Está en la página 1de 287

Surfeando dentro del Hiperespacio

Entendiendo Universos Superiores


en Seis Fáciles Lecciones

Clifford A. Pickover

1999

Versión en español: Sargont (2019)


SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

―3―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

―4―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

reconocimientos y declaraciones

¿Te consideras sólo una forma insignificante


cuando dentro de ti el universo está doblado?
―Baha’u’llah citando al Imán Ali, el primer Imán chiíta

Tengo una deuda especial de gratitud con el matemático Dr. Rudy Rucker
por sus maravillosos libros y documentos de los que he extraído muchos datos
sobre la cuarta dimensión. Recomiendo de todo corazón su libro La cuarta
dimensión para obtener más información sobre las dimensiones superiores de
la ciencia y la espiritualidad. También agradezco al Dr. Thomas Banchoff, au-
tor de Más allá de la Tercera Dimensión, por su trabajo pionero en la visuali-
zación de la cuarta dimensión. Entre sus muchos talentos, el Dr. Banchoff es
también un experto en el clásico Flatland del siglo XIX, que sigue siendo una
excelente introducción a la interrelación entre mundos de diferentes dimensio-
nes. Las diversas obras de Martin Gardner, enumeradas en la sección Lecturas
Adicionales, también han sido influyentes en mi formulación de una visión
ecléctica de la cuarta dimensión. Agradezco a Kirk Jensen, mi editor en Ox-
ford University Press, por su continuo apoyo y aliento, y a Brian Mansfield,
Lorraine Miro, Carl Speare, Arlin Anderson, Clay Fried, Gary Adamson, Ben
Brown, Sean Henry, Michelle Sullivan, Greg Weiss y Dan Platt por sus útiles
consejos y comentarios. Brian Mansfield preparó muchas de las ilustraciones
y April Pedersen dibujó las maravillosas caricaturas pequeñas que se usaron
en algunas aperturas de capítulos. Algunos de los dibujos de animales terres-
tres, como las conchas marinas y los trilobites, provienen del Archivo Pictó-
rico de Dover; una fuente excelente son Formas de Arte en la Naturaleza de
Ernst Haeckel.
Muchos de los libros de ciencia ficción listados en el Apéndice B fueron
sugeridos por el Dr. Sten Odenwald. La botella retorcida en la Figura 5.10 es
cortesía del artista/escritor Paul Ryan del Earth Environmental Group y fue
dibujada por Gary Allen. Los gráficos 3.3, 3.8b, y 5.2 y son cortesía del Pro-
yecto Humano Visible de la Biblioteca Nacional de Medicina. Don Webb es
el autor del poema, “Reflexiones sobre una rosa de Teseracto”. La caligrafía

―5―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

china en la Introducción fue aportada por el Dr. Siu-Leung Lee, quien ha es-
tado practicando el arte de la caligrafía durante más de cuarenta años. Capaz
de escribir en muchos estilos, el Dr. Lee ha creado su propia forma que evolu-
ciona de las dinastías Han y Jin. En una traducción aproximada, su caligrafía
es: “Surfeamos en dimensiones superiores.” La caligrafía utiliza letras que
combinan una estructura arcaica y movimientos fluidos para simbolizar la na-
turaleza dinámica del universo. Este libro no fue preparado, aprobado o ava-
lado por ninguna entidad asociada con el Federal Bureau of Investigation, ni
tampoco fue preparado, aprobado, licenciado o avalado por ninguna entidad
involucrada en la creación o producción del programa de televisión Los Expe-
dientes-X.

―6―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un horror inexplicable se apoderó de mí. Todo se volvió oscuro; luego siguió


una vertiginosa y desagradable sensación de visión pero que no era como ver;
vi una línea que no era una Línea; un espacio que no era Espacio; era yo y no
lo era. Cuando recobré el habla, lancé un chillido de agonía: “Esto es la locura
o el Infierno”. “No es la una ni el otro” replicó con calma la voz de la Esfera,
“es el Conocimiento; son las Tres Dimensiones; abra el ojo de nuevo y trate
de mirar atentamente”.
―Edwin Abbott Abbott, Flatland

Hasta al matemático le gustaría mordisquear el fruto prohibido, para vislum-


brar cómo sería si pudiera deslizarse por un momento en una cuarta dimensión.
― Edward Kasner y James Newman,
Matemáticas e Imaginación

Permítanme felicitarles por su gran avance interdimensional. Estoy seguro de


que, en los miserables anales de la Tierra, estarás debidamente inscrito.
―Lord John Whorfin
en Las aventuras de Buckaroo Banzai a través de la 8ª dimensión

Un hombre que dedicó su vida a ello podría tal vez tener éxito en describirse
a sí mismo una cuarta dimensión.
―Henri Poincare, “L’Espace et la geometrie”.

―7―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

contenido

Prefacio
Introducción
1. Grados de libertad
2. La Divinidad de las Dimensiones Superiores
3. Satanás y los mundos perpendiculares
4. Hiperesferas y Teseractos
5. Mundos Espejo
6. Los dioses del hiperespacio
Observaciones finales
Apéndice A
Alucinantes Rompecabezas de cuatro dimensiones
Apéndice B
Dimensiones superiores en la ciencia ficción
Apéndice C
Botella Banchoff-Klein
Apéndice D
Cuaterniones
Apéndice E
Laberintos cuatridimensionales
Apéndice F
Buffet para los adictos a las computadoras
Apéndice G
Evolución de los Seres cuatridimensionales

―8―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Apéndice H
Preguntas desafiantes para una reflexión más profunda
Apéndice I
Títulos hiperespaciales
Lecturas adicionales
Sobre el autor
Addendum

―9―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

prefacio

Considerar que después de la muerte del cuerpo el espíritu perece es como ima-
ginar que un pájaro en una jaula será destruido si la jaula se rompe, aunque el
pájaro no tiene nada que temer de la destrucción de la jaula. Nuestro cuerpo es
como la jaula, y el espíritu como el pájaro. Vemos que sin la jaula este pájaro
vuela en el mundo del sueño; por lo tanto, si la jaula se rompe, el pájaro conti-
nuará y existirá. Sus sentimientos serán aún más poderosos, sus percepciones
mayores, y su felicidad aumentada.
―Abdu’l-Baha, Algunas preguntas respondidas

El pájaro lucha para salir del huevo. El huevo es el mundo. Quien nazca debe
primero destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El nombre de ese Dios
es Abraxas.
―Hermann Hesse, Demian

Recorriendo los Mundos Superiores

No conozco ninguna asignatura en matemáticas que haya intrigado tanto


a niños como a adultos tanto como la idea de una cuarta dimensión, una direc-
ción espacial diferente de todas las direcciones de nuestro espacio tridimen-
sional normal. Filósofos y parapsicólogos han meditado sobre esta dimensión
que nadie puede señalar pero que puede estar a nuestro alrededor. Los teólogos
han especulado que la vida después de la muerte, el cielo, el infierno, los án-
geles y nuestras almas podrían residir en una cuarta dimensión: que Dios y
Satanás podrían ser literalmente trozos de hipermateria en un espacio de cuatro
dimensiones a centímetros de distancia de nuestro mundo tridimensional co-
mún y corriente. A lo largo del tiempo, varios místicos y profetas han compa-
rado nuestro mundo con una “jaula tridimensional”1 y han especulado sobre

1
Los místicos islámicos han considerado históricamente nuestro mundo como una jaula
cúbica, una prisión de seis caras. Los seres humanos luchan en vano para escapar de la
esclavitud de los sentidos y del mundo físico. Los poetas persas se refieren a este tipo
de encarcelamiento como “seis puertas”, o shishdara, la posición desesperada de un
jugador que juega una forma de backgammon. En este juego, los jugadores usan un dado

― 10 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

la magnitud de nuestras percepciones si pudiéramos salir de los confines de


nuestro mundo y llegar a dimensiones superiores. Sin embargo, a pesar de to-
das las implicaciones filosóficas y espirituales de la cuarta dimensión, esta di-
mensión adicional también tiene un lado muy práctico. Los matemáticos y fí-
sicos usan la cuarta dimensión todos los días en sus cálculos. Es parte de teo-
rías importantes que describen la estructura misma de nuestro universo.
Me entusiasmó por primera vez la posibilidad de una cuarta dimensión
cuando era niño y veía una retransmisión televisiva de la película de ciencia
ficción The 4D Man de 1959. Este inteligente thriller describe las aventuras de
un científico que desarrolla un método de transposición de la materia que le
permite atravesar paredes, ventanas, agua y mujeres. He aquí un fragmento de
los diálogos de la película:

Scott Nelson: Eso es lo que has hecho con tu campo de fuerza. Has com-
primido la energía de los años en un momento.
Linda Davis: Pero... pero... es como... la cuarta dimensión.
Capitán Rogers: No puedo creerlo. Soy un policía. Trabajo con hechos.
Ahora tengo que empezar a buscar algo que le quite la vida a un hom-
bre como el jugo sacado de una naranja.
Tony Nelson: Nada puede detenerlo. No podemos encarcelarlo o rodearlo
con hombres, armas o tanques. No hay paredes lo suficientemente
gruesas ni armas lo suficientemente fuertes. Un hombre en la cuarta
dimensión es indestructible.

La película tiene un grupo de estrellas de Hollywood, Patty Duke y Lee


Meriwether, por mencionar sólo dos. La trama implicaba que un científico
descubriera una dimensión en la que podía caminar a través de la materia só-
lida. Espero no estar arruinando la película contándote el extraño final donde
se materializa de la cuarta dimensión a nuestro mundo tridimensional mientras
pasa a través de una pared de ladrillos. ¡Ouch!

de seis caras para mover las piezas. Si un jugador contrario ha bloqueado (ocupado) las
seis ubicaciones a las que su pieza de juego podría haberse movido potencialmente, en-
tonces usted está “shishdar”, o seis-fuera, ya que su pieza no puede moverse.

― 11 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

No te puedes imaginar lo profundamente afectado que me afectó el desdi-


bujamiento de la realidad y la ficción. Para un niño pequeño, la extraña varie-
dad de ideas físicas y matemáticas hizo que lo increíble pareciera una posibi-
lidad terriblemente real. Sabía que si existía una cuarta dimensión accesible,
en realidad sería posible escapar de una prisión entrando temporalmente en la
cuarta dimensión, como un pájaro que abandona su nido por primera vez, vo-
lando hacia arriba y gozosamente deleitándose en su recién encontrada tercera
dimensión.
Mi fascinación por la cuarta dimensión fue estimulada más tarde por la
película Poltergeist, de Steven Spielberg, de 1982, en la que una familia que
vive en los suburbios se enfrenta a fenómenos amenazantes: un niño que des-
aparece, muebles que se mueven por sí mismos y extraños poderes que rondan
por la casa y asustan a todos.
¿Alguno de ustedes recuerda la escena de Poltergeist en la que las bolas
son lanzadas a un armario y luego parecen reaparecer mágicamente desde el
techo en otro lugar de la casa? Esto podría explicarse fácilmente si la bola
tomara una ruta a través de la cuarta dimensión, como aprenderá más adelante
en este libro. Incluso el programa de televisión de principios de la década de
1960 The Outer Limits tocó dimensiones más elevadas. En un episodio parti-
cularmente conmovedor, una criatura de la galaxia de Andrómeda vivía en una
dimensión superior a la nuestra y fue atraída hacia nuestro universo como re-
sultado de experimentos terrestres con una nueva forma de televisión tridimen-
sional. Aunque la criatura es a la vez sabia y amistosa, su visita a nuestro
mundo causa un gran alboroto.
Durante décadas ha habido muchos libros de divulgación científica y no-
velas de ciencia ficción sobre el tema de la cuarta dimensión. Mi libro de cien-
cia favorito sobre el tema es The Fourth Dimension de Rudy Rucker, que cubre
una serie de temas sobre el espacio y el tiempo. Mi historia favorita de ciencia
ficción es la de Robert Heinlein, “Y construyó una casa torcida” (And He Built
a Crooked House), publicada por primera vez en 1940. Cuenta la historia de
un arquitecto californiano que construye una casa de cuatro dimensiones. Ex-
plica que una casa de cuatro dimensiones tendría ciertas ventajas:

Estoy pensando en una cuarta dimensión espacial, como la longitud, la anchura


y el grosor. Por la economía de los materiales y la conveniencia de la disposi-
ción, no hay nada mejor. Por no hablar del espacio en el suelo: se podría poner

― 12 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

una casa de ocho habitaciones en el terreno que ahora está ocupado por una
casa de una sola habitación.

Desafortunadamente, una vez que el constructor lleva a los nuevos propie-


tarios a visitar la casa, no pueden encontrar la salida. Las ventanas y puertas
que normalmente dan al exterior ahora dan al interior. No hace falta decir que
a las personas aterrorizadas y atrapadas en la casa les suceden cosas muy ex-
trañas.
Muchos libros excelentes sobre la cuarta dimensión, están listados en las
Lecturas Adicionales al final de este libro. Entonces, ¿por qué otro libro sobre
mundos de dimensiones superiores? He descubierto que muchos libros ante-
riores sobre este tema carecían de un elemento importante. No se centran de
lleno en la apariencia física de los seres de cuatro dimensiones, en la maldad
y el bien que podrían hacer en nuestro mundo, y en las implicaciones religiosas
de su penetración en nuestro mundo. Más importante aún, muchos libros an-
teriores también son totalmente descriptivos, sin fórmulas con las que los lec-
tores puedan experimentar, ni siquiera fórmulas simples, o están tan llenos de
ecuaciones de aspecto complicado que los estudiantes, los aficionados a las
computadoras y el público en general se sienten totalmente abrumados.
La cuarta dimensión no tiene por qué quedar confinada a Hollywood y al
reino de la ciencia ficción, más allá de la gama de excitantes experimentos y
de la reflexión cuidadosa. Muchas de las ideas, ejercicios de pensamiento y
experimentos numéricos de este libro son accesibles tanto para estudiantes
como para científicos experimentados. Se incluyen algunas piezas de fórmulas
computacionales para que los aficionados a la informática puedan explorar
mundos de mayor dimensión. Pero aquellos de ustedes que no tienen interés
en la computación pueden fácilmente saltarse estas secciones e investigar los
reinos mentales, sin ayuda de la computación. En este libro, discutiré concep-
tos tales como “grados de libertad” y luego gradualmente iré avanzando hacia
conceptos más sofisticados tales como la posibilidad de meter enormes balle-
nas en diminutas esferas de cuatro dimensiones. Los Apéndices discuten una
serie de problemas estimulantes, desde una versión en cuatro dimensiones del
cubo de Rubik y la evolución de las biologías en cuatro dimensiones, hasta
cuaterniones fractales en cuatro dimensiones con estructuras infinitamente
complejas. Sin embargo, el énfasis estará en los poderes y las apariencias de

― 13 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los seres de cuatro dimensiones. Quiero saber si los Dioses de la humanidad


podrían existir en la cuarta dimensión.2
Si existiera una cuarta dimensión, Dios podría estar tan cerca que podría-
mos escuchar su respiración, a sólo unos centímetros, pero imposible de ver
porque nuestra percepción está aparentemente confinada a tres dimensiones.
¿Y si pudieras visitar un mundo de cuatro dimensiones lleno de formas de
vida inteligentes? ¿Tendrían los alienígenas cabeza, brazos y piernas, o incluso
serían vagamente humanoides? ¿Qué capacidades tendrían si visitaran nuestro
mundo? La difícil tarea de imaginar seres de otras dimensiones es útil para
cualquier especie que sueña con comprender su lugar en un vasto universo con
infinitas posibilidades.
¿Existe realmente una cuarta dimensión que podamos explorar y compren-
der? Esta pregunta es una vieja pregunta planteada por filósofos y científicos
y tiene profundas implicaciones para nuestra visión del mundo. No parece ha-
ber ninguna razón por la que no pueda existir un mundo de cuatro dimensiones

2 “Quiero saber si los dioses de la humanidad podrían existir en la cuarta dimensión.”


Aunque un ser 4-D tendría poderes semejantes a los de Dios, esto no quiere decir que
un ser 4-D tendría todas las propiedades que tradicionalmente atribuimos a Dios. ¿Podría
un ser 4-D no omnipresente, no omnisciente, no omnisciente, actuar de tal manera que
pareciera ser un Dios? ¿Qué milagros judeo-cristianos no podría hacer un ser 4-D? Un
ser 4-D probablemente no sería capaz de hacer nada de lo siguiente, que muchas reli-
giones atribuyen a Dios: crear el mundo o el universo, entender nuestros pensamientos
y oraciones interiores, ver todos los eventos temporales a la vez, sanar enfermedades
bioquímicas complejas y profetizar el futuro. Sin embargo, un ser 4-D podría parecer
omnipresente y en varios lugares a la vez si es una criatura muy grande. Probablemente
podría engañar a los antiguos para que lo aceptaran como un Dios.
Sería difícil para una criatura 4-D disfrazarse de criatura 3-D; a medida que se mueve el
4-D, su forma de intersección en nuestro mundo cambiaría. (Imaginen lo difícil que sería
para nosotros disfrazarnos de criaturas en 2-D para los habitantes de las tierras planas
que viven en un mundo en 2-D.) El filósofo Greg Weiss me escribió: “Tal vez por eso
‘Dios’ no quiere mostrarse en el Antiguo Testamento”.
Greg Weiss sugiere que es divertido proponer que todos los seres espirituales, ángeles,
demonios y Dios son de cuatro dimensiones, pero sólo Dios tiene poderes superiores o
acceso a dimensiones aún más elevadas. El cielo podría ser esencialmente un lugar 4-D
en el cual Dios, el diablo y los ángeles pueden moverse a voluntad. Pero, por supuesto,
esto es mera especulación, más en el ámbito de la religión que en el de la ciencia.

― 14 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

de objetos materiales de cuatro dimensiones. Los sencillos métodos matemá-


ticos de este libro revelan las propiedades de las formas en estos espacios su-
periores y, con una formación especial, nuestras mentes empobrecidas dimen-
sionalmente pueden ser capaces de captar el “aspecto y la sensación” de estas
formas. A medida que especulamos, tocamos el reino de la mística y la reli-
gión, porque en la cuarta dimensión la línea entre la ciencia y el misticismo se
hace más delgada.
Los hiperseres que viven en un espacio de cuatro dimensiones pueden de-
mostrar los tipos de fenómenos que ocurren en el hiperespacio. Por ejemplo,
un hiperser puede eliminar sin esfuerzo cosas ante nuestros ojos, dándonos la
impresión de que los objetos simplemente desaparecieron. Esto es análogo a
la capacidad de una criatura tridimensional de eliminar un trozo de suciedad
dentro de un círculo dibujado en una página sin cortar el círculo. Simplemente
elevamos la suciedad a la tercera dimensión. Para los seres bidimensionales
confinados al papel, esta acción parecería milagrosa, ya que la suciedad desa-
parece ante sus ojos. El hiperser también puede ver dentro de cualquier objeto
o forma de vida tridimensional y, si es necesario, eliminar cualquier cosa del
interior. Como veremos más adelante, el ser puede mirar dentro de nuestros
intestinos, examinar nuestro sistema nervioso o extirpar un tumor de nuestro
cerebro sin cortar nunca la piel. Un par de guantes puede transformarse fácil-
mente en dos guantes izquierdos o dos derechos, y los nudos tridimensionales
se deshacen en las manos de un hiperser que puede levantar un trozo del nudo
hasta la cuarta dimensión. En su correspondencia y versos, el eminente físico
James Clerk Maxwell se refirió a la cuarta dimensión como el lugar donde los
nudos pueden ser desatados:

Mi alma es un nudo enredado


Sobre un vórtice líquido forjado
El secreto de su desatamiento
En el espacio cuatridimensional yace.

Yo llamo a estos seres de cuatro dimensiones “dioses”. Si alguna vez nos


encontramos con seres que pueden moverse en una cuarta dimensión espacial,
nos enteraremos de que pueden realizar levitación, cirugía sin sangre, desapa-
recer frente a nuestros ojos, atravesar paredes, sería muy difícil esconderse de
ellos sin importar a dónde fuéramos. Los objetos guardados en cajas fuertes

― 15 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

serían fáciles de recuperar. Si tal ser fuera observado en tiempos bíblicos, sería
considerado un Dios con muchas características de omnisciencia, omnipresen-
cia y omnipotencia.

Nota sobre terminología

La mayoría de las culturas terrenales tienen un vocabulario con palabras


como arriba, abajo, derecha, izquierda, norte, sur, y así sucesivamente. Aun-
que los términos “arriba” y “abajo” tienen significado para nosotros en nuestro
universo tridimensional, son menos útiles cuando hablamos de movimientos
del universo tridimensional a la cuarta dimensión. Para facilitar nuestras dis-
cusiones, uso las palabras “épsilon” y “delta”, denotadas por las letras griegas
ϒ y Δ. Estas palabras se pueden usar más o menos como las palabras arriba y
abajo, como verán cuando sean introducidos por primera vez en los términos
del capítulo 3.
El término “hiperespacio” se utiliza popularmente cuando se refiere a di-
mensiones superiores, y el término “hiper” es el prefijo científico correcto para
las geometrías de dimensiones superiores. Como otros autores, me he adherido
a la costumbre de usar el hiperespacio cuando me refiero a dimensiones supe-
riores. La palabra “hiperespacio” fue acuñada por John W. Campbell en su
cuento “La máquina más poderosa” (1934), y el término ha sido utilizado tanto
por escritores de ciencia ficción como por físicos desde entonces. Además, los
físicos a veces usan el hiperespacio en discusiones sobre la estructura de nues-
tro universo. Por ejemplo, si no podemos movernos más rápido que la luz en
este universo, quizás podamos tomar un atajo. Los astrofísicos a veces espe-
culan que puede haber una manera de salir del espacio ordinario y regresar a
nuestro propio universo en algún otro lugar a través de una arruga del espacio.
Este plegamiento severo tiene lugar en el hiperespacio de modo que dos puntos
aparentemente lejanos se acercan. Algunos físicos también ven el hiperespacio
como una dimensión superior en la que todo nuestro universo puede ser cur-
vado, de la misma manera que un trozo de papel plano puede ser doblado o
enrollado para que se curve en la tercera dimensión.

― 16 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un ser en la cuarta dimensión podría ver todos nuestros nervios a la vez o mirar dentro
de nuestros intestinos y extirpar tumores sin siquiera cortar nuestra piel. Los poderes de
estos “hiperseres” son un tema central de este libro.

― 17 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

El hiperespacio no sólo puede jugar un papel en la escala de tamaño ga-


láctico y universal, sino que también puede ayudar a caracterizar a los ultra-
pequeños. El físico John A. Wheeler ha sugerido que el espacio vacío puede
estar lleno de innumerables agujeros de gusano diminutos que conectan dife-
rentes partes del espacio, como pequeños tubos que corren fuera del espacio y
vuelven a entrar en algún punto distante. Wheeler describe estos agujeros de
gusano como corriendo a través del “superespacio”, que parece similar a lo
que la ciencia ficción ha llamado el hiperespacio durante más de medio siglo.

El buffet cuatridimensional del FBI

Este libro le permitirá viajar a través de las dimensiones y no necesita ser


un experto en física, matemáticas o teología. Alguna información se repite
para que cada capítulo contenga suficientes datos de fondo, pero le sugiero
que lea los capítulos en orden a medida que vaya adquiriendo conocimientos.
Comienzo la mayoría de los capítulos con un diálogo entre dos extravagantes
agentes del FBI que experimentan con la cuarta dimensión desde los límites
(normalmente) seguros de su oficina del FBI en Washington, D.C. Usted es el
Investigador Jefe de los fenómenos de cuatro dimensiones.
Su estudiante capaz es una agente novata del FBI asignada inicialmente
para trabajar con usted y desacreditar sus extravagantes teorías. Pero poco a
poco comienza a dudar de su propio escepticismo. Esta simple ciencia ficción
no sólo es divertida, sino que también sirve para un propósito serio: expandir
su imaginación. Puede que todavía no seamos capaces de viajar fácilmente a
la cuarta dimensión como los personajes de la historia, pero al menos la cuarta
dimensión no está prohibida por las leyes actuales de la física. También utilizo
la ciencia ficción para explicar la ciencia porque, durante el último siglo, la
ciencia ficción ha hecho más por comunicar la aventura de la ciencia que cual-
quier libro de física. Al leer la historia, piense en la forma en que los seres
humanos podrían responder a los futuros desarrollos de la ciencia que condu-
cirían a viajar en una cuarta dimensión.
Al escribir este libro, no me propuse crear un estudio sistemático y ex-
haustivo de la cuarta dimensión. En cambio, he elegido temas que me interesan

― 18 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

personalmente y que creo que iluminarán a una amplia gama de lectores. Aun-
que el concepto de la cuarta dimensión tiene más de un siglo de antigüedad,
sus extrañas consecuencias aún no son ampliamente conocidas. La gente a me-
nudo aprende de ellos con un sentido de asombro, misterio y desconcierto.
Incluso armados con las teorías matemáticas de este libro, sólo tendrán una
vaga comprensión de la cuarta dimensión, y varios problemas, paradojas y
preguntas les acosarán. ¿Cuáles son las posibilidades de que podamos apren-
der a comunicarnos con un extraterrestre de cuatro dimensiones? ¿Tendrían
órganos internos como los nuestros? Nos encontraremos con todas estas y
otras preguntas a medida que abramos las puertas.
He intentado hacer de Surfeando dentro del hiperespacio un viaje extraño
que abra las puertas de su imaginación con misterios, rompecabezas y proble-
mas que invitan a la reflexión sobre temas que van desde las hiperesferas hasta
la religión. Un recurso para los aficionados a la ciencia ficción, un patio de
recreo para los filósofos, una aventura y educación para los estudiantes de ma-
temáticas, cada capítulo es un mundo de paradojas y misterios.
Espero que mi ejército de ilustradores también estimule su imaginación en
formas que las meras palabras no pueden. Las imágenes están en el corazón
de gran parte del trabajo descrito en este libro. Para comprender y contemplar
mejor la cuarta dimensión, necesitamos nuestros ojos. Para ayudar a visualizar
estructuras geométricas de mayor dimensión como los hipercubos, utilizo grá-
ficos por ordenador. Para ayudar a visualizar seres de mayor dimensión, re-
cluto artistas de diferentes orígenes para producir representaciones visuales
desde una miríada de perspectivas. Para muchos de ustedes, ver a seres hipo-
téticos de cuatro dimensiones, y sus intersecciones con nuestro mundo ordina-
rio de tres dimensiones, clarificará los conceptos. A menudo utilizo la técnica
de explicar los fenómenos en las dimensiones inferiores para ayudar a entender
las dimensiones superiores.
¿Por qué contemplar la aparición de seres de cuatro dimensiones y sus
poderes? Los matemáticos y artistas sienten la emoción del proceso creativo
cuando abandonan los límites de lo conocido para aventurarse en un territorio
inexplorado más allá de la prisión de lo obvio. Cuando imaginamos los pode-
res de los hiperseres, estamos al mismo tiempo sosteniendo un espejo para
nosotros mismos, revelando nuestros propios prejuicios y nociones preconce-
bidas. La cuarta dimensión atrae a las mentes jóvenes, y no conozco mejor

― 19 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

manera de estimular a los estudiantes que reflexionar sobre los mundos de di-
mensiones superiores. Las mentes creativas aman vagar libremente a través de
las implicaciones espirituales de las matemáticas simples.
¿Podrían estar escondiéndose criaturas en la cuarta dimensión en este
mismo momento observándonos? Si tuvieras la oportunidad de entrar en la
cuarta dimensión, aunque sea por unos minutos, y mirar hacia abajo a nuestro
mundo, ¿lo harías? (Antes de contestar, recuerde que estarías mirando las tri-
pas humeantes de sus mejores amigos. Más adelante aprenderá más sobre este
efecto inevitable de la visión de rayos X.) Ninguna de estas preguntas puede
ser respondida a la satisfacción de los científicos, teólogos o psicólogos. Sin
embargo, el mero hecho de preguntar nos estira la mente, y la búsqueda con-
tinua de respuestas nos proporciona información útil a lo largo del camino.
Como en todos mis libros anteriores, se le anima a elegir entre una varie-
dad de temas. Muchos capítulos son breves para darle sólo el sabor delicioso
de un tema. Aquellos de ustedes que estén interesados en temas específicos
pueden encontrar información adicional en las publicaciones de referencia.
Para fomentar su participación, el libro está repleto de numerosas preguntas ‘y
si...’ para que las piense más a fondo. Difunda el espíritu de este libro haciendo
estas preguntas a sus estudiantes; a su sacerdote, rabino, mulá o congregación;
a sus amigos en la bolera y en el centro comercial local; a su familia la próxima
vez que se siente en el sofá para ver Los Expedientes-X, o cuando parezca que
no puede encontrar las llaves y se pregunte si se le han escapado al retirarse
temporalmente a la cuarta dimensión.
Independientemente de lo que crea sobre la posibilidad de una cuarta di-
mensión, las analogías dimensionales en este libro plantean preguntas sobre la
manera en que usted ve el mundo y, por lo tanto, dará forma a la manera en
que piensa sobre el universo. Por ejemplo, será más consciente de lo que sig-
nifica visualizar un objeto abstracto en su mente.
Para cuando haya terminado este libro, usted podrá

- entender conceptos arcanos como “grados de libertad”, “hiperesferas” y


“teseractos”.
- impresionar a tus amigos con términos como: “enantiomorfo”, “geometría
extrínseca”, “cuaterniones”, “superficies no orientables”, “teoría de
Kaluza-Klein” y “teseractos”.

― 20 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

- escribir mejores historias de ciencia ficción para programas como Star


Trek, Los Expedientes-X o The Outer Limits.
- realizar experimentos informáticos que traten varios aspectos de la cuarta
dimensión.
- entender la visión bastante limitada de la humanidad del hiperespacio, y
cómo los dioses omniscientes podrían residir en la cuarta dimensión, mien-
tras que nosotros sólo somos tenuemente conscientes de su existencia.
- meter una ballena en una esfera de diez dimensiones del tamaño de una
canica.

Puede que incluso quieras salir a comprar un CD con la música del programa
de televisión Los Expedientes-X.

Permítanme recordarles ―como hago en muchos de mis libros― que los


humanos son un momento del tiempo astronómico, un huésped transitorio de
la Tierra. Nuestras mentes no han evolucionado lo suficiente para comprender
todos los misterios de las dimensiones superiores. Nuestro cerebro, que evo-
lucionó para hacernos huir de los depredadores de las praderas africanas,
puede que no nos permita entender a los seres de cuatro dimensiones o sus
procesos de pensamiento. Dada esta limitación potencial, esperamos y busca-
mos el conocimiento y la comprensión. Cualquier conocimiento que obtenga-
mos a medida que investigamos estructuras en dimensiones superiores será
cada vez más útil para futuros científicos, teólogos, filósofos y artistas. Con-
templar la cuarta dimensión es tan sorprendente y gratificante como ver la Tie-
rra desde el espacio por primera vez.
C. A. P.
Enero 1999
Yorktown Heights, Nueva York

― 21 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

El problema con los números enteros es que hemos examinado sólo los peque-
ños. Tal vez todas las cosas emocionantes suceden en los números realmente
grandes, en los que no podemos poner nuestra mano o incluso empezar a pen-
sar de una manera muy definida. Así que tal vez toda la acción es realmente
inaccesible y sólo estamos jugando. Nuestros cerebros han evolucionado para
sacarnos de la lluvia, encontrar dónde están las bayas y evitar que nos maten.
Nuestros cerebros no evolucionaron para ayudarnos a captar números real-
mente grandes o para ver las cosas en cien mil dimensiones.
―Ronald Graham, citado en
“El hombre que sólo ama los números” de Paul Hoffman.

Cualquiera que sienta el tacto de mi mano será como yo soy, y las cosas ocultas
le serán reveladas... Yo soy el Todo, y el Todo salió de mí. Si cortas un trozo
de madera, me encontrarás; si levantas una piedra, allí estaré.
―El Evangelio según Tomás

Prepararse para el hiperespacio. Es tan desagradable como estar borracho.


―Ford Prefect en The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy.

― 22 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

introducción

Una Antigua Gruta; Cherbourg, Francia; 4:00 P.M.

Estamos en el año 2012 y usted es el principal investigador del FBI de


casos sin resolver que involucran fenómenos paranormales o inexplicables. Su
formación en matemáticas lo hace especialmente interesado en aquellos casos
que pueden ser explicados por el estudio de la cuarta dimensión.
Hoy está junto a un santuario en Cherbourg, Francia, a una milla de dis-
tancia de una de las poblaciones chinas más grandes de Francia. El aire es
húmedo y mohoso mientras nubes perpetuas flotan por encima en un patrón
fractal de azul y gris. Ocasionalmente se escucha el llanto de un mirlo.
Con usted está su compañera científicamente entrenada, la Dra. Sally
Skinner. Sally, una patóloga forense del FBI, fue asignada inicialmente para
trabajar con usted para desacreditar sus extravagantes teorías. Pero a medida
que su sociedad progresaba, incluso Sally tuvo dificultades para explicar algu-
nos de los extraños sucesos que encontró en sus investigaciones.
Sally empuja hacia atrás un mechón de cabello color canela que la suave
brisa ha sacado de su lugar. Su mirada es intensa. “¿Por qué me has traído
hasta aquí?”
Usted golpea sus nudillos en una lápida cercana con caligrafía china anti-
gua. “Se han reportado algunos avistamientos inusuales aquí.” Se pone las ma-
nos en las caderas. “¿Me arrastraste hasta Francia para investigar fantasmas y
extraterrestres?”
Se ríe. Sally, originalmente entrenada como médica, sabe mucho sobre
medicina, pero muy poco sobre la cuarta dimensión. Ella no se ha mantenido
al día en las últimas investigaciones de alto secreto sobre los Omegamorfos,
seres misteriosos de dimensiones superiores que a veces parecen penetrar el
universo tridimensional. Claro, ella ha escuchado los rumores, los chismes de
la prensa amarilla, pero no ha aceptado completamente las consecuencias fi-
losóficas y de seguridad nacional de la penetración de un mundo superior.
“¿Qué es eso?” Sally se detiene en seco, con la mirada fija en los arbustos
cercanos.

― 23 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Hay sonidos crujientes, como el viento en las hojas secas. Un olor a amo-
níaco impregna el aire frío. De repente, varios glóbulos se materializan. Sally
cierra los puños. “¡Dios mío! ¿Qué son?”
Los objetos pulsantes se asemejan a globos de color carne que cambian
constantemente de tamaño. Te recuerdan a manchas flotantes a la luz de la
lava. Sonríes. “Tengo la llave de todos los enigmas del universo: Dios, fantas-
mas y todo tipo de paranormal.”
Sally mira fijamente a los glóbulos que se balancean. Algunos contienen
dientes, garras y cabello. Por un instante se convierten en gusanos, con intrin-
cados sistemas vasculares bajo sus cubiertas translúcidas. “No quiero oír más
sobre tu filosofía. Salgamos de aquí.”
Te sientas en una lápida fría y señalas las extrañas formas que flotan en el
aire. “Es un solo ser de cuatro dimensiones.”
Sally saca su pistola calibre .22 y se esconde detrás de un viejo roble.
“¿Cómo lo sabes?”, susurra. Con su mano libre toma unas cuantas fotografías
del ser con una cámara en miniatura escondida en la chaqueta de su primer y
adecuado traje. “¡Cómo puedes permanecer tan tranquilo!” Delante de ti hay

― 24 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

una bola carnosa, del tamaño de una calabaza grande. Rebota hacia arriba y
hacia abajo desde el suelo hasta una altura de unos cuatro pies y tiene el mismo
aspecto que la piel humana: en su mayor parte lisa, carnosa, con arrugas y
venas ocasionales.
Retrocede un poco deprisa. “Piénsalo de esta manera. Considera un mundo
bidimensional que se asemeja a una hoja de papel, o la superficie de un estan-
que, con criaturas bidimensionales confinadas al mundo y mirando sólo a lo
largo de la superficie. ¿Cómo te verías ante los habitantes de un mundo así si
intentaras interactuar con ellos?”
“¿Sólo verían un pequeño trozo de mí?”
“Sí. Sólo verían secciones transversales de ti mientras tú intersectas su
universo. Por ejemplo, tu dedo se vería como un disco plano que creció en
tamaño a medida que lo empujabas a través de su mundo. Tus cinco dedos
pueden parecer cinco círculos separados. Sólo verían formas irregulares con
límites de piel al entrar en su mundo. Del mismo modo, un hiperser que viviera
en la cuarta dimensión tendría una sección transversal en nuestro espacio que
parecía un globo flotante hecho de piel”.
“Algunos de ellos no parecen glóbulos de piel.”
“Correcto. Imagine lo complicada que sería su sección transversal bidi-
mensional a nivel de su oído o boca abierta, especialmente si partes de su piel
fueran translúcidas como una medusa”.
Los globos y las formas de gusanos se acercan más a Sally y ella levanta
su arma. “No te preocupes, Sally. El ser probablemente quiera recogerte. Un
ser cuatridimensional sería un Dios para nosotros. Lo vería todo en nuestro
mundo. Podría incluso mirar dentro de tu estómago y quitarte el desayuno sin
cortarte la piel, de la misma manera que podrías quitar una partícula dentro de
una criatura bidimensional recogiendo la partícula en la tercera dimensión,
perpendicular a la criatura, sin romper la piel de la criatura”. Sally se aleja del
ser de cuatro dimensiones. “Idiota. No quiero oír más...”
Con esas palabras, Sally Skinner desaparece en la cuarta dimensión. Todo
lo que puedes oír es el viento soplando, como el canto de los monjes. Y de
pronto, el viento se detiene. No hay sonidos de pájaros. Las hojas de roble no
revolotean. Los mirlos de arriba parecen no gritar nunca, ni moverse. Flotan,
con las alas oscuras extendidas e inmóviles, como suspendidas, congeladas
para siempre en el espacio.

― 25 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un ser 4-D aparece ante ti y Sally en Cherbourg, Francia. Aunque el ser parece estar
formado por piezas separadas, los diversos componentes están conectados en la cuarta
dimensión y constituyen una sola criatura.

― 26 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Una mano de la cuarta dimensión podría aparecer como cinco bolas de carne separadas
(a) para ti y para Sally, así como una mano que cruza un plano aparece como cinco
círculos separados (b). (Dibujo de Sean Henry.)

― 27 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

― 28 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

uno

Para una rana con su sencillo ojo, el mundo es un diminuto conjunto de


grises y negros. ¿Somos como ranas en nuestro limitado mundo sensorial,
aprehendiendo sólo una parte del universo que habitamos? ¿Estamos desper-
tando como especie a la realidad de los mundos multidimensionales en los que
la materia sufre reorganizaciones sutiles en algún tipo de hiperespacio?
―Michael Murphy, El futuro del cuerpo

Un lugar no es nada: ni siquiera el espacio, a menos que en su corazón se


encuentre una figura.
―Paul Dirac, Principios de Mecánica Cuántica

Viajar por el hiperespacio no es como desempolvar sembrados.


―Han Solo en Star Wars

― 29 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

grados de libertad

Sede del FBI, Washington, D.C., 10:00 A.M.

Has regresado de Cherbourg y estás descansando en tu oficina de la Ofi-


cina de Campo Metropolitana de Washington de la Oficina Federal de Inves-
tigación, ubicada en 1900 Half Street, Washington, D.C. Muy pocas personas
saben que tu oficina existe porque la puerta de la misma está hábilmente dis-
frazada como un ascensor que lleva un perpetuo letrero “fuera de servicio”.
Dentro, en la parte de atrás de su puerta, está el colorido sello del FBI y el
lema “Fidelidad, Valentía, Integridad”. El borde biselado que circunscribe el
sello simboliza los severos desafíos a los que se enfrenta el FBI y la dureza de
la organización.
Debajo del lema hay un letrero hecho a mano que dice

CREO QUE LA CUARTA DIMENSIÓN ES REAL.

Sally te sigue hasta tu oficina de techos altos, repleta de libros y equipo


eléctrico. Entre el sofá y las sillas hay tres osciloscopios, una alta planta de
caucho india y un cubo de Rubik. Una pequeña pizarra cuelga de la pared. Las
ventanas a prueba de balas, de piso a techo, dan la apariencia de una habitación
más espaciosa de lo que realmente es.
Sally mira el hardware eléctrico. “¿Qué es todo esto?”
Ella casi derriba un decantador antiguo de una mesa sobre su campera do-
rada favorita colgada cómodamente sobre una silla de cuero. 
 No le respon-
des inmediatamente, sino que pones un CD en un reproductor. Comienza “Sa-
tin Doll” de Duke Ellington.
Sally chasquea los dedos para llamar tu atención.
Te vuelves hacia ella. “Sobre Francia...”
“¿Sí?”
“Me gustaría disculparme por no haberte rescatado antes. En menos de un
minuto, te encontré tirada junto a una lápida. No te hicieron daño”.
Ella asiente con la cabeza. “Todavía no entiendo qué me pasó.”

― 30 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Por eso estamos aquí. Te voy a enseñar sobre la cuarta dimensión y te


mostraré cosas con las que nunca has soñado”.
Pone los ojos en blanco. “Suenas como mi ex-marido. Todo palabras.”
Levantas la mano en una postura de no-dispares. “No te preocupes, te gus-
tará esto. Toma asiento.”
Respiras hondo antes de empezar la clase. “La cuarta dimensión corres-
ponde a una dirección diferente de todas las direcciones de nuestro mundo.”
“¿No es el tiempo la cuarta dimensión?”
“El tiempo es un ejemplo de una cuarta dimensión, pero hay otras. Los
universos paralelos pueden incluso existir además de los nuestros de alguna
manera fantasmal, y estos podrían llamarse otras dimensiones. Pero me in-
teresa una cuarta dimensión espacial, una que existe en una dirección diferente
de arriba y abajo, atrás y adelante, derecha e izquierda”.
Sally se inclina uniformemente hacia una silla. “Eso suena imposible.”
“Sólo escucha. Nuestro espacio ordinario es tridimensional porque todos
los movimientos pueden ser descritos en términos de tres direcciones perpen-
diculares”. Permaneces de pie mirando a Sally. “Por ejemplo, consideremos la
posición relativa de nuestros corazones. ¿Tienes corazón, Sally?”
“Muy gracioso.”
Del cajón de tu escritorio, sacas una cinta métrica y le das un extremo.
“Puedo decir que tu corazón está a unos cuatro pies al sur del mío, un pie al
este del mío y dos pies debajo del mío. De hecho, puedo especificar cualquier
lugar con tres tipos de movimiento”.
Ella asiente con la cabeza, aparentemente cada vez más interesada en tu
charla. Afuera hay un relámpago. Miras hacia el cielo y luego hacia Sally. Las
nubes y brumas que se reflejan en sus ojos hacen que parezcan bocanadas gri-
ses de humo.
Una mosca entra en tu oficina, de modo que cierras un pequeño conducto
de ventilación junto a la ventana antes de que otros insectos puedan refugiarse.
“Otra forma de decir esto es que el movimiento en nuestro mundo tiene tres
grados de libertad.” Escribes tres palabras en letras grandes en la pizarra:

GRADOS DE LIBERTAD

― 31 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 1.1 Una mosca en una caja está esencialmente confinada a un punto. Tiene cero
grados de libertad y vive su vida (deprimente) en un mundo O-D. (Dibujo de Brian
Mansfield.)

“Sí, lo entiendo.” La mano de Sally sale corriendo hacia la mosca y la


captura. No sabías que podía moverse tan rápido. “Esta mosca tiene tres direc-
ciones diferentes en las que puede viajar en la habitación. Ahora que está en
mi mano, tiene cero grados de libertad. Estoy sosteniendo mi mano muy
quieta. La mosca no puede moverse. Está atascada en un punto en el espacio.
Sería lo mismo si lo colocara en una cajita. Ahora, si meto la mosca en un tubo
en el que sólo puede moverse hacia adelante y hacia atrás en una dirección,
entonces la mosca tiene un grado de libertad” (Fig. 1.1 y 1.2).
“¡Correcto! Y si le arrancaras las alas...”
“Sádico”.
“...y dejar que se arrastre en un plano, tendría dos grados de libertad. In-
cluso si la superficie es curva, sigue viviendo en un mundo 2-D con dos grados
de libertad porque su movimiento puede describirse como una combinación
de dos direcciones de movimiento: hacia adelante/atrás e izquierda/derecha.
Como no puede volar, no puede salir de la superficie del papel” (Fig. 1.3).
“La superficie es un objeto curvo en 3-D, pero el movimiento de la mosca,
confinado a la superficie, es esencialmente un movimiento en 2-D.”

― 32 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 1.2 Una mosca en un tubo tiene un grado de libertad y vive en un mundo 1-D.
(Dibujo de Brian Mansfield.)

“Sally, lo tienes. Del mismo modo, una mosca en un tubo sigue viviendo
en un mundo 1-D, incluso si se curva el tubo en un nudo. Todavía tiene sólo
un grado de libertad: su movimiento hacia adelante y hacia atrás. Incluso una
mosca inteligente podría no darse cuenta de que el tubo estaba curvado”.
Tropiezas con un cubo de Rubik que dejaste en el suelo y te golpeas contra
la silla de Sally.
Ella te rechaza. “Me hiciste aplastar la mosca”. La tira a la basura.
Mueves la mano. “No importa”. Haces una pausa y vuelves a la discusión.
“Como te mostraré más adelante, el espacio en el que vivimos también puede
ser curvo, como un tubo retorcido o un trozo de papel curvado. Sin embargo,
en términos de nuestros grados de libertad, estamos viviendo en un mundo 3-
D.”
Sally sostiene su puño frente a ti, como si estuviera a punto de golpearte.
“Déjame ver si lo entiendo. Mi puño puede ser descrito por tres números: lon-
gitud, latitud y altura sobre el nivel del mar. Vivimos en un mundo tridimen-
sional. Si viviéramos en un espacio 4-D, tendría que especificar la ubicación
de mi puño con un cuarto número. En un mundo 4-D, para encontrar mi puño,

― 33 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

puedes ir a la longitud, latitud y altura correcta sobre el nivel del mar, y luego
moverte en una cuarta dirección, perpendicular al resto.”

Figura 1.3 Una mosca que camina sobre un papel, incluso un trozo de papel curvado,
tiene dos grados de libertad y vive en un mundo 2-D. (Dibujo de Brian Mansfield.)

Asiente con la cabeza. “Excelente. En cada lugar de mi oficina se pueden


especificar diferentes distancias en una cuarta dirección espacial que actual-
mente no podemos ver. Es muy difícil imaginar tal dimensión, al igual que
sería difícil para las criaturas confinadas a un plano, y que sólo pueden mirar
a lo largo del plano, imaginar un mundo tridimensional. Mañana quiero hacer
un poco más de razonamiento por analogía, porque la mejor manera para que
las criaturas 3-D entiendan la cuarta dimensión es imaginar cómo las criaturas
2-D entenderían nuestro mundo”.
Sally golpea su mano en tu escritorio. “Pero, ¿cómo explica esto mi en-
cuentro en Cherbourg?”
“Ya llegaremos a eso. Para cuando terminen sus lecciones, vamos a ver
algunas cosas horribles...” Alcanzas un frasco aparentemente vacío en el es-
tante y lo sostienes frente a los ojos brillantes de Sally.
Ella examina la tapa del frasco, que ha sido sellada de manera segura al
frasco usando epoxi. “No hay nada aquí.”

― 34 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Tu sonrisa se ensancha. “Todavía no”.


Ella sacude la cabeza. “A veces me asustas.”

La ciencia detrás de la ciencia ficción

Los futuros historiadores de la ciencia bien pueden registrar que una de las ma-
yores revoluciones conceptuales de la ciencia del siglo XX fue la comprensión
de que el hiperespacio puede ser la clave para desvelar los secretos más pro-
fundos de la naturaleza y de la propia Creación.
―Michio Kaku, Hiperespacio

Si queremos entender la naturaleza del Universo tenemos una ventaja interior


oculta: somos nosotros mismos pequeñas porciones del universo y por lo tanto
llevamos la respuesta dentro de nosotros.
―Jacques Boivin, The Single Heart Field Theory

Primeros Sueños y Temores de una Cuarta Dimensión

Mira el techo de tu habitación. Desde la esquina de la sala irradian tres


líneas, cada una de las cuales es el lugar de encuentro de un par de paredes.
Cada línea es perpendicular a las otras dos líneas. ¿Puedes imaginarte una
cuarta línea que sea perpendicular a las tres líneas? Si eres como la mayoría
de la gente, la respuesta es un rotundo “no”. Pero esto es lo que las matemáti-
cas y la física requieren para establecer una construcción mental que involucre
el espacio 4-D.
¿Qué significa para los objetos existir en una cuarta dimensión? El con-
cepto científico de una cuarta dimensión es esencialmente una idea moderna,
que se remonta al siglo XIX. Sin embargo, el filósofo Immanuel Kant (1724-
1804) consideró algunos de los aspectos espirituales de una cuarta dimensión:

Una ciencia de todos estos posibles tipos de espacio sería sin duda la empresa
más elevada que una comprensión finita podría emprender en el campo de la
geometría Si es posible que pudiera haber regiones con otras dimensiones, es
muy probable que un Dios las hubiera traído a la existencia en alguna parte.
Estos espacios más elevados no pertenecerían a nuestro mundo, sino que for-
marían mundos separados.

― 35 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Euclides (c. 300 a.C.), un prominente matemático de la antigüedad greco-


rromana, entendió que un punto no tiene ninguna dimensión. Una línea tiene
una dimensión: la longitud. Un plano tiene dos dimensiones. Un sólido tiene
tres dimensiones. Pero allí se detuvo… creía que nada podía tener cuatro di-
mensiones. El filósofo griego Aristóteles (384-322 a.C.) hizo eco de estas
creencias en On Heaven:

La línea tiene magnitud en una dirección, el plano en dos direcciones, y el só-


lido en tres direcciones, y más allá de éstas no hay otra magnitud porque las
tres son todas.

Aristóteles utilizó el argumento de las perpendiculares para probar la im-


posibilidad de una cuarta dimensión. Primero dibujó tres líneas perpendicula-
res entre sí, como se puede ver en la esquina de un cubo. A continuación,
planteó a sus colegas el reto de trazar una cuarta línea perpendicular a las tres
primeras. Como no había manera de hacer cuatro líneas mutuamente perpen-
diculares, razonó que la cuarta dimensión es imposible.
Parece que la idea de una cuarta dimensión a veces pone un poco nerviosos
a filósofos y matemáticos. John Wallis (1616-1703) ―el matemático inglés
más famoso antes de Isaac Newton y más conocido por sus contribuciones al
origen del cálculo― llamó a la cuarta dimensión un “monstruo en la natura-
leza, menos posible que una quimera o un centauro”. Escribió: “Longitud, An-
chura y Espesor, ocupan todo el Espacio. Ni un fantasioso puede imaginar
cómo debería ser la cuarta dimensión local más allá de estas tres”.

― 36 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Del mismo modo, a lo largo de la historia, los matemáticos han llamado


“patológicas” o “monstruosas” a las ideas geométricas novedosas. El físico
Freeman Dyson reconoció esto para los fractales, estructuras intrincadas que
hoy han revolucionado las matemáticas y la física, pero que en el pasado fue-
ron tratadas con desconfianza:

Una gran revolución separa las matemáticas clásicas del siglo XIX de las ma-
temáticas modernas del siglo XX. Las matemáticas clásicas tenían sus raíces
en las estructuras geométricas regulares de Euclides y Newton. Las matemáti-
cas modernas comenzaron con la teoría de conjuntos de Cantor y la curva de
llenado de espacio de Peano. Históricamente, la revolución fue forzada por el
descubrimiento de estructuras matemáticas que no se ajustaban a los patrones
de Euclides y Newton. Estas nuevas estructuras eran consideradas como “pa-
tológicas”, como una “galería de monstruos”, afines a la pintura cubista y a la
música atonal, que al mismo tiempo estaban alterando los estándares de gusto
establecidos en las artes. Los matemáticos que crearon los monstruos los con-
sideran importantes para demostrar que el mundo de las matemáticas puras con-
tiene una riqueza de posibilidades que va mucho más allá de las estructuras
simétricas que vieron en la naturaleza. Las matemáticas del siglo XX florecie-
ron en la creencia de que habían trascendido completamente la limitación im-
puesta por sus orígenes naturales. Pero la naturaleza ha hecho una broma a los
matemáticos. Los matemáticos del siglo XIX pueden haber carecido de imagi-
nación, pero la naturaleza no. Las mismas estructuras patológicas que los ma-
temáticos inventaron para desprenderse del naturalismo del siglo XIX resulta-
ron ser inherentes a los objetos familiares que nos rodeaban. (Science, 1978)

Karl Heim, filósofo, teólogo y autor del libro Christian Faith and Natural
Science de 1952, cree que la cuarta dimensión permanecerá para siempre fuera
de nuestro alcance:

El progreso de las matemáticas y la física nos impulsa a volar sobre las alas de
la imaginación poética más allá de las fronteras del espacio euclidiano, y a in-
tentar concebir un espacio en el que más de tres coordenadas puedan estar per-
pendiculares entre sí. Pero todos estos esfuerzos por volar más allá de nuestras
fronteras siempre terminan con nuestro retroceso con alas chamuscadas en el
suelo de nuestro espacio tridimensional euclidiano. Si intentamos contemplar
la cuarta dimensión nos encontramos con un obstáculo insuperable, una valla
de alambre de púas cargada eléctricamente. Ciertamente podemos hacer cálcu-

― 37 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los con [espacios de mayores dimensiones]. Pero no podemos concebirlos. Es-


tamos confinados dentro del espacio en el que nos encontramos cuando entra-
mos en nuestra existencia, como si estuviéramos en una prisión. Los seres bi-
dimensionales pueden creer en una tercera dimensión. Pero no pueden verla.

Aunque los filósofos han sugerido la inverosimilitud de una cuarta dimen-


sión, verán en las siguientes secciones que las dimensiones superiores proba-
blemente proveen la base para la existencia de todo en nuestro universo.

Hiperespacio y geometría intrínseca

El hecho de que nuestro universo, como la superficie de una manzana, esté


curvado en una dimensión invisible más allá de nuestra comprensión espacial
ha sido verificado experimentalmente. Estos experimentos, realizados en el ca-
mino de los rayos de luz, muestran que la luz de las estrellas se dobla a medida
que se mueve a través del universo.
―Michio Kaku, Hiperespacio

Imagínate criaturas alienígenas, con forma de panqueques peludos, va-


gando por la superficie de una gran pelota de playa. Los habitantes están in-
crustados en la superficie, como microbios flotando en la delgada superficie
de una pompa de jabón. Los alienígenas llaman a su universo “Zarf”. Para
ellos, Zarf parece ser plano y bidimensional, en parte porque Zarf es grande
en comparación con sus cuerpos. Sin embargo, Leonardo, uno de sus brillantes
científicos, llega a creer que Zarf es realmente finito y curvado en algo que él
llama la tercera dimensión. Incluso inventa dos nuevas palabras, “arriba” y
“abajo”, para describir el movimiento en la tercera dimensión invisible. A pe-
sar del escepticismo de sus amigos, Leonardo viaja en lo que parece una línea
recta alrededor de su universo y regresa a su punto de partida, demostrando así
que su universo está curvado en una dimensión superior. Durante el largo viaje
de Leonardo, no se siente como si estuviera curvando, aunque está curvando
en una tercera dimensión perpendicular a sus dos dimensiones espaciales. Leo-
nardo incluso descubre que hay una ruta más corta de un lugar a otro. Hace un
túnel a través de Zarf desde el punto A hasta el punto B, creando así lo que los
físicos llaman un “agujero de gusano”. (Viajar de A a B a lo largo de la super-
ficie de Zarf requiere más tiempo que un viaje que penetra en Zarf como un
alfiler a través de una pelota.) Más tarde Leonardo descubre que Zarf es uno

― 38 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

de los muchos mundos curvos que flotan en espacio-3. Él conjetura que algún
día será posible viajar a estos otros mundos.
Ahora supongamos que la superficie de Zarf estuviera arrugada como una
hoja de papel. ¿Qué pensarían Leonardo y sus compañeros extraterrestres en
forma de tortitas sobre su mundo? A pesar del arrugamiento, los zarfianos lle-
garon a la conclusión de que su mundo era perfectamente plano porque vivían
sus vidas confinadas al espacio arrugado. Sus cuerpos se arrugarían sin que
ellos lo supieran.
Este escenario con espacio curvo no es tan loco como parece. Georg Bern-
hard Riemann (1826-1866), el gran geómetra del siglo XIX, reflexionó cons-
tantemente sobre estos temas y afectó profundamente el desarrollo de la física
teórica moderna, sentando las bases para los conceptos y métodos que más
tarde se utilizaron en la teoría de la relatividad. Riemann reemplazó el mundo
2-D de Zarf con nuestro mundo 3-D arrugado en la cuarta dimensión. No sería
obvio para nosotros que nuestro universo estaba deformado, excepto que po-
dríamos sentir sus efectos. Riemann creía que la electricidad, el magnetismo
y la gravedad son causadas por el arrugamiento de nuestro universo tridimen-
sional en una cuarta dimensión invisible. Si nuestro espacio fuera lo suficien-
temente curvo como la superficie de una esfera, podríamos ser capaces de de-
terminar que las líneas paralelas pueden encontrarse (como lo hacen las líneas
de longitud en un globo terráqueo), y que la suma de los ángulos de un trián-
gulo puede exceder los 180 grados (como lo muestran los triángulos dibujados
en un globo terráqueo).
Alrededor del año 300 a.C. Euclides nos dijo que la suma de los tres án-
gulos de cualquier triángulo dibujado en una hoja de papel es de 180 grados.
Sin embargo, esto es cierto sólo en un pedazo de papel plano. En la superficie
esférica, ¡puedes dibujar un triángulo en el que cada uno de los ángulos es de
90 grados! (Para verificar esto, mire un globo terráqueo y trace suavemente
una línea a lo largo del ecuador, luego baje por una línea de longitud hasta el
Polo Sur, y luego haga un giro de 90 grados y vuelva a subir por otra línea de
longitud hasta el ecuador. Has formado un triángulo en el que cada ángulo es
de 90 grados.)
Volvamos a nuestros alienígenas 2-D en Zarf. Si midieran la suma de los
ángulos en un triángulo pequeño, esa suma podría ser bastante cercana a 180

― 39 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

grados incluso en un universo curvo, pero para los triángulos grandes los re-
sultados podrían ser muy diferentes porque la curvatura de su mundo sería más
aparente. La geometría descubierta por los zarfianos sería la geometría intrín-
seca de la superficie. Esta geometría depende únicamente de las medidas que
se realicen a lo largo de la superficie. A mediados del siglo XIX, en nuestro
propio mundo, había un interés considerable por las geometrías no euclidianas,
es decir, por las geometrías en las que se pueden cruzar líneas paralelas.
Cuando el físico Hermann von Helmholtz (1821-1894) escribió sobre este
tema, hizo que los lectores se imaginaran la dificultad de una criatura en 2-D
moviéndose a lo largo de una superficie mientras intentaba entender la geo-
metría intrínseca de su mundo sin el beneficio de una perspectiva en 3-D que
revelara las propiedades de la curvatura del mundo de una sola vez. Bernhard
Riemann también introdujo medidas intrínsecas en espacios abstractos y no
requería referencia a un espacio de contención de mayor dimensión en el que
los objetos materiales eran “curvados”.
La geometría extrínseca de Zarf depende de la forma en que la superficie
se asienta en un espacio de alta dimensión. Por difícil que parezca, es posible
que los zarfianos comprendan su geometría extrínseca simplemente haciendo
mediciones a lo largo de la superficie de su universo. En otras palabras, un
zarfiano podría estudiar la curvatura de su universo sin abandonar el universo,
del mismo modo que nosotros podemos aprender sobre la curvatura de nuestro
universo, aunque estemos confinados en él. Para demostrar que nuestro espa-
cio es curvo, tal vez todo lo que tenemos que hacer es medir las sumas de
ángulos de triángulos grandes y buscar sumas que no sean de 180 grados. El
físico matemático Carl Friedrich Gauss (1777-1855) ―uno de los más grandes
matemáticos de todos los tiempos― en realidad intentó este experimento ilu-
minando las cimas de las montañas para formar un gran triángulo. Desafortu-
nadamente, sus experimentos no fueron concluyentes porque las sumas de án-
gulos eran de 180 grados hasta la precisión de los instrumentos de medición.
Todavía no sabemos con seguridad si las líneas paralelas se cruzan en nuestro
universo, pero sí sabemos que los rayos de luz no deberían usarse para probar
ideas sobre la curvatura general del espacio porque los rayos de luz se desvían
cuando pasan cerca de objetos masivos. Esto significa que la luz se dobla al
pasar por una estrella, alterando así las sumas de ángulos para triángulos gran-
des. Sin embargo, esta desviación de la luz de las estrellas también sugiere que

― 40 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los sectores de nuestro espacio están curvados en una dimensión invisible más
allá de nuestra comprensión espacial. La curvatura espacial también es suge-
rida por la órbita elíptica del planeta Mercurio alrededor del sol que cambia de
orientación, o precesiones, en una cantidad muy pequeña cada año debido a la
pequeña curvatura del espacio alrededor del sol. Albert Einstein argumentó
que la fuerza de gravedad entre objetos masivos es una consecuencia del es-
pacio curvo cercano a la masa, y que los objetos que viajan simplemente si-
guen líneas rectas en este espacio curvo como líneas de longitud en un globo”.3
En las décadas de 1980 y 1990 varios astrofísicos han tratado de determi-
nar experimentalmente si todo nuestro universo es curvo. Por ejemplo, algunos
se han preguntado si nuestro universo 3-D podría ser curvado hacia atrás sobre
sí mismo de la misma manera que una superficie 2-D sobre una esfera se curva

3
Le pregunté al profesor Michio Kaku, autor de Hyperspace, si la curvatura gravitacio-
nal del espacio implica la existencia de una cuarta dimensión. Él respondió:
No necesitamos una cuarta dimensión espacial para describir la curvatura del espa-
cio. Desde un punto de vista, la cuarta dimensión espacial es ficticia. Esto se debe
a que podemos utilizar coordenadas tridimensionales “intrínsecas” en las que las
únicas coordenadas son tres dimensiones espaciales dobladas y una dimensión tem-
poral. Así, una hormiga en un globo ordinario sólo puede ver dos dimensiones, y
dice que la tercera dimensión es innecesaria, porque la hormiga no puede viajar en
la tercera dimensión, lo cual es ficticio desde su punto de vista.
Sin embargo, también podemos usar coordenadas “extrínsecas” en las que visuali-
zar la curvatura del espacio, incrustando el espacio-tiempo dentro de una dimensión
superior. Todas las representaciones gráficas de fantasía -de agujeros negros como
agujeros y embudos en el espacio, globos inflables que representan el Big Bang, y
el 99,99% de todas las imágenes que se encuentran en los libros de relatividad ge-
neral- se hacen en coordenadas extrínsecas. Vemos el globo 3-D desde el punto de
vista de una ficticia cuarta dimensión, que no tiene realidad física. (Después de todo,
si el globo es el universo entero, entonces ¿dónde estás parado cuando miras el
globo? Estás parado en una ficticia cuarta dimensión.)
Dicho esto, permítanme decir que el pensamiento actual de la física teórica postula
la existencia no sólo de cuatro dimensiones espaciales (una de ellas ficticia), sino
de diez dimensiones físicas del espacio y el tiempo.
Es confuso que la gente use la palabra hiperespacio para referirse a ambas: la cuarta
dimensión espacial ficticia usada en coordenadas extrínsecas (esencialmente un
truco para “ver” globos y agujeros en el espacio) que se encuentran en la relatividad
general ordinaria, y también a las dimensiones físicas superiores en las que viven
las supercuerdas.

― 41 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

hacia atrás sobre sí misma. Podemos reafirmar esto en el lenguaje de la cuarta


dimensión. De la misma manera que la superficie 2-D de la Tierra es finita
pero ilimitada (porque está doblada en tres dimensiones en una esfera), mu-
chos han imaginado que el espacio 3-D de nuestro universo está doblado (en
algún espacio 4-D) en una esfera 4-D llamada hiperesfera. Desafortunada-
mente, los resultados experimentales de los astrofísicos contienen incertidum-
bres que hacen imposible sacar conclusiones definitivas. El esfuerzo continúa.

Un telar con cuerdas diminutas

En la teoría de cuerdas heterotica... los bosones derechos (partículas portado-


ras) van en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del bucle, sus vi-
braciones penetran en 22 dimensiones compactadas. Los bosones viven en un
espacio de 26 dimensiones (incluyendo el tiempo), de las cuales 6 son las di-
mensiones “reales” compactadas, 4 son las dimensiones del espacio-tiempo or-
dinario y las otras 16 son consideradas “espacios interiores” - artefactos mate-
máticos para que todo funcione correctamente.
―Martin Gardner, El Universo Ambidiestro

La teoría de cuerdas puede ser más apropiada para los departamentos de mate-
máticas o incluso para las escuelas de divinidad. ¿Cuántos ángeles pueden bai-
lar sobre la cabeza de un alfiler? ¿Cuántas dimensiones hay en un conjunto
compacto de treinta potencias de diez menor que una cabeza de alfiler? ¿Todos
los jóvenes doctores, después de perder años en la teoría de cuerdas, podrán ser
empleados cuando la cuerda se rompa?
―Sheldon Glashow, Science

La teoría de cuerdas es la física del siglo XXI que cayó accidentalmente en el


siglo XX.
―Edward Witten, Science

Varias teorías modernas del hiperespacio sugieren que dimensiones exis-


ten más allá de las dimensiones comúnmente aceptadas del espacio y el
tiempo. Como se mencionó anteriormente, el universo entero puede existir en
un espacio de dimensiones superiores. Esta idea no es ciencia ficción: de he-
cho, se han celebrado cientos de conferencias internacionales de física para

― 42 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

explorar las consecuencias de las dimensiones superiores. Desde una perspec-


tiva astrofísica, algunas de las teorías de las dimensiones superiores tienen
nombres tan impresionantes como la teoría de Kaluza-Klein y la supergrave-
dad. En la teoría de Kaluza-Klein, la luz se explica como vibraciones en una
dimensión espacial superior.4 Entre las formulaciones más recientes de estos
conceptos se encuentra la teoría de las supercuerdas que predice un universo
de diez dimensiones: tres dimensiones del espacio, una dimensión del tiempo
y seis dimensiones espaciales más. En muchas teorías del hiperespacio, las
leyes de la naturaleza se vuelven más simples y elegantes cuando se expresan
con estas varias dimensiones espaciales adicionales.
La idea básica de la teoría de cuerdas es que algunas de las partículas más
básicas, como los quarks y los fermiones (que incluyen electrones, protones y
neutrones), pueden ser modeladas por segmentos de línea o cuerdas inconce-
biblemente pequeños y unidimensionales. Inicialmente, los físicos asumieron
que las cuerdas podían estar abiertas o cerradas en bucles, como las bandas
elásticas. Ahora parece que el enfoque más prometedor es considerarlos como
permanentemente cerrados. Aunque las cuerdas puedan parecer abstracciones
matemáticas, recuerde que los átomos alguna vez fueron considerados como
abstracciones matemáticas “irreales” que eventualmente se volvieron obser-
vables. Actualmente, las cuerdas son tan pequeñas que no hay forma de “ob-
servarlas”. Tal vez nunca podremos observarlos.5

4
La teoría de Kaluza-Klein (que lleva el nombre de dos científicos europeos) sugiere la
existencia de dimensiones adicionales que se enrollan o “compactifican” de tal manera
que son indetectables a niveles macroscópicos.
5
Por otro lado, Joe Lykken del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi en Batavia,
Illinois, cree que los físicos pueden encontrar evidencia experimental para la teoría de
cuerdas. Aunque las dimensiones adicionales de las cuerdas son compactas, es decir,
enroscadas en escalas de sólo 10–33 cm, que estarían fuera del alcance de cualquier ex-
perimento concebible, Lykken y varios otros grupos están considerando la posibilidad
de que algunas de esas dimensiones se desenreden ligeramente, abriéndose a escalas en
las que las mediciones de precisión en aceleradores o incluso en una mesa de trabajo
podrían realmente sondear. Para más información sobre las pruebas prácticas de la teoría
de cuerdas, véase Kestenbaum, D. (1998) Practical tests for an ‘untestable’ theory of
everything? Science. 281(5378): 758-59.]

― 43 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

En algunas teorías de cuerdas, los bucles de las cuerdas se mueven en tres


espacios ordinarios, pero también vibran en dimensiones espaciales más altas
perpendiculares a nuestro mundo. Como una simple metáfora, piense en una
cuerda de guitarra vibrante cuyas “notas” corresponden a diferentes partículas
“típicas” como los quarks y los electrones, junto con otras partículas misterio-
sas que sólo existen en las diez dimensiones, como el hipotético gravitón, que
transmite la fuerza de la gravedad. Piensa en el universo como la música de
una orquesta hiperdimensional. Y puede que nunca sepamos si hay un hiper-
Beethoven guiando las armonías cósmicas.
Cada vez que leo sobre la teoría de cuerdas, no puedo evitar pensar en la
Cábala en el misticismo judío. La Cábala se hizo popular en el siglo XII y
siguientes. Los cabalistas creen que gran parte del Antiguo Testamento está en
código, y es por esto que las Escrituras pueden parecer confusas. El primer
texto judío conocido sobre magia y matemáticas, Sefer Yetzira (Libro de la
Creación), apareció alrededor del siglo IV d.C. Explicaba la creación como un
proceso que involucra diez números divinos o sephirotes. La Kabala se basa
en un complicado misticismo numérico por el cual el primordial se divide en
diez sephirotes que están misteriosamente conectados entre sí y trabajan jun-
tos. Veintidós letras del alfabeto hebreo son puentes entre ellas (Fig. 1.4).
Los sephirotes son diez atributos o emanaciones hipostatizados que per-
miten que lo infinito se encuentre con lo finito. (“Hipostatizar” significa con-
vertir o tratar como una sustancia, es decir, convertir una cosa abstracta en
algo material.) Según los cabalistas, estudiando los diez sephirotes y sus inter-
conexiones, se puede desarrollar toda la estructura cósmica divina.
De manera similar, la realidad física puede ser la hipostatización de estas
construcciones matemáticas llamadas “cuerdas”. Como mencioné, las cuerdas,
los bloques básicos de construcción de la naturaleza, no son partículas dimi-
nutas, sino bucles y fragmentos inimaginablemente pequeños que se asemejan
vagamente a las cuerdas, excepto que las cuerdas existen en un extraño uni-
verso 10-D. La versión actual de la teoría tomó forma a finales de la década
de 1960. Utilizando la teoría del hiperespacio, la “materia” es vista como vi-
braciones que ondulan a través del espacio y el tiempo. De ahí la idea de que
todo lo que vemos, desde las personas hasta los planetas, no son más que vi-
braciones en el hiperespacio.

― 44 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 1.4a El Árbol de Sephirotes, o Árbol de la Vida, de un antiguo manuscrito del


Zóhar.

― 45 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 1.4b Otra representación del sefiroth, la figura central de la Kabala.

― 46 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

En los últimos años, los físicos teóricos han estado usando cuerdas para
explicar todas las fuerzas de la naturaleza, desde la atómica hasta la gravita-
cional. Aunque la teoría de cuerdas describe las partículas elementales como
modos vibratorios de cuerdas infinitesimales que existen en diez dimensiones,
muchos de ustedes se preguntarán cómo existen tales cosas en nuestro uni-
verso tridimensional con una dimensión adicional de tiempo. Los teóricos de
las cuerdas afirman que seis de las diez dimensiones están “compactificadas”,
es decir, enroscadas firmemente (en estructuras conocidas como espacios Ca-
labi-Yau), de modo que las dimensiones adicionales son esencialmente invisi-
bles.6
Tan técnicamente avanzada como suena la teoría de las supercuerdas, po-
dría haberse desarrollado hace mucho tiempo, según el gurú de la teoría de las
cuerdas Edward Witten,7 un físico teórico del Instituto de Estudios Avanzados
de Princeton. Por ejemplo, indica que es muy probable que otras civilizaciones
del universo descubrieran la teoría de las supercuerdas y luego derivaran for-
mulaciones similares a las de Einstein (que en nuestro mundo son anteriores a
la teoría de cuerdas en más de medio siglo). Desafortunadamente para los ex-
perimentalistas, las supercuerdas son tan pequeñas que es poco probable que
los humanos las detecten. Si se considera la relación entre el tamaño de un

6
Desafortunadamente, hay tantas maneras diferentes de crear universos compactifi-
cando las seis dimensiones que la teoría de cuerdas es difícil de relacionar con el uni-
verso real. En 1995, los investigadores sugirieron que si la teoría de cuerdas tiene en
cuenta los efectos cuánticos de los mini agujeros negros cargados, las miles de solucio-
nes en 4-D podrían colapsar en una sola. Pequeños agujeros negros, con no más masa
que una partícula elemental, y las cuerdas pueden ser dos descripciones del mismo ob-
jeto. Gracias a la teoría de los mini agujeros negros, los físicos esperan ahora seguir
matemáticamente la evolución del universo y seleccionar una compactificación particu-
lar de Calabi-Yau como primer paso hacia una “teoría del todo” comprobable.
Algunas trivialidades: Gabriele Veneziano, a finales de los años 60, trabajó en teorías
de cuerdas. Sin embargo, el interés en su versión particular de la teoría se desvaneció
cuando otros físicos demostraron que sólo trabajarían en veintiséis dimensiones. Ade-
más, algunos investigadores creen que todas las partículas elementales conocidas tienen
gemelos simétricos invisibles llamados spartículas.
7
Lo que hemos aprendido en el siglo XX es que las grandes ideas de la física tienen
fundamentos geométricos. ―Edward Witten, Scientific American.

― 47 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

protón y el tamaño del sistema solar, esta es la misma relación que describe el
tamaño relativo de una supercuerda y un protón.
John Horgan, editor de Scientific American, publicó recientemente un ar-
tículo que describe lo que otros investigadores han dicho sobre Witten y las
supercuerdas en diez dimensiones. Un investigador entrevistado exclamó que
en puro poder mental matemático, Edward Witten supera a Einstein y no tiene
rival desde Newton.
La teoría de cuerdas es tan compleja que cuando se le pidió a un físico
ganador del Premio Nobel que comentara la importancia del trabajo de Witten,
dijo que no podía entender los documentos recientes de Witten; por lo tanto,
¡no podía determinar cuán brillante es Witten!8

8
Al igual que los primeros años de la teoría de la relatividad de Einstein, la teoría de
cuerdas es simplemente un conjunto de ecuaciones inteligentes que esperan la verifica-
ción experimental. Desafortunadamente, se necesitaría un triturador de átomos miles de
veces más potente que cualquiera en la Tierra para probar directamente la versión actual
de la teoría de cuerdas. Se espera que los humanos perfeccionen la teoría hasta el punto
de que pueda ser probada en experimentos del mundo real. Con Edward Witten diri-
giendo su atención a la teoría de cuerdas, el mundo espera que él y sus colegas puedan
descifrar el misterio filosófico que ha esquivado a la ciencia desde los antiguos griegos:
¿Cuál es la naturaleza última del universo? ¿Cuál es el telar en el que Dios teje?
Sea lo que sea ese telar, ha creado un universo estructuralmente rico. La mayoría de los
astrónomos de hoy en día creen que el universo tiene entre ocho y veinticinco mil mi-
llones de años de antigüedad, y desde entonces se ha estado expandiendo hacia el exte-
rior. El universo parece tener una naturaleza fractal con galaxias colgando juntas en
cúmulos. Estos clústers forman clúster más grandes (clúster de clúster). Los “Superclús-
ters” son grupos de estos grupos de grupos. En los últimos años, ha habido otras teorías
y descubrimientos desconcertantes. Aquí hay sólo unos pocos:
- En nuestro universo existe una Gran Muralla que consiste en una enorme concen-
tración de galaxias que se extienden a través de 500 millones de años-luz de espa-
cio.
- En nuestro universo existe un Gran Atractor, una masa misteriosa que atrae gran
parte del universo local hacia las constelaciones Hydra y Centauro.
- Hay Grandes Vacíos en nuestro universo. Estas son regiones del espacio donde
pocas galaxias pueden ser encontradas.
- La teoría de la inflación sigue siendo importante para describir la evolución de
nuestro universo. La teoría de la inflación sugiere que el universo se expandió
como un globo inflado por un ebrio mientras el universo estaba en su primer se-
gundo de vida.

― 48 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Recientemente, el intento de la humanidad de formular una “teoría del


todo” incluye no sólo la teoría de cuerdas, sino también la teoría de membrana,
también conocida como teoría M.9 En palabras de Edward Witten (a quien la

- La existencia de materia oscura también sigue siendo una hipótesis. La materia


oscura puede consistir en partículas subatómicas que pueden representar la mayor
parte de la masa del universo. No sabemos de qué está compuesta la materia oscura,
pero las teorías incluyen: neutrinos (partículas subatómicas), WIMPs ([weakly in-
teracting massive particles] partículas masivas que interactúan débilmente), MA-
CHOs ([massive compact halo objects] objetos de halo compacto masivos), aguje-
ros negros, y vastas redes filamentosas de gases ionizados calientes que son difíci-
les de detectar con los satélites actuales.
- Las cuerdas y texturas cósmicas son entidades hipotéticas que distorsionan el te-
jido espacio-temporal.
(Tal vez algunas de las grandes estructuras extragalácticas son resultados de observa-
ciones y análisis inexactos. Se requiere investigación adicional para estar seguros.)
¿Cuáles son las preguntas más importantes para los científicos de hoy? Tal vez, “¿Exis-
ten dimensiones espaciales superiores” o “Qué leyes de la física son fundamentales y
cuáles son accidentes de la evolución de este universo en particular” o “¿Existe vida
inteligente y tecnológicamente avanzada fuera de nuestro Sistema Solar” y “Cuál es la
naturaleza de la conciencia”?
¿Cuántas de estas preguntas responderemos alguna vez?
9
La teoría M, al igual que la teoría de cuerdas, se basa en gran medida en la idea de la
supersimetría, en la que cada partícula conocida que tiene un espín entero tiene una
contraparte con la misma masa pero un espín medio entero. La supersimetría predice la
“supergravedad” en la que un gravitón (con espín 2) transmite interacciones gravitacio-
nales y tiene un compañero gravitino con espín 3/2. La gravedad convencional no limita
las posibles dimensiones del espacio-tiempo, pero con la supergravedad hay un límite
superior de once dimensiones de espacio-tiempo. En 1984, las teorías de la supergrave-
dad 11-D fueron disueltas en favor de la teoría de las supercuerdas en diez dimensiones.
La teoría M en once dimensiones da lugar a las cinco teorías de cuerdas que compiten
en diez dimensiones (dos teorías heterográficas, Tipo I, Tipo IIA y Tipo JIB). Cuando
la dimensión extra se curva en un círculo, la teoría M produce la supercuerda del Tipo
IIA. Por otro lado, si la dimensión extra se reduce a un segmento de línea, la teoría M
produce una de las cadenas heterotizadas.
Las nuevas teorías tratan de conceptos arcanos difíciles de comprender para los simples
mortales. Por ejemplo, la fuerza con la que interactúan los objetos (sus cargas) está re-
lacionada con el tamaño de las dimensiones invisibles; lo que es carga en un universo
puede ser tamaño en otro; y ciertas membranas pueden ser interpretadas como agujeros
negros (o “branas negras”) de los que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. La masa
de una brana negra puede desaparecer a medida que el agujero que envuelve se encoge,
permitiendo que un espacio-tiempo con un cierto número de agujeros internos (que se

― 49 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

revista Life apodó el sexto baby boomer americano más influyente), “M signi-
fica Magia, Misterio o Membrana, según el gusto”. En esta nueva teoría, la
vida, el universo y todo lo demás puede surgir de la interacción de membranas,
cuerdas y burbujas en dimensiones superiores del espacio-tiempo. Las mem-
branas pueden tomar la forma de burbujas, ser estiradas en dos direcciones
como una hoja de caucho, o envueltas tan apretadamente que se asemejan a
una cuerda. El punto principal a recordar sobre estas teorías avanzadas es que
los físicos modernos continúan produciendo modelos de la materia y del uni-
verso que requieren dimensiones espaciales adicionales.

Hipertiempo

En este libro, me interesa principalmente una cuarta dimensión espacial,


aunque varios científicos han considerado otras dimensiones, como el tiempo,
como una cuarta dimensión. En esta sección, divago y hablo por un momento
sobre el tiempo y lo que sería vivir fuera del flujo del tiempo. Se anima a los
lectores a consultar mi libro Time: A Traveler’s Guide para obtener un extenso
tratado sobre el tema. (Una Guía del Viajero)

asemejan a un trozo de queso) cambie a otro con un número diferente de agujeros, vio-
lando así las leyes de la topología clásica.
Edward Witten y Petr Horava han mostrado recientemente cómo reducir la dimensión
extra de la teoría M en un segmento de una línea. La estructura resultante tiene dos
universos 10-D (cada uno al final de la línea) conectados por un espacio-tiempo de once
dimensiones. Las partículas (y las cuerdas) existen sólo en los universos paralelos en los
extremos, que pueden comunicarse entre sí sólo a través de la gravedad. Para obtener
más información sobre estos conceptos de entumecimiento de la mente, véase el docu-
mento de Michael Duff citado en Lecturas Adicionales.
Nótese que la teoría de cuerdas dice poco sobre el espacio en el que se mueven y vibran
las cuerdas. Un modelo matemático relativamente nuevo conocido como la gravedad
cuántica de bucles representa un enfoque alternativo en el que las reglas de la mecánica
cuántica se aplican directamente a la descripción de Einstein del espacio y el tiempo. En
este modelo, el espacio mismo viene empaquetado en pequeñas unidades discretas. Para
cuantificar el espacio, los físicos postulan estados discretos análogos a los niveles de
energía u orbitales de los átomos. Para más información sobre el espacio cuantizado y
otras teorías, incluyendo la espuma de centrifugado 4-D, véase el artículo de 1998 de
Ivars Peterson Science News.

― 50 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

La teoría de la relatividad general de Einstein describe el espacio y el


tiempo como un continuo unificado en 4-D llamado “espacio-tiempo”. El con-
tinuo 4-D de la relatividad de Einstein en el que tres dimensiones espaciales
se combinan con una dimensión de tiempo no es lo mismo que el hiperespacio
que consiste en cuatro coordenadas espaciales. Para entender mejor esto, con-
sidérese que tiene tres dimensiones espaciales: altura, anchura y profundidad.
También tienes la dimensión de la duración: cuánto tiempo duras. La física
moderna ve el tiempo como una dimensión extra; por lo tanto, vivimos en un
universo que tiene (al menos) tres dimensiones espaciales y una dimensión
adicional de tiempo. Deténgase y considere algunas implicaciones místicas del
espacio-tiempo. ¿Puede existir algo fuera del espacio-tiempo? ¿Cómo sería
existir fuera del espacio-tiempo? Por ejemplo, Tomás de Aquino creía que
Dios estaba fuera del espacio-tiempo y por lo tanto era capaz de ver todos los
objetos del universo, pasados y futuros, en un instante cegador. Un observador
que existe fuera del tiempo, en una región llamada “hipertiempo”, puede ver
el pasado y el futuro de una sola vez.
Hay muchos otros ejemplos de seres en la literatura y el mito que viven
fuera del espacio-tiempo. Muchas personas que vivían en la Edad Media creían
que los ángeles eran inteligencias no materiales que vivían en un tiempo dife-
rente al de los humanos, y que Dios estaba completamente fuera del tiempo.
Lord Byron describe acertadamente estas ideas en el primer acto de su obra
Caín, un misterio, donde el ángel caído Lucifer dice:

Con nosotros los actos están exentos de tiempo, y


podemos amontonar la eternidad en una hora,
o estirar una hora en la eternidad.
No respiramos a medida de los mortales…
pero eso es un misterio.
Una analogía directa implica una ilustración de un “eternigrama” que re-
presenta dos discos que ruedan uno hacia el otro, chocan y rebotan. La figura
1.5 muestra dos dimensiones espaciales junto con la dimensión adicional del
tiempo. Puedes pensar en instantes sucesivos en el tiempo como pilas de foto-
gramas de películas que forman una imagen tridimensional del hipertiempo en
el eternigrama. La figura 1.5 es una imagen “intemporal” de discos que chocan
en la eternidad, una eternidad en la que todos los instantes del tiempo están

― 51 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

congelados como notas musicales en una partitura. Los eternigramas son atem-
porales. Los hiperseres que miran los discos en este pedazo de espacio-tiempo
verían el pasado, el presente y el futuro de una sola vez. ¿Qué tipo de relación
con los humanos podría tener una criatura (o Dios) que vive completamente
fuera del tiempo? ¿Cómo podrían relacionarse con nosotros en nuestro mundo
cambiante? Uno de mis ejemplos modernos favoritos de la vida de Dios fuera
del tiempo se describe en la novela de Anne Rice Memnoch el Diablo. En un
momento dado, Lestat, la protagonista de Anne Rice, dice: “Vi como Dios ve,
y vi como si fuera para siempre y en todas las direcciones”. Lestat mira sobre
una balaustrada en el Cielo para ver toda la historia de nuestro mundo:

…el mundo como nunca lo había visto en todas sus épocas, con todos sus se-
cretos del pasado revelados. Sólo tenía que correr a la barandilla y podía ver el
tiempo del Edén o de la antigua Mesopotamia, o un momento en que las legio-
nes romanas habían marchado a través de los bosques de mi hogar terrenal.
Puedo ver la gran erupción del Vesubio derramar sus horribles cenizas mortales
sobre la antigua ciudad viviente de Pompeya. Todo allí para ser conocido y
finalmente comprendido, todas las preguntas se resolvieron, el olor de otro
tiempo, el sabor de él.

Figura 1.5 Un eternigrama para dos discos que colisionan.

― 52 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Si todos nuestros movimientos a través del tiempo estuvieran de alguna


manera fijos como túneles en el hielo del espacio-tiempo (como en el eterni-
grama de la Fig. 1.5), y todo lo que se “movía” era nuestra percepción mo-
viéndose a través del hielo a medida que el tiempo “pasaba”, seguiríamos
viendo una compleja danza de movimientos a pesar de que nada se movía en
realidad. Tal vez un alienígena vería esto de otra manera. En cierto sentido,
todos nuestros movimientos pueden considerarse fijos en la geometría del es-
pacio-tiempo, siendo todo movimiento y cambio una ilusión resultante de
nuestra cambiante percepción psicológica del momento “ahora”. Algunos mís-
ticos han sugerido que el espacio-tiempo es como una novela que está siendo
“leída” por el alma (el “alma” es una especie de ojo u observador que está
fuera del espacio-tiempo, mirando lentamente a lo largo del eje temporal).
La Nota 10 describe la metamorfosis del tiempo en una dimensión espacial
durante la evolución temprana de nuestro universo. En el momento en que el
tiempo pierde su carácter temporal, el universo está en el reino de lo que los
físicos llaman tiempo imaginario.10

Mulder: ¿Nunca quisiste ser astronauta cuando eras pequeño?


Scully: Debo haberme perdido esa fase.
―“Espacio”, Los Expedientes-X

10
Según una teoría ideada por James Hartle y Stephen Hawking, el tiempo puede perder
su carácter ordinario y temporal cerca del origen del universo. En su teoría, el tiempo se
asemeja a una dimensión espacial en tiempos muy tempranos. Así pues, el universo no
tiene un comienzo real por la simple razón de que, si uno se remonta lo suficiente, ya no
hay tres dimensiones del espacio y una del tiempo, sino sólo cuatro dimensiones espa-
ciales. En otras palabras, el tiempo no “sigue adelante”, sino que se convierte en algo
distinto del tiempo cuando se explora el pasado lejano. Aquí, el tiempo coopera con las
tres dimensiones espaciales para crear una esfera 4-D. En este punto, el tiempo se vuelve
“imaginario”.
Del mismo modo, el tiempo puede no tener fin. Si el universo finalmente se contrae
sobre sí mismo, puede que nunca llegue a la singularidad final porque el tiempo se vol-
verá imaginario de nuevo.
Si el universo no tiene principio ni fin, no podemos preguntarnos por qué fue creado en
un momento dado, porque el tiempo deja de existir. (Para más detalles, ver el libro de
Richard Morris Cosmic Questions en Lecturas Adicionales).

― 53 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

dos

Lo que he visto no se puede describir... Puerta tras puerta se abrió sobre


mi corazón, y mi alma se familiarizó con pensamientos que no eran de este
mundo. Parecía como si cien mil mares, vastos y soleados, ondearan sobre ese
rostro bendito. Lo que pasó entonces, no lo sé. Mi última palabra para ustedes
es esta: nunca pidan algo así y estén contentos con lo que se les ha dado.
―Aqa Siyyid Ismail-i-Zavarii (Dhabih),
como se cita en baha’u’llah: El Rey de la Gloria de H. M. Balyuzi

Imagine que una hormiga encuentra su camino repentinamente bloqueado


por una copa de espuma de poliestireno desechada. Incluso si la hormiga es
inteligente, ¿puede esperar entender para qué sirve la copa y de dónde vino?
―Charles Platt,
Cuando puedas vivir el doble de tiempo, ¿qué harás?

¿Qué hace un buen chico judío como tú en la sexta dimensión?


―Anciano Yiddish en Zona Prohibida

― 54 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

la divinidad de las dimensiones superiores

Sede del FBI, Washington, D.C., 3:00 P.M.

A veces sientes que no eres parte de este mundo. La gente a menudo te


mira fijamente en la calle y cuando deambulas por los pasillos del FBI tarde
en la noche. Incluso el personal de limpieza parece seguirte como si fueras
algo extraño o alienígena. Consideras la situación con una diversión y distan-
ciamiento que enfurece a los más cercanos a ti, particularmente a Sally.
“¿Qué es eso?” pregunta Sally.
Miras tu mano. “Esta es mi mano.”
Sally pone los ojos en blanco. “Eso no. Me refiero al libro que tienes en la
mano”.
“Flatland”. Quitas el polvo de un libro viejo y le das vuelta a sus páginas.
“Fue publicado en 1884 por un maestro de escuela victoriano llamado Edwin
Abbott Abbott. Se trata de la vida de un cuadrado en un mundo 2-D llamado
Flatland. Cuando le habla a su gente de la tercera dimensión, lo meten en la
cárcel”.
Los ojos de Sally se mueven alrededor de tu desordenada oficina y se con-
centran en una gran foto del ex jefe del FBI J. Edgar Hoover. Un delgado rastro
de sahumerio de fresa surge de un palo ardiente en su escritorio, y hay un
sonido musical que proviene de unos altavoces cercanos. Ahora está tocando
un CD de Bismilla Kahn y Ravi Shankar.
Los ojos de Sally se centran en ti. “¿Dijiste que el cuadrado está en la
cárcel? ¿Estás insinuando que nos vamos a meter en problemas explorando la
cuarta dimensión?”
“Ya me siguen hombres secretos que fuman cigarrillos con sombreros ne-
gros.”
“Eso es absurdo.”
“Sally, escucha. Quiero hablar de Flatland porque al entender la dificultad
del cuadrado para visualizar la tercera dimensión, estaremos mejor capacita-
dos para tratar tu problema con la cuarta dimensión”.

― 55 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 2.1 Ocho habitantes de Flatland: mujer, soldado, obrero, comerciante, profesio-
nal, caballero, noble, sumo sacerdote.

Sally pone sus manos en sus caderas. “¿Mi problema?”


“Además, si podemos entender las experiencias del cuadrado, tendremos
una metáfora perfecta de la iluminación espiritual, de Dios y de todo tipo de
experiencias místicas.”
Sally sacude la cabeza. “Eso es algo que vas a tener que probarme.”
“Flatland es un plano habitado por criaturas que se deslizan por su super-
ficie. Su sociedad se basa en un sistema de castas en el que el estatus de un
hombre depende del número de lados de su cuerpo. Las mujeres son meros
segmentos de línea, los soldados y los trabajadores son triángulos isósceles,
los comerciantes son triángulos equiláteros, los profesionales son cuadrados,
los caballeros son pentágonos regulares y los nobles son polígonos regulares
con seis o más lados. Sus sumos sacerdotes tienen tantos lados que son indis-
tinguibles de los círculos” (Fig. 2.1).
Sally camina alrededor de su oficina mientras mira a varios modelos geo-
métricos que cuelgan del techo. “¿Por qué las mujeres están representadas por
humildes líneas?”
Te encoges de hombros. “Estaba satirizando la sociedad rígida e insensible
de los victorianos. En el libro, los irregulares (lisiados) son sacrificados, y las
mujeres no tienen derechos. Son meras líneas, infinitamente menos respetadas
que los círculos sacerdotales con un número infinito de bordes”.

― 56 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally mira fijamente como la figura de Flatland que muestra las varias
castas de individuos.
Abre Flatland, buscando una página en particular. “Recuerda, en el siglo
XIX se consideraba que las mujeres eran mucho menos capaces que los hom-
bres. Creo que Abbott estaba tratando de mostrar algunos de los prejuicios de
la sociedad, porque más adelante en el libro una esfera visita Flatland y dice:
‘No me corresponde a mí clasificar las facultades humanas según el mérito.
Sin embargo, muchos de los mejores y más sabios de Spaceland piensan más
en sus despreciadas Líneas Rectas que en sus queridos Círculos’.”
Sally asiente con la cabeza.
“Permíteme leerte un pasaje en el que el cuadrado dice...”

Llamo a nuestro mundo Flatland, no porque nosotros lo llamemos así, sino para
aclarar su naturaleza ante ustedes, mis felices lectores, que tienen el privilegio
de vivir en el Espacio.
Imaginen una vasta hoja de papel en la cual líneas rectas, triángulos, cuadrados,
pentágonos, Hexágonos, y otras figuras, en lugar de permanecer fijos en su sitio
se movieran libremente, sobre la superficie o en ella, pero sin poder elevarse ni
hundirse debajo de ella, algo así como sombras —aunque duras y con bordes
luminosos— y tendrán entonces una noción bastante acertada de mi tierra y sus
habitantes. ¡Ay!, hace pocos años habría dicho “mi universo”: pero ahora mi
mente se ha abierto hacia puntos de vista más elevados referentes a las cosas.

Fuera de la ventana de la oficina, nubes oscuras corren contra el cielo de


la ciudad. Habrá una tormenta esta noche. Tú y Sally miran hacia arriba como
los sonidos de los gansos canadienses que montan los vientos hacia su refugio
invernal a lo largo de Tangier Sound. Durante la noche, cientos de águilas
pescadoras y otras aves se encontraban en Washington, D.C., e incluso en el
techo del edificio del FBI. No te importa que el pato te despierte de vez en
cuando por la noche. De hecho, te encantan los pinzones y los pichones que
revolotean en tus comederos. Los buitres, sin embargo, te dan escalofríos. A
veces se posan en el árbol muerto de tu patio trasero. Por la noche, te recuerdan
a los vampiros oscuros.
Sally te mira. “Si todas las criaturas de Flatland se mueven en un plano, y
sólo ven cosas en el plano, ¿cómo pueden diferenciarse entre sí? ¿No se verían
sólo los lados del otro?”

― 57 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Excelente pregunta. Su atmósfera es nebulosa y atenúa la luz. Las partes


de los lados de la criatura que están más alejadas del ojo del espectador se
oscurecen. Las partes cercanas son más brillantes y claras. No olvide que nues-
tra propia retina es una superficie 2-D, pero podemos distinguir todo tipo de
objetos; por ejemplo, podemos diferenciar entre una esfera y un disco simple-
mente por su sombreado”.
Sally asiente con la cabeza. “Se me ocurre otra forma en que los Flatlan-
ders pueden distinguir los objetos. Pueden saber cuando un objeto está frente
a otro, y esto también proporciona una señal de profundidad visual”. Sally co-
loca una de sus manos frente a la otra. “Lo mismo es cierto en nuestro mundo.
Veo una mano delante de la otra. No creo que una mano esté pasando mágica-
mente a través de la otra mano. Reconozco que hay una tercera dimensión del
espacio, y que una mano está más cerca que la otra en esta dimensión”.
“Correcto. Así como construimos una imagen mental de nuestro mundo
en 3-D, los Flatlanders tienen muchas maneras de entender y sobrevivir en su
mundo en 2-D”. Haz una pausa. “Pero el libro de Abbott no sólo habla de
mundos en 2D. También analiza las visiones de la plaza de un mundo en 1-D
llamado Lineland. El cuadrado dice”:

Vi delante mío una gran multitud de Líneas Rectas (a las que naturalmente tomé
por Mujeres) entremezcladas con otros seres aún más pequeños y con el aspecto
de puntos brillantes, todos ellos moviéndose para uno y otro lado en una misma
Línea Recta, y, por lo que podía apreciar, con la misma velocidad.
Un ruido confuso formado por innumerables gorjeos o chirridos provenía de
ellos a intervalos, mientras estaban en movimiento; pero a veces se detenían y
entonces todo quedaba en silencio.
Me aproximé a una de las más grandes de las que creía eran Mujeres, la abordé,
pero no recibí respuesta alguna. Un segundo y un tercer intentos resultaron
igualmente vanos. Perdiendo la paciencia ante lo que me parecía una intolera-
ble grosería, coloqué la boca en una posición bien frontal ante la boca de ella
para impedir así su desplazamiento, y en voz alta repetí la pregunta:
—Mujer, ¿qué significa esta concurrencia, y este chirrido extraño y confuso, y
este monótono movimiento de un lado para otro en una misma línea recta?
—Yo no soy Mujer —replicó la pequeña línea—. Soy el Monarca del mundo.”

Le das el dibujo de Abbott de Lineland a Sally. El dibujo muestra a las


mujeres como meros puntos y al resto de los habitantes como líneas (Fig. 2.2).

― 58 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 2.2 La concepción de Edwin Abbott Abbott de Lineland con las mujeres como
puntos y el Rey como línea en el centro. El Rey sólo puede ver los puntos.

Sally estudia el diagrama. “Me parece que las únicas partes que los Line-
landers pueden verse entre sí son puntos únicos.”
“Correcto”.
“¿Cómo saben los Linelanders dónde están ubicados los otros habitantes
de su mundo?”
“Según Abbott, pueden hacerlo escuchando. También pueden determinar
la longitud del cuerpo de un hombre porque los hombres tienen dos voces, una
voz grave producida en un extremo y una voz aguda en el otro. Al escuchar
las diferencias en las horas de llegada de los sonidos, se dan cuenta del largo
del cuerpo”.
Mientras estudias a Sally, te maravillas de cómo siempre tiene un aspecto
refinado y sofisticado. Su cabello largo de los hombros la hace parecer una
versión más joven de la Princesa Diana, años antes de que la Princesa muriera.
Sally, sin embargo, no era una viajera del mundo como Diana. A excepción de
la universidad, Sally nunca se aventuró lejos de Washington. En vez de eso,
Sally prefirió recorrer las calles locales, practicando sus métodos de aplicación
de la ley mientras caminaba, poniendo a prueba sus habilidades en todo tipo
de chusma que la acosaba. Rara vez tenía que enseñar su placa o sacar su arma.
Estás en marcado contraste con Sally. Vienes de una familia de buena
gente con caras enrojecidas y manos callosas que cosecharon las aguas de Che-
sapeake desde que tienen memoria. Aunque te distinguiste en la universidad,
especialmente en física e historia militar, volviste a tus raíces, prefiriendo una
vida lejos de los académicos y de las interminables luchas de poder. Por otro
lado, el FBI te dio la oportunidad de probar tus locas teorías en el mundo real.

― 59 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Para ganar un poco de dinero extra, sus fotografías del río Potomac y sus ani-
males son a menudo bienvenidas en el Smithsonian Magazine.
Sally se acerca. “Cuando el cuadrado está a un lado de Lineland, el Rey
no puede verlo. “¡Apuesto a que el Rey está frustrado!”
“Sí, es un tipo irritable. El cuadrado trata de contarle al Rey sobre esta
misteriosa segunda dimensión. Para ayudar al Rey a visualizar la segunda di-
mensión, el cuadrado se mueve gradualmente perpendicular a la línea”. Dibu-
jas en la pizarra de la oficina (Fig. 2.3). “A medida que el cuadrado se mueve
a través del espacio de Lineland, se hace aparente al Rey como un segmento
que aparece de la nada, se queda por un minuto, y luego desaparece en un abrir
y cerrar de ojos. Más tarde te contaré cómo el mismo tipo de apariencia y
desaparición ocurriría cuando un 4-D es movido a través de nuestro espacio”.

Figura 2.3 Un cuadrado se mueve a través de Lineland mientras el Rey observa.

Sally asiente con la cabeza. “Déjame ver si puedo visualizar un viaje a 2-


D Flatland. Si me sumergiera en su universo, sería como vadear un lago sin
fin. El plano del lago es su mundo. Sólo pueden moverse en la superficie del
lago. Si el plano de Flatland me corta en la cintura, los Flatlanders sólo verían
dos pequeñas manchas (mis brazos) y una burbuja central (mi cuerpo). ¡Piensa
en lo extraño que les parecería!”
“Bastante aterrador”.
“Sería como un milagro cuando yo apareciera de repente en medio de
ellos. A medida que me mueva, un segundo milagro sería la sorprendente
transformación de mi forma. Si pudiera nadar horizontalmente a través de su

― 60 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

mundo, verían una silueta humana, pero si me parara horizontalmente, sería


totalmente incomprensible para ellos” (Fig. 2.4).

Figura 2.4 Cómo verían a Sally los Flatlanders. (Dibujo de Brian Mansfield.)

“Cierto, y si los Flatlanders trataban de rodearte para mantenerte en un


lugar, podías escapar moviéndote perpendicularmente hacia la tercera dimen-
sión. A sus ojos, serías un Dios”.
Debajo de un gran montón de libros en su escritorio, sacas uno con la his-
toria “Carta a mis compañeros de prisión en la fortaleza de Schlusselburg”.
Fue escrito por N. A. Morosoff en 1891 y describe los poderes de los seres
tridimensionales observados por criaturas bidimensionales. Lees en voz alta
del libro:

Si, deseoso de mantenerte en un solo lugar, te rodean por todos lados, puedes
pasar por encima de ellos y encontrarte libre de ellos de una manera inconce-
bible para ellos. A sus ojos, tú serías un ser todopoderoso, un habitante de un
mundo superior, similar a esos seres sobrenaturales de los que nos hablan los
teólogos y los metafísicos.

― 61 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 2.5 A Cuadrado y su esposa en Flatland, tratando de tener algo de privacidad en


una habitación cerrada, cuando de repente, aparentemente de la nada, una esfera penetra
en su espacio.

Sally mira por la ventana. “Los seres bidimensionales no tendrían ni un


gramo de privacidad si estuvieran cerca.”
Asiente con la cabeza. “En una sección posterior de Flatland, el cuadrado
y su esposa están cómodamente en su habitación con la puerta cerrada, com-
partiendo un momento íntimo. De repente oyen una voz de una esfera que flota
a centímetros por encima de su espacio bidimensional. A medida que la esfera
desciende hacia Flatland, aparece un círculo en la habitación del cuadrado. El
círculo es la sección transversal de la esfera. Observe que la esfera entra en la
habitación del cuadrado sin tener que abrir ninguna puerta” (Fig. 2.5).
Sally sonríe. “Eso fue grosero de la esfera.”
“Tal vez no. La esfera ha venido a enseñar al cuadrado sobre la tercera
dimensión”.
Alcanzas la mano de Sally. “Tampoco habría privacidad para nosotros. Si
un ser 4-D lo quisiera, podría entrar en nuestra habitación durante un interludio
romántico” (Fig. 2.6).
Sally aleja tu mano. “Señor, nuestra relación es estrictamente profesional.”
Asientes con la cabeza mientras tu mirada se dirige a la pared donde tienes
una foto del ex presidente Bill Clinton saludando orgullosamente a la bandera
estadounidense. Suspiras y regresas a tu lectura. “Un hombre en 4-D podría
meterse en cualquier habitación o contenedor sellado. Este ser nunca tendría
que tocar las paredes del contenedor, de la misma manera que se puede llegar

― 62 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

dentro de una bóveda hueca y cuadrada en terreno llano y sacar un objeto. El


ser 4-D podría robar dinero de una caja fuerte sin tratar de abrir la puerta; de
hecho, la caja fuerte podría parecer una caja sin tapa ni fondo. Un cirujano en
4-D podría llegar al interior de su cuerpo sin romper su piel, robar su cerebro
sin romper su cráneo (Fig. 2.7). Así como podíamos ver cada lado de un cua-
drado y el interior simultáneamente, un ser 4-D podía ver todos nuestros lados
al mismo tiempo; ver el interior y el exterior de sus pulmones y pasar sus dedos
persistentemente a lo largo de los pliegues y las circunvoluciones de tu cere-
bro. El ser podía beber vino de una botella de Château Lafite de 1787, el vino
más caro del mundo, sin destapar el corcho”. Recuperas el aliento, esperando
que Sally haya encontrado tu lectura impresionante y elocuente. “Piensa en lo
fácil que sería localizar una obstrucción en un laberinto de tuberías. O...” Ha-
ces una pausa dramática. “O imagina un vampiro en 4-D que podría chuparte
la sangre o embarazarte sin que lo veas.”

Figura 2.6 Un hombre y su esposa, en nuestro mundo tridimensional, tratando de tener


algo de privacidad en una habitación cerrada, cuando de repente, aparentemente de la
nada, una hiperesfera sonriente penetra en su espacio.

Sally levanta la mano. “¡Basta! Ya entendí”. Se detiene mientras ambos


caminan hacia la ventana y observan cómo el sol se derrumba en una muesca
entre las columnas del edificio del Capitolio. ¡Hermoso! El sol invernal en-
vuelve las columnas en un marrón dorado, y nubes amarillentas cuelgan sobre
los reflejos del alabastro. Pronto oscurecerá, y deberías irte a casa.

― 63 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 2.7 Un cirujano con poderes 4-D podría realizar una “cirugía a corazón cerrado”
en una persona 3-D, es decir, el corazón podría ser extirpado sin siquiera pinchar la piel.
(Dibujo de Brian Mansfield.)

Sally se vuelve hacia ti. “Creo que entiendo lo que dices. Si tuviera los
músculos para elevar mi brazo a la cuarta dimensión, podría llegar `a través
de’ una pared sólida y tomar perlas invaluables o un valioso jarrón Ming de
un estuche sellado en un museo. Mi brazo estaría completamente sólido todo
el tiempo, pero el robo se lograría moviendo mi brazo hacia arriba a través de
la cuarta dimensión. Levantaría el jarrón fuera de la caja moviéndolo hacia
arriba en la cuarta dimensión para conseguir “rodear” la pared” (Fig. 2.8).
Asiente con la cabeza. “Volvamos a la historia de Flatland. ¿Quieres saber
qué le pasa al cuadrado cuando la esfera empieza a hablarle en el dormitorio?”
“Claro”.
“Bueno, naturalmente el cuadrado no cree que la esfera sea algo más que
un círculo que puede cambiar de tamaño. El cuadrado cree que la esfera es una
criatura 2-D ordinaria como él. Sin embargo, la esfera se opone a esta simple
caracterización”:

― 64 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Yo no soy una figura plana sino un sólido. Usted me llama Círculo, pero en
realidad no soy un Círculo, sino un infinito número de círculos, de tamaños que
varían desde un punto hasta un círculo de trece pulgadas de diámetro, uno co-
locado encima del otro. Cuando interseco su plano como lo estoy haciendo
ahora, determino en él una sección a la que usted bien llama Círculo. Pues in-
cluso una Esfera —que tal es el nombre propio que tengo en mi tierra — si de
alguna manera se manifiesta a un habitante de Flatland, debe hacerlo bajo la
forma de un Círculo.”
“¿Usted no recuerda — pues yo, que veo todas las cosas, percibí anoche la
visión fantasmal de Lineland escrita en su mente— no recuerda, decía, cómo,
cuando entró al reino de Lineland, se vio obligado a mostrarse al Rey, no como
un Cuadrado, sino como una Línea, porque ese Reino Lineal no tenía suficien-
tes dimensiones como para representarlo completamente, sino sólo a una reba-
nada o a una sección suya? Precisamente de la misma manera, su país de dos
dimensiones no es lo suficientemente espacioso como para representarme, a
mí, que soy un ser de tres dimensiones, sino que sólo puede mostrar una reba-
nada o sección mía, que es lo que usted llama un Círculo.”

Figura 2.8 Robar es fácil en otra dimensión. (Dibujo de Brian Mansfield.)

― 65 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Te acercas a una tina de agua en la esquina de tu oficina. Solías tener unas


pirañas en ella, pero hace años todos los peces murieron. Era demasiado difícil
conseguir suficiente comida para ellos. Les permitiste canibalizarse entre sí
hasta que sólo quedaba un pez, y, por desgracia, finalmente sucumbió caniba-
lizando su propio cuerpo, a pesar de la ocasional chatarra de Burger King que
arrojaste al tanque y la infrecuente rata muerta que el personal de limpieza
dejó fuera de tu puerta para alimentarla.
Ahora mantienes el tanque en tu habitación para ayudar a visualizar las
intersecciones de objetos tridimensionales con mundos bidimensionales. Mete
la mano en el agua y saca una pelota. “Así es como se ve una esfera para un
habitante de Flatland. La superficie del agua es una metáfora de Flatland”.
Empujas la pelota hacia abajo para que toque el agua en un punto. Empujas
más lejos y la punta se convierte en un círculo. El círculo se agranda hasta
alcanzar un tamaño máximo y luego se encoge hasta un punto a medida que
se empuja la esfera bajo el agua. El punto desaparece.
Te vuelves hacia Sally. “Imagina lo difícil que sería para un habitante de
Flatland pensar que todos estos círculos diferentes forman un objeto tridimen-
sional” (Fig. 2.9).

Figura 2.9 Una pelota que se introduce a través de la superficie del agua es una metáfora
de una esfera que se mueve a través de la llanura.

Sally se acerca a la bañera de agua. “Es como si el cuadrado tuviera anteo-


jeras que no le permitieran mirar hacia arriba o hacia abajo, justo delante. Si
una hormiga flotara en la superficie del agua y sólo pudiera ver a lo largo de
la superficie, vería la esfera como un círculo que crece y se encoge en tamaño”.

― 66 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Ella hace una pausa. “Señor, ¿podemos ponerle anteojeras? ¿Podría nuestro
cerebro cegarnos de mirar ‘arriba’ y ‘abajo’ en la cuarta dimensión donde
Dios, demonios, ángeles y toda clase de seres podrían estar escuchando cada
palabra, observando cada acción, a sólo unos centímetros de nosotros en otra
dirección?”. (Fig. 2.10).

Figura 2.10 Dios, ángeles y demonios que habitan en la cuarta dimensión, sólo un ligero
desplazamiento de nuestro mundo tridimensional en una dirección que apenas podemos
percibir pero en la que no podemos movernos.

“Sally, creí que tú eras la escéptica.” Comienzas a tararear el inquietante


y repetitivo tema de la Dimensión Desconocida. “Sally, empiezas a gustarme.”
Ella sonríe. “Sólo estoy especulando en voz alta.” Golpeas tus puños y ella
jadea.
“Sally, ¿qué verías ahora mismo si una hiperesfera 4-D pasara por el es-
pacio justo delante de tus ojos?” Mueves los dedos delante de su cara y ella
retrocede.

― 67 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Baja la mano”, dice ella. “Razonando a partir de la analogía con una es-
fera que penetra en la Tierra Plana, primero veríamos un punto, luego una pe-
queña esfera y luego una gran esfera. Eventualmente la esfera se encogería y
desaparecería de nuestro mundo. Sería como inflar y desinflar un globo”.
“Correcto, todos los globos son seres de la cuarta dimensión.” “¡Qué!”
“Sólo bromeaba, pero entiendes. Una esfera es una pila tridimensional de
círculos con radios diferentes. Un cilindro es una pila tridimensional de círcu-
los del mismo radio. Una hiperesfera es una pila 4-D de esferas con radios
diferentes. Un hipercilindro es una pila 4-D de esferas de los mismos radios.”
“No puedo visualizar cómo apilar objetos en una cuarta dimensión.”
“Sally, es muy difícil. Algunos científicos usan gráficos computarizados
para ayudar a visualizar secciones en 3-D de objetos 4-D giratorios”. Haz una
pausa. “¿Recuerdas que te dije lo fácil que sería para un ser 4-D embarazar a
una mujer sin ser visto?”
“Eso era demasiado raro para considerarlo.”
“Bueno, considera esto. ¿Cómo crees que se vería el esperma en 4-D?”

Figura 2.11 Espermatozoides de forma idéntica de un ser 4-D. A medida que las cabezas
hiperelipsoidales se intersectan con nuestro mundo tridimensional, primero aparecen
como puntos, luego como elipsoides que cambian de tamaño, y luego como puntos de
nuevo cuando dejan nuestro espacio. Dependiendo de su intersección con nuestro
mundo, a veces se asemejaban a esferas. Puede que sólo veamos sus cabezas o colas.

Sally respira profundamente. “En lugar de tener cabezas elipsoidales, los


espermatozoides en 4-D podrían tener cabezas hiperelipsoidales. A medida

― 68 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

que las cabezas se cruzan con nuestro mundo en 3-D, primero aparecen como
puntos, luego como elipsoides que cambian de tamaño. Justo antes de que des-
apareciera, un pequeño glóbulo se mantendría durante algún tiempo a medida
que la cola pasaba a través de ella. Un hombre 4-D podría, en principio, inse-
minar a una mujer 3-D sin que ella lo viera” 11 (Fig. 2.11).
Afuera está empezando a nevar. Unos cuantos copos grandes se cruzan en
el plano de su ventana y desaparecen. Te quedas callado mientras miras los
faros de los coches, el bullicio de los peatones y a un hombre vestido con un
traje de Papá Noel que pasa corriendo.
Vuelves con Sally. “Imagínate a un Dios en 4-D metiendo su mano en
nuestro mundo. Veríamos Su sección transversal. Algunas personas cierta-
mente tendrían miedo. Alguien demasiado audaz podría apuñalar la mano de
Dios con un cuchillo” (Fig. 2.12).

Figura 2.12 Un “Dios” 4-D empuja Su mano en el espacio-3. ¿Hay alguna forma de
bloquear a un ser 4-D en nuestro espacio atravesando con un cuchillo la mano? (Dibujo
de Brian Mansfield.)

11
Sin embargo, ¿le interesaría a un hombre en 4-D una mujer que le pareciera delgada
como papel?

― 69 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally mira por la ventana. “¿Podríamos dañar a un ser 4-D cuya mano vino
a nuestro mundo?”
“Pensemos en esto en dimensiones inferiores que son más fáciles de vi-
sualizar. Si los Flatlanders son realmente bidimensionales, eso significa que
no tienen espesor. Si esto es así, serán tan inmateriales como sombras. Si te
apuñalaran la mano tridimensional con la punta afilada de un triángulo, no te
harías daño, ni tendrías ningún problema para sacar la mano de su espacio. No
estoy seguro de que los Flatlanders puedan cortarte la piel. Sin embargo, otro
modelo es pensar en Flatland como una lámina de goma en la que los habitan-
tes tienen un grosor muy ligero. En la segunda edición de Flatland, Edwin
Abbott Abbott sugiere que todos los habitantes tienen una pequeña estatura,
pero como todos tienen la misma estatura, ninguno de ellos se da cuenta de
que existe esta tercera dimensión. No tienen el poder de moverse en esta di-
mensión”.
“Si los Flatlanders tuvieran un poco de grosor, podrían cortarte la mano
como un cuchillo. Si los habitantes tuvieran kilómetros de largo, podrían tener
suficiente peso para atrapar tu mano”.
Sally mira hacia otro lado, desde la ventana. “Correcto. Del mismo modo,
alguien podría ser capaz de apuñalar a un Dios 4-D y atraparlo para siempre
en nuestro mundo 3-D”.
Un escalofrío recorre tu columna vertebral porque por un instante ves una
visión de Jesús clavada en la cruz. ¿Podrían ser algunos de los supuestos mi-
lagros del pasado el resultado de seres de una dimensión superior? Moisés,
Jesús, Mahoma, Buda y Bahá’u’llah, ¿tenían acceso al hiperespacio? ¿Podrían
levantar sus ojos, quitar sus anteojeras y mirar hacia otros mundos? ¿Recuer-
das la cita del psicólogo William James?:

Nuestra conciencia despierta normal no es más que un tipo especial de concien-


cia, mientras que todo a su alrededor, separado de ella por la más plana de las
pantallas, yacen formas potenciales de conciencia completamente diferentes.
Ningún relato del universo en su totalidad puede ser definitivo, lo que deja a
estas otras formas de conciencia muy desatendidas. Pueden determinar actitu-
des aunque no puedan proporcionar fórmulas, y abrir una región aunque no den
un mapa.

Y luego recuerdan las leyendas de Bahá’u’llah, el gran profeta religioso


persa, que permite a un ser humano contemplar la vida después de la muerte y

― 70 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

las dimensiones más allá de nuestra comprensión, y como resultado de ello, el


ser humano enloquece extáticamente. Del mismo modo, en Flatland, una es-
fera agarra el cuadrado y lo eleva al espacio, produciéndole una sinfonía sen-
sorial que es a la vez bella y horripilante. La plaza recuerda:

Un horror inexplicable se apoderó de mí. Todo se volvió oscuro; luego siguió


una vertiginosa y desagradable sensación de visión pero que no era como ver;
vi una línea que no era una Línea;2 un espacio que no era Espacio; era yo y no
lo era. Cuando recobré el habla, lancé un chillido de agonía, “Esto es la locura
o el Infierno.” “No es la una ni el otro” replicó con calma la voz de la Esfera;
“es el Conocimiento; son las Tres Dimensiones; abra el ojo de nuevo y trate de
mirar atentamente.”

Sally te toca el hombro. “Estás callado. ¿Un penique por tus pensamien-
tos?”
“Estoy pensando en cómo se sentiría ser elevado a una dimensión supe-
rior.”
Sally hace un dibujo de un humano en 2-D en un plano.

Figura 2.13 Sally eleva a un humano en 2-D a la tercera dimensión. Si fuera verdadera-
mente bidimensional, sin grosor, Sally podría levantar sólo su piel, dejando algunas de
sus tripas. (Rudy Rucker en La Cuarta Dimensión discute este escenario entre muchos
otros relacionados con criaturas que interactúan entre dimensiones. Dibujo de Brian
Mansfield.)

― 71 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Bonita foto. ¿Cómo se llama?”


Se encoge de hombros. “Lo llamo Hdd. Significa humano 2-D. ¿Y si yo
levantara al Sr. Hdd de su universo 2-D. ¿Lo mataría? Sobreviviría si tuviera
unas delgadas membranas que le sellaran la cara superior e inferior contra la
tercera dimensión, de lo contrario, cuando lo jalara, ¡podría obtener sólo su
piel! (Fig. 2.13).

Figura 2.14 ¿Puede un humano en 2-D tener un sistema diges-


tivo tubular sin desmoronarse en dos partes? (Dibujo de Clay
Fried.)

Asiente con la cabeza. “Sin embargo, si pensamos que su hombre en 2-D


reside en un plano con algún grosor, podríamos levantarlo sin mucho daño.”
Sally dibuja un sistema digestivo, con un tubo que se extiende desde la
boca del hombre hasta su ano (Fig. 2.14). “Me parece que los humanos en 2-
D no pueden tener un sistema digestivo completo que vaya de un orificio a
otro porque esto separaría al ser en dos partes que se desmoronan. Tal vez sólo
las criaturas primitivas evolucionarían en Flatland, como las lombrices plana-
rias o la hidra que sólo tienen una abertura para el sistema digestivo. Comen
alimentos y expulsan los desechos por la misma abertura” (Fig. 2.15).
“Sally, estás olvidando algo. Una manera de evitar que el pobre Sr. Hdd
se desmorone sería que la selección natural desarrollara un “instinto que se
agarra a sí mismo”. Cada lado del tubo tendría proyecciones entrelazadas, casi
como una cremallera. La estructura con cremallera o velcro está abierta al final
de la boca cuando come. A medida que la comida pasa a través del cuerpo, la

― 72 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cremallera se cierra detrás de la comida y se abre delante de ella, manteniendo


así su cuerpo intacto12 (Fig. 2.16).

Figura 2.15 Tal vez en un mundo 2-D, sólo las criaturas con sistemas digestivos primi-
tivos evolucionarían, como las lombrices planarias terrestres o hidra que sólo tienen una
abertura en el sistema digestivo. Comen alimentos y expulsan desechos 2-D por la
misma abertura.

Los copos de nieve están cayendo más rápido ahora Si la nieve estuviera
cayendo de la cuarta dimensión, sería difícil de decir porque los copos son
meros puntos que desaparecen de la existencia y vuelan tan rápido. Disfrutas
viendo las banderas americanas fuera de tu ventana, ondeando en el viento
como las capas de los matadores. Arriba, unos cuantos pájaros vuelan. Por un
momento sus gritos recuerdan los gritos felices de los niños.
Sigues los ojos de Sally que han vagado por el alféizar de la ventana en el
que se alza un busto de bronce del astronauta Neil Armstrong. En la pared
adyacente hay una foto de Robert Kennedy, Herbert Hoover y Nikita
Khrushchev abordando un platillo volador.

12
Si un hombre en 2-D tiene un intestino que se agarra a sí mismo, ¿cómo podría su
cerebro en un lado del cuerpo controlar el otro lado? ¿Qué productos químicos 2-D usa-
ría como energía?

― 73 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Los ojos de Sally se abren de par en par a medida que se acerca a las fotos.
“¿Estoy loco, o la decoración de tu oficina parece un poco fuera de lugar?”

Figura 2.16 Un sistema digestivo autocerrante con perillas o ganchos de enclavamiento.


(Dibujo de Brian Mansfield.)

“Eso no importa. Enciende el televisor. Pidamos un informe del clima”.


Sally enciende un pequeño televisor enterrado bajo un montón de textos
matemáticos. Larry King, presentador de un programa de entrevistas de CNN,
está gritando algunas noticias de última hora en su gran micrófono. Es algo
sobre manchas de carne flotantes que aparecen en la Casa Blanca. Hay un ru-
mor de que es un nuevo dispositivo de espionaje ruso.

― 74 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un escalofrío sube por tu columna vertebral. “¡Espera! Sube el volumen.


Tenemos que investigar”.

Figura 2.17 Conejillo de Indias 4-D.

“¿Podría ser algo de la cuarta dimensión?”


Agarras tu abrigo negro. Deben ser los Omegamorfos, las criaturas 4-D
que se han introducido recientemente en el mundo. “Tenemos que salir de aquí
e ir a la Casa Blanca”.
De repente, el frasco de tu estantería se vuelve vivo con criaturas peludas
y pulsantes.
Sally salta hacia atrás. “¡Santa caballa! ¿Qué son esos?”
“Son conejillos de indias de la cuarta dimensión” (Fig. 2.17). Le guiñas el
ojo a Sally. Luego ellos le guiñan el ojo a Sally.
Sally está callada.

La ciencia detrás de la ciencia ficción

¿Puedes imaginarte estar de pie en el centro de una esfera y ver todos los
órganos abdominales a tu alrededor a la vez? Sobre mi cabeza estaban las es-
pirales del intestino delgado. A la derecha el ciego con los anteojos a un lado,
a mi izquierda el sigmoide y los músculos unidos al ilion, y bajo mis pies el

― 75 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

peritoneo de la pared abdominal anterior. Pero por alguna razón me mareé


terriblemente; no pude soportarlo por mucho tiempo, tanto como me hubiera
gustado permanecer dentro de él por un tiempo”.
―Miles J. Breuer, “El apéndice y los anteojos”

Quita los velos,


Saca los medios,
Respira el aliento del amor.
Esto es lo que digo, y lo que digo, me quemo.
―Aga Siyyid Ismail-i-Zavarii (Dhabih), citado en
Baha’u’llah : El Rey de la Gloria de H. M. Balyuzi

Quitar las yemas de los huevos

Si existieran las criaturas 4-D, tendrían los poderes asombrosos discutidos


en este capítulo. Los seres de cuatro dimensiones no tendrían que abrir puertas
para entrar en nuestras casas. Simplemente podían entrar “a través” de los mu-
ros.13 Si estaban viajando en un periplo largo sobre el Himalaya, podían hacer
el viaje más fácil desviándose alrededor de los picos irregulares y atravesán-
dolos. (Imagine una analogía en 2-D con líneas dentadas impresas en papel.

13
En realidad, darían un paso alrededor de las paredes moviendo una distancia muy
corta hacia la cuarta dimensión.

― 76 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Podrías evitarlos entrando en la tercera dimensión mientras que tu amigo 2-D


tiene que navegar con cuidado como un laberinto.)
Si tuvieran hambre, los hiperparásitos (o carnívoros) 4-D podrían llegar a
tu estómago o refrigerador por algo de comida, sin abrir ninguno de los dos.
Si de repente tuvieras poderes 4-D, nunca tendrías que preocuparte de estar
encerrado fuera de tu coche. Se puede pasar por “sobre” la puerta y volver a
entrar en el coche.
Piensa en las bromas que podrías hacer. Podrías quitar la yema de un
huevo sin romperlo, o el interior de un plátano sin quitar la cáscara. Podrías
ser el cirujano definitivo, extirpando tumores sin cortar la piel, reduciendo así
el riesgo de infecciones bacterianas.14

Figura 2.18 Una criatura en 4-D (Omegamorfo) puede aparecer en varios lugares dife-
rentes en 3-D a la vez. (Observe los pies de esta criatura que se cruza con nuestro mundo
tridimensional representado como un plano. Dibujo de Sean Henry.)

Me estremezco al imaginar lo que pasaría si estos poderes llegaran a las


manos equivocadas. Imagínate escenarios más horripilantes de lo que se puede
imaginar en las peores pesadillas de Stephen King o Anne Rice: ladrones de

14
Sin embargo, usted todavía podría introducir bacterias que se encuentran en sus apa-
ratos 4-D. Otras ventajas serían el daño mínimo, el tiempo de curación, la pérdida de
sangre y las cicatrices.

― 77 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cerebros, chupasangres y asaltos a medianoche por parte de merodeadores fan-


tasmas que se materializan desde el aire.15
Un ser 4-D aparecería como múltiples objetos 3-D en un espacio 3-D. De
este modo, se pueden tener varios objetos 3D desconectados que forman parte
de un mismo ser compartiendo las mismas sensaciones. A nuestros ojos, po-
drían parecer fusionarse y divergir aparentemente al azar (Fig. 2.18).

Flatland

Hace más de un siglo, Edwin Abbott Abbott ―clérigo y director de una


escuela en la Inglaterra victoriana― escribió un libro maravilloso que describe
las interacciones entre criaturas de diferentes dimensiones. Uno de los propó-
sitos de Abbott era animar a los lectores a abrir sus mentes a nuevas formas de
percibir. Flatland describió una raza entera de criaturas en 2-D, viviendo en un
plano liso, totalmente inconscientes de la existencia de una dimensión superior
a su alrededor. Si pudiéramos mirar hacia abajo en un universo 2-D, podríamos
ver dentro de cada estructura a la vez de la misma manera que un pájaro podría
mirar el laberinto en la Figura 2.19 y ver todo lo que hay dentro, mientras que
alguien que deambula por los pisos 2-D no tendría conocimiento de la estruc-
tura del laberinto.
Podemos usar otra analogía para entender nuestra falta de privacidad
cuando somos observados por seres 4-D. Considere una granja de hormigas
ordinaria en la que las hormigas vagan por un mundo en 2D (en su mayoría)
entre cristales de vidrio. Al igual que las Flatlanders, las hormigas tendrían
grandes dificultades para esconderse de nosotros, excepto quizás presionando
contra las paredes y esperando que no las viéramos.
Si realmente hubiera un universo de Flatland a lo largo de una pared de tu
casa, los Flatlanders podrían pasar toda su vida sin darse cuenta de que estabas
a centímetros por encima de su mundo planar grabando todos los eventos de
sus vidas. La Figura 2.20 enfatiza este punto al ilustrar algunas casas planas
de fantasía diseñadas a partir de las letras del alfabeto. Observe que podemos
ver todas las partes de las casas simultáneamente, así como todo lo que hay

15
¿Qué motivo tendría un Don Juan 4-D? Las mujeres insustanciales con genes y óvulos
incompatibles no parecen ser objetivos deseables.

― 78 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

dentro de sus habitaciones y armarios. Sin embargo, para un Flatlander, estas


lujosas casas proporcionan una privacidad perfecta de sus vecinos. Una vez
que un habitante de Flatland cierra la puerta, él o ella estará a salvo dentro,
aunque no haya techo sobre la casa. Subir por encima de las líneas significaría
salir del plano a una tercera dimensión, y ningún habitante de un mundo en 2-
D tendría un mejor entendimiento de cómo hacer esto que el que tenemos de
cómo escapar de una habitación saltando a una cuarta dimensión.

Figura 2.19 Aprovechando los tres espacios, un ave puede mirar hacia abajo a un labe-
rinto y ver toda su estructura, mientras que las personas que deambulan por el piso 2-D
no son conscientes de la estructura del laberinto.

Debido a tu aparente omnisciencia, los habitantes de Flatland pensarían


que eres un Dios. Tus poderes los asombrarían. Por ejemplo, si quieres encar-
celar a un criminal, puedes simplemente dibujar un círculo alrededor de él. Sin
embargo, podría ser posible que levantes al criminal y lo deposites en otro
lugar de Flatland. Este acto le parecería milagroso a un Flatlander que ni si-
quiera tiene la palabra “arriba” en su vocabulario.
¿Podría haber dioses de dimensiones más elevadas con mayores grados de
omnisciencia? ¿Podría haber universos de cinco, seis o siete dimensiones, cada
uno capaz de mirar hacia abajo a su predecesor dimensionalmente reducido,

― 79 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cuyos habitantes no podrían esconderse de las miradas entrometidas de los


seres superiores siguientes?

Figura 2.20 Podemos ver todas las partes de una casa Flatland simultáneamente y ver el
interior de cualquier habitación. (Esto no es un “diseño” sino una casa real en Flatland.)
Del mismo modo, un ser 4-D podría mirar todas las partes de nuestras casas simultánea-
mente. ¿Cómo podrías esconderte?

Me gusta imaginar un universo donde los desfavorecidos dimensional-


mente llevan señales de piquete con palabras como

ACCIÓN AFIRMATIVA PARA LOS DESAFÍOS DIMENSIONALES

¿Quién llevaría esos carteles? ¿Criaturas tridimensionales desfilando ante


los ojos que todo lo ven de sus hermanos de 4-D? ¿Gente 4-D delante de gente
5-D? El gobierno actual exige rampas de acceso para que las personas disca-

― 80 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

pacitadas puedan entrar en los edificios públicos. Del mismo modo, ¿los go-
biernos de nuestros futuros mandatos tendrán en cuenta las conveniencias di-
mensionales y los portales?
Tal vez más extraño que estas dimensiones superiores es el mundo 0-D
que podríamos llamar “Pointland”. No posee ni longitud, ni anchura, ni altura.
Este punto es autónomo. Karl Heim describe enigmáticamente Pointland en
Christian Faith and Natural Science: “No hay nada que no esté dentro de él.”16

Las mujeres de Flatland

En Flatland de Abbott, la sociedad está rígidamente estratificada. Los sol-


dados son triángulos isósceles con bases muy cortas y puntas afiladas para
atacar a los enemigos. La clase media está compuesta por triángulos equiláte-
ros. Los hombres profesionales son cuadrados y pentágonos. Las clases altas
comienzan como hexágonos; el número de sus lados aumenta con su estatus
social hasta que las figuras son indistinguibles de los círculos. Los círculos son
los sacerdotes y administradores de Flatland. En el nivel más bajo están las
mujeres: líneas rectas con un ojo en un extremo, como una aguja. Hay un brillo
visible en el ojo de una mujer, pero no en su otro extremo, por lo que puede
hacerse invisible simplemente dando la espalda. Su trasero afilado puede ser
peligroso. Para evitar accidentes, las mujeres están obligadas por ley a mante-
nerse siempre visibles bamboleando perpetuamente sus traseros. Abbott es-
cribe:

Si los muy puntiagudos Triángulos que forman nuestra clase de los Soldados
son formidables, muy rápidamente puede inferirse que mucho más formidables
son nuestras Mujeres. Pues si un Soldado es una cuña, una Mujer es una aguja;
siendo, por así decir, toda punta, al menos en sus dos extremidades. Agreguen
a eso el poder que ellas tienen de hacerse prácticamente invisibles a voluntad y
comprenderán que en Flatland, un ser del sexo femenino es una criatura con la
de que ninguna manera se puede jugar.

16
También considere que en Pointland, no hay nada más en el universo que un habitante
pueda imaginar necesitar o desear.

― 81 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Pero aquí, quizá, algunos de mis más jóvenes lectores pueden preguntar cómo
una Mujer de Flatland puede hacerse invisible. Pienso que esto debería ser evi-
dente sin ninguna explicación. Sin embargo, unas pocas palabras lo aclararán a
los más irreflexivos.
Coloquen una aguja sobre una mesa. Entonces, con la vista al ras de la mesa,
mírenla de costado y la verán en toda su longitud; pero mírenla de punta y no
verán más que un punto; se ha vuelto prácticamente invisible. Así ocurre con
nuestras Mujeres. Si una de ellas tiene su costado hacia nosotros, la vemos
como una línea recta; cuando el extremo que tiene su ojo o lo que es lo mismo
su boca, porque entre nosotros esos dos órganos son uno solo, es la parte que
se enfrenta a nuestra vista, entonces sólo vemos un punto muy luminoso; pero
cuando la parte de atrás se presenta a nuestros ojos, como ésta es mucho menos
brillante, casi tan apagada como un objeto inanimado, le sirve como una espe-
cie de Gorra Invisible.
Los peligros derivados de nuestras Mujeres, a los que estamos expuestos deben
resultar ahora evidentes aun para los menos capaces de Spaceland. Si ni el án-
gulo de un respetable Triángulo de la clase media está exento de riesgos; si
chocar contra un Trabajador trae como consecuencia una herida profunda; si la
colisión con un Oficial de la Clase Militar implica necesariamente una herida
grave; si el simple contacto con el vértice de un Saldado Privado entraña peligro
de muerte; ¿qué otra cosa que no sea la absoluta e inmediata destrucción puede
ser el resultado del choque contra una Mujer? Y cuando una Mujer es invisible,
o visible sólo como un punto muy apagado. ¡qué difícil debe ser siempre, aun
para los más cuidadosos evitar una colisión!

¿Cómo sería un cerebro de Flatland? ¿Podría funcionar de verdad? Nues-


tros cerebros 3-D están altamente enrevesados con neuronas microscópicas
haciendo interconexiones complicadas. Sin esta compleja red de tres espacios
de filamentos nerviosos, algo imposible de lograr en un plano sin la autointer-
sección, nuestros cerebros no serían posibles. Sin embargo, como Martin
Gardner señala en The Unexpected Hanging, uno puede imaginar redes auto-
intersectoras a lo largo de las cuales los impulsos eléctricos viajan a través de
las intersecciones sin girar en las esquinas.17

17
¿Qué tamaño tendrían que tener los cerebros 2-D para contener el mismo número de
sinapsis que en nuestros cerebros? ¿Cómo podrían los nervios interconectarse sin inter-
ferencias o utilizando mucha más área para el cableado?

― 82 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Como señala Thomas Banchoff en Beyond the Third Dimension, la pri-


mera edición de Flatland apareció en noviembre de 1884 con sólo mil ejem-
plares, pero desde entonces el interés y las ventas han aumentado drástica-
mente. Edwin Abbott Abbott no fue la primera persona en considerar un uni-
verso 2-D habitado por criaturas planas, pero fue el primero en explorar lo que
significaría para las criaturas 2-D interactuar con un mundo de dimensiones
superiores. Hoy en día, las proyecciones gráficas por ordenador de objetos en
4-D nos acercan un paso más a los fenómenos de mayor dimensión, pero in-
cluso los matemáticos más brillantes son a menudo incapaces de captar la
cuarta dimensión, de la misma manera que el cuadrado protagonista de
Flatland tenía problemas para comprender la tercera dimensión.
Antes del trabajo de Abbott, varios individuos consideraban analogías en-
tre los mundos 2-D y 3-D. Por ejemplo, el psicólogo y fisiólogo Gustave Fe-
chner escribió Space Has Four Dimensions (El espacio tiene cuatro dimensio-
nes), en el que una criatura bidimensional es un hombre sombra proyectado a
una pantalla vertical por un proyector opaco. La criatura podía interactuar con
otras sombras, pero, basándose en su limitada experiencia, no podía concebir
una dirección perpendicular a su pantalla. La idea de las criaturas 2-D se re-
monta a la Alegoría de la Cueva de Platón, en el séptimo libro de La Repú-
blica, donde las sombras son representaciones de objetos vistos por observa-
dores 3-D obligados a observar las vistas de dimensiones inferiores. A dife-
rencia de Fechner, Platón no sugiere que las sombras tengan la capacidad de
interactuar entre sí.

Cómo esconderse de una criatura de cuatro dimensiones

Virtualmente todos los libros sobre la cuarta dimensión sugieren que es


imposible para nosotros escondernos de los seres 4-D que pueden ver dentro
de nuestras casas incluso con las puertas cerradas. Sin embargo, un ser de di-
mensiones inferiores podría aprender a esconderse de los seres de dimensiones
superiores aprovechándose de los objetos del mundo de dimensiones superio-
res.
Empecemos con una analogía de Flatland. Considere un trozo de queso
suizo en tres dimensiones. Si se dejara caer esto en Flatland para que intersec-
tara el universo 2-D, un Flatlander podría esconderse dentro de la sección

― 83 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

transversal 2-D de un agujero en el queso. El afortunado Flatlander en este


agujero no puede ser visto por un ser 3-D. Por supuesto, puede ser difícil para
el Flatlander distinguir este hoyo de un círculo 2-D ordinario; sin embargo, si
hubiera alguna forma de que los Flatlanders detectaran y se arrastraran dentro
de estos hoyos, la selección natural podría desarrollar a los Flatlanders con
tales habilidades. Por analogía, podríamos escondernos de las miradas indis-
cretas de un ser 4-D escondiéndonos en los hiperagujeros de un queso suizo 4-
D o de cualquier objeto 4-D que se superponga a nuestro mundo. Aunque no
podíamos conocer directamente la ubicación de los espacios de escondite en
4-D, podríamos inferir sus posiciones notando que había lugares donde las vi-
sitas en 4-D nunca tuvieron lugar.

Un día en la playa

Demos un breve paseo por una playa 4-D llena de bañistas. Nuestro guía
es un amigo 4-D al que llamaré Sr. Plex. Para tomar este tour, usted necesita
ser sacado de nuestro universo 3-D y colocado en la cuarta dimensión. Mira a
tu alrededor. Mucho de lo que ves es confuso. Los glóbulos aparecen de la
nada, cambiando constantemente de tamaño, color y textura. A veces desapa-
recen y no se puede decir cuales son parte del Sr. Plex y cuáles son pedazos
de cuerpos de otros bañistas. Muchas de los glóbulos están cubiertos de carne,
así que dejas volar tu imaginación, asumiendo que los trajes de baño son bas-
tante escasos y que estás viendo una versión en 4D de Baywatch.
El Sr. Plex le presenta a su esposa, Pamela Sue. Ves una bola carnosa y
otra bola cubierta de pelo rubio. “Encantado de conocerte”, dices. Aparte de
la bola peluda ocasional, la única manera de diferenciar al Sr. Plex de su esposa
es observando cómo cambian de forma los glóbulos. Cuando el Sr. Plex te
lleva a la cafetería, no hay manera de que puedas distinguir a todas las criatu-
ras. Hay demasiados glóbulos y colores cambiantes.
El arte del Sr. Plex es extraño y extrañamente desarticulado tanto en el
espacio como en las combinaciones de colores. Tú entiendes por qué. Cuando
se mira una pintura en 2-D en una pared, se retrocede en la tercera dimensión
y se puede ver el límite de la pintura (generalmente de forma rectangular), así
como todos los puntos de la pintura. Esto significa que se puede ver todo el
cuadro desde un solo punto de vista. Si desea ver una obra de arte en 3-D desde

― 84 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

un punto de vista, necesita retroceder en la cuarta dimensión. Asumiendo que


tus ojos pudieran captar tal cosa, teóricamente verías cada punto de la obra de
arte 3-D, y dentro de la obra de arte 3-D, sin mover tu punto de vista. Este tipo
de visión “omnisciente” y de rayos X era conocido por pintores cubistas como
Duchamp y Picasso. Por esta razón, los cubistas a veces mostraban múltiples
vistas de un objeto en la misma pintura. Los escultores actuales, como Arthur
Silverman, suelen colocar seis copias del mismo objeto tridimensional, en ba-
ses separadas, en seis orientaciones. La gente que ve las seis esculturas desar-
ticuladas a menudo no se da cuenta de que todas son el mismo objeto. El pro-
fesor de matemáticas Nat Friedman (State University of New York at Albany)
se refiere a esta visión teórica del hiperespacio como “hipervisión” y señala en
sus escritos que en el hiperespacio se puede hiperver un objeto tridimensional
completamente desde un solo punto de vista. Llama “hiperescultura” a un con-
junto de esculturas relacionadas con múltiples orientaciones. Friedman es-
cribe: “La experiencia de ver una hiperescultura permite ver múltiples puntos
de vista desde un mismo punto de vista, lo que ayuda a desarrollar un tipo de
hipervisión en nuestro mundo tridimensional”. Vea las Lecturas Adicionales
para una descripción más completa de la hiperescultura dada por Friedman.

Clavando a Dios

En este capítulo, discutimos la posibilidad de atrapar a un ser de dimen-


siones superiores en nuestro mundo atravesando la sección transversal tridi-
mensional de la criatura con un cuchillo. Curiosamente, esta idea del confina-
miento de dimensiones inferiores fue la base de “El monstruo de la nada”, un
fascinante relato corto de Nelson Bond (ver Lecturas adicionales). Burch Pat-
terson, el héroe de la aventura, viaja a la selva peruana en busca de animales
interesantes. De repente, él y sus hombres se encuentran con una bestia en 4-
D que se les aparece como glóbulos negros flotando en el aire, desapareciendo
y reapareciendo. La mayoría de sus hombres son atacados y asesinados. Otras
son levantadas del suelo por los glóbulos y desaparecen en el aire. Patterson
más tarde determina que los glóbulos pulsantes han arrastrado a los hombres
a un universo de mayor dimensión.
Patterson anhela capturar a la bestia 4-D, pero se pregunta cómo puede
atraparla. Si coloca una red alrededor de la bestia, simplemente puede salir de

― 85 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

nuestro universo y la red caerá al suelo vacía. La estrategia de Patterson es


empalar el glóbulo con un pico para que no pueda salir de nuestro universo.
Esto sería como si un Flatlander nos apuñalara y nos atrapara en el plano de
su universo. Después de muchas semanas de estudiar a la criatura, Patterson
identifica lo que él piensa que es el pie de la bestia y clava un gran pico de
acero a través de él. Le lleva dos años enviar la masa retorciéndose y luchando
de vuelta a Nueva Jersey.
Cuando la criatura es exhibida a los reporteros, lucha tan duro que se des-
garra su propia carne para escapar y luego procede a matar gente y secuestrar
a Patterson en la cuarta dimensión. Después de la matanza, uno de los sobre-
vivientes decide quemar toda la evidencia de la bestia para que no se haga
ningún intento futuro de capturar a tal criatura. Simplemente sería demasiado
peligroso.

Mulder: Hola, Scully. ¿Crees en la otra vida?


Scully: Me conformaría con una vida en ésta.
―”Sombras”, Los Expedientes-X

― 86 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

tres

Seguramente me oyó gritar, pues en ese momento, como dos estrellas blan-
cas que explotan, las manos se abrieron y la figura cayó de nuevo en la tierra,
de vuelta al reino, más antiguo que el nuestro, que llama a la oscuridad su
hogar.
—T. E. D. Kline, “Los Niños del Reino”.

Como representante debidamente designado de la Ciudad, Condado y Es-


tado de Nueva York, le ordeno que cese todas y cada una de las actividades
sobrenaturales y que regrese de inmediato a su lugar de origen o a la dimensión
paralela más cercana que le resulte conveniente.
―Ray Stantz en Cazafantasmas

A medida que uno lo atraviesa, uno ve que la puerta que uno atravesó era
la misma que había atravesado.
—R. D. Laing, La política de la experiencia

― 87 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

satanás y mundos perpendiculares

Washington Avenue, Washington, D.C., 6:00 P.M.

Con Sally viajan en tu auto hacia la Casa Blanca. La nieve sigue cayendo
y las carreteras asfaltadas empiezan a despejarse. Pronto la arena comienza a
cubrir grandes tramos de carretera.
Te vuelves hacia Sally. “Perdón por el susto con los conejillos de indias.
Creo que los Omegamorfos los mantienen como mascotas. A los cerdos 4-D
parece gustarles el sabor de los cereales de desayuno que pongo en los tarros
de vez en cuando”.
Sally te mira fijamente. “Quieres decir que se materializan en tus frascos
de golosinas. Eso es una locura.”
Sacude la cabeza. “¿Nunca te has preguntado por qué los cereales de desa-
yuno vienen en cajas tan grandes y cuando abres cajas nuevas parece que se
han quitado algunos de ellos? Claro, los fabricantes de cereales te dicen que
los paquetes se venden por peso, no por volumen, y que el cereal se asienta
con el tiempo. Pero los fabricantes se limitan a ocultar el hecho de que los
conejillos de indias 4-D han entrado en las cajas de cereales sin romper el
cartón “
“¡Cuidado al conducir!” Sally grita cuando empiezas a patinar.
Desearías tener neumáticos para nieve. Cambias a tercera velocidad, luego
a segunda, a medida que viajas con más cautela.
“Sally, ¿puedes encender la radio?”
Presiona el botón de encendido y la antena trasera se extiende automática-
mente. A medida que busca emisoras, todo lo que oye son muchos sonidos
susurrantes, casi como si hubiera sonidos dentro de los sonidos. Ocasional-
mente, hay algunos chillidos rápidos, pero nada que puedas entender.
“Sally, imagina que estás a punto de ser elevada a la cuarta dimensión.
¿Cómo sería nuestro mundo para ti desde tu perspectiva superior?”
“Cuando estuvimos en Cherbourg, aparentemente me elevaron al hiperes-
pacio. Detesto aceptar una explicación tan escandalosa, pero después de ver

― 88 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cosas tan extrañas en su oficina, estoy empezando a pensar que es posible.


Desafortunadamente, me desmayé, así que no puedo reportar nada”.
“Está bien. Podemos explorar la cuarta dimensión en la seguridad relativa
de mi auto”. Le das a Sally una gran tarjeta blanca que has sacado de la guan-
tera. En él hay palabras que suenan impresionantes escritas en mayúsculas:

UN ESPACIO N-DIMENSIONAL CORTA UN ESPACIO (N+1)-


DIMENSIONAL EN DOS ESPACIOS SEPARADOS

Sally voltea la tarjeta. “Eso es muy erudito de tu parte, pero...”


“¿Sí?”
Ella mira fijamente la tarjeta, arrugada durante años de uso. “Creí que im-
presionarías a más mujeres con tu tarjeta del FBI”.
“Sally, ¿sabes lo que significan las palabras de la tarjeta? Déjame decirte
algo.”
Retrasas deliberadamente tu respuesta mientras le das a Sally la oportuni-
dad de admirar tus asientos hechos de gamuza, un cuero lujoso, suave y poroso
que podría mojarse y secarse repetidamente sin dañarse. Aunque tu Porsche
Carrera XI rojo y deportivo no tiene nada que ver con la vida espartana de un
agente del FBI, aprecias las líneas elegantes y la aceleración arrolladora de
este coche.
Nunca habrías gastado tanto dinero en un coche, pero has sido capaz de
obtenerlo prácticamente por nada. Hace unos meses, mientras buscabas vícti-
mas de asesinato en el río Potomac, enganchaste algo grande bajo el agua. Un
día después te zambulliste, viste el auto e hiciste que un amigo lo remolcara
hasta la orilla. El Sr. Duchovny, tu jefe en el FBI, dijo que debido a que los
números de identificación del vehículo habían sido desarchivados, no había
manera de rastrear el auto. No había señales de juego sucio, ni manchas de
sangre ni evidencia de ningún tipo, excepto por un rollo húmedo de billetes de
cien dólares que luego encontraste escondido debajo de la llanta de repuesto.
Debido a que la policía pensó que el auto no valía nada después de estar bajo
el río por unos meses, te permitieron quedarte con él. ¿Cómo anticiparon tu
ingenio para repararlo?

― 89 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.1 (a) Un punto 0-D corta una línea 1-D en dos partes. b) Una línea 1-D corta
un plano 2-D en dos partes. c) Un plano 2-D corta un espacio 3-D en dos partes. Por
analogía, nuestro espacio 3-D cortaría un hiperespacio 4-D en dos partes.

Miras a Sally y presionas el acelerador del auto, esperando escuchar a Sa-


lly ronronear como un gato mientras la fuerza del motor la empuja despiada-
damente hacia atrás en el asiento de cuero. Desafortunadamente, no se obtiene
el efecto deseado.
Te pega en el brazo. “Idiota. “¡Mantén los ojos en la carretera y conduce
con cuidado!”
Asientes con la cabeza. “Bueno, déjame explicarte lo que escribí en la tar-
jeta. Comencemos en dimensiones bajas y trabajemos. Piensa en un punto sen-
tado en una línea 1-D. Observe cómo el punto corta la línea en dos” (Fig. 3.1).
“Recuerda, llamamos al punto cero-dimensional porque hay cero grados
de libertad. Si vivieras en un mundo así, no podrías moverte. Del mismo modo,
una línea 1-D corta un plano 2-D en dos partes”.
Sally se ajusta el cinturón de seguridad mientras tú bajas por la Avenida
Pennsylvania. “Puedo ver hacia dónde se dirige esto. Un plano 2-D corta un
espacio 3-D en dos partes.” En la tarjeta, dibuja un espacio superior y un es-
pacio inferior dividido por un plano.
“Correcto. Y un espacio 3-D corta un hiperespacio 4-D en dos piezas. En
general, un espacio n-dimensional corta un espacio (n + 1)-dimensional por la
mitad. Para nuestra discusión, me referiré a las dos regiones del hiperespacio,
separadas por el espacio 3-D, como localizadas en las direcciones épsilon y
delta. Las palabras ‘épsilon’ y ‘delta’ pueden usarse más o menos como las
palabras arriba y abajo. Para cimentar los términos en su mente, piensa que el
Cielo yace a una milla en la dirección épsilon, y que el Infierno reside a una

― 90 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

milla en la dirección delta. Por supuesto, no puedes ver a ambos viviendo en


nuestro mundo tridimensional”.
Subes tu auto hasta la puerta noreste de la Casa Blanca donde notas las
luces parpadeantes de los autos de la policía. A pesar de su curiosidad, conti-
núas tu conferencia para asegurarte de que Sally tenga una comprensión más
firme de la cuarta dimensión. “Algunas religiones sugieren que Satanás es el
diablo, el príncipe caído de los ángeles, el adversario de Dios. Se dice que
Satanás fue creado por Dios y puesto a la cabeza de las huestes angélicas,
donde atrajo a algunos de los ángeles a rebelarse contra Dios. En castigo por
su rebelión, Satanás fue arrojado del Cielo junto con su séquito amotinado,
que se transformaron en demonios. Hoy, si Satanás cayera de épsilon a delta a
través de nuestro espacio tridimensional, ¿qué veríamos?”.
Sally mira por la ventana hacia la Casa Blanca y luego hacia ti. “Sería
similar a lo que vería un Flatlander si un hombre fuera arrojado desde arriba
hasta abajo del plano de Flatland. Podríamos ver un movimiento chocante de
secciones transversales horribles e incomprensibles de Satanás, moviéndose,
fusionándose y extendiéndose. Si un Satán 3-D tuviera cuernos y una cola y
cayera a través de las Flatland, estas partes del cuerpo podrían ser percibidas
como círculos carnosos u óseos que cambian de tamaño”.
“Correcto. La caída de Satanás nos parecería como glóbulos carnosos in-
comprensibles que de repente se materializan, cambian de tamaño y final-
mente desaparecen” (Fig. 3.2).
Sally ajusta el pequeño crucifijo dorado que lleva en una delgada cadena
alrededor de su cuello. “Cuando fui a la escuela católica, las monjas me ense-
ñaron que Satanás es el gobernante sobre los ángeles caídos, siempre luchando
contra el Reino de Dios seduciendo a los humanos al pecado. Satanás inte-
rrumpe el plan de Dios para la salvación y calumnia a los santos para reducir
el número de los elegidos para el Reino de Dios. ¿Cómo podría Satanás hacer
esto desde delta debajo de nuestro mundo 3-D? Si pudiera aparecer de vez en
cuando en nuestro mundo, causaría estragos”.
“Por supuesto, sólo estamos hablando de metáforas. Pero esto explicaría
nuestro encuentro en Cherburgo. Vimos bolsas de piel pulsantes cuando una
criatura 4-D llegó a nuestro mundo”.
Sally se inclina hacia adelante. “¿Era Satanás el que estaba en Cher-
bourg?”

― 91 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.2 Lucifer cayendo del Cielo (una milla en la dirección épsilon) hacia el Infierno
(una milla en la dirección delta). (Dibujo de Brian Mansfield.)

“Eso es lo que hemos venido a averiguar. Creo que era un Omegamorfo.


En estos días están ocurriendo muchas cosas misteriosas en Cherburgo y en
los alrededores de Washington, D.C. Nada es seguro. Ya mencioné que si caía-
mos a través de Flatland, los Flatlanders verían manchas de piel pulsantes,
parecidas a panqueques, mientras cruzábamos su mundo. Cuando nuestras bo-
cas se entrecruzaban entre sí, los habitantes de las tierras planas podían vis-
lumbrar el borde de nuestras lenguas, que para ellos serían como formas rosa-
das con baches. Cuando pasara la cabeza, veían los bordes de una tortita pe-
luda” (Fig. 3.3).
“¿Cómo sería ser elevado a la cuarta dimensión?”
“Sally, piensa en una criatura en 3-D tirando de un cuadrado en 2-D. Si el
cuadrado se despegara lentamente del mundo 2-D, parte del cuadrado perma-
necería en el plano por un tiempo. Del mismo modo, si una criatura 4-D te
saca del mundo 3-D, tu cabeza podría desaparecer mientras tu cuerpo perma-
nece. Y entonces serías completamente levantado del mundo.”
“Una cosa me está molestando.”

― 92 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.3 Un Flatlander vería el borde de tu cabeza cuando se cruza con su universo.
(En esta sección de un cadáver fresco, podemos ver el cerebelo, la corteza cerebral, el
tronco encefálico y los conductos nasales, aunque un Flatlander sólo vería el borde ex-
terior de la sección transversal.

“¿Sólo una?”
“Entiendo que un ser en 4-D debería ser capaz de vislumbrar nuestras tri-
pas, ver las válvulas de nuestro corazón, y así sucesivamente, pero ¿cómo se-
rían sus ojos? ¿Cómo funcionarían sus ojos?”
“Sally, nuestra propia retina es esencialmente un disco 2-D de bastones y
conos ―los dos tipos de células nerviosas para la visión―. Por analogía, una
criatura 4-D tendría una retina que era una esfera de terminaciones nerviosas.”
“¿Cómo vería un Omegamorfo con una retina esférica?”

― 93 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.4 La retina del ojo de un ser 4-D.

“Cuando miras un círculo que se mueve en Flatland, tu capa de retina 2-D


tiene un patrón circular que afecta a las células nerviosas. Cada punto del
círculo corresponde a un rayo de luz del círculo a un solo punto de la retina.
Si miras desde arriba, cada rayo llega hasta tu ojo. Si un ser 4-D estaba mi-
rando una pelota, la imagen resultante es producida por la excitación de un
patrón de terminaciones nerviosas en forma de bola en la retina esférica. Cada
punto de la bola tridimensional envía un rayo de luz hacia épsilon a una región
en forma de bola en la retina esférica” (Fig. 3.4).
Sally mira por la ventana y luego te mira a ti. “Aquí es donde mis conoci-
mientos médicos son útiles. Para ayudarnos a ver nuestro mundo, tenemos un
ejército de células en nuestro sistema visual para mejorar el contraste, detectar
el movimiento y los bordes, y distinguir entre pequeñas gradaciones en inten-
sidad y color. De hecho, hay muchos millones de células que nos ayudan a
comprender mejor nuestro mundo: 125 millones de bastones y conos, varios
millones de células que intervienen en la retina y un millón de neuronas en el
núcleo geniculado lateral, la primera estación de procesamiento importante
para la entrada visual. Si tenemos 125 millones de bastones y conos en nuestra

― 94 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

retina 2-D, esperaría aproximadamente 1,3 mil billones de células en la retina


3-D del ojo de un ser 4-D.”
“Vaya, ¿cómo se te ocurrió eso?”
“Primero hay que tomar la raíz cuadrada de 125 millones para estimar el
número de celdas en una sola dimensión, y luego elevarlo al cubo. Como las
retinas son una dimensión menos que la de la criatura, podríamos estimar el
número de células en todas las retinas de mayor dimensión”.
Miras por la ventana y sientes que algo se mueve cerca. Levantas la cabeza
pero no ves nada inusual. Bajas la ventanilla, pero eso no ayuda. ¿Deberías
salir del coche para mirar?
Y entonces aparece. Un viejo con traje de Papá Noel. Parece sobresalir
entre la multitud, pero extrañamente ninguno de los policías lo encuentra pe-
culiar. Sin embargo, el hombre está claramente fuera de lugar. Por alguna ra-
zón, te sientes avergonzado de que el hombre esté buscando atención. Desea-
rías que el hombre se fuera. Él no pertenece. Es una sensación que tienes con
frecuencia.
Subes la ventanilla. “Sally, creo que puedo ayudarte a entender cómo una
retina tridimensional puede visualizar a un humano, por dentro y por fuera, al
mismo tiempo. Primero considera una transfusión de sangre para criaturas 2-
D a través de un tubo que sube a la tercera dimensión y vuelve a bajar de nuevo
al plano de la criatura. En lo que respecta a la criatura, no estás rompiendo la
piel, que podría estar representada como una línea en un dibujo. ¿Puedes vi-
sualizar cómo las criaturas 4-D pueden hacernos transfusiones?” (Fig. 3.5).
“Sí, podrían hacer una transfusión a una criatura tridimensional usando un
tubo que va épsilon y delta en la cuarta dimensión sin romper la piel. El mismo
concepto se aplica al robo de objetos en cajas fuertes sin romper nunca la pared
de la caja fuerte. Tu mano se materializaría en la caja fuerte y luego se desma-
terializaría al retirarla. Pero, ¿adónde va realmente el tubo de transfusión?”
(Fig. 3.6).
“¡Va épsilon donde el quirófano ni siquiera existe! Del mismo modo, la
retina tridimensional de una criatura en 4-D puede ver todas sus entrañas sin
romper su piel. Esto asume que los rayos de luz se reflejan en la cuarta dimen-
sión -tendremos que investigar más a fondo. He memorizado la linda descrip-
ción de Abbott de una criatura en 2-D sacada de Flatland y mirando hacia su
mundo en 2-D desde un mundo en 3-D”:

― 95 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.5 Una transfusión de sangre “hiperespacial” en un mundo bidimensional. El


tubo de transfusión sube y baja hasta la tercera dimensión. La piel de la criatura nunca
se rompe.

Figura 3.6 Una transfusión de sangre del hiperespacio en un mundo tridimensional. (a)
El tubo de transfusión va épsilon y delta en la cuarta dimensión. (b) Interpretación artís-
tica de una transfusión hiperespacial. (Dibujo de Clay Fried.)

Una vez más me encontré elevándome por el Espacio. Resultó ser como la Es-
fera había dicho. Cuanto más nos alejábamos del objeto que estábamos mi-
rando, tanto más amplio se volvía el campo de la visión. Mi ciudad natal, con

― 96 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los interiores de las casas y todos sus aposentos, se ofrecía a mi vista, en mi-
niatura. Subimos más alto, y allí estaban; los secretos de la tierra, las profundi-
dades de las minas, las más recónditas cavernas de los cerros, descubríanse ante
mi vista.

Sally asiente con la cabeza. “Hemos hablado de cómo se verían los seres
en 4-D para nosotros, pero ¿cómo nos veríamos realmente ellos?
“Para responder a esa pregunta, hablemos de la aparición de criaturas que
viven en mundos perpendiculares entre sí.”
“¿Mundos perpendiculares?”
“Sí, de nuevo empezaré con una analogía en 2-D. Considera dos planos en
los que viven miles de insectos inteligentes. Sus dos mundos se cruzan en una
línea. A lo largo de la línea de intersección hay muchos segmentos de líneas
móviles que cambian de tamaño, desaparecen y reaparecen” (Fig. 3.7).

Figura 3.7 Mundos de insectos perpendiculares.

― 97 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sube la calefacción del Porsche. Quizás ambos deberían salir del auto y
averiguar qué está pasando en la Casa Blanca. “Sally, en cuatro dimensiones,
es posible tener dos espacios tridimensionales perpendiculares entre sí. Ten-
drían un plano en común.”
“Si hubiera un espacio tridimensional perpendicular al nuestro, un espacio
con extraterrestres moviéndose en él, ¿cómo se nos aparecerían? ¿Podríamos
siquiera verlos?”
“Estoy en contacto con este otro mundo y ahora te mostraré la respuesta.”
Bajas el parasol por encima de tu asiento, revelando una foto de la actriz
Gillian Anderson.
“¿Qué hace ella aquí?”
“No te preocupes. La foto simplemente esconde un botón que te permitirá
vislumbrar una intersección plana con un mundo tridimensional perpendicular
al nuestro”. Pulsas sobre la foto y de repente un plano rectangular se eleva
desde el salpicadero del coche. “Esta es la intersección de un espacio 3-D de
alienígenas con nuestro espacio 3-D.”
A la deriva alrededor del plano hay varias formas de burbujas delgadas.
Sally extiende la mano para tocar uno. “¡Esto es increíble! Se sienten só-
lidos” (Fig. 3.8).
“Tienes razón.”
Algunas manchas carnosas más grandes aparecen repentinamente y van a
la deriva en el plano. “¿Qué son esos?”
“Tal vez una gran criatura acaba de pasar.”
“Vale, pero aún me pregunto qué veríamos si fuéramos levantados al hi-
perespacio y pudiéramos contemplar nuestro mundo. Quiero saber lo que se
siente ser un Dios”.
“Sally, consideremos una analogía 2-D con un hombre que vive en
Flatland. Si lo arrancáramos de su plano de existencia y lo lleváramos a nues-
tro espacio en 3-D, no creo que realmente pudiera ver todos los objetos en 2-
D de su mundo como lo hacemos nosotros -suponiendo que su retina perma-
nezca igual y sea sólo un arco en 1-D, un segmento de línea en la parte poste-
rior de su ojo. Su retina está diseñada y evolucionada para recibir imágenes en
el plano de Flatland. Si mirara hacia abajo en el plano de Flatland, sería como
si estuviera escudriñando el plano a través de una fina hendidura, por lo que

― 98 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

realmente no sería capaz de ver su mundo de una sola vez. A medida que mo-
vía la cabeza hacia adelante y hacia atrás, como un escáner de código de barras
de supermercado, diferentes regiones de su mundo salían a la luz. Tal vez po-
dría incluso juntar todas las imágenes en 1-D para visualizar su mundo plano-
si su cerebro fuera lo suficientemente versátil. La situación es similar a la de
los insectos en los dos planos perpendiculares. Mientras miran a lo largo de su
plano de visión, verán segmentos de línea en movimiento. Si un plano se mo-
viera en relación con el otro, estarían escaneando diferentes regiones de un
plano. De la misma manera, cuando fuiste arrancado épsilon al hiperespacio,
y miraste hacia delta a nuestro mundo, podrías haber visto (¡si no te hubieras
desmayado!) muchas secciones transversales planas de nuestro mundo. Verías
los interiores y los exteriores de las cosas. Si te esfuerzas lo suficiente, podrías
combinar todas estas secciones en una imagen tridimensional compuesta de
todo”.
“Si Dios existiera en la cuarta dimensión y contemplara hacia delta en
nuestro mundo, ¿sólo estaría viendo secciones transversales planas? Eso suena
limitante.”
“No, recuerda que nuestra retina es bidimensional. Su retina podría ser
tridimensional, permitiéndole ver todo a la vez”.
Sally desliza sus dedos persistentemente sobre el suave cuero de su
asiento. “Tal vez podríamos aprender a ‘ver’ objetos tridimensionales si estu-
viéramos contemplando hacia delta nuestro mundo. Pero, ¿cómo podemos vi-
sualizar objetos en 4-D?”
“El profesor Rudy Rucker de la Universidad Estatal de San José escribe
filosóficamente sobre este tema preciso”:

Los dibujos usan arreglos de líneas en 2-D para representar objetos en 3-D.
¿Por qué no deberíamos ser capaces de construir arreglos 3-D de neuronas que
representen objetos 4-D? Más extravagantemente, quizás nuestras mentes no
son sólo patrones tridimensionales: ¡tal vez nuestros cerebros tienen un ligero
hiperespesor en 4-D; o tal vez nuestras mentes se extienden fuera de nuestros
cerebros y hacia el hiperespacio!

― 99 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.8 Mundo alienígena 3D, perpendicular al nuestro e intersectando nuestro


mundo en un plano. (arriba) Visualización de nuestro mundo y el de ellos. (abajo) Un
humano en su mundo aparece como una sección transversal cuando se lo ve desde nues-
tro mundo.

― 100 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.9 El cerebro de los mamíferos busca expandir su dimensión para cumplir con
su propósito biológico. Por ejemplo, la enorme superficie 2-D del cerebro está intrinca-
damente doblada para llenar un volumen 3-D de modo que su área de superficie au-
mente. Si pusieras todas tus células cerebrales de punta a punta, se extenderían alrededor
del mundo veinticinco veces.

Metes la mano en la guantera y sacas un objeto gris y arrugado que está


guardado en un frasco lleno de formalina para evitar que se pudra. Le das un
golpecito al frasco que dice “Einstein”. Su cerebro se sacude como un mango
nervioso. “Sally, el cerebro de los mamíferos busca expandir su dimensión
para cumplir su propósito biológico. Por ejemplo, la enorme superficie 2-D
del cerebro está intrincadamente doblada para llenar un volumen 3-D con el
fin de aumentar su superficie. ¿No sería una gran historia de ciencia ficción
que describe a un humano cuyo cerebro tridimensional se dobla en la cuarta
dimensión para aumentar su capacidad?” (Fig. 3.9).
Vuelves a colocar el cerebro en la guantera y sacas un trozo de queso suizo
lleno de túneles que interconectan varias regiones del queso.
Sally se pellizca la nariz. “No, gracias”.

― 101 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Sally, tal vez podríamos usar otras dimensiones espaciales para viajar por
el agujero de gusano.”
“¿Agujeros de gusano?”
Asientes con la cabeza. “Algún día, los agujeros de gusano podrían ser
usados para viajes maravillosos. Algunos físicos creen que en el corazón de
todo el espacio, a escalas de tamaño submicroscópico, existe espuma cuántica.
Si ampliáramos lo suficiente el espacio, se convertiría en una espuma hirviente
y probabilística, una especie de queso cosmológico”.
Sally se pasa los dedos por el pelo. “Ahora, esto suena muy interesante.
¿Qué sabemos de la espuma cuántica?”
El latido de tu corazón aumenta en frecuencia y amplitud a medida que
miras su falda, del color de la menta fresca. “En la espuma, el espacio no tiene
una estructura definida. Tiene varias probabilidades para diferentes formas y
curvas. Podría tener un 60 por ciento de posibilidades de estar en una forma,
un 20 por ciento de estar en otra, y un 20 por ciento de estar en una tercera
forma. Debido a que cualquier estructura es posible dentro de la espuma, po-
demos llamarla una espuma probabilística, o espuma cuántica. La espuma
contiene agujeros hacia otras regiones en el espacio y el tiempo”.
Sally toca el salpicadero. “¿Podrían estos agujeros de gusano estar conec-
tando diferentes áreas de nuestro mismo universo?”
“Sí. En la espuma, las regiones adyacentes del espacio están continua-
mente robando y devolviendo energía de unos a otros. Estos causan fluctua-
ciones en la curvatura del espacio, creando agujeros de gusano microscópicos.
Quién sabe, algún día las civilizaciones podrán usar esos agujeros para viajar
por el universo.”
El golpeteo de los dedos de Sally se vuelve más incesante. “Pero esos agu-
jeros de gusano son demasiado pequeños para que la gente los use.”
“Ese es el problema, y por eso nunca podremos usar un agujero de gusano.
Necesitaríamos un dispositivo que vierta algo llamado materia exótica.
La materia exótica tiene propiedades especiales que agrandan y mantienen
abierto un agujero de gusano. Tal vez alguna civilización extraterrestre avan-
zada tenga un dispositivo así, pero no lo sabemos”.
Te diriges hacia los coches de policía con luces intermitentes. “Averigüe-
mos qué está pasando aquí.” Sales del coche y caminas por los terrenos cuida-
dos hacia la entrada de la Casa Blanca.

― 102 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un hombre grande con un auricular de radio estilo Servicio Secreto y ves-


tido con un traje negro con un corte de pelo de cien dólares está parado en el
centro de la entrada con su dedo apuntando hacia ti. El hombre mide por lo
menos seis pies y medio, 250 libras, con un cuello dos veces más grueso que
el tuyo, y una nariz que se ha roto más veces de lo que te imaginas. Parece una
parte jugador de fútbol y otra parte levantador de pesas. “Nadie entra en la
Casa Blanca”, dice.
Muestras tu placa del FBI.
El hombre sacude la cabeza. “Nadie entra en la Casa Blanca”.
Suspiras. Esta conversación no iba a ser productiva. “¿De quién es esta
casa?”, se preguntarán.
El hombre parece confundido por eso.
Te señalas a ti mismo. “Mi buen hombre, la respuesta a esa pregunta es
simple: la casa es mía. Soy un contribuyente. También soy del FBI. Más aún,
estoy aquí para proteger al Presidente de los Omegamorfos.” Finges izquierda,
doblas a la derecha y entras en la Casa Blanca con Sally detrás.
El hombre pone su enorme mano de jamón en tu hombro. Esta no es una
elección sabia, incluso para alguien mucho más grande que usted. Tienes la
extraña pero convincente idea de que tu placa del FBI te da derecho a investi-
gar crímenes.
Contrabalanceas la mano del hombre. La palma de tu mano derecha le-
vanta el brazo del hombre por la articulación de su codo, causando que el brazo
se extienda en exceso, y luego formas un pico con tu mano derecha mientras
le tuerces el brazo al hombre.
De repente hay un grito dentro de la Casa Blanca. Corres a través de la
Sala Este y luego a través de la Sala Roja. Pasas por encima de las pinturas de
Abraham Lincoln, Zachary Taylor y John F. Kennedy. Finalmente, al llegar al
Comedor Estatal, se encuentra el Presidente. Está rodeado de glóbulos, obvia-
mente una o más criaturas de la cuarta dimensión.
El Servicio Secreto del presidente lo rodea, apuntándole con sus armas a
las manchas carnosas, pero es difícil conseguir un disparo limpio a las formas
que cambian constantemente de tamaño y desaparecen y reaparecen.
Uno de los agentes del Servicio Secreto te mira. “¿Quién demonios eres?”
Buscas en el bolsillo y sacas tu placa. “FBI”.
El presidente grita mientras su mano desaparece.

― 103 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Consigue una cuerda”, le gritas a los agentes del Servicio Secreto. “Te-
nemos que anclarlo en nuestro mundo. Ahora mismo un Omegamorfo está
tratando de arrastrarlo a la cuarta dimensión”.
El agente del Servicio Secreto más cercano te mira. “¿Eres algún tipo de
chiflado?”
Sally retira su placa del FBI y apunta con su revólver de servicio a las
ondulantes bolsas de carne. “Escúchenlo. Sabe de lo que habla”.
Uno de los agentes se mete en un armario de almacenamiento y saca una
cuerda gruesa. “¿Esto es lo suficientemente bueno?”
Agarras la cuerda, corres hacia el presidente, y rápidamente la enredas en
su tobillo. “Sally, rápido, ata el otro extremo al busto.” 
 Ella asiente con la
cabeza y rápidamente sujeta el otro extremo de la cuerda a un enorme busto
de bronce de Abraham Lincoln.
El brazo del presidente desaparece. “¿Qué quieren de mí?”
Intentas retener al presidente. “Señor, estamos en una región del espacio
donde es fácil despegar a la gente del espacio 3-D local.”
El presidente grita mientras su cabeza desaparece, luego su pecho y sus
piernas. La única parte del cuerpo que se ve es su pie, atado a la cuerda y
flotando a varios centímetros del suelo. Su pie baila sin cuerpo y finalmente
se escapa del nudo.
“¡No!” Sally grita.
Lentamente sacude la cabeza mientras se forma una lágrima en el ojo.
El presidente de los Estados Unidos ha sido secuestrado en el hiperespacio.

La ciencia detrás de la ciencia ficción

El alma está atrapada en la jaula del cuerpo. El alma despierta puede pro-
gresar por un camino que conduce a la aniquilación en Dios.
―Afkham Darbandi y Dick Davis,
Introducción a La Conferencia de las Aves

― 104 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Hay algunas cualidades… algunas incorporan cosas,


Que tienen una doble vida, que así se hace
Un tipo de entidad gemela que surge
De la materia y la luz, evocada en sólido y sombra.
―Edgar Allan Poe, “Silencio”

Figura 3.10 Representación artística de un ser 4-D que aparece en nuestro mundo como
un conjunto de bolas de carne peludas. (Dibujo de Michelle Sullivan.)

― 105 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.11 Representación de seres en 4-D por la artista Michelle Sullivan. Michelle a
menudo diseña sus criaturas con partes desarticuladas para simbolizar la intersección de
una criatura 4-D en nuestro mundo 3-D.

Si los análogos en 4-D de los humanos desnudos intersectan nuestro


mundo, podrían aparecer como glóbulos carnosos o peludos (Fig. 3.10), como
se describe en este capítulo. Si estuviéramos vestidos, veríamos bolsas de
carne cubiertas de tela. (La artista Michelle Sullivan ha dibujado varias ilus-
traciones de fantasía de seres en 4-D en la Fig. 3.11.) Por analogía, si metieras
tu pie en Flatland, un Flatlander vería un disco de cuero (una sección transver-
sal de tu zapato). Sin el zapato, el Flatlander vería un disco carnoso (tu piel).
Mientras metes el pie más profundamente en Flatland, el Flatlander verá un
disco de tela que representa tus pantalones. Si metieras ambas piernas en
Flatland, aparecerías como dos discos de tela. A medida que desciendes, estos
dos discos se fusionan en un solo disco en la cintura y luego cambian de color
y se separan en tres discos (los dos brazos y la camisa). A medida que descen-
día, el Flatlander finalmente veía un disco peludo (el pelo de su cabeza) que

― 106 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

desaparece repentinamente a medida que recorre todo el camino por Flatland.


Para los habitantes de Flatland, serías algo salido de sus peores pesadillas: una
confusa colección de discos de cuero, tela, carne, labios, dientes (cuando tienes
la boca abierta) y cabello que cambian constantemente. De manera similar, si
un ser 4-D llegara a nuestro mundo, podríamos ver una colección enloquece-
dora de bolas constantemente cambiantes hechas de cuero, tela, carne, cabello
y esmalte dental. Imagínate despertar un día y encontrar una bola de esmalte
blanco en tu habitación. Es la intersección de un diente de Omegamorfo en el
mundo tridimensional. Este ser en 4-D piensa que eres un dentista y quiere que
perfores y llenes su cavidad. ¿Podrías perforar con éxito la cavidad desde tu
ubicación en el universo tridimensional?

Universos paralelos

Aunque me ocupo de la cuarta dimensión espacial en este libro, muchos


autores de ciencia y ciencia ficción han utilizado la palabra “dimensión” al
referirse a universos paralelos: universos que se asemejan al nuestro y que
quizás incluso ocupan el mismo espacio que el nuestro. Pequeñas diferencias
en la evolución de tales mundos pueden llevar a universos extrañamente dife-
rentes a medida que los universos evolucionan. Por ejemplo, imagínese una
pequeña variante de nuestro mundo en la que Cleopatra tenía una desagradable
protuberancia en la punta de la nariz. Toda la cascada de acontecimientos his-
tóricos sería diferente. Una mutación de una sola célula de la piel causada por
la exposición aleatoria a la luz solar cambiaría el universo. Toda esta línea de
pensamiento me recuerda a una cita de la escritora Jane Roberts:

Eres tan parte del mundo que tu más mínima acción contribuye a su realidad.
Tu respiración cambia la atmósfera. Tus encuentros con los demás alteran los
tejidos de sus vidas, y las vidas de aquellos que entran en contacto con ellos.

En su novela Memnoch the Devil, Anne Rice tiene una visión similar
cuando describe el cielo:

La tribu se extendió para mezclarse entre innumerables familias, y las familias


se unieron para formar naciones, ¡y toda la congregación era de hecho una con-
figuración palpable y visible e interconectada! Todo el mundo afectaba a todo

― 107 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

el mundo. Cada uno se apoyaba, en su separación, en la separación de los de-


más.

En algunos escenarios de ciencia ficción en los que puedes viajar libre-


mente entre universos paralelos, es fácil crear duplicados de ti mismo. Por
ejemplo, considera varios universos que son idénticos hasta que viajes de un
universo a otro. Dejarás el Universo 1, viajarás al Universo 2 y vivirás durante
un año en el Universo 2 con tu réplica en el Universo 2. Suponga que hay un
Universo 3 virtualmente idéntico al Universo 2 que tiene dos copias de usted.
Dejan el Universo 2 y viajan al Universo 3, y así sucesivamente. (Uno de mis
cuentos favoritos de réplica es The Man Who Folded Himself, de David Ge-
rrold). El universo se complica, pero no hay contradicciones lógicas. Aunque
este concepto de universo múltiple pueda parecer inverosímil, los físicos serios
han considerado tal posibilidad. De hecho, la tesis doctoral de Hugh Everett
III “Relative State Formulation of Quantum Mechanics” (reimpresa en Re-
views of Modern Physics) esboza una teoría controvertida en la que el universo
en cada instante se ramifica en incontables mundos paralelos. Sin embargo, la
conciencia humana trabaja de tal manera que sólo es consciente de un universo
a la vez. A esto se le llama la interpretación de la mecánica cuántica de “mu-
chos mundos”. Una versión de la teoría sostiene que siempre que el universo
(“mundo”) se enfrenta a una elección de caminos a nivel cuántico, en realidad
sigue ambas posibilidades, dividiéndose en dos universos. Estos universos se
describen a menudo como “mundos paralelos”, aunque matemáticamente ha-
blando, son ortogonales o perpendiculares entre sí. En la teoría de los muchos
mundos, puede haber un número infinito de universos y, si es cierto, entonces
existen toda clase de mundos extraños. De hecho, algunos creen que la noción
controvertida de que en algún lugar virtualmente todo debe ser verdad. ¿Podría
haber un universo donde los cuentos de hadas sean ciertos, una Dorothy real
vive en Kansas soñando con el Mago de Oz, un Adán y Eva real residen en un
Jardín del Edén, y las abducciones alienígenas realmente ocurren todo el
tiempo? La teoría podría implicar la existencia de universos infinitos tan ex-
traños que no podríamos describirlos. Mis cuentos favoritos de mundos para-
lelos son los de Robert Heinlein. Por ejemplo, en su novela de ciencia ficción
El número de la bestia hay un mundo paralelo casi idéntico al nuestro en todos
los aspectos, excepto que la letra “J” no aparece en el idioma inglés. Por suerte,

― 108 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los protagonistas del libro han construido un dispositivo que les permite reali-
zar exploraciones controladas de mundos paralelos desde la seguridad de su
vehículo de alta tecnología. En contraste, el protagonista de la novela de Hein-
lein, Job, se desplaza a través de mundos paralelos sin control. Desafortuna-
damente, al igual que gana algo de dinero en una América, se traslada a una
América ligeramente diferente donde su dinero ya no es una moneda válida,
lo que tiende a hacer su vida miserable.
La teoría de muchos mundos sugiere que un ser que existe fuera del espa-
cio-tiempo podría ver todas las bifurcaciones concebibles, todos los espacio-
tiempos y universos posibles, como si hubieran existido siempre. ¿Cómo po-
dría un ser lidiar con ese conocimiento y no volverse loco? Un Dios vería todas
las Tierras: aquellas donde ningún habitante cree en Dios, aquellas donde to-
dos los habitantes creen en Dios, y todo lo demás. Según la teoría de muchos
mundos, podría haber universos en los que Jesús fuera el hijo de Dios, univer-
sos en los que Jesús fuera el hijo del diablo y universos en los que Jesús no
existiera. (Véase el addendum.)
Gran parte de la interpretación de Everett de muchos mundos se refiere a
eventos a nivel submicroscópico. Por ejemplo, la teoría predice que cada vez
que un electrón se mueve o no se mueve a un nuevo nivel de energía, se crea
un nuevo universo. Actualmente, no está claro hasta qué punto las teorías
cuánticas (submicroscópicas) impactan en la realidad a nivel macroscópico,
humano. La teoría cuántica incluso choca con la teoría de la relatividad, que
prohíbe la transferencia de información más rápida que la luz (MRL). Por
ejemplo, la teoría cuántica introduce un elemento de incertidumbre en nuestra
comprensión del universo y establece que dos partículas cualesquiera que ha-
yan estado en contacto continúan influenciándose mutuamente, sin importar
cuán lejos se muevan, hasta que una de ellas interactúe o sea observada. De
una manera extraña, esto sugiere que todo el universo se multiplica conectado
por señales MRL. Los físicos llaman a este tipo de interacción “pegamento
cósmico”. El santo grial de la física es la reconciliación de la física cuántica y
relativista.
¿Qué es exactamente la teoría cuántica? Primero, es una ciencia moderna
de lo muy pequeño. Describe con precisión el comportamiento de partículas
elementales, átomos, moléculas, agujeros negros del tamaño de átomos, y pro-
bablemente el nacimiento del universo cuando el universo era más pequeño

― 109 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

que un protón. Durante más de medio siglo, los físicos han utilizado la teoría
cuántica como herramienta matemática para describir el comportamiento de la
materia (electrones, protones, neutrones...) y varios campos (gravedad, fuerzas
nucleares débiles y fuertes, y electromagnetismo). Es una teoría práctica utili-
zada para entender el comportamiento de dispositivos que van desde láseres
hasta chips de ordenador. La teoría cuántica describe el mundo como un con-
junto de posibilidades hasta que una medición hace que una de ellas sea real.
Las partículas cuánticas parecen ser capaces de influirse unas a otras a través
de conexiones cuánticas: los enlaces superlumínicos que persisten entre dos
partículas cualesquiera una vez que han interactuado. Cuando estas conexio-
nes ultrarrápidas fueron propuestas por primera vez, los físicos las descartaron
como meros artilugios teóricos, existiendo sólo en los formalismos matemáti-
cos, no en el mundo real. Albert Einstein consideraba que la idea era tan loca
que necesitaba demostrar que faltaba algo en la teoría cuántica. A finales de la
década de 1960, sin embargo, el físico irlandés John Stewart Bell demostró
que una conexión cuántica era más que una teoría matemática interesante. En
particular, mostró que los vínculos superlumínicos reales entre las partículas
cuánticas explican ciertos resultados experimentales. El teorema de Bell su-
giere que después de que dos partículas interactúan y se separan fuera del
rango de interacción, las partículas continúan influenciándose entre sí instan-
táneamente a través de una conexión real que las une con una fuerza no dismi-
nuida sin importar cuán lejos viajen las partículas. Alain Aspect y sus colegas
confirmaron que la propiedad es de hecho una propiedad del mundo real. Sin
embargo, la naturaleza precisa de esta conexión cuántica más rápida que la luz
sigue siendo ampliamente discutida.

Agujeros de gusano

Gran parte de la investigación reciente sobre los agujeros de gusano ha


sido realizada por Kip Thorne, un cosmólogo, y Michael Morris, su estudiante
de posgrado. En un artículo científico publicado en el American Journal of
Physics (ver Lecturas Adicionales), desarrollaron un esquema teórico para el
viaje inter e intrauniversal a través de los agujeros de gusano que atraviesan el

― 110 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

universo. Estas puertas cósmicas podrían ser creadas entre regiones del uni-
verso a trillones de millas de distancia y permitirían la comunicación casi ins-
tantánea entre estas regiones.
El Apéndice B enumera numerosos usos de la cuarta dimensión, el hiper-
espacio y los agujeros de gusano en la ciencia ficción. Por ejemplo, Carl Sagan
en su novela Contact también utiliza los agujeros de gusano Kip Thorne para
atravesar el universo. Los programas de televisión Star Trek: The Next Gene-
ration, Star Trek: Voyager y Star Trek: Deep Space Nine han utilizado aguje-
ros de gusano para viajar entre regiones lejanas del espacio. En Star Trek:
Deep Space Nine, una estación vigila un extremo de un agujero de gusano
estable.
Los agujeros de gusano cósmicos creados a partir de espuma cuántica
subatómica también fueron discutidos por Kip Thorne y sus colegas en 1988.
Estos investigadores no sólo afirmaron que el viaje en el tiempo es posible en
su prestigioso artículo de las Cartas de Revisión Física, sino que el viaje en el
tiempo es probable bajo ciertas condiciones. En su artículo, describen un agu-
jero de gusano que conecta dos regiones que existen en diferentes períodos de
tiempo. Así, el agujero de gusano puede conectar el pasado con el presente.
Porque el recorrido a través del agujero de gusano es casi instantáneo, uno
podría utilizar el agujero de gusano para viajar hacia atrás en el tiempo. A
diferencia de la máquina del tiempo de La máquina del tiempo de H. G. Wells,
la máquina de Thorne requiere grandes cantidades de energía-energía que
nuestra civilización no puede producir durante muchos años. Sin embargo,
Thorne escribe con optimismo en su artículo: “De un solo agujero de gusano
una civilización arbitrariamente avanzada puede construir una máquina para
viajar en el tiempo.”
Nótese que el término “agujero de gusano” se utiliza en dos sentidos dife-
rentes en la literatura de la física. El primer tipo de agujero de gusano está
hecho de espuma cuántica. Debido a la estructura espumosa del espacio, innu-
merables agujeros de gusano pueden conectar diferentes partes del espacio,
como pequeños tubos. ¡De hecho, la teoría del “superespacio” sugiere que los
diminutos agujeros de gusano cuántico deben conectar cada parte del espacio
con cada otra parte! El otro uso de la palabra “agujero de gusano” se refiere a
una posible zona de transición en el centro de un agujero negro giratorio.

― 111 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Para realizar completamente un agujero de gusano, Morris y Thorne cal-


cularon varias propiedades de la materia necesarias para formar la garganta
del agujero de gusano. Una propiedad de interés para ellos era la tensión (es
decir, la fuerza de rotura) de la materia necesaria para mantener abierto el agu-
jero de gusano. Lo que encontraron fue que la tensión requerida sería muy
grande. Como Paul Halpern en su libro Cosmic Wormholes señala, para una
garganta de cuatro millas de diámetro, la cantidad de fuerza necesaria es de
1033 libras por pulgada cuadrada. Esto sería más que la presión de un billón de
cajas, de un billón de toneladas cada una, colocadas en la palma de la mano.
Los agujeros de gusano más grandes con gargantas más anchas tendrían valo-
res más razonables para la tensión de garganta.
Además, Morris y Thorne encontraron otra situación difícil de superar
cuando consideraron el asunto necesario para formar la puerta de entrada. La
tensión requerida para mantener el agujero de gusano abierto debe ser 10 17
veces mayor que la densidad de la sustancia utilizada para construir el agujero
de gusano. Según la ciencia actual, no hay materia en el universo que tenga
tensiones de ruptura mucho mayores que sus densidades. De hecho, si la ten-
sión de una pieza de materia se elevara por encima de 10 17 veces su propia
densidad, los físicos sienten que el material comenzaría a poseer atributos ex-
traños, como la masa negativa. Debido a estas características inusuales, el tipo
de materia necesaria para mantener abiertos los agujeros de gusano se ha lla-
mado materia exótica. Este tipo de materia puede existir en las fluctuaciones
del vacío en el espacio libre. Para facilitar la construcción del agujero de gu-
sano, puede ser posible construir el agujero de gusano entero a partir de mate-
ria normal y utilizar materia exótica sólo en una banda limitada en la gar-
ganta.18

18
Alrededor de un año después de que Morris y Thorne profundizaron en los agujeros
de gusano, Matt Visser, de la Universidad de Washington, desarrolló un modelo de agu-
jero de gusano que “parecía” más un carrete rectangular de hilo que la forma de reloj de
arena de Morris y Thorne. Un agujero rectangular en el centro del carrete correspondía
al agujero de gusano, la puerta de entrada entre dos regiones del espacio. En este modelo,
descrito en Revisión Física, los límites del agujero de gusano son rectos y se pueden
hacer tan distantes entre sí como se desee. La materia exótica podría por lo tanto ser
colocada lejos de los viajeros del agujero de gusano para minimizar los riesgos. Este
modelo de carrete rectangular puede ser más estable que el modelo Morris-Thorne, y las
fuerzas de marea gravitacionales sobre los pasajeros serían menos preocupantes. ¿Cómo

― 112 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Caballos de ajedrez hiperdimensionales y Monopolio

Vamos a divertirnos mucho en estas últimas secciones. No sólo es intere-


sante especular sobre la cuarta dimensión en matemáticas y física, sino que la
cuarta dimensión también proporciona un terreno fértil para extender los rom-
pecabezas y los juegos. Como ejemplo, consideremos el ajedrez.
El ajedrez es esencialmente un juego en 2-D en el que las piezas se desli-
zan a lo largo de la superficie del tablero de ajedrez. Por lo general, las piezas
de juego no pueden saltar a la tercera dimensión para moverse entre sí. El Ca-
ballo, sin embargo, es un ser hiperdimensional porque puede dejar que el plano
del tablero de juego saltando sobre otras piezas en su camino.
(El Caballo es “hiperdimensional” en el sentido de que puede aprovechar
la tercera dimensión, mientras que las otras piezas están limitadas a un mundo
2-D.) ¿Hay otras piezas de ajedrez hiperdimensionales? Una vez inventé un
verdadero juego en 2-D en el que los Caballos no podían abandonar el plano
para superar otras piezas. Inténtalo. ¿Cómo afecta esto a tu estrategia? ¿Podría
un maestro de ajedrez mundial obligado a usar Caballos 2-D derrotar a un ex-
celente jugador usando Caballos hiperdimensionales estándar? ¿Cuál habría
sido el resultado de la partida entre el maestro de ajedrez Gary Kasparov y el

se vería el final de un agujero de gusano de Visser cuando flotaba en el espacio? Pare-


cería una caja oscura y rectangular. Puedes acercarte a este prisma negro y entrar cerca
del centro. Casi inmediatamente, usted saldría de una prisión oscura similar que consti-
tuye el otro lado del agujero de gusano. Estos dos prismas serían conectados vía la cuarta
dimensión a lo largo del eje del carrete que compacta la garganta del agujero de gusano.
El exterior del agujero de gusano de Visser actúa como un espejo gigante. La luz que
brilla sobre él rebotaría como si golpeara un material reflectante. Visser también propuso
otro modelo matemático para un agujero de gusano que se asemeja a dos manzanas sin
núcleo. Las paredes internas de la fruta están conectadas a lo largo de la cuarta dimen-
sión. Puede leer más acerca de esta estructura en el libro Cosmic Wormhole de Halpern
o en el artículo científico original de Visser.
Los agujeros de gusano Morris-Thorne pueden ser usados para viajes espaciales y en el
tiempo como se describe en el documento de Morris, Thorne y Yurtsever (ver Lecturas
Adicionales). Varios debates continúan sobre la posibilidad teórica de la máquina del
tiempo del agujero de gusano. Para los lectores interesados en otras discusiones, ver los
documentos de Visser. En mi libro Black Holes: A Traveler’s Guide, también incluyo
gráficos en color de versiones en 3-D de espuma cuántica y agujeros de gusano.

― 113 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

ordenador Deep Blue de IBM si Kasparov tuviera una torre hiperdimensional


que pudiera saltar por encima de otras piezas?

Figura 3.12 Extensión de las partidas de ajedrez a dimensiones superiores. (Dibujo de


Brian Mansfield.)

También es posible extender el ajedrez a dimensiones más altas sustitu-


yendo el tablero cuadrado estándar de 8×8 por tableros de dimensiones más
altas. Por ejemplo, el ajedrez puede ser generalizado a tres dimensiones ju-
gando en una cuadrícula de 8×8×8 de posiciones en un cubo 3-D. (Puedes
construir un modelo físico19 de una matriz de cubos en 3-D, con cada posición
posible para una pieza de ajedrez, o usar gráficos por computadora para crear
un tablero de juego virtual.) ¿Puedes diseñar un tablero así y modificar algunos
de los movimientos de ajedrez para que se extiendan a la tercera dimensión?
(Fig. 3.12)? Por ejemplo, la Reina también puede moverse en diagonal en la
tercera dimensión. ¿Es difícil dar jaque mate a un Rey que podría alejarse a
veintiséis posiciones? ¿Qué descubrimientos puede hacer sobre las estrategias
de juego y el poder relativo de las piezas de ajedrez? Generaliza tus resultados
a la cuarta dimensión. Considera también el ajedrez de Moebius jugado en una
banda de Moebius (Fig. 3.13).

19
Puede intentar usar láminas de plexiglás, suspendidas en las esquinas y en el centro
con cuerdas anudadas.

― 114 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 3.13 El ajedrez jugado en una banda de Moebius. (a) Posible configuración de
arranque. (b) En el ajedrez de Moebius, cualquier Caballo puede atacar al peón. (c) En
esta configuración, el peón no necesariamente protege al Caballo, porque la torre puede
viajar en la dirección opuesta y terminar debajo del Caballo. (Dibujo de Brian Mans-
field.)

― 115 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Como aprenderás en el Capítulo 5, una tira Moebius se crea girando una


tira de papel 180 grados y luego pegando los extremos. El objeto resultante
tiene sólo un lado.
Ahora que el maestro de ajedrez Gary Kasparov ha sido derrotado por una
computadora de IBM, tal vez variantes de ajedrez como éstas proporcionarían
una reserva infinita para nuevas partidas y teorías. 20
Cuando era joven, jugaba a juegos de Monopolio hiperdimensionales ali-
neando dos o más tableros, uno al lado del otro (Fig. 3.14). La plaza de esta-
cionamiento libre actuaba como un “agujero de gusano” entre universos para-
lelos. En otras palabras, si una pieza del juego aterriza en un Estacionamiento
Libre, tiene la opción de moverse a un tablero adyacente. Pruebe esta variante
alucinante. Me interesaría saber de lectores que han experimentado con el Mo-
nopolio hiperdimensional.

Figura 3.14 Extensión de los juegos de Monopolio a dimensiones superiores. Los cua-
drados de estacionamiento libre actúan como un agujero de gusano entre universos pa-
ralelos. (Dibujo de Brian Mansfield.)

20
El go es un juego más difícil que el ajedrez, pero la extensión a dimensiones superio-
res es, en cierto modo, conceptualmente simple.

― 116 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Teseracto de Rubik

Muchos de ustedes estarán familiarizados con el ingenioso rompecabezas


cúbico de Erno Rubik y sus variaciones que incluyen un cubo de 4×4×4 y
rompecabezas con forma de tetraedros. Una variación natural que nunca apa-
reció en los estantes de las jugueterías es la versión 4-D del cubo de Rubik, el
teseracto de Rubik. Dan Velleman (Amherst College) discute el teseracto de
Rubik 3×3×3×3 en la edición de febrero de 1992 de Mathematics Magazine.
Muchos de sus hallazgos fueron descubiertos con la ayuda de una colorida
simulación en una computadora Macintosh. Velleman comenta: “Por su-
puesto, el teseracto es algo más difícil de trabajar que el cubo, ya que no po-
demos construir un modelo físico y experimentar con él”. Aquellos de ustedes
que estén interesados en conocer los detalles de este teseracto que rompe la
mente, deben consultar su artículo. Vea el Apéndice A para más información
sobre el teseracto de Rubik.

Scully: Olvidé lo que era pasar un día en la corte.


Mulder: Es uno de los lujos de cazar extraterrestres y mutantes
genéticos. Rara vez puedes presentar cargos.
―“Fantasma en la máquina”, Los Expedientes-X

― 117 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cuatro

La esfera de mi visión comenzó a ampliarse. Luego pude percibir clara-


mente las paredes de la casa. Al principio parecían muy oscuras y opacas, pero
pronto se volvieron más brillantes, y luego transparentes; y en ese momento
pude ver las paredes de la vivienda contigua. Estas también se convirtieron
inmediatamente en luz, y se desvanecieron, derritiéndose como nubes ante mi
visión en progreso. Ahora podía ver los objetos, los muebles y las personas en
la casa contigua con la misma facilidad que en la habitación en la que estaba,
pero mi percepción seguía fluyendo. La amplia superficie de la tierra, durante
muchos cientos de kilómetros, ante el barrido de mi visión ―describiendo casi
un semicírculo― se hizo transparente como el agua más pura; y vi los cere-
bros, las vísceras y la anatomía completa de los animales que en ese momento
estaban durmiendo o merodeando por los bosques del Hemisferio Oriental, a
cientos e incluso miles de kilómetros de la habitación en la que yo estaba ha-
ciendo estas observaciones.
-Andrew Jackson Davis, The Magic Staff

Considere la situación real. Piense en miríadas de burbujas diminutas, muy


escasamente dispersas, que se elevan a través de un vasto mar negro. Nosotros
gobernamos algunas de las burbujas. De las aguas no sabemos nada.
-Larry Niven y Jerry Pournelle, La Paja en el Ojo de Dios

― 118 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Hiperesferas y teseractos

Sede del FBI, Washington, D.C., 8:00 P.M.

“¡Tenemos que salvar al Presidente!”


“Sally, lo intentaremos. Pero primero tenemos que continuar con nuestras
lecciones. Necesitamos más información antes de ir tras él”.
“No tenemos tiempo para eso.”
“Sally, debemos hacer tiempo. Cristóbal Colón no empezó a explorar sin
entender los principios básicos de la navegación”
Vuelves a tu oficina del FBI. “Quiero hablar más sobre las hiperesferas y
teseractos, las contrapartes 4-D de las esferas y cubos.” Dibujas un círculo en
el tablero con un punto en el centro. “Un círculo es el conjunto de puntos (en
un plano) todos a la misma distancia r de un punto. Una esfera es el conjunto
de puntos (en el espacio) todos a la misma distancia r de un punto. De manera
similar, una hiperesfera es la colección de puntos (en el hiperespacio) todos a
la misma distancia r de un punto.”
Sally se acerca a la tabla. “Si una hiperesfera con un radio de 17 pies lle-
gara a nuestro mundo, ¿qué puntos habría en ella?” Señala con el dedo en el
aire. “Supongamos que su centro está situado en la punta de mi dedo.”
Durante varios segundos, miras fijamente las uñas elegantemente cuidadas
de Sally antes de tomar una cuerda de tu cajón y medir diecisiete pies. “Sally,
¿me prestas uno de tus pendientes?”
Se quita un pequeño pendiente de oro de su oreja izquierda y te lo entrega.
Le haces un nudo alrededor. Atas el otro extremo de la cuerda a su dedo y te
alejas hasta que la cuerda esté tensa. “Todos los puntos que están a 17 pies de
la punta de tu dedo estarían en la hiperesfera. Ahora mismo, tu pendiente to-
caría el borde de la hiperesfera. Mientras la cuerda esté tensa, el anillo perma-
nece en la hiperesfera mientras muevo el anillo a través de nuestro espacio.
Pero supongamos que pudiéramos mover el cordel hacia la cuarta dimensión.
Podría mover el pendiente a ocho pies de distancia de tu dedo en nuestro es-
pacio, luego girar en ángulos rectos, y luego moverme quince pies épsilon en
el hiperespacio. Tu anillo aún estaría en la hiperesfera”.

― 119 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.1 Una sección transversal de una hiperesfera centrada en C. El radio de la hi-
peresfera es de diecisiete pies.

“¿Cómo determinó que ocho y quince eran los números correctos?”


“¿Recuerdas el teorema de Pitágoras, o la fórmula de la distancia? Si se
mueve sólo en dos direcciones, la distancia d se medirá con x2 + y2 = d2. Así
que para nuestro ejemplo, 82 + 152 = 172” (Fig. 4.1).
Sally asiente con la cabeza. “Usando su fórmula, esto significa que no im-
porta en qué dirección se aleje ocho pies de mi dedo, el movimiento adicional
de quince pies hacia arriba de la silueta da un punto exactamente a diecisiete
pies de distancia de la punta de mi dedo.”
“Sí. Eso también significa que, si tomamos todos los puntos de una esfera
de 8 pies alrededor de la punta de tu dedo, y ellos se mueven hacia épsilon 15
pies, tendremos una esfera de puntos desplazada que pertenecen a la hiperes-
fera de 17 pies alrededor de la punta de tu dedo.”
Sally piensa por unos segundos. “Ahora puedo entender por qué una hi-
peresfera consiste en una serie de esferas ―esferas que se hacen más pequeñas
a medida que uno se aleja de la punta de mi dedo hacia épsilon o delta al centro
de la esfera―. Además, cuanto menos me alejo del centro de la hiperesfera en
nuestro espacio, más puedo moverme hacia épsilon o delta para estar en la
superficie de la hiperesfera”.
“Así es. Todas las esferas forman una hipersuperficie tridimensional que
es análoga a una superficie bidimensional de una esfera. La hipersuperficie de
una hiperesfera es simplemente un espacio 3-D curvado en un espacio 4-D.
Como te dije una vez, algunos científicos piensan que nuestro universo es la
hipersuperficie de una hiperesfera muy grande. Sin embargo, incluso si esto es
cierto, las personas parecen estar confinadas a tres grados de libertad porque

― 120 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

están confinadas a la superficie tridimensional. De manera similar, una hor-


miga que camina sobre la superficie de una esfera está confinada a la superficie
2-D y tiene dos grados de libertad.
Te acercas a un hermoso armario de nogal en un rincón oscuro de tu ofi-
cina. La puerta del gabinete está cerrada, así que buscas una llave en tu bolsi-
llo. En las cercanías, un puesto de venta contiene partituras y una guitarra. En
tu mesa de café hay una extraña variedad de revistas, desde Wired hasta Sushi
News, Chess Life y Scientific American.
Alrededor de la mesa hay tres sillas Chippendale antiguas, cubiertas de
tapicería. Sally se sienta y mira fijamente las pinturas de la pared -varias obras
postimpresionistas francesas con colores exuberantes, especialmente las de
Paul Gauguin. Su favorita es Spirit of the Dead Watching que representa a una
mujer acostada en una cama con un búho volando sobre ella y un hombre,
vestido de negro, sentado cerca. El cuadro es una reproducción excelente -el
original vale millones de dólares, difícilmente asequible con el escaso salario
que paga el FBI.
Desbloqueas el gabinete y retiras un hueso grande. “Sally, toma este
hueso.”
“¿De dónde sacaste esta cosa?”
“Es el hueso humano más largo registrado, un hueso del muslo de 29,9
pulgadas del gigante alemán Constantino, que murió en Mons, Bélgica, en
1902, a la edad de 30 años.”
Sally te mira sospechosamente.
“Suponga que pongo un alfiler en un extremo de este hueso y lo giro sobre
una mesa. ¿Qué forma tendría su extremo libre?”
“Un círculo”.
“Ahora empieza a balancear el hueso por todos lados, pero mantén la mano
en un punto tanto como sea posible.”
Sally empieza a balancear el hueso en todas las direcciones. “¿Adónde
quieres llegar? Mi brazo se está cansando.”
“Ahora el fin libre es trazar una esfera. Supongamos ahora que el espacio
tiene una cuarta coordenada en ángulo recto con las otras tres y que se puede
mover el hueso en cuatro espacios. El extremo libre generaría una hiperesfera.

― 121 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“La superficie de una n-esfera tiene una dimensionalidad de n–1. Por


ejemplo, la ‘superficie’ de un círculo es una línea de una dimensión. La super-
ficie de una esfera es bidimensional. La superficie de una hiperesfera es tridi-
mensional. Muchos físicos de finales de 1800 pensaron que fuerzas como la
gravedad y el electromagnetismo podían ser transmitidas por las vibraciones
de una hiperesfera”.
Sally te arroja el hueso. “Ya me dijiste que Einstein propuso la superficie
de una hiperesfera como modelo de nuestro universo. Sería finito pero sin lí-
mites, como la superficie de una pelota. Es una teoría interesante”.
Coges el hueso con un hábil movimiento de la muñeca y lo tiras a una silla.
Metes la mano en un armario y sacas dos pelotas de tenis.
Sally las mira. “¿Por qué es tan difícil imaginar nuestro espacio como hi-
peresférico?”
Le tiras una de las bolas a Sally. “La curvatura de nuestro universo 3-D
estaría en la dirección de la cuarta dimensión. Nuestras ‘líneas rectas’ serían
en realidad curvas, pero en una dirección desconocida para nosotros. Esto sería
similar a una criatura que vive en la superficie de dos espacios de una esfera.
Las líneas que le parecían rectas en realidad eran curvas. Las líneas paralelas
podrían realmente intersecarse, al igual que las líneas de longitud (que parecen
paralelas en el ecuador) se intersectan en los polos. Esta curvatura podría ser
difícil de detectar si su universo, o el nuestro, era grande comparado con la
curvatura local. En otras palabras, sólo si el radio de la hiperesfera (cuya hi-
persuperficie forma nuestro espacio tridimensional) fuera muy pequeño, po-
dríamos notarlo”.
Sally juega con la bola, estudiando su superficie lisa. “¿Qué pasaría si vi-
viéramos en una hipersuperficie de una hiperesfera cuyo radio era del tamaño
de un estadio de fútbol?”
“En un universo tan pequeño, si corres en línea recta, regresarías a tu punto
de partida muy rápidamente. En cualquier dirección que miraras, te verías a ti
mismo” (Fig. 4.2a). Se hace una pausa dramática antes de lanzarse a una línea
de pensamiento más intrigante. “La idea de que nuestro espacio tridimensional
es la superficie de la hiperesfera es seriamente considerada por muchos cien-
tíficos responsables. Esta idea sugiere otra posibilidad aún más descabellada”.
“¿Sí?”

― 122 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.2 Universos extraños. (a) To-


carse la espalda en un universo pe-
queño y cerrado. (Dibujo de Clay
Fried.) (b) Como burbujas flotando en
el aire, muchos mundos n-dimensio-
nales separados podrían existir si el
universo fuera n+1-dimensional. ¿Po-
dría ser nuestro universo uno de mu-
chos separados en el espacio 4-D? Si
estos espacios se tocaran en algún mo-
mento, ¿seríamos capaces de comuni-
carnos con un mundo adyacente? (c)
Tu amigo “de adentro hacia afuera” en
un universo pequeño e hiperesférico.
(Dibujo de Clay Fried.)

― 123 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“Sally, considera que Flatland existe como la superficie de una esfera.


Imagina que la superficie de la pelota de tenis en tu mano es llana. Las tres
dimensiones permiten la posibilidad de que muchas Flatlands esféricas sepa-
radas floten en un espacio tridimensional. Piensa en muchas burbujas flotantes
en las que la superficie de cada burbuja es un universo entero para los Flatlan-
ders. Del mismo modo, podría haber muchos universos hiperesféricos flotando
en el espacio 4-D” (Fig. 4.2b).
Sally asiente con la cabeza. “Si hay muchos universos hiperesféricos, ¿por
qué no podemos escapar de nuestra hiperesfera y explorar estos otros univer-
sos?”
“Esa es una buena pregunta.21 No tengo respuesta, pero ahora parece que
los Omegamorfos están cambiando todo eso.”

21
Universos auto-reproductores: La teoría del físico Andrei Linde sobre los universos
auto-reproductores implica que los nuevos universos están siendo creados todo el tiempo
a través de un proceso en ciernes. En esta teoría, pequeñas bolas de espacio-tiempo lla-
madas “universos bebé” son creadas en universos como el nuestro y evolucionan hacia
universos que se parecen a los nuestros. Esta teoría no significa que podamos encontrar
este otro universo viajando en un cohete. Estos universos que se alejan de los nuestros
podrían separarse de nuestro espacio-tiempo y luego desaparecer. (Por un momento muy
breve, una delgada hebra de espacio-tiempo llamada agujero de gusano podría conectar
los universos bebé y padre. Los agujeros de gusano tendrían diámetros 10 20 más peque-
ños que la dimensión de un núcleo atómico, y el agujero de gusano podría permanecer
en existencia por sólo 10–43 segundos.) Los universos bebés también tendrían descen-
dencia, y todos los innumerables universos podrían ser muy diferentes. Algunos podrían
colapsar en la nada rápidamente después de su creación. Stephen Hawking ha sugerido
que las partículas subatómicas viajan constantemente a través de los agujeros de gusano
de un universo a otro.
El universo es su propia madre: Los físicos Li-Xin Li y J. Richard Gott III de la Uni-
versidad de Princeton sugieren la posibilidad de “curvas temporales cerradas” -donde
no hay nada en las leyes de la física que impida que el universo se cree a sí mismo? En
un artículo de Science News de 1998, Gott sugiere: “El universo no estaba hecho de la
nada. Surgió de algo, y ese algo era en sí mismo. Para hacer eso, el truco es viajar en el
tiempo”. Li y Gott sugieren que un universo que experimenta la rápida expansión inicial
conocida como inflación podría dar lugar a universos bebés, uno de los cuales (por me-
dio de una curva cerrada en forma de tiempo) resultaría ser el universo original. “Las
leyes de la física pueden permitir que el universo sea su propia madre.”
El multiverso: En 1998, Max Tegmark, un físico del Instituto de Estudios Avanzados de
Princeton, Nueva Jersey, utilizó un argumento matemático para reforzar su propia teoría
de la existencia de universos múltiples que “bailan al son de conjuntos de ecuaciones de

― 124 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally te arroja la pelota de tenis. “Si viviéramos en un universo hiperesfé-


rico y viajaras a un punto del universo que estuviera más lejos de mí, aún po-
dría verte con un telescopio sin importar en qué dirección mirara.”
“Eso es cierto si la esfera no fuera demasiado grande.”
“Si pudiera verte sin importar dónde mire, ¿me parecerías infinitamente
grande?”
Colocas las pelotas de tenis de nuevo en el armario. “Sí. Aún más extraño,
yo estaría al revés. En otras palabras, en vez de que mi piel y mi cabello formen
una superficie alrededor de mis tripas, parecería que mis tripas están en el ex-
terior, ¡y mi cabello y mi piel te estarían rodeando! Por supuesto, no notaría
nada extraño. No estaría a punto de morir. Para mí, te verías infinitamente
grande y del revés” (Fig. 4.2c).
Le tiras una pelota de baloncesto a Sally. “Siguiente lección. Si cortas esta
esfera con un plano, producirías un círculo. Si cortas una hiperesfera con un
hiperplano en 3D, la sección transversal es una esfera”.
Sally mira el balón de baloncesto. “¿Qué pasa si intentas cortar una hiper-
esfera con un plano 2D normal?”
“Sally, no puedes cortar una hiperesfera en dos partes con un avión en 2D.
Un hiperbásquetbol, cortado por la mitad por un avión, permanece en una sola

física completamente diferentes”. La idea de que existe un vasto “conjunto” de universos


(un multiverso) no es nueva -la idea se da en la interpretación de muchos mundos de la
mecánica cuántica y la rama de la teoría de la inflación que sugiere que nuestro universo
es sólo una pequeña burbuja en un universo tremendamente más grande. En “Anything
Goes” de Marcus Chown, en la edición de junio de 1998 de New Scientist, Tegmark
sugiere que en realidad existe una mayor simplicidad (por ejemplo, menos información)
en la noción de un multiverso que en un universo individual. Para ilustrar este argu-
mento, Tegmark da el ejemplo de los números entre 0 y 1. Una definición útil de la
complejidad de algo es la longitud de un programa de ordenador necesaria para gene-
rarlo. Considere lo difícil que puede ser generar un número escogido arbitrariamente
entre 0 y 1 especificado por un número infinito de dígitos. Expresar el número requeriría
un programa de computadora infinitamente largo. Por otro lado, si le dijeran que escri-
biera un programa que produjera todos los números entre 0 y 1, las instrucciones serían
fáciles. Comenzar en 0, pasar por 0,1; 0; 0,3 y así sucesivamente, luego 0,01; 0,11; 0,21;
0,31 Este programa sería fácil de escribir, lo que significa que crear todas las posibili-
dades es mucho más fácil que crear una muy específica. Tegmark extrapola esta idea
para sugerir que la existencia de infinitamente muchos universos es más simple, menos
derrochadora y más probable que un solo universo.

― 125 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

pieza, al igual que una esfera perforada con una línea no se desmorona en dos
piezas separadas. Esto significa que una guillotina para un hiperser sería un
objeto tridimensional como un cubo, no un plano”.
Tomas el balón de las manos de Sally y lo desinfla con un alfiler. “Si te
pidiera que le des la vuelta a esta pelota de baloncesto, ¿podrías?”
Sally lo estudia por un momento. “No lo creo, no sin cortarlo.
Asiente con la cabeza. “Correcto. Sin embargo, una esfera flexible de cual-
quier dimensión puede ser girada del revés a través de la siguiente dimensión
más alta. Por ejemplo, nosotros los seres tridimensionales podemos girar un
anillo de goma del revés para que su superficie exterior se convierta en la in-
terior y la interior en la exterior. Pruébalo con una goma elástica. Del mismo
modo, un hiperser podría agarrar esta pelota de baloncesto y voltearla del revés
a través de su espacio”.
“¿Significa esto que un hiperser podría poner a un humano del revés?”
“Desde un punto de vista práctico, no somos tan flexibles como una pelota
de goma. Tampoco somos esferas. Somos más como una esfera con un tubo
digestivo en el medio. Pero tienes razón, topológicamente hablando, un hiper-
ser podría hacernos cosas raras”.
Fuera de tu ventana, ves al hombre con el traje de Papá Noel. “¿Quién es
ese?”
Sally se asoma. “Nadie especial, estoy seguro.”
Intentas desesperadamente vislumbrar su rostro, pero no hay suficiente
luz. Todo lo que puedes ver es una figura vestida con un traje rojo. Aunque no
puedas observar la cara del hombre, reconoces algo familiar. En su mano iz-
quierda hay un tatuaje en forma de teseracto proyectado en dos dimensiones.
¿Podría ser un agente de los Omegamorfos? Peor aún, sientes que el hombre
te está buscando.
Estás paralizado; estás seguro de que el hombre de Santa Claus sabe que
estás allí. Tu cuerpo se tensa, esperando, ¿pero para qué? Afuera en la calle,
los sonidos se mezclan en un silbido cacofónico. Escuchas voces, pero nunca
puedes identificar frases. Hay algo de risa.
Parpadeas y el hombre se va. Así como muchas personas están caminando
por la acera, pero los sonidos son más suaves, menos tensos.
Sally te golpea en la espalda. “No es nadie. Es la época del año”.

― 126 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Asientes con la cabeza y retiras un cubo de madera de su armario. “Sí-


gueme a la pizarra. Quiero hablar de teseractos, los análogos en 4-D de un
cubo. Puedes hacerte una idea de cómo son empezando por las dimensiones
más bajas. Por ejemplo, si mueves un punto de izquierda a derecha, trazas un
segmento de línea 1-D”. Colocas la punta de tu tiza sobre el pizarrón negro y
mueves la punta hacia la derecha para que forme una línea. “Si tomas este
segmento de línea y lo mueves hacia arriba (perpendicularmente) a lo largo de
la pizarra, produces una casilla 2D. Si se mueve la casilla fuera de la pizarra,
se produce un cubo 3-D” (Fig. 4.3).

Figura 4.3 Cuando se mueven, las figuras de dimensiones más bajas, trazan figuras de
dimensiones más altas.

Sally se acerca. “¿Cómo podemos sacar la casilla de la pizarra?”


“No podemos hacer eso, pero podemos representar gráficamente el movi-
miento perpendicular moviendo el cuadrado ―en la pizarra― en una direc-
ción diagonal a los dos primeros movimientos. De hecho, si usamos la otra
dirección diagonal para representar la cuarta dimensión, podemos mover la
imagen del cubo en esta cuarta dimensión para dibujar un hipercubo 4-D, tam-
bién conocido como teseracto. O podemos rotar el cubo y moverlo directa-
mente hacia arriba en el dibujo” (Fig. 4.4).
“Hermoso. El teseracto es producido por el recorrido de un cubo que se
mueve hacia la cuarta dimensión”.

― 127 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.4 Un hipercubo (derecha) generado al mover (izquierda) un cubo a lo largo de


la cuarta dimensión.

“Así es, Sally. Nuestros poderes visuales tienen dificultades para mover la
imagen de un cubo, pero podemos asumir que el cubo se desplaza una distan-
cia en una dirección perpendicular a sus tres ejes. Incluso podemos anotar el
número de esquinas, bordes, caras y sólidos para objetos de mayor dimensión”.
Escribes en la pizarra:

Hipervo-
Esquinas Bordes Caras Sólidos lúmenes
Punto 1 0 0 0 0
Segmento de lí-
2 1 0 0 0
nea
Cuadrado 4 4 1 0 0
Cubo 8 12 6 1 0
Hipercubo 16 32 24 8 1
Hiperhipercubo 32 80 80 40 10

Miras fijamente a los ojos de Sally con las pupilas ligeramente dilatadas
en la tenue luz de la habitación. “Mira el dibujo del hipercubo. ¿Puedes ver las
dieciséis esquinas? El número de esquinas (o vértices) se duplica cada vez que
aumentamos la dimensión del objeto. El hipercubo tiene treinta y dos bordes.
Para obtener los volúmenes de cada objeto, todo lo que tienes que hacer es
multiplicar la longitud de los lados. Por ejemplo, el volumen de un cubo es l3
donde l es la longitud de un lado. El hipervolumen de un hipercubo es l4. El
hipervolumen de un cubo 5-D es l5, y así sucesivamente.

― 128 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“¿Cómo podemos entender que un hipercubo tiene treinta y dos bordes?”


“El hipercubo puede ser creado desplazando un cubo en la dirección épsi-
lon o delta y viendo el trayecto que sigue. Sumemos los bordes. El cubo colo-
cado inicialmente y el cubo colocado finalmente tienen cada uno doce bordes.
Cada una de las ocho esquinas del cubo traza un borde durante el movimiento.
Esto da un total de treinta y dos bordes. El dibujo es sin perspectiva, porque
las diferentes caras no se hacen más pequeñas a medida que se alejan del ojo”
(Fig. 4.4).
Le das a Sally un cubo de azúcar y un alfiler. “¿Puedes tocar algún punto
dentro de cualquiera de las caras cuadradas sin que los alfileres pasen por otro
punto de la cara?”
“Por supuesto.”
“Sally, pensemos en lo que eso significaría para un hiperhombre que toca
las ‘caras’ cúbicas de un teseracto. Por un lado, un hiperhombre puede tocar
cualquier punto dentro de cualquier cara cúbica sin que el alfiler pase por nin-
gún punto del cubo. Los puntos están ‘dentro’ de un cubo sólo para ti y para
mí. Para un hiperhombre, cada punto de cada cara cúbica de un teseracto está
expuesto directamente a su visión mientras gira el teseracto en sus manos.”
Vas a la pizarra y empiezas a dibujar. “Hay otra forma de dibujar un hi-
percubo. Nota que, si miras un modelo de marco de alambre de un cubo con
su cara directamente frente a ti, verás un cuadrado dentro de un cuadrado. El
cuadrado más pequeño está más lejos de tu ojo y se dibuja más pequeño porque
el dibujo está en perspectiva. Si miraras un hipercubo de la misma manera,
verías un cubo dentro de otro cubo. La parte más cercana del hipercubo apa-
rece como un cubo grande, y la parte más lejana aparece como un cubo más
pequeño dentro del más grande. Esto se denomina ‘proyección central’ del
hipercubo. Más exactamente, se trata de una proyección plana de un modelo
tridimensional que es a su vez una proyección de un hipercubo (Fig. 4.5). Esta
es una sombra que se puede ver si un hipercubo se ilumina desde un punto
épsilon por encima del espacio ordinario en la cuarta dimensión”.
Sally estudia la figura. “Un cubo está delimitado por caras cuadradas y un
hipercubo por caras cúbicas?”
“Correcto”.

― 129 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.5 Un modelo de alambre de un cubo visto de frente y un teseracto.

“¿Un hipercubo contiene ocho cubos en su hipersuperficie?” “Correcto”.


“Pero no los veo en su dibujo de proyección central” (Fig. 4.5).
“Sally, seis de los ocho cubos están distorsionados por la proyección de la
misma manera que cuatro de las caras cuadradas del cubo están distorsionadas
cuando se dibujan en un plano. Para un teseracto, los ocho cubos son: el cubo
grande, el pequeño cubo interior y seis hexaedros (cubos distorsionados) que
rodean al pequeño cubo interior”.
Sonríes mientras miras la cara de Sally y estudias la palidez de su piel, la
suavidad de sus labios, la suave humedad de sus ojos. Tiene los ojos de un
cervatillo. Por un instante te imaginas a ti y a Sally frente a una chimenea
rugiente con copas delgadas de champán. Ah, pero esa fantasía es ridícula.
Somos profesionales.
“Sally, ¿te has preguntado cómo sería una hiperesfera proyectada en nues-
tro universo?”
Ella sonríe. “Claro, todos los días, cada hora de vigilia.”
Sacas un globo de cristal con todos los continentes marcados. Lo iluminas
con una luz y miras la proyección en la pared. “Primero, consideremos la pro-
yección de una esfera ordinaria en un plano.” Apuntas a un punto proyectado
en la pared. “Nota que los dos hemisferios se superpondrán, y que la distancia
entre nuestra sede del FBI y China parece muy corta. Por supuesto, eso es sólo
porque estamos viendo una proyección. De hecho, cada punto de la proyección
representa dos puntos opuestos en el globo terráqueo original. China y Amé-
rica no se superponen porque están en lados opuestos del globo”.

― 130 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally estudia la proyección en la pared. “Lo que estamos viendo parece


como dos discos planos juntos y unidos a lo largo de sus circunferencias ex-
ternas.”
“Correcto. Mira cómo giro el globo terráqueo. La proyección hace que
parezca que la Tierra está girando tanto a la derecha como a la izquierda si-
multáneamente. ¿Se volvería loco un ser 2-D tratando de imaginar un objeto
girando en tres dimensiones?”
“¡Imagina nuestra dificultad para visualizar un planeta giratorio en 4-D!”
Asiente con la cabeza. “Se puede imaginar una proyección espacial de una
hiperesfera en nuestro mundo como dos cuerpos esféricos que se atraviesan
entre sí y se unen a lo largo de sus superficies exteriores. Sería como si dos
manzanas crecieran juntas en las mismas regiones del espacio y se unieran en
sus pieles”.

Figura 4.6 Una manera de desplegar un cubo. Las flechas muestran una forma de doblar
las caras para reformar el cubo (por ejemplo, la cara inferior se conecta a la cara supe-
rior.)

Colocas el globo terráqueo sobre una vieja alfombra oriental que cubre el
suelo de madera dura de tu oficina. “Volvamos a prestar atención a los hiper-
cubos. Otra forma de representar un hipercubo es mostrar cómo sería si estu-

― 131 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

viera desplegado”. Saca un cubo de papel que ha sido pegado con cinta adhe-
siva y quita algunos pedazos de la cinta. “Por analogía, se pueden desplegar
las caras de un cubo de papel y hacerlo plano” (Fig. 4.6).
Luego se saca un modelo de papel de un hipercubo desplegado. “Sally,
podemos cortar un hipercubo y ‘aplanarlo’ a la tercera dimensión de la misma
manera que aplanamos un cubo desplegándolo en la segunda dimensión. En el
caso del hipercubo, las ‘caras’ son realmente cubos” (Fig. 4.7).

Figura 4.7 Una forma de desplegar un hipercubo. Al igual que con el cubo de la Figura
4.6, la “cara” cúbica inferior debe unirse con la “cara” superior al plegar los cubos para
reformar el hipercubo. Este plegado debe realizarse en la cuarta dimensión. (La cara
cúbica más adelantada está sombreada para ayudar a clarificar el dibujo.)

Apuntas a un cartel en la pared. “El hipercubo ha sido usado a menudo en


el arte. Mi favorito es el hipercubo desplegado del cuadro de Salvador Dalí de
1954, Corpus Hypercubus (Fig. 4.8). Al hacer de la cruz un teseracto desple-
gado, Dalí representa la creencia cristiana ortodoxa de que la muerte de Cristo
fue un acontecimiento metahistórico que tuvo lugar en una región fuera de
nuestro espacio y tiempo. Nosotros, los humanos ordinarios, sólo podíamos
ver el evento con una visión limitada en un teseracto desplegado”.

― 132 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.8 La crucifixión (Corpus Hypercubus), de Salvador Dalí (1954). Óleo sobre
lata, Museo Metropolitano de Arte, Colección Chester Dale. ©1999 Artists Rights So-
ciety, Nueva York.

― 133 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally sostiene el hipercubo desplegado en sus delgadas manos. “Hemos


hablado de cómo una prisión cúbica no podría atrapar a un ser 4-D. Pero, ¿po-
dría una prisión de teseracto contener a una criatura así? Quizá podamos atra-
par a la criatura que se llevó al presidente en un hipercubo”.
Asiente con la cabeza. “Eso es correcto.”
“¿Cómo sería una prisión hipercúbica en nuestro mundo?”
“Sally, otra vez razonemos por analogía y consideremos cómo sería una
prisión cúbica para un Flatlander. Finjamos que la prisión es un cubo hueco
hecho de acero. Cuando la prisión fue empujada hacia abajo a través de
Flatlander, el Flatlander primero vería una cara cuadrada sólida. Este es el piso
de la prisión. Luego, las paredes serían empujadas hacia abajo, formando un
cuadrado hueco en Flatland. Finalmente, el Flatlander vería una sólida cara
cuadrada que se correlacionaba con el techo de la cárcel. Si el presidente estu-
viera en esta cárcel cúbica mientras fue empujado a Flatland, primero vería-
mos secciones transversales de sus pies, luego cuerpo, luego cabeza, hasta que
desapareció”.
“Si empujamos la prisión cúbica en ángulos extraños, podríamos ver otras
intersecciones con Flatland.”
Mueves a Sally a la bañera de agua de tu oficina, que usas para entender
las intersecciones de objetos tridimensionales con Flatland. “Sally, tienes ra-
zón como siempre. En mi ejemplo, empujé la prisión en ángulos rectos para
que tuviera una sección transversal cuadrada. Pero si inclinamos la prisión de
manera que una de sus esquinas quede hacia abajo, primero veremos un punto,
luego un triángulo, luego una figura de seis lados (un hexágono), luego un
triángulo y finalmente un punto”. Empujas lentamente un cubo de vidrio en el
agua, primero en la esquina, para mostrarle a Sally las diferentes secciones
transversales (Fig. 4.9).
“Ahora consideremos una prisión hipercúbica que contiene al presidente
y también al Omegamorfo que lo secuestró. Si el hipercubo fuera empujado
delta a nuestro espacio, podríamos ver primero su ‘suelo cúbico’. Este piso
sería un cubo de acero macizo correspondiente a la cara de acero de la prisión
tridimensional. Luego encontramos cubos de acero huecos, y finalmente el
cubo de acero macizo ‘techo’. Si el cubo estuviera hecho de vidrio para que
pudiéramos ver dentro, el presidente podría materializarse de una sola vez de

― 134 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

la misma manera que un Flatlander alineado paralelamente a Flatlander podría


materializarse de una sola vez al cruzar Flatland”.
“El Omegamorfo 4-D parecería pelo o manchas de piel cuando la prisión
4-D fue bajada a nuestro mundo, y el teseracto que cruza nuestro mundo podría
parecer un cubo hueco ordinario.”

Figura 4.9 A medida que la prisión cúbica se mueve hacia abajo, primero en las esquinas,
a través de Flatland, sus habitantes ven primero un punto, luego una serie de triángulos
en crecimiento, luego hexágonos, luego triángulos y luego un punto. (After Banchoff.)

Asientes con la cabeza. “Sally, si Satanás fuera un ser 4-D, sería posible
confinarle en una prisión de teseracto. Si fuera un cubo ordinario, Satanás po-
dría huir a la cuarta dimensión. Sin embargo, si el cubo en nuestro mundo fuera
realmente parte de un hipercubo, estaría atrapado. Cuando salte a la cuarta
dimensión, se golpearía la cabeza contra un techo cúbico. De la misma manera,
un Flatlander con la habilidad de saltar a la tercera dimensión se golpearía a sí
mismo en una prisión cúbica que abarcaba todo su mundo”.
Tú y Sally están callados mientras miran las luces de la calle. Arrojan som-
bras que brotan a tu alrededor como si fueran criaturas vivientes.

― 135 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

De repente, la mayoría de las luces se apagan. Otros parpadean como lu-


ciérnagas.
Te vuelves hacia Sally. “Debe ser un problema eléctrico.”
Ella se acerca a ti. “Espeluznante”.
Quiero volar, piensas mientras miras en el oscuro cuarto. Volar a la cuarta
dimensión, como un pájaro. Volar, sentir la oleada de tu cuerpo mientras se
eleva hacia el universo superior. Sin aliento.
Te imaginas una fuerza que te mueve suave pero decididamente hacia
arriba. Las voces flotan a tu alrededor como el rompimiento de las olas del
océano sobre las rocas.
Miras por la ventana y de vez en cuando ves pájaros fantásticamente bri-
llantes que se posan en los capós de los coches. ¿Podrían ser aves de la cuarta
dimensión? Tal vez “pájaro” no sea la palabra correcta. Sus tenues alas tiem-
blan en cuerpos que se asemejan a bolas de lana. Algunos de los animales
tienen cuerpos más delgados. Las manchas en su piel brillan como luces de
neón. Luego las motas se desvanecen con la llovizna de la noche.
La única iluminación proviene de las luces verdes y rojas emitidas por las
bacterias bioluminiscentes que cubren los árboles. Te recuerda a la Navidad.

La ciencia detrás de la ciencia ficción

La brecha entre la creencia y la ciencia natural sólo se puede salvar hoy en


día si es posible transponer el concepto de espacio, que ha adquirido una po-
sición de importancia primordial en la física moderna, en una connotación su-
perior a la imagen mundial de la creencia.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

La física teórica se parece cada vez más a la ciencia ficción.


―Steven Weinberg, Los primeros tres minutos

― 136 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Cubos de Hinton

Uno de los mayores desafíos para entender la cuarta dimensión es la vi-


sualización de objetos en 4-D. El físico alemán del siglo XIX Hermann von
Helmholtz creía que el cerebro humano podía visualizar la cuarta dimensión
si tenía los datos de entrada correctos. La investigación detallada de Helmholtz
sobre la visión le llevó a refutar la teoría de Immanuel Kant de que el espacio
es una cosa absoluta fija con una realidad propia, independiente de los objetos
materiales (véase el documento de Kant de 1768 “On the First Ground of the
Distinction of Regions in Space”). Helmholtz trató de mostrar exactamente
cómo el sentido de la visión creó la idea del espacio. En otras palabras,
Helmholtz creía que el espacio era un concepto aprendido, no inherente. Ade-
más, Helmholtz también atacó la insistencia de Kant de que el espacio tenía
que ser tridimensional porque así era como la mente tenía que concebirlo. Por
ejemplo, Helmholtz utilizó sus considerables talentos matemáticos para inves-
tigar las propiedades del espacio no euclidiano y demostró que podía conce-
birse y trabajarse con casi la misma facilidad que la geometría de las tres di-
mensiones.
El primer artículo publicado de Kant, “Thoughts on the True Estimation
of Living Forces” (1747), sugiere que sentía curiosidad por la cuarta dimen-

― 137 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

sión. En su artículo, Kant pregunta: “¿Por qué nuestro espacio es tridimensio-


nal?” Utiliza la física para recordarnos que fuerzas como la gravedad parecen
moverse a través del espacio como esferas en expansión; es decir, su fuerza
varía inversamente con el cuadrado de la distancia. Kant razonó que si Dios
hubiera escogido hacer un mundo donde las fuerzas variaran inversamente con
el cubo de la distancia, Dios habría requerido un espacio de cuatro dimensio-
nes.
A finales del siglo XIX, el matemático inglés Charles Howard Hinton pasó
años creando nuevos métodos por los cuales la gente común podía “ver” obje-
tos 4-D.22 Eventualmente, inventó cubos especiales que se decía ayudaban a
visualizar hipercubos. Estos modelos llegarían a ser conocidos como cubos de
Hinton y se anunciaban en revistas e incluso se utilizaban en sesiones de espi-
ritismo. Al meditar en los cubos de Hinton, se rumoreaba que la gente no sólo
podía vislumbrar la cuarta dimensión, sino también los fantasmas de los miem-
bros muertos de la familia.
Charles Hinton estudió matemáticas en Oxford, se casó con Mary Boole
(una de las hijas del famoso lógico George Boole), y luego se mudó a los Es-
tados Unidos tras ser condenado por bigamia. Enseñó matemáticas en la Uni-
versidad de Princeton y en la Universidad de Minnesota. En 1907, Hinton pu-
blicó An Episode of Flatland (un trabajo más científico que Flatland de
Abbott) en el que criaturas 2-D residían en la superficie de un mundo circular
llamado Astria. La gravedad se comporta como en nuestro mundo, excepto
que en el plano su fuerza varía inversamente con la distancia en lugar de con
el cuadrado de la distancia.
En el libro de Hinton, los astrianos sólo tienen un ojo, igual que las cria-
turas de Flatland de Abbott. (En principio, ambos autores podrían haber dado
a sus criaturas dos ojos, cada uno con retinas 1-D, para proporcionarles visión
binocular.) Para superarse mientras viajan por la superficie de Astria, los ha-

22
Hinton acuñó la palabra “teseracto” para el hipercubo desplegado en la Figura 4.7.
Otros lo han usado para referirse a la proyección central en la Figura 4.5, mientras que
otros lo usan indistintamente con la palabra “hipercubo”. Uno de los primeros dibujos
de hipercubo publicados (como en la Fig. 4.5) fue dibujado por el arquitecto Claude
Bragdon en 1913, quien incorporó el diseño en su arquitectura.

― 138 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

bitantes deben pasar por encima o por debajo de los demás, como los acróba-
tas. Todas las astrianas nacen mirando hacia el oeste; todos los machos nacen
mirando hacia el este. Los astrianos mantienen su orientación hasta que mue-
ren porque no hay manera de “voltearse” sin ser rotados en la tercera dimen-
sión. Para besar a su hijo, un padre astriano debe sostenerlo boca abajo. (Es
una pena que los astrianos no tuvieran cuellos largos que les permitieran incli-
nar la cabeza hacia atrás y hacia abajo para ver detrás de ellos.)
¿Cómo sería vivir en Astria, un mundo 2-D completamente desarrollado
con la gravedad y todas las leyes de la física? Por un lado, sería difícil construir
casas con varias ventanas abiertas al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando la
ventana delantera está abierta, la ventana trasera debe mantenerse cerrada para
evitar que la casa se derrumbe. Los tubos perfectamente huecos serían difíciles
de construir. ¿Cómo mantendría ambos lados de las tuberías juntos sin sellar
el tubo? Podría ser posible tener tubos con una serie de válvulas de enclava-
miento, como la tripa de agarre automático discutida en el Capítulo 2. Podrías
hacer un túnel con una serie de puertas que se cerraban detrás de ti mientras
caminabas. Pero nunca podrías tener todas las puertas abiertas a la vez o el
túnel podría colapsar. Las cuerdas no pueden ser anudadas ya que los segmen-
tos de línea no anudan en dos espacios. Los ganchos y las palancas funciona-
rían bien. Los pájaros todavía podían volar agitando sus alas.
En el libro de Hinton, uno de los astrianos se da cuenta de que hay una
tercera dimensión y que todos los objetos astrianos tienen un ligero grosor tri-
dimensional. Cree que los Astrianos se deslizan sobre la superficie lisa de lo
que él llama un “ser a lo largo”. En un conmovedor discurso a sus compañeros
astrianos, proclama:

La existencia misma se extiende ilimitada, profunda, a ambos lados de eso junto


con el ser... Date cuenta de esto... y nunca más volverás a mirar al arco azul del
cielo sin añadir un sentido de misterio. No importa cuán lejos en esas profun-
didades interminables arrojen su visión, ésta no hace sino deslizarse junto a una
existencia que se extiende profundamente en una dirección de la que no saben
nada.
Y sabiendo esto, algo del viejo sentido de la maravilla de los cielos viene a
nosotros, porque ya no llenan todo el espacio con una repetición interminable
de lo mismo, sino que existe la posibilidad de una repentina y maravillosa
aprehensión de los seres, tales como los de los viejos tiempos soñados, podría-
mos tan solo... saber lo que yace a cada lado de todo lo visible”.

― 139 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

La próxima vez que haya un arco azul brillante en el cielo, míralo y re-
cuerda las palabras de Charles Hinton.
Volvamos por un momento a los cubos de Hinton. Los métodos de Hinton
para visualizar estructuras del espacio-4 en secciones transversales de espacio-
3 requerían cientos de cubos pequeños, coloreados y etiquetados. Hinton dijo
que fue capaz de pensar en cuatro dimensiones como resultado del estudio de
sus cubos durante años. También señaló que enseñó el método a su cuñada
cuando ella tenía dieciocho años. Aunque la joven no tenía ningún entrena-
miento formal en matemáticas, pronto desarrolló una notable comprensión de
la geometría en 4-D y más tarde hizo importantes descubrimientos en el
campo.
Los discípulos de Hinton pasaron días mediando en los cubos hasta que
algunos pensaron que podrían volver a ensamblar mentalmente estos cubos en
la cuarta dimensión, logrando así el nirvana. La figura 4.7 muestra un hiper-
cubo desenvuelto. Aunque los cubos de este teseracto parecen estáticos, una
persona de 4-D puede doblar los cubos en un hipercubo al levantar cada cubo
individual de nuestro universo hacia la cuarta dimensión. Note que Hinton usó
las palabras “ana” y “kata” de la misma manera que yo uso los términos “ép-
silon” y “delta” para describir los movimientos en el mundo 4-D como con-
trapartes de términos como “arriba” y “abajo”. (Encuentro que épsilon y delta
son más fáciles de recordar que ana y kata debido al “arriba” en épsilon y “a”
en delta.)23

Desenvolviendo

Respira hondo y deja volar tu imaginación. Observe ahora cómo una per-
sona en 4-D dobla un teseracto en un hipercubo. ¿Qué es lo que ves? ¡No mu-
cho! Todo lo que observas son los varios cubos en la Figura 4.7 desapare-
ciendo, dejando sólo el cubo central en nuestro universo. El hipercubo plegado
se parece a un cubo ordinario de la misma manera que un cubo puede aparecer
como un cuadrado ordinario para un Flatlander.

23
En el original: (I find that upsilon and delta are easier to remember than ana and kata
because of the “up” in upsilon and “d” [down] in delta.)

― 140 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

¿Cómo sería ser visitado por un hipercubo? Si entrara en nuestro universo


“cubo-primero” (como un cubo entrando en un universo planar “cara a cara”),
sólo veríamos un cubo que desaparece cuando finalmente atraviesa nuestro
mundo 3-D. Aunque no es probable que podamos “ver” un hipercubo de una
sola vez de la misma manera que podemos ver un cubo, podemos estar seguros
de que un objeto así tendría dieciséis vértices. Incluso podría parecer un cua-
drado cuando sólo tocó nuestro mundo. Sin embargo, si el objeto rotara, el
cuadrado de aspecto ordinario podría revelar un estallido de líneas (como en
la Fig. 4.4) correspondientes a un objeto que realmente tiene veinticuatro caras
cuadradas, treinta y dos bordes y dieciséis vértices. Si un cubo 5-D pasara por
un universo 4-D, aparecería por un momento como un hipercubo con treinta y
dos vértices antes de desaparecer completamente del mundo.24

Figura 4.10 Cortes de un hipercubo a medida que se desplaza por nuestro mundo si
comienza con una esquina.

En este capítulo hemos discutido cómo un cubo parecería a los Flatlanders


cuando penetra en su mundo. A medida que un cubo se desplaza a través de
Flatland, tocando primero con una esquina, los Flatlanders ven primero un
punto, luego una serie de triángulos en crecimiento, luego hexágonos, luego
triángulos, y finalmente un punto (Fig. 4.9). De manera similar, una variedad

24
¿Podrías realmente ver los treinta y dos vértices a la vez o verías hasta dieciséis a la
vez mientras el cubo 5-D rotaba?

― 141 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

de formas se produciría cuando un hipercubo penetrara nuestro mundo (Fig.


4.10). En cuatro dimensiones, el corte con un cuchillo tridimensional produce
una serie de formas extrañas que van desde cubos distorsionados, varios pris-
mas y poliedros, a menudo en arreglos inesperados.

Figura 4.11 Proyecciones centrales de un hipercubo giratorio en cuatro espacios. Co-


menzando desde la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, el cubo en sombra
se abre hacia abajo; si la rotación continúa, el cubo pequeño se aplanará y regresará para
convertirse en el cubo exterior grande. (After Banchoff.)

¿Cómo se vería el hipercubo mientras lo rotamos? Una manera de visuali-


zar esto es comenzar con la “proyección central” en la Figura 4.5 y observar
el cambio del marco de alambre mientras el hipercubo gira (Fig. 4.11). Co-
menzando desde la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, el gran
cubo exterior se abre hacia arriba, se aplana y se abre hacia adentro para formar
una pirámide incompleta. Mientras tanto, el cubo interior sombreado más pe-
queño se abre hacia la parte inferior para formar otra pirámide incompleta. Si
continuamos girando el hipercubo, el cubo exterior sin sombrear se convertirá
en el cubo pequeño, y el cubo pequeño se aplanará y volverá a convertirse en
el cubo grande. Como señala Thomas Banchoff, cada una de las ocho caras

― 142 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cúbicas toma su giro sosteniendo todas las varias posiciones en esta proyec-
ción. A medida que cada uno de los cubos se aplana y se abre de nuevo durante
la rotación, cambia de orientación. Si un cubo contenía un objeto diestro antes
del aplanamiento, el objeto se volvería zurdo después.

Tras la pista del Teseracto

En este capítulo, también hemos utilizado analogías de dimensiones infe-


riores para ayudar a contemplar las matemáticas de los espacios superiores. A
lo largo de la historia, los matemáticos han utilizado analogías interdimensio-
nales. Por ejemplo, si los matemáticos entendían un teorema en geometría
plana, a menudo eran capaces de encontrar teoremas análogos en geometría
sólida. (Los teoremas sobre los círculos proporcionan una visión de los teore-
mas sobre las esferas y los cilindros.) De manera similar, los teoremas de geo-
metría sólida han sugerido nuevas relaciones entre figuras planas. Si la historia
muestra que el conocimiento puede ser adquirido yendo a dimensiones supe-
riores, imagínese lo que podríamos aprender contemplando geometrías en 4-
D.
La analogía más utilizada para contemplar formas en dimensiones más al-
tas implica mover objetos perpendiculares a sí mismos. Si movemos un punto
0-D sin grados de libertad, generamos una línea, un objeto 1-D con dos puntos
finales (Fig. 4.3). Una línea movida perpendicularmente a sí misma a lo largo
de un plano genera un cuadrado con cuatro esquinas. Un cuadrado movido
perpendicularmente forma un cubo con ocho esquinas. Aunque no podemos
visualizar fácilmente el siguiente paso del proceso, podemos predecir que si
pudiéramos mover un cubo perpendicular a todos sus bordes, generaríamos un
objeto 4-D: un hipercubo. Tendría dieciséis esquinas. La tendencia en el nú-
mero de esquinas es una progresión geométrica (2, 4, 8, 16, ...), y por lo tanto
podemos calcular el número de esquinas en cualquier dimensión usando la
fórmula 2n donde n es el número de dimensiones.
También podemos considerar el número de bordes para objetos en dife-
rentes dimensiones. Un segmento de línea tiene dos puntos extremos. Un cua-
drado está delimitado por cuatro segmentos de línea. Un cubo está delimitado
por seis cuadrados. Siguiendo esta tendencia, es de esperar que un hipercubo

― 143 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

esté delimitado por ocho cubos. Esta secuencia sigue una progresión aritmética
(2, 4, 6, 8, …).
El área de un cuadrado con longitud de borde a es a2. El volumen de un
cubo de longitud de borde a es a3. El hipervolumen de un n-cubo es an.
Los libros anteriores típicamente proporcionan diagramas de alambre para
teselas producidas por el “rastro” de un cubo cuando se mueve en una direc-
ción perpendicular, similar a la de la Figura 4.4. Por supuesto, no podemos
movernos en una dirección perpendicular, pero podemos mover el cubo dia-
gonalmente, de la misma manera que una casilla se mueve diagonalmente para
representar un cubo. Ahora prepárate para algunos senderos extravagantes de
objetos de mayor dimensión que rara vez, o nunca, se ven en los libros popu-
lares. Para darte una idea de la belleza y complejidad de los objetos de mayor
dimensión, produje las Figuras 4.12 a 4.17 usando un programa de compu-
tadora. Las computadoras gráficas modernas son herramientas ideales para vi-
sualizar estructuras en dimensiones más altas.

Figura 4.12 Un cubo 5-D producido al mover un hipercubo a lo largo de la quinta di-
mensión.

― 144 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.13 Cubo embrionario 5-D en la Figura 4.12 antes de arrastrar el cubo 4-D.

Figura 4.14 Un cubo 6-D producido moviendo un cubo 5-D a lo largo de la sexta dimen-
sión.

― 145 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.15 Cubo embrionario 6-D en la Figura 4.14.

Figura 4.16 Un cubo de 7-D producido moviendo un 6-D a lo largo de la sexta dimen-
sión.

― 146 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.17 Un cubo 8-D.

Podemos pensar en estas representaciones como "sombras" de hipercubos


en pedazos de papel en 2-D. Por suerte, no tenemos que construir el objeto
para calcular cómo sería su sombra. (El código informático que utilicé para
crear estas formas figura en el Apéndice I.) Las proyecciones de mundos de
dimensiones superiores han estimulado a muchos artistas tradicionales a pro-
ducir representaciones geométricas con simetrías y complejidades sorprenden-
tes (Figs. 4.18 a 4.20).

― 147 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.18 Ciudad simétrica, deformada hiperbólicamente, por Peter Raedschelders.

Aunque los dispositivos gráficos por ordenador producen proyecciones de


dimensiones más elevadas en meras pantallas bidimensionales, el ordenador
puede almacenar la ubicación de los puntos en dimensiones más elevadas para
manipulaciones tales como la rotación y la ampliación. La computadora puede
entonces mostrar proyecciones de estas formas de dimensiones superiores
desde varios puntos de vista. De hecho, el ordenador se utiliza con frecuencia
para representar dimensiones superiores en todo tipo de problemas científicos
prácticos en los que la temperatura o la carga eléctrica son las “dimensiones”
adicionales representadas como colores en objetos tridimensionales.

― 148 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.19 Peces de dimensiones superiores, por Peter Raedschelders.

Podemos prepararnos para cualquier invasión de criaturas 4-D que entren


en nuestro mundo. Aunque puede ser difícil para nosotros ver plenamente las
dimensiones superiores, podemos usar las computadoras para desarrollar for-
mas de responder a las intersecciones de los fenómenos de mayor dimensión
en nuestro mundo. La computadora también nos hace contemplar con asombro
la belleza y la complejidad de las dimensiones superiores. Sobre este tema, el
profesor Thomas Banchoff de la Universidad de Brown escribe

― 149 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

El desafío de la infografía moderna encaja perfectamente con uno de los prin-


cipales objetivos de Edwin Abbott Abbott en la introducción de su libro atem-
poral, a saber, fomentar en la humanidad esa estimable y rara virtud de la hu-
mildad. Continuaremos apreciando Flatland cada vez más en los próximos
años.

Figura 4.20 Mariposas en el hiperespacio, por Peter Raedschelders.

Distancia

Muchos lectores estarán familiarizados con la forma de calcular la distan-


ciad entre dos puntos (x1,y1) y (x2,y2) en un plano:
𝑑 = √(𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2

― 150 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

(Puedes derivar esta ecuación dibujando diagramas y usando el teorema


de Pitágoras, que establece que la longitud de la hipotenusa de un triángulo
recto es igual a la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los otros dos
lados). Simplemente añadiendo otro término, esta fórmula puede ser extendida
para que podamos calcular la distancia entre dos puntos en tres dimensiones:
𝑑 = √(𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2 + (𝑧1 − 𝑧2 )2
De manera similar, podemos extender esta fórmula a las dimensiones 4, 5,
6, .... o k! Variados estudiosos han debatido si los humanos pueden compren-
der realmente el significado de una línea 4-D o de una distancia 4-D. Edward
Kasner y James Neuman lo comentaron en 1940 (el mismo año en que Hein-
lein publicó su cuento de ciencia ficción sobre la casa 4-D):

La distancia en cuatro dimensiones no significa nada para el lego. Incluso el


espacio cuatridimensional está totalmente fuera de la imaginación ordinaria.
Pero el matemático no está llamado a luchar con los límites de la imaginación,
sino sólo con las limitaciones de sus facultades lógicas.

Hiperesferas

Navegamos dentro de una vasta esfera, siempre a la deriva en la incerti-


dumbre, conducidos de un extremo a otro.
―Blaise Pascal, Pensees

Me gustaría ahondar más en la cuarta dimensión discutiendo más detalla-


damente las hiperesferas. Comencemos por considerar algunos experimentos
fascinantes que se pueden llevar a cabo utilizando un lápiz y papel o una cal-
culadora. Mi objeto 4-D favorito no es el hipercubo sino su primo cercano, la
hiperesfera. Así como un círculo de radio r puede ser definido por la ecuación
x2 + y2 = r2, y una esfera puede ser definida por x2 + y2 + z2 = r2, una hiperesfera
en cuatro dimensiones puede ser definida simplemente añadiendo un cuarto
término: x2 + y2 + z2 + w2 = r2, donde w es la cuarta dimensión. Quiero facili-
tarte el experimentar con las propiedades exóticas de las hiperesferas dándote
la ecuación de su volumen. (Las derivaciones para las siguientes fórmulas es-
tán en la referencia de Apostol en Lecturas Adicionales.) Las fórmulas le per-
miten calcular el volumen de una esfera de cualquier dimensión, y encontrará

― 151 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

que es relativamente fácil implementar estas fórmulas usando una compu-


tadora o una calculadora de mano. El volumen de una esfera de k-dimensión
es
𝜋 𝑘/2 𝑟 𝑘
𝑉=
𝑘
( )!
2
para las dimensiones pares k.
El signo de exclamación es el símbolo matemático de factorial. (Factorial
es el producto de todos los números enteros positivos de uno a un número
dado. Por ejemplo, 5! = 1×2×3×4×5 = 120.) El volumen de una esfera 6-D de
radio 1 es π3/3!, que es aproximadamente igual a 5,1. Para dimensiones impa-
res, la fórmula es un poco más intrincada:
𝜋 (𝑘−1)/2 𝑚! 2𝑘+1 𝑟 𝑘
𝑉=
(𝑘 + 1)!
donde m = (k + 1)/2.
Las fórmulas no son realmente muy difíciles de usar. De hecho, con estas
útiles fórmulas, puede calcular el volumen para una esfera 6-D con la misma
facilidad que para una esfera 4-D. El “Código 2” en el Apéndice F enumera
algunos de los pasos del programa de computadora utilizados para evaluar esta
fórmula.
La figura 4.21 representa el volumen de una esfera de radio 2 en función
de la dimensión. Para el radio 2 y la dimensión 2, las ecuaciones anteriores
arrojan el valor 12,56, que es el área de un círculo. Una esfera de radio 2 tiene
un volumen de 33,51. Una hiperesfera 4-D de radio 2 tiene un volumen de
78,95. Intuitivamente, uno podría pensar que el volumen debería continuar au-
mentando a medida que aumenta el número de dimensiones. El volumen
―quizás deberíamos usar el término “hipervolumen”― se hace cada vez más
grande hasta que alcanza su máximo ―en cuyo punto la esfera del radio 2 se
encuentra en la vigésimo cuarta dimensión―. A dimensiones superiores a 24,
el volumen de esta esfera comienza a disminuir gradualmente a cero a medida
que aumenta el valor de la dimensión. Una esfera 80-D tiene un volumen de
sólo 0,0001. Este punto de giro aparente se produce a diferentes dimensiones
dependiendo del radio de la esfera, r.

― 152 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.21 Volumen de una esfera de radio 2 en función de la dimensión.

Figura 4.22 Volumen de las esferas en K-dimensión para radios 1; 1,1; 1,2; 1,3; 1,4; 1,5
y 1,6.

La Figura 4.22 ilustra esta complicada característica mostrando gráficas


de volumen de una esfera en dimensión k para los radios 1; 1,1; 1,2; 1,3; 1,4;
1,5 y 1,6 en función de la dimensión. Para todos los radios de esfera probados,
la esfera inicialmente crece en volumen y luego comienza a declinar. (¿Es esto

― 153 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cierto para todos los radios?) Por ejemplo, para r = 1, el hipervolumen máximo
ocurre en la quinta dimensión. Para r = 1,1, el hipervolumen pico ocurre en la
séptima dimensión. Para r = 1,2, se produce en la octava dimensión. (Por
cierto, la hipersuperficie de una hiperesfera unitaria alcanza un máximo en la
séptima dimensión, y luego disminuye hacia cero a medida que la dimensión
aumenta.) He aquí un gran ejemplo de cómo los gráficos simples, como la
ilustración de la Figura 4.22, ¡nos ayudan a comprender los resultados no in-
tuitivos de un problema hipergeométrico! Si examinamos las ecuaciones de
volumen más de cerca, notamos que este comportamiento curioso no debería
sorprendernos demasiado. El denominador contiene un término factorial que
crece mucho más rápido que cualquier poder, por lo que obtenemos el curioso
resultado de que una esfera dimensional infinita no tiene volumen.
Usando las ecuaciones para el volumen dadas aquí, encontrará que una
esfera de radio de 11-D de 2 pies es de 333.763 pies. Considerando que el
volumen de un brontosaurio (hoy en día llamado apatosaurio) es de alrededor
de 100.000 pies cúbicos, ¿significa esto que el brontosaurio podría estar atibo-
rrado en esta pequeña esfera de 11-D? Este divertido pensamiento es sólo el
preludio de las preguntas que siguen.

Algunas preguntas sobre la hiperesfera

Ella reapareció, mirándolo desde su gorda y plana cara sospechosa, y Kevin


entendió la razón por la que había desaparecido por un momento. Fue porque
el concepto de “una visión lateral” no existía en un mundo donde todo era per-
fectamente plano. Esto es Polaroidsville, pensó con un alivio que estaba extra-
ñamente mezclado con el horror.
―Stephen King, Cuatro Pasadas la Medianoche

Ahora ha llegado el momento de considerar algunas preguntas realmente


difíciles. Si usted es profesor, por qué no se las da a sus alumnos para que las
contesten.
1. Examine el gráfico de la Figura 4.21. ¿Podría una esfera 24-D de 2 pul-
gadas de radio contener el volumen de una ballena azul (Fig. 4.23)?
2. ¿Podría una esfera de 1000-D de radio 2 pulgadas contener el volumen
de una ballena, considerando que el hipervolumen de la esfera está muy, muy
cerca de 0 (Fig. 4.21)?

― 154 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.23 Una ballena esperando ser embutida en una esfera 24-D.

3. ¿Podría un entrenador de animales de Sea World encajar a una ballena


en una esfera 8-D (de un radio de 1 pulgada) cuando su abertura se cruza con
nuestro mundo 3-D?
4. El número de átomos en la respiración de un humano es de aproxima-
damente 1021. Si cada átomo en la respiración se agrandara al tamaño de una
canica, ¿qué porcentaje de la respiración de un ser humano podría caber en
una hiperesfera 16-D de 1,1 pulgadas de radio?
5. Estimar el valor del hipervolumen 24-D de una ballena. Para calcular
esto, asuma que la longitud de una ballena azul es de unos 100 pies.
6. ¿Qué es el hipervolumen un-millón-dimensión de la tierra? Suponga-
mos que la tierra tiene un diámetro de 4,18×107 pies. Además, ¿puede usted
aproximarse al hipervolumen 4-D del cerebro de Albert Einstein? (El cerebro
de un hombre adulto promedio pesa 3 lbs. 2,2 oz.25 decreciendo a 3lbs. 1,1 oz

25
1,42 Kg.

― 155 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

con la edad avanzada.) Otro problema: En 1853, el Latting Observatory de 350


pies de altura en la ciudad de Nueva York era la estructura artificial más alta
de Norteamérica (Fig. 4.24). Estima su hipervolumen 4-D.

Figura 4.24 El Observatorio Latting de 350 pies de altura. En 1853, esta era la estructura
hecha por el hombre más alta de Norteamérica.

― 156 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Cómo rellenar una ballena en una esfera de cinco dimensiones

Las respuestas a las seis preguntas anteriores son: sí, sí, sí, no, 100 por
ciento, cero y cero (para todas las partes de la pregunta 6). Para ayudar a en-
tender estas respuestas, considere el acto de rellenar regiones circulares rígidas
de un plano en una esfera. Si los discos circulares son realmente bidimensio-
nales, no tienen espesor ni volumen. Por lo tanto, en teoría, se puede encajar
un número infinito de estos círculos en una esfera, siempre y cuando el radio
de la esfera sea ligeramente mayor que el radio del círculo. Si el radio de la
esfera fuera más pequeño, ni siquiera un círculo podría caber dentro del volu-
men adjunto, ya que saldría del volumen. Por lo tanto, en respuesta a la pre-
gunta 1, el volumen de una ballena podría residir cómodamente en una esfera
24-D con un radio de 2 pulgadas. De hecho, un número infinito de volúmenes
de ballenas podrían caber en una esfera 24-D. Asimismo, en respuesta a la
pregunta 2, una esfera 1.000-D con un radio de 2 pulgadas podría contener un
volumen equivalente al de una ballena. Sin embargo, no se puede rellenar fí-
sicamente una ballena en ninguna de estas esferas porque la ballena tiene una
longitud mínima que no le permite caber. (Considere el ejemplo que di de re-
llenar un círculo grande en una esfera pequeña.) El volumen equivalente de
una ballena podría estar contenido dentro de la esfera, pero para hacerlo se
requiere que la ballena pase primero por un triturador de carne que produce
piezas no mayores que el diámetro de la esfera. (Ayudaría si la ballena pudiera
ser doblada o arrugada en dimensiones más altas como un pedazo de papel.)
Por lo tanto, esto responde a la pregunta 3. De manera similar, para la
pregunta 4, usted podría encajar un número infinito de canicas 3-D en la esfera
16-D mencionada. Finalmente, así como una placa circular en dos dimensio-
nes tiene un grosor de cero ―y por lo tanto ningún volumen― la ballena, la
tierra, el Observatorio Latting, y el cerebro de Einstein no tienen “hipervolu-
men” en dimensiones más elevadas. (Por favor, perdónenme por dar tantos
ejemplos similares. Podría haber hecho mi punto de vista usando dos o tres
preguntas en lugar de seis, pero espero que la repetición haya reforzado el

― 157 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

concepto.) Para algunos ejercicios interesantes para los estudiantes, vea la nota
26. 26

Empaquetado de hiperesferas

Ahora que hemos discutido las hiperesferas en profundidad, consideremos


cómo las hiperesferas pueden empaquetar juntas, como bolas de billar en un
bastidor o naranjas en una caja.
En un plano, no se pueden colocar más de cuatro círculos para que cada
círculo toque a todos los demás, y cada pareja toque un punto diferente. La
figura 4.25 muestra dos ejemplos de cuatro círculos que se cruzan. En general,
para el espacio n, el número máximo de esferas que se tocan entre sí es n + 2.

26
Ahora que tu mente ha sido estirada hasta el límite, te doy algunos ejercicios gráficos
interesantes.
- Un buen ejercicio para el estudiante es dibujar una gráfica de y = an/n! para una a
fija. Verás el mismo tipo de aumento en y seguido de una disminución como lo
haces para las hiperesferas.
- Dibujar un gráfico en 3-D que muestre la relación entre el hipervolumen de la es-
fera, la dimensión y el radio.
- Graficar la relación entre el volumen de una hiperesfera k-dimensional y el volu-
men del cubo k-dimensional que contiene la hiperesfera. Trazar esto como una
función de k. (Note que una caja con un borde de dos pulgadas de largo contendrá
una bola de radio de una pulgada. Por lo tanto, para este caso, el hipervolumen de
la caja es simplemente 2k.) He aquí una pista: Resulta que una bola n-dimensional
encaja mejor en un cubo n-dimensional que un n-cubo encaja en una n-bola, si y
sólo si n es de ocho o menos. En nueve espacios (o más alto) la relación de volumen
de una n-bola a un n-cubo es menor que la relación de un n-cubo a una n-bola.
- Traza la relación entre los volúmenes de la esfera dimensional (k + 1) y la esfera
k-dimensional para un radio dado r.
- Para lectores más técnicos, calcule el hipervolumen de una hiperesfera fractal de
la dimensión 4.5. Para calcular factoriales para no enteros, tendrás que usar una
función matemática llamada “función gamma”. Las fórmulas pares e impares da-
das en este capítulo dan los mismos resultados interpretando k! = Γ(k + 1).
¿Se puede derivar una fórmula para la superficie de una esfera de la dimensión k?
¿Cómo cambia el área de la superficie a medida que aumenta la dimensión?

― 158 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 4.25 Empacado en círculo. (izquierda) En dos dimensiones, no se pueden colocar


más de cuatro círculos para que cada círculo toque a todos los demás, y cada par toque
un punto diferente. ¿Qué sucede en las dimensiones superiores? (derecha) Un atractivo
estudio computarizado y gráfico del empaque en círculo.

Figura 4.26 En dos dimensiones, un círculo puede hacer contacto con otros seis círculos
del mismo tamaño. ¿Qué sucede en las dimensiones superiores?

¿Cuál es el mayor número de esferas que pueden tocar una sola esfera
(suponga que cada esfera tiene el mismo radio)? Para los círculos, sabemos

― 159 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

que la respuesta es seis (Fig. 4.26). Para las esferas, el mayor número es doce,
pero este hecho no se demostró hasta 1874. En otras palabras, el mayor número
de esferas unitarias que pueden tocar otra esfera unitaria es doce. Para las hi-
peresferas, todavía no se sabe si el número es veinticuatro, veinticinco o vein-
tiséis, ni tampoco se conoce una solución para las dimensiones superiores, por
lo que yo sé. Los matemáticos saben que es posible que al menos 306 esferas
iguales toquen otra esfera igual en nueve dimensiones, y 500 pueden tocar otra
en diez dimensiones. ¡Pero los matemáticos no están seguros de que se pueda
empaquetar más!

Datos ciertos

Para aquellos de ustedes a los que les gustan los números, cierro esta sec-
ción con un popurrí de hechos fascinantes.
- Un cubo tiene diagonales de dos longitudes diferentes: el más corto
que se encuentra en las caras cuadradas y el más largo que pasa por el
centro del cubo. La longitud de la diagonal más larga de un n-cubo de
longitud lateral m es m√n. Esto significa que si te diera un hueso del
muslo de tres pies de largo y te pidiera que lo metieras en un hipercubo
9-D con bordes de un pie de largo, el hueso encajaría justo, porque √9
= 3. Un hueso de dinosaurio de diez pies de largo podría caber diago-
nalmente en un cubo de 100-D con bordes de sólo un pie de largo. Un
palillo de dientes de una milla de largo podría caber dentro de un n-
cubo con bordes de la misma longitud que los de un cubo de azúcar
ordinario, ¡si n es grande! Por otro lado, una hiperesfera se comporta
de manera diferente. Una n-esfera nunca puede contener un palillo de
dientes más del doble de su radio, no importa cuán grande sea la n.
Como hemos discutido, otras cosas extrañas les suceden a las esferas
a medida que la dimensión aumenta.
- El número de bordes de un cubo de la dimensión n es n×2n–1. Por ejem-
plo, el número de esquinas de un cubo 7-D es 27 = 128, y el número
de bordes es 7×26 = 7×64 = 448. Otro hecho: dos planos perpendicu-
lares en cuatro espacios pueden encontrarse en un punto.
- Un análogo 4-D de una pirámide tiene un hipervolumen de un cuarto
del volumen de su base 3-D multiplicado por su altura en la cuarta

― 160 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

dirección. Un análogo n-dimensional de una pirámide tiene un hiper-


volumen 1/n veces el volumen de su base (n–1)-dimensional multipli-
cado por su altura en la dirección n.

Scully: Sólo porque no pueda explicar lo que vi, no significa


que vaya a creer que eran OVNIS.
Mulder: Objetos voladores no identificados. Creo que encaja
bastante bien en la descripción. Dime que estoy loco.
Scully: Estás loco.
―“Garganta Profunda”, Los Expedientes-X.

― 161 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cinco

Él la observó durante mucho tiempo y ella sabía que él la estaba obser-


vando y él sabía que ella sabía que él la estaba observando, y él sabía que ella
sabía que él lo sabía; en una especie de regresión de imágenes que se obtiene
cuando dos espejos se miran el uno al otro y las imágenes siguen y siguen y
siguen en una especie de infinito.
―Robert Pirsig, Lila

Es como si se encontrara un gran diamante dentro de cada persona. Ima-


gínate un día de luna de miel de un pie de largo. El diamante tiene mil facetas,
pero las facetas están cubiertas de suciedad y alquitrán. Es el trabajo del alma
limpiar cada faceta hasta que la superficie sea brillante y pueda reflejar un arco
iris de colores.
―Brian Weiss, M.D., Muchas Vidas, Muchos Maestros

Hay dos maneras de esparcir la luz: ser la vela o el espejo que la refleja.
―Edith Wharton, Vesalius en Zante

Fotocopié un espejo. Ahora tengo una fotocopiadora extra.


― Anónimo en Internet

― 162 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

mundos espejo

Sede del FBI, Washington, D.C., 9:00 P.M.

Miras por la ventana. La lluvia ha cesado. “Continuemos nuestra discusión


al aire libre”, le dices a Sally. “Estoy de humor para ver el río.” Llevas una
bolsa con accesorios que te serán útiles más adelante en tus lecciones.
La calle Tercera serpentea cuesta abajo, pasando por Leo’s Pizza y Pasta,
hologramas de tamaño natural de Clinton, Reagan y Carter, siguiendo las cur-
vas del río Potomac. Los edificios están alejados de las calles y no es hasta que
te acercas al agua que ves un número considerable de personas. Cientos. Las
avenidas cercanas son en sí mismas muy concurridas con interminables co-
rrientes de ruidosos taxis. Unos cuantos corredores pasan… no importa cuán
rápido corran, están limitados al asfalto y al concreto y probablemente siempre
lo estarán. ¿Querrán experimentar, como ustedes, un trote hacia la cuarta di-
mensión?
Miras a una tienda de ropa y miras un gran espejo. “Sally, me encantan los
espejos. “¿Lo sabes?”
Sally te mira en el espejo. “No puedo decir que lo haya pensado mucho.
“¿Sabías que los espejos actuales se hacen rociando una fina capa de alu-
minio fundido o plata sobre el vidrio en el vacío?”
“Eso es muy interesante, estoy seguro.”
Te agachas en un callejón y sacas un objeto pequeño de tu bolso. “¡Mira a
esta Sally! Tengo una máquina de rotación.”
Sally da vueltas y vueltas, como un top. “Cualquiera puede rotar”.
“¡No, este dispositivo nos permitirá rotar en la cuarta dimensión para que
nos transformemos en nuestra imagen en el espejo!”
Sally sonríe. “¡Tienes que estar bromeando!”
“En absoluto. Imagínate a un hombre en 2-D viviendo en Flatland. Ima-
gina que su ojo derecho es marrón y su ojo izquierdo es azul. Un día se des-
pierta y su mujer grita, porque sus ojos han cambiado de sitio. Lo que real-
mente sucedió es que un ser 3-D lo rotó alrededor del centro de su cuerpo hacia
la tercera dimensión” (Fig. 5.1).

― 163 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.1 Rotación de una persona en 2-D sobre un eje central.

Le das a Sally una carta con las palabras:

EN UN ESPACIO DE N DIMENSIONES EL ESPEJO ES


UNA SUPERFICIE DE N–1 DIMENSIONES

“Sally, en una dimensión, los objetos son reflejados por un punto. En dos
dimensiones, las figuras se reflejan en una línea. En nuestro mundo, los espe-
jos son planos. “¡En cuatro dimensiones, los espejos son sólidos!” Haces una
pausa. “Si un Flatlander pudiera ser girado alrededor de una línea en su plano,
se convertiría en su imagen especular. En general, si un objeto pudiera girar
alrededor de un espejo moviéndose a la dimensión superior, el objeto se con-
vertiría en su imagen en el espejo”.
“¿Qué tienes en la mano?”
Levantas la mano izquierda. “Nada”.
“Tonto, tu otra mano.”
“He diseñado una máquina que me llevará a la cuarta dimensión. No he
encontrado la manera de saltar completamente a la cuarta dimensión, pero aun-
que tenga que mantener una parte de mí aquí todo el tiempo, puedo hacer al-
gunos trucos maravillosos. Pero no te preocupes, la máquina es perfectamente
segura”.

― 164 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Colocas el dispositivo en la acera de cemento y te paras sobre él. “Esto me


volteará en la cuarta dimensión de modo que seré rotado en una imagen espejo
de mí mismo. La máquina me hace girar alrededor de un plano que atraviesa
mi cuerpo desde la cabeza hasta la ingle. Mira.”
Sally se mete el puño en la boca y jadea.
“Tengo el control total. Mira como mi mitad derecha mueve hacia delta y
mi mitad izquierda hacia épsilon. Cuando un Flatlander gira, todo lo que ves
es un segmento de línea hasta que todo su cuerpo llena el plano de nuevo. Del
mismo modo, ahora están viendo una sección transversal plana de mi cuerpo
con todos mis órganos internos”.

Figura 5.2 Rotación de una persona en 3-D alrededor de un plano central. Mientras la
persona está en el proceso de rotación, todo lo que queda en nuestro espacio es una
sección transversal que se asemeja a la carne microfotografiada.

“¡Basta!” Sally dice mientras mira manchas carmesí que se retuercen flo-
tando en el aire. Ocasionalmente, aparece el blanco del hueso. Es como si un
torturador de la Inquisición te hubiera cortado con una navaja enorme y afilada

― 165 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

de la cabeza a los pies y hubiera blandido con orgullo la delgada rebanada


frente a Sally (Fig. 5.2).
“Sally, al girar, todo lo que queda es mi sección transversal. Parece carne
cortada. Un Omegamorfo podría convertirnos en nuestras propias imágenes en
espejo girándonos, en la cuarta dimensión, alrededor de planos que cortan
nuestros cuerpos. Es como si el Flatlander rotara alrededor de una línea en la
tercera dimensión y luego volviera a la segunda dimensión”.
Sally retrocede. “Esto no puede ser seguro. Vuelve a la normalidad en este
instante”.
“Sally, si quisieras, podrías acercarte y hacerme cosquillas en los riñones.”
“Estás enfermo.”
Después de un minuto, giras de vuelta al universo tridimensional. Has
vuelto a la normalidad, excepto que eres tu imagen reflejada. “?oczul omóC¿”
“¿Qué has dicho?”
Te quedas mirando fijamente a Sally.
Los ojos de Sally brillan como diamantes. Por un instante te sientes como
la luz atrapada en una esfera brillante. Miras sus córneas, tu imagen muchas
veces reflejada como si estuvieras parado en la periferia de algún cristal gi-
gante, solo en un campo de oscuridad.
Uno de sus pendientes se ha caído en un charco. El charco tiembla. Estás
hipnotizado por el encantador juego de luces en la clara superficie ondulada.
No necesitas moverte. Hay suficiente movimiento de las luces. Sientes que
puedes vivir para siempre, suspendido en el espacio.
La luz se refleja según las leyes matemáticas. Ángulos, polarizaciones, in-
tensidades, refracciones, difracciones, interferencias, óptica geométrica, abe-
rraciones esféricas. Cuánta belleza en las matemáticas puras.
Sally te saca de tu ensueño. “Dios mío, cuando rotaste, parecías una tomo-
grafía o una resonancia de un hospital. La cuarta dimensión sería la última
herramienta de diagnóstico médico”. Ella hace una pausa. “Pero ahora te ves
un poco diferente.”
“Sí, mis lados izquierdo y derecho están al revés. No podría hacer esto sin
rotar en la cuarta dimensión”.
“¿Podemos probarlo?”
“Escucha a mi corazón. No hay forma de que mi corazón esté a mi derecha
sin una rotación en la cuarta dimensión”.

― 166 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally pone su cabeza en el lado derecho de tu pecho. “Oigo un latido fuerte.


Santo cielo, tienes que estar en lo cierto. Pero, ¿no vas a volver a cambiar?”
“No, quiero ver lo que es pasar un día como mi imagen en el espejo. Ima-
gina las posibilidades románticas. Tal vez altere las percepciones de uno.
Ahora estás muy guapa”.
Sally chasquea los dedos y te hace señas para que la sigas. “Pareces borra-
cho, si no te importa que te lo diga. Cambiemos de tema”
La cara de Sally comienza a desvanecerse con la luz brillante. Incluso en
sus salidas informales, usa un traje de cuello duro y corbata sobria. Una de las
cosas más difíciles de aceptar de ella es la forma en que sus delgados dedos
bailan cuando están nerviosos.
“Sally, lo siento. Debe ser la presión de trabajar muchas horas”. Haz una
pausa. “¿Sabes mucho sobre lo oculto?”
“Nada, excepto que estás obsesionado con ello.”
Asiente con la cabeza. “Muchos de los llamados fenómenos ocultos po-
drían ser explicados por la cuarta dimensión. A lo largo de la historia, algunas
personas han creído que los espíritus de los muertos están cerca y pueden po-
nerse en contacto con nosotros. Por supuesto, no puedo creerlo sin pruebas,
pero mucha gente cree que los espíritus pueden hacer ruidos, mover objetos,
enviar mensajes, y ha habido científicos que han usado la teoría 4-D en un
intento de probar la existencia de espíritus y fantasmas. La idea de los seres en
4-D a pocos metros de nosotros tenía gran popularidad en el siglo XIX. En el
siglo XVII, el platonista de Cambridge Henry More sugirió que el alma de una
persona es físicamente inobservable porque corresponde a algún hiperespesor
en una dirección 4D. Una persona muerta pierde este hiperespesor. Henry
More no usó el término ‘cuarta dimensión’, pero quiso decir eso”.
“Dijiste siglo XIX. ¿Qué pasó entonces?”
“Johann Carl Friederich Zollner promovió la idea de los fantasmas de la
cuarta dimensión. Fue profesor de astronomía en la Universidad de Leipzig y
trabajó con el medium estadounidense Henry Slade. Zollner le dio a Slade una
cuerda unida como un lazo. Los dos cabos sueltos se sujetaron con un poco de
lacre. Sorprendentemente, Slade parecía ser capaz de hacer nudos en la cuerda.
Por supuesto, Slade probablemente engañó y deshizo la cera, pero si pudiera
atar nudos en la cuerda sellada, sugeriría la existencia de una cuarta dimen-
sión”.

― 167 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“¿Qué te hace decir eso?”


Le das a Sally un cordel con un trozo de cera que sella los dos extremos
(Fig. 5.3). “Un ser 4-D podría mover un trozo de la soga épsilon fuera de nues-
tro espacio. Esto sería como cortar la cuerda en el sentido de que la cuerda se
puede mover a través de sí misma para formar un nudo. Una vez que la cuerda
esté en la orientación correcta puedes moverla de nuevo delta en nuestro espa-
cio, y un nudo sería atado sin mover los extremos de la cuerda”.

Figura 5.3 Un ser 4-D sería el último Houdini y podría anudar o desanudar una cuerda
levantándola temporalmente a la cuarta dimensión. A la izquierda hay una cuerda antes
de que se haya anudado. (Miner intentó que la cuerda izquierda se transformara a la
derecha sin romper el círculo de cera en la parte superior.)

Sally traza un garabato sobre un poco de suciedad usando la punta del


zapato (Fig. 5.4). “No creo que una cuerda pueda ser anudada en un espacio
2-D”.
“Tienes razón. En Flatland, no hay forma de que una línea pueda cruzarse
sola. De hecho, una cuerda o una línea sólo se puede anudar en un espacio
tridimensional. Y cualquier nudo que se ate en un espacio en 3-D no perma-
necerá atado en un espacio en 4-D porque el grado adicional de libertad cau-
sará que un nudo se deslice a través de sí mismo”. Haz una pausa. “Por analo-
gía, en el espacio 4-D, una criatura puede anudar un plano (superficie), pero
este plano no permanecerá anudado en el espacio 5-D. Y el plano anudado no
puede formarse en el espacio tridimensional”.
Sally te tira de la mano para que empieces a caminar. “¿Cómo puedes anu-
dar un plano?”

― 168 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.4 Una cuerda no puede ser anudada en un espacio 2D.

“Toma una línea anudada y luego muévela hacia arriba en la cuarta dimen-
sión. El rastro que traza será un plano anudado. Nunca se cruza a sí mismo.
Por supuesto, si simplemente dejamos un trazado en tres espacios a medida
que movemos un nudo, éste se intersectará a sí mismo, pero como épsilon es
perpendicular a todas las direcciones de nuestro espacio, el plano anudado en
4-D no se intersectará a sí mismo”.
Empiezas a caminar de nuevo. La sección de compras de moda de la ciu-
dad ha dado paso a una serie de tiendas más pequeñas. Muchas de ellas parecen
un poco sórdidas. Caminas despacio, pasando por ventanas de tiendas de ropa
de segunda mano tratando de hacerse pasar por boutiques informales. Algunos
de los letreros de la tienda decían

SALVEN PUESTOS DE TRABAJO: COMPREN


PRODUCTOS HECHOS EN LA TERCERA DIMENSIÓN.

Una de las tiendas se llama Earthlings Unite y vende una sorprendente


variedad de artículos: esposas, delgados camisones y relojes dorados exhibi-
dos en terciopelo negro. Una mujer en la tienda, tal vez la gerente, tiene un
llamativo peinado punk ―mitad morado, mitad naranja― y parece que podría
pesar alrededor de ochenta libras. Te mira fijamente a ti y a Sally y sonríe,

― 169 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

mostrando dos grandes dientes caninos blancos. Te recuerdan los dientes de


un animal pequeño pero peligroso, una hiena, tal vez.
Vuelve con Sally. “Zollner ideó tres pruebas para Slade para ver si Slade
podía usar la cuarta dimensión para hacer milagros. Uno: Le dio a Slade dos
anillos de roble que debían entrelazarse sin romperlos. Dos: Le dio a Slade una
concha de caracol y observó si una espiral derecha podía convertirse en una
espiral izquierda, y viceversa. Tres: Le dio a Slade una banda elástica y le pidió
que colocara un nudo en una hebra de la banda. En realidad, era una banda
hecha de tripa seca, pero se entiende la idea”.
“¿Podría Slade hacer alguna de esas cosas?
“No. Sin embargo, la cuarta dimensión continuó siendo un interés diver-
tido para laicos y científicos. A. T. Schofield, en su libro de 1888 Another
World, sugirió que

Un mundo superior no sólo es posible, sino probable; tal mundo puede ser con-
siderado como un mundo de cuatro dimensiones. Nada impide que el mundo
espiritual y sus seres, y el cielo y el infierno, estén a nuestro lado.

Sally se sienta en un banco y comienza a quitarse los zapatos. “Mis pies


me están matando.”
Te sientas a su lado, y te acercas más, y ella se queda donde está. Sus
pestañas revolotean, largas y oscuras contra unas mejillas blancas y suaves.
Aquí todo está tranquilo, casi todo desierto. Te sientes extrañamente solo,
como si tú y Sally pudieran mirar hacia abajo al mundo sin ser parte del
mundo.
Te vuelves hacia Sally. “Es bueno estar a solas contigo.” Sientes que tiem-
bla un poco.
“Ojalá no hablaras así”.
“¿Por qué?”, preguntas.
“Sólo prefiero que no lo hagas”.
Sientes como si hubieras pinchado algunas capas de su psique que ella
desea guardar para sí misma. Y sin embargo, no puedes detenerte. “Sabes, a
veces siento que no estás conmigo.”
“Casi siempre estoy contigo.”
Y de nuevo sientes que está a la defensiva.

― 170 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

“¿Te quedarás conmigo si sigo hablando? A veces no me siento real.


Cuando vi a ese Santa Claus, tuve la misma sensación que cuando estoy con-
tigo, una especie de fantasía”.
“Háblame de él”.
“No puedo decir mucho. Su tatuaje de teseracto es extraño. Sé que es una
locura pensar que me está siguiendo, pero supongo que todo es posible en Wa-
shington”.
“Cierto. Es difícil separar ilusión y realidad. A veces ni siquiera lo in-
tento”.
“¿Me estaba imaginando al hombre de Santa Claus? ¿Te estoy imagi-
nando?”
“Si me estás imaginando, ¿qué pasa? ¿Lo disfrutas?”
“Sí.”
“Entonces es suficiente.”
“Ojalá lo fuera, pero soy el tipo de persona que quiere respuestas a todo”.
“Yo también”. Ella pone su mano sobre la tuya. “Pero a veces eres dema-
siado intenso. Eso me asusta. Necesitas descansar más. Es tarde. Es tarde. Ter-
minemos nuestra discusión sobre la cuarta dimensión”.
Asientes con la cabeza. “Sally, un solo Dios 4-D podría parecer tantos
Dioses o ángeles como Él intersecta el mundo 3-D. Podríamos ser parte de una
entidad 4-D.”
“No me lo trago. ¿Cómo podríamos ser parte de una criatura 4-D?”
“Sally, ¿recuerdas la figura 2.18 en la que las huellas de una criatura 4-D
aparecen como dos humanos separados?”
“¿De qué estás hablando? Figura 2.18? No estamos en una especie de li-
bro.”
Asientes con la cabeza. “Esto es lo que P. D. Ouspensky dijo al respecto
en su ensayo de 1908 `La cuarta dimensión’:

Podemos tener muy buenas razones para decir que somos seres de cuatro di-
mensiones y que estamos orientados hacia la tercera dimensión con sólo uno
de nuestros lados, es decir, con sólo una pequeña parte de nuestro ser. Sólo esta
parte de nosotros vive en tres dimensiones, y sólo somos conscientes de esta
parte como nuestro cuerpo. La mayor parte de nuestro ser vive en la cuarta
dimensión, pero somos inconscientes de esta mayor parte de nosotros mismos.

― 171 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

O sería aún más cierto decir que vivimos en un mundo cuatridimensional, pero
sólo somos conscientes de nosotros mismos en un mundo tridimensional.

Media hora después, acompañas a Sally a su auto en el estacionamiento de


la sede del FBI. Los tacones duros de sus zapatos negros resuenan en la gran
estructura de cemento.
“Sally, mañana intentaremos salvar al Presidente.” “Iré a tu oficina a las
ocho.”

Una vez de vuelta en su oficina, sostienes un pañuelo contra tu boca y


nariz. El olor del lugar es mucho peor de lo que recuerdas. Hay un olor fuerte,
un olor a putrefacción. Probablemente el olor de algunas de tus sobras o los
restos de alguna hamburguesa de McDonald’s en la basura.
Quitas un saco de dormir de debajo de tu escritorio. Por un momento, dejas
abierta la puerta de tu oficina, para escuchar cualquier sonido en el pasillo. Un
agente del FBI suele estar solo. Tal vez debiste casarte cuando tuviste la opor-
tunidad, hace años. Pero el momento no era el adecuado.
¿Sería así por el resto de tu vida? ¿Vas a vivir siempre la mayor parte del
tiempo en tu oficina, sonreír educadamente a los conserjes, hacer tu trabajo y
comer sándwiches de Leo’s tú solo?
Apagas las luces y miras por la ventana. Afuera llovizna, y las lámparas
lanzan rotos destellos amarillos en los charcos. Tienes hambre, y encuentra
dos manzanas para masticar. Está tan oscuro que te recuerdan a las hiperesfe-
ras. De alguna manera las manzanas no saben bien cuando apenas se pueden
ver.
Te sientas en la oficina oscura con sólo las luces de las calles reflejadas en
la brillante superficie de tu escritorio. Te sientes como si estuvieras en un
sueño, sentado en el limbo. ¿Tiene razón Sally? ¿Tu sueño de elevarte a la
cuarta dimensión es poco realista? ¿Importa eso? ¿Qué probaría si lo hicieras?
Sabes que puedes seguir durante meses, quizás años, tratando de desentrañar
la cuarta dimensión sin entenderla del todo.
Al principio piensas que sería una buena idea probar un vuelo experimen-
tal para probar tus teorías. Una huida a la cuarta dimensión es un gran riesgo.
¿Te atreverías? Sin embargo, alguna compulsión interior te impulsa. No nece-
sitas “experimentar”. Tú decides dar el paso. Mañana sería el día.

― 172 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Pulsas un botón y la música de Beethoven entra en la habitación como si


fuera agua, agua que has mirado, agua que has sostenido.

La ciencia detrás de la ciencia ficción

La curiosa inversión de los lados derecho e izquierdo de Plattner es prueba


de que ha salido de nuestro espacio hacia lo que se llama la Cuarta Dimensión,
y que ha vuelto de nuevo a nuestro mundo.
—H. G. Wells, “La historia de Plattner”.

Por eso Mick se había visto raro; se había dado la vuelta en el hiperespacio
y había regresado como su imagen en el espejo.
―Rudy Rucker, Donas del espacio-tiempo

“¿Podría sólo girar mi brazo fuera de los límites establecidos?”, le había


dicho uno de los utópicos: “Podría empujarlo a mil dimensiones.”
—H. G. Wells, Hombres como dioses

― 173 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Experimentos Zollner

El temprano y generalizado interés en la cuarta dimensión no tuvo lugar


en las comunidades científicas y matemáticas, sino entre los espiritualistas. El
médium y mago americano Henry Slade, se hizo famoso cuando fue expulsado
de Inglaterra por fraude relacionado con la escritura de espíritus en las piza-
rras. El astrónomo J. C. E. Zollner fue desacreditado casi completamente por
su asociación con el espiritualismo. Sin embargo, tenía razón al sugerir que
cualquier persona con acceso a dimensiones más elevadas podría realizar ha-
zañas imposibles para criaturas sometidas a un mundo tridimensional. Sugirió
varios experimentos que demostrarían su hipótesis, por ejemplo, unir anillos
sólidos sin cortarlos primero, o sacar objetos de cajas aseguradas. Si Slade
pudiera interconectar dos anillos de madera ininterrumpidos, Miner creía que
“representaría un milagro, es decir, un fenómeno que nuestras concepciones
hasta ahora de los procesos físicos y orgánicos serían absolutamente incompe-
tentes para explicar”. Experimentos similares se intentaron para invertir las
conchas de los caracoles y atar nudos en un lazo cerrado de cuerda hecho de
tripas de animales. Tal vez la prueba más difícil de pasar involucró la inversión
de la estructura molecular del ácido dextrotartárico para que pudiera rotar un
plano de luz polarizada a la izquierda en lugar de a la derecha. Aunque Slade
nunca llevó a cabo las tareas mencionadas, siempre se las arregló para encon-
trar evidencia lo suficientemente similar como para convencer a Miner y estas
experiencias se convirtieron en la base principal de la Física Trascendental de
Zollner. Este trabajo, y las afirmaciones de otros espiritistas, tenían en realidad
algún valor científico, ya que desencadenaron un animado debate dentro de la
comunidad científica británica.

Hiperespesor

¿Es posible que nuestro espacio tenga un ligero hiperespesor 4-D? Si cada
objeto en nuestro espacio tiene un milímetro de espesor en la dirección de la
cuarta dimensión, ¿notaríamos este componente 4-D de nuestros cuerpos? Si
en realidad somos criaturas 4-D, y nuestros cuerpos son sólo secciones trans-
versales 3-D de nuestros cuerpos completos, ¿cómo lo sabríamos?
Como he mencionado repetidamente, la posibilidad de una cuarta dimen-
sión llevó al debate religioso a lo largo de los siglos. Los espiritualistas incluso

― 174 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

se han preguntado si las almas de nuestros muertos han ido a otra dimensión.
Por ejemplo, el filósofo británico Henry More argumentó en Enchiridion
Metaphysicum (1671) que un reino inferior más allá de nuestros sentidos tan-
gibles era un hogar para fantasmas y espíritus. Sus descripciones no estaban
muy lejos de cómo los matemáticos modernos describen una cuarta dimensión.
Los teólogos del siglo XIX, siempre buscando la ubicación del Cielo y el In-
fierno, se preguntaban si podrían ser encontrados en una dimensión superior.
Algunos teólogos representaban el universo como tres espacios paralelos: la
Tierra, el Cielo y el Infierno. El teólogo Arthur Willink creía que Dios estaba
fuera de estos tres espacios y vivía en un espacio infinitamente dimensional.
La teología de Karl Heim, descrita en su libro Christian Faith and Natural
Science, enfatiza el papel de las dimensiones superiores. Varios filósofos han
sugerido que nuestros cuerpos son simplemente secciones transversales en 3-
D de nuestros yoes superiores en 4-D.

Extraterrestres con Orejas Enantiomorfas

Aunque la vaga noción de una cuarta dimensión se les había ocurrido a los
matemáticos desde los tiempos de Kant, la mayoría de los matemáticos aban-
donaron la idea como una especulación imaginativa sin valor posible. No ha-
bían discutido el hecho de que un objeto sólido asimétrico podía, en teoría, ser
revertido girándolo a través de un espacio superior. No fue hasta 1827 que
August Ferdinand Moebius, un astrónomo alemán, mostró cómo se podía ha-
cer esto, ochenta años después de los documentos de Kant sobre las dimensio-
nes.
Si te encuentras con un Flatlander, podrías, en principio, sacar al Flatlan-
der de su plano y darle la vuelta. Como resultado, sus órganos internos estarían
invertidos. Por ejemplo, un corazón a la izquierda estaría ahora a la derecha.
Del mismo modo, un ser 4-D podría darnos la vuelta y revertir nuestros órga-
nos. Aunque tales poderes son, en principio, posibles dentro de los parámetros
de la física del hiperespacio, debo recordar a los lectores que la tecnología para
manipular el espacio de esta manera no es posible; tal vez dentro de unos pocos
siglos exploraremos el hiperespacio en formas que hoy sólo se sueñan en la
ciencia ficción.

― 175 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.5 Cangrejos de herradura y varias especies de sus ancestros extintos (trilobites),
todos exhibiendo simetría bilateral.

― 176 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Muchas criaturas en nuestro mundo, incluso nosotros mismos, son bilate-


ralmente simétricas; es decir, sus lados izquierdo y derecho son similares (Fig.
5.5). Por ejemplo, a cada lado de nuestro cuerpo bilateralmente simétrico hay
un ojo, una oreja, una fosa nasal, un pezón, una pierna y un brazo. Debajo de
la piel, nuestras tripas no muestran esta notable simetría. El corazón ocupa el
lado izquierdo del pecho; el hígado reside en el derecho. El pulmón derecho
tiene más lóbulos que el izquierdo. Los biólogos que intentan explicar los orí-
genes de las asimetrías de izquierda a derecha han descubierto recientemente
varios genes que prefieren actuar en un solo lado de un embrión en desarrollo.
Sin estos genes, los órganos internos y los vasos sanguíneos se desbaratan en
formas generalmente fatales. Las mutaciones en estos genes ayudan a explicar
las ocurrencias de los niños que nacen con sus órganos internos invertidos a lo
largo del eje izquierda-derecha, un defecto congénito que genera muy pocos
problemas médicos. Es imaginativo considerar esto como una “enfermedad”
de la cuarta dimensión. Si tuviéramos poderes 4-D, podríamos revertir algunas
de estas extrañas asimetrías.

Figura 5.6 Los dos triángulos sólo pueden superponerse si uno de ellos se gira primero
fuera de la página a una dimensión superior.

Una manera de visualizar el volteo de objetos en el espacio superior es


considerar los dos triángulos de la Figura 5.6. Éstos se denominan triángulos
“escalenos” porque tienen tres longitudes laterales diferentes. Hacen una “pa-
reja enantiomorfa” porque son congruentes pero no superponibles sin levantar
uno del plano. De manera similar, en nuestro mundo 3-D, hay muchos ejem-
plos de pares enantiomórficos ―estos consisten en figuras sólidas asimétricas

― 177 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

como sus manos derecha e izquierda. (Si los colocas juntos, de palma a palma,
verás que cada uno es un reflejo especular del otro.)― Los triángulos escale-
nos, como sus dos manos, no pueden superponerse, no importa cómo los gire
y los deslice. Sin embargo, rotando los triángulos alrededor de una línea en el
espacio, podemos superponer un triángulo en su imagen reflejada. De manera
similar, tu propio cuerpo podría ser cambiado a su imagen en el espejo girán-
dolo alrededor de un plano en espacio-4. (Ver Apéndice B para información
sobre la “Historia del Planificador” de Wells y las aventuras de un profesor de
química cuyo cuerpo se rota en la cuarta dimensión.)
En cuatro dimensiones, las figuras se reflejan en sólidos. Los espejos son
siempre una dimensión menos que el espacio en el que operan.
Si hubiera una hiperpersona en cuatro-espacio mirando nuestras manos
derecha e izquierda, para él serían superponibles porque podría concebir de
rotarlas en la cuarta dimensión. Lo mismo se aplicaría a los caracoles con es-
pirales en el sentido de las agujas del reloj y en el sentido contrario, como en
la figura 5.7.
¿Puedes pensar en otros ejemplos de pares enantiomorfos en nuestro uni-
verso? Por ejemplo, tus orejas son enantiomorfas. (Me gusta imaginar una raza
de extraterrestres cuyos oídos derecho e izquierdo son idénticos, no enantio-
mórficos. ¿Puedes imaginarte cómo podrían ser?)

Mundos de Moebius

Si todo nuestro universo se transformara repentinamente en su imagen es-


pecular, ¿percibiríamos una diferencia? Para responder a esta pregunta, consi-
dere un Lineland en el que residen sólo tres extraterrestres babosos: “Cosa 1”,
“Cosa 2” y “Cosa 3”, todos mirando hacia el este, es decir, todos están mirando
hacia la derecha.

Si invertimos la Cosa 2, el cambio será evidente para la Cosa 1 y la Cosa


2. Pero si invertimos toda la línea de Lineland, los alienígenas 1-D no percibi-
rían un cambio. Nosotros, los seres de dimensiones superiores, notaríamos que

― 178 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.7 Los caracoles marinos tienen una “disposición”. Sus espirales en una direc-
ción pueden transformarse en espirales en la otra dirección girando las conchas a través
de la cuarta dimensión. (El crecimiento de la cáscara generalmente no se limita a un
plano sino que también se extiende en una tercera dirección, como el remolino de un
cono de helado.)

― 179 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Lineland se ha invertido, pero eso es porque podemos ver a Lineland en rela-


ción a un mundo fuera de él. Sólo cuando una porción de su mundo se ha
invertido pueden darse cuenta de un cambio. Lo mismo se aplicaría a nuestro
mundo. En cierto modo, no tendría sentido decir que todo nuestro universo fue
invertido porque no habría manera de que pudiéramos detectar tal cambio.
¿Por qué nuestro mundo es una manera particular? El filósofo y matemático
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) creía que preguntar por qué Dios hizo
el universo de esta manera y no de otra es hacer “una pregunta bastante inad-
misible”.
Para entender mejor el comentario de Leibniz, considere un plano en 2-D.
Para revertir todo el universo de Flatland, todo lo que tenemos que hacer es
dar la vuelta al plano y verlo desde el otro lado. De hecho, no tenemos que dar
la vuelta al mundo. Considere que Flatland es como una granja de hormigas
vertical en la que las hormigas están esencialmente confinadas a un mundo en
2-D. El mundo es un mundo de zurdos cuando se mira desde un lado del cristal
y un mundo de diestros cuando se mira desde el otro. En otras palabras,
Flatland no tiene que cambiar de ninguna manera cuando se ve de un lado o
del otro. El único cambio es en la relación espacial entre Flatland y un obser-
vador en espacio-3. De la misma manera, un hiperser podría cambiar su posi-
ción de épsilon a delta y ver una concha marina con una espiral hacia la dere-
cha convertirse en una espiral hacia la izquierda. Si pudiera recoger la cáscara
y darle la vuelta, sería un milagro para nosotros. Lo que veríamos es la cáscara
desaparecer y luego reaparecer como su imagen en el espejo. Esto significa
que las estructuras enantiomorfas son vistas como idénticas y superponibles
por los seres de la siguiente dimensión superior. Tal vez sólo un Dios que
exista en dimensiones infinitas podría ver todos los pares de objetos enantio-
morfos como idénticos y superponibles en todos los espacios.
Hay otras maneras de convertirte en tu imagen en el espejo, sin que salgas
nunca del espacio en el que vives. Considera una tira de Moebius, inventada a
mediados del siglo XIX por August Moebius. Una tira de Moebius se crea
girando una tira de papel 180 grados y luego pegando los extremos con cinta
adhesiva. (Una tira de Moebius sólo tiene un lado. Si eso es difícil de creer,
construye uno y trata de colorear un lado rojo y el “otro” verde.) A modo de
analogía, si un Flatlander viviera en un mundo de Moebius, podría ser volteado
fácilmente moviéndolo a lo largo de su universo sin sacarlo nunca del plano

― 180 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

de su existencia. Si un Flatlander viaja por toda la banda de Moebius y llega


al punto de origen, encontrará que todos sus órganos están invertidos (Fig.
5.8). Un segundo viaje alrededor del cosmos de Moebius lo enderezaría de
nuevo.

Figura 5.8 Un humano 2-D en un universo de cintas de Moebius. Si el humano viaja


alrededor de la tira, sus órganos internos se invertirán.

Una banda de Moebius es un ejemplo de “espacio no orientable”. Esto


significa que, en teoría, no es posible distinguir un objeto en la superficie de
su imagen reflejada. La superficie se considera no orientable si tiene una tra-
yectoria que invierte la orientación de las criaturas que viven en la superficie,
como se describe en el párrafo anterior. Por otro lado, si un espacio conserva
la disposición de una estructura asimétrica, independientemente de cómo se
mueva la estructura, el espacio se denomina “orientable”.
Al igual que en la cinta de Moebius, cosas extrañas sucederían si viviéra-
mos en la superficie de una pequeña hiperesfera. Por analogía, considere un
Flatlander que vive en un universo que es la superficie de una pequeña esfera.
Si el Flatlander viaja a lo largo de la esfera, regresa a su punto de partida. Si
mira hacia adelante, ve su propia espalda. Si usted vivía en un universo hiper-
esférico, usted también podría volver a su punto de partida después de mucho
tiempo. Si la hiperesfera fuera pequeña, verías tu propia espalda mientras mi-
ras hacia adelante. Como se mencionó en la sección sobre geometría extrín-
seca (Capítulo 1), algunos cosmólogos han sugerido que nuestro universo es
en realidad una gran hiperesfera. El universo puede ser finito pero sin límites,
así como la superficie de una esfera es finita, pero no tiene bordes. En otras
palabras, nuestro universo puede ser una esfera 4-D con una superficie 3-D

― 181 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

con una circunferencia del orden de 1000 mil millones de años-luz. (Un año
luz es la distancia recorrida por la luz en un año ―alrededor de 5,9 ×1015 mi-
llas.) Según este modelo, lo que percibimos como líneas rectas y paralelas
pueden ser grandes círculos que se intersectan a dos puntos a cincuenta mil
millones de años-luz de distancia en cada dirección en la hiperesfera (de la
misma manera que las líneas de longitud en un globo se encuentran en los
polos).
Si nuestro universo es curvo, nuestro espacio puede ser finito y no tener
límites. Simplemente se curva sobre sí misma. Esto significa que si volamos
lejos a través del espacio, nunca podremos encontrar una pared que indique
que el espacio no va más allá. No puede haber ninguna señal que diga:

REGRESE. EL ESPACIO TERMINA AQUÍ.

La idea de que nuestro universo podría ser la superficie de una hiperesfera


fue sugerida por Einstein y tiene implicaciones sorprendentes”.27 Como una

27
Los astrónomos buscan activamente evidencia de la forma del universo mirando ma-
pas detallados de las fluctuaciones de temperatura a través del espacio. Estos estudios
cuentan con la ayuda de la nave espacial Microwave Anisotropy Probe de órbita solar y
el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea. En un universo cerrado, “hiperbó-
lico”, lo que los astrónomos podrían pensar que es una galaxia distante podría ser nuestra
propia Vía Láctea vista a una edad mucho más temprana porque la luz ha tardado miles
de millones de años en viajar alrededor del universo. Neil Cornish de la Universidad de
Cambridge y otros astrónomos sugieren que “si tenemos la suerte de vivir en un universo
hiperbólico compacto, podemos observar y ver nuestros propios comienzos”.
Según la teoría de la relatividad general de Einstein, la densidad general de nuestro uni-
verso determina tanto su destino como su geometría. Si nuestro universo tiene suficiente
masa, la gravedad eventualmente colapsaría el universo de nuevo en una gran contrac-
ción. En efecto, tal universo se curvaría sobre sí mismo para formar un espacio cerrado
de volumen finito. Se dice que el espacio tiene “curvatura positiva” y se asemeja a la
superficie de una esfera. Un cohete que viajara en línea recta regresaría a su punto de
origen. Si nuestro universo tuviera menos masa, el universo se expandiría para siempre
mientras su tasa de expansión se acerca cada vez más a cero. La geometría de este uni-
verso es “plana” o “euclidiana”. Si el universo tuviera aún menos masa, el universo se
expande para siempre a un ritmo constante. Este tipo de espacio se llama “hiperbólico”.
Tiene una curvatura negativa y una forma que se asemeja al asiento de una silla de mon-
tar. Actualmente, los datos observacionales sugieren que el universo no tiene suficiente
masa para hacerlo cerrado o plano (aunque la evidencia reciente de que los neutrinos

― 182 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

analogía, considere de nuevo un Flatland 2-D en la superficie de una esfera. Si


un habitante comenzaba a pintar la superficie de Flatland hacia afuera en círcu-
los cada vez más amplios, llegaba al punto medio en el que los círculos co-
menzaban a achicarse con el Flatlander en su interior; eventualmente se pin-
taba a sí mismo en un pequeño lugar del universo, momento en el que ya no
podía pintar más. Si la pintura fuera tóxica, un Flatlander loco usando este
enfoque podría asegurar que todas las formas de vida fueran destruidas. De

poseen una ligera masa podría afectar esto porque sus efectos gravitacionales pueden
moldear la forma de las galaxias o incluso posiblemente revertir la expansión del uni-
verso). Muchos astrónomos esperan un cosmos plano porque está estrechamente ligado
a la “teoría de la inflación”, una conjetura popular de que el universo experimentó un
período temprano de rápida expansión que amplificó las fluctuaciones subatómicas alea-
torias para formar las estructuras actuales de nuestro universo. De la misma manera que
la expansión hace que una pequeña región de un globo parezca plana, la inflación esti-
raría el universo, suavizando cualquier curvatura que pudiera haber tenido inicialmente.
Es asombroso que vivamos en una época en la que todas estas conjeturas pronto serán
comprobadas con la radiación de fondo de microondas del universo. Por ejemplo, en un
universo hiperbólico, fuertes variaciones de temperatura en el fondo de microondas de-
berían ocurrir a través de zonas más pequeñas del cielo que en un universo plano. (Ver
los artículos de 1998 de Science News de Ron Cowen e Ivars Peterson en Lecturas Adi-
cionales.)
Simulaciones recientes por computadora sugieren la existencia de vastas redes filamen-
tosas de gas ionizado, o plasma, una telaraña cósmica que ahora une galaxias y cúmulos
de galaxias. Estas telarañas calientes pueden ser difíciles de detectar con los satélites
actuales. Para más información, véase Glanz, J. (1998) Cosmic web captures lost matter.
Science. 26 de junio, 280 (5372): 2049-50.]
Miles de billones de neutrinos están volando a través de tu cuerpo mientras lees esto.
Creados por el Big Bang, las estrellas y la colisión de los rayos cósmicos con la atmós-
fera terrestre, los neutrinos superan en número a los electrones y protones en 600 millo-
nes a 1. [Para más información, ver. Gibbs, W. (1998) A massive discovery. Scientific
American. Agosto, 279 (2): 18-19.]
Es posible que el universo tenga una topología extraña para que las diferentes partes se
interconecten como hebras de roscas. Si este es el caso, el universo simplemente da la
ilusión de la inmensidad y los múltiples caminos permiten que la materia de diferentes
partes del cosmos se mezcle. El Scientific American de julio de 1998 especula que, en
el universo de las rosquillas, la luz de un objeto dado tiene varias maneras diferentes de
llegar a nosotros, así que deberíamos ver varias copias del objeto. En teoría, podríamos
mirar hacia el cielo y ver la Tierra. Para más información, véase Musser, G. (1998)
Inflation is dead: long live inflation. Scientific American. 279(1): 19-20.]

― 183 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

manera similar, en el modelo de Einstein del universo, si un humano comen-


zara a trazar un mapa del universo en esferas en constante expansión, even-
tualmente se convertiría en un pequeño espacio globular en el lado opuesto de
la hiperesfera.
Nuestro universo podría tener otras topologías igualmente extrañas como
las tiras de hyperMoebius y las hyperdonas, con características adicionales in-
teresantes que están más allá del alcance de este libro.28 Por ejemplo, en el
espacio 4-D, se pueden construir varias superficies que contienen bandas de
Mobius que no tienen límites, igual que la superficie de una esfera no tiene
límites. El borde de un disco puede unirse al borde de una banda de Moebius
para formar un “plano proyectivo real”. Dos bandas de Moebius se pueden
unir a lo largo de su límite común para formar una superficie no orientable
llamada botella Klein, llamada así por su descubridor Felix Klein (Fig. 5.9).
La banda de Moebius tiene límites: los bordes de la banda que no se unen con
cinta adhesiva. Por otro lado, una botella Klein es una superficie unilateral sin
bordes. A diferencia de una botella normal, el “cuello” se dobla alrededor,
pasando a través de la superficie de la botella y uniéndose a la botella principal
desde el interior. Una forma de construir un modelo físico de una botella de
Klein en nuestro universo tridimensional es hacer que se encuentre en una pe-
queña curva circular.

28
Para algunas hermosas interpretaciones y explicaciones de este tipo de superficies,
ver Beyond the Third Dimension, de Thomas Banchoff. Para los espectaculares modelos
de vidrio de Alan Bennett de botellas y variantes de Klein, véase el artículo de Ian Ste-
wart de marzo de 1998 en Scientific American 278(3): 100-101. Bennett, un soplador de
vidrio de Bedford, Inglaterra, revela secciones transversales inusuales cortando las bo-
tellas con una sierra de diamante. La cinta también crea sorprendentes botellas Klein
con tres cuellos, juegos de botellas anidadas una dentro de la otra, botellas en espiral, y
botellas llamadas “recipientes Ouslam” con cuellos que giran alrededor dos veces, for-
mando tres autointersecciones. (La vasija Ousalm lleva el nombre del mítico pájaro que
da vueltas en círculos cada vez más pequeños hasta que desaparece por su propio ex-
tremo.) Si el recipiente Ouslam se corta verticalmente, se deshace en dos bandas de
Moebius de tres vueltas. Normalmente, una botella de Klein se desmorona en dos bandas
de Moebius de un solo giro cuando se corta, pero Bennet y Stewart demuestran que
también se puede cortar una botella de Klein a lo largo de una curva diferente para ob-
tener sólo una banda de Moebius. El soplador de vidrio Alan Bennett puede ser contac-
tado en Hi-Q Glass, 2 Mill Lane, Greenfield, Bedford, Reino Unido MK45 5DF.

― 184 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.9 Representación gráfica por ordenador de una botella de Klein. (Renderizado
en ordenador por el autor; véase el apéndice F para el código de programa).

Imagine su frustración (o tal vez su deleite) si tratara de pintar sólo el ex-


terior de una botella de Klein. Comienzas en el “exterior” bulboso y vas ba-
jando por el cuello delgado. El verdadero objeto 4-D no se autointerseca, lo
que le permite continuar siguiendo el cuello que ahora está “dentro” de la bo-
tella. A medida que el cuello se abre para volver a unirse a la superficie bul-
bosa, te das cuenta de que ahora estás pintando dentro del bulbo.
Si un Flatlander asimétrico viviera en la superficie de una botella de Klein,
podría hacer un viaje alrededor de su universo y regresar en una forma inver-
tida de su entorno. Tenga en cuenta que todas las superficies de un solo lado
no son orientables. La figura 5.10 es una botella de vidrio Klein creada por el
soplador de vidrio Alan Bennett (ver nota 2 para más información). La figura
5.11 es un objeto más intrincado parecido a una botella de Klein.

― 185 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 5.10 Botella de vidrio Klein diseñada y fabricada por el soplador de vidrio Alan
Bennett.

Muchos tipos de distorsiones espaciales se discuten en detalle en mi libro


Black Holes: A Traveler's Guide. Todavía necesitamos aprender más sobre la
estructura a gran escala de nuestro universo antes de que podamos determinar
si existen caminos de inversión de orientación. Imaginen las posibilidades si
estos caminos existen. Cuando viajabas en un cohete y volvías como tu imagen
en el espejo, todos tus tornillos, tijeras, fuentes, órganos corporales y relojes
habrían cambiado su orientación en relación con tus amigos que nunca se
arriesgaron a hacer el viaje. Si su cónyuge o ser querido regresara a ti al revés,
¿cambiarían tus sentimientos hacia ellos? ¿Notarías la diferencia? ¿Podrían
seguir conduciendo su auto, escribir de una manera legible para ti, usar el te-
clado de una computadora, digerir los mismos alimentos o leer sus libros? ¿Las
moléculas enantiomorfas de sus cuerpos también se revertirían? ¿Sería venta-

― 186 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

joso que el espejo fuera al revés? ¿Las sociedades futuras, en busca de unifor-
midad, enviarían a personas zurdas en naves espaciales para que a su regreso
fueran diestras? ¿Mandarían los gobiernos deliberadamente a la gente a ser
reflejada de manera inversa, creando así nuevos segmentos de la población
que no podrían aparearse con la gente “normal” o contraer patógenos mortales
que evolucionaron para alimentarse de biomoléculas con características enan-
tiomórficas particulares?

Figura 5.11 Un modelo más complejo de un objeto de dimensiones superiores. [Para


más detalles sobre esta forma, ver Ryan, P (1991) El sistema de notación terrenal para
instrumentar el acuerdo perceptivo sobre el mundo natural. Leonardo. 24(4): 457-65. El
dibujo fue hecho por Gary Allen. El objeto de la botella se llama circuito relacional.]

Scully: Oh Dios, Mulder, huele como... Creo que es bilis.


Mulder: ¿Cómo puedo quitármelo de los dedos sin traicionar mi
frío exterior?
―“Squeeze”, Los Expedientes-X.

― 187 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

seis

El nuevo Círculo Principal anima a las masas a adorar a los Seres Espa-
ciales Superiores como Ángeles y Dioses. El Espacio Superior es el camino
real hacia aquello que está más allá de toda imaginación. El que tenga oídos,
que oiga.
―Rudy Rucker, La cuarta dimensión

Para Catalina, el tiempo había perdido su ritmo circadiano; había caído en


un teseracto del tiempo, y el día y la noche se mezclaban en uno solo.
―Sidney Sheldon, El otro lado de la medianoche

El Antiguo Testamento dice que no podemos ver a Dios y vivir. De ello se


deduce que debe haber algún segundo espacio, tan presente como el espacio
tridimensional pero completamente inobservable.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

― 188 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

los dioses del hiperespacio

La Casa Blanca, Washington, D.C., 9:00 A.M.

Estás de vuelta en la Casa Blanca en el lugar exacto en el que el presidente


fue visto vivo por última vez. Una gran alfombra persa decora el suelo; a lo
largo de la pared hay plantas en maceta y algunas sillas. Nada ha cambiado,
excepto una gran réplica en bronce de una Campana de la Libertad que alguien
ha trasladado a un rincón de la habitación para reformarla. Quizás la vicepre-
sidenta Chelsea Clinton está preparando la campana como regalo para Sadaam
Hussein, quien recientemente renovó su compromiso con la paz mundial.
Hay sonidos de todas partes de la habitación, como el zumbido de las es-
cobas sobre el cemento mojado. Un olor a amoníaco llena el aire.
“Supongo que tienes un plan para rescatar al presidente”. dice Sally mien-
tras sus ojos se mueven por toda la habitación.
Antes de que puedas responder, hay un destello de luz; delante de ti hay
una forma en movimiento. Flota a derecha e izquierda a una altura de cinco
pies. Luego se detiene y dispara hacia abajo. Tiene el tamaño aproximado de
una almohada y está cubierta de piel.
Sally saca su arma.
Saltas hacia ella. “No dispares”.
Caminas lentamente hacia la masa y la tocas con el dedo índice. Lo extraño
se reduce al tamaño de un melón, pero conserva su textura similar a la de la
piel. “Se siente cálido y suave, como la carne humana.”
Ahora la masa aumenta de tamaño de nuevo mientras tú y Sally miran con
la boca abierta. Cuando deja de crecer, tiene el tamaño de un pavo grande. Es
en su mayoría de carne, pero a lo largo de un lado es una estructura en forma
de cresta y una tira de material negro, como de terciopelo.
La criatura empieza a rebotar en el suelo, haciendo ruidosas palmadas
como el aleteo de un pez fuera del agua. Luego se queda quieto, como una
rareza biológica en algún museo de patología. Recuerdas haber visto algo pa-
recido en el Museo Smithsonian de Patología, donde los conservadores habían

― 189 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

descubierto cosas extrañas a flote en frascos, órganos del cuerpo delicada-


mente desprendidos, arterias blandas infundidas de cera, carne todavía fresca
como si los objetos estuvieran vivos.
Hay pasos detrás de ti. “¿Qué está pasando aquí?”
Un hombre se te acerca con la mano en la pistola. Mide 1,80 m de alto,
con un pecho de barril y un vientre duro como una roca a juego. Sus mejillas
parecen como si hubieran sido limpiadas con chorro de arena. Los brazos de
su traje de camuflaje están arrancados, revelando brazos musculosos decora-
dos con tatuajes verdes descoloridos que van desde sus muñecas hasta sus bí-
ceps. Sus enormes manos están marcadas y empapadas de sudor. Con movi-
mientos lentos y deliberados, el hombre se saca una banda negra de la cabeza
del bolsillo y se la ata alrededor de la frente.
“FBI”, dices y le enseñas tu placa. “¿Quién eres tú?”
“Capitán Richard Narcinko, ex-Navy SEAL. Mi trabajo es asegurar la ha-
bitación. Es un asunto de seguridad nacional”.
“Ooh”, dice Sally cuando un pequeño punto de carne se eleva de la masa.
Se dirige hacia ella, moviéndose como una pluma flotando en la brisa. La
mano de Sally se dirige a su cara mientras sus ojos se abren de par en par con
asombro. El punto flota a la altura de su cabeza, destellando varios tonos de
rojo y lavanda. En los bordes de la bola carnosa hay pequeños destellos, como
si el punto estuviera encendiendo pequeñas partículas de polvo en el aire mien-
tras se mueve a través de ellas.
Sally levanta el arma de nuevo. “¡Oh, Dios mío!”, dice mientras señala a
otra bola de carne que se eleva de la otra. Parece que sigue a la primera.
Pero luego baja el arma y sonríe mientras las bolas gemelas de carne bailan
frente a sus ojos. No parece asustada en absoluto.
“Ten cuidado”, le dices a Sally. “Retrocede”.
“No siento que sean dañinos.”
“¿Sentido? Sally, ¿de qué estás hablando? Retrocede”.
Afuera hay un llanto ocasional de un pájaro. Estos gritos suenan distantes,
difusos, como si fueran parte de una realidad aislada de lo que está sucediendo
en la Casa Blanca.
Uno de los puntos sigue bailando ante los ojos de Sally. El otro se desliza
entre sus piernas, se eleva a lo largo de su espalda y se funde con el primer
punto. La sonrisa de Sally se ensancha y todo su cuerpo tiembla como la de

― 190 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

una niña excitada. Algunos mechones de su cabello se paran en ángulo recto


con respecto a su cuerpo; tal vez haya electricidad estática en el aire. Levanta
las manos como si dirigiera una orquesta invisible, pero se ve más como si
estuviera lanzando un hechizo o agitando una poción de bruja.
Sally gira la cabeza hacia arriba. “Siento una corriente corriendo por mi
cuerpo. Pero no duele”.
Más de sus cabellos sobresalen de su cuerpo, ya que extiende sus piernas
y tiembla ligeramente. Comienza a tomar grandes bocanadas de aire. 
 Nar-
cinko se agacha y trata de rastrear el punto con su Heckler & Koch semiauto-
mático de 9 mm.
“¡No dispares!” le gritas a Narcinko.
El aliento de Sally ahora viene en rachas cortas. Está temblando.
Narcinko da un paso adelante. Tal vez va a tratar de apartar los puntos de
carne de Sally, pero, a medida que se acerca, los puntos se separan y dejan de
bailar. Parecen encantadores, pero te preocupas. Si los pequeños puntos están
calientes y penetran el cuerpo de Sally, se quemaría. Los puntos parecen alte-
rar sus percepciones, y eso también podría significar peligro, un peligro no
para su cuerpo sino para su mente.
“Espera”, sientes como un olor florido llena el aire.
Los puntos vibran, haciendo sonidos de oboe y gemidos. ¿Podría ser así
como suena el habla en 4-D cuando se cruza con su mundo?
“No te detengas”, susurra Sally.
Los puntos siguen vibrando. Sally respira en respiraciones cortas y super-
ficiales, sin tener en cuenta quién escucharía o a quién le importaría. Luego
comienza a mecerse de un lado a otro a medida que sus pupilas se dilatan.
No puedes soportarlo más. Los sonidos de los puntos de la carne también
te están afectando a ti, emborrachándote de placer. Te apoyas en Sally. Su
cabello tiene el olor dulce pero rancio de un jardín a principios de otoño des-
pués de una larga y deliciosa lluvia.
“Alto”, grita Narcinko a las luces mientras aplaude con un fuerte golpe.
Narcinko salta hacia Sally. “Basta de esto”, dice mientras mueve sus enor-
mes manos hacia los puntos. Pero son demasiado rápidos para él.
Los puntos atraviesan la ventana cerrada a prueba de balas y se dirigen
hacia la Avenida Pennsylvania. Sally es la primera de la Casa Blanca en se-
guirlos. Tú y Narcinko están cerca.

― 191 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Tratas de captar la dirección porque entremezclados con los puntos gira-


torios de la carne están las bengalas que vienen de otras masas de carne, par-
padeando tan rápidamente que no puedes estar seguro de dónde vienen. Las
masas brillantes revelan formas momentáneamente espeluznantes, cosas que
parecen ojos nadando y girando para mirarte fijamente con un resplandor in-
candescente, como los ojos de búhos o ciervos cuando un rayo del faro delan-
tero de un coche los atrapa por sorpresa.
El aire parece seco y caliente, como si los puntos emitieran calor. Un olor,
no del todo perfumado pero más animal, impregna el aire y se fija a ti.
La mayoría de los puntos de carne desaparecen mientras que los dos pun-
tos originales flotan como pequeñas burbujas brillantes hacia los coches y las
farolas. Oscilan todos los colores del arco iris, flotan, y luego comienzan a
moverse rápidamente. Sally se ríe nerviosamente mientras observa cómo los
puntos rebotan de un coche a otro como bolas luminosas en un juego de ping-
pong. Van cada vez más rápido y luego en espiral sin hacer ruido hasta llegar
a una tapa de alcantarilla en la carretera.
Saltas cuando un rebaño de cuervos en llamas se cierne sobre tu cabeza,
sus llamadas “scree-scree-scree” te escandalizan casi tanto como las bolas de
carne viva. Giras el cuello para seguir el vuelo de los pájaros y te das cuenta
de que no están realmente en llamas. Es sólo la luz del sol anaranjado en sus
brillantes espaldas. Te vuelves consciente de un viento frío en tus brazos, un
frío que te hace temblar.
Vuelves a mirar hacia la Avenida Pennsylvania, colocando la mano sobre
la frente, buscando cualquier signo de la carne flotante.
“¡Regresa!” Narcinko te llama desde los escalones de la Casa Blanca. “Por
el amor de Dios, mira esto.”
Tú y Sally regresan corriendo y escuchan un sonido silbante mientras los
extraños olores florales se convierten en algo más ominoso. El olor a vómito
en el heno mojado.
“Por aquí”, ruge Narcinko con una profunda voz de barítono.
En el interior hay una gran masa en reposo con labios rosados. Narcinko
saca un gran cuchillo de caza de su bolsillo.
Sally sacude la cabeza. “¿Qué vas a hacer con eso?” “Sólo un experi-
mento”.
La piel es gruesa y tiene que cortar dos veces para extraer la sangre.

― 192 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

De repente, la mancha se vuelve salvaje. Disminuye de tamaño hasta que


se parece a varios testículos flotantes. Cuatro trozos de carne están a la iz-
quierda de Sally. Otros tres o cuatro están a tu derecha. Ellos corren hacia ti,
mientras te agachas, y luego rodean rápidamente a Sally. Se protege la cara
con los brazos.
Entonces ella desaparece con un sonido de estallido. Sus gritos se detienen
repentinamente al escuchar sus ecos reverberando en la Casa Blanca.
Narcinko se acerca. “¿Qué le has hecho?”
Corres hacia el lugar donde estuvo Sally por última vez, pero no hay rastro
de ella. Mueves las manos hacia adelante y hacia atrás por el aire, pero no
sientes nada. “¡Tú se lo hiciste!” Te vuelves hacia Narcinko. “¿Por qué cor-
taste a la criatura?”
“¿Qué es eso?” dice Narcinko.
A unos cinco pies de distancia se encuentra un bulto de carne parecido a
una berenjena que no habías notado. Se sienta en la colorida alfombra persa y
no se mueve.
Narcinko mira fijamente el bulto carnoso y un escalofrío le recorre el
cuerpo. “¿Qué demonios es esto? ¿Qué está pasando aquí?”
“Estábamos aquí para ayudar a rescatar al presidente. Fue secuestrado por
criaturas 4-D.”
“¿Cómo sabes esto? Eso es clasificado”.
“Narcinko, ¿puedes encontrarme una bolsa fuerte y mucha cuerda?”
Te mira con sospecha. “Oímos rumores sobre las criaturas 4-D. No le es-
tamos diciendo mucho al público o de lo contrario podrían entrar en pánico.
La Casa Blanca está oficialmente cerrada hoy.”
“Creo que puedo salvar a Sally y al Presidente. Consígueme una bolsa y
una cuerda.”
Narcinko sale corriendo y regresa con una gran bolsa de arpillera y unos
dos metros de cuerda. “Conseguí esto del armario del jardinero.”
Coges la bolsa. “Excelente”.
Lentamente te diriges hacia la mancha carnosa de la alfombra persa. Al
agacharte, colocas la bolsa al lado de la gota y la empujas muy suavemente
dentro de la bolsa. Narcinko te trae la cuerda y tú atas la bolsa bien cerrada.
Cuando miras la cara de Narcinko, ves su boca abierta y cerrada de forma
espasmódica. ¿Por qué? ¿Qué podría estar mal?

― 193 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Te giras, y ves que el trozo de carne ya está fuera de la bolsa. Debe haber
escapado rápidamente sin hacer ruido. Tus ojos habían estado fuera de la bolsa
por sólo un segundo o dos. La cuerda todavía está atada firmemente alrededor
de la abertura.
Narcinko mira más de cerca. “Es diferente.”
Asiente con la cabeza. Ahora hay tres trozos, como perritos calientes rosas.
Narcinko desata la cuerda anudada alrededor de la bolsa. Lentamente coloca
su mano dentro como si estuviera a punto de sumergirse en agua helada. “Aquí
no hay nada”.
“Debí haber esperado esto. Creo que la criatura está atrapada en nuestro
mundo y quiere irse. Esto es sólo una sección transversal de él, una sección
transversal sólida que está atascada en nuestro mundo”. Explica algunas de las
mismas cosas que le has estado diciendo a Sally. “Si meto el pie en la superfi-
cie de un estanque, los habitantes en 2-D de la superficie del estanque verían
sólo un círculo o una elipse, dependiendo del ángulo en que yo intersecte su
mundo. Si una criatura en 2-D tratara de atraparme en su mundo atando una
cuerda a mi alrededor, podría retirar mi pie, a menos que la cuerda esté muy
apretada o que haya una parte más grande de mi cuerpo a cada lado de la su-
perficie del estanque”.
“¿Pero qué hay de la chica y el presidente? ¿Dónde están?”
Apuntas a las varias formas que se fusionan rápidamente en una sola gota.
“Los forcejeos de esta criatura los llevaron al hiperespacio.”
Paseas de un lado a otro. ¿Cómo es posible que sólo una parte de un Ome-
gamorfo se quede atascada en tu mundo?
De alguna manera debes salvar a Sally y al Presidente. También te preo-
cupa que la criatura se escape. Lo quieres aquí para estudiar. Tal vez puedas
conseguir que te ayude a rescatar a Sally y al presidente a cambio de ayudarlo
a regresar a su propio mundo. Es tu único vínculo con Sally.
¿Cómo puedes asegurarte de que se quede en la Casa Blanca? Es una sec-
ción tridimensional de la verdadera criatura. Si atas la bolsa de yute extrema-
damente apretada alrededor de la mancha, o de las manchas, tal vez puedas
mantenerla en este mundo.
De nuevo, colocas suavemente la bolita dentro de la bolsa, y esta vez la
atas firmemente alrededor de la criatura con todas tus fuerzas. A continuación,

― 194 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

ate el otro extremo de la cuerda a la gran réplica de bronce de la Campana de


la Libertad.
Te vuelves hacia Narcinko. “Voy al hiperespacio a buscarlos. Pero quiero
algo más fuerte que una cuerda. ¿Puedes encontrarme unas cadenas? También
necesito dos bengalas y una foto del presidente”.
“¿Para qué necesitas todo esto?”
“Sólo hazlo”.
Narcinko parece que está a punto de golpearte, pero luego se aleja por un
pasillo poco iluminado.
Quince minutos más tarde, Narcinko regresa con unas cadenas hechas de
una aleación ligera y fuerte. Te da dos bengalas que te metes en el bolsillo
junto con una foto del presidente.
Narcinko te ayuda a atar la cadena en una configuración de arnés alrededor
de tus hombros y cintura. La cadena floja está enrollada en el piso, trescientos
pies de ella, y el otro extremo atado a la Campana de la Libertad.
Narcinko retrocede de repente cuando la cosa en la bolsa empieza a retor-
cerse como un gusano.
“Voy a saltar hacia el hiperespacio. Te avisaré si hay problemas tirando de
la cadena una vez y después dos tirones largos. Tira de mí si sienten eso”.
Narcinko te mira y a la bolsa pulsante y otra vez a ti. “Esto es una locura.”
“Tenemos que intentarlo. Si puedo encontrar el lugar adecuado en esta
habitación donde parece ser fácil abandonar el tres-espacio, debería poder sal-
tar”.
Primero colocas la mano en el aire y observa como un trozo de la palma
parece desaparecer (Fig. 6.1). Luego, saltas dos pies en el aire y eres arrastrado
hacia abajo por la cadena.
Tal vez es un poco pesado. Saltas de nuevo y sientes una sensación de
náuseas en la boca del estómago, como si alguien hubiera colocado un gancho
allí y estuviera tratando de subir tu estómago a través del esófago. Saltas de
nuevo, de repente oyes un silbido y por un instante te sientes ingrávido.
Miras hacia abajo y piensas que ves grandes apartamentos en forma de
panal con luz. En un apartamento, se ve a través de las paredes y se observa a
una mujer, casi desnuda, mirando la televisión. A lo lejos hay bocinas y las
voces de miles de personas.

― 195 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 6.1 Una parte de su mano desaparece en otra dimensión. (Dibujo de April Peder-
sen.)

A medida que vuelas, sientes que hay luz y música que viene de Washing-
ton, D.C. Es como si miles de washingtonianos estuvieran celebrando, aplau-
diendo con las manos, animando tu vuelo ascendente. Los faros de los coches
diminutos están envueltos en niebla, lo que te hace sentir como si te estuvieras
elevando a través de una cascada de estrellas.
De repente, los sonidos y las luces desaparecen. Miras hacia abajo y estás
parado sobre algo que parece asfalto. No puedes ver el otro extremo de la ca-
dena. ¡Estás en algún lugar de la cuarta dimensión!
Te imaginas que, para Narcinko, la cadena simplemente termina en el es-
pacio, desapareciendo abruptamente en el aire. Todavía hay tensión en la ca-
dena, y a medida que se tira de ella se puede decir que más de la cadena está
viniendo hacia ti.
Una vasta extensión de espacio se abre ante ti. ¡Éxtasis! Seguramente si te
cortaras la cadena de la pierna, podrías volar aún más lejos. Las leyes y reglas
físicas no parecían ser limitaciones, sólo puntos de partida para algo más
grande, más profundo.

― 196 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 6.2 La sección transversal de las plantas 4-D?

― 197 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

A varios metros de distancia hay algunas calabazas ondulantes. Bueno, no


exactamente calabazas, pero lo suficientemente cerca. A medida que caminas,
ves estructuras de vidrio, metal y concreto, todas en extrañas formas poliédri-
cas, como grandes y centelleantes estrellas. Algunos objetos de color verdoso
y con volantes flotan en el aire (Fig. 6.2). ¿Plantas?
Estás borracho de placer, pero te das cuenta de que aunque estás en un
mundo 4-D, tu percepción 3-D está capturando sólo una parte de su verdadera
forma. Éstas deben ser las secciones transversales espaciales de edificios, bor-
dillos, farolas, arbustos, etc. Algunos de los seres se parecen a manchas de
carne. Algunos están cubiertos de tela; otros están totalmente desnudos. Razo-
náis que debes estar en un mundo paralelo al nuestro, elevado hacia arriba en
la cuarta dimensión.
¿Qué vería un Flatlander flotando en su mundo? Si sólo podía percibir en
dos dimensiones, sólo podía ver una línea a la vez. Imagine su confusión, ya
que sólo veía secciones transversales de objetos: escritorios, luces, sofás, me-
sas, plantas, etc. Podría volverse loco.
Pero no estás loco. Respiras más fácilmente ahora; tu corazón late más
despacio que unos segundos antes. Una brisa fresca y suave seca la transpira-
ción de la frente. Cuando miras en una dirección, ves una estructura de ciudad
con ventanas iridiscentes que hacen que la niebla irradie y pulsa con vida pro-
pia.
De repente, tres trozos de carne se unen frente a ti. El cuero comienza a
rodear a uno de ellos. ¿Cuero? Visiones locas de vacas en 4-D flotan en tu
cerebro.
Entonces los glóbulos desaparecen. Tal vez son ciudadanos del hiperespa-
cio que no se habían fijado en ti, o que te habían visto pero no les importaba.
¿Estarían acostumbrados a la penetración de los mundos tridimensionales en
los suyos?
Para demostrar que tienes algún control sobre tu destino, a pesar de la ca-
dena alrededor de tu pierna, te alejas del camino que has tomado y sigues una
pequeña luz verde que se sitúa encima de una estructura metálica. Pasas por
diminutos cráteres y extraños glóbulos marrones que no parecen ni vivos ni
muertos, pero como si estuvieran hibernando. Ah, si tan sólo tuvieras tiempo
para viajar más despacio en este mundo. Pero tienes responsabilidades.

― 198 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

¿Cómo puedes encontrar a Sally en un mundo tan extraño? Podría estar a


centímetros de ti y no podrías verla si no estuviera en tu “plano” de visión. No
puedes ver más allá de tus tres dimensiones.
“Sally”, grita. No hay respuesta, excepto quizás una risa apenas audible.
Pisas campos de extraña vegetación rodeados de niebla. Parece que estás flo-
tando de un “plano” espacial a otro. Entonces la cadena se tensa. No puedes ir
más lejos.
Sacas tu bengala, la enciendes y la mueves. Gritas y gritas.
Eventualmente una pequeña bola de carne se acerca y tú agitas la bengala
aún más rápido. La bola salta arriba y abajo y se hace más grande. Cuando la
sección transversal aumenta al tamaño de una calabaza grande, la frotas sua-
vemente y vibra en respuesta. Es un sonido de ronroneo. Tiras de la criatura
hacia delta. Una docena de manchas elipsoidales recubiertas de una superficie
dura similar al esmalte (¿dientes?) y finalmente ves una bola perfectamente
blanca con un rastro de vasos sanguíneos. Esperas que esta bola blanca sea la
córnea del ojo hiperesférico de la criatura. Después de unos segundos, se trans-
forma en una esfera marrón con musculatura como el iris de un ojo, una bola
perfecta. Esta bola es tan brillante que destella luz. Por fin ves lo que has es-
tado esperando: dos, orbes negros y húmedos, del tamaño de bolas de béisbol,
flotando frente a ti. Estas deben ser las pupilas de la criatura.
Sientes un extraño escalofrío que sube por tu columna vertebral mientras
miras a los brillantes ojos del Omegamorfo. Sientes un escalofrío, una ambi-
güedad, una desesperación progresiva. El Omegamorfo está quieto. Ninguno
de los dos se mueve. Sus ojos son brillantes. Si pudieras verlo sonreír, imagi-
nas que sería implacable y practico. El tiempo parece detenerse. Por un mo-
mento, tu mente se llena de una cascada de símbolos matemáticos. Pero
cuando sacudes la cabeza, las fórmulas desaparecen. Sólo un fragmento de una
alucinación. Pero el inescrutable Omegamorfo permanece.
“Gracias por prestarme atención”, dices. Traes una foto del presidente y
una de Sally que ha tenido en su billetera durante años. “Por favor, trae a mis
amigos de vuelta y empújalos a mi mundo. Como retribución, te guiaré a la
criatura que tenemos en la bolsa. Y luego liberaremos a la criatura”.
¿Puede la criatura entenderte? Las dos esferas negras simplemente te mi-
ran a ti y a las fotos y luego, de repente, cientos de bolas de carne húmedas del
tamaño de una bola de base se acercan a ti y sientes como si te estuvieran

― 199 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

empujando hacia abajo. Hay un sonido rugiente profundo. ¿Es esto lo que sin-
tió Lucifer cuando fue expulsado del Cielo? (Fig. 6.3).

Figura 6.3 Si Lucifer fuera un ser 4-D en el Cielo, a un metro y medio de nuestro “plano”
3-D, y luego hubiera expulsado hacia delta de nuestro mundo, ¿podría, por un tiempo,
haberse quedado atascado en nuestro universo? Esta divertida fantasía lleva a una buena
pregunta: Si había una cuarta dimensión, ¿cómo es que parece que tenemos tantas difi-
cultades para acceder a ella? (Dibujo de Brian Mansfield.)

Caes al piso de la Casa Blanca junto con Sally y el presidente.


Hay un estruendo bajo, y una pintura de George Washington, colgada en
la pared, en un abrir y cerrar de ojos desaparece. Tal vez se han llevado un
recuerdo.
Sally corre hacia el pasillo. “¡Me voy de aquí!”
“¡Sally, vuelve! He hecho un trato con ellos. Estamos a salvo.”
Allí, entre unos altos árboles de maceta, Sally deja de correr. Se queda
perfectamente quieta, perfectamente recta. Una mano sujeta una retorcida cor-
teza de ficus, como garras de águila escarbando en la materia gris del cerebro
de un gato. El pelo de Sally se agita con la ligera brisa, y ella grita y grita y
grita y grita…
“Está bien”, dices y la tomas en tus brazos.

― 200 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

El presidente mira a su alrededor como un loco. De repente se da cuenta


de que está de vuelta en la Casa Blanca y una expresión de alegría se apodera
de él. Tanto Sally como el presidente parecen cansados; su ropa está rota en
algunos lugares y cubierta de barro.
Narcinko saluda al presidente. “Me alegra tenerlo de vuelta, señor.” El
presidente devuelve el saludo.
Escuchas algunos sonidos de arrastre y vas hacia la bolsa de yute. Le das
un apretón y sientes varias formas, como una bolsa de naranjas. Levantas la
bolsa, quitas la cuerda, encuentras el lugar exacto de donde desapareciste y
con todas tus fuerzas la tiras al aire.
Cuando la bolsa finalmente baja, corres a por ella y la aprietas. No hay
nada dentro.
Los sonidos de arrastrar los pies desaparecen.
Mira la bolsa. “Creo que atrapamos un pedazo de uno de sus bebés en la
bolsa. Tal vez fue en una región del espacio que tenía propiedades adhesivas.
Tal vez el bebé estaba perdido y no sabía cómo escapar. Pero ahora está libre”.
Sally te mira. “¿Cómo supiste qué hacer?”
“Por lo que vi épsilon en el espacio, supuse que los Omegamorfos tienen
una sociedad tecnológica y son inteligentes. Noté que tenían edificios, metal
y cuero. Cultivaban plantas. Aunque mi visión se limitaba a ver secciones
transversales de los Omegamorfos, ellos podían ver y entender las fotos de ti
y del presidente que traje conmigo. También podían ver mis bengalas, al igual
que un Flatlander 2D agitando una antorcha llamaría nuestra atención visual-
mente. Incité a un Omegamorfo hasta que su ojo estaba en el mismo ‘plano’
que yo. Quizás no era necesario, pero quería confirmar que alguna criatura me
estaba prestando atención”.
El presidente se acerca a ti. “La cuarta dimensión es un buen lugar para
visitar, pero no me gustaría vivir allí. Nuestra retina 2-D no ve lo suficiente.
Pero los seres 4-D me dieron un mensaje.”
Sally está a tu lado. “¿Qué mensaje, señor?”
“Me dieron especificaciones para construir una retina tridimensional a la
que podamos conectarnos. Nos permitirá ver cosas con las que ni siquiera po-
demos soñar. Ustedes dos deben supervisar este trabajo inmediatamente.”

― 201 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Tomas aliento. “Pero señor, incluso si pudiéramos construir una retina es-
férica en funcionamiento, nuestras mentes serían incapaces de interpretar la
información. Sería como dar la vista a un hombre ciego de nacimiento”.
“Tienes razón. Pero si criamos a nuestros hijos desde el nacimiento con
estas retinas, sus mentes se adaptarán. Con la ayuda de los Omegamorfos, los
niños experimentarán la cuarta dimensión”.
Narcinko simplemente escucha, dobla los brazos, inescrutable, excepto
por el ligero temblor de sus cejas.
Sally sacude la cabeza. “Señor, ¿no estará sugiriendo que le saquemos los
ojos a los niños y los reemplacemos con estos?”
“Posiblemente, aunque seamos capaces de fijar los nuevos ojos a los ner-
vios ópticos dejando sus ojos originales en su sitio. Posiblemente podríamos
colocar retinas tridimensionales dentro de sus ojos actuales, pero eso puede
limitar a los niños. Si mantuvieran tanto los ojos viejos como los nuevos, los
niños podrían accionar los interruptores para determinar qué ojos quieren, pero
dudo que elijan sus órganos más limitados. Podrían querer quitarse los ojos
originales para siempre”.
“Eso es enfermizo”, dice Sally. “Sería moralmente indefendible. Hay pa-
ralelismos en los casos de niños sordos que pueden ser equipados con órganos
de audición artificiales, pero muchos en la comunidad sorda se oponen a estas
cosas”.
“Los seres atraerán a los niños hacia su mundo y eventualmente les ense-
ñarán cómo pueden usar mejor sus nuevos ojos. Sería poco ético no darles a
los niños las nuevas retinas”. El presidente hace una pausa. “Si un niño naciera
con ojos que no ven los colores, ¿no sería cruel negarle un tratamiento que le
permitiera ver los colores?”
Sally pone sus manos en sus caderas. “Eso no es lo mismo.”
El presidente mueve la cabeza. “No tenemos derecho a negar a nuestra
especie el acceso a universos superiores. Este es el siguiente paso en la evolu-
ción de la humanidad. Piensa en las nuevas filosofías e ideas que podríamos
desarrollar. Esto sería una bendición para la humanidad. El procedimiento de
implantar retinas tridimensionales no causará dolor a los niños. Los hijos se-
guirán siendo humanos: seguirán queriendo a sus padres. Jugarán con amigos.
Sólo verán más de la realidad.”
Narcinko sonríe. “Podríamos usarlos como superespías que todo lo ven”.

― 202 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Sally sacude la cabeza y mira al presidente. “Espero que no estés pensando


en esto desde el punto de vista de la seguridad nacional y usando a estos niños
como superespías.”
El presidente respira hondo. “Puede que haya tentación, pero me aseguraré
de que se aprueben leyes que respeten la privacidad de los niños, que se ase-
guren de ellos respeten la nuestra y que los niños crezcan en un ambiente de
amor y apoyo”.
Chasquea los dedos. “¿Por qué los Omegamorfos querrían ayudarnos a
entrar en su mundo?”
“Aparentemente bajó por una cadena de mando.”
“¿Cadena de mando?”
El presidente asiente con la cabeza. “Un trato que hicieron. Si nos ayudan
a subir una dimensión, entonces los seres 5-D proveerán a los Omegamorfos
con retinas hiperesféricas que les permitirán vislumbrar la quinta dimensión.
Tal vez los Omegamorfos eventualmente serán llevados a la quinta dimensión.
Y así sucesivamente a lo largo de la cadena de dimensiones”.
“¡Dios mío!” Sally dice.
“Sí.”
El presidente se sienta en una silla Luis XIV junto a la pared. “Esta es la
forma en que el dimensionalmente empobrecido avanza cada varios milenios.
Será magnífico.”
Te vuelves hacia Sally y suspiras. “Bueno, parece que podemos terminar
nuestras investigaciones. Entendemos cómo la cuarta dimensión puede gene-
rar fenómenos extraños. El Presidente está a salvo. La humanidad se acercará
un paso más a Dios”.
“Espera,” dice Sally, “Se me acaba de ocurrir algo. Estos niños en 4-D
podrán espiar cada uno de nuestros movimientos. Nada sería seguro. Olvida
lo que dije sobre usarlos como espías. Podrían espiar en las habitaciones, es-
piar nuestras tripas, tal vez incluso aprender a robar objetos de valor inestima-
ble de las cajas fuertes si aprenden más sobre la cuarta dimensión”.
El presidente asiente con la cabeza. “Así es. Por eso no disolverá sus in-
vestigaciones del FBI. Tendremos que estar atentos a las travesuras y bromis-
tas que aprenden a usar sus retinas tridimensionales. Idealmente, la conciencia
de los niños será tan elevada que tendrán preocupaciones más importantes o
interesantes que espiarte durante un interludio romántico o robar dinero de

― 203 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cajas fuertes. Pero debemos estar siempre atentos. Hablando de interludios ro-
mánticos, Sally, ¿tienes una cita esta noche?”
Sally echa la cabeza hacia atrás y pasa la mano por su cabello. “Sr. Presi-
dente, nunca consideraría tal cosa. Es mi superior y yo soy un profesional”.
Narcinko sonríe.
El presidente suspira y se vuelve hacia ti. “¿Haciendo algo esta noche?”
“Conozco un buen lugar de sushi en Washington Ave.”
“Vamos”.
Te vuelves hacia Sally. “Hasta luego. Continuaremos con algunas de nues-
tras investigaciones mañana. Tal vez Narcinko podría llevarte al pub Moe’s.
¿Qué te parece Narcinko? ¿Alguna vez has salido con un agente del FBI?”
Le sonríes a Sally.
Ella coge un pequeño busto de mármol de Abraham Lincoln y te lo tira.

Han pasado varios años desde que ayudaste al presidente a regresar de la


cuarta dimensión a la Casa Blanca. Un Omegamorfo que vive en el Hotel
L’Enfant Plaza, habitación 4D, se sintió atraído por Sally. Sin embargo, Sally
rechazó el Omegamorfo, explicando que no le interesaba las citas entre espe-
cies y que ciertamente no era una opción fácil. El Omegamorfo respondió dán-
dole a Sally una rosa en 4-D y el siguiente poema.

― 204 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Reflexiones sobre una Rosa Teseracto

Tu mente y tu corazón son de dimensiones ilimitadas


y no puedo darte nada excepto lo que tú me das,
tu creencia en la pequeñez del mundo es infundada,
pero tu imaginación puede liberarte.
A mi adorable Sally le doy una rosa teseracto,
cultivada en un jardín que aún no puedes ver,
apareciendo y desapareciendo te besa la nariz
a veces sola o nada o tres.
Deja entonces que tu imaginación se desvíe
a la tierra donde cultivé esta flor
y tu corazón anhela por nuevos lugares,
y me verás y me amarás en mis muchos rostros,
y conocerás maravillas que tu especie llama poder mágico,
y conocerás acertijos que ni siquiera tu Esfinge podría analizar.

Aunque conmovida por la demostración de emoción del ser, Sally declinó


sus avances románticos y finalmente se casó con Narcinko. Un año después,
descubriste que el hombre del traje de Papá Noel trabajaba para los Omega-
morfos, ayudando a la gente a despegar hacia la cuarta dimensión y prove-
yendo implantes neurales para que los exploradores pudieran ver más clara-
mente mientras realizaban viajes transuniversales.
Hace un día te pusiste los implantes y decidiste hacer un viaje. Tanya, una
mujer que ya había hecho varios viajes a la cuarta dimensión, está a tu lado,
funcionando como guía turística. Después de varios meses de entrenamiento
intensivo con Tanya, estudiando formas ordinarias en tu propio mundo, sientes
que estás listo para el viaje definitivo.
Ocasionalmente Tanya desaparece, envuelta en la niebla. A menudo pa-
rece que estás yendo en direcciones diferentes. Mientras vuelas, recuerdas la
advertencia de Sally de no preocuparse por el fantasma de Santa Claus. En ese
momento, parecía que no había necesidad de encontrarlo. Pero quizás Sally
siempre había estado tratando de decirte que no te sintieras culpable por tus
sueños de volar. Ella sabía que siempre era importante tender la mano, romper
las barreras, dejar atrás a los demonios personales… para escapar de sus cel-
das.

― 205 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura 6.4 Secciones transversales de criaturas de dimensiones superiores.

― 206 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Tanya parece perder altitud por un segundo, pero probablemente es sólo


tu imaginación. Por un minuto de vértigo te sientes como si estuvieras a punto
de caer.
¡Oh no! Abajo te zambulles. Un vendaval te invade los oídos. Abajo, crees
que ves el monumento a Washington, ominoso, poderoso, que se asoma como
un hueso blanqueado. Pero no. Es sólo tu dificultad para adaptarte a la nueva
forma de percibir.
El espacio se precipita. Tal vez estrellas y galaxias. Y luego están los des-
tellos de pequeñas criaturas, muchas de ellas con pequeñas baldosas simétricas
en sus superficies (Fig. 6.4).
Los sonidos se calman, excepto... de vez en cuando crees que oyes un leve
suspiro, apenas audible. Al principio piensas que es Tanya, pero escuchas el
sonido repetidamente y finalmente te das cuenta de que viene de algún lugar
por delante de ti, a veces de un lado y a veces del otro. De repente hay un
profundo silbido cerca y se ve un cuerpo oscuro que se arquea a través del
espacio.
“¿Era un Omegamorfo?”, dices. La imagen fugaz permanece en tu mente,
como la visión de una sirena.
“No”, responde Tanya, “el cuerpo era de color gris azulado. Los Omega-
morfos tienen tonos más carnosos”.
Ninguna criatura se acerca de nuevo, aunque grandes y fugaces imágenes
parpadean, y los suspiros continúan junto con débiles chirridos y chirridos.
“Algo grande adelante”, dice Tanya.
“¿Dónde?”
Mientras habla, ve que algo se propulsa hacia abajo, fuera de la vista,
mientras hace un sonido de suspiros.
“Allí”, dice Tanya y señala con su delgado dedo a dos masas amenazantes,
enormes, mucho más grandes que los elefantes. Parecen naves espaciales.
Disminuye su velocidad mientras dos naves nadan hacia usted. Pero no
son realmente recipientes. ¡Oh, Dios mío! Son manatíes enormes. Sabes todo
sobre los manatíes, pero nunca has visto uno de cerca.
En la Tierra, los manatíes son grandes mamíferos acuáticos, llamados po-
pularmente vacas marinas. Sus cuerpos oscuros se reducen a colas aplastadas.
Sus extremidades anteriores son aletas colocadas cerca de la cabeza; no existen

― 207 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

extremidades posteriores externas. Sus cabezas son pequeñas, con hocicos rec-
tos y labios superiores hendidos con pelos erizados. Estos manatíes espaciales
son similares a sus contrapartes terrenales.
“Son de la quinta dimensión”, dice Tanya con una sonrisa. “Sólo estamos
viendo su intersección con este espacio.”
Al mirar sus vientres desde abajo, los manatíes parecen centinelas, vigi-
lando el camino que tienen por delante. Entonces un manatí “nada” bajo para
que puedas ver su ojo mirándote. Tanya agarra tu mano con fuerza.
“No nos harán daño”, se dice a sí misma.
El manatí de la derecha parece particularmente audaz. Su cuerpo tiene la
piel arrugada alrededor de los lados. La criatura nada hacia adelante, duda por
un segundo y luego te toca a ti y a Tanya con su aleta. La aleta parece penetrar
ligeramente en el pecho, pero sin ningún efecto negativo. Es como una mano
fantasma flotando a través de una pared. Quizás el manatí quiere asegurarse
de que tu cuerpo es real. No hay nada en las acciones del manatí que sea alar-
mante. De hecho, hay algo en el comportamiento del manatí que inspira con-
fianza. Tiene una gentileza grácil, una cierta facilidad milenaria.
El manatí cerca de Tanya produce notas de xilófono mientras toca suave-
mente su largo cabello. Estos son los sonidos audibles para los humanos. Su-
ponen que el manatí también está emitiendo sonidos inaudibles.
“¡Están cantando!” dice Tanya mientras sus ojos van y vienen de manatí a
manatí.
Las canciones de los manatíes del espacio se vuelven más sonoras. Te ima-
ginas los sonidos viajando cientos de kilómetros, resonando con las canciones
de grandes seres invisibles nadando a dimensiones distantes en la oscuridad.
Saludas a los manatíes y te vuelves hacia Tanya. “¿Qué es lo que quieren?”
Los sonidos mueren repentinamente, reemplazados por dos voces profun-
das que hablan al unísono. “Saludos, viajeros. Bienvenidos a nuestro mundo”.
Bolas de luz y pequeños arcos de arco iris salen de sus ojos.
“¡Oh Dios!” Tanya llora. “Son tan hermosos.”
Los manatíes te miran fijamente durante varios segundos, como si te estu-
vieran evaluando. Una vez más, no puedes evitar pensar que los manatíes del
espacio parecen antiguos, llenos de sabiduría, poseedores de mentes poderosas
que nunca podrás penetrar completamente. Los manatíes también parecen
amables. Sus ojos hiperesféricos son omniscientes.

― 208 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Los manatíes vuelven a hablar. “Síguenos para que podamos llevarte a


dimensiones más altas con seguridad.”
A medida que los manatíes giran lentamente, una gran cola se desliza so-
bre tu cuerpo. “Vamos”, dice Tanya. “Sigámoslos”.
Los manatíes dejan un torrente de luces en su estela que te resultará fácil
de seguir. Ocasionalmente se observan vórtices que se alejan de ti, como tor-
nados en miniatura. Te mantienes alejado de ellos, por si acaso son lo suficien-
temente fuertes como para afectar tu movimiento.
Señalas a otros manatíes que emergen de grandes cúpulas poliédricas que
flotan en el espacio. “¡Míralos!”
Parece que los nuevos manatíes están saliendo de las cúpulas para ver las
hermosas luces emitidas por los manatíes frente a ti. Los colores brillantes
forman un despliegue deslumbrante mientras las luces se deslizan sobre las
cúpulas como estrellas fugaces, elevándose hacia el espacio y luego bajando
en picado para formar cadenas de senderos de luz entrelazados.
Adelante hay una ciudad 5-D. Los manatíes nunca se detienen al pasar,
pero giras la cabeza para ver el edificio más cercano repleto de estatuas de
manatíes de cristal translúcido.
El edificio tiene una gran entrada y es de dimensiones colosales. Aquí y
allá otros manatíes están emergiendo de grandes portales abiertos que asoman
sombríos y misteriosos.
Miras hacia arriba. El mundo que se eleva sobre ti es una maraña de extra-
ñas arquitecturas decoradas con trenzas de flores en 5-D, o eso crees. Hay un
número de espirales altas de piedra que miden por lo menos 100 yardas de
diámetro en sus bases. Hay plantas de color ámbar, como pagodas, maravillo-
samente teñidas de rojo en sus hojas. Las plantas parecen ser parte de las vastas
estructuras arquitectónicas antiguas.
“¿Dónde están los manatíes?” Tanya dice.
“Ahí”. En la distancia, los manatíes se separan unos treinta grados y des-
aparecen por debajo de algún tipo de horizonte en 4-D. Un trio de orbes rojos
cruza el cielo y luego se desliza por acantilados volcánicos.
“Adiós”, dicen los manatíes con sus voces de oboe, y despegan.
Aunque el espacio está lleno de nubes turbulentas dejadas por la repentina
desaparición de los manatíes, hay claros quiebres a través de los cuales puedes
ver nuevas regiones del espacio y vastas ciudades cristalinas que se extienden

― 209 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

hasta donde tus ojos pueden ver. Las hiperesferas flotan como hojas en una
brisa otoñal.
Tomas la mano de Tanya y señalas la ciudad. “¡Vamos!”
Tanya te aprieta la mano. Ya no estás solo.
La ciudad de cristal está inmersa en un suave teseracto de estrellas brillan-
tes.

…una esfera formada de otras miles de esferas,


sólidas cual cristal, aunque en toda su masa
fluyen, como en espacio vacío, luz y música.
Diez mil orbes que engloban y que son englobados,
azules, blancos, verdes, dorados y purpúreos,
uno dentro de otro; y en los huecos que dejan
habitan unas formas inconcebibles, como
las que en sueños de espectros pueblan la oscura sima;
pero se transparenta cada uno entre sí,
y giran unos sobre los otros agitándose
de mil formas, rotando sobre ejes invisibles,
con autodestructiva fuerza de rapidez,
rodando intensamente, solemnes y pausados,
despertando, con mezcla de sonidos y tonos,
palabras que se entienden y música frenética.
Con un gran torbellino esa esfera tritura
el arroyo y de él forma una niebla de azur
compuesta de elementos sutiles, como luz…29
―Percy Bysshe Shelley,
Prometheus Unbound, Acto IV, Escena I,
voz de Panthea (una de las Oceánidas)

29
Traducción de Alejandro Valero.

― 210 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Estamos en la posición de un niño pequeño que entra a una enorme biblio-


teca cuyas paredes están cubiertas hasta el techo con libros en muchas lenguas
diferentes El niño no entiende los idiomas en los que están escritos. Observa
un plan definido en la disposición de los libros, un orden misterioso que no
comprende, sino que sólo sospecha vagamente.
―Albert Einstein

Entender las cosas que están a nuestra puerta es la mejor preparación para
entender las cosas que están más allá.
―Hypatia

Y cuando abrió el séptimo sello, hubo silencio en el cielo por espacio de


media hora.
―Apocalipsis (8:1)

― 211 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

observaciones finales

Esto completa nuestro estudio de la cuarta dimensión. Pero al hacerlo, me


pregunto por qué me veo personalmente obligado a contemplar dimensiones
más elevadas. Me parece que es nuestra naturaleza soñar, buscar y preguntar-
nos sobre nuestro lugar en un cosmos aparentemente solitario. Tal vez por esta
razón los filósofos e incluso los teólogos han especulado sobre la existencia
de una cuarta dimensión y cómo podrían ser sus habitantes. Estoy de acuerdo
con Eric Fromm que escribió en El arte de amar “La necesidad más profunda
del hombre es superar su individualidad, salir de la prisión de su soledad”.
La pregunta más importante que se plantea en este libro es: “¿Pueden los
humanos acceder a una cuarta dimensión?” O somos más bien como peces en
un estanque, cerca de la superficie, a centímetros de un nuevo mundo, pero
confinados para siempre, aislados por un límite aparentemente impenetrable:
la superficie 2-D del estanque. Si existen dimensiones espaciales más eleva-
das, es posible que la humanidad tenga que esperar unos pocos cientos de años

― 212 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

antes de desarrollar la capacidad de explorarlas, pero tal capacidad puede evo-


lucionar para nuestra supervivencia, de la misma manera que los peces apren-
dieron a salir de los confines de sus estanques a través de la evolución. Es
posible que algún día los humanos tengan pruebas de dimensiones espaciales
más elevadas, como las que sugieren las teorías de Kaluza-Klein. Como se
discutió en el Capítulo 4, se han ideado muchos modelos cosmológicos en los
cuales nuestro universo se curva a través de cuatro espacios de una manera
que podría, en teoría, ser probada. Por ejemplo, Einstein sugirió un modelo
universal en el que una nave espacial podía partir en cualquier dirección y
regresar al punto de partida. En este modelo, nuestro universo tridimensional
es tratado como la hipersuperficie de una gran hiperesfera. Darle la vuelta sería
comparable a una hormiga caminando alrededor de la superficie de una esfera.
En otros modelos universales, nuestro universo es una hipersuperficie que gira
a través de cuatro espacios como una botella de Klein. Se trata de superficies
cerradas, unilaterales y sin bordes que se retuercen sobre sí mismas como una
tira de Moebius. Utilizando varios satélites, los astrónomos ahora buscan ac-
tivamente la evidencia de la forma del universo estudiando las fluctuaciones
de temperatura en el espacio profundo”.30
¿Podemos aprender a ver la cuarta dimensión? Nuestra incapacidad para
visualizar claramente las hiperesferas e hipercubos puede resultar únicamente
de nuestra falta de entrenamiento desde el nacimiento. Nuestros recuerdos son
de mundos tridimensionales, pero ¿quién sabe lo que podría lograrse con un
entrenamiento temprano adecuado? Esta cuestión ha sido discutida seriamente
por varios matemáticos. Además, decir que la cuarta dimensión está más allá
de la imaginación puede ser una exageración si consideramos hasta qué punto
los humanos han estirado su imaginación desde la prehistoria. Desde los elec-
trones hasta los agujeros negros, la historia de la ciencia es la historia de la
aceptación de conceptos más allá de nuestra imaginación. Como Edward Kas-
ner y James Newman señalan en Matemáticas e Imaginación, “Para que el
hombre primitivo pueda imaginar la rueda, o un panel de vidrio, debe haber
requerido poderes aún mayores que para que podamos concebir una cuarta
dimensión”. Cualesquiera que sean nuestras limitaciones, aún hoy en día la

30
Véase la nota 27 (capítulo 5.)

― 213 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

geometría de las cuatro dimensiones es una parte indispensable de las mate-


máticas y la física.

Visión del mundo

El descubrimiento definitivo de los seres 4-D alteraría drásticamente nues-


tra visión del mundo y cambiaría nuestra sociedad tan profundamente como
las revoluciones copernicana, darwiniana y einsteiniana. Impactaría a las reli-
giones y estimularía el interés por la ciencia como nunca antes.
Si los seres inteligentes en 4-D evolucionaran y pudiéramos comunicarnos
con ellos, nuestra correspondencia nos traería un tesoro de información más
rico que la Europa medieval heredada de los antiguos griegos como Platón y
Aristóteles. Imagínense las recompensas de aprender el lenguaje, la música, el
arte, la mitología, la filosofía, la biología e incluso la política de un ser 4-D.
¿Quiénes serían sus héroes míticos? ¿Son sus dioses más como el estruendoso
Zeus y Yahvé, o como el más gentil Jesús y Bahá’u’llah?
¿No sería un mundo salvaje en el que vivir si los dispositivos 4-D fueran
tan comunes como la computadora y el teléfono? En un mundo así, podría ser
posible manipular el espacio y el tiempo para facilitar los viajes a otros mun-
dos. Los matemáticos que se remontan a Georg Bernhard Riemann han estu-
diado las propiedades de los espacios múltiples conectados en los que se unen
diferentes regiones del espacio y del tiempo. Los físicos, que antes lo conside-
raban un ejercicio intelectual para especulaciones de sillón, ahora están estu-
diando seriamente ramas avanzadas de las matemáticas para crear modelos
prácticos de nuestro universo y comprender mejor las posibilidades de los
mundos paralelos y viajar usando agujeros de gusano y manipulando el
tiempo.
Los budistas Zen han desarrollado preguntas y declaraciones llamadas
koanes que funcionan como una disciplina meditativa. Los koanes preparan la
mente para que pueda tener nuevas intuiciones, percepciones e ideas. Los koa-
nes no pueden ser contestados de manera ordinaria porque son paradójicos;
funcionan como herramientas para la iluminación porque sacuden la mente.
De manera similar, la contemplación de la vida en 4-D está repleta de koanes;
es por eso que estos párrafos finales plantean más preguntas que respuestas.
Estas preguntas son koanes para las mentes científicas.

― 214 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Supervivencia en el hiperespacio

A medida que nuestra tecnología avanza, tal vez algún día la cuarta dimen-
sión ―y las conexiones hiperespaciales con otras regiones del espacio― pro-
porcionen un refugio para los seres humanos a medida que su Sol muere. La
Tierra es como un preso esperando en el corredor de la muerte. Incluso si no
morimos por el impacto de un cometa o asteroide, sabemos que los días de la
Tierra están contados. La rotación de la Tierra se está desacelerando. En un
futuro lejano, la duración de los días equivaldrá a cincuenta de nuestros días
actuales. La Luna colgará en el mismo lugar en el cielo y las mareas lunares
se detendrán.
En cinco mil millones de años, el combustible en nuestro Sol se agotará, y
el Sol comenzará a morir y a expandirse, convirtiéndose en una gigante roja.
En algún momento, nuestros océanos hervirán. Nadie en la Tierra estará vivo
para ver un resplandor rojo llenando la mayor parte del cielo. Como Freeman
Dyson dijo una vez: “No importa cuán profundo excavemos en la Tierra... sólo
podemos posponer por unos pocos millones de años nuestro miserable final”.
¿Dónde estarán los humanos, dentro de cinco mil millones de años, en el
fin del mundo? Incluso si pudiéramos soportar el increíble calor del sol, no
sobreviviríamos. En unos siete mil millones de años, la “atmósfera” exterior
del Sol envolverá la Tierra. Debido a la fricción atmosférica, la Tierra caerá
en espiral hacia el sol y se incinerará. En un billón de años, las estrellas dejarán
de formarse y todas las estrellas grandes se habrán convertido en estrellas de
neutrones o agujeros negros. En 100 billones de años, incluso las estrellas más
longevas habrán consumido todo su combustible.
Si este final parece demasiado sombrío, quizás deberíamos preguntarnos
si hay esperanza para la humanidad cuando el Sol se expanda para envolver la
Tierra en siete mil millones de años. Para dar una respuesta, consideremos
primero que hace unos cuatro mil millones de años, los seres vivos no eran
más que máquinas bioquímicas capaces de auto-reproducirse. En una mera
fracción de este tiempo, los humanos evolucionaron a partir de criaturas como
los Australopitecos. Hoy en día los humanos han vagado por la Luna y han
estudiado ideas que van desde la relatividad general hasta la cosmología cuán-
tica. Una vez que el viaje espacial comience en serio, nuestros descendientes
abandonarán el confinamiento de la Tierra. Debido a que el destino final del

― 215 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

universo implica mucho frío o mucho calor, es probable que el Homo sapiens
se extinga. Sin embargo, nuestra civilización y nuestros valores pueden no es-
tar condenados. ¿Quién sabe en qué seres evolucionaremos? ¿Quién sabe qué
máquinas inteligentes crearemos que serán nuestros herederos últimos? Estas
criaturas podrían sobrevivir virtualmente para siempre. Pueden ser capaces de
contemplar fácilmente las dimensiones superiores, y nuestras ideas, esperan-
zas y sueños se las llevarán consigo. Hay una peculiaridad en el telar de nues-
tro universo que puede abarcar los viajes en el tiempo, las dimensiones supe-
riores, el superespacio cuántico y los universos paralelos, mundos que se ase-
mejan a los nuestros y que quizás incluso ocupan el mismo espacio que los
nuestros de alguna manera fantasmal.
Algunos físicos han sugerido que la cuarta dimensión puede proporcionar
el único refugio para la vida inteligente. Michio Kaku, autor de Hyperspace,
sugiere que “en los últimos segundos de la muerte de nuestro universo, la vida
inteligente puede escapar del colapso huyendo al hiperespacio”. Nuestros he-
rederos, sean quienes sean, explorarán estas nuevas posibilidades. Explorarán
el espacio y el tiempo. Ellos buscarán su salvación en los universos superiores.
Los sentimientos optimistas del físico teórico Freeman J. Dyson expresan
mejor mis creencias:
Gödel demostró que el mundo de las matemáticas puras es inagotable; ningún
conjunto finito de axiomas y reglas de inferencia puede jamás abarcar la totali-
dad de las matemáticas; dado cualquier conjunto finito de axiomas, podemos
encontrar preguntas matemáticas significativas que los axiomas dejan sin res-
puesta. Espero que exista una situación análoga en el mundo físico. Si mi visión
del futuro es correcta, significa que el mundo de la física y la astronomía tam-
bién es inagotable; no importa cuán lejos lleguemos en el futuro, siempre habrá
cosas nuevas que sucederán, nueva información que llegará, nuevos mundos
que explorar, un dominio de la vida, la conciencia y la memoria en constante
expansión.

Terminemos este libro en un punto desde donde empezamos. A lo largo


del libro, me he referido al mundo 2-D del clérigo Edwin Abbott llamado
Flatland. El libro que lo describe es tanto científico como místico. Me pre-
gunto si Abbott realmente pensó que la cuarta dimensión era la clave para en-
tender a Dios. Lo dudo mucho. En su libro The Spirit on the Waters, escrito
casi diez años después de Flatland, Abbott narra la escena climática de

― 216 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Flatland en la que el héroe 2-D se enfrenta a las formas cambiantes de un ser


3-D al pasar por Flatland. El Flatlander no adora a este ser debido a sus poderes
divinos. Más bien, Abbott sugiere que los poderes milagrosos no significan
necesariamente ninguna de las cualidades morales y espirituales requeridas
para la adoración y el culto. Abbott concluye:
Esta ilustración de cuatro dimensiones, que sugiere otras ilustraciones deriva-
das de las matemáticas, puede tener un doble propósito en nuestra investigación
actual. Por un lado, puede llevarnos a una visión más amplia de las posibles
circunstancias y de la existencia; por otro, puede enseñarnos que la concepción
de tales posibilidades no puede, por ningún camino directo, acercarnos a Dios.
Las matemáticas pueden ayudarnos a medir y pesar los planetas, a descubrir los
materiales que los componen, a extraer luz y calor del movimiento del agua y
a dominar el universo material; pero incluso si por estos medios pudiéramos
montarnos en Marte o conversar con los habitantes de Júpiter o Saturno, no
estaríamos más cerca del trono divino, excepto en la medida en que estas nue-
vas experiencias se desarrollen en nuestra modestia, en el respeto de los hechos,
en una reverencia más profunda por el orden y la armonía y en una mente más
abierta a nuevas observaciones y a nuevas inferencias a partir de viejas verda-
des.

Abbott creía que el estudio de la cuarta dimensión es importante para ex-


pandir nuestra imaginación, aumentar nuestra reverencia por el Universo, y
aumentar nuestra humildad-quizás los primeros pasos en cualquier intento de
entender la mente de Dios.

Mulder: He visto demasiadas cosas para no creer.


Scully: Yo también he visto cosas. Pero hay respuestas que hay que
encontrar ahora. Tenemos la esperanza de que hay un punto de
partida. Eso es lo que creo.
Mulder: Pusiste tanta fe en tu ciencia, Scully, pero .... por las cosas
que he visto la ciencia no proporciona un lugar por donde em-
pezar.
Scully: Nada sucede en contradicción con la naturaleza, sólo en con-
tradicción con lo que sabemos de ella, y ese es un lugar para
empezar. Ahí es donde está la esperanza.
-”Herrenvolk”, Los Expedientes-X

― 217 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice a

alucinantes rompecabezas de cuatro dimensiones

Nuestro cosmos ―el mundo que vemos, oímos, sentimos― es la “super-


ficie” tridimensional de un vasto mar de cuatro dimensiones. ¿Qué hay detrás
de la superficie del mar? ¡El otro mundo de Dios! La teología ya no se aver-
güenza de la contradicción entre la inminencia de Dios y la trascendencia. El
hiperespacio toca cada punto de tres espacios. Dios está más cerca de nosotros
que nuestra respiración. Él puede ver cada porción de nuestro mundo, tocar
cada partícula sin mover un dedo a través de nuestro espacio. Sin embargo, el
Reino de Dios está completamente “fuera” de tres espacios, en una dirección
en la que ni siquiera podemos apuntar.
―Martin Gardner, “La Iglesia de la Cuarta Dimensión”

La muerte es un concepto primitivo; prefiero pensar en ellos como lu-


chando contra el mal… ¡en otra dimensión!
―Grig ...en “El último guerrero de las estrellas”.

No pude evitar incluir unos cuantos rompecabezas de estiramiento mental


en este libro, aunque la mayoría serían considerados demasiado difíciles de
resolver incluso por los doctores en matemáticas. Sin embargo, la lectura de
las preguntas y soluciones debe ser lo suficientemente amplia para justificar
su inclusión. Tipos similares de rompecabezas han sido discutidos en mis li-
bros anteriores, tales como The Alien IQ Test y Mazes for the Mind.

Perdido en el Hiperespacio

Los extraterrestres te secuestran y colocan, frente a tus ojos paralizados,


un tubo retorcido dentro del cual se arrastra una hormiga robótica. La hormiga
comienza en un punto marcado por un punto rojo brillante. Los extraterrestres

― 218 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

se vuelven hacia ti y te dicen: “Esta hormiga está realizando una caminata al


azar infinita; es decir, camina para siempre moviéndose al azar un paso ade-
lante o un paso atrás en el tubo. Supongamos que el tubo es infinitamente
largo. ¿Cuál es la probabilidad de que el paseo aleatorio lleve a la hormiga de
vuelta a su punto de partida?”. Tienes una semana para responder correcta-
mente o los alienígenas examinarán tus órganos internos con una sonda neu-
mática.
Usted tiene toda la información que necesita para resolver este problema.
La hormiga vive esencialmente en un universo 1-D. ¿Cómo cambiaría tu res-
puesta para las dimensiones superiores?
Para una solución, véase la nota 30. 31

Un Teseracto en la sede del FBI

Los extraterrestres han descendido a la Tierra y han colocado un teseracto


de Rubik de 3×3×3×3 pies en la sede del FBI en Washington, D.C. (Un tese-
racto es un cubo de 4 D de la misma manera que un cubo es una versión en 3

31
Solución a la pregunta de la caminata al azar. Los teóricos matemáticos nos dicen
que la respuesta es una probabilidad infinita de retorno para una caminata aleatoria 1-D.
Si la hormiga fuera colocada en el origen de un universo de dos espacios (un plano), y
luego ejecutara una caminata aleatoria infinita tomando un paso aleatorio hacia el norte,
el sur, el este o el oeste, la probabilidad de que la caminata aleatoria eventualmente lleve
a la hormiga de regreso al origen es también una probabilidad infinita. Nuestro mundo
3-D es especial: el espacio 3-D es el primer espacio euclidiano en el que es posible que
la hormiga se pierda sin remedio. La hormiga, ejecutando una caminata infinita al azar
en un universo de tres espacios, eventualmente regresará al origen con una probabilidad
de 0,34 o 34 por ciento. En dimensiones más altas, las posibilidades de retorno son aún
menores, alrededor de 1/(2n) para grandes dimensiones n. La probabilidad 1/(2n) es la
misma que la probabilidad de que la hormiga regrese a su punto de partida en su segundo
paso. Si la hormiga no llega a casa en los primeros intentos, probablemente se pierda en
el espacio para siempre. Algunos de ustedes pueden disfrutar escribiendo programas de
computadora que simulan caminatas de hormigas en hipervolúmenes confinados y ha-
ciendo comparaciones de la probabilidad de retorno. Por “confinado” quiero decir que
las “paredes” del espacio se reflejan de tal manera que cuando la hormiga los encuentra,
la hormiga, por ejemplo, se refleja hacia atrás. Otros tipos de confinamiento son posi-
bles. Puedes leer más sobre las caminatas de las dimensiones superiores en Asimov, D.
(1995) There’s no space like home. The Sciences. Septiembre/Octubre 35 (5): 20-25.

― 219 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

D de un cuadrado). Los colores de este cubo de Rubik en 4-D se mueven cada


segundo durante varios minutos mientras los espectadores miran y gritan. (Al
principio el FBI cree que es un dispositivo de espionaje ruso.) Finalmente, el
teseracto todavía nos permite revolverlo retorciendo cualquiera de sus ocho
“caras” cúbicas, como se describe más adelante. Se te envía a investigar.
Pronto te darás cuenta de que se trata de una prueba alienígena, y los hu-
manos tienen un año para descifrar la cifra, o Washington, D.C., será aniqui-
lado. Tu pregunta: ¿Cuál es el número total de posiciones del teseracto? ¿El
número es mayor o menor que mil millones? Para una solución, véase la nota
31. 32

Fondo de un Cubo de Rubik cuatridimensional

Muchos de ustedes estarán familiarizados con el ingenioso y colorido rom-


pecabezas cúbico 3×3×3 de Ernö Rubik (Fig. A.1). Cada cara es un arreglo de
3×3 cubos pequeños llamados “cubitos”. Si cortaras este cubo en tres capas,
cada capa se vería como un cuadrado de 3×3 con los mismos cuatro colores
apareciendo a lo largo de sus lados. Dos colores adicionales se encuentran en
los interiores de todos los cuadrados de la primera y tercera capa. (Estos son
los colores en la parte inferior de todos los cuadrados de la primera capa y en
la parte superior de todos los cuadrados de la tercera capa.)
Los alienígenas han extendido este rompecabezas a la cuarta dimensión
donde el hipercubo 3×3×3×3 de Rubik, o teseracto, está compuesto de cubos
3×3×3 apilados en la cuarta dimensión. Todos los cubos tienen los mismos
seis colores asignados a sus caras; además, se asignan dos colores más a los
interiores de todos los cubos pequeños (cubitos) en el primer y tercer cubo.
(Me refiero a los ochenta y un cubos pequeños en esta representación como
cubos, al igual que otros investigadores como Dan Velleman, aunque cada uno

32
Solución a la pregunta sobre el teseracto de Rubik. El número total de posiciones del
teseracto de Rubik es de 1,76×10120, ¡mucho mayor que mil millones! El número total
de posiciones del cubo de Rubik es 4,33×1019. Si el cubo o el teseracto cambiaran de
posición cada segundo desde el principio del universo, todavía estarían girando hoy y
no habrían exhibido todas las configuraciones posibles. Las matemáticas del teseracto
de Rubik se discuten en Velleman, D. (1992) Rubik’s tesseract, Mathematics Magazine.
February 65 (1): 27-36.

― 220 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

es realmente uno de los ochenta y un pequeños teseractos que componen el


teseracto alienígena de Rubik).

Figura A.1 Un cubo de Rubik 3×3×3 diseccionado en tres capas de 3×3.

Los rompecabezas 3-D y 4-D difieren de las siguientes maneras. El cubo


original de Rubik tiene seis caras cuadradas. El teseracto de Rubik tiene ocho
“caras” cúbicas. En el cubo estándar de Rubik, hay tres tipos de cubos: cubos
de borde con dos colores, cubos de esquina con tres colores, y cubos centrales
con un color (ignoro el cubo en el centro del cubo que no tiene color y no juega
ningún papel en el rompecabezas). El teseracto de Rubik tiene cuatro tipos de
piezas que también se distinguen por el número de sus colores.
Aquellos de ustedes que tengan computadoras pueden disfrutar de “Ma-
gicCube4D”, un análogo en 4-D totalmente funcional del cubo de Rubik desa-
rrollado por Daniel Green y Don Hatch. La implementación actual es para
Windows95 y Windows NT. El modelo gráfico es una extensión exacta en 4-
D del rompecabezas tridimensional original, pero con algunas características
útiles como un botón de “reset”. Utilizando las mismas técnicas matemáticas

― 221 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

que se utilizan para proyectar objetos tridimensionales en pantallas bidimen-


sionales, el software MagicCube “proyecta” el cubo 4-D en tres dimensiones.
Los objetos tridimensionales resultantes se pueden representar en la pantalla
con un software gráfico convencional. Es muy difícil resolver el cubo de Rubik
en 4-D partiendo de una estructura inicial revuelta. Si alguna vez tienes éxito,
serás parte de un grupo de gente muy selecto. Es casi seguro que tendrás que
haber dominado previamente el cubo de Rubik original antes de que puedas
esperar resolverlo. Afortunadamente, todas las habilidades aprendidas para el
rompecabezas original te ayudarán con este. Además, no es necesario que re-
suelvas el rompecabezas completo para poder disfrutarlo. Un juego divertido
es empezar con una configuración ligeramente codificada, a sólo un paso o
dos del estado resuelto, y trabajar para retroceder esos pocos giros aleatorios.
Si te cansas de intentar resolver el rompecabezas por ti mismo, es impresio-
nante ver cómo lo hace el ordenador. Para más información, visite:
http://www.superliminal.com/cube.htm.

Sz’kwa hiperdimensional

Un alienígena te desafía a un juego competitivo y de aspecto sencillo. Tie-


nes veinticinco cristales blancos en la mano; el alienígena tiene veinticinco
cristales negros. Al comienzo del juego, el tablero circular no tiene cristales
(Fig. A.2).
Tú y el alienígena se turnan para colocar un cristal en el tablero en las
posiciones con puntos negros. Las reglas son las siguientes. Si el cristal de un
jugador está completamente rodeado por los cristales del oponente, es captu-
rado. La figura A.3 muestra la captura de una pieza negra (izquierda) y la cap-
tura de dos piezas blancas (derecha). Cuando a un jugador no le quedan cris-
tales para colocar en el tablero circular, o no hay sitios vacíos en los que colo-
car un cristal sin que sea capturado, el juego termina. El ganador es el jugador
que tenga el mayor número de cristales.

― 222 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura A.2 Tabla Sz’kwa inicial vacía.

Figura A.3 La captura de una pieza negra (izquierda) y la captura de dos piezas blancas
(derecha).

¿Cuántos arreglos diferentes de cristales existen en el tablero de juego?


¿Es mejor ser el primer jugador? ¿Puedes escribir un programa que aprenda
estrategias jugando cientos de juegos y observando sus errores? Desarrollar un
juego multidimensional de Sz’kwa donde el sitio central en el tablero Sz’kwa
conecta sitios centrales en tableros adyacentes o donde todos los sitios se co-
nectan a las posiciones correspondientes en tableros adyacentes. Primero
prueba un juego usando sólo dos tableros conectados y luego tres. Generalizar

― 223 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

sus descubrimientos a N tableros. Estas versiones representan Sz’kwa hiper-


dimensionales (Fig. A.4).

Figura A.4 Sz’kwa hiperdimensional.

Números Hipertetraédricos

Los números tetraédricos forman la secuencia: 1, 4, 10, 20, 35, 56, 84, 120,
.... con una fórmula generadora (1/6) n (n + 1) (n + 2). Esto se puede visualizar
mejor usando balas de cañón en una pila en forma de pirámide con una base
triangular. A partir de la parte superior de la pila, el número de bolas en cada
capa es 1, 3, 6, 10, 15, .... que forma una secuencia de números triangulares
porque cada nivel tiene forma de triángulo. Los números tetraédricos pueden
ser considerados como sumas de los números triangulares. Podemos extender
esta idea a dimensiones superiores y al hiperespacio. En el espacio 4-D, los
montones de números tetraédricos pueden ser apilados en números 4-D, hiper-
tetraédricos: 1, 5, 15, 35, 70, … Podemos formar estos números a partir de la
fórmula general: (1/24) n (n + 1) (n + 2) (n + 3). ¿Puedes impresionar a tus
amigos generando números hiper-hypertetraédricos?

― 224 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice b

dimensiones superiores en la ciencia ficción

Si finalmente seremos capaces de crear mobiliario a partir de un espacio


curvo, participar de una realidad multidimensional, o ver directamente todas
las historias alternativas de la humanidad, se convierte en un problema menor
que el de ser capaces de alimentar la imaginación con estas posibilidades sin
fin.
―Sten Odenwald, en Internet

Los niños estaban desapareciendo. Fueron en fragmentos, como humo es-


peso en un viento, o como movimiento en un espejo que distorsiona. De la
mano, se fueron, en una dirección que Paradine no podía entender…
―Lewis Padgett, “Mimsy Were the Borogoves”.

En este apéndice, enumero fascinantes historias de ciencia ficción y nove-


las que tratan de la cuarta dimensión. En la medida de lo posible, he intentado
proporcionar el editor de cada libro. (Desafortunadamente, en algunos casos,
no pude encontrar editores para libros agotados.) Varios de los libros de cien-
cia ficción fueron sugeridos por el Dr. Sten Odenwald, autor de The Astronomy
Cafe. El Dr. Odenwald obtuvo su doctorado en astronomía en la Universidad
de Harvard y mantiene varias páginas web interesantes como “Ask the Astro-
nomer” en
http://www2.ari.net/home/odenwald/qadir/qanda.html.
Note que Fantasia Mathematica, citado en muchas referencias, ha sido recien-
temente reeditado por Springer-Verlag bajo el sello de Copernicus.
Muchos libros en el género de ciencia ficción discuten el viaje espacial a
través del hiperespacio, pero son demasiado numerosos para enumerarlos. Mu-
chos se ocupan de las formas en que las naves espaciales toman atajos para
llegar rápidamente de un punto del universo a otro. El hiperespacio se describe

― 225 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

a menudo como un espacio de dimensiones superiores a través del cual nuestro


espacio tridimensional puede ser plegado para que dos puntos aparentemente
distantes se acerquen. Libros famosos que tratan sobre el hiperespacio inclu-
yen: La serie Fundación Isaac Asimov, The Borderland of Sol de Larry Niven
(1974), He Fell into a Dark Hole de Jerry Pournelle (1974), A Mote in God’s
Eye de Larry Niven y Jerry Pournelle, The First Shall be Last de Arthur J.
Burk, Curso por correspondencia de Raymond F. Jones (1945) y Contact de
Carl Sagan (1997), que describe una máquina para crear un “hoyo en el espa-
cio-tiempo” y a la que los ingenieros alienígenas conectan un puente de “agu-
jero de gusano”.
También hay muchos libros que hablan de universos alternativos o para-
lelos. A menudo un mundo paralelo es otro universo situado junto al nuestro,
desplazado a lo largo de una cuarta dimensión espacial. Los mundos paralelos
son a menudo referidos en la ciencia ficción como “otras dimensiones”. El uso
moderno del término “universos paralelos” emplea a menudo un número infi-
nito de mundos paralelos que contienen todas las historias terrenales posibles.
La noción de que el universo es un solo aspecto de tal “multiverso” ha ganado
cierta aceptación por la “interpretación de muchos mundos” de la mecánica
cuántica. Como ejemplo, la novela de ciencia ficción de Robert Heinlein El
número de la bestia habla de un mundo paralelo que parece idéntico al nuestro
en todos los aspectos, excepto que la letra “J” no aparece en el idioma inglés.
De manera similar, en Estación de Reclutamiento de A. E. van Vogt (1942),
los humanos futuros reclutan a personas del siglo XX para luchar en una gue-
rra. La corriente de tiempo terrestre es manipulada para crear dieciocho siste-
mas solares alternativos en los que se libran batallas por el control político.

1. Abernathy, R. (1950) “The Ultimate Peril.” Psicofísicos venusianos ata-


cando la Tierra con armas hiperespaciales.
2. Archette, G. (1948) “Secreto del Cristal Amarillo”. Antiguos marcianos
reordenar la estructura molecular de los cristales, sin tecnología mecánica,
para aprovechar las “energías extra-dimensionales o subespaciales”. Usan
el hiperespacio para dejar Marte en vez de enfrentarse a la extinción. (Guy
Archette es un seudónimo de Chester Geier.)
3. Asimov, I. (1947) “Pequeño robot perdido”. Describe el uso de “Impulso
Hiperatómico” se acorta a “Hiperimpulso”. “Jugar con el hiperespacio no

― 226 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

es divertido. Corremos el riesgo de hacer un agujero en el tejido espacio-


temporal normal y salir del universo”.
4. Asimov, I. (1992) Las estrellas como polvo. Nueva York: Espectros. (Pu-
blicado originalmente en 1950.) Describe los viajes en el hiperespacio.
5. Asimov, I. (1990) El fin de la eternidad. Nueva York: Libros Bantam. Los
futuros seres humanos viven fuera del espacio-tiempo normal y arreglan
el pasado para facilitar el progreso humano. Esta historia abarca millones
de siglos. Las computadoras ayudan a los técnicos a hacer ajustes sutiles.
Una barrera en el espacio-tiempo es descubierta millones de años en el
futuro -causada por humanos aún más avanzados que se protegen de la
manipulación de las líneas del mundo que está ocurriendo durante estas
edades más tempranas.
6. Bear, G. (1995) Eon. Nueva York: Tor. ¡Los humanos descubren un aste-
roide de cien kilómetros de largo que se extiende interiormente miles de
millones de millas! Construido por humanos dentro de trece siglos en
nuestro futuro, el asteroide está formado por un espacio-tiempo artificial-
mente retorcido y funciona como un túnel hacia el hiperespacio. A medida
que uno viaja por el eje del asteroide, el tiempo se desplaza. Los universos
alternos se apilan dentro de cada milímetro del túnel.
7. Bester, A. (1942) “El empuje de un dedo”. The Astounding-Analog Reader,
Volume One, Harry Harrison y Brian W. Aldiss, eds. Nueva York: Dou-
bleday. Los científicos crean una “membrana espacial osmótica” para
aprovechar la energía del hiperespacio. Desafortunadamente, esta energía
comienza a drenar hacia nuestro universo, causando que llegue a un final
prematuro. Afortunadamente, esto es detenido por un viajero del tiempo
del futuro que interviene en el momento justo.
8. Bond, N. (1974) “The Monster from Nowhere”, en As Tomorrow Becomes
Today, Charles W. Sullivan, ed. (El monstruo de la nada). Nueva York:
Prentice-Hall. (Originalmente publicado en Fantastic Adventures, julio de
1939.) Los humanos atrapan a una criatura en 4-D en nuestro mundo.
Véase también el cuento de Nelson Bond de 1943 “That Worlds May
Live”, que describe los sistemas de propulsión hiperespacial. Bond des-
cribe un “impulso cuadridimensional”, la primera deformación del espacio

― 227 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

artificial en la cuarta dimensión, creada por científicos jovianos. “Los Jo-


vianos crean una urdimbre espacial de cuatro dimensiones entre puntos en
un espacio tridimensional. Un campo de flujo magnetizado deforma el es-
pacio tridimensional en la dirección de la marcha. Es tan fácil como eso”.
9. Bond, N. (1950) “The Scientific Pioneer Returns,” en Lancelot Biggs:
Spaceman por Nelson S. Bond. Nueva York: Doubleday. (Historia origi-
nalmente publicada en 1940.) Una nave se acelera en un “espacio imagi-
nario” que resulta ser un universo paralelo. “Einstein y Planck juguetearon
con la mecánica hiperespacial y descubrieron que la masa se altera cuando
viaja a alta velocidad. El aparato funcionó mejor de lo que esperabas”.
10. Brueuer, M. (1958) “The Captured Cross-Section,” en Fantasia Mathema-
tica, C. Fadiman, eds. Nueva York: Simon y Schuster. Un joven matemá-
tico persigue a su prometida a la cuarta dimensión. Una excelente descrip-
ción física de las criaturas 4-D atrapadas en nuestro propio mundo.
11. Brunner, J. (1985) Age of Miracles. Nueva York: Nueva Biblioteca Ame-
ricana. La Tierra está invadida por una docena de “ciudades de luz”. Sus
interiores están retorcidos en dimensiones más altas y resultan en pertur-
badores cambios sensoriales para cualquier humano sin protección que en-
tre. Los humanos son capaces de usar estos portales sin ser notados por los
alienígenas.
12. Campbell, J. (1934) “La máquina más poderosa.” John Campbell acuña la
palabra “hiperespacio” en esta historia.
13. Clarke, A. C. (1956) “Error técnico”. Un técnico es rotado a través de la
cuarta dimensión y se invierte, una condición en la que ya no puede meta-
bolizar la comida a menos que se le proporcione en estado de “mano iz-
quierda”.
14. Cramer, J. (1989) Twistor. Nueva York: William Morrow. Cramer es pro-
fesor de física en la Universidad de Washington. Los protagonistas del
libro, un postdoctorado masculino y una estudiante graduada que trabaja
en el departamento de física de la Universidad de Washington, están lle-
vando a cabo experimentos que utilizan una peculiar configuración de
campos electromagnéticos que hacen girar la materia normal en materia

― 228 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

oscura (predicha por la teoría de cuerdas) y viceversa, rotando un escena-


rio en el que un conjunto es reemplazado por otro. La primera vez que esto
sucede, desaparece un volumen esférico que contiene equipos caros. Pos-
teriormente, el postdoctorando y dos niños pequeños son “rotados” a una
Tierra de materia oscura y atrapados dentro de un enorme árbol; una
enorme esfera los reemplaza en medio de su laboratorio de Seattle.
15. Deutsch, A. (1958) “A Subway Named Moebius,” en Fantasia Mathema-
tica, C. Fadiman, ed. (inglés) Nueva York: Simon y Schuster. A un profe-
sor de matemáticas de Harvard se le pide que resuelva un misterioso desas-
tre en el sistema de transporte subterráneo de Boston.
16. Egan, G, (1995) Cuarentena. Nueva York: HarperCollins. La mente hu-
mana crea el universo que percibe destruyendo mecánicamente cuántica-
mente todos los demás universos posibles. Los personajes del libro (y los
lectores) se ven obligados a preguntarse qué es real.
17. Gamow, G. (1962) “The Heart on the Other Side,” en The Expert Dream-
ers, F. Pohl, ed. (El corazón del otro lado). Nueva York: Doubleday.
18. Gardner, M. (1958) “No-Sided Professor,” en Fantasia Mathematica, C.
Fadiman, eds. Nueva York: Simon y Schuster. Describe lo que sucede
cuando un profesor de topología conoce a Dolores, una artista del strip-
tease.
19. Geier, C. (1954) “Environment”, en Strange Adventures in Science Fic-
tion, Groff Conklin, ed. (1954). Nueva York: Grayson. (Publicado origi-
nalmente en 1944.) Usa el término “impulso hiperespacial”. “Entras aquí,
y sales allí...”
20. Geier, S. (1948) “El vuelo del Starling.” Una nave espacial circunnavega
el sistema solar en tres horas usando generadores atómicos de curvatura.
Estos generadores “crean una deformación en el espacio alrededor de la
nave... una ondulación en movimiento en el tejido del espacio”. El barco
navega en esta onda como un surfista en una ola de mar. Entre el espacio
normal y el espacio negativo hay una zona llamada hiperespacio. En el
espacio negativo, el viaje en el tiempo es posible.

― 229 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

21. Hamling, W. (1947) “Orphan of Atlans.” Un cataclismo natural desenca-


dena y “se hace una brecha en el mismo éter... Se forma una gran curvatura
espacial alrededor de Atlantis”. Esto catapulta a los últimos sobrevivientes
de la Atlántida fuera de su espacio-tiempo normal y hacia el siglo XX.
22. Heinlein, R. (1991) Starman Jones. Nueva York: Ballantine. Las naves
espaciales viajan a través del hiperespacio 4-D.
23. Heinlein, R. (1987) Citizen of the Galaxy. Nueva York: Ballantine. (Publi-
cado originalmente en 1957.) Viajar en el hiperespacio.
24. Heinlein, R. (1958) “ And he built a toroked house,” en Fantasia Mathe-
matics, C. Fadiman, ed. (1958). Nueva York: Simon y Schuster. (Historia
original publicada en 1940.) Las desventuras de un arquitecto californiano
que construyó su casa para asemejarse a la proyección en espacio tridi-
mensional de un hipercubo 4D. Cuando la casa de hipercubos se pliega,
parece un cubo ordinario desde el exterior porque descansa en nuestro es-
pacio en su cara cúbica, igual que un cubo de papel doblado, colocado en
un plano, parecería un cuadrado a los habitantes de Flatlanders. Eventual-
mente la casa hipercubo se cae del espacio por completo.
25. Heinlein, R. (1991) Starman Jones. Nueva York: Ballantine. (Publicado
originalmente en 1953.) La transición al “espacio N” requiere cálculos cui-
dadosos porque en algunos puntos del espacio interestelar, el espacio se
pliega sobre sí mismo en “Anomalías de Horst”.
26. Laumer, K. (1986) World of the Imperium. Nueva York: TOR. Describe
mundos alternativos en los que un hombre se enfrenta a su yo alternativo.
El protagonista es atrapado y secuestrado por los habitantes de un universo
paralelo. Aprende que debe asesinar una versión de sí mismo que es un
dictador malvado en el mundo paralelo.
27. Leiber, F. (1945) Destiny Times Three. Nueva York: Novelas Galaxy. Va-
rios humanos utilizan un “motor de probabilidad” para dividir el tiempo y
crear historias alternativas, permitiendo que sobrevivan sólo las más ade-
cuadas para la Tierra.

― 230 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

28. Lenz, F. (1997) Snowboarding to Nirvana. Nueva York: St. Martin’s Press.
Frederick Lenz es introducido al “skyboarding” en una dimensión supe-
rior. Procede a hacer skyboard a través de las dimensiones de colores hasta
llegar a una violeta. “El aire en esta dimensión estaba texturizado con al-
gún tipo de escritura jeroglífica indescifrable. Seres como los enormes in-
dios americanos empezaron a pasar volando por delante de nosotros.”
29. Lesser, M. (1950) All Heroes Are Hated. En el año 2900 d.C., los viajes
interestelares son comunes y rápidos utilizando el hiperespacio. Desafor-
tunadamente, doce mil millones de habitantes de seis mundos son aniqui-
lados cuando una nave espacial sale del hiperespacio con su unidad encen-
dida.
30. Martin, G. R. R. (1978) “FTA,” en 100 Grandes Cuentos de Ciencia Fic-
ción. I. Asimov, M. Greenberg y J. Olander, eds. Nueva York: Doubleday.
El hiperespacio resulta no ser un atajo para los viajes espaciales.
31. Moorcock, M. (1974) The Blood Red Game. Nueva York: Libros Mayflo-
wer. (Originalmente publicado en Science Fiction Adventures como The
Sundered Worlds, 1962.) Los humanos navegan a través del hiperespacio
y otras “dimensiones alienígenas”. El héroe de la historia, Renark, se en-
cuentra con extraños seres humanoides que le dicen que el universo vol-
verá a caer en un año. Para salvar a la humanidad, Renark debe encontrar
la manera de que los humanos abandonen nuestro espacio-tiempo 4-D (tres
dimensiones del espacio, una dimensión del tiempo). Viaja a un sistema
solar cuya órbita está en ángulo recto con el resto del espacio tiempo y
pasa a través de nuestro universo cada pocos cientos de años. Nuestro uni-
verso 4-D (espacio-tiempo) coexiste con un número infinito de otros uni-
versos. En esta teoría del multiverso, nuestro universo es como una página
en un libro; cada página tiene sus propias leyes físicas y seres. En este
extraño sistema solar, Renark se encuentra con los Creadores, seres mul-
tidimensionales que desarrollaron y mantuvieron el multiverso para crear
un vivero de una forma de vida que los reemplace y evite que la realidad
se desmorone.

― 231 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

32. Nourse, A. (1963) “Tiger by the Tail”, en Fifty Short Science Fiction Tales,
Isaac Asimov y Groff Conklin, eds. Nueva York: Macmillan (Historia ori-
ginalmente publicada en 1951.) Las criaturas en la cuarta dimensión coac-
cionan a un ladrón de tiendas humano para que les envíe aluminio a través
de una puerta interdimensional que se asemeja a un libro de bolsillo. El
ladrón es detenido por la policía, que se da cuenta del propósito de la car-
tera. Bajando un gancho en el bolsillo, la policía consigue “tirar de una
parte de su universo que no es libre a través del bolso, poniendo una gran
tensión en todo su patrón geométrico”. Todo su universo será retorcido.”
Ahora la humanidad tiene un rehén contra la invasión.
33. Padgett, L. (1981) “Mimsy Were the Borogroves,” en The Great SF Stories
5, I. Asimov y M. Greenberg. Nueva York: DAW. (Historia originalmente
publicada en 1943.) Paradine, un profesor de filosofía, no puede entender
hacia dónde se dirigen los niños. Anteriormente, los niños encuentran un
modelo de alambre de un teseracto (cubo 4-D), con cuentas de colores que
se deslizan a lo largo de los alambres de maneras extrañas. Resulta que el
modelo es un ábaco de juguete que había sido arrojado a nuestro mundo
por un científico de cuatro espacios que está construyendo una máquina
del tiempo. Este ábaco enseña a los niños a pensar en cuatro dimensiones,
y finalmente entran en la cuarta dimensión y desaparecen.
34. Phillips. R. (1948) “The Cube Root of Conquest.” Coexistimos junto con
otros universos en el espacio, pero estamos separados en el tiempo.
35. Pohl, E (1955) “The Mapmakers.” Describe el hiperespacio como un uni-
verso de bolsillo.
36. Pohl, F. (1987) The Coming of Quantum Cats. Nueva York: Bantam. Una
historia de mundos paralelos.
37. Pohl, F. y Williamson, J. (1987) The Singers of Times. Nueva York: Ba-
llantine. Una historia de mundos paralelos.
38. Schachner, N. (1938) “ Simultaneous Worlds.” Toda la materia tridimen-
sional se extiende a una dimensión superior. Una máquina imagina estos
mundos superiores que se asemejan a la Tierra.

― 232 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

39. Shaw, R. (1967) Night Walk. Nueva York: Banner Books. Un universo
hiperespacial tiene una forma diabólicamente complicada.
40. Shaw, B. (1986) The Two-Timers. Un hombre que perdió a su esposa inad-
vertidamente crea un mundo paralelo en el que ella todavía existe.
41. Shaw, B. (1987) A Wreath of Stars. Nueva York: Baen Books. Dos mundos
hechos de diferentes tipos de materia coexisten hasta que el acercamiento
de una estrella cambia la órbita de uno de ellos.
42. Silverberg, R. (1972) Trips. Los turistas transuniversales vagan sin rumbo
a través de mundos con diferentes similitudes.
43. Simak, C. (1992) Ring Around the Sun. Nueva York: Carroll y Graf. (Pu-
blicado originalmente en 1953.) Describe una serie de Tierras, vacías de
humanidad y disponibles para la colonización y la explotación.
44. Simak, C. (1943) Shadow of Life. Los marcianos aprenden a reducirse a un
tamaño subatómico extendiéndose a la cuarta dimensión, haciendo que
pierdan masa y tamaño en las otras tres dimensiones.
45. Smith, E. E. (1939) Grey Lensman. Una tripulación se siente como si “es-
tuviera comprimida, no como un todo, sino átomo por átomo... átomo por
átomo... retorcido... extruido... en una dirección desconocida e inexis-
tente... El hiperespacio es divertido de esa manera” Un arma conocida
como “tubo hiperespacial” es usada... Se describe como un vórtice “extra-
dimensional”. El extremo del tubo no puede establecerse demasiado cerca
de una estrella debido a la aparente sensibilidad del tubo a los campos
gravitacionales.
46. Smith, M. (1949) The Mystery of Element 117. Describe cómo nuestro
universo se extiende a corta distancia hacia una cuarta dimensión espacial.
Debido a esto, es posible rotar la materia completamente fuera del espacio-
3 mediante la construcción de un traductor 4-D. El elemento 117 abre un
portal a esta nueva dimensión habitada por seres humanos que han muerto.
Viven en un mundo vecino al nuestro, ligeramente desplazado del nuestro
a lo largo de la cuarta dimensión. “Nuestro 3-espacio no es más que un
hiperplano del hiperespacio.” Las capas sucesivas se enlazan como pági-
nas de un libro.

― 233 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

47. Tenneshaw, S. (1950) “Who’s That Knocking at My Door?”. El hipermo-


tor de una pareja en luna de miel se rompe cerca de una estrella enana
blanca.
48. Upson, W. (1958) “A. Botts and the Moebius Strip”, en Fantasia Mathe-
matics, C. Fadiman, ed. (en inglés). Nueva York: Simon y Schuster. Una
simple demostración en topología salva la vida de varios soldados austra-
lianos.
49. van Vogt, A. E. (1971) “M33 in Andromeda,” en M33 in Andromeda, A.
E. van Vogt. Nueva York: Biblioteca de bolsillo. (Publicado originalmente
en 1943.) Los humanos reciben mensajes mentales de una civilización
avanzada de la galaxia de Andrómeda. Los terrestres utilizan el “hiperes-
pacio” en la transmisión de materia de planeta a planeta. Enfocar un trans-
misor hiperespacial en una nave espacial que se mueve más rápido que la
luz requiere especificar coordenadas en un espacio de 900.000 dimensio-
nes.
50. Wandrei, D. (1954) “The Blinding Shadows,” (Las Sombras Cegadoras).
en Beachheads in Space, August Derleth, ed. Nueva York: Weidenfeld
Nicolson. (Historia originalmente publicada en 1934.) Un inventor lla-
mado Dowdson construye una máquina que aspira energía a la cuarta di-
mensión. En un discurso a sus colegas, Dowdson comenta:

Caballeros, hace mucho tiempo se consideraba que los objetos tenían dos di-
mensiones, a saber, la longitud y la anchura. Después de Euclides, se descubrió
que la longitud, la anchura y el grosor comprendían tres dimensiones. Durante
miles de años, el hombre pudo visualizar sólo dos dimensiones, en ángulo recto
entre sí. Estaba equivocado. Ahora, durante varios miles de años, el hombre ha
sido capaz de visualizar sólo tres dimensiones, en ángulo recto entre sí. ¿No
puede haber una cuarta dimensión, tal vez en ángulo recto, de alguna manera
que todavía no podamos imaginar, o tal vez más allá de nuestro campo de vi-
sión? Los objetos que emiten rayos infrarrojos, y que yacen en un mundo de
cuatro dimensiones, podrían fácilmente estar más allá de nuestra capacidad de
ver y nuestra capacidad de entender, mientras que existen a nuestro lado, no,
en esta misma sala.

El público presta mucha atención a Dowdson cuando llega al punto principal


de su trabajo:

― 234 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Un objeto tridimensional proyecta una sombra bidimensional. Si existiera tal


cosa como un objeto bidimensional, sin duda arrojaría una sombra unidimen-
sional. Y si un sólido cuatridimensional existiera, su sombra sería tridimensio-
nal. En otras palabras, caballeros, es totalmente concebible que en medio de
nosotros se encuentre un mundo de cuatro dimensiones cuya sombra se carac-
terizaría por tres dimensiones, aunque nunca tengamos ojos para ver o mentes
para entender la naturaleza del origen de esa sombra de cuatro dimensiones.

Más adelante en su artículo, Dowdson afirma:

Se preguntarán por qué, si mis teorías son correctas, nunca se ha visto tal som-
bra. La respuesta, creo, es bastante simple. Sujeto a leyes ajenas a las que co-
nocemos, e imperceptibles a nuestro campo de visión, es muy probable que el
objeto proyecte tal sombra, pero de tal color que sea también invisible. La teoría
alternativa es que algún intermediario, como un espejo basado en principios
radicales, reflejaría la sombra.

Dowdson inventa una máquina cuyas lentes no sólo giran en tres dimensiones
sino también en la cuarta dimensión. Quiere capturar imágenes de objetos de
la cuarta dimensión en el espacio tridimensional. Desafortunadamente, las
sombras negras de los seres extraterrestres pronto aparecen y comienzan a con-
sumir a los habitantes de la ciudad de Nueva York:

El área involucrada comprende aproximadamente lo que antes se conocía como


Gran Nueva York, e incluye un círculo cuyo radio es de unas diez millas, lle-
gando incluso hasta el puerto y el Atlántico. Esta zona, ahora protegida en tierra
por grandes fortificaciones de cemento, acero y alambre de púas erigidas por el
gobierno, es terreno muerto, que decenas de miles de espectadores visitan se-
manalmente para ver la ciudad “perdida” y sus extraños conquistadores, las
Sombras Cegadoras.
El por qué permanecen y lo que buscan son acertijos sin resolver, ni tampoco
existe la seguridad de que en algún lugar, en algún momento, no puedan arder
fuera de las barreras y seguir adelante, ni de que algún otro científico no suelte
involuntariamente sobre el resto del mundo una horda de Sombras misteriosas,
voraces y cegadoras, contra las cuales la humanidad es impotente y de cuya
fuente no se sabe nada.
Durante diez años, las Sombras Cegadoras han poseído la ciudad de los sueños;
y es probable que diez mil veces más años caigan en el olvido sin una sola
huella humana en calles donde ni siquiera los cuervos se ciernen y donde las
Sombras infernales vagan sin fin.

― 235 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

51. Wells, H. G. (1952) “The Plattner Story”, en 28 historias de ciencia fic-


ción. Nueva York. Dover. Un misterioso polvo verde empuja a un joven
profesor de química llamado Plattner a la cuarta dimensión. Naturalmente,
los estudiantes en el aula se sorprenden al descubrir que, cuando el humo
se desprende de la explosión, Plattner se ha ido. No hay señales de él en
ninguna parte. El director de la escuela no tiene ninguna explicación. Du-
rante los nueve días en cuatro espacios, Plattner ve un gran sol verde y
habitantes sobrenaturales. Cuando Plattner regresa a nuestro mundo, su
cuerpo se invierte. Su corazón está ahora a la derecha y escribe un guión
en espejo con la mano izquierda. Resulta que las tranquilas creaciones a la
deriva de Wells; los cuatro espacios son las almas de aquellos que alguna
vez vivieron en la Tierra.

― 236 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice c

botella banchoff klein

Es verdad que todos estamos en todo momento situados simultáneamente


en todos los espacios que juntos constituyen el universo de los espacios; por-
que siempre que se nos revela la existencia de un espacio que antes nos había
sido ocultado, sabemos desde el primer momento que este espacio no acaba
de nacer, sino que siempre nos ha rodeado sin que nos demos cuenta de ello.
Sin embargo, no somos capaces de forzar la apertura de la puerta que conduce
a un espacio que hasta ahora nos ha sido cerrado.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

En la última década, incluso los matemáticos serios han comenzado a dis-


frutar y a presentar extraños patrones matemáticos de nuevas maneras, a veces
dictadas tanto por un sentido de la estética como por las necesidades de la
lógica. Además, los gráficos por ordenador permiten a los no matemáticos
apreciar mejor el comportamiento gráfico complicado e interesante de las fór-
mulas simples.
Este apéndice proporciona una receta para crear una hermosa galería de
gráficos de superficies matemáticas. Para producir estas curvas, coloco esferas
en lugares determinados por fórmulas que se implementan como algoritmos
informáticos. Muchos de ustedes pueden encontrar dificultades para dibujar
esferas sombreadas; sin embargo, se pueden dibujar figuras bastante atractivas
e informativas simplemente colocando puntos de colores en estos mismos lu-
gares. Alternativamente, solo ponga puntos negros sobre un fondo blanco. Al
implementar las siguientes descripciones, modifica ligeramente las fórmulas
para ver los resultados gráficos y artísticos. No dejes que las fórmulas de as-
pecto complicado te asusten. Son muy fáciles de implementar en el lenguaje
de computadora de tu elección siguiendo las fórmulas de la computadora y las
sugerencias computacionales dadas en los lineamientos del programa.
A diferencia de las curvas que puede haber visto en los libros de geometría
(como los paraboloides en forma de bala y las superficies de las sillas) que son

― 237 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

funciones simples de x e y, ciertas superficies que ocupan tres dimensiones


pueden expresarse mediante ecuaciones paramétricas de la forma: x = f(u,v),
y = g(u,v), z = h(u,v). Esto significa que la posición de un punto en la tercera
dimensión está determinada por tres fórmulas separadas. Debido a que f, g y h
pueden ser cualquier cosa que quieras, la notable panoplia de formas de arte
que son posibles gracias al trazado de estas superficies es bastante grande. Para
simplificar, puede trazar proyecciones de estas superficies en el plano x-y sim-
plemente trazando (x,y) a medida que itera u y v en un programa de compu-
tadora. Alternativamente, he aquí una fórmula práctica para ver las curvas
desde cualquier ángulo:
xp = x cos θ + y sen θ
yp = –x sin θ sen ϕ + cos θ sen ϕ + z cos ϕ
donde (x,y,z) son las coordenadas del punto de la curva anterior a la proyección
y (0,4) son los ángulos de visión en coordenadas esféricas.
La botella Banchoff Klein 33 (Fig. C.1 y C.2) se basa en la banda de
Moebius, una superficie con un solo borde. La banda Moebius es un ejemplo
de un espacio no orientable, lo que significa que no es posible distinguir un
objeto en la superficie de su imagen reflejada en un espejo. Este frasco de
Klein contiene bandas de Moebius y puede ser construido en un espacio de 4-
D. Las potentes computadoras gráficas nos permiten diseñar objetos inusuales
como estos y luego investigarlos proyectándolos en una imagen en 2-D. Algu-
nos físicos y astrónomos han postulado que la estructura a gran escala de nues-
tro universo puede parecerse a un enorme espacio no orientable con propieda-
des de botella de Klein, permitiendo que los objetos diestros se transformen
en objetos zurdos.
Si usted es un profesor, haga que sus estudiantes diseñen y programen sus
propios patrones modificando los parámetros de estas ecuaciones. Haga un
mural grande de todos los diseños de los estudiantes etiquetados con las fór-
mulas generadoras relevantes.

33
Para más información sobre la botella de Banchoff Klein, véase el exquisito libro de
Thomas Banchoff Beyond the Third Dimension. Más exactamente, la botella está cons-
truida a partir de un cilindro en forma de ocho que pasa a través de sí mismo a lo largo
de un segmento. Para producir la botella de Banchoff Klein, se retuercen los cilindros
en forma de ocho mientras se acercan los dos extremos hacia afuera.

― 238 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura C.1 Banchoff Klein botella. (Renderizado en ordenador por el autor.)

Figura C.2 Sección transversal de la botella Banchoff Klein, revelando superficies “in-
ternas”. (Renderizado en ordenador por el autor.)

― 239 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

ALGORITMO: Cómo crear una botella Banchoff Klein


for(u= 0 ; u < 6.2 8 ; u = u + .2) {
for(v= 0; v < 6.28; v = v + .05 {
x = cos(u)*(sqrt(2)+cos(u/2)*cos(v)+sin(u/2)*sin(v)*cos(v));
y = sin(u)*(sqrt(2)+cos(u/2)*cos(v)+sin(u/2)*sin(v)*cos(v));
z = -sin(u/2)*cos(v)+cos(u/2)*sin(v)*cos(v);
DrawSphereCenteredAt(x,y,x)
}
}
(El código de programa aquí está en el estilo del lenguaje C.)

― 240 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice d

quaterniones

La invención de los cuaterniones debe ser considerada como una hazaña


muy notable del ingenio humano.
―Oliver Heaviside

Es tan injusto llamar a un vector cuaternión como a un hombre cua-


drúpedo.
―Oliver Heaviside

Algunos de ustedes pueden estar familiarizados con el concepto de “nú-


meros complejos” que tienen una parte real e imaginaria de la forma a + bi,
donde i = √–1. (Si nunca has oído hablar de números complejos, no dudes en
saltarte esta sección y simplemente disfrutar de la bonita imagen fractal.)
Cuando se inventaron estos números 2-D, muchas personas no estaban seguras
de su validez. ¿Qué significado en el mundo real podrían tener estos números
imaginarios? Sin embargo, los científicos no tardaron mucho en descubrir mu-
chas aplicaciones para estos números, desde la hidrodinámica hasta la electri-
cidad.
Los cuaterniones son similares a los números complejos pero de la forma
a + bi + cj + dk con una parte real y tres imaginarias.34 La suma de estos

34
Los cuaterniones definen un espacio en 4-D que contiene el plano complejo. Como
dijimos anteriormente, los cuaterniones pueden ser representados en cuatro dimensiones
por Q = a0 + a1i + a2j + a3k donde i, j y k son (como el número imaginario i) vectores
unitarios en tres direcciones ortogonales; también son perpendiculares al eje real. Tenga
en cuenta que para sumar o multiplicar dos cuaterniones, los tratamos como polinomios
en i, j, y k, pero usamos las siguientes reglas para tratar con productos: i2 = j2 = k2 = –1,
ij = –ji = k, jk = –kj = i, ki = –ik = –ik = j.
Para producir el patrón en esta sección, se utilizaron “bucles de retroalimentación mate-
mática”. Aquí uno simplemente itera F(Q,q): Q → Q2 + q donde Q es un cuaternión 4-

― 241 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

números 4-D es bastante fácil, pero la multiplicación es más complicada.


¿Cómo podrían estas cifras tener una aplicación práctica? Resulta que los cua-
terniones pueden ser usados para describir las órbitas de pares de péndulos y
para especificar rotaciones en gráficos por ordenador.
Los cuaterniones son una extensión del plano complejo y fueron descu-
biertos en 1843 por William Hamilton mientras intentaba definir las multipli-
caciones tridimensionales. Hamilton era un brillante matemático irlandés cuyo

D y q es una constante de cuaternión. El siguiente algoritmo de computadora para cua-


drar un cuadrante implica llevar un registro de los cuatro componentes de la fórmula.
ALGORITMO - Calcular cuaternión, cálculo principal
Variables:
a0,a1,a2,a3,rmu are the real, i, j, and k coefficients
Notas:
Este es un ‘bucle interno’ utilizado con el mismo espíritu que
en los cálculos tradicionales de Julia. No se requieren números
complejos para el cálculo. Mantiene constantes tres de los
coeficientes y examina el plano determinado por los dos
restantes. Este código se ejecuta de manera similar a otros
códigos generadores de fractales en los que el color indica la
tasa de divergencia. rmu es una constante de cuaternio.

DO i = 1 to NumberOflterations
savea0 = a0*a0 - a1*a1 - a2*a2 - a3*a3 + rmu0;
savea1 = a0*a1 + a1*a0 + a2*a3 - a3*a2 + rmu1;
savea2 = a0*a2 - a1*a3 + a2*a0 + a3*a1 + rmu2;
savea3 = a0*a3 + a1*a2 - a2*a1 + a3*a0 + rmu3;
a0=savea0,- a1=savea1; a2=savea2 ; a3=savea3 ;
if (a1**2+a2**2+a3**2+a0**2) > CutoffSquared then 1eave 1oop;
end; /*i*/
PlotDot(Color(i))
Los tonos de gris indican la tasa de explosión del mapeo. Como es estándar en los sets
de Julia, la “divergencia” se comprueba comprobando si Q supera un cierto umbral, τ,
después de muchas iteraciones. Para la Figura D.1, el mapeo se itera 100 veces y el
conteo de iteración, n, se almacena cuando |Q| ⁓ τ. El logaritmo del contador de itera-
ciones, n, se mapea entonces a la intensidad en la imagen. (Vea mi libro Computadoras,
Patrón, Caos y Belleza para más información.) La Figura D.1 representa una porción en
2-D de un conjunto de cuatro dimensiones de Julia. El corte está en el plano (a0, a2) a
nivel (a1, a3) = (0,05 , 0,05). La constante q = (–0,745 , 0,113 , 0,01 , 0,01) y τ = 2. El
valor inicial de Q es (a0, a2, 0.05, 0,05), donde a0 y a2 corresponden a la posición del
píxel en una figura.

― 242 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

genio para los idiomas fue evidente a una edad temprana. Podía leer a los tres-
a los cuatro años, había comenzado a estudiar griego, latín y hebreo, y a los
diez ya se había familiarizado con el sánscrito. A la edad de diecisiete años,
su destreza matemática se hizo evidente.
En 1843, durante un destello de inspiración mientras caminaba con su es-
posa, Hamilton se dio cuenta de que se necesitaban cuatro (no tres) números
para lograr una transformación tridimensional de un vector en otro. En ese
instante, Hamilton vio que se necesitaba un número para ajustar la longitud,
otro para especificar la cantidad de rotación, y dos más para especificar el
plano en el que tiene lugar la rotación. Este conocimiento físico llevó a Ha-
milton a estudiar números hipercomplejos (o cuaterniones) con cuatro compo-
nentes, a veces escritos con el formulario: Q = a0 + a1i + a2j + a3k donde las
a son números reales ordinarios, e i, j y k son cada uno un vector unitario
imaginario apuntando en tres direcciones mutuamente perpendiculares del es-
pacio, en una simple extensión de los números complejos ordinarios del espa-
cio 2-D. Aunque era difícil visualizar los cuaterniones, Hamilton encontró la
manera de utilizarlos en la teoría de los circuitos eléctricos. Oliver Heaviside,
un gran genio de la era victoriana, comentó: “Es imposible pensar en cuater-
niones, sólo puedes fingir que lo haces.”
Hoy en día, las cuaterniones están en todas partes en la ciencia. Se utilizan
para describir la dinámica del movimiento en tres espacios. El software de
vuelo del transbordador espacial utiliza cuaterniones en sus cálculos para la
guía, navegación y control de vuelo por razones de compacidad, velocidad y
evitación de singularidades. Los cuaterniones son utilizados por los químicos
de proteínas para manipular espacialmente modelos de estructura proteica.
Ted Kaczynski, el Unabomber, habló con cariño de las cuaterniones a lo largo
de sus artículos de revistas matemáticas altamente teóricas. Las representacio-
nes de cuaterniones son tan complicadas que es útil desarrollar metodologías
que ayuden en su despliegue. Tales métodos revelan un universo visual exó-
tico de formas. En particular, me gusta el procesamiento de imágenes de las
hermosas e intrincadas estructuras resultantes de la iteración (aplicación repe-
tida) de las ecuaciones de cuaterniones. La figura D.1 es en realidad una reba-
nada de 2-D de un objeto 4-D resultante llamado un conjunto de cuaterniones
de Julia. Esta rebanada tiene una dimensión fraccionaria. Para más detalles
sobre estas formas fractales en 4-D, véase la nota 1 del Apéndice D.

― 243 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura D.1 Una rebanada en 2-D de un conjunto de Julia de cuatro dimensiones. (Ren-
derizado en ordenador por el autor.)

― 244 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice e

laberintos cuatridimensionales

Mientras no nos hayamos dado cuenta de que la presencia de Dios es un


espacio, que abarca toda la realidad como lo hace el espacio tridimensional,
mientras concebimos el mundo de Dios sólo como la historia superior del es-
pacio cósmico, la actividad de Dios también será siempre una fuerza que afecta
a los acontecimientos terrenales sólo desde arriba.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

Los laberintos son difíciles de resolver en dos y tres dimensiones, pero


¿puedes imaginarte lo difícil que sería resolver un laberinto en 4-D? Chris
Okasaki, de la Facultad de Informática de la Universidad Carnegie Mellon, es
uno de los principales expertos mundiales en laberintos en 4-D. Cuando le pedí
que describiera sus laberintos en 4-D, me contestó:

Mis laberintos 4-D son cuadrículas bidimensionales de cuadrículas bidimen-


sionales. Cada una de las subredes parece un conjunto de habitaciones en las
que faltan algunas de las paredes, lo que permite que el solucionador de labe-
rintos se desplace directamente entre ciertas habitaciones. Además, cada habi-
tación puede tener un conjunto de flechas en ella, apuntando al Norte, Sur, Este
y Oeste. Las flechas significan que puede viajar directamente entre esta habita-
ción y la habitación correspondiente en la siguiente subred en esa dirección.
Por ejemplo, en un laberinto 2×2×2×2, si usted está en la esquina superior iz-
quierda de la subred superior izquierda, una flecha apuntando hacia el sur sig-
nifica que puede viajar a la esquina superior izquierda de la subred inferior
izquierda.
Matemáticamente, los laberintos que genero se basan en “árboles que se ex-
tienden al azar” de algún gráfico que representa todas las conexiones posibles
entre las habitaciones. Sin embargo, contrariamente a lo que podría esperarse,
los árboles que se extienden al azar no forman laberintos muy buenos. El pro-
blema es que tienen demasiados callejones sin salida obvios, que no atraen a la
persona que resuelve el laberinto para que los explore. Por lo tanto, posproceso

― 245 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cada árbol que se extiende al azar para convertir un árbol con muchos callejones
sin salida cortos en uno con menos callejones sin salida largos.
Una cuadrícula 4-D no es más difícil de modelar como gráfico que una cuadrí-
cula 2-D, por lo que mi software puede generar laberintos 4-D con sólo empe-
zar con el gráfico apropiado. La única diferencia está en cómo se visualiza el
árbol de expansión resultante. También he pensado en cómo hacer esto para
laberintos 6-D (o incluso superiores). Mi representación visual de un laberinto
6-D es una cuadrícula 2-D de cuadrículas 2-D de cuadrículas 2-D. Utilizo fle-
chas como en el laberinto 4-D, excepto que ahora las flechas pueden ser cortas
o largas. Una flecha corta indica conexiones dentro de una subred 4-D. Una
flecha larga indica conexiones entre subredes 4-D adyacentes.
Puedes encontrar una galería de laberintos, incluyendo un laberinto 4-D al azar,
en http://www.cs.columbia.edu/-cdo/maze/maze.html. Nótese, sin embargo,
que este laberinto 4-D en particular no incluye el post-procesamiento que men-
cioné anteriormente.

Aquellos de ustedes que deseen aprender más sobre la geometría en 4-D


estarán interesados en HyperSpace, una revista fascinante sobre todos los te-
mas relacionados con geometrías de dimensiones superiores, laberintos com-
plejos, geometría y arte, y patrones inusuales. La revista tiene artículos en in-
glés y japonés. Contacto: Japan Institute of Hyperspace Science, c/o K. Miya-
zaki, Graduate School of Human and Environmental Studies, Kyoto Univer-
sity, Sakyo-ky, Kyoto 606 Japón.

― 246 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice f

buffet para los adictos a la informática

La intersección de un objeto en 4-D con un espacio-3 no necesita estar


conectada, así como una formación continua de coral puede aparecer como
múltiples islas desarticuladas donde sobresalen de la superficie del océano.
Una colección de criaturas como una colmena de abejas puede ser diferentes
partes de un solo animal 4-D. Del mismo modo, todas las personas pueden
formar parte de una sola entidad 4-D. El proceso de envejecimiento puede ser
representado como el movimiento lento de un hiperplano que se cruza a través
de una entidad 4-D.
―Daniel Green, Software Superliminal

La presencia de Dios no es un piso superior del único espacio cósmico,


sino un espacio separado que lo abarca todo, de modo que el mundo polar y el
mundo suprapolar no se encuentran uno con respecto al otro en la misma rela-
ción que dos pisos de la misma casa, sino en la relación de dos espacios.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

Código 1. Programa Hiper-hipercubo

El siguiente es el código de computadora C que escribí para calcular los


modelos atractivos de los cubos de mayor dimensión para las Figuras 4.12 a
4.17. Los cubos de la dimensión N pueden generalizarse a dimensiones supe-
riores N+1 mediante la translación del N-cubo y la interconexión de los vérti-
ces correspondientes, del mismo modo que se puede generar una representa-
ción gráfica de un cubo dibujando dos cuadrados e interconectando los vérti-
ces. En dimensiones más altas, los cubos se vuelven tan complejos que pueden
ser difíciles de representar gráficamente. En el programa, n = 4 genera un hi-

― 247 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

percubo; n = 5 genera un hipercubo, y así sucesivamente. La idea de este en-


foque proviene de un programa BASIC escrito por Jonathan Bowen basado en
un programa Fortran de C. S. Kuta. Véase, por ejemplo, “Hypercubes” en
Practical Computing, 5(4): 97-99, abril de 1982. Para más detalles, véase “On
the Trail of the Tesseract”, una sección del capítulo 4.
/* C Program Used to Draw Cubes in Higher Dimensions */
#include <math.h>
#include <stdio.h>
main()
{
float xstart, ystart, xl[10], yl[10], iflagl[10], iflag2[10];
int i, j, k, n;
float x, y, f, p, c;
/* n is the dimension of the cube */
n = 4; p=3.14159/(float)n; i= -1;
for (j=l; j<=n; j=j+2) {
i=i+l; c=(float)i*p; xl[j]=cos(c); yltj]=sin(c);
}
i-n;
for (j=2; j<=n; j=j+2) {
i=i-l; c=(float)i*p; xl[j]=cos(c); yl[j]=sin(c);
}
f=0.0;
for (j=l; j<=n; j++){f = f + yl[j];}
xstart=0;
for (j=l; j<=n; j++){
if(xl[j]<0) xstart=xstart+xl[j]; iflagl[j]=0;
}
ystart=0;
for(i=l; i<pow(2,n); i++) {
/* To draw trace of cube before movement,
use this for loop: for(i=l; i<=pow(2,n-l); i++) { */
for(j=l; j<=n; j++) Uflag2[j] = iflagl[3];}
for(j=l; j<=n; j++) {
if (iflagl[j]==l) goto breaker; iflag2[j]=1; x=0; y=0;
for(k=l; k<=n; k++) {
x = x+ iflagl[k]*xl[k]; y = y+ iflagl[k]*yl[k];
}
printf("%f %f \n",x*f,y*f); /* first point of line segment */
x=0; y=0;
for(k=l; k<=n ; k++) {
x = x + if Iag2 [k] *xl [k] ; y = y + if Iag2 [k] *yl [k] ,-
}
printf("%f %f \n",x*f,y*f); /* second point of line segment*/

― 248 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

iflag2[j]=0;
breaker: printf(" ");
} /*j*/
j=l;
breaker2: if(iflagl[j]==0) iflagl[j]=1;
else {iflagl[j]=0; j++; goto breaker2}
} /*i*/
}

Código 2. Calcular el volumen de una bola de diez dimensiones

El siguiente código puede utilizarse para calcular el volumen de una bola


en cualquier dimensión. La variable “k” es la dimensión, en este ejemplo, 10.
El programa está en el estilo del lenguaje REXX. Consulte el Capítulo 4 para
obtener más información.
/* */
pi = 3.1415926; r = 2; k = 10
/* If even dimension: */
IF ((k // 2) = 0) then do
ans = ((pi ** (k/2.)) * r**k)/factorial(k/2)
END

/* If odd dimension: */
IF ((k // 2) = 1) then do
m = (k+l)/2; fm = factorial(m); fk = factorial(k+1)
ans = (pi**((k-l)/2.}* fm * (2**(k+1))*r**k ) / fk
END
say k ans

/* A recursive procedure to compute factorial */


factorial: Procedure
Arg n
If n=0 Then Return 1
Return factorial(n-1)*n

― 249 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Código 3. Dibuje una botella de Klein (Mathematica)

Mathematica es un programa de software técnico de Wolfram Research


(Champaign, Illinois). Con esta versátil herramienta es posible dibujar hermo-
sas botellas de Klein como se explica en el Capítulo 5. La siguiente es una
fórmula estándar para crear formas de botellas de Klein usando Mathematica.
In[l]:= botx = 6 Cos [u] (1 + Sin[u]);
boty = 16 Sin[u];
rad = 4 ( 1 - Cos[u] / 2 ) ;

In[4]:= X = If[Pi < u <= 2 Pi, botx + rad Cos[v + Pi],


botx + rad Cos[u] Cos[v]];
Y = If[Pi < u <= 2 Pi, boty, boty + rad Sin[u] Cos[v]];
Z = rad Sin[v];

In[7]:= ParametricPlot3D[{X, Y, Z}, {u, 0, 2 Pi}, {v, 0, 2 Pi},


PlotPoints -> {48,12}, Axes -> False,
Boxed -> False, ViewPoint-> {1.5, -2.7, -1.6}]
Out[7]= -Graphics3D-

El siguiente es un fragmento de código de un programa en C que dibuja pe-


queñas esferas a lo largo de la superficie de una botella de Klein.
ALGORITHM: How to Create a Klein Bottle
pi = 3.1415;
for(u= 0; u<= 2*pi; u = u +.040){
for(v= 0; v< 2*pi; v= v +.040){
botx = 6.*cos(u)*(1. + sin(u));
boty = 16.*sin(u);
rad = 4.*(1. - cos(u)/2.);
if ((u > pi)&&(u <= 2*pi)) x = botx + rad*cos(v + pi);
else x = botx + rad*cos(u)*cos(v);
if ((u > pi)&&(u <= 2*pi)) y = boty;
else y = boty + rad*sin(u)*cos(v);
z = rad*sin(v);
DrawSphereCenteredAt(x,y,x)
}
}

― 250 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice g

evolución de los seres cuatridimensionales

El cerebro actúa como un filtro de la realidad, reduciendo nuestra percep-


ción a lo que es necesario para sobrevivir. Por lo tanto, hemos desarrollado
órganos sensoriales que sólo perciben 3-D. A medida que nuestras vías neura-
les se forman en los primeros años de vida, nuestros cerebros están programa-
dos para ver la realidad de acuerdo con estos órganos, y por lo tanto la limita-
mos a 3-D. Dado que todo esto no puede ser entendido en términos tridimen-
sionales (la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, o incluso la simple dualidad
onda-partícula), parece que estamos funcionando en una realidad compuesta
por más de tres dimensiones. Dios puede ser un ser en la dimensión infinita, o
quizás un ser que puede concebir fácilmente todas las dimensiones.
―Lindy Oliver, comunicación personal

La presencia de Dios, el lado de este Poder que se vuelve hacia nosotros,


y de hecho con nuestro pensamiento humano nunca podremos penetrar en la
naturaleza esencial de este Poder.... es de hecho un espacio. Un espacio, por
supuesto, no es un todo autocontenido, con límites definibles que lo separan
en el sentido objetivo de otra cosa.
―Karl Heim, Fe Cristiana y Ciencias Naturales

Superficie y volumen

Es probable que los seres 4-D posean órganos internos con algunas vagas
similitudes con sus contrapartes terrenales porque las criaturas 4-D tendrán
que realizar funciones que son llevadas a cabo más eficientemente por tejidos
especializados. Por ejemplo, los seres 4-D pueden tener sistemas digestivos y
excretorios, un sistema de transporte para distribuir nutrientes a través del

― 251 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cuerpo y órganos especializados para facilitar el movimiento. La presión evo-


lutiva probablemente llevaría a clases ecológicas familiares de carnívoros, her-
bívoros, parásitos y relaciones simbióticas beneficiosas. Los seres 4-D tecno-
lógicos tendrán apéndices comparables a las manos y pies para manipular ob-
jetos. Los seres tecnológicos también deben tener sentidos, como la vista, el
tacto o el oído, aunque la naturaleza precisa de los sentidos que evolucionan
en otro mundo dependería del entorno. Por ejemplo, algunos alienígenas 4-D
pueden tener ojos sensibles a las regiones infrarrojas o ultravioletas del espec-
tro porque esto tiene valor de supervivencia en un mundo particular. Las cria-
turas que cumplen con algunas de estas tendencias básicas serían muy diferen-
tes de nosotros, con varias simetrías posibles, y podrían ser tan grandes como
Tyrannosarus o tan pequeñas como un ratón dependiendo de la gravedad y
otros factores.
Podríamos esperar que los seres inteligentes 4-D tengan sistemas digesti-
vos que se asemejen a una estructura tubular, ya que vemos esto tan común-
mente en nuestro mundo en muchos ambientes diferentes. Por ejemplo, la ma-
yoría de los animales terrestres por encima del nivel de los cnidarios y los
platelmintos tienen un tracto digestivo completo, es decir, un tubo con dos
aberturas: una boca y un ano. Hay ventajas obvias de tal sistema en compara-
ción con una cavidad gastrovascular, la estructura en forma de bolsa con una
abertura que se encuentra en los platelmintos. Por ejemplo, con dos aberturas,
el alimento puede moverse en una dirección a través del sistema tubular que
puede dividirse en una serie de secciones distintas, cada una especializada para
una función diferente. Una sección puede estar especializada en la descompo-
sición mecánica de grandes piezas de alimentos, el almacenamiento temporal,
la digestión enzimática, la absorción de los productos de la digestión, la reab-
sorción de agua y el almacenamiento de residuos. El tubo es eficiente y tiene
un gran potencial para modificaciones evolutivas en diferentes ambientes y
para diferentes alimentos.
Como se acaba de mencionar, muchas de nuestras primeras criaturas ma-
rinas multicelulares eran esencialmente tubos que podían bombear agua. A
medida que la vida evolucionó, este tema topológico básico no cambió - las
principales diferencias estructurales involucraban órganos complejos unidos
al tubo. Tú y yo somos sólo tubos que se extienden a través de una bolsa llena
de “agua de mar”.

― 252 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

En cualquier dimensión, cuanto mayor sea el volumen de un animal, me-


nor será, en proporción, su superficie expuesta. Como consecuencia, los orga-
nismos más grandes (en los que las células interiores son metabólicamente
activas) deben aumentar las superficies sobre las que se puede producir la di-
fusión de oxígeno y dióxido de carbono. Estas criaturas probablemente deben
desarrollar un medio para transportar oxígeno y dióxido de carbono hacia y
desde esta área superficial.
En dimensiones mayores, la fracción de volumen cerca de la superficie de
una forma similar a una bolsa puede aumentar drásticamente en comparación
con las formas tridimensionales. Esto también implica que la mayoría de los
vasos sanguíneos distribuidos uniformemente a través de la bolsa también es-
tarán cerca de la superficie (asumiendo que las criaturas tienen sangre). Como
resultado, la disipación de calor y el movimiento de nutrientes y oxígeno pue-
den verse fuertemente afectados por la proximidad del volumen a la superficie.
¿Cómo afectaría esto a la evolución de la vida? ¿Evolucionarán los seres pri-
mitivos 4-D para digerir en la superficie exterior, mientras que otros órganos,
como los cerebros y los corazones (cuyo propósito principal no es la adquisi-
ción de nutrientes y oxígeno) están situados en lo más profundo de su ser? La
superficie externa puede ser digestiva y pulmonar, conteniendo órganos sen-
soriales y orificios para la excreción y el sexo. ¿Es esta tendencia más probable
a medida que aumenta la dimensión del espacio?35

35
En la cuarta dimensión, ¿es posible que existan muchos elementos nuevos y que aña-
damos toda una dimensión a la tabla periódica? El filósofo Ben Brown cree que habría
muchos más elementos. Si suponemos que el carbono es el único material capaz de
construir vida, en cuatro dimensiones habría una gran disminución de las posibilidades
de que los elementos correctos se unieran para formar biomoléculas en comparación con
el espacio tridimensional, lo que ralentizaría los procesos evolutivos. Las formas de vida
iniciales prácticamente no tendrían competencia, pero tardarían mucho más en nacer.
Las probabilidades de que la vida inteligente evolucione en un universo 4-D serían aún
menores. Cuanto más baja sea la dimensión, mejores serán las posibilidades de evolu-
ción de la vida, porque las posibilidades de tener los elementos correctos presentes en el
momento adecuado son mayores.
Los seres de cuatro dimensiones bien pueden tomar oxígeno y nutrientes de sus super-
ficies externas. Ben Brown cree que una criatura 4-D no tendría pulmones y sería como
un insecto. Como fondo, considere que los insectos no pueden crecer muy grandes por-
que no tienen pulmones. Ciertas especies de insectos respiran a través de la pared del
cuerpo, por difusión, pero, en general, los sistemas respiratorios de los insectos consisten

― 253 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

He aquí por qué el volumen de un animal 4-D está más concentrado cerca
de la superficie que en los animales 3-D. Considere una esfera de dimensión
D. El volumen es
V(r) = S(D) × rD/D
donde S es el llamado “ángulo sólido” en la dimensión D, y r el radio. (En
términos generales, el ángulo sólido es el conjunto de rayos que emanan de un
punto y pasan a través de una superficie continua en particular. S(D) es la me-
dida más grande posible de un ángulo sólido en la dimensión D. La medida de
un ángulo sólido es la superficie que intersecta de la esfera unitaria cuyo centro
es su vértice.) Si comparamos dos esferas de radio 1 y 1 – a, donde a es muy
pequeño, la diferencia es
(V(1) – V(1 – a)) / V(1) = 1 – (1 – a)D

en una red de tubos, o tráquea, que transportan el aire por todo el cuerpo a los túbulos
más pequeños o traqueostomas con los que se abastecen a todos los órganos del cuerpo.
En las traqueolas, el oxígeno del aire se difunde al torrente sanguíneo y el dióxido de
carbono de la sangre se difunde al aire. Las aberturas exteriores de las tráqueas se deno-
minan espiráculos. En cuatro dimensiones, la superficie de un ser sería mucho mayor en
proporción a su volumen interno que su tamaño corporal sería menos limitado. Tal vez
muchas criaturas serían “planas” para aprovechar al máximo la extensión de la superfi-
cie.
La mayor parte de la energía de una criatura 4-D podría ser tomada directamente a través
de una red 4-D de poros, en lugar de ser ingerida, porque existiría poco espacio dentro
para órganos como el cerebro y el corazón. El sistema nervioso de la criatura podría
funcionar utilizando señales eléctricas que oscilan a través de tres dimensiones y viajan
a través de una cuarta, creando una red sináptica altamente compleja. El corazón tendría
que trabajar muy duro si estuviera ubicado en el centro y tuviera que bombear sangre a
grandes distancias. Tal vez las criaturas 4-D no tendrían un corazón central sino una
masa de arterias para empujar la sangre.
Ben Brown sugiere que los seres en 4-D serían alimentados por energía solar. En tres
dimensiones un fotón contiene 107 ergios; esta energía sería significativamente mayor
en cuatro dimensiones, debido a una posible oscilación añadida. Esto significa que un
fotón podría ser una fuente de energía más significativa. En nuestro mundo tridimensio-
nal, parece poco práctico para una criatura móvil de sangre caliente utilizar la energía
solar; sin embargo, en cuatro dimensiones, puede ser práctico para los seres absorber la
luz y convertirla directamente en una forma de energía almacenable. Cualquier energía
almacenada de este tipo podría residir como tejidos en el interior de la criatura, prote-
giendo órganos vitales como el cerebro.

― 254 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Esta es esencialmente la fracción del volumen dentro de 1 – a de la super-


ficie. Por ejemplo, si tiene una esfera 10-D, entonces alrededor del 40 por
ciento del volumen está dentro de 0,05 × r de la superficie (a = 0,05). En una
esfera 4-D, aproximadamente el 34 por ciento del volumen está a 0,1 × r de la
superficie. En una esfera tridimensional, esto es el 27%. Para la esfera D = 10,
la fracción dentro de 0,1 × r es 65 por ciento. (Tenga en cuenta que estos nú-
meros son mucho más altos para las formas no esféricas.)
También tenga en cuenta que para un volumen V dado, la relación super-
ficie-área-volumen aumenta cuando se pasa de criaturas 3-D a 4-D. Esto, a su
vez, implica una relación favorable de intercambio de oxígeno para la respira-
ción y el intercambio de nutrientes; también implica que los animales grandes
pueden ser más fuertes en la cuarta dimensión, en parte debido al aumento de
los sitios de unión muscular. Esto también significa que los seres de dimensio-
nes más elevadas podrían ser más grandes que sus contrapartes tridimensiona-
les. Además, las criaturas de sangre caliente 4-D pueden necesitar tener me-
dios eficientes de regulación de la temperatura si el ambiente tiene un mayor
efecto en sus cuerpos. Si las criaturas 4-D tuvieran diferentes tamaños y tasas
metabólicas que nosotros ―con diferentes duraciones de vida y duración del
sueño― esto podría dificultar la comunicación con ellas. (Estas dificultades
podrían superarse con una comunicación “asíncrona” como el correo electró-
nico).
Observe que la relación superficie-área-volumen para una determinada ex-
tensión espacial aumenta a medida que se pasa de la tercera dimensión a la
cuarta. Vemos esto fácilmente en la segunda y tercera dimensión usando fór-
mulas familiares para el área y el volumen de los círculos y esferas:

Área Volumen Área / Volumen


2×π×r π × r2 2/r (círculo)
4 × π × r2 (4/3) × π × r3 3/r (esfera)

― 255 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice h

preguntas desafiantes para una reflexión más profunda

Lo increíblemente pequeño y lo increíblemente vasto eventualmente se


encuentran, como el cierre de un círculo gigantesco. Miré hacia arriba, como
si de alguna manera fuera a captar el cielo. El universo, mundos más allá del
número, el tapiz de plata de Dios se extiende a lo largo de la noche. Y en ese
momento, supe la respuesta al acertijo del infinito. Había pensado en términos
de la propia dimensión limitada del hombre. Había presumido sobre la natura-
leza. Que la existencia comienza y termina es la concepción del hombre, no la
de la naturaleza. Y sentí mi cuerpo menguando, derritiéndose, convirtiéndose
en nada. Mis miedos se disiparon. Y en su lugar vino la aceptación. Toda esta
vasta majestad de la creación, tenía que significar algo. Y luego yo también
signifiqué algo. Sí, más pequeño que el más pequeño, yo también significaba
algo. Para Dios, no hay un cero. ¡Todavía existo!
―Scott Carey, El Increíble Hombre Menguante

Este apéndice incluye varios problemas sin resolver, desafíos, avances y noti-
cias recientes relacionadas con las dimensiones espaciales superiores.

Fotones

¿Es difícil imaginar un universo con cuatro dimensiones en el que estemos


limitados a tres dimensiones? ¿Podría haber algún mecanismo que nos limite,
como el de estar pegados a una superficie por adsorción? Si estuviéramos pe-
gados a alguna superficie de esta manera, entonces la forma en que los seres
4-D podrían interactuar con nosotros se vería limitada por esa superficie.
¿Qué pasa con los fotones en cuatro dimensiones? Por ejemplo, ¿cómo ven
los seres en 4-D? Nuestro universo 3-D no parece estar “perdiendo” fotones

― 256 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

en la cuarta dimensión, así que ¿cómo podrían las criaturas 4-D usar fotones
para vernos a nosotros o a ellos mismos?36

El habla, la escritura y el arte en cuatro dimensiones

¿Seríamos capaces de escuchar el discurso de un ser 4-D a unos centíme-


tros de distancia en la cuarta dimensión? ¿Cómo trabaja el sonido? ¿Cómo
sonaría un ser 4-D usando sus cuerdas vocales 4-D?
Tal vez el habla de un ser 4-D se propague a través de ondas de sonido 4-
D (presión) y por lo tanto su habla será parcialmente audible para nosotros. El
filósofo Greg Weiss sugiere que oiríamos algo, pero no todo el mensaje, que
puede tener modulaciones en el espacio 4-D. Una criatura en 4-D podría ha-
blarnos “abajo”, pero a menos que tengamos alguna forma de manipular las
cuatro dimensiones, tendríamos problemas para hablarle en su lenguaje.
¿La voz de un ser se hará más fuerte a medida que la criatura se acerque a
nuestro espacio tridimensional? ¿Escudarían nuestras casas nuestras voces de

36
Obviamente es bastante difícil predecir cómo se comportarán las partículas en dife-
rentes dimensiones. Esto significa que es difícil predecir qué sentidos evolucionarían en
los seres 4-D. En tres dimensiones, la luz oscila de forma bidimensional mientras avanza
a través de la tercera dimensión (los campos eléctricos y magnéticos oscilan en ángulo
recto entre sí). En cuatro dimensiones, ¿podría la luz oscilar de alguna manera en tres
dimensiones mientras avanza a través de una cuarta? Por supuesto que esto es bastante
especulativo, pero puede significar que la “luz tridimensional” no sería visible para un
ser 4-D, y que la luz bidimensional podría no ser visible para nosotros.
Si la “luz” pudiera existir en dos dimensiones, la “luz” podría oscilar a través de una
dimensión y avanzar a través de una segunda. ¿Significa esto que Flatland podría no ser
visible para nosotros cuando nos paramos sobre Flatland y miramos hacia abajo? Tal
vez esto implica que las criaturas 4-D tendrían dificultad para vernos. ¿Qué veríamos si
nuestros ojos estuvieran a la altura de Flatland (¿Podríamos ver a un Flatlander si lo
ilumináramos con una fuente de luz tridimensional?) Si pudiéramos ver Flatlanders, el
movimiento y la energía almacenada en la superficie 2-D podría traducirse de alguna
manera en los niveles de energía de las partículas 3-D.
Arlin Anderson cree que el sonido (energía vibratoria) parece disipar toda su energía
dentro de nuestro mundo tridimensional. Esto implica que un ser 4-D no puede oírnos
(o vernos) con nuestro sonido o luz hasta que el ser ponga su oído u ojo a nuestro nivel.
Sin embargo, si los fotones 4-D y los fotones son posibles, el ser podría usarlos para
observarnos.

― 257 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

ellos? Si un ser 4-D nos habla, ¿parecería que el sonido viene de todas partes
a la vez, incluso desde dentro de nosotros?
Por supuesto, no necesitamos usar el habla para comunicarnos. Si pudié-
ramos transmitir una sola corriente de bits (por ejemplo, unos y ceros) a la
cuarta dimensión, la comunicación sería posible. De hecho, la rápida aparición
y desaparición de un objeto 4-D en nuestro mundo podría ser utilizado para
comunicar un mensaje binario.
¿A qué se parecería la escritura de los seres en 4-D? Nuestra escritura es
una dimensión más baja que el espacio en el que vivimos. ¿Sería la escritura
de los seres en 4-D tridimensional? ¿Cómo se vería esta escritura si se proyec-
tara en un pedazo de papel en nuestro mundo (Figura H.1)?
Las figuras H.2 y H.3 son una representación artística de cómo podría ser
una escritura en 4-D cuando se entrecruza con nuestro mundo. ¡Increíble!
Como pieza artística final, considere la Figura H.4 del Profesor Carlo H.
Sequin de la Universidad de California, Berkeley. Su representación es una
proyección de un politopo regular de 120 células 4-D (un análogo 4-D de un
polígono). Esta estructura consiste en doce copias del dodecaedro regular, uno
de los cinco sólidos platónicos que existen en el espacio tridimensional. Este
politopo 4-D también tiene 720 caras, 1200 bordes y 600 vértices, que son
compartidos por dos, tres y cuatro dodecaedros adyacentes, respectivamente.

Figura H.1 ¿Cómo sería la intersección de la escritura a mano de Omegamorfo con un


trozo de papel? ¿Lo reconoceríamos como escritura?

― 258 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura H.2 Las interpretaciones de un artista de cómo podría ser la escritura en 4-D
cuando se entrecruza con nuestro mundo.

Figura H.3 Renderizados más extravagantes de cómo podría ser la escritura en 4-D a
medida que se cruza con nuestro mundo.

― 259 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura H.4 Proyección de un politopo regular de 120 células 4-D. (Cortesía del profesor
Carlo H. Sequin.)

El Último Desafío de Vivir en Otras Dimensiones

Los físicos no pueden dar una razón por la cual el espacio tiene tres di-
mensiones. Quizás la dimensionalidad del espacio en nuestro universo fue de-
terminada “accidentalmente” durante el Big Bang, hace miles de millones de
años. Parece que la vida sería más desafiante en otras dimensiones. Como dis-
cutimos, sería difícil para el tracto digestivo pasar a través de una criatura en
dos dimensiones porque el tracto la cortaría en dos pedazos. Richard Morris
en Cosmic Questions sugiere que si la dimensionalidad del espacio fuera de

― 260 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

cuatro o más, entonces las órbitas planetarias estables no serían posibles. Mo-
rris implica que si un planeta se las arreglara para formarse, seguiría una senda
que le causaría una espiral hacia el sol. Esta línea de pensamiento se extiende
en el maravilloso artículo reciente de Max Tegmark “Sobre la dimensionalidad
del espacio-tiempo” que aparece en la revista Classical and Quantum Gravity
(ver Lecturas adicionales).
Considere un universo con m dimensiones espaciales y n dimensiones
temporales. Estos universos se clasifican como universos (n + m). Por ejem-
plo, nuestro universo podría ser un universo (3 + 1) con tres dimensiones es-
paciales y una dimensión de tiempo. Max Tegmark del Instituto de Estudios
Avanzados de Princeton, Nueva Jersey, sugiere que todos los universos ―ex-
cepto un universo dimensional (3 + 1)― pueden ser “universos muertos” en
el sentido de que están desprovistos de observadores. Él cree que los espacios
de mayor dimensión no pueden contener átomos tradicionales o quizás estruc-
turas estables. En un espacio con menos de tres dimensiones, puede no haber
fuerza gravitacional. En los universos con más o menos de una dimensión tem-
poral, las criaturas vivientes no podían hacer predicciones. Estas ideas son tan
fascinantes que me gustaría explicarlas un poco más.
Algunos tipos de universos tienen más probabilidades de contener obser-
vadores que otros. Aquí hay algunos antecedentes. Ya en 1917, Paul Ehrenfest
sugirió que ni los átomos clásicos ni las órbitas planetarias pueden ser estables
en un espacio con n > 3. En los años 60, E Tangherlini sugirió además que los
átomos cuánticos tradicionales no pueden ser estables en los universos dimen-
sionales superiores (ver Lecturas Adicionales). Para los lectores físicos, estas
propiedades están relacionadas con el hecho de que las funciones fundamen-
tales de Green de la ecuación de Poisson V2ϕ = p ―que da el potencial elec-
trostático/gravitacional de una partícula puntual― es r2–n para n > 2. Como
señala Tegmark, esto significa que la ley del cuadrado inverso de la electros-
tática y la gravedad se convierte en una ley del cubo inverso si n = 4, y así
sucesivamente. Cuando n > 3, el problema de los dos cuerpos ya no tiene nin-
guna órbita estable como solución (véase el artículo de I. Freeman de 1969).
En un lenguaje sencillo, esto implica que si estuvieras en un universo 4-D
y lanzaras planetas hacia un sol, los planetas o bien volarían hacia el infinito
o bien en espiral hacia el sol. (Esto contrasta con un universo (3 + 1) que ob-
viamente puede, por ejemplo, tener órbitas estables de lunas alrededor de los

― 261 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

planetas.) Un problema similar ocurre en la mecánica cuántica, en la cual un


estudio de la ecuación de Schrödinger muestra que el átomo de hidrógeno no
tiene estados ligados por n > 3. Esto parece sugerir que es difícil que los uni-
versos superiores sean estables en el tiempo y contengan criaturas que puedan
hacer observaciones sobre el universo.
Los mundos dimensionales inferiores (como los mundos 1-D y 2-D) pue-
den no ser capaces de tener fuerzas gravitacionales, como se discutió en Gra-
vitación por John Wheeler y sus colegas y en un documento de Stanley Deser.
Hasta ahora hemos estado hablando de dimensiones espaciales, pero tam-
bién podemos postular la existencia de diferentes dimensiones temporales.
Tegmark cree que un universo sólo podrá tener observadores si hay una sola
dimensión temporal (es decir, m = 1). ¿Cómo sería vivir en un universo con
más de una dimensión temporal? ¿Tendríamos dificultades en nuestras rutinas
diarias de la vida, el trabajo, junto con la búsqueda de una pareja ideal? Incluso
con dos o más dimensiones de tiempo, podrías percibir el tiempo como unidi-
mensional, teniendo así un patrón de pensamientos en una sucesión lineal que
caracteriza la percepción de la realidad. Puedes viajar a lo largo de una línea
del mundo esencialmente 1-D (similar al tiempo) a través del universo (m +
n). Tu reloj de pulsera funcionaría. Sin embargo, el mundo sería extraño. Si
dos personas que se mueven en direcciones de tiempo diferentes se encuentran
en la calle, inevitablemente se distanciarían en direcciones de tiempo separa-
das de nuevo, ¡incapaces de permanecer juntos! También, como lo discutió J.
Dorling, partículas como protones, electrones y fotones son inestables y pue-
den decaer si hay más de una dimensión de tiempo.
Pueden surgir todo tipo de paradojas causales con más de una dimensión
de tiempo. Sin embargo, no creo que esto impida la vida, incluso si el compor-
tamiento o el universo nos perturbara bastante. Además, los electrones, proto-
nes y fotones podrían seguir siendo estables si sus energías fueran suficiente-
mente bajas, las criaturas podrían salir en regiones frías de universos con más
de una dimensión temporal. Sin embargo, sin una causa y efecto bien definidos
en estos universos, podría ser difícil para los cerebros (o incluso para las
computadoras) evolucionar y funcionar.
Ninguno de estos argumentos descarta la posibilidad de vida en la cuarta
dimensión espacial (es decir, un (4 + 1) universo). Por ejemplo, las estructuras

― 262 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

estables pueden ser posibles si se basan en correcciones cuánticas a corta dis-


tancia del potencial de 1/r2 o en partículas de tipo cadena en lugar de puntuales.

Una prueba simple de que el mundo es tridimensional

En 1985, Tom Morley (Escuela de Matemáticas, Instituto de Tecnología


de Georgia) publicó un artículo titulado “Una prueba simple de que el mundo
es tridimensional”. Comienza el periódico:

El título es, por supuesto, un fraude. No probamos nada de eso. En su lugar,


mostramos que la propagación de ondas radialmente simétricas sólo es posible
en las dimensiones uno y tres.

En resumen, esto significa que puede ser difícil tener radio, televisión y
comunicación global rápida en mundos de mayor dimensión. Para una dis-
cusión teórica, véase Morley, T. (1985) A simple proof that the world is three-
dimensional. Revisión SIAM. 27(1): 69-71]
Cuando le pregunté a Tom Morley sobre algunas de las implicaciones de
sus teorías, él respondió:

Estos resultados deberían afectar a los habitantes de otras dimensiones. Segu-


ramente, las criaturas de Flatland de Abbott tendrían mayores desafíos que no-
sotros cuando nos comunicamos. En tres dimensiones, los sonidos se vuelven
más suaves a medida que nos alejamos, pero en dos dimensiones, se extienden
cada vez más en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, aplauda en 2-D, y las
personas que están lejos no pueden saber exactamente cuándo comenzaron a
aplaudir. En un mundo bidimensional, el impulso agudo y repentino de la palma
de la mano se convierte en una “colina rodante” (en una trama de volumen vs.
tiempo) que no está bien localizada en el tiempo. Es difícil saber el instante
preciso en que ocurrió el aplauso. Además, no hay mucha atenuación del so-
nido. Uno puede escuchar los sonidos para distancias mayores en el espacio 2-
D que en el espacio 3-D. Los sonidos también duran más en el espacio 2-D que
en el espacio 3-D, de modo que un sonido de 1 segundo en 3-D puede durar 10
segundos en 2-D. En 4-D hay suficiente atenuación de las señales; sin embargo,
como en el ejemplo de 2-D, los sonidos (y todas las demás señales) son “pur-
gados”. Permítanme dar un ejemplo. Los habitantes de la cuarta dimensión no
pueden apreciar plenamente la música de Beethoven porque el impresionante
comienzo de la Quinta Sinfonía de Beethoven (dum dum dum dum DAH) se

― 263 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

convierte en ladidadiladidadididididi. Además, a una criatura de cuatro dimen-


siones le resultaría difícil tener un comienzo limpio en una carrera de 100 me-
tros escuchando el sonido crujiente de la pistola de arranque.

Hielo en Siete Dimensiones

Recientemente, científicos y matemáticos han investigado las propiedades


teóricas de derretimiento del hielo en dimensiones superiores. En particular,
los matemáticos Nassif Ghoussoub y Changfeng Gui, de la Universidad de
Columbia Británica, han desarrollado modelos matemáticos de cómo el hielo
pasa de sólido a líquido en la séptima dimensión y han demostrado que, si
dicho hielo existe, es probable que muestre un comportamiento de derreti-
miento diferente al del hielo en dimensiones inferiores. Esta dependencia de
la dimensión, aunque no muy intuitiva, surge a menudo en el campo de las
ecuaciones diferenciales parciales y las superficies mínimas -los resultados re-
cientes sugieren que la geometría depende de la dimensión subyacente de for-
mas que no se sospechaban en el pasado.
Otra investigación sugiere que hay algo acerca de los espacios 8-D que
hace que las transiciones de fase física sean inherentemente diferentes de los
espacios 7-D. Si quieres leer más sobre lo que sucede cuando lames una paleta
7-D, consulta How to melt if you must de I. Ekeland. Nature. 16 de abril de
1998, 392(6677): 654-655.

Pulgas enjauladas en el hiperespacio

Mis rompecabezas favoritos incluyen “jaulas para pulgas” o “jaulas para


insectos” por razones que pronto comprenderás. Considere una rejilla de cua-
tro cuadrados que forman un gran cuadrado.
¿Cuántos rectángulos y cuadrados hay en esta imagen? Piénsalo un mo-
mento. Hay cuatro cuadrados pequeños marcados “1”, “2”, “3” y “4”, más dos
rectángulos horizontales que contienen “1” y “2” y “3” y “4”, más dos rectán-
gulos verticales, más el cuadrado fronterizo circundante grande. En total, por
lo tanto, hay nueve áreas superpuestas de cuatro lados. El número de rejillas
para una retícula de 2×2 es por lo tanto 9, o L(2) = 9. ¿Qué es L(3), L(4), L(5)

― 264 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

y L(n)? Resulta que estos números de rejillas crecen muy rápidamente, pero
puede que te sorprendas al darte cuenta de lo rápido que es. La fórmula que
describe este crecimiento es bastante simple para un entramado n×n:

L(n) = ((n2)(n + 1)2)/4 . La secuencia va 1, 9, 36, 100, 225, 441 Durante mucho
tiempo, me ha gustado pensar en los cuadrados y rectángulos (cuadriláteros)
como pequeños contenedores o jaulas para hacer analogías interesantes sobre
cómo crece la secuencia. Por ejemplo, si cada cuadrilátero se considerara una
jaula que contenía una pulga diminuta, ¿cuán grande se necesitaría una celda
para enjaular a un representante para cada variedad diferente de pulga (Sifo-
naptera) en la tierra? Para resolver esto, considere que los Sifonapterologists
reconocen 1830 variedades de pulgas. Usando la ecuación que te acabo de dar,
puedes calcular que un pequeño entramado de 9×9 podría contener 2025 va-
riedades diferentes, fácilmente lo suficientemente grande para incluir todas las
variedades de pulgas. (Para los amantes de Siphonaptera, la pulga más grande
conocida se encontró en el nido de un castor de montaña en Washington en
1913. Su nombre científico es Hystirchopsylla schefferi, y mide hasta 0,31
pulgadas de largo, aproximadamente el diámetro de un lápiz).
También es posible calcular el número de conjuntos de jaulas para conjun-
tos de jaulas tridimensionales. La fórmula es: L(n) = ((n3)(n + 1)3)/8. Los pri-
meros números de las celdas para esta secuencia son: 1, 27, 216, 1000, 3375.
Tim Greer de Endicott, Nueva York, ha generalizado la fórmula a jaulas hi-
perespaciales de cualquier dimensión, m, como L(n) = ((nm)(n + 1)m)/(2m). Va-
mos a pasar algún tiempo examinando las jaulas en 3-D antes de pasar a las
jaulas en dimensiones más altas.

― 265 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

¿Qué tamaño de jaula tridimensional necesitaría para contener todas las


especies de insectos de la Tierra en la actualidad? (Para resolver esto, consi-
dere que puede haber hasta treinta millones de especies de insectos, que es más
que todas las otras filas y clases juntas). Piense en esto como un zoológico
donde un miembro de cada especie de insecto es colocado en cada cuadrilátero
tridimensional. Resulta que todo lo que se necesita es una matriz de 25×25×25
(n = 25) para crear este zoológico de insectos para treinta millones de especies.
Para contener a los aproximadamente cinco mil millones de personas en
la tierra hoy en día, usted necesitaría un zoológico con jaulas de 59×59×59.
Sólo necesitarías un zoológico de 40×40×40 (n = 40) para contener a los 460
millones de humanos en la tierra en el año 1500.
Aquí hay una tabla que enumera el tamaño de las jaulas necesarias para
contener varios números grandes, asumiendo que cada cuadrilátero contiene
una sola unidad de lo que se indica (por ejemplo, píldoras, objetos, estrellas o
colores):

1. Mayor número de objetos encontrados en el estómago de una persona: 2.533


(5×5×5×5 jaulas)
(Este número proviene de un caso que involucra a una mujer loca que a la
edad de cuarenta y dos años se tragó 2.533 objetos, incluyendo 947 alfile-
res doblados.)
2. Número de colores diferentes distinguibles por el ojo humano:
10 millones (jaula de 21×21×21)
3. Número de estrellas en la Vía Láctea:
1012 (jaula de 141×141×141)

Concluyamos examinando las jaulas para las pulgas de dimensiones supe-


riores. Ya te he dado la fórmula para hacer esto, y si estiras la mente para
considerar cuántas pulgas enjauladas podría contener una hipercaja, con una
pulga residente en cada hipercubo o hipertángulo.
Los siguientes son los tamaños de las hipercajas necesarias para alojar las
1.830 variedades de pulgas que mencioné anteriormente en diferentes dimen-
siones:

― 266 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Dimensión (m) Tamaño de la rejilla (n)


2 9
3 5
4 4
5 3
6 3
7 2

¡Esto significa que una pequeña de n = 2, la red 7-D (2×2×2×2×2×2×2)


puede contener las 1.830 variedades de pulgas! Una hiperred en la quincuagé-
sima dimensión puede contener cada electrón, protón y neutrón en el universo
(cada partícula en su propia jaula).
Aquí hay algunos desafíos salvajes.

1. Si cada región de la jaula tuviera un solo cristal de nieve, ¿qué tamaño de


celosía necesitaría para contener el número de cristales de nieve necesarios
para formar la edad de hielo, que se ha estimado en 10 30 cristales? Si di-
bujaras esta retícula, ¿qué tamaño de papel necesitarías? Proporcione res-
puestas a esta pregunta para las figuras bidimensionales y tridimensiona-
les.
2. Si cada región de la jaula contenía un solo grano de arena, ¿qué tamaño de
rejilla necesitaría para contener el número de granos de arena contenidos
en la playa de Coney Island, que se ha estimado en 10 20 granos? Si dibu-
jaras esta retícula, ¿qué tamaño de papel necesitarías? También provea
respuestas a esta pregunta para una hiperred en la cuarta dimensión.
3. Akhlesh Lakhtakia ha observado que los números de rejilla L(n) pueden
calcularse a partir de números triangulares (Tn)m. ¿Por qué el número de
jaulas debe estar relacionado con los números triangulares? (Los números
1, 3, 6, 10, ... se llaman números triangulares porque son el número de
puntos empleados para hacer sucesivas matrices triangulares de puntos. El
proceso se inicia con un punto; se colocan filas sucesivas de puntos debajo
del primer punto. Cada fila tiene un punto más que el anterior.)

― 267 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Ayuda óptica para “ver” universos superiores

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería realmente contemplar los gló-
bulos carnosos y peludos que este libro sugiere como modelos para los seres
en 4-D que cruzan nuestro mundo? Afortunadamente, es muy fácil para los
estudiantes, profesores y aficionados a la ciencia ficción contemplar aparicio-
nes tan extrañas. El ingeniero visionario William Beaty da detalles de cons-
trucción exactos para un dispositivo óptico que, cuando apunta a la piel de una
persona (u otras partes del cuerpo), da una impresión realista de la sección
transversal de un ser 4-D, es decir, como él lo dice, “bolas de piel carnosas,
pulsantes, cubiertas de pelo sudoroso”. En su página web de Internet
(http://www.eskimo.com/-billb/amateur/dscope.html), Beaty describe el
efecto visual en detalle:

Mientras miraba el dispositivo, moví el brazo hacia arriba y hacia abajo. La


bola de carne latía. Puse la palma de mi mano en el extremo del dispositivo del
espejo, e hice una esfera de piel limpia y lisa. Ahuequé mi mano para doblar la
piel, y esto produjo una bola de carne arrugada que palpitaba obscenamente.
Introduje unos dedos en el extremo y vi una esfera espinosa de seudópodos
carnosos ondeando. Lo puse contra el costado de mi puño, lo apreté y lo aflojé,
y creé orificios orgánicos palpitantes. Agarré a mis compañeros de trabajo, puse
mi boca contra el extremo, hice mordiscos y movimientos de lengua, y dije:
“Mira esto”. Ellos retrocedieron en repulsión y/o hilaridad.

Para crear el “visor 4-D”, utiliza tres espejos de forma trapezoidal, cada
uno con dimensiones de 12×5×2 pulgadas (en otras palabras, los dos bordes
pequeños son de 12 pulgadas como se muestra en la Fig. H.5. También se
pueden probar otras geometrías, como una disposición de 12×7×2 pulgadas)
Los espejos están pegados con cinta adhesiva en sus bordes para formar un
tubo triangular con una superficie interior reflectante. Miras en el extremo
triangular más grande mientras miras a tu mano para ver las manchas de carne
(si miraras en el extremo más pequeño a tu amigo, Beaty dice que verías un
“monstruoso globo esférico cubierto de ojos”). Este es un proyecto de clase
maravilloso y divertido, y William Beaty da consejos prácticos para la ilumi-
nación y la seguridad.

― 268 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura H.5 Ayuda óptica para “ver” universos superiores. (Invención de William Beaty.)

Teseracto Mágico

El matemático John Robert Hendricks ha construido un teseracto en 4-D


con propiedades mágicas. Al igual que con los cuadrados mágicos tradiciona-
les, cuyas filas, columnas y diagonales suman el mismo número, este análogo
en 4-D tiene los mismos tipos de propiedades en cuatro espacios. La figura
H.6 representa la proyección del cubo 4-D sobre el plano 2-D del papel. Cada
“cara” cúbica del teseracto tiene seis caras 2-D que consisten en 3×3 cuadrados
mágicos. (Los cubos se comban en esta proyección de la misma manera que
las caras de un cubo se comban cuando se dibuja en un papel 2-D) Para enten-
der el teseracto mágico, mire el “1” en la esquina superior izquierda. El borde
superior más adelantado contiene 1, 80 y 42, lo que suma 123. Las columnas
verticales, como 1, 54 y 68 suman 123. Cada línea oblicua de tres números,
como 1, 72 y 50, suma 123. Una cuarta dirección lineal mostrada por 1, 78 y
44 suma 123. ¿Puedes encontrar otras sumas mágicas? Esta figura fue esbo-
zada por primera vez en 1949. El patrón fue finalmente publicado en Canadá
en 1962 y más tarde en los Estados Unidos. La creación de la figura eliminó
la idea de que no se podía hacer tal patrón.

― 269 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Figura H.6 Teseracto mágico de John Robert Hendricks. (Renderizado por Carl Speare.)

HiperADN

La doctora Susana Zanello, de la Facultad de Medicina de la Universidad


de Boston, ha reflexionado durante mucho tiempo sobre la evolución de los
procesos moleculares y celulares en seres hipotéticos 4-D. Ella especula en
una carta dirigida a mí:

En las criaturas tridimensionales, el código genético del fenotipo (las propie-


dades visibles de un organismo, como el color de la piel) existe como una “ca-
dena” de información en el ADN. Esta información puede considerarse unidi-
mensional, como una secuencia de letras en una oración. Después de la trans-
cripción en ARN y la traducción en proteínas, es necesario un plegado final de
la estructura de la proteína en tres dimensiones para que la proteína funcione
correctamente. Con las células vivas de cuatro dimensiones, un proceso similar

― 270 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

incluye la transcripción y traducción a una proteína doblada en la cuarta dimen-


sión.
Para formar correctamente la proteína de cuatro dimensiones, la información
original puede ser transmitida por una molécula de una dimensión más alta que
la secuencia de ADN unidimensional. Quizás este hiperADN podría existir
como una “hoja de ADN” bidimensional que podría representarse esquemáti-
camente como una matriz de letras. Una superficie circular cerrada ofrecería
más combinaciones o posibilidades de información sobre el ADN, pero esto
requeriría codones de inicio y parada más precisos y sofisticados para especi-
ficar los límites del ADN utilizado para codificar una proteína en particular.
Al concebir una molécula bidimensional de almacenamiento de información,
busco formas que permitan maximizar el almacenamiento de información en
una superficie mínima, así como hacer más eficientes los procesos de manteni-
miento y transferencia de información (replicación). Por razones pedagógicas,
imaginemos una molécula de hiperADN con el mismo número de moléculas
de información. En nuestro mundo, el ADN contiene la información hereditaria
básica de todas las células vivas y consiste en un código de cuatro letras: G, C,
A y T. Las letras representan “bases” químicas. En un universo más elevado,
tendríamos un conjunto mucho mayor de posibles codones (grupos de bases
que codifican un aminoácido) que resultan del ADN de dimensiones más ele-
vadas y de los diversos arreglos de bases adyacentes en dos dimensiones. El
sistema de codificación sería mucho más rico.
Las criaturas de cuatro dimensiones altamente evolucionadas habrían desarro-
llado extraordinariamente sus sistemas nerviosos debido en parte al aumento
del número de posibles sinapsis neuronales. Por lo tanto, los seres serían super-
inteligentes. Yo esperaría que estuvieran presentes nuevos y “más elevados”
sentidos. Por ejemplo, la “propiocepción”, o detección de presión, probable-
mente no ocurriría perpendicularmente al plano de existencia de una criatura
en 2-D. De manera similar, las criaturas de cuatro dimensiones tendrían senti-
dos y receptores sensoriales que tendrían poco significado para nosotros.

― 271 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

apéndice i

títulos hiperespaciales

Suponga que de alguna manera tengo acceso a un mundo en 2-D, y con-


venzo a las personas en 2-D de que soy su única deidad verdadera. Desde su
punto de vista, sólo hay un Dios. Pero desde mi punto de vista, soy sólo una
de las muchas personas que podrían aparecer como un Dios para estas perso-
nas. Si Dios es un ser multidimensional, ¿está solo en su dimensión? ¿Podría
ser sólo uno de los muchos dioses de su reino? Si Dios movió partes de su
cuerpo dentro y fuera de nuestro reino dimensional, ¿podría aparecer como
una columna de fuego o como una zarza ardiente?
―Darren Levanian, comunicación personal

Para que Cristo more en vuestros corazones por la fe, a fin de que, arrai-
gados y cimentados en amor, podáis comprender con todos los santos cuál es
la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo,
que sobrepasa todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de
Dios.
―Efesios 3:17-19

Mientras escribía este libro, realicé una búsqueda por computadora de la


literatura científica, principalmente de artículos con “hiperespacio” en sus tí-
tulos, pero también de algunos con “hiperespacio” en la materia. Algunos tí-
tulos fueron sugeridos por colegas. Considere la siguiente lista como un reco-
rrido aleatorio por el hiperespacio para mostrar una variedad de aplicaciones
en física, matemáticas e informática.

1. Carter, J. y Saito, M. (1998) Knotted Surfaces and their Diagrams


(Mathematical Surveys and Monographs, No 5). Nueva York: Socie-
dad Matemática Americana. (Extiende los métodos de la topología 3D
a la topología 4D.)

― 272 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

2. Devchand, C. y Nuyts, J. (1997) Supersymmetric Lorentz-covariant


hyperspaces and self-duality: ecuaciones en dimensiones mayores de
cuatro. Nuclear Physics B. 503(3): 627-56. (Los autores generalizan
las nociones de supersimetría y superespacio permitiendo la transfor-
mación de generadores y coordenadas según representaciones más ge-
nerales de Lorentz que las espirales y vectoriales de la tradición están-
dar).
3. Bordley, R. F. (1997) Discrete-time general relativity and hyperspace.
Nuovo Cimento B. 112B(4): 561-74. (El autor describe dos enfoques
populares, pero claramente diferentes, de una teoría de campo unifi-
cado, incluyendo la relatividad general usando diez o más dimensiones
y Lagrange de tiempo discreto.)
4. Ryabov, V. A. (1996) Molecular dynamics in curved hyperspace. Car-
tas de Física A. 220(4-5): 258-62. (El autor describe un nuevo método
de dinámica molecular considerando el cristal como dispuesto en una
hipersuperficie curvada.)
5. Vilenkin, A. (1995) Predicciones de la cosmología cuántica. Cartas de
Revisión Física. 74: 846-49. (La cosmovisión cuántica sugiere que los
universos que se inflan con todos los valores posibles de las constantes
fundamentales se crean espontáneamente de la nada. El autor explora
las consecuencias de la suposición de que somos una civilización “tí-
pica” que vive en este metauniverso.)
6. Morsi, N. N. (1994) Hyperspace fuzzy binary relations Fuzzy Sets and
Systems. 67 2): 221-37. [El autor asocia con cada operador de impli-
cación en la lógica de valor (0, 1), bajo ciertas condiciones, un algo-
ritmo para extender una relación binaria difusa u ordinaria psi de X a
Y, a una relación binaria difusa de I(X) a I(Y), que se dice que es una
extensión difusa del hiperespacio de psi].
7. Pesic, P. D. (1993) Euclidean hyperspace and its physical significance.
Nuovo Cimento B. 108B, ser. 2(10): 1145-53. (Los enfoques contem-
poráneos de la teoría del campo cuántico y la gravitación utilizan a
menudo un múltiple espacio-temporal en 4-D de la firma euclidiana
llamado “hiperespacio” como continuación de la métrica lorenziana.
Para investigar qué sentido físico puede tener esto, los autores repasan

― 273 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

la historia de las técnicas euclidianas en la mecánica clásica y la teoría


cuántica.)
8. Coxeter, H. (1991) Regular Complex Polytopes. Nueva York: Univer-
sidad de Cambridge Press. (Discute las propiedades de los poliótopos,
los análogos en 4-D de los poliedros.)
9. Gauthier, C. y Gravel, P. (1991) Discontinuous gauge and particles in
multiconnected hyperspace-time. Nuovo Cimento A. 104A, ser. 2 (3):
325-36. (Los autores consideran una teoría de campo unificado sobre
un hiperespacio 11-D en el tiempo con un extra-espacio multiconec-
tado. Este ajuste permite soluciones tanto al problema de la constante
cosmológica clásica como al problema de la quiralidad.)
10. Folger, T. (1990) Shuffling into hyperspace. Discover. 12 (1): 66-64.
(Prueba matemática de una barajada perfecta de cartas.)
11. Hendricks, J. R. (1990) The magic tesseracts of Order 3 complete.
Journal of Recreational Mathematics. 22(10): 15-26. (Discute los
análogos en 4-D de los cuadrados mágicos.)
12. Shepard, S. y Simoson, A. (1989) Scouts in hyperspace (juego de
computadora) Computers & Graphics. 13(2): 253-60. (Los autores
describen un juego de tablero de ajedrez para una sola persona en el
espacio n.) El objetivo del juego es avanzar una clavija lo más lejos
posible de una configuración inicial de clavijas. Utilizando un argu-
mento basado en la media de oro, los autores demuestran los límites
de lo lejos que puede llegar una clavija, así como la cantidad de clavi-
jas que se necesitan para alcanzar una meta en particular. Finalmente,
ven el juego como autómatas que se mueven para alcanzar una meta
colectiva.)
13. Burton, R. P. (1989) Raster algorithms for Cartesian hyperspace
graphics. Journal of Imaging Technology. 15(2): 89-95. (Los autores
diseñan algoritmos para gráficos cartesianos en el hiperespacio. El al-
goritmo de volumen oculto sujeta y elimina el volumen en cuatro di-
mensiones. El algoritmo de sombra construye hipervolúmenes de som-
bra que se cruzan con hiperesferas iluminadas. El algoritmo de som-
breado realiza sombreados sólidos en hiperobjetos. El algoritmo de
trazado de rayos introduce un modelo de dispositivo de visualización
que proyecta desde el espacio 4-D hasta el espacio 2-D.)

― 274 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

14. Linde, A. y Zelnikov, M. (1988) Inflationary universe with fluctuating


dimension. Physics. Letters B (Países Bajos) 215: 59-63. (Los autores
sostienen que en un universo inflacionario caótico y eterno, el número
de dimensiones no compactificadas puede cambiar localmente. Como
resultado, el universo se divide en un número exponencialmente
grande de dominios inflacionarios independientes[miniuniversos] de
diferente dimensión.)
15. Bertaut, E. E. (1988) Euler’s indicatrix and crystallographic transitive
symmetry operations in the hyperspaces E(n). Comptes Rendus de
l’Academie des Sciences, Serie II (Mecanique, Physique, Chimie,
Sciences de l’Univers, Sciences de la Terre). 307(10): 1141-46. (El
autor utiliza la teoría elemental de números en este artículo sobre ope-
raciones de simetría cristalográfica.)
16. Finkelstein, D. (1986) Hyperspin and hyperspace. Cartas de Revisión
Física. 56 (15): 1532-33. (Un tiempo-espacio spinorial G(N) que so-
porta una teoría de Kaluza-Klein de evaluar los potenciales que se
puede hacer a partir de espinadores de componente N de SL(1V,C) de
la misma manera que el colector de Minkowskian G(2) se hace a partir
de espinadores de dos componentes de SL(2,C). También discute los
fotones y los gravitones.)
17. Deser, S., Jackiw, R., y `tHofft, G. (1984) Three-dimensional Einstein
gravity: dynamics of flat space. Annals of Physics. Anales de Física.
152: 220-35. (En tres dimensiones de espaciotiempo, las ecuaciones
de Einstein implican que las regiones libres de fuentes son planas.)
18. Mei-chi, N., Burton, R. P., y Campbell, D. M. (1984) A shadow algo-
rithm for hyperspace: calculating shadows in hyperdimensional
scenes. Computer Graphics World. 7(7): 51-59. (Los autores desarro-
llan un algoritmo de sombra para el hiperespacio mientras crean téc-
nicas de gráficos por ordenador para presentar de manera significativa
modelos hiperdimensionales que ocurren cuando existen cuatro o más
variables simultáneamente.)
19. Lowen, R. (1983) Hyperspaces of fuzzy sets. Conjuntos y sistemas di-
fusos. 9(3): 287-311.
20. Condurache, D. (1981) Representación simbólica de señales en hiper-
espacios. II. La respuesta de los sistemas lineales a las excitaciones es

― 275 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

representable simbólicamente. Buletinul Institutului Politehnic din


Iasi, Sectia III (Electrotehnica, Electronica, Automatizari). 27(3-4):
49-56. (Describe las condiciones en las que la multiplicación, eleva-
ción a potencia e inversión modifican la clase de partición de los ele-
mentos que entran en esas operaciones. Los resultados son útiles para
estudiar la respuesta de los sistemas lineales a excitaciones simbólica-
mente representables.)
21. Cerin, Z. T. y Sostak, A.-P. (1981) Fundamental and approximative
uniformity on the hyperspace. Glasnik Matematicki, Serija III. 16 (2):
339-59. Introduce la uniformidad fundamental 2(f, V) y la uniformi-
dad aproximada 2(a, V) en el hiperespacio 2(x) de todos los subcon-
juntos compactos no vacíos de un espacio uniforme (X V) que reflejan
las propiedades espaciales de los elementos de 2(x).
22. Condurache, D. (1981) Representación simbólica de señales en hiper-
espacios. I. Representación simbólica de señales moduladas. Buletinul
Institutului Politehnic din Iasi, Sectia III (Electrotehnica, Electronica,
Automatizari). 27 (1-2): 33-42. (Discute la noción de representación
simbólica de una función real y derivable de un argumento escalar por
medio de un elemento de álgebra de dimensión finita en el campo de
números reales.)
23. Burton, R. P. y Smith, D. R. (1982) A hidden-line algorithm for hy-
perspace. SIAM Journal on Computing. 11(1): 71-80. (Los autores di-
señan un algoritmo de línea oculta de espacio de objeto para escenas
de mayor dimensión. Las escenas consisten en cascos convexos de
cualquier dimensión, cada uno comparado con los bordes de todos los
cascos convexos no eliminados por una cortadora hiperdimensional,
una prueba de profundidad después de la clasificación y una prueba de
minimax. Los elementos ocultos y visibles se determinan de acuerdo
con la dimensionalidad del hiperespacio de visualización seleccio-
nado. El algoritmo produce sombras de modelos hiperdimensionales,
incluyendo modelos espacio-temporales 4-D, modelos de catástrofes
hiperdimensionales y modelos estadísticos multivariables.)
24. Goodykoontz, J. T., Jr. (1981) Hyperspaces of arc-smooth continua.
Houston Journal of Mathematics. 7(1): 33-41. (Discutir el hiperespa-
cio de subconjuntos cerrados.)

― 276 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

25. Nadler, S. B., Jr. y Quinn, J. E., y Stavrakas, N. M. (1977) Hyperspaces


of compact convex sets, II. Boletín de la Academia Polaca de Cien-
cias. Serie des Sciences Mathematiques, Astronomiques et Physiques.
25(4): 381-85. Los autores muestran que cc(R(n)) es homeomórfico al
cubo de Hilbert menos un punto.
26. Kuchar, K. (1976) Dynamics of tensor fields in hyperspace, III. Jour-
nal of Mathematical Physics. 17(5): 801-20. (Discute la dinámica de
la hipersuperficie de campos tensores simples con acoplamiento gra-
vitacional derivado. La acción del campo del espacio-tiempo es estu-
diada y transformada en una acción de hipersuperficie. La acción hi-
persuperficial de un campo covector se proyecta en forma de Hamil-
toniano. Se discute la dinámica Hamiltoniana generalizada de los hi-
pertensores del espacio-tiempo; se derivan relaciones de cierre para las
funciones de restricción.)
27. Kuchar, K. (1976) Kinematics of tensor fields in hyperspace, II. Jour-
nal of Mathematical Physics. 17(5): 792-800. (La geometría diferen-
cial en el hiperespacio se utiliza para investigar las relaciones cinemá-
ticas entre las proyecciones hiperespaciales de los campos tensores del
espacio-tiempo en un espaciotiempo de Riemann.)
28. Kuchar, K. (1976) Geometry of hyperspace, I. Journal of Mathemati-
cal Physics. 17 (5): 777-91. (El autor define el hiperespacio como un
colector infinito de todas las hiperesferas espaciales dibujadas en un
determinado espaciotiempo de Riemann).
29. Shu-Chung Koo (1975) Recursive properties of transformation groups
in hyperspaces. Mathematical Systems Theory. 9(1): 75-82. Que (X,7)
sea un grupo de transformación con un espacio de fase compacto de
Hausdorff X y un grupo de actuación arbitraria T. Existe una unifor-
midad única Omega de X que es compatible con la topología de X).
30. Whiston, G. S. (1974) Hyperspace (the cobordism theory of space
time). International journal of Theoretical Physics. 11 (5): 285-88 (Un
espacio compacto ―orientado al tiempo y al espacio-tiempo― es co-
bordant en el sentido desorientado, es decir, limita un compacto de
diverso-5. La propiedad delimitada es una consecuencia directa de la
trivialidad del número de Euler.)

― 277 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

31. Tashmetov, U. (1974) Connectivity of hyperspaces. Doklady Akade-


mii Nauk SSSR. 215(2): 286-88. (Los resultados relativos a los com-
pactos conectados y conectados localmente en un hiperespacio se ex-
tienden al caso de los espacios métricos completos y arbitrarios.)
32. Caywood, C. (1988) The package in hyperspace. School Library Jour-
nal. 35 (3): 110-11.
33. Easton, T. (1988) The architects of hyperspace. Analog Science Fic-
tion-Science Fact. 108 (5): 182-83.
34. Boiko, C. (1986) Danger in hyperspace (juego). Juegos. 45: 33-40.

― 278 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

notas

Sólo Dios existe verdaderamente; todas las demás cosas son una emana-
ción de Él, o son Su “sombra”.
―Afkham Darbandi y Dick Davis,
introducción a La Conferencia de las Aves

Las notas están ubicadas al pie de página, donde correspondan.

― 279 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

lecturas adicionales

El espacio superior puede ser visto como un fondo de tejido conectivo que
une los diversos fenómenos del mundo.
―Rudy Rucker, La cuarta dimensión

La identificación de la omnipresencia del espacio con la omnipresencia de


Dios conduce a una seria dificultad.
―Max Jammer, Conceptos de espacio

Abbott, E. (1952) Flatland. Nueva York: Dover. La publicación original


fue en 1884 (Seeley & Co.), y la edición más reciente de Dover Thrift Edition
apareció en 1992.1
Apostol, T. (1969) Calculus, Volume II, 2d. Edición. Nueva York: John Wiley
& Sons.
Banchoff, T. (1996) Beyond the Third Dimension: Geometría, Gráficos por
Computadora y Dimensiones Superiores, Edición 2d. Nueva York: Free-
man.
Banchoff, T. (1990) From Flatland to Hypergraphics. Revisiones científicas
interdisciplinarias. 15:364-72.
Berlinghoff, W. y Grant, K. (1992) Mathematics Sampler: Topics for Liberal
Arts. Nueva York: Ardsley House Publishing.
Bond, N. (1974) “ The monster from nowhere “, en As Tomorrow Becomes
Today, Charles W. Sullivan, ed. Nueva York: Prentice-Hall. (Original-
mente publicado en Fantastic Adventures, julio de 1939.)
Buchel, W. (1963) Why is space three dimensional? Physikalische Blatter.
19:547-48.
Cowen, R. (1998) Cosmologists in Flatland: Buscando la energía perdida. Sci-
ence News. Febrero 28,153(9):139-41.

― 280 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Deser, S., Jackiw, R., y `tHofft, G. (1984). Three-dimensional Einstein grav-


ity: dynamics of flat space. Annals of Phyics. 152:220-35.
Dewdney, A. (1984) The Planiverse: Computer Contact with a Two-Dimen-
sional World. Nueva York: Poseidon.
Dorling, J. (1969) The dimensionality of time. American Journal of Physics.
38:539-42. Duff, M. (1998) La teoría antes conocida como cuerdas. Scien-
tific American. Febrero, 278 (2):64-69. (Discute la teoría de la membrana.)
Dyson, F. (1978) Characterizing irregularity. Science. 12 de mayo de
200(4342):677-78.
Dyson, E (1979) Time without end: physics and biology in an open universe.
Reviews of Modern Physics. 51(3):447-60.
Ehrenfest, P (1917) Can atoms or planets exist in higher dimensions? Proceed-
ings of the Amsterdam Academy. 20:200-203.
Everett, H. (1957) Relative state formulation of quantum mechanics. Reviews
of Modern Physics. 29 (julio):454-62.
Freeman, I. (1969) Why is space three-dimensional? American Journal of
Physics. 37:1222-24.
Friedman, N. (1998) Hyperspace, hyperseeing, and hypersculpture. Preprint
disponible del Profesor Nat Friedman, Departamento de Matemáticas,
Universidad de Albany SUNY, Albany, Nueva York 12222.
Gardner, M. (1990) The New Ambidextrous Universe. Nueva York: Freeman.
Gardner, M. (1982) Circo Matemático. Nueva York: Pingüino.
Gardner, M. (1969) The Unexpected Hanging. Nueva York: Simon y Schuster.
Gardner, M. (1965) Carnaval Matemático. Nueva York: Vintage.
Halpern, P. (1993) Cosmic Wormholes. Nueva York: Plume.
Heim, K. (1953) Christian Faith and Natural Science. Nueva York: Harper
and Row. (Reimpreso en 1971 por Peter Smith, Glouchester, Mass.)

― 281 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Heinlein, R. (1958) “...And he built a crooked house.” En Fantasía Mathema-


tica, C. Fadiman, ed. Nueva York: Simon y Schuster. (Historia original-
mente publicada en 1940.)
Hendricks, J. (1990) Los teseractos mágicos de la Orden 3 completos. Journal
of Recreational Mathematics. 22(1):16-26.
Hendricks, J. (1962) The five-and six-dimensional magic hypercubes of Order
3. Canadian Mathematical Bulletin. Mayo, 5(2):171-89.
Henricks, J. (1995) Magic tesseract. In The Pattern Book: Fractals, Art, and
Nature, (Fractales, arte y naturaleza), C. Pickover, ed. (inglés) En el Libro
de Patrones: Fractals, Art, and Nature (Fractales, arte y naturaleza), C. Pi-
ckover, ed. (inglés) River Edge. N.J.: World Scientific.
Horgan, J. (1991) The Pied Piper of superstrings. Scientific American.
Noviembre 265 (5):42-44.
Kaku, M. (1994) Hyperspace. Nueva York: Oxford University Press.
Kasner, E. y Newman, R. (1989) Mathematics and the Imagination. Nueva
York: Ternpus. (Una reimpresión de la edición de 1940.)
Misner, C. W., Thorne, K. S., y Wheeler, J. A. (1973) Gravitation. Nueva
York: Freeman. (Excelente información general para lectores más técni-
cos. Un mega-documento sobre la teoría de la relatividad de Einstein, entre
otras cosas. Muchas ecuaciones.)
Morris, M. S. y Thorne, K. S. (1988) Wormholes in space-tiempo and their
use for interstellar travel (Agujeros de gusano en el espacio-tiempo y su
uso para viajes interestelares): Una herramienta para la enseñanza de la
relatividad general. American Journal of Physics. 56:395.
Morris, M. S., Thorne, K. S., y Yurtsever, U. (1988) Wormholes, time ma-
chines, and the weak energy conditions. Physical Review Letters. 61:1446.
Morris, R. (1993) Cosmic Questions. Nueva York: John Wiley & Sons.
Pappas, T. (1990) More Joy of Mathematics. San Carlos, California: Wide
World Publishing/Tetra.

― 282 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

Peterson, I. (1998) Circle in the sky: detecting the shape of the universe. Sci-
ence News. Febrero, 153(8):123-35.
Pickover, C. (1998) Black Holes: A Traveler’s Guide. Nueva York: John
Wiley & Sons.
Peterson, I. (1998) Evading quantum barrier to time travel. Science News. 11
de abril, 153 (19):231.
Peterson, I. (1998) Loops of gravity: calculating a foamy quantum espacio-
tiempo. Science News. Junio 13,153(24):376-77.
Rucker, R. (1984) The Fourth Dimension. Boston: Houghton-Mifflin.
Rucker, R. (1977) Geometry, Relativity, and the Fourth Dimension. Nueva
York: Dover.
Stewart, I. (1998) Glass Klein bottles. Scientific American. 278(3):100-101.
Tangherlini, E (1963) Atoms in higher dimensions. Nuovo Cimento. 27:636-
639.
Tegmark, M. (1997) On the dimensionality of space-time. Gravedad clásica y
cuántica. 14:L69-L75.
Thorne, K. S. (1994) Black Holes and Time Warps: Einstein’s Outrangeous
Legacy. Nueva York: W. W. Norton.
Velleman, D. (1992) Rubik’s tesseract. Mathematics Magazine. Febrero
65(1): 27-36.
Visser, M. (1989) Traversable wormholes from cirically modified Schwarz-
child spacetimes. Nuclear Physics. B328:203.
Visser, M. (1989) Traversable wormholes: some simple examples. Physical
Review. 39D:3182.
Visser, M. (1990) Wormholes, baby universes, and causality. Physical Review.
41D: 1116.

― 283 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

sobre el autor

Clifford A. Pickover recibió su doctorado del Departamento de Biofísica


y Bioquímica Molecular de la Universidad de Yale. Se graduó primero en su
clase en el Franklin and Marshall College, después de completar el programa
de cuatro años de licenciatura en tres años. Es autor de los populares libros
The Science of Aliens (Basic Books, 1998), Strange Brains and Genius (Ple-
num, 1998), Time: A Traveler’s Guide (Oxford University Press, 1998), The
Alien IQ Test (Basic Books, 1997), The Loom of God (Plenum, 1997), Black
Holes: A Traveler’s Guide (John Wiley & Sons, 1996), y Keys to Infinity
(Wiley, 1995). También es autor de muchos otros libros muy aclamados, entre
ellos Chaos in Wonderland: Visual Adventures in a Fractal World (1994),
Mazes for the Mind: Computers and the Unexpected (1992), Computers and
the Imagination (1991) y Computers, Pattern, Chaos, and Beauty (1990), to-
dos publicados por St. Martin’s Press-así como el autor de más de 200 artícu-
los sobre temas relacionados con la ciencia, el arte y las matemáticas. También
es coautor, junto con Piers Anthony, de Spider Legs, una novela de ciencia
ficción recientemente incluida en la lista de los títulos de ciencia ficción más
vendidos de Barnes & Noble.
Pickover es actualmente editor asociado de las revistas científicas Compu-
ters and Graphics, Computers in Physics y Theta Mathematics Journal, y es
miembro del consejo editorial de Odyssey, Speculations in Science and Tech-
nology, Idealistic Studies, Leonardo e YLEM. Ha sido editor invitado de varias
revistas científicas. Es el editor de Chaos and Fractals: A Computer-Graphi-
cal Journey (Elsevier, 1998), The Pattern Book: Fractals, Art, and Nature
(World Scientific, 1995), Visions of the Future: Art, Technology, and Compu-
ting in the Next Century (Martin’s Press, 1995), Future Health (St. Martin's
Press, 1995), Fractal Horizons (St. Martin’s Press, 1996), y Visualizing Bio-
logical Information (World Scientific, 1995), y coeditora de los libros Spiral
Symmetry (World Scientific, 1992) y Frontiers in Scientific Visualization
(John Wiley & Sons, 1994), Dr. El principal interés de Pickover es encontrar
nuevas formas de expandir continuamente la creatividad mediante la fusión

― 284 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

del arte, la ciencia, las matemáticas y otras áreas aparentemente dispares del
quehacer humano.
El Los Angeles Times recientemente proclamó: “Pickover ha publicado
casi un libro al año en el que amplía los límites de las computadoras, el arte y
el pensamiento”. Pickover recibió el primer premio en el concurso fotográfico
de “Belleza de la Física” del Instituto de Física. Sus infografías han aparecido
en las portadas de muchas revistas populares, y su investigación ha recibido
recientemente una atención considerable por parte de la prensa ―incluyendo
la “Semana de la Ciencia y la Tecnología” de CNN, The Discovery Channel,
Science News, The Washington Post, Wired, y Christian Science Monitor― y
también en exposiciones y museos internacionales. La revista OMNI lo des-
cribió recientemente como “el equivalente de Van Leeuwenhoek del siglo
XX”. Scientific American varias veces presentó su obra gráfica, llamándola
“extraña y bella, asombrosamente realista”. Pickover ha recibido numerosas
patentes en los Estados Unidos, incluyendo la Patente 5.095.302 para un ratón
de computadora 3-D, 5.564.004 para íconos extraños de computadora, y
5.682.486 para interfaces de transportador de agujero negro a computadoras.
El Dr. Pickover es actualmente miembro del personal de investigación del
Centro de Investigación T. J. Watson de IBM, donde ha recibido dieciséis pre-
mios por logros en invenciones, tres premios de la división de investigación y
cuatro premios de honor externos. El Dr. Pickover también es columnista prin-
cipal de la columna de “brain-boggler” en la revista Discover.
Los pasatiempos del Dr. Pickover incluyen la práctica de Ch’ang-Shih Tai-
Chi Ch’uan y Shaolin Kung Fu, la crianza de pejerreyes dorados y verdes
(grandes peces amazónicos) y la interpretación de piano (principalmente jazz).
También es miembro de la Liga SETI, un grupo de entusiastas del procesa-
miento de señales que buscan sistemáticamente en el cielo vida inteligente y
extraterrestre. Visite su sitio web, que ha recibido más de 200.000 visitas:
http://sprott.physics.wisc.edu/pickover/home.htm. Puede ser localizado en el
PO. Box 549, Millwood, Nueva York 10546-0549 USA.

― 285 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

addendum

Al cierre de esta edición, he descubierto varias discusiones recientes sobre


los universos paralelos y la topología cósmica.

- Universos Paralelos― Capítulo 3 discute universos paralelos y la in-


terpretación de “muchos mundos” de la mecánica cuántica. Los lecto-
res interesados en una discusión animada y crítica de este tema deben
consultar el libro del profesor Victor Stenger The Unconscious Quan-
tum (Libros Prometheus, 1995). Por ejemplo, duda mucho de que to-
dos los universos paralelos (en la interpretación de muchos mundos)
existan simultáneamente. Tampoco cree que todas las ramas tomadas
por el universo bajo el acto de medir sean “igualmente reales”. Stenger
discute otros enfoques como la teoría de las “historias alternativas”
que sugiere que no todas las historias permitidas ocurren. Lo que real-
mente sucede es seleccionado por casualidad de un conjunto de pro-
babilidades permitidas.
- Más sobre el Multiverso― Muchos se han preguntado por qué la hi-
potética constante cosmológica (una energía misteriosa que parece es-
tar permeando el espacio y contrarrestando la gravedad en escalas cós-
micas de distancia) es la correcta para permitir la vida en nuestro uni-
verso. Algunas teorías, de hecho, predicen que la constante debería ser
mucho mayor y por lo tanto presumiblemente impediría la formación
de galaxias, estrellas y vida. Incómodo con la idea de que la constante
cosmológica y otros parámetros son simplemente accidentes de suerte,
Stephen Hawking sugirió recientemente que una infinidad de big
bangs han estallado en un “multiverso” más grande, cada uno con va-
lores diferentes para estos parámetros. Sólo aquellos valores que son
compatibles con la vida pueden ser observados por seres como noso-
tros. Para más información, véase James Glanz, “Celebrating a century
of physics, en masse”, Science, 284(5411): 34-35, 1999.
- Topología cósmica― La nota 1 del capítulo 5 trata de varias topolo-
gías para nuestro universo. El número de abril de 1999 de Scientific

― 286 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO

American sugiere que el universo podría ser esférico, pero tan grande
que la parte observable parece euclidiana, igual que una pequeña zona
en la superficie de un globo parece plana. En otras topologías, el uni-
verso podría estar “conectado multiplicadamente” como un toro, en
cuyo caso hay muchos caminos directos diferentes para que la luz viaje
de una fuente a un observador.

Muchos de ustedes probablemente se estén preguntando: ¿qué hay fuera


del universo? La respuesta no está clara. Debo reiterar que esta pregunta su-
pone que la realidad física ultra mate debe ser un espacio euclidiano de alguna
dimensión. Es decir, supone que si el espacio es una hiperesfera, entonces la
hiperesfera debe estar en un espacio euclidiano de cuatro dimensiones, permi-
tiéndonos verla desde el exterior. Como señalan los autores del artículo de
Scientific American, la naturaleza no necesita adherirse a esta noción. Sería
perfectamente aceptable que el universo fuera una hiperesfera y no estuviera
incrustado en ningún espacio de dimensiones superiores. Tenemos dificultad
para visualizar esto porque estamos acostumbrados a ver las formas desde el
exterior. Pero no tiene por qué haber un “fuera”.
Se han publicado tantos artículos sobre topología cósmica en los últimos
tres años como en los 80 anteriores. Hoy en día, los cosmólogos están listos
para determinar la topología de nuestro universo a través de la observación.
Por ejemplo, si miramos al espacio, y las imágenes de la misma galaxia se
repiten en puntos de cuadrícula, esto sugerirá que vivimos en un 3-torus. (Su
forma estándar de 2 toros, o forma de dona, se construye a partir de un cua-
drado curvo, mientras que una forma de 3 toros se construye a partir de un
cubo). Tristemente, encontrar tales patrones sería difícil porque las imágenes
de una galaxia representarían diferentes puntos en el tiempo. Los astrónomos
necesitarían ser capaces de reconocer la misma galaxia en diferentes puntos
de su historia.
Una de las ideas más difíciles de entender sobre la topología cósmica es
cómo un espacio hiperbólico puede ser finito. Para más información sobre este
y otros temas de topología cósmica, véase: Jean-Pierre Luminet, Glenn D.
Stark y Jeffrey R. Weeks, “Is space infinite?” Scientific American, Abril 280
(4): 90-97, 1999.

― 287 ―

También podría gustarte