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Clifford A. Pickover
1999
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
reconocimientos y declaraciones
Tengo una deuda especial de gratitud con el matemático Dr. Rudy Rucker
por sus maravillosos libros y documentos de los que he extraído muchos datos
sobre la cuarta dimensión. Recomiendo de todo corazón su libro La cuarta
dimensión para obtener más información sobre las dimensiones superiores de
la ciencia y la espiritualidad. También agradezco al Dr. Thomas Banchoff, au-
tor de Más allá de la Tercera Dimensión, por su trabajo pionero en la visuali-
zación de la cuarta dimensión. Entre sus muchos talentos, el Dr. Banchoff es
también un experto en el clásico Flatland del siglo XIX, que sigue siendo una
excelente introducción a la interrelación entre mundos de diferentes dimensio-
nes. Las diversas obras de Martin Gardner, enumeradas en la sección Lecturas
Adicionales, también han sido influyentes en mi formulación de una visión
ecléctica de la cuarta dimensión. Agradezco a Kirk Jensen, mi editor en Ox-
ford University Press, por su continuo apoyo y aliento, y a Brian Mansfield,
Lorraine Miro, Carl Speare, Arlin Anderson, Clay Fried, Gary Adamson, Ben
Brown, Sean Henry, Michelle Sullivan, Greg Weiss y Dan Platt por sus útiles
consejos y comentarios. Brian Mansfield preparó muchas de las ilustraciones
y April Pedersen dibujó las maravillosas caricaturas pequeñas que se usaron
en algunas aperturas de capítulos. Algunos de los dibujos de animales terres-
tres, como las conchas marinas y los trilobites, provienen del Archivo Pictó-
rico de Dover; una fuente excelente son Formas de Arte en la Naturaleza de
Ernst Haeckel.
Muchos de los libros de ciencia ficción listados en el Apéndice B fueron
sugeridos por el Dr. Sten Odenwald. La botella retorcida en la Figura 5.10 es
cortesía del artista/escritor Paul Ryan del Earth Environmental Group y fue
dibujada por Gary Allen. Los gráficos 3.3, 3.8b, y 5.2 y son cortesía del Pro-
yecto Humano Visible de la Biblioteca Nacional de Medicina. Don Webb es
el autor del poema, “Reflexiones sobre una rosa de Teseracto”. La caligrafía
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china en la Introducción fue aportada por el Dr. Siu-Leung Lee, quien ha es-
tado practicando el arte de la caligrafía durante más de cuarenta años. Capaz
de escribir en muchos estilos, el Dr. Lee ha creado su propia forma que evolu-
ciona de las dinastías Han y Jin. En una traducción aproximada, su caligrafía
es: “Surfeamos en dimensiones superiores.” La caligrafía utiliza letras que
combinan una estructura arcaica y movimientos fluidos para simbolizar la na-
turaleza dinámica del universo. Este libro no fue preparado, aprobado o ava-
lado por ninguna entidad asociada con el Federal Bureau of Investigation, ni
tampoco fue preparado, aprobado, licenciado o avalado por ninguna entidad
involucrada en la creación o producción del programa de televisión Los Expe-
dientes-X.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Un hombre que dedicó su vida a ello podría tal vez tener éxito en describirse
a sí mismo una cuarta dimensión.
―Henri Poincare, “L’Espace et la geometrie”.
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contenido
Prefacio
Introducción
1. Grados de libertad
2. La Divinidad de las Dimensiones Superiores
3. Satanás y los mundos perpendiculares
4. Hiperesferas y Teseractos
5. Mundos Espejo
6. Los dioses del hiperespacio
Observaciones finales
Apéndice A
Alucinantes Rompecabezas de cuatro dimensiones
Apéndice B
Dimensiones superiores en la ciencia ficción
Apéndice C
Botella Banchoff-Klein
Apéndice D
Cuaterniones
Apéndice E
Laberintos cuatridimensionales
Apéndice F
Buffet para los adictos a las computadoras
Apéndice G
Evolución de los Seres cuatridimensionales
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Apéndice H
Preguntas desafiantes para una reflexión más profunda
Apéndice I
Títulos hiperespaciales
Lecturas adicionales
Sobre el autor
Addendum
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
prefacio
Considerar que después de la muerte del cuerpo el espíritu perece es como ima-
ginar que un pájaro en una jaula será destruido si la jaula se rompe, aunque el
pájaro no tiene nada que temer de la destrucción de la jaula. Nuestro cuerpo es
como la jaula, y el espíritu como el pájaro. Vemos que sin la jaula este pájaro
vuela en el mundo del sueño; por lo tanto, si la jaula se rompe, el pájaro conti-
nuará y existirá. Sus sentimientos serán aún más poderosos, sus percepciones
mayores, y su felicidad aumentada.
―Abdu’l-Baha, Algunas preguntas respondidas
El pájaro lucha para salir del huevo. El huevo es el mundo. Quien nazca debe
primero destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El nombre de ese Dios
es Abraxas.
―Hermann Hesse, Demian
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Los místicos islámicos han considerado históricamente nuestro mundo como una jaula
cúbica, una prisión de seis caras. Los seres humanos luchan en vano para escapar de la
esclavitud de los sentidos y del mundo físico. Los poetas persas se refieren a este tipo
de encarcelamiento como “seis puertas”, o shishdara, la posición desesperada de un
jugador que juega una forma de backgammon. En este juego, los jugadores usan un dado
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Scott Nelson: Eso es lo que has hecho con tu campo de fuerza. Has com-
primido la energía de los años en un momento.
Linda Davis: Pero... pero... es como... la cuarta dimensión.
Capitán Rogers: No puedo creerlo. Soy un policía. Trabajo con hechos.
Ahora tengo que empezar a buscar algo que le quite la vida a un hom-
bre como el jugo sacado de una naranja.
Tony Nelson: Nada puede detenerlo. No podemos encarcelarlo o rodearlo
con hombres, armas o tanques. No hay paredes lo suficientemente
gruesas ni armas lo suficientemente fuertes. Un hombre en la cuarta
dimensión es indestructible.
de seis caras para mover las piezas. Si un jugador contrario ha bloqueado (ocupado) las
seis ubicaciones a las que su pieza de juego podría haberse movido potencialmente, en-
tonces usted está “shishdar”, o seis-fuera, ya que su pieza no puede moverse.
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una casa de ocho habitaciones en el terreno que ahora está ocupado por una
casa de una sola habitación.
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serían fáciles de recuperar. Si tal ser fuera observado en tiempos bíblicos, sería
considerado un Dios con muchas características de omnisciencia, omnipresen-
cia y omnipotencia.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Un ser en la cuarta dimensión podría ver todos nuestros nervios a la vez o mirar dentro
de nuestros intestinos y extirpar tumores sin siquiera cortar nuestra piel. Los poderes de
estos “hiperseres” son un tema central de este libro.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
personalmente y que creo que iluminarán a una amplia gama de lectores. Aun-
que el concepto de la cuarta dimensión tiene más de un siglo de antigüedad,
sus extrañas consecuencias aún no son ampliamente conocidas. La gente a me-
nudo aprende de ellos con un sentido de asombro, misterio y desconcierto.
Incluso armados con las teorías matemáticas de este libro, sólo tendrán una
vaga comprensión de la cuarta dimensión, y varios problemas, paradojas y
preguntas les acosarán. ¿Cuáles son las posibilidades de que podamos apren-
der a comunicarnos con un extraterrestre de cuatro dimensiones? ¿Tendrían
órganos internos como los nuestros? Nos encontraremos con todas estas y
otras preguntas a medida que abramos las puertas.
He intentado hacer de Surfeando dentro del hiperespacio un viaje extraño
que abra las puertas de su imaginación con misterios, rompecabezas y proble-
mas que invitan a la reflexión sobre temas que van desde las hiperesferas hasta
la religión. Un recurso para los aficionados a la ciencia ficción, un patio de
recreo para los filósofos, una aventura y educación para los estudiantes de ma-
temáticas, cada capítulo es un mundo de paradojas y misterios.
Espero que mi ejército de ilustradores también estimule su imaginación en
formas que las meras palabras no pueden. Las imágenes están en el corazón
de gran parte del trabajo descrito en este libro. Para comprender y contemplar
mejor la cuarta dimensión, necesitamos nuestros ojos. Para ayudar a visualizar
estructuras geométricas de mayor dimensión como los hipercubos, utilizo grá-
ficos por ordenador. Para ayudar a visualizar seres de mayor dimensión, re-
cluto artistas de diferentes orígenes para producir representaciones visuales
desde una miríada de perspectivas. Para muchos de ustedes, ver a seres hipo-
téticos de cuatro dimensiones, y sus intersecciones con nuestro mundo ordina-
rio de tres dimensiones, clarificará los conceptos. A menudo utilizo la técnica
de explicar los fenómenos en las dimensiones inferiores para ayudar a entender
las dimensiones superiores.
¿Por qué contemplar la aparición de seres de cuatro dimensiones y sus
poderes? Los matemáticos y artistas sienten la emoción del proceso creativo
cuando abandonan los límites de lo conocido para aventurarse en un territorio
inexplorado más allá de la prisión de lo obvio. Cuando imaginamos los pode-
res de los hiperseres, estamos al mismo tiempo sosteniendo un espejo para
nosotros mismos, revelando nuestros propios prejuicios y nociones preconce-
bidas. La cuarta dimensión atrae a las mentes jóvenes, y no conozco mejor
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manera de estimular a los estudiantes que reflexionar sobre los mundos de di-
mensiones superiores. Las mentes creativas aman vagar libremente a través de
las implicaciones espirituales de las matemáticas simples.
¿Podrían estar escondiéndose criaturas en la cuarta dimensión en este
mismo momento observándonos? Si tuvieras la oportunidad de entrar en la
cuarta dimensión, aunque sea por unos minutos, y mirar hacia abajo a nuestro
mundo, ¿lo harías? (Antes de contestar, recuerde que estarías mirando las tri-
pas humeantes de sus mejores amigos. Más adelante aprenderá más sobre este
efecto inevitable de la visión de rayos X.) Ninguna de estas preguntas puede
ser respondida a la satisfacción de los científicos, teólogos o psicólogos. Sin
embargo, el mero hecho de preguntar nos estira la mente, y la búsqueda con-
tinua de respuestas nos proporciona información útil a lo largo del camino.
Como en todos mis libros anteriores, se le anima a elegir entre una varie-
dad de temas. Muchos capítulos son breves para darle sólo el sabor delicioso
de un tema. Aquellos de ustedes que estén interesados en temas específicos
pueden encontrar información adicional en las publicaciones de referencia.
Para fomentar su participación, el libro está repleto de numerosas preguntas ‘y
si...’ para que las piense más a fondo. Difunda el espíritu de este libro haciendo
estas preguntas a sus estudiantes; a su sacerdote, rabino, mulá o congregación;
a sus amigos en la bolera y en el centro comercial local; a su familia la próxima
vez que se siente en el sofá para ver Los Expedientes-X, o cuando parezca que
no puede encontrar las llaves y se pregunte si se le han escapado al retirarse
temporalmente a la cuarta dimensión.
Independientemente de lo que crea sobre la posibilidad de una cuarta di-
mensión, las analogías dimensionales en este libro plantean preguntas sobre la
manera en que usted ve el mundo y, por lo tanto, dará forma a la manera en
que piensa sobre el universo. Por ejemplo, será más consciente de lo que sig-
nifica visualizar un objeto abstracto en su mente.
Para cuando haya terminado este libro, usted podrá
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Puede que incluso quieras salir a comprar un CD con la música del programa
de televisión Los Expedientes-X.
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El problema con los números enteros es que hemos examinado sólo los peque-
ños. Tal vez todas las cosas emocionantes suceden en los números realmente
grandes, en los que no podemos poner nuestra mano o incluso empezar a pen-
sar de una manera muy definida. Así que tal vez toda la acción es realmente
inaccesible y sólo estamos jugando. Nuestros cerebros han evolucionado para
sacarnos de la lluvia, encontrar dónde están las bayas y evitar que nos maten.
Nuestros cerebros no evolucionaron para ayudarnos a captar números real-
mente grandes o para ver las cosas en cien mil dimensiones.
―Ronald Graham, citado en
“El hombre que sólo ama los números” de Paul Hoffman.
Cualquiera que sienta el tacto de mi mano será como yo soy, y las cosas ocultas
le serán reveladas... Yo soy el Todo, y el Todo salió de mí. Si cortas un trozo
de madera, me encontrarás; si levantas una piedra, allí estaré.
―El Evangelio según Tomás
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introducción
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Hay sonidos crujientes, como el viento en las hojas secas. Un olor a amo-
níaco impregna el aire frío. De repente, varios glóbulos se materializan. Sally
cierra los puños. “¡Dios mío! ¿Qué son?”
Los objetos pulsantes se asemejan a globos de color carne que cambian
constantemente de tamaño. Te recuerdan a manchas flotantes a la luz de la
lava. Sonríes. “Tengo la llave de todos los enigmas del universo: Dios, fantas-
mas y todo tipo de paranormal.”
Sally mira fijamente a los glóbulos que se balancean. Algunos contienen
dientes, garras y cabello. Por un instante se convierten en gusanos, con intrin-
cados sistemas vasculares bajo sus cubiertas translúcidas. “No quiero oír más
sobre tu filosofía. Salgamos de aquí.”
Te sientas en una lápida fría y señalas las extrañas formas que flotan en el
aire. “Es un solo ser de cuatro dimensiones.”
Sally saca su pistola calibre .22 y se esconde detrás de un viejo roble.
“¿Cómo lo sabes?”, susurra. Con su mano libre toma unas cuantas fotografías
del ser con una cámara en miniatura escondida en la chaqueta de su primer y
adecuado traje. “¡Cómo puedes permanecer tan tranquilo!” Delante de ti hay
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una bola carnosa, del tamaño de una calabaza grande. Rebota hacia arriba y
hacia abajo desde el suelo hasta una altura de unos cuatro pies y tiene el mismo
aspecto que la piel humana: en su mayor parte lisa, carnosa, con arrugas y
venas ocasionales.
Retrocede un poco deprisa. “Piénsalo de esta manera. Considera un mundo
bidimensional que se asemeja a una hoja de papel, o la superficie de un estan-
que, con criaturas bidimensionales confinadas al mundo y mirando sólo a lo
largo de la superficie. ¿Cómo te verías ante los habitantes de un mundo así si
intentaras interactuar con ellos?”
“¿Sólo verían un pequeño trozo de mí?”
“Sí. Sólo verían secciones transversales de ti mientras tú intersectas su
universo. Por ejemplo, tu dedo se vería como un disco plano que creció en
tamaño a medida que lo empujabas a través de su mundo. Tus cinco dedos
pueden parecer cinco círculos separados. Sólo verían formas irregulares con
límites de piel al entrar en su mundo. Del mismo modo, un hiperser que viviera
en la cuarta dimensión tendría una sección transversal en nuestro espacio que
parecía un globo flotante hecho de piel”.
“Algunos de ellos no parecen glóbulos de piel.”
“Correcto. Imagine lo complicada que sería su sección transversal bidi-
mensional a nivel de su oído o boca abierta, especialmente si partes de su piel
fueran translúcidas como una medusa”.
Los globos y las formas de gusanos se acercan más a Sally y ella levanta
su arma. “No te preocupes, Sally. El ser probablemente quiera recogerte. Un
ser cuatridimensional sería un Dios para nosotros. Lo vería todo en nuestro
mundo. Podría incluso mirar dentro de tu estómago y quitarte el desayuno sin
cortarte la piel, de la misma manera que podrías quitar una partícula dentro de
una criatura bidimensional recogiendo la partícula en la tercera dimensión,
perpendicular a la criatura, sin romper la piel de la criatura”. Sally se aleja del
ser de cuatro dimensiones. “Idiota. No quiero oír más...”
Con esas palabras, Sally Skinner desaparece en la cuarta dimensión. Todo
lo que puedes oír es el viento soplando, como el canto de los monjes. Y de
pronto, el viento se detiene. No hay sonidos de pájaros. Las hojas de roble no
revolotean. Los mirlos de arriba parecen no gritar nunca, ni moverse. Flotan,
con las alas oscuras extendidas e inmóviles, como suspendidas, congeladas
para siempre en el espacio.
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Un ser 4-D aparece ante ti y Sally en Cherbourg, Francia. Aunque el ser parece estar
formado por piezas separadas, los diversos componentes están conectados en la cuarta
dimensión y constituyen una sola criatura.
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Una mano de la cuarta dimensión podría aparecer como cinco bolas de carne separadas
(a) para ti y para Sally, así como una mano que cruza un plano aparece como cinco
círculos separados (b). (Dibujo de Sean Henry.)
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uno
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grados de libertad
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GRADOS DE LIBERTAD
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Figura 1.1 Una mosca en una caja está esencialmente confinada a un punto. Tiene cero
grados de libertad y vive su vida (deprimente) en un mundo O-D. (Dibujo de Brian
Mansfield.)
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Figura 1.2 Una mosca en un tubo tiene un grado de libertad y vive en un mundo 1-D.
(Dibujo de Brian Mansfield.)
“Sally, lo tienes. Del mismo modo, una mosca en un tubo sigue viviendo
en un mundo 1-D, incluso si se curva el tubo en un nudo. Todavía tiene sólo
un grado de libertad: su movimiento hacia adelante y hacia atrás. Incluso una
mosca inteligente podría no darse cuenta de que el tubo estaba curvado”.
Tropiezas con un cubo de Rubik que dejaste en el suelo y te golpeas contra
la silla de Sally.
Ella te rechaza. “Me hiciste aplastar la mosca”. La tira a la basura.
Mueves la mano. “No importa”. Haces una pausa y vuelves a la discusión.
“Como te mostraré más adelante, el espacio en el que vivimos también puede
ser curvo, como un tubo retorcido o un trozo de papel curvado. Sin embargo,
en términos de nuestros grados de libertad, estamos viviendo en un mundo 3-
D.”
Sally sostiene su puño frente a ti, como si estuviera a punto de golpearte.
“Déjame ver si lo entiendo. Mi puño puede ser descrito por tres números: lon-
gitud, latitud y altura sobre el nivel del mar. Vivimos en un mundo tridimen-
sional. Si viviéramos en un espacio 4-D, tendría que especificar la ubicación
de mi puño con un cuarto número. En un mundo 4-D, para encontrar mi puño,
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puedes ir a la longitud, latitud y altura correcta sobre el nivel del mar, y luego
moverte en una cuarta dirección, perpendicular al resto.”
Figura 1.3 Una mosca que camina sobre un papel, incluso un trozo de papel curvado,
tiene dos grados de libertad y vive en un mundo 2-D. (Dibujo de Brian Mansfield.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Los futuros historiadores de la ciencia bien pueden registrar que una de las ma-
yores revoluciones conceptuales de la ciencia del siglo XX fue la comprensión
de que el hiperespacio puede ser la clave para desvelar los secretos más pro-
fundos de la naturaleza y de la propia Creación.
―Michio Kaku, Hiperespacio
Una ciencia de todos estos posibles tipos de espacio sería sin duda la empresa
más elevada que una comprensión finita podría emprender en el campo de la
geometría Si es posible que pudiera haber regiones con otras dimensiones, es
muy probable que un Dios las hubiera traído a la existencia en alguna parte.
Estos espacios más elevados no pertenecerían a nuestro mundo, sino que for-
marían mundos separados.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Una gran revolución separa las matemáticas clásicas del siglo XIX de las ma-
temáticas modernas del siglo XX. Las matemáticas clásicas tenían sus raíces
en las estructuras geométricas regulares de Euclides y Newton. Las matemáti-
cas modernas comenzaron con la teoría de conjuntos de Cantor y la curva de
llenado de espacio de Peano. Históricamente, la revolución fue forzada por el
descubrimiento de estructuras matemáticas que no se ajustaban a los patrones
de Euclides y Newton. Estas nuevas estructuras eran consideradas como “pa-
tológicas”, como una “galería de monstruos”, afines a la pintura cubista y a la
música atonal, que al mismo tiempo estaban alterando los estándares de gusto
establecidos en las artes. Los matemáticos que crearon los monstruos los con-
sideran importantes para demostrar que el mundo de las matemáticas puras con-
tiene una riqueza de posibilidades que va mucho más allá de las estructuras
simétricas que vieron en la naturaleza. Las matemáticas del siglo XX florecie-
ron en la creencia de que habían trascendido completamente la limitación im-
puesta por sus orígenes naturales. Pero la naturaleza ha hecho una broma a los
matemáticos. Los matemáticos del siglo XIX pueden haber carecido de imagi-
nación, pero la naturaleza no. Las mismas estructuras patológicas que los ma-
temáticos inventaron para desprenderse del naturalismo del siglo XIX resulta-
ron ser inherentes a los objetos familiares que nos rodeaban. (Science, 1978)
Karl Heim, filósofo, teólogo y autor del libro Christian Faith and Natural
Science de 1952, cree que la cuarta dimensión permanecerá para siempre fuera
de nuestro alcance:
El progreso de las matemáticas y la física nos impulsa a volar sobre las alas de
la imaginación poética más allá de las fronteras del espacio euclidiano, y a in-
tentar concebir un espacio en el que más de tres coordenadas puedan estar per-
pendiculares entre sí. Pero todos estos esfuerzos por volar más allá de nuestras
fronteras siempre terminan con nuestro retroceso con alas chamuscadas en el
suelo de nuestro espacio tridimensional euclidiano. Si intentamos contemplar
la cuarta dimensión nos encontramos con un obstáculo insuperable, una valla
de alambre de púas cargada eléctricamente. Ciertamente podemos hacer cálcu-
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
de los muchos mundos curvos que flotan en espacio-3. Él conjetura que algún
día será posible viajar a estos otros mundos.
Ahora supongamos que la superficie de Zarf estuviera arrugada como una
hoja de papel. ¿Qué pensarían Leonardo y sus compañeros extraterrestres en
forma de tortitas sobre su mundo? A pesar del arrugamiento, los zarfianos lle-
garon a la conclusión de que su mundo era perfectamente plano porque vivían
sus vidas confinadas al espacio arrugado. Sus cuerpos se arrugarían sin que
ellos lo supieran.
Este escenario con espacio curvo no es tan loco como parece. Georg Bern-
hard Riemann (1826-1866), el gran geómetra del siglo XIX, reflexionó cons-
tantemente sobre estos temas y afectó profundamente el desarrollo de la física
teórica moderna, sentando las bases para los conceptos y métodos que más
tarde se utilizaron en la teoría de la relatividad. Riemann reemplazó el mundo
2-D de Zarf con nuestro mundo 3-D arrugado en la cuarta dimensión. No sería
obvio para nosotros que nuestro universo estaba deformado, excepto que po-
dríamos sentir sus efectos. Riemann creía que la electricidad, el magnetismo
y la gravedad son causadas por el arrugamiento de nuestro universo tridimen-
sional en una cuarta dimensión invisible. Si nuestro espacio fuera lo suficien-
temente curvo como la superficie de una esfera, podríamos ser capaces de de-
terminar que las líneas paralelas pueden encontrarse (como lo hacen las líneas
de longitud en un globo terráqueo), y que la suma de los ángulos de un trián-
gulo puede exceder los 180 grados (como lo muestran los triángulos dibujados
en un globo terráqueo).
Alrededor del año 300 a.C. Euclides nos dijo que la suma de los tres án-
gulos de cualquier triángulo dibujado en una hoja de papel es de 180 grados.
Sin embargo, esto es cierto sólo en un pedazo de papel plano. En la superficie
esférica, ¡puedes dibujar un triángulo en el que cada uno de los ángulos es de
90 grados! (Para verificar esto, mire un globo terráqueo y trace suavemente
una línea a lo largo del ecuador, luego baje por una línea de longitud hasta el
Polo Sur, y luego haga un giro de 90 grados y vuelva a subir por otra línea de
longitud hasta el ecuador. Has formado un triángulo en el que cada ángulo es
de 90 grados.)
Volvamos a nuestros alienígenas 2-D en Zarf. Si midieran la suma de los
ángulos en un triángulo pequeño, esa suma podría ser bastante cercana a 180
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grados incluso en un universo curvo, pero para los triángulos grandes los re-
sultados podrían ser muy diferentes porque la curvatura de su mundo sería más
aparente. La geometría descubierta por los zarfianos sería la geometría intrín-
seca de la superficie. Esta geometría depende únicamente de las medidas que
se realicen a lo largo de la superficie. A mediados del siglo XIX, en nuestro
propio mundo, había un interés considerable por las geometrías no euclidianas,
es decir, por las geometrías en las que se pueden cruzar líneas paralelas.
Cuando el físico Hermann von Helmholtz (1821-1894) escribió sobre este
tema, hizo que los lectores se imaginaran la dificultad de una criatura en 2-D
moviéndose a lo largo de una superficie mientras intentaba entender la geo-
metría intrínseca de su mundo sin el beneficio de una perspectiva en 3-D que
revelara las propiedades de la curvatura del mundo de una sola vez. Bernhard
Riemann también introdujo medidas intrínsecas en espacios abstractos y no
requería referencia a un espacio de contención de mayor dimensión en el que
los objetos materiales eran “curvados”.
La geometría extrínseca de Zarf depende de la forma en que la superficie
se asienta en un espacio de alta dimensión. Por difícil que parezca, es posible
que los zarfianos comprendan su geometría extrínseca simplemente haciendo
mediciones a lo largo de la superficie de su universo. En otras palabras, un
zarfiano podría estudiar la curvatura de su universo sin abandonar el universo,
del mismo modo que nosotros podemos aprender sobre la curvatura de nuestro
universo, aunque estemos confinados en él. Para demostrar que nuestro espa-
cio es curvo, tal vez todo lo que tenemos que hacer es medir las sumas de
ángulos de triángulos grandes y buscar sumas que no sean de 180 grados. El
físico matemático Carl Friedrich Gauss (1777-1855) ―uno de los más grandes
matemáticos de todos los tiempos― en realidad intentó este experimento ilu-
minando las cimas de las montañas para formar un gran triángulo. Desafortu-
nadamente, sus experimentos no fueron concluyentes porque las sumas de án-
gulos eran de 180 grados hasta la precisión de los instrumentos de medición.
Todavía no sabemos con seguridad si las líneas paralelas se cruzan en nuestro
universo, pero sí sabemos que los rayos de luz no deberían usarse para probar
ideas sobre la curvatura general del espacio porque los rayos de luz se desvían
cuando pasan cerca de objetos masivos. Esto significa que la luz se dobla al
pasar por una estrella, alterando así las sumas de ángulos para triángulos gran-
des. Sin embargo, esta desviación de la luz de las estrellas también sugiere que
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los sectores de nuestro espacio están curvados en una dimensión invisible más
allá de nuestra comprensión espacial. La curvatura espacial también es suge-
rida por la órbita elíptica del planeta Mercurio alrededor del sol que cambia de
orientación, o precesiones, en una cantidad muy pequeña cada año debido a la
pequeña curvatura del espacio alrededor del sol. Albert Einstein argumentó
que la fuerza de gravedad entre objetos masivos es una consecuencia del es-
pacio curvo cercano a la masa, y que los objetos que viajan simplemente si-
guen líneas rectas en este espacio curvo como líneas de longitud en un globo”.3
En las décadas de 1980 y 1990 varios astrofísicos han tratado de determi-
nar experimentalmente si todo nuestro universo es curvo. Por ejemplo, algunos
se han preguntado si nuestro universo 3-D podría ser curvado hacia atrás sobre
sí mismo de la misma manera que una superficie 2-D sobre una esfera se curva
3
Le pregunté al profesor Michio Kaku, autor de Hyperspace, si la curvatura gravitacio-
nal del espacio implica la existencia de una cuarta dimensión. Él respondió:
No necesitamos una cuarta dimensión espacial para describir la curvatura del espa-
cio. Desde un punto de vista, la cuarta dimensión espacial es ficticia. Esto se debe
a que podemos utilizar coordenadas tridimensionales “intrínsecas” en las que las
únicas coordenadas son tres dimensiones espaciales dobladas y una dimensión tem-
poral. Así, una hormiga en un globo ordinario sólo puede ver dos dimensiones, y
dice que la tercera dimensión es innecesaria, porque la hormiga no puede viajar en
la tercera dimensión, lo cual es ficticio desde su punto de vista.
Sin embargo, también podemos usar coordenadas “extrínsecas” en las que visuali-
zar la curvatura del espacio, incrustando el espacio-tiempo dentro de una dimensión
superior. Todas las representaciones gráficas de fantasía -de agujeros negros como
agujeros y embudos en el espacio, globos inflables que representan el Big Bang, y
el 99,99% de todas las imágenes que se encuentran en los libros de relatividad ge-
neral- se hacen en coordenadas extrínsecas. Vemos el globo 3-D desde el punto de
vista de una ficticia cuarta dimensión, que no tiene realidad física. (Después de todo,
si el globo es el universo entero, entonces ¿dónde estás parado cuando miras el
globo? Estás parado en una ficticia cuarta dimensión.)
Dicho esto, permítanme decir que el pensamiento actual de la física teórica postula
la existencia no sólo de cuatro dimensiones espaciales (una de ellas ficticia), sino
de diez dimensiones físicas del espacio y el tiempo.
Es confuso que la gente use la palabra hiperespacio para referirse a ambas: la cuarta
dimensión espacial ficticia usada en coordenadas extrínsecas (esencialmente un
truco para “ver” globos y agujeros en el espacio) que se encuentran en la relatividad
general ordinaria, y también a las dimensiones físicas superiores en las que viven
las supercuerdas.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
La teoría de cuerdas puede ser más apropiada para los departamentos de mate-
máticas o incluso para las escuelas de divinidad. ¿Cuántos ángeles pueden bai-
lar sobre la cabeza de un alfiler? ¿Cuántas dimensiones hay en un conjunto
compacto de treinta potencias de diez menor que una cabeza de alfiler? ¿Todos
los jóvenes doctores, después de perder años en la teoría de cuerdas, podrán ser
empleados cuando la cuerda se rompa?
―Sheldon Glashow, Science
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
4
La teoría de Kaluza-Klein (que lleva el nombre de dos científicos europeos) sugiere la
existencia de dimensiones adicionales que se enrollan o “compactifican” de tal manera
que son indetectables a niveles macroscópicos.
5
Por otro lado, Joe Lykken del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi en Batavia,
Illinois, cree que los físicos pueden encontrar evidencia experimental para la teoría de
cuerdas. Aunque las dimensiones adicionales de las cuerdas son compactas, es decir,
enroscadas en escalas de sólo 10–33 cm, que estarían fuera del alcance de cualquier ex-
perimento concebible, Lykken y varios otros grupos están considerando la posibilidad
de que algunas de esas dimensiones se desenreden ligeramente, abriéndose a escalas en
las que las mediciones de precisión en aceleradores o incluso en una mesa de trabajo
podrían realmente sondear. Para más información sobre las pruebas prácticas de la teoría
de cuerdas, véase Kestenbaum, D. (1998) Practical tests for an ‘untestable’ theory of
everything? Science. 281(5378): 758-59.]
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En los últimos años, los físicos teóricos han estado usando cuerdas para
explicar todas las fuerzas de la naturaleza, desde la atómica hasta la gravita-
cional. Aunque la teoría de cuerdas describe las partículas elementales como
modos vibratorios de cuerdas infinitesimales que existen en diez dimensiones,
muchos de ustedes se preguntarán cómo existen tales cosas en nuestro uni-
verso tridimensional con una dimensión adicional de tiempo. Los teóricos de
las cuerdas afirman que seis de las diez dimensiones están “compactificadas”,
es decir, enroscadas firmemente (en estructuras conocidas como espacios Ca-
labi-Yau), de modo que las dimensiones adicionales son esencialmente invisi-
bles.6
Tan técnicamente avanzada como suena la teoría de las supercuerdas, po-
dría haberse desarrollado hace mucho tiempo, según el gurú de la teoría de las
cuerdas Edward Witten,7 un físico teórico del Instituto de Estudios Avanzados
de Princeton. Por ejemplo, indica que es muy probable que otras civilizaciones
del universo descubrieran la teoría de las supercuerdas y luego derivaran for-
mulaciones similares a las de Einstein (que en nuestro mundo son anteriores a
la teoría de cuerdas en más de medio siglo). Desafortunadamente para los ex-
perimentalistas, las supercuerdas son tan pequeñas que es poco probable que
los humanos las detecten. Si se considera la relación entre el tamaño de un
6
Desafortunadamente, hay tantas maneras diferentes de crear universos compactifi-
cando las seis dimensiones que la teoría de cuerdas es difícil de relacionar con el uni-
verso real. En 1995, los investigadores sugirieron que si la teoría de cuerdas tiene en
cuenta los efectos cuánticos de los mini agujeros negros cargados, las miles de solucio-
nes en 4-D podrían colapsar en una sola. Pequeños agujeros negros, con no más masa
que una partícula elemental, y las cuerdas pueden ser dos descripciones del mismo ob-
jeto. Gracias a la teoría de los mini agujeros negros, los físicos esperan ahora seguir
matemáticamente la evolución del universo y seleccionar una compactificación particu-
lar de Calabi-Yau como primer paso hacia una “teoría del todo” comprobable.
Algunas trivialidades: Gabriele Veneziano, a finales de los años 60, trabajó en teorías
de cuerdas. Sin embargo, el interés en su versión particular de la teoría se desvaneció
cuando otros físicos demostraron que sólo trabajarían en veintiséis dimensiones. Ade-
más, algunos investigadores creen que todas las partículas elementales conocidas tienen
gemelos simétricos invisibles llamados spartículas.
7
Lo que hemos aprendido en el siglo XX es que las grandes ideas de la física tienen
fundamentos geométricos. ―Edward Witten, Scientific American.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
protón y el tamaño del sistema solar, esta es la misma relación que describe el
tamaño relativo de una supercuerda y un protón.
John Horgan, editor de Scientific American, publicó recientemente un ar-
tículo que describe lo que otros investigadores han dicho sobre Witten y las
supercuerdas en diez dimensiones. Un investigador entrevistado exclamó que
en puro poder mental matemático, Edward Witten supera a Einstein y no tiene
rival desde Newton.
La teoría de cuerdas es tan compleja que cuando se le pidió a un físico
ganador del Premio Nobel que comentara la importancia del trabajo de Witten,
dijo que no podía entender los documentos recientes de Witten; por lo tanto,
¡no podía determinar cuán brillante es Witten!8
8
Al igual que los primeros años de la teoría de la relatividad de Einstein, la teoría de
cuerdas es simplemente un conjunto de ecuaciones inteligentes que esperan la verifica-
ción experimental. Desafortunadamente, se necesitaría un triturador de átomos miles de
veces más potente que cualquiera en la Tierra para probar directamente la versión actual
de la teoría de cuerdas. Se espera que los humanos perfeccionen la teoría hasta el punto
de que pueda ser probada en experimentos del mundo real. Con Edward Witten diri-
giendo su atención a la teoría de cuerdas, el mundo espera que él y sus colegas puedan
descifrar el misterio filosófico que ha esquivado a la ciencia desde los antiguos griegos:
¿Cuál es la naturaleza última del universo? ¿Cuál es el telar en el que Dios teje?
Sea lo que sea ese telar, ha creado un universo estructuralmente rico. La mayoría de los
astrónomos de hoy en día creen que el universo tiene entre ocho y veinticinco mil mi-
llones de años de antigüedad, y desde entonces se ha estado expandiendo hacia el exte-
rior. El universo parece tener una naturaleza fractal con galaxias colgando juntas en
cúmulos. Estos clústers forman clúster más grandes (clúster de clúster). Los “Superclús-
ters” son grupos de estos grupos de grupos. En los últimos años, ha habido otras teorías
y descubrimientos desconcertantes. Aquí hay sólo unos pocos:
- En nuestro universo existe una Gran Muralla que consiste en una enorme concen-
tración de galaxias que se extienden a través de 500 millones de años-luz de espa-
cio.
- En nuestro universo existe un Gran Atractor, una masa misteriosa que atrae gran
parte del universo local hacia las constelaciones Hydra y Centauro.
- Hay Grandes Vacíos en nuestro universo. Estas son regiones del espacio donde
pocas galaxias pueden ser encontradas.
- La teoría de la inflación sigue siendo importante para describir la evolución de
nuestro universo. La teoría de la inflación sugiere que el universo se expandió
como un globo inflado por un ebrio mientras el universo estaba en su primer se-
gundo de vida.
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revista Life apodó el sexto baby boomer americano más influyente), “M signi-
fica Magia, Misterio o Membrana, según el gusto”. En esta nueva teoría, la
vida, el universo y todo lo demás puede surgir de la interacción de membranas,
cuerdas y burbujas en dimensiones superiores del espacio-tiempo. Las mem-
branas pueden tomar la forma de burbujas, ser estiradas en dos direcciones
como una hoja de caucho, o envueltas tan apretadamente que se asemejan a
una cuerda. El punto principal a recordar sobre estas teorías avanzadas es que
los físicos modernos continúan produciendo modelos de la materia y del uni-
verso que requieren dimensiones espaciales adicionales.
Hipertiempo
asemejan a un trozo de queso) cambie a otro con un número diferente de agujeros, vio-
lando así las leyes de la topología clásica.
Edward Witten y Petr Horava han mostrado recientemente cómo reducir la dimensión
extra de la teoría M en un segmento de una línea. La estructura resultante tiene dos
universos 10-D (cada uno al final de la línea) conectados por un espacio-tiempo de once
dimensiones. Las partículas (y las cuerdas) existen sólo en los universos paralelos en los
extremos, que pueden comunicarse entre sí sólo a través de la gravedad. Para obtener
más información sobre estos conceptos de entumecimiento de la mente, véase el docu-
mento de Michael Duff citado en Lecturas Adicionales.
Nótese que la teoría de cuerdas dice poco sobre el espacio en el que se mueven y vibran
las cuerdas. Un modelo matemático relativamente nuevo conocido como la gravedad
cuántica de bucles representa un enfoque alternativo en el que las reglas de la mecánica
cuántica se aplican directamente a la descripción de Einstein del espacio y el tiempo. En
este modelo, el espacio mismo viene empaquetado en pequeñas unidades discretas. Para
cuantificar el espacio, los físicos postulan estados discretos análogos a los niveles de
energía u orbitales de los átomos. Para más información sobre el espacio cuantizado y
otras teorías, incluyendo la espuma de centrifugado 4-D, véase el artículo de 1998 de
Ivars Peterson Science News.
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congelados como notas musicales en una partitura. Los eternigramas son atem-
porales. Los hiperseres que miran los discos en este pedazo de espacio-tiempo
verían el pasado, el presente y el futuro de una sola vez. ¿Qué tipo de relación
con los humanos podría tener una criatura (o Dios) que vive completamente
fuera del tiempo? ¿Cómo podrían relacionarse con nosotros en nuestro mundo
cambiante? Uno de mis ejemplos modernos favoritos de la vida de Dios fuera
del tiempo se describe en la novela de Anne Rice Memnoch el Diablo. En un
momento dado, Lestat, la protagonista de Anne Rice, dice: “Vi como Dios ve,
y vi como si fuera para siempre y en todas las direcciones”. Lestat mira sobre
una balaustrada en el Cielo para ver toda la historia de nuestro mundo:
…el mundo como nunca lo había visto en todas sus épocas, con todos sus se-
cretos del pasado revelados. Sólo tenía que correr a la barandilla y podía ver el
tiempo del Edén o de la antigua Mesopotamia, o un momento en que las legio-
nes romanas habían marchado a través de los bosques de mi hogar terrenal.
Puedo ver la gran erupción del Vesubio derramar sus horribles cenizas mortales
sobre la antigua ciudad viviente de Pompeya. Todo allí para ser conocido y
finalmente comprendido, todas las preguntas se resolvieron, el olor de otro
tiempo, el sabor de él.
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10
Según una teoría ideada por James Hartle y Stephen Hawking, el tiempo puede perder
su carácter ordinario y temporal cerca del origen del universo. En su teoría, el tiempo se
asemeja a una dimensión espacial en tiempos muy tempranos. Así pues, el universo no
tiene un comienzo real por la simple razón de que, si uno se remonta lo suficiente, ya no
hay tres dimensiones del espacio y una del tiempo, sino sólo cuatro dimensiones espa-
ciales. En otras palabras, el tiempo no “sigue adelante”, sino que se convierte en algo
distinto del tiempo cuando se explora el pasado lejano. Aquí, el tiempo coopera con las
tres dimensiones espaciales para crear una esfera 4-D. En este punto, el tiempo se vuelve
“imaginario”.
Del mismo modo, el tiempo puede no tener fin. Si el universo finalmente se contrae
sobre sí mismo, puede que nunca llegue a la singularidad final porque el tiempo se vol-
verá imaginario de nuevo.
Si el universo no tiene principio ni fin, no podemos preguntarnos por qué fue creado en
un momento dado, porque el tiempo deja de existir. (Para más detalles, ver el libro de
Richard Morris Cosmic Questions en Lecturas Adicionales).
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dos
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Figura 2.1 Ocho habitantes de Flatland: mujer, soldado, obrero, comerciante, profesio-
nal, caballero, noble, sumo sacerdote.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Sally mira fijamente como la figura de Flatland que muestra las varias
castas de individuos.
Abre Flatland, buscando una página en particular. “Recuerda, en el siglo
XIX se consideraba que las mujeres eran mucho menos capaces que los hom-
bres. Creo que Abbott estaba tratando de mostrar algunos de los prejuicios de
la sociedad, porque más adelante en el libro una esfera visita Flatland y dice:
‘No me corresponde a mí clasificar las facultades humanas según el mérito.
Sin embargo, muchos de los mejores y más sabios de Spaceland piensan más
en sus despreciadas Líneas Rectas que en sus queridos Círculos’.”
Sally asiente con la cabeza.
“Permíteme leerte un pasaje en el que el cuadrado dice...”
Llamo a nuestro mundo Flatland, no porque nosotros lo llamemos así, sino para
aclarar su naturaleza ante ustedes, mis felices lectores, que tienen el privilegio
de vivir en el Espacio.
Imaginen una vasta hoja de papel en la cual líneas rectas, triángulos, cuadrados,
pentágonos, Hexágonos, y otras figuras, en lugar de permanecer fijos en su sitio
se movieran libremente, sobre la superficie o en ella, pero sin poder elevarse ni
hundirse debajo de ella, algo así como sombras —aunque duras y con bordes
luminosos— y tendrán entonces una noción bastante acertada de mi tierra y sus
habitantes. ¡Ay!, hace pocos años habría dicho “mi universo”: pero ahora mi
mente se ha abierto hacia puntos de vista más elevados referentes a las cosas.
― 57 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Vi delante mío una gran multitud de Líneas Rectas (a las que naturalmente tomé
por Mujeres) entremezcladas con otros seres aún más pequeños y con el aspecto
de puntos brillantes, todos ellos moviéndose para uno y otro lado en una misma
Línea Recta, y, por lo que podía apreciar, con la misma velocidad.
Un ruido confuso formado por innumerables gorjeos o chirridos provenía de
ellos a intervalos, mientras estaban en movimiento; pero a veces se detenían y
entonces todo quedaba en silencio.
Me aproximé a una de las más grandes de las que creía eran Mujeres, la abordé,
pero no recibí respuesta alguna. Un segundo y un tercer intentos resultaron
igualmente vanos. Perdiendo la paciencia ante lo que me parecía una intolera-
ble grosería, coloqué la boca en una posición bien frontal ante la boca de ella
para impedir así su desplazamiento, y en voz alta repetí la pregunta:
—Mujer, ¿qué significa esta concurrencia, y este chirrido extraño y confuso, y
este monótono movimiento de un lado para otro en una misma línea recta?
—Yo no soy Mujer —replicó la pequeña línea—. Soy el Monarca del mundo.”
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.2 La concepción de Edwin Abbott Abbott de Lineland con las mujeres como
puntos y el Rey como línea en el centro. El Rey sólo puede ver los puntos.
Sally estudia el diagrama. “Me parece que las únicas partes que los Line-
landers pueden verse entre sí son puntos únicos.”
“Correcto”.
“¿Cómo saben los Linelanders dónde están ubicados los otros habitantes
de su mundo?”
“Según Abbott, pueden hacerlo escuchando. También pueden determinar
la longitud del cuerpo de un hombre porque los hombres tienen dos voces, una
voz grave producida en un extremo y una voz aguda en el otro. Al escuchar
las diferencias en las horas de llegada de los sonidos, se dan cuenta del largo
del cuerpo”.
Mientras estudias a Sally, te maravillas de cómo siempre tiene un aspecto
refinado y sofisticado. Su cabello largo de los hombros la hace parecer una
versión más joven de la Princesa Diana, años antes de que la Princesa muriera.
Sally, sin embargo, no era una viajera del mundo como Diana. A excepción de
la universidad, Sally nunca se aventuró lejos de Washington. En vez de eso,
Sally prefirió recorrer las calles locales, practicando sus métodos de aplicación
de la ley mientras caminaba, poniendo a prueba sus habilidades en todo tipo
de chusma que la acosaba. Rara vez tenía que enseñar su placa o sacar su arma.
Estás en marcado contraste con Sally. Vienes de una familia de buena
gente con caras enrojecidas y manos callosas que cosecharon las aguas de Che-
sapeake desde que tienen memoria. Aunque te distinguiste en la universidad,
especialmente en física e historia militar, volviste a tus raíces, prefiriendo una
vida lejos de los académicos y de las interminables luchas de poder. Por otro
lado, el FBI te dio la oportunidad de probar tus locas teorías en el mundo real.
― 59 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Para ganar un poco de dinero extra, sus fotografías del río Potomac y sus ani-
males son a menudo bienvenidas en el Smithsonian Magazine.
Sally se acerca. “Cuando el cuadrado está a un lado de Lineland, el Rey
no puede verlo. “¡Apuesto a que el Rey está frustrado!”
“Sí, es un tipo irritable. El cuadrado trata de contarle al Rey sobre esta
misteriosa segunda dimensión. Para ayudar al Rey a visualizar la segunda di-
mensión, el cuadrado se mueve gradualmente perpendicular a la línea”. Dibu-
jas en la pizarra de la oficina (Fig. 2.3). “A medida que el cuadrado se mueve
a través del espacio de Lineland, se hace aparente al Rey como un segmento
que aparece de la nada, se queda por un minuto, y luego desaparece en un abrir
y cerrar de ojos. Más tarde te contaré cómo el mismo tipo de apariencia y
desaparición ocurriría cuando un 4-D es movido a través de nuestro espacio”.
― 60 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.4 Cómo verían a Sally los Flatlanders. (Dibujo de Brian Mansfield.)
Si, deseoso de mantenerte en un solo lugar, te rodean por todos lados, puedes
pasar por encima de ellos y encontrarte libre de ellos de una manera inconce-
bible para ellos. A sus ojos, tú serías un ser todopoderoso, un habitante de un
mundo superior, similar a esos seres sobrenaturales de los que nos hablan los
teólogos y los metafísicos.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.7 Un cirujano con poderes 4-D podría realizar una “cirugía a corazón cerrado”
en una persona 3-D, es decir, el corazón podría ser extirpado sin siquiera pinchar la piel.
(Dibujo de Brian Mansfield.)
Sally se vuelve hacia ti. “Creo que entiendo lo que dices. Si tuviera los
músculos para elevar mi brazo a la cuarta dimensión, podría llegar `a través
de’ una pared sólida y tomar perlas invaluables o un valioso jarrón Ming de
un estuche sellado en un museo. Mi brazo estaría completamente sólido todo
el tiempo, pero el robo se lograría moviendo mi brazo hacia arriba a través de
la cuarta dimensión. Levantaría el jarrón fuera de la caja moviéndolo hacia
arriba en la cuarta dimensión para conseguir “rodear” la pared” (Fig. 2.8).
Asiente con la cabeza. “Volvamos a la historia de Flatland. ¿Quieres saber
qué le pasa al cuadrado cuando la esfera empieza a hablarle en el dormitorio?”
“Claro”.
“Bueno, naturalmente el cuadrado no cree que la esfera sea algo más que
un círculo que puede cambiar de tamaño. El cuadrado cree que la esfera es una
criatura 2-D ordinaria como él. Sin embargo, la esfera se opone a esta simple
caracterización”:
― 64 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Yo no soy una figura plana sino un sólido. Usted me llama Círculo, pero en
realidad no soy un Círculo, sino un infinito número de círculos, de tamaños que
varían desde un punto hasta un círculo de trece pulgadas de diámetro, uno co-
locado encima del otro. Cuando interseco su plano como lo estoy haciendo
ahora, determino en él una sección a la que usted bien llama Círculo. Pues in-
cluso una Esfera —que tal es el nombre propio que tengo en mi tierra — si de
alguna manera se manifiesta a un habitante de Flatland, debe hacerlo bajo la
forma de un Círculo.”
“¿Usted no recuerda — pues yo, que veo todas las cosas, percibí anoche la
visión fantasmal de Lineland escrita en su mente— no recuerda, decía, cómo,
cuando entró al reino de Lineland, se vio obligado a mostrarse al Rey, no como
un Cuadrado, sino como una Línea, porque ese Reino Lineal no tenía suficien-
tes dimensiones como para representarlo completamente, sino sólo a una reba-
nada o a una sección suya? Precisamente de la misma manera, su país de dos
dimensiones no es lo suficientemente espacioso como para representarme, a
mí, que soy un ser de tres dimensiones, sino que sólo puede mostrar una reba-
nada o sección mía, que es lo que usted llama un Círculo.”
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.9 Una pelota que se introduce a través de la superficie del agua es una metáfora
de una esfera que se mueve a través de la llanura.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Ella hace una pausa. “Señor, ¿podemos ponerle anteojeras? ¿Podría nuestro
cerebro cegarnos de mirar ‘arriba’ y ‘abajo’ en la cuarta dimensión donde
Dios, demonios, ángeles y toda clase de seres podrían estar escuchando cada
palabra, observando cada acción, a sólo unos centímetros de nosotros en otra
dirección?”. (Fig. 2.10).
Figura 2.10 Dios, ángeles y demonios que habitan en la cuarta dimensión, sólo un ligero
desplazamiento de nuestro mundo tridimensional en una dirección que apenas podemos
percibir pero en la que no podemos movernos.
― 67 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Baja la mano”, dice ella. “Razonando a partir de la analogía con una es-
fera que penetra en la Tierra Plana, primero veríamos un punto, luego una pe-
queña esfera y luego una gran esfera. Eventualmente la esfera se encogería y
desaparecería de nuestro mundo. Sería como inflar y desinflar un globo”.
“Correcto, todos los globos son seres de la cuarta dimensión.” “¡Qué!”
“Sólo bromeaba, pero entiendes. Una esfera es una pila tridimensional de
círculos con radios diferentes. Un cilindro es una pila tridimensional de círcu-
los del mismo radio. Una hiperesfera es una pila 4-D de esferas con radios
diferentes. Un hipercilindro es una pila 4-D de esferas de los mismos radios.”
“No puedo visualizar cómo apilar objetos en una cuarta dimensión.”
“Sally, es muy difícil. Algunos científicos usan gráficos computarizados
para ayudar a visualizar secciones en 3-D de objetos 4-D giratorios”. Haz una
pausa. “¿Recuerdas que te dije lo fácil que sería para un ser 4-D embarazar a
una mujer sin ser visto?”
“Eso era demasiado raro para considerarlo.”
“Bueno, considera esto. ¿Cómo crees que se vería el esperma en 4-D?”
Figura 2.11 Espermatozoides de forma idéntica de un ser 4-D. A medida que las cabezas
hiperelipsoidales se intersectan con nuestro mundo tridimensional, primero aparecen
como puntos, luego como elipsoides que cambian de tamaño, y luego como puntos de
nuevo cuando dejan nuestro espacio. Dependiendo de su intersección con nuestro
mundo, a veces se asemejaban a esferas. Puede que sólo veamos sus cabezas o colas.
― 68 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
que las cabezas se cruzan con nuestro mundo en 3-D, primero aparecen como
puntos, luego como elipsoides que cambian de tamaño. Justo antes de que des-
apareciera, un pequeño glóbulo se mantendría durante algún tiempo a medida
que la cola pasaba a través de ella. Un hombre 4-D podría, en principio, inse-
minar a una mujer 3-D sin que ella lo viera” 11 (Fig. 2.11).
Afuera está empezando a nevar. Unos cuantos copos grandes se cruzan en
el plano de su ventana y desaparecen. Te quedas callado mientras miras los
faros de los coches, el bullicio de los peatones y a un hombre vestido con un
traje de Papá Noel que pasa corriendo.
Vuelves con Sally. “Imagínate a un Dios en 4-D metiendo su mano en
nuestro mundo. Veríamos Su sección transversal. Algunas personas cierta-
mente tendrían miedo. Alguien demasiado audaz podría apuñalar la mano de
Dios con un cuchillo” (Fig. 2.12).
Figura 2.12 Un “Dios” 4-D empuja Su mano en el espacio-3. ¿Hay alguna forma de
bloquear a un ser 4-D en nuestro espacio atravesando con un cuchillo la mano? (Dibujo
de Brian Mansfield.)
11
Sin embargo, ¿le interesaría a un hombre en 4-D una mujer que le pareciera delgada
como papel?
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Sally mira por la ventana. “¿Podríamos dañar a un ser 4-D cuya mano vino
a nuestro mundo?”
“Pensemos en esto en dimensiones inferiores que son más fáciles de vi-
sualizar. Si los Flatlanders son realmente bidimensionales, eso significa que
no tienen espesor. Si esto es así, serán tan inmateriales como sombras. Si te
apuñalaran la mano tridimensional con la punta afilada de un triángulo, no te
harías daño, ni tendrías ningún problema para sacar la mano de su espacio. No
estoy seguro de que los Flatlanders puedan cortarte la piel. Sin embargo, otro
modelo es pensar en Flatland como una lámina de goma en la que los habitan-
tes tienen un grosor muy ligero. En la segunda edición de Flatland, Edwin
Abbott Abbott sugiere que todos los habitantes tienen una pequeña estatura,
pero como todos tienen la misma estatura, ninguno de ellos se da cuenta de
que existe esta tercera dimensión. No tienen el poder de moverse en esta di-
mensión”.
“Si los Flatlanders tuvieran un poco de grosor, podrían cortarte la mano
como un cuchillo. Si los habitantes tuvieran kilómetros de largo, podrían tener
suficiente peso para atrapar tu mano”.
Sally mira hacia otro lado, desde la ventana. “Correcto. Del mismo modo,
alguien podría ser capaz de apuñalar a un Dios 4-D y atraparlo para siempre
en nuestro mundo 3-D”.
Un escalofrío recorre tu columna vertebral porque por un instante ves una
visión de Jesús clavada en la cruz. ¿Podrían ser algunos de los supuestos mi-
lagros del pasado el resultado de seres de una dimensión superior? Moisés,
Jesús, Mahoma, Buda y Bahá’u’llah, ¿tenían acceso al hiperespacio? ¿Podrían
levantar sus ojos, quitar sus anteojeras y mirar hacia otros mundos? ¿Recuer-
das la cita del psicólogo William James?:
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Sally te toca el hombro. “Estás callado. ¿Un penique por tus pensamien-
tos?”
“Estoy pensando en cómo se sentiría ser elevado a una dimensión supe-
rior.”
Sally hace un dibujo de un humano en 2-D en un plano.
Figura 2.13 Sally eleva a un humano en 2-D a la tercera dimensión. Si fuera verdadera-
mente bidimensional, sin grosor, Sally podría levantar sólo su piel, dejando algunas de
sus tripas. (Rudy Rucker en La Cuarta Dimensión discute este escenario entre muchos
otros relacionados con criaturas que interactúan entre dimensiones. Dibujo de Brian
Mansfield.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 72 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.15 Tal vez en un mundo 2-D, sólo las criaturas con sistemas digestivos primi-
tivos evolucionarían, como las lombrices planarias terrestres o hidra que sólo tienen una
abertura en el sistema digestivo. Comen alimentos y expulsan desechos 2-D por la
misma abertura.
Los copos de nieve están cayendo más rápido ahora Si la nieve estuviera
cayendo de la cuarta dimensión, sería difícil de decir porque los copos son
meros puntos que desaparecen de la existencia y vuelan tan rápido. Disfrutas
viendo las banderas americanas fuera de tu ventana, ondeando en el viento
como las capas de los matadores. Arriba, unos cuantos pájaros vuelan. Por un
momento sus gritos recuerdan los gritos felices de los niños.
Sigues los ojos de Sally que han vagado por el alféizar de la ventana en el
que se alza un busto de bronce del astronauta Neil Armstrong. En la pared
adyacente hay una foto de Robert Kennedy, Herbert Hoover y Nikita
Khrushchev abordando un platillo volador.
12
Si un hombre en 2-D tiene un intestino que se agarra a sí mismo, ¿cómo podría su
cerebro en un lado del cuerpo controlar el otro lado? ¿Qué productos químicos 2-D usa-
ría como energía?
― 73 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Los ojos de Sally se abren de par en par a medida que se acerca a las fotos.
“¿Estoy loco, o la decoración de tu oficina parece un poco fuera de lugar?”
― 74 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
¿Puedes imaginarte estar de pie en el centro de una esfera y ver todos los
órganos abdominales a tu alrededor a la vez? Sobre mi cabeza estaban las es-
pirales del intestino delgado. A la derecha el ciego con los anteojos a un lado,
a mi izquierda el sigmoide y los músculos unidos al ilion, y bajo mis pies el
― 75 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
13
En realidad, darían un paso alrededor de las paredes moviendo una distancia muy
corta hacia la cuarta dimensión.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.18 Una criatura en 4-D (Omegamorfo) puede aparecer en varios lugares dife-
rentes en 3-D a la vez. (Observe los pies de esta criatura que se cruza con nuestro mundo
tridimensional representado como un plano. Dibujo de Sean Henry.)
14
Sin embargo, usted todavía podría introducir bacterias que se encuentran en sus apa-
ratos 4-D. Otras ventajas serían el daño mínimo, el tiempo de curación, la pérdida de
sangre y las cicatrices.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Flatland
15
¿Qué motivo tendría un Don Juan 4-D? Las mujeres insustanciales con genes y óvulos
incompatibles no parecen ser objetivos deseables.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.19 Aprovechando los tres espacios, un ave puede mirar hacia abajo a un labe-
rinto y ver toda su estructura, mientras que las personas que deambulan por el piso 2-D
no son conscientes de la estructura del laberinto.
― 79 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 2.20 Podemos ver todas las partes de una casa Flatland simultáneamente y ver el
interior de cualquier habitación. (Esto no es un “diseño” sino una casa real en Flatland.)
Del mismo modo, un ser 4-D podría mirar todas las partes de nuestras casas simultánea-
mente. ¿Cómo podrías esconderte?
― 80 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
pacitadas puedan entrar en los edificios públicos. Del mismo modo, ¿los go-
biernos de nuestros futuros mandatos tendrán en cuenta las conveniencias di-
mensionales y los portales?
Tal vez más extraño que estas dimensiones superiores es el mundo 0-D
que podríamos llamar “Pointland”. No posee ni longitud, ni anchura, ni altura.
Este punto es autónomo. Karl Heim describe enigmáticamente Pointland en
Christian Faith and Natural Science: “No hay nada que no esté dentro de él.”16
Si los muy puntiagudos Triángulos que forman nuestra clase de los Soldados
son formidables, muy rápidamente puede inferirse que mucho más formidables
son nuestras Mujeres. Pues si un Soldado es una cuña, una Mujer es una aguja;
siendo, por así decir, toda punta, al menos en sus dos extremidades. Agreguen
a eso el poder que ellas tienen de hacerse prácticamente invisibles a voluntad y
comprenderán que en Flatland, un ser del sexo femenino es una criatura con la
de que ninguna manera se puede jugar.
16
También considere que en Pointland, no hay nada más en el universo que un habitante
pueda imaginar necesitar o desear.
― 81 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Pero aquí, quizá, algunos de mis más jóvenes lectores pueden preguntar cómo
una Mujer de Flatland puede hacerse invisible. Pienso que esto debería ser evi-
dente sin ninguna explicación. Sin embargo, unas pocas palabras lo aclararán a
los más irreflexivos.
Coloquen una aguja sobre una mesa. Entonces, con la vista al ras de la mesa,
mírenla de costado y la verán en toda su longitud; pero mírenla de punta y no
verán más que un punto; se ha vuelto prácticamente invisible. Así ocurre con
nuestras Mujeres. Si una de ellas tiene su costado hacia nosotros, la vemos
como una línea recta; cuando el extremo que tiene su ojo o lo que es lo mismo
su boca, porque entre nosotros esos dos órganos son uno solo, es la parte que
se enfrenta a nuestra vista, entonces sólo vemos un punto muy luminoso; pero
cuando la parte de atrás se presenta a nuestros ojos, como ésta es mucho menos
brillante, casi tan apagada como un objeto inanimado, le sirve como una espe-
cie de Gorra Invisible.
Los peligros derivados de nuestras Mujeres, a los que estamos expuestos deben
resultar ahora evidentes aun para los menos capaces de Spaceland. Si ni el án-
gulo de un respetable Triángulo de la clase media está exento de riesgos; si
chocar contra un Trabajador trae como consecuencia una herida profunda; si la
colisión con un Oficial de la Clase Militar implica necesariamente una herida
grave; si el simple contacto con el vértice de un Saldado Privado entraña peligro
de muerte; ¿qué otra cosa que no sea la absoluta e inmediata destrucción puede
ser el resultado del choque contra una Mujer? Y cuando una Mujer es invisible,
o visible sólo como un punto muy apagado. ¡qué difícil debe ser siempre, aun
para los más cuidadosos evitar una colisión!
17
¿Qué tamaño tendrían que tener los cerebros 2-D para contener el mismo número de
sinapsis que en nuestros cerebros? ¿Cómo podrían los nervios interconectarse sin inter-
ferencias o utilizando mucha más área para el cableado?
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Un día en la playa
Demos un breve paseo por una playa 4-D llena de bañistas. Nuestro guía
es un amigo 4-D al que llamaré Sr. Plex. Para tomar este tour, usted necesita
ser sacado de nuestro universo 3-D y colocado en la cuarta dimensión. Mira a
tu alrededor. Mucho de lo que ves es confuso. Los glóbulos aparecen de la
nada, cambiando constantemente de tamaño, color y textura. A veces desapa-
recen y no se puede decir cuales son parte del Sr. Plex y cuáles son pedazos
de cuerpos de otros bañistas. Muchas de los glóbulos están cubiertos de carne,
así que dejas volar tu imaginación, asumiendo que los trajes de baño son bas-
tante escasos y que estás viendo una versión en 4D de Baywatch.
El Sr. Plex le presenta a su esposa, Pamela Sue. Ves una bola carnosa y
otra bola cubierta de pelo rubio. “Encantado de conocerte”, dices. Aparte de
la bola peluda ocasional, la única manera de diferenciar al Sr. Plex de su esposa
es observando cómo cambian de forma los glóbulos. Cuando el Sr. Plex te
lleva a la cafetería, no hay manera de que puedas distinguir a todas las criatu-
ras. Hay demasiados glóbulos y colores cambiantes.
El arte del Sr. Plex es extraño y extrañamente desarticulado tanto en el
espacio como en las combinaciones de colores. Tú entiendes por qué. Cuando
se mira una pintura en 2-D en una pared, se retrocede en la tercera dimensión
y se puede ver el límite de la pintura (generalmente de forma rectangular), así
como todos los puntos de la pintura. Esto significa que se puede ver todo el
cuadro desde un solo punto de vista. Si desea ver una obra de arte en 3-D desde
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Clavando a Dios
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
tres
Seguramente me oyó gritar, pues en ese momento, como dos estrellas blan-
cas que explotan, las manos se abrieron y la figura cayó de nuevo en la tierra,
de vuelta al reino, más antiguo que el nuestro, que llama a la oscuridad su
hogar.
—T. E. D. Kline, “Los Niños del Reino”.
A medida que uno lo atraviesa, uno ve que la puerta que uno atravesó era
la misma que había atravesado.
—R. D. Laing, La política de la experiencia
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Con Sally viajan en tu auto hacia la Casa Blanca. La nieve sigue cayendo
y las carreteras asfaltadas empiezan a despejarse. Pronto la arena comienza a
cubrir grandes tramos de carretera.
Te vuelves hacia Sally. “Perdón por el susto con los conejillos de indias.
Creo que los Omegamorfos los mantienen como mascotas. A los cerdos 4-D
parece gustarles el sabor de los cereales de desayuno que pongo en los tarros
de vez en cuando”.
Sally te mira fijamente. “Quieres decir que se materializan en tus frascos
de golosinas. Eso es una locura.”
Sacude la cabeza. “¿Nunca te has preguntado por qué los cereales de desa-
yuno vienen en cajas tan grandes y cuando abres cajas nuevas parece que se
han quitado algunos de ellos? Claro, los fabricantes de cereales te dicen que
los paquetes se venden por peso, no por volumen, y que el cereal se asienta
con el tiempo. Pero los fabricantes se limitan a ocultar el hecho de que los
conejillos de indias 4-D han entrado en las cajas de cereales sin romper el
cartón “
“¡Cuidado al conducir!” Sally grita cuando empiezas a patinar.
Desearías tener neumáticos para nieve. Cambias a tercera velocidad, luego
a segunda, a medida que viajas con más cautela.
“Sally, ¿puedes encender la radio?”
Presiona el botón de encendido y la antena trasera se extiende automática-
mente. A medida que busca emisoras, todo lo que oye son muchos sonidos
susurrantes, casi como si hubiera sonidos dentro de los sonidos. Ocasional-
mente, hay algunos chillidos rápidos, pero nada que puedas entender.
“Sally, imagina que estás a punto de ser elevada a la cuarta dimensión.
¿Cómo sería nuestro mundo para ti desde tu perspectiva superior?”
“Cuando estuvimos en Cherbourg, aparentemente me elevaron al hiperes-
pacio. Detesto aceptar una explicación tan escandalosa, pero después de ver
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.1 (a) Un punto 0-D corta una línea 1-D en dos partes. b) Una línea 1-D corta
un plano 2-D en dos partes. c) Un plano 2-D corta un espacio 3-D en dos partes. Por
analogía, nuestro espacio 3-D cortaría un hiperespacio 4-D en dos partes.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.2 Lucifer cayendo del Cielo (una milla en la dirección épsilon) hacia el Infierno
(una milla en la dirección delta). (Dibujo de Brian Mansfield.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.3 Un Flatlander vería el borde de tu cabeza cuando se cruza con su universo.
(En esta sección de un cadáver fresco, podemos ver el cerebelo, la corteza cerebral, el
tronco encefálico y los conductos nasales, aunque un Flatlander sólo vería el borde ex-
terior de la sección transversal.
“¿Sólo una?”
“Entiendo que un ser en 4-D debería ser capaz de vislumbrar nuestras tri-
pas, ver las válvulas de nuestro corazón, y así sucesivamente, pero ¿cómo se-
rían sus ojos? ¿Cómo funcionarían sus ojos?”
“Sally, nuestra propia retina es esencialmente un disco 2-D de bastones y
conos ―los dos tipos de células nerviosas para la visión―. Por analogía, una
criatura 4-D tendría una retina que era una esfera de terminaciones nerviosas.”
“¿Cómo vería un Omegamorfo con una retina esférica?”
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.6 Una transfusión de sangre del hiperespacio en un mundo tridimensional. (a)
El tubo de transfusión va épsilon y delta en la cuarta dimensión. (b) Interpretación artís-
tica de una transfusión hiperespacial. (Dibujo de Clay Fried.)
Una vez más me encontré elevándome por el Espacio. Resultó ser como la Es-
fera había dicho. Cuanto más nos alejábamos del objeto que estábamos mi-
rando, tanto más amplio se volvía el campo de la visión. Mi ciudad natal, con
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
los interiores de las casas y todos sus aposentos, se ofrecía a mi vista, en mi-
niatura. Subimos más alto, y allí estaban; los secretos de la tierra, las profundi-
dades de las minas, las más recónditas cavernas de los cerros, descubríanse ante
mi vista.
Sally asiente con la cabeza. “Hemos hablado de cómo se verían los seres
en 4-D para nosotros, pero ¿cómo nos veríamos realmente ellos?
“Para responder a esa pregunta, hablemos de la aparición de criaturas que
viven en mundos perpendiculares entre sí.”
“¿Mundos perpendiculares?”
“Sí, de nuevo empezaré con una analogía en 2-D. Considera dos planos en
los que viven miles de insectos inteligentes. Sus dos mundos se cruzan en una
línea. A lo largo de la línea de intersección hay muchos segmentos de líneas
móviles que cambian de tamaño, desaparecen y reaparecen” (Fig. 3.7).
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Sube la calefacción del Porsche. Quizás ambos deberían salir del auto y
averiguar qué está pasando en la Casa Blanca. “Sally, en cuatro dimensiones,
es posible tener dos espacios tridimensionales perpendiculares entre sí. Ten-
drían un plano en común.”
“Si hubiera un espacio tridimensional perpendicular al nuestro, un espacio
con extraterrestres moviéndose en él, ¿cómo se nos aparecerían? ¿Podríamos
siquiera verlos?”
“Estoy en contacto con este otro mundo y ahora te mostraré la respuesta.”
Bajas el parasol por encima de tu asiento, revelando una foto de la actriz
Gillian Anderson.
“¿Qué hace ella aquí?”
“No te preocupes. La foto simplemente esconde un botón que te permitirá
vislumbrar una intersección plana con un mundo tridimensional perpendicular
al nuestro”. Pulsas sobre la foto y de repente un plano rectangular se eleva
desde el salpicadero del coche. “Esta es la intersección de un espacio 3-D de
alienígenas con nuestro espacio 3-D.”
A la deriva alrededor del plano hay varias formas de burbujas delgadas.
Sally extiende la mano para tocar uno. “¡Esto es increíble! Se sienten só-
lidos” (Fig. 3.8).
“Tienes razón.”
Algunas manchas carnosas más grandes aparecen repentinamente y van a
la deriva en el plano. “¿Qué son esos?”
“Tal vez una gran criatura acaba de pasar.”
“Vale, pero aún me pregunto qué veríamos si fuéramos levantados al hi-
perespacio y pudiéramos contemplar nuestro mundo. Quiero saber lo que se
siente ser un Dios”.
“Sally, consideremos una analogía 2-D con un hombre que vive en
Flatland. Si lo arrancáramos de su plano de existencia y lo lleváramos a nues-
tro espacio en 3-D, no creo que realmente pudiera ver todos los objetos en 2-
D de su mundo como lo hacemos nosotros -suponiendo que su retina perma-
nezca igual y sea sólo un arco en 1-D, un segmento de línea en la parte poste-
rior de su ojo. Su retina está diseñada y evolucionada para recibir imágenes en
el plano de Flatland. Si mirara hacia abajo en el plano de Flatland, sería como
si estuviera escudriñando el plano a través de una fina hendidura, por lo que
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
realmente no sería capaz de ver su mundo de una sola vez. A medida que mo-
vía la cabeza hacia adelante y hacia atrás, como un escáner de código de barras
de supermercado, diferentes regiones de su mundo salían a la luz. Tal vez po-
dría incluso juntar todas las imágenes en 1-D para visualizar su mundo plano-
si su cerebro fuera lo suficientemente versátil. La situación es similar a la de
los insectos en los dos planos perpendiculares. Mientras miran a lo largo de su
plano de visión, verán segmentos de línea en movimiento. Si un plano se mo-
viera en relación con el otro, estarían escaneando diferentes regiones de un
plano. De la misma manera, cuando fuiste arrancado épsilon al hiperespacio,
y miraste hacia delta a nuestro mundo, podrías haber visto (¡si no te hubieras
desmayado!) muchas secciones transversales planas de nuestro mundo. Verías
los interiores y los exteriores de las cosas. Si te esfuerzas lo suficiente, podrías
combinar todas estas secciones en una imagen tridimensional compuesta de
todo”.
“Si Dios existiera en la cuarta dimensión y contemplara hacia delta en
nuestro mundo, ¿sólo estaría viendo secciones transversales planas? Eso suena
limitante.”
“No, recuerda que nuestra retina es bidimensional. Su retina podría ser
tridimensional, permitiéndole ver todo a la vez”.
Sally desliza sus dedos persistentemente sobre el suave cuero de su
asiento. “Tal vez podríamos aprender a ‘ver’ objetos tridimensionales si estu-
viéramos contemplando hacia delta nuestro mundo. Pero, ¿cómo podemos vi-
sualizar objetos en 4-D?”
“El profesor Rudy Rucker de la Universidad Estatal de San José escribe
filosóficamente sobre este tema preciso”:
Los dibujos usan arreglos de líneas en 2-D para representar objetos en 3-D.
¿Por qué no deberíamos ser capaces de construir arreglos 3-D de neuronas que
representen objetos 4-D? Más extravagantemente, quizás nuestras mentes no
son sólo patrones tridimensionales: ¡tal vez nuestros cerebros tienen un ligero
hiperespesor en 4-D; o tal vez nuestras mentes se extienden fuera de nuestros
cerebros y hacia el hiperespacio!
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.9 El cerebro de los mamíferos busca expandir su dimensión para cumplir con
su propósito biológico. Por ejemplo, la enorme superficie 2-D del cerebro está intrinca-
damente doblada para llenar un volumen 3-D de modo que su área de superficie au-
mente. Si pusieras todas tus células cerebrales de punta a punta, se extenderían alrededor
del mundo veinticinco veces.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Sally, tal vez podríamos usar otras dimensiones espaciales para viajar por
el agujero de gusano.”
“¿Agujeros de gusano?”
Asientes con la cabeza. “Algún día, los agujeros de gusano podrían ser
usados para viajes maravillosos. Algunos físicos creen que en el corazón de
todo el espacio, a escalas de tamaño submicroscópico, existe espuma cuántica.
Si ampliáramos lo suficiente el espacio, se convertiría en una espuma hirviente
y probabilística, una especie de queso cosmológico”.
Sally se pasa los dedos por el pelo. “Ahora, esto suena muy interesante.
¿Qué sabemos de la espuma cuántica?”
El latido de tu corazón aumenta en frecuencia y amplitud a medida que
miras su falda, del color de la menta fresca. “En la espuma, el espacio no tiene
una estructura definida. Tiene varias probabilidades para diferentes formas y
curvas. Podría tener un 60 por ciento de posibilidades de estar en una forma,
un 20 por ciento de estar en otra, y un 20 por ciento de estar en una tercera
forma. Debido a que cualquier estructura es posible dentro de la espuma, po-
demos llamarla una espuma probabilística, o espuma cuántica. La espuma
contiene agujeros hacia otras regiones en el espacio y el tiempo”.
Sally toca el salpicadero. “¿Podrían estos agujeros de gusano estar conec-
tando diferentes áreas de nuestro mismo universo?”
“Sí. En la espuma, las regiones adyacentes del espacio están continua-
mente robando y devolviendo energía de unos a otros. Estos causan fluctua-
ciones en la curvatura del espacio, creando agujeros de gusano microscópicos.
Quién sabe, algún día las civilizaciones podrán usar esos agujeros para viajar
por el universo.”
El golpeteo de los dedos de Sally se vuelve más incesante. “Pero esos agu-
jeros de gusano son demasiado pequeños para que la gente los use.”
“Ese es el problema, y por eso nunca podremos usar un agujero de gusano.
Necesitaríamos un dispositivo que vierta algo llamado materia exótica.
La materia exótica tiene propiedades especiales que agrandan y mantienen
abierto un agujero de gusano. Tal vez alguna civilización extraterrestre avan-
zada tenga un dispositivo así, pero no lo sabemos”.
Te diriges hacia los coches de policía con luces intermitentes. “Averigüe-
mos qué está pasando aquí.” Sales del coche y caminas por los terrenos cuida-
dos hacia la entrada de la Casa Blanca.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Consigue una cuerda”, le gritas a los agentes del Servicio Secreto. “Te-
nemos que anclarlo en nuestro mundo. Ahora mismo un Omegamorfo está
tratando de arrastrarlo a la cuarta dimensión”.
El agente del Servicio Secreto más cercano te mira. “¿Eres algún tipo de
chiflado?”
Sally retira su placa del FBI y apunta con su revólver de servicio a las
ondulantes bolsas de carne. “Escúchenlo. Sabe de lo que habla”.
Uno de los agentes se mete en un armario de almacenamiento y saca una
cuerda gruesa. “¿Esto es lo suficientemente bueno?”
Agarras la cuerda, corres hacia el presidente, y rápidamente la enredas en
su tobillo. “Sally, rápido, ata el otro extremo al busto.”
Ella asiente con la
cabeza y rápidamente sujeta el otro extremo de la cuerda a un enorme busto
de bronce de Abraham Lincoln.
El brazo del presidente desaparece. “¿Qué quieren de mí?”
Intentas retener al presidente. “Señor, estamos en una región del espacio
donde es fácil despegar a la gente del espacio 3-D local.”
El presidente grita mientras su cabeza desaparece, luego su pecho y sus
piernas. La única parte del cuerpo que se ve es su pie, atado a la cuerda y
flotando a varios centímetros del suelo. Su pie baila sin cuerpo y finalmente
se escapa del nudo.
“¡No!” Sally grita.
Lentamente sacude la cabeza mientras se forma una lágrima en el ojo.
El presidente de los Estados Unidos ha sido secuestrado en el hiperespacio.
El alma está atrapada en la jaula del cuerpo. El alma despierta puede pro-
gresar por un camino que conduce a la aniquilación en Dios.
―Afkham Darbandi y Dick Davis,
Introducción a La Conferencia de las Aves
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.10 Representación artística de un ser 4-D que aparece en nuestro mundo como
un conjunto de bolas de carne peludas. (Dibujo de Michelle Sullivan.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.11 Representación de seres en 4-D por la artista Michelle Sullivan. Michelle a
menudo diseña sus criaturas con partes desarticuladas para simbolizar la intersección de
una criatura 4-D en nuestro mundo 3-D.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Universos paralelos
Eres tan parte del mundo que tu más mínima acción contribuye a su realidad.
Tu respiración cambia la atmósfera. Tus encuentros con los demás alteran los
tejidos de sus vidas, y las vidas de aquellos que entran en contacto con ellos.
En su novela Memnoch the Devil, Anne Rice tiene una visión similar
cuando describe el cielo:
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
los protagonistas del libro han construido un dispositivo que les permite reali-
zar exploraciones controladas de mundos paralelos desde la seguridad de su
vehículo de alta tecnología. En contraste, el protagonista de la novela de Hein-
lein, Job, se desplaza a través de mundos paralelos sin control. Desafortuna-
damente, al igual que gana algo de dinero en una América, se traslada a una
América ligeramente diferente donde su dinero ya no es una moneda válida,
lo que tiende a hacer su vida miserable.
La teoría de muchos mundos sugiere que un ser que existe fuera del espa-
cio-tiempo podría ver todas las bifurcaciones concebibles, todos los espacio-
tiempos y universos posibles, como si hubieran existido siempre. ¿Cómo po-
dría un ser lidiar con ese conocimiento y no volverse loco? Un Dios vería todas
las Tierras: aquellas donde ningún habitante cree en Dios, aquellas donde to-
dos los habitantes creen en Dios, y todo lo demás. Según la teoría de muchos
mundos, podría haber universos en los que Jesús fuera el hijo de Dios, univer-
sos en los que Jesús fuera el hijo del diablo y universos en los que Jesús no
existiera. (Véase el addendum.)
Gran parte de la interpretación de Everett de muchos mundos se refiere a
eventos a nivel submicroscópico. Por ejemplo, la teoría predice que cada vez
que un electrón se mueve o no se mueve a un nuevo nivel de energía, se crea
un nuevo universo. Actualmente, no está claro hasta qué punto las teorías
cuánticas (submicroscópicas) impactan en la realidad a nivel macroscópico,
humano. La teoría cuántica incluso choca con la teoría de la relatividad, que
prohíbe la transferencia de información más rápida que la luz (MRL). Por
ejemplo, la teoría cuántica introduce un elemento de incertidumbre en nuestra
comprensión del universo y establece que dos partículas cualesquiera que ha-
yan estado en contacto continúan influenciándose mutuamente, sin importar
cuán lejos se muevan, hasta que una de ellas interactúe o sea observada. De
una manera extraña, esto sugiere que todo el universo se multiplica conectado
por señales MRL. Los físicos llaman a este tipo de interacción “pegamento
cósmico”. El santo grial de la física es la reconciliación de la física cuántica y
relativista.
¿Qué es exactamente la teoría cuántica? Primero, es una ciencia moderna
de lo muy pequeño. Describe con precisión el comportamiento de partículas
elementales, átomos, moléculas, agujeros negros del tamaño de átomos, y pro-
bablemente el nacimiento del universo cuando el universo era más pequeño
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
que un protón. Durante más de medio siglo, los físicos han utilizado la teoría
cuántica como herramienta matemática para describir el comportamiento de la
materia (electrones, protones, neutrones...) y varios campos (gravedad, fuerzas
nucleares débiles y fuertes, y electromagnetismo). Es una teoría práctica utili-
zada para entender el comportamiento de dispositivos que van desde láseres
hasta chips de ordenador. La teoría cuántica describe el mundo como un con-
junto de posibilidades hasta que una medición hace que una de ellas sea real.
Las partículas cuánticas parecen ser capaces de influirse unas a otras a través
de conexiones cuánticas: los enlaces superlumínicos que persisten entre dos
partículas cualesquiera una vez que han interactuado. Cuando estas conexio-
nes ultrarrápidas fueron propuestas por primera vez, los físicos las descartaron
como meros artilugios teóricos, existiendo sólo en los formalismos matemáti-
cos, no en el mundo real. Albert Einstein consideraba que la idea era tan loca
que necesitaba demostrar que faltaba algo en la teoría cuántica. A finales de la
década de 1960, sin embargo, el físico irlandés John Stewart Bell demostró
que una conexión cuántica era más que una teoría matemática interesante. En
particular, mostró que los vínculos superlumínicos reales entre las partículas
cuánticas explican ciertos resultados experimentales. El teorema de Bell su-
giere que después de que dos partículas interactúan y se separan fuera del
rango de interacción, las partículas continúan influenciándose entre sí instan-
táneamente a través de una conexión real que las une con una fuerza no dismi-
nuida sin importar cuán lejos viajen las partículas. Alain Aspect y sus colegas
confirmaron que la propiedad es de hecho una propiedad del mundo real. Sin
embargo, la naturaleza precisa de esta conexión cuántica más rápida que la luz
sigue siendo ampliamente discutida.
Agujeros de gusano
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
universo. Estas puertas cósmicas podrían ser creadas entre regiones del uni-
verso a trillones de millas de distancia y permitirían la comunicación casi ins-
tantánea entre estas regiones.
El Apéndice B enumera numerosos usos de la cuarta dimensión, el hiper-
espacio y los agujeros de gusano en la ciencia ficción. Por ejemplo, Carl Sagan
en su novela Contact también utiliza los agujeros de gusano Kip Thorne para
atravesar el universo. Los programas de televisión Star Trek: The Next Gene-
ration, Star Trek: Voyager y Star Trek: Deep Space Nine han utilizado aguje-
ros de gusano para viajar entre regiones lejanas del espacio. En Star Trek:
Deep Space Nine, una estación vigila un extremo de un agujero de gusano
estable.
Los agujeros de gusano cósmicos creados a partir de espuma cuántica
subatómica también fueron discutidos por Kip Thorne y sus colegas en 1988.
Estos investigadores no sólo afirmaron que el viaje en el tiempo es posible en
su prestigioso artículo de las Cartas de Revisión Física, sino que el viaje en el
tiempo es probable bajo ciertas condiciones. En su artículo, describen un agu-
jero de gusano que conecta dos regiones que existen en diferentes períodos de
tiempo. Así, el agujero de gusano puede conectar el pasado con el presente.
Porque el recorrido a través del agujero de gusano es casi instantáneo, uno
podría utilizar el agujero de gusano para viajar hacia atrás en el tiempo. A
diferencia de la máquina del tiempo de La máquina del tiempo de H. G. Wells,
la máquina de Thorne requiere grandes cantidades de energía-energía que
nuestra civilización no puede producir durante muchos años. Sin embargo,
Thorne escribe con optimismo en su artículo: “De un solo agujero de gusano
una civilización arbitrariamente avanzada puede construir una máquina para
viajar en el tiempo.”
Nótese que el término “agujero de gusano” se utiliza en dos sentidos dife-
rentes en la literatura de la física. El primer tipo de agujero de gusano está
hecho de espuma cuántica. Debido a la estructura espumosa del espacio, innu-
merables agujeros de gusano pueden conectar diferentes partes del espacio,
como pequeños tubos. ¡De hecho, la teoría del “superespacio” sugiere que los
diminutos agujeros de gusano cuántico deben conectar cada parte del espacio
con cada otra parte! El otro uso de la palabra “agujero de gusano” se refiere a
una posible zona de transición en el centro de un agujero negro giratorio.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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Alrededor de un año después de que Morris y Thorne profundizaron en los agujeros
de gusano, Matt Visser, de la Universidad de Washington, desarrolló un modelo de agu-
jero de gusano que “parecía” más un carrete rectangular de hilo que la forma de reloj de
arena de Morris y Thorne. Un agujero rectangular en el centro del carrete correspondía
al agujero de gusano, la puerta de entrada entre dos regiones del espacio. En este modelo,
descrito en Revisión Física, los límites del agujero de gusano son rectos y se pueden
hacer tan distantes entre sí como se desee. La materia exótica podría por lo tanto ser
colocada lejos de los viajeros del agujero de gusano para minimizar los riesgos. Este
modelo de carrete rectangular puede ser más estable que el modelo Morris-Thorne, y las
fuerzas de marea gravitacionales sobre los pasajeros serían menos preocupantes. ¿Cómo
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
19
Puede intentar usar láminas de plexiglás, suspendidas en las esquinas y en el centro
con cuerdas anudadas.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.13 El ajedrez jugado en una banda de Moebius. (a) Posible configuración de
arranque. (b) En el ajedrez de Moebius, cualquier Caballo puede atacar al peón. (c) En
esta configuración, el peón no necesariamente protege al Caballo, porque la torre puede
viajar en la dirección opuesta y terminar debajo del Caballo. (Dibujo de Brian Mans-
field.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 3.14 Extensión de los juegos de Monopolio a dimensiones superiores. Los cua-
drados de estacionamiento libre actúan como un agujero de gusano entre universos pa-
ralelos. (Dibujo de Brian Mansfield.)
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El go es un juego más difícil que el ajedrez, pero la extensión a dimensiones superio-
res es, en cierto modo, conceptualmente simple.
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Teseracto de Rubik
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cuatro
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Hiperesferas y teseractos
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Figura 4.1 Una sección transversal de una hiperesfera centrada en C. El radio de la hi-
peresfera es de diecisiete pies.
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Universos auto-reproductores: La teoría del físico Andrei Linde sobre los universos
auto-reproductores implica que los nuevos universos están siendo creados todo el tiempo
a través de un proceso en ciernes. En esta teoría, pequeñas bolas de espacio-tiempo lla-
madas “universos bebé” son creadas en universos como el nuestro y evolucionan hacia
universos que se parecen a los nuestros. Esta teoría no significa que podamos encontrar
este otro universo viajando en un cohete. Estos universos que se alejan de los nuestros
podrían separarse de nuestro espacio-tiempo y luego desaparecer. (Por un momento muy
breve, una delgada hebra de espacio-tiempo llamada agujero de gusano podría conectar
los universos bebé y padre. Los agujeros de gusano tendrían diámetros 10 20 más peque-
ños que la dimensión de un núcleo atómico, y el agujero de gusano podría permanecer
en existencia por sólo 10–43 segundos.) Los universos bebés también tendrían descen-
dencia, y todos los innumerables universos podrían ser muy diferentes. Algunos podrían
colapsar en la nada rápidamente después de su creación. Stephen Hawking ha sugerido
que las partículas subatómicas viajan constantemente a través de los agujeros de gusano
de un universo a otro.
El universo es su propia madre: Los físicos Li-Xin Li y J. Richard Gott III de la Uni-
versidad de Princeton sugieren la posibilidad de “curvas temporales cerradas” -donde
no hay nada en las leyes de la física que impida que el universo se cree a sí mismo? En
un artículo de Science News de 1998, Gott sugiere: “El universo no estaba hecho de la
nada. Surgió de algo, y ese algo era en sí mismo. Para hacer eso, el truco es viajar en el
tiempo”. Li y Gott sugieren que un universo que experimenta la rápida expansión inicial
conocida como inflación podría dar lugar a universos bebés, uno de los cuales (por me-
dio de una curva cerrada en forma de tiempo) resultaría ser el universo original. “Las
leyes de la física pueden permitir que el universo sea su propia madre.”
El multiverso: En 1998, Max Tegmark, un físico del Instituto de Estudios Avanzados de
Princeton, Nueva Jersey, utilizó un argumento matemático para reforzar su propia teoría
de la existencia de universos múltiples que “bailan al son de conjuntos de ecuaciones de
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
pieza, al igual que una esfera perforada con una línea no se desmorona en dos
piezas separadas. Esto significa que una guillotina para un hiperser sería un
objeto tridimensional como un cubo, no un plano”.
Tomas el balón de las manos de Sally y lo desinfla con un alfiler. “Si te
pidiera que le des la vuelta a esta pelota de baloncesto, ¿podrías?”
Sally lo estudia por un momento. “No lo creo, no sin cortarlo.
Asiente con la cabeza. “Correcto. Sin embargo, una esfera flexible de cual-
quier dimensión puede ser girada del revés a través de la siguiente dimensión
más alta. Por ejemplo, nosotros los seres tridimensionales podemos girar un
anillo de goma del revés para que su superficie exterior se convierta en la in-
terior y la interior en la exterior. Pruébalo con una goma elástica. Del mismo
modo, un hiperser podría agarrar esta pelota de baloncesto y voltearla del revés
a través de su espacio”.
“¿Significa esto que un hiperser podría poner a un humano del revés?”
“Desde un punto de vista práctico, no somos tan flexibles como una pelota
de goma. Tampoco somos esferas. Somos más como una esfera con un tubo
digestivo en el medio. Pero tienes razón, topológicamente hablando, un hiper-
ser podría hacernos cosas raras”.
Fuera de tu ventana, ves al hombre con el traje de Papá Noel. “¿Quién es
ese?”
Sally se asoma. “Nadie especial, estoy seguro.”
Intentas desesperadamente vislumbrar su rostro, pero no hay suficiente
luz. Todo lo que puedes ver es una figura vestida con un traje rojo. Aunque no
puedas observar la cara del hombre, reconoces algo familiar. En su mano iz-
quierda hay un tatuaje en forma de teseracto proyectado en dos dimensiones.
¿Podría ser un agente de los Omegamorfos? Peor aún, sientes que el hombre
te está buscando.
Estás paralizado; estás seguro de que el hombre de Santa Claus sabe que
estás allí. Tu cuerpo se tensa, esperando, ¿pero para qué? Afuera en la calle,
los sonidos se mezclan en un silbido cacofónico. Escuchas voces, pero nunca
puedes identificar frases. Hay algo de risa.
Parpadeas y el hombre se va. Así como muchas personas están caminando
por la acera, pero los sonidos son más suaves, menos tensos.
Sally te golpea en la espalda. “No es nadie. Es la época del año”.
― 126 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.3 Cuando se mueven, las figuras de dimensiones más bajas, trazan figuras de
dimensiones más altas.
― 127 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Así es, Sally. Nuestros poderes visuales tienen dificultades para mover la
imagen de un cubo, pero podemos asumir que el cubo se desplaza una distan-
cia en una dirección perpendicular a sus tres ejes. Incluso podemos anotar el
número de esquinas, bordes, caras y sólidos para objetos de mayor dimensión”.
Escribes en la pizarra:
Hipervo-
Esquinas Bordes Caras Sólidos lúmenes
Punto 1 0 0 0 0
Segmento de lí-
2 1 0 0 0
nea
Cuadrado 4 4 1 0 0
Cubo 8 12 6 1 0
Hipercubo 16 32 24 8 1
Hiperhipercubo 32 80 80 40 10
Miras fijamente a los ojos de Sally con las pupilas ligeramente dilatadas
en la tenue luz de la habitación. “Mira el dibujo del hipercubo. ¿Puedes ver las
dieciséis esquinas? El número de esquinas (o vértices) se duplica cada vez que
aumentamos la dimensión del objeto. El hipercubo tiene treinta y dos bordes.
Para obtener los volúmenes de cada objeto, todo lo que tienes que hacer es
multiplicar la longitud de los lados. Por ejemplo, el volumen de un cubo es l3
donde l es la longitud de un lado. El hipervolumen de un hipercubo es l4. El
hipervolumen de un cubo 5-D es l5, y así sucesivamente.
― 128 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 129 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 130 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.6 Una manera de desplegar un cubo. Las flechas muestran una forma de doblar
las caras para reformar el cubo (por ejemplo, la cara inferior se conecta a la cara supe-
rior.)
Colocas el globo terráqueo sobre una vieja alfombra oriental que cubre el
suelo de madera dura de tu oficina. “Volvamos a prestar atención a los hiper-
cubos. Otra forma de representar un hipercubo es mostrar cómo sería si estu-
― 131 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
viera desplegado”. Saca un cubo de papel que ha sido pegado con cinta adhe-
siva y quita algunos pedazos de la cinta. “Por analogía, se pueden desplegar
las caras de un cubo de papel y hacerlo plano” (Fig. 4.6).
Luego se saca un modelo de papel de un hipercubo desplegado. “Sally,
podemos cortar un hipercubo y ‘aplanarlo’ a la tercera dimensión de la misma
manera que aplanamos un cubo desplegándolo en la segunda dimensión. En el
caso del hipercubo, las ‘caras’ son realmente cubos” (Fig. 4.7).
Figura 4.7 Una forma de desplegar un hipercubo. Al igual que con el cubo de la Figura
4.6, la “cara” cúbica inferior debe unirse con la “cara” superior al plegar los cubos para
reformar el hipercubo. Este plegado debe realizarse en la cuarta dimensión. (La cara
cúbica más adelantada está sombreada para ayudar a clarificar el dibujo.)
― 132 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.8 La crucifixión (Corpus Hypercubus), de Salvador Dalí (1954). Óleo sobre
lata, Museo Metropolitano de Arte, Colección Chester Dale. ©1999 Artists Rights So-
ciety, Nueva York.
― 133 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 134 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.9 A medida que la prisión cúbica se mueve hacia abajo, primero en las esquinas,
a través de Flatland, sus habitantes ven primero un punto, luego una serie de triángulos
en crecimiento, luego hexágonos, luego triángulos y luego un punto. (After Banchoff.)
Asientes con la cabeza. “Sally, si Satanás fuera un ser 4-D, sería posible
confinarle en una prisión de teseracto. Si fuera un cubo ordinario, Satanás po-
dría huir a la cuarta dimensión. Sin embargo, si el cubo en nuestro mundo fuera
realmente parte de un hipercubo, estaría atrapado. Cuando salte a la cuarta
dimensión, se golpearía la cabeza contra un techo cúbico. De la misma manera,
un Flatlander con la habilidad de saltar a la tercera dimensión se golpearía a sí
mismo en una prisión cúbica que abarcaba todo su mundo”.
Tú y Sally están callados mientras miran las luces de la calle. Arrojan som-
bras que brotan a tu alrededor como si fueran criaturas vivientes.
― 135 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Cubos de Hinton
― 137 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
22
Hinton acuñó la palabra “teseracto” para el hipercubo desplegado en la Figura 4.7.
Otros lo han usado para referirse a la proyección central en la Figura 4.5, mientras que
otros lo usan indistintamente con la palabra “hipercubo”. Uno de los primeros dibujos
de hipercubo publicados (como en la Fig. 4.5) fue dibujado por el arquitecto Claude
Bragdon en 1913, quien incorporó el diseño en su arquitectura.
― 138 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
bitantes deben pasar por encima o por debajo de los demás, como los acróba-
tas. Todas las astrianas nacen mirando hacia el oeste; todos los machos nacen
mirando hacia el este. Los astrianos mantienen su orientación hasta que mue-
ren porque no hay manera de “voltearse” sin ser rotados en la tercera dimen-
sión. Para besar a su hijo, un padre astriano debe sostenerlo boca abajo. (Es
una pena que los astrianos no tuvieran cuellos largos que les permitieran incli-
nar la cabeza hacia atrás y hacia abajo para ver detrás de ellos.)
¿Cómo sería vivir en Astria, un mundo 2-D completamente desarrollado
con la gravedad y todas las leyes de la física? Por un lado, sería difícil construir
casas con varias ventanas abiertas al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando la
ventana delantera está abierta, la ventana trasera debe mantenerse cerrada para
evitar que la casa se derrumbe. Los tubos perfectamente huecos serían difíciles
de construir. ¿Cómo mantendría ambos lados de las tuberías juntos sin sellar
el tubo? Podría ser posible tener tubos con una serie de válvulas de enclava-
miento, como la tripa de agarre automático discutida en el Capítulo 2. Podrías
hacer un túnel con una serie de puertas que se cerraban detrás de ti mientras
caminabas. Pero nunca podrías tener todas las puertas abiertas a la vez o el
túnel podría colapsar. Las cuerdas no pueden ser anudadas ya que los segmen-
tos de línea no anudan en dos espacios. Los ganchos y las palancas funciona-
rían bien. Los pájaros todavía podían volar agitando sus alas.
En el libro de Hinton, uno de los astrianos se da cuenta de que hay una
tercera dimensión y que todos los objetos astrianos tienen un ligero grosor tri-
dimensional. Cree que los Astrianos se deslizan sobre la superficie lisa de lo
que él llama un “ser a lo largo”. En un conmovedor discurso a sus compañeros
astrianos, proclama:
― 139 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
La próxima vez que haya un arco azul brillante en el cielo, míralo y re-
cuerda las palabras de Charles Hinton.
Volvamos por un momento a los cubos de Hinton. Los métodos de Hinton
para visualizar estructuras del espacio-4 en secciones transversales de espacio-
3 requerían cientos de cubos pequeños, coloreados y etiquetados. Hinton dijo
que fue capaz de pensar en cuatro dimensiones como resultado del estudio de
sus cubos durante años. También señaló que enseñó el método a su cuñada
cuando ella tenía dieciocho años. Aunque la joven no tenía ningún entrena-
miento formal en matemáticas, pronto desarrolló una notable comprensión de
la geometría en 4-D y más tarde hizo importantes descubrimientos en el
campo.
Los discípulos de Hinton pasaron días mediando en los cubos hasta que
algunos pensaron que podrían volver a ensamblar mentalmente estos cubos en
la cuarta dimensión, logrando así el nirvana. La figura 4.7 muestra un hiper-
cubo desenvuelto. Aunque los cubos de este teseracto parecen estáticos, una
persona de 4-D puede doblar los cubos en un hipercubo al levantar cada cubo
individual de nuestro universo hacia la cuarta dimensión. Note que Hinton usó
las palabras “ana” y “kata” de la misma manera que yo uso los términos “ép-
silon” y “delta” para describir los movimientos en el mundo 4-D como con-
trapartes de términos como “arriba” y “abajo”. (Encuentro que épsilon y delta
son más fáciles de recordar que ana y kata debido al “arriba” en épsilon y “a”
en delta.)23
Desenvolviendo
Respira hondo y deja volar tu imaginación. Observe ahora cómo una per-
sona en 4-D dobla un teseracto en un hipercubo. ¿Qué es lo que ves? ¡No mu-
cho! Todo lo que observas son los varios cubos en la Figura 4.7 desapare-
ciendo, dejando sólo el cubo central en nuestro universo. El hipercubo plegado
se parece a un cubo ordinario de la misma manera que un cubo puede aparecer
como un cuadrado ordinario para un Flatlander.
23
En el original: (I find that upsilon and delta are easier to remember than ana and kata
because of the “up” in upsilon and “d” [down] in delta.)
― 140 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.10 Cortes de un hipercubo a medida que se desplaza por nuestro mundo si
comienza con una esquina.
24
¿Podrías realmente ver los treinta y dos vértices a la vez o verías hasta dieciséis a la
vez mientras el cubo 5-D rotaba?
― 141 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 142 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
cúbicas toma su giro sosteniendo todas las varias posiciones en esta proyec-
ción. A medida que cada uno de los cubos se aplana y se abre de nuevo durante
la rotación, cambia de orientación. Si un cubo contenía un objeto diestro antes
del aplanamiento, el objeto se volvería zurdo después.
― 143 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
esté delimitado por ocho cubos. Esta secuencia sigue una progresión aritmética
(2, 4, 6, 8, …).
El área de un cuadrado con longitud de borde a es a2. El volumen de un
cubo de longitud de borde a es a3. El hipervolumen de un n-cubo es an.
Los libros anteriores típicamente proporcionan diagramas de alambre para
teselas producidas por el “rastro” de un cubo cuando se mueve en una direc-
ción perpendicular, similar a la de la Figura 4.4. Por supuesto, no podemos
movernos en una dirección perpendicular, pero podemos mover el cubo dia-
gonalmente, de la misma manera que una casilla se mueve diagonalmente para
representar un cubo. Ahora prepárate para algunos senderos extravagantes de
objetos de mayor dimensión que rara vez, o nunca, se ven en los libros popu-
lares. Para darte una idea de la belleza y complejidad de los objetos de mayor
dimensión, produje las Figuras 4.12 a 4.17 usando un programa de compu-
tadora. Las computadoras gráficas modernas son herramientas ideales para vi-
sualizar estructuras en dimensiones más altas.
Figura 4.12 Un cubo 5-D producido al mover un hipercubo a lo largo de la quinta di-
mensión.
― 144 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.13 Cubo embrionario 5-D en la Figura 4.12 antes de arrastrar el cubo 4-D.
Figura 4.14 Un cubo 6-D producido moviendo un cubo 5-D a lo largo de la sexta dimen-
sión.
― 145 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.16 Un cubo de 7-D producido moviendo un 6-D a lo largo de la sexta dimen-
sión.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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Distancia
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Hiperesferas
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.22 Volumen de las esferas en K-dimensión para radios 1; 1,1; 1,2; 1,3; 1,4; 1,5
y 1,6.
― 153 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
cierto para todos los radios?) Por ejemplo, para r = 1, el hipervolumen máximo
ocurre en la quinta dimensión. Para r = 1,1, el hipervolumen pico ocurre en la
séptima dimensión. Para r = 1,2, se produce en la octava dimensión. (Por
cierto, la hipersuperficie de una hiperesfera unitaria alcanza un máximo en la
séptima dimensión, y luego disminuye hacia cero a medida que la dimensión
aumenta.) He aquí un gran ejemplo de cómo los gráficos simples, como la
ilustración de la Figura 4.22, ¡nos ayudan a comprender los resultados no in-
tuitivos de un problema hipergeométrico! Si examinamos las ecuaciones de
volumen más de cerca, notamos que este comportamiento curioso no debería
sorprendernos demasiado. El denominador contiene un término factorial que
crece mucho más rápido que cualquier poder, por lo que obtenemos el curioso
resultado de que una esfera dimensional infinita no tiene volumen.
Usando las ecuaciones para el volumen dadas aquí, encontrará que una
esfera de radio de 11-D de 2 pies es de 333.763 pies. Considerando que el
volumen de un brontosaurio (hoy en día llamado apatosaurio) es de alrededor
de 100.000 pies cúbicos, ¿significa esto que el brontosaurio podría estar atibo-
rrado en esta pequeña esfera de 11-D? Este divertido pensamiento es sólo el
preludio de las preguntas que siguen.
― 154 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.23 Una ballena esperando ser embutida en una esfera 24-D.
25
1,42 Kg.
― 155 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.24 El Observatorio Latting de 350 pies de altura. En 1853, esta era la estructura
hecha por el hombre más alta de Norteamérica.
― 156 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Las respuestas a las seis preguntas anteriores son: sí, sí, sí, no, 100 por
ciento, cero y cero (para todas las partes de la pregunta 6). Para ayudar a en-
tender estas respuestas, considere el acto de rellenar regiones circulares rígidas
de un plano en una esfera. Si los discos circulares son realmente bidimensio-
nales, no tienen espesor ni volumen. Por lo tanto, en teoría, se puede encajar
un número infinito de estos círculos en una esfera, siempre y cuando el radio
de la esfera sea ligeramente mayor que el radio del círculo. Si el radio de la
esfera fuera más pequeño, ni siquiera un círculo podría caber dentro del volu-
men adjunto, ya que saldría del volumen. Por lo tanto, en respuesta a la pre-
gunta 1, el volumen de una ballena podría residir cómodamente en una esfera
24-D con un radio de 2 pulgadas. De hecho, un número infinito de volúmenes
de ballenas podrían caber en una esfera 24-D. Asimismo, en respuesta a la
pregunta 2, una esfera 1.000-D con un radio de 2 pulgadas podría contener un
volumen equivalente al de una ballena. Sin embargo, no se puede rellenar fí-
sicamente una ballena en ninguna de estas esferas porque la ballena tiene una
longitud mínima que no le permite caber. (Considere el ejemplo que di de re-
llenar un círculo grande en una esfera pequeña.) El volumen equivalente de
una ballena podría estar contenido dentro de la esfera, pero para hacerlo se
requiere que la ballena pase primero por un triturador de carne que produce
piezas no mayores que el diámetro de la esfera. (Ayudaría si la ballena pudiera
ser doblada o arrugada en dimensiones más altas como un pedazo de papel.)
Por lo tanto, esto responde a la pregunta 3. De manera similar, para la
pregunta 4, usted podría encajar un número infinito de canicas 3-D en la esfera
16-D mencionada. Finalmente, así como una placa circular en dos dimensio-
nes tiene un grosor de cero ―y por lo tanto ningún volumen― la ballena, la
tierra, el Observatorio Latting, y el cerebro de Einstein no tienen “hipervolu-
men” en dimensiones más elevadas. (Por favor, perdónenme por dar tantos
ejemplos similares. Podría haber hecho mi punto de vista usando dos o tres
preguntas en lugar de seis, pero espero que la repetición haya reforzado el
― 157 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
concepto.) Para algunos ejercicios interesantes para los estudiantes, vea la nota
26. 26
Empaquetado de hiperesferas
26
Ahora que tu mente ha sido estirada hasta el límite, te doy algunos ejercicios gráficos
interesantes.
- Un buen ejercicio para el estudiante es dibujar una gráfica de y = an/n! para una a
fija. Verás el mismo tipo de aumento en y seguido de una disminución como lo
haces para las hiperesferas.
- Dibujar un gráfico en 3-D que muestre la relación entre el hipervolumen de la es-
fera, la dimensión y el radio.
- Graficar la relación entre el volumen de una hiperesfera k-dimensional y el volu-
men del cubo k-dimensional que contiene la hiperesfera. Trazar esto como una
función de k. (Note que una caja con un borde de dos pulgadas de largo contendrá
una bola de radio de una pulgada. Por lo tanto, para este caso, el hipervolumen de
la caja es simplemente 2k.) He aquí una pista: Resulta que una bola n-dimensional
encaja mejor en un cubo n-dimensional que un n-cubo encaja en una n-bola, si y
sólo si n es de ocho o menos. En nueve espacios (o más alto) la relación de volumen
de una n-bola a un n-cubo es menor que la relación de un n-cubo a una n-bola.
- Traza la relación entre los volúmenes de la esfera dimensional (k + 1) y la esfera
k-dimensional para un radio dado r.
- Para lectores más técnicos, calcule el hipervolumen de una hiperesfera fractal de
la dimensión 4.5. Para calcular factoriales para no enteros, tendrás que usar una
función matemática llamada “función gamma”. Las fórmulas pares e impares da-
das en este capítulo dan los mismos resultados interpretando k! = Γ(k + 1).
¿Se puede derivar una fórmula para la superficie de una esfera de la dimensión k?
¿Cómo cambia el área de la superficie a medida que aumenta la dimensión?
― 158 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 4.26 En dos dimensiones, un círculo puede hacer contacto con otros seis círculos
del mismo tamaño. ¿Qué sucede en las dimensiones superiores?
¿Cuál es el mayor número de esferas que pueden tocar una sola esfera
(suponga que cada esfera tiene el mismo radio)? Para los círculos, sabemos
― 159 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
que la respuesta es seis (Fig. 4.26). Para las esferas, el mayor número es doce,
pero este hecho no se demostró hasta 1874. En otras palabras, el mayor número
de esferas unitarias que pueden tocar otra esfera unitaria es doce. Para las hi-
peresferas, todavía no se sabe si el número es veinticuatro, veinticinco o vein-
tiséis, ni tampoco se conoce una solución para las dimensiones superiores, por
lo que yo sé. Los matemáticos saben que es posible que al menos 306 esferas
iguales toquen otra esfera igual en nueve dimensiones, y 500 pueden tocar otra
en diez dimensiones. ¡Pero los matemáticos no están seguros de que se pueda
empaquetar más!
Datos ciertos
Para aquellos de ustedes a los que les gustan los números, cierro esta sec-
ción con un popurrí de hechos fascinantes.
- Un cubo tiene diagonales de dos longitudes diferentes: el más corto
que se encuentra en las caras cuadradas y el más largo que pasa por el
centro del cubo. La longitud de la diagonal más larga de un n-cubo de
longitud lateral m es m√n. Esto significa que si te diera un hueso del
muslo de tres pies de largo y te pidiera que lo metieras en un hipercubo
9-D con bordes de un pie de largo, el hueso encajaría justo, porque √9
= 3. Un hueso de dinosaurio de diez pies de largo podría caber diago-
nalmente en un cubo de 100-D con bordes de sólo un pie de largo. Un
palillo de dientes de una milla de largo podría caber dentro de un n-
cubo con bordes de la misma longitud que los de un cubo de azúcar
ordinario, ¡si n es grande! Por otro lado, una hiperesfera se comporta
de manera diferente. Una n-esfera nunca puede contener un palillo de
dientes más del doble de su radio, no importa cuán grande sea la n.
Como hemos discutido, otras cosas extrañas les suceden a las esferas
a medida que la dimensión aumenta.
- El número de bordes de un cubo de la dimensión n es n×2n–1. Por ejem-
plo, el número de esquinas de un cubo 7-D es 27 = 128, y el número
de bordes es 7×26 = 7×64 = 448. Otro hecho: dos planos perpendicu-
lares en cuatro espacios pueden encontrarse en un punto.
- Un análogo 4-D de una pirámide tiene un hipervolumen de un cuarto
del volumen de su base 3-D multiplicado por su altura en la cuarta
― 160 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
cinco
Hay dos maneras de esparcir la luz: ser la vela o el espejo que la refleja.
―Edith Wharton, Vesalius en Zante
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
mundos espejo
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Sally, en una dimensión, los objetos son reflejados por un punto. En dos
dimensiones, las figuras se reflejan en una línea. En nuestro mundo, los espe-
jos son planos. “¡En cuatro dimensiones, los espejos son sólidos!” Haces una
pausa. “Si un Flatlander pudiera ser girado alrededor de una línea en su plano,
se convertiría en su imagen especular. En general, si un objeto pudiera girar
alrededor de un espejo moviéndose a la dimensión superior, el objeto se con-
vertiría en su imagen en el espejo”.
“¿Qué tienes en la mano?”
Levantas la mano izquierda. “Nada”.
“Tonto, tu otra mano.”
“He diseñado una máquina que me llevará a la cuarta dimensión. No he
encontrado la manera de saltar completamente a la cuarta dimensión, pero aun-
que tenga que mantener una parte de mí aquí todo el tiempo, puedo hacer al-
gunos trucos maravillosos. Pero no te preocupes, la máquina es perfectamente
segura”.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.2 Rotación de una persona en 3-D alrededor de un plano central. Mientras la
persona está en el proceso de rotación, todo lo que queda en nuestro espacio es una
sección transversal que se asemeja a la carne microfotografiada.
“¡Basta!” Sally dice mientras mira manchas carmesí que se retuercen flo-
tando en el aire. Ocasionalmente, aparece el blanco del hueso. Es como si un
torturador de la Inquisición te hubiera cortado con una navaja enorme y afilada
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.3 Un ser 4-D sería el último Houdini y podría anudar o desanudar una cuerda
levantándola temporalmente a la cuarta dimensión. A la izquierda hay una cuerda antes
de que se haya anudado. (Miner intentó que la cuerda izquierda se transformara a la
derecha sin romper el círculo de cera en la parte superior.)
― 168 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
“Toma una línea anudada y luego muévela hacia arriba en la cuarta dimen-
sión. El rastro que traza será un plano anudado. Nunca se cruza a sí mismo.
Por supuesto, si simplemente dejamos un trazado en tres espacios a medida
que movemos un nudo, éste se intersectará a sí mismo, pero como épsilon es
perpendicular a todas las direcciones de nuestro espacio, el plano anudado en
4-D no se intersectará a sí mismo”.
Empiezas a caminar de nuevo. La sección de compras de moda de la ciu-
dad ha dado paso a una serie de tiendas más pequeñas. Muchas de ellas parecen
un poco sórdidas. Caminas despacio, pasando por ventanas de tiendas de ropa
de segunda mano tratando de hacerse pasar por boutiques informales. Algunos
de los letreros de la tienda decían
― 169 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Un mundo superior no sólo es posible, sino probable; tal mundo puede ser con-
siderado como un mundo de cuatro dimensiones. Nada impide que el mundo
espiritual y sus seres, y el cielo y el infierno, estén a nuestro lado.
― 170 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Podemos tener muy buenas razones para decir que somos seres de cuatro di-
mensiones y que estamos orientados hacia la tercera dimensión con sólo uno
de nuestros lados, es decir, con sólo una pequeña parte de nuestro ser. Sólo esta
parte de nosotros vive en tres dimensiones, y sólo somos conscientes de esta
parte como nuestro cuerpo. La mayor parte de nuestro ser vive en la cuarta
dimensión, pero somos inconscientes de esta mayor parte de nosotros mismos.
― 171 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
O sería aún más cierto decir que vivimos en un mundo cuatridimensional, pero
sólo somos conscientes de nosotros mismos en un mundo tridimensional.
― 172 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Por eso Mick se había visto raro; se había dado la vuelta en el hiperespacio
y había regresado como su imagen en el espejo.
―Rudy Rucker, Donas del espacio-tiempo
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Experimentos Zollner
Hiperespesor
¿Es posible que nuestro espacio tenga un ligero hiperespesor 4-D? Si cada
objeto en nuestro espacio tiene un milímetro de espesor en la dirección de la
cuarta dimensión, ¿notaríamos este componente 4-D de nuestros cuerpos? Si
en realidad somos criaturas 4-D, y nuestros cuerpos son sólo secciones trans-
versales 3-D de nuestros cuerpos completos, ¿cómo lo sabríamos?
Como he mencionado repetidamente, la posibilidad de una cuarta dimen-
sión llevó al debate religioso a lo largo de los siglos. Los espiritualistas incluso
― 174 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
se han preguntado si las almas de nuestros muertos han ido a otra dimensión.
Por ejemplo, el filósofo británico Henry More argumentó en Enchiridion
Metaphysicum (1671) que un reino inferior más allá de nuestros sentidos tan-
gibles era un hogar para fantasmas y espíritus. Sus descripciones no estaban
muy lejos de cómo los matemáticos modernos describen una cuarta dimensión.
Los teólogos del siglo XIX, siempre buscando la ubicación del Cielo y el In-
fierno, se preguntaban si podrían ser encontrados en una dimensión superior.
Algunos teólogos representaban el universo como tres espacios paralelos: la
Tierra, el Cielo y el Infierno. El teólogo Arthur Willink creía que Dios estaba
fuera de estos tres espacios y vivía en un espacio infinitamente dimensional.
La teología de Karl Heim, descrita en su libro Christian Faith and Natural
Science, enfatiza el papel de las dimensiones superiores. Varios filósofos han
sugerido que nuestros cuerpos son simplemente secciones transversales en 3-
D de nuestros yoes superiores en 4-D.
Aunque la vaga noción de una cuarta dimensión se les había ocurrido a los
matemáticos desde los tiempos de Kant, la mayoría de los matemáticos aban-
donaron la idea como una especulación imaginativa sin valor posible. No ha-
bían discutido el hecho de que un objeto sólido asimétrico podía, en teoría, ser
revertido girándolo a través de un espacio superior. No fue hasta 1827 que
August Ferdinand Moebius, un astrónomo alemán, mostró cómo se podía ha-
cer esto, ochenta años después de los documentos de Kant sobre las dimensio-
nes.
Si te encuentras con un Flatlander, podrías, en principio, sacar al Flatlan-
der de su plano y darle la vuelta. Como resultado, sus órganos internos estarían
invertidos. Por ejemplo, un corazón a la izquierda estaría ahora a la derecha.
Del mismo modo, un ser 4-D podría darnos la vuelta y revertir nuestros órga-
nos. Aunque tales poderes son, en principio, posibles dentro de los parámetros
de la física del hiperespacio, debo recordar a los lectores que la tecnología para
manipular el espacio de esta manera no es posible; tal vez dentro de unos pocos
siglos exploraremos el hiperespacio en formas que hoy sólo se sueñan en la
ciencia ficción.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.5 Cangrejos de herradura y varias especies de sus ancestros extintos (trilobites),
todos exhibiendo simetría bilateral.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.6 Los dos triángulos sólo pueden superponerse si uno de ellos se gira primero
fuera de la página a una dimensión superior.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
como sus manos derecha e izquierda. (Si los colocas juntos, de palma a palma,
verás que cada uno es un reflejo especular del otro.)― Los triángulos escale-
nos, como sus dos manos, no pueden superponerse, no importa cómo los gire
y los deslice. Sin embargo, rotando los triángulos alrededor de una línea en el
espacio, podemos superponer un triángulo en su imagen reflejada. De manera
similar, tu propio cuerpo podría ser cambiado a su imagen en el espejo girán-
dolo alrededor de un plano en espacio-4. (Ver Apéndice B para información
sobre la “Historia del Planificador” de Wells y las aventuras de un profesor de
química cuyo cuerpo se rota en la cuarta dimensión.)
En cuatro dimensiones, las figuras se reflejan en sólidos. Los espejos son
siempre una dimensión menos que el espacio en el que operan.
Si hubiera una hiperpersona en cuatro-espacio mirando nuestras manos
derecha e izquierda, para él serían superponibles porque podría concebir de
rotarlas en la cuarta dimensión. Lo mismo se aplicaría a los caracoles con es-
pirales en el sentido de las agujas del reloj y en el sentido contrario, como en
la figura 5.7.
¿Puedes pensar en otros ejemplos de pares enantiomorfos en nuestro uni-
verso? Por ejemplo, tus orejas son enantiomorfas. (Me gusta imaginar una raza
de extraterrestres cuyos oídos derecho e izquierdo son idénticos, no enantio-
mórficos. ¿Puedes imaginarte cómo podrían ser?)
Mundos de Moebius
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.7 Los caracoles marinos tienen una “disposición”. Sus espirales en una direc-
ción pueden transformarse en espirales en la otra dirección girando las conchas a través
de la cuarta dimensión. (El crecimiento de la cáscara generalmente no se limita a un
plano sino que también se extiende en una tercera dirección, como el remolino de un
cono de helado.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
con una circunferencia del orden de 1000 mil millones de años-luz. (Un año
luz es la distancia recorrida por la luz en un año ―alrededor de 5,9 ×1015 mi-
llas.) Según este modelo, lo que percibimos como líneas rectas y paralelas
pueden ser grandes círculos que se intersectan a dos puntos a cincuenta mil
millones de años-luz de distancia en cada dirección en la hiperesfera (de la
misma manera que las líneas de longitud en un globo se encuentran en los
polos).
Si nuestro universo es curvo, nuestro espacio puede ser finito y no tener
límites. Simplemente se curva sobre sí misma. Esto significa que si volamos
lejos a través del espacio, nunca podremos encontrar una pared que indique
que el espacio no va más allá. No puede haber ninguna señal que diga:
27
Los astrónomos buscan activamente evidencia de la forma del universo mirando ma-
pas detallados de las fluctuaciones de temperatura a través del espacio. Estos estudios
cuentan con la ayuda de la nave espacial Microwave Anisotropy Probe de órbita solar y
el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea. En un universo cerrado, “hiperbó-
lico”, lo que los astrónomos podrían pensar que es una galaxia distante podría ser nuestra
propia Vía Láctea vista a una edad mucho más temprana porque la luz ha tardado miles
de millones de años en viajar alrededor del universo. Neil Cornish de la Universidad de
Cambridge y otros astrónomos sugieren que “si tenemos la suerte de vivir en un universo
hiperbólico compacto, podemos observar y ver nuestros propios comienzos”.
Según la teoría de la relatividad general de Einstein, la densidad general de nuestro uni-
verso determina tanto su destino como su geometría. Si nuestro universo tiene suficiente
masa, la gravedad eventualmente colapsaría el universo de nuevo en una gran contrac-
ción. En efecto, tal universo se curvaría sobre sí mismo para formar un espacio cerrado
de volumen finito. Se dice que el espacio tiene “curvatura positiva” y se asemeja a la
superficie de una esfera. Un cohete que viajara en línea recta regresaría a su punto de
origen. Si nuestro universo tuviera menos masa, el universo se expandiría para siempre
mientras su tasa de expansión se acerca cada vez más a cero. La geometría de este uni-
verso es “plana” o “euclidiana”. Si el universo tuviera aún menos masa, el universo se
expande para siempre a un ritmo constante. Este tipo de espacio se llama “hiperbólico”.
Tiene una curvatura negativa y una forma que se asemeja al asiento de una silla de mon-
tar. Actualmente, los datos observacionales sugieren que el universo no tiene suficiente
masa para hacerlo cerrado o plano (aunque la evidencia reciente de que los neutrinos
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
poseen una ligera masa podría afectar esto porque sus efectos gravitacionales pueden
moldear la forma de las galaxias o incluso posiblemente revertir la expansión del uni-
verso). Muchos astrónomos esperan un cosmos plano porque está estrechamente ligado
a la “teoría de la inflación”, una conjetura popular de que el universo experimentó un
período temprano de rápida expansión que amplificó las fluctuaciones subatómicas alea-
torias para formar las estructuras actuales de nuestro universo. De la misma manera que
la expansión hace que una pequeña región de un globo parezca plana, la inflación esti-
raría el universo, suavizando cualquier curvatura que pudiera haber tenido inicialmente.
Es asombroso que vivamos en una época en la que todas estas conjeturas pronto serán
comprobadas con la radiación de fondo de microondas del universo. Por ejemplo, en un
universo hiperbólico, fuertes variaciones de temperatura en el fondo de microondas de-
berían ocurrir a través de zonas más pequeñas del cielo que en un universo plano. (Ver
los artículos de 1998 de Science News de Ron Cowen e Ivars Peterson en Lecturas Adi-
cionales.)
Simulaciones recientes por computadora sugieren la existencia de vastas redes filamen-
tosas de gas ionizado, o plasma, una telaraña cósmica que ahora une galaxias y cúmulos
de galaxias. Estas telarañas calientes pueden ser difíciles de detectar con los satélites
actuales. Para más información, véase Glanz, J. (1998) Cosmic web captures lost matter.
Science. 26 de junio, 280 (5372): 2049-50.]
Miles de billones de neutrinos están volando a través de tu cuerpo mientras lees esto.
Creados por el Big Bang, las estrellas y la colisión de los rayos cósmicos con la atmós-
fera terrestre, los neutrinos superan en número a los electrones y protones en 600 millo-
nes a 1. [Para más información, ver. Gibbs, W. (1998) A massive discovery. Scientific
American. Agosto, 279 (2): 18-19.]
Es posible que el universo tenga una topología extraña para que las diferentes partes se
interconecten como hebras de roscas. Si este es el caso, el universo simplemente da la
ilusión de la inmensidad y los múltiples caminos permiten que la materia de diferentes
partes del cosmos se mezcle. El Scientific American de julio de 1998 especula que, en
el universo de las rosquillas, la luz de un objeto dado tiene varias maneras diferentes de
llegar a nosotros, así que deberíamos ver varias copias del objeto. En teoría, podríamos
mirar hacia el cielo y ver la Tierra. Para más información, véase Musser, G. (1998)
Inflation is dead: long live inflation. Scientific American. 279(1): 19-20.]
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
28
Para algunas hermosas interpretaciones y explicaciones de este tipo de superficies,
ver Beyond the Third Dimension, de Thomas Banchoff. Para los espectaculares modelos
de vidrio de Alan Bennett de botellas y variantes de Klein, véase el artículo de Ian Ste-
wart de marzo de 1998 en Scientific American 278(3): 100-101. Bennett, un soplador de
vidrio de Bedford, Inglaterra, revela secciones transversales inusuales cortando las bo-
tellas con una sierra de diamante. La cinta también crea sorprendentes botellas Klein
con tres cuellos, juegos de botellas anidadas una dentro de la otra, botellas en espiral, y
botellas llamadas “recipientes Ouslam” con cuellos que giran alrededor dos veces, for-
mando tres autointersecciones. (La vasija Ousalm lleva el nombre del mítico pájaro que
da vueltas en círculos cada vez más pequeños hasta que desaparece por su propio ex-
tremo.) Si el recipiente Ouslam se corta verticalmente, se deshace en dos bandas de
Moebius de tres vueltas. Normalmente, una botella de Klein se desmorona en dos bandas
de Moebius de un solo giro cuando se corta, pero Bennet y Stewart demuestran que
también se puede cortar una botella de Klein a lo largo de una curva diferente para ob-
tener sólo una banda de Moebius. El soplador de vidrio Alan Bennett puede ser contac-
tado en Hi-Q Glass, 2 Mill Lane, Greenfield, Bedford, Reino Unido MK45 5DF.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 5.9 Representación gráfica por ordenador de una botella de Klein. (Renderizado
en ordenador por el autor; véase el apéndice F para el código de programa).
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Figura 5.10 Botella de vidrio Klein diseñada y fabricada por el soplador de vidrio Alan
Bennett.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
joso que el espejo fuera al revés? ¿Las sociedades futuras, en busca de unifor-
midad, enviarían a personas zurdas en naves espaciales para que a su regreso
fueran diestras? ¿Mandarían los gobiernos deliberadamente a la gente a ser
reflejada de manera inversa, creando así nuevos segmentos de la población
que no podrían aparearse con la gente “normal” o contraer patógenos mortales
que evolucionaron para alimentarse de biomoléculas con características enan-
tiomórficas particulares?
― 187 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
seis
El nuevo Círculo Principal anima a las masas a adorar a los Seres Espa-
ciales Superiores como Ángeles y Dioses. El Espacio Superior es el camino
real hacia aquello que está más allá de toda imaginación. El que tenga oídos,
que oiga.
―Rudy Rucker, La cuarta dimensión
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Te giras, y ves que el trozo de carne ya está fuera de la bolsa. Debe haber
escapado rápidamente sin hacer ruido. Tus ojos habían estado fuera de la bolsa
por sólo un segundo o dos. La cuerda todavía está atada firmemente alrededor
de la abertura.
Narcinko mira más de cerca. “Es diferente.”
Asiente con la cabeza. Ahora hay tres trozos, como perritos calientes rosas.
Narcinko desata la cuerda anudada alrededor de la bolsa. Lentamente coloca
su mano dentro como si estuviera a punto de sumergirse en agua helada. “Aquí
no hay nada”.
“Debí haber esperado esto. Creo que la criatura está atrapada en nuestro
mundo y quiere irse. Esto es sólo una sección transversal de él, una sección
transversal sólida que está atascada en nuestro mundo”. Explica algunas de las
mismas cosas que le has estado diciendo a Sally. “Si meto el pie en la superfi-
cie de un estanque, los habitantes en 2-D de la superficie del estanque verían
sólo un círculo o una elipse, dependiendo del ángulo en que yo intersecte su
mundo. Si una criatura en 2-D tratara de atraparme en su mundo atando una
cuerda a mi alrededor, podría retirar mi pie, a menos que la cuerda esté muy
apretada o que haya una parte más grande de mi cuerpo a cada lado de la su-
perficie del estanque”.
“¿Pero qué hay de la chica y el presidente? ¿Dónde están?”
Apuntas a las varias formas que se fusionan rápidamente en una sola gota.
“Los forcejeos de esta criatura los llevaron al hiperespacio.”
Paseas de un lado a otro. ¿Cómo es posible que sólo una parte de un Ome-
gamorfo se quede atascada en tu mundo?
De alguna manera debes salvar a Sally y al Presidente. También te preo-
cupa que la criatura se escape. Lo quieres aquí para estudiar. Tal vez puedas
conseguir que te ayude a rescatar a Sally y al presidente a cambio de ayudarlo
a regresar a su propio mundo. Es tu único vínculo con Sally.
¿Cómo puedes asegurarte de que se quede en la Casa Blanca? Es una sec-
ción tridimensional de la verdadera criatura. Si atas la bolsa de yute extrema-
damente apretada alrededor de la mancha, o de las manchas, tal vez puedas
mantenerla en este mundo.
De nuevo, colocas suavemente la bolita dentro de la bolsa, y esta vez la
atas firmemente alrededor de la criatura con todas tus fuerzas. A continuación,
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura 6.1 Una parte de su mano desaparece en otra dimensión. (Dibujo de April Peder-
sen.)
A medida que vuelas, sientes que hay luz y música que viene de Washing-
ton, D.C. Es como si miles de washingtonianos estuvieran celebrando, aplau-
diendo con las manos, animando tu vuelo ascendente. Los faros de los coches
diminutos están envueltos en niebla, lo que te hace sentir como si te estuvieras
elevando a través de una cascada de estrellas.
De repente, los sonidos y las luces desaparecen. Miras hacia abajo y estás
parado sobre algo que parece asfalto. No puedes ver el otro extremo de la ca-
dena. ¡Estás en algún lugar de la cuarta dimensión!
Te imaginas que, para Narcinko, la cadena simplemente termina en el es-
pacio, desapareciendo abruptamente en el aire. Todavía hay tensión en la ca-
dena, y a medida que se tira de ella se puede decir que más de la cadena está
viniendo hacia ti.
Una vasta extensión de espacio se abre ante ti. ¡Éxtasis! Seguramente si te
cortaras la cadena de la pierna, podrías volar aún más lejos. Las leyes y reglas
físicas no parecían ser limitaciones, sólo puntos de partida para algo más
grande, más profundo.
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empujando hacia abajo. Hay un sonido rugiente profundo. ¿Es esto lo que sin-
tió Lucifer cuando fue expulsado del Cielo? (Fig. 6.3).
Figura 6.3 Si Lucifer fuera un ser 4-D en el Cielo, a un metro y medio de nuestro “plano”
3-D, y luego hubiera expulsado hacia delta de nuestro mundo, ¿podría, por un tiempo,
haberse quedado atascado en nuestro universo? Esta divertida fantasía lleva a una buena
pregunta: Si había una cuarta dimensión, ¿cómo es que parece que tenemos tantas difi-
cultades para acceder a ella? (Dibujo de Brian Mansfield.)
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Tomas aliento. “Pero señor, incluso si pudiéramos construir una retina es-
férica en funcionamiento, nuestras mentes serían incapaces de interpretar la
información. Sería como dar la vista a un hombre ciego de nacimiento”.
“Tienes razón. Pero si criamos a nuestros hijos desde el nacimiento con
estas retinas, sus mentes se adaptarán. Con la ayuda de los Omegamorfos, los
niños experimentarán la cuarta dimensión”.
Narcinko simplemente escucha, dobla los brazos, inescrutable, excepto
por el ligero temblor de sus cejas.
Sally sacude la cabeza. “Señor, ¿no estará sugiriendo que le saquemos los
ojos a los niños y los reemplacemos con estos?”
“Posiblemente, aunque seamos capaces de fijar los nuevos ojos a los ner-
vios ópticos dejando sus ojos originales en su sitio. Posiblemente podríamos
colocar retinas tridimensionales dentro de sus ojos actuales, pero eso puede
limitar a los niños. Si mantuvieran tanto los ojos viejos como los nuevos, los
niños podrían accionar los interruptores para determinar qué ojos quieren, pero
dudo que elijan sus órganos más limitados. Podrían querer quitarse los ojos
originales para siempre”.
“Eso es enfermizo”, dice Sally. “Sería moralmente indefendible. Hay pa-
ralelismos en los casos de niños sordos que pueden ser equipados con órganos
de audición artificiales, pero muchos en la comunidad sorda se oponen a estas
cosas”.
“Los seres atraerán a los niños hacia su mundo y eventualmente les ense-
ñarán cómo pueden usar mejor sus nuevos ojos. Sería poco ético no darles a
los niños las nuevas retinas”. El presidente hace una pausa. “Si un niño naciera
con ojos que no ven los colores, ¿no sería cruel negarle un tratamiento que le
permitiera ver los colores?”
Sally pone sus manos en sus caderas. “Eso no es lo mismo.”
El presidente mueve la cabeza. “No tenemos derecho a negar a nuestra
especie el acceso a universos superiores. Este es el siguiente paso en la evolu-
ción de la humanidad. Piensa en las nuevas filosofías e ideas que podríamos
desarrollar. Esto sería una bendición para la humanidad. El procedimiento de
implantar retinas tridimensionales no causará dolor a los niños. Los hijos se-
guirán siendo humanos: seguirán queriendo a sus padres. Jugarán con amigos.
Sólo verán más de la realidad.”
Narcinko sonríe. “Podríamos usarlos como superespías que todo lo ven”.
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cajas fuertes. Pero debemos estar siempre atentos. Hablando de interludios ro-
mánticos, Sally, ¿tienes una cita esta noche?”
Sally echa la cabeza hacia atrás y pasa la mano por su cabello. “Sr. Presi-
dente, nunca consideraría tal cosa. Es mi superior y yo soy un profesional”.
Narcinko sonríe.
El presidente suspira y se vuelve hacia ti. “¿Haciendo algo esta noche?”
“Conozco un buen lugar de sushi en Washington Ave.”
“Vamos”.
Te vuelves hacia Sally. “Hasta luego. Continuaremos con algunas de nues-
tras investigaciones mañana. Tal vez Narcinko podría llevarte al pub Moe’s.
¿Qué te parece Narcinko? ¿Alguna vez has salido con un agente del FBI?”
Le sonríes a Sally.
Ella coge un pequeño busto de mármol de Abraham Lincoln y te lo tira.
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extremidades posteriores externas. Sus cabezas son pequeñas, con hocicos rec-
tos y labios superiores hendidos con pelos erizados. Estos manatíes espaciales
son similares a sus contrapartes terrenales.
“Son de la quinta dimensión”, dice Tanya con una sonrisa. “Sólo estamos
viendo su intersección con este espacio.”
Al mirar sus vientres desde abajo, los manatíes parecen centinelas, vigi-
lando el camino que tienen por delante. Entonces un manatí “nada” bajo para
que puedas ver su ojo mirándote. Tanya agarra tu mano con fuerza.
“No nos harán daño”, se dice a sí misma.
El manatí de la derecha parece particularmente audaz. Su cuerpo tiene la
piel arrugada alrededor de los lados. La criatura nada hacia adelante, duda por
un segundo y luego te toca a ti y a Tanya con su aleta. La aleta parece penetrar
ligeramente en el pecho, pero sin ningún efecto negativo. Es como una mano
fantasma flotando a través de una pared. Quizás el manatí quiere asegurarse
de que tu cuerpo es real. No hay nada en las acciones del manatí que sea alar-
mante. De hecho, hay algo en el comportamiento del manatí que inspira con-
fianza. Tiene una gentileza grácil, una cierta facilidad milenaria.
El manatí cerca de Tanya produce notas de xilófono mientras toca suave-
mente su largo cabello. Estos son los sonidos audibles para los humanos. Su-
ponen que el manatí también está emitiendo sonidos inaudibles.
“¡Están cantando!” dice Tanya mientras sus ojos van y vienen de manatí a
manatí.
Las canciones de los manatíes del espacio se vuelven más sonoras. Te ima-
ginas los sonidos viajando cientos de kilómetros, resonando con las canciones
de grandes seres invisibles nadando a dimensiones distantes en la oscuridad.
Saludas a los manatíes y te vuelves hacia Tanya. “¿Qué es lo que quieren?”
Los sonidos mueren repentinamente, reemplazados por dos voces profun-
das que hablan al unísono. “Saludos, viajeros. Bienvenidos a nuestro mundo”.
Bolas de luz y pequeños arcos de arco iris salen de sus ojos.
“¡Oh Dios!” Tanya llora. “Son tan hermosos.”
Los manatíes te miran fijamente durante varios segundos, como si te estu-
vieran evaluando. Una vez más, no puedes evitar pensar que los manatíes del
espacio parecen antiguos, llenos de sabiduría, poseedores de mentes poderosas
que nunca podrás penetrar completamente. Los manatíes también parecen
amables. Sus ojos hiperesféricos son omniscientes.
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hasta donde tus ojos pueden ver. Las hiperesferas flotan como hojas en una
brisa otoñal.
Tomas la mano de Tanya y señalas la ciudad. “¡Vamos!”
Tanya te aprieta la mano. Ya no estás solo.
La ciudad de cristal está inmersa en un suave teseracto de estrellas brillan-
tes.
29
Traducción de Alejandro Valero.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Entender las cosas que están a nuestra puerta es la mejor preparación para
entender las cosas que están más allá.
―Hypatia
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observaciones finales
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
30
Véase la nota 27 (capítulo 5.)
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Supervivencia en el hiperespacio
A medida que nuestra tecnología avanza, tal vez algún día la cuarta dimen-
sión ―y las conexiones hiperespaciales con otras regiones del espacio― pro-
porcionen un refugio para los seres humanos a medida que su Sol muere. La
Tierra es como un preso esperando en el corredor de la muerte. Incluso si no
morimos por el impacto de un cometa o asteroide, sabemos que los días de la
Tierra están contados. La rotación de la Tierra se está desacelerando. En un
futuro lejano, la duración de los días equivaldrá a cincuenta de nuestros días
actuales. La Luna colgará en el mismo lugar en el cielo y las mareas lunares
se detendrán.
En cinco mil millones de años, el combustible en nuestro Sol se agotará, y
el Sol comenzará a morir y a expandirse, convirtiéndose en una gigante roja.
En algún momento, nuestros océanos hervirán. Nadie en la Tierra estará vivo
para ver un resplandor rojo llenando la mayor parte del cielo. Como Freeman
Dyson dijo una vez: “No importa cuán profundo excavemos en la Tierra... sólo
podemos posponer por unos pocos millones de años nuestro miserable final”.
¿Dónde estarán los humanos, dentro de cinco mil millones de años, en el
fin del mundo? Incluso si pudiéramos soportar el increíble calor del sol, no
sobreviviríamos. En unos siete mil millones de años, la “atmósfera” exterior
del Sol envolverá la Tierra. Debido a la fricción atmosférica, la Tierra caerá
en espiral hacia el sol y se incinerará. En un billón de años, las estrellas dejarán
de formarse y todas las estrellas grandes se habrán convertido en estrellas de
neutrones o agujeros negros. En 100 billones de años, incluso las estrellas más
longevas habrán consumido todo su combustible.
Si este final parece demasiado sombrío, quizás deberíamos preguntarnos
si hay esperanza para la humanidad cuando el Sol se expanda para envolver la
Tierra en siete mil millones de años. Para dar una respuesta, consideremos
primero que hace unos cuatro mil millones de años, los seres vivos no eran
más que máquinas bioquímicas capaces de auto-reproducirse. En una mera
fracción de este tiempo, los humanos evolucionaron a partir de criaturas como
los Australopitecos. Hoy en día los humanos han vagado por la Luna y han
estudiado ideas que van desde la relatividad general hasta la cosmología cuán-
tica. Una vez que el viaje espacial comience en serio, nuestros descendientes
abandonarán el confinamiento de la Tierra. Debido a que el destino final del
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
universo implica mucho frío o mucho calor, es probable que el Homo sapiens
se extinga. Sin embargo, nuestra civilización y nuestros valores pueden no es-
tar condenados. ¿Quién sabe en qué seres evolucionaremos? ¿Quién sabe qué
máquinas inteligentes crearemos que serán nuestros herederos últimos? Estas
criaturas podrían sobrevivir virtualmente para siempre. Pueden ser capaces de
contemplar fácilmente las dimensiones superiores, y nuestras ideas, esperan-
zas y sueños se las llevarán consigo. Hay una peculiaridad en el telar de nues-
tro universo que puede abarcar los viajes en el tiempo, las dimensiones supe-
riores, el superespacio cuántico y los universos paralelos, mundos que se ase-
mejan a los nuestros y que quizás incluso ocupan el mismo espacio que los
nuestros de alguna manera fantasmal.
Algunos físicos han sugerido que la cuarta dimensión puede proporcionar
el único refugio para la vida inteligente. Michio Kaku, autor de Hyperspace,
sugiere que “en los últimos segundos de la muerte de nuestro universo, la vida
inteligente puede escapar del colapso huyendo al hiperespacio”. Nuestros he-
rederos, sean quienes sean, explorarán estas nuevas posibilidades. Explorarán
el espacio y el tiempo. Ellos buscarán su salvación en los universos superiores.
Los sentimientos optimistas del físico teórico Freeman J. Dyson expresan
mejor mis creencias:
Gödel demostró que el mundo de las matemáticas puras es inagotable; ningún
conjunto finito de axiomas y reglas de inferencia puede jamás abarcar la totali-
dad de las matemáticas; dado cualquier conjunto finito de axiomas, podemos
encontrar preguntas matemáticas significativas que los axiomas dejan sin res-
puesta. Espero que exista una situación análoga en el mundo físico. Si mi visión
del futuro es correcta, significa que el mundo de la física y la astronomía tam-
bién es inagotable; no importa cuán lejos lleguemos en el futuro, siempre habrá
cosas nuevas que sucederán, nueva información que llegará, nuevos mundos
que explorar, un dominio de la vida, la conciencia y la memoria en constante
expansión.
― 216 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice a
Perdido en el Hiperespacio
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
31
Solución a la pregunta de la caminata al azar. Los teóricos matemáticos nos dicen
que la respuesta es una probabilidad infinita de retorno para una caminata aleatoria 1-D.
Si la hormiga fuera colocada en el origen de un universo de dos espacios (un plano), y
luego ejecutara una caminata aleatoria infinita tomando un paso aleatorio hacia el norte,
el sur, el este o el oeste, la probabilidad de que la caminata aleatoria eventualmente lleve
a la hormiga de regreso al origen es también una probabilidad infinita. Nuestro mundo
3-D es especial: el espacio 3-D es el primer espacio euclidiano en el que es posible que
la hormiga se pierda sin remedio. La hormiga, ejecutando una caminata infinita al azar
en un universo de tres espacios, eventualmente regresará al origen con una probabilidad
de 0,34 o 34 por ciento. En dimensiones más altas, las posibilidades de retorno son aún
menores, alrededor de 1/(2n) para grandes dimensiones n. La probabilidad 1/(2n) es la
misma que la probabilidad de que la hormiga regrese a su punto de partida en su segundo
paso. Si la hormiga no llega a casa en los primeros intentos, probablemente se pierda en
el espacio para siempre. Algunos de ustedes pueden disfrutar escribiendo programas de
computadora que simulan caminatas de hormigas en hipervolúmenes confinados y ha-
ciendo comparaciones de la probabilidad de retorno. Por “confinado” quiero decir que
las “paredes” del espacio se reflejan de tal manera que cuando la hormiga los encuentra,
la hormiga, por ejemplo, se refleja hacia atrás. Otros tipos de confinamiento son posi-
bles. Puedes leer más sobre las caminatas de las dimensiones superiores en Asimov, D.
(1995) There’s no space like home. The Sciences. Septiembre/Octubre 35 (5): 20-25.
― 219 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
32
Solución a la pregunta sobre el teseracto de Rubik. El número total de posiciones del
teseracto de Rubik es de 1,76×10120, ¡mucho mayor que mil millones! El número total
de posiciones del cubo de Rubik es 4,33×1019. Si el cubo o el teseracto cambiaran de
posición cada segundo desde el principio del universo, todavía estarían girando hoy y
no habrían exhibido todas las configuraciones posibles. Las matemáticas del teseracto
de Rubik se discuten en Velleman, D. (1992) Rubik’s tesseract, Mathematics Magazine.
February 65 (1): 27-36.
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Sz’kwa hiperdimensional
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura A.3 La captura de una pieza negra (izquierda) y la captura de dos piezas blancas
(derecha).
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Números Hipertetraédricos
Los números tetraédricos forman la secuencia: 1, 4, 10, 20, 35, 56, 84, 120,
.... con una fórmula generadora (1/6) n (n + 1) (n + 2). Esto se puede visualizar
mejor usando balas de cañón en una pila en forma de pirámide con una base
triangular. A partir de la parte superior de la pila, el número de bolas en cada
capa es 1, 3, 6, 10, 15, .... que forma una secuencia de números triangulares
porque cada nivel tiene forma de triángulo. Los números tetraédricos pueden
ser considerados como sumas de los números triangulares. Podemos extender
esta idea a dimensiones superiores y al hiperespacio. En el espacio 4-D, los
montones de números tetraédricos pueden ser apilados en números 4-D, hiper-
tetraédricos: 1, 5, 15, 35, 70, … Podemos formar estos números a partir de la
fórmula general: (1/24) n (n + 1) (n + 2) (n + 3). ¿Puedes impresionar a tus
amigos generando números hiper-hypertetraédricos?
― 224 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice b
― 225 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
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SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 230 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
28. Lenz, F. (1997) Snowboarding to Nirvana. Nueva York: St. Martin’s Press.
Frederick Lenz es introducido al “skyboarding” en una dimensión supe-
rior. Procede a hacer skyboard a través de las dimensiones de colores hasta
llegar a una violeta. “El aire en esta dimensión estaba texturizado con al-
gún tipo de escritura jeroglífica indescifrable. Seres como los enormes in-
dios americanos empezaron a pasar volando por delante de nosotros.”
29. Lesser, M. (1950) All Heroes Are Hated. En el año 2900 d.C., los viajes
interestelares son comunes y rápidos utilizando el hiperespacio. Desafor-
tunadamente, doce mil millones de habitantes de seis mundos son aniqui-
lados cuando una nave espacial sale del hiperespacio con su unidad encen-
dida.
30. Martin, G. R. R. (1978) “FTA,” en 100 Grandes Cuentos de Ciencia Fic-
ción. I. Asimov, M. Greenberg y J. Olander, eds. Nueva York: Doubleday.
El hiperespacio resulta no ser un atajo para los viajes espaciales.
31. Moorcock, M. (1974) The Blood Red Game. Nueva York: Libros Mayflo-
wer. (Originalmente publicado en Science Fiction Adventures como The
Sundered Worlds, 1962.) Los humanos navegan a través del hiperespacio
y otras “dimensiones alienígenas”. El héroe de la historia, Renark, se en-
cuentra con extraños seres humanoides que le dicen que el universo vol-
verá a caer en un año. Para salvar a la humanidad, Renark debe encontrar
la manera de que los humanos abandonen nuestro espacio-tiempo 4-D (tres
dimensiones del espacio, una dimensión del tiempo). Viaja a un sistema
solar cuya órbita está en ángulo recto con el resto del espacio tiempo y
pasa a través de nuestro universo cada pocos cientos de años. Nuestro uni-
verso 4-D (espacio-tiempo) coexiste con un número infinito de otros uni-
versos. En esta teoría del multiverso, nuestro universo es como una página
en un libro; cada página tiene sus propias leyes físicas y seres. En este
extraño sistema solar, Renark se encuentra con los Creadores, seres mul-
tidimensionales que desarrollaron y mantuvieron el multiverso para crear
un vivero de una forma de vida que los reemplace y evite que la realidad
se desmorone.
― 231 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
32. Nourse, A. (1963) “Tiger by the Tail”, en Fifty Short Science Fiction Tales,
Isaac Asimov y Groff Conklin, eds. Nueva York: Macmillan (Historia ori-
ginalmente publicada en 1951.) Las criaturas en la cuarta dimensión coac-
cionan a un ladrón de tiendas humano para que les envíe aluminio a través
de una puerta interdimensional que se asemeja a un libro de bolsillo. El
ladrón es detenido por la policía, que se da cuenta del propósito de la car-
tera. Bajando un gancho en el bolsillo, la policía consigue “tirar de una
parte de su universo que no es libre a través del bolso, poniendo una gran
tensión en todo su patrón geométrico”. Todo su universo será retorcido.”
Ahora la humanidad tiene un rehén contra la invasión.
33. Padgett, L. (1981) “Mimsy Were the Borogroves,” en The Great SF Stories
5, I. Asimov y M. Greenberg. Nueva York: DAW. (Historia originalmente
publicada en 1943.) Paradine, un profesor de filosofía, no puede entender
hacia dónde se dirigen los niños. Anteriormente, los niños encuentran un
modelo de alambre de un teseracto (cubo 4-D), con cuentas de colores que
se deslizan a lo largo de los alambres de maneras extrañas. Resulta que el
modelo es un ábaco de juguete que había sido arrojado a nuestro mundo
por un científico de cuatro espacios que está construyendo una máquina
del tiempo. Este ábaco enseña a los niños a pensar en cuatro dimensiones,
y finalmente entran en la cuarta dimensión y desaparecen.
34. Phillips. R. (1948) “The Cube Root of Conquest.” Coexistimos junto con
otros universos en el espacio, pero estamos separados en el tiempo.
35. Pohl, E (1955) “The Mapmakers.” Describe el hiperespacio como un uni-
verso de bolsillo.
36. Pohl, F. (1987) The Coming of Quantum Cats. Nueva York: Bantam. Una
historia de mundos paralelos.
37. Pohl, F. y Williamson, J. (1987) The Singers of Times. Nueva York: Ba-
llantine. Una historia de mundos paralelos.
38. Schachner, N. (1938) “ Simultaneous Worlds.” Toda la materia tridimen-
sional se extiende a una dimensión superior. Una máquina imagina estos
mundos superiores que se asemejan a la Tierra.
― 232 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
39. Shaw, R. (1967) Night Walk. Nueva York: Banner Books. Un universo
hiperespacial tiene una forma diabólicamente complicada.
40. Shaw, B. (1986) The Two-Timers. Un hombre que perdió a su esposa inad-
vertidamente crea un mundo paralelo en el que ella todavía existe.
41. Shaw, B. (1987) A Wreath of Stars. Nueva York: Baen Books. Dos mundos
hechos de diferentes tipos de materia coexisten hasta que el acercamiento
de una estrella cambia la órbita de uno de ellos.
42. Silverberg, R. (1972) Trips. Los turistas transuniversales vagan sin rumbo
a través de mundos con diferentes similitudes.
43. Simak, C. (1992) Ring Around the Sun. Nueva York: Carroll y Graf. (Pu-
blicado originalmente en 1953.) Describe una serie de Tierras, vacías de
humanidad y disponibles para la colonización y la explotación.
44. Simak, C. (1943) Shadow of Life. Los marcianos aprenden a reducirse a un
tamaño subatómico extendiéndose a la cuarta dimensión, haciendo que
pierdan masa y tamaño en las otras tres dimensiones.
45. Smith, E. E. (1939) Grey Lensman. Una tripulación se siente como si “es-
tuviera comprimida, no como un todo, sino átomo por átomo... átomo por
átomo... retorcido... extruido... en una dirección desconocida e inexis-
tente... El hiperespacio es divertido de esa manera” Un arma conocida
como “tubo hiperespacial” es usada... Se describe como un vórtice “extra-
dimensional”. El extremo del tubo no puede establecerse demasiado cerca
de una estrella debido a la aparente sensibilidad del tubo a los campos
gravitacionales.
46. Smith, M. (1949) The Mystery of Element 117. Describe cómo nuestro
universo se extiende a corta distancia hacia una cuarta dimensión espacial.
Debido a esto, es posible rotar la materia completamente fuera del espacio-
3 mediante la construcción de un traductor 4-D. El elemento 117 abre un
portal a esta nueva dimensión habitada por seres humanos que han muerto.
Viven en un mundo vecino al nuestro, ligeramente desplazado del nuestro
a lo largo de la cuarta dimensión. “Nuestro 3-espacio no es más que un
hiperplano del hiperespacio.” Las capas sucesivas se enlazan como pági-
nas de un libro.
― 233 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Caballeros, hace mucho tiempo se consideraba que los objetos tenían dos di-
mensiones, a saber, la longitud y la anchura. Después de Euclides, se descubrió
que la longitud, la anchura y el grosor comprendían tres dimensiones. Durante
miles de años, el hombre pudo visualizar sólo dos dimensiones, en ángulo recto
entre sí. Estaba equivocado. Ahora, durante varios miles de años, el hombre ha
sido capaz de visualizar sólo tres dimensiones, en ángulo recto entre sí. ¿No
puede haber una cuarta dimensión, tal vez en ángulo recto, de alguna manera
que todavía no podamos imaginar, o tal vez más allá de nuestro campo de vi-
sión? Los objetos que emiten rayos infrarrojos, y que yacen en un mundo de
cuatro dimensiones, podrían fácilmente estar más allá de nuestra capacidad de
ver y nuestra capacidad de entender, mientras que existen a nuestro lado, no,
en esta misma sala.
― 234 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Se preguntarán por qué, si mis teorías son correctas, nunca se ha visto tal som-
bra. La respuesta, creo, es bastante simple. Sujeto a leyes ajenas a las que co-
nocemos, e imperceptibles a nuestro campo de visión, es muy probable que el
objeto proyecte tal sombra, pero de tal color que sea también invisible. La teoría
alternativa es que algún intermediario, como un espejo basado en principios
radicales, reflejaría la sombra.
Dowdson inventa una máquina cuyas lentes no sólo giran en tres dimensiones
sino también en la cuarta dimensión. Quiere capturar imágenes de objetos de
la cuarta dimensión en el espacio tridimensional. Desafortunadamente, las
sombras negras de los seres extraterrestres pronto aparecen y comienzan a con-
sumir a los habitantes de la ciudad de Nueva York:
― 235 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 236 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice c
― 237 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
33
Para más información sobre la botella de Banchoff Klein, véase el exquisito libro de
Thomas Banchoff Beyond the Third Dimension. Más exactamente, la botella está cons-
truida a partir de un cilindro en forma de ocho que pasa a través de sí mismo a lo largo
de un segmento. Para producir la botella de Banchoff Klein, se retuercen los cilindros
en forma de ocho mientras se acercan los dos extremos hacia afuera.
― 238 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura C.2 Sección transversal de la botella Banchoff Klein, revelando superficies “in-
ternas”. (Renderizado en ordenador por el autor.)
― 239 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 240 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice d
quaterniones
34
Los cuaterniones definen un espacio en 4-D que contiene el plano complejo. Como
dijimos anteriormente, los cuaterniones pueden ser representados en cuatro dimensiones
por Q = a0 + a1i + a2j + a3k donde i, j y k son (como el número imaginario i) vectores
unitarios en tres direcciones ortogonales; también son perpendiculares al eje real. Tenga
en cuenta que para sumar o multiplicar dos cuaterniones, los tratamos como polinomios
en i, j, y k, pero usamos las siguientes reglas para tratar con productos: i2 = j2 = k2 = –1,
ij = –ji = k, jk = –kj = i, ki = –ik = –ik = j.
Para producir el patrón en esta sección, se utilizaron “bucles de retroalimentación mate-
mática”. Aquí uno simplemente itera F(Q,q): Q → Q2 + q donde Q es un cuaternión 4-
― 241 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
DO i = 1 to NumberOflterations
savea0 = a0*a0 - a1*a1 - a2*a2 - a3*a3 + rmu0;
savea1 = a0*a1 + a1*a0 + a2*a3 - a3*a2 + rmu1;
savea2 = a0*a2 - a1*a3 + a2*a0 + a3*a1 + rmu2;
savea3 = a0*a3 + a1*a2 - a2*a1 + a3*a0 + rmu3;
a0=savea0,- a1=savea1; a2=savea2 ; a3=savea3 ;
if (a1**2+a2**2+a3**2+a0**2) > CutoffSquared then 1eave 1oop;
end; /*i*/
PlotDot(Color(i))
Los tonos de gris indican la tasa de explosión del mapeo. Como es estándar en los sets
de Julia, la “divergencia” se comprueba comprobando si Q supera un cierto umbral, τ,
después de muchas iteraciones. Para la Figura D.1, el mapeo se itera 100 veces y el
conteo de iteración, n, se almacena cuando |Q| ⁓ τ. El logaritmo del contador de itera-
ciones, n, se mapea entonces a la intensidad en la imagen. (Vea mi libro Computadoras,
Patrón, Caos y Belleza para más información.) La Figura D.1 representa una porción en
2-D de un conjunto de cuatro dimensiones de Julia. El corte está en el plano (a0, a2) a
nivel (a1, a3) = (0,05 , 0,05). La constante q = (–0,745 , 0,113 , 0,01 , 0,01) y τ = 2. El
valor inicial de Q es (a0, a2, 0.05, 0,05), donde a0 y a2 corresponden a la posición del
píxel en una figura.
― 242 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
genio para los idiomas fue evidente a una edad temprana. Podía leer a los tres-
a los cuatro años, había comenzado a estudiar griego, latín y hebreo, y a los
diez ya se había familiarizado con el sánscrito. A la edad de diecisiete años,
su destreza matemática se hizo evidente.
En 1843, durante un destello de inspiración mientras caminaba con su es-
posa, Hamilton se dio cuenta de que se necesitaban cuatro (no tres) números
para lograr una transformación tridimensional de un vector en otro. En ese
instante, Hamilton vio que se necesitaba un número para ajustar la longitud,
otro para especificar la cantidad de rotación, y dos más para especificar el
plano en el que tiene lugar la rotación. Este conocimiento físico llevó a Ha-
milton a estudiar números hipercomplejos (o cuaterniones) con cuatro compo-
nentes, a veces escritos con el formulario: Q = a0 + a1i + a2j + a3k donde las
a son números reales ordinarios, e i, j y k son cada uno un vector unitario
imaginario apuntando en tres direcciones mutuamente perpendiculares del es-
pacio, en una simple extensión de los números complejos ordinarios del espa-
cio 2-D. Aunque era difícil visualizar los cuaterniones, Hamilton encontró la
manera de utilizarlos en la teoría de los circuitos eléctricos. Oliver Heaviside,
un gran genio de la era victoriana, comentó: “Es imposible pensar en cuater-
niones, sólo puedes fingir que lo haces.”
Hoy en día, las cuaterniones están en todas partes en la ciencia. Se utilizan
para describir la dinámica del movimiento en tres espacios. El software de
vuelo del transbordador espacial utiliza cuaterniones en sus cálculos para la
guía, navegación y control de vuelo por razones de compacidad, velocidad y
evitación de singularidades. Los cuaterniones son utilizados por los químicos
de proteínas para manipular espacialmente modelos de estructura proteica.
Ted Kaczynski, el Unabomber, habló con cariño de las cuaterniones a lo largo
de sus artículos de revistas matemáticas altamente teóricas. Las representacio-
nes de cuaterniones son tan complicadas que es útil desarrollar metodologías
que ayuden en su despliegue. Tales métodos revelan un universo visual exó-
tico de formas. En particular, me gusta el procesamiento de imágenes de las
hermosas e intrincadas estructuras resultantes de la iteración (aplicación repe-
tida) de las ecuaciones de cuaterniones. La figura D.1 es en realidad una reba-
nada de 2-D de un objeto 4-D resultante llamado un conjunto de cuaterniones
de Julia. Esta rebanada tiene una dimensión fraccionaria. Para más detalles
sobre estas formas fractales en 4-D, véase la nota 1 del Apéndice D.
― 243 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura D.1 Una rebanada en 2-D de un conjunto de Julia de cuatro dimensiones. (Ren-
derizado en ordenador por el autor.)
― 244 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice e
laberintos cuatridimensionales
― 245 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
cada árbol que se extiende al azar para convertir un árbol con muchos callejones
sin salida cortos en uno con menos callejones sin salida largos.
Una cuadrícula 4-D no es más difícil de modelar como gráfico que una cuadrí-
cula 2-D, por lo que mi software puede generar laberintos 4-D con sólo empe-
zar con el gráfico apropiado. La única diferencia está en cómo se visualiza el
árbol de expansión resultante. También he pensado en cómo hacer esto para
laberintos 6-D (o incluso superiores). Mi representación visual de un laberinto
6-D es una cuadrícula 2-D de cuadrículas 2-D de cuadrículas 2-D. Utilizo fle-
chas como en el laberinto 4-D, excepto que ahora las flechas pueden ser cortas
o largas. Una flecha corta indica conexiones dentro de una subred 4-D. Una
flecha larga indica conexiones entre subredes 4-D adyacentes.
Puedes encontrar una galería de laberintos, incluyendo un laberinto 4-D al azar,
en http://www.cs.columbia.edu/-cdo/maze/maze.html. Nótese, sin embargo,
que este laberinto 4-D en particular no incluye el post-procesamiento que men-
cioné anteriormente.
― 246 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice f
― 247 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 248 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
iflag2[j]=0;
breaker: printf(" ");
} /*j*/
j=l;
breaker2: if(iflagl[j]==0) iflagl[j]=1;
else {iflagl[j]=0; j++; goto breaker2}
} /*i*/
}
/* If odd dimension: */
IF ((k // 2) = 1) then do
m = (k+l)/2; fm = factorial(m); fk = factorial(k+1)
ans = (pi**((k-l)/2.}* fm * (2**(k+1))*r**k ) / fk
END
say k ans
― 249 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 250 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice g
Superficie y volumen
Es probable que los seres 4-D posean órganos internos con algunas vagas
similitudes con sus contrapartes terrenales porque las criaturas 4-D tendrán
que realizar funciones que son llevadas a cabo más eficientemente por tejidos
especializados. Por ejemplo, los seres 4-D pueden tener sistemas digestivos y
excretorios, un sistema de transporte para distribuir nutrientes a través del
― 251 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 252 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
35
En la cuarta dimensión, ¿es posible que existan muchos elementos nuevos y que aña-
damos toda una dimensión a la tabla periódica? El filósofo Ben Brown cree que habría
muchos más elementos. Si suponemos que el carbono es el único material capaz de
construir vida, en cuatro dimensiones habría una gran disminución de las posibilidades
de que los elementos correctos se unieran para formar biomoléculas en comparación con
el espacio tridimensional, lo que ralentizaría los procesos evolutivos. Las formas de vida
iniciales prácticamente no tendrían competencia, pero tardarían mucho más en nacer.
Las probabilidades de que la vida inteligente evolucione en un universo 4-D serían aún
menores. Cuanto más baja sea la dimensión, mejores serán las posibilidades de evolu-
ción de la vida, porque las posibilidades de tener los elementos correctos presentes en el
momento adecuado son mayores.
Los seres de cuatro dimensiones bien pueden tomar oxígeno y nutrientes de sus super-
ficies externas. Ben Brown cree que una criatura 4-D no tendría pulmones y sería como
un insecto. Como fondo, considere que los insectos no pueden crecer muy grandes por-
que no tienen pulmones. Ciertas especies de insectos respiran a través de la pared del
cuerpo, por difusión, pero, en general, los sistemas respiratorios de los insectos consisten
― 253 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
He aquí por qué el volumen de un animal 4-D está más concentrado cerca
de la superficie que en los animales 3-D. Considere una esfera de dimensión
D. El volumen es
V(r) = S(D) × rD/D
donde S es el llamado “ángulo sólido” en la dimensión D, y r el radio. (En
términos generales, el ángulo sólido es el conjunto de rayos que emanan de un
punto y pasan a través de una superficie continua en particular. S(D) es la me-
dida más grande posible de un ángulo sólido en la dimensión D. La medida de
un ángulo sólido es la superficie que intersecta de la esfera unitaria cuyo centro
es su vértice.) Si comparamos dos esferas de radio 1 y 1 – a, donde a es muy
pequeño, la diferencia es
(V(1) – V(1 – a)) / V(1) = 1 – (1 – a)D
en una red de tubos, o tráquea, que transportan el aire por todo el cuerpo a los túbulos
más pequeños o traqueostomas con los que se abastecen a todos los órganos del cuerpo.
En las traqueolas, el oxígeno del aire se difunde al torrente sanguíneo y el dióxido de
carbono de la sangre se difunde al aire. Las aberturas exteriores de las tráqueas se deno-
minan espiráculos. En cuatro dimensiones, la superficie de un ser sería mucho mayor en
proporción a su volumen interno que su tamaño corporal sería menos limitado. Tal vez
muchas criaturas serían “planas” para aprovechar al máximo la extensión de la superfi-
cie.
La mayor parte de la energía de una criatura 4-D podría ser tomada directamente a través
de una red 4-D de poros, en lugar de ser ingerida, porque existiría poco espacio dentro
para órganos como el cerebro y el corazón. El sistema nervioso de la criatura podría
funcionar utilizando señales eléctricas que oscilan a través de tres dimensiones y viajan
a través de una cuarta, creando una red sináptica altamente compleja. El corazón tendría
que trabajar muy duro si estuviera ubicado en el centro y tuviera que bombear sangre a
grandes distancias. Tal vez las criaturas 4-D no tendrían un corazón central sino una
masa de arterias para empujar la sangre.
Ben Brown sugiere que los seres en 4-D serían alimentados por energía solar. En tres
dimensiones un fotón contiene 107 ergios; esta energía sería significativamente mayor
en cuatro dimensiones, debido a una posible oscilación añadida. Esto significa que un
fotón podría ser una fuente de energía más significativa. En nuestro mundo tridimensio-
nal, parece poco práctico para una criatura móvil de sangre caliente utilizar la energía
solar; sin embargo, en cuatro dimensiones, puede ser práctico para los seres absorber la
luz y convertirla directamente en una forma de energía almacenable. Cualquier energía
almacenada de este tipo podría residir como tejidos en el interior de la criatura, prote-
giendo órganos vitales como el cerebro.
― 254 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
― 255 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
apéndice h
Este apéndice incluye varios problemas sin resolver, desafíos, avances y noti-
cias recientes relacionadas con las dimensiones espaciales superiores.
Fotones
― 256 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
en la cuarta dimensión, así que ¿cómo podrían las criaturas 4-D usar fotones
para vernos a nosotros o a ellos mismos?36
36
Obviamente es bastante difícil predecir cómo se comportarán las partículas en dife-
rentes dimensiones. Esto significa que es difícil predecir qué sentidos evolucionarían en
los seres 4-D. En tres dimensiones, la luz oscila de forma bidimensional mientras avanza
a través de la tercera dimensión (los campos eléctricos y magnéticos oscilan en ángulo
recto entre sí). En cuatro dimensiones, ¿podría la luz oscilar de alguna manera en tres
dimensiones mientras avanza a través de una cuarta? Por supuesto que esto es bastante
especulativo, pero puede significar que la “luz tridimensional” no sería visible para un
ser 4-D, y que la luz bidimensional podría no ser visible para nosotros.
Si la “luz” pudiera existir en dos dimensiones, la “luz” podría oscilar a través de una
dimensión y avanzar a través de una segunda. ¿Significa esto que Flatland podría no ser
visible para nosotros cuando nos paramos sobre Flatland y miramos hacia abajo? Tal
vez esto implica que las criaturas 4-D tendrían dificultad para vernos. ¿Qué veríamos si
nuestros ojos estuvieran a la altura de Flatland (¿Podríamos ver a un Flatlander si lo
ilumináramos con una fuente de luz tridimensional?) Si pudiéramos ver Flatlanders, el
movimiento y la energía almacenada en la superficie 2-D podría traducirse de alguna
manera en los niveles de energía de las partículas 3-D.
Arlin Anderson cree que el sonido (energía vibratoria) parece disipar toda su energía
dentro de nuestro mundo tridimensional. Esto implica que un ser 4-D no puede oírnos
(o vernos) con nuestro sonido o luz hasta que el ser ponga su oído u ojo a nuestro nivel.
Sin embargo, si los fotones 4-D y los fotones son posibles, el ser podría usarlos para
observarnos.
― 257 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
ellos? Si un ser 4-D nos habla, ¿parecería que el sonido viene de todas partes
a la vez, incluso desde dentro de nosotros?
Por supuesto, no necesitamos usar el habla para comunicarnos. Si pudié-
ramos transmitir una sola corriente de bits (por ejemplo, unos y ceros) a la
cuarta dimensión, la comunicación sería posible. De hecho, la rápida aparición
y desaparición de un objeto 4-D en nuestro mundo podría ser utilizado para
comunicar un mensaje binario.
¿A qué se parecería la escritura de los seres en 4-D? Nuestra escritura es
una dimensión más baja que el espacio en el que vivimos. ¿Sería la escritura
de los seres en 4-D tridimensional? ¿Cómo se vería esta escritura si se proyec-
tara en un pedazo de papel en nuestro mundo (Figura H.1)?
Las figuras H.2 y H.3 son una representación artística de cómo podría ser
una escritura en 4-D cuando se entrecruza con nuestro mundo. ¡Increíble!
Como pieza artística final, considere la Figura H.4 del Profesor Carlo H.
Sequin de la Universidad de California, Berkeley. Su representación es una
proyección de un politopo regular de 120 células 4-D (un análogo 4-D de un
polígono). Esta estructura consiste en doce copias del dodecaedro regular, uno
de los cinco sólidos platónicos que existen en el espacio tridimensional. Este
politopo 4-D también tiene 720 caras, 1200 bordes y 600 vértices, que son
compartidos por dos, tres y cuatro dodecaedros adyacentes, respectivamente.
― 258 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura H.2 Las interpretaciones de un artista de cómo podría ser la escritura en 4-D
cuando se entrecruza con nuestro mundo.
Figura H.3 Renderizados más extravagantes de cómo podría ser la escritura en 4-D a
medida que se cruza con nuestro mundo.
― 259 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
Figura H.4 Proyección de un politopo regular de 120 células 4-D. (Cortesía del profesor
Carlo H. Sequin.)
Los físicos no pueden dar una razón por la cual el espacio tiene tres di-
mensiones. Quizás la dimensionalidad del espacio en nuestro universo fue de-
terminada “accidentalmente” durante el Big Bang, hace miles de millones de
años. Parece que la vida sería más desafiante en otras dimensiones. Como dis-
cutimos, sería difícil para el tracto digestivo pasar a través de una criatura en
dos dimensiones porque el tracto la cortaría en dos pedazos. Richard Morris
en Cosmic Questions sugiere que si la dimensionalidad del espacio fuera de
― 260 ―
SURFEANDO DENTRO DEL HIPERESPACIO
cuatro o más, entonces las órbitas planetarias estables no serían posibles. Mo-
rris implica que si un planeta se las arreglara para formarse, seguiría una senda
que le causaría una espiral hacia el sol. Esta línea de pensamiento se extiende
en el maravilloso artículo reciente de Max Tegmark “Sobre la dimensionalidad
del espacio-tiempo” que aparece en la revista Classical and Quantum Gravity
(ver Lecturas adicionales).
Considere un universo con m dimensiones espaciales y n dimensiones
temporales. Estos universos se clasifican como universos (n + m). Por ejem-
plo, nuestro universo podría ser un universo (3 + 1) con tres dimensiones es-
paciales y una dimensión de tiempo. Max Tegmark del Instituto de Estudios
Avanzados de Princeton, Nueva Jersey, sugiere que todos los universos ―ex-
cepto un universo dimensional (3 + 1)― pueden ser “universos muertos” en
el sentido de que están desprovistos de observadores. Él cree que los espacios
de mayor dimensión no pueden contener átomos tradicionales o quizás estruc-
turas estables. En un espacio con menos de tres dimensiones, puede no haber
fuerza gravitacional. En los universos con más o menos de una dimensión tem-
poral, las criaturas vivientes no podían hacer predicciones. Estas ideas son tan
fascinantes que me gustaría explicarlas un poco más.
Algunos tipos de universos tienen más probabilidades de contener obser-
vadores que otros. Aquí hay algunos antecedentes. Ya en 1917, Paul Ehrenfest
sugirió que ni los átomos clásicos ni las órbitas planetarias pueden ser estables
en un espacio con n > 3. En los años 60, E Tangherlini sugirió además que los
átomos cuánticos tradicionales no pueden ser estables en los universos dimen-
sionales superiores (ver Lecturas Adicionales). Para los lectores físicos, estas
propiedades están relacionadas con el hecho de que las funciones fundamen-
tales de Green de la ecuación de Poisson V2ϕ = p ―que da el potencial elec-
trostático/gravitacional de una partícula puntual― es r2–n para n > 2. Como
señala Tegmark, esto significa que la ley del cuadrado inverso de la electros-
tática y la gravedad se convierte en una ley del cubo inverso si n = 4, y así
sucesivamente. Cuando n > 3, el problema de los dos cuerpos ya no tiene nin-
guna órbita estable como solución (véase el artículo de I. Freeman de 1969).
En un lenguaje sencillo, esto implica que si estuvieras en un universo 4-D
y lanzaras planetas hacia un sol, los planetas o bien volarían hacia el infinito
o bien en espiral hacia el sol. (Esto contrasta con un universo (3 + 1) que ob-
viamente puede, por ejemplo, tener órbitas estables de lunas alrededor de los
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En resumen, esto significa que puede ser difícil tener radio, televisión y
comunicación global rápida en mundos de mayor dimensión. Para una dis-
cusión teórica, véase Morley, T. (1985) A simple proof that the world is three-
dimensional. Revisión SIAM. 27(1): 69-71]
Cuando le pregunté a Tom Morley sobre algunas de las implicaciones de
sus teorías, él respondió:
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y L(n)? Resulta que estos números de rejillas crecen muy rápidamente, pero
puede que te sorprendas al darte cuenta de lo rápido que es. La fórmula que
describe este crecimiento es bastante simple para un entramado n×n:
L(n) = ((n2)(n + 1)2)/4 . La secuencia va 1, 9, 36, 100, 225, 441 Durante mucho
tiempo, me ha gustado pensar en los cuadrados y rectángulos (cuadriláteros)
como pequeños contenedores o jaulas para hacer analogías interesantes sobre
cómo crece la secuencia. Por ejemplo, si cada cuadrilátero se considerara una
jaula que contenía una pulga diminuta, ¿cuán grande se necesitaría una celda
para enjaular a un representante para cada variedad diferente de pulga (Sifo-
naptera) en la tierra? Para resolver esto, considere que los Sifonapterologists
reconocen 1830 variedades de pulgas. Usando la ecuación que te acabo de dar,
puedes calcular que un pequeño entramado de 9×9 podría contener 2025 va-
riedades diferentes, fácilmente lo suficientemente grande para incluir todas las
variedades de pulgas. (Para los amantes de Siphonaptera, la pulga más grande
conocida se encontró en el nido de un castor de montaña en Washington en
1913. Su nombre científico es Hystirchopsylla schefferi, y mide hasta 0,31
pulgadas de largo, aproximadamente el diámetro de un lápiz).
También es posible calcular el número de conjuntos de jaulas para conjun-
tos de jaulas tridimensionales. La fórmula es: L(n) = ((n3)(n + 1)3)/8. Los pri-
meros números de las celdas para esta secuencia son: 1, 27, 216, 1000, 3375.
Tim Greer de Endicott, Nueva York, ha generalizado la fórmula a jaulas hi-
perespaciales de cualquier dimensión, m, como L(n) = ((nm)(n + 1)m)/(2m). Va-
mos a pasar algún tiempo examinando las jaulas en 3-D antes de pasar a las
jaulas en dimensiones más altas.
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¿Alguna vez te has preguntado cómo sería realmente contemplar los gló-
bulos carnosos y peludos que este libro sugiere como modelos para los seres
en 4-D que cruzan nuestro mundo? Afortunadamente, es muy fácil para los
estudiantes, profesores y aficionados a la ciencia ficción contemplar aparicio-
nes tan extrañas. El ingeniero visionario William Beaty da detalles de cons-
trucción exactos para un dispositivo óptico que, cuando apunta a la piel de una
persona (u otras partes del cuerpo), da una impresión realista de la sección
transversal de un ser 4-D, es decir, como él lo dice, “bolas de piel carnosas,
pulsantes, cubiertas de pelo sudoroso”. En su página web de Internet
(http://www.eskimo.com/-billb/amateur/dscope.html), Beaty describe el
efecto visual en detalle:
Para crear el “visor 4-D”, utiliza tres espejos de forma trapezoidal, cada
uno con dimensiones de 12×5×2 pulgadas (en otras palabras, los dos bordes
pequeños son de 12 pulgadas como se muestra en la Fig. H.5. También se
pueden probar otras geometrías, como una disposición de 12×7×2 pulgadas)
Los espejos están pegados con cinta adhesiva en sus bordes para formar un
tubo triangular con una superficie interior reflectante. Miras en el extremo
triangular más grande mientras miras a tu mano para ver las manchas de carne
(si miraras en el extremo más pequeño a tu amigo, Beaty dice que verías un
“monstruoso globo esférico cubierto de ojos”). Este es un proyecto de clase
maravilloso y divertido, y William Beaty da consejos prácticos para la ilumi-
nación y la seguridad.
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Figura H.5 Ayuda óptica para “ver” universos superiores. (Invención de William Beaty.)
Teseracto Mágico
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Figura H.6 Teseracto mágico de John Robert Hendricks. (Renderizado por Carl Speare.)
HiperADN
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apéndice i
títulos hiperespaciales
Para que Cristo more en vuestros corazones por la fe, a fin de que, arrai-
gados y cimentados en amor, podáis comprender con todos los santos cuál es
la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo,
que sobrepasa todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de
Dios.
―Efesios 3:17-19
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notas
Sólo Dios existe verdaderamente; todas las demás cosas son una emana-
ción de Él, o son Su “sombra”.
―Afkham Darbandi y Dick Davis,
introducción a La Conferencia de las Aves
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lecturas adicionales
El espacio superior puede ser visto como un fondo de tejido conectivo que
une los diversos fenómenos del mundo.
―Rudy Rucker, La cuarta dimensión
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sobre el autor
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del arte, la ciencia, las matemáticas y otras áreas aparentemente dispares del
quehacer humano.
El Los Angeles Times recientemente proclamó: “Pickover ha publicado
casi un libro al año en el que amplía los límites de las computadoras, el arte y
el pensamiento”. Pickover recibió el primer premio en el concurso fotográfico
de “Belleza de la Física” del Instituto de Física. Sus infografías han aparecido
en las portadas de muchas revistas populares, y su investigación ha recibido
recientemente una atención considerable por parte de la prensa ―incluyendo
la “Semana de la Ciencia y la Tecnología” de CNN, The Discovery Channel,
Science News, The Washington Post, Wired, y Christian Science Monitor― y
también en exposiciones y museos internacionales. La revista OMNI lo des-
cribió recientemente como “el equivalente de Van Leeuwenhoek del siglo
XX”. Scientific American varias veces presentó su obra gráfica, llamándola
“extraña y bella, asombrosamente realista”. Pickover ha recibido numerosas
patentes en los Estados Unidos, incluyendo la Patente 5.095.302 para un ratón
de computadora 3-D, 5.564.004 para íconos extraños de computadora, y
5.682.486 para interfaces de transportador de agujero negro a computadoras.
El Dr. Pickover es actualmente miembro del personal de investigación del
Centro de Investigación T. J. Watson de IBM, donde ha recibido dieciséis pre-
mios por logros en invenciones, tres premios de la división de investigación y
cuatro premios de honor externos. El Dr. Pickover también es columnista prin-
cipal de la columna de “brain-boggler” en la revista Discover.
Los pasatiempos del Dr. Pickover incluyen la práctica de Ch’ang-Shih Tai-
Chi Ch’uan y Shaolin Kung Fu, la crianza de pejerreyes dorados y verdes
(grandes peces amazónicos) y la interpretación de piano (principalmente jazz).
También es miembro de la Liga SETI, un grupo de entusiastas del procesa-
miento de señales que buscan sistemáticamente en el cielo vida inteligente y
extraterrestre. Visite su sitio web, que ha recibido más de 200.000 visitas:
http://sprott.physics.wisc.edu/pickover/home.htm. Puede ser localizado en el
PO. Box 549, Millwood, Nueva York 10546-0549 USA.
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addendum
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American sugiere que el universo podría ser esférico, pero tan grande
que la parte observable parece euclidiana, igual que una pequeña zona
en la superficie de un globo parece plana. En otras topologías, el uni-
verso podría estar “conectado multiplicadamente” como un toro, en
cuyo caso hay muchos caminos directos diferentes para que la luz viaje
de una fuente a un observador.
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