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La casa maldita y la llama del pasado

Tijuana tiene sus costumbres y leyendas, lo que en el pasado era fuerte, hoy en día es más
poderoso de lo que muchos piensan, lamentablemente la pareja Kliff no escuchó las
advertencias y vieron con sus propios ojos que las historias son ciertas. Anthony y Claire Kliff
eran una pareja de recién casados que estaban de luna de miel por México, entre tantos
estados y municipios, decidieron conocer Tijuana, un lugar con buena cultura y personas
sumamente amables. Hicieron varios tours, sin embargo, les faltaba uno, el más escalofriante.

Las personas del lugar les dijeron que, cerca del bosque, se encontraba una casa bastante
antigua, no todo el mundo pasaba por allí porque les daba miedo siquiera estar cerca de esa
vieja vivienda. Se dice que allí vivía una joven que practicaba la magia negra y que, por tener
bajos recursos, estuvo a punto de perder esa casa. Para que nadie se la quitara, ella lanzó una
maldición que constaba en que cualquier persona que se acercara a la propiedad, fuera llevado
a un pasado remoto y se quedara allí para siempre.

Nadie sabía el alcance de sus palabras hasta que las personas encargadas de hacer el desalojo
desaparecieron de manera misteriosa. Unos dicen que encontraron sus ropas y pertenencias
en el medio del bosque y que, justo a las 8 de la noche se escuchan sus gritos de auxilio. La
historia se fue repitiendo con el pasar de los años y cada vez se sumaban más y más personas
desaparecidas y los gritos, lamentos e incluso rastros de sangre se escuchan en ese bosque.

La pareja había quedado sorprendida y aterrada por esa leyenda, pero eso no los detuvo para
asistir a un pequeño tour que organizaba un grupo de excursionistas que permanecían a una
distancia prudente de la casa y podían contar la historia a los turistas. Justo era el último de su
estancia en México, el día había estado nublado la mayor parte del tiempo y la neblina estaba
comenzando a aparecer en ciertos lugares de Tijuana. Claire tenía un mal presentimiento, pero
Anthony en serio quería ir a esa casa.

Recogieron todas sus pertenencias y, como el tour era rápido, irían de allí directamente al
aeropuerto. Al llegar a las inmediaciones de la casa, se encontraron con 3 excursionistas muy
amables y con otros turistas que se mostraban bastante aterrados. Caminaron un poco para
quitar la tensión del ambiente y las personas empezaron a hablar.

Emily era una chica algo distraída, nunca salía de casa, nuestros familiares dicen que ella tenía
que quedarse siempre dentro de esa vivienda por un conjuro que habían hecho sus padres.
Solo salía para hacer las compras, nunca tuvo una pareja, ni hijos. Al no trabajar, el pago de los
impuestos se fue acumulando y las autoridades tenían que cobrar o simplemente embargar la
casa, era lo legal.

Emily estaba aterrada por eso y cada noche se torturaba a ella misma, los vecinos decían que
diariamente veían sombras y escuchaban desde susurros hasta gritos en esa casa, todos tenían
miedo, decían que allí había algo maligno, diabólico y por eso Emily no podía salir de allí.
Cuando las autoridades fueron a sacar a la chica de la casa, un fuego abrazador los consumió
en el pórtico de la casa y mientras eso sucedía, Emily se encontraba en el centro de la
vivienda, totalmente desnuda dentro de un oráculo elaborado con sangre de cordero y una
sustancia blanquecina, parecía polvo para bebés.

Hablaba en lengua y riendo como una psicópata, los vecinos solo alcanzaron a entender que
ella dijo: “Nadie me sacará de aquí, nadie más entrará aquí” y eso fue todo, los señores
desaparecieron y sus pertenencias aparecieron en el bosque.
A partir de allí, los gritos y lamentos se escuchan desde el interior de la casa hasta el bosque,
se dice que emily murió allí dentro, pero nadie pudo comprobarlo, todos tenían miedo… Aún
tienen miedo.

La historia los aterró tanto, que decidieron salir de ese lugar cuanto antes, pero al no tener
orientación, la pareja Kliff llegó justamente al frente de la casa, solo atinaron a escuchar el
grito de espanto de los excursionistas cuando sintieron que eran quemados vivos y a medida
que las llamas alcanzaban la cúspide de sus cuerpos, eran desterrados al pasado.

Los gritos de Claire fueron los más desgarradores, pero los testigos dicen que escucharon algo
más cuando ese joven matrimonio fue consumido… Escucharon las palabras de Emily, la
maldición de la bruja.

“Nadie va sacarme de aquí, nadie entrará aquí.“

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