiones y el

sentimiento, ya que estas para Hume son las inmediatas fuentes de acciones. “La razón es y

12
solo deber ser esclava de las pasiones, y no puede aspirar a ninguna otra función que la de

servir y obedecerlas”

A juicio de Hume, los fundamentos de nuestras normas morales y de nuestros juicios

valorativos son la utilidad y la simpatía.

7.5.2. Kant

El punto de partida de la ética no es el bien que apetecemos como criaturas naturales,

sino el deber que reconocemos interiormente como criaturas racionales; porque el deber no es

deducible del bien (en esto tendría razón Hume al rechazar la deducción de un “debe” a partir

de un “es”), sino que el bien propio y especifico de la moral no consiste en otra cosa que en el

cumplimiento del deber.

La misión de la ética es descubrir los rasgos formales que dichos imperativos poseen

para que percibamos en ellos la forma de la razón y que, por tanto, son normas morales.

7.5.3. LAS ETICAS DEL MOVIMIENTO SOCIALISTA

Socialismo pensamiento político, fundamenta su propuesta de reforma de realización

de ciertos valores morales a la justicia social de tal manera es posible de hablar de “éticas

sociales”

Estas teorías nacen en el siglo XIX en el tiempo en que se luchaba el movimiento

Obrero, este movimiento tiene precedentes importantes como los autores utopías (descripción

de sociedades imaginarias) donde se organiza la vida social y económica muy distinta a la

que existe en la sociedad.

El renacimiento es la época de mayor auge de estos relatos utópicos que luego tendría

notable influencia en el pensamiento ético y político de T. Moro y T. Campanella; ellos son

algunos de los exponentes de esta corriente.

13
7.5.3.1. Socialismo utópico

Al inicio del siglo XIX los fundadores del socialismo utópico (Sin Simos, Owan y

Fouire entre otros) se pronuncian ante los abusos que se ve sometida la clase obrera, en los

países en que se llevaba a cabo la revolución industrial; en consecuencia, estos autores apean

a la conciencia moral de las personas implicadas y proponen reformas en cuanto a cómo

organizar la economía, la política y la educación. Refieren que una sociedad prospera y justa

debe aprovechar los avances de la tecnología y al mismo tiempo eliminar la desigualdad

económica. Insisten en abolir o restringir la propiedad privada de los medios de producción.

Pero no creen que los cambios deben se por rebelión, violencia, sino por dialogo.

7.5.3.2. Socialismo Anarquista

En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX se sitúan los clásicos de

socialismo libertario o anarquismo (Proudhon, Backunin, Toropotkin, Malesta, etc.) Para

ellos la reflexión ética es, ante todo, una propuesta de realización de la justicia. Pero esta

seria como resultado de un cambio en profundidad de las personas y de las estructuras

sociales, con abolición del estado. Afirman que la sociedad ha de desterrarse para siempre,

todo tipo de opresión y explotación; identifican la justicia como un modelo de sociedad

solidario, autogestionario y federalista que se hará realidad mediante la lucha organizada de

los trabajadores.

7.5.3.3. Marx y Marxismo

El mejor legado de Marx es constituir una insinuación en pro de la justicia y la

construcción de una utopía en que los seres humanos puedan sentirse libres de dominación.

En si el saber marxista se para entre lo que es (objeto de la ciencia) y lo que debe ser (objeto

de la moral); las leyes o tendencias de la historia descubiertas por la ciencia marxista

muestras que la utopía se van a realizar gracias al desarrollo de las fuerzas productivas y las

contradicciones internas del sistema capitalista.

14
7.6. LAS ETICAS DE LA ERA DEL LENGUAJE

7.6.1. Nietzsche

Está basado en resolver “problemas de valor”, en la determinación de la “jerarquía de

los valores” es dilucidar lo que vale una moral y para que es valioso lo que así se califica.

El valor se dilucida cuando se compara con “Muchos valores”.

En primer lugar, Nietzsche disuelve el fenómeno de la intencionalidad practica en

procesos fisiológicos químicos, pero no negó las acciones humanas.

En segundo lugar, retrasa la fe en la libertad de la voluntad; y, en tercer lugar, negó la

teleología.

7.6.2. Emotivismo

A finales del siglo XIX viene un cambio en punto de mira de la reflexión filosófica: el

llamado “giro lingüístico”, por hacer del lenguaje su principal centro de interés.

El primer pensador que hace este giro es G. E. More en su obra Principia Ethica

afronta situaciones de explicar cuestiones fundamentales de la ética, analizando el lenguaje

moral, cuestiona todo respecto al significado del término Bueno.

More decía que lo bueno solo se puede captar mediante la intuición dado que es un

concepto indefinible por ser simple por lo que no puede resolverse en otra más pequeña que

ella. Al rechazar la definición del término, también negó que puede ser conocido por

demostración.

A.J. Ayer y C. H. Stevenson, sostiene que el emotivismo que son “enunciados”

morales, solo son aparentes enunciados pues la presencia de un termino moral es una

proposición, no añade ningún significado comprobable sino una expresión de la aprobación o

15
desaprobación de quien lo formula; por lo tanto, estos seudo enunciados tienen doble función:

expresan emociones subjetivas o sentimientos e influyen en los interlocutores pretendiendo

que adopten nuestra actitud. En opinión de Stevenson, los juicios morales no intentan

describir situaciones, sino provocar actitudes.

7.6.3. Prescriptivismo

Iniciado R. M. Hare, en su obra el lenguaje de la moral. El prescriptivismo sostienen

frente al emotivismo, que algunos términos del ámbito moral tienen la pretensión de validez

universal, afirmación entre otras que lo hace heredero de la ética kantiana.

El lenguaje moral para Hare es un lenguaje valorativo, del que interesa saber, no tanto

lo que con él se consigue, sino que hacemos cuando lo usamos.

La primera característica del lenguaje valorativo es que prescribe la conducta, la

orienta aconsejando o mandando, pero siempre apoyándose en razones (explicar el porqué es

bueno).

Otra característica es que pueden ser universalisables, lo que significa dos cosas: a) si

se predica Bueno de algo, entonces se puede atribuir a todos aquellos que tienen las mismas

características simplemente por consistencia lógica; b) la razón que justifica la

obligación que alguien tiene que hacer algo por considerar bueno es razón que fundamente

también dicha obligación, al menos en sus aspectos relevantes pone a todas las personas que

se hayan en circunstancias parecidas, la imparcialidad es la perspectiva debido al enunciar

juicios morales, pues enunciar los deberes desde el punto de vista individual nos sitúa fuera

de la objetividad y nos coloca en la inmoralidad, ya que el “punto de vista moral” y el logro

de la objetividad coinciden con la imparcialidad.

16
7.6.3.1. Fundamentación del principio ético

Para Kant el punto de partida para la ética era el hecho de la conciencia del deber.

La ética discursiva es esfuerzo en descubrir los presupuestos que hacen racional la

argumentación, y dicha argumentación sobre normas tiene que presuponer que todos los seres

capaces de comunicarse son interlocutores válidos, esto quiere decir que, cuando se dialoga

sobre normas que afectan sus intereses, deben ser defendidos por ellos mismos. Excluirlos a

los afectados, desvirtúa el dialogo; los convierte en pantomima.

No cualquier dialogo nos permite descubrir, si una norma es correcta, sino solo el que

tiene reglas determinadas que permiten la interlocución en condiciones simétricas.

Para comprobar durante el discurso, si la norma es correcta, tendrá que atenerse a dos

principios; el de la universalización y de la ética del discurso.

7.6.3.2. Ética del discurso

Esta ética propone encarnar en la sociedad los valores de la libertad, justicia y

solidaridad a través del dialogo como único procedimiento capaz de respetar la individualidad

de las personas y, a la vez su innegable dimensión solidaria, porque en un dialogo hemos de

contar con personas, pero también con la relación que entre ellos existe y que, para ser

humana, debe ser justa. Este dialogo nos permite pone en cuestión las normas vigentes en una

sociedad y distinguir cuales son moralmente validas, porque creemos realmente que

humanizan.

Obviamente no cualquier dialogo nos llevara a distinguir lo socialmente vigente de lo

moralmente valido por lo cual la ética discursiva intentara presentar el procedimiento

dialógico adecuado para alcanzar esa meta.

17
Los discursos que describimos son ideales en condiciones de simetría entre sus

locutores, en que los participantes buscan intereses univerzalisables.

En distintas esferas de la vida social, la idea de todas las personas son interlocutores

válidos, que de ser tenidas en cuenta en las decisiones que las afectan, de modo que puedan

participar ellos tras un diálogo en condiciones más próximas a la simetría.

Una aplicación semejante da lugar a la ética aplicada, que hoy en día cubre los

ámbitos de la bioética o ética médica, ética de la empresa, ética económica, ética de la

información, etc.

1.1.1. El formalismo dialógico: las éticas procedimentales

Sostiene que la ética es la dimensión unniversalisable del fenómeno moral, dimensión

que coincide con las normas de lo que es justo, además considera que la comprobación de la

corrección de las normas por una persona es insuficiente y propone dicha comprobación por

todos los afectados, siguientes procedimientos racionales.

El primer Principio (principio de iguales libertades), debe tener prioridad sobre el

segundo y la primera parte del segundo (principio de justicia de oportunidad) ha de tener

prioridad sobre la segunda parte (principio de la diferencia).

Esta norma de prioridad se expresa diciendo que los principios se hallan colocados en

un orden léxico, ya que no sería ético recortar ni suprimir, ni la primera para favorecer la

segunda o viceversa. Quiere decir que estos principios están colocados según prioridad

porque al tratarse de incertidumbre debido al velo de la ignorancia los contratantes se

comportan racionalmente si se aseguran de que, sea cual sea su fortuna en la obtención de

dones naturales y deposiciones sociales, podría disfrutar de determinados bienes primarios

18
(las libertades y derechos básicos, las oportunidades iguales para todos, los recursos

económicos y culturales indispensables para conservar la autoestima)

1.1.2. El comunitarismo

Algunos filósofos como A. Machntyre, O. H. Taylor, M. Sandel son calificados como

comunitaristas por otros sin que ellos hayan aceptado dicho calificativo. Ellos realizan

críticas al individualismo contemporáneo, han insistido en el valor del vínculo comunitario,

como fuente de la identidad personal.

La fuente de inspiración de algunos es en Aristóteles; otros en Hegel, como referente

a la propuesta de política de transformación de la sociedad, unos son conservadores; otros

reformistas; algunos radicales, etc.

El comunitarismo tiene posiciones colectivistas donde la persona crezca en una

determinada comunidad concreta (familia, etnia, nación, clase social, etc.) Con el imperativo

de servir incondicionalmente los intereses de tal comunidad perdiendo la identidad personal y

la otra posición colectivista que consagra una determinada visión excluyente del mundo

social y político como única alternativa al denostado “individualismo burgués”.

2. CLASIFICACIÓN DE LA ÉTICA

2.1. Clasificaciones éticas como estructuras lógicas de la acción moral

Existen una variedad de teorías éticas, cada una de estas teorías explica la moralidad

teniendo en cuenta diferentes aspectos. Esta variedad tiene su origen, en la diversidad de los

métodos filosóficos. Pero; por otra parte, se puede observar que existe otras teorías que se

oponen con las teorías anteriores. De estas confrontaciones han surgido diversas

clasificaciones de la ética para entender el fenómeno de la moralidad.

19
Las clasificaciones éticas son realmente expresivas de los diversos modos de los

cuales se puede reconstruir la acción moral. Y ello porque el fenómeno de la moral no puede

ser olvidado sin caer en un unilateralismo, cada vertiente, pues, constituye el total del

fenómeno moral y no puede ser eliminada por la vertiente contraria, sino que ambas tienen

que ser mejoradas por un tercer elemento que contenga a ambas

Recurrir a estas clasificaciones nos lleva a un procedimiento óptimo para aproximarse

a la lógica de la acción moral en la medida que todas de son fundamental para reconstruirla.

Toda alternativa es válida y no es desechable. Si quiéranos recoger todas las clasificaciones al

largo de la historia del a filosofía, nos referiríamos a muchas éticas como ética descriptiva,

normativa, de bienes, de fines, materiales, formales, autónomas heterónomas, naturalista, no

naturalista, individualista universalista entre otros; sin embargo, con ello no habríamos

cubierto todo el campo; por consiguiente, mencionaremos algunas de estas clasificaciones.

2.2. Descripción o prescripción como fundamento clasificatorio

En décadas recientes ha sido muy extendida la disyuntiva entre las éticas normativas y

descriptivas, yaqué la ética descriptiva describen que la gente se comporta a base de hechos

morales y la ética normativa al modo en que las personas debe comportarse

Dentro de la ética descriptiva podemos distinguir de la psicología moral, que describe

y explica situaciones morales, asimismo puede predecir las decisiones de distintos individuos,

y la sociología , la antropología y la historia de la moral ,ya que los que podían distinguir

pensaron que la ética normativa no era en realidad competencia del filósofo sino del moralista

, en consecuencia durante un tiempo creyeron que la única ética posible seria la lógica

argumentos morales y el análisis del lenguaje moral

No obstante, la ética normativa ha sido superada en años recientes, y las éticas más

relevantes en la actualidad se profesan normativas sin ningún empacho. Lo principal es

20
demostrar la existencia de la moral; sea psicológicamente, metafísicamente o trascendental,

mientras en otros casos se trata de una ética normativa como el utilitarismo. Por lo tanto, ya

no seguir manteniendo a disyunción entre la ética normativa y descriptiva.

2.3. Éticas naturalistas y no-naturalistas

Fue propuesta por G.E Moore en su afán por demostrar que lo moral no puede ser

identificado con ninguno de los fenómenos naturales que afectan a la vida humana. Por

tanto, la moral se reduce a lo placentero, a deseos, sueños, cuestiones que proporcionan la

felicidad, etc. Serian consideradas naturalista, en tanto aquellas que tienen la moral en un

ámbito autónomo sería éticas no -naturalistas.

2.4. Éticas cognitivas y no cognitivas

El criterio de distinción de estos dos tipos de ética reside en posibilidad de considerar

a los enunciados morales como verdaderos o falsos. Entonces la ética cognitiva considera a la

moral en un ámbito del conocimiento humano susceptible a ser verdadero o falso. Por otro

lado, la ética no cognitiva se opone a la verdad o falsedad en este ámbito, en consecuencia,

concibe la moralidad algo ajeno a conocimiento.

Sin embargo, podemos mejorar este criterio, puesto que las éticas se inspiran en Kant,

esta se considera a sí misma cognitivistas, a pesar de que no se acepte los enunciados

morales, como verdaderos o falsos.

Lo cognitivo no solo es cuestión de verdadero o falso, sino también argumentar

racional mente sobre la corrección de las normas. En este sentido las éticas kantianas

distinguen la validez de una norma y la vigencia de esta, y dado estas cuestiones se puede

afirmar que estas éticas son cognitivistas.

21
2.5. Éticas de móviles y éticas de fines

Etas estas consideran la naturaleza humana como un principio de la conducta. La ética

de móviles realiza investigación empírica de las causas de las acciones, quieren determinar

fácticamente la conducta humana, su afán es netamente empírico que huyen de justificaciones

metafísicas o trascendentales. A su vez pretender dotar a la moral bases desentrañables de la

ciencia hasta poder acceder a la cuantificación del ámbito de la ética

2.6. Éticas de bienes y de fines

Coinciden con las éticas que acabamos de exponer pero hay una distinción tajante por

que las primeras considerarían que el bien moral consiste en la realización de un fin subjetivo

, es decir , en la obtención de un bien deseado que otorgan gran importancia a los bienes en

conjunto , en cambio, para las éticas de fines el bien moral reside en el cumplimiento de un

objetivo independiente del deseo del sujeto , en este caso se puede legar al perfección del

individuo o la perfección progresiva de la sociedad.

2.7. Éticas materiales y éticas formales

La clasificación procede de Kant. Las éticas materiales afirman el criterio de

moralidad para acusar cuando nos hallamos ante acciones o normas morales mediante

enunciados con contenido, puesto que las éticas suponen que hay un bien, un fin o valor

determinado a base de moral, a partir de ello es plausible extraer criterios de moralidad con

contenidos.

Las éticas materiales están subordinadas a distintas disciplinas de la propia ética.

Aquello forma parte del fundamento de lo moral por medio de la ontología, teología o

psicología empírica del sujeto, pero no partir de la moralidad misma. Esta la razón del

rechazo kantiano de que la voluntad no sea fundamento de la ley moral misma, esta es una

22
apuesta autónoma de voluntad, pero esta autonomía se puede lograr si las éticas abandonan su

carácter material y adopta una perspectiva formal.

La ética formal depende de la forma de unas órdenes. Aquellas normas tienen la

forma de la razón, En el caso de Kant, lo racional de las normas se descubre cuando

adoptamos la perspectiva de la igualdad y de la universalidad, de esta manera se adopta

perspectivas autónomas frente a lo dado, y es capaz de crear nuestro propio mundo humano

en el mundo empírico. Kant trabajo arduamente las éticas materiales y la ética formal en su

obra Fundamentación y crítica de la razón práctica, que dio un empuje a los estudios de

Piaget y Kohlberg acerca del desarrollo juicio moral, renaciendo el formalismo kantiano. La

contraposición entre las éticas materiales y formales es congruente a la contemporánea

oposición de éticas sustanciales y procedimentales.

2.8. Éticas sustancialistas y éticas procedimentales

Las éticas procedimentales son consecuencia del formalismo kantiano, en ellas

encontramos a éticos como Habermas, Apel y Kohlberg. Todos ellos insisten que las éticas

no tienen como tarea la recomendación de contenidos morales concretos, más bien el

descubrimiento de los procedimientos que permiten legitimar norman procedentes de la vida

cotidiana; es decir, los puntos de vista de una voluntad racional como todos podrían querer,

porque significaría ponerse en lugar de cualquier otro, defender los intereses universalizables.

Por tanto, una limitación es la concepción monológica de la racionalidad, de modo

que optan por entender la racionalidad en un sentido dialógico. Por otro lado, las éticas

sustancialistas afirman que es imposible hablar de la corrección de las normas si no es sobre

el trasfondo de alguna concepción partida de la vida buena, además acusan al

procedimentalismo de incurrir de una abstracción ingenua, en efecto el universalismo moral

conduce las éticas procedimentales a ser abstracto y vacío; por tanto, son seres anónimos,

23
desarraigados de todo, faltos de esperanza y sentidos para sus vidas. En las éticas

sustancialistas se viven en tradiciones concretas; es que lo que dan sentido a esas tradiciones

es su universalidad.

2.9. Éticas teleológicas y deontológicas

La ética teológica es aquella que se determina por su tendencia a producir

consecuencias intrínsecamente buenas o malas, mientras la teoría deontología considera que

una acción será correcta o incorrecta fuese cual fuese las circunstancias. Por eso, las éticas

teológicas son las que se ocupan de discernir que es el bien no moral antes de determinar el

deber, como la buena maximización del bien no moral, en cambio las éticas deontológicas

marcan el ámbito del deber antes de ocuparse del bien, y consideran bueno lo adecuado al

deber. La ventaja del primer tipo de ética consiste en permitir un enraizamiento de la acción

moral en a la naturaleza del hombre y el inconveniente es sería el conflicto entre los bienes de

los individuos ya que es difícil que lleguen a una conciliación. Las éticas deontológicas por

su parte salvan a la contradicción propuesta individual del bien, pero se apartan de o moral.

2.10. Éticas de la intención y éticas de la responsabilidad

Tienen su origen en el trabajo de M. Weber, según el político posee tres cualidades

como la pasión, responsabilidad y mesura, Entonces a la hora de elegir una actitud moral

debe tener en cuenta su obligación de responsabilidad.

Se presentan dos actitudes ante el político: la de la ética absoluta que consiste en la

convicción interna, la corrección de la religión; y la ética de la responsabilidad que atiende

los efectos de las acciones, por lo que asume responsabilidad. El concepto de responsabilidad

comprende las consecuencias no previsibles. El ético de la convicción funda su acción sobre

el racionalismo cósmico –ético, en cambio la ética de la responsabilidad se apoya en la

justificación de los medios por el fin.

24
El defecto principal de la ética de la intención es el mal como consecuencia de la

acción bienintencionada, mientras de la ética de responsabilidad es el mal aceptada como

medio para un fin bueno; no obstante, mal y bien se encuentran en reciprocidad dinámica.

2.11. Éticas de máximos y éticas de mínimos

Muchos autores consideran que conviene distinguir entre lo justo y lo bueno del

fenómeno de la moral, pues resulta imposible averiguar que es justo si no tenemos ya unos

ideales de vida buena, de la misma forma el de la felicidad; sin embargo, lo bueno y justo se

puede distinguirse en el siguiente modo.

Cuando tenemos algo justo no expresamos sentimiento, aprobación, sino que estamos

pretendiendo que sea justo cualquier ser racional que se situé en las condiciones de la

imparcialidad, es decir que se deje llevar por los intereses universales.

En ese sentido la ética de mínimos y máximos se diferencia de la ética de justicia y

ética de la felicidad, la ética de mínimos se ocupa únicamente del fenómeno moral; es decir,

de aquello deberes de justicia que son común todo ser racional, mientas que la ética de

máximos intenta ofrecer ideales de buena vida, por eso orientan la conducta, pero no pueden

exigir la felicidad. Para tomar decisiones morales se nos presentan varias posibilidades.

Debido a las distintas formas de vida, culturas o grupos sociales, los ideales de felicidad son

sin duda modelos para justificar nuestras elecciones; no obstante, no podemos obligar a un

ser racional que sigua el modelo, sino aconsejar. Por otro lado, la universalizabilidad del

fenómeno moral pertenece a la dimensión de la justicia, más que la felicidad.

25
3. LA ÉTICA APLICADA

Entre las tareas de la Ética, no solo figura la aclaración de lo que es la moralidad y la

fundamentación de esta, sino también la aplicación de sus descubrimientos a los distintos

ámbitos de la vida social: a la política, la empresa, la medicina, la ingeniería genética, la

ecología, el periodismo, etc. Si en la tarea de fundamentación se ha visto que unos principios

éticos, como el utilitarista (lograr el mayor placer del mayor numero de personas), el kantiano

(tratar a las personas con fines de si mismas, y no como simples medios), o el dialogo (no

tomar como correcta una norma si no la deciden todos los afectados por ella, tras un dialogo

celebrado en condiciones de simetría), la tarea de aplicación consistirá en averiguar en como

aplicar estos principios para ayudar a orientar los distintos tipos de actividad.

4. CONCLUSIONES

Para concluir con nuestro trabajo podemos decir; la ética es una pieza

fundamental que debemos practicar en cualquier contexto que nos encontremos; ya que

actuar con ética mejora la confianza y la calidad del contacto entre individuos, además

fortalece los lazos sociales en la sociedad.

A través del largo estudio que se ha realizado, hemos podido entender que la ética

siempre tiene una fundamentación; ahora esta puede someterse a la lógica como es el caso de

todas con excepción de las medievales; ya que estas últimas se basan en la idea de Dios.

La ética tuvo diferentes inicios, y esto ayudó a poder tener una gran variedad de

puntos de vista en dirección a las distintas morales que se dieron en la historia hasta el día de

hoy, así como también que existe una gran diferencia entre ética y moral; y esto se resume en

que la ética es la filosofía de la moral.

La ética tiene una aplicación a la vida cotidiana en todos sus aspectos, por lo que es

importante estudiarla para poder llegar a vivir cerca de la felicidad.

26
También la ética posee una variedad de clasificación como se vio en este trabajo,

debido a que muchos filósofos a largo de la historia desarrollaron un estudio minucioso sobre

la ética y más allá de estas teorías que se presentaron llegamos a la conclusión de que la ética

no es un tema breve, más bien es complejo En donde surgen más preguntas y respuesta de las

que ya existen, pues bien la ética es una disciplina filosófica que contantemente viene

desarrollándose cada vez más.

Actuar sin ética lograra que la sociedad se valla fragmentando y la desconfianza reine

en el inconsciente popular. Por consiguiente, la corrupción y la informalidad crecen y obvio

esto no es favorable para una sociedad.

Obrar éticamente con los valores bien definidos nos hace crecer con como personas

en este mundo decadentes de ética y valores, como en la sociedad Perú. Donde los valores

pierden su rumbo y generan un caos y malestar; sin embargo, no todo está perdido. Podemos

contribuir obrando de manera correcta, educando y enseñando a los jóvenes con buenos

valores, pues ellos son el porvenir del país, nuestra esperanza.

5. BIBLIOGRAFÍA

Navarro, Adela Cortina. (1996). Ética. Madrid: Ediciones Akal. S.A 1996.

27

También podría gustarte