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1ª parte) LA DAHLIA UNA BELLEZA MEXICANA

La dalia es una flor que por su belleza ha adquirido en Europa una importancia
ornamental similar a la que tiene el tulipán holandés. Sin embargo, pocos saben
que es mexicana, y que en realidad no es una flor sino una inflorescencia
(composición de dos tipos de flores pequeñas) y que sus ancestros aún pueden
ser admirados en la Ciudad de México.

El género Dahlia está formado por 35 especies silvestres endémicas de México,


de las cuales, sólo cuatro especies constituyen la base genética con la que se ha
desarrollado la dalia cultivada.
El cultivo de esta flor se remonta a la época de esplendor del Imperio Azteca,
posteriormente con la conquista española, las dalias fueron introducidas
exitosamente a Europa, iniciando en 1818 los trabajos de mejoramiento genético
que permitieron la creación de inflorescencias con diversas formas y colores. De
aquella época al presente, cuatro especies han dominado la horticultura floral: D.
coccinea, D. pinnata, D. merckii y D. imperialis. La dalia más conocida es D.
pinnata la cual se deriva de un híbrido fértil entre D. coccinea y D. sorensenii
producido probablemente en México hace más de 500 años.

En la actualidad la dalia cultivada se ha extendido por casi todos los países del
mundo. Sin embargo, en México se conoce muy poco acerca de su cultivo y
mejoramiento. A pesar de ser el país de origen y de que en 1963, fuera declarada
por decreto presidencial “flor nacional”.

En el Jardín Botánico del Instituto de Biología, UNAM, se lleva a cabo el


proyecto “Inventario de la diversidad de dalias cultivadas en México” financiado
por el Sistema Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) en
colaboración con la Universidad Autónoma Chapingo; la Universidad Autónoma
del Estado de México y la Sociedad Mexicana de la Dalia. Algunos resultados
sobresalientes son:

1) la verificación del listado de especies por la colecta de material silvestre y


comercial;

2) la experimentación con diferentes métodos de propagación del material


silvestre para promover el registro de variedades nacionales;

3) la realización de estudios que permitan sugerir el consumo alimenticio de las


lígulas (pétalos) y de las raíces tuberosas. Así como estudios fitoquímicos para
conocer las concentraciones de inulina presentes en las raíces tuberosas.
Paralelamente se han efectuado variadas actividades de difusión que promuevan
el conocimiento y manejo del cultivo de la dalia en diferentes partes de México.

Palabras clave: Dalia / flor nacional / endémica / diversidad

INICIO

Origen
La dalia es nativa de Mesoamérica y endémica de México, país que da cobijo a
31 especies del género Dahlia (Saar et al, 2003; Hjerting, et al., 1996). Por lo
que la biodiversidad del género está concentrada en nuestro territorio.

Descripción botánica

El género Dahlia forma parte de la familia botánica Asteraceae (compuestas). La


mayoría de las dalias son plantas herbáceas o arbustivas, a veces epífitas o
trepadoras. Las herbáceas son anuales, pues su follaje desaparece en el invierno,
pero sus raíces tuberosas quedan enterradas, de donde brotan nuevas plantas en
la siguiente estación de lluvias. Las arbustivas son perennes y en lo general
tienen raíces tuberosas muy desarrolladas. Sus tallos son huecos (de ahí su
nombre en Náhuatl “Acocoxóchitl”) o compactos y, las hojas son opuestas o
verticiladas (se originan alrededor de un mismo punto y se distribuyen en
diferentes direcciones), simples a tres veces compuestas. EI follaje varía entre
láminas enteras y láminas divididas. Las flores están formadas de varias
estructuras (compuestas) que en conjunto se denominan cabezuelas: flores
líguladas (en forma de lengua) ubicadas al exterior, cuya apariencia es similar a
la de un pétalo (blancas, moradas, amarillas o rojas); y las tubulares o flores de
disco (amarillas o moradas), que semejan un plato, ambas están dispuestas sobre
una base común llamada receptáculo (Calderón y Rzedowski, 2001). En
conjunto forman la cabezuela o capítulo. En la actualidad, las dalias que nosotros
llamamos dobles han incrementado el número y tamaño de flores líguladas. Los
frutos son secos de una sola semilla e indehiscentes “aquenios” de forma
oblanceolada. Las hojas parecen ser más diversas entre las especies, que las
mismas flores.

Dahlia campanulata D.E.Saar, P.D. Sorensen, & J. P. Hjerting sp.nov. (Foto:


Robert Bye Boettler)

IMPORTANCIA EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO

En Mesoamérica prehispánica, las dalias silvestres eran conocidas comúnmente


con el nombre de "acocoxóchitl", "acocotli", o "cohuanenepilii" (tallos huecos
con agua), entre otros nombres autóctonos otorgados por los indígenas de
México, fue una planta muy arraigada a nuestra cultura y tradiciones desde
tiempos precolombinos, ya que poseía una gran cantidad de usos: ornamental,
alimenticia, medicinal, ceremonial y ahora se sabe que también tiene
propiedades forrajeras. Los nativos utilizaban esta planta como un remedio
contra la tos crónica, como tónico diurético, diaforético (para sudar las fiebres) y
contra los cólicos (Hernández, 1946). En la actualidad los indígenas mixtecos de
Oaxaca siguen consumiendo los tubérculos frescos de dalias para obtener
carbohidratos (Reyes et al., 2004). Las referencias bibliográficas que han
permitido cotejar lo anterior son:

• El códice Badiano donde aparece una planta denominada “Cohuanenepilli” (De


la Cruz y Badiano, 1964), aún cuando la ilustración es muy estilizada, se logra
visualizar una “flor sencilla” (cabezuela) que el mismo Sorensen (1970)
considera D. coccinea

Referencia de la importancia de la dalia en la época prehispánica. Fuente: De la


Cruz, M. y J. Badiano. 1964.

• La segunda evidencia está en el trabajo de Francisco Hernández conocido


como “Thesaurus” (Sorensen, 1970: Hammett 1980: 106). La planta ilustrada
recibe el nombre azteca de “Acocoxóchitl”. Su dibujo muestra claramente una
“flor doble, con forma de pelota” considerada una dalia de jardín. Lo anterior
permite suponer que las dalias mexicanas fueron plantas muy importantes entre
los aztecas, por lo que su domesticación se produjo mucho antes de la llegada de
los españoles.

MIGRACIÓN A EUROPA

Las dalias fueron introducidas exitosamente en Europa a finales del siglo XVIII,
vía España. En 1789, Don Vicente Cervantes, primer catedrático de botánica,
Director del Jardín Botánico Virreinal de la Ciudad de México y miembro de la
Real Expedición Española, envió semillas de varias flores mexicanas al abate
Antonio José Cavanilles y Palop, quien fungía como profesor y director del
Jardín Botánico Real de Madrid. José Cavanilles recibió y cultivó las semillas;
con las plantas que crecieron elaboró las primeras descripciones botánicas de
algunas de ellas, incluyendo el género Dahlia, en honor a Andreas Dahl,
botánico sueco discípulo de Linneo. Así fue como se publicó Dahlia pinnata
como la primera especie del género en un volumen de sus “Icones et
Descripcions Plantarum” (Cavanilles, 1796). Se cree que D. pinnata, nativa de
México, es resultado de la hibridación entre las dalias nativas D. coccinea y D.
sorensenii (Hansen y Hjerting, 2000)

Los primeros trabajos de fitomejoramiento modificaron una flor sencilla,


aumentando el número de flores líguladas, para formar la primera planta
cultivada con flor doble. Fuente: Icones et Descripcions Plantarum. 1791-1796.
Las semillas de las plantas arriba ilustradas, provenían de la expedición botánica
encabezada y dirigida por el aragonés Don Martín de Sessé, en unión con el
mexicano José Mociño.

DISPERSIÓN Y CULTIVO

Es importante mencionar que aun cuando las primeras semillas de dalia llegaron
a España como, resultado de las expediciones enviadas por la Corona Española,
el material genético que el naturalista alemán Alexander Von Humboldt colectó
durante su exploración por territorio mexicano de 1803 a1808, constituyó la base
genética que amplió y diversificó la horticultura ornamental de dalia en Europa.

El resultado del mejoramiento genético produjo, entre otros caracteres, la


variación en el tamaño de la flor, su color, incremento en el número de flores con
lígulas anchas (conocidas comúnmente como pétalos de las flores), así como una
disminución en el número de flores del disco y curvatura de las lígulas
(Hammett, 1980; Hansen, 2000).

flor sencilla lígula natural lígula revoluta lígula involuta Fig.3 Curvaturas de las
lígulas revoluta (afuera), involuta (adentro) (Hammett, 1980).

Años más tarde, se distribuyó material de propagación por todos los jardines
botánicos de Europa (Francia, Alemania e Inglaterra), donde se publicaron
descripciones e ilustraciones de sus flores (1828-1980). En contraste la
publicación de materiales bibliográficos provenientes de España, se inició hasta
1890 (Bye y Linares, en Prensa).

Fig. 1 Incremento en la importancia hortícola de Dahlia en países no españoles,


de Europa. A partir, de materiales introducidos por A. Von Humboldt. Fuente
Hammett modificado (1980)

El interés por cultivar dalias en estos países fue en aumento, para 1817 ya se
habían desarrollado más de 75 variedades de dalias cultivadas en los jardines de
Leipzig, Alemania. En 1841 un comerciante inglés obtuvo más de 1,200 formas
hortícolas y actualmente se considera que hay más de 15,000 formas con
diferentes nombres que se publican en los catálogos de plantas de ornato.

Las primeras flores dobles fueron llamadas tipos show y fancy. El tipo show eran
flores mono-coloreadas parecidas a una pelota; mientras que las fancy eran
multi-coloreadas. Durante la primera mitad del siglo XIX mantuvieron un estatus
importante entre los agricultores y miles de cultivares fueron registrados.
Pompón
Las siguientes formas registradas en Alemania fueron: Anémona (1829), y
Pompón (1850)

El origen de las formas cactus y decorativa se consiguieron con el arribo de una


dalia llamada D. juarezii (en honor a Don Benito Juárez), de acuerdo a los
registros escritos este tubérculo, emparentado con D. coccinea, llegó a Holanda
desde México en 1872.

La última forma producida en el Jardín Botánico de Lyon, Francia fue el collar.


En esta forma no sólo modificaron curvatura sino también tamaño y número de
flores de disco

Collar

La dalia adquirió la misma importancia ornamental que el tulipán holandés. En


el siglo XVII se crearon los primeros grupos dedicados al cultivo, estudio y
mejoramiento de las formas conocidas, así se consolidaron las Sociedades
Nacionales de la Dalia en Inglaterra (1881) y Francia.

VUELTA A MÉXICO

Continuando con el intercambio de materiales entre el Nuevo y el Viejo Mundo,


a mediados de 1800, llegaron a México las primeras formas modificadas de
dalia, de acuerdo con algunas fuentes pictóricas que datan la presencia de flores
dobles en los jardines mexicanos de las colonias nobles de la Ciudad de México.

Fig. 2 Casa de campo del Conde Pérez Gálvez; en el Puente de Alvarado.1859


Actualmente: Museo Nacional de San Carlos. Fomento Cultural Banamex, A.C.
Tomos I & II.

En México durante el gobierno del Licenciado Adolfo López Mateos, 1958-


1966, el Licenciado Ernesto P. Uruchurtu, Regente de la Ciudad de México, en
1963, dispuso sembrar dalias en las principales glorietas y camellones de la
avenida Reforma y en varios parques y jardines. Desafortunadamente las
siguientes administraciones se olvidaron de ellas.

DALIA, FLOR NACIONAL

El 13 de mayo de 1963, en el Diario Oficial de la Nación (SAGAR. 1963), el


presidente Adolfo López Mateos expidió un decreto por el cual declaro a la
Dahlia como símbolo de la Floricultura Nacional, con las siguientes
consideraciones:

• Que la República Mexicana posee una gran diversidad de flores nativas de


especial valor estético, ornamental y económico, entre las que se encuentra la
flor de dalia.

• Que las flores mexicanas, por sus características peculiares, han merecido
distinción tanto en el país como en el extranjero, y entre ellas particularmente la
flor de la Dalia.

• Que la admiración a dicha flor, motivó a que una de las especies fuera
distinguida con el nombre de Dahlia juarez, en honor del Benemérito de las
Américas, Don Benito Juárez.

La dalia también ha sido propuesta como flor nacional por instituciones oficiales
y particulares, entre los que pueden citarse: La Sociedad Botánica de México,
periódico Excélsior y la Unión Nacional de Floricultores y Viveristas. La
Sociedad Mexicana de la Dalia es muy reciente, se formó el 12 de octubre de
1995, con el fin de investigar los antecedentes históricos, diagnósis, ubicación
taxonómica, importancia económica, propagación, cultivo y difusión de las
dalias silvestres y cultivadas, así como la formación de un banco de
germoplasma, el cual constituirá la base de los trabajos sobre el género e incluirá
las más de 30 especies hasta ahora reportadas, asimismo establecer un banco de
información sobre dalias disponible para todos los socios y amigos aficionados a
ellas, así como a los cultivadores y comerciantes.

La cantidad de formas o tipos distintos de dalia es innumerable. Todos los años


aparecen variedades nuevas entre los viveristas y cultivadores europeos
aficionados a estas plantas, en distintos países se hacen concursos, exposiciones
y congresos internacionales para presentarlas. La duración de los cultivares a
veces es efímera, pasan de moda y dejan de cultivarse. Hoy día existen
numerosas sociedades europeas de Dahlia dedicadas también al estudio y el
fomento de su cultivo. Dada la gran cantidad de nombres de cultivares, que ya en
1934 superaba los 14,000, la Sociedad de Horticultura Inglesa fue designada en
1966 como una Autoridad Internacional de Registro. Publicó una lista en 1969
que contenía más de 15,000 nombres, muchos de ellos cultivados en todo el
mundo, pero hasta la fecha no se ha conseguido hacer un registro definitivo de
las diferentes variedades (Huxley et al, 1999). Es tanta la fascinación de los
europeos por las dalias que las emplean en cuestiones amorosas atribuyéndoles
el extraño significado simbólico de “presagio” y por ello, se cree que enviar un
ramillete de dalias deja sobre entendida la proximidad de un alegre suceso. Para
los enamorados obsequiar esta flor es como un anticipo de una declaración de
amor.

Actualmente existen 41 asociaciones internacionales interesadas en el cultivo y


difusión de la dalia, entre ellas se encuentran:

• La Sociedad Nacional de la Dahlia en el Reino Unido: http://www.dahlia-


nds.co.uk/
• La Sociedad Americana de la Dahlia (ADS): http://www.dahlia.org/
• Otras agrupaciones de Nueva Zelanda: http://www.dahlia.org/NZ.html
• En países europeos:

Francia: http://dahlia.france.free.fr/

y Alemania: http://www.ddfgg.de/

CONCLUSIONES

En México, es poco lo que se conoce en cuanto al cultivo de las dalias, que se


limita generalmente a los jardines particulares y no existe la afición por mejorar
o encontrar nuevas variedades que podrían ser el inicio de la industria nacional y
de exportación. Se sabe que sus raíces tuberosas poseen propiedades
alimenticias, medicinales y forrajeras, por lo que al fomentar su cultivo
contribuiríamos a la nutrición, a la herbolaria y a la ganadería mexicanas (Mejía
et al., 1992; Laguna, 1992).

En la actualidad en México las dalias se cultivan por tubérculos o semillas de


diferentes y numerosas formas, colores y tamaños, como plantas de ornato
importadas de Holanda. Cada año se lleva a cabo la exposición de la dalia en los
Viveros de Coyoacán, México, donde se premia la flor más bella o mejor
lograda, el proyecto ha participado en las últimos tres años, influyendo en la
inventiva y creatividad de los horticultores mexicanos para conocer e incluso
ahora trabajar las especies silvestres con sus diferentes hábitos de crecimiento.

El material genético disponible es suficiente para producir no sólo flores de


maceta, sino también plantas arbustivas e incluso trepadoras que faciliten mayor
flexibilidad a las creaciones ornamentales; de tal manera que es de gran
importancia económica desarrollar trabajos de investigación relacionados a la
propagación, cultivo y mejoramiento de la dalia, que permitan seleccionar flores
con características factibles de modificar y de alto interés para el agricultor
productor, colaborando de este modo al incremento de la pequeña empresa. Nos
proponemos difundir en el país el conocimiento sobre la Dahlia como una más
de nuestras interesantes aportaciones de México al mundo, deseamos que cuando
se admire su belleza se piense en México, como su país de origen.

BIBLIOGRAFÍA

BYE, R. y E. Linares. En prensa. Biodiversity prospection in colonial México:


ornamental plants of New Spain. In A. Rea and Alana Cordy-Collins (eds.)
Ethnobiology. Conference Tucson, AZ: University of Arizona.

+++CAVANILLES A. J. Icones et Descriptiones Plantarum 1: 57, 1791.

DE LA CRUZ, M; J. Badiano.1964. Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis.


México, D.F. Instituto

Mexicano del Seguro Social. 394 p.

HAMMETT, Keith. The World of Dalias. London: Kaye and Ward, 1980, 132 p.

HANSEN H. V., J. P. Hjerting. The early history of the domestication of Dahlia


(Asteraceae, Heliantheae) with emphasis on the period 1791–1836 including
observations on taxonomy, chromosome numbers, biochemistry, biosystematics,
ray colour inheritance, and ray colour designation within the genus: The
Botanical Garden. University of Copenhagen, Denmark, 2000.

HERNÁNDEZ, F. Historia de las plantas de la Nueva España. 3 Vols. México,


1946, D.F.

HUXLEY, A.; M. Griffiths; M. Levy. Dictionary of Gardening 2. The New


Royal Horticultural Society, 1999.

LAGUNA, C. A. Variabilidad genética y distribución geográfica de la Dahlia


(Dahlia spp) y posible utilización en su mejoramiento genético: Marco teórico.
Resumen del III Congreso Nacional de Horticultura Ornamental. Cuernavaca,
Morelos, México, 1992.
MEJÍA, M. J. M., De la Cruz, D. R. y Zamorano, M. J. J. La dalia como un
recurso genético mexicano. Resumen del III Congreso Nacional de Horticultura
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REYES, J. y G. Treviño. Historia y cultivo del género Dahlia (Compositae).


Boletín Amaranto. Año 6 Número 3. 8 y 9 pp., 1993.

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SAAR, D. E.; N. O. Polans; P.D. Sorensen. A Phylogenetic Analysis of the genus


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SAAR, D. E; P.D. Sorensen y J. P. Hjerting. Dahlia campanulata and D.


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VELÁZQUEZ Guadarrama, Angélica; Jamie Cuadriello; Deborah Dorotinsky


Alperstein; María José Esparza Liberal; Fausto Ramírez; Áurea Ruiz de Gurza.
2004. La Colección de Pintura del Banco Nacional de México. Catálogo – Siglo
XIX. México, DF: Fomento Cultural Banamex, A.C. Tomos I & II.

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2ª parte

Dahlia, es un género de plantas perteneciente a la familia de las asteráceas.


Toponimia
El nombre original de la Dahlia proviene del Nahuatl Atlcocotlixochitl, que
viene de: a-tl (agua), coco-tli (tubo) y xochitl (flor). Una especie de Dahlia en
particular fue la flor originaria de Aztlan; tal como lo describe Francisco
Hernández en el libro Historia Natural de Nueva España, v. 1, 156:
“El Aztaxóchitl o flor de garza, que otros llaman Quaiztal-Acocoxóchitl (Flor de
Tubo Acuático con Cabeza Blanca), es una hierba con raíces como fibras de
donde brotan tallos con hojas ralas como de albahaca, aserradas, casi
siempre en grupos de tres, y en el extremo de los tallos flores grandes
contenidas en cálices escariosos, y cuyo centro es rojo con manchas amarillas
y está rodeado de hojas ralas, largas y blancas con rojo. Sólo se usa la flor.
Nace en México.”.
Al igual lo explica Alvarado Tezozómoc:
"Tenían en las lagunas, y su tierra Aztlan un Cú, y en ella el templo de
Huitzilopochtli, Ídolo, Dios de ellos, en su mano una flor blanca, en la propia
rama del grandor de una rosa de Castilla, de más de una vara en largo, que
llaman ellos Aztaxochitl, de suave olor".
Un tercer estudio llevado a cabo por el Dr. Francisco Hernandez de Toledo en
el siglo XVI y publicado con el titulo "Cuatro Libros de la Naturaleza y Virtudes
de las Plantas y Animales, de Uso Medicinal en la Nueva España", cita esta
planta en el capitulo VI:
"Llaman Acocotli (Tubo Acuatico), a esta hierba los de Quauhnahuac, y los de
Tepuztlan, Chichicpatli (Medicina Amarga), la cual tiene hojas como el nardo
montano, pero divididas en cinco hojuela, llenas de senos, las cuales en los
extremos de los tallos, que son de un palmo de largo, delgados y rollizos,
tienen las flores a manera de estrellas sobre color amarillo a rojo, tiene dos
raices semejantes a bellotas, que se rematan en dos hebras, por la parte
exterior negras y por la interior blancas, parece en alguna manera que
pertenece a las especies de ligustico".
Antecedentes
La Dahlia es una flor muy apreciada por su belleza ornamental. A lo largo de la
historia se han pagado grandes sumas de dinero para adquirir semillas de las
variedades más hermosas. Incluso se creó la Sociedad Nacional de la Dahlia
en Gran Bretaña en 1780. Sin embargo, a pesar de que es la flor nacional de
México, pocos saben sobre su historia e importancia. Desde que llegaron a la
península de Yucatán en 1519, los españoles no dejaron de sorprenderse ante
la extraordinaria belleza de nuestro territorio. Hernán Cortés escribía al rey
Carlos V en 1522: “y sus infinitos árboles de diversas frutas y muchas flores y
hierbas olorosas que cierto es cosa de admiración ver la gentileza y grandeza
de esta huerta” (Cortés, en Grobet, 1982). Poco tiempo después echaron
hondas raíces en el suelo de la Nueva España y comenzaron a explotar sus
recursos naturales. Sin embargo, hubo un gran interés por describir y
catalogar todo aquéllo que fuera novedoso para los europeos.
Conquistadores, hombres de letras y frailes emprendieron la tarea de escribir
cartas de relación, historias y descripciones de la Nueva España. En 1570, el
médico del rey Felipe II, Francisco Hernández, fue enviado con la tarea de
emprender una exploración de las nuevas tierras y reportar todo lo que
encontrara. En su libro, Plantas y animales de la Nueva España, Hernández
reporta dos especies de Dahlia conocidas por los aztecas como Acocotli y
Cocoxochitl, que significa pipa de agua o bastón de agua.
En 1789, el director del Jardín Botánico de la Nueva España, Vicente
Cervantes, envió las primeras semillas de Dahlia al sacerdote y botánico Abbé
Cavanilles del Real Jardín Botánico de Madrid. Las semillas produjeron flores
de brillantes colores, razón por la cual comenzaron a cultivar y seleccionar las
más bellas para generar las grandes flores que ahora vemos. Cavanilles,
quien describió por primera vez la planta, la nombró Dahlia en en honor al
botánico sueco, Andreas Dahl. Cavanilles se encargó de enviar semillas a
diferentes jardines botánicos en Europa: Berlín, Dresden, París y Montpellier.
También se encargó de enviarle semillas la esposa del embajador británico en
España, Lady Holland. Fue así como llegó hasta Londres. La dalia es una
especie originaria de los bosques templados del Sur y Centro de México. Los
mexicas la cultivaron y denominaron 'xicaxochitl', al parecer derivada de
xicama y xóchitl, que significa flor de jicama porque la planta se reproduce
por bulbos. Los españoles, quienes la llamaron jicamite, la llevaron a España.
El nombre dalia se usa comúnmente en casi todo el mundo, excepto en Rusia
y en Ucrania donde se la llama georgina/jorjina. Fue descrita por primera vez
por el botánico y médico español Francisco Hernández de Toledo que había
llegado a México para estudiar su flora y su fauna. Pero hasta 1780 no llegó la
planta a Europa; fue cuando el naturalista español Antonio José Cavanilles,
siendo director del Real Jardín Botánico de Madrid quiso mejorar su aspecto y
sus instalaciones, para lo que mandó traer bastantes semillas, Cavanilles la
cultivó y logró una variedad que nombró dalia variabilis, en honor del
botánico sueco Anders Dahl. En el año 1804, el naturalista y explorador
alemán Alexander von Humboldt envió otras tantas semillas a Berlín. Se sabe
que la reina de Francia Josefina era una entusiasta de esta flor y en su jardín
del palacio de Malmaison, en el departamento de Altos del Sena cerca de
París tenía una preciosa colección con distintos ejemplares. A Inglaterra no
llegó la dalia hasta después de las guerras napoleónicas. La afición por esta
flor fue en aumento y en 1820 ya había disponibles más de 100 variedades y
en 1840, más de 2.000.
La Dahlia en México
La flor de Dahlia es una planta originaria de México según algunas
investigaciones fue encontrada por primera vez al sur de la ciudad en un
pueblo llamado Milpa Alta y posee características muy particulares que la han
colocado en el extranjero como una de las flores más bellas y es la única
planta que posee el mayor número de variedades entre todas las especies
vegetales, llegando a registrarse más de 50 mil en la Sociedad Real de
Horticultura de Inglaterra.
La Asociación Mexicana de la Dalia (AMD) informó que los principales estados
productores de dalia son el Distrito Federal, Puebla y Estado de México.
Resaltó que la flor posee raíces en forma de camotes, los cuales son
comestibles y medicinales, sus flores son en forma de capítulos, con lígulas o
pétalos que llegan a ser más de 500 por flor, de tamaños que van desde seis a
30 centímetros de diámetro, y una gama que cubre todo el espectro de
colores, incluyendo los bicolores y variegados, excepto el azul y verde.
Al recordar que desde el año 2007 cada 4 de agosto se celebra en México el
día nacional de la dalia, la AMD apuntó que la belleza de esta flor fue
reconocida en México por productores y la sociedad desde los tiempos de
Netzahualcóyotl y Moctezuma, quienes mandaron emisarios para que las
colectaran y pusieran en sus famosos jardines del Tezcutzingo y Oaxtepec.
La flor llegó a Europa a finales del siglo XVIII en donde llamó la atención por
sus propiedades medicinales y alimenticias, pero fue más el impacto que
causó por la belleza y diversidad de sus flores, que prácticamente en unos
pocos años conquistó a todo el continente, siendo el centro de atención de los
jardines de España, Francia, Inglaterra, Holanda, Bélgica y Suiza.
Fue tal la atención que le dieron los fitomejoradores, que en unos pocos años
desarrollaron múltiples formas y colores de flores, sin igual en el reino vegetal,
apenas equiparable a lo que se logró en la flor de crisantemo.
La Asociación Mexicana de la Dalia, el Consejo Mexicano de la Flor, el Comité
Nacional Sistema Producto Ornamentales, y otras instituciones acordaron en
2007 que el 4 de agosto quedara instituido como el Día Nacional de la Dalia.
La celebración incluye la 47 Exposición nacional de la dalia, inició el 30 de julio
en los Viveros de Coyoacán, Ciudad de México, y continuará con el 8º
Encuentro sobre conocimientos de la dalia en México, en el Parque Xochitla,
Tepotzotlán, Estado de México, los días 14 y 15 de agosto. Con esto se busca
difundir y promover el conocimiento e importancia que tiene esta planta como
símbolo de nuestra floricultura. Descripción botánica
Descripción botánica
El género Dahlia forma parte de la familia botánica Asteracerae (compuestas).
La mayoría de las dalias son plantas herbáceas o arbustivas, a veces epífitas
o trepadoras. Las herbáceas son anuales, pues su follaje desaparece en el
invierno, pero sus raíces tuberosas quedan enterradas, de donde brotan
nuevas plantas en la siguiente estación de lluvias. Las arbustivas son
perennes y en lo general tienen raíces tuberosas muy desarrolladas. Sus tallos
son huecos (de ahí su nombre en Náhuatl “Acocoxóchitl”) o compactos y, las
hojas son opuestas o verticiladas (se originan alrededor de un mismo punto y
se distribuyen en diferentes direcciones), simples a tres veces compuestas. EI
follaje varía entre láminas enteras y láminas divididas. Las flores están
formadas de varias estructuras (compuestas) que en conjunto se denominan
cabezuelas: flores líguladas (en forma de lengua) ubicadas al exterior, cuya
apariencia es similar a la de un pétalo (blancas, moradas, amarillas o rojas); y
las tubulares o flores de disco (amarillas o moradas), que semejan un plato,
ambas están dispuestas sobre una base común llamada receptáculo. 1 En
conjunto forman la cabezuela o capítulo. En la actualidad, las dalias que
nosotros llamamos dobles han incrementado el número y tamaño de flores
líguladas. Los frutos son secos de una sola semilla e indehiscentes “aquenios”
de forma oblanceolada. Las hojas parecen ser más diversas entre las
especies, que las mismas flores.
Dahlia, Flor nacional de México
El 13 de mayo de 1963, en el Diario Oficial de la Nación (SAGAR. 1963), el
presidente Adolfo López Mateos expidió un decreto por el cual declaro a la
Dahlia como símbolo de la Floricultura Nacional, con las siguientes
consideraciones:
• Que la República Mexicana posee una gran diversidad de flores nativas de
especial valor estético, ornamental y económico, entre las que se encuentra la
flor de dalia.
• Que las flores mexicanas, por sus características peculiares, han merecido
distinción tanto en el país como en el extranjero, y entre ellas particularmente
la flor de la Dalia.
• Que la admiración a dicha flor, motivó a que una de las especies fuera
distinguida con el nombre de Dahlia juarez, en honor del Benemérito de las
Américas, Don Benito Juárez. La dalia también ha sido propuesta como flor
nacional por instituciones oficiales y particulares, entre los que pueden citarse:
La Sociedad Botánica de México, periódico Excélsior y la Unión Nacional de
Floricultores y Viveristas. La Sociedad Mexicana de la Dalia es muy reciente,
se formó el 12 de octubre de 1995, con el fin de investigar los antecedentes
históricos, diagnósis, ubicación taxonómica, importancia económica,
propagación, cultivo y difusión de las dalias silvestres y cultivadas, así como la
formación de un banco de germoplasma, el cual constituirá la base de los
trabajos sobre el género e incluirá las más de 30 especies hasta ahora
reportadas, asimismo establecer un banco de información sobre dalias
disponible para todos los socios y amigos aficionados a ellas, así como a los
cultivadores y comerciantes. La cantidad de formas o tipos distintos de dalia
es innumerable. Todos los años aparecen variedades nuevas entre los
viveristas y cultivadores europeos aficionados a estas plantas, en distintos
países se hacen concursos, exposiciones y congresos internacionales para
presentarlas. La duración de los cultivares a veces es efímera, pasan de moda
y dejan de cultivarse. Hoy día existen numerosas sociedades europeas de
Dahlia dedicadas también al estudio y el fomento de su cultivo. Dada la gran
cantidad de nombres de cultivares, que ya en 1934 superaba los 14,000, la
Sociedad de Horticultura Inglesa fue designada en 1966 como una Autoridad
Internacional de Registro. Publicó una lista en 1969 que contenía más de
15,000 nombres, muchos de ellos cultivados en todo el mundo, pero hasta la
fecha no se ha conseguido hacer un registro definitivo de las diferentes
variedades (Huxley et al, 1999). Es tanta la fascinación de los europeos por
las dalias que las emplean en cuestiones amorosas atribuyéndoles el extraño
significado simbólico de “presagio” y por ello, se cree que enviar un ramillete
de dalias deja sobre entendida la proximidad de un alegre suceso. Para los
enamorados obsequiar esta flor es como un anticipo de una declaración de
amor.
Exposiciones y jardines
En la década de los años 1820 a 1830, las dalias estaban de moda y sus
precios subieron considerablemente. Los especialistas las catalogaron pronto
con la categoría de "flor decorativa". Todo el mundo quería tener dalias en su
jardín. Tanto éxito alcanzó que comenzó a hacer sombra al crisantemo (una
de las flores favoritas) y se organizó en paralelo con esta última una serie de
exposiciones. La dalia era llamada "flor de exposición o de fantasía". De ahí a
los cruces con otras plantas o con ellas mismas no hubo más que un paso. En
1828 aparecieron las dalias enanas. En 1840, dalias pompón y liliput. En 1870,
las dalias cactus y dalias de fantasía. En 1900, dalias collettes. En 1940,
dalias nenúfar.
Las dalias no han dejado de estar nunca de moda como flores de jardín, pero
sí dejaron a un lado su popularidad como flores de exposición hasta el año
2004 en que el museo Botánico, el responsable de la llegada a Europa de esta
flor, organizó una importante exposición con más de 500 ejemplares.

Taxonomía
El género fue descrito por Antonio José de Cavanilles y publicado en Icones et
Descriptiones Plantarum 1(3): 56–57. 1791. La especie tipo es Dahlia pinnata
Variedades de dalias
• Dahlia "Firebird"
• Dahlia "G.F. Hemerick"
• Dahlia "Garden Wonder"
• Dahlia "Gina Lombaert"
• Dahlia "Glorie Van Noordwijk"
• Dahlia "Glorie Heemstede"
• Dahlia "Glory F. Hemerick"
• Dahlia "Glow"
• Dahlia "Hartenaas"
• Dahlia "Hit Parade"
• Dahlia "House of Orange"
• Dahlia "La Gioconda"
• Dahlia "Lady Linda"
• Dahlia "Lavender perfection"
• Dahlia "Lucky Number"
• Dahlia "Musette"
• Dahlia "Nuit d'été"
• Dahlia "Orange Nugget"
• Dahlia "Orange Wealt"
• Dahlia "Park Princess"
• Dahlia "Patty"
• Dahlia "Pianella"
• Dahlia "Playa blanca"
• Dahlia "Pomponnette"
• Dahlia "Popular Guest"
• Dahlia "Prefere"
• Dahlia "Preference"

Dalia "Nombre propio de mujer"

3rd part/section (English)

Early history
Spaniards reported finding the plants growing in Mexico in 1525, but the
earliest known description is by Francisco Hernández, physician to Philip
II, who was ordered to visit Mexico in 1570 to study the "natural products
of that country". They were used as a source of food by the indigenous
peoples, and were both gathered in the wild and cultivated. The Aztecs
used them to treat epilepsy, and employed the long hollow stem of the
(Dahlia imperalis) for water pipes. The indigenous peoples variously
identified the plants as "Chichipatl" (Toltecs) and "Acocotle" or
"Cocoxochitl" (Aztecs). From Hernandez' perception of Aztec, to Spanish,
through various other translations, the word is "water cane", "water pipe",
"water pipe flower", "hollow stem flower" and "cane flower". All these refer
to the hollowness of the plants' stem.
Hernandez described two varieties of dahlias (the pinwheel-like Dahlia
pinnata and the huge Dahlia imperialis) as well as other medicinal plants
of New Spain. Francisco Dominguez, a Hidalgo gentleman who
accompanied Hernandez on part of his seven-year study, made a series
of drawings to supplement the four volume report. Three of his drawings
showed plants with flowers: two resembled the modern bedding dahlia,
and one resembled the species Dahlia merki; all displayed a high degree
of doubleness. In 1578 the manuscript,entitled Nova Plantarum,
Animalium et Mineralium Mexicanorum Historia, was sent back to the
Escorial in Madrid; they were not translated into Latin by Francisco
Ximenes until 1615. In 1640, Francisco Cesi, President of the Academia
Linei of Rome, bought the Ximenes translation, and after annotating it,
published it in 1649-1651 in two volumes as Rerum Medicarum Novae
Hispaniae Thesaurus Seu Nova Plantarium, Animalium et Mineraliuím
Mexicanorum Historia. The original manuscripts were destroyed in a fire
in the mid-1600s.
European distribution
In 1787, the French botanist Nicolas-Joseph Thiéry de Menonville, sent
to Mexico to steal the cochineal insect valued for its scarlet dye, reported
the strangely beautiful flowers he had seen growing in a garden in
Oaxaca. In 1789, Vicente Cervantes, Director of the Botanical Garden at
Mexico City, sent "plant parts" to Abbe Antonio José Cavanilles, Director
of the Royal Gardens of Madrid. Cavanilles flowered one plant that same
year in his Icones plantarum, then the second one a year later. In 1791
he called the new growths "Dahlia" for Anders Dahl. The first plant was
called Dahlia pinnata after its pinnate foliage; the second, Dahlia rosea
for its rose-purple color. In 1796 Cavanilles flowered a third plant from the
parts sent by Cervantes, which he named Dahlia coccinea for its scarlet
color.
Dahlia coccinea, parent of European "single" dahlias (i.e., displaying a
single row of petals)
In 1798, Cavanilles sent D. Pinnata seeds to Parma, Italy. That year, the
Marchioness of Bute, wife of The Earl of Bute, the English Ambassador
to Spain, obtained a few seeds from Cavanilles and sent them to Kew
Gardens, where they flowered but were lost after two to three years.

The Dahlia Garden at Holland House in 1907


Dahlia sambucifolia
In the following years Madrid sent seeds to Berlin and Dresden in
Germany, and to Turin and Thiene in Italy. In 1802, Cavanilles sent
tubers of "these three" (D. pinnata, D. rosea, D. coccinea) to Swiss
botanist Augustin Pyramus de Candolle at University of Montpelier in
France, Andre Thouin at the Jardin des Plantes in Paris and Scottish
botanist William Aiton at Kew Gardens. That same year, John Fraser,
English nurseryman and later botanical collector to the Czar of Russia,
brought D. coccinea seeds from Paris to the Apothecaries Gardens in
England, where they flowered in his greenhouse a year later, providing
Botanical Magazine with an illustration.
In 1804, a new species, Dahlia sambucifolia, was successfully grown at
Holland House, Kensington. Whilst in Madrid in 1804, Lady Holland was
given either dahlia seeds or tubers by botanist Antonio José Cavanilles.
She sent them back to England, to Lord Holland's librarian Mr Buonaiuti
at Holland House, who successfully raised the plantsA year later,
Buonaiuti produced two double flowers. The plants raised in 1804 did not
survive; new stock was brought from France in 1815. In 1824, Lord
Holland sent his wife a note containing the following verse:
"The dahlia you brought to our isle
Your praises for ever shall speak;Mid gardens as sweet as your smile,
And in colour as bright as your cheek."

In 1805, German naturalist Alexander von Humboldt sent more seeds


from Mexico to Aiton in England, Thouin in Paris, and Christoph Friedrich
Otto, director of the Berlin Botanical Garden. More significantly, he sent
seeds to botanist Carl Ludwig Willdenow in Germany. Willdenow now
reclassified the rapidly growing number of species, changing the genus
from Dahlia to Georgina; after naturalist Johann Gottlieb Georgi. He
combined the Cavanilles species D. pinnata and D. rosea under the
name of Georgina variabilis; D. coccinea was still held to be a separate
species, which he renamed Georgina coccinea.
Double Dahlias
That same year, several new species were reported with red, purple,
lilac, and pale yellow coloring, and the first true double flower was
produced in Belgium. One of the more popular concepts of dahlia history,
and the basis for many different interpretations and confusion, is that all
the original discoveries were single flowered types, which, through
hybridization and selective breeding, produced double forms. Many of the
species of dahlias then, and now, have single flowered blooms. coccinea,
the third dahlia to bloom in Europe, was a single. But two of the three
drawings of dahlias by Domenguez, made in Mexico between 1570–77,
showed definite characteristics of doubling. In the early days of the dahlia
in Europe, the word "double" simply designated flowers with more than
one row of petals. The greatest effort was now directed to developing
improved types of double dahlias.
During the years 1805 to 1810 several people claimed to have produced
a double dahlia. In 1805 Henry C. Andrews made a drawing of such a
plant in the collection of Lady Holland, grown from seedlings sent that
year from Madrid. Like other doubles of the time it did not resemble the
doubles of today. The first modern double, or full double, appeared in
Belgium; M. Donckelaar, Director of the Botanic Garden at Louvain,
selected plants for that characteristic, and within a few years secured
three fully double forms. By 1826 double varieties were being grown
almost exclusively, and there was very little interest in the single forms.
Up to this time all the so-called double dahlias had been purple, or tinged
with purple, and it was doubted if a variety untinged with that color was
obtainable.
In 1843, scented single forms of dahlias were first reported in Neu
Verbass, Austria. D. crocea, a fragrant variety grown from one of the
Humboldt seeds, was probably interbred with the single D. coccinea. A
new scented species would not be introduced until the next century when
the D. coronata was brought from Mexico to Germany in 1907.

The exact date the dahlia was introduced in the United States is
unknown. In 1840 Thomas Bridgeman, supplied a catalog of "all the
choicest varieties available." He stated that a list and description of about
100 choice seedlings of 1838 and 1839, which had been purchased in
England and grown in the garden of Mr. G. C. Thornburn of Astoria, N.Y.
had been furnished to him by that gentleman and would be offered for
sale in 1840. To this list he added about two hundred fifty varieties, "most
of which he had under cultivation in his own garden."

End of story

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