Actualmente la juventud ha pasado a un primer plano. Su poder e influencia es
mucho mayor hoy que hace unos años. Los jóvenes constituyen sin duda un sector sobresaliente dentro de la comunidad. Los jóvenes siempre quieren resaltar ante los demás sin importar si lo que están haciendo este bien o mal. Sus pensamientos son faltos de ideas ya que sus mentes solo piensan en la diversión, y se olvidaron de lo realmente importante; mantener siempre su mente en funcionamiento no dejarla dormir, tener esa capacidad de poder pensar y actuar con precisión y sin temor a equivocarse. Factores que explican la actualidad de los jóvenes:
- Uno de ellos, es el poder económico de los jóvenes. Son los principales
consumidores de ciertos productos. Su poder económico se ha hecho más manifiesto porque gastan el dinero en artículos muy llamativos, y su consumo tiende a concentrarse en determinados sectores del mercado, sectores que en muchas ocasiones no son los más correctos. - Las demandas de los jóvenes se han hecho importantes dentro de la sociedad y sus actividades son difundidas por los medios de comunicación de masas: la prensa, la radio y la T.V. tienden a crear mitologías de la juventud. Divulgan la imagen del "joven típico" y los que no se ajustan a ella empiezan a notar que es como si les faltase algo. Los adultos pueden reaccionar ante esto con una mezcla de aturdimiento, desprecio o envidia. - Otro de los motivos de este auge se debe a la aceleración del desarrollo psicofísico. Las niñas se hacen mujeres antes, los chicos alcanzan la madurez física antes. Los problemas sexuales, religiosos, políticos, sociales, familiares..., etc., aparecen también antes que en eras históricas anteriores. - Los jóvenes se encuentran cada vez más capacitados para adaptarse al mundo en que viven, hoy se lee más, se estudia más que en los tiempos de nuestros padres. Resulta evidente el número de jóvenes que frecuenta las escuelas, colegios, institutos, escuelas técnicas, centros de artes y oficios, universidades... etc. Se crea un gran sentido comunitario y una sensibilidad nueva para sentir la injusticia social. - Los jóvenes se hallan en condiciones más ventajosas que el hombre maduro o anciano que tienen ya hechas sus vidas. El cambio rápido, el progreso y las novedades son asimiladas más pronto por los jóvenes. - El mismo incremento de la población juvenil -en nuestro país existen 13 millones de personas menores de 25 años, o sea casi el 45% de la población total- acarrea problemas de falta de puestos de trabajo, falta de espacio en escuelas y universidades y ello crea a veces problemas y actitudes agresivas. Hay una mayor relación entre chicos y chicas, y esto hace que esas relaciones se produzcan en un clima de mayor naturalidad y exento de los prejuicios y tabúes de otras épocas. Todos estos factores y muchos otros han de tenerse en cuenta para conocer y comprender a los jóvenes. De ahí que solamente un enfoque pluridimensional sea válido para un conocimiento más exacto de cómo son los jóvenes actuales. La rebeldía juvenil Los jóvenes con toda su viva imaginación, su capacidad creadora, su rapidez de reflejos, fácil memoria y su propensión al entusiasmo viven en un mundo rígido, llevado por los mayores, a los cuales se enfrentan. Los jóvenes acusan a los mayores de un excesivo amor por el dinero y el bienestar, de una explotación de la gente, de deshonestidad en los negocios, corrupción en la política y un acusado conservadurismo e hipocresía. Atacan el "buen aparentar" ante la sociedad. Rechazan la sociedad establecida y dentro de ella, sus lacras y, en muchas ocasiones, también sus logros. Por eso se marginan a veces, entendiendo de modo diametralmente opuesto a los adultos las grandes cuestiones de la vida: amor, trabajo, religión. En esta oposición son tan dogmáticos como los adultos en su seguridad instalada. Los adultos, por su parte, acusan a los jóvenes de irresponsabilidad e incongruencia, de su afán destructor sin ofrecer un programa constructivo a cambio, de una visión del presente que ignora el pasado y de un idealismo utópico que no conduce a nada práctico. Los jóvenes, dicen los adultos, desafían las normas y la autoridad que las mantiene, adoptan modos y atuendos excéntricos, no se ajustan a los patrones convencionales de la convivencia entre los sexos, protestan demasiado en sus canciones, violencias, manifestaciones... En síntesis, los jóvenes se quejan de falta de libertad -la opresión de la sociedad de consumo- y los adultos les acusan de falta de responsabilidad. La Juventud tiene derecho a vivir en otra sociedad donde: La Familia: juegue su verdadero papel y en ella se ame, se corrija, se dialogue. Se aprendan los verdaderos valores. Donde haya un lugar de encuentro, de búsqueda, de soluciones, no de conflictos, donde vivir en armonía, con fidelidad, amor, tolerancia y comprensión. El Estado: asuma su rol y ofrezca una educación basada en los derechos que señala el código de protección al niño; niña y adolescente que dice: “Todos los niños(as) y adolescentes, tienen derecho a la educación, encaminada al sano desarrollo de su persona, a fin de que puedan prepararse para ejercer plenamente sus derechos ciudadanos y por eso deben tener: Igualdad, Enseñanza Primaria, Acceso gratuito a Escuelas Públicas.” Además el estado debe dar a la juventud oportunidades para que se pueda realizar profesionalmente. Se debe crear un clima en el cual la juventud pueda adquirir un sentido crítico de la vida en la práctica de la justicia, la democracia, la paz, la igualdad social y vivir teniendo la seguridad personal sin violencia, ni drogas, ni prostitución..... La Sociedad: que esta dé a los jóvenes la oportunidad de ser hombres y mujeres responsables, creativos, participativos, activos en las estructuras culturales, políticas, educativas, familiares para ser así protagonistas de su propio presente y futuro ejerciendo sus derechos y deberes. En fin, los jóvenes de hoy tienen derecho a una sociedad en la que puedan realmente vivir y desarrollarse con dignidad como lo que son: Hijos e Hijas de Dios. La falta de información recae no solo de los jóvenes, si no en la familia, comunidad y docentes acerca de lo mal que puede ser el pasar el tiempo de ocio en forma negativa. Cabe destacar que un factor clave en esta problemática es la familia, ya sea por la poca o nula atención de los padres hacia sus hijos o por la desintegración familiar que día a día crece cada vez más. En un segundo plano tenemos la despreocupación de nuestro gobierno respecto a la poca iniciativa de crear espacios en donde los jóvenes puedan expresar su talento cultural, artístico o deportivo. Por ende, la falta de atención y espacios, lleva al joven a buscar la salida o alternativa falsa e inadecuada para su desarrollo físico, intelectual, moral y social. Es de suma importancia no olvidar que para los jóvenes el ocio significa un espacio de experiencias significativas dónde encuentran el protagonismo para asumir responsabilidades. Es un elemento socializador de primer orden. Debemos ser conscientes que el tiempo libre de los jóvenes es un espacio privilegiado para la construcción de su identidad: es el tiempo con más intercambios de normas, de conductas y de valores. Una de las mayores problemáticas de la juventud en la actualidad es la interpretación que se le da a la libertad, los jóvenes piensan que cuando se refieren a la palabra libertad les están queriendo decir que pueden hacer lo que les parezca sin ser responsables de sus actos, ellos confunden este termino con libertinaje; no miden sus palabras ni sus actos y de este modo logran irrespetar a una comunidad. La causa mayor de esta problemática es la mala educación que se le da a los adolecentes desde sus hogares. La base para que un joven pueda tener una sana vida es la familia y en nuestros tiempos eso se ha ido perdiendo, empezando porque las madres ya no se valoran ni ellas mismas se mantienen más pendientes de sus trabajos y de su vida social que de sus propios hijos