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    Concepto de Base segura

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Se van acumulando datos demostrativos de que los seres humanos de todas las edades son
más felices y pueden desarrollar mejor sus capacidades cuando piensan que, tras ellos, hay
una o más personas dignas de confianza que acudirán en su ayuda si surgen dificultades.

La persona en la que se confía, designada también como attachment figure (Bowlby, 1969)
(figura a la que se tiene apego) puede considerarse que proporciona a su compañero una base
segura desde la cual operar.

La necesidad de una figura a quien apegarse, de una segura base personal, no es en modo
alguno exclusiva de los niños

En el cuadro del funcionamiento de la personalidad en vías de desarrollo se establecen dos


conjuntos principales de influencias:

1. El primero se refiere a la presencia o ausencia parcial o total de una figura digna de


confianza capaz de proporcionar la clase de base segura requerida en cada etapa del
ciclo vital, y dispuesta a proporcionarla. Esto corresponde a las influencias externas o
ambientales
2. El segundo conjunto se refiere a la capacidad o incapacidad relativas de un individuo
para reconocer cuando otra persona es digna de confianza y está a demás dispuesta a
proporcionar una base, y luego de reconocer a esta persona, colaborar con ella para
mantener una relación mutua y gratificante.

Las clases de experiencias que una persona tiene, en especial durante su infancia, afectan en
tanto a sus expectativas de hallar o no más adelante una base personal segura, como al grado
de capacidad que posee para iniciar y mantener una relación mutuamente gratificante. A su
vez, la naturaleza de las expectativas que una persona tiene, así como el grado de capacidad
que aporta, desempeñan un importante papel para determinar las clases de personas con las
cuales se asocia.

El funcionamiento sano de la personalidad en cada edad refleja, primeramente, la capacidad


de un individuo para reconocer figuras adecuadas, dispuestas para proporcionarle una base
segura y su capacidad para colaborar con tales figuras.

Muchas formas de funcionamiento alterado de la personalidad reflejan la capacidad anómala


de un individuo para reconocerlas y colaborar con ellas (a tendencia a aferrarse, exigencias
excesivas o demasiado intensas, etc.)

Una persona que actúa de un modo sano puede así cambiar de roles cuando la situación varía.

Muchas de las más intensas emociones humanas surgen durante la formación, el


mantenimiento, la ruptura y la renovación de aquellas relaciones en las que una de las partes
está proporcionando una base segura a la otra, o en las que alternan los respectivos papeles.
Mientras que el mantenimiento imperturbable de tales relaciones es experimentado como una
fuente de seguridad, la amenaza de ruptura o pérdida da lugar a ansiedad y con frecuencia a
ira y la pérdida afectiva, a pesadumbre.
Cabe también atribuir importancia para el desarrollo a experiencias vividas durante toda la
infancia y adolescencia, en lugar de concederla tan sólo a los primeros meses o años de vida.

-        Que influencia tiene en la vida de un individuo


Desde los primeros trabajos de FREUD, un principal dogma del psicoanálisis ha sido que los
fundamentos de la personalidad se establecen durante los primeros años de la infancia, sin
embargo, las opiniones acerca de qué años son los más importantes han diferido. Sin
embargo, se halla confirmada la hipótesis de que una autoconfianza sólidamente
fundamentada se desarrolla de modo paralelo a la confianza en la madre, la cual proporciona
al hijo una base segura a partir de la que explorar el entorno.

Se ha demostrado que personalidades bien adaptadas en adultos muestran un fino equilibrio


entre iniciativa y confianza en sí mismo, por una parte y, por otra, una capacidad tanto para
buscar ayuda, como para hacer uso de la misma cuando la ocasión así lo exige.

En segundo lugar, el examen de su desarrollo muestra que se han criado en familias


estrechamente unidas, con padres que al parecer nunca dejaron de proporcionarles apoyo y
ánimos. En tercer término, si bien aquí existen menos datos demostrativos, la familia en sí ha
formado parte y sigue formándola de una red social estable, dentro de la cual un niño es
bienvenido y puede establecer contactos tanto con adultos, como con compañeros de su
misma edad, a muchos de los cuales conoce desde sus primeros años. Aunque los vínculos con
el hogar puedan atenuarse, jamás se rompen.

En muchas especies animales, como se sabe actualmente, cualquier situación que se haya
convertido en familiar a un individuo se considera como proporcionadora de seguridad,
mientras que cualquier otra situación es contemplada con reserva. El hecho de cuál de estas
dos respuestas se convierta en predominante depende de muchas variables: el grado de
extrañeza de la situación, la presencia o la ausencia de un compañero y si el individuo que
responde es maduro, o inmaduro, se halla fatigado o no, si está sano o bien enfermo.

El alimento desempeña tan sólo un papel marginal en el apego de un niño a su madre


mostrándose dicho comportamiento de apego más intensamente durante el segundo y el
tercer año de vida y persistiendo de modo indefinido con menor intensidad, siendo la función
del comportamiento de apego la de protección. La separación involuntaria y la pérdida son
potencialmente traumáticas durante muchos años de la infancia y adolescencia (dada en
niveles adecuados de intensidad el comportamiento de apego constituye una característica
sana).

Que plantea la teoría con respecto  a la dependencia e independencia.

A partir de la misma creencia tradicional de que el niño se apega a su madre debido a su


dependencia respecto a ella como fuente de sus gratificaciones fisiológicas, surgen · 1os
conceptos y los términos de "dependencia'' e "independencia". Una vez que el niño puede
alimentarse solo, los partidarios de la teoría de la pulsión secundaria afirman que ha de
hacerse independiente. Así pues, en adelante, los signos de dependencia deberán ser
considerados como regresivos. Por tanto, cualquier deseo intenso relativo a la presencia de
una figura a la que apegarse se considerará como expresión de una "necesidad infantil'' que ya
debería haber superado. Se propone desde las nuevas teorías la sustitución de los conceptos
de "dependencia" e "independencia" por los de apego, confianza y autoconfianza.
En primer lugar, la dependencia y la independencia son inevitablemente concebidas como
excluyéndose mutuamente; mientras que, como ya hemos subrayado, la confianza en otros y
en sí mismo, no sólo son compatibles, sino mutuamente complementarias.

En segundo lugar, definir a alguien como "dependiente" supone inevitablemente un cierto


matiz peyorativo, mientras que no sucede así cuando se afirma que alguien -"confía en otra
persona".

En tercer lugar, mientras que el concepto de apego implica siempre estar apegado a alguna (o
a algunas) personas especialmente amadas, el concepto de dependencia no supone tal
relación, sino que tiende a ser anónimo. Lo que en la teoría tradicional es designado como un
"objeto malo" puede redefinirse como un modelo práctico de una figura a la que se está
apegado y a la que son atribuidas características como accesibilidad dudosa o incierta,
mientras que el considerado “objeto bueno” se redefine como aquello digno de confianza qe
puede ayudar si se lo necesita.

Ansiedad de separación
Hay diversas teorías derivadas de la clínica, que intentan explicar la ansiedad de separación,
ya que la mayoría de ellas asumen como virtualmente demostrado que la separación
involuntaria de una figura materna no puede, en sí, provocar ni ansiedad ni miedo y que, por
tanto, ha de haber algún otro peligro que sea previsto y temido.

Se han expuesto múltiples y variadas opiniones acerca de cuál pueda ser este otro peligro. Así
por ejemplo, Freud ( 1926), el primero en considerar a la ansiedad de separación como un
problema clave, señaló que para los seres humanos, la situación de peligro consiste en "una
situación de desvalimiento reconocida, recordada y esperada". Melanie KLEIN ha presentado
teorías derivadas de sus ideas acerca de la ansiedad depresiva y persecutoria, que invoca a un
instinto de muerte y un miedo a la aniquilación. Se ha señalado también el papel
desempeñado por el trauma de nacimiento.

Casi toda teoría acerca del motivo que despierta miedo y ansiedad en los seres humanos ha
partido de la creencia en que el miedo es provocado justificadamente tan sólo en situaciones
que son percibidas como dolorosas o peligrosas en sí mismas. Tal percepción se piensa que
deriva de previas experiencias dolorosas o de alguna conciencia innata acerca de fuerzas
peligrosas internas. Estas creencias se encuentran en la teoría del aprendizaje, en la psiquiatría
tradicional y en el psicoanálisis.

Sin embargo, es un hecho que los seres humanos muestran con frecuencia miedo en multitud
de situaciones corrientes que no parecen inherentemente dolorosas o peligrosas, por lo que
calificar como "infantiles" a miedos de esta clase, como se hace con frecuencia, plantea
multitud de preguntas.

Freud plantea lo siguiente: "Un peligro real es un peligro que amenaza a una persona a partir
de un objeto exterior" Así pues, siempre que la ansiedad esté referida a "un peligro conocido"
puede considerarse como "ansiedad realista", pero siempre que lo esté "a un peligro
desconocido" habría de ser considerada como neurótica".

Por otra parte y ya que todos los niños experimentan dichos miedos, habría que suponer que
todos padecen neurosis. Otro contingente es que es evidente que el hombre no es, la única
especie que manifiesta miedo en situaciones que no son intrínsecamente dolorosas ni
peligrosas (H1NDE, 1970). Animales de muy diversas especies muestran comportamiento de
miedo como respuesta a ruidos intensos u otros cambios súbitos de estimulación, a la
oscuridad y también a desconocidos y a acontecimientos extraños. Mientras que ninguna de
ellas es intrínsecamente peligrosa, cada una es, en cierto grado, potencialmente peligrosa.
Responder con miedo implica reducir riesgos, lo cual es un comportamiento que posee un
valor de supervivencia. La dotación genética de una especie evoluciona de modo que todo
miembro de la misma esté destinado desde el nacimiento a desarrollarse llegando a
comportarse habitualmente de maneras típicas. El hombre no constituye una excepción, y la
función de esta conducta la de protección.

-La separación, no deseada, de un niño respecto de su madre o bien la de un adulto con su


pareja puede considerarse sencillamente como otra situación de la misma índole, ya que
existen multitud de circunstancias en las que el riesgo de peligro es mayor cuando se está solo,
que cuando se tiene un compañero. Esto sucede especialmente durante la infancia. Para las
personas de edad avanzada o enfermas, vivir solas constituye un elevado riesgo.

Así pues, si se reflexiona sobre todo esto, y ya que el hecho de estar solo incrementa los
riesgos, existen buenos motivos para que el hombre haya desarrollado sistemas conductuales
que le lleven a evitarlos, ya que el hecho de responder con miedo, posee un valor de
supervivencia. Las situaciones que no sean familiares, el miedo y la ansiedad se reducen
mucho con la presencia de un compañero que inspire confianza.

La buena disposición de los padres hacia el niño y su capacidad de responderle dan lugar a
que el niño, el adolescente y el adulto joven disponga de unas condiciones en las que se sienta
seguro y de una base a partir de la cual tiene la confianza suficiente en sí mismo como para
explorar el entorno. También contribuyen a explicar cómo, a partir de la adolescencia, otras
figuras fiables pueden llegar a proporcionar lo mismo.

Esto lleva a la conclusión de que la ansiedad debida a una separación forzosa puede ser una
reacción perfectamente normal y sana. Lo que resuIta enigmático es por qué se provoca en
algunas personas con tanta intensidad o, viceversa, en otras con tan poca fuerza. Esto nos
conduce a cuestiones de etiología y psicopatología

Un constante apoyo por parte de los padres, combinado con estimulación de la autonomía del
niño y respecto a la misma proporciona las condiciones dentro de las cuales el niño puede
desarrollarse mejor. También ayuda a explicar por qué, una experiencia de separación,
pérdida, o las amenazas de éstas, en especial cuando su utilizadas por los padres como
sanciones por mal comportamiento, pueden socavar la confianza de un niño tanto en los
demás como en sí mismo y conducir así a algún tipo de desviación respecto al desarrollo
Podemos concluir que una autoconfianza bien fundamentada es, por lo general, producto de
un lento y libre crecimiento desde la infancia a la madurez, durante el cual y a través de una
interacción con otras personas dignas de confianza y animadoras, una persona aprende cómo
combinar la confianza en los demás con la confianza en sí mismo.

    -        Aportes para la intervención


Teoría del apego: Es un modo de concebir la propensión que muestran los seres humanos a
establecer sólidos vínculos afectivos con otras personas determinadas y explicar las múltiples
formas de trastorno emocional y de alteraciones de la personalidad que ocasionaría la
separación involuntaria y la pérdida de seres queridos. Los partidarios de la teoría del apego
argumentan que muchas formas de trastornos psiquiátricos pueden atribuirse bien a
desviaciones del desarrollo del comportamiento dé apego o bien, más raramente, al fracaso de
este desarrollo

Como cuerpo de teoría se ocupa de los mismos fenómenos que hasta ahora habían sido
tratados como "necesidad de dependencia" o de "relaciones objetales" aunque incorpora
mucho pensamiento psicoanalítico adopta principios que derivan de las disciplinas
relativamente nuevas como la etiología y la teoría del control.

Si queremos ayudar terapéuticamente a un paciente de este tipo es necesario que le


permitamos considerar en detalle cómo su actual modo de tratar con personas que tienen
importancia emocional para él puede estar influido y quizá seriamente alterado por las
experiencias que tuvo con sus padres durante los años de su niñez y adolescencia, algunas de
las cuales pueden quizá continuar latentes.

Esto implica que revise dichas experiencias del modo más sincero que pueda, revisión en la
que el psicoterapeuta no puede ayudar o impedir.

Hasta mediados de los 50 suponía que los vínculos entre individuos se desarrollan debido a
que un sujeto descubre que para reducir ciertos impulsos primarios (alimentación y sexo) y
secundarios (“dependencia” y otras relaciones). LORENZ luego determino mediante un
experimento basado en aves que había hallado fuertes vínculos con una figura materna, que se
desarrollan durante los primeros días de la vida, sin referencia alguna a alimento y debido
sencillamente a que la cría se hallaba expuesta a la fi!=lura en cuestión y se familiarizaba con
ella.

El comportamiento de apego es concebido como toda forma de conducta que consiste en que
un individuo consigue o mantiene proximidad a otra persona considerada como más
fuerte/sabia. Es especialmente evidente en la infancia temprana, considerado como un
comportamiento propio del ser humano desde la cuna hasta la muerte. El mismo incluye:
Llanto y llamada al cuidado, seguimiento, adhesión, y protesta al quedarse solo con extraños

Con la edad disminuye continuamente la intensidad con la que se manifiesta este


comportamiento, pero sigue siendo parte de la dotación del hombre, pero como se demuestra
depende en parte, de su edad, sexo y circunstancias presentes y, en parte también, de sus
experiencias en etapas anteriores de su vida, con figuras a las que tenía apego.

En contraste del mismo con la dependencia, se encuentran los siguientes rasgos:

a) Especificidad: El comportamiento de apego está dirigido hacia uno o algunos y


determinados individuos, por lo general con un claro orden de preferencia.

b) Duración: Un apego persiste habitualmente en una gran parte del ciclo vital. Si bien durante
la adolescencia los primitivos apegos pueden atenuarse y ser suplementados por otros nuevos,
siendo en algunos casos sustituidos por ellos; dichos apegos primitivos no son abandonados
fácilmente y, por lo general, persisten.

c) Intervención de emociones: Muchas de las más intensas emociones surgen durante la


formación, el mantenimiento, la ruptura y la renovación de las relaciones de apego.

d) Ontogenia: En gran parte de los lactantes humanos, el comportamiento de apego a una


figura preferida se desarrolla durante los primeros nueve meses de vida. Cuanta más
experiencia de interacción social tenga un lactante con una determinada persona, tanto más
probable es que se apegue a ella.
e) Aprendizaje: aprender a distinguir lo familiar, de lo extraño.

f) Organización: El comportamiento de apego inicial se establece de un modo bastante sencillo


a base de respuestas organizadas.

g) Función biológica: El comportamiento de apego tiene lugar en las crías de casi todas las
especies de mamíferos y en cierto número de ellos continúa durante la vida adulta

Así por ejemplo, la dependencia no se halla relacionada específicamente con el


mantenimiento de proximidad, no está dirigida a un individuo específico, no implica un vínculo
duradero, ni va necesariamente asociado a un sentimiento intenso. No se le atribuye ninguna
función biológica. Por otra parte, en el concepto de dependencia existen implicaciones de
valor que son exactamente opuestos a las que conlleva el concepto de apego.

Míentras que calificar a una persona de mantener dependencia respecto a otra parece
suponer algo peyorativo, describirla como que tiene o siente apego por alguien puede implicar
un juicio positivo. Por el contrario, no es juzgada muy favorablemente una persona a la que se
considera como "despegada" afectivamente.

En lo hasta ahora expuesto hemos mencionado dos patrones de comportamiento distintos del
apego: los de exploración y de impartir cuidados.

Existe una intensa relación causal entre las experiencias de un individuo con sus padres y su
posterior capacidad para establecer vínculos afectivos. La principal variable a es la medida en
que los padres del niño le proporcionan una base segura y le animan a explorar a partir de
ellos.

Cualquier experiencia estresante puede conducir al niño, al adolescente o incluso al adulto a


vivir en constante ansiedad, a no ser que se desprenda de la figura a la que está apegado y, en
consecuencia, a tener un bajo umbral para la manifestación de comportamiento de apego.
Ahora, no sólo es probable que provoquen la ira del niño contra sus padres, sino que inhiban
su expresión. Así pues, es probable que una persona así se halle también sometida a un
intenso anhelo inconsciente de amor y apoyo, que puede expresarse mediante alguna forma
aberrante.

los modelos representativos inadecuados, más persistentes, coexisten con frecuencia con
otros más adecuados.

¿Cómo ayudar al paciente a resolver dichos problemas?

1- determinar si el problema presentado es susceptible de ser abordado mediante la


teoría del apego
2- Examinar también los sucesos importantes de su vida (separaciones, encuentros,
muertes, etc)
3- Definir si los actuales síntomas pueden ser considerados como recientes, o como
respuestas tardías a dichos acontecimientos
4- vislumbrar patrones de interacción que se producen en el actual hogar del paciente, y
si se pueden corresponder a su familia de origen, o a la nueva familia que ha
contribuido a crear o a ambas
5- identificar la situación o las situaciones a las que el paciente está respondiendo, o bien
inhibiendo la respuesta. con frecuencia es evidente que ciertas informaciones
esenciales faltan y que determinadas quejas son dudosas o claramente falsas.
6- no basarse tan sólo en los métodos de entrevista tradicionales, sino que, si ello es
posible, se han de realizar una o más entrevistas familiares.
7- centrarse en cambio en las experiencias del paciente en la vida real

Principios que son de importancia en cualquiera de estos procedimientos terapéuticos

a) Proporcionar al paciente una base segura a partir de la cual puede explorarse a sí


mismo y explorar también sus relaciones con todos los que haya establecido, o pueda
establecer un vínculo afectivo y, al mismo tiempo, exponerle claramente que todas las
decisiones relativas a cómo construir una situación y qué actos son los mejores a
adoptar, han de ser suyas y que, con nuestra ayuda, le creemos capaz de decidir por su
cuenta;
b) realizar, junto con el paciente, las correspondientes exploraciones, animándole a
considerar tanto aquellas situaciones en las que actualmente se encuentra con
personas para él importantes, y los papeles que puede desempeñar en las mismas,
como la forma en que responde, con sentimientos, ideas y actos, cuando se halla en
dichas situaciones.
c) llamar la atención del paciente sobre las formas en que, quizá involuntariamente,
tiende a "construir" los sentimientos
d) ayudarle a considerar cómo las situaciones en las que él mismo, típicamente, se coloca
y sus características reacciones a las mismas pueden ser comprendidas según la
experiencia de la vida real que tuvo con figuras por las que sentía apego durante su
infancia y adolescencia (y por las que quizá siga sintiéndolo) y cuáles eran las
respuestas que recibía (y que puede seguir recibiendo).

Nuestra misión es ayudarle a revisar los modelos representativos de sí mismo y de figuras a las
que mostró apego que inconscientemente están rigiendo sus percepciones, predicciones y
actos, y cómo dichos modelos pueden haberse desarrollado durante su niñez y su adolescencia
y, si piensa correctamente, ayudarle a modificarlos a la luz de experiencias más recientes.

El rol no es el de inculpar, sino el de investigar cadenas causales, con el fin de romperlas o de


mejorar sus consecuencias.

Una finalidad principal de la psicoterapia familiar consiste en permitir a todos los miembros
que se relacionen entre sí de manera que cada uno puede encontrar una base segura en sus
relaciones en el seno de la familia

Es de gran importancia que tiene el hecho de que una persona busque y utilice nueva
información como un paso necesario para enfrentarse con cualquier transición que ocasione
stress ( HAMBURG y AoAMS, 1967). Ayudar a un paciente a que así lo haga, en su momento
oportuno y de la manera correcta, constituye la quinta tarea del psicoterapeuta.

un psicoterapeuta planteará preguntas y proporcionará información, mientras que, de nuevo,


deje al paciente que adopte él mismo sus decisiones. El debe ser empatico ytolerar dolorosas
decisiones y confesiones

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