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Construccion de Párrafos
Construccion de Párrafos
EL PÁRRAFO
¿Cuántos párrafos hay en cada una de ellos? Seguramente, usted respondió que hay,
respectivamente, tres, dos y cinco. Esto, porque usted concibe el párrafo como una
unidad visual; es decir, como una disposición espacial en forma de bloques, en los
cuales se divide un texto. Y en efecto lo es. Es más, si se le indagara acerca de las
huellas tipográficas que le permiten identificar cada párrafo, dirá que empieza con una
letra mayúscula y termina con un punto aparte o final. Quizás afirme, incluso, que
también puede terminar en un signo de interrogación, de admiración o puntos
suspensivos.
Sin embargo, deberá aclarar que el párrafo es mucho más que una unidad espacial y
gráfica. Y, en todo caso, esta condición es subsidiaria de otra característica esencial: la
que lo define como una unidad de sentido; esto es, el aspecto fundamental del
párrafo consiste en que en él se desarrolla una (y no más de una) idea central. Lo
demás: el número de oraciones (una o varias), la clase, el procedimiento y el propósito
del párrafo, debe estar al servicio de esa particularidad.
Casi todos los moluscos están protegidos con caparazones duros. Los
caracoles tienen un solo caparazón, casi siempre enrollado. Las almejas, mejillones
y otros bivalvos tienen dos mitades de caparazón unidas a un lado. Los calamares
y las jibias tienen un caparazón interno y algunas babosas tienen uno pequeño y
plano de bajo de la piel. Algunos moluscos, como los pulpos y muchas babosas no
tienen caparazón, sino sólo una piel dura para proteger sus órganos. (El libro del
saber. Periódicos Unidos)
En el párrafo anterior hay una oración general y, por ende, temática (en negrilla) y
cuatro oraciones que tienen un carácter específico, pues describen el caparazón
de algunas clases moluscos.
De otro lado, si la oración matriz se ubica al final del párrafo, esto es, se inicia con
lo específico y termina con lo general, el párrafo recibe el nombre de inductivo.
Estos párrafos se grafican con triángulos en posición normal:
Como puede verse en las seis oraciones de este párrafo, las cinco primeras
señalan aspectos particulares (el clima, el paisaje, el Metro como solución a los
problemas de transporte, las distintas actividades de la ciudad, y los habitantes) de
un aspecto general, expreso en la sexta oración: Medellín como una ciudad con
muchos motivos para vivir y divertirse.
En otros casos, la oración temática se ubica en el medio. Esto indica que se inicia
con una (o más) particularidad (es), luego se hace una generalidad y, finalmente,
se señala(n) otra(s) particularidad(es). Esta clase de párrafos, que podrían
llamarse inductivo - deductivo, tiene la forma de un prisma:
Nótese que la oración matriz (en negrilla y en el centro) está antecedida por una
oración que ilustra un primer momento artístico e incierto de Carlos Vives. Y
después de la oración nuclear, hay dos oraciones referidas a un segundo y tercer
momentos artísticos muy fructíferos en la vida del cantante.
Son muchos los colombianos que, en distintos campos del arte, del
deporte y de la ciencia, han enaltecido el nombre del país en el resto del
mundo. En las distintas expresiones del arte, cabe mencionar a García
Márquez, a Fernando Botero, a Carlos Vives, a Shakira, a Juanes y a Totó la
Momposina, como los nombres ilustres de una lista interminable. En el
deporte, Carlos Valderrama, Edgar Rentería, Antonio Cervantes, Cochise
Rodríguez, Juan Pablo Montoya, María Isabel Urrutia y Santiago Botero, han
enarbolado la gloria nacional por muchos escenarios del mundo. Y en la
ciencia, resultan invaluables los aportes que Rodolfo Llinás y Manuel Elkin
Patarroyo, han realizado al bienestar del mundo. Estos personajes
representan, sin duda, verdaderos ejemplos para las nuevas genera-
ciones de colombianos.
Al iniciar este capítulo, se dijo que el párrafo es una unidad visual y de sentido.
Esta característica, además de permitir una definición del concepto, se convierte
en su primera condición: todos los párrafos deben tener unidad; esto es, en ellos
no se debe abordar más de una idea. Esta condición no excluye, ni siquiera, los
párrafos que tienen dos oraciones matrices, pues éstas, como se advirtió, deben
tener una relación temática. Cuando hay ruptura de la unidad –porque se incluye
información no pertinente, o hay más de una idea- se confrontan inconvenientes
para la comprensión del párrafo.
Una segunda condición que debe cumplir todo párrafo es la cohesión. Como se
mencionó en el Capítulo 2, al interior de todo texto se genera un sinnúmero de
relaciones sintáctico – semánticas entre los elementos que lo componen. En el
párrafo, esas relaciones se construyen desde lo intra y lo interoracional. Sin embargo,
las estrategias de cohesión del párrafo son las mismas que se usan para cohesionar un
texto: uso de catáforas y anáforas (elipsis, repeticiones léxicas, pronominalizaciones,
adverbializaciones, sinonimias, relaciones hipónimas e hiperónimas), de conectores, de
antonimias, y de signos de puntuación. Obsérvese un ejemplo del entramado de
relaciones que se puede generar en un párrafo:
(1) Un libro puede ser bueno sin ilustraciones. No voy a decir que (Ø) no sir-
(2) ve si (Ø) carece de gráficas. Pero es innegable que un libro para niños,
(3) cuando está bien ilustrado, se enriquece mucho más, pues (Ø) puede (4)
ofrecer una doble lectura: la literaria y la visual. La (Ø) de las palabras y (5)
la (Ø) de las imágenes gráficas. La ilustración tiene, además, una ven-(6)
taja sobre el texto: (Ø) no necesita traducción. (Ø) Venga de la China, de la
(7) India, de África o de donde sea, todos podemos leerla. El ilustrador no
(8) puede ser sólo un dibujante habilidoso; (Ø) tiene que ser una persona
con (9) conciencia de su realidad, preocupado por apropiarse de ella y
transmitirla (10) a los niños de una manera inteligente y dedicada. Fondo y
forma deben (11) andar de la mano. (Vicky Ramos. Citada por Sergio
Anricaín, Flora Marín y Antonio O. Rodríguez. En: Puertas a la lectura)
De otro lado, el término ilustrador (línea 7) crea una relación de oposición con
dibujante (línea 8: el ilustrador sólo un dibujante…); luego se elide en la línea
ocho ((Ø) tiene que ser…= el ilustrador tiene que ser…); y por último, ilustrador
se configura como hipónimo de persona (línea 8). A su vez, esta última palabra se
relaciona anafóricamente con el posesivo su (línea 9: su realidad = la realidad de
la persona). En esta misma línea el concepto realidad se sustituye por dos
pronombres: uno personal, ella (apropiarse de ella), y otro objetivo: la (transmitirla).
Por su parte, en la línea diez, la palabra niños es una repetición léxica (también
aparece en la línea 2), y los términos fondo y forma coexisten de manera
complementaria.
Así, el párrafo que, líneas atrás, ilustra el concepto de unidad adquiere sentido (se
vuelve coherente) cuando se le suprimen las dos oraciones discordantes. Y el párrafo
que ejemplifica el concepto de cohesión es coherente porque –además de tener
unidad- su compleja red de relaciones establece una serie de nexos que configuran
su sentido. Por tanto, la coherencia es posible cuando la información se organiza de
manera lógica y cuando las condiciones de unidad y de cohesión del párrafo se
cumplen cabalmente.
5.4 CLASES DE PÁRRAFOS
En un texto, la mayoría de los párrafos se usa para desarrollar el tema. Esto indica que
los párrafos abordan los distintos subtemas y proposiciones del texto. Los párrafos de
desarrollo, por tanto, se constituyen en la columna de las composiciones escritas. Sin
embargo, en los textos se encuentran otros párrafos que tienen unos propósitos
distintos: introducen el tema, establecen relaciones entre los párrafos y finalizan o
concluyen el texto. Así, reciben los nombres de párrafos de introducción, de enlace y
de conclusión.
Todo lo anterior, permite inferir que las primeras formas de exclusión se ejercen
desde las leyes o, lo que es lo mismo, del Estado.
Por su parte, los párrafos de enlace prospectivo se refieren a ideas que (de forma
inmediata o diferida) se van a mencionar en el discurso. Tienen, por eso, funciones
catafóricas. Para construirlos se usan conectores como: a continuación, enseguida, lo
siguiente, más adelante, entre otros:
Por último, los párrafos de transición mixta comienzan con una retrospección y terminan
con una prospección:
Pero las anteriores no son las únicas formas de exclusión. Hay otras que se ejercen
de manera menos evidente y que se ilustran de la siguiente manera.
Para finalizar un texto, la mayoría de las veces se usan párrafos que sintetizan o
retoman de manera resumida las ideas abordadas en su desarrollo. En otros casos,
cuando se trata de textos argumentativos o informes de investigación, se verifica la
sustentación o aceptación la tesis o de la hipótesis. En fin, hay –como en la
introducción- distintas formas de culminar un texto. Y aquí también reside uno de los
éxitos de la escritura. Un texto sin una buena conclusión es similar a un tranquilo
viaje en avión que termina en un pésimo aterrizaje. Hay que dejar una última y
buena impresión. Usualmente, para encabezar párrafos de conclusión, se usan
conectores como: finalmente, para concluir, en síntesis, por último, en conclusión,
entre otros. Ejemplo:
Existen diversas estrategias para desarrollar la idea de un párrafo, las cuales varían
de acuerdo con la clase de párrafo o texto. En este aparte, se abordarán once
estrategias o procedimientos que suelen usarse para construir párrafos de
desarrollo. Se aclara que es posible encontrar otros procedimientos distintos a los
mencionados aquí (o se nombran de modo distinto) y que a menudo se utilizan varias
estrategias de desarrollo en un solo párrafo.
Esta estrategia se caracteriza por la formulación de una pregunta retórica (esto es,
será respondida por el mismo autor) en las primeras oraciones del párrafo. Esta
pregunta tiene un carácter temático, por lo que las demás oraciones están en función
de ella. Ejemplo:
5.6.2 La comparación
Es, como su nombre lo indica, una comparación completa; por un lado señala las
semejanzas entre los elementos; y, por otro, establece las diferencias. Ejemplo:
Una comparación contrastiva se usa con el fin de establecer diferencias entre los
elementos. Esta clase de comparación se puede ejemplificar de la siguiente manera:
Las analogías permiten ilustrar las semejanzas entre los elementos; en ese sentido,
son símiles, pues se relacionan con comparativos: como, semejante a, tal como,
etcétera. Las homologías, por su parte, establecen relaciones de igualdad; se
consideran auténticas metáforas ya que prescinden de los comparativos. El párrafo
que ilustra este ejemplo tiene, en consecuencia, una carácter analógico, ya que
asemeja (no iguala) el sistema democrático con una máquina
Estos párrafos tienen también un carácter analítico, pero no describen sino que
explican las etapas o fases de un proceso o procedimiento (una receta de cocina,
una investigación, el juego de dama, el pilotaje de un avión, etcétera). En el caso
que se ilustra, se explica las etapas para emprender un vuelo sin motor:
En el vuelo sin motor, la nave se lanza desde el suelo, catapultándola hacia arriba
con largas cuerdas elásticas o remolcándola con un cabrestante, un coche o un
aeroplano con motor. Cuando se lanza el planeador con un cabrestante, el piloto
desprende la cuerda al alcanzar la altura deseada. Ya en el aire, el piloto dirige la
nave en busca de corrientes elevadoras o, si lo que desea es permanecer en el
aire, puede volar de un lado a otro de una cordillera donde haya una corriente de
alta presión. En los casos en los que el vuelo se realiza por el campo, el piloto vuela
a la caza de nubes o tocando térmicas, o sea, buscando corrientes térmicas que
impulsarán la aeronave. (Enciclopedia autodidáctica Nuevo Milenio. Tomo 3)
Caloría por caloría, la proteína satisface más que las grasas. Así de acuerdo con
Angelo Tremblay, investigador del metabolismo en la Univesidad Laval de Quebec,
las personas que siguen regímenes ricos en proteínas se sienten más satisfechos
con el mismo número de calorías. “Es menos probable que consuma más calorías
si su dieta tiene un alto contenido proteico”, explica el investigador. Y a la inversa,
es poco probable que las grasas y el alcohol lo hagan sentirse satisfecho, “lo que
sin duda aumentará las probabilidades de que las consuma en exceso”.
(Selecciones Reader’s
Digest)
5.6.10 Ejemplificación
Habría que decir que la historia de Chile reconoce varios regímenes políticos.
Por ejemplo, bajo la constitución de 1833 es posible distinguir no menos de tres
periodos: uno autocrático, la llamada “república pelucona”, que tiene su punto
de quiebre a fines de la década del sesenta del pasado siglo; luego viene la
“república liberal”, que culmina trágicamente en la guerra civil de 1891; y,
finalmente, un régimen de asamblea (mal llamado parlamentario) que
desaparece con el golpe militar de 1924. (Guillermo Briones. Métodos y técnicas
avanzadas de investigación aplicadas a la educación y a las ciencias sociales).
Las citas tienen que ser fieles. Primero, hay que transcribir las palabras tal y como
son (y a tal fin siempre está bien, después de redactar la tesis, cotejar las citas con
el original, porque al copiarlas a mano o a máquina se puede haber incurrido en
errores u omisiones). Segundo, no se puede eliminar parte del texto sin señalarlo:
esta señal de elipsis se efectúa mediante la inserción de tres puntos suspensivos
que corresponden a la parte omitida. Tercero, no se puede interpolar; todos
nuestros comentarios, aclaraciones, especificaciones, tienen que aparecer entre
paréntesis cuadrados o corchetes. Incluso los subrayados que no son del autor
sino nuestros, tienen que ser señalados. (Umberto Eco. Cómo se hace una tesis)