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Victoria sobre las emociones

introducción
La fuerza de tu familia, de tu trabajo, de tu misterio tiene mucho que ver
con tu salud mental y espiritual, para eso debemos ponernos de acuerdo
con Dios en nuestros pensamientos, porque muchas veces tenemos ideas
correctas o pensamientos correctos, pero nuestras emociones nos
desaniman, nos hacen oposición. Por mucho que nos mediquemos o
hablemos de nuestro dolor no podremos continuar si no soltamos la carga
que nos está creando el cansancio. «Echa sobre Jehová tu carga, y él
te sustentará; No dejará para siempre caído al justo» . Salmos
55:22
En la Palabra leemos que el enemigo atacaría a Israel, pero Dios envió a
Isaías para decirle a los israelitas que no se turbaran porque sus enemigos
no vencerían. Esta historia es poderosa para que descubramos de qué
forma las emociones pueden traicionarnos cuando dejamos que nos
dominen. Lo primero que vale la pena revisar es que la Palabra no dice que
el enemigo jamás intentará algo en contra o que no habrá lucha o
persecución, sino que no vencerá. Los enemigos intentaron tomar la ciudad,
pero no lo lograron. ¡Por más que el enemigo quiera tomar tu vida, no
podrá! Él miente, quiere intimidarte, pero el Señor está contigo y pelea por
tu familia, por tu negocio y tu ministerio. Él está guardando las puertas de
tu casa, así que no hay demonio que pueda entrar. La gente te critica, te
ataca, pero no se explican por qué sigues de pie y es porque Dios te
sostiene. No es que el enemigo no quiera destruirte, es que no puede; por
eso él cambia de estrategia y busca manipular tus emociones para que tú
mismo seas quien se rinda a él.

El pueblo de Israel había visto al Señor guardarlos, pero, ante la amenaza


de los enemigos, comenzaron a temblar como hojas movidas por el viento.

saías 7:1-2: Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey
de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel,
subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no la pudieron tomar. Y
vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con
Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se
estremecen los árboles del monte a causa del viento.

 A veces somos fuertes espiritualmente, pero nuestras emociones son un


desastre. Elías era fuerte en poder y unción de Dios, pero cae en pedazos
de miedo ante la amenaza de Jezabel. No se le fue la unción, el poder o el
favor de Dios, sino que sus emociones se quebraron. A veces estamos en la
iglesia alabando, pero llorando por dentro, tristes, con rencor o miedo.
Debemos tener victoria sobre nuestras emociones si deseamos alcanzar las
bendiciones del Señor.

¿Qué hace el enemigo para aterrorizarte? Te amenaza, te miente diciendo


que puede derrotarte, pero no es cierto. Si crees esa mentira, tus
sentimientos cambian, se convierten en algo negativo que te domina. El
enemigo sabe que puede controlarte si logra desestabilizar tus emociones.
La Palabra dice que los invasores usaron humo para atemorizar a la gente
en Jerusalén.

Isaías 7:3-6: Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz,


tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba,
en el camino de la heredad del Lavador, y dile: Guarda, y repósate; no
temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que
humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías.
Ha acordado maligno consejo contra ti el sirio, con Efraín y con el hijo de
Remalías, diciendo: Vamos contra Judá y aterroricémosla, y repartámosla
entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel.

¡Es humo, no es fuego! El humo no quema, el humo no es una amenaza


real, es solo la estrategia del enemigo para que tus emociones te dominen y
tomes malas decisiones. Así que debes enfocarte en escuchar solo palabras
de fe que te fortalecerán, porque la fe es capaz de desviar el 100% de los
dardos de fuego del enemigo. Mientras camines por fe, serás
inquebrantable, indestructible. El enemigo quiere tomar tus emociones y
transformarlas en temor porque donde hay miedo no hay fe y, al contrario,
donde hay fe el miedo no existe.

Las emociones tóxicas como el miedo, la tristeza, la ira y el resentimiento


deben superarse. Dios le dijo al pueblo que no se turbara su corazón
porque esa invasión no sucedería, Isaías 7:7: Por tanto, Jehová el Señor
dice así: No subsistirá, ni será. pero debían creerlo. Sabemos que el hombre
es espíritu, alma y cuerpo. Se puede comparar con un templo donde se ve
el lugar santísimo: el tabernáculo; los atrios que representan el cuerpo, la
carne, y entre ambos está el velo, la cortina que puede compararse con las
emociones. Debes tener la capacidad de correr la cortina para que te
acerque a vivir con el Señor, no para que te acerque a vivir de acuerdo con
tu carne, con tus impulsos. Si tus emociones están bajo el poder del Espíritu
Santo, el enemigo no podrá influenciarte ni manipularte. Así que la clave es
dominar tus emociones para mantener alejado al mentiroso que desea
impedir tu victoria.

Retoma autoridad sobre tus emociones. Sigue estas recomendaciones.

1. Busca la asociación correcta. Anda con sabio y sabio serás. En tu


momento difícil, ten cuidado con quién te juntas. El que te persigue y
te apunta con el dedo está peor que tú. Rodéate de la gente que crea
en tu visión y en lo que la gente tiene para ti. El religioso se enfoca
solo en su religión, pero tú enfócate en Dios.
2. Recurre a sus promesas. Aunque el diablo te diga que serás
destruido, acuérdate de que el enemigo no puede ponerte un dedo
encima, así que agárrate de esa promesa y sigue adelante. La palabra
del Señor nunca vuelve vacía y lo que ha prometido se cumplirá, le
guste al diablo o no. No te afanes en saber cómo lo hará, él se
encargará de cumplir, ocúpate tú de creer.
3. Toma dominio. La Biblia dice que no se nos ha dado espíritu de
temor, sino de amor, poder y dominio propio. Aprende a reaccionar de
acuerdo con tus emociones. Cuando el enemigo te diga “¡Corre!”, tú
párate firme. Las águilas, en vez de evadir la tormenta, la aprovechan
para elevarse. Gózate como Pablo y alaba a Dios a pesar de cualquier
adversidad.
4. Minimiza el problema, no lo agigantes. Muchas veces los
problemas serán puro humo y en realidad nada se estará quemando.
Aprende a identificar la diferencia entre uno y otro. No olvides su
promesa: ninguna artimaña del enemigo podrá contra ti.
5. Busca una revelación. Que no importe lo que te diga fulanito, sino
Dios. No importa lo que diga la gente, sino que él está contigo y su
mano no se apartará de tu familia. Tu milagro está en camino, los
cielos abiertos son para ti, así que no permitas que un espíritu de
temor tome el control de tus emociones.
6. Cree para permanecer. Al final, lo único que verdaderamente alinea
tus emociones con Dios es tu fe porque te da un entendimiento
sobrenatural. Por la fe entendemos, es nuestra arma más valiosa ante
cualquier adversidad. Atrévete a creer y te aseguro que Él no te
defraudará.

El Señor es tu escudo y protección. Recuerda que su tarea es prometer y


cumplir; la tuya, creer y mantenerte firme. ¡Toda aflicción de las emociones
y del corazón serán sanadas! Borra todo temor y dolor, y declara que tus
lágrimas de angustia ahora serán de gozo. Cambia tus temores por fe y
encontrarás la paz que sobrepasa todo entendimiento.

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