Está en la página 1de 2

El secreto de ser restaurado

El rey se pone en pie y ante su corte, voz en cuello pronuncia: SOLO SE


RESTAURA LO QUE TIENE VALOR, un cortesano levanta su mano para ser
autorizado para hablar, el rey fijando su vista en él le da el visto bueno, este
pronuncia: MI REY, SOLO SE RESTAURA LO QUE SE AMA.

La restauración es un ejercicio netamente espiritual, ya que se trata de conducir


nuevamente a una persona a la manera como Dios la ve a ella, y esto solo se
obtiene a través de Su Gracia. Dios tiene una manera de ver las cosas muy
diferente a la nuestra, pues mira a las personas que, en su momento ya son para
nosotros casos perdidos, como una perfecta oportunidad de glorificarse e impactar
las vidas que le rodean.

La restauración es un viaje que muchos inician pero pocos terminan ya que en su


sendero nos vamos a ver enfrentados con nosotros mismos y con esos deseos
que no están ayudándonos sino por el contrario que marcan u afean nuestra
relación con Dios.

Para que una persona pueda ser restaurada, necesita entender que hace parte de
un plan diseñado por Dios, donde el invirtió tiempo especial y puso toda Su
creatividad, para que cada uno de nosotros pudiera existir sin que nos faltara
absolutamente nada.

Para que el proceso de restauración sea completo se necesita la Gracia de Dios,


pues ésta es el favor de Dios, tomando el lugar por nosotros y hace que nos ame
desmedidamente aún sin merecerlo; entonces, en ese poder de Su amor, ÉL nos
perdona y nos limpia restaurando nuestra imagen y propósito.

el proceso de restauración es diferente en cada persona, para unos será un


tiempo corto, en otros será más largo, esto es debido a la capacidad que tiene la
persona de sincerarse y recapacitar sobre el camino que está transitando.

Para este viaje debemos tener en cuenta:

Toma el camino que Dios te dice, no te extravíes ni a derecha ni a izquierda.

Recuerda el amor de Dios está para ti a cada momento para alentarte.

Tu equipaje debe ser ligero, ya que seguramente habrá terrero escarpado y muy
empinado te pesara mucho suelta la carga que te impida seguir.
La verdad nos hará libres: la sinceridad es la mejor manera para salir y afrontar
nuestro desafío.

El fruto de la restauración es la sanidad de nuestra alma, nos conducirá a


delicados pastos, a aguas de reposo, por sendas de justicia. Puesto que es Dios
quien nos hizo, sólo él puede restaurarnos, porque sólo él sabe lo que realmente
necesitamos para restaurar nuestras almas.

Él nos ha provisto tres fuentes de aliento y fortaleza.

Primero, él nos ha dado su palabra para guiarnos, alentarnos y nutrirnos


espiritualmente. Necesitamos pasar tiempo leyéndola, escucharla cuando se
predica (Romanos 10:17), y sobre todo obedecerla (Salmo 119:2; Proverbios 3:1-
2; Santiago 1:25).

La Palabra del Señor genera vida, es cortante (como el bisturí de un cirujano que
corta las malformaciones del pecado), restaura la estructura integral de la persona
(espíritu, alma y cuerpo), y expone las malas intenciones y motivos incorrectos del
corazón.

En segundo lugar, Dios también nos ha dado el privilegio y el poder de la oración


(Mateo 7:7-11; Marcos 11:24-25; Juan 15:7; Hebreos 4:16; 1 Juan 5:14). Debemos
llevar nuestros problemas, nuestro desánimo y nuestro cansancio a Dios en
oración, sabiendo que él nos ama y cuida de nosotros (1 Pedro 5:6-7).

En tercer lugar, él nos ha dado otros cristianos para animarnos y apoyarnos


(Eclesiastés 4:9-19; Efesios 4:29; Hebreos 3:13). Es importante ser parte de una
iglesia sana y equilibrada, y además adorar y tener comunión regularmente con
otros creyentes (Hebreos 10:23-25). Los cristianos que han pasado por las luchas
similares pueden ser una gran fuente de aliento y de ayuda a medida que
atravesamos tiempos difíciles (2 Corintios 1:3-4).

PARA DIOS TIENES MUCHO VALOR Y LO MEJOR TE AMA TANTO QUE ESTA
DISPUESTO A RESTAURAR TU VIDA, DALE ESA OPORTUNIDAD.

También podría gustarte