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Tradiciones Peruanas Trabajo 4 para Niño Iturregui
Tradiciones Peruanas Trabajo 4 para Niño Iturregui
AREA : Comunicación
ALUMNO :
GRADO : 1
SECCIÓN : “B”
Lambayeque ,Diciembre
2019
Presentación
por sus características, donde el suceso histórico tocado está lleno del
costumbrismo del país y donde la historia del Perú sirve como ambiente y
1) DATOS
IMPORTANTES:
PROFESIÓN : Escritor
HIJOS : Clemente, Félix Vital, Angélica, Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina, Cristián,
Renée Cristina
3) ¿CUÁNTAS
TRADICIONES SON?
453 tradiciones peruanas publicadas en diarios y revistas.
4) ¿CÓMO SE DIVIDEN?
Seis de ellas se refieren al imperio incaico, 339 al virreinato, 43 a la
emancipación, 49 a la república y 16 no se sitúan en un periodo histórico
preciso.
“¡Al Ricón!
¡Quita
Calzón!
El obispo de Arequipa, Chá vez de la Rosa, estaba muy comprometido con el
progreso del seminario, desarrollando un plan de estudio, que luego fue aprobado
por el rey.
El obispo visitaba el colegio una vez a la semana, para ver
si los maestros estaban cumpliendo con sus labores, en
una de sus visitas, una mañ ana llegó y descubrió que el
profesor de latín había faltado a clases, y viendo la
holganza de los muchachos, decidió remplazar al titular,
aquellos tiempos regía aquel pensamiento que
sentenciaba que la letra con sangre entra y era comú n
el azote a los desaplicados.
El obispo quiso recordar algo de latín con los alumnos.
Un Alumno se equivocó al responder una pregunta y el
señ or Chá vez ordenó :¡AL rincó n !¡Quita Calzó n!, que
significa ser castigado. Luego otro alumno fue condenado
a la misma pena y luego fueron una docenas los que
tuvieron que pasar ¡AL rincó n! ¡Quita Calzó n!,
Cuando le hubo de preguntado ¿Quid est oratio? al má s
inquieto del aula, y que por el tamañ o parecía ser de
ocho añ os, pero que en realidad doblaba la edad, era
revejido, muy pequeñ o
El muchacho miro el techo del aula, como intentando
recordar algo, y demorá ndose cinco segundos sin responder, el obispo atribuyo el
silencio como ignorancia y lanzó la frase ¡AL rincó n! ¡Quita Calzó n!,El chico
obedeció murmurando entre dientes, el obispo al notar estos gestos de boca del
revejido muchachito, le llamó para interrogarle que tanto murmura, este le
respondió nada su señ oría, pero continuaba el muchacho gimoteando, y el obispo
tomo a capricho saber que tanto murmuraba el revejido muchacho. Este le hablo,
su señ oría si me permite yo también tengo una pregunta para usted.
.La pregunta fue:¿Cuá nto Dominus Vobiscum tiene la misa? EL obispo miró el techo
como intentando recordar, ah murmuro el muchachito, pero no tan bajo que el
obispo lo escuchó claramente, también el mira el techo, el obispo no supo
responder la pregunta, y todos fueron absueltos del castigo ¡AL rincó n! ¡Quita
Calzó n!.
Desde aquel día el obispo fue padre y protector del niñ o, tal vez era de una familia
pobre, pero rica en virtudes. El obispo renuncio al obispado, por algunos abusos
que se hacía, y esto iba contra sus principios, y cuando viajó a Españ a se llevo al
muchachito.
Con el paso de los añ os aquel niñ o fue uno de los prohombres de la independencia
y uno de nuestros má s prestigiosos oradores .Su nombre fue Francisco Javier de
Luna-Pizarro. Esto ha sido un breve relato de una de las tradiciones má s leídas
( AL RINCON QUITA CALZON )
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Obispo Chávez de la Rosa: era el obispo de Arequipa. Era un
sacerdote muy recto y exigente.
Francisco Javier de Luna-Pizarro: era un alumno muy pícaro y
travieso. Hizo que el cura comprendiera su injusticia y se convirtió en el
vigésimo arzobispo de Lima
Me parece una tradición que nos enseña que no siempre la autoridad sabe
comprender a los demás y me pareció una buena lección la que le dio el
niño al sacerdote, ya que, lo hizo reflexionar y por lo tanto no cometer más
injusticias con los alumnos.
El remate de esta historia se refiere a un gallo que tenía Rosa y que era su
engreído “por lo extraño y hermoso de la pluma”. Un día éste enfermó y su
madre le dijo que había que matarlo. Rosa de Santa María lo cogió y acarició
diciendo: “Pollito mío, canta de prisa, pues si no cantas te guisa”, el gallito se
sacudió y soltó un sonoro “Quiquiriquí (¡Que buen escape el que di!)
Quiquiricuando (Ya voy, que me están peinando)".
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Beata Catalina.
Beata Frasquita Montoya
Zancudos
Santa Rosa
3. MENSAJE.
En este relato se nos habla de convenio que hizo Santa Rosa de Lima con
unos mosquitos para que no la picaran, sin embargo, con la llegada de su
hermana esta habla sobre qué tan molestos pueden llegar a ser estos
zancudos, con lo que Santa Rosa de Lima le explica el porqué de las cosas.
“El Alacrán de Fray Gomez”
Cuando yo era muchacho escuchaba a las viejas exclamar, cuando una alhaja era de
mucho precio:
Fray Gó mez era un lego contemporá neo de San Francisco Solano que desempeñ aba
en el convento de los padres será ficos en Lima, la funció n de refitolero del hospital
de los devotos frailes y a quien nunca se le conoció de otra manera que fray Gó mez.
Fray Gó mez hizo en Lima milagros en cantidades, como quien no quiere la cosa. Un
día un caballo desbocado arrojó a su jinete. El desgraciado quedó patitieso,
arrojando sangre por la nariz y la boca.
Ese mismo día estaba milagreo fray Gó mez pues se encaminó a la enfermería y
halló muy débil a San Francisco Solano, víctima de una jaqueca.
Fray Gó mez metió la mano en el bolsillo y sacó dos pejerreyes, tan frescos como
recién salidos del mar. Los guisó y quedó San Francisco curado como por ensalmo.
Dejo en el tintero otros milagritos de nuestro lego, porque no me he propuesto
relatar su vida y milagros.
II
Estaba una mañ ana fray Gó mez en su celda cuyo mobiliario eran cuatro sillones de
vaqueta, una mesa mugrienta y una tarima sin colchó n, con una piedra en lugar de
almohada, cuando llamaron a su puerta con unos ligeros golpecitos y una voz
quejumbrosa.
El recién llegado era un castellano agobiado por la pobreza pero con semblante de
persona honrada.
—El caso es que he tocado muchas puerta para pedir en préstamo un capital de
quinientos duros y nada he conseguido. Y en mis cavilaciones pensé pedírselo a
usted, que así pobre como es, encontrará una manera de sacarme del apuro.
—¿Có mo imagina, hijo mío, que en esta triste celda pueda tener esa cantidad?
Y paseando los ojos por las desnudas paredes, vio un alacrá n que caminaba por el
marco de la ventana. Fray Gó mez arrancó una pá gina de un libro viejo y cogió a la
sabandija, la envolvió y se la entregó al visitante.
Con ese capital le fue tan bien en su negocio que al cabo de seis meses pudo
desempeñ ar la alhaja y devolvérsela a fray Gó mez. Este tomó el alacrá n, lo puso en
la ventana y dá ndole la bendició n le dijo:
—Animalito de Dios, sigue tu camino.
Y el alacrá n echó a andar libremente por las paredes de la celda. Por Á lvaro Felipe.
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Fray Gómez, fray capaz de hacer milagros.
Buhonero, vendedor ambulante al cual fray Gómez le da el alacrán.
2. PERSONAJES SECUNDARIOS
Jinete caído, hombre al cual salva fray Gómez.
San Francisco Solano, enfermo al cual fray Gómez dio los pejerreyes.
4. MENSAJE.
Aquí nos hace recordar sobre los Milagros y La fé que se tiene por algún
Santo, ya que nuestro país es reconocido por nuestra cultura de fe vivencial.
“Los Ratones de Fray Martín”
[…] Aburridos los frailes con la invasió n de roedores, inventaron diversas trampas
para cazarlos, lo que rarísima vez lograban. Fray Martín puso también en la
enfermería una ratonera, y un ratonzuelo bisoñ o, atraído por el tufillo del queso, se
dejó atrapar en ella. Libertolo el lego y colocá ndolo en la palma de la mano, le dijo:
–Vá yase, hermanito, y diga a sus compañ eros que no sean molestos ni nocivos en
las celdas, que se vayan a vivir en la huerta y que yo cuidaré de llevarles alimento
cada día.
Mirá balos una tarde comer en sana paz cuando de pronto el perro gruñ ó y
encrespose el gato. Era que un rató n, atraído por el olorcillo de la vianda, había
osado asomar el hocico fuera de su agujero. Descubriolo fray Martín, y volviéndose
hacia perro y gato les dijo:
–Salga sin cuidado, hermano pericote. Paréceme que tiene necesidad de comer;
apropíncuese, que no le hará n dañ o.
–Vaya, hijos, denle siempre un lugarcito al convidado, que Dios da para los tres.
Y el rató n, sin hacerse de rogar, aceptó el convite, y desde ese día comió en amor y
compañ a con perro y gato.
Y comieron en un plato
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Perro, gato y ratones.
II
Visitació n vivía con su tía, vieja como el pecado de la gula, a quien añ os má s tarde
castigó la Santa Inquisició n. La maldita había adoctrinado a su sobrina para servir
de cebo de ricos caballeros a quienes sacar dinero. Don Dimas llegaba todas las
noches a verla y Visitació n lo escuchaba cortá ndose las uñ as y sin hacerle mayor
caso.
III
—¡Que venga un diablo cualquiera y se lleve mi almilla a cambio del amor de esa
muchacha!
Sataná s, que desde los antros má s profundos del infierno escuchó el pedido, tocó
campanilla y en el acto se le presentó el diablo Lilit, su secretario.
—Ve, Lilit —ordenó — al cerro de las Ramas y extiende un contrato con un hombre
que tiene tanto desprecio por su alma que la llama almilla. Concédele lo que pida,
que ya sabes que no soy tacañ o tratá ndose de una presa.
“Conste que yo, don Dimas de la Tijereta, cedo mi almilla al rey de los infiernos, a
cambio del amor y posesió n de una mujer. Al plazo de tres añ os me obligo a
satisfacer mi deuda”. Luego seguían las firmas de las partes.
Cuando el escribano volvió a su casa, le abrió la puerta nada menos que Visitació n,
que ebria de amor se arrojó en sus brazos. Lilit había encendido en ella el fuego de
Lais y la lubricidad de Mesalina.
IV
Como no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, pasaron los tres
añ os y Tijereta se vio nuevamente en el cerro de las Ramas, junto a Lilit, listo para
cobrarle su parte segú n rezaba el contrato. El escribano entonces comenzó a
desvestirse pero Lilit le dijo:
—No se tome tanto trabajo, que así vestido como está me lo puedo llevar.
—Haga lo que le plazca —dijo Lilit— que todavía le queda un minuto para que se
cumplan los tres añ os.
—¿Y qué quiere que haga con esa prenda? —preguntó Lilit luego de haberse reído
mucho.
—Esta es mi almilla, que, como reza el contrato es lo que estoy obligado a pagar.
Sino revise bien el documento.
—Yo no entiendo payasadas. Guarde sus palabras para cuando esté delante de mi
amo.
Lilit, enojado, le dijo que se deje de bromas pero don Dimas contestó que se fije
bien en el contrato pues esa era la almilla.
Sataná s, para no perderlo todo, se quedó con la almilla y es fama que desde
entonces los escribanos no usan almilla y cualquier viento pequeñ o produce en
ellos una pulmonía de padre y señ or mío.
No sé bien si don Dimas murió de buena o mala muerte, pero es bien sabido que en
el infierno le dijeron que ya no reciben escribanos. Algo así le sucedió al alma de
Judas Iscariote, y como viene a cuento su historia la apunto aquí someramente.
Refieren las cró nicas que después de suicidarse, tocó en vano las puertas del
Purgatorio y otro tanto las puertas del Infierno, así que volvió a la tierra y se
introdujo en el cuerpo de un usurero. Desde entonces se dice que los usureros
tienen alma de Judas.
1. PERSONAJES PRINCIPALES
El protagonista central es don Dimas de la Tijereta, escribano de número
de la Real Audiencia de Lima. No se conoce su edad, pero se encuentra
en la de la vejez, más cerca de la muerte que de la vida, con olor
“acerca de bien morir”, como literalmente puntualiza Palma.
Sobre su físico sólo se sabe que tiene “nariz ciceroniana” y lo demás se
refiere a su vestimenta y presencia habitual. Su verdadero retrato es el
moral. Palma diseña la figura de Don Dimas presentándolo como avaro,
deshonesto, hipócrita, embustero, mentiroso, sinvergüenza,
inescrupuloso, egoísta, incapaz de compartir, de disfrutar, de dar e
interesado en su beneficio. En síntesis, se diría que es un mal hombre
como persona y como funcionario y en lo religioso, un mal cristiano y
mal católico.
Visitación, es el otro personaje. Es una joven físicamente bella y
atractiva. Moralmente es deshonesta e interesada. Acepta los
requerimientos sólo por ventajas materiales. Sus defectos la
predisponen a ceder ante la tentación demoníaca.
El diablo, que se personifica en Satanás, sin participación directa, y en
Lilit, “de bonita estampa, muy zalamero y decidor…”, “…correveidile de
su majestad infernal”; “alegre y truhán”, con intervención en el
argumento.
En el plano secundario actúa la tía de Visitación como personaje
secundario. Su retrato moral es desfavorable, pues llegar a ser
castigada por la Inquisición e influye en la conducta incorrecta de su
sobrina.
3. MENSAJE.
- Ricardo Palma -
La villa imperial de Potosí era, a mediados del siglo XVI, el punto adonde de
preferencia afluían los aventureros. Así se explica que cinco años después de
descubierto el rico mineral, excediese su población de veinte mil almas.
Como el diablo nunca duerme sucedió que una noche se armó gran pendencia
en una de las muchas casas de juego, que en contravención a las ordenanzas
y bandos de la autoridad pululaban en la calle de Quintu Mayu.
-Yo, señor alcalde, soy pobre de solemnidad; y vea vueseñoría lo que provee,
porque, aunque me hagan cuartos, no han de sacarme un cuarto. Perdone,
hermano, no hay que dar.
-¿Tú, hidalgo, don bellaco? Maese Antúnez, ahora mismo que le apliquen
cincuenta azotes a este príncipe.
-Mire el señor licenciado lo que manda, que ¡por Cristo! no se trata tan
ruinmente a un hidalgo español.
-Contigo, Antúnez, no va nada -le dijo el azotado-; pero anuncia al alcalde que
desde hoy las orejas que lleva me pertenecen, que se las presto por un año y
que me las cuide como a mi mejor prenda.
II
No eran ciertamente halagüeños los auspicios bajo los que se encargó del
mando el marqués de Mondéjar. Principió por adoptar una política conciliadora,
rechazando -dice un historiador- las denuncias de que se alimenta la
persecución.
¡Ojalá siempre los gobernantes diesen tan bella respuesta a los palaciegos
enredadores, denunciantes de oficio y forjadores de revueltas y máquinas
infernales! Mejor andaría el mundo.
III
Al siguiente día D. Cristóbal de Agüero, que tal era el nombre del soldado, se
presentó ante el capitán de los tercios tucumanos, D. Álvaro Castrillón,
diciéndole:
Y así corrieron tres meses, cuando recibió D. Diego pliegos que lo llamaban a
Lima para tomar posesión de una herencia; y obtenido permiso del
corregimiento, principió a hacer sus aprestos de viaje.
-¿Que si me importa? ¡Y mucho! Como que tengo que cuidar esas orejas.
-No se asuste, señor licenciado. Veo que esas orejas se conservan en su sitio y
huélgome de ello.
Eran las diez de la noche, y D. Diego, seguro de que las puertas de su estancia
estaban bien cerradas, arrellanado en un sillón de vaqueta, escribía su
correspondencia a la luz de una lámpara mortecina. De repente, un hombre se
descolgó cautelosamente por una ventana del cuarto vecino, dos brazos
nervudos sujetaron a Esquivel, una mordaza ahogó sus gritos y fuertes cuerdas
ligaron su cuerpo al sillón.
-Señor alcalde mayor -lo dijo-, hoy vence el año y vengo por mi honra.
IV
El licenciado murió un mes después, más que por consecuencia de las heridas,
de miedo al ridículo de oírse llamar el Desorejado.
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Alcalde mayor de la villa el licenciado D. Diego de Esquivel
Carcelero Antúnez.
El soldado (Hidalgo)
3. MENSAJE.
“Carísimos hermanos: Deben saber que el nombre de ese pícaro insurgente de San
Martín es por sí solo una blasfemia, y que está en pecado mortal todo el que lo
pronuncie.
¿Qué tiene de santo ese hombre malvado? ¿Llamarse San Martín ese sinvergü enza,
con agravio del caritativo santo San Martín de Tours, que dividió su capa entre los
pobres?
Que se conforme con llamarse sencillamente Martín y le estará bien por lo que
tiene de semejante con el pérfido hereje Martín Lutero, y porque como éste, tiene
que arder en los profundos infiernos.
Deben saber, hermanos y oyentes míos, que declaro excomulgado a todo el que
gritare ¡viva San Martín!, que es los mismo que burlarse impíamente de la santidad
que Dios da a los buenos”.
Entre los prisioneros españ oles se encontraba fray Matías Zapata que fue
conducido ante el excomulgado caudillo.
¿es cierto que me ha comparado con Lutero y que le ha quitado una sílaba a mi
apellido?
Al infeliz le entró temblor de nervios y apenas si pudo susurrar la excusa de que
había cumplido ó rdenes de sus superiores.
–dijo el general- pero sepa que yo, en castigo de su insolencia, le quito también la
primera sílaba de su apellido y entienda que lo fusilo sin misericordia el día que se
ocurra firmar Zapata.
Desde hoy no es usted má s que el padre Pata, y téngalo muy presente, padre Pata.
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Narrador, General San Martín y, Fray Matas Zapata.
En esta tradición nos enseña que debemos respetar a los demás sobre todo a
nuestros apellidos; pues nadie tiene derecho a burlarse de ellos mucho menos
a quitarle alguna silaba. San Martín lo que hizo fue castigarlo con “ojo por ojo”,
diente por diente”.
Un cuarto de legua de la Plaza Mayor de Lima, y encadenado a una serie de colinas que son
ramificació n de los Andes, levantase un cerrillo de forma có nica.
Los geó logos dicen que es una mole de piedra que no esconde metal alguno.
Las lluvias le dan pintoresca vista, pues se cubre de flores y gramalote que sirve al ganado.
En 1536 el Inca Manco, a la vez Que con un ejército de ochenta mil indios sitiaba el Cuzco
envió veinticinco mil sobre la recién fundada ciudad de lima; quienes, para ponerse a salvo
de la caballería españ ola acamparon a la falda del cerro, delante del cual pasaba un brazo
del Rímac.
Siempre que ellos emprendían el paso del río para consumar la victoria volvíase tan
impetuoso, que centenares de indios perecían ahogados.
Por el contrario, a los españ oles les bastaba encomendarse a San Cristó foro -cargador de
Cristo- para vadear el río y embestir sobre el enemigo, pero con poco de éxito, pues era
rechazados y se replegaban a la ciudad. A no obrar un milagro, los españ oles estaban
perdidos. Y el milagro se realizó .
La mañ ana del 14 de setiembre día que la Iglesia celebra la Exaltació n de la. Cruz, los
indios emprendieron la retirada sin que ningú n historiador haya explicado su motivació n.
A las cuatro de la tarde don Francisco Pizarro, -seguido de sus conmilitones- se dirigió al
cerro lo bautizó como San Cristó bal, y colocó en la cumbre una gran cruz de madera.
Como no había templos aú n la misa dominical se celebraba en la Plaza Mayor, callejó n de
Petateros, inaugurá ndose en 153 la capilla del cerro, a la que afluía el vecindario en los
días de fiesta. Después, anualmente, el 14 de setiembre efectuaba se una bulliciosa
romería al San Cristó bal.
1. PERSONAJES PRINCIPALES
Inca Manco Capac y
Francisco Pizarro
3. MENSAJE
A veces las cosas inesperadas nos ayudan a dar solución a muchos
problemas, lo cual nos proporciona los milagros que necesitamos y nos
motiva para un mañana mejor.