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Oración inicial.

Mención del tema.

Canto. Y Confesión de fe

Bienestar espiritual

1. Volver en amistad con él. Restaurar nuestra relación con él, llevarle
nuestras cargas a él:
Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.  Libro de Job, capítulo 22, verso
21

Todos anhelamos que nos vaya bien, en esta porción de la Biblia nos menciona una verdad que es que si
queremos que nos vaya bien, el origen es nuestra relación con Dios, someternos a él, obedecerle y tener
comunión con él.

Lo primero que él hace cuando decidimos volvernos a él, lo primero que nos da es paz, no nos quita los
problemas – porque es el medio de Dios para formarnos – pero nos da paz para resolver las situaciones
que se nos presenten, paz para tomar decisiones y así vivir mejor.

2. Que nuestro pensamiento persevere en Dios:


Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. (Libro
de Isaías 26, verso 3)

En Dios esta la fortaleza por todos los tiempos, si hacemos de él nuestra roca y confiamos en él podemos
enfrentar las diferentes situaciones de la vida.

En ninguna parte de la Biblia se nos asegura que vayamos a tener una travesía en calma, todo lo contrario
se nos asegura que va a ver tempestades, dificultades, pero lo que nos asegura es que podremos tener paz
en medio de la tormenta y la clave para tener esa paz, es que mi pensamiento persevere en Dios, en la
esperanza que me da y no en las circunstancias.

Tristemente tan sólo el 15% de los creyentes en Jesús le creen a Dios y pueden disfrutar de la vida
abundante que Dios nos ha prometido porque no toman esa decisión (la de confiar en Dios en todas las
circunstancias)

BIENESTAR ESPIRITUAL

Es saludable que cada cierto tiempo usted se haga un examen médico para que pueda tener un panorama
real de su estado de salud. Muchas veces creemos que nuestra salud está de cierta manera, pero después
de un examen minucioso, nos damos cuenta de cómo estamos verdaderamente. No sólo es bueno hacerse
un examen físico sino también un examen espiritual, para saber cómo estamos espiritualmente en
comparación a Jesús.

En el libro de John Ortberg “La vida que siempre has querido” vemos una gran cantidad de áreas que
podemos examinar para ver si pasamos bien nuestro chequeo de bienestar espiritual

1) ¿Soy espiritualmente “inauténtico”?


Jesús no pudo haberlo dicho mejor cuando dijo “¡Ay de ustedes! Limpian el exterior del vaso y del plato,
pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno”. La meta de la persona espiritualmente inauténtica
es parecer espiritual cuando en realidad no lo es. Por ejemplo, una persona puede esforzarse tanto por
parecer espiritual frente a otros que se convierte en un impedimento para sí mismo en su vida espiritual.
Esto es cierto no solo en las personas que tratan de engañar a otros sino también en las que tratan de
engañarse a sí mismas. Los cristianos buscan convertirse en un letrero de cartón que se mira bien; pero
una vez que alguien lo examina, no hay valor en él. Ortberg lo pone de esta manera: “Con frecuencia
pasamos más tiempo tratando de hacer que las personas nos consideren personas amorosas que amando
en verdad a las personas”.

2) ¿Me estoy volviendo amigo de criticar, excluyente u orgulloso?


Jesús lo dijo de esta manera “Ellos aman el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las
sinagogas”. El orgullo se convierte en un problema para la persona que está tomando seriamente el
crecimiento espiritual. Cada vez que empezamos a buscar virtud en nuestras vidas empezamos a
preguntarnos por qué lo otros no están haciendo lo mismo. La pregunta es, ¿estamos dejando que nuestro
corazón se llene de un orgullo escondido vestido de espiritualidad? El orgullo se refleja comúnmente en
el intento de categorizar a las personas que son diferentes a nosotros. “Aquel es uno de los infieles”,
“aquel es uno de los espiritualmente embotados”, “aquel es uno de los que tiene creencias incorrectas”,
etc. El separar a otros nos hace parecer superiores.

3) ¿Me estoy volviendo más accesible?


“Ellos aman, que la gente los salude en las plazas y los llame Rabí”. En el tiempo en que el evangelio fue
escrito, los Rabíes tenían la noción equivocada de que su espiritualidad les requería tomar distancia de las
personas. Es interesante que Jesús, el hombre más espiritual que ha existido fue también el hombre más
accesible que ha existido. Había algo en Su personalidad que atraía a las personas. Tomando el ejemplo
de Jesús podemos decir que la espiritualidad es accesible. Por lo tanto, si las personas no nos encuentran
accesibles nos urge preguntarnos qué nivel tiene nuestra espiritualidad.

4) ¿Me estoy cansando de buscar mi crecimiento espiritual?


“Atan cargas pesadas las ponen sobre la espalda de los demás”. Algo que siempre me ha traído confusión
es oír cómo muchos enseñan que la búsqueda de Dios debe ser solitaria, aburrida y dura. La verdad es que
he escuchado a muchas personas enseñar sobre disciplina espiritual y tampoco me gustaría inscribirme
para ese viaje. Es sorprendente que haya alguien que quiera hacerlo. Si estamos sirviendo a Dios y
llegando a conocer la creación o el universo y explorando las profundidades de Su amor y carácter, estas
cosas deberían ser para nosotros la cosas más emocionantes del mundo. Si estamos cansados todo el
tiempo entonces debe ser porque estamos haciendo algo mal.

5) ¿Estoy midiendo mi vida de formas superficiales


En el libro Ortberg se da un ejemplo de cómo respondemos cuando nos preguntan acerca de ¿cómo esta
nuestra vida espiritual? Usualmente la primera cosa que viene a nuestra mente es alguna clase de
actividad cristiana como la lectura bíblica, la oración diaria, la escritura en nuestro diario. Si usted ha
estado leyendo su Biblia dirá que bien, pero sino dirá que mal. Imagínese que le digo que volveré a
preguntarle en unos días más. Lo más probable es que usted se asegure de leer su Biblia porque sabe que
le volveré a preguntar. Piense en la acción. ¿Esta acción lo lleva más cerca de Dios o solo es una cosa más
que usted marca en su lista de cosas por hacer? Leer la Biblia, orar y escribir su devocional diario son
importantes pero deben ser hechos a partir de que amamos pasar tiempo con nuestro Padre. Cuando
tenemos un motivo equivocado convertimos la bendición en una carga

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