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Yo Soy el Buen Pastor – Juan 10:11 y 14

11. Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas
14. Y soy el buen pastor y conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.

YHWH es la palabra hebrea. Es un verbo. Ese verbo significa, "ser o existir." Entonces el
nombre El "SEÑOR" se deriva de ese verbo en el hebreo y El "SEÑOR" significa "el
existente," el que existe, Aquel que es. Es el nombre más importante para Dios en la
Biblia. Se encuentra casi 7,000 veces en el Antiguo Testamento. El SEÑOR.

Este nombre EL SEÑOR o Jehová es el nombre propio personal de Dios. Y esto nos
recuerda que YO SOY, Jehová, Dios, es una persona. No es un producto de nuestra
imaginación. No es una fuerza cósmica. Él es un Dios personal que se revela a sí mismo y
se da a conocer. Y ¿no te alegras de que Él mismo se haya dado a conocer a la
humanidad?
Ahora, hay algunas cosas que sabemos acerca de Dios por medio de este nombre, de YO
SOY, el existente. En primer lugar nos damos cuenta de que:

 Él es auto-existente, existe por si mismo

 Él es autónomo

 Él es autosuficiente.

 Él es el Creador no creado.

 Él es el sustentador de todo lo que existe.

 Él existe por sí mismo y para sí mismo.

 Es totalmente independiente.

 No depende de nada ni de nadie.

Él es auto-existente. El YO SOY, el que es. Y eso nos dice, ante todo que hay un Dios.
Él es. Y si hay un Dios, y lo hay, entonces Él  importa de manera suprema. Este Dios
importa.
John Piper lo ha dicho de la siguiente  manera. Él dice que es un ultraje cósmico e
indignante, cómo miles de millones de veces ese Dios es ignorado, es tratado como
insignificante, es cuestionado, criticado, tratado como prácticamente nada, y se le ha dado
menos importancia que a una alfombra en las casas de las personas.
Si hay un Dios, y lo hay, entonces Él importa. Él es el auto-existente. Y porque Él es auto-
existente y autosuficiente, eso significa para nosotras que Él es todo-suficiente para
satisfacer todas nuestras necesidades.
El Dios YO SOY, Aquel que existe, que es todo en sí mismo, un paquete que tiene todo lo
que alguna vez se pudiera necesitar, eso significa cualquier cosa que necesitemos,  Él es
todo lo que nos pudiera hacer falta. Él es el Dios YO SOY que significa: llena el espacio en
blanco. Cualquier cosa que necesites, que te haga falta, Él es eso para ti y para mí. El
Dios YO SOY es todo-suficiente para nosotras. Y vamos a ver esto a medida que nos
adentremos en este nombre de Jesús "YO SOY".
Ahora, El SEÑOR, Jehová no sólo es, auto-existente, Él también es invariable e
inalterable. El término teológico para eso es que Él es inmutable. Él dice: "Yo, el Señor
[Yahwé, Jehová] no cambio" Mal.3: 6).
Dios nunca se ve alterado por las circunstancias fuera de sí mismo. Ahora, ¿tú eres de esa
manera? De ninguna manera.  Nosotras somos muy alteradas por las circunstancias fuera
de nosotras. El frío, los días de lluvia nos desaniman y son días muy sombríos aquí en el
oeste de Michigan, lo que hace que nos desanimemos un poco. Pero Dios nunca se
desanima. Él nunca se desanima. Él nunca se ve alterado por circunstancias fuera de sí
mismo.
A Él nunca le pasan cosas que Él no pensó o que Él no planeó. Nunca se ve atrapado 
fuera de guardia. Él es el mismo ayer, hoy y para siempre, por los siglos. El Dios del
Antiguo Testamento es el mismo que el Dios del Nuevo Testamento.
Eso es lo que lo diferencia tanto de nosotras, como criaturas. Nosotras nos estamos
adaptando continuamente, cambiando constantemente. Yo no tenía el cabello gris, hace
veinticinco años. Estamos cambiando. Pero Dios nunca cambia. Es por eso que Él a
menudo es llamado "la Roca" en la Escritura. Él es inmutable. Él es un Dios fiel,
constante. Que cumple sus promesas. Él es confiable. Puedes depender de Él. Él es
el Dios YO SOY que guarda el pacto. Él es inmutable.
Y también, Él es eterno. Él no tiene principio, ni fin. Él siempre fue. Él siempre
será. "YO SOY EL QUE SOY" esa frase hebrea incluye el tiempo pasado de ser o existir,
el tiempo presente y el tiempo futuro de ese verbo "ser". Él es el eterno YO SOY.
Leemos en Apocalipsis, capítulo 1 en el versículo 4 sobre "el que es y que era y que ha de
venir." El eterno YO SOY. Él dice: "Lo que soy hoy es lo que siempre he sido y lo que
siempre seré." Y este Dios personal, auto-suficiente, inmutable y eterno, Yahweh, Jehová,
el YO SOY, se dio a conocer a Moisés y a su pueblo, y  prometió estar con ellos.
De hecho, vamos a ir atrás unas pocas páginas a Éxodo capítulo 6.  Donde vemos todos
los antecedentes del nombre YO SOY de Jesús. Éxodo capitulo 6, versículo 6: "Di, por
tanto, al pueblo de Israel:" Yo soy el Señor" Yahweh / Jehová. Ahora, sobre la base de 
quien Él es, Dios hace siete promesas a su pueblo en ese párrafo. "Yo soy el Señor... yo
os sacaré de debajo de las cargas de Egipto,  os libraré de su esclavitud,  os redimiré con
brazo extendido y con grandes actos de juicio."
Yahweh, el gran YO SOY dice: "Yo soy un Dios salvador." Él promete rescatar a Su
pueblo,  liberarlo, redimirlo de la esclavitud. Él promete traer la salvación a su pueblo así
como Él lo liberó en la Pascua y por el Mar Rojo. Pero Él también promete traer juicio a
aquellos que se oponen a Él como Él lo hizo con los egipcios en el éxodo.
Y luego en el versículo 7 dice: "Y os tomaré por pueblo mío, y yo seré vuestro Dios; y
sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios, que os sacó de debajo de las cargas de los
egipcios."
Aquí Dios hace una promesa de que el hará de estos judíos su propio pueblo; que Él hará
que ellos tengan  una relación con Él. Lo que Él está diciendo es, "Ustedes  no pertenecen
a Faraón; Ustedes son  mi pueblo. Ustedes me pertenecen, a mí-el gran YO SOY”.
Y luego dice en el versículo 8: "Yo os traeré a la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a
Jacob. Yo os la daré por heredad." Él promete traer a su pueblo a la tierra que Él ha
preparado para ellos, que Él ha reservado para ellos. Y Él dice que Él va a derrotar a sus
enemigos, y les dará una herencia.
Y luego dice: "Yo soy el Señor." Él comienza este párrafo de esta manera. Lo dice en el
centro. Y Lo dice al final. Todo lo que Dios hace en Su poder salvador, en Su poder
redentor fluye del hecho de que Él es el gran YO SOY. Yo soy el Señor, Jehová, Yahweh.
Ahora, cuando Jesús vino a esta tierra, miles de años más tarde,  asombró a las
personas diciendo que Él era el gran YO SOY, Jehová. El mismo Dios que se reveló a
Moisés en el desierto y a los Israelitas en Egipto, el mismo Dios que liberó a su pueblo de
la cautividad en Egipto todavía estaba vivo. Él todavía estaba trabajando en la historia de
la humanidad, todavía redimiendo a su pueblo.
Vemos esta conexión entre Yahweh, el YO SOY del Antiguo Testamento y Jesús que entra
en la escena de la historia humana en el Nuevo Testamento. Vemos la conexión más
claramente en el Evangelio de Juan. Así que déjame pedirte ahora que vayas al Evangelio
de Juan.
Veinticuatro veces en este evangelio, Jesús dice: "YO SOY." Y siete de esas
declaraciones están conectadas a una metáfora o a una analogía. YO SOY el pan de vida;
Yo soy la luz del mundo; Yo soy la puerta; Yo soy el buen pastor; Yo soy la resurrección y
la vida; YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida; Yo soy la vid verdadera.
Vamos a echar un vistazo a varios de esos "YO SOY" nombres de Jesús en los próximos
días. Pero hay también una serie de  circunstancias en el Evangelio de Juan, donde Jesús
se identifica simplemente como YO SOY. Y a menudo se traduce en nuestras Biblias como
"Yo Soy" o "Soy Yo", pero los pronombres "yo" o "él" no se encuentran realmente en el
texto en griego. Lo que Jesús está diciendo en estos casos es: "YO SOY. Yo soy el gran
YO SOY”.
Permíteme darte algunas ilustraciones. Y puede que no quieras ir a cada una de estas
referencias, pero en el capítulo 4 del evangelio de Juan con la mujer samaritana, ella dice:
"Yo sé que el Mesías viene. . . . Cuando él venga, nos declarará todas las cosas. Jesús le
dijo: Yo soy, el que habla contigo. . ."
En el capítulo 6, versículo 20, Jesús camina sobre el agua hacia sus discípulos, y les dice
en el versículo 20: "Yo soy; no temáis." Literalmente, eso es, "YO SOY no tengan miedo."
Él se está revelando como el gran YO SOY que los judíos conocían en el Antiguo
Testamento.
Pero busca ahora en Juan capítulo 8. Ves esto tres veces en este capítulo. Juan capitulo  8
versículo 24, Jesús está hablando a los judíos en Jerusalén durante la Fiesta de los
Tabernáculos. Y Él les dice: "porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros
pecados." Versículo 28: "Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que Yo
Soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me
enseñó”.
Mira el versículo 56. El contexto aquí es que los fariseos acusaron a Jesús de tener un
demonio, mientras afirmaban ser descendientes legítimos de Abraham, el padre de los
judíos. Y en el versículo 56 Jesús les dice: "Vuestro padre Abraham se regocijó esperando
ver mi día; y lo vio y se alegró. Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años,
¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham
naciera, Yo Soy "(vv. 56-58). Una afirmación sorprendente.
Ahora, esperarías que Jesús dijera -si Él iba a decir esto que sonaba como algo absurdo-
esperarías que Él dijera, "Antes de que Abraham fuese, Yo era." Tiempo pasado. Pero en
lugar de eso el dijo, "Antes que Abraham fuese, Yo Soy." Gramaticalmente esto no tiene
sentido en lo absoluto. Pero teológicamente, es muy importante.
Los judíos entendieron exactamente lo que Jesús quiso decir. Ellos entendieron que
Él estaba afirmando ser Yahweh. El Dios que se había revelado a Moisés en Éxodo
capitulo  3 en la zarza ardiente "Yo soy el que soy", ellos entendieron que Jesús estaba
afirmando ser Dios, el gran YO SOY. Así que en el versículo 59 dice: "Ellos tomaron
piedras para apedrearle." Porque si esto no era cierto, entonces lo que  Él había dicho era
una blasfemia, y Él era merecedor de la muerte.
Ahora bien, hay otros casos en los que puedes ver esto en el Evangelio de Juan. Te animo
a buscarlos la próxima vez que leas el Evangelio de Juan, donde dice: "Yo soy El", o " soy
Yo".  Él está diciendo literalmente "YO SOY. Yo soy Jehová”.
El punto de todo esto es que Jesús es Yahweh. Él es "El Señor" del Antiguo Testamento,
el gran "YO SOY" del Éxodo, que ha venido a llevarse a su pueblo y a ponerlo en libertad.
Ahora, esto no es sólo una trivia teológica. Esto es crucial para nuestra fe cristiana, por
varias razones. Permíteme destacar algunas de ellas.
En primer lugar, si Jesús no es Yahweh, si Él no es Jehová Dios, entonces sus otras
afirmaciones tampoco son ciertas. Pero si Él es Yahweh, si Él es Jehová Dios,
entonces Él es el Señor, entonces todo lo que Él afirmó es absolutamente cierto.
Rechazar a Jesús, como muchos en el mundo lo hacen hoy en día, es rechazar a Dios. La
gente dice: "Yo creo en Dios." Muchas religiones dicen esto. "Pero no a este Jesús como
Dios." No, si Jesús es Yahweh, entonces rechazar a Jesús es rechazar a Dios.
Nos damos cuenta también de que todo lo que es verdad de Dios es también verdad de
Jesús. Jesús tiene todos los atributos de Dios. Él es auto-existente, auto-suficiente,
inmutable, eterno. Él siempre fue.  Siempre será. Jesús vino a revelarnos a Dios. Él es el
gran YO SOY en carne y hueso. Por medio de Él podemos conocer a Yahweh, el gran YO
SOY. Y en la persona de Jesucristo, Jehová, el gran YO SOY inaccesible se ha acercado a
nosotros.
No sólo es que Jesús tiene todos los atributos de Dios, sino que Él hace las obras
de Dios. Así que cuando Jesús vino a esta tierra, los judíos no podían dejar de pensar en
aquellos pasajes que acabamos de leer en Éxodo 3 y en Éxodo 6, ya que Jesús dijo e hizo
cosas que solo pueden atribuirse a Yahweh.
Como Jehová el liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto, Jesús es el Dios que salva
y libera a los cautivos. Él nos ha rescatado de la esclavitud del último faraón-Satanás y
del pecado. Y Él continúa rescatándonos de nosotras mismas y del poder del pecado y de
nuestra carne y de los enredos de este mundo y del pecado y del diablo. Él es el que, un
día, nos rescatará de la misma presencia del pecado. Aleluya. Yo estoy lista para eso.
Y así como Jehová en el Antiguo Testamento juzgó y destruyó el ejército egipcio,
así Jesús ha venido a destruir a cada enemigo-la enfermedad, a Satanás, los demonios
y la muerte. Ahora bien, no vemos el cumplimiento de todo esto aún, pero tenemos la
promesa de que YO SOY, el Señor, YO SOY, YO SOY El que Soy, nos librará de todas
esas cosas y va a juzgar y a destruir a todos los enemigos incluyendo el enemigo final, que
es la muerte.
Y así como Jehová en el Antiguo Testamento condujo a su pueblo a la Tierra Prometida,
así como Él los llevó con una nube de día y una columna de fuego de noche, así Jesús
vino a llevar a muchos hijos a la gloria. Él nos guía hoy por Su Espíritu que vive en
nosotras. Jehová. Yahweh. El YO SOY cuyo nombre los judíos ni siquiera decían, Él
vive en nosotras. ¡Cuán asombroso es eso! Y Él ha preparado una tierra prometida para
nosotras, un cielo nuevo, y una  tierra nueva donde viviremos eternamente con Él.
Cuando Jehová Dios envió a Moisés a Egipto para liderar a Su  pueblo de su cautividad. Él
dijo: "YO ESTOY con ustedes, YO ESTOY con vosotros." Eso cubre el pasado, el presente
y el futuro. YO SOY, YO he estado, y YO estaré. Dios nunca  abandono a su pueblo
durante  esos cuatrocientos años de cautiverio.
Y Dios le estaba diciendo a Moisés, a Moisés, quien se sintió tan insuficiente, tan
inadecuado. Le dijo "No puedo hablar. Señor, envía a alguien más. ¿Cómo voy. . .? "Tú
conoces todas esas objeciones. Dios le dijo: "YO SOY. Yo soy todo lo que tú necesitas. Yo
estaré contigo, supliré todo lo que necesites”.
Bueno, Jesús es el mismo, el mismo YO SOY, Jehová con nosotras. Hoy. Mientras Él te
envía como madre o como abuela o en el lugar de trabajo o en cualquier tipo de ministerio
en el que estés involucrada, o a amar cuando   es difícil de amar y alcanzar a aquellos que
no conocen a Jesús. Y nos sentimos tan inadecuadas, tan mal preparadas tan incapaces.
¿No te sientes así como Moisés  muchas  veces? "Señor no puedo hacer esto." Yo me
siento de esa manera todo el tiempo.
Una y otra vez, me recuerdo a mi misma que Jesús el gran Jehová YO SOY está
conmigo y en mí, y obra a través de mí. Y Él es todo lo que necesito. Él es el todo-
suficiente. Él se nos da, el mismo, para llenar cualquier necesidad o escasez. Así que,
tienes un alma sedienta? Él te dice: "Yo soy el agua viva". Tienes un corazón hambriento?
Él dice: "Yo soy el pan de vida." Sientes el peso y la maldición del pecado y de la muerte?
Él dice: "Yo soy la Resurrección y la Vida." Te sientes perdida muchos días? Cada día? Él
dice: "Yo soy el camino." ¿Qué necesitas? ¿Qué es lo que te hace falta? Jesús dice: "Yo
soy, todo lo que tú necesitas. Yo soy el gran YO SOY ".
Carmen: Muchas de nosotras hemos crecido con una imagen de Moisés frente a una
zarza ardiendo, encontrándose con Dios como el gran YO SOY. Nancy DeMoss de
Wolgemuth nos ha estado mostrando por qué Jesús usó ese nombre para sí mismo tan a
menudo.
YO SOY es uno de los treinta y dos nombres de Jesús que estamos viendo durante esta
serie de enseñanzas de Nancy llamada "La maravilla de Su Nombre."
Estamos transmitiendo esta serie a lo largo de estas semanas para ayudarte a enfocar tu
mirada en Jesús en la medida en que anticipamos el Viernes santo y el Domingo de
resurrección.
Este es también nuestro propósito en las conferencias Mujer Verdadera, ayudarte a ver a
Cristo y abrazar las enseñanzas de Su Palabra.
Nancy: Estamos emocionadas por lo que Dios va a hacer esta semana en Querétaro,
México, mientras nos reunimos miles de mujeres a buscar al Señor.
Y le hemos orado al Señor que nos visite que se acerque a nosotras, que venga y se
mueva poderosamente a través de Su Espíritu en los corazones de miles de mujeres a las
que El les ha dado cita.
Esperamos ver una manifestación poderosa de Su Espíritu en medio nuestro. Únete a
nosotros!
Carmen: Escucha lo que unas radioescuchas que asistieron a una de nuestras
conferencias dijeron,
Testimonio 1: Realmente lo más hermoso ha sido ver la oración. Como la podemos
desarrollar y la gran necesidad que hay.
Testimonio 2: Mi experiencia en esta conferencia ha sido ver como un pueblo clama al
Señor y el Señor le da respuesta aquí hay más de veinte naciones, clamando todas
unánimes a una sola voz a un Dios verdadero y fiel.
Testimonio 3:  Fue una experiencia asombrosa ver como El Señor se sigue moviendo en
nuestros corazones porque tu escuchas de mucha gente que no es su primer True Woman
y no es la primera vez que escuchaba el mensaje de Nancy por ejemplo el del
quebrantamiento.
incluso con mi propia vida yo pude ver como El Señor sigue siempre encargándose de
confrontarnos y de ir limpiando nuestros  corazones.
y me gusto también mucho el momento de oración cuando pudimos ser abiertas unas con
otras y presentar nuestras cargas no solo al Señor que ya las conoce aunque no se las
digamos, sino poderlas externar entre nosotras en un ambiente seguro sentirnos seguras,
eso creo que es con lo que más me voy, la comunión y el vivir el mismo sentir del que
habla la escritura, como aun que no nos conozcamos, aunque no hayamos compartido
nada, compartimos lo  más importante que es a Cristo y eso nos hace estar enfocadas en
lo correcto, ser compasivas  unas con otras, es El es El moviéndose y eso es hermoso.
 
Testimonio 4: Maravilloso excelente me encanto con una nueva visión lo que es la oración
tratando de ser intencional en lo que es una vida realmente de oración, no tan sólo yo, los
que me rodean no me van a soportar cuando yo llegue, la salvación no se pierde
definitivamente pero el tiempo de asegurar que somos verdaderamente creyentes si
tenemos que convertirnos nos convirtamos de nuevo es aquí y ahora.
Testimonio 5: De la conferencia me ha fascinado tengo mucha energía, me siento con
ganas de brincar y de llevar a cabo todo lo que he escuchado espero que Dios me ayude y
me de la gracia me de también el recordar  que esto es un movimiento no sólo un tiempo
aquí de conferencia.
y quiero resaltar de manera especial el que oremos siempre pensando primero en Dios en
todo lo que pedimos y  siempre orando a El primero antes  que tomar nuestras decisiones
y luego cuando no sale bien entonces orar.
Testimonio 6: Ha sido un regalo del Señor y una bendición oren para que El Señor  les
conceda poder asistir a México y estoy segura que E  va a ser de mucha bendición.
Carmen: Estamos expectantes de lo que Dios va a hacer este viernes en  “En busca de
Dios”, la conferencia Mujer Verdadera 2017 para Latinoamérica. Aún puedes ser parte de
este importante evento. Entérate de los detalles en MujerVerdadera17.com. ¡Únete al
movimiento!

¿Quieres escuchar una afirmación extravagante? “¡Come mi pan y vive para siempre!”
Mañana, Nancy te explicará por qué esta afirmación no es tan extravagante después de
todo. Por favor regresa a Aviva Nuestros Corazones.
 

Jesucristo es el Gran YO SOY


 
Jesucristo afirmó ser el "YO SOY". Es el nombre personal del Dios del
Antiguo Testamento (Éxodo 3:13-14). En varias ocasiones, está registrado
que Jesús usó el "YO SOY" concepto de la fe de Su deidad. El afirmó ser el
Señor Dios, Jehová, Yahvé.
El mayor de todos los nombres para el Señor Jesucristo es el "YO SOY".
Por esta razón, el apóstol Pablo escribió: "Dios le exaltó hasta lo sumo, y le
otorgó el nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y en la tierra y bajo la
tierra, y que toda lengua confiese que Cristo Jesús es el Señor, para gloria
de Dios Padre "(Filipenses 2:9-11). Jesús es el Señor. El nombre que está
por encima de todos los demás nombres es "Señor", y es equivalente a
"Jehová" o Yahvé. Este es el equivalente exacto de las palabras, "YO SOY".
El nombre que es sobre todo nombre celestial y terrenal, es Yahvé, el gran
"YO SOY EL QUE SOY."
El apóstol Pablo nos dice que Jesús es el Señor, sobre todo, de manera que
todos los otros seres que están en el cielo y la tierra se doblarán y le
adorarán. Él es Dios. Él no es uno de los muchos dioses, sino el único
(Hechos 4:12; 1 Tim. 2:5; 1 Cor. 8:4).
En una ocasión, respondió a la Samaritana en el pozo de Jacob cuando ella
percibió que él podría ser el tan esperado Mesías. Jesús dijo, "Yo soy El que
habla contigo." Literalmente, Jesús dijo: "Yo soy", apuntando a su demanda
al título "Yo soy".
Por otra parte, que no es la única vez que hizo la demanda. Ha utilizado
estas palabras para referirse a su deidad en Juan 8:24. "Por lo tanto dije a
ustedes que morirán en sus pecados, porque si no creéis que yo soy, en
vuestros pecados moriréis." Él estaba diciendo que usted no puede ser salvo
a menos que reconozca y crea que Jesucristo es Dios.
Un poco más tarde El usó el concepto de nuevo, aún más claramente cuando
Él dijo, "antes que Abraham naciera, Yo soy" (Juan 8:58). Los líderes judíos
se reunieron en torno para escuchar a Jesús sabiendo exactamente lo que Él
quería decir, porque recogieron piedras para matarlo. El demandó ser el
Gran YO SOY y ellos entendieron eso.
Siete veces en el Evangelio de Juan, Jesús afirma ser el gran "Yo soy" (Juan
4:26; 6:20; 8:24, 28, 58; 13:19; 18:5). En cada uno de estos contextos, el
"Yo soy" mantiene reforzando la deidad de Jesús. Está afirmando su derecho
a ser Dios.
Además, hay otras siete ocasiones en que Jesús usó la gran demanda, junto
con un nombre que describe a sí mismo como el único que puede satisfacer
las grandes necesidades del hombre en la vida. El Utiliza el nombre de
Jehová para declarar su singularidad.
Jesús alimentó 5,000 hombres y declaró, "Yo soy el pan de vida" (Juan
6:35). Sólo él es capaz de satisfacer la mayor hambre espiritual en su vida.
¿Has venido a Él y has comido de su pan y bebido su sangre? No hay otra
manera de tener vida. ¿Vas a Él diariamente y comes el pan de vida? Morirás
de hambre a la muerte espiritual si no comes en su mesa diariamente.
Jesús dijo, "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8:12; 9:5). El sanó a un ciego de
la oscuridad y luego abrió su ojos espirituales para poder ver el gran YO
SOY, y adorarle. ¿Andas errante en una oscuridad espiritual siguiendo a un
ciego religioso después de otro? Jesús es la única luz que necesitas para
guiarte en la santa presencia de Dios. Todas las demás "luces" son malas
por naturaleza y sólo te llevarán a la oscuridad eterna.
Jesús dijo que Él es la única puerta a la presencia de Dios. Él dijo, "Yo soy la
puerta" (10:7, 9). Todas las demás puertas llevan por el mal camino y a la
destrucción eterna. Jesús es la entrada en la vida eterna (Hechos 4:12).
Jesús dijo, "Yo soy el Buen Pastor" (John 10:11, 14). Cada individuo es
como un errante, cordero extraviado y perdido, capturado en las zarzas del
pecado. Hay un montón de falsos pastores que pastorean a las ovejas
extraviadas para llevarlas al matadero. Jesús es el único Buen Pastor. Él te
llevará de la mano y te conducirá a la presencia del Padre y darte sustento.
Jesús conquistó la muerte. No sólo dijo: "Yo soy la resurrección y la vida"
(John 11:25-26), sino que Él resucitó de entre los muertos para
demostrarlo. De hecho, esta es la gran evidencia de que Jesucristo es el
gran YO SOY EL QUE SOY. Él murió, fue enterrado, y tres días después
resucitó de entre los muertos. Porque Él está vivo, Él puede dar la
resurrección de la vida. Esta es nuestra esperanza al enfrentar la muerte.
Jesús dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). Sólo Dios
puede demandar eso. Por otra parte, Él sostiene nuestra vida espiritual,
porque Él es la vid verdadera, la única manera, y el dador de la vida. Jesús
dijo, "Yo soy la vid verdadera" (Juan 15:1, 5).
¿Qué vas a hacer con el gran YO SOY? Demándalo a Él como tu Señor y
adóralo hoy en día (Juan 20:28-29).
YO SOY EL GRAN PASTOR – Ps. Alejandro Bullon

La cruz es la más grande y extraordinaria declaración de amor de Dios la hombre, es te el poema,


himno las glorioso escrito manifiesto de Dios al hombre, esta cruz fue sacrificio, dolor, entrega, ese
es el amor maravilloso de Dios.
Un amor que se entrega, que renuncia, un amor que se sacrifica
LA CRUZ ES LA MÁS GRANDE DECLARACION DE AMOR AL HOMBRE
Que hubiese sido del hombre, si todos estábamos condenados a muerte, y Cristo allá en su trono
hubiese dicho, que pena lo siento mucho pero van a morir, sepan que los amo.
Pero el hizo más que eso. El dejo todo y vino a esta tierra y entrego su vida y murió.
Hay una cosa que debe quedar clara en nuestra mente, tú no puedes hacer nada, para que
Dios te amé. Porque así no hagas nada Dios te ama. Pero también debes aprender este
concepto, tú no puedes hacer nada, nada para que Dios deje de amarte. Porque hagas lo que
hagas Dios te va a seguir amando.
Nuestros padres cuando algo nos sucede nos dicen eso te pasa por esto o aquello, complejo de
castigo por el pecado. Cuando te enfermas o cuando te va mal, cuando el negocio falla, o pierdes
el trabajo, la primera cosa que imaginas es. ¿Qué estoy haciendo de malo? las cosas no te salen
mal porque necesariamente estás haciendo lo malo – ESE EL TEMA A TRATAR
Dios te ama, Dios jamás va dejar de amarte, hagas lo que hagas. A donde caigas Él te va seguir
amando, aunque no o quieras escuchar, él te va seguir amando.
Sabes ¿Por qué? – Juan declara Dios es amor – y si el amor acaba Dios acaba. Y SI Dios es
eterno su amor por ti es eterno. Por eso dice con amor eterno te he amado. Jer.31.3; Isaías 49.15
Si tú no estás andando en los caminos de Dios – tienes que aprender una cosa y olvidarte de todo
lo demás.
Te voy hablar del amor infinito de Dios, no de la salvación, Dios te ama y su amor por ti no va
acabar nunca. Pero eso no quiere decir que estas salvo. Juan 3.16 dice porque de tal manera amo
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,…para que todos se salven – No dice así. Dice
para que todo aquel que en él cree.
El amor de Dios es para todos la salvación –no.
Tú eres lo más precio e importante que Dios ha creado en esta vida, no importa si tienes dinero o
no, no importa el color de tu piel, etc
Cuando Jesús venga de nuevo no viene a destruir al ser humano, viene a destruir el pecado. Este
destruyo la relación de Cristo con el ser humano.
Por ese amor el buen pastor da su vida por las ovejas- no necesitas morir, todos pecamos y
estamos destituidos de la gloria de Dios- pero Nuestro Señor Jesucristo ya pago el precio de
nuestra redención.
Pero el amor no puede existir de un lado, es un círculo, el amor genera amor, este amor cuando
es recibido por el ser humano, genera amor y el ser humano ama.
Este amor no es una declaración romántica, es un compromiso. Por eso el versículo 14 dice.
Y soy el buen pastor y conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.
Si tú cultivas la comunión diaria con Jesucristo, y vives leyendo orando, entonces vas a tener una
comunión con El.
El amor desea beneficiar a otros aun a expensas de sí mismos. Porque el amor desea dar. Es el
verdadero amor. En cambio el amor que promueve el mundo es un amor deformado y egoísta, un
amor que busca satisfacerse a si mismo a expensas de los demás. ¡Qué gran diferencia! El amor
de Dios desea satisfacer al otro a costa de si ismo, pero el amor de este mundo desea que cada
uno busque satisfacción a costa del otro. Por eso tenemos que luchar para prender el amar ¡pero
de la forma correcta!
EJEMPLO de Juan, dice que Él era hijo del trueno, imagínate como era su comportamiento. No
era una mansa palomita, era un intempestivo y llego así a Jesucristo, este discípulo cultivo una
relación más profunda con Jesucristo que la de los demás. Porque cuando los otros discípulos se
iban a dormir él se quedaba con Jesucristo. Ejemplo cuando Jesús hablo con Nicodemo, no había
nadie, solo Jesús y Nicodemo. y de los 4 evangelistas el único que cuenta es Juan. A QUE ERA
Jesús se la conto a Él, cuando hablo con la samaritana, solo Juan la cuenta los demás se habían
ido a Siquen.
Cuando tú piensas que eres bueno, perfecto, andas cumpliendo todo no tienes necesidad de
Jesucristo. Pero cuando ves la monstruosidad de tu ser interior, sientes que Jesús es tu única
salida. Entonces vas a Jesús y lo buscas en oración. y en esa convivencia el carácter de
Jesucristo se va reproduciendo en tu vida y eso fue lo que le sucedió a Juan. Cuando tenía como
100 años lo encontramos en la isla de Patmos. Y allí su apodo ya no es el hijo del trueno, sino el
discípulo del amor.
A qué hora cambio Juan. Tu nunca te das cuenta cuando estas cambiando, los otros se dan
cuenta que estas cambiando. Tú no te mires y mires a los demás, mira a Jesús, ora todos los días,
estudia la Palabra de Dios y cuentéale todo tus necesidades y flaquezas.
Juan utiliza mucho el verbo conocer, una dice el que dice yo le conozco y no guarda su
mandamientos, el tal es un mentiroso.
Los griegos en ese entonces cuando decían conocer ellos iban con una flor al laboratorio. pero
Juna no iba a la biblioteca o laboratorio, Juan iba al campo y tomaba la flor en sus manos y la olía
la veía, la palpaba y después de eso decía yo conozco la flor. Por eso dice lo que hemos visto,
sentido, so les decimos, para juan conocer no es teoría, es vivir, sentir, es caminar es andar.
Por eso él dice Yo soy el buen pastor, su vida da por las ovejas. El conoce sus ovejas y ellas lo
conocen a Él. Está hablando de comunión diaria, compañerismo.
Cuando tú aprendes a caminar con Jesús- allí se cumple el Salmo 23, te lleva a pastos verdes, y
guas tranquilos. Te lleva por el valle de la sombra y de la muerte.
En este mundo de dolor vana a ver enfermedades, a accidentes, traición, injusticias. Él no dice
jamás entraras en el valle de dolor. Él dice en el valle de la muerte no estarás solo. Yo estaré
contigo.
He aprendido a vivir que cuando me va bien es Dios que está conmigo y cuando me va mal, el
también esta conmigo.
Tienes que conocer a tu pastor, que aunque pases por el valle de la sombre de muerte el esta
contigo.
Jesús es mi pastor, la muerte no puedo separarnos, él es la resurrección y la vida.
1. El pecado es el amor desordenado, que elige amar las cosas equivocadas y formar
lazos perjudiciales, que se originan en nuestro egoísmo. El pecado empieza con la
negativa a confiar en la bondad de Dios, con la negativa a seguir lo que su voluntad
indica para nuestras vidas. El pecado nos vuelve difícil amarnos a nosotros mismos y
nos dificulta amar a los demás y a Dios. El pecado desfigura la imagen de Dios en
nosotros, ya que elegimos amarnos a nosotros mismos y amar las cosas de este
mundo creado más que al Dios que las crea y las sostiene a todas ellas. El apóstol
Pablo describe el pecado como un amor que se centra en uno mismo y se expresa en
una especie de falsa adoración o idolatría: “Ellos intercambiaron la verdad de Dios por
una mentira y reverenciaron y adoraron a la criatura antes que al Creador, que es
bendito por los siglos”  Pero el pecado no tiene la última palabra en nuestras vidas.
Dios no abandona a la raza humana al pecado. Jesucristo entra en la historia humana
como la perfecta “imagen del Dios invisible” y del “hombre nuevo”. Él nos libera del
pecado y restaura nuestra capacidad humana de Dios y nuestra capacidad de cumplir
las intenciones que Dios tiene para nuestras vidas. La venida de Jesús eleva nuestra
humanidad a algo aún mejor: hace posible para nosotros el llegar a ser hombres y
mujeres nuevos, renovados a imagen de nuestro Creador, capaces de conformar
nuestras vidas con la vida de Cristo, y de imitar al Hijo, de manera que Jesús sea el
primogénito en un mundo lleno de hermanos y hermanas suyos. Esta es la promesa
que Dios nos hace en Jesús. Podemos trascender nuestra naturaleza pecaminosa. En
Cristo, podemos amar con un amor que sobrepasa las divisiones causadas por el
pecado. Podemos amarnos a nosotros mismos como Dios nos ama y amar a los
demás como Dios los ama. Cada uno de nosotros puede ser “otro Cristo”. Al seguir a
Jesús, al vivir según sus enseñanzas, podemos vivir libres de la idolatría del pecado,
podemos crecer en santidad y conformarnos cada vez más a la imagen divina según la
cual fuimos hechos.

¿QUIÉN ES EL BUEN PASTOR?

Evangelio: Juan 10, 11-18

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es
pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo
hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el
buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo
conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este
redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo
pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita;
yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la
orden que he recibido de mi Padre.

Fruto: Descubrir en Jesucristo a mi pastor, el que me conoce por mi nombre

Pautas para la reflexión:

Jesucristo vino al mundo para transmitirnos un mensaje: Dios es amor, Dios ama a cada hombre
personalmente. Como buen conocedor de la psicología humana, utilizó diversos caminos para que
entendiésemos esta verdad: su palabra, su ejemplo, sus parábolas, sus comparaciones… El
Evangelio de hoy nos presenta una bella imagen de este amor: la figura del Buen Pastor.

1. ¿Quién es el buen pastor?

Entre los oyentes de Jesús, muchos debían tener a su cargo algún rebaño de animales
domésticos, principalmente de ovejas. Este oficio era muy frecuente en Judea, propio de la gente
sencilla a la que Jesucristo se dirigía. ¿Quién es un buen pastor? Cualquiera de los oyentes podría
enumerar las notas más características: aprecia a cada oveja, se preocupa de cada una de ellas,
las cuida bien… Aquel, sobre todo, que las defiende de las asechanzas y posibles ataques de los
lobos. Para el buen pastor no existen las ovejas, el rebaño, sino esta oveja concreta. Porque cada
una es individual, irrepetible, se preocupa por cada una. Si una se extravía, o se rompe una pata,
deja a las 99 ovejas sanas para buscar a la descarriada. Y cuando la encuentra, no la lleva al redil a
bastonazos, sino que la sube en sus hombres, la cura si está herida, y la lleva al redil junto a las
demás ovejas. Ésta es la imagen del Buen Pastor, y ésta es también la imagen de Cristo.

2. Cristo, mi buen pastor

«Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo…». Jesucristo es la encarnación y
manifestación del amor de Dios. La grandeza y omnipotencia de Dios, en ocasiones, nos puede
hacer creer en un Dios inmenso, grande, al estilo de los grandes dioses de los pueblos primitivos.
Vemos a un Dios grande, pero lejano, demasiado poderoso para mí, una sencilla creatura. Pero ese
Dios se ha encarnado, se nos ha manifestado en la persona adorable y real de Jesucristo. Ya no se
trata de un Dios lejano, sino de una persona que ha vivido entre nosotros, que ha trabajado con
manos de hombre, ha sudado y se ha cansado como cualquiera de nosotros, se ha alegrado con
las alegrías humanas (por ejemplo, en las bodas de Caná). Y sobre todo, como hemos
contemplado hace pocas semanas, Jesucristo ha sufrido, hasta un extremo impensable, colgado
de la cruz. Y después de resucitar, Jesucristo sigue acompañando a cada uno de aquellos por los
que ha entregado su vida en la cruz. No le basta haber hecho un acto tan inmenso de amor; sigue
amándome, con actos constantes de entrega a mí. Así me ha manifestado su amor personal, su
ser «mi pastor».

3. Os he dado ejemplo para que lo hagáis también vosotros


Jesucristo, Buen Pastor, ama a cada una de sus ovejas, me ama a mí, oveja suya, tal vez rebelde,
perezosa para las cosas espirituales, ansiosa de libertad. Pero también quiere que yo ame a sus
ovejas, que ame a mi prójimo. Cristo, Buen Pastor, quiere que yo también sea buen pastor. Esto
significa que debo cuidar de las ovejas que hay a mi alrededor, en mi familia, en el colegio, en la
universidad, en el trabajo, entre los amigos… ¡Cuántos detalles de caridad puedo tener con
estas ovejas que me rodean! Una palabra de aliento, un buen ejemplo, una atención, un saberles
escuchar… Basta tener los ojos un poco abiertos, y las ocasiones para alegrar a los demás saltan a
la vista.
Propósito: Me preocuparé por servir con algún detalle a mi familia.

¿Qué significa: El Señor es mi pastor?

Espiritualmente hablando somos ovejas

En esta época de frío nos abrigamos con ropa de lana que proviene de las ovejas y
esto precisamente nos trae al recuerdo el conocido Salmo 23, que no solamente es
importante tenerlo guardado en nuestra mente, sino comprendido en nuestra alma,
porque en la vida nos va a ayudar enormemente.

Quiero compartir con ustedes, para aumentar el acervo bíblico, una relación o
revelación del Señor cuando lo ubica entre el Salmo 22 que es profético, que hace
una descripción de Cristo en la cruz, empezando con las últimas palabras que
pronunció, cuando dijo: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? A veces
nos sentimos abandonados por los hijos, las nueras, los suegros, los amigos, nos
sentimos excluidos en el trabajo. Por eso lo podemos llamar El Salmo de la cruz.

Y el Salmo 24 es interesante también, porque empieza diciendo: Del Señor es la


tierra y todo cuanto hay en ella,  el mundo y cuantos lo habitan. Aquí establece el
señorío de Cristo. ¿Cómo se siente cuando entra a su casa, porque usted la compró
y la escritura dice que está a nombre suyo? Usted se siente dueño y señor de su
casa. Le quiero contar algo, aunque la escritura pública diga que la casa es suya, la
verdad es otra, la casa es del Señor. Del Señor es la tierra y su plenitud. Entonces,
entre el salmo 22 que es la descripción de Jesús en la cruz y el salmo 24 que es la
descripción de Jesús en Su gloria, en Su Reino, cuando Él viene  toma total control
y dominio de todas las cosas, porque ahí habla de: Eleven, puertas, sus dinteles;
levántense puertas antiguas que va a entrar el Rey de la gloria. Porque esas
puertas se subían como los garajes modernos hoy en día, que se suben con
motores.

Entre los salmos del Cristo de la Cruz y el Cristo de la Gloria está el Salmo del
Pastor, Cristo es nuestro Pastor, “el Señor es mi pastor“. Por supuesto, para que Él
sea mi pastor primero tengo que reconocerle como mi Salvador (Salmo22) y
reconocerlo también como mi Señor. Estos Salmos están entrelazados, el Salmo 23
es uno de los poemas más simples y hermosos que hay en el libro de los Salmos. Al
igual de Cantar de los Cantares, de los Proverbios, son libros poéticos.
El Salmo 23 registra el pensamiento reflexivo de un hombre anciano que era un
pecador perdonado. Hay un libro escrito por E. B. Myers que se llama “El Salmo del
Pastor” y describe el Salmo 23 como un credo y dice: “Este es mi credo, no necesito
y no deseo nada más. Lo aprendí de los labios de mi mamá, lo he repetido cada
mañana, cada vez que me he despertado. Y aún así todavía no lo entiendo, estoy
empezando ahora a comprender su significado infinito y me llegará la muerte y aún
no habré terminado mi tarea, pero por la gracia de Jesús me aferraré a este Salmo
como mi creo y me esforzaré por creerlo y vivirlo, porque yo sé que me guiará hacia
la cruz, me guiará a la gloria”.
La primera línea de los salmos  provee la clave, por lo general. Por eso les leí la
primera línea de los dos salmos y ahora el que nos ocupa empieza diciendo: El
Señor es mi pastor. Ahora lo escribe alguien que tuvo la experiencia vivencial de
pastoreo. David sabía de ovejas, siendo el menor de todos sus hermanos le tocaba
la tarea más difícil, cuidar las ovejas. ¿Se recuerda cuando llegó Samuel a la casa
de David? Ni siquiera lo habían convocado a la junta, lo dejaron cuidando a las
ovejas. El profeta preguntó al padre si había otro hijo que no estuviera presente. Y la
respuesta se refería al que  cuidaba a las ovejas, el que acarreaba el agua, como
dirían aquí, el que hace los mandados. Lo mandaron atraer, porque de esa casa 
saldría el rey de Israel. Sabía de ovejas, porque estuvo criando y cuidándolas,  por
eso sabía sus necesidades.

Las necesidades de las ovejas

Son débiles, no pelean, no tienen mandíbulas para morder en defensa, ni garras, no


se defienden y cuando llega un lobo a comérselas balan y se vuelven en el almuerzo
del lobo. Las ovejas no se defienden por sí mismas, por eso requieren de alguien
que las defienda. Por eso anda el pastor con su vara para darles a los enemigos de
ellas. Cuando David llegó delante de Saúl estaba Goliat demandando pelear con
uno de Israel, se ofreció enfrentar al gigante. El rey sorprendido lo quiso persuadir
diciéndole que el otro tenía una buena armadura, una gran lanza, que sería una
lucha desigual con un pastorcito sin experiencia en la guerra. Como pastor, le contó
David, que se enfrentaba al oso o al león y los hacía huir. Como pastor supo
defender a sus ovejas.
Cuando uno dice “El Señor es  mi pastor”, uno confía en que Él lo puede defender,
porque tiene todos los recursos para defendernos. Nosotros como ovejas del Señor
no sabemos como podemos defendernos de las maras, de lo secuestradores, de los
extorsionadores, de los estafadores, de los banqueros sin escrúpulos, en fin. Pero
además de ser débiles las ovejas son imprudentes. Por lo general seguirán a su
líder a lugares llenos de muchos peligros, porque además son algo  ciegas. No ven
bien,  Las ovejas tienen una vista corta, además cuando tienen mucha lana, les cae
encima de los ojos, menos ven. Necesitan, entonces ser guiadas,  nos debemos
dejar guiar por el Señor, El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen”.
Hay pastores que lo van a llevar a usted por malos caminos. Hay, por ejemplo, uno
que se llama Sai Baba y hay quienes lo siguen. A veces la gente por imprudente en
vez de buscar al Señor para  sanar a su hijo va a buscar a la bruja del pueblo. Se
está exponiendo a un mundo espiritual plagado de demonios, maldiciones, brujería y
hechicería. Hay que tener cuidado. Debemos dejar que el Señor sea nuestro pastor,
quien nos defienda y nos guíe.
Además las ovejas son irreflexivas, simplemente no tienen la capacidad de evaluar
las consecuencias de sus acciones, por eso se embarrancan. Las ovejas están
desprotegidas, por eso necesitan tener un buen pastor.  Las ovejas no tienen un
sentido intrínsico de dirección como los otros animales y por eso se extravían 
fácilmente. De ahí la famosa parábola que Jesús contó de “Eran cien ovejas que
habían en el rebaño”, pero una se extravío y qué hizo el Señor, guardó las 99 en el
aprisco, dice, y fue a buscar a la perdida. Uno fácilmente se extravía, porque uno
como oveja es irreflexivo y los papás, a veces, como también son ovejas, son
irreflexivos no cuidan a sus hijos, les den permisos sin control y ellos por malas
influencias buscan bares, discotecas donde les dan licor, drogas y tantas cosas
más. Debemos tener cuidado.
Las ovejas necesitan del amor y consideración de un buen pastor que pueda ser su
proveedor, su protector, su guía, su doctor y amigo. Por eso dice el Salmo 23: El
Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Debido a
que el Señor es nuestro pastor no sufriremos cuando nos haga falta algo bueno.
Debemos creer que el Señor nos proveerá. El Señor nos proveerá todo lo que
necesitamos. David hablaba con la voz de la experiencia. Estaba declarando su fe
por el hecho de que no sufriría por la falta de descanso, refrigerio, alimento, perdón
y restauración. Y  hay algo aquí que me gustaría mencionarles ¿para qué creen
ustedes que se criaban las ovejas en Israel? Por varias razones. 1). Para el
sacrificio en el altar. El día de la pascua, cada familia tenía que llevar una oveja y
sacrificarla en el altar. Ese día eran ríos de sangre que bajaban del altar del templo
de Jerusalén, porque se sacrificaban a miles y miles de ovejas. Luego las asaban,
se las comían y de esa manera recordaban su salida de Egipto cuando eran
esclavos. Cuando estaban de esclavos en Egipto, el Señor les dijo que sacrificaran
un cordero por familia, que pusieran la sangre en los dinteles y en los portales y así
el ángel de la muerte no entraría a su familia. 2). También se criaron para la
producción de lana. Todos hoy consumimos lana para nuestros suéteres, para los
ponchos, para tejidos, etc. Las ovejas producen lana y cada ciclo hay que
esquilmarlas, para evitar que vayan al río, se mojen y ahoguen al caerse en el agua
por el exceso de peso. En la parábola del sembrador dice: “Y la semilla que cayó
entre cardos y espinas es la de aquellos que después son ahogados por las
riquezas y los afanes de este mundo”.
A veces la mucha lana nos ahoga. Es una lástima cuando la gente en medio de la
abundancia y la prosperidad ahoga la semilla de vida y de fe que Dios ha puesto en
sus corazones. Es importante que nosotros como ovejas le demos una buena parte
de nuestra lana, si no toda, al Señor. Si usted se siente algo sofocado, métase la
mano en la billetera, sáquela y déle la lana al Señor, déle la lana a su esposa, déle
la lana a sus hijos, déle la lana a su mamá. Es importante que seamos fieles
diezmadores. Hay que darle al Señor, porque es dueño de todo y nos pide lo menos,
el diezmo. Nuestro Señor nos dará seguridad en los momentos de aflicción, poder
para servir y un hogar en la eternidad.
Nuestro Pastor nos hace descansar y nos da refrigerio

El versículo 2 dice: En verdes pastos me hace descansar.  Junto a tranquilas aguas


me conduce. Deben tomar agua en aguas tranquilos porque si no se empapan y se
van al río y se ahogan. Aunque pudo parecer raro el verbo traducido “me hace
descansar” viene dentro de su significado la idea de fuerza. Yo me he encontrado
con personas que han estado enfermas y les pregunto el por qué y me responden
que no han tomado vacaciones en mucho tiempo, que han trabajado en exceso. Por
eso es importante descansar, hay que trabajar pero también hay que descansar, hay
que sentarse. Lea el Salmo 23, medite, ore, duerma bien. No se quede por largo
rato viendo la tele, porque ver televisión a la hora de dormir no es descanso o
internet porque es la misma cosa. Todos tienen que dormir temprano, para tener
vigor al día siguiente. Los niños tienen que dormir más que los viejos. Los viejos
también tenemos que dormir cuando menos 7 horas, porque si no arrastramos los
pies. Cuando usted come bien, se ejercita, está bien. Pero si usted no come bien,
usted está muy mal
Usted como pastor de sus hijos tiene que ver que descansen, coman bien, se
conduzcan bien.  Venir a la casa del Señor es bendición, porque aquí nosotros
descansamos. Me han  contado muchas personas que a veces vienen cansadas y
cuando salen se van tranquilas. El Señor nos hace descansar, el buen pastor obliga
a sus ovejas a descansar en ciertos momentos para que ellas puedan recibir
descanso y refrigerio.
Leí hace muchos años el libro “La  Psiquiatría de Dios” escrito por Charles Allen.
Uno de los capítulos habla del Salmo 23 y el autor dice que en una ocasión tuvo que
darle consejería a un hombre muy nervioso, muy preocupado y enfermo, que había
logrado el éxito material, pero por alguna razón no había encontrado la paz interior y
la felicidad. Redujo su consejería a esto, le dijo a este exitoso hombre de  negocios,
pero estresado como la mayoría: “Le voy a recitar el Salmo 23, Y de receta, cuando
se levante a primera hora, lo lea, después del desayuno, después del almuerzo,
después de la cena,  y antes de acostarse léalo otra vez, por siete días. Me va a
contar si encuentra paz y sosiego en su corazón. La verdad es que  El Señor es el
que nos hace descansar y por eso nos receta el salmo 23.
El Señor es mi pastor: Me guía por sendas de justicia. ¿Por qué? Porque nuestro
Señor es un líder competente. Es un Dios de integridad en quien se puede confiar.
Hablaba esta semana con un asesor financiero y le decía: ahora ya no se sabe
donde poner la plata como consecuencia de los problemas que ahora dan los
bancos, pero en Dios sí podemos confiar, porque es justo, es íntegro. No vacile que
cuando usted venga y ponga sus diezmos y ofrendas, sepa que Él es íntegro.
Además es compasivo, nos entiende tanto, porque el fue a la cruz en nuestro lugar.
Jesús murió por nosotros y todos sus propósitos para nosotros, en el presente son
siempre propósitos de amor, el Señor nos ama. Nuestro Pastor es un líder 
constante. No está hoy con nosotros y mañana se fue. Debemos perseverar, ser
constantes. La constancia y la perseverancia son claves para el éxito en la vida, en
todos los aspectos. Y eso es nuestro Señor. Está con nosotros en todo momento,
bajo cualquier circunstancia. Está con nosotros cuando somos solteros, cuando
estamos casados, cuando somos divorciados. Cuando somos viudos, cuando
estamos solos, está con nosotros porque es un Dios constante. Está con nosotros
cuando estamos empleados y cuando no tenemos trabajo, cuando somos jóvenes,
cuando estamos viejos, cuando estamos flacos y cuando estamos gordos. El Señor
está con nosotros.
El Señor es mi Pastor porque está conmigo en todo momento y eso nos permite
tener un equilibrio y confianza en este mundo caótico, en el cual vivimos. Nuestro
Pastor nos guía porel valle de desesperanza y peligro. Y vaya si en esta época no
hay peligro y desesperanza. Cuando se habla del valle de sombra y de muerte el
salmista nos está hablando de la muerte como tal. Y dice: y aún si voy por valles
tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me
reconforta. Aquí se habla de una experiencia de vivir abundantemente cuando el
presente y el futuro parecen inciertos, y cuando el temor podría capturar el alma de
un creyente, no hay momentos tan difíciles como cuando a usted le dicen: “Lo
tenemos que operar ya. Usted empieza a sentir angustia, temor, incertidumbre.

El Señor nos da aliento


 
En el valle de sombra y de muerte, a veces nos toca caminar en él, pero el Señor
nuestro Pastor nos da aliento, esperanza y nos ayuda. El temor frecuentemente
pone más cerca de las ovejas del pastor y en lugar de correr al peligro por el terror,
debemos ser sabios y correr hacia el Pastor con nuestros temores y ansiedades.
Cuando usted esté ansioso y temeroso corra, doble sus rodillas en la cama o
enciérrese en su baño y hable con el Señor y dígale: “Señor, aquí estoy temeroso,
ansioso, ayúdame”. Los pastores de ovejas saben que las ovejas en el transcurso
del día una a una se le van acercando, porque quieren recibir un cariñito personal. Y
el pastor ahí va atendiendo una a una, las va saludando, las va acariciando, les va
hablando. Les pone nombre a cada una de sus ovejitas y ahí están recibiendo el
cariño del Pastor.
Nuestro Señor tiene millones de ovejas, pero tiene tiempo para usted.  Y si usted se
siente solo y ansioso, temeroso, acérquese al Señor, está esperándolo, búsquelo
para que le dé ese cariño, corra hacia Él.  Usted va a anotar en este  Salmo que nos
guía, al final, a un hermoso hogar. Dice el Salmo: Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza;  has llenado mi
copa a rebosar. La bondad y el amor me seguirán  todos los días de mi vida;  y en
la casa del Señor  habitaré para siempre. Todos queremos vivir la eternidad con el
Señor. Esa es la promesa: habitar en la casa del Señor para siempre.
Note esta relación muy bonita: Es Pastor, en el versículo 1, se convierte en el
anfitrión en el versículo 5, porque dice que nos sirve banquete, de pastor a anfitrión,
ahí nos prepara banquete. Ahora es bonito cuando usted prepara un banquete, pero
a veces es más bonito cuando se lo preparan a usted. Usted primero es oveja y
luego llega a ser invitado. Aquí en la tierra usted es oveja del Señor, pero cuando
usted llegue a la casa del Señor usted va a ser invitado de honor, usted va a recibir
recompensas, usted va a recibir atenciones especiales y los invitados además se
convierten en los hijos. En el versículo 6 dice: La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi ida y en la casa del Señor habitaré para siempre. Jesús
prometió a sus discípulos que prepararía un lugar para ellos y que regresaría
nuevamente. Juan 14:1-3 dice: »No se angustien. Confíen en Dios, y confíen
también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya
se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo
preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo
esté. Cristo viene otra vez, viene por usted, porque usted es un hijo de Dios, usted
es oveja de su rebaño. Hay una gran diferencia entre decir el Señor es un buen
pastor, podemos decir el Señor es el buen pastor, pero lo que debemos decir es el
Señor es mi pastor. Sí usted todavía no puede decir con propiedad el Señor es mi
pastor, yo quiero animarle que hoy usted sea parte del rebaño, de la familia de Dios
← ANUNCIAN FIN DE LA SECTA 666 EN LA CAPITAL

ANALISIS BIBLICO DEL CONCEPTO DE “SER PASTOR” -3- →

ANALISIS BIBLICO DEL CONCEPTO DE “SER PASTOR” -2-


Publicado el julio 2, 2012por unidoscontralaapostasia

EL PASTOR Y EL REBAÑO
Mario  E. Fumero
El análisis de lo que es ser un pastor natural (aquel que tiene un hato de ovejas y las apacienta) nos
revela la realidad de lo que debe de ser un pastor espiritual de una iglesia dentro de la mente del
Señor, y por lo tanto, analicemos primero el aspecto natural.
LOS PASTORES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
En los países del medio oriente, principalmente en el territorio de palestina muchos campesinos se
dedican al pastoreo de ovejas. En la Biblia vemos como los grandes héroes de la fe fueron pastores.
Tenemos el ejemplo de Abraham, cuando por un conflicto de intereses debido al pastoreo le pidió a
Lot que se separara (Génesis 13:7). Después vemos como Moisés, cuando huyo de Egipto, se dedico
por muchos años al pastoreo de ovejas de Jetro, su suegro (Éxodo 3:1). De igual forma lo hizo David
cuando era pequeño, pues pastoreo las ovejas de su padre (1 Samuel 16:11). En el caso de Moisés, el
ser pastor le ayudo a aprender la paciencia, y en el caso de David, aprendió a adorar a Dios y a
defender el rebaño practicando la puntería con su onda.
El pastor es aquel que vive entregado a un rebaño que está vinculado a sí mismo o a su familia. Las
ovejas no pueden vivir encerradas en un corral, como los cerdos. Para ser saludables y evitar que se
atrofien sus músculos, las ovejas deben vivir sueltas, y aprender a moverse sin restricciones pero
bajo cuidado, porque son animales muy indefensos. Por otro lado necesitan alimentarse con pastos
verdes, por lo que en terreno áridos, como los de Palestina, se requiere que el pastor las lleve de un
sitio para otro en busca de pastos y agua fresca. El trabajo del pastor es de 24 horas, porque además
de buscar pastos y agua, debe protegerlas de los animales carnívoros y salvaje que abundan en estos
lugares, como son el lobo, el león, el oso y los coyores, dependiendo del lugar en donde radique el
pastor. Es ahí de donde Jesús afirma: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las
ovejas” Juan 10:11.
Cuando David argumento el porqué no le tenias miedo al gigante Goliat dijo: “David respondió a
Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba
algún cordero de la manada,salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba
contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.Fuese león, fuese oso, tu siervo
lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del
Dios viviente.Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del
oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté
contigo” 1 Samuel 17:34-37. Este pasaje revela la entrega y el sacrificio del pastor a su trabajo,
porque el rebaño, o es suyo, o de su padre, y lo cuida con espero y dedicación absoluta, las 24
horas,  sin importarle los riesgos que envuelta tal trabajo.
EL TRABAJO DE UN PASTOR ES VOCACIONAL
En el mundo de las iglesias evangélicas se le llama “pastor” al que dirige una congregación, lo que
anula un esquema jerárquico típico de la Iglesia católica[1].
En el mundo del pastoreo, la entrega al mismo, además de ser una vocación, es un asunto de
familia. Es ahí en donde el pastor produce pastores, mientras que las ovejas producen ovejas, pero
de este principio de multiplicación hablaremos en otro capítulo. De manera que por regla general, y
por ser tan dura la tarea del pastorado, los pastores se sienten parte del rebaño, huelen a oveja, y
estas le conocen muy bien, pues a través del tiempo, se forma una profunda relación. Al referirse al
pastor espiritual Jesús afirmó: “A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca” Juan 10:3. “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías
me conocen” Juan 10:14. Esta enseñanza revela que el pastorado es una intima relación entre el
pastor y sus ovejas.
En una entrevista realizada por Wolfgang Streich al Dr. Alfred Neufeld este le interrogo sobre el
principio del pastor espiritual. Su pregunte fue: “¿Puede explicarnos qué involucra bíblicamente el
término Pastor? Respuesta; La idea del pastor viene de la tradición pastoral de Israel. La cría de
animales, especialmente ovejas, su alimentación y cuidado, su protección y corrección, servían de
ejemplo para el cuidado espiritual del pueblo de Dios. Dios mismo es identificado muchas veces
como el Buen Pastor, tal como lo expresa el Salmo 23. Jesús se identifica como el Buen Pastor
que da su vida por sus ovejas, que logra ovejas obedientes, que prestan atención a su voz y lo
siguen, y quien protege a sus ovejas de modo que nadie las arrebatará de su mano. Los pastores
de hoy haremos bien en tomar en cuenta el carácter pastoral de Dios y la vida pastoral de Jesús
como modelo profesional”[2]
EL PELIGRO DEL ASALARIADO
 Dentro del pastoreo no se acostumbra a contratar a personas para hacer este trabajo, siempre se
sustituye al pastor por otro de la misma familia. Es por ello que Jesús afirma“Mas el asalariado, y
que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y
el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le
importan las ovejas”  Juan 10:12-13. El término “asalariado” establece la contratación de una
persona para hacer un trabajo por una paga, lo que descarta dos cosas:
1º- Que no tenía vocación de pastor.
2º- Que lo que hacía, lo hacía por interés, razón por lo cual, no estaría dispuesto al sacrificio, así
que en momentos de peligros escaparía, porque no amaba ni su trabajo, ni al rebaño.
Si llevamos estos hechos naturales a la realidad espiritual del pastorado de vidas en una
congregación, sacaríamos las siguientes conclusiones:
1. 1.     El pastor debe estar dispuesto al sacrificio para llevar al rebaño por lugares seguros,
proveyendo los alimentos necesario para la salud de sus ovejas, y debe dejarlas libre, para que se
desarrollen sanamente, no abusando de la autoridad, ni encerrándola en un establo, esclavizándolas.
2. 2.     El pastor debe estar dispuesto a servir y cuidar el rebaño las 24 horas y no debe delegarle su
rebaño a nadie que no sea de su misma familia.
3. 3.     El pastor debe estar y vivir en medio del rebaño todo el tiempo, para protegerles de los
peligros existentes. Estos peligros se representan como la levaduras o falsas enseñanzas que
contaminan la vida de las personas (Mateo 16:6, Gálatas 5:9), y del ataque del león rugiente, que
simboliza a Satanás (1 Pedro 5:8), o de los pastores vestidos de lobo.
4. 4.     El pastor, aunque dependa de las ovejas para su manutención, no debe obrar como
asalariado. No se debe pastorear una iglesia como que fuese una empresa.
5. 5.     El pastor de una iglesia debe amar su ministerio a tal grado, que esté dispuesto a dar su vida
por el rebaño.
¿QUIEN ELIGE A QUIEN?
En un rebaño de ovejas, el pastor forma su hato, y las ovejas simplemente le siguen. No son las
ovejas la que escogen su pastor, sino es el pastor el que cría y forma el rebaño. Sin embargo al
aplicar este concepto a la iglesia de hoy nos encontramos que son las ovejas la que buscan al pastor,
y lo contratan de acuerdo a una serie de condiciones previa en su elección. Es por ello que los
pastores de hoy no sienten carga por el rebaño, porque a la larga, no ha sido fruto de su trabajo, ni
está vinculado a su familia. ES por ello que los pastores modernos a la hora de tomar una iglesia lo
que más miran son sus derechos salariales, y no las necesidades del rebaño. Por otro lado, el rebaño
recibe al pastor como un empleado y muchas veces son las ovejas la que gobiernan y guían  al
pastor, según sus costumbres.
Esta forma de “pastores profesional” ha originado que algunos ministros abandonen su grey
cuando reciben una mejor oferta de trabajo pastoral en otra congregación, lo que convierte la visión
espiritual en un objetivo mercantil. Otras veces el pastor que recibe un rebaño que está viciado, es
maltratado y abusado por unas ovejas que mas que ovejas, son cabritos, por lo que el ministro
decide abandonarlas, y dejarlas a la deriva. Esto es por el fenómeno de la carencia de un principio
de discipulado y de paternidad espiritual en donde el pastor produzca entre su rebaño ganado por
el pastores.
Capacitado para orientar
Por Jay E. Adams

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