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EXAMEN PARCIAL DE FILOSOFÍA MODERNA 2020-1

Nombres y Apellidos: Lucero Adriana Robles Valdez


Código de Alumno: 18030218
Correo electrónico institucional: lucero.robles@unmsm.edu.pe

1. Señale sólo una idea que considere central de cada texto examinado en clase. Luego
explique porqué considera que dicha idea es importante. Haga una cita literal –bien
realizada y que pruebe la explicación del estudiante- por cada idea seleccionada.
El primer autor por considerar es Stephen Toulmin, cuya autoría es la obra
Cosmópolis, el trasfondo de la modernidad (2001). La argumentación de su tesis
principal tendrá la función de exponer que la concepción imperante sobre la modernidad
es errónea, por el contrario, diametralmente opuesto a lo sostenido por la tradición,
Toulmin considera que no fue una época de prosperidad desbordante.

La discrepancia entre, por un lado, la tesis imperante sobre la modernidad,


según la cual la ciencia y la filosofía fueron productos de la prosperidad y
confort del siglo xvi, y, por el otro, el planteamiento de los estudiosos de
historia general en el sentido de que los años posteriores a 1610 fueron una
época de desorden social y retroceso económico, salta demasiado a la vista
para no ser tenida en cuenta. En realidad, nuestro estudio se inició a partir de
esa discrepancia, por lo que ya es hora de mirarla de frente y preguntarnos:
«¿De qué manera el nuevo enfoque intelectual de la Europa de principios del
XVII reflejó la generalizada crisis social y económica de la época?» (pp. 66-
67)

El autor considera que estos supuestos filosóficos son muy exagerados, fantasiosos, por
lo que expone que ya es hora de negar la hipótesis de que el siglo XVII fue una época
en la que los eruditos laicos de Europa llevaron una vida altamente próspera y
confortable, y se sintieron lo suficientemente libres de la presión que ejercía la
eclesiástica como para sostener ideas originales. Adicionalmente a esto, todo apuntaría,
por medio de una infinidad de autores, a que el inicio de la modernidad surge con la
obra de Descartes; no obstante, para el autor, no basta esa explicación porque la
encuentra vacía; sumado a esto, se expone que Montaigne alcanza mucho más puntaje
para ingresar en la categoría que la historia encasilló a Descartes.

El segundo autor a tratar es Nicolás de Cusa, en su trabajo De Dios escondido


(1973), se evidenciará una teoría del conocimiento muy bien argumentada con especial
énfasis en la Docta Ignorancia que será la idea principal por la que girará toda la
explicación contenida en el texto conducido por los diálogos entre el cristiano y gentil.
Se observará la notoria influencia neoplatónica al retratarse que el concepto aludido que
estará basado en la conciliación de los contrarios en el infinito, la suprema unidad
dialéctica tanto de lo uno como de lo múltiple.

Y viene el tema de la aprehensión de la verdad. La verdad en sí, diríamos la


esencia de las cosas, no puede aprehenderse inmediatamente —el camino
infinito de la Docta Ignorancia—: lo que aprehendemos es una verdad liminar,
por comparación, por exclusión, por diferenciación de operaciones y formas;
nada más que eso. Los diversos nombres con que pretendemos expresar las
esencias son fruto de la razón “discretiva” o discernitiva. Pero la verdad no es
múltiple, sino que la verdad y la unidad coinciden. La verdad sólo puede
captarte en la unidad. (p. 21)
Al señalar que la base de su gnoseología es la contradicción, esto nos conducirá a
sostener que esta misma contradicción posibilitará la armonía en Dios. El recurso
esencial para lograr ello es precisamente la Docta Ignorancia, uno se debe desprender de
lo que concierne a lo mundano con el objetivo de alcanzar una concepción trascendental
de lo supremo. Seguido de ello, el autor explica que existen diversos grados de
contradicción: Universo, categorías e individuos existentes en acto. Ligado a eso,
conviene señalar que se considera a Dios como complicatio y al mundo como
explicatio,

Una de las características principales de la Docta Ignorancia es que con ella no se


llega a un escepticismo (correspondería esa duda porque recibió influencia de la
Teología negativa y la frase reconocida por Sócrates como “solo sé que nada sé”), por el
contrario, garantiza un dinamismo en su actitud. Este dinamismo se establecerá bajo el
precepto que no es que no se puedan conocer las esencias en sí, sino que sí se pueden
conocer solo que no absolutamente todo porque la verdad no se revela toda en una sola
vez.

No obstante, retornando en sí a la obra, el tema del que más se hace énfasis es la


aprehensión de la verdad, esta no puede hacerse inmediatamente (como lo señalamos en
el párrafo anterior). Esta verdad solo puede ser captada en la unidad, la unidad absoluta
que considera el cristiano es Dios; esto dará paso a que se defina a Dios como
Coincidentia Opposittorum, Dios es todo y no puede ser nombrado, es efable y
expresado en un grado superior a todas las denominaciones que podría otorgarle el
hombre.
Finalmente, aquí conviene agregar que será por la metáfora de la luz alcanzar la
comprención que por fin no se podría buscar algo en el nivel de las creaturas si es que
este no pertenece a él. Conviene agregar una explicación breve sobre esta metáfora: La
luz es considerada como principio, medio y fin del sentido, solo en ella se mueve;
nosotros ascendemos al nivel de la razón, seguidamente al del intelecto (luz de la razón
discretiva), y después a Dios (luz del intelecto); solo nos movemos en su luz que se
introduce en el espíritu de cada uno. De aquí se sostiene que la luz articula tanto el
mundo material como espiritual, y el intelectual como el divino.

Ahora bien, en el texto La paz de la fe (1996), obra maestra del autor anterior
direccionada a la filosofía política, se localiza una tesis principal por la que gira todo el
texto, la solución para los conflictos originados por la diversidad de ritos, solución que
se le presentó al autor por medio de una visión. Dicha solución argumentará en que se
debe someter todo a una sola religión, esto generaría la paz perpetua; se denominará a
Dios como la forma de las formas. No obstante, no quiere decir que se anulará esta
diversidad de ritos por tres razones, porque demuestra el espléndido poder de Dios, de
cada uno se pueden rescatar puntos beneficiosos que sean semejantes y así se evitará
algún mal o disturbio.

Las diferencias de ritos no serán motivo de confusión, pues han sido establecidas
y recibidas como signos sensibles de la verdad de la fe. Y los signos sufren
modificaciones, pero no lo significado. Si alguien debe ser digno para conseguir la
promesa hecha por pura gracia, es necesario que crea en Dios. En esto es
justificado, porque sólo obtiene la promesa porque cree en Dios y espera que se
cumpla la palabra de Dios. (p. 81)

El diálogo en sí es un monólogo del autor, el estilo escogido fue con el objetivo de


corregir aquellas dudas y malentendidos de las otras religiones, lo hará por medio del
Verbo y los dos apóstoles Pedro y Pablo. Por ello afirmamos que, no se trata de crear
una nueva religión, sino la confirmación de una sospecha de que esa única y verdadera
religión ya existe. Esto apunta a un auténtico universalismo ecuménico que no solo
abarca limitadamente al cristianismo, sino que es extendido a toda la humanidad; la
finalidad es la creación de una comunidad orgánica.

Las razones por las cuales se sustenta la tesis de la primacía de una sola religión
son diversas, pero rescataremos las principales: La verdad es una sola, este es un primer
indicio; la sabiduría también es una sola y representa la eternidad, además de estar
ligado al entendimiento que es único al igual que ella; la unidad eterna es el principio de
la multiplicidad, la Trinidad de Dios debe ser comprendido en función a esta; la
bendición divina como deseo último o felicidad (vida eterna); por último, lo único
necesario para la salvación es la fe y alimento de vida.

Finalmente, la conclusión es que la diversidad reside únicamente en los ritos, no


en el culto a un solo Dios. Este Dios lo han presupuesto todos, aunque no muy claro
inicialmente por lo demás.

Por otro lado, en el texto Sobre el furor divino (1993), cuya autoría corresponde a
Marsillo Ficino, evidenciamos que la idea principal desarrollada retrata la
argumentación sobre el concepto de lo denominado furor divino y su clasificación. Es
así como el autor sentencia que la definición de “furor divino” consistiría en un proceso
en el que gracias a la actitud contemplativa de la filosofía (con especial énfasis en la
justicia y sabiduría) se produce la separación del alma o las alas del cuerpo, al realizar
este distanciamiento, la finalidad que conllevaría es el acercarse más a lo divino.
Posteriormente se señala que son cuatro las categorías que adquiere: el amor divino,
poesía, los misterios y la filosofía. La cita que a continuación se analizará comprobará
lo ya mencionado:

[...] con dos alas iguales, significando estas virtudes según mi parecer, los
espíritus se elevan hacia los dioses celestes. Sócrates sostiene en el Fedon16
que las alcanzamos igualmente gracias a las dos partes de la filosofía, a saber,
la activa y la contemplativa. Por eso el dice lo mismo en el Fedro: “Solo la
mente del filósofo recupera las alas≫. Pero en esta m isma recuperación de las
alas se separa del cuerpo por la fuerza de aquellas el espíritu y, lleno de Dios,
es arrastrado hacia los dioses celestes y se esfuerza con energía. A esta
separación y empeño Platón los denomina furor divino y lo divide en cuatro
partes. (p. 13)

Nuestro espíritu, antes de estar ligado al cuerpo, gozaba de su existencia en las regiones
celestiales, lugar donde se nutría de la contemplación de la verdad. Debemos tener en
consideración que, Dios es el creador y lo superior a todas las cosas existentes en el
mundo terrenal y celestial, es considerado también como aquella fuente poseedora de
una elevada gracia y luz, por lo que en Él se localizan todos los prototipos de las cosas
existentes (ideas). Con lo ya mencionado se puede afirmar que el espíritu también veía
de forma más clara las naturalezas de todas las cosas, veía la misma justicia, sabiduría,
la armonía y una belleza admirable de naturaleza divina.
Es por ello que, dentro de las realidades de Dios se encuentran las ideas, esencias
divinas y primeras naturaleza; alcanzamos todo lo mencionado gracias a dos virtudes, la
sabiduría y justicia, y llegamos a poseerlas por la parte activa y contemplativa de la
filosofía. Es en este proceso que el alma se despoja del cuerpo con rumbo a lo divino,
un retorno, y se le llama “furor divino”.
Es preciso señalar que este furor se dividirá en cuatro categorías: El amor, la
poesía, los misterios y la filosofía. El primero se sigue de la explicación anterior,
cuando el espíritu se purifica del cuerpo, este tiene las ansias de retorno hacia su lugar
de origen, esto es lo que se define del amor, como el primer furor y más importante. En
relación con el segundo, la poesía y música ligera es lo más poderoso que imita la
armonía celeste. Reproduce, lo cual es propio de la divina armonía, sentimientos muy
nobles, hechos por el poeta, por medio de los ritmos y movimientos de las voces. Ellos
son arrebatados por inspiración celestial y cuando dejan de estar en ese estado, muchas
veces no comprenden qué habían hecho. Este segundo furor es proveniente de las
Musas. El tercer furor son los misterios, cuya aparición es notable en las ceremonias
sagradas, culto a los dioses, la religión; es la excitación plena del ánimo dentro lo
mencionado. Finalmente, el cuarto furor es la profecía, conceptualizado como la dación
de un presagio que tuvo inspiración por el soplo divino. Este furor se concretiza cuando
la mente se libera del cuerpo y es agitada por el instinto divino.

Otro autor observado a lo largo del curso es Giovanni Pico della Mirandola, en su
trabajo de investigación titulado Discurso sobre la dignidad del hombre (2008)
argumentará su tesis que versará en que debemos liberarnos de las condiciones que nos
atan como humanos e ir ascendiendo hacia lo divino, por lo que es necesario
prepararnos para dar ese salto y solo así con la obtención de este conocimiento divino
llevarlo al ámbito práctico.
Desdeñemos pues las cosas terrenas, despreciemos las astrales y, abandonando
por fin lo que es del mundo, volemos a la sede ultramundana, próxima a la
eminentísima divinidad. Allí, como nos transmiten los sacros misterios, los
Serafines, los Querubines, lo Tronos ocupan los primeros puestos. También de
estos emulemos la dignidad y la gloria, incapaces ahora de desistir y sin
conformarnos con los segundos puestos. Con sólo quererlo no seremos nada
inferiores a ellos. (pp. 213-214)
Para lograr todo ello, en primer lugar, es necesario seguir los concejos de Pablo y
Job durante el proceso de abandono de las cosas terrenales. De aquí se seguirá que la
filosofía moral será aquella que nos evitará ser partícipes de las impurezas, nos
acompañará con la tarea de instaurar la paz (también la que se alcanza al volvernos uno
solo con Dios). Seguido de esto se dará pie para afirmar que es necesaria la existencia
de una unión entre la filosofía y teología en nuestra alma si se desea realmente alcanzar
lo que Dios nos ordena. Una de las herramientas destacadas por el autor que nos
ayudará en el ascenso al conocimiento divino es los escritos/teorías propuestos por los
antiguos, pero con una correcta selección de ellos.

Adentrándonos de nuevo en lo que corresponde a la filosofía política,


Maquiavelo, en su obra Discursos sobre la primera década de Tito Livio (1987),
señalará su tesis principal, la cual retratará la correcta forma de gobierno que considera
que debería adoptar Italia (con énfasis en Florencia), esta se explicará utilizando al
imperio romano como referencia principal. La religión será aquello que servirá como el
real método de salvación de la ruina que le ocasionó a Italia la decadencia.
Y como muchos opinan que el bienestar de las ciudades italianas nace de la
Iglesia Romana, quiero contradecirles con algunas razones sobre todo con dos
muy poderosas que, a mi juicio no se contradicen entre sí. La primera es que
por los malos ejemplos de aquella corte ha perdido Italia toda devoción v toda
religión, lo que tiene infinitos inconvenientes y provoca muchos desórdenes;
porque así como donde hay religión se presupone todo bien, donde ella falta
sucede lo contrario Los italianos tenemos, pues, con la Iglesia y con los curas
esta primera deuda: habernos vuelto irreligiosos y malvados; pero tenemos
todavía una mayor, que es la segunda causa de nuestra ruina: que la Iglesia ha
tenido siempre dividido nuestro país. (p. 69)

Uno de los puntos que más considero que rescata Maquiavelo es el de la religión,
sostiene que su omisión dentro de Italia es lo que generó la crisis y en sí una incorrecta
estructura orgánica del gobierno. Otros factores que encuentra positivos en Roma y
debería ser aplicados en Italia son los siguientes: un ejército constituido por los soldados
más capaces, una estructura orgánica jurídica que promueva leyes en beneficio del bien
público; si es que se observa que la república está muy corrompida resulta necesario que
el gobernador solo rescate cosas puntuales de la tradición y con ello reformarla por
completo, nunca alcanzará esta república la libertad si no se genera un cambio.
Siguiendo la temática de filosofía política, tenemos al autor Tomás Moro con su
principal obra Utopía (1984) que presenta un doble propósito: Exponer una crítica
mordaz a la política ejercida en su tiempo y la proyección de una sociedad imaginaria.
Esta crítica al sistema de gobierno se evidencia en la siguiente cita y será este punto el
origen para develar una forma de gobierno con caracteres más propicios a favor de un
correcto desarrollo.

[...] la mayor parte de los príncipes se interesan más en asuntos bélicos y


hazañas caballerescas que en las buenas hazañas de la paz, y dedican mucho
más estudio a extender, con razón o sin ella, sus dominios que a regir y
gobernar bien y pacíficamente los que ya tienen. (p. 83)
Durante todo el libro I del texto, el autor se centrará en mencionar diversas críticas a las
repúblicas de su contexto, siendo la que se visualiza en la cita correspondiente la que
encabeza todos los hechos perjudiciales que se condenan. No obstante, se menciona una
forma de gobierno dentro de una isla llamada Utopía que sería la salvación a todos los
problemas que se mencionaron. Las características principales de este lugar versan en
distintos aspectos: En el sector militar sí poseen un ejército, pero solamente se emplea
en modo de defensa ante cualquier ataque, en esta ciudad no existe predilección por
iniciar guerras; no existe la codicia por el oro y plata, solo por el hierro porque es de uso
cotidiano; se diagnostica una relación horizontal entre todas las religiones, no se
discriminaba, es más, había en la isla habitantes convertidos al cristianismo.

2. Explique cómo se vincularía su tema de investigación del curso, con los textos vistos
en clase. Si considera que no existe vínculo alguno, sustente dicha falta de vínculo.
En todas las etapas de la filosofía se ha desarrollado la política bajo ciertos
lineamientos característicos de cada contexto en evaluación. La filosofía moderna no
escapa de ello, por lo que observamos distintas exposiciones de discusiones políticas
presentes en los textos de autores resaltantes como Nicolás de Cusa, Maquiavelo,
Tomás Moro, etc. Es así como en el primer autor identificamos argumentos políticos
direccionados a la solución del problema de la diversidad de ritos en el texto La Paz de
la fe, siendo su sentencia final la necesidad de establecer una sola religión con fines de
lograr la paz perpetua. Por otro lado, visualizamos planteamientos bajo la dirección del
lenguaje republicano en Maquiavelo, cuyo tema central será el descontento por el actuar
de Italia y la comparación de esta con Roma, ensalzando la forma de gobierno de la
última por distintas aristas, considerando la más importante la supremacía de la religión
en el ámbito político que, si Italia la hubiera instaurado, le habría garantizado el
establecimiento de una verdadera república a Italia. Otra perspectiva adoptamos si
analizamos el texto Utopía de Tomás Moro, aquí se abordarán tópicos como la
felicidad, la armonía de la sociedad, el gobierno significativo, la propiedad privada o la
propiedad colectiva; dentro de este trabajo descriptivo de la isla ficticia se localizarán
ciertas críticas hacia el contexto en el que vivió el autor, como la correcta forma de
gobierno, la república, el actuar del gobernador, el trabajo en ciudadanos, la errónea
elección en la formación de un ejército, etc.

Ahora bien, ya situándonos en contexto, encontramos palabras claves como:


República, paz, gobierno, religión. Las mencionadas se encuentran en perfecta
consonancia con el tema de mi investigación que estará basado en el análisis político-
filosófico de las bases que garantizan la paz en un estado republicano, estas serán
localizadas en la obra La Paz perpetua de Immanuel Kant. Las bases en cuestión
atravesarán un proceso de análisis riguroso individual, sumado a algunas
contrastaciones de diferentes autores como Rousseau, Hobbes, Maquiavelo y Tomás
Moro (resaltando que todos los mencionados son destacados representantes de la
filosofía moderna y a lo largo del curso se indagará sobre sus planteamientos). Este
análisis consistirá en la división de la obra en dos partes: La primera, considerada como
aquella en la que se evaluará el tema de los límites de la guerra; y, en la segunda, se
señalarán las matrices sobre las cuales se dará lugar a la construcción de la paz.

La conclusión que se pretende obtener es mostrar, a través de ciertos criterios, que


el republicanismo es la única forma de gobierno que garantizará la paz perpetua no solo
en una nación, sino en todas las que deseen realmente ser conducidos por la guía de un
buen gobierno que realmente mantenga una relación favorable entre gobernante-pueblo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

De Cusa, N. (1973). De Dios escondido. De la búsqueda de Dios. (2ed.). Buenos Aires:


Ediciones Aguilar.
De Cusa, N. (1996). La paz de la fe. Carta a Juan de Segovia. Cuadernos de Anuario
Filosófico. Serie Universitaria N° 26. Pamplona: Universidad de Navarra.
Ficino, M. (1993). Sobre el furor divino y otros textos. Barcelona: Editorial Anthropos.
Pico della Mirandola, G. (2008). Discurso sobre la dignidad del hombre. Una nueva
concepción de la filosofía. Buenos Aires: Ediciones Winograd.
Maquiavelo, N. (1987). Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Madrid:
Alianza Editorial.
Moro, T. (1984). Utopía. Buenos Aires: Bosch Casa Editorial.
Toulmin, S. (2001). Cosmópolis. El trasfondo de la modernidad. Barcelona: Ediciones
Península.

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