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Dialnet LaVidaDeSantaRosaDeLimaEnLosLienzosDelConventoDeSa 3659729 PDF
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Resumen Abstract
Presentamos una serie de doce lienzos A series of twelve paintings preserved
que se conservan en el convento de in the convent of the Dominican Sisters
las hermanas dominicas, recientemente are presented here. They have been
expuestos al público en esta ciudad recently exhibited to the public in this
(Córdoba). Prácticamente desconocida city.
en la iconografía hispanoamericana These paintings are almost unknown
representan la vida de la Santa limeña, to the Spanish-American iconography;
estrechamente ligada a los primigenios they represent the life of the Holy Lima,
textos hagiográficos. Por tanto se repa- closely related to the original texts. The-
san esos escritos, vinculándolos con refore these submissions are reviewed
las obras presentadas y a su vez se las and related to these works. At the same
relaciona con la excepcional iconografía time they are related to the unique ico-
desarrollada en Italia, España y espe- nography developed in Italy, Spain and
cialmente América, donde los frutos de especially America, where the fruits of
santidad se expandieron por diversos holiness expanded by various means,
medios y, entre ellos el arte, aparece including art, displayed as main prota-
como protagonista principal. gonist.
Palabras clave: Santa Rosa de Lima, Keywords: Santa Rosa de Lima, colo-
pintura colonial, pintura religiosa, nial painting, religious painting, Cuzco,
Cuzco, Lima, iconografía. Lima, iconography.
Figura 3. Grabado de Nicolás Billy aparecido en la hagiografía de Hansen. Biblioteca de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Figura 4. Retrato mortuorio de Santa Rosa Figura 5. Ermita de Santa Rosa de Lima, litografía de Daumont del siglo XVII.
tomado por Angelino Medoro. Santuario de
Santa Rosa en Lima.
Santa Rosalía y otras Santas que llevarán de Santo Domingo junto al cuerpo inco-
el mismo atributo de las rosas. Incluso rrupto de la virgen limeña, colocado en
casi siempre está representada con el un nicho al lado derecho del altar por
hábito de monja dominica cuando, en el arzobispo de Lima, Bartolomé Lobo
realidad, nunca dejó de ser una beata Guerrero en 1619. Luego pasó al Santua-
laica de extremo ascetismo devocional. rio de la Santa concluido en 1684 junto a
Pero como señala Bernales Balleste- la casa donde nació y vivió Rosa (fig. 5).
ros (1982: 284), la vida de la Santa fue Si bien no tuvo la calidad de sus
mucho más rica en matices de humani- contemporáneos italianos, Medoro se
dad. Bien lo expresan sobre las pintu- destacó por la particularidad de crear
ras europeas, las realizadas en América, modelos que influenciaron en otros
donde los artistas eran más libres de artistas. No sólo Santa Rosa, sino por
cánones y limitaciones. ejemplo también la Virgen María del
De los aspectos iconográficos se convento de San Agustín en Lima (Var-
ocupó intensamente el jesuita Vargas gas Ugarte, 1967: s/p). Con el retrato
Ugarte (1967: s/p) y luego el mencio- de Santa Rosa se vislumbra claramente
nado Bernarles Ballesteros (1989: 283- el rostro de una bella joven de rasgos
324)2; aunque sus trabajos son muy com- finos y expresiva mirada sin disimular el
pletos y reúnen un importante número aspecto cadavérico del momento, donde
de obras que representan a la Santa, no sólo se añadirá la corona de rosas como
incluyeron esta excepcional serie que sello iconográfico fundamental el cual
aquí tratamos ubicada en el convento de tendrá continuidad en el tiempo. Viste
Santa Catalina de la ciudad de Córdoba el hábito de la Tercera Orden de Santo
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en Argentina. Domingo, es decir, túnica con escapu- Recientemente Ramón Mujica Pinillas (2001)
Todos los autores coinciden en que lario, toca y velo blancos, símbolo de publicó el libro Rosa limensis: mística,
el primer retrato de la Santa fue la efigie pureza virginal. política e iconografía en torno a la patrona
mortuoria que tomó Angelino Medoro Las biografías apuntaron a enalte- de América, Institut Français d'Études
(1567-1633), inscripto en el manierismo cer una imagen de ascetismo y de éxta- Andines - Fondo de Cultura Económica.
italiano junto a artistas de su tiempo que sis místico, que fue inmediatamente Sigue el autor con sus anteriores trabajos
también se radicaron en Perú como el representada por los artistas, quienes específicos sobre iconografía como los que
jesuita Bernardo Demócrito Bitti y Mateo mostraron el dolor y gozo simultá- escribe junto a Luis Eduardo Wuffarden y
Pérez de Alesio. Su retrato (fig. 4) que neo en franca expresión de santidad. Pedro Guibovich Pérez: “Iconografía de
para algunos autores es un boceto y para Siempre hubo una vinculación estre- Santa Rosa de Lima” en José Flores Araoz
otros es parte de un lienzo mayor que se cha entre los textos hagiográficos y las (1995): Santa Rosa de Lima y su tiempo.
había quemado, se ubicó en la iglesia representaciones artísticas. Banco de Crédito del Perú, Lima.
Considerada una de las primeras inter- quien se afincó en Lima a fines del siglo
pretaciones novohispanas de Santa Rosa, XVIII y nos legó el lienzo que ocupa el
está representada con su corona de rosas, retablo mayor del santuario limense, pin-
una rama de lirio en una mano simboli- tado probablemente hacia 1800.
zando la pureza y el Niño en la otra. La En la iglesia de Cayma en Arequipa,
composición está rodeada por una serie en alegoría eucarística, aparece en anó-
de franjas semejando un arco iris. Tam- nimo lienzo del siglo XVIII, Santa Rosa
bién en México se encuentran dos ciclos junto con Santa Catalina y Santa Teresa
de la vida de la Santa, uno de ellos atri- al pie de la Fuente de la Vida que con
buido a Cristóbal de Villalpando. Y, en sangre del Corazón de Jesús riega el
cuanto a conjuntos se trate, también se huerto místico (fig. 9). También en la
destaca el del monasterio de las domini- iglesia de Caquiaviri (La Paz, Bolivia) en
cas de Santiago de Chile pintado por el medio de la Corte Celestial se yergue
quiteño Laureano Dávila en la segunda la Santa limeña, obra de 1739. O tam-
mitad del siglo XVIII. bién de autor anónimo la capilla de San
Pero indudablemente destacan las Francisco del convento grande y en los
obras de la escuela cuzqueña donde monasterios de Santa Rosa, y de Santa
se pueden apreciar las representacio- Catalina de Lima, en este último un pin-
nes de varios de sus milagros en forma tor de nombre Nielo firma una gran tela
temprana, siguiendo a Medoro o a los representando los Desposorios Místi-
grabados italianos y luego los españoles cos (Vargas Ugarte, 1967: s/p y Berna-
que siguen a Murillo. les Ballesteros, 1982: 284). También en
Destacan en este sentido el gran el convento franciscano de Santa Rosa Figura 8. La Virgen y el Niño junto a Santa Rosa
y otros dominicos, obra de Lorenzo Sánchez.
muralista cuzqueño, de ascendencia de Ocopa, donde entre varios cuadros
Monasterio de Santa Catalina de Siena de Cuzco.
noble incaica, Tadeo Escalante, que sobre la vida de la Santa se destaca uno
pinta a la Santa en el mural de la iglesia de grandes dimensiones que representa
de Huaro (Cuzco) en 1802, donde apa- a Rosa con el Niño y ángeles que por-
rece Rosa sosteniendo un ancla con la tan la corona de flores. El entierro de la
ciudad de Lima, símbolo de defensa ante Santa fue multitudinario y Teófilo Cas-
una eventual invasión pirata. tillo retrató a la Lima virreinal viviendo
También en Cuzco, Lorenzo Sánchez ese momento. Precisamente el tema de
de Medina pinta en 1669 el lienzo de la muerte fue muy difundido como lo
grandes dimensiones titulado Glorifica- fue el entierro en particular.
ción de Santa Catalina del monasterio Así como el cuadro de Medoro fue la
homónimo, donde con reminiscencias primera representación pictórica de Rosa,
de El Greco y de Zurbarán, Rosa es se cree que el grabado del flamenco
representada al pie de la Virgen y el Niño Juan Bautista Barbe, de 1649, haya sido
junto a algunos santos dominicos (fig. 8). posiblemente la primera estampa que se
En la misma iglesia hay otro lienzo con conoce, aunque hay referencias docu-
Rosa y el Niño en brazos, coronada por mentales, que circulaban ya por 1631.
ángeles. La iconografía de Santa Rosa El grabado de Horacio Marinari de 1668
incluye el tema de la Defensa de la Euca- aparece en coincidencia con la beatifi-
ristía contra todo tipo de herejía en un cación dada por Clemente IX, o la de
singular cuadro cuzqueño donde Rosa Francisco Collignon hecha también en
sostiene las armas de Carlos II frente a Roma en 1670, y la del mencionado Billy,
los vencidos turcos, ejecutada entorno a cuya estampa circulaba junto a otras
los años de la canonización. Siguen un posiblemente más antiguas. Siguiendo
sinnúmero de artistas anónimos de la aquellos grabados son los cuadros de
escuela cuzqueña y del arte popular que Basilio Pacheco que narra el nacimiento
se suman a la lista. de Rosa, o el de autor anónimo del con-
Mientras, del presbítero Matías Maes- vento de Santa Clara del Cuzco que sigue
tro, y a su vez pintor, escultor y arqui- a Collignon. Figura 9. Alegoría Eucarística donde al pie de
tecto, se conserva un gran mural en Por todo el mundo y en todos los la Fuente de la Vida se encuentran las santas
el templo de Santo Domingo de Lima tiempos se expandió la iconografía de la Teresa, Rosa y Catalina. Iglesia de Cayma en
donde en la capilla del Rosario se repre- Santa limeña. De figura esbelta Francisco Arequipa.
senta a la Santa con el Niño en medio de Lazo la pinta en el siglo XIX, al igual que
una monumental ornamentación arqui- el ecuatoriano Antonio Salas o Daniel
tectónica. Posiblemente tuviera colabo- Hernández. En el siglo XX Fernando
ración del pintor sevillano José del Pozo Botero la retrató con su tradicional estilo.
Figura 12. Detalle de flora y fauna representada Figura 13. Nacimiento de Santa Rosa. Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba, Argentina.
en casi todos los cuadros. Monasterio de Santa
Catalina de Siena en Córdoba, Argentina.
Figura 23. Santa Rosa recoge agua de una fuente. Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba, Argentina.
Figura 24. Muerte de Santa Rosa. Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba, Argentina.
Figura 25. Funerales de Santa Rosa en presencia de autoridades civiles y eclesiásticas. Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba, Argentina.
enaltecer sus personajes. Aunque sobre ese profundo e inocultable amor hacia donde fueron celosamente custodiados,
todas las cosas se levantan como instru- Él, queriendo emular su vida y ejem- mostrando la importancia del arte virrei-
mentos que conmueven el sentimiento plos de dolor y entrega a la humanidad. nal, pero también como testigo sobre-
católico y estimulan a los creyentes. El No hubo en ella un momento de cambio viviente de todo ese gran expolio que
repertorio de efectos plásticos y de imá- en su vida que signara una profesión nuestro patrimonio cultural ha sufrido.
genes irreales no dejan de hacer de cada religiosa, sino que toda su vida se per- Finalmente podemos decir que por
una de ellas un verdadero paraíso, ese petuó para alcanzar la Cruz y todos los ser mujer y americana, por ser Santa y
siempre tan soñado al que en todos los significados que ello contiene. Lo hizo joven (murió a los 31 años), por haber
tiempos se aspiró alcanzar. con exceso y absoluto ensimismamiento sabido discernir y luchar, puede ser un
Rosa de Santa María se singulariza entre ella y Él, su enamorado esposo ejemplo estimulante para nosotros a
por una vida casi eremítica y de esca- con quien convivía en extraordinaria pesar de la distancia de los siglos. Como
lofriantes maceraciones (Bruno, 1982: santidad. primer fruto de santidad en América, ins-
183), cargada con matices más propios Córdoba se honra en poseer esta par- piró a los hombres y el arte guardó un
de tiempos pasados que afloran desde ticular serie de cuadros que dan vida a lugar expectante para esta Santa limeña
su nacimiento. Atormentó su cuerpo Rosa de Santa María. Más aún al ser exhi- cuya vida admiramos a través de estos
con agobiantes penitencias y autoflage- bidas por primera vez después de tres lienzos que coronan a un ser ejemplar
laciones en nombre de Jesucristo y de siglos de permanencia en el convento, en la historia de la humanidad.
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