La Hora del Planeta es más que un evento. Se trata de un movimiento que ha
logrado un gran impacto ambiental, incluyendo cambios en las legislaciones al aprovechar el poder de las masas. El WWF (World Wildlife Fund - Fondo Mundial para la Naturaleza) es la organización matriz de la Hora del Planeta. La celebración del evento de dicho movimiento comenzó con equipos y socios del WWF de Sídney, Australia, en el año 2007. A partir de ese momento muchos países de todo el planeta se han sumado a esta iniciativa que se ha convertido, después de 10 años, en el mayor movimiento ambiental en la historia. La Hora del Planeta tiene como campaña “Lo hare si tú lo haces” que pretende alentar la acción positiva para el medio televisivo. Las acciones pueden realizare por personas o por grupos, grandes o pequeños, como un cambio de estilo de vida simple o tal vez algo que conduzca a un cambio político. La campaña tiene la intención de invitar a las personas a ser fuente de inspiración para sus amigos, familiares, colegas y comunidades al compartir lo que están dispuestos a hacer a través del movimiento para proteger el planeta. Objetivos: La Hora del Planeta pretende impulsar la necesidad de adoptar medidas frente al cambio climático, así como la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera, el ahorro de energía, y llamar la atención sobre los efectos del calentamiento global para exigir la puesta en marcha de todas aquellas iniciativas para frenar las emisiones de CO2. Proporcionar un paréntesis a la Tierra.
“Es uno de los movimientos sociales más grandes
jamás vistos por la humanidad”, señaló en su momento Desmond Tutu, Premio Nobel de La Paz. Algunos de los resultados obtenidos desde su edición 2012 a esta parte son:
Más de siete mil ciudades de 152 países se involucraron en La Hora del
Planeta, lo cual quiere decir que más de 1800 millones de personas de los siete continentes se comprometieron a aportar su granito de arena en pos de lograr un mundo más sustentable. Según Andy Ridley, cofundador y director ejecutivo del movimiento, en diciembre de 2012, después de que 120 mil rusos firmaran durante La Hora del Planeta una petición para el gobierno, el parlamento de Rusia aprobó una ley para proteger sus mares de la contaminación petrolera. Luego de este éxito, una nueva meta se ha puesto para 2013 en dicho país: asegurar más de 100 mil firmas para pedir una reforma en la legislación forestal actual.