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Personalidad: Es un patrón de rasgos relativamente permanentes y de características singulares que

confieren coherencia e individualidad al comportamiento de una persona

Rasgo: Los rasgos contribuyen a las diferencias de comportamiento, la coherencia a lo largo del tiempo de dicho
comportamiento y la estabilidad de este en distintas situaciones. Los rasgos pueden ser individuales, comunes a
todos los miembros de un mismo grupo o comunes a todos los miembros de una especie, pero el patrón es diferente
para cada individuo, por tanto, aunque en ciertos aspectos muestre semejanzas con otros individuos, cada persona
tiene una personalidad única.

Las características son cualidades exclusivas de un individuo que incluyen atributos como el temperamento, el
aspecto físico y la inteligencia.

Teoría de los 5 grandes:


McCrae y Costa coincidían con Eysenck en que los rasgos de la personalidad son bipolares y presentan una
distribución en forma de campana; es decir, en cada rasgo, la mayoría de las personas tienen valores intermedios y
solo unas cuantas tienen valores extremos. ¿Cómo se pueden describir las personas que se sitúan en los extremos?

Neuroticismo (N): Las personas con valores altos en el factor Neuroticismo tienden a ser ansiosas,
temperamentales, autocompasivas, autoconscientes, impulsivas y sensibles a trastornos por estrés. Las personas con
valores bajos en el factor N suelen ser tranquilas, apacibles, estables y están satisfechas consigo mismas.

Extraversión (E): Las personas con valores altos en el factor extraversión tienden a ser cariñosas, joviales,
habladoras, sociables y divertidas. En cambio, las personas con valores bajos en el factor E tienden a ser reservadas,
calladas, solitarias, pasivas e incapaces de expresar emociones fuertes

Apertura (O): El factor de apertura a la experiencia permite distinguir a las personas que buscan experiencias
nuevas de las personas que se encuentran mejor en un entorno familiar. Las personas que buscan de manera
sistemática experiencias diferentes y variadas tendrán valores altos en este factor. Son personas que, por ejemplo,
disfrutan probando nuevos platos de la carta de un restaurante o que buscan restaurantes nuevos. En cambio, las
personas que no están abiertas a la experiencia pedirán siempre un plato que ya conocen y que saben que les gustará.
Las personas abiertas a la experiencia tienden a cuestionar los valores tradicionales, mientras que las personas poco
abiertas tienden a apoyar los valores tradicionales y a mantener un estilo de vida fijo. Las personas con altos niveles
de apertura suelen ser creativas, imaginativas, curiosas y liberales, y prefieren la variedad. En cambio, las personas
poco abiertas a la experiencia suelen ser convencionales, prácticas, conservadoras y no tienen ningún tipo de
curiosidad.

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