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LOS MATACHINES

Por: Alberto Londoño

Según Octavio Marulanda, “la palabra matachín en su contenido tradicional


significa enmascarado o persona disfrazada ridículamente” y según Leonor Salazar
de Quintero citada por Guillermo Abadía en su libro Compendio general del folclor
colombiano, en México, Centro América, Venezuela y Colombia, “se emplea para
definir los personajes que intervienen en una danza festiva”.

Origen y ubicación geográfica: La idea básica de esta danza, o comparsa se


desarrolló en América, y en cada país donde, tiene formas diferentes. En Colombia,
en la región del Pacífico, hace parte de una representación humorística; en Rio
sucio, Caldas se le llama matachines a las personas que integran las comparsas
participantes en el Carnaval del Diablo, llamadas cuadrillas, y a los poetas que
componen los versos para estos grupos. En el Gran Tolima existe una danza
callejera con el nombre de “danza de los matachines”, la cual se baila en navidad,
reyes magos y otros acontecimientos populares, religiosos y profanos.

Si tenemos en cuenta que en América los matachines es una comparsa como las
mojigangas españolas, la raíz de esta danza hay que buscarla en el viejo
continente. Al parecer la danza de los matachines fue introducida al Gran Tolima
por los misioneros, para preservar la fe católica de los mestizos, con el correr del
tiempo la idea primaria del bien y del mal se transformó en una danza callejera,
alegre y vistosa. En concordancia con esta última idea, la danza de los matachines
en Colombia, debe clasificarse dentro de las danzas mestizas y ubicarse en la
región del Gran Tolima.

Luis Fernanda Duque dice: “Como expresión coreográfica, los matachines han desaparecido
casi por completo en el departamento del Tolima, donde tuvieron singular importancia. Sólo se
conservan algunos vestigios en las comparsas existentes en los municipios del Guamo y Natagaima
y en los recuerdos de ancianos que con la frase “matachín, matachín, debajo ‘e la cama te tengo un
botín”. Cuando fueron niños alcanzaron a ser muy perseguidas por aquellos personajes que cubrían
sus rostros con máscaras que representaban animales comunes de la región y vestían trajes
multicolores adornados con cintas y trapos, que al cadencioso movimiento guiado por la tambora,
el chucho, la flauta de carrizo, el tiple y la guitarra, parecían henchirse y vaciarse nuevamente. Hoy
sólo se ven muy ocasionalmente comparsas de matachines en los acostumbrados desfiles de
Corpus en el Guamo, San Juan de Natagaima, en los desfiles del festival folclórico de Ibagué y en
San Pedro del Espinal”.

Funcionalidad: Esta es una danza teatral que hace parte de las comparsas y
grupos callejeros, las que tienen o tuvieron como función animar los festejos
populares que las parroquias de pueblo celebraban en tiempos pasados sus fiestas
religiosas. Esta danza tomó popularidad en los eventos callejeros del festival
folclórico de Ibagué de la década de los 60 y 70, las comparsas de matachines
abrían los desfiles de reinas y grupos de danzas que participaban en el festival. En
1969 se presentaron los grupos de: los matachines del Guamo, los de prado, la
calavera de la muerte y la familia Castañeda de Ibagué; los cuatro grupos tenían
juegos coreográficos muy similares. Lo más destacado fueron los mitos regionales,
como él: Múan, la Patasola y el Hojarasquín, algunos de ellas incluían caballistas y
personajes de la política nacional.
Temática: En esta danza se plantea una temática con contenido religioso, cuya
intención es representar o destacar el triunfo del “bien sobre el mal”. El bien está
simbolizado con la virgen o con la matachina. En algunas versiones el bien lo
representan con la figura de la cruz que forman con los cuerpos dentro de la
planimetría o con las varas que lleva cada participante. Como la danza es callejera,
los personajes de las comparsas persiguen a los espectadores para golpearlos con
una vejiga de res inflada cuando éstos gritan –“matachín, matachín, debajo de la
cama te tengo un botín.

Versiónenos: Guillermo Abadía describe los matachines de la siguiente manera: La danza


de los matachines se divide en tres partes, la introducción, que es una marcha a paso de tambor, tal vez en
una forma de recordar los llamamientos al pueblo para que intervengan en las cruzadas cristianas. El
pasamanos, a ritmo de raja leña, la coreografía incorpora a un grupo de parejas sueltas, tonado de otros
aires campesinos y en la cual los matachines realizan distintas figuras. El final es un bambuco que con
acompañamiento de coplas permite que la matachina baile con cada uno de los distintos oficiantes mientras
el diablo hace desde afuera del grupo toda clase de pantomimas para entrar en la danza y llamar a los
bailarines sin conseguirlo. Los matachines previstos de varas largas a las cuales se amarran vejigas de res y
que rememoran las danzas de batallas, celebran el triunfo metiendo a la matachina sobre una barbacoa que
ellos mismos hacen con las varas, como para significar la validez de los deseos del bien sobre el mal.

Luis Fernando Duque Ospina, hace la siguiente descripción: “Con las informaciones
suministradas por los ancianos que un día vistieron trajes de matachín en el Guamo, San Luis, Purificación;
Prado, Chaparral, el Espinal y la Escuela de danzas folclóricas Ciudad Musical, logró en cuatro años de
investigación hacer un trabajo de rescate y reconstrucción que señalan en la danza cuatro partes esenciales,
como son: introducción, se hace con fundamento en el toque de tambora, que se ejecutaba para la lectura
de los bandos o mensajes de la autoridad principal del pueblo y que estaba dada sobre la base del Leitmotiv
“blando, blando, oiga el bando, bando, si mesta escuchando váyase arrimando”. Para el llamado de la
lectura del bando existían varias formas, pero todas conservaban la anterior medida básica. Lucha, el
choque entre las facciones que defendían cada una al bien y al mal, está representado en los golpes de los
garrotes o varas que portaban los matachines. Se hace al ritmo del toque de la tambora dado sobre la base
de la frase: “matachín, matachín, matachín, chin chin”.

Pasamanos, vence el bien al mal y los que estaban en este último bando se unen al bando del bien. La figura
de los pasamanos es una de las tradicionales en las expresiones coreográficas del Tolima. Final o bambuco,
al ritmo de raja leña o bambuco antiguo, la matachina celebra con cada uno de los oficiantes su triunfo
sobre el mal que está representado en el diablo. La matachina representa el bien. El diablo permanece todo
el tiempo tratando de allegarse a la matachina, es decir, procura sobreponerse al bien que finalmente lo
vence. Los matachines portan una vara en uno de cuyos extremos atan una vejiga de res que previamente
ha sido inflada y puesta a secar al sol”.

Características: Tradicionalmente, los matachines son danzas para hombres solos,


disfrazados con trajes llenos de tiras de colores con máscaras, con las que representan a
los personajes que intervienen en la danza, entre ellos sobresalen el diablo, la virgen o la
matachina como principales, y los secundarios son animales y mitos tradicionales; algunos
grupos incluyen personajes de la región como el bobo, la vieja y el viejo, los caballistas,
animales domésticos, salvajes y hasta de la política.

LENGUAJE CORPORAL Y DIÁLOGOS ESCENICOS

Los matachines es una danza suelta, puesto que los bailarines sólo se toman en los
ganchos, pasamanos y cuando la matachina baila con cada participante. Los movimientos
corporales son variados y sin regularidad, corren, caminan, saltan, giran, hacen paso de
raja leña acompañado con movimiento exagerado de hombros, brazos y tronco, tanto que
en ocasiones resultan ridículos y hasta cómicos. El diablo tiene su lenguaje propio y
ejecuta toda clase de pantomimas, persigue a la virgen, trata de entrar donde ella está, se
sube a la barbacoa, se hace el caído, salta y gira con rapidez, corre, se sienta, etc. La
matachina o virgen también tiene lenguaje y sus movimientos son moderados. El
comportamiento de los participantes dentro de la danza corresponde al papel que cada
uno está representando, enriqueciendo el contenido con jocosidad y juego, con tendencia
a lo humorístico.

En las versiones tradicionales, los lenguajes corporales, los diálogos escénicos y la


locomoción son muy irregulares, dan la impresión de ser improvisados y caprichosos; sin
embargo, se puede apreciar cierta rutina, apoyada en el paso de raja leña y el bambuco
viejo, son parecidos a los de la contradanza, pero se el pie se lleva un poco más hacia al
lado y se apoya bastante el talón, a este paso se le agregan movimientos acelerados de los
hombros, la cabeza y el tronco. Las figuras corporales (diálogos) más representativos son:
las entremetidas, los enfrentamientos por pareja, los ganchos y los pasamanos. Dentro de
la composición escénica sobresalen las figuras que tienen como base las varas que lleva
cada bailador: El caballete, la casilla, la barbacoa y la trenza que hacen en las varas
(palos); sin estos implementos es imposible formar tales figuras. Una figura muy
emblemática es la de la cruz, que unos grupos la representan en el piso con los cuerpos de
los bailarines y otros con las varas que estos llevan durante toda la danza.

LAS GIGURAS (diálogos)

La cruz: Los matachines representan esta figura con sus cuerpo, la mitán se forman en una
fila horizontal y la otra en una vertical todos golpean el piso con sus varan siguiendo el
ritmo musical; se arrodillan, luego se levantan y todos al tiempo, se desplazan todos al
tiempo describen una línea circular manteniendo su propia línea, de esta manera hacen
girar la figura de la cruz que configuran con sus cuerpos, a la vez que golpean con el piso
con las varas y con su sonido acompañan rítmicamente a la música. Esto hace que el
público pueda apreciar en toda su magnitud esta figura que reafirma el sentido temático,
“el triunfo del bien sobre el mal”. Cuando los matachines regresan al puesto de partida se
vuelven a arrodillar, después de algunos compases se levantan todos al tiempo y,
ordenadamente, deshacen la figura de la cruz. Mientras se realiza esta figura, el diablo
desaparece de la escena.

El caballete (túnel): Los


bailarines forman un
corredor con dos líneas
rectas, cuerpos frente
con frente, levantan
sus varas y las cruzan
en el aire con el
compañero que tienen
al frente. Luego se los
bailadores se
introducen en el túnel,
de dos en dos; los
últimos de cada una de
las líneas se desplazan formando pareja, avanzan por dentro del caballete que los demás
matachines forman con sus varas, éstos son seguidos por los dos que los siguen y así
sucesivamente de dos en dos. Al tiempo los que forman el corredor van retrocediendo
gradualmente hasta llegar a la parte de atrás, conde se introducen en el túnel para
regresar a sus puestos de partida, cuando todas las parejas de matachines terminan su
recorrido se detienen, pero continúan marcando paso en sus puestos; de inmediato
diablo y virgen o matachina, avanzando de atrás hacia delante en forma individual,
cuando la virgen baila por dentro del túnel el diablo lo hace por fuera y viceversa.

La casilla: Los matachines forman un círculo, juntan sus cuerpos hasta quedar hombro con
hombro, levantan las varas y las unen todas en el centro en lo más alto que puedan, para
con ellas formar lo que simboliza el techo de la casa; los cuerpos de los bailarines son las
“paredes”. Manteniendo la figura, hacen girar el círculo, primero en una dirección y luego
al contrario. Mientras se realizan las rotaciones el diablo y la virgen bailan por fuera
persiguiéndose y jugando, pero de vez en cuando la virgen se introduce dentro de la
“casa”, Esto significa la protección religiosa del hogar. Con esta figura se quiere
representar la casa, choza o bohío que habitan los campesinos de la región.
La barbacoa: Los matachines forman un círculo, cruzan los palos en el centro para que el
compañero que tiene al frente reciba una de las extremos, o sea que cada participante
sujeta dos varas, la suya y la del bailador que tiene al frente; todos al tiempo se agachan
hasta arrodillarse en una pierna, bajan las varas hasta el piso para que la virgen se coloque
en el centro de la rueda y se pare sobre las varas; para no caerse ella se apoya en un
pequeño palo que le sirve de bastón. Los matachines levantan las varas y sobre uno de sus
hombros apoyan la parte que sostienen con las manos, se levantan, describen círculos y
hacen girar la figura lentamente para que la virgen no se caiga; esta figura significa el
“poder del bien sobre el mal”. Mientras los matachines están con la virgen, el diablo baila
por fuera de la rueda tratando de entrar en ella, como los bailarines se lo impiden el baila
a su manera improvisando todo lo que se le ocurra para tratar de llamar la atención de los
matachines se descuiden y el poder ingresar donde se encuentra la virgen, pero estos no
caen en la trampa. Después de un par de rotaciones, los matachines se detienen, se
arrodillan y bajan las varas hasta el suelo para que la virgen abandone la barbacoa.

Este momento es aprovechado por el diablo para ocupar el puesto que tenía la virgen, se
para en el centro y comienza a hacer piruetas para llamar la atención de los observadores.
Los matachines lo levantan de la misma forma que lo hicieron con la virgen, pero lo hacen
con brusquedad para que el diablo se caiga, éste pierde el equilibrio pero no cae al suelo.
Queda colgando de los palos a los cuales se sujeta con fuerza; los matachines hacen girar
la rueda a gran velocidad para que él no consiga ponerse en pie; finalmente se detienen,
llevan las varas hasta el piso para que el diablo se baje, pero cuando lo va hacer, lo
sorprenden levantándolo de nuevo, éste se aferra a las varas y de esta manera logra
soportar la violencia, ya que los bailarines continúan bajando y subiendo las varas con
mucha brusquedad. En una de las elevaciones, el diablo salta fuera del círculo, cae al suelo
y rueda, sin embargo, se incorpora de inmediato para continuar bailando con mucha
habilidad.

La trenza: Esta figura es como la que se hace en la danza de las cintas, pero en este caso
no hay palo ni abanderado que lo sostenga. El tejido lo hacen sobre las varas que tiene
cada matachín. Cada una de ellas tiene una cuerda amarrada en uno de los extremos la
que todo el tiempo ha estado enrollada en la vara. Los bailarines las desenvuelven y de
uno en uno se las van entregando al diablo y la virgen su respectiva vara, pero se quedan
con uno de los extremos de la cuerda, la que les servirá para tejer la trenza sobre las varas
que le entregan a los personajes centrales, para que estos las sostengan amarrándolas
con sus brazos mientras los matachines hacen el juego del trenzado. Es como el que se
hace en las danzas de cintas; en este caso ejecuta sobre las varas que sostienen diablo y
virgen, los que al final también quedan atrapados por la trenza que tejieron los bailadores
con las cuerdas que cada uno sostiene. Terminado el tejido, este se deshace en la misma
forma que se hizo.

PLANIGRAFIA
En esta danza predominan las líneas curvas, puesto que la mayoría de las figuras son
circulares tanto en su forma como en su locomoción, excepto la del caballete, la cual es de
líneas rectas en todos los sentidos y la
de la cruz, en cuyo caso se combinan dos
líneas rectas, pero la rotación se hace
con desplazamiento circular individual.
Cuando se representa esta danza en
desfiles callejeros, la figura tiene un
desplazamiento en línea recta.
PARAFERNALIA
Los matachines visten pantalón y
camisa, ambas prendas cubiertas con
tiras multicolores; llevan máscaras, con
las que representan diferentes
personajes típicos, mitos de la región,
animales como: El perro, el oso, el
venado, el león, el tigre y figuras
humanas de personajes populares como e político, el bobo, las chismosas y las
comadronas.

El diablo lleva vestido entero, por lo general de color rojo, capa grande del mismo color y
máscara clásica de diablo. La virgen viste traje campesino, sombrero y capa azul; cuando
es un hombre el que representa el papel d virgen, lleva máscara y peluca femenina, si el
personaje que representa el bien es una matachina, en unos casos viste como los demás
bailarines, con la diferencia que lleva una máscara de mujer joven y bonita, en otros con
vestido femenino, como aparece en las fotos que ilustran este documento. Cada uno de
los bailarines lleva una vara delgada de dos metros de largo aproximadamente, con una
cuerda enrollada y amarrada en uno de los extremos, junto con una vejiga de animal
inflada como si fuera un globo de goma, para golpear a los curiosos que los, molestan y se
les atraviesan en el camino.

MÚSICA
El ritmo de la danza de los matachines es el de raja leña o bambuco viejo, instrumental o
con coplas cantadas. El grupo musical de la región se llama cucambas; su organología está
compuesta por un tiple requinto, una tambora, una esterilla, un chucho y una puerca, en
ocasiones se le agrega una quijada.

PROYECION FUERA DE SU CONTEXTO CULTURAL


En el mundo de la proyección y el espectáculo artístico fuera del Gran Tolima se han
creado muchas versiones académicas, entre las más sobresalientes se encuentran la del
Instituto Popular de Cali, la de la Escuela Popular de Arte de Medellín y la del Grupo
Experimental de Danzas de la Universidad de Antioquia; ésta última se aparta de la forma
tradicional, puesto que elimina la
parafernalia y le da connotación
política al contenido temático,
porque la razón del grupo es como
su nombre lo indica la
experimentación y la búsqueda de
nuevas formas y contenidos
apoyados en el patrimonio
tradicional, pero adaptados a las
condiciones socio-culturales del
momento y a los tiempos modernos.
CREACIÓN EXPERIMENTAL
Esta coreografía responde a una propuesta académica que tiene como referente los
matachines tradicionales del gran Tolima donde se incluyen figuras de varias versiones,
como la de la familia Castañeda y la calavera de la muerte de Ibagué, matachines del
Prado y del Guamo, Tolima; grupos estudiados y observados por mi dentro del festival
folclórico de Ibagué en el año 1969. La idea se refuerza con las versiones presentadas en
las fiestas del Bambuco en Neiva en 1970 y con experimentaciones individuales y
colectivas. El esquema plantea una serie de secuencias, con las se pretende desarrollar la
temática del “bien y el mal”, pero apartándose un poco de las formas tradicionales. La
idea es “jugar, gozar, recrear, crear y soñar en el mundo de la educación básica del
sistema educativo, en el mundo de la primera infancia y el mundo de la edad adulta”.

La coreografía que se describe a continuación, es una propuesta de Alberto Londoño.


Experimentada con estudiantes de educación física de la universidad de Antioquia en la
década de los años 80, para que estos futuros maestro la transformaran en un proyecto
pedagógico para la formación integral dentro de la educación artística, que por esos
tiempos contemplaban los currículos de la educación formal de los siclos básicos, la
recreación y las actividades artísticas propias de los establecimientos educativos. Todo
quedo en buenas intenciones, en unas experimentaciones de clase y en los ideales de
unos cuantos estudiantes, de los
que participaron es esta
experimentación.

Como protagonista en el mundo del


folclor coreográfico y la cultura
tradicional Colombiana, pienso que
el tema de los matachines tiene
unos contenidos socio culturales
muy profundos, los que en el
mundo de la formación integral de
niños y jóvenes. Los matachines son
un excelente material pedagógico,
para los docentes que trabajan con
la primera infancia, la educación
artística, las actividades recreativas,
en la formación básica de la
educación formal y del adulto
mayor.
COREOGRAFÍA
Fg-1: COMIENSO. Los matachines aparecen por diferentes partes del escenario
bailando, saltando, corriendo, con movimientos libres se desplazan en todas las
direcciones, haciendo énfasis en los saltos y los giros; todos ellos muy juguetones: cada
bailarín trata de mostrar sus habilidad y destrezas personales, después de varias
evoluciones uno de los matachines comienza a golpear el piso con uno de los extremos de
su vara que cada uno de ellos lleva, gradualmente los demás se van uniendo al juego
desplazando sin dirección definida. Por cualquier parte del escenario aparece la virgen,
corriendo dando la sensación de que alguien la persigue, sorpresivamente y con grandes
saltos aparece el diablo. Los matachines quedan congelados, el patas se abalanza sobre
ella tratando de atraparla entre sus brazos, pero la virgen lo esquiva con giros rápidos
sobre su cuerpo; como el diablo continúa persiguiéndola ella se introduce entre los
matachines, escondiéndose detrás de ellos, estos de descongelan y continúan golpeando
el piso con sus palos. Diablo, virgen continúan con su juego, al que se suman los
matachines, pero cada participante tienen que recrear su personaje con su capacidad
imaginaria, sus destrezas, su lenguaje corporal, sus diálogos escénicos y su locomoción.

Fg-2: ENFRENTAMIENTOS. La virgen se enfrenta con el diablo, bailan frente con frente,
saltan, giran: una, dos, tres veces, realizan dodos los movimientos y figuras que se les
ocurra, es la competencia, de la imaginación y la capacidad creativa de cada personaje.
Mientras estos juegan los matachines, avanzan hasta la parte delante sin dejar de golpear
el piso con sus varas para dividirse en dos grupos, uno rodea al diablo y otro a la virgen.
Giran alrededor de ellos, una o dos veces en una misma dirección, gradualmente los
círculos los convierten en dos hileras para formar la figura del caballete (túnel). Esta figura
se hace con el ritmo que produce el golpeo de las palos, con grabación o con música en
vivo.

Fg-3-El caballete (túnel): Los bailarines forman un corredor con dos líneas rectas, levantan
sus varas para cruzarlas en el aire con el compañero que tienen al frente y uniéndolas por
los extremos superiores. Luego los últimos bailadores de cada una de las filas se
introducen en el túnel y en pareja avanzan de frente para ir a colocarse por delante de los
dos que ocupan el primer puesto de cada línea, éstos son perseguidos por los dos
siguientes y así sucesivamente de dos en dos. Al tiempo, los que forman el caballete van
retrocediendo gradualmente hasta llegar a la parte de atrás, para avanzar por dentro del
caballete hasta y regresar a sus puestos de partida, cuando todas las parejas de
matachines terminan su recorrido se detienen, pero continúan marcando paso en sus
puestos. Cuando se avanza por el centro las varas se llevan extendidas delante y con sus
puntas se golpea el piso; durante todo este tiempo virgen y diablo juegan por todo el
escenario, cundo los matachines terminan su recorrido estos transportan su juego al
túnel, avanzando de atrás hacia delante y en forma individual, cuando la virgen baila por
dentro del caballete el diablo lo hace por fuera y viceversa. Es su danza personal por lo
tanto depende de los intérpretes, la idea es que estos experimenten su propio juego
danzado.

Fg-4: EL CUENTO. Los qué forman la fila derecha convergen sobre su izquierda, los de la
izquierda lo hacen a la derecha, todos bailan con paso de rutina y golpeando el piso con
sus palos, mientras tanto diablo y virgen juegan en torno a los matachines, uno por
dentro y el otro por fuera, ocasionalmente se introducen entre los matachines.
Posteriormente todos se dispersan con movimientos libres y en desorden, unos saltan,
otros giran o corren, cada uno lo hace a su manera, es la oportunidad para que cada
bailarín se goce la danza. En esta parte los protagonistas centrales continúan
construyendo su propio cuento, donde el diablo pretende atrapar a la virgen, paro ella lo
esquiva con mucha habilidad.

Fg-5: GANCHOS. Todos conforman un círculo, los bailarines quedan de dos en dos y frente
con frente. En esta posición, y simultáneamente cada uno de los matachines describe un
ocho; los pares se enganchan con su compañero de la derecha, giran dos veces hacia el
mismo lado y luego repiten lo mismo con el bailarín que tienen a la izquierda, este
procedimiento se realiza varias veces, cuando se enganchan hacen una rotación completa
en el puesto, con movimientos de los hombros y de cabeza, exagerando el paso de rutina;
luego todos giran sobre sí, gritan, saltan y pasan a formar un semicírculo, donde marcan el
mismo ritmo golpeando el piso con la vara.

Fg-6: EL JUEGO. Los matachines quedan congelados, el diablo y la virgen que han estado
jugando al escondite por fuera de las figuras que hacen los del grupo pasan a bailar al
centro del semicírculo ,donde Satán pretende atrapar a la divina, pero ella no se lo
permite; en cierto momento ella empuja con fuerza a su perseguidor, éste cae al suelo y
rueda sobre su cuerpo, instante que aprovechan los matachines para descongelarse y
bailar alrededor de la virgen para impiden el regreso del diablo a la rueda.

Fg-7: LA CASILLA: Los matachines juntan sus cuerpos hasta quedar hombro con hombro,
levantan las varas lo más alto que puedan y en el centro las unen por uno de sus
extremos, para con ellas formar lo que simboliza el techo de la casa; los cuerpos de los
bailarines son las “paredes”. Manteniendo la figura la hacen girar, primero en una
dirección y luego al contrario. Mientras se realizan las rotaciones diablo y virgen bailan por
fuera persiguiéndose y jugando, pero de vez en cuando la virgen se introduce dentro de la
“casa”, Esto significa la protección religiosa del hogar. Con esta figura se quiere
representar la casa, choza o bohío que habitan los campesinos de la región, la virgen
permanece dentro de la casa y el diablo por
fuera del círculo, esperando una
oportunidad para ingresar donde está ella,
sorpresivamente, todos giran sobre su
cuerpo y abren un poco el círculo, para que
el diablo entre a bailar con la virgen.

Fg-8: LA TRENZA- matachines desenvuelven


las cuerdas que están adheridas a las varas,
avanzan hasta el centro para entregarlas al
diablo y a la virgen, regresan a sus puestos
pero sujetando la cuerda por uno de sus
extremos ya que el otro está amarrado a la
vara que sostienen los personajes centrales;
estos juntan las varas y los dos las abrasan,
como amarrándolas para que los matachines
puedan tejer la trenza. Los bailarines
primero describen un círculo corriendo y
manteniendo sus cuerdas en alto, las cuales
se van enrollando en las palos lo que obliga a
diablo y virgen arrodillarse, o sentarse en el
piso para no ser atrapados por las cuerdas;
después de dos o tres rotaciones, los
matachines se detienen, giran sobres su
cuerpo y repiten, el proceso al lado contrario, para desenvolver las cuerdas. Terminado el
proceso anterior bailar un poco en sus puestos como preparándose para repetir el juego
del tejido, pero a esta vez lo hacen como el de la danza de las cintas. Finalizado lo anterior
los matachines avanzan hacia el centro, cada uno recoge su vara, y regresa a su puesto
caminando o con movimientos de su imaginario y a la vez enrolla la cuerda en su
respectiva vara, todos terminan formando cuatro ruedas, unidos por los hombros con uno
de sus brazos y con el otro golpean el piso con su palo y en rotación permanente.

Fg-8: JUEGO-2. Diablo y virgen continúan su juego, ella se esconde entre los matachines y
cuando él la descubre, se le acerca, pero ésta se protege detrás de uno de los matachines
que forman una de las ruedas. Sorpresivamente todos se dispersan en desorden, cada uno
con lenguaje corporal propio y gradualmente van conformando una sola rueda, se
detienen y en parejas se colocan frente con frente y en congelado. Diablo virgen bailan
como si estuvieran jugando, cada personaje improvisa sus movimientos, su locomoción y
asume actitudes y posturas propias de su género, se encuentran, se introducen entre los
que están congelados, se enfrentan juegan un poco, los dos al tiempo dan un gran salto y
quedar congelados, paraqué los matachines, recobren vida para bailar libremente y
jugando entre ellos; después de varios compases configuran cuatro ruedas para bailar en
el puesto golpeando el piso con las varas siguiendo el compas de la música.

Fg-11: JUEGO-3. Los personajes centrales continúa con su cuento, la virgen para no
dejarse atrapar se introduce en una de las ruedas, el diablo la sigue, ella cambia de rueda
constantemente, él se confunde, pues no sabe en cuál de los grupos está y comienza a
buscarla por todas las ruedas, en las que trata de introducirse, pero los matachines se lo
impiden. Las cuatro ruedas se abren y las convierten en un semicírculo, quedando en
congelado, la virgen queda al descubierto y su perseguidor se abalanza sobre ella, la que
rápidamente escapa con muchos giros y saltos, el diablo la persigue por todas partes, es
un juego muy creativo para que los intérpretes lo disfruten y se lo gocen en concordancia
con su personaje.

Fg-12: LA CRUZ. Con sorpresa los matachines se descongelas y girando sobre sus cuerpos
forman la figura de la cruz, el diablo se paraliza por unos segundos para seguidamente
desaparecer del escenario. Los bailadores se arrodillan, la representante del bien baila
entre ellos, luego estos se levantan y, sin deformar la figura de la cruz, avanzan en sentido
circular golpeando el piso con las palos y siguiendo el rimo de la música, la formación de
cruz gira gradualmente; cuando regresan al puesto de partida se arrodillan de nuevo, se
congelan para que la virgen baile, esta lo hace en actitud de adoración con un lenguaje
corporal muy contemporáneo, cuando termina su rito religioso los bailadores se
descongelan y desbaratan la figura de cruz con lenguaje corporale y locomoción
personalizados, momento que aprovecha el diablo para regresar a escena para continuar
acosando a la virgen, pero a esta vez se muestra amable y juguetón. Para terminar esta
figura los bailarines forman cuatro ruedas, las que hacen giran en una misma dirección, sin
deshacerlas las convierten en dos ruedas y continuar avanzando en una misma dirección,
después de dos rotaciones las convierten en una sola rueda.

Fg- 13: LA BARBACOA. Los matachines forman un círculo, cruzan los palos en el centro
para que el compañero que tiene al frente reciba uno de los extremos, o sea que cada
participante sujeta dos varas, la suya y la del bailador que tiene al frente; todos al tiempo
se agachan hasta arrodillarse en una pierna, bajan las palos hasta el piso para que la
virgen se coloque en el centro de la rueda y se pare sobre las varas; para no caerse ella se
apoya en un pequeño palo que le sirve de bastón. Los matachines levantan sus varas y
sobre uno de sus hombros apoyan el extremo que sostienen con las manos, se levantan,
describen círculos y hacen girar la figura lentamente para que la virgen no se caiga; esta
figura significa el “poder del bien sobre el mal”. Mientras los matachines están con la
virgen, el diablo baila por fuera de la rueda tratando de entrar en ella, como los bailarines
se lo impiden baila a su manera, improvisando todo lo que se le ocurra para tratar de
llamar la atención de los matachines haber si se descuidan y el poder ingresar donde se
encuentra la virgen, pero estos no caen en la trampa. Después de un par de rotaciones, los
matachines se detienen, se arrodillan y colocan sus palos en el piso para que la virgen
abandone la barbacoa.

Fg-14.El JUEGO DEL DIABLO: Cuando la virgen termina el diablo pasa a ocupar el puesto
que esta tenia, se para sobre las varas y comienza a hacer piruetas para llamar la atención
de los observadores. Los matachines lo levantan de la misma forma que lo hicieron con la
virgen, pero lo hacen con brusquedad para que el diablo se caiga, éste pierde el equilibrio
pero no cae al suelo. Queda colgando de los palos a los cuales se aferra con fuerza; los
matachines hacen girar la rueda a gran velocidad para que él no consiga ponerse en pie;
finalmente se detienen, llevan las palos hasta el piso para que se baje, pero cuando lo va
hacer, lo sorprenden levantándolo de nuevo, éste se sujeta a las varas y de esta manera
logra soportar la violencia, ya que los bailarines continúan bajando y subiendo con mucha
brusquedad. En una de las elevaciones, el diablo salta fuera del círculo, cae al suelo y
rueda por el piso, pero se incorpora para continuar bailando con mucha habilidad, de
inmediato los matachines bailan en desorden; para terminar formando un gran círculo.

FG-15-PREPARACIÓN: Todos avanzan un poco hacia adelante y cada hilera converge a su


respectivo costado, cuando los que encabezan se encuentran en la parte de atrás, los dos
primeros matachines de cada grupo, forman un cuadro entre ellos, cruzan entre sí las
varas para que el compañero del lado opuesto tome el extremo que queda libre, las que
sujetan un una mano a la altura de la rodilla; la virgen que ha estado jugando con el diablo
llega hasta ellos, se sienta en el centro de las cuatro varas, con las que los matachines
forman una equis; otro grupo de cuatro se coloca alrededor de los primeros, y con sus
palos forman una especie de casilla por encima de la cabeza de la virgen; los restantes se
colocan detrás de este grupo y comienza la procesión final.

FG-16. PROCESIÓN: Primero se desplazan en diagonal, luego en círculo para recorren todo
el escenario. Durante todo este tiempo el diablo a estado bailando alrededor, tratando de
llegar a donde está la virgen para sentarse junto a ella, pero los matachines que avanzan
detrás del pabellón donde está sentada no se lo permiten, cada vez que éste intenta
entrar, ellos tratan de golpearlo con las varas pero el diablo los esquiva hábilmente,
saltando, corriendo o cambiándose de un lado para otro haciendo gala de mucha destreza
corporal y capacidad de improvisar, figuras, actitudes y comportamientos escénicos muy
llamativos, “COMO QUERIENDO DECIRLES QUE SE LOS VA ALLEVAR” Los matachines en
pequeños grupos salen del escenario para dejar sus palos y regresar bailando libremente,
cuando todos se han liberado de su parafernalia configuran un gran círculo, colocados de
dos en dos y frente con frente. Diablo y virgen quedan congelados en el centro del circulo
para los matachines hagan el juego del pasamanos.
Fg-17: PASAMANOS. Este es como el de la contradanza, pero antes de cambiar de nano se
sueltan. giran sobre su cuerpo con rapidez varias veces, para de inmediato recibir al
siguiente y así sucesivamente hasta encontrarse con el compañero que empezaron el
juego, todos giran con mucha velocidad varias veces primero sobre la derecha y luego
sobre la izquierda y cuando terminan. Todos al tiempo bailan su propio cuento con
lenguajes corporales y diálogos escénicos de su imaginario personal y gradualmente, van
abandonando el escenario uno tras otro por la parte de atrás. Tan pronto sale el último
matachín, aparecen diablo y virgen jugueteando con mucha destreza corporal y en forma
improvisada realizan una pequeña coreografía de carácter lúdico. De sorpresa, para la
música, los personajes se detienen y quedan congelados. De inmediato los matachines
regresan al escenario, corren alrededor de los dos personajes centrales para finalmente
también quedar congelados, formando con sus cuerpos deferentes posturas. FIN

Esta coreografía no es para repetirla al pie de la letra, lo que no entienda o no le guste


hágalo a su manera, agréguele cosas de su propia imaginación, experimente formas
nuevas, con contenidos pensados para los tiempos modernos, esta versión es solo un
modelo referente para la creación de nuevas propuestas que aporten cosas que
enriquezcan la cultura danzaria Colombiana. Es muy importante tener en cuenta los
lenguajes corporales, los diálogos escénicos y la locomoción de los modelos tradicionales
del gran Tolima, para que no se pierdan sus características básicas y el rastro de de sus
orígenes ancestrales. Sobre ellos se puede experimentar para evolucionarlos con técnicas
que eleven su nivel técnico y artístico. Con puestas en escena pensadas para los tiempos
modernos, con un hilo conductor que cuente una historia. Un cuento construido con los
contenidos y las formas básicas de los referentes tradicionales, los aportes técnicos,
académicos y las nuevas tendencias culturales; FUSIONAR Y ENTRETEJER: PASADO,
PRESENTE Y FUTURO.
ASPECTO PEDAGOGICO
La danza de los matachines es muy apropiada para trabajar en la primera infancia,
preescolar y primaria, puesto que se presta para que los niños desarrollen su imaginación
y su capacidad de soñar despiertos. La misión del educador no es repetir las formas
tradicionales y académicas; por el contrario, debe ser un crear de sus propias versiones;
que le sirvan como complemento para su trabajo: Deporte, recreación, arte y educación
física. La temática, los orígenes, su ubicación geográfica su contenido y las características
propias de esta danza, su lenguaje corporal, sus diálogos escénicos, su locomoción, sus
actitudes y el comportamiento de los matachines, el diablo y la virgen, son insumos que
se pueden aprovechar en la formación integral de niños y jóvenes, en la creación artística,
en la edad madura y en la afirmación de la identidad cultural.

En un trabajo artístico, al niño se le pude permitir escoger el personaje que más le guste y
darle libertad para que busque sus propias formas de expresión, con lo que se estimula su
imaginación, su creatividad individual y colectiva. Pero esta metodología requiere que el
profesor haga una descripción de las características de cada personaje, señalando y
destacando su lenguaje corporal, sus diálogos escénicos, su locomoción, la actitud, el
comportamiento y el protagonista de éstos en la vida real. Con esto se ayuda al niño a
encontrar sus propios insumos para la interpretación de su personaje.
Parafernalia: En esta danza la parafernalia es la que más posibilidades presenta para la
formación del niño, con la ayuda de los padres, parientes cercanos o amigos, puede ser
fabricada por él, con bajos costos, puesto que sólo se necesita un pantalón y una camisa
viejos, y ser cubiertos con tiras multicolores, las que se pueden elaborar con retazos,
prendas en desuso o con papel. Las máscaras también pueden ser elaboradas por los
niños, aplicando técnicas populares y utilizando materiales de desecho.

Si el profesor quiere ir más allá de la mera fabricación de la parafernalia puede trabajar la


personalidad del niño, su gusto estético. El tamaño de las tiras, la distribución, la
combinación de colores reflejan su personalidad y su capacidad creativa. En la
elaboración de las máscaras, se pude iniciar al niño en el manejo de la arcilla, para
introducirlo en las artes plásticas. El niño puede elaborar los moldes para sus máscaras,
pintarlas y darle al personaje que va a interpretar su propia identidad. La orientación
permanente y la asesoría directa del profesor son determinantes para que el niño
desarrolle su personalidad.

En trabajos educativos, recreativos y de experimentación artística, la parafernalia


tradicional de los matachines se puede eliminar o reemplazar total o parcialmente. Las
máscaras pueden ser elaboradas en cartulina; los trajes se puedan hacer con tiras de
papel, las varas de madera pueden ser reemplazas por de plástico. Con la temática ´propia
de la danza de los matachines del “bien y el mal, del diablo y la virgen”. se pueden abordar
temas, étnicos, históricos geográficos, sociales, culturales. Desde el punto de vista: social,
cultural, político, ideológico y religioso.
La danza de los matachines puede convertirse en un teatro callejero o danza de zancos. La
dimensión de las figuras, el colorido de la parafernalia el lenguaje corporal, las actitudes y
el comportamiento de los personajes y el juego temático son componentes que los que se
puede, experimentar y hacer nuevas propuestas escénicas. Es importante que en
Colombia se promuevan propuestas creativas, con temas y contenidos de la cultura
tradicional, los matachines pueden ser un formato básico para esas propuestas en:
Municipios, veredas, comunas, barrios, escuelas y colegios; con características propias en
cada lugar, que aporten, la cultura y a la formación integral de las personas y al que hacer
cultural de la comunidad.

A los personajes principales, diablo, virgen, o la matachina, se pude agregar un tercero, el


abanderado, para que lleve la bandera distintiva de la agrupación (comparsa). Los tres
personajes pueden tejen la urdimbre del tema central de la obra. La temática tradicional
de la danza, la temática de los matachines del gran Tolima ha sido, “el triunfo del bien
sobre el mal”; con este contenido, la imaginación y la capacidad creadora de las nuevas
generaciones, se puede crear una danza-teatro con formato callejero, que recoja el sentir
popular, social y cultural de las comunidades locales y regionales de Colombia.

Fotos cortesía de DAGOBERTTO DÍAZ

TRABAJO INVESTIGATIVO, CREACIÓN COREOGRÁFICA Y PROPUESTA PEDAGÓGICA

Alberto Londoño

danzacolombia@hotmail.com

MEDELLÍN COLOMBIA, 2014

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