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Ella oró por cinco años para ver si Dios era real
Por Andrew McChesney
Viona vivía con sus abuelos en Ronglap, una parcela de tierra cubierta con palmeras
de coco y árboles de pan en las islas Marshall, en la mitad del océano pacífico.
Viona cantaba, también, pero ella cantaba bajito. A ella no le gustaba su voz, y se
avergonzaba de que otra gente pueda escucharla.
Ella no sabía mucho acerca de Dios, pero había escuchado a su abuelo cantar que
Dios responde las oraciones. Así que ella decidió averiguar si Dios era real pidiéndole
una buena voz para cantar.
Viona no sabía cómo orar, así que simplemente le habló a Dios mientras estaba en
su cama esa noche.
“¿Qué puedo hacer para que mi voz llegue a ser buena?”, ella preguntó.
La siguiente noche, ella le preguntó a Dios otra vez: “¿Qué puedo hacer para que mi
voz llegue a ser buena?”.
Ella hizo esa pregunta y pedido en oración muchas veces mientras terminaba su
tercer grado en una escuela pública local, y nada sucedía. Ella persistió mientras
cursaba el cuarto y quinto grado, “¿Qué puedo hacer para que mi voz llegue a ser
buena?”. Ella continuaba pidiendo. Aún nada sucedía.
Viona creció enojada, y se preguntaba si Dios era real. Pero ella se negó a rendirse.
Entonces continuó orando.
Cinco años pasaron. Viona continuó orando: “¿Qué puedo hacer para que mi voz
llegue a ser buena?”.
Cuando llegó al octavo grado, fue invitada a participar del coro de la iglesia. Ella y
otros miembros del coro pasaron horas ensayando para el servicio de la iglesia.
“Practiqué y practiqué todo el tiempo”, contó ella.
Entonces un día ella notificó prontamente que su voz había cambiado. Su voz era
hermosa.
“Era como un ¡Uau! ¿De dónde vino eso?”, dijo. “Me dije a mí misma: esto debe ser
un milagro, y Dios es real”.
Dos años más tarde, ingresó al Colegio Adventista del Séptimo Día de Ebeye. Durante
la semana de oración del colegio el 2016, Viona decidió darle su corazón a Jesús y ser
bautizada. Ella es la primera adventista en su familia. Ahora ama cantar y tocar el
ukelele en el culto del colegio, y también le canta a su abuelo por el teléfono. La
primera vez que ella cantó su abuelo exclamó: “¡Uau, tú cantas bien!”
Viona le dijo que su hermosa voz era una respuesta a sus oraciones. Viona le contó a
todos que Dios es real y responde las oraciones.