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El Renuevo de Dios

1. Introducción (Isaías 44:1-8)

La definición de Renuevo significa: vástago que echan el árbol o la planta


luego de ser cortado o podado. Para un cristiano, renuevo significa una nueva vida, una
nueva primavera espiritual, un cambio de temporada, entrar en un nuevo nivel de
crecimiento espiritual.

Todo renuevo debe comenzar por un proceso disruptivo, generalmente comienza


por un proceso de sequía, aridez, escasez, enfermedad

Por ejemplo, una planta cuando no está dando frutos el jardinero toma la
decisión de podar sus ramas o de cortar sus ramas si están secas; una vez que realiza
este proceso de poda espera un tiempo para comenzar a ver el brote de los renuevos de
la planta.

Isaías 44:3 “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra
árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos”
2. Aplicación Cristiana de Renuevo

Así como a lo largo del año la naturaleza vive diferentes ciclos, así también el
cristiano debe aprender a reconocer los tiempos divinos sobre su vida. Hay un tiempo
especial en la vida de todo hijo de Dios en el que la tierra está lista para dar su fruto. Las
ramas secas han sido cortadas y echadas al fuego; y las ramas que han sido podadas,
están listas para dar sus nuevos brotes, para crecer y extenderse y dar frutos. Es
necesario que sepamos los tiempos y lo necesario de estos procesos porque es la forma
en que Dios nos hace crecer y pasar a nuevos niveles espirituales.

Aquellos que no logran entender lo necesario que es este proceso o discernir este
tiempo en su vida y lo dejan pasar, sufren las consecuencias del estancamiento
espiritual. (Juan 15:1-8)

3. Dios Nos pasa Por Procesos.

Aquí les voy a decir algo que posiblemente a muchos no les va a gustar, pero
que es una realidad en la vida del cristiano, y es que Dios siempre nos va a procesar en
el desierto. Todos nosotros siempre experimentaremos un tiempo de sequía por varias
razones que les hablaré más adelante.

Como dice en Oseas 2:14 la Palabra de Dios: “Pero he aquí que yo la atraeré y
la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”, este texto es la evidencia bíblica de que
Dios siempre nos llevará al desierto.

Todo viene por un plan divino, la Biblia

Esto se evidencia con diferentes síntomas: apatía, falta de hambre y deseo por las cosas
de Dios, insensibilidad a la presencia del Espíritu Santo, insensibilidad frente al dolor
ajeno, la vida se vuelve rutinaria, se pierde el gozo, la persona se vuelve crítica.
La Biblia dice: (Colosenses 3:10). “y revestido del nuevo, el cual conforme a la
imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”

¿Qué significa "revestido del nuevo"? Significa que nuestra conducta debería estar
acorde con nuestra fe. Si nosotros somos cristianos deberíamos actuar en forma
coherente. Ser cristiano es más que hacer buenas decisiones y tener buenas intenciones,
significa tomar el camino correcto. Este es un paso sencillo, tan simple como ponerse
nuestra ropa.

El cristiano está en un programa de educación continua. Cuanto más conocemos de


Cristo y de su obra, mayor será el cambio en nuestras vidas para ser semejantes a Él. Ya
que este proceso es de por vida, nunca deberíamos dejar de aprender y obedecer. No hay
justificación para quedarse atrás, sino más bien, una motivación para enriquecernos al
crecer en El. Esto requiere práctica, revisión, paciencia y concentración para
mantenernos en concordancia con su voluntad.

Cristo es nuestro renuevo. Solamente en Él, y por medio de Él nuestras vidas


pueden ser transformadas.
7 ÁREAS QUE DEBEN SER RENOVADAS

1. EL CORAZÓN: (Ezequiel 36:26-27) dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré


espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra, y
os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que
andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”

Si va a haber un renuevo en nuestra vida, primero debe comenzar por el centro de


nuestro ser, nuestro corazón. Dios nos da un nuevo corazón para seguirlo y pondrá su
Espíritu Santo en el para transformarnos y darnos poder para hacer su voluntad. Por
impura que sea nuestra vida en este momento, Dios te ofrece un nuevo comienzo. Puede
hacer que nuestros pecados sean borrados, podemos recibir un nuevo corazón para Dios
y tener su Espíritu si aceptamos su promesa. ¿Por qué tratar de remendar nuestra vida
pasada si podemos tener una vida nueva?
2. LA MENTE: (Romanos 12:2) dice: “No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Para que cambie nuestra manera de pensar, primero debemos conocer quién es nuestro
Dios, y cuán grande es su poder. Para Él no hay imposibles, no hay límites. Dios tiene
planes buenos, agradables y perfectos para sus hijos. Él quiere transformarnos en un
pueblo con una mente renovada, vivos para honrarle y obedecerle. Debido a que El solo
quiere lo mejor para nosotros y por haber dado a su Hijo para que tengamos vida nueva,
deberíamos ofrecernos con gozo en sacrificio vivo para su servicio.

Los cristianos tenemos este llamado: "No os conforméis a este siglo". No hemos de
estar conformes con la conducta y costumbres de este mundo, que por lo general son
egocéntricas y a menudo corruptas. Nuestro rechazo a formar parte del mundo, sin
embargo, debe ir más allá del nivel de conducta y costumbres.

Debe estar firmemente arraigado en nuestras mentes: "Transformaos por medio de la


renovación de vuestro entendimiento". Es posible evitar muchas de las costumbres
mundanas sin dejar de ser orgullosos, codiciosos, egoístas, obstinados y arrogantes.
Solo cuando el Espíritu Santo renueva, reeduca y reorienta nuestra mente somos en
verdad transformados

3. LAS FUERZAS: (Isaías 40:29-31) dice: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica


las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se
fatigarán.”

Dios quiere renovar nuestras fuerzas, aumentarlas para que ahora podamos enfrentarnos
aquello que antes no podíamos, y tengamos victoria. Aun la gente más fuerte se cansa
por momentos, pero el poder y la fuerza de Dios nunca disminuyen.
Nunca está demasiado cansado ni ocupado para ayudarnos o escucharnos. Su fuerza es
nuestra fuente de fortaleza. Cuando sientas que todo en la vida te aplasta y no puedas
dar un paso más, recuerda que puedes clamar a Dios para que renueve tus fuerzas.

Esperar en Jehová es saber que su fuerza prometida nos ayuda a levantarnos por encima
de las confusiones y dificultades de la vida. Significa también confiar en Dios. Esto nos
ayuda a estar preparados para cuando Él nos hable. Entonces seremos pacientes cuando
nos pida que esperemos el cumplimiento de las promesas que se encuentran en su
Palabra.

4. LOS VESTIDOS: (Efesios 4:23-24) dice: “y renovaos en el espíritu de vuestra


mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad”.
Los vestidos son nuestra cobertura, nuestra autoridad. Nuestra vida necesita una
renovación. Nuestra vieja manera de vivir, la que teníamos antes de que creyéramos en
Cristo, es cosa del pasado. Debemos dejarla atrás como ropa vieja que necesita
desecharse. Esto es tanto una decisión que hacemos para toda la vida cuando decidimos
aceptar el regalo de salvación que Cristo nos da, como un compromiso consciente
diario.

No andamos por impulsos ni deseos. Debemos ubicarnos en nuestro nuevo papel,


apuntar en la nueva dirección y apropiarnos de la nueva línea de pensamiento que el
Espíritu Santo nos da. Aquello para lo que Dios nos trajo a la Tierra, ese plan que
ningún otro puede llevar a cabo, el propósito por el cual nacimos, recibe ahora una
renovación del Espíritu Santo. Recibe una renovación del favor y el poder de Dios para
éste tiempo.

5. LA UNCIÓN: (Isaías 61:1) dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,
porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a
vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los
presos apertura de cárcel.”
La unción es la capacidad sobrenatural que viene de Dios a la iglesia para
deshacer las obras del diablo. Aquello que al enemigo le tomó años construir para dañar
tu vida o a tus familiares, en un solo día puede ser deshecho por el poder de Dios que
obra en nuestra vida. Cuando Dios te renueva, el respaldo de Dios sobre tu vida también
es renovado, ¡y todo lo que emprendas, prosperará!

6. LA PASIÓN: (1 Corintios 13:1-3) dice: “Si yo hablase lenguas humanas y


angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese
toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si
repartiese todos mis bienes, para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo
para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”

La Pasión es el combustible que alimenta nuestro motor. Sin pasión, por más bueno que
sea el auto, no llegaremos a ningún lado. El amor es clave para hacer la buena voluntad
de Dios. Todos aquellos que quieran tener una relación más íntima con Dios, deben
recibir un renuevo de pasión y amor para llevar a cabo la tarea para la cual fueron
llamados.

7. LA GLORIA DE DIOS: (2 Corintios 3:18) dice: “Por tanto, nosotros todos,


mirando a cara descubierta, como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el espíritu del
Señor.”

La gloria que el Espíritu imparte al creyente es superior, en calidad y duración, a la que


Moisés experimentó. Al contemplar la naturaleza de Dios sin el velo en nuestras
mentes, nos asemejamos a Cristo. En el evangelio vemos la verdad de Cristo y ella
transforma nuestra moral en la medida que la entendemos y la usamos.

Cuando aprendemos de la vida de Cristo podemos entender lo maravilloso que es Dios


y lo que a Él en realidad le agrada. En la medida que nuestro conocimiento se
profundiza, el Espíritu Santo nos ayuda a cambiar. Llegar a ser como Cristo es una
experiencia progresiva.
Cuanto más cerca sigamos a Cristo, más nos asemejaremos a Él. Como cristianos
debemos ser renovados a diario en el conocimiento de la gloria de nuestro Dios. No
podemos vivir de glorias pasadas.

Nuestras experiencias de victoria deben ser diarias y continuas. Cada batalla ganada,
cada territorio conquistado, cada victoria personal que logres por medio de Cristo, es un
renuevo que viene a tu vida, y te transforma de gloria en gloria, a la imagen de nuestro
creador.

Para ser renovados en Cristo Jesús, debes hacer un PACTO con Él. Debes rendir tu vida
a Jesús de manera incondicional. Cuando Jesús sea el Señor y Dios de todas las áreas de
tu vida, experimentarás lo que el Apóstol Pablo escribe en la carta a los Corintios. Serás
transformado de gloria en gloria, conforme a la imagen de Dios.

Octubre 6, 2015

Duele, pero es necesario

Por: David Bisono

Dios corta algo en nuestra vida, no para herirnos, sino para nuestro bien. No obstante, el
cortar implica dolor. De hecho, una de las definiciones de cortar es: “Dividir o separar
la superficie de algo con un instrumento o cosa afilada.”

Cuando Dios nos lleva por un proceso en el que corta algo, la sensación que
experimentamos durante ese tiempo, no suele ser de gozo. Simplemente no sería normal
sentir placer, a no ser que seas masoquista.

Me imagino que les debe pasar igual a las ramas cuando el jardinero las corta. En el
momento, hasta pudiera parecer una clase de castigo, pero el jardinero siempre sabe lo
que le conviene más al árbol. Dios sabe lo que más te conviene. Justo ayer recibí un
correo donde una mujer me decía, “David ora por mí, Dios está cortando algo en mi
vida y duele”.

Es tan importante entender por qué Dios corta. El peligro es creer o llegar a pensar que
Dios te está castigando o que estás pagando el precio por tus errores. Es una manera
errónea de ver a Dios. Bien lo ha dicho una y otra vez el papa Francisco, la iglesia debe
ser un lugar donde abunde el amor, el perdón y la comprensión. Dios no castiga pero si
corta. Nos dice el texto tomado de san Juan que Dios corta para que puedas producir
más.
“Él corta todas mis ramas [a] que no dan fruto. [b] Poda y limpia cada rama que da fruto
para que así produzca más”. (San Juan 15:2)

Te pregunto querido lector y lectora, ¿Qué hay en tu vida en estos momentos que Dios
necesita cortar para que puedas producir lo que todavía no has podido? ¿Cuáles son las
conexiones en tu vida que necesitan ser visitadas y revisadas? ¿Por qué será que nos
cuesta tanto separarnos de lo que nos hace daño? ¿Quién está causando un corto circuito
en tu vida por ser una conexión extraviada?

Dios en su inmenso amor y bondad entiende y sabe que si seguimos conectado a


personas, pensamientos o relaciones tóxicas, jamás llegaremos a producir o alcanzar lo
que Él en su eterna voluntad y amor se ha propuesto para nosotros. Dios está
sumamente interesado en tu vida y quiere lo mejor para ti. Cuando Dios corta, y quiero
que entiendas que Dios siempre corta, lo hace con la intención de prepararnos para el
siguiente nivel de nuestras vidas. ¡Todo lo que Dios hace tiene propósito! ¡Dios tiene un
propósito! El dolor momentáneo no nos deja ver el propósito, pero con el tiempo te
darás cuenta.

Quizás en estos momentos Dios está cortando o te has aferrado a algo que no dará frutos
en tu vida y no quieres que Dios lo corte. ¡Si Dios está cortando, alégrate! ¡Alégrate y
brinca dando gritos de júbilo! Dios quiere darte algo mejor, pero en el proceso habrá
dolor y confusión. No te voy a engañar dando falsas ilusiones, pero te aseguro que tu
llanto se convertirá en baile.

“Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta”.


(Salmo 30:11)

Dios está preparando tu vida para una fiesta, pero no sin antes cortar. Cortar no es
corregir, sino eliminar. Es muy importante que entiendas eso. El peligro es querer que
Dios corrija, pero que no corte. Pídele a Dios hoy que corte y dale la luz verde para que
lo haga. Te aseguro que si lo haces verás la Gloria de Dios en tu vida y te darás cuenta
de que lo que perdiste en el proceso no se compara con lo que lograste obtener. Bien lo
dice la palabra de Dios,

“Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser
comparados con la gloria que nos ha de ser revelada”. (Rom 8:18)

Lo mejor está por llegar, pero antes Dios tendrá que cortar. ¡Créelo!

Permitamos que Dios cure nuestras heridas a través de sus manos sanadoras y
recordemos que Él corta para sanar y mejorar nuestras vidas y las de los demás.

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