MONSEÑOR ISIDRO BARRIO BARRIO

Agosto del 2016

El Ateísmo Moderno

MEDITACIÓN: EL ATEISMO MODERNO

Al hablar de la fe y la misericordia de Dios, hemos visto que la fe es una respuesta libre que el
hombre da a Dios. Sin embrago no todos los hombres, pudiendo dar esa respuesta, la dan. Muchos
de los que no la dan se declaran ateos convencidos; otros muchos prescinden de Dios, sea por
ignorancia, sea por comodidad. Viven sin ninguna relación con Dios. Me ha parecido daros esta
charla, para que tengan una visión de conjunto sobre este fenómeno tan extendido y tan negativo para
el hombre de hoy. El hecho indiscutible de que todos morimos y hay que dar cuenta a Dios de nuestra
vida, nos habla del error de vivir nuestra vida sin Dios, y de cómo el ateísmo, es una trampa diabólica
en la que caen muchos.

1. EL ateísmo y las formas de manifestarse hoy . El Concilio Vaticano II no nos da una definición
clara cuando aborda este tema. Tiene expresiones así: “Rechazo de Dios; negación de Dios;
desconocimiento y olvido de Él; inutilidad de sus existencia; prescindir de Él: “La Gaudium et Spes,
que es el documento que habla del ateísmo, dice que es un fenómeno muy complejo; de diversa
índole en cuanto a sus causas y manifestaciones. Uniendo todas esta expresiones, podríamos
definirlo así: Una actitud del hombre ante Dios que le lleva a negarle o a rechazarle, a pensar que
no existe y por tanto a vivir sin Él, o a lo más a considerar inútil vivir en relación con El (La religión
por tanto es inútil)
Según esto, los comentaristas más expertos del Concilio distinguen tres clases de ateísmo:
a) El ateísmo teórico. Es aquel, que ayudado por las ciencias experimentales y el pensamiento
filosófico racional, niega de plano la existencia de Dios.
Este ateísmo, apoyado en “la diosa razón” o en la tecnología científica y el consiguiente
desarrollo tecnológico han llegado a explicar el mundo y la vida sin Dios. (Tanto el macro
-cosmos, como el micro -cosmos). Lo explican por leyes fijas y experimentales, que son
independientes de un ser absoluto y creador. Apoyados en el descubrimiento de las leyes fijas
(que no cambian) el mundo se explica por sí mismo, y Dios y la creación quedan superados por
la ciencia y la razón. Es más algunos han afirmado, y Dios y la religión son invenciones
absurdas de la razón.
Como Dios es un ser que no está sujeto a la materia y al tiempo, se les escapa; no puede,
meterle en sus inventos de análisis, no lo pueden captar con las experiencias sensibles. Su
razón tampoco puede abarcar, ni comprender su misterio. Para estos ateos solo es verdad lo
que la razón puede abarcar y conocer, puede dominar y explicar y, si no es verdad, no puede
existir.
Este ateísmo nació ya con el enciclopedismo francés de siglo XIX D’Alamber, Diderot, Voltair y
el positivismo de ese siglo (Augusto Comte; L’Dantié; Hackel. El evolucionismo de Darwin y
filósofos como Nietzsche; Roussel, el psicoanalista Fiedrich Freud.
Es el ateísmo de muchos filósofos y científicos modernos, cuya corriente de pensamiento se ha
metido y apoderado de muchísimas Universidades de hoy, y ha destrozado la fe de muchos
universitarios, profesores, y profesionales que viven sin fe, porque la han perdido en la
Universidad.
b) El ateísmo moral – práctico. Es el de aquellos que no niegan directamente a Dios, pero que
apoyados en los bienes económicos y materiales y en los adelantas técnicos, ni echan en falta
a Dios, ni le consideran necesario, ni importante, sino que prescinden por completo de Él. Han
hecho del confort de la vida, de los bienes que les dan entretenimiento, comodidad y placer un
sucedáneo de Dios, y para ellos, de hecho, Dios no existe.
Otros han caído en este ateísmo por ignorancia religiosa, pues se hicieron falsas
representaciones de Dios o; si se lohan planteado, nunca su posible asistencia, o qué religión

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tener, y ni siquiera si hay vida eterna. Prescinden, por diferentes razones, plantearse esas
cuestiones.
c) Otros son ateos mixtos: (Medio teóricos, medio prácticos)
Ensalzan tanto al hombre y su libertad, que el mismo hombre debe hacerse una moral a su
gusto y conveniencia. Luego es tal la presión de las circunstancias, que acaban viviendo sin
moral ninguna; y como viven sin Dios, acaban pensando que Dios no existe. Así la
responsabilidad del hombre y su comportamiento, sólo es ante sí mismo y ante la sociedad y la
historia, no ante Dios.
- Otros, de esa misma corriente, valoran tan poco al hombre, que caen en el nihilismo, Dicen
así: Vivir con una moral es inútil; no conduce a nada, porque la muerte acaba del todo con el
hombre; todo su mundo muere con la muerte. Este ateísmo está muy extendido. Es el ateísmo
de Jean Pierre Sartre, filósofo francés.
d) Ateísmo sistemático y político: Este es el ateísmo más rabioso y peor porque, no solo niega
a Dios y prescinde de Él, sino que persigue y combate, con formas solapadas y, a veces
abiertamente, a los que viven la fe, especialmente, si son cristianos coherentes e influyentes. A
este ateísmo el Concilio le dedica el n°20 de la Gandium et Spes y distingue dos características
de este ateísmo: Por un lado la libertad y autonomía absoluta del hombre en el acontecimiento
histórico, diciendo que el hombre es principio y fin de sí mismo, agente único de su historia; lo
cual no es compatible con un Dios creador, principio y fin de todas las cosas.
Hablar de Dios es poner al pueblo en el opio, porque le anula, le inutiliza. Por eso toda religión
es el opio del pueblo.
Por otro, la liberación del hombre, que es pura materia, depende de la liberación económica y
social, que tiene como oposición a los ricos y a la religión, a quienes hay que combatir con la
lucha de clases.
Cuando esta ideología se hace con el poder político, elimina al capitalismo, y a la religión la
ignora y persigue. Después destruye la libertad que antes exaltaba; se hace con los medios de
producción, de enseñanza y de comunicación, y así educa o mejor fabrica ciudadanos a su
gusto y manera de pensar, y acaba pisoteando todos los derechos más elementales del
hombre: Libertad de fe y de expresión, derecho a la propiedad privada, e incluso el derecho a la
vida.
Como la religión predica y practica a Dios creador, principio y fin de la vida humana y cree en
una vida ultra terrena, estorba a sus políticas, por lo que debe ser combatida y anulada, si es
posible.
Todos estos regímenes políticos, están convencidos de que la religión y la creencia en Dios
impide la afirmación y realización del hombre.
Son los regímenes (socialistas al principio) marxistas, leninistas, maoístas, que tantos mártires
han hecho y tanta pobreza e injusticias siembran.

2. Raíces y causas del ateísmo: El Concilio dice que el ateísmo es un fenómeno muy complejo,
tanto en sus raíces y causas, como en sus efectos y consecuencias. Pone tres causas principales:
2.1 Causa lejanas y ajenas a nosotros mismos: La dificultad misma del poder conocer a Dios y
llegar a Él, de modo claro y experimental: Dios en sí mismo es un ser trascendente, que supera
todas las capacidades del hombre (encerradas en la coordenadas de tiempo y espacio). Él no
está limitado por el tiempo y el espacio, pero el hombre sí, y por eso es un ser limitado,
pequeño, débil y necesitado. Además su inteligencia y su voluntad quedaron heridas por el
pecado original tanto para conocer la verdad, como para adherirse al bien Supremo, que es
Dios mismo. Esto quiere decir que al hombre le es muy difícil el acceso a Dios. Por eso siempre
ha habido y habrá ateos y creyentes.

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La otra causa hunde sus raíces en el racionalismo y cienticismo tecnológico: Son tan grandes y
variados los inventos que el hombre ha hecho, que le fascinan y entretienen, que no le dejan
pensar en Dios, y vivir en relación con Él.
Llevados por estas ideas, los hombres, ya de por sí limitados, quieren captar a Dios con sus
inventos también limitados, quieren tener experiencia de un ser que no es material. No
entienden, ni quieren aceptar que a Dios no se le puede encerrar en los inventos humanos.
2.2 Causas cercanas a nosotros: Ya queda indicado el ambiente económico y social, de
bienestar, de placer y utilitarismo en el que el hombre de hoy está metido. Esto le dificulta
pensar en Dios, que por ser espiritual es inaccesible a los sentidos, y que al hombre no le
reporta ningún bien del que pueda gozar. Así Dios queda lejano al hombre, oscurecido y como
inaccesible.
+ La rebelión ante el problema del mal: Cuando el hombre se ve envuelto en las
consecuencias del mal (enfermedades, calamidades, desastres naturales, muertes
inesperadas de seres queridos o de inocentes) suele recurrir a Dios, pidiéndole le libre de
ellos y si Dios no lo hace o tarda en hacerlo, o no lo hace como el hombre quiere, se hace
este razonamiento:Si Dios existe y permite y consiente estos males ¿porque los consiente?
O por qué no los puede evitar, y en tal caso, el mal es más poderoso que El, porque no los
puede vencer, ni evitar. En tal caso no es un Dios Omnipotente y poderoso, que lo puede
todo, y un Dios, no poderoso, no es Dios. O bien consiente el mal, porque quiere el mal y le
permite, en tal caso Dios no bueno, no es la bondad infinita; y un Dios malo, que permite el
mal, no puede ser Dios. Luego la existencia del mal se da, porque Dios no existe.
La explicación es muy otra: Dios permite el mal precisamente porque es bueno y poderoso.
Poderoso, porque El saca del mal un bien, y así vence el mal. Bueno, porque saca bien del
mal. Para entender bien esto tenemos que pensar, que Dios no mide el mal y el bien como
nosotros. Nosotros pesamos y medimos el bien y mal con criterios cortos de tiempo y de
placer, o utilidad, con criterios materiales. Nosotros llamamos mal a cualquier cosa que nos
quita la vida temporal, o que nos la recorta o merma: La muerte, el dolor, la enfermedad,
etc.
Llamamos mal a un fracaso económico, o de estudios, o a la pérdida de algo que cotizamos
queremos: Un trabajo, un cargo, una amistad o cosas parecidas. La medida que usa Dios
para medir el bien y el mal es diferente. Para Él es malo, todo aquello que nos impide
conseguir la felicidad eterna, o nos la disminuye y mengua; y al contrario, es bueno aquello
que nos consigue la felicidad eterna, o nos la aumenta.
Así hay muchas cosas permitidas por Dios, que llamamos malas, pero que vistas desde su
punto de vista, no son malas, ni mucho menos; y al contrario, cosas que llamamos buenas y
sin embargo nos perjudican. Nosotros vemos el bien y el mal con criterio de tiempo, y de
materia (de cosas materiales que nos dan placer, utilidad, ventaja; etc.) Dios tiene otra
manera mucho más exacta y verdadera; es la eternidad y el bien espiritual. Podríamos
poner muchos ejemplos.
Por otra parte Dios no nos dice si nos comunica el bien que saca de lo que nosotros
llamamos males.
2.3 Causas que nos hacen culpables a los creyentes. Esto de dos formas:
Una: Los creyentes no hemos sabido exponer siempre la doctrina sobre Dios de modo claro y
completo, adaptado a los poco creyentes; cosa que han hecho mejor los ateos: Han vendido
mejor su producto; y en cierto modo es lógico: Vivir con Dios y según Dios exige lucha y
esfuerzo; vivir sin Dios, es dejarse llevar, por eso parece que es más fácil el ateísmo, que vivir
cara a Dios.

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Otra: Muchos creyentes han dado mal testimonio de vida y de fe.Dicen creer, pero viven sin
que la fe influya de verdad en su vida.Han vivido moralmente mal: Han sido corruptos en los
negocios; en la vida matrimonial, en la política, en su profesión. No han sido capaces de revelar
elauténtico rostro de Dios, de la Iglesia. Lo han revelado y escondido con su conducta
antitestimonio.
3. Actitud pastoral de la Iglesia ante el ateísmo. El P. Arrupe
a. Prepósito general de la Compañía de Jesús, tuvo una intervención en el Concilio, el 27- XI –
65 y pidió a los Padres Conciliares estudiar a fondo el fenómeno del ateísmo, pero los obispos
estaban ya cansados y con ganas de acabar. El Proponía tres cosas concretas:
1ªDar al ateísmo un estudios serio y profundo, la importancia que un fenómeno tan grave y
generalizado merece.
2ªHacer una encuesta universala nivel mundial, a nivel de filósofos, sociólogos, historiadores,
economistas, políticos, teólogos, para conocer bien y en profundidad y extensión el
fenómeno, sus causas, efectos; etc.
3ªUna pastoral de conjuntoque debería purificar las falsas representaciones de Dios;
promover una fe más personal y más práctica y social, hacia el prójimo; hacer resaltar más
los valores humanos que se han propuesto en la Gaudiumet Spes; dedicar más fuerzas a la
educación de los creyentes y no creyentes. Todas estas orientaciones bajo la dirección del
Papa, serían elaboradas en un Sínodo y después adaptadas a los diferentes países por los
respectivos episcopados.
Es cierto que proponía mucho y que los Obispos estaban ya cansados y con ganas de
concluir el Concilio, pero hoy echamos en falta un documento así que no habría abierto
pautas pastorales.
b. Las orientaciones que da el Concilio, no está demás, y le podemos resumir así:

+ El Concilio no condena expresamente el ateísmo. En esto fue fiel a la intención y petición

de Juan XXIII, que no quería condenar. Pero aunque no condena, sí señala culpabilidad en
diversos grados en los Nºs 19-21 de la Gaudiumet Spes.

+Sin duda alguna no están libres de culpa los que voluntariamente alejan a Dios de su
corazón, porque no siguen el dictamen de su conciencia.

+ La Iglesia, con dolor y firmeza; rechaza estas funestas doctrinas, contrarias a la razón, a la
experiencia humana universal, y que rebajan la grandeza original del hombre, porque la fe
no disminuye la importancia de las tareas temporales.

+ Sin la esperanza de la vida eterna la dignidad del hombre queda lesionada, y no se da

solución a la muerte, al dolor, a la culpa, las injusticias, y muchos caerían en la
desesperación.

+ Hay que conocer las falacias y mentiras del ateísmo contra la religión y saberlas rebatir,
porque vivir en comunión con Dios ha traído a la humanidad muchísimos bienes a través
de los siglos, y la historia es testigo de ello.

+ La Iglesia no rechaza, absoluto, a los ateos; reconoce su dignidad, y está convencida de

que es su deber promover una convivencia en común y armonía, para juntos hacer un
mundo mejor.

+ Piensa la Iglesia que el diálogo con los no creyentes es beneficioso y pide, para los
creyentes de todos los países, una libertad religiosa real y efectiva, que les permita
levantar templos en los que puedan practicar tranquilos su fe.
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c. A los católicos les pide una teofanía de Dios.+Al hablar de Dios no agotamos nadie su
grandeza y su amor a los hombres, y menos su misericordia. Jamás nuestros pobres conceptos
teológicos serán suficientes para exponer la verdad de Dios, y explicar su ser, su vida y sus
atributos.

+ Todos debemos luchar para desenmascarar lahipocresía de ciertas prácticas religiosas, que
se sirven de Dios para sus intereses personales, y para esconder y ocultar su vida inmoral y
nada ejemplar.

+ Dejar claro que la fe es un don gratuito e inmenso de Dios; que no es fruto de los esfuerzos
de la razón y que sin la revelación no se puede conocer a Dios del todo, ni mucho menos.

+ A los ateos les convence, más que las explicaciones racionales y teológicas, ver a Dios
reflejado en la conducta de los cristianos, especialmente de los ministros y personas
consagradas. El argumento de más fuerza probativa lo pone el Concilio en la vida de la
Iglesia, de sus ministros y personas consagradas, y de los buenos cristianos, como teofanía
de Dios. Los ateos esperan y necesitan ver a Dios reflejado en su conducta.

+ De Dios puede hablarle mejor un santo que un teólogo. Un caso claro es la vida de la Madre
Teresa de Calcuta. Ella sola con su testimonio de amor a los prójimos y más necesitados de
los necesitados, ha convertido a más ateos que muchos teólogos juntos.

+ Todos los aspectos humanos y humanitarios de la fe bien vivida son una buena preparación
a la fe evangélica y predicada, por eso Dios pide a la Iglesia y la doctrina de los últimos
Papas así nos lo enseñan, vivir las virtudes cristianas con naturalidad y sencillez, porque sin
amor y sin caridad la doctrina cristiana no tiene fuerza para convencer, ni el evangelio de
Cristo es el evangelio de Cristo sino lleva amor.