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Demencia y Enfermedad de Alzheimer Nidia John PDF
Demencia y Enfermedad de Alzheimer Nidia John PDF
Enfermedad
de Alzheimer
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA
DE HONDURAS EN EL VALLE DE SULA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE LAS CIENCIAS
DE LA SALUD
Catedrático
Dr. Juan José Guerra Valle
Salud Publica II
SP212
Seccion: 1500
Estudiante
Nidia Adelina John Gonzalez
20172030548
Abril, 2020
San Pedro Sula, Cortes, Honduras
INTRODUCCION
Con cada año la población del mundo va envejeciendo. Y con el envejecimiento de la
población, existe un incremento en el número de personas con enfermedades crónicas no
transmisibles, siendo una de ellas, la demencia. La demencia abarca un conjunto de
enfermedades que implican pérdida progresiva de las funciones cognitivas que afectan en
su mayoría a la población anciana. Aunque afecta mayormente a personas mayores, la
demencia no es una parte normal del envejecimiento. Se estima que existe un total de 46,8
millones de personas con demencia en todo el mundo y se dice que esta cifra se verá
duplicada en 20 años. Solo en Honduras existen al menos 50 mil personas que padecen de
este mal.
La demencia es trágica para las personas que la sufren así como para los miembros de sus
familias y cuidadores. A nivel mundial, es una de las principales causas de discapacidad y
dependencia entre los mayores. En la mayoría de los países, incluyendo Honduras, de
alguna manera existe una falta de conciencia y comprensión sobre la demencia lo que causa
estigmatización, dificultades para el diagnóstico y la atención, e impacta en los cuidadores,
los familiares y la sociedad, tanto desde el punto de vista físico, como el psicológico y el
económico. La demencia no puede seguir siendo descuidada y debería ser parte de los
programas de salud pública en todos los países.
ANTECEDENTES
Todos los días se diagnostican miles de nuevos casos de demencia en el mundo y si no se
encuentra una cura efectiva, en los próximos 30 o 40 años, el número de personas afectadas
se podría triplicar. El aumento de la esperanza de vida y la falta de tratamientos efectivos
convierten las demencias en una amenaza de alcance global que será insostenible a nivel
económico, sanitario y social. (26)
El término demencia remonta hacía más de un siglo y proviene etimológicamente del Latín
"dementatus" (fuera de la propia mente, loco, aplicable a cualquier comportamiento
anormal, incomprensible o aberrante) (24); La palabra demencia aparece ya en el Imperio
Romano, significando —literalmente— «locura, fuera de la mente de uno». Así la
encontramos por primera vez en la obra De Rerum Natura, de Titus Lucrecius, en el
siglo I antes de Cristo, y es en la Enciclopaedia de Celsus -también del siglo I antes de
Cristo- cuando se usa por primera vez en un contexto médico. (25)(27) Cicerón (106-43 a.C.)
defendió en su obra De Senectute que la pérdida de memoria en la vejez era consecuencia
de una enfermedad ajena al propio envejecimiento. (24)(25) Un siglo más tarde, Areteo de
Capadocia habla ya de demencia senil. En esa época, cualquier tipo de trastorno intelectual
o de la conducta era denominado demencia, y es preciso tener en cuenta que entonces la
esperanza media de vida al nacer era de unos 30 años. (24)(25)
Otros contribuyentes principales son: la demencia vascular causada por una serie de
pequeños accidentes cerebrovasculares (ocurre cuando el aporte de oxígeno y nutrientes al
cerebro se interrumpe. Esto puede deberse no sólo a patología cerebrovascular oclusiva, por
trombosis o embolias, sino también a hemorragias y a lesiones cerebrales hipóxico-
isquémicas tras parada cardíaca o hipotensión arterial grave) (16), la demencia con cuerpos
de Lewy (agregados anormales de proteínas, fundamentalmente de alfa-sinucleína que
regula las comunicaciones entre neuronas en las sinapsis, en el interior de las células
nerviosas, las causas de la enfermedad no se han establecido aún, sin embargo la
enfermedad ha sido asociadas al gen PARK 11) (17), y un grupo de enfermedades que
contribuye a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los
límites entre los subtipos son indistintos y a menudo pueden coexistir formas mixtas y
secundarias, estas últimas, normalmente causadas por tumores cerebrales, hidrocefalia
normotensiva, o infecciones. (1)
Epidemiologia
A partir de los 65 años de edad la prevalencia se dobla cada 5 años y la incidencia tiene un
crecimiento exponencial. (4) Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de
60 años o más sufre demencia en un determinado momento. (1) Es raro que la aparición de
la demencia ocurra antes de los 65 años, aunque es muy posible que esté subestimada ya
(19)
que la demencia precoz representa entre 2 y 9% de todos los casos. Dependiendo de la
edad de inicio, las estimaciones de supervivencia se sitúan entre 5 y 10 años tras el
diagnóstico. (4)
La prevalencia de la demencia es mayor en las mujeres frente a los hombres y las mujeres
presentan mayor riesgo de desarrollar demencia. Los síntomas que presentan las mujeres
con demencia también tienden a ser más severos en comparación con los que presentan los
hombres. En los países con bajos y medios ingresos el impacto de la demencia en las
mujeres es aún mayor. Se estima que estos países representarán el 71% de los casos de
demencia a nivel mundial en el año 2050. (6)
Las personas hispanas y negras son más propensas a tener patologías mixtas, una
combinación de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cerebrovascular. Las mejores
estimaciones sostienen que los negros tienen el doble de probabilidades de sufrir demencia
que los blancos, y los hispanos, 1,5 veces más probabilidades. Según los autores, los
factores genéticos podrían tener un papel en las diferencias encontradas entre las tres razas,
pero es probable que factores sociales y económicos también contribuyan. (5)
La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor
del 60% viven en países de ingresos bajos y medios. Hay más de 9.9 millones de nuevos
casos de demencia cada año en todo el mundo, lo que implica un nuevo caso cada 3.2
segundos. Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones
en 2030 y 152 millones en 2050. (1)(2)(10)
Factores de riesgo
Asimismo, existen pruebas bastante convincentes de que en los países de ingresos altos
tanto los niveles de educación más elevados como los logros ocupacionales están asociados
con una menor incidencia de la demencia. (20)(4)
Signos y síntomas
Etapa temprana: La fase temprana tiende a ser ignorada. Familiares y amigos (y a veces
también profesionales) lo ven solo como ―vejez‖, tan solo un componente normal del
proceso de envejecimiento. Ya que el inicio de la enfermedad es gradual, es difícil saber
con exactitud cuándo comienza.
• Se torna olvidadizo, especialmente con cosas que acaban de suceder.
• Puede tener dificultad en su comunicación, tal como para encontrar las palabras
adecuadas.
• Se pierde en lugares que le son conocidos.
• Pierde la noción del tiempo, incluyendo hora del día, mes, año, estaciones.
• Puede tener dificultad en la toma de decisiones y el manejo de sus finanzas.
• Puede tener dificultad para realizar tareas complejas en el hogar.
• Ánimo y comportamiento: Puede tornarse menos activo y estar menos motivado, o perder
el interés en sus actividades y pasatiempos. Puede mostrar cambios en el estado de ánimo,
incluyendo depresión y ansiedad. En ciertas ocasiones, puede reaccionar de una manera
inusualmente furiosa o agresiva. (20)(1)(10)(21)
Etapa intermedia: A medida que la enfermedad avanza, los problemas se vuelven más
obvios y limitantes.
• Se torna muy olvidadizo, especialmente sobre eventos recientes y nombres de personas.
• Puede tener dificultad para comprender el tiempo, fechas, lugares y eventos; podría
perderse tanto en el hogar como en la comunidad.
• Puede aumentar su dificultad de comunicación (en el habla y la comprensión).
• Puede necesitar ayuda con el cuidado personal (v.g. aseo, bañarse y vestirse).
• No puede preparar la comida con éxito, ni limpiar o ir de compras.
• Es incapaz de vivir solo de manera segura, sin un apoyo considerable.
• Los cambios en el comportamiento pueden incluir: deambular, gritar, aferrarse,
perturbaciones del sueño, alucinaciones (escuchar o ver cosas que no están ahí).
• Puede demostrar un comportamiento inapropiado en el hogar o la comunidad (v.g.
desinhibición o agresión). (20)(1)(10)(21)
Etapa tardía: La fase final es de casi total dependencia e inactividad. Las alteraciones de la
memoria son más serias y el lado físico de la enfermedad se torna más obvio.
• Usualmente no está al tanto de la fecha o el lugar donde se encuentra.
• Tiene dificultad para comprender lo que sucede a su alrededor.
• No reconoce a familiares, amigos u objetos conocidos.
• Tiene dificultad para comer sin ayuda, podría tener dificultad para tragar.
• Tiene una necesidad cada vez mayor de recibir asistencia para el autocuidado (v.g. aseo
personal y bañarse).
• Puede sufrir de incontinencia renal e intestinal.
• Cambios en su movilidad: puede no ser capaz de caminar o estar confinado a una silla de
ruedas o cama.
• Se pueden intensificar los cambios de comportamiento e incluir agresión hacia su
cuidador(a), agitación no verbal (patear, golpear, gritar o gemir).
• Puede perderse dentro del hogar. (20)(1)(10)(21)
Diagnóstico
Ninguna prueba puede diagnosticar la demencia por sí sola, por lo que es probable que los
médicos realicen una serie de pruebas que puedan ayudar a identificar el problema.
Pruebas cognitivas y neuropsicológicas: Los médicos evaluarán cómo funciona el
pensamiento (función cognitiva) del paciente. Una serie de pruebas miden las habilidades
del pensamiento, como la memoria, la orientación, el razonamiento y el juicio, las
habilidades del lenguaje y la atención. (12)(22)
Evaluación neurológica: Los médicos evalúan la memoria, habla, percepción visual,
atención, resolución de problemas, movimiento, sentidos, equilibrio, reflejos y otras áreas.
Exploraciones del cerebro: Tomografía computarizada o resonancia magnética: estas
exploraciones pueden verificar si hay evidencia de accidente cerebrovascular, sangrado,
tumor o hidrocefalia. Tomografía por emisión de positrones (TEP): estos estudios pueden
mostrar patrones de actividad cerebral y si la proteína amiloide, una marca característica de
la enfermedad de Alzheimer, se ha depositado en el cerebro. (12)(22)
Análisis de laboratorio: algunos análisis de sangre permiten detectar problemas físicos que
pueden afectar la función cerebral, como la deficiencia de vitamina B-12 o la hipoactividad
de una glándula tiroidea. En ciertas ocasiones, se examina el líquido cefalorraquídeo para
detectar signos de infección o inflamación, o marcadores de alguna enfermedad
degenerativa.
Evaluación psiquiátrica: un profesional de salud mental puede determinar si la depresión u
otra afección de salud mental contribuye a los síntomas. (12)(22)
Tratamiento y atención
No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y se encuentran en
diversas etapas de los ensayos clínicos. (1)
Sin embargo, sí existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y
mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos
principales de los servicios de atención relacionados con la demencia son: diagnosticarla
precozmente para posibilitar un tratamiento precoz y óptimo; optimizar la salud física, la
cognición, la actividad y el bienestar; identificar y tratar enfermedades físicas
concomitantes; detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos;
proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores. (1)(11)
Para mejorar temporalmente los síntomas de la demencia se usan los siguientes fármacos:
Inhibidores de la colinesterasa. Estos medicamentos, como el donepezilo, la
rivastigmina y la galantamina, actúan aumentando los niveles de un mensajero
químico involucrado en la memoria y el razonamiento.
Aunque se usan principalmente para tratar la enfermedad de Alzheimer, estos
medicamentos también podrían recetarse para tratar otras demencias, como la
demencia vascular, la demencia por la enfermedad de Parkinson y la demencia con
cuerpos de Lewy.
Algunos de los efectos secundarios pueden ser náuseas, vómitos y diarrea. Otros
posibles efectos secundarios son la disminución de la frecuencia cardíaca, desmayos y
alteraciones del sueño.
Memantina. Actúa regulando la actividad del glutamato, otro mensajero químico
involucrado en las funciones cerebrales, como el aprendizaje y la memoria. En
algunos casos, la memantina se receta con un inhibidor de la colinesterasa.
Un efecto secundario común de la memantina es el vértigo.
Otros medicamentos. El médico podría recetarte medicamentos para tratar otros
síntomas o trastornos, como depresión, alteraciones del sueño, alucinaciones,
parkinsonismo o agitación. (11)(12)(22)
Prevención y Promoción
Algunos factores pueden disminuir el efecto del daño desarrollando más conexiones entre
las neuronas, algo que previniendo daño. Con más conexiones entre las neuronas, la
función puede ser más larga mantenido a pesar de daño al cerebro. (7)
La OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la
Asamblea Mundial de la Salud respaldó el Plan de acción mundial sobre la respuesta de
salud pública a la demencia 2017-2025. El Plan es un marco integral de referencia para las
instancias normativas; los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la OMS en
las siguientes esferas: la evaluación de la demencia como prioridad para la salud pública; la
concienciación y la puesta en marcha de iniciativas para satisfacer las necesidades de las
personas afectadas; la reducción de riesgos; el diagnóstico, el tratamiento y la atención; los
sistemas de información; el apoyo a los cuidadores, y la investigación y la innovación.
(1)(10)(20)
El documento Towards a dementia plan: a WHO guide («Hacia un plan sobre la demencia:
una guía de la OMS») proporciona orientaciones a los Estados Miembros para establecer y
aplicar un plan sobre esta enfermedad. Está muy relacionado con el Observatorio Mundial
de la Demencia de la OMS y proporciona varias herramientas, como una lista de
verificación para preparar, elaborar y aplicar un plan sobre la demencia. Además, se puede
utilizar para conocer cuáles son las partes interesadas y para establecer prioridades. (1)
La demencia es una de las enfermedades prioritarias del Programa de Acción Mundial para
Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP, por sus siglas en inglés), un instrumento
que pueden utilizar los médicos de cabecera, sobre todo en los países de ingresos bajos y
medianos, para atender directamente a las personas con trastornos mentales, neurológicos o
relacionados con el uso de sustancias. (1)(23)
Visión: Lograr un mundo en el que se pueda prevenir la demencia y las personas con
demencia y sus cuidadores vivan bien y reciban la atención y el apoyo que necesitan para
realizar su potencial con dignidad, respeto, autonomía e igualdad. (1)(10)
Objetivo: Mejorar la vida de las personas con demencia, sus cuidadores y sus familiares, y
reducir el impacto de la demencia sobre ellos y sobre las comunidades y los países. (1)(10)
La demencia, aunque tiene una mayor incidencia en adultos mayores, no es una parte
normal del envejecimiento, es una enfermedad grave y debe ser tomada en cuenta y
tratada como tal.
Existe varios factores de riesgo modificables, como llevar una vida activa, dieta
saludable, no fumar, y no ingerir sustancias alcohólicas, que pueden ayudar a prevenir
esta enfermedad.
Actualmente, no existe una cura para la demencia, pero si existen maneras de mejorar
la calidad de vida de las personas que la padecen.
Los países deben incluir a la demencia en sus agendas de salud pública. Se requiere
una acción y coordinación sostenida entre múltiples niveles y con todas las partes
interesadas en el ámbito internacional, nacional, regional y local.
RECOMENDACIONES
Promover una sociedad amigable hacia la demencia a nivel local mediantes charlas y
seminarios educativos.
Mejorar las actitudes y la comprensión de los profesionales y del público con respecto
a la demencia.
Aumentar la prioridad que se le da a la demencia en la agenda de investigación en
salud pública.
BIBLIOGRAFIA