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LA SOPA DE PIEDRA
Profesor:
Lic. Adalgisa Arias
Alumno:
Grado 8-12
2020
LA SOPA DE PIEDRA
Hubo una vez hace muchos años, un país que acababa de pasar una guerra muy
dura. Como ya es sabido, las guerras traen consigo rencores, envidias, muchos
problemas, muchos muertos y mucha hambre. La gente no puede sembrar ni segar,
no hay harina ni pan. Cuando este país acabó la guerra y estaba destrozado, llegó
a un pueblito un soldado agotado, harapiento y muerto de hambre. Era muy alto y
delgado. Golpeó la puerta de una casa y cuando vio a una dueña le dijo: "Señora,
¿no tendría un pedazo de pan para un soldado que viene muerto de hambre de la
guerra?" La mujer lo miró de arriba a abajo y respondió: "Pero ¿estás loco? ¿No
sabes que no hay pan que no tenemos nada?, ¿Cómo te atreves?" Y a empujones
con un portazo lo saco fuera de la casa. Pobre soldado. Prueba fortuna en una y
otra casa, haciendo la misma petición y recibiendo a cambio peor respuesta y peor
trato. El soldado, casi desfallecido, no se dio por vencido. Cruzó el pueblo de punta
a punta y llegó al final, donde estaba el lavadero público. Halló a unas cuantas
muchachas y les dijo: "¡Eh, muchachas! ¿No habéis probado nunca la sopa de
piedras que hago?" Las muchachas se rieron de él diciendo: "¿Una sopa de
piedras?; no hay duda de que estás loco" Pero había unos chicos que estaban
espiando y se acercaron al soldado cuando éste marchaba decepcionado:
"Soldado, ¿Te podemos ayudar?", le dijeron. ¡Claro que sí! Necesito una olla muy
grande, un puñado de piedras, agua y leña para hacer fuego". Rápidamente los
chicos fueron a buscar lo que el soldado había pedido. Encendieron el fuego,
pusieron la olla, la llenaron de agua y echaron las piedras. El agua comenzó a hervir.
"¿Podemos probar la sopa?", preguntaron impacientes los chicos. "¡Calma, calma!"
El soldado la probó y dijo: "Mmmm... ¡Qué buena, pero le falta un poco de sal!" "En
mi casa tengo sal", dijo un chico. Y salió corriendo por ella. La trajo y el soldado la
echó en la olla. Al poco tiempo volvió a probar la sopa y dijo: "Mmmm... ¡Qué rica!,
pero le falta un poco de tomate". Daniel, uno de los chicos fue a buscar unos tomates
y los trajo enseguida. En un momento los chicos fueron trayendo cosas: papas,
lechuga, arroz y hasta un trozo de pollo. La olla se llenó; el soldado removió una y
otra vez la sopa hasta que de nuevo la probó y dijo: Mmmm... es la mejor sopa de
piedras que he hecho en toda mi vida. ¡Vengan, vengan; avisen a toda la gente del
pueblo que venga a comer! ¡Hay para todos! ¡Que traigan platos y cucharas!"
Repartió la sopa. Hubo para todos los del pueblo que, avergonzados, reconocieron
que si bien era verdad que no tenían pan; juntos podían tener comida para todos. Y
desde aquel día gracias al soldado hambriento, aprendieron a compartir lo que
tenían. Un historia para reflexionar acerca de la importancia de compartir en los
momentos difíciles que nos toca vivir.
La sopa de piedra es un cuento portugués que sucede en el pueblo de Almerín
(Portugal) y muestra como la cooperación, el aprender a compartir es muy
importante en una comunidad.
ACTIVIDAD:
R/. Después que termina una guerra solo quedan rencores, envidias, muchos
problemas, muchos muertos y mucha hambre. La gente no puede sembrar ni segar,
no hay harina ni pan, es decir después que pasa la guerra solo quedan problemas.
R/. No, cuando el soldado toco varias puertas en busca de comida todo fue negación
porque en realidad o no había o había muy poco para compartir con el.
R/. En realidad el soldado tenía una gran imaginación y fue ahí cuando invento la
sopa de piedras que ayudo para poder comer el y también pudo invitar a todos los
habitantes del pueblo a compartir la sopa de piedra.
R/. Unos chicos que estaban espiando en el lavadero público se ofrecieron a ayudar
al soldado después de la negativa de las muchachas.
¿Fue generoso el soldado? ¿Qué cosas podemos compartir con los demás?
R/. El soldado fue generoso porque después que nadie le dio, supo compartir con
las demás personas del pueblo y podemos compartir con los demás de aquello que
nosotros hemos necesitado y lo hemos conseguido de alguna manera.