Está en la página 1de 2

¿5 panes y dos peces, es todo?

Cita bíblica Juan 6:1-13

Hace muchos años en Inglaterra ocurrió un incidente que interrumpió la circulación de


vehículos sobre un puente en Londres y todo fue ocasionado por un caballo. No sabemos el
nombre del caballo pero lo llamaremos Azabache. Una mañana Azabache se mostró muy
terco con su amo quien lo llevaba halando una carreta que llevaba un cargamento hasta el
puerto. Cuando llegaron frente a la famosa torre donde está el gran reloj que marca la hora
en la ciudad de Londres, Azabache se detuvo y no quiso dar un paso más. En esa zona está
absolutamente prohibido detener vehículos de manera que el dueño de Azabache bajó del
carro para tratar de mover el caballo y así continuar su viaje. Lo acarició, le habló con
cariño, lo amenazó, pero todo fue en vano. El caballo parecía ajeno a todos los
inconvenientes que estaba ocasionando.
Mientras todo esto sucedía ya un autobús se había detenido detrás del carro y dos o tres
vehículos más estaban esperando. No había pasado mucho tiempo cuando un policía llegó y
le ordenó al dueño del caballo que se fuera de allí con su animal y su carga porque estaba
interrumpiendo el tránsito. El hombre le contestó que obedecería con mucho placer si tan
sólo él pudiera lograr que su caballo se moviera. El policía intentó hacer que el animal se
moviera pero sus esfuerzos fueron en vano porque el caballo no consintió en dar un solo
paso.
Ya el tránsito se había paralizado por completo de manera que los autobuses, camiones,
autos y motocicletas no podían adelantar y los conductores sacaban la cabeza para ver qué
era lo que sucedía. Para completar, en el río debajo del puente había un remolcador que
pedía paso y había necesidad de remover el puente para que éste pudiera pasar. Y allí
seguía Azabache; como si nada estuviera sucediendo. En ese momento, un muchacho se
acercaba al puente comiéndose una manzana. Al ver la interminable hilera de vehículos
detenidos, pensó que se había producido un accidente y se apresuró a llegar al lugar donde
estaba el caballo atrayendo la atención de toda la muchedumbre. Roberto, que así se
llamaba el muchachito, se deslizó por entre las personas mayores y llegó a primera fila,
comiendo siempre su preciosa manzana. De repente, al ver al jovencito, el conductor del
carruaje tuvo una brillante idea. – Dame un pedazo de tu manzana – le dijo.
Roberto se quedó sorprendido. No estaba muy dispuesto a privarse de su fruta, pero al ver
la congoja en el rostro del conductor, le dio lo que le quedaba de la manzana. El efecto fue
mágico. Mientras el conductor le mostraba la manzana a Azabache, manteniéndola a cierta
distancia de su nariz, el caballo estiró el pescuezo para apoderarse de ella. Movió una pata
hacia adelante, luego otra y antes de darse cuenta de lo que hacía, había salido del puente y
se hallaba de nuevo en camino al puerto. Entonces los autobuses, camiones y motocicletas,
así como el remolcador, pudieron continuar su viaje gracias al muchacho que dio la su
manzana. ¡Qué magnifica acción hizo el muchacho esa mañana! Es cierto que tenía poco
que dar, pero lo que poseía lo dio y lo hizo en el momento en que más se necesitaba.

P.E. Comprender la forma como el Maestro nos lleva a entregar, lo que tenemos para él.

P.C. ¿Qué quiere Jesús de nosotros? Vs 6


I.- Ver la necesidad
a) De nuestra familia: tenemos familia inconversa, incluso tal vez, padres, hermanos,
primos, tíos, abuelos, etc. Ellos tienen necesidad de conocer al Señor y nosotros podemos
mostrárselo.
b) De nuestros hermanos: Hay diversas necesidades, en la grey del Señor, enfermedades,
tribulaciones, tentaciones, economía, etc. Que cada uno debemos de suplir y tener el
discernimiento necesario para actuar en conformidad con ello.
c) De nuestra comunidad: Amigos, vecinos, compañeros de escuela, de igual forma sufren
diversos problemas o situaciones que requieren de un apoyo para salir adelante, una mano
extendida, un abrazo, una visita, y por supuesto el conocimiento de Cristo, es fundamental
para su vida.
El Señor Jesús fue movido a compasión, cojos, ciegos, mudos, leprosos, endemoniados,
llegaban para recibir del Maestro, no les importaba no comer, con tal de suplir la necesidad,
sin embargo con todo eso, él espera que nosotros tengamos atención a todo ello.

II.- Dar el paso y entregar lo que tenemos


El niño tal vez, tuvo muchas dudas, lo entrego y después ¿Qué como? Hay mucha gente
hambrienta ¿si digo que tengo comida y me la quitan?, o bien ¿Si la vendo? Podría recibir
un denario por ella. A pesar de todo, se acercó y ofreció todo lo que tenía, ¡todo! Era su
comida, , no pensó y si no me dan de comer después, pero también podemos considerar que
aquel joven, pudo haber considerado, que, al dárselo a Jesús algo grande iba a ocurrir, si
estaba allí, era porque esperaba ver milagros de Jesús, esperaba ver cojos caminar, ciegos
ver, mudos hablar, y uno que otro muerto levantarse, su expectativa tal vez, era más grande
que la nuestra al tener todo el conocimiento y aun así dudar del poder de Jesús. Tienes que
dar un paso de fe y entregar todo lo que tienes al Maestro, pero tienes que escuchar bien
¡todo!

III.- lo poco que tengamos para Él es suficiente.


No importa la cantidad, no importan cuantos talentos tengas, o la preparación intelectual
que poseas, eso no es determinante para que el Señor haga una obra portentosa, con lo que
entregues, solo tenían 5 panes y 2 peces, para Jesús fue hasta demasiado, ya que la Biblia
menciona que recogieron 12 canastas de comida posteriormente, la obra fue tremenda, pero
alguien tuvo que ejercitar su fe, su intención, y su confianza en aquel que todo lo puede.

Conclusión
Ver la necesidad, ser arrojados y dar lo que tenemos y tener en cuenta que es suficiente para
el maestro, es lo que el Señor desea de cada uno de nosotros, que gran milagro obro el
maestro con la actitud del joven, en la Biblia muchos entregaron su vida entera y Jehová
hizo grandes obras, Elías, David, Samuel, Ester; cambiaron destino de naciones por la
entrega a Jehová, hoy tienes la oportunidad de realizarlo tú, ¿Querrás darle al Maestro lo
poco que posees? Hoy es un buen día.

También podría gustarte