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PANDEMIA DE GRIPE DE 1918 (GRIPE ESPAÑOLA)

JUAN PABLO CABREJO HORTUA

YESID STHEBAN QUINTERO SANABRIA

DANIELA ALEJANDRA ROJAS SANABRIA

ANGI NATALIA VARGAS BUITRAGO

ÁLVARO IVÁN GUEVARA ESLAVA

Doc. Procesos Unitarios

ANGIE LORENA MELO

Monitora de asignatura

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA DE INGENIERÍA AMBIENTAL

TUNJA, BOYACÁ

2020

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CONTENIDO
CONTEXTUALIZACIÓN...............................................................................................3
2. HISTORIA DE LA PANDEMIA................................................................................4
3. MORTALIDAD..........................................................................................................6
4. TRATAMIENTO........................................................................................................8
5. ESTUDIOS RECIENTES..........................................................................................9
6. CONTENCIÓN CON LOS MEDIOS ACTUALES...................................................11
7. REFERENCIAS......................................................................................................12

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CONTEXTUALIZACIÓN

Se denomina pandemia a la afectación causada en una vasta zona geográfica por la


propagación de una enfermedad de tipo infeccioso en los humanos. Debe cumplir
dos ítems para denominarse así, primero, que afecte a más de un continente y,
segundo que los casos de cada país sean de transmisión comunitaria y no
únicamente casos importados.

La gripe española, fue una pandemia que ocurrió en el año de 1918 causada por el
brote del virus de la influenza A del tipo H1N1, siendo la más letal de su tipo y ya
extinta en vida silvestre. Entre sus víctimas además de ancianos y niños, se
encontraban jóvenes, adultos y hasta animales domésticos como perros y gatos.

Se reconoce como la pandemia más letal de la historia de la humanidad, pues en un


año fallecieron entre veinte y cuarenta millones de personas, prevaleciendo la alta
mortalidad en infantes. Es difícil compararla con enfermedades anteriores pues no
se cuenta con registros certeros.

El primer reporte de caso de la enfermedad se dio el 4 de marzo de 1918, en


Kansas, EEUU, aunque en el año de 1917 se presentó un brote en campamentos
militares.

Esta pandemia recibió el nombre de gripe española porque ocupó la mayor


atención de la prensa española que en el resto de países europeos, pues este país
no estaba en guerra y no buscó censurar información acerca de la enfermedad.

Se han hecho varios estudios sobre la enfermedad, con tejidos de cuerpos


congelados contagiados por la gripe; dada su extrema mortalidad y virulencia, este
tema ha causado revuelo en la comunidad científica, que expresa su preocupación
pues la cepa podría escapar de la cuarentena.

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2. HISTORIA DE LA PANDEMIA.

Se ha considerado al cocinero Gilbert Mitchell como el “paciente cero”, de Fort Riley


en Kansas, ingresado el 4 de marzo de 1918. A las pocas horas ya se registraban
más de 100 casos, por lo que se habilitó un hangar para atender a los enfermos, ya
que el hospital no contaba con la capacidad suficiente para atenderlos. Aunque
diferentes investigadores recopilaron informes en los que se afirma que ya se
habían detectado brotes virulentos de la gripe meses antes, en diferentes
campamentos militares estadounidenses habilitados para el envío de tropas a
Europa.

La gripe fue evolucionando sustancialmente, aumentando su tasa de mortalidad, ya


que desde 1915 se deslumbraba un crecimiento en las muertes por gripe en
Estados Unidos. Aunque la mayoría de mortalidad se daba entre poblaciones de
infantes y ancianos, pues el 95% de las personas que morían por gripe en esa
época eran de ese rango de edades, en 1917 surge un dato impresionante en Camp
Greene, en los alrededores de Carolina del Norte, donde se constatan 20 muertos
en un total de 565 enfermos de gripe, todos ellos hombres entre los 20 y 40 años.
Por esta razón Camp Greene es considerado el lugar donde apareció el paciente 0
infectado por el virus de la gripe española, debido a que los síntomas que eran
descritos tenía una gran diferencia con los de una gripe estacionaria o normal, para
ir pareciéndose a una gripe pandémica.

Los síntomas detectados en el Camp Greene por el capitán médico Herman Elwyn
eran los siguientes: Cara con color grisáceo, pupilas dilatadas, fiebre mayor a 39°,
pulso superando las 140 pulsaciones por minuto, respiración rápida, agotamiento
extremo. También se podía apreciar que entre las cuatro y las seis primeras horas,
los pulmones de los enfermos comenzaban a segregar exceso de líquido, entre las
doce y dieciocho horas, se producía un empeoramiento con más líquido pulmonar y
aumento de la fiebre y, por último, entre las 24 y 48 horas después de este
empeoramiento, la muerte era casi segura.

A finales de 1917 ya eran 14 de los 16 campamentos militares existentes, afectadas


por la gripe, dando un aproximado de cerca de 300 muertos. Ya que en ese
momento se estaba desarrollando la primera guerra mundial, los soldados fueron
enviados enfermos, pues no podían permitir dar una impresión de debilidad ante sus
enemigos, por lo que, a pesar de tener conocimiento de las muertes que se
registraban en las embarcaciones que llegaban a Europa, no sé suspendieron los
envíos. Ya para finales de agosto de 1918, los enfermos de gripe eran cerca de
millón y medio de soldados. Esta fue la causa principal para que la gripe se
propagara a diferentes zonas de Europa ocasionando así una pandemia global,

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iniciando por Francia, pasando por Reino Unido, Italia, Alemania y España, este
último, al ser un país neutral a la guerra y no tener censura periodística en ese
momento, fue el primero en informar a la opinión pública sobre los casos de gripe
encontrados en su población, por lo que da origen a su nombre, siendo conocida
como la Gripe Española. La enfermedad empezó a causar graves problemas por el
colapso de hospitales regionales, y hospitales militares, además de modificar
estrategias militares en la guerra por estar la gran mayoría de tropas infectadas del
virus, que influenció en el resultado final de la guerra.

Tuvo tres oleadas, siendo la segunda la que ocasionó el 75% de las muertes por la
gripe, demostrando que su influencia no había disminuido y que a pesar de que al
inicio era una gripe relativamente benigna, con el tiempo incrementó su mortalidad.
Pero en la tercera oleada se registró un descenso considerable en los contagios y
en las muertes, ya que la mayoría de la población había desarrollado defensas y se
había adaptado, por lo que el virus no ocasionaba ningún daño. Finalmente, en
1920 se detectaron los últimos casos, desapareciendo lentamente hasta no detectar
ningún caso mortal por este virus.

El origen de este aún no está muy claro, se dice que pudo provenir de tres lugares,
China, Estados Unidos y Europa. En China la tasa de mortalidad en la época de
pandemia, fue muy baja a comparación de Norte América y Europa, por lo que
diferentes estudios indicaron que habían desarrollado inmunidad o defensas antes
de la pandemia, lo que llevó a la conclusión de que el virus ya circulaba en territorio
asiático en años anteriores. Ya que esta población emigraba a diferentes zonas del
mundo, llegaron a Estados Unidos y aquí el virus mutó cerca de Boston, y de ahí se
empezó a esparcir por el mundo debido a la guerra mundial. También se dice que
en Europa pudo llegar por la emigración de 90000 trabajadores chinos, para trabajar
detrás de las líneas británicas y francesas, y que este fue el origen de la pandemia.
Además, entre los años iniciales a la guerra, varios de los participantes de esta
reportaron casos severos de gripe en sus campamentos, tanto en Gran Bretaña,
como en Francia y Estados Unidos. Por lo que saber con certeza el origen de este,
ha sido una pregunta que ha quedado pendiente en la historia mundial, pues el
impacto de esta pandemia fue bastante significativo.

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3. MORTALIDAD

La tasa de mortalidad de los años entre 1918 y 1920 se desconoce, pero cifras
aproximadas dicen que ronda entre el 10% y el 20% del total de los infectados. Su
tasa de letalidad estuvo entre un 3% y 6% del total de la población mundial, y varios
pueblos indígenas del pacífico y el ártico perdieron hasta el 90% de su población.

Se estima que las primeras 25 semanas fallecieron 25 millones de personas, y otras


aproximaciones afirman que fueron entre 40 y 50 millones. Ya que gran cantidad de
países no contaban con registros sanitarios, se dice que la cifra aumentaría hasta el
doble.
La mortalidad en diferentes países se registró así:
● En China murieron cerca de 30 millones de personas, y en el ejército chino al
menos el 35% de los soldados que resultaron contagiados murieron.
● España fue uno de los países más golpeados con ocho millones de
infectados y 200,000 muertes, aproximadamente el 1% de la población.
● En Estados Unidos el 28% de la población padeció la enfermedad y entre 500
y 670 mil personas fallecieron a causa de esta.
● En Reino Unido fallecieron 250 mil personas.
● En Colombia cerca de 3000 muertos se presentaron siendo Boyacá el
principal departamento afectado. Y el país hermano, Venezuela con cerca de
25,000
● Francia e Italia cerca de 400,000
● En India entre 10 a 17 millones. En África 2 millones de víctimas
● En Australia cerca de 80 mil personas
● En Perú, se registraron tres olas de gripe.

En Colombia, se registra que la pandemia empezó a circular en Bogotá y luego se


extendió al departamento de Boyacá dejando un saldo de 2800 víctimas mortales en
octubre de 1918, y estuvo presente hasta agosto de 1919.

Se dice que la primera guerra mundial no provocó la gripe, pero ayudó a su


esparcimiento por diferentes continentes por la movilidad de las tropas y la
modernización del transporte. Es evidente esta relación en comportamientos como
los que se muestran en el siguiente gráfico:

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Fig. 1. Representación gráfica entre olas y cifras de muertes en la pandemia de la
gripe española.
La enfermedad tuvo 3 olas diferentes que comenzó en marzo de 1918 y disminuyó
en el verano de 1919. Alcanzó el punto máximo en EEUU en el verano de 1918, y
esta segunda ola fue la responsable de la mayoría de las muertes ocurridas en
dicho país.
Fuente: Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC). En línea.

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4. TRATAMIENTO

En esa época no fue descubierto un tratamiento para la gripe española, sólo se


recomendaba mantenerse en reposo, así como una alimentación e hidratación
adecuada, por este motivo pocos pacientes se curaban, dependiendo de su sistema
inmune. El tratamiento era realizado para aliviar los síntomas y normalmente era
recetado por el médico aspirina, que es un antiinflamatorio usado para aliviar el
dolor y bajar la fiebre, administrarles oxígeno, o desde el antiguo arte de sangrar a
los pacientes. Pero solamente una medida terapéutica mostró algún éxito: la
transfusión de sangre de pacientes recuperados a nuevas víctimas.

Ahora la población mundial está inmunizada para cepas de la gripe que son
habituales, pero ante mutaciones o nuevas cepas muy agresivas puede estar muy
indefensa. Los primeros estudios comenzaron de manera eficaz en 1931 y fue en
los años cuarenta cuando el ejército de los Estados Unidos desarrolló las primeras
vacunas inactivas aprobadas para la gripe, que se utilizaron en la Segunda Guerra
Mundial.

Hoy en día la mejor forma de prevenir la gripe es por medio de la vacunación anual,
ya que los virus sufren mutaciones aleatorias de un año a otro para poder sobrevivir.
Además de la vacuna, existen antibióticos, que surgieron en 1928 y que pueden ser
recetados por el médico para prevenir la aparición de infecciones bacterianas
posteriores a la gripe.

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5. ESTUDIOS RECIENTES
El 26 de febrero de 2001 en la publicación científica de la revista PNAS se
reconstruyó por primera vez un virus de gripe con la secuencia del segmento NS del
virus de 1918 y con la secuencia de un virus adaptado en ratones. Los
investigadores reconstruyeron ese virus quimera y evaluaron su virulencia.
Comprendieron que la clave para entender el potencial de virulencia de una cepa de
virus de gripe pasaba por estudiar su patrón molecular y las características
fenotípicas asociadas a su secuencia genética.

Para ello utilizaron la genética reversa que se basa en la posibilidad de «rescatar»


un virus de novo a partir de la expresión de su material genético. Un equipo
multidisciplinario, capitaneado por el burgalés Adolfo García-Sastre, uno de los
padres de la genética reversa del virus de la gripe, se propuso en el 2003 la titánica
tarea de encontrar las causas que propiciaron la pandemia de virus. Junto con el
grupo de Peter Palese, Ian Wilson, Christopher Basler, Michael Katze y Jeffrey
Taubenberger.

Luego para el 2004 se publicó en la revista Science un artículo realizado por dos
equipos de investigadores, uno dirigido por Sir John Skehel, director del Instituto
Nacional de Investigación Médica (National Institute for Medical Research) de
Londres, y otro por el profesor Ian Wilson del Scripps Research Institute de San
Diego, California. Ambos habían obtenido la síntesis de la proteína hemaglutinina
responsable de la epidemia de gripe española juntando ADN procedente del pulmón
de una mujer inuit encontrada en la tundra de Alaska y de muestras preservadas de
soldados estadounidenses de la Primera Guerra Mundial.

En 2005, la misma revista publicó que por primera vez en la historia la


reconstrucción de un virus totalmente extinto, el virus de la gripe de 1918. El virus
fue totalmente reconstruido in vitro a partir de las secuencias obtenidas del análisis
de muestras históricas de tejidos realizados por el grupo de Jeffrey Taubenberger.
Según el informe, después de varias décadas los científicos lograron recrear el virus
con ayuda de técnicas de genética reversa, para «volverlo a la vida» en un
laboratorio de bioseguridad de nivel 3, de los Centros para el Control y Prevención
de Enfermedades en Atlanta. Sus efectos fueron estudiados en ratones, embriones
de pollo y células pulmonares humanas, empleando para ello diversas versiones
fabricadas con genes de otros virus gripales, y así efectuar comparaciones y
descubrir los elementos que lo hicieron tan mortífero.

En un artículo reciente de marzo del presente año, publicado por la revista


‘Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) menciona que el NS1 es
un factor de virulencia multifuncional de los virus de la gripe e interactúa con
muchas proteínas del huésped. Además, encontró que la estructura del virus NS1
es altamente dinámica, mientras que NS1 de una cepa de influenza estacional es

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mayormente estática. Sus hallazgos proporcionan una visión mecanicista de los
comportamientos dependientes de la cepa de las proteínas NS1, que sigue siendo
difícil a pesar de su importancia para comprender la virulencia de los virus de la
gripe.

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6. CONTENCIÓN CON LOS MEDIOS ACTUALES

Si en la actualidad se produjera una zoonosis causante de un virus muy virulento y


del que la especie humana no hubiera tenido contacto alguno, no se considera
posible detenerlo con los medios actuales, al menos la primera oleada, como
ejemplo el coronavirus, pero la humanidad cuenta con varias ventajas respecto a la
situación científica y técnica de 1918.
Algunas de las más importantes son:

Poseer laboratorios de contención biológica nivel 3 y 4 en lugar de tener los


científicos que investigar protegidos simplemente por una bata y una
mascarilla.
Disponer los hospitales mucho mejor equipados, con medios como unidades
de cuidados y de vigilancia intensiva.
Poseer más información y experiencia, tanto en el aislamiento, estudio del
agente infeccioso para sintetizar vacunas, como en el conocimiento de
los patógenos y las formas de combatirlos, en 1918 no tenían claro si era un
virus, una bacteria o algún otro causante.
Disponer de una industria farmacéutica capaz de producir ingentes
cantidades de antibióticos y antivirales que detengan las infecciones
secundarias y la infección principal.
Contar con una capacidad mucho mayor para producir vacunas.

Pese a todas estas ventajas, con una población de siete mil millones de seres
humanos y el transporte aéreo como nuevo vector de propagación se considera
imposible detener una epidemia como la de 1918, al menos en su primera oleada.
Escapa de la capacidad técnica y científica actual aislar el virus, analizarlo,
encontrar una vacuna y producir las suficientes dosis antes de que el virus se
expandiera por el mundo. Del mismo modo la industria farmacéutica, pese a estar
mucho más desarrollada que en 1918, no sería capaz de producir suficientes
antibióticos ni suficientes antivirales para varios miles de millones de personas en
poco tiempo

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7. REFERENCIAS

[1] J.-H. Cho et al., “Molecular recognition of a host protein by NS1 of pandemic and
seasonal influenza A viruses”, Proc. Natl. Acad. Sci., vol. 117, núm. 12, pp. 6550 LP
– 6558, mar. 2020.
[2] Murillo Godínez, G. (2011). Recordando a la gripe “española”. Medicina Interna
de Mexico, 27(5), 463-466
[3] Lüthy, I. A., Ritacco, V., & Kantor, I. N. (2018). ARTICULO ESPECIAL A CIEN
AÑOS DE LA GRIPE “ESPAÑOLA” La epidemia se presenta en “oleadas” La “gripe
española” en la Argentina. 113-118
[4] National Center for Health Statistics, & Centers for Disease Control and
Prevention. (2020). National Health Interview Survey. Retrieved from
http://www.cdc.gov/
[5] Rivero, Ma. Dolores & Carbonetti, Adrián (2016). La “gripe española” en
perspectiva médica: los brotes de 1918-1919 en la escena científica argentina.
Revista Ciencias de la Salud, 14(2), 283-295.
[6] Ospina Díaz, Juan Manuel, Martínez Martín, Abel Fernando, & Herrán Falla,
Oscar Fernando. (2009). Impacto de la pandemia de gripa de 1918-1919 sobre el
perfil de mortalidad general en Boyacá, Colombia. Historia, Ciencias, Saúde-
Manguinhos, 16(1), 53-81. https://doi.org/10.1590/S0104-59702009000100004

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