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SIMPOSIO SOBRE LAS TROMPETAS DEL APOCALIPSIS

Dr. Alberto R. Treiyer

www.adventistdistinctivemessages.com

3 ABN 18-20 de febrero, 2011

El simposio fue organizado por 3 ABN después de la reacción de muchos videntes a la conferencia
del Pr. Kenneth Cox (un bien conocido evangelista jubilado que da seminarios sobre el
Apocalipsis), basado en las trompetas, a fines de julio del 2010. La disconformidad de la gente se
debió a su sorpresivo enfoque futurista de esta sección del Apocalipsis (incluyó a Al Qaeda en las
trompetas). A pesar de las confrontaciones apasionadas de a momentos en las reuniones del
simposio, hubo una atmósfera amigable y cristiana en todos los que intervinieron. Luego de los
abiertos intercambios en los diferentes puntos de vista, podíamos hablar juntos durante los
recreos y las comidas, como hermanos que tenemos el mismo Padre en el cielo.

La confrontación tuvo lugar en tres claras direcciones. Antes que nada, permítasenos decir que el
personal de 3 ABN es historicista, exceptuando el Pr. John Lomacang (pastor local), quien propuso
un enfoque futurista de las trompetas. En las discusiones del panel, el Pr. John Stanton (otro
pastor local), se puso del lado del Pr. Lomacang en una perspectiva futurista. Hugo León, un buen
hermano, joven, médico de Chico, California, invitado por Kenneth Cox quien también formó parte
del panel, se puso también del lado futurista, con una apertura a la creencia en un doble
cumplimiento. Una larga y fuerte discusión se dio sobre lo que se entiende por el término
"futurismo". Quedó claro que tiene que ver con una proyección de todos los sellos y todas las
trompetas al futuro.

El Pr. Lomacang, por ejemplo, no podía ver en el Destructor de la quinta trompeta otro ser que no
fuese el diablo mismo, quien se espera que aparezca en persona al final, justo antes de la venida
del Señor. Le dijimos que el diablo siempre obra a través de entidades humanas que se oponen al
Señor y a su pueblo, como el rey de Babilonia en Isa 14, el imperio romano que está representado
por el dragón en Apoc 13 (y mediante diferentes maneras, siempre revelando su carácter de
asesino y mentiroso resumido por Jesús en Jn 8:44).

Un segundo enfoque se vio en Ranko Stefanovic (Andrews University) y Jon Paulien (Loma Linda),
quienes a pesar de declararse historicistas, se unían con el rechazo futurista del cumplimiento
historicista de varias trompetas, y ofrecían, al mismo tiempo, un enfoque espiritualizado de las
trompetas equivalente a lo que podemos encontrar entre los intérpretes católicos de la Edad
Media. En lugar de ejércitos que caen sobre Roma, espiritualizaban el contenido de las trompetas
para proyectar filosofías. Creen que son historicistas porque las diferentes filosofías que traen en
consideración pueden ubicárselas en la historia. Pero el resultado de sus enfoques es evasivo y
escurridizo, a tal punto que admiten que "no se sabe si Juan pretendió que cada detalle de esta
descripción sea interpretada" (R. Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, 304-5). Tanto los futuristas
como los espiritualistas no pueden ofrecer una proyección clara de las fechas proféticas
especificadas en la quinta y sexta trompetas.

Stefanovic y Paulien parecen no captar que el recurso a la alegoría ya estuvo representado en los
intérpretes de Alejandría en los siglos tercero y cuarto de nuestra era. Ellos lo usaban como la
manera más fácil de resolver los textos difíciles de la Biblia. Esa es la razón por la que, si sus
enfoques ahora no son totalmente idealistas (una carencia de interés en el cumplimiento
histórico), están yendo en esa dirección. ¿Podemos nominarlos como espiritualistas, por el hecho
de que espiritualizan el contenido de las profecías del Apocalipsis? ¿O podemos considerarlos
directamente como idealistas, bajo una definición más amplia de lo que es el idealismo en materia
profética?

En la línea del historicismo estaban el Pr. Ty Gibson (Light Bearers Ministry, con James Rafferty,
otro panelista en el simposio), y el Dr. Alberto R. Treiyer (Adventist Distinctive Messages, Ph. D. en
la Universidad de Estrasburgo, residiendo en NC). La diferencia entre ellos es que Gibson sigue a
Edwin Thiele y C. M. Maxwell cuando conecta la primera trompeta con la caída de Jerusalén,
mientras que Treiyer sigue el legado historicista protestante y adventista que ve a Roma como el
blanco de los juicios de Dios, desde el comienzo de nuestra dispensación cristiana hasta el fin. Jud
Lake (Th. D, D. Min., Profesor de Predicación y Estudios Adventistas, Southern University), sostuvo
una clara posición historicista de las trompetas.

Todos los oradores tuvieron la oportunidad de compartir sus puntos de vista por dos horas cada
uno, exceptuando este servidor a quien se le dio la oportunidad de hablar por cuatro horas debido
a que uno de los expositores no vino. Las reuniones comenzaron el viernes de mañana a las 8:15
de la mañana. Después de una introducción del Pr. C. A. Murray quien actuó como moderador, el
orden de los expositores fue el Pr. Lomacang y el Pr. Gibson en la mañana. En la tarde les tocó el
turno a los Drs. Stefanovic y Treiyer. Al día siguiente, ocuparon el sábado de mañana el Dr. Paulien
y el Dr. Treiyer de nuevo. La sesión del panel, con preguntas y respuestas, comenzó después que
todos los oradores dieron su mensaje. Cuatro horas de discusión en la tarde del sábado, y tres
horas y media en la mañana del domingo. La mayoría del personal de 3 ABN asistió a las
reuniones.

Yo había preparado alrededor de 500 diapositivas sobre las trompetas, pero pude proyectar
únicamente unas 400. El material era tan vasto que, para gente no entrenada en teología puede
haberle sido no muy fácil de asimilar completamente de una vez. No trataré acá con todo lo que
compartí con mis diapositivas, exceptuando algunos puntos que se volvieron relevantes en las
discusiones del panel. Para contextualizar las diferentes posiciones, compartiré también la mayor
parte de mi primera alocución sobre la historia de la interpretación de l as trompetas. Con este
resumen nos proponemos destacar los problemas inherentes en las discusiones actuales sobre las
trompetas, y clarificar los temas desde la perspectiva historicista.
Contextualización Histórica

En mi primera presentación, consideré Una Revisión Breve de la Interpretación Historicista en el


Cristianismo y en el Adventismo. Esto era necesario para contextualizar las nuevas propuestas que
se están introduciendo en nuestra iglesia. Declaré que durante los primeros tres siglos de nuestra
era Cristiana, se esperaba que el anticristo viniese después de la caída de Roma, y se sentase allí
con diez reyes sobre una iglesia apóstata. Este enfoque estaba basado en las profecías de Daniel,
Pablo y Juan. Roma era, para los cristianos de aquellos tempranos siglos, la prostituta de Apoc 17,
una ciudad perseguidora. Eran premilenialistas porque, en términos generales, creían en un reino
pacífico sobre la tierra por mil años literales después de la primera resurrección. Aún si no podían
ver todavía cómo sería derrocada Roma, creían que Dios verdaderamente castigaría esa ciudad.

En el cuatro siglo, sin embargo, la persecución romana terminó con la conversión nominal del
emperador Constantino y, por consiguiente, se abrieron las puertas para ver una conexión de la
capital del imperio con la ciudad celestial. ¿Cómo iría Dios a castigar la capital del mundo si esa
capital se estaba convirtiendo? Siendo que un milenio literal implicaba una destrucción literal de
Roma, el único método que se encontró para hacer frente al premilenialismo fue el alegórico, esta
vez, para interpretar las profecías apocalípticas. Esta nueva propuesta provino primeramente de
los cristianos que vivían en la ciudad griega de Alejandría. El interés en un milenialismo literal
como teniendo lugar después de la destrucción de la ciudad de Roma se esfumó. Además, era
difícil para muchos aceptar la canonicidad del Apocalipsis. De esta manera, no se podía ver más a
Roma como el blanco de los castigos de Dios.

Un nuevo problema apareció en el quinto siglo. El saqueo de Roma por Alarico produjo confusión.
¿Estaba la cristiana Roma siendo realmente castigada por Dios? Por otro lado, ¿cómo podían los
cristianos responder a la acusación de los paganos que decían que sólo los dioses de la antigua
Roma podían protegerla de las invasiones extranjeras? Agustín de Hipona encontró una solución.
Reemplazó el premilenialismo por un amilenialismo. En su De Civitate Dei, 20, 7-9, declaró que la
iglesia estaba reinando sobre la tierra espiritualmente desde el Pentecostés hasta el Juicio Final.
Esto no implicaba que el mal ya había sido erradicado de la tierra. Las invasiones bárbaras
ocurrieron porque el paganismo estaba todavía bien representado en Roma, y una gran
corrupción perduraba allí. Pero Roma podría triunfar bajo el reinado espiritual de la iglesia. Pablo
Orosio visitó a Agustín para ese entonces, y recibió el aliento necesario para escribir un libro,
Historiae Adversus Paganus, donde presagiaba una nueva forma imperial bajo autoridad pontifical
y tribus bárbaras confederadas.

Durante la Edad Media

El enfoque alegórico o espiritualizador de Agustín de Hipona cimentó el fundamento de la Edad


Media, y sepultó el historicismo por mil años. Algunas excepciones aisladas se vieron en Andreas
of Cesarea (quinto/sexto siglos) quien identificó las invasiones bárbaras en la primera trompeta, y
en Beato de Liebana (siglo octavo), quien vio en la quinta trompeta las invasiones musulmanas.
Pero Agustín preparó el camino para que otros concluyesen que el reino de la iglesia comenzó con
la ascensión del obispo de Roma al poder. Si traducimos esto a nuestra época, significa que el
mundo no será destruido, sino convertido. El esfuerzo tremendo del papado para unir las
religiones y las naciones del mundo bajo su liderazgo se encuentra en este enfoque que proviene
de la Edad Media.

Para el siglo X, muchos comenzaron a darse cuenta de que el anticristo profetizado en 2 Tes 2 y los
libros de Daniel y Apocalipsis, era el mismo obispo de Roma. Ahora podía verse de nuevo, como en
los primeros siglos de la era cristiana, a Roma como un reino que merecía los juicios de Dios por su
apostasía. Por consiguiente, las trompetas del Apocalipsis debían aplicarse directamente a Roma.
¿Cuándo? Buscando evidencias en la historia, los Protestantes se dieron cuenta que Roma
Occidental había llegado a su fin en el quinto siglo, después de los cuatro golpes más significativos
que recibió de los ejércitos bárbaros. Además, desde el S. VII Roma estaba siendo castigada por
Dios mediante las invasiones musulmanas, los sarracenos primero, y los turcos desde el S. XIII, con
las características inequívocas que habían sido representadas por la quinta y sexta trompetas.

Este fue el enfoque clásico de los protestantes de los siglos decimoséptimo al decimonove no. Lo
abandonaron en el S. XX por el preterismo y el futurismo, el primero entre los protestantes bajo la
influencia de la crítica literaria de las Escrituras; el segundo entre los conservadores evangélicos
bajo la influencia de The Scofield Reference Bible (1909 y 1917), que adoptó también el
dispensacionalismo. Irónicamente, estas dos propuestas, el preterismo y el futurismo, provino de
intérpretes católicos de la segunda mitad de la Edad Media, para enfrentar al historicismo que
apuntaba a Roma como la ramera apocalíptica.

Adventistas del Séptimo Día

En la actualidad, nosotros, los Adventistas del Séptimo Día, somos prácticamente los únicos
herederos de la Reforma protestante en la interpretación historicista de las profecías
apocalípticas. En 1848, la Adventist Bible or Sabbath Conferences resumió lo que pasó a ser la
interpretación oficial de nuestra iglesia. Vivimos en la época de la séptima iglesia. Los sellos
predicen la declinación y apostasía progresiva de la Iglesia Cristiana, y el sexto sello describe las
señales del tiempo del fin. Las primeras cuatro trompetas predijeron las invasiones bárbaras del
Imperio Romano Occidental (Visigodos, Vándalos, Hunos y Hérulos). La quinta y sexta trompetas
describen a los sarracenos y a los turcos respectivamente, con su punto culminante el 11 de
agosto de 1840. La experiencia de Juan y el 'librito' anticipaban el Gran Chasco del 22 de octubre
de 1844.
Esta posición oficial de nuestra iglesia fue reiterada varias veces a lo largo de los años, en las
sesiones de la Asociación General de 1883, mediante un comité nombrado por la AG, que dio su
informe al final del congreso y declaró que el enfoque historicista adoptado por nuestra iglesia
anteriormente era fundacional para la fe profética de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Otras
sesiones del congreso de la AG en 1901, 1903, 1905 y 1941, enfatizaron algunos o todos los puntos
considerados más arriba. Las fechas de 1833 (la caída de meteoros), 11 de Agosto de 1840 (la
sumisión de Turquía a los Altos Poderes de Europa), y el 22 de Octubre de 1844 (el chasco de Apoc
10, y el comienzo de la séptima trompeta con el ministerio de Jesús en el Lugar Santísimo), fueron
considerados como "Hitos en la Historia Adventista".

Una brecha en la interpretación adventista se abrió en la segunda mitad del S. XX, con un cambio
en el blanco de las trompetas que se vio en Edwin Thiele y C. Mervyn Maxwell. Roma dejó de ser
considerada como el punto focal de la primera trompeta. Por el contrario, se la vió más bien como
el agente divino para castigar a Jerusalén. Este enfoque los condujo a espiritualizar la tercera y
cuarta trompetas. Algo semejante pasó con William Shea en dos estudios que nunca fueron
publicados, y en donde Dios parecía, además, haberse vuelto loco al castigar indiscriminadamente
diferentes entidades, aún la iglesia primitiva en la primera trompeta... ¿No son acaso las
trompetas juicios de Dios contra el imperio que oprimía y continúa oprimiendo a su pueblo? ¡Por
supuesto que sí! Véase Jer 51:27,35-36. ¿Cuál es el último imperio que debía ser destruido por el
Señor? ¿No es Roma, bajo la representación de Babilonia en el ApocalipsisWhat was the last
empire that should be destroyed by the Lord? Is it not that of Rome, represented by Babylon in
Revelation? (cf. Apoc 9:14; 17-18).

Jon Paulien y Ranko Stefanovic se fueron más lejos todavía, y espiritualizaron prácticamente todas
las trompetas (exceptuando la primera como Thiele y Maxwell), desconsiderando completamente
los cumplimientos históricos de la quinta y sexta trompetas, y su conexión con nuestra existencia
como denominación. Citemos literalmente a J. Paulien, quien confirmó en el simposio de 3 ABN
sobre las trompetas, su tendencia espiritualizadora.

"Creo que las trompetas deben ser interpretadas como símbolos de realidades espirituales"
(Decoding Revelation Trumpets, 362ff]. "Los eventos 'históricos' que estamos buscando no deben
tratar tanto con políticas y naciones y grupos étnicos como con ideas y filosofías y grandes
movimientos transnacionales a través de la era del NT" (Toward an Adventist Consensus on the
Seven Trumpets of Revelation, March 16-21, 1989: manuscrito no publicado, sometido por
Paulien a DARCOM). "La quinta y sexta trompetas pueden ser paralelas a Dan 11:40-45" (ibid),
como cumpliéndose en el tiempo del fin. La quinta trompeta, en el enfoque de Paulien, tiene que
ver con la secularización de la revolución francesa (Marxismo - Comunismo - Materialismo -
Evolución - Racionalismo - Ecumenismo - Espiritismo). La sexta trompeta sería, siempre en esta
perspectiva, una unión del capitalismo secular, del comunismo, del Islam y del tercer mundo con
toda forma de cristianismo.

¿Dónde está Roma en la interpretación de J. Paulien? No es más el blanco de las trompe tas. ¿Qué
hacemos con las conexiones del santuario celestial que muestran que sólo la séptima trompeta se
cumple durante la época del ministerio sacerdotal en el lugar santísimo (Apoc 11:15-19)? ¿Hacia
dónde apuntan estas interpretaciones? Como en la Edad Media, las proyecciones de las profecías
apocalípticas se vuelven más y más evasivas y difusas. Roma puede de nuevo camuflarse
fácilmente como para no permitirnos ver su trono como siendo el trono del diablo sobre la tierra
(Apoc 13:2-3). Si dejamos de ver esto, ¿cómo podremos ver el cumplimiento de las trompetas en
los castigos de Dios que Roma merece por lo que hizo? ["Vi a la mujer (Roma) ebria de la sangre de
los santos y de los que tienen el testimonio de Jesús" (Apoc 17:6)].

En esta nueva carrera de espiritualización que invadió el mundo protestante durante todo el S. XX,
y que está destruyendo ahora, poco a poco, todo el fundamento profético de nuestra fe,
encontramos a R. Stefanovic siguiendo los pasos de Paulien en su tesis doctoral. En el libro de
Stefanovic que publicó Andrews University, Revelation of Jesus Christ, 296-7, este autor considera
que la Edad del Iluminismo es más oscura que la Edad Oscura (Edad Media). Ubica filosofías
contemporáneas en la cuarta, quinta y sexta trompetas que aparecieron durante y después del
comienzo del tiempo del fin, algo que correspondería a la séptima y última trompeta, cuando se
abre la puerta del lugar santísimo (Apoc 11:19; cf. 9:13). De esta manera, cuando Stefanovic
aborda la quinta trompeta, no sabe cómo interpretar sus símbolos, y concluye que "no se puede
saber si Juan pensaba que cada detalle de esta descripción debía ser interpretada" (ibid, 304-5).

Si seguimos su propuesta, tenemos que llegar a los siglos XVIII y XIX, con la puerta abierta al
"tiempo del fin" profético ya en la cuarta trompeta, para volver al Islam que apareció al comienzo
de la Edad Media (ibid, 296-7, 306-7). Con esta propuesta no podríamos nunca saber cuándo
ubicar la sexta trompeta, que él proyecta para el mismo fin del tiempo del fin. Además, parece no
darse cuenta que las langostas representan ejércitos que caen sobre reinos e imperios, no
filosofías (Juec 6:5; 7:12; Jer 51:14,27, etc.).

Tengamos en cuenta que la tendencia a espiritualizar las profecías apocalípticas no afectan


únicamente los temas apocalípticos, sino también varias doctrinas de la iglesia cristiana. El
adventismo fue, es, y continuará siendo hasta el fin, una reacción contra la espiritualización de los
días de la creación, de la encarnación y resurrección del Hijo de Dios, de la realidad material del
cielo y del santuario celestial (contra el panteísmo), de Dios mismo (como no teniendo cuerpo), de
las profecías apocalípticas, etc. Como lo advirtió E. de White:

"Teorías científicas espúreas están introduciéndose como ladrón en la noche, robando los hitos y
minando los pilares de nuestra fe... Las tentaciones más engañosas del enemigo se están
introduciendo, y se están introduciendo de la manera más agudo, en el plano más elevado. Esas
tentaciones espiritualizan las doctrinas de la verdad presente hasta que no queda distinción entre
la sustancia y la sombra" (MM 87). "Miles de los que se precian de tener conocimiento consideran
que... es prueba de saber el cavilar con respecto a las Escrituras y anular sus verdades más
importantes mediante explicaciones que pretenden espiritualizarlas" (PR 461).

¿Cuál es el resultado de este alejamiento "descaradamente irresponsable" de la interpretación


adventista sobre las trompetas, según alguien catalogó estas nuevas tendencias? (No en el
simposio). Un caos, una gran confusión que da libre rienda a toda clase de interpretación
imaginaria. Vez tras vez se escuchó en el simposio de las trompetas, repetir que esta sección del
Apocalipsis es difícil, la más difícil de entender. Pero esta sección del Apocalipsis gozó del
consenso más grande durante la Reforma Protestante y a lo largo de nuestro movimiento
profético. ¿Por qué se está volviendo ahora tan intrigante y confusa? ¿No se deberá a que nuevas
preocupaciones y principios hermenéuticos se están introduciendo, que provienen de la exégesis
moderna que impone varios criterios que no están necesariamente respaldados por los principios
bíblicos? ¿No será que se debe a que, en lugar de investigar en la historia, muchos prefieren el
método alegórico más fácil de los padres alejandrinos y de la Edad Media, que consistió en
espiritualizar y soñar con enfoques imaginarios sobre el contenido del Apocalipsis, para resolver lo
que no entienden?

Puntos clave en la confrontación

1) El cumplimiento histórico de algunas trompetas

El argumento tradicional contra el historicismo desde la perspectiva futurista fue siempre la falta
presumible de evidencia histórica que pudiese confirmar el cumplimiento profético. En esto el
simposio de 3 ABN no fue una excepción. En este punto, a los hermanos futuristas que asistieron a
las reuniones se les unieron los que sostenían enfoques espiritualistas/idealistas. Era evidente que
ambas corrientes necesitaban una negación tal del historicismo para reemplazarlo con sus teorías,
por filosofías en lugar de hechos históricos concretos. Para negar la interpretación historicista,
ridiculizaron a Urias Smith tanto como pudieron, y declararon, enfáticamente, que la fecha del 11
de Agosto de 1840 no se cumplió ni tuvo nada que ver con la profecía de la sexta trompeta. Vez
tras vez enfatizaron que aún Josías Litch abandonó esa interpretación cierto tiempo después en su
vida.

Siendo que E. de White confirmó el cumplimiento del período de tiempo de la sexta trompeta
como habiendo tenido lugar en esa fecha específica (lo que implica su aceptación de la
interpretación de las fechas de la quinta trompeta), tanto los futuristas como los espiritualistas
procuraron depreciar su valor. Se esgrimieron tres diferentes argumentos para descalificar sus
declaraciones. Por un lado, afirmaron que el cumplimiento presumible referido por E. de White en
GC 334-5, tuvo que ver con la predicción de Josías Litch, no con la profecía del Apocalipsis. En
segundo lugar, se arguyó que E. de White no era especialista en historia, según un testimonio de
su hijo que Paulien leyó. Tercero, nada importante para el imperio turco habría ocurrido en ese
momento.

Del punto de vista historicista, respondimos al primer argumento que el testimonio de E. de White
se refiere inequívocamente al cumplimiento de la quinta y sexta trompetas. Ella dijo, literalmente,
"en 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general... El acontecimiento
cumplió exactamente la predicción" (CS 382-3). Ella no se refirió solamente a la predicción de
Josías Litch, sino también al "cumplimiento de la profecía" (la de la sexta trompeta).

Al segundo punto, replicamos que podíamos estar de acuerdo con su hijo en el hecho de que
algunos detalles en su descripción de eventos históricos que incluyó en su libro El Gran Conflicto,
no los recibió directamente del cielo, sino que los extrajo de los historiadores seculares. Pero la
historia que trajo para nuestra consideración, así como sus comentarios, tuvieron que ver con lo
que Dios le reveló por "el Espíritu de Dios..." para presentarla "de tal modo que derramase luz
sobre la lucha futura que se va acercando con tanta rapidez..., en forma que quedara bosquejado
el desenvolvimiento de las grandes verdades comprobantes que en diversas épocas han sido
dadas al mundo..." (CS 14).

Dr. Jud Lake destacó en el panel que, en el mismo capítulo donde E. de White trata con el
cumplimiento de la sexta trompeta en 1840, incluyó la caída de meteoros de 1833 que respaldó la
creencia en la venida inminente del Señor. Esa fue otra señal del tiempo del fin que se predecía en
el sexto sello, y que se había recientemente cumplido. Ella incluyó este evento en ese capítulo
para confirmar lo bien fundada de la fecha de 1844 para la profecía de Dan 8:14. [Se vio también
un esfuerzo en el panel para ridiculizar la importancia de la fecha de 1833, así como del terremoto
de Lisboa en 1755, lo que reveló una falta de conocimiento de los hechos históricos y de lo que
nadie se tomó el trabajo de responder en el simposio. Véase mi libro, The Seals and the Trumpets
(2005), 177-188].

Además, tanto E. de White como los mileritas y nuestros pioneros no necesitaron investigar la
historia para afirmar lo que ocurrió en 1840. Ellos testificaron lo que estaba pasando delante de
sus ojos, y puede corroborarse su testimonio aún hoy por los historiadores modernos. Destaqué
ante la audiencia algunos de los testimonios más impresionantes que incluí en mi libro The Seals
and the Trumpets (2005), 285-360. Urías Smith no inventó nada. El conservó el legado que recibió
de la Reforma Protestante del S. XVII al S. XIX, incluyendo a los mileritas. Podemos afirmar hoy lo
mismo citando simplemente el testimonio de los historiadores seculares. Su evaluación de la
historia confirma el cumplimiento de todas las profecías de Daniel y Apocalipsis, no solamente la
de las trompetas.

Cuando uno de los hermanos quiso traer a colación el hecho de que el imperio turco no cayó en
1840, le respondimos que eso no es lo que estábamos diciendo, no es tampoco lo que estuvieron
diciendo los mileritas, no fue tampoco lo que realmente dijo E. de White, ni era eso lo que se
esperaba que pasase. Esa fecha marcó un giro en el imperio turco que se reveló en su sumisión a
los altos poderes de Europa, y que continúa todavía hoy con la sumisión de los países musulmanes
a la legalidad de las Naciones Unidas...

Al argumento tradicional de que Josías Litch abandonó la interpretación del año 1840 como
habiéndose cumplida en la fecha precisa que dio, repliqué que también abandonó la fecha de
1844 que todavía conservamos porque fue bien elegida. Podemos entenderlo porque se chasqueó
debido a que el Señor no vino como lo había esperado. Pero después de entender lo que se
esperaba que pasase en 1844, según la Biblia, nuestros antepasados en la profecía y misión de
nuestra iglesia mantuvieron todas esas fechas, así como lo hacemos hoy. Porque ésa es la verdad.

2) Una presunta dicotomía entre exégesis y cumplimiento histórico

Cada vez que tratábamos de conectar el texto con un punto específico en la historia, Jon Paulien
levantaba su mano e insistía en que tenemos que interpretar el texto aludido bajo principios
hermenéuticos bíblicos sólidos. Era evidente que, para él, una conexión histórica puntual con el
texto apocalíptico, es incompatible con los principios modernos de exégesis. Pero según los
principios modernos de exégesis, no podemos ir a la historia para encontrar, por ejemplo, el título
exacto de una entidad futura que cuadre con el número 666. ¿Por qué? Supuestamente, porque
los lectores del primer siglo no podría conocerlo. ¿Podemos aceptar eso como una regla
hermenéutica para entender las profecías del Apocalipsis? Para muchos, una espiritualización de
Apoc 13:18 es, de nuevo, la solución más fácil, aún si esa solución presumible no se puede
sostener (véase mi libro Las Expectaciones Apocalípticas del Santuario, cap. 10).

La insistencia de Paulien, como los intérpretes modernos del Apocalipsis, en que los lectores del
primer siglo tenían que entender el mensaje de Juan en el libro del Apocalipsis, pueden aplicarse
al significado de algunos términos. Pero si se representa a los caballos de la sexta trompeta como
escupiendo fuego de sus bocas, ¿no podía aplicarse eso a la pólvora de los cañones y armas de
fuego de los turcos que, para ese entonces, se habían introducido en la historia, debido a que la
pólvora no se conocía en el primer siglo? ¿Tenemos acaso que tratar de entender el símbolo
presumible de los colores de la armadura y vestidos descritos en la quinta y sexta trompetas para
espiritualizar luego ese símbolo en su aplicación? ¿No podría aplicárselos literalmente al color
usual de la armadura y vestido de los jinetes turcos?

¡Lo siento! Pero no podemos aceptar un principio tan escéptico. Algunas porciones del Apocalips is
no fueron ni podían ser entendidas por los lectores de finales del primer siglo, ni por Juan mismo
(véase 1 Ped 1:10-12). Si tenemos la perspectiva correcta de la profecía, la historia nos dará la
clave para determinar si la descripción debía interpretársela como siendo literal o simbólica. De
nuevo, ¿estaban equivocados nuestros antepasados historicistas cuando vieron la conexión del
granizo con un ejército que cayó sobre Roma proveniente de las frías tierras del norte de Europa
(primera trompeta); la conexión de la montaña ardiendo con un ejército que cayó sobre Roma
proveniente de las tierras calientes del norte de África (segunda trompeta); y la estrella que cae
del cielo en la tercera y quinta trompetas como ejércitos que vienen del oriente como las estrellas
en su movimiento estelar, para invadir el territorio romano? No per se. Mientras que a veces,
estas relaciones no son realmente necesarias, pueden legítimamente ser mantenidas como prueba
adicional de su cumplimiento.
3) Imposición de principios literarios estructurales innecesarios

En mi primera alocución presenté algunos argumentos que se traen a colación generalmente para
negar que el blanco de las trompetas es siempre Roma. Estas son las preocupaciones y
deducciones que algunos han introducido en nuestra iglesia desde la segunda mitad del S. XX:

a)Tanto la primera iglesia como el primer sello comenzaron en el primer siglo. Por consiguiente, la
primera trompeta debiera comenzar igualmente en el primer siglo.

Respuesta: Esta asunción es innecesaria, contradictoria y arbitraria. Las iglesias del Asia que
recibieron la carta de Jesús fueron levantadas por Pablo varios años después de la comisión
evangélica de Mat 28. Jerusalén había sido destruida por más de veinte años antes de que Juan
recibiese las visiones del Apocalipsis, y su revelación fue dada para revelar el futuro (Apoc 1:1). La
vieja Jerusalén no contaba más para la iglesia, sino la nueva Jerusalén y en la cual esperaban
habitar pronto (Apoc 3:12; véase caps. 21 y 22). Además, la vieja Jerusalén cayó en el año 70 DC,
esto es, 40 años después del comienzo presumible tanto de la primera iglesia como del segundo
sello, no en el año 31 DC. ¿Qué podemos ganar, entonces, con la elección de la destrucción de
Jerusalén como siendo el objetivo presumible de la primera trompeta? ¿Tenemos que imponer un
principio literario arbitrario para hacer comenzar las trompetas al mismo tiempo que las iglesias y
los sellos en el año 31? Eso no encaja históricamente, y no lo requiere tampoco el libro del
Apocalipsis.

Tenemos que tener en cuenta--como lo dije más de una vez en la reunión--que el mensaje del
Apocalipsis fue dado a las siete iglesias que estaban siendo perseguidas por "el agente principal de
Satanás al guerrear contra Cristo y su pueblo durante los primeros siglos de la era cristiana", esto
es, "el Imperio Romano, en el cual prevalecía la religión pagana" (CS 491). Las diez plagas que
castigaron al imperio egipcio cayeron mucho después que los israelitas comenzaron a clamar a
Dios por la opresión egipcia, al final de la opresión. ¿Qué ganamos, entonces, con requerir que la
primera trompeta se cumpla en el primer siglo, si no podemos ubicarla en el año 31? En el caso de
las trompetas, podemos agregar que los bárbaros comenzaron a invadir el imperio romano desde
la época del apóstol Juan hacia fines del primer siglo. Pero el Revelador escogió sus cuatro golpes
decisivos contra Roma que tuvieron lugar en el quinto siglo. La capital del Imperio Occidental llegó
a su fin en el quinto siglo por esos cuatro azotes de Dios. Ningún otro reino amenazó al imperio
romano antes, llevándolo a su caída final y definitiva.
b) Siendo que cada imperio revelado en las visiones de Daniel abarcaban el mismo período de
tiempo, las visiones del Apocalipsis (iglesias - sellos - trompetas) deben abarcar la misma extensión
de tiempo.

Respuesta: Vemos acá, de nuevo, un cambio de preocupación de mirar a entidades que socavasen
y finalmente derrocasen al Imperio Romano, a una preocupación por hacer corresponder un
modelo literario arbitrario impuesto por el intérprete.

En efecto, las iglesias y los sellos tuvieron que ver con aspectos eclesiásticos; las trompetas con
cuadros estatales. Daniel reveló diferentes imperios, mientras que Juan trató con el último
imperio, esto es, Roma. Para Roma, tanto Daniel como Juan proyectaron tres momentos que la
historia se encargó de confirmar, y que están reflejados también en la triple estructura de las
trompetas (cap 8: cuatro trompetas; cap 9: dos trompetas; cap 11: una trompeta). El carácter
perseguidor de Roma que mereció ser castigado por Dios fue primero Roma Pagana (cuatro
trompetas), luego Roma Oriental junto con el Sacro-Imperio Romano de la Edad Media (dos
trompetas); y el engaño final de la Babilonia de los últimos días (de nuevo Roma con la
recuperación política del papado).

Proyectemos estos tres momentos en las palabras de E. G. de White y otros hechos proféticos.

I. Roma Pagana. Fue "el agente principal de Satanás al guerrear contra Cristo y su pueblo durante
los primeros siglos de la era cristiana... en donde prevalecía la religión pagana" (CS 491). Esto
produjo la primera tribulación (Apoc 1:9; 2:10; véase Rom 5:3).

II. Roma Papal. "En el siglo sexto el papado concluyó por afirmarse. El asi ento de su poder quedó
definitivamente fijado en la ciudad imperial, cuyo obispo fue proclamado cabeza de toda la iglesia.
El paganismo había dejado el lugar al papado... (Apoc 13:2)" (CS, 48). Esto produjo la segunda
tribulación, llamada "gran tribulación" (Mat 24:21,29), retratada en el quinto sello (Apoc 6:9-10).
E. de White relacionó el clamor de los mártires del quinto sello con la obra de la Inquisición en el S.
XIII, en plena Edad Media. "Los cuerpos mutilados de millones de mártires clamaban a Dios
venganza contra aquel poder apóstata" (CS 64).

III. Roma Papal resucitada en el tiempo del fin para formar la gran Babilonia. "El papado es
precisamente lo que la profecía declaró que sería: la apostasía de los postreros días (2 Tes 2:3-
4)"(2 Tes 2:3-4)" (CS 628). En unión con el mundo entero, producirá la tercera y última tribulación
romana (Dan 12:1; Apoc 12:17; 13:15-18; 14:12).
Un miembro del personal de 3 ABN me sugirió en un intercambio personal mientras comíamos,
que las siete trompetas son preparatorias de las siete últimas plagas. ¡Muy bien!, le dije. Las
naciones no prestarán atención al final a las amonestaciones divinas que provienen de la historia
de cómo Dios castigó a Roma por perseguir a su pueblo a través de las seis trompetas anteriores
(Apoc 9:20-21). Entonces el Señor quedará justificado ante el universo para darle su golpe final y
definitivo en la séptima trompeta que incluye las siete últimas plagas (Apoc 11:18; 15:1; 16:1).
Seamos cuidadosos de no esconder o eludir este objetivo de l os juicios de Dios a través de las
edades, mediante la adopción de principios hermenéuticos que fueron superados por el
protestantismo. No espiritualicemos las trompetas en filosofías que no nos permiten ver cuán
malo es este "gigantesco sistema de engaño" a la luz del trono de Dios y de la corte del universo
(CS 626).

4) Una presumible dicotomía entre la exégesis bíblica y los testimonios del Espíritu de Profecía

Otro punto en el debate tuvo que ver con el uso de los escritos de E. G. de White al tratar con
temas bíblicos. ¿Deben tomarse sus declaraciones sólo bajo un enfoque espiritual (según se
sugirió de a momentos en la discusión), o puede considerárselas como una guía celestial para
saber cómo interpretar una visión o texto del libro del Apocalipsis? Jon Paulien repitió varias veces
que podemos juntar todas las declaraciones de E. de White y hacerle decir lo que queramos.
Insistió, por consiguiente, en la necesidad de trabajar con el libro del Apocalipsis bajo principios
hermenéuticos sólidos que se basen en una exégesis minuciosa del texto. Esto puede parecer
bueno, pero el problema es que recurría a este tipo de argumento no sólo cuando los futuristas
traían para considerar algunos testimonios del Espíritu de Profecía que ponían en tela de juicio su
enfoque, sino también cuando se lo confrontaba con hechos bíblicos que negaban su punto de
vista. Además, él reiteró un principio que incluyó anteriormente en uno de sus libros.

Para Jon Paulien, se pueden tener en cuenta únicamente las declaraciones de E. G. de White que
fueron publicadas. Yo respondí en mi tercer alocución con la declaración de William C. White, hijo
de E. G. de White. El 23 de Mayo de 1899, él escribió una carta diciendo que el Señor requería a su
madre, hacia el final de su vida: "Desde hace alrededor de cuatro años atrás la palabra vino a ella:
'Junta los fragmentos, que no se pierda nada', y esto le fue repetido varias veces desde entonces"
(A. L. White, Ellen G. White: IV, 451). Esa es la razón por la que se organizó el Centro White en
nuestra iglesia. Con respecto a la visión de Apoc 5, que consideraremos brevemente más abajo,
ella escribió el 24 de diciembre de 1902: "Hablé del quinto capítulo del Apocalipsis. Ese capítulo se
me había grabado en mi mente, y di a la gente lo que el Señor me había dado" (Lt 211, "Elshaven,"
St. Helena, California).
Aún reconociendo la necesidad que se sintió en el simposio de un estudio hermenéutico de las
declaraciones de E. de White, que tenga en cuenta el contexto de sus declaraciones..., afirmé que
mi problema con algunas colecciones de sus declaraciones, tiene que ver, a menudo, no con lo que
ella escribió, sino más bien con una compilación selectiva que desconsidera otras declaraciones
que no cuadran con el punto de vista del compilador. Además, el riesgo de presionar una pieza del
rompecabezas apocalíptico para hacerlo encajar en un lugar que no corresponde, puede dañar el
rompecabezas. Cuando esto sucede, ¿no sería eso una indicación suficiente para poner a un lado
esa pieza, y elegir la pieza correcta? Lo peor que podemos hacer es enfrentar una interpretación
equivocada con otra asunción equivocada.

Otras visiones relacionadas

Esto nos lleva a otras visiones relacionadas de la primera mitad del Apocalipsis. Para hacer frente
al futurismo que ubica los sellos y las trompetas en el futuro, muchos han tratado de proyectar la
visión del trono en Apoc 4 y 5 en un marco inaugural. Traen a colación el hecho de que el
candelabro (Apoc 4:5) está en el Lugar Santo. Pero E. de White nunca dijo que en esa visión, el
trono está en el Lugar Santo. Por el contrario, lo ubicó inequívocamente en el lugar santísimo (ST
05-02-95, 7; 10-10-1892, 1; 1 MR 109; A. Treiyer, The Apocalyptic Expectations of the Sanctuary,
310-311). Si se puede ver el candelabro delante del trono es porque (como Sarah Peck, secretaria
de E. de White lo explicó), la puerta entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo estaba abierta (Apoc
4:1; Ms 27, 1891).

Cuando algunos futuristas refieren ciertas declaraciones de E. de White que ubican esta visión en
el Lugar Santísimo, en el fin el mundo, en un contexto de juicio, algunos guardan silencio, y otros
comienzan a afirmar que no pueden tomarse todos sus escritos como autoridad en interpretación
bíblica... De esa manera no vamos a convencer nunca a los intérpretes futuristas. Además, una
exégesis detenida de esos capítulos confirma lo que escribió E. de White acerca de esa visión.
Contrariamente a lo que se nos ha estado diciendo por años por algunos intérpretes adventistas,
la visión está llena de imágenes de juicio. Eso se reconoce en general fuera de nuestra iglesia, y fue
mantenido por la mayoría de los escritores adventistas durante el S. XX. Tampoco se puede negar
su conexión con el Lugar Santísimo, como lo demostré vez tras vez en mis libros. Véase
especialmente los dos apéndices de mi libro La Crisis Final en Apoc 4 y 5, donde respondo a todos
los argumentos esgrimidos por J. Paulien y R. Stefanovic para negar una escena de juicio en esa
visión.

La visión del trono en Apoc 4 y 5, así como la visión de los sellos, fueron considerados en el
simposio como crucial para la interpretación de las trompetas, debido a que forman parte de la
estructura literaria de la primera mitad del Apocalipsis. Aunque pedí dejar la consideración de esa
visión para otra oportunidad debido a que no formaba parte del propósito del simposio, tuve
también que decir algo sobre esa visión. Según E. G. de White, el libro sellado de Apoc 5 no ha sido
todavía tomado y abierto. Se espera todavía que ocurra en un futuro cercano. Ella nunca vinculó
este evento a un entorno inaugural, sino a la conclusión de la ministración del Cordero en el fin del
mundo. Lo mismo vemos que hizo el primer intérprete del Apocalipsis en el S. II, quien proyectó
esa visión hacia el futuro (véase referencias en A. Treiyer, La Crisis Final en Apoc 4 y 5, 16).

El mismo hecho de que Juan está llorando porque no aparece el Cordero en la visión delante de
sus ojos, revela que fue llevado a contemplar una decisión final. ¿Por qué está llorando, si la visión
se refería a lo que, supuestamente, habría tenido lugar más de 60 años atrás, en el año 31? El
sabía que el Cordero había sido entronizado en esa época (Apoc 3:21). Es obvio, por consiguiente,
que la visión del trono de Apoc 4 y 5 retrata una escena nueva. Allí se enfatiza el hecho de que
nadie en el cielo ni en la tierra puede tomar y abrir el libro de la herencia en la corte final del
juicio, exceptuando el Cordero de Dios.

Una confusión tipológica

Los pioneros del movimiento adventista y E. G. de White fueron claros sobre lo que se esperaba
que ocurriera en la inauguración del santuario celestial, y lo que debía ocurrir al final del juicio
investigador. Por años, la Universidad de Andrews ha estado ofreciendo un cuadro al revés al
presionar sobre algunas piezas del rompecabezas tipológico y profético en un lugar que no
corresponde. La pieza correcta indica que en la primera coronación en la inauguración, Jesús se
sentó sobre un reino sacerdotal de mediación según el orden de Melquisedec (sobre el trono de la
gracia: Heb 4:16), no aún sobre el trono de la Nueva Jerusalén prefigurado por el trono de David.
Pero se esperaba y todavía se espera una segunda coronación que debe tener lugar al final,
cuando el Hijo se sentase sobre el trono de su gloria (el de David: Mat 25:31), como Rey de reyes
y Señor de señores, y como Rey de la Nueva Jerusalén. Esto estaba representado por el Cordero en
el momento de recibir el libro sellado en Apoc 5, y abrirlo, en la época de la boda del Cordero
(Apoc 19:7-8).

Con respecto a las dos coronaciones con sus dos momentos específicos, inaugural y final, E. G. de
White escribió, basada primero en Zac 6: "'Se sentará y reinará sobre su trono, siendo sacerdote
sobre su trono'. No todavía 'sobre el trono de su gloria'; el reino de gloria no le ha sido dado aún.
Sólo cuando su obra mediadora haya terminado, 'le dará el Señor Dios el trono de David su padre',
un reino del que 'no habrá fin' (Luc 1:32-33)" (CS 468). Esto no tendrá lugar hasta que Jesús haya
terminado su oficio sacerdotal en el santuario celestial, depuesto su ropaje sacerdotal, puesto
sobre sí sus ropas más reales, y coronado, para cabalgar sobre un carro de nubes, para pisotear a
los paganos en su ira', y librar a su pueblo" como David cuando fue coronado (The Early Years, I,
125-6).

Con respecto al momento de tomar el libro sellado que Juan vio en la diestra de Dios (Apoc 5:1),
ella describió primero la renuncia de la nación judía a la teocracia y, por consiguiente, al pacto que
hizo de ellos el pueblo del Señor. "Su decisión fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de
Aquel que estaba sentado sobre el trono, el libro que ningún hombre podía abrir. Con todo su
carácter vindicativo aparecerá esta decisión delante de ellos el día en que este libro sea abierto
por el León de la tribu de Judá" (PVGM, 294). Esto muestra que en la inauguración, ese libro no
había sido todavía sellado. No se nos dijo cuándo ese libro fue sellado, pero que será tomado y
abierto por el Cordero al final. "El tiempo vendrá cuando todos lo alabarán..., diciendo: 'Tú eres
digno de tomar el libro, y abrir sus sellos...'" (RH, 6-4-95, 6). Mientras que E. de White vinculó
otros cantos de Apoc 5 a diferentes momentos, éste cántico nuevo que trata del momento en que
el Cordero tome el libro sellado y lo abra, nunca lo ubicó en un contexto inaugural.

Bajo este contexto, los sellos y las trompetas deben vérselos como una "gran revisión" final ( (in
RH, 4 de julio, 1893) del testimonio que dejaron los que reclamaron la herencia prometida en el
libro (véase Apoc 6:11, donde las ropas blancas definitivas se otorgan a los mártires después que
murieron, algo que debía ocurrir al concluir el juicio: Heb 9:27; Apoc 3:4-5). El séptimo sello
incluye las siete trompetas y el ministerio de Jesús delante del altar de oro, para mostrar cómo
Dios cumplió su parte en el pacto. Vemos allí las respuestas de Dios a los clamores de su pueblo
oprimido mediante el juicio de las trompetas y la intercesión celestial sobre el altar de oro (Apoc
8.2-5). Desde esta perspectiva, todas las declaraciones de E. G. de White y de la Biblia que
incomodan hoy a los que se aferran a un enfoque presumiblemente inaugural de Apoc 4 y 5,
cuadran en el rompecabezas sin necesidad de recurrir al futurismo o a un doble cumplimiento
para explicar estas profecías [Para una consideración minuciosa de todas las declaraciones de E.
G. de White acerca de estos asuntos, véase mis libros La Crisis Final en Apoc 4 y 5; Los Sellos y las
Trompetas; y más recientemente, Las Expectaciones Apocalípticas del Santuario:
www.adventistdistinctivemessages.com].

5) La necesidad de ser "espirituales" en la presentación de las trompetas

J. Paulien anunció que está tratando de formar una especie de Instituto Bíblico de Investigación
(BRI en inglés) en Loma Linda. "¿Cómo vas a hacer, Alberto, para ser práctico y espiritual con tu
historicismo?", me preguntó en un tono ilustrativo amigable y jocoso, afirmando que éste es
nuestro desafío actual. De esta forma, agregó que ese nuevo centro de Investigación Bíblica se
propone estudiar las profecías del Apocalipsis bajo un enfoque espiritual y práctico. Esto suena
bien, pero tenemos que ser cuidadosos. Hay una tendencia en la costa oeste de los Estados
Unidos, de depreciar a los mileritas y a los pioneros de nuestra iglesia por haber supuestamente
introducido puntos históricos (fechas, bestias, rameras, etc), sin un mensaje espiritual. No estoy
seguro que ése haya sido siempre el caso entre nuestros pioneros. Pero sé que tenemos que tener
cuidado como para no tratar de ofrecer una aplicación espiritual de las profecías desencarnadas
de su cumplimiento histórico. El libro del Apocalipsis no puede reducírselo a un tratado
homilético. Los mensajes y estudios prácticos y espirituales del Apocalipsis deben ser extraídos de
su vínculo con la historia. No podemos divorciar el historicismo de la homilética, como si no
pudiesen trabajar juntos.

Respondí a Paulien diciéndole que mis libros y mis seminarios evangelísticos se los considera
regularmente como siendo altamente espirituales. En este contexto, leí lo que el Dr. Ferdando
Canale (Andrews University) escribió en el prefacio de mi libro Las Expectaciones Apocalípticas del
Santuario. El especificó que "el autor [este servidor] ayuda al lector a experimentar las profecías
desde la perspectiva de la experiencia histórica del pueblo de Dios a través de los siglos". Esto es lo
que nos permite ser altamente espirituales en nuestro mensaje. El pueblo de Dios necesitaba
saber, desde la perspectiva del fin del primer siglo, lo que pasaría con la iglesia y el Imperio
Romano que estaba persiguiendo a la iglesia. Ellos necesitaban una guía celestial que les
permitiese mantenerse de pie en medio del conflicto, hasta el fin del mundo (Mat 28:20). ¡Tenían
que saber que Dios estaba en el control de su historia y de su destino! Nada dará más fe, paz
mental bajo tribulaciones, y profunda espiritualidad que conocer estos hechos que sólo mediante
el historicismo se pueden conocer.

Tenemos que poder probar cómo Dios guió a su pueblo y a las naciones a través de las edades,
para saber qué lugar ocupamos en el plan de Dios. Esto nos llenará de emoción, como ocurrió con
los discípulos de Emaús, cuando el Señor abrió ante ellos las profecías que se cumplieron en sus
días (Luc 24:32). ¿Quién no puede emocionarse hoy, al captar que formamos parte del último acto
del drama del gran conflicto entre Cristo y Satanás, y que el Señor nos llama para enrolarnos bajo
su estandarte?

Conclusión

La última pregunta que se levantó en el panel provino de uno de los miembros del personal de 3
ABN. Dijo que había recibido un mensaje de un católico vidente de 3 ABN, que le preguntó si la
Iglesia Adventista del Séptimo Día había cambiado su interpretación de las trompetas. "Ante las
diferentes posiciones encontradas acá" (en el panel), "cómo puedo responderle?"

Respondí que nuestra iglesia tiene una posición oficial de las trompetas que viene de 1848, y que
fue corroborada en varias sesiones de la Asociación General. DARCOM [Daniel and Revelation
Committee] en los 80 no rechazó esa posición oficial. Siendo que ningún trabajo se presentó
entonces que satisficiese todos los requerimientos del texto bíblico y de la historia, decidieron no
publicar nada sobre el tema, a la espera de que Dios guiase la iglesia para entender mejor estas
profecías del futuro. Si la iglesia se va a mover en el futuro hacia otra dirección, no lo sabemos (no
lo creo). Mientras tanto, es aconsejable mantener la posición oficial de nuestra iglesia. J. Paulien
estuvo de acuerdo.

Pero el desafío para la iglesia permanece. ¿Estudiará nuestra iglesia este tema como para
realmente entenderlo, y dejar de decir que es un texto problemático? Podemos siempre crecer y
mejorar nuestro entendimiento de estas profecías. Pero, ¡por favor! ¡Progresemos en nuestra
comprensión e interpretación de las profecías apocalípticas dentro del surco trazado por los que
nos precedieron!

PD. Se me dijo por fuentes indirectas, que después de las reuniones, tres de los hermanos
futuristas abandonaron su enfoque futurista de las trompetas. Quiero agradecer especialmente al
Pr. Ty Gibson por el gran trabajo que hizo en las discusiones fuertes y abiertas que se dieron en el
panel. También al Pr. C. A. Murray quien cumplió bien su papel de moderador, asumiendo una
actitud imparcial durante las discusiones. Deseo también agradecer a 3 ABN por llamarnos a
discutir estos temas importantes de nuestra fe, y especialmente a Shelley Quinn quien organizó el
simposio.

Fuente: http://www.adventistdistinctivemessages.com/Spanish/articulos.html

EL CELIBATO CATÓLICO: ORIGEN, DESARROLLO HISTÓRICO Y LA VERDAD SOBRE ESTE ASUNTO

INTRODUCCIÓN

El celibato es un tema muy delicado a ser tratado en la actualidad.[1] La iglesia protestante en


general está en desacuerdo con esta enseñanza y práctica de la Iglesia Católica Apostólica
Romana, por razones teológicas básicamente, mientras los protestantes toman como absurda esta
práctica, los católicos tienen “pruebas” que tratan de mostrar que los protestantes se hacen
problemas por una enseñanza tan clara en la Biblia.

Encontramos opiniones variadas sobre el origen del celibato en los ministros de la Iglesia Católica,
algunos teólogos tienen la firme convicción de su origen divino y otros aseveran que es una mera
disciplina de institución eclesiástica. A fin de alcanzar un mejor conocimiento sobre esta
“institución” el presente escrito se va a referir a algunos fundamentos teológicos que sostienen el
celibato y otras que se muestran totalmente contrarias. Para ello se recurrirá a la historia como
base humana y a la palabra de Dios como base divina.

EL CELIBATO SACERDOTAL: DEFINICIONES

La palabra española se deriva del latín caelebs “no casado”, y se refiere a la abstinencia del
matrimonio por parte del clero y las órdenes monásticas de la Iglesia Católica Romana.[2] El
celibato es en realidad una de las características peculiares de la Iglesia Apostólica Romana y
probablemente una de sus enseñanzas más polémicas en un mundo cambiante y con inclinaciones
al liberalismo en general. El celibato consiste básicamente el abstenerse o en la continencia sexual,
es decir no contraer matrimonio voluntariamente, sin embargo como mencionamos en la
introducción nos enfocamos básicamente al celibato sacerdotal o consagrado.
Esta práctica católica romana requiere que su clero permanezca sin casarse y se consagre a la
pureza personal en pensamiento y en obra a Dios.[3]

El celibato significa etimológicamente la condición propia del hombre que no se ha casado, así
también como el estado de una alguien que ha decidido quedarse a completa disposición a la obra
de Dios en el plano profesional o relacional, rechazando los límites que la vida familiar o conyugal
comportan.[4]

El celibato es la forma de vida de los sacerdotes ministros de la Iglesia Católica Apostólica Romana
(ICAR)[5] los cuales han renunciado a todo según ellos como respuesta a la invitación de Cristo a
su ministerio al igual que sus apóstoles.

El significado del celibato consagrado según la vocación cristiana consiste en que el hombre es
llamado a una vida en espíritu cada vez más amplia y profunda, de esta manera llegue a ser
progresivamente como Cristo, es esa según la ICAR la verdadera motivación de aceptar el celibato,
es claro que hay otras razones pero las mencionaremos más adelante.

El estado célibe es una anticipación social del hombre resucitado en Cristo. El matrimonio aunque
no obstaculiza una vida cristiana, induce a aceptar estructuras destinadas a desaparecer en la
realidad escatológica[6].

En la tradición cristiana se habla de virginidad, castidad y celibato. El término de “virginidad”,


también es empleado para designar a las mujeres, este es el mismo caso para las mujeres que
desean el ser siervas de Dios para toda la vida, las muy conocidas madres o monjas, para la ICAR
esta práctica encierra un rico contenido teológico, es por esta razón que Tony Mifsud, S.J.
menciona así:

“de plena disponibilidad a la voluntad de Dios, una disponibilidad fecunda de apertura al plan del
Padre en la realización del reinado de Dios mediante la confianza en poder del Espíritu de Jesús;
pero, desafortunadamente, con el paso del tiempo se ha cargado el acento sobre el aspecto
biológico y con una referencia predominante y también con malicia machista la mujer. Hoy por
hoy la palabra virginidad más bien tiende a denotar “la abstención de relaciones sexuales de la
mujer”.*7+

EL CELIBATO SACERDOTAL: RAZONES ECLESIÁSTICAS

En lo que lleva consigo la castidad perfecta, fue introducido por una costumbre que deriva ya del
tiempo de los apóstoles.[8] En efecto, partiendo de las recomendaciones del apóstol Pablo, que
prohibió a los bígamos a aspirar ser anciano como registra la epístola a Timoteo 3:2; Tito 1:6 y
otros que muestran a Pablo aconsejando esta práctica. Resulta Claro entender que Pablo muestra
su preocupación por aquellas personas que deseaban ser líderes de la iglesia primitiva, la se sus
tiempos, y no eran personas de buena reputación, para no complicarlas cosas el apóstol es claro y
enfático en decir que el hombre que desea el obispado desea algo bueno pero que tenga en
cuenta muchas cosas y entre ellas el ser esposo fiel y de solo una mujer. La iglesia en aquellos
tiempos, podemos evidenciar, sintió la necesidad de una pureza total en los que se dedicaban al
servicio del altar.[9]

EL CELIBATO SACERDOTAL: SU DESARROLLO HISTÓRICO

En el siglo II, la idea de castidad en los ministros del Señor se abrió paso con evidente firmeza,
Tertuliano y Orígenes dieron fe del gran número de aquellos que, recibidas las órdenes, abrazaban
la continencia total y perfecta. La ICAR reconoce con claridad que no existió una ley apostólica que
impusiera el celibato, pero sí es cierto, argumentan, por lo menos en la iglesia occidental que ésta
práctica era muy entendida y practicada ya a fines del siglo III. [10]

Muchos cristianos de los primeros siglos, hombres y mujeres, comenzaron a practicar los consejos
evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.[11]Los que observaban eran tenidos en gran
estima a pesar de todo[12]. Esto es entendible, en la actualidad hay líderes de la iglesia que
también no son casados y ejercen el liderazgo aún siendo solteros como solía oficiar de sacerdote
el jefe de la familia (presbítero o anciano), es natural que hubiese pocos sacerdotes solteros.

Tertuliano en el año 200 DC. (“De Exhortatione Castitatis”) habla del gran número de sacerdotes
que vivían continentes, ya que habían elegido a Dios por esposo. De igual modo Orígenes el
apologeta por esa misma época (“In Leviticum”), justifica así el celibato sacerdotal: los sacerdotes
de la Antigua Ley observaban continencia alejándose de sus esposas durante el periodo de sus
servicios al templo; los de la nueva ley no conocen tales inconvenientes, por ser célibes.[13]

En la iglesia primitiva

En la iglesia primitiva sin embargo no existía la prescripción del celibato para el sacerdocio. Tanto
es así que en la imagen de obispo que encontramos como ya mencionamos se le aconseja a solo
ser esposo de una sola mujer y amarla como Jesús amó a la iglesia y se entregó por ella según su
epístola a los Efesios 5:25.

En la iglesia de la patrística

En la patrística, los padres de la iglesia se opusieron con fuerza contra toda forma de pensamiento
que condenara al matrimonio[14].Esta, era una tendencia dualista y rigorista ya estaba presente
en la iglesia de Éfeso, donde se hace referencia a algunos que “prohíbe el matrimonio” según
1Timoteo 4:3. No obstante Mifsud menciona que es eso cierto sin embargo: “el matrimonio es
bueno pero que la idea de celibato es mejor” porque es Pablo mismo que aconseja así.*15+

La historia de la legislación eclesiástica sobre es tema del celibato sacerdotal se remonta


legalmente al siglo IV.[16] De esta mantear a través de la historia se pueden detallar lo siguiente
considerando sólo las fechas más importantes ya que este tema tiene documentación abundante
de muchos concilios donde abordaron este tema:
En el concilio de Elvira

En el concilio de Elvira, la más antigua declaración canónica, canon 33 del concilio de Elvira en el
año 305 DC.*17+ Realizado en España menciona de la siguiente manera: “Se ha decidido por
completo la siguiente prohibición a los obispos, presbíteros y diáconos o a todos los clérigos
puestos en ministerio: que se abstengan de sus mujeres y no engendren hijos; y quien quiera lo
hiciere, sea apartado del honor de la clerecía”.*18+

Los sacerdotes aprobaron este dictamen en la mayoría de regiones.[19]A partir de este momento
también, la legislación occidental del celibato cuenta con una abundancia documental
verdaderamente extraordinaria. Ello prueba entre otras cosas que el tema fue de gran importancia
en esas épocas.[20]

En el concilio de Nicea

En el concilio de Nicea. Algunos años después, Osio de Córdova intentó promulgar sin éxito este
decreto en el concilio de Nicea*21+ el cual dirigía Constantino “el grande” el emperador de Roma
hacia el año 324 DC. Ya que él proponía el celibato para todos lo que trabajen en la iglesia, sin
embargo este concilio prohibió el matrimonio tras la recepción de órdenes mayores; es decir, los
obispos, presbíteros y los diáconos no podían casarse después de ser ordenados, sin prohibir la
ordenación de los que ya eran casados. En fin, en el siglo IV el celibato sacerdotal ya era tomado
como obligatorio.

Hacia finales del siglo IV

Hacia finales del siglo IV, tiempos del Papa Dámaso I (366-384) o del Papa Siricio (384-399),
Inocencio I y León I, ordenaron el celibato al clero. Otros concilios locales en África, Francia e Italia
publicaron decretos haciendo obligatoria esta práctica. Se conoce por esto que apareció una ley
de continencia para los sacerdotes casados.[22] Pero se considera de mucha importancia a dos
decretales del Papa Siricio y las decisiones del II Concilio de Cartago en el año 390 DC. Todos los
textos atestiguan claramente lo que podría llamarse una disciplina de la continencia (o castidad)
perfecta, exigida a obispos, presbíteros y diáconos, de los que se da por supuesto, en general, de
hombres casados que estaban al servicio de la Santa iglesia.

Se conoce que los primeros siglos de la era cristiana la iglesia así como el poder político militar de
Roma estaba dividido por muchas razones, una de ellas la cultura diferentes de ambos así como
sus intereses propios, la iglesia cristiana también estaba dividido no solo territorialmente sino que
doctrinalmente, es por esta razón que es necesario mencionar qué es lo que pensaban o cómo
actuaban las dos iglesias (del Oriente y del Occidente) con respecto al tema del celibato.

En Oriente

En Oriente, luego de diversas prohibiciones y concesiones, se permitió, desde el siglo VII en


adelante, a los Sacerdotes y Diáconos, vivir con sus esposas si ya habían contraído matrimonio
antes de ser ordenados como sacerdotes. De esta manera el celibato se convierte en requisito
fundamental para aquellos que han de ocupar los más altos cargos de la iglesia, por lo demás es
importante mencionar también que jamás faltaron entre los religiosos hombres que vivían en
monasterios en los que se observaba no sólo castidad sexual sino también pobreza y
obediencia[23] como los Ascetas por ejemplo que buscaban la purificación progresiva y esfuerzo
constante para conseguir un ideal moral y agradar a Dios no importando qué cosas tenían que
sacrificar y abandonar. Recibieron varios nombres los que lo practicaron: confesores (confiesan su
fe), los continentes (practican la castidad) y los ascetas. A las mujeres se les da el nombre de:
esposas de Cristo, siervas de Dios o vírgenes consagradas.[24]

Los ascetas, aunque no tenían una estrecha relación entre los cargos más importante del clero nos
dan a entender que esta enseñanza no era desconocida y al mismo tiempo también son vinculados
como el primer grupo de personas que aceptaron el llamado de ser célibes pues entre sus
creencias consideraban que era de suma importancia alejarse todo lo que tenga que ver con
satisfacción de yo, y abnegarse a todo lo que te distraiga de la comunión personal con Dios en
cumplimiento dicen ellos de Marcos 8:35.

En el 692 DC. en el sínodo de Trulla se llegó a una legislación que parafraseado mencionaba que
los obispos estaban obligados a vivir en continencia por lo cual el clero vio conveniente elegir para
el ministerio a monjes; mientras que los sacerdotes, los diáconos y subdiáconos no podían casarse
después de la ordenación, pero si ya estaban casados podían seguir viviendo con sus esposas e
incluso manteniendo relaciones sexuales.[25]

En el Occidente

La ley del celibato fue promulgada por la iglesia latina primero de forma implícita en el primer
concilio de Letrán hacia el año 1123 de nuestra era, bajo el Papa Calixto II, y más tarde
explícitamente en los cánones 6 y 7 del segundo concilio de Letrán 1139 bajo el Papa Alejandro II.
Mientras el primer concilio sólo habla de la disolución matrimonial de los clérigos mayores, el
segundo decretó la invalidez del matrimonio. Es decir, se llegó a la conclusión: “los matrimonios de
subdiáconos, diáconos y sacerdotes después de la ordenación son inválidos: y los candidatos al
sacerdocio que ya están casados, no pueden ser ordenados. Esta decisión fue confirmada por
Alejandro III en el año 1180 y Celestino II en 1198.

El concilio de Letrán, afirmando la invalidez del matrimonio en el caso de los clérigos con órdenes
mayores o de los religiosos con votos solemnes.[26] Edward Schillerbeeckx menciona
(parafraseando) que antes del siglo XI esta enseñanza del celibato para los sacerdotes era si bien
es cierto siempre promulgada y confirmada, sin embargo era siempre adoptada parcialmente, y de
ello eran consientes las autoridades. Después de haberlo intentado de muchas maneras
imponiendo sanciones económicas y multas, recurren al medio más drástico recién en el año 1139,
fue en este año como ya se mencionó que el sacerdocio se convirtió en un impedimento para que
el que ejerza este cargo el matrimonio y solo los solteros podían ser ordenados. Además no es solo
por puro gusto sino porque mantiene una motivación netamente espiritual de servicio completo a
Dios, es decir la pureza ritual y la desconfianza hacia lo sexual, es esto lo que explica la ley del
celibato para el sacerdocio católico romano.[27]
Posteriormente al concilio de Letrán I con la ley de celibato, algunos de los sacerdotes satanizaron
el sexo, es decir que argumentaban que la sexualidad era producto del pecado y cosa de demonios
sin embargo esa no era la verdadera razón del celibato. En el concilio de Letrán II que se realizó ya
en el siglo XII casi un siglo después del primer concilio en Letrán se promulgó oficialmente dicha
ley, expresada claramente enfatizando que era por cuestiones de pureza para el sacerdocio y no
para otra cosa desviada de doctrina. Edward menciona lo siguiente: “Con el fin de que la lex
contineniae y la pureza, tan agradable a Dios, aumenten entre los clérigos y consagrados,
establecemos….La ley del celibato como instrumento eficaz para cumplir de una vez la ley de la
continencia”.*28+Sin embargo este concilio llevado a cabo el años 1545-63 aproximadamente
confirmó que la enseñanza era del clero por ley de la iglesia y no por la ley de Dios.[29]

Este en este periodo de la edad media aproximadamente donde ocurrió la reforma protestante
por muchos hombres tales como Calvino que se atrevió a decir que el celibato no debía ser
juzgado como mayor de los méritos que el estado del matrimonio, y protestó contra el
desprecio[30] que generalmente le daban algunos fanáticos católicos tales como Jerónimo que
argumentaba que el matrimonio “era una relación impura”*31+, de esta manear también Marín
Lutero en su lucha contra la Roma Papal denuncia injusticias e incumplimiento de sus propias leyes
y más aún de que esas leyes no tiene sustento bíblico ni apoyo de Dios en su realización[32].

Como es de suponerse a raíz de la reforma de lutero y de otros hombres que la precedieron y la


continuaron esta enseñanza netamente católica se vio en muchas veces a ser derribada, pero
sigue manteniendo hasta hoy su validez tal como en el concilio de Trento II se acordó, claro que es
importante decir que esta práctica de la ICAR está sujeta la absolución si ella si lo creyese
oportuno.[33]

EL CELIBATO SACERDOTAL: EN EL SIGLO XXI

Podemos entender que esta ley del Celibato de la ICAR puede ser abolida como menciona este
fragmento de un artículo: “habría que especificar que el deber de celibato no forma parte de la
naturaleza intrínseca del sacerdocio, sino que se trata de una gracia añadida que la Iglesia
reconoce como ideal para el desempeño del ministerio. Ideal, y en estos momentos, obligatoria
según las leyes eclesiásticas, que no deben sin embargo considerarse leyes divinas.”*34+ O más
aún como menciona Robert G. Clouse, actualmente la ICAR juzga útil el celibato de los ministros
por cuanto les concede mayor libertad para el servicio de Dios, aunque también afirma que la
iglesia puede anular esta regla cuando lo decida.[35]

Al respecto, es de gran importancia mencionar que el Papa Pablo VI se pronunció ante este tema
en Junio 24 del año 1967 en una Encíclica: “sacerdoialis caelibatus”: El Celibato Sacerdotal hoy.
Donde expone todo un argumento detallado del porqué es que la ICAR sigue ese principio de fe,
esta tesis empieza así: “A los obispos, a los hermanos en el sacerdocio a los fieles de todo el
mundo católico. El celibato sacerdotal, que la Iglesia custodia desde hace siglos como perla
preciosa, conserva todo su valor también en nuestro tiempo, caracterizado por una profunda
transformación de mentalidades y de estructuras”.[36]

También, El Papa Juan Pablo II dice en la carta apostólica Mulieris Dignitaten # 20: "El celibato por
el reino de los cielos es una gracia especial por parte de Dios, que llama a una persona
determinada a vivir el celibato. Si este es un signo especial del Reino de Dios que ha de venir, al
mismo tiempo sirve para dedicar a este reino escatológico todas las energías del alma del cuerpo
de un modo exclusivo durante la vida temporal".[37] El Papa que vivió no hace mucho, entendía
que el celibato era algo precioso de esta manera dice que con Cristo ha entrado una novedad de
vida. Allí donde el Génesis decía que no era bueno que el hombre esté solo, san Pablo llega a
afirmar de que es bueno para el hombre estar solo (1 Corintios 7, 25-26). Queriendo dar a
entender además que es como una forma de testificar su importancia al igual que Jesús por las
ovejas cumpliendo así su labor como buen pastor despojándose de sí mismo para cumplir
fielmente su llamado.

La Iglesia Católica Apostólica Romana, reafirma este dogma de manera tajante para los sacerdotes
que ministran en la obra de Dios y su iglesia, de esta manera todo aquél que desea el obispado
buena obra desea pero es necesario que adopte el don del celibato, que según llama la ICAR es
una manera especial de servir el cual es honrado y bueno ante los ojos de Dios. Pues no existe
ataduras para servir, no hay distracciones, sólo existe Dios y su relación con el sacerdote.[38]

EL CELIBATO SACERDOTAL: RAZONES MISIOLÓGICAS

El celibato no es una practica común, no es un mero soltero, el soltero no se ha casado aún pero
tal vez pronto lo haga y no hay para él ninguna prohibición, pero el célibe hace de este un estilo de
vida sin problemas; voluntariamente busca quedarse soltero por la causa del servicio de Dios,
trabajando con familiares necesitados, ciencia, etc.[39] Es importante mencionar que el célibe no
menosprecia el matrimonio sino que lo venera como a “sacramento grande” pero no se siente con
vocación para aceptarlo; o bien las circunstancias le indican que no debe adoptar.[40]

El sacerdote célibe no es un señor cualquiera según la ICAR que de la noche a la mañana ha


decidido ser así sino que responde a un llamamiento, reflexión y prueba antes de que llegue a ser
sacerdote. No hay que entender el celibato solamente desde la óptica de la renuncia sino más bien
como medio y como fuerza capaz de mayores posibilidades y afirmaciones, como una exigencia de
vida para el desarrollo armónico del hombre.

En el sentido cristiano, el celibato no puede reducirse al mero hecho de no contraer matrimonio,


es preciso que obedezca a una llamada especial de Dios, para dedicarse, plenamente a su servicio
dentro de esa condición de célibe (1 Corintios 7, 7). La renuncia al matrimonio, bendecido por la
Iglesia como camino de santidad para muchos cristianos, es un presupuesto, que adquiere toda su
plenitud y profundidad de significado por el hecho de que es un carisma especial, un don recibido
de Dios, para el mejor cumplimiento de la misión que cada uno ha recibido. Aunque no pertenece
a la constitución esencial de la Iglesia, el celibato sacerdotal no es una adherencia histórica
pasajera, es fruto de la acción del Espíritu en la Iglesia y una manifestación vital del desarrollo de
la semilla que tiende a convertirse en árbol frondoso (Mateo 13, 31-32).[41]

El celibato favorece a la creación de un estilo de relaciones humanas, que es propio de la vida


escatológica. Allí cada bienaventurado tendrá la capacidad de encontrar en totalidad y plenitud a
todos los demás, más allá de la genitalidad sexual, que actualmente es el signo más profundo y
más habitual del encuentro humano. El consagrado, también quiere con su estado testimoniar que
los lazos interpersonales realizados más allá de la “carne y la sangre”, son amables: su celibato
quiere ser como una especie de sacramento del encuentro futuro con Dios y con los hombres en
Cristo.[42]

Dadas las exigencias psico-sociológicas actuales el celibato parece estructurarse de una manera
autentica, siempre que se manifieste como: Expresión de caridad verdadera y en una comunión de
amistades humano-espirituales.[43] Es decir, en primer lugar, la caridad es el alma del celibato,
consagrado, la caridad que brota del ministerio pascual se difunde en el corazón consagrado y de
esta manera estará apto para servir a la comunidad de la iglesia; el celibato adquiere su autentica
razón en preselectiva del trabajo apostólico. El celibato consagrado tiene valor salvífico en cuanto
que indica mayor disponibilidad en las relaciones sacerdotales con Cristo; en cuanto expresa un
particular entrega apostólica, sirviendo a la iglesia a tiempo y fuera de tiempo tal como Cristo lo
hizo. En segundo lugar, es un carisma especialmente comunitario y eclesial, el célibe está llamado
para hacer una suave amistad con la comunidad eclesiástica, en el amor serenante a los feligreses,
el célibe ha de comprometerse a ser un amigo sano y espiritual. Pero para ello debe sentirse
integrado en la amistad íntima con Cristo.[44]

En conclusión, el celibato según la ICAR responde al llamado de Dios, al amor sano y sin malicia por
el prójimo y la entrega total a la obra de Dios y su ministerio terrenal, así como a ser como Jesús
fue, porque sobre ellos está la intercesión de los feligreses ya que ellos son los sacerdotes que
Dios tiene sobre esta tierra a favor de las almas pecadoras. Además la vida de la Virgen María es
venerada por los sacerdotes pues es ella quien les ayuda a cumplir su voto, pues muchos puntos
en común tienen los sacerdotes con “la virgen María”, ambos engendran y dan a Jesús al mundo,
ambos le llevan entre las gentes para bendecir, perdonar, hacer el bien. Y en la hora del sacrificio,
ambos a los pies de la cruz, perdonan, como Él, y oran por los hijos extraviados.[45]

EL CELIBATO SACERDOTAL: RAZONES TEOLÓGICAS

En el Antiguo Testamento en Números 6, se dan normas respecto a los hombres y mujeres


consagrados a Dios, pero esta no es más que una tosca figura de la consagración total que brinda a
Dios los sacerdotes y nuestros religiosos.[46]La legislación referente al deber de continencia de los
sacerdotes judíos durante su servicio en el templo, se asemeja ya más a nuestro celibato clerical.
No existe ni una sola palabra que mencione célibe exactamente, ni una sola palabra en hebreo, y
en el pensamiento hebreo eso no tiene validez ya que era muy importante para ellos la
descendencia. Y el hecho de no tener descendencia constituía una desgracia, así como tuvo que
experimentar por el resto de sus días la hija de Jeffté[47] Con todo, puede decirse que la ley
antigua se desconoció del celibato virginal. Ya que no era como la ICAR lo pone en práctica.

En el Nuevo Testamento, esto se da con más énfasis, pues parece ser más ambivalente en materia
de matrimonio. Por un lado, algunos de los apóstoles eran casado (Mateo 8:14; 1 Corintios 9:5) y
Pablo recomienda el casamiento a los dirigentes de las iglesias en 1 Timoteo 3:1, pero por otro
lado se destacan los valores de la virginidad o castidad. Aparte de los ejemplos de Cristo, María y
Juan el Bautista, hay una enseñanza del mismo Jesús de que el celibato es un medio de
consagrarse uno mismo a Dios tal como menciona en Mateo 19:12.[48] Y Pablo en su epístola la
los Corintios 7:26-35, menciona que el celibato es una mejor obra que el matrimonio, pues la
condición para una mejor y ferviente consagración a Dios dado a que evita enredos terrenales y e
incita a prepararse para la venida de Jesucristo.

Jesús y el celibato

La continencia perfecta es referida claramente a la figura de Jesucristo, que lleva a plenitud la Ley
y también el sacerdocio, e inaugura la forma de vida de la perfecta castidad “hay eunucos que se
hicieron tales a sí mismos por el Reino de los cielos” Mateo 19:12. Los textos solían referirse
también, en segundo lugar, a los doce mismos, que han dado ejemplo del verdadero seguimiento,
dejándolo todo: casas, hermanos, hermanas, padres, madres, hijos o hacienda por el nombre de
Jesús.[49]

Según la Biblia, dice Caraballo, no todos están capacitados para abrazar el celibato; no todos “son
capaces de entenderlo”. Y en segundo lugar: hay quienes le abrazan “por el reino de los cielos”,
por alcanzarle ellos mismos y por hacérselos alcanzar a los demás. A estos últimos “les ha sido
concedido” la senda de la virginidad para una misión del todo especial. Jesús mismo se presenta
en la Biblia como célibe[50] y muchas personas han abrazado esta práctica queriendo seguir los
pasos de Jesús. Él exaltó la virginidad y la amó en su más elevada expresión, ésta flor es la que
trajo desde el cielo a la tierra, Él fue quien abrió la virtud de esta flor, pues en su nacimiento
renunció a todo y se sometió a todo, pero se rodeó de virginidad: Virgen la Madre, virgen el
custodio, virgen el Precursor (Juan el Bautista), para su misión escogió apóstoles vírgenes, o que lo
hubiesen sido después del matrimonio.[51] Jesús vivió por el cumplimiento de la voluntad del
Padre, en una actitud constante de filiación íntima con Él. A la vez se relaciona con los hombres en
términos de hermandad. He aquí dos de los rasgos que resaltan en Jesús con respecto al celibato:
Filiación y hermandad. Jesús no tenía casa, pero tenía la casa de Pedro o de Lázaro, para vivir de
vez en cuando, su familia era su madre, sus primos, María Magdalena, Martha, y más de cerca sus
discípulos Jesús mismo entonces es el ejemplo para ser un célibe pues se entregó completamente
a la misión, y esa es una de las motivaciones y tal vez la más pesante para esta práctica.

Pablo aconseja el celibato

En las enseñanzas de Pablo de Tarso se descubría luego la realización de esta forma de vida
apostólica: también Pablo sigue a Cristo célibe, “libre de preocupaciones” con respecto a las cosas
del mundo y entregado de todo corazón al Señor 1 Corintios 7:32-34 y de esta manera aconseja a
la iglesia que mejor es estar soltero al servicio de Dios que casarte para estar con
preocupaciones.[52] Reconoce además que es célibe pues imita a Jesús.[53] Su testimonio sobre
los demás apóstoles, que llevan consigo una “mujer hermana” 1 Corintios 9:5, nunca fue
comprendido en referencia a una presunta vida matrimonial. Al contrario, el ejemplo de Pablo
muestra cómo el ministerio apostólico vive un amor celoso por la Iglesia, para presentarla como
“casta virgen” a Cristo 2 Corintios 11:2; Efesios 5:25-32. La enseñanza de las pastorales era
comprendida en el mismo sentido: Pablo pide que los candidatos al episcopado, presbiterado o
diaconado sean “unius uxoris vir”*54+, para indicar que habían de ser personas capaces de guardar
la continencia, cosa que no se podía esperar en otros casos.

Juan en el Apocalipsis

En el capítulo 14, menciona a los 144000 que no se contaminaron con mujeres y que son vírgenes,
la ICAR dice que ellos son los célibes [55] al igual: menciona Caraballo, que en los versos 3-5 el
galardón de quienes se han mantenido vírgenes. [56] Finalmente, la autoridad eclesiástica no
puede dar ni imponer aquello sobre lo que no tiene capacidad de disponer, lo que si puede, es
establecer la condición de haber recibido este don para tener acceso a las órdenes sagradas. Y
esto es lo que hace la ley del celibato, con ella la jerarquía que custodia y administra los
sacramentos instituidos por Jesucristo, decide no conferir el sacramento del orden sino a aquellos
que hayan recibido el carisma de la perfecta continencia y libre y responsablemente se
comprometa custodiarlo y cultivarlo. Es un don y milagro del Espíritu y para todos los efectos un
carisma.[57]

EL CELIBATO SACERDOTAL: ANTE LA VERDADERA LUZ, LA BIBLIA Y SOLA ELLA

Como hemos podido observar en los capítulos anteriores, la ICAR cree fehacientemente que el
celibato es una buena práctica, casi 1700 años después del concilio en Elvira- España, donde se
legisló por primera vez los documentos de la ley del celibato, y no pasaba de ser un consejo que
era acatado en forma parcial y no practicada por la mayoría de los sacerdotes, hoy es aceptado
por la ICAR.

Además, aproximadamente 2000 años hace que Jesús pronunció las palabras elogiando al buen
siervo que deja todo por seguir a su nombre en Mateo 19:12 y que Pablo haya aconsejado no
casarse como un medio de consagración y entrega total a la obra de Dios en 1Corintios 7:26-35,
hoy estas son las declaraciones base para la ley del celibato. La ICAR hace obligatorio el celibato a
todos los que se consagran para funciones religiosas.

Ante esto Juan C. Barreto, responde enfáticamente: “Doctrina de demonios. Cuando el apóstol,
hablando proféticamente, dijo que vendrían tiempos cuando se estableciera el celibato y se
prohibiría participar de determinadas viandas, a estas prácticas las calificó duramente llamándolas
doctrina de demonios en 1Timoteo 4:1-5.[58]
Así, dentro de la organización de la ICAR hay millares de curas, monjes y monjas que viven
engañados en la creencia de que con sus votos se hacen más agradables a Dios, cuando en
realidad lo están ofendiendo al oponerse a las Sagradas Escrituras y a las leyes naturales de Dios
que son ley de Dios mismo.[59]

En el Antiguo Testamento en el primer libro, Dios dijo que “no es bueno que el hombre esté solo;
le haré ayuda idónea para Él (Génesis 2:18). Esta es la ley que Dios dijo al hombre que “se unirá el
hombre a su mujer y serán una sola carne” un matrimonio, implica el abandono de la castidad
para el hombre y de la virginidad para la mujer. Y de allí que vivan felices, sanamente. De esto no
pueden ser ajenos los pastores del rebaño de Dios, quienes necesitan más que nadie de ayuda
idónea, con la cual deben formar familias modelos para los demás feligreses. También el Rey
Salomón escribió en Proverbios18:22 “El que halló esposa halló el bien, y alcanzó la benevolencia
del Señor.” “Goza de la vida con la mujer de tu juventud que amas” Eclesiastés 9:9.

En Hebreos 13:4, se explica mejor este asunto, “honroso es en todo el matrimonio, y el hecho sin
mansilla; a los fornicarios y a los adúlteros juzgará Dios.” Tan honroso es que Pablo dice que es el
símbolo de la unión entre la iglesia y Cristo. Efesios 5:23-25.

Sin embargo aunque haya evidencia bíblica que apoyen al matrimonio, es de saber que la ICAR no
está en desacuerdo con el matrimonio, sino que ellos no aceptan una vida al servicio de Dios unida
al placer sexual, y es que tiene que ver mucho con su concepción de pecado, ya que ellos creen
que el pecado original del hombre, fue el que Adán haya tenido relaciones sexuales con Eva, e sta
es una filosofía dualista gnóstica que se introdujo en la iglesia ya en los tiempos de Pablo, porque
eran cristianos que venían con raíces y pensamientos griegos, ello creían que el cuerpo es malo, la
carne es mala, es perversa, mas el espíritu es bueno. De esta forma pues, San Agustín planteaba el
pecado original en el Edén y satanizaba el placer sexual y la vida matrimonial especialmente.

Los filósofos paganos, enseñaban que el cuerpo era prisión del alma, y el asiento de todo lo que
hay de malo y pecaminoso en el mundo; que para alcanzar la perfección había que abstenerse de
cosas que el cuerpo desea, y en esta abstención entraba el celibato y privarse de alimentos
delicados y buenos que debían ser sustituidos por cosas inferiores, etc. [60]

Con respecto a lo que Pablo mencionó en su Primera Epístola a los Corintios en el capítulo 7, es
mal entendido y tenido por asceta mezquino que despreció a las mujeres y aconsejó contra el
matrimonio. Más al contrario, aconsejó el matrimonio como norma para todos l os cristianos y no
consideró que el celibato supusiese una virtud moral superior. Esta verdad fundamental debería
tenerse bien en cuenta al leer todo este capítulo e interpretar todo lo que pablo tiene que decir en
cuanto a dicho tema.[61]

No podemos negar tampoco que el Apóstol haya tenido sus inclinaciones o preferencias por el
celibato a fin de verse libre de inquietudes y decepciones. Aunque considera excelente el celibato,
afirma que el poder vivir como tal es un don especial. Pero los que no poseen ese don es mejor
que se casen. La enseñanza del apóstol es obviamente sana, y razonable. Es absurdo insistir en que
todos se cases. Algunos pueden ser felices siendo célibes, la norma general sin embargo es el
matrimonio.[62]

Es importante aclarar que la interpretación de la profecía según la ICAR de Apocalipsis 14:1-5 debe
tomarse como figurativamente, pues el libro de Apocalipsis es un libro profético cuya
característica es usar símbolos o figuras para presentarnos verdades grandes, si se toma ese texto
como literal estaríamos aceptando que: (1) el matrimonio es una contaminación, pues el texto
dice: “los que no se contaminaron con mujeres”(2) que sólo los hombres seguirán a Cristo o al
cordero, (3) y que solo las vírgenes podrán seguir al cordero. Y así enumeraríamos muchas otras
más razones contra las absurdas interpretaciones de algunos teólogos de la ICAR.

Finalmente: “Si alguno desea obispado, buena obra desea, conviene pues que el obispo sea
irreprensible, MARIDO DE UNA SOLA MUJER (este es el requisito en contra del celibato obligatorio
para ser sacerdote), solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar, no amador al
vino, no heridor, no codicioso, no litigioso, ajeno de avaricia, que GOBIERNE BIEN SU CASA, que
tenga SUS HIJOS EN sujeción con toda honestidad, porque el que no sabe gobernar su casa cómo
pues gobernará ala iglesia de Dios? 1Timoteo 3:1-5.

EL CELIBATO SACERDOTAL: ANTE LA SOCIEDAD MODERNA

En un mundo cambiante y poco conservador, el tema del celibato sacerdotal no pasa de ser un
dogma absurdo, y esto porque después de varios siglos, el clero no ha sido consecuente con lo que
dicen ser. ¿Quién puede desconocer las historias de sacerdotes que mantienen relaciones
afectivas e íntimas con mujeres habiendo hecho un voto de castidad perpetua para entregarse
como Cristo se entregó a la iglesia despojándose de todo para servir bien.

Hoy en el siglo XXI, la sociedad menos conservadora apoya a un celibato voluntario, en otras
palabras que el clérigo pueda ser casado si lo desea sin ser excomulgado por esa decisión. De esta
manera se evitaría los diversos problemas de denuncias en contra de los clérigos relacionados con
sexo y abuso sexual a niños incluso.

Las fuertes presiones de la sociedad para que se elimine el celibato es una realidad innegable, ente
esto el vaticano menciona que esas son las voces de Satanás que desea que el sexo impere en las
vidas del sacerdote y no haga ni cumpla con su parte en la obra de Dios y la santa iglesia.

Así, el celibato hoy es un dogma muy acusado por que sus frutos han sido malos, y se ha
demostrado que el celibato no es una buena opción si el don de Dios no es realidad en la vida de
un hombre llamado para un fin especial.

CONSECUENCIAS DEL CELIBATO SACERDOTAL OBLIGATORIO[63]


No hay dudas que de todos los célibes de la ICAR, existen hombres que realmente tienen la
vocación a su ministerio. No obstante al inicio mismo de comenzar a caminar la vocación, el
postulante se encuentra con una irrenunciable directiva: deberá permanecer célibe (total
abstención de toda relación sexual) por el resto de su vida y ese “mandato” ante cualquier
persona parece descabellada, pero el que anhela obispado debe seguir ese sendero. La ICAR
enfoca este requisito de la siguiente manera:

Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La
perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen
libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato
por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida
estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la "vida consagrada" a Dios (cf. LG 42-43; PC
1). (Catecismo 915).[64]

En otras palabras, esta Institución obliga a estos hombres a permanecer célibes a perpetuidad,
confundiendo y mezclando grave y peligrosamente lo que es puramente vocación humana (servir
a Dios) con el don Divino de abstinencia y celibato, reservado y adjudicado de manera específica
según la Autoridad Soberana de Dios, y no por el verdadero ejercicio de la vocación canalizado a
través de la inscripción en un seminario, ya que escrito está:

En cuanto a las cosas que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa
de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El
marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido... No os neguéis
el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente
en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia. Pero esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que
todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de
un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse
como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse
quemando. (1ra. Corintios 7:1-9).

En ese contexto, el cumplimiento de este requisito sacerdotal ha sido cuestionado por la sociedad
por varias décadas y hasta siglos. Esto por razones pesantez y muy graves, desde las acusaciones al
clero de vivir una vida doble, es decir, aparentar ser célibes cuando no lo son. De esta manera por
ejemplo: el sacerdote de la iglesia teniendo una relación sentimental y sexual con las monjas o
mujeres que civiles, yendo de por ende en contra de los principios que ellos con tanta fuerza
pregonan. Las acusaciones y denuncias son: adulterio, fornicación y hasta la violación a menores
de edad, llámense niños, convirtiéndose de esta manera en pedófilos. A continuación dos
comentarios fragmentados que dicen fuertemente sobre esto:

En la actualidad, a un sacerdote que participa en inmoralidad sexual raras veces la Iglesia lo


expulsa del sacerdocio o lo excomulga. En cambio, lo transfieren a otra parroquia y quizás lo
pongan bajo tratamiento psicológico (muchas veces como útil excusa para encubrir sus delitos
sexuales). A los sacerdotes que dichos centros de tratamiento declaran curados (por ejemplo, a los
Siervos del Paracleto en Jemez Springs, Nuevo México) los han reasignado a otras parroquias
donde han abusado más víctimas. (Our Sunday Visitor, 27 Febrero 1994, pág. 5 y National Catholic
Reporter, 7 Enero 1994, pág. 9)

A pesar de que Roma oficialmente condena la fornicación, miles de sus sacerdotes participan en
relaciones sexuales fuera del matrimonio. Un periódico católico nacional informó que: "Siete
mujeres francesas... compañeras de sacerdotes [a] quienes... se las obliga a 'vivir
clandestinamente, para toda la vida, el amor que comparten con un sacerdote' [y quienes]
representan a miles de mujeres en relaciones similares... llegaron al Vaticano el 20 de agosto. [Le]
Pidieron al Papa que... investigara la realidad que enfrentan 'miles de sacerdotes' compañeros que
viven en las sombras, a menudo con la aprobación de superiores eclesiales, y por los niños que...
son criados sólo por sus madres solamente o son abandonados". (National Catholic Reporter, 3 de
septiembre de 1993).[65]

Finalmente podemos decir que el celibato sacerdotal tristemente tiene una reputación contraria a
su objetivo real, que es sinónimo de consagración a Dios completamente, mas en la actualidad el
celibato es probablemente por las cosas que suceden un impedimento para la realización de un
ministerio ideal en la ICAR. Ellos, deberían entender que el celibato no es la mejor forma de llevar
un ministerio rico y próspero. Ya que en nada puede asemejarse con el ministerio de Cristo al cual
ellos imitan según dicen.

CONCLUSIONES GENERALES

1. El Celibato como hemos visto, es una enseñanza tiene en parte como fuente de origen la Biblia,
sin embargo no está bien entendida, ya que tanto como Jesús y Pablo no dejaron como mejor
opción el celibato

2. El celibato es un don dado por el creador mismo y solo de esta manera puede ser un
verdaderamente un célibe, pues no hay ningún interés por la sexualidad ni el matrimonio, pero si
no se tiene el don, mejor es casarse a quemarse.

3. El celibato es un enseñanza que tiene en parte su origen en la Bibli a dijimos, pero que con la
entrada del paganismo a la misma, se introdujeron ideas dualistas griegas, y de esta manera
alimentó esa mala compresión de la palabra de Dios desde el Génesis hasta el Apocalipsis, dando a
entender que la sexualidad es pecado por cualquier lado, sea fuera o dentro del matrimonio. Pues
ello obedece a los deseos de la carne y todo lo que la carne quiera es malo y pecaminoso.

4. La iglesia Católica Apostólica Romana, reconoce claramente que el celibato no es una práctica
impuesta por los apóstoles ni por Cristo, si no que es netamente de la Iglesia o del clero.
5. La ICAR reconocen y enseñan que el celibato es voluntario, y obedece al un llamado de Dios al
servicio de su obra a tiempo y fuera de tiempo, sin preocupaciones y distracci ones sino que
entregado puramente al servicio del Señor y de su iglesia.

6. La ICAR no desprecia al matrimonio como tal, pero considera malo y no apto para quienes
aspiren ser sacerdotes y los que ya lo son.

7. El celibato, no es obligatorio, pero una vez que llegas a ser sacerdote después de 12 años de
preparación y prueba para el ordenamiento como tal es un pecado grande y abominable ante
Dios, el romper este voto.

8. El celibato debe ser motivado por el amor a Dios en primer lugar y el amor a las personas, así
como Cristo lo hizo.

9. El celibato tiene su inspiración en Jesús, él es el máximo ejemplo para los célibes y aspirantes.

10. A través del celibato uno alcanzará poco a poco la perfección que Dios quiere y serás más
acepto a Dios, y así poder ministrar le iglesia.

11. Un sacerdote célibe cumple la función de cristo de perdonar, orar e interceder por los
pecadores.

12. El celibato constituye una severa rectificación de la naturaleza humana que sólo unos pocos
elegidos pueden afrontar sin grave menoscabo; esos pocos elegidos siempre serán los sacerdotes
entregados con mayor esmero a su ministerio, pues no habrá una familia carnal que los distraiga.

13. Finalmente la ICAR reconoce y acepta que la enseñanza y práctica del celibato es una
enseñanza o un mandato (ley) de la iglesia y no de Dios, por lo cual es posible su abolición o
modificación, prueba de ello es que en algunos países como Ucrania los sacerdotes pueden tener
esposas.

14. Sin embargo podemos concluir diciendo que el celibato debe ser en respuesta a un don, no a
una decepción o un capricho como se estila saber, pues Dios dijo “no es bueno que el hombre
estés solo, le haré ayuda idónea, recalcó además: dejará el hombre a padre y madre y se unirá a
ella y serán una sola carne…fructificad y multiplicad la tierra…” esa es la teología de la familia que
quiere Dios, familias felices Y EL QUE DESEA OBISPADO no debe estar obligado a ser célibe SI NO
TIENE EL DON. Necesita ser “…ESPOSO DE UNA SOLA MUJER…”

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
[1]Fernando Caraballo, Protestantismo y Biblia, Soluciones Católicos a los problemas que plantean
nuestros hermanos protestantes (Buenos Aires: Ediciones Paulinas, 1955), 199.

*2+Daniel Sapia, “celibato obligatorio” http://www.conocereislaverdad. org/celibato.htm (09 de


noviembre del 2006).

*3+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, Diccionario Historia de la Iglesia (Nashville: Caribe, 1989),
231, 232.

*4+Karla Paladino, “El Celibato Sacerdotal”, http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm.


(21 de agosto del 2006).

[5]En adelante ICAR será: La Iglesia Católica Apostólica Romana.

[6]Tullo Goffi, Ética sexual cristiana (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1974), 117.

[7]Tony Mifsud, S.J., Una reivindicación ética de la sexualidad humana, Moral de discernimiento
(Santiago, 1998), 354.

[8]Narciso Jubany, El diaconado y el celibato eclesiástico (Barcelona: Editorial Herder, 1964), 26.

[9]Ibíd., 26.

[10]Narciso, Jubany, 27.

[11]Fernando Caraballo, 210.

[12]Ibíd., 205.

[13]Fernando Caraballo, 205.

[14]Tony Mifsud, S.J., 360.

[15]Ibíd., 260.

[16]Para una breve historia sobre este asunto, se puede consultar: M. Rodríguez, El Celibato
(Barcelona: Editorial Herder, 1975), 151-180.

*17+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, 231, 232.

*18+Alfonso Carrasco, “Celibato sacerdotal” http://www.vidasacerdotal. org/articulos/


art160.html. (20 de agosto del 2006).

[19]Fernando Caraballo, 206.

[20]Narciso, Jubany, 27.

*21+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, 231, 232.


[22]Tony Mifsud, S.J., 360.

[23]Fernando Caraballo, 206.

[24+ Carlos Fuentes“¿Qué significa Ascetismo?” http://es.geocities.com/ sacravi


rginitas/ascetas.htm (19 de agosto del 2006).

[25]Tony Mifsud, S.J., 361.

[26]Edward Schillebeeckx, El Celibato Ministerial (Salamanca: Editorial Sígueme, 1968), 38-40.

[27]Ibid.

[28]Edward Schillebeeckx, El Ministerio Eclesial (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1983), 154-156.

*29+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, 231, 232.

*30+G. Clouse, “Celibato del clero”, Diccionario Historia de la Iglesia, 232.

[31]Edward Schillebeeckx, El Ministerio Eclesial, 154.

[32]Para más detalles ver: Ricardo García, Martín Lutero II, En lucha contra los romanos (Madrid:
Editorial B.A.C., 1976), 38-175.

[33]Fernando Caraballo, 207.

*34+ S/A, “Sacerdocio y celibato” http://www.conoze.com/doc.php?doc=1270 (23 de agosto del


2006)

*35+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, Diccionario Historia de la Iglesia, 232.

*36+Para más detalles con respecto a la tesis del Papa Pablo IV ver: S/A, “Celibato Sacerdotal hoy”
http://www.sacramentos.org/encisacerdoialiscaelibatus.htm (25 de agosto del 2006).

*37+Karla Paladino, “El celibato sacerdotal” http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm


(21 de agosto del 2006).

[38]Fernando Caraballo, 198.

[39]Fernando Caraballo, 199.

[40]Ibíd., 200.

[41]Karla Paladino, “El celibato sacerdotal” http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm


(21 de agosto del 2006).

[42]Tullo Goffi, Ética Sexual Cristiana, 118.

[43]Tullo Goffi, 118.


[44] Ibíd., 119.

[45]Fernando Caraballo, 210.

[46]Fernando Caraballo, 217.

[47] Tony Mifsud, S.J., 356.

*48+Robert G. Clouse, “Celibato del clero”, Diccionario Historia de la Iglesia, 231.

*49+Alfonso Carrasco, “Celibato sacerdotal” http://www.vidasacerdotal.org/articulos/ art160.html.


(20 de agosto del 2006).

[50]Tony Mifsud, S.J., 354.

[51]J. Bonatto, Religión y Moral (Barcelona:Editorial Liturgia Española, S/A), 179.

[52]Fernando Caraballo, 218.

[53]Remigio De Papiol, El Protestantismo Ante la Biblia (San José, Costa Rica: Editorial Sagrado
Corazón de Jesús, 1918), 158.

[54]Alfonso Carrasco, “Celibato sacerdotal” http://www.vidasacerdotal. org/articulos/


art160.html. (20 de agosto del 2006).

[55] Remigio De Papiol, El Protestantismo Ante la Biblia, 158.

[56]Fernando Caraballo, 218.

*57+Karla Paladino, “El celibato sacerdotal” http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm


(21 de agosto del 2006).

[58]Juan C. Barreto, El Evangelio y El Romanismo, Manual de Controversia (Buenos Aires: Editorial


Evangélica Bautista, 1953), 157.

[59]Ibíd., 158.

[60]Ibid., 160.

[61]Carlos R. Erdman, La Primera epístola de Pablo a los corintios (U.S.A.: Ediciones T.E.L.L., 1974),
80-81.

[62]Ibid.

[63] Esta sección presenta en general un resumen y comentario acerca de las consecuencias del
celibato en la sociedad, las diversas acusaciones y denuncias en contra de los sacerdotes realizadas
por miles de afectados por casos como violación de menores de edad, pedofilia, violación de
mujeres que van en busca de consejos y hasta mujeres y niños en el confesionario. Estas
acusaciones no son de ahora simplemente sino se remontan a siglos de silencio, pero ahora más
que nunca las denuncias se hacen cada vez más común. Básicamente el investigador apoyado por
citas de otras fuentes realiza un comentario y resumen. Es necesario mencionar además que
materiales para sustentar este capítulo son escasos, no obstante para más detalles visitar donde
se evidencia miles de denuncias en diversos medios de comunicaciones hechas en contra del
clérigo, también reveladores informes que ponen en descubierto muchas evasiones de cargo de
parte del vaticano mismo. Daniel Sapia, “celibato obligatorio” http://www.conocereislaverdad.
org/celibato.htm (09 de noviembre del 2006).

*64+ Daniel Sapia, “celibato obligatorio” http://www.conocereislaverdad. org/celibato.htm (09 de


noviembre del 2006).

*65+ Daniel Sapia, “celibato obligatorio” http://www.Conocereisla verdad. org/celibato.htm (09 de


noviembre del 2006). Además, Historia del Celibato en la Iglesia
Católicahttp://www.rentapriest.com/

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