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La organización del primer viaje que realizó Cristóbal Colón hacia las Indias comenzó realmente el 17 de abril de

1492 cuando los Reyes Católicos firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, en el Campamento de Santa Fe, cerca de
Granada. En ellas otorgaban a Colón los títulos de Almirante Mayor de la Mar Océana, Virrey y Gobernador General
de las tierras que descubriera. Además, Los Reyes Católicos otorgaron un seguro para que pudieran enrolarse en la
expedición las personas que tuvieran delitos pendientes con la justicia y ordenó a la población onubense de Palos de
la Frontera que entregara las dos carabelas que le debían a la Corona ese año por piratería a Cristóbal Colón. Eran la
Pinta y la Niña. La Santa María fue una nao pequeña de origen cantábrico entregada por el marino Juan de la Cosa,
asentado en el Puerto de Santa María.

Mucho más difícil que conseguir las tres naves para el viaje fue conseguir la tripulación necesaria para la realización
del mismo, un centenar de hombres. Fueron conseguidos principalmente gracias a la intervención de un armador de
Palos de la Frontera, Martín Alonso Pinzón, al que Colón le prometió una parte del botín. Las tres naves salieron del
puerto de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492. La Santa María iba capitaneada por Cristóbal Colón, la Pinta
por Martín Alonso Pinzón y la Niña por su hermano Vicente Yáñez Pinzón. La primera parte del trayecto hacia las Islas
Canarias transcurrió sin ningún incidente y en las islas se avituallaron para la segunda parte de la travesía.

Partieron desde Canarias hacia las Indias el 6 de septiembre aprovechando los vientos alisios. Fue un viaje
ininterrumpido de treinta y tres días que nunca antes se había realizado. Hubo dos motines contra el Almirante, el
segundo de ellos el 9 de octubre, que Colón sofocó prometiendo dar la vuelta y regresar a España si no veían tierra
firme en cuatro días. Por suerte, dos días después, el 11 de octubre avistaron tierra. Creyeron llegar a las Indias, pero
a donde realmente habían llegado fue a una isla de las Bahamas que fue bautizada como San Salvador. A sus
habitantes Colón los llamó indios. Tres días después, el 14 de octubre, prosiguieron el viaje dirección sur para busca la
isla de Cipanga, actual Japón.

El 28 de Octubre, las tres naves llegaron a la costa septentrional de Cuba, isla a la que Colón le puso el nombre de
Juana. Posteriormente, la Pinta desertó y su capitán Martín Alonso Pinzón junto con su tripulación fueron a buscar
oro en solitario. Las otras dos naves siguieron fieles a Cristóbal Colón y desde Cuba se dirigieron hacia la actual Haití,
isla a que el Almirante denominó La Española, porque le recordaba a España. La expedición estuvo recorriendo
durante un par de meses la isla. En la noche del 24 de diciembre, la Santa María encalló en un banco de arena debido
a que los marineros expertos se habían ido a dormir y habían dejado al mando a un grumete joven e inexperto. Al día
siguiente Colón ordenó construir un fuerte llamado Navidad con los restos de la nave, primer asentamiento español
en América, donde dejó a treinta y nueve hombres que no podían ser transportados en la Niña, la única nave que le
quedaba al Almirante. Prosiguió Colón el viaje el 4 de enero. Dos días después apareció la Pinta y Colón aceptó las
disculpas de Martín Alonso Pinzón y ambas naves iniciaron el viaje de regreso a la Península. Colón tuvo la suerte o el
acierto inesperado, de subir hasta los 32 y 35 grados latitud norte para poder coger los vientos contralisios que le
llevaron dirección a las islas Azores. La Niña llegó a las Azores y de ahí hasta Lisboa donde llegó el 3 de Marzo de
1493. Sin embargo, la Pinta se desvió debido a una tormenta y arribó en Bayona. Colón partió de Lisboa el día trece
de ese mes y dos días después llegó a Palos. Horas después llegó la Pinta. Había concluido el viaje que cambió por
completo el mundo.

Una vez que Colón arribó en Palos de la Frontera se marchó rápidamente hacia Barcelona, donde estaban los Reyes
Católicos, para contarles todo lo ocurrido en el viaje. Llevaba unos indios y nada de oro. Los monarcas le pidieron al
Obispo Juan Rodríguez de Fonseca que fuera organizando un segundo viaje también liderado por Cristóbal Colón
para rescatar a los españoles que se encontraban en el fuerte Navidad y seguir explorando aquellas tierras y además,
colonizar las islas ya descubiertas. El centenar de hombres y las tres naves de la primera expedición dieron paso a casi
mil quinientos hombres, entre los que se encontraban unos ochocientos soldados, aparte de religiosos, campesinos y
profesionales de distintos oficios que se repartieron en las diecisiete naves que formaron la expedición.

La expedición partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493 rumbo a Canarias, al igual que en el viaje anterior. Una vez
que se llegó a las Canarias, Colón decidió coger un rumbo más hacia el sur para intentar encontrar la isla Cipanga,
pero lo que consiguió fue encontrar la ruta de navegación más directa hacia América. El 3 de noviembre llegaron a la
isla de Dominica, en el sur del mar Caribe. De ahí la expedición fue remontando el mar Caribe dirección norte
llegando el día dieciocho a la actual Puerto Rico. Desde ahí la expedición se dirigió hacia el fuerte Navidad para
socorrer a los españoles que estaban allí. Llegaron al fuerte el 27 de noviembre y lo encontraron destruido y sin
rastro de los españoles, que habían sido aniquilados por los indígenas del lugar. El 6 de enero del año siguiente Colón
fundó la colonia La Isabela, que fue la primera colonia española en América. El 24 de abril Colón continuó la
expedición con tres naves. Recorrió la parte meridional de Cuba llegando hasta Jamaica, que el Almirante bautizó
como isla Santiago y retornó otra vez hacia Cuba bordeando su costa occidental. Posteriormente vuelve hasta
Jamaica y de ahí hasta la isla de la Española para acabar la expedición el 29 de septiembre de 1494 regresando a la
Isabela.

Cristóbal Colón se encuentra el asentamiento medio abandonado debido a que había sido construido en un lugar
insalubre. Muchos españoles habían regresado a la Península, entre ellos se encontraban el capitán Pedro Margarit
que empezó a desprestigiar a Colón ante la corte, lo que provocó que los monarcas enviaran a Juan de Aguado a
América para poder averiguar qué ocurría en las colonias. Tras un tiempo en la Española, el funcionario decidió que
su trabajo había concluido y que regresaba a la Península. Cristóbal Colón decidió acompañarle dejando el gobierno
de la Española a su hermano Bartolomé. La expedición partió hacia España el 10 de marzo de 1496 con doscientos
veinte hombres que no deseaban continuar en América, llegando al puerto de Cádiz el 11 de junio.

El tercer viaje colombino comenzó en el año 1498. El 23 de enero de ese año la Pinta y la Niña fueron enviadas
directamente hacia la Española para llevar refuerzos. Otras seis naves al mando de Cristóbal Colón partieron del
Puerto de Sanlúcar de Barrameda el 30 de mayo de 1498 dirección Canarias. Una vez allí, Colón decide enviar tres
naves hacia la Española para reforzar más la isla y con las otras tres naves se dirigieron más al sur para intentar
descubrir tierra firme. Llegaron el 31 de julio a Isla Trinidad frente a las costas de Venezuela. Desde ahí llegaron a la
Península de Paria para continuar dirección norte hacia la Española, donde llegaron el 31 de agosto. Encontraron que
en la colonia los indios y algunos españoles dirigidos por Francisco Roldán se habían sublevado contra Bartolomé
Colón. Cristóbal Colón consiguió sofocar la rebelión y ajustició a muchos de los rebeldes. Todo esto llegó a oídos de
los Reyes Católicos que enviaron al pesquisidor Francisco de Bobadilla hacia la Española. Bobadilla Llegó a Santo
Domingo el 24 de agosto del año 1500. Apresó con grilletes a los tres hermanos Colón y los envió de vuelta a España,
llegando a Cádiz el 25 de noviembre. Los Reyes Católicos le quitaron a Cristóbal Colón sus privilegios y le prohibieron
gobernar colonia alguna de españoles e indios. Desde el año anterior, comenzaron a existir otras expediciones hacia
América y los monarcas enviaron a Nicolás de Ovando para gobernar la isla.

El cuarto y último viaje de Cristóbal Colón fue sin lugar a dudas el más prolífero en cuanto a descubrimientos se
refiere. Partió de Cádiz el 2 de mayo de 1502 con cuatro barcos y ciento cuarenta hombres. Llegó a Martinica el 15 de
junio. Desde allí se dirigieron hacia Dominica y hacia Santo Domingo, donde el gobernador Ovando le impidió
desembarcar. Posteriormente la expedición se dirigió hacia Cuba y Jamaica para continuar rumbo sudeste y costear
las actuales Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Al año siguiente, el 16 de abril, volvió a realizar una
expedición hacia el sur, pero las dos naves que aún tenía Colón estaban en mal estado e intentaron regresar a Cuba,
pero naufragaron en Jamaica. Hubo ciento dieciséis supervivientes. Colón envió a Diego Méndez y seis marineros en
unas canoas hacia Santo Domingo para pedir auxilio. El gobernador Ovando envió una carabela que rescató a los
náufragos el 28 de junio de 1504.

Cristóbal Colón arribó a España el 7 de noviembre de 1504 bastante enfermo. Estuvo meses en Sevilla hasta que pudo
moverse y viajar hasta Segovia, donde fue recibido por el rey Fernando (la reina Isabel I falleció el 26 de noviembre de
ese año) instalándose luego en Valladolid el invierno de 1505, donde su enfermedad se agravó, muriendo el 20 de
mayo de 1506. La muerte de Cristóbal Colón pasó prácticamente inadvertida en España ya que era un personaje que
desde años anteriores había caído en desgracia.
Primer viaje: Descubrimiento de América

El 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón junto con los hermanos Martín y Vicente Pinzón y 120 hombres, partió del
Puerto de Palos (España) con dos carabelas (La Niña y La Pinta) y una nave (La Santa María). Navegaron hasta las Islas
Canarias y de allí partieron al oeste. Al ver pasar el tiempo sin tocar tierra, la desesperación de los tripulantes provocó
un amotinamiento que Colón calmó prometiendo que si en tres días no avistaban tierra, regresarían a España.

El 12 de octubre de 1492, a las 2 de la mañana, después de 72 días de navegación, el marinero Rodrigo de Triana
divisó tierra firme. Cristóbal Colón y su expedición llegaron a la isla que los nativos llamaban Gunahaní, y que Colón
bautizó como San Salvador, ubicada en el archipiélago de las Lucayas o Bahamas. Inmediatamente comenzó a
explorar la zona y pronto llegó a la actual Cuba, a la que llamó Juana.

Colón estaba convencido de haber llegado a las Indias Orientales y por eso llamó "indios" a sus habitantes. Además,
con la idea fija de que estaba en Catay, Colón se dio a la tarea de buscar la residencia del Gran Khan, por lo que
recorrió parte del norte de Cuba en dirección poniente y llegó a la isla que hoy es de Haití y de la República
Dominicana, a la que bautizó como La Española

En este sitio, Colón construyó un fuerte con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un arrecife y
naufragado. Ese refugio se llamó "Fuerte de Navidad" y fue el primer asentamiento español en América.

El 4 de enero de 1493, Cristóbal Colón regresó a España con las dos carabelas que le quedaban, dejando 40 hombres
en el fuerte Navidad. En Barcelona, los Reyes Católicos recibieron solemnemente al Almirante, quien llegó mostrando
seis aborígenes, algunos frutos exóticos, como la piña, papagayos y algo de oro. El éxito y fama de la empresa
expedicionaria de Colón le permitió obtener el financiamiento para un segundo viaje.

Segundo viaje: la búsqueda de los tesoros de la India

Con el apoyo de los Reyes Católicos, Cristóbal Colón decide emprender otra expedición ya que estaba convencido de
que aún le quedaba lo más importante por descubrir: los tesoros de los pueblos orientales.

Colón partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, al mando de 17 barcos y 1200 hombres. Cuarenta días más tarde
descubrió las Antillas, Cuba y Puerto Rico. Hacia fines de noviembre llegó a La Española y encontró el "fuerte de
Navidad" destruido: los 40 voluntarios habían sido asesinados. Entonces fue allí donde Colón fundó la primera ciudad,
la cual llamó Isabela, en honor a la reina de España.

Parte de la expedición regresó debilitada y enferma a España en 12 barcos. En abril de 1494 Colón siguió explorando
el Mar de las Antillas con apenas 3 carabelas. A pesar de sus esfuerzos por encontrar el continente (las Indias, el
Japón, el Imperio Chino...), sólo se topó con otra isla (Jamaica) y poco oro. Cuando retornó a Isabela se encontró con
graves problemas. Los españoles obligaban a los indios a que les entregaran el oro y se mataban entre sí.

Tampoco llegaban buenas noticias de España: muchos de los que habían regresado criticaban a Colón ante la Corte y
lo denunciaban como un pésimo administrador en las nuevas colonias de las Indias. El navegante genovés retornó
entonces a España. Allí presentó su defensa ante los Reyes Católicos.

Tercer viaje: el Paraíso Terrenal

Debido al desprestigio en las Indias y a la difícil situación económica de la Corona, el tercer viaje resulta más
complicado que el anterior. Incluso, la falta de voluntarios para acompañar a Colón en su viaje, hizo que la Corona
perdonara a los delincuentes que estuviesen dispuestos a embarcarse en este viaje.

El 30 de Mayo de 1498, parte de Sanlúcar de Barrameda con seis naves tomando el camino del Sur. El 31 de Julio
llegó a la isla de Trinidad. De allí pasó a las costas de Venezuela y finalmente al atravesar el estrecho de la Boca de
Sierpes, llega a la Península de Paria. Allí se encontró con indios adornados de perlas y con un paisaje exuberante y,
tal como lo revelan las cartas que enviara a los reyes, Colón pensó que había descubierto "El Paraíso Terrenal".
El 13 de Agosto abandonan el Golfo de Paria y pasan frente a Tobago y Granada siguiendo rumbo hacia La Española
que había quedado bajo el control de sus dos hermanos (Bartolomé y Diego). Se encontró con que los colones
españoles se habían sublevado debido a la fiebre del oro, la inadaptación al clima y la severa disciplina impuesta por
Bartolomé. Colón hizo entonces ahorcar a varios, pero sólo logró aumentar las rebeliones.

Los sublevados, por su parte, informaron a la Corona sobre los abusos y actos de crueldad que cometía la familia
Colón en la Isla. En octubre de 1498, Colón envió una carta a los reyes de España solicitando ayuda para dominar la
situación.

Finalmente, el 23 de agosto de 1500 Francisco de Bobadilla es enviado por la Corona a La Española, para sustituir al
virrey y gobernador. Hubo cierta resistencia por parte de Colón y su familia, lo cual obligo a arrestarlos y regresar a
España a principios de Octubre.

Cuarto viaje: El último

En consideración a sus servicios, la Corte retiró los cargos a Colón y además, recuperó el apoyo para una cuarta
expedición. El 11 de mayo de 1502, parte junto con su hermano Bartolomé y su hijo Hernando Colón desde Cádiz con
cuatro naves y 150 hombres. El objetivo principal de este viaje era tocar tierra firme y encontrar un paso hacia la zona
de las especierías, la antesala a la costa oriental del continente asiático.

Durante el viaje las carabelas de Colón sufrieron los ataques del huracán, quedando tres de ellas a la deriva. Sin
embargo, siguieron adelante y el 24 de julio se anclaron en una isla del Jardín de la Reina, llegando el 1 de agosto a la
América Central a la altura del cabo de Honduras. Desde allí hicieron un recorrido bordeando las costas de Nicaragua,
Costa Rica y Panamá.

En Diciembre llegaron al Canal de Panamá en donde se dedicaron a la búsqueda de oro, que según los indios las
minas estaban ubicadas exactamente en Veragua. A pesar del esfuerzo, nunca encontraron nada.

Sin embargo, en enero llegaron a un lugar rico en oro, en donde fundaron una ciudad, Santa María de Belén, la cual
quedaría a cargo de Bartolomé, Plan que fue abandonado, ya que los indios se rebelaron. Así que parten el 15 de abril
rumbo hacia el sur, solo con tres de las naves.

En el camino, en Puerto Bello renuncian a otra de sus carabelas, prosiguen hasta el actual Cabo Tiburón. El 1 de mayo
cambian el rumbo hacia el norte y se dirigen hacia La Española. Pero no logran este objetivo y se ven obligados a
dejar estos dos barcos en Jamaica. Este naufragio los somete durante largos meses a una vida de constante peligro,
sometidos al asedio del hambre y de los indios, hasta llegar a La Española y pedir auxilio al gobernador Ovando. Éste
envía una expedición de socorro que logra poner a salvo a Colón y su tripulación.

El 28 de junio salen de Jamaica y el 12 de septiembre parten de La Española rumbo hacia España. Finalmente, llegan a
Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504. Así concluye la carrera de este marinero audaz, tenaz y valiente,
que muere muy enfermo al cabo de un año y medio, el 20 de mayo de 1506, sin tener noción del enorme alcance y
trascendencia que habrían de tener sus descubrimientos.

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