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LA PROSPERIDAD QUE DA DIOS

La paz, la prosperidad, y la fuerza moral, son las bendiciones más


grandes que puede tener una nación. Durante el periodo de los jueces,
Israel raras veces tuvo alguna de esas tres bendiciones. La carencia de
fuerza moral condujo a la ausencia de paz y de prosperidad. Durante
los reinados de David y de Salomón, Israel gozó de una paz y de una
prosperidad que excedió a todo lo que habían experimentado hasta
entonces.
LA PROSPERIDAD EN NUESTROS
HIJOS.
Salmos 144: 12 “ Sean nuestros hijos como plantas crecidas
en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas cual
la de un palacio ”.

Los hijos que tienen esa fuerza son como plantas bien
nutridas y como pilares firmes, ya que serán un gozo y una
bendición para sus padres y para la sociedad en la que se
desarrollan. Por eso el Salmista David menciona en Salmos
1:3 que los que meditan en su ley es decir nuestros hijos
“Serán como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que
da su fruto a su tiempo, y todo lo que hace prosperará”.
“ Algunos padres son descuidados, y permiten que sus hijos se críen
con muy poca restricción. Pero tienen una gran obra que hacer para
corregirlos, prepararlos, llevarlos a Dios y pedir su bendición sobre ellos.
Por los esfuerzos fieles e incansables de los padres, y la bendición y
gracia concedida a los hijos en respuesta a las oraciones de los padres,
será quebrantado el poder de los ángeles malignos, y se derramará
sobre los hijos una influencia santificadora. Así serán rechazadas las
potestades de las tinieblas. (Consejo sobre Mayordomía Cristiana p.
112)
“ Los padres tendrán, éxito si proceden con paciencia y
amor, esforzándose de veras para ayudar a sus hijos a
que alcancen la norma más elevada de pureza y recato.
En su obra los padres necesitan mostrar paciencia y fe
para que puedan presentar a sus hijos delante de Dios,
labrados a la manera de un palacio”. (Hogar Cristiano,
pág 186,187).
LA PROSPERIDA EN LOS BIENES
MATERIALES.
Salmos 144:13,14 “nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano, nuestros
ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; ver
14, nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; no tengamos asalto, ni que hacer
salida, ni grito de alarma en nuestras plazas”.

¡Qué grandes bendiciones y prosperidad quiere darnos el Señor!, por eso vale la pena
ser fieles, porque no solo quiere que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su
juventud sino tambien quiere que nuestros ganados, nuestro campos, nuestros
hortalizas, nuestros bueyes sean fuertes para el trabajo, nuestras jaulas de pescado
sean prosperos. ¡Gloria a nuestro Dios!
Con tal razón el profeta Malaquias no se equivoca cuando nos dice que si nosotros
somos fieles, el Señor no solo abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendicones
hasta que sobreabunde sino que: Malaquias 3:11 dice “ Reprenderé tambien por
vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo
será estéril, dice Jehová de los ejércitos”.

El apóstol amado Juan dice 3 Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en
todas las cosas…”, aquí el apóstol le dice al hermano Gayo que lo que el deseaba era
su prosperidad en todo, tanto en lo material, intelectual y espiritual, es decir, la
prosperidad que Dios quiere darnos en todos los aspectos de la vida.
LA PROSPERIDAD EN LA VIDA ESPIRITUAL.
La prosperidad espiritual la obtenemos a través del estudio de la palabra de Dios, la
oración que es la fuerza del cristiano, la testificacion, el compartir con otros la
esperanza de la segunda venida de Cristo y el servicio que le damos al Señor a
través de su iglesia.
“Nada despierta el celo abnegado ni ensancha y fortalece el carácter tanto como el
trabajar por otros. Muchos de los que profesan ser cristianos piensan sólo en sí
mismos al buscar relaciones en la iglesia. Quieren gozar del compañerismo
eclesiástico y los cuidados del pastor. Se hacen miembros de iglesias grandes y
prósperas y se contentan con hacer muy poco por los demás. Así se privan de las
bendiciones más preciosas. (es decir la prosperidad en la vida espiritual) ( Ministerio
de Curación pág.110)
Obstáculos en la prosperidad espiritual:
Adorar lo creado y no al Creador:

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la


obra de sus manos” (Salmos 19.1). Pablo escribe en Romanos
1:20 “ Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace
claramente visible desde la creción del mundo y se puede
discernir por medio de las cosas hechas”.
La presencia de Dios es evidente en la naturaleza que nos
rodea. No obstante, aun cuando contemplamos a Dios en la
naturaleza, existe el peligro de adorar lo creado y no al
Creador, alejandonos de Dios y cayendo en la idolatría.
Estar demasiado ocupado:

Esto es algo dramáticamente común entre los cristianos. ¿Cuántas veces hemos dicho,
“¡si tan sólo tuviera tiempo!?” ¿Cuántas veces lo ha dicho usted? Esta frase se ha
convertido en nuestra excusa recurrente para no tener un momento devocional y
personal con el Señor. No solo ha hemos convertido en la principal excusa, sino que la
usamos como sí se tratara de una excusa legítima.
Vivir con pecados no resueltos:

No podemos prosperar en la vida espiritual si continuamos viviendo en pecado. A la


mujer pecadora Jesús le dijo “ Ni yo te condeno, vete y no peques mas” (Juan 8:11) y
1Juan 5:18 dice “Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado”.

El apóstol Pablo nos dice en hebreos 12:1 leer texto“Por tanto, nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo
peso y del pecado que nos asedia… Aquí nos invita a no vivir en pecado porque
aunque Dios ama al pecador pero aborrece el pecado.
CONCLUSION.

Apreciados hermanos, hemos visto a través de este mensaje el


deseo de Dios de que nuestra vida sea una vida próspera, tanto
en la vida de los hijos, los bienes materiales y sobre todo en la
prosperidad espirtual, pero todo dependerá de cada uno de
nosotros, si permitimos que el Señor nos tome cada día, y nos
pueda ir amoldando a su semejanza, ¿Cuántos deseamos que la
prosperidad de nuestro Dios sea una realidad en nuestras vidad?

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