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Demencia y

Enfermedad
de Alzheimer
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA
DE HONDURAS EN EL VALLE DE SULA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE LAS CIENCIAS
DE LA SALUD

Demencia y Enfermedad de Alzheimer

Catedrático
Dr. Juan José Guerra Valle

Salud Publica II
SP212
Seccion: 1500

Estudiante
Nidia Adelina John Gonzalez
20172030548

Abril, 2020
San Pedro Sula, Cortes, Honduras
INTRODUCCION
Con cada año la población del mundo va envejeciendo. Y con el envejecimiento de la
población, existe un incremento en el número de personas con enfermedades crónicas no
transmisibles, siendo una de ellas, la demencia. La demencia abarca un conjunto de
enfermedades que implican pérdida progresiva de las funciones cognitivas que afectan en
su mayoría a la población anciana. Aunque afecta mayormente a personas mayores, la
demencia no es una parte normal del envejecimiento. Se estima que existe un total de 46,8
millones de personas con demencia en todo el mundo y se dice que esta cifra se verá
duplicada en 20 años. Solo en Honduras existen al menos 50 mil personas que padecen de
este mal.
La demencia es trágica para las personas que la sufren así como para los miembros de sus
familias y cuidadores. A nivel mundial, es una de las principales causas de discapacidad y
dependencia entre los mayores. En la mayoría de los países, incluyendo Honduras, de
alguna manera existe una falta de conciencia y comprensión sobre la demencia lo que causa
estigmatización, dificultades para el diagnóstico y la atención, e impacta en los cuidadores,
los familiares y la sociedad, tanto desde el punto de vista físico, como el psicológico y el
económico. La demencia no puede seguir siendo descuidada y debería ser parte de los
programas de salud pública en todos los países.
ANTECEDENTES
Todos los días se diagnostican miles de nuevos casos de demencia en el mundo y si no se
encuentra una cura efectiva, en los próximos 30 o 40 años, el número de personas afectadas
se podría triplicar. El aumento de la esperanza de vida y la falta de tratamientos efectivos
convierten las demencias en una amenaza de alcance global que será insostenible a nivel
económico, sanitario y social. (26)

El término demencia remonta hacía más de un siglo y proviene etimológicamente del Latín
"dementatus" (fuera de la propia mente, loco, aplicable a cualquier comportamiento
anormal, incomprensible o aberrante) (24); La palabra demencia aparece ya en el Imperio
Romano, significando —literalmente— «locura, fuera de la mente de uno». Así la
encontramos por primera vez en la obra De Rerum Natura, de Titus Lucrecius, en el
siglo I antes de Cristo, y es en la Enciclopaedia de Celsus -también del siglo I antes de
Cristo- cuando se usa por primera vez en un contexto médico. (25)(27) Cicerón (106-43 a.C.)
defendió en su obra De Senectute que la pérdida de memoria en la vejez era consecuencia
de una enfermedad ajena al propio envejecimiento. (24)(25) Un siglo más tarde, Areteo de
Capadocia habla ya de demencia senil. En esa época, cualquier tipo de trastorno intelectual
o de la conducta era denominado demencia, y es preciso tener en cuenta que entonces la
esperanza media de vida al nacer era de unos 30 años. (24)(25)

En en siglo XIX, en el Tratado de Psiquiatría de Wilhelm Griesinger (1845) se hace


mención a una clasificación de la demencia apática, bajo el título general de Estados de
Debilidad Mental. La demencia senil era un ejemplo de tal condición que, se creía, estaba
originada por enfermedad de las arterias cerebrales. Binswanger introdujo en 1898 el
término demencia presenil. El término demencia empezaba a delimitarse: aparecía tanto en
la edad senil como antes de ella, y estaba causada por una enfermedad orgánica cerebral, lo
que la diferenciaba de las neurosis. Hacia 1900 estaban ya bien individualizadas la
demencia senil, la demencia arterioesclerótica y algunas formas de demencia subcortical.
(24)(27)

El científico alemán Alois Alzheimer publicó en 1906 los resultados de un estudio


realizado a Auguste Deter, una paciente de 50 años a la que su marido había llevado al
hospital tras haber detectado cambios en su comportamiento. (26) Esos primeros síntomas
fueron, más adelante, reconocidos como la enfermedad que llevaría su nombre.

En el primer cuarto de este siglo ya se había constituido el clásico cuarteto de la demencia


presenil: enfermedad de Huntington, enfermedad de Pick, enfermedad de Alzheimer y
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Sin embargo, no había un interés evidente por estas
enfermedades, especialmente en la literatura anglosajona, y no es hasta los años 50 cuando
comienza en el mundo occidental un desarrollo importante del estudio de las demencias.
A partir de entonces se inicia una febril actividad investigadora sobre las demencias en
todos los campos. Neurólogos, psiquiatras, geriatras, internistas, infectólogos,
epidemiólogos y expertos en biología molecular y genética forman, entre otros, la legión de
especialistas volcados en la investigación y problemática general de las demencias. (25)(27)
DEMENCIA Y ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
La demencia es un síndrome – generalmente de naturaleza crónica o progresiva –
caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar
el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del
envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la
comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia
no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones
es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la
motivación. (1)

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de la demencia y probablemente


contribuye en un 60-70% de los casos. (1) Las causas exactas de la enfermedad de
Alzheimer no se entienden por completo, pero en su esencia son problemas con las
proteínas cerebrales que no funcionan normalmente, interrumpen el trabajo de las células
cerebrales (neuronas) y desencadenan una serie de eventos tóxicos. Las neuronas están
dañadas, pierden conexiones entre sí y, con el tiempo, mueren. (12) El daño comienza con
mayor frecuencia en la región del cerebro que controla la memoria, pero el proceso
comienza años antes de que aparezcan los primeros síntomas. La pérdida de neuronas se
disemina en un patrón algo predecible a otras regiones del cerebro. En la última etapa de la
enfermedad, el cerebro se ha reducido significativamente. (12) Se caracteriza
neuropatológicamente por dos marcadores: 1. las placas neuríticas que corresponden a
depósitos extracelulares de pro-teína β-amiloide y reacción destructiva de procesos
neuríticos vecinos. 2. Los ovillos neurofibrilares (ONF) que corresponden a lesiones de la
citoarquitectura intracelular por hiperfosforilación de la proteína Tau. (13) Los depósitos de
β-amiloide en los casos familiares de EA dependen de un mal corte de la Proteína
precursora de amiloide (PPA) debido a mutaciones en el Gen que la codifica en el
cromosoma 21 o de mutaciones en los genes de Presenilina 1 o Presenilina 2 en
cromosomas 14 y 1 respectivamente. Por otro lado, se conoce que mutaciones en el gen de
la proteína TAU en el cromosoma 17 dan lugar a la producción de ovillos neurofibrilares
que producen neurodegeneración y muerte celular. (13) Asimismo, La presencia del alelo e4
del gen Apo E en un individuo dado es el factor genético de susceptibilidad de mayor
importancia y distribución prácticamente universal para el desarrollo de una enfermedad de
Alzheimer esporádica o familiar de inicio tardío. (14)

Otros contribuyentes principales son: la demencia vascular causada por una serie de
pequeños accidentes cerebrovasculares (ocurre cuando el aporte de oxígeno y nutrientes al
cerebro se interrumpe. Esto puede deberse no sólo a patología cerebrovascular oclusiva, por
trombosis o embolias, sino también a hemorragias y a lesiones cerebrales hipóxico-
isquémicas tras parada cardíaca o hipotensión arterial grave) (16), la demencia con cuerpos
de Lewy (agregados anormales de proteínas, fundamentalmente de alfa-sinucleína que
regula las comunicaciones entre neuronas en las sinapsis, en el interior de las células
nerviosas, las causas de la enfermedad no se han establecido aún, sin embargo la
enfermedad ha sido asociadas al gen PARK 11) (17), y un grupo de enfermedades que
contribuye a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los
límites entre los subtipos son indistintos y a menudo pueden coexistir formas mixtas y
secundarias, estas últimas, normalmente causadas por tumores cerebrales, hidrocefalia
normotensiva, o infecciones. (1)

Epidemiologia

A partir de los 65 años de edad la prevalencia se dobla cada 5 años y la incidencia tiene un
crecimiento exponencial. (4) Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de
60 años o más sufre demencia en un determinado momento. (1) Es raro que la aparición de
la demencia ocurra antes de los 65 años, aunque es muy posible que esté subestimada ya
(19)
que la demencia precoz representa entre 2 y 9% de todos los casos. Dependiendo de la
edad de inicio, las estimaciones de supervivencia se sitúan entre 5 y 10 años tras el
diagnóstico. (4)

La prevalencia de la demencia es mayor en las mujeres frente a los hombres y las mujeres
presentan mayor riesgo de desarrollar demencia. Los síntomas que presentan las mujeres
con demencia también tienden a ser más severos en comparación con los que presentan los
hombres. En los países con bajos y medios ingresos el impacto de la demencia en las
mujeres es aún mayor. Se estima que estos países representarán el 71% de los casos de
demencia a nivel mundial en el año 2050. (6)

Las personas hispanas y negras son más propensas a tener patologías mixtas, una
combinación de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cerebrovascular. Las mejores
estimaciones sostienen que los negros tienen el doble de probabilidades de sufrir demencia
que los blancos, y los hispanos, 1,5 veces más probabilidades. Según los autores, los
factores genéticos podrían tener un papel en las diferencias encontradas entre las tres razas,
pero es probable que factores sociales y económicos también contribuyan. (5)

La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor
del 60% viven en países de ingresos bajos y medios. Hay más de 9.9 millones de nuevos
casos de demencia cada año en todo el mundo, lo que implica un nuevo caso cada 3.2
segundos. Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones
en 2030 y 152 millones en 2050. (1)(2)(10)
Factores de riesgo

Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una


consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta exclusivamente
a personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de
los 65 años) representa hasta un 9% de los casos. (1)

Las investigaciones sugieren que las enfermedades vasculares predisponen a la enfermedad


de Alzheimer al igual que a la demencia vascular. Los índices agregados de riesgo
cardiovascular incorporando la hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia y el fumar,
aumentan el riesgo de la incidencia de la demencia progresivamente, aunque se mida la
exposición a mediana edad o algunos años antes del comienzo de la demencia. (20)(4)

Datos provenientes de estudios epidemiológicos de cohortes sugieren que la hipoactividad


también es un factor de riesgo para el comienzo de la demencia y que el ejercicio aeróbico
puede reducir el deterioro cognitivo y proteger contra la demencia. (20)(4)

Asimismo, existen pruebas bastante convincentes de que en los países de ingresos altos
tanto los niveles de educación más elevados como los logros ocupacionales están asociados
con una menor incidencia de la demencia. (20)(4)

En conclusión, se puede reducir el riesgo de padecer demencia haciendo ejercicio con


regularidad, no fumando, evitando el uso nocivo del alcohol, controlando el peso, tomando
una alimentación saludable y manteniendo una tensión arterial y unas concentraciones
sanguíneas adecuadas de colesterol y glucosa. Otros factores de riesgo potencialmente
modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad
cognitiva. (1)

Tabla. Factores de riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer conocidos.(4)


Modificable No modificable
Edad ×
Demográficos Sexo ×
Escolaridad ×
Genéticos PSN1, PSN2, ApoE ε4, etc ×
Diabetes ×
Obesidad ×
Médicos Hipertensión ×
Hipercolesterolemia
Depresión ×
Tabaco ×
Estilo de vida
Alcohol ×
Actividad física ×
Dieta ×
Actividad intelectual ×
Interacción social ×
Reducción del riesgo atribuible 35% 65%

Signos y síntomas

La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la


enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y
síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas. (1)

Etapa temprana: La fase temprana tiende a ser ignorada. Familiares y amigos (y a veces
también profesionales) lo ven solo como ―vejez‖, tan solo un componente normal del
proceso de envejecimiento. Ya que el inicio de la enfermedad es gradual, es difícil saber
con exactitud cuándo comienza.
• Se torna olvidadizo, especialmente con cosas que acaban de suceder.
• Puede tener dificultad en su comunicación, tal como para encontrar las palabras
adecuadas.
• Se pierde en lugares que le son conocidos.
• Pierde la noción del tiempo, incluyendo hora del día, mes, año, estaciones.
• Puede tener dificultad en la toma de decisiones y el manejo de sus finanzas.
• Puede tener dificultad para realizar tareas complejas en el hogar.
• Ánimo y comportamiento: Puede tornarse menos activo y estar menos motivado, o perder
el interés en sus actividades y pasatiempos. Puede mostrar cambios en el estado de ánimo,
incluyendo depresión y ansiedad. En ciertas ocasiones, puede reaccionar de una manera
inusualmente furiosa o agresiva. (20)(1)(10)(21)

Etapa intermedia: A medida que la enfermedad avanza, los problemas se vuelven más
obvios y limitantes.
• Se torna muy olvidadizo, especialmente sobre eventos recientes y nombres de personas.
• Puede tener dificultad para comprender el tiempo, fechas, lugares y eventos; podría
perderse tanto en el hogar como en la comunidad.
• Puede aumentar su dificultad de comunicación (en el habla y la comprensión).
• Puede necesitar ayuda con el cuidado personal (v.g. aseo, bañarse y vestirse).
• No puede preparar la comida con éxito, ni limpiar o ir de compras.
• Es incapaz de vivir solo de manera segura, sin un apoyo considerable.
• Los cambios en el comportamiento pueden incluir: deambular, gritar, aferrarse,
perturbaciones del sueño, alucinaciones (escuchar o ver cosas que no están ahí).
• Puede demostrar un comportamiento inapropiado en el hogar o la comunidad (v.g.
desinhibición o agresión). (20)(1)(10)(21)
Etapa tardía: La fase final es de casi total dependencia e inactividad. Las alteraciones de la
memoria son más serias y el lado físico de la enfermedad se torna más obvio.
• Usualmente no está al tanto de la fecha o el lugar donde se encuentra.
• Tiene dificultad para comprender lo que sucede a su alrededor.
• No reconoce a familiares, amigos u objetos conocidos.
• Tiene dificultad para comer sin ayuda, podría tener dificultad para tragar.
• Tiene una necesidad cada vez mayor de recibir asistencia para el autocuidado (v.g. aseo
personal y bañarse).
• Puede sufrir de incontinencia renal e intestinal.
• Cambios en su movilidad: puede no ser capaz de caminar o estar confinado a una silla de
ruedas o cama.
• Se pueden intensificar los cambios de comportamiento e incluir agresión hacia su
cuidador(a), agitación no verbal (patear, golpear, gritar o gemir).
• Puede perderse dentro del hogar. (20)(1)(10)(21)

Diagnóstico

Diagnosticar la demencia y su tipo puede ser difícil. Para diagnosticar la causa de la


demencia, el médico debe reconocer el patrón de pérdida de habilidades y funciones, y
determinar qué es lo que una persona todavía es capaz de hacer. Recientemente, se cuenta
con biomarcadores para hacer un diagnóstico más preciso de la enfermedad de Alzheimer.
(12)(22)

Ninguna prueba puede diagnosticar la demencia por sí sola, por lo que es probable que los
médicos realicen una serie de pruebas que puedan ayudar a identificar el problema.
Pruebas cognitivas y neuropsicológicas: Los médicos evaluarán cómo funciona el
pensamiento (función cognitiva) del paciente. Una serie de pruebas miden las habilidades
del pensamiento, como la memoria, la orientación, el razonamiento y el juicio, las
habilidades del lenguaje y la atención. (12)(22)
Evaluación neurológica: Los médicos evalúan la memoria, habla, percepción visual,
atención, resolución de problemas, movimiento, sentidos, equilibrio, reflejos y otras áreas.
Exploraciones del cerebro: Tomografía computarizada o resonancia magnética: estas
exploraciones pueden verificar si hay evidencia de accidente cerebrovascular, sangrado,
tumor o hidrocefalia. Tomografía por emisión de positrones (TEP): estos estudios pueden
mostrar patrones de actividad cerebral y si la proteína amiloide, una marca característica de
la enfermedad de Alzheimer, se ha depositado en el cerebro. (12)(22)
Análisis de laboratorio: algunos análisis de sangre permiten detectar problemas físicos que
pueden afectar la función cerebral, como la deficiencia de vitamina B-12 o la hipoactividad
de una glándula tiroidea. En ciertas ocasiones, se examina el líquido cefalorraquídeo para
detectar signos de infección o inflamación, o marcadores de alguna enfermedad
degenerativa.
Evaluación psiquiátrica: un profesional de salud mental puede determinar si la depresión u
otra afección de salud mental contribuye a los síntomas. (12)(22)

Tratamiento y atención

No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y se encuentran en
diversas etapas de los ensayos clínicos. (1)

Sin embargo, sí existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y
mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos
principales de los servicios de atención relacionados con la demencia son: diagnosticarla
precozmente para posibilitar un tratamiento precoz y óptimo; optimizar la salud física, la
cognición, la actividad y el bienestar; identificar y tratar enfermedades físicas
concomitantes; detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos;
proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores. (1)(11)

Para mejorar temporalmente los síntomas de la demencia se usan los siguientes fármacos:
 Inhibidores de la colinesterasa. Estos medicamentos, como el donepezilo, la
rivastigmina y la galantamina, actúan aumentando los niveles de un mensajero
químico involucrado en la memoria y el razonamiento.
Aunque se usan principalmente para tratar la enfermedad de Alzheimer, estos
medicamentos también podrían recetarse para tratar otras demencias, como la
demencia vascular, la demencia por la enfermedad de Parkinson y la demencia con
cuerpos de Lewy.
Algunos de los efectos secundarios pueden ser náuseas, vómitos y diarrea. Otros
posibles efectos secundarios son la disminución de la frecuencia cardíaca, desmayos y
alteraciones del sueño.
 Memantina. Actúa regulando la actividad del glutamato, otro mensajero químico
involucrado en las funciones cerebrales, como el aprendizaje y la memoria. En
algunos casos, la memantina se receta con un inhibidor de la colinesterasa.
Un efecto secundario común de la memantina es el vértigo.
 Otros medicamentos. El médico podría recetarte medicamentos para tratar otros
síntomas o trastornos, como depresión, alteraciones del sueño, alucinaciones,
parkinsonismo o agitación. (11)(12)(22)

Varios de los síntomas de demencia y problemas de comportamiento podrían ser tratados


inicialmente usando enfoques no farmacológicos, tales como los siguientes:
 Terapia ocupacional. Un terapeuta ocupacional puede mostrarle al paciente cómo
hacer que su casa sea más segura y enseñarle estrategias de afrontamiento. El
propósito es prevenir los accidentes, como las caídas, controlar el comportamiento y
prepararte para el curso de la demencia.
 Modificar el entorno. Reducir el desorden y los ruidos puede hacer que a una persona
con demencia le resulte más fácil concentrarse y actuar. Es posible que tengan que
esconder objetos que puedan poner en peligro la seguridad, como cuchillos y las
llaves del automóvil. Pueden usar sistemas de monitoreo para que notifiquen si la
persona con demencia deambula.
 Simplificar las tareas. Consiste en dividir las tareas en pasos más simples y
concentrarse en el éxito, no en el fracaso. La estructura y la rutina también ayudan a
reducir la confusión en las personas con demencia. (12)(22)

Prevención y Promoción

La prevención primaria está enfocada en objetivos sugeridos por datos actuales, en


particular, mejorar el acceso a la educación y contrarrestar los factores de riesgo para
enfermedades vasculares, incluyendo la diabetes, hipertensión y obesidad a mediana edad,
el fumar y la inactividad física. Estas medidas reducirán el riesgo de desarrollar demencia,
mejorando la función cognitiva y haciendo más lento el declive cognitivo. (20)

Algunos factores pueden disminuir el efecto del daño desarrollando más conexiones entre
las neuronas, algo que previniendo daño. Con más conexiones entre las neuronas, la
función puede ser más larga mantenido a pesar de daño al cerebro. (7)

Hablemos sobre Demencia’ es la campaña de la OPS/OMS que se basa en el entendimiento


de que hablar sobre el tema ayuda a combatir el estigma, normaliza el lenguaje y alienta a
las personas a descubrir más sobre la enfermedad y a buscar ayuda, asesoramiento y apoyo.
La campaña se pone en marcha en el marco del Mes Mundial del Alzheimer. (8)

Proclamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer's


Disease International (ADI), todos los 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del
Alzheimer. La afección es considerada la nueva epidemia del siglo XXI. Diversos
organismos internacionales de salud han mostrado su preocupación ante el avance de la
afección mental. (23)

La OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la
Asamblea Mundial de la Salud respaldó el Plan de acción mundial sobre la respuesta de
salud pública a la demencia 2017-2025. El Plan es un marco integral de referencia para las
instancias normativas; los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la OMS en
las siguientes esferas: la evaluación de la demencia como prioridad para la salud pública; la
concienciación y la puesta en marcha de iniciativas para satisfacer las necesidades de las
personas afectadas; la reducción de riesgos; el diagnóstico, el tratamiento y la atención; los
sistemas de información; el apoyo a los cuidadores, y la investigación y la innovación.
(1)(10)(20)

Se ha creado para los planificadores de políticas y los investigadores una plataforma


internacional de vigilancia, el Observatorio Mundial de las Demencias, que facilitará el
seguimiento y el intercambio de información sobre las políticas relacionadas con la
demencia, la prestación de servicios, la epidemiología y la investigación. (1)

El documento Towards a dementia plan: a WHO guide («Hacia un plan sobre la demencia:
una guía de la OMS») proporciona orientaciones a los Estados Miembros para establecer y
aplicar un plan sobre esta enfermedad. Está muy relacionado con el Observatorio Mundial
de la Demencia de la OMS y proporciona varias herramientas, como una lista de
verificación para preparar, elaborar y aplicar un plan sobre la demencia. Además, se puede
utilizar para conocer cuáles son las partes interesadas y para establecer prioridades. (1)

Las Directrices de la OMS para la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y de


demencia ofrecen recomendaciones basadas en datos científicos sobre intervenciones que
reducen los factores de riesgo modificables de la demencia, como el sedentarismo y las
dietas malsanas, así como sobre problemas de salud relacionados con la demencia, como la
hipertensión y la diabetes. (1)(23)

La demencia es una de las enfermedades prioritarias del Programa de Acción Mundial para
Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP, por sus siglas en inglés), un instrumento
que pueden utilizar los médicos de cabecera, sobre todo en los países de ingresos bajos y
medianos, para atender directamente a las personas con trastornos mentales, neurológicos o
relacionados con el uso de sustancias. (1)(23)

La OMS ha creado iSupport, una solución de cibersalud que ofrece información y


capacitación a los cuidadores de las personas con demencia. iSupport ya se utiliza en varios
países. (1)(23)

Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025

Visión: Lograr un mundo en el que se pueda prevenir la demencia y las personas con
demencia y sus cuidadores vivan bien y reciban la atención y el apoyo que necesitan para
realizar su potencial con dignidad, respeto, autonomía e igualdad. (1)(10)

Objetivo: Mejorar la vida de las personas con demencia, sus cuidadores y sus familiares, y
reducir el impacto de la demencia sobre ellos y sobre las comunidades y los países. (1)(10)

Las siete esferas de actuación y metas


1. La demencia como prioridad de salud pública: Para 2025, el 75% de los países
dispondrán de políticas, estrategias, planes o marcos nacionales sobre la demencia.
2. Sensibilización y adaptación a la demencia: Para 2025, el 100% de los países
tendrán en marcha campañas de sensibilización sobre la demencia. Para 2025, el
50% de los países contarán al menos con una iniciativa de adaptación a la demencia.
3. Reducción del riesgo de demencia: Se habrán alcanzado las metas mundiales de
reducción de riesgos fijadas en el Plan de acción mundial para la prevención y el
control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020.
4. Diagnóstico, tratamiento, atención y apoyo de la demencia: Para 2025, al menos el
50% de las personas con demencia estarán diagnosticadas como mínimo en el 50%
de los países.
5. Apoyo a los cuidadores de las personas con demencia: Para 2025, el 75% de los
países prestarán apoyo y formación a los cuidadores y los familiares.
6. Sistemas de información sobre la demencia: Para 2025, el 50% de los países
recopilarán sistemáticamente datos de un conjunto básico de indicadores sobre la
demencia.
7. Investigación e innovación sobre la demencia: Los resultados de las actividades
mundiales de investigaciones sobre la demencia se duplicarán entre 2017 y 2025.
(9)(10)
CONCLUSIONES

 La demencia, aunque tiene una mayor incidencia en adultos mayores, no es una parte
normal del envejecimiento, es una enfermedad grave y debe ser tomada en cuenta y
tratada como tal.
 Existe varios factores de riesgo modificables, como llevar una vida activa, dieta
saludable, no fumar, y no ingerir sustancias alcohólicas, que pueden ayudar a prevenir
esta enfermedad.
 Actualmente, no existe una cura para la demencia, pero si existen maneras de mejorar
la calidad de vida de las personas que la padecen.
 Los países deben incluir a la demencia en sus agendas de salud pública. Se requiere
una acción y coordinación sostenida entre múltiples niveles y con todas las partes
interesadas en el ámbito internacional, nacional, regional y local.
RECOMENDACIONES

 Promover una sociedad amigable hacia la demencia a nivel local mediantes charlas y
seminarios educativos.
 Mejorar las actitudes y la comprensión de los profesionales y del público con respecto
a la demencia.
 Aumentar la prioridad que se le da a la demencia en la agenda de investigación en
salud pública.
BIBLIOGRAFIA

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