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2.1.1 Generalidades
El agua de amasado sirve para las reacciones de hidratación del cemento, y
confiere al hormigón la trabajabilidad necesaria para una correcta puesta en obra.
La cantidad de agua de amasado debe limitarse al mínimo estrictamente
necesario, ya que el agua en exceso se evapora y crea una serie de huecos en el
hormigón (capilares) que disminuye su resistencia, pero no puede disminuirse
excesivamente el contenido de agua, pues podrían obtenerse masas poco
trabajables y difícil colocación en obra.
El agua de curado, durante el proceso de fraguado y primer endurecimiento del
hormigón, tiene por objeto evitar la desecación, mejorar la hidratación del cemento
e impedir una retracción prematura.
2.1.2 Aguas perjudiciales y no perjudiciales
Un índice útil de carácter general sobre la aptitud de un agua, en la técnica del
hormigón, es su potabilidad. Las aguas de alta montaña, cuya pureza les confiere
carácter agresivo. Algunas aguas manifiestamente insalubres pueden ser
utilizadas: aguas bombeadas de minas (que no sean de carbón), algunas de
residuos industriales, aguas pantanosas, etc. Las aguas depuradas con cloro
pueden emplearse perfectamente.
No conviene emplear aguas cuyo pH sea inferior a cinco, ni las que contengan
aceites, grasa o hidratos de carbono. Cuando el agua contiene materias solidas en
suspensión (limos y arcillas) debe proscribirse su empleo, ya estos finos
disminuyen la adherencia pasta-árido.
2.1.3 Agua de mar
El uso de esta agua puede provocar la aparición de manchas y de la probable
caída de resistencia, que puede cifrarse en 15% aproximadamente.
El contenido de ion cloro del agua de mar es del orden de 25 gr por litro (es decir
unos 15 gr por litro de ion cloro) lo cual hace que este en el límite para hormigón
en masa y fuera para hormigón armado. El agua de mar puede contiene también
sulfatos magnésicos, cálcico y potásico, con contenidos del de 1.5; 1.25 y 1.0 gr
por litro respectivamente lo que da un total de 3 gr/lt aproximadamente. Esto hace
que el agua sea perjudicial, pero por una serie de razones de índole química. La
presencia de algas afectaría la adherencia árido-pasta.
Para hormigones destinados a obras marítimas es bueno realizarlos con agua
dulce.
2.1.4 Agua reciclada
La Instrucción española permite utilizar agua reciclada, total o parcialmente, para
amasar el hormigón, en particular la procedente del lavado de cubas en la propia
central de hormigonado, siempre y cuando cumpla las especificaciones de la tabia
2.1.