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Aprendiendo a elegir estratégicamente

Hemos identificado ya, en la lectura anterior, que lo central para poder jerarquizar es
conocer las reglas del juego según la modalidad en la que estoy transitando el
aprendizaje. Luego, es importante disponerme a seleccionar mis fortalezas para
adquirir un nuevo saber, haciendo uso de otros conocimientos que ya traigo de la
vida. Debo aprender a gestionar dos competencias genéricas fundamentales: el
saber decir que no y que sí, además de poner en marcha los motores de la
autogestión para lograr disciplina y manejo total de las condiciones que están bajo
mi control, las que me conducirán al éxito.

Aprendiendo a elegir estratégicamente: diseñar el cursado personal


LECCIÓN 1 de 1

Aprendiendo a elegir estratégicamente:  diseñar el


cursado personal

¿Qué materias cursar?

Veamos la siguiente situación y aprendamos a reflexionar sobre ella, trasladando el ejemplo a la propia
realidad.

Los contenidos de las disciplinas de una carrera representan situaciones planteadas que se circunscriben a
contextos limitados; parte del aprendizaje guarda estrecha relación con la capacidad de un individuo para
usar un saber en diversas circunstancias.

Al iniciar el cursado por primera vez, Santiago se ha inscripto en materias del 1° bimestre según la modalidad
ED, en la carrera de abogacía. Al ingresar al campus, identifica un listado abultado de materias que se abren
en el período siguiente, sin discriminar detalles de conveniencia. Santiago interpreta que puede cursar todas
las materias que quiera, está ansioso por iniciar y quiere dar lo mejor de sí. 

Por cada materia que se inscribe, genera un ticket que implica una obligación de pago, pero también,
determina el trayecto de cursado que, conforme algunas restricciones expresadas en el reglamento, deberá
considerar. Santiago inicia este plan con dos herramientas claves: el programa y un e-campus para gestionar
su planificación, entre otras interacciones de contexto y herramientas complementarias.

¿Cuáles son las condiciones que Santiago debe considerar y qué competencias deberá desarrollar para
garantizar una experiencia óptima? ¿Qué herramientas deberá considerar Santiago siempre para evaluar la
mejor situación? ¿Con qué ayuda cuenta?
Todo sistema, ya sea una organización o una institución, posee límites, restricciones que hacen que sus
partes operen de una forma particular. Algunas de estas condiciones son visibles, otras no tan visibles, y
delimitan el mundo de posibilidades, esto implica que serán posibles algunas cosas y otras, no.  Si bien esto
parece una obviedad, y seguramente lo sea, hacerlo explícito es una forma de revelar su impacto en la
cotidianeidad, dado que en reiteradas ocasiones solo avanzamos sin considerar esta premisa. Algunas
instituciones o grupos usan diversas maneras de hacer conocer sus condiciones, que permitirán y excluirán
posibilidades; asimismo ocurre con nuestras elecciones. Pocas veces se calculan las consecuencias.
Abordaremos el tema de nuestras responsabilidades en el próximo módulo. En Siglo 21, como en todas las
universidades, el reglamento es el documento formal en el que se establecen las reglas del juego para
avanzar, con las limitaciones correspondientes, aspecto que Santiago deberá considerar antes de tomar sus
decisiones.

Aunque parece tedioso, leer un sinfín de páginas sobre algunas reglamentaciones se convierte en un
capítulo necesario para tomar decisiones, como lo serán en el transcurso de la vida universitaria. Por este
motivo, conocer el alcance de cada modalidad, así como los atajos posibles permitidos dentro del sistema,
serán luces a la hora de tomar decisiones de toda índole, desde cursar una determinada materia, planificar
finales, hacer experiencias con los centros, etc.

En la era donde el saber se produce a una velocidad incontrolable, la velocidad, se convierte en el sello
emblema de nuestro siglo. El saber es necesario para operar con libertad de elección. Ahora bien, ¿cómo
asumimos la gestión del saber? No somos meras cajas que llenamos o vaciamos como si nada; el saber
ocupa lugar, y saber desaprender aquellas cosas que traemos de viejo equipaje comienza a ser una
competencia genérica de valor: aprender y desaprender, reaprender y aprender son hoy competencias
indiscutibles.

Más adelante veremos que aprender implica, al menos, considerar 3 variables, que traen consigo la
incorporación de nueva información, que jerarquizamos para poder priorizar y luego usarla, pero sobre todo,
es un proceso que garantizará, como resultado, la efectividad, la recurrencia y la autonomía.  Dado que los
saberes alcanzan rápidamente la obsolescencia, desaprender comienza a ser otra competencia necesaria
para alivianar el equipaje y sumar nuevas herramientas, habilidades, saberes y reflexiones.

Volvamos a pensar en las restricciones de un sistema. Hemos dicho que todo sistema, y entendemos desde
aquí que una universidad opera como un sistema, ordena priorizando algunas cosas por sobre otras, también
jerarquiza y elige; por ello desarrolla un reglamento que, como fin, proporciona las condiciones para alcanzar
determinados resultados y revisa periódicamente estas condiciones como filosofía evolutiva, siendo
consecuente con los cambios que operan fuera del sistema, habilitando nuevas posibilidades y
restringiendo otras. Por lo tanto, para gestionarnos internamente dentro del sistema universidad, el primer
documento que debemos conocer es el reglamento institucional. Luego, la apropiación de herramientas,
entendiendo que la tecnología es una herramienta que nos ayuda a procesar grandes volúmenes de datos,
simplificar o automatizar una serie de acciones que, de estar en papel, serían volumétricas. Aun así, las
tecnologías, que llegaron para resolvernos dificultades de procesamiento de datos, tienen márgenes de
errores, en especial, porque sabemos que todo evoluciona rápidamente y es necesario operar cambios de
software, algo que las máquinas aún no hacen solas. Parte de este tema se desarrollará en el próximo
módulo, como reflexión sobre las competencias profesionales requeridas hoy y en un futuro próximo. 

Dijimos, entonces, que un reglamento es una herramienta que nos ayuda a conocer el alcance de algunas
elecciones que hacemos, nos permite reconocer límites y posibilidades, ahora bien, las tecnologías digitales
son en la actualidad otro desafío, los diversos canales de comunicación conjugan y reconfiguran escenarios
en donde el uso de competencias blandas y duras, esta al jake todo el tiempo, donde el aprendizaje, no será
solo por una vía y durante un tiempo, sino que se extenderá a lo largo de la vida;  elegir en el universo de la
infoxicación, la velocidad la perdida de atención constante y se transforman en destrezas a gestionar.

En el caso de Santiago, el inicio de la vida universitaria puede dejar a la vista la imperiosa necesidad de
sumar para avanzar. Sin embargo, uno de los dilemas más frecuentes es creer que cursar materias basta
para acelerar el paso por la universidad. En realidad, cursar sin rendir examen es igual a pasear por un museo
sin poder comprender que cada pieza guarda un propósito y que, colocadas como están, en el momento
oportuno y en el lugar correcto, podemos vivir, en el recorrido, una experiencia que valga la pena y sea
exitosa. De este modo, cursar y rendir es la forma de asegurar un avance sustentable. Por lo tanto, una de
las primeras cosas por resolver será conocer el alcance de las condiciones según la modalidad que elegí
para hacer una carrera, reconocer qué herramientas debo manejar para hacer más efectiva la experiencia,
identificar qué otros elementos de contexto son necesarios conocer para gestionar en el conjunto de
opciones y tomar decisiones acertadas.

Una competencia que se hace presente es, entonces, realizar lecturas de contexto, la autogestión para
regular todas aquellas acciones que dependen de nosotros o podemos resolver nosotros mismos, mediante
el uso de herramientas y habilidades; algunas de ellas requieren ser aprendidas y otras desaprendidas,
simplemente porque alcanzaron su obsolescencia. También será importante reconocer qué tipo de
expectativas tenemos, en qué condiciones debemos modelarlas y asumir las responsabilidades de nuestras
elecciones. Para tomar buenas decisiones, será siempre necesario asumir una inquietud exploradora,
indagar y descubrir posibilidades, finalmente emprender, tomar el coraje de reconocer que el futuro es
incierto, pero para lograr un sueño es necesario trabajar y hacer que las cosas pasen. Esto va a implicar
luchar contra la comodidad, no confiar ciegamente en que todo me será dado.

En el caso de Santiago, además de identificar los canales donde gestionar estas posibilidades, debe
reconocer el reglamento, los actores que lo ayudarán dentro del sistema universitario,   los directores de
carreras a los que acudir en caso de inconvenientes, la mesa de atención a alumnos o el 0800 y, sobre todo,
no perder de vista una estrategia de avance, que le permita conciliar la ansiedad de terminar, la
responsabilidad de planificar para alcanzar los resultados y aprender de sí mismo para mejorar con sus
propias habilidades de éxito. Es recomendable considerar las materias correlativas para poder planificar
estratégicamente. Para ello será necesario que tenga en cuenta lo siguiente: 

De acuerdo con el bimestre de cursado, deberá seleccionar las materias que le aparecen.
Podrá adelantar materias de otro semestre en caso de no tener problema de correlatividad.
Para revisar las correlatividades, debe leer con cuidado el programa con el cuadro de
correlativas.

Deberá inscribirse en las materias del primer bimestre. En caso de traer equivalencias y que
esto le trabe el cursado del primer bimestre o semestre, puede adelantar una materia electiva.

Inscribirse erróneamente puede llegar a trabarlo con materias que se abran, recién, en el segundo semestre
o año y, en consecuencia, tendría que elegir en un nuevo escenario; esto solo aumentaría su frustración y el
tiempo de dilación para poder avanzar, además de los gastos no calculados.

Veamos una serie de preguntas guías que abarcan competencias y saberes:

¿Conoces el reglamento?

¿Conoces las condiciones de tu modalidad de cursado?


¿Sabes dónde y con quiénes cuentas en la universidad para presentar consultas?

¿Conoces tu programa y plan de correlativas?

¿Sabes con claridad cómo es el proceso de aranceles?

¿Reconoces dónde y cómo gestionar inscripciones a materias?

Aprender a pedir, cualquiera sea su forma, requiere una mirada personal para identificar con qué cosas no
podemos solos, a quién pedimos ayuda y tener claridad sobre lo que pedimos. Estas son competencias
genéricas que nos aseguran no empobrecer nuestras vidas. El acto de pedir es una competencia genérica
que hace que nuestras posibilidades se vean nutridas de oportunidades. Para pedir es importante saber:

1 Qué se pide

2 A quién se pide

3 Cómo se pide

4 Para cuándo se pide.

También deberemos tener en claro que no se nos niega a nosotros (en caso de que no se responda a
nuestro pedido), sino que se niega lo que se pide. Esto es fundamental para no sentirnos rechazados y
sobreponernos a situaciones de frustración.

Como conclusión de esta lectura, podemos rescatar que todos, independientemente de la condición con la
que llegamos a emprender el tránsito universitario, deberemos aprender a decir que NO para poder elegir
asertivamente, cuidando el resultado que anhelamos, que no es otro que lograr una titulación universitaria,
que nos enorgullezca y que nos facilite el futuro.
La universidad es una invitación a disfrutar del recorrido, que no implica que sea fácil, pero tampoco que sea
complicado. Disfrutarlo significa hacer algunos esfuerzos, sortear otros, pero no sufrir, porque lo único que
el sufrimiento garantiza es el aumento en la tasa de abandono por cansancio.

Las herramientas que deben dominarse en el modelo Siglo 21 serán las propias académicas del ámbito
disciplinar que se estudie, en las que el acceso estará mediado por las tecnologías. Esto hará que, en el
futuro, podamos adaptarnos a las demandas laborales, que cambian, son versátiles y dinámicas. Nuestro
cerebro debe estar entrenado para el cambio, se verá retado por evolución en los sistemas, en las pantallas,
en las dinámicas de aula, etc. No podemos esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo.

Entender el espacio académico implica conocer: 

Al director de tu carrera.

El plan de estudios.

Las condiciones de la modalidad.

Los tiempos de cada desafío, los calendarios.

Las herramientas de la plataforma.

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